El libro pequeño que te hará pensar

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Laura Szmuch www.encontactopnl.ning.com

EL LIBRO PEQUEÑO QUE TE HARÁ PENSAR, SENTIR Y ACTUAR

Laura Szmuch

INTRODUCCIÓN Mi nombre es Laura Szmuch y te doy la bienvenida a este libro pequeño que te hará pensar, sentir y actuar en formas más funcionales que lo que probablemente venís haciendo. Hace más de quince años vengo acompañando a la gente en procesos de cambio, en momentos en sus vidas cuando sienten que necesitan algo más o algo diferente. Lo hago a través de cursos presenciales u online y encuentros individuales. Me fascina ver a la gente aprender a comunicarse mejor, a establecer y lograr objetivos, a vivir vidas más plenas, exactamente como ellos las diseñan. Algo que siempre me interesó aprender e investigar desde que era muy pequeña es cómo algunas personas envejecen siendo sanas y saludables tanto física como mentalmente, cómo hay quienes parecen sacar lo mejor de cada situación, cómo podemos honrar la vida a cada instante, cómo podemos disfrutar de nuestros trabajos, estar muy bien remunerados, y tener abundancia para hacer las cosas que más tenemos ganas de hacer. Cuando me capacité en PNL hace casi dos décadas, aprendí una metodología de observación detallada de la estructura de la experiencia subjetiva y conducta de las personas que hacen algo muy bien, para aprender de cómo lo hacen. Desde mi lugar de practicante de la PNL, y con el bagaje de muchas otras cosas más que fui aprendiendo y desarrollando, pasé los últimos años modelando a quienes parecían vivir una realidad diferente, a esas personas que a pesar de cualquier circunstancia externa aparentemente adversa mantenían el brillo en sus ojos y la sonrisa en su cara, a quienes emanaban una fabulosa paz interior, a quienes con sólo estar cerquita de ellos, en forma presencial o a través de grabaciones, videos o lo que ellos habían escrito, yo me empezaba empezaba a sentir maravillosamente bien, casi mágicamente. Como hacemos los practicantes de la PNL comencé a prestar mucha atención a su manera de hablar, a su lenguaje, a su visión del mundo… Hay quienes hablan de “trabajo interno”, pero para mí esto no fue trabajo, al menos no el trabajo entendido como algo arduo, difícil o sacrificado. Si bien cada persona va eligiendo la forma en que va viviendo su crecimiento interior, y todas son válidas porque no hay una sola forma correcta de hacer las cosas, para mí esto fue pura diversión. Un hobby, diría. Ese proceso de expansión en el que las explicaciones, interpretaciones e intelectualizaciones eran interesantes, interesantes, pero no suficientes, ha sido y sigue siendo una La vida es hoy

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gran aventura. El darme cuenta de que todo puede ser tomado de forma diferente, y que esa elección es, precisamente, la que va creando nuestra realidad, es un descubrimiento impresionante. Tal vez al leer esto, pienses: “Ah, pero eso ya lo sé, ya lo leí, ya lo estudié”. Seguramente sí, por supuesto. Muchos de nosotros pasamos años hablando y leyendo acerca de “esto”. El gran y bellísimo desafío es, precisamente, vivirlo. Hacerlo carne. Sumergirnos en este fluir de la vida, en una conciencia mucho más profunda, en una expansión que nunca termina. Aprendí y me di cuenta de tantas cosas, y, a veces la energía me rebalsa, y necesito compartirla con quienes tienen ganas de hacerlo. Sí, sólo con quienes tienen ganas, porque cada uno es libre de elegir de qué manera, cuándo y con quién hace lo que hace. Hay quienes fluyen y son creativos y felices a través del deporte, otros a través del arte en todas sus expresiones, otros educando, muchos criando hijos, otros tantos cocinando, escalando, haciendo negocios, estudiando, bailando por placer, haciendo trabajo solidario, compartiendo momentos íntimos con su pareja, disfrutando con amigos, viajando, enseñando… Cada persona que se sienta viva y plena en lo que hace, ya está viviendo la vida de sus sueños, ya está fluyendo… Y no necesita aprender nada, porque ya está ahí…que es aquí, en realidad, ¿no es cierto? No hay ahí y aquí, y ese es, precisamente, uno de los errores más importantes que solemos cometer. El creer que cuando consigamos estar “ahí”, vamos a ser felices, maravillosos, brillantes, tendremos la paz interna anhelada, y todo lo que a cada uno se nos pueda ocurrir. El “ahí” no existe, y este es uno de los “ahas” más poderosos que podemos tener. El “ahí” es “aquí”, ahora mismo, ya. ¿Qué tenemos que esperar? ¿Para qué postergar? Hace casi cinco años, unos meses antes de cumplir 40 años, en broma, puse como nick en el msn: “La vida comienza a los 40”. Andrés, un amigo mío, me respondió a través de un mensaje en su propio nick: “La vida es hoy”. Me pareció muy sabio en ese momento, y ese mensaje me sacudió un poco, porque me mostró que yo estaba siendo muy limitada al creer, aunque fuera en forma de broma, que tenía que esperar unos meses para comenzar a divertirme… Lo fuerte e intenso de esto, es que Andrés dejó esta dimensión física sólo unos meses después. Él no sabía que estaba enfermo cuando me dejó ese regalo, y desde el día de su partida, yo adopté no sólo su nick sino La vida es hoy

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su mensaje de vida, y lo grabé en mis huesos y en mis músculos, y en la conciencia plena del ahora. Espero que este libro pequeño te acompañe para que comiences a dar los pasos que consideres necesarios para poder hacer hacer que tu vida sea s ea cada día más plena. Con amor, Laura

¿Estás a punto de…? Los seres humanos no nos enfermamos de golpe, no se detienen nuestros ritmos vitales sin anuncios previos, sino que lo vamos haciendo de a poquito, sin darnos cuenta, hasta que algo sucede y nos decimos: “Si me hubiera dado cuenta antes”.

