La Música como un Instrumento para la Pastoral y la Paz por Joan M. Parajón Diaconisa y Directora, Coro Parajón-Domínguez Primera Iglesia Bautista, Managua, Nicaragua Directora, Coro Libertad, de la Cárcel Modelo “Cantar es alabar. Cantar es orar. Cantar es exaltar el nombre de Dios. Cantar es testificar de su poder para salvar. Cantar es expresar el amor y gratitud. Cantar es mostrar nuestra confianza en él”. 1 “Desde los días de las alabanzas antifonales en el templo hebreo, todos los grandes movimientos religiosos han encontrado expresión e inspiración en alguna forma de música. La música nació en la iglesia y presenta su mensaje más efectivo cuando es empleada en el servicio de la religión. Se ha dicho muchas m uchas veces que la religión ha de cantar o morir”. 2
La música tiene un impacto y una influencia muy grande sobre toda la vida humana. Tiene mucho poder en el mundo y poder para cambiar vidas en la iglesia. La música puede llevar a los los homb hombre res, s, las las muje mujere ress y los los niño niñoss a una una vida vida mejo mejor. r. Es capa capazz de esti estimu mula larr emocionalmente a todos a tomar decisiones importantes hasta una decisión para aceptar a Cristo. Es capaz, también, de quitar la tristeza y reponerla con alegría y paz. Sobre todo la música pura nos eleva a altos niveles en lo moral y lo espiritual. La música ha tenido una parte grande en todos los avivamientos. Juan Calvino ha dicho: “Y en verdad sabemos por experiencia que el canto ha tenido una gran fuerza y vigor para mover e inflamar los corazones de los hombres a invocar y alabar a Dios con un celo más ardiente y vehemente”. 3
El evangelista Orson Parker cree que hay tanta convicción dentro de la mente al cantar como al predicar. Dice que mantiene más unida a la gente que la predicación. Cree que la melodía suaviza los sentimientos y que la emotividad del himno deja su estampa sobre el corazón emocionado y maduro para el fruto. Podemos observar que la música va mano a mano con la predicación y es como el hilo que teje todo el culto junto. Cuando es posible, el canto especial del coro debe calzar con el tema de la predicación. El coro siempre nos da un mensaje muy poderoso por medio de la música. Hay veces cuando personas en la congregación son tocadas más por la música del coro que la predicación. No hay nada que une más a una congregación como el cantar juntos con una sola voz y corazón. Cuando un pastor está predicando, la mente puede estar distraída. También cuando estamos orando juntos, uno puede pensar en otras cosas al orar en ese momento. Pero cuando estamos cantando la letra y la música, es casi imposible pensar en otras cosas. Necesitamos unidad si vamos a tener poder espiritual. Hay más gente que se une por el canto en la iglesia que por cualquier otra actividad. Pues la selección de los himnos es de mucha importancia para recibir el mensaje que necesitamos y calzar con el mensaje del pastor. También es muy posible que el mensaje del día sea uno cantado solamente... por el coro, solistas, y la congregación. Puede ser un mensaje musical muy poderoso. Si el mensaje de la música es tan importante, debemos escoger himnos que tengan contenido y no cantos o himnos cuya letra se repite muchas veces y al final no hay edificación o enseñanza. Por ejemplo, la música de Joel Sierra Cavazos, de México, quien ha 1
tenido lazos con Nicaragua por 11 años, es algo muy especial. No solamente es la música muy linda sino también la letra de cada uno de sus himnos que, sin excepción, nos da un poderoso mensaje. Miremos un ejemplo de su letra: Te quiero obedecer 1. Oh mi Señor, te quiero obedecer. Oh, Buen Pastor, te quiero obedecer. Voy a dejar las dudas y el pecado, y tomaré mi cruz siguiéndote hasta el fin. 2. Escucha, oh Dios, mi humilde oración. Tu gracia baste para obedecer. Que tu poder se vea perfeccionado, y que te agrades de tu siervo, mi Señor. CORO Pues tú nos mandas a llevar tu luz a las tinieblas que hay alrededor. Y tu rebaño te pide dirección. Concédenos ser fieles a tu vocación. 