Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos? Tradu Traducci cción ón de de
b
u
Silvio Mattoni
Capital intelectual
Nancy. Jean-Luc ¿Por qué obed ecemos? / Jean-Luc N ancy .-l a ed.- Ciudad Autò noma de Buenos Aires: Capital Intelectual, 2016 64 p.; 18x 12 cm. Traducción de: Silvio Mattoni. Mattoni. ISBN 978-987-614-522-0 1. Ensa yo Filosófico. I. Mattoni, Silvio, trad. II. Título. Título. CDD 190
Diseño de colección y de tapa: Javier Vera Ocampo Diseño de interior: interior: Ariana Jenik Traducción: Silvio Mattoni
M
ontaigne escribió que enseñar a un niño no es llenar un vacío, sino en cender un fuego. En 1987 el filósofo
francés Jacques Rancière publicó un peque
Coordinación: Inés Barba
ño libro titulado "El maestro ignorante. Cinco Título de la edición original:
Tu vas obeir! ©
Editi ons Bayaid, 2014
lecciones sobre la emancipación intelectual”.
© J ean-Luc Nanoy, 2016 2016
Allí retoma la experiencia de Joseph Jacotot,
© C apital Intelectual, 2016 2016
un revolucionario exiliado, que hacia 1818 co
Capital Intelectual S.A. Paraguay 1535 1535 (1061) (1061) • Buenos Aires, Argentin a Teléfono: (+54 11) 4872-1300 • Telefax: (+54 11) 4872-1 4872-1329 329 www.editorialcapin com.ar www.editorialcapin com.ar • info@capin com.ar
menzó a enseñar aquello que ignora ba y a pro clamar la igualdad de las inteligencias, en un gesto pedag ógico, filosófic filosófico o y político radica radical. l. En las conferencias que dan origen a esta
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colección, dirigidas a grandes y chicos, la función del maestro ignorante será entonces
Queda hecho el depósito que prevé la Ley 11723 11723,, Impreso en Argentin a. Todos los derechos reservados. reservados. Nin guna parte de esta publicación puede ser reproducida sin permiso escrito del editor.
recuperar aquel gesto y proponer, en un mo mento dado, un objeto singular, un pasaje un tanto misterioso, una pregunta que se nos vie ne
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encima y ante la cual hay que reaccionar. Sin embargo, para el maestro ignorante la experiencia de no entender es fundamental y encontrar un obstáculo sin perder la esperanza de superarlo es decisivo, porque nos pone en estado de desafío. La infancia en este caso no se refiere a un
Primera Parte
momento de la existencia ni a un estado psicológico. Hay viejos que tienen apenas veinte años. años. Se trata de un impulso de insumisión repleto de paciencia, un amor del riesgo carg ado de memorias. De allí allí,, y de la experienc exper iencia ia inic iada hace varios vari os años en un teatro de las afueras afueras de París, surgió el proyecto de esta colección. Los temas no tienen límites, pero hay una regla de juego, que con siste en que los oradores oradores se dirijan dirijan efect ivamen te a los niños, niños, ¡no importa la edad que ten gan !, en un gesto de amistad y compromiso que atraviese las las generaciones.
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El maestro ign orante p r e s e n t a : | [H j| H j
Advertencia
Al Igual que en las las conferencias precedentes, me atengo a la transcripción que se hizo a partir de la grabación. Hablé sin texto, a par tir de notas, notas, y prefiero conservar es e tono, tono, con c on sus incertezas, en la publicación. J. J.-L L. N. N.
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Jean-Luc Nancy: (llega (llega desde el fondo del escenario escenario,, separa de- trás de la mesa de conferencista) Levántense. (la audienc ia está un po co sorprendida per o la mayoría de los niños se levantan enseguida y todo el mundo los sigue, incl uso los adultos) adultos) Siéntense. (todos se sientan) Ya lo ven. Se levantaron d e todos modos, al principio un número determinado, otros no entendían muy bien. bien. Vi niños que se leva ntaron en las primeras filas. ¿Por qué se levantaron? Niño: Por respeto.
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Jean-Luc Nancy
J.-L. N.: Pero hizo falta que les dijera "le vántense” vánten se” . No te dijiste de inmediato que ibas a levantarte por el conferencista. En la escuela, ya no se ponen de pie cuando llega el maestro o la maestra. ¿No? Ah, todavía, bueno. Quería entrar en este jueguito para mostrarles que obedecemos bastante fácilmente a una orden enunciada por alguien que de antemano tiene autoridad. Sin embargo, no estamos en la escuela. El respeto siempre se dirige de alguna manera a quien detenta una posición de
¿Vas a obedecer? Breve conferencia
que obedecían, que respetaban al conferencista. Esto no quiere decir que no lo respeten moralmente. Con este jueguito, estamos de inmediato en el núcleo del tema, la extraordinaria ambigüedad de la obediencia. obediencia. Hay que someterse a una orden y hacer que esa orden ordene, al mismo tiempo hay que obedecer según las justificaciones de esa orden. orden. Las justificacio nes a ve ces ya están dadas. dadas. Lleg a el señor que da la conferencia, posee cierta autoridad, impone cierto respeto, respeto, se ob edece a lo que dice. dice.
autorida autoridad. d. El conferencis ta tien e cierta autori-
Obviamente, esto es un tanto limitado, por-
dad, porque habla de algo que se supone que
que no pue do darl bs cualquier orden. Si ahora
conoce mejor que aquellos que vienen a es-
digo que se pongan de cabeza con las piernas piernas
cucharlo. Se supone que tiene algo que ense-
para arriba, en primer lugar no todo el mundo
ñarles. La idea del maestro, el que sabe más,
puede hacerlo, y se dirán que estoy loco o que
implica una idea de autoridad. Se obedece. Al mismo tiempo, algunos se manifestaron no
bromeo. Verán que esto surge de un orden orden ge neral determ inado. Esa es toda la cuestión de
moviéndose de inmediato y los padres duda-
la obedienciaySío podemos d ecir que sea mala
ron mucho. Precisamente porque los padres
en sí, pero tampoco podemos decir que sea
se dice n que se trata de una conferenc ia para
completamente buena.^Obedecer sin saber
los niños, pero vieron que muchos niños se
por qué, sin comprenderlo, sin integrarlo, sin
levantaban y entonces se dijeron que tal vez
que tenga sentido para el que obedece, ¿qué
fuera mejor jugar el juego, pero no pensaban
quiere decir? Por eso es que la obediencia
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecem os?
conlleva una gran ambigüedad. Para obede
está lejos. Si no ocurre como obediencia, va
cer, para que obedecer se justifique, hace fal
a ocurrir como castigo por la no obediencia.
