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Manual para el entrenamiento de padres y madres-~
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TEA Ediciones, S.A.U. Madrid, 2013
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Nota importante Con el fin de facilitar el desarrollo de las sesiones, se autoriza expresamente la impresión de las fichas y de los materiales de seguimiento y la reproducción de las escenas de vídeo contenidas en
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el DVD. Esta reproducción se autoriza exclusivamente para fines de intervención. Se prohíbe expresamente la reproducción de cualquier otra parte de la obra y la reproducción de los materiales para cualquier finalidad ajena al programa de entrenamiento de padres y madres.
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Con el objetivo de facilitar la lectura y la compresión del texto, en este manual se utilizará el género masculino como forma genérica para designar tanto a niños como a niñas, hijos e hijas o padres y madres.
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Copyright© 2013 by TEA Ediciones, S.A.U., Madrid, España. I.S.B.N.: 978--84--15262-90...9 Depósito Legal: M-33480...2013
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Edita: TEA Ediciones, S.A.U.; Fray Bernardino Sahagún, 24, 28036 Madrid Diseño y maquetación: La Factoría de Ediciones, S.L. Printed in Spain. Impreso en España.
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright•, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier niedio o procedim!ento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y !a distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos.
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Acerca de los autores ..... , .. , , ..•...... , ... , ............... , ...... , . , . , .. .
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Fíchatécníca ..... , , .. , .. , . , . , .... , ..................................... .
7
PARTE l. INTRODUCCIÓN AL PROGRAMA EMPECEMOS
1.
15.1. Contenido .... , . . . . . . . . . . . . , , .• , .... , ...... , , ... , ...•........ 15.2. Sesiones de trabajo . . . . . . . . • . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15.3. Estructura de las sesiones ....................................... .
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Descripción general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1.1. Introducción •....•...•.........•...•......................... 1.2. Finalidad ....................................................... . 1.3. Ámbito de aplicación •.•..•...........•.............................. 1.4. Formato de aplicación .......•..•...............•...•..•............. 1.5. Contenido y estructura del programa ................................... .
11 14 15
16 17 17 17 20 25
1.6. Materiales .........•.............................................
27
Fundamentación teórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 2.1. Problemas de conducta de inicio temprano: Orígenes y desarrollo .....•......... 2.2. Los programas de entrenamiento para padres en el tratamiento de los problemas de conducta •...•...•......•.....•..........•...•.. , , ..••.........
29 29
3.
Estudios sobre la eficacia del programa EmPeCemos ...................... .
39
4.
Directrices para la aplicación del programa EmPeCemos . ................. , . . . . . . 4.1. Pautas generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2. Pautas específicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2.l Antes de la sesión ................... , . .. . . . . . . • . . . . • . . . . . .. . . . . . . . . .. . . ..
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4.2.2. Durante la sesión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2.3. Instrucciones para los role-playíng . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . .
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3
PARTE 11. GUÍA PARA LAS SESIONES DEL PROGRAMA EMPECEMOS
Cómo utilizar la guía para el desarrollo de las sesiones del programa EmPeCemos . . . . . . . . .
57
Sesión 1. Presentación del programa EmPeCemos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
61
Sesión 2. El comportamiento y sus consecuencias. Supervisar y elogiar para mejorar la relación entre padres e hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
77
Sesión 3. Introducir el refuerzo académico en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
103
Sesión 4. Mejorar la comunicación familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
123
Sesión 5. Ignorar las conductas perturbadoras poco importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
141
Sesión 6. Manejar el estrés y entrenar el autocontrol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
161
Sesión 7. Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares . . . . . . . . . .
183
Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
205
Sesión 9. Aplicar consecuencias a la mala conducta (1,!:! parte).: consecuencias naturales y lógicas ............................. , . . . . . .
229
Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2,!:! parte): el 1,tiempo fueran . . . . . . . .
251
Sesión ll. Enseñar a los hijos a resolver los problemas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
275
Sesión 12. Finalización del programa EmPeCemos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
291
Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
299
Referencias bibliográficas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Estrella Romero) Doctora en Psicología y profesora titular de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos en la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Es autora de numerosas publicaciones internacionales y nacionales en torno a la personalidad, la competencia social, el consumo de drogas y los problemas de conducta. Su trabajo ha sido galardonado con diversos premios, entre los que destaca el Premio Galicia de Investigación en su edición de 1998, otorgado por la Xunta de Galicia a la creatividad y a la relevancia de la investigación en ciencias sociales. Posee una amplia experiencia docente en los campos de la personalidad, la evaluación psicológica y las alteraciones del comportamiento infante-juvenil. Ha dirigido varias tesis doctorales y trabajos de investigación en torno a los determinantes y el tratamiento de los trastornos de conducta. Asimismo, ha sido directora de varios proyectos de investigación financiados en convocatorias competitivas, en el marco de los cuales ha dirigido el diseño, la implementación y la evaluación del programa EmPeCemos.
Paula Villar~ Doctora en Psicología Clínica por la USC, profesora del área de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología y experta en Programas de Intervención Familiar por la Universidad de A Coruña. Como miembro del equipo investigador UDIPRE (Unidad de Investigación en Prevención y Tratamiento de los Problemas de Conducta) ha participado en la ejecución de diversos proyectos de investigación en el campo del estudio de la conducta problemática en los niños y los adolescentes y sus correlatos familiares. Es destacable su experiencia en el desarrollo de pau~ tas y estrategias de intervención psicológica en el contexto familiar. En consonancia, el grueso de sus publicaciones versa sobre el diseño, la implementación y la evaluación de intervenciones preventivas de carácter universal (dirigidas a la población general) y selectivo (dirigidas a niños con problemas de conducta de inicio temprano y a población inmigrante) en la escuela y en la familia.
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M." Ángeles Luengo) Doctora en Psicología, premio extraordinario de doctorado en 1982, psicóloga especialista en Psicología Clínica y catedrática de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos en la USC. Ha impartido docencia en Psicología de la Personalidad y Evaluación e Intervención en Psicología Legal. En este mo· mento es profesora de Evaluación e Intervención Infanta-juvenil y de cursos de postgrado en diferentes universidades. Ha sido coor.dinadora del desarrollo, la implantación y la evaluación del programa Construyendo Salud y actualmente es coordinadora de UDIPRE y del Servicio a Familias de Niños con Problemas de Conducta de la Unidad de Prevención y Tratamiento de los Problemas Emocionales y Conductuales en la Infancia y la Adolescencia del Servicio de Psicología de la USC. Su trayectoria investigadora se centra en el análisis de factores de riesgo y en el diseño, la implantación y la evaluación de programas de prevención para el consumo de drogas y la conducta antisocial. Sobre este tema ha dirigido proyectos de investigación y ha publicado diversos libros y artículos en revistas nacionales e internacionales.
José Antonio Gómez-Fraguela ) Doctor en Psicología por la USC y profesor en el Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología de la misma universidad desde el año 2000. Desde el inicio, su carrera investigadora ha estado focalizada en la prevención del consumo de drogas y de otras conductas de riesgo en la adolescencia y la juventud, Ha participado como investigador en más de 20 proyectos y contratos de investigación relacionados con la prevención del consumo de drogas y otras conductas de riesgo en la juventud. Fruto de esas investigaciones han surgido más de 50 publicaciones científico-técnicas entre libros, capítulos de libros y artículos en revistas científicas, así como contribuciones a un gran número de congresos científicos nacionales e internacionales.
Zaida Robles) Doctora en Psicología por la USC y experta en Programas de Intervención Familiar por la Universidad de A Coruña. Ha participado en distintos proyectos de investigación desarrollados dentro del marco de la prevención de la conducta antisocial. Durante este período fue monitora de grupos de entrenamiento de padres y de profesores y colaboró como docente de prácticas en el departamento de Psicología Clínica y Psicobiología de la USC, dentro del campo de la Evaluación e Intervención Infanta-juvenil. Autora de numerosas contribuciones a congresos científicos y de diversos artículos de investigación, en la actualidad su línea de trabajo se centra en la adolescencia y en la conducta antisocial, compaginando su labor como técnico de medidas judiciales en el Centro de Intervención Educativa en Medio Aberto de Lugo (CIEMA-Lugo) con la de terapeuta familiar.
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Nombre: EmPeCemos. Programa para fa intervención en los problemas de conducta infantiles. Manual para el entrenamiento de padres y madres. Autores: Estrella Romero, Paula Villar, M.ª Ángeles Luengo, José Antonio Gómez-Fraguela y Zaida Robles. Procedencia: TEA Ediciones (2013). Aplicación: Colectiva (de 4 a 14 participantes). Ámbito de aplicación: Padres y madres de niños de 5 a 11 años con problemas de conducta. Duración: 12 sesiones estructuradas de 90 minutos aproximadamente cada una. Cada sesión está compuesta por entre cuatro y siete actividades {visionado y comentario de videos, debates abiertos, brainstorming, role-playing, etc.). Finalidad: Entrenar a los padres en habilidades eficaces para potenciar las conductas prosociales de sus hijos y para reducir sus comportamientos problemáticos. Materiales: Manual y DVD, en el que se incluyen los vídeos, las fichas de trabajo y los materiales de seguimiento de las sesiones.
Requisitos técnicos para la reproducción del DVD en el o,demHlor @ @ @ @ @ @
Ordenador PC compatible. Sistema operativo Windows Vista o superior. Lector de DVD. Altavoces. Reproductor de vídeo: Windows Media Player. Adobe Acrobat Reader.
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Parte 1
Introducción al programa
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mPeCemos es un programa de intervención dirigido a los padres de los niños con problemas de conducta de inicio temprano. Se trata de un programa estructurado en 12 sesiones grupales semanales en el que los padres aprenden a potenciar las interacciones positivas con los niños mediante el.refuerzo positivo y las actividades compartidas. A lo largo de las distintas actividades propuestas en casa sesión, los padres aprenden a prescindir de órdenes innecesarias, a establecer los límites con más claridad y a dar a sus hijos el contexto oportuno para obedecer. Además, se les entrena en el uso de consecuencias lógicas y naturales ante el comportamiento negativo de sus hijos y en la puesta en práctica de estrategias de resolución de problemas para ser practicadas con los niños. En último término, EmPeCemos busca no solo reducir las conductas disruptivas del niño, sino potenciar los recursos emocionales, cognitivos y conductuales necesarios para un desarrollo saludable (por ello se destacan las iniciales E -Emoción-, P -Pensamiento- y C -Conducta- en el título del programa, haciendo alusión a estos aspectos centrales). EmPeCemos es un programa estructurado que tiene e! objetivo de maximizar la fidelidad, la consis~ tencia y la integridad de su aplicación. Por ello, el manual describe paso a paso las actividades de intervención, a modo de guión, así como el contenido de cada una de las explicaciones del guía. No obstante, también insta a los profesionales a tener la flexibilidad necesaria para hacer una intervención ajustada a las características y necesidades de cada grupo. La duración aproximada de las sesiones es de 90 minutos, aunque puede extenderse hasta los 120 minutos dependiendo de las características del grupo. La composición del grupo también puede ser variable, aunque habitualmente oscilará entre cuatro y siete familias. Teniendo en cuenta que, en ocasiones, pueden participar en el programa dos padres o cuidadores de un mismo niño (algo que, de hecho, se recomienda), generalmente el grupo estará formado por entre 4 y 14 participantes. El programa se apoya en una serie de recursos audiovisuales y gráficos, constituidos por esce! nas de video, fichas de trabajo tareas para casa y notas de recuerdo, además de diversos materiales · que permitirán al profesional realizar el seguimiento del desarrollo de las sesiones y del nivel de participación de los padres en ellas. Estos materiales se proporcionan en un DVD que se distribuye junto con este manual.
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EmPeCemos
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Finalmente, con el objetivo de proporcionar una visión global del programa antes de describirlo en detalle, en !a tabla 1.1 se muestra un esquema de las sesiones y de los objetivos a trabajar en cada una de ellas.
Tabla 1.1. Esquema de /as sesiones y /os objetivos del programa EmPeCemos
Sesión 1: Presentación del
@
Promover la familiarización del guía con los padres del grupo y viceversa.
@
Presentar e! programa para padres: objetivos y procedimiento de trabajo.
@
Informar a los padres sobre los problemas de conducta.
programa EmPeCemos
@
Resaltar la importancia de !a cooperación entre la familia y la
escuela.
··--·-·-----~-----+----------------------Sesión 2: El comportamiento y
@
sus consecuencias. Supervisar y elogiar para mejorar la relación entre padres e hijos
Enseñar cómo se relaciona la conducta con sus antecedentes y sus consecuencias: principios básicos del aprendizaje social
@
Introducir la noción de «consecuencias positivas para los comportamientos positivos».
@
Debatir sobre la importancia de supervisar e! comportamiento y de elogiar.
@
Promover el establecimiento de un momento especial entre padres e hijos.
Sesión 3: Introducir el refuerzo
@
Acentuar la importancia de apoyar el trabajo escolar de los hijos.
académico en el hogar
@
Establecer una rutina diaria para las tareas escolares.
@
Promover la motivación de los hijos para hacer los deberes.
(PAC).
-----·---------·!-----------------------Sesión 4: Mejorar la
@
Reconocer la importancia de la comunicación para mejorar la relaclón con los hijos.
@
Entrenar a los padres en habilidades de escucha activa.
@
Entrenar a los padres en habilidades de comunicación positiva.
comunicación familiar
---··----~--·------{-------------------------Sesión 5: Ignorar las conductas perturbadoras poco importantes
@
Presentar «ignorar» como técnica para responder a la mala conducta.
@
Practicar la técnica «ignorar» en el grupo.
@
Conocer las reacciones de !os padres ante esta técnica.
----··----~----·-f---------------------------
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Sesión 6: Manejar el estrés y
@
Acercarse al concepto del estrés.
entrenar el autocontrol
@
Potenciar el uso de técnicas para su manejo.
@
Conocer y practicar técnicas de relajación basadas en el control de !os signos fisiológicos del estrés.
@
Conocer y practicar técnicas para el desarrollo de! pensamiento positivo.
1, Descripción general
Tabla 1.1. Esquema de las sesiones y los objetivos del programa ErnPeCernos (continuación)
Sesión 7: Estab!ecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
@
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Conocer las diferencias entre las órdenes efJCaces e lr:efícaces,
@
Introducir e! conr.epto de reglas familiares como forma de establecer limites,
®
Introducir el concepto de establecer metas para fomentar la buena conducta.
@
introducir el concepto de refuerzo tangible como complemento del elogio.
@
Presentar los programas de economía de fichas como reruerzo tangible.
Sesión 9: Aplicar
@
consecuencias a la ma!a conducía (1, 'parte): consecuencias naturales y lógicas
Debatir sobre e! u~ de las consecuencías para respaldar las órdenes y !as regias.
@
Introducir los conceptos de consecuendas naturales y de consecuencias lógicas.
@
Promover la aplicación de la técnica de retirada de privilegios ante el incumplimiento de órdenes y reglas familiares.
@
Reflexionar sobre fas característícas que deben tener las consecuencias negativas.
®
Presentar ia posibilidad de utifizar !os «trabajos extra» coma consecuen::::!a negativa de la mala conducta.
@
Debatir sobre el uso de las técnícas de castigo ante las conductas negativas severas.
Sesión 8: Establecer meta.:; de buena conducta: !os refuerzos tangibles
Sesión 10: Aplicar consecuencias a la mala conducta (2. ª parte): el «tiempo fuera»
Sesión 11: Ensef1ar a los resolver problemas
a
@
Debatir sobre la ineficacia de! ca&iigo ffsico como técnica de disciplina.
@
lntroducir !a técnica del «tiempo fuera»: instrucciones para ponerlo en práctica, complicaciones y pasos a seguir.
@
Practicar la técnica de «tiempo fuera» en et grupo,
®
AL'Bntuar la importanda de utilizar las técnicas de solución do problemas para afrontar los conflictos en el hogar.
@
Promover la aplicación del proceso de solución de problemas con los hijos.
®
Promover !a aplfcacióo del proceso de solución de problemas por parte de los padres.
Sesión 12: programa FJ11Pe,}eroos
1
C-omentar la importancia de que los niños sigan las indicaciones y normas familiares.
Repasar el trabajo rnalizado en el programa y aclarar las pasibles dudas. @
Integrar ios conocimientos y las habifidades adquiridas en el programa.
®
Proponer indicaciones para afrontarlas conductas problemáticas más frecuentes.
@
!~eflexionar sobre las formas de enfrentarse a los probíemas una vez que el programa haya finalizado.
@
Llevar a cabJ !a eva!uación del programa por parte de los padres.
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1.1. Introducción
Los problemas de conducta de los niños' son una de las quejas más frecuentes por parte de los padres y los profesores. Las dificultades para acatar las normas, los comportamientos agresivos o desafiantes, las explosiones de ira y las rabietas son solo algunas de las manifestaciones de un conjunto de problemas que pueden encontrarse en los niños y en los jóvenes de edades muy diferentes. En muchos casos, son problemas transitorios que pueden ser superados con facilidad, pero en otros casos adquieren dimensiones más severas por su frecuencia e intensidad. Así, pueden aparecer serias dificultades de adaptación en el ámbito escolar y es frecuente que los padres y los educadores busquen apoyo para manejar los comportamientos disruptivos. En estas ocasiones es cuando muchos padres se enfrentarán a diagnósticos pslcopatológicos como el de trastorno negativista-desafiante, el de trastorno de conducta o incluso el de trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Los estudios epidemiológicos muestran, de hecho, que la incidencia de estos problemas ha crecido durante las últimas décadas y que aparecen a edades cada vez más tempranas. Aunque las cifras varían en función de la población, la muestra y !a forma de evaluación, los estudios indican que entre un 2% y un 16% de los niños podrían mostrar problemas de conducta suficientemente serios como para ser diagnosticados como negativistas-desafiantes o con trastorno de conducta (Loeber y cols., 2000).
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En los niños, los problemas de conducta pueden convertirse en un obstáculo importante para su desarrollo adaptativo. Aunque el curso evolutivo de estos problemas pueda ser variable, existe el riesgo de que se agraven abarcando cada vez más áreas del funcionamiento del niño. De hecho, las investigaciones muestran que los problemas de conducta tempranos se relacionan con una amplia variedad de problemas de conducta y de salud durante la adolescencia, tales como el rechazo por parte de los amigos, el consumo de drogas, la depresión, el abandono escolar y la delincuencia (Campbell, 1991; Webster-Stratton y Hammond, 1997). Estos desajustes podrían perdurar durante la vida adulta, dando lugar a estilos de vida antisociales y persistentes de dificil tratamiento (Lahey y Loeber, 1994; Romero, 2001; Simonoff y cols., 2004). Dadas las dificultades para intervenir eficazmente sobre estos problemas una vez que se cronitican, resulta necesario el desarrollo de intervenciones que permitan actuar tempranamente. En esta línea se sitúa EmPeCemos, un programa dirigido a los padres de niños entre los 5 y los 11 años de edad con problemas de conducta. De acuerdo con las consideraciones anteriores, el programa intenta reducir los comportamientos problemáticos de los niños, pero también servir como un medio de prevención indicada 2 (Gordon, 1987) que evite la escalada hacia disfunciones psicológicas y sociales más graves. Durante las últimas décadas se ha podido acumular un amplio cuerpo de conocimientos sobre los factores que subyacen a las conductas perturbadoras y se han puesto a prueba numerosos modelos de intervención dirigidos a su tratamiento. Nuestro programa parte de este caudal de investigaciones previas y fue desarrollado a partir de una revisión, selección y adaptación de intervenciones empíricamente
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1. Con el objetivo de facilitar la lectura y la comprensión del texto, se utilizará el género masculino como forma genérica para designar tanto a niños como a niñas, hijos e hijas o padres y madres. 2. El término «prevención indicada» hace referencia a las estrategias dirigidas a aquellas personas que ya han mostrado los primeros signos del problema que se desea prevenir.
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1. Ilescripción general
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validadas. La investigación muestra que existen múltiples determinantes de los problemas de cond,ucta situados en los diferentes ámbitos en los que tiene lugar la socialización, por lo que la intervención debe centrarse en varios frentes. EmPe<;emos busca no solo actuar sobre el niño, sino también generar simultáneamente cambios positivos en los ambientes familiar y escolar. Para ello, trata de promover ese complejo patrón de emociones, pensamientos y conductas necesarios para un desarrollo saludable por medio de una actuación conjunta. La dinámica de las sesiones grupales de EmPeCemos se basa fundamentalmente en los principios del aprendizaje social y en las técnicas cognitivo .. conductuales. Uno de los pilares más importantes del programa es la práctica de las habilidades entrenadas. En este sentido, EmPeCemos no se concibe como un conjunto de clases magistrales a las que los participantes asisten con el fin de recibir información. Las sesiones incluyen actividades instructivas mediante las cuales los guías del grupo enseñan principios y técnicas útiles para el cambio que se quiere promover. El peso de las sesiones recae en las actividades de debate (que permiten clarificar las actitudes previas y fomentar la motivación hacia los nuevos aprendizajes) y especialmente en el modelado (en vivo o con medios audiovisuales), e! ensayo conductual guiado, el feedback y el refuerzo social. Además de ello, un ingrediente esencial es la práctica en contextos naturales, planificada y supervisada desde el programa y aplicada a los problemas específicos de cada participante. En este sentido, el programa no se limita al debate de los problemas y de las posibles soluciones, sino que se centra en el entrenamiento de técnicas para afrontarlos y, especialmente, en su práctica real.
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;;~' 1.2. Finalidad
El programa EmPeCemos tiene como objetivo fundamental entrenar a los padres en habilidades eficaces para potenciar las conductas prosociales de sus hijos y para reducir sus comportamientos problemáticos. Partiendo de la investigación sobre la relación entre los procesos famil1ares y los problemas de conducta, este objetivo se concreta en la adquisición y puesta en práctica de las siguientes habilidades:
1.
Supervisar el comportamiento de los niños, prestando atención a las conductas positivas.
2.
Compartir actividades gratificantes con los hijos con el fin de fortalecer los vínculos positivos entre los padres y los hijos.
3.
Elogiar y premiar el comportamiento positivo.
4.
Establecer expectativas, reglas y límites familiares adecuados a la edad y a las características de los niños.
5.
Dar órdenes eficaces.
6.
Manejar las conductas problemáticas de los hijos mediante sistemas disciplinarios razonables y consistentes (ignorar, «tiempo fueraii y consecuencias naturales y lógicas).
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EmPeCemos
7.
Autocontrolarse en las interacciones familiares negativas y adquirir habilidades para el manejo del estrés en la vida cotidiana.
8.
Resolver los problemas familiares de un modo sistemático y racional.
9.
Establecer patrones de comunicación eficaz en la familia.
1 O.
Apoyar el progreso académico de los hijos y fortalecer la vinculación entre la familia y la escuela.
11.
Potenciar el desarrollo sociocognitivo de los niños.
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l "; Como se señaló anteriormente, es un programa que se orienta al tratamiento de los problemas presentes en el niño, pero además pretende servir de intervención proactiva (prevención indicada). De esta forma contribuirá a evitar las dificultades de ajuste psicológico y social posteriores que son frecuentes en los niños con problemas de conducta de inicio temprano.
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1.3. Ámbito de aplicación ,! ...
1.., EmPeCemos está dirigido al entrenamiento de los padres de niños con edades comprendidas entre los 5 y los 11 años y que presentan conductas disruptivas.
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El programa puede ser aplicado en un contexto clínico o en un contexto escolar. En el entorno clínico, permite dar respuesta a la creciente demanda de modelos de intervención para los problemas de conducta que han sido previamente detectados y que son remitidos a tratamiento. Además, este entorno permite ampliar la intervención por parte del clínico al introducir aspectos adicionales 3 (p. ej., tratamiento de la depresión en padres, terapia de pareja, adicciones, etc.) que pueden ser necesarios en el tratamiento de familias multiproblemáticas. El entorno escolar, por su parte, es un entorno óptimo cuando el programa se aplica con fines preventivos ante los problemas de conducta incipientes. La escuela es un entorno rr:ienos estigmatizador que también permite hacer llegar el programa a los padres y a los niños de estratos socioeconómicos y culturales muy diferentes. Es un contexto que facilita un acceso efectivo y eficiente a las familias y a los niños que presentan un alto riesgo de padecer conductas problemáticas crónicas. Además, en este entorno natural aumentan las posibilidades de promover la colaboración entre los diferentes agentes de socialización (padres, profesores y compañeros), facilitando la consistencia interna del programa y propiciando la generalización y el sostenimiento temporal de los resultados.
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Estos aspectos adiciona/es no forman parte del contenido de este manual de intervención.
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1. Descr/p¡;íón general
1.4. Formato de aplicación
El programa se aplica en un formato grupal: Además de las ventajas en términos de eficiencia que supone poder acceder a un mayor número de particípantes, el entorno grupal proporciona un contexto apropiado para el modelado y la práctica de las habilidades que implican Interacción social. Por otra parte, este formato permite reducir el aislamiento y crear un clima de apoyo mutuo: el grupo normaliza vivencias, permite abordar un amplio rango de experiencias y emociones·que son compartidas por los participantes y facilita los procesos de discusión y reflexión necesarios para propiciar el cambio. No obstante, con el fin de potenciar la generalización y de individualizar la intervención ajustándola a las necesidades particulares de los participantes, la aplicación de EmPeCemos implica completar los módulos grupales con contactos periódicos (telefónicos o presenciales) de asesoramiento individualizado. Estos contactos ayudan a resolver las dificultades en la aplicación de las técnicas aprendidas, permiten adaptar los contenidos del programa a las situaciones y problemas específicos con los que se enfrenta cada participante y permiten realizar un seguimiento más directo de su evolución. El programa puede ser aplicado por uno o dos guías: la colaboración de dos guías será beneficiosa para dinamizar discusiones, puntualizar y matizar observaciones a lo largo de la sesión, realizar un mejor seguimiento de los participantes y cooperar en los ensayos conductuales. En cualquier caso, y dado que la aplicación por dos guías amplía considerablemente los costes del programa, esta será una cuestión a decidir en función de los recursos disponibles. La aplicación de las sesiones del programa para padres exige una formación previa específica en los fundamentos, las técnicas y los procesos de este tipo de intervenciones. As!, las sesiones habrán de ser aplicadas por personal especializado, previamente entrenado y con experiencia en el ámbito de los problemas de conducta Infantiles.
1.5. Contenido y estructura del programa
1.5.1. Contenido
Los objetives del programa para padres definen su contenido. Por una parte, el programa dedica un espacio considerable a romper la espiral de relaciones negativas entre padres e hijos: se trata de potenciar las relaciones positivas y de procurar que los padres comiencen a prestar atención a los aspectos más positivos del comportamiento de los niños, elogiándolos y reforzándolos con el fin de Incrementar su frecuencia. la investigación ha demostrado que los padres de los niños con problemas de conducta encuentran dificil
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EmPeCemos
¡ ' identificar comportamientos positivos en sus hijos y con frecuencia se ven envueftos en ciclos coercitivos de interacción. Uno de los pilares de este programa es establecer una relación positiva y mutuamente recompensante entre los padres y los hijos. El refuerzo, especialmente el social (elogios, muestras fisicas de afecto, etc.}, desempeña un papel fundamental en este proceso. La atención a las conductas positivas permitirá establecer un nuevo contexto para la interacción y sentará las bases para el cambio de hábitos de crianza en el hogar.
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Por otra parte, el programa incluye contenidos dedicados al establecimiento de normas y a la formulación y transmisión de órdenes efectlvas. Se sabe que los padres de los niños con problemas de conducta también tienen dificultades para establecer límites en el hogar: a veces porque estas normas son escasas o son comunicadas de un modo vago o indirecto; en otras ocasiones, porque los padres incurren en un exceso de normas y órdenes que, además 1 van acompañadas frecuentemente de expresiones emocionales negativas. Estas, en lugar de contener el comportamiento negativo, acaban generando más problemas de conducta. Los padres aprenderán mediante el programa a establecer límites consistentes y a dar órdenes claras y eficaces. Otro conjunto de sesiones del programa se dedica al manejo de los comportamientos negativos. Es relativa, mente frecuente que los padres de los ninos con problemas de conducta usen el castigo físico, ya que se encuentran afectados emocionalmente ante las dificultades para controlar a los niños y acaban dejándose llevar por la frustración y la ira, alimentando asl el círculo de interacciones negativas con sus hijos. A pesar de que las estrategias basadas en los comportamientos positivos habitualmente tienen un alto impacto sobre el comportamiento del niño, es necesario dotar a los padres de estrategias no violentas que puedan poner en práctica cuando aparezcan los comportamientos problemáticos, aunque estas estrategias deberán utilizarse con mucha menor frecuencia que las más positivas, La investigación ha demostrado que los programas de
intervención aumentan su eficacia cuando incluyen entre sus componentes recursos para que los padres puedan afrontar las conductas perturbadoras eventuales (Patterson y Narrett, 1990). El programa EmPeCemos enseña a los padres a establecer sistemas de consecuencias negativas no violentas, planificadas y previamente conocidas por los niños, que además ofrecen al niño la oportunidad de mostrar un buen comportamiento una vez que el castigo ha finalizado. Además de estos contenidos básicos, el programa incluye componentes específicos de autocontrol, de habilidades de comunicación y de resolución de problemas. El autocontrol permite evitar que el estrés y los estados emocionales negativos de los padres interfieran en las relaciones !amillares y en las interacciones con los hijos. La propia práctica de las nuevas estrategias exige, por parte de los padres, la capacidad de manejar la irritabilidad u otras emociones negativas que aparecen frecuentemente ante los problemas de conducta. Por su parte, las habilidades de comunicación y de resolución de problemas fortalecen los vlnculos positivos entre padres e hijos, al tiempo que contribuyen a mejorar el clima familiar. Rnalmente, el programa presta especial atención a la vida académica de los niños. El fracaso para adaptarse al medio escolar es uno de los vectores que contribuyen a cronificar los problemas de conducta, convirtiéndose al mismo tiempo en causa y consecuencia de los comportamientos disruptivos. Por ello, EmPeCemos intenta proporcionar a los padres habilidades para el apoyo de los progresos académicos de sus hijos y para fortalecer la comunicación y el trabajo conjunto con los profesores. Las habilidades entrenadas por EmPeCemos se estructuran de un modo jerárquico, siguiendo la configuración de un castillo con forma piramidal (figura 1.1).
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En !os niveles básicos del castillo se encuentran las habilidades que se deben utilizar con más frecuencia y que constituyen los cimientos del cambio. La creación de relaciones positivas, !as actividades compartidas; !a atención a las conductas positivas de los hijos, la comunicación fluida y el elogio son algunos de los aspectos sobre los que se sostiene el resto de las habilidades que se enseñan y que se deben ir consolidando a lo largo del programa. Los padres deben ser constantemente estimulados a fortalecer esa base; a lo largo de las sesiones se evoca frecuentemente la metáfora de una «huchan que debe llenarse continuamente con relaciones positivas. Las estrategias que ocupan la parte superior del castillo y que se dirigen específicamente a manejar los comportamientos negativos deben usarse con menor frecuencia. Su situación en el castillo indica, además, que estas estrategias solo serán eficaces si se desarrollan sobre una base firme de interacciones positivas.
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El castillo describe, asimismo, cuáles son los beneficios de cada módulo de estrategias para el niño. Las técnicas situadas en la parte superior del castillo permiten reducir los comportamientos disruptivos. Por su parte, las estrategias básicas potencian la autoestima del niño, el apego, la capacidad de cooperación, las habilidades sociales, la responsabilidad y la adhesión a las normas de la familia. Además de promover las conductas prosociales de los niños, estas técnicas potencian !a adquisición de un repertorio de habilidades sociocognitivas que son necesarias para un funcionamiento saludable y que frecuentemente están infradesarrolladas en los niños con problemas de conductá.
1.5.2. Sesiones de trabajo
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Como se ha expuesto al inicio de este capítulo, EmPeCemos es un programa estructurado que pretende maximizar la fidelidad, consistencia e integridad de su aplicación, aunque no por ello renuncia a la flexibilidad necesaria para hacer una intervención adaptada a las características y necesidades de cada grupo. En este sentido, los tiempos y el número de sesiones necesarias (individuales o grupales) pueden no ser idénticos en todos los grupos. El guía del grupo debe valorar cuidadosamente en cada sesión hasta qué punto se han logrado los objetivos fijados y en qué medida puede ser necesario dedicar sesiones adicionales a fortalecer aprendizajes que sean sustanciales para el desarrollo del programa.
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Las estrategias esquematizadas en el «castillo de la educación)) se desgranan a lo largo de las 12 sesiones semanales que componen el programa. En cada una de ellas se proponen distintas actividades que recogen los aspectos a trabajar durante la sesión. Estas actividades aparecen detalladas en la segunda parte del manual y se realizan entre cuatro y siete por sesión. A continuación se describe brevemente cada una de la sesiones del programa EmPeCemos.
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La primera sesión se dedica a la presentación' del grupo y a la familiarización con los contenidos y los procedimientos del programa. En ella se describen los objetivos del programa y se establecen las primeras normas del grupo (confidencialidad, respeto, etc.). Además, se introducen las primeras actividades dedicadas a la promoción de una relación positiva entre la familia y la escuela. Desde el comienzo del programa resulta interesante promover eSta implicación, dada la frecuencia de tos problemas académicos entre los niños con problemas de conducta y la importancia de que exista un buen ajuste escolar desde el comienzo del curso académico.
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Por una parte, esta sesión introduce a los padres los principios básicos del aprendizaje social. Por otra parte, pretende estimular el establecimiento de relaciones positivas entre los padres y su hijo utilizando momentos especiales compartidos y, especialmente, el elogio. Se subraya la importancia de atender a la conducta en términos específicos, evitando etiquetar al niño con atributos negativos. Se busca que los padres comprendan la espiral de interacciones negativas que probablemente está afectando a las relaciones con su hijo y se insiste en la necesidad de empezar a prestar atención a las conductas positivas que posiblemente pasan desapercibidas. Se discuten, modelan y practican formas adecuadas de elogio. Como práctica para casa, los padres primero deberán poner en marcha un plan de (!momentos dulces)) compartidos con su hijo y, después, supervisar su comportamiento, prestando especial atención a los comportamientos positivos o a los esfuerzos de su hijo para cambiar su conducta y aplicando sistemáticamente el elogio.
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Una vez que los padres ya se han introducido en la práctica de las relaciones positivas y han comprobado los efectos beneficiosos de las actividades compartidas y del elogio, la tercera sesión se dedica íntegramente a promover formas de apoyo académico desde casa. Los padres considerarán y discutirán vías para establecer un sistema eficaz de realización de las tareas escolares en el hogar, examinarán cómo supervisar y motivar' a sus hijos y deberán diseñar y poner en práctica su propio plan para el apoyo académico en el hogar.
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EmPeCemos
La comunicación es uno de los procesos fundamentales implicados en el desarrollo de las relaciones familiares positivas y, específicamente, en el desarrollo de las interacciones positivas entre padres e hijos. Una comunicación adecuada permitirá compartir con los hijos sentimientos y preocupaciones y permitirá potenciar en los niños las capacidades para valorarse positivamente 1 cooperar, comprender y manejar sus emociones y relacionarse adecuadamente con los demás. Esta sesión se dedica específicamente a potenciar las habilidades de comunicación que son necesarias para un buen funcionamiento familiar y que servirán de apoyo al uso de las técnicas parentales entrenadas en el programa EmPeCemos. La sesión se estructura en torno a dos pilares: habilidades para la recepción de mensajes (escucha activa) y habilidades para la transmisión de mensajes (comunicación positiva).
A lo largo de la sesión, se abordan las características de una buena escucha activa así como algunos ejemplos de los problemas comunicativos que, con frecuencia, deterioran la vida familiar (p. ej., ponerse a la defensiva, evitar hablar de los problemas, enviar dobles mensajes ... ). Los padres participantes analizarán y practicarán en la sesión las alternativas para conseguir una comunicación eficaz.
Ignorar es una de las técnicas más importantes que necesariamente ha de figurar en el repertorio de los padres de los niños con problemas de conducta. Ignorar las conductas poco importantes es una estrategia que resulta difícil de implementar al principio, pero que, una vez puesta en práctica, da lugar a resultados positivos claramente perceptibles por los padres. Esta sesión se dedica a presentar la técnica a los padres, a examinar sus posibles aplicaciones y sus dificultades y a ilustrar y practicar su uso mediante el modelado y la técni_ca del ro/e-p/aying'. Los padres deberán practicar en casa aplicando la técnica a las conductas previamente identificadas durante la sesión. Además, también deberán practicar la combinación de la técnica de ignorar con la de elogiar, con el fin de extinguir conductas negativas (ignorar) y potenciar el desarrollo de comportamientos positivos alternativos (elogiar).
4. E! ro!e-p/aying o Juego de roles es una técnica grupal en la que una o varias personas desempeñan un determinado rol o papel creando una situación •como si» fuera la vida real. Es una técnica que permite trabajar la empatía, e! aprendizaje de habilidades, el cambio de actitudes, etc.
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La aplicación de la técnica de ignorar ofrece a los padres la oportunidad de comprobar que la educación de los hijos requiere de buenas dosis de paciencia y de autocontrol. El autocontrol, de hecho, es una ha~ bilidad necesaria para desarrollar adecuadamente cualqui~r programa de estrategias parentales. Como se indicó anteriormente, los padres de los niños con problemas de conducta pueden estar sometidos adicionalmente a diversas fuentes externas de estrés crónico; dotarles de recursos para afrontarlo es una vía necesaria para evitar que la crispación emocional altere las relaciones familiares. Esta sesión pretende lograr que los padres identifiquen los signos del estrés, que entiendan los círculos de los pensamientos, las emociones y las conductas negativas y que aprendan a controlar el estrés antes de que la temperatura del {(termómetro emocional>, amenace las interacciones con los hijos o con otros miembros de la familia. Para ello, se presentan diferentes alternativas que se practican durante la sesión, incluyendo estrategias para el control de las respuestas fisiológicas (mediante la respiración y la relajación muscular) y técnicas de tipo cognitivo para el control de los pensamientos negativos.
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La transmisión de órdenes eficaces y el establecimiento de límites razonables y predecibles son dos de los puntos que habitualmente necesitan ser potenciados en las familias de los niños con problemas de conducta. Tras haber practicado en las primeras semanas la promoción de las conductas positivas con el elogio y los refuerzos materiales, esta sesión introduce a los padres en el tema de los límites y de la disciplina familiar. En primer lugar, aprenderán a formular adecuadamente sus órdenes y sus peticio" nes a los niños, evitando el exceso de instrucciones, así como el uso de órdenes vagas, en cadena o formuladas en forma de pregunta. En segundo lugar, en esta sesión los padres deberán establecer las reglas básicas de la familia. En este momento, también deberán comprometerse a ser consistentes a la hora de aplicar las consecuencias que seguirán al incumplimiento de las reglas y que serán abordadas en las siguientes sesiones.
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Aunque el elogio es un potente reforzador, frecuentemente se necesita recurrir a otro tipo de refuerzos combinados con el elogio para lograr que los niños adquieran comportamientos o logren metas que les resultan especialmente diñciles. Esta sesión aborda las expectativas de los padres sobre los comportamientos a promover en sus hijos y profundiza en el uso adecuado de refuerzos tangibles como complemento al elogio. Los padres podrán diseñar, con el apoyo de los guías del grupo, un sistema de economía de fichas para esos comportamientos que desean instaurar o consolidar en su hijo.
Esta es la primera de las dos sesiones que se dedican al uso del castigo como consecuencia ante la mala conducta de los niños. Los padres aprenderán a reconocer las características que definen un castigo eficaz (p. ej., inmediatez, consistencia, proporcionalidad ... ) y aprenderán, principalmente, a establecer y a poner en práctica un tipo particular de castigo: las consecuencias lógicas y las naturales. Los participantes aprenderán a establecer un sistema de consecuencias razonables, predecibles y adecuadas a la edad y a la capacidad del niño, que se pondrán en práctica ante los comportamientos negativos recurrentes y que permitirán potenciar la responsabilidad en los hijos.
Ante los comportamientos agresivos o destructivos que implican una fuerte activación emocional en e,I niño, la técnica ((tiempo fuera,1 es una de las opciones disciplinarias más útiles y se presenta como una alternativa al castigo fisico. El ((tiempo fuera,1 es una alternativa racional, no violenta, no humillante y no dependiente de la ira de los padres. La sesión enseña las claves para un uso eficaz del utiempo fuera)), atendiendo al lugar de aplicación, la duración, la explicación previa a los niños y el manejo de las posibles. reacciones durante la utilización de la técnica. Al finalizar la sesión, los padres deberán establecer su plan de uso de! <(tiempo fuera,,. Sin embargo, se enfatizará que el uso de las consecuencias negativas deberá reducirse al mínimo, en favor de las formas de interacción basadas en el reforzamiento positivo.
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La capacidad para resolver problemas de un modo racional es un tipo de habilidad que debe ser estimulada en los niños con el fin de lograr un adecuado ajuste psicosocial. Las limitaciones en esta habilidad constituyen un hallazgo frecuente en los niños con problemas de conducta, que responden impulsivamente ante los conflictos y las frustraciones y que tienen dificultades para considerar diferentes opciones ante un problema. Pero, además, los padres son modelos con un impacto indudable en ese aprendizaje, por lo que el entrenamiento en habilidades sistemáticas de resolución de problemas es una vía útil para la promoción del ajuste en los niños. Asimismo, los propios padres podrán beneficiarse de estas estrategias que, en conjunción con las habilidades de autocontrol y de comunicación, les ayudarán a afrontar eficazmente los problemas cotidianos y, en última instancia, a mejorar la vida familiar. En consonancia con ello, EmPeCemos enseña a los padres los pasos necesarios para una resolución racional de los problemas y muestra también cómo se aplican estos pasos para apoyar a los hijos en su resolución de los problemas.
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La sesión final se dedica a recapitular las técnicas aprendidas y a integrarlas dentro del f
. Una vez más, se subraya que la base debe estar en la promoción de las conductas positivas frente a las técnicas disciplinarias para los comportamientos negativos: la balanza de las técnicas debe inclinarse hacia elogio, el reforzamiento positivo y las estrategias de comunicación, apoyo e implicación con los hijos. Además, se repasan las técnicas más adecuadas para cada tipo de situación y comportamiento. Finalmente, también se prepara a los padres para el afrontamiento de los problemas que podrán surgir una vez que el programa finalice: se discutirán estrategias para prevenir recaídas y se procurará potenciar la autoeficacia para enfrentarse a los retos que irá planteando la educación de los hijos.
1.5.3. Estructura y metodología de las sesiones ------------------------------------------------------------------------------------------Como se_ ha indicado con anterioridad, cada sesión está dividida en distintas actividades. La duración aproximada de las sesiones es de 90 minutos, aunque puede extenderse hasta los 120 minutC?s dependiendo de las características del grupo. Habitualmente, las sesiones se celebrarán semanalmente, de manera que el programa completo se desarrolle a lo largo de 12 semanas.
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En la segunda parte de este manual se especifoa el plan y la secuencia de actividades para cada una de las sesiones, Esta información aparece estructurada y presentada en forma de guión, con el objetivo de facilitar al profesional la aplicación del programa. Para cada actividad, se especifica el contenido de las explicaciones que se deberá proporcionar a los padres, así como los materiales y las técnicas a utilizar para alcanzar los distintos objetivos de la sesión (debates, ro/e-p/ayíng, etc.), De esta forma, el guía tiene todos los recursos para desarrollar paso a paso el programa de intervención, garantizando la fidelidad e integridad de su aplicación.
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En las sesiones que son centrales para el desarrollo del programa (como las dedicadas al elogio, a ignorar o al establecimiento de límites), al final de cada sesión se introduce una sección aclaratoria con las preguntas frecuentes que suelen realizar los padres en este tipo de programas, acompañadas de !as respuestas recomendadas. Esta sección, que aparece sofo en las sesiones clave, servirá de apoyo al guía, durante la fase de preparación, para anticipar dificultades y resistencias de los padres ante las estrategias parentales que sustentan el programa.
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La estructura de todas las sesiones del programa para padres EmPeCemos es similar. Habitualmente, las sesíones comienzan con la revisión de las tareas que fueron solicitadas a los padres en la sesión anterior y que deben haber realizado en casa. Estas tareas son una pieza de máxima importancia para el desarrollo del programa y, generalmente, implican la práctica y el autorregistro de las estrategias parentales que se enseñan en las sesiones. Los padres comentarán sus impresiones sobre el uso de las técnicas aprendidas en la sesión anterior y se discutirá cualquier problema o dtficultad surgida durante la puesta en práctica en el hogar. En este caso, los guías del programa deberán valorar la necesidad de programar sesiones de asesoramiento individualizado. Tras la revisión de las tareas y de las reacciones de la sesión anterior, se continuará normalmente con la introducción de la técnica que se abordará ese día. Esta introducción se realizará mediante recursos como el debate y la instrucción directa por parte de los guías del programa: se explorarán las actitudes de los padres t1acia el terna abordado, se clarificarán motlvaciones y, en última instancia, los guías enseñarán los motivos y las claves para la aplicación de dicha técnica. Otro de los métodos de entrenamiento del programa es el modelado, tanto mediante vídeos como en vivo. A partir de los principios del aprendizaje social y, en concreto, a partir de las aportaciones de Webster-Stratton (2002), EmPeCemos otorga un papel de especial relevancia a la observación de las situaciones que ilustren el uso de las técnicas del programa. La utilidad de los vídeos como herramienta del entrenamiento de los padres ha sido bien demostrada en los estudios previos de evaluación del programa (Robles y Romero, 2011). Los padres observarán cómo otros padres afrontan (correcta o incorrectamente) situaciones semejantes a las suyas, discutirán e incluso representarán ellos mismos el uso de las técnicas correspondientes. En este sentido, el ensayo guiado de las habilidades del programa es otro de los recursos metodológicos centrales del programa para el entrenamiento en habilidades y el desarrollo de la autoeficacia parental. Mediante el role-p/aying los padres podrán escenificar situaciones previamente presentadas en vídeo, nuevas situaciones propuestas por los guías del programa o incluso situaciones propias que los padres consideran preocupantes y que desean someter a consideración en el marco del grupo. En este sentido, cabe destacar que la Investigación muestra ampliamente que el modelado y el ro/e-playíng son las técnicas más efectivas en el entrenamiento de los padres (O'Dell, 1985). En estas sesiones los guias también utilizan otros principios del aprendizaje social, como por ejemplo el feedback y el elogio, para conducir del programa. En general, se trata de poner en práctica un proceso gradual de moldeamiento: se Informa a los pa· dres sobre fa técnica correspondiente, se les enseña cómo ponerla en práctica; ellos mismos la practi~ can en la sesión y finalmente generalizan en casa cada nueva estrategia.
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1. Descripción general
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Las sesiones finalizarán con un breve resumen, a modo de recapitulación de los puntos importantes, y se asignarán las nuevas tareas para casa.
1.6. Materiales
La aplicación del programa requiere el uso de los siguientes materiales estándar: ®
Manual: Incluye el plan y la secuencia de actividades de cada una de las sesiones.
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DVD: Mediante un sencillo menú de navegación para ser reproducido en un ordenador5, incluye todos los recursos necesarios para cada una de las sesiones:
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Materiales de trabajo: Son los materiales impresos que los padres utilizarán durante las sesiones y en casa. Se incluye un archivo PDF por cada sesión con todos los materiales necesarios para el desarrollo de la misma con el fin de facilitar al profesional su impresión. Cada tipo de recurso aparecerá identificado con un icono diferente. En concreto, se incluyen tres tipos de recursos:
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Fichas de la sesión: Recogen los puntos importantes que se trabajarán o se debatirán durante la sesión.
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Tareas para casa: Se trata de formularios que los padres deberán cumplimentar durante su práctica en casa.
Nota: En el apéndice situado al final de este manual se incluye un resumen de las tareas para casa correspondientes a cada sesión.
Nota de recuerdo
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Notas de recuerdo: Están pensadas como impresos que los padres pueden situar en lugares visibles para recordar de forma rápida sus aprendizajes a lo largo del día.
Entregar una carpeta en la primera sesión del programa podría servir a los padres para organizar todo el material impreso que se facilitará a lo largo de las sesiones.
5. Al introducir el DVD en el reproductor del DVD del ordenador, espere unos minutos para que se inicie automáticamente y le aparezca en pantalla el menú del EmPeCemos. Si no arranca automáticamente entre en la unidad de! DVD y ejecute el archivo .. autorun.exe>).
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Escenas de vídeo: Ejemplifican las distintas técnicas y se visualizan y se comentan durante las sesiones. Las escenas han sido protagonizadas por actores y han sido grabadas por el servicio de medios audiovisuales de la Universidad de Santiago de Compostela, bajo el guión y la supervisión de nuestra equipo de investigación.
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Además de estos recursos, EmPeCemos recomienda el uso de diversos materiales para el segui· miento y la evaluación del proceso que el guía también podrá encontrar en el DVD del programa:
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El diario de implantación, donde el guía registrará las actividades realizadas a lo largo de la sesión y las posibles incidencias durante su desarrollo.
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La hoja de registro de participación, donde se anotará la asistencia al programa y la implicación de cada participante. Se cumplimentará una hoja por cada padre o madre asistente y se utilizará durante todo el programa.
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Los cuestionarlos de satisfacción, que deberán ser cumplimentados por los padres y que ofrecen información sobre ei grado de utilidad percibida, as1 como sobre las posibles dificultades ante los contenidos o la metodo!er gía de las sesiones. Estos cuestionarios están basados en los empleados habitualmente para la valoración de la satisfacción de los padres con este tipo de programas (p. ej., Forehand y McMahon, 1981; Webster.Stratton, 2002). Se entregará uno por cada sesión y un cuestionario final al término del programa para valorarlo en su totalidad.
Todos estos matenales deben utilizarse siguiendo las Directrices para el desarrollo del programa Em· PeCemos que se detallan en el capítulo 4, Estas directrices, basadas en nuestras experiencias y en las de otros programas semejantes al nuestro (Webster·Stratton, 2002; McMahon y Forehand, 2003), pretenden guiar el proceso de aplicación a la hora de preparar y desarrollar las sesiones, as! como de optimizar sus resultados.
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2.1. Problemas de conducta de inicio temprano: Orígenes y desarrollo
Los problemas de conducta disruptiva no son un fenómeno homogéneo. De hecho, en las últimas décadas se han hecho numerosos esfuerzos por ordenarlos y taxonomizarlos. Esto ha dado lugar a propuestas diversas: por ejemplo, se ha disting!Jldo entre conductas abiertas frente a encubiertas, solitarias frente a grupales, agresivas frente a nci agresivas, etc. (véase Quay, 1999; Romero, 2001). Una de las clasificaciones más conocidas en la actualidad es la planteada por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), que propone la distinción entre el trastorno oposicionista-desafiante y el disocia!. El primero recoge las conductas de desobediencia persistente, hostilidad y desafio a las normas; el segundo incluye comportamientos más severos de carácter agresivo, destructivo y fraudulento que a menudo implican una violación de los derechos de otros. A estos dos trastornos se asocia con cierta frecuencia el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, caracterizado por dificultades atencionales, impaciencia, impulsividad e inquietud motora. Esta misma distinción se mantiene en el DSM-5, aunque en esta edición del manual se incluye también el trastorno explosivo intermitente. Frente al DSM, que establece categorías clinicas de los problemas de conducta, existen otras aproximaciones que entienden que son dimensiones (es decir, continuos} que pueden mostrar distintas intensidades y que, además, cavarían entre sí. De esta forma pueden ser clasificados utilizando técnicas como el análisis factorial. Es el caso de Achenbach y Edelbrock (1993), quienes identificaron empíricamente un conjunto de problemas de conducta externalizantes que incluía síndromes como la conducta agresiva y la delincuencia .
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Pese a !a existencia de diversas clasificaciones posibles, en los últimos años ha emergido cierto consenso sobre la necesidad de tener en cuenta la edad de inicio de los problemas de conducta. Estas consideraciones se asientan en los estudios de la psicopatología evolutiva que muestran que los problemas de conducta de inicio temprano y adolescente pueden ser tipos o entidades bien diferenciadas en cuan~ to a sus causas, sus manifestaciones y su evolución (Moffitt, 1993; Patterson, Reíd y Dishion, 1992). De acuerdo con estos planteamientos, los.problemas de conducta que se inician en la adolescencia responden a procesos madurativos propios de este periodo. Son problemas que afectan a una proporción relativamente alta de adolescentes pero, una vez que ha finalizado este periodo madurativo, la mayor parte de estos chicos, que cuentan con recursos personales y psicosociales adecuados para desarrollar un estilo de vida saludable y ajustado, suelen abandonar las conductas antisociales (Moffltt, 1993). Sin embargo, el curso y los orígenes de los problemas de conducta de inicio temprano son muy diferentes. Estos problemas son mucho menos frecuentes y suelen generarse a partir de complejas relacier nes entre una persona vulnerable y un ambiente adverso. Cuando en la lnfancía se combinan ciertas características temperamentales (impulsividad, problemas de atención, irritabilidad, dificultades para el control de las emociones ... ) con prácticas educativas inadecuadas (prácticas inconsistentes, supervisión deficientet estilos punitivos, interacciones coercitivas ... ) aparecen durante los años preescolares las primeras conductas antinormaUvas y agresivas en el medía familiar. A menudo estas interacciones se producen en las familias que están sometidas a múltiples fuentes de estrés (conflicto familiar, dificultades económicas, laborales, aislamiento social...), lo que crea un clima de socialización poco preparado para afrontar las necesidades de los niños que, temperamentalmente, puedan ser más
(•diffciles,,. Los problemas se acentúan cuando el niflo se incorpora a la escuela. El niño con estas características, experiencias y conductas tempranas accede al medio escolar mal equipado para ajustarse a las normas y a las demandas académicas. Así, se generan enfrentamientos con los profesores y pueden aparecer el fracaso escolar y la desadaptación al mundo académico. Los profesores pueden encontrarse con dificultades para controlar el comportamiento del niño, y este experimentará los primeros fracasos en algunas habilidades académicas básicas como la lectura. El estrés familiar y las propias dificultades de los padres para controlar la conducta del niño probablemente harán que este disponga de poco apoyo académico en casa y que las relaciones entre los padres y la escuela se debiliten o adquieran un carácter negativo (Cole, 1996). Adicionalmente, la investigación ha mostrado que estos niños van desarrollando ciertos patrones cognitivo-emocionales que dificultarán cada vez más el establecimiento de relaciones adecuadas con otros niños y con los adultos. A la hora de interpretar las situaciones en las que se encuentran, los ni/íos con una conducta agresiva y problemática tienden a mostrar una posición hlpervigilante ante las señales de amenaza y prestan especial atención a cualquier clave de la situación que les sugiera hostilidad y desafio (tono de voz, expresiones faciales, palabras, etc.). Muchos estudios han encontrado en ellos el llamado sesgo de atribución hostil (Dodge, Bates y Petit, 1990), consistente en atribuir Intenciones malévolas y agresivas a los demás, incluso aunque la situación y el comportamiento de los demás sea neutro o ambiguo. Además, tienden a percibir a sus compañeros como más agresivos de lo que realmente son y atribuyen a otros la responsabilidad cuando se inicia un conflicto. Sus metas están más dirigidas a la dominación y a la venganza y menos a la cooperación, y cuando intentan solucionar problemas tienden a hacerlo de un modo impulsivo, automático y poco meditado; todo ello les lleva a generar soluciones agresivas (Larson y Lochman, 2002). En el ámbito emocional se ha visto que desarrollan una percepción inadecuada de las emociones propias y ajenas y frecuentemente se sienten desbordados por emociones de ira ante las situaciones de frustración o conflicto (Lochman y Dodge, 1994).
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2. Fundamentación teórica
Todo ello va dando lugar a un estilo interpersonal que acrecienta las dificultades sociales. El rechazo por parte de otros niños es uno de los hallazgos más repetidos (Coie, Dodge y Kupersmitdt, 1990). Una interacción positiva con los iguales exige ser capaz de cooperar, de comunicarse, de ajustarse a las normas de los juegos, de autocontrolarse, de reconocer la perspectiva de los demás, de inhibir las respuestas agresivas, etc. Los niños con problemas de conducta entran en una espiral de interacciones negativas que les acaba generando aislamiento, lo cual, a su vez, les priva de oportunidades para el aprendizaje de las habilidades básicas de interacción.
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En definitiva, los problemas de conducta son en sí generadores de otros problemas que se van acumulando y que van limitando las oportunidades de un desarrollo saludable, generando una cascada de efectos que se ha descrito como ;cbola de nieve)i (Romero, 1998; Romero, Luengo y Gómez Fraguela, 2000). La figura 2.1 esquematiza esta cadena de efectos negativos que se van produciendo a lo largo de la infancia en los niños con problemas de conducta de inicio temprano. Si no se introduce un corte en esta espiral durante la infancia, muchos niños progresarán hacia formas de conducta cada vez más desadaptativas. Al llegar a la adolescencia, los niños habrán tenido ya una historia larga de rechazos y conflictos; pueden sentirse alejados de las normas sociales, unirse con otros chicos semejantes a ellos y presentar diversos desajustes como delincuencia, consumo de drogas, depresión o abandono escolar (Coie, 1996).
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Alto estrés Conflicto familiar
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Figura 2.1. Factores que intervienen en el desarrolfo de los problemas de conducta de inicio temprano (basado en Coie, 1996)
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Así pues, los problemas de conducta de Inicio temprano deben ser objeto de intel'venclón no solo por el malestar que generan en un momento dado del tiempo, sino también por el riesgo de desajustes futuros. Y esta intervención debe dirigtrse a los distintos ámbitos de influencia, Por una parte, se hace necesario actuar sobre las interacciones familiares. Las prácticas educativas son una de las claves más significativas para entender el desarrollo de los problemas de conducta. Los padres deberán adquirir estrategias adecuadas de crianza, se deberá fortalecer la vinculación afectiva entre padres e hijos y se deberá potenciar la creación de un clima familiar positivo. Pero además, de acuerdo con lo que se ha comentado anter1ormente, será necesario desarrollar en los padres !as habilidades para apoyar el desarrollo socio-cognitivo y académico del niño; también se deberá promover la vinculación entre la famllla y la escuela y se les deberá entrenar para el afrontamiento del estrés: el que genera la propia educación del hijo y el estrés vital más general que frecuentemente afecta a las familias de los niños con problemas de conducta,
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Otro componente de la Intervención deberla dirigirse a los niños. Estos deben adquirir habilidades cognitivas, emocionales y sociales que les permitan ajustarse a las demandas del medio escolar y social. Deben ser capaces de hacer amigos, de responder apropiadamente a las instrucciones de los profesores, de demorar la gratificación, de reconocer las propias emociones y manejar los estados internos negativos (especialmente la ira), de reconocer los problemas y desplegar estrategias para resolverlos eficazmente, de adoptar la perspectiva de los demás y de responder adecuadamente ante las frustraciones. En definitiva, será necesario promover en ellos las competencias personales y sociales necesarias para la autorregulación y el establecimiento de relaciones satisfactorias. Finalmente, los profesores también deberían formar parte de la intervención, Es frecuente que los profesores demanden asesoramiento para el manejo del comportamiento de los niños con problemas de conducta. La presencia de problemas de conducta en el aula suele ser todo un desafío que altera el clima de la clase y que puede acabar generando desánimo y rechazo en los propios profesores. Esto, unido a las dificultades de entendimiento con la familia, redunda en una mayor desadaptación del niño al medio escolar, Por ello, la intervención con los profesores debería ofrecerles recursos para establecer normas y expectativas, promover comportamientos positivos y enfrentarse a aquellos disruptivos, autocontrolarse en las interacciones negativas y comunicarse eficazmente con los·níños y con sus padres. Partiendo de estos principios se desarrolló el programa EmPeCemos. Durante los últimos años nuestro equipo de investigación ha acumulado una amplia experiencia en el contexto de la prevención de los problemas de conducta, Construyendo Salud es un programa escolar y familiar dirigido a adolescentes como un medio de prevención universal del consumo de drogas y de la conducta antisocial. El programa mostró su eficacia en múltiples estudios (Gómez Fraguela, Luengo y Romero, 2002; Villar, 2003; Luengo, Romero, Gómez, Garra y Lence, 1999; Villar, 2003). No obstante, la experiencia en prevención universal en adolescentes también permite constatar que, para una pequeña proporción de jóvenes, este tipo de programas puede tener poco Impacto. Son jóvenes cuyos problemas de conducta han empezado bastante antes y que responden al perfil y a la trayectoria que más arriba hemos delineado. Por ello, el programa EmPeCemos amplía nuestro campo de intervención para abordar, específicamente, los
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problemas de conducta de inicio temprano. La revisión de programas que ya hayan sido evaluados supone una fuente de enorme valor para seleccionar modelos, estrategias y componentes útiles, Estos trabajos previos fueron considerados por nuestro equipo para desarrollar una intervención viable y con garantías de eficacia. En los últimos años 1
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2. Fundafnentación teórica
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especialmente en el ámbito anglosajón, se han puesto en práctica modelos de intervención temprana cuidadosamente diseñados y se han publicado revisiones sobre programas empíricamente validados (véanse, por ejemplo, las revisiones de Catalana y cols., 1998; Greenberg, Domigrovich y Bumbager, 2001; LeMarquand, Tremblay y Vitaron, 2001; Offord, 1996; Wasserman y Miller, 1998). Asimismo, diferentes organizaciones comprometidas con la reducción de la violencia escolar y social presentan periódicamente sus listados de programas «modélicos» de acuerdo con exigentes criterios de calidad, como son el rigor metodológico en el plan de E::!Valuación, los efectos sostenidos o la replicación de su eficacia en distintos ámbitos socio-geográficos .. uria de las recopilaciones más difundidas es la de la Oficina Norteamericana de Justicia Juvenil y Prevención de la Delincuencia (OJJDP) que presenta programas con éxito en sus volúmenes Blueprints far Violence Prevention. Además del programa para padres se desarrollaron otros dos módulos en el seno del proyecto EmPeCemos: uno dirigido a los profesores y otro dirigido a los niños, si bien, la parte crucial de la intervención es la que corresponde al componente para padres que se presenta en esta obra.
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Brevemente podemos indicar que el programa para niños está constituido por 12 sesiones y que tiene el objetivo de enseñar a los niños a reconocer y expresar las emociones y de desarrollar en ellos determinadas habilidades cognitivas y sociales. En el caso del programa para profesores, las ocho sesiones que lo componen pretenden mejorar las habilidades de los profesores para manejar el comportamiento disruptivo de los niños y potenciar las conductas positivas con el fin de crear en el aula un clima favorable para la práctica de las habilidades cognitivo-emocionales desarrolladas por EmPeCemos. Actualmente ambos programas están sin publicar.
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q 2.2. Los programas de entrenamiento para padres en el tratamiento de los problemas de conducta
Los estudios han demostrado consistentemente que los problemas de conducta definidos con anterioridad se asocian a las prácticas educativas inadecuadas por parte de los padres. Se trata de una asociación robusta que se ha investigado ampliamente desde el marco teórico del aprendizaje social, con muestras.de familias muy diversas y procedimientos de evaluación muy heterogéneos (Loeber y Sthouthamer-Loeber, 1986; Patterson, 1995; Patterson y cols., 1992; Romero, Robles y Lorenzo, 2006). Las investigaciones encuentran, entre otras cosas, que los padres de !os niños con problemas de conducta presentan las siguientes características:
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Sus expectativas sobre e! comportamiento de los niños son a menudo poco ajustadas a la edad o a las características d!:? estos.
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Presentan frecuentemente un estilo coercitivo que acaba empeorando la conducta infantil.
Las interacciones coercitivas entre padres e hijos constituyen, de hecho, un campo ampliamente investigado mediante estudios observacionales (Patterson, 1982):
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Las conductas desobedientes o perturbadoras de los niños tienden a evocar en los padres reacciones hostiles que incrementan la tensión en las interacciones entre padres e hijos;
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la conducta del niño frecuentemente empeora (rabietas, explosiones emocionales, etc.); y
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los padres terminan cediendo.
De este modo, se produce un ciclo de reforzamientos negativos: tanto el niño como el padre han escapado de una situación desagradable, pero la coerción se convierte en una trampa que hará que los comportamientos e interacciones desadaptativas aumenten en posteriores encuentros. Dado el papel nuclear de la familia como entorno primario de socialización, y dada la relevancia de las prácticas parentales en el desarrollo de los problemas de conducta, no es de extrañar que el entrenamiento en habilidades parentales sea una de las alternativas más desarrolladas para el tratamiento de los problemas de conducta infantiles. Las revisiones sobre la eficacia de distintos tipos de tratamiento (incluyendo otros tipos de intervención familiar como la terapia multisistémica y la terapia familiar funcional) tienden a mostrar que los programas de entrenamiento para padres basados en los principios del aprendizaje social son los que muestran resultados positivos más consistentes e intensos (p. ej., Brestan y Eyberg, 1998; Kazdin, 2001; McMahon y Wells, 1998). El entrenamiento de padres es una aproximación al tratamiento de los problemas de conducta dirigido a entrenar a los padres para cambiar el comportamiento de los niños en el hogar. Los padres se reúnen con uno o varios terapeutas, entrenadores o guías, que les enseñan a utilizar procedimientos específicos para cambiar las interacciones desadaptativas con los niños, promover su conducta prosocial y reducir la conducta problemática (Kazdin, 1995). Ha sido empleado primordialmente en el tratamiento de los niños con problemas de conducta externalizante (incluyendo agresión, desobediencia y explosiones de ira), área donde se ha mostrado más eficaz. Los programas de entrenamiento para padres han sido evaluados en estudios aleatorizad9s con niños y adole$centes de edades muy variadas y con diversos grados de severidad de los problemas de conducta. Los estudios de evaluación muestran repetidamente su eficacia, especialmente en el tratamiento de los comportamientos oposicionistas. El entrenamiento de los padres da lugar a cambios clínicamente significativos en el comportamiento del niño (Sheldrik, Kendall y Heimber, 2001), no solo mostrando su capacidad para reducir los problemas de conducta, sino también su impacto positivo en áreas del
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2. Fundatñentación teórica
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funcionamiento familiar que van más allá de los problemas de los niños. Estas áreas incluyen depresión y estrés en los padres, conflicto en la pareja y percepción de autoeficacia en la competencia parental (Robles y Romero, 2011; Sanders, Gooley y Nicholson, 2000). Por otra parte, los efectos del entrenamiento para padres parecen mantenerse a lo largo del tiempo. Varios trabajos de investigación han mostrado el mantenimiento de los efectos en períodos de uno a cuatro años tras el tratamiento (Baum y Forehand, 1981; Patterson y Forgatch, 1995). Incluso en los períodos de seguimiento más largos (de 10 a 14 años) existe evidencia favorable sobre el sostenimiento de estos efectos (Long, Forehand, Wierson y Margan, 1994). Estos hallazgos son.particularmente destacables, dado que los problemas de conducta de inicio temprano tienden a mostrar un curso crónico si no hay tratamiento. En general, el entrenamiento para padres se considera como usuperior en calidad y cantidad a la mayoría de las otras áreas de la psicoterapia infantil" (Nock, 2003, pág. 12). Por todo ello, el entrenamiento de los padres es un componente del que difícilmente puede prescindir cualquier intento de tratamiento integral de los problemas de conducta disruptivos. La investigación ha demostrado que existen algunos componentes críticos que parecen dar cuenta en gran medida de la eficacia de estos programas (Kazdin, 2001; Miller, 1994): a.
