COMÚN PRESENCIA 19
POEMAS
Entrevista a Franco Vopli «Es el desierto que avanza»
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Diez revelaciones árabes
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Herberto Helder
ENTREVISTA
Franco Volpi
Diez revelaciones árabes DOSSIER: «VENGO EN NOMBRE DEL PAN»
Homenaje a Jim Amaral
No 19. Bogotá, Colombia. 2008
Carátula: Jim Amaral
Director GONZALO MÁRQUEZ CRISTO
Editor AMPARO OSORIO
Joumana Haddad
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Ounsi El Hage
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Qassim Haddad
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Youssef Al Khal
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Abbas Beydoun
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Muhsin Al-Ramli
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Paul Chaul
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Issa Makhlouf
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Amal Nawwar
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Akl Awit
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Asesoría literaria y editorial IVÁN BELTRÁN CASTILLO ANTONIO CORREA LOSADA JOSÉ CHALARCA
Colaboran en este número Herberto Helder, Jim Amaral, Hernán Díaz, José Emilio Pacheco, Eduardo Gómez, Luis Bravo, Susana Giraudo, Alfredo Fressia, José Ángel Leyva, Rodolfo Häsler, María Baranda, Fabio Jurado Valencia, José Zuleta, Luz Mery Giraldo, Enrique Rodríguez, Fredy Galvis, Jairo Alberto López, Aldemar González, Nathaly Alexandra Díaz, Rodolfo Lara, Julio Jaramillo Hoyos, Marco Fabián Herrera, Rómulo Bustos, GermánVillamizar En Colombia
Omar Rayo, Ángel Loochkartt, Fernando Maldonado, Maldonad o,Carlos Granada,H.Socarrás,Omar Martínez Ortiz, Argemiro Menco Mendoza, Miguel Torres Pereira, Esmir Garcés, Fabio Martínez, Pedro Alcántara Herrán En el Exterior
Claude Michel Cluny, Antonio Gamoneda, António Ramos Rosa, Ernesto Sábato, Juan Goytisolo, Franco Volpi, Alfredo Silva Estrada, Rodolfo Alonso, Julio Ortega, Joumana Haddad, Fernand Verhesen, Andrée Chedid, Roger Munier, Philippe Jones, Casimiro de Brito, Luis Alej andro Contreras, Efer Arocha, Laura Cerrato, Eugenio Montejo, Martha L. Canfield, Alfonso Peña, Marco Antonio Campos, Jorge Torres, Iván Oñate, Hermes Vargas, Benito Mieses, Floriano Martins, Renato Sandoval, Luis Alberto Crespo Esta revista contó con el apoyo permanente de:
E.M. Cioran, Roberto Juarroz, Olga Orozco, José Ángel Valente, Leonel Góngora, Oswaldo Guayasamín, Ida Gramcko
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Hernán Díaz «El ladrón de instantes»: Iván Beltrán
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Brevedades Mexicanas Presentación: Marco Antonio Campos Mariano Silva y Aceves. Ramón López Velarde. Julio Torri. Alfonso Reyes. Nellie Campobello. Juan José Arreola. Augusto Monterroso. Salvador Elizondo. José de la Colina. Beatriz Espejo. Es pejo.
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José Emilio Pacheco. Guillermo Samperio.
Vengo en nombre del pan Dossier Central
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Ensayo: «Lautréamont / Huidobro» Luis Bravo
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Entrevista a Jim Amaral
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«¡Cuídense de la esperanza!»