Estas cosas parecen venir de la nada, pero en realidad, nuestros cuerpos y nuestros estados de ánimo nos van dando señales que ignoramos, porque creemos que a nosotros no nos va a pasar, porque no tenemos tiempo para dedicarnos a nosotros, o porque consideramos que hay otras cosas más urgentes para resolver primero.

Los niveles de estrés en la población media son alarmantes. Ni siquiera durante las vacaciones la gente se desenchufa realmente de sus obligaciones. El tener el celular encendido todo el tiempo, la conexión a internet, los deseos desmedidos de ver y escuchar noticias hacen que

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nuestras mentes trabajen a full todo el tiempo, sin conseguir un buen descanso ni siquiera durante la noche.

Tanto hombres como mujeres estamos llenos de obligaciones, compromisos y en reglas generales el sentimiento de frustración por no poder parar para pensar, para estar en silencio, para aflojar, causa un estado de fastidio permanente. Un simple vistazo a las publicaciones de la mayor parte de la gente en las redes sociales nos muestra el enojo y resentimiento que la adicción a la actividad puede llegar a producir. Y cuando esto sucede, lo primero que hacemos es enojarnos con otros, crear conflictos o ver conflictos donde no los hay, culpar a quienes nos rodean de lo que no nos animamos a hacer porque ni siquiera nos damos permiso para parar unos instantes para pensar qué es lo que realmente queremos hacer de nuestras vidas.

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El precio altísimo que pagamos cuando nos olvidamos de nosotros mismos Cuando no nos cuidamos estamos cometiendo el gravísimo acto de ir en contra de nosotros. Cuando no nos damos el tiempo para entrar en contacto con nosotros mismos y prestarnos atención, invertir unos momentos en recordar que estamos vivos, que somos responsables de nuestra salud, de nuestros pensamientos, actitudes y felicidad, simplemente estamos abandonándonos. Nos olvidamos de las cosas pequeñas que son las que más importan. Nos sobre-exigimos y no nos damos cuenta de que para poder ser de utilidad amorosa para nuestras familias, compañeros de trabajo y comunidades, lo primero que debemos hacer es SER desde nuestro propio centro.

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Recordá lo primero que te dicen cuando estás en el avión. Antes de ayudar a otros, tenés que ponerte la máscara de oxígeno en caso de emergencias. Si te desmayás, o te pasa algo, no vas a poder colaborar con nadie, sino que vas a complicarle la tarea a los rescatistas.

Si ignoramos las reglas básicas de auto-preservación, de cuidados y cariño hacia nosotros mismos, de tranquilidad mental, no sólo vamos a enfermarnos sino que seremos una carga para otros.

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Nos decimos que no tenemos tiempo para comer bien, para descansar, para vivir. Y si no lo hacemos ahora, ¿para cuándo lo estamos dejando? Hermoso pasaje escrito por Clarissa Pinkola Estés, en Mujeres que corren con los lobos. “He oído todas las excusas que pueden inventarse las mujeres: No tengo talento. No soy importante. No tengo estudios. No tengo ideas. No sé cuándo. Y la más ofensiva de todas: No tengo tiempo. En tales casos, siempre experimento el impulso de ponerlas boca abajo y sacudirlas hasta que me prometan no volver a decir mentiras”.

Es imperativo que tanto hombres y mujeres, especialmente a partir de los veinticinco años, aprendan a bajar las revoluciones y a encontrar tiempo para sí mismos. Momentos de tranquilidad, de satisfacción, de placer, no para escapar de las obligaciones sino para recuperar y aumentar la energía, para prevenir enfermedades, para volver al centro, para aclarar ideas, para respirar.

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No importa cuán ocupados estemos, siempre podemos tomarnos unos minutos para “resetear”, para estar presentes, para regresar a la calma. Si no lo hacemos a tiempo, vamos a ir sintiendo de a poco que se nos seca el alma y que la insatisfacción aumenta hasta hacernos pensar que no hay nada que pueda hacerse para cambiar. Al exigirnos excesivamente, creer que somos una fuente inagotable para los demás, no hacemos nada para ayudarnos y nos mueve una desmedida ambición que ni siquiera nos lleva a conseguir cosas que podamos disfrutar, es hora de pensar en aprender algo diferente. La vida es hoy

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Sí, absolutamente todo puede aprenderse Por supuesto que para aprender se requiere tener ganas de hacerlo y buena predisposición para realizar cambios, que pueden parecer muy incómodos al principio.

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Una de las más hermosas características humanas es la de la capacidad de aprender. Todos podemos hacerlo, sin importar qué es lo que ya sabemos, nuestra edad o nuestro género. Podemos aprender, y sobre todo, podemos re-aprender. Nuestras crianzas y nuestra cultura, nuestras experiencias personales, y aprendizajes tanto formales, informales y no formales nos van moldeando y determinan cómo actuamos, cómo hablamos y qué creemos. Sin embargo, cuando nos volvemos conscientes de lo que pensamos, de lo que nos decimos, y comenzamos a abrirnos a escuchar y tomar en cuenta otras opciones, y cuestionamos lo que dábamos por sentado, lo que hasta hoy era obvio, ahí realmente podemos transformar nuestra realidad, si así lo eligiéramos.

