Capítulo I Modernidad latinoamericana Aunque alguna información información nueva agregaré en las páginas páginas que vienen a continuación continuación,, debo advertir desde la partida ése no fue el objetivo principal de mi libro. n cambio, traté de reunir en él un conocimiento que se encontraba !a disponible para el uso de aquellos que sienten que aprender acerca de la "istoria de la cultura de América #atina constitu!e una necesidad a la cual no les es posible sustraerse, con el que "e tenido que entenderme en más de una ocasión, a profundi$ar profundi$ar ! cuestionar cuestionar dic"o conocimiento conocimiento "asta donde mis limitaciones limitaciones me lo permitieron ! a formular a su respecto una "ipótesis de trabajo que fuese capa$ de reconfigurarlo ! reinterpretarlo de una manera deseablemente más persuasiva, por ser %ojalá& más consistente. 'ostulo, en efecto, que durante el tramo de la "istoria cultural latinoamericana que aquí me interesa estudiar, que es el que va de ()*+ a (-+ ! que coincide con el que ngel /ama deslindó en el capítulo quinto de La de La ciudad letrada como letrada como el del 0segundo nacimiento1 de nue nuest stra ra "ist "istori oriaa decim decimon onóni ónica ca ! en el prólo prólogo go al segun segundo do volum volumen en de sus sus Clásicos 2 hispanoamericanos como hispanoamericanos como la 0base engendradora de la modernidad1 regional , es el primero de los tres a lo largo de los cuales el fenómeno moderno se despliega entre nosotros ! donde se alojan numerosas de las claves que e3plican los derroteros que "abía de seguir en su tra!ectoria posterior. sto al punto de que su gravitación no es ni siquiera "o!, en agosto de -+(-, -+( -, cuan cuando do redac redacto to la versi versión ón fina finall de este este capí capítu tulo lo,, po porr compl complet etoo desca descarta rtabl ble. e. l contemporáneo retorno de nuestras economías a un modelo globali$ado, que de acuerdo con el lugar com4n tecnocrático de las ventajas comparativas ! competitivas cifra su eficacia casi e3cl e3clus usiv ivam amen ente te en la e3po e3port rtac ació iónn de prod produc ucto toss prim primar ario ios, s, en ve$ ve$ de prom promov over er el fortalecimiento de un mercado interno de productores ! consumidores !, por consiguiente, un desarrollo vigoroso ! armónico de los distintos sectores sociales que integran la comunidad nacional, es, ni qué decirse tiene, el indicador por indecencia de que, pese a los esfuer$os industriali$adores ! democrati$adores que se "icieron a mediados del siglo 55 ! "asta los a6os sesenta, los latinoameri latinoamericanos canos no nos "emos librado librado %7estuvimos %7estuvimos libres de verdad alguna ve$8& de la maldición del origen. 'ero para que los lectores me acompa6en de una mejor manera en esta propuesta "istoriográfica lo primero en que !o tengo que insistirles es que estaré exponiendo en lo que sigue sobre el campo intelectual latinoamericano durante un período de modernización. modernización. nunciar mi asunto de este modo me compromete a dar respuesta a cuatro preguntas. 9e ellas, contestaré rápidamente a las dos que me me parecen de más fácil despac"o ! que son la relativa a la posibilidad de "ablar acerca de América #atina como de una totalidad supranacional unificada ! la de utili$ar la noción espaciali$adora de 0campo1, una noción que pertenece a 'ierre :ourdieu, como se sabe %aunque !o no me abstenga de introducirle algunas precisiones adicionales&, para cualquiera de los segmentos en que es posible dividir la "istoria de su letrada. ;antiago de C"ile.
ol. Modernismo. >ol. II. :arcelona. Círculo de #ector #ectores, es, () ()=, =, que se titul titulaa 0#a moder moderni$ ni$aci ación ón litera literaria ria latino latinoame americ ricana ana %()*+? %()*+?(( ((+&1 +&1.. /eprod /eproduci ucido do Latina eds. ;a4l ;osno@si !
cultura. ;on temas que "an sido objeto de debate en otras circunstancias ! no creo que necesite muc"o tiempo para volver sobre ellos a"ora. n lo que respecta al primero, estimo que el conocido dictamen de ngel /ama, en !ransculturación narrati"a en América Latina me Latina me e3ime de e3tenuarme ofreciendo ma!ores detalles. scribe éste a"íD #a unidad de América #atina "a sido ! sigue siendo un pro!ecto del equipo intelectual propio, reconocida recon ocida por un consenso internacional. stá fundada en persuasivas ra$ones ! cuenta a su favor con reales ! poderosas fuer$as unificadoras. #a ma!oría de ellas radican en el pasado, "abiendo modelado "ondamente la vida de los pueblosD van desde una "istoria com4n a una com4n lengua ! a similares modelos de comportamiento. #as otras son contemporáneas ! compensan su minoridad con una alta potencialidadD responden a las pulsiones económicas ! políticas universales que acarrean la e3pansión de las civili$aciones dominantes del planeta. 'or debajo de esa unidad, real en cuanto pro!ecto, real en cuanto a bases de sustentación, se despliega una interior diversidad que es definición más precisa del continenteB. n consecuenciaD la unidad de América #atina se constitu!e, seg4n el estudioso urugua urugua!o !o,, a parti partirr de una reunión de índole programática programática la de los elementos pasados ! presentes que componen un todo cu!a e3istencia a él no le parece susceptible de cuestio cuestionami namient ento, o, pero que en realidad realidad es heterogéneo %su heterogéneo %su alegato de una 0lengua com4n1 nosotros podemos dejarlo de lado sin más trámiteD las lenguas ma!ores son en América #atina por lo menos tres ! las menores una infinidad difícilmente calculable. #eo que sólo en el :rasil, junto con el portugués oficial, e3isten doscientas lenguas más&, lo que no es óbice para que dé origen a un pro!ecto colectivo, permanente ! factible. ;e subentiende además que el objeto de ese pro!ecto no es una criatura de 9ios ni de la naturale$a sino una construcción del pro!ecto mismo, obra de un 0equipo intelectual propio1, pr opio1, como con elocuencia escribe /ama, que "a estado en actividad desde fines del siglo 5>III, al que en la era republicana Miranda ! :olívar conciben por primera ve$ desde el punto de vista político ! :ello por primera ve$ desde el punto de vista cultural, ! que, sin perjuicio de una larga seguidilla de altibajos, se prolonga "asta "o!. n cuanto a la posibilidad de ocuparnos de dic"o objeto para el período que !o me propongo cubrir cu brir en este libro, o para cualquiera de los dos que vienen después, ec"ando mano de la noción de 0campo intelectual1, lo que necesito es traer a colación la macro"ipótesis del propio :ourdieu, cu!a intuición básica es que las prácticas que conforman la totalidad social moderna se desenvuelven en espacios diferenciados, complejos ! relativamente autónomos %relativamente a las determinaciones de la "istoria general, se entiende&, delimitables en el tiempo con cierta precisión, en el interior de los cuales los modernos "acemos todo cuanto "acemos. 'iensa :ourdieu ??! pienso !o?? que éste es también un punto de arranque apropiado para un programa de investigación que se "a!a puesto como meta alcan$ar un conocimiento claro ! distinto acerca de cualquiera de las prácticas las prácticas simbólicas que simbólicas que en la mitad occidental del mundo se "an estado generando desde "ace cinco o más siglos. ;abemos que durante este BB ngel /ama. !ransculturación /ama. !ransculturación narrati"a en América Latina. Mé3ico. Latina. Mé3ico. ;iglo 55I, ()-, p. )2.
= lapso los dominios que albergan a esas prácticas "an sido blanco de un esfuer$o constante de autonomi$ación, el que en la segunda mitad del siglo 5I5 se acelera a un ritmo "asta entonces jamás visto, lo que el sociólogo francés nos recomienda percibir. ;ólo así, piensa :ourdieu, podremos "acernos cargo competentemente del dónde se encuentran situados 0los que producen las obras ! su s u valor1*. Mi tarea en este libro consistirá, consistirá, por lo tanto, en identificar identificar a los agentes que intervienen en el campo intelectual latinoamericano que en él estudio %o en cualquiera de los subcampos en los cuales éste se divide&, en caracteri$ar las acciones de las cuales ellosEellas son protagonistas, así como también en evaluar los resultados de tales acciones en las obras concretas. Agentes, acciones ! obras que se relacionan con, pero que también difieren de los que se observan en los campos de la producción material, de la misma manera en que se relacionan con ! difieren de los que se observan en el espacio que a ellos les es privativo, for$ando a los sujetos involucrados ! a sus productos a entrar en una competencia que posee reglas ! protocolos propios ! que puede ser más ! menos belicosa. Advierto, sin embargo, junto con :ourdieu, que ésta no es tanto una guerra de individualidades como de 0posiciones1, las que se "abrán establecido de antemano, aunque también sea cierto que eso no e3clu!e el surgimiento del 0genio1 creador ! la generación consecuente de lo nuevo %no sé si :ourdieu "ubiese estado de acuerdo conmigo en esta proposición ! creo que no, pero a mí ella me resulta indispensable porque si no dispongo de un "ori$onte para el genio individual no tengo cómo pensar a personajes de la talla de Fosé Martí, /ubén 9arío o Foaquim Maria Mac"ado de Assis&. 'ara los que triunfan en la guerra de marras, el premio consiste en el logro de la 0legitimidad1 ! el 0reconocimiento1 o, puesto en términos más crudos, en un control "egemónico al interior de la esfera en que ellos desenvuelven sus actividades. Creo, en tercer lugar, que es de buena crian$a alertar también al lector de este volumen acerca de sus carencias, pues carencias, pues él se limita a dar cuenta de los productos de la cultura regional letrada. letrada. staré "ablando, por lo tanto, en las páginas que siguen, de unos individuos cu!o estatuto contemporáneo es precario, pero cu!a contribución a nuestra vida en com4n "a sido ! es, en mi opinión, insustituible. Me refiero con esto a 0los intelectuales1 intelectuales1,, entendidos estos como unos personajes cu!a 0ocupación distintiva es producir ! transmitir mensajes relativos a lo verdadero %si se prefiereD a lo que ellos creen verdadero&, se trate de los valores centrales de la sociedad o del significado n lo que toca a la práctica política, el punto de partida suele retrotraerse a Maquiavelo, cuando en (B=- éste le advierte al príncipe que lo que él debe "acer, para asegurarse de que tiene a sus enemigos bajo control, es 0ganar 0ganar amigos, vencer o con la fuer$a fuer$a o con el fraude, fraude, "acerse amar ! temer temer por los pueblos, "acerse "acerse seguir ! reverenciar por los soldados, eliminar a quienes pueden o deben ofenderte, innovar el antiguo orden, ser severo ! agradable, generoso ! liberal, eliminar la milicia desleal, crear otra nueva, conservar las amistades de re!es ! príncipes de manera que tengan tengan que favorecerte con cortesía cortesía o atacarte con respeto1. respeto1. Ge a"í el acta de nacimiento de la politología moderna como un 0campo1 simbólico diferenciado de los de la religión ! la ética. Hicolás Maquiavelo. #l Maquiavelo. #l príncipe tr. príncipe tr. rancisco Moglia. $bras selectas. :uenos selectas. :uenos Aires. 9istal, -++=, p. B(. ** 'ierre :ourdieu. 0l campo literario. 'rerrequisitos críticos ! principio de método1, tr. 9esiderio Havarro. Criterios -B?-) Criterios -B?-) %()?(+&, -+ et sqq. l sqq. l libro fundamental es, por supuesto, Les %&gles de lárt. 'en&se et structure du champ littéraire. 'aris. littéraire. 'aris. ;euil, (-. Jna buena compilación de las diferentes publicaciones de concepto trs. Alberto de :ourdieu sobre el tema enD Campo de poder campo intelectual. (tinerario de un concepto $curdia, /amiro Kual, >ioleta Ku!ot, Forge 9otti ! Héstor Karcía Canclini. :uenos Aires. Montressor, -++-.
2 de su "istoria, de la legitimidad o la injusticia del orden político, del mundo natural o de la realidad trascendente1, que usan como medio predilecto de comunicación la 0publicación impresa1 ! que finalmente 0suelen buscar que sus enunciados resuenen más allá del ámbito de la vida vida inte intele lect ctual ual,, en la aren arenaa polí políti tica1 ca1). Lu Luis isie iera ra agre agrega garr a esta esta senc sencil illa la pero pero mu! mu! aprovec"able definición del sociólogo argentino Carlos Altamirano que los 0mensajes1 a los que en ella se alude pueden ser o no referenciales o, dic"o esto con el lenguaje de la teoría aristotélica, que pueden ser o bien 0verdaderos1 o bien 0verosímiles1, ! sin que eso importe ma!ormente para los fines de una e3posición como la mía. n definitiva, no es del 0campo cultural1 en un sentido amplio, ni menos todavía con el significado que los antropólogos reservan para el vocablo 0cultura1 ??el que de adoptarlo me "ubiese obligado a profundi$ar en ! a pronunciarme pronunciarme pormenori$adament pormenori$adamentee sobre lo que acontece en el dominio de la e3periencia e3periencia com4n, cosa que aquí "ago pero sólo en la medida de la utilidad que ello me presta para un mejor cumplimiento de mi objetivo primario??, sino del 0campo intelectual1 del que "ablaré en lo sucesivo. #os capítulos que siguen se distribu!en de esta manera en un segundo ! un tercero dedicados a las perspectivas ideológica ! estética "egemónicas durante el período en cuestión, cu!as epistemologías moderni$adoras son, por lo menos "asta los primeros a6os del siglo 55, el positivismo, el dar@inismo social %sobre todo en la versión de Gerbert ;pencer&, ! con un impac impacto to meno menorr, pero pero no insi insign gnifi ifica cante nte,, el neo neoant antis ismo mo de a arl rl C" C"ri rist stia iann rau rause se ! el utilitarismo neopositivista a la manera de Fo"n ;tuart Mill, ello desde el punto de vista filosófico, filosófico, ! el realismo?natural realismo?naturalismo, ismo, de preferencia preferencia el de Nmile Oola ! sus seguidores, seguidores, desde el punto de vista estético %lo nombro 0realismo?naturalismo1 para reconocer su compromiso con la reproducción literaria de 0lo dado1 aEen la e3periencia "umana ordinaria, pero también diferenciándolo por su afán cientificista del realismo anterior, vivo todavía durante este período, aunque grávido con toda clase de residuos románticos, especialmente a través del denominado 0cuadro de costumbres1&. Ho sin dificultades, sin embargo, lo que me "a llevado "asta la escritura de un cuarto capítulo sobre los positivistas, los neodar@inianos ! los naturalistas 0incómodos1, ! de un quinto sobre los 0retrógrados1 ! los 0residuales1. l capítulo se3to se ocupa del 0modernismo1, contrapunto del realismo?naturalismo ! de tratamiento insosla!able en una síntesis como la que a continuación presento, el séptimo de la 0ciudad nueva1, el octavo del 0teatro1, el noveno de las 0mujeres1 ! el décimo de la figura epónima de Fosé nrique /odó. l décimo primero avan$a "acia el conocimiento de una forma de cont contra ra"e "ege gemo moní níaa a la cual cual,, al cont contra rari rioo de la refo reform rmis ista ta de los los 0inc 0incóm ómod odos os11 ! los los 0modernistas1 ! de la meramente reiterativa de los 0retrógrados1 ! 0residuales1, mueve una voluntad de cambio revolucionario ! por ende, una visión política ! cultural de futuro, me refiero a los 0anarquistas ! socialistas1. l décimo segundo ! final se detiene en la otra gran figura de la época, vigente "asta "o!, Fosé Martí. Con lo que se me queda afuera, ! esta es la cuarta de mis advertencias al lector, tanto la cultura 0no letrada1, importantísima cuando se trata de América #atina ! todavía más en el período que a"ora me "e propuesto discutir, como muc"o de d e la cultura musical ! visual, visu al, si se e3cept4a el teatro, un asunto acerca del cual "e escrito en otras ocasiones ! para el que a"ora "e reservado, como !a lo dije, el octavo capítulo del libro. /especto de lo que pienso acerca de )) Carlos Altamirano. 0Introducción general1 a Carlos Altamirano, ed. )istoria de los intelectuales en América Latina. > Latina. >ol. ol. I. #a ciudad letrada, de la conquista al modernismo. :uenos Aires. at$ ditores, -++), pp. (2?(B.
B la cultura no letrada de la región, abundaré en el epílogo refiriéndome a algunos de sus posibles alcances, los que a mi juicio no se agotan en lo que al respecto es obra de la creatividad %enorme, sin duda& de los pueblos originarios %ver, para ma!or precisión, la nota =+) en el capítulo 5I&, así como a las causas que e3plican su ausencia en mi trabajo. /econo$co, desde !a, como quiera que sea, que esas son prácticas que debieran incluirse en la construcción de un mapa e3"austivo del campo intelectual latinoamericano durante la época que aquí me "e propuesto abordar, porque, como lo planteó con su acostumbrada lucide$ Arturo Andrés /oig "ace más de dos décadas, la sola e3presión 0pensamiento de América #atina tiene el inconveniente inconveniente de no se6alar la e3istencia e3istencia de otros desarrollos desarrollos del pensamiento pensamiento que no qued quedan an así compren comprendid didos os termi terminoló nológic gicame amente nte11 . Careci Careciendo endo sin embarg embargoo de los conocimientos necesarios para pronunciarme idóneamente acerca de ello ! no queriendo incurrir incurrir en frivolidades frivolidades inanes, prefiero dejarles esa doble tarea a quienes esto! seguro de que pueden asumirla con más autoridad que !o. 'ero por sobre todo me parece conveniente insistirle al lector de estas páginas que una maci$a bibliografía "istoriográfica, aparecida con posterioridad a (*+ ! que comprende saberes diversos, nos demuestra que en América #atina el tiempo que !o recorto en mi ensa!o es un tiempo modernizador en e*ecto. 'or e*ecto. 'or lo menos en principio, coincido en este aspecto con el "istoriador c"ileno Fulio 'into >., quien no sólo postula la e3istencia de una modernidad lati latino noam ameri erica cana na sino sino que inte intent ntaa perio periodi di$ar $arla la "acie "aciend ndoo uso uso para para ello ello de un encua encuadre dre cronológico cronológico cu!o antecedente es la noción de 0siglo 0siglo 5I5 largo1 de ric Gobsba@m, es decir, en lo que concierne a #atinoamérica, el lapso que se e3tiende desde (**+ "asta ((2. Cito a 'intoD lo que este trabajo postula es que, dentro de ciertos parámetros que se definen a continuación, América #atina por lo menos inició su 0e3periencia de la modernidad1 durante el período indicado P"acia (**+Q. 'ropone adicionalmente que para algunos actores sociales, los menos, esta e3periencia cobró la forma de un pro!ecto, mientras que para otros, los más, se trató más bien de una ruptura impuesta en contra de su voluntad. Conclu!e postulando que para el término de este primer contacto profundo con la modernidad, el sentido asimétrico de su valoración inicial tendió a revertirse, atem atemori ori$a $and ndoo a sus sus parti partida dari rios os origi origina nale less ! ganan ganando do la ad"e ad"esi sión ón de segm segment entos os importantes de quienes "asta entonces "abían sido sus víctimas o detractores. Como corolario final se sugiere que tal ve$ esa misma 0conversión1, "abida cuenta de la pasividad ! el sentimiento de insatisfacción de quienes la protagoni$aron, fue la que engendró en la sociedad del siglo 55 la percepción de que la moderni$ación quedaba como una tarea pendiente para el nuevo siglo PRQ ;ituándonos en un especie de 0siglo 5I5 largo1 análogo al definido por ric Gobsba@m para su "istoria centrada en el eje nor?atlántico propone PpropongoQ que entre las /eformas :orbónicas de fines del siglo 5>III ! la cuestión social de comien$os del 55 se desenvuelve un proceso de moderni$ación moderni$ación que no dejó intactas intactas las sociedades sociedades del continente, continente, ! cu!o efecto cobró (+ un alcance cada ve$ más generali$ado . Arturo Andrés /oig. 0Interrogaciones sobre el pensamiento filosófico1 en #eopoldo Oea, ed. América Latina en sus ideas. Mé3ico. ideas. Mé3ico. JH;CS. ;iglo 55I, (), p. 2*.
'or mi parte, de una manera menos ambiciosa que la que 'into escoge, aceptando su tesi tesiss de que "ubo "ubo efect efectiv ivam amen ente te en Amér Améric icaa #ati #atina na una 0e3per 0e3perie ienci ncia1 a1 temp tempra rana na de 0modernidad1, 0modernidad1, pero relativi$ando relativi$ando la correspondencia correspondencia europea a partir de la cual él da forma a su periodi$ación, correspondencia que a mí no me parece utili$able a menos que se le "a!an int introdu roduci cido do algu alguno noss dist distin ingo goss import portan ante tes, s, diré diré qu que, e, local ocali$ i$án ándo dolo lo ent entre () ()*+ *+ apro3imadamente ! el fin de la 'rimera Kuerra Mundial, también apro3imadamente, la bibliografía aludida me demuestra de muestra la realidad r ealidad de un ciclo de cambios cu!a arista política más visible ! también la más comentada por los especialistas, es el reempla$o de las dicotomías entre entre liber liberal ales es ! conse conserv rvado adores res %e incl inclui uido doss dent dentro ro de este este grupo grupo los los con conse serva rvador dores es monárquicos, como en los casos de Mé3ico ! :rasil& ! entre centralistas ! federalistas %o regionalistas&, que eran las que les "abían impuesto su carácter a las primeras seis décadas del siglo, por un consenso de corte liberal?oligárquico cu!a impronta deviene simultáneamente rastr rastrea eable ble en todo todoss los los ámbi ámbito toss de la prác prácti tica ca soci social al ! cult cultura urall ! cu! cu!os os dato datoss pu pued eden en organi$arse e interpretarse recurriendo a la "ipótesis moderni$adora que a"ora propongo. 'or ejemplo, ejemplo, /ama /ama pub public licaa en (* (*++ %ubén +arío , el modernismo. Circunstancia socioeconómica de un arte americano un americano un libro con el que revoluciona la visión que teníamos "asta entonces sobre esa tendencia decisiva para la "istoria de la literatura de Gispanoamérica %! para la "istoria de la literatura de spa6a igualmente&, a la que los críticos socialistas "abían repudiado por evasiva, e3ótica ! afrancesada(( ! los vanguardistas ! postvanguardistas por arcaica(-. scribe /amaD Cuandoo 9a Cuand 9arí ríoo ingr ingresa esa a la lite literat ratura ura,, el liber liberal alism ismoo se "a impue impuest stoo en tierr tierras as americanas ! su funcionamiento en el plano literario establece esta 4nica le! de oroD T;é t4 mismoU. ;i esa es la clave del sistema, ! si éste no "a dejado de regir la "istoria (+(+ Fulio 'into >. 09e pro!ectos ! desarraigosD la sociedad latinoamericana frente a la e3periencia de la modernidad %()*+?((2&1. Contribuciones cientí*icas , tecnológicas. -rea Ciencias ociales (=+ ociales (=+ %-++-&, ! ?(++. (((( Vning4n primate del Modernismo nos deja una obra que tradu$ca con eficacia ! "ondura la realidad trágica ! promisoria de nuestro continenteV ! Vlírica de e3quisiteces, con acento francés e inclinación por las innovaciones formales métricas ! estróficas. W que, por su interés prendido en los "alla$gos e3presivos, centra, embrida sus temas en el individualismo, el preciosismo ! la sensualidad...V. Fuan Marinello. obre el modernismo. /olémica , de*inición. Mé3ico. Jniversidad Hacional Autónoma de Mé3ico, (B, pp. (* ! 2X ! Kon$ále$D 0'or esos días !a la prosa del elegíaco poeta PManuel Kutiérre$ HájeraQ "abía alcan$ado madure$ dentro del marco afrancesado que él "abía elegido. #a que por entonces escribía era alada ! poética, llena de ligere$a ! gracia, pero demasiado tributaria ! deslumbrada ante los adornos de la francesa1. Manuel 'edro Kon$ále$. 0n torno a la iniciación del modernismo1 en #studios en #studios críticos sobre el modernismo ed. modernismo ed. Gomero Castillo. Madrid. Kredos, (*2, p. -=. (-(- 07Lué pasaba en el mundo en los a6os (()?(-+8 PRQ #a tendencia "asta entonces dominante Yel rubendari rubendarismo?? smo??,, !a estaba estaba agotada1. agotada1. Kuillermo Kuillermo de
* de las sociedades latinoamericanas "asta nuestros días, no debe sorprendernos la permanencia de la lección dariana(=. sta intervención de /ama en una controversia que "abía inaugurado /odó en () no sólo refuta los prejuicios 0vanguardistas1 %cualesquiera sean las diferencias ideológicas que e3isten entre ellos& de Fuan Marinello, Kuillermo de II %en Inglaterra& Ing laterra& ! 5>III %en stados Jnidos ! en rancia&. 'ero 'ero rein reinse serc rció iónn no sign signif ific icaa aquí aquí repr reprod oduc ucci ción ón,, me inte intere resa sa e3pu e3puls lsar ar este este malentendido malentendido del análisis sin ma!or demora. l espíritu europeo moderno aporta el marco de refe refere renc ncia ia o el teló telónn de fond fondoo cont contra ra el cual cual entr entree () ()*+ *+ ! el -+ -+++ ++ se pro! pro!ec ecta tann en #atinoamérica al menos tres lecturas de ! para la modernidad, cada una de ellas completa en sí misma ! con sus correspondientes visiones respecto de qué es lo que se va a moderni$ar ! qué no ! cómo se va a "acerlo. 9e ellas, sólo la primera "a sido objeto de mi atención en este libro, (=(= ngel /ama. %ubén /ama. %ubén +arío , el modernismo. Caracas modernismo. Caracas ! :arcelona. Alfadil, ()B, p. (*. 9ebo observar que /ama siguió trabajando sobre el modernismo "asta su muerte. 'rueba de ellos son el e3tenso 0'rólogo1 a la edición edición A!acu A!acuc"o c"o de la /oesía de /ubén 9arío 9arío %(**& %(**& ! el libro libro póstum póstumoo Las máscaras democráticas del modernismo %()B&. modernismo %()B&.
) aunque abrigo la esperan$a de abocarme a las que la siguen en alg4n tiempo futuro. III, como correctamente observa 'into, tienen un alcance que e3cede asimismo el marco de lo puramente económico e igual cosa podría argumentarse acerca de la %contra& revolución neoliberal de nuestro propio tiempo. Ho es superfluo s uperfluo recordar en este instante que qu e los cuatro pilares conceptuales sobre los que la modernidad europea descansa son el capitalismo ! el liberalismo, desde el punto de vista económico ! político respectivamente, ! el igualitarismo ! la solidaridad, desde los puntos de vista social ! moral. sto es lo que los teóricos socialistas acostumbran describir apelando a la oposición entre el valor de cambio ! el valor de uso, entre los bienes en su calidad de mercancías ! los bienes en su calidad de insumos necesarios %! de a"í, 0derec"os1& para la preservación preservac ión de la vida de los seres "umanos. 'ero, para ponerlo poner lo en el lenguaje de Ma3 (2(2 0l descubrimien descubrimiento to de América América ! la circunnavegac circunnavegación ión de frica frica ofreciero ofrecieronn a la burguesía burguesía en ascenso ascenso un nuevo campo de actividad. #os mercados de la India ! de C"ina, la coloni$ación de América, el intercambio con la colonias, la multiplicación de los medios de cambio ! de las mercancías en general imprimieron al comercio, a la navegación navegación ! a la industria industria un impulso impulso "asta entonces desconocido desconocido ! aceleraro aceleraron, n, con ello, el desarrollo desarrollo del elemento revolucionario de la sociedad feudal en descomposición PRQ #a gran industria "a creado el mercado mundial, !a preparado por el descubrimiento de América1. C. Mar3 ! . ngels. 0Manifiesto del 'artido Comunista1 en $bras escogidas en tres tomos I. tomos I. Mosc4. 'rogreso, (*=, p. ((-. (B(B Immanuel [allerstein. 07stados8 7;oberanía8 #os dilemas de los capitalistas en una época de transición1 en Conocer el mundo saber el mundo: el *in de lo aprendido. 1na ciencia social para el siglo 33( tr. ;tella Mastrange Mastrangelo. lo. Mé3ico. ;iglo 55I, -++(, p. ). [allerste allerstein in desarroll desarrollaa este esquema in extenso extenso en los tres mundial trs. Antonio /esines, 'ilar #ópe$ Ma6e$ ! Fes4s Albores. Mé3ico ! vol4menes de #l de #l moderno sistema mundial trs. Madrid. ;iglo 55I, (*, ()2 ! ().
Gor"eimer, diré que el capitalismo ! el liberalismo son los que dan origen al pro!ecto de la modernidad %sinónimo de 0racionalidad1, es lo que Gor"eimer escribe, apropiándose para ello del lenguaje de [eber& instrumental ! el igualitarismo ! la solidaridad al pro!ecto de la modernidad %racionalidad& emancipadora(. A"oraa bien A"or bien,, todo todoss sabe sabemo moss que que en la "ist "istor oria ia euro europe peaa va a ser ser la dime dimens nsió iónn instrumental del concepto moderno la que acabará por imponerse relegando a las otras dos a una e3istencia desmedrada !, a menudo, conflictiva. #a uropa moderna se constru!e al cabo sobre la base de economías capitalistas, ! por lo tanto de sociedades de clase o, en otras palabras, de sociedades que son desiguales e insolidarias por definición, aunque esta ve$ "egemoni$adas por la burguesía por oposición a la "egemonía aristocrática del Antiguo /égimen. l cari$ peculiar que en esa uropa moderna puede adoptar el orden "egemónico burgués, al establecerse es tablecerse dentro de espacios con tradiciones nacionales ! culturales diversas, ! que abrupta o gradualmente adopta por fin, difiere, como es de presumirse %rancia e Inglaterra podrían ofrecerse como ejemplos de países con tradiciones culturales burguesas que no sólo son diversas sino en muc"os aspectos aspectos contrapuestas contrapuestas&, &, pero sin que dic"a diferencia diferencia %o contraposición& involucre un desacuerdo estructural profundo. l capitalismo ! la burguesía son allí una sola ! misma cosa, aunque sus apariencias, comprensiblemente, sean muc"as. n América #atina, sin embargo, desde los a6os setenta del siglo 5I5 más o menos, en algunos países con más rapide$ ! en otros con menos, dependiendo de la variabilidad de factores cu!o origen debe ser pesquisado en las particularidades ! circunstancias de cada medio nacional concreto, ! sin omitir el "ec"o de que también "ubo $onas de la región que no se modificaron o si es que lo "icieron fue mínimamente, se pone en marc"a un proceso de transformaciones que se asemeja al europeo en algunos de sus rasgos pero no lo sigue en otros. sto obliga a mi análisis a considerar ambos costados. 'ienso que ese proceso se asemeja asemeja al de uropa, porque desde las 4ltimas 4ltimas décadas del siglo 5I5 también en nuestras economías empie$a a imponerse un modelo de desarrollo capitalista. n los términos de Mar3 ! de quienes "an recurrido al concepto posteriormente, de #enin ! otros, mi tesis acerca de este problema es que las que se constitu!en definitivamente en aquel entonces sobre suelo latinoamericano son unas formaciones económico?sociales cu!o carácter ! evolución cronológica los fija el funcionamiento del modo de producción capitalista, pero sin que ello las convierta %me apresuro a adelantarlo& en totalidades completa ! "omogéneamente capitalistas !, por lo tanto, completa ! "omogéneamente burguesas. Cuando Fosé Carlos Mariátegui describió la matri$ económica del 'er4 de su tiempo ! e3plicó que ella estaba compuesta compuesta aun entonces entonces por un 0régimen de economía economía feudal nacido de la Conquista1, Conquista1, por 0residuos vivos todavía de la economía comunista indígena1 ! por una 0economía burguesa que, por lo menos en su desarrollo mental, da la impresión de una economía retardada1 nos estaba llamando la atención sobre la falta de "omogeneidad a la que aquí me refiero(*, la misma en la que su coterráneo Antonio Cornejo 'olar insistiría a6os después (( n #clipse de la razón %(2*&, razón %(2*&, primero, ! luego en su versión ampliada, Crítica de la razón instrumental %(*&. (*(* Fosé Carlos Mariátegui. Mariátegui. 0squema 0squema de la evolución evolución económica1 económica1 en iete ensa,os de interpretación de la realidad peruana. Aníbal peruana. Aníbal Luijano ! li$abet" Karrels, eds. Caracas. A!acuc"o, A!acuc"o, -++*, p. -+.