Entrenar a los padres en la observación y en la supervisión del comportamiento de los niños. Los padres deberán aprender evitar descripciones globales sobre la conducta de los niños (p. ej., <(Nunca hace lo que le pldou) y a observar qué antecedentes y qué consecuencias rodean la conducta disruptiva.
b.
Hacer énfasis en la conducta positiva de los niños. Los padres deberán aprender a reconocer las conductas positivas de sus hijos, a prestarles atención y a reforzarlas adecuadamente.
c.
Dar instrucciones y órdenes de forma apropiada. Los programas han de subrayar la importancia de una comunicación clara y no ambigua de los padres hacia los hijos.
d.
Instaurar técnicas disciplinarias no basadas en el castigo físico. Los padres deben recibir entrenamiento sobre el uso de diversos procedimientos alternativos al castigo físico para manejar la mala conducta, tales como el 1itiempo fueran, las consecuencias lógicas o ignorar al niño.
e.
Dar a conocer los principios del aprendiz~je social que sustentan las técnicas del programa. Es importante que los padres conozcan cuál es la racionalidad en la que se apoyan las distintas estrategias (elogio, ignorar, ({tiempo fuera)1, etc.), ya que parece mejorar los resultados.
f.
Favorecer una comunicación eficaz, la resolución de problemas y el autocontrol. Las revisiones de los programas de entrenamiento para padres indican que estos deben aprender a escuchar activamente, a empatizar, a resolver conflictos y a afrontar emociones de ira o depresión, frecuentemente evocadas por la mala conducta del niño.
g.
Generalizar. Es crucial preparar a los padres para aplicar las habilidades entrenadas en diferentes contextos, así como para mejorar la colaboración con la escuela.
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Ajustándose a estas premisas se han desarrollado diferentes programas de entrenamiento para padres, muchos de ellos derivados del trabajo realizado en la Universidad de Oregón desde la década de 1970 por Patterson y cols. (1975) y Hanf (1970). Entre los programas más desarrollados se encuentran Detíant Children de Barkley (1997), He/ping the Noncompliant Chi/d de Forehand y McMahon (1981; McMahon y Forehand, 2003) e Jncredib/e Yeats de Webster-Stratton (2002). Así mismo, el programa Coping Power de Lochman y Wells (2002) tiene sus raíces en las aportaciones realizadas por los grupos de Oregón. Todos
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EmPeCemos
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estos programas, a pesar de las diferencias, comparten estructuras y contenidos semejantes. Son progra" mas estructurados en los que los padres aprenden a potenciar las interacciones positivas con los niños utilizando el juego u otras actividades compartidas. Se anima a los padres a descubrir a sus hijos siendo
buenos y a reforzar las conductas positivas mediante el elogio y otros refuerzos. Los padres aprenden a prescindir de órdenes innecesarias, a establecer los límites con más claridad y a dar a sus hijos la oportunidad de obedecer. Además, se les entrena en el uso de consecuencias lógicas y naturales y en estrategias de resolución de problemas que serán practicadas con los niños. Las técnicas de entrenamiento que se utilizan son diversas y suelen incluir la instrucción didáctica, el modelado, el ro/e-p/aying Quego de roles) y la práctica en el hogar. En esta misma línea se sitúa el programa para padres EmPeCemos, que aborda las técnicas y tos procesos identificados como centrales en los programas de entrenamiento para padres y que está inspirado en aquellos que, como Coping Power e lncredibfe Years, han demostrado su eficacia en múltiples estudios. No obstante, los componentes y las actividades del programa fueron diseñados procurando una adaptación óptima a nuestro contexto, mediante un proceso de prueba, evaluación y revisión desarrollado por la Unidad de Investigación en Prevención y Tratamiento de Problemas de Conducta de la Universidad de Santiago de Compostela.
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El programa Coping Power (Lochman y Wells, 1996; Lochman, Wells y Lenhart, 2008) tiene sus raíces en Anget Coping (Lochman, 1985) y está formado por los componentes dedicados a los niños, a los profesores y a los padres. La evaluación del programa ha demostrado su capacidad para mejorar la competencia social y escolar de los niños, reducir sus comportamientos agresivos y mejorar las prácticas educativas y el clima emocional del hogar, teniendo un efecto sostenido a lo largo del tiempo (Larson y Lochman, 2002; Lochman y Wells, 2002). En general, la investigación permite CODStatar que las intervenciones cognitivo-conductuales con los niños que presentan comportamientos disruptivos dan lugar. a efectos más extensos y más :1uraderos si se abordan las prácticas educativas de los padres, además de los procesos socio-cognitivos de los niños. Por su parte, el programa fncrediblé Years desarrollado por el grupo de Webster-Stratton en la Parenting Cfinic de la Universidad de Washington se considera' un programa de alta excelencia en el tratamiento de los problemas de conducta. Aunque está basado en otros modelÜs de intervención familiÉir clásicos dentro de este campo (Hanf, 1970; Forehand y McMahon, 1981), está diseñado' como un programa grupal cuyas técnicas de entrenamiento, a diferencia de otras intervenciones, giran en torno a escenas grabadas en vídeo que son analizadas y discutidas en grupo. Los padres participantes deben identificar los errores cometidos en la escena, apreciar las prácticas eficaces y proponer soluciones alternativas. La utilización de material audiovisual convierte este programa en una intervención que facilita el modelado y la transmisión de contenidos a [os padres con un nivel educativo más bajo o con menores habilidades de abstracción cognitiva; en ellos, el modelado audiovisual es un medio más directo y accesible que la instrucción didáctica, los esquemas escritos o la mera discusión.
Este programa para padres ha sido sometido a una extensa evaluación, lo que ha permitido comprobar su utilidad para mejorar las actitudes parentales y las interacciones entre los padres y los hijos, reducir el uso de prácticas educativas violentas y reducir los problemas de conducta en los niños (Webster-Stratton, 1982, 1984, 1989, 1994). Los módulos complementarios han demostrado su capacidad para mejorar las habilidades de resolución de problemas y de comunicación de los padres, reducir la depresión de las madres y aumentar las habilidades de resolución de problemas de los hijos (Webster-Stratton, 1994).
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2. Fundamentación teórica
y otro de entrenamiento en habilidades de manejo de la conducta en el colegio para los profesores. La incorporación de los nuevos componentes permite mejorar los efectos del programa para padres, potenciando su estabilidad y la generalización al ámbito escolar y a las relaciones con los iguales (Webster-Stratton y Hammond, 1997; Webster-Stratton, _Reid y Hammond, 2001).
En definitiva, los programas Coping Power e lncredib/e Years han seguido una evolución semejante: parten de un componente altamente desarrollado y centrado en un determinado ámbito de intervenció~ (niños o padres) y, posteriormente, se convierten en programas multicomponente, lo cual permite mejorar su eficacia. Partiendo de estos precedentes, es necesario destacar que el programa EmPeCemos también fue concebido como un programa multicomponente. De esta manera, a pesar de que el aspecto crucial de !a intervención es el destinado a los padres (y es el que se trata en este manual), existen otros dos componentes dirigidos a niños y a profesores, aunque no están publicados.
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programa EmPeCemos fue sometido desde su diseño inicial a un estudio sistemático de puesta
a prueba, de adaptación, de depuración y de evaluación del proceso y de los resultados (p, ej., Robles, 2009; Romero, Villar y Luengo, 2008; Romero, Villar, Luengo y Gómez Fraguela, 2009; Villar, Romero y Luengo, 2010).
En la fase inicial, los miembros del equipo de investigación aplicaron una versión previa del programa a un grupo piloto compuesto por padres de niños para los que se demandaba ayuda desde diversos
centros educativos de Santiago de Compostela por conductas problemáticas de agresividad, impulsividad, dificultades para acatar las normas y ajustarse a las dinámicas de la clase, etc. Las sesiones fueron observadas a través de un espejo unidireccional y grabadas en vídeo, lo que permitió una supervisión directa, un examen y una discusión posterior por parte de todo el equipo. Esta aplicación piloto permitió poner a prueba las actividades diseñadas y valorar en qué medida los materiales, contenidos y dinámicas propuestas generaban la implicación adecuada por parte de los participantes. Asimismo, permitió valorar el ajuste de los tiempos previstos para cada actividad. En general, se comprobó que la propuesta podría ser aplicada de acuerdo con la planificación previa y que era bien recibida por los participantes. Por otra parte, el resultado de la revisión y de la discusión de las sesiones aplicadas dio lugar a diversos ajustes en el contenido, en el formato de intervención y en la secuenciación de las actividades. La versión resultante fue aplicada en un estudio de evaluación más amplio (Robles, 2009), donde participaron 160 familias con niños que presentaban problemas significativos de conducta externa!izante detectados por medio de un screening de conductas disruptivas en 14 centros de Educación Infantil y Primaria de Galicia, El grupo de intervención estuvo compuesto por 108 familias y el grupo control por 52. La media de edad de los padres fue de 38,54 años y el nivel de estudios era mayoritariamente básico (53,6%) y medio (31%). La edad media de los niños fue de 7,96 años y la mayoría eran varones (77,4%),
La aplicación de EmPeCemos ha tenido, desde sus comienzos, un compromiso estricto con la evaluación empírica tanto del proceso de implementación como de los resultados. Por ello, fueron muchos los datos recogidos (cuantitativos y cualitativos) para examinar la integridad de la aplicación, la fidelidad a la programación prevista, el grado de participación de los padres y lo que McMahon y Forehand (2003) denominaron «validez social)). En ella se incluyen:
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1.
la evaluación subjetiva, es decir, en qué medida cambian las percepciones de los participantes sobre los problemas objetivo del programa;
2,
la aceptación social de la intervención, es decir, la percepción de adecuación de la metodología y de los procedimientos empleados; y
3.
la satisfacción de los usuarios, es decir, en qué medida los participantes están satisfechos con la intervención y sus resultados.
Estos datos proporcionan un primer cuadro de la viabilidad del programa y de su capacidad para implicar a sus destinatarios. De un modo resumido, señalaremos que el programa logró altas cifras de participación:
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Un 89% de los padres cuyos niños se consideraron susceptibles de intervención se implicaron activamente en el programa.
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Una vez que el programa comenzó, un 84% de las familias continuó participando en el programa hasta el final, sin que se encontrase evidencia de abandonos selectivos: las características básicas de las familias que permanecieron en el programa no difirieron significativamente de aquellas que lo abandonaron a lo largo de su desarrollo.
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El número promedio de sesiones a las que asistieron los_participantes fue de 9,17.
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Un 62% de los participantes asistió a un número de entre 10 y 12 sesiones y en torno al 20% asistió a entre 7 y 9 sesiones.
Por otra parte, la evaluación del proceso también indicó que el programa pudo ser aplicado con un alto índice de integridad: como promedio a lo largo de las sesiones, el 88% de las actividades previstas pudieron ser aplicadas; además, la fidelidad de la implementación fue garantizada mediante un seguimiento continuado del programa utilizando_ diarios estructurados de implementación y reuniones periódicas de supervisión. En cuanto a la evaluación subjetiva del programa por parte de los participantes, los resultados revelaron una percepción altamente positiva. Como datos representativos de estas valoraciones, podemos indicar que un 96% de los padres percibieron mejoras en los problemas sobre los que se centró la in· tervención. En cuanto a la aceptación de las técnicas utilizadas en el programa, un 98% de los padres consideraron napropiado)> o 1 o <1 positivon el impacto general del programa en sus vidas, y un 85% <1con toda seguridad>, recomendaría el programa a un familiar o a un amigo. Si la evaluación del proceso permitió comprobar la viabilidad, la aceptación y la satisfacción generadas por el programa, la evaluación de los resultados ofreció evidencias sobre su eficacia para mejorar tanto las tácticas educativas de los padres como los problemas de conducta de los niños. Así, cuando se compara la evolución del grupo de intervención con la del grupo control, se encuentran interacciones estadísticamente significativas en un núcleo de variables centrales dentro de la fifosofla y las dinámicas del programa EmPeCemos. Se producen mejoras significativas en el grupo de intervención frente a los deterioros o la ausencia de cambios del grupo control. De esta forma, en el grupo de intervención:
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3. Estudiof? sobre la eficacia del programa EmPeCemos
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Desciende la práctica de tácticas basadas en el castigo, evaluadas con el Parenting Practices Questionnaire (Webster-Stratton y cols., 1997) (p <0,01).
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Aumenta el uso de los refuerzos positivos, especialmente los refuerzos sociales (p <0,01).
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Aumenta la implicación afectiva con los niños (p <0,001).
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Descienden las dificultades para autocontrolarse (p <0,001).
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Disminuyen los patrones de comunicación defensiva (p <0,05) y evitadora (p <0,05).
Cuando se atiende directamente a los problemas de conducta observados en los niños, objetivo final del programa, los resultados son muy robustos (Robles, 2009). Partiendo de los datos recabados a partir de la Escala de Calificación de Conductas Disruptivas (Barkley, 1997), basada en los criterios DSM para los trastornos disruptivos, cuando se compara la evolución pre y post-test del grupo de intervención y del grupo control, se encuentran efectos significativos y positivos del programa sobre todas las medidas obtenidas en la escala:
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Falta de atención (p <0,01).
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Hiperactividad-impulsividad (p <0,001).
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Problemas negativistas-desafiantes (p <0,001).
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Síntomas de trastorno disocia! (p <0,05).
Asimismo, se muestran efectos significativos sobre la frecuencia (p <0,05) y la severidad (p <0,01) de las situaciones problemáticas que los padres enfrentan al interactuar con los niños disruptivos. El tamaño del efecto sobre la escala global, estimado según la d de Cohen, fue alto (0,78). Las escalas con un mayor tamaño del efecto fueron la de Hiperactividad-impulsividad (0,84) y la de Problemas negativistas-desafiantes (0,86).
Por otra parte, también es interesante señ_alar que un análisis de las variables moderadoras ·que podrían estar influyendo en la eficacia del programa mostró que variables como la edad o el nivel de estudios no parecen afectar al impacto del programa. Además, este muestra sus mayores beneficios en los niños con problemas de conducta más severos. Al mismo tiempo, estos resultados indicaron que los efectos podrían ser más tenues en los niños hiperactivos cuyos síntomas predominantes tienen que ver con la falta de atención. Los datos adicionales que ?Valan la eficacia del programa se obtuvieron a partir del seguimiento que se realizó seis meses y un año después de haber finalizado el programa. Los resultados mostraron que, aunque de un mo~o ligeramente atenuado, las ganancias obtenidas en el programa se mantienen durante ese período de tiempo; los problemas negativistas-desafiantes siguen incluso una trayectoria descendente desde el inicio del programa hasta el último seguimiento. Además, la mayona de los padres continuaban percibiendo las técnicas utilizadas como útiles y reconocían utilizarlas con frecuencia, especialmente aquellas qu8 son fortalecidas específicamente por el programa, tales como compartir tiempo con el hijo, elogiar, ayudar al niño a hacer los deberes, colaborar con el profesor y controlarse en situaciones dificiles (Robles, 2009).
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EmPeCemos
Finalmente, cabe reseñar que este patrón de resultados fue replicado en otro estudio que analizó la eficacia del programa para padres cuando se utiliza conjuntamente con los programas para niños y para profesores de EmPeCemos (Romero, Villar y Luengo, 2008; Romero, Villar, Luengo y Gómez-Fraguela, 2009; Vi llar, Romero y Luengo, 2010). En este estudio, el programa fue aplicado a 57 familias de niños con problemas de conducta que, al igual que el estudio anterior, fueron contactados en ocho centros educativos de Galicia. Los resultados comparativos entre el grupo de intervención y el grupo control mostraron que el programa ejercía efectos positivos sobre las estrategias educativas de los p~_dres: desciende el uso de prácticas punitivas, desciende la inconsistencia en la administración de refuerzos, aumenta el uso de técnicas basadas en el refuerzo positivo, aumenta la supervisión de los padres hacia los niños y aumentan las capacidades de autocontrol emocional de los padres. Y, de nuevo, también se observaron efectos significativos de reducción de los problemas de conducta relacionados con la hiperactividad-impulsividad, con las conductas negativistas-desafiantes, con el déficit de atención y con los problemas de conducta como dimensión global (el tamaño del efecto fue de O, 75). En definitiva, las experiencias de evaluación desarrolladas con el programa EmPeCemos demuestran que la intervención es viable, que es bien aceptada en nuestro contexto cultural, que genera altos índices de satisfacción entre los participantes y que es eficaz tanto para la promoción de estrategias educativas apropiadas para los padres como para la reducción de los problemas de conducta disruptiva de los niños. De hecho, la calidad del programa ha sido reconocida por agencias externas internacionales como el European Monitoring Center for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA), el cual le otorgó la máxima calificación en cuanto a diserto, evaluación y eficacia.
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a aplicación eficaz de EmPeCemos requiere una planificación cuidadosa y estar alerta a las situaciones que pueden alterar la implicación de los padres o impedir una adecuada progresión. Para anticipar, evitar o responder a las posibles dificultades y para maximizar el éxito de la intervención, a continuación se presentan algunas pautas básicas a tener en cuenta en el proceso de interacción entre los guías y los padres. Estas pautas han sido contrastadas y sistematizadas por autores como McMahon y Forehand (2003), Prinz y Miller (1996) y, especialmente, Webster-Stratton
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(2002).
4.1. Pautas generales Trabaje la motivación ínícial de los padres Una adecuada motivación e implicación de tos padres es un requisito básico para que la intervención se desarrolle adecuadamente y sea eficaz. La entrevista de presentación y motivación inicial es una pieza fundamental para definir el problema, clarificar expectativas y dar a conocer a los padres cómo se desarrollará el programa y qué se esperará de ellos. Cuando el programa se aplique en un entorno clínico donde los padres demanden ayuda, resultará importante aclarar las metas del tratamiento. A menudo los padres buscan ayuda en medio de una crisis o en respuesta a un problema específico y pueden sorprenderse cuando el guía del programa les explique la necesidad de promover en los niños conductas positivas, más que centrarse exclusivamente en el problema que está captando la atención de los padres. Esto es algo que deberá ser cuidadosamente explicado y argumentado. Otra situación frecuente es la de los padres que buscan que el guía intervenga únicamente sobre el niño: son padres que asumen que el problema reside exclusivamente en su hijo y que el profesional debería desarrollar su tratamiento sobre éste. El guía debe estar preparado para explicar que el problema está en la interacción de padres e hijos y que, por tanto, la actuación de los padres es una clave de vital importancia. Además, se debe explicar que, puesto que los padres comparten con sus hijos tiempos mucho más amplios que el
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EmPeCemos
guía, resulta eficiente enseñarles a manejar los problemas cuando éstos ocurran. La Implicación de los padres favorecerá un cambio más eficaz y duradero en la conducta del niño. Adicionalmente, cuando el programa se aplique en un contexto de prevención, se deberá explicar a los padres por qué se ha considerado que el programa es apropiado para ellos. La aplicación de EmP,¡Cemos en un contexto de prevención requiere haber recogido previamente información de los padres. En la entrevista inicial, el personal del programa debe explicar a la familia que a partir de estas evaluaciones, y teniendo en cuenta la propia información que los padres han aportado sobre el comportamiento de sus hijos, el programa EmPeCemos es un recurso que ayudará a mejorar las competencias de los niños y las habilidades de los padres para corregir su comportamiento. En este caso, el programa es un producto que se ofrece (y no es la respuesta a una demanda), por lo que es posible que algunos padres muestren reticencias a implicarse en el mismo. El personal del programa deberá animar a la participación, enfatizando que se trata de un recurso de apoyo que podría ser útil para cualquier padre y que ellos y sus hijos podrán obtener un beneficio especialmente significativo. Frecuentemente los padres
resistentes en las primeras sesiones acaban mostrando una muy buena implicación tras comprobar el interés y la utilidad del programa. No obstante, y pese a una buena labor de motivación, también es posible que algunos padres (con frecuencia sometidos a múltiples estresores laborales y psicosociales) opten por no participar.
Procure que los dos padres estén implicados en e/ programa cuando sea posible Idealmente, no solo el cuidador principal debiera participar en el programa. Este tipo de programas son más eficaces si participa también el otro miembro de la pareja u otra persona directamente implicada en la crianza del niño (p. ej., el tío, la abuela ... ). Esto ayuda a resolver los problemas juntos y a apo· yarse mutuamente en el empleo de las técnicas del programa. Además, de este modo se garantiza la consistencia en las prácticas de crianza de las dos figuras. Cuando solo una asiste a las sesiones, es recomendable que los padres compartan los aprendizajes y los materiales con la otra tigura parental y que ambos practiquen las habilidades del programa.
Anticipe frustraciones y retrocesos Con frecuencia, los padres acuden a terapia esperando curas rápidas y con la esperanza de que los problemas de los niños se resuelvan con facilidad. Los guías del grupo deben dejar claro desde las pri-
meras sesiones que fos cambíos requieren un compromiso sustancial por parte de todos y una inversión de tiempo y de energía a largo plazo para poder mantener los resultados deseados. También se debe alertar a los padres sobre los posibles retrocesos percibidos en los niños; por ejemplo, determinadas técnicas pueden hacer que el comportamiento empeore antes de mejorar (p. ej., ignorar); en otros casos, el comportamiento de los niños puede mostrar fluctuaciones momentáneas que quizás amenacen la confianza de los padres. Se les debe animar a anticipar y a enfrentarse a las dificultades considerándolas como oportunidades para practicar las nuevas técnicas, más que como fracasos que dañen su percepción de autoeticacia.
Normalice los problemas La experiencia ha demostrado que, con frecuencia, los padres de los niños con problemas de conducta albergan un sentimiento de fracaso debido a los problemas de sus hijos. Sienten que no son lo suficientemente buenos como padres y esto les genera impotencia y desesperanza sobre las posibilidades que
4. Directrices para la aplicación del programa EmPeCemos
tienen para controlar a sus hijos (Webster-Stratton, 2002). Pueden sentirse avergonzados, frustrados, deprimidos, culpables, etc. A menudo se sienten aislados y estigmatizados por otros adultos (p. ej., vecinos, parientes o profesores). Otros padres, por el contrario, atribuirán toda la responsabilidad a sus hijos. Desde la primera reunión, es importante tranquilizar a los padres mostrándoles que todos los niños se portan mal en algún momento y que, en efecto, algunos niños son más diñciles de manejar que otros, También es necesario normalizar sus emociones, ya que es natural que algunos de ellos_ respondan de modo alterado («Es dificil para cualquier padre no perder los nervios cuando tienes a un niño que está de rabieta en rabieta a lo la"rgo de todo el día,i). Reconociendo y normalizando estos sentimientos, el guía puede crear una atmósfera de apertura en la que los padres entiendan que sus preocupaciones y sus ideas serán escuchadas, comprendidas y aceptadas (Webster-Stratton, 2002). Por supuesto, tras normalizar los problemas hay que dejar claro que estos pueden cambiarse empleando las técnicas de! programa.
Anticipe posibles dificultades e identifique resistencias Cuando se propone a los padres poner en práctica cada una de las técnicas en casa, es un buen ejercicio para ellos reflexionar sobre las posibles dificultades que se pueden encontrar (p. ej., ¿se dispone de un lugar para aplicar el «tiempo fuera))? ¿Qué hacer cuando hay visitas en casa?), Esto les permite afirmarse ante los obstáculos y anticipar también posibles soluciones, A veces las dificultades se deben a la resistencia al cambio (Webster-Stratton, 2002), la cual puede manifestarse en conductas como no hacer las tareas para casa, llegar tarde a la sesión, desafiar continuamente los planteamientos del guía, etc. La resistencia es una tendencia natural siempre que se aprende un nuevo comportamiento. De hecho, cuando se intentan promover cambios en una familia, puede ocurrir que algunos de los miembros ejerzan presión para recuperar las fórmulas de funcionamiento más conocidas y cómodas. Los padres pueden sentirse torpes a la hora de desplegar nuevas técnicas, verlas como artificiales, considerar que ya lo han probado y no les funciona, tener actitudes negativas hacia ese método porque lo experimentaron en sí mismos cuando eran niños, no entender adecuadamente el sentido de la técnica, etc. Ante cualquier indicio de resistencia es importante que los guías discutan con los participantes sobre las razones de esas resistencias de un modo abierto y sin ponerse a la defensiva (<1Parece que no estáis muY de acuerdo con esta técnica. ¿Cuál es la razón?>•). El guía debe indicar a los pa.rticipantes que estas reacciones son normales en cualq':)ier proceso de cambio, pero que podrán observar [os beneficios al intentar y practicar repetidamente las nuevas técnicas. Se les debe animar a practicar las técnicas adecuadamente durante un período experimental para poder comprobar sus efectos. En nuestra experiencia con EmPeCemos hemos constatado que estas resistencias se van venciendo en cuanto los padres comprueban la efectividad de las distintas técnicas expuestas.
Proporcione un apoyo individualizado A~emás de las sesiones grupales, los padres necesitan sentir que se les atiende en sus'necesidades y en su situación particular. Antes o despu.és de las sesiones, pueden establecerse encuentros informales con cada padre, especialmente con aquellos que tengan más dificultades para seguir el programa, entender las instrucciones o participar activamente. El guía debe interesarse por sus progresos y sus dificultades. En caso necesario, se concertará una sesión individual para apoyar la práctica de !as habilidades enseñadas y adaptarlas a las peculiaridades de su caso. Es importante que el guía detecte
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EmPeCemos
cuanto antes a aquellos padres con dificultades, resistencias o situaciones atípicas, con el objetivo de poder abordarlas individualmente. En cualquier caso, e independientemente de que existan o no dificultades, es recomendable que cada uno de los padres reciba una sesión individual de apoyo (de entre 30 y 45 minutos) al menos una vez durante el programa. Esto favorece su implicación y contribuye a mejorar la práctica de las habilidades.
Dote a los padres de recursos para solucionar sus problemas Aunque los padres en ocasiones demanden respuestas directas por parte de los guías, se debe evitar actuar constantemente bajo un rol de ,iconsejero que resuelve los problemas de la familia)), Obviamente, el guía debe dirigir el aprendizaje de los padres, pero es importante que estos aprendan a resolver sus problemas; es necesario ,,fortalecerlos>f (Webster-Stratton, 2002) y hacer que se sientan confiados para afrontar las situaciones conflictivas y nuevas que puedan surgir cuando el apoyo del guía ya no esté accesible. Esta aproximación de colaboración más que de autoridad ímplica un papel también activo por parte de los padres. Una vez más, subrayaremos que los guías deben evitar la tentación de centrar las sesiones en la instrucción didáctica, para que el peso recaiga en la práctica y en la resolución de los problemas por parte de los padres.
Emplee el refuerzo social El elogio es un reforzador que no solo es importante para los niños. Los padres deben recibir elogios por su esfuerzo por participar, por hacer las actividades, por colaborar en los ro/e-p/aying, etc. Al igual que los niños, los padres se encuentran inmersos en un proceso de cambio de comportamiento, por lo que resulta importante aplicar los elogios desde el primer día del programa y de modo específico («Has sido muy cuidadosa preparando la economía de fichas», «Se ve que has entendido muy bien el sentido del 'tiempo fuera'", etc.). De esta forma, los padres reciben refuerzo antes de .tratar el tema del propio refuerzo en el programa, de forma que en ese momento puedan apreciar más claramente cómo se sienten los niños al reconocerles su comportamiento positivo.
Establezca las normas del grupo al inicio del programa Durante las primeras sesiones suele resultar útil establecer algunas -reglas para favorecer que la dinámica del grupo sea la adecuada. Con la participación de todos, se pueden establecer unas normas mínimas como pueden ser respetar las ideas de todos, respetar el turno de palabra, procurar que las críticas sean constructivas, respetar la confidencialidad (algo especialmente importante), etc. Por otra parte, a lo largo de las sesiones es posible que algún participante poco motivado por seguir el programa muestre actitudes desafiantes o destructivas. El guía debe reconocer el interés de las intervenciones de estos participantes (p. ej., diciendo <,Es una idea interesante y refleja la opinión de algunos padres que .. ,1>). A continuación, e! guía debe clarificar y defender su posición sin ofender al participante. Si este continúa desafiando al guía una y otra vez, seguramente será necesario discutir el problema de forma individual.
Fomente la participación de todos y evite desviarse del tema El guía ha de ser habilidoso logrando que todos participen y haciendo al mismo tiempo que la discusión esté bien enfocada, sin desviaciones del tema a tratar. Algunas personas tienden a estar calladas y
4. Directrices para fp aplicación del programa EmPeCemos
aisladas en situaciones de grupo y es importante animarlas a participar de un modo cordial. Esto es conveniente hacerlo una vez que otros ya hayan participado; las personas más tímidas del grupo solo se sentirán cómodas participando cuando otros ya hayan expresado sus ideas. Otro problema común es la divagación, especialmente en grupos de personas muy habladoras. El guía debe reconducir la discusión, aplazando el tema introducido para otras sesiones, si es pertinente («Eso es interesante, pero lo vamos a reservar para la sesión de ... )i). Si los padres se explayan contando un problema particular, el guía debe aprovechar el caso para ilustrar la aplicación de los principios de la sesión. Si a pesar de todo el participante exige una discusión en profundidad que rebasa los contenidos de la sesión, es conveniente concertar una cita individual. Siempre es importante redirigir la sesión en caso de desviaciones. Los miembros del grupo lo agradecerán ya que una sesión dispersa es frustrante para los participantes. En determinados grupos donde las desviaciones son constantes y difíciles de reconducir, se ha visto útil nombrar moderador a uno de los participantes (Webster-Stratton, 2002). Este papel se rotará a lo largo de las sesiones y su función será asegurarse de mantener al grupo centrado en el tema de cada sesión. Debe instaurarse la idea de que dirigir la discusión es responsabilidad de todos.
Refuerce a los participantes por sus ideas y adopte una posición optimista Ya hemos adelantado que el elogio no solo es funciona con los niños. Todas las personas necesitan ser animadas y reforzadas para progresar en su cambio de comportamiento. Los padres se enfrentan a un desafío importante en su cambio de actitudes y de comportamientos en relación con los niños, y el guía del programa debe desplegar todos los recursos a su alcance para facilitar la tarea. Los participantes deberán sentirse cómodos participando en las discusiones, independientemente de que tengan una mayor o menor capacidad lingüística o que sean más o menos habilidosos socialmente. El guía debe dar sentido a las intervenciones, evitando que se sientan ignorados, ridículos o rechazados. Es conveniente atender a los puntos de vista de todos, parafrasear sus ideas e ir registrando los puntos importantes que ellos mismos vayan expresando. Al mismo tiempo, a los padres se les deben transmitir expectativas positivas sobre su propio cambio. Pueden ser escépticos sobre sus posibilidades de mejorar ( «Mi padre y mi abuelo hicieron lo mismo; no puedo hacerlo de otra forma))). Es necesario reforzar todo indicio de cambio y de aceptación de las nuevas técnicas y expresar nuestra confianza hacia su progreso. Se les animará a intentar aplicar las técnicas cuanto antes, ya que trabajando en edades tempranas del niño ayudamos a detener los comportamientos negativos y promovemos un desarrollo saludable.
Fomente la discusión de las escenas de vídeo Como se señaló anteriormente, la utilización de modelado en vídeo es un ingrediente importante qu~ contribuye a mejorar la eficacia de los programas de entrenamiento de los padres (Robles y Romero, 2011; Webster-Stratton, 2002). Cuando se presenten las escenas de vídeo se deberá fomentar la discusión procurando que el grupo se centre en los puntos clave de las escenas, no en los aspectos periféricos (vestuario, mobiliario, aspecto físico de los actores, etc.). Después de cada escena el guía debe hacer que los participantes expresen sus primeras impresiones. A partir de ahí, el guía debe estimular la discusión, guiándola hacia los aspectOs importantes. Si la discusión no se inicia inmediatamente y si la sesión va mal de tiempo, el guía puede ser más directivo, enfocando él mismo los aspectos clave. Ninguna escena debe reproducirse sin comentario o discusión. En cualquier caso, ha de procurarse que los vídeos no queden concentrados en los últimos minutos de la seSión, sino que se vayan discutiendo con tiempo a lo largo de ella en los momentos indicados en el manual. En ocasiones, si los participantes no tienen claro.el mensaje fundamental de la escena, será posible reproducirla de nuevo. El objetivo es lograr que los participantes se impliquen activamente en la solución de los problemas que presenta la escena y propongan ideas acerca de cómo reconducir la situación que ahí se plasma. También se puede facilitar el aprendizaje preguntando, además, cómo se pueden aplicar los contenidos de la escena a sus
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EmPeCemos
propias experiencias. De todos modos, en cada escena es importante no solo atender a los errores (malas instrucciones,. mala utilización del elogio, etc.), sino también a los comportamientos positivos.
Insista en la importancia de las tareas para casa Las tareas para casa deben explicarse concienzuda!TIQílte ·para que los participantes entiendan su _objetivo y cómo deben llevarlas a cabo. Es necesario ROner mucho énfasis en que las tareas para casa son una parte nuclear del programa. El éxito del programa ~erá mayor cuanta más práctica y más empeño se ponga en estas actividades. Al principio de cada sesión resulta fundamental revisar las tareas para casa. Si algún padre trae la tarea sin hacer, deben analizarse los niotivos. Se debe discutir con él la dificultad que supone esa técnica en concreto ("tiempo fuera>), refuerzos tahgibles, elogio, etc.) o las posibles actitudes negativas hacia ella. En cualquier caso, el guía debe motivar a poner en práctica las técnicas aprendidas, haciendo que los padres reflexionen sobre la ineficacia de las técnicas que antes utilizaban. En definitiva, se debe indicar que el cambio puede ser difícil, tanto para ellos como para sus hijos, pero que es posible si se hace una buena inversión de paciencia y esfuerzo. · Los padres deben percibir el interés del guía en las tareas para casa. Además de discutirlas cada semana, el guía reforzará su realización y escribirá anotaciones de elogio sobre ellas.
Finalice el programa con confianza y realismo Se debe preparar a los padres para enfrentarse a los problemas una vez que el programa finalice. Debe insistirse en que las técnicas no son solo para utilizarlas durante el período del programa, sino que deben aplicarse a largo plazo. Nuestra experiencia con EmPeCemos ha mostrado que, de hecho, los padres siguen encontrando utilidad a las técnicas a medio plazo y utilizando las notas de recuerdo si se les anima a ello al finalizar e! programa. En cualquier caso, también se debe recorlocer que todos los padres tiene_n derecho a cometer errores. De hecho, e( repunte de los problemas es posible tanto en las prácticas de los padres como en el comportamiento de los hijos. Al finalizar el programa s~ puede proponer Un <(torbellino)) de ideas (brain storming6) sobre qué hacer si. esto sucede. Por ejemplo,-se puede empezar a practicar de nuevo los ejercicios del programa, desde el iimomento dulce)> y el elogio; se puede contactar con eJ guía del grupo o incluso llamar a otros padres del grupo para comentar los problemas. Algunos programas, como el de Webster-Stratton (2002), potencian el apoyo mutuo y enfatizan la dimensión de colaboración entre los guías y el grupo o dentro del propio grupo. Tanto el desarrollo del niño como la evolución de la vida familiar hacen que las recaídas sean hasta cierto punto normales; lo importante es desarrollar estrategias para enfrentarse a ellas sin que la vida familiar se altere en exceso. Si es posib~e. el fin del programa no debería suponer unq ruptura entre el guía y e·1 grupo, ni entre los
6. La tormenta de ideas o brain stormíng es una herramienta grupal para la generación de Ideas sobre un tema o un problema. Uno de los aspectos más importantes de esta técnica es que pretende favorecer !a creatividad y generar el mayor número de ideas poslble sin realizar Juicios ni descartar ninguna de ellas hasta su análisis posterior. En este programa, las autoras prefieren denominar esta técnica como •torbellino de ideas•, término que sugiere ta idea de la rapidez y caos en la generación de ideas.
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4. Directl'ices para fa aplicación del programa EmPeCemos
propios participantes, que pueden permanecer en contacto para posteriores encuentros. Al final, el guía ha de mostrar su optimismo ante el compromiso y las competencias de los padres para continuar implicados en las estrategias del programa. Se recomienda que el programa finalice con algún tipo de celebración. En nuestra experiencia previa con EmPeCemos, se realiza una celebración de fin de programa en la que se entregan diplomas de participación y se prepara un aperitivo de despedida. Una vez que el grupo se haya disuelto, se pueden hacer llamadas de teléfono periódicas para interesarse por los participantes y por el uso que están haciendo de las estrategias aprendidas. También es posible enviarles cartas y fichas para recordarles los puntos fundamentales del programa. Finalmente, si es posible, se recomienda programar sesiones de recuerdo o de seguimiento al cabo de unos meses para discutir la evolución de los niños, para revisar los principios del programa y para apoyar a los padres en sus esfuerzos.
4.2. Pautas específicas
4.2.1. Antes de la sesión ------------------------------------------------------------------------------------------Fije un Jugar y un horario Una de las primeras tareas a realizar es elegir el lugar donde llevar a cabo las sesiones con los padres. Algunos de los criterios a tener en cuenta son los siguientes: @
La sala debe tener capacidad suficiente para el número de asistentes. Preferiblemente, la disposición espacial será en círculo, de modo que se favorezca la discusión y la implicación de todos los miembros del grupo.
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Se debe disponer de una pizarra (o rotafolio) y un ordenador que permita reproducir el DVD de los materiales audiovisuales que forman parte del programa.
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Se ha de procurar que el ambiente sea acogedor.
Por otra parte, se debe buscar un horario que facilite el mayor nivel posible de asistencia a las sesiones. Es importante conocer la disponibilidad de todos los participantes y elegir preferiblemente un horario en el que puedan acudir ambos progenitores. La compatibilidad de los horarios con las actividades y responsabilidades cotidianas de los padres es un aspecto crítico para favorecer la implicación en el programa. Esto se constata recurrentemente en la aplicación de los programas de entrenamiento para padres y, particularmente, en la experiencia con EmPeCemos.
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EmPeCemos
Llegue con suficiente antelación a la sesión Los padres han de percibir que los gu1as del programa realizan sus tareas de un modo concienzudo y bien planificado; la impresión de improvisación no es una buena aliada para la implicación de los padres en el programa. Es aconsejable llegar a la sala de la reunión unos 20 minutos antes de que el grupo comience para tener todo listo a tiempo y poder iniciar la sesión con puntualidad. El gula deberá organizar las sillas, preparar las fichas que se entregarán y comprobar que el equipo informático reproduce el DVD correctamente.
Prepare previamente cada sesión En línea con lo anterior, el gura del grupo deberá estar bien familiarizado con el contenido y con las actividades de la sesión antes de ponerla en práctíca. Cada sesión debe prepararse minuciosamente: es importante leer el material del programa, revisar los materiales audiovisuales, reflexionar cuidad~ samente los aspectos clave de la sesión y anticipar las dificultades que puedan surgir ante cada tema. Para facilitar esta última labor, al final de cada una de las sesiones centrales del programa se adjunta un conjunto de preguntas frecuentes formuladas por los padres en este tipo de programas, con pautas de respuesta que pueden ser útiles para los gulas. Se debe planificar la siguiente sesión desde el momento en el que finaliza la sesión anterior. /\demás de preparar los contenidos, hay varias cosas que el gula debe hacer entre sesión y sesión:
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Cumplimentar los materiales de seguimiento correspondientes a cada sesión. Después de las sesiones se debe cumplimentar un diario de Implantación en el que quede constancia de las actividades realizadas. El guía debe registrar cualquier incidencia que sea relevante para el desarrollo del programa (p. ej., temas que no quedaron suficientemente aclarados, cuestiones que hay que retomar en la siguiente sesión, etc.). También debe ser cumplimentada la hoja de registro de participación para cada padre, donde se anota el grado de implicación y su actitud ante la sesión.
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Revisar las tareas realizadas por los padres. Hacer anotaciones de elogio y de ánimo en las tareas es un reforzador muy útil para los padres, quienes se enfrentan con inseguridad a las actividades del programa.
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Llamar a los padres a mitad de semana para conocer cómo están trabajando con los materiales y las tareas encomendadas. No es necesario hacerlo con todos los padres cada semana, pero sl con los que están teniendo especiales dificultades. El guía debe estar atento a esos obstáculos y dificultades que se pueden identificar en algunos participantes desde las primeras sesiones y mostrarles un apoyo y asesoramiento más intenso.
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Interesarse por aquellos padres que, puntualmente, pierden una sesión, Después de cada sesión, se debe llamar a los padres que han faltado en un plazo corto de tiempo, interesándose por las razones que le Impidieron acudir y comentando con ellos las cuestiones que se estuvieron trabajando en el grupo. Esto transmitirá a los padres el mensaje de que el gula está interesado en ayudarles.
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Preparar los materiales. El guía deberá asegurarse de llevar a la sesión todos los matertales necesalios y en cantidad sutíciente para todos los asistentes. Para cada una de las sesiones, en el DVD se incluye un PDF con las fichas correspondientes. El gula deberá imprimir tantas coplas como asistentes tenga el programa.
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4. Directrices para la aplicación del prngrama EmPeCemos
4.2.2. Durante la sesión
Respete el tiempo programado Se debe procurar que las sesiones empiecen a la hora prevista aunque solo haya dos personas presentes, ya que es importante reforzar positivamente la puntualidad y la implicación. Además, el desajuste con los tiempos programados dificulta una aplicación íntegra _del programa, lo que puede provocar que la eficacia del mismo se vea dañada.
Dé la bienvenida y muestre interés por cada participante Es fundamental crear una atmósfera de aceptación e interés con cada uno de los padres. En la primera sesión, el guía deberá presentarse y mostrar su entusiasmo por el programa. Suele ser interesante para los padres que el guía hable sobre su propia experiencia en el trabajo con niños, de modo que perciban que están tratando con un profesional que conoce de cerca los problemas de conducta de los niños. En las siguientes sesiones, se ha de empezar dando la bienvenida a los padres y expresándoles, de una manera u otra, el interés por ayudarlos.
Revise las tareas para casa A partir de la segunda sesión, el primer paso en cada sesión es comentar las tareas para casa, las dificultades que han tenido y los resultados que han observado. Para orientar esa revisión se pueden lanzar preguntas como: <•¿Fue difícil llevar a cabo la tarea?>1, «¿Cómo os sentisteis al ignorar esos lloriqueos del niño?n, u¿Qué aprendisteis al observar el comportamiento de vuestro hijo ante el elogio?n, Además de ello, al comienzo de cada sesión los guras entregarán a los padres las tareas revisadas de sesiones anteriores, para motivarles a continuar participando activamente el programa y para reforzar su esfuerzo.
Describa el plan de la sesión Después de haber revisado las tareas para casa, todas las sesiones continuarán con una explicación del guía sobre el tema que se va a abordar y los puntos básicos que tratará el grupo. Su explicación abrirá la jornada, permitirá crear un plan en la mente de los participantes y ayudará a encauzar la sesión. Este avance contribuye a tener la sesión bien dirigida y hace que pueda ser reconducida cuando se produzcan en el grupo desviaciones hacia otros asuntos poco relevantes para la sesión.
Anime a realizar las tareas para casa Como hemos insistido hasta este momento, el programa no es un conjunto de charlas que los padres reciben pasivamente. Diñcilmente se pueden aprender las habilidades parentales necesarias para mejorar el comportamiento de los niños como meros oyentes. Las tareas prácticas que los padres deben
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EmPeCemos
realizar semanalmente son cruciales para lograr cambios. Al final de la sesión, el guía debe asegurarse de que todos han entendido la tarea que se les asigna y que todos entienden cómo se relaciona con el tema abordado. Además, debe expresar confianza en la capacidad de los padres para realizar la tarea.
Entregue a los paclres los cuestionarios de satisfacción al finalizar ta sesión Cada sesión debería ser evaluada por los participantes mediante un formulario de evaluación semanal. Esto proporciona al guía información sobre la opinión de cada participante acerca de la dinámica de las sesiones, de las discusiones del grupo, del estilo del guía o de la información que se presenta. Además, ofrece información sobre la satisfacción de los padres y sobre las dificultades que están teniendo a la hora de seguir el programa.
4.2.3. Instrucciones para los role-playing
Las representaciones de tipo teatro o role-pfaying también son un ingrediente muy importante para adquirir nuevas habilidades (Lochman y cols., 2008; Webster-Stratton, 2002). Los guías deben estar dispuestos a estimular este tipo de prácticas, aun cuando al principio pueda resultarles incómodo. Es importante recordar que la práctica de las habilidades es crucial para llegar a dominarlas. A lo largo del programa, los guías enseñan técnicas a los padres que quizá no hayan utilizado nunca o hayan estado utilizando de manera incorrecta. Es importante que se vean a sí mismos poniendo en práctica la técnica correctamente, de forma que puedan sentirse capaces de hacerlo en su vida cotidiana. El debate o la discusión sobre las técnicas es importante para movilizar actitudes y reflexionar sobre posibles vías de acción, pero no es suficiente para aprenderlas. En el programa se presentan ro/e-playing previamente definidos, pero el uso de esta técnica no tiene por qué limitarse a los guiones especificados en el programa. Por ejemplo, los comentarios críticos sobre las escenas de vídeo pueden acompañarse de un role-playing par~ escenificar cuál sería la actuación correcta. En otras ocasiones, es útil representar el problema que los padres introducen escenificando cómo la técnica enseñada en la sesión podría aplicarse en su caso concreto. De ser así, es divertido que el padre que introduce el problema represente a su hijo; esto permite contemplar la situación desde la perspectiva del niño. Hay que tener en cuenta que existen padres especialmente tímidos que tienen dificultades para practicar las habilidades en el grupo. Estos padres pueden decir que son capaces de utilizar las habilidades en casa, pero que no se sienten cómodos practicándolas en público. El guía debe mostrar que pr~cticar en la sesión es una parte importante del proceso (aunque en principio uno se sienta incapaz o torpe) y que, con la práctica repetida, los rofe-pfaying se desarrollarán cada vez con más soltura. Un refuerzo apropiado por parte del guía en estos momentos ayudará a aliviar la ansiedad de los padres a~te las representaciones.
i El ro/e-p/aying se ha de utilizar desde las primeras sesiones, de forma que los padres entiendan desde el comienzo que, aunque sea extraño, la práctica en la sesión es una de las actividades básicas. Es importante transmitir, explícita e implícitamente, que el programa EmPeCemos no es una clase magistral ni una conferencia donde los padres asisten a una transmisión unidireccional de información. EmPeCemos es un programa de entrenamiento y, por ello, la práctica de habilidades, primero dentro de la sesión y después en el entorno natural, es un pilar fundamental del programa.
4. Directrices para la aplicación del programa EmPeCemos
En todas las sesiones se debe realizar algún ro/e-playing (idealmente, de dos a tres). ¿Cuál debe ser la actuación del guía? En las primeras sesiones es conveniente que el guía participe haciendo de niño. Es un recurso divertido y útil especialmente para romper el hielo, permitiendo exagerar el papel y captar la atención y motivación de los padres. El guía debe evitar asumir un rol de experto o de ((padre perfectoi>; más bien debe animar a los padres a que exploren sus propias competencias y, en todo caso, debe apoyar o ayudar al grupo a analizar la situación. Para animar a los padres a participar, en los primeros role-p/aying podemos pedirles que lo hagan al principio de la peor forma posible y que luego intenten mejorar siguiendo la pautas dadas en la sesión. Tras las primeras reuniones, el guía podrá dejar de participar como actor y se limitará a dirigir la escena. Al introducir el ro/e-p/aying, el guía: ®
Planteará la escena, describiendo la edad del niño, la situación y el tipo de comportamientos del niño. También instruirá a los participantes: @
animará al participante que actuará como padre a utilizar las técnicas que están siendo entrenadas;
@
deberá indicar al participante que actúa como niño el grado de colaboración que debemostraro la severidad del comportamiento que debe desplegar.
®
Dirigirá la escena. Por ejemplo, puede detener la escena para destacar alguna estrategia o para dar a los padres la oportunidad de preguntar o de pedir ayuda si la situación escapa de su control. Al final, el guía comentará la escena, resaltando los aspectos positivos de la actuación del padre y animando a repetir la escena para mejorar la práctica de la habilidad, si es necesario.
@
Graduará la complejidad de los ro/e-p/aying. Al principio, las representaciones serán sencillas, implicando a un padre y a un hijo (representado por otro padre o por el guía), al que se puede pedir que responda al principio con un comportamiento adecuado. Posteriormente, a medida que el programa avanza, el ro/e-p/aying puede implicar a más de una figura de niño o que los que representen a los niños muestren comportamientos más disruptivos.
®
Animará a todos a participar. Se puede proponer al grupo entero que practique en parejas o en tríos. Por ejemplo, representando los papeles de un padre, un niño y un observador. El niño y el observador darán feedback al padre al finalizar la escena. Alternativamente, una pareja representa el ro/e-p/aying ante el resto del grupo; en este caso, el papel de actores debe ir rotándose de forma que todos participen en algún momento. Esta última modalidad es menos costosa en tiempo, ya que todos los participantes atienden y discuten una misma representación y el guía puede dirigir la atención de todos sobre los puntos importantes del ro/e-p/aying; no obstante, esta modalidad implica una práctica menos masiva. Es conveniente intercalar ambos formatos a lo largo de las sesiones.
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Parte 11
Sesiones del programa
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En esta segunda parte del manual se incluye información detallada para el desarrollo de las distintas sesiones del programa EmPeCemos.
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Como ya se ha indicado en la primera parte del manual, EmPeCemos es un programa estructurado que pretende maximizar la fidelidad, consistencia e integridad de su aplicación, aunque no por ello renuncia a la flexibilidad necesaria para hacer una intervención ajustada a las características y necesidades de cada grupo. En este sentido, los tiempos y el número de sesiones necesarias {individuales o grupales) pueden no ser idénticos en todos los casos. Antes de cada una de las sesiones se deben especificar los principales objetivos a alcanzar, el material necesario, las actividades a desarrollar y las tareas que deberán realizar los padres en casa de una semana a otra. Esta información permitirá al guía preparar las sesiones con antelación. Para el desarrollo de cada una de las actividades propuestas, este manual incluye el guión que el profe. sional deberá seguir con bastante fidelidad. Se trata de la información fundamental que ha de transmitir a !os padres en cada una de las actividades. De igual forma, también se facilitan consideraciones clave para guiar el debate tras la visualización de las distintas escenas de vídeo.
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Todo el material necesario para la implementación del programa EmPeCemos, a excepción del guión para el desarrollo de las sesiones (incluido en este manual), se encuentra disponible en el DVD. A lo largo del manual se especificarán los distintos materiales a entregar y las escenas a visuallzar7 en cada sesión. Se incluyen imágenes en miniatura de las distintas fichas para facilitar al guia la preparación y el estudio previo de la sesión. En el apéndice del presente manual se incluye una tabla resumen de las tareas que deberán realizar los padres en casa entre sesión y sesión para facilitar su seguimiento por parte del gula.
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Durante el desarrollo de las sesiones se utilizarán distintas técnicas, tareas y materiales. Para facllttar su rápida identificación 1 aparecerán representados por una serie de iconos. En concreto 1 son los siguien-
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Ficha
Materiales de trabajo que el guía deberá entregar a los padres para utilizarlos en la sesión.
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Tareas para casa
Materiales de trabajo que el guía enlrega a los padres para ser cumplimentados en casa.
7, En los siguientes capftu!os se presentarán transcripciones no llterales de las escenas de vfde-0 con el fin de recoger la información clave de la escena y facllltar la preparación de las sesiones por parte del guía.
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4-1
Cómo utilizar la guía para el desaral/o de las sesiones del programa EmPeCemos
Nota ele recuerdo
Nota de recuerdo 1
Pequeños resúmenes de conceptos importantes a modo de recordatorio que los padres pueden colocar en algún lugar visible de su casa.
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Tarea
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Actividades propuestas para realizar en grupo durante !a sesión.
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Role-playing
Técnica grupa! en la que se propone a !os padres representar un papel o una situación determinada «como si» fuera la vida rea!.
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Debate
Discusión sobre conceptos importantes para conocer las opiniones de !os padres.
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Vícleo
Materia! visual de apoyo para la adquisición de !as habi!idades trabajadas en el programa y para el cambio de actitudes.
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EmPeCemos
Asimismo, en algunas de las sesiones el guía podrá encontrar información adicional que le ayude a preparar la sesión o a afrontar las dudas y resistencias de algunos de los padres:
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Se proporcionan una serie de consejos o consideraciones clave a tener en cuenta a la hora de trabajar determinados aspectos con los padres. Estas consideraciones deberán consultarse
antes de la sesión, durante la preparación. Aparecen identificados con el siguiente icono:
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Al final de las sesiones clave, se señalan algunas preguntas que se plantean frecuentemente en la aplicación de los programas de entrenamiento para padres. Será el caso de aquellas se-
siones más centrales, las que abordan las técnicas más básicas del programa, aquellas que deben sostener la arquitectura del cambio promovido por EmPeCemos. Estas preguntas han sido formuladas con frecuencia en programas con una filosofía, metodología y desarrollo semejante a EmPeCemos (Barkley, 1997; Forehand y McMahon, 1981; Robles, 2009; Webster-Stratton, 2002). Aparecerán identificadas con el siguiente icono:
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~ Objetivos principales 1. Promover la familiarización del guía con el grupo y viceversa.
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Material necesario
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Ficha 1.1. Presentación del grupo.
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Ficha 1.2. Programa EmPeCemos.
2. Presentar el programa: objetivos y procedimiento de trabajo.
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Ficha 1.3. Listado de objetivos para los hijos.
3. Informar sobre los problemas de conducta.
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Cuestionario de satisfacción semanal.
4. Resaltar la importancia de la cooperación entre la familia y la escuela.
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Carpetas para organizar los materiales.
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Cartulina grande o rotafolios para escribir las normas para la dinámica del grupo (será necesario conservarlo y tenerlo a la vista durante todas las sesiones).
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EmPeCemos
Presentación del guía y descripción del trabajo a desempeñar Al inicio de la primera sesión debemos darnos a conocer al grupo de padres, indicando nuestro nombre y nuestro papel dentro del programa. Una posible presentación podría ser:
Mí nombre es (nombre del guía), soy (psicólogo) y voy a ser el guía del programa EmPeCemos. A lo largo de este primer encuentro, os proporcionaré la ínformacíón más relevante acerca de los objetivos príncípa-
les que se pretenden alcanzar en este programa, los temas que se irán tratando en las próximas reuniones y también dedicaremos algún tiempo a conocernos un poco más. También me gustaría transmitiros que todos los comentarios y sítuacíones que surjan durante las sesiones serán tratados con la máxima conlídencíalídad.
Presentación de los padres del grupo Con el objetivo de «romper el hielo)} y facilitar que los padres se den a conocer, puede continuar planteando una actividad como la siguir~rnte:
Sí os parece bíen empezaremos por conocernos. Para hacerlo más ameno, me gustaría proponeros la síguíente actividad. Vamos a formar grupos de tres, preferiblemente con personas que no conozcamos, y vamos a entrevistarnos los unos a los otros. Debemos intentar recabar la mayor ínformacíón posible de los demás para que dentro de unos minutos podamos presentarnos al resto del grupo. Cada miembro del grupo presentará a uno de sus compañeros de tal forma que todos actuaremos como presentadores y como presentados (por ejemplo, A presenta a B, B presenta a C y C presenta a A). Una buena información para solicitar a la hora de las presentaciones puede ser la síguíente:
Sesión 1. Presentación del programa EmPeCemos
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El nombre de vuestro compañero o compañera.
2. El número y la descripción de las personas que lorman su núcleo familiar (es decir, parentesco, sexo, edad.,.).
3. El tipo de actividades que le gustan. Sería divertido que intentarais descubrir algo interesante o
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anecdótico sobre vuestro compañero1 como una afición o algo in_usual en su vida.
4. También debéis conseguir información sobre al menos una cosa positiva de su hijo (por el que está participando en el programa}.
5. Debéis intentar que vuestro compañero os revele cuáles son las motivaciones que le han llevado a participar en el programa.
6. Y, por último, qué le gustaría lograr en él. Para poder recordar esta información y anotar las respuestas, os voy a entregar una ficha como esta (mostrar ficha 1.1). Podéis escribir las respuestas en las seis primeras preguntas. No escribáis todavía en la parte de abajo. Dedicaremos unos 10 minutos a hacer esta actividad.
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Se les entrega la ficha 1.1. Pre• sentación del grupo para que los padres puedan anotar la información que recaben. En ella se incluyen las áreas de la entrevista y un espacio para escribir las respuestas de sus compañeros en cada apartado.
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El guía debe tomar parte de esta actividad como un miembro más del grupo para que los padres puedan conocerle también. Después de que se hayan terminado las entrevistas, diríjase al grupo y haga que cada persona presente a su compañero. Céntrese en las preguntas 1 a 5 y deje las contestaciones
al punto 6 para el final para entablar un diálogo sobre las expectativas de los participantes hacia el programa intentando corregir las que sean inadecuadas y clariñcando los objetivos principales de las sesiones. Se puede aprovechar este debate inicial para ir tratando el contenido que se presenta en la
siguiente actividad.
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EmPeCemos
Actividad
Introducción Para esta actividad incluimos las instrucciones a seguir para presentar a los padres en qué consiste el programa EmPeCemos:
El programa EmPeCemos pretende implicar a los padres en un trabajo dirigido a intervenir sobre los problemas de conducta de los niños y a prevenir desajustes sociales, emocionales y conductuales a lo largo de su desarrollo. El nombre del programa, EmPeCemos hace referencia a las emociones, los pensamientos y las conductas que se van a tratar en el programa. El interés del programa por estos tres niveles (las emociones, los pensamientos y las conductas concretas) responde a la idea de que siniplemente es necesaria una pequeña variación en la forma de pensar, de manejar las emociones y de actuar de las personas implicadas para que se inicie una espiral creciente de cambios positivos que les permita salir de su circulo de problemas. El programa EmPeCemos ha sido elaborado para ayudar a los padres con hijos de entre 5 y 11 años a afrontar las conductas problemáticas de los niños frecuentes a estas edades. El trabajo que realizaremos en el grupo se dirige principalmente a apoyaros en la dificil tarea de edUcar a vuestros hijos. Este apoyo se refiere básicamente a aportaros ciertos conocimientos sobre el comportamiento de los niños y a dotaros de estrategias que os podrán ayudar a dirigir las conductas de vuestros hijos con
eficacia. Este es un momento dificil para todos, padres e hijos. Para los hijos es una etapa de muchos cambios durante la cual se mueven entre un mundo en el que la fantasía y la realidad se confunden con frecuencia y un mundo mucho más concreto en el que las reglas son permanentes. Muchas veces necesitan seguridad y cariño, y otras, necesitan ser independientes y probar que son capaces de hacer cosas por si mismos. Es una etapa en la que ponen a prueba todos los límites para saber qué es lo que pueden y lo que no pueden hacer. Además, desde que entran en la escuela, los hijos descubren que existen nuevas reglas y nuevas respuestas por parte de otros adultos y de otros niños que son diferentes a las de sus padres y hermanos.
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Sesión 1. Presentación del programa EmPeCemos
Los niños que experimentan ese conflicto entre necesidades y presiones pueden responder con rabietas, lloros o mostrándose destructivos cuando las cosas no salen como quieren e cuando quieren que les prestemos atención. Para los padres, esas reacciones pueden resultar sorprendentes y muchas veces son
difíciles de manejar. A medida que los hijos crecen podéis sentir una pérdida de control sobre sus vidas y enfado cuando no quieren cooperar. También sentiréis preocupación porque vayan bien en el colegio y hagan amigos. A veces os preguntaréis cuánta disciplina o cuánta libertad necesitan. Podréis sentiros culpables por no haber manejado un problema de forma más eficaz o por haberles exigido demasiado. En realidad, con todo ello, ser padre o madre es probablemente uno de los trabajos más duros que un adulto debe asumir y también para los que menor preparación se tiene. Por ello, este programa ha sido elaborado sobre la creencia de que, adquiriendo conocimientos y aprendiendo estrategias sistemáticas, los
padres pueden llegar a saber qué hacer en cada momento y conseguir reducir así los comportamientos más problemáticos de sus hijos. De esta forma podrán recuperar la sensación de control de sus familias.
Estructura del programa ------- - ------- - - - - - - --- - - -- -- -- - - - - - - ----- - - - - ------ - -- - - - -
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Tras hacer una pequeña pausa para comprobar que los padres no tienen ninguna duda, continúe explicando la estructura de! programa.
La estructura del programa está compuesta por 12 reuniones semanales de aproximadamente una hora y media de duración, en las que se pretende promover ciertas competencias en los padres que ayuden a fortalecer las familias. Cuando hablamos de competencias estamos haciendo referencia a habilidades o destrezas de gran utilidad como:
A. Habilidades para establecer reglas o normas en el hogar y para hacer que se cumplan utilizando técnicas disciplinares no violentas (utilizando el elogio para reforzar su cumplimiento, ignorando la mala conducta del hijo o estableciendo consecuencias lógicas cuando no se cumplen las reglas).
B. Habilidades de comunicación positiva con los hijos.
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Habilidades de autocontrol y manejo del estrés.
D. Habilidades para resolver problemas con los hijos. El orden en el que iremos abordando estas cuestiones se muestra en la ficha 1.2. Programa EmPeCemos.
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Entregue a los padres la ficha 1,2. Programa EmPeCemos.
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Se debe repasar con el grupo el contenido
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de cada una de las sesiones y recalcar que todas ellas son importantes y que se nutren unas de otras. Se procurará que los padres com~nten cualquier inquietud que tengan
sobre el trabajo que se va a realizar. Del mismo modo, hay que estar atentos a cualquier señal no verbal de los padres que dé a entender que no comprenden alguna cosa e insistir en que comenten todo aquello que les preocupe con respecto al programa.
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Materiales y técnicas ------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------Continúe introduciendo los materiales y técnicas que se utilizarán a lo largo del programa.
Entre los materiales de trabajo que utilizaremos en las sesiones se incluyen diversos recursos. Por ejemplo, vídeos en los que se muestran las habilidades que se pretenden entrenar; fichas de trabajo que utilizaremos para desarr_ollar las actividades de la sesión y material escrito en forma de notas de recuerdo que os ayudarán a recordar lo trabajado en las sesiones y que podéis _colocar en un lugar visible de la casa (nevera, corcho, etc.). Al finalizar la reunión de hoy os haremos entrega de unas carpetas dónde podréis ir guardando el material que os iremos entregando en cada lma de las próximas sesiones. 1
Con respecto a los métodos de trabajo, utilizaremos técnicas interactivak y prácticas. Por ejemplo, el modelado mediante vídeos y demostraciones en vivo, la discusión en gr~po, la representación de las habilidades aprendidas en el grupo (que llamaremos ro/e-playing) o la prJctica de actividades en el hogar como tarea para casa que deberá ser realizada de una sesión para otra. Como veis, vosotros seréis los protagonistas y los verdaderos dinamizadores de las reuniones cuya buenamarcha dep_enderá por · completo de vuestra colaboración e implicación en ellas.
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Sesión 1. Presentación def programa EmPeCemos
Asistencia e implicación - - --- - ----- --- - ---- - --- ------ -- - -- --- ------- - - - --- ----- -- - - - ---- - --- - -- --- ----- --- - - - - - -
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Tras hacer una pequeña pausa, continúe destacando la importancia de la asistencia e implicación en el programa por parte de los padres.
La utilidad de todos los temas que abordaremos a lo largo del programa, la alta relación existente entre ellos, así como la importancia de vuestra participación en la buena marcha de las reuniones, hace indispensable vuestra asistencia con regularidad a las sesiones. Por ello, nos gustaría conocer en este momento cuál es vuestra disponibilidad para asistir al programa durante las 11 próximas semanas en el mismo horario de hoy.
En el caso de que se planteen algunos inconvenientes (p. ej., trabajo, transporte, cuidado de hijos pequeños ... ) baraje con los padres la posibilidad de proponer otro día u horario para las reuniones, de forma que sea más accesible para la mayoría del grupo.
Además de la asistencia presencial, para que el programa sea eficaz es fundamental vuestra constancia e~Jll_trab_ajo diario a la hora de aplicar las competencias que se irán abordando en cada una de las sesiones. La filosofía del programa es aprender determinadas habilidades que solamente tendrán valor cuando se apliquen en la vida real, lo cual es, además, la única forma de comprobar si funciona'!, Por otra parte, para conseguir dominar tales habilidades y lograr que se integren en vuestra forma natural de actuar es imprescindible la práctica (como ocurre con cualquier otra habilidad como conducir o aprender a tocar un instrumento musical). Por ello, para que el programa tenga éxito es fundamental el esfuerzo que hagáis por poner en práctica las competencias adquiridas con vuestros hijos, entre sesión y sesión y después de finalizar la intervención. Con la finalidad de facilitaros esta práctica y guiaros en los pasos a seguir en ella os propondremos actividades como tareas para casa que tendréis realizar de una sesión para otra. Insistimos en que el beneficio que obtengáis del programa EmPeCemos depende de vuestro compromiso con la asistencia regular a las reuniones y con la realización de estas actividades para casa.
Forma de trabajo y normas para las sesiones --------------------------------------------------------------------------------------------------------------A continuación se introducirá la forma de trabajo en las sesiones y el establecimiento de las normas para el grupo:
Con respecto a la forma de trabajar, debéis saber que todo el trabajo que realicemos será grupal, si bien contactaré de forma individual con vosotros en diferentes momentos a lo largo del programa para hacer un seguimiento del comportamiento de vuestros hijos.
