Drector de la oleccón: Félx Duque ieño de ubera Sergio Ramíez
EN� U T P L M CO D UNIVE�SIDA
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©Edones Aka, S. A, 1995 Los Berrocales Los Berrocales deJarama Apdo Apd o 400 - Torr Torrejón ejón de Ad Adoz oz Madrd - p Madrd paa aa elf elf 656 656 5 57- 656 56 1 Fax 656 9 IN 8-600509 epóo lega M 38-995 Impreo en nos uenabrada (Madrd ) (Madrd )
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De as profunddades nsondables de a matemática hindú, mpregnada de abi garramento variopnto propio de una cutura que e buen y pacato Hege cai fcara de monstruosa y aun obscena, surge radante e más extraño, paradój co y sin embargo necesario de los núme ros el «número O Los gregos no lo conocieron (y de seguir a Spengler, no pudieron conocerlo: su necesidad de limitación plástica de atenerse a esque mas bien cortados, se o habría imped do) . Ser un número cero es cosa bien rara: no es desde uego <
(a menos que esté «a la izquierda>; y por foruna, el orden de a Colección es vertical) Tomemos el ejempo oecido por Morrs Kne: «L caificación de un estudiante en un curso de matemáticas si é no ha seguido ese curso es nada S por el contraro hizo e curso y su obra ue desestmada como ago sin valor, su nota sería cero» (Mat hematics in Western Culture, Harmondsworh, 1977 33) . He aquí una buena ección de humidad ambgua; pues esta Presentación de a Historia del Pensamiento y la Cultura debiera ser cacada por e curioso lector (ta como ya de antemano o ha hecho a casa editoria) como de valor «cero cuando y sólo cuando haya seguido todo e «curso> (toda la sere) y tendo en consecuencia a cada uno de sus números como dotado de vaor infinito al compararlo con el presente (dado que n 1 O= o) . Es más, este número pretende ser -como e símbolo a que se acoge- estcta mente neutral (aunque no «democrático>, pues en nada contrbuye a a suma total) Nada añade en efecto al vaor de los demás números ya que: n +O O n n De modo que cada uno de elos seguirá siendo o que é es (y eso, como se sabe, es esencial en fiosoa) ya sea eído antes o después de mi Presentación e ncuso aun que ésta no se ea Sóo que enseguida hay que añadir que este número tene -tras tanta humidad y hasta humilacón- una ventaja única, a saber: el cero es el núme ro resutante de sustraer un número cuaquiera de sí mismo n n = O. De manera que aunque agún número de a coeccón dejara de pubcarse, es más aunque no aparecera ninguno de os números con os que se contaba -cosa altamente impro babe-, seguiría eistendo este O, imeérrto. Y or o ue hace a conenido msmo: aun cuando este m número no tuvera ningún valor, no dejaría de ser ver dad que O-O= O; de modo que su propa nulidad garantizaría con todo su existen ca. Por o demás, y puesto que cuanto sgue a este esquivo número es «Historia> e s natura que se comenzara por el O a pesar de que la únca coradura que litera mente «hizo hstoria> nunca estó: nunca exstió e año cero (ni en nuestro cóm puto, ni en nngún otro) Y sn embargo, no podríamos establecer un sistema de valores de posición sin tal imposible año Oegendariamente dentificado con e N ac mento de Dios como Hombre ago al menos tan prodigioso y aun monsuoso para el sentido común como e número cero) . Pues e O eva aparejada toda a nnta cuenta de los números negativos (en nuestro caso, antes de y después de Crsto, pero /
E l n u m ero «cero».
A m b i g üedad y gratitud
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no en Cristo porque, como más adelante se verá, s reino no es de este mundo, a pesar de proceder a su escansión ordenación) Siguiendo con ese Sumo Ejemplo, es natural que e no sea un mero «natural>> -como tampoco o fue a Venida- En cambio, por bajar vertignosamente a presente número , este númeroejem par no deja de ser un <entero>> > (por entrañar en sí a la vez la deinición la indeinición) ¿Para qué sirve e número ? El matemático árabe alKuwarizmi sera quien lle vara a la máxima perfección e algoritmo (un sustantivo que remite a aquel nombre propio) del sistema de los valores posicionales: una serie creciente de potencias en la siguiente forma a" ag .. a 2g + a g1 + ag0, siendo los a¡ los coefi cientes las g las potencias de número base Por ejemplo, para nuestro sistema decmal tenemos g0 10° 1 hasa g = 10 en este sistema soamente se escriben los coecientes, indicando la posición>> a potencia de número base por la que habra de multiplicarse cada coeiciente (el a>> del así fue denominado en sánscrito sunga- señala la ausencia de cieras potencias de número base o la pre sencia de coeficientes nuos; cf E. oerus, Breve historia de las mateáticas, Madrid, 1972 128 ss) Para qué existe este número Todos os números siguien tes -eos sí, <>- tratan en e fondo de lo mismo intentan dilucidar qué es ahora eso que llamamos o llamábamos <ccidente>>, cuando quizá se esté encami nado defnitivamente a ese oaso que brila en su propio nombre atino un ocaso por expansión ecuménica agotamiento económico Pero este nuestro <ahora (ag0 cuando el < es nuo) con el que acaba la serie encierra a cabo todas as preguntas posibles de este cabo>> de Europa ] Derrida, El otro cabo Barceona, 1992) que se ha converido en continente panetaro Y por eso el útimo número trata de la pregunta <¿Administración o habitación de la Tierra>. ero cierre, preámbuo conclusión se corresponden as. Ahora bien, en el interior de la serie aparecen <potencias las formas de la cultura, sobre la <ase>> del pensamiento serie misma de los valores posicionaes es la Historia (en cuanto escritura disciplina) Y el presente número ene la función de ubicar, de dejar > (si lo hiciera, sobraran los demás números o mejor, sobrara e número ). Pero s a encierra entre comillas (diminutivo del griego kómma, que signca a a vez lo corado la cortadura), separándola de otras <Historias>> más habituales (maé volamente cabría recordar que e otorga a toda serie anterior un valor negativo) . Las comilas sitúan a a vez sitían protegen distnguen lo que en su interior se orece, pero al mismo tiempo recuerdan que ese interior está constituido por un lími te, por un corte en el tejido coninuo de a vida Y es bueno que ese <core>> rea parezca a cada > de orden de riente a Grecia Roma, de ésta al Medievo, de la Edad Media a la Moderna, de ésta en a nuesa elástica contemporneidad, el remanso de los tiempos En cada uno de estos <satos, al autor le gustaría pensar que, ominoso prometedor a a vez, retornará e presente número Para eso al menos, se ha escrito Pero en este <> epoca entrecomillado a a vez (ambigüedad desmesurada de querer < de la historia al encuadrar la Historia) se agolpan también, no sólo las lecturas de as que se nutre que é mal o bien ha <asimiado>>, sino tam
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bién otra paradoja, y acabo las lecturas que del propio O han hecho amigos, tan pacientes y minuciosos como críticos, y que le han permitido remozarse y renovarse también a él que a las veces se creía «por encima de la historia (por algo es cardinalmente el O pero ordinalmente el l. , ¿no?) . De modo que también él ha sufrido un codial «asedio> que espero, lo habrá «puesto en su sto Los sitiadores han sido Juan Barja José Carlos Bermejo, Ángel Gabiondo, Jorge Pérez de Tudela y Enrique Romerales. A todos ellos, mi agradecimiento Y también a Argos, que de cuando en cuando me sacaba obstinadamente de esta mi obsesión por el sitio de la Historia.
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á Del sitio del aseio de a historia z q á j q Charlie Brown
«Sito> es un término tan ambguo como el de , al que -según la convencón del título de esta Presenta ión se refiere calfca En él conflu yen -y qzá n se trae e na era hoonima- tanto el situs, el lugar o asentamento en y por el que algo es lo que es: su raíz o suelo, como la obsidio la asechanza o el asedo que pone en pelgro la existenca e algo. Y así, por caso, El sitio de Zargoza es (aparte de un esmesurado y obsoleto hino patro) tanto la ubicación geográfica de esa ciudad coo el cerco hstórico por el que las tropas napoleóncas intentaron subyugarla. Nada aparentemente más claro pues que esta stncón por un lado, Zaragoza está en un sto localzado en el interor de «España- De ese sto trataría la geografía: descrpcón de la coexistenca espaial, nutable, de espacos entro del espaco Por otro Zaragoza sufró un sto -un suceso ocurrdo en la guerra e la Independenca, en la que «Esaña> se jugaba su dentidad frente al nvasor francés Y de ese sitio trataría la hstoria: narración de sucesos temporales, muables de tiempos dentro del tiepo Ya se ve que los verbos elegios para hablar de uno u otro «sito se agrupan en regímenes dstintos. En un caso, en presente de indiativo. En el otro, en pretérito indefnido o sea, en un pasado que resulta definido" al datarlo cronológcaente dgaos, en 29 de dcebre de 1808 d C o, si queremos, a parte post: hace poco enos e ciento ochenta y sete años Sólo que a nade se le oculta que aquel «presente correspone también a un tiempo del verbo (y en efecto, s vajamos ahora a Zaragoza podreos constatar confiano en la dsponblda el futuro- la exstenca actual de la cudad), mien tras que ese «pasado, al ser fechado, se nos ha hecho nediata y extrañamente «presente> entro de un continuo a saber el del espaio histórico que aparente mente se a como un segmento con principo (el Nciiento de Cristo) y fnal (el moento en que escribo esto). Es claro que se trata de una aparencia podemos hacer retroceder la cuenta más acá de aquel Aconecento lnar (edante un cómputo negativo) o prolongarla aginatvamente in indefnitum Y sin embargo, no es menos claro que aquélla es una aparenca no falaz, esto es un phaenomenon bene undatum Pues los sucesos anterores al inco del cómputo sólo pueden hacer acto de presenca s están referdos -es decr, s son negativamente data dos- a tan grande Evento, de odo que aparecen coo una falta" coo lo que falta para .. el Nacimento"; y si seguimos retrocediendo, los sucesos se van como rariicando, perendo su peso y sgnifcacón hasta despeñarse en la «noche de los tempos. De anera análoga, la «presenca de los sucesos en el ontinuum está ordenada según su relatva cercanía a mi tepo éste en el qu e escrbo Desde este <, todos ellos adolecen de una falta han decaído e sus derechos y son juzgados como lo que falta para ser ahora". Situacón bien paradójca, ésta De un lado -el de la ciudad «stuada- hace falta tiempo para desplazarse al lugar elegido y comprobar su presenca Pero esa presencia no es meraente espacial, estátca. Zaragoza es una cudad -o, en
Late n c i a
e s p a c i a l del p as ado
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gnra sá n un so- sólo orqu s sá rhando onsanmn d sus runas als dfos monumnos gns unan una «hsora qu brla or su ausna Su razado sá omuso d razas d rurdos Sóo or una volnísma absraón -dgamos la absraón dl maa o d lano d a u dad- odmos ubarla gográfamn omo s or la no asara l mo smr hubra sado S dsngumos s dsmnamos los lugars n qu «onss s sóo orqu soshamos -aunqu sa d manra rrva qu ada lugar s un muñón hulla d aado a sna d Zaragoza sá nrablmn unda a a vdad d su nsna de cuerpo preente Únamn va sndo s n n una sus «osbldads odo o qu ans fu Y n so onss su «novdad la rañza qu susa n vsan a udad sá así «suada a bas d las vsuds d os os qu la ha sufrdo Esá suada sóo s s vsa omo múlls vs ada a gografa ar us un mro or arbraro snróno d la hsora o dsro go gráfamn no sría nons sno la ar rsn la roa o solón d la hsora Una ar qu lralmn s a a dazos db sr onsanmn modfada D nada vadra obar qu so asa a Zaragoza or sr angua qu n ambo udads d nuva lana omo Trs Canos la udad in tatu nacendi dsd a qu srbo- no ndrían hsora Nada más falaz Jusamn os rasgos gográfos d Trs Canos musran a as aras qu a udad sá sndo hha a bas d sos nruadas a bas d hsoras rsadas -as d nrss ndus ras nmoblaros hasa ológos nr a srra a mró!) las d as gns qu a a vnn- Unas hsoras qu aquí ahora nrruzadas on nradas omnzan a fraguar una hsora omún ual dho sa d aso nos nrga una rmra vrdad rlava a la hsora l snmno d autoctonía d habr nado n sa rra s n úlma nsana una fón una inventio gual mn bene ndata: fundada n una mmora ova qu rnd alzars a dn dad a furza d ros onvvna saals n un uso d ugars omuns dl qu s va dsrndndo a a vz usura usanza: a udad mza a asnars a hars reliquia d sí msma Ahora sóo faa s o dsvo narr a hsora d Trs Canos nlazar n un rlao on sndo lo sológo -a mmora d gn s aunadas or nrss omuns- o nnmn arquoógo os lugars d os qu mza a dsrndrs l aroma a vo hábo d a omún haba ón3. Mmora rlquas o rsos rlao hsóro los rs modos d rmnar asado, d rr n él f. ownha 1985 ,). Zrg h d s sd n s gs mnmns- n q s vst v hsó
nsd d nv n qs ss q gd d s dndd sn nsgnns hnd bsón d s bnss q gmn nn n hs d s n reses económios de uos grpos soales vlegados.
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Pero de otro ado, e histórico -e de a ciu ad «itiada>>-, a situación no es menos extraña E asedio de Zaragoza no «está>> en eecto en e pasado sino que se haa inscrito, despazado y escrito en e presente. Inscrito en as piedras que suie ron os bombardeos de enero de 1809, despazado en os monumentos que guardan su memoria, escrito en documentos, descrito en os ibros de historia n cuaquier caso, e asedio está irremediabemente «fuera de ugar>. Sera absurdo (y eso signi ica en griego: "uera de ugar) pretender vivir, o siquiera revivir, esos sucesos pasados. Y sin embargo, sin esos sucesos sera imposibe a vida. N o exactamente eos misos, sino su conseración como huea y sobre todo su reconstrucción narrativa suministran ago as como a condición de posibiidad de toda experiencia Durante mucho tiempo se ha rendido cuo a os «hechos> (a fn, todo cuto es sus ceptibe de reducción a culto a os muertos), sin caer en a sencia cuenta de que todo hecho, por sero está hundido ya, para siempre, en e pasado: cadáver de una acción cuyo proceso vivo se ha ovidado. E hecho es ago hecho (paricipio pasado: participacón en e pasado); es demasiado tarde para asistir a su gestación. Nada se puede hacer con un hecho. Nada, savo dotaro de sentido, savaro precariamente de su muerte, cobijándoo en nuestra vida. Un cobijo que, a su vez, nos sire enig máticamente de abergue Vivimos en a casa de pasado. A menos para nosotros, hombres, es impensabe e imposibe una vida toda ea desarroada en e mero pre sente Ta sea a eternidad cantada por Boecio Aeternitas est interminabilis vitae tota simul et peecta possesio (De consolatione philosophiae, V6) Pero sóo «posee mos>> o caduco y disperso Nuestra memoria es tan ragmentaria como nuestros bie nes, empezando por nuestro cuerpo, pura ruina (ruina corporis: "pérdida de cuer po, deca San Agusn)
Sóo que, ¿desde dónde percibimos ese caácter ragmentario y caduco? Obviamente ha de venir de su compara ción con o contario: con ago caba y acabado (perecto: tota' con ago que no decae ni pasa, sino que se yergue, incóu me, en su propio fin ta es e sentido de a entélecheia aristotéica: "o que se as ha en su propia inaidad, sin ata ni merma aguna). ¿Y donde encontraremos tan cerrada y circuar Totaidad? Desde uego, no en e presente, que camina siempre «hacia atrás>>, sumiéndose en e ovido. Nada se sostiene en e instante Y sin embargo, en é hay una instancia un instar hacia ese acabamiento. ¿Se daá acaso ta acabamiento en e uturo? Pero e uturo no existe todavía. Aunque quizá deberíamos ser más cautos a hacer irmaciones (negaivas) tan rotundas Caro está que no existe e uturo en absouto (o en o Absouto). Pero s hay uturos reativos, imperectos: a oración es e uturo de a caada insistencia de germen en a tierra, as personas viejas que nos rodean nos avisan de nuestro futuro, nuestros hijos avizoran en nuestros rasgos su posibe poenir (y por eso es espanta, y uchan contra é) Y a muere (sóo se vive a muere de oto) nos espera a todos: "Y no vi cosa en que poner os ojos 1 qu no uera recuerdo de a muerte,
La te n ta c i ó n
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c Frcsco de Qevedo. óo mgr só de qe vvmos odos e msmo presee simu os hce creer qe e fro ú o h egdo. Todos osoros ods s coss somos y so ros de esro psdo. o qe vedrá y h vedo ... sóo qe ecrdo e oro despzdo mprevso. Nosoros msmos s somos sceros hemos de sorprederos y por o geer meros de hber egdo ser qeo qe hoy somos pr de esros posbes» y co do co o qe hy. Y de evo ¿de dóde procede es só de esr vvedo odos y odo vez? No es eso cbo desesperdo eo de espaciaización de empo? Desde dero por sí decro de vve vez qe o demás y qe os demás empre se vve íme sdo por o oro y vez sádoo T de s esr vd y esros propos cerpos v sedo hechos (se v covre do e hechos) prr de s cordrs de s hes de o y os demás s qe osoros ressedo o cededo correspodemos. Pero ese espco de fer formdo odo é de cordrs e erseccoes sobre qé bsmeo se v rezdo? Y ecesmos prespoer cpr qe hy fdmeo pr qe comccó socedd e rbjo e sm odo eso qe mmos vd vy eedo sedo. Prdójcmee o úco qe e verdd prece o exsr vso desde cd soborbe dvddd es ese fdmeo permee sber e presente Ese odo sgesvo de recoocmeo mo mprecso como ryee qe mmos Occdee h propeso dverss respess ese egm de presee prespeso. Qzá más hord y por ede más mbg mbé respodedo s qeremos obscurum per obscurius hy sdo mesc o qe hce co de presec presee es e ser Pero meos desde Arsóees y pesr de ods s fecds vccoes de Fósofo se h defcdo ser co presec señd e er de Verdd ser Dos (o mejor ese Absoo mperso e ser dvo) . óo s permec cose s m cerrzó permr expcr grdmee por defec esc de os seres sempre e movmeo edec corredo e pos de s msmos s czrse s egr ser qeo qe deber ser. De Dos dce Arsóees géero de vd es semeje mejor qe os es ddo gozr breve pso de empo. Hmos pes sbos de es Vd e osoros msmos cdo se se defc es cvdd co e objeo e dr gdo ( defccó qe prodce pcer y qe e Dos se d sempre). os ejem pos dcdos so be sgcvos " vg sescó y eeccó so o más pceero e cmbo s esperzs y os recerdos exse e vrd de qé s (Metaphysica XII 7 072b4 s.). cocsó se sge ecesrmee De q q e vd y drcó (ain) co y eer pereezc Dos (072b29) . Por s pre ain es defdo por Arsóees como (téos vez érmo y perfeccó F.D.) qe dem e empo de vd de cd ser fer de c d exse segú rez (De caeo I9 27925)
abid Hidgg ddiaa td f ló a dita b t nga in
lga guant a a y ya h qu ahnda n ta hida abándla hata l pa xi
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Dicilmente puede acumularse mayor número de paradojas en este concepto absoluto de Dios Pues este télos que delimita el tiempo de cada vida habría de ser ilimitado (aidíon) , esto es sin tiempo Sería también Vida identicada sin resto con el Viviente (por tanto, sin nacimiento ni muerte) Y nosotros accederíamos a esa Noción por extrapolación de esos momentos felices en los que, identiicados plenamente con el objeto (ver lo visto, sentir o tocar lo sentido, inteligir lo inteligido), ¡dejaramos eo ipso al instante, de ser nosotros mismos! (al igual que la cosa, por el momento, dejaría de serlo) Pero empezamos a sospechar que ni siquiera ha accedido el Estagirita a tan divina NociónCosa a partir de tales instantes, pues que de ellos no puede haber conciencia sino justamente por especulación a partir del recuerdo y la esperanza. En efecto "Los placeres y dolores de la memoria o de la espeana son dependetes de los de la experiencia [de un ciero objeto sensible] (porque acompañan a la memoria del placer pasado o a la esperanza de placer en el futuro) Physica II, 3; 247a13) Son pues estos placeres o dolores vicarios subsidiaios los que consttuyen esa dis tensión temporal a la que llamamos «vida , pues sólo en la esperanza o en el recuer do nos sentimos a nosotros mismos como dferentes de esa fusión a la que Aristóteles tilda de «experiencia>5. De este amasijo de problemas, al menos algo parece des tacarse limpiamente tal PresentePresencia ha de entenderse como IdentidadIns tante (no por falta de tiempo ni de movimiento, sino al contrario por perección inten ssima de ambos) y, por ende, como compenetración absoluta, sin falta, del futuro y el pasado Por anto, en ese Dios coincide exactamente Su Vida con eso que para nosotros es Muerte: pérdida completa de identidad porque ya no hay nada que recor dar, ni nada que esperar Esa Totalidad perfecta ese presupuesto fundamento es, para nosotros, Nada. En el corazón mismo de la metasica se incuba la serpiene del nihilismo Más aún andábamos a la búsqueda de un Presente continuo en el que pudiee o ran anudarse, comunitaria y simultánea mente, nuestros presentes relativos, transidos de esperanzas y recuerdos pro e r o e pios y, por consiguiente, en el fondo inco municables Pero lo que hemos hallado, o e e r n o de la mano de Aristóteles, no es ni Pre sente ni Futuro, sino un Pasado cumpli do, ahto (ver es siempre lo dej vu, no lo que se verá). En efecto, la "esperanza de placer en el futuro es un sentimiento comprensible si y sólo s tal placer es una repetición de otro ya habido antes, y que guardábamos en nuestra memoria6. A menos en
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Si es que en este grado ineror puede halarse de dentcacón pena: para elo habra qe lega a la nteeccón nmateral una són sn resto. ¡; S no ¿cómo podríamos identifcarlo? A fn Aristótees era discípuo de Platón, para quen "a instruccón [máthesis) no es otra cosa que recuerdo anámness)". Fedón, 73a.
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es coceció eserz se exc desde e recerdo, o vers E Dos, todo e ftro está y resete ero bo form de sdo E msmo Dos o es sio e Psdo cb erfecto istte Y s o m Aristótees E rimer 'o qe er ser t tí n enai) o iee mter orqe es eteeq (Metaphyica XII 8; 107435) E ese Dos se cmdo y de semre (or ví de defcto y sec or o qe os ft» estrs vds y esros destios E e meor de os csos sóo desde é demsido trde r osotros somos 'o qe y érmos o meor revemos drs es e mdo de de qe érmos emeros deostrios Est cocecó tedrá cosececis grvsms de es más reevte r estro tem es de mosbiidd r e ombre grego y romo) de setrse ser stórco>. Hitoría e efecto o servrá so r grdr e memor ccdd de eterniación esto es de apoteoi, ccesbe semdoses o éroes y mbe ego e e mdo romo Impetor) e rzó de qe ss zñs se tordo e go memorbe y ejemr revirtedo sí virtu st e es sobre s msmo ortdor de syo emero. T es ide qe está bse or eemo de aeternare orcio qe br e bz o tto de Tibero mismo jsro de Agsto y or trsció merecedor de evr s ombre cto de ss gess Qe cr trm qeve Qrtm eis orm merbs ts Agste virtute in aevum er ttos memoresqe fsts aeternet o q so btbs srt ors mxme ricm? (Horo Odae. 14; 16 crsiv mí) .