3. La mies es mucha y pocos siervos hay. Obreros fieles llenos de tu amor. Caiga mi vida como una semilla. Que traiga fruto en bendiciones, oh Señor. Hay cuatro elementos que deben estar siempre presentes en el culto: la alabanza, la adoración, la confesión y la enseñanza. Todos pueden ser transmitidos efectivamente a través del canto. Vemos como las necesidades --tanto de cristianos como de no cristianos-han sido presentadas elocuentemente en meritorios himnos y canciones. Uno de los más ricos dones del Espíritu Santo para el pueblo de Dios es el de la fraternidad. Uno de las maneras para establecer este compañerismo divino y humano es por medio del canto. Hay una unidad especial que se establece rápidamente entre cristianos cuando cantan un himno familiar. La música hace que las personas se sientan atraídas a la iglesia. Pienso en dos jóvenes, miembros de nuestro coro, que vinieron prácticamente de la calle porque querían aprender música cuando el Conservatorio Bautista estaba usando las instalaciones de nuestra iglesia, la Primera Iglesia Bautista de Managua. Allí no solamente aprendieron algo de música pero conocieron al Señor. Ellos siguen fieles en el coro y creciendo en su fe. Otra joven llegó a nuestra iglesia también atraída por el coro y la música. Ella conoció al Señor y comenzó a traer otros miembros de su familia. Ahora todos los miembros de su familia son miembros de la iglesia y cantan en el coro. La música también es un instrumento por la paz, capaz de sanar el cuerpo de malestares como también sanar los males del mundo. En los libros de historia de los Estados Unidos de América se nota un “Jubileo por la Paz”, un festival de música en Boston en el año 1869. Estaban celebrando el retorno de la paz a una tierra cansada de la guerra. El director de una banda, Patrick S. Gilmore, tuvo la idea de organizar el evento que duró 5 días. Cantó un coro de 10.000 voces. Cerca de 60.000 personas estaban presentes y muchos miles participaron en el programa, incluyendo un cantante que fue acompañado por ¡200 violines! El famoso violinista Yehudi Menuhin cree que la música puede jugar un papel clave en comenzar una cultura de paz en el mundo. Así lo afirmó en una entrevista al UNESCO Courier en noviembre, 1995. El dirige un proyecto llamado “Muse” que busca cómo proveer a los niños de Europa una educación para la paz con la ayuda de la música. El deseo del señor Menuhin no era ser un virtuoso en el violín sino el intermediario que podría revelar el gozo que existe en todos nosotros y hacer el mundo un mejor lugar. La música propicia la revelación, un sentido de unión con los demás y con nuestro ambiente. Nos hace posible interpretar nuestra relación con los ritmos de la tierra y expresar emociones como el gozo y el dolor. Compartir es la mejor garantía de la paz. Debemos animar todo lo que alienta a compartir con los demás.... como la música y las artes... y excluir todo que destruye y daña 2
el crecimiento de la armonía entre las personas. Tenemos dentro de nuestra capacidad la oportunidad de dar gozo, éxtasis a todos por medio de la música, incluyendo a quienes están sufriendo mucho. El cantar une a la gente, armonizando el cuerpo y la mente para crear una simbiosis. Todo el mundo tiene que adaptarse al ritmo y las notas. Esto produce un efecto colectivo en las emociones y el intelecto. El papel del artista es guiar a los seres humanos, quienes están demasiado envueltos en las cosas materiales, hacia el éxtasis. La música puede envolver a todos en la calma y la belleza. Esto es algo que puede ayudar a cambiar a nuestro mundo. Recuerdo una película que vi que se llama “Camino al Paraíso”. Casi toda la película toma lugar en un campamento de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial en Singapur. El lugar era solamente de mujeres, y vimos cómo se peleaban entre ellas mismas por toda la tensión y las malas condiciones. Los guardianes las trataban muy mal, muchas veces golpeándolas por tonterías. Una de las mujeres del grupo era una profesional de la música con una memoria fabulosa. Ella, con la ayuda de otra, decidió formar un coro y comenzó a tener ensayos