REGIMEN CAMBIARIO BRASIL 1. INTRODUCCIÓN El presente trabajo trata sobre los regímenes cambiarios en Brasil, para tal efecto la primera parte comprende aspectos generales de Brasil como la economía, cultura, política, deporte, etc. Posteriormente se explicara que es un régimen cambiario y los tipos de régimen cambiario, como otro puntos importante del trabajó se tiene los regímenes cambiarios en Brasil, así mismo se realiza un análisis comparativo de los regímenes. Brasil es un país que ocupa la primera economía latinoamericana y séptima economía mundial, dispone de abundantes recursos naturales, es el primer productor mundial de café, caña de azúcar, naranjas, y uno de los primeros productores de soja, así mismo es el cuarto exportador mundial de madera. Poblado con varias personas de orígenes variados, cuya arte y cultura se han mezclado a lo largo de los siglos para formar un carácter único. El portugués es el idioma oficial, pero los acentos varían según las regiones, oficialmente su religión es Católico Románico. Un elemento esencial en la cultura brasilera es la música: Samba, Bossa-Nova, Lambada, Forró, Axé, Pagode. En cuanto a su clima se caracteriza por con buen tiempo todo el año, se tiene increíbles playas, grandes áreas, mar caliente, todo conspirando a favor de la práctica de deportes y por supuesto, el fútbol es el deporte nacional. Ningún otro país tiene un estadio tan grande como el Maracanã, en Rio de Janeiro. El régimen cambiario se refiere al modo en que el gobierno de un país maneja su moneda con respecto a las divisas extranjeras y como se regulan las instituciones del mercado de divisas. El banco central de cada país es el que se encarga de definir el régimen cambiario como parte del sistema monetario. La elección de una u otra forma de manejar la moneda responderá a la política monetaria de cada país. El régimen cambiario influye decisivamente en el valor del tipo de cambio y en las fluctuaciones del mismo.
2. ANTECEDENTES GENERALES DE BRASIL 2.1
ECONOMÍA
Brasil es la primera economía latinoamericana y séptima economía mundial, dispone de abundantes recursos naturales teniendo una economía relativamente diversificada de gran potencia agrícola, Brasil es el primer productor mundial de café, caña de azúcar, naranjas, y uno de los primeros productores de soja. El país atrae a un gran número de
empresas multinacionales de la industria agroalimentaria y los biocarburantes. Brasil cuenta con el mayor volumen de ganado comercial del mundo. Aun así, el aporte de la agricultura al PIB es relativamente escaso: representa únicamente 5,5%, aunque este sector asegura el 40% de las exportaciones. Los bosques cubren la mitad del territorio nacional, teniendo la mayor selva ombrófila del mundo, en la cuenca del Amazonas. Brasil es el cuarto exportador mundial de madera.Se trata también de un gran país industrial. La explotación de su riqueza en minerales le coloca como segundo exportador mundial de hierro y uno de los principales productores de aluminio y hulla. En cuanto país productor de petróleo, Brasil se propone autoabastecerse a corto plazo (sus reservas podrían convertirlo en uno de los cinco principales productores de petróleo). 2.2
EMPLEO
Uno de los grandes éxitos de la historia reciente de la economía brasileña ha sido el lograr un aumento importante en las tasas de creación de empleo asociadas al crecimiento general de la economía, eso ha permitido una reducción de los niveles de desempleo y la creación de numerosos puestos de trabajo en las áreas urbanas del país, así la tasa de paro que se situaba en el 13% en el año 2003 ha bajado hasta el 6,7% de la población activa en el año 2010 y ello ha sido posible debido a la creación de más de quince millones de puestos de trabajo en el período 2003-2010 2.3
CULTURA
Generalmente hablando, la cultura brasilera es el reflejo de su historia y las diversificaciones de su población.
Es un país enorme, poblado con varias personas de orígenes variados, cuya arte y cultura se han mezclado a lo largo de los siglos para formar un carácter único.
Es una mezcla de valores europeos, ritmos africanos, naturalismo indígena, disciplina japonesa y mucho más.
El portugués es el idioma oficial, pero los acentos varían según las regiones. La religión también refleja esta mezcla de personas diferentes. Oficialmente, Brasil es un país Católico Románico (cerca del 80% de la población)
Un elemento esencial en la cultura brasilera es la música. Samba, Bossa-Nova, Lambada, Forró, Axé, Pagode son algunos de los diferentes ritmos creados en el país. Y varios estilos de danzas son originarios de ellos.
Con buen tiempo todo el año, se tiene increíbles playas, grandes áreas, mar caliente, todo conspirando a favor de la práctica de deportes.
