PEDRO LAIN ENTRALG
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IEORIA Y REALIDAD'4IiEH"" DEL OIRO I EL OTRO COMO OIRO YO NOSOTROS, nJ y YO
Selecta de
ReviJta de Occidente Barbara de Braganza, MADRID
12
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PRlMERA EDICION: 1961 SEGUNDA EDICION: 1968
,
Indice de materias del primer volumen PR6LOGO A LA PRIMERA EDICIdN .. .
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PR6LOGO A LA SEGUNDA EDICIdN .. .
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INTRODuccrON
Nacimiento hist6rico del problema del otro
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PRlMERA PARTE
35
EL OTRO COMO OTRO YO
co
Copyright by Pedro Lain Enhalgo - 1961 CAPiTULO I
Editorial Rellidla de Occidenfe? S. A.
EL PROBLEMA DEL OTRO EN EL SENO DE LA RAZ6N SOLITARIA: DESCARTES " .. " ... " .... ".
39
Madrid (Espana) - 1968
Deposito legal: M. 15.751-1968
Impreso en Espana por Talleres Graficos de ED. CASTILLA, S. A. - Maestro Alonso, 23 - MADRID
1. II. III. IV. V.
EI artificio de 11 mente cartesiana ". ". EI contra-Robinson de Descartes ". ". ". ". ". ". Razonamiento anal6gico y razonamiento conductista. Certidumbre cartesiana respecto del otro ". ". ." ". E1 razonamiento por analogfa en el pensamiento post-
41 43 47 51
54
cartesiano .. . . . . . ..
7
CAPiTULO VI CAPITULO II
EL OTRO COMO OB]ETO DE UN YO· INSTINTIVO 0 SENTIMENTAL: LA PSICOLOGfA INGLESA ... ... ... I. Moral de la simpada: Shaftesbury, Hutcheson, Hume, Adam Smith ... '" ... ... ... ... ... ... ... II. EI utilitarismo: Bentham, J. St. Mill ... ... ... ... ... III. Sociabilidad animal y sociabilidad humana. EI evolucionismo: Darwin, Spencer, Clifford ... ... ... IV. El razonamiento anal6gico despues de J. St. Mill ...
65 66 72
EL OTRO EN LA REFLEXI6N FENOMENOL6GICA: HUSSERL ... .., ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... I. EI alter ego de Husser! ... ... ... ... ... ... ... II. Critica de la vision husserliana del otro ... ... III. Yofsmo y solipsismo ... ... ... ... ... ... ... ...
189 190
200 205
83 88
SEGUNDA PARTE
NOSOTROS,
Tv
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Y YO
CAPiTULO III
EL OTRO COMO TERMINO DE LA ACTIVIDAD MORAL DEL YO: KANT, FICHTE Y MDNSTERBERG ... ... ... Kant: el otro del homo phaenomenon y del homo noumenon ........................ ,., .... .. I. Fichte: alteridad, libertad y moralidad ... ... . .. II. Miinsterberg: fichteanismo y psicologia empirica ... III. Observaciones criticas ... ... ... ." ... ... ... . ..
211
La crisis del yoismo moderno ... 97 SECCION PRIMERA
97
.. .............
LOS INICIADORES ...
102 113 118
CAPiTULO I
221
MAX SCHELER ... ... ... CAPiTULO IV
EL OTRO EN LA DIALECTICA DEL ESPIRITU Y EN LA DIALECTICA DE LA NATURALEZA: DE HEGEL A MARX ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 121 I. Hegel: la dialectica del sefior y el siervo ... ... II. Observaciones a Hegel ... ... ... ... ... ... ... ... III. La rebeli6n antihegeliana: el otto para Augusto Comte, Stirner, Kierkegaard, Feuerbach y Marx ... ... ...
122 134
221
1. II. III. IV. V. VI. VII.
Las «esferas del ser» ... ... ... ... .. .
