Ensayo sin título Alan Kaprow. (Este ensayo fue impreso sin ningún título al lado de El Demiurgo, el primer escenario de Happening publicado, y en cuyo encabezado se usa por vez primera la palabra con su signicado actual. actual. Este escenario puede encontrarse en Happenings, de Micael !irby, publicado por E.".. Dutton, E." Dut ton, #ueva # ueva $or%&
Creo que cuando un artista escribe sobre su arte, debería escribir en el sentido más profundo para sí mismo. Debería divertirse a sí mismo, cuestionar, insinuarse, inventar papeles para sí mismo, endilgar su imagen con grandes tareas, referir con un estudiado regocijo sus enormes ambiciones y, por encima de todo, tomarse a sí mismo lo menos serio posible, Es justo en ese momento, cuando las palabras se vuelven más perfectamente en un soliloquio, que llegan a tener un aire de autenticidad. Esto no es fácil –uno siempre piensa en divertir a los demás así como a uno mismo—pero si sucede que se alcana un nivel alto de privacidad en las ideas, muc!o más probable que lo que se dice se acerque al estatus de "mentiras# puras, y no pareca nada más que otro plano de invenci$n o de arte. Despu%s de todo, &qui%n quiere escribir realmente sobre lo que !ace' (e dedica toda una carrera a imaginar cosas, y si el artista fuera a estar interesado en tomar su pulso como si fuera un paciente que está siendo e)aminado, debe encontrar una manera de convertir su proceder en una aventura, una forma de vida en sí misma. *o puede satisfacerse s$lo con traducir de manera digerible lo que ya !a sido completamente e)presado en sus +ltimos esfueros creativos. En alg+n momento, en su interior, se da cuenta que, por lo menos en %l, el mayor articio, el pensamiento más estrafalario, la construcci$n mental menos creíble, se acerca más a la verdad sobre %l mismo, y
más allá de %l mismo. Es el inventor de visiones imposibles y por lo tanto un creador de realidad. (abe con certea que se encuentra entre los pocos que quedan en un mundo de almas cansadas, amargadas, que tiene la valentía suciente para so-ar su tiempo. *o puedo dejar de deleitarlo para que se pare frente a su espejo y !aga caras, frunciendo el ce-o, sonriendo, derramando lágrimas y !aciendo ruidillos c!istosos en rápida sucesi$n. ctor y p+blico de sí mismo y al mismo tiempo, está en libertad para desbaratar toda la escena si lo desea/ y libre tambi%n de aplaudir el pr$)imo juego que está por venir. &0 por qu% no' &1iene acaso un deber personal mayor que %ste' &2n deber social mayor' l so-ar en un "testimonio#, al revelar una actitud en torno a su arte, está ejecutando su funci$n más profunda. (iempre !e so-ado con un arte nuevo, un arte realmente nuevo. 3e río a carcajadas cuando se !abla de consolidar fueras, de aprender del pasado/ por las a-oranas de la gran tradici$n, el n de las agitaciones y la era de la pa y la seriedad. Esa visi$n tan esencialmente miedosa no puede saber qu% goo tan positivo se obtiene de la sublevaci$n. *unca se !a dado cuenta que las revoluciones del espíritu son el pronunciamiento mismo de la e)istencia de dic!o espíritu. 4a precauci$n en contra de darse el gusto por lo nuevo puede !acerse a un lado. 4o verdaderamente nuevo es difícil de encontrar y cuando uno lo tiene, es efectivamente muy real. 4e !ago una reverencia al !ombre que se tropiea en el intento, ya que no creo que pueda prepararse para ello por adelantado. ($lo puede prepararse para su descubrimiento al dejarse a sí mismo tan desprotegido, tan e)puesto a la "e)tra-ea# como sus vínculos con la civiliaci$n lo puedan permitir. 5e tomado las sugerencias de aquellos raros e)c%ntricos que surgen muy de ve en cuando, en lugares inesperados, que están lo sucientemente locos como para transformarse en el bsoluto Esencial de cada momento que pasa a trav%s de ellos y que quiás sean de esta manera las formas vivas más puras de arte. Estas personas, estos seres maravillosamente trastornados, no se detienen lo suciente 6o no pueden7 como para llamar a sus seres una cosa creativa. (e lanan !acia muertes furiosas/ o se colapsan por el puro