Poemas de Herberto Helder
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Reseñas
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Colaboradores
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Diseño y Diagramación: Común Presencia
El material gráfico y literario ha sido reali zado, traducido o cedido exclusivamente para esta revista. 1 Ningún texto puede reproducirse sin nuestra autorización. Licencia Min-gobierno No. 1972, de 1989. ISSN 0121-134X. COMUN PRESENCIA FUNDACIÓN LITERARIA COMÚN PRESENCIA: Personería Jurídica 091 ESPECIAL -17 de febrero de 1993
Entrevista con Franco Volpi
Es el desierto que avanza POR: GONZALO MÁRQUEZ CRISTO OBRA ESCULTÓRICA: JIM AMARAL
o p e r t s e R a r i d n I : o t o F
Pensador italiano. Profesor titular de filosofía en la universidad de Padua y Standing Visiting Professor en la de Staffordshire (Inglaterra). Ha tenido también la cátedra de filosofía en la universidad de Witten/Herdecke (1991-1998), y ha enseñado en otras importantes universidades europeas y americanas. Becario de la Fundación Alexander von Humboldt, miembro de la Academia Olímpica y del Istituto Veneto di Scienze, Lettere e Arti. Ha sido galardonado con los premios literarios «Montecchio» (1989), «Capo Circeo» (1997) y «Nietzsche» (2000). Entre sus publicaciones en español, además de sus valiosas ediciones de Schopenhauer (Alianza), Heidegger (Adelphi), Carl Schmitt (Trotta) y Nicolás Gómez Dávila (Villegas) sobresalen: Los titanes venideros. Ideario último de Ernst Jünger (Península 1998, con A. Gnoli), Enciclopedia de obras de filosofía (3 vols., Herder Barcelona 2005), El solitario de Dios (Villegas, Bogotá 2005), El nihilismo (Siruela 2007), y El dios de los ácidos -Conversaciones con Albert Hofmann (Siruela 2008, con A. Gnoli). Escribe para los diarios la Repubblica, Frankfurter Allgemeine Zeitungy para la revista semanal Panorama. 2 2 COMUN PRESENCIA
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espués de algunos mensajes el encuentro sería ción, que continuaríamos durante otros encuentros en la ciudad de la lluvia. La noche imponía su siempre necesarios y afortunados, sería la forma de furor. El ron se escanciaba sin reservas mien- celebrar la pregunta, la interrogación asesina que tras nos preparábamos para el arribo del nuevo dueño desde Tales pone en el límite al ser humano. de Heidegger en el mundo. En una casa sombría de Por tanto lo que emprenderemos aquí es simpleChapinero en Bogotá, un joven escritor cantaba eso mente un homenaje a todos los cuestionamientos, a que han decidido denominar «rock depresivo» y poco aquella fórmula homicida que nos aumenta, la que no a poco dábamos pinceladas verbales al retrato del podemos responder sin un accidente interior, sin el insomne personaje que nos visitaría. asesinato de algún dios desprevenido. Del «conócete El Ser y tiempo acechaba en la mesa central, pues a ti mismo» que estaba inscrito en el templo de Apolo lo habíamos puesto como talismán dada la laboriosa en Delfos, al irónico «sólo sé que nada sé» de Sócrates, traducción al italiano del libro capital de Martin pasando por el conocimiento revelador de la nada, y Heidegger que realizara Franco Volpi, la cual le otorgó por varias aristas de nuestra incompletud, fuimos –lo un prestigio sin reservas en todas las latitudes. De vez digo con perplejidad– indagando sin interrupciones, en cuando leíamos fragmentos de la incomparable entregándonos a las trampas fortuitas del pensamienVisita a Godenholm de Jünger y brindábamos por su to; sin temor a la desgarradura. Es importante agregar narrativa cromática, dada la amistad de nuestro invi- que estábamos expuestos, que somos seres de intemtado con el novelista alemán. perie, sin refugio metafísico. Qué para estar a salvo, Sabíamos que el Nihilismo, ese depósito de lo sólo nos queda la palabra, la inquisidora, la misma sagrado, como pensaba la filósofa española María que ahora se observa en su espejo de papel. Zambrano, sería asediado inevitablemente durante la Volpi renunció ante el conato del amanecer. Lo he noche, pues un tratado sobre el tema lo fatigaba vuelto a ver varias veces durante sus intempestivos durante los dos últimos años, mientras alternamente viajes a Colombia en jornadas que se prolongan en dictaba su cátedra de filosofía en la Universidad de delirios, y –debo confesarlo– siempre