Por supuesto, el fútbol es el deporte nacional y a donde sea que vaya, probablemente encontrará un grupo de personas pateando un balón de fútbol. Brasil dio jugadores mundiales como Zico, Romario, Ronaldo, Rivelino y, por supuesto, Pelé. Ningún otro país ganó la copa del mundo tantas veces como Brasil
Ningún otro país tiene un estadio tan grande como el Maracanã, en Rio de Janeiro.
Los deportes locales incluyen Capoeira (elegante, arte marcial rítmica que forman un juego con la música), voleibol, futvolei, corridas de moto y volei playero. 2.4
POLÍTICA
La política de Brasil ocurre en un marco de una república democrática representativa presidencial federal, por lo cual el presidente de Brasil es tanto jefe de estado como la cabeza del gobierno, y de un sistema multipartidario pluriforme. El poder ejecutivo es ejercido por el gobierno. El poder legislativo es concedido tanto en el gobierno como en las dos cámaras del Congreso Nacional. La Judicatura es independiente del ejecutivo y la legislatura. Brasil está dividido en 26 estados y un distrito federal 2.5
EDUCACIÓN
La actual estructura del sistema educativo regular comprende la educación básica formada por la educación infantil, la enseñanza primaria y la enseñanza media - y la educación superior. De acuerdo con la legislación vigente, es competencia de los municipios proporcionar la enseñanza primaria y la educación infantil, y de los estados y el Distrito federal proporcionar la enseñanza primaria y media.La educación superior comprende los cursos de graduación de las distintas áreas profesionales, abiertos a candidatos que hayan finalizado la enseñanza media o equivalente y que hayan pasado el corte en los procesos selectivos. También se incluye en este nivel de enseñanza el posgrado, que comprende programas de master y doctorado, así como cursos de especialización. La escolarización obligatoria en Brasil comprende nueve cursos a partir de los 6 años y hasta los 14 años. El sistema educativo brasileño se estructura de la siguiente manera:
La educación preescolar: se considera parte del programa de educación básica, pero no es obligatoria hasta el último curso (a partir de los 6 años y en la llamada “classe de alfabetização”). Se ofrece en dos tipos de instituciones: en centros de día o
instituciones similares hasta la edad de tres años (educación maternal); y en escuelas de educación preescolar entre las edades de 4 a 6 años.
La Educación Fundamental: para todos los alumnos de edades comprendidas entre los 7 y los 14 años. Se divide en dos ciclos de ocho cursos cada uno:
Ciclo inicial de educación fundamental: con una duración de 5 años, de 7 a los 11 años (de 2º a 6º grado).
Ciclo final de educación fundamental: compuesto por tres cursos, de los 12 a los 14 años (de 7º a 9º grado).
La Educación Secundaria: comprende la edad de los 15 a los 17 años. Tiene una duración de tres cursos (de 1º a 3º grado), mientras la educación secundaria técnica tiene una duración de tres o cuatro años (dependiendo de la certificación profesional).
La Educación universitaria: se organiza en grados y postgrados.
En teoría, el gobierno Brasileño ofrece educación gratuita y obligatoria. A pesar del progreso que lleva teniendo Brasil en las últimas décadas, la falta de educación es unos de los grandes problemas sociales. La educación en Brasil está controlada a distintos niveles. El Gobierno Federal determina las pautas del sistema educativo. Luego los gobiernos locales establecen los programas educativos. Aunque las tasas de alfabetización y escolarización son relativamente altas, el sistema educativo todavía tiene profundos problemas estructurales y lucha para alcanzar estándares internacionales. Si su situación económica lo permite, un brasileño enviará sus hijos a un colegio privado. 2.5
DEPORTE
En Brasil se practica una gran variedad de deportes. El deporte más popular es el fútbol, la selección de fútbol de Brasil es el equipo más exitoso en la historia de los Mundiales de fútbol, logrando el título en 5 oportunidades (1958, 1962,1970, 1994 y 2002). Brasil organizó la Copa Mundial de fútbol de 1950 donde alcanza el subcampeonato, detrás de Uruguay. La Capoeira es una disciplina afro-brasileña originaria de este país y practicada exclusivamente en territorio brasileño. El futvóley es un deporte muy popular, es originario de las playas de Copacabana en Río de Janeiro y es una mezcla entre voleibol y fútbol, actualmente es disputado en diversos países.
3. REGIMEN CAMBIARIO El régimen cambiario se refiere al modo en que el gobierno de un país maneja su moneda con respecto a las divisas extranjeras y como se regulan las instituciones del mercado de divisas.
