Paul-Laurent Assoun
FREUD
La Lafilosofiay losfilósofos
ediciones PAIDOS Barcelona Buenos Aires
Titulo original: Freud. La philosophie et lesphilosophes Publicado en francés por Presses Universitaires de France, Paris, 1976 Traducción de Alberto Luis Bixio
Cubierta de Julio Vivas
1.aedición castellana, 1982
© 1976, Presses Universitaires de France © de todas las ediciones en castellano, Editorial Paidós, SA1CF; Defensa, 599; Buenos Aires. © de esta edición, Ediciones Paidós Ibérica, S. A.; Mariano Cubí. 92; Barcelona-21. ISBN: 84-7509-184-9 Depósito legal; B-37.128/1982 Impreso en Industrias Gráficas Emegé; Londres, 98; Barcelona Impreso en España - Printed in Spain
INDICE INTRODUCCION El problema y su significación Fenomenología de la ambivalencia de Freud respecto de la filosofía: el encuentro con la filosofía La primera palabra La segunda palabra Metodología y plan de la indagación
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11 11 13 18 20 21
PRIMERA PARTE FREUD Y LA FILOSOFIA LIBRO PRIMERO: La crítica psicoanalítica de la filosofía I.
LA FILOSO FIA Y EL OBSTACULO C O N CIENCIALISTA 1. La respuesta freudiana a la demanda filosófica 2. La interpretación de loa sueños 3. Sobre la psicoterapia 4. E l chiste 5. El delirio y los sueños en la “Gradiva ” de Jensen 6. E l hombre de las ratas 7. E l interés del psicoanálisis 8. Biriswanger y Levirie 9. Las resistencias contra el psicoanálisis 10. Autobiografía 11. Esquema del psicoanálisis
............................................ ....................... 27 27 31 33 34 35 37 38 42 44 46 47
8
INDICE
n. LA FILOSOFIA COMO WELTA.50 1. E l psicoanálisis y la teoría de la libi 2. El rechazo de Hegel: Putnam . 52 3. El rechazo del sistema psicoanalítico: Kronfeld 54 4. Inhibición, síntoma y angustia 58 5. Nuevas aportaciones al psicoanálisis 65 6 . El lazo entre la Weltanschauung y el concíendalismo:
El esquema del psicoanálisis
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ID. METAPSICOLOGIA Y METAFISICA. 70 1. Ciencia de la naturaleza y especulación peicoanalítica: La metapsicología; 70 2. La génesis y el sentido de la metapsicología 75
....................
LIBRO SEGUNDO: Explicación psicoanalitica de la filosofía IV. EL SENTIDO PULSIONAL DE LA FILOSOFIA COMO ACTIVIDAD INDIVIDU AL . 89 1. Primer estímulo del psicoanálisis en la filosofía entendida como Spezialwissenschaft 90 2. La segunda fuente de estím ulo 91
................................ ............
V. EL SENTIDO PULSIONAL DE LA FILOSOFIA COMO INSTITUCION CULTURAL...................................99 1. La arqueología pulsíonal de la filosofía 99 2. El puesto de la filosofía en las visiones del mundo 103 3. La etiología filosófica: el narcisismo secundario 107 4. Filosofía y sublimación 114 IV. LA FILOSOFIA COMO OBJETO PARADOJICO DE LA INVESTIGACION PSICOANALITICA . 118 1. El carácter paradójico de la institución filosófica 119 2. El carácter paradójico del objeto filosófico: Freud y los sueños de Descartes 122
................ ..
.INDICE
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SEGUNDA PARXE. FREUD Y LOS FILOSOFOS I.LA REFERENCIA FILOSOFICA EN FREUD . 1. La referencia negativa. Freud y Vaihinger 2. La referencia heurística. Freud y Schelling 3. La referencia legitimante: el con cepto filosófico como anticipación del concepto psicoanalítico 4. La topografía filosófica freudiana
............ 135
IL FREUD Y PLATON 1. La referencia central. Más allá del principio del placer: el mito de El banquete 2. El empleo freudiano del concepto platónico de Eros 3. Freu d y Empedróles 4. La interpretación hinduizante de Platón. El modelo schopenhaueríano
136 141 143 147
................ .. .. ...................................... 150
III.
