1- Investiga acerca del origen y evolución de nuestra Lengua y describe ambos procesos en forma de relato. O sea, vuelves a contar la historia, pero a tu manera.
La lengua castellana ha tenido un proceso evolutivo que comienza desde la antigüedad clásica y tuvo su conformación definitiva en la Edad Media. En el año 218 a. C., Roma comenzó la conquista y colonización de Hispania, que originó la perdida de las lenguas prerrománicas y su sustitución por el latín, que era de carácter vulgar, el que hablaba el pueblo. Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C., las invasiones germánicas fragmentaron los territorios imperiales, de modo que las diferencias entre los dialectos del latín que se hablaban en cada zona fueron acentuándose. Esto logro permitir el establecimiento de muchos pueblos en la península Ibérica. Entre ellos, se encontraban los visigodos quienes trajeron consigo su idioma gótico, el cual contribuyó a la evolución de la lengua española. Tres siglos después, en el año 711, los árabes, de religión musulmana, invadieron Hispania aportando significativamente al léxico castellano. Desde la invasión de los árabes en el siglo VII los reinos ibéricos cristianos entre los que se encontraban Castilla, Galicia, Navarra, Cataluña, León y Aragón, Ar agón, que habían organizado guerras independientes para su expulsión. En el siglo XI, el conde Fernán González convirtió al reino de Castilla en estado independiente. Y ya para el siglo XII se iban generando las primeras manifestaciones escritas de la lengua castellana. Aparecen en el panorama de los siglos XI y XII, el Cantar de Mío Cid, primer poema épico escrito en lengua castellana, y las jarchas mozárabes. Durante el siglo XII, el rey Alfonso X, el Sabio, junto con un grupo de colaboradores, de la Escuela de Traductores de Toledo, fue el primero en codificar una norma lingüística estable para el castellano. Durante el siglo XV, la parte principal de los territorios cristianos estaba en poder de Castilla y Aragón. Con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, se une los principales reinos cristianos de la península y el castellano se convierte en el idioma dominante.
La expulsión de los árabes y los judíos no conversos coincide con el descubrimiento descubrimiento de América, y con ello se extiende el idioma de otras tierras. En 1492, Antonio de Nebrija publica su gramática de lengua castellana, primera obra dedicada a estudiar y fijar las reglas del español. Por su parte, el descubrimiento de América trajo consigo una enorme cantidad de palabras provenientes de las lenguas indígenas americanas que se integraron a la lengua. Tainismos, nahuatlismos y quechuismos, entre otros, se integraron al idioma. Mientras todo esto ocurría, se iba desarrollando el Renacimiento, el castellano iba adquiriendo nuevas formas poéticas y a la vez, un sinnúmero de palabras provenientes del italiano. De igual forma, se extiende su uso literario dando paso a una proliferación increíble de literatura literatura en el Siglo de Oro, destacándose destacándose la obra de Miguel de Cervantes, El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Gracias al desarrollo y difusión de la ideas de la Ilustración, durante durante el siglo XVIII, el español adopta una serie de palabras francesas o galicismos. Sin embargo, preocupados preocupados por los problemas de la lengua y en fijar sus elementos gramaticales, gramaticales, se creó en 1713, la Real Academia Española (RAE), cuyo fin era regir las disposiciones del idioma. Muchos consideraban que el castellano se había consolidado en el siglo XVII, y era el momento de fijarlo plenamente. Con ese fin, la Academia se encargaría de borrar los extranjerismos innecesarios y decidir los criterios de propiedad y corrección. Sin embargo, el desarrollo de Internet y los medios masivos de comunicación hicieron del proceso de globalización uno más patente en el que el conocimiento estaba a una mayor disposición. disposición. Esto ha permitido permitido la integración a nuestra lengua lengua de una gran cantidad de palabras extranjeras provenientes de idiomas tan distintos como el ruso es el japonés. Hoy el español es una lengua viva y en evolución.
2- Escoge un fragmento de cualquier filme dominicano dominicano en el que aparezca un diálogo entre diferentes personajes representativos de nuestra cultura El campesino, el hablador, el político, el poblano, el capitaleño, el cibaeño, el sureño, otros) y localiza en el mismo expresiones lingüísticas lingüísticas que constituyan variantes dialectales. Luego transcribe la conversación, conversación, subraya dichas variantes y determina si constituyen sociolectos sociolectos o geolectos, según convenga. Explica cómo los has reconocido.
Colao. No´ vemos No´ vemos más tarde. (Sociolecto) (Sociolecto)
— —
No me haga pasar vergüenza, eh. —Antonio, ¿Trajo dinero?