ta que tenga sentido. Por otra parte, obedecer
Pero sigue estando dentro de la pregunta. pregunta. El
significa entender, no solamente entender la
otro tono da a entender lo mism o de manera
orden sino el sentido. Obedecer viene del la
un poco más desplaz de splazada ada hacia h acia la afirmación :
tín
ob audire que que
quiere decir aguzar el oído,
“Vas a obe dec er” . En ese momento, el signo
escuchar bien. No es en primer lugar ejecutar
de interrogación desaparece. “Te aseguro
bien sino entender bien. Un poco por eso la
que vas a obedecer y verás lo que va a pa
pregunta de esta co nferencia podría ser “¿Vas
sar". sar". Ya t ienes tu cachetada o tu Playstation
a obedecer?". No es la orden misma, la orden
ya fue suprimida, lo que es peo r qu e una ca
ya fue dada, dada, “¿Vas a obedece r?" supone que
chetada y dura más.
aquel a quien se dirige la orden no obedeció,
¿Por qué analizar esas dos maneras? Por
es preciso volver a empezar. Me gustaría mu
que en la primera hipótesis, cuando la frase
cho saber si un solo niño o un solo adulto aquí
sigue siendo pregunta, dice: vas a terminar
-cuando fue niño o cuando se relaciona con
comprendiendo que hay que obedecer. Lo
jefe je fess- ya escuchó esta frase. frase. “¿Vas a obede ob ede
que implica, implica, según el grado de desobediencia
cer?” se formula como una pregunta: “¿Es que
o de enervamiento de quien manda, que to
al fin vas a obedecer?”. Esta pregunta es una
davía queda un margen. ¿Vas a terminar por
falsa pregunta, quiere decir que si no obede
entender qu e es tu deber y por qué se trata de
ces vie ne la cachetada, la echada a la calle, calle, el
tu deber? Vas a hacer ese ejercicio de cien
despido. Podemos pronunciar esta frase, y el
cias naturales porque el ejercicio forma parte
otro la puede entender, al menos de dos ma
de la tarea del colegio y hay que hacerlo. Lo
neras diferentes. “¿Vas a ob ede cer por fin?” .
que remite a algo que tiene sentido. Si que
Entonces ya estamos a punto de zarandear
remos desarrollar todo el sentido, es mucho,
al otro que entiende que ese “por fin" no
pero los niños saben bien que tiene sentido ir
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Jean-Luc Nancy
¿Por ¿Por qué obedecemos?
a la escuela o que no tiene ningún sentido, o
o de otra mane manera. ra. Hay que obedecer a perso-
algo de sentido. No supong o que haya alguien
nas que mandan pero también a situaciones.
para quien todo el sentido sea ir a la escuela.
Por ejemplo, le obedecemos a la lógica de la
Mientras que en la segunda manera de enten-
máquina. Cuando Cuan do aprendan a manejar, no sólo
der esa no pregunta, esa afirmación que pue-
tendrán que obe decerle al instructor instructor sino tam-
de ser un grito, afirmo en lugar del otro que va
bién a la manera en que los autos están fabri-
a obedecer y que de todos modos verán quién
cados, al hecho de que un cambio de marcha
es el más fuerte. fuerte. Ya se vio de antemano. A
se realiza de un modo determinado. Es preci-
partir partir de cierta edad esa frase no puede de cir-
so que obedezc an porque si confunden el el pe -
se más, más, y no solamente porque e l otro enfrente
dal del freno con el del acelerador, no se pue de
es igual de fuerte o incluso más fuerte, aun
manejar en absoluto. Tal vez no llamen a eso
cuando eso también pueda tener se en cuenta.
obedecer espontáneamente, pero se trata de
^Tenemos pues dos orientaciones para la
plegarse a cierto orden de cosas. Digamos que
obediencia. La primera orientación se dirige
se trata de un orden que podemos considerar
más bien al niño o a quien tiene que seguir
com o natural. natural.
algo en lo cual es natural que ingrese, que
« ^ l segundo tono de mando, mando, la afirma afirmació ción, n,
avance, que sería, el camino de la escuela, la
es diferente porque la coacción, la obligación,
educación, saber comportarse en general. Esa
la exigencia de sumisión del otro dominan.
orientación también puede existir para un
El modelo de esa orden es la obediencia del
adulto que por ejemplo emprende una forma-
soldado. soldado. El primer artículo del reglament o del
ción para desarrollarse desarrollarse en otras compete ncias
ejército, al menos tal como yo lo conocí du-
distintas a las que ha desempeñado hasta el
rante mi servicio militar, decía: la obedien-
momento. También debe seguir determina-
cia constituye la fuerza principal del ejército
do camino, determinado aprendizaje y para
y por ende es importante que cada superior superior
aprender siempre hace falta obedecer de una
obtenga de sus subordinados una obediencia
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¿Por ¿Por qu é obedecemos?
inmediata y en todo momento. momento. La obedie ncia
Existe pues una obediencia natural y una
no es una nadería porque constituye la fuerza
obediencia técnica, ya que siempre se opone
principal del ejército. Es entendible. Es pre-
la técnica a la naturaleza. Se trata en efecto
ciso que un ejército funcione completamente
de una una técnica determinada que deb e funcio-
de acuerdo a las instrucciones de sus jefes,
nar. La obediencia es natural cuando la per-
que sus órdenes no se discutan de ninguna
sona que debe obedecer es afectada a su vez
manera. Pasa algo semejante en cierto núme-
en su vida, en sus intereses por aquello que le
ro de fábricas. En la medida en que nos rela-
dicen que haga. El que manda entonces debe
cionamos con grandes conjuntos que deben
estar orientado hacia ese interés que no es
funcionar de tal o cual manera, manera, hace falta que
el suyo. Por tal motivo, resulta muy difícil ser
la coacció n esté primero. En el reglamento mi-
educador, o director de colonia de vacaci ones.
litar, litar, el sigui ente artículo estipulaba que no se
Tamb ién los méd icos ico s están obligados obliga dos a hacer-
podía discutir una orden sino una vez que se
se obedecer. Si alguien dice qu e no le gustan gustan
había ejecutado. Si se empieza discutiendo la
las inyecciones, el médico o los enfermeros
orden, todo el tejido se deshace. En este se-
son a veces un poco autoritarios para hacer
gundo caso, el objeto de l acto por realizar realizar y de
que ceda una resistencia que desatiende el
la orden, el objeto de la exigencia de obede-
interés de la persona. Al mismo tiempo, hay
cer, se sitúa por fuera de la persona
que
que saber de manera precisa, precisa, delicada en qu é
se manda. El soldado o el obrero deben obe-
radica verdaderamente el interés de la perso-
decer en aras de la eficacia, para que la tarea
na. Es posible que a veces la resistencia de
sea realizada bien. Mientras que en el primer
un niño ante la escuela, de un enfermo ante
caso, si los obligan a hacer sus deberes para
ciertos tratamientos, tenga sentido para esa
el colegio, no es para que el colegio funcione,
persona. En determinados casos, hay que sa-
sino que para ustedes funcionen a través del
ber comprender por qué él o ella se resiste, resiste, y
colegio. Son dos cosas diferentes.