en secreto aprendiendo música de orquesta porque no se les permitía usar palabras. Solamente podían murmurar. Cantaron (murmurando) hasta sinfonías enteras de memoria. Las relaciones entre ellas comenzaron a cambiar; y hasta sus captores estaban fascinados con la música de estas mujeres. La música salvó las mentes de estas mujeres tan desesperadas, y se podía ver cómo la música actuaba como instrumento de paz. El famoso director de orquestas y coros, Roberto Shaw, me contó hace muchos años acerca de un viaje que él hizo a América del Sur para organizar un coro en una compañía multinacional. Los empleados de esta compañía estaban aislados en la selva y las relaciones entre ellos se empeoraban cada día. No podían trabajar juntos sin pelear. Al formar el coro, todo comenzó a cambiar. Personas que no se hablaban antes comenzaron a cantar juntos, contentos. Después de su salida, él recibió noticias que era un lugar totalmente diferente para trabajar. Estaban trabajando en armonía. La música coral había hecho la diferencia una vez más. Durante la guerra en Nicaragua en el año 1979, el Coro Parajón-Domínguez siguió cantando. Recuerdo un sábado en junio, durante el ensayo, que escuchamos el sonido de metralletas no lejos de nuestro templo. Siguieron sonando en un fuerte tiroteo durante la mitad del ensayo. Había gente con miradas muy afligidas. Yo les supliqué que siguieran cantando. La música ayudó a bloquear el sonido y creó un ambiente diferente. Muchas personas me han dicho que ellos cantaron durante la década de 1980 a pesar de la mala situación de la guerra porque el coro era un oasis, un refugio, y porque nunca deseaban perder la oportunidad de cantar. Salieron del templo calmados e inspiradas por el Espíritu Santo, que usó el medio de la música. En el año 1994, Georgia Rendle, una misionera canadiense trabajando en la Confraternidad Carcelaria con su esposo, y yo comenzamos un coro de hombres en la Cárcel Modelo de Tipiara, Nicaragua. Aunque yo solamente había dicho que iría una vez al mes para ayudarle a ella, después de la primera visita no pude quedarme en casa. Era algo muy especial para mí. Nunca había pensado de trabajar en una cárcel. Pero el Señor me habló, y el trabajo con los privados de libertad me ha llenado de mucho gozo. Son siempre muy respetuosos de mí y muchos me llaman “Mami”. Después de la salida de Georgia (y posteriormente su muerte) quedé como Directora del Coro Libertad con la ayuda de un pianista la mayor parte del tiempo. Hay alrededor de 30 hombres jóvenes privados de libertad en el coro, y la membresía membresía cambia con frecuencia frecuencia.. Algunos Algunos salen libre y otros otros entran. entran. Yo les digo que me 3
siento triste cuando van a salir libres porque no van a seguir en el coro. Pero a la vez, por supuesto, estoy feliz de que van a tener su libertad. Esta es la razón por la cual tal vez el coro nunca va a tener la oportunidad de ser un coro musicalmente excelente que canta a cuatro voces. Después de invertir mucho tiempo en aprender música, ¡se van libres a su casa! Pero la experiencia de cantar en el coro ha cambiado a todos en alguna forma. ¡Y en los 6 años que yo he trabajado con ellos ni uno ha vuelto para integrarse de nuevo al coro! Esto quiere decir mucho porque sabemos en la vida real que hay tantos muchachos que repiten sus crímenes. Del coro, no... hasta la fecha... gracias a Dios. En Nicaragua no tenemos sentencia de muerte, ni por vida. Treinta años es el máximo. Los miembros del coro han cometido una variedad de ofensas pero ninguno es considerado peligroso. Nosotros ensayamos en una aula de clases del penal. Estoy sola con ellos muchas veces y siempre sin guardia, pero no se me ha ocurrido tener miedo. Muchos miembros no reciben visitas de nadie; el coro es, pues, su única actividad. Aunque hay menos de cinco personas que tienen excelentes voces, a todos les gusta la música. Ellos cantan con entusiasmo, energía y de corazón. Intento buscar cantos cristianos con un mensaje de amor, paz y esperanza; algo que les pueda ayudar toda la semana. El gozo que llena sus