Trabajo práctico de Roma Alumnos Pablo Kohon José Fabián D’Aloi Alejando Uribe Mariano Cuyeu
Moses Israel Finley, en el primer capitulo de su libro ¨ La economía de la antiguedad ¨, ¨, analiza el origen y la evolución de la palabra economía. Oikonomia; en Grecia oiko se La palabra economía tiene sus orígenes en la palabra Oikonomia; refiere a una unidad unidad de producción, consumo, parentesco; es decir que englobaba todo lo referido a la organización de la casa, tierra, ganado, hombres, parentesco cercano y lejano. En Roma el paterfamilias el paterfamilias era la autoridad que presidía el hogar de la familia campesina, autoridad que la ley romana dividía en tres elementos: Potestad o peder sobre sus hijos, sobre los hijos de sus hijos y sus esclavos, poder sobre su esposa y sobre las esposas de sus hijos, y dominium o poder po der sobre sus posesiones. El jefe administra y gobierna tanto al personal como a la propiedad del grupo, sin distinción en cuanto al comportamiento económico y socialAristóteles en su tratado llamado Política define el arte econ ómico como ¨el gobierno de los hijos y la esposa y el hogar en general¨ Jenofonte en su tratado Oikonomía, no hace referencia a principios económicos ni a análisis económicos, ni eficiencia de la producción, elección racional o venta de las cosechas. Según la tesis central de La de La riqueza de las naciones (obra publicada por Adam Smith en 1776), la clave del bienestar social está en el crecimiento económico, que se potencia a través de la división del trabajo. La división del trabajo, a su vez, se profundiza a medida que se amplía la extensión de los mercados y por ende la especialización. Alfred Marshall publicó en 1890 su obra Principles obra Principles of Economícs, Economícs, obra en la cual compaginó conceptos de la economía clásica como riqueza, producción, trabajo, capital, valor, organización industrial y expuso su teoría del equilibrio general y la distribución de la renta. Finley considera que los antiguos carecían del concepto de una ¨economía¨ ¨economía¨ , ya que carecían de elementos conceptuales, que unidos constituyeran lo que llamamos ¨la economía¨ . Desde luego, cosechaban, comerciaban, explotaban las minas, gravaban con impuestos, acuñaban moneda, depositaban y prestaban dinero, obtenían ganancias o sufrían pérdidas en sus empresas. Y discutían estas actividades en sus conversaciones o escritos. Lo que no hacían era combinar conceptualmente estas actividades particulares en una unidad, es decir, en un sub-sistema diferenciado de la sociedad. Por lo tanto, ningún modelo moderno de inversión es aplicable a las preferencias de los hombres que dominaron la sociedad antigua. El autor afirma que la falta de estadísticas y la escasez de cifras y datos sobre la antigüedad, no necesariamente es una dificultad para analizarla, ya que la pregunta no es cuanto, sino como. ,
El mundo antiguo no careció por completo de cifras de las cuestiones relacionadas con el gobierno. Cuando Tucidides nos informa del número de hoplitas y barcos atenienses disponibles, y la cantidad de dinero disponible en el momento de estallar la guerra, aquello no es un cálculo. Sin embargo, razonar por medio de cifras no solo consiste en contar y registrar, y allí esta la gran diferencia con la economía moderna. Las economías del medio oriente estaban dominadas por grandes complejos de palacios o templos, que poseían las tierras cultivables, monopolizando la producción así como el comercio exterior, organizando la vida política, militar y religiosa de la sociedad. Nada de esto es aplicable al mundo grecorromano, donde la propiedad privada era la base de su economía. Gran parte de la historia del mundo grecorromano estuvo unido al mar mediterráneo, donde el intercambio de productos agrícolas (cereales, verduras, frutas, olivo, etc.) eran la base del intercambio; a este eje del mediterráneo se le sumo un cambio trascendental: el avance del mundo grecorromano al interior; cuyas regiones solían tener suelos más fértiles. Finley considera que la división del trabajo y la autosuficiencia de los hogares estuvieron desarrolladas en un grado suficiente en la antigüedad. El autor se refiere a “economía de la antigüedad” en el echo de que en los últimos siglos el mundo antiguo fue solo una unidad política y en su común marco cultural psicológico. Conclusión: Según lo estudiado y analizado, entendemos que Moses I. Finley caracteriza los sistemas económicos antiguos como sociedades, o estructuras sociales, que necesitaron del trabajo dependiente y no voluntario, donde la forma esclavista de apropiación de fuerza de trabajo aparece como forma dominante en las sociedades clásicas: Grecia y Roma. No es que el trabajo esclavo sea el único existente, hay trabajo libre; propietarios agrícolas pequeños y medianos; artesanos libres. No hay un intercambio económico entre campo y ciudad, lo que hay es una extracción al campo para mantener a la ciudad. Esta cultura tiene como pulmón al mediterráneo, es una cultura de ciudades costeras. La expansión de estas ciudades se basa en capturar tierras y mano de obra, donde la guerra aparece cumpliendo una función específica: cazar hombres. Esta concepción del termino economía difiere enormemente de la concepción que tiene del mismo los contemporáneos. Para los neoclásicos la economía es la ciencia que estudia la manera de satisfacer necesidades múltiples de recursos escasos. Según el marxismo, la economía se ocupa de entender la naturaleza de las relaciones sociales a través de recursos materiales. Bibliografía M. I. Finley, La economía en la antigüedad, Fondo de cultura economía - Cap I