surge, cuando Padua, famosa por haber tenido profesores como estamos al borde de la desesperanza, una evocación Copérnico y Galileo Galilei. del sabio Epicuro en su Carta a Meneceo: «Así pues, e l Volpi, conocedor de una decena de lenguas, acaba- más estremecedor de los males, la muerte, no es nada ba de terminar la vasta Enciclopedia de los Filósofos ya para nosotros, ya que mientras nosotros somos, la publicada en inglés, italiano y español, y seguía el muerte no está presente y cuando la muerte está impulso de su errancia, dictando conferencias en presente, entonces nosotros no somos»; verdadera y varios países latinoamericanos, mientras asistía iner- necesaria trinchera existencial. me a una emboscada de Eros en el trópico. Ahora evoco su voz que cabalga en varias lenguas A su llegada, y antes de su primera copa, le referí siempre teñida de ternura. Y me divierte su narración nuestro interés por invitar a un estudiante de filosofía que contiene intacta la sorpresa, de cuando al entrar que anhelaba conocerlo. Entonces entusiasmado me a un bar en Atenas con algunos amigos filósofos, el instó a llamarlo y ante su ausencia me arrebató el mesero los interrogó así para la perplejidad geneteléfono para recitarle (en alemán) a su contestador ral: «¿Cuántos átomos son?» ¿Cuántos «indivisibles?», las dos primeras páginas de Humano, demasiado hu- ¿cuántos individuos?, quería decir el griego. «La etimano de Nietzsche, para el estupor colectivo. «Hay mología se reviste de ironía», explica Volpi riendo; que defenderse de las máquinas», dijo al finalizar. luego limpia sus lentes y se dispone para el saqueo Sobra añadir que el mensaje aún no ha sido borrado. metafísico que está por emprender. Fuimos avanzando. El tejido de signos operaba Lo demás es pregunta. felizmente. Le habían dicho con frecuencia en Europa que Colombia era peligrosa y ya había corroborado GMC: Usted fue galardonado con el Premio Nietzsche esa visión en muchas esferas de lo imaginario; pues y además fue recientemente elegido para celebrar en el era víctima de la intrincada belleza de los paisajes y lago de Silvaplana –tan caro al genial filósofo alemán– del fulgor femenino, según comentó con desasosie go. el deslumbrante acontecimiento de la filosofía conocido La poesía, aquella temeraria respuesta a la pregun- como el Eterno Retorno de lo Mismo… ta insistente de la muerte, probó nuestra memoria. FV: Nietzsche es un escritor y pensador sin par. No Rimbaud y Celan iluminaron por instantes nuestra sólo por la calidad estética y la profundidad teórica de desesperación pero reiteradamente caíamos bajo la su obra, sino porque registró, como un sismógrafo protección de los presocráticos. Y cuando Volpi reci- sensible, las convulsiones de nuestra época. La crisis taba en griego algunas ideas germinantes, supe que de los valores, el agotamiento de los ideales de la Epicuro de Samos nos guiaría, y que esta conversa- tradición vetero-europea y la «muerte de Dios». La 3 COMUN PRESENCIA
que él llama «nihilismo», la época de los dioses huidos y del nuevo dios que aún no se vislumbra en el horizonte. GMC: Desde
que Plutarco recoge el grito: «El gran Pan ha muerto», hasta lo que León Bloy denomina el «retiro de Dios», varios pensadores han descrito lo que sería la orfandad de lo divino. ¿Cuáles momentos de aquella descomunal finitud recuerda con más asombro? El instante que me parece determinante es el principio de la Edad Moderna cuando con la nueva cosmología materialista cambia la posición del hombre en el universo. Una escalofriante constatación de Pascal mide esta profunda metamorfosis: «Hundido en la infinita inmensidad de los espacios que ignoro y que me ignoran», anota Pascal, «me espanto». Este preocupado lamento señala el desarraigo metafísico del hombre: en el universo simplemente físico él ya no puede habitar y sentirse en su casa como en el cosmos antiguo y medieval. El universo es percibido ahora como una angosta celda en la cual el alma se siente cautiva, o bien, como una infinitud que la inquieta. Frente al eterno silencio de las estrellas y a los espacios infinitos que le permanecen indiferentes, el hombre está solo consigo mismo. Está sin patria. Cierto, Pascal opone resistencia a esta nueva condición: detrás de la necesidad natural cree todavía que un dios escondido la gobierna. El hombre es, sí, una nada aplastada por las fuerzas cósmicas, pero puede, en cuanto piensa y cree, sustraer su contingencia al condicionamiento de las leyes de la Naturaleza proclamándose ciudadano de otro mundo, el del espíritu. Pronto también Dios se eclipsará. Y cuando Dios se retira, cuando la trascendencia pierde su fuerza vinculante, el hombre abandonado a sí mismo reclama su libertad. El problema es que esta libertad es una libertad desesperada e infunde más angustia que plenitud de ser. Y el hombre moderno debe convivir con eso. FV:
