Ensayo Bono Demografico

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MAESTRIA EN ECONOMIA APLICADA

“BONO DEMOGRÁFICO COMO DETERMINANTE DEL DESARROLLO ECONÓMICO”

POR: ALFREDO VALADEZ GARCIA

MATERIA: DESARROLLO ECONOMICO

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 6 DE ENERO DE 2015

Bono Demográfico como determinante del Desarrollo Económico – Alfredo Valadez García

Introducción

Existen diversas posturas para contestar a la interrogante ¿el factor demográfico, en concreto el crecimiento económico afecta al desarrollo económico? Tal cuestionamiento ha sido objeto de debate y discusión académica entre demógrafos, economistas y otros actores de la ciencia quienes no unifican su postura respecto a la pregunta referida. De manera que, hay tres vertientes que ven los efectos del crecimiento poblacional y sus efectos en la economía: la primera de ellas es la pesimista o negativa, cuyo mayor exponente es Thomas Malthus, quien expuso en su obra maestra el planteamiento que el crecimiento poblacional superaría la capacidad productiva, lo cual se traduciría en escasez de alimentos y problemas para abastecer la demanda de la población. Su base teórica para sustentar su postura, está muy vinculada al problema fundamental de la economía que es la escasez; en dónde; se presume que una mayor población es igual a mas costos sociales, se requiere pues una mayor cantidad de alimentos, de escuelas, de empleos, de hospitales, de carreteras y una serie de cuestiones que a grandes rasgos no son posibles debido a que el aumento poblacional será más veloz que el de los factores de consumo. La segunda postura es la positiva, la cual contraria a los discípulos malthusianos percibe la explosión demográfica como una oportunidad para acelerar la economía mediante procesos que involucren a la educación, empleo, capital humano entre otras cuestiones propias de esa porción de la población

que está entre los 15 y 65 años de edad, comúnmente llamada como bono

demográfico, lo cual de aprovecharse significaría una ventaja para el país que lo posea en

términos socioeconómicos. En esta postura de algunos autores, cabe señalar que no se asigna al bono demográfico la categoría de determinante del desarrollo económico y humano, por el solo hecho de estar en cierta población, sino que esa proporción de la población, necesita de una estructura social y macroeconómica para poder explotar su capacidad productiva, y ser de esa

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manera una ventaja que contribuya a la economía (Sánchez González, 2013). En tanto que el tercer grupo, es aquel cuya visión del crecimiento poblacional es neutral, es decir; plantean una indiferencia y sostienen que el desarrollo económico no es explicado por factores demográficos de manera positiva o negativa. Por lo cual, la relación entre economía y demografía en el terreno del desarrollo económico es un tema de trascendencia no solo en las áreas de la academia e investigación, sino que además es un tópico presente en el diseño de políticas públicas y de la agenda gubernamental en su labor de buscar el bienestar social y la calidad de vida digna para toda población. Esto es claramente observable en el caso de nuestro país, en donde todo estudio de carácter económico, debe prever en sus datos a la población; un ejemplo de ello es un análisis para proporcionar una cobertura total en educación básica y media superior, para lograr no solo debe el Gobierno considerar sus costes en función de una población fija para tal acción, sino que debe de estimar el incremento que

tendrá por sucesos demográficos, ya que el crecimiento poblacional

representa en primer lugar para las cuentas nacionales una inversión, la cual en su debido tiempo repercutirá en función del bono demográfico en mejoras sociales. En este sentido es donde el Consejo Nacional de Población (CONAPO), adquiere el papel de un actor principal en el correcto diseño y ejecución de políticas públicas para el desarrollo de México, esto es factible ya que tal órgano al otorgar cifras y estudios de mortalidad, fecundidad, migración y demás cuestiones en el terreno de la demografía, facilita la tarea de los hacedores de acciones en materia económica. Este ensayo se ubica en la postura positiva, y mediante este trabajo se buscará dar elementos suficientes para constatar la forma en que el bono demográfico se relaciona de manera positiva con elementos propios del desarrollo económico. Por ello, el análisis a llevarse a cabo