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EmPeCemos
Por otra parte, me gustaría que esa confidencialidad que os he transmílido con respecto a mí labor como responsable del programa también la podamos trasladar al grupo, de tal forma que toda información surgida en·1as reuniones quede entre nosotros. Creo que esta condición de conlldencialldad en el grupo es necesaria para conseguir que os sintáis lo suficientemente cómodos hablando de vuestros problemas o preocupaciones. Por ello, es importante que estemos de acuerdo en no hablar sobre los demás miembros del grupo fuera del mismo.
Se pueden incluir a continuación las siguientes preguntas para el grupo:
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¿Creéis todos que este tipo de confidencialidad es importante? ¿Por qué?
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¿Podemos estar todos de acuerdo en mantener la confidencialidad del grupo?
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¿Qué otras normas creéis que necesitamos aplicar para que todos nos sintamos cómodos trabajando durante los tres próximos meses?
Como respuesta a la última cuestión, y si no surge como propuesta de los participantes, podemos proponer corno norma general del trabajo en grupo el respeto:
Además de la confidencialidad también es importante para todo trabajo en grupo el respeto mutuo, tanto el respeto por las ideas de todos, como el respeto del turno de palabra y el respeto hacia el derecho a no participar en algún tema concreto sí no se quiere.
Sesión 1. Presentación del pmgrama EmPeCemos
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Lea a los padres el siguiente párrafo en el que una madre describe el comportamiento de su hijo Santi de 7 años:
Es tan distinto a su hermano mayor. .. ¡Si lo hubiese tenido a él primero, no hubiese tenido otro hijo! Nunca hace lo que le pido; desobedece casi todo el tiempo. Si no quiere hacer algo, no hay manera de conseguir que lo haga. Además, siempre está protestando por todo y se pone agresivo si se le lleva la contraria. Cuando no está cómodo en una situación grita y tiene pataletas. Agota la paciencia de cualquiera y, al final, nosotros mismos acabamos o bien gritando más que él o bien cediendo para que nos deje en paz. Hemos descubierto que miente mucho. Además el profesor nos ha dicho que no lleva los deberes hechos, que no hace las tareas tampoco en el colegio y que también es agresivo con él y con los otros niños. El pediatra y el psicólogo nos han recomendado que seamos más estrictos poniéndole límites, pero nos da la impresión de que con él nada funciona.
Continúe con la siguiente explicación:
El texto anterior describe algunos comportamientos que preocupan a muchos padres. Este tipo de comportamientos reciben diferentes nombres. Algunos psicólogos hablan de «problemas de conducta», otros de «conductas perturbadoras>i, de comportamientos «desafiantes y oposicionistas» o de «niños difíciles)>.
Se usan términos diferentes, pero todos ellos se refieren a las dificultades que tiene el niño para seguir las normas y las reglas que la mayoría de los otros niños sí aceptan. En alguna medida, todos los niños presentan dificultades para obedecer, hacer las tareas escolares, cooperar o respetar losUmites que les ponen los adultos en algún momento de su vida. Muchas veces son problemas transitorios que los padres pueden manejar por sí mismos. Pero otras veces son problemas· severos y persistentes que se manifiestan en áreas diversas de la vida del niño. Estos problemas pueden generar frustración e impotencia en los padres y pueden dificultar seriamente la vida familiar y el desarrollo del niño. Es en estos casos cuando hablamos de problemas de conducta y cuando muchos padres buscan ayuda profesional. Algunas quejas que presentan habitualmente los padres de niños con problemas de conducta son las siguientes:
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«Mi hijo no hace Jo que Je pido: desobedece, se niega a ayudar en casa, descuida sus hábitos de higiene personal, no hace sus deberes, etc.i),
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«Tiene pataletas y rabietas con mucha más frecuencia que otros niños de su edad)),
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(
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<(Siempre quiere tener la última palabra, siempre protesta».
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«Miente constantemente>),
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«Insulta, se mete con otras personas; no respeta a los demás».
Algunas veces también pueden observarse las siguientes características: 1g]
Impaciencia, no ser capaz de esperar ni de respetar turnos.
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Dificultades para estarse quieto.
1o1
Cambio constante de actividades.
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Dificultades para concentrarse o para escuchar a otros.
Cuando los niños presentan estas últimas características de un modo persistente, es posible que a los padres se les haya comunicado que su hijo puede ser hiperactivo e, incluso, es posible que se haya instaurado algún régimen farmacológico para mejorar el comportamiento del niño.
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Entable un pequeño debate con los padres en este punto. Plantee las siguientes preguntas: 1.
¿Reconocéis alguno de estos problemas en vuestros hijos?
2.
¿Cuáles os preocupan más?
3.
¿Por qué creéis que ocurren estos problemas?
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Sesión 1. Presentación del programa EmPeCemos
Al hilo de la pregunta número 3 del debate, exponga la siguiente explicación:
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Es habitual que los padres se pregunten por qué los niños se comportan así. La respuesta no es sencilla y en cada caso las causas pueden ser distintas. Sin embargo, hay ciertos factores que siemprnsuelen estar presentes. Se sabe que los niños difieren en su temperamento desde muy pequeños. Ya desde bebés hay niños más activos, más impulsivos 1 con más cambios de humor, más emocionales, menos adaptables 1 etc. Por ejemplo, pensemos en dos niños de 15 meses que se caen mientras corren por el parque. Ninguno se hace daño, pero uno de ellos quizás empiece a gritar y a llorar mientras que el otro quizás se ría, se levante y empiece a correr de nuevo. Estas formas diferentes de reaccionar son, en gran parte, diferencias de temperamento. Hay niños con un temperamento especialmente i
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EmPeCemos
Comience esta actividad de la siguiente forma:
En este momento me gustaría que pensarais en buenas conductas que os gustaría ver en vuestros hijos. Concretamente, me refiero a comportamientos simples, relativamente fáciles de realizar por vuestros hijos, que constituirían una señal de que las cosas empiezan a cambiar para bien. Reflexionad un momento sobre ello y anotad lo que se os ocurra en el espacio en blanco que hay en la parte inferior de la ficha 1.1 que os he entregado antes. Recordad que debe ser algo específico y observable que os gustaría que vuestro hijo llegara a hacer.
Una vez que todos los padres hayan escrito cuál sería esa conducta, recoja las fichas de presentación
(ficha 1.1).
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'' Comente las anotaciones de los padres en función de su ajuste a lo que se les pide. El propósito final es poder disponer de un listado de conductas que puedan ser utilizadas como objetivos que los hijos puedan cumplir.
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Sesión 1. Presentación del programa EmPeCemos
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~""ª-. Haga que anoten los objetivos surgidos durante el debate en la ficha 1.3. Listado de objetivos para los hijos para que puedan llevárselos a casa hasta la sesión siguiente. Usted, como guía, debe anotar igualmente los objetivos surgim dos en el grupo. Puede hacerlo en una cartulina grande o rotafolios para que pueda estar visible en las siguientes sesiones.
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Comience la actividad 5 con esta explicación:
Para el desarrollo de todos los niños en general, tengan o no problemas de conducta, es fundamental la buena relación entre los dos agentes socializadores por excelencia, la familia y la escuela. En nuestra sociedad, la vida de los niños durante los años escolares gira en torno a estas dos grandes instituciones: ambas tienen responsabilidades en el desarrollo saludable y en el bienestar de las personas. Ni los padres deben delegar exclusivamente en la escuela la educación de sus hijos, ni la escuela puede encomendar exclusivamente a los padres la formación de los niños como personas competentes en su vida cotidiana. Mientras que para aquellos niños con éxito en la escuela las relaciones entre los padres y los profesores suelen estar marcadas por la cordialidad y la colaboración, en los casos en los que existen problemas que entorpecen el buen rendimiento escolar de los hijos, muchas veces la cooperación entre la familia y el colegio se hace más dificil.
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1. ¿Cómo valoraríais la relación que mantenéis con el colegio de vuestro hijo? ¿A qué creéis que es debida? 2. ¿Conocéis al profesor de este año de vuestro hijo? ¿Cómo habéis establecido el contacto? ¿En las reuniones oficiales convocadas por el colegio, por petición del profesor o por voluntad vuestra?
3. ¿Habéis tenido en el pasado alguna mala experiencia con algún profesor de vuestro hijo? (Intente obtener información sobre el contenido del enfrentamiento).
4. ¿Qué inconvenientes pueden existir que entorpezcan la relación entre padres y profesores? Por ejemplo, conflictos del pasado, falta de confianza en la buena voluntad de la otra parte, culpabilidad mutua de los problemas, etc.
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Tras finalizar el breve debate, concluya la actividad de la siguiente forma:
Sean cuales sean las causas que obstaculicen la buena rnlación entre la familia y la escuela, lo cierto es que sus efectos repercuten negativamente en los niños. Por otra parte, son los hijos los más beneficiados de la colaboración entre padres y profesores y, por ello, es muy importante trabajar en esta dirección. ¿Por qué decirnos esto? ¿Qué ventajas tiene para los hijos que los padres y el profesor colaboren para que se superen los problemas en la escuela?
Sesión 1. Presentación del programa EmPcCemos
Actividad
Tras un breve resumen de los puntos importantes tratados durante la sesión, se indicará a !os padres las tareas que deberán realizar en casa esta semana: 1.
Durante la semana, los padres deberán repasar la ficha 1.3 con los objetivos para los hijos que se han apuntado por el grupo y harán las modificaciones que crean convenientes en la lista: si consideran que alguno de ellos no les convence pueden tacharlo, si se les ocurre algún otro pueden anotarlo, etc.
Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
Antes de finalizar la sesión, os voy a entregar un cuestionario de satisfacción. Nos gustaría conocer vuestra opinión sobre el contenido de cada sesión así como sobre el desarrollo de la misma, con el objetivo de poder mejorar aquellos aspectos que estén en nuestra mano de cara a las próximas sesiones. Os entregaré un cuestionario al final de cada una de las sesiones. No obstante, comprobaréis que es muy breve y que se responde de forma rápida y sencilla .
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Para finalizar la sesión, agradezca a los padres la atención y el interés mostrados en esta primera reunión del grupo y anímeles a que intenten acudir a tantas reuniones del programa como les sea po~ sible. Se debe enfatizar que ser consistentes en la asistencia les permitirá poder probar el funcionamiento de todas las nuevas técnicas y les dará la oportunidad de compartir sus experiencias y de aprender de otros padres. Del mismo modo, motívelos para que se involucren en el programa acentuando los cambios concretos que pueden lograr en la conducta de sus hijos, asegurando que cada uno de los padres es una parte importante del grupo y que todos contribuyen a él con su participación.
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EmPeCemos
Al finalizar la sesión ...
Tras finalizar una sesión, el guía tiene que realizar una serie de tareas para llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres:
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1.
Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres.
2.
Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 1.
3.
Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión.
Q: Material necesario
~Objetivos principales 1.
Enseñar cómo se relaciona la conducta con sus antecedentes y sus consecuencias: principios básicos del aprendizaje social {PAC).
2.
Introducir el concepto de «consecuencias positivas para los comportamientos positivos)).
3.
Discutir la importancia de supervisar el comportamiento y de elogiar.
4.
Promover el establecimiento de un momento especial entre padres e hijos.
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Ficha 2.1. El <
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Ficha 2.2. Principios de aprendizaje de conductas. El gráfico PAC.
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Ficha 2.3. Listado de conductas negativas y positivas.
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Ficha 2.4. La ((hucha de las relaciones positivas)),
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Ficha 2.5. Mantener el «momento dulce» entre padres e hijos.
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Tarea para casa 2.1. Registro de observación y elogio (dos páginas).
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Tarea para casa 2.2. Registro de «momentos dulces)),
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Nota de recuerdo 2.1. Formas de elogiar y de dar ánimo.
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Nota de recuerdo 2.2. Cómo elogiar a tu hijo.
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Juguetes para el ro/e-p/aying (p. ej., puzles, papel para pintar o dibujar .•• ).
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Cuestionario de satisfacción semanal. r11
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El elogio es uno de los elementos fundamentales del programa para padres. Por ello, el guía debe preparar concienzudamente la sesión y estar preparado para aclarar con detalle cualquier duda que los padres puedan plantear sobre este tema. A la hora de presentar los contenidos de esta sesión, el guía debe tener en cuenta que los padres de los niños con problemas de conducta frecuentemente tienen dificultades para elogiar a sus hijos (Webster-Stratton, 2002). Pueden pensar que los niños tienen que realizar sus obligaciones sin necesidad de que se les elogie y que el elogio debe reservarse para algún comportamiento excepcio~ nal. Otros padr,es, abrum~dos por los problemas de su hijo o por sus propios problemas, dicen no encontrar nada que elogiar y describen e! comportamiento de sus hijos en términos tan negativos que excluyen el elogio de su repertorio de comportamientos parentales. Frente a estas resistencias es muy importante que el guía subraye el papel del elogio en el cambio del comportamiento de los niños. Los niños necesitan que reconozcamos sus progresos, por pequeños que sean, y el elogio supone una motivación para perseverar en comportamientos que les resultan difíciles. El elogio es un refuerzo económico y sencillo que podemos y debemos utilizar generosamente en la interacción con los niños. Una frase de aliento tan sencilla como 1qMe encanta que me ayudes a preparar la cena!», dicha inmediatamente después del comportamiento positivo del niño, es un poderoso motivador para realizar esa conducta en ocasiones posteriores. Los elogios, abrazos, caricias y sonrisas son imprescindibles para promover comportamientos positivos en los niños, mejorar su autoirnagen y mejorar nuestra relación con ellos. A veces ocurre que los padres se sienten torpes o artificiales cuando elogian. Es posible que esos padres hayan recibido pocos elogios cuando eran pequeños. En el programa ha de reforzarse la idea de que los padres también deben aprender a «autoelogiarse)), a animarse y a halagarse por sus propios esfuerzos y avances. Al principio, puede sonar artificial, pero con la práctica llegará a instaurarse en el estilo de comunicación familiar. El elogio es una pieza clave para la motivación de todos y se debería utilizar generosamente entre todos los miembros de la fanJilia.
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El elogio está en la base del castillo que queremos construir. Nunca debe escatimarse.
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Sesión 2. El comportamiento y sus cansecuencias. Supe1visar y e/agiar para mejorar la relación entre padres e hijos
Inicio de la sesión
Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior --- - - - -- - ------ ---- - - ---- -- ---- --- -- -
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Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se tratarán las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa
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Listado de objetivos para los hijos Recuerde a los miembros del g~upo la tarea asignada para esa semana y coméntela en grupo:
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¿Habéis hecho alguna modificación en el listado de objetivos para los niños de la sesión anterior?
oo
¿Habéis eliminado algún objetivo?
oo
¿Habéis añadido alguna conducta nueva?
No olvide reforzar los intentos de los padres por realizar la tarea.
Presentación de la agenda para esta sesión - - - - ---- - - - - - - - - - --- - - - - - - -- - - - - - --- - - - ------ ----- - -- - - - - --- - ---- --- ------- - - - - ---- ------- - -- -- - ---- -- ------- - -- - Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y los contenidos que se van a trabajar.
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IEmPeCemos
Agenda de la sesión @
Explicación de los principios básicos del aprendizaje de conductas: el papel de la fami,, lia, el ,castillo de la educación, y el gráfico PAC.
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Las consecuencias de la buena conducta: !as consecuencias positivas, el elogio como
consecuencia positiva, los elogios efectivos y los no efectivos. @
Aplicar consecuencias positivas: el seguimiento de la conducta.
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El «momento dulce,) entre padres e hijos: la interacción, la «hucha de las relaciones positivasi), ideas sobre actívidades dívertídas con los hijos, animar a los hijos a compartir
actividades con los padres, la planificación del ,momento dulce,.
Actividad o
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El papel de la familia. la importancia de la interacción en el hogar Para poder explicar a los padres la importancia de la interacción en el hogar, se pueden exponer las siguientes ideas:
Si recordáis lo que hablamos al final de la reunión de la semana pasada, los entornos en los que viven los niños son principalmente la familia y la escuela, siendo ambos fundamentales para su desarrollo. Muchas veces ocurre que tanto los padres como los profesores de los niños que muestran más proble" mas de conducta se centran esencialmente en las quejas que tienen acerca de su mal comportamiento, dejando que los problemas inunden la percepción que llenen sobre ellos, Esto es algo que he observado repotidamento en los años que llevo trabajando en este ámbito y comprendo que es, en gran medida, natura! y que nos puede ocurrir a todos. ¿Diríais que es algo que os pasa u os ha pasado a vosotros? -¡
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Sesión 2. EJ comportamiento .Y sus consecuencias. Supetvisar y etog/ar para mejomr la relación entre padrns e hijos
Realice esta pregunta abiertamente al grupo y reconduzca las respuestas de los padres tratando de llegar al argumento que se expone en el siguiente párrafo.
Cualquier persona se sentiría abrumada por las dificultades que entraña educar a los niños que no hacen
lo que se les pide, que son inquietos, que no escuchan, que protestan mucho o incluso que se ponén agresivos cuando no consiguen lo que quieren. Pero si realmente queremos superar estas dificultades tenemos que explorar aquellas caracterlstlcas buenas que, sin duda, líenen los niños. Todos ellos tienen grandes competencias y son capaces de mejorar en muchos aspectos; la diferencia es que quedan enmascaradas por el mal comportamiento y resulta más dilícil llegar a ellas.
Continúe su intervención de !a siguiente manera:
El mensaje que se quiere transmitir desde el programa EmPeCemos es que, para conseguir hacer frente con éxito a las conductas problemáticas que muestren vuestros hijos, es necesario cambiar el foco de atención y centrarse en potenciar sus capacidades y sacarlas a la luz. Haciendo grandes sus competencias y s~s buenas conductas comprobaremos cómo, poco a poco, irá quedando menos espacio para el mal comportamiento. Para ello, la familia, y en especial los padres, cobran un papel esencia!. Veamos por qué. En primer lugar, es importante sefialar que los padres son los principales modelos de conducta para sus hijos. De ellos aprenden la forma en la que afrontar y resolver los problemas, así como la forma de interactuar con las personas del entorno en el que crecen. Además, los padres son importantes figuras de refuerzo y son capaces de sacar lo mejor de sus hijos y de promover ,¡ue ellos adquieran comportamientos apropiados mediante el uso de recompensas. Pero esta labor de los padres es más complicada cuando los niños tienen comportamientos difíciles de controlar. Estos comportamientos malos o negativos provocan continuos conflictos entre los niños y sus padres, sus maestros y sus compañeros, lo que causa un deterioro en las relaciones que se alimenta dla Iras día con el mal comportamiento. Además, tal como acabamos de decir, los comportamientos inapropiados de estos nifios acaparan la atención de las personas que les rodean, lo que provoca que sus comportamientos positivos pasen desapercibidos y, por lo tanto, no sean felicitados o animados en esos momentos en los que realmente se están por!ando bien. Todos estos !actores forman y alimentan una espiral de interacciones negativas y conflictos (puede dibujar la tigura 1 en la pizarra para representar el proceso de forma más gráfica), la cual des-
emboca en un agravamiento del comportamiento:
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EmPeCemos
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Ante los comportamientos inapropiados de los niños, los padres pueden reaccionar con irritabilidad o imponiendo castigos desmesurados. Los comportamientos negativos acaparan la atención de los padres, que están poco dispuestos a elogiar y a animar las conductas positivas de los niños.
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Estas reacciones, a su vez, empeoran el comportamiento de los niños, Jo que puede aumentar el nivel .de desafío, las discus.iones y los conmctos.
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De este modo, los padres acaban viendo confirmada la percepción de sus hijos como niños «malos» o imposibles de controlar.
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La espiral negativa crece y crece, haciendo que el lado bueno y posllívo de estos niños se reduzca y pase a un segundo plano, pareciendo a veces que ni siquiera existe.
Los padres tienen que prestar atención a los comportamientos positivos de sus hijos para romper esta espiral. Atendiendo a estos comportamientos podrán reforzarlos y aumentarlos, en detrimento de las conductas más perturbadoras.
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Padres
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( Comportamiento negativo del niño ) ( Aumentan tos comportamientos negativos) (
Irritación de los padres: escasa atención al comportamiento positivo
Empeora el comportamiento )
El comportamiento negativo se cronifica
Los padres ven confirmada su percepción negativa: más initabilidad
El conflicto aumenta; menos elogio; menos Interacciones positivas
Figura 1. La espira/ de los comportamientos negativos
Sesión 2. Et comportamiento y sus consecuencias. Supervisar y elogia/' para mejorar fa relación entre padres e hijos
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Inicie un pequeño debate preguntando a los padres:
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1. ¿Qué os parece esta propuesta? 2. ¿Creéis que tiene sentido? 3. ¿Os parece posible conseguirlo? \
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Introducción del «castillo de la educación» -- -- ---- ------------ - - ----------- - - -- - -- ------ - -- -- - - ----------- - --------- --- - - - ----- -- - --- ------ - - - -- ------- -- Diríjase al grupo con la siguiente explicación para introducir el ucastillo de la educación>i.
Una forma sencilla de entender el proceso de educar a los hijos es imaginarse que es como construir un castillo.
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Jncha En este momento, entregue a los padres la ficha 2.1. El «castillo de la educación)),
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EmPeCemos
La base del castillo, que es lo que la sostiene, es una buena relación afectiva con los niños. Por ello es fundamental que intentemos promover una buena relación con nuestros hijos, siempre que tengamos ocasión. Aunque a algunos padres les pueda parecer difícil cuando existan problemas de conducta, la base del cambio está ahí. Debemos aprovechar todas las oportunidades para jugar con el niño, animarle, prestar atención a sus sentimientos, apoyarle, escucharle, hablar con él ... Una base firme de este tipo nos permitirá ir fortaleciendo las conductas positivas de los hijos y, sobre ella, sostendremos las estrategias que nos permitirán ir eliminando las negativas. Más adelante, en este programa dedicaremos tiempo a aprender técnicas eficaces para mantener una disciplina en el hogar y para manejar las conductas negativas de los niños. Pero es necesario tener presente que para que esto funcione hay que cuidar diariamente los aspectos positivos de nuestra relación con los hijos. Si nos falla la base del castillo, todo lo que construyamos sobre ella se caerá.
Para acompañar la explicación, puede dibujar en la pizarra una pirámide para simular la forma del castillo (figura 2), o bien coger la ficha 2.1 para señalar que la base de la educación es una interacción positiva con los hijos. La parte superior del castillo estaría formada por las técnicas para manejar las conductas negativas (el <(tiempo tuera>), los castigos, la retirada de privilegios, etc.). Esta es una parte más pequeña que debe ocupar menos tiempo y cuya efectividad se sustenta en la base de la interacción positiva.
Técnicas para el manejo de conductas negativas
Interacción positiva con los hijos
Figura 2. Castillo piramidal
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Sesión 2. El comportamiento y sus consecuencias. Supervisar y elogiar para mejorar la relación entre padres e hijos
Exposición del gráfico PAC e introducción de los conceptos Precedentes (P), Actos (A) y Consecuencias (C)
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A continuación diríjase al grupo para explicar el gráfico PAC leyendo en voz alta el siguiente párrafo. Para facilitar la explicación puede reproducir el gráfico en la pizarra de la sala.
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í Entregue a los padres la ficha 2.2. Principios del aprendizaje de conductas. El gráfico PAC.
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l_,·---------:-- ---Como fundamento de las estrategias que aprenderemos en el programa EmPeCemos, debemos entender cómo se genera y cómo se mantiene el comportamiento de los niños. Los principios básicos son sencillos y pueden representarse con el gráfico PAC. Desde este momento, vamos a hablar bastante acerca de la conducta de vuestros hijos. La letra central «Ai> del gÍáfico se refiere a la palabra acto, es decir} la conducta.
Un acto o conducta es algo observable y específico que vuestro hijo hace y que puede ser bueno o malo. Es algo que podéis ver, como llorar, protestar, pegar, jugar, saltar, limpiar, etc. Aquello que nos gusta ver hacer a nuestros hijos es lo que llamaríamos «buena conducta))' mientras que los actos que desearíamos que no hicieran nunca constituyen la <(mala conducta». Muchas veces los padres pensamos que nuestros hijos son perezosos, maliciosos o vagos debido a una forma de ser que no es posible cambiar. Esto es algo normal si recordamos que como el mal comportamiento es muy frecuente, consigue absorber nuestra atención hasta tal punto que parece que el niño «es» malo y no que se esté portando mal. Pero los niños no son buenos o malos por naturaleza, sus actos o conductas son los que podemos calificar de esta forma y los que podemos modificar.
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Para ayudar a los niños a cambiar su comportamiento es necesario que los padres se ciñan a las conductas y no concluyan que los actos del niño se deben a su forma de ser. La conducta de los niños puede cambiarse si nos centramos en cosas específicas. Por ejemplo, María araña a su hermana y su madre le
dice que eso no se puede hacer y que no debe volver a repetirlo. En este caso, Maria sabe exactamente qué acto es el que está mal. Por el contrario, si a María simplemente se le dice que está siendo «mala» y que deje de comportarse así, no entenderá claramente qué es lo que debe dejar de hacer. Con respecto a las otras letras del gráfico PAC, la P se refiere a los precedentes, esto es, a los sucesos que aparecen justo antes del comportamiento de vuestro hijo. Por otro lado, la Ccorresponde a las consecuencias, es decir, los eventos que suceden justo después. Ambos eventos, aquello que ocurre inmediatamente antes y lo que sucede después de la conducta de los niños, son muy importantes para controlar el comportamiento de los hijos. En el transcurso del programa iremos haciendo referencia a ellos. Hoy empezaremos hablando sobre la conducta y sus consecuencias.
Actividad :
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Tras hacer una breve pausa, comience la siguiente actividad con la explicación de cómo aplicar consecuencias positivas ante la buena conduct'.3,
Consecuencias positivas -------------------------------------------------------------------------------------------------Diríjase de nuevo al grupo de la siguiente manera:
Decíamos que las consecuencias son lo que sigue a un acto o a una conducta. Lo interesante de las consecuencias es que las podemos utilizar para conseguir cambios en el comportamiento de los hijos. ¿Cómo? Haciendo que la buena conducta de los niños vaya seguida de consecuencias positivas. La idea de base es que recompensando a los niños después de su buena conducta, estos serán más proclives a repetir _ese comportamiento en el futuro. Esto es algo que está demostrado científicamente y que es aplicable también a los adultos; todos nosotros, si obtenemos algo gratificante después de comportarnos de una manera determinada, volveremos a actuar así para conseguir de nuevo esa consecuencia positiva.
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Sesión 2. Et comportamiento y sus consecuencias. Supe,visar y elogiar para mejorar fa relación entre padres e hijos
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Pida a los padres que proporcionen ejemplos de consecuencias posim tivas. Los ejemplos pueden incluir cosas como ir de compras, ver una película, comprar caramelos, etc. Es importante no olvidar citar, entre las consecuencias positivas más útiles, una
'' muy sencilla: el elogio, el halago o el refuerzo social (un beso, una caricia, un
abrazo, una sonrisa, etc.), ya que es un potente motivador del comportamiento. _
El elogio como consecuencia positiva La importancia de usar elogios con los niños Tras comentar los ejemplos proporcionados por los padres, se procederá a explicar con más detalle e! uso del elogio como consecuencia positiva de una conducta adecuada.
Los adultos con frecuencia no dan suficiente importancia al uso de los elogios y de otros premios sociales como sonrisas o cibrazos a los niños. Piensan que los niños deben comportarse de forma apropiada por sí solos y que los elogios se deben reservar para el comportamiento excepcionalmente bueno o para las acciones sobresalientes, Por eso, muchos padres se olvidan de elogiar a sus hijos cuando juegan ensilencio o cuando hacen sus deberes sin protestar, Sin embargo, las investigaciones indican que justamente la falta de elogios y de atención sobre la conducta apropiada del niño lleva a un aumento del mal comportamiento, Pensando en los grandes beneficios del elogio y en el poco esfuerzo que supone, deberíamos proponernos seriamente utilizarlo muy a menudo, Los elogios y el ánimo de los padres ayudan a los hijos a esforzarse en los pequeños pasos necesarios para dominar nuevas habilidades, a desarrollar una buena imagen de sí mismos y a darles la motivación que necesitan para no rendirse ante una tarea difícil. Una simple frase de elogio («Me encanta que me ayudes a hacer la cama») o un abrazo o una sonrisa actúan como motivadores muy poderosos y, utilizados con frecuencia, tienen un impacto extraordinario sobre el comportamiento de los hijos, El elogio es muy efectivo cuando se ofrece justo después de la conducta que estamos halagando (entre 5 y 1o segundos después). Claro está que muchas veces se nos pasa ese momento, pero aún así, elogiar al niño después de un cierto tiempo de la ocurrencia de la con_ducta es válido, Para desarrollar_ el hábito de elogiar a los niños lo antes posible, los padres podéis intentar «descubrir» a vuestro hijo portándose bien, lo que es además útil para empezar a redirigir vuestra atención hacia el buen comportamiento. En definitiva, es importante elogiar siempre y mejor hacerlo pronto que tarde.
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Una pregunta que hacen los padres con frecuencia se refiere a cómo se debe elogiar al niño: «¿Hay que decirle simplemente algo agradable o es necesario darle detalles de por qué se le dice?». En realidad, las dos posibilidades son válidas si bien puede que sea más apropiada una forma u otra dependiendo de la situación: l!l
Por ejemplo, utilizar un elogio especifico, indicando exactamente qué es lo que el niño hizo cuando se portó bien, resulta muy útil en actividades que son nuevas para los niños (p. ej., «Me encanta que te hayas puesto a hacer los deberes sin decírtelo, ¡estoy muy orgullosa de ti!»).
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Por otra parte, un elogio genérico en el que dejamos saber al niño que ha hecho algo bien, pero sin llegar a precisar cuál fue el comportamiento elogiado, será apropiado para transmitirle mensajes de aceptación general, los cuales ayudan a mejorar la relación entre los padres y los hijos (p. ej., «¡Bien hecho!)) 1 (<¡Qué buen chico eres!»).
Ahora bien, aunque los dos tipos de elogios sean eficaces, para cambiar el comportamiento de los ni-
ños es más útil el elogio específico, especialmente si queremos instaurar comportamientos que al niño le resultan difíciles. Otras cosas que conviene tener en cuenta a la hora de elogiar son las siguientes:
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Evitad combinar el elogio con la critica. Muchas veces los padres os encontraréis en una situación en la que vuestro hijo hará algo elogiable pero, al mismo tiempo, muy mejorable. En estos momentos puede surgir casi inconscientemente la necesidad de corregir al niño para que la próxima vez lo haga mejor. Otros padres elogian y1 sin darse cuenta, se contradicen, mostrándose sarcásticos, dando por
increíble el comportamiento del niño, dejando entrever lo mal que se comporta en otros casos o mostrando poca fe en que se vuelva a repetir. Esta práctica, lejos de tener los beneficios que los padres pueden creer que tiene, resulta muy perjudicial para el aprendizaje de los niños, ya que el comentario negativo contagia al elogio y lo priva de sus buenos efectos. Por ello, es importante elogiar solamente y ser positivo, sobre todo cuando los niños hacen algo bueno por primera vez.
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Mostrad entusiasmo. Para ser eficaz, el elogio debe darse con entusiasmo, sonriendo y mostrando cariño con gestos como abrazos, caricias, palmadas o aplausos. Si elogiamos fríamente, sin apenas mirar al niño o con voz seria, nuestro hijo no se lo creerá y no surtirá efecto. Es cierto que al principio
el elogio puede resultar un poco artificial, pero a medida que se use más, se irá haciendo más natural y más cálido.
El elogio es necesario para crear un clima familiar positivo, no solo con los niños, sino con todos los miem-
bros de la familia. Nosotros mismos debemos aprender a autoelogiarnos por nuestros logros. El elogio no solo es una herramienta para cambiar comportamientos sinoque ayuda a desarrollar una autoestima positiva (en niños y en adultos) y a promover el bienestar emocional. A continuación vamos a ver unas escenas en las que los padres utilizan el elogio con los hijos. Comentaremos brevemente después de cada una de ellas cómo lo hacen.
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Sesl6n 2. El comportomiento y sus consecuencias. Suparvisat y elogiar poro mejorar fa relación
entre padres e hijos
Elogios poco efectívos
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La escena. Un padre y su hijo se preparan para ir al colegio.
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Padre: Bien, Borja, ¡qué bien que te hayas vestido tan rápido esta mañana! Pero, ¿te lavaste los dientes?
Borja: Mmm ... Se me olvidó ... Padre: Ya .. ., siempre se te olvida.
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Debata con el grupo las siguientes cuestiones: 1. ¿Qué es lo que ha hecho el padre para reducir la efectividad del elogio? 2. ¿Cómo podía habelie sugerido que se lavase los dientes sin hacer que el elogio fuera menos eficaz?
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Consideraciones sobre la escena El padre comete el error de mezclar el elogio que inicialmente le da a su hijo con la crítica final. Esta combinación reduce el impacto positivo del elogio dado por vestirse rápido y, por ello, es muy probable que la próxima vez el niño no se esfuerce tanto por estar listo tan rápido. Llame la atención sobre la combinación del elogio con una frase negativa. Hubiera sido mejor que el padre le recomendara lavarse los dientes en otro momento. También considere la posibilidad de que las expectativas del padre no sean realistas (¡si el hijo se hubiese tomado su tiempo para lavarse los dientes no habría estado listo tan pronto!).
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La escena. Un niño recoge sus cosas antes de salir para el colegio. Su madre
Borja, ¡qué estás haciendo! ¡Ven ya, que es muy tarde!
¡Ya voy! (mientras la madre se asoma a la habitación). ¿Pero qué andas haciendo? ... Ay, ¡qué bien que estás ordenando tu ropa! Bueno, pues venga, vamos ... ¡Vamos que ya es muy tarde! Deja eso ahora ya. ;Vamos!
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Elogia esta madre a su hijo? ¿Lo hace bien? 2. ¿Cómo podría ha.tJerlo hecho mejor?
Consideraciones sobre la escena La madre comete varios errores en su intento de manejar el comportamiento de Borja. Al comienzo, actúa correctamente elogiando los esfuerzos del niño, pero el efecto se pierde cuando la madre le resta importancia Indicando que tienen que marcharse. Aun cuando Borja sigue recogiendo su ropa, su madre ignora el buen hacer del niño y lo presiona para que se apresure. Indique que, en ocasiones, los padres se sorprenden cuando ven a un niño hacer algo que rara vez ha hecho antes cuando se le ha pedido. Se puede tener la tentación de ser sarcástico o de criticar este nuevo comportamiento. Sin embargo, es importante que el padre sea lo más positivo posible acerca del comportamiento, porque el niño, si se siente criticado o ignorado, como sucede en esta escena, dejará de intentarlo por completo.
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Sesión 2. El comportamiento y sus consecuencias. Supervisar y elogiar para mejorar la relación entre padres e hijas
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Madre: Borja: Madre:
La escena. Borja, un niño de 10 años, está lavando los platos cuando su madre entra en la cocina.
¡Oh, Borja! ¿Qué haces? ¡No me digas que estás lavando los platos! Sí, hoy quería lavarlos yo para ayudarte. Mira, mejor déjalo, porque estoy viendo que se te va a caer algo ... ¡Y tienes todo esto empapado! ... Cuando se hacen las cosas o se hacen bien o no se hacen ... ')
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Consideraciones sobre la escena La madre está disgustada porque el niño no está lavando bien los platos y está desordenando la cocina. Sin embargo, no se da cuenta de que está tratando de ayudar. Si hubiera reforzado sus esfuerzos y le hubiera ofrecido apoyo, estaría fomentando sus intenciones de lavar los platos más a menudo. Al criticarle, lo que ha hecho en realidad es castigarle por tratar de ayudar en la cocina. Indique lo difícil que puede ser para los padres elogiar si se encuentran enfadados porque creen que el niño pudo haber hecho un trabajo mejor. Haga notar cómo el niño por lo menos estaba intentando lavar los platos y debía haber recibido una respuesta positiva de la madre tan solo por eso. Es cierto que el hijo necesita aprender a hacer esta tarea mejor, pero esto se puede lograr si la madre se ofreciera a ayudarle, fragmentando la actividad en pasos cortos o dividiendo el trabajo entre los dos, por ejemplo. Inicie una discusión acerca del efecto que tendrá la interacción observada en la escena en el comportamiento futuro del niño de ayudar en la cocina.
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Elogios efectivos Tras comentar las escenas, comente la importancia de reforzar los esfuerzos del niño encaminados en la dirección correcta (y deseada).
Recordad que el comportamiento no tiene que ser perfecto para que apliquemos un refuerzo a continuación. De hecho, cuando los niños empiezan a aprender una conducta nueva, necesitan ser reforzados por cada paso que dan hacia la meta. Si esperamos a reforzar solamente cuando se alcance la última meta, se darán por vencidos antes de poder acercarse a ella siquiera. A este proceso se le denomina moldear la conducta y en él se va reforzando al niño en cada uno de los progresos que va haciendo en su camino al éxito en la tarea. A continuación vamos a trabajar de una forma nueva. Os voy a proponer realizar un juego de roles o ro/e-p/aying. Esta técnica es muy eficaz en el entrenamiento de las habilidades y consiste en realizar una pequeña representación de una situación concreta, adoptando un papel. Nos va a permitir practicar todas las técnicas que vamos a ver durante el programa y así ayudaros a que luego las pongáis en práctica correctamente en vuestras casas.
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Role-playing 2.1. «Elogios eficaces e ineficaces».
Para este role-p/aying se necesita la colaboración de dos padres. Usted puede emparejar a los participantes de forma aleatoria o buscar la colaboración de una pareja. Sin embargo, puesto que es una de las primeras representaciones del programa, puede actuar haciendo el papel de «hijo),. No olvide utilizar el humor. Ayudará a que los padres pierdan la vergüenza y generará un buen clima de trabajo.
De esta forma, habrá un padre que representará el papel de padre, y otro padre (o el propio guía), que hará el papel de hijo. Para iniciar el ro/e-p/aying entregue a la persona que haga de «hijo>, unos juguetes (p. ej., puzles, papel para pintar o dibujar ... ) para que juegue con ellos.
Diríjase a los participantes y explique qué es lo que deben de hacer:
i 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 @1 i 1 1 1 1 1 Vamos a representar la siguiente situación. El hijo se encuentra jugando en el salón de casa, en silencio y de forma tranquila, de · manera que se está «portando bien». El padre tiene que reforzarle, pero quiero que le dé un refuerzo ineficaz, como los que hemos visto en los vídeos. Veamos qué se os ocurre. Esta primera representación puede que provoque risa y cree distensión. Tras analizar por qué el elogio utilizado no es eficaz, se continuará solicitando a la persona que hace de padre que aplique el elogio correcto.
Lo has hecho muy bien. Ahora me gustaría que intentases elogiar de manera correcta la buena conducta del hijo. ¿Qué le podríais decir?
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Sesión 2. El comportamiento y sus cansecuencias. Supe,visar y elogiar para mejorar la relación entre padres e hijos
Nota a, recuerdo
Tras la finalizar la representación, entregue la nota de recuerdo 2.1. Formas de elogiar y de dar ánimo y coméntela brevemente con los padres.
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Seguimiento de la conducta - - - - --- - - - ------- -------- - ----------- - ----------- - - -- ------ - - - - -- - -- --- ------ - - - - ------ - ------ - -- - - ----- - - - - - - --Inicie esta actividad de la siguiente forma:
Para poder aplicar una consecuencia positiva al buen comportamiento, los padres deben estar muy atentos para detectar las conductas elogiables de los hijos. Por supuesto, si no observamos alguna acción positiva en nuestros hijos no vamos a poder elogiarlos o reforzarlos. Esto es algo que parece muy sencillo, pero cuando estamos acostumbrados a prestar atención al mal comportamiento pasamos por alto una buena parte de las conductas adecuadas. Esto es así porque el mal comportamiento es el más frecuente en los hijos o porque es lógico que nos llame más la atención dado que es el que queremos corregir. Así pues, para que la estrategia de elogiar pueda utilizarse y surta efecto, debemos reconducir nuestro punto de mira e intentar detectar las buenas conductas. En la ficha que completaremos ahora aparece un listado de comportamientos que nos ayudará a efectuar este cambio.
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que sea un problema para alguno de los padres, pídale que lo incluya al final de
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1'' En esta ficha, dentro de la columna titulada «Conductas negativas», habéis señalado las conductas que pretendéis cambiar (aquellas ·a las que solemos prestar más atención). Sin embargo, cada una de estas conductas tiene su correspifndiente comportamiento positivo opuesto (los que se reflejan en la columna «Conductas positivas»). Estas conductas positivas son las que deberíais elogiar en vuestros hijos. Repasad la ficha y, entre las conductas negativas que habéis marcado, seleccionad los tres comportamientos más problemáticos y enumeradlos por orden de importancia con los números 1, 2 y 3.
Para la mayoría de las familias que acuden al programa, uno de los grandes problemas en el manejo
de sus hijos es la desobediencia. Muchas de las quejas al respecto es que los niños no escuchan, no hac~n caso a nada de lo que se les dice, son irrespetuosos, hacen lo que quieren, tienen una mala actitud, etc. Por ello, debemos explorar hasta qué punto esta problemática está presente en el grupo y
asegurarnos de que los padres eligen «No sigue las directrices o las órdenes de los adultos)) como uno de los comportamientos negativos, si es que este es relevante para el niño.
Sesión 2. El comportamiento y sus consecuencias. Supervisar y elogiar para mejorar la relación entm padrns e hijos
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Entregue a los padres las DOS PÁGINAS de la tarea para casa 2.1. Registro de observación y elogio, una para cada semana.ª
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= Para finalizar esta actividad, explique a los padres la primera tarea que se les va a solicitar realizar en casa:
Como tarea para casa vais a tener que realizar un seguimiento sobre las tres conductas negativas más relevantes que habéis identificado y sus respectivas conductas positivas. Este registro lo cumplimentaréis durante las próximas dos semanas. En la parte superior de la hoja aparecen los números del 1 al 3, que representan a cada una de las tres conductas negativas. Tenéis que escribirlas todas en la casilla correspondiente de la fila «Conducta" y de la columna «Negativa". Al lado de ellas, tenéis que escribir las conductas positivas equivalentes (en la columna «Positiva,,). Para llevar a cabo el registro, cada día tendréis que indicar si habéis observado esas conductas (tanto las positivas como las negativas), haciendo una X en la casilla «Observada". Si el comportamiento observado es positivo, deberéis elogiarlo. Cuando lo hayáis hecho, haced también una cruz en la casilla «Elogiada>),
En este instante inicial del programa, el foco de actuación es la observación del comportamiento y el refuerzo de las conductas positivas. Pero, ¿qué pasa cuando el niño muestra un comportamiento negativo? De momento, no se debe indicar ninguna pauta concreta a los padres. Las consecuencias para el comportamiento negativo se tratarán en próximas sesiones y será a partir de entonces cuando podrán usar diferentes técnicas si las actuales no les resultan efectivas,
El guía debe asegurarse de que los padres han comprendido esta tarea. Puede poner ejemplos con los comportamientos que haya elegido alguno de los padres, indicándoles qué deben hacer cada día que observen el comportamiento positivo o el negativo. Es muy importante que los padres tengan claro cómo hacer el registro y para ello puede ser necesario presentar un ejemplo de registro cumplimentado.
8. Lo ideal es que cada progenitor cumplimente una copia del registro, aunque no participen ambos en el programa. De ser así e! guía deberá preparar tantas copias de esta tarea como sea necesario.
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Inicie la siguiente actividad hablando sobre la importancia de una interacción positiva entre padres e hijos:
Para potenciar los efectos positivos del elogio, hay algo adicional que los padres pueden hacer: aumentar la posibilidad de compartir momentos agradables en su día a día con los hijos. Una de las cosas que más valoran los niños es precisamente tener momentos relajados y de diversión con sus padres, las personas más importantes en sus vidas. La investigación ha mostrado que los niños que mantienen vínculos
afectivos fuertes y relaciones positivas con sus padres cumplen más fácilmente las normas qua estos las establecen y tienen un desarrollo emocional muy saludable.
La «hucha de las relaciones positivas» -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------Continúe la explicación como sigue:
Como dijimos antes, a lo largo del programa se pretenderá construir un «castillo de la educación» firme. También comentamos que era muy importante establecer una base del castillo sólida y estable. Esta base, que sostiene toda la estructura del castillo, es la buena relación afectiva con los niños. Para contar con una base sólida debemos ir llenando una hucha cada día y siempre que tengamos ocasión: la «hucha de las relaciones positivas». A lo largo del proceso educativo tendremos momentos más delicados con los hijos, puede haber enfrentamientos, situaciones tensas ...-, pero todos ellos pueden ser superados si
en otros muchos momentos hemos ido «ahorrando)) en nuestra hucha afectos positivos, apoyo, ánimos, transmisión de cariño, etc.
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Sesión 2, El compot'tamiento y sus consecuencias. Supe1Visar y elogiar para mejorar fa relación entre padres e hijos
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Entregue a los padres la ficha 2.4. La «hucha de las relaciones positlvasu y anímeles a contribuir a la hucha siempre que puedan, para que las técnicas educativas lleguen a funcio-
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Tras comprobar que no hay dudas, se introducirá una nueva actividad grupal como sigue:
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Para ir rellenando la hucha de relaciones positivas, debemos compartir, en la medida de lo posible, tiempo
y actividades con nuestros hijos.
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Pida a !os padres que generen ideas sobre actividades que puedan realizarse conjuntamente entre padres e hijos. Intente que los padres se pongan en el lugar de los hijos y que piensen en actividades que puedan ser divertidas para ellos. No serán válidas las tareas que, simplemente, hay que hacer {p. ej., ir al supermercado). Anote en la pizarra o rotafolios la lista de ideas y anímeles a que tomen nota de
ellas.
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Continúe la explicación de la siguiente forma:
La realización de este tipo de actividades de forma cotidiana, simplemente reservando para ellas un cuarto de hora al día, es un aspecto clave para conseguir mantener una buena relación con los hijos. Esos minutos, a los que llamaremos «momentos dulces••, deben estar libres de distrae.clones y d.e discusiones. Se trata, sencillamente, de disfrutar Junios estando ocupados en una actividad agradable para el niño y también para los padres (p. ej.,jugando, hablando sobre lo que les gusta, colaborando en alguna manualldad, leyendo Juntos, etc.). Durante el «momento dulce» no existen los problemas, ni los reproches, ni los enfados; este tiempo está protegido y debe emplearse única y exclusivamente para mantener Interacciones familiares positivas. Subrayamos el concepto de interacción, es decir, de intercambio entre padres e hijos. No es suficiente con compartir el mismo espacio o hacer la misma aclividad sin relacionarse (p. ej., ver la televisión Juntos).
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¡11 ...l.. ..i. :- --------------------------------------------------------------------------,, :' Pregunte a los padres las siguientes cuestiones:
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1. ¿Qué os parece la idea de compartir momentos y actividades con vuestros hijos?
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Formas de animar a los hijos a compartir actividades con los padres A continuación, se procede a explicar con más detalle las consideraciones clave para tener este tiPo de momentos especiales con los hijos.
Un aspecto importante en estos «momentos dulces• es que los niños han de estar cómodos, deben implicarse enJa actividad que propongan y han.de.sentirse aceptados. ¿Cómo se os ocurre que puede conseguirse esto? En la ficha que os voy a entregar podéis ver algunas pautas para conseguir que el «momento dulce» sea lo que pretende.
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Sesión 2. El compottamiento y sus consecuencias. Supervisar y elogiar para mejorar la relación entre padres e hijos
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ficha 2.5. Mantener el «momento dulce» entre padres e hijos y la tarea para casa 2.2. Registro de umomentos dulces)1,
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Planificación del «momento dulce» Ahora diríjase a los padres y pídales que decidan a qué actividades podñan dedicar tiempo con su hijo y con qué regularidad a la semana. La frecuencia y la duración del <,momento dulce» puede ser muy variable1 pero dedicar_ 1_~ minutos a diario, tres o cuatro veces por semana, sería un buen comienzo para conseguir un cambio positivo en la relación con sus hijos. En la primera línea de la tarea para casa 2.2 los padres anotarán su plan sobre los «momentos dulces)> que mantendrán durante la semana. Por ejemplo, media hora cuatro veces a la semana; 15 minutos todos los días, etc. Cada día, los padres deben registrar el tiempo dedicado y las actividades que realizan cada día (p. ej., jugar a un juego, leer un cuento ... ).
Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa durante la semana:
1. Completar el registro de observación y elogio (tarea para casa 2,1) durante dos semanas. Asegúrese de incidir sobre la importancia de elogiar las conductas positivas. Se debe usar la ficha como guía para supervisar las conductas positivas opuestas a las conductas negativas que los padres quieren disminuir. lndíqueles que traigan las hojas de seguimiento a !a próxima sesión.
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2. Poner en práctica su plan de «momentos dulces». Compruebe que entienden cómo completar la tarea para casa 2.2 y que saben que deben recurrir a la ficha 2.5 (Man· tener el «momento dulce» entre padres e hijos) para recordar qué hacer durante el momento dulce. lndíqueles que traigan Ja tarea para casa 2,2 a la siguiente sesión para revisarla y comentarla. s¡ es necesario, el guía pondrá ejemplos sobre cómo cumplimentar la ficha cada día.
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Entregue la nota de recuerdo 2.2.
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
Al finalizar la sesión. Tras Jinalizar la sesión, el guia debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento ade. evado del desarrollo del programa y de la participación de los padres:. 1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres.
2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 2. 3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión.
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Sesión 2. El comportamiento y sus consecuencias. Supe1visar y elogiar para mejorar fa relación entre padres e hijos
Preguntas frecuentes '''
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1. No queremos tener niños consentidos. ¿Elogiar a los niños es malcriarlos? «Tanto énfasis en el elogio, ¿no dará lugar a niños mimados y consentidos? ¿No estamos haciendo que aprendan a comportarse bien solo para conseguir recom-
pensas y no porque simplemente 'hay que' comportarse bien?».
Esta es una objeción que los padres pueden expresar con frecuencia. Muchos padres no están acostumbrados a elogiar a los niños o a los adultos. Muchos tampoco están acostumbrados a recibir elogios, de hecho. A los padres que muestren estos reparos es necesario insistirles que un exceso de elogio no crea niños malcriados ni los lleva a buscar constantemente recompensas externas. Más bien, la Psicología ha encontrado que ocurre lo contrario; para que los niños desarrollen su autoestima y su motivación por portarse bien deben, en primer lugar, recibir aprobación y atención por parte de las personas que son importantes para ellos, en especial, sus padres. Lo que resulta dañino para el desarrollo es recibir poco elogio. Son precisamente esos niños los que tenderán a actuar para complacer a los demás o para conseguir refuerzos externos. Sín embargo, los niños que reciben elogios de sus padres frecuentemente desarrollarán la capacidad de auto-elogiarse y proporcionarse refuerzos positivos a sí mismos. Al mismo tiempo, los niños que reciben elogios aprenden a elogiar a los demás, lo que puede tener efectos muy beneficiosos en la interacción con los otros. En las relaciones sociales suele operar el principio de {(reciprocidad 11: si uno ofrece elogios y refuerzos a los demás, es más probable que también los reciba de los otros, de tal forma que su autoestima se verá fortalecida. En cambio, los niños que no elogian probablemente tampoco recibirán elogios de otros niños o adultos. Por tanto, y teniendo en cuenta que los niños imitan lo que oyen y ven, al recibir mensajes positivos es más probable que interioricen esa forma de pensamiento y lo usen en su (!auto-diálogoi, para motivarse y en su interacción con los demás. Si, por el contrario, los padres son negativos y críticos, los niños imitarán igualmente esa conducta tanto consigo mismos como con los otros.
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2. ¿No deberían los hijos comportarse bien sin que los padres tengan que estar constantemente diciéndose/o y elogiándolos?
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«Mi hijo debería saber lo que está bien y mal hecho. No me parece bien elogiarle todos los días para que haga las cosas elementales que tiene que hacer: sus de-
beres, recoger sus cosas ... ». Es muy probable que nuestros hijos conozcan qué es lo que los padres esperan que hagan, sobre todo si existen normas establecidas o costumbres en casa. Pero en sí mismo, el decirle a un niño cómo debe comportarse no es suficiente para que lo haga: debe estar motivado para ello. La Psicología científica nos deja bien claro que la única forma eficaz de desarrollar esa motivación es utilizando refuerzos. Si a nuestro hijo le reconocemos un buen comportamiento cuando lo tiene y se lo elogiamos (es decir, se lo reforzamos), es más probable que lo repita. Si no hacemos nada y asumimos que lo tiene que hacer porque sí, es muy posible que no lo vuelva a repetir. Así pues, además de hacerles saber a los hijos cómo deseamos que se comporten o transmitirles nuestras normas, debemos elogiarles cuando las cumplan para que lo sigan haciendo (ya que obtienen una recompensa cumpliéndolas) y el buen comportamiento se instaure como un hábito en los niños.
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3. No veo ningún motivo para elogiar a mi hijo. Siempre se está portando mal. «Mi hijo no da más que problemas. ¿Cuándo voy a elogiarlo si nunca se porta bien?».
Es cierto que puede ser complicado elogiar a los niños con un temperamento difícil y agresivo. Entre estos niños y sus padres frecuentemente se genera un círculo vicioso del que es difícil salir: los niños se comportan mal y los padres, desbordados por estos comportamientos, no son capaces de apreciar ninguna conducta positiva en sus hijos. Como los padres no elogian a los hijos, los niños no tienen motivación alguna para cambiar de comportamiento. Para romper ese círculo alguien tiene que iniciar un cambio, y ese alguien deben ser los padres. Es casi imposible que cualquier niño esté todo el tiempo comportándose mal; a lo largo del día tiene que haber algo que haga bien, por mínimo que sea. El problema está entonces en detectar ese momento de buen comportamiento, algo que se hace dificil para unos padres agotados por intentar cambiar esa mala conducta más frecuente. Sin embargo, la única forma de romper ese ciclo negativo con el niño es que los padres aprendan a reconocer y a fijarse en las cosas positivas de sus hijos y a elogiarlos en esos momentos. Así pues, Jos padres necesitan darse cuenta de que solo si los adultos asumen la responsabilidad de cambiar primero su propia conducta -rompiendo el círculo- será posible que existan cambios positivos en la relación.
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4. No hay comportamientos perfectos... ¿No es lógico combinar el elogio con la crítica? <-Cuando mis hijos hace¡¡ algo bieii, veo tambléii lo que han hecho mai, y así se io digo para que mejoren la próxima vez,.
Muchas veces al dar elogios ocurre que, sin darnos cuenta, le incorporamos una muletilla en forma de comentario sarcástico o reprobador para dejar ver que la conducta que estamos halagando a su vez podría ser mejor. Es un error muy frecuente que ocurre no solo al dirigirnos a los hijos, sino que también ocurre en otras muchas dimensiones de la vida cotidiana. Especialmente con los niños, mezclar elogios con cñ-ticas o pequeñas burlas les resta mucha de su fuerza. Veamos algunos ejemplos de Jo que los padres dicen a sus hijos: «Pedro, muy bien por prepararte tan rápido para ir al colegio, pero la próxima vez tienes que lavarte también los dientesu, HMe encanta que quieras ayudarme a fregar los platos, pero estás salpicando todo el suelo y así ensucias más que limpias; si lo haces tienes que hacerlo bien, déjalo que ya me encargo yo)>, En estas situaciones los padres están elogiando el esfuerzo de sus hijos por hacer algo bien, pero su elogio ha perdido valor por haber añadido órdenes y críticas. Los niños se centrarán en la cñtica, es decir, oirán que no hicieron un buen trabajo y puede que reaccionen con desánimo dejando de intentarlo de nuevo. Por todo ello, es importante que cuando los padres den un elogio a sus hijos, lo hagan de forma clara e inequívoca, sin más observaciones. Las órdenes y las instrucciones para mejorar su comportamiento deben dejarse para otro momento. Esto es especialmente importante cuando se trata de niños problemáticos, que están habituados a recibir órdenes improductivas y reprobaciones constantes. El cambio en la forma de reaccionar ante sus comportamientos positivos debe ser claro.
~Objetivos principales 1.
~ Material
necesario
Acentuar la importancia de apoyar a los hijos en el trabajo escolar.
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Ficha 3.1. Cómo establecer un buen sistema para hacer los deberes en
2.
Establecer una rutina diaria para las tareas escolares.
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Ficha 3.2. ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a aprender?
3.
Promover la motivación de los hijos para hacer los deberes.
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Nota de recuerdo 3.1. Cosas de las que hablar con los profesores.
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Nota de recuerdo 3.2. Cómo promover hábitos de aprendizaje en los hijos.
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Cuestionario de satisfección semanal.
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Inicio de la sesión Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se tratarán con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca do los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Antes de comenzar con la revisión, se debe insistir en la importancia de la realización de las tareas para casa. Recuerde a los padres que su participación activa en el programa tendrá un fuerte impacto en el comportamiento de sus hijos. La práctica de las habílídades es muy importante, especialmente sí son nuevas para ellos. Recuérdeles también que puede que no vean grandes cambios al prtncipio porque los progresos importantes necesitan tiempo, aunque, a medida que vayan avanzando las sesiones, podrán comprobar cómo se van produciendo cambios más significativos en los hijos. Las tareas de la sesión anterior se referían al seguimiento de las conductas positivas y negativas, a la apllcac[én del elogio ante las conductas positivas del hijo y a fa puesta en práctiCa de! nmornento dulce¡¡ entre padres e hijos. Dedique unos minutos a hablar con los padres acerca de cada tarea.
Seguimiento de las conductas positivas y negativas ®
Plantee una discusión sobre los problemas o inquietudes de los padres a raíz del seguimiento que han hecho del comportamiento de sus hijos y del empleo del elogio.
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Pregunte a los padres sí son más conscientes del comportamiento de sus hijos ahora que han pasado tiempo prestando atención a lo que hacen.
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Asegúrese de normalizar algunas reacciones iniciales negativas asociadas con la tarea.
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Indique a los padres que si continúan elogiando las buenas conductas su hijo irá respondiendo cada vez más positivamente (p. ej., mejorando su autoestima e incrementando su buen com· portamiento).
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Revise la tarea para casa 2,2 con cada madre o padre. Evalúe los tipos de actividades incluidas y compruebe si existen ejemplos de actividades que
no sean interactivas o que sean Inadecuadas a los intereses o a !a edad de los niños (p. ej., limpieza de la habitación).
Sesión 3. Introducir el refue/'lo acad~mico en el hogar
Presentación de la agenda para esta sesión Presente la agenda de hoy para dar a conocer al grupo cómo se va a desarrollar la sesión y los contenidos que se van a trabajar en ella.
Agenda de la sesión 1.
La importancia de apoyar el trabajo escolar de los hijos.
2.
La supervisión de las tareas escolares.
3.
Establecimiento de una rutina diaria para las tareas escolares.
4.
Cómo implantar un buen sistema para los deberes en casa.
5.
Motivar a los hijos para hacer los deberes: la importancia del elogio y el ánimo, los pequeños refuerzos tangibles del tipo (!primero ... , luego ... >1, establecimiento de consecuencias negativas si los hijos no hacen los deberes, participación de los padres en las tareas es- · colares, etc.
Introduzca esta actividad leyéndoles a los padres la siguiente impresión de una madre:
«Y los deberes, uff ... Veréis, ¡nunca sé qué deberes tiene que hacer! Llega a casa y no tiene deberes o me dice que los ha hecho en el cole. Yo siempre le creí pero ahora me parece muy raro que nunca traiga nada
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
1.
¿Qué ocurre con vuestros hijos?
2.
¿Qué haríais en la situación de esta madre si sospecharais que vuestro hijo os puede estar mintiendo?
3.
¿Cómo podéis saber lo que vuestro hijo está aprendiendo en la escuela o los deberes que tiene que hacer si no os lo dice?
4.
¿Qué deben hacer los padres cuando su hijo se niega a hacer los deberes?
5.
¿Hasta qué punto los padres deben implicarse en los deberes de los hijos? Las tareas escolares, ¿son
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responsabilidad de los hijos y debemos dejarles que sufran las consecuencias si no hacen su trabajo? ¿O los padres deben tomar parte en el asunto?
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Para reconducir o concluir el debate, se pueden exponer a los padres los siguientes argumentos:
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Muchos padres no están seguros de cómo implicarse en la educación de sus hijos. Tal vez, cuando eran niños sus propios padres nunca se implicaron en su labor escolar y fueron bien en el colegio, por lo que se preguntan: «¿Por qué preocuparse?». Otal vez sus padres les obligaban a sentarse durante horas a hacer los deberes y los presionaban como sargentos y, aunque eso les ayudó a ir bien en la escuela, no quieren que sus hijos tengan que pasar por esa experiencia. Otal vez les resulte difícil o agotador pasar toda la tarde con su hijo haciendo los deberes. El objetivo de la sesión de hoy es explorar algunas formas positivas de apoyar la educación de vuestros _hijos. La investigación indica que lo que los padres hacen marca una importante diferencia en la experiencia escolar de los niños. Oe hecho, la implicación de los padres es la clave para el éxito de los hijos en la escuela; pueden ayudarles a que consigan maximizar su aprendizaje, a disfrutar en el colegio y a tener relaciones positivas con sus compañeros. ¿V por qué es esto tan importante? Como hemos mencionado en la primera sesión del programa cuando hablábamos de la importancia de la cooperación familia-escuela,. la vida de los hijos durante la infancia gira en torno a .estos dos contextos. Tanto la familia como la escuela son fundamentales para su desarrollo saludable. Concretamente, el colegio es su primera puerta al mundo externo, ya que le permite interactuar con otros adultos que no sean sus padres y con otros niños y les permite obtener logros socialmente reconocidos.
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Sesión 3. lnlrnducir el refuerzo académico en el hogaf'
En nuestra sociedad los niños pasan mucho tiempo en el colegio, por lo que todo lo que ocurra tras sus puertas marcará de forma importante su desarrollo como personas. Los padres pueden contribuir a que sus hijos disfruten de sus experiencias con los compañeros y vayan bien en la escuela, lo que les ayudará mucho a aprender a vivir en sociedad y a establecer relaciones satisfactorias con los demás. Una de las formas principales de apoyo a la labor escolar de los hijos es supervisar la realización de los deberes en casa. A continuación, vamos a ver cómo hacerlo.
Actividad
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l~_,_,:------------------------------- -----------------------------------------\: Trate con los padres las siguientes cuestiones:
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1. ¿Qué ocurre con vuestros hijos? 2. ¿A vuestros hijos les mandan deberes para casa? 3. ¿Tenéis conocimiento de las tareas escolares que vuestros hijos tienen que hacer cada día?
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4. ¿Es este un tema de conflicto cotidiano con los hijos?
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Cuand6 considere oportuno ahondar en esta cuestión porque alguno de los padres mencione tener problemas con el tema de los deberes, utilice el siguiente discurso:
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EmPeCemos
---------·La asignación de deberes para casa suele ser bastante habitual entre los profesores de enseñanza primaria, si bien depende mucho de: !!:
El método de enseñanza de cada docente.
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El nivel que estén cursando los niños: las tareas a realizar en casa son más frecuentes en cursos superiores.
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El rendimiento de cada niño en el horario escolar: los deberes pueden consistir en tareas Inacabadas durante la Jornada escolar.
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Su capacidad de seguimiento del programa académico: los deberes pueden tener la finalidad de apoyar y mejorar el aprendizaje de los contenidos tratados en las clases.
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La propia polltica interna del centro educativo: favorable o contraria al establecimiento de tareas para casa.
Todos estos factores provocan que la asignación de deberes a los nlfios no sea siempre una práctica regular; es posible que ciertos días se tengan tareas para casa y otros no. Además, el volumen de las tareas también puede valiar sustancialmente de un dia a otro y depender mucho del momento del curso académico en el que nos encontremos. Por ello, a los padres les puede resultar muy difícil estar informados de los deberes que los profesores asignan a sus hijos. Si .esta labor ya es compleja de por si, cuando hablamos de niños que pueden tener dificultades en la escuela (sea por problemas de Inquietud o de comportamiento en el aula o por problemas de atención o concentración), se hace todavía más complicado que los padres puedan hacer un seguimiento asiduo de lo que ocurre en el colegio (p. ej., los niños pueden ocultar lo que ha pasado en el colegio para evitar consecuencias negativas, pueden engañar a sus padres diciendo que ya han hecho sus tareas en el tiempo de recreo o pueden no haber anotado sus deberes y no acordarse bien de los ejercicios que deben realizar). Sin embargo, resulta crucial que los padres supervisen de forma correcta que los hijos hagan los deberes. Así poUrán hacer un buen seguimiento -ríe sus progresos y contribuir a la buena·marcha cie los ·niños durante el curso. Además, el que los padres dispongan de una estrategia eficaz de control de las tareas escolares ayudará a mantener en buenas condiciones la relación entre los padres y el profesor y evitará una Importante parte de los problemas académicos que el hijo puede llegar a tener en la escuela.
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Una forma sencilla de estar al corriente de los deberes de los hijos es utilizar una libreta o agenda en la que el niño apunte sus tareas diarias para cada asignatura y en la que el profesor tenga que dar su aprobación. Para ello, los padres deberían contactar con el docente y sollcitar1e su ayuda para instaurar este método de supervisión. Con él acordarían la manera de dar el visto bueno a las anotaciones del niño y de hacer las correcciones necesarias. Los padres también podrán escribir en la libreta comentarios o preguntas sobre los deberes del hijo. Por supuesto, llevar a casa la libreta de deberes y el material necesario para hacerlos es responsabilidad del hijo y no se pueden admitir excusas para no hacerlo. ~~ ~
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Inicie un pequeño debate en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Os habéis reunido alguna vez en el presente curso con el profesor de vuestro hijo? 2.
¿Habría algún inconveniente para hacerlo?
Si algún padre ha mantenido alguna reunión, intente obtener información sobre el contenido de la misma
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Sesión 3. Introducir el refuerzo académica en el hogar
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Entregue la nota de recuerdo 3.1, Cosas de las que hablar con los profesores para que !es sirva a los padres como guía de la posible reunión con profesores.