búsqueda de nuevos recursos simbólicos y otros fenómenos culturales, encuentran en sus escritos un primer análisis. Por eso Nietzsche ha proyectado su sombra sobre la cultura contemporánea y no ha dejado de atormentar la auto-comprensión de nuestro tiempo, suscitando entusiasmos y atrayendo anatemas, inspirando posturas, estilos y modas culturales, pero provocando al mismo tiempo reacciones y rechazos radicales. Nietzsche es uno de aquellos escasos pensadores de los que no podríamos decir que son verdaderos o falsos, sino que están vivos o muertos. «Miro a veces mi mano» escribe en el medio de su exaltación «y pienso que tengo en la mano el
destino de la humanidad: lo divido invisiblemente en dos GMC: Hegel, Nietzsche, Foucault y Derrida presa partes, antes de mí, después de mí». Fue un magnífico giaron el fin del hombre, como concepto, como sujeto profeta, y sigue estando vivo en nuestros días, más filosófico. Dado que el superhombre no se vislumbra en que nunca. ninguna latitud, ¿quizá estamos condenados a un munGMC: María Zambrano afirmó que una cultura do de sub-hombres como pensaba Camus? depende de la calidad de sus dioses. Si evocamos el FV: Cuando Dios muere, el hombre se animaliza. lamento de Heidegger «dos mil años sin un solo dios», ¿es El problema aparece en el Divino Marqués de Sade pertinente afirmar que este arrasamiento imaginario ya con toda su crudeza. Su disoluta obra representa la nunca podrá recobrar su tiempo luminoso? más coherente antropología negativa, es decir, la Lo particular de la crítica de Nietzsche, corrosiva y disolvente, es que no fue mera descripción, sino que contribuyó a acelerar el estado de crisis que describía y que, en cuanto «maestro de sospecha», hizo difícil construir y edificar nuevas certidumbres después de él. El resultado es conocido: es el «desierto que avanza», el agigantamiento de la sombra de lo FV:
tentativa más drástica de imaginar un mundo completamente desposeído de Dios. El mundo de la extrema finitud. Abandonemos entonces las ilusiones: el hombre es un animal que a veces imagina ser hombre.
¿El exterminio de lo sagrado nos dejará más despojados que todos los deicidios? ¿Podremos resis tir a este desierto interior? GMC:
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GMC: ¿Usted también conoció al lúcido e histriónico Jacques Lacan? ¿Recuerda alguna anécdota que ejemplifique su extraordinaria personalidad?
Cuando Dios muere, el hombre se animaliza... Abandonemos entonces las ilusiones: el hombre es un animal que a veces imagina ser hombre.
FV: No fui honrado por su afecto pero escuché una
conferencia suya: hablaba poniendo mucha énfasis en las palabras claves, repitiéndolas varias veces e insistiendo reiterativamente en su tesis. Un verdadero actor, y más: un histrión. Por ejemplo, recuerdo que hablando de la muerte, repetía muchas veces, en distintas tonalidades, en voz baja y alta, hasta casi gritar, la misma y obsesiva pregunta: Qu’est-ce la
El problema es encontrar nuevos recursos simbólicos compartidos, capaces de llenar el vacío que reina. Por ejemplo: ¿cómo podemos hoy en día restituir un sentido a la palabra «Dios» o a la palabra «sagrado» sin comprometer nuestra reputación filosófica? Hay que luchar para ofrecer una respuesta satisfactoria; pero frente a este problema estamos solos y abandonados a nuestro desnudo destino. Como imagina Ernst Jünger en un apunte escrito en medio de la Guerra, que es como un plan de vida: «Si
mort? Qu’est-ce la mort? GMC: Y Michel Foucault, ¿cómo era ese animal antediluviano? FV: Su fuerza consistía menos en la teatralidad y más en la lucidez y la claridad cartesiana con la que presentaba sus argumentos. Aunque se escarnía cuando lo llamaban filósofo, era un verdadero maître-à-penser. Escucharlo era como asistir a una fiesta del pensamiento: agudo, preciso, contundente.