FREUD Y K A N T 1. La referencia central. Más allá del principio del placer . La subjetividad temporoespacial y el inconsciente 2. El modelo schopenhaueríano y la interpretación antropológica 3. Inconsciente y cosa en sí
................
IY. FREUD Y SCHOPENHAUER 1. Los suefios y la represión 2. El inconsciente 3. El amor 4. La muerte 5. El pesimismo
150 158 162 1,65 171
172 183 186
........................................... 189 191 202 204 207 214
V. EL SENTIDO DE LA RELACION DE FREUD CON SCHOPENHAUER: EL MODELO IDEOLOGICO DE LA RELACION DE FREUD CON LA FILO SOF IA. . . 219 1. El desfasaje histórico del schopenhauerianismo en Alemania: la división de la década de 1870 220
TO
INDICA.
2. La problemática del naturalismo positivista como materialismo vergonzoso: el encuentro de Freud 224 3. El manifiesto de la alianza de la metafísica schopenhaueriana y de las ciencias de la naturaleza: La uo228 luntad de la naturaleza . 4. Las cuatro tesis freudianas. Freud y Von Hartmann 233 5. El sentido último del modelo: el agnosticismo gnoseológico 235 CONCLUSION . . . .................................................................. 241 El concepto de "réplica esquematizante" 24 2 El psicoanálisis y su Roma filosófica 243 Las lecciones teóricas: psicoanálisis y comprensión materialista .de lo real 244
.
INTRODUCCION*
EL PROBLEMA Y SU SIGNIFICACION
Corrientemente se trata el psicoanálisis como objeto filosófi co: él discurso filosófico se adueñó de él y lo cultiva como un campo lleno de significaciones especificas. Cierto es que trata de discernir los efectos disociadores de tal circunstancia atendiendo a los objetos filosóficos tradicionales; pero rara vez a alguien se le ocurre poner en tela de juicio la legitimidad de esta posición que tom a el psicoanálisis como objeto filosófico, o cuestionar la asociación del psicoanálisis con una empresa teó rica que le es a jena. Sin embargo, lo que corresponde hacer es precisamente es* te cuestionamiento radical. Para llevarlo a cabo disponemos de un punto de referencia decisivo: la actitud teórica del propio Freud frente' al campo especulativo que hoy, en virtud de un profu ndo vuelco, lo toma como un objeto tan natural que se lo asimila sin ninguna consideración teórica previa. ¿Qué era la filosofía y qu é eran Io b filósofos para el fundador del psicoanálisis? Aquí nos proponemos responder a esta inte* •Citamos los te xtos de Freud de la edición de sus obras completas, Getammette IPer/ce, Londres, Imago Publishing Co., Ltd., I ., en 18 volúmenes, con la abreviatura G.W* seguida del tomo y de la página.
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FREUD. LA FILOSOFÍA Y LOS FILOSOFOS
rrogación elemental, cuyos efectos teóricos son empero incalcu1ables. No se tra ta de situar a Freud en relación con el pensa miento filosófico en general, es decir, no se trata de determinar la concepción de la filosofía que pueda nacer desde el punto de vista psicoanalítico, sino que se trata de establecer positivamen te la actitud teórica de Freud frente a la filosofía entendida co mo una realidad históricamente determinada, como una técnica y como un campo de objetos sui generis . Paradójicamente, esta indagación fundamental quedó aplazada apenas fue entrevista. La historia de la relación de Freud con la filosofía se redujo al hacer. En aspecto anecdótico: es que no se sabía muy bien el preciso momento en que el psicoanálisis se comportaba tan bien como objeto filosófico y multiplicaba sus fecundas prome sas de inteligibilidad, un cuestionamiento teórico no podía pasar por alto ni reducir este hecho violentamente, polémico: el repu dio de la filosofía por parte dél fundador del psicoanálisis. Por eso se relegó el problema, que quedó abandonado a su con so r,c explicable por una circunstancia iu dición de hecho rica, hecho del que, por lo demás, sólo muy vagamente se perci bía el contenido. Trátase, pues, de exhumar el discurso freudiano sobre la filo sofía (ya que se lo ha enterrado con tanto cuidado). Pero la res titución de la palabra de Freud, de carácter tan desconcertante, revela la razón por la que se la ignoró (circunstancia que respon de asimismo a motivaciones ideológicas más profundas). En efecto, nos encontramos con un discurso tornadizo, múltiple y, por últim o, ambivalente: por una parte, Freud presenta fórm u las categóricas para despojar la filosofía de sus pretensiones de legislar en el terreno de la cienda psicoanalítica; por otra, reco noce humildemente la importancia de la filosofía en la “activi dad del pensamiento“ humano. Por un lado, Freud lanza a los fi lósofos sarcasmos que rayan en la caricatura y el lugar común; por el otro, podemos observar el re to m o regular de referencias a ciertos sistemas que parecen cumplir una función necesaria en los puntos decisivos de la argumentación freudiana. De suerte que, eligiendo en la masa de enunciaciones pertene cientes a una de las dos familias del discurso freudiano, nos es lí cito sostener la tesis de un Freud “antifilósofo** empedernido o la tesis de un Freud filósofo secreto, pero auténtico, o bien, nos a
