FASIAS La palabra fascia significa etimológicamente banda.
EL TEJIDO FASCIAL Y SUS FUNCIONES Todo el cuerpo está rodeado rodeado y envuelto por tejido fascial. Todas las partes de nuestro nuestro cuerpo como los músculos, huesos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, órganos, etc. están envueltos en tejido fascial y por tanto todo el organismo está interconexionado a través de las fascias. Este tejido es el que transporta el movimiento respiratorio primario por todo el cuerpo y por tanto es de de vital importancia para nuestra salud. Si las fascias se encuentran agarrotadas o en constante tensión el líquido cefalorraquídeo no podrá pulsar por su interior y la comunicación nerviosa, electromagnética y comunicación neuronal no funcionarán correctamente. Es de vital importancia armonizar esta pulsación tan sutil y devolver el micro-movimiento de flexión y extensión en todos los huesos del cráneo y del sacro.
EL SISTEMA DE FASCIAS El hombre está formado por huesos, músculos, nervios, ligamentos, vasos sanguíneos, etc. y todos estos sistemas están íntimamente interrelacionados a través del tejido fascial, asegurando así la cohesión del conjunto y estableciendo un vínculo interno entre todos sus sistemas por por medio de una perfecta red de comunicación electro-química y neuronal. El tejido fascial es una capa ancha de tejido conjuntivo fibroso y el tejido conjuntivo comparte estructura, forma y componentes similares al tejido fascial. El tejido conjuntivo es el más abundante en el cuerpo humano. El tejido conjuntivo es el órgano de la forma. Este tejido también llamado fascia, está formado por capas reticulares de tejido que envuelven todos los componentes de nuestro cuerpo. Si se quitaran todos los órganos, huesos, músculos, etc. del cuerpo humano, dejando solamente el tejido fascial, anatómicamente hablando quedaría un mapa perfecto de dicho cuerpo. Las fascias son el elemento de subdivisión y clasificación de nuestro cuerpo, a la vez que informan al sistema nervioso central sobre la estructura interna de nuestro cuerpo. Podemos decir que el tejido fascial es el órgano de la forma. Las fascias definen planos y volúmenes dentro de nuestro cuerpo. Entre sus funciones están la de ayudar al movimiento y deslizamiento de músculos y de órganos entre sí, la de protegerlos, nutrirlos y servir de apoyo al sistema nervioso central. En terapia cráneo-sacral consideramos al tejido conjuntivo como un tipo de tejido fascial, ya que está constituido por muchos de los componentes y dispuesto de manera parecida al tejido fascial. Algunas de sus propiedades es responder a influencias químicas o mecánicas con cambios momentáneos o permanentes. Serán permanentes si la frecuencia y la intensidad son reiteradas y por tanto el tejido organizado en en fascias que recorren todo el el cuerpo y envuelven los los músculos se va viendo afectado y por tanto se organiza de forma diferente, desviando las estructuras de su forma habitual, esto afectara por tanto a las articulaciones y a su movilidad. Todos los patrones físicos están sometidos a un proceso de formación a lo largo de la vida humana. Las influencias internas y externas determinan nuestra apariencia corporal. Lo que hemos vivido, las experiencias emocionales que hemos experimentado, las circunstancias traumáticas que hemos pasado, según cómo lo hemos experimentado o vivido en nuestro Ser y cómo hemos permitido que repercuta en nuestra morfología, determinará en gran medida nuestra estructura corporal. Todos estos aspectos psicológicos y/o energéticos repercuten muy directamente en el tejido fascial. En biología el tejido fascial está considerado entre la morfología y la fisiología. La morfología se encarga de sistematizar, clasificar o distinguir el cuerpo humano. La fisiología se ocupa de los procesos del cuerpo viviente, cómo funciona y qué actividades realiza.