cierro los ojos, diviso a veces un paisaje tétrico en los márgenes del infinito, con piedras, arrecifes y montañas. En el fondo, en las orillas de un mar negro, me reconozco a mí mismo, una figura minúscula, casi esbozada en yeso. Ésta es mi avanzada, próxima a la GMC: ¿Conoció a Derrida? Podría hacernos un nada: allí abajo, en el abismo, yo conduzco por mí breve retrato… mismo el fragor de mi lucha». FV: Derrida era un grand seigneur . Una figura GMC: Es reconocida su proximidad a ese extraordinoble. Lo conocí bastante bien en la fiesta de sus nario, poético y profundo escritor alemán… sesenta años, en el castillo de Cerisy-la-Salle. Me Tuve la suerte de conocerlo personalmente. En sus Diarios él mismo cuenta cómo nos conocimos. Traduciendo su ensayo Mas allá de la línea había encontrado algunos errores de imprenta y le escribí para que me aclarase el sentido de algunas frases problemáticas. Me invitó a Wilflingen, donde vivía en la hospedería colindante del castillo de los Stauffenberg, y hablamos de todo. Incluso de Schopenhauer. A la época yo había inventado un pequeño texto inédito del viejo Schopenhauer que, por broma, publiqué como auténtico bajo el título La hora difícil de Schopenhauer . Allí el viejo filósofo se arrepentía de su pesimismo metafísico y se convertía al optimismo. Pensé que los alemanes hubieran detectado la broma, pero no, tomaron en serio mi texto y de pronto incluso los periódicos hablaron del descubrimiento excepcional: un inédito que documentaba la conversión de Schopenhauer. Jünger también lo había creído hasta que, durante la conversación, le revelé que se trataba de una broma y que yo era el autor del texto. Desde allí me honró con su amistad, luego me invitó al Escorial cuando –por sus cien años– la Universidad Complutense de Madrid lo galardonó con el título de Doctor Honoris Causa. Lo visité varias veces en su casa y me concedió su última entrevista (que publiqué con Antonio Gnoli, mi amigo periodista de «la Repubblica», bajo el título: Los titanes venideros. Ideario último (Península 1998, ahora en edición de bolsillo: Quinteto 2007). FV:
había invitado para hablar en torno a las traducciones de Heidegger. Empezamos una larga conversación y
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me di cuenta de algo que en sus escritos no se percibe tan claramente como en la discusión, es decir, que era un lector muy agudo y preciso, atento a todos los matices y los pliegues de un texto. Desde entonces leo sus escritos de manera completamente distinta. Lo escuché por última vez en Niza, donde en aquella época yo enseñaba; dictó una lección magistral sobre Husserl y sus conocidas conferencias de Viena y Praga: La crisis de la ciencias europeas. Con inimitable soberanía mostró que el «heroísmo de la razón», que Husserl reivindica en el gran final de sus conferencias para salvar a Europa de la crisis, está basado sobre un fundamento irracional.
Heidegger ha sido el más más grande pensador alemán contemporáneo, y el nacional-socialismo el más trágico totalitarismo del siglo XX. Ese es el problema. ¿Por qué razón una inteligencia tan aguda apoyó una ideología tan bárbara? de su poder a una mente tan sutil? ¿Y por qué Heidegger hizo espacio en sus discursos a conceptos como «pueblo» y «raza»? Es que a veces los pensamientos abstractos de los filósofos tienen roce con asuntos peligrosos, y se posan donde no deberían. El caso Heidegger es un ejemplo evidente de la complicada boda mística entre filosofía y política. Heidegger pretendió en aquellos turbulentos años ilustrar a Alemania y cultivó la ilusión de llevar la filosofía en el corazón mismo del poder, pero obtuvo lo inverso. Sin embargo, como dijo Leo Strauss, filósofo de la política, judío emigrado a los Estados Unidos: «Here
Usted es uno de los más reconocidos especialistas en Heidegger. Ha traducido al italiano Ser y tiempo, el deslumbrante Nietzsche y los difíciles Aportes a la filosofía. ¿Cómo puede explicar la vinculación del mayor filósofo del siglo XX con el nacional-socialismo? GMC:
FV: Heidegger ha sido el más más grande pensador
alemán contemporáneo, y el nacional-socialismo el más trágico totalitarismo del siglo XX. Ese es el problema. ¿Por qué razón una inteligencia tan aguda apoyó una ideología tan bárbara? La coincidencia manifiesta un absurdo incomprensible y el obstinado silencio del maestro teutónico después de la Guerra resulta aún más problemático. Otra vez: ¿cómo pudo el nacional-socialismo atraer en el remolino demónico
is the great trouble: the only great thinker in our time is Heidegger» (El verdadero problema es que Heidegger es el único gran pensador de nuestro tiempo ). Quiere decir que la filosofía contemporánea está en una gran miseria política. Y que por eso debemos plantear la cuestión: ¿cómo es posible, hoy, reconciliar filosofía
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y política después de que «el único gran pensador de nuestro tiempo» las disoció tan traumáticamente?