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Inicie la actividad 3 haciendo une:1 introducción sobre cómo pueden ayudar los padres a establecer rutinas de trabajo en sus hijos:
Muchos niños, cuando les mandan deberes para casa, no saben organizarse para hacerlos. Además de las muchas distracciones que tienen cuando llegan de la escuela (como la televisión, la videoconsola, los amigos, jugar al fútbol o al baloncesto, etc.), ocurre que antes de tener deberes nunca habían tenido que estructurar su tiempo y pueden no saber cómo hacerlo ellos solos. En estos casos, los padres deben ayudar a sus hijos a establecer una rutina de trabajo para hacer los deberes y a repartir su tiempo entre las obligaciones y el tiempo libre. Para ello, una de las primeras tareas es enseñarles dónde y cuándo se deben hacer los deberes, Observad cómo en la siguiente escena el padre pone a su hijo algunos límites acerca de los deberes.
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La escena. Daniel está viendo la televisión cuando su padre entra en la habitación.
Dani, ya es hora de que te pongas a hacer los deberes. Ya voy. (Dani sigue viendo la tele. El padre se sienta a su lado). ¿Ayer qué hablamos? Que primero hay que hacer los deberes y después se ve la tele. ¡Ya está acabando!. .. ¡Ya voyl (Apaga la televisión). Lo siento, pero antes de ver la tele tienes que hacer los deberes. ¿Qué te cuesta esperar un minuto?
(No responde). (Sigue quejándose). Siempre con los deberes. ¡Quiero descansar! Además tengo toda la tarde para hacerlos, ¿por qué los tengo que hacer ahora? (Mientras se levanta de su lado y con firmeza). Vete a hacer los deberes.
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: 1.
¿Por qué es importante tener una rutina para hacer los deberes?
2.
¿Por qué es importante ver la televisión después de hacer los deberes en lugar de antes?
3.
¿Cómo podéis hacer cumplir esto si no estáis en casa cuando los niños llegan del colegio?
4.
¿Cuáles pueden ser algunas consecuencias si vuestro hijo no hace los deberes antes de ver la te-
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levisión?
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Es necesario fijar una rutina para hacer los deberes, de modo que adquieran el hábito todos los días y les cueste cada vez menos esfuerzo ponerse con ello. Solamente cuando hayan adquirido el hábito de hacer sus tareas escolares, los hijos tendrán el compromiso de estudiar por sí mismos en el futuro, cuando dejen de estar supervisados por los profesores o los padres. En todas las familias resulta muy beneficioso que los padres establezcan una estructura clara y justa en la que se delimiten las obligaciones y los derechos de todos. Esta estructura les ayuda a tener un orden en sus vidas y a saber qué es lo que deben y no deben hacer, lo que les da seguridad y confianza. Instaurar normas claras y justas con respecto a los deberes resulta pues imprescindible para que los hijos tomen conciencia sobre sus obligaciones y su responsabilidad con respecto al colegio.
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Sesión 3. Introducir el refue,zo académico en el hogar
Es importante hacer los deberes antes de ver la televisión porque interfiere de forma notable en la motivación y en el rendimiento posterior de los niños. Las actividades de ocio (como ver la televisión) deben utilizarse como un premio por cumplir con la obligación de hacer los deberes y, por lo tanto, solo podrán disfrutarlas después de ello. La frase «primero ... , luego ... » lo ejemplifica muy bien: «Primero haces los deberes y luego podrás ver la televisión». Si el hijo no cumple con la norma de los deberes tendrá que asumir las consecuencias que se derivan de su conducta como, por ejemplo, quedarse sin televisión al día siguiente, no tener el privilegio de jugar a la videoconsola esa tarde, no poder salir a jugar con los amigos ese día, etc.
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1 Entregue a los padres la ficha 3.1. Cómo establecer un buen sistema para hacer los deberes en casa, y utilícela para trabajar cada apartado.
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Pregunte a cada padre por el lugar de la casa y por el momento que serán designados para hacer los deberes, A medida que se vayan abordando los apartados del 1 al 6 de la ficha, vaya resaltando los siguientes aspectos clave:
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Con los niños que no están acostumbrados a hacer los deberes, es útil empezar pldiéndoles solo 15 minutos de trabajo, para ir incrementando gradualmente 10 minutos hasta alcanzar el tiempo definitivo. Normalmente este proceso lleva semanas.
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En cualquier caso, debe fijarse un tiempo total para hacer los deberes (p. ej., 45 o 60 minutos). Este tiempo debe ser realista con respecto a las tareas habituales que trae el niño como
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EmPeCemos
deberes (si bien no debería superar una hora diaria) y e! hijo debe conocer cuál va a ser este tiempo. Si al finalizar el tiempo encontramos que el trabajo no está terminado debemos evaluar su causa: @
Puede ser que las tareas sean demasiadas para concluirlas en el período establecido, puede que el hijo se haya bloqueado en algún ejercicio particular o que simplemente no haya aprovechado el tiempo distrayéndose o levantándose fácilmente. Los padres actuarán de forma diferente en función de la causa del problema, Por ejemplo, si las tareas son demasiadas y esta situación es excepcional, pueden optar por hacer un descanso y continuar posteriormente ayudando al hijo a finalizarlas de forma activa. Si esto ocurre con frecuencia, pueden optar por intentar hablar con el profesor para informarle de la circunstancia e intentar llegar a un acuerdo para reducir el volumen de tareas de forma que se vaya facilitando la instauración del hábito de trabajo en el niño.
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Si el problema ha sJdo que el hijo ha invertido mucho tiempo en una actividad difícil, la mejor solución será planificar las tareas cada día empezando por las más fáciles y ofrecer ayuda al hijo cuando finalmente realice las más complejas. -_)
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Si la causa ha sido la distracción, debemos pensar en cómo podemos aumentar la motivación del niño por acabar las tareas en el tiempo determinado. La mejor forma de conseguirlo es aplicando consecuencias positivas cuando cumpla con el tiempo fijado e instaurando consecuencias negativas cuando alargue innecesariamente la labor de hacer los deberes.
Cuando los niños no tengan deberes concretos, resulta apropiado proponerles alguna actividad de le!?tura o de repaso de matemáticas, por ejemplo, para ayudar a mantener la rutina de realizar diariamente actividades que requiernn esfue¡zo mental. De esta forma estarernos consiguiendo instaurar el hábito de estudio en los hijos y les será más fácil ponerse a hacer los deberes o a estudiar cuando sea necesario.
Actividad ~@tiw@r ~®r®
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Diríjase al grupo e introduzca la siguiente actividad:
Es muy importante que recordemos que la clave para aprender está en la motivación, Todos nosotros conocemos a niños inteligentes y brillantes que no han tenido nunca éxito en la escuela porque no estaban motivados para aprender. Como hemos comentado hasta ahora, la principal estrategia para reforzar el aprendizaje es que los hijos hagan sus deberes en casa, Pero esta labor resultará mucho más fácil si conseguimos motivarles para
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hacer sus tareas escolares. Existen distintas formas para ello aunque destacan cuatre:
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Sesión 3. Introducir el refuerzo académico en el hogar
a.
animando y elogiando sus pequeños esfuerzos, asegurándonos que aprenden tareas adecuadas a su nivel de desarrollo;
b.
utilizando pequeños refuerzos tangibles;
c.
estableciendo consecuencias negativas si no hacen los deberes; y
d.
participando nosotros mismos en las tareas.
La importancia del elogio y el ánimo ----- - ----- - -- - - - ----- -------- -- - --- ---- ------------- --- -- ---- -- -- - -
------ ----- - - ------
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Continúe de la siguiente forma:
A medida que vuestro hijo vaya trabajando, deberéis controlar su progreso de forma regular y aseguraos de que lo elogiáis por realizar un trabajo apropiado. Inicialmente, será necesario supervisar su trabajo y elogiarle cada 15 minutos o menos, pero se podrá ir ampliando el período de tiempo a medida que el niño se vaya adaptando a la nueva rutina.
Nota a, recuerdo
Remita a los padres a la nota de recuerdo 2.1. Formas para elogiar y de dar ánimo de la sesión anterior. Comente cómo esas formas de elogiar pueden aplicarse al trabajo académico.
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EmPeCemos
la posibilidad de utilizar pequeños refuerzos tangibles siguiendo la frase «primero ... , luego ... » -- - ------- - - - ------- - ---- - ---- - -------------- - -- - ----------- - ------ - ---- - ------------ - - ----------- - ---- - ---------Antes de visualizar las escenas, introduzca el uso de pequeños refuerzos tangibles.
También podéis utilizar la frase llamada «primero ... , luego ... » para reforzar la conducta de hacer los
deberes, tal como se muestra en la siguiente escena.
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La escena. Noelia, de 7 años, habla con su madre, que está en el sofá leyendo el periódico.
Noelia: Mamá, pongo la tele un rato. Madre: PRIMERO vas a buscar tu libro de cuentos y lees aquí conmigo durante 15 minutos y LUEGO podrás ver la tele. Noelia: (Quejándose). ¡Pero ya van a empezar mis dibujos favoritos! ¡No me va a dar tiempo! (Noelia lloriquea). Solo hoy, por favor. .. La madre no responde y sigue leyendo. Noelia, finalmente, se va a buscar su libro de cuentos y se pone a leer.
Consideraciones sobre la escena Esta madre utiliza la regla {(primero ... , luego ... >i para conseguir que su hija haga los deberes. Esta es una frase en la que se les dice a los hijos por adelantado la consecuencia dé su acción. Por ejemplo, <,Primero cumple con tus 15 minutos de lectura diaria, Juego podrás ver la televisión». Recuerde que es importante que primero se mencione la conducta que se quiere (hacer los deberes) y después se ofrezca el reforzador deseado (ver la televisión). Solamente se entrega e! premio si primero el niño actúa de forma apropiada (de esta manera el premio depende de la acción). Si la madre hubiese dejado a su hija ver la televisión antes, habría sido más difícil conseguir que se pusiera a leer. Cuando Noelia se enfada y protesta, la madre ignora sus comentarios y permanece con una expresión facial neutral sin dejar que las quejas de su hija la enfaden. Además se mantiene firme y de forma inmediata apaga la televisión. La hija finalmente obedece cuando ve que su madre habla en serio y por ello se pone a leer el cuento. Podemos utilizar la regla {(primero ... , luego ... >) para reforzar con pequeños premios los progresos que el hijo vaya alcanzando en el cumplimiento del sistema de los deberes establecido en casa. También se pueden recompensar de esta forma los esfuerzos que haga el hijo por completar las tareas aunque el resultado pueda mejorarse. Ejemplos de premios que se pueden utilizar son: lápices de colores, pegatinas, cromos, una merienda o un postre especial, elegir un programa de televisión para ver, traer a un amigo para jugar, jugar con la bicicleta o al fútbol, hacer un puzle o jugar a lo que élija con los padres, que los padres le lean un cuento extra, etc.
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Sesión 3. Introducir el refueno académico en el hogar
El establecimiento de consecuencias negativas si los hijos no hacen los deberes A continuación, introduzca las siguientes escenas:
Cuando los hijos rehúsan hacer sus deberes, los padres deben prepararse para aplicar consecuencias. Una de ellas es la pérdida de un privilegio. Vamos a ver algunos ejemplos.
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La escena. Dos niños están abstraídos jugando con sus videoconsolas.
Madre: Venga niños, que ya son las cinco, es la hora de hacer los deberes, dejad eso. Espérate un momentito. Niña: (Ignora lo que dice su madre). Niño: Madre: Vamos a ver, son las cinco en punto y hemos acordado que esta era la hora de hacer los deberes. Os doy dos minutos más pero si no dejáis de jugar cuando os lo diga, os quedáis sin las videoconsolas durante un día entero, ¿me habéis entendido? Niños: Sí, sí ... (lgnoran y siguen jugando). ¡Mira, mira! ¡He pasado de pantalla! (Le dice el niño a su Madre:
hermana). (Mira el reloj y dice con firmeza). Ya pasaron dos minutos, dejad de jugar y poneros a hacer los
Niño: Madre:
deberes. ¡Déjanos un poco más! Acabamos la partida y ya vamos. (Sigue mostrándose firme). He dicho dos minutos; como no paréis ahora mismo, mañana os
Madre:
quedáis sin jugar. Venga, dádmelas, dádmelas. (La madre coge las videoconsolas).
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' Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: 1
1. ¿Por qué es importante quitar la videoconsola? 2. Anticipando la distracción que provoca en los niños el juego, ¿qué puede hacer esta madre en el futuro? :
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' 3. ¿Cómo puede ser usada la videoconsola como un motivador en próximas ocasiones? (Guardándola '' hasta que los deberes estén hechos). '
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EmPeCemos
Consideraciones sobre la escena Esta madre es eficaz en su establecimiento de límites. Primero les da a los hijos tiempo para que puedan obedecer y les avisa de lo que ocurrirá si no dejan de jugar. Esta estrategia no funciona y cuando los hijos continúan replicándole e ignorando su orden aplica la consecuencia oportuna y les quita las videoconsolas. Las próximas veces podrán utilizar la videoconsola siempre y cuando los deberes estén hechos, nunca antes.
Role-playing 3.1. «¿Qué ocurrirá la próxima vez ... ?».
"' 111111111•11, 1111, 11111e11, 1e•,1111e11, Proponga a los padres realizar una representa· ción sobre qué ocurrirá la próxima vez que los hijos no cumplan con el horario para hacer los deberes siguiendo el ejemplo del vldeo (según lo surgido en el deba_te).
Madre: Me temo que has perdido el privilegio de jugar con la videoconsola hoy porque no has hecho tus deberes a su hora.
Solicite a dos o tres padres que participen en el ro/~playfng; uno de ellos deberá hacer de madre o padre, y uno o dos podrán hacer de hijos. Como se ha indicado, el hijo ha vuelto a incumplir el horario de los deberes y la madre debe
Madre: Ya lo sé, tienes que hacerlos ahora porque no los has hecho antes, pero la hora de hacerlos es a las cinc'O en punto y ya casi es hora de cenar. Si los de mañana los haces a su hora podrás jugar a la videoconsola, ¿de acuerdo?
Niño: ¡Pero los iba a hacer ahora!
aplicar una consecuencia negativa.
Niño: Está bien ... Este puede ser un ejemplo a representar:
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la participación de los padres en las tareas escolares A continuación, se continuará la sesión explicando cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a la hora de realizar las tareas escolares.
Sesión 3. lntmducir ef refueao académico en el hogar
Ofrecer ayuda y supervisar el trabajo
Una de las formas en que los padres pueden participar en los deberes es ofreciéndoles su ayuda a los hijos cuando se bloquean, aunque deberá ser la mínima que el hijo necesite para continuar la tarea. Recordad que lo que queremos es que se habitúen a completar sus deberes por sí mismos y será más difícil que lo consigamos si se acostumbran a hacerlos con nosotros al lado. La cantidad e intensidad de ayuda que los niños necesitan para completar los deberes puede variar de un niño a otro. Por ejemplo, los niños que tienen mayores dificultades para concentrarse y mantener la atención en las tareas necesitan una mayor supervisión. Por ello, cada padre deberá decidir cuál es el nivel de supervisión más apropiado para su hijo. Otra de las formas de participar es ayudando a los hijos a dividir sus tareas diarias en partes manejables. Les podemos decir, por ejemplo: «Haz los deberes de matemáticas primero y me los enseñas cuando hayas terminado». De esta forma podrá enseñaros cada parte para que lo comprobéis y le elogiéis por las actividades que haya hecho bien. Las actividades que se hayan hecho incorrectamente deberán incluirse en la siguiente subunidad de trabajo y se intentarán hacer de nuevo con vuestra ayuda si es necesario. Las tareas que sean más largas o más difíciles de completar deben dividirse en pequeñas metas sucesivas para que puedan realizarlas poco a poco y dispongan de forma continua de vuestro apoyo y ánimo.
Hacer los deberes divertidos Continúe la exposición de la siguiente manera:
Mostrar interés por las actividades escolares de los hijos es incluso más importante que recompensarles por hacer los deberes con premios. Podéis comunicar vuestro interés repasando y hablando con ellos sobre los deberes, preguntándoles por lo que están dando en las clases, manteniendo reuniones con su
profesor y familiarizándoos con el programa de estudios y la rutina de la escuela. También se puede mostrar interés haciendo que las tareas escolares para casa sean divertidas. ¿Habéis intentado alguna vez hacer los deberes más divertidos para vuestros hijos? ¿Cómo lo habéis conseguido?
Si es posible, aproveche las experiencias de los padres para representar alguna forma de hacer los deberes más amena. Si no surge ningún ejemplo presente la siguiente escena de vídeo.
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iii
EmPeCemos
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La escena. Una madre y su hija de 7 años están sentadas delante del escritorio para repasar las sumas. La madre tiene consigo una baraja de cartas española.
Madre: Venga, vamos a repasar las sumas y las restas y vamos a pasarlo muy bien (La madre baraja las cartas). Además te voy a decir una cosa, si ganas tú vas a poder elegir un postre para hoy,
¿qué te apetece? Hija:
¡Gusanitos! Eh ... ¿qué más hay?
Madre: ¡Arroz con leche! Hija:
¡Sí, y una chocolatina!
Madre: Ya sabes, si ganas vas a poder escoger un postre de estos. Hija:
¿Y si ganas tú?
Madre: ¡Ah! Si gano yo, ¡elijo yo un postre! Vamos a hacer una cosa: yo cojo una carta y tú otra y si yo digo suma, tienes que sumar y si digo resta, tienes que restar. Si aciertas te llevas tú las cartas y si no, me las llevo yo. ¡Coge carta! El caballo vale ... [Hija: ¡9!] Y la sota ... [Hija: ¡8!]. 9 + 8, ¿cuánto es? Hija:
(Cuenta con los dedos). Eh ... ¿Qué?
Madre: ¿Cuánto es? Si tardas tanto me las voy a llevar yo antes. Hija:
¡Espérate un momentito! ... ¡17!
r..'!ac!re:
¡Muy bien! Ganas tú. Ahora vamos a restaí. (Cogen otrns dos caítas).
Hija:
¡O!
Madre: ¡Bieeen! Ahora vamos a sumar ... ¿5 + 5? Hija:
10.
Madre: ¡Muy Bien! Ahora ... 6 + 8, ¿cuánto es? Hija:
Uhm ... (Tarda en responder) ... ¡Espérate un momentito!
Madre: ¡14! No vale, tardaste mucho, estas son para mí. A ver ahora, ¿7 + 17 Hija:
Ehhhh ... ¡8!
Madre: ¡¡Muy bien!! Ahora restamos, ¿4 - 27 Hija:
(Se ríe). ¡2!
Madre: Ah, ya pensé que te ibas a equivocar ... Un poco más tarde ...
Madre: Ahora esta es la última, ¿7 + 27 Hija:
¡9!
Madre: ¡Muy Bien! Ahora vamos a contar las cartas ... (Recogen las cartas) Yo creo que está claro quién ganó, ¿eh? ¡Cuenta! (Noelia cuenta sus cartas).
Hija:
¡32!
Madre: ¡Guau! ¡Y yo solo tengo 8! Hija:
¡A ver, a ver! De postre quiero ... ¡una chocolatina!
Madre: ¡Vale! "
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Sesión 3. Introducir el refuerzo acadmédico en el hogar
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1. ¿Por qué la estrategia de esta madre resulta eficaz?
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Establezca un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
2. ¿Cómo le muestra a Noelia su apoyo y aprecio? 3.
¿De qué otras maneras se pueden hacer las tareas escolares divertidas y como un juego?
4. ¿Cómo se pueden usar las matemáticas o las letras en las actividades cotidianas para enseñar a los hijos? (p. ej., dándole algún dinero para que planee hacer la compra contigo, pidiéndole que te ayude en la cocina pesando los ingredientes que necesitas para hacer una receta o leyéndote los pasos de la misma ... ). '~ - --- - - - --- - - - - - - - - - - ------- ------ - - - - - - - - - - - - - - -.- - ------ ----- --- -- --- -- - - -- - - - - - - - - - - -- - - --- ~~
Consideraciones sobre la escena Esta madre está ayudando a su hija en varios aspectos: 1.
Está mostrando interés pasando tiempo repasando las matemáticas con ella.
2.
La elogia y refuerza cada pequeño esfuerzo que hace por aprender a sumar y restar.
3.
Le trasmite su confianza en su capacidad para aprender.
4.
Y hace !a experiencia de aprendizaje divertida usando cartas.
5,
En definitiva, ayuda a su hija a desarrollar un sentimiento de competencia y orgullo en sus capacidades.
Cosas que se pueden hacer para ayudar al aprendizaje de los hijos Como se ha expuesto a lo largo de la sesión, los padres pueden ayudar a que sus hijos progresen en sus aprendizajes mostrando interés en sus actividades escolares, jugando con ellos o reforzándoles por cada esfuerzo que realicen, por ejemplo.
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Entregue a los padres la ficha 3.2.
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¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a aprender? Comente brevemente su contenido en el grupo y
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aclare las posibles dudas.
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Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas a realizar en casa durante la semana:
1. Los padres deberán establecer un sistema para hacer los deberes con su hijo, dejándole decidir en algunas áreas como por ejemplo: momento exacto para hacer los deberes, sitio concreto para ello, frecuencia con la que los padres supervisarán su trabajo, color de la libreta para anotar los deberes de cada día, etc. Los padres deben identificar las áreas de negociación antes de reunirse con el hijo. Con los hijos más pequeños es mejor darles dos O tres posibilidades a elegir, en vez de dejarles decidir abiertamente.
2. Recuérdeles que deben continuar la tarea encomendada en la sesión anterior sobre el seguimiento de las conductas positivas y negativas del hijo para aplicar el elogio ante las primeras. 3. También deben continuar poniendo en práctica el nmomento dulce,, con los hijos.
4. Finalmente, proponga la posibilidad de que concierten una reunión con el profesor de su hijo para hablar sobre su participación en el programa: que comenten cuáles son sus objetivos con respecto al hijo, le pregunten al profesor por los suyos y traten de llegar a un entendimiento para
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Sesión 3. lntmducil' el refuef'ZD académico en el hoga,•
trabajar en la misma dirección. Plantee la posibilidad de utilizar la libreta para los deberes como estrategia de control de las tareas (en aquellos casos que se crea conveniente),
Nota de recuerdo
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Entregue la nota de recuerdo 3.2. Cómo promover hábitos de aprendizaje en los hijos.
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
Tras finalizar una sesión, el guía tiene que realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres: 1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanafos y analizarlos con el objetivo de conocer la
opinión de los padres. 2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 3. 3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión. 4.
Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo.
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~Objetivos principales 1.
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Reconocer la importancia de la comunicación para mejorar la relación con los hijos.
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Ficha 4.1. La escucha activa.
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Ficha 4.2. Ro/e-p/aying.
2.
Entrenar a los padres en habilidades de escucha activa.
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Ficha 4.3. Los mensajes «tú» y los mensajes «yo».
3.
Entrenar a los padres en habilidades de comunicación positiva.
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Tarea para casa 4.1. Registro de habilidades de escucha y de comunicación.
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Nota de recuerdo 4.1. Cómo escu· char activamente.
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Nota de recuerdo 4.2. Cómo comu· nicarse eficazmente.
ti!
EmPeCemos
Inicio de la sesión Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de
reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Establecimiento de un sistema para hacer los deberes con el hijo Inicie un debate en grupo para conocer en qué medida los padres han trabajado con sus hijos en la implantaclón de una rutina para hacer los deberes de tal forma que los niños sientan el plan como suyo. Asegúrese de corregir los fallos que puedan estar cometiendo en este proceso.
Entrevista con el profesor Explore si los padres han ido a hablar con el profesor o si piensan hacerlo, si tienen cita, si han acordado un sistema para que los profesores informen de los deberes, etc. También revise si han continuado con el seguimiento de las conductas positivas y negativas del hijo para aplicar el elogio y si siguen con la práctica del {,.
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy de forma que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y los contenidos que se van a trabajar en ella.
Agenda de la sesión
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'--------"' 1. La importancia de la comunicación en la mejora de la relación con los hijos. 2. Entrenamiento en habilidades de escucha: la escucha activa frente a la mala escucha. 3. Entrenamiento en. habilidades de comunicación positiva: obstáculos para la buena comunicación y formas de superarlos; los mensajes <1yo)) como clave de la comunicación positiva.
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Sesión 4, Mejorar la comunicación familiar
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Inicie un breve debate en grupo acerca de la importancia de la comunicación familiar para conocer las opiniones de los padres al respecto e introducir el tema de la sesión. Utilice las siguientes preguntas para guiar las intervenciones: 1.
¿Os parece importante mantener una buena comunicación familiar?
2.
¿Estáis satisfechos con la comunicación que mantenéis con vuestros hijos?
3.
¿Habláis mucho con ellos? ¿Sobre qué cosas?
4.
¿Creéis que a vuestros hijos les gusta hablar con vosotros? ¿Por qué?
\~---------------------------------------------------------------------------------------~ A modo de conclusión, puede cerrar e! debate con argumentos como los que siguen:
Algunos padres se comunican mucho con sus hijos pero, la mayor parte del tiempo, el tipo de comunicación que establecen es negativa: se dirigen a ellos principalmente para reñirles, ordenarles o conseguir que hagan cosas. Esto hace que los niños aprendan a evitar los momentos de interacción con sus padres, ya que les están continuamente criticando o corrigiendo. ¿Por qué puede ser que estos padres actúen asi? Una explicación es que crean que el mejor modo de conseguir que su hijo se convierta en alguien mejor en el futuro es decirle lo que no les gusta de él ahora, . porque si lo aceptan tal como es, con sus defectos, nunca mejorará. Así pues, estos padres, pensando que es la mejor manera de educar a sus hijos, se apoyan demasiado en el lenguaje de la no aceptación (lleno de evaluaciones, juicios, críticas, advertencias y mandatos). Sin embargo, este tipo de lenguaje calla a los niños. Dejan de hablar a sus padres y aprenden que es más cómodo guardarse sus sentimientos y sus problemas.
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En función de lo comentado, lo mejor que pueden hacer los padres para mantener una buena comunica, - 1 ¡
ción con sus hijos y conseguir que les guste hablar con ellos es transmitirles que les aceptan como son y mostrar apoyo e interés por sus cosas, por su «mundo». Si transmitimos aceptación a los hijos conseguire-
mos que se abran y compartan sus sentimientos y preocupaciones con nosotros. También les ayudará a valorarse positivamente, a aprender a resolver por sí mismos los problemas del día a día y a ser más independientes. Además, mantener una buena comunicación con los hijos es una buena forma de llenar la , No es suficiente con que los padres sientan aceptación por sus hijos, tienen que saber demostrarla para que ellos la perciban. Para ello es imprescindible aprender maneras constructivas de escuchar y de hablar a los hijos, es decir, adquirir habilidades de comunicación positiva. A estas habilidades dedicaremos la sesión de hoy.
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Comparación de las características de la escucha activa y de la mala escucha ------------------------------------------------------------------------------------ ----------------------------Diríjase de nuevo al grupo para iniciar la actividad 2:
Lo primero que hay que hacer para mejorar la comunicación con nuestros hijos es escucharlos. Esto que parece tan simple no siempre lo es: las personas nos comunicamos con los demás fundamentalmente por medio de lo que decimos (las palabras que empleamos) y de cómo lo decimos (los gestos, la entonación, la mirada, etc.). El primer tipo de comunicación recibe el nombre de comunicación verbal y al segundo se le denomina comunicación no verbal. Normalmente, los dos tipos de comunicación están presentes a la vez, complementándose la una a la otra, aunque hay ocasiones en las que los mensajes verbales se contradicen con los no verbales (p. ej., una persona que parece muy enfadada pero dice que está muy tranquila).
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Sesión 4. Mejorar la comunicación familiar
Para realizar una buena escucha es necesario prestar atención tanto al contenido de las palabras como a las claves no verbales empleadas. Además, nosotros mismos también debemos recurrir a los dos tipos de comunicación para transmitir a nuestro hijo que le estamos prestando atención cuando habla. Dentro de las relaciones familiares, las habilidades de escucha son muy útiles para mejorar la comunicación familiar, ya que ayudan a comprender mejor Jo que nos quioren decir nuestros hijos y, además, sirvon para transmitirles que estamos interesados por su «mundo». En la ficha 4.1 se muestran los aspectos que definen una buena escucha frente a lo que sería una escucha inadecuada. Vamos a ir comentándolos uno a uno .
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1 Entrege a los padres la ficha 4.1. La escucha activa. Tras entregar y comentar la ficha, continüe introduciendo las escenas que se van a ver en vídeo:
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Estas estrategias parecen sencillas 1 pero para que surjan de forma espontánea es necesario hacer un esfuerzo por ponerlas en práctica y adquirir el hábito de emplearlas. A continuación se representan unas escenas en las que los protagonistas fallan a la hora de escuchar.
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La escena. Noelia, de 7 años, se acerca a su madre, que está planchando.
Noelia: (Sollozando) ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Borja me empujó y me echó de su habitación! Madre: (Eludiendo el contacto ocular y enfadada) ¡Si te echó fue por algo! (crítica). ¡Anda, no molestes más a tu hermano y vete a jugar tú sola! (solución). Noelia: (Se marcha alterada). /
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En la cocina de casa, son las 9:00 h. de la noche de un día cualquiera.
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Marido: Hola ... (Sin mucho énfasis). Mujer: ¡Ay! (Sorprendida y algo sobresaltada). Hola cielo, ¡menos mal que llegaste! ¡Hoy estoy cansadísima ... ! ¡Menudo día me han dado los niños! ¡Tengo la cabeza que me va a estallar! Marido: (Acaba de llegar a casa del trabajo, se sienta a la mesa y comienza a leer el periódico). ¡Pues tómate una aspirina! (Dice sin levantar la cabeza del periódico).
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: 1. ¿Qué aspectos de la mala escucha se representan en las escenas? 2. ¿Cómo creéis que se sienten la hija, la mujer y el marido? 3. ¿Cómo responderías vosotros en estas escenas?
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Consideraciones sobre la escena La madre en la primera escena y el padre en la segunda incumplen la mayoría de las características de ta escucha activa:
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No prestan atención a las claves no verbales de los mensajes (los sentimientos de la hija y la mujer en cada caso). b. No muestran interés por lo que la otra persona les dice (no les miran a los ojos, no muestran expresiones faciales de comprensión ni utilizan las estrategias (1abrepuertasn para mostrar interés). c. No tratan de conocer lo que ha pasado para entender por qué la otra persona les dice lo que les dice (no piden aclaración); es más, cortan de inmediato la comunicación utilizando la crítica (en ambas escenas) y dando una solución (en la primera escena).
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Sesión 4, 1We}arar la comunícación famlliar
Role-playing 4.1. «Escenificación de la mala escucha».
i i i l l l l l l l 1 11iliii#lliiiúllll ,,., l i i l l Divida al grupo en equipos de tres personas (a los que se les asignarán las letras A, B y C). Una persona de cada equipo es el •hablante, (A), otra es el ,escuchador" (B) y otra el "observador, (C). Junte a los "hablantes, y deles las siguientes ins· trucciones s(n que los demás puedan oírlas:
Vosotros vais a hacer el papel de hijos que hablan sobre su apasionante primer día de clase.
Reúna a los «escuchadores;, y dígales:
Vuestro papel consiste en no escuchar. Haceos los distraídos, mostraos inquietos, bostezad .. ,
Empiece el ro/e-p/ayíng indicando a los •hablan· tes,) que pueden comenzar a hablar, Pasados un par de minutos, detenga la represen· tación y pregúntele a los «hablantes» cómo se sinüeron y a los nobservadores)l qué percibieron.
1 1 1 1 1 @1 1 N1 1 1 1 1 1 4 1 t # 1 i i MI i 1 1 1 1 1 1 1 1 i i 1 1 1 1 M1
Las características de la escucha activa Diríjase de nuevo al grupo e introduzca el concepto de «escucha activa» como sigue:
La escucha activa es uno de los reforzadores más poderosos que una persona puede dar a otra. Escuchar activamente significa permitir a la persona que habla expresar sus sentimientos o Ideas sin interrupcío· nes: no argumentar, no criticar, no proponer soluciones ni restar importancia. Pero los buenos «escucha· dores» no son simplemente pasivos diciendo «¡Sí 1 sí!» o «JAjá!i1 con expresión neutra. Escuchar mientras se lee el periódico o se ve la televisión no es escucha activa. Veamos en la siguiente escena cómo el marido que acabamos de ver intenta ahora escuchar activamente. Fijaos en el vídeo porque nos ayudará a determinar quó habilidades usa el protagonista para demostrar que está realizando una buena escucha.
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La escena~ Las 9:00 h, de la noche en la cocina de casa, un día cualquiera. La cocina está sin recoger.
Marido: Hola ... (Sin mucho énfasis). Mujer: ¡Ay! (Sorprendida y algo sobresaltada). Hola cielo, ¡menos mal que llegaste! ¡Hoy estoy cansa. dísima ... l ¡Menudo día me han dado los niños! ;Tengo la cabeza que me va a estallar!
Marido: {Acaba de !legar a casa del trabajo, se sienta a la mesa y comienza a leer el periódico). ¿Qué ha pasado? (Dejando el periódico y mostrando interés). (Deja sus tareas y se sienta al lado de su marido). Borja y NoeHa llevan todo el día peleándose por cualquier cosa, ;no sé qué les pasa hoy! Además, la profesora de Borja nos ha mandado una nota para que vayamos a hablar con ella ... ¡Y eso me preocupa! Y mlra ... , ¡la casa está hecha un desastre! Y yo estoy agotada ... Marido: Sí que pareces cansada (acercándose a su mujer), no te preocupes, ahora mismo te ayudo a recoger (guarda el periódico). Así que hay que Ir hablar con la profe de Borja ... ¡Vaya! Bueno, quizás sea mejor no adelantarse hasta saber qué ocurre, ¿no crees? (dando retroalimentación a los sentimientos y expresando interés). Mujer: Sí, tienes razón. ¡Es tontería preocuparse sin saber! Bueno ... , la cena ya casi está.,. ¿Vas a ver qué hacen los niños? ¡Y que vengan a cenar!
Mujer:
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Sesión 4, Mejorar la comunicaci6n famí/i11r
Consideraciones sobre la escena El protagonista de esta escena mostró escucha activa porque ha respondido con las siguientes
conductas: @)
Manteniendo el contacto ocular -'l> Nótese que el marido deja el periódico para es· cuchar y mirar a su mujer.
@
Permitiendo que el que habla termine antes de intervenir o hacer preguntas,
@)
Escuchando los argumentos y sentimientos del que habla ..¡, Comprendiendo y aceptando los sentimientos de su mujer.
@J
Validando los sentimientos del que habla ..¡, Mediante respuestas físicas y verba les el padre indica que comprende el punto de vista de su mujer.
@J
Animando al que habla para que continúe haciéndolo ...¡. Expresando su interés por saber más sobre to ocurrído,
®
Ofreciendo retroallmentaclón ..¡, Después de dar ánimos a la persona que habla, el que escucha resume en sus propias palabras el contenido y los sentimientos de la otra
persona. Esta es una forma muy importante de mostrar que se ha estado escuchando
atentamente.
Tras haber comentado la escena, diríjase al grupo:
Como podéis comprobar la escucha activa es una habilidad de comunicación que implica muchos elementos. Por ello debéis daros tiempo para interiorizar todos los pÚntos y empezar despacio, primero dejando lo que se esté haciendo para escuchar.
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Actividad 'Entw@nm•l•nt@ @n ha~l\ldmd~• ~. ~@•~nlcacldn p@1ltlva Los obstáculos para la buena comunicación y la forma de superarlos Introduzca la actividad 3 de la siguiente forma:
La comunicación familiar se puede ver entorpecida por otros problemas además de por no realizar una buena escucha, Veamos los más Importantes:
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cuerdo 4.1. Cómo escuchar ac..
tivamente.
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blemasJ¡PrJlll¡¡do ¡¡ provocar un confllcto, una discusión o la desaprobación de la otra persona, Estas personas acumulan quejas hasta que llegan a estar tan enfadadas que acaban desahogándose con una explosión de cólera, Vamos a representar una escena en la que una mujer se ha estado guardando resentimientos por mucho tiempo,
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Sesión ti. Mejorar ia comunicación familiar
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Entregue la ficha 4.2. Role-play/ng y propon· ga la representación de la situación descrita
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en ella. Para ello será necesario que participen dos padres.
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Role•playing 4.2. «Acumulación de quejas».
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1
Mujer: (Enfadada). Tengo que hacerto todo en esta casa. Tengo que hacer la comida, limpiar. ir
a la compra, lievar a los niños al colegio, recogerlos después de clase.:. ¡Lo hago todo yo y tú, al llegar a casa, en vez de ayudarme, te sientas y
te relajas con tu periódico y tus estúpidos crucígramas!
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: Inicie un pequeño debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
3. ¿Por qué la gente «acumula» quejas? 4. ¿Qué efecto tiene este estilo de comunicación en la habilidad de la otra persona para escuchar? 5. ¿Cómo pudo la mujer haber comunicado sus quejas de forma más efectiva? Utilice la tormenta de ideas para que el grupo proponga fonnas en que la mujer pudo haber abordado su problema. '
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Role-p(aying 4.3. «Escenificación de alternativas de respuesta».
1 1111111111111111 111 l 11111 111111 111i 1 111 Proponga la escenificación de algunas de las propuestas sugeridas por los padres durante el debate.
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-:~ Tras-ello, se puede retomar el debate:
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1. ¿Reconocéis alguno de estos problemas en vuestros hijos?
:
2. ¿Creéis que es importante esperar a estar calmado para hablar sobre un problema? ¿Por qué?
•• •
''
3. ¿Cuáles creéis que pueden ser las barreras que impiden hablar con alguien sobre los problemas o sentimientos propios? Por ejemplo, miedo a que la otra persona no comparta los sentimientos expresados, querer evitar el problema, temer perder el control, pensar que no es la solución, preocuparse por la respuesta del que escucha ...
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Anótelas en la pizarra y pregunte a los padres sobre sus particulares barreras para hablar.
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Consideraciones sobre la escena Esta madre explota de repente dlclendo una lista de tareas que hace en casa. Termina acusando a su marido de no hacer nada útil. Algunas personas esperan a estar enfadadas para hablar sobre un prob[ema. Sin embargo, una persona que está furiosa es más proclive a criticar, ser negativa e insultar a los demás. Además, la habilidad para pensar claramente y solucionar los problemas se ve disminuida a causa de la ira. Si nos guardamos nuestros problemas explota-remos en un brote repentino de cólera mientras que, hablando sobre ellos en el momento en que surgen, reduciremos la presión que nos provocan. A veces las personas callamos nuestros sentimientos por temor a ser heridos o criticados. Si todos nos esforzamos por ut!Hzar las habilidades de escucha activa evitaremos que esto ocurra. Estas personas propensas a callar necesitan, pues, aprender a hablar para evitar que los demás actúen sin tener en cuenta los propios deseos o sentimientos y hagan cosas que les molesten. Además el resto de la familia debe animarles a dialogar sobre sus sentimientos y pensamientos de rorma natural.
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Sesi(m ,1, Mejorar la comunicación famillar
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Tras comentar la escena de vídeo, continúe la explicación del segundo obstáculo para una comunicación eficaz.
Otro de los obstáculos para la buena comunicación aparece cuando la persona que escucha se pone a la defensiva. Las personas se ponen así cuando sienten que están siendo atacadas. o culpadas por algo, indopendientemente de que las estén acusando o no de forma abierta. Algunas personas se muestran a la defensiva enfadándose, mientras otras dan excusas, se muestran muy afectados, lloran o guardan silencio y rechazan tomar parte en una discusión. Prestad atención a los motivos que llevan al padre de la siguiente escena a ponerse a la defensiva.
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Los niños están corriendo por toda la casa mientras los padres ven la
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Madre: {Se levanta enfadada, va hacia los niños y grita) ¡Ya está bien! ¿Queréis parar de una vez? ¡Os digo que paréisl Padre: (Sigue viendo la tele). Madre: (Mientras se sienta de nuevo). ¡Siempre tengo que hacer yo de mala! ¡Así no se puede! Padre: ¡No tienes por qué ponerte así! ¡Déjalos, tampoco es para tanto! '
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Inicie un pequeño debate con el grupo en tomo a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Por qué se pooe este padre a la defensiva?
2. Cuando alguien expresa su frustración como lo hace esta madre, ¿cómo os seolís?, ¿cómo respondéis?
3. ¿Cómo podemos hacer frente y superar los sentimientos defensivos?
4. ¿Cómo podemos responder a alguien que se pone a la defensiva. ' --------------~--------------------------------------~---~-------------------N ________
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Consideraciones sobre la escena Cuando la madre expresa su queja de que es ella la que tiene que imponer disciplina a los hi-
jos, el marido se siente aludído y ofendido y responde defensivamente quitando lmportancla al suceso con los hijos y desaprobando la forma de actuar de su mujer. Antes de responder podría haber dado retroalimentacíón de !o que entendió y pedir a su mujer que !e aclarara lo que le estaba diciendo con sus propias palabras.
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EmPeC:emos
Una vez comentada la escena con los padres, introduzca el siguiente vídeo:
Veamos en el siguiente vídeo cómo el padre da retroalimentación y pide a su mujer que le corrobore lo que él entendió.
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La escena. Los niños están corriendo por toda la casa mientras los padres ven la televisión.
Madre: (Se levanta enfadada, va hacia los niños y grita) ¡Ya está bien! ¿Queréis parar de una vez? ¡Os digo que paréis! Padre: (Sigue viendo la tele). Madre: (Mientras se sienta de nuevo) ¡Siempre tengo que hacer yo de mala! ¡Así no se puede!
Padre:
¿Quieres decir que crees que yo me lavo las manos en estas cosas? '
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Consideraciones sobre la escena cuando la madre expresa su queja de que es ella la que tiene que imponer disciplina a los hl· jos, su marido se siente acusado y culpado por esa situación. En consecuencia, él expresa esos sentimientos directamente y le pide que le explique qué es exactamente lo que quiere decir. Puntualice que en esta escena e! marido intenta clarificar el mensaje que está escuchando de su mujer dándole retroalimentación sobre su Interpretación del mensaje.
Introduzca el siguiente obstáculo de una comunicación eficaz de la siguiente forma:
Otro de los problemas es que a veces las personas mandamos de forma no intencional dos mensajes contradictorios al mismo tiempo. los dobles mensajes ocurren cuando el contenido y los sentimientos que se expresan no coinciden; por ejemplo, una madre sonríe mientras critica a su hija por mancharse la ropa al jugar en el suelo. Parte de este mensaje comunica aprobación mientras que la otra indica una crfllca. la siguiente escena ilustra otro ejemplo de doble mensaje.
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Sesión 4, 1\fejorar la comunicación familiar
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madre e hijo están en el salón después de comer, E! hijo, que está jugando sobre la alfombra, se levanta y dice que se va a lavar los dientes.
______________ ,.J Padre: {Sarcástico) ¡Hay que ver lo limpio que se volvió el niño!
Consideraciones sobre la escena Las respuestas sarcásticas como la de este padre desmot\van a !os hijos a la hora de hacer cosas por lniciativa propia. Además los mensajes de este tipo confunden a los hijos y los hacen ser suspicaces y hostiles. La investigación indica que cuando hay discrepancia, la persona que escucha tiende a considerar como verdadero el mensaje no verbal. Por todo e!to es muy Importante ser claro y hacer coincidir !os mensajes verbales y no verbales,
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1. ¿Por qué las personas usan los dobles mensajes? 2. ¿Qué efectos tiene el sarcasmo en la persona que escucha?
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3. ¿Cuándo usáis el sarcasmo? 4. ¿Cómo podría haber actuado el padre para potenciar el compo'rtamiento positivo del hijo?
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¡Role,playing 4A. «Escenificación de respuesta alternativa». ' í-"'1·,-, ..........-.-.-.-,...,.........-.-.-.....,........,-,.....-,-,..........-.-.-.....,.........,....--................,...,........... Sobre la base del vídeo 1 pida a los padres que escenifiquen una respuesta alternativa que podría haber dado el padre.
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EmPeCemos
los mensajes «yo» como clave de la comunicación positiva Tras concluir el rofe-playing1 continúe la actívidad con la explicación de! papel de los mensajes ¡¡yoi) para conseguir una comunicación positiva,
Los mensajes sarcásticos se encuadran entre los denominados mensajes «tú». En la comunicación entre padres e hijos se suelen diferenciar dos formas: pueden emplear mensajes «tú• con los que, de una forma directa o indirecta, censuran la conducta de sus hijos; o emplear mensajes «yo» que serían mensajes en pnmera persona, donde transmitimos lo que la conducta de los otros nos hace sentir o pensar. Si los padres quieren responder adecuadamente a sus hijos deberían recurrir en mayor medida a los mensajes <>yo». Veamos por qué.
1' Entregue a los padres la ficha 4.3. Los mensajes «tú)> y los mensajes {~yo»,
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para que sigan la explicación.
Comente en qué consisten estas dos grandes formas de comunicación leyen-
do la tabla incluida en la ficha.
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Continúe con la explicación:
Como hemos visto al principio de la reunión, las habilidades de escucha son muy útiles para mejorar la comunicación familiar ya que ayudan a comprender mejor lo que nos quieren decir nuestros hijos y, además, sirven para transmitirles que estamos interesados por su ,mundo•. Pero también es muy importante cuidar la forma de dirigirnos a ellos y la mejor manera do hacerlo es utilizando mensajes ,yo» Jo máximo posible. En resumen, con los mensajes ,yo» les transmitimos a los hijos los sentimientos que provecan en nosotros las cosas que ellos hacen y, por lo tanto, estamos contribuyendo a desarrollar su capacidad de darse cuenta de los sentimientos de los otros. Por otra parte, también provocaremos que los hijos se acostumbren a expresar sus propias emociones con palabras y que se abran a tos demás, lo que contribuirá a mejorar sus relaciones interpersonales.
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Sesión 4. Mejorar fa comunicación familiar
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Entregue a los padres la nota de recuerdo 4.2. Cómo comunicarse eficazmente.
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Tras un breve resumen de los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas
que deberán realizar en casa esta semana. Proponga la práctica de la escucha activa y el hablar de los problemas:
Durante esta semana practicad una vez la escucha activ·a durante cinco minutos, sea con vuestra pareja o con vuestros hijos. Recordad que debéis dejar que el que habla termine, atender a sus palabras pero también a sus sentimientos y validar esos sentimientos. Además debéis practicar también hablar sobre un tema que os preocupa o un problema. Recordad ser positivos, claros, específicos y selectivos. Comunicad vuestros sentimientos y pedid retroalimentación.
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Entregue a los padres la tarea para
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casa 4.1. Práctica de habilidades de escucha y de comunica-
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Los padres deberán cumplimentar un registro para ambas prácticas y traerlo a la próxima sesión.
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Al finalizar la sesión...
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Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres:
1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres.
2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 4. 3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión.
4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
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Insista en la importancia de mantener una buena comunicación también con los profesores de los niños y la relevancia que tiene para ello empezar teniendo reuniones regulares cordiales con ellos. En ellas, las habilidades de escucha y de comunicación comentadas en esta sesión les serán de gran ayuda. El momento propicio para comenzar una relación de este tipo con el profe~orado es el principio del curso. Anime así a los padres a que den el paso lo antes posible.
su esfuerzo.
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.~Objetivos principales 1.
Presentar «ignorar,) como técnica para responder a la mala conducta.
2.
Practicar la técnica
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Ficha 5.1. lgnorar: una estrategia efectiva para reducir el mal comportamiento.
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Tarea para casa 5.1. Registro de observación: ignorar y elogiar {dos páginas).
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Nota de recuerdo 5.1. Ejemplos de conductas a ignorar.
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Nota de recuerdo 5.2. Empleo de la técnica de ((ignorar,).
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Cuestionario de satisfacción semanal.
Conocer las reacciones de los padres ante esta técnica.
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Sesión 5. Ignorar las conductras pel'lubadorus poco importantes
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¡ ¡ Introducción para el guía del grupo 1
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La técnica de ignorar es otra de las técnicas básicas que queremos potenciar en este programa. Todos los niños se comportan a veces de forma inapropiada; es algo normal en el proceso de aprendizaje y crecimiento durante la infancia. La mejor forma de eliminarlo o corregirlo por parte de los padres no es siempre regañando o castigando ese mal comportamiento. Todo lo contrario, si la mala conducta no es muy grave, la mejor estrategia es ignorarla, no hacer ningún caso. La base del funcionamiento de esta estrategia la encontramos recordando cómo opera la HCn del gráfico PAC: las consecuencias de las conductas pueden actuar como reforzadores de las mismas. Si prestamos atención a los niños cuando se portan mal estamos aplicando una consecuencia que, en vez de eliminarla, acaba fortaleciendo la conducta negativa. En cambio, actuando de forma contraria, es decir, ignorando por completo o retirando nuestra atención del mal comportamiento, podremos debilitarlo. Ignorar implica retirar cualquier forma de atención cuando el niño tenga un comportamiento negativo de carácter leve; esto es, se tiene que retirar el contacto visual y tampoco debe haber intercambio verbal o contacto físico con el menor. Esta técnica puede resultar dificil, ya que los niños intentarán atraer la atención de los adultos utilizando distintas estrategias, como gimotear, gritar, llorar, etc. Para cualquier padre o madre es muy dificil mantenerse firme ignorando cuando el niño no para de llorar y protestar o incluso cuando llega a ponerse agresivo. Sin embargo, permanecer impasible y aguantar durante estas explosiones de ira es la clave para que esta estrategia resulte eficaz. Además, estas circunstancias se dan sobre todo al principio; si conseguimos ignorar durante este tiempo comprobaremos cómo !os niños acaban desistiendo y se reponen con gran facilidad de su rabieta. Esto nos indica claramente que no estaban angustiados de verdad, más bien lo que están haciendo es poner a prueba a sus padres y comprobar si son capaces de mantenerse firmes en sus decisiones. Una forma especial de utilizar la técnica de ignorar es acompañar/a de elogios a otros niños que se estén comportando bien. Por ejemplo, podemos elogiar al niño que está jugando tranquilamente al tiempo que ignoramos al otro que grita, se queja o protesta (lo que se denomina elogio diferencial). Con esta combinación de elogiar e ignorar, el niño aprende que el buen comportamiento es algo apreciado y premiado, mientras que el mal comportamiento no recibe atención ni ningün otro tipo de consecuencia positiva. El guía debe insistir ante los padres sobre la necesidad de mantener la tranquilidad cuando se utiliza la técnica de ignorar. Cuando los niños muestran protestas insistentes y rabietas resulta fácil perder la paciencia, atribuirles intenciones malévolas («Quiere hacerme perder los nervios¡i) y dejarse arrastrar por la ira a un círculo de interacciones negativas (gritos, amenazas y discusiones). En la próxima sesión se profundizará en las habilidades de autocontrol que los padres podrán poner en práctica para afrontar con serenidad esas situaciones.
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Sesión 5. Ignorar las conductras pertubadoms poco importantes
Inicio de la sesión Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión con una bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Práctica de escucha activa y práctica de hablar sobre los problemas Pregunte a los padres si han realizado la tarea práctica y compruebe si han cumplimentado la tarea para casa 4.1. Proponga un pequeño debate en torno a cuestiones como:
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¿En qué situación habéis practicado la escucha activa?
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¿Habéis prestado atención a los sentimientos del hablante y los habéis validado?
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¿Habéis hablado sobre un problema con un miembro de vuestra familia? ¿Con quién?
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¿Habéis sido claros y concisos?
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¿Habéis comunicado vuestros sentimientos y habéis pedido retroalimentación?
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¿Os ha parecido fácil o difícil la práctica de estas habilidades?
Entrevista con el profesor Pregunte a los padres acerca de la reunión con el profesor: cómo les ha ido, si percibieron buena disposición por parte del profesor, si llegaron a algún acuerdo o compromiso, si pusieron en práctica las habilidades de comunicación, etc. Si todaVla no han tenido la reunión, insista en su importancia resaltando los beneficios que tendrá para sus hijos.
Elogie a todos los padres que al menos intentaron hacer las tareas y pregúnteles si siguen elo· giando y teniendo el 1(momento dulce)) con sus hijos. Esta es una parte muy importante para promover y mantener un v\nculo fuerte entre los padres y los hijos, por lo que el gufa debe asegurarse de reforzar su cumplimiento de forma regular.
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EmPeCemos
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y los contenidos que se van a trabajar.
Agenda de la sesión 1.
2.
Ignorar las conductas negativas poco importantes: las consecuencias para las conductas perturbadoras, las dificultades de la técnica de ignorar, la práctica correcta de la técnica de ignorar. Las reacciones de los padres al concepto y a la técnica de ignorar.
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_Consecuencias para las conductas perturbadoras Comience la primera actividad de la sesión explicando cómo actuar ante las conductas negativas:
Hasta el momento en el programa nos hemos centrado en hablar de la importancia que tiene elogiar a los hijos cuando actúan de modo positivo. Decíamos que el elogio y la aplicación de consecuencias positivas son una muy buena forma de potenciar el buen comportamiento. Pero mientras esto ocurre, es inevitable que se sigan dando en el hijo conductas negativas y, por ello, en la sesión de hoy empezaremos a tratar qué consecuencias podemos utilizar para disminuir los comportamientos indeseables. Normalmente, los padres intentan corregir el mal comportamiento de sus hijos utilizando el castigo. Los castigos son una técnica útil en las circunstancias que comentaremos en una futura reunión, pero no es el único modo por el cual se puede hacer frente de forma efectiva a la mala conducta: también podemos recurrir a la técnica de ignorar cuando los actos negativos son molestos pero no muy importantes.
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Sesión 5. lgnomr las conductms pertubadoras poco importantes
Cuando hablamos del comportamiento negativo poco importante nos estamos refiriendo al comportamien-
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to que es irritante o fastidioso pero que no es peligroso. Esas conductas pueden acabar con nuestra pa•. ciencia y sacarnos de quicio, lo que m!'chas veces se acompaña de reacciones desmesuradas por nuestra parte (pegarle, castigarle sin televisión durante un mes o encerrarle en su habitación toda la tarde por faltas leves, como, por ejemplo, que el niño continúe cambiando los canales de la televisión cada pocos minutos). Esta «sobrerreacción" es una señal de pérdida de control personal y algo necesario para ser efectivos en la educación de los hijos es, precisamente, ser capaz de mantener el autodominio. Cuando los actos son serios o peligrosos (p. ej., pegar a los hermanos pequeños) o hacen referencia a la desobediencia de normas de casa (p. ej., no acostarse a la hora pautada) es necesario que los padres respondan a ellos de alguna forma, ya que no se pueden ignorar. En otras sesiones abordaremos algunas estrategias que podréis emplear para las conductas negativas que no pueden ser ignoradas, pero de lo que nos interesa hablar en este momento es de esas conductas menores irritantes que podemos y debemos ignorar. Entre ellas están las rabietas, las pataletas, los lloriqueos, las protestas, etc.
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Entregue a los padres la nota de recuerdo 5.1. Ejemplos de conductas a ignorar.
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··Continúe la explicación:
Esas conductas son tan molestas para los padres que suelen responder a ellas diciéndole al hijo que se calle, regañándole, gritándole, amenazándole y, si esto no da resultado, recurriendo finalmente a esos castigos desmesurados que comentábamos. De esta forma, los padres están prestando atención al hijo, una atención negativa, pero atención, al fin y al cabo. La atención prestada actuará como reforzador del mal comportamiento y aumentará la probabjlidad de que se produzca de nuevo. Esto ocurre, aunque no parezca de sentido común, y puede deberse simplemente al hecho de que el niño se divierte llamando vuestra atención, sea positiva o no.
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EmPeCemos
Por lo tanto, para evitar que vuestro hijo encuentre algún atractivo en esas conductas sin importancia, os animamos a ignorar el comportamiento en vez de responder a él. De esta forma, tenéis que interrumpir
toda comunicación con vuestro hijo mientras la conducta negativa esté ocurriendo. Esto implica que no debe haber ningún contacto visual, intercambio verbal o contacto físico con el niño. No haréis nada que indique que le estáis prestando atención. Así estaréis transmitiéndole que no podrá dominar la situación haciéndoos perder el control.
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Proponga un pequeño debate sobre las siguientes cuestiones: 1. ¿Creéis que es sencillo ignorar? 2.
¿Cuáles pueden ser las dificultades que os podéis encontrar cuando decidáis ignorar?
3.
¿Durante cuánto tiempo creéis que es necesario ignorar?
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las dificultades de la técnica de ignorar
Role-playing 5.1. «Dificultades de la técnica de ignorar 11)».
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Situación: Noelia, de 7 años, se aburre en
Si a los padres no se les ocurre ninguna situación, lea el siguiente ejemplo para que ellos la representen:
La madre le dice que no puede salir e ignora sus protestas. Noe!ia, sin embargo, incrementa sus demandas agarrándose a su madre y persiguiéndola por las habitaciones lloriqueando para ver si puede lograr lo que quiere. Esto sigue así durante 10 minutos.
casa y quiere ir al parque. Su madre considera que ya es muy tarde para salir a la calle y por ello Noelia empieza sus protestas.
Tras la escenificación, explique a los padres que, en este ejemplo, una respuesta incorrecta de ignorar sería que la madre, exasperada y rendida por el jaleo, dijera: <1Está bien, ¡salimos media hora!n.
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Sesión 5. Ignorar las conductras pertubadoras poco importantes
Role-playing 5.2. «Dificultades de la técnica de ignorar (11)».
i I i I i I i I i i i 1 1 i P i I i t 1 1 1 1 i i 1 1 i I i i I i I i BI i i i 1 Opcionalmente, se puede realizar una segunda escenificación sobre la respuesta incorrecta de ignorar. En esta ocasión, el guía y uno de los padres podrán actuar como padre e hijo en un escenario similar. En este caso el niño comenzaría a discutir y el padre se implicaría en la discusión con un aumento del tono y del volumen de voz. La escenificación debe ser exagerada y se introducirá algo de humor para facilitar la participación en el ro/e-p/aying. Proponga representar la siguiente situación:
parate, le pide a su padre que se lo compre. Su padre se niega y Alberto empieza a gritar y a llorar desconsoladamente. En esta situación, un ejemplo de respuesta incorrecta de ignorar que podría representarse sería que el padre le dijera que dejase de llorar, llevándole del brazo por la calle. Como no lo consigue, acaba amenazándole con que si sigue así, va llorar de verdad. Mientras sucede todo esto, el padre le sigue regañando y recordando que es un niño inaguantable y caprichoso y que no lo volverá a pasear con él.
Situación: Alberto y su padre están de compras. Alberto, tras ver un juguete en un esca-
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Tras las escenificaciones, exponga a los padres de forma clara las siguientes cuestiones:
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Ignorar puede parecer sencillo, pero en realidad es duro de llevar a cabo. Estamos tan acostumbrados a entrar en discusiones con nuestros hijos que puede ser muy dificil no tomar parte en ellas.
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Hay que tener presente que ignorar presenta dificultades que no resultan fáciles de manejar: @
Es importante saber que cuando empecemos a ignorar estas conductas negativas poco importantes, lo primero que va a ocurrir es que empeorarán. Esto sucede porque el nino utiliza su conducta para llamar nuestra atención y cuando no lo consigue, intenta obtenerla de una forma más intensa. El problema es que cuanto más escala el niño en sus berrinches o protestas, menos firmeza van a tener los padres ignorando. Esto puede provocar que se dé una de estas dos posibilidades: A.
Puede suceder que los padres empiecen bien ignorando una conducta que, al principio, simplemente les molesta, pero cuando el hijo aumenta su intensidad como reacción a sentirse ignorado, acaba con la paciencia del padre y explota de ira. Si esto ocurre, el intento de ignorar se vuelve en contra de los padres, ya que lo que están haciendo es prestar atención al hijo cuando su mala conducta es peor, lo que acaba reforzándola. Además, con esta respuesta lo que se enseña al nino es la falta de control ante la frustración.
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El caso contrario ocurre cuando los padres terminen cediendo. En ciertos casos, los padres consiguen ignorar durante un tiempo determinado (p. ej., 10 minutos), pero ante la escalada de la rabieta y la insistencia del hijo, acaban tan exasperados y saturados por el jaleo, que ceden. En estos casos lo que el hijo aprende es que si grita y discute durante el tiempo suficiente conseguirá lo que quiere.
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Otro problema surge cuando uno de los padres está ignorando a su hijo pero su mala conducta está llamando la atención de otros niños o adultos que están en el lugar. En este caso la técnica de ignorar no funcionará y habrá que recurrir a otra estrategia.
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Hay que ignorar durante lodo el tiempo que la mala conducta dure. Por eso, los padres deben reflexionar sobre qué conductas del hijo serán capaces de ignorar hasta el final antes de proponerse poner en práctica la técnica. Con aquellos comportamientos que puedan crear en los padres una respuesta emocional muy alta que les impida ignorarlos, habrá que optar por utilizar otra estrategia de las que veremos más adelante en el programa.
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Para contribuir a que los berrinches y pataletas de los hijos cesen, los padres deben usar la distracción después de haber ignorado, cuando la mala conducta se aminora. Proveer distracciones y sugerencias de conductas alternativas al hijo después de una rabieta reducirá las reacciones negativas de los niños por ser Ignorados y permitirá a los padres prestar atención y elogiar su comportamiento apropiado. Precjsamente de esta forma, elogiando las conductas positivas posteriores, es como deberla concluir un episodio en el que se ha ignorado el comportamiento negativo del hijo.
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Si os esforzáis en ignorar y aplicáis esta estrategia de forma consistente, el comportamiento negativo irá disminuyendo poco a poco. Pero tenéis que estar preparados para el periodo de empeoramiento de la conducta porque, si al final cedéis, los niños aprenderán que la mejor forma de salirse con la suya es persistiendo en su mala conducta.
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Entregue a los padres la ficha 5.1. Ignorar: una estrategia efectiva para reducir el mal comportamiento. Discuta su contenido con el grupo.
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Sesión 5. Ignorar las conductras pertubadoras poco importantes
Tras comentar el contenido de la f\cha con los padres, continúe ejemplificando cómo aplicar la técnica de ignorar. Para ello, reproduzca las siguientes escenas de vídeo para comentarlas con los padres:
A continuación vamos a ver unas escenas en las que los padres aplican la técnica de ignorar con los hijos
y comentaremos brevemente, después de cada una de ellas, cómo lo hacen.
La escena. Un padre está sentado leyendo el periódico cuando su hijo de 8 años, Daniel, entra en el salón.
·~------------Daniel: Papá, ¿puedo subir a jugar a casa de José? Padre: Ahora no, Dani. Ya son las ocho y mamá está a punto de llegar. Daniel: ¡Pero me aburro! ¿Por qué no puedo jugar con José? (El padre no le contesta. Entonces Daniel se sienta junto a su padre y le insiste). Venga ... déjame ir un ratito ... (El padre lo ignora sin dirigirle la mirada). ' Daniel: ¡Papá! ¿No me escuchas? ¡Te estoy hablando! ¡Quie-ro- ir-a -ca-sa- de -Jo-sé! ¿Me oyes? (Daniel se tira al suelo y agarra de la pierna al padre, que sigue leyendo su periódico sin hacerle caso). (El niño empieza a tirar del pantalón del padre). Daniel: Pues si no me hablas es que me dejas, ¿no? El padre se levanta y va a la cocina a coger algo para beber. El hijo le sigue y le agarra del brazo.
Daniel: Como no me dices nada puedo ir, ¿no?, ¿verdad que puedo ir? El padre vuelve al salón y sigue leyendo el periódico. El hijo se queda en la entrada del salón dando golpecitos con el pie al marco de la puerta.
Daniel: ¡Yo quiero ir a casa de José! (Gritando). Aquí me aburro mucho, no tengo nada que hacer, esto es un aburrimiento, me aburro ... (Lloriqueando). (Luego se cansa, se calla y se va cabizbajo a su habitación). Padre: (Se levanta y deja el periódico). Eh, Dani, ¿me ayudas a preparar todo para la cena? Daniel: Ehh ... vale. Padre: Vamos a darle una sorpresa a mamá, lo tendremos todo listo para cuando llegue ... (Daniel se involucra en ayudar a su padre con la cena).
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: 1. ¿Por qué es efectiva la técnica de ignorar que emplea este padre?
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2. ¿Qué deben hacer los padres cuando un niño trata de llamar la atención de manera inapropiada agarrándoles, por ejemplo?
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3. ¿Cuál es el momento adecuado para dejar de ignorar al niño? 4. ¿Qué debe hacer el padre después de que el niño deja de comportarse mal?
\~--------------------------------------------------------------------------------------Consideraciones sobre la escena Este padre le dice de forma muy directa y clara a su hijo que no puede ir a casa de su amigo porque es tarde y su madre está a punto de llegar. Cuando el niño trata de convencerlo para que cambie su decisión, el padre evita la discusión. El padre ignora a su hijo aun cuando este insiste y le agarra el brazo. Al final, tan pronto como Dani se calma y se comporta adecuadamente, Je presta atención de nuevo y le distrae involucrándolo en la preparación de la cena.
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Hable acerca de cómo el padre emplea de manera efectiva la técnica de ignorar a pesar de los intentos de su hijo por convencerlo para que desista. Señale que es muy difícil ignorar a los niños que sujetan el brazo d8 .sus padres o que se sientan en sus rodillas. En este caso, tal vez sea necesario que el padre se aleje o salga de la habitación. Una ventaja de dejar la habitación durante unos minutos es que da tiempo a que el padre se calme, que tome un respiro y que vuelva a ver las cosas con perspectiva y se centre en lo esencial. Sin embargo, no se debe alejar mucho para que cuando el niño comience a comportarse apropiadamente, le pueda prestar atención de nuevo. Es en este momento cuando se puede utilizar la distracción para evitar que el hijo vuelva a recurrir al mal comportamiento para llamar la atención. En el vídeo se observa cómo el padre utiliza como actividad de distracción proponerle que le ayude a hacer la cena.
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La escena. La madre y el padre comen con su hija de 7 años y su hijo de 9. La niña está revolviendo la comida del plato y comienza a hacer ruido con e! tenedor.
(Los padres no la miran ni le dicen nada y se dirigen al niño). Borja, ¡qué bien te estás comiento todo, ya casi has acabado! ¡Hoy te mereces un buen postre!
Sesión 5. Ignorar las conductras pertubadoras poco importantes
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' Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: 1. ¿Cómo actúan los padres en esta escena? 2. ¿Qué hubiera sucedido si la madre hubiera criticado o hablado con su hija por no comer? 3. ¿Cómo se puede emplear el método del elogio diferencial con otros comportamientos en casa?