Los tejidos conectivos, y en particular las fascias, se encuentran en un estado de reorganización continua. El constante intercambio metabólico, posible gracias a la íntima relación de la fascia con el metabolismo del agua, favorece la reorganización estructural. Aunque la fascia sea un tejido de fibras de colágeno, a éstas hay que imaginarlas incluidas en la sustancia fundamental, que es en sus mayor parte un gel amorfo semilíquido. Es posible demostrar que las fibras de colágeno son lentas para cambiar por lo que la rapidez tan claramente manifiesta en los cambios fasciales debe ser una propiedad de su compleja sustancia fundamental (gel coloidal). Parece que toda célula viviente esté en contacto con este gel y que su modificación, cuando se le somete a los cambios de presión, podría explicar la amplia gama de efectos observados en la integración estructural. Podemos asegurar que el tejido fascial tiene un papel muy importante en el control del crecimiento del organismo, así como su mantenimiento y relación con el sistema nervioso central. Repetimos pues que lo que fundamentalmente establece las diferencias entre un cuerpo y otro son las fascias
LA FASCIA SUPERFICIAL Y LA PROFUNDA Se puede decir que las fascias se encuentran en todo el cuerpo. Podemos diferenciarlas en dos capas de fascias principalmente: la fascia superficial y la profunda. Estos dos componentes corporales tan importantes en este trabajo cráneo sacral son los que se encargan de la interacción entre las tensiones locales y el conjunto de la compleja forma corporal.
FASCIA SUPERFICIAL: La fascia superficial es un sistema fibroso que envuelve todo el cuerpo por debajo de la piel, permitiendo la transmisión de tensiones a través de distintas partes del cuerpo sin que puedan ser descritas u observadas mediante un análisis de los elementos anatómicos. Se encuentra unida a la cara inferior de la piel y es un tejido fibro-elástico, tejido conjuntivo areolar y tejido adiposo de confección holgada. Aquí encontramos grasas y estructuras vasculares (incluyendo redes capilares y canales linfáticos) y estructuras nerviosas, en especial los corpúsculos de Paccini, que nos sirven de receptores cutáneos. La piel puede desplazarse en todas las direcciones sobre las estructuras más profundas gracias al holgado diseño de la fascia superficial. Aquí hay espacio potencial para la acumulación de fluidos. Gran parte de la grasa de las personas con sobrepeso se almacena en esta fascia superficial. Esta fascia cumple cuatro importantes funciones:
Aquí se almacena agua y grasa. Protege frente a la perdida de calor, es aislante. Proporciona protección mecánica frente a los traumatismos. Constituye un camino por donde los nervios y vasos sanguíneos entran y salen de los músculos.
FASCIA PROFUNDA: En un nivel más profundo nos encontramos con que las fascias envuelven y separan los huesos, los músculos, rodean y aíslan las vísceras y contribuyen de manera importante a la forma y función del cuerpo. Podemos llamar a estas fascias profundas, fascias individuales de tejido conjuntivo denso e irregular.
Esta fascia profunda mantiene a los músculos unidos separándolos en músculos funcionales. Esta fascia permite que los músculos se muevan libremente. La capa más externa que rodea a cada uno de los músculos es el epimisio. El perimisio rodea a los haces musculares compuestas por 10 o más de 100 fibras musculares. Penetrando a cada fascículo y separando cada una de la fibras musculares de las demás se encuentra el endomisio. El epimisio, el perimisio y el endomisio se continúan y proporcionan fibras de colágeno comunes al tejido conjuntivo, que une los músculos a otras estructuras, como los huesos u otros músculos. Estos tres elementos se pueden unir y extender mas allá de fibras musculares formando un tendón, una cuerda de tejido conjuntivo denso que une los músculos al periostio del hueso. Algunos tendones disponen de una vaina tendinosa que permite que entre ellos se deslice con mayor facilidad. Cuando los elementos del tejido conjuntivo forman una capa ancha y plana el tendón recibe el nombre de aponeurosis. Esta estructura también se une al hueso, a los músculos o a la piel. Un ejemplo de aponeurosis es la epicraneal en la parte superior del cráneo. El peritoneo, el pericardio y la pleura, son elementos especializados de las fascias profundas. Todos los órganos internos están envueltos en un tejido fascial que les protege y les da forma y sustentación. Esta fascia individual casi nunca termina exactamente donde el músculo o el órgano tiene su inserción o su origen, sino que en la mayoría de los casos continúa en otras fascias de otros músculos u otros órganos u otras partes del cuerpo. Este dato es muy relevante para la terapia cráneo-sacral.