El banco central de cada país es el que se encarga de definir el régimen cambiario como parte del sistema monetario. La elección de una u otra forma de manejar la moneda responderá a la política monetaria de cada país. El régimen cambiario influye decisivamente en el valor del tipo de cambio y en las fluctuaciones del mismo. Régimen cambiario es un sistema de calificación de regímenes cambiarios del FMI en vigencia desde 1999, el mismo define los diferentes grados de flexibilidad de las tasas de cambios que los países adoptan.Se distinguen tres tipos de regímenes cambiarios de acuerdo a su flexibilidad: tipo de cambio fijo, bandas de fluctuación, tipos de cambio móviles. Este sistema de clasificación también identifica el régimen cambiario seguido por aquellos países que no tienen una moneda oficial. Los regímenes cambiarios que están actualmente en el escenario de la economía Latinoamericana y del Banco Central y que expresan sus preferencias por una u otra, son las de flotación administrada, tipo de cambio controlado, o dolarización.Quienes abogan por uno u otro sistema señalan sus ventajas: mayor eficacia de la política monetaria, evita la entrada de capitales especulativos, permite reducir la inflación y las tasas de interés. . El diseño de un régimen (o sistema) cambiario requiere definir normas en relación a tres características generales: 1) Las reglas de intervención: circunstancias o situaciones en que se intervendrá modalidad de compra y venta de reservas, cuáles activos se usarían, ritmo de la intervención 2) Los límites de variación del tipo de cambio 3) Esquema de crisis Prever, explícita o implícitamente, qué ocurrirá si el Banco Central no puede ejercer las intervenciones a las que se comprometió. Los regímenes cambiarios extremos (tipo de cambio fijo y flexible) no han cumplido con estas características básicas por lo cual se puso en práctica el sistema de bandas cambiarias. El sistema de bandas cambiarias, es un híbrido entre el tipo de cambio fijo y el flexible: El Banco Central determina un valor para el tipo de cambio nominal y fija límites, inferior y superior, dentro de los cuales puede oscilar el tipo de cambio de acuerdo las condiciones del mercado.
La autoridad monetaria intervendría cada vez que el tipo de cambio se acerque a alguno de los límites para mantenerlo dentro de la banda preestablecida. Este régimen permite: a) Flexibilidad del tipo de cambio nominal para responder a shocks internos o externos b) Cierta autonomía a la política monetaria c) Variabilidad acotada del tipo de cambio nominal lo que permite dar estabilidad al tipo de cambio real y a los precios internos d) Introduce un ancla nominal a las expectativas cambiarias en el mediano plazo. EJEMPLO: Si el Banco Central manifiesta que el régimen de bandas cambiarias, vigente desde hace más de un año, es transitorio hacia una mayor flexibilidad, escoger un sistema más rígido implicaría retroceder y poner en duda su credibilidad futura, pues estaría abortando su estrategia.
Sin una moneda nacional de curso legal Situación en que la única moneda de curso legal es de otro país, o el país miembro perteneciente a una unión monetaria. En este régimen el país renuncia al control monetario, ya que las autoridades monetarias nacionales son excluidas a la hora de tomar decisiones respecto a políticas monetarias independientes. Caja de conversión En la caja de conversión el régimen cambiario está basado en un compromiso legislativo por el cual se debe cambiar la moneda nacional por una extranjera específica a un tipo de