Consideraciones sobre la escena Ambos padres actúan correctamente ignorando los comentarios inapropiados y las quejas de la niña acerca de la comida, mientras que prestan atención al niño por comérselo todo. Hable acerca de las ventajas de ignorar al niño que se porta mal y de prestar atención al que se porta bien (elogio diferencial). Señale que la niña intenta llamar la atención al hacer gestos y decir que no le gusta la comida, pero sus padres ignoran con éxito este comportamiento. Por otra parte, su hermano, que sí está comiendo, recibe la atención y los elogios de sus padres. Esta reacción inesperada hace que la niña pronto se dé cuenta de que solo recibirá atención por comer bien y pronto comenzará a imitar su comportamiento. Advierta a los padres de que siempre existe la tentación de responder primero al niño que se porta mal (con reprimendas o sermones) y olvidar al niño que se porta adecuadamente.
Introduzca la escena 5.3. de la siguiente manera:
Recuerde que lo opuesto también es cierto. Si ignoráis al niño cuando se está portando bien, veréis el buen comportamiento desaparecer. Observad cómo sucede esto en la siguiente escena.
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La escena. Un padre está viendo un partido de fútbol en la televisión cuando su hijo Daniel, de 8 años, entra en el cuarto.
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Daniel (Entusiasmado). ¡Papá, papá, ya recogí la habitación! ¿Viste qué rápido? Ven a ver qué bien quedó.
Padre: (Sigue atento al partido). Vale, vale, pero estoy viendo el partido. Daniel: (Decepcionado se da la vuelta y se va).
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Proponga un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Qué está sucediendo en esta escena? 2. ¿Qué clase de comportamiento se está ignorando? 3. ¿Cuál seria la mejor manera de que el padre reaccionara?
Consideraciones sobre la escena Este padre comete el error de ignorar el comportamiento apropiado de su hijo, El niño ha ordenado su cuarto tal y como le pidió su padre, pero aun así no recibe ningün elogio ni muestra de aprobación o atención por su obediencia. Discuta sobre cómo reacciona el padre ante el buen comportamiento de su hijo, haciendo énfasis en que será difícil que Daniel vuelva a ordenar su cuarto en el futuro debido a la falta de atención de su padre. Comente la importancia de dedicar un poco de tiempo y esfuerzo adicional para prestar atención al comportamiento apropiado de los niños. Si se pasan por alto o se ignoran los comportamientos deseados, simplemente desaparecerán. Hubiera sido mejor que el padre mirara al niño y le dijera: .. ¡Qué bien! Me alegra mucho que hayas limpiado tu habitación. Iré a verla en Cuanto pongan los anuncios>i. Señale que dedicar tan solo un par de minutos para motivar a los niños a que se porten bien aportará beneficios muy valiosos.
Introduzca la escena 5.4. de la siguiente manera:
Algunas veces la disciplina parece no funcionar. Prestad atención a la siguiente escena e intentad determinar por qué el niño sigue portándose mal.
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La escena. Borja, de 10 años, está en su habitación haciendo los deberes mientras su madre prepara la merienda y su padre se prepara para salir.
Padre: CariiiG, me visto y salgo un momento a comprar el pan. Niño: (Viene al oír a su padre). Mamá, yo también quiero ir. Madre: No, cariño, papá viene ahora y tú además tienes que terminar tus deberes. Niño: ¡Quiero ir! ¡Quiero ir! (Los padres no Je hacen caso).
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Sesión 5. Ignorar las conductras pertubadoms poco importantes
Niño:
(Insiste). Pero mamá, ¡yo quiero ir! (Ella lo ignora y él contfnua insistiendo). Mami ... , yo de verdad quiero ir, ¡quiero ir ahora!, ¡quiero ir con papá!, ¡ya no hago más deberes! (Tira la libreta quejándose con rabia).
La madre sigue esforzándose por ignorar a Borja.
Niño:
Por favor, mami ... Venga, por-fa, por-fa, ¡solo es un momento! (Se sienta a la mesa enfadado mientras su madre continúa preparando la merienda). Madre: (Enojada). ¡Te dije que no!
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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'' '' '' ' : 1. ¿Por qué el niño insiste quejándose? :' '' '' 2. ¿Por qué son tan irritantes las protestas de los niños? '' 3. ¿Qué ocurre cuando la madre responde al hijo? ''\. ________________________________________________________________________________________ )
Consideraciones sobre la escena Esta madre marca un límite diciéndole a! niño que no puede ir con su padre. Cuando el niñ_o lloriquea, intentando forzar a su madre a que le deje ir, ella le ignora, pero se enfada cuando ve que el niño insiste en protestar. La madre no se da por vencida, ya que no le da permiso al hijo para salir, pero sí refuerza sus quejas al prestarle atención y enfadarse. Hable acerca de por qué este niño se lamenta repetidamente para conseguir lo que quiere. Señale que si la madre quiere enseñarle a su hijo a no quejarse, deberá estar totalmente decidida a ignorar todas sus protestas. En este caso la madre parece no estar preparada para enfrentarse a la escalada del hijo en sus demandas ya que no consigue seguir ignorándole.
Tras comentar esta última escena, continúe con la siguiente explicación:
Recordad: cuando uséis la té_cnica de ignorar tenéis que estar absolutamente dispuestos a ignorar al niño _hasta que el mal comportamiento se acabe. La tentación de rendirse es muy grande, especialmente cuando uséis la técnica por primera vez, ya que el comportamiento del niño frecuentemente empeora antes de mejorar. El niño se quejará bastante y hará todo lo posible para ver si puede venceros.Fijaos en lo que sucede en la siguiente escena y pensad acerca de lo que el niño ha aprendido.
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Continúa la escena 5.5 mientras Borja se sigue quejando.
Niño:
(Sigue quejándose) ¡Quiero ir con papá! ¿Me oyes? (Se levanta de la mesa y camina hacia su madre, pegando fuerte en la mesa con la mano). ¡No pienso parar hasta que me dejes! Madre: (Finalmente Je contesta al niño en un tono irritado y derrotada). ¡Siempre estás igual, estoy harta de tus tonterías! Mira, vete con tu padre y déjame en paz, ¡me tienes aburrida!
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1. ¿Qué problema provoca rendirse en este momento?
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2. ¿De qué otra manera pudo haber reaccionado la madre?
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3. ¿Qué comportamiento está reforzando la madre?
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La madre se rindió ante la persistencia del niño. Al rendirse ha reforzado el mal comportamiento de su hijo, que ha aprendido que en el momento que desee algo tendrá que seguir protestando, rogando, pidiendo y golpeando en la mesa para obtenerlo. Debido a que la madre se ha rendido después de decir «noJI en varias ocasiones, el niño aprende también que es útil seguir molestando a su madre. Organice una discusión acerca de la idea de lo rápido que los niños Intensifican sus lamentos, llantos y súplicas cuando no obtienen lo que quieren. Los padres y otros adultos deben ser muy cuidadosos de no rendirse ante esta situación en la que el comportamiento empeora, ya que sería animar a los niños a que utilicen formas extremas de comportamientos no deseables. La madre debió dar permiso al hijo la primera vez que se lo pidió de forma adecuada o rehusar a dárselo e ignorar su reacción inadecuada hasta el final. Al dejarle salir, la madre ha conseguido a corto plazo que el niño la deje de molestar, pero ha creado problemas a largo plazo. Indique que ser padres es un compromiso a largo plazo y es mejor ignorar las quejas en el presente que tener que pasar por un enfrentamiento mayor en el futuro. Esta escena representa lo dificil que es ignorar el mal comportamiento de los niños, especialmente cuando parece empeorar. Recuerde a los participantes que las reacciones inapropiadas desaparecerán con el tiempo si se ignoran consistentemente.
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Consideraciones sobre la escena
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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la práctica correcta de la técnica de ignorar i 1
Proponga a los padres repetir la representación de los role-playing 5.1 y 5.2, pero intentando ahora subsanar los posibles fallos cometidos al ignorar.
Role-playing 5.3. «Práctica correcta de ignorar (IJ».
N1 1 1 1 1 1 1 1 i 1 1 1 1 i 1 1 1 i 1 1 i 1 1 1 1 1 1 1 1 i i i I i 1 1 1 1 1 1 Recuerde a los padres la situación que se planteó: Situación: Noelia, de 7 años, quiere ir al parque. Discute con su madre acerca de esto durante varios minutos porque la madre considera que se ha hecho tarde para salir a la calle.
Escenificación: La madre se mantiene firme en su conducta de ignorar a pesar de las insistencias de la hija: si le coge del brazo, se retira; si le sigue por casa se mete en una habitación y cierra la puerta. Al final Noelia desiste y se va a su habitación. En este momento la madre se acerca y le propone leer juntas un cuento hasta la hora de la cena.
Diríjase a los padres que van a participar e indique al que va a representar el rol de madre que tiene que intentar de nuevo ignorar la conducta de la siguiente manera:
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Role-playing 5.4. (opcional) «Práctica correcta de ignorar 111)».
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Situación: Alberto le pide a su padre que le compre un juguete de un escaparate cuando van de compras. Su padre se niega y Alberto empieza a gritar y a llorar desconsoladamente.
Escenificación: El padre ignora su conducta y sigue andando. En un par de minutos los llantos finalizan. En este punto, el padre de Alberto debe intentar distraerlo con una nueva actividad o con algo a decidir. Por ejemplo, le puede proponer ir a jugar un rato al parque o le puede hablar de lo que harán el fin de semana.
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EmPeCemos
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i.~-i_,1--------.-------------------.------------------------------------------------------,\ :' Tras las escenificaciones debata con los padres la dificultad que han tenido los «actores» para seguir ignorando a sus ': hijos cuando su conducta empeoró y cómo manejaron la situación cuando su conducta empezó a mejorar.·
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Pregunte al grupo qué piensa sobre la técnica de ignorar y qué les pareció el juego de roles. En caso de que haya reacciones negativas hacia esta estrategia, apúntelas y coméntelas.
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Actividad
Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa durante la semana.
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Entregue a los padres la tarea para casa 5.1. Registro de observación: ignorar y elogiar (dos páginas).'
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9, Lo ideal es que cada progenitor cumplimente una copia del registro, aunque no participen ambos en eJ programa. De ser así el guía deberá preparar tantas copias de esta tarea como sea necesario.
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Sesión 5. fgnomr las conductras pertubadoras poco impo1tantes
Como tarea para casa, los padres deberán practicar el ignorar. Pida a cada padre que identifique y escriba en la primera colun:ina de la tarea para casa 5.1 tres conductas con las que se podría comenzar a practicar el ignorar y sus conductas opuestas positivas. Indique a los padres que deberán realizar un seguimiento de esas conductas durante dos semanas y que deberán ignorar las conductas negativas elegidas y elogiar las conductas positivas opuestas. Todo ello lo registrarán en la hoja y deberán anotar si la conducta fue observada o no y cómo se respondió a ella. Los padres podrán consultar la ficha 2.3. Listado de conductas negativas y positivas (sesión 2) si esto les ayuda a identificar las conductas negativas. Compruebe que los padres comprenden la tarea que se les asigna, Si es necesario, muestre un ejemplo de formulario cumplimentado. Los padres deberán traer sus formularios a la próxima sesión. Además, los padres deberían seguir elogiando las conductas que ya habían elegido en la sesión del elogio. Recuerde, una vez más, la necesidad de llenar la ({hucha de las relaciones positivas,¡.
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Nota 0• recuerdo
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Entregue a los padres la nota de recuerdo 5.2. Empleo de la técnica (
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Recuerda
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión. "'"'" ~"'''"""""'"''"m'"""'""'"'"'""'""'"""""""'"'"''""'"""'"''""'"º"''''"""'""""""'"''"''~""""""'""''""""""'"""''"""""'""'"''~'"'''"''""""'"'"""'""''""'""'""""''"""'"""'""'"""'"""'""'"'""'"'"''"""'""''"""'"""'""""''"'""'"'""'"""'""""~m~,,,,,.,m,""'"""""'"""'"""''""'""'"'"°",.,_
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Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento ade~ cuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres: 1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres.
2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 5. 3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión.
4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo.
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EmPeCemos
Preguntas frecuentes ~-------------,
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1. No entiendo cómo va a funcionar el hecho de ignorar a un niño cuando se porta mal. ¿No va esto en contra de cualquier lógica educativa?
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«Cuando mi hijo me contesta mal y protesta gritando no puedo ignorarle, si lo ignoro seguirá haciéndolo, ¿no? Además, ¿cómo no voy a castigarle cuando se pone
a chillar sin razón o me insulta?)). Es lógico que muchos padres piensen que ignorar no es un castigo suficiente para una mala conducta. Lo que es necesario explicar y argumentar es que muchos de los malos comportamientos (chillar, protestar, tener rabietas ... ) son utilizados por los niños para conseguir beneficios cuando no se salen con la suya al princlplo. Ignorar resulta ser una técnica muy efectiva porque enseña a los niños que el mal comportamiento no es rentable. Por mucho que provoquen, insistan o se quejen no van a obtener ningún tipo de atención por parte de los padres en forma de miradas, interacciones o luchas de poder. Cuando los niños se dan cuenta de que diciendo palabrotas o protestando no van a conseguir nada de los padres (es más, ni siquiera provocan ninguna reacción por su parte), mientras que dirigirse educadamente a ellos sí, empezarán a sustituir la conducta negativa por la positiva. Por supuesto, este aprendizaje no se consigue en una sola vez, es necesario ignorar varias veces estos comportamientos para que el niño asimile que su mala conducta no le lleva a ningún sitio. La técnica de ignorar reporta además otros beneficios (Lochman y cols., 2008; Webster-Stratton, 2002). Mediante ella, el padre actúa como modelo de comportamiento para su hijo, es decir, le está mostrando su capacidad para autocontrolarse ante las situaciones conflictivas y no dejarse arrastrar por el enfado. De hecho, en los programas como EmPeCemos se constata que, en cuanto los padres practican adecuadamente la combinaclón de elogiar e ignorar, se produce un punto de inflexión importante en el proceso de cambio de comportamiento (Robles, 2009) y los propios padres empiezan a percibir que los problemas pueden, efectivamente, superarse.
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'' 2. ¿ Y si no puedo soportar esa mala conducta? ''' «No puedo ignorar las palabrotas ni los insultos ni las faltas de respeto. Es algo ''' '' que me enfada tanto que, aunque intento ignorarlo, acabo explotando y gritando».
Un aspecto crítico que se trabaja en el programa es el tipo de conductas que son buenas candidatas para ser ignoradas. Uno de los aspectos que hay que valorar es hasta qué punto ciertos comportamientos son soportables. Si hay conductas que generan en ellos una respuesta emocional muy intensa (Y esto ocurre con más frecuencia en los padres que tienden a ser muy emotivos y temperamentales), quizás ignorar no sea una buena estrategia para manejarlas pues, en esas situaciones, los padres pueden verse incapaces de hacerlo y pueden perder los estribos. Por eso, si a pesar de las técnicas de autocontrol que se entrenan en este programa, los padres se sienten incapaces de mantener la calma, puede ser recomendable utilizar otras estrategias distintas a ignorar. Por ejemplo, se puede establecer un sistema de avisos (por ejemplo, «Tienes tres avisos1,), Tras el tercer aviso, se aplicará una consecuencia del tipo utiempo fuera" o retirada de privilegios. Con esta
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Sesión 5. /gnomr las conductms pertubadoras poco importantes
forma de proceder avisamos al niño de que su conducta no es adecuada y, además, nosotros mismos nos hacemos conscientes de nuestro nivel de enfado. El niño tendrá claro qué consecuencias va a tener (con lo cual tiene la oportunidad de reconducir a tiempo su comportamiento), y estas se ponen en práctica de un modo calmado, algo que es necesario para que las estrategias 'funcionen.
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------------- ', 3. Pero, ¿cuánto tiempo se supone que tengo que estar
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ignorando tas rabietas de mi hijo? «Eso de ignorar a mi hijo cuando tiene una rabieta ya lo hago, pero si se pone muy pesado llega un momento en el que no aguanto más y le grito».
Un aspecto muy importante que !os guías deben recalcar es que, cuando aplicamos la técnica de ignorar, al principio el comportamiento empeora; esto es algo que los padres deben saber de antemano y deben estar preparados para no dejar de ignorar en esos momentos, por dificiles que parezcan. Los niños intentarán comprobar dónde están los límites y querrán saber si, como en otras ocasiones, el berrinche es eficaz y pueden hacer ceder a los padres. Por ejemplo, Ana, de 7 años, quiere galletas antes de comer y se lo pide a su madre insistentemente. La madre le dice que no puede comerlas e ignora sus protestas. Pero Ana no desiste y se pone a pedirlas insistentemente a gritos durante 10 minutos hasta que la madre, exasperada y rendida por los gritos, dice: ,qYa está bien! ¡Come lo que te dé la gana y déjame tranquilali•. La madre cede porque soluciona el problema más inmediato, pero está creando un problema más grave a largo plazo: Ana ha aprendido que si protesta y chilla durante el tiempo suficiente, conseguirá lo que quiere, es decir, su conducta inapropiada se ha visto reforzada, con lo que la repetirá siempre que desee lograr algo. Así pues, es crucial que los padres anticipen el empeoramiento transitorio de la conducta, se preparen mentalmente para superarlo y hagan todos los esfuerzos posibles para no rendirse. Si no es así, los niños aprenderán que persistir en su mala conducta es una buena estrategia para salirse con la suya. También se les debe indicar a los padres que puede ser muy conveniente ofrecer alternativas o disª tracciones al tiempo que ignoramos. Las distracciones son especialmente útiles con niños más pequeños, pero también funcionan con los mayores. Se trata de ignorar la conducta del niño y luego distraerlo con otra actividad, por ejemplo, a medida que empieza a comportarse más apropiadamente,
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~Objetivos principales 1.
Acercarse al concepto del estrés y potenciar el uso de técnicas para su manejo.
2.
Conocer y practicar técnicas de relajación basadas en el control de los signos fisiológicos del estrés.
!1~j Material necesario ©
Ficha 6.1. El «termómetro)) de las emociones.
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Ficha 6.2. Los círculos del pensamiento negativo.
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Ficha 6.3. Cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positi-
vos. ©
Tarea para casa 6.1. El <1tiempo fuera para un respiro)).
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Tarea para casa 6.2. Registro de situaciones problemáticas.
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Nota de recuerdo 6.1. «Tiempo fuera para un respiro}).
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Nota de recuerdo 6.2. El autocontrol.
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Cuestionario de satisfacción semanal.
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EmPeCemos
Inicio de la sesión Bienvenida a los miembros del grupo y revisaon de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Registro de observación: ignorar y elogiar Revise si los padres están cumplimentando el registro de observación. Averigüe en qué medida han usado la técnica de ignorar y qué resultados están obteniendo.
Hemos comentado que la atención que prestamos a la conducta negativa de nuestro hijo puede actuar reforzándola, por eso os hemos pedido que identificaseis algunas de las conductas que ignoraríais durante dos semanas. Veamos cómo habéis llevado el seguimiento de la primera semana con la tarea para casa
5.1.
Pida a los que han hecho la tarea que compartan con el grupo cómo la hicieron y cómo respondieron sus hijos. Si el comportamiento del hijo empeoró al principio, motive a los padres de la siguiente ma-
nera:
¡Estupendo! Esto significa que lo habéis estado haciendo correctamente y que está empezando a fun-
cionar.
Pregunte a los padres cómo han sido capaces de mantenerse firmes frente a la escalada del niño. A los padres que no hayan hecho la tarea, pregúnteles cuáles han sido los obstáculos que les impidieron hacerla o cuál ha sido la reacción del hijo para hacer que fracasara. Haga sugerencias sobre cómo pueden mejorar el empleo de la técnica de ,ignora,,, y pregunte a los demás miembros del grupo si tienen alguna idea. Subraye las ideas positivas que los padres aporten al grupo.
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Sesión 6. Manejar et estrés y entrenar el autocontrvl
Recuerde a los padres que la técnica 1dgnorar" exige paciencia y autocontrol. El ejercicio del autocontrol no siempre es fácil. En esta sesión se enseñan algunas estrategias para lograrlo. Pregunte a los padres si ponen en práctica también la técnica de atender y elogiar la buena conducta del hijo. Hay que recordarles que es algo que deben continuar haciendo mientras se añaden nuevas habilidades en el programa.
Felicite a todos los padres que al menos hayan intentado hacer las tareas. Recuerde los con· ceptos del i,castillo de la educación), y la ,1hucha de las relaciones positivas,>: la base de una educación adecuada es un buen vínculo afectivo y el elogio es importante para lograrlo. No deben olvidar ir llenando la hucha con interacciones positivas. Recuérdeles que, junto con la técnica de ignorar, deben seguir poniendo en práctica las estrategias vistas en sesiones anteriores (umomento dulce1>, estrategias de refuerzo académico, etc.). Es importante dejar claro que las estrategias deben acumularse a lo largo de las sesiones.
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión.
Agenda de la sesión
1. ¿Qué es el estrés? Estrategias para su control: aprender a identificarlo y cuidar de nosotros mismos como estrategia para manejarlo.
2. Aprender a relajarnos. El utiempo fuera para un respiro,>. Práctica de relajación. 3. Pensamientos y emociones: el pensamiento positivo, cómo nos influyen los pensamientos negativos, cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos como estrategia de autocontrol.
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Introducción El guía del grupo comenzará con una breve explicación sobre el estrés, en la que se enfatizarán los aspectos estresantes de la educación de los hijos:
La mayoría de nosotros hemos utilizado la expresión «Estoy estresado» o al menos la hemos oído a personas cercanas. El estrés puede aparecer por algún cambio en nuestras vidas al que nos debemos adaptar. Algunas personas piensan que el estrés solo aparece a partir de sucesos graves o de crisis individua/es (accidentes, pérdida de empleo, situaciones económicas difíciles), pero la realidad es que los sucesos positivos pueden ser también muy estresantes (estrenar casa, preparar fiestas o celebraciones, tener un hijo ... ). Así, algo bonito como es cuidar de nuestros hijos puede convertirse en algo realmente estresante, sobre todo cuando se trata de niños que demandan mucha atención por parte de los padres o que tienen problemas de comportamiento en casa o en la escuela. Este aspecto, unido a otros problemas que pueden surgir en la vida diaria de los padres, provoca un cúmulo de circunstancias que pueden llegar a ser totalmente desbordantes y muy diticiles de controlar, lo que puede llevar a niveles de estrés altos.
Formule al grupo las siguientes preguntas:
¿Os parece importante saber controlar los efectos negativos del estrés? ¿Cómo creéis que influye el estrés de los padres en la educación de los hijos? Si hablamos de la educación de los hijos, una. cosa es importante: el estrés puede deteriorar nuestra capacidad para educar y para manejar adecuadamente la conducta de nuestros hijos. Por eso es tan importante aprender a controlarlo .
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Sesión 6. Maneja/' el estrés y cntrnnar el autocontml
Aprender a reconocer el estrés: breve definición del concepto Continúe la explicación a los padres, definiendo brevemente el concepto de estrés:
Cuando nos encontramos con sucesos difíciles que debemos afrontar nuestro cuerpo reacciona con una serie de cambios. La tasa cardiaca aumenta, la presión sanguínea puede elevarse, la respiración se acelera, los músculos se tensan y las manos se sienten frías y sudorosas. Además, si nos encontramos en un estado en el que se nos acumulan muchos sucesos estresantes a lo largo del tiempo, nuestros cerebros tienden a sobrerreaccionar, por lo que nos sentiremos angustiados, cansados y de mal humor. Esta circunstancia aumenta la posibilidad de perder el control en las relaciones con las personas que nos rodean, especialmente si se trata de hijos con comportamientos difíciles de llevar.
Pida retroalimentación a los padres. Pregúnteles si comprenden lo comentado hasta ahora y si se han visto alguna vez en alguna situación de este tipo:
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¿Qué sentíais cuando estabais estresados?
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¿De qué forma os comportabais?
Utilice la siguiente argumentación para explicar las experiencias de los padres:
Cuando las personas están en una situación estresante sienten una serie de emociones desagradables (ansiedad, fatiga, tensión, depresión ... ) que se acompañan de pensamientos negativos (pesimismo, derrotismo, frustración). Ambos, de forma conjunta, les llevarán a comportarse de forma indeseada, a veces fuera de control gritando, criticando, pegando, llorando ... Esto ocurre porque lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos son cosas estrechamente relacionadas. Las personas podemos tener muchos estados emocionales distintos, desde los más positivos y calmados hasta los más desquiciantes. Estas emociones van acompañadas de ciertos cambios fisiológicos, de ciertos pensamientos y de ciertas conductas. Para describir cómo nos afectan las emociones y los pensamientos negativos se suele utilizar la metáfora de un termómetro.
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Ficha
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Entregue al grupo la ficha 6, 1. El «termómetro» de las emociones.
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En ella se describen diferentes sensaciones (positivas y negativas) con sus correspondientes signos fisiológicos, pensamientos y comportamientos derivados.
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Tras comentar el contenido de la ficha, continúe con la explicación:
Es importante que aprendamos a reconocer en qué punto del termómetro tenemos la «temperatura emocional}) cuando interactuamos con nuestros hijos. Cuando estamos demasiado «calientes» es fácil caer en comportamientos dañinos para su educación (gritar, pegar, criticar ... ), por Jo que lo mejor que podemos hacer es intentar rebajar la temperatura emocional. ¿Cómo lo haremos? Existen técnicas que nos pueden ayudar a relajar nuestro cuerpo, a hacer que las sensaciones fisiológicas (taquicardias, tensión muscular, respiración rápida, etc.) cambien y así podamos enfrentarnos mejor a las situaciones. Igualmente existe también otro tipo de técnicas que nos ayudan a cambiar los pensamientos para moderar nuestras emociones. Ambos tipos de técnicas pueden emplearse de forma combinada y, de hecho, así es aconsejable hacerlo. Si la situación lo permite, es recomendable, por una parte, intentar relajarnos físicamente y, por otra, intentar cambiar los pensamientos. A continuación hablaremos sobre algunas técnicas que nos ayudarán f relajar nuestro cuerpo.
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Sesión 6. Manejar el estrés y entrenar el autocontra/
Cuidar de nosotros mismos como estrategia para manejar el estrés -.-~, Continúe con la siguiente explicación:
Estemos o no cansados, todos necesitamos un momento para nosotros. Habitualmente, las circunstancias desbordantes nos llevan a tener que priorizar las tareas, lo que muchas veces desemboca en el descuido completo de nosotros mismos, ya que es justamente lo que nos parece menos importante. No obstante,
si nos descuidamos a nosotros mismos durante mucho tiempo 1 terminaremos teniendo poca resistencia, energía o entusiasmo para dedicar a las demás áreas de nuestras vidas, Aprender a darnos cuenta de que
estamos cansados, ansiosos o malhumorados y saber parar a tiempo significa cuidar de nosotros mismos, algo que frecuentemente olvidamos. Así pues, cuidarnos es el primer escalón en el manejo del estrés, lo que nos ayudará a ~entirnos mejor y a ser más efectivos en todos los ámbitos de nuestro día a día,
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Pida a los padres que den ideas sobre cómo poder cuidar las necesidades personales.
Los padres deben poner ejemplos específicos de cómo lo hacen ellos o cómo !es gustaría hacerlo si tuvieran tiempo. Si mencionan actividades altamente excitantes, infórmeles de que esas actividades podrían interferir en la relajación ya que aumentan su nivel de activación interna. Proporcione ejemplos sobre algunas formas de cuidar de uno mismo: @
Dedicar un rato a leer un libro entretenido.
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Relajarse tumbándose en el sofá.
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Escuchar música suave.
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Darse un baño relajante.
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Salir a dar un paseo (por el parque, cerca del mar ... ),
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Finalice la actividad, dirigiéndose de nuevo al grupo:
Para algunos de vosotros, cuidar de uno mismo puede significar dedicaros 30 minutos al llegar de trabajar o al finalizar el día después de acostar a los niños. Esto supone que tareas como preparar la ropa del día siguiente, planchar, recoger la casa, etc., tienen que ser aplazadas media hora, mientras os relajáis. En conclusión, para estar preparados ante el estrés cotidiano, no debemos olvidar ¡dedicarnos tiempo! Aunque parezca perder el tiempo, realmente es ganar en bienestar, eficacia y calidad en nuestras
relaciones.
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Comience la segunda actividad con la siguiente exposición:
Además de dedicar un tiempo al día para nosotros mismos, a veces es necesario aprender a relajarnos físicamente o tomarnos un respiro para poder salir de una situación problemática y volver a ella calmados. Cuando usamos la técnica de ignorar o cuando vemos que el niño empieza a comportarse mal, puede comenzar a subir la temperatura de nuestro termómetro. En este momento nos vendrá bien tomarnos un tiempo para relajarnos. A este tiempo de respiro le llamamos <>tiempo fuera», un concepto que se utiliza en muchos deportes. Son pausas que proporcionan un descanso al entrenador y al equipo para poder cambiar de estrategia, recuperar el aliento y volver al juego con energías recuperadas. Nosotros también debemos aprender a introducir estos <>tiempos fuera» en nuestra vida diaria, para calmarnos y recobrar fuerzas. Existen diferentes formas de tomarnos ese <>tiempo fuera» cuando estamos en situaciones difíciles. El puede consistir en salir a dar un paseo, escuchar música, realizar alguna manualidad, ele. Lo importante es que reconozcamos que el termómetro está marcando una temperatura alta (nos estamos enfadando, tenemos pensamientos negativos y podemos decir o hacer cosas poco positivas) y que hagamos algo que nos sirva para bajarla. En ese momento, podemos señalarle a nuestra familia que vamos a tomarnos un «tiempo fuera)) (p. ej., haciendo una <(TJ> con las manos para indicar que vamos a tomarnos unos minutos de tiempo) y saldremos de la situación antes de empezar a chillar o a hacer cosas de las que luego nos arrepentiremos. Una forma útil de tomarse un <>tiempo fuera» haciendo que el cuerpo se relaje es utilizando la respiración. Lo llamaremos <>tiempo fuera para un respiro» y es una técnica muy recomendable que deberíais practicar siempre que os fuera posible.
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Entregue la nota de recuerdo 6,1. «Tiempo fuera para un respiro».
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Después de entregar la ficha, introduzca la práctica de relajación de la siguiente manera:
En esta ficha se encuentran las instrucciones para que lo practiquéis en casa. Ahora lo ensayaremos aquí todos juntos para que lo podáis aprender mejor. Yo os iré dando las instrucciones.
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Práctica de relajación Baje las luces y utilice una música muy suave de fondo . Comience a leer con voz suave y pausada las siguientes instrucciones:
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EmPeCemos
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Comenzamos a respirar profundamente, intentando que el aire llegue al tondo de nuestros pulmones, hasta nuestra barriga. La respiración se va haciendo cada vez más lenta ... nos damos cuenta de cómo estamos respirando ...
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El aire entra en nuestro cuerpo, llegando hasta nuestra barriga para después salir al exterior ... lo vamos haciendo más pausado ...
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Como nuestra respiración ya está más pausada, en el próximo respiro, contamos de 1 a 10 todo lo lentamente que podamos, a la vez que cogemos aire ...
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Exhalamos suavemente el aire contando de nuevo de 1 a 10 ...
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Nos sentimos calmados y bajo control ... nos imaginamos relajados en una playa, de arena blanca y agua cristalina ... escuchamos el sonido del agua ... hay una brisa cálida que nos acaricia la cara ...
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Recordamos que estamos haciendo un buen trabajo y logrando progresos ...
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Seguimos respirando hondamente ... inhalando y exhalando suavemente el aire y contando hasta 10 en cada respiración ... hasta sentirnos relajados ...
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Relajamos todos los músculos tanto como nos sea posible ... comenzamos por los dedos de los pies ... luego las piernas se relajan ... subimos por la barriga, relajamos la barriga, .. el pecho ... sentimos también nuestros brazos caer muy pesados ... relajamos el cuello y la cara .. .
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Estamos muy relajados ... cuando yo os avise nos iremos despertando poco a poco .. .
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Lentamente nos vamos desperezando ... vamos moviendo poco a poco nuestro cuerpo, primero los pies y las piernas ... hasta llegar a nuestra cabeza ...
Al final de la práctica, los padres deberán ir moviendo paulatinamente las extremidades, luego abrirán los ojos y se comentará con ellos los cambios fisiológicos que han sentido. ¿Han conseguido relajarse? Destaque la importancia de la respiración. Relajarse completamente puede resultar complicado al principio, pero respirando profundamente podemos obtener cambios sorprendentes en nuestro nivel de tensión o relajación. Anime a todos los padres a utilizar esta técnica en su vida cotidiana:
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Sesión 6. Manejar el estrés y entrenar el autocontrol
Como se señaló antes, el <(tiempo fuera para un respiro>> debería practicarse siempre que fuera posible,
incluso varias veces al día, durante períodos de 1Oa 20 minutos. De este modo conseguiréis relajaros rápidamente y podréis recurrir a esta técnica siempre que la situación lo requiera. Aprender a relajarse es como aprender una nueva habilidad. No es nada mágico, es simplemente una práctica regular que necesita paciencia y tiempo. No os preocupéis si vuestro progreso es lento: ponerse tenso o inquieto en la relajación no es el modo de relajarse. Uno de los problemas más comunes en la relajación son los pensamientos distractores. No os preocupéis si vuestra mente divaga, intentad centrar vuestra atención en la respiración. otro problema pueden ser las distracciones externas, tales como llamadas telefónicas o interrupciones de vuestros hijos. Si es posible, intentad escoger un momento y un lugar en el que no os molesten. Recordad que, incluyendo «tiempos fuera> cortos pero frecuentes en vuestra rutina diaria, lograréis un mayor bienestar y autocontrol.
Repase con los padres los puntos incluidos al final de la nota 6.1.
Diríjase de nuevo al grupo e introduzca la actividad 3:
Existen otro tipo de técnicas que nos pueden ayudar a manejar las situaciones estresantes haciendo nuestros pensamientos más positivos. Son técnicas que podremos utilizar en la educación de nuestros hijos, en las interacciones difíciles que nos hacen perder el control, pero también en otras muchas situaciones de la vida que nos puedan parecer estresantes. En primer lugar, vamos a detenernos en los llamados pensamientos negativos.
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EmPeCemos
Cómo nos influyen los pensamientos negativos: los diagramas de respuesta de pensamiento negativo y positivo Para la siguiente explicación, retome la ficha 6.1. El (!termómetro)) de las emociones.
Como ya comentamos anteriormente, nuestras emociones, pensamientos y conductas están estrechamente relacionados, tal y como se refleja en la ficha del termómetro. En el apartado anterior nos ocupamos de hablar de las emociones y de las sensaciones fisiológicas, ahora nos centraremos en los pensamientos derivados.
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Entregue a los padres la ficha 6.2. Los círculos del pensamiento
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Explique los ciclos de respuesta que surgen a partir de los pensamientos negativos utilizando la siguiente int~oducción:
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Sesión 6. Manejar el esrrés y entrenar el autocontrof
Todo el mundo ha tenido alguna vez sentimientos y pensamientos de enfado, depresión y culpa. Son reacciones normales ante el conflicto y la frustración y son necesarios para adaptarse a los cambios y para resolver problemas. No obstante, el peligro surge cuando esos pensamientos o emociones negativas se agrandan y se convierten en una espiral que envuelve a la persona y la inmoviliza frente a la depresión o le provoca una pérdida de control del enfado. La investigación ha demostrado que existe una clara relación entre lo que nosotros pensamos y sentimos sobre una situación y el cómo nos comportamos ante ella.
A continuación vamos a ver varios ejemplos de este proceso en vídeo.
Presentación del diagrama que representa El ciclo del enfado
La escena. Un niño deja el salón completamente desordenado, con comida, juguetes y papeles, todo tirado por el suelo. El padre acaba de llegar a casa y entra en el salón.
Padre: (Hablando para sí en voz baja). ¡Pero qué es esto ... ! ¡Ya lo decía yo, este crío es un maleducado y un consentido! ¿Cómo se le ocurre dejar todo así? ¡Esto es un desastre! ¡Así no se puede! ¡Este niño es imposible! Pero ya me cansé, ¡estoy más que harto! ¡Ahora me va a oír! El padre llama a su hijo muy enfadado y gritando ... Padre: ¡Borja! ¡Ven aquí enseguida! ¿Te crees que vives en un basurero o qué? ¡Ahora mismo te pones a limpiar todo esto! Hijo: ¡No la ensucié yo, Noelia también estaba aquí! ¡Que venga ella primero, yo ahora no puedo! Padre: ¡Cómo que no puedes! ¡Recoges ahora porque lo mando yo! Y por protestar ... , ¡te vas directo a la cama sin cenar cuando yo te lo diga! ¿Me has oído bien? Hijo: ¡No es justo! ¡Yo no hice nada! ¡Solo estaba jugando! ¡Me da igual lo que me digas, no pienso recoger nada! " " '
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EmPeCemos
Consideraciones sobre la escena Para explicar el ciclo de respuesta que surge a partir de los pensamientos negativos, ayúdese del diagrama del enfado de la ficha 6.2.
Este padre ha tenido pensamientos muy negativos al ver el salón desordenado (<,Este niño es imposible, es un maleducado y un consentido>1). Tales pensamientos aumentan su enfado y con ese enfado crece
su activación, lo que termina en comportamientos tales como críticas o gritos que, a su vez, llevan a un aumento del mal comportamiento por parte del niño y más enfado por parte del padre.
Presentación del diagrama que representa El ciclo ele la depresión A continuación, introduzca la visualización de la siguiente escena:
También podemos encontrar a otra madre que vive la misma situación con desesperanza y sentimiento de culpa. Veamos un ejemplo en esta escena:
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La escena. Un niño deja el salón desordenado, con comida, juguetes y papeles tirados por el suelo. La madre acaba de llegar a casa y entra en el salón.
Madre: (Hablando para sí en voz baja). ¡Menudo desastre, cómo está todo! ¡Ya no puedo más! Siempre igual. .. Está visto que es imposible con este niño. ¡Ya no sé qué hacer! ¡Es culpa mía, nunca me obedece! ¡A partir de ahora, mano dura y nada más!
La madre llama a su hijo muy decepcionada ...
Madre: ¡Borja! ¡Así no se puede contigo! ¡Por más que lo intento no consigo hacer bien de ti! ¡Eres un inconsciente! ¿Cómo puedes dejar así el salón?
Hijo: ¡No la ensucié yo, Noelia también estaba aquí! ¡Que venga ella primero, yo ahora no puedo! Madre: ¡No, si aún vas a echar la culpa a los demás! ¡Pero hoy lo vas a hacer/ ¡Y sin rechistar! Hijo: ¡Es una injusticia! ¡Eso no vale/ ¡Solo estaba jugando! ¡Me da igual lo que me digas, haré lo que quiera!
Mientras Borja grita, la madre sale de la habitación completamente derrotada.
voz baja). ¡Dios mío, qué fracaso como madre! ¡Qué va a ser de esta familia si seguimos así! ... ¡No sé que puedo hacer! ¡Mejor abandono! ¡Ganan el/os, yo me rindo!
Madre: (Se deja caer en el sofá y hablando para sí en
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Sesión 6. Manejar el estrés y entrenar et autocontml
Consideraciones sobre la escena Para explicar el ciclo de respuesta que surge a partir de los pensamientos negativos, ayúdese del diagrama de la depresión de la ficha 6.2. Esta madre ha tenido pensamientos muy negativos al ver el salón desordenado del tipo «Ya no sé qué hacer», nEs culpa míaii. Se muestra más propensa a sentirse deprimida o culpable. Estos sentimientos le llevan a aumentar sus críticas hacia el niño, lo que provocará e! aumento de su mal comportamiento. A su vez la mala conducta del hijo incrementará los sentimientos de impotencia de la madre y, en consecuencia, también sus sentimientos de depresión. Este círculo acaba causando la retirada de la madre, que se rendirá ante la labor de disciplinar al hijo.
Una alternativa: el pensamiento positivo Presentación del diagrama que representa la RESPUESTA POSITIVA Explique brevemente el diagrama de· res·puesta·positiva utilizando nuevamente el dibujo correspondiente de la ficha 6.2.
Otros pensamientos de algunos padres se dirigen a enfatizar su habilidad para afrontar el problema y mantener la calma. Por ejemplo: «Tengo que ayudarle a aprender cómo se colocan los juguetes». Este pensamiento podría facilitar la disminución de los sentimientos de enfado y de depresión, lo que desembocaría en una respuesta más racional y positiva hacia el mal comportamiento. Veamos un ejemplo en la
siguiente escena:
,- ----- --- - ------ . '' ' La escena. Un niño deja el salón desordenado, con comida, juguetes y papeles, '' ''' todo tirado por el suelo. La madre acaba de llegar a casa y entra en el salón. '' ''' '' '' '' ~-------------'' Madre: (Hablando para sí en voz baja). ¡Dios mío, esto es un desastre, cómo está todo! Bueno, mantengamos la calma, tampoco es tan grave: los niños han pasado aquí la tarde jugando, comiendo y a saber qué más ... Está claro que cualquier niño sabe desordenar muy bien, solamente tengo que enseñarles a recoger también. ¡Vamos allá! La madre va tranquilamente a !a habitación de su hijo ...
Madre: Borja, habéis estado jugando en el salón, ¿no? Hijo: Sí, Noelia y yo.
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EmPeCemos Madre: Bien, como ya habéis acabado de jugar, tenéis que recoger lo que está por el suelo. Vente conmigo, vamos a llamar a tu hermana y os enseño la mejor forma de recoger. Hijo: ¡Noelia estuvo allí más rato que yo! ¡Que vaya ella primero, yo ahora no puedo! Madre: Después de jugar, tenéis que recoger el salón; así que deja lo que estés haciendo y acompáñame (la madre se acerca al hijo y lo coge de la mano mientras llama a Noelia). Hijo: (Quejándose) ¡No es justo! ¡Yo no hice nada! ¡Solo estaba jugando! ... Madre: (Están los tres en el salón). Lo mejor es que os repartáis las tareas: Borja, tú recoge el puzle; Noelia, coge el osito y ponlo en el sofá. Ahora entre los dos vais metiendo los juguetes en la caja ...
Distintos pensamientos para una misma situación Tras la visualización de la escena, continúe con la explicación:
Es importante identificar algunos de los estados de ánimo más usuales que hacen que aumente nuestro malestar. Vamos a ver dos escenas que nos ayudarán a identificar algunos de nuestros pensamientos negativos más comunes.
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Escena. Noelia y Borja, de 7 y 10 años, están peleándose en la habitación. La madre está haciendo la comida en la cocina, ha tenido una mañana muy mala y está
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Borja: ¡Estoy harto de ti, enana, siempre quieres mis cosas! ¡Es mío, dámelo de una vez! Noelia: ¡No, lo tenía yo! Madre:(Hablando para sí en voz baja, mientras prepara la comida). ¡Dichosos niños! Con el dolor de cabeza que tengo ... , ¡es que no habrá ni un minuto de paz en esta casal (Grita desde la cocina) ¡Queréis parar! ¡Ya está bien! ¡A ver si tengo que ir yo ahí! (Los niños están gritando y forcejeando).
Borja: ¡Te digo que me lo des! Noelia: ¡No te lo doy!
(De repente se oye el (!crash)) de una lámpara cayéndose al suelo).
Madre: (Hablando para sí mientras sale de la cocina). ¡No! Si ya lo sabía yo. Con el lío que tengo hoy y ahora esto ... ¡Ya Jo hacen a propósito, les encanta fastidiar! La madre sale enfadada y se dirige hacia la habitación ...
Madre: ¡Qué os dije antest Os dije que pararais, pero ni caso ... , ¡como siempre! ¡Y ahora qué/ ¿Quién paga la lámpara? Borja: Fue culpa de Noelia. Noelia: ¡No, yo no fui! Fue Borja. Madre: ¡Es culpa de los dos! ¡Nunca vais a aprender a estaros quietos! ¡Debe(Jais estar haciendo los deberes y no molestarme cuando estoy tan ocupada! ¡Castigados los dos toda la semana sin . ver la tele!
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Sesión 6. Manejar et estrés y entrenar ef autocontmf
Consideraciones sobre la escena En el vídeo se muestra cómo los pensamientos negativos nos hacen sentir mal (enfadados, deprimidos) y nos llevan a actuar de forma poco apropiada para resolver la situación, lo que finalmente contribuye a deteriorar la relación con nuestros hijos. Plantee un (1torbe11ino1) de ideas sobre los sentimientos, pensamientos y conductas que han surgido en la madre a partir de esta situación. Anime a que se describan todo tipo de pensamientos y, posteriormente, clasifíquelos si es posible dentro de las siguientes categorías: Catastrofista, Tristeza, Venganza, ,1Debería)), Culpar a la pareja, Autocrítica, Rendirse. Asegürese de que los padres vean y entiendan la relación establecida entre los tres elementos (sentimientos, pensamientos y conductas). A continuación, pida a los padres que contrasten la escena anterior con la siguiente.
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Escena. Noelia y Borja, de 7 y 10 años, están peleándose en la habitación. La madre está haciendo la comida en la cocina, ha tenido una mañana muy mala y está cansada.
Borja: ¡Estoy harto de ti, enana, siempre quieres mis cosas! ¡Es mío, dámelo de una vez! Noelia: ¡No! ¡Lo tenía yo! Madre: (Hablando para sí en voz baja, mientras prepara la comida). ¡Dichosos niños! Con el dolor de cabeza que tengo ... ¡Es que no habrá ni un minuto!. .. Bueno, voy a ver qué pasa a ver si se tranquilizan un poco ... , y yo también porque si no ... La madre va a la habitación: ¡Qué pasa aquí! ¿Por qué estáis peleando? (Los niños están gritando y forcejeando).
Borja: ¡Noelia no me lo quiere dar y es mío! Noelia: ¡Lo tenía yo primero! Madre:(Separando a los hermanos). Mantengamos todos la calma. Gritando no arreglamos nada. Vamos a ver, la comida está lista en media hora ... ¿Podéis compartirlo y jugar juntos hasta la hora de la comida? Noelia: ¡Yo primero! Madre: Un ratito cada uno, ¿está bien? (Los niños quedan tranquilos jugando).
Consideraciones sobre la escena Comente con los padres e! hecho de que la conducta de la madre en esta última escena ha cambiado con respecto a la anterior, hizo un esfuerzo por cambiar sus pensamientos negativos iniciales por otros de Calma, que le permitieron atajar la situación de manera más eficaz. • ,·,-~.-,.'C"',_;>;>_·~ ~·
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Una estrategia para el autocontrol: cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos Continúe con la exposición como sigue:
Dada la importancia que tienen los pensamientos negativos, es fundamental que en nuestra relación con los niños (y también con los adultos) aprendamos a detectar esos pensamientos y a cambiarlos por pensamientos positivos que nos ayuden a afrontar adecuadamente la situación. Normalmente los pensamientos negativos nos (
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Entregue a los padres de la ficha 6.3. Cambiar los pensamientos negativos por pensamientos po-
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Sesión 6. Manejar et estrés y entrenar et autocontrot
Se continuará la explicación de la siguiente forma:
Para poder cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos seguiremos los siguientes pasos:
1.
Identificar los pensamientos negativos. En una situación difícil podemos pensar cosas como: ,Es un monstruo; no lo puedo soportarn, «Toda la culpa es mía por no haber tenido mano dura)), ((Siempre intenta fastidiarme cuando veo mi programa favorito». Estos y otros muchos son pensamientos negativos que llegan a nuestra cabeza y que debemos intentar cambiar. El primer paso es hacernos conscientes de que los estamos teniendo.
2,
Parar el pensamiento. Cuando tenemos pensamientos negativos, podemos y debemos pararlos. «Voy a dejar de pensar en eso ahora». Para ello, es útil usar la «técnica de la tortuga, que consiste en que cuando afloren estos pensamientos 1 nos digamos «para», respiremos, como una tortuga metiéndose en su caparazón durante unos instantes, y luego volvamos para reevaluar qué está pasando.
3.
Pararse a juzgar si lo que estamos pensando realmente ayuda a mejorar la situación.
4.
Normalizar. Recordad que todos los padres e hijos han tenido alguna vez malos momentos.
5,
Evitar especular sobre las intenciones de los otros. En lugar de pensar: «Lo hace a propósito, para volverme loca>\ decirse a uno mismo: «No sé por qué está tan nervioso hoy. Se lo preguntaré, a ver qué podemos hacer>),
6.
Evitar usar etiquetas negativas y centrarse en conductas concretas. Es fácil caer en etiquetados negativos como «Es un irresponsable», ,. «Es un manipulador)), ((Es un maleducado» ... Estas etiquetas son extremas, generalizadoras e implican que los niños son así y que no podrán cambiar. Esto aumenta la frustración y la ira de los padres. Los niños tienen problemas concretos que debemos abordar, pero también tienen otros aspectos positivos que debemos reconocer.
7.
Evitar los pensamientos catastróficos. Muchos padres crean «catástrofes» de sus problemas. Se imaginan lo peor que les puede pasar y exageran la importancia de una situación. Palabras como ((siempren 1 < suelen indicarnos que estamos exagerando: <>, «Nunca voy a ser capaz de educarlo» son pensamientos absolutos y catastróficos que debemos cambiar.
8. Evitar los «debería)) o los ((tiene que,,: «Debería estarse callado», <(Tiene que ir bien en el colegio>), «No debería molestarme cuando estoy leyendo». Este tipo de afirmaciones implican que uno tiene elderecho a que la otra persona se comporte de un modo determinado y que es intolerable que eso no ocurra. Así se crea una impresión de injusticia y surge el deseo de castigar, lo cual aumenta más el conflicto. Es necesario aceptar que nadie es perfecto, que todo el mundo tiene sus defectos y que debemos ser más flexibles al juzgar a otros.
9.
Generar pensamientos de calma y darse ánimos: «Voy a ayudarle a controlarse", ,Puedo hacerlo», «Voy a mantenerme en calma para ayudarle a aprender cómo comportarse», «No lo hago tan mal como padre>\ «Voy a intentarlo otra vezn. Es importante elogiarse y animarse a uno mismo reconociendo las cosas buenas que hacemos a lo largo del día.
10. Y usar el humor. El humor ayuda a reducir el enfado y la preocupación. No os toméis las cosas dema- · siado en serio, Aunque salgan mal podemos bromear sobre muchas de ellas. Riéndonos de nosotros mismos, nos ayudaremos a calmarnos y a pensar en la situación de un modo más racional.
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EmPeCemos
En la ficha 6.3 (continuación) aparecen ejemplos de pensamientos positivos que podemos utilizar cuando estemos en situaciones problemáticas.
Tras un breve resumen de los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa esta semana:
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Entregue a los padres las tareas para casa 6. 1. Practicar el «tiempo fuera para un res~ piro» y 6.2. Registro de situaciones problemáticas.
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1. A largo de la semana, los padres deberán practicar el cctiempo fuera para un respiro» cada día, durante unos 10 o 20 minutos. El objetivo es que adquieran la habilidad de relajarse para que, cuando estén en una situación conflictiva, puedan utilizarlo con facilidad. En la tarea para casa 6.1 tendrán que anotar cuántos minutos pudieron dedicar al {
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Sesión 6. Manejar el estrés y entrenar el m1tocontrol
2. Registrar a lo largo de la semana 1as, situaciones emocionales negativas que han experimentado. Deben prestar atención a las interacciones con los niños, pero pueden ser también situaciones de otros ámbitos. Tienen que anotar. situaciones en las que han sentido que se enfadaban y que podían perder el control. Deben apu.ntar qué pensamientos y emociones experimentaron, qué hicieron para controlarlas (pensamiento Positivo, 1,tiempo fuera>1, etc.) y cuál fue el resultado. El registro se llevará a cabo en !a tarea para caSa 6.2.
3. Recuérdeles que deberán continua(_cdn la tarea de \a semana anterior de seguir e ignorar las conductas problemáticas que hayan e.légido, así como elogiar las conductas positivas opuestas que muestren los niños. Todo ello seguirán registrándolo en la tarea para casa 5.1. Registro de observación: ,ignorar y elogiar (semana 2).
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Entregue la nota de recuerdo 6.2. El autocontrol.
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
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EmPeCemos
Al finalizar la sesión ...
Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento ade~ cuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres: 1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres. 2.
Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 6.
3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión. 4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa, Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo.
~Objetivos principales 1.
2.
3.
!¡~) Material necesario @
Ficha 7. 1. Dar buenas órdenes a tu hijo.
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Ficha 7 .2. Órdenes que no funcionan.
Conocer las diferencias entre las órª denes eficaces e ineficaces.
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Ficha 2.2. Principios del aprendizaje de conductas. El gráfico PAC.
Introducir el concepto de reglas familiares como forma de establecer límites.
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Tarea para casa 7 .1. Decidir las reglas
Comentar la importancia de que los niños sigan las indicaciones y normas familiares.
de casa. @
Nota de recuerdo 7 .1. Ejemplos de órdenes.
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Nota de recuerdo 7 .2. Ayudar a los niños a aceptar las órdenes.
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Cuestionario de satisfacción semanal.
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EmPeCemos
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Introducción para el guía del grupo
Después de haber trasmitido a los padres la importancia de elogiar y de compartir tiempo con los hijos para promover conductas positivas, podemos ayudarles a aprender cómo reducir la conducta inapropiada mediante el establecimiento de límites. En la sesión del programa dedicada a la técnica de ignorar, los padres pudieron comprobar que el simple hecho de no prestar atención conseguía reducir ciertas conductas negativas poco importantes. Sin embargo, la investigación también mues~ tra que el mal comportamiento de los niños guarda una estrecha relación con la disciplina en el hogar: en las familias que tienen pocas reglas es más probable que los hijos muestren conductas negativas. Todos los niños se comportan mal a veces y, a menudo, necesitan que se les recuerde que deben cumplir con tareas rutinarias como hacer los deberes o guardar los juguetes. Son los padres los responsables de establecer estos límites a la conducta usando para ello órdenes y normas en casa. La meta a la hora de establecer límites es lograr un equilibrio entre utilizar suficientes órdenes y reglas para mantener algún control sobre la conducta de los hijos y, al mismo tiempo, permitir que desarrollen y ejerciten el autocontrol en otras áreas menos críticas. Para ello, es necesario que los padres cuiden la forma en que usan las órdenes y las reglas con sus hijos. __ Los estudios realizados sobre la educación de los niños nos desvelan que muchas de las órdenes que los padres dan a sus hijos son innecesarias o que se desobedecen porque están mal formu~ ladas. Para conseguir que las órdenes sean eficaces es esencial dar solo aquellas que resulten imprescindibles (para que sea más fácil ser consistente y hacerlas cumplir) y expresarlas de forma adecuada. Esto quiere decir que:
a.
Debemos decidir de antemano qué órdenes vamos a dar y cuándo utilizarlas;
b. debemos estar preparados para, una vez dadas, seguir adelante con ellas; y c.
debemos mantenernos calmados cuando demos la orden y formularla de forma positiva, educada y con respeto. Sl los padres se enfadan cuando dan una orden, con frecuencia la inyectan de crítica, humillación o cualquier otro comentario negativo, lo que puede despertar sentimientos de incompetencia o inferioridad en los niños.
Las normas de la casa son otro aspecto importante en el establecimiento de fímites. La investigación indica que hay dos tipos extremos de educación familiar que se asocian con la aparición de problemas emocionales y de conducta en los niños.
1. El primer tipo es la familia «permisiva», en la que apenas se imponen reglas de comportamiento a los hijos. A los padres permisivos les cuesta muchísimo poner cualquier tipo de límite o prohibición a los niños e incluso se sienten culpables cuando requieren que el niño haga algo que no quiere hacer. A menudo, estos padres no son directos o disimulan sus órdenes cuando quieren pedir algo a sus hijos, utilizando más la persuasión (o incluso los sobornos) que su autoridad como padres para conseguir cualquier cosa de sus hijos. En estas familias, los niños se muestran desobedientes o exhiben conductas inapropiadas porque desconocen las normas que deben seguir y no saben cómo comportarse bien porque nadie se lo ha enseñado,
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Sesión 7. Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares ~
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El segundo tipo de familia es \a
2.
Por estas dos razones, los padres que son demasiado estrictos (usan muchas órdenes y ponen muchas reglas familiares) también se encuentran con la presencia de problemas de conducta en sus hijos. En estas familias, los niños pueden sentirse abrumados por tantas órdenes y reglas y simplemente dejan de obedecer. Además, les puede parecer que, de forma arbitraria, a veces los padres van en serio cuando dan una orden y otras veces parece que no les importa si la cumplen o no. Finalmente, en este tipo de familias existen pocas ocasiones en las que los padres y los hijos disfruten compartiendo tiempo y actividades juntos en una atmósfera relajada y distendida. En estos casos, los padres están tan ocupados imponiendo disciplina que dejan en un segundo plano la labor de ir llenando la ,,hucha de las relaciones positivasii. Cuando en las familias no existe una fuerte base de afecto, comprensión y apoyo hacia los hijos, los esfuerzos de los padres por ejercer control sobre los niños no tendrán efecto ninguno. Es importante tener en cuenta que, aunque los padres cuiden la forma en que dan órdenes a sus hijos y establezcan adecuadamente normas en el hogar, todos los niños pondrán a prueba las reglas y los criterios paternos. Esta es una conducta normal y una expresión saludable de su necesidad de independencia. Pero los niños desafiarán las reglas familiares no solo para expresar su autonomía, sino también para ver si sus padres van en serio; es decir, la forma que tienen los hijos de saber si una norma impuesta es realmente una regla familiar o simplemente es una.petición puntual de los padres, cuya desobediencia no tiene grandes repercusiones, es rompiéndola. Si en estos casos los padres no se preocupan de que las reglas se cumplan siempre, las protestas y la desobediencia de los hijos crecerán, ya que estarán aprendiendo que, si protestan lo suficiente, pueden hacer que los padres cedan. Solo cuando las consecuencias son consistentes por parte de los padres se enseñará a los niños que se espera una buena conducta de ellos. Cuando las protestas aparecen, los padres deben entender que son la forma que conocen los niños de explorar los límites de su entorno y aprender qué conductas son apropiadas y cuáles inadmisibles. Los padres deben saber que establecer límites consistentes y conductas predecibles es un ingrediente esencial en la educación de los niños ya que, además de permitirles diferenciar lo bueno de lo malo, les ayuda a tener un sentido de estabilidad y seguridad. Aprender a usar las órdenes con eficacia y a establecer normas familiares es un componente central de este programa que mejorará la calidad de la vida familiar, fortalecerá la relación adulto-niño, prevendrá conductas inapropiadas y animará a los niños a ser miembros responsables de la familia. Los niños se sienten seguros en un mundo donde los límites a su conducta son razonables, predecibles y consistentemente respetados. Es esencial para los padres evaluar tanto el número como el tipo de órdenes que dan a sus hijos y reducir este número hasta que se den solamente las órdenes importantes y necesarias, aquellas que están dispuestos a mantener en firme y a seguir de consecuencias apropiadas.
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EmPeCemos
Inicio de la sesión
Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Pregunte a los padres si han realizado las tareas para casa propuestas en la sesión anterior.
Practicar la técnica «tiempo fuera para un respiro» y registro de las situaciones emociona/es negativas Inicie un debate en el grupo para conocer en qué medida los padres han puesto en práctica lo que han aprendido sobre el autocontrol ante situaciones que lo hayan requerido. Comente con ellos qué situaciones han sido, qué tal les ha ido y si han tenido alguna complicación. Anímeles a seguir practicando. Recuérdeles que el autocontrol es muy necesario para aprender a reaccionar adecuadamente ante los comportamientos negativos de los niños.
Registro de observación: ignorar y elogiar Compruebe si los padres han continuado el seguimiento de las conductas positivas y negativas del hijo durante esta semana y si han utilizado el elogio y la técnica de ignorar. Elogie a todos los padres que al menos intentaron hacer las tareas y asegúrese de preguntarles si siguen teniendo o no el umomento dulce)) con sus hijos. Como esta es una parte muy importante para promover y mantener un vínculo fuerte entre los padres y los hijos, el guía debe asegurarse de reforzar su cumplimiento de forma regular.
Entrevista con el profesor Por último, pregunte a los padres por la reunión con el profesor. A estas alturas del programa todos los padres deberían haber tenido por lo menos una reunión con el profesor de su hijo. Lo ideal es que haya más contactos, así que refuerce esta idea en el grupo y motive a los padres para que mantengan otro encuentro con el profesor en el que comenten posibles cambios que estén percibiendo en el comportamiento del niño, en qué medida se están cumpliendo sus expectativas y, de haber problemas, que aborden conjuntamente la forma de solucionarlos.
Sesión Z Establecer lfmites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiarns
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y los contenidos que se van a trabajar en ella.
Agenda de fa sesión
1. Promover el respeto a las indicaciones y normas familiares: la importancia de la (
La importancia de la «obediencia» a las órdenes de los padres '1
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l¼\_' ,:- -------------------------------------------------------------------------,: Comience la sesión proponiendo a los padres un pequeño debate sobre la importancia de la obediencia de las indicaciones y las órdenes como una conducta que debe ser potenciada en los hijos:
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Hace dos semanas estuvimos viendo cómo manejar ciertas conductas perturbadoras poco importantes mediante la técnica de ignorar. Hoy vamos a trabajar sobre el manejo de otro tipo de conducta negativa en los hijos: la desobediencia de las indicaciones y órdenes que les damos. ¿Os parece importante que los hijos obedezcan las indicaciones y órdenes que les dais?
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Plantee esta cuestión al grupo de forma abierta. Vaya conduciendo las intervenciones de los padres para que queden claras en el debate las siguientes ideas sobre la obediencia de los hijos:
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Cuando los hijos no obedecen las órdenes de sus padres se va creando un clima familiar negativo; los padres se desesperan porque no consiguen que el hijo haga lo que le piden, el desafío y la resistencia del niño hacen que las riñas, discusiones y luchas de poder entre los padres y los hijos se conviertan en la tónica de las relaciones cotidianas, con lo que apenas queda ocasión para los buenos momentos en familia.
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Además, si los hijos no han aprendido a ser obedientes en casa, no lo serán tampoco en la escuela, en la casa de sus amigos o en cualquier otro contexto (en el equipo de fútbol, en la academia de inglés o de baile, etc.). En todos estos entornos, los niños deben seguir una serie de normas y su desafío o desobediencia les acarreará importantes problemas: los profesores tendrán quejas sobre su comportamiento en clase, los otros padres no querrán al niño en sus casas y las relaciones con sus compañeros del colegio u otras actividades o grupos se verán afectadas.
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Por todo ello, saber seguir las indicaciones de los adultos es una habilidad muy importante que los hijos deben aprender y es responsabilidad de los padres enseñársela. Es habitual que los adultos tengan que recordar a los niños que deben hacer tareas rutinarias como guardar sus juguetes o lavarse las manos antes de comer. Para no tener que estar constantemente detrás de ellos vigilando que hagan las cosas que nos parecen importantes, debemos establecer limites claros usando órdenes y reglas en el hogar. La meta a la hora de establecer limites es lograr un equilibrio entre utilizar suficientes órdenes y reglas para mantener el control necesario sobre la conducta de los hijos, pero al mismo tiempo permitir que desarrollen y ejerciten su autonomía en otras áreas menos críticas.
La obediencia depende de la forma de dar las órdenes Tras el debate, continúe la explicación sobre la obediencia de las órdenes:
Antes de poder hablar de castigar a los hijos por no obedecer, es importante que los padres se den cuenta de la forma en que dan las órdenes o instrucciones a sus hijos.
Las órdenes son el PRECEDENTE de la acción de obediencia o desobediencia. Recordad el esquema PAC que se presentó en las sesiones 1 y 2: la orden es la P del PAC, lo que sucede inmediatamente antes de la acción o conducta del niño. Si los padres dan bien las órdenes o instrucciones al hijo. es más probable que este emita la conducta adecuada, es decir, que obedezca. Por el contrario, si las directrices no se dan como se debe, estaremos facilitando la desobediencia de nuestro hijo. En estos casos, castigarle por no seguir nuestras indicaciones no es del todo justo ya que no solo el hijo es «culpable» de no obedecer, sino q'ue también nosotros somos responsables de no comunicar nuestras órdenes o normas de forma correclil. Así pues, si queremos conseguir la obediencia de nuestros hijos debemos, en primer lugar, prestar atención a la forma en que les damos nuestras instrucciones.
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Sesión 7. Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
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Cómo y cuándo dar una orden eficaz Comience la segunda actividad exponiendo al grupo las características de las órdenes eficaces:
Las órdenes apropiadas tienen una serie de características importantes a tener en cuenta: l"1
Antes de dar una orden debemos reflexionar sobre ella. Es decir, debemos pensar si la orden es algo que nuestro hijo puede cumplir y si es suficientemente importante como para establecer consecuencias negativas si no nos obedece. Si concluimos que lo que queremos no es tan importante como para castigarle si no lo hace, es mejor que-no-demos la orden a nuestro hijo y simplemente le hagamos una petición.
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Cuando decidimos dar una orden debemos formularla con respeto. Los padres tienen autoridad sobre sus hijos y cuando dan una orden esperan que sea obedecida, pero no por ello debemos darlas con enfado o en un tono crítico o sarcástico. El tono debe ser firme, pero calmado.
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También tenemos que tener en consideración el momento en que se da la orden. Interrumpir al hijo con una orden inesperada mientras está concentrado en una actividad que le gusta incrementará la probabilidad de desobediencia. Si la orden puede esperar, es mejor dejarla para cuando el hijo termine lo que está haciendo. Si no puede esperar o la orden consiste precisamente en que deje esa actividad (p. ej., dejar de ver la televisión o de jugar a la videoconsola) es recomendable dar un aviso al niño de que después de unos minutos tendrá que dejarla. De esta forma estamos dejando que el hijo anticipe lo que va a suceder y se prepare para la transición.
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A veces son recomendables las órdenes «primero •.. , luego,,,1> o , Recor-
dad que hemos comentado estas órdenes en la sesión dedicada al refuerzo académico. Por ejemplo: «Primero recoge los juguetes; luego puedes ver los dibujos», o «Cuando acabes de ordenar tu habitación, entonces podrás ir a casa de tu amigo». Primero le decimos qué conducta queremos y luego le proporcionamos una consecuencia positiva. Este tipo de instrucciones dan al niño la opción de obedecer o no y le hacen conocer qué consecuencias tendrá si obedece. Obviamente, solo se usarán si podemos permitir que el niño no obedezca. Cuando la orden debe ser obedecida hay que dar una instrucción directa. A continuación vamos a ver una escena que os servirá para recordar cómo dar órdenes a los hijos eficazmente siguiendo la frase <(primero ... , luego ... )),
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EmPeCemos
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'' '' '' '' ''' ''-------------~' Noelia: Madre: Noelia: Madre: Noelia:
La escena. Noelia, de 7 años, lleva un buen rato jugando en su habitación. Sale y va a junto a su madre que está en el salón.