si hace falta orientarl orientarlo o hacia otra cosa. cosa. M ien-
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a la
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Jean-Luc Nancy
¿Por ¿Por qué obedecemos?
tras que en la obediencia técnica, el resultad resultado o
relaciona con ese algo más. Un soldado puede
esperado está en otro sitio. En el ejército, por
relacionarse con el objetivo de la guerra guerra como
ejemplo, está en la guerra. Actualmente ya no
un asunto personal. Alguien que ejecuta tal
estamos en una époc a en qu e podamos hablar
o cual tarea técnica puede pensar que eso
de la guerra en el antiguo sentido de la pa-
vale la pena, desea que eso funcione. Pero no
labra, una guerra legítima entre los Estados.
siempre ocurre, ocurre, la obedien cia téc nica no es lo
¿Qué justifica ese combate en última instan-
mismo que el hecho de aprender en la escue-
cia? Tal vez no lo que dicen los jefes. Tal vez
la lo que hay que saber para vivir como una
existan entonces razones para resistirse a la
persona completa, independiente en nuestra
guerra. En la primera de las guerras llamadas
sociedad.
mundiales, desde 1914 hasta 1918 en Europa,
En principio, pareciera que los problemas
un determinado número de soldados se rebe-
sólo se plantean en el segundo caso, el de la
laron contra lo que les hacían hacer cuando descubrieron el horror que era. Fueron fusi-
obedien cia técnic a. Por lo tanto, tanto, les estaría diciendo que la escuela es natural natural,, que qu e hay que
lados por no haberse plegado al principio de
aprender en la escuela la limpieza, la buena
obediencia que constituye la fuerza principal
educación, el código vial, la ley del Estado
de los ejércitos, y también para dar el ejemplo
en el que viven, las leyes que sobrepasan los
a los demás. Actualmente, con toda la pers-
Estados, etc. ¿Por qué hay que ser educado?
pectiva, es muy difícil simplemente justificar
Aunque algunos estén dispuestos a decir que
esa guerra y tal vez ninguna guerra. De una
no ven para nada nada el porqué, porqué, de hech o percibiper cibi-
sola vez, la obediencia nos conduce hasta un
mos la razón bastante rápido. Es el funciona-
extremo, hasta la cuestión de saber lo que es
miento de nuestras relaciones entre nosotros,
una guerra justa. justa. La obed iencia ienc ia técnic a rem i-
mientras que el funcionamiento de una obra
te a algo más que la persona que debe obe-
en construcción en la cual yo trabajo no de-
decer. Se trata de saber cómo la persona se
pende pend e forzosamen te de mi propio interés. interés. Pero
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Jean-Luc Nancy
si bien esto parece evidente, de todos modos hay que aclarar ensegu ida el e l término “natural" “natural" que elegí un poco a propósito. propósito. Tal vez algunos algunos de ustedes pensaron que la escuela no era tan natural. Lo natural es una muy mala idea. No existe en el mundo humano una naturaleza propia. Un árbol tiene una naturaleza propia, y además, siempre siemp re que no sea un árbol que sea en exceso el resultado de selecciones, de injertos. En la naturaleza, no existe verdadera obedie ncia sino más bien adiestramiento. Un animal adiestrado por un hombre no obedece, aun cuando por supuesto digamos que un perro le obedece a su dueño. Muy a menudo decimos que este gato nunca obedece. En general, los gatos por otra parte no obedecen. Verán que no tiene mucho sentido decir que los perros perros obede cen mientras que los gatos no obedecen. Son especies animales que tienen comportamientos diferentes. Entre los animales existe el adiestramiento. Una madre perra les da golpes a sus crías, los adiestra para que no coman en su plato. Conoc í a una perra que vivía con una de sus hijas y que toda la vida le impidió que comiera de su plato. No le daba
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¿Por ¿Por qué obe decemos?
a entender nada porque no hablaba, la golpeaba, es todo, o le mostraba los dientes. Eso no se llama llama obedie ncia sino a diestramiento diestramiento y apunta a formar formar reflejos reflejos.. Cuando se e xig e ob ediencia, siempre podemos preguntarnos preguntarnos si se trata solamente de fabricar reflejos o de algo más. Por ejemplo: la tarea de ciencias naturales está indicada en el libro libro de texto. Hacer de inmediato la tarea durante toda su vida estudiantil no produce forzosamente a los mejores alumnos, los que más éxito tendrán, si lo que se han forjado son sencillamente reflejos. Durante mucho tiempo, en la escuela y en la sociedad, obligaban a todo el mundo a escribir con la mano derecha. Los zurdos no debían escribir con la mano izquierda, escribir con la mano derecha se consideraba com o una regla natu natura ral. l. Ta l vez sea cierto q ue las dos mitades del cuerpo y del c erebro no son completamente equivalentes, así como tenemos el corazón a la izquierda y el hígado a la derecha, pero la manera de considerar esa clase de cosas se ha transformado. Hoy ya no contrariamos a los zurdos. Seguramente algunos de ustedes son zurdos. En un momento determinado nos
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Jean-Luc Nancy
¿Por ¿Por qué obedecemos?
dimos cuenta de qu e lo que habíamos hecho
se ha olvidado, y muy tempranamente uste-
durante durante mucho tiempo, d esde la Edad M e-
des es criben con teclados. teclados.
dia, no estaba bien. Eso quiere decir que la
No e xist e una sociedad natural natural ni ni una una cul-
mano derecha no es el órgano natural para
tura natural. La cultura designa el conjunto
escribir, así como tampoco es tan natural
de la lengua, las costumbres, los hábitos, las
escribir de izquierda a derecha. La escritu-
leyes, las religiones, los juegos, los deportes.
ra de derecha a izquierda, como en el árabe,
Cada cultura, cada sociedad tiene sus parti-
puede requerir o favorecer otro uso de las
cularidades y se transforma con el correr del
manos. Hay algo relativo allí, lo que parece
tiempo. ¿Qué podemos observar dentro de
natural no es completamente natural. Po-
esas sociedades? Observamos que numero-
demos extender esto a todo lo que ustedes
sas transformaciones de esas sociedades se
hacen en la escuela. En la escuela es natu-
deben a desobedien cias. ¿Cómo se suprimió suprimió
ral aprender el uso de la lengua, las mate-
poco a poco la imposición de la mano de-
máticas. Pero no podemos estar seguros de
recha? Porque algunas personas, maestros,
que un determinado nivel de matemáticas,
educadores empezaron a resistirse, desobe-
tal como se enseña hasta el final del cole-
decieron. No conozco la historia historia exacta, pero
gio, sea forzosamente ne cesario para todo el
tal vez empezó con escuelas un tanto espe-
mundo mundo en nuestra sociedad. Aun dentro de
ciales. Algunas desobediencias o indiscipli-
lo que consideramos como natural, muchos
nas a vece s son muy fecundas, fecundas, corresponden
elementos son relativos, relativos, son códigos, mane-
a una invención. Numerosas invenciones se
ras, ras, hábitos. La manera de escrib ir por ejem -
relacionan con indisciplinas, con maneras
plo. Cuando aprendí a escribir, había que
de no seguir lo que estaba presente en el or-
escribir siguiendo líneas, se enseñaba que
den general. En la Francia del Renacimien-
tal letra debía subir hasta la segunda línea y
to, Bernard Palissy fue un grandísimo crea-
luego volver a bajar. Actualmente, todo eso
dor de cerámicas. Era un loco manso que,
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Jean-Luc Nancy
¿Por ¿Por qué obedecemos?
