CPILO II: wdPLANIFICACION 1) FUNDAMENTOS Y FINES DE LA ORDENACION 1.1. Determinación de los objetivos 1.2. Prioridad y compatibilidad entre los aprovechamientos y servicios del monte 1.3. Formación definitiva de cuarteles y secciones: Zonificación y asignación de usos. 2) PLAN GENERAL (Planificación y toma de decisiones de carácter indicativo, a largo plazo). 2.1. Elección de las características selvícolas 2.1.1. Especie(s) principal(es) 2.1.2. Forma fundamental de masa 2.2.3. Tratamientos selvícolas A) Cortas Cortas de regeneración: regeneración: A1) A1) Cortas Cortas a hecho hecho A2) Cortas Cortas por por aclareo aclareo sucesivo sucesivo A3) Cortas Cortas de entresaca entresaca B) Cortas de mejora: B1) Régimen de claras B2) -Cortas por entresaca de extracortables2.2. Elección de las características dasocráticas 2.2.1. Método de ordenación A) Masas Masas coetáneas: coetáneas: M. de división por cabida cabida B) Masas regulares o semirregulares: B1) M. tramos periódicos B2) M. del tramo único B3) M. del tramo móvil B4) M. de ordenación por rodales C) Masas irregulares: M. de entresaca 2.2.2. Edad de madurez, Turno, diámetro de cortabilidad. Criterios de máximo rendimiento. 2.2.3. Articulación del tiempo: intermitencia entre cortas a hecho, amplitud de la clase de edad, periodos de regeneración, rotación de la entresaca. 2.3.4. Articulación del espacio o División dasocrática: Tranzones, tramos, tramos de entresaca. 3) PLAN ESPECIAL (Planificación a medio plazo de carácter ejecutivo. Cuantifica y localiza las actuaciones). 3.1. Plan de Aprovechamientos 3.1.1. Plan de cortas: localización y cuantía (Posibilidad) 3.1.2. Plan de resinación (cuando proceda) 3.1.3. Plan de descorche (cuando proceda) 3.1.4. Plan de otras producciones: pastos, leñas, setas, uso recreativo, caza, pesca,.... 3.2. Plan de mejoras 3.2.1. Trabajos selvícolas (Regeneración, rozas, clareos, podas, eliminación de residuos,...) 3.2.2. Creación, mejora y/o conservación de infraestructuras: vías de saca, cargaderos, áreas recreativas, .... 3.2.3. Trabajos de defensa del monte frente a plagas 3.2.4. Trabajos de defensa contra incendios. financiero (compara los ingresos previsibles en el Plan de aprovechamientos 3.3. Balance 3.3. Balance dinerario y financiero (compara con los gastos presupuestados en el Plan de mejoras) PLANOS: PLANOS: Todos los del inventario y el Plano de ordenación en donde se localizan las unidades dasocráticas (cuarteles, tranzones, tramos,...) tramos,...) sobre el plano de inventariación. E= 1:5.000, 1:10.000 ó 1:25.000.
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MONTE
MONTE
“DESORDENADO” ………………………………….…¿años?………………... Estado INICIAL ………………………………….…¿años?………………...
P. ORDENACIÓN Objetivos Plan General er 1 Plan Especial
Planes Anuales
1ª Revisión ¿Revisión objetivos? ¿Rev. P.General? 2º Especial
“ORDENADO”
¿Estado FINAL?
2ª Revisión ¿Revisión objetivos?
n Revisión ¿Revisión objetivos? ¿Rev.PGeneral? …..…..…… ¿Rev.P.General? er 3 P. Especial n+1 P. Especial
Planes anuales
Planes anuales
MONTE NORMAL PLANES ANUALES: ANUALES: Presuponen la ejecución de lo planificado. En el plan anual de cortas se relaciona la madera extraída, con indicación de la especie, número de pies, clases diamétricas, volúmenes (maderables y de leñas) con la localización exacta (al nivel de cantón) de cada lote marcado en el año. Se deben indicar los precios alcanzados en las subastas. En caso de que existan otras producciones, se procederá de forma análoga. Los planes anuales de mejoras contienen la descripción pormenorizada de las obras realizadas así como el presupuesto gastado en su ejecución. Cada plan anual queda condicionado por cómo se han ejecutado los planes anteriores. Permitirán comparar lo planificado con lo ejecutado y elaborar el resumen económico del inventario en las sucesivas Revisiones.
REVISION DE LA ORDENACION. ORDENACION. Suelen realizarse cada semiperiodo (en masas regulares) o cada rotación. Rara vez se superan los 15 años para hacer una nueva revisión. En los últimos años, dados los grandes cambios que se han producido en las demandas de la sociedad hacia los montes, tienen casi el carácter de una ordenación. Antiguamente, su nivel de detalle variaba dependiendo de que se iniciara o no un nuevo periodo de regeneración. GUION RECOMENDABLE para una Revisión 1) ANTECEDENTES 2) EVOLUCION DE LA ORDENACION. CUADRO RESUMEN 3) REVISION DEL PLAN ESPECIAL ANTERIOR. Cortas extraordinarias. 4) INVENTARIO (era frecuente que, en el caso de que se tratara de una revisión en donde no se iniciaba nuevo periodo -de regeneración o de aplicación-, se inventariaran sólo los cantones asignados a los tramos en destino o regeneración) 5) COMPARACION DE INVENTARIOS 6) PLANIFICACION REVISION DE LOS OBJETIVOS (cuando proceda) REVISION DEL PLAN GENERAL (cuando proceda) PLAN ESPECIAL 7) ANEXOS 8) PLANOS
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MONTE
MONTE
“DESORDENADO” ………………………………….…¿años?………………... Estado INICIAL ………………………………….…¿años?………………...
P. ORDENACIÓN Objetivos Plan General er 1 Plan Especial
Planes Anuales
1ª Revisión ¿Revisión objetivos? ¿Rev. P.General? 2º Especial
“ORDENADO”
¿Estado FINAL?
2ª Revisión ¿Revisión objetivos?
n Revisión ¿Revisión objetivos? ¿Rev.PGeneral? …..…..…… ¿Rev.P.General? er 3 P. Especial n+1 P. Especial
Planes anuales
Planes anuales
MONTE NORMAL PLANES ANUALES: ANUALES: Presuponen la ejecución de lo planificado. En el plan anual de cortas se relaciona la madera extraída, con indicación de la especie, número de pies, clases diamétricas, volúmenes (maderables y de leñas) con la localización exacta (al nivel de cantón) de cada lote marcado en el año. Se deben indicar los precios alcanzados en las subastas. En caso de que existan otras producciones, se procederá de forma análoga. Los planes anuales de mejoras contienen la descripción pormenorizada de las obras realizadas así como el presupuesto gastado en su ejecución. Cada plan anual queda condicionado por cómo se han ejecutado los planes anteriores. Permitirán comparar lo planificado con lo ejecutado y elaborar el resumen económico del inventario en las sucesivas Revisiones.
REVISION DE LA ORDENACION. ORDENACION. Suelen realizarse cada semiperiodo (en masas regulares) o cada rotación. Rara vez se superan los 15 años para hacer una nueva revisión. En los últimos años, dados los grandes cambios que se han producido en las demandas de la sociedad hacia los montes, tienen casi el carácter de una ordenación. Antiguamente, su nivel de detalle variaba dependiendo de que se iniciara o no un nuevo periodo de regeneración. GUION RECOMENDABLE para una Revisión 1) ANTECEDENTES 2) EVOLUCION DE LA ORDENACION. CUADRO RESUMEN 3) REVISION DEL PLAN ESPECIAL ANTERIOR. Cortas extraordinarias. 4) INVENTARIO (era frecuente que, en el caso de que se tratara de una revisión en donde no se iniciaba nuevo periodo -de regeneración o de aplicación-, se inventariaran sólo los cantones asignados a los tramos en destino o regeneración) 5) COMPARACION DE INVENTARIOS 6) PLANIFICACION REVISION DE LOS OBJETIVOS (cuando proceda) REVISION DEL PLAN GENERAL (cuando proceda) PLAN ESPECIAL 7) ANEXOS 8) PLANOS
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I n s t r u c c i o n e s A u t o n ó m i c a s d e O r d e n a c i ón ón d e M o n t e s
GUION DE UN PROYECTO DE ORDENACION (IGOMA DE CASTILLA Y LEÓN, 1999) TITULO I . INVENTARIO Capítulo. I. ESTADO LEGAL Capítulo. II ESTADO NATURAL Capítulo. III ESTADO FORESTAL Sección. 1ª División Inventarial Sección. 2ª Estudio cuantitativo de las masas arbóreas A) Monte alto a) Estimación de existencias maderables b) Pinares resineros c) Alcornocales d) Pinares de pino piñonero B) Monte bajo C) Montes medios D) Montes adehesados E) Cuarteles protectores y de recreo Sección. 3ª Apeo de Rodales Capítulo. IV ESTADO SOCIOECONÓMICO Sección. 1ª Análisis retrospectivo de la oferta y la demanda de bienes y servicios Sección. 2ª Análisis de la oferta potencial de bienes y servicios Sección. 3ª Análisis de la demanda previsible de bienes y servicios TITULO II. DETERMINACIÓN DE USOS A) B) C) D) E)
Usos actuales actuales y potenciales potenciales Restricciones a los usos definidos Prioridades y compatibilidades Determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de montes Formación definitiva de de cuarteles y secciones
TITULO III. PLANIFICACIÓN Capítulo. I. PLAN GENERAL Sección. 1ª Características Selvícolas A) Elección de especies especies B) Elección del método de beneficio C) Elección de tratamientos: cortas de regeneración D) Elección de tratamientos: cortas de mejora Sección. 2ª Características Dasocráticas A) Caso general general B) Elección del método de ordenación C) Elección del turno y determinación de las las edades de madurez D) Articulación del tiempo en masas regulares e irregulares E) División dasocrática F) Pinares resineros G) Alcornocales H) Pinares de pino piñonero I) Montes adehesados J) Montes incluidos en Espacios Naturales Protegidos Capítulo. II. PLAN ESPECIAL Sección. 1ª Plan de Aprovechamientos y regulación de usos
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A) Plan de cortas B) Plan de resinación C) Plan de descorche D) Plan de aprovechamientos de pastos E) Plan de aprovechamiento de frutos y de material forestal de reproducción F) Otros planes de aprovechamiento y de regulación de usos G) Modalidades de enajenación H) Ingresos previsibles Sección. 2ª Plan de Mejoras A) Defensa y consolidación de la propiedad B) Seguimiento, apoyo y control de la ordenación C) Ayuda a la regeneración D) Mejoras selvícolas y silvopascícolas E) Creación, mejora y conservación de infraestructuras F) Protección contra incendios forestales y agentes nocivos G) Conservación de paisajes, habitats y fauna H) Uso social Sección. 3ª Balance GUION DE UN PROYECTO DE ORDENACION (IGOM DE LA C.A. ANDALUZA, 2004) TITULO I . INVENTARIO Capítulo. I. DESCRIPCIÓN DEL MONTE Sección. 1ª Estado Legal Sección. 2ª Estado Natural Sección. 3ª Estado Socioeconómico 3.1. Balance retrospectivo de los beneficios del monte y de las inversiones realizadas 3.2. Análisis de las condiciones actuales de la comarca y de la demanda de productos, servicios y funciones Capítulo. II. EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS, SERVICIOS Y FUNCIONES Sección. 1ª Diagnóstico y definición preliminar de usos Sección. 2ª Inventarios 2.1. División Inventarial 2.2. Inventario del sistema forestal 2.2.1. Inventario de Vegetación 2.2.2. Paisajes y enclaves de interés especial 2.3. Inventarios de recursos y funciones 2.3.1. Recursos maderables 2.3.2. Piñas y otros frutos 2.3.3. Corcho 2.3.4. Pastos 2.3.5. Ganado 2.3.6. Fauna silvestre 2.3.7. Otros recursos y singularidades 2.3.8. Beneficios intangibles y externalidades Sección. 3ª Formación y descripción de cantones Capítulo. III. ANÁLISIS FUNCIONES
DE LA OFERTA POTENCIAL DEL MONTE EN RECURSOS, SERVICIOS Y
TITULO II. PLANIFICACIÓN Capítulo. I. DETERMINACIÓN DEL MODELO DE USOS Sección. 1ª Descripción de objetivos generales de la ordenación
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Sección. 2ª Descripción de modelos de usos y formación de Cuarteles y Secciones de ordenación Capítulo. II. PLAN GENERAL Sección. 1ª Ordenación de la vegetación 1.1. Descripción del modelo de gestión de la vegetación 1.2. Características Culturales 1.2.1. Elección de especies y tipos fisionómicos 1.2.2. Elección de la forma fundamental de masa arbolada 1.2.3. Diseño del régimen de tratamientos culturales 1.3. Características Dasocráticas 1.3.1. Elección del criterio de cortabilidad 1.3.2. Elección y caracterización del método de ordenación 1.3.3. Articulación del tiempo 1.3.4. División Dasocrática Sección. 2ª Ordenación de la ganadería Sección. 3ª Ordenación de la fauna silvestre 3.1. Fauna cinegética 3.2. Fauna silvestre catalogada Sección. 4ª Ordenación del uso público Sección. 5ª Ordenación de otros recursos, singularidades y enclaves o paisajes de interés especial 5.1 Pinares resineros 5.2. Hongos 5.3. Brezo 5.4. Esparto 5.5. Melíferas 5.6. Aromáticas, medicinales y otras 5.7. Paisajes 5.8. Singularidades Capítulo. III. PLAN ESPECIAL Sección. 1ª Programa de Usos y Aprovechamientos 1.1. Programa de aprovechamientos de madera y leña 1.1.1. Posibilidad de regeneración para métodos de ordenación de de masas regulares, semirregulares, irregulares incompletas e irregulares completas entresacadas por bosquetes. 1.1.2. Posibilidad de mejora para métodos de ordenación de masas regulares,….etc.
1.1.3. Posibilidad del cuartel en el método de ordenación para masas irregulares completas entresacadas pie a pie. 1.2. Programa de aprovechamiento de piña 1.3. Programa de aprovechamiento de otros frutos 1.4. Programa de descorche 1.5. Programa de uso ganadero 1.6. Programa de aprovechamiento cinegético 1.7. Programa de uso público 1.8. Otros programas de uso o aprovechamiento (resinación, hongos, brezo, esparto, miel y/o de plantas aromáticas, medicinales y otras) Sección. 2ª. Programas de Mejora y Defensa 2.1. Programa de defensa y consolidación de la propiedad 2.1.1. Montes Públicos 2.1.2. Montes privados 2.2. Programa de mejora de la vegetación 2.3. Programa de mejora de la fauna silvestre 2.3.1. Fauna cinegética 2.3.2. Fauna silvestre catalogada 2.4. Programa de mejora de la infraestructura básica 2.5. Programa de mejora de otros recursos y singularidades 2.6. Programa de defensa contra incendios 2.7. Programa de seguimiento, apoyo y control de la ordenación. Sección. 3ª Balance
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IV.- DE L A ORDE NA CIÓN DE MONTES A L A GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE. Uno de los equívocos que llevó a la crisis de la ordenación de montes durante la décadas 80 y 90 del siglo XX fue identificarla de modo biunívoco con la gestión forestal sostenible. La ordenación nació y se aplicó durante más de 100 años para organizar de forma económica la producción del monte, muy en particular, la producción maderera, pero también todos los productos directos y con valor de mercado (resina y corcho fundamentalmente). Sin producción no había ordenación. La gestión forestal, sin embargo, engloba todas aquellas actividades que el hombre realiza en el monte. En ambos casos se interviene en el monte con uno o más objetivos, apoyados en fundamentos técnicos y científicos, tras un análisis en el que se valoran alternativas y se consideran los diversos condicionantes. Se intenta buscar la mejor solución posible. Y, en ambos casos también, la solución final depende de: Las características del medio en la que se aplica: Topográficas, climáticas, ecológicas Tamaño y tipo de propiedad Las demandas de la sociedad hacia los montes Los mercados de los productos y servicios La normativa nacional e internacional Los recursos económicos disponibles •
•
•
•
•
Sevilla (2008) define la gestión (forestal) como el conjunto de actividades que constituyen los instrumentos concretos para configurar un ecosistema. Añade además que las acciones de gestión deben derivar de un proceso de planificación. Así pues gestión forestal no sólo es ordenación de montes, sino también cualquier otra actividad que se haga en un territorio forestal, actividad emanada de las técnicas y conocimientos y que permita satisfacer, en cada momento, unos determinados objetivos. Selvicultura, pascicultura, reforestación, combate de plagas, infraestructuras contra incendios… son actividades desarrolladas en el ámbito forestal. Todas ellas suponen gestión forestal. En ocasiones se ha llegado a hablar de gestión de la no intervención lo que en realidad supondría más una decisión de la planificación que gestión propiamente dicha.
1. GESTIÓN SOSTENIBLE DE LOS BOSQUES “La administración y uso de los bosques y tierras forestales de forma e intensidad tales que mantengan
su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y su potencial para satisfacer, ahora y en el futuro, las funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes a escala local, nacional y global, no causando daño a otros ecosistemas” (Conferencia de Helsinki, 1993)3
La ambigüedad del concepto de sostenibilidad ha confundido a muchos y el sector forestal no ha sido ajeno a ello. Máxime cuando, aplicado a la ordenación de montes, inclinó la balanza hacia los aspectos ecológicos, dando escaso peso a los sociales y prácticamente ignorando los económicos, pese a que han sido éstos los que han permitido una evolución positiva desde el estado regresivo en que se encontraban los montes a mediados del siglo XIX. Dos enfoques se le suele dar a la Ordenación bajo las previsiones de la gestión forestal sostenible, a su vez los más extendidos: Gestión/ordenación para la sostenibilidad de los múltiples usos del monte (o gestión multipropósito). Es la interpretación más defendida por el sector forestal y en ella subyace la idea de que las funciones clásicas del monte (producción con valores de marcado) se amplíen a otras funciones, algunas ya consideradas desde hace tiempo (protección, paisaje, uso recreativo) y otras relativamente nuevas (biodiversidad intra e interespecífica, cambio climático). Se busca la obtención de máximas rentas, mantenidas en el tiempo, con la potenciación de los demás servicios, todas ellas limitadas por cuestiones de tipo legal, social y/o ecológico. Gestión (no es ordenación propiamente dicha) para la sostenibilidad ecológica. Es el significado más respaldado por el mundo ecologista y el que, también, ha calado en la sociedad. La gestión 3
En lo relacionado con las Conferencias Ministeriales de Bosques, ver capítulo de Política y Planificación forestal
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forestal debe tener como objetivo fundamental preservar la biodiversidad y funcionalidad del ecosistema. Tales valores, en este caso, no se configuran como una limitación sino que, por el contrario, son el propósito prioritario y último de la gestión -¿el de la no intervención?-, mientras que el suministro de bienes y servicios (salvo alguna excepción) pasa a ser una limitación, que de ser necesario, se elimina. Parecería procedente incorporar a ambos modelos de gestión/ordenación una consideración explícita a la sostenibilidad socioeconómica y al desarrollo rural que asegure el suministro de recursos forestales e ingresos al propietario, que evite que determinados productos del monte, aún demandados, pasen a ser objetos de lujo sólo disponibles para unos pocos, además de impedir que se extingan oficios tradicionales del monte en territorios que van camino de convertirse en desiertos humanos.
2. CRITERIOS PARA UNA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE La forma de evaluar la sostenibilidad de la gestión forestal es a través de una serie de criterios e indicadores que, a escala paneuropea, se acordó que fueran los siguientes (Conferencia de Lisboa, 1998) Criterio 1: Mantenimiento y mejora de los recursos forestales y de su contribución al ciclo del carbono Criterio 2: Mantenimiento de la salud y vitalidad de los ecosistemas forestales Criterio 3: Mantenimiento y fomento de las funciones productivas de los bosques (madereras y no madereras). Criterio 4: Mantenimiento, conservación y mejora de la diversidad biológica en los ecosistemas forestales. Criterio 5: Mantenimiento y adecuado desarrollo de las funciones protectoras en la gestión forestal (en especial sobre el suelo y el agua) Criterio 6: Mantenimiento de otras condiciones y funciones socioeconómicas. Cada criterio se evalúa o mide por una serie de indicadores (variables -cuantitativas o cualitativas- que indican de forma específica e inequívoca si un determinado criterio se cumple o no, en un determinado contexto).
3. INDICADORES EUROPEOS “MEJORADOS” PARA LA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE A partir de 1998 se inició una revisión, con un análisis exhaustivo y amplias consultas, que dio lugar a un conjunto de criterios e indicadores “mejorados” que se adoptó en 2002 y que fue ratificado al año siguientes por los ministros en la cuarta conferencia ministerial de Viena (J USZCZAK et al , 2004). INDICADORES CUANTITATIVOS (TOTAL= 35) Criterio s l e y o d s u o o t r s l n u c c i e e e d c i o r m s y l i a n o n l o s n b e l e ó r t e a i a n d c a t s u c a b M r e i r : o r o t 1 j f n e C m o c
Nº
Indicador
1.1
Superficie forestal
1.2
Existencias en volumen
1.3
Distribución de la masa por clases de edad y/o clases diamétricas
Explicación Superficie de bosque y otras áreas forestales, clasificadas por tipo de bosque y por su disponibilidad para suministro de madera y porcentaje de bosque y otras áreas forestales con respecto a la superficie total Existencias en volumen, clasificadas por tipo de bosque y por la disponibilidad de suministro de madera. Estructura de la masa por edad y /o clase diamétrica, clasificadas por tipo de bosque y por criterios de disponibilidad para suministro de madera.
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1.4 y d s u a l a m s e a t s l i e s s d o c l e o e t a n s t s o e l i e m e r o i f n d e d t a n d a i l a M i : t 2 v C
o s n e y n y s o o i o s t l c a ) . n n e u e r i s e d f r m s s e a r i e d a n l a v a r e i e t t e c m n d ( d a a u o d s m M t e : n o r u 3 e p q C m s o o b f n e a c i g ó l o i b d a d i s r e v i . d s e a l l a e t d s e a r r o o f j e s m a y m e n t s i ó i s c o a c v r e e s s l o n o c , o t n e i m i n e t n a M : 4 C
2.1
Almacenamiento de carbono Deposición de contaminantes atmosféricos
2.2
Estado de los suelos
2.3
Defoliación
2.4
Daños al monte
3.1
Crecimiento y cortas
3.2
Madera en rollo
3.3
Productos no maderables
3.4
Servicios
3.5
Montes con planes de gestión
4.1
Composición específica de la masa arbórea
4.2
Regeneración
4.3
Grado de Naturalidad
4.4
Especies arbóreas introducidas
4.5
Madera muerta
4.6
Recursos genéticos
4.7
Modelos de paisajes
4.8
Especies forestales amenazadas
4.9
Áreas protegidas
Fijación de carbono por la biomasa leñosa y los suelos en los montes Deposición de contaminantes atmosféricos en bosques y otras áreas forestales, clasificados por N, S y cationes básicos. Propiedades químicas de los suelos (pH, C EC, C/N, C orgánico y saturación de bases) en bosques y otras áreas forestales en relación con la acidez de los suelos y la eutrofización, clasificados por los principales tipos de suelos. Defoliación de una o más especies arbóreas en cada una de las clases de defoliación: “moderada”, “grave” y “muerto”.
Bosques y otras áreas dañadas, clasificadas según el agente principal (abiótico, biótico y de origen antrópico) y por tipos de bosque. Comparación entre crecimientos y las cortas anuales de madera en montes aptos para el suministro de madera Valor y cantidad de la madera en rollo comercializada Valor y cantidad de los productos forestales no madereros comercializados Valor de los servicios comercializados en bosques y otras áreas forestales Proporción de bosques y otras áreas forestales sujetos a planes de gestión o equivalentes Superficie de bosques y otras áreas forestales, clasificadas por número de especies arbóreas y p or tipo de bosque Superficie de regeneración en masas/rodales regulares e irregulares, clasificadas según el tipo de regeneración. Superficie de bosques y otras áreas forestales, clasificadas por “no modificados por el hombre”, “seminaturales” o “plantaciones”, cada una según el
tipo de bosque. Superficie de bosques y otras áreas forestales pobladas predominantemente por especies introducidas. Volumen de madera muerta en pie y de madera en el suelo en bosques y otras áreas forestales, clasificados por tipo de bosque Superficie gestionada para conservación y utilización del material genético de especies arbóreas forestales (conservación de material genético in situ y ex situ) y superficie gestionada para producción de semillas. Patrón paisajístico espacial de zonas de bosque. Número de especies forestales amenazadas, clasificadas de acuerdo con la Lista Roja de UICN, con respecto al número total de especies forestales Superficie de bosques y otras áreas forestales protegidas para conservar la biodiversidad, el paisaje y elementos naturales específicos, de acuerdo con las directrices de la MCPFE para la evaluación de montes protegidos.
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y l o n l l e e ) o a ( s l t o l e a n r r e n a r u e a n e t i o s i b g m e c s s o a i e r s l n d n a r o l e u o f e o f t a y t d n s c n i c o a a l a t e ó e l u i M c e o t p e r s s u : e s 5 d d p e e g a C
s e n o i c n u f y s e n o i . c s i d a n i c o c m s ó n a r o t o c e o e i d c o o t s n e i m i n e t n a M : 6
C
5.1
5.2
Montes protectores de agua, suelo y otras funciones del ecosistema Montes protectores de infraestructuras y de otros recursos naturales gestionados
6.1
Propiedad forestal
6.2
Contribución del sector forestal al PIB
6.3
Ingresos netos
6.4
Inversiones en servicios
6.5
Empleo en el sector forestal
6.6
Seguridad e higiene en el trabajo
6.7
Consumo de madera
6.8
Comercio de madera
6.9
Energía procedente de la madera
6.10
Accesibilidad para el uso recreativo
6.11
Valores culturales y espirituales
Superficie de bosque y otras áreas forestales destinadas a prevenir la erosión del suelo, preservar los recursos hídricos o mantener otras funciones del ecosistema forestal, parte de la categoría “funciones protectoras” de la MCPFE
Superficie de bosque y otras áreas forestales destinadas a proteger infraestructuras y recursos naturales gestionados contra riesgos naturales, parte de la categoría “funciones protectoras” de la MCPFE
Número de propiedades forestales, clasificadas por tipos de propietario y tamaño Contribución de la actividad forestal y las manufacturas de productos de madera y papel y su contribución al Producto Interior Bruto. Ingresos netos de las empresas forestales Inversiones totales destinados a servicios forestales sostenibles a largo plazo Número de personas empleadas e inversiones para la creación de empleo, clasificadas por grupos de edades y sexos, educación y características de los puestos. Frecuencia de los accidentes y de las enfermedades laborales en el sector forestal Consumo per cápita de madera y de sus productos derivados Importaciones y exportaciones de la madera y productos derivados de la madera Porcentaje de energía proveniente de la madera co n respecto al consumo total de energía, clasificado según el origen de la madera. Superficie de bosques y otras áreas forestales en las que está permitido el acceso público para recreo e intensidad de uso Número de lugares en los bosques y áreas forestales designados como poseedores de valores culturales o espirituales.
INDICADORES CUALITATIVOS: Son indicadores relativos a políticas globales, institucionales e instrumentales para la gestión forestal sostenible: elaboración de Planes forestales nacionales, desarrollo de estructuras institucionales, compromisos internacionales, marcos legal y reglamentario, políticas económicas, instrumentos financieros y medios para la formación e información.
4. REFORMULACIÓN DE LAS “CONDICIONES MÍNIMAS”: DE LA ORDENACIÓN DE MONTES EN EL CONTEXTO DE LA GFS Pese a la tradición de más de un siglo, a finales de los años ochenta prácticamente nadie había odio hablar de Ordenación. Y es por estas fechas cuando surge, con una difusión sin precedentes en lo forestal, el concepto de Gestión Forestal Sostenible y, una década después, el de la Certificación Forestal. Así pues, y sin haber perdido su vigencia, parecía procedente reformular las condiciones mínimas de la ordenación al objeto de adaptarlas a las nuevas demandas y a los nuevos mercados de los productos y servicios del monte, con una perspectiva más multifuncional y más sostenible al objeto de que la ordenación perdurase como la mejor garante del máximo de utilidades de nuestros sistemas forestales .