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parte del supuesto que una población activa es una ventaja para la región o país que la tiene, y en ese aspecto se toma como objeto de estudio a las 32 entidades federativas de México en el año 2010. Si bien es cierto, ya se ha escrito mucho acerca de la llamada “demografía económica”, este ensayo posee la novedad de no situarse en los grupos de edad por quinquenios, ni de hacer mera demostración econométrica, antes bien se exhibirá evidencia estadística de la realidad mexicana que rodea al bono demográfico. No es mero axioma con endeble sustento el que viene a ser eje medular de la hipótesis de este trabajo, sino que su respaldo viene dado por estudios como el de Partida(…), Amaral(…) quienes entre otras destacan que cuando una pirámide poblacional se detiene por si

misma de acuerdo a su figura y posee el grueso de la población en los grupos quinquenales productivos, esto es una mejor aproximación a un bienestar social. Otro punto de vista que defiende ello, lo encontramos en Dornsbuch(1994), quien puntualiza en el concepto del.. mismo que estimula que el ahorro de la gente productiva de hoy, redunda en el consumo de los pensionados y jubilados de mañana, situación que permite que a cierta edad, aun cuando el individuo no esté laborando pueda consumir, para tal acción es necesario entonces que la razón de dependencia, es decir la población fuera del rango de 15 a 65 años siempre sea menor que el bono demográfico, y que aparte este sector capaz de producir y aportar, tenga las condiciones sanitarias, escolares, industriales entre otras para laborar y ahorrar hoy. Entonces la idea central a desarrollar en este ensayo, no es producto de un supuesto poco probable en su ocurrencia, sino que todo lo contrario hay elementos que nos orillan a creer en la posible factibilidad del mismo. Algunos de esos estudios, investigaciones, análisis hechos respecto al tema, se rescatan en el siguiente apartado del ensayo. 1.1 Antecedentes

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El impacto que tiene el denominado bono demográfico o dividendo demográfico no es un tema novedoso (Coale, 1958), su exploración y exhaustiva revisión, si bien es cierto no termina en un consenso académico que establezca un criterio uniforme para hablar del binomio crecimiento demográfico- desarrollo económico, sin embargo la postura reciente y con suficiente evidencia empírica (Todaro, 2012; Cypher, 2011), es que el bono demográfico contribuye en cierta medida a la producción y otras cuestiones económicas. La idea de que este elemento poblacional contribuya al desarrollo de la economía, se sustenta en la capacidad en que esa población activa pueda brindar. De forma que, son los segmentos de la estructura por edad de la población los que puedan beneficiar a la economía, y no el crecimiento poblacional per se. Para ello, basta ubicar la situación actual de Francia, cuya realidad ante todos es que es un país “envejecido” lo cual significa un serio problema por la

cuestión de la escasez del factor humano que debe producir para su economía, aunado a ello se deben considerar los costos de jubilaciones, pensiones y tratamientos de enfermedad que son más presentes y costosas en la población mayor (Ham, 1999). Desde el siglo XX, se ha venido investigando y fortaleciendo la idea que el desarrollo económico es aquella situación donde aunado a un crecimiento del producto interno bruto (PIB), hay una mejoría en los niveles de calidad de vida, así como de bienestar social, medidos por ejemplo con instrumentos como el índice de desarrollo humano (IDH). Esta noción ha dejado atrás la idea de que el aumento de la producción de cierta región o país, viene dada solo por los factores de producción clásicos, estos son: trabajo, tierra y capital, sino que de un tiempo para la fecha se ha incluido el factor progreso tecnológico; mismo que presenta tras de él elementos de capital humano, I +D entre otros. Por lo cual, existe en estos días suficiente evidencia que