cambio determinado, para tal efecto, las autoridades emisoras aceptan ciertas restricciones que permitan cumplir con su obligación legal. Esto implica que sólo se emitirá moneda nacional respaldada por moneda extranjera y que estará totalmente respaldada por activos externos, lo que elimina las funciones tradicionales del banco central, como la de control monetario y la de prestamista de última instancia, y deja poco margen de maniobra para aplicar una política monetaria discrecional. De igual manera se puede tener un cierto grado de maniobra de acuerdo a la rigidez del conjunto de normas que rijan la caja de conversión. Otros de tipo de cambio fijo En un régimen de cambio fijo o convertible el país vincula su moneda (de manera formal o de facto), a un tipo de cambio fijo, a una moneda importante o una Canasta de monedas; el valor ponderado se determina teniendo en cuenta el valor de las monedas de los principales socios comerciales o financieros. En un régimen de tipo de cambio fijo, el tipo de cambio fluctúa dentro de un margen de menos de +/-1% en torno a un tipo central formal o de facto. La autoridad monetaria está dispuesta a mantener el tipo de cambio fijo mediante la intervención, lo que limita el grado de discrecionalidad de la política monetaria; no obstante el grado de flexibilidad de la política monetaria es mayor que en un régimen de caja de conversión o en las uniones monetarias, ya que el banco central aún puede cumplir con sus funciones tradicionales, aunque con alcance limitado, y la autoridad monetaria puede ajustar el nivel del tipo de cambio, aunque con poca frecuentes . Tipos de cambio fijo dentro de bandas horizontales En estos regímenes, la moneda se mantiene dentro de ciertos márgenes de fluctuación de por lo menos +/- 1% en torno a un tipo de cambio central fijo o de facto. Incluye también a los países que participan en el mecanismo de tipos de cambio (MTC) del sistema monetario europeo (MTC II). El grado de discrecionalidad de la política monetaria depende de la amplitud de la banda. Tipos de cambio móviles En este caso, la moneda es objeto de ajustes periódicos de pequeña magnitud, a una tasa fija o en respuesta a cambios de determinados indicadores cuantitativos. La tasa de fluctuación del tipo de cambio puede fijarse teniendo en mira generar variaciones del valor de la moneda ajustadas por la inflación (“retrospectiva”) o puede establecerse una tasa
preanunciada menor que los diferenc iales de la inflación proyectada (“prospectiva”). Para
mantener este tipo de cambio flexible se imponen restricciones a la política monetaria al igual que lo que ocurre en un sistema de tipo de cambio fijo. Tipos de cambio dentro de bandas de fluctuación La moneda se mantiene dentro de ciertos márgenes de fluctuación de por lo menos +/1% en torno a una tasa de cambio central ajustado periódicamente a una tasa fija o en respuestas a cambios de determinados indicadores cuantitativos. El grado de flexibilidad del tipo cambiario depende de la amplitud de la banda; pueden adoptarse bandas simétricas en torno a un tipo central móvil o bandas que se amplíen gradualmente con una banda de fluctuación asimétrica de las bandas superior e inferior (en este último caso, no hay un tipo de cambio central preanunciado). Para mantener el tipo de cambios dentro de la banda existen limitaciones de la política monetaria, y a su vez su grado de independencia depende de la amplitud de la banda. Flotación dirigida sin una trayectoria preanunciada del tipo de cambio La autoridad monetaria interviene activamente en el mercado cambiario para determinar el tipo de cambio sin comprometerse con una trayectoria preanunciada. Los indicadores utilizados para regular este tipo de cambio son, en general, de carácter discrecional – incluyen, por ejemplo, el saldo de la balanza de pagos, las reservas internacionales y la evolución del mercado paralelo- y los ajustes pueden no ser automáticos. Flotación independiente En este tipo de régimen la tasa de cambio está determinada por el mercado a través del juego de oferta y demanda. La intervención sólo tiene por objetivo moderar la tasa de variación y evitar fluctuaciones excesivas del tipo de cambio, pero no establecer su nivel. En principio, la política monetaria en estos regímenes es independiente de la política cambiaria. EVOLUCIÓN DEL TIPO DE CAMBIO EN BRASIL PRIMERA FASE Tipo de cambio fluctuante 1999 - 2002. En el escrito se presenta un conjunto de ideas relativas a la reciente crisis de Brasil, que se dispara a partir del 13 de enero de 1999 cuando la autoridad monetaria decide primero alterar la pauta devaluatoria para su moneda, el Real, y luego (dos días después) la flotación.