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Persistencia, renta (anual) constante y máximo beneficio han pasado, pues, a formularse con nuevos términos: Persistencia Persistencia, estabilidad y/o recuperación a un estado de conservación
favorable del ecosistema/monte y sin que ello afecte negativamente a otros ecosistemas. Renta constante Rendimiento sostenido en bienes y servicios económicos, ecológicos y sociales tanto ahora como para futuras generaciones. Máximo rendimiento Máximo de utilidades (multifuncionalidad del monte=cumplimiento de los 6 criterios de GFS) al propietario y a la sociedad en su conjunto. Si bien pueden parecer iguales y distinto sólo el léxico utilizado, fruto del contexto histórico en el que unas y otras han sido formuladas, subyacen más diferencias de lo que inicialmente pueda parecer. La persistencia ya no hace referencia al recurso (aunque también, por ende, se refería a la masa forestal), sino que implica el mantenimiento o la recuperación a un estado de conservación favorable del ecosistema monte y sin que ello afecte negativamente a otros ecosistemas. Además, las amenazas que hoy cuestionan esa persistencia4 son muy distintas a las que existían cuando la ciencia forestal aparece en España 5. El rendimiento sostenido y el máximo de utilidades quedan condicionados por el tipo de demanda, que hoy poco o nada tiene que ver con las necesidades de la población de hace más de un siglo. Paisaje, uso recreativo, conservación de la diversidad biológica o mitigación del cambio climático son servicios que el monte proporciona y que la sociedad del siglo XXI demanda. Algunos de ellos llevan ya años considerándose pero otros son absolutamente nuevos y de valoración y cuantificación aún incierta. Pese a todo, han sido los esfuerzos por organizar la producción forestal –en definitiva, la ordenación- los que han salvado a las masas forestales. Estamos pues en un momento en el que los sistemas forestales no son vistos como fuente de recursos que satisfacen necesidades básicas, si no que han pasado a ser sujetos de derecho de una sociedad que sólo los quiere para su goce y disfrute para lo cual no es raro que se afirme que no hace falta intervenir. En definitiva, los principios que han inspirado y justificado la ordenación de montes durante más de 100 años pasan a un segundo plano: interesa la producción, pero siempre y cuando no interfiera con “el mejor estado de conservación” del monte. La incertidumbre que esta situación crea entre los gestores queda acertadamente recogida en las palabras de G IL (2006) “El problema surge en definir en función de qué
intereses se establece el modelo de gestión: de la propia naturaleza, de los propietarios del territorio, o de los que la disfrutan los fines de semana. Incluso al hablar de la naturaleza, ¿como se considera la actual? ¿Es un punto de partida hacia otras con mayor nivel evolutivo o se estabiliza bajo unos supuestos de no intervención?
4
Pérdida irreversible de territorio forestal (urbanismo), incendios desmedidos en número y superficie,
cambio climático, contaminación, abandono de la producción … 5
Roturaciones y quemas para cultivos y pastos. Talas abusivas.
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V.- OBJ ETIVOS CONCRETOS EN LA ORDENA CIÓN DE UN MON TE Tienden, con cierta frecuencia, a confundirse las condiciones mínimas u objetivos generales de la ordenación de montes con los objetivos concretos, lo que en principio no parece procedente desde el momento en que cualquier plan de ordenación debe cumplir aquéllas con independencia de las características del medio, de la vegetación, de la propiedad o del contexto socioeconómico del monte objeto de la ordenación. Por otra parte, así como sí son susceptibles de revisión los objetivos concretos de la ordenación, los objetivos generales no lo son en la medida en que son la esencia misma de la ordenación. A la hora de fijar los objetivos concretos es importante entender que en la actualidad “Los ecosistemas
forestales se ordenan para una variedad de objetivos relacionados con los muchos bienes (madera y productos no madereros) y servicios (por ejemplo, conservación del suelo y agua, conservación de la diversidad biológica) que pueden proporcionar. En la mayoría de los casos se ordenan para más de un objetivo. Incluso en el caso en que se declare un solo objetivo, la ordenación forestal puede lograr otros fines que pueden estar o no claramente expresados. Por ejemplo, si la producción sostenida de madera es el único objetivo explícito, los bosques continúan proporcionando otros servicios como los referentes a la conservación del suelo y el agua”. FAO, 1994. Sin embargo, no siempre fue así. Por ello, es conveniente conocer la evolución que ha tenido la ordenación en España, y los diferentes contextos en que se han ido estableciendo los objetivos concretos. Como ya se ha visto, desde 1883 disponemos de una definición de ordenación de montes y desde 1890 de unas Instrucciones. Los dos textos que aún hoy pueden ser un referente para los estudiantes de las escuelas forestales de España, los de Lucas OLAZABAL (1883) y Enrique M ACKAY(1944 Y 1949), vienen a confirmar que durante más de 6 décadas la ordenación se ha definido –y aplicado- como el aprovechamiento racional de los montes, como la organización económica de su producción. Medio siglo después, aunque M ADRIGAL (1994, 2003) no propone ninguna nueva definición en su libro “Ordenación de Montes Arbolados”, sí lo hace –y en los mismo términos- la geógrafa GOMEZ MENDOZA en la presentación del texto, al afirmar que Ordenar es mantener y mejorar los recursos forestales, desde luego con respeto biológico y paisajístico, pero sin prescindir nunca de garantizar la rentabilidad. Por esas mismas fechas tiene lugar la conocida Conferencia de Río (1992) y poco después se celebra la segunda Conferencia Paneuropea sobre Bosques. En ella toma definitivamente cuerpo y forma la Gestión Forestal Sostenible, al menos en lo que a su definición se refiere. Se podría señalar que es a partir de este momento cuando en España, y muy probablemente en el resto de Europa, se desborda la crisis, ya iniciada varios lustros antes, de la ordenación de montes y se evidencia el cuestionamiento de algunas actuaciones forestales aplicadas durante más de siglo y medio. La sociedad había sufrido en menos de un cuarto de siglo un cambio mayor que el experimentado en los dos siglos anteriores pero no parecía que la profesión forestal lo hubiera percibido o, lo que es peor, aceptado y la Ordenación de Montes pasa a ser el paradigma de este desencuentro, si bien ya habían existido tímidos intentos por incorporar los cambios percibidos al modo de gestionar los montes, potenciando su multifuncionalidad. En efecto, el reconocimiento de los múltiples usos del monte se contempla y considera desde hace tiempo, pero lo cierto es que no todos, ni por todos, fueron aceptados 6. De hecho, las técnicas de manejo han permanecido igual por largo tiempo, segregando a lo más aquellos usos que interferían con la gestión clásica para la producción 7. Un breve repaso por la historia de nuestras normas reguladoras así parece 6
“Y un parque, en efecto, se ha tratado de hacer de los montes de la Sierra del Guadarrama, en los que durante muchos años fueron perdiendo importancia los principios en que se fundaba su explotación ordenada, para ganarla, en cambio, los de las exigencias del turismo. Así dejaron de hacerse cortas de reproducción para sustituirlas por las llamadas entresacas, como pudieran llevarse a cabo en un jardín en el que conviniera quitar solamente el arbolado decrépito; cortas que tienen la ventaja de no alarmar excesivamente a los veraneantes o deportistas de la nieve, ni producir la crítica de los que toman aquellos lugares como finca propia en la que no debe tocarse nada de lo que les produzca comodidad, sombra, abrigo o simplemente agrado” (M ARTÍNEZ DE PIS ÓN Y NEBOT, 1948) 7
“Cabe, en mi opinión, llegar a soluciones armónicas (entre aprovechamiento forestal y recreo). Cabe ordenar el ejercicio del turismo, señalando las zonas en que pueda ejercerse, constituyendo cuarteles especiales en los que la ordenación técnica de sus masas no obedezca exclusivamente a los fines físicos y económicos que generalmente persigue, que son obtener renta máxima y constante, sino que procure su conservación como elemento esencial del paisaje, tratándolas de modo que su embellecimiento se consiga del modo más completo y rápido posible, conservando los ejemplares más hermosos durante el cual cumplan esta misión decorativa, sin sujeción a turnos calculados a la vista
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evidenciarlo. En las de 1890 no cabe otro destino para los montes que el de su ordenación para la producción maderable, no tanto por ser la más importante, cuanto que era de la que menos había 8. Todas las demás –a excepción del corcho- debían subordinarse a ella. En las siguientes Instrucciones de 1930, se reglamenta sobre otro tipo de producciones (madera, corcho, resinas, pastos) y aparece una mención a los Montes o rodales reservados por sus beneficios indirectos , que serán segregados y en los que “ la cortabilidad física, realizada por entresaca, y la conservación de la forma espontánea de masa serán, por lo general, las normas más adecuadas ” (art. 185.4), en definitiva, se aplica –en su caso – selvicultura pero nada se ordena en ellos. En 1970, año en que aparecen las últimas Instrucciones de Ordenación de ámbito estatal, hay un mayor reconocimiento a los beneficios indirectos y ya se mencionan de forma explícita los cuarteles de producción, los de protección (en los que la producción está supeditados a tal fin) y los de recreo, turismo o deporte, con la idea subyacente de que “Cuando la ordenación tiene múltiples objetivos, puede ser posible atenderlos simultáneamente mediante áreas determinadas de bosque” ( FAO, 1994). Lo cierto es que para los dos primeros casos se ordenaba la producción, pero para los últimos no existían disposiciones ordenadoras de ningún tipo. Las instrucciones autonómicas, de reciente aprobación, ya consideran de forma expresa la multifuncionalidad y la sostenibilidad como los pilares sobre los que debe apo yarse la ordenación de montes y admiten como objetivos exclusivos de la ordenación otros diferentes a los de la producción. No obstante, en ocasiones cabría preguntarse si realmente “se está ordenando un monte” cuando entre sus objetivos concretos no está el de la producción de bienes con valor de mercado. La determinación de los objetivos concretos de la ordenación conlleva habitualmente a la división del monte en zonas especializadas o CUARTELES (en algunos casos, el pequeño tamaño de la superficie objeto de un uso especializado lleva a que se denominen cantones o rodales de recreo, reserva integral, etc.…) en
donde se jerarquizan unos objetivos concretos, se asigna un objetivo prioritario o se les asigna uno “exclusivo”. El cuadro siguiente pretende mostrar una serie de objetivos posibles dentro de un monte en
donde el gestor deberá valorar el grado de compatibilidad entre ellos (en el tiempo y/o en el espacio): Aprov. Hongos
Científico Cinegético
Conservación Ganadero
Paisajístico Producción Protección Recreativo
Aprov. hongos Científico Cinegético Conservación Ganadero Paisajístico Producción Protección Recreativo
Posibles situaciones: T =compatibles al mismo tiempo, incompatibles en el mismo espacio o zona (pueden ser simultáneos pero en diferentes zonas del monte) E = compatibles en la misma zona, incompatibles al mismo tiempo (secuenciales) TE = compatibles al mismo tiempo y en el mismo espacio o zona (multifuncionalidad plena en una parte del monte) I = incompatibles en tiempo y/o espacio V = variable (según naturaleza de los estudios, figuras de protección existentes, tipo de producción, etc.) de sus crecimientos máximos y recurriendo a la repoblación artificial con especies bien elegidas cuando sus sustitución sea necesaria” (G ARCÍA ESCUDERO, 1956) 8
La Crónica de los planes de aprovechamiento del año forestal 1868-69, publicada en la Revista Forestal de 1868 recoge la tasación de subastas a realizar en los montes públicos de dicho año. El montante total asciende a algo más de 4 millones y medio de escudos. De tal partida, más de un 53% procedería de los pastos y sólo el 30% se atribuye a leñas y maderas. El resto se repartiría entre ramón, brozas, cortezas, frutos, jugos, plantas industriales, labor, caza, rozas y corcho.
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En relación con la definición de los objetivos concretos, las Instrucciones de ordenación vigentes en la actualidad difieren en lo relativo a cuándo se deben establecer; las IOMA (1970) y las IGOMA CyL (1999) lo sitúan con posterioridad al inventario y las IGOM C.A.A (2004) sugieren llevar a cabo un diagnóstico y definición preliminar de usos previo al Estado Forestal lo que parece más adecuado puesto que condicionarán las técnicas, metodologías, nivel de detalle y tipo de inventario. Posteriormente, los objetivos concretos se podrán precisar una vez realizado el inventario, sus conclusiones y diagnóstico.
L A SU PERFICIE EFECTIVA DE O RDENA CIÓN No es infrecuente que exista una cierta confusión en cuanto a la clasificación de la superficie de un monte de acuerdo con su estado y, por tanto cual es la superficie de ordenación del arbolado y cuál, aún siendo objeto de la gestión forestal del espacio, quedaría fuera de los cálculos pormenorizados en cuanto a la posibilidad, existencias, etc . En el Estado Legal existe un avance de la distribución de cabidas existente de acuerdo con el tipo propiedad, aptitud para soportar vegetación y tipo de vegetación que lo puebla. De esta forma, ya en una parte tan temprana como el Estado Legal se presenta un primer análisis del monte de acuerdo con las diferentes tipologías de superficie (típica, por otra parte, de montes públicos que, hasta hace relativamente poco tiempo, eran los únicos objeto de un proyecto de ordenación):
Superficie Total
Superficie privada
Superficie pública
(Enclavados)
(sólo para montes públicos)
S. Forestal
S. Inforestal S. arbolada
S. rasa
Prescindiendo del tipo de propiedad (en donde habría que distinguir entre pública y privada, o siendo de una de éstas, entre los diferentes propietarios cuando hubiera más de uno), dentro de un monte se considera como superficie inforestal toda aquella superficie que no presenta –o no debería presentar− vegetación forestal (arbórea, arbustiva o herbácea) ya sea por incapacidad física (afloramientos rocosos, cursos de agua, infraestructura s, etc …) o por vocación de uso o destino (vías pecuarias, caminos, carreteras, cortafuegos, ….). Antiguamente, cuando en los montes aún se daban cultivos, éstos también eran considerados superficie inforestal. No obstante, debe tenerse en cuenta que desde el punto de vista legal toda esta superficie sí se considera parte integrante del monte. Como superficie forestal estaría toda aquella superficie del monte con vegetación que a su vez podrá ser superficie arbolada cuando en ella vegetan especies arbóreas, o superficie rasa, cuando la vegetación es de matorral o herbácea. En los montes con usos ganaderos es importante establecer una segunda tipología dentro de la superficie rasa que valore y diferencie la capacidad de atender a dicho uso. Por otra parte, la existencia de cursos de agua, carreteras o ferrocarriles que atraviesan o limitan un monte tiene repercusiones desde el momento que todos ellos están vinculados a dominios públicos que requieren, en su caso, una autorización de la administración competente (siempre distinta de la administración forestal) para poder actuar en ella. Otro tanto cabría decir en montes próximos a la línea de costa. Esta superficie, que es forestal, tiene cargas legales adicionales por lo que debe ser cartografiada e identificada en los planos del monte y, cuando proceda, segregada de la superficie objeto de la ordenación.
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En relación con la superficie rasa, y dependiendo de las circunstancias (propiedad, objetivos de la ordenación, régimen de protección del monte) debe quedar claramente identificado en el proyecto de ordenación el destino final de dicha superficie; en particular si será objeto de repoblación, en cuyo caso acabará por incorporarse a la superficie arbolada, o si se mantendrá como superficie rasa con otros usos y funciones diferentes a los vinculados al arbolado. En el caso de que existan enclavados dentro del monte y, en especial, cuando pueden interferir en la marcha de la ordenación, es recomendable adoptar medidas que tiendan a conseguir su máxima integridad ―recuperar para el monte los enclavados mediante compras o permutas― .
Finalmente, un aspecto a considerar es el nivel de detalle del trabajo (escala) pues será el que establezca los límites para identificar y localizar las diferentes tipologías de superficie antes mencionadas y por tanto el tamaño mínimo del rodal/cantón en el inventario. En la actualidad las dimensiones del monte y, sobre todo, la superficie que está bajo la gestión de un técnico serán los aspectos que más condicionen el nivel de detalle con el que se trabaje. Habrá casos en que será posible identificar y aplicar una selvicultura específica a rodales que apenas superen la hectárea y en otras en las que será imposible trabajar con tal minuciosidad.
IOMA (1970) Art. 60. Con la información aportada por el inventario se concretarán: A) Los objetivos de la ordenación. B) La prioridad y compatibilidad entre los aprovechamientos y servicios del monte. C) La formación definitiva de cuarteles y secciones. A) Objetivos de la ordenación Art. 61. 1. La planificación tiene que fijar objetivos claros y precisos que orienten la ordenación. 2. Los objetivos de política forestal más destacables serán: Persistencia, conservación y mejora de la capacidad productiva del suelo y vuelo. Máximo rendimiento de utilidades a la colectividad en productos, puestos de trabajo, aspectos recreativos y paisajísticos, así como otros beneficios directos e indirectos. Posible expansión del área forestal. 3. Los objetivos económicos atenderán a: Las tendencias consumidoras del mercado y demanda en materia prima del sector industrial. Las necesidades locales en productos del monte. La estabilidad de la mano de obra, especializada para un trabajo permanente en las diversas operaciones forestales. Art. 62. 1. La constancia de la renta, consecuencia de un tratamiento eficiente y ordenado, se considerará como un objetivo a cumplir con rigor decreciente desde el nivel de comarca al de monte y unidades dasocráticas del mismo. 2. Una producción comarcal regularizada será garantía de permanencia de las industrias forestales y de vinculación con el monte de la mano de obra especializada. Sin embargo, cuando se desciende a la organización productiva del cuartel, las crecientes inversiones en maquinaria y material, obligarán a una concentración de las intervenciones selvícolas, sacrificando, si es preciso, la renta anual y constante, siempre que no se lesionen intereses más importantes de la propiedad. B) Prioridad y compatibilidades entre los aprovechamientos y servicios del monte Art. 63. 1. La evolución tecnológica y social impone una planificación flexible de los aprovechamientos para adaptarse a las condiciones fluctuantes de la demanda y a las peculiaridades de cada monte. 2. En gran número de casos, la producción maderable será la preferente, pero, aun así, habrá que distinguir diferentes tipos de aprovechamiento, según las dimensiones tecnológicas óptimas requeridas por las industrias existentes o que puedan establecerse en interés general. 3. En montes de producción procedentes de repoblación artificial, el aprovechamiento de sus recursos debe guiarse por criterios financieros que desarrollen al máximo la capacidad productiva de la estación.
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Art. 64. Los beneficios indirectos que el monte proporciona como un servicio a la colectividad tienden a adquirir una importancia creciente, que hay que prever en relación con la evolución demográfica y las nuevas necesidades creadas a los núcleos urbanos. La integridad del vuelo, a efectos de protección o paisaje, puede ser, en estos casos, condición indispensable a la que debe subordinarse cualquier otro criterio de producción. Art. 65. La preferencia por una determinada utilidad productora, protectora o de recreo, se hará compatible con la percepción de otros beneficios del monte, que tendrán la consideración de complementarios o subordinados. En montes extensos será aconsejable una especialización de destinos por cuarteles o secciones, de acuerdo con las condiciones ecológicas de la estación y los fines de la ordenación. C) Formación definitiva de cuarteles y secciones. Art. 66. La organización de la producción modificará o confirmará el perímetro del cuartel una vez conocidos los resultados del inventario de los cantones que lo componen. Art. 67. 1. La delimitación definitiva del cuartel, como unidad de plan dasocrático, implica la aspiración a una relativa igualdad en las condiciones productivas, económicas y diferenciales del vuelo. Por ello será preciso obtener cuarteles no excesivamente grandes para que sean homogéneos, ni demasiado pequeños para el desarrollo armónico y eficiente de la ordenación. 2. La regularidad de la producción no será consecuencia del cuartel extenso, difícilmente manejable, sino de la adecuada coordinación de las cortas intermedias y finales en el conjunto de cuarteles que integren el monte o grupo de montes. 3. La formación del cuartel por agrupación de cantones requerirá, en general, un estudio más atento en masas regulares, donde hay que equilibrar las distribuciones de clases de edad, que en las masas irregulares en los que éstas no existen. Art. 68. 1. La homogeneidad en las condiciones de estación, de especie y aun de clases de edad pueden imponer el cuartel abierto, compuesto de varias piezas bajo un plan de ordenación común. 2. En ciertos casos, diferencias de especie, crecimientos y edades de madurez en masas regulares procedentes, en general, de repoblación artificial, hacen aconsejable prescindir del cuartel y considerar el monte como una agrupación de rodales. Art. 69. En montes de gran extensión se integrarán los cuarteles en secciones de ordenación que tengan una cierta afinidad respecto al tratamiento, especie o destino de la producción. Asimismo, razones de pertenencia pueden obligar a distinguir secciones a meros efectos de gestión administrativa. Art. 70. A las secciones se les designará con números ordinales correlativos a partir del “1”, y a los cuarteles de cada sección, con letras mayúsculas, comenzando en todas las secciones con la letra “A”. Art. 71. La separación sobre el terreno de las secciones y cuarteles se señalará, generalmente, por calles, cuya anchura precisará el plan de mejoras, según las condiciones de cada caso. Razones de conservación del paisaje pueden aconsejar el empleo de hitos y otros tipos de señales que no modifiquen el aspecto del monte y sean fácilmente identificables.
IGOMA CyL (1999) Determinación de usos Artículo 96. 1. La información aportada por el Inventario se analizará para establecer: Los usos actuales y potenciales del monte o grupo de montes. Las restricciones que los objetivos generales de la ordenación de montes puedan imponer a los mismos. El estudio de las posibles prioridades y compatibilidades entre usos.
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La determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de montes. La zonificación o división del monte en cuarteles de ordenación a partir de los cuarteles
de inventario definidos en el Título I. La agrupación de los cuarteles de ordenación en Secciones, si se juzgase necesario. La confirmación de los rodales especiales, si los hubiese. 2. Los objetivos concretos de la ordenación y, consecuentemente, los usos previsibles que se asignen al monte o grupo de montes podrán coordinarse con las previsibles planificaciones de recursos a escala regional y comarcal. 3. El contenido de este Título II se desarrollará en los siguientes capítulos: A) Usos actuales y potenciales. B) Restricciones a los usos definidos. C) Prioridades y compatibilidades. D) Determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de montes. E) Formación definitiva de cuarteles y secciones. Rodales especiales. A) Usos actuales y potenciales. Artículo 97. 1. El estudio detallado contenido en los estados del Inventario permitirá establecer los usos actuales y potenciales, que podrán ser: Producción (cualitativa de maderas, cuantitativa de maderas, de leñas, corchera, resinera, de frutos, de hongos, ganadera, ...) Protección (de suelos, del régimen hidrológico, de habitats). Uso social (intensivo, extensivo,...). De reserva científica. 2. Los datos de oferta y demanda contenidos en el estado socioeconómico permitirán valoraciones globales de los usos definidos, que facilitarán posteriores comparaciones entre ellos. B) Restricciones a los usos definidos. Artículo 98. 1. En primer lugar procederá examinar, para cada uno de los usos definidos, en qué grado y hasta que intensidad se cumplirá el objetivo de persistencia, estabilidad y mejora de las masas forestales. 2. Del mismo modo se valorará el afianzamiento de la biodiversidad y la contribución que cada uso aporta al desarrollo rural. 3. Podrán estimarse también de forma aproximada los horizontes temporales necesarios para alcanzar rendimientos sostenidos. C) Prioridades y compatibilidades. Artículo 99. 1. Los resultados del estudio que supone el desarrollo de los dos capítulos anteriores se plasmarán, si procediese, en un listado de prioridades de usos, con indicación de las posibles compatibilidades o incompatibilidades entre los mismos, así como su previsible secuencialidad. 2. Este listado, basado en datos objetivos, se revisará de acuerdo con los intereses de la propiedad y de los usuarios. D) Determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupos de montes. Artículo 100. 1. El resultado final de los análisis y estudios precedentes llevará al establecimiento de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de m ontes. Las medidas para alcanzar dichos objetivos serán objeto de la planificación que se contiene en el Título III. 2. En general los objetivos podrán ser de: Protección prevalente. Protección-producción. Producción prevalente. Producción-uso social. Protección-uso social. Uso social prevalente. Reservas. O cualesquiera combinaciones de los anteriores. •
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3. Dentro de los epígrafes de producción, protección y uso social, podrán especificarse los tipos citados en el artículo 97, apartado 1. Dentro del uso social podrá distinguirse entre uso extensivo o intensivo. El uso cinegético podrá participar de los caracteres de producción y social. 4. Los objetivos concretos podrán asignarse al conjunto del monte o grupo de montes, o localizarse por cuarteles de ordenación y, si procediese, por rodales especiales. E) Formación definitiva de cuarteles y secciones. Artículo 101. 1. Los resultados del inventario y la asignación de usos y objetivos confirmarán o modificarán la delimitación de los cuarteles de inventario formándose los cuarteles de ordenación. Análogamente se confirmarán, si procediese, los rodales especiales. 2. Se tratará de obtener cuarteles de ordenación de la mayor homogeneidad posible desde el punto de vista de las características de las masas forestales y de acuerdo con los objetivos concretos y usos definidos. 3. Los cuarteles de ordenación podrán especializarse de acuerdo con los objetivos concretos definidos, como se indicó en el artículo 100 apartado 4. Los rodales especiales serán, por definición, especializados. 4. Al objeto de facilitar la búsqueda de homogeneidad de las masas así como su especialización por objetivos y usos, los cuarteles podrán ser abiertos. 5. En determinados casos podrá prescindirse de la división en cuarteles y considerar el monte como una agrupación de rodales. Artículo 102. En montes de gran extensión podrán agregarse los cuarteles formando secciones de ordenación. Para ello deberá existir afinidad respecto a especies, estructura de las masas u objetivos y usos. La agrupación en secciones será también recomendable en aquellos casos en los que razones productivas o de otra índole aconsejen superficies de gestión de mayor tamaño. Artículo 103. Las secciones se designarán con números ordinales correlativos a partir de 1. Los cuarteles se designarán, como se indicó en el inventario, por letras mayúsculas, comenzando por la A, en todas las secciones. Cuando en el monte exista un solo cuartel se denominará cuartel único.
IGOMCAA (2004)
Análisis de la oferta potencial del monte en recursos, servicios y funciones
Artículo 135. Considerando la serie histórica de aprovechamientos, junto con el estado actual de los recursos medido en el Inventario, se realizara una evaluación de la oferta potencial del monte en recursos cuantificables, incluyendo una valoración económica aproximada. Artículo 136. Para el análisis de la potencialidad del monte en servicios y funciones se partirá, en primer lugar, de la información obtenida en el Balance retrospectivo (articulo 29 y siguientes). Dicha información podrá constituir en sí misma la potencialidad del monte, salvo que el estudio ulterior del mismo realizado en el Capítulo segundo del presente Título permita detectar variaciones importantes de la oferta del monte en este ámbito. En todo caso se procurará cuantificar el valor de dichos servicios y funciones, bien en especie, en unidades monetarias empleando procedimientos de valoración indirectos, o bien en unidades ambientales. Artículo 137. La comparación de los diferentes beneficios que el monte puede potencialmente originar se utilizará para realizar un diagnóstico de preferencia que orientará el modelo de usos a elegir en la Planificación.
Determinación del modelo de usos
Artículo 139. La Determinación del modelo de usos incluirá las siguientes Secciones: - Sección 1.„ Descripción de objetivos generales de la ordenación. - Sección 2.„ Descripción del modelo de usos y formación de cuarteles y secciones de ordenación.
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Sección 1. Descripción de objetivos generales de la ordenación
Artículo 140. Se elegirá y justificará un estado final de los propuestos por el Plan Forestal Andaluz que suponga el mayor grado de cumplimiento de los objetivos generales de política forestal que dicho Plan establece. Todo ello de acuerdo con las características descritas en el Titulo Primero, y para cada una de las unidades de vegetación y/o clases de población faunística definidas en el monte y sus cuarteles (estado inicial). El paso de uno a otro estado se conseguirá en el denominado horizonte temporal de la ordenación.