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respalda la noción de cómo un país a medida que progresa más en un sentido tecnológico, está en mejores condiciones factibles para su desarrollo económico. Debido a lo anterior, es necesario que la población de dicho país que busca mejorar y avanzar en búsqueda del desarrollo económico, contenga ciertas características, entre las que sobresalen: cierto rango de edad, niveles altos de educación, inversión en capital humano, capacitación constante en toda rama de la producción a fin de competir en este mundo globalizado entre otras. Es decir, un modelo de tipo Solow es factible si y solo si, existe un elemento poblacional que lo respalde, ya que el progreso tecnológico vendrá como resultado de una población activa, bien educada, con atributos que la hagan productiva, competitiva etc. La evidencia empírica de diversos estudios que ubican al bono demográfico como una ventaja que arroja dividendos positivos a la economía presenta una variedad de posturas y resultados. Hernández Laos (2004) encontró aunque en un valor pequeño, un aporte del bono demográfico al PIB, en donde cabe señalar que el estudio se realizó en la etapa inicial del bono, lo cual probablemente redujo sus efectos. Otro estudio ha abordado no al bono demográfico en su dato puro, sino que usando el término de “calidad del bono demográfico” el cual distingue la

contabilidad de esa tasa y hace la diferencia una vez que se transforma en un recurso humano que ejerce. Además de ello Sanchéz Cabrera (2006) asoció a este rango poblacional con la calidad del empleo en nuestro país denominando al factor en cuestión

como “activo

demográfico”, concepto que se vincula con la capacidad real y potencial con la que se dispone

para el proceso productivo, lo cual incluye aspectos laborales y educativos; en tal estudio halló cierta desigualdad al interior del país ya que ambos indicadores van ligados y las entidades federativas que estén rezagadas se les complicará aproximarse a las otras. 1.2 Planteamientos y objetivos

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El bono demográfico representa una ventaja y oportunidad para aquellos países o regiones que lo poseen respecto a los que carecen de él. Tal ventaja radica en el ámbito económico, de manera que el desarrollo de cierta economía será más factible a medida que su población cuente con una población activa rodeada de las condiciones necesarias para explotar esa capacidad de estudiar, laborar, innovar y demás cuestiones propias de ese rango de edad que aporta a la producción nacional. El planteamiento de este ensayo por tanto, reside en vincular el aporte del bono demográfico al desarrollo económico a través de su relación con la pobreza, el PIB y grado promedio de escolaridad. El objetivo general de este trabajo consiste en mostrar evidencia empírica que sitúe al dividendo demográfico como determinante del desarrollo económico en México. Los objetivos particulares son: 

Demostrar las relaciones existentes entre variables de la población y su impacto en la economía.



Contrastar los índices demográficos vinculados al desarrollo económico que hay en nuestro país con otras partes del mundo, para identificar si hay un atraso o adelanto respecto a la relación demografía-economía.



Calcular el efecto de los últimos 10 años que las variables de la población asociadas al bono demográfico han aportado de manera positiva a la economía nacional.



Evidenciar como el bono demográfico está asociado con la pobreza, el PIB y el nivel escolar a nivel estatal en México.

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2. Desarrollo Este ensayo centra su enfoque en el caso mexicano del factor que se cataloga como bono demográfico, el cual de acuerdo a alguna porción de la literatura facilita las condiciones para conseguir un progreso de cierta región o país. Para demostrar la relación se parte de la hipótesis central: El bono demográfico a nivel entidad federativa en México guarda una estrecha relación con mejores condiciones socioeconómicas.

Por lo anterior, el orden a seguir para intentar demostrar el cumplimiento de la hipótesis planteada, es vincular nuestra variable principal con otras tales como: pobreza extrema, esperanza de vida, PIB, IDH y grado de escolaridad promedio. En donde, se espera que para el caso mexicano analizándolo a nivel estatal se encuentra una relación negativa con la pobreza extrema y una relación positiva con el resto de las variables. El principal vinculo del bono demográfico como propiciador del desarrollo de las economías se sustenta en que hay una relación negativa entre ese factor poblacional y la pobreza extrema, tal como lo manifiesta la siguiente figura. Gráfica 1- Relación entre pobreza extrema y bono demográfico en México, 2010.

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Relación entre bono demográfico y pobreza extrema por entidad federativa 0 7

8 6

6 6

4 6

2 6

0 6

20

40

60

80

Porcentaje de población en pobreza extrema

Fuente: Elaboración propia con datos de CONAPO y CONEVAL.