Mamá, quiero salir a la calle. Primero recoge tu habitación y luego podremos salir un rato. La recojo después. No vale. Recoges primero la habitación y después salimos, ¿de acuerdo? Está bien ...
Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: . 1. ¿Qué hace que sea efectiva la forma en la que esta madre da su orden? 2. ¿Por qué es una buena idea dar una orden de la forma «primero ... , luego ... »?
Consideraciones sobre la escena Esta madre da su orden «primero... , fuego ... » con amabilidad pero de manera firme. Esto hace que sea una orden efectiva que la niña obedece para obtener el privilegio que desea. Comente cómo la madre usa una orden "primero ... , luego ... » para que su hija obedezca. Indique que este tipo de órdenes son apropiadas en estos casos porque la niña está siendo motivada por la consecuencia positiva de salir a la calle. Cuando un padre decide usfr una orden de la forma de r,primero ..., luego ... », siempre existe la posibilidad de que el niño decida que no vale la pena hacer la tarea para obtener el privilegio. Si esto sucede, es importante cumplir con lo dicho y no dar el privilegio para que nuestro hijo experimente la consecuencia. Pero, como señalamos antes, cuando la tarea es algo que se necesita hacer de inmediato, se debe emplear una orden directa en lugar de una orden ,1primero..., luego ... ».
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Sesión Z Establecer lfmites a la conducta: órdenes eficaces y reglas fami/iams
Características que diferencian las buenas de las malas órdenes
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Entregue a los padres la ficha 7 .1. Dar buenas órdenes a tu hijo. Utilice la ficha como apoyo para la exposición sobre las buenas y las malas órdenes. Algunos ejemplos de cada una de ellas serán representados en los vídeos que se presentarán a continuación.
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Comience la explicación de las características de las buenas órdenes como sigue:
Las buenas órdenes son aquellas que incluyen claramente lo que se debe hacer. En concreto, deben ser: 1o1
Específicas, directas y cortas: las órdenes deben referirse a la conducta exacta que se quiere que realice el hijo, se deben dar sin rodeos, de forma clara y sin utilizar frases muy largas.
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Dadas una sola vez: nos dirigiremos a nuestro hijo y le daremos la orden una vez, sin repetirla.
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Seguidas de 5 o 1o segundos de silencio: después de emitir la orden le daremos un breve espacio de tiempo al hijo para que la cumpla.
De esta forma, nuestro hijo tendrá clara la orden que Je estamos dando y le ofreceremos la oportunidad de obedecer. La instrucción puede ír precedida o seguida por un «por favor" cálido, pero firme. Como se ha comentado antes es aconsejable, si es posible, dar avisos antes de la orden, por ejemplo: «Dentro de cinco minutos, será hora de que apagues la televisión". Esto evita que las órdenes sean abruptas y prepara al niño para cambiar de situación. Además, son preferibles las órdenes tipo «Has de, .. » a las de «Deja de.··"· En lugar de decir «Deja de g_ritar)), podemos decirle «Por favor, habla más bajo». A continuación vamos a ver unas escenas en las que los
padres dan malas órdenes a los hijos. Algunas veces los padres encuentran dificultades para que los hijos les obedezcan porque dan demasiadas órdenes al mismo tiempo. No le dan tiempo al niño para obedecer la primera orden cuando ya están dándole otras. Para los niños esto supone una sobrecarga de información. La siguiente escena es un ejemplo del problema que acarrea este tipo de órdenes.
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Borja, es hora de irse a la cama. Recoge las cosas que hay en el suelo, guarda la ropa en el armario y los zapatos ponlos en su sitio, prepara la mochila para mañana, ponte el pij~ma y lávate los dientes. En 10 minutos quiero verte metido en la cama. (Se le queda mirando a la madre sin decir ni hacer nada). Venga, ¡a qué esperas!
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Un niño está jugando en silencio a solas cuando su madre entra en la
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Comience un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Qué os parece el ritmo de las órdenes? 2. ¿Son necesarias todas esas órdenes? 3. ¿Cómo pudo dar/as de otra forma más eficaz?
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Consideraciones sobre la escena ir
La madre está empleando una cadena de órdenes para hacer que su hijo recoja sus cosas y se prepare para dormir. El ritmo es frenético y la lista de tareas que tiene que hacer es numerosa. Discuta con los padres sobre la manera que tiene la madre de dar sus órdenes una tras otra. Un problema con esta técnica es que para un niño es muy difícil r~cordar más de una o dos cosas a la vez. Además, una serie de varias órdenes es desconcertante y bastante desmoralizadora, lo que hace muy probable que el hijo se dé por vencido antes de cumplirlas todas. La situación se ve agravada por el ritmo tan rápido en el que la madre da las órdenes, ya que le impide elogiar al hijo por obedecer. Así, el dar demasiada información a la vez y el no poder reforzar al hijo por cumplir las órdenes acaba en desobediencia. Enfatice la importancia de darle al niño la oportunidad de obedecer, por ejemplo, contando en silencio hasta cinco o hasta diez después de dar una orden.
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Sesión 7. Establecer ffmites a la conducta: órdenes eficaces y reglas [amillares
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:' La escena. Daniel, de 8 años, está viendo la tele cuando su padre entra en el salón.
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Padre: Daniel, tus zapatos llevan dos horas en el medio del pasillo. Daniel: Ya. Padre: ¿Es que no me oyes? Daniel: ¡Ya te oí! ¿Qué quieres? Padre: Que los pongas en su sitio. Daniel: ¡Pues dilo!
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l½fl_' j---------------------------------------------------------------------------,: '' Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Cuál es el problema de la táctica del padre? 2. ¿Cómo podría hacer para lograr que Daniel guarde sus zapatos? Si después de que el padre se lo haya ': solicitado específicamente, el hijo no aceptara, ¿cuál sería una consecuencia apropiada?
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Consideraciones sobre la escena En lugar de usar una orden específica para hacer que su hijo guarde los zapatos, este padre hace un comentario sobre ellos y se enfada. La respuesta del niño es eludir el comentario de su padre en lugar de guardar los zapatos. En una situación así es muy fácil que ambos terminen discutiendo.
Comente con los padres por qué es ineficaz la táctica del padre. Indique que el padre emplea una frase descriptiva en lugar de una orden específica. No es realista esperar que e\ niño obedezca sin pedirle directamente que guarde los zapatos.
Continúe la exposición hablando de otro tipo de órdenes ineficaces:
Las órdenes en forma de pregunta suelen confundir a los niños. Por ejemplo: «¿No te gustaría bañarte ahora?». Lo difícil para el hijo es poder distinguir entre si es realmente una opción o una orden. Una pregunta indica que el niño tiene la oportunidad de escoger si quiere hacer o no lo que se le está pidiendo. Si esperáis que el niño obedezca pero le ordenáis con una pregunta, es muy probable que no lo consigáis, ya que dependerá de lo apetecible que sea la acción para vuestro hijo. Observad lo que sucede en la siguiente escena cuando la madre da su orden en forma de pregunta.
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Daniel, ¿no es hora de ir a la cama?
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Proponga un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones: 1.
¿Qué os parece la orden inicial de la madre?
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¿Qué problemas veis en la forma en que la madre plantea su orden?
3.
¿Cómo pudo haberse expresado de form~ más eficaz?
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,1 4. ¿Qué patrones de conducta se están reforzando en esta escena? :1 : ', __________________________________________________________________________________________ }
Consideraciones sobre la escena Cuando esta madre emplea órdenes en forma de pregunta para conseguir que su hijo se acueste le da la oportunidad de decir que no. El niño no solo dice <(no)), sino que da la vuelta a la conversación como si fuese él quien debe decidir cuándo debe irse a la cama. Después, cuando la madre insiste, el hijo se enfada y consigue lo que quiere.
Comente los tipos de problemas que surgen cuando las órdenes se dan en forma de pregunta permitiendo que la conducta sea opcional. ¿Les suena esta situación a los padres del grupo?
Pida a los participantes que piensen acerca de si emplean órdenes en forma de pregunta y cuáles son sus resultados.
Una vez comentada la escena con los padres, diríjase de nuevo al grupo para exponer cómo dar buenas órdenes:
Una orden negativa en la que se le dice al niño lo que no debe hacer es también una manera de criticar. Por ejemplo, órdenes como: «No grites)), «No hagas eso», «Detente», «Para)), etc. son órdenes
negativas. Para obtener mejores resultados es mejor dar órdenes que indiquen lo que ,hay que hacer», en lugar de órdenes que digan lo que «hay que dejar de hacer». Observad en la siguiente escena cómo la
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madre da una buena orden.
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Sesión Z Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
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'' ''' ''' '', ______________ Madre: Noelia:
''' La escena. Noelia está jugando con sus muñecas en la habitación mientras su madre ' está en la cocina. La madre va a avisarla de que es el momento de comer. /
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(Con voz suave, mirando a la niña y asegurándose de que le presta atención). Noe!ia, es hora de comer, mete tus muñecas en la caja ahora, por favor. (Obedece).
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Inicie un debate con el grupo en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Cómo da la orden esta madre? ¿Diríais que fue clara y especifica? 2. ¿Qué pudo haber hecho su táctica aún más efectiva?
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Consideraciones sobre la escena En la escena la madre se dirige a su hija dándole una orden de forma firme, educada y positiva. Plantee la manera que tiene la madre de dar órdenes. Si bien la orden fue adecuada, podría haberlo hecho mejor elogiando a su hija por obedecer a la primera.
Como resumen a lo trabajado hasta ahora con el apoyo de !as escenas, mencione a los padres !os siguientes puntos importantes a tener en cuenta siempre que den órdenes a sus hijos:
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Dad la orden como una frase directa (p. ej., ,Alvaro, recoge tus juguetes del suelo ahora, por favor»).
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Aseguraos de que vuestro hijo tiene la capacidad de cumplir con lo que le estáis mandando hacer. Si no la tiene, no deis una orden.
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Si queréis darle una explicación de por qué es necesario que realice la conducta, hacedlo en primer lugar, antes de dar la orden. Por ejemplo: "Pablo, está lloviendo y no quiero que te mojes y te resfríes. Por favor, ponte el chubasquero».
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La orden debe ir seguida de 5 o 1o segundos de silencio, es decir, no digáis nada más después de darla (no deis argumentos, razonamientos o explicaciones). Dejad a vuestro hijo tiempo para obedecer.
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Entregue a los padres la nota de recuerdo 7, 1. Ejemplos de órdenes.
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Profundizando en las órdenes que no funcionan
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Entregue a los padres la ficha 7,2. Órdenes que no funcionan.
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Sesión Z Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
Diríjase de nuevo al grupo:
A continuación profundizaremos sobre las órdenes que no funcionan, aquellas que aumentan la probabilidad de que los hijos no obedezcan. Por supuesto, ninguno de nosotros está constantemente calculando cómo dirigirnos a nuestros hijos, ni en el programa pretendemos que se haga así. Simplemente queremos daros a conocer la forma de mejorar el control que podéis ejercer sobre vuestros hijos, si bien ello requiere el esfuerzo de cambiar algunos hábitos, en este caso, aquellos que hacen referencia a la forma de mandar hacer cosas a los niños. Si nos paramos a pensar sobre cómo son estas formas nos damos cuenta de que a veces resultan muy cómicas. Veamos algunos ejemplos en la ficha 7.2. Órdenes que no funcionan, para ver cuánto de familiares os resultan.
Role-playing 7.1. «Representación de malas y buenas órdenes».
i I i 111 11 i 11111i 11111111111111111 111 Proponga a los padres que representen los ejemplos de malas órdenes de la ficha 7.2 y, a continuación, pregúnteles acerca de cómo las transformarían en buenas órdenes.
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Órdenes encadenadas. Una buena forma de dar la orden sería: una o dos órdenes a un tiempo 7 esperar 5 o 10 segundos 7 elogiar 7 otra orden.
En este momento se pueden retomar ciertos ejemplos particulares de los participantes surgidos durante los debates anteriores y utilizarlos para su representación, de tal forma que se escenifique la forma habitual de los padres de dar las órdenes y el modo correcto de hacerlo.
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Órdenes como preguntas. Una buena forma de dar !a orden sería: 1•
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Repetir órdenes. Una buena forma de dar la orden sería formularla solo una vez con voz clara y tono agradable.
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Órdenes vagas. Una buena forma de dar la orden sería mediante un enunciado positivo y específico. En el caso de órdenes <1dejar de hacer algon, lo más útil es pensar en lo contrariO·i es decir, en qué es lo que tiene que hacer el niño y reformular la orden.
En cada ejemplo, ofrezca retroalimentación a los padres sobre cómo sería la orden bien dada: @
Órdenes aburridas. Una buena forma de dar la orden sería: primero la explicación, después la orden.
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Cómo incrementar la obediencia mediante el elogio Una vez finalizado el role-playing, exponga a los padres cómo incrementar la obediencia de los hijos mediante el uso del elogio:
Además de cuidar cómo se formulan las órdenes, hay otra cosa que se puede hacer para favorecer la obediencia de los hijos y que ya conocéis. Se trata del elogio, algo que habéis estado utilizando todo este tiempo para premiar la buena conducta. ¡Qué mejor conducta en los niños que la obediencia! Elogiarles cuando cumplen con nuestras órdenes ayudará mucho a que se convierta en una acción cada vez más frecuente en nuestros hijos. Algunos ejemplos de cómo elogiar la obediencia serían:
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«Ana, recoge la mesa, por favor)). (Ana obedece). ((Muchas gracias cariño. ¡Me encanta que ayudes a recoger!)),
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«David, pon tu ropa sucia en el cubo». (David obedece). «¡Perfecto! ¡Buen chico!».
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«Marcos, es la hora de hacer los deberes. Apaga la televisión y ponte con ellos». (Marcos apaga la televisión). «¡Estupendo! ¡Qué orgullosa estoy de que hagas lo que debes sin protestar!».
Otra opción posible es pedir a los padres que den, para cada caso, ejemplos de los elogios que han estado practicando en casa con sus hijos a lo largo de estas semanas.
De momento os pedimos que practiquéis el elogio cuando vuestros hijos cumplan las órdenes que les deis. Dejaremos para las sesiones siguientes el hablar del castigo ante Ja desobediencia de las órdenes. Por ahora, únicamente debéis observar la respuesta de vuestro hijo ante las órdenes bien dadas. Si no obedecen a una orden importante actuad como lo habéis estado haciendo hasta ahora.
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Entregue la nota de recuerdo 7.2. Ayudar a los niños a aceptar las órdenes.
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Sesión 7. Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
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Comience la tercera actividad con la siguiente introducción:
Además de utilizar las órdenes formuladas de forma eficaz, existe otro factor importante que ayuda a establecer los límites para la conducta de los niños: las reglas de casa. Las tareas de cada día, como poner la ropa sucia en el lugar adecuado o hacer la cama los sábados son, con frecuencia, parte de las normas de la casa. Otras normas pueden tener que ver con el comportamiento que no es aceptable (p. ej., no se acepta insultar, decir palabrotas o pegar a los hermanos).
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' Proponga un breve debate en el grupo para conocer si los padres tienen establecidas reglas en sus familias. Algunas de las preguntas a las que se debería dar respuesta en el debate serían: 1. ¿Habéis puesto normas a vuestros hijos? 2. ¿Estas reglas son explicitas (propuestas directamente y de forma clara y conocidas por todos) o reglas implícitas (aunque no se han establecido directamente, asumís que deben ser seguidas por los hijos)? 3. ¿Cómo responden vuestros hijos ante las reglas? 4. ¿Aplicáis algún tipo de consecuencia como método para hacerlas cumplir?
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"~----------------------------------------------------------------------------------------' En el transcurso del debate, utilice como argumentos las siguientes ideas importantes:
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Es muy recomendable que los padres establezcan unas reglas familiares mínimas de forma explícita y clara para que los hijos las conozcan a la perfección. Esto evitará que los niños discutan sobre los límites y, en un primer momento, poner las reglas por escrito ayudará a que los hijos las aprendan.
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EmPeCemos
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Las reglas se deben revisar periódicamente y, si es necesario, modificarse para adecuarse a las nuevas situaciones que puedan surgir o para reflejar los cambios que los niños afrontan a medida que se hacen mayores.
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Las reglas de casa sobre cosas como el momento de irse a dormir, ver la televisión o hacer !os deberes escolares se deben negociar con los niños mayores (a partir de 9 o 10 años), de forma que sientan que las normas son justas y razonables.
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Según la forma en que los padres establezcan límites en sus hogares podemos distinguir dos tipos extremos de disciplina familiar que tienden a producir problemas de conducta: la familia upermisiva)) y la familia {. Comente cada tipo de disciplina siguiendo la información para el guía que se incluye en la introducción de esta sesión.
¿Cómo se convierte una conducta en una regla? Continúe la exposición explicando a los padres en qué consisten las reglas de la casa:
Las reglas representan los limites a la conducta de los hijos que los padres consideran necesarios para garantizar la armonía familiar. Las reglas ayudan
a los hijos a controlar su propia conducta y a saber qué
acciones son aceptables por sus padres y cuáles no, qué es lo que pueden y lo que no pueden hacer. Ejemplos: «No pegarse o pelearse con los hermanos», <(No decir palabrotas o insultar en casa)), ~La hora de ir a la cama son las 21:30 h», «Una hora de televisión al día», etc. Es normal que los niños pongan a prueba las demandas de sus padres para ver si van en serio y para saber si realmente se tratan de normas firmes o simplemente peticiones puntuales. Por ello, los padres deben tener claro que una conducta determinada se convierte en regla o norma de casa cuando se esta-
blecen consecuencias negativas ante su incumplimiento. Es decir, ante la desobediencia a una regla, los padres tienen que aplicar un castigo y deben hacerlo siempre y de la misma forma todas las veces que el hijo la incumpla. Así, Jo que diferencia a una regla o norma de cualquier otra petición de los padres es la aplicación de consecuencias negativas de forma firme y consistente. A la hora de establecer reglas en el hogar, los padres debéis reflexionar sobre qué cosas consideráis realmente importantes y queréis firmemente que vuestro hijo haga o deje de hacer, estando dispuestos a castigar siempre que no se cumplan. Después de dar a conocer a los hijos las reglas a seguir y de indicarles que serán castigados cuando las incumplan, los padres deben aplicar una consecuencia negativa de forma inmediata por la mala condúcta. Esta consecuencia inmediata deberá tener la capacidad para detener la conducta inadecuada y deberá tener el efecto educativo de enseñar y motivar al hijo para inhibir su impulso de realizarla. En las próximas sesiones hablaremos de este tema y veremos qué hace que un castigo sea eficaz y cómo debe aplicarse.
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Sesión Z Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa durante la semana:
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Entregue a los padres la tarea para casa 7.1. Decidir las reglas de casa.
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1. Una de las tareas para casa de esta semana será que los padres empiecen a practicar las buenas órdenes. Tendrán que prestar atención a si los hijos obedecen o no. En el caso de que el hijo obedezca, insista en que deben utilizar el elogio, La secuencia es: Orden ~ obediencia ~ refuerzo/ elogio 2. Además, deberán hacer una lista de reglas de casa, es decir, deberán decidir qué cosas quieren instaurar como normas para sus hijos teniendo en cuenta que deben acompañarse de consecuencias negativas si no las cumplen, Para ello deberán cumplimentar la tarea para casa 7.1. Decidir las reglas de casa. Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los con.tenidos y la metodología de la sesión,
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EmPeCemos
Al finalizar la sesión ... Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres:
1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres. 2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 7.
3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión. 4. Revisar las tareas reallzadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo.
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Preguntas frecuentes
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1. Soy más partidario de una «filosofía» educativa más permisiva y más basada en la propia responsabilidad ... ¿Realmente tenemos los padres que estar siempre dirigiendo a los niños y dando órdenes? «Yo no soy partidaria de imponer a mi hijo tantas reglas, normas e instrucciones. Para hacerse una persona responsable y emocionalmente autocontrolada debe saber lo que espero sin tener que decírselo una y otra vez».
La investigación sobre Psicología y Educación ha demostrado que el hecho de que los niños tengan normas que respetar es precisamente lo que les ayudará a desarrollar su responsabilidad y sus controles internos (Webster-Stratton, 2002). Los niños no nacen sabiendo cómo comportarse, es algo que aprenden en su día a día. Tener normas y hábitos que seguir les ayuda a interiorizar las formas adecuadas de comportamiento. Además, esas normas les proporcionan la seguridad que necesitan para aprender y crecer saludablemente. La falta de reglas en el hogar puede hacer que el entorno resulte impredecible para el niño y, precisamente, la incertidumbre sobre lo que se espera de él y sobre cómo debe comportarse es lo más perjudicial para el desarrollo de su autonomía. Además, poner límites no interfiere . en la necesidad de los niños de aprender a solucionar ros problemas por sí mismos. Existen muchas situaciones cotidianas en las que los hijos pueden participar en la toma de decisiones familiares (p. ej., decidir qué actividad realizar el fin de semana, qué película ir a ver al cine, etc.) o en las que tienen la
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Sesión Z Establecer límites a la conducta: órdenes eficaces y reglas familiares
libertad de elegir cómo comportarse (elegir su ropa o el deporte que le gusta practicar, decidir qué libro o qué cuento leer, a qué juego jugar, etc.). Permitir a los niños tomar la iniciativa en estas decisiones les ayuda a desarrollar un sentido de autonomía y les permite aprender experimentando qué consecuencias tienen sus decisiones. Sin embargo, en la familia debe asumirse que la vida conjunta requiere cumplir una serie de obligaciones y pautas de actuación por parte de todos sus miembros y son estas las que deben adquirir la forma de normas de comportamiento. Por ejemplo, los padres deben establecer normas claras para proteger a los niños de hacerse daño unos a otros o de resultar heridos (p. ej., evitar peleas, establecer reglas cuando salen a jugar a la calle o a montar en bicicleta, etc.). Pero también los padres tienen que imponerse estableciendo los límites de una forma positiva y firme en áreas como la cantidad de tiempo para ver la televisión, para jugar a los videojuegos, para utilizar el ordenador, etc.
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2. Mi hijo hace lo que se le manda, pero tengo que repetírselo mil veces. ¿Debo aceptarlo? «Siempre tengo que decirle todo a mi hijo mil veces. Ya estoy cansada de tener que estar detrás de él como una pesada para conseguir que haga cualquier cosa».
Un problema frecuente ocurre cuando el padre repite la misma orden una y otra vez, intentando que, a base de insistir, el niño obedezca. En estos casos, los niños aprenden pronto que les van a repetir la orden; además aprenden que no necesitan obedecer inmediatamente, sino que pueden esperar a que la orden se les dé siete veces, o que solo hay que obedecer cuando el padre eleva el tono de voz. No es una buena práctica repetir las órdenes asumiendo, de entrada, que el niño va a hacer oídos sordos. Las órdenes se deben formular una sola vez, con voz clara y suave y luego esperar unos 10 segundos a ver si el niño la ejecuta. El padre debe evitar la tentación de repetirla. Si el niño obedece, debe ser elogiado. Si no, el incumplimiento de esa orden debe tener alguna consecuencia. De este modo, se evita crear o mantener el hábito de las «órdenes repetidas>>. Otro error frecuente en los padres es la emisión de las llamadas ,iórdenes en cadena>). A veces los padres emiten una serie de órdenes sin que el niño tenga tiempo a obedecer a la primera antes de prestar atención a la siguiente. Las órdenes en cadena sobrecargan de información al niño, lo confunden y dificultan que las cumpla. Por ejemplo, una madre dice a su hija de 7 años: «Es hora de acostarse. Quiero que recojas tus muñecas, guardes todos esos dibujos, prepares tu mochila para mañana, te pongas el pijama, te laves los dientes y la cara, te metas en la cama y apagues la luz. En 10 minutos quiero que estés acostada1>. Una serie de órdenes como esta es difícil de recor~ dar para cualquier niño, especialmente para aquellos muy activos o con problemas de atención, quienes solamente pueden retener una o dos órdenes cada vez. Y recordemos que los problemas de atención son frecuentes en los niños con problemas de conducta (Romero, Robles y Lorenzo, 2006). Otra dificultad de las órdenes rápidas es que el padre no puede elogiar al niño por obedecer a cada una de ellas. Así estamos favoreciendo la desobediencia ya que, por una parte, el niño no puede obedecer a todo; por otra, al niño no se le refuerza por obedecer.
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3. ¿Es bueno dar avisos para que el niño esté preparado para obedecer las órdenes? •Cuando mi hijo está absorto jugando me resulta imposible conseguir que lo deje y, si le insisto, se enfada y se pone a protestar como un loco».
Si un niño está haciendo alguna actividad agradable, es normal que en ese momento no sea bien recibida una orden que le haga interrumpir esa actividad. Esto ocurre con frecuencia, por ejemplo, cuando los padres ordenan ir a comer, dejar de jugar con el ordenador, ponerse a hacer los deberes, etc. Si damos estas órdenes de un modo abrupto, sin ningún aviso previo, podemos tener por seguro que los niños protestarán e intentarán resistirse. Por ello, siempre que sea posible, es recomendable dar uno o dos avisos antes de una orden para permitir que el niño se prepare y anticipe lo que va a ocurrir. De esta forma también conseguimos que la orden genere menos frustración. Por ejemplo, uPablo, dentro de cinco minutos comemos, ve terminando de jugari) o uTe quedan diez minutos de juego, luego· nos iremos a casai1, De todas formas, tampoco se trata de ser absolutamente inflexibles cuando las peticiones de los niños son razonables. Por ejemplo, si un niño está leyendo y le damos la orden de apagar la luz; el niño puede pedir acabar de leer esa página. Mostrarse sensible a las peticiones razonables de los niños facilitará que ellos obedezcan las instrucciones.
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~Objetivos principales 1,
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Introducir el concepto de establecer metas para fomentar la buena conducta.
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Ficha 8.1. Guión para el programa de puntos.
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Tarea para casa 8.1. Establecer metas.
Introducir el concepto de refuerzo tangible como complemento del elogio.
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Tarea para casa 8.2. Metas de casa.
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Tarea para casa 8.3. Registro de metas.
Presentar los programas de eco-
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Tarea para casa 8.4. Programa de puntos en
nomía de fichas como refuerzo tangible,
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Nota de recuerdo 8.1. Consecuencias de la buena conducta: premios tangibles.
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Cuestionario de satisfacción semanal.
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Introducción para el guía del grupo
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Además del elogio, se puede recurrir al uso de los refuerzos tangibles como forma de estimular la conducta positiva en los niños. Los premios tangibles son u~a herramienta especialmente útil con los niños más difíciles, aquellos para los que el elogio parental no llega a ser suficiente refuerzo como para cambiar las conductas indeseables más importantes. Hablar de refuerzos tangibles es hablar de premios, es decir, algo concreto que resulta del agrado del niño, como puede ser una comida o un postre especial, golosinas, algún privilegio adicional, un juguete, una excursión o viaje, dinero, etc. Son refuerzos extraordinarios que suelen reservarse para cosas importantes que hacen los niños, tales como aprender conductas nuevas o realizar una tarea difícil (p. ej., hacer los deberes a su hora, poner la mesa, hacer la cama, vestirse solo para ir al colegio, jugar con el hermano sin pelear, etc.). El uso de refuerzos tangibles debe ir igualmente acompañado de los refuerzos sociales (atención y elogio). Combinando ambos, los padres conseguirán un impacto mucho mayor. Además, dentro del aprendizaje de una nueva conducta por parte del niño, cada uno de estos refuerzos puede servir a propósitos diferentes:
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Utilizaremos los refuerzos sociales para reforzar los pequeños pasos que los niños emprenden para dominar esa nueva habilidad o conducta deseada.
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Reservaremos los refuerzos tangibles para premiar el !ogro de una meta específica.
Una vez que los niños ya han aprendido una nueva conducta, podremos eliminar los refuerzos tangibles, ya que el elogio servirá para mantenerla. Los padres pueden utilizar los refuerzos tangibles con sus hijos de dos formas:
1. Como un refuerzo inesperado cuando el niño muestra una conducta deseada por sus padres o cuando cumple una orden a la primera. Por ejemplo, podemos reforzarle cuando permanece a nuestro lado en el supermercado, cuando se sienta y está quieto en el coche, cuando come toda la comida que se le sirve en el plato, cuando juega apropiadamente con su hermana sin pelear, etc. Esta forma de proceder funciona muy bien para aumentar la frecuencia de una conducta deseada que ocurre con bastante regularidad. Cuando aplicamos los refuerzos tangibles debemos mencionar el comportamiento que se está recompensando y elegir como (
2. También podemos planificar de antemano con el niño qué conducta apropiada y concreta dará lugar a un refuerzo en particular. Este tipo de programa de refuerzos funciona especialmente bien cuando queremos promover una conducta que deseamos ver en el hijo pero que ocurre muy pocas veces. A la hora de aplicar este tipo de programas (también llamados programas de puntos o economías de fichas), haremos una especie de Contrato con el niño. Por ejemplo, un padre podria establecer un sistema de puntos para dos hermanos que se pelean
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuenos tangibles
con frecuencia. Empezaría diciéndoles a los dos que recibirán un punto por cada 15 minutos que estén compartiendo los muñecos y jugando tranquilamente. Luego acordaría con ellos qué cosas especiales les gustaría conseguir con los puntos que ganen, por ejemplo: que un amigo venga a dormir a casa, leer un cuento a la hora de acostarse, ir al cine, elegir sus cereales favoritos en el supermercado, ir a comer una hamburguesa, etc. Con estas cosas se elaboraría una lista en la que incluyeran tanto premios pequeños y asequibles, como otros algo más costosos, y a cada premio se le otorgaría un valor en puntos. Los niños acumularían puntos al realizar la conducta deseada y podrían canjearlos por los refuerzos tangibles acordados. Por supuesto, para que los premios tengan efecto, estos deben ser valiosos para los niños, aunque no necesariamente a nivel económico: deben ser de su agrado y hacerles ilusión. Los menores pueden tener gustos muy diferentes y aquello que es muy apreciado para unos, no lo es para otros. Así pues, debemos seleccionar con cuidado los premios que se ofrecen y ajustarlos a las preferencias de los niños. Por ello, debemos saber qué privilegios concretos \es gustaría conseguir a nuestros hijos antes de utilizar el programa de refuerzos. Podemos preguntarles directamente o bien ofrecer. ciertas sugerencias a ver cómo las reciben. Aunque los programas de refuerzos puedan parecer simples, existen muchos errores que se deben evitar si queremos que sean efectivos. El guía debe dedicar el tiempo que sea necesario a revisar las propuestas de programas de puntos y aclarar las cuestiones que los padres formulen sobre ellos.
Inicio de la sesión
Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior
Se comenzará la sesión dando la bienvenida a t~dos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa El uso de buenas órdenes Converse con los padres sobre el uso de buenas órdenes. Averigüe si han cambiado la forma en que dan las órdenes a sus hijos y si notaron algunas diferencias:
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¿Qué percepción tenéis de las órdenes que habéis estado dando?
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¿Alguno ha tenido dificultades para realizar esta tarea?
En caso de que así fuera, proporcione retroalimentación sobre cómo deben poner en práctica el uso de órdenes adecuadas. Otros padres del grupo pueden ayudar sugiriendo también soluciones a estas dificultades.
Definición de las reglas de casa Revise la realización de la tarea consistente en pensar y decidir las reglas que van a establecer en sus familias. Para ello pídales que comenten uno a uno qué conductas anotaron en la tarea para casa 7 .1 como normas a cumplir por sus hijos. Recuérdeles que estas reglas deben ser lo suficientemente importantes como para imponer al hijo una consecuencia negativa siempre que las incumpla. Puede ocurrir que haya tanto padres que no encuentran conductas tan importantes como para transformarlas en reglas, como padres que sean muy estrictos. Puede que hayan establecido reglas para conductas poco relevantes o para conductas fáciles de Instaurar mediante el refuerzo por su cumplimiento, en lugar de mediante el castigo por su desobediencia. - -- -- R€t1€Xi0ñe- Cóh er grupo acerca de la relevancia de establecei unos límites mínimos en casa y de mostrar consistencia para hacer que los hijos los respeten, pero también sobre la importancia de estimular y motivar la conducta positiva en los niños recurriendo al refuerzo. Además de revisar las tareas para esta sesión, el guía debe animar y reforzar a los padres para que continúen practicando TODAS las técnicas enseñadas en las sesiones anteriores (ignorar, prestar atención a las conductas positivas y elogiarlas, autocontrol, etc.). Elogie a todos los padres que al menos intentaron hacer las tareas y asegúrese de preguntarles si siguen teniendo o no el ((momento dulce>) con sus hijos.
Presentación de la agenda para la sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y cuáles son los contenidos que se van a trabajar en ella.
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Agenda de la sesión
1. Definición de metas para fomentar la buena conducta. 2. Utilización de las consecuencias para hacer que se cumplan las metas: el elogio, los premios tangibles, los premios inesperados, la economía de fichas o programa de puntos. 3. El programa de puntos.
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Sesión 8, Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
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Se empezará la primera actividad de la siguiente forma:
Cuando os pedí la semana pasada que reflexionarais sobre aquellas conductas que querríais instaurar
o eliminar en vuestros hijos convirtiéndolas en normas familiares 1 ¿cuántos de vosotros pensasteis en comportamientos que finalmente descartasteis porque no os parecían suficientemente serios como para castigar a los hijos si no los seguían?
Espere la respuesta de \os padres y relaclónela posterlormente con los siguientes comentarios:
Seguro que os gustaría lograr que vuestros hijos hiciesen estas conductas sin necesidad de tener que estar pendientes de ellos recordándoselo, riñéndoles o amenazándoles con castigos. A estas conductas positivas que los padres quieren ver en sus hijos sin necesidad de castigarles por ello las vamos a denominar metas de buena conducta. Es recomendable que los padres tengan metas sobre las conductas que pueden hacer los hijos, siempre y cuando se adecuen a la edad y a las habilidades que estos tienen. A veces esperamos muy poco de nuestros hijos y no les retamos lo suficiente a hacer las cosas de las que son capaces. Pero también puede ocurrir lo contrario: que marquemos metas demasiado altas y que nuestros hijos no puedan alcanzarlas. En este último caso, es probable que los padres interpreten la incapacidad de su hijo como una conducta desafiante y ello les lleve a castigar conductas que el niño no domina. Estos dos extremos resultan poco beneficiosos tanto para los padres, que se verán sobrecargados en el primer caso y frustrados en el segundo, como para los hijos, que en ambos casos verán perjudicada su autoestima y tendrán menos oportunidades para comportarse debidamente. Por otra parte, también puede ocurrir que los padres, en vez de tener metas positivas, tengan expectativas negativas sobre lo que pueden hacer sus hijos. Es decir, esperan que su hijo se comporte mal, dan por hecho su mala conducta y creen que es imposible evitarla, por lo que no harán nada por intentar cambiar la situación. Con las expectativas negativas lo que realmente logran los padres es que el hijo asuma su
condición de niño «difícili> o «imposible» y mantenga el mal comportalTliento.
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EmPeCemos
Pida a los padres que debatan sobre las exigencias apropiadas para la edad de sus hijos y sobre las metas de conducta que ellos tienen. Para guiar el debate se pueden utilizar las siguientes preguntas:
1. ¿Habéis tenido alguna vez creencias negativas sobre el comportamiento de vuestros hijos?
2. ¿Cómo creéis que influían estas expectativas negativas en la conducta real de los niños? 3. De las que habéis dicho, ¿qué metas os parecen más importantes para vuestros hijos? 4. ¿Estas metas son adecuadas para su edad y sus capacidades? Por ejemplo: hacer su cama, perma''' necer sentado a la mesa mientras come, ayudar a fregar el suelo, hacer los deberes antes de ver la ''' '' televisión, ser educado y respetuoso con tos mayores, vestirse por tas mañanas sin ayuda, guardar su '' abrigo en su sitio, dejar la ropa usada en el cesto de la ropa sucia, lavarse tas manos antes de cenar, ''' etc. Los miembros del grupo pueden dar otros ejemplos. '
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Comience la actividad con la siguiente explicación:
Al reforzar el cumplimiento de las metas con consecuencias positivas lograremos también que estas se vayan convirtiendo en un hábito en nuestros hijos. Estas consecuencias positivas deben ajustarse lo máximo posible a la conducta a la que siguen para que los hijos puedan percibir la conexión entre su acción y la consecuencia resultante. De esta forma podrán saber cuándo y cómo pueden volver a conseguir su recompensa. Veamos cómo podemos aprovechar los beneficios de las consecuencias positivas para reforzar y potenciar el cumplimiento de nuestras metas.
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refueITos tangibles
Al principio del programa aprendimos que el elogio funciona muy bien como refuerzo para la buena conducta y, por ello, es una excelente estrategia para utilizar cuando nuestros hijos cumplen nuestras metas. Sin embargo, a veces el elogio no es suficiente para lograr nuestro.propósito y debemos complementarlo con otro tipo de refuerzo. Lo mejor en estos casos son los premios tangibles. Un premio tangible es algo concreto, como lo son las golosinas, los privilegios adicionales o el dinero. Estos premios deben usarse con menos frecuencia que los denominados premios sociales (los elogios o los abrazos) y siempre deben ir acompañados por estos, ya que el impacto del refuerzo en el comportamiento del niño será mucho mayor. Los premios tangibles se pueden usar de dos maneras generales: de forma inesperada (premios inesperados) o bien de forma planificada (utilizando una economía de fichas, por ejemplo). A continuación explicaremos con más detalle cada uno de ellosy veremos algunos vídeos donde se muestra cómo aplicarlos de forma eficaz.
Los premios inesperados Tras una pequeña pausa para comprobar que los padres han comprendido lo expuesto hasta el momento, continúe la explicación:
Los premios tangibles se pueden utilizar como <(premios sorpresa>) cuando los niños muestran un comportamiento deseado, como por ejemplo compartir algo, quedarse a vuestro lado en una tien_da o ayudar a hacer alguna tarea ~n casa. Cuando los premios tangibles se emplean de esta manera, es importante especificarle al niño el comportamiento que se está premiando. Por ejemplo: ,¡Pedro, me ayudaste tanto con las compras en el supermercado que creo que te mereces un helado!,. Esta modalidad funciona especialmente bien para aumentar la frecuencia de un comportamiento deseado que ocurre con bastante regularidad. Veamos otros ejemplos en los siguientes videos:
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EmPeCemos
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La escena. Daniel, de 8 años, está guardando los platos cuando su madre llega
a la cocina.
Madre: Daniel, ¡qué alegría me das! Me encanta que me ayudes en la cocina. Por recoger tan bien los platos te mereces algo especial. ¿Te apetece un bocadillo de crema de chocolate para
merendar?
Dani:
(Entusiasmado). ¡Claro!
Madre: Muy bien.
Consideraciones sobre la escena Esta madre utiliza un tono de voz positivo, un elogio específico y un premio tangible inesperado para fomentar la ayuda de su hijo en la cocina.
Continúe con la siguiente explicación:
En la sesión dedicada al elogio hablamos acerca de la atención de los padres, de elogiar y de estimular como una forma de premio social. Con frecuencia, la atención de los padres y el elogio es todo el premio que el niño necesita, pero algunas veces puede ser útil combinar el elogio con un reforzador tangible, sobre lodo si el niño está manifestando un comportamiento nuevo o dificil. Observad en las escenas siguientes cómo los padres dan un premio sorpresa al mismo tiempo que elogian.
Sesión 8. Establecer meras de buena conducta: los refuerzos tangibles
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' :' La escena. Noelia, de 7 años, se ha puesto el pijama, se ha lavado los dientes y se 1 ha acostado a su hora. Su madre entra en la habitación y se sienta en la cama.
', _____________ ,' Madre: ¡Ay, Noelia! ¡Hoy te preparaste muy rápido para ir a la cama! Además, lo hiciste la primera vez que te lo pedí, así que tenemos un ratito para seguir leyendo tu libro favorito. ¿Qué te parece? Noelia: (Entusiasmada). ¡Bien! Madre: (Coge el libro). A ver ... ¿Por dónde íbamos ... ? (Madre e hija comienzan a leer).
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Proponga un debate en torno a las siguientes cuestiones:
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1. ¿Es eficaz el método de esta madre? ¿Por qué? 2. ¿Qué comportamiento se está reforzando?
~~--------------------------------------------------------------------------------------~ : Consideraciones sobre la escena Esta madre demuestra su satisfacción por lo que Noelia ha hecho proporcionando elogios verbales combinados con un acercamiento ñsico y afectuoso. Además añade un premio concreto, leer más tiempo el libro preferido de su hija. Este método enseña a la niña que es bueno acostarse la primera vez que los padres se lo indican. Cabe destacar que si esta clase de comportamiento obediente se ignora o se pasa por alto, los niños volverán a su comportamiento habitual anterior. ''
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Pida a los participantes del grupo que piensen en otros premios tangibles que se pueden emplear con los niños, por ejemplo:
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Ver la televisión 30 minutos adicionales.
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Ir al cine.
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Cocinar su comlda favorita.
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Permitir que un amigo se quede a dormir.
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Disponer de tiempo para jugar con su padre o su madre.
Asegúrese de que en la lista de premios tangibles aparezca el último ejemplo. Es importante insistir sobre la idea de que compartir tiempo con los hijos también es una forma de premio. Frecuentemente, los padres piensan que tienen que premiar a sus hijos con dinero o con regalos especiales; sin embargo, la sola oportunidad de pasar más tiempo jugando con ellos puede ser uno de los premios más valiosos que se Je puede ofrecer a un niño.
Nota cte recuerdo
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Entregue a los padres la nota de recuerdo 8. 1. Consecuencias de la buena conducta: premios tangibles.
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refue,zos tangibles
La economía de fichas Diríjase de nuevo al grupo e introduzca el concepto de la economía de fichas:
La segunda manera de usar los premios tangibles es planificando con el niño exactamente qué comportamiento apropiado le hará conseguir un premio en particular. Este tipo de procedimiento se denomina programa de puntos o economía de fichas y es como hacer un contrato entre los padres y los hijos. Es un procedimiento recomendable para aumentar la frecuencia de un comportamiento deseado que
ocurre muy rara vez. A continuación veremos cómo han de utilizarse estos programas.
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Indique a los padres que sigan la explicación con ayuda de la nota de recuerdo 8.1 que se les ha entregado.
Para instaurar un programa de puntos con vuestros hijos seguiremos el siguiente procedimiento: Primero tenéis que sentaros con vuestro hijo para comenzar a presentarle el programa de puntos con un tono positivo. Decidle que os parece que no se le ha recompensado suficientemente en casa por sus buenas acciones y que queréis proponerle algo para que consiga premios por portarse bien. Para ello, los niños deberán ir ganando puntos representados por fichas de plástico o por cuadrados de papel de diferentes colores. Cada una de las fichas tendrá asignada un determinado valor que los hijos deben conocer. Por ejemplo, podemos asignar diferentes valores según los colores de cada ficha (blanco
= 1 punto, azul = 2 puntos y rojo = 5 puntos). El uso de las fichas facilita a los niños que entiendan el procedimiento a seguir consistente en que los puntos que vayan ganando puedan ser canjeados por una serie de premios posibles.
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EmPeCemos
A continuación haced una lista de los premios o privilegios que el niño ganará con las fichas. Esta no debería incluir únicamente privilegios especiales que solo se dan ocasionalmente (ir al cine, comprar un regalo, etc.), sino también privilegios cotidianos que los niños dan por hecho (ver la televisión, jugar con videojuegos, ir en bicicleta, pasar el día en casa de un amigo, juguetes, etc.). Incluid al menos 10 premios, siendo preferible incluir 15. No es necesario que impliquen un gasto de dinero, ya que puede incluirse cualquier actividad cotidiana con la que vuestro hijo disfrute. Después se hará una lista de conduelas o tareas que os gustaría que los niños realizasen sin necesidad de estar pidiéndoselo continuamente, por ejemplo: poner o recoger la mesa en las comidas, ordenar la
habitación, hacer la cama, vestirse para ir al colegio, lavarse, bañarse, cepillarse los dientes, etc. Para comenzar resulta apropiado que propongáis como conductas o tareas únicamente las dos o tres metas que esperáis instaurar en vuestros hijos. Seguidamente decidid qué valor tendrá cada tarea, es decir, cuántas o qué tipo de fichas ganará el niño con su realización. Recordad que cuanto más esfuerzo demande el trabajo, más puntos tendrá que ganar el niño.
Finalmente, se deberá asignar un valor a cada premio o privilegio, más bajo para los privilegios cotidianos y más alto para los especiales. El valor de los premios también dependerá de la cantidad de puntos que se ganará con cada tarea. Recordad a vuestro hijo que únicamente obtendrá fichas cuando haga la tarea Si tenéis que repetir la consigna, no obtendrá ninguna ficha.
á la primera petición.
Comprobemos en el siguiente vídeo cómo unos padres recurren al programa de economía de fichas con sus hijos. Veremos cómo siguen paso a paso las instrucciones del programa de puntos y después comentaremos juntos qué tal lo van haciendo.
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l." PASO: presentar el programa de puntos de forma positiva
'', __ ---- --- -- - -"' La escena. Los padres llaman a sus hijos para hablar con ellos sobre un tema importante que les va a gustar. Los padres se disponen a proponerles un programa de puntos y para ello tienen preparada una hoja en la que ir apuntando las cosas. Madre: Chicos, hemos estado pensado que últimamente os estáis esforzando por hacer vuestras tareas y no lo hemos valorado suficientemente. Por eso queremos proponeros un programa para que podáis ir ganando puntos cuando os portéis bien y cumpláis con vuestras tareas. Los puntos que consigáis podréis cambiarlos por cosas que os gustan. Podemos utilizar como puntos cuadrados dé papel de colores, ¿qué os parece? Borja: Uhmmmm, no sé ... Noelia: Bien.
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuet7os tangibles
Consideraciones sobre la escena Esta madre presenta muy bien y de manera positiva el programa de puntos cuando dice a los niños que tiene una idea que les va a gustar. Además les dice que ganarán puntos por portarse bien y por cooperar y que podrán cambiar sus puntos por cosas que a ellos les gusten, Esto asegura que la propuesta sea bien acogida por los niños, -. ,.-,.,.~ ,... "'-º~'
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8.3.2. - 2. º PASO: decidir los premios que se pueden ganar
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Padre: Borja: Madre: Borja: Madre: Padre: Madre: Noelia: Padre: Borja: Madre:
Borja:
Primero vamos a pensar entre los cuatro lo que podríais ganar con los puntos. Por ejemplo, ¿os gustaría ... , no sé ... , ver más la tele? Sí, claro. ¿Qué otra cosa os gustaría? Ir más al cine. Me parece muy bien, ¿a ver qué dice papá? Sí, está bien. Siempre me estáis pidiendo que os lleve a la piscina, podría ser otra cosa a ganar. ¿Te gustaría Noelia? Oh, sí. .. Y también quiero tener un patinete. Bueno, está bien, aunque eso tiene que ser más difícil de conseguir que por ejemplo ... , escoger una comida especial un día. ¿Qué os parece? Bien, pero también quiero una videoconsola para que venga Miguel a jugar conmigo. Sabes que no nos gusta la idea porque vas a estar todo el día jugando a la videoconsola. Es algo a pensar. .. Pero existen otras cosas más fáciles de conseguir. .. ¿No me dijiste que quieres alquilar la película Harry Potter10 para ver en casa? Sí, sí que quiero ... ¡Y también Spiderman!
Consideraciones sobre la escena Señale que los padres ofrecen el programa de puntos como una oportunidad de ganar privilegios adicionales y otros premios tangibles. Hable acerca de cómo involucran a sus dos hijos para decidir lo que quieren ganar (lo hacen de una manera clara y positiva).
10.
Pelicula fantástica basada en la novela homónima de J. K. Rowling.
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' 8.3.3. - 3." PASO: proponer las tareas con las que se ganarán los '' puntos y decidir el valor de cada tarea
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''-------------~' Padre:
Borja: Madre: Borja: Madre: Borja: Padre: Noelia: Madre: Padre:
Pues con eso ya tenemos muchas cosas por ahora. Vamos a ver qué es lo que tendríais que hacer para conseguirlas. Os vamos a proponer una serie de tareas y haciéndolas conseguiréis los puntos que podréis cambiar por cada cosa que os gusta. Vuestra madre y yo pensamos en que todos los días hicieseis los deberes después de comer, cuando nosotros os lo digamos, y si os ponéis a hacerlos a la primera sin protestar conseguiréis siete puntos. También, ganaréis puntos si os cepilláis los dientes después de comer y antes de acostaros, ¿cuántos puntos creéis que vale? Cinco puntos. Cinco puntos son bastante, pondremos tres puntos y cinco los reservamos para que después de bañaros colguéis la toalla y recojáis la ropa del baño, ¿os parece bien? Bueno, también podría conseguir puntos por preparar los libros por la noche. ¡Es una idea estupendat Le pondremos un punto porque es más fácil. ¡Un punto no es nada, por lo menos dos! Está bien ... Vamos a ver ... Así podéis conseguir 7 + 3 + 5 + 2 son 17 puntos que podéis ganar cada uno de vosotros al día si hacéis todas las cosas ... ¡Menuda cantidad de puntos! Sí. .. ¡Pero hacerlo todo es mucho! Estoy segura de que podréis conseguirlo muchas veces, muchos días. ¡Y yo también!
Consideraciones sobre la escena Durante la escena, los padres les comunican a sus hijos cuáles son las tareas con las que ganarán puntos y todos colaboran en la decisión de ponerle un valor a cada tarea. Después del proceso, la hija se queja de que son muchas cosas como para poder cumplir con todas ellas y los padres intentan motivarla insistiendo en que que son muchos los puntos que pueden lograr y asegurando que serán capaces de conseguirlo muchos días
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
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'' 8.3.4. - 4. º PASO: poner precio a los premios
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'''------~------'' Padre:
Noelia: Madre: Borja: Padre: Borja: Madre: Noelia: Madre: Borfa: Madre: Borja: Padre: Borja: Padre: Borja: Noelia: Madre:
Padre: Noelia: Padre: Noelia: Padre: Noelia:
Ahora le pondremos preclo a las cosas que queréis ganar. Se me ocurre que, por ejemplo, ver la tele debería tener un valor bajo, por ejemplo os costará 5 puntos. Pero ir al cine ya será más caro ... 60 puntos. ¿Cuánto crees que costará alquilar una película en casa, Noelia? ¡Mucho menos que ir al cine, 10 puntos! ¿Os parece bien si ponemos la mitad que ir al cine, 30 puntos, y los 10 puntos se los damos a elegir una comida especial? Bueno ... ¿Y !a videoconsola? ¿Puedo tener una videoconsola? De momento vamos a dejar la videoconsola fuera. Si todo va bien y vais cumpliendo con \as tareas podremos volver a plantearlo más adelante. Así no vale, ¡yo quiero la videoconsola! Borja, primero probamos así y después ya veremos. De todas formas podéis conseguir otras cosas .. , Noe!ia tú dijiste un patinete, ¿no? Sí. Entonces el patinete costará 200 puntos. ¡Son muchos puntos! ¡Nunca voy a conseguir tantos! Ya sé que son muchos puntos, tendréis que esforzaros, pero sí que podéis reunirlos. Aunque, bueno ... , lo podemos rebajar a 180. Si os lo proponéis, en dos semanas los tenéis. Vale. Por último queda la piscina, ¿cuántos puntos creéis que se necesitarían para conseguirlo? No sé ... ¿10 puntos? 10 es poco y se lo pusimos a la comida especial, ¿qué tal 20 puntos? Bueno ... , vale. Vale. Ahora podemos hacer un cuadro para que estén claros todos los premios y los puntos que valen y también lo que ganaréis por hacer cada una de las cosas. ¿Quieres ir apuntando tú, Borja? (Borja asiente con la cabeza). Después usaremos estas cartulinas para hacer los puntos de colores. Noe!ia, ¿qué color quieres que valga por cinco? El rojo. ¿Por dos? El azul. Y, ¿por un punto? El verde.
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Consideraciones sobre la escena En este último paso del programa de puntos se ha puesto precio a los premios. Su coste varía entre los 5 y los 180 puntos, lo que signi1ica que los niños, si quieren, podrán ganar algo de la lista cada día. Si el niño tiene entre 8 y 10 años, no hay problema porque tenga que esperar dos o tres dfas para ganar un premio, pero si es más pequeño necesitará algo casi a diario.
Es importante asegurarse de que no sea muy dificil o demasiado fácil ganar puntos; si esto ocurre deberemos ajustar el programa. Tal como proponen estos padres, es aconsejable escribir !as tareas, !os premios y los 11precios,> en un papel para que no haya discusiones m~s adelante.
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EmPeCemos
Para finalizar el debate ofrezca a los padres los siguientes consejos sobre los programas de puntos:
Revisad la lista de premios y tareas después de algunas semanas y añadid elementos nuevos que consideréis necesarios. Hablad con vuestro hijo sobre qué elementos nuevos le gustaría poner en la lista. loJ
No deis las fichas o los puntos antes de que finalice lo que le habéis ordenado, pero intentad darle su recompensa lo antes posible. ¡No esperéis para recompensar!
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Si es posible, los dos padres deberían emplear el sistema de fichas para aumentar al máximo su efectividad. Cuando premiéis a vuestro hijo con puntos o fichas por su buena conducta, sonreíd y decidle exactamente qué fue Jo que os gustó de su conducta.
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Entregue a los padres la ficha 8.1. Guión para el programa de pun-
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
Role-playing 3.1. «Escenificación de la instauración de un programa de puntos».
1 i 1 1 i 4 1 D1 1 i i 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 i i i i I i i 1 1 1 1 1 i I i i 1 1 Proponga al grupo la escenificación de cómo instaurarían un programa de puntos con sus hijos de forma que ellos tengan que guiar todo el proceso. Utilice como apoyo la nota de recuerdo 8.1. Cuando se quiere establecer un programa de puntos se busca conseguir un resultado similar al reflejado en la ficha 8.1. Por ello puede ser recomendable que el guía actúe como padre y facilite la puesta en escena.
que en la representación estos sigan mostrando entusiasmo y empezando a proponer posibles premios. Por ejemplo: HPrimero, vamos a pensar entre los tres lo que podrías ganar con los puntos, uhmmmm, .. ¿Te gustaría salir más veces los domingos a montar en bici?i1, Es importante promover la participación del hijo en el proceso e intentar que haga propuestas de premios. Por ejemplo: c1¿Qué otra cosa te gustaría?n.
A continuación se ofrece un guión de ayuda para preparar la escenificación.
La escena: Los padres llaman a su hijo para hablar con él sobre un tema importante que le va a gúStar. Los padres se preparan para propo-nerle un programa de puntos y para ello tienen preparada una hoja en la que ir apuntando las cuestiones que se decidan.
Claves de la implantación del programa de puntos Los padres deben presentar el programa como algo divertido y motivar al niño halagando el esfuerzo que está realizando por portarse bien. Por ejemplo: uJavi, hemos estado pensado que últimamente te estás esforzando por hacer tus cosas y nosotros no te lo hemos valorado suficientemente. Por eso queremos proponerte un programa para recompensarte por tus buenas acciones en casa. La idea es que puedas ir ganado puntos si te portas bien y cumples con algunas tareas. Los puntos que consigas podrás cambiarlos por cosas que te gustan. Podemos utilizar como puntos fichas cuadradas de papel de colores, ¿qué te parece?)>. En la realidad, es muy probable que el niño se mantenga a la expectativa de lo que le van a proponer sus padres, por lo que se recomienda
Si los padres ven que el hijo no es capaz de pensar en premios pequeños, ellos mismos pueden dirigirle haciéndole propuestas directas. Por ejemplo: i. Durante el proceso los padres deben establecer una diferenciación entre los premios más fáciles de conseguir y los premios más importantes que costarán más puntos y trasmitírsela al hijo de forma apropiada. Por ejemplo:
Hijo: ({También quiero tener un monopatín)), Padre: icBueno, está bien, aunque eso tiene que ser más dificil de conseguir que por ejemplo ... escoger una comida especial un día, ¿también te gustaría?)>. Los padres deben estar preparados para responder ante las proposiciones de hijo _que no son aceptables. Por ejemplo:
Hijo:
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EmPeCemos
Cuando se tenga una lista variada de premios, los padres deben comunicarle al hijo cuáles son las tareas que deberá rea/izar para conseguirlos y entre todos decidir cuántos puntos valdrá cada una. Por ejemplo: «Una de las tareas que te dará puntos es
cepillarse los dientes y lavarse la cara al levantarte por las mañanas, ¿cuántos puntos crees que vale eso, Javi?>,.
Los padres deben dirigir este paso del proceso, pero igualmente tienen que dejar participar al hijo. Por ejemplo: Hijo: ((Vale cinco puntos>,.
Padre: <1Cinco puntos por cepillarse los dientes es bastante, pondremos tres puntos y cinco los reservamos para re-
A continuación, los padres deben continuar el proceso acordando con el hijo los puntos que costará cada premio. Para ello deben asegurarse de que los premios más importantes sean los más (,costosos¡, y siempre deberán tener en cuenta los días que necesitará el hijo para 1(ahorrar/) los puntos necesarios para conseguir cada
uno. Por ejemplo: 1
dos puntos cada cosa. Pero ir al cine ya será más costoso, creo que 60 puntos son justos. ¿Cuánto crees que costará alquilar una película para ver en casa?)1,
coger los juguetes, ¿te parece bien?J,.
Es posible que el hijo se sienta algo abrumado por las cosas que tiene que hacer y que le parezcan pocos los puntos que va a conseguir. Los
padres deben hacer un esfuerzo por animarle y demostrarle que puede conseguirlo. Por ejemplo: (
Finalmente, los padres deben implicar al hijo en poner el programa acordado por escrito y en preparar los puntos que se utilizarán en él. Por ejemplo:. uAhora podemos apuntar todos los premios y los puntos que valen y también los que ganarás por hacer cada una de las cosas que hemos dicho, ¿quieres hacerlo tú? Después usaremos estas tres cartulinas para hacer los puntos de colores1>,
,,.,,,,,,,, .. ,,.,,,,, .... ,.... ,......... ,
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Sesión 8, Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
Tras un breve resumen de los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa esta semana:
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¡,¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡ ~c.--.i
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Entregue a los padres las tareas para casa 8. 1. Establecer metas y 8.2. Metas de casa.
1. Definir las metas de comportamiento de los hijos. La primera tarea de la semana será que la familia se reúna para estable-
cer cuáles son las metas de comportamiento de los niños. Primero, los padres seguirán la tarea para casa 8.1 y pensarán en dos o tres tareas
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que quieren que su hijo haga cada se-
mana y, posteriormente, será puesto en común con él. Cuando hayan sido. acordadas las metas serán escritas en la tarea para casa 8.2.
Debéis reuniros en familia para establecer cuáles son las metas de comportamiento de los niños y comentarlas con ellos para conseguir un compromiso real por su parte.
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EmPeCemos
Entregue a los padres la tarea para casa 8.3. Registro de metas (dos páginas). 2. Registro del cumplimiento de las metas.
':-- . :. _- - , ----; --=-- -~- A continuación, debéis ponerlas en algún lugar visible para todos y hacer un seguimiento de su cumplimiento en las próximas dos semanas. Como siempre, haréis uso del elogio cuando vuestro hijo cumpla
con esas metas. Para llevar a cabo el seguimiento disponéis de una hoja de registro (tarea para casa 8.3). En ella deberéis anotar si el niño ha cumplido con la meta y si, en ese caso, habéis reforzado la conducta. Por favor, no olvidéis traer la hoja de registro cumplimentada a la próxima reunión.
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ij Entregue a los padres la tarea para casa 8.4. Programa de puntos
en casa.
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Diseño de una propuesta para un programa de puntos.
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Si tenéis un programa de puntos o de economía de fichas, podéis incluir estas metas en él. Si no lo tenéis, éste puede ser un buen momento para pensar en proponerlo. Para ello, como tarea para casa también os pido que penséis en cómo haríais un programa de puntos con vuestros hijos, pero sin llegar a proponér-
selo a ellos todavía. Para hacerlo utilizad la tarea para casa 8.4.
Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
En ella debéis indicar cuántos puntos daréis por cada tarea y también debéis indicar qué coste van a tener las distintas recompensas. Por favor, traedlo también el próximo dia y revisaremos juntos el resultado. Finalmente no olvidéis que debéis mantener bien llena la >
Ya que son diversas las tareas para casa, debe asegurarse de que los padres comprenden perfectamente qué es lo que tienen que hacer en cada caso e intentar motivarles para que las realicen. Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
Al finalizar la sesión ... Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres:
1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres. 2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 8.
3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión. 4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo. ~'""""'""''~"''"""""'""'"""'""""'"""'"'"'""''""''"""'"'"'"""""'~'"'"""""""''""''""""""'"'"'"""""'""'""""'""'"'."'""'"''""'"""''""'"'""'"''"""'"""""'"""'""""'"'"""'""""'~""'""""'""""""""""""'"""'"'""'"'"'""''""'"'l
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sas solamente por los premios? ,Me preocupa que mi hijo se haga dependiente de los premios. Si cuando haga algo bien le doy un regalo o le permito algo especial se acostumbrará a recibir cosas y cuando no obtenga nada dejará de comportarse como debe. ¿No estamos malcriando a los niños dándoles siempre premios?».
Es lógico que a los padres les preocupe el hecho de que utilizando premios tangibles los hijos apren- · dan a comportarse solamente por el interés. De hecho, esto podría ocurrir si los padres recurriesen siempre a los premios para recompensar las buenas conductas sin ofrecerles nunca refuerzos sociales, como atención y elogios. Actuando de esta forma, los padres enseñan a los hijos a portarse bien por los beneficios extrínsecos, cuando el verdadero motor para el buen comportamiento debe ser el orgullo y la satisfacción del hijo y de los padres por los logros alcanzados. El desarrollo de este tipo
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de rnotivación en los niños se consigue utilizando los refuerzos tangibles como una medida temporal que ayudará a los niños a aprender conductas nuevas para ellos; y, como se señala en el programa, es esencial acompañarlos siempre de refuerzos sociales. Además, una vez que se aprenden las nuevas conductas, los padres deberán ir retirando gradualmente los refuerzos tangibles, manteniendo los reforzadores sociales.
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2. ¿No estamos sobornando a los niños? «Para mí dar puntos o premios es como 'comprar' al niño, me parece un soborno>>.
Esta es una preocupación frecuente (y muy comprensible) en los prc?gramas de entrenamiento de padres. Pero como han señalado repetidamente los expertos en este área (Webster-Stratton, 2002), el uso de retuerzas tangibles con los niños es sustancialmente distinto al empleo de sobornos. La diferencia fundamental reside en que un soborno es un intento de producir una conducta deseada y se da antes de que el niño la haga, con la condición de que después del premio el niño se deba comportar adecuadamente, es decir, el niño obtiene el premio antes de hacer nada. Por el contrario, un refuerzo tangible es una recompensa a un comportamiento deseado y se da después de que el niño haya completado la conducta específica. Imaginemos a,unos padres que actúan de la siguiente manera: 1,Marta, te compro un helado si después vienes conmigo a hacer la compra sin protestar1); davier, toma esta chocolatina, pero quédate quieto y callado mientras papá llama por teléfono}). En estos ejemplos, el helado y la chocolatina son un soborno porque se da'n antes de que la conducta deseada ocurra y no después, como debe ser. De hecho, actuando de esta manera, los padres consiguen el efecto contrario al que desean, están recompensando al niño cuando se está comportando inadecuadamente por lo que el hijo aprende que, para conseguir algo, lo que debe hacer es portarse mal. Los refuerzos tangibles se ofrecen solamente después de que el hijo ya haya realizado una conducta positiva. Para asegurarnos de que estamos utilizando los refuerzos tangibles adecuadamente y no como sobornos podemos recurrir al principio ((primero ... , luego ... » que los padres ya conocen. Es decir, primero el niño se comporta adecuadamente y luego se le da el refuerzo. En los ejemplos anteriores los padres deberían haber dicho: c,Marta, si vienes conmigo a hacer la compra sin protestar, después nos comemos un helado}), davier, si estás quieto y callado mientras llamo por teléfono, podrás comer una chocolatina para merendar}).
------------- ' 3. Los mejores premios no son los más caros.
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«Los niños solo quieren cosas muy caras y no veo por qué tengo que adaptarme a eso. Mi hijo siempre me pide cosas caras que no puedo permitirme comprarle, así que ni me planteo proponerle un programa de puntos».
Es muy frecuente que cuando Je preguntamos a un niño por los premios que desea surjan cosas caras como videoconsolas, ordenadores o bicicletas. A veces los padres aceptan incluir estos premios en la lista. A menudo lo hacen pensando que sus hijos en realidad nunca lograrán los puntos necesarios Para conseguirlas. Pero es importante recalcar a los padres que, para que el programa de puntos funcione no es en absoluto necesario incluir este tipo de artículos tan costosos. Es más, si los padres los inclu~ yen por compromiso, arrepintiéndose de concederlos en caso de alcanzar los puntos o los incorporan convencidos de que nunca se alcanzarán, se estará desvirtuando la esencia del programa. Los niños no
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Sesión 8. Establecer metas de buena conducta: los refuerzos tangibles
deben esperar grandes recompensas por sus logros; los premios que se les deben ofrecer tienen que ser privilegios o cosas materiales realistas. Es más, en el programa de puntos se deberían incluir actividades que en muchos hogares se conceden a los niños habitualmente sin pedir nada a cambio, como ver la televisión, jugar con la videoconsola, traer a un amigo a jugar a casa, tener un postre especial, etc. La idea principal del programa de puntos es motivar y reforzar a los niños para que hagan por iniciativa propia las tareas que les resultan difíciles o incómodas. El trasfondo del programa asume que, aunque los premios materiales son un reforzador que impulsa inicialmente la conducta, la verdadera recomm pensa debe ser el orgullo y la satisfacción por comportarse bien o por cumplir con sus tareas, y esto se consigue por medio de la atención y el elogio paternos. Solamente potenciando este típo de recompensas, a la vez que se conceden los pequeños premios tangibles, conseguiremos que el programa de puntos cumpla su objetivo y pueda ir transformándose o eliminándose progresivamente de las rutinas cotidianas de los niños.
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4. El programa de puntos causa problemas en casa. «He propuesto el programa de puntos a mis hijos y me he encontrado con un montón de problemas por su culpa. Están todo el día pidiendo fichas porque han hecho esto o lo otro y se pelean por ellas».
