LIBERTAD DE ELEGIR
Fervor liberal Si en mi búsqueda de los pérfidos liberales busqué en las fuentes y fuentes y no encontr encon tré é mald maldad ad algu alguna na,, en este este caso caso no podí podía a eq equiv uivoc ocar arme me.. Poca Pocas s personas tan liberales como Milton y Rose Friedman Friedman aquí encontraría lo que andaba buscando. !l libro, tal y como se e"plica en el prefacio, tiene dos orígenes una obra libertad y una serie de televisi#n titulada anterior llamada Capitalismo y libertad y igual que el libro. !ste doble origen consigue que pueda leerse por no economistas sin muc$os problemas, y que a la ve% puedan alcan%ar una profundidad mayor que en la serie de televisi#n. &ividido en die% capítulos, al igual que la serie, va e"poniendo las opiniones de los autores sobre temas tales como el mercado, la educaci#n, los sindicatos' (os encontramos con un ataque en toda regla al socialismo, pero )cu*l es el destino del ataque+ )Rusia+ )uba+ )$ina+ (o, el país atacado por su cercanía a las ideas socialistas es ni m*s ni menos que los propios !stados -nidos, en los que los autores ven con muy malos oos unas tendencias que que cree cree pued pueden en supo supone nerr la ruin ruina. a. (o pued puedo o ni imagi imagina narr que que país país se austar* a los estrictos criterios de esta parea parea.. /eamos un poco el contenido de cada capítulo. El poder del Mercado 0a tesis de los Friedman es muy simple, y puede considerarse la bandera del liberalismo. uando se intenta regular un mercado, lo que obtenemos es un de desa sast stre re.. S#lo S#lo con con un una a libe libert rtad ad tota totall se pued puede e cons conseg egui uirr un una a autoregulaci#n que funcione. Si alguien opina lo contrario, la carga de la prueba recae sobre él. ada ve% que alguien intenta regular con algún buen fin el mercado, mercado, e"iste una 1mano invisible2 invisible2 que tuerce las cosas y empeora empeora el problema que se quería arreglar. arreglar. )!s esto verdad+ Supongo que la carga de la prueba recae también en los Frie Friedm dman an,, y yo no ve veo o ning ningun una a de demos mostr trac aci#n i#n.. ier ierto to que que los siste sistema ma comple compleos os 3como 3como puede puede ser el mer mercad cado4 o4 no admiten admiten reg regula ulacio ciones nes con
facilidad, pero )es dearlos a su aire c#mo se consigue un resultado #ptimo+ 0o dudo muc$o. 0os autores traen a colaci#n el lenguae, que evoluciona a su ritmo y que ninguna academia de la lengua puede constre5ir. Me parece el peor eemplo que se puede poner. !se 1crecimiento incontrolado2 es lo que provoca que el lenguae esté lleno de irregularidades y de que nos sea tan difícil aprender una lengua e"tranera. 0os idiomas artificiales, como el esperanto, tienen un periodo de aprendi%ae muc$o m*s corto. &udan también de la eficacia de las 6cademias de la 0engua que, según sus palabras, se limitan a seguir a trompicones los cambios que se $an producido en el lenguae. Puede ser, pero un lector actual puede leer el 7uiote sin ningún esfuer%o, cuando a un inglés le cuesta entender ciertos p*rrafos de S$a8espeare. -na regulaci#n perfecta es imposible, pero se pueden encau%ar ciertas tendencias. La tiranía de los controles !l obetivo de este capítulo es demostrar que cualquier tipo de proteccionismo 3aranceles4 s#lo puede perudicar al consumidor y a la industria. !ste es un punto en el que, al menos parcialemente, estoy de acuerdo. Si alguien nos vende productos m*s baratos, lo m*s inteligente es comprarlos que fabricarlos nosotros. &eando de lado los problemas $umanos y políticos que eliminar un determinado tipo de industria representa, se dea la puerta abierta a que una industria e"tranera tire los precios, destruya la industria for*nea, y luego se quede con el mercado con la posibilidad de subir los precios. Para los Friedman todo es positivo, porque la necesidad de competir con el e"tranero es una de las pocas posiblidades que $ay para combatir los monopolios. !stos tendr*n que competir con los monopolios de otros paises, y el consumidor sale ganando. 9 no, a lo meor se crean monopolios internacionales imbatibles. :ambién se comenta, sin ningún tipo de prueba, que los aranceles est*n en el origen de muc$os conflictos armados entre paises. )Falta de pruebas o imposibilidad de ser m*s e"tensos en un libro divulgativo+