De todas formas, ¡hacelo! Abrite a nuevas posibilidades, aunque duela, aunque sea difícil, aunque te dé vértigo… Extendé tus brazos, dándole la bienvenida a tu vida a todo lo que alguna vez deseaste, y aceptá lo bueno: no un poquito, sino TODO lo bueno que tiene para vos. Animate a poner lo que deseás en palabras. Exponete, sé vulnerable. Pedí lo que necesites, comprá lo que te haga falta, invertí si es necesario. Sé paciente, pero no esperes demasiado. Atrevete a soñar, a desear, a crear y construir. La vida es hoy

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Este es tu momento de poder, el aquí y el ahora. No importa si ya lo intentaste y no pudiste, dejá el pasado de lado. Probá nuevas maneras. Aprendé a cambiar. Aprendé. Todo es un aprendizaje. ¿Ya lo dije? Salí de la comodidad si esa comodidad ya es incómoda. Quedate ahí sólo si te gusta. Permití que tus miedos se derritan, y que revelen el tesoro que estaban escondiendo. Llená tu día de momentos incomparables, como nunca antes los habías tenido o apreciado. Abrite. Abrite a quien podés llegar a ser. ¿Y si duele? Es posible que duela. ¿Acaso el estancamiento no duele también? ¿Acaso el puño oprimido de la impotencia no deja hematomas? ¿Acaso los dientes apretados y la mandíbula rígida e inflexible no lastiman? La vida es hoy

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¿Acaso la bronca no expresada no asfixia y ahoga? ¿Acaso la furia apuntada hacia vos misma no te enferma? Podés quedarte ahí, es tu derecho. Uno elige vivir una vida en primera o en estado de subsistencia. Cuando tu piel arde, cuando la energía quiere salir, Cuando ya no podés volver a callar, ni a aceptar, Ni a conformarte con menos de lo que pretendés… Cuando recordás a cada instante que esta es TU vida…. Es que el velo se corrió, Que la imagen empezó a ser nítida, Que tus manos están listas para darle forma a tus más anhelados sueños. Aunque duela, aunque pique, aunque cause enojo y fastidio, aunque maree y dé vértigo… Sentí el pulso de tu vida, y dejala expandirse. Abrí tus brazos… Aceptá lo bueno que la vida tiene para darte… No un poquito. Sino TODO lo bueno. Laura Szmuch Maravillosamente bien en mi propia piel

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Permiso para disfrutar… ¿Te e sc uc ha ste esta sem ana ? ¿Cuá ntas ve c es pensa ste q ue a lgo te g ustaría p ero….? Me gustaría…pero es muy caro. Me gustaría… pero no tengo tiempo. Me gustaría… pero estoy muy ocupad@. Me gustaría… pero me daría culpa si no lo hago con mi familia. Me gustaría… pero no sé si voy a poder. Me gustaría… pero ¿no es demasiado bueno para mí? Estos y tantos otros pensamientos abundan en nuestra mente y nos van alejando de nuestros sueños, la concreción de nuestros proyectos, y van minando nuestra alegría y voluntad de hacer cosas.

Si querés hacer algo, si realmente lo querés, buscá maneras para conseguirlo. Eliminá el “pero” de tu vocabulario… Al menos probalo durante unos días y fijate qué pasa…

No hay motivos reales para seguir postergando.

Sí hay muchas excusas super creativas… ¿Cuánto tiempo más vas a estar cerrándote puertas? Si no sabés cómo abrir tus posibilidades y aprovecharlas, aprendé a hacerlo. Si no se te ocurre a vos, pedí ayuda.

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Mi trabajo Mi trabajo consiste en acompañar a la gente a que vaya desbloqueando todo eso que no se movió durante muchos años. De a poquito, con mucho respeto hasta donde las personas quieran y puedan llegar, por ahora. No se trata de considerarnos seres espirituales, meditar, intentar relajarnos, si después en la vida real nos afecta enormemente cada situación cotidiana en forma no placentera. Lo que te propongo es algo bien práctico: llevar todo a tu vida “real”, a tu familia, a tus relaciones. Si todos, o muchos, nos volviéramos más conscientes y amorosos en nuestra vida diaria, ¿cuántas cosas cambiarían? Personalmente, no me resulta agradable un mundo con unos pocos iluminados y unos muchos luchando en el día a día. Cuantos más seamos los que portamos una sonrisa, los que abrimos posibilidades, los que recordamos quiénes somos, los que vivimos la vida hoy , sin postergar el sentirnos bien, más vamos a probar que es posible.

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¿Y cómo comenzamos? Por nosotros mismos, no hay otro lugar para comenzar. No podemos hacer cambiar a nadie, sólo podemos transformarnos a nosotros mismos. Y los demás son libres de vivir la vida que eligen, en la forma que les gusta, en los tiempos que consideran apropiados. Lo mejor que podemos hacer por ellos es confiar que sus vidas van a fluir tanto como las nuestras, aunque cada uno a su manera. Nuestra mejor contribución al mundo es la ofrenda de emociones placenteras, que son altamente contagiosas. La felicidad es una vibración que afecta y modifica a todo lo que tiene cerca. En mis cursos te ofrezco acompañarte dándote herramientas bien específicas para aprender a fluir. Todo proceso de transformación puede hacerse solo o acompañado. Es una cuestión de disponibilidad y de preferencias personales. Sin embargo, considero que si un maestro o guía nos va sosteniendo mientras damos los primeros pasos, el avance es más importante y los pasos son más firmes. Lo bueno es que después de los primeros pasos, se aprende a caminar solo. Ya no se necesita un tutor, podemos comenzar a ser más independientes. Más adelante, es bueno La vida es hoy

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acercarnos a los maestros simplemente para seguir expandiéndonos, no por necesidad, no por dependencia. Cuando nos muestran cómo caminar y volar bien, y aprendemos, después podemos hacerlo solos. O tal vez hasta podamos simplemente aprender solos, si esa es nuestra preferencia y nos sale… Lo que yo te ofrezco es una guía, y un espacio de contención para que despegues, y que en algún momento muy cercano puedas seguir solo… Y cuando digo solo, no me refiero a solo de soledad, sino a independiente. Para llegar, en algún momento muy pero muy pronto, y por qué no ya mismo, a ser inter-dependiente, es decir, un ser absolutamente independiente, que se relaciona con otros seres independientes, en un fluido compartir, no desde la necesidad y desde el “no puedo sin tu ayuda”, sino desde el “seguimos creciendo juntos”.

