INSTITUTO PROFESIONAL LA ARAUCANA DEPARTAMENTO DE PREVENCIÓN DE RIESGOS
Nombre:
Profesor:
Leonardo Pérez Armijo.
Sandra Vera Céspedes.
Fecha:
Miércoles 04 de abril de 2012.
La Importancia de una Cultura en la Prevención de Riesgos
El presente ensayo tendrá por objeto entregar una visión propia de las propuestas enviadas por la comisión asesora presidencial para la seguridad en el trabajo, al actual gobierno, con respecto a la legislación vigente en materia de seguridad laboral, enfocándonos principalmente en lo que respecta a la prevención de riesgos, abordando los siguientes puntos en específico: La promoción de la responsabilidad individual y el autocuidado de la persona, La obligación de tener un departamento de prevención de riesgos en los lugares de trabajo y que este no sea establecido solo en función del número de trabajadores que tenga la empresa y por último La incorporación de materias de prevención en las mallas curriculares de los programas de educación básica y media, y en carreras técnicas y universitarias. Estos tres puntos mencionados anteriormente son escogidos por la importancia que tiene cada uno de ellos para poder generar o construir de una forma más sólida una cultura de prevención de riesgos dentro de nuestra sociedad. La prevención de riesgos laborales es por decirlo así un factor que toda empresa debe tener presente en sus políticas y procedimientos generales sin importar la actividad a la cual se dedique, ya que es sumamente vital que se tenga en cuenta que la prioridad dentro de todo lugar de trabajo es que los empleados se desempeñen dentro de un ambiente cuyas condiciones de trabajo sean propicias, y en donde éstos puedan desarrollar todas sus actividades de manera segura y adecuada. Pero para lograr lo anteriormente señalado, creo que es importante establecer hábitos de conducta en los trabajadores, el autocuidado está determinado por aspectos propios de la persona y aspectos externos que no dependen de ella, recordemos que muchas veces los accidentes y/o enfermedades no suceden a raíz de la negligencia del empleador, sino que muchas veces el factor humano a través de acciones inseguras pone en riesgo su salud sin otorgarle la importancia que ésta se merece, es por esto que las medidas utilizadas para disminuir este tipo de situaciones, como por ejemplo las capacitaciones y charlas sobre prevención tienen un gran valor a nivel general, pero su debida aplicación en el ambiente laboral será siempre responsabilidad de empleadores y trabajadores en conjunto, cada parte cumpliendo con lo que debe hacer de la manera que corresponda. Es simple, si usted es un trabajador que no cumple con los procedimientos de trabajo seguro, que no utiliza los elementos de protección personal cuando sea necesario, entre otras conductas por ejemplo, usted se expone a los riesgos de accidentes laborales o enfermedades profesionales, lo que claramente repercute también en la empresa. No sólo usted tiene consecuencias, que pueden llegar a ser fatales, sino que también la organización muchas veces se ve afectada en su funcionamiento productivo. Por lo que el implementar un plan o programa voluntario de certificación de competencias en materias de seguridad y salud ocupacional, creo es una alternativa a destacar, motivar a los trabajadores genera un plus sicológico, ya que no solamente sería beneficioso para el trabajador el poder acreditar que cumple con las capacidades y conocimientos requeridos para desempeñarse de manera más segura en la empresa o lugar donde labore, sino que
le permitiría al empleador (a través de la motivación que significa para el trabajador el que sus habilidades y conocimientos sean certificados), hacer de su empresa y del medio en general un lugar más adecuado y seguro, en el cual debieran de existir menos enfermedades y/o accidentes, por lo que ahondar en este tipo de conocimientos y difundir métodos y formas de acción seguras hacia los colaboradores para su medio y para ellos mismos más específicamente concretaría un gran aporte para poder formar o completar esta cultura de prevención que se vería reforzada por la normativa modificada. En complemento con el punto anterior, si se desea generar una verdadera cultura en materia preventiva es de suma importancia que no solamente los trabajadores estén al tanto sobre aspectos generales de prevención de riesgos, sino también apuntar hacia la base, o sea los estudiantes, recordemos que el ser humano en su etapa escolar es cuando logra captar de mejor manera el aprendizaje y también de una forma más rápida, por lo que sería una alternativa bastante favorable el incorporar ramos de prevención de riesgos a los programas, de enseñanza básica, media científico – humanista, y en mayor medida en la técnico profesional, esta última requiere de permanentes innovaciones, cambios y mejoramientos, debido a las especialidades que ofrecen los diferentes