Sección 2. Descripción del modelo de usos y formación de cuarteles y secciones de ordenación
Artículo 141. 1. La elección y descripción del modelo de usos para el monte consistirá en la definición del listado de los usos elegidos y en el establecimiento de una jerarquía entre los mismos. Se razonará teniendo en cuenta la máxima adecuación de los usos a los objetivos generales de la ordenación. Asimismo, el desarrollo del modelo de usos no podrá comprometer el cumplimiento de los principios básicos de persistencia y estabilidad, y de máximo de utilidades a la colectividad, de los ecosistemas forestales. 2. Los diferentes usos que se asignen al monte entrarán en alguna de las siguientes categorías: - Producción de bienes en especie: madera y leñas, caza, pastos, frutos, cortezas, hongos, aromáticas, etc. - Servicios recreativos, de esparcimiento o usos sociales, incluido el uso científico. - Funciones de protección física del medio natural y humano: protección de suelos, de cauces y de laderas, regulación del régimen hídrico, fijación de dióxido de carbono, protección de infraestructuras y asentamientos, etc. - Funciones de protección biológica: mantenimiento e incremento de la biodiversidad general, protección de habitats de especies en peligro, etc. - Funciones de mantenimiento de ecosistemas. Artículo 142. Para el establecimiento de la jerarquía entre los usos elegidos deberá tenerse en consideración, en primer lugar, la importancia relativa de cada uno, establecida en el Capítulo tercero del Título Primero ( Análisis de la oferta potencial del monte en recursos, servicios y funciones); dicha importancia se corresponde con la intensidad de la gestión y/o regulación de dicho uso. Deberá indicarse asimismo si se prevén cambios en la importancia relativa de los mismos durante la marcha de la ordenación. A continuación se tendrán en cuenta las relaciones y los grados de compatibilidad entre los usos propuestos, estudiando si admiten un desarrollo simultáneo en el tiempo y/o en el espacio o si, por el contrario, deben segregarse por épocas o por zonas del monte. Todo ello preemitirá realizar el análisis final, que deberá identificar los usos que admiten una gestión integrada y los que, por el contrario, deben segregarse. En la medida de lo posible se tenderá a la propuesta de formas de gestión integrada de usos. Estas formas de gestión deberán precisarse con mayor detalle durante la descripción de las diferentes decisiones que se tomen a lo largo de la Planificación. Artículo 143. 1. Cuando el modelo de usos definido implique la existencia de usos incompatibles será necesaria una segregación de las distintas superficies según su vocación, dando lugar a una división del monte o grupo de montes en cuarteles de ordenación, caracterizados por la aplicación, en cada uno de ellos, de un modelo de usos diferente. En este apartado se deberán reseñar aquellos paisajes y enclaves de interés especial descritos en el Inventario del sistema forestal que deban segregarse de las directrices generales de la ordenación del cuartel. Según su tamaño y características, dichas unidades se denominarán cantones o rodales especiales. 2. Se procurará que los cuarteles de inventario coincidan con los de ordenación, que serán los cuarteles definitivos. Si esto no sucede, deberán revisarse los resultados de los Inventarios, pudiéndose dar varias situaciones. Si el cuartel o cuarteles de ordenación se forman como agrupación de cuarteles de inventario, las exigencias del muestreo en cuanto a precisión quedarán sobradamente cumplidas. Si, por el con trario, la formación de cuarteles de ordenación supone la división de la superficie de los cuarteles de inventario será necesario estudiar, con la nueva configuración, los errores de muestreo cometidos. Si éstos no alcanzan los requisitos establecidos, se planteará la necesidad de realizar un muestreo adicional hasta la precisión exigida en el conocimiento del recurso en cuestión.
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Artículo 144. Una vez realizada la zonificación definitiva del monte o grupo de montes en cuarteles de ordenación y cantones o rodales especiales, se procederá a la definición del modelo de usos para cada una de las unidades formadas. Artículo 145. Los cuarteles de ordenación definitivos p odrán agruparse en secciones de ordenación, que se formarán cuando razones productivas, de economía de escala, aconsejen superficies de gestión de mayor tamaño; asimismo cuando razones administrativas o de pertenencia permitan su agrupación, por ejemplo, bajo un mismo propietario o jurisdicción. Artículo 146. Las secciones se designarán con números ordinales correlativos a partir de la 1. Los cuarteles tal y como se determinó en el artículo 47, por letras mayúsculas comenzando por la A, dentro de cada sección. Artículo 147. Se elaborará un plano de cuarteles y secciones, que deberá incluir también los cantones o rodales especiales. Este plano se completará posteriormente con la división dasocrática realizada en el Plan General, y así constituido se denominará definitivamente Plano de ordenación. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DE APARTADOS I A V (No citadas en la Bibliografía recomendada) (1) B AKER (1950) . En Daniel, P.W., Helms, U.E. y Baker, F.S. 1979. “Principios de Selvicultura”. Ed. McGrawHill. Segunda Edición (Primera en español) (2) CRÓNICA. (1868). Revista Forestal Económica y Agrícola. TOMO I pp: 490-492. (3) FAO (1994). “El desafío de la ordenación forestal sostenible. Perspectivas de la silvicultura mundial”. Roma. (4) G ARCÍA ESCUDERO, P. (1956). En: Gómez Mendoza, J. 2002 “Paisajes Forestales e Ingeniería de Montes”. En Zoido, F. et al (coord.). “Paisaje y Ordenación del Territorio”. Sevilla. Junta de Andalucía y Fundación Duques de Soria, pp: 237-254 (5) GIL, L. (2006). “Fuegos antrópicos y la extinción local de los bosques de Pinus y Quercus en España”. 20-21 de Marzo de 2006. “Los Incendios Forestales en el Mediterráneo: Nuevas aproximaciones para una problemática antigua”. Casa De Velázquez -ENS Lyon: Madrid. (6) INSTRUCCIONES PARA EL SERVICIO DE LAS ORDENACIONES DE MONTES PÚBLICOS (1890). 115 ARTÍCULOS. DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO . MINISTERIO DE FOMENTO. M ADRID. (7) INSTRUCCIONES PARA LA ORDENACIÓN Y ORGANIZACIÓN ECONÓMICAS DE LA PRODUCCIÓN FORESTAL . (1930). 243 ARTÍCULOS. DIRECCIÓN DE MONTES, C AZA Y PESCA. MINISTERIO DE FOMENTO . M ADRID. (8) M ARTÍNEZ DE PISÓN Y NEBOT , M. (1948) “Defensa del método denominado Ordenar Transformando”. Centenario de la Fundación de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes. Madrid. 108 pp. (9) OLAZÁBAL, L. (1883). “Ordenación y Valoración de Montes”. Madrid, Imprenta de Moreno y Rojas. Madrid. 517 pp.
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VI.- BA SES PARA L A ORDENACION DE MONTES 1.- E L PRINCIPIO DE LA PER SISTENCIA El principio de la persistencia se logra con la sustitución de la masa madura aprovechada por una masa nueva o regenerado. En la ordenación de montes se pretende que esta “renovación” se logre de forma natural mediante la adecuada aplicación de las cortas de regeneración. En última instancia, si no se logra de forma natural suele recurrirse a la regeneración artificial. Desde el punto de vista dasocrático la denominación de los diferentes tipos de corta de acuerdo con su previsión, naturaleza o tipo de productos proporcionados es la siguiente:
Los tratamientos selvícolas Carácter de las cortas en los planes de ordenación: 1. Ordinarias (previstas): →De estudio (se correspondían con las cortas de árboles tipo para la investigación de los valores modulares) →De replanteo (eliminación de la masa arbolada para la señaliación de los límites de las unidades dasocráticas) →De organización (regeneración + mejora) Cortas de regeneración FORMA PRINCIPAL DE MASA Cortas de mejora: clareos, claras, (cortas por entresaca o de policía) •
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2. Extraordinarias (no previstas). Recogidas en los planes anuales y resumidas en las revisiones de la ordenación. Dependiendo de la zona del monte en dónde se produzcan, deberán o no descontarse de la posibilidad del año (ver Apartado posibilidad). De acuerdo con los objetivos de la ordenación (producción de madera de unas determinadas dimensiones) y el tipo de producto inventariable y/o con valor de mercado que generan, también se pueden clasificar en: 1. Productos principales: Cortas de regeneración, cortas por entresaca de masa extramadura 2. Productos intermedios: Claras (y clareos si tuvieran valor de mercado).
La forma principal de masa La forma en que se aplican las cortas de regeneración en el cuartel de ordenación son las que determinan las formas principales de masa (decisión adoptada dentro del Plan General de las IOMA de 1970). En la ordenación de un monte se deben conocer la forma principal de masa existente (reflejada en el inventario) y, de acuerdo con los objetivos de la misma, la forma principal de masa deseada. En algunas ocasiones podrán coincidir pero en otras no.
Conceptos: Masa regular : “Una masa es regular cuando su vuelo se halle distribuido por edades en superficies
distintas, de tal manera que en cada una de ellas al menos el 90% de sus pies pertenezcan a la misma clase de edad” (art. 74 IOMA, 1970) “La formada por árboles de una misma clase de edad. Masa en la que la diferencia de edad de sus pies es
pequeña, del orden de 10 a 20 años como máximo. En el caso de turnos largos puede llegar a alcanzar excepcionalmente el 25% del turno”. (Diccionario Forestal, 2005) “Cuando la edad del arbolado en la unidad descrita no excede a ¼ de la edad de madurez” (PHILIP, 1994) “La amplitud de las edades es del orden de la duraci ón de una regeneración natural” o “La amplitud de las edades no excede, como máximo, a la mitad de la edad de madurez de la especie principal” (DUBOURDIE,
1989)
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Masa semirregular : “Una masa es semirregular cuando su vuelo se halle distribuido por edades en
superficies distintas, de tal manera que, en cada una de ellas, al menos el 90% de sus pies sólo pertenezca a dos clases de edad cíclicamente continuas”. (art. 74, IOMA, 1970)
“Masa constituida por pies de edades que se diferencian en más de 1/10 del t urno y en menos de 1/3 del mismo”. (Diccionario Forestal, 2005)
Clase artificial de edad : “Las clases artificiales de edad han de comprender un número de años igual o inferior al menor número entre los siguientes: 20 años o la cuarta parte del turno” (IOMA, 1970) “Intervalos constantes en que se dividen las edades de los árboles de una masa, normalmente inferior a 20 años o la cuarta parte del turno y superior a 10 años en España, para agruparlos en conjuntos homogéneos”
(Diccionario Forestal, 2005) Masa irregular : “Una masa es irregular cuando no cumple las condiciones fijadas para las masas regulares o semirregulares” (IOMA, 1970) “La que presenta árboles con mezcla de diferentes clases de edad”. (Diccionario Forestal, 2005)
CUESTIÓN NO SIEMPRE PRECISADA NI CLARA9: ¿Cuál es el tamaño mínimo en superficie de la unidad de referencia para considerar que una masa es regular o irregular, que se practica una corta a hecho o una entresaca por “bosquetes”?
Tipos de distribución diamétrica ( edad ≈ diámetro) 1. Unimodales. La distribución normal. Medidas de tendencia central, m. de dispersión, m. de asimetría y curtosis. Evolución en el tiempo 2. Decrecientes: 3. Multimodales (bimodales) Se analizan a escala cantón o rodal.
Funciones teóricas de densidad/distribución (Permiten modelizar las distribuciones diamétricas y por tanto, conocer la distribución diamétrica esperada. Muy útiles para incorporar a los modelos de producción en los que interesa la clasificación y/o tamaño de los productos) •
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Función de densidad “A” de Charlier (unimodales o bimodales)
Función de densidad SB de Jonson (unimodales) Función de Meyer (decrecientes) Función de densidad de Weibull (unimodales y decrecientes) Ecuación de crecimiento de Pearl-Reed (unimodales, bimodales y/o decrecientes) La función de densidad Gamma (unimodales con asimetría positiva y decrecientes) La función de densidad Beta (unimodales y decrecientes)
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Sirva como ejemplo el caso alemán; las cortas a hecho se han definido y restringido por ley, de tal forma que se requiere un permiso especial de la autoridad federal si se quieren sobrepasar unas determinadas dimensiones, dimensiones que varían de un estado a otro. Así en Nordrhein-Westfalen la corta a hecho está limitada a 3 hectáreas mientras que en Baden-Württemberg se requiere permiso especial para cortas a hecho superiores a 1 ha. En comparación con otros países, Alemania establece estándares bastante restrictivos. (Häusler, A. y Scherer-Lorenzen. 2001. “Sustainable Forest Management in Germany: The Ecosystem Approach of the Biodiversity Convention Reconsidered”. Results of the R+D -Project 800 83 001. Federal Agency for Nature Conservation). De acuerdo con las IOM de la Comunidad de Madrid, pendientes de aprobación, será “corta a hecho” toda corta que sobrepase las 2 ha. En el Estado de Oregón (USA) la máxima corta a hecho continua está limitada por ley a 49 ha. (120 acres) (Bettinger et al, 2009)
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Hasta la fecha ha sido habitual ordenar los montes para conseguir la estructura global de la masa (regular, semirregular, irregular) a escala cuartel, siendo éstos frecuentemente unidades “cerradas y continuas” en el territorio. Referida la forma principal de masa a esta unidad, toda distribución diamétrica a escala cuartel 10, cuando están representadas todas las edades de la masa, debería adoptar la forma de una curva decreciente.
Figura: Distribución diamétrica de un rodal de acuerdo con su forma principal de masa. Fuente: Daniels, P.W., U.E. Helms, y F.S. Baker. 1979. Principios de Silvicultura. Ed. MacGrawHill 10
En la actualidad, en que se tiende a prescindir del cuartel como unidad dasocrática, el equilibrio de edades y, por tanto, la distribución diamétrica decreciente deberá buscarse a escala monte.
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IOMA (1970), Art. 75. La elección del tratamiento se basará en los siguientes hechos: La composición de la masa arbórea y el temperamento de la especie principal. La facilidad de ésta para su regeneración natural y la posibilidad de empleo de
la regeneración artificial. La conservación del suelo y la posibilidad de daños catastróficos por plagas, enfermedades o agentes meteorológicos. La duración y costo probable de los cuidados culturales que hubieran de aplicarse al vuelo arbóreo, según la forma principal de masa que se adoptara, así como las disponibilidades de personal técnico y de mano de obra. La situación del monte con respecto a los posibles mercados, así como la clase y cantidad de los productos a obtener. IGOMACyL (1999) Art. 119.1. La elección del tratamiento de cortas de regeneración tendrá en cuenta, junto con los objetivos concretos de la ordenación, los caracteres culturales de las especies principales, y en especial su temperamento y la frecuencia y abundancia de las cosechas de semilla, o su facilidad de rebrote de cepa o raíz. 2. En segundo lugar, se tendrán en cuenta las siguientes características de las masas: Composición específica actual y previsible. Forma principal de masa que pretende conseguirse. Estado de la vegetación acompañante no arbórea, y dinámica de la misma, en vista de la competencia que pueda ejercer sobre las nuevas masas surgidas como consecuencia de las cortas. Necesidad de acudir a la regeneración artificial, total o parcial; costes derivados de esta operación. Riesgos de plagas, enfermedades y daños abióticos. 3. Por último, se examinarán los siguientes factores: Los condicionantes climáticos y sobre todo microclimáticos (riesgos de sequías prolongadas y de heladas tardías o tempranas). Las características del suelo y del relieve, sobre todo si existe riesgo de erosión. La economía de las operaciones de aprovechamiento de los productos previsibles, y de las de eliminación de residuos. Las limitaciones paisajísticas y las que se derivan de la conservación de hábitats de fauna y flora en peligro de extinción y restantes especies protegidas. IGOMCAA (2004) Art. 165. La elección de una u otra forma principal para la masa final se hará teniendo en cuenta tanto la dinámica propia de las especies principales como la adecuación de cada forma principal a la consecución de los objetivos concretos de la ordenación.
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2.- E L
PRINCIPIO DEL MÁXIMO RENDIMIENTO
De los tres principios de la ordenación clásica se suele considerar que el tercero, el máximo rendimiento, se resuelve mediante la determinación del momento o edad óptima de la corta, del árbol o de la masa que puebla un determinado rodal o cantón. Desde el siglo XIX ha sido un tema ampliamente debatido por los forestales europeos y en la actualidad continúa generando cierta polémica. Habitualmente se conoce este proceso como la determinación del turno óptimo si bien lo que realmente se investiga y concreta es la edad de madurez. Ambos conceptos están íntimamente relacionados pero son sensiblem ente diferentes: Edad de madurez: Número de años para que el árbol o la masa alcancen sus dimensiones de
cortabilidad de acuerdo con la utilidad máxima que se estime Criterios de cortabilidad Turno: Número medio de años para la renovación del vuelo en una superficie objeto de un método de
ordenación. El turno se deduce de la edad de madurez y sólo se asocia a la gestión de masas regulares11 en sentido estricto, por ser las únicas en donde se precisa la localización concreta, para un plazo de tiempo determinado, de las cortas de regeneración. Existían dos “tipos” de turno:
a) Turno transitorio: Número de años preciso para renovar un vuelo logrando a la vez la estructura del mismo fijada en la ordenación. En este plazo se sustituye la masa actual, con una estructura diferente a la elegida, por otra que tenga la estructura prevista. Corresponde a la etapa organizativa de la masa b) Turno definitivo: Periodo de años para, en una masa cuya estructura esté ya lograda de acuerdo con la organización establecida, renovar dicha masa. Es este caso se mantiene la misma estructura (salvo que en algún momento, por criterios de cualquier índole, se haya decidido modificarla, en cuyo caso se volvería a iniciar un nuevo turno transitorio) En la actualidad, con las nuevas formas de ordenar los montes y dados los sucesivos cambios en las demandas, y pese a que se sigue utilizando la expresión, el concepto de turno carece de sentido desde el momento en que es improbable llegar a conocer, ni a prever, en qué momento se habrá recorrido con cortas de regeneración todo el cuartel. Máxime además cuando también se prescinde del concepto de cuartel. 12
Edad de supervivencia : En determinadas ocasiones, cuando existe un desigual desarrollo de una
masa forestal (fuerte desequilibrio de clases de edad), en particular exceso de masa extramadura, interesa saber, no tanto cuántos años tiene la masa que puebla un determinado cantón o rodal, sino cuantos años puede sobrevivir en buenas condiciones de desarrollo y sanitarias (cuánto tiempo puede esperar para ser cortada) asegurando además su autorregeneración. Asociado al concepto de edad de madurez está el de sacrificio de cortabilidad: Sacrificio de cortabilidad: pérdida de producción en especie como consecuencia del adelanto o
retraso de la corta final de árboles con respecto a la edad óptima de corta (edad de madurez). En desuso en la actualidad puesto que, con criterios ecológicos y ambientales, es frecuente que se dejen en el monte una serie de árboles en pié más allá de la edad de madurez.
La determinación del momento óptimo de corta es un problema exclusivo de la ordenación y pertenece, dentro de las decisiones que se adoptan en la planificación, a una de las disposiciones dasocráticas del Plan General. Y, por supuesto, es revisable con el tiempo.
11
Las masas regulares son las únicas en las que se podría llegar a conocer el tiempo que se tardará en renovar la masa de una determinada superficie. El Turno ha sido un concepto (una decisión de la planificación) aplicado al cuartel de ordenación. Hoy en día carece de sentido aplicarlo con la rigidez de antaño y se podría aplicar, en su caso, a escala rodal, pero sin tener nunca la certeza –nunca se tuvo realmente – de cuándo se volverá a cortar con cortas de regeneración (las asociadas, por supuesto, a masas regulares o coetáneas) ese mismo rodal. 12
Montero, E. 2007. “ Aplicación de la ordenación por rodales en Navarra. Experiencias y Valoraciones”. Ponencia presentada a la Reunión del Grupo de Trabajo de Ordenación de Montes celebrada en Solsona (Lérida) del 28 al 30 de noviembre de 2007.
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El problema de la determinación de la edad óptima de corta depende de multitud de factores pero, en especial, de los objetivos y funciones prioritarias asignadas a la masa forestal que se está ordenado, y en consecuencia, de quién ostenta la propiedad de la monte. También se deberán tener en consideración aspectos de tipo legal tales como la inclusión del monte en un espacio natural protegido o el tipo de productos más demandamos en el mercado. La idea es sencilla, si el árbol/rodal cumple de la forma más satisfactoria y eficiente las funciones que le han sido asignadas a una determinada edad, una vez alcanzada ésta el árbol/rodal se corta y se sustituye por un regenerado, iniciándose nuevamente el ciclo. Dependiendo de los objetivos y funciones prioritarios, el problema se aborda desde diferentes perspectivas o criterios: CRITERIOS BIOLÓGICOS: En propiedad no definen una edad de madurez (y, por supuesto, en absoluto un turno) sino que establecen “una forma” de trabajar o de aplicar la selvicultura. Por tanto, y aunque resulte una paradoja, sensu stricto, de su aplicación no resulta una masa forestal “ordenada” (y, por supuesto, carecerían de un modelo teórico de referencia o monte normal) puesto que es difícil planificar (prever) “dónde” y “cuando” se va a actuar . Son criterios que consideran que el árbol (o bosquete, o la masa) “produce” beneficios (suelen hacer referencia a las externalidades positivas) durante la mayor parte de su vida, a veces con independencia de las dimensiones, edad o estado del arbolado. Se admiten dos enfoques (que a su vez, no siempre se denominan de la forma que aquí se propone): CRITERIO FÍSICO : Establece que el árbol genera beneficios por el simple hecho de existir, luego la edad óptima de corta coincidiría con la propia longevidad de la especie, o del individuo. Carece de sentido por tanto que se hable de un turno físico de 200 años para el haya o de 150 para el pino silvestre. Solo tendría sentido especificar que en una determinada zona, o a un determinado conjunto de árboles, se quiere aplicar, para la determinación del momento óptimo de corta, el criterio físico, lo que implicaría que los árboles se extraerían sólo cuando dejaran de producir los beneficios que se le atribuyen; es decir, cuando mueran, y sólo antes si sus condiciones sanitarias ponen en peligro la persistencia del resto de la masa forestal.
HONGOS CRECIENDO SOBRE UNA RAMA INSERCIÓN DE UNA RAMA PRINCIPAL RECIENTEMENTE TRONCHADA RAMA GRANDE MUERTA PEQUEÑA CAVIDAD EN LA INSERCIÓN DE UNA RAMA PRINCIPAL RAMIFICAC IÓN DEBILITADA CON PÉRDIDA DE CORTEZA GRAN CAVIDAD EN LA INSERCIÓN DE UNA RAMA PRINCIPAL
MADERA RAJADA RAMA PRINCIPAL A PUNTO DE ROMPERSE
HERIDA HEC HA POR UN RAYO AGUJERO DE PÁJARO CARPINTERO
HUECO DE PUDRICIÓN RELLENO DE AGUA RAMA ROTA SUSPENDIDA CORTEZA ATACADA POR HONGOS EXUDADOS DE SAVIA VIEJA HERIDA HASTA LA MADERA CON PERDIDA DE CORTEZA CUERPOS FRUCTÍFEROS DE HONGOS EN GRUPOS HONGOS CRECIENDO SOBRE LAS RAÍCES
RAMAS SOBRE EL SUELO RAMA CAÍDA RAÍZ DAÑADA POR EL GANADO CAVIDAD EN LA BASE
HUECO DE PUDRICIÓN EN EL TRONCO
Un árbol viejo “ideal” para la vida silvestre (Read, H.J., 2000. Veteran trees: a guide to good
management . English Nature, London, 167 pp.)
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En la actualidad, cuando numerosos montes han sido propuestos o ya están incluidos en la Red europea Natura 2000 (Lugares de Interés Comunitario, LIC, ó Zonas de Especial Conservación, ZEC, y Zonas de Especial Protección para las Aves, ZEPA), la ordenación debe incorporar criterios de gestión dirigidos a la protección y conservación de los habitats y de las especies –animales y vegetales – que los habitan. En definitiva, se deben incorporar criterios que favorezcan la biodiversidad –específica, estructural, genética…..–. Por ello cada vez es más frecuente favorecer la presencia de pies de reserva en cortas de regeneración, árboles singulares por su porte o tamaño o, incluso árboles muertos en pié. Se podría decir en puridad por tanto, que la aplicación del criterio físico podría llevar a que determinados árboles no se extrajeran nunca del monte. Es un criterio que se aplicaría árbol a árbol o un pequeño grupo de árboles, pero rara vez todo un monte se ordena fijando un criterio físico pues, en el límite, de su aplicación podría resultar que la decisión final fuera la no actuación. En el hipotético caso de que las Reservas Integrales se gestionaran con criterios de ordenación de montes, el criterio físico sería, con toda probabilidad, el criterio a aplicar a la masa forestal. Dado que no se ordenan, no acabe hablar de un turno para ellas. CRITERIO SELVÍCOLA : Define como edad óptima de corta la edad a la cual se obtiene la máxima producción de semilla viable para facilitar la regeneración natural. Esta edad es bastante anterior a la máxima edad del árbol (longevidad) y podría incluso ser anterior también a la de la culminación del crecimiento en volumen (Criterio de máxima renta en especie), Además, esta edad varía con las condiciones de la estación (topográficas y climáticas) y los tratamientos aplicados a la masa. (Williams, 1990) 13. Sin embargo, es más usual considerar que el criterio s elvícola es aquel que, bajo una perspectiva análoga a la del criterio físico, considera que árbol cumple su función por el hecho de existir, pero no posponiendo su corta más allá de una edad en la que no sea capaz de producir semilla viable que asegure su regeneración natural. Es decir, una edad conocida como edad de supervivencia (Ver apartado Unidades de tiempo) Este criterio tendría sentido aplicarlo a espacios protegidos en los que las funciones asociadas a la masa están vinculadas a aspectos ecológicos, paisajísticos o recreativos y cuando la dinámica de la masa no asegure su regeneración de forma natural. Tiene más sentido de ser aplicado a superficies de una cierta extensión ya que si se aplicara a árboles o a un conjunto de árboles, sería la masa circundante que queda en pié – a ser cortada con criterios diferentes a los biológicos – la que podría asegurar la regeneración del lugar que ellos ocupan cuando mueren. Cabría también la posibilidad de aplicarlo cuando es la producción de semilla, en definitiva, el fruto, la que se quiere maximizar. CRITERIOS TÉCNICO FORESTALES: Son criterios que pretenden maximizar la producción en especie, muy en particular, la producción de madera, aunque admitirían ser aplicados a otro tipo de producciones del árbol (resina, corcho, fruto), si bien en estos casos no es infrecuente que su aplicación lleve a una cierta indeterminación en el turno. En general suelen aplicarse para la ordenación de masas regulares. Se admite que, dentro de este grupo y según el enfoque, estarían dos tipos de criterios técnicos: CRITERIO TECNOLÓGICO: investiga la edad a la cual se consiguen pies de un tamaño tal que optimice la producción de madera de unas determinadas dimensiones en función de su destino final (que, a su vez, puede depender de las demandas del mercado en cada momento, lo que requeriría disponer de información sobre los precios pagados según dimensiones y según la coyuntura económica del momento). Habría que investigar para cada edad o clase de edad de los árboles, qué porcentaje ( K i ) de cada tamaño o dimensión se obtiene:
V j ( K j1 K j 2 ... K jn ) *V j
n
donde
K
ji
1 y j 1 a T años
i 1
13
Williams, M.R.W. 1 990. “La presa de decisions en la gestió forestal”. Diputació de Barcelona. Servei de Parcs Naturals.140 pp.
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Se investigaría la edad a la cual se maximiza un determinado K i de acuerdo con el destino prioritario de la madera (madera para pasta, para sierra, para desenrollo, biomasa residual …). Dada la correlación entre edad y diámetro14 (dimensiones), no es infrecuente investigar los diámetros medios que se obtienen para las edades deseadas, diámetros condicionados a su vez por las demandas del mercado. Esta correlación permite que sea un criterio relativamente fácil de aplicar en la ordenación de masas irregulares en las que no se dispone de la información de la edad de la masa en una determinada superficie, pero sí se fija el diámetro máximo que se espera en la distribución diamétrica (y el número de pies en esta clase diamétrica que condiciona, cuando se asumen las hipótesis del criterio bilógico de Liocourt, la densidad y espesura de la masa). También es frecuente aludir a criterios tecnológicos cuando se fijan momentos o dimensiones de corta buscando una determinada calidad en los productos. Sin embargo, la inestabilidad de los mercados de la madera y la incertidumbre en cuanto a las necesidades o demandas futuras llevan a que este criterio se aplique con bastante frecuencia pero sin excesivo rigor. CRITERIO DE MÁXIMA RENTA EN ESPECIE : Aplicado literalmente, buscaría la edad a la cual se maximiza la producción en volumen de madera (cuando ésta es la producción preferente), luego prácticamente coincidiría con la propia longevidad del árbol o de la masa (antes de que entrara en procesos de decrepitud y de pérdida de biomasa) puesto que, siempre y cuando no se sobrepase la edad en la que se inician tales procesos, cuanto más tiempo se mantenga el árbol en pie, más producción se logra (Williams, 1990). Esta edad seria aquella a la cual se estabiliza la producción, es decir, cuando se alcanza la asíntota de la función de producción, lo que llevaría a una cierta imprecisión. No obstante, el problema no se aborda desde esta perspectiva desde el momento en que no se puede, e n rigor, comparar la producción con inde pendencia del plazo de tiempo en que ésta se percibe. Es decir, ante el problema de qué es mejor, si conseguir V T m3 (volumen referido a la unidad de superficie cuando se aplica a rodales regulares o a un individuo, si se aplica árbol a árbol) a la edad de T años o V T’ ’ con T’ años, lo lógico es referirlo a un mismo plazo de tiempo. Para ello se presupone que el primer modelo se repite T’ veces, mientras que el segundo se repite T veces:
Opción a 0 V T V T ..... V T
T ' veces
es decir P roducción Total V (m 3 ) * T ' (T ' turnos de T años )
Opción b 0 V T ' V T ' ..... V T '
T veces
es decir P roducción Total V T ' (m 3 ) * T (T turnos de T ' años)
Se trata ahora de comparar, para un mismo horizonte temporal de Tx T’ años, cual de los dos modelos proporciona la máxima producción:
V T T ' ó ó V T ' T
V T T
óó
V T ' T '
En definitiva, el problema se reduce a investigar en qué momento de la vida de la masa se produce el máximo del crecimiento medio. La evolución del crecimiento medio, y su relación con el crecimiento corriente, está ampliamente estudiado en la epidometría de las especies forestales españolas más importantes.