¿Se podría decir que Habermas, al haber huido de su origen teñido de rebeldía, se aproxima a un positivismo que pretende resucitar los ídolos? GMC:
Confieso que prefiero el primer Habermas, aquel crítico y rabioso de los años setenta, al Habermas sucesivo, plácido y tranquilo semejante a un burgués satisfecho. Entendámonos: es un pensador con clase, un maestro, pero el primer Habermas tiene una fuerza innovadora notable, mientras después su estilo de pensamiento y de escritura se vuelve demasiado prolijo, académico y universitario. Según creo su mejor libro sigue siendo Strukturwandel der Öffentlichkeit, donde analiza el agotamiento de la función crítica de la opinión pública y su trasformación en el foro donde se manipula el consenso. FV:
Usted ha vivido en diversas ciudades y ha viajado infatigablemente: Colonia, Lovaina, París, Niza, Viena, Varsovia, Praga… ¿Alguna vez ha intentado definir las ciudades que más ama? GMC:
FV: Entre las grandes capitales la que más quiero es París. Estuve allí por primera vez con trece años y fue una experiencia que me marcó. Volví repetidas veces, y cada vez he vivido algo especial. Desde el primer gran amor hasta la primera conferencia internacional importante. Fue en la Sorbonne, en el Centre Léon Robin, la «arena de los leones», donde los caen en la trampa. Algunos amigos colombianos me filólogos clásicos trataron de descuartizarme, pero dicen al verme tan indefenso que parece que yo no creo que salí victorioso. Me gustan también las peque- hubiera leído el librito de Schopenhauer sobre las ñas ciudades europeas, donde en cada esquina uno mujeres que he compilado y prologado… GMC: Después de haber traducido a Gómez Dávila y respira historia y piensa en lo que escribe Gómez Dávila: «Viajar por Europa es visitar una casa para que de diversos viajes a Colombia, ¿qué imagen tiene de este los criados nos muestren las salas vacías donde hubo país cuya belleza florece siempre al pie del precipicio? fiestas maravillosas». Me encanta Lovaina, por ejemFV: Es un país donde hay gente maravillosa, plo, una perla maravillosa en Bélgica, donde estudié fantasía, humor, una increíble e inagotable capacidad durante un año. A la época hubo un cambio lingüísti- de improvisar y crear. Donde todo acontece y se vive co imprevisto: se pasó del francés, hasta entonces el de manera intensa, extrema, en el bien como en el idioma oficial, al flamenco, y tuve que aprender esta mal. Un país con potencialidades inexplotadas pero lengua tan particular. Fue un entrar en otro mundo y también con contradicciones estridentes que reclavivir el poder de lo imaginario en otra lengua. man una solución. GMC: Recientemente se publicó en español El arte GMC: En un artículo titulado «Pornosofía», publide tratar a las mujeres de Schopenhauer, antología que cado en una importante revista italiana, se refiere a la
usted realizara a partir de la obra del filósofo alemán. En pedofilia promulgada en la última novela de García su divertido prólogo refiere que casi todos los grandes Márquez Memoria de mis putas tristes. ¿Por qué se ha filósofos han fracasado en las proximidades de lo feme- cerrado un silencio al respecto? ¿La hermosa novela de nino, desde el tormentoso matrimonio de Sócrates con Kawabata que la antecedió (La casa de las bellas durmientes) descentró a la crítica de su acucioso ejer Jantipa… cicio valorativo? FV: Parece casi una ley natural, una ley bajo la cual no quisiera caer, pero en Colombia… Cuando uno viaja a ese país siempre le avisan de todos los peligros que va a encontrar, pero nadie le avisa del peligro más insidioso: las mujeres colombianas. Tan encantadoras, tan bellas, que los europeos inevitablemente
Leyendo el incipit de la novela de García Márquez aparece en toda evidencia una contradicción. En el día de sus noventa años el protagonista quiere regalarse una noche de amor loco con una virgen adolescente, y gracias a la dueña de un burdel FV:
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logra satisfacer su indecente apetito. ¿Pedofilia? ¿Pornografía? Por supuesto que no, si es un Premio Nobel quien está escribiendo. Gabo añade además a un cierto punto de la novela un juicio perentorio: «El sexo es la consolación que queda cuando somos incapaces de amar». El sexo –podríamos añadir– no resuelve ni siquiera los problemas sexuales. Sin embargo, ¿por qué permitimos al gran escritor imaginar que un viejo compre una niña virgen? No es acas o que su novela divulga una ficción pedofilo-pornográfica que lamentablemente la vida se encarga a menudo de traducir en realidad? ¿En cuál esquizofrenia vive una sociedad que por un lado pretende que se cierren páginas obscenas en la Red, pero por otro lado acepta que un poderoso multiplicador cultural como la novela de un Premio Nobel propague lo mismo? Ni prédicas ni moralismo, por favor, pero planteémonos el problema, eso sí.