Anatomía de la crisis -no de los ataques que suelen $acerse al sistema capitalista es que, en ocasiones, falla. !l caso m*s sonado fue el crac8 de la bolsa de ;<=<, que arruin# a todo el estado y que s#lo puedo superarse con el (e> &eal de Roosevelt. )!s esto verdad+ Según los Friedman, no. Fue precisamente el intervencionismo del estado el que provoc# que la situaci#n se fuera de las manos, concretamente el sistema de Reserva Federal que comen%# a utili%arse desde ;<;?. 0a idea es desterrar el 1mito2 de que las economías privadas son inestables e intentar demostrar lo contrario. (o se si los argumentos que presentan los autores son definitivos, pero aunque así fuera eso no demuestra que las economías privadas no sean inestables. S#lo demostraría que, en un caso concreto, la culpa no fue de la auto@organi%aci#n. De la cuna a la tumba Siempre que veo alguna película norteamericana una de las cosas que me da m*s 1miedo2 es la falta de asistencia sanitaria gratuita. Si te meten en el quir#fano pueden pasar dos cosas que te mueras, o que te cures y te manden una factura de varios millones. (o se cual es la alternativa peor. Pues bien, los autores piensan que ese maravilloso 1estado del bienestar2 es un despilfarro de recursos ineficientemente gestionado por el estado. 7ue consume muc$o dinero y no da nada a cambio. (o quiero ni pensar que dirían de la Seguridad Social de aquí. Puedo reconocer la ineficiencia de un sistema estatal de salud, pero cualquier otra alternativa me parece terrible. Creados iguales !ste es el meollo de un sistema liberal si todos tenemos las mismas oportunidades, las cosas ir*n bien. Si tenemos a un estado entrometiéndose con leyes, las cosas ir*n mal. 0as causas de la grande%a de (orteamerica fue la libertad de oportunidades que tuvieron los fundadores A7ue de energía $umana aprovec$adaB
!l mundo es como una partida de bacarr*. 6l principio empe%amos todos con las mismas fic$as, pero a medida que avan%a el uego unos tendr*n m*s y otros menos. )Sería usto quitarles a los que tienen m*s para d*rselas a los que tienen menos+ 6dem*s, no $ay que preocuparse los que tienen m*s siempre son buenos con los que tienen menos. 0as meores fundaciones son las que provienen de grandes fortunas, como la Roc8efeller, la Ford o la arnegie. :ambién $ay perlas como la siguienteC En ningún sitio es más grande el abismo entre el rico y el pobre, en ningún lugar es más rico el rico y más pobre el pobre que en las sociedades que no permiten el funcionamiento del mercado libre 6unque mi preferida es la siguienteC Gran parte del fervor moral que hay tras el impulso en pro de la igualdad de resultados, proviene de la difundida creencia de que no es equitativo que ciertos niños tengan una gran ventaja sobre otros sencillamente porque sus progenitores eran más ricos. Desde luego, no es equitativo. ea como sea, la falta de equidad puede adoptar muchas formas! herencia de los bienes "t#tulos y acciones, casas y fábricas" o herencia del talento " capacidad musical, fuer$a, genio matemático". %a herencia de los bienes se puede interferir más fácilmente que la del talento. &ero desde un punto de vista 'tico, (hay alguna diferencia entre ambas) *on todo, muchas personas protestan contra la herencia de bienes pero no contra la del talento. Saquen ustedes sus propias conclusiones. ¿Qué falla en nuestras escuelas 9tro gran caballo de batalla del liberalismo es la educaci#n. Partiendo de la premisa de que lo privado es bueno y lo público es malo los autores nos ofrecen una soluci#n bastante famosaC el sistema de 1bonos2. !l estado reparte a los ciudadanos un bono caneable por dinero en los diferentes colegios. 6 partir de aquí el usuario elige. !l sistema público m*s barato o