¿A qué se debe la pérdida de relativa estabilidad que poseía la moneda brasilera –el REAL- antes del 13 de enero de 1999? La relativa estabilidad hace referencia a que Brasil, antes de la modificación de las reglas cambiarias del 13.01.99 no tenía un valor fijo para el precio de la divisa, sino que éste se ubicaba dentro de una banda (un valor mínimo y un máximo) que se iba desplazando suavemente a lo largo del tiempo. Para que se tenga una idea del fenómeno, cuando nace el Plan Real por julio de 1994 el precio de 1 dólar era de 0,80 Reales, y habiendo pasado 9 semestres el límite máximo de la banda estaba en 1, 21 Reales. Este ajuste lento fue el que permitió una baja tasa de inflación durante esos años y compensar, aunque sea muy parcialmente, la apreciación en términos reales de la moneda brasilera. ¿Qué es y cómo se gesta la apreciación real? La apreciación real hace referencia a la pérdida del poder adquisitivo de la divisa (el dólar, el marco alemán o el yen) en el mercado local. Y se produce por la brecha (inconsistencia) entre la tasa devaluatoria establecida por la autoridad monetaria -a través del desplazamiento en el tiempo de la banda cambiaria- y la devaluación que desde la situación de déficit de las cuentas fiscales debería concretarse, y que por el régimen cambiario elegido no se puede manifestar en precios crecientes para la divisa en los ritmos requeridos. Para que el Real se hubiese podido mantener en la relación original contra el dólar, el déficit fiscal a lo largo del tiempo tendría que haber sido mucho menor. Esto es así porque el logro de una estabilización genuina se relaciona al mantenimiento de los equilibrios monetarios. La tasa de crecimiento de la economía es la que hace aumentar la demanda de dinero, y el crecimiento de la oferta monetaria finalmente se liga al desequilibrio fiscal. Así, en la medida en que este desequilibrio fiscal desborde nítidamente esa línea de referencia que brinda la expansión de la demanda de dinero, se alimenta el desequilibrio monetario y con ello la inflación que deberá tener la economía. El déficit fiscal relativo al Producto Bruto Interno de Brasil, hacia noviembre de 1998 superaba la cifra de 8, 75 %, lo que revela la magnitud del problema que se estuvo gestando en la etapa de pseudo estabilidad. El sistema de cambio fluctuante fue instituido en enero de 1999 por el Banco Central del Brasil después del ataque especulativo que, en los meses anteriores, provocó una gran pérdida de reservas y derivó en que las autoridades pidieran asistencia financiera al
Fondo Monetario Internacional (FMI). En el modelo institucional brasileño, el Banco Central es la institución responsable de definir el régimen cambiario, sus metas y su gestión (es decir, de la política cambiaria). El nuevo sistema cambiario precedió al régimen de metas de inflación, establecido en junio de 1999. Cabe recordar que las reservas internacionales pertenecen a la Unión. Su administración es una atribución del Banco Central, de modo que los resultados contables vinculados a la gestión cambiaria se convierten semestralmente en ingresos o gastos de la Unión. A pesar de la precedencia en el tiempo, la posición institucional del sistema de cambio fluctuante en el marco de la política económica vigente desde 1999 que también incluye entre sus pilares a las metas de superávits primarios parece ser claramente inferior al régimen de metas de inflación, instituido por Decreto Presidencial y subordinado al Consejo Monetario Nacional (CMN) en lo que respecta a las metas e indicadores establecidos. Esta hipótesis se ve reforzada por el hecho de que son escasos los documentos oficiales referentes al sistema de cambio fluctuante y su gestión, y porque en ninguno de ellos, incluido el Comunicado Nº 6.565 que instituyó el sistema de cambio fluctuante, se definen los objetivos macroeconómicos generales de dicho régimen. Si bien en ese comunicado se establece la meta de la política de cambio: atenuar la volatilidad cambiaria a corto plazo, no se explicita el objetivo macroeconómico subyacente. Como destaca Moreno (2005), esa meta puede estar subordinada a diferentes objetivos no excluyentes, entre ellos el control de la inflación, la sustentación de la competitividad externa y el mantenimiento de la estabilidad financiera. A partir de la lectura de las actas del Comité de Política Monetaria (copom) del Banco Central del Brasil y de los informes de inflación es posible formular algunas hipótesis sobre esos objetivos. Las referencias a los efectos del tipo de cambio en la evolución de los índices de precios internos en algunos de esos documentos —que forman parte del sistema de metas de inflación — revelan que, además de preservar la estabilidad financiera, la gestión del sistema de cambio fluctuante en el Brasil también tiene como objetivo (no siempre expresado) el control de la inflación. La poca transparencia en cuanto a los objetivos de este sistema no parece derivar de una estrategia explícita para ampliar su eficacia —vista la total transparencia con relación a las intervenciones del Banco Central en el mercado de cambio — o de las menores exigencias de rendición de cuentas con respecto a la política monetaria, sino de su subordinación a ella. Desde el punto de vista legal, las intervenciones oficiales en el mercado cambiario tendrían un carácter ocasional, sugiriendo la vigencia de un sistema de fluctuación
cambiaria que se aproximaría a la “flotación limpia”. No obstante, en el contexto posterior
