ENFERMEDADES HEMOPARASITARIAS Y SU INFLUENCIA EN LA PRODUCCIÓN ANIMAL Luis Alfonso Lesmes M.V.Z. (Coordinador Científico y Asesor de Trabajo de Campo) Oscar Javier Estupiñán M. M.V. (Asistente de la dirección científica) Departamento del área científica Laboratorios Provet S.A.
La ganadería en los países tropicales ha logrado un alto grado de desarrollo y cuenta con un núcleo de animales de alto valor genético y de extraordinario potencial, pastoreando en suelos de irregular calidad con pastos y leguminosas que poseen unos niveles de minerales variables de acuerdo a las fluctuaciones climáticas y que regularmente permiten sostener e incrementar las producciones lácteas y cárnicas, pero de igual manera son muchos los factores que influyen en la producción como el manejo, factores medioambientales, la formación técnica de los operarios, pero sin lugar a dudas el fenómeno del parasitismo constituye uno de los mayores problemas para nuestra ganadería y se ha opuesto a su desarrollo conllevando factores de ineficiencia en la productividad. Un 80% de la ganadería pasta en zonas donde existen endoparásitos, ectoparásitos y hemoparásitos, cuya distribución y epidemiología está regida por la ubicación geográfica de sus vectores, principalmente la garrapata Boophilus microplus, microplus, las moscas picadoras, como Haematobia irritans y Stomoxys calcitrans. calcitrans. Se debe aclarar, que debido al fenómeno de calentamiento global, la distribución de Boophilus microplus ha ido ascendiendo a regiones que antes se consideraban inhóspitas para su supervivencia. Tres décadas atrás, se consideraba que el límite de la distribución de la garrapata Boophilus microplus y de los hemoparásitos que ella transmite eran los 1800 m.s.n.m. (Vizcaíno, 1972); hoy en día la situación parece haber cambiado y existen múltiples reportes de ocurrencia de enfermedad hemoparasitaria, como es el caso del municipio de Zipaquirá (Bogotá, Colombia) ubicado a una altitud promedio de 2650 m.s.n.m. y con una temperatura media de 14°C, donde se han venido presentando varios reportes que aseguran la presencia de enfermedad por la subsecuente aparición de garrapatas. Un apropiado conocimiento de las características de las enfermedades es fundamental para poner en práctica medidas de control efectivas, ya que las pérdidas que ocasionan los hemoparásitos se refleja en la disminución de la producción de carne y leche, retraso en el desarrollo y crecimiento de los terneros, perdida de la eficiencia reproductiva por abortos, infertilidad o esterilidad, disminución de la natalidad y mortalidad.
Los hemoparásitos más frecuentes que afectan a los bovinos y equinos en nuestros países los podemos circunscribir a, Babesia spp., Anaplasma spp., y Trypanosoma spp.
BABESIOSIS Ranilla roja, fiebre de la garrapata, malaria bovina, piroplasmosis, fiebre de texas.
A finales Del siglo XIX, Babés, (1888) observó por primera vez estos parásitos intraeritrocíticos, y en 1891 fue señalada como responsable de una patología bovina, hoy conocida como babesiosis, y que recibe diversos nombres comunes. La clasificación de Babesia spp, según Levine N.D. (Taxonomy of the Piroplasms) Rama Protozoa Subrama Apicomplexa Clase Piroplasmasida Orden Piroplasmorida Familia Theileriidae Familia Dactyolosomatidae Familia Entopolypoides Género Echinozoon Género Babesia Hay 71 especies de Babesia (Levine N.D.), de las cuales encontramos: ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾
Bovinos: Babesia bovis, Babesia bigemina, B. major , B. divergens, B. argentina Equinos: B. caballi , B. equi Porcinos: B. perroncitoi , B. traumanni Ovinos y caprinos: B. ovis, B. motasi Perros: B. canis, B. gibsoni , B. vogeli Gatos: B. cati , B. felis