INTRODUCCION
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eB posible, apoyándonos en esta contradicción, postular algún drama existencia! del antifilósofo a pesar de sí mismo; también podemos dejar la cuestión en su aspecto de problema personal contingente, frente al cual podemos adoptar una posición arbi traria, lo que nos dispensa de evaluar su sentido teórico. Impónese ante todo afirmar la sistematicidad de las enunciaciones freudianas sobre la filosofía, las cuales pronto nos revelan un análisis que es él mismo sistemático bajo la apariencia de enuncia dos variables. En realidad —y éste es el segundo p unto—la ap a riencia de diversidad proviene de la confusión de los niveles del discurso freudiano sobre la filosofía. En cambio, si atendemos a la estructura de articulación de ios diferentes tipos de punto de vista, comprobamos una notable homogeneidad de temática que llega hasta la estereotipia. Conviene pues, en primer término, tratar de percibir global mente cómo se presentan las formulaciones freudianas sobre la filosofía, es decir, establecer una especie de fenomenología de la ambivalencia que se desprende del conjunto de los textos de Freud en los que éste tom a explícitamente posición en lo tocan te a sus propias relaciones con la filosofía. De tal manera estare mos en condiciones de percibir las líneas fuertes del discurso.
FENOMENOLOGIA DE LA AMBIVALENCIA DE FREUD RESPECTO DE LA FILOSOFIA: EL ENCUENTRO CON LA FILOSOFIA
Emst Jones, el futuro biógrafo de Freud, preguntó “un día” a éste si había leído muchas obras filosóficas, a lo que Freud, se gún su interlocutor, respondió que había leído “muy pocas” y luego agregó: “Cuando era joven me sentía muy atraído por la especulación, pero tuve el valor de apartarme de ella”.1 ¿Cómo se manifestó, pues, esta “atracción” del joven Freud por la especulación filosófica? Uno de los primeros testimonios es el entusiasmo que despertó en é i el ensayo de Goethe sobre* * Ernst Jones, La vie et l’oeuvre de SigmundFreud, Paris, Presses Universitaires de France, 19 7 0 ,1 1., pig . 32. (Hay versión castellana: Viday obra de SigmundFreud, Buenos Aires, Hormé, 1981, 3a. edición.)
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FREUD. LA FILOSOFÍA'Y LOS FILOSOFOS
La natüralezáf cuyo sentido ponte lata decidió al joven estudian
te á seguir la carrera médica, que en s í misma lo atraía muy po co. En efecto; en su Autobiografía , Freud cuenta que él conoci miento dé! hermoso ensayo de Goethe sobre La naturaleza lo decidió a inscribirse en la Facultad de Medicina.3 Fue entonces, en 1873, poco antes o poco después de terminar el bachillerato, cuando la lectura del ensayo de Goethe, llevada a cabo durante un cuno público de anatomía dictado por el doctor Cari Brühl, le otorgó a Freud, según sus propios términos una especie de in tuición totalizadora que venía a expresar su propio a£án de lle gar a una “comprensión del universo ” (Weltverstandnis).3 No deja de ser importante el hecho de que Freud, de acuerdo con sús declaraciones, haya tenido la necesidad de un estimulo especulativo para abrazar la ciencia médica.4 Pero fué eii la persona de Franz Brentano donde Freud encon tró lá filosofía en su forma mas directa y sistemática. Inscripto én la Facultad de Medicina de Viena, además de seguir las clases y cursos de física, fisiología, anatomía, química y zoología, Freud encuentra tiempo para asistir (durante el invierno de 1874-75) a los cursos semanales dictados p or el ilustre filósofo y psicólogo. En realidad, tratábase de clases de iniciación en la re flexión filosófica y en la historia de la filosofía. Jones habla de “reuniones de lectura*': “Todas las semanas Freud asiste a las reuniones de lectura dirigidas por Brentano para adquirir algunas nociones de filosofía“.5 De manera inesperada es, pues, en el seno de la Facultad de Me dicina, bastión de las ciencias naturales, donde Freud comienza a frecuentar la metafísica. DeBde principios del siglo los estudian tes de medicina vieneses tenían la obligación de seguir un curso de iniciación filosófica bastante sustancial, puesto que se le asig naban tres horas semanales. Jones recuerda esta disposición:
3 Véase Setbstdanfllung, G. W. XIV, 34; y los datos que da Jones en op, cit^ tomo I; véase además ía/ru, segunda parte, capítulo V. 3
SelbttdanteUung, G. W., XIV, 34.
