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EL MARXISMO, LA URSS Y EL FRACASO El proyecto soviético y su sistema político marxista, con una duración de casi un siglo, fueron las últimas manifestaciones reales de lo que podríamos considerar un socialismo “realmente existente”. Será pues, mi propósito, develar las causas de su fracaso en las últimas décadas del siglo XX. Me permitiré para esto, agrupar las vicisitudes, contingencias y problemáticas, es decir, las causas en tres grandes dimensiones; a) la correlación entre estructura ideológica y estructura social, b) la crisis económica y, y, por último, c) el proyecto emprendido por Mijaíl Gorbachov conocido como la Perestroika. De este modo, realizare una serie de consideraciones panorámicas que espero nos permita dimensionar el porqué de los grandes fallos sistémico-estructurales de la Unión Soviética.
a) Estructura Ideológica – Estructura Social: Debemos considerar pues, en primera instancia, que entre todos los postulados teleológicos marxianos nunca hay una teoría de la instrumentalización, es decir, nunca encontraremos en ellos el “cómo” hacer realidad el comunismo. Dicha tarea fue exclusivamente de Lenin, pues no es en vano que a la hora de hablar de marxismo aplicado se haga en términos de marxismo-leninismo. Aunque sea hoy tan cuestionada la posibilidad de aplicar una una filosofía de la praxis, como como la llamaba Marx, con tan elevados niveles de abstracción en un mundo ciertamente tan concreto 1. De hecho y paradójicamente, el último lugar donde Marx y Engels imaginaron su empresa puesta en marcha fue en la Rusia zarista del siglo XX en cabeza de Nicolás II. Esta omisión no fue un mero descuido, pues el Marxismo requiere de condiciones previas para su realización y solo llega como resultado de una contradicción de clases en medio de sociedades altamente industrializadas
que, con un fuerte sistema económico capitalista, engendran el germen de su propia destrucción . Y dan así, el paso “natural” a la dictadura del proletariado – 1
Sartori, G. “La Política: Política: lógica y métodos en las ciencias sociales”, sociales ”, Fondo de Cultura Económica
Estado de transición – y luego al comunismo –la sociedad sin clases y sin Estado2 –. Ahora, es evidente para nosotros que Rusia contaba con pocas, si no es ninguna, de estas condiciones preexistentes para la realización plena del proyecto marxista: no era un país altamente industrializado, no contaba con una clase dominante, una burguesía consolidada, ni tampoco hubo una contradicción directa de clases. Y lo que es peor, la transición del Estado gobernado por el proletariado a la abolición total del mismo y de las clases sociales nunca sucedió, en parte porque para el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), la nueva clase dominante, no era realmente una prioridad.
b) Crisis Económica: El declive comenzó en los 70s, pues el paso de un modelo económico férreamente proteccionista (la cortina de hierro) a uno laxamente aperturista, debido a la incapacidad de la URSS que, siendo la segunda potencia industrial bélica del mundo, no era capaz de producir bienes de consumo y alimentos básicos para su población 3. Las exigencias de un mundo modernizado hacían de una economía planificada de materias primas una economía obsoleta e insostenible. El PIB soviético de los noventa era negativo (-2,5) y su endeudamiento exterior ascendía a 60.000 millones de dólares4, además, la crisis del petróleo de los 70s no cedía, la inconformidad social y al crisis de legitimidad del sistema se agudizaban.
c) La Perestroika: El proyecto que pretendía reformar el sistema económico soviético (apertura de mercados, autonomía local, modernización…) reformulo a su vez el sistema político pues reconocía “el vinculo directo que las medidas económicas tenían en el sistema político”5. Este fue el punto cumbre en la desintegración de la URSS y el colapso del sistema político marxista. El estancamiento y la corrupción, los principales factores, entre muchos otros, marcaron el fin no solo de un sistema, sino de todo una concepción posible del mundo, de la posibilidad de pensarse otro sistema. Hoy el marxismo no es más que una Escuela para las ciencias sociales y una utopía romántica comunista para el resto del mundo occidental.
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Bobbio, N. “Ni con Marx Ni Contra Marx” (1999). Fondo de Cultura Económica Sánchez Sánchez, J. “La caída de la URSS y la difícil recomposición de espacio ex soviético” (1996) 4 Ibídem 5 Ibídem 3