FUNCIONES Las fascias realizan la tarea de conectar, unir, vincular, separar, nutrir, soportar y deslizar. Sin embargo el papel prioritario de las fascias es el de conectador: recogen la información de un tejido y la envían a otro, además de establecer conexiones con el sistema sensorial, emocional y mental. Otras de las principales funciones de las fascias son las de proteger y sostener. Parece claro que todos los órganos internos están sostenidos por un tipo de tejido fascial (ligamentos) que evitan que estos órganos caigan y se descuelguen por el efecto de la gravedad. Recordemos que los ligamentos son fascias. Las fascias dan soporte a los vasos sanguíneos y nervios de todo el cuerpo, hacen posible que tejidos adyacentes se muevan y rocen entre sí proporcionándoles estabilidad y contorno, y además es por el interior de este tejido donde circula el líquido cefalorraquídeo. Las fascias son acumuladores y distribuidores de la energía vital. Las fascias sanas son sinónimo de energía beneficiosa, de flexibilidad e integridad estructural. Las fascias sanas parecen planchas tirantes de material delgado y resistente que ofrecen escudo protector flexible.
SISTEMA CONECTIVO FASCIAL: Nuestros nervios, músculos, capilares, huesos, etc. existen y pueden realizar sus funciones gracias al orden y conexión que permiten las fascias. Este sistema fascial mantiene al sistema nervioso en constante conexión con todo el organismo, es decir, ayuda junto con los nervios a que todo el organismo esté interrelacionado. Las fascias proveen de líquido lubricante a las diferentes estructuras con el fin de permitir el movimiento y la nutrición de tejidos y órganos. En los tendones y ligamentos las fascias presentan características distintas, aunque comparten con la fascia general elementos como el colágeno, fibras elásticas y otras sustancias celulares. En estos componentes especializados de las fascias existen mecano receptor y propio receptores que envían información a la médula espinal y al cerebro sobre las posiciones corporales y los diferentes movimientos que realizamos. El tejido fascial también ayuda en la defensa del sistema inmunitario ante cualquier agresión, sea ésta por impacto, por disminución del aporte nutritivo o de oxígeno, por el aumento de gas carbónico y de desechos metabólicos, proliferación de microbios o por la irritación de los receptores nerviosos. En estos casos las fascias tienden a inflamarse, enrojecerse, crear calor y producir dolor.
Las fascias son tejidos de protección y unión que envuelven a todos y cada uno de los órganos de nuestro cuerpo. Hacen posible que nuestra piel, músculos, huesos, todos nuestros órganos y diferentes sistemas permanezcan unidos ofreciendo un escudo de protección y lubricación. Se dice que hay más de 100 tipos diferentes de fascias. Son estructuras de energía a las que se puede fortalecer y conservar húmedas y flexibles cargándolas con grandes cantidades de energía. Son como finos conductos de energía que circulan por el cuerpo. Los canales y meridianos de energía de los órganos pasan por las fascias. Cuando las fascias no tienen demasiada energía, se endurecen y vuelven frágiles. Cuando la persona pierde su energía o ésta no circula bien (como en el caso de una cicatriz), el cuerpo se endurece y los movimientos pueden resultar dolorosos y poco armónicos. Sabemos que en la mayoría de los casos de cicatrización el tejido dañado no recupera su suavidad ni calidad original. Lo que predomina en estos casos es el tejido fibroso responsable del aspecto rígido denominado fibrosis A través de las cadenas musculares o fasciales estas cicatrices pueden producir molestias en otras partes del cuerpo. Las fascias se caracterizan por su continuidad de una zona a otra, recubriendo completamente todos y cada uno de nuestros elementos corporales y llegando incluso a todas las células del organismo en un sistema complejo pero unificado y unitario. Al hablar de fascias hablamos de diferentes tejidos que tienen la misma función. Dependiendo de dónde se ubique la fascia, de dónde esté el tejido de relleno, recibirá un nombre u otro. Las fascias sanas son como láminas tirantes de un material delgado y resistente que ofrece un escudo protector flexible. Fascias sanas son sinónimo de flexibilidad, de unidad estructural y de que disponemos de un cuerpo sano y vigoroso. Son ellas las responsables en gran medida de nuestro estado de salud y es ahora cuando nos estamos dando cuenta de la importancia de este tejido. La deformación elástica es la capacidad de la fascia para recuperar su forma original cuando ha desaparecido la carga. Siguiendo el principio de “dañar lo menos posible a lo más importante” y gracias a la inherente tendencia a la salud, supervivencia y conservación del cuerpo, este tejido siempre intentará alejar el trauma físico de las zonas más importantes.