14
Correlación que suele ser significativa –aunque no siempre – en masas regulares y mucho menos en las irregulares.
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Para conocer los factores que influyen en la determinación del turno de máxima renta en especie es conveniente repasar algunos conceptos relacionados con los modelos de producción (modelos que predicen la producción en volumen/peso de madera en masas regulares a lo largo del tiempo). La mayoría de los estudios de producción, y más concretamente las tablas de producción clásicas, se asientan en dos leyes de producción forestal conocidas como la Ley de Clasificación o ley experimental de Assmann y la ley de Eichhorn. La primera establece la siguiente relación: H (Ho) = f 1 (Edad). La segunda afirma que la producción total alcanzada por una masa regular normalmente densa, es función de la altura media (o dominante), independientemente de la fertilidad de la estación y del tiempo empleado en alcanzar ó Ho), o lo que es lo mismo, que a una determinada altura le dicha altura, es decir que Vtot = f 2 ( H corresponde siempre una misma producción total. La combinación de ambas funciones quedaría recogida en la siguiente expresión: Vtot = f 3 (Edad) Tradicionalmente se acepta que esta ley se cumple de forma más o menos precisa cuando se aplica a una determinada región forestal; sin embargo son numerosos los trabajos que han observado que la citada ley no se cumple con una precisión lo suficientemente elevada en muchos casos. Concretamente, SCHÜTZ et al (1979) recogen que la ley de Eichhorn es válida para la estimación de unos valores medios de producción, pero ha de ser completada cuando se busca una alta precisión y/o cuando la ocupación del sitio por la masa forestal muestra una amplitud de rango elevada. En trabajos posteriores, el mismo autor (SCHÜTZ, 1990) precisa que la producción total en volumen para una misma estación está influida de manera significativa por el tratamiento (densidad en este caso) y que existe un óptimo de producción que varía con la edad. Aún más, “ que la fertilidad expresada por la altura alcanzada a una edad dada no se relaciona más que débilmente con la productividad de las distintas estaciones”. En síntesis, dado que puede existir una gran variación de la producción en una región forestal para una misma altura dominante o, lo que es lo mismo, que la capacidad productiva de una estación referida a una especie varía según la densidad de población base, será necesario también tener en cuenta estos aspectos a la hora de investigar la edad a la que se produce el máximo del crecimiento medio. Por ello, una vez se dispone de la expresión que relaciona la producción con la edad (habitualmente se dispondrán de tantas relaciones como calidades de estación y densidades se presenten en la comarca en cuestión), bastaría con derivarla con respecto al tiempo para determinar la edad a la que se alcanza el máximo valor que, a su vez, es fácil demostrar que es aquel en el que coincide con el crecimiento corriente:
V f (t )
IV
V f (t ) t t
dIV f ' (t ) t f (t ) f (t ) 0 ' ( ) f t dt t t 2 El problema admite diversos enfoques dependiendo de las circunstancias que concurren en la ordenación del monte: Producción a maximizar: Producción final o producción total (la masa final ó ésta más la masa extraída en concepto de claras). Las tablas de producción clásicas suelen proporcionar la evolución del crecimiento de la masa total.
Calidad de estación: la calidad de estación influye en la evolución del crecimiento de la masa y, por tanto, en la edad a la que se alcanza el crecimiento medio máximo. Si en un mismo monte existen diferentes calidades de estación, con producciones significativamente diferentes, será necesario investigar para cada una la edad a la que culmina el crecimiento medio.
Las especies forestales presentes en la masa: En masas mixtas con más de una especie principal (y todas ellas con fines productivos), cada una alcanzará el máximo a una edad diferente.
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La selvicultura aplicada (o las diferentes densidades): Dado que la producción total de la masa puede variar de forma significativa dependiendo de la densidad de la masa, también lo hará en función del tipo de selvicultura que se aplique. En general es difícil tener en consideración este aspecto desde el momento que es improbable conocer la selvicultura que se aplicará a una masa forestal, muy en especial cuando se trata de masas naturales y turnos largos.
Un aspecto importante a tener en cuenta cuando se aplica este criterio y que, además, simplifica la determinación del turno de máxima renta en especie en masas mixtas, con diferentes calidades de estación o con previsión de diferente selvicultura a aplicar, es el que las curvas de crecimiento medio suelen adoptar una forma bastante aplanada en el entorno del máximo por lo que más que de una edad de madurez, es más apropiado hablar de un periodo favorable para la edad de corta con vistas a maximizar la producción por lo que no es infrecuente aplicar un turno “medio” cuando existen tales diferencias . Una curiosidad : En los inicios de la historia dasocrática en España, dada la dificultad de disponer de modelos de producción o de curvas de evolución del crecimiento, no era infrecuente que la determinación de este máximo se estudiara con motivo del apeo de los árboles tipo, investigando en qué momento el crecimiento relativo de los árboles (uno de los valores modulares) se igualaba a la inversa de la edad, puesto que ese momento coincidiría con el máximo crecimiento medio. Se presenta el razonamiento:
f (t max)
p(%) 100
f ' (t max ) t max 100 IV f ' (t ) pa ra t t maz 100 p(%) 100 100 V f (t ) f (t max) f (t max ) t max
Hoy en día, dada la disponibilidad de modelos de crecimiento y producción para las especies forestales españolas más importantes (a excepción de la encina, pese a ser la más representada), es relativamente sencillo aplicar este criterio en la ordenación de masas regulares. Una de sus ventajas, o inconveniente según el enfoque que se le quiera dar, es que, al no tener en consideración ningún tipo de parámetro económico (tipos de demanda, precios de la madera, costes de explotación, etc.), su valor es relativamente constante con independencia de las condiciones de mercado de cada momento. Ha sido el criterio que más se ha utilizado en la determinación de los turnos de corta en la ordenación de montes en España, que además, han sido en su mayoría montes públicos. Cuando se ha pretendido aplicar el criterio de máxima renta en especie a otras producciones diferentes a las de la madera, en particular a la producción de resina o a la de corcho, la investigación del momento en que se produce la máxima producción media lleva a una cierta indeterminación por existir un plazo en la vida del árbol en que no se obtiene producto: Habitualmente se recomienda empezar la resinación cuando el árbol alcanza los 20-30 cm. de diámetro normal. Hasta entonces, no existe producción de miera. En la producción de corcho, el primer descorche o desbornizamiento se efectúa cuando el árbol ha alcanzado los 20-25 cm. de diámetro normal sobre bornizo (unos 60 cm. de circunferencia), dimensiones que se alcanzan a edades muy variables. Lo que es común a ambos tipos de producción es el hecho de que exista un plazo de tiempo de d años en los que no se percibe “renta en especie”, por tanto, y por analogía con la producción de madera, es difícil, cuando no imposible, que las curvas de producción media y producción corriente lleguen en algún m omento a encontrarse. En el caso de la producción de miera, en un momento cualquiera de la vida de un árbol (o de un rodal) de t años, suma de los d años que tardó en alcanzar las dimensiones mínimas para empezar a producir y los h años que lleva produciendo, se tendría que: P . media
p h d h
P . corriente
p h h
donde p producción anual de miera const .
Es decir, como en este caso siempre P media < P corriente, en ningún momento la producción media alcanzará los valores de la producción corriente, lo que vendría a proponer que se siguiera resinando el árbol de forma indefinida. Es por ello que para la resina se solía fijar el turno de acuerdo con el número de caras de
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resinación (desde 5 hasta 12), el número de entalladuras por cara (normalmente 5) y el número de años en alcanzar las dimensiones mínimas para que el árbol fuera resinado (unos 20-30 cm de diámetro normal). Existía una limitación de tipo práctico impuesta por la imposibilidad de exceder a un número determinado de caras, límite que se alcanzaba bastante antes de alcanzar el momento en que declinaba la producción de resina (Lleó, 1920) 15. Así por ejemplo, si el árbol en la zona considerada necesitaba N años para alcanzar los 30 cm de diámetro normal y se quería/podía abrir X caras de resinación y cada una de ellas con K entalladuras, el turno estimado sería de: T = N+X*K años En donde X*K resulta ser la duración de la resinación, plazo en el que quedaría incluido el periodo de regeneración (durante el cual se practicaría la ”resinación a muerte”). De acuerdo con esta expresión los turnos más frecuentes en España aplicados al pino resinero para la producción de resina han sido (Serrano Orodea, en Madrigal, 1994): Turno= 80 Turno= 100 Turno= 120
N=40 N=40 N=48
X*K= 40 X*K= 60 X*K= 72
En definitiva, se estarían combinando ambos criterios técnico forestales para la determinación del turno que optimiza la producción de resina. Cuando se plantea el criterio de máxima renta en especie a la producción corchera es sensiblemente diferente por el hecho de que la producción de corcho no es, como en la resina, constante en el tiempo. Asimilando la producción corchera de cada turno de descorche con el crecimiento corriente, y el crecimiento medio con la producción de corcho media a lo largo de la vida del rodal, el valor máximo de esta producción se alcanza a edades muy avanzadas, probablemente posteriores al inicio de la decrepitud biológica del rodal/árbol. Además, la función de la producción corriente es constantemente creciente y, aún cuando no está estudiado, se estima que no alcanza su máximo antes de la decrepitud física del rodal. Es por ello que ambas funciones carecen de punto de intersección o si existe, está aún indeterminado (Montero, en Madrigal, 1994). Es frecuente por ello que en alcornocales ordenados se alargue la edad de corta del arbolado lo más posible, siendo la única limitación la decrepitud de los individuos de la masa (criterios biológicos) o la calidad del corcho (criterios tecnológicos). Como la propiedad suele ser reacia a cortar el árbol mientras produzca corcho, la práctica habitual es “entresacar” sólo aquellos alcornoques que lo han dejado de producir o en los cuales es difícil su
extracción. De acuerdo con estas consideraciones se deduce que la ordenación de los alcornocales suele generar formas de masa irregular. CRITERIOS DINERARIOS: Son criterios que pretenden maximizar la producción en dinero de la inversión forestal. Al utilizar como unidad que cuantifica la producción el euro (u otra moneda) tienen la ventaja de permitir abordar la optimización de funciones de producción múltiples: madera, miera, corcho, pastos, caza, recreo…,
siempre y cuando se sea capaz de valorarlas. En este caso, sería necesario también desarrollar modelos matemáticos que expresen la evolución de esta producción conjunta en función del tiempo o edad de la masa. Los enfoques, dependiendo de que se tenga en cuenta o no el interés de la inversión, son: 1. Criterio de máxima renta en dinero No consideran el interés de la inversión 2. Criterios financieros Consideran el interés de la inversión (Índices Valor actualizado neto – VAN – y Tasa interna de retorno –TIR – ). Existen diferentes criterios para este enfoque: Criterio de Fisher (maximiza el beneficio dinerario –VAN – de un proyecto forestal en el que solo existe un pago inicial de la inversión y un ingreso final único) Criterio de Hartmann (incorpora al criterio de Fisher las externalidades positivas de la masa forestal –beneficios ambientales-) Criterio de Faustmann (incorpora al criterio de Fisher el coste de oportunidad de la tierra que se destina a la producción forestal) Criterio de Boulding (Maximiza la TIR)
15
Lleó, A. 1920. “Notas sobre el turno y sobre las dimensiones de las caras de resinación en los pinares españoles”. Montes Nº 1043, 1044 y 1045. 29 pp.
39
Habitualmente NO se utiliza un único criterio para fijar el momento óptimo de corta, sino una combinación de dos ó más. Con ello se facilita la consecución de los múltiples objetivos, productos o funciones que concurren en un mismo monte. Igualmente, aunque por facilidad en los cálculos se suele adoptar una edad concreta como edad de madurez, es más adecuado hablar de un intervalo de edad óptimo lo que, a su vez, resta importancia a los sacrificios de cortabilidad. Un ejemplo en el que se combinan diferentes criterios para determinar el turno se puede apreciar en la ordenación de pinares de pino piñonero dependiendo de cuál sea la producción prioritaria. Montero, Calama y Ruíz Peinado (2008)16 sugieren para la producción conjunta de madera y piñón turnos entre 80 y 120 años que, sin embargo, rebajarían a los 60 a 80 si la producción es la madera; y lo elevarían hasta los 150 años cuando la producción de piñón es la prioritaria. Sugieren no obstante que el gestor investigue en su zona en qué momento se aprecia una merma en la producción piñera. Se citan turnos de unos 40-50 años para la producción de biomasa (leñas), edad inferior a la que se alcanza el máximo crecimiento medio que sitúan en torno a los 35 años. Comentan finalmente que los turnos más largos son los más compatibles con uso recreativo y paisajístico. IOMA (1970), Art. 90 “La índole de la propiedad y las finalidades de la ordenación proporcionarán elementos de juicio sobre el criterio de cortabilidad mas deseable en las condiciones selvícolas y productivas de cada monte en particular” . Art. 91 “Las condiciones fluctuantes de la demanda influirán en que el turno tenga un carácter provisional de base de partida, revisable antes de su plena vigencia. Sin embargo, se evitará una reducción incontrolada de los turnos que, aparte de los riesgos selvícolas, envilezca los precios, haciendo inviable una ordenación de masas aptas para producci ones de mejor calidad y precio” Art. 92 “La adopción del cuartel al tipo ideal de organización, se producirá en un turno transitorio cuya duración dependerá de las diferencias existentes entre las formas de masa actuales y las señaladas como objetivo de la ordenación en la hipótesis de un turno definitivo”
IGOMACyL (1999) Art. 143 1. “La elección de las edades de madurez de las especies principales, y la posible previsión de un turno de transformación o plazo de organización, debe hacerse teniendo en cuenta los objetivos de la ordenación. A tal efecto podrán considerarse distintos criterios de máximo rendimiento: de máxima renta en especie, tecnológicos, financieros y de cortabilidad física, contrastando, a ser posible los resultados obtenidos con cada unos de los criterios”. 2. Las edades de madurez, y en su caso, los turnos de transformación elegidos serán revisables periódicamente. IGOMCAA (2004) Art. 185 1. “…..La elección del criterio o criterios de cortabilidad aplicables al cuartel se hará razonadamente, en correspondencia con el modelo de usos elegido y con objeto de optimizar las funciones asociadas a dichos usos.”
2. Los criterios de cortabilidad pueden se de tres tipos: biológicos, técnico-forestales o financieros. 3. La preferencia por uno u otro criterio estará en función de la jerarquía de usos que se establezca en el cuartel. En modelos de uso múltiple, sin jerarquía apreciable, deberá optarse por una combinación de criterios que, en la medida de lo posible, maximice el potencial del cuartel en todos los usos existentes”
4. Los criterios de cortabilidad podrán ser revisados periódicamente. 16
“Selvicultura de Pinus pinea L.” En Serrada, R. Montero, G y Reque, J.A. 2008 “Compendio de Selvicultura aplicada en España”. INIA. Ministerio de Educación y Ciencia.
40
3. E L PRINCIPIO DE LA
RENTA CONSTANTE
La articulación del tiempo y el espacio, es decir, cómo se aplica la selvicultura en el tiempo y en el espacio, y c son decisiones de la ordenación correspondientes al Plan General y su denominación difiere dependiendo del tipo de tratamiento de cortas de regeneración que se aplique.
Las unidades de tiempo en la ordenación: en la ordenación de masas regulares se refiere a los plazos o subdivisiones del turno en los que se aplica una determinada corta de regeneración y/o de mejora. En masas irregulares, la forma en que se organiza la corta de entresaca en el transcurso del tiempo. Periodo de regeneración: plazo de tiempo exigido/utilizado para la reposición del vuelo extraído por la corta
final en una determinada superficie Clases artificiales de edad. Para masas monoespecíficas, o mixtas con especies de temperamento análogo, se determinaba un único periodo submúltiplo del turno. Tiempo de paso: Intervalo de tiempo que transcurre para que el diámetro normal de un árbol pase de una
clase diamétrica a la siguiente
Rotación: Plazo de tiempo entre dos cortas consecutivas de igual naturaleza en una misma superficie.
También, ciclo de una corta periódica.
Rotación de la entresaca Rotación de claras
En las masas regulares la rotación de la corta de regeneración equivaldría al turno. Periodicidad en la percepción de la renta : los principios de la ordenación abogaban por un modelo que
generara rentas constantes pero no necesariamente anuales puesto que no siempre es necesario, posible o, incluso conveniente. Motivos de diferente índole (intereses de la propiedad, condiciones del aprovechamiento, fluctuaciones en los precios de mercado, tamaño del cuartel, ...) llevan en numerosos casos a modelos de organización en donde la renta es periódica, recomendándose que dicha periodicidad no supere los 5 años.
Las unidades de espacio en la ordenación Sección: Agrupación de cuarteles con una cierta afinidad en propiedad, tratamiento, especie y/o destino de la
producción.
Cuartel: Unidad mínima a la que se refiere un Plan de ordenación y, por lo tanto, una unidad de objetivos
comunes y una unidad que busca el equilibro de las clases de edad (en masas regulares) o el equilibrio de la distribución diamétrica (en masas irregulares). ( Ver Objetivos concretos de la ordenación).
Unidad selvícola de corta 17: Agrupación de cantones o de rodales, no necesariamente contiguos (aunque
en los inicios de la ordenación se promovía, por economía del aprovechamiento y problemas con el pastoreo, que sí lo fueran) en los que se interviene en un mismo plazo de tiempo con una misma selvicultura Potenciales estratos del Inventario. Los más habituales en la ordenación clásica son: Tranzones Área
anual de corta a hecho o a matarrasa (En la ordenación clásica, también superficie de la que se extraen anualmente productos no madereros –resina, corcho –). Modelo de Serie ordenada/graduada de Tranzones. Tramos Unidad de corta por aclareo sucesivo; ocasionalmente, suma de superficies continuas de cortas a hecho Modelo de Tramos Tramos de entresaca cortas de entresaca Modelo de Monte irregular En la actualidad se tiende a prescindir de la división del monte en cuarteles y se promueve la definición clara e “indeleble” de los cantones en el monte. Estos quedarían como las únicas unidades permanentes. La
heterogeneidad interna de estos cantones (con superficies variables, superiores a 10 ha aunque 17
La posibilidad, cada vez más frecuente, de que los tramos o tranzones no sean superficies cerradas y continuas (Método de ordenación por rodales), está llevando a que la unidad de actuación selvícola sea prioritariamente el rodal .
41
preferiblemente mayores de 30 ha) obligaría a su subdivisión en rodales (unidades superiores a 1 ha y como máximo, la superficie del cantón) que quedarían como unidades selvícolas de corta. De la organización en el tiempo y en el espacio de los tratamientos selvícolas surgen los diferentes tipos teóricos de organización (modelos de MONTE NORMAL). La consecución de estos modelos teóricos llevó a que se desarrollaran diferentes MÉTODOS DE ORDENACIÓN. Todos ellos tienen un objetivo común, generar un modelo de monte tal que proporcione rentas constantes. Para ello el fundamento es relativamente sencillo, dividir el monte o cuartel de ordenación en superficies iguales (o equiproductivas) y aprovechar cada una de ellas en igual plazo de tiempo.
Tipos teóricos de organización Forma Principal de masa
Masas coetáneas
Modelos de Monte Normal
Condiciones
Equilibrio/proporcionalidad entre edades y superficies
Tratamiento de cortas de regeneración
Renta en especie
Modelo de Monte Normal
Anual
Serie Ordenada de Tranzones
Periódica
Serie Graduada de Tranzones
Cortas a hecho o a matarrasa
Masas regulares
Equilibrio/proporcionalidad entre clases de edad y superficies
Cortas por aclareo sucesivo
Anual (ó periódica)
Tramos Periódicos
Masas irregulares
Equilibrio en la distribución diamétrica
Cortas de entresaca
Anual o periódica
Monte Entresacado Ideal
42
4. E L M O NTE N O RMAL 18 4.1. E L M O NTE N O RMAL EN LAS MASAS REGULARES
El monte normal es un modelo conceptual –matemático, teórico e ideal –- desarrollado en Alemania en los inicios de la ciencia dasocrática para facilitar la organización racional y económica de las masas arboladas. Hoy en día tiene sentido por su valor pedagógico, de ahí que se siga incluyendo en los programas académicos de la asignatura de ordenación de montes. Lo que Judeich19 comentó al respecto hace más de un siglo es bastante esclarecedor: “Las particularidades de la madera, de contarse
entre los bienes imprescindibles y de ser una mercancía poco manuable para el comercio ulterior, y además de la circunstancia de que en la Economía forestal están separados generalmente el nacimiento del árbol y su aprovechamiento por grandes espacios de tiempo, hicieron aparecer pronto como una necesidad económica la determinación del rendimiento posible. Cuanto más difícil parecía ser o era realmente la solución de este problema, tanto más se esforzaron los hombres de ciencia en encontrar y allanar el camino que debía conducir a este objeto. Evidentemente, no podía proporcionar el estado desordenado de la mayor parte de los montes el principio director, sino que hubo de idear para el monte estados sencillos, artificiosos y libres de la influencia de todos los fenómenos que perturban el aprovechamiento regular. Solamente de este modo fue posible un fundamento utilizable por medio del llamado “monte normal”, que es tan imprescindible para el estudio de estados reales de monte,
como las fórmulas de los volúmenes de cuerpos sencillos geométricos (cono y cilindro) lo son para la cubicación de los árboles, aún cuando estos mismos no sean cuerpos regulares. Es más: este fundamento, por su esencia principalmente matemática, encontrado en el monte normal, constituía la meta a la cual se trató de encaminar más o menos directamente el estado anormal existente en el monte, si bien en la convicción de que este ideal no podría alcanzarse jamás por complet o”. Mackay (1944) se expresa en términos muy parecidos: “El monte normal surge de la necesidad de establecer un conjunto de normas referentes a organizaciones ideales, claras y sencillas que superen las trabas que la realidad física y social opone al desarrollo completo y exacto de los planes de ordenación. El cuartel de ordenación en el que se suponen esta organización se llama monte normal. Cada combinación de método de beneficio, tratamiento y modo de rentabilidad da origen a uno de esos tipos o patrones ”. Pese a que el monte normal parece un concepto “superado” hace ya muchos años, el ordenador debe seguir teniendo una referencia sobre el modelo o tipo de monte hacia el que se dirige con sus actuaciones. Llamarlo “monte normal”, “tipo de bosque final” o “monte objetivo” es indiferente, lo cierto es que sigue siendo necesario establecer el modelo de monte que se quiere en el futuro (próximo o lejano), modelo que no tiene por qué ser, o no debe ser, un punto de referencia único y estático ya que se irá modificando en el transcurso del tiempo (revisiones) de acuerdo con las nuevas demandas o los nuevos conocimientos que se tengan de la masa forestal y del ecosistema. 18
Más propiamente deber ía hablarse de “cuartel” normal puesto que la estructura global de masa y los objetivos a alcanzar se establecen de forma independiente para cada cuartel definido en el monte. 19
Judeich, F. 1904. “La Ordenación de Montes”. Traducido por E.Herbella y Zobel en 1913. 221 pp.
43
En la ordenación para la consecución de masas regulares los modelos de monte normal varían en función del tipo de corta de regeneración y el modo de rentabilidad. Así para un cuartel de S hectáreas y una edad de madurez de T años se podrían fijar los siguientes modelos: 1.- Cortas a hecho o a matarrasa: 1.a.- Renta anual → Serie ordenada de tranzones Superficie de actuación = tranzones Ca= S/T (ha) (cabida anual de corta) Balance equilibrado de edades: Cada edad está representada por una superficie igual a Ca= S/T (ha) hectáreas E D AD TRANZONES
1
2
3
4
……………
T-1
T
(añ o 0)
1.b.- Renta periódica → Serie graduada de tranzones (renta periódica, cada h años, con h submúltiplo de T T/p = K (nº de tranzones) Superficie de actuación = tranzones Ca= S/k = (S/T)h (ha) (cabida anual de corta, cada h años) Balance equilibrado de edades: Cada edad, a intervalos de h años, está representada por una superficie igual a Ca= S/k = (S/T)h E D AD TRANZONES
h
E D AD TRANZONES
h+1
(Tranzón maduro en edad de corta )
………………..
2h
3h
2h+1
3h+1
(faltan h-1 años para la corta del tranzón maduro)
………………..
T-h
T-h+1
T
1
2.-. Cortas por aclareo sucesivo → Tramos periódicos (renta anual o periódica)
Periodo de regeneración = p años (p submúltiplo de T) T/p = K (nº de tramos) Superficie de actuación = tramos Cp= S/k = (S/T)p (ha) (Cabida periódica o superficie de corta durante p años) Balance equilibrado de clases de edad: Cada clase de edad está representada por una superficie igual a la cabida periódica Cp hectáreas
CLASES DE EDAD
1~ p
(p+1) ~ 2p
(2p+1) ~ 3p ……… T-2p+1 ~ (T-p)
T-p+1 ~ T
EN TRAMOS
Hipótesis para la definición, comprensión y configuración del monte normal •
•
•
•
Masa monoespecífica y de calidad de estación única Regeneración inmediata (en los tiempos y plazos previstos o deseados) Ritmo de crecimiento anual constante a lo largo de toda la vida de la masa (y conocido) Turno óptimo (y conocido)
Datos de partida para el Monte Normal Superficie del cuartel = S ha “normalmente” pobladas Edad de madurez = turno = T años (óptimo de acuerdo con uno o varios criterios de cortabilidad) Es posible llegar a determinar: 3 V i = Existencias normales, en m /ha, a la edad i (supuestamente conocidas por modelos de crecimiento y producción V i = f (edad) )
ó
α = crecimiento normal medio, constante (supuestamente conocido) a lo largo del turno
44
Estimación de existencias y crecimientos “Normales”
1. TRATAMIENTO DE CORTAS A HECHO (O A MATARRASA ) 1. A) Serie ordenada de tranzones (renta anual constante) E D AD TRANZONES
1
2
3
4
V OLUMEN EN OTOÑO
V 1 V 1 V 2
V 2 V 2 V 3
V 3 V 3 V 4
V 4 V 4 V 5
α α 2α
2α 2α 3α
3α 3α 4α
4α 4α 5α
VOLUMEN EN PRIMAVERA V OLUMEN EN OTOÑO
…………… ………………… …………………. …………………
T-1
T
V T-1 V T-1 V T
V T 0 V 1
(añ o 0)
(año 0) (año 1) (año 1)
Ó
V OLUMEN EN OTOÑO VOLUMEN EN PRIMAVERA VOLUMEN DE OTOÑO
…………..... (T-1)α …………..... (T-1)α …………..... Tα
S V 1 V 2 V 3 ..... V T 1 V T T S S V OTOÑO m 3 2 3 .... (T 1) T T 2 T
Tα (año 0) 0 (año 1) α (año 1)
V OTOÑO m 3
Ó
Progresión aritmética con T términos
S V 1 V 2 V 3 ..... V T 1 0 T Ó S S V PRIMAVERA m 3 2 3 .... (T 1) 0 T 2 T V PRIMAVERA m 3
V N (m 3 )
V OTOÑO( 0) V PRIMAVERA (1) 2
V S T S V 1 V 2 V 3 ..... V T 1 T T 2 2
De donde se deduce que la “normalidad” en las existencias de un monte no implican que el monte esté “normalizado” puesto que un monte poblado por una masa coetánea, con una edad de T/2 años, y c on la misma superficie de S ha tendría las mismas existencias –bajo la hipótesis antes enunciadas – que otra con
la distribución normal de clases de edad (presencia de todas las edades del turno y todas ellas representadas por la misma superficie)
IV N (m 3 / año) V OTOÑO(1) V PRIMAVERA (1)
S V T S T S T T
De esta igualdad se deduce que el crecimiento total de la masa ( S x α m3/año) es equivalente a las existencias del tranzón maduro. Los modelos de Serie graduada y Tramos periódicos no son más que casos particulares del m odelo general de la Serie ordenada:
45
1.b) Serie graduada de tranzones E DAD TRANZONES h (Tranzón maduro en edad de corta )
2h
3h
………………..
T-h
T
V OLUMEN EN OTOÑO
V h V h
V 2h V 2h
V 3h V 3h
………………………….
V T-h V T-h
V T 0
V 2h
V 3h
V 4h
V T
V h
VOLUMEN EN PRIMAVERA
………………………….
(Transcurridos h años) VOLUMEN EN OTOÑO
V OTOÑO (m 3 )
………………………….