La ínstauración de un programa de puntos debe hacerse con sumo cuidado. Los desajustes en su aplicación pueden hacer que el padre pierda el control del programa de puntos. Algunos problemas que pueden darse 1,:.- hora de administrar el programa pueden ser los siguientes:
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1. A veces los padres dan recompensas a los niños sin que estos realmente las hayan merecido. Esto ocurre, por ejemplo, cuando los padres no saben con seguridad si la conducta realmente tuvo lugar o no (¿se lavó los dientes o no?, ¿hizo los deberes o no?). O a veces lo que ocurre es que la conducta realmente se inició {p. ej., el niño realmente empezó a hacer los deberes), pero no se completó totalmente. A veces, los padres simplemente adoptan una actitud demasiado flexible y dan premios sin que los niños hayan logrado los puntos previamente establecidos. Este tipo de acciones deteriora el c,contrato)i entre padres e hijos y resta autoridad a los padres.
2. A veces los padres dejan que los niños accedan a los puntos o a las recompensas. Para que el programa funcione es indispensable que los puntos y los premios no puedan estar al alcance de los niños. No tiene ningún sentido que los niños se esfuercen por conseguir puntos o premios cuando pueden conseguirlos directamente. Los padres deben ser muy cuidadosos en este aspecto.
3. Es necesario supervisar adecuadamente las conductas que queremos promover. El acuerdo entre padres e hijos supone que si los niños cumplen con las conductas acordadas, recibirán sus premios. Pero para eso es necesario que los padres sepan cuándo los hijos realizan sus conductas. Si eso no ocurre, los niños volverán a sus antiguas formas de comportamiento.
4. En general, la experiencia con los programas de entrenamiento de padres muestra que implantar un programa de puntos no es una tarea sencilla (Barkley, 1997). La conducta de los niños debe ser adecuadamente supervisada para tener claro si deben recibir sus puntos. Además, los puntos deben entregarse de la forma más inmediata posible a la conducta positiva de los niños: el principio de inmediatez de los refuerzos debe ser tenido muy en cuenta por los padres. Por otro lado, los padres tienen que tener el control sobre el acceso a las recompensas. Y, finalmente, deben comprometerse firmemente con el contrato inicial, ignorando cualquier discusión o negociación posterior con los niños cuando estos no han ganado suficientes puntos.
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5. ¿Se debe combinar el programa de (ganar) puntos con la pérdida de puntos, a modo de castigo? «Del mismo modo que el niño gana puntos cuando tiene buenos comportamientos, me parece lógico que si mi hijo tiene un mal comportamiento pierda puntos».
Algunos padres consideran que es apropiado crear programas de puntos en los que se mezcle la recompensa (entregar puntos por la buena conducta) con el castigo (quitar puntos por el mal comportamiento). Por ejemplo, un niño puede recibir puntos en un momento determinado por lavarse los dientes después de comer y perderlos más tarde por no hacer sus deberes. O puede ocurrir que un padre dé puntos a su hijo por compartir un videojuego con su hermano y después los pierda por pelearse con él. Esta combinación de ganar y perder puntos es contraproducente para el propósito del programa de premios tangibles, que es prestar atención y reforzar las conductas apropiadas. Además, los puntos que el niño gana los consigue por una buena conducta que realmente fue emitida y, por lo tanto, le pertenecen. Si Juego se los quitamos, se puede crear en el niño un sentimiento de injusticia y una desmotivación para volver a comportarse bien: ¿para qué hacerlo si lo que gana vuelve a perderlo después? El problema es mayor si nuestro hijo se queda en números rojos, udebiendoJ, puntos. En esta circunstancia, lo máximo que puede esperar el niño tras su buena conducta es usaldar una deuda,i, ya que no ganará nada. De esta forma, se diluye todo el incentivo positivo para el buen comportamiento y el niño acabará des ani~ mándese y abandonando todos los esfuerzos por cambiar. Por todo ello, es muy importante que los . padres mantengan su programa de puntos separado de sus estrategias de castigo.
~Objetivos principales 1,
Debatir sobre el uso de las consecuencias para respaldar las órdenes y las reglas,
[9 Material necesario © Ficha 9, 1. ,Reglas para utilizar el castigo de forma adecuada. © Ficha 9.2. La retirada de privilegios
como castigo.
2, · Introducir el concepto de consecuencías naturales. © 3.
Introducir el concepto de consecuen..
Ficha 9.3. La asignación de «trabajos extra)) como castigo.
c_ias lógicas.
4.
Promover la aplicación de la técnica de retirada de privilegios ante el incumplimiento de órdenes y reglas familiares.
5.
Reflexionar sobre las características que deben tener las consecuencias negativas.
6.
Presentar la posibilidad de utilizar los «trabajos extra)> como consecuencia negativa de la mala conducta.
© Tarea para casa 9,1. Retirada de privilegios y trabajos extra, © Nota de recuerdo 9.1. Consecuencias de la mala conducta, @
Cuestionario de satisfacción semanal.
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Introducción para el guía del grupo - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - -
Una de las mejores formas de conseguir que los hijos reduzcan su mala conducta es dejándoles experimentar las consecuencias negativas de sus actos. Muchas de estas consecuencias se derivan de forma natural de las acciones de los niños y solamente debemos dejar que ocurran. Ejemplos de ello pueden ser los siguientes: si Ana extravía su chaqueta favorita por haberla dejado olvidada en el parque, la consecuencia natural es que se quede sin ella; si Juan estropea su coche teledirigido por haberlo metido en el agua, la consecuencia natural es que no pueda utilizar más el control remoto. En estos ejemplos los niños aprenden experimentando las consecuencias directas de sus decisiones. Sin embargo, algunas malas acciones no derivan en sí _mismas en consecuencias negativas que ayuden al niño a aprender. En estos otros casos, son los padres o educadores los que deben establecer las consecuencias y deben hacerlo de una manera lógica, es decir, se deben imponer consecuencias que tengan una relación directa con la conducta que las provoca. Por ejemplo, para un niño que rompe una silla del aula por balancearse en ella, la consecuencia lógica será que haga determinados trabajos con et fin de pagar su arreglo o reemplazo. Aplicando consecuencias lógicas, los padres enseñan a los hijos que deben responder por sus faltas teniendo que enmendarlas de alguna manera. Para que los hijos se vayan haciendo conscientes de cómo funcionan las consecuencias naturales y lógicas resulta muy útil que los padres avisen al niño de lo que seguirá a una conducta inam propiada. Un ejemplo para que el niño pueda conocer con anticipación cuál será la consecuencia si continúa con su conducta puede ser el siguiente: «Si no repartes las patatas con tu hermano, él no compartirá después contigo sus caramelos)). De esta forma, el niño puede elegir su comportamiento haciéndose plenamente responsable de la consecuencia. Para decidir y aplicar consecuencias de forma adecuada es esencial una actitud calmada y amistosa por parte de los padres. Es necesario tener siempre presente que las consecuencias deben derivarse de la conducta del hijo pero no deben ser crueles ni depender de nuestro estado de ánimo. A veces las consecuencias lógicas que nos vienen a la cabeza no resultan ser las más apropiadas porque son demasiado punitivas. Por ejemplo: {i, «Como te has ensuciado la camiseta con el helado, tendrás que lavártela tú,), «Como le has dado una patada a tu hermano, él te dará otra a ti)), Este tipo de consecuencias, lejos de ser educativas, despertarán el rencor y el enfurecimiento de los niños.
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El buen uso de las consecuencias naturales y lógicas ayudará a los niños a diferenciar el buen y el mal comportamiento y a aprender las desventajas de este último. Aplicándolas, los padres conseguirán, además, que los hijos respeten las normas establecidas en el hogar sin impedir la expresión de su individualidad e independencia.
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Sesión 9. Aplicar consecuencias a la mala conducta (1.º parte): consecuencias natumles y lógicas
Inicio de la sesión Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa En la última sesión tratamos el tema de la importancia de establecer metas para la conducta de nuestros hijos en el hogar. Como recordaréis, las metas son las conductas que los padres desean promover en sus hijos sin tener que estar diciéndoselo continuamente (p. ej., tareas domésticas, cuidado personal, deberes, etc.). Como tareas para casa os pedí que: 1.
Establecieseis las metas para vuestros hijos.
2. 3.
Realizaseis un seguimiento de su cumplimiento. Propusieseis un programa de economía de fichas para mejorar su cumplimiento.
Por favor, sacad vuestras tareas para casa 8.2 y 8.3 sobre el programa de puntos en casa para revisarlas en grupo.
A los que no han traído sus hojas de registro pregúnteles si han hecho la actividad. Si ha sido así, indague cómo se sintieron estableciendo las metas y procurando su cumplimiento.
Algunas posibles preguntas para conversar sobre este tema serían:
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¿Dónde colocasteis las metas?
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¿Anotasteis cuando el niño siguió las metas de forma apropiada?
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¿Habéis elaborado un programa de puntos?
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¿Os ha resultado una tarea fácil o difícil? Comente las posibles dificultades que han encontrado para e/lo y corrija los posibles errores.
Además de revisar las tareas para esta sesión, se debe animar y reforzar a los padres para que con .. tinúen practicando TODAS las técnicas enseñadas en sesiones anteriores. Elogie a todos los padres que al menos intentaron hacer las tareas y pregúnteles si siguen o no teniendo el (!momento dulce>) con sus hijos.
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Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y cuáles serán los contenidos que se trabajarán en ella .
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Agenda de la sesión 1. Resumen de la sesión 7 y conclusión acerca del establecimiento de límites.
2.. El uso de las consecuencias para respaldar las órdenes y las reglas. 3. 4.
Las consecuencias naturales. Las consecuencias lógicas.
5.. La utilización de la retirada de privilegios ante el incumplimiento de órdenes y reglas familiares. 6. La asignación de «trabajos extra>) como consecuencia negativa.
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Inicie la primera actividad de la sesión dirigiéndose al grupo:
Vamos a retomar brevemente el tema que tratamos hace dos semanas para recordar los puntos más importantes del establecimiento de límites. Como decíamos entonces, lo que se trata de conseguir al establecer límites es un equilibrio en el uso de un cierto número de órdenes y reglas, suficiente para mantener el control sobre el comportamiento de nuestros hijos, pero que les permita expresar su individualidad y desarrollar su independencia. Con respecto al uso de las órdenes, este equilibrio se consigue decidiendo de antemano cuándo usar /as órdenes, dándolas de forma clara y con expresión neutral y estando preparados para hacerlas cumplir una vez que son dadas. Con respecto al establecimiento de las reglas, el equilibrio se consigue haciendo una selección de las conductas que consideramos que es necesario que los hijos realicen y siendo consistentes en la aplicación de consecuencias negativas ante su incumplimiento. La selección de conductas ya la habéis trabajado en la tarea para casa 7.1. Así que una vez que se han decidido las reglas, el siguiente paso es comunicárselas
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a los hijos.
Sesión 9. Aplicar consecuencias a la mata conducta (1/! parte): consecuencias natumles y lógicas
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Pida a los padres que recuperen la tarea para casa 7 .1. Decidir las reglas de casa y revise nuevamente su contenido con ellos.
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Continúe la explicación como sigue:
Para la próxima semana os pediré que os reunáis en familia para informar a vuestro hijo de cuáles son las reglas que se van a establecer en casa. A fin de conseguir su atención y conformidad con las reglas podéis preguntarle su opinión sobre las mismas, permaneciendo abiertos a incorporar alguna modificación en caso
necesario. A continuación, haréis un seguimiento para comprobar si cumple o no con las nuevas reglas de casa. Cuando no las cumpla se lo debéis comunicar, especificando concretamente la regla quebrantada, y le recordaréis que romper con las normas acarrea consecuencias. Un .ejemplo de ello puede ser el siguiente: «David, acabas de decir una palabrota y eso va en contra de las reglas de casa». Al final de la reunión de hoy os daré las indicaciones concretas para llevar a cabo esta tarea.
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Tras realizar una pequeña pausa y comprobar que los padres han seguido la explicación, comience la actividad 2:
Aunque, como vimos el último día, muchas de las conductas que queremos ver en nuestros hijos las podemos instaurar premiándoles, también necesitamos disponer de recursos disciplinarios que podamos utilizar cuando los hijos desobedezcan o infrinjan las reglas familiares establecidas en casa. En estos casos, los padres suelen utilizar los castigos.
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Pregunte a los padres sobre ejemplos de métodos de castigo. Escriba las ideas aportadas por los miembros del grupo en la pizarra o rotafolios disponible en la sala.
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Después del «torbellino1) de ideas, identifique los términos técnicos adecuados para cada una. Por ejemplo, si algún padre dice que le quita a su hijo la videoconsola, etiquételo al lado como uretirada de privilegios»; si se le manda a la habitación castigado sin poder hacer nada 1 etiquételo como <(tiempo fuera,); si mencionan el hecho de azotar, identifíquelo como (1pegar». Hágalo al final del «torbellinon de ideas para que los padres no sientan que están siendo corregidos o penalizados de alguna manera. En el caso del último ejemplo, mencione que los castigos no fisicos son, a menudo, más efectivos en la detención de patrones de mala conducta que los castigos físicos. De todas formas, en la próxima sesión se establecerá un debate concreto con el fin de devaluar el castigo físico por lo que evite entrar en el tema en este momento.
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Proponga un pequeño debate utilizando las siguientes preguntas para dirigir la discusión:
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¿Cuándo utilizáis el castigo con vuestros hijos? ¿Por qué estos ejemplos son castigos? ¿Podéis decirnos qué es para vosotros un castigo? ¿Diríais que vuestros castigos funcionan? ¿Consiguen que los hijos no vuelvan hacer las cosas por las que les castigáis?
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Sesión 9. Aplicar consecuencias a fa mala conducta (1.º parte): consecuencias nalurafes y lógicas
Asegúrese de que en el transcurso del debate quedan claras las siguientes ideas:
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Si bien desde el principio del programa venimos recalcando que la disciplina familiar funciona mejor reforzando las conductas apropiadas, también debemos reconocer que existen ciertas conductas que no responden ante las estrategias positivas o que no pueden ser eliminadas solo ignorándolas. Ante estas conductas más difíciles, los padres necesitan recurrir a los procedimientos de castigo.
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El castigo es una técnica utilizada para reducir la probabilidad de que una conducta se repita en el futuro. Esencialmente, el castigo consiste en proporcionar una consecuencia negativa o desagradable tras una conducta concreta. Cuando es eficaz, la imposición de esta consecuencia disminuye la frecuencia posterior de esa conducta.
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No todo lo que se puede imponer como castigo sirve para eliminar una conducta indeseada. Para que el castigo sea eficaz debe cumplir unas características determinadas. Veamos unos ejemplos: @
Juan es castigado por negarse a hacer sus deberes. Durante el fin de semana no podrá ver la televisión, ni quedar con los amigos, ni jugar a la videoconsola. Apartir de entonces Juan intenta hacer los deberes a diario
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Este sería un castigo eficaz.
Como Pablo llega tarde a la clase de natación tiene que nadar en solitario durante 1o minutos antes de unirse a sus compañeros. Pablo no vuelve a llegar tarde castigo eficaz.
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Este sería también un
En cambio, otros castigos no funcionan. Por ejemplo:
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José le pega a su hermano. Su madre le dice que eso no se hace. Pero José vuelve a pegarle y su madre le grita y vuelve a reñirle. José deja de pegar a su hermano cuando le regañan, pero vuelve a hacerlo después. En este caso, la madre piensa que está aplicando un castigo a su hijo porque al gritarle y reñirle cesa momentáneamente su conducta pero, sin embargo, esta reaparece. Esto nos indica que el supuesto castigo no lo es en realidad ya que no resulta eficaz.
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Entregue a los padres la ficha 9.1. Reglas para utilizar el castigo de forma adecuada y utilice su contenido como resumen del debate.
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Tras concluir el debate, introduzca brevemente el contenido de las siguientes actividades:
A continuación vamos a hablar de dos tipos de consecuencias negativas que podemos utilizar como castigo: las consecuencias naturales y las consecuencias lógicas.
Actividad
Lea a los padres el siguiente ejemplo que ilustra el significado de las consecuencias naturales:
Daniel, de 7 años, y su familia están comiendo helados en una heladería. Daniel tiene un helado pequeño de dos bolas. Para divertir a sus hermanos decide agitar el cono en el aire como un avión preparando el aterrizaje. Su padre le dirige una mirada de desaprobación y menea la cabeza pero Daniel sigue haciéndolo. Cuando inclina el cono en el aire las dos bolas caen al suelo. Los ojos de Daniel se llenan de lágrimas. «¿Puedo tomarme otro?», suplica. Su padre se mantiene firme y le dice: «Nos toca solo un helado a cada
uno». El padre de Daniel está dejando que la consecuencia natural de la caída del helado le enseñe la lección que necesita aprender. Al igual que muchos de nosotros, probablemente se sintió tentado a decir «Te lo dije» o de reprenderle sobre la mala idea que es jugar a los aviones con un helado. Pero también se dio cuenta de que cualquier otra palabra por su parte le quitaría a Daniel su responsabilidad y sabotearía la eficacia de la consecuencia que estaba experimentando. De esta forma consigue que su hijo se lo piense dos veces antes de volver a jugar de
nuevo a los aviones con el postre.
Las consecuencias naturales, como su propio nombre indica, son el resultado natural de un acontecimiento o situación y hacen recaer la responsabilidad en el niño. Para que sean eficaces no necesitan de la intervención de los padres, es más, seria recomendable que no la hubiese; una reprimenda o un «Te lo dije» pueden dañar el valor educativo de la lección natural. Examinemos dos ejemplos de situaciones en las que pueden utilizarse las consecuencias naturales: 1.
Cuando los juguetes, los objetos para jugar o la ropa favorita del niño se pierden o se dañan debido a los descuidos, al mal uso o a la taita de responsabilidad ~ Consecuencia natural ~ Lo que debemos hacer es no reparar ni reemplazar el objeto dañado, al menos hasta que no haya pasado el tiempo suficiente para que el niño experimente su pérdida.
2.
Cuando los hijos convierten el olvidarse las cosas en un hábito ,
Consecuencia natural ,
Lo que
debemos hacer es no recordárselo ni quitarles su responsabilidad haciendo por e/los lo que deberían hacer por si mismos.
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Sesión 9. Aplicar consecuencias aJa mala conducta (1.º parte): consecuencias natum/es y lógicas
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Pregunte a los padres, si se han encontrado en cada una de las situam ' ciones que se han comentado con anterioridad, qué ha sucedido en ese caso ' y qué debería suceder si dejamos que ocurra la consecuencia natural.
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Tras la intervención de los padres, continúe con la siguiente explicación:
Muchos de vosotros estaréis pensando que para algunas de las cosas que vuestros hijos se olvidan no funcionarían las consecuencias naturales, ya que no hacerlas o quedarse sin ellas no les importa. Sería el caso, por ejemplo, de olvidar el libro de matemáticas y quedarse sin poder hacer los ejercicios para el día siguiente1 olvidar lavarse los dientes, olvidar recoger su habitación, etc. En casos como estos es necesario utilizar las denominadas consecuencias lógicas. Las consecuencias lógicas las establecen los padres o educadores en las situaciones o ante las conductas que no suponen una consecuencia clara o cuando esta no reúne las características adecuadas para facilitar el aprendizaje. Veamos en detalle este concepto con un ejemplo.
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Una vez presentado e! concepto de las consecuencias lógicas, se comenzará la actividad con la visualización de la siguiente escena como ejemplo ilustrativo.
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La escena. Daniel, de 8 años, y un amigo están jugando a los videojuegos. De pronto comienzan a pelearse.
Amigo: (Quejándose). ¡Tú ya jugaste mucho, déjame a mí! Daniel: (Gritando). ¡No terminé! ¡El juego es mío y aún no acabé! En este momento interviene el padre de Daniel diciendo con calma ...
Daniel, o compartes la videoconsola -y juegas por turnos con Rodrigo o la guardo, ¿qué quieres hacer? Daniel: Está bien, la compartiré. Padre: Muy bien.
Padre:
Después de diez minutos, comienzan otra vez las quejas. Cuando e! padre mira, ve a su hijo sujetando los mandos.
Amigo: ¡Me toca a mí! ¡Tú ya acabaste la pantalla! Daniel: ¡No, no acabé! ¡Mira! ¡Estoy en el nivel rháximo y me dan una partida extra! Padre: Parece que tendremos que guardar la videoconsola hasta mañana. Dámela, se acabó por hoy.
Consideraciones sobre la escena
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Para relacionar la escena con el concepto de consecuencias lógicas, proporcione a los padres ('. la siguiente explicación: r:
i El padre de Daniel está empleando las consecuencias lógicas. A diferencia de las naturales, estas consecuencias las deciden los padres y tienen una relación lógica con la situación o
mala conducta. Por ejemplo: ,si el hijo no termina sus deberes, no puede ver la televisión»; ,Si no deja su plato sucio en el fregadero, no puede tomar postre»; «Si pega a otro niño, no podrá salir y jugar con otros niños al día siguiente».
Las consecuencias lógicas de este tipo les quitan a los niños algo de su control, pero no su responsabilidad; ellos deciden la consecuencia que experimentan. Las consecuencias lógicas detienen la mala conducta, enseñan a los hijos nuestras reglas y responden a preguntas sin necesitar las palabras. Cuando los niños experimentan consecuencias lógicas, saben a qué atenerse y qué es lo que se espera de ellos.
Sesión 9. Aplicar consecuencias a la mala conducta (1.º parte): consecuencias naturales y lógicas
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Examine con los padres posibles situaciones en las que puedan utilizar-
''' se las consecuencias lógicas. Si encuentran dificil dar ejemplos, pregúnteles simplemente por las consecuencias que se aplicarían en las siguientes
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1. Mal uso de juguetes o posesiones
~ Consecuencia lógica: pérdida temporal del objeto. 2. Dejarlo todo desordenado ~ Consecuencia lógica: impedirle hacer otras actividades hasta que no lo recoja. 3. Conducta destructiva (p. ej., romper deliberadamente objetos, dañar puertas o mobiliario, etc.} ~ Consecuencia lógica: reparar, reemplazar o pagar el objeto. 4. Abuso de privilegios (p. ej., utilizar el videojuego una hora más de lo autorizado por los padres) ~ Consecuencia lógica: pérdida temporal o modificación del privilegio (tener menos tiempo de juego la próxima ocasión).
Repase con el grupo las siguientes directrices que se deben seguir para utilizar las consecuencias lógicas:
1. Utilizad un tono de voz normal Un lenguaje que suena enfadado, sancionador o cargado de emoción comunica un exceso de implicación por vuestra parte y le quita responsabilidad a vuestro hijo. Recordad que la consecuencia lógica tiene la finalidad de detener la mala conducta del hijo, no de desanimarle ni juzgarle.
2. Pensad en términos sencillos Muchos padres tienen dificultades a la hora de utilizar las consecuencias lógicas porque piensan demasiado cuál podría ser una buena consecuencia cuando esta suele ser muy sencilla de encontrar. Por ejemplo, la mayoría de los incidentes de mala conducta implican al menos una de las circunstancias siguientes: niños con otros niños, niños con objetos, niños con actividades o niños con privilegios. En estos casos) la consecuencia lógica implicaría separar temporalmente al niño de la circunstancia. Así pues, lo esencial es que las consecuencias tengan una relación lógica con la conducta inaceptable con la que se intenta acabar. ¿Creéis que una consecuencia lógica para un niño que se niega a compartir un videojuego con su hermano seria castigarlo sin bicicleta o sin su postre favorito? La bicicleta o los postres no tienen nada que ver con compartir o con turnarse para jugar a un videojuego. Una consecuencia más instructiva seria suspender al niño su privilegio de jugar con el videojuego.
i&J .EmPeCemos · 3. Dad a conocer a vuestro hijo las consecuencias lógicas con opciones limitadas antes de que la mala conducta tenga lugar Por ejemplo, tenemos a una niña a la que no le gusta llevar casco cuando monta en patinete y a unos padres que ya se han llevado algunos sustos por culpa de esto cuando se cae. En esta ocasión la secuencia no se repite: Eva quiere montar en su patinete sin su casco, pero su madre le da opciones limitadas:
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Madre: <(Coge el casco».
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Eva: «Mamá, no quiero llevarlo, no me gusta>>,
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Madre: «Puedes montar con el casco o no montar, ¿qué quieres hacer?)),
4. Aplicad siempre las consecuencias lógicas directa y rápidamente después de la mala conducta Cuando no podemos actuar antes de que la mala conducta tenga lugar debemos aplicar nuestras consecuencias lógicas de forma directa e inmediata. Solamente así el niño podrá establecer una relación causa-efecto entre la conducta realizada y la consecuencia. Además, las consecuencias deben darse de forma consistente y firme ante la misma conducta. Si una conducta determinada unas veces se castiga y otras se refuerza, es difícil que los niños lleguen a aprnnder algo. Por otra parte, en algunas ocasiones ocurre que el padre y la madre parecen· actuar en direcciones opuestas, por ejemplo, levantando uno los castigos que impone el otro. Sin embargo, si deseamos que nuestros castigos sean eficaces, ambos padres deben aplicar las consecuencias acordadas del mismo modo y de forma consistente, evitando excepciones. Cuando se pone un castigo hay que hacer que se cumpla, no valen las amenazas.
5. Las consecuencias deben ser proporcionales a la conducta que las provoca Las consecuencias lógicas deben guardar proporción con la gravedad de la conducta que pretenden controlar y tener un principio y un final claros y ajustados. Veamos un ejemplo: Sanli, de 7 años, está jugando a los aviones corriendo por el salón y haciendo fuertes ruidos mientras sus padres están viendo la televisión. Su padre le llama la atención y el niño para por un momento, pero al poco tiempo sigue con los ruidos. El padre, enfadado, le ordena que se vaya a su habitación y permanezca allí durante el resto de la tarde (casi dos horas). ¿Os parece una consecuencia proporcional a la conducta?
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Sesión 9, Aplicaf' consecuencias a la mala conducta (1.g parte): consecuencias naturales y lógicas
Cuando se trata de aplicar consecuencias, más no es necesariamente mejor1 sino que, muchas veces, es al contrario: una consecuencia de duración breve resulta más educativa que una muy dura y prolongada en el tiempo. La explicación es que con una consecuencia breve les damos a los niños la opción de poder demostrar que han aprendido y que, a partir de ese momento, pueden comportarse bien.
6. Borrón y cuenta nueva Una vez que el hijo ha afrontado las consecuencias derivadas de su conducta debemos empezar de cero. Es decir, el niño ya ha sufrido las consecuencias de su mal comportamiento y debemos darle la oportunidad de mostrar que puede ser responsable a partir de ese momento. Si le recordamos sus errores o malos comportamientos pasados le estaremos generando sentimientos desagradables y trasmitiéndole nuestra falta de confianza en él y en su capacidad de cambio.
Comience la actividad 5 introduciendo a los padres el concepto de retirada de privilegios:
La mayoría de las veces, las consecuencias lógicas implican retirar algún privilegio (o actividad deseada por los niños), por lo que al hablar de ellas se utiliza el término de retirada de privilegios. La retirada de privilegios se puede emplear como castigo ante las conductas de desobediencia de órdenes o ante la infracción de las reglas de casa previamente establecidas. En estos casos, existe una secuencia específica que se puede seguir para que la retirada de privilegios sea eficaz. Veamos cómo se aplicaría este procedimiento.
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Entregue a los padres la ficha 9.2.
La retirada de privilegios como castigo para que puedan seguir la explicación de su contenido. Exponga el contenido de la ficha y aclare cualquier duda de los padres
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sobre el procedimiento.
Tras ello, continúe la explicación:
Como acabamos de ver, en la secuencia se incluye la retirada total de privilegios como estrategia a seguir si los hijos se niegan a obedecer después del segundo aviso. En este caso, el hijo pierde el derecho a disfrutar de sus bienestares: no puede escuchar música, ver la televisión, salir a jugar con otros niños, ir a algún sitio especial y, en general, no puede tener ninguno de los privilegios que tenia habitualmente.
Reproduzca a continuación la escena 9.2, en la que un padre retira un privilegio a su hijo por haber infringido una regla. Destaque cómo el padre no cede ante las protestas y réplicas del hijo.
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Sesión 9. Aplicar consecuencias a fa mala conducta (1. º pa,te): consecuencias naturales y lógicas
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'' '' La escena. Borja acaba de llegar a casa, va a la habitación, se quita los zapatos ''' ''' y los deja tirados junto a la mochila en el suelo. Se cambia y deja la ropa desor'' '' denada encima de la cama para ir al salón a ver la televisión. En ese momento su ''', _____________ ,''' padre entra en la habitación y ve el desorden. Padre: Padre: Hijo: Padre: Hijo: Padre: Hijo:
Borja, antes de ponerte a ver la tele, recoge tus cosas de la habitación. (El padre espera 10 segundos sin decir nada. El hijo no se inmuta). Si no vas a recoger tu habitación ahora, te quedarás sin tele. ¡Ya voy! ¡Espera un rato que quiero ver esto! (Después de otros 10 segundos sin decir nada). Como no has ido a recoger tus cosas te quedas sin tele. (El padre apaga la televisión). ¿Por qué la apagaste? Si no vas a recoger tu habitación ahora, te quedarás además sin videoconsola. ¿Cómo ... ? ¿Y qué hice yo ahora? ¡Estaba tan tranquilo viendo la tele sin hacer nada!
(El padre permanece en silencio durante 10 segundos esperando a que el hijo cumpla la orden).
Padre: Hijo: Padre: Hijo: Padre: Hijo: Padre:
Está bien, como sigues- sin ir a recoger tu habitación no hay videoconsola hoy. ¡No es justo! ¡Yo no hice nada! ¡Además mi habitación es mía y la tengo como quiero! Si no recoges tus cosas ahora, te quedas sin música, sin teléfono, no podrás salir a la calle ni invitar a Miguel a casa. ¡No puedes hacerme eso! ¡Se lo voy a decir a mamá cuando llegue! Como no has hecho lo que te dije, acabas de perder todos tus privilegios. Podrás recuperar la música, el teléfono y podrás salir a calle por la tarde si recoges tu habitación. ¿Y la videoconsola? La videoconsola la perdiste por no hacer lo que te mandé desde un principio. Mañana será otro día.
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Tras el breve comentario de la escena, continúe la sesión con la actividad 6:
Asignar un «trabajo extra» implica que el hijo tiene que hacer algo ingrato o desagradable para él como consecuencia de su mala conducta, por ejemplo, barrer una habitación de la casa, limpiar los muebles del salón o de su habitación. El «trabajo extra» puede utilizarse como un castigo ante la desobediencia de una orden paterna o ante el incumplimiento de una regla. Tiene que ser algo diferente a las tareas consideradas como metas para los niños. Este castigo consiste en asignar un trabajo de 1Oo 15 minutos a realizar inmediatamente después de que el hijo desobedezca. Si se niega a hacer el «trabajo extra», se le avisa de que perderá todos sus privilegios hasta que cumpla con la tarea asignada y con la instrucción u orden inicial que se le dio y que fue desobedecida. En este sentido, el propio niño puede decidir cuándo se libera de la retirada total de privilegios, ya que los recuperará si hace lo que los padres le piden. En general los pasos a seguir para aplicar los trabajos extra como castigo son similares a los comentados para la retirada de privilegios.
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Entregue a los padres la ficha 9,3. La asignación de «trabajos extra» como castigo y repase su contenido con el grupo.
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Sesión 9. Aplicar consecuencias a la mala conducta (1.º parte): consecuencias naturales y lógicas
Role-playing 9.1. «Ejemplo de una semana incorporando los procedimientos de 'tareas extra' y de 'retirada total de privilegios'».
i 1 1 i M1 1 1 i BI i 1 1 1 i 1 D11 i 111 i 1·1 i I i I i i 1111 i I i 1 Proporcione a los padres un ejemplo de una secuencia en la que se incorporen los procedimientos de (,trabajos extra>) y de retirada total de privilegios. En esta secuencia el guía actuará como 1,padrei>. Un ejemplo que puede proponer representar es el siguiente:
Padre: Carlos, ya son las 16:30 h, apaga la televisión y ve a tu habitación a hacer tus deberes. Hijo: (Ignora la orden). Padre: Carlos, si no apagas la televisión ya y te pones a hacer los deberes, tendrás que barrer el salón durante 10 minutos.
Hijo: Ahora voy papá, déjame unos minutos más.
Padre: Carlos, como no has hecho lo que dije, tendrás que barrer el salón ahora. Hijo: No puedes hacerme eso. Padre: Si no lo haces inmediatamente, perderás todos tus privilegios. Hijo: Eso no es justo, no estoy haciendo nada malo. Padre: Como no has hecho lo que dije, acabas de perder todos tus privilegios. (El padre apaga la televisión y recoge la radio, el teléfono, la videoconsola ... ). Los recuperarás cuando hagas las dos cosas que te he dicho.
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Tras la representación del role-p/aying, continúe con la explicación:
Es muy importante aplicar la retirada total de privilegios sin excepciones y mantenerla hasta que el
hijo cumpla con la tarea extra y la orden inicial. De esta forma evitarnos que pueda librarse de obedecer con su mala conducta; si quiere disfrutar con todo aquello que le gusta, primero tendrá que obedecer la orden.
Realice un <(torbellinon de ideas sobre conductas que pueden castigarse con la realización de 11trabajos extra>> y cuáles podrían ser estos.
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Abra un debate final con los padres sobre el uso de estas técnicas de castigo y conteste a las cuestiones que surjan.
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Puede que algunos padres consideren que estos tipos de castigos no son lo suficientemente duros para las conductas como insultar, pegar, robar, comportarse mal en el colegio, etc. Señale que, efectivamente, hay malos comportamientos en los hijos que son más serios que otros y que debemos aplicar castigos más severos en estos casos. La flexibilidad de la retirada de privilegios y de los «trabajos extra» permite ampliar el grado de severidad de los castigos, por lo que también podemos recurrir a ellos en los casos más graves. Por ejemplo, podemos retirar los privilegios por un período de tiempo más amplio (como no ver la televisión durante tres días), asignar «trabajos extra» más difíciles (como limpiar el polvo de toda la casa, limpiar todos los muebles de la cocina, etc.) o más largos (por ejemplo, hacer «tareas extra» durante una semana), pero siempre estableciendo límites claros de cuándo termina el castigo.
"~---------------------------------------------------------------------------------------~ Recuerde a los padres que estas técnicas de castigo funcionan bien siempre y cuando exista una fuerte relación afectiva entre los padres y los hijos:
No obstante, antes de decidirse a utilizar el castigo es importante reflexionar sobre si tenemos la «hucha de las relaciones positivas» bien llena y podemos ir retirando ,crédito» utilizando los castigos .
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Sesión 9. Aplicar consecuencias a fa mala conducta (1. 9 parte): consecuencias naturales y lógicas
Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa esta semana: 1. Establecer las normas de la casa y comunicárselas a los hijos:
Como tarea para esta semana os vamos a pedir que os reunáis en familia para definir cuáles serán las reglas de comportamiento de casa, esas que habéis pensado hace dos semanas (tarea para casa 7.1). Después de conseguir el compromiso de vuestros hijos con las reglas, debéis ponerlas en algún lugar visible para todos y decirles con firmeza que serán las nuevas normas de casa y que habrá consecuencias negativas para ellos si no las cumplen. Por el momento, solamente os pedimos que consideréis estos siete dias como un período de prueba para que los niños se acostumbren a las nuevas reglas de casa, pero sin imponer castigos. La idea es ayudarles a que se habitúen a la nueva situación. Lo mejor para ello es elogiarles cuando cumplan una regla e indicarles aquellas ocasiones en las que han desobedecido, pero sin sancionarles todavía. Se les mencionará concretamente lo que han hecho y se les avisará de que a partir de la semana siguiente serán castigados si lo vuelven a hacer. Por ejemplo: «Has insultado a tu hermano y eso va en contra de las normas de esta casa. A partir de la próxima semana serás castigado si lo vuelves a hacer». Excepcionalmente, cuando su conducta sea peligrosa, recurriréis, por el momento, a las técnicas disciplinares que habéis estado usando hasta ahora.
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2, Cumplimentar la tarea para casa 9.1. Retirada de privilegios y «trabajos extra». Solicite a los padres que durante la semana piensen en las conductas que pueden ser castigadas con la retirada de privilegios o con los <1trabajos extran y que completen la tabla para la próxima sesión. Estas conductas pueden ser las reglas de casa u otros comportamientos negativos. Pueden elegir qué acción será castigada con cada estrategia u optar por una sola de las estrategias de castigo, la que les parezca más adecuada. 3. Recuerde a los padres también que durante esta semana deben continuar con el registro de las metas y cumplimentar la segunda página de la tarea para casa 8.3. 4. Se podrá comenzar a implantar el programa de puntos que definieron durante la semana (tarea para casa 8.4). Ya que se proponen diversas actividades a realizar durante la semana, debe asegurarse de que los padres las comprenden perfectamente y debe intentar motivarles para que las realicen.
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Finalmente, entregue a los padres la nota de Recuerdo 9.1. Consecuencias de la mala conducta y revísela brevemente con ellos.
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y metodología de la sesión.
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Sesión 9. Aplicar consecuencias a la mala conducta (1.SJ pa,te): consecuencias natumfes y lógicas
Al finalizar la sesión ... Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres: 1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres. 2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 9. 3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión. 4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo.
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1. ¿Son eficaces las consecuencias que aparecerán tiempo después de la mala conducta? «Yo siempre le digo a mi hijo que si no se pone a estudiar ya, va a repetir curso, pero a él parece que no le importa mucho. ¿Tengo que dejar que realmente repita curso para que se lo tome en serio?».
Un principio básico para la aplicación de este tipo de consecuencias es que, si los efectos de las consecuencias naturales y lógicas se dan en un futuro distante, no funcionarán (Barkley, 1997; Webster-Stratton, 2002). Por ejemplo, la consecuencia natural de no alimentarse bien puede ser enfermar o crecer poco; o la consecuencia de comer muchos caramelos puede ser tener caries y tener que ir al dentista. Pero estas consecuencias serán tan demoradas en el tiempo (pueden transcurrir años) que nunca serán suficientes para motivar a los niños a cambiar su conducta. Para que sean eficaces, las consecuencias deben seguir inmediatamente a la conducta inapropiada de los niños. Si un niño no hace los deberes a su hora, por ejemplo, no podrá ver la televisión ni jugar a la videoconsola esa tarde; si un niño rompe el juguete de otro niño, tendrá que comprarle otro con el dinero de su hucha.
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2. Me parece cruel dejar que los niños experimenten algunas consecuencias.
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«Algún día dejé a mi híjo sin desayunar porque no estaba listo a tiempo para ir al colegio. Pero después me entraban los remordimientos y casi siempre le metía unas galletas y un zumo en la mochila para que no estuviese en ayunas».
A algunos padres les resulta muy duro dejar que los hijos experimenten las consecuencias naturales y lógicas de sus conductas y, movidos por la pena o la compasión, no dejan que la consecuencia tenga lugar. De este modo, no dejan que el aprendizaje se produzca. Como se mencionó al tratar otras técni-
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cas que eliminan la mala conducta, es fundamental que los padres estén seguros de que van a poner en práctica las consecuencias naturales o lógicas a la hora de aplicar esta técnica. De otro modo, es mejor no hacerlo. Si los padres establecen consecuencias pero después no llegan a aplicarlas totalmente, están privando a los niños de la oportunidad de aprender de sus errores y, además, estarán perdiendo autoridad ante sus hijos.
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3. ¿Qué duración pueden tener las consecuencias lógicas? «Mi hijo tiene un tiempo límite de dos horas a la semana para jugar a la videoconsola pero siempre se pasa de tiempo y tengo que quitársela para que se ponga a hacer los deberes. El otro día, cansada de que siempre haga Jo mismo, le dije que se quedaría sin jugar hasta las vacaciones de verano. ¿Es demasiado?».
Las consecuencias lógicas que duran demasiado no son un buen castigo. De hecho, suelen ser percibidas como injustas por los niños y esto crea en ellos hostilidad, resentimiento y mala disposición a colaborar. Algunos padres piensan, de entrada, que cuanto más fuerte y largo sea el castigo, más eficaz será. Pero en realidad las cosas son diferentes. Si los castigos son cortos, le estamos dando al niño la oportunidad de comportarse bien de un modo inmediato y así favorecemos el proceso de aprendizaje. Como siempre que tenemos que enfrentarnos.a las conductas negativas de los niños, es importante que los padres tengan paciencia y puedan mantener la calma (la aplicación de las estrategias de autocontrol aprendidas en el programa podrá ser una buena ayuda). A veces, los padres tendrán que ir evaluando y corrigiendo su sistema de consecuencias conforme lo están aplicando, de modo que pueda mejorarse y ser más eficaz.
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[J Material necesario
~Objetivos principales 1.
Debatir sobre la ineficacia del castigo físico como técnica de disciplina.
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2.
Introducción a la técnica del «tiempo fuera>,: instrucciones para ponerlo en práctica, complicaciones y pasos a seguir.
© Ficha 10.2. El «tiempo fuera».
3.
Practicar la técnica de «tiempo fuera>) en el grupo.
Ficha 10.1. Consideraciones sobre el castigo.
© Tarea para casa 10.1. Programación para seguir el «tiempo fuera)) en el hogar.
© Nota de recuerdo 10.1. Cuestiones a recordar sobre el ). @
Cuestionario de satisfacción semanal.
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Introducción para el guía del grupo
El (itiempo fuera» es una técnica que se ha mostrado repetidamente eficaz para controlar las corlductas negativas de los niños. Es especialmente útil con aquellos comportamientos que no pueden ser ignorados por implicar una activación emocional intensa por parte del niño, tales como: pegar, insultar, tirar objetos, pelearse entre hermanos, tener conductas destructivas, etc. En estos casos, es necesario que los padres intervengan para detener ese comportamiento lo antes posible y, para ello, el <(tiempo fuera)> resulta una opción muy eficaz. No obstante, los guías del grupo deben tener claro que para que sea verdaderamente útil, el «tiempo fuera)) se debe aplicar de forma consistente y bajo unas condiciones físicas y de duración apropiadas. Se debe instruir a los padres para que aprendan a planificar correctamente el ,
1, El lugar. El {
La duración. Para ser eficaz, el f
3.
Las posibles reacciones del niño ante el «tiempo fuera». Los padres deben estar preparados para hacer frente a las reacciones iniciales de rechazo de los niños ante esta técnica. La reacción más común es negarse a ir al ((tiempo fuera)). Ante esta situación y para demostrar a sus hijos que protestar no les valdrá para evitar el castigo, los padres deben:
a. b. c.
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Ignorar, en la medida de lo posible. Ante la persistencia o ante.la escalada de comportamiento (p. ej., ataques verbales), añadir tiempo extra (hasta los 10 minutos). Si esto no funciona, retirar algún privilegio (ver la televisión, ir a casa de un amigo después del colegio, etc.). Normalmente, después de comprobar que los padres hablan en serio, los niños preferirán el
1
Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2.º parte): el «tiempo fuera»
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Otro tipo de reacción que puede ocurrir es la de abandonar la silla o la habitación del «tiempo fueran antes de tiempo. Ante esto, los padres deben reubicar a sus hijos en el lugar del {), Si este comportamiento persiste, deben avisar a los hijos de que se les situará en otro lugar aún menos atractivo o, si es necesario, se recurrirá a la retirada de privilegios. Finalmente, es muy posible que durante el {) los padres tengan que enfrentarse a gritos, golpes en la puerta, lanzamiento de objetos, etc. Aunque es difícil de llevar a cabo, los padres deben responder ignorando y, una vez terminado el «tiempo fuerai), deberán ordenar a los niños que restauren la habitación (ordenar, limpiar lo ensuciado, etc.).
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El utiempo fuera>) pierde su eficacia si se utiliza transmitiendo al niño rabia, frustración, rechazo, ira, etc. Los padres han de procurar utilizar esta técnica de un modo calmado, de acuerdo con el plan previsto, y no esperar a entrar en cólera para situar al niño en «tiempo fuera1), La ira impide ignorar y dar al niño la oportunidad de tener un buen comportamiento después de cumplir con su castigo. Además, es un mal modelo para enseñar a los niños a resolver problemas, por lo que el guía instará a [os padres a utilizar las estrategias de autocontrol que fueron presentadas en la sesión 5. Es más, los padres también pueden aprovechar el <> de sus hijos como un tiempo para calmarse ellos mismos en estas situaciones desagradables.
5. El <1tiempo fuera1) requiere que el procedimiento sea explicado al niño antes de usarlo, en una situación neutral y calmada. En esta explicación, los padres deben presentarle sus planes de uso del «tiempo fuera», dejando claro al hijo qué comportamientos tendrán como consecuencia un 4iempo fuera» y en qué consistirá esta técnica. Tal explicación debe darse de un modo claro y directo, sin acusar, criticar o etiquetar al niño. 6. Durante la sesión, el guía deberá presentar el «tiempo fuera» como una alternativa más racional y defendible que el castigo físico y deberá convencer a los padres más reacios de que esta técnica es más útil que pegar. Una buena forma de hacerlo es iniciando un debate en el que los padres puedan ver claros los problemas que acarrean los cachetes y azotes y comprueben que, a diferencia del castigo físico, el ntiempo fuerai>: a,
b. c. d.
Proporciona a los padres y a los niños una oportunidad para calmarse y pensar sobre qué se va a hacer. Es suficientemente desagradable para sentirlo como un castigo sin hacer daño al niño. No es violento, no transmite humillación ni ira. Los padres son consistentes a la hora de aplicarlo puesto que no tienen que esperar a estar enfadados para actuar. Esto último marca la diferencia con el uso del castigo físico, ya que este suele ser aplicado cuando los padres tienen ya !a (,temperatura emocionalf> muy elevada (recuerde la sesión 5). El enfado suele llevar a castigos desproporcionados y puede llegar incluso a la violencia y al abuso. Además, actuar solo en casos de enfado !leva a inconsistencias en la educación: la misma conducta puede ser tolerada por el padre si está calmado o puede dar lugar a un azote si está enfadado.
7. En cualquier caso, el guía debe situar en perspectiva el utiempo fuera», pues la idea es reducir su uso al mínimo. La mayor parte de las interacciones entre los padres y los hijos deben consistir en apoyar1 elogiar, reforzar positivamente, enseñar conductas pósitivas, transmitir afecto, etc. Recordemos, en este punto, la importancia de un 11castilJoi> piramidal, con una base sólida y amplia de afecto, elogio y ánimo. El guía tendrá que recordar a los padres que el «tiempo fueral) solo será efectivo cuando se asiente en un {), Es habitual que !os padres presenten reticencias ante el <,tiempo fuerai> centrándose en sus desventajas a corto plazo: es incómodo, necesita de un lugar especial, requiere autocontrol, la conducta de los niños empeora al principio, etc. Algunos dirán que el 11tiempo fuera>1 les resulta demasiado liviano como castigo. Por el contrario, otros señalarán que les evoca la vieja idea de atemorizar a los niños con encerrarles en el (,cuarto de los ratonesi>, El guía debe estar preparado para abordar estas reticencias y hacer que los padres perciban claramente el sentido y las ventajas de un <,tiempo fueraii bien aplicado.
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Inicio de la sesión
Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Las tareas de la pasada sesión fueron asignadas para establecer consecuencias sobre la mala conducta del hijo. Dedique unos pocos minutos hablando con los padres sobre cada tarea:
1. Comente las conductas que han seleccionado y que supondrán la retirada de privilegios y la realización de ((trabajos extra)) por parte del hijo ante su incumplimiento (tarea para casa 9.1). 2. Pregunte también al grupo si han transmitido a sus hijos las nuevas reglas de casa y cómo han respondido estos (tarea para casa 7.1). 3. Recoja el registro de las metas (tarea para casa 8.3). 4. Pregunte a los padres por la marcha del programa de puntos para conocer cómo están respondiendo los hijos (tarea para casa 8.4).
Además de ello, como en las sesiones anteriores, anime y refuerce a los padres para que continúen practicando TODAS las técnicas y elogie a todos aquellos que al menos intentaron hacer las tareas. Pregúnteles también por la relación que mantienen con los profesores: cuántas veces se han reunido, si han sido productivas esas reuniones, si se han desarrollado en una atmósfera positiva, etc. (
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y cuáles son los contenidos que se van a trabajar en ella.
Sesión 10. Aplica,· consecuencias a lo mola conducta (2,º parle): el «tiempo fuera»
Agenda de la sesión
1. El castigo físico como técnica ineficaz de disciplina. 2. Introducción a la técnica del 11tiempo fuera)): instrucciones para aplicarla eficazmente, pasos del
Se propone que el comienzo de la sesión se dedique al abordaje del tema siempre delicado del uso del castigo físico en la disciplina familiar. Su recurso como forma de controlar el comportamiento de los hijos puede ser más o menos regular en el grupo de padres, por lo que antes de adentrarse en la desconsideración de su utilización, los guías deben explorar sutilmente las actitudes de los padres al respecto e incluso omitir esta actividad si consideran que la siguiente discusión puede ser percibida como demasiado crítica o juzgadora. Teniendo en cuenta estas puntualizaciones, se recomienda intentar incluirla aunque se trate solo de forma superficial.
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Plantee un debate sobre el empleo del castigo físico y sus implicaciones. Los padres deberán identificar las ventajas que consideran que puede haber en el uso de este tipo de castigo, así como las desventajas que ocasiona tanto para ellos como para los hijos. Intente que los padres se centren no solo en las consecuencias inmediatas, sino también a largo plazo. Para guiar el debate, ponga especial énfasis en los efectos negativos del castigo físico.
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Tras introducir el debate, continúe con la exposición de los siguientes argumentos:
Como habréis podido notar, este programa no aboga por el castigo físico, sino por el uso de estrategias positivas de refuerzo que aumenten la buena conducta y el uso de técnicas de castigo que no intertieran con la creación de una buena relación con los hijos. Las técnicas de castigo que se tratan no son físicas pero son muy efectivas, ya que son lo suficientemente desagradables como para lograr que el niño elija dejar de comportarse mal. Algo importante que hay que preguntarse cuando se recurre al castigo físico es si la conducta que se está intentando suprimir realmente llega a desaparecer. La respuesta mayoritaria de los padres es que no es así. Para ser más exactos, lo que se encuentra es que aunque en el momento en que se aplica el castigo la conducta cesa, más tarde o más temprano vuelve a aparecer. Así pues, una de las razones más importantes para no utilizar el castigo físico es que simplemente no funciona. Otras razones serian las siguientes: l!l
Con frecuencia, el castigo físico responde en mayor medida al nivel de enfado de los padres que a la conducta concreta del hijo, algo que, además, hace muy difícil el control de la fuerza con la que se aplica el azote o la bofetada. Cuando se usa el castigo físico no existe la certeza de que no se pierda el control y se convierta en maltrato. Por otra parte, los niños deben aprender que a determinadas conductas le siguen determinadas consecuencias, siempre las mismas, independientemente del estado emocional del padre.
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De forma natural, el castigo físico hace que las personas nos apartemos de quienes nos lo infringen. Si los padres lo utilizan de forma exclusiva o excesiva, el hijo aprenderá a evitarles.
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El castigo físico no enseña un comportamiento prosocial, sino modelos de agresión y, por ello, los hijos pueden pensar que pegar a otros es aceptable. En general, los niños aprenderán a responder agresivamente cuando estén frustrados.
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Además, el castigo físico tiene electos negativos en la autoestima del hijo.
-' Ficha Entregue a los padres la ficha 10.1. Consideraciones sobre el casti .. go y revise su contenido con ellos.
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a fa mala conducta (2.º pa,te): el «tiempo fuem»
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A continuación, comience la segunda actividad:
Vamos a dedicar la sesión de hoy a aprender a utilizar una nueva técnica que podemos utilizar como castigo ante una mala conducta de los hijos importante. Se considera una alternativa al castigo físico, ya que además de que funciona, carece de todos los inconvenientes que hemos mencionado sobre este. La técnica se denomina «tiempo fuera» y es muy recomendable utilizarla para castigar aquellos comportamientos que no se pueden ignorar o ante el incumplimiento de las reglas de casa. El término «tiempo fuera, nos resulta conocido. En la sesión de autocontrol ya hablamos del «tiempo fuera para un respiro». Aquí hablaremos del «tiempo fuera» como una técnica para reducir el mal comportamiento de los niños de 2 a 12 años de edad y que resulta muy útil para problemas que es necesario detener inmediatamente, como pelear, golpear u otros comportamientos destructivos. La técnica del «tiempo fuera» es una forma más extrema de ignorar, en la que se le retira al niño toda forma de atención positiva, especialmente la atención de un adulto. Concretamente1 es un «tiempo fuera))
de un refuerzo positivo. Es decir, este procedimiento requiere tener mucho cuidado y alejar al hijo de cualquier cosa que pueda ser positiva para él (p. ej., televisión, revistas, cómics, libros u otras personas). Consiste en que el niño se siente en una silla en un rincón de una habitación o en llevarle a un sitio aburrido, como el tendedero, durante cinco minutos. El «tiempo fuera)) es eficaz por varias razones: 1.
Interrumpe el mal comportamiento o la interacción incorrecta.
2.
Evita que el niño reciba más atención por estar parlándose inadecuadamente.
3.
Proporciona tiempo para calmarse y pensar sobre lo que está sucediendo, tanto al padre como al hijo.
4.
Es lo suficientemente desagradable como para que el niño se sienta castigado sin necesidad de haberle causado ningún dolor físico.
5.
No es violento.
6.
Los padres tenderán a usar el «tiempo fuera» más consistentemente porque no tienen que llegar a estar enfadados para decidirse a utilizarlo.
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Instrucciones para aplicar el «tiempo fuera» eficazmente A continuación, se explicarán a los padres las instrucciones concretas para la correcta aplicación de la
técnica.
Es importante explicar al niño el procedimiento antes de ponerlo en práctica. Esto se realizará mientras el niño se está portando bien, para que la conversación se pueda llevar a cabo dentro de un contexto neutral. Se le debe explicar que se usará el •tiempo fuera» como consecuencia de ciertos comportamientos incorrectos, todo ello de manera breve y muy precisa. También se le deberá decir dónde lo cumplirá y cuánto tiempo durará. Además, debemos decidir qué conductas vamos a castigar con «tiempo fuera». Son buenas opciones las conductas negativas que no pueden ser ignoradas, como pegar o destruir cosas, o las que supongan un Incumplimiento de las reglas de casa. Al principio, es importante elegir una o dos y centrarnos en ellas. Luego, después de varias semanas y una vez que estas conductas se hayan reducido, podremos aplicar el procedimiento con otras conductas. Respecto al lugar donde se cumplirá el «tiempo fuera», hay varias opciones a tener en cuenta: 1o1
Para los niños menores de Baños se puede utilizar una silla colocada en un rincón de una habitación o en un pasillo donde haya poco tránsito. En el caso .de que el niño se levante más de una vez, se deberá usar otra habitación.
1o1
Con los niños mayores de Baños, la alternativa seria utilizar una habitación aburrida de la casa, por ejemplo, el cuarto de baño (eliminando los objetos o elementos que puedan suponer un riesgo para el niño) o la habitación de los padres.
El sitio para el «tiempo fuera, no debe ser la habitación del niño u otra en la que haya objetos interesantes o actividades divertidas que hacer, ya que no debe poder leer, jugar, ver la televisión ni tener ningún entretenimiento durante ese tiempo. Algunos padres prefieren retirar todos los elementos positivos del sitio en el que el niño está en vez de llevarle a otro lugar. Si este fuera el caso, se actuaría de la siguiente forma: ,Co!11o no has hecho X cuando te lo he pedido, me /levaré de aquí todos los privilegios». Sin embargo, puede que no sea práctico utilizar este procedimiento si la retirada de los refuerzos no se puede hacer rápidamente o si no se quiere privar de ellos a los hermanos u otros miembros de la familia por culpa de la mala conducta del niño. Cualquiera que sea la decisión que tomen los padres, el niño debe saber exactamente el lugar en el que pasará el «tiempo fuera».
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a fa mala conducta (2.º parte): el «tiempo fuera»
Respecto a su duración, hay que decir que las investigaciones han demostrado que un «tiempo fuera» de
cinco minutos es tan eficaz como uno más largo. En concreto: [i
Para los niños menores de 5 años, la regla general es poner al niño en «tiempo fuera» tantos minutos como número de años tenga, hasta un máximo de cinco minutos. Por ejemplo, para niños de 4 años se estipularía una duración de cuatro minutos.
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Para niños mayores de 5 años, es aconsejable que la duración sea de cinco minutos.
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De todos modos, los niños no deben salir del «tiempo fuera» hasta que permanezcan tranqul/os al
menos los últimos dos minutos del tiempo. Esto significa que cuando se usa esta técnica por primera vez, puede alargarse el tiempo mucho más si el niño continúa gritando (hasta unos 1Ominutos). Luego, aprenderá que gritar no le quita del «tiempo fuera» y a partir de ahí estos podrán ser más cortos. La idea principal es hacerlo lo más breve posible y darle enseguida la oportunidad de corregir su conducta y comportarse bien. Es importante que vuestro enfado no influya en la manera de castigar al niño.
Pasos del «tiempo fuera» aplicado a la infracción de reglas de conducta En el caso de que el niño haya infringido una regla de casa, los padres deben tener en cuenta una serie de consideraciones:
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Entregue a los padres la ficha 10.2.
El «tiempo fuera» para que les sirva de referencia para seguir la siguiente explicación.
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Antes de poner en práctica el «tiempo fuera», decidle a vuestro hijo cuánto tiempo durará y dónde se cumplirá. También decidle que se usará como consecuencia de aquellos comportamientos que supongan la infracción de las reglas de conducta establecidas en casa. En el momento en el que el hijo incumpla
una de las reglas, no se le debe avisar; el «tiempo fuera» debe ser inmediato. Los pasos que tenéis que seguir son los siguientes: 1.
Debéis especificar a vuestro hijo qué conducta concreta ha supuesto un incumplimiento de una regla de casa. Por ejemplo, podéis decir: «Como has hecho X y eso va en contra de nuestras reglas de conducta1 tienes que ir a 'tiempo fuera 1 ahora».
2.
Comprobad que el niño va a «tiempo fuera» o acompañadle vosotros mismos. En cualquier caso, deberéis permanecer en silencio.
3.
Vuestro hijo permanecerá en «tiempo fuera» durante cinco minutos (o menos, en función de su edad). Este tiempo se puede extender hasta 10 minutos si el niño no permanece tranquilo los últimos dos minutos.
4. 5.
Es importante que le ignoréis completamente mientras esté en «tiempo fuera». Cuando termine el «tiempo fuera», evitad regañarle acerca de su mal comportamiento.
En este punto, recuerde a los padres el uso de la técnica de ignorar cuando el hijo empiece a gimotear o llorar durante el <{tiempo fUerai>. Hágales saber que si se quedan preocupados es razonable que com-
prueben si el hijo está bien, pero que, probablemente, él esté utilizando los lloros para llamar la atención o para salir del «tiempo fuera».
Complicaciones en la aplicación del «tiempo fuera» Sin embargo, a la hora de aplicar la técnica pueden surgir distintas complicaciones. Diríjase de nuevo a los padres para exponerles las más frecuentes:
Los padres debéis estar preparados para ciertas situaciones que se puedan producir cuando utilicéis el «tiempo fuera), para castigar a vuestros hijos. Vamos a comentar las más frecuentes.
1.
El niño se niega a ir a «tiempo fuera» o persiste en sus intentos de discutir sobre la situación. En este caso, el mejor consejo es ignorar al máximo estas conductas. Si el niño persiste o comienza a atacaros verbalmente, simplemente decidle que se ha añadido un minuto más a la sanción. Seguid añadiendo un minuto cada vez que el niño se niegue a ir a «tiempo fuera» hasta llegar a un total de 1O minutos. Decidle entonces que si se niega a ir una vez más, además del «tiempo fuera» se le quitará un privilegio especifico, como ver la televisión o ir a casa de un amigo después de la escuela.
2.
El niño se levanta de la silla o sale de la habitación de ,diempo fuera» antes de tiempo. En este caso, deberéis llevar al niño de nuevo a la silla o a la haóitación con firmeza, pero sin enfado ni violencia. Si se niega a quedarse en la habitación o en la silla, dadle una advertencia de este tipo: «Si no haces esto (quedarse en «tiempo fuera»), te pasará esto (ir a un sitio menos atractivo o quitar un privilegio)».
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2. 9 pa,te): el «tiempo fuera»
Presentación práctica del «tiempo fuera» Tras realizar una pequeña pausa para comprobar que los padres han seguido correctamente !a explicación, introduzca las escenas de vídeo:
A continuación vamos a ver unas escenas en las que los padres aplican la técnica del «tiempo fuera}) para disminuir la frecuencia de ciertas conductas no deseadas en sus hijos. Después de cada escena mantendremos un breve debate sobre su contenido.
En la primera de ellas veremos cómo una madre le explica a su hija cómo emplear el «tiempo fuera>i para el mal comportamiento de pegar a su hermano.
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'' ''' La escena. Una madre está hablando con su hija Noelia de 7 años acerca de pegar '' ' a otros niños. La escena comienza cuando Noelia está pintando y su madre se acer'' ''' ca para explicarle el programa de «tiempo fuera)). ''' '' '"-------------'' Madre:
Noelia, quiero hablar contigo de una cosa. A veces le pegas a tu hermano cuando no quieres que coja tus cosas. No debes pegarle porque cuando le pegas, él se siente mal y yo también me siento mal. Así es que voy a tratar de ayudarte a que no lo hagas más, ¿vale? Lo que vamos a hacer es que si pegas a Borja, tendrás que sentarte en una silla en el pasillo. Será por poco tiempo, solo cinco minutos, pero tienes que quedarte sentada y quieta en la silla hasta que yo te lo diga. ¿Me entiendes? (Noelia mueve la cabeza asintiendo). Madre: · Lo entendiste bien, ¿sí? ¿Sí? (Noelia mueve la cabeza para decir que sí). Bien, entonces puedes seguir pintando.
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Proponga un pequeño debate en torno a las siguientes cuestiones:
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1. 2. 3. 4.
¿Qué puntos cumple esta madre cuando le explica el «tiempo fuera» a su hija? ¿Son cinco minutos una cantidad de tiempo apropiada para el «tiempo fuera»? ¿Qué más debería hacer la madre para reducir el comportamiento agresivo? ¿Dónde estableceríais el «tiempo fuera» en vuestra casa?
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Consideraciones sobre la escena Esta madre le explica el ((tiempo fuera,) a su hija de manera muy directa, cumplie~do los tres puntos básicos:
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dónde se llevará a cabo e! «tiempo fuera1J (en una silla situada en una esquina del pasillo); y
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cuánto tiempo durará el <(tiempo fuera» (cinco minutos).
nuevo a los padres y reproduzca la escena 10.2.
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Ahora veamos cómo la madre, en este caso1 usa la silla de ((tiempo fuera>) cuando la hija pega a su her-
mano.
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: La escena. Noelia está pintando en el suelo mientras su madre está leyendo en la : mesa. De repente llega Borja y le quita el dibujo a Noelia.
'' ' ''' '' '', _____________ . '' Noelia: Madre:
(Le pega a Borja en la espalda y grita) ¡Dámelo! (La madre alza la vista y ve a Noelia pegando a su hermano. Disgustada y con un tono de voz alterado, le pregunta a Noelia). Noelia, ¿qué es lo que estás haciendo? ¿Yo qué te dije? ¿Cómo le pegas a tu hermano? (La madre se levanta inmediatamente y coge a Noelia del brazo). ¡Venga, vete al pasillo! ¡Hasta que yo te diga no te puedes levantar! ¡Y sin moverte! (La madre sienta a Noelia en la silla y se va). No te muevas, ¿eh?
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'' Inicie un pequeño debate en torno a las siguientes cuestiones: '' ''' :' . 1. ¿Actúa la madre adecuadamente cuando lleva a Noelia al ,tiempo fuera»? , 2. ¿Cómo podría haber sido más efectiva? ' : ~- ¿Creéis que el ,tiempo fuera» debió utilizarse con ambos niños?
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2. 9 parte): el <
Consideraciones sobre la escena Esta madre reacciona rápidamente diciéndole a su hija la razón por la cual tendrá que ir a (!tiempo fuera)), Sin embargo, se la nota enfadada mientras lleva a Noelia a la silla de 1. Hable acerca de la reacción de esta madre cuando Noelia golpea a su hermano y enfatice que la madre se enfada, lo que le resta efectividad. En situaciones de peleas entre hermanos como esta, lo mejor es tener una regla que diga que si los dos niños se están peleando, ambos irán a c1tiempo fuera),, sin importar quién empezó la pelea, De esta manera, asumirán responsabilidad por su reacción al comportamiento del otro y no discutirán sobre quién tuvo la culpa.
Diríjase de nuevo a los padres y reproduzca la escena 10.3.
Observad ahora qué sucede cuando la niña se levanta de la silla de «tiempo fuera» antes de tiempo. Reflexionad acerca de qué otra manera se podría haber manejado esta situación y luego lo comentaremos en voz alta.
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:' La escena. Noelia se queja desde la silla y finalmente se levanta del ,rtiempo tuera)),
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Noelia: ¡Mamá, me quiero levantar! ¿Cuánto falta? ¡Me quiero levantar! ¡Mamaaa! Madre: (Sigue leyendo su revista sin contestar a Noelia). Noelia: (Quejándose). Mami. .. , ¡me canso! ¡Quiero ir para ahí! ¡Me aburro ... ! ¡No me gusta estar aquí! (Sollozando). (Como su madre no le contesta, Noelia empieza a golpear el suelo con los pies).
Madre: (Le dice sin acercarse). ¡Noelia, como no te estés quieta no te levantas de ahí en toda la tarde! Noelia: 1Mami, me quiero levantar! ¡Eres mala! (La madre no responde y Noelia se levanta de la silla). Madre: (Grita enojada). ¿Qué estás haciendo? ¡Ya te dije que no te podías levantar! ¡Qué haces aquí! ¡Te castigué antes por pegar a tu hermano! ¡O sea que siéntate en la silla y no te muevas de aquí! ¡Como te vuelvas a levantar el castigo será mucho peor, estarás en tu habitación toda la tarde! ¿De acuerdo? (La madre se retira de la silla y Noelia se queda sentada).
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l¼11_,_j-------------------------- - ---- --- ---------' , Proponga un pequeño debate en torno a las siguientes cuestiones: 1. 2. 3. 4.