¿Qé ceo de os dres o Qirtes otorgdo e oor qe te mereces Agsto eretdd ts virtdes or iscrcioes o fstos memoriosos eterzrá o tú e myor rce de ctos mbr e so e terrs btbes?> Como ede dvertirse es cura de ocieta civili, rdigmáicmete reresetd or os cestros or extesó de os patre concripti, os sedores) y os qirtes (or extesó os cive) qe recogedo s virtdes de ftro Césr e título y e fato qe grd memori eterniará qés in aevum esto
m dic n calan fa lmn hacn mmia
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es las peraltará, rediiéndolas del tiepo en que accidentalente han acaecido, para llevarlas al eón Coo si dijéraos: Tiberio es el «autor>> de gestas en las que traslucen virudes que, a su vez, coresponden a una estirpe ejemplo de ciudaanía Es él quien está al sericio, coo vehículo y portador, de aquellas virtutes y de esa gens. No a la inversa. El devenir teporal (eso que nosotros llaaaos «historia) queda así salvado en su ondo (no en su carácter de «hecho singular e irrepetibe, y por ende desechable) al ingresar, una vez purificado, en lo que ya de siempre «era> L Historia como escritura -fijación, inscripción eónica retorno de la incisión per manente- redie pues de la «historia> (si tal concepto fuera pensable para el grie go o el romano) coo sucesión teporal, lineal, y evita que algunos hechos dignos de ser recordados se despeñen in indefnitum8• Y lo miso que en la Historía acaece, con ayor azón, en la filosofía práctica, que recoge y peralta el sentido de la acción oral Aristóteles, por ejeplo, nos advertirá que No hay que pensar como los que aconsejan cosas huanas al hobre o or tales al oral, sino en lo posible inortalizar (athanatídsein) , y hacer (oien) todo cuanto esté al alcance por vivir t dsn) según lo ejor de cuanto hay en éste2." (Etica Nicomaquea X,7; 1177b31) Cuán extraña le resulta al hobre odeo esa concepción es algo que se ve a las claras en la uy confundente «traducción (ver daderamente tal, esto es conversión a los prejuicios odernos) que brindan Julián Marías y María Araujo Por su carácter «ejeplar> erece ser aquí transcrita Pero no hemos de tener -así vieren y traicionan a Aristóteles-, coo algunos nos acon sejan, pensamientos humanos pesto que soos hombres, ni ortales puesto que somos ortales, sino en la medida de lo posible inmortalizaos y hacer todo lo que está a nuestro alcance por vivir de acuerdo con lo ás exceente que hay en noso tros" (IEP, Madrid, 1970, p. 167 cursiva ía). Contra esta versión -que es todo, menos «Original> hay que decir, en prier lugar, que la idea de un (tan hegeliana) no tiene aquí el enor sentido Aristóteles está hablando de lo que es el ser humano y de lo que hay en tal ente En segundo lugar, phronen es un verbo intransitivo no se trata pues de <> ni ucho enos de tener.. pen samientos huanos" En todo caso, el pensaiento (nóesis) al darse en el hombre, rediiría a éste eo ipso -pero sólo en ese instante (literalente, en el acto)- de su condición ortal, igualándolo así por esa vez a la actividad del dios. L <huanO>>, en
' Por cierto, en nuestros días y a través de las atísimas teconoogías y os augustos senderos de la cienci a, parece repetirse -¡y con pruebas de aboratorio!- a idea de que e individuo es un mero gesto un epenómeno -espuma de os días icontabes- de los genes inmortaes, de modo que no seríamos -jata volentem ducunt, nolentem trahunt sino pasiva repetición de <
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cuant tal, n es dgn de ser pensad Ya latón sealaba que pr tds lads hay erdad -reelacón del ae n, de l > de ls hmbres. Y es es l que explca que His tora, Posis y Flsía -en este rden ascendente, del que más adelante lerems a cuparns- se encarguen de la kátharsis, est es de la «purfcacón>> de l acae cd, para expurgarl de su tempraldad e nddualdad Y en tercer y decs lugar, athanatdsein es al gual que phronen) un erb ntranst ¿cóm a a pen sar un greg que el hmbre es capaz de «nmrtalzarse>> pr sus accnes pr sus pensaments? N aun squera en el máxm delr de a hybris pdría presumr el «mral>> snónm de «hmbre>> de saltar pr sus slas uerzas a la nmrtaldad. Ell sería un ejempl cnsumad de metábasis es al génos, de «salt a tr géne r>> r el cntrar, l que sí está en la man del hmbre es nmrtalzar>>, sea darse cuenta, y hacer resaltar, que una accón, en aparenca eímera y mudable, escnde una idea, manesta a la mrada pura del lósf, el cual sala así en mmen ts cas «dns>> algns retazs de su prpa exstenca• «L que más puede>>, t krátiston, n es pues "l más excelente -cm s fuera l que «está más arrba>>-, sn l que impe, hacend así que la da humana sea alg más que mera «da>> en cuant al, cmpartble cn el anmal Así, el hére Aqules, el Jmpertor August, el lós Arstóteles n pasan la da, sn que la salan y peraltan a uerza de accnes memrables y ejemplares En el grad más alt, dedcar la da a un esrzad «estar en cmpaía>> de csasdeas nmrtales. De este md, ls héres redmds pr la «pesía>>, ls príncpes salads pr la «Hstra>> y sbre td ls lósfs que, pr así decr, se «redmen>> a sí msms, sn precsar de rap sdas hstradres ajens, "n practcan tra csa que el mrr y el estar muer ts latón, Fedón 64 a De ahí que ben pueda decrse que, en ess typoi paradgmátcs del «ser hm bre>>, y pr extensón -dríams nosotros, hy en tds s hmbres en la med da en que en ells alenta una scintilla de t theion de la Dndad, se dé para el clá sc una sealada ptundad de recnclacón -squera parcal- cn l que a era ser En cmparacón cn est, l que llamam ulgarmente «da>> es pura caducdad mraldad muere sól se rescata recurriendo, regresand in aevum. Desd el punt de sta de ho pólloi, de ls muchs, burlams a «muerte>> brand cm s estuérams ya, ya de sempre, muers Muerts y uzgads. El]uc Fnal ya ha tend de sempre lugar Ahra sí estams tds en nuestr sitio tads y en cds de anteman pr el DsMuerte.
Una ida q tdava va a bia n n t pct y <
qu snmus xprmurqu nos arnos ss
1 La redención e os hechos
Para evitar esa para nosotros- terri ble aporía de la vida cumpida como muer te, la Modernidad cristiana y europea ha buscado otra orma de Presente que no tachara y anulara todo tiempo, desondán dolo en un Pasado eterno, sino que se sos tuviera a s mismo en el tiempo, o mejor, como Tiempo un Ersatz o sustituto «terrestre>> del Dios y su intrínseca medi da -el aión- que permitiera el enlace y la coexstencia de todas nuesas vidas, pasa das y futuras, en lugar de sentenciarlas y uzgarlas de raíz Tal susttuto ha sido llama do la Historia Universal. Y su protagonista y sujeto, la Humanidad, en progreso cons ante, en perectibilidad ilimitada hasta idencarse asintóticamente, en El fn de todas las cosas (según el ítulo del amoso opúsculo de Kant), con ese Objeto anchuroso, ges tado en y por las propias gestas del Hombre. Droysen ha visto esta sustitución de un modo penetrante "L que para animales y plantas es su concepto genérico -pues el género existe hína toú áe ka toú theíou metéchosin [para paticipar en lo eterno y en lo divino]- es, para los hombres, la historia" (Histok 1882, Munich/Bern, 1937, § 82). L idea misma establecida hacia la segunda mitad del siglo XIII- de contar el tempo anterior al Nacimiento de Cristo con números negativos contra la costumbre hebraica positiva, de hacerlo desde el supuesto origen de la Creación, implica ya la creencia en el tiempo ininito como «sucedáneo de la eternidad A parr de ahora todo -ncluyendo al mismsimo kósmos15- entrará a formar pare de esa historia sin prin cipio ni n. Sólo que habremos de ver si tal Historia no se ha tornado a la postre en un monstruo más pavoroso que el excogitado por la mente de Aristóteles. Y es que, al n y al cabo, el origen de nuestra «Historia> es decir tanto del térmi no historía mismo como del sentido y lcance de la investigación históica, no deja de ser para bien y para mal, exquisitamente griego. Todavía un Schopenhauer, en su ambigua loa a la historia (una mentira" prendida en lo individual y concreto, pero que no deja de exponer los sueños de la Humanidad conesa que: Si uno ha leído a Hero doto, ya ha estudiado historia lo sciente en el respecto losóco Pues alí se encuen tra ya todo aquello que constituye la subsiguiente Historia Universal los esuerzos, ges · tas, cuitas y destnos del género humano, tal y como surgen de 'as ciadas propiedades [todo lo relativo a la singularidad FD] y de la condición sica de la terra Die Welt als Wille und Vorstellung. II c 38 SW Frankur/M 1986; , 570) Y es que al fin la 'storía repite el gesto platónico de la anámnesis y el aristotélico del ver o ya visto", al presentarse a la vez como indagación exploración y como relato de lo que se ha visto u oído (C Alexandre, Dictionnaire GrecFranais Pars 878 706). l historia dor griego es el hístor: el que sabe", y a veces el testigo, el juez o árbiro El verbo correspondiente es hísemi forma poética de oda, saber" cuya sustantivación es la voz archiconocida desde Platón edos el adspectum inteligible, la esencia de algo. Así pues
Et s u s t i t u to
terres tre dl E ó n
'5
No hay mayor equivocidad que la de uso de ese nombre en el tíulo de la magna obra de Alexander v Humbldt.
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histoa nace cn a pretensón de ser el relat erídc de alg en el que a traés de a presenca de testis el aur -é msm en buena medda esg- es capaz de dejar
que brle e ar esenca ntelgble de un «hech» que así queda redmd -a mens en pare- de su sujecón a un suces determnad cncre para elearse en camb a l unersa En efect s en Herdt tene historéo (z meda daía e send del ordo inveniendi (de es que hy lamaams "cntext de descubrmen en cuan "nfrmase preguna a en Tucddes en e célebre capítul II de br I de su Historia de la guerra del Peloponeso queda cara su preensón de "sal ar s fenómens de a adscrpcón a un eent deermnad a entresacar de els "a dea genera de las csas dchas en erdad. Ess hechs as subsumds baj su edos "serán alguna ez reprducds segn la cndcón humana. Y pr es s cm pne y rdena Tucíddes "cm un mnumen paa sempre (ktéma eís ae) más que cm una bra de una cnenda para ser escuchada pr el mmen presene (rad de V. López Barcelna 97, 31). Y sn embarg esa redencón» de s hechs n deja de derar su autrdad de a presenca de un más nddus intérpretes a su ez de currencas sngu ares hístor sgncaba ambén segn se apuntó antes "estg Ya desde el nc greg pues encnrarems a ds ncón y lucha nre cenca epistéme) flsfía y historía enre métd rgu rs unersa necesar y narracón teda de subjetsm. O dch a a gre ga entre aquel que esá suje a un "decr erdader (orthós lógos) pr ser "segn naturaeza (kat physin f. la ón Fedro 3a y pr ende enaamene ente ( y s sucess humans empraes rescatads y enaecds en un relat que exge aquescenca pr a sla cnjuncón -ea msma tempral y sensble- de hech y del tesg Cntra esa polyhistoría (que en cuant ddácca se rna e polymatheía) se aza grsa de aneman la z del lósf que abnegad pretende nada mens que la supresón de su prpa subjetdad para cnertrse en pura caja de resnanca lógos eter n (a gua que e aeda quedaba ací para que en é -enusasmad- se yera la z de as musas Un lógos en el que se reejaría purísmamene "un cet rden y una perdcdad deermnada en a transfrmacón de csms segn una necesdad nexrable (Herácl DesKranz: Fr A Apud Simpl Phys 22,33
El testigo imparcial y el abnegado escucha del 1ÓO
e Rud l dh antnt b Atótl y u duón d la ana al ud
j: d un tu ntngnt a un aad•• nal qu ya a Og chrnon horsménon Aqu á ant a dtaón y jaón qu a dl
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Theophr. Phys Opin. , fr 1 Por eso reivindica Heráclito para sí una operación exac tamente inversa a la realizada luego por Tucídides Su dictum no se arroga la verdad =
por haber estado allí el autor, sino justamente porque éste «desaparece» en favor de la cosa misma Escuchando, no a mí, sino lógos, convendrán según ley (homologen) en que lo sabio es que uno es todo (hén pánta ena" (Heráclito, Fr B 50 Habrán de pasar muchos años hasta que, justamente tras la caída -¿definitiva? de las pretensiones epistémicas de la filosoa y en el vacío producido por la muerte de Hegel, la Historia (así, con mayúsculas convencionales, venimos designando el studium rerum gestarum deando «historia con minúscula para las res gestae mis mas) reivindique para sí un valor propiamente científico. Será en efecto un Leopold von Ranke (el paladín de la descripción exacta de las cosas, tal y como propiamente han sido" [wie es eigentlich gewesen; c Duque, 1993 141 el que verá en Tucídides al ndador de la ciencia de la historia debido al aprecio que muestra por la docu mentación, por la selección de los testimonios, por la valoración que hace de la cro nología y por el carácter más laico, más político de sus interpretaciones" (Benavides, 1994 71 Y sin embargo, para conseguir este enlace directo con la vieja historía grie ga, elevada ahora a ciencia de la historia" cum si philosophia non daretur, Leopold von Ranke se atendrá quizá sin saberlo a la no menos vieja exigencia heraclítea, armando que, en su quehacer, el historiador se anula por así decir a sí mismo" (selbst gleichsam auslscht), a fin de dear hablar solamente a las cosas y de hacer aparecer a las poderosas fuerzas" que rigen el decurso de aquéllas (Englische Geschichte vornehmlich im 17. ]ahrhundert; en: S. W Leipzig, 1877; 15 , 103) Con todo, y hasta ese momento de aparente triunfo de la Historía sobre su antigua y ahora exhausta enemiga la flosofía, la Historia quedará cuidadosamente separada de la ciencia y situada en el ámbito de la retórica, como se aprecia palmariamente en Quintiliano (191 con su distinción entre la rtio loquendi (methodicen) y la enarratio auctorum (historicen), es decir entre la <razón> (lógos) y la
A cer ca del s e n t i do de la Historia
Como veremos al final de esta Presen tación, e modo en que hoy se escribe y
' Una tentacón <> ha segudo vías más cercanas a lo narcotante que a o asombroso.
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do mundial la extensión planetaria del modelo de las democracias parlamentarias -no s encontrar una ee y creciente resistencia-, resistencia-, cuand cuandoo todos estos factores, y muchos más, pareceran abocaos abocaos necesa necesariame riamente nte a una consideración consideración global del «navío espacial Tiea y por ende a un triunfo generalizado de la idea de «historia universal>, justamente ahora es cuando resulta por todas pares cuestionada -y, en medida altamente altamente relevante, relevante, por el lado de de los propios historiadores historiadores de ocio> ocio>- la creencia en algo así como una historia general, es decir, la creencia en un desarrollo -por multin multineal eal que fuere o evoluc evolución ión de las sociedades humanas sea esta evolu ción acompañada o no por una historia del Universo Pues bien, esa disolución o ag mentación de la histora «real» -a la que coesponde una evidente fragmentación de la Histoia como disciplina, la cual perderá su mayestática mayúscula hasta converir se en muchos casos en un puñado de historias> o, en inglés, de stories- se asemeja por exceso a o que, por deecto, encontramos en el mundo griego Y es que allí, en eecto, en ese pueblo que inventó la «Historia>>, no se tena la menor idea de la histo ria, vale val e decir decir del decurso -evolut -evolutivo ivo o involuivoinvoluivo- de nuesas nuesas vidas, siempre en constante transformación y devenir siempre a más> o a menos>> Pero nada iene que ver esto con el gignómai con el devenir del hombre griego eterna y paradójica mente enrentado al estático ser. Por eso mismo ni los griegos ni en general, la Anti güedad tenan la menor idea de que tanto las vidas de lo individuos como la de los pueblos o Imperios (por no hablar de la del kósmos) eran históricas>. Claro está que tan enorme afirmación exige que intentemos primero dar una defi nición -por precaria y flexible que sea-, esto es adelantar algo así como un mni mo comú denominador de lo que pueda pueda considerarse considerarse como «historia> (no como dis ciplina, pues, sino como «realidad>>, como algo que acontece de hecho Pues existe la generalizada creencia -propiciada sobre todo por algunos antropólogos cruzados de mitólogos> o historiadores historiadores de la religión, del tipo tipo de un Mircea EliadeEliade- de que cíclica, para los cristianos lineal y evolutiva evolutiva (con un para los antiguos la historia sería cíclica, principio y un eschaton), para los modernos lineal y progresiva (con principio, pero sin n: perectibilidad ilimitada del Hombre) y para los actuales arborescente, rami ficada o multilineal Dejando apate el problema de la valide de esas designaciones para el conglomerado cultural de lo cristianomodernoa cristianomodernoactual ctual,, sostengo que para el mundo antiguo resulta decididamente anacrónico hablar de historia>>, sea ésta cícli ca, o como fuere Y bien, ¿qué definición mínima podríamos hallar para nuestra his toria>? ¿Cómo fijar su >? Jugando de vocablo, y procurando después extraer de él todo su jugo, yo diría que la creencia en la historia es la confianza de que se puede hacer de la necesidad virtud o, en otros términos de la naturaleza libertad La idea de historia supone algo así como la rdical extrañeza del hombre respecto al mundo en el cual se encuentra Historia y desarraigo, ecumenismo, van en este sentido estre ¡os críees de la hstora recordados po Cas e
chut jstcados a dras peas por a Hs
oa ase las pgas aes de ese esayo Así Odo Marqrd habar de a Mutvrsagschcht f Marqard 986 4 ejepo es spe speete ete aso aso qe para Hesodo Hesodo Hoero y s larga larga descedeca descede ca peda Por ejepo habarse de ccos algo qe vadra y bie para Maqaveo por caso-, so s be de a decadeca terable a partr de a Edad de Oro de la qe estro Cerates todaa se har eco
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chamente unidos Bien se podría decir que «historia» es algo que empezará, abajo samente, a despuntar en el hoizonte cuando se tome conciencia del peso incalca ble, litealmente absudo, absudo, del imposible imposible puesto del hombe en el cosmos tras el adve nimiento del Cistianismo24• Con la escisión entre dos dos mundos, Cristo Cr isto ha intoducido literalente el desorden, la atstrofe produida por la introisión de un DiosHom bre: no de un héroe o semidiós hio de un dios y de una motal, sino de un monstruum que petende se a la vez todo él Dios y todo él Hombe, y cuyo eemplo «his tórico» nos es dable seguir a nosotos, hombres hombres25· 25·
Las
v u eltas
de chrónos y la co cortad u ra del tempus
Oigaos en cambio a Platón coo la naturaleza del Modelo nos dice, hablando habl ando del oigen oigen del Cosmo Cosmoss- era eterna ete rna26 26 el Padre Padre -el -el demiurg demiurgoo- vio que era iposible insua tal cualidad en lo que es engendado" (ti gen gennetz: netz: po tanto, planeó2 hace (poiésa) una ciea imagen móvil (e (eik ik. . . kinet kinetón) ón) de la eternidad28. . . Y a eso lo llamamos tiempo (chrónon)" (Timeo 37 d). Ese <
4 Como ya sabemos, absurdo» es lo que no ha lugar lugar átopon; absurdum debido a sordera>> que impi de escuchar a voz racio racional nal- habría sido el Crstianismo Crstianismo para un romano como Poncio Platos, que encon trará efecti efectivamente vamente absurda absurdass las palabr palabras as del Crsto He basilea he em ouk stin ek to kósmou" O o. 18, 36) . Y es interesante interes ante la variación nal que la Vulgata Vulgata hace de estas esta s paabra paabras. s. No, N o, según la letra "L reae za que es mía no es del cosmos", sino Regnum meum non est de ho mundo". O sea: Mi reino no es de este mundo". signicado en tal traducción sería absolutmente ininteligible para un griego y para un romano clásico Nada hay que no sea de cosmos, y nada hay fuera del cosmos, al que pertenecen tanto los dioses como el Dios aristotélico (de cuyo Principio dice el Estagirit, depende el cielo y la natura naturaleza leza Metaphysica XII 7; 1072b14 . Dependen pues tanto la capa capa últim últimaa o chitóna que envuelve los lugares si cos como la physis o ríz de los movimientos -, si queremos: tanto lo celeste como lo chtonio o infea; pero no el kósmos, del cu es el Dios Di os cumplimiento y corona Jee supremo, supremo, koírnos: XI, 10; 076a). Kósmos es en efecto la ordenación bella y bien dispuesta del Todo según la <
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copa dél -sempre epuesta epuesta a desorden desorden asal asal de la ch- del orden y jerarquía nmutaes del Paradgma Se trata de un tempo «sco de una consuccn aso nmca cuya rotacn hace ver en a las claras la prmacía «espacal geométrca sore el orden orden ¿de qué del «tem «tempo? po? Esa prmacía prmacía vendría vendría en todo caso propues ta por nosotros los hjos del Crstansmo y la Moderndad. Un grego no entendería suera de qué esamos halando no hay palaras para traducr nuestro tempo a a lengua grega Incluso la dencn arstotélca de chrno ms "de tejas aajo ms propa de nuestro mundo sulunar est sujeta a esa topología (pues ncuso halar de <espaco como antes hemos hecho sería anacrnco). Es en sada y repetda -pero quz por eo no paramos mentes en su calado- esa dencn: toto gr etín ho chrno arthm knéeo kat t prteron ka hyteron ("esto en eecto es el tempo número del movmento según lo anteror y lo posteror Phy ca 219) Pero lo anteror es "camno haca phy phy desde el télo desde la esenca ya era ser e mpulsa desde dentro a avanzar haca lo postremo: el estarse y des "que ya "que íscamente nte presente como locu cansar -perecto y acaado- en dcha esenca íscame natural. El tempo es e rtmo de ese movmento aún no cumpldo: atelé. Y cada cosa ncluda a pl e "anma perecto en o posle aquí en este ore precaro terrestre tene u tempo pues sgue ese íntmo movmento prescrto� crstano tano -y modern modernoo- mpl mplca ca un desaío desaío:: en el Por el contraro el tempu crs orden de ete mundo se ha nmscudo nquetante y catastrco el Mensaje la h tora alut. Es pose > para qu sólo subsista <>, sio qu ambos s habr fudido y comptrado;
sólo tocs l uuro prfco. Ap. 2 1, 12 12 cursiva ma. Advirtas co todo qu Jua v aqu aqu muy a a griga griga l futur futuroo como algo ya pasado ... para Dios, y para l, qu ha rcibido la Rvlació u Dioisus Dioi sus Exiguus l qu l sigo -obviamt obviamt d C.- stabl stablca ca l l cómputo croológico a partir d Nacimito d Cristo o sa a partir d u puto por lo dms ixistt Historia s salta
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Ahora hace su aparición el Tiempo, Tiempo, cronoógico y universal como el Imperio (fen condita)) , mas decadente como os splente a cómputo por Oimpíadas o bien ab urbe condita dida vitia de aquél, hasta que la caída y saqueo de la civitas terresre anuncie ya a aurora del mundo nuevo: a consecución defnitiva de la civitas Dei. San Agustín barrunta ya, apsionadamente, en os síntomas de descomposición del Imperio, la gravidez de un tiempo anheante del cumpimiento de la promesa establecida por Cristo De este modo se habría cumplido la profecía de Daniel, interpretada como la sucesión de los cuatro grandes imperios de la Tierra Babilonia, Persia, Grecia y Roma. Ni qué decir tiene, por o demás, que este iempo <quebrado sólo tiene en común con el nuestro la computación cronoógica, y que, como ya se advirtió, la ilus rada <uenta hacia atrás>, con números negativos, de la historia, conviere a ésta en una ínea indefinida, aparentemente sin sobresaltos na línea, diríamos, > en a que -a decir de Ra bajo la mirada de Dios32. Dios sería en esa concepción algo así como el punto solar que cae proyectivamente sobre una ínea oblicua, de tal modo que cada uno de los tramos o épocas, en esa reación verical con la Divinidad, tiene un valor propio e intransferibe33, mientras que, en a relación de cada época con las demás, se va cum pliendo el proceso de perfectibilidad ilimiada del Hombre34 He aquí un dilema dfí cilmente resoluble. Pues no parece sino que, histórica e ideológicamente, la función Dios os -hipertrof -hipertrofiada iada en e judaís judaísmo mo pero operat ope rativa iva en todos todos os puebo puebos, s, antiguos de Di y mo modernosdernos- hay hayaa estribado estribado en distingir distingir a un Puebo Elegido en derimen derimento to de otros, o bien más ref refinadam inadamen entete- en distinguir distinguir a una Humanidad globa globa -c -cuya uya bandera band era suee ser levada empero por una Iglesia o por una Nación puntera>puntera>- de todos tod os os pueblo p uebloss habidos habid os y por haber, haber, los cuaes, j ustam ustamente ente por ser partic particulares, ulares, no pueden de tan augusto Ente la Humanidad Así que cuando todas las épocas o con Herder, todos os espíritu espírituss de los pueblospueblos- sean vis vistas tas como de igual igu al valor de cara c ara al Absoluto, Absoluto, ést éstee corr correrá erá e riesgo inmi inminen nente te de perde p erderr esa función de disinción y exclusión, exclusión, de modo que la ase ase de Ranke podría reverirse reverirse cómoda cómo da e impíamente impía mente así: "Cada dios es gua gua -o sea, da igualigual- ba bajj o la mirada que cada época, reflexivamente, lanza sobre su propio sentido, hipostatizado justamente como su dios Ya Hege se había acercado peigrosamente a esa concepción de las socie dades como durkheimianas machines a aire des dieux, aunque intentara salvar el relativismo integrando dialécticamente a todas as épocas en la Historia Universa como Teodicea Y además, esa Humanidad > podrá susti