AIbtí.
SJones, op*citH tomo I, pág.
INTRODUCCION
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“Desde 1804, los estudiantes de Medicina de Viena ha bían teni do qu e seguir un curso de filosofía duran te tres año s...”6 Pero hay que tener también én cuenta que esta “obligación quedó suprimida á pa rtir de 1873” ,7 es decir, precisam ente en el mo mento en qu e Freud ingresa en la Facultad de Medicina y alcan za su madurez intelectual, ¡Notable iro nía de la suerte que de alguna manera simboliza la ambigüedad original de las relaciones de Freud con la filoso fía1 . Incluida con plenos derechos en la en señanza científica durante los tres primeros cuartos del siglo, la filosofía apenas es tolerada al comenzar el último cuarto. Miem bro de la institu ción universitaria y de sus normas culturales, Freud. heredará esa prohibición cuyas señales se encontrarán en las interminables precauciones que él adopta en lo tocante a la especulación.8 Pero, por otro lado , se dibuja en cambio el lazo personal que Hga a Freud con esa filosofía, de pronto marginada, que parece atraerlo tanto más ahora que se encuentra relegada a una semiclandestinidad. Poseemos pruebas bien concluyentes de ello: de acuerdo con las “investigaciones realizadas por el profesor Víc tor Kraft”9 en los archivos de la facultad á fin de establecer “una lista completa de los cursos a los que debió asistir el joven es tud ian te” Sigmund Freud, se comprueba que éste fue particular mente asiduo a aquellas reuniones, institucionalmente facultati vas, que se agregaban a una enseñanza científica ya muy carga da. Tod o ocurre como si Freud buscara allí, si no ya un sustitu to del espíritu estrechamente positivo, por lo menos una eva sión,10 como si una necesidad y u n afán fundamentales se expre saran yá en aquella actitud. Sin duda en el espíritu de Freud se manifiesta una necesidad a través de esos estudios paralelos y facultativos. Los hechos ha 8 Ibid.
7 Ibid, infra, segunda parte. 9 Jones, op. cit„ pág. 40. 8 Véase
, Sobre el verdadero significado de esta evasión, véase sión.
infra. conclu-
FREUD. LA FILOSOFIA Y LOS FILOSOFOS
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blan por s í mismos: en el cuarto trim estre, cuando Freud descui da los cursos de zoología veterinaria, además de un pesado curso de zoología .pura y de fisiología, “continúa asistiendo a los semi narios de Brentano” . En el trimestre siguiente,además délos cur sos de zoología practica, de anatomía y de fisiología, “Freud continúa frecuentando el seminario de Brentano una vez por se mana”.11 De su erte que, junto con un aprendizaje científico ca da vez más especializado y a medida que se afirma la atracción que Freud siente por la física y la biología,1 121 3los-seminarios de Bren tano continúan desempeñando su función necesaria como deno minador común de los variados esfuerzos que lo empujan en las diferentes direcciones científicas. Desde el verano de 1875, además de asistir a esos seminarios, Freud se interesa de alguná manera en la historia de la filosofía, ya que comienza a frecuentar el “ cu no de lógica aristotélica dic tado por Brentano” . En el verano de 1876, entre dos estadas en Víena y en el intervalo de un viajé de estudio q ue hace a Trieste, Freud dedica una parte de su horario muy cargado a “otros tres cursos sobre Aristóteles que da Brentano”.12 ¿Se diBtmgüió Freud entre los que formaban el auditorio de Brentánó? En todo caso fue el nom bre de Freud el que Brentano indicó para hacer la traducción al alemán de un- volumen de Stuart Mili - e l duodécimo de las Obras completas, traducidas bajo la dirección del em inente erudito Theodor Gom perz—en reemplazo del traductor titular, Eduardo Wessél, súbitamente fa llecido, a menos qu e, como lo sugiere Jones, haya sido Breuer, amigo' de Freud y médico d éla familia de Brentano, quien hiciera notar a éste la existencia de Freud.14 Sea ello lo que fuere, lo cierto es que Freud debió también a Brentano su contacto direc to con la filosofía de Stuart Mili y un con tacto indirecto con Pía-
