LA COMEDIA LATINA: PLAUTO Y TERENCIO
La comedia latina latina fue instituida, por decreto, decreto, casi en la misma época que que lo fue la tragedia. Los ediles encargados de organizar los juegos públicos pedían escritores de fama (Livio Andrónico, Nevio, Ennio...) que adaptasen obras girgas para representarlas en los mismos. Los primeros teatros surgen en Roma en el s. III a.C. y se reducen a simples tablados provisionales, con un escenario sobrio, sin telón ni decorados, ante el que se apiña un público bullicioso, al que un heraldo tenía que conminar a menudo a guardar silencio. Los actor actores es eran eran todos todos mascul masculino inoss y alguno algunoss tenían tenían que repres represen entar tar varios varios papeles en la misma obra. No usaban usaban máscara y el atavío y las pelucas (blancas para los ancianos, pelirrojas para los esclavos) caracterizaban a los diversos personajes. Éstos llevaban atuendos griegos (fábula palliata, de pallium, “manto griego”), por la afición del público a lo exótico y para no atentar, con sus burlas, contra la dignidad de la aristocracia romana. La comedia togata (de toga, manto nacional romano), de tema y ambiente puramente romano, jamás encontró aceptación entre el gran público. Para compensar la ausencia de máscara, se recurría a variados juegos escénicos y a la acumulación de peripecias, refundiendo normalmente dos obras griegas en una sola (contaminatio). Como el público no habría tolerado que un ciudadano romano fuera ridic ridicul uliz izad adoo o enga engaña ñado do en la esce escena na por por un escl esclav avo, o, se le ofre ofrecí cían an cuad cuadro ross de costumbres griegas, en las que todo estaba permitido: mercaderes de esclavos, viejos verdes, jóvenes atolondrados y sin escrúpulos, esclavos avispados y trapisondistas, esclavas incitantes que acababan casándose con el protagonista, problemas entre padres e hijos, etc. Los principales representantes son Plauto y Terencio. PLAUTO
Plauto nació hacia el 245 a.C. en el norte de Italia. Se dice de él que ejerció diversos oficios, que llegó a trabajar como esclavo en un molino y que conoció, alternativamente, la pobreza y la opulencia. Conocía el griego y posiblemente patrocinó algunas empresas teatrales. Compuso sus primeras obras hacia el 215 a.C. y a sumuerte en el 184 a.C. dejó una abundante producción literaria, de la que sólo nos quedan veinte comedias. Todos su argumentos están tomados de la Comedia Media griega (Antífanes) o Nueva (Menandro, Filemón,...). Los temas suelen ser muy parecidos: un joven rico se enamora enamora de una esclava esclava de origen ignorado; ignorado; un esclavo astuto e intrigante intrigante ayuda a su joven amo en sus amoríos; el azar muestra de modo imprevisto que la joven esclava es de nacimiento libre; final feliz. He aquí aquí alguno algunoss de sus sus título títulos: s: Mostellaria (“La comedia comedia del fantasma” fantasma”); ); Pseudolus (nombre del esclavo intrigante); Aulularia (“La comedia de la olla”, en la que Molière se inspiró para crear El avaro); Trinummus (“Las tres monedas”); Menaechmi (andanzas de un hermano en busca de su hermano gemelo); Amphitruo (imitada por Molière); Captivi (“Los cautivos”, en la que un esclavo, hecho prisionero con su dueño, se hace pasar por éste, para conseguirle la libertad); Miles Gloriosus (“El soldado fanfarrón); etc. Los prólogos son recitados por un dios (Mercurio en el Amphitruo; el Lar de la casa en Aulularia) o un personaje alegórico. En ocasiones se retrasa hasta llager a una escena cumbre ( como en Miles Gloriosus) o a un cuadro íntimo como en ( Cistellaria). Los personajes son convencionales: joven irreflexivo, derrochador y apasionado; padre conservador, avaro a veces; otras veces antiguo calavera con propensión a volver a las andadas, pero intransigente con su hijo; matronas serias y virtuosas, pero un tanto 1
toscas; jovencitas que sólo piensan en el amor y en el matrimonio; esclavo avispado y trapacero, que ayuda a su joven amo en sus devaneos amorosos, mientras se complace en torturarlo constantemente con sus chanzas; traficante de esclavos brutal, avaro, astuto y cínico, a quien engaña el esclavo, para jolgorio y complacencia del espectador; parásito adulador y rastrero; soldado fanfarrón; cocinero de alquiler, ladrón y jactancioso; cocinera diestra en las artes de su oficio... Todo un desfile de tipos tomados de la vida real, en unas escenas rebosantes de vida. La experiencia de la vida vulgar que supo reflejar en sus comedias aseguró a Plauto un éxito de siglos. TERENCIO
En el siglo II a.C., a medida que aumentan los juegos oficiales, se van haciendo cada vez más frecuentes las representaciones teatrales. Los censores mandaron construir teatros, aunque todavía eran provisionales. El primero que se levantó en piedra (año 154 a.C.) lo mandó derruir el Senado. Poco después en el año144 el cónsul Mumio, conquistador de Corinto, mandó edificar un teatro, aún de madera, pero ya con graderíos al estilo de los griegos. El principal comediógrafo de este siglo fue Terencio (190-159 a.C.), joven esclavo africano, liberado y educado con solicitud en un ambiente cultivado por su dueño. Terencio Lucano, de quien tomó el nombre de Publio Terencio Afer. Siendo aún muy joven se inició en la literatura griega y, al contrario que Plauto, apenas mantuvo contacto con el pueblo. Su primera comedia representada en el año 166 fue Andria. Las cinco obras restantes tienen también títulos griegos: Hecyra (“La suegra”); El Eunuco ; Heautontimoroumenos (“el atormentador de sí mismo”); Formión (nombre del parásito que aparece en esta obra) y Los Adelfos (“Los hermanos”). En Hecyra nos presenta a un joven matrimonio mal avenido. El padre del marido sospecha que su mujer intriga contra su nuera. Al final todo se arregla, ya que la suegra sólo trataba de reconciliar al matrimonio. El problema de la educación de los hijos se presenta en Heautontimoroumenos y en los Adelfos. Los tipos son parecidos a los del teatro de Plauto; un joven irreflexivo enamorado de una joven pobre, pero digna de la pasión que inspira; el azar devuelve a la joven su familia y sus bienes; el padre del joven se enternece y accede a las pretensiones matrimoniales de ambos. Todo ello es adobado por el criado ingenioso y sazonado con las mil peripecias que implica un amor clandestino. El teatro de Terencio no alcanza la comicidad del de Plauto. Huye de las groserías, los juegos de palabras y la caricatura exagerada de la realidad. No persigue la risa, sino la sonrisa comprensiva del espectador, capaz de tomar parte en el juego sutil de los sentimientos humanos. Las relaciones humanas están presididas por la ternura, que incluso aparece en el trato entre amos y esclavos. Ahora bien, en este tipo de teatro, la vis cómica que impregna el teatro de Plauto queda muy reducida; con ello, el gran público huye del teatro y sen concentra en los espectáculos de masas como el anfiteatro y el circo. Otra diferencia importante entre el tetaro de Plauto y el de Terencio es la intención didáctica que persigue el segundo. Todas sus obras tienen como finalidad que el espectador saque una moraleja tras la contemplación de la representación teatral La comedia de Terencio quedó pues relegada a los ambientes más selectos, para ser leída por los doctos, por la pureza de su estilo, por su perfección en la construcción de la obra, por su delicadeza y buen gusto, cualidades que permiten clasificar a la Comedia Latina entre los grandes géneros literarios de todos los tiempos. 2