La noci6n del «tu» y sus problemas ... .. . La existencia de un «tU en general» ... .. . Genesis de la percepci6n del otto . .. ... .. . Psicologia de la percepci6n del otro ... ... ... Conocimiento del otto: simpatia y arnor personal Interrogaciones criticas ... ... ... ... ... ... ... ...
222 223 226 229 234 244
254
139 CAPiTULO II
CAPITULO V
151
I. Dilthey y la comprensi6n del otro ... ... ... ... ... II. Lipps: la
167 175
8
257
MARTIN BUBER ......
EL OTRO COMO INVENCI6N DEL YO: DILTHEY, LIPPS, UNAMUNO ... .., ... ... ... ... ... ... ... ...
152
I. II. III. IV.
«Yo-tU» y «yo-ello» ... ... ... ... Genesis del «yo-tu» y del «yo-ello» ... ... ... ... . .. La relacion interpersonal y el «entte» ... .. . Encuentro y diaJogo ... .................... .
9
259 264 268
276
CAPiTULO III
CAPiTULO IV
JOSE ORTEGA Y GASSET .................... .
281
Soledad radical y reciprocaci6n: el «nosotros»
283 290 298
I.
II. III.
Del Otro aI Tu ... ... ... ... ... ... ... ." Recapitulaci6n ......................... " , .... .
MAURICE MERLEAU-PONTY ... '" I. II.
EXISTENCIA Y COEXISTENCIA ... ... ... ... ." ... ... ...
299
Alteridad y comportamiento del otto La superaci6n del solipsismo ... ... . ..
299 300 303 307
I. «Ser-en-el-mundo» y coexistir ... . .. II. Coexistencia y procura ... ... ... . .. III. La coexistencia inautentica: e1 «se» IV. Formas de 1a coexistencia autentica ... V. Breve apunte critico ., ....
310
EL ESPIRITU COMUNITARIO DEL SIGLO XX I. II.
III.
En 1a teologia, 1a psicologia, 1a medicina y 1a sociologia.
En la poesia, el teatto y la novela ... ... ... '"
315
GABRIEL JVIARCEL Y KARL JASPERS
317
318 332
CAPiTULO III
347
JEAN-PAUL SARTRE ... I. II. III. IV.
La mirada y el otto ." ... ... ... . .. AI teridad y corporalidad ... ... ... . .. Teoria sartriana del arnor ... ... ... '" Notas crfticas ... ...... ........ _
.. '
APENDICE SOBRE LA «CRITIQUE DE LA RAISON DIALECTIQUE» ... ... ... ... '" .......... " ... ... ...
10
393
En la literatura filos6fica .................... .
CAPiTULO II
Gabriel Marcel: «yo-e!» y «yo-tV.» ..... .
393
CAPiTULO UNICO
wIARTIN HEIDEGGER
Karl Jaspers: 1a comunicaci6n existencial
382 387
NOSOTROS, PALABRA VIVA ........ .
CAPITULO I
I.
379
SECCION TERCERA
SEccrON SEGUNDA
II.
...
350 360 365
372 374
11
." ...