(+ dándole un giro nuevo ! significaciones que tienen en cuenta los "alla$gos de la semiótica contemporánea(). l atributo clave de nuestro llegar a ser 0modernos1 es, "a sido, sin la menor duda, la incongruencia estructural, o sea el dato simple e incontrovertible de que la ma!oría de los latinoamericanos no fueron invitados a la fiesta moderna ! que incluso aquellos que sí lo fueron no la aprovec"aron %o la sufrieron& de la misma manera. n consecuencia, !o debo complementar mi planteamiento de arriba con uno más, este otro acerca de las particularidades que entre nosotros afectan al fenómeno que esto! tratando de describir, porque el capitalismo latinoamericano del que aquí "ablo es un capitalismo severamente recortado, de vocación primario?e3portadora, que produce lo su!o en condiciones a menu menudo do de una espec especta tacul cular ar sofi sofist stic icac ació iónn tecno tecnoló lógi gica ca,, pero pero sin sin most mostrar rar la mism mismaa sofisticación en lo concerniente a las relaciones laborales o, lo que es lo mismo, cuidándose de no crearle conflictos a los regímenes de trabajo de la economía tradicional. mpla$ado algunas veces en enclaves mineros, como ocurre en las salitreras de C"ile, en las minas de plata me3icanas, peruanas ! bolivianas, o en empresas análogas ??con el adjetivo 0análogas1 remito a"ora al lector a las guaneras peruanas, a las bananeras centroamericanas, a los ingenios a$ucareros de Mé3ico, Cuba, 'uerto /ico ! 'er4, a los frigoríficos argentinos ! urugua!os, a la e3plotación del cauc"o en el :rasil por lo menos "asta ((= ! al inicio de la e3plotación petrolera en >ene$uela??, >ene$uela??, ! otras veces valiéndose de la producción agropecuaria que genera la gran propiedad ??como ocurre en las "aciendas me3icanas, las cafetaleras de :rasil, Colombia, >ene$u ene$uel ela, a, Améri América ca Cent Central ral ! Mé3i Mé3ico co,, ! las las estanc estancia iass argen argenti tina nass ! urugua urugua!a !as?? s??,, ese capitalismo puede ser "isto como tal en lo que concierne a las relaciones técnicas de producción pero no o no siempre en lo que toca a las relaciones relaciones sociales. #a gran propiedad ! el trabajo esclavo, servil o en el mejor de los casos pagado miserablemente, con frecuencia con un salario que al trabajador esta obligado a gastar en su lugar de trabajo, cancelando su 0enganc"e1 o comprando sus alimentos en las 0pulperías1 o en las 0tiendas 0tiendas a ra!a1, ! no es raro que "aciendo uso para eso de 0fic"as salario1 u otras formas parecidas de reempla$o del dinero, son los elementos que q ue suelen tecnificarse al interior de esos enclaves 0modernos1 ??no "a! tecnificación en los demás, los que Celso urtado relegó a la posición del 0atraso1, 0atras o1, que mantuvieron su carácter arcaico ar caico ! cu!a cu !a función primordial era surtir a los primeros de alimentos??, pero sin que los tales dejen por eso de ser lo que son, ! así es como en América #atina se produce para el consumo de los mercados metropolitanos. Cito esta esta ve$ ve$ a
()() >éase, a propósito, mi 03tensión, e3pansión ! fronteras en la propuesta teórica de Antonio Cornejo 'olar1 en +e en +e las más altas cumbres. !eoría !eoría crítica latinoamericana moderna 456789;;8<. ;antiago 456789;;8<. ;antiago de C"ile. #SM, pp. -(?-B.
(( endeudamiento, endeudamiento, facilitado facilitado porque el "acendado "acendado "a "eredado del antiguo corregidor un derec"o no escrito de repartimiento que le permite fijar precios ! cantidades de artículos consumidos por sus peones, se revela más efica$ para disciplinar a la mano de obraX lo es a4n más porque el "acendado tiene el poder político, administrativo ! militar a su servicio(. Jno de los "istoriadores que "an patrocinado esta e3plicación, con una tesis que a mí me parece suscribible en líneas generales, pero que no por eso deja de estar requerida de especificaciones caso a caso, es Marcello Carmagnani. scribe ésteD l pro!ecto de las oligarquías significa una respuesta positiva a las solicitaciones surgidas a escala internacional, que les ofrecían nuevas posibilidades no sólo de acrec acrecen enta tarr sus sus renta rentas, s, su prest prestig igio io ! su pod poder er,, sino sino tamb tambié iénn de reabs reabsorb orber er las las contradicciones desarrolladas en el curso de los treinta primeros a6os de vida política independiente. 9e tal manera, las oligarquías recorrían de nuevo el camino que no "abían cesado de trillar desde sus comien$os en el siglo 5>III, demostrando esta ve$ una ma!or conciencia de sí mismas ! una seguridad "asta entonces desconocida, resultante de la convicción de ser la 4nica clase capacitada para administrar los asuntos p4blicos. ;in ;in embar embargo, go, la olig oligarq arquí uía, a, pese pese a la capac capacid idad ad ! la conci concienc encia ia menci mencion onad adas as ??demostración inequívoca de que, en tanto que clase dominante, dista muc"o de "allarse en fase de descenso??, no está en condiciones de desplegar una actitud nueva ! dist distin inta ta respe respect ctoo a las las estr estruct uctura urass económ económic icas as,, socia sociale les, s, polít polític icas as ! cult cultura urale less pree3istentes. #os oligarcas intentarán intentarán escapar a esta contradicción contradicción fundamental fundamental con una "uida "acia delanteD en lugar de renovar las viejas estructuras, tratarán de potenciarlas ! darles una nueva orientación. ste esfuer$o por conciliar los nuevos elementos con los viejos aparecerá tiempo después como fuente de contradicciones tales ! tan grandes que provocará el fracaso del pro!ecto oligárquico en un pla$o relativamente breve. ?; tr. '. /. errer. :arcelona. Crítica, -+-+ Marcello Carmagnani. #stado , sociedad en América Latina 56=;95>?; tr. ()2, pp. ?(+.
(eventual. eventual. iejo Mundo ! se colgaron ! untaron todo lo prescrito por los modistos de 'arís. #os terratenientes dotados de espíritu de empresa go$aron ampliamente de la prosperidad porfírica-(. Mi impresión es que el retrato que nos entrega Kon$ále$ de los "acendados porfiristas, los 0dotados de espíritu de empresa1, junto con el de los 0ga6anes1 que ellos tenían bajo su férula, es válido ! no sólo en lo que toca a las actividades rurales que entonces se estaban desarrollando en territorio me3icano, !a que un espectáculo similar a ese de Mé3ico es el que simultáneamente se registra en otras $onas de la región, donde este mismo ! peculiar 0capitalismo agrario1 constitu!ó la norma ! donde también produjo efectos %por lo pronto, conductas& mu! similares. 'ara Mé3ico, me a!uda a precisar sus dic"os Fo"n [omac Fr, en su conocido estudio sobre el $apatismo ! las cone3iones que éste tiene con la moderni$ación oligárquica en las "aciendas a$ucareras del estado de MorelosD #as presiones crecientes crecientes llevaron llevaron a los "acendados "acendados a reali$ar inversiones inversiones ma!ores, !a sea para diversificar los grados de refinamiento del a$4car o para producir más ron. #a familia Arao$, por ejemplo, importó maquinaria nueva por un valor de =B+.+++ dólares para su "acienda de Cua"ui3tla. 'ara mantener trabajando sus máquinas caras, los "acendados tenían que cultivar todavía más ca6a, lo cual los obligó a ampliar todavía más sus propiedades. sa e3pansión acelerada estaba convirtiendo rápidamente a Morelos en una red de fábricas rurales. Gacia (+), los diecisiete due6os de las = "aciendas principales del estado eran due6os de más del -B] de su superficie total, de la ma!or parte de sus tierras cultivables ! de casi todas sus tierras buenas PRQ las "aciendas de Morelos cobraron fama de ser las más modernas de Mé3ico. ;e merecían esta reputación. n (+) los -2 ingenios del estado llevaban a cabo más de una tercera parte de la producción a$ucarera total del país. 9espués de Ga@aii ! 'uerto /ico, Morelos era la región más productora de ca6a de a$4car del mundo--. -(-( #uis Kon$ále$. 0l liberalismo triunfante1 triunfante1 en l Colegio de Mé3ico, Centro de studios Gistóricos. )istoria general de México. >ersión -+++. Mé3ico. l Colegio de Mé3ico, -+++, p. )-. ---- Fo"n [omac Fr. @apata Fr. @apata , la re"olución mexicana tr. mexicana tr. rancisco Kon$ále$ Aramburo. Mé3ico. ;iglo 55I, (, p. 2).
(=
'ara que los "acendados de Morelos se moderni$aran con ese grado de eficacia, fue preciso que ellos les arrebataran sus tierras comunales a los campesinos ! que éstos és tos se s e vieran vier an reducidos de ese modo no a la condición contractual del obrero sino a la semiesclavi$ada del siervo. Lue esto "a!a ocurrido en Morelos, ! no en otra parte, donde miliano Oapata va a encabe$ar poco después la fracción más radical de la /evolución Me3icana, no es, por supuesto, una casualidad. n conclusiónD la moderni$ación decimonónica de #atinoamérica e3iste ! se asemeja a la europea, pero no es conmutable sin más con ella, porque no se "ace sobre la base de una "egemonía social e ideológica burguesa, como sucediera en el viejo continente %! a4n más en stados Jnidos&, sino oligárquica oligárquica %los oligarcas mismos !Eo sus intelectuales intelectuales orgánicos orgánicos dirán 0aristocráticas1 o de la 0élite1, pero esas son delicade$as retóricas de las que se puede prescindir sin que la e3plicación que aquí entrego pierda con ello su rigor&. sa "egemonía oligárquica es la que frenó la entroni$ación plena del capitalismo en la región o, mejor dic"o, es la que que disc discri rimi minó nó qué qué del del capi capita tali lism smoo era era acep acepta tabl blee ! qu quéé no no,, cont conten enie iend ndoo las las potencialidades transformadoras del sistema en el nivel de sus aplicaciones técnicas predominantemente. Así, por más que algunos críticos culturales euroobnubilados, como el colombiano /afael Kutiérre$ Kirardot, se empe6en en pasar las diferencias entre el centro ! la periferia por alto ! en proclamar la completa 0manifestación1 entonces de 0un doble proceso de tran transfo sform rmaci ación ón socia social, l, polít polític icaa ! cult cultur ural al del del llam llamado ado Sc Scci cide dente nte qu quee consi consist stee en la -= integración de las spa6as ! en el mundo de la sociedad burguesa1 , la realidad %también la espa6ola& loEs desmiente. Ho obstante la e3istencia e inclusive el predominio de la economía capitalista en América #atina desde las 4ltimas décadas del siglo 5I5, el factor cultural "egemónico no fueron las formas de la conciencia burguesa sino las formas de la conciencia oligárquica, las de los 0due6os de tierras ! se6ores de vasallos1, "e a"í un dato que no sólo no es obviable sino que "a de tenerse mu! presente presente en un mapeo solvente del proceso de nuestra moderni$ación decimonónica. sa "egemonía se establece recurriendo o bien al uso de la fuer$a bruta o por medio de aquello que nombra la e3tensión que Cornelius Castoradis le introdujo al concepto de ideología "ace cuarenta a6os cuando "abló de un 0imaginario1, esto es, de un presupuesto simbólico a partir del cual, consciente o inconscientemente, la sociedad en su conjunto asume %imaginario 0instituido1& o constru!e %imaginario 0institu!ente1& las 0figurasEformasEimágenes con las cuales puede tratar de 0alguna cosa1-2 ! que está, como es
-=-= /afael Kutiérre$ Kirardot. 0#a literatura "ispanoamericana de fin de siglo1 en #uis I6igo Madrigal, ed. )istoria de la literatura hispanoamericana. !omo ((. +el neoclasicismos al modernismo. Madrid. modernismo. Madrid. Cátedra, ()*, p. 2B. -2-2 Cornelius Cornelius Castoriadis Castoriadis.. La institución imaginaria de la sociedad sociedad I. Mar3ismo ! teoría revolucionaria, tr. Antoni Antoni >icens. icens. :arcel :arcelona ona..
(2 lógico, en relación directa con las peculiaridades %con los 0recortes1& que tiene la aclimatación del capitalismo en la región. l resultado será la mantención en América #atina de sociedades de clase, desiguales e insolidarias, como las europeas, pero, a diferencia de las europeas, antiburguesas o burguesas a medias ! a rega6adientes. #a periódica discusión en torno al significado de las independencias ! a los defectos de las posteriores construcciones nacionales, de todas maneras aquellos que son la causa de nuestro 0desarrollo frustrado1, como sentenció Aníbal 'into en (B=, es menester situarla aquí, en mi opinión. #os que dicen que con o después de la independencia no "ubo en América #atina cambios que sean merecedores de memoria, como el Manoel :omfim de (+B, el que escribió que 0de tudo isto, só quem nada lucrou foi la naZ^o ??o povo, que é "oje t^o pouco feli$, t^o despre$ado e nulo como era ontemR1-B, o como el #uis milio /ecabarren de %icos de %icos , pobres a tra"és de un siglo de "ida republicana donde ese líder obrero c"ileno denunció que la clase trabajadora de nuestro país 0nada, pero absolutamente nada gana ni "a ganado con la independencia de este suelo1, !a que 0la fec"a gloriosa de la emancipación del pueblo a4n no "a sonado1, por lo que sería a su juicio insensata 0la acción del proletariado que quiere participar en las festividades de "omenaje a ese progreso que le "a producido solamente miserias miserias ! corrupciones1 corrupciones1-, están pensando en la supervivencia, después de ()(+ ! de ()-2, "asta llegar al Centenario, que es cuando /ecabarren pronuncia su discurso, de la "egemonía oligárquica. W, correlativa a ella, una pauperi$ación ! a un deterioro generali$ado de las condiciones de vida imperantes en los sectores populares, que no sólo no termina con la /ep4blica sino que en los 4ltimos a6os del siglo, en medio de la rique$a ! dispendio ostentosos de la oligarquía, se agrava ! alcan$a cifras obscenas-*. #os que que por el con contra trario rio afirman que algo cambió, están poniendo el ojo en la apertura por aquel entonces de un camino "acia "acia,, ! de la subse subsecu cuent entee inst instal alaci ación ón ! conso consoli lida daci ción ón de un unaa burgu burguesí esíaa regio regional nal,, po por r 0retardada1 que ésta "a!a sido %recordemos que el pe!orativo es de Mariátegui&, de algunas de sus instituciones, de sus conocimientos, de su disciplina laboral, de sus instrumentos, de sus técnicas de producción e incluso de su retórica.
-B-B Manoel :omfim. A América Latina. Males de origem. /io de Faneiro.
(B
l caso más pintoresco de todos es, en este 4ltimo sentido, aquel del que dan testimonio las pretensiones de construcción de una sociedad moderna, liberal ! burguesa, en el :rasil, edificándola sobre la base de una economía que sin embargo era esclavista "acia adentro e imperiali$ada desde afuera. n un país segregado entre amos blancos ! esclavos negros, con un sector medio blanco irrelevante en la práctica ! que se "allaba compuesto sobre todo por profesionales, artesanos ! gente de oficina, subsistiendo gracias a la costumbre del 0favor1, esto es, a la relación de servicio que esas personas mantenían con los poderosos fa$endeiros ! con los comerciantes a gran escala, ése es el mismo prurito contradictorio que en stados Jnidos no logra prosperar ! da origen a la guerra civil de ()(?B, pero que en :rasil sobrevivió "asta ())). A ello se debe que /oberto ;c"@ar$ "a!a propuesto su provocativo dictamen sobre las 0ideas1 modernas %0liberales1, dice él& que en el :rasil estaban entonces 0fuera de lugar1D la soberanía soberanía popular, popular, el derec"o al libre pensamiento pensamiento ! la libre e3presión, el respeto respeto por la verdad verdad científic científicaa "is9D9"is "is9D9"is la verdad revelada, el deseo de una ordenación política e instituciones republicanas, etc.-).
-)-) /oberto ;c"@ar$. 0I. As idéias fora do lugar1 en Ao "encedor as batatas. orma literaria e processo social nos inícios do romance brasileiro. ;^o brasileiro. ;^o 'aulo. 9uas Cidades, (-, p. (= et sqq. -- Fosé Inácio de Abreu e #ima. #l socialismo trs. socialismo trs. #uis Carlos Heves ! Milton Morales, pr. Mic"el Mujica. Caracas. A!acuc"o, -+(+, p. .
( Capítulo II #a cultura "egemónica %(& l perfil social ! cultural de las sociedades latinoamericanas constituidas a fines del siglo 5I5 es ésteD 'rimero, en la c4spide de la pirámide social lo que al estudiar la época el investigador de la "istoria de América #atina percibe es un proceso de creciente unificación de la oligarquía. 0#os a6os que siguen a ()*+ son los a6os del consenso político1, "a sido la tesis de C"arl C" arles es A. Gale Gale para para un bien bien doc docum ument entad adoo artíc artícul uloo en !he Cambridge )istor, o* Latin =+ America . 0#as disidencias se "acen cada ve$ menos significativas1, es la frase con que
(* 5I5 suelen componerse para beneficio de lectores incautos, se entienden muc"ísimo mejor cuando se los refiere a la falta a4n, en el período postindependentista, de una clase social "abilitada para ejercer "egemonía sobre la totalidad del espacio geográfico ! el espectro societario, lo que, dic"o sea de paso, es una circunstancia que no tiene nada de inaudita puesto que en ella coinciden todas las comunidades que recién se liberan de las restricciones ! "umillaciones que les impusiera el coloniaje. scribe MariáteguiD l caudillaje militar era el producto natural de un período revolucionario que no "abía podido crear una nueva clase dirigente dir igente==. Cueva, por su parte, define el período de anarquía diciendo que él no fue más queD el tormentoso camino que nuestras formaciones sociales tienen que recorrer "asta constituir sus estados nacionales=2. sto, ! no otra cosa, es lo que "acia ()*+ ó ())+ llega al principio de su fin. 0'oca política ! muc"a administración1, 0Srden ! progreso1, prog reso1, 0'a$ ! administración1, 0'a$ verdadera ! científica1 serán por ende los lemas distintivos de los gobernantes de la época. Invocando tales lemas es que sobreviene la 'a$ de Heerlandia, la que en Colombia sucede a la guerra finisecular 0de los mil días1. Cesan, igualmente, a causa de ello, las treinta ! tantas guerras del coronel Aureliano :uendía, en la posterior ! magnífica saga de Kabriel Karcía Márque$ %recordemos que el coronel se retira, ! no por casualidad, a "acer ! re"acer pescaditos de oro durante el resto de su vida&. s un mundo feli$, al menos eso es lo que uno descubre en las nostálg nostálgica icass memoria memoriass de sus benefic beneficiar iarios ios.. s la belle époque époque latinoamericana con cu!a magnificencia magnificencia se refocilan "asta la fec"a los portavoces de las élites. #os empresarios poseen las minas ! los "acendados las tierrasX los mineros ! los campesinos las trabajanX los comerciantes, a menudo en sociedad con inversionistas e3tranjeros %los que como quiera que sea controlan desde temprano las finan$as Plos banqueros de #ondresQ ! el transporte Pel marítimo marítimo ! muc"as de las redes ferroviariasQ, ferroviariasQ, "abiendo "abiendo dado !a para entonces un primer paso en el recorrido que los llevará finalmente "asta el control de los medios de producción&, venden los productos. W esto! pensando a"ora en la %buena& suerte que corren los comerciantes británicos de >alparaíso, >alparaíso, varios de los cuales se quedaron en C"ile ! pasaron pasar on a formar for mar parte de los rangos de la oligarquía local, como Fo"n ;e@ell, Keorge d@ards, los "ermanos [aler, Fosué [addington, Fames Cameron, Ale3ander [alter, d@ard Millar, <"omas C"ad@ic, C" ad@ic, etc. Claro está, el que los productos que salen desde los puertos de América #atina #atina tengan como destino final las sociedades capitalistas avan$adas no transforma ni tiene por qué transformar el rígido ordenamiento doméstico. Más acertado sería afirmar lo opuestoD que una economía basada esencialmente en la e3portación de materias primas ! alimentos podía prescindir de la demanda de manda interna ! no generaba ge neraba así, no tenía por qué generar condiciones generar condiciones para la constitución de una fuer$a de trabajo asalariada abundante !, en consecuencia, de mercados ==== Fosé Carlos Mariátegui. 0l problema de la tierra1 en iete ensa,os B. ensa,os B. =2=2 Agustín Cueva. #l Cueva. #l desarrollo del capitalismo en América Latina. Mé3ico. Latina. Mé3ico. ;iglo 55I, (*, p. 2(.
() nacionales "omogéneos ! vigorosos, capaces de constituirse en el motor de un progreso genuino en el orden político ! social. Gobsba@mD esas economías no estaban interesadas en otras posibilidades alternativas de desarrollo, pues les era rentable convertirse en productoras especiali$adas de materias primas para un mercado mundial formado por los estados metropolitanos. n la periferia del mundo la Teconomía nacionalU, en la medida que e3istía, tenía funciones distintas=B. Creer entonces que porque se estaban enviando mercancías a las metrópolis capitalistas avan$adas se estaba siendo tan capitalista como ellas o, peor a4n, tan 0burgués1 como ellas %"o! se diría tan 0desarrollado1 0desarrollado1 como ellas&, es un error pueril, en el que incurren incurren los voceros del statu quo compre comprensi nsibl blem ement ente, e, pero pero tamb también ién algu algunos nos mar3i mar3ist stas as más más apegad apegados os al significante que al significado de las teorías que absorben. antasean éstos con una América #atina que "abría sido capitalista ! burguesa desde el (- de octubre de (2-, confundiendo de ese modo el proceso globali$ador moderno, el que sí comien$a en el siglo 5>, con el de la implantación e3itosa de un capitalismo regional. Ho es lo mismo el "abernos integrado en el sigl sigloo 5> a la 0econ 0econom omía ía?m ?mund undo1 o1 capi capita tali lista sta qu quee tan tan bien bien "an descr descrit itoo Go Gobsb bsba@ a@m m ! [alle allerst rstei einn que que el "abe "aberr empe empe$a $ado do ento entonc nces es a part partic icip ipar ar con con igua iguale less derec derec"os "os en su funcionamiento o, para decirlo más políticamente, en condiciones que pudieran considerarse intercambiables con las de que quienes profitaban con ella en las metrópolis. 'or el contrario, no sólo es el capitalismo en el subcontinente un visitante posterior, sino que cuando por fin deviene en economía "egemónica su campa6a moderni$adora se concentra en las relaciones técnicas de producción o, seg4n nos lo aclara Carmagnani, en 0la gestión de las unidades productivas, dedicadas a suministrar la má3ima cantidad de bienes susceptibles de comerciali$ación sin alterar por ello su propio equilibrio interno1, pues en rigor a lo que el pro!ecto estaba amagando era al Jestablecimiento al Jestablecimiento de un orden económico social , político que *uera otro pero que al mismo tiempo no alterase en exceso ningKn mecanismo *undamental del ,a existenteB=. 'or otra parte, los adversarios de anta6o se "an unido a esas alturas de "ec"o. ;in que !o tenga que ir muc"o más lejos, en C"ile los comerciantes 0vascos1 se "an travestido en "acendados 0castellanos1 ! los "acendados castellanos en comerciantes vascos=*, sin perjuicio de ! antes bien facilitado todo ello por la inclinación %7o debiera escribir la perversión8& endogámica de la oligarquía c"ilena. =B=B ric Gobsba@m. La Gobsba@m. La era del imperio 567=95>5 tr. 567=95>5 tr. Fuan aci #acasta. :uenos Aires. Crítica, -+(+, p. B+. == Carmagnani. #stado Carmagnani. #stado , sociedad -* sociedad -* ! (-. l subra!ado es mío, K. /. =*=* 0A consecuencia del estímulo al comercio colonial originado en las reformas económicas ! administrativas de los :orbones, miles de espa6oles ??muc"os de ellos vascos?? emigraron e C"ile entre (*++ ! ()(+. Aquéllos con buena fortuna pronto adquirieron una posición de privilegio entre las antiguas familias de renombre, en su ma!oría descendientes de conquistadores ! encomenderos castellanos1. Manuel >icu6a. La belle époque chilena. Alta sociedad , muIeres de elite en el cambio de siglo. ;antiago siglo. ;antiago de C"ile. ;udamericana, -++(, p. -2.