Todos los vectores identificados, son garrapatas duras, de la familia Ixodidae. La enfermedad hemoparasitaria, generalmente se inicia partiendo del siguiente triangulo epidemiológico. Animal clínicamente enfermo Portadores sanos MEDIO AMBIENTE Hospedador Intermedio Bovino
Hospedador Definitivo Invertebrado
Ciclo Biológico. La transmisión del agente patógeno, se inicia desde el momento en que la garrapata, u hospedador definitivo (reproducción sexual – asexual) asciende y se alimenta de la sangre de un animal enfermo ó un portador sano, ingiriendo eritrocitos con uno, dos o cuatro zoitos, los cuales una vez liberados en el intestino de la garrapata, toman el nombre de cuerpos radiados, que son gametos femeninos y masculinos, los cuales se fusionan a los dos días, formándose un cigoto, que por ser móvil toma el nombre de ooquineto, el cual penetra diferentes órganos de la garrapata como los hemocitos, células ováricas, musculares y túbulos de Malpighi, donde se inicia la fase de esporogonia, ó fase asexual, formándose inicialmente el esporonte y los esporocistos ó esporoquinetos, los cuales pasaran a los diversos órganos de la garrapata incluyendo los oocitos, de allí a los huevos y por ende a la nueva generación (Transmisión transovárica), los esporoquinetos también van a las glándulas salivales de las larvas, ninfas y adultos en donde se forman cientos de esporozoitos en cada alvéolo glandular, y cuando la garrapata realiza su acción hematófaga, son inoculados junto a sustancias anticoagulantes y vasodilatadoras que le aseguran la nutrición a la garrapata, los esporozoitos con su complejo apical y la ayuda de proteasas penetran el eritrocito, iniciándose una multiplicación asexual o Merogonia constante, formándose los merozoitos de primera, segunda o tercera generación y se observaran uno, dos ó cuatro zooitos, que van a lisar la célula y pasan a infestar a nuevos eritrocitos, acentuándose la sintomatología clínica. Fig. 1. Ciclo biológico Babesia. Área Científica (Luis Alfonso Lesmes, Oscar Estupiñán) Laboratorios Provet S.A.
Patogénesis. Los factores que condicionan el desarrollo de la patogénesis del agente parasitario son: 9 9 9
Dependientes del Medio ambiente: Temperatura, humedad, Pluviosidad, micro hábitat. Dependientes del parásito: Grado de patogenicidad de la cepa, tropismo y capacidad de multiplicación. Dependientes del Hospedador: Edad, Nutrición, Estado fisiológico.
Los mecanismos en que se desarrolla la patogenia en la babesiosis se basa en tres aspectos fundamentales: 9 9 9
Acción Mecánica Acción Tóxica Acción Expoliatriz*
Acción Mecánica: Se inicia desde el momento en que los zoitos penetran los eritrocitos y ya parasitados incorporan los antígenos de Babesia, estos inducen anticuerpos que opsonizan a los glóbulos rojos, lo cual activa y son marcados por el sistema de enzimas ligadas y proteínas aglutinantes o sistema del complemento, y son fagocitados por el sistema de fagocitos mononucleares, como respuesta humoral, además se activa una respuesta mediada por células y son reconocidos por dos tipos de células efectoras: macrófagos y linfocitos citotóxicos, formando verdaderos aglutinamientos ó trombos, dando origen a una CID (Coagulopatia Intravascular Diseminada), la acción del parásito al lisar la célula sanguínea, conlleva disminución del número de glóbulos rojos, del valor del hematocrito y de la cantidad de hemoglobina, induciendo una hipoxia tisular y orgánica que desencadena en hipofuncionalidad orgánica, con una anemia que inicialmente es normocítica normocrómica y que pasa hacer macrocítica hipocrómica como respuesta de los sistemas hematopoyéticos, con gran número de reticulocítos circulantes.
