La espalda de Dios1 (Exodo 33, 18-23)
(Moisés) dice al Señor: “Déjame ver tu gloria”. Él respondió: “o !aré pasar toda mi "ondad delante de ti # pronunciaré delante de ti el nom"re del Señor$ por%ue por%ue #o !ago gracia a %uien !aré gracia$ # tengo piedad de %uien tengo piedad”. agregó: “&o puedes ver mi rostro$ rostro$ por%ue nadie puede verme # seguir viviendo”. 'l Señor dijo: “%u a mi lado tienes un lugar. lugar. *+ estar,s so"re la roca$ roca$ # cuando pase mi gloria$ te meteré en la !endidura de la roca # te cu"riré con mi mano !asta %ue #o !a#a pasado- después retiraré mi mano # me ver,s la espalda$ pero mi rostro no se ver,”. “Déjame ver tu gloria” (Ex 33,18). Es raro ver en las Escrituras a alguien que exprese con tanta auacia el eseo e ver a Dios. El !almo "#,3 es otro ejemplo e esta auacia$ “%i alma tiene se e Dios, el Dios viviente. &'uno llegaré a contemplar el rostro e Dios”. En e*ecto, se por+a ecir que la i-lia no es mstica, mstica, que lo es menos que otros escritos. /a i-lia es terrenal en en el sentio que -usca encuentra a Dios en las vicisitues e este muno. 0o -usca elevarse e elevarse e este muno acia un muno espiritual, lejos e las preocupacion preocupaciones es e la umania umania,, para encontrar encontrar cerca e Dios la pa2 que este muno no puee ar. /a espiritualia -+-lica no es una espiritualia e evasin no est emparentaa con la *iloso*+a e 4latn. !on conocias las circunstancias que roean este prra*o el 5xoo que estamos leeno, pero es 6til recorarlas porque son esenciales para la comprensin el pasaje. Dios a li-erao a su pue-lo, a través el esierto lo conujo asta el monte !ina+ (Ex 17), one proclam la /e (Ex, #9#3) esta-leci una alian2a con su pue-lo (Ex #",398). En esta alian2a el pue-lo se comprometi a o-servar los manamientos e su Dios. %oisés su-i entonces a la monta:a para reci-ir las instrucciones ivinas so-re la construccin el santuario (Ex #;931). Durante este tiempo < un tiempo e cuarenta +as cuarenta noces < el pue-lo, impaciente pii a =arn que le construera un ternero e oro, porque quer+a tener un Dios ms cercano ms “visi-le” (Ex 3#). Dios, irritao, ecii ecii suprim suprimir ir al pue pue-lo -lo re-el re-elee incap incapa2 a2 e mante mantene nerr la *ieli *ielia a siquie siquiera ra una semana. !in em-argo %oisés intercei Dios se mostr conciliaor. El episoio e Ex 33,189#3 se inserta justamente urante las largas tratativas e Dios con %oisés. El signi*icao exacto e la escena se nos escapa$ estos cap+tulos el 5xoo estn entre los ms i*+ciles e too el li-ro. De toas maneras, poemos escartar una primera interpretacin que querr+a ver en la oracin e %oisés un simple eseo personal. %oisés, %oisés, en e*ecto, e*ecto, no pie un *avor *avor 6nicamen 6nicamente te para s+. 4ie ver la gloria e Dios porque esta gloria es gloria es la mani*estacin e la presencia e Dios en la istoria e su pue-lo. /a gloria e Dios se mani*est por primera ve2 en el “milagro el mar” (Ex 1",".1>918), espués, en el esierto, en el on el man (Ex 1?,>.1), so-re el monte !ina+ (Ex #",1?91>). /a gloria /a gloria es es el peso e la presencia e Dios en la istoria e su pue-lo. gloria el !e:or, est piieno ver a su Dios 4or lo tanto, cuano %oisés pie ver la gloria el presente en la istoria e su pue-lo, quiere asegurarse que Dios esté ispuesto ispuesto toav+a a acompa:arlo en su camino acia la tierra prometia. El peio e %oisés se integra per*ectamente en las tratativas e estos cap+tulos, en los que -usca convencer a Dios e rostros poco conocidos de Dios”. =gape, #8. 1 Extra+o el li-ro e @ E=09/ABC! !=$ “os rostros