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n el campo cultural, el eje "egemónico es el que forman los intelectuales que no sólo le dan su visto bueno al pro!ecto moderni$ador en los términos en que !o acabo de describirlo sino que también se ec"an encima la responsabilidad de argumentarlo, de propagandi$arlo ! no infrecuentemen infrecuentemente te de imponerlo imponerlo por su propia mano. sto significa que ésos son intelectual intelectuales es moderni moderni$ado $adores, res, pero pero moderni moderni$ado $adores res oligárq oligárquic uicos, os, que no cuesti cuestionan onan los fundame fundamento ntoss materiales del modelo económico, político ! social que simultáneamente se está ec"ando a andar. 'ara "acer que ellos desfilen aquí en un orden cronológico, "acia la década del setenta nadie en C"ile es más liberal que :enjamín >icu6a Macenna %()=(?())&, enemigo de los conserva conservadore dores, s, encarce encarcelad lado, o, con condena denado do a muerte muerte,, prófugo, prófugo, persegui perseguido do ! e3ilia e3iliado do por el 0peluconismo monttvarista1, ! nadie en C"ile es más reaccionario que él, más racista, más clasista, más se3ista, más patriotero, más militarista, etc. >iajó por los stados Jnidos, Inglaterra ! uropa continental e insular, a veces en el destierro ! en otras por gusto, recopilando documentos de diversa índole donde fuese que lo llevaron sus pies, pero además sacándoles provec"o a esos viajes para ponerse al día sobre los adelantos técnicos más recientes ! ver la manera de traerlos a C"ileD las novedades arquitectónicas ! urbanísticas que iban a servirle después para la remodelación "aussmanniana de ;antiago, la que reali$a durante su gestión en la intendencia de la ciudad en el primer lustro de los a6os setenta ! cu!o modelo recogió en su tercera tercera pasada por 'arís, la 4ltima 4ltima información información acerca del funcionamien funcionamiento to de la industria de la prensa, las nuevas tecnologías de e3plotación agrícola ! minera, etc. 'ero nada de esa novelería novelería tecnológica tecnológica constitu!ó constitu!ó un obstáculo para que el progresista, progresista, el 0infatigable 0infatigable1, 1, el 0"iperquinético1, el 0eufórico1 %los adjetivos pertenecen a Cristián Ka$muri& don :enjamín siguiera siendo un oligarca c"ileno de cora$ón, rendido apologista del autoritario 9iego 'ortales ! detractor de los comuneros de 'arís a los cuales, adelantándose a una jerga que iba a ser popular en el futuro, futuro, acusó de 0comunistas1. 0comunistas1. orjador, orjador, con la "istoria de Los de Los Lisperguer L isperguer , La uintrala %()** %()**&, &, de la mitol mitologí ogíaa c"il c"ilen enaa de la *emme *atale criolla, criolla, cruel, lasciva, lasciva, sacrí sacríle lega, ga, diab diaból ólic icaa ! sobre sobre todo todo mesti mesti$a $a %!, %!, po porr cont contras raste te impl implíc ícit ito, o, el de la matr matrona ona republi republicana cana caritat caritativa iva,, recatad recatada, a, angelic angelical al e inmacul inmaculadam adamente ente blanca blanca&, &, en sus discurs discursos os parlamentarios sobre la 0pacificación de la Araucanía1 esgrimió la tesis de la 0conquista1 necesaria del 0bárbaro indomable1, del 0enemigo de la civili$ación1, una conquista que esta ve$ debía ejecutarse a fondo, reprimiendo a los 0salvajes1 sin temor de llegar a su e3terminio total. #a siguiente cita proviene de uno de esos discursos, de agosto de ())D l indio %no el de rcilla, sino el que "a venido a degollar a nuestros labradores del Malleco ! a mutilar con "orrible infamia a nuestros nobles soldados& no es sino un bruto indomable, enemigo en emigo de la civili$ación porque sólo adora todos los vicios en que vive sumergido, la ociosidad, la embriague$, la mentira, la traición ! todo ese conjunto de abominaciones que constitu!e la vida del salvaje. ;e invoca la civili$ación a favor del indio ! qué le debe nuestro progreso, la civili$ación misma Hada, a no ser el contagio de barbarie con que se "an inficionado nuestras poblaciones fronteri$as, por lo que la conquista del indio es esencialmente, como lo "a sido en stados Jnidos, la conquista de la civili$ación. l indio "a "ec"o esclava a la mujer. lla trabaja, ella siembra, ella ensilla aun el caballo en que el indio, convertido en salteador, sale a sus malones. :asta malones. :asta !a de novelas ! de poemas, se6ores. l bárbaro vende a sus "ijas ! vende también su propia patria. 7Cómo se "an adquirido los terrenos situados entre el
-+ :ío :ío ! el Malleco8 Muc"as veces el precio de una "eredad no "a pasado de un cántaro de aguardiente. s cierto que el bárbaro es valiente, pero 7qué salvaje no lo es8 s cierto que el indio defiende su sueloX pero lo defiende porque odia la civili$ación, odia la le!, el sacerdocio, la ense6an$a. #a patria que él defiende es la de su libre ! sanguinaria "olga$anería, no la santa patria del cora$ón, "erencia de nuestros ma!ores, santificada por sus le!es, sus tradiciones ! sus tumbas. s una cosa probada que el indio no sabe nada de ese poderoso "eroísmo de sus abuelos, que nosotros por moda lo atribuimos. A buen seguro que ni Melín ni Luilapán "an visto jamás un ejemplar de La de La =) Araucana ni Araucana ni saben quiénes fueron /engo ! Kalvarino . 7Cómo pega >icu6a Macenna su reconocimiento e3plícito de la depredación de los indios, a quienes los latifundistas "uincas c"ilenos despojaban de sus tierras con no más que un 0cántaro de aguardiente1, seg4n sus propias palabras, con un ataque furibundo no contra los victimarios sino contra las víctimas8 Hi siquiera Manuel >icu6a, autor de una biografía cari6osa de su pariente, puede evitar reconocer tales rasgos encontrados de su personalidadD PsuQ vocación democrática, que lo "i$o popular entre el mundo obrero, no lo e3imió, sin embargo, de los prejuicios de género comunes en la épocaX tampoco lo inmuni$ó contra el antiindigenismo de las élites criollas, que practicó con particular ve"emencia. ;obre las diferencias étnicas, en efecto, >icu6a Macenna tra$ó una frontera sociocultural casi impermeable entre civili$ación ! barbarie, ambicionando la consolidación del stado?nación mediante la apabullante derrota militar de los mapuc"es. jercitó el americanismo, ! no sólo de palabra, pero al final ?la Kuerra del 'acífico de por medio?? acabó convertido en el gran líder de opinión del victorioso nacionalismo c"ileno=. Ho mu! diferente d iferente es lo que qu e puede p uede verificarse en la tra!ectoria tra !ectoria intelectual ! política de un amig amigo?e o?enem nemig igoo perua peruano no de >icu6a icu6a Mac Macen enna. na. #ibe #iberal ral 0aris 0aristó tócr crat ata1 a1,, tant tantoo o más más 0progresista1 que el c"ileno, educado en C"ile, en el 'er4 ! en 'arís %nada menos que en el Collge de rance&, Manuel 'ardo %()=2?()*)& fue periodista, empresario, filántropo, alcalde de #ima ! uno de los fundadores del 'artido Civil, con cu!o respaldo ocupó la primera magistratura de su país entre ()*- ! ()*. /eformador social ! educacional %era partidario de la educación de las mujeres, por ejemplo& ! cre!ente fervoroso en los beneficios de la 0locomotiva1 0locomotiva1,, tendió vías férreas entre la sierra sierra ! la costa, llevado llevado por el convencimient convencimientoo de que 0el aumento de la rique$a material que los ferrocarriles producen se traduce también en un verdadero aumento de la civili$ación12+, pero con la advertencia de que ese progreso material ! =)=) :enjamín :enjamín >icu6a Macenna. Macenna. $bras $bras comple completas tas de 2enIamí 2enIamínn 0icuNa icuNa MacOen MacOenna na >ol. 5II. 9iscursos 'arlamentarios I. Cámara de 9iputados. ;antiago de C"ile. Jniversidad de C"ile, (=, pp. 2+*?2+). == Manuel Manuel >icu >icu6a. 6a. 1n Iuez en los in*iernos. 2enIamín 0icuNa MacOenna. MacOenna. ;antiago de C"ile. diciones Jniversidad 9iego 'ortales, -++, pp. (=?(2. 2+2+ n sus 0studios sobre la provincia de Fauja1. La huella republicana liberal en el /erK. Manuel /ardo. #scritos *undamentales. #ima. *undamentales. #ima. Congreso de la /ep4blica del 'er4, -++2, pp. (B?(*2. Citado por Fulio 'into >allejos. 0#as paradojas del pro!ecto civili$adorD Manuel 'ardo entre la rep4blica ! la nación1 en La repKblica peregrina. )ombres de armas , letras en América del ur ur 56;;9566. 56;;9566. Carmen Mc vo! ! Ana María María ;tuven, ;tuven, eds. Arequipa ! #ima. Instituto rancés de studios Andinos e Instituto de studios 'eruanos, -++*, p. 2*+.
-( civili$atorio era cosa de criollos ! de e3tranjeros blancos ! de que en él nada tenían que "acer ni los c"inos ni los indios. ;obre su actitud respecto de los c"inos, su todavía amigo >icu6a Macena escribióD Manuel 'ardo miraba con "orror el desarrollo de la 0ra$a amarilla1 que los "acendados del 'er4 traen por barcadas a sus valles PRQ ! de aquí sus esfuer$os inteligentes para centrali$ar los efectos de esas corrientes degeneradas ! degeneradoras que son una seria amena$a para el desarrollo social ! etnográfico del 'er42(. 'ara saber sobre su opinión de los indios, oigamos al propio 'ardoD 'ueblos sin instrucción, sin más principio religioso que un culto e3terno grosero, sin amor al trabajo, sin medios de comunicación fácil e inmediata con sus semejantes, gobernados gobernados por una ra$a superior a ellos es cierto, pero educada en la misma localidad localidad o mejor dic"o, e3perimentando ella misma los resultados del atraso moral ! material de la localidad localidad en que vive PRQ 7qué resultados resultados pueden dar para el adelanto general de la nación, para el aumento del capital nacional ! de la p4blica prosperidad, qué decimos, para el engrandecimiento general, siquiera para la marc"a regular del país, para la conservación de una pa$ a cu!o amparo se ejercite el esfuer$o individual82-. ;i nos nos movem ovemos os a"or a"oraa "aci "aciaa el nort nortee de ;uda ;udamé méri rica ca,, dare daremo moss con con otro otross do doss 0mandatarios1 de parecidas inclinaciones. ;on esta ve$ un par de 0déspotas ilustrados1, el abogado Antonio Ku$mán :lanco %()-?()&, el 0"ombre fuerte1 de >ene$uela >ene$uela a partir de los setenta, ! el periodista /afael H46e$ %()-B?()2&, su colega colombiano desde los oc"enta, quienes dan inicio inicio a sus carreras políticas políticas respectivas respectivas como publicistas publicistas liberales, liberales, pero cuando finalmente les cae el poder en las manos no vacilan en emprender el viraje que mejores réditos les genera ! en adoptar posiciones liberal?conservadoras más a tono con las demandas de los tiempos. tiempos. Ku$mán :lanco se transforma de ese modo en el gran unificador unificador ! moderni$ador moderni$ador de >ene$uela a lo largo de los veinte a6os en que gobernó el país directa o indirectamente. 9esarrolló 9esarrolló su economía, economía, mejoró su educación, educación, constru!ó caminos ! ferrocarriles, ferrocarriles, e3tendió el correo, fomentó el cultivo del pensamiento científico, promulgó un nuevo código de derec"o, fundó escuelas e institutos e instaló el cable submarino que conectaba por primera ve$ a los vene$olanos con la red telegráfica internacional, pero sin renunciar por ello a la persuasividad del garrote, desplegando un poder omnímodo para cu!o afian$amiento no se privó de "acer uso de la prisión, la tortura ! la muerte de sus opositores. H46e$ fue menos rudo que su vecino qui$ás, pero combinando como lo "iciera el otro la eficacia administrativa con el autoritarismo político. 'eriodista primero ! ensa!ista ! perge6ador de versos románticos después, terminó poniendo a 9ios como el origen del poder político, en la constitución colombiana de ()), !
2(2( 9e 09on Manuel 'ardo %apuntes ! revelaciones íntimas sobre su vida&1, un artículo de ()*), en 'into >allejos. 0#as paradojasR1, 2*B. 2-2- 9e 0studios sobre la provincia de Fauja1, en 'into >allejos. >allejos. 0#as paradojasR1, 2*.
-entreg entregán ándol dolee a la Igle Iglesi siaa %mu! %mu! conse consecue cuent ntem emen ente te,, po porr lo demás& demás& la educa educaci ción ón de sus sus conciudadanos. l viraje "acia el conservadurismo de Ku$mán :lanco ! de H46e$ no constitu!e una e3cepción. e3cepción. Jn liberal liberal colombiano de mediados mediados de siglo, no del todo desestimable, desestimable, como Fosé María ;amper %()-)?()))&, acabó dándose cuenta, seg4n nos lo refiere en su autobiográfica )istoria de un alma %())(&, alma %())(&, 0que era imposible el buen gobierno, ni, como consecuencia de éste, la estabilidad ! prosperidad de ning4n pueblo, sin una sabia combinación de liberalismo ! conservantismo1. W e3plica su descubrimiento de la siguiente maneraD 0Wo "abía aquilatado en gran parte mis ideas liberales, ! al purificarlas o corregirlas les daba más consistencia en mi mente con una considerable infusión de ideas conservadoras. Wo era científicamente liberal, como lo e3igían mis convicciones, en armonía con mi temperamentoX pero también comen$aba a ser científicamente conservador, no obstante el c4mulo de recuerdos ! afectos que me alejaban alejaban del partido del partido conservador conservador de mi país12=. Así, acusando la influencia del positivismo en sus 4ltimos escritos, escritos, se puso ;amper a las órdenes de /afael H46e$, colaboró en la redacción redacción de la cart cartaa cons consti titu tuci cion onal al del del ) ! com complet pletóó al cabo cabo un unaa carr carrer eraa con con sign signif ific icac ació iónn paradigmática. ueron muc"os, en efecto, los intelectuales latinoamericanos del período que pudieron "aber descrito las su!as su !as en términos semejantes. 'rog 'rogre resi sism smoo auto autori rita tari rioo es ése ése de Ku Ku$m $mán án :lan :lanco co,, H4 H46e 6e$$ ! sus sus resp respec ecti tivo voss colaboradores que no se "alla mu! a trasmano del de un 'orfirio 9ía$ %()=+?((B& en Mé3ico o del de los di$ que presidentes, también 0liberales1 ! también 0reformadores1, de las cinco rep4blicas centroamericanas. 'or ejemplo, Fusto /ufino :arrios %()=B?())B& en Kuatemala, ;anti ;antiag agoo Ko Kon$ n$ál ále$ e$ %()()? %()()?() ())*& )*& en l ;alva ;alvador dor,, Marc Marcoo Aurel Aurelio io ;oto ;oto %()2? %()2?(+ (+)& )& en Gonduras, ol. II. :ogotá. 'ublicaciones del Ministerio de 2=2= Fosé María ;amper. ;amper. )istoria de un alma 56? a 5665. >ol. ducación de Colombia. :iblioteca 'opular de Cultura Colombiana, Colombiana, (2), p. ==(. l subra!ado es su!o. ;obre el tema, verD duardo 'osada Carbó. 0Capítulo . #a tradición liberal colombiana del siglo 5I5D de rancisco de 'aula ;antander a Carlos A.
-= informa 9arío en la elegía que en su "omenaje inclu!ó inclu!ó en Cantos de "ida , esperanza22. 'ero H46e$ no fue el 4nico entre ellos que vio erguirse la cru$, "aciendo " aciendo las paces con los ministros de 9ios en la tierra. 9ejando de lado la reculada boc"ornosa del colombiano, otro buen ejemplo es el de 9ía$, quien desactivó las disposiciones anticlericales de la /eforma, que seg4n los sacerdotes afectados los perjudicaban, ! obteniendo a cambio de ello su neutralidad ! aun su cooperación en los asuntos de la vida civil. Ku$mán :lanco tuvo más problemas en ese departamento, pero fue debido a su arrogancia sin frenos %su "éroe era Hapoleón III ! acabó en un e3ilio dorado en 'arísR&. 9espués de todo, si a la Iglesia se le reconocían su patrimonio espiritual ! por lo menos una porción ra$onable ra$on able del material, ella podía convertirse, ! se convirtió a la postre, que es lo que Ku$mán :lanco no entendió o no quiso entender, en una aliada efica$ de cualesquiera fuesen los gobernantes de turno. 0Ho es e3tra6o1, observa por eso ol. latinoamericano >ol. I. #eopoldo Oea, ed. Caracas. A!acuc"o, A!acuc"o, ()+, pp. 55>III?55I5. 2*2* ntre los sinteti$adores de este primer liberalismo, es insuperable el argentino steban c"everríaD 0l problema fundamental de la nación argentina fue puesto por Ma!oD la condición para resolverlo en tiempo es el progresoD los medios están en la 9emocracia PRQ #a fórmula fórmula 4nica, definitiva, fundamental fundamental de nuestra e3istencia como pueblo libre, esD Ma,o /rogreso /rogreso +emocracia PRQ +emocracia PRQ 7Lué quiere decir Ma!o8 mancipación, ejercicio de la actividad libre del pueblo argentino, progresoD 7por qué medio8 'or medio de la organi$ación de la libertad, la
-2 los noventa, para estos 0científicos1 0científicos1 de Mé3ico la cosa "abía que plantearla plantearla al revésD primero el orden, en seguida el progreso ! después ! a lo mejor, pero siempre que fuera para su peculio ! para el peculio de su clase social, la libertad. n ()=, #imantour es designado ministro de "acie "acienda nda por por 9ía$ 9ía$ e inic inicia ia una gesti gestión ón duran durante te la cual cual las las suti sutile le$a $ass filo filosóf sófic icas as pasan pasan rápidamente al segundo plano ! son sustituidas por el llamado a una libertad que, como acusa Oea, 0nada tenía que ver con la libertad política sostenida por los liberales o jacobinos me3i me3ican canos. os. #a que a"ora a"ora pide pidenn se puede puede resum resumir ir en la sigui siguient entee fraseD fraseD liber liberta tadd para para enriquecerse. Srden político ! libertad económica, fue el ideal de este grupo, ! a este ideal fue mu! 4til un positivismo como el de Mill ! ;pencer, que justificaba los intereses de la burguesía inglesa12). Oea cita en este conte3to los testimonios de Manuel Calero ! Fosé #ópe$ 'ortillo ! /ojas, ! esto es lo que ellos tienen que decir. CaleroD >imos, de esta suerte, cómo los que de entre ellos constituían la fracción profesional, refor$ados con algunos "ombres nuevos, fueron poco a poco adue6ándose de los más ping`es negocios del país "asta convertirse, prácticamente, en árbitros de la prosperidad de los me3icanos. sto 4ltimo llegó a reali$arse cuando, por medio del sistema sistema bancario bancario que los mismos mismos científicos científicos organi$aron organi$aron bajo la suprema dirección de #imantour, dominaron por completo las fuentes interiores del dinero ! el crédito. W #ópe$?'ortilloD strec"amente ligados a #imantour, que tenía las llaves del tesoro, ! que dominaba prácticamente a los demás ministros, por medio de una le! que él inventó para tener injerencia en los gastos ! pro!ectos de las demás ;ecretarías, eran los "ombres de la situación, ! en sus manos estaba la suerte de casi todas las empresas. l ma!or n4mero de ellos fue de abogadosX tenían bufete abierto, "ablaban inglés ! francésX eran instruidosX se valían de numerosos a!udantes ! disponían de todo género de facilidades para arreglar sus asuntosX en el 'alacio, en los tribunales, en el A!untamiento, !, en general, en todas las oficinas p4blicas. #os abogados ! "ombres activos que querían competir competir con ellos se "allaban en condiciones condiciones de absoluta inferioridad inferioridad a su respecto, ! no podían llevar a cabo las grandes combinaciones que los científicos tejían ! destejían a su arbitrio, ni organi$ar las gigantescas empresas que, por la atracción del influjo político, iban a parar a manos de los amigos ! favoritos del Ministro de Gacienda. ran apoderados de fuertes compa6ías e3tranjeras, principalmente inglesas, americanas ! francesasX francesasX arreglaban concesiones de :ancos locales, de minas ricas, de e3plotaciones e3plotaciones 2 petrolíferas ! de todo género de empresas empr esas opulentas . fraternidad ! la igualdad, por medio de la 9emocracia1. steban c"everría. 0Sjeada retrospectiva sobre el movimiento intelectual en el 'lata desde el a6o =*1 en $bras completas de #steban #che"erría. #che"erría. Fuan María Kutiérre$, ed. :uenos Aires. diciones Antonio Oamora, (B(, p. ). decadencia. Mé3ico. ondo de Cultura 2)2) #eopoldo Oea. Oea . #l positi"ismo en México. Gacimiento apogeo , decadencia. Mé3ico. conómica, (), pp. 2+= ! 2+2. ste libro de Oea re4ne en uno solo los dos de (2- ! (2=. 22 (bid., (bid., 2-)?2-.
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'uede que ellos mismos no se percataran de la trascendencia que iban a tener sus actuaciones en el futuro, pero no cabe duda de que estos 0científicos1 porfiristas estaban inaugurando una tradición de contubernios latinoamericanos en los que la JexpertiseB "a JexpertiseB "a ido siempre de la mano con el agio, tradición que no "a parado "asta el día de "o! ! que es válida no sólo para Mé3ico sino también para otros de nuestros países. Conviene e3imir a ;ierra de estas impugnaciones, sin embargo, no obstante %o acaso debido a& su "aberse aferrado "onestamente a la ética liberal primigenia, misma que con el tiempo adoptaría en él la forma de un constitucionalismo liberal, influido por el francés douard #aboula!e, lo que es notorio en la etapa de su carrera que se abre con 0Mé3ico social ! político %apuntes para un libro&1, de (). n ese ensa!o ;ierra insiste en que un gobierno fuerte no es sinónimo de una 0tiranía1, que para impedir que eso suceda está el 'oder #egislativo, que tiene como precondición de su e3istencia la 0instrucción obligatoria1 ! el 0voto obligatorio1. W conclu!eD 0todo adulto debe saber leer ! escribir, todo ciudadano que sepa leer ! escribir debe votar1B+. Continuó ;ierra siendo un intelectual orgánico del régimen a pesar de d e todo, porque no creía que su país pudiera prescindir pres cindir de una mano dura estabili$adora es tabili$adora ! "omogeni$adora, la que debía anteceder a %! preparar el advenimiento de& la demasiado blanda de la libertad, constitu!éndose, entonces, sin que "ubiera en ello ma!or contradicción con el organicismo evolucionista de ;pencer ni con el utilitarismo positivista de Mill, en su precondición o su piso. Jn caso límite, "abiendo llegado el período que esto! revisando casi "asta su punto de clausura, es el de un admirador de 'orfirio 9ía$ cuando éste !a "acía rato que go$aba de una tumba en el cementerio de Montparnasse. Me refiero al vene$olano #aureano >allenilla #an$ %()*+?( %()*+?(=& =&,, quien quien en (( (( publica publica su Cesarismo Cesarismo democrático. democrático. #studios sobre las bases sociológicas de la constitución e*ecti"a de 0enezuela libro enezuela libro en el que produce un 0estudio1 taineano de la que para él era la 0constitución sociológica1 de su país ! desarrolla, como corolario del mismo, la tesis del 0gendarme necesario1. Fustificaba con esa tesis las políticas represivas de su empleador, el tirano Fuan >icente Kóme$, "aciendo así de su obra, en la o3imorónica descripción que "a "ec"o de ella Favier #asarte >alcárcel, una 0suerte de clásico indeseable de la "istoria de las ideas1B(. Gelo aquí de su pu6o ! letraD ;i en todos los países ! en todos los tiempos ??aun en estos modernísimos en que tanto nos ufanamos de "aber conquistado para la ra$ón "umana una vasta porción del terreno en que antes imperaban en absoluto los instintos?? se "a comprobado que por encima de cuantos mecanismos institucionales se "allan "o! establecidos, e3iste siempre, como una necesidad fatal, el gendarme electivo o "ereditario de ojo avi$or, de mano dura, que por las vías de "ec"o inspira el temor ! que por el temor mantiene la pa$, pa $, es evidente B+B+ Fusto ;ierra. 0Mé3ico social ! político %apuntes para un libro&1 en #"olución política políti ca del pueblo mexicano. Abelardo >illegas, ed. Caracas. A!acuc"o, ()B, p. =-*. democrático1 en B(B( Favier #asarte >alcárcel. 0U/ep4blica sin ciudadanosUD "istoria ! barbaries en Cesarismo democrático1 Altamirano, ed. )istoria ed. )istoria de los intelectuales en América Latina >ol Latina >ol I, ==B.
- que en casi todas estas naciones naciones de Gispanoamérica, Gispanoamérica, condenadas por causas complejas complejas a una vida turbulenta, el Caudillo "a constituido la 4nica fuer$a de conservación social, reali$ándose a4n el fenómeno que los "ombres de ciencia se6alan en las primeras páginas de integración de las sociedadesD los jefes no se eligen sino se imponen. #a elección ! la "erencia, aun en la forma irregular en que comien$an, constitu!en un proceso posterior B-. l insumo filosófico ma!or de estos 0estadistas?intelectuales1 es, como queda dic"o, el 0positivismo1 ! a ello se debe que no falta quien afirme "o!, me$clando descuidadamente los planos ideológico ! político, que el liberalismo de la primera "ora 0se perdió, per dió, o transformó, transfor mó, en B= una doctrina política ! social distintaD el positivismo1 . 'ero el positivismo no era sino la cara filosófica del nuevo liberalismo, un liberalismo político de signo oligárquico ! autoritario cu!a fundam fundamen enta taci ción ón teóri teórica ca era de proce procede denci nciaa po posi siti tivi vist sta, a, digám digámos oslo lo así, así, ! qu quee en esta esta oportunidad se presentaba, si es que "a de dársele alg4n crédito a la desde6osa descripción que entrega Gale, como 0un conjunto de ideas políticas ! sociales que proclamaban el triunfo de la ciencia1B2. Como quiera que sea, ese conjunto de ideas tiene un faro principal "acia cu!a lu$ se elevan elevan todas las mirada miradas. s. sto! aludiendo aludiendo a Aug August ustee Comte, Comte, sobre todo en su Cours de philosophie positi"e %()=+?()2-&, positi"e %()=+?()2-&, además de la responsabilidad que también les cupo en la diseminación de la doctrina a dos de sus discípulos predilectosD 'ierre #afitte, el ortodo3o, ! mile #ittré, el "eterodo3o. 9esdee fines 9esd fines de la décad décadaa del del sesent sesentaa del sigl sigloo 5I5 5I5 apro3i apro3ima madam dament ente, e, para para la intelligentsia latinoamericana intelligentsia latinoamericana Mr. Comte ! los filósofos de su escuela suministran el ejemplo que se "a de seguirX se los ve como los redactores de los catecismos en los cuales se atesoran verdades irrefutables no sólo para ese tiempo ! para ese lugar sino para todos los tiempos ! para todos los lugares. Con el arribo de la era positiva "abría concluido c oncluido para la especie "umana su b4squeda de la felicidadX se "abría llegado "asta el má3imo posible de la perfección individual ! social. 'or cierto que no escasearon los latinoamericanos que se pagaron el pasaje a 'arís con el propósito de escuc"ar de viva vo$ tan reconfortantes noticias, en las palabras del maestro o, en su defecto, en las de alguno de los discípulos, como el me3icano Kabino :arreda %()()?())(& ! el c"ileno Forge #agarrigue %()B2?()2&. Hi tampoco los que tuvieron el "onor %Forge #agarrigue otra ve$ ! en un francés perfecto& de ver sus colaboraciones impresas en La en La /hilosophie /ositi"e la /ositi"e la revista oficial de la secta. A ello se suma, por nombrarlo nombrarlo de alguna manera, el 0cientifici 0cientificismo smo biomédico1, biomédico1, desde el viej viejo, o, pero pero revit revital ali$ i$ado ado raci racismo smo del del con conde de Fosep Fosep"" Art" Art"ur ur de Ko Kobi binea neauu %su %su #ssai sur B-B- #aureano >allenilla #an$. 0Cesarismo democrático. studios sobre las bases sociológicas de la constitución efecti efectiva va de >ene$ue ene$uela1 la1 en Cesarismo Cesarismo democrático democrático , otros otros textos. textos. Hiita Hiita Gar@ic" Gar@ic" >allenill allenilla, a, ed. Caracas. Caracas. A!acuc"o, ((, p. (=(. B=B= Fosé Antonio Aguilar /ivera. 0
-* lP(negalité des races humaines humaines es de ()B=?BB, pero "a! una segunda edición, que nada casualmente aparece en ())2, en medio de la euforia desatada por la 0conquista1 del frica. #a Conferencia de :erlín, en que las potencias occidentales se repartieron el continente negro, tuvo lugar entre ())2 ! ())B& al evolucionismo de C"arles 9ar@in ! a su tesis estrella sobre la 0selección natural1, convertida sin dilación por los dar@inistas sociales en la 0le! del más apto1 o, lo que es lo mismo, en la le! 0del más fuerte1, así como a su mejor subproducto, el organicismo evolucionista de Gerbert ;pencer. Combinados, procesados ! aplicados aquellos ingredientes ingredientes de base por 0criminalist 0criminalistas1 as1 como Cesare #ombroso, 0sociólogos1 0sociólogos1 como #ud@ig Kumplo@ic$, 0antropólogos1 como Keorges #apouge, 0eugenetistas1 ! 0genetistas1, como arl 'earson ! Kregor Mendel, 0estetas1 como Ma3 Hordau %el autor del famoso #ntartung famoso #ntartung P +egeneraciónQ, +egeneraciónQ, un libro de ()= respecto de cu!as faltas de respeto por los literati 9arío literati 9arío se raros cuando observó que 0no deja un solo nombre, entre todos los quejó amargamente en Los en Los raros cuando escritores ! artistas contemporáneos de la aristocracia intelectual, al lado del cual no escriba la corres correspon pondi dient entee clasi clasific ficac ació iónn diagn diagnóst óstic icaD aD Timb Timbéci écilU lU,, Tidi Tidiota otaU, U, Tdege Tdegener nerado adoU, U, Tloco Tloco BB peligrosoU1 & ! 0psicólogos sociales1 como Kustave le :on. ste 4ltimo sobre todo es quien cont contri ribu bu!e !e con con la doxa irre irredar darg` g`ib ible le,, la que "ace "ace estra estragos gos en los los círc círculo uloss 0cult 0cultos1 os1 de #atinoamérica, paseándose por un sin n4mero de publicaciones, todas ellas mu! D la page parecido a lo que ocurre con la doxa doxa de de oucault en nuestro tiempo. Así, en el arco de casi cincuenta a6os que nos conduce desde el madrugador Kabino :arreda, que como lo indiqué más arriba tuvo el "onor ! el privilegio de conocer a Augusto Comte personalmente !a !a que fue su alumno en 'arís entre ()2 ! ()B(B, ! que es quien pronuncia en Kuanajuato en ()* la $ración cí"ica que cí"ica que tanto impresionó a :enito Fuáre$, la que parte diciendo que a Mé3ico le "a llegado la "ora de asumir su "istoria científicamente, 0como un conjunto compacto ! "omogéneo, como el desarrollo necesario ! fatal de un programa latente1B*, lo que lo transformó en el líder educacional instantáneo de su país, ministro de Instrucción '4blica, fundador de la scuela Hacional 'reparatoria ! cabe$a de serie de la armée positivista armée positivista me3icana, "asta el no menos escuc"ado peruano rancisco Karcía Calderón %())=?(B=&, el autor de Les de Les démocraties démocra ties latines de LFAmérique %así, LFAmérique %así, en francés&, un volumen de ((-, las se6as europeas son las mismas ! reaparecen una ! otra ve$. Calderón fue, desde luego, qui$ás el mejor "eredero ! divulgador finisecular del 0latinoamericanismo1 a la francesa. n su libro del (-, influido por el elitismo de /enan ! que seg4n #uis Alberto ;ánc"e$ fue 0pensado en castellano ! escrito en francés por un autor peruano1, donde por consiguiente 0las anfibologías propias de nuestro idioma c"ocan con la BBBB /ubén 9arío. 0Ma3 Hordau1 en Los en Los raros. #a raros. #a 'lata. Colomino, (2=, p. (*. BB Ho en la Ncole 'ol!tec"nique de 'arís, donde Comte ense6ó entre ()=- ! ()2-, sino que más probablemente en las c"arlas p4blicas que éste daba con posterioridad a su alejamiento del medio universitario, ésas sobre las *iloso*ía. B_ que Fosé errater Mora ironi$ó denominándolas sus 0famosos cursos dominicales1. +iccionario de *iloso*ía. ed.
-) transparencia lógica del francés1B), aboga por el mismo latinoamericanismo que !a a mediados del siglo 5I5 "iciera su!o el colombiano Fosé María entura %())?(B&, ambos animador animadores es entusi entusiast astas as en el mundil mundillo lo de los intele intelectu ctuale aless latinoa latinoamer merica icanos nos e3iliad e3iliados os o autoe3iliados en esa ciudad, cu!as andan$as narraron con ingenio ! no sin su resto de sorna Alberto :lest Kana %en Los %en Los trasplantados de trasplantados de (+2& ! Foaquín d@ards :ello :ello %en Chilenos en /arís de /arís de (==& ! que la profesora argentina :eatri$ Colombi procuró reconstruir no "ace muc"o académicamente, el latinoamericanismo de los Karcía Calderon era más bien un 0panlatinismo1, el que, aun cuando por un lado admitiera que los "abitantes de este continente éramos la prolongación en América de la 0ra$a espa6ola1, como "abían sostenido "asta entonces los tradicionalistas, descendientes o no de los conquistadores, por el otro opinaba que muc"o más provec"oso nos resultaba asociarnos a"ora a una cantera ma!or ! mejor, la de la 0ra$a latina1 ! sintiéndonos al cabo tan franceses como los vecinos del aubourg de ;aint KermainD se "a formado en el continente americano una corriente general de pensamiento que no es sólo ibérica, ibérica, sino francesa ! romana. rancia "a reali$ado reali$ado la conquista conquista espiritual espiritual de nuestras democracias ! "a creado en ellas una variedad del espíritu latino. sta alma latina no es una realidad aparteD está formada de caracteres comunes a todos los pueblos mediterráneos. #os franceses, los griegos, los italianos, los portugueses ! los espa6oles encuentran en ella los elementos fundamentales de su genio nacionalB. 9espués 9espués del coloni coloniali alismo smo espa6ol espa6ol ! ante ante la inmine inminencia ncia de los neo neocol coloni oniali alismo smoss británico ! estadounidense ??! esto! aludiendo en este 4ltimo caso a la tesis del 0panamericanismo1 que desde [as"ington trataba de vendernos por esos mismos a6os el ;ecretario ;ecretario de stado Fames :laine ! que Martí combatió combatió con todas su fuer$as??, vemos como los "ermanos Karcía Calderón optaban por el 0alma latina1 ! por la sociedad sociedad gala que ictorino #astarria %()(*?()))&, quien publica sus Lecciones sus Lecciones de *iloso*ía positi"a en positi"a en ()*B, para posteriormente, en sus %ecuerdos sus %ecuerdos literarios de literarios de ()*) ! "abiendo tomado en esta ocasión como fuente de sus "ermano gemelo de Comte informaciones a #ittré, declararse comteano parapsicológicamente "ermano aun antes de saber de su e3istenciaD
B)B) #uis Alberto Alberto ;ánc"e$. 0'rólogo1 0'rólogo1 a rancisco rancisco Karcía Calderón. Calderón. Las democracias latinas de América ! La creación de un continente tr. continente tr. Ana María Fulliand. Caracas. A!acuc"o, ()*, p. 5I5. BB rancisco Karcía Calderón. Las Calderón. Las democracias (B. democracias (B.