Acción Tóxica: La liberación de complejos enzimáticos por parte de los zoitos, como proteasas y esterasas, conlleva a la pérdida de productos de degradación del fibrinógeno, lo cual al incrementarse, esta fibrina facilita la formación de trombos generando CID. La kininasa liberada por el parásito favorece la activación de la precalicreina, que conlleva la formación de la calicreina, y de las kininas, que va a generar un
aumento en la liberación de histamina a partir de las células de Mast y serotonina, las cuales a su vez van a potenciar la acción de la calicreina y de las kininas. El sistema calicreína – kinina, son proteínas sanguíneas de importancia en las inflamaciones, el control de la presión sanguínea, la coagulación y el dolor; sus importantes mediadores (Bradiquinina y Calidina), son vasodilatadores y actúan sobre muchos tipos de células. La interrelación de tipo sinérgico entre las kininas, histamina, serotonina, y prostaglandinas liberadas en la fase aguda de la babesiosis van a generar vasodilatación a nivel de todos los pequeños vasos, con una permeabilidad capilar marcada, una disminución del volumen circulante, lo que conduce a una hipotensión y por ende a estasis circulatorio en la microcirculación, edema y agravamiento del grado de hipoxia, produciendo un metabolismo anaerobio que conduce a la producción de grandes cantidades de ácido láctico. Lo cual agrava la acidosis reportada en la babesiosis canina, pero que no se suceden en la babesiosis bovina, ya que los estudios hablan de la presentación de una alcalosis respiratoria. Con la liberación de las kininas se inicia un proceso algésico e inflamatorio no específico, que tiene efectos negativos en diferentes órganos. La Histamina y la Serotonina poseen una acción inhibidora de las contracciones y en general de la actividad ruminal, aspecto fundamental para tener en cuenta en el tratamiento. Se desencadena la formación de inmunocomplejos que se depositan en epitelios y órganos como corazón, bazo, hígado y riñón, donde a nivel de glomérulos se aumentan la permeabilidad a las proteínas, generándose una hipoproteinemia con gran pérdida de albúmina, por lo cual cae la presión coloideosmótica, con salida de líquidos hacía los espacios tisulares, manifestándose en edemas. La pérdida de líquidos hacia el interior de los tejidos aumenta la disminución del volumen sanguíneo, que conlleva un aumento de la ADH y aumento en la retención de sodio y por ende más edema. El éxtasis circulatorio y la disminución del volumen sanguíneo producen una caída del flujo sanguíneo renal y de la filtración glomerular con retención de urea y creatinina generándonos una hiperazoemia y colesterolemia. Los niveles de BUN están aumentados por la hipoxia. Debido al daño hepático las transaminasas están aumentadas, y se presenta hepatitis hemorrágicas y colangitis. Se disminuye el calcio como consecuencia de la coagulopatía de consumo, y el hierro y el cobre como resultado de la anemia. A nivel respiratorio, las kininas, histamina y serotoninas desencadenan broncoconstricción y generación de edema a nivel pulmonar. Se presenta una taquipnea que puede ser compensatoria a la hipoxia cerebral, dando origen a una mayor ventilación.
Acción Expoliatrix: Esta acción se genera debido a que la babesia requiere diversos sustancias para su metabolismo y por esto compite con el hospedador; entre estas tenemos la hemoglobina que obtiene a través de la nutrición de glóbulos rojos por pinocitosis, hidrolizándola sin dejar pigmentos, además requiere manosa, inositol, glucosa que metaboliza a ácido láctico y proteínas.
Manifestación de la enfermedad. La enfermedad se presenta de tres formas una aguda, sobreaguda y crónica, siendo más frecuente la aguda en nuestro medio, con los más variados síntomas como astenia, anorexia, pirexia, emaciación, anemia, hemoglobinuria, proteinuria, bilirrubinuria, taquicardia, taquipnea, crisis de diarrea / constipación, palidez de las mucosas, ictericia y abortos.
Diagnóstico El diagnostico requiere varios aspectos importantes a considerar, como la experiencia de campo en las diversas patologías bovinas, el conocimiento de las patologías de la zona ó diagnostico epidemiológico, la presencia de las garrapatas sobre el paciente, el diagnóstico por extendido de sangre y tinción con Giemsa ó por técnicas como aglutinación, fijación de complemento, inmunofluorescencia indirecta (IFI), ELISA y PCR. En el diagnostico postmorten se encontrará organomegalia, mucosa pálidas e ictéricas, edemas, hemorragias en corazón, pulmón hígado, bazo y riñón, inflamación en peri, mio y endocardio.
Pronóstico Dependerá de tres aspectos básicos: 9 Del estado del paciente, como: estado fisiológico, nutricional, edad, etc. 9 Del parásito, la especie, la virulencia, primoinfección, reinfección. 9 De la rapidez del diagnóstico.
Terapéutica. Deberá ser enfocada a dos aspectos básicos: ® 9 Una medicación hemoparasiticida, Ganavet . 9 Tratamiento coadyuvante con corrección de la alcalosis metabólica. (Solución Ringer). Soluciones hematopoyéticas y energízantes, como Hemavet ® B12 NF, Rico® B 12, Antishock y analgésicos antiinflamatorios como Meloxic 2%.
