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EL PAPEL DE LAS EMOCIONES EN LA ESCUELA. ¿ES NECESARIO LLEVAR LAS EMOCIONES AL AULA? Por Laura López Pons
A lo largo del desarrollo de este articulo pretendemos dar un poco de luz a estas cuestiones, ¿qué son las emociones para nuestros alumnos?, ¿hay que educar en emociones?, ¿es importante para nuestro alumnado que éstas estén presentes en el aula?... En primer lugar haremos referencia a las emociones en general para así poder tener una visión más amplia de las mismas y un mayor conocimiento de las teorías que las avalan en el aula. Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva que viene acompañada de cambios orgánicos de origen innato, influidos por las experiencias anteriores. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbitamente en forma de sensaciones más o menos pasajeras. La experimentación de una emoción generalmente conlleva un conjunto de cogniciones, actitudes, creencias sobre el mundo que nos rodea y que usamos para valorar una situación en concreto así pues, influyen en nuestra percepción del mismo, y en el modo en que nos enfrentamos a él. Durante mucho tiempo las emociones se han considerado como algo sin importancia y que no eran necesarias para una educación integral de la persona, se ha tenido más en cuenta la parte más racional dejando de lado los sentimientos de cada individuo en particular. Pero las emociones son verdaderos indicadores de la salud afectiva de nuestro alumnado, hecho que resulta de especial relevancia ya que cuando uno se siente bien consigo mismo, es feliz, aprenderá más que si tiene ciertas carencias emocionales que no están cubiertas de modo satisfactorio. En todo esto nos basamos para decir que las emociones deben entrar en el aula para que podamos enriquecer y sacar mayor provecho de las experiencias de enseñanza aprendizaje que desarrollamos en ella. Desde que tenemos poco tiempo de vida, los seres humanos experimentamos ciertas emociones básicas como pueden ser el enfado, la alegría, el miedo… que poco a poco gracias a la presencia del lenguaje, como mediador del pensamiento, se irán haciendo cada vez más complejas. Todas estas emociones, dependiendo de las experiencias anteriores del sujeto, de su situación de aprendizaje, de su carácter, del entorno… se experimentaran de distinto modo, un modo único y particular en cada sujeto que nos da idea de la gran complejidad del ser humano. Con ello debemos mencionar que algunas de las reacciones fisiológicas, y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras se pueden pueden ir adqui adquirien riendo do a lo lo larg largo o de la la experi experien enci ciaa concret concretaa de cada person persona. a. Podemos definir las emociones en seis categorías básicas:
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+ Miedo: la anticipación de una amenaza o peligro produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad… + Sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa. + Aversión: disgusto, asco. Nos solemos alejar del objeto que nos produce esta emoción. + Ira: rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad… + Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da sensación de bienestar y seguridad. + Tristeza: Pena, soledad, pesimismo… Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones: + Miedo: tendemos hacia la protección. + Sorpresa: ayuda a orientarnos frente a la nueva situación. + Aversión: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante. + Ira: nos induce hacia la destrucción. + Alegría: nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien). + Tristeza: nos motiva hacia una nueva reintegración personal. Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo: Expresiones faciales, acciones y gestos, distancia entre personas, componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal). Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos: temblor, sonrojarse, sudoración, respiración agitada, dilatación pupilar, aumento del ritmo cardíaco. Una vez que hemos hecho referencia a algunas de las emociones más básicas, y a los componentes de éstas, así como hemos intentado dar respuesta a las cuestiones que nos planteábamos al inicio del artículo, centraremos algunos aspectos de la práctica educativa, y haremos referencia a cómo podemos llevar las emociones al aula para trabajarlas con los alumnos y para que éste sea también un aspecto a tener en cuenta en nuestra tarea de conseguir que nuestro alumnado se desarrolle integralmente como personas de pleno derecho en nuestra sociedad actual, tan cambiante y en la que poseer una estabilidad afectiva se valora positivamente para poder enfrentarnos a los avatares de nuestra vida cotidiana. Para llevar el trabajo de las emociones al aula, nos basaremos en algunas de las actividades que podemos llevar a cabo con nuestros alumnos, en el desarrollo de las distintas áreas, siempre que se enmarquen adecuadamente dentro del desarrollo de cada unidad o de forma aislada como una tarea más de nuestra función tutorial. Algunas de las actividades que podemos desarrollar son: + Escuchamos música con sentimientos. www.ellapicero.net/node/2980/print