11 Jones, op. cit., tomo I, pág. 41.
Ibid. 12 Ibid., pág. 42. 13 14 Jones, op, cit., tomo I, pág. 62.
INTRODUCCION
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tón.15 Fue en ese círculo en el que Freud cultivó aquella ten* ciencia a la especulación de la que en seguida debió apartarse valerosamente, según sus propias palabras. En el momento en que entra en contacto con Freud, Brentano goza de un gran prestigio ¡Jones dice que “la mitad de Viena”16 se precipitaba a escuchar sus conferencias públicas. Brentano se había distinguido por su tesis de 1862 sobre Las múltiples significaciones del ser en Aristóteles y por sus lecciones impartidas desde 1866 en la Universidad de Würzburg. Cuando, seis años después, Brentano llega a la Facultad de Viena como Privatdozent (en Viena enseñará hasta 1895), lo acompaña la doble reputación bien fundada de filósofo aristotélico y de psicólogo empirista, de suerte que presenta a Freud una original alianza entre es peculación y observación*17
En 1873, Bréntano experimenta po r su parte un cambio decisivo en su vida: abandona el sacerdocio, lo que le vale la hostilidad de las autoridades eclesiásticas y de gobierno, que exige su dimisión en la Universidad de Würzburg;'8 el que llega a Viena es un hombre discutido. También su obra experimenta ¿n ese momento un cambió decisivo, ya que en 1874 se publican los dos primeros tomos de su Psicología desde el punto de vista em pirico, 19 De manera que es posible determinar el provecho filosófico que Freud obtuvo de la iniciación de Brentano. La investigación personal de Brentano, que unía la exigencia especulativa y la fundación de una ciencia empírica, representaba una especie de 1S Sobre el desarrollo de esta influencia, véase gunda parte.
infra, capítulo II, se-
O j o n e s , op. cit„ tomo I, pág. 62.
*7 Sobre el sentido de esta alianza, véase infra, segunda parte, capítu
los IV y V,
** Nótese el interés de Freud por los filósofos combatidos o margina dos, desde Brentano a Schopenhauer. % 19 Con esta obra Brentano influyó tanto en la psicología asociacionista como en la fenomenològica. Fréud encontró allí, entre otros conceptos, el de afecto y el de representación, difundidos igualmente en la psicología inspirada de Herbert.
í$
FREUD. LA FILOSOFIA Y LOS FILOSOFOS
banco dep h iéb a para ideas en gestación ya avanzada. Por otro lado, ¿Ornó los seminarios se concentraban en la tarea pragmáti ca de iniciación en Io b rudimentos filosóficos, Freud aprendió en ellos a leer filósóficamente. El aprendizaje de la lectura filo* sófiéátó m aba la" forma de Lektüte philosophischer Schriftste Her‘(lectüías de autoresfilo&ó fíeos). Poseemos por lo menos un ejemplo* notable a este respecto: én sus Recuerdos de Sigmund Fre lid, Ludwig Binswanger nos dice que en una carta de febre ro *de 1925 preguntó a Freud si éste había sido influido por Strauss o Feuerbach.XY entonces, Freud responde afirmativámente: “ En mis añoé juveniles es verdad que leí a David Friedrich Strauss y a Feuerbach con gran interés y placer“.30 Ahora bien, se ha establecido que esos dos autores fueron tema de aquellos ejercicios trimestrales de “lecturas de autores filosó ficos” :dé loé seminarios de Brentano.21 Aunque Freud, en virtud de una significativa negación, no ad mite que la influencia de estos autores haya sido duradera, el heéh'ó mismo permite situar £ / porvenir de una ilusión en la línea ideológica que se inaugura en Alemania en la década de 1840 con jÜaüidqdejesús de Strauss y La esencia del cristianismo de Feuerbach. También en esto Brentano fue un conductor dé las influencias filosóficas en Freud. LA PRIMERA PALABRA
Podría pensarse que al terminar los contactos con Brentano y al dedicarse Freud a los trabajos médicos y fisiológicos cesó su pasión especulativa. En realidad no ocurrió nada de eso. Dos he chos de la década de 1880 atestiguan notablemente la persisten cia de su interés filosófico. El aprendizaje de la racionalidad filosófica produjo suficien tes frutos para que diez años después, a fin de iniciar a su novia en la especulación, Freud pensara en redactar Un A.B.C, filosó fico. Jo n e slo re fíe re así: “ Freud continuaba siendo un gran afi-
Binswanger, Souvenirs sur Sigmund Freud , trod. francesa, Páris.Galliinard, 1970, pág. 340. María Dotar, Historische Grundíagen der Psychoanolyse, (
^
Ludwjg
19 32 , pág. 114.