corazones cuando cantan me inspira y me llena de felicidad también. Muchos jóvenes nos han dicho que las dos horas que pasamos cantando juntos los inspiran toda la semana para seguir adelante a pesar de su situación tan difícil. Ahora hemos logrado el permiso de las autoridades para que vivan todos en una sola galería y pueden practicar durante la semana juntos. Hay un hombre en el grupo con una voz excelente y tiene un don para la música. El ahora está ensayando con el coro durante la semana. Yo hago grabaciones en casetes para él, y él puede aprender rápido la música y enseñarla. Cuando yo llego al ensayo con el pianista, repasamos toda la música para detectar y enmendar cualquier error en la música. De esta forma hemos podido trabajar con más efectividad. He podido trabajar bien con las autoridades y las he persuadido para que otorguen permisos para que el Coro salga fuera del penal. Desde 1996 el Coro sale un mínimo de dos veces al año para participar en los Conciertos de los Coros de nuestra iglesia. Tenemos un concierto para Navidad y otro para Resurrección. Pues el Coro Libertad de la Cárcel Modelo de Tipiara es una parte importante de los Conciertos. Tienen sus participaciones solos y también cantan varios cantos con nuestro coro de la iglesia de 66 voces. Las autoridades del penal y los privados de libertad saben que en este coro solamente cantamos música cristiana, y el mensaje de la música está grabado en sus mentes y corazones. Esto me permite hablarles del Señor al hacer comentarios de la letra de la música y preguntarles qué piensan del contenido, lo que permite que haya un diálogo dinámico. Algunos han conocido al Señor por este medio, y el coro ayuda a fortalecer a aquellos que han hecho profesión de fe a través del trabajo evangelístico de varias denominaciones. Aproximadamente un 40% de ellos es evangélico. Los conciertos conjuntos los damos en el Teatro Nacional Rubén Darío. Además hemos cantado en el Seminario Bautista, la Asamblea Nacional de Nicaragua y en el templo de nuestra Primera Iglesia Bautista de Managua. El domingo que llegaron a nuestra iglesia el septiembre pasado encontraron a sus familiares esperándoles allí. Todos juntos –familiares, privados de libertad y guardias--- escucharon el mensaje a través de una clase de la escuela dominical. Después entraron para sentarse en las tarimas de nuestro coro, y nosotros nos sentamos en la congregación. Ellos cantaron todos los cantos especiales de la mañana. Uno de los integrantes dio un testimonio de lo que significaba el coro para él. 4
Después la iglesia les ofreció un almuerzo y una bolsa con artículos para su aseo personal. Salieron de la cárcel a las 8 a.m. y regresaron a las 3 p.m. Tengo que decirles que esto fue una gran bendición para la congregación; estaban encantados con la visita de ellos y viceversa. Me hizo recordar la primera vez que iban a salir fuera del penal para cantar en abril de 1996. Muchas personas de la congregación tenían tanto miedo que algo malo iba a pasar. Me dijeron que yo no sabía lo que estaba haciendo. Qué no entendían por qué yo deseaba arriesgar tanto para un grupo de hombres que no debían recibir honores de nadie, pues ellos estaban recibiendo su merecido, pagando por sus crímenes. Allí era donde deben de estar. Yo no me sentí nerviosa ese día pero alegre, anticipando un gran evento, algo histórico que nunca había sucedido en Nicaragua... y en pocos otros lugares. Gracias a Dios, nada malo pasó. Después del concierto las mismas personas que habían criticado mucho comentaron de los muchachos: “Parecen tan amables; cantaron con tanto entusiasmo y sonrisas que me sentí inspirado por su música. ¿Cuándo podrán salir de nuevo?” Me sentí muy satisfecha porque ahora entendí lo que Jesús dice en Mateo 25: 37-40 (según la Versión Popular): 37 Entonces los justos preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber?38 ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o falto de ropa, y te la dimos?39 ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’40 El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.’