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Esta actividad consiste en poner a los alumnos distintas canciones, de diferente índole, clásica, relajación, pop, rock… y que sean ellos los que van contando las sensaciones y emociones que sienten con cada tema musical. + Los dibujos del corazón. Esta actividad consiste en ir mostrando a los alumnos una serie de imágenes, y una lista de emociones que pueden sentirse con cada una de ellas y que vayan eligiendo de esa lista las que consideran que pueden tener al ver la imagen presentada. Con ello pretendemos que los alumnos aprendan a identificar sus propias emociones, ante una determinada imagen o situación. + Una historia perfecta. Para el desarrollo de esta actividad, cada alumno deberá contar un suceso que le haya pasado en la vida real con el objetivo de emocionar al resto de sus compañeros, este relato puede ser leído, las emociones que queramos desencadenar pueden ser varias a lo largo del relato. + ¿Qué me dice? Mediante la visión de distintas escenas por parte de los alumnos, novelas, series, películas… cada alumno deberá explicar qué emoción le ha producido el visionado de cada escena, y por qué cree que ha tenido esa reacción emocional, deberá responder a qué ha sido lo que le ha emocionado. + Creamos emociones. Cada alumno deberá pensar e interiorizar una emoción, mediante gestos, sonidos… por ejemplo el miedo, y seguidamente a conseguir el desarrollo interior de esa emoción deberá pasar a otra totalmente contraria a la que ha sentido, por ejemplo la alegría. + Identificamos a… Con esta actividad se pretende que cada alumno, identifique a un compañero con una emoción que para él le es característica de esa persona en concreto. Por ejemplo, Carlos es la emoción Ira, ya que siempre que le hablas se enfada de forma muy rápida. Con esto pretendemos que los alumnos vean que su carácter, su personalidad está influida por las emociones que esa persona siente o manifiesta. + Imaginemos que… Se propone a los alumnos que piensen que son determinados objetos, un coche, una pelota, un pájaro, una nube… y que digan qué emociones creen que tienen siendo esos objetos, cómo se sienten como los tratan los demás… con esto pretendemos que sepan ponerse en el lugar del otro, en este caso de un objeto. + Aprendo a relajarme (relajación dinámica) Se les pondrá a los niños música que invite al movimiento. Se les puede proponer que corran al ritmo de la música, unas veces muy deprisa y otras más lento. Los niños notarán cómo, después de haber forzado a trabajar a los músculos de su cuerpo, se sienten más relajados. Otra forma consistirá en enseñarles un globo inflado y animarles a que no toque nunca el suelo, los niños correrán tras él, intentando alcanzarlo. Se les puede proponer que bailen con la música pero que, cuando deje de sonar, se tienen que parar y estar muy quietos hasta que vuelva a escucharse la melodía, www.ellapicero.net/node/2980/print
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experimentando la sensación de relajación. +Me voy a la playa. Relajación autógena. Se les describirá situaciones en las que sepamos que han disfrutado, por ejemplo, una playa, la excursión con los compañeros a la sierra, un día en la piscina,... Se irá describiendo con detalle lo que está sucediendo, haciendo alusión a la relajación que siente el niño, el calor que nota por el sol, lo contento que está, etc... Los niños estarán tumbados y se les pedirá que imaginen esa situación. Conviene utilizar un tono de voz suave e ir describiendo la escena con todo detalle, intentando provocar en los niños lo que sentirían en esa situación. A través de todas estas actividades, pretendemos que nuestros alumnos consideren la importancia de las emociones, para un adecuado equilibrio y estabilidad emocional, que como ya hemos hecho referencia anteriormente es de gran importancia para el desarrollo integro de nuestros alumnos y alumnas, así como para un adecuado proceso de aprendizaje, ya que teniendo nuestras necesidades emocionales cubiertas podremos dedicarnos a aprender todo lo que nuestro entorno nos ofrezca, tanto en la escuela como en la familia o el propio entorno. REFERENCIAS: Bisquerra, Rafael (2000) “Educación emocional y bienestar”. Editorial Praxis. Barcelona Goleman, Daniel (1997) “Inteligencia emocional”. Editorial Kairós. Barcelona Marina, José Antonio (2005) “La inteligencia fracasada”. Editorial Anagrama. Barcelona URL de la fuente: http://www.ellapicero.net/node/2980
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