De acuerdo a la Gráfica 1, se muestra claramente la relación negativa para el caso de las entidades federativas mexicanas entre el porcentaje de habitantes que viven en condiciones precarias y la tasa de la población que están dentro del rango de edad de 15 a 65 años. Si esta condición pareciera insuficiente, o supondría una coincidencia en los datos, existe otra cuestión a resaltar que es la relación entre la esperanza de vida y bono demográfico, tal asociación se aprecia en la siguiente gráfica. Gráfica 2- Relación entre esperanza de vida al nacer y bono demográfico en México, 2010

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Relación entre bono demográfico y esperanza de vida a nivel estatal 0 7

8 6

6 6

4 6

2 6

0 6

74

74.5

75 75.5 Esperanza de vida al nacer en 2010

76

76.5

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI y CONAPO.

A nivel estatal en México, existe una relación directa entre el bono demográfico y la esperanza de vida al nacer, entendiendo esta última como un indicador empleado para identificar el bienestar social, la calidad de vida, desarrollo humano y desarrollo económico. De manera que, a medida que un estado o cualquier región posean un elevado número de habitantes en el rango de edad productiva, estará en mejores condiciones para alcanzar mejores condiciones de vida para su población. Otra manera en que este factor demográfico se vincula con el desarrollo económico es con el indicador por excelencia que se usa para medir el crecimiento de la economía y este es el PIB. Tal como se presenta en la siguiente figura, la relación entre ambas variables es positiva. Gráfica 3- Relación entre PIB y bono demográfico en México, 2010

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Relación entre PIB y bono demográfico a nivel estatal 0 7

8 6

6 6

4 6

2 6

0 6

4.5

5 5.5 6 Logaritmo del PIB a precios corrientes, 2010

6.5


Para confirmar la anterior asociación e incluir un elemento aceptado entre la academia como un indicador que muestra avances significativos se muestra el diagrama de dispersión que evidencia que vinculo hay entre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el bono demográfico por estados en México; la asociación se observa de forma clara que es directa, esto es; a medida que un estado de la república presenta un mayor porcentaje de su población en la edad productiva, este estado también tiene un valor mayor en el IDH. Gráfica 4- Relación entre IDH y bono demográfico en México, 2010

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Relación entre bono demográfico e IDH a nivel estatal 0 7

8 6

6 6

4 6

2 6

0 6

.75

.8

.85 IDH

.9

.95

Fuente: Elaboración propia con datos de PNUD y CONAPO.

La relación al igual que en el grafico anterior muestra una línea recta ascendente, de hecho en esta figura se observa la no presencia de algún dato atípico que pudiera generar ruido en la discusión de los resultados. Los estados de menor desarrollo económico son los tres que aparecen prácticamente cercanos al origen de la figura, a saber: Chiapas, Oaxaca y Guerrero, quienes por sus condiciones de pobreza, marginación, rezago social y carencias de diversas índoles, presentan no solo menores valores para su IDH, sino que aunado a ello y es parte de nuestra hipótesis presentan también un bono demográfico menor respecto al resto de las entidades federativas. Esta es una de las gráficas de mayor importancia, por la cuestión que lo se busca es vincular al bono demográfico con el desarrollo en cierta economía, y el diagrama de dispersión lo que nos ofrece en el eje horizontal es el IDH, el cual es un indicador clave y comúnmente empelado en esta clase de tópicos, por contener dentro de él criterios d educación,

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salud y economía: como pib per cápita, tasa de alfabetización, tasa de mortalidad infantil etc; lo cual da cierta validez a nuestra ensayo. Una última evidencia que sostiene la participación activa y benéfica del bono demográfico en el desarrollo económico está en el ámbito escolar. Esto se manifiesta en la Gráfica 5. Gráfica 5- Relación entre grado escolar promedio y bono demográfico en México, 2010

Relación entre bono demográfico y grado de escolaridad promedio 0 7

8 6

6 6

4 6

2 6

0 6

7

8

9

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Grado de escolaridad promedio en población igual o mayor a 15 años