EL TEJIDO FASCIAL ES RESISTENTE Y SENSIBLE A LA VEZ Podemos decir que las fascias son resistentes a los traumatismos y realizan un papel de protección, pero sin embargo son sensibles a las energías de baja vibración o energías negativas. Este tejido tiene su propia inteligencia y memoria. El tejido conjuntivo tiene la capacidad de responder a influencias mecánicas o químicas realizando cambios en su estructura y forma.
Fascias: Región nucal hasta región sacra (coxis) Fascia cervical superficial (aponeurosis profunda de la espalda o derivada de la cuerda del cuello): se inserta superiormente en el reborde mandibular, desde donde desciende, insertándose en el hioides, reborde clavicular y manubrio esternal. Envaina a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio. Por sus láminas profundas participa en la constitución de las celdas submandibular y parotídea, además de delimitar el espacio supraesternal (color rojo).
Fascia cervical media o pretraqueal (aponeurosis media de a espalda o de los músculos emigrados del presoma)): se le describen dos láminas, superficial y profunda, las cuales envainan a los músculos de la región infrahioidea. Su lámina superficial envaina al vientre superior del músculo omohioideo y al esternocleidohioideo o esternohioideo. Su lámina profunda envaina a los vientres del músculo esternotirohioideo (color morado). En la región infrahioidea, a nivel de su línea media, convergen la fascia cervical superficial y ambas láminas de la fascia cervical media, formando la línea blanca del cuello. Fascia cervical profunda o prevertebral (Aponeurosis profunda de la espalda o retrosomática): tapiza a los músculos prevertebrales y a los elementos vasculonerviosos de dicha región (color naranja). Vaina carotídea: envaina al eje vasculonervioso carotídeo constituido por la arteria carótida primitiva y la vena yugular interna, anteriormente; y por el nervio vago o neumogástrico, posteriormente (color marrón). Vaina visceral del cuello: recubre a las vísceras cervicales: faringe, laringe, tráquea, esófago, tiroides y paratiroides (color azul y verde). Fascias de la nuca: Fascia interna o superior del elevador del ano: Constituye lo que se denomina clásicamente como aponeurosis profunda del elevador del ano. Es una formación que algunos consideran un diafragma fibrosos de la pelvis. Fascia externa o inferior del elevador del ano: Integra la cara externa de lo que hemos indicado. Algunos autores la consideran el diafragma interior de la pelvis. Fascia diafragmática urogenital inferior: Envuelve los músculos del sistema neuromuscular del pudendo, así como los cuerpos eréctiles. Fascia diafragmática urogenital superior: Corresponde a las fascias que envuelven a los músculos del sistema neuromuscular del pudendo, por la cara superior, o proximales al suelo de la pelvis. Fascia toracolumbar: cubre los músculos profundos de la región dorsal del tronco y el tronco. Superiormente, pasa anterior al músculo serrato posterosuperior y se continúa con la lámina superficial de la capa cobertora de la facial cervical en el cuello. En la región torácica, cubre a los musculos profundos y los separa de los músculos de los grupos superficial e intermedio. Medialmente, se fija en las apófisis espinosas de las vértebras torácicas y, lateralmente a los ángulos de las costillas. La inserción medial de los músculos dorsal ancho y serrato posteroinferior se fusionan con la fascia toracolumbar. En la región
lumbar, la fascia toracolumbar consta de 3 capas: La capa posterior es gruesa y está fijada a las apófisis espinosas de las vertebras lumbares, vertebras sacras y al ligamento supraespinoso. Desde estas inserciones se extienden lateralmente para cubir al erector de la columna. La capa media se inserta medialmente en los extremos de las apófisis transversas de las vertebras lumbares y en los ligamentos intertransversos: inferiormente, se inserta en la cresta iliaca, y superiormente en el margen inferior de la costilla 12 La capa anterior cubre la superficie anterior del musculo cuadrado lumbar (un musculo de la pared abdominalposterior) y se fija medialmente a las apófisis transversas de las vertebras lumbares: inferiormente, se inserta en la cresta iliaca, y superiormente forma el ligamento arqueado lateral para la inserción del diafragma. Las capas posterior y media de la fascia toracolumbar se unen en el margen lateral del erector espinal. En el borde lateral del cuadrado lumbar, la capa anterior se les une y forma la aponcurosis de origen del musculo transverso del abdomen de la pared abdominal.