- 7Ho "abíamos partido nosotros, precisamente en los mismos momentos en que Augusto Comte "acía su curso, cuando apenas empe$aba la prensa a publicar publicar su obra inmortal, inmortal, que no "a llegado a C"ile sino largos a6os después, no "abíamos partido de idénticas concepciones para fundar en América la filosofía de la "istoria8+. 'ara alivio del sincronismo voluntarista de #astarria, "abría que decir que el filósofo Alejandro orn "ablaba en este mismo sentido de un 0positivismo autóctono1 argentino. S como en el de algunos de los compatriotas de #astarria, entre ellos los "ermanos Forge, Forge, Fuan Fuan nrique nrique %()B-?( %()B-?(-*& -*& ! #uis #uis #agarri #agarrigue gue %()2?( %()2?(2 2&, &, quiene quieness junto junto con los brasile6os Miguel #emos %()B2?((*& ! /aimundo alentín #etelier, sino también los europeos, como Mill o #ittré. iel "asta la muerte a las ense6an$as de su pater su pater filosófico, filosófico, evidenciando evidenciando un mismo mismo aprecio aprecio por el Curso de *iloso*ía positi"a positi"a que por el posterior ! bastante afiebrado istema de política positi"a #agarrigue positi"a #agarrigue le reproc"a a #ittré la osadía de "aber puesto en duda la 0unidad mental1 de ComteD Lue Mr. #ittré "a!a aceptado solamente concepciones fundamentales del curso de filosofía positiva, ! que rec"ace las concepciones políticas de Comte, por creerlas contrarias a las primeras, está mu! bien, pues es el derec"o de todo pensadorX pero que contra el mismo Comte sostenga que no "a! completa unidad en su vida mental, "e a"í una afirmación verdaderamente insostenible ! atrevida, ! tanto más peligrosa cuanto que es sostenida por uno que se dice partidario abnegado de Augusto Comte s fácil "acer ver la ine3actitud de esta afirmación. 9esde sus primeros trabajos Comte "a demostrado la necesidad de la formación de un nuevo poder espiritual, lo que envue env uelv lvee neces necesari ariam ament entee la form formaci ación ón de un unaa nu nueva eva doc doctr trin inaa equi equival valen ente te a las las religiones religiones que "abían sido el sostén de los antiguos poderes espirituales. espirituales. Jn poco más lejos te mostraré Pse dirige a su "ermano Fuan nriqueQ que la gran conclusión de la parte social del Curso de *iloso*ía positi"a, positi"a , es la formación de un poder espiritual, ! que en ella se encuentran también los gérmenes de la religión ! culto positivistas. 'ero ante todo es necesario que escuc"emos a Augusto Comte defendiendo la unidad de su sistema. #ee para eso sus primeros trabajos reproducidos en el apéndice del istema de política ! política ! el prefacio que los precede(.
literarios. ;antiago de C"ile. Oig?Oag, (), p. --. ++ Fosé >ictorino #astarria. %ecuerdos literarios. ;antiago positi"ista I, (2. #a anotación que (( Forge #agarrigue. 0
=+ n los narradores de la época, el ma!or impacto es el que produce el realismo? naturalismo, el de Nmile Oola ! su escuela, los Koncourt, Maupassant, Gu!smans, 9audet ! algunos otros de nombres ! obras olvidables. Gabiéndoseles por lo general limado el filo crítico que su autor les imprimiera, las veinte novelas de la serie de Los de Los %ougon9Macquart. )istoria natural , social de una *amilia durante el egundo (mperio, (mperio, que como es sabido van desde La desde La *ortuna de los %ougon de %ougon de ()*(, "asta #l "asta #l doctor /ascal que /ascal que es de ()=, ! con las que Oola se propuso reflotar ! superar durante la segunda mitad del siglo 5I5 el pro!ecto de :al$ac en la primera, fueron leídas con el lápi$ en la mano e imitadas con devoción catec4mena catec4mena por los cultivadores cultivadores del género en América #atina. #atina. W lo mismo puede verificarse verificarse respect respectoo de las teori$aci teori$acione oness $olesca $olescass en La no"ela experimental %())+ %())+&& ! Los no"elistas naturalistas %())(& . Impresionó a los literatos latinoamericanos la acogida que les estaban dando los naturalistas franceses a los sectores subalternos de la sociedad, los mismos que en América #atina, con unas economías que poco ! nada era lo que tenían que ver con las del industrialismo europeo, se asociaron por de*ault con con el 0mundo bajo de bandoleros, gauc"os matreros, prostitutas ! cortesanas, rotos e indios1, seg4n precisa con el pa6uelo en la nari$ Cedomil Koic=. s decir que a esos literatos los impresionó la posibilidad de la incorporación al universo de las narraciones que ellos estaban confeccionando de quienes "asta el día de a!er les "abían parecido invisiblesD los grupos sociales e3cluidos !, por detrás de esta !a no tan insólita preferencia, considerando que la autori$aba la práctica de los colegas franceses, la predilección por lo que el mismo Koic identifica como una 0antropología del "ombre bestial12. ;e les "abía abierto abierto de este modo una puerta para enriquecer el elenco de sus obras con la figura del 0otro1, pero "abiendo "ec"o de ese otro un ente animalesco, bruto, ciego ! genéticamente condicionado para ser ese que era ! nada más, puesto que la doctrina en uso estipulaba que el novelista trabaja con 0personajes sometidos por completo a la soberanía de los nervios ! la sangre, privados de libre arbitrio, a quienes las fatalidades de la carne conducen a rastras a cada uno de los trances de su e3istencia1B. A partir de premisas tan estrepitosas como éstas, un complemento necesario de las caracteri$aciones que esos autores elaboraron fueron las 0clasificaciones propuestas por la -- Sbsérvese la rapide$ con que se e3pande el nuevo mensaje. Oola escribe su serie entre ()*( ! ()= ! teori$a sobre ella en ())+ ! ())(. n América #atina, en ())( Aluísio A$evedo está publicando la primera de sus novelas 0naturalistas1, $ mulato, mulato, ! en ())- ugenio Cambecares la primera de las su!as, /otpourri. ilbidos de un "ago. == Cedomil Koic. 2re"ísima Koic. 2re"ísima relación de la historia de la no"ela hispanoamericana. hi spanoamericana. Madrid. Madrid. :iblioteca Hueva, -++, p. +. 22 Cedomil Koic. )istoria de la no"ela hispanoamericana. >alparaíso. hispanoamericana. >alparaíso. diciones Jniversitarias de >alparaíso, (*-, p. (+). !hérese se %aquin %aquinDD 'ról BB Nmil Nmilee Oola Oola.. 0 !hére 'rólog ogoo a la segu segund ndaa edic edició ión1 n1.. >éas >éasee enD enD "ttp "ttpDE DEE@ E@@@ @@.c .ciu iuda dadd seva.comoEte3tosEteoríaEopinE seva.comoEte3tosEteoríaEopinE$ola $ola +(
=( teoría de los 0temperamentos1 Psucesora de la especulación griega ! medieval acerca de los cuatro 0"umores1, sangre, bilis amarilla, bilis negra ! flema, ! de los 0tipos1 correspondientes, el sanguíneo, el colérico, el melancólico ! el flemático, a la que se atuvo la medicina "asta la época moderna ! que en el siglo 5I5 actuali$an cientifi$ándola #ittré ! #attorneauD los 0sanguíneos1 ! los 0linfáticos1, e3?flemáticos, fueron los que se llevaron las palmasQ, por las le!es de la "erencia natural %formuladas por 'rosper #ucas&, las de la "erencia sicológica %de <"éodul <"éodulee /ob /obot& ot& ! las nociones nociones en bog bogaa sobre sobre los Tatavism TatavismosU osU racia raciales les %en especial especial las difundidas por Kustave #e :on&1 . A lo que se unían, para darle más contundencia a4n a la inspiración determinista, las influencias del 0medio1 ! el 0momento "istórico1, e3traídas esas otras condicionantes de la que bien pudiera ser la obra más difundida de Gipólito
= porvenir de la novela como obra de arte, pensando que ella iba a cambiar más temprano que tarde de domicilio gremial al ser sustituida por el e3perimento. 'ero Oola era, al mismo tiempo, ! esto es algo en lo que se manifiestan de acuerdo casi todos sus críticos, "arto mejor novelista que teórico literario, por lo que su talento narrativo, a lo mejor a pesar su!o, se olvida a menudo de la camisa de fuer$a en que la teoría lo mete. l "ec"o es que el discipulado latinoamericano de Oola e3iste, es más ! es menos profundo ! es más ! es menos original, ! "a sido materia de estudios conocedores ! escrupulosos por parte de críticos de fuste, como el citado Koic. #a "uella del escritor francés deviene así espigable en un grupo de novelas a las que "o! solemos asignarles el estatuto de pie$as canónicas de nuestra "istoria literaria, como las argent argentinas inas de ugeni ugenioo Cambace Cambaceres res %()2=?( %()2=?()))& )))&,, /otpourri. ilbidos de un "ago %())-&, MKsica sentimental. PtambiénQ ilbidos PtambiénQ ilbidos de un "ago "ago %())2&, in rumbo %())B& rumbo %())B& ! #n ! #n la sangre %())*&, las varias del llamado 0ciclo de la :olsa1, a propósito de la crisis económica de los noventa, entre ellas La ellas La 2olsa %()(& 2olsa %()(& de Fulian Martel %Fosé María Miró, ()*?()&, uilito %()(&, %()(&, de Carlos Carlos María Scantos Scantos %()+?( %()+?(2& 2&,, ! )oras de *iebre *iebre %()(&, de ;egundo I. >illafa6e illafa6e %()+?(=*&, "asta desembocar en Libro en Libro extraNo %()2?(+-&, extraNo %()2?(+-&, la larguísima saga %son cinco vol4menes& de rancisco A. ;icardi %()B?(-*&, %()B?(-*&, con la que éste se propuso poner en escena el abigarrado ! peligroso %0enfermo1, es claro& multietnicismo de la ciudad de :uenos Aires en el proceso de su apertura a la inmigración europea ! de su consecuente metamor metamorfosi fosiss modernaX modernaX en el :rasil, :rasil, cabe citar citar $ mu mula lato to %())(& ! ! $ cortiQo cortiQo %()+&, esta segunda un eco de LFAssommoir de LFAssommoir de de Oola, de Aluísio A$evedo %()B*?((=&, a la que el maestro Antonio Candido dedicó tres de sus mejores artículos para demostrar la 0diferencia1 de la obra de su compatriota respecto de su correlato en el naturalismo europeo, argumento ése que /ebeca rrá$uri$ retoma ! profundi$a en un trabajo a4n inédito cuando redacto esta página %"a! en el :rasil también un temprano regionalismo naturalista, el que capitanea Adolfo Camin"a P()*?()*Q. Más tarde, en la tercera década del siglo 55, va a ser ese mismo regionalismo regionalismo naturalista naturalista el que se torne en la estrategia interpretativa interpretativa por e3celencia e3celencia del ciclo de novelas que parte con @urzulita con @urzulita %(-+&, %(-+&, de Mariano #atorre %())?(BB&, ! que se contin4a con las que a Fuan Marinello se le ocurrió que eran las 0novelas ejemplares1 de AméricaD La AméricaD La "orágine %(-2&, +on %(-2&, +on egundo sombra %(-& , %(-& , +oNa 2árbara %(-&X en el Jrugua!, las primeras de Carlos /e!les %())?(=)&, por ejemplo /or ejemplo /or la "ida %()))&, "ida %()))&, 2eba 2eba %()2 %()2&& ! La raza de Caín %(++&X Caín %(++&X en C"ile, #l C"ile, #l ideal de una esposa %())*&, esposa %())*&, de >icente Kre$ %()2*?(+&, ! 1n idilio nue"o %(++& nue"o %(++& ! Casa grande. #scenas de la "ida en Chile %(+)&, Chile %(+)&, de #uis Srrego #uco %()?(2)&X en 'uerto /ico, La /ico, La charca %()B&, sin duda que la mejor novela de Manuel Oeno Oeno Kan Kandía día %()BB?( %()BB?(=+&X =+&X en Mé3ico Mé3ico,, las de ederi ederico co Kamboa Kamboa %()2?( %()2?(=&, =&, uprema le, "oluptuosa %()&, de 'edro %()& %()& ! anta %(+=&, entre otrasX ! en >ene$uela, La >ene$uela, La tristeza "oluptuosa %()&, César 9ominici %()*-?(B2&, %()*-?(B2&, e Rdolos e Rdolos rotos %(+(& rotos %(+(& ! angre patricia %(+-&, patricia %(+-&, de Manuel 9ía$ /odrígue$ %()*(?(-*&. %()*(?(-*&. 'or cierto, esta notable floración del género novela en el mundo latinoamericano finisecular finisecular no tiene nada de fortuita. fortuita. Ho obstante obstante los retoques retoques que tenemos tenemos que "acerles "acerles a los alegatos alegatos latinoamericanos latinoamericanos de modernidad durante esos a6os, aquel era un mundo en trance de moderni$ación, seg4n !a lo "e dic"o, ! la novela, aunque se especule a veces con la e3istencia de nov novela elass premode premodernas rnas,, 0proton 0protonove ovelas las1, 1, nov novela elass 0griegas 0griegas1, 1, 0sofíst 0sofística icas1, s1, 0bi$an 0bi$antin tinas1 as1 ! demás, es un género moderno ! cu!a primera manifestación en #atinoamérica es #l es #l periquillo
== sarniento %()(&, sarniento %()(&, de Fosé Foaquín ernánde$ de #i$ardi. ;u 0tema radical1 lo distinguió bien Srtega al afirmar que la novela 0rinde su gracia específica1 no más allá sino más acá del cotidiano, 0en la "ora simple ! sin le!enda1. Como lo confirmarían después muc"os otros, mu! en especial los estudiosos de la narrativa inglesa del siglo 5>III %Ian [att&, con eso Srtega estaba afirmando que no otra que la e3periencia incolora de la vida burguesa ! las ansiedades por escaparse de ella fantaseando con las efusiones de un mundo más elevado es es la que nutre a esta clase de obras, lo que resultaba válido por igual allá, en uropa, que acá, en América, ! eso aun cuando en nuestros pagos tal e3periencia ! tales efusiones "a!an sido derivativas, circunscritas ! deformes. n cuanto a la estructura de la novela, sabemos que esta se ordena invariablemente en torno a la figura ! tra!ectoria de un "éroe %o de una "eroínaD piénsese en la galería ga lería de las 0ad4lteras que se ilusionan1, la :ovar! :ov ar! de laubert, la Ana S$ores de Clarín, la Ana arenina de icen icente te Kre$ Kre$&& medi mediocr ocre, e, de sus sus conce concepci pcion ones es ! acci accion ones es equi equivo vocad cadas, as, de sus grande grandess e3pectativas ! sus inevitables desenga6os, ! de un narrador que nos cuenta todo eso con la risa escéptica bailándole en la comisura de los labios. sto es lo que se instala entonces en tierra americana con alguna dosis de legitimidad. W, a propósito de las obras de los escritores vene$olanos que !o nombré arriba, cabe "acer "acerle less aquí aquí un luga lugarr tamb tambié iénn a las las que que lau lauss Me!er Me!er?Mi ?Minne nnema mann nn denom denomin inóó nov novel elas as modernistas o de *in de *in de si&cle !, entre ellas, las que Kutiérre$ Kirardot clasifica como 0novelas de artista1. Además de las de 9ominici ! 9ía$ /odrígue$ que !a mencioné, las que más frecuentemente se aducen en este renglón son Amistad son Amistad *unesta %())-&, *unesta %())-&, de Fosé Martí %()B=? ()B&, +e ()B&, +e sobremesa la novela 0perdida1 de Fosé Asunción ;ilva %()B?()&, que se publicó por primera ve$ en (-B, %esurrección %(+(&, de Fosé María /ivas Kroot %()=?(-=& ! %edención %(+B&, de ngel de strada %()*-?(-=&. 'or lo com4n, los críticos buscan contraponer contraponer estas novelas novelas latinoameri latinoamericanas canas *in *in de si&cle a las del naturalismo, el mismo que a juicio de Me!er?Minnemann sería conmutable sin más con el francés. 'or lo que a mí respecta, sin "acer muc"o caudal por a"ora con el "ábito latinoamericano que consiste en fusionar sin miramiento corrientes intelectuales ! estéticas que en uropa se dan separadas ! en guerra %es lo que "acen los modernistas con los discursos en conflicto de los parnasianos ! los simbolistas franceses, por dar un ejemplo entre mil&, debo decir que no creo para nada en la reproducción de un divorcio de ese tipo entre nosotros ! que en la ma!oría ma!oría de los casos lo que sí percibo son manifestacio manifestaciones nes de una diferencia diferencia finisecular finisecular de carácter específico, 0decadente1, si es que se le quiere pegar esta otra etiqueta %la más favo favore reci cida da por por el rupt ruptur uris ismo mo euro europe peoo que que le es cont contem empo porá ráne neoo ! cu!o cu!o tras trasla lado do a #atinoamérica nos obligaría a un nuevo deslinde discriminador&, pero dentro del espacio de un género pró3imo de com4n adscripción 0naturalista1. n los los cinc cincue uent ntaa a6os a6os que que sepa separa rann a $ mulato de A A$$evedo o a /otpourri de Cambaceres, que como "e dic"o son de ())( ! ())- respectivamente, de las novelas Fosé Srtega ! Kasset. 0Ideas sobre la novela1 en Meditaciones del uiIote uiI ote e (deas sobre la no"ela. Madrid. no"ela. Madrid. /evista de Sccidente, (B, p. (*B. Agrega Srtega en una nota a pie de páginaD 0sta afirmación estética de lo cuotidiano ! la e3clusión rigorosa de todo lo maravilloso es la nota más esencial que define el género TnovelaU en el sentido de esta palabra que importa para el presente ensa!o1. (bid.
=2 regionalistas de la tercera década del siglo 55, el código estético dominante es, entonces, el natura naturali lism smo. o. Ko Koic ic acie aciert rtaa por eso cuand cuandoo sost sostie iene ne qu quee 0el Ha Hatu tural ralism ismoo en la nov novel elaa "ispanoamericana se prolonga en su madura vigencia literaria entre ()+ ! (=+1 ! que 0;ólo a la lu$ de la nueva comprensión de los términos es posible entender las modificaciones que e3perimenta el americanismo literario del período naturalista ! los conceptos variables que lo significan1*+. s pues a los protocolos naturalistas que se apegan obras con espacios, asuntos ! grados de contaminació contaminaciónn diversos ! en la ma!oría ma!oría de los casos dándole dándole al material material importado el tEist doméstico doméstico que !o se6alé más arriba. Casa grande de grande de Srrego #uco, es un ejemplo que a los c"ilenos nos resulta conocido. ;u protagonista, el aristocrático ngel Geredia, es poseedor de un 0temperamento sanguíneo, carácter resuelto ! violento1, aunque en su alma 0e3istía, también, por un rasgo de atavismo, su veta mística, e3altaciones religiosas de ensue6o que lo sobrecog sobrecogían ían de repente repente,, luc"an luc"ando do con sus tendenc tendencias ias sensual sensuales, es, vencién venciéndol dolas, as, o cambiándose con ellas en un estado nervioso de sensibilidad suma, en el cual se alternaban las grandes grandes depresi depresiones ones morales morales con las e3altac e3altacion iones es incont incontenib enibles les de los tempera temperamen mentos tos *( impulsivos1 . 7Lué tal8
hispanoamericana(+B. *+*+ Cedomil Koic. )istoria Koic. )istoria de la no"ela hispanoamericana(+B. *(*( #uis #uis Srrego Srrego #uco. #uco. Casa grande. #scenas de la "ida en Chile. Chile. #ucía Kuerra?Cunning"am, ed. Caracas. A!acuc"o, -++B, pp. (+ ! (+*.
=B Capítulo III #a cultura "egemónica %-& Más ce6idamente, puedo concluir queD l positivismo ! el social dar@inismo evolucionista europeos pusieron a disposición de los pensadores ! los literatos latinoamericanos de fines del siglo 5I5 una filosofía materialista, que fue menos científica que científicoide ! que por ser cientificoide fue también tecnocrática, factualista, mecanicista, biologicista, antimetafísica !, de refilón, laica. Conviene no perder de vista, a propósito de esto que acabo de escribir, que el proceso de seculari$ación de nuestras sociedades se intensifica durante aquellos a6os, que los nuevos gobiernos liberales promueven la separación entre la Iglesia ! el stado, junto con el desarrollo de la educación p4blica, la libertad libertad de cultos cultos ! la reducción del poder económico de que "asta entonces go$aba la Iglesia Iglesia debido a la rique$a enorme de sus latifundios %! sin desdecirme por eso de las 0conciliaciones1 ! los 0compromisos1 a los que eventualmente llegaron esos mismos gobiernos liberales, que acusé oportunamente, que responden a la naturale$a bastarda de su perspectiva económica ! social ! que se prolongan "asta "o!&. A lo que se a6aden los alcances políticos del discurso positivista, que eran los que les dispensaban a los oligarcas latinoamericanos licencia filosófica para su ejercicio autoritario del poder, o sea la licencia filosófica que poseen los gobernantes que 0saben1 lo que es bueno para el pueblo, justificadora incluso de las dictaduras más ab!ectas, como la de Manuel strada Cabrera, en Kuatemala, de la que Kóme$ Carrillo, 9arío ! varios otros profitaron abundantemente, ! un esquema teórico?"istoriográfico dentro del cual ello elloss podí podían an enca encaja jarr cualquier tra! tra!ect ector oria ia colec colecti tiva va,, no impor importa ta dón dónde de ella ella estuvi estuvies esee locali$ada, en 'arís o en la
= presentado como una etapa, necesaria, aunque circunstancial de esta "istoria, lo cual "a de culminar en el estadio llamado positivo1*=. Ho es raro por lo tanto que llegado el momento aun los más liberales de estos es tos escritores chemin in de *er *er positivista con desabotonado entusiasmo ! sin que los se encara encarame menn en el chem amedrenten las contradicciones. Me refiero a las contradicciones liberales del !a comentado :enjamín >icu6a Macenna, a las de #astarria o a las de >alentín #etelier en C"ileX o a las análogas de algunos de los 0cientificos1 probos del porfiriato, como vimos que ocurría con ;ier ;ierra ra en el , muc"o muc"o más en su #"olución política del pueblo mexicano mexicano %(++?(+-& !, definitiva ! aun sorprendentemente, en su discurso de presentación de la 0Iniciativa para crear la Jniversidad Hacional de Mé3ico1, de ((+. /econociéndole en aquel discurso a la nueva institución de educación superior su carácter estatal, se pronunciaba ;ierra sin embargo a favor de su autonomía, por su laicismo ! por %"orror de "orrores& la participación de los alumnos en el consejo universitario Como vemos, se estaba anticipando con estos planteamientos, en casi una década, a uno de los temas centrales de la /eforma de CórdobaD l stado tiene una alta misión política, administrativa ! socialX pero en esa misión misma "a! límites, ! si algo no puede ni debe estar a su alcance, es la ense6an$a superior, la ense6an$a más alta PRQ Jna universidad es un centro de donde se propaga la ciencia, en que se va a crear la cienciaX a"ora bien, se6ores diputados, la ciencia es laica PRQ Hosotros damos cabida dentro del Consejo Jniversitario a los alumnos de las escuelas universitarias PRQ l ministro de Instrucción '4blica Pes decir, él mismo "ablándoles a los miembros del 'arlamentoQ, se6ores diputados, puede dar testimonio ante vosotros de que en muc"as de las cuestiones más complejas ! difíciles que "a teni tenido do que resol resolve verr o de las las que que "a tenid tenidoo que toma tomarr con conoc ocim imie ient ntoo ínti íntimo mo,, la intervención, cuando "a sido racional, serena, ! lo "a sido algunas veces, del elemento 0alumno1 0alumno1 de las escuelas, "a sido de tal manera poderosa para "acerle cambiar ciertas determinaciones gubernativas, que no era posible que, al tratarse de organi$ar el cerebro, por decirlo así, de la nueva universidad, no contase con ese elemento*2. 7Cómo le ca!ó al general 9ía$ este discurso de su ministro de Instrucción '4blica8 7#o "abrá leído8 Ho tengo respuestas para estas preguntas. 'arecido es lo que puede arg`irse acerca de los fundadores de la rep4blica brasile6a, los que como se sabe se lan$aron en su propia batalla ideológica ! política "aciendo invocación e3presa de la filosofía del positivismo, algo que quedó estampado por los siglos de los siglos en la nueva ense6a nacional, que "omenajeaba al maestro repitiendo "erbatim uno "erbatim uno de sus aforismos predilectosD 0el amor por principio, el orden por base ! el progreso por fin1. 'rovenían esos rebeldes brasile6os o de unos sectores medios sin muc"as posibilidades de acenso social o eran "ijos de peque6os propietarios rurales, condenados en uno ! otro caso a un futuro mediocre, pero que "abían encontrado en el saber científico un vademécum para la *=*= #eopoldo Oea. 0l positivismo1 en /ensamiento positi"istaR, positi"istaR, I, 55>III?55I5. *2*2 Fusto ;ierra. 0Iniciativa para crear la universidad1 en Oea, ed. /ensamiento positi"ista II, positi"ista II, )+?)=.
=* solución de sus carencias. 9e la mano del pensamiento positivo, no sin "aberle rebanado el capítulo del 0amor1, el :rasil acabó así "aciendo su!o el mismo republicanismo en el que los demás países de la región estaban !a embarcados, es decir, un republicanismo de corte liberal? autoritario. igura representativa entre los gestores del nuevo orden de cosas es el matemático :enjamín Constant :otel"o de Magal"aes %()=?()(&, positivista como el que más, pero también profesor de los cadetes en el semillero de los disconformes que era a la sa$ón la scuela Militar de /io ! uno de los complotados en el levantamiento que el (B de noviembre de ()) derrocó a 'edro II e inició la 'rimera /ep4blica o /ep4blica >ieja. ue, además, como para disipar cualquier duda que pudiera abrigarse acerca de sus preferencias filosóficas, uno de los creadores de la nueva bandera nacional ! mu! posiblemente quien junto con alentín #etelier %()B-? ((&. 'rofesor ! rector de la Jniversidad de C"ile, además de militante en las filas del radicalismo, se identificó con el ala más avan$ada de su partido, con el ala social. /espetuoso de la libertad de pensamiento, de la democracia política ! defensor de la educación p4blica, estatal ! laica, así como sensible a los infortunios de aquellos en los cuales reconoció a los 0desvalidos1 ??los trabajadores ! las mujeres, por ejemplo, se diría que coqueteando a ratos con el socialismo ! el feminismo??, nada de eso fue suficiente para que #etelier perdiera su confian$a en las ense6an$as de Comte. Como lo "abía leído en los libros de su guía espiritual, cre!ó #etelier en la necesidad de 0la convergencia de todos los cora$ones a un mismo propósito ! de todos los entendimientos a una misma fe, con el deliberado intento de producir el desarrollo armónico de todas las fuer$as activas de la sociedad1*B, ! que eso era algo que sólo podía obtenerse recurriendo recurriendo a la ciencia !, a4n más precisamente, precisamente, a la ciencia ciencia comteana. comteana. n cuanto a su pensamiento social, éste es un pasaje en el que estruja su radicalismo "asta el má3imo de lo que él puede entregarleD el legi legisl slad ador or burg burgué uéss de nue nuest stro ross tiem tiempo poss "a proc procedi edido do esenci esencial alme ment ntee como como el legislador plebe!o de /omaX "a precautelado mu! bien los intereses de su claseX aun se "a empe6ado en impulsar el desenvolvimiento de la cultura generalX pero no "a estudiado las necesidades de las clases desvalidas, no "a instituido garantías que amparen a los pobres contra los ricos, mira impasible impasible que se aplique aplique al orden social la le! materialista de la selección de las especies, propia del orden biológico, ! deja subsistente el derec"o plebe!o, el derec"o oligárquico o de clase en perjuicio del derec"o social, que es el derec"o "umano por e3celencia PperoQ un "ombre cu!a perfección moral no n o "a sido jamás superada s uperada ! cu!a cu !a impertérrita valentía ejemplari$ará ejemplar i$ará a los grandes luc"adores de la "umanidad, un "ombre a quien se empeque6ece cuando se divini$a, "i$o su!a la causa de los menesterosos PRQ Augusto Augusto Comte puede ense6ar que ser rico es desempe6ar una verdadera función social, la de creador ! administrador de la rique$a en beneficio com4n*. *B*B >alentín #etelier. 0l stado ! la educación nacional. 9iscurso pronunciado por >alentín #etelier en la sesión solemne solemne celebrada celebrada por la Jniversidad Jniversidad el ( de septiembr septiembree de ()))1. Anales de la 1ni"ersidad de Chile (+B %(B*&, (-*.