S S S h V h 2 2 h .... V T h V T h h 2 h ... (T h) T ( h T ) 2 T T Progresión aritmética con K términos
V PRIMAV (m 3 )
S S S h V h V 2 h ..... V T h 0 h h 2 h .... (T h) 0 ( T h) 2 T T
V N (m 3 )
V OTOÑO V PRIMAVERA 2
IV N V OTOÑO V PRIMAVERA
V S T S h V h V 2h ..... V T h T 2 2 T
S h V T 3 S m / año cada h años IV N V T S m 3 / año T T
2. TRATAMIENTO DE CORTAS POR ACLAREOS SUCESIVOS: Tramos periódicos(renta anual o periódica)
CLASES DE EDAD
1~ p
(p+1) ~ 2p
(2p+1) ~ 3p ……… T-2p+1 ~ (T-p)
T-p+1 ~ T
EN TRAMOS
V N y IV N se estimarían de igual forma que en el modelo de la serie ordenada de tranzones (si bien en este
caso son las clases artificiales de edad, y no las edades, las que están localizadas en superficie)
En este caso, y dado que en el monte normal se corta lo que la masa crece, una alternativa a la estimación del crecimiento normal IV N sería como media del volumen extraído en el tramo maduro (última clase de edad) durante el periodo de regeneración:
IV N (m 3 / año)
V regeneración S V T p1 V T p 2 .... V T 1 V T p T p
No obstante, esta expresión infraestima el crecimiento de la masa al no considerar el crecimiento de la masa residual que va quedando durante las diferentes fases del aclareo sucesivo.
46
Estimación de las Existencias Normales a partir de una Tabla de Producción Cuando no se dispone de la expresión matemática que estima las existencias a partir de la edad de la masa [V i = f (edad)] pero sí se conocen los volúmenes unitarios (m 3/ha) para determinados valores de la edad (a intervalos constantes de años), la estimación de las existencias normales vendría dada por la siguiente expresión:
V N (m 3 )
V S V k V k V k 2 ..... V T T T 2
Donde: intervalo de edad de las tablas de producción K = edad mínima a partir de la cual la tabla de producción aporta datos
Y el crecimiento normal:
IV N (m 3 / año)
S V T T
Una de las conclusiones más prácticas (y, por otra parte, lógica para el aprovechamiento de un recurso renovable) deducidas de estos cálculos matemáticos es que, de acuerdo con las hipótesis de partida, en el monte normal la tasa de corta sería igual al crecimiento de la masa arbolada. De hecho, el mejor indicador para valorar la magnitud de la tasa de corta en un monte, una comarca o, incluso, un país o continente es en porcentaje del crecimiento de sus bosques. Dado lo obsoleto del concepto, también el conocimiento de las existencias y crecimientos normales tiene hoy escasa utilidad. Si acaso, podrían tener aplicación para la estimación de la posibilidad teórica a partir de las fórmulas racionales (Ver capítulo Posibilidad maderera), es decir, la tasa de corta en los montes ordenados. Las enormes incertidumbres que rodean a la evolución de una masa forestal, y el largo tiempo para conseguir los estrictos modelos de monte normal, llevaron a que, pese a que formalmente se estableció como objetivo en la mayoría de los montes inicialmente ordenados (siglos XIX y XX –hasta los años 70 –), la rígida aplicación por la que fueron duramente criticados fue más teórica que real y sus prescripciones fueron adaptadas con mucha más flexibilidad de la que aparentemente admitían los métodos de ordenación. La base conceptual, eminentemente teórica, del monte normal y la multitud de factores y circunstancias que confluyen en la ordenación tal cual se concibe hoy en día, le otorgan un valor histórico y pedagógico, nada más. Más que los modelos de monte normal, son necesarios modelos de crecimiento y producción de masas para cada especie (casi siempre suelen ser monoespecíficas) y calidad de estación, que permitan tomar decisiones de carácter silvícola (densidades iniciales, fechas y peso de las claras –en plantaciones, podas o fertilizaciones –), dasocráticas (momentos óptimos de corta), relativas a la planificación a escala comarcal o, incluso, permiten también actualizar inventarios con pocos datos (García, 2007) 20 (las tablas de producción serían los modelos más sencillos de todos los que habitualmente se elaboran)
20
García, O. 2007. “Desarrollos de matemática aplicada e informática en la modelización forestal”. Curso impartido en la
Facultad de Informática por el Prof. Oscar García (University of Northern British Columbia)
47
4.2. E L MONTE NORMAL EN LAS MASAS IRREGULARES : EL MONTE ENTRESACADO IDEAL O MONTE EN EQUILIBRIO
El monte entresacado ideal tiene unas connotaciones análogas a las del modelo de monte normal de las masas regulares. Schütz 21 define el monte entresacado ideal o monte irregular ideal como el fustal constituido por árboles con copas contiguas ocupando todo el espacio vertical y cuya estructura se mantiene invariable en el espacio y el tiempo, en una superficie restringida (pequeña) y donde se lleva a cabo siempre el mismo tratamiento, la entresaca. Este modelo viene a ser el paradigma de la constancia y autorregulación del ecosistema forestal en el que se “superan” todas las trabas que la realidad impone. La denominación de monte “en equilibrio” se le atribuye por el hecho de que en él se supone que las muertes o, en su caso, extracciones, quedarían compensadas por las incorporaciones (regeneración, paso a fustal y “salto” de árboles de una clase diamétrica a la siguientes). Tal “equilibrio” lleva a que –en teoría – un rodal irregular mantendría más o menos estable la distribución diamétrica (a diferencia de los rodales regulares para los que la distribución diamétrica variaría con la edad desplazándose hacia valores superiores de diámetros y disminuyendo el número de pies por unidad de superficie) En las formas de masa irregular no están localizadas ni las edades ni las clases de edad. Su estructura se mantiene mediante cortas de entresaca que tienen el doble carácter de corta de regeneración y corta de mejora en una misma superficie (rodal o cantón) por lo que, en principio, es el modelo de organización en donde es más difícil diferenciar qué parte es selvicultura (tratamiento) y cuál ordenación (organización del tratamiento) El estudio del monte entresacado ideal obliga también a establecer una serie de hipótesis de partida que hagan más fácil su comprensión.
Hipótesis para la definición y configuración del monte entresacado ideal •
•
•
•
Masa monoespecífica y de calidad de estación única Regeneración inmediata tras la corta de los árboles de mayor diámetro Ritmo de crecimiento diametral conocido y constante a lo largo de toda la vida de la masa22 (=tiempo de paso constante en todo el rango diamétrico) Diámetro Edad. Diámetro de cortabilidad óptimo de acuerdo con la máxima utilidad
Distribución diamétrica del monte en equilibrio La caracterización de la distribución diamétrica del monte en equilibro permite valorar y comparar la distribución de un determinado rodal con aquella supuestamente en equilibrio. A partir de tal comparación se dispone de información valiosa que facilita la toma de decisiones relacionadas con su gestión: presencia “adecuada”, o no, de pies en todas las categorías (medianos, delgados gruesos o muy gruesos), ritmo de incorporación de pies a la primera clase diamétrica inventariable, niveles de producción, modo de aplicar la entresaca, etc. Estas funciones de distribución adoptan la forma de J invertida y suelen formularse a partir de criterios de equilibrio selvícolas, entre los cuales los más conocidos son el criterio biológico de Liocourt y el criterio areal de Beranger, ambos formulados a finales del siglo XIX.
21
Schütz , J.Ph . 1989. “Le régime du jardinage”. Document autographique du cours de sylviculture III (régénération des forêts). Chaire de sylviculture, ETH – Zurich. 22
En realidad esta hipótesis se aproxima bastante a la realidad en las masas irregulares, a excepción de en las primeras edades en las que, al estar los más jóvenes “a la espera” bajo el dosel de los mayores un número indefinido, y variable, de años, pueden llegar a presentar unos crecimientos m enores.
48
1. CRITERIO AREAL DE BERANGER Este criterio establece que “ en una masa irregular en equilibrio, la proyección de las copas de cada clase diamétrica ocupa una cabida equivalente”, de forma que existirían tantas superficies iguales como clases diamétricas. Admitiendo una relación lineal entre proyección de copas y secciones normales respectivas, el criterio establece, por simplificación, que:
n1
4
d 12 n2
4
d 22 ... nk
4
d k 2 const .
k nº de clases diamétrica s
De acuerdo con este criterio, sólo sería necesario conocer o determinar la espesura “normal” u óptima para
la especie, calidad de estación y objetivos de la ordenación (que, a su vez, ayudarían a establecer el diámetro máximo de cortabilidad) para definir la distribución diamétrica óptima. Este criterio es de escasa aplicación si bien sus postulados se han utilizado para la determinación de la espesura de las diferentes categorías de resalvos en los tratamientos de conversión de montes bajos y en los montes medios. 2. CRITERIO BIOLÓGICO DE LIOCOURT Este criterio se ha utilizado y se utiliza con frecuencia en los estudios para determinar las distribuciones diamétricas de equilibrio pues se tiende a aceptar que sus hipótesis o postulados se aproximan más a la realidad de las masas irregulares. El criterio establece que en una masa irregular en equilibrio “la relación entre el número de pies de una clase diamétrica y la siguiente es constante (q ) en todo el rango diamétrico”.
Es decir:
N 1 N 2 N ..... K 1 q N 2 N 3 N K
k nº de clases diamétrica s
o lo que es lo mismo:
N 1 qN 2 q 2 N 3 ..... q k 1 N k equivalente a una progresión geométrica a partir de la cual se puede definir la Serie Mínima o aquella “serie de árboles que producen, en la distribución en equilibrio, 1 pie de la clase diamétrica madura ”. Una vez conocido q , la serie mínima se obtendría a partir de la hipótesis de Liocourt sin más que sustituir N dmax por la unidad. A la constante q se la denomina constante de Liocourt (1898), coeficiente de mortalidad o tasa de decrecimiento. Su valor define la pendiente de la curva y siempre es mayor a la unidad, oscilando entre 1’3 y 2 para intervalos de clase diamétrica de 5 cm (Daniel et al. 1979)23 aunque en España no son infrecuentes valores mayores. Los valores inferiores del coeficiente producen curvas más planas para la distribución de frecuencias lo que supone una mayor proporción de árboles grandes en el rodal. Por el contrario, valores mayores de q generan curvas de distribución con mayor proporción de árboles pequeños. La tasa de decrecimiento también depende de la especie y de la calidad de estación. Para un mismo intervalo de clase diamétrica y especie, q es menor cuanto mejor es la calidad de estación. Es decir, serían necesarios menos pies en las clases diamétricas inferiores para proporcionar un pie de la clase diamétrica superior. No es infrecuente, al menos en los comienzos de la ordenación de un monte para aproximarlo a la estructura irregular, adoptar un valor de q para las clases diamétricas superiores y otro diferente para las inferiores. La ley de Liocourt fue expresada matemáticamente por Meyer muchos años más tarde mediante una función exponencial negativa:
y Ke ax
23
Daniel, P.W., Helms, U.E., Baker, F.S. Principios de Silvicultura. Ed. McGraw Hill. 2ª Edición (1ª en español). 492 pp.
49
Donde y = frecuencia (en pies por ha, porcentaje, o tanto por 1) en la distribución diamétrica x = diámetro normal K, a = constantes, características de la distribución diamétrica que, conocido q , se pueden determinar a partir de las siguientes expresiones:
ea q ω
a) .
y conocido a , k se deduce de la expresión de la función de distribución
d min
b) .
ke
ax
dx 1, 100 ó N pies / ha del monte entresacad o ideal
d maz
En el inicio de la ordenación de un monte y cuando no se dispone de información sobre las espesuras normales y sobre la tasa de decrecimiento para una determinada especie y calidad de estación es recomendable investigar ambos valores a partir de su observación –inventario- en rodales del monte que muestren densidades adecuadas para los objetivos de la gestión y una distribución diamétrica adecuada (con presencia de pies en todas las clases diamétricas y sin “saltos” bruscos de una clase a otra). Los
posibles errores cometidos se irán detectando con la aplicación de la selvicultura y se podrán ajustar los valores en las siguientes revisiones.
Estimación de las existencias y crecimientos del monte entresacado ideal. La estimación de las existencias y crecimientos normales del monte entresacado ideal se obtendría por la aplicación de tarifas de de volumen [V (dm 3/pie)= f(d)] crecimiento y [IV (dm 3/pie y año)= f(d)] respectivamente a la distribución diamétrica del monte entresacado ideal.
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5. – L A
POSIBILIDAD ( M ADERERA )
La posibilidad es un concepto forestal de carácter netamente técnico-económico que permite al gestor medir la intensidad con que interviene en la masa con vistas a lograr algunos de los objetivos previamente establecidos en el plan de ordenación. La posibilidad maderera es la herramienta con la que el gestor consigue los objetivos de la ordenación y, en los montes productores, constituye también uno de los fines de la ordenación. MACKAY (1949) "Tasa que sirve de norma o límite para la realización o extracción de los productos en especie". En el monte normal se amplía a "la expresión de la capacidad productiva del cuartel bajo las características elegidas". TERMINOLOGIA FORESTAL ESPAÑOLA (1973) "Cantidad de productos que pueden aprovecharse en un tiempo dado, con arreglo a la ordenación del monte". DICCIONARIO FORESTAL MULTILINGÜE (1975) "Cálculo de lo que podrá ser cortado anual o periódicamente sobre una extensión de bosque y por unos lapsos de tiempo dados, de acuerdo con los objetivos de la ordenación". DICCIONARIO DE LA NATURALEZA (1987) "Tasa de corte anual, calculada en función del rendimiento constante y medida en volumen de madera o en superficie de bosque a talar". "Volumen o cantidad de productos principales o intermedios, que podrán ser extraídos anual o periódicamente de una superficie forestal y en un plazo de tiempo dado, de acuerdo con los objetivos de la explotación y con unas restricciones determinadas". FAO, (1993) “La ordenación sostenible de los bosques para la producción de madera se basa en un principio
aparentemente sencillo. Todo lo que hay que hacer es aprovechar la madera con una tasa anual media no superior a la que puede producir el bosque…” DICCIONARIO FORESTAL (2005) “Es la cuantificación de los productos directos que un monte ha producido o
debe producir. Se expresa en unidades de producto; para madera, normalmente, en metros cúbicos con corteza, por unidad de espacio y de tiempo” POSIBILIDAD EN CABIDA La estimación de la superficie anual de corta es un dato relativamente sencillo de estimar en la ordenación de masas en las que se busca la estructura regular. Se puede comprobar cómo para los tres modelos de monte normal estudiados la posibilidad en cabida es siempre la misma y sólo varía la forma en conseguirla. Así tenemos que para una superficie de ordenación de S ha pobladas por una masa forestal cuya edad de madurez es de T años, la posibilidad en cabida sería: Serie ordenada de tranzones: Ca= (S/T) hectáreas/año Serie graduada de tranzones: Ca= (S/T)h hectáreas/cada h años Ca= (S/T) hectáreas/año Serie graduada de tranzones: Ca= (S/T)p hectáreas/durante p años Ca= (S/T) hectáreas/año Monte entresacado ideal: Ca= S hectáreas/año Esta forma de estimar la posibilidad es la más sencilla de aplicar puesto que la superficie de corta sería fácilmente localizable y produce (o mantiene) el modelo de monte normal de forma automática (siempre y cuando, tras la corta, la regeneración se consiga en el plazo previsto). Su aplicación es posible tanto en masas regulares como irregulares si bien en este último caso no es posible deducir de la superficie tratada la cantidad de producto a extraer. Para masas regulares, sin más que disponer de una tabla de producción que proporcione V=f(edad), sería posible estimar la posibilidad en volumen si bien la corta de superficies iguales casi nunca genera volúmenes de corta iguales. Por otra parte, y también para masas regulares, cualquier imprevisto o alteración rompería el equilibrio de las clases de edad. En la ordenación de montes es frecuente trabajar casi siempre con un cierto control de la superficie anual a regenerar si bien rara vez se aplica, ni nunca se aplicó, de forma estricta.
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POSIBILIDAD EN VOLUMEN (POSIBILIDAD TEÓRICA): El volumen de corta se estima a partir de la aplicación de diferentes fórmulas al total del monte o cuartel. Formulas Racionales (…que, por un proceso de autocorrección, tienden a alcanzar los niveles de existencias previstas en el turno de transformación. Art. 119, IOMA. 1970). Siendo: V N Existencias Normales (m3) V R Existencias Reales (m3) Tt Turno transitorio
IV N Crecimiento Normal (m3/año) (=P N Posibilidad Normal) Real ((m3/año) IV R Crecimiento
Tasa Austriaca (1788)
Tasa Austriaca Modificada (Heyer)
P (m 3 / año) IV N
V R V N Tt
P (m 3 / año) IV R
V R V N Tt
Karl
P (m 3 / año) IV R
V R V N IV R IV N h T t T t
Donde: h número de años transcurridos desde el inventario (en la actualidad, igual a 1). Hundeshagen
P (m 3 / año)
V R P N V N
Von Mantel
P (m 3 / año)
2V R
P (m 3 / año)
T
2V R
T t
P (m 3 / año)
2 * T *V R
T 2 t 2
Presupone un crecimiento medio constante a lo largo de toda la vida de la masa por lo que P N= IVN*T y, aplicando la fórmula de Hundeshagen:
V N
IV N T 2
V R IV R
IV N
P (m 3 / año)
2V R
T
En las otras dos expresiones t es la edad a partir de la cual se considera que la masa alcanza las dimensiones inventariables. Formula de Masa Cortable (Crecimientos progresivamente menguantes)
MC (m 3 ) Vc
IV C * T 2
P (m 3 / año)
Vc IVc T 2
Donde: V C → Existencias del Cuartel de ordenación (m 3) IV C → Crecimiento del Cuartel de ordenación (m3/año) T → Turno establecido (plazo esperado para extraer la masa V C )
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Formula de Melard (… fórmulas que cifran la liquidación de las existencias de mayor grosor a plazo fijo y la realización de un porcentaje del crecimiento en las restantes clases diamétricas Art. 119, IOMA. 1970)
Vext IVext Vg IVg P (m 3 / año) K IVm IVd 2 T / 3 2 n Donde: Vext , IV ext → Existencias y Crecimiento de la masa extramadura (Edad > T) de la superficie de ordenación Vg , IV g → Existencias y Crecimiento de la masa madura (2T/3< Edad < T) IVm, IVd → Crecimientos de los pies medianos (T/3< Edad < 2T/3) y delgados (Edad < T/3) n → plazo de tiempo en que el que se espera extraer la masa extramadura (n ≤ T/3) POSIBILIDAD SELVÍCOLA Estima la posibilidad como resultado de la combinación de la posibilidad en cabida y la posibilidad en volumen. Resultaría de la suma de volúmenes a extraer en todos y cada uno de los rodales en los que se he decidido intervenir (tanto cortas de regeneración como de mejora) durante los años del plan especial. Así, en el caso de querer estimar la posibilidad a obtener procedente de un tramo o cantón que va a ser sometido a cortas de regeneración en un plazo previsto de p años, la posibilid ad media a obtener durante estos p años sería:
Vreg IVreg P regeneraci ón (m 3 / año) 2 p Donde: Vreg → Existencias del Tramo/cantón en regeneración (m3) IVreg → Crecimiento del tramo/cantón en reg.(m3/año) p → periodo de regeneración o plazo previsto para aprovechar Vreg . En la misma línea, si un determinado cantón j ha sido propuesto para ser aclarado con un peso de la clara equivalente a un K (en tanto por 1) del volumen, la forma de estimar su posibilidad sería:
Vj IVj Pmejora (m 3 / año) K * pe 2 Donde pe se correspondería con la vigencia del plan especial (plazo en el que está previsto hacer la clara) y V j y IVj serían el volumen y crecimiento en volumen del cantón j. NOTA: Aplicar la fórmula de masa cortable para un determinado periodo de tiempo (t años) equivale a suponer que la corta (sea de regeneración sea de mejora) se practicaría a la mitad del periodo considerado ( t /2 años), es decir:
t Posibilida d (m 3 en los t años ) Vi * IVi 2 Supongamos una propuesta de corta de mejora con un peso del K% en volumen que además está perfectamente programada por lo que se sabe el año concreto en que se va a realizar, el tercero. En este caso la fórmula se aplicaría con más precisión:
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Pmejora (m 3en los pe años) K * Vj 3 * IVj La posibilidad selvícola se obtendría de la suma de la posibilidad de regeneración más la de mejora de todos los cantones en los que se han propuesto tratamientos parciales. El resultado así obtenido siempre debe compararse con los valores obtenidos por las diferentes fórmulas, con los valores históricos de la posibilidad y, muy especialmente, con el crecimiento total de la masa (cuantía de la producción anual) González et al (2006) sugieren que “ A partir de posibilidad teórica calculada, la posibilidad histórica y la posibilidad selvícola debe decidirse una cifra final o posibilidad final . Esta cifra se acercará a la calculada, a la histórica o a la selvícola, o será intermedia entre las tres. La decisión final la marcará el balance de clases de edad y el análisis de las causas de las posibles divergencias entres las tres cifras anteriores”.
Pselvícola P regeneración P mejora P histórica Pteórica fórmulas Crecimient o en volumen IOMA (1970), Art. 115. La posibilidad será la expresión numérica de la capacidad productiva del cuartel al servicio de los fines de la ordenación. De la determinación correcta de la posibilidad dependerá en último término el acierto o fracaso de las restantes medidas de planificación. Por ello, su cálculo debe ser el resultado de una ponderación global de criterios, que, partiendo de la situación real del monte, armonice las exigencias reguladoras de los métodos de ordenación con el tratamiento selvícola. Art. 116. La posibilidad periódica maderable comprenderá separadamente, para cada cuartel, el volumen de madera en pie y con corteza que puede y debe ser realizado en el curso de un período de aplicación de la ordenación o durante la vigencia del plan especial. En el cálculo de la posibilidad se hará distinción, siempre que sea posible, entre productos intermedios y finales, especies y clases dimensionales. Art. 117. La organización productiva, esbozada en el plan general, influirá decisivamente en la selección de los criterios numéricos más adecuados para deducir la posibilidad. Art. 120. 1. La posibilidad numérica deducida anteriormente deberá ser contrastada, donde no hay superficies definidas de cortas de reproducción, con la suma de los volúmenes presumiblemente realizables por razones selvícolas en cada una de las unidades dasocráticas que constituyen el cuartel. 2. La posibilidad ejecutiva, durante la vigencia del plan especial, se establecerá por un compromiso entre ambos puntos de vista, debidamente ponderados según los fines señalados por la ordenación. 3. Esta posibilidad será controlada con el desarrollo de los planes anuales de aprovechamiento y, en su caso, corregida para la próxima revisión. IGOMA CyL (1999) Art. 199. 1. La posibilidad es el resultado numérico, directa o indirectamente inferido y expresado generalmente en metros cúbicos, de las cortas anuales ordinarias previstas en el cuartel. Habida cuenta de las clasificaciones de las cortas que se han propuesto en el artículo anterior, podría distinguirse una posibilidad en productos principales o finales y una posibilidad en productos intermedios. Razones de economía, al considerar los diferentes precios que puedan alcanzar dichos tipos de productos, abundarían en tal clasificación. No obstante, por razones de control de la gestión selvícola, parecería más adecuado considerar una posibilidad de regeneración, originada por las cortas del mismo nombre; una posibilidad de extracortables, si procediese y fuese factible; y una posibilidad de mejora, consecuencia del resto de las cortas del mismo nombre.
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En todo caso y siempre que sea posible, la cuantía de la posibilidad se desglosará por especies y clases dimensionales. 2. En algunos de los métodos de ordenación que se han propuesto es fácil la distinción entre posibilidad de regeneración, posibilidad de extracortables y posibilidad de mejora; en otros, por el contrario, dicha diferenciación se ve dificultada por el hecho de desconocerse a priori las superficies que van a regenerarse; por último, en los métodos de ordenación por entresaca pie a pie, la distinción es imposible, pues dichas cortas tienen simultáneamente el carácter de regeneración, mejora y eliminación de extracortables. Art. 200. La posibilidad en volumen del cuartel, posibilidad global, se obtendrá por agregación de las posibilidades de regeneración, de eliminación de extracortables y de mejora, cuando éstas puedan determinarse. En general se desaconseja el cálculo directo de la posibilidad del cuartel mediante la aplicación de la fórmula de la masa cortable del mismo, que sólo es válida cuando se ha conseguido, o se está muy cerca, del equilibrio en la distribución de edades o clases de edad. Incluso en estos casos es recomendable la utilización de fórmulas correctoras que comparen las existencias reales con las ideales del monte ordenado.
IGOMCAA (2004) Art. 230. El Programa de aprovechamientos de madera y leña determinará, de acuerdo con las prescripciones establecidas por el Plan General, la cuantía de las cortas y su localización en las unidades dasocráticas y de gestión del cuartel o cuarteles. Dicha cuantía constituirá la posibilidad en madera y leñas durante la vigencia del Plan Especial procedente de las cortas ordinarias, que corresponden a las previstas por la aplicación de las prescripciones del Plan General. Art. 231. Todo aprovechamiento que no corresponda a las cortas ordinarias tendrá el carácter de corta extraordinaria, cuyo origen podrá ser la construcción de infraestructuras (cortas extraordinarias motivadas) o los daños provocados por perturbaciones naturales (cortas extraordinarias forzosas). Si las cortas extraordinarias no generan rasos permanentes, deberán descontarse de la posibilidad ordinaria durante la ejecución del Plan Especial; dicho descuento se realizará sobre cada una de las categorías de posibilidad (de regeneración o mejora) afectadas por la corta extraordinaria. Si dichas cortas generan rasos permanentes, deberá recalcularse la posibilidad del cuartel si la variación de la cabida forestal es significativa. Art. 232. 1. Para el cálculo de la posibilidad se distinguirán varios procedimientos, en función del método de ordenación elegido. 2. En los métodos de ordenación para masas regulares, semirregulares, irregulares incompletas e irregulares completas entresacadas por bosquetes, el cálculo de la posibilidad deberá diferenciar entre posibilidad de regeneración, correspondiente a las cortas que dan lugar a una renovación de la masa en una superficie conocida y predefinida, y posibilidad de mejora, correspondiente en su mayor parte a las claras. La posibilidad del cuartel o cuarteles será la suma de ambas categorías. 3. En los métodos de ordenación para masas irregulares completas entresacadas pie a pie no podrá diferenciarse entre ambas categorías, debido a la tipología de las cortas por entresaca. 4. El cálculo de la posibilidad del cuartel o cuarteles mediante fórmulas globales sólo tendrá carácter indicativo, no pudiendo utilizarse para el establecimiento de una cifra vinculante a la ordenación. VOLUMEN DE ORDENACIÓN Y VOLUMEN DE APROVECHAMIENTO. Tarifas de cubicación y volúmenes comerciales. Diferencias. Factores de conversión.
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VII.- METODOS GENERA LES DE ORDENA CION DE MONTES MÉTODO DE ORDENACIÓN: “Se llama método de ordenación a un proceso razonado que, tomando como base el origen y el estado actual, va paso a paso acomodando la disposición interna del monte a un tipo de características biológicas y económicas determinadas. En el aspecto aritmético de la organización, este tipo es el cuartel normal ” (Mackay, 1945). “Sistema de planificación de la gestión de los recursos y funciones de un monte arbolado para conseguir un modelo organizativo teórico caracterizado por una composición y estructura óptimos de la masa forestal”.
(Diccionario Forestal, 2005) Los métodos de ordenación se podrían clasificar de acuerdo con sus orígenes, objetivos (iniciales) y formas principales de masa que generan (vinculadas a un modelo teórico o monte normal). Se propone la siguiente clasificación: MÉTODOS CLÁSICOS (inicialmente concebidos para organizar la selvicultura en montes productores de madera, aunque también de resina o corcho). Fueron creados a partir del desarrollo de un modelo de monte normal fijo y único (que se alcanzaría transcurrido el turno transitorio) o un modelo de monte entresacado ideal para masas irregulares. En el límite, todos ellos pretenden alcanzar los mismos objetivos (y todos admiten la multiplicidad de objetivos y funciones) y sólo varían en la forma de conseguirlos. En definitiva, eran métodos que imaginaban el futuro lejano del bosque y tomaban las medidas que en aquel momento se estimaron las mejores para alcanzar ese bosque ópt imo “del futuro”, sin imaginar cuánto iba a cambiar el modelo de sociedad y, por tanto, sus preferencias de bosque ideal.