TEJIDO MUSCULAR El tejido muscular es el responsable de los movimientos corporales. Está constituido por células alargadas, las fibras musculares, caracterizadas por la presencia de gran cantidad de filamentos citoplasmáticos específicos. Las células musculares tienen origen mesodérmico y su diferenciación ocurre principalmente en un proceso de alargamiento gradual, son síntesis simultánea de proteínas filamentosas. De acuerdo con sus características morfológicas y funcionales se pueden diferenciar en los mamíferos tres tipos de tejido muscular, el músculo liso, estriado esquelético y cardiaco.
MÚSCULO ESTRIADO O ESQUELETICO Está formado por haces de células muy largas (hasta de 30 cm.) cilíndricas y multinucleadas, con diámetro que varía de 10 a 100 µm., llamadas fibras musculares estriadas.
Organización del músculo esquelético: Las fibras musculares están organizadas en haces envueltos por una membrana externa de tejido conjuntivo, llamada empimisio. De éste parten septos muy finos de tejido conjuntivo, que se dirigen hacia el interior del músculo, dividiéndolo en fascículos, estos septos se llaman perimisio. Cada fibra muscular está rodeada por una capa muy fina de fibras reticulares, formando el endominsio. El tejido conjuntivo mantiene las fibras musculares unidas, permitiendo que la fuerza de contracción generada por cada fibra individualmente actúe sobre el músculo entero, contribuyendo así a su contracción. Este papel del tejido conjuntivo tiene gran importancia porque las fibras generalmente no se extienden de un extremo a otro del músculo. También por intermedio del tejido conjuntivo la fuerza de contracción del músculo se transmite a otras estructuras como tendones ligamentos, aponeurosis y huesos.
Los vasos sanguíneos penetran en el músculo a través de los septos del tejido conjuntivo y forman una red rica en capilares distribuidos paralelamente a las fibras musculares. Estas fibras se adelgazan en las extremidades y se observa una transición gradual de músculo a tendón. Cada fibra muscular presenta cerca de su centro una terminación nerviosa llamada placa motora. La fibra muscular está delimitada por una membrana llamada sarcolema y su citoplasma se presenta lleno principalmente de fibrillas paralelas, las miofibrillas. Las miofibrillas son estructuras cilíndricas, con un diámetro de 1 a 2 µm. y se distribuyen longitudinalmente a la fibra muscular, ocupando casi por completo su interior.
MÚSCULO CARDIACO Constituido por células alargadas, formando columnas que se unen irregularmente. Estas células también presentan estriaciones transversales, pero pueden distinguirse fácilmente de las fibras musculares esqueléticas por el hecho de poseer solo uno o dos núcleos centrales. La dirección de las células cardíacas es muy irregular y frecuentemente se pueden encontrar con varias orientaciones, en la misma área de una preparación microscópica, formando haces o columnas. Esas columnas están revestidas por una fina vaina de tejido conjuntivo, equivalente al endomisio del músculo esquelético. Hay abundante red de capilares sanguíneos entre las células siguiendo una dirección longitudinal a éstas. La célula muscular cardiaca es muy semejante a la fibra muscular esquelética, aunque posee más sarcoplasma, mitocondrias y glucógeno. También llama la atención el hecho de que en los músculos cardiacos, los filamentos ocupen casi la totalidad de la célula y no se agrupen en haces de miofibrillas. Una característica específica del músculo cardiaco es la presencia de líneas transversales intensamente coloreables que aparecen a intervalos regulares. Estos discos intercalares presentan complejos de unión que se encuentran en la interfase de células musculares adyacentes. Son uniones que aparecen como líneas rectas o muestran un aspecto en escalera. En la parte en escalera se distinguen dos regiones. La parte transversal, que cruza la fibra en línea recta y la parte lateral que va en paralelo a los miofilamentos. En los discos intercalares se encuentran tres tipos de contactos:
La fascia adherens o zona de adhesión mácula adherens o desmosome uniones tipos gap (gap juntion).
