La comunicación en el proceso humano y social.
El ser humano es un ser social. La comunicación es un proceso innato en el hombre, una necesidad básica, para la que venimos determinados biológicamente. El niño desde que nace se está comunicando a través de diferentes códigos. La comunicación es un acto de relación humana en el que dos o más participantes intercambian un mensaje mediante un lenguaje o forma de expresión. Este proceso es interactivo y social. Para comprender la importancia de la comunicación en las relaciones humanas, es necesario tener en cuenta que: •
La comunicación se da en un contexto.
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Es un proceso en el que se da la siguiente interacción: tiene efectos en el
que comunica y en el que recibe e interpreta. •
De esta forma, tiene influencia sobre la otra persona.
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Se comunica con la conducta y con la ausencia de esta también hay
comunicación. El contexto comunicativo sería el conjunto de elementos, factores y circunstancias (ambientales, sociales, personales, afectivas, entre otros), que hacen que un acto comunicativo se desarrolle de una determinada manera. El sistema de comunicación específicamente humano es el lenguaje. La lengua materna es un sistema de signos adquiridos con propósitos de comunicación, a través del cual los individuos de una comunidad se interrelacionan; es adquirida por el niño en contacto con la generación que le precede en un contexto sociocultural particular. La Comunicación como grupo de estudio.
La comunicación es un fenómeno inherente a la relación grupal de los seres vivos por medio del cual éstos obtienen información acerca de su entorno y de otros
entornos y son capaces de compartirla haciendo partícipes a otros de esa información. La comunicación es de suma importancia para la supervivencia de especies gregarias, pues la información que ésta extrae de su medio ambiente y su facultad de transmitir mensajes serán claves para sacar ventaja del modo de vida gregario. Los elementos de la comunicación en grupo son: fuente, emisor o codificador, código (reglas del signo, símbolo), mensaje primario (bajo un código), receptor o decodificador, canal, ruido (barreras o interferencias) y la retroalimentación o realimentación (feed-back, mensaje de retorno o mensaje secundario). FACTORES QUE FAVORECEN LA COMUNICACIÓN EN UN GRUPO La Escucha Activa: Cuando lo más importante de la comunicación es escuchar, atender a lo que se percibe (oral y no verbal). Fase A: captar la información. Fase B: interpretar lo que se capta. Fase C: valorar la información, evaluación de cómo vamos a utilizar esa información en la conversación. Fase D: dar receptividad a la información, feedback. Para que la escucha sea eficaz:
No hay que prestar atención a lo que nos rodea (solo el interlocutor)
Desear obtener información.
Observar a nuestro interlocutor (para captar gestos...)
Comportamiento
no
verbal
adecuado:
contacto
visual,
atención,
asentimiento...
Resumir las ideas esenciales.
Optar por: no interrumpir, ser comprensivo, oír...
Mostrar Empatía: ponernos en lugar del otro, no significa estar de acuerdo, sólo entender lo que a la otra persona le pasa y hacérselo saber.
Saber Preguntar: las preguntas pueden ser de dos tipos, abiertas (dan lugar a una respuesta larga) o cerradas (se responden con si o no). Para saber preguntar hay que: hacer preguntas cortas y directas, una sola pregunta cada vez, esperar la respuesta, no responder las propias preguntas.
La comunicación como proceso.
Aprender a comunicarse es aprender a interpretar el mundo que nos rodea y a conocer los símbolos de la sociedad a la que pertenecemos. Los docentes, como profesionales de la comunicación, sabemos cuál es la correspondencia entre comunicación y cultura, hasta el punto de no poder distinguirlas desde una perspectiva pragmática, porque cómo nos comunicamos implica cómo vivimos. Por esta razón, desarrollar las capacidades comunicativas no se reduce únicamente a la comunicación lingüística, sino también a madurar como personas e integrarnos en nuestro contexto sociocultural. La comunicación ha sido objeto de estudio de numerosas disciplinas, desde las ciencias sociales y humanísticas hasta la cibernética, por lo que no nos puede resultar extraña la polisemia de la palabra. Incluso, a veces se ha optado por una aproximación interdisciplinaria desde las diferentes áreas y otros han tratado el problema como eje transversal. No obstante, parece existir unanimidad en concebir que la comunicación es un proceso (como cultura es la estructura sobre la que reposa) muy complejo, que se relaciona con el comportamiento humano, lo que le otorga las más disímiles significaciones. En el terreno de la didáctica de la lengua materna, el enfoque comunicativo es algo más que otra manera de enseñar gramática, pues su horizonte - al centrarse en el estudio de la lengua como medio de comunicación- ofrece posibilidades mucho más amplias que las demás tendencias para operar con toda la lengua, desde sus variantes orales simplemente comunicativas, hasta sus manifestaciones escritas de carácter artístico, y desentrañar sus posibilidades expresivas. Se transita entonces de una didáctica de la lengua a una didáctica del habla, encaminada a que los estudiantes se conviertan en comunicadores eficientes.
Esta nueva concepción es el llamado enfoque comunicativo que tiene como objetivo fundamental: “... contribuir al desarrollo de la competencia comunicativa del alumno, entendida
esta como: competencia lingüística (habilidad para emplear los medios o recursos lingüísticos), competencia sociolingüística (habilidad para adecuar los medios lingüísticos a las características de la situación y el contexto); competencia discursiva (habilidad para relacionar coherentemente las partes del discurso con este como un todo); y competencia estratégica (habilidad para iniciar, desarrollar y concluir la comunicación)”. ( 1)
Al considerarse estas cuatro dimensiones de la competencia comunicativa se propicia una más amplia visión sobre el lenguaje y la sociedad. Se trata, pues, de dirigir el desarrollo de las actividades docentes tomando en cuenta este carácter integrador, hacia todas y cada una de estas dimensiones; y ello es posible si se aplican en la enseñanza modelos pedagógicos sustentados en una estrategia metodológica que contemple momentos esenciales de la actividad del estudiante, y que vayan encaminados a la recirculación cíclica y en espiral de los componentes funcionales (procesos fundamentales) que la clase de Español Literatura debe contribuir a desarrollar: la comprensión, el análisis y la construcción textual. Estos se encuentran en constante interacción, aunque se jerarquice uno y se subordinen los otros dos, según la orientación del objetivo de cada clase. Los conectores.
Los conectores son palabras o grupos de palabras que sirven para unir ideas expresando claramente el modo en que se relacionan entre sí. Un buen uso de los conectores le da una mayor coherencia a nuestro discurso y lo hace más inteligible para el receptor. Los conectores pueden utilizarse tanto en textos escritos u orales. Su principal función, como su nombre lo indica, es conectar distintas partes de un texto, ya sean palabras, frases o, incluso, párrafos completos.
Cuando se construye un texto, es necesario poner de manifiesto las relaciones lógicas que unen las distintas ideas para que nuestro interlocutor pueda interpretarlo correctamente. Una idea nueva puede añadirse para, por ejemplo, complementar, contradecir o reforzar otra anterior. Así pues, del adecuado uso que hagamos de los conectores dependerá que nuestro texto final sea coherente y de fácil comprensión. Los conectores no son en sí una categoría gramatical; es decir, no existe en el diccionario una categoría conector, como sí puede ser el caso de las categorías artículo, nombre, verbo, etc. En realidad, los conectores proceden de distintas categorías gramaticales: para es una preposición, además es un adverbio, pero es una conjunción.