del ño -1 l ño 1, como si el Acontecimento expresr sí simbólicmente el sentido de corte nstantáneo de los eones», dversos e inconmensurbles pues tmbn os pueblos los Impeios tienen s espcio limtdo de vid Se dcho de pso según e cómputo seguido ctulmente, Cisto no hbrí ncido n en elinexstente ño cero n en el ño 1 sno en e7 c W. Sten 1994 p 28. :¡2 Pr ser exctos Rnke coloc pdosmente s épocs encminds tendiendo cd un por su cuena Dios ch ber behupte: behupte: Jede Epoche ist unmttel unmttelbr br zu Gott Ueber die Epochen der neue ren Geschichte. (En Historih-Kritihe Ausgae, Munch 1971; us Werk und Nachla 2 59 y ss) ¡¡ Por este ldo <
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u n su funcón oncón nfccón como sollo ppuo s S nmóvl y y co -pfco- «ns> qu pu n nco• Po volv mos o l polm l nfnmno n los concpos l «mpo> S l oncón emporal l hso csiana s nfn polémcmn con l cc!l cónc y sonó mc l cosmos (hs c vncno és n l conflgcón fnl) mn ún más polémc pomos os qu su «m> ls res gesae, ls gss los homs y los pulos consuín lgo ncl mpnsl p un ggo y un p un lno Es v qu l voz gesa6 s mpl y po Ccón n l sno hzñs o «gns hchos>> Sólo qu s hzñ s jus mn un geso (como y vmos n Tucís s c l nvncón un os y sus sgnos vés un sno "ccón llv o "hcs llv (ib) m gsn no hc sí sno lv o mns un unos mss un n <co> p log sí l ppucón n l mpo (más o mnos p nunc gul l idea conuco y gno) un sp cuyo ogn -l mnos p ls genes polícmn lvns no sí nunc n l mpo sno n un os qu mcí p smp su sno Po l cono ls gesas l héo csno ngnn nova (como pál mgn qull nov solu qu fu l Ncmno Cso) nugun slos sconnuos n l m po po mos oos llos sgún su compsmno con l cumplmncón fuu l Poms. El ggo no n squ pl p s po < ls coss son o n po nulz (hyse o n po (chne En l pm cso pun ms movmnos <volnos (bía po s sóns fí mos y os l yche, po fncón ncpcs c lgo nuvo os más movmnos «nuls no son sno sfuzos po p l nvuo -
De gestas) gestos y ejemplos
3 on jmplas a rspcto las luctuacions d Kant ntr a dnsa d a inmortalidad dl ama
-siquira como postulado n la rítca a razn práctca y la rsra clusiva d tal inmotalidad para l gnro umano sgún s insinúa ya n a a una stora Unva y s airma plcitamnt n l Opus postumum, q no staba dstinado a la imprnta ! D gro <> d fama; daa los ascstas spaños sin sabro muchos d llos- habrían d rmitirs a s ocus casscus cuado rptían so d: l ombr s porador d valors tos" na ida por cirto qu no djaría d contaminar l sntido cristano d la Inmaculada Concpción 3 Cf. Somnum Spons Para as gnts d poca monta l orign staría n la tirra autoctonía
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de su esencia- por alcanzar, por <tenerse en>> ésta y descansar así en el sitio>> ya de siempre asignado locus naturalis. Y los artefactos son híbridos, cuya elaboración se debe en última instancia al entrecruzamiento sabio40 de movimientos naturales los que vienen de la materia del artefacto, persuadida con arte -esto es, mediante movi mientos hábiles, correspondientes a la physis del technítes para que se doblegue al nis operis: la idea que el destinatario tiene del producto -por caso, una copa-, que ha de servir a su vez para satisfacer una necesidad natural: ya hemos señalado que también las necesidades polticas seran en este sentido , y aun con mayor razón que las animales o vegetativas. Y si esto sucede con los o gestae históricos, otro tanto cabe decir del lado humano, o sea de las acciones por las que esas gestas son llevadas a cabo. El griego conoce -y Aistóteles tematiza a la perfección esa doctrina- dos tipos d e acciones las debidas a la práxis, la s encaminadas a la poíesis Las primeras -en cuyo ápice se hallan las acciones éticas- retornan al agente, marcándolo o designándolo así, para bien -virtud, areté- o para mal -Vicio-. Aqu el mundo exterior es a lo sumo mera ocasión de lucimiento del agente, que muestra de ese modo cuál es su éthos (en griego, y ello no es casual casa, morada>>) o, más exactamente, la per fecta correspondencia entre tal éthos y su páthos, la pasión que lo anima y dirige su genio, en una palabra (sentido que se ha conservado también en castellano) . No hace pues sino hacer que reluzca o brille, deliberadamente, aquello que lo constituye lo que él ya era" y por eso lo marcaba y caracterizaba su charákter Bien puede darse tal acción ética en el tiempo, que éste no queda marcado por ella el mundo es sólo el escenaio o teao donde se muestran esas virdes o vicios. Ahora podemos enten der mejor, seguramente, la idea de Tucídides sobre los <hechos> que se reproduci rán4\ así como, en general, el auge de la confección de Vidas paralelas>> (señalada mente, en Plutarco), de <Vidas de varones insignes>> (en Cornelio Nepote) , o de doxo grafas o colecciones de placita philosophorum (como en Diógenes Laercio) . En todos esos casos, el tiempo no cuenta. César repite>> el gesto de Alejandro, as como Eneas es un nuevo y más afortunado- Ulises; de igual manera, istóteles encabeza el libro V de las Vitae de Diógenes Laercio, Pitágoras el libro VII, Heráclito el I o Epi curo necesita para él solo el libro final, el X; no por ser éste el último en el tiempo el tiempo" por lo demás conocido por Laercio, que ja a los autores según las Olimpía das), ya que Crisipo (muerto hacia el 208 a C.) cierra por ejemplo el libro VII, sino porque el autor acomoda mal que bien a los filósofos en un cuadro o tableau ideal según sus doctinas se acercan a una visión de counto de la Filosoa. Todas esas vidas son ejemplos, gestos de tipos ideales que podrán repetirse indefinidamente señales para la interpretación del futuro, esto es para reducir a éste a un pasado esen cial, según hemos reiteradamente señalado. Y aquí es donde adquiere sentido la idea ciceroniana de la Historia magistr vitae, a la que después aludiremos
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• para un griego, es siempre <
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h xmnms bvmnt sgund t gg d ón poesis Ést spnd s pduts p téchne. E mund xt qud qu md p ón humn sn qu xst un tn mpt m n s d práis-. us mtz s xtn s dud Mnts qu st hmb (n unt sustn m tde ti, st nt) s dud Hmb (ua s sustn sgund edos, unqu n yud -ñd stóts d s udnd s qu só s s db nt s msm pmnón d d d causa su, tmbén st s vn d s (su télos Fm) p s dud (<ust h dnt m s d sn s s) p b Metaphysica II 9 0340 y 30). h bn p s nstuón b n s tm su tmp sn tmp (chrnos ns p tdu mt mnt Eón qu dmt s. Tmbén hy qu us un gs d d md qu tsn d s qu qu y d ntmn - physis- sté pdsust un b dtmnd d md qu n dbá b munón su tbj sv (Poltica 160b) Bn tn qu v st dut poiético, st <ft n gst hstó n qu mund sut mbd -y s vs tstnd- m ummntón d g tdv nxstnt d un Pms qu <s d sus ss vntmnt tm nóg ánd ést Más n s s dstnón nt hmb b (eleútheros y sv qu must mpsbdd p ntgüdd d pns dus hstó y d vv n é más futmnt d <h hst. N s tt h -sgund t mst nsj d Hg- d qu n ntgüdd hb só un hmb b ( sátrapa n G uns s s uddns) n Rm td tds ( só fm y judmnt) y n stnsm Gmán n fn tds sn d hh y d dh• S tt más bn d nuv d s qu témn eleú theros só ud vts m <<b tmándns dsd ug muhs bds y ynd n un fu nnsm. Hsd fm qu su nt s std y qu su étymon vdd qu d hn y pz n é ntd pd d s Muss s us sn hjs d s yund d Zus y d Mnmsyn d s s d Eut (Eleuthros s (Teogona, v 55). Mnmsyn ds d Mm (ngndd d s ts) n n Eut ¿smmnt un ug d g más? un sg d ntgm qu un nttón nt ntn znt y mánt la uz\ m p dmsd sugstv nxón nt Mm y Eleuthera m p v fut d z D ud n y dh sb pmd d sd sn n G nvnnt sstn qu
¿Reamente meda tan sól n a entre 88 89 td n mnd separa esas ds echas? ¿N
renterpreta acas rroucvamn la fecha de eclsón de la Relcón ancesa tdas las fechas ante rres, englband despectvamente baj el mte de Ancn Régm l en ellas acaecd pa Mderna haa del esclavsm n ggantesc negc: antes en can tal teócamente n pensable, anqe de hech a en la Antgüedad cmenzara esa <> pendstal para Varrón ea e esclav smplemente n nsmnum voca n n <
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sólo la Memoria rige a la Libertad, bien otorgando ésta ya desde el inicio, bien negán dola a otros. En este sentido, y si «esclavitud significa para nosotros fijación inamo vible a un estado de cosas de siempre determinado y guardado en la memoria por el aeda, bien deberíamos decir entonces que el eletheros griego es tan «esclavo» como el doulós mbos son dos modos de ser Hombre, de modo que el esclavo, por caso, no ha perdido su libertad ntes de ser hecho prisionero en una contienda, por ejem plo, tal hombre determinado no era ni libre ni esclavo, sino bárbaro45: algo menos que Hombre ya que no podía hablar griego, es decir, no era «portador> del lógos (c. Menón) Sólo dynamei en potencia era Hombre hora, tras el aprendizaje de la len gua y costumbres llega a ser lo que "ya era: hombre ... esclavo. Por eso dice, con franca brutalidad, Heráclito Pólemos es en efecto padre y rey de todas las cosas46. A unos ha convertido en dioses, a otros en hombres a unos los hizo47 esclavos, a otros libres (Fr. 53). Y es que, en efecto ser eleuthérios no es para el griego un criterio de demarca ción entre el hombre y el animal. Tal es en cambio, según ristóteles, el estar dota do de lógos" y ser un dson politikón: un «ser que vive en la ciudad». Y ambos rasgos los comparten el libre y el esclavo. ibre e aquel ciudadano que puede i y venir> a sus anchas sin estar sujeto a una societas herilis o a un lugar48• Pero esa <anchura>> está bien determinada: el libre» lo es en su pólis, o mientras se halla res paldado por ésta49; un hombre desterrado o simplemente tomado por tal-, puede ser muerto por cualquiera50. Se sigue pues que <liberad» o <esclavitud> son dos pro ductos poiéticos (el Pólemos de Heráclito, el Demiurgo platónico hacen» que se sea una u otra cosa), en función de la conseración y perfección del
Salvo en el caso de los egipcios, ue para Heródoto y ello se convertirá en un lous ommunis- no son bárbaros>>, por ser en el fondo <> 46 Recuérdese ue Platón llamará a su demiurgo Padre 47 Org.: epoíese: de poíein; el mismo verbo ue el del pasae ates citado del Timeo. 48 Adviérase ue el verbo eleútho es una orma primva de échomai < y <
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pus antgus Duqu 1986 125 y ss) D ah pr xtnsón surg bánau sos rr ddcad a as arts mcáncas Dspus stá technítes: sa artsan capaz d prsuadr a s matras para qu s pgun a un an a s y a fn an d usuar prvad Más at aún s hala demiourgós qu traaa para démos para púc d md qu sus ras s drgn funda mntamnt a curp human mdc p. s un dmurg>) mntras trs s ncargan d a magstratura n scrutan cm advns s dsgns d s dss. N s xtra pus qu tan ata funcón srra mtafórcamnt a Patón para dsgnar a Cnstructr d Unvrs Pr ncus pr ncma d demiourgós y ya cas ndand cn sut d a práxis s ncuntra aqu cuy nmr s a sustantvacón msma d vr poiéo a ncarnacón d hacr> pr xcnca Es s hmr saad cuyas ras nspradas pr as Musas dan a vr a un pu sus < s qu hy amarams su <cutura sus dss su rgn y dst n sus racns cn a trra y cn trs pus; sn n una paara < S trata car stá d poietés Pr antnmasa pta: qu da nmr a sagrad sgún dcr -tan hnzant- d Hdrn y Hdggr Y aqu n st ápc n qu cas s cnfund a práxis cn a poíesis5 ns ncntrams cn un d cntncs En prmr ugar a Fsa s nfrntará a a Psía n usurpand su frma y rvstnds d su sacradad para pr camar una vrdad n dstnta s cas d Parmnds Empdcs y ya n frma rónca y dstancada d Sócra ts patónc) n dnuncand cut a a prsnadad d pta y su polimatía qu n nsa a cmprndr d cntrar hura adctrnad a Hsd y Ptá gras Hráct Fr. 40) Pus ya s sad qu s ptas mienten mucho5 Pr sgund cntncs ns afcta srmanra ya qu naza drctamnt cn pr ma d a Hstra n cuant dscpa) ndrctamnt cn a mpsdad para grg d vvr en a hstra. S trata d a racón stacda pr Arstóts ntr ds gnrs trars: a Psa y a Hstra Una racón qu d n har mdad tdas as cnsdracns antrrs psmnt ns rsutara n só asmrsa sn cas nntg d sr da dsd nustrs prucs mdrns y cas dra
Filoofía, Poesía Historia
E el trmo sado como adetvo qeda clara a valoracó moral de t obrero: trval grosero vl
sórddo"; c. Aleadre op c 52 as obras del Peta snsu ao iclyedo a escrtor e prosa y al msco so de hjo del Pe blo qe hace a s ve peblo gracas a ss relatos. Advrtase, s embargo qe tamb habra a voleta reaccó e favor del poeta>> baste pesar e el strado proceso cotra Aágoras o el logrado co el cargo de aséba «mpedad cotra e propo Sócrates.
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decimonónicos, más que actuales4 Dice en n Aristóteles ka philosophóteron ka spoudaióteron poésis historías estín "que la poesía es cosa más filosófica y más seria que la Historia (Poética 9, 151b5) . ¿A qué puede deberse tan rotunda afirmación, y
ta denigración de a Historia? Por un ado Aristóteles, como buen ósofo -y como discípuo de Patón-, advierte constantemente que la verdad -y por ende, el criterio para distinguir a parr de ela a falsedad y la ficción- se halla en las soas manos de a Filosofía, y que ha pasado ya a hora del mito (aunque también confiesa que, según va envejeciendo, va haciéndose más amigo de aquél) Pero por otro no deja de admitir -siguiendo así la vía abierta por Platón en Las leyes y que después se a mará el averroísmo «de la doble verdad> una para el sabio, otra para el pueblo lano que el poeta representa aquello que podría suceder esto es el vasto ámbito de lo posi ble, siempre que éste se conforme a verosimilitud y a necesidad De este modo, y con las aas de a imaginación y a fantasía, el poeta enseña al pueblo a despegarse de lo cotidiano, siquiera sea todavía plástica y sensiblemente, es decir a levantarse del «hecho desnudo, estúpido y mudo en su singularidad, para allegarse a la universali dad como pródromo conveniente para acceder a las verdades filosócas6• El historiador anda en cambio metido en particularidades (el ejemplo que istó teles tien en mente es el de Herodoto, al que cita en este contexto) está pegado a las cosas que sucedieron, intentando savar lo que no merece la pena de ser savado: el tiempo vivido y sus vicisitudes. Ahora bien, ¿en qué consiste la superioridad del poeta? Éste, se nos dce poco después del pasaje citado, atribuye "a un individuo de determinada naturaleza pensamientos y acciones que, por vínculos de necesidad y verosimilitud, convienen a tal naturaleza Y es esa physis la que hay que etaer de los personajes, en ugar de quedarse en lo quizo Alcibíades, por caso. Bien se ve aquí esa extraordinaria cercanía entre el poietés y el que sigue la praktiks bíos, la vita activa57. obra poética nos enseña a «desconfiar de lo inmediatamente sensibe, vien do a os personajes como portadores ejemplares de una peripecia en la que el edos celebra su parousía La Historia en cambio, diríamos con Hegel, tiene "demasiada ter nura para con as cosas se queda en la apariencia, sin lograr hacerla transparente. Pues o importante no es que haya sucedido tal o cual cosa, sino comprender que en tal suceso acontecía algo, del cual la cosa era efímero y caduco portador. De nuevo, tras a confusa y vertiginosa variedad de o contingente, se alza, severa, la necesidad (pues o posible poiético surge de ésta) . Y si la Historia misma queda así condenada qué pensar de la historia para la cual, en cuanto <
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En cambio, a un Schopenhauer -ya decididamene conra corriene y aun con un puno polmico e hiperbóico le pareció esa reación bien evada y cerera; c e ya ciado capíulo 8 del lro II de El mundo .. . S W. II, 563 55 Por ciero y dicho de paso: muchos hsoriadores acuales han omado buena noa de ese paso y se han esforzado en esablecer una inédia conjunción a Poetics o!Histor; H. Whie 199". 6 Ya es valiene esa reivindicación de la ragedia como propedéuica ene a la
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en griego? En los pres ordendos del pensmieno griego ser deenir neces dd coningenci edos 1 morphé o schéma, aión 1 chrónos, no es posibe enconrr espcio pr el Tiempo neo el iempo de Liberd En bel y ns eces soñd Greci n crisino (y por exensin el hombre moderno se hogr nece srimene No podr siqier decir relexi y responsblemene yo o reiindicr sus derechos S person» ser n mero prósopon, n máscr rs cl se esconde n erdd qe -por coro iempo le hce ser él pero qe no es él eripi tur persona manet res (nqe se rrnqe l máscr cos sige exisiendo Pr el crisinismo en cmbio -y pr od s heerodox poseridd- l Liberd es en primer lgr el crierio de demrccin enre el Hombre y los ni mles y n enre el Hombre y Dios. En segndo lgr l Liberd no es n doncin poética de n Dios sino qe es n proyeco n conqis>> qe h de ser rezd y en qe se jeg posibiidd de ser d erdd hombre- prir de n signum rememorativum mere de Criso en cno preb de qe l hom bre le es posible encer mere mism encer es necesidd inexorble> her cle es aporía insosyble de qe se lmenb el Coro en e segndo esásimo de l Antígona soocle. En cno preb en definii de qe pr el crisino -y con no poc ingenidd de qe hoy pgmos ls consecencis es posibe en cer l Nrez mism n exisiendo od en e seno mismo de és As Liberd> no es n modo de ser conorme physis (n rés de rodeo poéico sino l conrrio n dicil pr escpr de és y n pr sbygr (en e bien enendido de qe cndo eqiprmos Physis Nrlez esmos comeiendo de neo n ncronismo Por eso y en ercer gr Kn dirá qe libertad en sen tido práctico es independenci del lbedro respeco l compulsión (Nthigung ¡l necesidd orzos>> qe no recerd anánke grieg .D de los impsos de l sensibilidd (Crítica de la razón pura B 561/2A 533/4 Adiérse ese prop sio hs qé pno h cmbido q el sendo de práxis grieg sin cer con odo en el c (lo qe hoy es prácico>> debier enenderse kninmene como lgo prgmáico enderezdo n fn eno por ende lgo criosmene cercno l poíesis grieg Es erdd por n pre qe l práxis knin reiere sobre el gene qe slo en fncin de ell pede ser considerdo responsable de ss cos Pero por or en l ccin prácic o morl el hombre se pn y sien como n en sí mismo; ms no en cno indiido emprico sino en cno represenne de Hmnidd en cno Persona. Por es ccin el hombre no esá en el iempo como l pln en l ier o el plne en s rbi conrrio engendra el iempo en cno qe ingr n serie inédi de cciones de cyo decrso y consecen cis él se hce responsble in indenitum Y ccin mor mxim qel qe engendr el Tiempo en e qe se dn odos los iempos e l Mere en l Crz e s Será un ósoo istiano -quzá on Kerkegaard, el no lósofo radalmente stano: e
llng e que esabeza on naudta rmeza en sus nvesgacones sobre a bera humana, de 189 que el ombre y sólo l tene libertad para aer el en el Mal, siendo lo segundo aún más desvo que o prmero ya antes Kant aba adverdo que la stora de la naturaleza omienza on el ben puesto que es obra de Dios l stoa de la lbertad on el mal pues es obra del ombre" omnzo rosím a hsora humana En Fosoa a hsora uenos Ares, 19642 p 6
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Evento que sigue haciendo la historia y por el cual sigue habiendo historia (cf El fn de todas las cosas)
Sin embargo y bien significativamente si el cristianismo descubrió la historia, su valoración de la Historia de este mundo la Historia de la ciudad terrestre (frente a la Historia agustiniana de la civitas Dez será en un principio y casi diríamos por prin cipio aún más denigratoria que la lanzada por el vere dictum aristotélico Para el Filó sofo la Historia podra considerarse como un primer peldaño de la escala que lleva ba a la proté philosophía, esto es: a la epistéme theologiké, a la Teología Pues ya la mera descripción sincrónica de lo singular supone un engarce una primera recogida de los «aspectos sensibles para salvarlos de su presunta singularidad e irrepetbi lidad de su «no ser más que el caso> para llegar a ver a su través lo que ya era ser El uso mismo del comparativo (que la poesía es cosa más filosófica y más seria que la Historia") implica el profundo compromiso del griego -y con mayor fuerza de ristóteles con lo que podríamos llamar la coextensividad de los distin tos niveles de realidad y aun de conocimiento. En la aísthesis se encuentra ya implí cita la nóesis. Aun en el fuego del que cuida e bánausos están también los dioses, según la conocida sentencia de Herácito Y en la terca y oscura opacidad de la pie dra se encuentra por vía de stéresis o privatio, la radiante transparencia del Dios que no consiste sino en pensar sus pensamientos En cada grado está latente operante por vía de anhelo y añoranza no sabida el Dios que mueve hos erómenon: en cuanto amado". Se trata de <saber ver de aguzar la vista sin dejarse ofuscar por la resis tencia de la materia -ese hosco principium individuationis- a dejarse penetrar Es un movimiento en el que se va ascendiendo cuanto más se profundiza (como en la vía erótica del Banquete platónico. Ciertamente Sócrates rechaza abruptamente que sus contertulios le cuenten historias>>. Él quiere saber qué es a belleza no el hecho de que una criada tracia sea bonia. Y sin embargo barrunta que sin esa belleza corpo ral sería la Belleza una exangüe abstracción un pálido ens rationis) Por eso no hay historia para el griego Todas las cosas son, en el fondo eternas Sólo que ellas no lo saben� Tarea del historiador del poeta trágico del filósofo es justamente enseñar la orthótes la rectitudo de la mirada para captar en f ese oculto edos. No hay historia en suma porque las cosas y los hombres no pueden dejar de ser lo que ya eran No hay tampoco historia de salvación, porque todo está ya salvado Recordando lo que antes ya señalamos desde una perspectiva cristiana (o mejor postcristiana) nosotros consieramos que para el hombre griego todo está ya juzgado Todo ya en su íntimo fondo quieto inmóvil: muerto Un griego no entendería la suti sentencia machadiana Hoy es siempre todavía
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11 La cruzada moderna contra la esritura de a Hitoria
Por eso a Edad Moderna cruzada por la doble trayectoria de la herenca greco rromana y de la judeocristiana descubrrá la historia y a a vez negaá hiperaristotél camente todo derecho de verdad a a His toria Descartes impaciente aparará a ésta de sus meditaciones con un brsco manotazo. ¿Qué tiene que oecernos la cuenta y el cuento de lo que otros hicie ran? ¿No nos desvarán acaso esas «histo rias» de a Verdad que -conra e grie go no esá en elas ni siquiera por vía de privación y anhelo Él ya le ha concedido bastante tiempo a la leture des livres aniens et a leu histoires et a leuables59• y en seguida la comparación famosa: con versar con a gente de oros sigos es como viajar por un país extranjero Y está bien hacero sigue diciendo, porque a comparar oras costumbres con as nuestras podre mos juger des ntres plus sainement De nuevo el ansia de universaidad sin ese paran gón tenderíamos a identcar injustamente lo que nos pasa con o que en genera pasa (de modo que paradóicamente convertiamos entonces nuestra peculiar historia» en otra que tendería a confndirse con el entero reno de la razón) Leer historias vale así como pharmakón para relativzar aquelas historias y a nuesta Sólo que un poco de veneno puede obrar como mediina ment, ienas que una dosis elevada puede e var a la ocura de segir eeto en esos mundos pasados desde luego "se vueve uno en f un exraño en su propio país Y al poco si seguimos leyendo aparece una nueva paradoa si as historias no son ables elo se debe precisamente a que no son exhaus tvamente históas En efecto aunque registraran mnuciosamente lo que pasó nunca podran reaar todo o que pasó. De modo que -piensa Descaes- eas ienden a omi tir "casi siempre as más bajas y menos ilustres circunstancias con o que se convier ten en cción61• A n -concluye- os que se engofan en historias aunque sean stas les plusfdles62, quedan suetos a caer en las extravagancias de los paladines de nuestras novelas63 y a concebir designios que sobepasan sus uerzas (op cit, 37) .
