"Eliot ofrece una definición de cultura"
"Para un lector de La idea de una sociedad cristiana este último trabajo de Eliot no guarda mayores sorpresas. Para quien conoce al gran poeta inglés sólo por sus versos, por sus ensayos crítico o únicamente por la notoriedad que le !a concedido el Premio obel #$%&, este breve y denso libro resultar' abrumador. Porque aunque sólo se propone ayudar a definir la palabra cultura cultura y y su única ambición es la de redimirla, el ensayo toca tantos temas y arroja luces tan violentas y duras sobre la sociedad contempor'nea, que su lectura sólo puede provocar pese al estilo sobrio, casi neutro, de muc!as de sus p'ginas una calurosa ad!esión o una no menos calurosa voluntad de refutarlo. En esta nota se pretende alcan(ar una tercera posición) la presentación objetiva de los principales te*tos de Eliot. En una introducción, que sirve de resumen al libro, el ensayista inglés afirma que no se detendr' a distinguir entre cultura cultura y y civili(ación civili(ación.. o vale la pena, opina. +Esta voluntad de no discernir entre dos conceptos tan distintos acarrea muc!as confusiones, según podr' verse. Pasa luego Eliot a e*aminar los tres sentidos en que se puede emplear la palabra cultura cultura,, ya se aplique a un individuo, a un grupo o clase, o a la sociedad. -nsiste en que se debe aclarar siempre qué sentido usamos en cada momento determinado. propone, por su parte, una concepción de la cultura como totalidad. -Eliot se dedica entonces a las vinculaciones e*istentes entre cultura cultura y y religión religión.. En este sentido escribe) Ninguna cultura ha aparecido o se ha desarrollado sino es junto a una religión: de acuerdo con el punto de vista del observador, observador, la cultura parecerá el producto de la religión, o la religión el producto de la cultura. -nfortunadamente, y aunque ésta sea la esencia de todo su enfoque, Eliot no es m's e*plícito, y cuando parece que va a precisar los términos se escapa con frases como ésta) La concepción de la cultura y de la religión como siendo... distintos aspectos de la misma cosa, requeriría un buen caudal de explicaciones. él mismo reconoce que sólo alcan(a algunos resplandores de este tema tan intrincado. /ampoco es m's clara la concepción de una total cultura cristiana ya que Eliot advierte) ólo cuando imaginamos nuestra cultura como debería ser, si nuestra sociedad !uera una verdadera sociedad cristiana, podemos atrevernos a hablar de la cultura cristiana como la más alta cultura: sólo re!iri"ndonos a todas las !ases de esta cultura, que ha sido la cultura de #uropa, podemos a!irmar que es la más alta cultura que el mundo ha conocido jamás. +Pero cuando alude a los aspectos de la cultura contempor'nea
que él rec!a(a, no deja Eliot de ser preciso, busca ejemplos y releva agudamente los defectos. 0in embargo en un apéndice del libro +formado por unas disertaciones radiales a los alemanes Eliot aclara un poco el sentido de esa vinculación entre cultura y religión. 0e1ala allí que toda la cultura europea se basa en la religión cristiana y especifica algunas de las cosas que dic!a cultura debe al 2ristianismo, adem's de la fe. $ trav"s del del %ristianismo +escribe tra&amos la evolución de nuestras artes, alcan&amos nuestra concepción de la Ley romana que tanto ha hecho para in!ormar al mundo occidental, logramos nuestra concepción de la moralidad p'blica y privada. $ privada. $ trav"s de "l tenemos tenemos nuestros modelos comunes de literatura, en la literatura de (recia y de )oma. #l mundo occidental obtiene unidad en esta herencia, en el %ristianismo y en las antiguas civili&aciones de (recia, )oma e *srael, a las cuales, debido a doscientos a+os de %ristianismo, remontamos nuestra descendencia. No desarrollar" este punto. Lo que quiero decir es que esta unidad en los comunes elementos de cultura, a trav"s de tantos siglos, es el verdadero vínculo entre nosotros +los europeos.
--32u'les son las condiciones m's importantes para que se dé una cultura determinada4 Eliot se1ala tres) persistencia de las clases sociales5 acción del regionalismo5 vitalidad de una religión. 0acrificando muc!os valiosos enfoques parciales, sus ideas al respecto pueden sinteti(arse así) # 2lases sociales sociales Eliot atribuye a las clases sociales la función de mantener aquella parte de la cultura total que pertenece a la clase. Ellas permiten la trasmisión hereditaria de la cultura, que se reali(a por medio de la familia familia,, primer canal +advierte en dic!a trasmisión. +6l tratar este tema de la familia el poeta que preside las lucubraciones del ensayista no se olvida de escribir) %uando hablo de la !amilia, tengo en mi pensamiento un vínculo que enla&a un período de tiempo mayor que "ste +la vida de dos
generaciones) una piedad hacia los muertos, por más oscuros que sean, y una solicitud por los no nacidos, por más remotos que sean. 7 8egionalismo /ambién e*alta las virtudes del regionalismo y el sabor que la multiplicidad de regiones aporta a la cultura de una nación o de un mundo. Eliot precisa m's su pensamiento al escribir) Lo que se quiere no es restaurar algo desaparecido, o revivir una cultura que desaparece bajo las condiciones modernas que la vuelven imposible, sino hacer crecer una cultura contemporánea de las viejas raíces.
