Pasaron ya 364 días de aquel suceso que me llevo a cumplir este 5to mandamiento, y es que siempre pasan cosas por la cabeza que a veces uno no piensa bien las cosas, y hoy precisamente precisamente a un día de hacer un año es cuando más terrible me siento. Yo saliendo, ellos viéndome salir, ver a mi familia recibirme recibirme con tal gusto, tal vez, porque ese día yo note algo raro en la cara de Beatriz, pero que podría ser. Aun así, yo estaba feliz de verlos y ellos esperaba que también. Ver al viejo que vaya que le aumentaron las canas, pero de por si lo recuerdo con canas, aunque yo a 5 años de salir era de esperar que también tuviera una que otra cana. Pero Beatriz… Ella esta tal como la recuerdo, claro tal vez un poco más madura pero Bellísima. Yo me apresuro a besarla, ella acepta el beso pero con un pequeño gesto de disgusto, disgusto, y yo un poco desconcertado, y ella me dice que tenemos que hablar, y yo muy nervioso del porqué, y él, mi amigo de alma, es un pequeño su ceso que se ha ido llevando ya varios meses que tenemos que decirte amigo, y yo solo me quedo pasmado porque en ese momento él la toma de la mano, y ella lo suelta repentinamente, y yo, en mi mente recordaba recordaba el castigo de Sísifo, tal vez después después de salir de pagar mi condena el mundo me tendría que castigar con este cruel delirio. Esa misma tarde fuimos todos a la casa del v iejo, incluso mi niña, por qué tuvieron que haber dicho esto enfrente de la niña acaso pensaban que ella no entendía las cosas, me lo veía venir cuando vi que ella le decía – decía – ¡Tío ¡Tío rolando! - y ese mismo día decidieron explicármelo explicármelo todo, decidieron decirme que aquel Don Juan me había arrebatado mi vida, porque para mí eso fue, me quito el único sentido de mi vida, mi motivo de seguir. ¿amigo? ¿acaso puedo llamarle amigo a quien me arrebato mi vida? Y el viejo todavía diciendo que me puedo quedar con él el tiempo necesario, basura, vil basura, el mundo se me vino encima cuando ella me lo dijo de frente, no Rolando, ella me dijo que ya no me quería, que me quería de una forma diferente ahora pero ya no como antes. Salí corriendo. Recordaba que ella me decía quédate aquí en mi pecho brillo mío, nos mediremos con las manos otra vez. No sabía que hacer por un momento me dieron ganas de golpearlo golpearlo mil veces hasta que mis manos sufrieran fracturas fracturas grabes, pero acaso él tuvo la culpa, o ella tuvo la culpa, porque en parte yo soy quien no estaba allí para ella, me lo veía venir, pero por qué me seguían ilusionando y no me lo decían. Para los que no conocen con ocen el 5º mandamiento es el “no matarás” y lo cometí, no lo mate, pero señores que leen esta carta, hoy le digo adiós a la v ida y quise realizarlo un día antes de cumplir el año para la gente no empieza a hablar y diga que fue un año que salió de la cárcel y para que no fuera el mismo día que me arrebataron mi razón de vivir. Le digo adiós porque esta vida ya no es para mí.