a las crisis de los años noventa, al igual que en los demás países periféricos, en el Brasil parece predominar en la práctica una política cambiaria de flotación sucia. Además, esta política cambiaria no tuvo los mismos objetivos y metas desde su adopción y no se limitó a las intervenciones en el mercado cambiario a la vista, sino que supuso un abanico de instrumentos más amplio. La primera fase, que comienza en enero de 1999 y termina en diciembre de 2002, corresponde a la fase de “baja” del ciclo de liquidez de los años noventa. En ese
cuatrienio, el aumento de la aversión a los riesgos de los inversionistas globales después de las crisis asiática y rusa se tradujo en un marcado retroceso de los capitales externos de naturaleza financiera dirigidos a los países emergentes (inversiones de cartera y otras corrientes de capital, entre ellas, las diversas modalidades de préstamos. SEGUNDA FASE La segunda fase se extiende desde 2003 hasta mediados de 2007, período de alza del ciclo de liquidez que comenzó en 2003. Llama la atención el valor sin precedentes alcanzado en ese último año. Al igual que en otros momentos de auge de los ciclos que preceden a su reversión, el primer semestre de 2007 se caracterizó por una euforia excesiva, que derivó en una absorción inédita de recursos externos por las economías emergentes y compensó con creces el desempeño mediocre del segundo semestre, después del estallido en ese entonces de la crisis de los préstamos hipotecarios de alto riesgo en los Estados Unidos Las corrientes líquidas, que incluyen las modalidades de inversión directa, de cartera y préstamos bancarios, sumaron 617.700 millones de dólares. El cálculo de los indicadores de volatilidad relativa en esos dos períodos denota las diferencias de comportamiento en las fases de “pesimismo” y “optimismo” del ciclo de
liquidez internacional. En el período comprendido entre enero de 1999 y diciembre de 2002, los dos indicadores (cambio/interés y cambio/reservas) alcanzaron valores más elevados (1,34 y 0,42, respectivamente) con respecto al período total y, en particular, con relación al segundo período (enero de 2003-junio de 2007). En contrapartida, los resultados correspondientes a ese período (0,73 y 0,17, respectivamente) son inferiores a los del período total y a los del primer período. La fase del ciclo de liquidez internacional influye en la gestión del sistema de cambio fluctuante en las economías emergentes en general, y en el Brasil en particular, debido a
su alto grado de apertura financiera. Mientras que ese ciclo constituye el principal condicionante externo de tal gestión, el grado de apertura financiera puede ser considerado como su principal condicionante interno estructural. El proceso de apertura financiera de la economía brasileña comenzó a fines de los años ochenta y se profundizó a lo largo de la década de 1990. Los cambios institucionales efectuados en ese período redundaron en la liberalización significativa de las inversiones extranjeras de cartera en el mercado financiero interno y en el mercado internacional de capitales. De ese modo, cuando el sistema de cambio fluctuante entró en vigor, el 16 de enero de 1999, la economía brasileña ya poseía un grado relativamente elevado de apertura financiera. Un año después, el 26 de enero de 2000, se adoptó una medida decisiva que amplió considerablemente ese grado. Mediante la Resolución Nº 2.689 se flexibilizaron las aplicaciones de los inversionistas extranjeros en los mercados de acciones y títulos de renta fija y se permitió su acceso sin restricciones al mercado nacional de derivados financieros, hasta entonces limitado a las operaciones de cobertura de las posiciones de esos inversionistas en los mercados a la vista. Pese a que el mercado de derivados financieros brasileño ya poseía un grado de desarrollo relativamente más alto que el de la mayoría de los países emergentes a fines de los años noventa, la libertad de actuación de los inversionistas extranjeros en la Bolsa de Mercaderías y Futuros (BM&F) incrementaría en gran medida su liquidez y profundidad, y tendría considerables repercusiones en la gestión de la política cambiaria que solo se sentirían en la fase de optimismo, sobre todo después de 2004. La ampliación del grado de apertura de la economía brasileña en el año 2000, durante la gestión de Arminio Fraga Neto en la presidencia del Banco Central del Brasil, no tuvo efectos concretos en la primera fase de vigencia del sistema de cambio fluctuante (enero de 1999 a diciembre de 2002), cuando el país resultó afectado por la restricción externa de divisas y la consecuente escasez estructural de vendedores y el exceso de compradores en el mercado de cambio brasileño. En ese contexto, los inversionistas extranjeros redujeron sus posiciones en activos brasileños. Una contribución decisiva a la “evaporación” de la liquidez en ese mercado en un contexto
de exceso de demanda de dólares (ya sea para la cobertura del riesgo o para la especulación) fue la prohibición de que el Banco Central actuara en materia de derivados de cambio impuesta por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional de marzo de 1999 (y mantenida en el acuerdo de 2001). En consecuencia, los efectos del desajuste entre la oferta (corrientes escasas) y la demanda (corrientes y reservas) de moneda
extranjera se concentran en el mercado cambiario
la vista y en los títulos públicos