para calentar sus hornos y hacer cocinar sus
que penetra en los secretos, los arcanos de los programas informáticos y que tiene ideas de juegos. ¡Todos los fanáticos de la consola van a volver a casa y les dirán a sus padres que
cerámicas, quemó los muebles de su casa. La señora Palissy y los niños no estaban muy contentos. Pero ese comportamiento aberran te, que se resiste a un determinado número de obligaciones naturales, evidentes, corres
están inventando! Pero la invención se ve, se
pondió a una una creación. Aqu el que no h ace sus
ple.
deberes y jueg a a la Playstation puede corres ponder a dos casos. O bien lo hace porque se
Esto nos remite al que manda. Debe saber, sentir a qué responde esa desobediencia.
ha forjado reflejos distintos de los reflejos es
Puede corresponder a una creación o a
colares, es como un idiota que ya no puede
otra cosa. Desobedecemos porque estamos preocupados por otra cosa, tenemos otra
despegarse de su consola. Sabemos que un
siente, se muestra. No existe un criterio sim
sar de todo seguimos, es terrible porque eso
cosa que pensar, que encontrar. Esa otra cosa pue de librarse de un problema, problema, llegar a
puede crear una adicción de la que ya no se
comprender lo que se qu iere hacer en la vida.
puede salir. Lo importante no es que desobe dezcamos al orden escolar y social, sino que
Es totalmente comprensible que se resista a la escuela, a todas esas obligaciones.
obedecemos de manera aún más terrible a la
Por principio, la escuela no es más que
consola. También podemos imaginar un caso donde el que permanece en su consola in
un gran marco que acarrea obligación y requiere obediencia. Por lo tanto, podemos
venta cosas. Existen inventores de juegos, de
sustraernos
programas informáticos que crearon entrando entrando allí profundamente. Los dos casos son muy di
carecemos de medios para encontrar allí nuestro lugar y un sentido. sentido. La des obed iencia
ferentes-. el que se idiotiza al obedecer a una
entonces puede ser aquello mediante lo cual
forma de impulso mecánico y el que inventa,
buscamos ese sentido. Desde que existe
poco nos idiotizamos ahí adentro, pero a pe
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a
esas
obligaciones
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porque
Jean-Luc Nancy
la escuela,
existió
¿Por ¿Por qué obedecemos?
hacerse Ja Ja rata.1 Esta
la escuela y no quiero saber nada de lo que
expresión hoy ya no se usa tanto, porque nuestra cultura es tan urbana que ustedes no saben lo que es un matorral... matorral... Ha cers e la
puede caerme encima después, aun así es preciso que un sentido flote en el horizonte. horizonte.
rata rata quiere decir ir a pa sear por los cam pos en lugar de ir a la escuela, y paseando por los los
técnica es otra cosa cosa.. Estoy obligado a ob ede
campos se pueden aprender muchas cosas. cosas.
relativamente normal, mientras que pueden ver q ue los adultos han ido a la escue la antes
Hacerse la rata muestra en verdad que la escuela siempre impulsó a desobedecer al menos un poco porque la desobediencia /puede /puede ser ser el camino del desc ubrimiento, de I la
Ahora bien, si pasamos a la obediencia cer a algo que no forma parte de un proceso
que ustedes. Pero no todo el mundo va, tam poco todo el mundo pasa por el secundario. Actualmente la sociedad está hecha de tal
invención antes que de la repetic ión de
modo que nos obliga a que todos pensemos
lo que ya está adquirido. Al mismo tiempo,
que hay que tener el título del secundario, pero ya no es lo que era. Terminamos un se
. de tod os modos hay qu e repetir lo qu e ya está adquirido. Cuando desobedezco, en un momento determinado, es preciso que sea capaz de preguntarme lo que hago. Si no hago más que desobedecer, eso siempre da placer, pero, ¿qué hago con ese placer? No digo que podamos responder a esta pregunta, lo que estoy tratando de contar es incluso absurdo. Si nunca voy a
cundario cundario para decir que todo el mundo mundo debe hacerlo. Todos uste des terminarán su secun dario, dario, la cuestió n se plan tea más bien en otra parte o más allá. allá. A pesar de todo, la escuela parece algo normal normal o evidente, mientras mientras que las obligaciones que tengo como conduc tor de un auto o como ciclista obedecen al hecho de que es preciso regular el tránsito. Pero, ¿son naturales o necesarios los autos?
1
Expres Expresión ión que que en fran francé cés s se dice faire ¡'école buissonnière, que significa justamente faltar a clases a escondidas, pero literalmente podría -iocirse ’asistir a la escuela del matorral", matorral", de allí la explicación subsiguie nte del autor (N
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Para nada. nada. Es tamos en un punto de nuestra nuestra sociedad en que podemos decir que la utili
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
dad es evidente con respecto a las distancias por recorrer y al tiempo, pero ese sistema es
civil. La desobediencia civil, en el ámbito de la sociedad organizada, significa una desobe-
fabricado por todo un conjunto de cosas. Ese
diencia que corresponde a la civilidad, al he-
conjunto está creando como mínimo embote-
cho de ser un miembro responsable de la so-
llamientos, y cómo máximo muertes, y entre ambos polos una enorme polución. Esto no
ciedad. Porque soy miembro responsable de la sociedad, tal vez deba desobedecer aquí o
quiere decir que ya no haya que respetar las
allá allá no según mi juicio personal, sino segú n lo
normas, en cuyo caso atropello a personas y
que puede llevarme a descubrir una reflexión
me reviento yo mismo, pero detrás de los de-
común. Por ejemplo, el uso de los cinturones
beres de obedecer a las normas de tránsito
de seguridad se hizo obligatorio mientras mientras que
existe otro deber mucho más importante, el
antes no lo era. Cuando yo tenía veinticinco
de pensar y actuar sin considerar que el auto
años, no era obligatorio. Cuando el cinturón
es la naturaleza. Este ejemplo es muy impor-
se volvió obligatorio, obligatorio, una determinada determinada canti-
tante en nuestra sociedad y al mismo tiempo
dad de personas en Francia dijeron que iban a
limitado con respecto a otras cosas sobre las
desobedecer porque no soportaban soportaban tener que
cuales podemos interrogarnos. Obedecemos
atarse dentro de sus autos. autos. Algunos recibieron
a muy numerosas numerosas obligacio nes en nuestra nuestra so-
multas multas.. Todo To do un movimien to de fondo terminó
ciedad, nosotros los adultos al igual que ustedes los niños y sin duda más que ustedes.
mostrando que sin el cinturón de seguridad estábamos expuestos a lesiones más graves.