=) 'ara las mujeres, e3igió #etelier una educación igual a la de los "ombres ! una educación 0científica1D Más, si una de las causas fundamentales de la armonía social es la conformidad de doctrinas ! opiniones, no vemos nosotros por qué la mujer "a de ser mejor esposa recibiendo una instrucción diferente de la del "ombre, que recibiendo ambos una misma. W si a la madre incumbe el deber sagrado e instransferible de abrir el espíritu del ni6o a las primeras verdades que "an de nutrirle, no comprendemos cómo se puede sostener ra$onablemente que ignorando ella la ciencia, donde todas se contienen, "a de dirigir mejor la educación intelectual de sus "ijos**. alentín #etelier. 0#os pobres1. 'ublicado por primera ve$ en La Le, L e, órgano órgano del 'artido /adical, en el H 2)= de enero de (). Wo Wo lo cito por su reproducción en #structura social de Chile. #studio Chile. #studio selección de textos , bibliogra*ía. Gernán bibliogra*ía. Gernán Kodo!, ed. ;antiago de C"ile. Jniversitaria, (*(, pp. -**?-*). **** >alentín #etelier. 0#a instrucción de la mujer1 en #scritos republicanos. elección de escritos políticos políti cos del siglo 3(3. María 3(3. María Fosé #ópe$ M. ! Fosé ;antos Gerceg, eds. ;antiago de C"ile. #SM, -+((, p. =(. l artículo de #lectoral en agosto de ())*, cuando se fundó el #iceo de Hi6as de ;antiago. #etelier apareció en La en La Libertad #lectoral en Chile. ;antiago de C"ile. Imprenta Kutenberg, ()), pp. *?), ! *)*) >alentín #etelier. +e #etelier. +e la ciencia política en Chile. ;antiago (-.
= 0la preocupación anticientífica que los supone Pa los fenómenos socialesQ obra e3clusiva de la voluntad voluntad "umana1, pero siempre que con eso se acepte que 0las le!es sociales, si e3isten, "an de ser por naturale$a tan modificables que sin dejar ellas de cumplirse "a de poder la voluntad de cada cual concurrir concurrir o nó activamente activamente a su cumplimiento, cumplimiento, retardarlo retardarlo con los conservadores, conservadores, apresurarlo con los liberales, perturbarlo con los reaccionarios i revolucionarios1*. 7Adónde va a parar con todo ello la férrea legalidad positiva8 A mí me cuesta imaginarlo. Ho por nada Gale "a clasificado a #etelier como un 0autoritario responsable1, anotando de paso a la admiración que sentía por :ismarc )+. l cientificismo constitu!e, por otra parte, la base del racismo, que es la inferiori$ación racial del otro por ra$ones ideológicas !Eo político?económicas %lo "abitual es que aquellas disimulen a éstas&, ! del racialismo, que es la utili$ación de la ra$a como una categoría científica válida con cu!a mediación se presume que es posible dar cuenta de la verdad de ese otro, los que al fin ! al cabo no son sino una sola ! la misma cosa, es decir, un par de estrat estrategi egias as tecnocr tecnocráti áticas, cas, la primer primeraa de ellas ellas flagran flagrante te ! la segunda segunda encubi encubiert erta, a, para el afian$amiento del poder. S sea, para que aquellos que se "an "ec"o con él no se vean en la obligación de recurrir a la fuer$a bruta para seguirlo detentando ! se sientan de ese modo %! "agan sentir a los demás& 0visible1 0visible1 ! 0científicamente1 0científicamente1 seguros de que es a ellos a quienes les corres correspon ponde de arrog arrogars arsee el lider lidera$ a$go go.. s por obra obra ! graci graciaa de su con const stit ituci ución ón anat anatóm ómic icaa %epidérmica, más bien& que 0la ciencia1 los "a elegido a ellos para dirigir, mientras que al mismo tiempo les proporciona las justificaciones adecuadas cuando el empleo de dic"o poder deja, ! eso es lo que sucede con frecuencia, más de algo que desear. A escala doméstica, poco cuesta comprobar que el racismo ! el racialismo les permiten a los los olig oligarc arcas as lati latinoa noame meric rican anos os de esta esta época época e3p e3pli licar car ! e3pl e3plic icar arse se las las innu innume merab rable less deficiencias de su trámite en la construcción ! conducción de la nación decimonónica. s la mala calidad de los recursos "umanos ! no su culpaX los malos resultados "istóricos no se deben a la "ibride$ "ibride$ de la base productiva sobre la que ellos tienes tienes asentadas sus aristocráticas aristocráticas posaderas, ni menos a4n a sus reticencias para cambiarla por otra que fuese plenamente moderna, sino a la miseria atávica de la turbamulta no blanca que les tocó en %mala& suerte conducirD a la flojera, a la inconstancia, al vicio, a la ferocidad, a la innata afición al robo de los 0bárbaros1. n este sentido, la profundi$ación que en Con*lictos , armonías de razas en América %())=& le introduce el viejo ;armiento a su tesis del acundo del acundo es es esclarecedora. Como lo "a observado observado Carlos Altamirano, Altamirano, cuando en su libro del )= ;armiento ;armiento 0trata de Te3plicar Te3plicar el mal é3ito parcial de las instituciones republicanas en tan grande e3tensión ! en tan distintos ensa!osU, sus claves no serán !a, como en el acundo el acundo el el desierto, la campa6a pastora o el dislocamiento social que produjo la revolución de la independencia, sino la constitución racial de los pueblos "ispanoamericanos1)(. ** (bid. B?+. (bid. B?+. )+)+ Gale. 0'olitical IdeasR1, (B. )()( Carlos Altamirano. 0América #atina en espejos argentinos1 en /ara un programa de historia intelectual , otros ensa,os. :uenos ensa,os. :uenos Aires. ;iglo 55I, -++B, p.(+.
2+
Gaciéndose eco de ese ;armiento desembo$adamente racista ??que la realidad es que venía de atrás, que !a estaba instalado en el acundo el acundo en en los 0iaIes en +e la educación popular ! ! en otros de sus te3tos tempranos, tempranos, ! que en el )= sólo "a recargado recargado las tintas tintas de su pluma con nuevas ! delirantes lecturas neodar@inianas??, neodar @inianas??, casi treinta a6os después, en (((, el influ! influ!ente ente "istor "istoriad iador or c"ilen c"ilenoo don rancis rancisco co Antoni Antonioo ncina ncina %()*2?( %()*2?(B& B& escrib escribirá irá en ;antiago ;antiago %7o "abrá sido en las casas patronales patronales de su fundo de l 9ura$no8& que los mapuc"e 0no "an traspasado la dad de 'iedra1 ! que aunque 0generosa1, su sangre 0no puede salvar en tres siglos la distancia que los pueblos europeos "an recorrido en cerca de dos mil a6os1. :asán :asándos dosee en este este a3iom a3ioma, a, para para él indi indiscu scuti tibl ble, e, nci ncina na entie entiend ndee que la 0infe 0inferi riori orida dad1 d1 económica c"ilena %!, por e3tensión, podría pensarse que la latinoamericana& obedece a dos factores encontradosD el 0territorio1 ! la 0ra$a1.
consecuencias. ;antiago de C"ile. )-)- rancisco A. ncina. Guestra in*erioridad económica. us causas , sus consecuencias. ;antiago Jniversitaria, (BB, pp. *=, -*, )B ! =-.
2( n el 'er4, las principales principales ra$as "an constituido constituido el alma del pueblo, "an sido ! sonD ( la india, ra$a inferior, sorprendida en los albores de su vida intelectual por la conquistaX ra$a que representaba probablemente la ancianidad de las ra$as orientales, que era, por decirlo así, el desec"o de civili$aciones antiquísimas, que pugnaban por reflorecer ricors rsii lento ! sin energía, propio de una decrepitud conducida nuevam nue vamen ente te en un rico inco inconsc nscie iente nteme ment ntee en las las vena venasX sX - la ra$a ra$a espa6 espa6ol ola, a, ra$a ra$a nervi nerviosa osa,, que vino vino precisamente en una época de crisis, de sobree3itación en su sangre, de actividad desmesurada, ! que por lo tanto tenía que obrar más tarde con las energías gastadas, con el cansancio nervioso ! la debilidad moral que sucede a los períodos de ma!or gastoX ra$a superior relativamente a la ra$a indígena, pero ra$a de efervescencias ! decaimi decaimient entos, os, ra$a ra$a ideali idealista sta ! poc pocoo práctic práctica, a, ra$a turbul turbulenta enta ! agitad agitada, a, ra$a más artística que intelectual, de carácter ve"emente pero no de carácter enérgico, voluble e inestableX = la ra$a negra, ra$a inferior, importada para los trabajos de la costa desde las selvas feraces del frica, incapa$ de asimilarse a la vida civili$ada, tra!endo tan cercanos los atavismos de la tribu ! la vida salvajeX 2 la ra$a c"ina. /a$a inferior ! gastadísima, importada para la agricultura cuando la /ep4blica abolió la trata de negros, ra$a viciosa en su vida mental, mental, completament completamentee abotagada la vida nerviosa por acción del opio, ra$a sin juventud, sin entusiasmos, de un intelectualismo pueril a causa de su misma decrepitudX decrepitudX ! en la que el carácter de ra$a por el régimen despótico se "a "ec"o servil ! cobarde ! B las ra$as mesti$as que "an provenido del cru$amiento de las tres primeras ra$as, que si bien representan desde el punto de vista intelectual una superioridad sobre el indio ! el negro, son insuficientemente dotadas del carácter ! del espíritu "omogéneo que necesitan los pueblos para formar una civili$ación progresivaD les falta esa fuer$a de unidad que es necesaria para constituir el alma de una nacionalidad)=. Cuesta creer que patra6as como éstas, que con la confian$a de un colegial aplicado e3pone el joven 'alma, "a!an sido aceptadas ! acatadas ma!oritariamente por la opinión p4blica del período, que "a!an podido llenarle la cabe$a ca be$a a tantísima gente e inclusive más allá de los confines del reducto oligárquico que era donde tenían su locus natural. locus natural. Ho pocos de los discursos de la clase media en ascenso e inclusive los de algunos de los representantes de los grupos subalternos, anarquistas ! socialistas, participaron de tales prejuicios, sin que se les "a!a "a!a ocur ocurri rido do pone ponerl rlos os a prue prueba ba,, a vece vecess a impu impuls lsos os de un patr patrio ioti tism smoo de du dudo dosa sass calificaciones ! en otras "aciendo su!o el imaginario construido por los intelectuales que pusieron sus talentos al servicio de la oligarquía. #a 0barbarie1 indígena, percibida en esos términos en tiempos de la construcción nacional ! no antes, !a que en la época de la independencia la figura ideológica con que se le le!ó al indio fue la del 0buen salvaje1 rousseauniano, se incrementó ! fortaleció en el 4ltimo tercio del siglo con la a!uda del racismo ! el racialismo europeos ! ello "asta el punto de trocarse en un dictum acatado dictum acatado si es que no por todo el mundo %"a! e3cepciones, ! me referiré a ellas cuando llegue el momento&, en cualquier caso por personalidades que no siempre son repudiables ! entre las que uno piensa que no se va a topar con él. Jn capítulo casi cómico es, en medio de este desatino ideológico, el de la )=)= Cleme Clemente nte 'alma. 'alma. #l por"enir de las razas en el /erK. /erK.
2valoración del mesti$aje. ;i para los discípulos de Kobineau ! de ;pencer era una verdadera desgracia, un 0salto atrás1, para algunos cristianos ! neocristianos constituía la oportunidad para una 0síntesis espiritual1, para un impulso "acia "ac ia adelante, un suceder positivo por cierto en la consecución del an"elado blanqueamiento de la población. 'ara lo otro que a los oligarcas latinoamericanos les resultan de sumo provec"o las lecciones de ese racismo ! ese racialismo europeos es para factibili$ar %no puedo escribir legitimar, porque la verdad es que no "a! nada que pueda legitimar un genocidio& el nuevo plan maestro que consiste en el abatimiento a bala$os de las comunidades nativas, en su e3terminio o, si es que no se las puede e3terminar, en su 0reducción1, ! en la consecuente apertura de sus tierras a la e3plotación 0productiva1, como ocurrió en la Argentina con las 0campa6as del desierto1, desde la de /osas, en ()==, "asta la de /oca en ()*)?*, ! en C"ile con la 0pacificación de la Araucanía1. sta 4ltima fue uno de los 0emprendimientos1 modernos que en C"ile se inauguraron durante el gobierno de Fosé Foaquín 'ére$, en la década del sesenta sesenta %el emprend emprendimi imient entoo que lo anteced antecede, e, pero respond respondien iendo do a la misma misma perspect perspectiva iva ideológica, es el que promueve la inmigración europea, a partir de la 0le! de inmigración selectiva1 de ()2B&, que se refor$ó en los setenta ! que llegó a su culminación apoteósica bajo el gobierno de 9omingo ;anta María, a principios de los oc"enta. sta ve$ con una operación que no estuvo a cargo, como las anteriores, del prócer de la pacificación, el benemérito coronel Cornelio ;aavedra, sino del no menos benemérito general Kregorio Jrrutia, ! cu!o saldo fueron treinta mil indios muertos más el confinamiento de los que quedaron en un seis por ciento de las tierras de que "abían sido due6os previamente, ! las que en a6os posteriores fueron perdiendo asimismo debido a los 0progresos1 del avance coloni$ador. l proceso de la 0c"ileni$ación1 mapuc"e, el que sigue a su 0pacificación1, "a sido descrito por Fosé :engoa en estos términosD a partir de la derrota militar de ())( ! la ocupación militar de >illarrica en ())=, cambió la sociedad mapuc"e internamente, como también su relación con el stado ! la sociedad c"ilena. #a reducción territorial fue el elemento central ! evidente del cambio ocurrido. ;e decretó a la Araucanía como propiedad fiscal ! se procedió a colon coloni$ i$ar ar las las tier tierras ras para para así poner ponerla lass en produ producci cción, ón, esto esto es, es, en rela relaci ción ón a la producción del centro del país. A los mapuc"es se los sometió al rigor de la civili$aciónX se les entregaron peque6as mercedes de tierras, se los encerró en sus reduc reducci cione ones, s, se los los obli obligó gó a tran transfo sform rmars arsee en agri agricul culto tores res.. l gu guerr errero ero debi debióó tran transfo sform rmar arse se en ciuda ciudada dano no ! el past pastor or de gana ganados dos en camp campesi esino, no, produ product ctor or de subsistencia. subsistencia. ste paso fue drásticamente drásticamente dirigido por el ejército c"ileno. ueron a6os de temor, de pestes, de "ambre, de pérdida de una identidad ! reformulación de una nueva cultura como minoría étnica enclavada en la sociedad rural c"ilena)2. Mu! poco después la furia e3terminadora se e3tenderá "acia la 'atagonia ! rematará en el fin del mundo, en el arc"ipiélago de
2=
W para no "acer de esta práctica antiindígena una actividad que acaparan sus cultores de la Argentina ! de C"ile, debo dejar constancia que en el Jrugua! ructuoso /ivera ! Manuel Sribe ordenan la primera matan$a de c"arr4as en ()=(, que los 0moderni$adores1 centroamericanos privati$an los 0baldíos1 %de propiedad estatal&, los 0ejidos1 %de propiedad municipal& municipal& ! las tierras comunales %de propiedad indígena& a toda velocidad velocidad a partir de ())+, en tanto que 'orfirio 9ía$ perseguía a la etnia !aqui durante los treinta a6os que se mantuvo en el poder, lo que culminó a principios del siglo 55 con el robo de sus tierras ! el destierro obligado de miles de aborígenes desde su nativa ;onora a las plantaciones "enequeneras de Sa3aca ! Wucatán. A esca escala la supr supran anac acio iona nal, l, el raci racial alis ismo mo ! el raci racism smoo auto autori ri$a $ann el dise dise6o 6o ! la implementación de una geopolítica del despojo. jemplos infames de esto son la carga del ejército ejército estadounidenses estadounidenses sobre Mé3ico, que le significó significó a los me3icanos la pérdida de más de la mitad de su territorio %la primera porción fue la pérdida de i6as >i6as que ellas fueron 0verdaderas razzias en las que se ensa!aron frente a los indios Te3tranjerosU Te3tranjerosU los los mismos procedimientos procedimientos que luego, agravados, se aplicaron aplicaron contra )B los indios TcompatriotasU1 . ;i se piensa que el ejército ejército c"ileno, el que logró la victoria sobre el pueblo mapuc"e, era el mismo que "abía obtenido otros triunfos no menos resonantes en la Kuerra del 'acífico, las palabras de >i6as se confirman letra por letra. n América #atina, los más de cuarenta libros de los que es perpetrador el empe6oso #e :on suministran la biblioteca de preferencia para los delirios racistas, ! lectores aplicados su!os son el 4ltimo ;armiento, en el !a citado Con*lictos , armonías de razas en América, América , Carlos Sctavio Sctavio :unge %()*B?(()&, %()*B?(()&, en Guestra en Guestra América de (+=, ! Alcides Arguedas Arguedas %()*? (2&, (2 &, en /ueblo en /ueblo en*ermo de en*ermo de (+, quien además de citar a #e :on cita también a :unge admirativamente. )B)B 9avid >i6as. (ndios >i6as. (ndios eIército , *rontera. *rontera. Mé3ico. Mé3ico. ;iglo 55I, ()-, pp. -)?-.
22 uer ueron on los los libr libros os de cabe cabece cera ra para para do doss o tres tres gene genera raci cion ones es de inte intele lect ctua uale less latinoamericanos ! su gravitación, como se puede comprobar a la vuelta de la esquina, no "a desaparecido por completo de nuestra conducta de 0sentido com4n1. #a 0psicología social1, seg4n la difundía #e :on, era la disciplina 0científica1 por e3celencia a cu!os descubrimientos los adeptos debían ajustarse. n la introducción de su libro de (+=, su discípulo argentino, :unge, la define con claridad meridiana a la ve$ que e3plicita el objeto que él "a elegido para su propia investigaciónD #a organi$ación política de un pueblo es producto de su psicología. ;u psicología resulta de los factores étnicos ! del ambiente físico ! económico. l obje objeto to que que dirí diríaa prác prácti tico co de esta esta ob obra ra es desc descri ribi birr, con con todo todoss sus sus vici vicios os ! modalidades, la política de los pueblos "ispanoamericanos. 'ara comprenderla, debo antes penetrarme de la psicología colectiva que la engendra. W para conocer esta psicología anali$o previamente las ra$as que componen al criollo. 'rincipio, pues, por estudiar la psicología de espa6oles, indios ! negros, teniendo en cuenta, mientras pueda P sicQ, sicQ, los respectivos medios geográficos en que se formaron esas esas ra$as ra$as.. studi studiad ados os los los compon componen ente tess étni étnico cos, s, paso paso a anali anali$a $arr sus sus me$cl me$clas as ! transformaciones en América, ! esbo$o, tal cual la entiendo P sicQ, sicQ, la psicología del "ispanoameric "ispanoamericano. ano. Conocido el suIeto el suIeto e3pongo e3pongo !a la política criolla, la en*ermedad objeto de este tratado de clínica social, tratado que, como sus semejantes en medicina, conclu! conclu!ee con la present presentaci ación ón de alguno algunoss ejempl ejemplos os o casos casos clínic clínicosD osD tres tres grandes grandes políticos Plos políticos son Fuan Manuel de /osas, Kabriel Karcía Moreno ! 'orfirio 9ía$Q). Como puede apreciarse, la psicología social leboniana a cu!os principios :unge ad"iere, ad"iere, así como su aplicación aplicación a Gispanoaméri Gispanoamérica, ca, no tiene un fundamento más poderoso que el determinismo racialista, cosa que él reconoce con letras ma!4sculas ! no sin una dosis de jactancia entre mitológica ! detectivescaD #a "erencia, la /a$a, resulta, en inducción final, la clave del nigma, así como el calor es la 4ltima base cognoscible de la vida. #a vida es la objetivación del calor, la "erencia lo es de la vida, la ra$a lo es de la "erencia. studiemos, pues, a los "ombres ! a los pueblos seg4n la ra$a, si queremos arrancar a la sfinge de la >ida su secreto)*. Más precisamente, en lo que toca a los resultados de la investigación que él tiene entre manos, a los frutos de su riguroso proceder científico, :unge los presenta de la siguiente social<. Madrid. spasa?Calpe, (-, p. B(. l )) C. S. :unge :unge.. Guestra América 4#nsa,o de psicología social<. subra!ado es su!o. )*)* (bid. (-2. (bid. (-2.
2B maneraD #a composición composición psíquica psíquica de sus sus ingr ingred edie ient ntes es Pde Pde los los ingr ingred edie ient ntes es del del mélange "ispa "ispano noam ameri erica cano, no, seg4n seg4n dice diceQQ pued puedee repre represen senta tarse rse asíD asíD los los espa6o espa6ole less nos dan dan arrogancia, indolencia, uniformidad teológica, decoroX los indios, fatalismo ! ferocidadX los neg negros, ros, servili servilismo smo,, maleabi maleabilid lidad, ad, !, cuando cuando entronc entroncan an con los blancos blancos,, cierta cierta sobree3citación de la facultad de aspirar que podría bien llamarse hiperestesia de la ambición)). Como lo indiqué más arriba, un secua$ de #e :on ! de :unge es el boliviano Alcides Arguedas. Ge aquí el 0perfil psicológico1 que éste tra$a del indio de su paísD 9e regular estatura, qui$ás más alto que bajo, de color cobri$o pronunciado, de gre6a áspera ! larga, de ojos de mirar esquivo ! "ura6o, labios gruesos, el conjunto de su rostro, en general, es poco atra!ente ! no acusa ni inteligencia, ni bondadX al contrario, aunque por lo com4n el rostro del indio es impasible impasible ! mudo, no revela todo lo que en el interior de su alma se agita. n ese conjunto de líneas ásperas, de angulosidades c"ocantes, encuéntrase algunas veces, ! en ciertos sitios, líneas más suaves, más puras ! te$ más clara conforme se va saliendo de estas regiones altas ! entrando a climas mejores mejores ! más clementes. clementes. Wa Wa en los valles, valles, la misma ra$a adquiere aspecto simpáticoX se ven rostros graciosos ! "asta bonitos en las mujeres. ;u carácter tiene la dure$a ! la aride$ del !ermo. s duro, rencoroso, egoísta, cruel, vengativo ! desconfiado. #e falta voluntad, persistencia de ánimo, ! siente profundo aborrecimiento por todo lo que se le diferencia. 9e a"í su odio al blanco). Gablo aquí, en definitiva, de por lo menos uno de los estratos que componen la 0gran nebulosa nebulosa neodar@inista1 neodar@inista1 a la que se refiere ve Marie ell en sus 0'rimeras reformulacionesD reformulacionesD del pensamiento racista al despertar de la conciencia revolucionaria1, un trabajo de los a6os noventa. scribe ellD 'ara el dar@inismo social, así como para el organicismo spenceriano, el subcontinente ofrece el ejemplo de un espacio abandonado a la luc"a desenfrenada por la coe3istencia ! afecta afectado do por numero numerosas sas enferme enfermedade dadess orgáni orgánicas. cas. 'ara Kobinea Kobineau, u, el mesti$a mesti$aje je derivado derivado de la conquista "a sido motivo de degeneración degeneración de la ra$a blanca ! América, 0corrompida 0corrompida en su sangre1, está destinada destinada a una bárbara anarquía. ;i el propio 9ar@in manifiesta cierta prudencia en cuanto al porvenir de las naciones me$cladas como las de Amér Améric ica, a, ;pen ;pence cerr no vaci vacilla en rene renega garr del del tipo inest nestab able le del del mest esti$o i$o latinoamericano, tipo mu! alejado del necesario para fundar civili$aciones firmes ! creativas. Más allá del enfrentamiento de las tesis que agitan a la uropa de la segunda (bid. (-*. l subra!ado es su!o. )))) (bid. (-*. )ispano9americanos. -_. ed. )) Alcides Arguedas. /ueblo Arguedas. /ueblo en*ermo. Contribución a la psicología de los pueblos )ispano9americanos. -_. corregida ! aumentada. :arcelona. Casa ditorial de >da. de #uis
2 mitad del 5I5, destaca un "ec"o irrebatibleD irrebatibleD la omnipresencia omnipresencia del enfoque racial en el estudio de las colectividades "umanas, !a se trate de disciplinas en vías de formación como la sociología, antropología o psicología social, o de nuevas interpretaciones insertadas en el viejo marco de la "istoriografía+. 'sicólogos socialesR ! 0doctores1. Jn ciclo completo de novelas tiene a estos otros por protagonistas ! a la evolución de la 0enfermedad1 %es decir el desgaste progresivo del cuerp cuerpoo 0enfe 0enferm rmo1, o1, del del cuerp cuerpoo in *irmu *irmus s 0no firme1 firme1,, el qu quee se irá irá dege degener neran ando do "asta "asta desembocar en la piltrafa& como el eje a través del cual evolucionan sus acciones. Como de costumbre, los brasile6os nos llevan en esto la delantera a los "ispanoamericanos. Hombro sólo a algunos de ellosD F4lio /ibeiro %()2B?()+&, autor de A de A carne %()))&, carne %()))&, un 0minitratado de fisiologia romanceada1, en el despectivo decir de Alfredo :osi(X /a4l 'ompéia %()=?(B&, más talento talentoso so que el anterior anterior,, pero que en $ Ateneu %()))& Ateneu %()))& obliga a su doctor Claudio a pronunciar tres conferenciasD sobre cultura brasile6a, sobre arte ! sobre dar@inismo homem %())*&, donde se detiene en pedagógicoX ! Aluísio Acevedo en una obra secundaria, $ homem %())*&, un caso de se3ualidad 0"istérica1 femenina. Jnos pocos a6os antes, a lo mejor previendo la avalanc"a de pedantería seudocientífica que empe$aba a descargarse sobre su país, no debe e3tra6arnos e3tra6arnos que Foaquim Foaquim Maria Mac"ado de Assis %()=?(+)&, cu!o genio estaba a a6os lu$ del de sus compatriotas compatriotas ! colegas, se burlara de la moda médica %! de la médico?psiquiátric médico?psiquiátrica, a, además& en su obra maestra $ alienista %())(?)-&. alienista %())(?)-&. 'uedo 'uedo resum resumir ir,, ento entonc nces, es, lo que que llev llevoo camin caminad adoo "ast "astaa a"ora a"ora ratif ratific ican ando do que el pensamiento "egemónico de la moderni$ación que se "alla en curso en América #atina durante las 4ltimas décadas del siglo 5I5 se asocia prácticamente sin mediaciones al pro!ecto "istórico de la oligarquía liberal?conservadora, la misma que necesitaba poner la casa en orden ! eficienti$arla al más breve pla$o porque estaba reamarrando las economías, las sociedades ! las culturas de nuestros países a las transformaciones del capitalismo a escala planetaria. 9ebutábamos, de ese modo ! no sin las limitaciones consabidas, en 0la confiada conquista del mundo por la economía capitalista conducida por su clase característica, Tla burguesíaU, ! bajo la bandera de su e3presión intelectual característica, la ideología del liberalismo1, seg4n escribe ric Gobsba@m, Gobsba@m, advirtiéndonos advirtiéndonos de paso que 0el término imperialismo se imperialismo se incorporó al vocabulario político ! periodístico durante los a6os ()+ en el curso de los debates que se desarrollaron sobre la conquista colonial. Además, fue entonces cuando adquirió, en cuanto concepto, la dimensión económica que no "a perdido desde entonces1-. Ho "abía muerto el liberalismo, por lo tanto, como piensan aquellos a quienes les parece inconcebible que co"abitaran, que "a!an co"abitado alguna ve$, el respeto por las libertades individuales con la política autoritariaX lo que el liberalismo latinoamericano "abía ++ ve?Ma ve?Marie rie ell. ell. 0'rime 0'rimeras ras reform reformula ulacio ciones nesDD del pen pensam samien iento to racist racistaa al desper despertar tar de la con concie cienci nciaa revolucionaria1 en /alabra en /alabra Literatura Cultura II. Cultura II. Ana 'i$arro, ed. ;^o 'aulo. ditora da Jnicamp ! undaZ^o Memorial da América #atina, (2, p. B*. (( Alfredo :osi. )istória :osi. )istória concisa da literatura brasileira. ;^o brasileira. ;^o 'aulo. Cultri3, (2, p. (2. -- Gobsba@m. La Gobsba@m. La era del imperio (?(* ! .
2* "ec"o era acomodarse al nuevo escenario mundial, sacudiéndose, aun a riesgo de pisarse la cola, de las ilusiones 0utópicas1 de otrora, las de su infancia diecioc"esca ! su adolescencia romántica, ! reinventándose 0científicamente1 para las necesidades de un mejor desempe6o contemp contemporán oráneo eo ! futuro futuro "is9D9"is "is9D9"is las demandas que llegaban a América #atina desde los centros metropolitanos. l sector más despierto de la oligarquía captó esta necesidad de reinven reinventar tarse se de inmedi inmediato. ato. W sus pen pensado sadores res orgáni orgánicos cos contribu contribu!er !eron on a ese esfuer$ esfuer$oo de reinvención con una sociología ! una antropología deterministas %de ordinario cientifi$ando el prejuicio racial, lo que a su ve$ justificaba el ejercicio de una geopolítica supremacista ! e3pansionista interna ! e3terna, como se "a visto&, con los fundamentos filosóficos para el ejercicio de una conducción autoritaria, con un esquema para la interpretación del desarrollo "istórico donde quiera que fuese !, en general, con la e3"ortación a un mejor aprovec"amiento de la ciencia ! la técnica modernas, pero siempre que ese aprovec"amiento no trajera consigo desestabili$aciones ingratas de las que "ubiese que lamentarse después. Con resultados que no siempre son los óptimos, sin embargo. MFhiIo embargo. MFhiIo el dotor %(+=&, La 'ringa %(+2& 'ringa %(+2& ! 2arranca ! 2arranca abaIo %(+B&, abaIo %(+B&, las tres pie$as que componen componen el 0ciclo rural1 del urugua!o lorencio ;ánc"e$ %()*B?((+&, pie$as justificadamente canónicas ! no sólo para la dramaturgia latinoamericana de principios del siglo 55, son ilustrativas respecto de los 0da6os colaterales1 que dic"o proceso acarrea. ;uben esas pie$as al escenario la figura del 0estanciero viejo1 con los m4ltiples problemas que éste e3perimenta al darse de narices contra los progresos que trae consigo la nueva circunstancia "istórica. 9on Ooilo Carabajal, el protagonista de 2arranca de 2arranca abaIo %no abaIo %no mu! diferente del don Slegario de MFhiIo de MFhiIo el dotor ! del don Cantalicio de La de La 'ringa. 'ringa. Jno podría especular que ;ánc"e$ fue decantando los rasgos del tipo al pasar de una pie$a a la otra&, ve que el cimiento de certidumbres sobre el que "a edificado su vida individual ! social se desintegra en mil peda$os ! sin que él nada pueda "acer "acer para para impe impedi dirl rlo. o. 'or 'or el cont contrar rario io,, colab colabora ora activ activam ament entee en la preci precipi pita taci ción ón de su desgracia. ntre otras de sus in"abilidades graves, como podría ser la que le impide detectar qué es lo que efectivamente efectivamente causa la pérdida de su autoridad autoridad paterna, la más onerosa de todas es sin duda su incultura científica. Ho vacuna a sus vacas, como lo "acen los estancieros modernos, ! las pierde por consiguiente junto con su estanciaD Aniceto.??