Todas las salidas del penal nos cuestan dinero. Tenemos que pagar un guardia por preso, como también hay que pagar el combustible del bus y la comida de los presos y su custodia. Pero vale la pena. Yo les recomiendo a todos esta experiencia. Les va a cambiar su vida. El Coro Parajón-Domínguez de la Primera Iglesia Bautista de Managua fue fundado en el año 1922 por mis suegros, Rev. Arturo Parajón y su esposa Beatriz Domínguez. Cuando murieron en la década de 1950 el coro decidió ponerle ese nombre en su memoria. El coro ha sido un faro en un país de muy poca actividad coral. Siempre ha cantado música clásica cristiana por todos estos años trayendo gente a la iglesia y a sus conciertos por sus programas de música de muchos tipos. En un país como Nicaragua, que ha tenido una persecución grande contra la iglesia evangélica, vale la pena notar que este coro ha sido invitado a dar conciertos en muchas iglesias católicas en todo el país. Dos veces fuimos invitados a cantar en la catedral de León. El obispo de esa ciudad siempre había hablado mal de los evangélicos. Él fue invitado a nuestro concierto. Se sentó en la primera fila, pero me era imposible notar cómo estaba recibiendo nuestra música. Después de terminar el “Aleluya” de Handel, él vino a abrazarme diciendo: “Gracias. Gracias. Yo nunca esperaba escuchar música tan linda en nuestra catedral”. Regresamos allí para cantar la segunda vez en diciembre de 1998, después del huracán Mitch. Nos invitaron a dar un concierto para levantar el ánimo de las personas en esa región quiénes habían perdido muchos familiares en el deslave del volcán Casitas que sepultó alrededor de 5.000 personas. La catedral estaba repleta de personas y todos escucharon el mensaje de aliento, amor, paz y esperanza por medio de la música. El obispo estaba en la primera fila otra vez y nos recibió como viejos amigos...el mismo que había hablado en contra de todos los evangélicos. Le obsequiamos un casete de nuestra música para que pudiera seguir escuchándola. La música una vez más era un instrumento de la paz y el mensaje de Cristo fue compartido.
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En otra ocasión fue imposible conseguir una fecha en Navidad para cantar en el Teatro Nacional. Por sugerencia de un miembro de nuestra iglesia, le pedimos al obispo de Managua, el cardenal Miguel Obando y Bravo, el uso de su nueva catedral para ofrecer el concierto. Me pareció una petición imposible, pero nada es imposible para Dios. Hizo cambios en el calendario de la catedral para acomodarnos allí y salió la noticia en los periód periódico icos: s: “Coro “Coro bautis bautista ta cantar cantaráá en la Catedr Catedral al Metrop Metropoli olitan tana”. a”. Atrajo Atrajo a muchas muchas personas, pues se dio inmediatamente después de la misa. Al darse cuenta el Canal 6 (del gobierno de Nicaragua), nos pidió permiso para darle cobertura a TODO el concierto en vivo. La catedral estaba repleta. Grande fue nuestra sorpresa cuando el 24 de diciembre en la noche, el Canal 6 pasó de nuevo todo el concierto. Damos gracias a Dios por todas las oportunidades que nos ha brindado para glorificar su nombre a través del canto en tantos y diversos lugares Con motivo del aniversario número 30 de la Iglesia Bautista Emanuel, de San Salvador, El Salvador, el Coro Parajón-Domínguez fue invitado a cantar en ese país en junio de 1994. Se presentaron varios conciertos en iglesias, colegios y en el Teatro Nacional. La Iglesia Emanuel nos dijo que deseaban ofrecer la música al pueblo de El Salvador como un colirio, un bálsamo para sanar las heridas del pueblo y las iglesias después de la guerra. Vimos durante el fin de la semana el gozo y las lágrimas en las caras escuchando y sabíamos que la música había tocado los corazones de todos. Nunca habíamos visto tanto agradecimiento como de ellos. Una de las experiencias más impactantes fue la visita a la cárcel que se llama Marion Mariona. a. El matrim matrimoni onioo bautis bautista ta canadi canadiens ensee Rendle Rendle,, mision misionero eross de la Confra Confrater ternid nidad ad Carcelaria, había visitado la cárcel anteriormente para dar un taller sobre “Alternativas a la violencia”. Los Rendle habían