INTRODUCCION
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donado a la lectura y quería que Martha participara de ese gus to. Con la esperanza de interesarla en su trabajo, FreutfUegó hasta redactar para ella una introducción general a la filosofía que llamó AJl.C . filosófico. ,m Para nuestro ob jeto este detalle tiene más significación que la q u ejo n e s parece atribuirle: atesti gua que, paralelamente a una carrera médica en desarrollo, Freud h abía conservado aquel in te r e s a r las lecturas filosóficas que manifestara siendo estudiante. Sobre todo, es notable que haya elegido el instrumento filosófico como modo de comunicadon con la persona a la que estaba más íntimamente ligado; la inclinación filosófica de Freud puede manifestarse dentro de los estrechos límites de la comunicación privada. Es como si Freud hubiera experimentado la necesidad de rehacer para su novia el trabajo de iniciación que su maestro Brentano había realizado pa ra él diez años atrás. Hasta es posible descubrir algún mecanismo de reladón identificante entre el tipo de comunicación pedagó gica a que Freud apela en esta ocasión y el que lo ligaba a Brenta no. De manera que este pequeño trabajo, cuyo con tenido no co nocemos, no deja de tener su importanda en su condición de proyecto. Ese trabajo traduce la necesidad que, Freud experi mentaba de poner en claro los lineamientos de su lógica. La elec ción de la forma didáctica tiene, en efecto, la finalidad de con cretar para el propio Freud la formulación de sus propios conceptos.En el momento en que Freud, simple practicante de la ciencia médica, no domina aún su objeto específico, la formuladón filosófica traduce la busca de un instrumental conceptual básico.® Otro hecho atestigua esta estructura del pensamiento de Freud; se trata de una notable frase que encontramos en una carta dd 16 dé agosto de 1882 dirigida a Martha Bernays: “La filosofía, que yo siempre imaginé como una finalidad y un refu gio para mi vejez, me atrae cada día m ás” .24 Parece, pues, que la
® Jones, op. cif., tomo 1, pág. 190. ® El Instrumental metspsicológico es un lejano heredero de este otro, véase infra, capítulo III. í4 Citado por Jones.
2b
FR ÉUD. LA FIL OSOFIA Y LOS F i LOSOFOS
dedicación ff lá práctica científica corre pareja con un aumento óontinuo de laámbiciónespeeulativa.