2)
#a pie$a pie$a de ;ánc"e ;ánc"e$, $, que tiene tiene más de un punto punto de contac contacto to con Sing Lear de ;"aespeare ! con /&re con /&re 'oriot de de :al$ac ! que a mi juicio es una tragedia no sólo convincente sino la mejor en el repertorio de la literatura literatura dramática dramática de América #atina, termina así con el suicidio de su protagonista. Lue los críticos contemporáneos de ;ánc"e$ "a!an objetado la credibilidad de su verismo, porque 0los gauc"os nos se suicidan1, sólo sirve para poner en descubierto la estulticia notable de los mismos. ;ánc"e$ entendió mejor que ellos en qué consistía una tragedia moderna. l dios castigador, el que victimi$a al estanciero viejo ! lo empuja luego "acia la autoinmolación ! cu!a identidad se encuentra más allá de cualquier posibilidad de reconocimiento que él pudiera tener %atribu!e lo que qu e le pasa a su 0suerte perra1&, no es, por supuesto, la veje$, como en Lear en Lear ! ! en 'oriot sino 'oriot sino las fuer$as moderni$adorasD Ooilo.?? RAgarran a un "ombre, sano, g`eno, "onrao, trabajador, servicial, lo despojan de todo lo que tiene, de sus bienes amontonados a juer$a de sudor, del cari6o de su familia, que es su mejor consuelo, de su "onra R canejo... que es su reliquiaX lo agarran, le retiran la consideración, le pierden el respeto, lo manosean, lo pisotean, lo soban, le quitan "asta el apellidoR ! cuando ese desgraciao, cuando ese viejo Ooilo, cansa cansao, o, des"e des"ec" c"o, o, in4t in4til il para para todo todo,, sin sin un unaa espe espera ran$a n$a,, loco loco de verg verg`e `en$a n$a ! de sufrimientos resuelve acabar de una ve$ con tanta inmundicia de vida, todos corren a atajarlo. 0Ho se mate, que la vida es g`ena1 7K`ena pa qué82. Cerra Cerraré ré este este capít capítul uloo de mi libr libroo refiri refirién éndom domee al papel papel que les les corre correspo spond ndió ió desem desempe pe6a 6arr a los los posi positi tivi vist stas as brasi brasile le6o 6oss durant durantee el ;egu ;egundo ndo /ein /einad adoo ! en la 'rim 'rimera era /ep4b /ep4bli lica ca,, porqu porquee estim estimoo que a quie quienn me esté esté le!e le!endo ndo esta esta breve breve notic noticia ia sobre sobre sus sus proposiciones ! acciones le entregará un paradigma en el que se estampa didácticamente cuanto acabo de e3poner. Con el doctor Con doctor #uis #uis 'ereira 'ereira :arret :arretoo a la cabe cabe$a, $a, "ijo "ijo ! "erm "erman anoo de *azendeiros de *azendeiros ! *azendeiro él *azendeiro él mismo, de origen paulista ! miembro por lo tanto de la emergente oligarquía cafetalera, los positivistas brasile6os del ;egundo /einado critican a los bac"illeres liberales ! a los literatos indianistas de la primera "ora, a los primeros por su abominable metaficismo ! a los segundos por su ideali$ación c"ateaubrianesca del indio, ! ofreciéndoles en cambio un mejor cobijo al alero de las algo frías pero más maci$as verdades de la ciencia e3perimental. Algu Alguno noss son orto ortodo do3os 3os,, como como Migu Miguel el #emos #emos ! /aim /aimund undoo ieja, empapados estos otros de dar@inismo social, el pro!ecto magnifica el componente raciali$ador. Como en /aimundo Hina /odrigues %()-?(+&, lombrosiano ! arianista sin eufemismos, en rancisco Fosé de Sliveira >iana %())=?(B(&, que también predicó sin 22 (bid. 2*2?2*B.
2 melindres la necesidad del 0mejoramiento1 genético de sus compatriotas, ! en Fo^o Capistrano de Abreu %()B=?(-*& ! Fosé >eríssimo %()B*?((&, buenos "istoriadores de la literatura brasile6a los dos, pero a la que desde la partida ellos aliviaron de cualquier influencia proveniente del indio ! del negro. l progresismo 0científico1 de estos intelectuales no supone ni de lejos una vocación democrática, como vemos. 'or el contrario, son pensadores autoritarios ! aun los cambios más profundos que avi$oran %el fin de la esclavitud, desde luego, que en el :rasil se obtuvo completa ! definitivamente recién en ()))& los desean graduales. ra menester de este modo, en la correcta formulación e instalación del nuevo orden, seg4n lo estableció con todas sus letras una 0circular1 difundida pocos meses después del derrocamiento de 'edro II, atenerse 0a las concepciones que nuestro Maestro propuso en sustitución de las fantasías ! errores de las teorías democráticas1B.
BB 0;obre la rep4blica en el :rasil ! el positivismo. Circular dirigida a los cooperadores del subsidio positivista brasile6o1. /io de Faneiro, -= de Ce$ar de (+- %(B de ma!o de ()+&. n Oea, ed. /ensamiento posti"ista II, posti"ista II, -)(.
B+ Capítulo >I l modernismo Más relevante sin embargo me parece que es introducir en esta esquina del mapa que "e venido borroneando en mi libro el debate acerca del modernismo "ispanoamericano. W si contra mi costumbre en esta ocasión "e escrito "ispanoamericano ! no latinoamericano es porque, aun cuando el :rasil posee una literatura a la que podría considerarse "omóloga, parnasiana ! simbolista, con o sin el *lirt 0decadente1, 0decadente1, las relaciones que ella tiene con las matrices europeas son más directas ! miméticas que las que tiene nuestro modernismo. 'or eso acusa Alfredo :osi que 0o ;imbolismo nao e3erceu no :rasil a funZ^o relevante que o distinguiu na literatura européia PRQ Aquí, encravado no longo período realista que o viu nacer e l"e sobreviveu, teve algo de surto epidmico e n^o phde romper a crosta da literatura oficial1(2. 9e a"í también que a mí no me resulte por entero asimilable a lo que en una dirección similar se escribió en este lado del mapa. #os libros de los parnasianos Anthnio Mariano Alberto de Sliveira %()B?(=*&, /aimundo da Mota A$evedo Correia %()B?(((& ! Slavo :rás Martins dos Kuimar^es :ilac %()B?(()&, ! los de los simbolistas Fo^o da Cru$ e ;ousa %()(?())& ! Alp"onsus Genriques da Costa Kuimaraens %()*+?(-(&, "asta llegar a KraZa Aran"a %())?(=(&, el novelista ! teórico cu!a obra cumple las funciones de "ilo conector entre el simbolismo ! la vanguardia del :rasil %para ellos, 0su1 modernismo&, se parecen, de acuerdo, pero no se intercambian sin for$amiento con las de /ubén 9arío %()*? ((&, Manuel Kutiérre$ Hájera %()B?()B&, Fulián del Casal %()=?()=&, Fosé Asunción ;ilva o Fulio Gerrera ! /eissig %()*B?((+&. Mi impresión es que un estudio que ponga a estas dos tradiciones literarias la una al lado de la otra ! sea capa$ de dar cuenta por consiguiente de las similitudes ! diferencias que entre ellas e3isten, constitu!e un desafío abierto para los comparatistas ! que asumirlo pudiera ser de provec"o, pero ése es un pro!ecto que !o no "e visto que se "a!a anunciado "asta la fec"a. 9aré entonces comien$o a mi comentario acerca del modernismo "ispanoamericano reproduciendo una afirmación que la distinguida estudiosa francome3icana ranZoise 'erus formuló en (*, cuando en polémica con ngel /ama asoció la afición de estos escritores por lo que 'edro ;alinas llamó los 0paisajes de cultura1 cultura1 a 0una visión aristocrati$ante aristocrati$ante ! pasatista, pasatista, arraigada en los valores se6oriales todavía vigentes en los sectores Tre$agadosU de la clase dominante1(B. s claro que el nudo que estaba amarrando ranZoise 'erus con aquella frase era 0de contenido1, o sea que era el nudo de las objetividades 0aristocráticas1 que los escritores escritores modernistas privilegian privilegian en sus obras con las no menos aristocrática aristocráticass cu!a posesión les quita el sue6o a los miembros del sector oligárquico en repliegue, 0re$agado1, lo llama ella. concisa -. (2(2 :osi. )istória :osi. )istória concisa -. modernismo. #a Gabana. Casa de #as (B(B ranZoise ranZoise 'erus. 'erus. Literatura , sociedad en América Latina: el modernismo. #a Américas, (*, p. ).
B( W esto, justamente, era lo que /ama "abía contradic"o seis a6os antes, convirtiendo ese rec"a$o en la tesis principal de su libro. sa tesis de /ama, que no era !a 0contenidista1 sino 0productivista1, vinculaba el modernismo de Gispanoamérica no con la oligarquía pasatista sino con la moderni$ante. I, 0#os dos pisos de una casa que en realidad tiene tresD la teoría crítica de ngel /ama1, en mi +e las más altas cumbres. !eoría !eoría crítica latinoamericana l atinoamericana moderna. ;antiago moderna. ;antiago de C"ile. #SM, -+(-, p. ()( et sqq. (*(* /ubén 9arío. 0'alabras liminares1 a /rosas pro*anas pro*anas , otros poemas en poemas en /oesía /oesía (*. (*.
B! algunos te3tos sueltos de Manuel Kutiérre$ Kutiérre$ Hájera ! Fulián del Casal, los que, inspirándose inspirándose en la poesía postromántica francesa, esos escritores publicaron antes del )), ello nos obligará a tomar en serio ! a sacarle la punta debida al dictamen que afirma que lo que /ubén 9arío estaba "aciendo en ! con ese libro era un ejercicio metapoético de bastante más envergadura que los cambios de código artístico artístico que tanto preocupan a los dos profesores profesores que !o acabo de nombrar. #as consecuencias consecuencias se sintieron sintieron ! se sienten todavía. Ho sólo se imprimió imprimió el (smaelillo el (smaelillo de Martí en Hueva Wor, en una edición que ni se vendió ni se recepcionó p4blicamente, sino que que tamp tampoc ocoo impo import rtaa dema demasi siad adoo que que 9a 9arí ríoo "u "ubi bies esee desc descub ubie iert rtoo a :aud :audel elai aire re ! sus sus descendientes dos o tres a6os antes de que los descubrieran Kutiérre$ Hájera ! Casal o que Kutiérre$ Hájera ! Casal los "ubiesen descubierto dos o tres a6os antes que 9arío. sas son anécd anécdot otas as de no demasi demasiad adaa susta sustanci ncia, a, aunqu aunquee el propi propioo 9a 9arí ríoo les les "a! "a!aa otor otorga gado do una significación a mi modo de ver e3cesiva en varios sitios, como en 0#os colores del estandarte1, donde dio la impresión de no "aberse dado cuenta del reproc"e de 0galicismo mental1 que le propinó Fuan >alera en las cartas sobre Azul sobre Azul R, R, le!éndolo a su favor ! alegando que 0al penetrar en ciertos secretos de armonía, de mati$, de sugestión, que "a! en la lengua de rancia, fue mi pensamiento descubrirlos en espa6ol, o aplicarlos(). W a6os después, en )istoria de mis libros en esta otra circunstancia para argumentar que la 0novedad1 de su obra de ())) 0estuvo en mi reciente conocimiento de los autores franceses del 'arnaso, pues a la sa$ón la luc"a simbolista apenas comen$aba en rancia ! no era conocida en el e3tranjero, ! menos a4n en nuestra América1(. Más interesante interesante que ese rastreo de 0fuentes1, sin embargo, embargo, me parece a mí comprobar que él ! los demás de su pandilla fueron testigos ! pacientes de culturas "ispanoamericanas similares, para las que tales preferencias constituían el pan de cada día, ! ante cu!as presiones ni quisieron ni pudieron ponerse en el margen. l afrancesado Mé3ico porfírico ! el no menos afra afranc nces esad adoo C" C"il ilee de don don Fosé Fosé Manu Manuel el :alm :almac aced edaa eran eran real realid idad ades es para parale lela lass cu!a cu!ass predilecciones compartían artistas ! oligarcas o ligarcas por igual. n el 9. . ! en ;antiago de C"ile el 0mito de 'arís1 les sorbía el seso 0no sólo a los millonarios latinoamericanos que cada a6o visitaban la capital francesa1, seg4n "a escrito el sabio Hol ;alomon, 0sino también a los artistas pobres ! bo"emios %en cierto sentido "ermanos del Karcín de Tl pájaro a$ulU, de /ubén 9arío&, quienes cru$aban el Atlántico para buscar la consagración ! el é3ito a orillas del ;ena1(*+. ()() /ubén 9arío. 0#os colores del estandarte1, respuesta a la crítica negativa que 'aul Kroussac le "i$o a Los raros. ;e raros. ;e publicó por primera ve$ en La Gación de Gación de :uenos Aires %-* de noviembre de ()&. Wo cito por su reproducc reproducción ión en . . Mapes. #scritos inéditos de %ubén +arío recogidos en periódicos de 2uenos Aires , anotados. He@ anotados. He@ Wor. Wor. Instituto de las spa6as en los stados Jnidos, (=), p. (-(. completas I. Madrid. Afrodisio (( /ubén 9arío. 0Gistoria de mis libros1 en $bras completas I. Afrodisio Aguado, (B=, p. (*. (*+(*+ Hol ;alomón. 0Cosmopolitismo e internacionalismo %desde ())+ "asta (2+&1 en América Latina en sus ideas. ideas. #epoldo Oea, ed. Mé3ico. JH;CS ! ;iglo 55I, (=, p. ()B.
B= l punto es otro otro entonce entonces. s. Consiste Consiste en percata percatarse rse que con con Azul Azul /ubén 9arío le introduce al sistema de la literatura de Gispanoamérica %uso aquí la noción de 0sistema1 en el sentido que le dieron Candido ! /ama& una cierta concepción de la poesía ! el poeta dentro del espac espacio io soci social al que la mode moderni rnida dadd "abí "abíaa traí traído do consi consigo, go, el mism mismoo qu quee en el entorn entornoo "ispanoamericano se e3tendía cada ve$ con ma!or avide$ ! potencia. 'ara demostrarlo, es indispensable prestar atención al contacto entre la práctica literaria dariana ! las demás prácticas sociales, aquéllas con un prestigio !a consolidado dentro del conte3to epocal, ! no perder de vista el "ec"o de que éste al que a"ora me esto! refiriendo es el 9arío de los veinte a6os, el de la etapa c"ilena, juvenil ! sediento de consideración ! renombre, codeándose con 0lo mejor1 del C"ile rico ! presuntuoso posterior a la Kuerra del 'acífico ! en ocasiones incluso %pobre de él& imitando sus maneras. 'or escandaloso que pueda parecérnoslo, resulta entonces que si alguna comparación pudiéramos "acer entre la ambivalencia de su gesto 0moderno1 0moderno1 en Azul en Azul ! ! el de los escritores cu!a primacía defienden Kon$ále$, ;c"ulman et al tendría que ser con la actitud de Martí en el 0'rólogo1 que éste dedicó a /oema a /oema del Giágara el libro del vene$olano Fosé Antonio 'ére$ :onalde, que es del )- ! que, como mu! bien lo "a descrito Fulio /amos, es 0una meditación sobre el lugar impreciso de la literatura en un mundo orie orient ntad adoo a la prod produc ucti tivi vida dad, d, domi domina nado do por por los los disc discur urso soss de la mod oder erni ni$a $aci ción ón ! el (*( progreso1 . 'ersiste una distinción irreductible, sin embargo. Ho sólo porque el prólogo martiano martiano es un te3to ensa!ístico ensa!ístico "is9D9"is el "is9D9"is el literario, literario, ! más a4n, el el metaliterario de 9arío, ! porque el de 9arío se difundió ! el de Martí no, sino porque el de Martí responde ambivalentemente a la e3periencia que quien lo escribe "a tenido de la vida en la metrópoli estadounidense, !a que él viene llegando de Hueva Wor ! la modernidad acerca de la cual "abla no es, no podía ser la ser la de >ene$uela a principios de los a6os oc"enta. Como la respuesta de 9arío a la moderni$ación de ;antiago de C"ile, la de Martí a la de Hueva Wor es apreciativa ! es crítica a la ve$. 'ero en su caso es la crítica de la modernidad más avan$ada de aquel tiempo ! que tardaría muc"o en llegar %si es que nos llegó de verdad alguna ve$& a nuestras costas. ign! a >erlaine, Corbire ! Mallarmé?? ! va trasladándose lentamente a las "ispanoamericanas1(*-. Como me suele suceder en estos casos, (*((*( Fulio /amos. +esencuentros /amos. +esencuentros de la modernidad en América Latina. Literatura , política en el siglo 3(3 . Mé3ico. ondo de Cultura conómica, (), p. *. completos. (*-(*- /aimundo #ida. 0#os cuentos de /ubén 9arío. studio preliminar1 en /ubén 9arío. Cuentos completos. rnesto Mejía ;ánc"e$, ed. Mé3ico. ondo de Cultura conómica, (B, pp. -2 ! -B.
B2 a mí semejantes semejantes filiaciones filiaciones me resultan resultan aceptables, porque al igual que #ida no puedo menos que verificarlas en los "ec"os, pero sin que por eso esté dispuesto a entregarle un c"eque en blanco a su virtud "ermenéutica o, dic"o de otra manera, sin que por eso esté dispuesto a fundar en ellas, , ellas, , nada más que en ellas, ellas, mi comprensión del significado, forma ! valor de las obras producidas en nuestra esquina del mundo. Como #ida, !o esto! consciente de que el joven 9arío escuc"ó las voces de sus colegas del otro lado del Atlántico, sobre todo la de su idolatrado >erlaine %es sabido que a Mallarmé no lo entendió o que lo entendió apenas&, ! también las que provenían de stados Jnidos, la de 'oe principalmente, poetas esos dos con los que se sentía "ermano de sangre, por su desgarro, por el sí ! el no con que ambos se enfrentaron con las demandas del espíritu moderno, tanto chose para no como por los desbordes de la fantasía ! por la verlaineana musique a"ant tout chose para majaderear otra ve$ con el apego compartido a la boheme boheme ! al high de high de los alco"oles ! los estupefacientes. 'ero que acabó siendo moderno más bien en el sentido latinoamericano que /ama intu!ó, es decir que este es un escritor que no sólo no le da la espalda a la lógica capitalista algunos de cu!os elementos advierte que se están aquerenciando en nuestras tierras, sino que la asimila, pero para sus propios fines, ! "asta donde ello le fue posible cuidándose de que su gesto no lo convirtiese en un adorador del entorno societario que la misma le propone, un entorno societario, ! los cuentos de Azul de Azul no no pueden ser más e3plícitos a este respecto, que carece de un lugar para él como el que él es o piensa que debe deb e ser. ser.
BB n Azul n Azul si si se e3cept4a 0l fardo1, los demás cuentos inciden todos en esa premisa metapoética, que es casi una obsesión. 0l velo de la reina Mab1, donde cuatro artistas se conduelen de la circunstancia desmedrada en que los "a puesto la suerte, "asta que el "ada s"aespereana los libera de esa condición en la que penan cubriéndolos con el 0velo de los sue6os, de los dulces sue6os que "acen ver la vida color de rosa1(*2, ! demostrándoles de ese modo que es a"í, debajo de la cortina de tul con que ella los cobija ! no en el 0mundo real1, donde se ubica el 4nico reducto en el que les va a ser posible "acer lo que saben, o 0l pájaro a$ul1, donde otro artista artista se mete un tiro en la cabe$a para que el pájaro de sus propios sue6os pueda "uir de su encierro en la prisión de lo real cotidiano encumbrándose "acia el ámbito celeste donde podrá soltar las alas en plenitud, son un par de pruebas al canto. Con una lucide$ que sobrecoge ! conmueve, el 9arío veintea6ero "a salido en esos cuentos en busca de su lugar ! del lugar de su métier en un medio que él sospec"a o bien indiferente o bien dispuesto a contentarse con las e3ternalidades del arte, las de unos juguetes que apenas son aptos para el adorno ! el ocio, ! en el que lo que encuentra no "ace sino confirmar sus sospec"as. #a escena en que le llevan el protagonista al re! burgués ! le dicen que es un 0poeta1, a lo que el re! contesta contesta preguntando 07Lué es eso81, pone en marc"a una dinámica de degradación que sólo termina con el bardo muerto en el jardín, aterido en el invierno del mundo, 0con una sonrisa amarga en los labios, ! todavía con la mano en el manubrio1 de la caja de m4sica que el poder le "a asignado como su 4nica, in4til ! mecánica tarea(*B. 9arío se da pues cuenta de cuán profundo e incontrarrestable es su desajuste en ese nuevo universo social, ! lo resiente, con el significado que Hiet$sc"e le daba al vocablo, como el sentimiento %como la sublimación positiva, diríamos& de un sentimiento %negativo& de "umillación e impotenciaX pero que sin embargo llega a ser creador, dando origen de ese modo a los los valo valores res,, tant tantoo a los los étic éticos os como como a los los estét estétic icos. os. Como Como cual cualqu quie ierr afic aficio iona nado do al psicoanálisis podrá descubrirlo, esto no estaba a trasmano de la no mu! posterior tesis de reud acerca de los mecanismos sublimantes de la creatividad, la que seg4n el doctor de >iena se despliega a partir de la secuencia represiónkdesse3uali$aciónksublimaciónkcreación. n ambos, en Hiet$sc"e ! en reud, la represión rencorosa es el primer motor, el que pone en movimiento el numen del artista. Hiet$sc"e, más desenfadadamente que reud, lo "abía precisado en ())*, en su ensa!o obre la genealogía de la moral , cuando afirmó que 0el ressentiment 1 era propio de 0naturale$as 0naturale$as a las que se les niega la reacción verdadera, la de las "a$a6as1, ! así dan nacimiento a los valores, al compensarse a sí mismas 0con una vengan$a imaginaria1(*. Ho otra otr a que ésa es la llave maestra que nos n os abre a bre la puerta puer ta de los cuentos cu entos de Azul de Azul la la que llega a su desiderata en la actitud de los modernistas ante el poder ! la rique$a, algo que (*2(*2 9arío. 0l velo de la reina Mab1 en Cuentos completos (-. completos (-. (*B(*B 9arío. 0l re! burgués %cuento alegre&1 en (bid., (bid., (=(. (*(* riedric" riedric" Hiet$sc"e. Hiet$sc"e. VSn t"e Kenealog! Kenealog! of MoralsV en $n the 'enealog, o* Morals. #cce )omo trs. [alter aufmann ! /. F. Gollingdale. He@ Wor. Wor. >intage >intage :oos, (, p. =. 'ara reud, verD 0l ego ! el id1, de (-=.
B /ama captó bien en Las en Las máscaras democráticas del modernismo moder nismo,, ! que la irónica 0#a canción del oro1 dariana e3"ibe con desnude$ ! "asta la náuseaD Cantemos el oro Cantemos el oro, re! del mundo, que lleva dic"a ! lu$ por donde va, como los fragmentos de un sol despeda$ado. Cantemos el oro, que nace del vientre fecundo de la madre tierraX inmenso tesoro, lec"e rubia de esa ubre gigantesca. Cantemos el oro, río caudaloso, fuente de la vida, que "ace jóvenes ! bellos a los que se ba6an en sus corrientes maravillosas, ! envejece a aquellos que no go$an de sus raudales. Cantemos el oro, porque de él se "acen las tiaras de los pontífices, las coronas de los re!es ! los cetros imperialesX porque se derrama por los mantos como un fuego sólido, e inunda las capas de los ar$obispos ! refulge en los altares ! sostiene al 9ios eterno en las custodias radiantes. Cantemos el oro, porque podemos ser unos perdidos, ! él nos pone mamparas para cubrir las locuras ab!ectas de la taberna ! las verg`en$as de las alcobas ad4lteras. Cantemos el oro, porque al saltar del cu6o lleva en su disco el perfil soberbio de los césares, ! va a repletar las cajas de sus vastos templos, los bancos, ! mueve las máquinas ! da la vida, ! "ace engordar los tocinos privilegiados. Cantemos el oro, porque él da los palacios ! los carruajes, los vestidos a la moda, ! los frescos senos de las mujeres garridas, ! las genufle3iones de espina$os aduladores ! las muecas de los labios eternamente sonrientes(**. tc. #uis \6igo Madrigal, que "a escrito uno de los mejores comentarios que !o cono$co sobre esta composición dariana, observa que su 0motivo fundamental1 es el 0rec"a$o de la codicia1 ! que ese motivo es 0tan viejo como la literatura misma1, además de poseer, en el caso de 9arío, antecedentes en los poetas europeos que son contemporáneos al nicarag`ense ! que \6igo se encarga de precisar. Ho obstante, es este mismo crítico quien da un paso más allá e insiste en que en 0#a canción del oro1 se plasma también un 0tema1 que desborda a esa pie$a ! que ata6e a la obra entera de 9arío ! al modernismo en generalD 0la autocomprensión de la situación del poeta ! del artista en la época de institucionali$ación de la burguesía en América Gispáni Gispánica1 ca1,, lo que, por cierto, cierto, genera genera en quien quien la escrib escribee sentimi sentimient entos os encontr encontrados ados de
(**(** /ubén 9arío. 0#a canción del oro1 en Azul en Azul Mé3ico. Mé3ico. spasa?Calpe, ((, pp. B?(.
B* emulación ! de agravioD 0Ga! suficientes testimonios para creer que, durante largo tiempo, 9arío mereció el aristocrático desdén de algunos Tintelectuales jóvenesU c"ilenos1(*). W con esta llave 9arío le abre también la puerta a la actitud doble llamada a propagarse ! a prevalecer en la literatura latinoamericana del siglo 55, la de unos escritores que son modernos ! contramodernos a la ve$. ;on éstos unos escritores que integran en sí mismos ! en su trabajo trabajo aspecto aspectoss sustanc sustancial iales es del programa programa cultural cultural moderno moderno,, pero pero no sin resenti resentirr ! denunciar el menoscabo que a ello se asocia. Lue la contramodernidad aparece en 9arío con el amoblado oligárquico antiguo, el 0aristocrati$ante ! pasatista1 que vilipendia 'erus, constitu!e entonces un dato incontrovertible de la causa, pero también constitu!e un dato incontrovertible de la causa que eso no implica una ad"esión de 9arío a 0lo antiguo1 per antiguo1 per se sino se sino al prestigio 0tradicional1 que lo acompa6a ! con el que él despectiva o furiosamente puede vestir el costado más reticente de su relación con lo moderno. moderno. #a metáfora metáfora del 0reino interior1 interior1 ! el decorado e3ótico %pájaros "eráldicos, "eráldicos, el cisne cisne en primer primer término término,, junto junto a motivo motivoss seudo"i seudo"istó stóric ricos, os, orient orientali alista stas, s, fantást fantástico icos, s, de elegancia contemporánea e incluso algunos de un americanismo previamente pasado por la peluquería&, responden a las e3igencias de ese mismo prurito. ;on los alimentos de una alternatividad ansiada ! buscada, deseo de un mundo paralelo al mundo burgués, pero no necesari necesariame amente nte dic"oso dic"oso,, como como cuando cuando su trasfon trasfondo do es la alco"ól alco"ólica ica margina marginalid lidad ad de la 0inquerida bo"emia1. n el mismo sentido me parece que "abría que abordar la b4squeda modernista de un lenguaje otro que el del "abla cotidiana, surgido del magín del poeta demiurgo, aunque no por eso menos consciente él de que ese lenguaje es el producto de un "ábil ejercicio de su destre$a técnica 0moderna1. /ecuérdese, a propósito de esto que a"ora se6alo, la amonestación del 9arí 9a ríoo de las las 0'al 0'alab abra rass limin iminar ares es11 de /rosas pro*anas a los los jóve jóvene ness po poet etas as po porr su (* 0desconocimiento del Arte al que se consagran1 . ina inalm lment ente, e, como como lo menc mencio ioné né en un capít capítul uloo ante anteri rior or,, la acti actitu tudd anti antibu burg rgues uesaa modernista se puso también de manifiesto en la convivencia, difícil, pero convivencia al fin, de los 0nuevos1 con los 0viejos1 en ciertos espacios p4blicos, por ejemplo en el Ateneo de :uenos Aires, donde, enemigos los unos de los otros, pero sentados en sillones contiguos, repudiaban a coro las groseras motivaciones del 0presente plutocrático1. 'or lo tanto, estamos frente a una estrategia en apariencia 0tradicional1, pero sólo 0en apariencia1, porque en los poetas modernistas ella es tradicional es tradicional en tanto que pro*esional porque está destinada, deliberadamente o no, a in!ectarle contenido a la 0diferencia1, a la que 9arío 9arío procura procura introduci introducirr entre entre el discurs discursoo de Azul de Azul ! /rosas pro*anas pro*anas %()& ! el de los due6os contemporáneos del poder ! la rique$a, la primera dentro de una serie que tendrá continuidad ! que 9arío comparte entonces con los demás bardos de su generación. sto! pensando en el me3icano ;alvador 9ía$ Mirón %()B)?(-)&, %()B)?( -)&, autor de /oesías de /oesías %())& %())& ! Lascas ! Lascas (*)(*) #uis \6igo Madrigal. 09arío en C"ileD 0#a canción del oro1. Anales de Literatura )ispanoamericana )i spanoamericana,, -) %(&, *B ! *. (*(* 9arío. 0'alabras liminares1, (*.