gsatarse un poco m*s en una escuela privada. !ste sistema creo que est* implantado en Suecia 3 parece que sí 4. (o sé como estar*n las escuelas en norteamerica. 6quí, por mi e"periencia particular, puedo decir que $ay muy buenas escuelas públicas, y muy malas escuelas privadas 3y también al contrario4. 0o que tengo claro es que, sea el modelo que se adopte, el estado debe garanti%ar una ense5an%a de calidad. Si no )7ué sería de la igualdad de oportunidades del anterior apartado+ ¿Quién protege al consumidor RespuestaC el consumidor mismo. 0os sistemas comunistas con su transporte nacionali%ado provocan encarecimiento y mala calidad. 0as medidas de regulaci#n del sector, cuando el estado intenta garanti%ar la calidad de los transportes s#lo consigue lo mismo. 0a meor manera de controlar un buen servicio es que el consumidor elia. &e m*s est* decir que estoy en total desacuerdo. :anto $orror le tiene a las medidas proteccionistas del estado que considera que es preferible la libertad empresarial y tener algún que otro 1fallo2 como el del &&: o la talidomida 3que cada ve% van siendo menos4 a pro$ibir ciertas cosas y que la gente las tenga que comprar en otros paises 3como ocurre con algunos medicamentos que van a comprarlos a Mé"ico4. Me gustaría saber si dentro de todo esto est* implícito también levantar la pro$ibici#n a las drogas. Supongo que sí en algo estaríamos de acuerdo. ¿Quién protege al traba!ador !n contra de lo que pueda parecer, no los sindicatos, que obtienen beneficios para los trabaadores a costa de los otros trabaadores, no de los empresarios. (o s#lo eso, sino que las leyes de salario mínimo discriminan a los obreros no cualificados que nunca ser*n contratados. &escono%co el funcionamiento de los sindicatos en los !stados -nidos, que imagino bastante diferente de aquí, y supongo que allí también ser*n susceptibles de crítica. Pero convertirlos en entes egoístas que buscan el interés de sus asociados en contra de los otros obreros me parece una
e"ageraci#n demag#gica que no se sostiene por ningún lado. Sobre el tema del salario mínimo ya se coment# algo en este uc$itril, y sigo pensando que ningún trabao @esté o no cualificado@ merece un sueldo menor que el salario mínimo. El remedio a la inflaci"n -no de los apartados m*s técnicos y por ese motivo, menos demag#gico @aunque el !stado salga, como es $abitual, malparado@. 0os autores nos e"plican como la causa de la inflacci#n la tiene la emisi#n de moneda del !stado, que recauda de esa manera un impuesto indirecto muy efectivo. !l !stado recauda la emisi#n e"tra, y el capital de los particulares se devalua en la misma cantidad. Las cosas est#n cambiando Podemos estar de suerte los días del !stado omnipotente y protector parecen estar acabando. 0a opini#n pública est* despertando. 0as cosas van por buen camino. :al como veo que anda el mundo, tengo que darle la ra%#n. ada ve% van meor según su punto de vista. 6unque no esté de acuerdo con la mayor parte de las cosas e"puestas en este libro, y de que en ocasiones lo vea un poco demag#gico, $a sido muy instructivo leerlo. Si quieren saber algo m*s del autor lo pueden leer en la >i8ipedia en espa5ol aunque, como siempre, pueden encontrar muc$a m*s informaci#n en la edici#n en inglés .6quí encontrar*n un artículo y aquí una entrevista. Para liberales, neoliberales e i%quierdistas que quieran conocer al enemigo.