+Puede parecer curioso que sea precisamente Eliot un norteamericano desarraigado quien sostenga el regionalismo.9l mismo !a advertido la f'cil paradoja de su situación particular y se !a apresurado a aclarar) %iertamente, un individuo puede desarrollar la más cálida devoción hacia un lugar en el que no haya nacido y hacia una comunidad con la que no tenga la&os ancestrales. Por su parte los lectores de su #ast %oer recordar'n que uno de los movimientos del poema alude inequívocamente a este regreso a la fuente primera. : 8eligión a se !a denunciado la vinculación que se1ala Eliot entre religión y cultura. 6quí Eliot afirma que la identidad entre religión y cultura permanece en el nivel inconsciente, sobre el que hemos colocado una estructura consciente en la cual l a religión y la cultura están contrastadas y pueden ser opuestas. +Esto no es demasiado claro, pero es, literalmente, lo que escribe Eliot. ;uego subraya el crítico que, si e*aminamos el mundo occidental, debemos reconocer que la principal tradición cultural !a sido la que corresponde a la iglesia de 8oma. , mirando !acia el futuro, en el que qui(' pueda darse una auténtica sociedad cristiana, reconoce que le es imposible aportar ni la forma de organi(ar esa sociedad, ni cómo debe distribuirse el poder. Eliot concluye esta parte central de su estudio afirmando +o reafirmando que es improbable alcan(ar una civili(ación elevada si est'n ausentes las tres condiciones arriba se1aladas. -< El resto del libro est' dedicado a discernir entre la cultura +como Eliot la concibe por un lado, y la política y la educación por el otro. =ay aquí aportes y observaciones sumamente agudas, an'lisis valiosos +como aquel que denuncia la política cultural de 8usia, pero aquí sólo se podr'n recoger algunos. 6nte todo no se debe olvidar que el crítico advierte no !aber intentado imponer sus convicciones políticas o sus prejuicios +aunque reconoce tenerlos. Pero su m's importante afirmación es la que sostiene que para la política contempor'nea, la cultura sólo puede ser considerada como un producto desec!able o como un departamento de la vida que puede ser organi(ado de acuerdo con los esquemas que prefiramos. En cuanto a la educación, Eliot denuncia +con ironía que falta en el resto del libro sus principales deficiencias, así como sus e*cesivas ambiciones. >enuncia principalmente la semieducaciónque se logra en la pr'ctica, aunque se pretenda otra cosa, ya que las escuelas pueden trasmitir una parte +de la cultura, y sólo pueden trasmitir esa parte e!ectivamente si las in!luencias exteriores, no sólo de la !amilia y el medio ambiente, sino del trabajo y del juego, de los impresos y los espectáculos y los entretenimientos y los deportes, están en armonía con ellas. +
< o se comprendería el punto de vista de Eliot sobre la cultura si no se advirtiera que él es incapa( de concebir una cultura totalmente consciente de sus fines y sus medios, lo que él llama una cultura planificada. +?bserva, sutilmente, que no se puede estar sumergido en una cultura y enjuiciarla con perspectiva. su última palabra est' dic!a cuando escribe) La cultura no puede ser totalmente consciente /siempre hay más que aquello de lo que tenemos conciencia0 y no puede planearse porque tambi"n es el !ondo inconsciente de todos nuestros planes.
@ui(' no sea e*cesivo afirmar, como principal conclusión de esta lectura, que la visión de Eliot es en esencia pesimista y que la última guerra !a marcado !ondamente su pensamiento. en algunas de sus frases parece encontrarse un eco del lirismo patético de los 1our 2uartets5 por ejemplo, cuando
escribe) La 'nica cosa que siempre es seguro que el tiempo aporta es la p"rdida: ganancia o compensación son siempre concebibles pero nunca ciertas. ? dic!o de otra manera) Podemos aseverar con confian(a que nuestro período es de decadencia5 que los "standards" de cultura son in!eriores a los de cincuenta a+os atrás0 y que las pruebas de tal decadencia son visibles en cualquier aspecto de la actividad humana. El poeta +ya se !a visto antes presiente una nueva invasión b'rbara y el nacimiento de otra Edad Aedia. o corresponde discutir a!ora esta posición, sólidamente asentada en un pensamiento reaccionario, casi medieval +incluso en los buenos sentidos de la palabra. Pero sí puede asegurarse por encima de toda discrepancia que no es posible desconocer el provocativo estímulo que este libro representa para todo pensamiento sobre nuestro tiempo."