B) %(+(&X en el también me3icano Manuel Kutiérre$ Hájera, en /oesías en /oesías %()&, %()&, una recopilación póstuma de poemas publicados sueltos durante su vida, desde los oc"entaX en el cubano Fulián del Casal, en )oIas en )oIas al "iento %()+&, "iento %()+&, también autor de poemas sueltos que son anterioresX ! en el colombiano Fosé Asunción Asunción ;ilva, ;ilva, en /oesías en /oesías %())&. Ho muc"o después se agregarán a esa Castalia 2árbara 2árbara %()&X el list listaa el boli bolivi vian anoo /ica /icardo rdo Faime Faimess re! re!re re %()) %())?( ?(== ==&, &, con con Castalia me3icano Amado Hervo %()*+?((&, con Místicas con Místicas %())&X el colombiano Kuillermo >alencia %()*=?(2=&, %()*=?(2=&, con %itos con %itos %())&X ! el argentino argentino #eopoldo #ugones %()*2?(=)&, %()*2?(=)&, al menos en la primera de sus muc"as volteretas, con Las con Las montaNas de oro %()*&. oro %()*&. erlaine %también "abría que agregar a esta lista algunos de los soles más refulgentes en el firmamento literario europeo de aquella época, que son los 0raros 0raros de de rancia, de Italia, de Inglaterra, de /usia, de scandinavia, de :élgica ! aun de 'ortugal1 de cu!o conocimiento se ufanó /ubén en sus memorias&. Hegar esas influencias sería des"onesto de mi parte, aunque no por eso dejaré de se6alar que sus receptores criollos no se igualaban, porque igualaban, porque no podían hacerlo con hacerlo con sus colegas del otro lado del Atlántico. l dand, Kutiérre$ Hájera, que amaba 'arís como ninguno, pero que conjeturaba que el 'arís que él tenía en su imaginación era preferible ! con muc"o al de la realidad, estaba revelando con esa sola conjetura más de lo que probablemente "ubiera podido decir con mil palabrasD n dulce c"arla de sobremesa, mientras devoro fresa tras fresa ! abajo ronca tu perro :ob, te "aré el retrato de la duquesa que adora a veces el duque Fob. Ho es la condesa de >illasana caricatura, ni la poblana de enagua roja, que 'rieto amóX no es la criadita de pies nudosos, ni la que sue6a con los gomosos ! con los gallos de Micoló. Mi duquesita, la que me adora, no tiene "umos de gran se6oraD es la griseta de 'aul de oc. Ho baila boston ! desconoce de las carreras el alto goce, ! los placeres del five oUcloc. PRQ ;i pisa alfombras no es en su casa, si por 'lateros alegre pasa ! la saluda Madame Marnat,
B no es, sin disputa, porque la vistaX sí porque a casa de otra modista desde temprano rápida va. PRQ
+ seguido la pista a ambos desenga6os, tanto en los poemas como en la prosa de Casal, no cree que sea posi posibl blee enten entender derlo lo con presci prescinde ndenc ncia ia de tale taless fact factore ores. s. Jn ejem ejempl ploo fáci fácill lo encontramos en el primer poema de )oIas de )oIas al "iento su 0Autobiografía1 %()+&D Hací en Cuba. l sendero de la vida firme atravieso, con ligero paso, sin que encorve mi espalda vigorosa la cara abrumadora de los a6os. Al pasar por las verdes alamedas, cogido tiernamente de la mano, mientras cortaba las fragantes flores o bebía la lumbre de los astros, vi la Muerte, cual pérfido bandido, abalan$arse rauda ante mi paso ! "erir a mis amantes compa6eros, dejándome, en el mundo, solitario()=. Jna demo Jna demost strac ració iónn adic adicio ional nal,, que !o pien pienso so que cont contri ribu! bu!ee a dilu diluci cida darr a ma!o ma!or r abundam abun damien iento to la variante variante latino latinoame americ ricana ana de los 0frances 0francesism ismos1 os1 moderni modernista stass se obtien obtienee cuando los careamos con los no menos si4ticos pero en cierto sentido más verosímiles del guatemalteco guatemalteco nrique Kóme$ Carrillo Carrillo %()*=?(-*&. rancófilo a rabiar, rabiar, Kóme$ Carrillo "i$o aquello con lo cual muc"os de sus colegas coquetearon, pero que finalmente no pudieron o no se atrevieron a "acer. >iajó a uropa a los diecinueve a6os de edad ! a"í se quedó "asta su muerte, a los cincuenta ! cuatro, actuando como 0puente de acceso a las editoriales ! al periodismo, ! también como intermediario en la sociabilidad de café, lugar donde introduce a los "ispanoamericanos "ispanoamericanos recién llegados ante los escritores de fama1()2. Nse es el ángulo de su carrera que lo retrata con ma!or e3actitud, el de 0traductor1, en el significado que :eatri$ ;arlo le dio a este vocablo cuando especuló sobre las proclividades, posteriores pero no menos europeístas, de la gran dama >ictoria Scampo.
( conservan alg4n interés. icente Guidobro. 0Arte poética1. #l espeIo de agua agua en en $bras completas de 0icente )uidobro I. )uidobro I. :raulio Arenas, ed. ;antiago de C"ile. Oig?Oag, (=, p. -BB. ()() Fosé Korosti$a. Korosti$a. Muerte sin *in en /oesía , poética. delmira delmira /amíre$, ed. ;antiago ;antiago de C"ile. C"ile. A##CA 55Editorial Jniversitaria, (*, p. B. ()*()* #a cita proviene de un te3to que reivindica el mural que Fo"n 9. /ocefeller le encargó para su /ocefeller Center ! que "i$o destruir después, 0<"e /adio Cit! Mural1. Apareció en un suplemento de HorOers Age %(B Age %(B Fune (==&X (==&X lo reproduce reproduce Irene Gerner Gerner de #arrea #arrea et al en +iego %i"era /araíso /erdido en %ocOe*eller Center. Center. Mé3ico. 9ICJ';, (). ())()) Cedomil Cedomil Koic. 0Cronolog 0Cronología ía bio?bibli bio?bibliográf ográfica1 ica1 en 0icente )uidobro. 0ida , obra. Las "ariedades del creacionismo. ;antiago creacionismo. ;antiago de C"ile. #SM, -+(-, p. -=. 'ara una biografía completa, véase en el mismo libro el capítulo 0:iografía de >icente Guidobro1, pp. ((?==.
lo e3pliqué en otra parte, con los modernistas se "abía escrito el primer capítulo de una "istoria que iba a tener otros, los de las ofensivas periódicas que se "an "ec"o, se siguen ! es casi seguro que se van a seguir "aciendo para confundir la moderna b4squeda de un espacio propio para la práctica de la literatura con la "abilitación de un u n programa autonómico tout court el court el de un que"acer imporoso absolutamente, poniendo así en circulación, en América #atina, con una energía digna de mejor causa, condenada a desbaratarse siempre, una idea del arte como 0la promesa de un universo otro, a cubierto de los conflictos de la "istoria !, en especial, a cubierto de las condiciones que posibilitan la propia escritura, de su ser ésta la "ija deficitaria de un padre rencoroso1(). Me esto! refiriendo, es claro, mu! concretamente, a las que Fulio /amos "a identificado como las 0condiciones de imposibilidad de la autonomi$ación1, cu!o rastreo constitu!e uno de los objetivos de su libro de ()D al deseo de autonomi$ación, que diagnosticó Genríque$ Jre6a por primera ve$ ! en el que /ama insistió posteriormente, se oponía, qui$ás más de lo que /amos cree, el sino de una imposibilidad que no era sólo personal, ni tampoco sólo "istórica, sino que venía !a inscrita en la naturale$a misma de la práctica(+. 'or lo mismo, intentar sortearla era ! es un gesto vano. Jn gesto vano 0allá1 !, con ma!or ra$ón, 0acá1. Gasta podemos darle al comien$o de la frustración del esteticismo modernista una fec"a precisa, la del
= estético1, su peculiar 0autosuficiencia1, era e iba a seguir siendo, entre nosotros, un sue6o de opio. Cuando nos "acemos partícipes de una interpretación como ésta es cuando de literatura pasatista o 0residual1 el modernismo se nos transforma en una literatura 0emergente1 %[illiams de nuevo&. #os modernistas "ispanoamericanos estarían levantando en ! con sus obras no un frente de resistencia a la modernidad sino una estrategia de adopción de la misma, pero una estrategia de adopción que supone "acerla " acerla su!a en sus términos ! no en los términos de la vieja o la nueva oligarquía. W, como si ello no bastara, a6adiéndole a esa decisión una perspectiva de futuro. 9espués de lo e3puesto, considero que no me queda otro camino que volver sobre una tesis que planteé por primera ve$ "ace treinta a6os, cuando, contra el criterio de los partidarios de otorgarle este galardón a la vanguardia %una postura errónea en la que !o mismo "abía incurrido previamente ! que desde la década del veinte estuvo asociada sin duda con el ánimo refundacional de las capas medias de América #atina durante una etapa de cosec"a ideológica ! política&, defendí la idea de que el modernismo modernismo era el punto de partida de la moderni$ación moderni$ación de la literatura "ispanoamericana, en consonancia esa moderni$ación, si bien a su manera, a la manera literaria con literaria con la de nuestras sociedades en general(=. W que puesta la discusión bajo esa óptica, podía afirmarse que el modernismo posee una doble fa$D la del sistema ! la del subsistema literario. n tanto sistema, el modernismo nace, crece, agoni$a ! fallece en el mundo "ispánico durante un lapso de treinta a6os o algo más %en este 4ltimo caso cuando se "ace coincidir su fin con la muerte de 9arío, en ((&, redibujándose de este modo la curva de aparición, auge ! declive que la crítica más antigua solía proponer con sus medias, pero en más de un sentido también válidas, ra$ones(2. n tanto subsistema, sin embargo, abierto "acia e integrá integrándos ndosee den dentro tro de un domini dominioo estéti estético co ! cultural cultural ma!or, ma!or, el modern modernism ismoo marca marca la introducción de la modernidad en la "istoria de las literaturas de nuestra lengua ! una modernidad que obviamente se conecta con %aunque tampoco aquí la repita e3actamente, ! en eso consiste el error de Snís, Fiméne$, #ida, Kutiérre$ Kirardot ! varios más de los que son afici aficiona onado doss a leer leer los los te3t te3tos os lati latino noam ameri erican canos os como como missreadings contra"e contra"ec"o c"oss de sus contrapuntos europeos& la misma tendencia en el tur* muc"o muc"o más vasto de la "istoria de las literaturas literaturas de Sccidente. sto significa significa que en la primera primera de las dos acepciones, acepciones, "acia ((+ ó (-(- /oberto ernánde$ /etamar. 0Modernismo. Hoventa ! oc"o. ;ubdesarrollo1 en #nsa,o de otro mundo. ;antiago de C"ile. Jniversitaria, (, p.B2. (=(= 0n torno a la llama llamada da gen genera eració ciónn de dramat dramaturg urgos os "ispa "ispanoa noamer merica icanos nos de ((-** más unas poc pocas as observacio observaciones nes sobre el teatro teatro argentin argentinoo moderno moderno %lement %lementos os de autocrít autocrítica&1 ica&1.. %e"ista de Crítica Literaria Latinoamericana ( Latinoamericana ( %()-&, *?*. (2(2 Ma3 Genríque$ Jre6a, por ejemploD 0#as dos 4ltimas décadas del siglo 5I5 se6alaron el advenimiento de una revolución literaria que abarcó en su órbita a todos los pueblos de "abla espa6ola en el Huevo Mundo PRQ n ((+, un alto poeta, enrique Kon$ále$ Martíne$, lan$ó en admirable soneto, a los cuatro vientos del espíritu, el grito de guerraD T
2 (-+ el modernismo es un cadáver. n la segunda, ! no obstante las al"aracas del ventarrón postmoderno, todo parece indicar que contin4a co ntin4a go$ando de buena salud. 'arecido es el argumento que mutatis mutandis uno mutandis uno puede desarrollar a propósito de los relatos de Foaquim Maria Mac"ado de Assis, el grande, el admirable, el 4nico narrador latinoamericano del siglo 5I5 dotado de estatura mundial. Hacido en ()=, en el Morro do #ivramento de /io, mulato, "ijo del "ijo de un esclavo ! de una lavandera de las islas A$ores, morirá sesenta ! nueve a6os más tarde siendo presidente presidente de la Academia Academia :rasile6a :rasile6a de #etras, venerable ! venerado, debajo del manto de dignidad con que la recién inaugurada /ep4blica corrió a cubrir su ata4d. ;e acusa a Mac"ado de conservador, de servidor obsecuente del statu del statu quo cualquiera que él fuese, monárquico monárquico primero ! republicano republicano después. ;in embargo, si uno lee sus novelas con cuidado, como lo "a "ec"o /oberto ;c"@ar$ ! en especial las tres que ese crítico considera que son las que dan comien$o a su fase madura, Memórias madura, Memórias /óstumas de 2rás Cubas %())(&, uincas 2orba %()(& ! +om Casmurro %()&, Casmurro %()&, lo que obtiene obtiene no es una estrella del conservadurismo político e intelectual de su país, ni tampoco un escritor que se limitó a dar cuenta de la sociedad brasile6a de su época a la manera de los realistas ! los naturalistas oligárquicos, sino uno que fue capa$ de contar los procesos moderni$adores que estaban teniendo lugar en esa sociedad, pero abstra!endo al "acerlo los mecanismos subterráneos de su funcionamient funcionamiento, o, convirtiéndol convirtiéndolos os al cabo en forma literaria, literaria, en 0regla de escritura1 escritura1(B. l fruto de este que"acer es un arte ma!or, que se nos revela investido con una modernidad distinta ! asa$ poderosa, porque si por un lado no tiene parangón en la América #atina de su tiempo, por el otro transforma a quien la genera en un visionario anticipador del porvenir. ;c"@ar$ no lo pero desde acá duda. #a prosa mac"adiana mac"adiana puede, nos asegura, competir competir ventajosamente, ventajosamente, pero desde esta esquina desde la esquina brasileNa , latinoamericana con latinoamericana con las de Genr! Fames, Marcel 'roust o <"omas Mann.
(B(B /oberto ;c"@ar$, ;c"@ar$, 1m mestre na peri*eria do capitalismo. Machado de Assis. Assis. -_ ed. ed. ;^o 'aulo. 'aulo. 9uas Cidades, ((, p. ((.
B Capítulo 5I Anarquistas ! socialistas 'ero también considero que es mi obligación dejar constancia en estas páginas del surgimiento en América #atina, para las mismas fec"as, de una clase obrera, la que se gana su condumio sobre todo en aquellos enclaves que mencioné en el primer capítulo de mi libro, aunque además sea posible posible descubrirla procurándoselo procurándoselo en los muelles, en la construcción construcción ! la operación de los ferrocarriles, en el transporte p4blico, en las maestran$as ! en el desarrollo urbanístico, arquitectónico ! fabril de algunas ciudades. Cualesquiera sean las limitaciones que tuvo la implantación implantación del capitalism capitalismoo en América #atina, lo cierto es que la clase obrera crece %Gernán /amíre$ Hecoc"ea "abla de entre doscientos ! doscientos cincuenta mil obreros c"ilenos en (++, #uis Kon$ále$ de setecientos mil me3icanos en los a6os finales del porfiriato ! 9avid 9av id /oc de quinientos mil argentinos "acia "ac ia ((2& ! en el proceso proces o de ese su ir agregándose al cuadro societario protagoni$a un salto cualitativo de envergadura. Como lo "a estudiado estudiado ;ergio Kre$ para el caso de C"ile, C"ile, desde un estadio prepolítico, prepolítico, de carácter carácter todavía 0peonal1, que en el mejor de los casos tiene como 4nica forma de luc"a 0el motín1, una porción sustantiva del pueblo latinoamericano de entonces se despla$a "acia la condición del proletario, esto es, "acia la condición del trabajador pertrec"ado per trec"ado con una conciencia que no era er a !a 4nicamente conciencia 0de sí1, sino conciencia 0para sí1, dispuesto a actuar de conformidad con ella ! recurriendo para eso a 0la "uelga1 organi$ada !, de ser posible, 0general1. Cuando ello ello ocu ocurre rre,, cuand cuandoo esos esos "ombre "ombress ! muje mujeres res "an "an avan avan$a $ado do más más allá allá de los los objet objetiv ivos os mutualistas de autoprotección e incluso los sindicalistas de mera reivindicación, es cuando aparece un verdadero movimiento popular =(-. #os "istoriadores nos cuentan que en los a6os postreros del siglo 5I5 ! primeros del 55 América #atina se ba6ó con la sangre de los trabajadores. n julio de ()+ estalló en C"ile la que al parecer es la primera "uelga general en la "istoria de América #atina ! que alcan$ó =(-=(- >erD ;ergio Kre$ 5;. 567;95>5; .
"asta "asta dive diversa rsass ciud ciudade adess del del país, país, siend siendoo repri reprimi mida da viol violen enta tame ment ntee por las las auto autori rida dades des balmacedistas, las mismas que se "abían vanagloriado de contar con el apo!o de la clase obrera "asta ese momento=(=. 'ero la represión del + no puso fin a las protestas proletarias c"ilenas, las que se prolongaron durante una década ! media, alcan$ando, para bien ! también para mal, sus "itos principales en los a6os que inauguran el siglo 55D en las "uelgas de ferroviarios, tranviarios, tipógrafos ! suplementeros de (+- en ;antiago, en la de portuarios ! marítimos de (+= en >alparaíso, en la 0de la carne1 de ;antiago en (+B, en la "uelga general de (+ en Antofagasta ! "asta concluir en la 0"uelga grande1 de eracru$, >eracru$, en (+*, la primera contra una compa6ía compa6ía minera estadounidense estadounidense,, la Cananea Consolidated Copper Compan!, una filial de la Anaconda, ! la segunda contra una te3til de propiedad francesa, ambas de estas es tas "uelgas con participación anarquista, anar quista, dejan d ejan igualmente un reguero de muertos. ;e las considera por eso acciones precursoras de una /evolución a la cual algunos me3icanos atentos sentían !a venir ! que !o pienso que va siendo "ora de recusar como puramente 0agraria1, como si lo que a"í ! entonces pasó en Mé3ico no "ubiese sido más que el al$amiento de unos campesinos conservadores que 0no querían cambiar !, por eso mismo, "icieron una revolución1=(2. S, peor a4n, seg4n se le ocurrió al poeta ganador del 'remio Hobel de (+, como si aquello no "ubiese sido otra cosa que un regreso a 0la madre1, un 0regreso a los orígenes PRQ a ese mundo del que, de un solo tajo, quisieron desprenderse los liberales1=(B. =(==(= Ho es la primera "uelga 0moderna1 del país, sin embargo. /amíre$ Hecoc"ea cuenta 0alrededor de sesenta conflictos entre ())2 ! ())1, desde el del Mineral ;ierra Korda, en Antofagasta, en julio de ())2, a la "uelga de obreros del ferrocarril, en la Sficina #autaro?;anta #uisa de
* :rasil contribu!e contribu!e a esta misma misma estadística con dos "uelgas grandes, la de ((* en ;^o 'aulo ! la de (() en /io, Hiteroi ! 'etrópolis, también con participación anarquista ! similares consecuencias. W suma ! sigueR 'or ejemplo, en el Caribe, en el interesantísimo caso de la industria tabacalera de Cuba ! 'uerto /ico, que al contrario de la mecani$ada industria del a$4car requería de una mano de obra obra abund abundan ante te,, compue compuest staa de 0torc 0torced edore ores1 s1 ! espec especia ialm lmen ente te de 0torc 0torced edora oras1 s1 %se %se las las consideraba de dedos más diestros para esa faena&. ;on mujeres que tendrán un papel de considerable magnitud en la formación del movimiento obrero de ambos países, trabajando en empresas que por lo general eran de propiedad estadounidense, entre ellas las filiales del trust de la American ?95>5=. =(=( ;ergio Kre$
) comunidades ! los focos de resistenciaD autoritarios "ersus no "ersus no autoritariosX ! a los métodos de luc"aD una luc"a que no e3clu!e la espera a que se den las 0condiciones objetivas1 para la acometida final, así como la incorporación en el intertanto a cualquiera sea la institucionalidad de turno turno,, del del costa costado do de los los soci social alis ista tas, s, "ersus "ersus la desvinculación completa ! la 0acción directa1, aquí ! a"ora, de parte de los anarquistas. ;on modernos también, pero modernos de los de la otra vertiente, de la emancipadora, aquella que el capitalismo dejó afuera porque dentro de sus presupuestos simplemente no tenía cabida. scribe Fulio 'intoD narbolando ideologías como el anarquismo, el sindicalismo o el socialismo, militando en organi$aciones sociales, culturales o políticas ce6idas a la más estricta racionalidad instrumental instrumental P sicQ, sicQ, den denunci unciand andoo la incapac incapacida idadd de sus elites elites moderni moderni$ado $adoras ras para para difundir los beneficios del progreso más allá del reducido círculo conformado por ellas mismas, los nuevos actores mesocráticos o populares se apoderaron para sí de la utopía ! reclamaron su propio derec"o a ponerla en ejecución. n su versión más moderada, esta reivindicación reivindicación se orientó "acia la incorporación incorporación de los muc"os e3cluidos al plano de la ciudadanía política, el bienestar material ! la ilustración, sin que ello implicara necesariamente romper con la legalidad e3istente o eliminar de plano las jerarquías establecidas. n la versión radicali$ada, se descalificó abiertamente a los stados ! oligarquías liberales como constructoras de modernidad, llamando a la conquista del poder político por parte de los 4nicos capaces de cumplir integralmente con la trinidad emancipadora de la libertad, la igualdad ! la fraternidad=(*. /adical sin componendas ni concesiones, entonces, la 0versión1 de la 0utopía1 de la que me interesa dar noticia en este capítulo es la que proviene desde abajo de la pirámide social. Gabiendo llegado a #atinoamérica en las conciencias ! equipajes de los inmigrantes, lo que nadie que tenga un mediano conocimiento acerca del tema pone en duda, en América #atina adquirió, como suele ocurrir con los regalos similares que nos envían ! nos siguen enviando las metrópolis del centro del mundo, características propias. n lo que respecta a los anarquistas, en nuestro tiempo, ! no por casualidad, se observa una reactivación del interés por su legado. l anarquismo c"ileno, por ejemplo, al que la "istoriografía socialista de los a6os cincuenta del siglo 55 acusó de "aber sido no un contribu!ente sino un estorbo en el proceso de emancipación de la clase proletaria=(), cuenta =(*=(* Fulio 'into >. 09e pro!ectos ! desarraigosR1, (+)?(+. =()=() 0A6ádase a esto Pa las varias ra$ones que e3plicarían el fracaso del 'rimer 'artido ;ocialista que "ubo en C"ileQ la presencia deformadora que el anarquismo tenía en nuestro país. Gemos puntuali$ado !a que en ()= "abía claras manifestaciones de un grupo anarquista que seguramente actuaba con anterioridad a esa fec"a. ste grupo reali$aba reali$aba una propaganda propaganda regularmen regularmente te activaX activaX de este modo, era frecuente frecuente que en periódico periódicoss como #l /ueblo de >alp >alpara araíso íso,, La +emocracia de ;ant ;antia iago go,, #l Tornal de Iqu Iquiq ique ue o #l $brero $brero de la ;erena, se reprodujeran artículos de ropotin ! de otros dirigentes anarquistas, en los cuales se atacaba al socialismo de una manera directa ! a veces violenta. ;us dirigentes daban pruebas de gran confusión ideológica, de falta de claridad en su pensamientoX su actividad carecía de perspectivas sólidas ! permanecía dentro de los límites de un individualismo desesperan$ado, quejumbroso ! escéptico que, entre otras cosas, dio origen a algunas curiosas composiciones poéticas como 0#ibertaria1 de Carlos 'e$oa >éli$ ! 0Gastío1 de Magno spino$a. Con estas actitudes, con este bagaje, llegaban los anarquistas "asta la clase obreraX en ve$ de actuar en su seno como una aguerrida aguerrida vanguardia vanguardia cu!a misión consistía consistía en educar educar ! organi$a organi$arr a las clases trabajado trabajadoras, ras, en dirigirla dirigirlass responsable ! conscientemente en sus luc"as, sólo sembraban en ellas la confusión, presentándoles objetivos
"oga6o con el e3celente libro de ;ergio Kre$ ?9 56>?95>5 5>5==. Kracia cias a esa investigación de Kre$ ! a otras similares que se están llevando a cabo en otros países %escribo esto en ma!o de -+(( ! acaba de celebrarse un simposio sobre la materia en el Colegio de Mé3ico&, sabemos "o! algo más sobre las dimensiones de la participación ácrata en esas luc"as populares que se libraron en América #atina en el conte3to de la moderni$ación finisecular. 'articipación ésa de ellos que, además de ser valiosa por sus logros efectivos ! verificables, es reveladora de una entrega ! un coraje a toda prueba. ntran en escena los anarquistas anarquistas latinoamericanos latinoamericanos en la década del setenta setenta=(, en la del oc"enta "an establecido !a una presencia poderosa ! de a"í en adelante se multiplican, agrupados en sindicatos ! sociedades de resistencia, mutualistas al principio ! a no muc"o andar persuadidos de la inevitabili inevitabilidad dad de la luc"a de clases. ueron anarcosindical anarcosindicalistas istas en su ma!oría, ma!oría, "is9D9"is los anarcoindividualistas ! los anarcocomunistas, ! revolucionarios. Cuando decaen, "acia los a6os veinte ! treinta del siglo 55, es porque el poder "egemónico los arrasa o porque la oleada socialista ! nacionalista les tuerce la mano. n lo que toca a la producción intelectual anarquista, !o pienso que para una "istoria de la cultura en sentido amplio lo más impactante es el propagandismo, el proselitismo, la difusión urbi et orbi de orbi de 0la idea1. Gambre de saber ! de comunicar lo sabido por parte de unos individuos cu!a educación formal era nula o e3igua. n :uenos Aires, en (+, seg4n un testimonio de M. /eguera que recoge ngel F. Cappelletti, 0las conferencias se sucedían a granel entre los dos o tres oradores que "abía PRQ Ho era raro anunciar, por ejemplo, una conferencia a las dos de la tarde en Almagro, otra a las tres en Corrales, una tercera a las cuatro en :arracas ! una cuarta en el centro a la noc"e1=-+. Manuel /ojas, recordando a los anarquistas a quienes él conoció ! con quienes colaboró después de su llegada a C"ile en ((-, confi con firm rmaa ! trasl traslada ada el test testim imoni onioo que que tran transcr scrib ibee Cappe Cappell llet etti ti acer acerca ca de los los libe libert rtari arios os trasandinos cuando se refiere a sus compa6eros de este lado de la Cordillera como a unos 0revolucionarios de rompe ! raja, de esos que parecen alimentarse de brasas ! vidrio molido ! que al "ablar en p4blico parecen lan$allamas1=-(. falsos o fragmentarios, restringiendo el campo de sus actividades e impidiendo que llegaran a poseer adecuados instrumentos de luc"a1. /amíre$ Hecoc"ea. )istoria del mo"imiento obrero en Chile. Chile. -=)?-=. =(=( 0#os "istoriador "istoriadores es del anarquismo anarquismo parecen parecen estar estar de acuerdo acuerdo en tomar tomar al folleto 0Jna idea1, editado en :uenos Aires en ()*, como el punto de partida del pensamiento libertario en la Argentina %aunque Ingenieros remonta los orígenes de este mismo grupo, el 0Centro de 'ropaganda Sbrera, a ()*&1. Goracio eintiuno, -++*, p. *). =-+=-+ ngel F. Cappelletti. 0Anarquismo latinoamericano1 latinoamericano1 en #l anarquismo en América latina. latina. Carlos M. /ama ! ngel F. Cappelletti, eds. Caracas. A!acuc"o, A!acuc"o, (+, pp. 5I5?55. =-(=-( Manuel /ojas. La /ojas. La oscura "ida radiante. :uenos Aires. ;udamericana, (*(, p (2). #lega recién a mis manos una necesaria necesaria compilaci compilación ón de los te3tos te3tos anarquistas anarquistas del joven Manuel /ojas. /ojas. 1n Io"en en la batalla. !extos publicados en el periódico anarquista #a :atalla 5>595>5= :atalla 5>595>5= ed. ed. Forge Kuerra C. ;antiago ; antiago de C"ile. #SM, -+(-. scribe a"íD 0anarquista siempre. #uc"ando contra las injusticias sociales. Contra las sombras infamantes que a"ogan a los pueblos. Contra el baluarte de la e3plotación. Contra la tiranía gubernamental. W contra todas las vallas que se opongan a la reali$ación de nuestros ideales1, 0Kritos de combate1, p. (.
*+
A esta comunicación oral, cara a cara, enfervori$adora en ! por sí misma, se une el aprecio casi religioso que sienten esos "ombres ! esas mujeres %porque así es, también estuvieron ellas en la primera línea de fuego, como lo "ice ver en el capítulo noveno de este mismo volumen ! como lo reitero sin falta en este otro capítuloD #uisa Capetillo en 'uerto /ico, Carmen #!ra en Costa /ica, Fuana :elén Kutiérre$ de Mendo$a en Mé3ico, >irginia :olten en Jrugua! ! Argentina ! Carmela Feria en C"ile son sólo algunos de los muc"os nombres que conviene retener al respecto& por la letra impresa. #ibros ! sobre todo periódicos se publican ! circulan de mano en mano, de un lector a otro ! de un espacio nacional a otro, sumergidos en el fondo de los lustrines o de las cajas de "erramientas ! sin que los guardias fronteri$os se percaten de su e3istenciaX los leen los que están "abilitados para "acerlo, mientras los otros escuc"an lo que les transmiten aquellos que "an aprendido a leer. Cappelletti cuenta doce periódicos anarquistas en :uenos Aires en el paso del siglo 5I5 al 55, en espa6ol, italiano ! francés. llos sonD Gi sonD Gi +ios ni Amo %()&, Amo %()&, La La %e"olución ocial %()*&, Ciencia ocial 4 ()*?() %ebelde %()?(+-& !iempos ()*?()&, &, 'erminal %()*?()) %()*?())&, &, #l %ebelde %()?(+-&,, Los !iempos Gue"os Gue"os %(++ %(++&, &, 0ida Gue"a Gue"a %(+=?( %(+=?(+2&, +2&, La"oriamo La"oriamo %()= %()=&, &, La %iscosa %()=?()2&, La Guo"a Ci"ilitá %(+(&, Ci"ilitá %(+(&, 0enti ettembre %()B?(+=& ettembre %()B?(+=& ! Le ! Le C,clone %()B&. Aunque Aunque más activa que otras, a ese florecer florecer de la prensa anarquista anarquista de :uenos Aires no se lo debe considerar considerar una rare$a. Ho "ubo ciudad importante en el subcontinente en la que no circularan los periódicos ! panfletos libertarios. 'ara no insistir muc"o más en los 0ideólogos1, los 0propagandistas1 ! los 0polemistas1 de aquel anarquismo latinoamericano de la época áurea, ni tampoco en las coqueterías de un :orges %no es el 4nico escritor 0culto1 que se autoconfiesa de esta persuasión, refor$ándose con ello la sospec"a que es moneda corriente entre los socialistas seg4n la cual el anarquismo puede también servir de pantalla a las insubordinaciones de la conciencia peque6o burguesa. 9esde este punto de vista, ;ara /ojo "a detectado una dramaturgia latinoamericana 0culta1 en la que es documentable una 0pulsión anárquica1 ! eso es así seguramente=--&, !o diría que entonces ! después "ubo escritores anarquistas de dos tipos. l primero es el de aquellos de una evidente ! provocadora e3tracción popular ! de los cuales se conservan en nuestro país unos pocos nombres. tiles para dar con esos nombres son los estudios ! antologías de 'edro :ravo li$ondo, Cultura , teatro obrero en Chile 5>;;9 5>?; ! 5>?; ! %aíces %aíces del teatro popular en Chile ! Chile ! la Antología la Antología crítica de la dramaturgia anarquista en Chile de Chile de ;ergio 'ereira 'o$a, donde se pone de manifiesto un movimiento que es menos reducido de lo que pudiera pensarse, a pesar de las rectificaciones que les "a "ec"o Kre$ a ambos investigadores puntuali$ando que la dramaturgia ácrata no fue en C"ile tan significativa como lo que aducen :ravo li$ondo ! 'ereira 'o$a, si es que se la compara, por ejemplo, con la producción argentina al respecto. W, en el nivel local, tampoco fue tan significativa como la dramaturgia socialistaD
=--=-- >erD ;ara /ojo. !eatro , pulsión anárquica. #studios teatrales en 2rasil Chile , Argentina. ;antiago de C"ile. ditorial Jniversidad de ;antiago de C"ile, -+(+.