Ustedes todavía no manejan, todavía no con-
El uso del cinturón de seguridad se volvió un
trolan sus finanzas, no son responsables jurí-
reflejo. reflejo. Pero a partir partir de e se reflejo ya no nos re-
dicamente. Muchas cosas no son evidentes, la obediencia no siempre es evidente. Por eso
montamos a todos los problemas que plantea el auto y que hace un momento recordaba.
es que Thoreau inventó en Norteamérica en
La desobedienc ia civil puede llegar muy le-
el siglo XIX la expresión de desobediencia
jos, jos, podemos podem os decidir negarnos a combatir si
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
tenemos buenas razones para considerar que
en un momento dado cuando durante siglos
tal guerra no es justa o que tal disposición del orden social no es buena. Piensen en el he
no lo hicimos? Porque algo en la sociedad, en el clima g eneral d e la relación con las formas, formas,
cho muy simple e impresionante de que los
pasa a través de determinados artistas y hace
grandes fundadores de religión, o de filosofía
surgir otra manera de pintar, de dibujar, de
en el sentido de un sistema de pensamiento,
componer música. A menudo las obras que
la mayoría del tiempo fueron grandes desobe
surgen son recibidas con indignación por el
dientes. Sócrates, a quien se considera como
público. público. Existieron famosas batallas como la
el padre de la filoso filosofía, fía, des obedece obed ece a las las leyes
batalla de Hernani cuando se representó la
de su ciudad, ciudad, Atenas. Jesús Jesús deso bedece bede ce a un
obra de Víctor Hugo, porque no respetaba
determinado orden de la religión a la que per
todo un conjunto de reglas del teatro. Cada
tenece, la religión judía judía.. Buda desob edece ede ce a la
uno de los que acabo de nombrar fue reci
religión y a la sociedad en la cual cual vive. Mahoma deso bedece bede ce a un un orden social, a la las s relacio
bido en su época como un personaje escan
nes establecidas entre tribus. Lutero, el gran
opinión pública. pública.
daloso al que condenó una gran parte de la
reformador de la Iglesia cristiana, desobedece
No los esto y invitando a que sean Sócrates, Sócrates,
a la Iglesia católica a la que pertenece. Algu
Jesús Jesús o Mahoma, porque eso no se inventa.
nos científicos tampoco obedecieron a los há
Uno no puede decirse un buen día que va a
bitos de sus disciplinas. Los grandes artistas a menudo son grandes desobedientes. Pero
ser revolucionario. revolucionario. Cuando uno se lo dice, t ie ie ne en cambio las mayores posibilidades de no
en cada uno de esos casos no se trata de un
serlo serlo en absolut absoluto. o. Los revolucionarios pueden
caprichito. Ustedes han oído hablar hablar de los im
ser orgullosos pero no son vanidosos. En un
presionistas. No se trata de una persona que
momento determinado, algo empieza a cua
un día decidió pintar con manchitas, no deli
jar y se entien de que hay algo que hacer, y
mitar más las formas. ¿Por qué ocurriría eso
ese algo no puede permanecer dentro de los
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
límites trazados por la obediencia de todo el mundo en la sociedad. A esto es a lo que lle-
creación, una obediencia que tiene sentido. Es algo que no se da de manera evidente, re-
gamos cuando consideramos el segundo sen-
quiere mucha atención a lo que hacemos, a lo
tido de la obediencia. Una vez más, no es una
que somos, a lo lo que verdaderamente está vivo o a lo que simpleme nte está muerto. muerto.
decisión de una sola persona lo que puede llevar a eso. Es el sentimiento, el sentido, el pensamiento de que obedecemos a algo más importante. importante. ¿Cómo distinguir ese sentimiento de una idea delirante? No existen reglas, criterios ni maneras de distinguirlo. distinguirlo. Podría decir que me voy a detener ahí para que luego podamos discutir. Una gran desobediencia, en la cual siempre habría que estar en condiciones de pensar, pensar, no pue de realizarse sino con e l sentido de una obediencia aún mayor. Obedecemos a algo más fuerte que a su vez no es una aberración distinta de aquella de la que queremos escapar. El mayor ejemplo de obediencia completa que conocemos es la obediencia religiosa. En todas las grandes religiones, existen principios a los cuales cuales debemos obedecer. Pero en el interior de cada religión, hay que distinguir la obediencia obedie ncia qu e consiste en hacer lo que está prescripto por reflejo y la obediencia regida por una relación de invención, de
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Segunda parte Preguntas/Respuestas
Los niños, ¿tienen más derechos o deberes? La cuestión del derecho de los niños es relativamente nueva. Tal vez no hace ni siquiera cincuenta años que hablamos de los derechos de los niños. Durante mucho tiempo, el niño fue considerado como enteramente sometido a deberes, al deber de hacerse adulto, sin ser todavía una persona plena y completamente. Eso cambió. ¿Por qué? Porque la sociedad se imaginaba su orden general de derechos y de deberes como un orden sólido, pero esa sociedad cada vez estuvo menos segura de ese orden. Ustedes se darán cuenta de que estamos en una soci edad eda d que no está muy segura de lo que son esos derechos y esos deberes. En una
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Jean-Luc Nancy
¿Por ¿Por qué obedecemos?
sociedad muy antigua aun los mismos adultos no tenían todos los mismos derechos. Los nobles, las personas del clero tenían derechos diferentes que los del resto del pueblo. pueblo. Hemos llegado a considerar que los niños tienen derechos, que un niño no puede ser tratado de cualquier modo. Actualmente, en general ya no se permite el castigo corporal en la escuela. En las familias, no sé cu;íl es la media general de chirlos, pero seguramente ya no es la que había hace cincuenta años. El sistema de obligacion oblig aciones es y de derechos derecho s en el cual cual el adulto adulto sabe lo que está bien y lo hace aplicar ya no existe íntegramente. Lo cual no quiere decir que un adulto no se suponga en principio que sabe lo que está bien para los niños puestos su autoridad, ya sea un padre, un profebajo su sor, sor, un entrenador deportivo. N o podemos podemo s responder a tu pregunta en términos de más o de menos. Para el niño, exteriormente hay más deberes porque po rque es preciso ir a la escuela, escuela, obeo bedecer a los padres. Pero un adulto que quiere convertirse en deportista también debe obedecer a un entrenador. Los jugadores de un equipo de fútbol deben obedecer. El deporte
es una disciplina muy dura, como un determinado número de actividades que requieren de los adultos mucha disciplina y obediencia, como la danza o la música. Los deberes y los derechos no dependen de lo mismo, mismo, no tenemos derechos como contrapartida de nuestros deberes. Siempre Si empre hay que examinar a qué responden los deberes, adonde apuntan. apuntan. Si el ob jetivo es volverse volver se un súper súper atleta y si también quieres eso, tendrás muchos más deberes que derechos. Todo estará subordinado a ese fin. Los derechos derecho s son límites que se imponen im ponen a los deberes. Ocurrieron abusos en la formación de algunos deportistas, por ejemplo. Hace algunos años, años, hubo todo un movimiento movim iento d e protesta en la Ópera de París a propósito de la manera en que eran tratados los alumnos de danza, danza, los jovencísim joven císimos os bailarines y bailarinas sometidos a una disciplina física y moral terrible. Un conjunto de adultos dijeron que la situación no era admisible. Esas coacciones tampoco sirven adecuadamente para el ob jetivo jeti vo de formar buenos bailarines y además causan daño a la personalidad de esos niños. Existen numerosos casos de ese es e tipo en la for-
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
mación de los atletas, sin dudas más de los
podemos elegir obedecer, y tal vez no haya
que conocemos. Allí también es preciso saber
una obediencia buena sino cuando la elegi-
apreciar lo que constituye un derecho, dónde
mos. Pero siempre hay un breve intervalo.