Método de Ordenación
Forma Principal de masa final
División po r cabida o en tranzones
Masas coetáneas
Tramos Periódicos
Tramo periódicos Tramo Único (Tramo m óvil)
Masas regulares (Masas semirregulares)
Monte Entresacado Ideal
Mé to do de En tr es ac a (Tramo m óvil)
Masas irregulares (Masas semirregulares)
Modelo de Monte Normal Serie Ordenada de Tranzones Serie Graduada de Tranzones
NUEVOS MÉTODOS DE ORDENACIÓN (se podrían considerar variantes de los anteriores en donde se prescinde de un modelo teórico –no se planifica un modelo de bosque futuro y, por lo tanto, se prescinde en cierto modo del plan general –, se atiende a las condiciones del monte presente, se admite que las demandas y, por tanto, los óptimos de monte, variarán con el tiempo y, en consecuencia, se aplica una selvicultura a corto plazo con la que atender demandas, simultanear funciones en el mismo territorio y promover un modelo de bosque flexible que no sea vea alterado por imprevistos, episodios catastróficos o modificación de demandas). La selvicultura a aplicar es muy flexible y no es homogénea en la unidad de ordenación. No buscan tampoco una forma principal de masa a escala cuartel por lo que sólo cabe definirla a escala rodal. Cada monte es único y no hay un modelo común para ellos. “Método” de ordenación por rodales/cantones “Método” selvícola
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IOMA (1970), a) Elección del método de ordenación Art. 82. La elección del método de ordenación se hará por un proceso razonado que, partiendo del estado actual, acomode la disposición interna del cuartel a un tipo de características selvícolas y económicas definido. Tal adaptación modificará la distribución espacial del vuelo por medio de la corta y creación de nuevas masas. La tendencia actual a conceder mayor flexibilidad en la aplicación de los métodos de ordenación, aconseja dar un carácter abierto a las opciones que se ofrecen a continuación, permitiéndose, previa justificación, la adopción de nuevas variantes o sistemas. IGOMA CyL (1999) a) Elección del método de ordenación. Art. 133. 1. Los métodos de ordenación son los modelos prácticos cuya aplicación continuada, en el tiempo y en el espacio, pretende organizar las masas según los modelos teóricos definidos como formas principales de masa. La elección del método de ordenación queda condicionada, en primer lugar, por la del tipo de cortas de regeneración, que configura la correspondiente forma principal. El estado actual de la distribución de edades de las masas es el segundo condicionante de la elección. 2. La aplicación del método de ordenación elegido supone la adopción de medidas de gestión para un largo plazo, en general. La evidencia de que las previsiones para períodos de tiempo largos pueden ser inciertas, ha conducido a la adopción de métodos flexibles que ofrezcan opciones abiertas. En este sentido, además de los métodos de ordenación que van a proponerse a continuación, podrán adoptarse justificadamente otras variantes y métodos.
IGOM CAA (2004) 1.3.3. Elección y caracterización del método de ordenación Art. 191. 1. Los métodos de ordenación son los modelos prácticos de gestión para la transformación del estado inicial del monte arbolado y sus unidades de vegetación en un estado final, caracterizado por una distribución equilibrada de clases de edad en la masa. Dicho estado final corresponde al modelo organizativo teórico del Monte normal. La finalización del plazo o turno de transformación para la consecución del modelo organizativo teórico del Monte normal, coincidirá en estos casos con el horizonte temporal de la ordenación. 2. Si la consecución del estado final no supone la transformación de la estructura global de la masa en un modelo de Monte normal, deberán proponerse modelos de gestión durante el horizonte temporal de la ordenación que permitan planificar las actuaciones en todo ese plazo. Estos modelos serán específicos, pudiendo consistir en variantes de los métodos contemplados en las presentes Instrucciones. Articulo 192. 1. Los métodos de ordenación se clasifican según la estructura de masa que gestionan o en la que transforman la masa original. Así pueden distinguirse básicamente dos tipos: 1º. Métodos para masas regulares, semirregulares de primer grado, semirregulares de segundo grado o irregulares incompletas, y 2.º Métodos para masas irregulares completas. La transformación de una estructura actual en otra muy alejada será un caso que deberá justificarse profundamente, de acuerdo con las consideraciones realizadas en el artículo 165 24 y para el que deberán aplicarse variantes particulares de los m étodos contemplados en las presentes Instrucciones. 24
Art. 165 . La elección de una u otra forma principal para la masa final se hará teniendo en cuenta tanto la dinámica propia de las especies principales como la adecuación de cada forma principal a la consecución de los objetivos concretos de la ordenación.
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2. Las características de cada cuartel de ordenación en que ha quedado dividido el monte o grupo de montes podrán imponer la necesidad de aplicar un método de ordenación diferente a cada uno. 3. La elección del método de ordenación vendrá determinada fundamentalmente por la forma principal de masa que predomine actualmente en el cuartel y sus unidades de vegetación. Asimismo, dada la necesidad de compatibilizar la transformación del monte con el modelo de usos concreto asignado a cada cuartel, la elección del método podrá estar condicionada, en segundo lugar, por el grado de compatibilidad entre dicho modelo de usos y las características organizativas de cada método.
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1.- M ÉTODO
DE DIV ISIÓN PO R CA BIDA
(M. DE DIVISIÓN EN TRAN ZONE S )
IOMA (1970), Art. 83. El método de división por cabida, con sus ventajas en la gestión y ejecución de los aprovechamientos, será aconsejable en monte alto regular con turnos cortos, suelos relativamente homogéneos y climas propicios para la regeneración natural o artificial. En el beneficio del monte bajo, la división por cabida será, en general, el método más apropiado en razón de la homogeneidad de la producción y el automatismo de la regeneración por brotes. IGOMA CyL (1999) Art. 134. 1. El método de división por cabida se elegirá cuando se cumplan las siguientes condiciones: Las cortas a hecho en monte alto, o las cortas a matarrasa en monte bajo son técnicamente viables y han sido elegidas, de acuerdo con las estaciones y especies presentes. En el caso de masas mixtas cuya composición específica se pretenda mantener, este tipo de cortas de regeneración no supone la disminución o desaparición de alguna de las especies. El objetivo concreto de la ordenación es la producción preferente de maderas o leñas. La regeneración, salvo plazos de reposo previstos, va a seguir inmediatamente a la corta: Generalmente artificial, en monte alto; por brotes en el monte bajo. Los turnos previsibles serán cortos, tanto para evitar una división excesiva del cuartel, como para eludir planificaciones a largo plazo. 2. El método de división por cabida constituirá también el marco formal en el caso de las ordenaciones de monte medio, a las que se otorgará la consideración de variante del primero. Se le superpondrán entonces las previsiones referentes a la resalvía, que adoptarán generalmente la forma de un plan de resalveo, a incluir en el Plan General. Consideraciones productivas al margen, las condiciones de aplicación de esta variante de la división de cabida quedan descritas en el artículo 126. 3. Las diferentes modalidades de ordenación en régimen de monte medio vendrán predeterminadas por los criterios de cálculo de los planes de resalveo que puedan emplearse. IGOM CAA (2004) A) Métodos de ordenación para masas regulares, semirregulares de primer grado, semirregulares de segundo grado o irregulares incompletas Art. 193. Estos métodos se aplicarán preferentemente cuando la descripción de los cantones arroje un predominio claro de estructuras de masa próximas a estas estructuras teóricas. Los distintos métodos dentro de esta categoría se aplicaran razonadamente en función de las siguientes consideraciones: - Si toda la masa del cuartel va a ser tratada a un mismo turno, o a turnos diferentes en razón de especie y/o calidad de estación, pero en superficies amplias, que permitan que se da la condición de extensión suficiente para dar cabida a todas las clases de edad que componen el turno, podrán distinguirse dos casos: a) Si el turno o turnos de corta propuestos son inferiores a 20 años, podrá proponerse la división dasocrática de todo el cuartel según el método de división en tranzones. b) En el caso de turnos largos, que permitan proponer cabidas de regeneración articuladas en periodos, se podrá aplicar alguno de los métodos de tramo: tramo único o tramo móvil, en sus variantes de simple y ampliado. - Si las diferencias de masa en razón de especie y/o calidad de estación se dan a escala de cantones o de rodales, y son lo suficientemente importantes como para proponer turnos diferentes a cada uno de ellos, podrá aplicarse el método de ordenación por rodales.
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METODO DE DIVISION POR CABIDA/DE TRANZONES : Método de ordenación para crear y/o gestionar masas regulares tratadas a turnos cortos y basado en la división de todo el cuartel en tranzones de corta anual o periódica. Busca, en general, la estructura global de masa coetánea. 1) OBJETIVOS: Producción, principalmente madera y leñas. Compatible con otras funciones, en especial dependiendo del tamaño de los tranzones. 2) SITUACIÓNES EN QUE SE APLICA:
- Masas monoespecífica (Admitiría mezcla de especies con mismo turno) - Especies de luz - Especies de crecimiento rápido - Monte alto y monte bajo TIPO DE MASA QUE GENERA: Regular o coetánea
3) TRATAMIENTO: Cortas a hecho en 1 ó en 2 tiempos y cortas a matarrasa en tranzones REGENERACION: Artificial (o natural, en especial en monte bajo) 4) TURNO (EDAD DE MADUREZ): Criterios de máxima renta en especie, tecnológico y financiero. 5) ARTICULACION DEL TIEMPO: La elección de una u otra dependerá de una combinación de: la superficie del cuartel, el tamaño máximo de los tranzones, el turno establecido, las finalidades de la ordenación y los intereses del propietario 6) DIVISION DASOCRATICA: Tranzones potencialmente equiproductivos → T tranzones en la Serie ordenada → T/h tranzones en la Serie graduada (no necesariamente cerrados) Asignación de cantones o rodales a tranzones: Estado sanitario, edad, economía en la gestión, protección al regenerado. 7) POSIBILIDAD: En cabida y/o en volumen (cortas finales y de mejora)
VENTAJAS - Sencillez en su aplicación. Económico - Posibilidad de control del genotipo - Mayor seguridad en operaciones de corta - No existen daños a la masa residual - Productos muy homogéneos - Mejores condiciones para la instalación de la nueva masa (competencia,...)
INCONVENIENTES (según tamaño de tranzones) - Posibles riesgos de erosión hídrica. - Perdida de suelo, deslizamientos - Posible modificación (temporal) de habitats - Fuerte alteración del paisaje - Rigidez en su aplicación: sacrificios de cortabilidad - Posible pérdida de fertilidad - Inestabilidad (el modelo de monte normal creado es muy frágil)
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2.- M ÉTODO S DE TRA MOS
PER IÓDICOS Y TR AM O ÚNICO
IOMA (1970), Art. 84. 1. Los métodos de ordenación por tramos periódicos, con sus actuales variantes, representarán la adaptación de los métodos combinados de distribución a las circunstancias prácticas que exigen una cierta flexibilidad en la ordenación del vuelo por clases de edad localizadas. 2. La clásica versión de los tramos permanentes exigirá especies de análoga edad de madurez y las condiciones señaladas para el tratamiento de monte alto regular, mediante cortas de aclareo sucesivo o cortas a hecho. 3. La variante de los tramos revisables permitirá, por transferencia de rodales, aprovechar en un mismo cuartel especies con edades de madurez diferentes, siempre que no estén íntimamente mezcladas. Asimismo, dará mayor amplitud a la regeneración de rodales rebeldes. 4. La variante de tramo único facilitará aún más la adaptación del vuelo a sus peculiares características de situación, madurez y regeneración, agrupando en tramo abierto o cerrado solamente aquellos cantones que sean objeto de renovación de masa en el próximo período. IGOMA CyL (1999) Art. 135. 1. El método del tramo único requiere las siguientes condiciones: Las cortas por aclareo sucesivo o las cortas a hecho, en uno o dos tiempos, adecuadamente
2.- M ÉTODO S DE TRA MOS
PER IÓDICOS Y TR AM O ÚNICO
IOMA (1970), Art. 84. 1. Los métodos de ordenación por tramos periódicos, con sus actuales variantes, representarán la adaptación de los métodos combinados de distribución a las circunstancias prácticas que exigen una cierta flexibilidad en la ordenación del vuelo por clases de edad localizadas. 2. La clásica versión de los tramos permanentes exigirá especies de análoga edad de madurez y las condiciones señaladas para el tratamiento de monte alto regular, mediante cortas de aclareo sucesivo o cortas a hecho. 3. La variante de los tramos revisables permitirá, por transferencia de rodales, aprovechar en un mismo cuartel especies con edades de madurez diferentes, siempre que no estén íntimamente mezcladas. Asimismo, dará mayor amplitud a la regeneración de rodales rebeldes. 4. La variante de tramo único facilitará aún más la adaptación del vuelo a sus peculiares características de situación, madurez y regeneración, agrupando en tramo abierto o cerrado solamente aquellos cantones que sean objeto de renovación de masa en el próximo período. IGOMA CyL (1999) Art. 135. 1. El método del tramo único requiere las siguientes condiciones: Las cortas por aclareo sucesivo o las cortas a hecho, en uno o dos tiempos, adecuadamente agrupadas, son viables técnicamente y han sido elegidas de acuerdo con las estaciones y especies presentes. El objetivo concreto de la ordenación es producción, o producción-protección, siendo posibles otros usos (sociales, ganadero, etc.) subordinados al primero. No existen restricciones paisajísticas ni de conservación importantes. Hay garantía de una buena regeneración natural. En caso contrario existen medios suficientes para acudir a la regeneración artificial. Las especies principales en el caso de masas mixtas siguen pautas de regeneración natural semejantes, y sus edades de madurez previsibles son próximas, con lo que se garantiza la estabilidad de la mezcla. Se denota una tendencia hacia la distribución equilibrada de las clases artificiales de edad. La carga ganadera no supone riesgos para la regeneración o existen medios para acotar el tramo. 2. Aunque en las condiciones señaladas podría adoptarse el clásico método de tramos periódicos, no parece aconsejable su elección, dada la mayor facilidad de aplicación del método del tramo único. IGOM CAA (2004) Articulo 194. 1. La elección de uno u otro método de tramo vendrá condicionada principalmente por las características selvícolas y estructurales de la masa, con especial referencia al conjunto de cantones que formen parte de la próxima unidad selvícola que entre en regeneración, denominada para estos métodos tramo de regeneración. Asimismo, podrán aportarse otros argumentos que justifiquen la adopción de uno u otro método en razón de la necesidad d e compatibilizar usos que tengan carácter preferente en el cuartel. 2. En el caso de cuarteles transformados o próximos a la transformación podrá mantenerse la composición de los tramos y su numeración, de acuerdo con el método de los tramos periódicos. -
3. El método del tramo único se elegirá preferentemente cuando se den las siguientes condiciones: La masa presenta una estructura preferentemente regular, o próxima a ésta, o bien la vocación del monte exige la creación de estructuras de esta naturaleza. No existen problemas de regeneración natural, pudiéndose llevar a cabo en un solo periodo de regeneración la transformación de la masa del próximo tramo en regeneración por una nueva. En caso contrario, se deberá acudir a la repoblación artificial.
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METODOS DE LOS TRAMOS PERIODICOS Y EL TRAMO ÚNICO : Potencian la regeneración natural y tienden a una masa estratificada en clases artificiales de edad localizadas, resultantes de la aplicación de las cortas por aclareo sucesivo. La versión del Tramo Único sólo localiza (inicialmente) el tramo en destino, el cual sólo se debería permanecer un periodo en regeneración, transcurrido el cual tiene lugar la formación de un nuevo tramo único. La versión de Tramos Periódicos tiene actualmente su aplicación en las Revisiones de montes ordenados con el turno de transformación mediado o próximo a su finalización. 1) OBJETIVOS: Producción fundamentalmente, compatible con otros usos; tanto más cuanto que no se adopten tramos cerrados. 2) SITUACIÓNES EN QUE SE APLICA:
- Monoespecífica o pluriespecífica (para especies no tengan turnos muy diferentes o estén íntimamente mezcladas) - Especies de luz, media luz y de media sombra - Especies de crecimiento medio y lento - Monte alto o montes bajos a convertir TIPO DE MASA QUE GENERA: Regular o semirregular por cantones y/o tramos
3) TRATAMIENTO: Cortas por aclareo sucesivo en cantones o tramos. En ocasiones, cortas a hecho en 1 o en 2 tiempos REGENERACION: Natural (o artificial) 4) TURNO (EDAD DE MADUREZ): Criterios de máximo rendimiento (en especie, en dinero) y tecnológico. 5) ARTICULACION DEL TIEMPO: Periodo de regeneración (función de la especie -temperamento y vecería- y calidad de estación) la clase artificial de edad. Era obligado que fuera un submúltiplo del turno o, en masas mixtas, submúltiplo de la edad de madurez de una de las especies principales. 6) DIVISION DASOCRATICA: Tramos potencialmente equiproductivos con una superficie equivalente a la cabida periódica y siempre que sea posible cerrados (tantos como periodos contenga el turno). Cada tramo estará asignado a un periodo de corta. En tramo único: Tramo único o en regeneración con una superficie equivalente a la cabida periódica y asignado al primer periodo. Grupo de preparación (previsiblemente futuro tramo único) Grupo de mejora (masa más joven y/o regenerada) Asignación de cantones o rodales al tramo en regeneración: Estado sanitario, regeneración, edad, calidad del arbolado, espesura, economía en la gestión. 7) POSIBILIDAD: En volumen, distinguiendo la posibilidad de regeneración de la posibilidad de mejora. En cabida, para las cortas de regeneración expresada para la duración del periodo de regeneración. Para las cortas de mejora, indicando las superficies a recorrer con claras y entresaca de extracortables.
VENTAJAS - Mayor protección al medio compatible con la rentabilidad económica. - Protección al regenerado en climas agresivos - Se potencia la regeneración natural. - Permiten minimizar sacrificios de cortabilidad y atenuar los efectos no previstos. -Posibilidad de aplicación a masas mixtas.
3.- M ÉTODO
INCONVENIENTES - Mayor complejidad y riesgo en las operaciones de corta - Posibles daños a la masa residual y al regenerado - Escasa aplicación en zonas de suelo poco profundo y fuertes vientos.
DEL TRA MO MÓVIL
IOMA (1970), Art. 85. El método del tramo móvil en regeneración será el más indicado para las resinosas de montaña que presentando tendencia natural hacia la estructura de masa regular, tienen las edades deficientemente repartidas para una ordenación por tramos periódicos. La agrupación desigual de parcelas en superficies abiertas de regeneración, preparación y mejora dará un mayor poder de maniobra para lograr la regeneración en condiciones selvícolas y económicas aceptables. IGOMA CyL (1999) Art. 136. 1. El método del tramo móvil se elegirá cuando se den las siguientes condiciones: Las cortas por aclareo sucesivo son técnicamente viables, han sido elegidas de acuerdo con las estaciones y especies presentes y pueden localizarse a nivel de rodal. El objetivo concreto de la ordenación es productor-protector pero limitado por razones de protección del suelo o consideraciones paisajísticas y de conservación; o bien el objetivo concreto es protectorproductor. La regeneración natural es desigual en cuantías y plazos, no existen medios para acudir a la artificial, y, consecuentemente, es previsible que las futuras masas contengan dos clases artificiales de edad contiguas. Las especies principales en el caso de masas mixtas presentan pautas de regeneración muy diferentes y sus previsibles edades de madurez son muy distintas, con lo que es previsible la presencia
3.- M ÉTODO
DEL TRA MO MÓVIL
IOMA (1970), Art. 85. El método del tramo móvil en regeneración será el más indicado para las resinosas de montaña que presentando tendencia natural hacia la estructura de masa regular, tienen las edades deficientemente repartidas para una ordenación por tramos periódicos. La agrupación desigual de parcelas en superficies abiertas de regeneración, preparación y mejora dará un mayor poder de maniobra para lograr la regeneración en condiciones selvícolas y económicas aceptables. IGOMA CyL (1999) Art. 136. 1. El método del tramo móvil se elegirá cuando se den las siguientes condiciones: Las cortas por aclareo sucesivo son técnicamente viables, han sido elegidas de acuerdo con las estaciones y especies presentes y pueden localizarse a nivel de rodal. El objetivo concreto de la ordenación es productor-protector pero limitado por razones de protección del suelo o consideraciones paisajísticas y de conservación; o bien el objetivo concreto es protectorproductor. La regeneración natural es desigual en cuantías y plazos, no existen medios para acudir a la artificial, y, consecuentemente, es previsible que las futuras masas contengan dos clases artificiales de edad contiguas. Las especies principales en el caso de masas mixtas presentan pautas de regeneración muy diferentes y sus previsibles edades de madurez son muy distintas, con lo que es previsible la presencia de dos clases artificiales de edad contiguas. Existe un fuerte desequilibrio inicial en la distribución de las clases de edad, singularmente de masa vieja, cuya transformación y regeneración debe escalonarse convenientemente en el tiempo. Existe una presencia importante de masas abiertas y sin regeneración, o de masas abiertas con exceso de regeneración, localizadas en ambos casos en superficies muy superiores a las que teóricamente deben ocupar las clases de edad (cabida periódica). La carga ganadera no supone riesgos para la regeneración natural o se dispone de medios para acotar superficies en regeneración muy dispersas. 2. El método del tramo móvil podría ser muy apropiado para montes bajos muy degradados que se pretende convertir en montes altos y que presentan superficies de urgente regeneración superiores a la cabida periódica. Artículo 137. Cuando las restricciones de protección de suelos y las limitaciones paisajísticas y de conservación de habitats sean muy fuertes se podrá elegir una variante del método del tramo móvil o un tramo móvil ampliado, en el que se admitirá que los rodales puedan contener, una vez recorridos por las cortas de aclareo sucesivo, hasta tres clases artificiales de edad contiguas o dos no contiguas. El método del tramo móvil ampliado organizará masas irregulares en primer grado y se considera adecuado para organizar un uso productivo subordinado a la protección y a la conservación. IGOM CAA (2004) Articulo 194. 4. El método del tramo móvil en cualquiera de sus dos variantes se elegirá preferentemente cuando la masa presente una estructura semirregular o irregular incompleta, o bien cuando la regeneración natural sea desigual en cuantías y plazos, por lo que la transformación de la masa del próximo tramo en regeneración vaya a realizarse probablemente en dos o tres periodos. La opción por una u otra variante se justificará preferentemente en razón de las siguientes consideraciones: - El método del tramo móvil simple se elegirá cuando la masa presente una estructura preferentemente semirregular de primer grado, o próxima a ésta, o bien la vocación del cuartel exija la creación de estructuras de esta naturaleza. - El método del tramo móvil ampliado se elegirá cuando la masa presente una estructura preferentemente semirregular de segundo grado o irregular incompleta, o bien la vocación del cuartel exija la creación de estructuras de esta naturaleza
METODO DEL TRAMO MOVIL . Método de ordenación de tramo en el que los cantones que forman el tramo en destino pueden permanecer uno, dos (y hasta tres) periodos en regeneración. Se suele recurrir a él en masas con regeneración natural difícil o caprichosa, en masas uniformemente envejecidas, con fuertes desequilibrios de clases de edad o cuando se busca estructuras de masa semirregulares y/o clases de edad poco localizadas. 1) OBJETIVOS: Producción (de madera) y protección (del medio, la masa y el paisaje) 2) SITUACIÓNES EN QUE SE APLICA:
- Monoespecífica o pluriespecífica (por cantones o rodales) - Especies de crecimiento medio y lento en monte alto - Especies de media luz y de media sombra y de sombra TIPO DE MASA QUE GENERA: Regular o semirregular por cantones
3) TRATAMIENTO: Cortas por aclareo sucesivo (uniforme, en fajas o en bosquetes) en cantones REGENERACION: Natural (sólo en última instancia artificial). 4) EDAD DE MADUREZ (TURNO): Criterios de máximo rendimiento (en especie, en dinero) y tecnológico. Criterios selvícolas 5) ARTICULACION DEL TIEMPO: Periodo de aplicación: tiempo para el cual es válida la división dasocrática propuesta (su duración dependerá del estado de la regeneración en los cantones del tramo en regeneración, la vigencia del plan especial y la rotación de las claras). Su amplitud podría variar de unas revisiones a otras. Cada cantón tendrá su propio plazo para regenerarse. Se puede/debe mantener el de Clase artificial de edad al objeto de clasificar los cantones por la forma principal de masa así como base para una futura gestión por tramos periódicos (cuando proceda) 6) DIVISION DASOCRATICA: Tramo móvil (deseable, si se busca la regulación por cabida, que Sc*d/E Stm < 0.5 Sc Superficie de equilibrio), grupo de preparación y grupo de mejora. Dependiendo del estado de la masa, no tiene porqué definirse las tres unidades en cada cuartel de ordenación. La regeneración de un cantón se puede prolongar a dos o más periodos de aplicación, siempre y cuando no se sobrepase la mitad de la edad del turno esperado, al objeto de no llevar al cantón a estructuras de masa irregular. Asignación de cantones o rodales al tramo m óvil: Estado sanitario, densidad y desarrollo de la regeneración, espesura, dimensiones (edad) y calidad del arbolado, contigüidad de cantones 7) POSIBILIDAD: En volumen, distinguiendo la posibilidad de regeneración de la posibilidad de mejora. Se especificará qué parte es posibilidad imperativa (de obligado cumplimiento para el gestor) y cual indicativa (una referencia a seguir que queda condicionada por la evolución de la masa).
VENTAJAS - Permite cambios de estructura minimizando sacrificios de cortabilidad: Masa regular Masa irregular - Potencia al máximo la regeneración natural - Muy flexible en su aplicación, adaptando la gestión a la evolución de la masa. - Minimiza alteraciones en el medio. Paisajísticamente bueno - Lleva a estructuras semirregulares - Especialmente apto para especies con marcada vecería - Especialmente adecuados para el inicio de ordenaciones
INCONVENIENTES - Exige un mayor seguimiento y cuidado de la masa - Impone mayores superficies acotadas al pastoreo (cuando exista) - Lleva a estructuras semirregulares - Desfavorable en zonas con riesgos de derribos (vientos, nieve...) -Mayores daños a masa residual y regenerado que Tr. Periódicos - Trabajos están más dispersos y productos son menos homogéneos - El control de la superficie regenerada es difícil y menos preciso
ALGUNAS CONSIDERACIONES RESPECTO AL MÉTODO DE ORDENACIÓN POR TRAMO MÓVIL El tramo móvil ha sido un método de ordenación que, con independencia de su uso y aplicación en Francia, país en el que surge, en España se ha utilizado fundamentalmente para iniciar la ordenacion de masas uniformemente envejecidas, con fuertes desequilibrios en las clases de edad, con regeneración iniciada en una gran superficie del mismo y también en masas con una regeneración que podría clasificarse de caprichosa o imprevisible. También son muchos los casos en los que ha sido aplicado tras el fracaso –por diferentes motivos – en la aplicación del método de tramos permanentes (o método de ordenar transformando, en su denominación anterior). El objetivo de este método suele ser doble, por una parte, minimizar sacrificios de cortabilidad y por otra, aprovechar el trabajo ya hecho por la naturaleza en la renovación de la masa, es decir, utilizar la regeneración natural ya instalada como parte del inicio de la ordenación o, por el contrario, disponer de plazos largos de regeneración cuando ésta no se consigue en los plazos previsibles. Además, el modelo de estructura buscada –modelo al que todo método de ordenación tiende (monte normal) – era, en última instancia, el de tramos periódicos con clases de edad localizadas en superficies equiproductivas. No importaba que este modelo no se alcanzara en el turno transitorio pero generaba un modelo intermedio, tras su aplicación, más satisfactorio (al objeto de cumplir los principios básicos de la ordenación) que la forma de masa precedente. Bien es verdad que hoy en día también podría utilizarse con el objeto de llevar a la masa (o de mantenerla) en estructura semirregular como forma de masa más conveniente.