*( #os anarquistas c"ilenos del período estudiado no se "acían ilusiones, aunque actuaban con fle3ibilidad ! realismo. ;u mu! magra producción teatral los llevaba a suplir la falta falta de creaci creacion ones es propi propias as medi mediant antee la repres represent entac ació iónn de obras obras de anar anarqui quista stass e3tranjeros e3tranjeros %como el italiano italiano 'ietro Kori& o de otras tendencias tendencias políticas que actuaban en el movimiento obrero c"ileno ! "asta pie$as dramáticas del Tteatro burguésU PRQ #a escasísima producción ! actividad teatral anarquista durante este período contrasta con la prolífica producción ! actividades de la corriente socialista?comunista. íctor Gugo&. #os militantes del 'S;, primero, ! luego del 'CC", ! su área de influencia directa produjeron numerosas obras teatrales ! representaron incontables obras de variados autores a lo largo de muc"os a6os PRQ n un estudio referido a la cultura ! política libertaria en :uenos Aires entre ()+ ! ((+, el "istoriador Fuan ;uriano calcula que durante la primera década del siglo 55 ??a e3cepción de los períodos en que imperaba el estado de sitio?? los anarquistas anarquistas reali$aron en esa ciudad alrededor alrededor de =-= cuatro funciones mensuales, que podían llegar a nueve o bajar a una o dos . Wo quiero relativi$ar, sin embargo, las dudas que e3presa Kre$ sobre los alcances de la labor de los teatristas libertarios c"ilenos, no sólo porque la campa6a que ellos llevaron a cabo en el Horte Krande me parece que configura un 0circuito productivo1 con todos los elementos que son necesarios para demostrar su e3istencia ! eficacia, como intenté dejarlo establecido en el capítulo octavo, sino porque me impresiona impresiona además la actividad actividad que desplegó desplegó en ;antiago, ;antiago, desde ((=, la Compa6ía 9ramática C"ilena. ormada por anarquistas de impolutas credenciales, Adolfo Jr$4a /o$as, Antonio Acevedo Gernánde$, Fosé 9omingo Kóme$ /ojas, Fosé ;antos Kon$ále$ >era ! Manuel /ojas, la Compa6ía 9ramática 9ramática C"ilena debutó el -2 de diciembre diciembre de ((= ! logró sobrevivir sobrevivir durante tres a6os. ;u primer montaje fue #n fue #n el rancho, rancho, de Acevedo Gernánde$, en el er enD "ttpDEEcatedrame3?esp? colme3.m3, pp. (-?(=.
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Aguiluc"o.?? ;o! presidiario, "a! robao ! "a! matao. Sscar.?? 'ero "a sido la vida que lo "a arrastrado. n usté vibra un alma grande capa$ de comprender lo bueno ! lo noble. Aguiluc"o.?? Amigo Sscar.?? 'ara siempre %se abra$an ! cae el telón&=-2. Ho es pues insólito que, como anota #uis 'radenas, en el estreno de esta pie$a de Acevedo se "a!a "ec"o presente la policía buscando anarquistas ! que "a!a puesto 0bajo arresto al dramaturgo, a los actores ! a algunos del p4blico=-B. Mencioné, en otra parte, a va Kolluscio de Monto!a. Aparte de sus varios artículos de recuperación recuperación ! crítica crítica teatral teatral anarquista, anarquista, considero imprescindible imprescindible su libro !eatro libro !eatro , *olletines libertarios rioplatenses 456>=95>5;<. #studio , antología publicado antología publicado en (, por Kirol :oos, en Canadá. 'or otro otro lado, lado, refir refirié iénd ndose ose a las las incli inclina naci cione oness poé poéti tica cass de ciert ciertos os con conno nota tados dos anarquistas anarquistas c"ilenos, como Alejandro Alejandro scobar ! Carvallo Carvallo %()**?(&, #uis Slea Castillo Castillo %7? (+)& ! Magno spinosa %mediados de los *+Us?(+&, comenta Kre$ que 0además de fundar ! dirigir periódicos, animar ateneos obreros ! centros de estudios sociales, liderar "uelgas ! escribir artículos políticos, incursionaron en la poesía como una forma de e3presar sus sentimientos redentores1=-. >arios de ellos fueron incluidos, en efecto, en el capítulo que se titula titula los 0'oetas 0'oetas acrático acráticos1, s1, que es uno de los apéndice apéndicess de el"a lírica la lírica la enciclopédica antología que publicaron en ((* Fulio Molina H46e$ ! Fuan Agustín Ara!a. l de ma!or reconocimiento, seg4n se lee a"í, era rancisco 'e$oa %())B?8&, un 0ácrata tratable1 P sicQ, sicQ, con 0sobrado talento para se6orearse en los barrios sub?urbanos1 ! cu!as 0mejores composiciones1 serían 0l ladrón1, 0Anaros1, 09e vuelta del mitín1 ! 0Canto de vengan$a1=-*, esta 4ltima conocida también como 0#a 'ampa1, cu!a letra !o mismo oí cantar "ace !a muc"os a6osD =-2=-2 Antonio Acevedo Acevedo Gernánde$. Gernánde$. Almas perdidas. perdidas. 9rama de suburbio en tres actos . ;antiago de C"ile. Imprenta l 'rogreso, ((), p. -2. s interesante que en un artículo de duardo :arrios para la revista Los +iez elogioso ! reproducido en esta edición de la pie$a, él "a!a descrito sin embargo a Sscar, el activista, como una 0me$cla de obrero ! se6orito, redentor sin fuego, educador pasivo ! débil1, *?). =-B=-B #uis 'radenas. !eatro en Chile. )uellas , tra,ectorias. iglos 30(933. ;antiago 30(933. ;antiago de C"ile. #SM, -++, p. -(. anarquistas (). =-=- Kre$. Los Kre$. Los anarquistas (). chilenos. dición =-*=-* Fulio Fulio Molina Molina H46 H46e$ e$ ! Fuan Fuan Agustín Agustín Ara!a. Ara!a. el"a lírica. #studios sobre los poetas chilenos. facsimilar. facsimilar. ;antiago de C"ile. #SM. 9irección de :ibliotecas, Arc"ivos ! Museos, (B, pp. 2*(?2*-.
*= Canto la 'ampa, la tierra triste, réproba tierra de maldición, que de verdores jamás se viste, ni en lo más bello de la estaciónR Ho mu! diferente es el panorama panora ma de la literatura popular anarquista en los demás países de América #atina. n un libro de -++, sobre la prensa popular peruana de las tres primeras décadas décadas del siglo siglo 55, Kabriela Kabriela Mac"uca Mac"uca Castillo Castillo,, después después de identi identific ficar ar el periódic periódicoo Los /arias %(+2?((+& /arias %(+2?((+& como 0la publicación más representativa de la prensa anarquista1 de #ima=-), establece que sus ejemplares contenían en promedio oc"o contribuciones literarias. Como este poema satírico, sobre 0#os diputados1D Jn diputado W bien, 7Luién le "a elegido8 7l pueblo8 Ho, por 9ios. alsedad suma 'aja vil "a flotado en esa espuma que levanta la quilla de un partido >olcar la débil urna "a conseguido W en el censo meter su doble plumaX #e votan Fuan ;in Miedo ! Monte$uma Gasta sus propios muertos "a movido=- l otro grupo es el de los profesionales de la escritura, integrantes ellos de una nómina que cuesta menos reunir. reunir. Me limito aquí a los más conocidosD conocidosD Alberto Alberto K"iraldo %()*B?(2&, /odolfo Kon$ále$ 'ac"eco %())-?(2& ! Fosé de Maturana %())2?((*& en la ArgentinaX lorencio ;ánc"e$ en el Jrugua!, aunque "i$o casi toda su carrera teatral en :uenos AiresX Carlos 'e$oa >éli$ %()*?(+), de quien se ocultaron ! se siguen ocultando sus poemas anarco?populares de denuncia==+&, Antonio Acevedo Gernánde$ %que "abía ido "aciendo el tinta el pen pensam samien iento to , las manos. La prens prensaa pop popula ularr ana anarrquista quista =-)=-) Kabriela Kabriela Mac"uca Mac"uca Castillo Castillo.. La tinta anarcosindicalista , obrera9sindical en Lima 5>;;95>?;. #ima. 5>;;95>?;. #ima. Jniversidad de ;an Martín de 'orres, -++, pp. (* ! -2*. =-=- (bid. (*. (bid. (*. ==+==+ Alguno pasa la criba, sin embargo, como el estremecedor soneto 0#a pena de a$otes1D ormado el batallón, rígido "umilla al pobre desertor apre"endido que sobre el patio del cuartel tendido siente el roce brutal de la varilla. ;obre sus carnes ulceradas brilla roji$a manc"a. sc4c"ase un aullido. Cada bra$o en el aire da un c"asquido que las entra6as del soldado trilla. l sol que sale en el nevado quicio, Irónico sonríe ante el suplicioR
*2 tránsito de dramaturgo?carpintero a teatrista reconocido, pero sin por eso claudicar de sus principios ni en un ápice& ! Fosé 9omingo Kóme$ /ojas, ! algo más tarde Manuel /ojas ! Fosé ;antos Kon$ale$ >era en C"ileX el Manuel Kon$ále$ 'rada de )oras de )oras de lucha %(+)& lucha %(+)& en el 'er4X en Costa /ica, un joven Foaquín Karcía Monge %())(?(B)&, admirador de ropotin ! de asconcelos asconcelos %()*)?(-=&, %()*)?(-=&, seudónimo, Heno >asco, >asco, uno de los redactores redactores de $ Amigo do /o"o el /o"o el primer diario anarquista de ;^o 'aulo, ábio #opes dos ;antos #u$ %()2?(=)&, Fosé Siticica Siticica %())-?(B*& ! el que después sería el "istoriador "istoriador del movimiento, movimiento, dgard #euenrot" #euenrot" %())(?()&.
W mientras que vertiendo vibraciones la banda el patio de sollo$os llena, una estatua cubierta de galones mira impasible la salvaje escenaR Carlos 'e$oa >éli$. Alma >éli$. Alma chilena. $bras completas 5>5. rnesto 5>5. rnesto Montenegro, ed., ! Haín Hóme$, reed., ;antiago de C"ile. #SM, -++), pp. =(?=-. ==(==( 9e un artículo en el primer n4mero de la tercera época de %egeneración el %egeneración el = de septiembre de ((+. %e"olución. :uenos Aires ! #a Citado por 9iego Abad de ;antillán. %icardo lores Magón. #l Apóstol de la %e"olución. :uenos 'lata. #ibros de Anarres !
*B 'ero si me piden que dé aquí el nombre de un escritor de genio, dentro del grupo de aquellos aquellos anarcos letrados de comien$os del siglo 55 en #atinoaméri #atinoamérica, ca, !o no vacilo ! do! el del brasile6o Afonso Afonso Genriques Genriques de #ima :arreto %())(?(--&. #ima :arreto "ace su debut en el campo literario brasile6o durante el período que los críticos de ese país denominan del 0premodernismo1 %para nosotros, los "ispanoamericanos, el lapso 0postmodernista1, el que precede a la emergencia de las vanguardias ! cu!o punto neurálgico lo constitu!en las celebraciones del Centenario, como bien sabemos&. s el 0novelista de los suburbios1 de /io, el 0escritor militante1, como él mismo decía, ! que, seg4n rancisco de Assis :arbosa, en el prólogo a la edición A!acuc"o A!acuc"o de %ecuerdos del escribiente (saías Caminha %(+& ! #l ! #l triste *in de /olicarpo Cuaresma %(((&, Cuaresma %(((&, es 0la figura más representativa de la ficción brasile6a de la generación que siguió a la de Mac"ado de Assis1==-. Crítico sin in"ibiciones del ordenamiento político ! social instaurado en el :rasil por la 'rimera /ep4blica o /ep4blica >ieja, el que se centró en el dominio oligárquico de la alian$a minero?paulista, la 0del café con lec"e1, en varios aspectos a4n más reaccionaria que el parlamentarismo imperial que qu e la antecedió, a ntecedió, #ima :arreto :ar reto produjo media docena de novelas ! una gran cantidad de crónicas ! artículos periodísticos. #a riquísima galería de sus tipos, burócratas, periodistas ! políticos del medio pelo carioca, ! la mordacidad tragicómica de su sátira son los rasgos que los estudiosos subra!an con ma!or frecuencia cuando se interesan en sus obras, lo que puede comprobarse en !riste im de /olicarpo uaresma cu!o uaresma cu!o personaje principal es un ufanista de los de la escuela de Affonso Celso, pero visto bajo una lu$ que es mu! distinta a la eufórica del conde. A través de las peripecias del quijotesco 'olicarpo, #ima :arreto pone en solfa en ese libro todo o casi todo cuanto estaba siendo motivo de aprecio para la cultura "egemónica en el :rasil del temprano siglo 55D el republicanismo represivo, el nacionalismo patriotero, el militarismo, el positivismoD #a ciudad P/ioQ estaba infestada de policías secretos, 0familiares1 del ;anto Sficio /epub /epubli lica cano, no, ! las las dela delaci cione oness eran eran mone moneda dass con con las las que se ob obte tení nían an pue puest stos os ! recompensas. :astaba la menor crítica para perder el empleo, la libertad, 7quién sabe8 Lui$á la vida. A4n estábamos en el comien$o de la revuelta, pero el régimen !a "abía publicado su prólogo ! todos estaban avisados. l jefe de policía "abía organi$ado la lista de los sospec"osos. PRQ #os militares estaban contentos, especialmente los peque6os, los alféreces, los tenientes ! los capitanes. 'ara la ma!oría la satisfacción venía de la convicción de que iban a e3tender su autoridad sobre el pelotón ! la compa6ía, a todos ese reba6o de civilesX pero en otros muc"os "abía sentimientos más puros, desinterés ! sinceridad. ran los adeptos de ese nefasto e "ipócrita positivismo, una pedantería tiránica, limitada ! ==-==- rancisco rancisco de Assis :arbosa. :arbosa. 'rólogo 'rólogo a #ima :arreto. :arreto. +os no"elas. %ecuerdos del escribiente (saías Caminha. #l triste *in de /olicarpo Cuaresma, Cuaresma, tr. Ga!deé Fofre :arroso. rancisco de Assis :arbosa, ed. Caracas. A!acuc"o, (*), p. I5.
* estrec"a, que justificaba todas las violencias, todos los asesinatos, todas las ferocidades en nombre de la mantención del orden, condición necesaria, eso decía, para el progreso ! también para el advenimiento del régimen normal, la religión de la "umanidad, la adoración del gran fetic"e, con gangosas m4sicas de cornetines ! versos detestables===. 9escartada la farsa republicana ! no obstante "aber bienvenido con entusiasmo el estallido de la /evolución soviética, políticamente el bo"emio #ima :arreto se sintió siempre más a sus anc"as en la compa6ía de los tolstoianos ! los ropotinianos, con quienes colaboró en la revist revistaa loreal %(+*&, que en la de los socialistas. Con esta raigambre brasile6a ! latinoamericana, a mí me parece que no es e3agerado inscribir "o! sus sátiras ácratas en el cuadro de "onor de los ma!ores maestros del género, desde Cervantes, pasando por ;@ift ! "asta llegar a su coterráneo Mac"ado de Assis. n cuanto a los socialistas, avecindados en un barrio que colinda con, pero que también difiere difiere del de los anarquistas, anarquistas, pues su espacio natural natural era el de los obreros industriale industrialess ! no el de los trabajadores independientes, su "istoria "a sido objeto de una atención ma!or ! que se entiende que lo sea, puesto que, al revés de sus camaradas anarquistas, ellos "an perdurado ! perduran %alguien podría acotar que qu e no siempre con buena salud& "asta "o! "o!.. n el período que aquí esto! e3aminando, que coincide con los orígenes del socialismo latinoameric latinoamericano, ano, si se descuentan descuentan las anécdotas anécdotas curiosas, pero interesantes interesantes de todas maneras, como la publicación de $ socialismo el socialismo el libro del brasile6o Fosé Inácio de Abreu e #ima, en ()BB, o la primera traducción del Mani*iesto del Mani*iesto comunista al comunista al espa6ol, "ec"a en Mé3ico, en ())2, por Fuan Mata /ivera %"a! discrepancias respecto de este datoD los espa6oles reclaman prioridad para la traducción de Fosé Mesa ! #eompart, que apareció en el periódico madrile6o La #mancipación en ()*-&, ()*-&, o la consti constitu tuci ción ón por parte parte de los communards communards e3iliados en :uenos Aires de una sección latinoamericana de la 'rimera Internacional, también en ()*-, ! la participación del francoargentino Alejo 'e!ret como delegado de :uenos Aires en las sesiones que dieron comien$o a la ;egunda, en ())==2, Mic"ael #@!, en su 0Introducción1 a #l marxismo en América Latina Latina "abla de una pre"istoria, anterior a la formación de los partidos comunistas, inspirada precisamente por la ;egunda Internacional ! con dos sensibilidadesD una moderada ! una revolucionaria. #a sensibilidad moderada tendría su cabe$a en Fuan :autista Fusto, primer traductor de #l de #l capital al al espa6ol, en este caso sin que "a!a discrepancia alguna, así como también fundador junto con Fosé Ingenieros del 'artido ;ocialista Argentino, en ()B, ! la revolucionaria la su!a en #uis milio /ecabarren, fundador del 'artido Sbrero ;ocialista de C"ile, en ((-==B. Más acá de eso, los "istoriadores del socialismo latinoamericano inician de ordinario sus relatos en la década del veinte del siglo pasado ! las figuras epónimas que destacan ==2==2 ;> hasta nuestros nuestros días ed. actuali$ada. ;antiago de C"ile. #SM, -++*, p. et sqq.
** entonces son Fosé Carlos Mariátegui %()2?(=+& ! Fulio Antonio Mella. l propio Mariátegui fec"aba su encuentro con el socialismo en (() ! sus primeros trabajos definidamente mar3istas datan de (-=X en cuanto a Mella, sus escritos de ma!or trascendencia aparecen entre el -= ! el -). Con todo, un intento por a"ondar en aquel tiempo que precedió al de las e3ploraciones !a claramente definidas, es el que "a reali$ado Héstor o"an, quien, en Gi en Gi calco ni copia. #nsa,os sobre el marxismo argentino , latinoamericano, latinoamericano , se ocupa de él más ! mejor que otros %que #@!, que Fosé Aricó, que Agustín Cueva, que #uis >itale, incluso que el mu! diligente /a4l ornet?:etancourt&. Ho sólo recupera o"an un tro$o de "istoria cultural sobre el que necesitábamos saber más de lo que sabemos, sino que también reivindica, en ése ! también en otro otross siti sitios os,, la sign signif ific icac ació iónn de figu figura rass que que fuer fueron on grav gravit itan ante tess en aque aquell tiem tiempo po de madrugadores, pero que "o! se nos ocultan tras una cortina de brumas, como sucede en el caso de Ingenieros, el cofundador con Fusto del '; argentino, pero ideológicamente más a la i$quierda que su camarada ! cu!a biografía se "a visto sin embargo deslucida doblemente por el mar3ismo obrerista obrerista ! el populismo populismo peronista. ;eg4n o"an, no obstante obstante los reparos que se le pue puede denn "acer "acer a Ingen Ingenie iero ros, s, ! que que van van desde desde el liber liberal alis ismo mo de cu6o cu6o sarmi sarmient entin inoo al evolucionismo "istórico e incluso a un funcionalismo sociológico a"ant la lettre, lettre, su aprecio por la 0revolución 0 revolución bolc"evique1, su 0antiimperialismo1, su 0juvenilismo arielista1, ar ielista1, su 0crítica libertaria de la burocrati$ación %rutinaria ! jerárquica& de la vida moderna1 ! su 0romanticismo no eticista1 son aspectos rescatables ! estimables==. 'ero, pese a los esfuer$os de o"an ! a la minimi$ación de su relevancia por parte de ornet?:etancourt==*, el c"ileno #uis milio /ecabarren sigue siendo el más atra!ente de los dos. Sbrero tipógrafo, prácticamente autodidacta, !a que cursó "asta el segundo a6o de la escuela primaria primaria ! nada más, pero tribuno tribuno de verba fogosa e incansable incansable creador ! redactor redactor de periódicos revolucionarios desde mu! joven, #l joven, #l !rabaIo, !rabaIo, La 0anguardia 0anguardia,, #l +espertar +esp ertar de los !rabaIadores ! !rabaIadores ! die$ más, /ecabarren se pensaba a sí mismo como un 0intelectual obrero1 ! creci crecióó desde desde una una actuac actuació iónn temp tempran ranaa ! nunca nunca confo confort rtabl ablee en la i$qui i$quier erda da del del 'arti 'artido do 9emócrata, a la fundación del 'artido Sbrero ;ocialista en ((- ! "asta llegar por fin a la afiliación del 'S; a la
==== Héstor Héstor o"an. o"an. Gi calco ni copia. #nsa,os sobre el marxismo argentino , latinoamericano. latinoamericano. >er enD "ttpDEE@@@.albatv.orgEIMKEpdfEHestoro"an.pdf, p. 2= et sqq. ==*==* n su !rans*ormación del marxismo. )istoria del marxismo en América Latina. Mé3ico. Latina. Mé3ico. Jniversidad de Huevo #eón ! 'la$a ! >aldés, -++(, p. *B, /a4l ornet?:etancourt despac"a a /ecabarren en una nota que, aunque elogiosa, es demasiado escueta para mi gusto en una obra con las pretensiones de la su!a. ==)==) #@!. 0IntroducciónR1, (.
*) s, por lo tanto, éste de /ecabarren un mar3ismo asumido, podríamos decir nosotros, desde la filosofía de la pra3is, o sea que no es un mar3ismo de escritorio, sino uno que se "ace en el contacto directo con la vida real, en las calles ! en los talleres, ! que va de la mano con los trabajadores trabajadores en las luc"as que ellos libran cotidianament cotidianamentee para defenderse de ! reaccionar contra la e3plotación ! la opresión capitalistas, como "a sido ! sigue siendo la norma que orienta el mejor pensamiento que América #atina "a producido a este respecto. 595>& 5>595>& "an puesto de manifiesto la 0la3itud1, el poco 0apego1 de los comunistas comunistas c"ilenos liderados liderados por /ecabarren /ecabarren en sus relaciones relaciones con la == er, >er, a propósito, 0Fosé Carlos MariáteguiD reencuentro ! debate1, el importante prólogo de Aníbal Luijano a la !a citada edición edición A!acuc"o A!acuc"o de los iete ensa,os p. ensa,os p. I5 et sqq.
*
l socialismo, por su nombre solo, tiene muc"os enemigos, así como tiene también apasionados defensores ! propagandistas. Al "acer este trabajo queremos servir a los socialistas ! a nuestros enemigos. Creemos que toda persona que llegue a comprender completamente el socialismo no podrá rec"a$arlo ! concluirá por ser su s u abnegado defensor, en la convicción de que esta doctr doc trin inaa es la 4nica 4nica que que,, lleva llevada da a la prác prácti tica ca,, reali reali$a $ará rá realm realment entee la feli felici cida dadd =2+ "umana . /ecabarren culmina su lección de ((- ense6ando acerca del cómo de la reali$ación socialista ! advierte entonces, entre otros asuntos no menos importantes, que el socialismo debe desarrollarse 0seg4n las modalidades de cada pueblo ! seg4n las conveniencias locales1 ! que 0los 0los medi medios os son gener general alme ment ntee igua iguale less en todo todoss los los país países, es, pero pero se dest destaca acann dos predilectosD la organi$ación o rgani$ación de los trabajadores ! la educación en la doctrina PRQ la educación edu cación doctrinaria doctrinaria ! moral del pueblo por medio del libro, del folleto, del periódico, del diario, de la tribuna de la conferencia, del teatro, del arte1=2(. Stro Stross inte intele lect ctual uales es socia sociali list stas as lati latinoa noame meri rica canos nos de esa esa épo época ca temp tempran rana, a, no tan tan influ!entes influ!entes como Ingenieros Ingenieros o /ecabarren, /ecabarren, pero de ninguna manera desde6ables, desde6ables, podrían ser Alfredo 'alacios %())+?(B&, nrique del >alle >alle Iberlucea %()**?(-(&, %()**?(-(&, Mario :ravo %())-? (22&, /oberto F. 'a!ró ! Manuel Jgarte %()*)?(B(& en la Argentina. A 'alacios le correspondió el "onor un tanto dudoso de "aber sido el primer representante socialista que pisó un parlamento latinoamericano, en (+2X del >alle Iberlucea, que también ocupó un esca6o en el Congreso de su país, sobresale por los pro!ectos de justicia laboral ! de género que allí presentóX :ravo, poeta ! abogado, dirigió el reconocido periódico revolucionario La 0anguardia %(+*?(+)&X 0anguardia %(+*?(+)&X de 'a!ró, que fue un grafómano incansable, cronista, dramaturgo, poeta, novelista ! crítico literario, :eatri$ ;arlo, su editora para la :iblioteca A!acuc"o, prefiere su +i"ertidas su +i"ertidas a"enturas a"e nturas del nieto de Tuan Moreira de (((, porque entiende que los dardos que provenían desde ese libro apuntaban a la corrupción de la política oficial ! a la posibilidad de que su ejercicio dejase de estar abierto sólo a la fortuna f ortuna o la "erencia de quienes la practicaban ! se beneficiaban con él. A lo que agrega ;arloD 0l punto de vista de 'a!ró coin coinci cide de,, en esta esta temá temáti tica ca,, con con el del del part partid idoo soci social alis ista ta,, al qu quee pert perten enec ecee entr entree sus sus =2fundadores1 X ! a propósito de Jgarte, aunque éste vivió una e3istencia nómade durante la ma!or parte de su vida adulta, lo cierto es que aunó siempre, en los numerosos escenarios =2+=2+ #uis milio /ecabarren. 0l socialismo. 7Lué es ! cómo se reali$ará81 en #l pensamiento de Luis #milio %ecabarren I. %ecabarren I. ;antiago de C"ile. Austral, Austral, (*(, pp. ((?(-. =2(=2( (bid. 2. (bid. 2. 'ara ma!ores informaciones, un libro ndispensabl s el de Fulio 'into >. >. Luis #milio %ecabarren. %ecabarren. 1na biogra*ía histórica. histórica. ;antiago de C"ile. #SM, -+(=. $bras. :eatri$ ;arlo, ed. Caracas. A!acuc"o, ()2, pp. =2-=2- >erD :eatri$ ;arlo. 0'rólogo1 a /oberto F. 'a!ró. $bras. I5 ! 555>III.
)+ "asta los cuales lo empujó su desasosiego, su convicción socialista con una fiera campa6a denunciatoria del imperialismo, lo que "a "ec"o sostener a Claudio Maí$ que su actualidad consiste en eso justamente, en que nos "a dejado 0una teoría que desde el espacio, la "istoria ! la sociedad da ra$ones fundamentales de la Jnidad Continental, como estrategia defensiva frente al embate imperialista1=2=. illena %()?(=2&, %()?(=2&, en Cuba, casi al final del período que abarca este estudio, joven líder comunista sobre sobre cu! cu!aa circuns circunstan tancia cia vital vital refle3i refle3iona ona /ob /obert ertoo ernánd ernánde$ e$ /etama /etamarr dicien diciendo do que 0las 0las =2==2= Claudio Claudio Maí$. Maí$. (mperialismo , cultura de la resistencia. Los ensa,os de Manuel 1garte. 1garte. Córdoba. diciones diciones del Corredor Corredor Austral, Austral, -++=, p. (=. Cons4ltese Cons4ltese,, además, además, Manuel Manuel Jgarte. Jgarte. La nación latinoamericana. latinoamericana. Horberto Kalasso, ed. ed. Caracas. A!acuc"o, A!acuc"o, ()*. =22=22 0Argentina, ((). I. #a juventud argentina de Córdoba a los "ombres libres de ;ud América1 en 9ardo C4neo, ed. La ed. La re*orma uni"ersitaria. Caracas. uni"ersitaria. Caracas. A!acuc"o, A!acuc"o, (*), pp. =?*.
)( mismas ra$ones que le impiden reali$arse plenamente como poeta, no obstante sus dotes e3cepcionales, lo llevan a abrirse a la comprensión de la dramática realidad política de su país1=2BX o en Astrojildo 'ereira %()+?(B&, en el :rasil, un escritor anarquista, de los primeros críticos del e3cepcional #ima :arreto, pero que dio un giro en ((*, cuando estalla en /usia la revolución, pasándose al socialismo ! contribu!endo luego a fundar el 'artido Comunista de su país, en (--X !, con una tra!ectoria que es mu! parecida a esa de 'ereira, debo nombrar aquí una ve$ más a la costarricense Carmen #!ra, escritora de relatos infantiles ! folclóricos, entre ellos Los ellos Los cuentos de mi tía /anchita %(-+&, pero sin que eso le impidiera impidiera ser una revolucionaria a carta cabal, que pasó por el anarquismo ! el aprismo, pero conclu!ó transformándose en una de las fundadoras del 'artido Comunista de Costa /ica. Muc"os de los del lado "ispanoamericano formaron parte de la que en la opinión de o"an fue la 0"ermandad arielista1 de principios del siglo 55, la misma que #@! rebauti$ó después como un 0mar3ismo arielista1, en la que militaron aquellos que se sintieron con fuer$as suficientes como para partir aguas con el determinismo positivista ! sus secuelas, aunque después de los veinte los "a!a acorralado un determinismo qui$ás peor, el de sello stalinista. /ománticos, de un romanticismo a ratos imp4dicamente emocional, pero sin dejar de estar por eso conscientes de la racionalidad profunda de su cometido, puede que esos primeros mar3istas latinoamericanos, que esos mar3istas seguidores de Ariel, sean los que nuestro tiempo necesita reclamar para sí.
=2B=2B ernánde$ /etamar. 0l caso /ubén Martíne$ >illena1 >illena1 en #nsa,o de otro mundo ). mundo ).