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Cuando no estamos bien nos sentimos víctimas de la vida, siempre hay un problema que no tiene solución ante nuestra manera de verlo y nos decimos cosas como “Pobrecito/a yo”. Buscamos a quien nos rescate y por arte de magia nos lleve desde la isla del dolor a la isla del placer, sin tener que hacer nada nosotros mismos para llegar ahí. Pero la magia no existe, ni nadie va a hacer por nosotros lo que no nos permitimos hacer por nosotros mismos.

En lugar de víctimas podemos pasar a ser creadores, ver los problemas como desafíos, y en lugar de buscar a alguien que nos rescate podemos buscar a un maestro, un coach, un amigo, que en lugar de La vida es hoy

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querer hacer las cosas por nosotros o decirnos qué hacer nos acompañe amorosamente a atravesar la incertidumbre y nos apoye en las decisiones para realizar los cambios necesarios para vivir una vida más plena. Alguien que nos recuerde que podemos hacerlo, que no somos la víctima de nadie, que somos fuertes, y que vale la pena. Es bueno recordar que para hacerlo, no hace falta realizar grandes revoluciones. Con pasos pequeños, durante un curso o un proceso de transformación personalizado, podremos navegar sin sobresaltos entre el estado en el que nos encontramos hacia el estado que deseamos. El aprender algo nuevo puede sonar difícil o nos puede dar la sensación de que nos va a llevar mucho tiempo. Sin embargo, si no lo hacemos, vamos a pagar graves consecuencias. Es necesario aprender a parar, a darle un spa a nuestra alma, a nutrir nuestra relación con nosotros mismos, a invertir en nuestro bienestar, y a comprometernos a darnos a nosotros mismos el tiempo diario que merecemos para estar bien y para darle forma a nuestros proyectos. ¿Acaso no te lo merecés? ¿Acaso el tiempo y energía dedicadas a esto no traen grandes beneficios? No podemos seguir en el descuido y la desidia, porque hablando de nuestra propia vida, ¿no es cierto?

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Lidiando con el estrés: relajación, respiración, atención plena

La relajación es el acto consciente de permitir que la tensión física y mental vaya desapareciendo. La vida sana es una cuestión de equilibrio, y la relajación es parte de ese proceso, además de la atención a otros aspectos de tu estilo de vida, como por ejemplo, lo que comés y cómo lo hacés, tu actividad física y la forma de manejar el estrés. Aprender a relajarnos requiere un ratito y un poco de concentración, lo cual es una inversión que vale la pena.

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Hay muchas técnicas de relajación, y con que aprendas un par, ya es suficiente. Si bien cualquier actividad que te guste puede servir para relajarte, el aprender a enfocar en cada parte de tu cuerpo y en tu respiración ayuda mucho. La relajación sirve para reducir el cansancio y manejar la vida con el nivel de tensión necesaria, y sin pasarnos del límite saludable. También mejora el rendimiento en el trabajo, en el deporte, en la vida en general a través de la autoconciencia que genera. Ayuda a reducir el dolor que es producto de la tensión: los dolores de cuello, cabeza, espalda. Colabora para lidiar con el estrés cuando aprendés a respirar más profunda y conscientemente. Mejora el sueño, te permite estar calmado y pacífico. Mejora la autoconfianza al aumentar la consciencia de vos mismo y la habilidad de realizar tareas diarias. Mejora las relaciones, te ayuda a llevarte bien con la gente al estar tranquilo y con confianza.

Relajación y estrés Cuando estamos ansiosos o estresados, la respiración está agitada, sube la presión arterial, la tensión muscular, la transpiración, el estado de alerta innecesaria y el flujo de adrenalina. La relajación ayuda a disminuir todo esto.

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La respiración y la relajación Cada vez que exhalamos la tensión en los músculos del pecho se afloja y le permitimos a todos los músculos del cuerpo a liberar tensión más fácilmente. La respiración es más efectiva cuando usamos nuestros diafragmas, en lugar de solamente los músculos del pecho. Ejercicio Sentate cómodamente en una silla y colocá una mano en el pecho y otra en el abdomen. Respirá lenta y profundamente dos o tres veces y notá cuál mano se mueve más. Practicá hasta que la mano del abdomen se mueva más que la otra. Cuando inhalás, el abdomen debe crecer. Cuando estás tensionado, el mejor método para aflojar es respirar un poquito más lenta y profundamente, haciendo una pausa cortita entre una inhalación y otra, sin exagerar. Podés ir contando las inhalaciones y decirte algo como “paz” al exhalar. Métodos Hay muchos métodos para relajarse. Puede ser la conciencia de la respiración, la relajación progresiva de los músculos, la tensión/relajación, la meditación, la visualización, la atención a la postura corporal, el automasaje, o masaje hecho por otros, la aromaterapia, la actividad física, el Tai chi o yoga, la música, y otros.

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Ejercicio simple de respiración

Comenzaremos con un ejercicio que puede llevar sólo unos segundos, que podés hacer en cualquier lugar donde estés, y que podés repetir varias veces al día. Respirá lenta y profundamente y mantené la respiración durante cinco segundos. Sentí como se expande tu abdomen.

Exhalá lentamente, contando hasta cinco. Inhalá otra vez lentamente, y a medida que tu respiración lenta vaya tomando ritmo, asegurate de vaciar tus pulmones en cada exhalación. Si estás solo, podés emitir algún sonido al exhalar. Esto te hará sentir que realmente estás liberando algo. En unos segundos vas a sentirte mucho más tranquilo.