D e las
dudosas
v e n taj as de
v z a} ar p or el .
ex tra n j ero
e P- Ed. G. RodisLewis, Pars 1966 36 adviéase que la enumeración esconde una regresiva identicación que hace tabla rasa de la disinción arisoélica enre Poesía e Histo a; para escates, en los libros antiguos se cuentan historias que, en deniiva, no son más que fábuas. 60 e ah extraea Hartley la bea frase de su Te Go-Between que luego dará íulo a la obra de Lowen h: Te Past is a Foreign Count)
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Qué decr de esta radca codea de toda a Hstora e e setdo cásco? E prmer ugar e muy catóco Descartes estabece ua cara y dstta coexó etre e reo de a ceca y e mudo hstórco tras a veda de Crsto o hay más mudo aqu que e hstórco) Puesto que ambos so obra de Dos a realitas objectiva de prmero (a esera de as deas por decro rápdamete) ha de cocdr orzosamete co a realitas formalis de segudo (e ámbto de as exstecas sicuti sunt) Ahora be e eace etre ambos mudos> ha de hacer se ecesaramete de arrba a abajo por as decr: de objectum a a cosa y o a a versa ste es e correcto camo de método ya que desde e puto de vsta obje tvo y medate e aáss podemos ecotrar uos pocos e equvocos pasos o regas que orete posterormeteuestra cursó e e oscuro mudo de a empra Es ésta a que ha de quedar progresvamete reducda purcada de su gaga sesbe medate a progresva subsucó de casos bajo a ey (ua ey matemátcamete ormuada) eso que amamos sesbe (drá Lebz ese magco utracartesao) o es so ua cognitio confusa que debemos r aaza do hasta hacer trasparete su atcuacó. E ese setdo es mpedad y au ocu ra segur a pretesó grega asceder por epagogé, de o patcuar a o uversa. Locura pues que o dvdua se perde e e to como ta es a immensa potestas Dei ustamete e hecho de que este mudo sea creacó de Dos es o que permte vaorar su exsteca como ua h tora co u prcpo -a Creacó u cetro a Redecó- y u -e uco- y a a vez descoar de toda pre tesó de reatar esa hstora. Por eso o hay -o puede haber- ua Hstora (que correspodera puto por puto a a ca hstora que es e mudo) so muchas y dsparatadas hstoras a gua que desde Babe muchas so as eguas y e e msmo paso ctado Descartes equpara e eecto e apredzaje de eguas y a ectura de bros de Hstora) Pre cso es pues recogeos e uestra propa ama a dode agusaamete bra as deas atas que Dos ha depostado e osotros como points de repre, como guas para adetrarse e esa silva oscura por a que ya Date se perdera. As pues y s m terpetacó es pausbe habra que sstr -por paradójco que eo parez ca- e que Descartes o se escapa de a readad para reugarse e u mudo de deas (estara etoces más oco que uestro bue Do Qujote; y además ese mudo de abstraccoes sera mucho más aburrdo y meos aeccoador) Lo que é hace es r trasegado e vo de a readad e os ya predspuestos odres deaes e ua tarea ta a tarea de a ceca As pues o hay cotraposcó agua ete mudo objetivo y mudo <rea emprco (y emprco es ya hstórco) . mbos so dos respectos averso y reverso de o Msmo a Creacó (ad intra y ad extra) de Dos cotempada por ese extraño cruce que es e hombre E este setdo o adará descamado Spoza cuado estabezca para o ete a correspodeca
La Hisoria o iee q u z e l a escriba
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entre el ordo et connexio de las ideas y el de las cosas, y para el ser la identidad Deus sive Natura. L que de esta historia sobra son justamente las «historias -no en vano cosa de «paganos>- y, por abstracción, la Historia64 Esta contraposición global entre la Ciencia y la Historia llegará a hacerse con el tiempo65 «calderilla> -si se me permite la epresin- Así los datos» acionales -por ello mismo, ya no considerados realmente como «datos, sino como casus datae legis acabarán por ser enfrentados a los hechos> narrados por las dferentes «historias>>, incluyendo en ellas la Historie, el recuento empírico de los sucesos o < (lo racional y objetivo, liberado de las circunstancias concretas, y de valor universal y necesario) e Historia (una narración doblemente subjetiva por describir hechos sueltos y por estar sostenida por una autoridad ajena) se extenderá por toda la Edad Moderna, hasta hacer que lo , desbordando así el campo de las acciones humanas para ampliarse a los hechos o fenómenos natuales, cuando éstos son simplemente descritos o a lo sumo eernamente clasificados, en lugar de ser remitidos a principios legales67• Esa distinción llegará incluso a tomar un valor polémico, pedagógico y aun político, cuan do la reivindicación «científica adquiera en Kant y no sólo en él) el matiz emanci patorio68 de la "mayoría de edad del ciudadano libre, capaz de servirse de su propio entendimiento, en lugar de obedecer doctrinas dadas o impuestas- por la sola autoridad de quien las sostiene, sea tal autor la Naturaleza, la Antigüedad o el Fun cionario estatal, que propala y <adecenta> en las Facultades de Derecho Medicina o Teología (es deci, en todo lo que no es Flosoa snsu lato) las denes y pres '" Po pncpio no puede habe paa Descates -y ampoco debeía pode habe, paa cualque cis tiano otodoxo más que una sola Hsoa la Hsoa nivesal emancpada de una historia salutis la Hstoa Sagada de nuesta infancia, aumbada ahoa en el desván de los medievales <
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rpons manadas dl Estado o la Iglesa. Y as afrma Kant "S hago abstraón de todo ontendo ognostvo onsderado objtvamente entones todo ono mnto s sbjtvamente, o hiórico o racional enweder hiorich oder raiona[) . El onomnto hstóro s cogniio ex dai l raonal empero cogniio ex princi pii Un onomento es. hstóro, ando s onodo hasta l pnto n la mdda en qe venga dado exeriormene (anderwr) . sea por experna nme data, por narraón o tambén por nstrón o nseñanza (Belehrung) " (Crica de la razón pura B 863/A 835/6 Está laro, a partr de estas palabras, ál será l programa q la Ilstraón ntentará ralzar onvertr lo «dado» l dato, en <onstrto» O más xatamnte en «prodto, mnmzando en lo posbl l arátr d donación o vndo desp tvamente lo en ella donado omo roher So lteralmnt, matra brta D Kant en eeto, la segnda dón d s Crica de a razón pura qe «nosotros, la Hmandad en s onjnto elaboramos (verarbeien) la matra brta d las mprsons sensbles hasta haer d lla n onomento de objtos, q se llama xprna B Salta a la vsta aq el modlo fabril ndstra. «Experena» no será ps a lo pasvamnt rbdo, pero tampoo esa lvaón del hho a edo oloándolo en s «sto dsehando la ganga sensble, sno l reonomento reflexvo de la atvdad hmana n el nteror de lo empro. As omnza lo q podramos denomnar Chara Magna d esa eva ra (o mjor d la era d lo «nvo, Neuzei Le Temp Moderne) para la qe n astlla no - ello no es balad- n sqra tnemos nombre apropado a q tradonal mnt englobamos la Edad Modea en l spao q va entr la ada de Constan tnopla (53 la Rvolón franesa (89 mtndo todo lo lteror en se sao sn fondo al qe llamamos Edad Contemporána. Pro «nosotros no nos sntmos a (omo vermos postrormnt) «otános d Kant ese programa lstrado, heho trzas en las os grands onflagraones mndals de nestro sglo Por eso sera deseabl dstngr entr ) Edad Moderna -dgamos dl Rnamento a las trs grands revolones del últmo tero del sglo la ndstral eonóma (ngesa), la polta (nortamrana 6 fransa) la losóa (almana ap tanada por el «gro opernano» del rtsmo kantano)-; 2 la Moderndad, q ra d sa trpl revolón hasta la onstana -ntr la resgnaón la spran za- d la mposbldad de toda revolón dgamos, hasta l nal d la sgnda g rra mndal n 95 -on n «prsent espeoso, lato qe se xtndra haa atrás a la rss d 929 haa dlante a las rebelons de Mao d 968-; 3 lo qe podramos dnomnar on todo drho Edad Contemporánea la al arrastra la fenda ontradón de bar na «époa para n extraño «tempo al q l orrspondra segramnt l éimon latno d empu n el sntdo as atmosfér ,;� 787 a po para ir decisivamee e los espis evocioaros Advrase a dferecia co o qe aes diimos de Aisóees s imposibildad de hacer de an
thropos a eseña de os hombres e geeral»
Goehe deca qe al leer a Ka le pareca qe esaba paseado por ear correspodee voz griega poch sigfica pesa ere paresis" ramo bie delmiado de
ro de ontnuum
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o y clmátco de tempere, o sea de "templar y armonar dentro de una morada común (temperies: mezcla o mxtura, complexón) no solamente nuestro tempo, sno todos los tempos, ahora por vez prmera de veras con-temporáneos aunue no en el sentido «histórco> y normal de oetaneidad>, sno más bien -valga la metá ora en el de un paisaje o comarca (foreign count de David Lowenthal, por ejem plo) confgurada por restos y runas tanto geológicas como sociopolíicas, y en la que se nvere la concepcón griega de la esencia como «lo ue ya era ser> Ahora nos reconocemos más ben en ese pasaje como <lo ue ya no somos ni podemos ser>, pero que alenta en nosotros negativamente (a las veces, llevando a la desesperación o el tedio nhlsta; otras, tñendo ese paisaje de melancólica y neorromántca nostal gia otras, en n, como anagnósis de nuestra propia y rmada mortalida . Por todo ello, tengo esta denomnacón de o épocas y desentrañar el tpo de Hstora con el ue, en cada caso se ha intentado explicar o narrar drectamente todo el tiempo anterior e indrectamente el propo. De la Edad Moderna hemos antcipa do hace poco, de la mano de Descares, algunos de sus trazos. Fundamentalmen te éste, bien extraño: en esa época se des cubre la hstoria y por ello (no a su pesar) se nega la posblidad de la Hsto ra A lo más, y en un gesto de desao y al mismo tiempo de homenaje a las con cepciones grecorromanas3, surge ahora por vez primera la losoa de la isto ria74 En un mundo en criss, uebranta do por la constatación de que se había terminado por siempre el hermoso sueño e el que e eabeca una nonimia entre La Cristiandad o Europa75 se hará en efecto necesario y urgente levantar un edificio -squera sea ideal- ue dé cuenta de esa pérdida y medante el cual, a la vez, se proponga nueva y radante Ave Fénx- un programa de reconstrcción
La F i los of ía
de la
h i s tor i a )
lo c u ra p ara los gentiles
;¡
Respectivamente míticotadicionales hacedoras de tradicón y sofocleas "eyes no escritas o ejemplares haedoras de las señas de idendad del Imperio. 74 Atiéndase a la dsnión tpográca entre letra mayúscula (Fiosoa) y minúscla (histora) enden te a sugerir la asimetría entre el poder de explicación y los <>, o meor: la cnciencia de los hechos a dsposción de ese oder. 5 Por recorda el famoso tío del poema en prosa de Novais, qe convierte conscente decisivamente ese sueño en mit.
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acona en e que un podgoo nunca vto ueto tea etacaente: e Sueto) eto e a Huandad econozca u anheo epeanza Lo eeento negatvo de ea crii on ben conocdo Reoa Contae oa han patdo a a Ctandad en do agento a eno econcabe ponto e deenuzaan en e nnto de a ecta po e ado potetante) ta e acao de o agnco ntento enacentta de ao Fcno a Godano uno po evanta ca de nueva panta una reliión increia en a que toda a coneone anteoe pudean eonocee En eecto ta e uvo a d peón babéca haban quedado coo en un nauago huella de a ptva nca egón pataca En ea «egón de egone e aagaaan uda o gnótco cabatco corpu hermeicum, Oráculo calde e Himno ó co, eucubacone neopatónca ctano paganzante de cua ean he oa ueta a Sanze vatcana o a Madonna Sixina, de Raae) Vano enue ño po etaua a Euopa degaada po a tenone centae ente e Ipeo e Papado vovendo coo Anteo a un upueto ogen con coo tca co penacón po a cada de anco e to eto de Ipeo Roano Etabe cendo pue una pobe econcacón ente Oente Occdente en a que haa de uco o baga un anacónco egpcano Eta econtuccón agna a un tanto etabótcaente teata gandocuente a vedad haba eta do pedda po a vueta de «neone Po a vueta pue de «eoa aa da con Fotuna a doa de aza que onea audace Foruna juva a Pnc pe aquavéco capaz de pone a aca de u vir en acontecento adca ente pevto n exempla n paado eenca a o que pode ecu eoa Fotuna ir ea tada enacentta quedaa educda a cenza en a a pa de oano Campo dei Fiori en a que en 600, adea e adente po eta vuelo hacia ará e heee Godano uno ta Sócate e egundo át de a Fooa o e teceo queeo ncu en eta aca hagogaa a geneo o tco ttán Poeteo Po ota pate e eentdo uceo de Roa e Saco Ipeo RoanoGe ánco aata ahoa ta e coto peodo de nueto Céa Cao u auguto nobe ente a gnona a ón dpeándoe ente o ag ento de a Kleinaaerei aeana un gganteco a conodado eto e peo de o Habbugo ta a hecatobe de a guea de o Tenta Año; una guea po a que vaga un odado de otuna ecate que pantaá de nuevo en a tea e de a ceriudo qua fundamenum inconcuum veriai e ábo de a Cenca enta tanto Fanca uge coo pucada ta e
razas que en el ámbt históricreligis crrespnderan pr su parte a la ignatu rrum desci
abe en libr natura Y en sus etrems p a amenza cmbinada de la Media una menguante en España creciente en s ants ugares de Orente róm. ama de rn n sól de l se debió a su prmetida enseñaza de u ar mnmochnia que permitiera recncer de gpe el pasad en cada acción imagen presente. igicatiamente en espal se arraca de ese ttl s pare nal uhr Natin, de la Nación Aemaa
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horror de la Noche de San Bartolomé-, dispuesta a convertirse en una nueva «Roma> de óperas declamatorias y rígidas, y de empolvadas tragedias a la mani re d'ristote, en una mueca de máscara guiada por el bon got: un clasicismo que, cuanto más se reviste de chillones oropeles y gritos bien modulados, más revela a las claras -a las claras del tenebrismo de un a Tour, por eemplo la miseria de un mundo en el que todo «renacimiento es ya imposible nglaterra, por su parte, se debate en guerras intestinas, a duras penas conuradas ilosóicamente por ese "hijo del miedo, Hobbes, que hace surgir en el horizonte los rasgos duros pero lgales (dura !ex sed !ex) del eviatán, de cuyo vientre saldrán prime ro el regicidio de Carlos I y enseguida la Commonwealth de Cromwell, cantada y deendida por un poeta ciego. De nuestra España es meo r no hablar. Basta leer a Quevedo En este paisae después de la batalla, literalmente deado de la mano de Dios, ¿qué es lo que queda? Queda desde luego -o más bien, aparece por vez primera-: la historia Habíamos dicho hace ya tiempo que la conciencia de la nace de un vuelco, de una vioenta metabolé "hacer de necesidad, viud; de tripas, corazón L historia es el reconocimiento80 de que ya no es posible, ni deseable, volver a ser griegos, o romanos. Cumpliendo avant la lettre la sentencia de Marx, cuando en los bals de masque anceses o en la Révolution se vista la gente de tribunos y patricios o David pinte sus didácticos cuadro, se apreciará palmariamente que esa vuelta es una farsa. Maquiavelo con sus Discorsi sobre las D écadas de Tito ivio, Ficino con su Theologia platonica o incluso Copérnico cuando quería ser <otro Aristarco: ninguno de ellos tenía noticia de la distancia -no cronológica, sino real e insalvable- que les separaba de los Clásicos Pero ahora, en el Barroco, un Athanasius Kircher con su Oedipus aegytiacus sabe que está levantando un monumento funerario en el que los oos no pueden posarse en nada que no sea recuerdo de la muerte. A otro lado del mar, la novohispana sor Juana nés de la Cruz levanta ese prodigioso eroglífico que es Primero sueño, en el que se desenmascara como engaño la pre tensión de que el Somnum Scipionis siga alumbrando platónicamente la orientación de los hombes. Do s títulos de nuestro Calderón compendian magnficamente esta experiencia del desengaño: El gran teatro del mundo y La vida es sueño. Y la opu lenta y añea Roma puebla sus plazas y fontanas con obeliscos egipcios o sea: pro cedentes del país en el que se pretende hacer pasar los restos de muetos glorio sos por seres que desaían el paso del tiempo, porque los mismos súbditos de los Estados Vaticanos no son ya sino cáscara Si, según el dictum hegeliano, Europa se lanzó al mundo al comprobar desesperada que la empresa de las Cruzadas no había deado entre sus manos sino una vaciedad el Sepulcro vaco, ahoa esta Europa moderna, maltrecha y ragmentada, se dedica a medi y sopesar cieníicamene con el mismo cuidado con el ue se ian los períodos orbiales- las momias de la historia
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Estétcamene plasmado en a Quérelle des Anciens et des Modernes y en The Bale of the Books, de Swi; cf. G. Higue, 1978
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E mei e a uivesa isis y m espuesa a ea ae a crítica e a hisia a Hisia ia» u ea miabaae e e ue a ga ueaa vaiaa p a exp sió isiua e nova si ámaas sepuaes a bie eaas m s ihs e E Esia eaas ese ese iemp exhaus a ue ya e uea iemp Nae as Diiais m e e Piee Baye (Dictionnaire hitori que et critique 1691) Taas m e e Piee Syvai Regs uy u igia es egañs (Hitoire de la philoophie 1691) e m ue só su auió aia esveaá a vea Dicuru philoophicu in quo hitoria philoophiae antiquae et recentiori recenetu1• E iguamee se va aumua Léxis (p eemp Se phaus Chauvi Lexicon rationale eu theauru philoophicu ordine alphabetico digetu in quo vocabula omnia philoophica recludere conatur 1692) Cmpeis (m e e aisus Bueus Compendium hitoriae philoophicae 1712) esi s e su maya e a a lengua muerta e s sabis asa esemba e ese veae experimentum cruci e u ispaaa pues ue e é -y e a e aió y exame e ei ue pmee se jua a Cia a Deu ió -e u sei más jui ue maemái y a Hisia• Me efie a ese mumea aefa ue es a Hitoria critica philoophiae a mundi incuna bili ad notram uque aetatem deducta e Jab Buke 5 vs. Leipzig 17421744) y a ue e a asió ( Duue 1989 8) he ama e Grand Beha e a fi sa pesa e ese añó e a Ga Guea ue p su esmeia magiu ua pu se uiiza. peueña hisia e ese ib eme es ejempa só su amañ si sbe su eaió iiaba a s ivesigaes a ue eeaa s hues ue a ba taxonómicamente maaba e m ue esa supuesa Cia geeaba e suy Hisia. Y as a segua eiió e 17661767 se veá iemeaa p u sex vume e e ue se ege Appendix acceione obervatione emendatione illutratione atque upplementa u amasj e as eies y apaies ue hae esespeae a sua e s s exs - ig p ppia expeieia- esfasa y espaza saemee as ias e corpu y s uiis sbe eas
La crítica ilustrada de la Historia
Publcada e E ea rcnso tológcaete recooceto y evt de ua ulttud
dede u pueto eevado"- o ólo e dtgue ya cudadoaete ete looa atgua y odea, o que e da cueta de a progreva acuuacó del aber phosopha rcnors; e coo e e po de la htora e era dlatado a edda que e ecrbe obre z O ea el trbual que uzga la htora coo dede era de ella e decr dede la azó :¡ Eto e coo repueta a qu urs; coo jutcacó" pue egú uar todava el tro Kat E eecto aqu la doctra gue u ode croológco o alabco etco, coo era co tubre pero toda ella o juzgada eg u aportacó a ea altura de lo epo o ea coo pre paacó de nos aas 8 De ee treebudo otruo a pque de orr po dgetó htórca, e extraer u ode to aual la Insuons hsoa phosophca usu acamca juvnus aoaa (epzg
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Y si esto ocurre con los tratados críticos sobre a «historia de a Fosoa» (como hemos visto sólo por un abuso anacrónico podríamos considerar a esos fóses sin descendencia como perenecientes a a Hstoria de a flosoa) análogo proceso sui rán las obras de Filosoa de a historia El Discours sur l'histoire universelle del buen obispo Bossuet (1681) se extenderá: Depuis le commencement du monde jusqu lEmpire de Charlemagne, segn reza -nunca meor dicho� e subtulo de a obra Ls razones de esta «detención> en el año 800 d C. son evidentes: Bossuet sigue atenién dose a una mezcoanza entre a Historia magistra vitae ciceroniana y la Civitas Dei de San gustín. L que é quiere mosrar en esa obra ad usum Deni es que os Impe rios del sueño de Danie no sirieron sino de esímuos de obsáculos saludabes para que el Puebo Elegido se viera obigado a su pesar a seguir los designios de Dios Cuando e Crisanismo se convierta en a reigión oficial de timo Imperio todo esta rá preparado para que de esta sión surja la antesala de regnum Dei super terram: e Imperio de Carlomagno, del que surgiría cua tima y poémica oración (pues que de lado aemán y austríaco se habría de ver esa <oración> como un desvío y aun como un desvao) a Monarquía francesa Bien se ve que en esta tnslatio Impei nos halamos todaía en aguas de la teoogía de la historia Y sn embargo e empeño de buen Obispo por levantar un monumento a su país esta Dei perfancos) corre el peigro cierto de ntegrar a Dios trascendente en una historia con prncipio y fin sin sobresalos y an bien reguada por la ey de causalidad que este Dios nmscuido en a razón de Estado acaba pareciéndose sospechosamente a a rison univeelle. Es verdad que Bossuet forfca por una pare a vieja creencia del Dios que según su Santa Voluntad escribe derecho con renglones torcidos (prestando así un valioso e involuntario sericio a as teorías iusadas de la invisible hand en un Mandevie un Adam Smith o un Turgot "En una paabra no hay potencia humana que no sira a su pesar a otros designios que los de Dios: sóo É sabe reducirlo todo a su vountad. Pero a renglón segido puede eerse "Por eso todo es sorprendente cuando no se aende sino a las causas particuares y sin embargo todo discurre segn una serie reglada (tout s'avance avec une suite réglée) " (Discou 3me Parie II; cito por la ed de París 1821; I, 170). Esta coanza soberana en a regularidad de la serie his tórica (apoyada por demás en razonamientos sociales económicos y poticos) por pare del teóogohistoriador deja ver la ngenuidad y a vez ambición de su enfoque: en efecto o bien se cree capaz Bossuet de escrutar a vountad divna más alá de lo revelado en as Escrituras o bien -o que conduce a o mismo- de comprehender toda a historia en su conjunto y despegara selon l'ordre des raisons siguiendo por de dentro iteramente: inteigiendo e hio universa que hace comprensibes esas -para e vugo- sorprendentes causas paricuares86 1756 17903) usado en las unversdades alemanas hasta 1812, fecha en que será sustitudo por el Grundss der Geschichte der Phosophiae fr den akademischen Unteicht de Wlhem Gotlieb Tennemann una obra en la que la concenca hstóica se despega ya narrativamene como Hisoria (y que haba sdo pecedida por otro coloso: el Geist der seculativen Philosophie de D. edemann - vols, Marurgo 17911797 en el que las distintas discplnas dejan de tener un territorium ya prejado, como pretendía todavía un ustrado Kant, para seguir e tmo indenido de la Histoa). 86 Una hazaña smlar a la que cumplr paalelamente Lenz en Aemania con su Théodicée.