indexados al tipo de cambio TERCERA FASE El sistema cambiario se mantuvo firme en Brasil durante 2008, independiente de las turbulencias en los mercados financieros internacionales afirmaron corroborado también el gobierno, que descartó intervenir en la fluctuación del cambio. El presidente del Banco Central (BC), Henrique Meirelles, aseguró a Brasilia que "deberá persistir la política del cambio fluctuante, de metas de inflación y de equilibrio fiscal, pues la experiencia mostró su acierto ante otras prácticas ortodoxas que el país experimentó en el pasado". El real brasileño se apreció el 1,43 por ciento frente al dólar estadounidense, divisa extranjera negociada a 1,787 reales para la compra y 1,788 reales por dólar para la venta en el mercado cambiario, según los índices del BC. La depreciación de la moneda local fue mínima, del 0,05 por ciento, a pesar de los sobresaltos en el cambio ocasionados por la sacudida en los mercados internacionales temerosos a una recesión de la economía estadounidense, situación que llegó a elevar al dólar a los 1,830 reales por unidad de la denominación foránea. Esta situación fue reflejo al hecho que "los países están absorbiendo los problemas de la crisis norteamericana". El economista-jefe del Departamento Económico de la corredora Gradual Corretora, Pedro Paulo Silva, señaló: "tenemos un trimestre marcado por el vaivén de las variables financieras ante la expectativa sobre el desempeño de la mayor economía del mundo". En ese contexto, los activos financieros van a sentir la volatilidad y el cambio no va a escapar. Las importaciones crecen y la balanza comercial se va a reducir, lo que despierta siempre la preocupación de algunos agentes, pero el cambio tendrá oscilaciones diarias sin ver devaluación o valorización en este año La autosuficiencia petrolera de Brasil y el propio cambio fluctuante creó una situación peculiar y nueva en Brasil, donde la exportación de bienes primarios no genera crisis en el balance de pagos y diciendo a todos los agentes que el país es capaz de honrar sus deudas.
En los tres primeros meses de 2008, el cambio deberá oscilar entre los 1,75 y 1,80 reales por dólar. La resistencia del real al sube y baja de los mercados, diferente a otras crisis del pasado que devaluaron la moneda brasileña,fue evidente al ver caer a la Bolsa (de Valores) de Sao Paulo en más del 10 por ciento y al dólar apreciarse apenas por menos del 1,0 por ciento. Al contrario de lo que muchos piensan en una crisis como la que se vive, las perspectivas del real son ampliamente favorables para ver al dólar por debajo de los 1,6 reales que por encima de los 1,8 reales, al menos hasta junio. Las crisis enfrentadas por los países emergentes y el ajuste a las reglas del Fondo Monetario Internacional (FMI) permitieron a esas economías pagar sus deudas externas y eso no permite que la cotización del dólar se dispare, a pesar de la salida de capital En el caso de Brasil, después de los ajustes que fueron hechos, el país está mucho más resistente a choques" 4. VENTAJAS Y DESVENTAJAS Existen diversos regímenes cambiarios no es noticia. Casi todos hemos experimentado y sufrido en carne propia más de uno de ellos. Cada fórmula tiene sus defensores y detractores, pues en economía nunca está todo dicho ni existen verdades absolutas. Sin embargo, todos coinciden en un hecho: el mundo ha cambiado. Se ha convertido en algo dinámico, en permanente mutación. Lo antes previsible se ha vuelto imprevisible, no solo para el autodenominado "primer mundo", sino también para el resto. La liberalización de los controles de capital y de las transacciones financieras internacionales en los países industrializados ha generado un importante flujo internacional de capitales privados que buscan nuevos destinos en busca de mayor renta, provocando perturbaciones y desequilibrios en algunas economías que suelen transmitirse en alguna medida a la economía mundial, como resultado de la globalización. Frente a esta situación, los regímenes cambiarios dotados de cierta flexibilidad han resultado más eficientes para evitar, o al menos reducir, el impacto de los cambios de sentido de los flujos de capital y de la variación de la competitividad entre mercados como resultado de la fluctuación de los tipos de cambio. En los regímenes cambiarios de flotación administrada resulta necesario desarrollar una política complementaria que
permita orientar al mercado y manejar sus expectativas, por ejemplo mediante intervenciones y controles oficiales para influir sobre el tipo de cambio. Brasil tiene un régimen cambiario de flotación administrada, en los últimos años ha utilizado herramientas de: tasa de interés nominal. Brasil no ha podido evitar el impacto de la crisis norteamericana del 2008, que generó fugas de capitales en el país. Retrospectivamente, puede afirmarse que Brasil
ha
acertado la implementación de regímenes cambiarios de flotación administrada y controlada, pues más allá Brasil ha conseguido transitar satisfactoriamente dicha situación, cuyas consecuencias aún pueden verse en países de todo el globo.Desde el punto de vista estrictamente regulatorio y más allá de la forma de implementación puede decirse que a grandes rasgos los regímenes de Brasil se afectaron las inversiones extranjeras de largo plazo y las operaciones de comercio exterior deben ser objeto de registro, existen restricciones al ingreso de fondos especulativos (con "encaje", impuestos adicionales y/o plazos mínimos de repago) y se admite el pago de utilidades y dividendos y la repatriación de inversiones extranjeras bajo ciertas condiciones. Estas regulaciones, acompañadas de otras medidas adoptadas por el Gobierno de Brasil, ha sido eficientes para controlar los flujos de ingreso y egreso de divisas, el tipo de cambio y/o la inflación, según ha sido de tiempo en tiempo los objetivos de Brasil. 4.1 COMO AFECTA LOS REGIMENES CAMBIARIOS AL DESARROLLO Y CRECIMIENTO DE BRASIL Los regímenes cambiaron afectaron al crecimiento y desarrollo de Brasil debido a que este país implemento una política de “inflation targeting” y revaluación del real que
impacto negativamente sobre las exportación, lo cual fue compensado con la promoción de ciertos sectores, resultando de ellos un crecimiento bajo y una cuenta corriente deteriorada, con baja inflación.