El chino me dijo que me iba a pagar trimestral, pero ahora tengo quiniento pesos. (Sociolecto) (Sociolecto) —
Eperese, eperese, eperese. (Sociolecto) (Sociolecto)
—
¿Quiniento ¿Quiniento peso? peso? (Sociolecto) (Sociolecto) Ah Ah pero el primo anda buchu. (Sociolecto) ¿Y (Sociolecto) ¿Y eso e’ cualto? (Sociolecto) (Sociolecto) —
No tengo ma’ na. ( na. (Sociolecto) Sociolecto)
—
Mire gallo, gallo, (Geolectos) (Geolectos) ella ella fue la que lo invitó, su único trabajo e come y bebe
—
(Sociolecto) y Sociolecto) y ya. Hágase el loco. No, no, no. Yo no puedo deja’ (Sociolecto) (Sociolecto) que que ella paigue. (Geolecto)
—
Eh, no le haga caso a ete’, (Sociolecto) (Sociolecto) el el primo tiene razón. Tenga, emergencia solo, eh. —
Ah no, pue eperese ’ porque a mí no me van a echar vaina tampoco, vaina tampoco, no. (Geolecto) —
Mire ahí no hay límite, se la pasa hasta por los sobacos y ahí tiene domilonga (Sociolecto) sentimental pa’ (Sociolecto) (Sociolecto) que de propina. —
Gracia, gracia. (Sociolecto)
—
¿Se aprendió el guion?
—
Si pero, yo lo que tengo que decirle e’ que no tengo carro y ya. (Sociolecto) ( Sociolecto)
—
Oye esa vaina. (Geolecto)
—
Porque ete’ va a decir, mire mi primer carro fue una burra.
—
Mire caballo ( caballo (Geolecto) Geolecto),, la mitad del sueldo se gana con aguaje. (Geolecto)
—
Dígale que el carro suyo está dañado y hay una pieza que hay que buscársela en Suecia. —
Eso, hágase el sueco. Y camine como que uted que uted’ tiene cualto ya. (Sociolecto) ( Sociolecto)
—
Si.
—
No se puede dejar solo, va y se pielde. (Geolecto)
—
3- Construye una breve historia en la que sus personajes utilicen sus variantes dialectales para comunicarse y esto sea una barrera. Luego reescribe la misma situación, dotando a los personajes de un nivel parejo, propiciando la comunicación comunicación entre ellos. Una joven entra en un café algo abrumada, toma asiento en la silla y espera a ser atendida. Llega el mesero y le pregunta: Dígame que desea señorita y se lo traigo en bola de humo – . Esta no responde.— El camarero vuelve a insistir.
—
Lo siento es que no me siento muy bien. Vengo de que me sucedan un montón de cosas. —
Bueno no le dé mente a eso.
—
La joven se queda un poco confundida.
—
Me gustaría un jugo de mango. —Pide esta mientras suena su teléfono.
—
El mesero va en busca del pedido, mientras ve como la muchacha se encuentra peleando por teléfono. No me interesa. — Dice esta y cuelga.
—
Acá tiene lo que ordenó. ¿Y sabe que, mi pana? Cógelo con suavena.
—
No entiendo lo que me quiere decir.
—
Con lo que se armó, esa vaina suya.
—
No lo puedo comprender. Pero con respeto a lo que me pasa no creo que sea de su incumbencia. incumbencia. —
Bueno, solo quería ayudar. Pues ya veo que ta quillao. Que disfrute.
—
Una joven entra en un café algo abrumada, toma asiento en la silla y espera a ser atendida. Llega el mesero y le pregunta: Dígame que desea señorita para traerlo en seguida – . Esta no responde. —El camarero vuelve a insistir.
—
Lo siento es que no me siento muy bien. Vengo de que me sucedan un montón de cosas. —
Bueno no se preocupe por eso.
—
La joven se queda un poco confundida.
—
Me gustaría un jugo de mango. —Pide esta mientras suena su teléfono.
—
El mesero va en busca del pedido, mientras ve como la muchacha se encuentra peleando por teléfono. No me interesa. — Dice esta y cuelga.
—
Acá tiene lo que ordenó. ¿Y sabe que, señorita? Cójalo suave.
—
No entiendo lo que me quiere decir.
—
Con la riña que hubo, ese problema suyo.
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Bueno, aunque no es algo que tenga que ver con usted, gracias por decirme eso. Creo que debería tomarlo con más calma.
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Bueno, solo quería ayudar. Que disfrute.
—