Las zonas de adhesión representan la principal especialización de la membrana y de la parte transversal del disco sirven para fijar los filamentos de actina de los sarcómeros terminales. Básicamente representa una hemibanda Z (media) Las máculas adherentes son desmosome que unen fibras musculares cardiacas, impidiendo que se separen por la actividad contráctil constante del corazón. Los desmosome son estructuras complejas en forma de un disco constituidas por la yuxtaposición de dos regiones electrodensas que se hallan en las regiones contiguas de la membrana celular de dos células vecinas, en las cuales se insertan haces de tono filamentos. Las
fibrillas tienden acumularse en el polo superior de la célula inmediatamente por debajo de la superficie celular, formando la trama terminal (citoesqueleto). En las partes laterales de los discos se encuentran uniones tipo gap, responsables de la continuidad iónica, entre células musculares próximas. Desde el punto de vista funcional, el paso de iones permite que las cadenas de células musculares se comportan como si fueran un sincito (célula simple con muchos núcleos), pues el estímulo de la contratación pasa como si fuera una onda de una célula a otra.
Nervios y sistema generador y conductor del impulso nervioso en el corazón Debido a la capa de tejido conjuntivo que reviste internamente el corazón existe una red de células musculares cardiacas modificadas localizadas dentro de la pared muscular del órgano. Tales células desempeñan un papel importante en la generación y conducción del estímulo cardiaco. El corazón recibe nervios tanto del sistema simpático con del parasimpático que forman plexos en la base del órgano. No existen en el corazón, terminaciones nerviosas comparables a la placa motora del músculo esquelético. Se admite que las fibras musculares cardiacas son capaces de autoestimulación independiente del impulso nervioso. Cada una de estas fibras tiene su ritmo propio, pero dado que están enlazadas en uniones tipo gap, que tienen un ritmo acelerado y conducen a todas las otras distribuyendo el impulso a todo el órgano. Las fibras del sistema generador y conductor del impulso son las del ritmo más rápido, pero las otras células del corazón pueden hacer que el órgano trabaje con un ritmo más lento, en el caso de que exista un fallo en el sistema conductor. Por lo tanto el sistema nervioso ejerce en el corazón una acción reguladora, adaptando el ritmo cardiaco a las necesidades del organismo como un todo.
MUSCULO VISCERAL O LISO Está formado por la asociación de células largas que pueden medir de 5 a 10 um. de diámetro por 80 a 200 µm. de largo. Están generalmente dispuestas en capas sobre todo en las paredes de los órganos huecos, como el tubo digestivo o vasos sanguíneos. Además de esta disposición encontramos células musculares lisas en el tejido conjuntivo que reviste ciertos órganos como la próstata y las vesículas seminales y en el tejido subcutáneo de determinadas regiones como el escroto y los pezones. También se pueden agrupar formando pequeños músculos individuados (músculo erector del pelo), o bien constituyendo la mayor parte de la pared del órgano, como el útero. Las fibras musculares lisas están revestidas y mantenidas unidad por una red muy delicada de fibras reticulares. También encontramos vasos y nervios que penetran y ramifican entre las células. En el corte transversal el músculo liso se presenta como un aglomerado de estructuras circulares o poligonales que pueden ocasionalmente presentar un núcleo central. En corte longitudinal se distinguen una capa de células fusiformes paralelas.
Estructura de la fibra muscular lisa La fibra muscular lisa también está revestida por una capa de glucoproteína amorfa (glucálix). Frecuentemente los plasmalemas de dos células adyacentes se aproximan mucho formando uniones estrechas (Tight) y gap. Esas estructuras no sólo participan de la transmisión intercelular del impulso, sino que mantienen la unión entre las células. Existe un núcleo alargado y central por célula. La fibra muscular lisa presenta haces de miofilamentos que cruzan en todas direcciones, formando una trama tridimensional. En el músculo liso también existen terminaciones nerviosas, pero el grado de control de la contracción muscular por el sistema nervioso varia. Es importante las uniones gap, en la transmisión del estímulo de célula a célula. El músculo liso, recibe fibras del sistema nervioso simpático y para simpático y no muestra uniones neuromusculares elaboradas (placas motoras). Frecuentemente los axones terminan
formando dilataciones del tejido conjuntivo. Estas dilataciones contienen vesículas sinápticas con los neurotransmisores (terminaciones colinérgicas) o noradrenalina (terminaciones adrenérgicas).