Relajación rapidita En cualquier lugar donde te encuentres, como primer paso, detenete. Bajá tus hombros, e inhalá y exhalá profunda y lentamente dos o tres veces. Continuá con lo que estés haciendo, simplemente en forma un poquito más lenta. La vida es hoy

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Ejercicios de relajación Si vas a hacer un ejercicio de relajación, asegurate de usar ropa suelta y cómoda, y de estar sentado en un lugar confortable, donde todo tu cuerpo esté bien apoyado. Podés conseguir alguna grabación con una relajación guiada, poner linda música, o grabar con tu propia voz tu ejercicio de relajación. Ejercicio 1 Sentate cómodo, y asegurate de no ser molestado por ruidos externos. Cerrá los ojos y simplemente volvete consciente de los sonidos que te rodean. Sentí la silla sosteniendo tu cuerpo: tus piernas, tus brazos, tu cabeza. Dejá ir cualquier tensión que sientas. Inhalá, exhalá y aflojá. Volvete consciente de tu cabeza, de tu frente. Dejá salir la tensión, mientras vas notando cómo tu frente se suaviza y pareciera agrandarse. Aflojá el área alrededor de tus ojos, tu boca, tus mejillas y tu mandíbula. Fijate que tus dientes estén levemente separados, mientras notás cómo la tensión en esa zona se disuelve. Ahora enfocá en tu cuello, dejá que la silla sostenga el peso de tu cabeza, mientras el cuello afloja. La cabeza se vuelve pesada y suave al mismo tiempo. Los hombros van soltándose, se sienten más anchos y el cuello más largo. Notá cómo se siente el cuerpo una vez que comienza a relajarse. Volvete consciente de tus brazos y manos. Dejá que se hundan en la silla. Ahora son pesados y livianos al mismo tiempo.

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Pensá en tu espalda, desde el cuello hasta la cadera. Dejá que la tensión se vaya y sentí cómo te vas hundiendo en la silla. Dejá que tu cadera, tus piernas y pies se relajen y tal vez las rodillas se abran, dejando que los pies queden apoyados sólo en los apoyos del borde externo. Notá tu respiración, tu abdomen elevándose suavemente y aplastándose mientras inhalás y exhalás. Permití que cada respiración sea más y más profunda. Ahora, que estás completamente relajado y pesado, simplemente prestá atención a la respiración lenta y rítmica. Contá hasta cinco y lentamente abrí los ojos. Mové los dedos de las manos y de los pies, respirá profundamente y estirate. No te pares inmediatamente.

Ejercicio 2 Ponete cómodo y cerrá los ojos. Comenzá a sentir cómo te vas relajando. Estás comenzando a sentirte cada vez más pesado. Tu respiración es lenta y profunda. Tu cabeza está cada vez más pesada. Tu cabeza está suelta y relajada. La pesadez va penetrando tus músculos, especialmente en tu cara, en tu mandíbula. Tu cuello también, está suelto y relajado. La vida es hoy

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Tus hombros y brazos son cada vez más pesados. Tus hombros están sueltos y relajados. La pesadez está penetrando tus brazos, aflojándolos, soltándolos. Tus manos también están pesadas y sueltas. Tus brazos y hombros están relajados. Tu pecho y abdomen se están volviendo muy pesados. Los músculos de tu estómago se están soltando y relajándose. Tus piernas y pies están cada vez más pesados. La pesadez los está penetrando. Tus piernas están sueltas y relajadas, tus pies están pesados y flojos. Ahora te sentís realmente pesado y relajado. Simplemente notá qué lenta y rítmica es tu respiración. Lenta y profunda, lenta y profunda. A la cuenta de 5, abrí los ojos. Al regresar, te sentirás alerta pero en calma y relajado. Nota: el recorrido por tu cuerpo puede comenzar desde los pies, o desde la cabeza. Utilizá el que más te guste.

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Visualización La visualización puede usarse con diferentes propósitos: relajación, logro de objetivos, sanación, entre otros. La visualización como ejercicio de relajación es simplemente imaginar una escena relajante, y sentir la sensación de liviandad que resulta de ella. La visualización puede llevarte a una playa, a una montaña, un paseo en el bosque, cualquier lugar que te genere paz interna. Cerrá los ojos e imaginá que estás en la playa. Estás caminando por la playa y el sol está brillando. Es cálido, y una suave brisa te acompaña en el recorrido. Caminás lentamente por el borde del agua, mirando a tu alrededor. Ves gaviotas elevando su vuelo por encima de vos, y subiendo rápidamente hacia el cielo azul. A la distancia ves algunos barquitos navegando suavemente. Como ya caminaste mucho, decidís sentarte en la arena suave. Estás mirando el cielo, con una ocasional manchita blanca flotando en él. Sentí la arena bajo tu cuerpo, notá cuán suave y cálida es. Oís todos los sonidos alrededor tuyo: las gaviotas llamándose entre sí, las olas rompiendo a la distancia, y el sonido suave y burbujeante del agua que se aproxima a tus pies, y vuelve rápidamente hacia el mar. Sentí la brisa tenue y cálida en tu piel y en tu cabello. Notá cómo te vas hundiendo en la arena de a poco, mientras ella contiene y sostiene todo tu cuerpo. Tu cuerpo que ahora está pesado y liviano al mismo tiempo. Sentí tu repiración y dejá que se lentifique. Notá cómo estás respirando profunda y lentamente, dejando que tu estómago se eleve a medida que

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inhalás. Quedate ahí durante unos momentos, oyendo las olas, sintiendo la arena cálida y suave debajo de vos. Cuando lo elijas, contá hasta 5, abrí los ojos, mové tus dedos, estirate, y suave y lentamente, sentate.