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Ante e imnente edfi teógiíti de Bssuet, n mens mnumen t b de Edwd Gibbn, nstituye su ext nttid un seve uii m nzd un é segu de sí sbe t que nsttuye un i ed y n contnudad, esente nuests s m ms de sedd, musti d - ed nónim et- Un vst ud si un hgm, en e que dissiión dióni n debe engs sbe e áte eesenttiv, hieáti y eem de s dfeentes figus que nfmn es melancholy pcture h ; III, 86) exid e mist -más que histid- medinte u t uss "I s fenss njure) de tiem y ntuez II. s tues hsti es de bábs y Cisins III E us bus de s mteies Y I s quee s intestins de s Rmns (III 863) Gibbn igu que etánemente Mn tesquieu en ni n su Grandeza y decadenca de lo romano88 se sive de es histi m -diíms digmáti káthar est es m medcna ment evit que e fmnte Empre sugid de Glorou Revoluton de 688 egue suumbi dbe tenz de fntism eigis y e exesiv u duid e efnmient de utu mtei, dus ens eend un ee conttu ton y e imei nugd de s eyes y s stumbes Est ntsiión be en efet b de Gibbn suve entle) e des infueni de s eyes y s stumbes (manner hbí hesind (cemented gdumente unión ente s vinis Sus ífis hbitntes disfutbn y busbn de s vents de iquez y e u h ; ) Se esbz y quí, de este md, gn divisi ente Zvlaton y Kultur dei n s éebes témins emnes), es dei ente e des de s ienis y s tes nt denstd Rsseu) y e utiv de esíitu de un ueb dei n Hege e deeh, midd, fmii y e Estd, que hunde sus íes en nato-. Un ueb ues gniz d, que dquiee nieni de sí medinte mugión de un Cnstituión, uy imgen, en tiem de s Antnins, die Gibbn, tdví e esevd n hnest eveeni (, ) Ah bien, sí m iviión se veá intemen te menzd su i eimient enómi y téni, igumente «utu h de esevse de -h- enemig intei, de u e mism se iginó eigión Ese mism caveat ee n td su fuez en b de Mntesquieu fuente envenend die- de tds s desgis de s giegs nsistió en que nun nien ntuez y s ímites de de eesiásti y e seu u hiz e un y t en ntinus extvís Est gn distinión, bse de tnquiidd de s uebs, está fundd, n só en eigión sin en la razón y en la naturalea qu ign qu ss nt sds, y ue só seds ue den subsisti, n se nfundn más t it, 05 usiv mí) Est eión damento raconal dbd, muy gieg, en su mnifestión exten Ntu Th Dl ad Fall ofh Roma Empr ( 3 vols., q abaca d 80 a C a 43 d C cio por la d d Mod brar, Nva York, a) " 734; 748 sta útma dcó ic l dálogo d a d Eúcras, d la ha tradcció Cap, MadrdBarcloa 90 8 Ha q tomar la xprsió s stido casi biológico: l j o coma vtbal q aticla la t
ra socidad co s divisió d podrs.
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eza) esta Deduktion de a historia a partir de espíritu> presente iguamente en Gib bon muesta caamente os ímites de tan iustrada Fiosoña de a historia (que no Histoia fosóca) pesa de a concepción -uego popuarizada po Schopenhaue como ya vimos de que as pasiones y virtudes de os hombres a human nature) son iguaes en todo tiempo no hay reaente <uso> de a historia sino que sa se muesta en todas pates eadem sed aliter La historia está aquí «situada> -y «sitia da>>- po a Moa, extenamente manifiesta como Poltica. Frente a esa moraización de a histo ria90, e Essai sur les moeurs et !'esprit des nations de Votaire (1753) constituiá un decsivo paso hacia adeante en e descu brimiento de a Historia Cietamente, también Votaie continúa pensando que a historia es igua en toas pates paa «proba>> o cua estabece una anaogía que seguirá atiendo en toda distinción enre ciencias naraes y ciencias sociaes a inmutabe geometría y e cácuo ana tico igen e mundo ñsico -expicando incuso sus desviaciones y erores de mode o- a igua que a «Fiosoña de a histoia>> expica y da razón de as vicisiudes apaentemente azarosas de mundo históico Es más a Fiosoña de a histoia seá ago así como e correato de a mecánica: e campo de apicación -"de arriba a abajo- de a Mora a a Potica misma rigidez «cieníica>> enconamos en a abrupta contaposición ente «Luces>> y «Supestición», exacerbando así a prudente distinción de Montesquieu ya no se trata de sepaar dominios, sino de écser !infme. Pero por otra pate a conexón de moeurs y de esprit fijada ya desde e ttuo mismo de a oba famosa, promete una ponta conjunción ente «historia>> e «Histo ria>> entre curso (e orden ega de desarroo tempora) y discipina Contra a teo oga histórica de un Bossuet, ejempa y didáctica evanta Votaire su edficio de un poceso con Sueto e espíritu de as naciones, esto es e reconocimiento y auto conciencia po pate de os ciudadanos -a tavés de a actividad de historiador: como en Bossuet, consejero de Píncipe- de su propia Cutura (e Objeto de a his toria) Una cuua constantemente depurada por a actividad philosophe, de inte ectua2 que va reduciendo pauatinamente a ganga opresiva de o antiguo (e ana tismo de as creencias) , para exaer de ea as ventajas de a «civiizacón hasta que a Razón oge ser transpaente a s misa Es evidente sin embargo, que esta taea casi maquina (corespondiente a a de tansfomación de cuaidades secundaias en
D el es p í r i t u
de las
naczones .
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Presente todaa en e Kant de a Idea de una hstoa universal en sentdo osmopolta o en su Crítica de/juiio, cuyo § 83 repite y ampifca as críticas contra un no reenado desaroo de o que nosotos lamaramos <civizacón>. 91 Denomnación propuesa por Votaire para iuar a ntdution a Essa y que se convertá en terminus tehnicus. 92 El témino en el sentido actua, no aparecerá empero hasta Zoa
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prmara en el ámbo de la ca) revela el deeo obevo ca enermzo de Vol are por elmnar lo reo de o que con lo penadore alemane hemo llamado Kultur, conundendo abuvamene Cuura y Cvzacón como e dearrollo de lo avance écnco de la ndura y el comerco y el eablecmeno de la eye por pare de Dépoa lurado (Federco o Caana) ueran ucene para acanzar evouvamene in innitum- un eado de paz perpeua y properdad de la Nacne Como en una paabra -ben paradóca el conocmeno de a ho ra medane caua upueamene empírca (la de una uere de pcoocologa evoluva guada ecreamene por a eleologa de a Rzón) pudera conrbur dec vamene a a eliminación misma de la historia, en vrud de una eevacón hper neonana de o hecho a ao de una ey nmanene> De modo que en ea hora enendda como uracón y epeo de la anagnórisis de epíru a ravé del dearrolo de la educacón y a duón del congomerado écncourdcopo co e echan eneguda a perder e Sueo y e Obeo que el propo Volare ha de cubero el esprit e ceramene la auoconcenca de la Nation, pero éa vene encarnada por e Prncpe ee «Gran Hombre> que domna a Vulgo y ulza para a rison de Eado a a maa> -a canaille- a a que e íco engañar por u ben Y aí Volare e mará en e ondo a <raducr ecularmene el ueño de a transla tio imperii -de Dane a Boue- a ar la cuaro cumbre> de la Humandad Greca (Fpo y eandro) Roma uo Céar y Auguo) Forenca (lo Med) y Franca Le sicle de Louis XIe) . Y por el ado del Obeo de la hora: les moeurs, éa on va como maera brua> como "rdcula coumbre de o pueblo de la que rá urgendo proceual proceualmene la lor de la Cvzacón a operar externamente obre aquéla a
"'l Causa de s msm; en suma pues anónm peteddamee abslut a pesar de ls esers
de Vltae pr egrandece la gura de Ppe -el pmer sedr del Estad" d de s Fedec de Psa- subsdaramene a del Phlosophe
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111 La mayoría de edad de la Filosofía. La historia concebida y la maculada concepcin de la Historia
Frente a esa ebredad racocinante de la lustración surge, apenas veinte años E l P as tor de después del Essai de Voltaire, una obra revolucionaria de breve extensión y títu lo aparentemente modesto Auch eine la h i s tor i a Philosophie der Geschichte zur Bildung der Menschheit Beitrg zu vielen Beitru n i vers al gen des ]ahrhunderts, de 177 4. Literal mente (vaga el barbarismo) : También una flosoa de la historia para ormación de la humanidad. Contribución a muchas contribuciones del siglo94 En esta obra de juventud de Johann Gotied Herder se anuncan por fin eso que podríamos consderar metafóricamente las nupcias entre la hstoria> y la Historia> el lugar donde el curso histórico encuentra en suma, tras tantos intentos, su cauce narrativo El brillo polemista del autor se presenta ya como hemos nsnuado, en el ítulo mismo Con fingida modestia dirá después atacando implíctamente a Voltaire y con él a toda la estrpe ilustrada del <progreso moral>, representada en Alemania por un Isaak Iselin95 que con ese título no habría hecho sino aludir al motto taliano "anch'o son piore añadiendo que no pretendía trazar allí una "flosofa completa de la hstora de nuestra especie, sno sólo "junto a tan tos caminos proyectados, apuntar a un pequeño sendero (Fussteg) al que se dejaba de lado, y que sin embargo podría ser merecedor de que por él pasaran las Ideas (ines Ideenganges wert wre)"96• Sólo que ese pequeño sendero se converirá en el ancho camino real de la <Hstora de la histora universal> Al pronto, no parece sino que la obrta del pastor protestante (Oberhaupt de la igle sa de W emar, gracas a los buenos ocios de su amigo Goethe) consttuyera algo así como la revancha> religiosa de un redvvo y foralecdo <Bossuet> contra la dele térea obra de secularización de la hstoria, llevada a cabo por Voltaire. Si éste comen zaba por Chna ese <
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En a edcón castellana (Obrs selectas Madrd 982 27936) a -coecta traduccón de este títu· o mantene la ambgüedad al veer: Otraflosoa de la historia pa la eduación de la humanidad Ello poda dar ugar a malentenddo de creer que -aqu Otra es una más" no una losoa [radcal mente] dstnta. De la msma manera, educacón recuerda más a Erziehung -!a enseñanza xterna» denosada como mos por Kant maestro de Herder y no anto a orgnal Bildung: crecmento cuas orgánico e denro a era per intussusceptionem da Kant A a Humandad no hay que educara al estlo d la < que el philosophe por nmedo de Pncp nsuab en as capas ustra das ransformando la concenca de a tunfante burguesía n a autoconcenca de a Natin. No. ara Hrder a Humandad se foma a s msma aue no p s msma usupando as a fnn d D os sno en tud -díamos de un élan vital, de un Genius der Humanitt que n el génro umano en ta e nmora que se va reconocendo a sí msmo. L tarea de ósofo consstrá en de este desplgue plufome unersl en el espaco y el tempo 5 Cf. su Geschichte der Menschheit de 768. 96 Con esta ausón retrospectva se nca la ulteror ora capal e nacabada- de Herder las Ieen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit 784179 de ulo guamene poémco -esta v contra Kant como eremos luego cto por a ed. de Fourer, Wesbaden 1985; auí 39
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no de Grecia y Roma (as como su «renacimiento> florentino), Herder reivndica el valor primrdial de lo gótico y celebra en general, por vez primer la aporación genal de la Edad Media. Y si en Voltaire pesiista por lo que hace al hobre como individuo y a la vez optimista desde el respecto de la educación política viene la hstoria constante y penosamente salvada de recaer en el «principio del mal» (un aniquesmo que se hará cada vez más ere tras el Teremoto de Lisboa) gracias a los esuerzos de Prncipes y Sabios, sostenedores de una Razón oculta, la historia universal de Herder será de algún odo providenciaisa como en san Agustín y Bossuet Y sin ebargo, todo un mundo con segurdad, apenas barruntado por el propio autor separa para siempre la Historia de la historia de Herder y la Teologa de la historia o su pendan secular la Filosoa ilustrada de la historia Tras Herder, la escritura de la historia nunca volverá a ser la de antes Ese mundo recién descubierto en pae, gracias a una genial extrapolación al campo histórico de la monadooga leibnizana es el de los Pueblos "el sentiien to de ser una nación, una patria, una lengua (Ora osoa . O S., 291). En primer lugar, sentimiento (Gefüh) no frío análisis basado en el principio de identidad y que no entrega sno una characerisca generais, sino arraigo efusvo, presente en la tota lidad del hombre ("Nadie en el mundo siente ás que yo la debilidad de las caractersticas generales Pintamos un pueblo entero, una época una regón, a quién hemos pintado? Resumimos los pueblos y las épocas que se suceden en una alterna tiva infinita, como las olas del mar, ¿a quién hemos pintado? ¿A quién se reiere la palabra que describe? En definitiva, no los resumimos ás que con una palabra gene ral con la que cada uno piensa y siente acaso lo que quiere op ci, 295) No Estado, pues, cuya rison es sólo escrutable por el sabio y puesta en obra por el Príncipe, sino nao: el ima a noción tiene un sentido latísimo en Herder, englobando todas las circunstancias sicas y geográicas) y paisaje ue determina una forma de ser, y a cuya descripción "debiera seguir, o bien preceder, el cuadro completo y vivo del odo de vida, de las costumbres, necesidades y peculiaridades del pas y de su cielo Para sentir una sola tendencia o acción de una nación, para sentir el conunto de las smas, debiera comenzarse por simpatzar con esa nación (op ci, 296) No Patria, en el sentido de territoros dinásticos, gobernados por el PadrePadrone sino Heima el lugar del fuego y la tierra, en el que intercambian sus funciones el eje centraliza dor del «hogar> y la horizontalidad de la ierra natal y chonia: el humus de donde surge y a donde vuelve todo Y por últio, no Razón universal, sino idioma cada uno con su improna dferencial, cada uno suo modo absoluto El lenguaje considerado no como un atributo esencial del hombre, sino como el principium individuaionis de cada nación y cada época: la apeura cognoscitiva de la historia respecto de s misma. Su c de sc se dá Ge e je ssbug, e cu ced crá mb ds, jur rr rmvr e euche A un uns e m r
á su " c sd e cd uá d es suus era enebrosa u é s á desus - s een c d Mdev cs esá y ue Y su e e Hs seá Hede
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Y sn embargo aunque cada nacón o puebo canta a su manera a entera canción de a Humandad, aunque cada lenguae es capaz de aabar -sin precsar de otros a Dos y a a propia Terra nada hay más ejos de Herder que el eatvismo o, peor aún a creencia etnocéntrica y racsta de que existe un Puebo Eegdo legitimado por tanto para subyugar a os otros "Mra el unveso entero desde e cieo hasta a terra ¿qué es o que consttuye el medo? ¿Qué es o que consttuye e fin? ¿No será todo medio para miones de nes? cadena de a omnipotente y omnisciente bon dad se haa mezcada y entreazada de mi formas distintas Cada miembro de a misma está en su ugar propio; depende de a cadena pero no se ve de qué depende a cadena entera En su iusión cada uno cree consitur e centro; en su iusión cree que siente cuanto le rodea en a medida en que emte rayos u ondas hacia tal centro ¿Dónde está a gran crcunferenca de todos esos raos ondas y centros aparentes? ¿Quién es y para qué fn? (op cit, 343) Es verdad que e espíritu de cada puebo no puede ser recogido txonómcamen te: e mundo entero no es -como en os griegos- un devenir que pugna por azar se a idéntico «ser» sno e devenir mismo de ser No Werden zum Sein sino Werden des Seins• E ser mismo se maniesa como una work in progress. Pues Herder insis te en "que nngún puebo contnuó siendo o que fue n poda sero que cada uno a igua que todo arte y toda cencia. ha tenido su período de auge de forecimento y de decadenca que, finamente no hay en e mundo dos momentos que sean dén tcos; que consguientemente tampoco los egpcos ni lo romanos ni os griegos ueron iguaes en todo tempo (op. cit. , 297) Pero esa pofonía está drigida por una Verdad superor en cada puebo se reaza el Proteo de mi formas as mi maneras de ser de Geno de a Humanitt. Es mposbe traducir este útmo término (a esen ca de a Humanidad entendida ésta como el conjunto cambante de hombres y pue bos, sempre en palingenético decurso y ecurso) No se trata únicamente de a philanthropía grega o a humanitas latina Hasta el puebo más ignorante e incuto (medido por nuestro paicuar rasero) y aun la capa más incuta y salvaje de ese pue bo siente en í a atenca cordia de esa Humanitt De ea tenemos todos nosotros como una precomprensión que nos lleva a reconocernos en os otros justamente porque nosotros tambén, somos otros paa ellos ampoco es un mero Ideal abs tracto porque el sentmiento de a Humanitt se puede y debe enseñar y aprender (y a ello va dirgida la obra de Herder) sn que en absouto pueda confundirse esa noción con a de «educación (contra Lessng y su obra La educación del género humano) en manos de una vanguarda priviegada y apuntando a un fin útmo (e «progreso mora por caso) Humanitt se reconoce en sus efectos en cuanto organizacón para a iberad para a rón para el enguaje10. Humanitt es el verdadero Sujeto el motor oculto de a histora Ela es quien hace de ésta una «hs tora unversa> esa gediegene Wirklichkeit o "realidad compacta no susceptibe de
99 Compáree eta poción con a de Platón: Aí como todo deven e en vrtd de oto ente así e
entero devenr acontece por mor de ser" (Philebus 54 ) . 10 Cf. Ideen, ª P L. X, c. I de sgetvo títlo "L Humanitt constte e n de la naturaleza umana, y Dos ha pesto en las manos de nestra espece con este n e propo destno d e ésta" (ed ct 397400)
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mea expcacó cuaavamee exaca so que exge sympathea compesó Nade ha deosado po ede co mayo vgo e medo de la popa la peesó cecsa del lusado ese "home de la poca ada, el cual "o sólo quee olo odo so que peede se el devo ooesume de odos los demás, espejo del pasado cojuo y epeseae del pesegudo e la composcó de odas las esceas (op. ct., 3) Y la cca o se queda e ese vel asaco Hede acusa al cpee coloalsmo de vola la dgdad humaa y al "espu comecal de psoea la az sagada de la Humadad. Dos alea e odas sus oas, e odas las culuas y puelos Sea lasema quee aogase la epeseacó exclusva de la Dvdad: "El mudo eeo el aspeco de Dos es u asmo u asmo e el que me hallo peddo oalmee Veo ua oa s om e llea de omes po odas paes llea de voces y de uezas (op ct 3). Compaada co el ado juvel de 1 la colosal e acaada oa madua deen zur Phlosophe der Geschchte der Menschhet evela a la vez la gadeza y los lmes de la cocepcó hedeaa Nade volveá a ea ua empesa semejae: las deen comeza ada meos co la omacó del ssema sola y alcaza hasa el sglo ll se sucede lo que hoy llamaamos Cosmologa eedda como peseacó del esceao e que va a desevolvese el home Hede o es transformsta opologa fsológca y pscologa la losoa de la hsoa a gua y la coespodee al mudo ódco y euopeo medeval Quedao s ealzacó seg apues del popo Hede las hsoas paculaes de las acoes occdeales, la Refoma y el acmeo de la ceca modea el esudo de los mágees> de Euopa Rusa, las dos Idas y Áfca y soe odo la coclusó que haa de o cupase del esclaecmeo del cocepo de Humantt co sus dos veees la Relgó y la Culua, y la dvsó de sa e Cosucoes polcas Comeco, es y Ceca U ggaesco pogama que adoleca de la msma des mesua que la Hstora crtca de Bucke y al que además e volesmo go de la Revolucó acesa y sus secuelas haa olgado a poudas modfcacoes De ee la ploa de deas e ucoes geales que pulula po esa ga oa elegemos sólo es asgos esecales de poada lueca e las Hso as poseoes 1 u naturalsmo o educcosa so alado co el espu; 2) la pouda covccó plualsa y democrátca de Hede que le empuja jus amee a no se cosmopola y 3) la cocepcó de ua hsoa uvesal emale, ecamada cluso a esados supeoes ¿o ascedees) a la po pa Humadad Au está e geren de a eebérra dstnn uterr entre Erklre exar Verehe render- s tds resets de a ena natura as enas saes ara a eana sterderana r ens asa e Verdad méodo de Gadaer, en 96 esde entnes, e aeán ut etnentrsta dstngurá pro domo sua ente Kulurlker s
uebs de a utura, ue ean a guía- Naurlker -s uebs <>, tdava en esad de natuaea euerd de a snsta/ae ou ue 4 Herder aaría en ate esta úta ata n sus Bre/e zur Berdeg der Mehhe, artas ara e fent de a Huandad
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La Naturaleza en Herder -no hay que olvidar la influencia en él de Spinoza y su La Naturaleza, al íntima amistad con Goethe- no es un servicio del Espíritu muerto conglomerado mecánico de fuer zas ni tampoco un animal divino al estilo neoplatónico y renacentista, sino el adspectum vivo de Dios, que existe únicamente <derramado>> en sus obras, siempre en cons tante ujo Podría decirse al respecto que Herder corresponde al Naturpantheismus de Goethe con un inconfesado Geschichtspantheismus panteísmo histórico) Las erzas orgánicas que en el hombre aparecen son la base última de la historia al fin la más elevada de ellas es la socialidad), y ésta es vista a su vez como un Naturereugnis o "vstago no producto- natural de las capacidades humanas depen dientes de factores fsicos que son a la vez obstáculo y estímulo Así, es la constancia térmica del hombre la que permite el ecumenismo, y sobre todo su "marcha erecta la que hace de él el "primer libeto de la Creación y la criatura por ahora más alta ya que esa posición permite una conformación cerebral por la que resulta privilegia da la recepción de las sensaciones propiamente espirituales: las de la vista y el oído (Herder no establee inguna distinción rígida entre sensación e intelección) . Las manos quedan liberadas para que el homo faber haga de la Tierra ya predispuesta para ello con sus dearcacos de montañas, valles y mares- su morada Y la retracción de la boca permite la parición del lenguaje , que coordina y transforma la sinergia sensorial del ojo y el odo confgurando así un espíritu de raíces físicas. Todas estas manfestaciones se englban en la razón; pero no es ésta un innato atri buto esencial, fijo y eterno, sino justamente una relatio: la proporción armonía y orientación de las ideas brotadas del lenguaje y las fuerzas que animan el cuerpo; una armonía y conciencia dependientes en cada caso de una época y pueblo, y sin embar go susceptible de ser al menos en pae traducida, aprendida y asimilada por otros gracias al común Genio que guía y que protege Todo lo racional y espiritual se aprende trabaosamente en y por esa adquisición se da la histora Para el animal es su instinto, el don materno de la naturaleza guía seguro él está todavía como sieo en la casa del Padre supremo, y debe obedecer El hombre está ya como hijo (Kin en esa casa y, apare de algunas pulsiones para casos de emergencia, debe primero aprender todo aquello que compete a razón y Humanit' (op cit. , 143) . -
Como hemos apuntado para Herder E l o g i o d e l p l u r a l i s m o hombre» y «hombre en sociedad» son absolutaente sinónimos Más aún el primero no es sino una abreviatura o epítome del segundo Pero no porque el hom bre sea un animal de la pólis o ciudad» al estilo aristotélico A contrario, un fujo de vigoroso -y quizá ingenuo- rousseaunianismo corre por as venas herderianas El Klima es el productor inagotable de la "gran diversidad de carateres genéticos del hombre muy superior a la de cualquier otro anima Es la Terra a que le induce a desarrollar sus setidos "espirituales sus habilidades y artes más aún sus potencias anímicas y virudes Todo elo basta para la felicidad de común: el sano "sentimiento de la propia existencia Famlia Pueblo Nación organizada según
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ormas que vienen e Puebo e sus raiciones y cosumbres) y Humania so es oo cuano e ombre necesia n cambio a conra a vera e a isoria e converir en propieaes universaes e género umano e carácer maigno y conrario a buen senio propio e ombres acinaos e arisas ucano compe iivamene e poíicos en pugna e sabios Geehrten) enviiosos a mayor pare e os ombres e a ierra naa sabe e esos esgarraores esímuos y e sus sangrienas erias vive a aire ibre no en e apesoso vao e as ciuaes (op. cit. 3) s a Nauraeza misma a que en a más aa e sus ormas eige ya a sociabiia Ésa se aría incuso en oras especies pero no con a uerza y perenoriea que en e ombre. Aora bien e equiibrio enre acores exernos cimái cos y uerzas orgánicas por y en e cua vive e ombre promueve e espíriu e ibera y a amisa y cooperación muuas sieno a engua e órgano viviene e vincuación enre e pasao y a acuaia e un puebo sa armonía se eca a perer cuano una nación se piere a sí misma a sujearse a Príncipes y Saceroes compensano su aa presene e ibera con a oca inauación e que ea a sio esignaa por Dios para regir en e uuro a muno enero• Y an con mayor ure za será juzgaa a organización esaa e Roma no e Puebo como a) visa como una historia de demonios beicosa y esrucora crecia en su soberba preensión e ominio oa e a ierra "Los romanos esruyeron y ueron esruios pero os esrucores no pueen conservar e muno. ueron oiaos por oos os puebos asa acabar sieno e boín e ésos y a Proviencia no izo en su avor ninguna miagrosa excepción (op cit 394). Pero as causas e a caía e Roma no abrían e ser buscaas meramene en e reinamieno e a cuura Monesquieu) ni en a esmesuraa exensión e mperio Gibbon) causa es inerna; y su iuciación ace resaar e aane emocráico e Herer "Fue a organizacin misma de Esta do os ímites injustos o inseguros entre e senado os equites Ritterscha os ciuda danos." (op cit. , 380). uro juicio siguiene vae segn Herer para caquier puebo e organización semejane y en circunsancias semejanes varía pues por poner un ejempo e cua oos ecamos mano para no acernos maa sangre e o que oy pasa para a propia Aemania nacionasociaisa Bien poemos ice "mirar oy con asombro as péreas esrucuras e espenor romano como a más eevaa suma e poer y e graneza mana pero ambién aprener a eesaras como osa e iranos y asesinos e a especie umana Porque "a rega e a equia e a sio impuesa a ombre ea no es en eeco sino a razón prácica a meia e acción y reacción para a eisencia comunitaria e seres e a misma especie (op. cit. 4; cursiva mía). Y es jusamene esa iea orgánica e isórica e razón prácica» a que apara a Herer e su amirao maesro Kan moraia no esá por encima e a isoria sino que aiena en ea ese enro Con as paabras amosas e Resignation e Scier ambién para Herer die Wetgeschichte ist das Wetgericht "a isoria uni
Para ua auala d a máta Duqu 986, 0 Éa la ria frz d Hrdr a la ai hra pir a Mi d ua grada m Lgi
adr guardiá d la Erura duda ambi r 3 ª L XII
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versal es el jucio unversal Por ello no iene senido deender ni una únca IdeaGuía de la Humanidad, ni una hsora en sendo «osmopolia, según el tíulo del amoso opúsculo kanano de 17840. Locura y anacronismo lusrado sería para Herder la preensón de hacer que la enera hisoria no haya endo oro n que el de culminar en el pueblo y la consiución del hisoriador de urno Y más que locura crimen sería ulzar el cosmopolismo como coartada presunamene <liberadora>, a f de opri mir a oros pueblos menos aounados o menos poderosos. Herder advere así avant la lettre conra la gnomna del colonalismo, sedcenemene disazado de promoción mediane
comienza en cambio por un camoroso plul, y que su autor no pretende que sus <> guíen la histo ria sino sólo a la losofa esto es a la comprensión de aquéll De ah que él se limite a popone Ideas para la flosoa de la histoia de la humanidad 'os De seguir polémicamente a Herder precisamente por elo -y no a s u pesar antiiustradas �¡ Op.it, 14; es importante todo el cap. V titulado: "Nuestra Humanitt es sólo un ejercicio preparatorio, el capullo de una or tura del L V de la 1.ª parte.