hecho amistades entre los prisioneros y habían hablado de la visita de nosotros. Es un importante dato de la historia porque el Penal Mariona es muy diferente de la de Tipiara en Nicaragua. Es conocido por la violencia y dos semanas antes había habido una rebelión donde habían muerto tres personas. Nos advirtieron sobre esta situación y nos dieron la opción de no cantar en ese penal. El Coro, sin embargo, decidió compartir el mensaje del evangelio allí. Muchos prisioneros estaban afuera en un patio grande cuando llegamos. Todas las pandillas estaban juntas con sus lideres. Como nos lo habían advertido, no había NINGÚN guarda en el área donde cantaríamos. Todos tenían miedo de estar en el patio con ellos. Un miembro del coro comenzó a llorar de miedo y se negó a entrar. En realidad yo no tenía tanto miedo porque estoy acostumbrada a estar en una cárcel y confiaba en el trabajo de los Rendle y sobre todo en el Señor. Pero en realidad, yo nunca había visto algo así en mi vida. Los prisioneros eran hombres que parecían ser criminales de los peores. Casi ninguno tenía una sonrisa de bienvenida. No estaban acostumbrados a tener visitas allí. Entramos y nos quedamos en el centro del patio con los presos en los tres lados. Comenzamos a cantar. Se quedaron escuchando. Se acercaron más hombres, todos con miradas duras, sin emoción. Cuando comenzamos a cantar “La oración de San Francisco”, era increíble ver la diferencia en las caras de los mismos hombres. Algunos estaban llorando y otros con sonrisas. El impacto de la música con su mensaje había cambiado todo el ambiente en el patio. Cuando terminamos todos estaban pidiendo más cantos. En la noche todos los miembros del Coro nos sentamos en un círculo para compartir. Para todos esta fue la experiencia cumbre y la de más significado. Nos parecía increíble ser testigos de cómo se fue dando un cambio en las caras de los privados de libertad. La música tuvo el poder de atraerlos. La mayor parte de esos prisioneros jamás se hubiera acercado a un culto de predicación, pero Dios usó al Coro para predicar por medio de la música.
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Recordamos la vida de San Francisco de Asís. El tenía una voz que gustaba, les encantaba a todos. Cautivó a los oyentes con su dulzura y armonía. Dicen que “él vivió su vida con música audible Y NO audible”. “En el principio era el Verbo” y “todas las cosas por él fueron hechas” formaron una frase musical perfecta en su alma. El hablaba a los pájaros, los bendecía y se reía con gozo cuando los miraba desaparecer en el cielo azul. Él mismo escribió una canción. Dijo: “Nuestra vida en este mundo debe ser tal que cualquier persona viendo viendo cómo vivimos vivimos sea atraído atraído a alabar alabar a Dios. Usted y yo predicamos predicamos de paz; debemos debemos dejarla posesionarse de nuestros corazones”. El fue inspirado a escribir su famosa oración: Oh hazme un instrumento de tu paz Donde haya odio, que siembre amor. Donde haya ofensa, perdón, Señor. Donde haya duda, que haya fe. Si hay desaliento, pueda animar. Donde hay tinieblas, que haya luz. Donde hay tristeza, que gozo pueda haber. Oh Buen Maestro, que yo no solo pueda buscar ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, sino amar. Porque es cuando damos que recibimos; y si perdonamos, perdón tendremos. Y cuando morimos, así nacemos a la vida eterna .4
Esta preciosa oración ha inspirado a muchos compositores a escribir música para cantarla. Hemos visto ejemplos de cómo la música es un instrumento importante para la acción pastoral y también para la paz, y cómo las dos cosas muchas veces se combinan para ser muy efectivas. En la Biblia hay muchísimas referencias a la música. En 1 Crónicas 6:31 se relata cómo David escogió los que iban a dirigir la música en la casa de Jehová. En el Salmo 81:1-4, según RVR1960, vemos las instrucciones escritas al director del coro que será acompañado por un instrumento de cuerdas. 1. Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamad con júbilo. 2. Entonad canción, y tañed el pandero, El arpa deliciosa y el salterio. 3. Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, 4. Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob.