Meditación

La meditación es una palabra general para describir una serie de técnicas acompañadas o no de ciertas filosofías utilizadas, entre otras cosas, para tranquilizar la mente. No es lo mismo que dormir, que ser hipnotizado o que un ejercicio tradicional de relajación. Cuando meditás, con ojos cerrados o abiertos, tu mente permanece alerta. Hay muchísimas modos de meditación. Se puede hacer sentado, caminando, haciendo yoga. Para comenzar, la más fácil es sentarse en un lugar tranquilo durante unos minutos una o dos veces por día, todos los días. Necesitás un foco: un mantra, una palabra (por ejemplo: paz), una imagen, tu respiración, o la conexión con Dios. Esto produce un estado de calma que eleva tus niveles de concentración y alerta, mientras relaja otros sistemas corporales. La vida es hoy

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Podés meditar 15 minutos por día, aunque si llegás a 5 al principio es suficiente. Es bueno hacerlo a la mañana temprano y antes de dormir. Este tipo de meditación también se llama centramiento. Con la práctica, cada momento de tu vida puede llegar a ser meditativo, eso es lo que llamamos meditación de la atención plena. Mientras realizás tus actividades diarias, estás presente en el momento. Por eso, no hace falta parar para meditar, porque tu vida es un constante estado de meditación. Encontrá un lugar tranquilo. Podés cruzar las piernas, usar un almohadón, sentarte derecho en una silla con los pies bien apoyados en el piso y tus manos descansando en tu falda. En la meditación no te acuestes, porque te podés quedar dormido. En algunos tipos de meditación se utiliza la postura de acostado, por ejemplo, en el Yoga Nidra. Y en otros tipos de meditación, como por ejemplo el Raja Yoga se mantienen los ojos abiertos, enfocados en una imagen que representa el Alma Suprema. Elegí la que más te guste. Es importante aclarar tu mente: soltar la ansiedad y la tensión de tu cuerpo físico. Simplemente dejá que tu respiración se suavice y lentifique. Al exhalar, soltá todo tipo de tensión. Mové tu atención a cada parte de tu cuerpo que esté tensa y cada vez que exhalás, soltá y aflojá. Podés enfocarte en tu respiración, en la palabra o mantra elegida, o en la imagen que prefieras. Es importante que concentres toda tu atención en lo que estés usando. No fuerces a tu mente, simplemente dejala descansar en tu punto de foco. Ignorá cualquier pensamiento que se entrometa y dejalo fluir hasta que se vaya. Volvé gradualmente a tus pensamientos diarios. Abrí los ojos, y quedate quieto durante un par de minutos. Estirá antes de levantarte y moverte.

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Otras maneras de mimarnos y relajarnos En casa Dale la mano a alguien que quieras, o acariciá un animalito. La caricia suave al tacto provee un alivio inmediato al estrés. Llamá a un amigo, hablale por chat o en Facebook, simplemente establecé un contacto si estás solo. Cepillá a tu mascota Date un masaje de cuero cabelludo Date un baño de inmersión con aceite, espuma, mientras escuchás linda música (la que te guste). Empapá una toalla con agua tibia, dependiendo de la estación, y colocala en tu frente, cuello o la cintura, si está dolorida. Si te duele la cabeza, que el agua sea fresca. Bailá. Movete. Al ritmo que te guste. Practicá la relajación muscular progresiva. Comenzá tensionando y luego relajando cada parte del cuerpo. Descomprimí tu columna vertebral. Realizá movimientos suaves varias veces por día. Hacé listas y liberate del estrés de tener que recordar todo lo que tenés para hacer. Levantate 15 minutos antes a la mañana para no tensionarte en el apuro. La vida es hoy

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Escribí acerca de lo que te sucede. Eso te saca el peso de tu mente. Simplemente liberás espacio en tu propio disco rígido. Llevá un cuadernito de agradecimiento y gratitud. Antes de ir a dormir cada noche, escribí un par de cosas por las cuales estás agradecido. Leé lo que escribiste a la mañana, ya que te va a ayudar a enfocarte en las cosas buenas de tu vida.

En el trabajo Relajá los ojos rojos de la computadora. Frotá tus palmas vigorosamente para crear calor y colocalas sobre tus ojos cerrados durante un minuto. Apretá una pelotita de goma durante unos segundos, luego soltá. Hacelo unas diez veces y vas a ver cómo tus músculos se empiezan a aflojar. Practicá cualquiera de los ejercicios de relajación descriptos anteriormente durante un minuto. Date un pequeño masaje de manos, con una crema. Estirá tus dedos, estimulá tus palmas, hacé que la sangre circule. Si podés, sacate los zapatos y move los dedos debajo del escritorio. Tocá algún objeto que tenga significado para vos, y que te traiga buenos recuerdos. Sonreí. Aunque sea una sonrisa falsa. Hay estudios que demuestran que la sonrisa siempre ayuda. La vida es hoy

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Tenete cerca un librito con frases inspiradoras, poemas, algo que te guste. Cuando te sientas tenso, leé algo de ahí. Empezá y terminá tu día riéndote. Rodeate de fotos de momentos felices y de gente a quien querés. Tomate recreos cortos, tanto físicos como mentales durante el día. Usá aceites esenciales, ya sea para relajarte como para estimularte. La lavanda te afloja, la menta o limón te producen estados de alerta. Create recordatorios de respiración durante el día. Pará, detenete y respirá. Si te resulta difícil recordarlo, hacete un cartelito que diga “RESPIRA”.