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que al promesa no sirve de consuelo para los males presenes, sino como acicae nunca suscepible de cumplimieno en esa ierra para la elevación y refina mieno consanes de la culura "Oh, hombre, en pues esperanza, y no vaicines! ¡El premio por el que luchas e ha sido oculado! Arroja de i lo inhumano, esfurzae por alcanzar la verdad, el bien y la beleza, semejane a Dios de esa forma no deja rás de conseguir mea Toda la hisoria del niverso no sólo pues la del hombre) conduce a esa más ala "Organización o serie de organzaciones op. ct. 148) Sólo fala un paso ¿el paso decisivo de la Revolución francesa y sus consecuencias en la inelecualidad alemana para llegar a una plena nmanentzacón del urso de Dios en la hisoria, y como hisoria n paso insinuado por el propio Kan con su consigna Das Rech Gottes auf Erden das st de letzte Bestmmung des Mens chen "El reno de Dios sobre la ierra tal es el úlimo desino del hombre; Re. Anthr X 08 n paso que cumplimenará egel al converir la Weltgeschchte la hisoria universal en Theodzee.
Y sin embargo, dejando esricamene de lado el problema religioso, esa conversión del Apocalpss en uopa errena no dejará de planear espinosas dficultades a la concepción de la hisoria universal, pues parece implicar la creencia en un progreso en deniiva lneal y al menos moral, si no culural, que, por indefinido que sea, hara de odos los hombres y pueblos pasados esas esirpes que esán bajo nosoros) meros escalones sobre los que nosoros esamos insalados. Y en segundo lugar, anicipa un cierre de la his oria, un reino de la liberad vislumbrable al menos por el lósofo hisoriador, conver ido por ende en vanguarda de la humandad problemas con los que se enfrenará obviamene el llamado maerialismo hisórico) De las dficulades de lo primero el supueso «progreso de la umanidad, da amplia prueba el opúsculo con el que Schi ller, en 1789, comenzó sus clases en la niversidad de J ena Was hesst und zu welchem Ende studert man Unversalgeschchte0 Nada más peligroso que esa «indigesión de kanismo sufrida por el buen Schiller odos los ópicos hoy combaidos se encuenan all ejemplarmene presentados Desde los inicios miserables de la humanidad "barbarie del pasado, criauras de la casualidad y la violencia, p. 9) hasa el "espec táculo an ilusraivo como enreenido que nos proporcionan los relaos de viajeros sobre pueblos salvajes p ), incapaces hasa de "reener el alma dormida o "siquiera una experiencia que se repea coidianamene p. 7) Desde el eliismo más manifeso "n lazo cosmopolia une ahora a odas las cabezas pensanes, p 8) y el auo elogio sn mies a la propia poca ilusrada, hasa la ensoñación cosmopolia, ya rea
Ditiambos al bo de del abismo
no Qu ga ita a qu al e etuda Hitria Ueral?"; ha t de . amarea:
d Ff d Uiveridad de Muria 99, , pr la ue i
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lizada al menos en Europa (¡y esto, dicho en 1789) : "L sociedad europea de naciones parece convertida en una gran familia os vecinos pueden enemistarse unos con otros pero ya no pueden descuartzarse (p. 9) . Desde la creencia ingenua en la omnisciencia de la Historia universal, rectora desde luego de todo el curso histórico (d. p. 10) del cual ningún pueblo habría sido cap hasta ahora hasta Schller- de dar "explicación satisfactoria ni aun de su propio devenir (p 15) hasta la alabanza a la burguesía, esa "benefactora clase media, la creadora de toda nuesta cultura (p 15) Y en el culmen de la soberbia (o de la ingenuidad) : "Toda la historia universal sera a menos necesaria para explicar únicamente este momento (p. 1 1) . En fn, lo único que se logra con esta hiperilustrada Filosofía de la historia es . la desaparición de la historia misma, toda ella convertida en un gigantesco tableau synoptique a nuestra disposición! Pues los hombres mueren, y sus opiniones son fuga ces. En cambio "sólo la historia permanece inmóvil expuesta a la contemplación, una ciudad inmortal [ compuesta] de todas las naciones y tiempos (p 17; cursiva mía) Etnocentrismo, miedo a la alteridad ansia de inmovilidad todo ello se da aquí la mano, cuando el hombre aporta un fin racional en el transcurso del mundo, y un principio teleológico en la Historia Universal (p. 16) . Y sin embargo, el propio maestro indirecto de Schiller y Herder había ade lantado ya una decisiva objeción contra la idea de progreso. Tan decisiva que a los ojos de una Hannah Arendt la defensa de esa idea constituiría un escándalo. Pues Kant haba señalado que una de las formas del imperativo categórico -quizá la más pregnante- es la de que no se puede tratar a otro ser humano como medio, sino sólo como fin en sí mismo Pero la idea del progreso -tal como la hemos visto defen dida, con toda franqueza, por Schiller implicaría nada menos que a condena de todas las generaciones pasadas todas ellas habrían de ser consideradas como medio para nosotos, que a su vez no seríamos sino «medio de las siguientes y así in infnitum Consecuentemente todas ss obras habrán de ser vistas al menos en el respecto moral- como defectuosas en comparación con las acciones actuales que pronto perderán a su vez su dignidad en benefcio de las de nuestros descen dientes. Y si por salir del atolladero pensamos que la moral no tiene influjo ni en la cultura ni en la política, establecemos entonces un hiato aún más formidable que el supuestamente platónico, y el mundo real no progresará desde luego en absoluto. ¿O es que el imperativo categórico sólo vale sincrónicamente: para este pueblo esta cul tura y esta época? ¿Acaso nuesos ancestros y nosotros mismos -a nestro turno no eran representantes de la Humanidad Pero entonces, ser tal cosa es sólo cuestión de tiempo (antes no lo fueron, ahora o somos después dejaremos de serlo) , con lo cual se borra, no sólo la idea de Humanidad sino la mismísima idea de Moralidad Kant se pone a s mismo la objeción con una imparcialidad ejemplar Pero no sabe en absoluto cómo respondr a ella l importante paso es en la ercera esis de la Idea de una historia universal (1784 cuatro años antes que la antes citada Crítica) A
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Esa fnalidad a iene, no coo individo concreto sino úncamente por ser repesentante de la Humanidad en su pesona; c. Crítica de la razón práctica, 1ª P L 2 o c 2, V.- A. 13 .
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este respecto sempre segr prodcedo exrañeza Beemdend) el qe as geeracoes aterores o parezca haber empreddo ss fatgosos astos so por mor de as posterores a saber para preparar a éstas el desde el qe elas peda hacer ms ato e edco qe a Natraeza se ha propesto y qe s embargo so as ms tardías deber teer a dcha de r e e edfco e el qe a arga sere de ss predecesores ceamete desde ego s tec) había trabaado s poder e cambo parcpar eas msmas e a dcha qe prepararo V, 20) Esto o es soamete algo "exraño. Parece a bra y hasta crme Kat e e paso de a segda Crítia addo aterormete había dcho qe sqera Dio podría ratar a hombre como medo. Pero segú esta coes hecha pocos años atrs o so todos osotros atamos a os hombres aterores como medo y así seremos traados por os posterores e a cadea ms de fama qe de progreso) so qe adems eos coaboraba e os fes de a Natraeza a hpstass de Dos actado de escoddas e a terra) in aberlo y co otra tec era pes egañados ¿Y por a NatraezaDos) . Se spoe qe osoros Kat y ss dscípos sí o haremos a meos a sabedas so qe etoces ese Pla ya o estar octo y osotros sabremos tato como a Natraeza o a meos a dde se drge a aporía qe ya mos e Bosset y os regoes torcdos>> ederezados por Dos Cmo sale Kat del paso No sae o se escapa por la tagete .. gega! segú a ca e ddo ha de sacrcarse veli noli por e géero é sí mora: "lo qe sge por egmtco qe esto sea es co todo al msmo tempo ga de ecesaro s se admte qe géero ama Thiergattung) deba poseer raz y qe e cato clase de seres racoales qe e s coto mere pero cyo géero es morta deba egar a a petd de desarroo de ss dsposcoes ib.) Certamete es mcho o qe Kat pde qe admtamos Géero case ae e e se tdo gco y zoogco) racoadad moradad todas eas so ocoes acías hecos ente de razón s os ddos pasados presetes y ftros o recbe de ellas otra cosa qe a orde de s sacrfco e ombre de os es para elos descoocdos y qe so ser deselados cado asttcamete la útma geerac cocda per impoibile co ese géero Apeas sada de as geerosas maos de Herder a Hstora de a Hmadad parece oer así a os mdos empoados de Bosset y Votare pero exacerbado las aporías stradas hasta e paroxsmo. U paroxsmo e e qe ya comeza a etreerse las íeas sombrías de a spesta Hstora Uersal» e readad relatada para excsa stfcac y goce de a presta prmaa de EstadoN ac sobe ss compedoes Ua fea hstoa. Ua hsora qe sabe a gerra sage. Nos ecoramos as ate erdadero puntum dolien, dema de dc so c y qe reee sobre estro pto de pada e to o stac de a hstora rete a sto o asedo de la msma Pes o parece haber otra salda para es a e a denn arttéla de don lógon éhon. En trmin herderian uand a Mnchh -l hme en u nunt- ngee p ente
en u eena la Humn tamin paa enurir idegiamente el repart del tn predente de dedihada nane que n haran dad la talla> del Etad apalita y ugué
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tra Historia> que aceptar ua u otra clase de cerco: a) o bie toda la historia es medi da desde la creecia razoable e la <, como e Herder; b) o bie lo es desde la itromisió e ella de la moralidad como <> E el primer caso, sal vamos la icertidumbre de cada mometo y época histórica, atribyédole a cada a s propio derecho Pero etoces las etapas parece hacerse abrpamete dis cotiuas, y de esa fragmetació desaparece toda historia salvo la sbetvamete arrada por el historiador Nada más irse por vez primera , la primera parece de saparecer, egllida por la segda No habría Menschheit sino ejemplos seltos de la Humanitt, cada uo reejádola leibziaamete a su maera L Historia sería etoces, sí, soteriológica: pero esa salvació o seía sio fcticia cosuelo para impoer orde dode o lo hay Pero si os volvemos al otro cabo, la cosa parece todavía empeorar L , a vez compredida, dea ría de serlo para fjarse defiitvamete como , de maera qe ahora sería el crso histórico lo que se habría covertido e cció, para qe sólo fera verdad el ibro (cuyo Prólogo habría escrito Schiler e su lecció itrodctora de 1789). Y todas las geeracioes pasadas habrían sido e deitiva perversas y defectuosas meros peldaños para orgaizar uestro podio de hoor ( podio bie abrrido, por que ahora ya o hay otra cosa qe hacer sio cosiderar esa "cidad imoral deve ida cadro) E el fodo, este dilema de a historia iversal> si si <historia uiversal> (salvo como cadro iado de ua vez para siempre Schiler) o parece sio ua ilustració modera de la amosa parábola evagélica de <<os obreros eviados a la viña> (Mateo 20 116). Aqí teemos e efecto deveir temporal: al alba, a la hora tercia, a la sexta, a la oa y a la udécima, diversos obreros va a trabajar a la viña Todos, si embar go, recibe el mismo salario u deario5. Si embargo, los trabaadores primeros protesta -y co razó co la razó> de Kat, apiadado de las pobres y sufrietes geeracioes pasadas- Ellos ha trabaado todo el día, y otros, e cambio sólo ua hora ¿Por qé recibir igua salario? El amo hace oídos sordos a la qeja -y tambié co razó cada o fe cotratado por igua salaro vale decir uvo s oporidad histórica Será la razó> de Hegel, como vamos a ver- Pero la «moraleja> qe de ahí saca Jesús parece al proto o sólo ista -todo sidicato que se precie boico
I n terp reta c i ó n cum tempore
de la
Par á b ola de
la v z n a .
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Esa ería mutatis mutandis, la concepción de Herder, enderezada al Do-Humanitt.
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y
de Ranke: cada épca está drecamente
aría a al parón, sno aburda Así, los posrros srn los prmros, los prmros, posrros or son mchos los llamados pocos los scogdos (M 20 6) ¿Tn so sndo? ¿Acaso no ron odos llamados odos scogdos, ps a odos s ls ha pagado gal? ro la rspsa d Crso s, a m vr, retória ad h sólo val ntra murmurnte. Ellos reen han rabajado ms No s cro Todos han rabajado lo msmo, pro d drn manra El amo s jso, s sg comporando dsd u prspcva, no dsd la d los rabajadors d acrdo al prncpo a gal rabajo, gal salaro Djmos ahora odo cdado por ajsar nsra xégss a la orodoxa crsa na, spongamos la vña s la hsora nvrsal cada grpo d obrros (cada gnracón, cada pblo n rabajar n la oaldad d la vña pro dsd s parclar sabr nndr, dsd s idiinraia (la parbola no dc cada grpo haa d clvar na sola parcla El prmr grpo no comnza dsd cro, sno s ncnra a la <<rra>> l solar prparados (rcérds la «osmologa>> hrdrana an ms all d Hrdr, para l ha n nco la Cracón, con vjas cpas habr arrancar, a n d podr volvr a ro rar Cando vn l sgndo, l prmro no pasa a la nacvdad, sno s ddca a las aras d nervaión d lo a hcho, an no pd var los rcén llgados no sólo lcn lo prsn, sno lo cambn Y as scsvamn sgún s va acrcando la <úlma hora>, l rabajo d los prmros va ds mnndo, hasa l pno d apnas s s pdn rconocr a las hllas d la labor prmva, mnras l d los úlmos va amnando D modo , al nal, cramn los úlmos llgarn a sr los prmros (so s rcogn l srzo d aéllos, lo modcan n s oaldad los prmros los úlmos (ss srzos sn <prsns atu n l ro, ptenti n llos msmos, n cano pasado Todo l pasado < mrc la pna> ( l mrc la pna al hsorador B njamn o msmo, sn r ms ljos podra habr rcordado con Vrg lo unt larimae rerum) s erit n l prsn (odo l solar <s n la vña cargada d vas, salvo las malas hrbas arrancadas, las cpas malogradas, c Escro pro sólo como nditi ine ua nn como basamno dl prsn Y odo l prsn << mrc la pna>> s inrit n l pasado (oda la vña ds conando nscos hrbajos varos s n l solar és s s ro lo s sólo como drmnacón o detin dl pasado Y úncamn l Sñor, o ms bn s scrba l hsorador, conoc la hsora nra d la vña n las múl pls ransormacons ha srdo a lo largo dl da (nclndo cpas malogra das, nscos hrbajos, smpr haan djado algna huella n las vas . or so, sólo l hsorador (ps l Sñor no scrb nada, sno lo nspccona> odo pd compndaa como <> Y sólo as habr ro. S spon, n co, al <
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se dedica el «historiador> Hegel (y tampoco esa labor de escriba será mayor ni menor que la de cada tanda de trabajadoes por eso no pid e -él, que está al cabo del asunto- mayor salario : se conforma con su denario El óbolo que a su muerte, habrá de entregar a Caronte) . ¿Podrá conseguir Hegel lo que no lograron ni Herder ni los kantianos, esto es escribir una «Historia de la «historia universal? Quizá sí; pero ya hemos insinuado a qué alto precio: ni el Señor, ni su viña, ni el «cuento> que va dando cuenta de los dos y del trabajo morrán; pero sí lo harán las generaciones de obreros, y sus escri bas que serán sustituidos por otros. Entonces ¿no hay progreso, sino un aburrido dar vueltas sobre lo mismo -como asno en noria- para al final ser pagados con lo mismo con la muete? No conduce esa circuladad a un nhlsmo y escepticismo absolutos? ¿Acaso no sería mejor dejar de trabajar y hacer como el vagabundo can tado por Unamuno? Cada vez que considero, que me tengo de morir, tiendo la capa en el suelo y no me haro de dormir Pero no hay tal circulus vitiosus: cada cosecha corresponde a una añada 11 8 . Unos vinos se guardarán como reserva -y hasta como «gran reserva- y otros se consumirán en seguida anes de que se pasen (como el Beaujolais, válido exclusivamente en su primeur) Pero de todos ellos aprenderá algo el buen caa dor. Sólo si no hubiera trabajadores de la viña (y por ende, tampoco el vino de la historia) existiría un círculo cansino y repeitivo La Naturaleza deada a sus solas fuerzas (si ello fuera posible y pensable se trata de un -retórico condicional contrafáctico) sí que daría siempre igual sin variación. Y así, afirma Hegel: "La consevación de la especie no es más que la uniforme repetición de la misma manera de existencia. En la naturaleza la especie no hace ningún progreso119.
F i n alm e n t e , la H i s tori a d e la h i s tori a
Habíamos insinuado antes que el dilema en que s e mueve la «Filosofía de la historia ejemplficado por la pará bola de los ados poda ncon trar una cieta solución en Hegel Sin embargo, contra sus concepciones en ese campo se han levantado tantas cí ticas que el desmantelamiento de éstas superaría con creces los límites de esta
18 Habrá vintges exceentes -como la d 78 o 7 anqe con el iempo esos vinos nos hayan
ido perdendo bouquet y eza- y otas depoales como el vinasse maoliente de 1933 en e Rhin o el vinare de 136 en los tistes viñedos espaoles por caso 9 Vorlesungen über die Philosophie der Geschiche 1: Die Veunf in der Geschichte. Ed Lsson/Hof meise Hamurgo 955, 153 [cit. VidG]. Ha tadcción de ] Gaos Madrid, 174 30 ci G ] .