TRIPANOSOMOSIS Renguera, Mal de Caderas, Secadera, Tristeza Bovina
Es un conjunto de patologías causadas por diferentes especies de Trypanosomas que afectan al hombre y a los animales domésticos y toman su denominación de acuerdo al descubridor y la sintomatología desarrollada, son muy importantes en América latina y África y se considera con respecto a los humanos una de las enfermedades más patógenas, entre las que afectan el planeta después de la malaria. Tripanosoma viene del griego (trypanon = espiral, taladro y soma = cuerpo), son del phylum Mastigophora y de la familia Trypanosomatidae, con una morfología fusiforme e hidrodinámica, adaptados para el desplazamiento en medio líquido. Entre los más importantes tenemos: Tripanosoma vivax Tripanosoma evansi. Tripanosoma brucei Tripanosoma gambiense Tripanosoma rhodesiense Tripanosoma cruzi Tripanosoma equiperdum Tripanosoma equinun Tripanosoma suis Según la forma de contaminación podemos clasificarlos en: 9 Stercoraria o contaminativa 9 Salivaria ó inoculativa Los tripanosomas se dividen en el hospedador vertebrado e invertebrado, por fisión binaria longitudinal, comenzando por Kinetoplasto, flagelo, la cariocinesis y citocinesis, multiplicándose activamente, pasando inicialmente a amastigote, y estos se transforman en tripomastigotes que son la fase infectiva. Promastigote
Fig 2.Trypanosoma, Morfología de sus diferentes fases.
Amastigote
Paramastigote
Epimastigote
Trypomastigote
Patogénesis La patogenicidad de las tripanosomosis la podemos dividir en tres fases muy determinadas: 1. Fase de penetración: El ingreso del parásito se lleva acabo por inoculación ó a través de soluciones de continuidad, como heridas ó laceraciones en la piel producto del rascado a causa del prurito y los estados metacíclicos se ubican en el tejido subcutáneo, generándose una multiplicación asexual intensa; se produce una respuesta de células mononucleares de forma inmediata y se localiza una zona eritematosa, dolorosa, rojiza, indurada con vesiculación central, hiperpigmentación, edemas y vasodilatación, favoreciendo el ingreso del parásito al torrente sanguíneo. 2. Fase de invasión: Los parásitos llegan a los diferentes órganos como hígado, bazo, ganglios linfáticos, médula ósea, etc. donde se multiplican activamente y se presenta la fase de parasitemia, se inicia la alteración a los tejidos, con lesiones perivasculares, infiltrado de células plasmáticas y mononucleares, y hemorragias, hay formación de anticuerpos específicos produciendo la destrucción de los parásitos y por ende la liberación de antígenos somáticos y desaparición de la oleadas de parásitos ó parasitemia en la sangre y la presentación de fiebre intermitentes cada dos a diez días, con su capacidad de cambio de los antígenos de superficie los sobrevivientes inician un nuevo proceso y se genera una nueva formación de anticuerpos superficiales y la destrucción del parásito y el proceso se repite constantemente dada la variación antigénica de los tripanosomas al cubrirse con proteínas séricas del hospedador. 3. Fase nerviosa: Los tripanosomas invaden el sistema nervioso central, y en el líquido cefalorraquídeo se formando depósitos de anticuerpos, desencadenando una meningoencefalitis.
Actividad Patógena Clínicamente la enfermedad en los rumiantes se presenta en tres formas una aguda, subaguda y crónica. En las dos primeras los pacientes presentan estados febriles cíclicos cada 8 a 9 días con temperatura de hasta de 41°C, y períodos de apirexia, chancro en la zona de inoculación e infartación de los ganglios zonales, posteriormente si no se instaura un tratamiento adecuado ó el paciente es inmunosuprimido, se lleva a una fase de parálisis flácida ó espástica.