En tu auto Creá tranquilidad y silencio. Escuchá música suave o alguna buena grabación. No escuches noticias que te tensen. Mové tus hombros en redondo en cada semáforo para aliviar la tensión en la parte superior del cuerpo. Antes de arrancar, recordá respirar. Tres inhalaciones y exhalaciones profundas te enfocan inmediatamente. Buscá cosas lindas para mirar. La luz particular de ese día, los árboles, las casas, lo que generalmente pasa desapercibido. La vida es hoy

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Si te cruzás con algún conductor de esos con los que no te gusta cruzarte, simplemente ignoralo y prestá atención a todos los demás que son amables en la calle. Esto eleva tu sistema inmunológico, en lugar de ponerte nervioso. Salí temprano, así te evitás el estrés de preocuparte por el tránsito o por si llegás tarde.

Cuando hacés las compras Hacé algo bueno por alguien, eso te va a hacer sentir bien con vos mismo. Usá una lista: te ahorra tiempo y el estrés de la tentación de comprar lo que no necesitás (a no ser que te dé mucho placer comprarlo, y lo estés eligiendo, que no sea por compulsión).

No compres apurado. Si lo hacés, es probable que no consigas lo que querías o que termines comprando lo que no querías. Balanceate. Hay un ejercicio de calentamiento de tai- chi llamado el balanceo, que tiene un efecto relajante en todo el cuerpo. Mientras estás parado, pasá el peso de tus pies hacia delante, como si te pararas sobre la punta y luego hacia los talones. Este movimiento presiona puntos reflexológicos. Es muy tranquilizante. Hacé algunos estiramientos de hombros y columna mientras estás en la cola de la caja.

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Escuchá música. Llevate el MP3 o IPod en tu bolsillo para distraerte mientras esperás.

Llenándonos de Gratitud… Laura Szmuch Mientras te vas volviendo consciente de cuán extraordinaria es tu vida…cómo podés disfrutar de las cosas pequeñas…de las gotas de rocío a la mañana….el color y la textura del césped….la brisa….la puesta del sol….el aroma y la frescura de tus sábanas todas las noches mientras vas quedándote dormido…cómo empiezan a volverse tibias con el contacto con tu cuerpo….el silencio….y vos en la oscuridad, con vos mismo… ¿Qué más se puede pedir? ¿Qué más necesitás? Tenés todo…y más también. Podés elegir. Podés elegir ser ambicioso y siempre desear más, y también podés elegir ser agradecido… celebrar la vida, celebrar el aquí y el ahora. Tu vida, tu presencia. Decí gracias a cada una de las pequeñas y maravillosas cosas que la vida te acerca…. Gracias por el aire que respiro… Gracias por el amor que recibo… Gracias por el toque tierno… Gracias por mi alimento… Gracias por la posibilidad de ayudar… La vida es hoy

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Gracias por mi crecimiento… Gracias por mi hogar… Gracias por mi familia pasada, mi familia presente, mi familia futura… Gracias por mi familia de sangre y también por mi familia elegida… Gracias por mis amigos Gracias por toda la buena gente que he conocido Gracias por mi trabajo Gracias por la diversión Gracias por una ducha cálida Gracias por la luz Gracias por los sonidos Gracias por cada parte de mi cuerpo y por mi alma Gracias por mis pertenencias Gracias por mis libros Gracias por mi intuición Gracias por mi ropa y mi calzado Gracias por mi sexo Gracias por mi energía vital Gracias por mi presente Gracias por mis manos con las que acaricio y toco La vida es hoy

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Gracias por mis brazos con los que puedo abrazar Gracias por mis labios con los que puedo besar Gracias por mis piernas, que me permiten caminar, saltar, correr Gracias por mis órganos sexuales, con los que puedo sentir y dar placer Gracias por mi espalda que me sostiene derecha Gracias por mis pies que me conectan con la Madre Tierra Gracias por MI VIDA….

Objetivos ¿Por dónde comienzo?

Desde el diseño de nuestra carrera hasta el conocimiento y manejo de nuestros estados emocionales; Desde la organización efectiva de nuestro tiempo hasta la intensificación de nuestras relaciones personales; Desde una salud óptima y estados de energía motivadores hasta el aprender a fluir y confiar en la vida; Desde saber estar en nuestra propia compañía hasta un estado de conciencia superior; La vida es hoy

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Desde animarnos, compartirnos, expandirnos, extendernos…hasta sentirnos maravillosamente bien con quiénes somos; Desde encontrarle el gustito a lograr, a disfrutar, a vivir la vida de nuestros sueños…

En tanto y en cuanto sepamos hacia dónde nos estamos dirigiendo, los inconvenientes que surjan no van a ser más que algunos mínimos detalles para sortear. Si no sabemos qué es lo que queremos, cada piedrita en el camino va a ser interpretada como un bloqueo total de la posibilidad de lograr lo que deseamos.

Es maravilloso expandirnos, crear, lograr, volver a soñar…

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El deseo que nos mueve nos mantiene vivos, despiertos, con ganas, muchas ganas de manifestar la energía creativa que todos tenemos…

Te propongo que vivas la vida de tus sueños, primero modificando tu estado de ánimo y emociones, luego animándote a imaginar lo que hasta ahora creés que no está a tu alcance y sin embargo deseás tener. Me refiero al tipo de trabajo que deseás realizar, dónde querés vivir, qué cosas tenés ganas de comprar, cómo te gustaría que sean tus vacaciones y viajes, es decir, absolutamente todo lo que quieras para tu vida. A partir de ahí, es hora de empezar a dar los pasos necesarios para convertir tus sueños en realidad.