e)ceso de su energía, abren puestos donde venden puros y ya no se vuelve a escuc!ar de ellos. *o dejan monumentos 6y estoy cansado de los monumentos, esos símbolos para la eternidad7, ni testimonios, pero saben más sobre renovaci$n que el resto de nosotros. 8ivimos en un tiempo en el que los pensadores que están más religiosamente preocupados por lo que signica lo 8alioso para los !ombres, dicen que la locura es más profunda que la !umanidad, no obstante cuán terrible y dolorosa sea %sta. 4as virtudes clásicas se !an secado para convertirse en peque-as frituras grises que se acomodan poco a poco en nuestras lenguas, burlándose de un mundo al que no le !an ayudado y de nosotros a quienes no !a inspirado. Estoy convencido que la +nica "virtud# !umana es el renacimiento continuo del (er. 0 esto es lo que sería un nuevo arte. 5oy en día no estamos condenados 6como se nos !a dic!o a todos7/ simplemente estamos muertos de aburrimiento. (i buscamos la salvaci$n, sigue siendo el !astío de 9audelaire del que nos queremos salvar. El nacer no simplemente de nuevo, sino una y otra ve, es a!ora nuestra obligaci$n más noble. Como artista, signica vivir en un constante asombro espiritual desequilibrio interno. 6Esto es quiás el +nico estado real de armonía/ el resto sería dormir sin so-ar7 (ignica arrojar nuestros valores 6nuestros !ábitos7 por la deriva de grandes alturas, sonriendo mientras escuc!amos c$mo traquetean y se despedaan allá abajo, como loas –porque a!ora debemos ponernos de pie e inventar algo nuevamente. 1ambi%n signica vivir con el miedo de llegar al nal demasiado pronto:y si es necesario, esto tambi%n ocurre. ;ero la e)altaci$n de encontrarse de cara con el verdadero desafío de ser o no ser un artista, un !ombre de valores, es precisamente un valor muc!o más grande. 0 no me importaría tener que pagar con mi alma por la simple rearmaci$n de que se encuentre a!í por un tiempo. &0 el pasado' Esos !ombres !eroicos que tambi%n dieron sus vidas para divertirse a sí mismos' &
de mí. ;ero e)iste un sentimiento inevitable de estar lleno a más no poder de obras maestras, la mayoría de las cuales no se !icieron con la idea de que iban a ser obras maestras sino por simple necesidad. El +nico uso general que el pasado tiene para mí es el de se-alar lo que ya no tiene que !acerse 6como alguien que no recuerdo dijo una ve7. El pasado no puede y no quiere ser embalsamado. ;ienso que s$lo puede mantenerse vivo en los artistas que parecen estar escupiendo en su cara. 6 los !istoriadores siempre les gusta se-alar, a-os despu%s, qu% tanto formaron parte del mainstream estos ingratos y qu% tan despreciables eran esos aduladores que se acolc!aban ante los "monumentos# acompa-ados como siempre por los aplausos de otros "sensibles# y mantenedores de la buena vida.7 De modo que soy implacablemente impaciente con cualquier cosa que yo intente seriamente, y que no suelte alaridos violentos en torno al presente desconocido, que no proclame claramente su modernidad y su raison d'etre. 2na ve que este tipo de pensamiento se !alle implícito en los orígenes de cualquier trabajo que yo !aga, el carácter nal de esa obra puede corresponder a cualquier tipo de estado emocional. ;uede ser violento y cruel igualmente, pero puede fácilmente ser mortalmente silencioso o propagar un dulce aire de delirio morboso. *ada me llena de reverencia, e)cepto la capacidad del !ombre por crear lo que posteriormente creerá que será la verdad. El espíritu de la anarquía est%tica es nuestra +nica e)presi$n precisa de esta gran tradici$n. >nvocando el nombre de esta o aquella "grandea# no ayudará a ning+n artista, rea a una !erencia cultural que ya no responde a las plegarias, s$lo verterá más sal en una !erida que ya es lo sucientemente dolorosa como para soportar. 1enemos cosas qu% !acer. 4a "narquía# puede a!ora reevaluarse. (i no le debemos lealtad a nadie y a ninguna instituci$n de la 9ellea, no obstante qu% tan santicada sea, s$lo nos estamos apartando de lo que se dej$ atrás? la idea de logro. Ese moco nos !a reprimido muc!as veces. 4a enorme sombra de Dante o de 3iguel @ngel es s$lo una sombra despu%s de todo, la electricidad que inculc$ su arte. ;odemos apro)imarlos con un entendimiento y un afecto genuino, cuando !emos !ec!o algo
actual nosotros. 5asta entonces, no tenemos derec!o de verlos a los ojos. 4a anarquía nos da testimonio de la parte más saludable de nosotros? nuestros poderes creativos fundamentales. Es tiempo de que comencemos a ser, de creer que la losofía de que ning+n !ombre es una isla fue pensada por una isla y que s$lo !a racionaliado la debilidad de miles otras personas que debieron !aber intentado con más fuera. (omos aventureros. *o tenemos que tener la "esperana# de nada. Estamos ocupados so-ando. (omos duros y tiernos sin la nostalgia, intr%pidamente e)táticos. Estamos otorgándole al pasado y al futuro el presente. AB *e 9runsicF, *e Gersey.