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resenacn Aqu me lmaré a omar alunas de las lneas báscas heelanas, confando en que su exposcn srva a la vez para despejar alnos ruesos equvocos (pues a deca Spnoza que la verdad es sigium sui et fas ueso que el propo Hee ha señalaA b z d d do que slo en la Nauraleza s pudera consderarse a ésa como aslada, no denro de la Fsca o de la Flosoa de la Nauraleza se daran crculos de verdad, habrá que convenr en que los «Írculos de los que él habla en su Hsora no son en verdad ales En eeco, denro del conexo de la ca aneror, sue Heel Ora cosa sucede empero con la forma esprual varacn no ene luar aqu meramene en la superce sno en el concepo El concepo msmo es el que resula reccado . en el espru, oda ransformacn es proreso ib.) hora ben, la dea de un crculo que, en su proreso, se va recfcando ene su ejemplfcacn eomérca en la ioide; sen el Diionario de la E Curva plana descra por un puno de la crcunferenca cuando ésa rueda por una lnea reca (Madrd 1992 , ) Imanémonos por un nsane alo as como el «ren de la hsora cada una de as ruedas as épocas) sopora una cara ógia su sncado) Y odas ellas, con los aones, van pasando por los rales de la narracn hsrca (supuesamene nmvl damos, el lbro eiones sobre a Fiosoa de a historia universa{ . Cada puno de nerseccn de la crcunferenca la reca es un suceso Nnuno de ellos se repe, sn embaro, vso desde delane de la va, la rueda proresa úncamene porque parece r haca arás, a la vez que la rueda suene pasa por ese puno, ransformándolo S el puno uvera «concenca, se dara enonces cuena de que sn dejar de ser él msmo en él se compeneran nmamene odas las «vuelas de rueda a pasadas, menras queda a la espera de las que odava han de pasar por él. Cada vuela ransorma as el sendo de ese puno Sn meáforas el pasado se esá reescrbendo consanemene en funcn de aconecmenos presenes aberos por él, pero que rencden rerospecvamene, recarándolo de sendo ( vacándolo de ros anerormene añaddos: no odo se conserva) Revolucn francesa por ejemplo, abr unas expecavas de fuuro que, a ravés de las varadas dreccones del movmeno socalsa, llevaran a la Revolucn de Ocubre de 191, desde la cual se enende rerospecvamene la de 189 en un sendo seuramene nconcebble para quenes la vveron de ual manera que ésos hceran e «Roma un «manaro republcano que poco endra que ver, no slo con lo que los propos romanos (a ravés de sus hsoradores) pensaron de s msmos, sno con lo que los ascsas alanos «haran, después, de la supuesamene msma <Roma ues ben, cuando el 9 de novembre de 1989 se abre la fonera enre las dos lemanas se desencadena un proceso en as dos direiones no slo los pardos comunsas exsenes desaparecen o camban de nombre esrae a para el uuro, sno que el recuerdo de las dos pasadas Revolucones queda ns éa a pt a nt a d Man aana 989
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crito en otra órbita, al pasar «haca atrás» a rueda del hundimiento de la URSS sobre esos acontecmientos Una inmediata consecuencia de esta compeja manera de escribir en la Historia las inscripciones, reinscripciones y hasta tachaduras parciaes de los sucesos históri cos (como si se tratara de un paimpsesto) es e hundimiento de la idea ciceroniana de a historia magistra vitae. L hstora no enseña nada, porque sus acontecimentos no remiten a conceptos ideales extrahistóricos que aquélos, a través de gestas, par cialmente encarnan, sno que su sentido se está transformando constantemente, aun que el método general (a conjunción de a ógca diaéctica y de a narracón históri ca) siga siendo e mismo -de lo contraro, se caería en un escepticismo y reativis mo absoutos-. Por eso, y contra a amada . L Hsora nos bera de a exterordad de iempo sóo sco, es decr, de ese macizo del Es war (Así ue) que aterrorzará a Netzsche De aquí surge una nueva consecuencia, q ue nos remite al dolor que sentía Kant ante e espectácuo de as pasadas generaciones Un door mucho más uerte que e de su consideración como , ¿no levanta acaso todo eo en el hombre esa meancolía esa hpocondría por la que toda alma noble habría de pasar al menos una vez según confesaba Hegel a su discípuo Gabler? Varias saidas, todas elas fasas, se ofrecen a pronto: a caída en un atas mo inmoviizador <es el destino, nada se puede hacer contra é; todo está escrito>) a huida ps_eudorromántica a sentimiento interior y a mundos de fantasía, a dedca ción egoísta a nuestros propos intereses y actvidades cidando de propo ardín como el Cándido de Voltaire, o a decadente y morbosa contemplación de os escom bros: a o Gil de Biedma, sobrevviendo "entre as ruinas de mi inteigencia Nada de esto tranquiiza, en el ondo "aun cuando consideremos la hstoria como e ara ante la cua han sido sacrificadas la dicha de os pueblos, la sabduría de los Estados y a virud de los individuos, siempre surge la pregunta: ¿a quién a qué fn último ha sido oecido este enorme sacrco? (VhG 34 y ss; G 79 y ss) L respuesta se ofrece
" Vorlesungen über die Philoophe der Geschchte E Werke Fank/M., 970 12 7 cit hG]; r G, 158
1 22 Cf Gundlinien der Philosophie de Rechts. En Werke. FrantM, 1970; 7, 28 [ PhR]
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ámee cm e qe: ne h el Ed l cedd n cle ec) e z e hpc gl qe e e ece D. m D nece e del men l mee p e D. ágc e de l H hegeln e qe n h epe oterioógia e pegn. H n e n de l egn ld utópia e l pe má cel de l ld. Se pede en c qzá e deb m p . Pe n e pede n e debe m p p el De n a dehcem e nd gdn mej knnchlen) de cden de genecne qe hn bjd para n. d n h rbjd dede p cn d l qe el mnd ncncmene le ec ecdee l pábl de l vñde) Nd má eúpd qe ceen mee p e p h l m dp nd en el peldñ cepndene e "pcn eegne qe n "peme n ge de pedd be l c n hbe pened en ell e e. n hbe cmpendd l qe enen de pv ViG 76 . G 77 ) . ¿Q e pe dem ennce ccne pegn de Hege? É pegn eá ml hech pqe p h n h n útimo end qe e ennce pcpcmene e de e) Recdem l g de l cclde cd pc cd pn mcd en l v de l H eá reativamente ecncld cng mm p ende cn d demá pd vende) . A cd mmen de l h e d el Jc Unve n h qe epe l nl pqe e eá dnd cd p de ed) . Hegel h dch: Wa vernünig it a it wirkih un wa wirkih it a it vernünig. " qe e cnl e e elmene eecv l qe e elmene eecv e e cnl: PhR 24.)
Y d el mnd dede ennce e le h echd encm. Se le h llmd "cn m deen del den eblecd p. e. del Ed pn: Hm) " prc Oeg) "Emped del penmen Zb) cn e qe B hbe echd n ed l Cienia e a ógia p cmpb qe l "emene eecv n e n má l "exene p e ne en l pábl hbá bm de cnevcn de l qe meece pen) n qe e cnev en p eece eec en de md qe n l nmdd de e "emene eecv n e l ¿Y cánd e g "elmene eecv? N dede eg in aeternum, n men c lgcmene g end bnd en men g end l de emp n ne emnlg: en l H d e cnev d ene v• e en l h d p e cdc cm v m ben Enge " e de Hege ne cd F D.) e n p pp dlcc hegen en eve: d l qe e e den de l dmn de l h hmn e cnvee cn el emp en c
Admtid dmá lid y ui Si h wklh i mitr qu
u tm l _ S limt ir él y mi é
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al. y todo lo que es racioal e la cabeza del hombre se halla destnado a ser u día real, por mucho que hoy choque todavía co la aparete realidad existete. L tesis de que todo lo real es racioal se resuelve ... e esta otra todo lo que existe merece perecer Y e esto precisamete estribaba la verdadera sigicació y el carácter revolucioario de la fiosoa hegeliaa. : e que daba al traste para siempre co el carácter deiitivo de todos los resultados del pesamieto y de la acció del hom bre24. Sólo que esta respuesta, tomada a la ligera, puede llevar a ua cousió ave rroísta>> y de >. El muy materialista Egels corre aquí el riesgo de ser etedido como si defediera patóicamete dos mudos: el "racioal e la cabeza del hombre (y por tato todavía no rea , y el "real que por serlo, quiera o o se va haciedo irracional. Como si dijéramos: la Historia, que trata idealmete> de lo real, es racioal; la historia e cambio, que es dode se da lo real, es irracioal. .. salvo para las geeracioes posteriores, revolucioarias que armadas co el "Cató del mate rialismo istórico se dan cuenta de que o podía por meos ser así. Y co ello volve mos al "progeso que temía y a la vez deedía Kat. Pero Hegel o ha puesto en el tiempo su tesis él o dice que lo racioal llegará a ser (co la ayuda del decisioismo de la vaguardia) real, mietras que lo real va dejado de ser racioal, sio que lo uno es lo otro o sea: que la Historia>> está per ectamete adecuada e cada caso a la historia>>, y viceversa, si que ello sigifique si embargo ue el crime y el suieto del iocete sea si más racioaes, si co ello etedemos > desde o sé qué lto Tribual de la Historia (o desde Dios) Y si embargo, afirma -al revés- que la historia uiversal "es la ver dadera teodicea, la justicació de Dios e la historia (VhG 50 G 701). Así que pararaseado la sorda queja de Barrabás cotra Dios e la ovela de Par Lagerk vist) , podríamos decir ¿Por qué Hegel o habla más claro? Seguimos siedo ormalmete pseu La libertad en 1 a p a S i ó n dogriegos. y así, mateemos bie sepa radas «ecesidad> y coigecia>. Historia, por caso, salvaría>> los feómeos históricos al iscribirlos e e orde ece sario de las cosas>>2 De maera que, dode había u suceso supuestamete úico e irrepetible, aparecerá por fi el caso de una ley Bie se ve que esto o es sio u refiamieto de la vieja <historia ejemplar> romaa. Hegel o pesaba así. Para él o hay u a priori imutable, u caslero lógico o mesico e el que ir archivado los case studies tras haberlos exprimido formaete. Ni tampoco acepta ría el exemo opuesto, más <actual>>: hacer de la Historia ua rama de la retórica, co tado <historias>> segú modelos biográfcos para deleite, pavor o edicació del idivi
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Ludwig Feuerbach y el fn de lalosoa clásica alemana. En Del socialismo utópico. [y) L Feuerbach.. Madd, 1968, p 111 y ss. 125 Digamos haciendo de la Histora una Cienca <
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u. Hg s u r frais abstrat y ratiis histriista. ¿Dó s haa ta xrañ ugar medio? Obiat su tría a mediaión ara p zar rjas sta rtra rítia tra «histriógr E histriar fii rrit "qu s r y prt uirs rptiat trgás a s rs ats s raia pasi su psar. ra sig sus atgras y a tras as xistt ( 22 y ss. 45) Es ir hay histriars «purs i ósfs iauas> s prrs s raia malo ióss qu t atut sus prjuiis gras s ats itrprtas tap hay at si itrprtaió ar stá) . s sgus malo sujts históris qu r iir u u ia au deu de la mele. s s s hurs arhiistas «ats• E abi ósfhistriar piena u hitoria y la itúa en la Hitoria. ¿Qu quir ir st? s s «ats a Histria (uts uts t.) stá argas sigia . r s siga s abtto, si bi rt i a pr a artiuaió iísa saria as pariuarias (qu «asa ua triaa pa y qu ifuy así as ás) sia ógihistória sá pr ia s suss tigts si en s raiaia s frut a raia uaa Cua aqua prt iprs absra tat a sta s hu as s. Vas u as qu s ta uy ra par i uar qu apart as itis iiiu Napó habra si «bu para «España prr a aaa gurra a pia y aptar a s tituió ia pr as. r sa situió i Hg " staba ia spíritu pub si qu ra ag ipust s fra ua stituió aprirstia ..qu s i abaj ua jó star sstia pr a rza qu stituy a raia ua stituió s qu xista ibra bjtia aia sustania qurr bigaió s suts iss ( 606) D qu ua s atas habr pri tata ba qurs ir f qu s ua ástia qu España hubira si Fraia. r ás a tia fras Hg ha apari b uetoobeto ustra Histria a «ibrta bjtia y «qurr> Vas a arars a st ars y rrs Mis a tras trs atgrías spíritu ara pzar a histria s u aasij aóti atrs issats s rui y furia (s ía Mabth si ar a uta uá fríat haba i abra su sti) . E ta histria pr prt a ustra ia tra s ua variaión (ustra prira atgría) s pasa sas uas ipristas y si barg surat iitaras ustrs ss y sprazas; pr a is tip "t b y hrs pr qu s itrsas pasa y s struy "as pasis ha hh suubir Es prr par pasar y aa pra ( Vid 34 y ss.; 47) . Y aás t repuular par psar ás strs qu aba (s ar s as uri y t qu aábas a uri tabi). E a ariaió pria a negatividad: s t
6 U a fha mr; l r amé l u r u dr: dj Hgl
83 p e e a haer eprad ua dea 7 O urm rpraa rgam: e á had carne a ada a
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las horas baas, de la melancolía ante la historia Vemos esa negatividad como necesidad externa e intentamos buscar ante ellas subteugos consuelo en la religón, en un partdo polítco, o en actvidades mil Así no hay manera Recordemos en cambio lo que acaba de decir Hegel: "Las pasiones lo han hecho sucumbir. Esa supuesta «fataldad no es sino el resultado de mi pasión (y d las de aquellos que conmgo se entrecruzan) Lo que me ha movido a hacer tal cosa no me es ajeno, sino que me constituye íntmamente. Pero las consecuencias de m hacer -o padecer- ya no están en m mano: "Los hombres satsfacen su nterés; pero, al hacerlo, producen algo más, algo que está en lo que hacen, pero que no estaba en su concenca ni en su intención (VhG 42 y ss.; G 85) El egoísta se fgura que aquello que le nteresa, y en virtud de lo cual actúa, está enteramente bajo su control Éste es el famoso tema, ya presente en Vco y en los ilustrados, de la heterogonía de los fnes El ejemplo apor tado por Hegel es ben claro por vengar -aun justamente- una ofensa, alguin pega fuego a una casa Pero el fuego se propaga naturalmente e incluso hay víctimas. El crminal malgr lui será juzgado por esos resultados, no por sus ntenciones. Y sólo el contragolpe Gegenschlag) de la punición restaurará el derecho conculcado ¿Qué ha ocurrdo aquí? El individuo culpable experimenta que su acción indvdual está mbricada en todo un conglomerado meteorológicofísicoquímcojuídcoesta tal que n él -ni nadie, en el fondo- controla en su totalidad. Ese conglomerado no anula la contngencia: vive de ella. Ahora ben el cumplimiento de la pena no borra rá el hecho ni devolverá la vida a las víctimas. Pero sí hace que se vea como retícula signifcativa, interiorzada en cada uno de esos individuos, lo que parecía deberse al acaso (y de hecho, a nivel individual, sigue siendo algo azaroso. Sólo de derecho ha dejado de serlo) . Así surge la segunda categoría no sin previa conciencia de esa interiorización) . De la muerte brota la ida. Pero ello significa un cambio cualitativo: un salto a otro plano Las víctimas del ncendio segurán estando muertas Y aunque sus hijo s vivan seguimos en el plano natural eso les da igual a unos y a otros. ¿O no? Ciertamente, no Los muertos acanzan otra vda, no en el ultramundo (como parecía creer el buen Herder), sino interioriados1 en sus hijos éstos pugnan por , digamos, la reputacón y dgndad de sus padres (o, negati vamente, por hacer lo posible para no parecerse a ellos) . En cualquer caso, las acciones del hio están teñidas del recuerdo del padre Esa vida> más alta y con creta (puesto que conunta, relacona dos indvduos naturalmente separados) es ya espiritual es la vida de la familia Sólo que esa
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maco natal» pga fgo a na vga a ahoa onretada, atcaa n n contxto global, no v» apat caa no os staos ngloba po cyo sgnfcao tota s spo a a sma mcánca sos staos s bn, sa sgna catgoa obtna po Erinnerung o ntozacón, s a eteriorizaión30• Val c l nvo conoc ha obgas ant algo l sobpasa, y sn mbago no l s ajno n vn mpsto po la f za. contao s a objtvacón a manfstacón o xtozacón> o l, n l fono, s. Y ahoa sab o s otcamnt contapon Hg sta catgoa paa l, popa Occnt a la a onta ncanacons y spojamntos. la mt nvo y toa hmlacón s, paa fn sbjtvo, na mt> sg nva va E nvo, "oponnos a s msmo y consmno s fga psnt, lvas a na fomacón nva o al pon a nvolta s xstnca, no sóo tansmga a ota nvota, sno sg as cnzas s fga anto, como n spt más po Ésta s la sgna catgoa l spt E reuveneimiento spt no s n sm p tono a a msma fga\ s na pfcacón y aboacón s msmo VidG 3 G 47. Ahoa st homb nvo> ya no stá smplmnt intereado n algo sno b cmpl s stno b sg s pátho ahoa conoc como popo al habo ntozao y a la vz hcho mansto, <ozao>. o llo, s vca apaionadamente al mno, paa mpm n a va lo anma trahit ua uemue volupta o sa volupta ya no s abtaa stá tmnaa, y b s taca n obas. Y Hg nsaza vgoosamnt la ncón ngancoa a paión La pasón no s n bna n mala sta foma s mta a xpsa n s to ha psto l nto nts vtal s spt, s tanto caáct y gozo n un olo contno Naa gan s ha hcho sn pasón, n p ga a hacs sn lla Es sóo na moaa mta más aún, a mno hpócta_ a amt conta a foma a pasón n canto tal Enzyklopdie § 474 hG 38) Y s la pasón a mpja a gan homb> a alza gstas pn n a Hstoa, y hagan hstoa Estamos a ant na apant vlta l nvo, t za ahoa n s povcho toas sas fomacons sptals ants ctaas famla, cho, lgón, Estao ¿Sóo n s popo povcho No hay tal mana potn caa s pt a como n a cclo la htogona los ns Napoón s gan ncnao no actúa cgamnt. É sab a sola ambcón ncta a so ao a ncnt n a ga s bastón mascal potncamnt stá ya n s mochla no basta paa mov a os hombs y a os pbos Las consgnas volconaas la mancpacón Anien Rgime s gan con a stacón gopo tca bloo contnntal y la conómca sn olva a za sbólca y l 129 ura pda ar tal uma ua vlta atraó pr a rdr d la v·
tma frma ua dmzaó lvda d l dmá. Entaüsserun d u úmul d rrr maltdd a prdud vrtr térm pr alaó ajaó a rrzaó pva para pa uprr dd lug para dvdu, u v d u patular Rurd u djm de la ld
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gosa>> su coronacón como prueba de la nueva y defntva trnslatio imperii neobos suetana cumplda tras el «mserable>> nterregno del Sacro Impero y la captulacón de Prusa) ·Todos esos factores ¿se plegan al arbtro del Emperador o resultará a la nversa? Los dos exremos así separados son falaces Para medar entre ellos surge aquí la tercera categoría la de econciliación (Vershnung) . Pero reconclacón ¿de qué? Aquí convene que hlemos algo más no Hegel no es n un taumaturgo n un profeta (tampoco un hstorador en cuanto "profeta del revés aquel que traslada utópcamente a un futuro ndetermnado los lamentos de un pasado que en buena medda son tendos por tales en funcón de los prejucos del presente) . Hegel es smplemente un filósofo Tras esta banaldad se esconde una consaacón descomunal Oteralmente: «fuera de lo común y del común>>) reconclacón que Hegel celebra es la de la Hstora con la Lógca no desde luego la de la hstora Oas supuestas res gestae: las «osas>> ue les pasan a los hombres y las que ellos msmos mpulsan) con esa narracón con sentdo que ven mos llamando «Hstora>> y menos defendería aún la reconclacón del con las representacones mentales fáctcas de los hombres) Se trata pues de una reconc lacón ideal, no «real>> Bastaría darse cuenta de esto para dar de lado de una buena vez a tantas quscosas dchas sobre el «n de la hstora en Hegel>> Y sn embargo hay que apresurarse a decr que esa dsncón entre lo deal>> y lo real>> (tan man da y tan poco pensada) nada tene que ver con una presuna escsón pseudoplatón ca entre dos «mundos> sendo por demás el prmero el <deal>> algo fctco e ma gnaro una mala novela sobre el ser que dría Hedegger Todo depende del enfo que S lo que queremos decr con «realdad>> es aquello que un ndvduo ve y toca en este momento es obvo que de ese modo no obtendremos sno -a lo sumo sen sacones emeras puntuales e nconmensurables entre sí (y por ende no tendríamos derecho a hablar de tal>> ndvduo) Ya en el estado más bajo de la exstenca semovente e anmal es éste como dce róncamente Hegel- más «lsto que los emos defensoes del ealsmo No hay anmal que trate a la osa>> como puro objeto de contemplacón. Y es que "n squera los anmales son tan tontos como esos metafíscos; pues ellos se lanzan haca las cosas las agarran las aprehenden y las devoran (Enzyklopdie § 246 Zusatz; W 9, 19) Por eso y con mayor razón quen ve el mundo con ojos raconales ve que el mundo es raconal Sólo que tendemos a coundr: "esto es raconal con "esto está ben hecho. Para empezar s es esto>> y nada ms que esto entonces no es raco nal Raconal sólo lo es el Todo vale decr la arculacón global de sentdo que hace ver el orden necesaro de sus componentes 13• Que a alegacón de una presunta Donacón de Constantno permtera el juego sangrento entre el Papado y el Impe ro dando al n orgen a la espléndda loracón del Renacmento -y de los Estados modernos no hace justa>> a esa Donacón (cuya falaca demostrara justamente un m
Ago desde uego accesible paa cada uno de los componenes Si confiéamos caacestcas hmanas o de pono egosas) a una piea de aede ésa se quejaa de que ela es ela, y ya es (porque nadie es más que nadie . Y si a evés, esa pieza ea un individuo las <> po ella calcuadas en su popio benecio no impdian sino al conaio: pomoveían una eodenacón oal cuyas oneuenia mpeas ea no dea sn embago de su, o de goa.
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gan enacentista Loenzo Valla), a enos que entendaos que esa Donación se ajusta al juego de la Histoia Los cenes y la pedeastia de no quedan ediidos po sus conquistas. Desde nuestro punto de isa siguen siendo condenables Y sin ebago, un histoiado ducho en psicopatooa poda descu bi que esas adiables conquistas ieon en buena edda po óil la consecu ción de tan execables> instintos. Que la histoia uniesal sea sta po Hegel coo el ceciiento de la idea de libead hasta enazase ésta en los diiduos qua indiiduos- no iplica que ese ceciiento haya tenido luga a pesar de los sui ientos y eaciones de los indiiduos po otos ás podeosos y cueles (o si que eos, de las clases doinadas po las opesoas) Ha tenido luga a travs de esos suiientos y ejaciones igual que e Kant tapoco paa
E d, dd d d H
Hegel hay edención del indiiduo en cuanto tal (ésta es una eta poundaen te ancistiana, o eo: antiagustiniana) Y ello, epezando po la alación del popio hobe Hegel, de quien se cuenta que, ante la alabanza de una daa sobe lo ipoante de sus libos, había contes tado que todo lo que en ellos hubiea suyo (o sea popio de su idiosincasia) ea also e sigue a contrario que el contenido, el signcado geneal de las obas, seía e dadeo con independencia de los inteeses o abiciones de su escito Ate esto, natualente, el ego homuncio el quisque se ebela: quién se ha ceído ese Hegel que es paa dictale el sentido a la histoia uniesal? eo Hegel no dicta lee, escu cha y palpa los doloes de pato, o de agona, de las épocas y, a taés de la inteli gencia de las ltiples naaciones apoadas po los histoiadoes, leanta el plano geneal en que su época se inscibe (o sea la Histoia de las Histoias), de la isa anea que, a taés de la inteligencia de los distintos sisteas de pensa iento cada uno a su tiepo, y expesando su popio tiepo-, adiete el ensa blaje de esas doctinas en una totalidad móvil salación del tiepo en el tiepo iso a la que llaa Lógica Y e que la histoia concebida y el concepto his tóicaente acontecido>> encajan y se econcilian Qué seá de la ealidad nita y de las epesentaciones entales e inteesadas de los hobes? Natualente, seguián geneando -a taés de contadicciones, equíocos y siientos- His toia y Lógica o qué cainos? No sabeos ota cosa sino que paa cada uno de nosotos, en cuanto indiiduos, la histoia -y nuesta histoia- seguiá siendo "tan sólo esta oa de exteioidad del aconteciiento contingente losoa en ca bio está "despeocupada de cóo pueda ile al undo; no [puede coincidi con él Esta posesión de la edad. Cóo se congue no es asunto nuesto El ío Hegel no quiee se ediicante. ni apocalptico No hay pincipio ni in, ni en Histoia, ni en Lógica (lo cual n iplica, desde luego, que el étodo de elaboación de las stories Fa de Mau de 8 de a s sbr ls d l rlgó Ed Fea. Madd, 987
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en narración conceptual o de las representaciones en concepto narrado, no siga sien do el mismo) . Y sin embargo, la Historia y la Lógica están a cada momento idealmete «cumpli das>> y «acabadas>> No pueden dar más de sí, porque no pueden saltar por encima de su propio tiempo "Por lo que toca al individuo, cada uno es sin más hijo de su tiempo; y así también la losoa es su tiempo comprehendido en pensamientos (Rh. [Pról] W 7, 26) Por consiguiente, el «sitio del tiempo histórico es el pensamiento. Pero el pen samiento, a su vez, se encarna a su tempo, en y como su tiempo y en él se siúa «salvación>> del iempo -que el iempo quede «redimdo>> y «asumido>>- en la Histo ria y la Lógica (ambas, «cosa> de pensamento) , esto es el hecho de que el tiempo quede comprehendido y comprendido, implica necesariamente como su reverso la «salvación> del tiempo -que siga <habiendo y madurando>> tiempo e la historia y la lógica (ambas, acontecimientos en el tiempo) , esto es: el hecho de que el tiempo mismo, ese perenne factor de desunión y discordia, se impone sobre todo inteto de quieud y descanso por parte de un <pensamiento perezoso> que pretende quiliásti camente llegar al fnal: borrar para siempre el crimen, el suimiento, el error y la muere "para que sea Dios todo en todas las cosas (1 Cor. 15, 28). Hegel no uega a ta irenista confusión. Ya esá <Dios> en todas las cosas, de siempre. Por eso caducan y perecen Por eso los hombres -cada uno de los hombres- mueren, y no son feli ces. Histora acabada -cumpda, por ahora- pronuncia su allo inexorable sobre la < que le atañe- se dan, de consuno, su propia existencia y lo que ésta debiera ser para estar a la altura de sus gesas (a signicación del individuo Aleandro no > de su valor histórico) Y por eso, la verdad de a <> misma (las con quisas inscritas en la Historia) es "que ella está en su interior rota en su deber ser y en su ser; éste es juicio absoluto sobre toda realidad eectiva" (Wissenscha der Logik C. W 12, 88). De esa rotura, de esa sangría se aimena la historia. No otra cosa quiso decir Hegel, a mi ver, cuando lanzó esa espléndida metáfora (más maquinista que mítica, o mejor propia de la mitología de la industria maqui nista) de la astucia de la razón13• Y a ello apunta cereramente Jacques D'Hondt (1971 271) cuando señala "Hegel no olvida jamás que la lucha utiliza las obras del espíritu instrumentos, útiles y máquinas el tumulto de los hombres se resuelve en una ley necesaria y universal Hegel no cree en armonías reveladas de la naturaleza (contra Herder, F D), sino en una neesidad eonmia y soial oulta (curiva mía) Pero la astucia de la razó no se limita simplemente a sacar a la luz esa "nece sidad; ella no es sólo -aunque lo sea también, y e gran manera- u factor expli cativo de la integración social (cf. VhG 42 G 82) , esto es el reconocmiento -a autoconciencia- de que la estructura social que resulta de la acividad subetiva apa sionada prevalece contra éta y le otorga sentido No es sólo, por decirlo en una pala bra, que Napoleón se vea como vehículo de grandeur de la Fance135, sino que l'Em 1:4
List der Veunf Lst está emarentada con >: "rndmento, como se habla de rend
meno de una máquna :¡s A igua ue ya señalamos que Fderco I y no tena or ué mentr- se veía a s msmo como "prmer sedor de Estado.