¿Cómo reacciona la madre cuando Noelia se levanta de la silla de «tiempo fuera»? ¿Cómo hubiera podido ser más efectiva? ¿Qué comportamiento está reforzando la madre? ¿Qué opináis del empleo de una habitación como alternativa para los niños que no quieren permanecer en la silla? ,''
-----------------------------------------------------------------------------------------~ Consideraciones sobre la escena Esta madre se molesta demasiado cuando ve que Noelia no está en la silla de «tiempo fuera)) y utiliza el discurso para que vuelva a sentarse. Además, utiliza una amenaza excesiva en caso de que la niña se levante de nuevo. Por otra parte, y para evitar que la niña le esté preguntando continuamente cuánto tiempo más tiene que estar en la silla, la madre debió decirle durante cuántos minutos le corresponde estar en «tiempo fuera), o utilizar un reloj. Los intentos de llamar la atención durante el <, deben ser ignorados. Hable acerca de las formas de actuar con los niños que no quieren permanecer en el «tiempo fuerai). Es importante anticipar esta situación porque ocurre con bastante frecuencia cuando los padres comienzan a poner en práctica este procedimiento. Diga a los padres que deben tener preparada previamente una alternativa que se pueda emplear cuando esto suceda y darle al niño una advertencia del tipo iisi ... , entonces ... ii. Por ejemplo: «Si te levantas de la silla otra vez, entonces irás al tendedeío)1,
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Señale que es muy importante no enfadarse cuando el niño se resiste a permanecer en (>, ya que simplemente está probando los límites observando la reacción del padre. Si nos enfadamos significa que está consiguiendo llamar nuestra atención, por lo que seguirá protestando para ver si consigue salirse con la suya.
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2. 9 parte): el «tiempo fuera»
A continuación, introduzca la siguiente escena:
En la escena anterior vimos cómo la niña consigue llamar la atención de la madre y la respuesta de enfadado de esta última. La madre habría sido más efectiva si hubiera llevado a la niña de nuevo a la silla con un comentario breve del tipo: «Si te levantas otra vez, tendrás que ir al lavadero». Observemos ahora cómo
se desenvuelve el final del «tiempo fuera».
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'' La escena. Noelia se queda sentada callada en la silla hasta que pasan los cinco ''' minutos. ' ''' -------------'
Madre:
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(Se acerca adonde está sentada Noelia). Está bien Noelia, ya han pasado los 5 minutos, ya te puedes levantar. Espero que hayas pensado en lo que has hecho y que no vuelva a ocurrir, ¿vale? ¿De acuerdo? Ya sabes lo que pasará si lo vuelves a hacer. (La madre coge a Noelia de la mano y se alejan de la silla).
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1. ¿Cómo informa la madre a la niña de que se terminó el «tiempo fuera»?
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'.11.~~ ~'.~~t'.v_a_?___________________________________________________________ _ Consideraciones sobre la escena
Esta madre simplemente debe confirmar que se ha terminado el {(tiempo fuerai> y olvidar el asunto del mal comportamiento de Noelia. Ya se ha explicado a la niña por qué se le mandó a 1itiempo fuerai>, de forma que mencionándolo de nuevo solo reforzamos e! comportamiento inadecuado y damos a entender que lo seguimos teniendo en cuenta. Hable acerca de lo que deben hacer los padres cuando concluye el utiempo fueran. Haga notar al grupo que la madre todavía está un poco molesta y negativa cuando se termina el ,1tiempo fuerai>, Sin embargo, en vez de regañar al niño, es mejor estar atento a la primera señal de comportamiento positivo que pueda elogiarse. Esto le enseña que no hay recompensa por el mal comportamiento, pero que el comportamiento positivo sí recibe la atención de los padres. Haga énfasis en que el niño debe permanecer en silencio por lo menos los dos últimos minutos antes de que se dé por concluido el ((tiempo fuera». Si el tiempo concluye y todavía está haciendo ruido o gritando, deberemos agregar otros dos minutos más al periodo de «tiempo fuera».
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Continúe con la presentación de escenas sobre el empleo del «tiempo fuera)>:
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acerca de lo que pasará
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Dani, últimamente te estás portando muy bien y mamá y yo estamos muy contentos contigo, excepto cuando te enfadas, porque dices muchas palabrotas y nos insultas. Así que, de ahora en adelante, vamos a usar un (
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Proponga un pequeño debate en torno a las siguientes cuestiones: 1. ¿Qué hace que la explicación sobre el «tiempo fuera» que da el padre sea efectiva? 2. ¿Qué más debe hacer este padre?
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2Y patte): el «tiempo fuem»
Tras comentar la escena anterior, reproduzca la escena 10.6.
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''' '' ' ' ''', _____________ ,''' Padre: Daniel: Padre: Daniel: Padre: Daniel: Padre: Daniel:
La escena. Daniel insulta a su madre porque quiere ver la televisión y ella no le deja. En ese momento, su padre entra en el salón.
Está bien, Dani, ¿te acuerdas de lo que te dije acerca de los insultos? Tienes que ir al !(tiempo fuerau: te vas a nuestra habitación cinco minutos y estás allí tranquilo. (Discute). Papá, ¡se me escapó! (Calmado) Por protestar son seis minutos. (Gritando) ¡No! ¡No voy a ir! (Calmado) Siete minutos. (Furioso) ¡Que no voy a ir nunca! (Calmado) Ocho minutos. (Enfurecido se va a la habitación).
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Inicie un pequeño debate en torno a la siguiente cuestión: 1. ¿Cómo evita el padre enfrascarse en una discusión con su hijo cuando este se niega a ir a «tiempo fuera»?
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Consideraciones sobre la escena Este padre aplica correctamente el (,tiempo fuerai) cuando ve a su hijo insultar a su madre. Cuando Daniel intenta evitar el castigo, el padre se mantiene firme y aumenta el castigo añadiéndole tres minutos. Al final, cuando Daniel se da cuenta de que no merece la pena discutir, se va a su ((tiempo fueran. Hable acerca de cómo actúa este padre ante la negativa del hijo de irse al «tiempo fuera»: responde a las expresiones de enfado de su hijo con calma agregando tiempo al período de «tiempo fuera11,
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Role-playing 10.1. «Práctica de los pasos del 'tiempo fuera'».
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1. El padre debe mostrarse directo y neutral y permanecer en calma al aplicar el ,(tiempo fuera)>, Cuando el niño se niegue a ir al ,(tiempo fuera» debe actuar ignorando sus protestas en un primer momento. Si persiste en su negativa de cumpllr con el ,ctiempo fuera)) deberá ir añadiendo tiempo a la sanción (un minuto por cada queja) hasta un total de 10 minutos. Si no funciona, se le quitará un privilegio al niño. 2. Ante la conducta destructiva del hijo en el camino al (1tiempo fuera>1, e! padre debe actuar ignorándole en ese momento y continuar con el procedimiento de {(tiempo fuera)) para la primera conducta negativa (la castiga-
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da, en este caso, pegar a su hermano). Una que ..el i,tiempo fuera>• finalice, el padre debe llevar al hijo a la zona donde se comportó destructivamente y decirle que debe arreglar lo que hizo. Así no se omite el castigo por pegar ni tampoco el de la conducta destructiva. 3. Una vez que el niño está en {(tiempo fuera)>, el padre debe ignorar las protestas, los gritos o las promesas de buena conducta que le dirija desde el otro lado de la puerta. Diga lo que diga o haga lo que haga el niño durante el ((tiempo fuera•>, es esencial que el padre no reaccione para no prestar atención a los comportamientos indebidos. 4. Es muy posible que el hijo ponga a prueba a sus padres saliendo de la habitación del utiempo fuera)) antes de que se cumpla e! tiempo. Cuando esto ocurra, es importante que el padre le lleve de nuevo allí inmediatamente, manteniendo la calma en todo momento. Si gritamos o le regañamos estaremos reforzando el comportamiento inapropiado del niño. Si el hijo vuelve a salir durante el ,(tiempo fUera,1, debemos recurrir a la retirada de privilegios. S. Una vez cumplida la sanción del utiempo tuera», el padre debe seguir tranquilo con el hijo y sin darle sermones, debe devolverle a la situación original y decirle que debe arreglar lo que hizo haciendo alguna conducta buena que compense la anterior. Lo que hay que hacer es olvidar el episodio, darle la oportunidad al hijo de comportarse adecuadamente a partir de ese momento y estar dispuesto para elogiarle tan pronto como se porte bien.
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a fa mala conducta (2. 9 parte): el <
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:,~_' J--------------------------------------------------------------------------\ Discuta las reacciones y las actitudes de los padres hacia el «tiempo fuera». Pregúnteles cuáles son sus opiniones acerca de las recomendaciones comentadas durante la sesión y sus impresiones después de la representación del role-p/aying. Asegúrese de clarificar bien el procedimiento a los padres que han utilizado el «tiempo fuera» en el pasado y que les había resultado ineficaz. Pregunte a esos padres si van a volver a intentarlo utilizando la estrategia ofrecida en la sesión. Proporcióneles soluciones a los posibles problemas que anticipen con respecto a la puesta en práctica del procedimiento.
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1 Entregue a los padres la nota de recuerdo 10.1. Cuestiones a recordar sobre el «tiempo fuerm> y coméntela brevemente con ellos.
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Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de que deberán realizar en ·casa esta semana:
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Entregue a los padres la tarea para casa 10.1. Programación para seguir el
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1. Deberán completar una lista de conductas con las que pretendan utilizar el utiempo fuera)) y clarificar el procedimiento a seguir: el lugar, el tiempo que durará, las reglas dentro del «tiempo tuera», las consecuencias de no seguir las instrucciones después de! 4iemp.9 fuera),, etc. Para ello utilizarán la tarea para casa 10.1. Programación para seguir el (ctiempo fuera» en el hogar. 2.
Recuerde a los padres que, transcurrida una semana desde que les comunicaron sus reglas de conducta a los hijos, ya pueden empezar a aplicar consecuencias a su incumplimiento. Si deciden que el ({tiempo fuera)) es la consecuencia que quieren utilizar podrán probar a aplicarlo también durante esta semana. Además también podrán poner en práctica la retirada de privilegios o las !1tareas extraf) cbn las conductas correspondientes.
Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2. º parte): el «tiempo fuera»
Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodología de la sesión.
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Al finalizar la sesión ... Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres: 1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetivo de conocer la opinión de los padres.
2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 10. 3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión. 4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que réfuercen y elogien su esfuerzo. ""'~"''.'""""'"'"'"""""'""''"'""'"'""""'"""'"'""""'""'"'""'."m"'""'"'""rnru~,.,"""""""'"""""'""'"""""'"""'""'""'"'""'"''°'"'"""'""""'"'""'""''"''"""""'"'"''"'"'"'mt"""'""""""'"'"""'""'"''"'""""'"""""'""""''"'"""'"'"'""""'"''"""""'"""''>.;\
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Preguntas frecuentes
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aplicar et «tiempo tuera»? «La aplicación de los castigos me resulta especialmente dificultosa. No tengo claro
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cuándo debo ignorar, cuándo tengo que utilizar consecuencias lógicas o cuándo el
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Esta es una pregunta importante que los guías de EmPeCemos deben saber responder con ciertas pautas que, al menos en un plano general, deben quedar claras.
La técnica de ignorar se utiliza cuando estamos ante conductas que son molestas pero que no son graves ni están haciendo daño tísico a nadie. Algunas conductas típicas objeto de esta técnica son lloriquear, patalear o protestar. Las consecuencias naturales y lógicas son más apropiadas para los problemas que ocurren repetidamente y en los que los padres pueden avisar a su hijo de la consecuencia que tendrá si continúa con ese comportamiento. Por ejemplo, un padre puede advertir a su hijo: ({Si no masticas el chicle con la boca cerrada, tendré que quitártelo)! o •
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2. ¿No es mejor un cachete a tiempo que el «tiempo tuera»? ,creo que un bofetón a tiempo es el mejor castigo. Es rápido y hace saber al niño que yo soy quien dicta las normas y que no me ando con tonterías. Cuando yo era pequeño, recibí muchos.cachetes y bofetadas por desobedecer y aquí estoy».
Dar cachetes, abofetear o dar azotes es algo rápido y que normalmente detiene de un modo inmediato la mala conducta. Pero, ¿qué ocurre a largo plazo? Las desventajas del castigo tísico son muchas e importantes, tal y como la investigación en Psicologla ha mostrado repetidamente. Para empezar, tengamos en cuenta que los padres suelen recurrir al castigo físico cuando están frustrados o enfadados y sin control sobre sí mismos. Enfrentarse a un adulto fuera de sí resulta atemorizante para los niños y, con toda probabilidad, la situación acabará en un castigo desmesurado que en muchos casos dejará además sentimientos de culpa en los padres una vez que se hayan calmado. Por otra parte, para eludir el castigo tísico, los niños pueden llegar a evitar a sus padres, a mentir sobre sus actos o puede que se comporten de un modo estratégicamente conformista cuando ellos están, pero de modo inapropiado en cualquier otro lugar o momento. Finalmente, el castigo físico ofrece al niño un modelo de conducta agresiva con el que aprende a recurrir a la violencia para resolver sus problemas: el <1Círculo de la violencia)> es un proceso bien identificado en la investigación sobre el desarrollo humano. El castigo físico es, en definitiva, una práctica que degrada las relaciones entre los padres y los hijos y que acaba dañando el autoconcepto de los niños. A lo largo de esta sesión, es importante que el guía de EmPeCemos haga reflexionar a los padres sobre los beneficios e inconvenientes del castigo físico comparándolos con los del <(tiempo fuera>). El castigo tísico puede ser una solución momentánea que desahoga a los padres pero que tiene muchas desventajas a largo plazo para ambos. El «tiempo fuera)) tiene desventajas a corto plazo para los padres, pero es ventajoso a largo plazo para todos, por lo que se perfila como la alternativa adecuada si los padres están dispuestos a ir más allá de soluciones inmediatas.
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3. ¿La duración del «tiempo tuera» no depende de Jo que haga el hijo? «Ayer mi hijo me insultó porque no le dejé salir con su amigo. Me enfadé tanto que lo envié a su habitación durante el resto del día. No creo que cinco minutos sean suficientes para algo tan grave como faltarme al respeto de esa manera».
La regla que habitualmente siguen los programas de entrenamiento de padres indica que hasta los cinco años la duración del 1itiempo tueran (en minutos) debe ser igual a la edad del niño y, después, no debe superar los cinco minutos. Para que el hijo pueda salir del utiempo fuera)), en esos cinco minutos máximos tiene que haber al menos dos últimos minutos de silencio y tranquilidad. Así, el "tiempo fueran será más largo si los niños están continuamente gritando durante su transcurso. Solo de esta forma conseguiremos transmitirles que protestar no les va a sacar del «tiempo fuera)) mientras que el estar callados sí. Tan pronto lo aprendan, el iitiempo fueran podrá ser de cinco minutos.
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Sesión 10. Aplicar consecuencias a la mala conducta (2.º parte): el <
Es normal que los padres piensen que si los niños han hecho algo grave como pegar, robar o romper deliberadamente algo, un <(tiempo fuera>i de cinco minutos no sea un castigo suficiente. Pero lo cierto es que los tiempos largos tienden a generar resentimiento en los niños y, algo que es importante, el aislamiento excesivo no les deja una segunda oportunidad para demostrar que han apren~ dido y que pueden comportarse bien a partir de ese momento. El «tiempo fuera)> no es como una condena carcelaria, mayor cuanto más grave sea el delito. El propósito es, simplemente, ofrecer una consecuencia clara y consistente que, además, ayude a recuperar la calma tanto a los hijos como a los padres. Lo importante es hacerlo lo más breve posible y luego dar inmediatamente a los hijos la ocasión de intentarlo de nuevo y tener éxito. Otros padres actúan de la forma contraria, no dejando que termine el ntiempo fuera)) y permitiendo que los niños salgan cuando golpean la puerta, lloran o prometen comportarse bien. Sin embargo, si permitimos a los niños salir cuando todavía se comportan mal, reforzamos el comportamiento inapropiado y transmitimos al niño que la forma de salir del «tiempo fuera>i es dando golpes fuertes o gritando mucho. En resumen, para utilizar el 1(tiempo fuera>1 de un modo eficaz se dejará al niño cinco minutos, pero siempre asegurándose de que haya dos minutos de calma al final del mismo.
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4. ¿Y si se escapa del lugar del «tiempo fuera"? «Mi hijo siempre se niega a ir al 'tiempo fuera» y cuando consigo llevarlo a la fuerza, casi a rastras, no quiere quedarse y sale continuamente de la habitación».
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Los padres nunca deberían recurrir a la fuerza o al castigo ñsico para conseguir que los niños vayan o se queden en el {!tiempo fuera>); en línea con lo que señalamos anteriormente, los castigos violentos son perjudiciales, aumentan las conductas agresivas en los niños y transmiten la idea de que la agresión es una forma adecuada de resolver conflictos. En estas situaciones difíciles, lo mejor es combinar el {!tiempo fuerai) con otras técnicas no violentas, como la retirada de privilegios. Por ejemplo, si un niño pequeño no se queda quieto en la silla del ntiempo fuera>,, podemos tener una habitación de apoyo para mandarlo allí. Si el niño no se queda en la habitación, el padre podría darle un aviso: ,
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5. No creo que el «tiempo fuera» pueda funcionar; no veo que el niño sufra con esta técnica. «Mi hijo va al 'tiempo fuera' y se muestra indiferente, no parece que lo pase mal ni siquiera que le importe estar allí».
Para algunos padres, el «tiempo fuera)) es una técnica demasiado ((poco molesta)); como no inflige dolor,
el niño no mostrará remordimientos ni estará dispuesto a enmendar su conducta. Sobre esto hay que dejar claro que el objetivo de un castigo no es hacer llorar, vengarse de los niños o hacer que paguen por su mal comportamiento. El fin es detener un conflicto y proporcionar a los niños un período de calma para pensar sobre lo que han hecho y así poder reconducir su comportamiento. Que el niño no reaccione exageradamente ante el utiempo fuera)) no significa que no esté
funcionando.
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6. ¿Hasta qué punto es el «tiempo fuera" eficaz con los niños muy inquietos? «He probado el 'tiempo fuera' y no funciona. Mi hijo golpea la puerta y tira cosas contra las paredes. No creo que esto sea bueno, así se hace más agresivo».
Tal y como se anticipa en el programa EmPeCemos, cuando el utiempo fuera11 se usa por primera vez hay que estar preparados para que el comportamiento del niño empeore momentáneamente, pudiendo llegar a manifestarse conductas violentas como tirar o romper objetos y dar patadas a las puertas.
El guía debe explicar que estas reacciones pueden ser más frecuentes o más intensas en niños muy emocionales y con un temperamento fuerte. Al fin y al cabo, los niños intentan salir del i(tiempo fuera11 e intentan comprobar si gritar y dar golpes tiene el efecto deseado. Los padres deben evitar en cualquier
caso las respuestas desproporcionadas (tales como abrir la puerta, reñirles agresivamente, utilizar el castigo físico, etc.). Siempre es necesario buscar otras altern·ativas. Por ejemplo, si el niño tira objetos o los rompe durante el «tiempo fuera,), la consecuencia puede ser que el niño recoja, limpie, reordene o incluso que se responsabilice del pago de los desperfectos con sus ahorros, o bien que se le retire algún
privilegio ese día. Si esto ocurre repetidamente, es posible que sea necesario encontrar una habitación más vacía, en la que no exista la oportunidad para desordenar o romper cosas. Una vez más, los padres también deben disponer de estrategias de afrontamiento propias para utilizar
ante estas reacciones emocionales de los hijos durante el {
De todos modos, las reacciones violentas de los niños tampoco deberían ocurrir siempre que se use el •tiempo fuera ... A estas alturas del programa, los padres ya habrán practicado el elogio y el establecimien-
to de límites claros y consistentes, por lo que el ,,tiempo fuera)) está siendo respaldado por una base sólida, la cual debería facilitar su uso.
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Material necesario
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Ficha 11, 1. Pasos del proceso de solución de problemas con los hijos.
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Tarea para casa 11.1. Evaluación del proceso de solución de problemas.
Promover la aplicación del proceso de solución de problemas con los hijos.
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Nota de recuerdo 11.1. Consejos para • la solución de los problemas con los hijos.
Promover la aplicación del proceso de solución de problemas por parte de los padres.
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Cuestionario de satisfacción semanal.
Acentuar la importancia de utilizar las técnicas de solución de problemas para afrontar los conflictos en el hogar.
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EmPeCemos
Inicio de la sesión
Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos los padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Programación del uso del «tiempo fuera» Revise la realización de la tarea de la pasada sesión, en la que se les pedía a los padres que programasen el uso del ({tiempo fuera!>. Pídales que compartan con el grupo el trabajo que han realizado con la tarea para casa 10.1.
Aplicación de las consecuencias a la mala conducta Revise la aplicación de las consecuencias a la mala conducta estudiadas en las sesiones anteriores (la retirada de privilegios, los ii y el <
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se va a desarrollar la sesión y cuáles van a ser los contenidos que se van a trabajar en ella.
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Agenda de la se,/ón
1. Utilización de las técnicas de solución de problemas para afrontar los conflictos en el hogar: los padres como modelos de solución de problemas, ejemplos de situaciones problemáticas para los hijos. 2. ¿Cómo aplicar el proceso de solución de problemas con los hijos?: definir el problema, generar soluciones, analizar las consecuencias de cada una, aplicar la solución elegida, evaluar los resultados. 3. ¿Cómo pueden aplicar el proceso los padres?
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Sesión 11. Ensenar a los hijos a rnsofver los problemas
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los padres como modelos de solución de problemas Comience la sesión con una pequeña discusión en torno a las cuestiones que se enumeran a continuación. Abórdelas todas de forma continuada para después debatir brevemente sobre cada una de ellas.
Un tema que muchas veces pasa desapercibido por los padres, y también por los profesores, es si los niños son capaces de resolver sus problemas de forma adecuada. Es frecuente que los adultos pensemos que a esas edades los niños no pueden saber lo que es tener problemas de verdad y que, además, para cualquier cosa que les pueda perturbar o que les salga mal, ahí estamos nosotros para decirles lo que tienen que hacer. Ese tipo de preocupaciones de los hijos que a nosotros nos parecen a veces pequeñas (como peleas por juguetes, otro niño que les está molestando, discusiones con los padres ... ) pueden ser problemas importantes para ellos.
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Plantee al grupo las siguientes cuestiones de forma abierta:
1. ¿Cómo reaccionan vuestros hijos cuando tienen algún tipo de contrariedad o preocupación? 2. ¿Lloran, pegan, gimotean, se quejan a vosotros, insultan, se retiran o se hunden con el problema? 3. ¿Creéis que responder de alguna de las formas anteriores les sirve a los niños para resolver los problemas? 4. ¿Diríais que vuestros hijos son capaces de solucionar adecuadamente su~ preocupaciones por sí mismos? 5. ¿Qué creéis que podéis hacer los padres para enseñar a los hijos a resolver sus problemas? ', _______________________________________________________________________________________ .):
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EmPeCemos
Vaya conduciendo las intervenciones de los padres para que queden claras durante el debate las siguientes ideas:
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Responder a los problemas llorando, pegando, gritando, escapando o chivándose a los padres sirve de poco o nada para resolverlos; es más, lo que hace es crear nuevas dificultades. Muchos niños desconocen otras formas de reaccionar cuando las cosas no van como quieren o tienen problemas con otros niños y algunos actúan de forma impulsiva y agresiva, sin pararse a pensar en soluciones no violentas.
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La investigación ha evidenciado que los niños que emplean un amplio rango de alternativas ante los problemas tienden a jugar de forma más constructiva, disfrutan más y son menos agresivos. Por eso, es muy importante que aprendan a solucionar los problemas sin pegar, discutir, gritar o utilizar cualquier otra estrategia inaceptable para obtener lo que quieren.
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Los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender a resolver sus problemas de forma eficaz. El primer paso para ello es pedirles que piensen en posibles soluciones y después ayudarles a examinar las consecuencias de cada solución para poder decidir cuál es la mejor. Con el tiempo, los niños interna!izarán este proceso de tal forma que podrán llegar a hacerlo por sí mismos.
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Los padres pueden intervenir también cuando el niño está en un conflicto con otros y ayudarle a solucionarlo de forma pacífica siguiendo algunas pautas para compartir y jugar de forma cooperativa.
Continúe con la siguiente explicación:
Enseñar las habilidades para solucionar problemas con el ejemplo es también un instrumento de aprendizaje muy importante. Los hijos pueden aprender cómo manejar diferentes situaciones observando a
sus padres. De esta manera, aprenden a hablar sobre los problemas, a negociar cuando hay diferencias, a llegar a compromisos y, en definitiva, a solucionar conflictos. Algunos padres intentan que los hijos no presencien sus conflictos y diferencias de opinión, mientras que otros discuten y se pelean fuertemente delante de ellos a diario.
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Plantee estas cuestiones al grupo de forma abierta:
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1. ¿Se da alguna de estas dos circunstancias en vuestro caso? 2. ¿Ocurre con frecuencia alguna de ellas en vuestra familia?
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Sesión 11. Enseñar a los hijos a resolver los problemas
Vaya conduciendo las intervenciones de los padres para que durante el debate queden claras las siguientes ideas:
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Ninguno de estos extremos (evitar hablar de los problemas o discutir fuertemente delante de ellos) es una buena forma de que los hijos aprendan. Es mejor enseñarles a negociar las dife-
rencias de forma constructiva y permitirles ver cómo se hace. @
Es una experiencia muy rica para los niños ver a sus padres hablando sobre !os problemas con otros adultos, negociando, solucionando los conflictos y evaluando los resultados de sus acciones. En el día a día pueden darse oportunidades muy buenas para que los hijos aprendan
observando cómo los padres reaccionan ant8' los pequeños problemas cotidianos. Por ejemplo, pueden aprender mucho sobre negociar y llegar a acuerdos viendo cómo los padres se ponen de acuerdo sobre el reparto de las labores del hogar, cómo manejan las diferencias de opinión con sus amigos o cómo deciden qué película ver el sábado. @
Los padres también pueden actuar como modelos de conducta pensando en voz alta sobre sus estrategias de solución de problemas diciendo por ejemplo: ((¿Cómo puedo solucionar esto? Tengo que pensármelo bien antes; ¿qué plan puedo seguir para llegar a una buena solución?)}.
Ejemplos de situaciones problemáticas para los hijos Diríjase al grupo e introduzca la visualización de las escenas de vídeo.
A continuación vamos a ver el ejemplo de una situación cotidiana que los hijos pueden ver como problemática. Utilizaremos esta escena para reflexionar sobre la forma en la que los padres intervienen para intentar resolver los problemas de los niños. Observad atentamente cómo se desarrolla la escena y pensad cómo actuaríais vosotros para que el niño aprendiese a solucionar sus problemas.
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¿Es esta una buena forma de solucionar el problema? ¿Qué aprende el hijo utilizando la indicación de la madre de sacar a su hermana de la habitación? Finalmente la madre le da una solución. ¿Os parece buena? ¿Cómo se podría solucionar este problema de forma más efectiva?
En la escena, la madre intenta ayudar a su hijo a resolver la situación diciéndole lo que tiene que hacer y dejando que se las arregle él solo para conseguirlo. De esta forma en lugar de enseñarle a pensar sobre los problemas y las soluciones, se le impone lo que tiene que pensar y la solución que debe adoptar. Además, cuando los hijos aún no tienen desarrolladas sus capacidades para resolver los problemas adecuadamente, corremos el riesgo de que recurran a estrategias inaceptables para conseguir lo que quieren (en nuestro ejemplo, el hijo puede decidir sacar a su hermana por la fuerza o pegarla y gritarla para que se vaya) o de que se sientan frustrados por no saber qué hacer y se enfaden todavía más. Por otra parte, la forma en la que la madre interviene sobre el problema no facilita que su hijo aprenda a considerar los sentimientos de los demás. Muchos padres evitan hablar sobre sentimientos cuando surgen problemas que resolver y no preguntan a sus hijos cómo se sienten ellos y las otras personas que están incluidas en el problema. Es importante que los padres animen a los hijos a pensar sobre sus píopios sentimientos dentro de una situación problemática y que les ayuden a considerar el punto de vista de las personas implicadas. Por ejemplo, esta madre podría preguntar: iiEstás enfadado con tu hermana porque no te quiere dejar a solas, ¿verdad? ¿Cómo crees que se sentirá ella si la echas a la fuerza? ¿Cómo te sentirías tú en su lugar?n. Esta forma de acercarse a los problemas ayudará a los hijos a ser más empáticos y, al intentar comprender los sentimientos y las opiniones de los otros, serán más eficaces en su solución. Cuando los padres hablan con sus hijos sobre los sentimientos también les están comunicando que son importantes para ellos y que les comprenden.
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Esta madre sería más efectiva si enseñara a su hijo a trabajar por sí mismo pero guiándole en la búsqueda de una buena solución. En primer lugar, debe animarle a buscar posibles soluciones, después debe ayudarle a pensar en las posibles consecuencias de cada una y, finalmente, debe ayudarle a evaluar las distintas alternativas de solución .
Sesión 11. Enseñar a los hijos a resolver los pmb/emas
A continuación vamos a ver una escena que ejemplifica cómo ayudar al hijo a solucionar un problema.
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La escena. La madre está ley~ndo el periódico cuando entra Borja en la sala para pedirle algo.
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Mamá, ¡Noelia no quiere salir de mi habitación! (Baja el periódico). ¿Por qué quieres que se vaya? Porque estoy jugando a la videoconsola y me molesta. Ya, claro, te distrae, ¿no? ¡Sí! Bueno,. pero, ¿se puede quedar en la hab_itación si no te molesta? Si no me fastidia ... ¿Cómo puede hacer para no molestarte? No sé ... , que no me hable. Ya ... , pero Noe!ia es pequeña y que esté sin hablar y sin hacer nada es difícil. .. Pues que pinte mientras juego. ¡Qué buena idea! ¿Le pides tú que te dibuje algo? Bueno, le puedo decir que me dibuje a mT vestido de Spiderman como en el juego, ¡Estupendo, Borja! Ve a decírselo y que venga después a enseñarme el dibujo. ·>
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Consideraciones sobre la escena En esta escena la madre intenta implicar al hijo en la resolución del problema animándole a pensar en cuál es el problema y en las posibles soluciones. Si el hijo necesitara que se le diera alguna idea para empezar, la madre podría ofrecer alguna para romper el hielo. Aplicar las habilidades para solucionar los problemas durante los conflictos reales implica que los niños puedan estar furiosos o disgustados, lo que les impedirá pensar de forma clara. Los padres pueden ayudar a que sus hijos se calmen hablando con ellos. Sin embargo, a veces se enfadan tanto que es necesario hacer una pausa y esperar a que se serenen antes de empezar con la solución del problema.
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Entregue a los padres la ficha 11.1. Pasos del proceso de solución de problemas con los hijos.
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Comente a los padres que el proceso de solución de problemas es un proceso estructurado que incluye una serie de pasos-consecutivos que ayudan a buscar y a encontrar una solución eficaz. En realidad, es el método que todos utilizamos cuando queremos llegar a la mejor solución para cualquier situación problemática que se nos plantea, aunque ya tengamos la capacidad de hacerlo de forma automática, casi intuitiva. Los niños todavía no han adquirido esta habilidad para saber automáticamente cómo proceder. Por eso es tan importante que los padres conozcan los pasos del proceso y los practiquen con sus hijos. De esta manera estaremos potenciando su capacidad para enfrentarse a los problemas reales que se encontrarán a lo largo de su vida. Remita a los padres a la ficha 11.1 para que puedan seguir la siguiente explicación:
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Sesión 11. Enseñar a las hijas a resolver los problemas
Los pasos para solucionar los problemas eficazmente serían los cinco que se indican a continuación: 1.
¿Cuál es el problema? -l- Definición del problema
2.
¿Cuáles son las soluciones? "'"? «Torbellino» de ideas
3.
¿Qué consecuencias tienen las soluciones? ¿Cuál es la mejor de ellas? -l- Evaluación de las consecuencias
4.
¿Estoy utilizando la mejor solución? -l- Aplicación
5.
¿Cómo lo hice? -l- Evaluación de los resultados y refuerzo del intento
Con los hijos más pequeños se puede practicar el proceso planteándoles problemas hipotéticos y centrando su atención principalmente en los pasos segundo y tercero («torbellino» de ideas y evaluación de las consecuencias). Veamos con detalle cada uno de ellos . .
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( 1. ) Definir el problema En este primer paso en el que se identifica el problema es importante enseñar a los niños a ser objetivos a la hora de definir la situación problemática y a no culpabilizar a nadie ni insultar. Por ejemplo, en una situación en la que dos niños están discutiendo por quién juega con la pelota, un ejemplo de definición apropiada del problema puede ser el siguiente: «Edu quiere jugar con la pelota ahora y yo también». Una definición inapropiada sería: «Edu es un egoísta y siempre lo quiere todo para él». Además se debe intentar recabar toda la información posible que ayude a conocer con detalle la situación problemática. Para ello debemos responder a preguntas como: ¿a quién incluye el problema?, ¿con qué frecuencia ocurre?, ¿dónde y cuándo ocurre?, ¿por qué crees que ocurre o qué otras razones dan los demás?, ¿cómo te sientes tú y cómo se pueden estar sintiendo los demás cuando ocurre el problema?
A los niños de entre 3 y 8 años, este paso les puede resultar dificil de realizar; la clave del aprendizaje para ellos está en el segundo paso. Por ello, los padres deberéis identificar el problema de forma adecuada e intentar que el hijo comprenda por qué la situación no es aceptable. Para ello es importante identificar los intereses de las personas que entran en conflicto y que convierten la situación en problemática. Para que se continúe con el proceso de solución de problemas los intereses de las personas implicadas (padres o niños) deben ser «legltimos».
0
Generar un «torbellino» de ideas
Después de definir el problema, animad a vuestro hijo a pensar en tantas soluciones como pueda. Si al principio le cuesta hacerlo, sugerid algunas vosotros. Tratad de hacer este paso divertido proponiendo soluciones simpáticas o imposibles con el objetivo de intentar fomentar la creatividad de vuestro hijo, por ejemplo: «Pedirle a la pelota que elija con quién quiere jugar», «Decirle a Eduque se vaya a dar una vuelta por la Luna)>, etc. En esta etapa del proceso todas las soluciones valen y no se cuestiona ni se descarta ninguna hasta el siguiente paso. Por eso tenéis que evitar criticar cualquiera de las ideas de vuestro hijo: no importa lo ridículas que sean, lo importante es fomentar la imaginación de todos. Lo que debéis hacer es elogiarle por los intentos que está realizando por buscar soluciones para el problema.
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EmPeCemos
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Analizar las soluciones y elegir la mejor
Después de aportar las posibles soluciones, el siguiente paso es reflexionar sobre lo que pasará si cada una de ellas se lleva a cabo. Por ejemplo, si se ha propuesto «Pegar a Edu» como una posible solución a su conflicto con la pelota, ayudad a vuestro hijo a considerar las posibles consecuencias que podría tener, tales como: perder a Edu como amigo, que Edu no quiera jugar más contigo, que él también te pegue, que recibas un castigo por pegar, etc. Cuando hay muchas consecuencias negativas y solo unas pocas positivas (si las hay), la solución debe ser catalogada como «mala». Otras posibles soluciones, como turnarse para jugar con la pelota, echar a suertes quién juega primero o jugar juntos, tienen consecuencias positivas porque ayudan a que se
mantenga una relación positiva entre los niños y serán consideradas «buenas>> soluciones. Finalmente, en función de las consecuencias negativas o positivas, hay que decidir qué solución es la mejor (aunque puedan ser dos).
0
Aplicar la solución elegida
El siguiente paso es aplicar la solución cuando ocurra el problema. Es decir, la próxima vez que el niño se pelee con un amigo o un hermano por un juguete deberá actuar tal como se decidió en el proceso de solución de problemas. Puede ocurrir que en el momento preciso del problema el hijo esté demasiado enfadado o alterado como para pensar en lo que tiene que hacer. En este caso, los padres deberán calmarle y ayudarle a recordar la solución que tiene que utilizar. Si el enfado es muy fuerte es posible que sea necesario un «tiempo fuera» para poder hablar con él.
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Evaluar los resultados
El último paso del proceso es ayudar a vuestro hijo a evaluar si tuvo éxito en la solución del problema. Podéis hacerlo utilizando estas preguntas que debe contestar: La solución ... 1) ¿Fue segura? ¿Se hizo daño a alguien? 2) ¿Fue justa? 3) ¿Cómo te sentiste y cómo se sintieron los demás cuando la utilizaste? Si la respuesta a estas preguntas es negativa, animad a vuestro hijo a pensar en otra solución. Por último, lo más importante de este paso es reforzar al hijo por sus esfuerzos por resolver el problema y por participar en su proceso de solución, independientemente de que esta funcione o no. Lo fundamental es que los hijos aprendan a pensar en distintas formas de solucionar sus problemas aunque, al principio, no lleguen a la mejor solución.
Reproduzca la siguiente escena sobre la solución de problemas con los hijos. Comente después con los padres los pasos que se han seguido en la escena y la adecuación de cada uno de ellos.
Sesión 11. Enseñar a los hijos a msolver los problemas
,-------------, ' : La escena. Borja y Noelia están discutiendo por qué película alquilar.
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Borja:
Noelia: Madre: Borja:
Noelia: Madre:
Niños: Madre:
Borja: Noelia: Madre:
Noelia: Madre: Borja: Madre:
Niños: Madre: Borja:
(Gritando). ¡Yo quiero ver Harry Potter, estoy cansado de ver siempre películas para niños pequeños! (Gritando). ¡Siempre eliges tú! ¡Hoy me toca a mí! ¡A ver! ¿Qué ocurre aquí? ¿Borja cuál es el problema? El problema es que a Noelia ¡solo le gustan los dibujos para niñas pequeñas! (sarcástico). ¡No son para niñas pequeñas! ¡Yo nunca puedo elegir la película! Bueno, nada de peleas, vamos a solucionarlo entre todos y no quiero oír más gritos, ¿está bien? Lo que pasa es que tenéis gustos distintos y [os dos queréis ver películas diferentes, ¿verdad? Sí. Bueno, lo mejor es que busquemos una solución entre todos. ¿Qué ideas se os ocurren para arreglar esto? Coger hoy Harry Potter y ya escogerá ella otra otro día. ¡No! ¡Hoy me toca escoger a mí y yo quiero ver Madagascar! ¡He dicho que no quiero oír más quejas ni peleas o si no, no cogemos ninguna! A ver Noelia qué idea se te ocurre para solucionarlo. Coger dos películas. Muy bien, podemos hacer eso, ¿qué más podemos hacer? Echar a suerte.s quién elige. Estupendo, ¡también es una buena idea! También podemos elegirla papá Y yo. ¡ Eso no ... l Es una idea y, de momento, todo vale. ¡Venga! ¿Cuáles más? Podemos invitar a Miguel a que venga a verla con nosotros y que la elija él.
Noelia: ¡Claro, él va a elegir la tuya! Madre: Noelia... solo estamos diciendo ideas luego escogem~s la que más nos guste. No sé, también podemos hacer una lista con muchas películas y ver la que más os guste a los dos. Noelia: Sí. Madre: ¿Se os ocurren más? Niños: No. Madre: Bueno, dijimos: coger dos películas, echar a suerte quién elige, elegirla papá y yo, invitar a Miguel y que elija él, hacer una lista y ver la que más os guste a los dos y... ninguna más. ¿Con cuál nos quedamos? Borja: Con invitar a Miguel. Noelia: Coger dos películas. Madre: A ver, Miguel puede venir a ver la película pero si la elige él, ¿qué pasará? Noelia: ¡No es justo, va a querer coger Harry Potter! Madre: Es cierto, así que habrá que buscar otra solución. Hoy solo podemos ver una película así que es imposible coger dos, ya que la otra tendría que quedar para el sábado que viene. Noelia: ¿Por qué? Nos da tiempo a ver las dos. Madre: Lo siento, pero solamente veremos una. Hay que buscar otra solución. Borja: Pues lo echamos a suertes. Noelia: ¡No! Vas a ganar tú ... ¡Siempre eliges tú la película! Madre: Si lo echamos a suertes, elige hoy el que gane, pero la semana que viene elige el otro, ¿estáis de acuerdo? Niños: Bueno. Madre: Pues decidido, lo echamos a suertes, pero hay que aceptar lo que salga ¡eh! Y la semana que viene elige el otro. Niños: Sí.
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EmPeCemos
Role-playing 11.1. «Implicación de los hijos en el proceso de solución de problemas». , , , , , , , , , , , e
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Proponga poner en práctica lo explicado en relación con la implicación de los hijos en el proceso de solución de problemas. Puede resultar de ayuda en la representación contar con la participación del guía (haciendo de padre, madre o de hijo menor).
Escena: Padre y madre quieren incluir a sus hijos en la solución de los problemas familiares y les proponen participar en una reunión para ello. El hijo mayor plantea un problema: su hermano pequeño entró en su habitación y desordenó todo para encontrar sus rotuladores.
Claves para guiar la representación:
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Hermano: «Yo no rompí nada, solo entré allí para buscar un rotulador azul porque yo no tengo. ¡Es un mentirosok
@
Padre/madre: {,Bueno, chicos, estamos aquí para intentar solucionar las cosas y que os insultéis no arreglará nada, no quiero oír más insultos, ¿está bien?».
Los padres deben ayudar a los hijos a ser capaces de ponerse en el lugar de las otras personas implicadas, de entender su punto de vista y de reconocer cómo se sintieron ellos y los demás en la situación problemática. Por ejemplo: @
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Padre/madr~: (1Está bien, vamos a definir el problema. Juan, tú estás molesto porque tu hermano se llevó los rotuladores sin tu permiso, ¿no es así? Raúl, veo que tú también estás enfadado porque pien-
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Los padres procurarán que los hijos propongan el mayor número de soluciones posible al problema, dando todas por válidas hasta el momento de su valoración. Por ejemplo; @
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Padre/madre: !
Si los niños se bloquean o tienen dificultades en la generación de alternativas, los padres les ayudarán proponiendo algunas ridículas. Por ejemplo: @
Padre/madre:
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sas que Juan no es justo contigo, ¿ver~ dad?1>.
Los padres deben guiar el proceso de solución de problemas procurando que los hijos sean objetivos a la hora de definir el problema. Por ejemplo: @
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Padre/madre: !<¿No se os ocurren más? A mí se me ocurren como posibles soluciones tirar los rotuladores a la basura o prohibir hacer dibujos en casa ...
Además, los padres deberán asegurarse de que el utorbellino1> de ideas no se vea interrumpido por quejas o por juicios sobre las soluciones surgidas.
0
A continuación, los padres deberán animar a sus hijos para que piensen en las consecuencias positivas y negativas de cada solución y guiar el proceso de elección de la mejor opción posible, la que es aceptada por las dos partes implicadas. Por ejemplo: @
0
Padre/madre: !<¿Qué pasará si elegimos la solución de tirar los rotuladores a la basura? ¿Os gusta la idea?>,
Finalme~te, los padres deben elogiar el esfuerzo de los 'hijos por resolver el problema. Por ejemplo: @
Padre/madre: "Los dos habéis dado muy buenas soluciones para el problema. ¡Sois unos «resolvedores» de problemas fantásticos! Ahora toca cenar y después tomaremos un buen postre, hoy nos lo merecemosn.
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Sesión 11. Enseñar a los hijos a resolver los problemas
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Tras una pequeña pausa para recoger las impresiones tras la representación anterior, continúe con la actividad 3 de la sesión:
Aunque hay gente que piensa que la familia ideal es aquella en la que nunca se experimentan conflictos, la verdad es que los conflictos y las discusiones son inevitables debido a que existen necesidades distintas, diferencias de opiniones, presiones externas, etc. Lo que distingue a una familia cddeal)> o ((resistente)) no es la ausencia de conflictos, sino la habilidad para solucionar las discusiones de forma satisfactoria para todos (en la medida de lo posible). Aquellas familias que puedan negociar con éxito sus diferencias y llegar a acuerdos teniendo en cuenta las opiniones y sentimientos de los demás (aunque la solución no sea exactamente la que todos quieren) tienen más probabilidades de mantener unas buenas relaciones incluso en los momentos difíciles. Por ello os animamos a que, además de utilizar el proceso de los cinco pasos para enseñar a vuestros hijos a enfrentarse a las dificultades, lo empleéis vosotros mismos, tratando de implicar a vuestras parejas, para solucionar los conflictos, discusiones o problemas que surjan en el hogar. No es una tarea sencilla, sobre todo porque cada uno ya tenemos instaurada una forma de actuar en estos casos, pero sería una oportunidad estupenda para utilizar las habilidades de comunicación positiva en la consideración de los distintos puntos de vista ante los problemas y llegar a acuerdos.
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l~-1)---------------------------------------------------------------------------',: Pregunte al grupo las siguientes cuestiones de forma abierta: 1.
¿Cómo soléis solucionar vosotros los problemas en casa?
2.
¿Sería posible que implicarais a vuestra pareja para hacerlo de la forma que os proponemos?
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El guía del grupo recomendará a los padres no intentar resolver los conflictos en el mismo instante en el que surgen. Mucha gente está demasiado alterada en ese momento como para desarrollar el proceso de solución de problemas de forma racional.
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EmPeCemos
Discutir sobre el problema en un momento neutral hace más probable que se pueda resolver de forma eficaz. Esle momento podemos establecerlo como un hábilo cada semana con una duración máxima de 30 minutos. Además, es recomendable no tratar más de uno o dos problemas por encuentro.
Role-playing 11.2. «Padres solucionando un problema familiar».
Ui i i 1 1 1 i i I i i I i RI M1 1 1 1 1 i I i 1 1 1 1 1 i i i i 1 1 1 Di i 1 Proponga como práctica de lo comentado una representación sobre el empleo del proceso de so~ lución de problemas para tratar conflictos familiares. Puede resultar de ayuda en la representación contar con la participación del guía (haciendo de uno de los padres). Es conveniente ir deteniendo la representación para poder comentar los aspec-
gunos ejemplos pueden ser: enviar a Juan al campo durante unos meses, atarle las manos o mandarle a un internado en el extranjero. Si permitimos la libre expresión de ideas es más probable que surja alguna solución nueva y más efectiva. Recuerde a los padres la importancia de los siguientes principios:
tos importantes de cada paso del proceso.
La escena: La madre le plantea a su pareja un problema con el hijo que quiere que solucionen entre los dos. El caso concreto es que ha recibido una llamada de la profesora diciéndole que su hijo pegó a otro níño. Parece ser que cuando no tiene lo que quiere se enfada con sus compañeros, les amenaza y, a veces, les pega.
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Claves para guiar la representación:
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Los padres deben centrarse únicamente en un problema, si surgen nuevas cuestiones hay que dejarlas para otro momento. Además deben describir el problema de forma objetiva, clara y breve, ya que las definiciones vagas o acusatorias del tipo uEstoy harto de las quejas del colegio, siempre nos dicen lo mismo>1, «Lo que quiere Juan es enfadarnos de verdad y lo va a conseguir>), (,Este niño es un gamberron, etc. pueden hacer fracasar los esfuerzos para solucionar el problema. Es importante no caer en el enfado y centrarse en lo que se puede hacer en lugar de buscar culpables del problema. En la búsqueda de alternativas de solución al problema ("torbellino" de ideas) los padres deben mostrarse creativos e incluso ridículos, proponiendo al menos una solución simpática que ayude a liberar tensiones y a expresar algunos sentimientos diñciles. Al-
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a. No juzgar las soluciones. b. Generar las máximas posibles. c. Cantidad por encima de calidad. Para cada solución planteada hay que debatir sobre el grado de dificultad para ponerla en práctica y sobre sus posibles resultados a corto y a largo plazo. En función de lo surgido en este debate se llegará a un acuerdo sobre la solución final. Por último, es interesante programar una reunión de repaso para revisar. cómo está funcionando el acuerdo y determinar posibles modificaciones. Los criterios para evaluar el plan serían:
a. ¿Se están haciendo las cosas como se han planificado? Si no es as1, ¿qué dificultad lo impide? b. ¿Cómo está afectando a la conducta del hijo? Esto supone observar las conductas que se desea instaurar. Por ejemplo, si el objetivo es que el hijo sea menos agresivo, entonces debemos registrar su conducta de alguna manera para ver si el método es efectivo. Recuerde a los padres que todos los acuerdos probablemente necesiten algunos ajustes, lo que hace que esta reunión posterior sea muy importante dentro del proceso.
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Sesión 11. Enseñar a los hijos a resolver los problemas
Notad• recuerdo
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Entregue a los padres de la nota de recuerdo 11.1. Consideraciones sobre la solución de problemas con los hijos. Como apunte final, el guía debe valorar la relevancia de comentar los puntos recogidos en la nota de recuerdo con los padres y que se exponen a continuación.
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Recomendaciones a seguir en el proceso de solución de problemas con los hijos: ©
Descubre el punto de vista de tu hijo sobre el problema, preocúpate por saber lo que piensa sobre cuál es el problema para él. Una vez que comprendas su opinión es más probable que puedas aumentar su motivación para solucionar el problema de forma conjunta o cooperativa.
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Pregúntale por sus sentimientos. Es importante preguntar a /os hijos sobre cómo se sienten y cómo se sentirían los demás ante el problema. Pide a tu hij9 que considere el punto de vista de otras personas.
©
Anímale a buscar soluciones por sí mismo en Jugar de decirle directamente cómo tiene que resolver el problema. Lo importante es animar a /os hijos a aprender a pensar sobre los problemas, algo
que no se conseguirá si les decimos qué deben pensar y les imponemos las soluciones. La mejor forma de hacerlo es elogiando sus ideas e intentos de solución y dirigiendo su atención hacia /as consecuencias de cada una.
©
Sé positivo y divertido, evitando ridiculizar, criticar o desvalorizar sus ideas y dejando fluir su Imaginación, aportando tú mismo algunas soluciones descabelladas.
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Haz que piense sobre /as consecuencias positivas y negativas, no te centres so/o en /as negativas y ayúdale a elegir la mejor alternativa de solución.
©
Céntrate en el proceso, no en la solución. Muchos padres creen que el objetivo de la resolución de problemas es acertar con /a mejor solución ante una situación concreta, pero el propósito real del proceso es enseñar a los hijos a pensar por sfmismos ante un problema.
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Actúa como modelo de aplicación del proceso de solución de problemas, dejando que los hijos
presencien como solucionáis /os pequeños problemas familiares de cada día o formulando en voz alta el proceso cuando estáis haciendo planes o tomando una decisión.
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EmPeCemos
Tras un breve resumen sobre los puntos importantes de la sesión, se indicará a los padres las tareas que deberán realizar en casa esta semana:
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Proponga que intenten aplicar el proceso de solución de problemas con los hijos en el hogar. Para ello deberán programar una reunión familiar y completar la tarea para casa 11.1 con el objetivo de guiar a sus hijos en el proceso de resolución de algún problema que puedan haber tenido.
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1 Entregue la tarea para casa 11.1. Evaluación del proceso de solución de proble-
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Antes de concluir la sesión se entregarán los cuestionarios de satisfacción semanal para que los padres puedan dar su opinión sobre los contenidos y la metodologla de la sesión.
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Al finalizar la sesión ... Tras finalizar una sesión, el guía debe realizar una serie de tareas para poder llevar un seguimiento adecuado del desarrollo del programa y de la participación de los padres:
1. Recoger los cuestionarios de satisfacción semanales y analizarlos con el objetiVo de conocer la opinión de los padres.
2. Cumplimentar el diario de implantación correspondiente a la sesión 11.
3. Cumplimentar la hoja de registro de participación para cada padre asistente, anotando el grado de participación y la actitud mostrada durante la sesión.
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4. Revisar las tareas realizadas por los padres en casa. Anotará comentarios que refuercen y elogien su esfuerzo.
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~Objetivos principales 1.
2.
Repasar el trabajo realizado en el programa y aclarar las posibles dudas. Integrar los conocimientos y las habilidades adquiridas en el programa.
3.
Proponer indicaciones para afrontar las conductas problemáticas más frecuentes.
4.
Reflexionar sobre las formas de enfrentarse a los problemas una vez que el programa finalice.
5.
Evaluación del programa por parte de los padres.
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Material necesario
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Ficha 2.1. El «castillo de la educación».
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Ficha 12.1. Puntos para recordar: La balanza de la disciplina.
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Cuestionario de satisfacción semanal.
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EmPeCemos
Inicio de la sesión
Bienvenida a los miembros del grupo y revisión de las reacciones sobre la sesión anterior Se comenzará la sesión dando la bienvenida a todos !os padres que forman el grupo y se comentará con ellos las posibles cuestiones o reacciones que puedan tener acerca de los contenidos de la sesión anterior.
Revisión de las tareas para casa Aplicación del proceso de solución de problemas con los hijos Compruebe si los padres han reallzado la tarea para casa encomendada en la sesión anterior y si han completado la tarea para casa 11.1. Comente su contenido con el grupo. Entable un pequeño debate sobre las dificultades encontradas para realizar la tarea.
Aplicación de las técnicas explicadas en el programa Consulte con los padres si siguen utilizando las técnicas que se han visto en el programa. Pregúnteles si se acuerdan de elogiar Jo máximo posible a sus hijos, si siguen pasando el ((momento dulce» con ellos, ~¡ se toman su tiempo para relajars~, si están aplicando algún sistema de refuerzos por seguir las instrucciones que les dan (premios tangibles) y. si aplican las habilidades de comunicación positiva propuestas.
Presentación de la agenda para esta sesión Hable a los padres de la agenda de hoy para que sepan cómo se v¡¡ a desarrollar la sesión y cuáles son los contenidos que se van a repasar en ella.
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Agenda de la sesión ):s)
Repasar el trabajo realizado en el programa y aclarar las posibles dudas.
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Integrar los conocimientos y las habilidades adquiridas en el programa.
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Proponer indicaciones para afrontar las conductas problemáticas más frecuentes.
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Reflexionar sobre las formas de enfrentarse a los problemas una vez que el programa finalice.
Sesión 12, Rnalización del Pmgrnma EmPeCemos
Resumen e integración de los contenidos y habilidades aprendidas Comience la sesión haciendo un breve resumen de los contenidos y habilidades vistos en el programa:
A Jo largo de estas semanas hemos compartido con vosotros una serie de conocimientos que1 en experiencias similares a la vivida en este programa con muchas y muy distintas familias, han servido de ayuda a otros padres para afrontar las conductas más problemáticas y que están presentes en los hijos de entre los 5 y los 11 años de edad. La idea principal del trabajo que hemos estado realizado a lo largo del programa EmPeCemos tiene relación directa con lo que se habló en una de las primeras reuniones sobre el <
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Remita a los padres a la ficha 2.1. El «castillo de la educación».
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EmPeCemos
En ese momento mencionábamos que el aspecto fundamental que se debe potenciar para mejorar el comportamiento de los hijos es la relación familiar positiva. La base del castillo consistía en establecer y mantener una buena relación afectiva entre padres e hijos, y es en ella donde reside la clave que permitirá sostener y hacer funcionar las estrategias para manejar las conductas negativas que hemos ido aprendiendo en este tiempo. También dijimos al principio del programa que conseguir establecer una base del castillo que sea firme y estable requiere de mucho esfuerzo, paciencia y dedicación. Para lograrlo necesitábamos llenar la «hucha de las relaciones positivas» con cariño, apoyo, ánimo y comprensión.
A lo largo de las sesiones del programa recalcamos que la mejor forma de hacerlo era dedicando un tiempo cada día para tener un rato agradable de interacción con los hijos üugando, hablando con ellos, escuchándolos, dedicándoles atención y mostrando interés por sus cosas). (Remita a los padres al primer nivel del castillo). Sobre estos momentos de interacción positiva podremos seguir levantando nuestro castillo. Esto se consigue basando la disciplina familiar en el refuerzo de la conducta positiva, recurriendo al elogio y a la recompensa del buen comportamiento. El siguiente eslabón del castillo se construye estableciendo límites y reglas claras y consistentes para los hijos. Por supuesto, en el programa se reconoce que por muy razonables que sean las reglas del hogar y por muy claros, respetuosos y justos que seáis a la hora de dar órdenes a vuestros hijos, existirán episodios de desobediencia o de mal comportamiento por parte de los niños. Cuando tales conductas no puedan ser eliminadas siendo ignoradas, los padres necesitan recurrir a los procedimientos de castigo que, aunque son menos efectivos que el refuerzo de la conducta apropiada, algunas veces son inevitables. En las circunstancias en las que se haga uso de las consecuencias negativas para detener la mala conducta, los padres pueden elegir entre la aplicación de consecuencias lógicas, la retirada de privilegios, la imposición de «trabajos extra)) y el «tiempo fuera)), En ningún caso se recomienda el empleo del castigo físico ya que, además de ser ineficaz, tiene efectos negativos en el niño. La aplicación del castigo ocupa la parte superior y de menor tamaño del castillo. Constituye la torre superior que se sostendrá únicamente si los pilares de la estructura construida son sólidos. Así pues, en el establecimiento de una disciplina en el hogar debemos tener en cuenta tanto la promoción de conductas positivas como la eliminación de conductas negativas, aunque el peso relativo de ambas sea muy diferente. Para ejemplificar lo que esto significa podemos utilizar la metáfora de una balanza.
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Sesión 12. Finalización del Progmma EmPeCemos
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Entregue a los padres la ficha 12.1. Puntos a recordar. La balanza de la disciplina.
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Corno podéis ver en la ficha, en uno de los platos de la báscula se colocan las consecuencias positivas y en el otro, las negativas. La utilización de las consecuencias positivas para promover la buena conducta tiene un peso mayor. Es decir, la práctica del «momento dulce" con los hijos y la utilización de los elogios y de los premios deben ser más importantes en la educación de los hijos que la aplicación de las consecuencias negativas, como es ignorar, la aplicación de consecuencias naturales y lógicas, los «trabajos extra)) y el «tiempo fuera)),
Corno veis, en la balanza se representan todas las estrategias que hemos estando aprendiendo en el programa ... ¿Recordáis concretamente a qué hace referencia cada una de las etiquetas mencionadas?
Dedique unos minutos a repasar con los padres el significado de cada una de las estrategias de aplicación de consecuencias positivas y negativas y aclare cualquier duda que tengan al respecto.
En el dibujo de la balanza también podéis encontrar información precisa sobre la frecuencia de uso y las circunstancias recomendadas para la utilización de cada estrategia.
Comente con los p~dres las recomendaciones para cada técnica disciplinaria.
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Conocer las experiencias de los padres con la práctica de lo trabajado en el programa ''' '' '
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Inicie un pequeño debate en torno a las experiencias de los padres con la práctica de lo trabajado en el programa. Pídales que intenten reflexionar sobre lo que han estado practicando durante las distintas semanas desde el comienzo del programa: ® @ @
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¿Qué estrategia de las aprendidas les parece más fácil de utilizar con sus hijos? ¿Hay alguna que no hayan utilizado? ¿Por qué? ¿Cuál de ellas les ha funcionado mejor? ¿Cuál les parece más importante en su caso particular?, etc.
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Los cambios en la conducta de sus hijos ,,-------------,
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Pida a los padres que expliquen los cambios que han observado en la conducta de sus hijos durante los meses del programa. @
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¿Cuáles han sido esos cambios?
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Probablemente los cambios no serán drásticos, ya que es necesario que transcurra más tiempo para conseguir instaurar las nuevas estrategias de manejo de la vida familiar. Los padres necesitan practicar más la aplicación de las técnicas para tener destreza en su uso y los hijos necesitan tiempo para darse cuenta de que la situación familiar se rige a partir de este momento por otras normas y de que sus padres van en serio.
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Sesión 12. Finalización del Progrnma EmPeCemos
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Señale que las técnicas entrenadas en la intervención no están pensadas para ser usadas solo en los meses que dura el programa. Son técnicas educativas que se deben seguir utilizando a largo plazo .. En ·este sentido, el programa solamente marcaría el comienzo de una tarea que requiere el esfuerzo continuado y constante de los padres por utilizar las estrategias aprendidas cada día en sus hogares con los hijos. No es una labor fácil, pero es necesaria para que, poco a poco, estas técnicas tengan cabida en la manera cotidiana de actuar de los padres y en su forma habitual de dirigir la vida familiar y el comportamiento de los niños.
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Pida a los padres que sugieran ideas sobre posibles estrategias que ayuden a seguir practicando las técnicas entrenadas en el programa una vez finalizado el mismo. Algunos ejemplos pueden ser: colocar las notas de recuerdo más importantes en un corcho o en cualquier otro sitio de fácil acceso para los padres; recurrir ?1 autoelogio por el esfuerzo que se realice por utilizar las técnicas en las interacciones cotidianas con los hijos; quedar con compañeros del grupo para discutir cuándo utilizarlas, las dificultades encontradas para hacerlo, los logros alcanzados hasta el momento, etc.; pedir a nuestra pareja que nos ayude a repasar las técnicas del programa que podríamos utilizar ante nuevas situaciones difíciles, etc.
Por otra parte, indique también a los padres que, aunque hayan percibido cambios positivos en los hijos, es posible que se produzcan recaídas. Además, los niños se van a ir enfrentando a nuevos retos y es posible que surjan nuevos problemas. Deje claro que la existencia de tales recaídas no es sinónimo de fracaso, sino que es algo normal que puede ocurrir en algún momento. Ante este tipo de situaciones, lo importante es no dejarse llevar por la desesperanza y mantener una actitud positiva para conseguir así enfrentarse a ellas adecuadamente, esto es, practicando el pensamiento positivo, recordando los pasos del programa y llevando a cabo de nuevo los ejercicios, llamando a otros padres del grupo, etc. Enfatice en el grupo que, en esos momentos, se debe recordar que las cosas ya son diferentes a otras situaciones difíciles del pasado, ahora (f, Actuando de esta manera se conseguirá que el mal comportamiento no sea más que un aspecto anecdótico de un momento puntual, algo normal en el proceso de adaptación de la familia a los nuevos desafíos. /
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EmPeCemos
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¡i ¿ 1,S. ? 1-------------------------------------------------------------------------~ i Proponga un pequeño debate con el grupo sobre los temas que más les han interesa/_~_._,! __ do y los aspectos a mejorar dentro del programa.-------------------------------
Solicite a los padres que respondan al cuestionario final para valorar su satisfacción con el programa. En este momento se propondrá una sesión más de evaluación para que puedan traer los cuestionarios cumplimentados y en la que se realizará la entrega de diplomas de participación. Esta sesión se celebrará transcurrida una semana desde el final del programa, en un contexto de festividad y celebración del trabajo realizado durante estos tres meses. Por último, plantead una sesión de seguimiento transcurrido un periodo de tiempo de uno a dos me-ses desde la finalización del programa.
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Resumen de las tareas para casa
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Apéndice
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Resumen
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Repasar los objetivos para los hijos y hacer las modificaciones en la lista que crean convenientes.
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Próxima
Ficha 1.3
sesión
Sesión 2
1
Completar el registro de observación y elogio durante dos
Tarea para
semanas.
cassa 2.1
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1------------:--·--""--·--·-·--
2
\ 2 semanas
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Continuar cumplimentando el registro de observación y elogio.
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j
Tarea Para casa 2 .1
Próxima sesión
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1
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3
Continuar poniendo en práctica el «momento dulce» con los hijos
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Tarea para
1
casa 2.2
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4
) Concertar una reunión con el profesor de su hijo.
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Próxima
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sesión
1
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Sesión 4
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1
Práctica de habilidades de escucha y de comunicación.
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Tarea para casa 4.1
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) Continuar elogiando las conductas elegidas en la sesión.
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Continuar poniendo en práctica el «momento dulce» con los
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Tarea para
casa2.1
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Tare a para
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EmPeCemos
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Identificar tres conductas con las que aplicar la técnica ((ignorar» y cumplimentar el registro de observación: ignorar y elogiar
Tarea para
durante dos semanas.
Continuar elogiando las conductas elegidas en la sesión del elogio.
2
Tarea para
casa 2.1
Continuar poniendo en práctica el «momento dulce)> con los
3
2 semanas
casa 5,1
Tarea para casa 2.2
hijos.
Sesión 6 --·-·-··e-••~------·-··--••-·•·-·-·-·----•--·-·•- ------·-·----·- •-•---•··------, -·••-••·-•'·--·---• ~ · - - - · - - - -
( Practicar el <(tiempo fuera para un respiro»
y llevar un registro de
Tarea para casa 6.1
Próxima
que han experimentado, tanto en las interacciones con sus hijos como en otros contextos.
Tarea para casa 6.2
Próxima
Continuar con el registro de observación: ignorar Y elogiar
Tarea para
Próxima sesión
su duración y del nivel de tensión previo y posterior.
Rea,lizar un registro de las situaciones emocionales negativas
2
3 1
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sesión
_
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sesión
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Sesión.7
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Hacer una lista de reglas de casa.
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I_______________ Se~ó."_8_ ________________ _ rnr las metas de comportamiento de los hijos.
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Tarea para
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Próxima
i
casa 8.1 y 8.2
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sesión
: 2
3
Registrar el cumplimiento de las metas por parte del hijo.
Diseñar una propuesta para un programa de puntos (sin llegar a ponerlo en práctica).
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¡
Tarea para
Próxima
casa 8.3
sesión
Tarea para casa 8.4
Próxima sesión
Apéndice
Sesión 9 Mantener una reunión con los hijos para informarles de las reglas de casa. Situar la lista de reglas en un lugar visible de la casa. Por el momento los padres no deberán castigar la desobediencia, tan solo tendrán que informar de ella y que elogiar el cumplimiento de las regla.
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2
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Próxima sesión
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Tarea para casa 9.1
Próxima sesión
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1
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Registrar el cumplimiento de las metas por parte del hijo, una vez que ya las conoce.
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Tarea para casa 7.1
-Tar~a~ara casa 8.3
Próxi~~ i
sesión
:
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Implantar el programa de puntos.
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1 I_
Sesión 10 Completar una lista de conductas con las que pretende utilizar el «tiempo fuera» y esp!;:!cificar el procedimiento a seguir.
Tarea para casa 10.1
Próxima J1 sesión 1
2
Comenzar a aplicar consecuencias al incumplimiento de las reglas de la casa por parte de los hijos. Determinar las técnicas a aplicar en cada caso (retirada de privilegios, «trabajos extra,> y «tiempo fuera»).
1
Tarea para casa 7.1
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Sesión 11 Intentar aplicar en casa el proceso de solución de problemas con los hijos. Deberán programar una reunión familiar y completar la ficha. ¡_ _ _ _ _ :
1
Tarea para casa 11.1
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Próxima sesión
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