establecimientos que imparten este tipo de educación, los impactos de la tecnología, los avances en comunicación y los requisitos cada vez más exigentes del mundo laboral están llamando a modificar, mejorar, cambiar y modernizar la educación más aún en cuanto a prevenir riesgos y enfermedades, con esto se complementa el desarrollo integral de los futuros profesionales que pasarán a ocupar cargos de supervisión en empresas de servicios y/o producción, a lo largo del país. Los riesgos de accidentes a que están expuestos los trabajadores en las empresas productivas y de servicios del país no son muy diferentes de aquellos a los que están expuestos los estudiantes de la enseñanza técnico profesional. De hecho en algunos establecimientos educacionales se puede observar cada día la introducción de una cantidad importante de máquinas, herramientas y equipos de una alta potencialidad de riesgos de accidentes, tales como: taladros, tornos, fresas, máquinas madereras, herramientas eléctricas, etc., Sin embargo, la amplitud de la enseñanza que abarca una cantidad importante de especialidades y el proceso que representa cada una de ellas, justifica que toda la comunidad escolar se involucre y comprometa en los objetivos de la prevención de riesgos, desde los más grandes hasta los más pequeños, con la introducción de estas materias se lograría por ejemplo el reducir la accidentalidad de los estudiantes de manera general, capacitarlos para estar preparados ante cualquier eventualidad cotidiana que pueda generarse y también conocer las causas que provocan algunas enfermedades y accidentes para que de esta manera en un futuro puedan actuar sobre éstas previniendo riesgos laborales.
Dentro del plano laboral, la Ley N° 16.744 señala que en las empresas que se ocupen a más de 100 trabajadores es obligatoria la existencia de un departamento de prevención de riesgos profesionales, el cual debe ser dirigido por un experto en prevención, el que deberá formar parte por derecho propio en el comité paritario de higiene y seguridad que exista en la empresa; la propuesta se basa en no limitar la implementación de este departamento por el número de trabajadores que tenga la organización, sino que también otorgar cierto énfasis en la experiencia en cuanto a siniestralidad y riesgos tenga la empresa en cuestión. Es en sí una buena acotación, dado que existen un sin número de actividades y entes empleadores en los cuales si bien el número de trabajadores no alcanza a ser igual a cien (en muchos casos por el rol fundamental que ha tomado la automatización de los procesos productivos debido a la evolución de la tecnología), el riesgo que corren dentro de la labor que ejercen es alto, y por ende, ameritan la asesoría no tan solo de un experto en prevención sino de un departamento que pueda cumplir con funciones como fomentar y desarrollar labores de prevención, proteger la salud de los trabajadores, mantener en buen estado los equipos, mejorar la eficiencia, y de la misma manera, lograr la participación de los altos mandos y jefaturas en conjunto con los comités paritarios de higiene y seguridad. De los tres puntos señalados anteriormente, si bien, en la ley existen menciones hacia ellos y se han dispuesto algunas medidas para que estos se lleven a cabo, debemos destacar la importancia que podría generar el que estas medidas ya puestas en marcha o propuestas puedan generar en el medio en el cual nos desempeñamos día a día si es que su práctica fuera obligatoria, sin duda nos encontraríamos frente a una sociedad más dispuesta a informarse sobre los riesgos o peligros a los que nos enfrentamos y mucho más preparada para actuar ante ciertas eventualidades, partiendo por la base escolar, hasta la profesional, cuántas veces hemos sido testigos en televisión de tragedias que se desencadenan por errores en materia de prevención, por la no existencia de un prevencionista, porque los trabajadores realizan acciones inseguras, algunos por desconocimiento, otros porque simplemente así decidieron hacerlo, y muchas veces por errores y negligencias del empleador, que en ocasiones contando con asesoría de un profesional en el área de prevención decide hacer caso omiso a las recomendaciones que se le han entregado, un caso típico de la zona donde nos encontramos, es Falabella, basta entrar en la tienda para poder verificar que primero, los extintores no se encuentran a la altura correspondiente, y lo que es más grave, que sus empleados, o la mayoría de ellos, no están capacitados para utilizarlos correctamente, en caso de un siniestro podría desatarse una catástrofe de proporciones, todo por descuidos, errores, que sean de quien sean, tanto empleador, como trabajador podría costar caro a la salud, trabajo, seguridad y patrimonio, de colegas, empleados, personas, lo cual podría ser evitado si desde ya comenzáramos a solidificar una cultura preventiva dentro de nuestra sociedad.