El metamorfismo y sus tipos Las rocas metamórficas se forman a partir de rocas ígneas, sedimentarias o incluso otras rocas metamórficas. Por lo tanto, todas las rocas metamórficas tienen una roca mEl metamorfismo es un proceso que provoca cambios en la mineralogía, la textura y, a menudo, la composición química de las rocas, y tiene lugar cuando las rocas se someten a un ambiente físico o químico significativamente significativamente diferente al de su formación inicial. Los factores que provocan el metamorfismo son el calor , la presión y presión y la presencia de fluidos de fluidos químicamente activos. activos. El metamorfismo suele progresar de manera incremental, incremental, desde cambios ligeros (metamorfismo de bajo grado)a grado)a cambios notables (metamorfismo de alto grado). grado). Tipos de metamorfismo
Existen distintos tipos de metamorfismo; algunos de ellos son:
Metamorfismo Metamorfismo de contacto contacto:: tiene lugar cuando una masa magmática intruye en las rocas. El
factor predominante predominante es, por lo tanto, el calor.
Metamorfismo hidrotermal: implica alteraciones químicas producidas conforme el agua caliente rica en iones circula a través de las grietas de las rocas. Si bien en este tipo de metamorfismo predominan los fluidos químicamente activos, suele estar asociado a la actividad ígnea, que aporta el calor necesario para provocar las reacciones químicas y hacer circular estos fluidos a través de las rocas. Metamorfismo regional: es el más importante, ya que produce el mayor volumen de rocas metamórficas. Ocurre durante los procesos formadores de montañas (generalmente allí donde las placas tectónicas colisionan). En este tipo de metamorfismo tienen igual importancia los tres factores (calor, presión y fluidos químicamente activos).
Metamorfismo dinámico: este tipo de metamorfismo, localizado y de menor importancia, se puede producir en las zonas de las fallas geológicas, donde las presiones actuantes -el único factor actuante- pueden ser tan intensas que modifican las rocas, produciendo otras nuevas. Metamorfismo de impacto: es, como el anterior, menos frecuente que los primeros. Se produce cuando los meteoritos chocan contra la superficie terrestre. Tras el impacto, la energía cinética del meteorito se transforma en energía calórica y ondas de choque que atraviesan las rocas de alrededor. El resultado es la formación de una nueva roca.
Texturas metamórficas: cuando en la roca que va a experimentar metamorfismo hay minerales de forma planar o tabular, es decir, alargados, éstos, como consecuencia de las presiones actuantes en el proceso metamórfico, van a tender a orientarse y alinearse en forma paralela entre ellos en la nueva roca que se forme. Como consecuencia de ello, estas rocas metamórficas presentarán una orientación preferente de sus minerales, y se dice que tiene textura foliada. En cambio, si las presiones actuantes en el metamorfismo son mínimas, y si la roca madre está compuesta por minerales equidimensionales (es decir, no alargados), la roca metamórfica que se origine tendrá textura no foliada. Por ejemplo, la roca sedimentaria caliza, formada por el mineral calcita, por metamorfismo se convierte en la roca de textura no foliada mármol .
El cuadro de arriba muestra las principales rocas metamórficas foliadas (Pizarra, Filita, Esquisto y Gneis) y no foliadas (Mármol y Cuarcita). La pizarra, la filita, el esquisto y el gneis ilustran una progresión en el metamorfismo regional. Es decir, de izquierda a derecha, pasamos de un metamorfismo de bajo grado (pizarra) a un metamorfismo de grado alto (gneis). adre: la roca a partir de la cual se formaron.
Mármol, roca no foliada formada a partir del metamorfismo de la caliza.
Formación de las pizarras Un sedimento arcilloso suele estar formado por minerales como caolinita y cuarzo, con cristales de grano pequeño entre los que existen muchos poros, que se ll enan de agua. Estos sedimentos se depositan unos sobre otros en cuencas sedimentarias, de modo que aumentan la presión (por el peso de los materiales que los cubren) y la temperatura (por el calor procedente del interior de la Tierra) y el agua es expulsada al compactarse los poros. Según se van alcanzando diferentes estados de presión, temperatura y humedad, comienzan a producirse reacciones químicas que transforman unos minerales en otros. Así, alrededor de 400°C y con presión moderada (1-5 kbar) la caolinita y el cuarzo dan lugar a la pirofilita. Si la temperatura asciende hasta 500ºC, la pirofilita a su vez se transforma en andalucita y cuarzo. De este modo, se van generando los minerales que constituyen las pi zarras. Al mismo tiempo, actúan procesos geológicos internos que afectan a estos materiales. En el caso de las pizarras, las características de los minerales que las constituyen hacen que la roca presente esquistosidad producida por la presión.
Textura y estructura de las rocas metamórficas Se distinguen dos tipos de textura en las rocas metamórficas: Granoblástica Todos los granos minerales son aproximadamente del mismo tamaño. Es propia de rocas constituidas por un solo mineral como el mármol o la cuarcita. •
Lepidoblástica Los minerales se ordenan en planos paralelos. Es propia de los esquistos y algunos gneis. •
Porfidoblástica Presentan algunos cristales mayores que el resto. Si la roca contiene minerales de forma laminar o prismática, estos pueden encontrarse orientados en el espacio como consecuencia de las presiones dirigidas que hayan actuado durante la formación de la roca. •
Imagen 16. Textura granoblástica. Fuente UGR bajo licencia Creative Commons.
Imagen 17. Textura porfidoblástica. Fuente UGR bajo licencia Creative Commons.
Según sea su estructura, estas rocas se clasifican en:
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Estructura no orientada
Es propia de las rocas de origen metamórfico térmico y de aquellas en las que han actuado presiones dirigidas de baja intensidad. Suelen presentar textura granoblástica con cristales sin orientación preferente. Como ejemplo se pueden citar mármoles, cuarcitas, rocas corneanas, ...
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Imagen 18. Mármol. Fuente ISFTIC bajo licen cia Creative Commons.
Estructura orientada o foliada
Son propias del metamorfismo dinámico o regional. Esta estructura se manifiesta con mayor claridad cuando existen minerales con forma laminar (micas) o prismática (piroxenos y anfíboles). Estos minerales se orientan en láminas que confieren a la roca una textura foliada. Cuando las rocas presentan granos finos, la foliación se denomina pizarrosidad. Cuando se trata de rocas de grano grueso, se habla de esquistosidad. En rocas de grano grueso con capas de distinta composición mineral, la estructura se denomina gneísica.