que no a-anone a Csrael, aunque sea un pue-lo re-ele, un pue-lo o-stinao (Ex 33,; 3",7). /a respuesta el !e:or a %oisés es o-le. En un primer momento promete al pro*eta que escucar su s6plica$ “Fo aré pasar toa mi -ona elante e ti pronunciaré elate e ti el nom-re el !e:or, porque o ago gracia a quien aré gracia, tengo piea e quien tengo piea” (Ex 33,#). Dios se:ala las coniciones en que se ejar ver por %oisés. El pro-lema es el eco -ien conocio e que “no se puee ver a Dios seguir vivieno” #. 4or esta ra2n, %oisés no po+a ver el rostro e Dios. Después Dios especi*ica cules sern las coniciones e la experiencia$ él colocar a %oisés en la eniura e la roca mientras paso cu-rir el rostro e %oisés con la mano, e tal moo que el pro*eta no puea ver su rostro. Después que aa pasao retirar su mano, entonces %oisés por verlo, pero e espalas, porque Dios a se a-r alejao (33,#19##). El -reve iscurso conclue con una repeticin el motivo ms importante el prra*o$ “pero mi rostro no se puee ver” (33,##-). Estos vers+culos testimonian una pro*una re*lexin so-re la conicin umana so-re nuestra incapacia para tener una visin completa exaustiva el misterio e Dios. =ems el prra*o insiste muco so-re el paso e Dios. El Dios que se aparece a %oisés es un Dios que pasa, es ecir, un Dios que se mueve a quien se experimenta mientras se mueve. Atra interpretacin e este pasaje ace Gregorio e 0i2a$ se pregunta por qué %oisés puee ver a Dios solo e espalas no cara a cara. !u respuesta es sencilla e iluminaora$ se ve a Dios e espalas porque pasa elante e %oisés para guiar a Csrael por el esierto acia la tierra prometia. 4or lo tanto, quien quiere ver a Dios e-e seguirlo acia one nos conuce. En e*ecto su paso signi*ica que él conuce a quien lo sigue. El que no conoce el camino, no puee viajar con seguria si no tiene un gu+a. El gu+a le muestra el camino, mientras lo precee. =s+ para Csrael, la salvacin consiste en caminar. /a pericin es etenerse, o lo que es peor, volver acia atrs, acia Egipto. A modo de conclusión
=ntonie e !aint9Exupér, en su li-ro *ierra de !om"res, cuenta la aventura incre+-le e su compa:ero Henr Guillaumet, otro pionero e la aviacin que consigui salvarse milagrosamente cuano su avin se estrell en la corillera e los =nes. En la nieve, solo, sin comia, sin la posi-ilia e comunicarse con alguna persona, Guillaumet comen2 a caminar, espués e cinco +as cuatro noces e marca extenuante, *inalmente lleg a un peque:o po-lao. Iuer+a caminar por i*erentes motivos, entre otros para que su mujer reci-iera una inemni2acin en caso e que él muriera. Era necesario que su cuerpo *uera encontrao, por lo tanto e-+a acercarse lo ms posi-le a las 2onas a-itaas. Este era uno e los pensamientos que a-riga-a en esos +as intermina-les. !eg6n el relato que i2o espués e a-erse salvao, ten+a la terri-le tentacin e etenerse ormirse para siempre en el esierto -lanco. &'mo resistir a esa tentacin “/o que salva es ar un paso, otro paso, naa ms. Es siempre el mismo paso que se vuelve a arJ”. Bn paso aelante, otro ms, toav+a un tercero. /o esencial en realia, es ar un paso, porque signi*ica ponerse en movimiento. Bna ve2 en movimiento se contin6a. =s+ se salv Guillaumet se reencontr con el muno e los # '*. Ex 17,#1 /ev 1?,# 0um ",#. Ker a Dios es siempre una experiencia *uera e lo com6n, una experiencia tremena *ascinante.
vivos. =l *inal e su relato nos ice$ “/o que ice, te lo juro, ning6n animal lo a-r+a eco”. %oisés, Guillaumet, son personajes i*erentes, sus experiencias estn separaas no slo por el tiempo, sino tam-ién por una enorme istancia temporal, pero estn emparentaas en un aspecto esencial$ la espiritualia el camino. 4ara ellos, la salvacin est en ponerse en movimiento caminar. !eg6n las primeras pala-ras e la antigua sa-iur+a cina el *ao, “el camino es la meta”. En otras pala-ras, la veraera meta e la via es encontrar el camino e salvacin luego caminar por este camino. /a meta no es i*erente el camino que nos conuce, as+ como el Dios el 5xoo es el *in 6ltimo e la marca el gu+a e Csrael en la marca. 'oncluimos con una 6ltima cita e la i-lia$ “cuano Csrael es alcan2ao por los egipcios cerca el mar e los juncos se encuentra -loqueao entre el ejército las aguas, grita acia su !e:or (Ex 1",791). /a primera oren que a el !e:or a %oisés para salvar a su pue-lo aquiere una rara ensia cuano es le+a a la lu2 e los textos preceentes$ “&4or qué gritas acia m+ Ha-la a los israelitas que se muevan” (Ex 1",1;).