poner un límite. No tienes derecho a hablar en clase, es norma normal. l. No t ienes derecho a gritar gritar
Aun cuando elijo elijo obedecer, obedezco, me so -
en los pasillos de la escuela. Tienes derecho
sometiéndose, la elección sigue estando pre-
a gritar en la calle. Pero, ¿qué quiere decir el
sente. Tal vez nunca podamos saberlo verda-
derecho de gritar en la calle? Puedes gritar pi-
deramente. deramente. Usted dice que yo eleg í obedecer,
diendo auxilio o porque te sientes mal, pero
pero no es tan seguro. Elegí, me dije que Gil-
gritar por gritar es un derecho idiota. Cuando
berte tenía razón, que en unas conferencias
se piensa bien en ello, existen algunas mane-
para niños hay que hablar de la obediencia,
ras de reivindica r derechos idiotas. idiotas.
que es una cuestión importante en la vida de
meto. Elegir obedecer quiere decir que, aun
un niño. El hecho de decirme que Gilberte
¿Por qué eligió este tema?
tiene razón ya limita mi elección. Por otra otra par-
No elegí, obedecí. Gilberte Tsai me llamó llamó y me
te, Gilberte es una amiga. Eso también, ese
dijo que había que tratar el tema de la obe-
dato limita la la elección. Si le d igo que ella me
diencia en las conférencias breves: “Quiero
molesta, se va a enojar y no quiero que eso
que tú lo hagas”. haga s”. Obedecí, d e hecho no que ría algo así. Gilberte me impuso un deber de
pase. Como resultado, la parte de elección no es nula sino limitada. Finalmente la cuestión
conciencia porque ella pensó que había que
consiste en saber lo que soy yo. La elección
hablar hablar de la obediencia.
es mi elección, mientras que le obedezco al otro. Si digo que elegí obedecer, se trata de
Y usted eligió obedecer. obedecer.
“m i” obediencia. Pero, ¿qué ¿qué es ese “yo ”? A c -
Sí, Sí, porque hubiese pod ido resistirme a Gilber-
tualmente, tenemos demasiada tendencia a
te. En efecto, podemos recordar esa fórmula:
pensar que el "yo” es muy importante. El "yo”
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¿Por qué obedecemos?
se sitúa más bien del lado de los derechos,
mandarlas. Ellas no estaban contentas para
una gran cantidad cantidad de derechos y todo lo que lo constriñe no está bien visto. No digo que el "yo" no no exista, pero de todos modos no hay
nada y te nían razón.
que creer demasiado en él.
¿Estamos obligados a obedecer a nues tros padres? ¡Sí! No, uno está obligado a obedecer a sus
¿Estamo ¿Estamos s obligado s a o bedecer a los que son más gra ndes que nosotros? nosotros?
padres en la medida en que sus padres son
¡Ah, claro que no! Eso depende de lo que
a ser padres. ¿Qué quiere decir ser un padre?
ordenen.
Uno no es forzosamente un padre porque sea
padres. Los padres a su vez están obligados
un padre biológico o jurídico para un niño
Pero un niño de ocho ocho años está obligado a obedecer a un niño de diez años.
adoptado o reconocido. Un padre puede de-
Tienes Tie nes razón en plantearte la cuestión, porque
con el parentesco biológico; él se declara res-
es algo que los más grandes usan a menudo.
ponsable. ponsable. Esto quiere decir q ue está allí allí para
En el colegio, no hay nada mejor que pasar a
permitirle al niño convertir se en un adulto. adulto. Ser
quinto, porque en q uinto se tendrá a bajo a los los
padre es un trabajo muy raro. raro. Hay qu e acep tar
más chicos que uno para mand mandar. ar. Como si em -
estar presente para que algún otro, el niño, se
irre son los l os adultos quienes qui enes retan a los niños,
convierta a su vez en una persona que hace
tendemos a hacer que recaiga la cualidad de
su vida. Es algo m uy peculiar. peculiar. Estás obligado
adulto en los niños de mayor edad. Lo cual
a obedecer a tus padres en la medida en que
también se produce en el seno de una misma
hacen e se trabajo. trabajo. Me dirás que en tu opinión opinión
lamilla. lamilla. Te lo puedo confesar. confesar. Soy el mayor de
no hacen lo que hace falta para que te con-
cinco hijos y mis hermanas menores recuer-
viertas en adulto. Si tienes un punto de des-
dan que yo creía poder asumir el derecho de
acuerdo con tus padres, es tu derecho y un
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finirse, por otra parte no tiene mucho que ver
Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
poco tu deber explicárselos. Y ahí ya hay una
no podrás jugar. Si la amenaza se toma más
obediencia distinta que la obediencia a tus
grave, se vuelve entonces desproporcionada
padres. padres. Tien es el deber de tratar tratar de compren-
y sobre todo hace hac e olvidar comple tamente tamen te de
der. También es posible que para determina-
qué se trata. En lugar de la amenaza, sería
das cuestio nes ll eguen usted os a una incom-
mejor entonces que hubiese una manera de hacer comprender.
prensión. En la medida en cine tus padres no te ordenen que te pases dos veces al día un cepill cep illo o de d e diente.1 dient e.1; con alambres de púa por la boca, más vale lava; te
los
dientes.