397 419 427
Pr6logo a la primera edici6n Fui derecha e insospechadamente conducido al problema del «otro» 1 durante eI invierno de I940 a I94I. La elaboracion de mi libro Medicina e historia (Madrid, I94I) me Ilevo a descubrir que solo el trato directo con la realidad -COsas y personas- puede ser triaca decisiva contra eI historicismo 0 relativismo historicista, ese sutil mal du siecle del conocimiento ftlosoftco y cientiftco. En cuanto medico, nunca el medico ha caido en eI historicismo, cualquiera que haya sido la ftlosofia subyacente a su patologia 0 implfcita en ella. Los dos juicios principales en que se funda la relacion terapeutica --«Este hombre esfd enfermo» y «Este hombre esld sano»- tienen de hecho para el terapeuta, por debajo de sus diversas interpretaciones doctrinales, una validez rigurosamente trans-situacional 0, como con expresion harto discutible suele decirse, «objetiva». iPor que? Por algo muy elemental y basico: porque, piense il 10 que en cuanto patologo quiera pensar, en cuanto midico explora y trata vivientes hombres de carne y hueso, personas encarnadas, y no sombras movedizas y evanescentes. La experiencia inmediata de la realidad nos clava en eI «ahora» y a la veZ, paradOjicamente, nos abre al «siempre»; y mas cuando tal realidad es la del otro. Contra la fuerza de esa ex1 En 10 sucesivo escribire sin comillas -aS1 10 autoriza y au.n 10 pide su ya frecuente uso- el adjetiva sustantivada «atro». EI
adjetivo «otro» se aplica, seg6.n el diccionario de 1a Academia, «a Ia persona a casa distinta de aquella de que se habIa». Sustantivada en Sil forma masculina --«el otrm::-., este adjetivo cobra, como es patente, una significaci6n nueva: el otto es ahara 1a persona dis-
tinta de aquella que habIa; mas radicalmente, de aquella que siente y piensa, aunque no hable.
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perieneia, Nue puede y que podrd nunea cualquier relativismo? Escribio tina vez David Htlme, fildsofo esceptico, herido por la discrepaneia entre su filosoffa y Stl vida: «Yo como, jtlego al chaquete, hablo con mis amigos, s
La sazon en que objetivamente se encuentra h
e/ humano vivir.
En Un nUevo volumen, tambien de estructura hist6rica y sistematica,
Pensando en la actividad historica del hombre, puede IIno deslizarse hacia eI historicismo/ tratando directamente con fa concreta realidad del otro, ese desliz no es posible. iPor que? iQue salvadoras certidttmbres vive y manf!ja quien convive con ofro? iQue es, en ctlanto convivencia con otro hombre, el ejercicio de fa JJledicina? Tales ftieron las preguntas a que osada e inmaduramente trate de responder en Medicina e historia. Desde entonces, el problema del otro no ha dejado de preocuparme, ctlando no de octtparme formalmente. Una serie de breves mrsos -Universidad Internacional «lvIenend,Z Pelayo» de Santander (I9;;), Circulo «Tiempo NllevO}) (I9;;-I9;6), Santa Cruz de Tenerife (I9; g) e Instituto Internacional de Boston (I9;9)- me ha permitido avanzar alga en Stl tratamiento y hacerme cargo de la copiosa bibliografia qtle en los ultimos anos ha stlscitado. Desde el pt/nto de vista del saber medico, el estudio de la transferencia 0 vinculacion entre el terapeuta y el enfermo se ha hecho mestion de la patologfa y la terapet/tica. Desde el ptlnto de vista de la meditacion filosofica, bastard tal vez recordar que el VIII Congreso Frances de Filosofia (Tolliot/se, I9 ;6) tt/vo como tema principal L'homme et son prochain. La temprana reflexion de i'vIax Scheler acerca de la varia y fundamental importancia que el problema de la comprension del otro pos" (segt/nda edicion de Wesen und Formen der Sympathie, I92}) ha sido ampliamente eonfirmada para la ulterior literattlra filosofiea y cientiftca.
expondre luego can el necesario detalle el costado medico del problema. No se me oC!llta que la escision de estos dos empenos, el antropologico y el medico, es tin tanto artiftciosa, porque los medicos reflexivos stlelen dar ideas a los filosofos, ademds de recibirlas de elias. Par 10 que al problema del otro concierne, veanse a manera de ejemplo el libra de Scheler antes mencionado y la Phenomenologie de la perception, de ]VIerleau-Ponty. Pero, can todo, me ha parecido conveniente dividir metOdica y expositivamente el tratamiento de tin tema cada dia mds complejo y mejor estudiado. EI tiempo, gran jtlez, dird si este esfuerzo mio es de algzma manera util a todos aquellos para qtlienes la realidad del hombre sig!le siendo tierra de promision.
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PEDRO LAIN ENTRALGO.
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