ALGUNAS CONSIDERACIONES RESPECTO AL MÉTODO DE ORDENACIÓN POR TRAMO MÓVIL El tramo móvil ha sido un método de ordenación que, con independencia de su uso y aplicación en Francia, país en el que surge, en España se ha utilizado fundamentalmente para iniciar la ordenacion de masas uniformemente envejecidas, con fuertes desequilibrios en las clases de edad, con regeneración iniciada en una gran superficie del mismo y también en masas con una regeneración que podría clasificarse de caprichosa o imprevisible. También son muchos los casos en los que ha sido aplicado tras el fracaso –por diferentes motivos – en la aplicación del método de tramos permanentes (o método de ordenar transformando, en su denominación anterior). El objetivo de este método suele ser doble, por una parte, minimizar sacrificios de cortabilidad y por otra, aprovechar el trabajo ya hecho por la naturaleza en la renovación de la masa, es decir, utilizar la regeneración natural ya instalada como parte del inicio de la ordenación o, por el contrario, disponer de plazos largos de regeneración cuando ésta no se consigue en los plazos previsibles. Además, el modelo de estructura buscada –modelo al que todo método de ordenación tiende (monte normal) – era, en última instancia, el de tramos periódicos con clases de edad localizadas en superficies equiproductivas. No importaba que este modelo no se alcanzara en el turno transitorio pero generaba un modelo intermedio, tras su aplicación, más satisfactorio (al objeto de cumplir los principios básicos de la ordenación) que la forma de masa precedente. Bien es verdad que hoy en día también podría utilizarse con el objeto de llevar a la masa (o de mantenerla) en estructura semirregular como forma de masa más conveniente. 1.- CUESTIONES DE TIPO GENERAL. LOS PLAZOS PARA LA REGENERACIÓN En síntesis el método propone definir en cada unidad de ordenación –cuartel- tres grandes grupos: 1. Tramo móvil (tramo en regeneración) 2. Grupo de preparación 3. Grupo de mejora El primero es el que interesa puesto que en él quedarán incluidos los cantones a regenerar de forma más o menos inmediata. Es frecuente que los cantones a incluir en el tramo móvil se clasifiquen en tres categorías, si bien podría haber más (o menos, dependiendo de cada tipo de masa) Las tres categorías mencionadas son: a. Cantones a finalizar la regeneración en el plazo de tiempo “d” años b. Cantones a continuar la regeneración el los “d” años c. Cantones iniciar la regeneración en los “d” años Al plazo “d ” se le conoce como periodo de aplicación (o duración de la aplicación) y se define como el
número de años para el cual es válida la división dasocrática propuesta. Es decir, en el momento que algún cantón cambia de ubicación, aunque sólo fuera 1, el periodo de aplicación habría finalizado y se iniciaría otro. Posteriormente se discutirá qué duración debe tener este plazo de tiempo. Por otra parte, de forma implícita, se entiende que los cantones de los grupos a y b ya tienen una regeneración instalada que deben finalizar en un plazo más o menos largo, pero en ellos ya existe una cierta masa joven instalada que es necesario liberar de la competencia de la masa adulta. Supongamos que la edad máxima de estos regenerados son e1 y e2 respectivamente. Supongamos también que los cantones del grupo a finalizan su regeneración, tal como se esperaba, en d1 años. Finalizado este plazo “saldrían” del tramo móvil y pasarían al grupo de mejora con una masa
transformada con una clase de edad de 1 a d1 años más la máxima edad del regenerado ya existente, e1. Mientras tanto, en los cantones de los grupos b y c la regeneración seguiría o se iniciaría, respectivamente, durante estos d1 años. Finalizado d1 se iniciaría un nuevo periodo de aplicación d2 (que puede ser igual o no a d1) en el que previsiblemente entrarían nuevos cantones al tramo móvil procedentes del grupo de preparación pero a los
que no consideraremos por ahora. Este plazo es en el que es probable que se espere finalizar la regeneración en los cantones del grupo b (y si no en todos, al menos en parte de ellos). Transcurrido este nuevo plazo de d2 años, los cantones (todos o una parte) del grupo b saldrían del tramo móvil con una masa transformada con una clase de edad de 1 a d1+d2 años más la máxima edad del regenerado previamente instalado (e2) Con igual razonamiento se puede suponer que finalizado el tercer periodo de aplicación ( d3, que podrá ser igual o distinto a los periodos d1 y/o d2 ), en los cantones del grupo c se dispondrá de una masa transformada con una clase de edad de 1 a d1+d2+d3. Es decir, transcurridos estos d1+d2+d3 años tendríamos un nuevo tramo móvil y en el grupo de mejora estarían los grupos de cantones que componían el tramo móvil original, con los siguientes intervalos de clases de edad según van “saliendo” del tramo en regeneración : Cantones Grupo a Grupo b Grupo c
Clase de edad de los brinzales 1→d1+e1. 1→d1+d2+e2 . 1→d1+d2+d3.
Periodo de regeneración d1 d1+d2 d1+d2+d3
Siendo los más “viejos” los cantones del grupo a y los más jóvenes los del grupo c , los últimos en entrar.
Pero lo que sí es claro es que cada cantón o grupo de cantones del tramo móvil ha tenido su propio plazo para regenerarse. En principio, el único intervalo de clase de edad que podríamos controlar –y siempre a posteriori- será el de los cantones del grupo c , salvo que pongamos una cota superior a d1 y d2 para que los intervalos de edad de la masa de los cantones de los grupos a y b, una vez finalizada la regeneración, no sobrepasen un determinado límite en función de la edad máxima del regenerado previamente instalado en ellos. Prescindiendo de esta última posibilidad (que no suele tenerse en cuenta), ¿tienen un límite los plazos para regenerar los cantones?. Dado que el método surgió para ordenar masas inicialmente irregulares pero con tendencia a la regularidad, el objetivo general suele se r utilizar la estructura semirregular (en su sentido más clásico25) como paso intermedio entre ambas estructuras extremas, luego, para aquella superficie en la que sí podemos controlar el plazo de regeneración (d1+d2+d3 en los cantones del grupo c ) sí existiría un plazo máximo equivalente a dos clases artificiales de edad . Es decir: d1+d2+d3 2 clases artificiales de edad (que podrían ser hasta tres en las nuevas versiones del tramo móvil, el conocido como tramo móvil ampliado, pero que no consideraremos) Luego, con independencia de que cada cantón tenga su plazo para la regeneración, la clase artificial de edad sirve de referente en este método ya que su concreción permite clasificar la forma principal (regular, semirregular) de masa que puebla un determinado cantón. 2.- CABIDA DEL TRAMO MÓVIL. LA SUPERFICIE DE EQUILIBRIO Con esta “articulación del tiempo”, ¿qué superficie debe tener el tramo móvil? Hasta ahora nada se ha dicho de la superficie de los tres grupos de cantones que conforman inicialmente el tramo móvil. Supongamos que estas superficies son respectivamente S1, S2 y S3 para los grupos de cantones a, b y c respectivamente, de forma que S1+S2+S3 = Superfície tramo móvil
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Masa que, en la unidad de referencia ó cantón, presenta pies de dos clases de edad consecutivas
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En la habitual correlación que se establece entre el tiempo y el espacio en la ordenación, en especial de masas regulares, en este caso tendríamos que En d1 años “salen” del tr.móvil S1 ha regeneradas En d2 años “salen” del tr.móvil S2 ha regeneradas. En d3 años “salen” del tr.móvil S3 ha regeneradas En los métodos clásicos de ordenación, que ordenan por cabida, se busca en general que cada año se regenere una superficie equivalente a una “1/E” parte de la del cuartel, siendo E la edad de madurez , fijada por algún criterio de máximo rendimiento (o una combinación de ellos), que a su vez se suele hacer coincidir con el Turno (T) –plazo en el que el cuartel será recorrido con cortas de regeneración- al objeto de que, finalizado este plazo, la masa disponga ya de cantones en edad óptima de corta así como toda la secuencia completa de edades o de clases de edad. Es decir, manteniendo la clásica correspondencia entre tiempo y superficie regenerada, se buscaría que en cada periodo de aplicación se regenerara una superficie igual a:
S cuartel d S equil E i Superficie conocida como “ superficie de equilibrio”, que equivaldría a la cabida anual Ca=(S/T) en la serie
ordenada de tranzones o a la cabida periódica (Cp=S*p/T) en el método de tramos periódicos. No obstante, esta igualdad no es condición exigible a este método. En el caso de este método, en donde hay una gran libertad para ir avanzando en la regeneración, se pueden producir las siguientes 3 situaciones:
S reg ó ó S equil ¿Qué consecuencias tiene que la superficie de equilibrio se cumpla o no en los sucesivos periodos de aplicación? Si en cada periodo de aplicación se fuera consiguiendo que:
S reg S equil E T O lo que es lo mismo, el turno coincidiría con la edad de madurez Si siempre se produjera que:
S reg S equil E T Es decir, el turno sería más largo que la edad de madurez fijada. Y finalmente, si siempre:
S reg S equil E T Lo que en este caso supone que el plazo para renovar la masa sería más corto que la edad de madurez . Como a lo largo de la ordenación por tramo móvil se van sucediendo alternativamente estas tres posibilidades, nunca existe certeza de cuándo finalizará el turno (de ahí que en este método se fije la de edad de madurez pero no se concrete el turno) ¿Qué implicaciones tiene ésto para fijar la superficie del Tramo móvil? Como en general este método se ha utilizado como paso intermedio entre las estructuras más o menos irregulares y las regulares, y se quiere a lo sumo masas semirregulares localizadas en cantones, en el límite se podría suponer que, al igual que el plazo máximo de regeneración no puede sobrepasar dos clases artificiales de edad, la superficie a regenerar tampoco puede superar la cabida equivalente a dicho plazo, es decir:
S TMmáxima
S cuartel 2CAE E
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Aceptando –en el caso más general- que una clase de edad puede alcanzar hasta un 25% de la edad de madurez (CAE=E/4), tendríamos que la superficie máxima del tramo móvil sería 26:
S TMmáxima
S cuartel E S 2 cuartel 50%S cuartel 4 2 E
¿Tendría una superficie mínima? En principio no parece necesario, pero se podría suponer que, al objeto de no retrasar en exceso la transformación del vuelo en el cuartel (avanzar en la ordenación), se podría fijar como deseable la superficie de equilibrio
S TMmínima
S cuartel d E
No obstante, dado que este método suele adoptarse para iniciar la ordenación de montes que, en general, necesitan poner en regeneración más superficie que la cabida periódica, el valor mínimo no es ninguna limitación del método. 3.- DURACIÓN DEL PERIODO DE APLICACIÓN En cuanto a la duración del plazo “ d ”, de acuerdo con la definición que de él se ha dado, vendrá
condicionado fundamentalmente por:
El estado (cantidad y calidad) de la regeneración en los cantones con mayor urgencia para finalizarla. Lapso más conveniente/deseable entre revisiones de la ordenación Rotación entre claras
Así pues, y suponiendo que ya existe una parte del tramo móvil con regeneración instalada al inicio de la ordenación, parece razonable que dicho plazo esté acotado por los siguientes valores: Periodo entre revisiones ≤ periodo de aplicación ≤ CAE Menor duración supondría modificar la composición del tramo móvil sin su correspondiente revisión, y mayor supondría que los supuestos cantones con mayor urgencia para la regeneración podrían llegar a tener una masa instalada muy superior a dos clases artificiales de edad (en función de la máxima edad del regenerado ya instalado). No obstante, siendo rigurosos en la interpretación que permite el método, se podría imaginar el caso en que todos los cantones que componen el tramo móvil son del tipo c y que, siendo en la zona la regeneración difícil, se podría llegar a necesitar un plazo máximo de dos periodos para su completa regeneración (para no permitir la irregularidad de la masa). En este supuesto: Periodo entre revisiones ≤ periodo de aplicación ≤ 2.CAE Pese a que esta cota superior sería perfectamente válida para los planteamientos del método, no se conoce ningún monte en donde el periodo de aplicación sea mayor a la clase artificial de edad, circunstancia por otra parte lógica ya que plazos superiores a 30/40 años (máximos periodos de regeneración aplicados) llevarían a una incertidumbre excesiva en la planificación a medio plazo (análoga, casi, a la que se asume para los planes generales),
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Nunca ha quedado clara la condición impuesta por las IOMA (1970) de que no debiera superar el 40% de la superficie del cuartel, salvo que viniera condicionada por el hecho de que la mayoría de nuestros montes estuvieran ordenados por tramos, muy frecuentemente 5 (equivalente a 100 años para el turno y 20 para el periodo de regeneración), de tal forma que si el método del tramo móvil en sus primeras versiones s ólo admitía masas semirregulares (2 clases de edad, es decir, el 40% del turno) el tramo móvil podría tener como máximo un porcentaje de superficie del cuartel equivalente .
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De acuerdo con la desigualdad anterior, ¿es recomendable que d sea igual, múltiplo o un submúltiplo de la clase artificial de edad? En realidad esta proporcionalidad no es condición del método . Es cierto que son frecuentes los montes ordenados por este método en que el periodo de aplicación se ha fijado igual al de regeneración. Sin embargo, dado que los periodos de regeneración “ p” (o lo que es igual, las CAE) suelen ser números “redondos” no excesivamente grandes, es muy probable que “d” sea igual o inferior a “ p”, pero no necesariamente un submúltiplo y rara vez mayor. Se muestran algunos posibles
valores de d para los periodos de regeneración más utilizados en nuestros montes ordenados: Turnos y Clases Valores posibles para el periodo de aplicación (*) buscando un “encaje” con el periodo de regeneración artificiales de edad (CAE=p) y/o con un número “redondo” 9, 15, 18, 20, 25,36 80/18 10, 20, 25, 30, 35, 40 80-100/20 10, 12, 15, 20, 24, 30, 40, 45, 48 125/24 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 50 100-125/25 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 45, 50, 60 120-150/30 (*) En negrita, los más probables al objeto de hacerlos coincidir con el periodo entre revisiones. Nada importa que d no sea submúltiplo de la CAE; en cada caso lo que realmente será importante es conocer los plazos que cada cantón o grupo de cantones han necesitado para regenerarse y tener, por tanto, un cierto control de las superficies regeneradas en cada periodo de aplicación y la consiguiente localización de las clases de edad de la masa transformada. La dificultad de ésta tarea (máxime con los frecuentes cambios en los responsables de la gestión de nuestros montes) supone una de las mayores dificultades en la aplicación del método y puede ser el motivo que ha llevado, con toda probabilidad, a que para facilitar dicho seguimiento, en la mayoría de los casos en los que se ha aplicado este método, se haya fijado d = p Así pues, dado que en este método no es necesario manejar el concepto de periodo de regeneración y si acaso sólo sería necesario el de clase artificial de edad al objeto de poder clasificar una masa como regular, semirregular o irregular y que aquélla puede asimilarse de forma general a una cuarta parte de la Edad de madurez 27 , el concepto que sí debe realmente fijarse es este último que, además, permitirá ir controlando la superficie de equilibrio y, por tanto, la m archa y el avance de la ordenación y, muy especialmente, facilitar la futura gestión hacia una organización de masas regulares cuando sea éste uno de los objetivos. 4.- EL MONTE NORMAL EN EL MÉTODO DEL TRAMO MÓVIL ¿Cual sería la teórica estructura de monte normal de los montes ordenados por el método del tramo móvil?, en definitiva, suponiendo una aplicación continua del método, ¿qué modelos de bosque tendríamos finalmente?. No tenemos mucha experiencia en su aplicación y, en concreto, no tenemos suficiente historial dasocrático para saber cómo evolucionan los montes que están ordenados por este método. Es difícil aventurar un posible modelo de estructura de masa en sintonía con el concepto de la “normalidad forestal”, aunque en principio sería el de una estructura de masa semirregular con equilibrio de clases de edad, modelo difícilmente alcanzable en este método ―si bien alcanzar el modelo teórico es irreal, cuando no imposible, en todos los casos ―. Además, en su enfoque actual, el método no se utiliza para regularizar masas más o menos irregulares sino que la estructura que crea, semirregular, es el modelo f inal buscado (el modelo de monte final) por lo que quedan relegados a un segundo plano tanto las rentas constantes como el máximo rendimiento sensu stricto (cortar la masa o el árbol lo más próximo a la edad de madurez). De ahí que si este modelo de gestión se adopta como modelo definitivo lo más importante en su seguimiento será, tal como hemos comentado antes, el control de las superficies regeneradas en cada periodo de aplicación y la localización de las clases de edad de la masa transfo rmada (que además, supondrán un importante ahorro en esfuerzo y dinero para el gestor en el futuro)
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En el caso de fijar el intervalo de clase de edad en 20 años, como ha sido habitual, también sería necesaria la determinación de la edad de madurez.
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5.- LA ESTIMACIÓN DE LA POSIBILIDAD SELVÍCOLA La forma de estimar la posibilidad en el método del tramo móvil es análoga a la de cualquier otro método de tramos aunque quizás incorpore mayor incertidumbre (si bien ésta siempre está presente en estimaciones que se proyectan a un número de años largo, 10 ó 15, pues lo numerosos imprevistos que pueden acaecer en este tiempo propician que la posibilidad ejecutada se desvíe –en más o en menos- de la estimada). La posibilidad total del monte o cuartel tendrá, como es habitual, dos componentes, una posibilidad de regeneración y otra de mejora, procedentes a su vez de las cortas que, con el mismo nombre, se hayan propuesto para la vigencia del plan especial. La posibilidad de regeneración media para el tramo móvil se estima a partir de la fórmula de masa cortable y adaptada a la propuesta de organización de las cortas de regeneración. Una vez fijado el periodo de aplicación en d años de acuerdo con los criterios antes expuestos, el tramo móvil se habrá formado por cantones/rodales de diferente tipología. Habrá un primer grupo con cantones/rodales G1 (con un volumen V1 m 3 y un crecimiento en volumen IV m 3/año) en los que la regeneración su quiere finalizar en el periodo de aplicación, luego esta primera componente de la posibilidad de regeneración se obtendrá de la expresión: Pr eg (1)
V 1 IV 1 m 3 / año 2 d
puesto que la propuesta es que, una vez finalizado el periodo, se hayan extraído todas las existencias de la masa madura (o casi todas si se opta por dejar una cierta masa envejecida por más tiempo) para ser sustituida por un regenerado. A esta componente de la posi bilidad se la suele denominar “posibilidad imperativa” por cuanto es la que se debe cumplir si se quiere avanzar en la ordenación (en la sustitución de
masa adulta por regenerado). Habrá otros grupos de cantones en los que la regeneración deberá continuar o iniciarse durante el periodo de aplicación en los que las existencias a extraer serán una parte de las existentes pero nunca todas. En este caso, la posibilidad se deduciría de la misma fórmula pero afectada de un coeficiente K inferior a la unidad (que puede ser variable de unos cantones a otros).
V 2 IV 2 V 3 IV 3 K 3 * .... m 3 / año 2 2 pe pe
Pr eg (2) K 2 *
En donde: Pe = vigencia del plan especial (o periodo de aplicació n –d – si ambos plazos de tiempo coinciden) K2, K3, Ki =coeficientes, inferiores a la unidad, que cuantifican la proporción de las existencias a ser extraídas con las cortas del aclareo sucesivo durante los pe años en los grupos de cantones 2, 3, i , … La determinación del valor de estos coeficientes es una decisión que entra dentro del campo de la selvicultura y depende de la especie y su vecería, la duración de pe, del estado de los cantones (nivel de existencias y regeneración principalmente) y de la calidad de estación y/o exposición de los cantones. A esta componente de la posibilidad se la denomina “posibilidad indicativa” en tanto que la cantidad
obtenida está condicionada por el valor de los coeficientes Ki, a su vez afectados de una cierta “subjetividad”. Además, la no realización de esta parte de la posibilidad no afecta de forma tan patente a la
marcha de la ordenación (puesto que en estos cantones aún no está previsto finalizar las cortas de regeneración). La posibilidad de mejora se calcularía para los cantones fuera del tramo en regeneración igual que para cualquier otro método (ver capítulo de la posibilidad maderera) y, por la misma razón, también podría ser considerada posibilidad indicativa dependiendo de cómo se estime el peso de la clara. La suma de ambas posibilidades [regeneración (1) y (2) y mej ora] proporcionará la posibilidad global del cuartel.
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4.- M ÉTODOS DE ORDENA CIÓN PO R ENTRES ACA IOMA (1970), Art. 87. Los métodos de ordenación por entresaca se impondrán cuando las condiciones ecológicas variadas o difíciles, o la función preferente asignada al monte, aconsejen el tratamiento de masa irregular. IGOMA CyL (1999) Artículo 139. 1. Los métodos de ordenación por entresaca pie a pie solo podrán aplicarse a aquellas masas de especies tolerantes y con marcada tendencia a la mezcla más o menos íntima de pies, que requieren precisamente el tipo de cortas de regeneración que da nombre a los métodos. 2. La extensión del cuartel aconsejará la adopción del método de entresaca generalizada (sin división del cuartel) o del método de entresaca regularizada (con el cuartel dividido e n tramos de entresaca). 3. Los métodos de entresaca pie a pie son compatibles con objetivos concretos de producción y de protección, y no alteran el paisaje, pero excluyen el uso ganadero dado que la regeneración natural será continua bajo el dosel de copas en todo el cuartel. Artículo 140. 1. Los métodos de ordenación de entresaca por bosquetes serán aplicables, en general, a aquellos montes con objetivos concretos de protección o de protección-producción, en los que las necesidades de la defensa de los suelos contra la erosión y las restricciones paisajísticas y de conservación los hagan preferibles a los métodos del tramo único, del tramo móvil y de su versión ampliada. 2. En su elección razonada deberá tenerse en cuenta el elevado coste de la gestión intensiva que supone su aplicación. IGOM CAA (2004) Articulo 195. Los métodos de ordenación para masas irregulares completas se aplicarán preferentemente cuando la descripción de los cantones arroje un predominio claro de estructuras de masa próximas a estas estructuras teóricas. Dentro de este grupo pueden distinguirse básicamente dos tipos de métodos: - El método de entresaca pie a pie se elegirá cuando se desee una mezcla de todas las edades por árboles individuales, por lo general en masas de especies tolerantes, aunque en determinados casos puede ser de aplicación en especies con temperamentos flexibles en los que la vocación del cuartel aconseje estructuras de esta naturaleza. También se considera entresaca pie a pie el modelo práctico de gestión de entresaca por bosquetes de tamaño inferior a 0,2 hectáreas. - El método de entresaca por bosquetes se elegirá cuando se desee una mezcla de todas las edades por bosquetes de tamaño medio y grande (0,2 a 2 hectáreas, o incluso superior), pudiéndose aplicar con especies de cualquier temperamento.
METODO DE ORDENACION DE ENTRESACA : Método que crea y/o gestiona masas irregulares basado en las cortas de entresaca pié a pié o por bosquetes. 1) OBJETIVOS: Producción y protección del medio (físico y biológico) y del paisaje. Uso recreativo difuso 2) SITUACIONES EN LAS QUE SE APLICA: - Monoespecífica o pluriespecífica - Especies de media sombra y de sombra con tendencia a la irregularidad, pie a pie o por bosquetes - Especies de crecimiento medio y lento - Monte alto y monte bajo TIPO DE MASA QUE GENERA: - Irregular por tramos de entresaca o por cantones 3) TRATAMIENTO: Cortas de entresaca pie a pie o por bosquetes REGENERACION: Natural (artificial en última instancia, en entresaca por bosquetes) 4) DIAMETRO DE CORTABILIDAD (EDAD DE MADUREZ-E-): Criterios tecnológico, selvícola y físico (Financiero). 5) ARTICULACION DEL TIEMPO: Rotación de la entresaca (intervalo de tiempo entre dos cortas de entresaca sobre una misma superficie). Su duración condicionará o impondrá la intensidad de la corta de entresaca y dependerá de: la calidad de estación, el crecimiento de la masa, (el tiempo de paso de la última clase diamétrica), la superficie del cuartel, aspectos selvícolas de la masa –rotaciones cortas- y criterios económicos de la gestión –rotaciones largasOscila entre un valor mínimo de 1 año -Entresaca pura y renta anual- y un valor teórico máximo equivalente al tiempo de paso (número medio de años que un pie tarda en pasar de una clase diamétrica a la siguiente. Se supone constante para todo el rango diamétrico) - Entresaca regularizada-. 6) DIVISION DASOCRATICA: La totalidad del cuartel de ordenación (Entresaca pura) o tramos de entresaca equiproductivos, tantos como años dura la rotación (Entresaca regularizada) o un submúltiplo si se desea renta periódica. La irregularidad se busca/logra a escala cantón o grupo de cantones. 7) POSIBILIDAD: Muy frecuentemente tendrá carácter indicativo. En número de pies y en volumen (Definición de la curva de equilibrio del monte entresacado ideal) en la entresaca pie a pie. También se puede expresar en cabida en la entresaca por bosquetes (con indicación del tamaño medio de bosquete)
VENTAJAS -
integración en el entorno - Minimiza los sacrificios de cortabilidad - Gran flexibilidad de aplicación a distintos temperamentos en su aplicación por bosquetes. - Máxima diversidad estructural en pequeñas superficies. - Valores paisajísticos (y recreativos) - Posibilidad de aplicación en montes de pequeña extensión - Especialmente aceptado socialmente
INCONVENIENTES - Escasa aplicación (especies tolerantes) en su versión de entresaca pie a pie - Gestión compleja y costosa. - Requiere de una red de vías de saca completa - Acotado total al pastoreo (cuando exista) - Máxima complejidad en operaciones de corta y saca - Mayores riesgos de daños a la masa residual y al regenerado
5.- “M ÉTO DO ” DE O R DENA CIÓN POR RODA LES 28 De acuerdo con los autores de la publicación Manual de Ordenación por rodales. Gestión Multifuncional de los espacios forestales, las mayores diferencias entre los métodos clásicos de ordenación (incluida la versión inicial de la ordenación por rodales – Judeich29) y este método son:
La división inventarial y dasocráticas coinciden (se realizan simultáneamente)
La identificación de los rodales, descripción y propuesta fase “a caballo” entre el inventario y la planificación.
de actuación y su inventario constituye una
Como aspectos más destacados y diferenciadores del método se señalan: 1.- DEFINICIÓN DE CUARTELES No constituyen ni una unidad de inventario ni una unidad de ordenación que incluya una distribución equilibrada de clases de edad. Las funciones prioritarias se asignan a cada rodal por lo que el cuartel sólo tiene sentido y se define o mantiene: para facilitar la gestión de la información de los cantones y rodales en montes de gran extensión; si ya están definidos de ordenaciones anteriores o porque existan condicionantes importantes a la gestión en determinadas partes del monte o servidumbres de cierta relevancia que deban
5.- “M ÉTO DO ” DE O R DENA CIÓN POR RODA LES 28 De acuerdo con los autores de la publicación Manual de Ordenación por rodales. Gestión Multifuncional de los espacios forestales, las mayores diferencias entre los métodos clásicos de ordenación (incluida la versión inicial de la ordenación por rodales – Judeich29) y este método son:
La división inventarial y dasocráticas coinciden (se realizan simultáneamente)
La identificación de los rodales, descripción y propuesta fase “a caballo” entre el inventario y la planificación.
de actuación y su inventario constituye una
Como aspectos más destacados y diferenciadores del método se señalan: 1.- DEFINICIÓN DE CUARTELES No constituyen ni una unidad de inventario ni una unidad de ordenación que incluya una distribución equilibrada de clases de edad. Las funciones prioritarias se asignan a cada rodal por lo que el cuartel sólo tiene sentido y se define o mantiene: para facilitar la gestión de la información de los cantones y rodales en montes de gran extensión; si ya están definidos de ordenaciones anteriores o porque existan condicionantes importantes a la gestión en determinadas partes del monte o servidumbres de cierta relevancia que deban ser claramente identificadas. Es decir, el cuartel ya no es la unidad de ordenación. Cuando existan, sus límites deben marcarse en el terreno. 2.- DEFINICIÓN DE CANTONES Y SUBDIVISIÓN . LA RODALIZACIÓN El cantón es la unidad mínima territorial permanente en que se divide el monte, con los tamaños habituales de los inventarios para la ordenación por otros métodos (mayores de 10 ha,. preferiblemente en torno a las 30). Deberán estar perfectamente identificados en el terreno a lo largo de toda la ordenación. En cada cantón, dependiendo de sus características, se puede señalizar 1 o más rodales. El rodal, en este método, es una unidad de terreno forestal homogéneo de acuerdo con una serie de criterios de distinta naturaleza: formas fundamental y principal de masa, densidad y Fracción de cabida cubierta (adehesados, rasos, diferentes Fcc…), clases naturales de edad, necesidad y urgencia de intervención según tipos de corta, objetivos prioritarios, condiciones del habitat. El rodal es la unidad última de gestión y de actuación selvícola. Los límites de cada rodal pueden variar con el transcurso del tiempo, por la propia evolución de la masa o por los tratamientos selvícolas aplicados, por lo que no se señalizan en el terreno. Así pues, los rodales son unidades temporales con una vigencia mínima igual al periodo de la ordenación y que tienen una superficie mínima de al menos 1 ha. y como máxima la del propio cantón. La fase de rodalización o de determinación de masas ( reconocimiento exhaustivo del terreno para la localización e identificación de los rodales) es previa al inventario de toma de datos en campo y permite obtener: La diferenciación y delimitación espacial de los rodales o masas de características homogéneas Diagnóstico general de la masa que lo puebla, con caracterización de estructura horizontal y vertical
así como su variabilidad Una propuesta de actuación según las necesidades, condiciones y vocación de cada rodal, y de una prioridad en la intervención 28
Tomado de Manual de Ordenación por rodales. Gestión Multifuncional de los espacios forestales, 2006. Glez. Molina, JM; Piqué Nicolau, M y Vericat Grau, P. Centro Tecnológico Forestal de Cataluña. 205 pp. 29
El método clásico de ordenación por rodales está c ontemplando en las Insstrucción de Ordenación de Montes de 1970 pero nunca llegó a aplicarse en España.