¿Por qué uno siempre está obligad o a es cuchar a sus padres? Acabo de decirlo de varias maneras. Uno no
A veces somos amenazados para obe decer.
siempre está obligado. Uno está obligado a
Sí, es lo que decía: "¡Vas a obedecer!", y si
también escuchar para obedecer. Uno no no está
no obedeces, recibirás una una cachetada o te pri-
obligado a ejecutar todo lo que es ordenado
varán de algo. Todo es siempre muy comple-
por los padres, en cambio uno está obligado
jo, muy delicado. En cuanto so ex ige la o be -
a hacer todo para comprender por qué. Si no
diencia, eso significa que no fue inmediata. El
comprendemos en absoluto absoluto,, tenemos derecho
niño que al volver a su casa hace los deberes,
a pedir una explicación. Es cierto que a ve-
ordena bien todo, prepara su cartuchera, su
ces la explicación es inaccesib le para un un niño niño
mochila, nunca recibe amenazas. Tampoco es
de ocho años, por ejemplo. Tus padres te di-
forzosamente un niño ideal. La amenaza es la
cen que debes ser aplicado en la escuela, de
parte de fuerza que hace falta para lograr que
lo contrario no te vas a recibir. Es muy difícil
se acepte la obediencia. Esa fuerza siempre
de comprender, de alguna manera es incom-
es inevitable, pero también de be ser legítima,
prensible. Es preciso que esas cosas más bien
debe tener sentido. Si no haces tus deberes,
se basen en cierta confianza. Aun cuando no
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escuchar en el sentido de obedecer. Se dice
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
llegues a entenderlo porque es algo demasia-
a escondidas, nadie podía ver la luz. Una
do lejano, demasiado abstracto, debes hacer
noche, oigo que alguien sube los escalones
todo lo que puedas pata comprenderlo. Si
hacia mi habitación. Me precipité para vol-
no comprendes para nada, sería posible que
ver a poner el libro libro en la pequeña b iblioteca.
sea algo que no tiene sentido para para ti. ti. Al de cir
Como estaba muy alto, alto, me agarré e hice que
“para ti", ti", vuelvo a la cuestión de saber qué es
se desplome toda la biblioteca. Estaba atraatra-
el “y o” . Un niño no está solo frente a sus pa-
pado, no podía decir que no estaba leyen-
dres, ve un poco cómo suceden las cosas con
do, estaba tapado de libros. Fui castigado,
los demás a su alrededor. Si ningún otro padre
pero en el fondo lo que hacía estaba bien,
se comporta así, entonces uno puede no sola-
porque leía los cuentos y relatos extraídos de
mente pedir una explicación a los padres o a
la Eneida. Mi desobediencia estaba justifi-
otras personas, al maestro, a otros adultos.
cada. Mientras que otras veces desobedecí por comer frutas confitadas de una caja que
¿Acaso usted desobedeció?
no había que tocar porque estaba reserva-
¡Oh, ¡Oh, si! ¿Quieres que te cu ente una deso be-
da para una circunstancia determinada.
diencia? Desobedecí como todos los niños.
Cuando preguntaron preguntaron quién había com ido las
¿Cómo puedes hacerme esa pregunta? Me
frutas confitadas, dije que ciertamente no
hice la rata, rata, por por ejemplo. ejemplo. A vec es uno des-
había sido yo. A menudo nosotros nosotros mismos
obedece por una buena causa. Se me ocu-
sabemos bastante bien cuándo se justifica
rre un recuerdo de desobediencia muy hu-
nuestra nuestra desobedienc ia.
millante pero interesan te. A los ocho años, años, no tenía permiso para leer una vez que me había acostado a la noche, pero mi cuarto
¿Acaso nuestra hermana menor tiene derecho a dam os órdenes? órdenes?
estaba encima del piso donde estaban mis
¡Es al al revés que h ace un rato! rato! ¿Qué edad tie -
padres, mis hermanos y hermanas. Yo leía
ne tu hermanita?
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¿Por ¿Por qué obedecemos?
Siete años.
un ejemplo de obediencia técnica que ac-
Eso depende de a qué le llamas dar una or-
tualmente es inmensa en nuestra sociedad.
den. Entre niños en principio no se deben
Tamb Ta mbién ién para los adultos existe ex iste n una can -
dar órdenes, pueden realizarse pedidos, se
tidad de prescripciones médicas sobre las
pueden tener exigencias. Todas esas cues-
cuales a veces podemos dudar, pero es muy
tiones son demasiado generales, habría que
complicado. Tal vez no exista una verdad
tener un ejemplo preciso. Si tu hermanita
única y absoluta. Si verdaderamente los es-
tiene la costumbre de darte órdenes todo el
pecialistas consideran que hay que hacer
tiempo, en efecto eso no anda muy bien. Y
tal operación para que tu dentición se forme
tú, ¿no se las das?
bien, no lo puedes juzgar. Sólo puedes juzgar que esa operación no te gusta para nada. En
Eso depende.
general, las operaciones no gustan. Ya sa-
Entonces hay que ver ahí cómo actúas.
bes, yo tuve una muy grav e operación del co razón razón.. Algunos amigos me decían que debía
Debido a mis dientes, debo ir al hospital y nunca me preguntaron mi opinión opinión para saber si yo quería todos esos aparatos. ¿Acaso puedo desobedecer?
negarme, que eran estupideces de médicos.
¿Sacarte los aparatos?
no querían que el sistema médico impusie-
Me decían que yo estaba enfermo enfermo porque estaba demasiado nervioso. Eso no tenía sentido, las personas reaccionaban así porque ra cada vez más cosas. Esa cuestión es muy complicada. Actualmente, en el lado opuesto
No, negarme a pasar por la operación prevista.
al de los niños, niños, el sistema m édic o les impone
No digo que no puedas negarte, pero no
disposiciones a personas viejas para prolon-
puedo responderte porque no sé de qué se
gar sus vidas. No siempre resulta evidente
trata. No eres la única en esa situación. Es
que eso sea lo mejor que se puede hacer,
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
pero un médico no está para hacer morir a la
Esto coincide con lo que decía hace un rato rato,, la
gente. Es una una gran regla a la la que ob ede ce un
cuestión es demasiado general, habría habría que to-
médico. Una persona adulta siempre tiene
mar un caso más preciso. Tus padres te dicen
derecho a negarse a tal o cual tratamiento,
que hagas tus deberes, por ejemplo. ejemplo.
arriesgándose a cosas muy graves, a morir. Pero un niño niño no está en posición de poner en jue go su propia voluntad, que por otra p arte es más un miedo que una voluntad. Puedes preguntarles a tus padres si recabaron todas las mejores opiniones posibles.
Esa no es la cuestión. Doy un ejemplo: cuando le dicen que no a mi hermanita, ella va a hacer de todo para que al cabo de un momento le digan que sí. ¿Por qué se siente obligada a desobedecer cuando le dijeron que q ue no? no?
¿Por qué, cuando nuestros padres dicen que no, nos sentimos obligados a des obedecer?