pudiéramos nuevamente dar un nombre al mundo, a la totalidad de lo que es. El nihilismo de nuestro tiempo ha engendrado una crisis de autodescripción. Nos avisa que estamos navegando a ciegas en los archipiélagos de la vida, el mundo y la historia. En el desencanto ya no hay brújula ni oriente, no hay más rutas ni trayectos ni mediciones preexistentes utilizables, ni tampoco metas preestablecidas a las que podríamos arribar. El nihilismo ha carcomido las verdades y debilitado las religiones, pero también ha disuelto los dogmatismos y las ideologías, enseñándonos a mantener aquella razonable prudencia del pensamiento, aquella actitud oblicua y prudente, que nos vuelve capaces de navegar entre los escollos del mar de la precariedad, en la travesía del devenir, en la transición de una cultura a la otra, en la negociación entre un grupo de intereses y otro. Después de la caída de lo Absoluto y la entrada en el mundo moderno de la secularización, después de la corrupción del reino de la legitimidad y del tránsito al territorio de la convención, mi filosofía es una filosofía de Penélope que deshace incesantemente su tela, porque no sabe si Ulises retornará. C P
GMC: Usted habla ocho idiomas, escribe libremente
en cuatro de ellos y lee en otros dos. Steiner propone que el lenguaje materno es aquel que usamos cuando la muerte nos asalta y lo ejemplifica con un accidente, seguro de que la exclamación que se profiere en un evento extremo revela el idioma más profundo de todo ser humano. ¿Cree que existen pensamientos o sensaciones qué sólo podría fijar en su lengua materna? Es raro, pero no es tan sólo la lengua materna que ocupa algunas experiencias con exclusividad, sino también otros idiomas en los que me he formado. Hay vivencias que podría expresar mejor en francés que en cualquier otro idioma, habiéndolas vivido originalmente en esa lengua, otras que sabría decirlas mejor en alemán. En los sueños lo mismo: a veces sueño en un idioma, a veces en otro. Algunas pocas cosas puedo decirlas tan sólo en la lengua cervantina. Y en cuanto a la Dama Muerte, puedo decir que desconozco su lengua legítima, a pesar de los indicios que me lega lo poético. FV:
GMC: En
su tratado sobre el Nihilismo, recientemente publicado en español por Siruela, rastrea el origen de su concepción filosófica. «El huésped inquietante» como lo denominaba Nietzsche, o «el único camino que lleva al hombre a establecerse en la quimera» como lo describía Jean Dubuffet, ha sido fundamento filosófico incuestionable. ¿Debemos indagar las fuerzas germinativas del nihilismo, seguros del radiante camino que sucederá a este tiempo en que los valores supremos desaparecieron? Hoy se habla a menudo de «pérdida del centro», «desvalorización de los valores», «crisis de sentido»: esta terminología negativa que floreció con el nihilismo indica que no disponemos más de un punto arquímedeo –ni la religión ni el mito, ni el arte, ni siquiera la ciencia– sobre el cual haciendo palanca 8 COMUN PRESENCIA