En la fase crónica el paciente presenta estados febriles cíclicos, con períodos de apirexia, ó leves aumentos de temperatura, con períodos de apirexia, hipoproteinemia, hipoglicemia, anemia, hematuria, edemas, hiperpotasemia, poiquilocitosis, anisocitosis, reticulocitos, emaciación, caquexia y hemorragias petequiales en mucosas, en la fase nerviosa se presenta ataxia, apatía, somnolencia, estupor, convulsiones, fotofobia, perdida de la visión, crisis nerviosas, abortos, mortalidad perinatal elevada, crías muy débiles al nacer. La sintomatología más notoria es la lesión localizada ó chancro, una linfoadenopatía generalizada, hepatomegalia, esplecnomegalia, ascitis, hidrotórax, hidropericardio, edema pulmonar, hemorragias petequiales y equimóticas en mucosas. Espinoza (1996 y col.) realizaron un estudio de la clasificación morfológica de la anemia desarrollada en tres vacas Holstein, inoculadas experimentalmente con un estabilizado de Trypanosoma vivax ; y observaron una anemia de tipo normocítica normocrómica. Jain (1986) indica que cuando ocurre una destrucción hemolítica de los eritrocitos, la anemia que se presenta es del tipo normocítica normocrómica con un VCM y CHCM normal, y son diagnosticadas sólo por la disminución en el número de eritrocitos bajo hematocrito. En los equinos la enfermedad causada por el T equiperdum es la durina y se puede observar con tres fases de desarrollo a saber:
Fase Local: Inflamación y edematización de la vulva, expulsión de moco fluido y abundante con erupciones en la vagina, se presenta a los pocos días postinfección (5 a 7 días), en el macho hay tumefacción del pene, salida de flujo a través del conducto urinario, frecuente erección del pene e infartación de los ganglios de la zona inguinal. Fase Sanguínea: Aparecen los edemas en las zonas declives, anemia, emaciación, caquexia, ronchas y pápulas generalizadas, órganos genitales externos con manchas grisáceas o grisáceo-amarillentas y proliferativas. Fase Nerviosa: Parálisis motora, parálisis de los labios, orejas, blefaroplejia*, disfuncionalidad locomotriz del metacarpo y corvejón, prolapso peneano, relajación de la vagina y vulva y ronquido laríngeo.
Diagnóstico El diagnóstico epidemiológico y clínico esta basado en el conocimiento de las patologías de la zona y en la observación de los síntomas. Métodos directos para la observación del parásito en el extendido de sangre, fijándolo con Giemsa ó el sistema de gota pendiente ó los métodos inmunológicos mediante la detección de antígenos.
Terapéutica: 9 9
Una medicación hemoparasiticida, Ganavet ® Soluciones hematopoyéticas y energízantes, como Hemavet B 12 NF, Rico B 12.
GLOSARIO Astenía: Debilidad y falta de vitalidad generalizada. Blefaroplejia: Inmovilidad de los músculos del párpado. Células de Glia: Células con función de protección y defensa de las neuronas, así como de nutrición y limpieza. Expoliatriz: Es la acción que ejerce el parásito al alimentarse a expensas del hospedador. Hay grados de expoliación: a.) El parásito puede consumir los alimentos del hospedador incluídos sus desechos. b.) El parásito puede consumir la sangre del hospedador (parásito hematófago) Saculiformes: En forma se saco Oligodendroglias: Células de Glia* con escasas ramificaciones. Entre otras de sus funciones, tiene la de envolver las fibras nerviosas del sistema nervioso central y producir la cubierta mielínica. Poliomalacia: Daño y reblandecimiento de la sustancia gris del cerebro.
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Quimioterapéutico indicado en Bovinos, Equinos y Caninos para el tratamiento de: Babesiosis, Tripanosomosis y Trichomoniasis. Preventivo Día 0 Llegada de los animales
Día 5 Ganavet 1 mL / 34 kg. Vía: Intramuscular
Día 12 Ganavet 1 mL / 34 kg. Vía: Intramuscular
Curativo Bovinos: 1 mL/20 Kg de peso. Vía intramuscular profunda. Equinos: 1 mL/12 Kg de peso. Vía Intramuscular. Caninos: 1 mL/12 Kg de peso, Vía Intramuscular. (No exceder la dosis) Para la Trichomoniasis de los toros se deben hacer lavados prepuciales (un frasco de GANAVET en 120 c.c. de agua); masajeando durante 15 minutos. Realizar por 5 días continuos. Para la Papilomatosis: 3.5 mg/kg de peso, cada 8 días X 3 a 7 aplicaciones. Tiempo de retiro Los animales no deben ser sacrificados para consumo humano hasta pasados tres días después del tratamiento.
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