No es lo mismo, mismo, cuando le dic en que no, ella
¿Obligados por qué?
para nada similar, ella no desobedece, quie-
hace de todo para que le digan que sí. No desobedece, ella ella exige lo que le niegan. niegan. No es re forzar a los otros a obedecerle. En efecto,
Cuando nos dicen que no, no, vamos avdesobe avde sobe decer porque no queremos escuch escuchar. ar. Pero, ¿por ¿por qué nos sentimos entonces obligados obligado s a desobedecer?
cuando nos dan una orden sin que estemos de antemano dentro de un contexto, en un ambiente en el cual sabemos que las órdenes son son legítimas, empe zamos retrocediendo
Planteas la cuestión de otra obediencia, obe-
un poco ante cada orden. Subes al subte y la
deces a otra cosa, a otra fuerza. Incluso vas a
gente dice que hay que correrse. Esa es la
decir deci r que es más fuerte qu e tú. tú.
reacción. reacción. A vece s aquel al que le dicen que se corra habría podido hacerlo porque queda un
Sí, un poco.
sitio vacío en el medio. Es normal resistirse.
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Jean-Luc Nancy
¿Por ¿Por qué obedecem os?
La resistencia a la obediencia es una cosa mínima. No habría obediencia sin una posi-
Mi hermanita nunca me obedece, ¿qué puedo hacer para que me obedezca?
ble resistencia. La resistencia no cede sino
¿Por ¿Por qué quieres que te obedezca?
cuando existió la posibilidad de comprender verdaderamente la cosa. Lo cual no quiere
Porque sí.
decir que se comprenda de manera intelec-
¡Pero qué bien ! ¿Cuál es tu autoridad? ¿Qué
tual, sino que se penetre en la cosa. No se
le ordenas, por ejemplo? Hay que ser claro. En
trata trata simplemente de someterse tampoco. A
principio, no tienes que hacer obedecer a tu
veces, comprendemos que las órdenes tam-
hermanita. Eres un poco grande, puede ser
bién tienen sentido. Si el que da la orden no
que tu hermanita no se dé cuenta de algunas
es completamente delirante, debe haber pues
cosas y en tal caso puedes decirle que no to-
algo por detrás. detrás. Hacem os lo que pide y al mis-
que los fósforos, por ejemplo. ejemplo. ¿N o es así?
mo tiempo intentamos comprender. Por qué lutamente es un problema más complicado.
Por ejemplo, quiero que ella recoja algo pero ella nunca lo hace. hace.
Al menos para determinadas cosas, ella sólo
Te dedicas dedic as a un ejercicio ilegítim ilegí tim o d e autori-
se recon oce a sí misma como autoridad. autoridad. ¿Qué
dad que no tienes de recho a asumir. asumir. Porque te
quiere decir reconocer una una autoridad? autoridad? Reco-
gusta decir le a tu hermana que reco ja cosas. cosas.
tu hermanita quiere que le obedezcan abso-
nocer la autoridad de la policía, por ejemplo. cial de policía. N o se trata de saber si su cara cara
Es sólo para que ella sea gentil, pero no quiere nunca.
nos gusta o no, sino de lo que ordena, de la
¿Qué quiere decir que ella sería gentil? Que
manera en que lo hace.
sea gentil en el sentido de obediente. Quiere Quiere
Eso también depende de la policía o del ofi-
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Jean-Luc Nancy
¿Por qué obedecemos?
decir que sientes placer poniéndote en el lu-
¿Y una persona que no tiene ningún derecho derecho o nin gún deber? deber?
gar de los padres, de los jefes.
¿O? No es algo separable. Si tomas a alguien
Cuando mi hermano m enor le dice algo, ella lo hace, pero cuando soy yo, no.
afuera de toda sociedad, entonces puedes
Lo que resulta muy interesante en esta dis-
deber. Pero, ¿en base a qué se va a regular?
cusión, a diferencia de las otras conferencias,
En base a su propia supervivencia. Tomemos
es que apunta de inmediato a lo particular: mi
todas las historias historias de Robinson Crusoe. Crusoe. En to-
hermanita, mi hermano menor. Ustedes están
das esas historias, verás que la persona debe
insertos en relaciones donde la cuestión de sa-
darse obligaciones por sí misma para hacer
ber quién manda manda y quién obedec e casi siempre
esto o aquello. Se vuelve alguien que casi no
está presente, más o menos intensa, canden-
tiene ningún derecho pero que tampoco está
te. Sigue siendo una pregunta: ¿quién manda,
sometid o a deberes. Los debe res son morales, morales,
quién obedec e?, ¿por qué hay autoridad?, autoridad?, ¿qué
él está sometido a necesidades como comer,
sentido tiene? Pero no tiene sentido de parte
como arreglárselas. No vemos cómo imaginar
de un hermano mayor que le ordene a su her-
eso excepto como una vida bastante misera-
manita. manita. N i para ti ni tampoco para tu hermano
ble. La historia de Robinson supone además
menor. Pienso que será preciso reconsiderar
otra cosa que olvidamos la mayor parte del
todo el problema en un consejo de familia.
tiempo. Por supuesto, está solo en una isla,
decir que tiene todos los derechos y ningún
pero, ¿qué tiene consigo? Recoge cajas arro-
¿Existen ¿Existen personas que no tienen tienen ningú n derecho o ningún deber?
jadas por el mar en donde encuentra herra-
No. Para imaginar a alguien sin ningún dere-
cosa. Todos esos objetos que le llegan de la
cho y ningún deber, hay que imaginar a alguien afuera de toda sociedad.
sociedad, de la civilización, han pasado por
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mientas. Sin eso, Robinson no lograría gran
una cantidad de sucesiones de derechos, de
Jean-Luc Nancy
deberes, de elaboración. Ningún derecho o ningún deber, en cierto sentido esto no quiere decir nada. ¿Conoces la historia de los niños lobos? En otra época, se llamó niños lobos a
ÍNDICE
niños que se descubrieron abandonados en la naturaleza y que sobrevivieron, uno de ellos en Francia a comienzos del siglo XIX, varios en la India. Se dice que sobrevivieron gracias a los
Primera parte: parte: El maestro ignorante presenta
lobos. Es un poco la historia de Mowgli en El lib io de la selva. selva. Pero Mowgli es una ficción. Y la verdadera historia de los niños lobos muestra que un niño que no es educado por humanos, si no aprendió la comunicación con los humanos, es incapaz de volverse un hombre. No se convierte en un hombre. Puedes leer un libro al respecto, El ruño salvaje, salvaje, escrito por el médico Itard, con el que François Truffaut hizo un filme. Ese médico había encontrado al niño, niño, quiso hacer q ue se vo lviera humano y no lo logró. logró. Un animal no no tiene derechos ni d ebe res hasta cierto punto, porque hoy justamente hablamos de los derechos de los animales.
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Segunda parte: Preguntas / Respuestas Respu estas
¿QUÉ SIGNIFICA PARTIR? LO FINITO Y LO INFINITO ¡QUÉ EMOCIÓN! ¿QUÉ EMOCIÓN? DIFERENCIA DE SEXOS
DIVERSIDAD DE NATURALEZAS, DIVERSIDAD DE CULTURAS
¿Por qué obedecemos? se imprimió en agosto de 2016 2016 en Buenos Aires Print, Print, Pre sidente Sarmiento 459, 459, Lanús, Lanús, Provinc ia de Buenos Aires, A rgentina.
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