MUSCULOS DEL DORSO
TRAPECIO
PLANO MUSCULAR SUPERFICIAL
Origen: línea nucal superior, protuberancia occipital externa, ligamento nucal y de las apofisis espinosas de la C7 a D12. Inserción: espina de la escapula, acromion y clavicula Inervación: nervio accesorio y C4 Y C5 Irrigación: arterias vertebral (AV), cervicales ascendente (CA) y transversa (CT) y dorsal de la escápula (DE). Acción: abduce y extiende el brazo
LATISIMO DEL DORSO ancho)
( dorsal
Origen: procesos espinosos de las 6 últimas dorsales, lumbares, sacro y cresta iliaca Inserción: corredera bicipital del humero Inervación: nervio del dorsal ancho (toracodorsal) Irrigación: Ramas de las Arterias Toracodorsales y Ramas perforantes de la Arteria Intercostal Posterior Acción: aduce y extiende el brazo
PLANO MUSCULAR MEDIO
ELEVADOR DE LA ESCAPULA
Origen: tubérculos posteriores de las apófisis transversas de las primeras cuatro cervicales Inserción: borde interno de la escapula Inervación: ramas pequeñas del 3 y 4 nervio cervicales Irrigación: Acción: eleva y retrae la escapula y abduce el cuello
ROMBOIDES MENOR (superior)
Origen: en las apófisis espinosas de la C7 a la D1, parte inferior del ligamento cervical posterior Inserción: borde interno de la escapula Inervación: nervio escapular dorsal Irrigación: Arteria Cervical Transversa Acción: retrae, rota y fija la escapula
ROMBOIDES MAYOR (inferior)
Origen: apófisis espinosas y ligamentos supraespinosos de la D2 a D5 Inserción: borde interno de la escapula Inervación: nervio escapular dorsal Irrigación: Arteria Cervical Transversa Acción: retrae, eleva parcialmente, rota y fija la escapula
SERRATO POSTERIOR SUPERIOR MENOR
Origen: Desde los procesos espinosos de las 2 últimas vértebras cervicales y las 2 primeras torácicas Inserción: la cara posterior II – V costilla Inervación: C8 A D3 Irrigación: Arteria Torácica Lateral. Y Ramo cutáneo de la Art. Intercostal Posterior Acción: eleva costillas superiores
SERRATO POSTERIOR INFERIOR MENOR
Origen: Desde la fascia torácica lumbar, procesos espinosos de las 2 últimas vértebras torácicas y las 2 primeras lumbares Inserción: la cara posterior IX – XII costillas Inervación: D9 A D11 Irrigación: Arteria Torácica Lateral. Y Ramo cutáneo de la Art. Intercostal Posterior Acción: deprime costillas inferiores y extiende la espalda
PLANO MUSCULAR PROFUNDO ESPLENIO Origen: línea media, en las ultimas cervicales y primeras dorsales Inserción: porción mastoidea del temporal y el tercio externo de la línea curva superior del occipital---apófisis transversas de las cervicales superiores Inervación: rama dorsal de los nervios cervicales Irrigación: arteria occipital Acción: rota y extiende la cabeza
ERECTOR DE LA ESPINA ILIOCOSTAL (lumbar, dorsal y cervical) LONGISIMO (dorsal, cervical, capitis o complejo menor) ESPINAL O EPIESPINOSO (dorsal, cervical y capitis o semiespinoso de la nuca)
Origen: empienzan en el sacro, el ilion y los ligamentos relacionados con ellos Inserción: costillas y vertebras, complejo menor: proceso mastoides Inervación: rama dorsal de los nervios espinales Irrigación: Intercostales y ramas de las lumbares. Acción: extiende la columna vertebral
SEMIESPINAL DE LA CABEZA O COMPLEJO MAYOR
Origen: Apófisis transversas y articulares de las cervicales inferiores y dorsales superiores C4-T6 Inserción: en la porción interna de las líneas curvas superior e inferior del occipital Inervación: rama dorsal de los nervios espinales
Irrigación: Intercostales posteriores Acción: rota y extiende la cabeza