En la correspondencia con Wilhélm Fliess, cuando el psicoa nálisis se halliba en plena géiiesis, encontramos todavía expresaW 'e l voto especulativo: “ En el fondo de m í mismo abrigo la es peran z a d e llegar por este camino a mi primera finalidad: la fiiósofía’V escribe Freud el 1° de enero de 1897: Freud hasta dicequeese deseó era absolutamente primario: “A eso aspiraba yo antes de haber comprendido bien por qué me encontraba en ¿1 inundó”.25 Asimismo en una carta del 2 de abril de 1896, Freud declara: “ En mis años juveniles, sólo aspiraba a los cono* cimientos filosóficos y ahora estoy a punto de realizar este de* seo pasando de la medicina a la psicología”.26 De manera que cada etapa se presenta como la renovación, de continuo despla zada, de la finalidad filosófica del principio.27 Con todo, hay que hacer notar qüe Freud aventura estas pala bras bajo él sello del secreto de una correspondencia privada con unespíritu que es él mismo también especulativo; tal circunstan cia justifica esas confidencias y sella entre los dos hombres una verdadera alianza durante los años 1887-1900.38 LA SEGUNDA PALABRA
Pero entonces surge en el discurso de Freud sobre la filosofía esa segunda palabra que repite la otra como un eco inverso y continuo. Esta segunda palabra se desarrolla esencialmente en los textos oficiales en los que Freud expone “precisiones” teóri cas. Eñ la Historia del movimiento psicoanalltico, de 1914, 'Freud doblará qué hay que atribuir su ignorancia de un texto de ^ ^ p e Ó b a u e r^ a su falta de “guato por la lectura de autores fi*
, 25 Citado por Jones.
i6Ibid.
ii
27- Véase La naissance de 143-144.
la psyehanalyse, Presses
18 Véase Lanaissancede lapsyehanalyse. ' 29 Vésseín/ro, capítulo V, segunda parte.
Univeraitaires de
INTRODUCCION
21
losóficos en (sus) años de juv en tud” ;30 como si tratara de anular retroactivamente las afirmaciones anteriores, exactamente con* tañas. En 1925, en ííl Autobiogra fía Freud d e d a n que siempre evi tó “cuidadosamente aproxímame a la filosofía propiamente di* cha” y agrega que “una incapacidad constitucional (le) facilitó mucho esa abstención”.31*De manera que a quí Freud reivindica la incultura filosófica como una estrategia sistemática, en lugar de considerada solamente como un hecho lamentable. Por otra parte,- en lugar de hablar de escasa inclinación por la filosofía, Freud alega resueltamente una limitación constitucional. En 1930, habiéndosele solicitado que asumiera una posición en ciertas cuestiones filosóficas, Freud responde: “Los proble* mas filosóficos y sus formulaciones me son tan ajenos que real* mente no sé qué decir”.33 Esta vez Freud se presenta, pues, co* mo un extraño a la cosà filosófica. Parece haber roto el anti* guo voto y haberse retractado del antiguo interés. 'Diríase que Freud se hubiera “apartado tan valerosamente” de la especula ción filosófica que Uegó a perder hasta su recuerdo, el que ya ni siquiera quiere reconocer. Simultáneamente se multiplican las críticas y sarcasmos ende rezados a los filósofos,33 en ta nto que, de manera paradójica y desconcertante, llenan su discurso las referencias a teo rías filo sóficas precisas.34 METODOLOGIA Y PLAN DE LA INDAGACION
A qu í termina el enfoque fenomenològico que ha manifestado suficientemente la duplicidad del discurso freudiano. Para captar la lógica subyacente en esta aparente contradicción, conviene considerar el discurso global determ inando los diferentes niveles del enfoque freudiano. En la realización de este proyecto, el 30 G.W., X, pág, 53. 31 G. XIV, pág. 8Ó. 33 Véase ¿afra, capítulo I, y nota 3 de ls pág. 28. 33 Véase infra, capítulo I y especialmente II. fia, segunda parte. 34 Véase in
22
PREUD. LA FILOSOFIA Y LOS FILOSOFOS
principio metodológico absoluto debe ser la investigación ex haustiva
De ahí el plan que hemos adoptado para la primera parte: la filosofía como obstáculo (Libro I: capítulos I, II, III); la filosofía com o objeto (Libro II: capítulos IV, V, VI).
INTRODUCCION
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la argumentación freudiana, donde ella obra positivamente v activamente. Es esa otra palabra la que habremos de recoger.3'' Todo juicio sobre la actitud freudiana frente a la filosofía y a los filósofos debe partir de lo que dice el propio Freud. Debe* mos pues reconstituir esa palabra en sus complejas modalidades y en sus estratificaciones précisas, y atenernos al discurso de Freud a fin de delimitar el pu nto apropiado; trátase de determinar desde donde él habla colocándose en el lugar en el que él habla y siguiendo la lógica que el discurso traza. Al término de esta marcha nos será lícito responder a la cuestión planteada en los térm inos mismos requeridos por el terreno ideológico.
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La filosofía de los filósofos como recurso teórico (segunda parte,
capítulos I a V).