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preur, a hacerse cnscente a travs de as cnsecencas qerdas n aneadas de ss gestas de «sit qe é y Franca cn can ha eevad s asión a lberta Ha hech e necesa ru36. ra ese cntend esrta bjetivad exterirad veve a encarnarse en na gra Per sta ya n es a de Na eón trinante esa ama de mnd a caba Paradóca e iróncamente dra decirse qe Naeón es de verdad lbre cand está aherrjad en Santa Eena cand se ha cmrendid a sí msm r n ha entendid s asón) cm igra histórca. Cand ya n está en histria es cand de verdad entra en a Histra est es en esa Histra narrada r Hege en a qe a asión da viva encarnacón a a raón y de a medacón de ambas srge a r de a lberta.
" euédee ue a era la primera - mrea- de ue ím d hra
m Hegel ue lea a l grieg ulaba <> e el eid de pyhé: priipi animal de ida". De
md ue el epe e halagadr. Bx ua láima ue eribiera é mim el Mmoal, i ue ée era ua ag «falai de Bejami Ca
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IV
La Historia en calderilla
Después de esto, ben podríamos preguntarnos de qué lado está el <, o s de <> lado, cuando nos dedcamos según el bonto título de Benedetto Croce- a calbrar ció che e morto e ci che e vivo en Hegel; y estaría por ver s más ben el vejo tópco de la <Soberba y a la vez de la nocudad <<deal de ese pensamento (total, se trataría sólo de <<deas>) no encu bre la angusta de medrnos con las exgencas en él nscrtas "s, por ejemplo, la razón a que tras los tempos de la suya la absoluta nos fguramos haber llegado no se encuentra, en realdad, sumamente rezagada tras aquélla y se ha acomodado al mero ente, cuya carga la razón hegelana quería poner en movmento valéndose de la que mpera en el ente msmo (T. W Adorno Tres estudios sobre Hegel. Madrd, 1969 15) Doblado el cabo hegelano la hstora ha do destlando in crescendo sangre y matanzas -naralmente- y las Hstoras han prolferado, a fn de cubrr con su dgno manto tanta nqudad. Pero resulta dícl encontrar posterormente una ver dadera Flosoa de la hstora que dé rzón -sn <redmrla n justcarla de la rraconaldad msma39. Los hstoradores sguen dvddos entre el trabajo mcroa nalítco de sucesos efímeros y el análss de estructuras permanentes o duraderas (la histoire de long durée de la Escuela ancesa de Annales) El hstorcsmo decmonó nco (ese espúreo hjo contra natura de Kant, Hegel y Nebuhr) sostendría contra dctoramente, sobre todo en Aemana, la gorfcacón del Indvduo (esa "persona moral, según Kant) llamado EstadoNacón y a la vez a creenca en un Unverso con sentdo y sometdo a valores unversales El concepto rguroso sería susttudo por una pseudoherderana < con el decurso hstórco de la Nacón estudada (concdente por lo demás con la ropa) . Los enfoques centífcos se dvdrían el campo: «explcacón>> para las cencas de la naturaleza, «comprensón> para las del espírtu Evdentemente, esa «comprensón pasa por la asmlacón completa del hombre de cae y hueso en nombre de esa <<dea de Dos» que es el Estado (Ranke dixit) , el cual agua su destno en lo unversal medante gestas úncas e rrepetibles Remedando el dictum de Hegel, la Hstora quedaba nterormente rota entre su <ser (el aslamento puntual de eventos en el nteror del gran ndvduo Estado) y su de verdad, no la alocada
majorem
N a t i on i s
gloriam
u9 Cf. M. Caccar B Forte, V Vitieo Colloqo s: L'nzo e l fne dell stori. Il Pensiero X
(995/1) 7-31. 140 En cuano exresión conceta e la ea vna: get De per germno, nco . o cualquer ora Naón Cutura aprpada para aprpar d Natuvk d pb d <<j» ..
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dea hegeiana En verdad ea narraione omniomreniva de a Hitoria Univera eran una verdadera máquina de guerra haia e eterior y de enuturain en e interior una áquina de roduin de ueto reonabe eto e: diue to a agar u imueto y a matar y deare atar or a razn de Edo> enar nada en a Hitoria que motraba amariamente a iniquidad de a Nain veina y adataba aí uero y eíritu a a eigenia de un dioitivo en e ondo annmo que or un ado ermiti e enriqueimiento de a ata burgueía ero or otro en uimentain de a atuia de a razn> a trav de a dobe onagrain mundia evaría a a detruin de ea mia burgueía y de u orma eritada de aitaio arratrando on ea a buena arte de a Humanidad uuetamente ivizada) Ahora o hitoriadore y nootro on eo no hemo S vueto má meurado. ra o rebrote ientiiita eo í deorátio de o ioo neooitivita emeñado en buar o reduir a hitoria a Cienia mediante e tan ditraído omo bien ortado modeo noogiodedutivo y que denunian a a vez on oer La miseria del histo ricismo ¡en e que entrarían atn Hege y Ma) o ioo anaítio noreaeriano on Arthur C Danto a a abeza areen haber vueto a deubrir a ventaa de a nartividad en Hito ria onteuaizando aí y dando entido a stories aiuare on obeto de retar una coherencia auibe y aetabe a ueo ontingente e imreviibe ara o agente E reutado ideamente toda narrain e selexplanato16, ue en ea a deriin e ya a eiain ¿No e magníio que a teoría on ara a ien ia o e a narratividad ara a Hitoria de modo que reatar o aonteido equivae ya de uyo a eiar por u aontei e de uoner que o hueo de vieo Arittee e habrán removido en u ignota tumba ante tamaña identiiain de heho de que> y de or qu>) verdaderaente ignativo e que eta onu
Lo cuentos corrientes de l a Historiografía
Ya ems habad ates de Rake y su wie es eigentlih gewesen. fvla Facia de la ivilisatin y la li naturelle fete a a metsica Alemaia de la Idee der Ge
shihte p cas
Remit pa ue sgue de Entre htria y lsa de J C Bemej Madd, 1994, 91
2) e ste sel editi y ue bda ua exceete pamica sbe las teas acales de a Hstia Cering-Lw del de u Ca Hempel; véase Beavides 199 590 y ss C Narratin and Knwledge Nueva Yk 1985; ay tad pacia Hista y narraión. Bacela, 1989 Cf W H Gallie Philsphy and the Histrial Undetanding Cambidge 1965 21 y ss
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menal función ideológica de a Hisoria (hacer como si e relao fuera ago neuto) enga la preensión de que aforma narrativa misma sea un "insrumeno cogniivo, eso es, "el modo especco en que la evidencia se ordena discursivamene147 L «evidencia» se oma nauramene de rabao de archivisas y documenaisas, a par ir de crónicas y documenos cientficamene ordenados, y luego se procede a ensam blar os sucesos inerrelacionados en un odo concreo y goba Nauramene se han perdido ya as preensiones «excesivas de eso que Dano llamaba as fiosofías sustantivas de la hisoria, y ahora se pide simplemene que e reao quede de al modo abiero que pueda ser seguido (es followability de Galie) por oros hisoria dores, sin que se vea por lo demás cómo es posibe ensamblar a concrete whole y a a vez exigir su prosecución y sin que ampoco quede muy caro cuá será a dferencia entre la narraiva de icción y la narraiva hisória48 Otros modelos como el cele brado de Hayden Whie49, son a mi ver más honesos y ienden a converir a Hiso ria (a menos, la Hisoria «a gran esilo: la decimonó nica) en un discurso narraivo que sigue la ripe esraegia de la argumenación forma, la rama y a impicación ideológica, haciendo as de la escriura hisórica un eercicio de esio, retórico en suma L Hisoria no desenrañara leyes causaes, sino ue sus «universales no se ran ora cosa que expresión de ropos lierarios De esa manera, el Hisoricismo, a que aniéicamene siguiera e CoveringLaw Model desemboca en un reaivismo eseizane por e que a Hisoria corre e riesgo de confundirse con un «saber conar hisorias>, o a lo sumo con a refexión y reescriura de ésas. Desde uego, algo imporane se ha logrado con esa reaivización a saber Reurren la pérdida de esa casidad de la hisoria de la que hababa Fuse! de Coulanges, consisene en la creencia de que os e e S e r O S hechos cantan (si se permie a expre sión) Y no sóo canan, sino que a su ra vés se «juzga de la realidad del pasado y de las poencialidades del presene como si hubiera en la Hisoria una isomoría -ésa sí, verdaderamene idea y hasa «angéica- enre os concepos y sus referenes, orienada además eeoógica mene) El discurso hisórico queda así desenmascarado50 como máquina peormativa revesida de asépico descripivismo o sea como aparato de producción de signcado, en virud de cual los inereses e inenciones de hisoriador (a sevicio de oros más «alos>> y compleos) se imponen auoriariamene sobre esudianes y
ia
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47 C B Fay E0 Goob, E Vnn (eds) Luis-0 Mink. Histocal Undetanding. Ithaca y Lndres, 1987. Cit. en Benavides 1994, 607 y ss 48 Uno tiene modestamente a sospecha de qe tal difeencia de habela- estribara más bien en qe la > norteamericana actal es desde lego crítica y disolvene y ese po de <
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lecoes• eo la solción eóica apna po s pae a � po no habla de endición>> Donde no sive paa a portr de señas de idenidad con s acopañane necesaio y ss seceas de eclsión y enoobia) la hisoia se haa pedazos as la jsa acsación de tnocntrsmo y logocnt ces la Hisoia s egio en lo eóico y ao casi a odo de cs idades y eavagancias aliándose paa ello con n sociologiso � ·onveise en ciencias de la inoación>> y na anopología edcida a � del bongobongoísmo152 Oa salida y ecenada es la biogaía hisó e el individo se conoa sblinalene poyecando s poqedad o d alignidad sobe los Gandes Hobes. En in la hisoia paece con en eazos de vidas selas y la Hisoia pasa de Ciencia a Hisoiogaa y a biogaa novelada> cando no se aia sin ás s in la Fukuyama So s de esos iepos Uno esaía enado de eeda a Goehe y a Oega peo cabiando espec ene a Gecia> y al popio <Goehe> po Hegel buscando un Hgl dsd dnto oqe as anas velas a la hisoa y a la Hisoia la opción qe aqí se ha pocado deende digáoslo al n es la sigiene l «sto» d la stora s la razó ino qe no necesia de hiposáicas ayúsclas paa se cíeo) Sólo coo hisoia concebida podán los aconeciienos se ecogidos y asidos en can o Hisoia y oiena y sosene en ss aigas y eoes a los hobes el conaio la hisoia o eo las stors coen a i ve acaene el iesgo de ve dilapidado ese inenso cadal de gloia y siienos de ignoinia y hallazgos en ea caldrlla los esidos de n iepo cansado de conene contmporánamn t en sí a odos los iepos así el siio>> d la hisoia paece habese onado en n siio a la hisoia de la qe a piqe de se vencida epiezan ya de aneano a se aebaados los despojos po na Hisoia decaída en ss deechos y conveida oa en anqilosadoa ciencia> oa en ielevanes hisoiogaas oa en in en elaos pseolieaios en eedos casi peiodísicos de la lieaa qe a las veces ecedan eso de algnas pelícas las cales paa sazona s ageno con picane ines insisen en qe aql esá "basado en n hecho eal. o cona se posla aqí policaene la vela de na razón vvnt qe se aeva a acoge en s seno sin escaoealo ni ediilo> odo el dolo del ndo. Un dolo edivivo po el qe la agonía llege ave n a onase en pe sagio de pao. eciso es econoce desde lego qe al socaie de ana banalidad esge po doqie odavía gio e incendio aún no siicables en y po ignoiniosa Hisoia dado qe chos hisoiadoes especialene anglosaones sigen pasando coo sobe ascas sobe las iseias e insicias de n ndo qe 151 Pnee e el ggane glad eduapa de la eneñana de ia en l Ed
Unid, n amene all ui nue iiad del paad ea mnco alaa p el de F main de Epiu Nana May Dugla da uena dnamene de la peuna impilidad de elee una ea genea anplgia, pue en l nge iempe e leana alguien ue lama En la u de l Bng Bng n uede a
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ellos intentan «maquillar>>) la pavorosa exaltación del Centro, es decir la reivindica ción, naturalmente, del Pas Propio, el cual clama venganza, «irredento>>, porque son «los otros>, o sea: invasores que ocupan lo que es «suyo>> -de su raza y estirpe-, codiciosos extranjeros allende las fronteras o, en fin, inmigrantes de aje nas y hostiles costumbres, los que impiden a aquellos naturales>> ser ellos mismos (como si el mejor destino a que pueda asprar un hombre sea el de convertirse en árbol o seta): sueño pavoroso de una identidad sin mácula, que Hegel fue el prime ro en combatr. Y es verdad también que, salvo en el Impero>> que, hipócria, cubre injuticias con soamas patrióticas y con una renovada apopiación de la Divinidad (In God we trust) parecen pasados los tiempos denunciados por Paul Celan en su discurso Der Meridian en el que, con razón y con Büchner, aludía sarcástico a "las resistentes piedras angulares y los corceles del desfle de la historia (S. W Frank furt/M, 1992; 3 189). as, sitados>> entre una Historia osclante entre la dedcación a labores de hacendosa hormiga o a una retórica de entretenimiento y formación cultural>> (para espetar quizá una respuesta culta o soltar una cita ocurrente en las pausas del traba jo serio>> de la industria o el laboratorio), por un lado, y una hstora venturosamen te descentrada en lo unversal pero amenazadoramente pululante de nuevos y ague rridos entros>> parculares, por otro, quzá el tema de nuestro tiempo sea, una y otra vez, la renovación del "denuedo del concepto exigido por Hegel Una tal renovación podra encontrarse en el curso hodierno de la hermenéutica, de Dilthey a Heidegger y Gadamer unto con su amplia y variopinta descendencia, buena parte de ella cre cida en suelo francés e italiano) .153 Claro está, ingenuo y antihegeliano sería confiar en la vuelta de un Hegel> victo rioso, que orden pusiera en tantos desmanes No necesitamos orden, sno inteligen cia para saber convivir en paz con nuestro dolor y nuestras mezquindades. Hegel> no precsa ser llamado de nuevo a la vida>> porque una y otra vez recurre cual come ta, o mejor como un espectro Sus páginas, ledas desde nuestros afanes y nuestra inceridumbre, nos advieen, monumentales, cuán rezagadas se encuentran nuestras razones de la razón, cuán lejos estamos de aprender a pensar el dolor. Quzá sea esa consigna la que secretamente alenaba en estas páginas. Quizá la funcón de la lo sofa, del ejercicio crtico de la razón, no sea, no haya sdo nunca más que ésta pensar el dolor, dar acogida en el pensamiento al grito y la rabia, sine ira et studio. El espectro de Hegel concita a todos aquellos especros que, de Job a Walter Ben jmin, se han negado a pasar al bando de los vencedores y de los vendedores (de baratijas, o de esperanzas). Un espectro alimentado también con las ilusiones rotas que destlan ya sangre, más que sava- que el marxismo un día levantara, erran do en seguida al pretender convertir, ya desde el Manifesto de 844 su propio espec 15¡ Para o abultar aún más las págias de ese esayo permíseme remii po lo que oca al existeca lismo y la hermeéutica, a Duque 993. Del lado acés es ecelete el volume colecivo Compende et inteéte de la sere Philosophie (úm. 15) de Istit Caholique de Paris (Pas 1993) Por lo demás y específcamete dedicadas a Foucault, hay e caselao dos obras impotes: ua de corte otológico (A Gablodo, E discuo en acción. Barceloa, 1990; ver espec capítulo 5), y ota cetrada jusamete e la Historia (F. Vázez García, Foucault y los historiadoes: anáisis de una coexistencia inteectual Cádiz 1987).
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tr en antasma vengadr gnrante de ue su sbana estaba tejda n s s sads de as bras y abratrs de uenes denstaba ahra rduzad pr uenes se fanan en nvertr a Ma m antes se hera n Spnza y n Hege en un perr muert>>. Un perr> ue justamente pr estar muert n puede ya ser vend pr e adversar n tamp jugar é msm a dmn rana>> de mund remedand a Mahad pdrams der "Pned atenón: una razón dmnante ya n es a razón). n perr>> pues ue va trnndse tambén é entamente en eectro mer en una puradad hsa y bstnada de eectro sn s espetrs de a «deuda> de «due> y de a «nueva nternana>> ue evan tan de nuev y eramente a nómda uestón de !juticia Prue a vena rea en a hstra y a vena nteetua de a Hstra n deben n deberan verse utadas entre a puda y a nama n pr « estruturas> ms mpersnaes ue e Esprtu Objetv hegean n pr uents>> ue narran suess tan «ndvduaes e rrepetbes m dstrads. Pr es n Jb n Shakespeare n e perr muert>> Hege n Marx n errda njurems a espetr The time i out ofjoint cured ite (Hamet At Esena V En a trad de Astrana Marn. Madrd 964 346 E mund est uera de u . . Oh suerte mdta) Per ¿uén se atrevera hy a repetr n Hamet That ever I wa born to et it right ¡Que haya nad y para pner en rden)? Tres Cants San sdr de 1995
' Ciramnt n part la par dl «ialism in» aliad al Pdr- tamién n aón nada sd sn ran si s vrdad q ésta a psa d td s l siti dl mnd Cf Jaqs Dida Spc d Mx. Pars 993
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B i b l i o g r a fí a
NOTA. Dado que muchas obras -especialmente las fentes han sido citadas diecta mente en el texto, aquí se reseñan exclusivamente las monograas utilzadas para la elabora ción de este ensayo, aludidas ya en buena parte en é con la sola mención de apellido, año y página.
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1
In di c e
página
Pf C
3
El número (cero". Ambigüedad gratitud
4
b O E de H .
7
Pá Dl sitio l asio a historia . .. .. .. .. . .
9
.
Latencia espacial del pasado
1
La tentación de lo perfecto
1
El peso muerto del pasado eterno
14
La rnción lo s hchos .
19
El sustituto terrestre del Eón . . . . . ... . .. . ... .. . .. .. . .. . . .. .. . .. .. .. . . .. . El testigo imparcial y el abnegado escucha del . .
20
Acerca del sentido de la Historia
Las vueltas de la cortadura del p
4
De gestas, gestos ejemplos
7
Filosofía, Poesía, Historia .. .. .. .. . .. .. . .. .. . .. .. . .. .. . .. .. .. .. . .. .. . .. .. . .. .. .
31
.
1
11. La cruzaa morna contra a scritra a historia
35
De las dudosas ventajas de viajar por el extranjero
36
84
La Historia no tiene quien la escriba
O
La Filosofía de la historia, locura para los gentiles
40
43
0
46
La crítica ilustda de la historia Del espíritu de las naciones
37
III y F h y u p H
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El Pastor de la historia universal atraleza, al servicio del Espírit 54 Elogio del pluralismo, 54 historia interminable 56
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Ditirambos al borde del abismo
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Interpretación cum tempore de la Parábola de la viña Finalmente la Historia de la historia Alabanza de la cicloide 63 liberd en la pasión, 66
El mundo, deado de la mano de Hegel, 71
. L H
Ad majorem N aionis gloriam
. • • • • • ·
Los cuentos corrientes de la Historiografía
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Nota sobre la colección Programa
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o
Recurrencia de espectros
Bibliografa
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No ta l a
s o b re
c o l e c c i ó n
< a cuya pesentación ha sido dedica do este ensayo- constaá de 68 númeos (ya se vio al inicio que no había modo de suma a ese total el nuesto ceo) , encagados a elevantes especialistas españoles (40) y extranjeos (30 . Se tataá en todo caso de ensayos inéditos, escitos expe samente paa la Colección Se ha intentado evita desde luego la aséptica y
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Program
.
O.
El sio de la Historia é Duque '< l. Sociedades sin Estado- El pensamiento de los s sLote Mea 2 La sabiduría como estética China: cocianismo, oí&QY budismo
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6 7 8. 9 10.
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13. 1 5 6 17.
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Caa Maad Pensamiento y cultura en la angua India. Aa Agud Genio de OrienteCuao mil años de cultura y pensamenten el Asia Anterior y el Irán Joaqu Códoba Eipto a la luz de una teoría pluralista de la cultura Ja Assa La experiencia de Israel: profesmo y utopía Juo Teboé Grecia arcaica: la mitoloa José Caos Bemeo L verdad en el espejo s presocos y el alba de la losoa. Rocco Roc Democracia y agedia: la era de Pericles Aa Iae Sócrates y Platón. Romao Gaspao Aristóteles y el aristotelismo Tomás Cao El mundo helenísco: estoicos cínicos epicúreos. Maa Daak/Caes RoeyeDebey Las armaciones teológicas del goscismo Popuestas. ace Cudaut Epías les Apogeo consuón de Angüedad Masso Do El peso de Roma en la cultura europea Ea Cataea Padres de las Iglesias griega lana Jua José Gado De la Europa carolinia a la era de Dante Peeea Labae La raíz emíca de lo europeo: Islam y judaísmo medievales Joaqu Loba
9 El redescubrimiento de la sensibiidad: del ciclo arúrico al amor cor tés Caos Gaca Gua 20. Los cocs espiriales del de la Edad Medi Hoao de Saago Oteo 21 Movimiens de renovación: Humanismo y Renacimiento. Euseb Cooe 22 Alteridad éca desde el descubrimien de América edo GóezMue 23 Reforma y Conarreforma Saado Casteote 2 Descartes: La dignidad de la razón Vcto Góez P 25 La mísca alemana: de Weigel a Silesius Isdoo Reguea 26. La mísca española (siglos X) Patco Peñae 27. El universo leibniiano Qu Raoeo 28. La raón cona la fe: el pensamiento ilusado. Eduado Beo 29. La ilusación española acsco Sácez Baco 30. En el laberinto del conocimiento de sí: el Surm und Drang y la Ilusa ción aemana. Voke Rüe 31 El giro kanano. ccado Pozzo 32 Kant y la época de las revoluciones. José Lus Vacañas 33 Conciencia de la modeidad: Hegel. W. Jaescke 3 Resuración: la escuela hegeliana y sus adversarios. éx Duque 35 El movimiento románco Cstop Jame
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