REGION SUBOCCIPITAL FORMAN EL TRIANGULO OCCIPITAL RECTO POSTERIOR MAYOR DE LA CABEZA
Origen: apófisis espinosa del axis Inserción: porción externa de la línea curva inferior del occipital y la zona inferior adyacente Inervación: principalmente por el nervio suboccipital Irrigación: arteria subclavia Acción: rota y extiende la cabeza postural
OBLICUO SUPERIOR DE LA CABEZA (MENOR)
Origen: apófisis transversa del atlas Inserción: porción externa de la zona entre líneas curvas superior e inferior del occipital Inervación: principalmente por el nervio suboccipital Irrigación: Occipital Acción: rota la cabeza postural
OBLICUO INFERIOR DE LA CABEZA ( MAYOR)
Origen: apófisis espinosa del axis Inserción: apófisis transversa del atlas Inervación: principalmente por el nervio suboccipital Irrigación: Occipital Acción: rota la cabeza postural
RECTO POSTERIOR MENOR DE LA CABEZA ( NO ES DEL TRIANGULO)
Origen: tuberculo posterior del atlas Inserción: posicion interna de la línea curva inferior del occipital Inervación: principalmente por el nervio suboccipital Irrigación: Occipital Acción: postural
REGION GLUTEA
GLUTEO MAYOR
Origen: cresta iliaca, sacro, cóccix y aponeurosis del sacroespinal Inserción: tracto iliotibial, tuberosidad glutea del fémur Inervación: nervio glúteo superior Irrigación: arteria glútea Acción: extensión y rotación externa del muslo
GLUTEO MEDIO
Origen: ilion y aponeurosis glútea Inserción: cara externa del trocanter mayor Inervación: nervio glúteo superior
Irrigación: arteria glútea Acción: abducción y rotación interna del muslo
GLUTEO MINIMO
Origen: ilion Inserción: borde anterior del trocanter mayor Inervación: nervio glúteo superior Irrigación: arteria glútea superior Acción: abducción y rotación interna del muslo
MUSCULOS ROTADORES LATERALES DEL FEMUR PIRAMIDAL O PIRIFORME
Origen: cara anterior del sacro y ligamento sacrotuveroso Inserción: trocanter mayor del femur Inervación: ramas ventrales de S1 Y S2 Acción: Abductor y rotación externa del muslo
OBTURADOR INTERNO
Origen: cara pélvica de la membrana obturatriz y la del coxal Inserción: trocanter mayor del fémur Inervación: nervio obturador interno Acción: rotación externa
GEMELO SUPERIOR
Origen: espina ciática Inserción: borde superior del obturador interno Inervación: nervio obturador interno Irrigación: arteria glútea inferior o arteria ciática, arteria ilíaca interna. Acción: rotación externa
GEMELO INFERIOR
Origen: tuberocidad isquiática Inserción: borde inferior del obturador interno Inervación: nervio obturador interno Irrigación: arteria glútea inferior o arteria ciática, arteria ilíaca interna Acción: rotación externa
CUADRADO FEMORAL
Origen: tuberocidad isquiática Inserción: creta intertrocanterea Inervación: nervio cuadrado femoral (plexo sacro) Irrigación: Arteria glútea inferior Acción: rotación externa y aductor
OBTURADOR EXTERNO
Origen: cara externa del pubis e isquion, a lo largo de los límites del agujero obturado y en la membrana obturatriz Inserción: fosa digital del trocanter mayor del fémur Inervación: rama posterior del nervio obturador Irrigación: Arteria obturadora Acción: rotación externa y aductor
BIBLIOGRAFÍA Anatomia con Orientacion Clinica. Moore Keith L. sexta edición, edit. The Point.México,2011 Gray. Anatomía para estudiantes Richard L. Drake.,edit Elsevier. México 2003
Anatomía y Disecciones. Hernandez Ramirez Francisco,Méico,1990 http://www.energiacraneosacral.com/anatomia/fascias/anatomia2-fascias.html http://members.fortunecity.com/uesmedicina/macro01.htm