5. Análisis comparativo de los regímenes cambiarios de Brasil. RÉGIMEN DE CRAWLING PEG (PARIDAD MÓVIL) - Adoptado después de un período largo
-
-
-
El sistema de cambio fluctuante fue
de "tasa de cambio fija ajustable",
instituido en enero de 1999 por el
caracterizado
grandes
Banco Central del Brasil después del
devaluaciones debidas a desequilibrios
ataque especulativo que, en los meses
monetarios o fiscales.
anteriores, provocó una gran pérdida
por
“minidevaluaciones
sucesivas"
de reservas y derivó en que las
o
“micro devaluaciones periódicas”. para
autoridades
evitar grandes caídas de las reservas
financiera
internacionales y crisis cambiarias
Internacional (FMI).
el tipo de cambio se ajusta de modo
-
pidieran al
Fondo
asistencia Monetario
una flotación con mucha intervención
progresivo y controlado de acuerdo a
de las autoridades tenderá a ser más
una tasa como la inflación o la tasa de
un régimen de tasas de cambio
interés, o una combinación de las
administradas que determinadas por el
mismas, o bien de acuerdo a un
mercado.
cronograma
-
RÉGIMEN CAMBIARIO FLUCTUANTE
establecido
por
el
-
Brasil, por su parte, implementó una
gobierno.
política de "inflation targeting" (metas
las autoridades monetarias se vieron
de inflación) y revaluación del real que
obligadas a elevar aún más la tasa de
impactó
interés para inducir la entrada de
exportaciones.
capitales
-
negativamente
sobre
las
Apertura económica (comercial y de capitales
-
Banda cambiaria: Amplitud: +/- 7%, rango
considerado
suficiente
para
acomodar la volatilidad típica de los choques al TCR. -
el Banco Central de Brasil (BCB) elevó la tasa de interés de corto plazo para acomodar
el
choque
de
la
desvalorización cambiaria -
Aunque Brasil tiene un tipo de cambio flexible, su Banco Central puede adquirir moneda extranjera mediante la
creación de moneda nacional, lo que tenderá a depreciar el real -
Brasil sufrió un fuerte período de depreciación de su moneda entre 1998 y 2002, en el cual acumuló un 113 % de aumento del TCR.
6. CONCLUSION Como hemos visto, Brasil se enfrenta a una incómoda disyuntiva. En el que su entorno macroeconómico de Brasil sebe negativamente afectada, Brasil no puede maquillar los efectos nocivos de las malas decisiones en materia de políticas fiscales, monetarias y de ingresos aplicadas por los últimos gobiernos. Para revertir esta situación, se deberá dar muestras sólidas de un programa integral que permita reinstalar un proceso de crecimiento, con reglas estables, orientado a corregir los principales desequilibrios internos. De ser así, traería aparejado una mejora en los niveles de confianza, reposicionando al país en el radar de los capitales externos y traer consigo un mejoramiento de su entorno macroeconómico.
Bibliografía.
https://docs.google.com/document/d/1K7FAFvkfp0hZdJlkdjxtA_J30RRcGy335gq_ F1KGopE/edit?hl=en_US. http://todoproductosfinancieros.com/regimen-cambiario/. http://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-discursos/publicaciones/documentosde-investigacion/banxico/%7B0B3C7E79-A8E4-E57A-6BF3F3E2FFB650F7%7D.pdf