Se observa como el gráfico de dispersión presenta una forma de línea totalmente ascendente, en donde los estados tienen una doble posesión similar en cuantía, esto es las entidades federativas con menor nivel escolar promedio les corresponde también un bono demográfico de tamaño no muy grande. Por otra parte, los estados

a medida que

ven

aumentando su nivel promedio de escolaridad, también ven como crece el tamaño del factor demográfico en cuestión. Y al tratarse de un nivel promedio de escolaridad, si es factible un comparativo con una proporción como lo es el bono demográfico, es decir; no necesariamente

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los estados con menor proporción de habitantes dentro del rango de edad de 15 a 65 años están destinados a incurrir en un nivel promedio bajo en lo escolar. En general, y con la evidencia mostrada a nivel estatal, no podemos argumentar que es coincidencia que los estados que tienen un mayor bono demográfico se vinculan en la forma que lo hacen con las variables seleccionadas para justificar como ese factor poblacional puede ser un determinante del desarrollo económico.

Al no ser este un ensayo de carácter econométrico, sino de desarrollo económico, estas gráficas representan un punto de partida para probables y futuros trabajos de investigación más exhaustivos, que busquen explicar con una metodología más rigurosa la relación entre el bono demográfico y el desarrollo económico. Conclusiones Nuestro país presenta de acuerdo a sus estadísticas oficiales, una serie de información que cruzada debidamente da indicios de que las entidades federativas que tenían dentro de su población una mayor proporción de personas entre los 15 y 65 años de edad, también les correspondía una menor tasa de pobreza extrema, así como mejores indicadores en la esperanza de vida, IDH, PIB y grado promedio de escolaridad todo esto con datos del 2010, lo cual puede servir para ese año, más no necesariamente ser una realidad históricamente repetible. De hecho, la transición demográfica es un fenómeno, que difícilmente haría que esta relación fuera permanente y estable en el tiempo, debido a las alteraciones que vienen por las tasas de mortalidad y natalidad, así como los intensos flujos migratorios internos del país, donde por lo regular el norte es receptor y el sur es emisor de migrantes. Por ello y otras cuestiones,

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resulta poco probable que siempre los mismos estados de menor bono permanezcan de tal manera. Sin embargo, el bono demográfico en su versión pura no es el determinante que por sí solo explique una parte del desarrollo económico, si bien es cierto si es un factor necesario, más no suficiente de una notoria y prospera mejoría económica. De tal manera que ese bono, debe ir acompañado de otros factores, la mayoría de ellos facilitados por el Estado, tales como: buena atención médica, una suficiente cobertura escolar, calidad educativa, una economía sana que provea empleos, que genere incentivos para innovar, para desarrollar capacidades productivas etc.

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Referencias bibliográficas Amaral, E., Hamermesh, D. & Potter, J. &. R.-N. E., 2007. Demographic change and the structure of wages: a demand -theoric analysis for Brazil. NBER Working Paper Series, Volumen 13533, pp. 1-3. Coale, A. &. H., 1958. Demographic influences on Indians prospective economic growth. En: Population growth and economic development in low-income countries. New Jersey: Princeton University Press, pp. 227-230. Cypher, J., 2014. Population, education and human capital. En: The process of economic development. New York: Routledge, pp. 457-480. Dornbusch, R. &. F., 1994. El consumo y el ahorro. En: Macroeconomía sexta edición. Madrid: McGraw-Hill, pp. 335-342. Ham, R., 1999. Conceptos y significados del envejecimiento en las políticas de población, Ciudad de México: CONAPO. Hernández Laos, E., 2004. Desarrollo demográfico y económico de México, 1970-200 2030, Ciudad de México: CONAPO. Partida, V., 2006. Proyecciones de la población de México 2005- 2050, Ciudad de México: CONAPO. Sánchez González, M., 2013. Bono demográfico y educación en México, Ciudad de México: Banco de México. Sánchez, L. A., 2008. Activo demográfico y calidad del empleo en México: situación en las entidades federativas. En: F. Vela, ed. La dinámica demográfica y su impacto en el mercado laboral de los jóvenes. Ciudad de México: UAM Xoxhimilco, pp. 89-103. Todaro, M. &. S. S., 2012. Economic development. Boston: Pearson.

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