La reminiscencia (anámnesis) en el Menón y el Fedón de Platón Se detalla a continuación la bibliografía primaria y secundaria obligatoria para el abordaje del tema. SELECCIÓN DE TEXTOS DE PLATÓN: Textos 9, 10, 14 y 15 . MONDOLFO, R., “Platón: reminiscencia y eros”, en La comprensión comprensión del sujeto humano en la cultura antigua, antigua, Buenos Aires, Imán, pp. 157-169. GUTHRIE, W. K. C., Historia C., Historia de la filosofía griega griega,, Madrid, Gredos, 1990, vol. IV, pp. 331-335. • •
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Esquema general de la clase
La reminiscencia como uno de los modos de conocer las Ideas (a diferencia del otro modo, la captación directa, presente en e n República –Sol, Línea y Caverna– y Banquete). “Re-miniscencia” como un volver a traer a la memoria, como un re-recordar algo conocido pero olvidado: conocimientos innatos pero ocultos, olvidados que necesitan ser actualizados mediante el esfuerzo (diferencia con los innatismos modernos). Así, dado que la reminiscencia no se da ‘automáticamente’, Platón se concentra tanto en las condiciones necesarias para que el recuerdo ocurra, como en el modo de hacerlo. Diferencia entre el aspecto mítico de la reminiscencia (el alma es inmortal, conoce todo en el Hades, lo olvida al cruzar el río del Leteo) y el aspecto epistemológico (condiciones de posibilidad para activar ciertos conocimientos a priori y los modos de hacerlo). 1) La reminiscencia en el Menón (textos 9 y 10) Breve contextualización: la pregunta por la virtud. La ‘aporía del conocimiento’ de Menón: (i) problema de encontrar algo que no se conoce; (ii) problema de identificar , aun si se lo encuentra, que tal objeto era el buscado. La reformulación de Sócrates: (i) si se conoce x, no se aprenderá nada investigándolo, pues ya se lo conoce; (ii) si no se conoce x, no se podrá saber qué se busca, pues no se sabe qué es. La reminiscencia como respuesta a la ‘aporía del conocimiento’: nadie es ignorante por completo, no hay tabula rasa. El hombre nace con conocimientos (aunque olvidados) y/o creencias (aunque fuesen erróneas). Con un correcto interrogatorio acerca de tales creencias se llegará a recordar/recuperar aquellos conocimientos olvidados. La experiencia del esclavo: suposición de la inmortalidad del alma (diferencia con Fedón: allí se quiere demostrar que el alma es inmortal, no se lo supone; por el contrario, se supone la reminiscencia para probarlo). El alma ve “todas las cosas” (diferencia con Fedón: allí el alma conoce las Ideas, no mencionadas en el Menón). Única condición para poder interrogar a alguien con vistas a que recuerde lo olvidado:
el esclavo habla griego. La reminiscencia la puede ejercer cualquier hombre correctamente interrogado. El esclavo y el teorema de Pitágoras. “Opinión” ( dóxa) como resultado del interrogatorio. 2) La reminiscencia en el Fedón (textos 14 y 15) Breve contextualización. La actitud del filósofo ante la muerte y la pregunta por la inmortalidad del alma. Los diversos argumentos para probar la inmortalidad: la reminiscencia. El problema de la captación de las Ideas: la insuficiencia del cuerpo (sentidos). La reminiscencia como solución al problema de la captación de las Ideas (diferencia con Menón respecto de los motivos de la introducción de la teoría). Tipos de recuerdo. Recuerdo simple: se recuerda eso que se conoció anteriormente. Reminiscencia: una sensación dispara el recuerdo de algo distinto de ella misma. Asociación: la lira me recuerda a su dueño; Simias me recuerda a Cebes. Semejanza: la lira pintada me recuerda a la lira; Simias dibujado me recuerda a Simias. Problema de la deficiencia ontológica del original con respecto a la copia, tanto en los recuerdos por semejanza como en el marco de la teoría de las Ideas. El caso de la IGUALDAD en sí: el ejemplo de los LEÑOS. Leños ‘iguales’: (i) igualdad ontológicamente deficiente en relación con lo Igual en Sí; (ii) copresencia de opuestos (son iguales en un sentido, pero desiguales en otro, al no ser perfectamente iguales). Para que la percepción sensible de los leños ‘iguales’ me recuerde a lo Igual en sí, previamente tengo que haber conocido lo Igual en sí. Es este conocimiento previo de lo Igual en sí lo que me permite notar que la igualdad de los leños es diferente a la Igualdad en sí : sin el conocimiento previo del original, no se puede detectar la deficiencia de la copia. POR LO TANTO: dada la ‘igualdad’ deficiente de los leños, la captación de esta deficiencia en comparación con una Igualdad en sí, sólo puede haber surgido del conocimiento previo , directo y no sensible de dicha Igualdad : si no hay nada PERFECTAMENTE IGUAL en el plano sensible, ¿de qué otro ‘lado’ puede haber surgido el conocimiento de lo Igual en sí, sino del tránsito del alma, sin cuerpo, por el ámbito de las Ideas? Algunas diferencias entre Menón y Fedón: (i) Fedón: se presupone la reminiscencia para probar la inmortalidad del alma. Menón: se supone la inmortalidad del alma para probar la reminiscencia. (ii) Fedón: se hace mención explícita de las Ideas. Menón: no se hace mención explícita de las Ideas (el alma conoce “todas las cosas”).
(iii) Fedón: se llega a la Igualdad en sí por percibir la imperfecta igualdad de los leños Menón: el esclavo percibe que las dos mitades del cuadrado son iguales, pero NO por percibir su imperfecta igualdad y ‘recordar’ lo Igual en sí, sino porque ‘razona’, guiado por Sócrates, sobre el concepto a priori de “cuadrado”. (iv) Fedón: sólo el ojo atento y entrenado del filósofo realiza la operación de detectar la imperfección de lo sensible; no hay interrogatorio de alguien que ‘sabe’, sino que parece ser una reflexión privada. Menón: cualquiera que hable griego puede ser interrogado correctamente y, así, recordar.
Esteban Bieda Ayudante de Primera Categoría Material didáctico de circulación interna de Historia de la filosofía antigua Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.