Herencia del periodo colonial en la actualidad de Centroamérica El término “cultura” se define como el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social dentro de una sociedad. Esta se puede dividir en dos categorías: la cultura material y la no material. La cultura material se refiere a la totalidad de objetos que posee y crea el ser humano individual o colectivamente para desarrollar todas las actividades cotidianas. La cultura material es extensa, abarca las comidas, la forma de vestir, los juegos que se practican y las diferentes herramientas que se utilizan. Los pueblos mesoamericanos dejaron también como herencia un vasto patrimonio material en cuanto a la arquitectura: los sitios arqueológicos de Tikal, Copán y Tazumal. Se incluyen también herramientas para el trabajo de la tierra, la caza de animales y el legado gastronómico del maíz. La cultura no material se refiere a los elementos que están presentes en la cultura, pero que son intangibles. Por ejemplo: los valores morales de cada sociedad, la religión, el lenguaje, las expresiones artísticas que forman parte del folclor de un pueblo y las formas de organización social. En la actualidad, podemos observar el reflejo de la cultura inmaterial en la celebración de las cofradías en los pueblos o de los santos patronos, como la celebración del 6 de Agosto en San Salvador, dedicada al Divino Salvador del Mundo. A medida que avanzaba la colonización de Centroamérica, los españoles introdujeron nuevos métodos y productos agrícolas, herramientas de trabajo y domesticación de animales propios de Europa. Posteriormente y con ayuda de los frailes que acompañaban la misión enviada por la Corona española, los nativos comenzaron a adoptar la lengua castellana, que se convirtió en la oficial de toda América Latina, a excepción de Brasil que fue colonizado por los portugueses. La religión católica eliminó el politeísmo existente en las culturas prehispánicas; sin embargo, en un intento de proteger y conservar algunas de sus costumbres, los nativos mezclaron creencias propias con los nuevos ritos españoles y es así, como
en la actulidad aún se celebran fiestas religiosas con rituales y colorido prehispánico. Uno de los eventos más notables durante el proceso de colonización fue el mestizaje, debido a las relaciones que mantenían algunos españoles con las mujeres indígenas o africanas, pues era poca la cantidad de mujeres españolas que vivían en América. Los componentes coloniales que han sobrevivido son los métodos y producción agrícola, la domesticación de los animales, la lengua, la religión y la población mestiza que habita en Centroamérica, de tal forma que en la actualidad ninguno de estos elementos son extraños y forman parte de la vida cotidiana de las naciones.
El Día de la Cruz La tradición establece que el 3 de mayo debe colocarse una cruz armada con madera verde de palo de jiote para representar la renovación de la humanidad después de la venida de Cristo. Se pone la cruz en las casas, se reza para que no llegue el diablo y se baila en la casa o en el patio. Los pueblos prehispánicos, por estas fechas, también realizaban un ritual de renovación dedicado al dios Xipetotec (el señor desollado), para quien sacrificaban seres humanos, a los que arrancaban la piel para cubrir a Xipetotec como señal de renovación, pidiendo abundantes cosechas y prosperidad. En esta comparación se observa un sincretismo entre la tradición prehispánica y los rituales cristianos. Juegos de la alta sociedad: Aristocracia. En la Colonia se practicaba un juego de origen italiano llamado truco, pero los españoles, en lugar de jugarlo en el suelo, lo hacían sobre una mesa con barandas y troneras, con dos arcos en su cubierta, uno en la parte superior y el otro en la inferior. Se jugaba con dos bolas que eran empujadas con un palo especial que en su extremo ostentaba un fierro curvo con el cual se hacía pasar la bola a través de los anillos o arcos. Billar