Te ofrezco acompañarte en tu proceso de aprendizaje, en capacitaciones con diferentes formatos:

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Entrevistas personales Si tenés alg ún tem a esp ec ífico p a ra trata r, po d és solicitar una e ntrevista individua l, o rea liza r un p roc eso de co ac hing p ersona lizad o. Má s informe s:laura szmuc hc a pa citac iones@g ma il.co m

¿Qué es Un Spa para tu Alma? Un Spa para tu Alma nació en el año 2003. En julio de ese año nos

juntamos un grupo de personas y yo para sumergirnos en la bella tarea de reencontrarnos, relajarnos, mimarnos y disponer de tiempo para nosotros mismos, para simplemente, pensarnos y sentirnos. Teniendo como objetivo aprender formas de estar más presentes, ser más dichosos y con más conciencia, pasamos tres días completos con actividades vivenciales donde los participantes aprendieron una enorme cantidad de cosas. Mi idea era poder brindarles un espacio cálido y seguro, donde ellos pudieran cuestionar lo que estaban interpretando como limitaciones, y poder así repensarse y replantearse hacia dónde querían encaminar sus vidas, y, a la vez, que experimentaran desde su propio SER cómo es esto de cuidarnos, prestarnos atención, respetarnos profundamente. El nombre surgió porque yo quería que fuera una experiencia completa, tomando en cuenta el cuerpo y la esencia de cada uno de los participantes. En un spa hay placer, mimos, pequeñas indulgencias, amabilidades. En un spa tradicional sólo se toma en cuenta la dimensión física. Partiendo de la premisa fundamental de que nuestro cuerpo es sumamente importante, en estos encuentros lo honramos y, a la vez, vamos hacia nuestros centros, nuestro sentido más profundo de vida. Tomamos en cuenta la importancia de una alimentación sana y muy sabrosa, con una esmerada preparación, más la vivencia del movimiento, los masajes, el relax.

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En una vida diaria donde pareciera que no hay tiempo para detenernos unos minutos para encontrar la sensación maravillosa de la completud, Un Spa para tu Alma es precisamente eso, el poderoso permiso para parar, respirar, SER. Lo que yo creo es que una de las mejores maneras de poder ser miembros útiles y valiosos en nuestras comunidades es pudiendo primero ser muy fuertes internamente. Las personas que tienen objetivos claros, que saben compartir y a la vez establecer límites, valoran la armonía en las relaciones, tienen un respeto profundo por sí mismos y por los demás, y saben ser auténticos, son aquellos que pueden autoliderarse y guiar al mundo hacia un lugar mucho mejor. Los estados en que muchas personas se encuentran sumergidas tienen que ver con el aburrimiento, la queja, el enojo, la falta de energía o motivación. El desgano generalizado es contagioso, y la falta de esperanza es desoladora. El sentimiento profundo de soledad y desamparo ante un mundo que se mueve velozmente, con personas que no saben, es decir, no pueden porque no aprendieron, conectarse con lo más profundo de su SER, es algo que definitivamente puede cambiarse. Ya festejando el noveno aniversario de aquel primer Spa para tu Alma celebro con satisfacción las maravillosas transformaciones en la vida de la gente que en algún formato u otro ha participado en este viaje hacia nuestro interior, ese fortalecimiento, para después poder compartir y elevar la calidad de vida de quienes nos rodean. Logros, muchos logros, expansiones de conciencia, decisiones, determinaciones, crecimiento, alegría, estado de presencia, y cambios de rumbo han sido algunos de los regalos que nos han quedado a partir de estos profundos encuentros de almas, en esta oportunidad que nos hemos dado, tanto los La vida es hoy

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participantes como yo, de sumarnos, de potenciarnos, de elevar nuestras vibraciones y emociones, llenarnos de alegría, aprendiendo también a ver la riqueza de los momentos en que no nos sentimos tan bien también. Aprovecho este mensaje para agradecer a todos quienes han estado presentes en estos últimos nueve años, tanto en los encuentros en Buenos Aires, como en otras ciudades, o a través de la maravillosa Internet. Festejo el aniversario junto a todos ustedes, en este próximo julio de invierno, como aquella vez que diseñé el SPA por primera vez,

el próximo encuentro en Mar Azul los 12 y 13 de mayo de 2012.

preparándome para

días

11,

www.unspaparatualma.blogspot.com

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Porque a vivir una vida en armonía también se aprende....

Hagamos que sea fabuloso, sensacional, lleno de logros y de vida plena. Está abierta la inscripción para todos los cursos regulares durante 2012. 1) Formación en PNL con orientación en educación Duración: 2 años. Se cursa un sábado por mes, de 9 a 17, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A cargo de Resourceful Teaching, Laura Szmuch y Jamie Duncan En español: www.encontactopnl.blogspot.com En inglés: www.teaching-resourcefully.blogspot.com ______________________________________________________________

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2) Curso Maravillosamente bien en mi propia piel© Duración: 9 encuentros Un sábado por mes, de 18 a 21:30, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si querés más información, por favor solicitala a [email protected] Abierta la inscripción _________________________________________ 3) Retiro Un Spa para tu Alma© www.unspaparatualma.blogspot.com En Mar Azul, Pcia de Buenos Aires 11, 12 y 13 de mayo de 2012 Incluye alojamiento en cabañas, comidas, uso del spa y capacitación Planes de pago.

Reservá tu lugar ya mismo _________________________________________ 4) Curso online Viviendo nuestros sueños© http://www.viviendonuestrossuenos2.blogspot.com.ar

Duración: 3 módulos de 3 meses cada uno. Con material de lectura, reflexión, y seguimiento online muy personalizado. Comienza todos los lunes, cuando vos lo elijas. Este es el curso ideal para determinar qué es lo que deseas, y para aprender a dar los pasos necesarios para conseguirlo, siempre con mi acompañamiento. ¿Te animás a vivir la vida de tus sueños? _________________________________________ La vida es hoy

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Entrevistas personales Si tenés algún tema específico para tratar, podés solicitar una entrevista individual, o embarcarte en un proceso de coaching personalizado. Más informes:[email protected] _____________________________________________________________

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El libro pequeño que te hará pensar

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