Aquí podemos ver la relación de la música a la adoración en el templo. Hay muchas canciones en toda la Biblia. También vemos la importancia de la música para los creyentes como en Colosenses 3:16, según La Biblia al día: Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo y permitan que sus palabras enriquezcan sus vidas y los hagan sabios. Transmítanles a otros con salmos, himnos y cánticos espirituales elevados al Señor con corazones agradecidos. También en Hechos
16:25, encontramos que Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos al Señor a
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medianoche y que todos estaban escuchando, cuando se produjo un gran terremoto. El resultado fue la conversión del carcelero y toda su familia. Hay tantas referencias a la música en la Biblia que sabemos que los autores como también las iglesias conocían la importancia de la música para sus vidas. La música en la Biblia tenía un efecto terapéutico. En 1 Samuel 16:14-23 leemos (en La Biblia al día): El Espíritu de Jehová se había apartado de Saúl, y en cambio le había enviado un espíritu que de vez en cuando lo atormentaba y lo oprimía y lo llenaba de temor. Algunos de los servidores de Saúl le sugieron un remedio. “¿Por qué no nos autorizas a buscar un buen músico que toque el arpa delante de ti cuando viene el espíritu que te atormenta? La música del arpa te dará tranquilidad y te hará bien” “Bien”, dijo Saúl. “Búsqueme un músico que toque el arpa.” Uno de los cortesanos le dijo que conocía a un joven de Belén, hijo de un hombre llamado Isaí, que no sólo era un arpista con talento sino un joven gallardo, valiente, fuerte y juicioso. “Lo que es más”, añadieron, “Jehová está con él”. Saúl envió mensajeros a Isaí pidiéndole que le enviara a su hijo David el pastor. Isaí respondió enviando no solamente a David, sino también un cabrito, y un burro cargado de panes y un odre de vino. Desde el instante en que vio a David, Saúl se encariñó con él y lo hizo su paje de armas, y le mandó el siguiente recado a Isaí: “Deja que David se quede conmigo porque me agrada.” Y cada vez que el espíritu que lo atormentaba de parte de Dios molestaba a Saúl, David tocaba el arpa y Saúl se sentía mejor, y el espíritu que lo turbaba se apartaba de él.
Hemos visto la tremenda importancia de la música en la iglesia y las vidas de los creyentes desde los tiempos antiguos hasta el día de hoy. El estado de la música en las iglesias de Nicaragua y de muchas otras partes del mundo es lamentable. Se ha degenerado hasta el punto de no ayudar a los creyentes a crecer en su vida espiritual ni atraer nuevas personas a Cristo con un mensaje profundo y lleno de sabiduría y del Espíritu. Yo les reto a formar coros en sus iglesias, comenzando con los niños, a buscar himnos con mensajes que nos ayuden en nuestras vidas cotidianas, no solamente estribillos huecos, y experimentar en sus vidas personales cómo la música nos puede sanar y traernos la paz. La música es una riqueza inmensurable. Tenemos que desarrollar el tesoro que Dios nos dio. George Fiske, The Recovery of Worship (Nueva York: The Macmillan Co., 1931). Edwin McNeely, La Música en el Evangelismo (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1977) p.1 3 McNeill, John, AThe History and Character of Calvinism@, Nueva Y ork, Oxford Univ. Press, 1957 4 Almedigen, E.M. ASt. Francis de Assisi@, Alfred A. Knopf 1967 1
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PRIMER CONGRESO LATINOAMERICANO BAUTISTA DE ADORACIÓN http://www.casabautista.org/dialog/dialog/congres1.htm Ponencias
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Primer Congreso Latinoamericano Bautista de Adoración Primera Iglesia Bautista de Niterói, RJ, Brasil 15 al 18 de marzo de 2000 8