Determinación
del tipo de inventario más adecuado para cada rodal o, en su caso, la recomendación de no llevar a cabo mediciones. Una identificación y delimitación de áreas o zonas singulares: con valores naturales destacados, necesidad de cambio de vocación, micro reservas, zonas recreativas, ….
Posteriormente, y a efectos de facilitar la toma de decisiones en la gestión, los rodales se agruparán por similitudes en su tipología (determinación de masas). Frecuentemente los criterios de agrupación se refieren a la especie arbórea, la estructura de la masa, su edad o estado de desarrollo y los objetivos de la gestión (tipo de selvicultura a aplicar). Cada tipología de rodal se correspondería con un estrato en el caso de un inventario por muestreo estratificado. Otras posibles tipologías podrían ser, además de las relativas a las especies principales, la estructura de la masa y a las clases naturales de edad, los bosques ribera, el monte adehesado, los montes bajos, pastizales, matorrales, improductivos. 3.- TIPO DE INVENTARIO El inventario de los rodales será de diferente naturaleza en función de la tipología de rodal y sus objetivos. Las tres posibles decisiones a tomar para cada rodal o grupo de rodales (adoptadas en la fase de rodalización) serían: Estimación pericial inmediata (masas regulares en estado de monte bravo o latizal bajo o alto si se tratan de claras no comerciales), arbolado abierto, excluidos de la gestión o propuestos para no ser intervenidos en la vigencia de la ordenación. Inventario dasométrico convencional (rodales arbolados con tratamientos que generarán ingresos). Se diseñarán para cada tipología de rodal, pie a pie o por muestreo, con diferentes intensidades (aunque se recomiendan al menos 3 parcelas por rodal o tipología de rodal). Los errores de muestreo, en el caso de inventarios de este tipo, se estimarán para cada tipología de rodal. No se realiza inventario (rodales desarbolados o excluidos de la gestión)
Los diferentes tipos de inventario pretenden optimizar la relación coste/eficacia y simplificar los trabajos de medición por lo que no es recomendable utilizar demasiados tipos en un mismo monte. 4.- EL LIBRO DE RODALES Y CANTONES ( APEO DE RODALES O CANTONES) Cada rodal debe quedar perfectamente caracterizado cualitativa y cuantitativamente (una ficha para cada rodal). Así mismo se deberá indicar para cada uno de ellos la propuesta de gestión para la vigencia de la ordenación. Dado el carácter temporal de los rodales, es recomendable incluir también una ficha para cada cantón que contendrá los valores promedio de los rodales que contiene. El libro de cantones constituirá un registro histórico del estado de cada cantón por lo que facilitará y permitirá el análisis, estudio y comparación de la evolución de la masa y de la ordenación. 5.- ESTUDIO DE USOS Y DETERMINACIÓN DE OBJETIVOS Utilizando la información obtenida durante las diferentes fases de recopilación de la información (reuniones con la propiedad y los gestores del mo nte, estudios específicos, documentos de gestión previos, etc…) y el trabajo de campo, es necesario concretar los usos preferentes y los objetivos que guiarán la planificación y la gestión del monte. Tales usos y funciones pueden dividirse en tres grupos (el planteamiento es análogo al de otros métodos de ordenación, la posible diferencia con ellos estriba en que se asignan a los rodales y no a los cuarteles): 1. Funciones inherentes a la existencia de la cubierta forestal y a su buen desarrollo: regulación hídrica, conservación de la biodiversidad, paisaje, control de la erosión….). Dependiendo de la
legislación existente, aspectos de tipo social, topográficos, etc.. condicionarán más o menos la gestión y, por tanto, deberán ser o no prioritarios.
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2. Usos y funciones preferentes: son aquellos que justifican la ordenación y, en general, la financian (en parte o en todo). Suelen ser usos y funciones productivos que generan beneficios económicos: madera, corcho, pastos, caza, resina, …
3. Usos secundarios o complementarios: usos que condicionan mínimamente la gestión por sus escaso impacto económico o porque afectan a pequeñas superficies de l monte. Se fijarán las funciones y usos para la vigencia de la ordenación y se determinará la intensidad con que deban ser satisfechos (su importancia y prioridad puede variar de un periodo a otro). Todo ello configurará los objetivos concretos de la ordenación, que deberán ser localizados en el espacio, a escala rodal o grupo de rodales, tipología de rodal o todo el monte. 6.- PLANIFICACIÓN DE LA ORDENACIÓN Una vez definidos los usos y determinados los objetivos de la ordenación se pasa a la fase de planificación que contendrá, al igual que para los métodos clásicos, una planificación general ( Plan General) y una planificación Especial ( Plan Especial) si bien el contenido de cada una varía en algunos aspectos: En la PLANIFICACIÓN GENERAL se definen: El periodo de vigencia de la ordenación, que suele ser entre 10 y 20 años Los condicionantes generales y específicos a la definición y ejecución de las actuaciones en el monte Las características selvícolas en las que se eligen los modelos selvícolas (especies principales, forma fundamental y principal de masa, turnos, etc…). Se podrá elegir un modelo selvícola diferente para cada
tipología de rodal o incluso para cada rodal, en función de los objetivos concretos. Los modelos selvícolas a adoptar variarán en función de las formaciones forestales presentes en el monte (especies, formas de masa y calidades de estación), los condicionantes y los objetivos concretos de la ordenación. Así, para cada formación y objetivo concreto se definirá un modelo selvícola. Algunos ejemplos podrían ser, para una determinada especie: 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Rodales de alta calidad y objetivo productor Rodales de baja calidad y objetivo productor-protector Rodales de alto valor ecológico y presencia de fauna protegida Rodales con subpiso de frondosa y objetivo de transformación Rodales en franjas de defensa contra incendios forestales Rodales irregulares con alto valor paisajístico
Los condicionantes a la elección de uno de estos modelos selvícolas dependerán de las características y situación del monte, a la presencia de especies de interés, a la existencia de alguna figura legal de protección, etc…. Surgen, en general, como consecuencia de la normativa vigente, de los intereses de la propiedad o por iniciativa del equipo redactor del proyecto de ordenación. Para cada una de estas tipologías se establecerá un o más especies principales, un método de beneficio, un tipo de corta de regeneración, un turno/edad de madurez o rotación, etc. Las características dasocráticas con las que se decide cómo avanzar hacia una organización selvícola del monte que asegure su persistencia y estabilidad. Afectarán fundamentalmente al equilibrio de las clases de edad en masas regulares (o de clases diamétricas en irregulares) y al ajuste de la posibilidad. En la PLANIFICACIÓN ESPECIAL , de acuerdo con las decisiones adoptadas en el estudio de usos y determinación de objetivos y de la planificación general, se concretarán las actuaciones a dos niveles o escalas: Planificación
a escala rodal: se decide en qué rodales se va a actuar en la vigencia de la ordenación, cómo (de acuerdo con el modelo selvícola adoptado en la planificación general) y cuándo (en qué año o momento de la vigencia) Se establece una nueva agrupación de rodales, esta desde el punto de vista del tratamiento selvícola a aplicar –o a no aplicar-: grupo de regeneración, grupo de preparación, grupo de mejora, grupo de cortas de entresaca, grupo de no intervención en la vigencia de la ordenación, grupo de no gestión, …
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Planificación
a escala monte: se concretan las actuaciones que superan el ámbito del rodal individual: redes de caminos y pistas, infraestructuras de defensa contra incendios, i nfraestructuras de uso ganadero o recreativo, etc.
Deberán también concretarse el resto de usos y aprovechamientos el monte (ganadero, recreativo, etc.) para la vigencia de la ordenación. Finalmente se incorporará un análisis económico de acuerdo con las previsiones de ingresos y gastos propuestos. 7.- EL CUMPLIMIENTO DE LA PERSISTENCIA Y SOSTENIBILIDAD: EQUILIBRIO DE LAS CLASES NATURALES DE EDAD Al objeto de satisfacer dos de los principios fundamentales u objetivos generales de la ordenación de montes, es necesario llevar a cabo un análisis del balance de superficies por clases de edad para el conjunto de rodales regulares del monte. En este caso, tal balance va referido a las clases naturales de edad. La ventaja de las clases naturales de edad frente a las clases artificiales es que permiten comparar estadios similares independientemente de la especie, calidad de estación, forma fundamental de masa y tratamiento de cortas recibido. Las clases utilizadas serán por lo común 6: regenerado-monte bravo, latizal, fustal bajo, fustal medio, fustal alto, fustal en regeneración. En los rodales con masa irregular deberá analizarse su mayor o menor grado d e aproxima ción al “equilibrio” deseado y el control deberá comprobar si están o no en ese equilibrio. 8.- EL TIPO DE BOSQUE FINAL ( MONTE NORMAL) EN LA ORDENACIÓN POR RODALES Abandonado el concepto de monte normal, incluso como utopía, no debe prescindirse de él (además de por su valor pedagógico) en la medida en que hace referencia al modelo de monte final, supuestamente mejor 30 (o al menos igual) al modelo de monte de partida, antes de la ordenación. En definitiva, tanto en este como en los restantes métodos de ordenación, la aplicación sucesiva de las cortas de regeneración van localizando en el tiempo y en el espacio las estructuras de masa deseadas de acuerdo con los objetivos y funciones atribuidas a la ordenación, generando diferentes Tipos de Bosque Final que, a su vez, también dependen de las diferentes combinaciones de especies, estructuras de masa y duración del turno o rotación. La esencia de ambos conceptos ― Monte Normal y Tipo de Bosque Final ―, salvando las diferencias a las que obliga una distancia de más de 150 años, es muy similar. En este caso, el Tipo de Bosque Final es susceptible de ser modificado con motivo de cada revisión (u ordenación, tal como proponen los autores del texto), pero en cada momento se deberá hacer un balance de clases –naturales o artificiales – de edad para el conjunto de rodales, al objeto de verificar el equilibrio y asegurar con ello el rendimiento sostenido. Para el conjunto de rodales con estructura irregular, se deberá comprobar el mayor o menor equilibrio de la curva de distribución diamétrica.
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Como “mejor” se entienda un monte que satisface de forma más adecuada las funciones y us os establecidos
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7.- “M ÉTO DO ” S EL VÍCO LA
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Rojo y G. Montero (2005) comentan al respecto de este método: A grandes rasgos, la filosofía del método selvícola consiste en aplicar en todo momento la selvicultura que esté “ precisando la masa sobre la que se quiere actuar (de ahí su nombre), sin necesidad de establecer, en principio, una noma de regulación ni de buscar una organización estructural de las masas. De esta manera el método selvícola adquiere una gran flexibilidad en su aplicación, y se evitan totalmente las enormes complicaciones derivadas de la búsqueda de una estructura y organización determinadas inherentes a los métodos de ordenación clásicos. En este sentido, CIANCIO et al. (1995) aseguran que el método ha influido notablemente en el desarrollo del pensamiento forestal, determinando el paso de la considerada “ selvicultura reguladora o reglada” a la llamada “selvicultura libre” que reniega de la normalización y regulación estructural de las masas, y está en contra de los intentos por simplificar e imponer un orden donde quizás sería mejor, o más digno, perseguir o mantenerla disformidad, la heterogeneidad, la complejidad y la diversidad bioecológica , siguiendo paso a paso las indicaciones que dicta el bosque. En términos similares se expresaba CEBALLOS (1945) cuando afirmaba que un bosque “está lejos de ser una masa regular y compacta de árboles iguales, monótona y amorfa como puede serlo un campo de trigo; el bosque es una población vegetal, pero no un ejército de árboles”. Según CANTANI (1963), el método selvícola podría y debería aplicarse durante la primera y más temporal fase de la ordenación de masas “irregulares”, entendiendo como tales todas aquellas que no se pueden considerar regulares o semirregulares (o irregulares ideales, según terminología española), es decir, las que poseen estructuras variadas o no uniformes, que no siguen ningún patrón de organización.”
Los autores afirman que este ´”método”, por la gran flexibilidad de las cortas que proponen: … permite dar cumplimiento a algunas de las propuestas de sostenibilidad forestal, mediante el establecimiento de
sistemas selvícolas próximos a la naturaleza, que se pueden agrupar dentro del concepto denominado en inglés Continuous Cover Forestry ó CCF
La selvicultura que se propone en este modelo puede ser especialmente adecuada en zonas de topografía compleja o en espacios protegidos en los que se quiera o esté permitido el aprovechamiento forestal. No obstante, dado que es necesario un conocimiento exhaustivo del monte para la aplicación y localización de una selvicultura tan pormenorizada es conveniente que cuando se aplique la relación superficie gestionada/gestor no sea muy elevada (inferior a 10-15.000 ha). en todo caso, y en puridad, el “método” selvícola ni es método ni es ordenación.
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Para más información, consultar “ Aproximación al Método Selvícola: Una alternativa para la ordenación de montes en Zonas Protectoras o Protegidas ”. A. Rojo y G. Montero. Ponencias del 4º Congreso Forestal Español, Zaragoza 2005.
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VIII.VIII.- CERTIFICA CION FORESTA L .
1. Concepto y antecedentes La certificación forestal forestal es un proceso (voluntario), llevado llevado a cabo por una tercera tercera parte independiente, que garantiza que la gestión de la masa forestal y de sus productos se realiza de acuerdo con unos criterios de gestión sostenible (GFS) que contemplan aspectos económicos, sociales y ambientales. Existen dos variantes de la certificación: Certificación de la gestión forestal y Certificación de la Cadena de Custodia (evalúa la línea de producción y transformación de los productos forestales, desde el árbol hasta el producto final, para verificar que la madera -u otros productos- utilizada procede de un bo sque bien gestionado). Ante la fuerte deforestación en todo el planeta y muy especialmente en los países tropicales (se estima que en éstos desaparecen del orden de 10 millones de hectáreas al año), algunas organizaciones ecologistas de Holanda, Reino Unido, Austria y Estados Unidos promovieron en la década de los 80 un boicot internacional al comercio de productos forestales tropicales, como un mecanismo para reducir la demanda y frenar la deforestación. Estas medidas, si bien consiguieron reducir el consumo de maderas tropicales en los países desarrollados (hasta un 36% en Alemania, Holanda y Reino Unido entre 1992 y 1996), no produjeron el impacto deseado en la lucha contra la deforestación tropical y, es más, en muchas ocasiones contribuyeron a su aumento. En este sentido, la pérdida de valor económico de los bosques tropicales fomentó el cambio de uso del suelo hacia actividades más productivas a corto plazo, como la ganadería y la agricultura. El fracaso de las campañas de boicot a la madera tropical llevó a que algunas organizaciones plantearon una lógica diferente: en lugar de castigar a los que lo estuvieran haciendo mal, premiar a los que estuvieran haciendo una gestión forestal adecuada, mediante un sistema de etiquetado de madera. Surge, de esta manera, la certificación forestal, que garantiza al consumidor que el producto procede de una masa forestal bien gestionada. La idea se extendió rápidamente y a principios de los 90 había más de 600 sellos de certificación forestal, situación que generó una gran confusión y falta de credibilidad entre productores y consumidores. A partir de la constitución del Forest Stewardship Council (que pretende crear un sello único que pudiese garantizar la credibilidad de la certificación a través de unos estándares de aplicación global ), se inicia una fase de extensión de estos criterios hacia el bosque europeo y durante 1998 y 1999 determinados mercados iniciaron una presión en fomento de la gestión forestal sostenible y la certificación, momento en que este esquema ha comenzado a desarrollarse en nuestro nuestro país con mayor intensidad intensidad . En la actualidad, existen numerosos sistemas de certificación desarrollados y diferenciados entre sí. La Confederación Europea de la Industria del Papel ha elaborado una matriz que enumera y compara estos sistemas y puede ser consultada en su página web: www.cepi.org. web: www.cepi.org.
2. Sistemas de Certificación en España Pese a que en el mundo existen diversos sistemas de certificación, en España (y también en Europa son los que dominan aunque no los únicos), hasta la fecha sólo se han implantado dos que son, a su vez, los únicos de ámbito internacional):
FSC (Forest Stewardship Stewardship Cou ncil – Consejo de Gestión Forestal): El FSC es una organización independiente, no gubernamental, internacional y sin ánimo de lucro creada en 1993, en Toronto (Canadá) con el objetivo de promover una gestión forestal ambientalmente responsable, socialmente beneficiosa y económicamente viable en los bosques de todo el mundo. Está formada por representantes de grupos sociales, de comerciantes de madera, organizaciones de pueblos indígenas, grupos comunitarios de forestales y organizaciones certificadoras de todo el mundo. En 1996, los miembros del FSC, por entonces 130 representantes de organizaciones de 25 países distintos, ratificaron, tras un riguroso proceso de consulta internacional, el Principio 10 referido a Plantaciones Forestales. Con ello, quedaban constituidos los 10 Principios Generales y sus correspondientes 56 Criterios (PyC) del FSC sobre gestión forestal. En 1999 los miembros de FSC y su junta directiva ratificaron la última versión de los PyC. Estos Principios y Criterios están diseñados para servir de guía
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para el desarrollo de estándares regionales, acordes con las características propias de cada país o región. Este sistema sistema está promovido en España por WWF/Adena. La Iniciativa nacional FSC está representada en España por el Grupo de Trabajo español para la Certificación FSC (GT FSC).El FSC). El GT FSC es un equipo multidisciplinar encargado, entre otras tareas, de desarrollar, revisar y actualizar los estándares de gestión forestal en el marco de la política del FSC. Está compuesto por tres cámaras (social, económica y ambiental) con voz y con voto, una cuarta cámara (Administración forestal e Investigación) de carácter consultivo, es decir, con voz pero sin voto, y un Presidente y un Secretario, ambos con voz pero sin voto. Los estándares españoles, además de desarrollar los principios del 1 al 10 del FSC (a excepción del Principio 3, relativo a las poblaciones indígenas), incorporan estándares específicos para el aprovechamiento del corcho y la resina, productos forestales no maderables de especial interés en el monte mediterráneo. El borrador definitivo de estos estándares se aprobó en febrero de 2005. Actualmente están en proceso de revisión. Los 10 principios para los que se establecen una serie de criterios e indicadores asociados, son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.
Observación da las leyes y los principios de FSC Derechos y responsabilidades de tenencia y uso Derechos de los pueblos indígenas indígenas (no desarrollado para España) España) Relación con las comunidades locales y derechos de los trabajadores trabajadores Beneficios del monte Impacto Ambiental Plan de Gestión Forestal Seguimiento y Evaluación Mantenimiento de Montes Montes con Alto Valor de Conservación Conservación Plantaciones
(Existen dos anexos que incorporan estándares específicos para el aprovechamiento de corcho y de resina) En relación con el Principio 7, disponer de un Plan de gestión Forestal, resulta interesante analizar el criterio 7.1 por cuanto engloba los contenidos contenidos de lo que ha venido siendo un proyecto de ordenación durante los últimos 100 años (y, por tanto, tanto, su encaje con los diferentes modelos de Instrucciones Instrucciones de Ordenación de Montes): Criterio 7.1
El plan de gestión gestión y los documentos documentos que lo lo sustentan sustentan deberán proporcionar:
a) Los objetivos de la gestión. b) La descripción de los recursos del monte que serán serán gestionados, las limitaciones ambientales, el estado de la propiedad y el uso de la tierra, las condiciones socioeconómicas, y un perfil de las áreas adyacentes. c) La descripción del sistema silvicultural y/o otro sistema de de gestión, basado en la ecología del monte y en la información obtenida a través de los inventarios forestales. d) La justificación de la tasa tasa de aprovechamiento aprovechamiento anual y de la selección de especies. e) Las medidas para el seguimiento del crecimiento y la dinámica del monte. f) Las medidas ambientales preventivas basadas en las evaluaciones ambientales. ambientales. g) Los planes para la identificación y la protección de las especies especies raras, amenazadas o en peligro de extinción. h) Los mapas que describan la base de los los recursos forestales, forestales, incluyendo las áreas protegidas, las actividades de gestión planeadas y la titulación de la tierra. i) La descripción descripción y justificación de las técnicas técnicas de aprovechamiento y del equipo a ser usado. Fuente y consultas en: http://www.wwf.es/bosques_comercio/certificacion_forestal.php
PEFC (Program for En dorsement of Forest Certification – Programa para la promoción/el reconocimiento de la Certificación Forestal): Aparece en 1998 por iniciativa de la Confederación Europea de propietarios de montes privados, denominándose entonces Pan European Forest Certification. En España, en mayo de 1999, se constituyó legalmente la asociación PEFC- España con dos fines principales: difundir la GFS en los montes españoles y crear un sistema de certificación
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forestal español dentro del sistema europeo PEFC. Sus miembros fundadores fueron: fueron: COSE (Confederación de Organizaciones de Selvicultores Españoles), ASAJA- FORESTAL (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores - Sectorial Forestal), ANFTA (Asociación Nacional de Tableros Aglomerados), ASPAPEL (Asociación Nacional de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) y CONFEMADERA (Confederación de Industriales y Comerciantes de Madera). Posteriormente se ha incorporado la Dirección General de Montes de Galicia como titular de los montes públicos gallegos. PEFC - España acordó promover la normalización de la GFSE utilizando los criterios y los indicadores paneuropeos, adaptando los segundos a las características de los montes españoles, y suscribió para ello, en octubre de 1.999, un acuerdo de colaboración con AENOR, entidad encargada por el Real Decreto 2200/1995 de la normalización española. En Madrid, en febrero de 2000, se constituyó el Comité Técnico de Normalización de la GFSE, CTN 162, con la participación de representantes de asociaciones de propietarios privados y públicos, de empresas forestales, industriales y comerciales de la madera, por colegios profesionales, universidades, centros de investigación públicos y privados, sindicatos y asociaciones de consumidores, etc. El CTN 162 constituyó tres Subcomités encargados de elaborar los Proyectos de Norma: SC1 “Vocabulario, terminología y definiciones”, SC2 “Criterios e Indicadores de las Unidades de Gestión” y SC3 “Criterios de Cualificación de Auditores y Entes Certificadores”.
Durante el proceso, dirigido por AENOR, se elaboraron cinco Proyectos de Normas que fueron aprobados por los Órganos de gobierno de AENOR el 4 de junio de 2001 y editados como Normas UNE en la Resolución de 10 de septiembre de 2001 del entonces Ministerio de Ciencia y Tecnología con los títulos siguientes: 162001 “Vocabulario, terminología y definiciones” 162002 - 1 “Parte 1 : Criterios e indicadores genéricos” 162002- 2 “Par te te 2 : Criterio e indicadores complementarios para evaluación a escala regional” 162003 “Criterios de cualificación de auditores forestales” 162004 “Criterios de cualificación de las entidades de certificación”
Recientemente han sido sometidas a un proceso de revisión y adaptación a los nuevos indicadores indicadores “mejorados”, y ya están publicadas en el BOE las nuevas normas (UNE (UNE 162001:2007 162001:2007 Gestión forestal sostenible. Vocabulario, terminología y definiciones, UNE 162002-1:2007 162002-1:2007 Gestión forestal sostenible. 162002-2:2007 Gestión forestal Criterios e indicadores. Parte 1: Genéricos para la unidad de gestión y UNE 162002-2:2007 Gestión sostenible. Criterios e indicadores. Parte 2: Complementarios para la evaluación a escala regional) Fuente y consultas en: http://www.pefc.es/ De la superficie que ha obtenido la certificación de Gestión Forestal Sostenible en España se incluyen montes en los que existen usos adicionales a los exclusivamente madereros como son el uso social, de recreo o de protección. Del más del millón de hectáreas certificadas, cerca de 600.000 se corresponden con montes de carácter recreativo con algún tipo de valor ecológico y de protección de sus recursos naturales, en particular con espacios naturales protegidos y de la Red Natura 2000, tales como el Parque Regional de Sierra Espuña (Murcia), el Parque Natural de la Sierra de Cebollera (La Rioja), el Parque Natural Sierra de Urbasa (Navarra) o el Monte de Valsaín en Segovia (Castilla y León).
80
Superficie con certificación GFS en España (ha) (Datos a Noviembre de 2007) Comunidad Autónoma Andalucía Aragón Asturias C.Valenciana Canarias Cantabria Castilla La Mancha Castilla y León Extremadura Cataluña Galicia Islas Baleares La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco TOTAL
FSC + PEFC (mayo 2007)
Superficie forestal arbolada
Superficie
2.099.505 1.612.708 458.474 625.307 218.716 3.085.214 1.586.865 1.415.701 175.276 359.787 485.618 390.004 12.513.175
Cadena de Custodia (Entidades e instalaciones) (**)
(mayo 2007) (sept. 2007) 63.917 14.775 74 333 2.300 1.219 1.531 22.636 460.475 745(*) 17.996 115.579 47.850 10.070 136.384 27.992 906.492
194
17.384
Monte
Superficie
65.666
Silvasur Agroforestal, S.A (Huelva)
10.604
Montes de Valsaín (Segovia)
11.877 NORFOR (Asturias, Galicia y Cantabria) -
13.577
TOTAL
Sierra de Urbasa y Andía
101.723
144.358 407 2.300 1.219 1.531 22.636 471.079 745 17.996 127.456 47.850 0 10.070 149.961 27.992 1.025.599
73
(*) La superficie certificada por FSC incluye 444 ha. de plantaciones de Bosques Naturales ubicadas en Extremadura y Gerona (Este certificado se suspendió en febrero de 2007) (**) No se han identificado las posibles entidades certificadas por ambos sistemas por lo que la suma no tendría porqué dar el total de empresas certificadas en España.
Superficie con certificación GFS en España (ha) (Datos a Diciembre de 2010) Comunidad Autónoma
Superficie forestal arbolada
Andalucía
2.099.505
Aragón
1.612.708
Asturias C.Valenciana Canarias Cantabria
oct 10 149.831
458.474 625.307
5.138
218.716
25.340
-
Castilla La Mancha Castilla y León
sep-10
23308,53 3.085.214
530.946
Cataluña
1.586.865
81.490
Galicia
1.415.701
99.726
175.276
71.514
Murcia
359.787
10.070
Navarra
485.618
183.932
Extremadura
Islas Baleares La Rioja Madrid
s o d a z i r o n e m r o p s o t a d n i S
%
Superficie con certificación GFS en España (ha) (Datos a Diciembre de 2010) Comunidad Autónoma
Superficie forestal arbolada
sep-10
Andalucía
2.099.505
Aragón
1.612.708
Asturias C.Valenciana Canarias
oct 10 149.831
458.474 625.307
5.138
218.716
25.340
-
Cantabria Castilla La Mancha Castilla y León
23308,53 3.085.214
530.946
Cataluña
1.586.865
81.490
Galicia
1.415.701
99.726
175.276
71.514
Murcia
359.787
10.070
Navarra
485.618
183.932
País Vasco
390.004
63.731
Extremadura
Islas Baleares La Rioja
s o d a z i r o n e m r o p s o t a d n i S
Madrid
Varios TOTAL
Cadena de Custodia (Entidades e instalaciones) 32
12.548 1.258.79432
12.513.175 554
125.391 282
Se corresponde con 1626 gestores f orestales
IX.- POL ÍTICA Y PL A NIFICA CIÓN CIÓN FOR ESTA L . La política forestal española está desde hace años inevitablemente condicionada por las políticas y directrices emanadas de los acuerdos internacionales, paneuropeos y comunitarios de los organismos a los que España pertenece o es signataria (Naciones Unidas, Unión Europea, etc… ).
FORO FORESTAL DE NACIONES UNIDAS 33
En el contexto de la celebración de la CNUMAD 22 en Río de Janeiro en 1992, se procedió a la negociación de los Convenios de Biodiversidad (CBD), de Cambio Climático (CMCC), y de Lucha contra la Desertificación (CCD), éste con posterioridad. Si bien la suscripción de estos Convenios no fue más que la expresión de una voluntad política de aceptarlos, no existiendo sanciones por su incumplimiento, de ellos se derivan normativas o protocolos que afectan a los sistemas forestales y, en general, al medio natural, por lo que, sin ser vinculantes, son de obligado cumplimiento. Tras este encuentro de repercusión internacional quedó pendiente el cuarto acuerdo internacional previsto en Río, el referente a los bosques, pues lo único que en ese momento pudo consensuarse fueron los
IX.- POL ÍTICA Y PL A NIFICA CIÓN CIÓN FOR ESTA L . La política forestal española está desde hace años inevitablemente condicionada por las políticas y directrices emanadas de los acuerdos internacionales, paneuropeos y comunitarios de los organismos a los que España pertenece o es signataria (Naciones Unidas, Unión Europea, etc… ).
FORO FORESTAL DE NACIONES UNIDAS 33
En el contexto de la celebración de la CNUMAD 22 en Río de Janeiro en 1992, se procedió a la negociación de los Convenios de Biodiversidad (CBD), de Cambio Climático (CMCC), y de Lucha contra la Desertificación (CCD), éste con posterioridad. Si bien la suscripción de estos Convenios no fue más que la expresión de una voluntad política de aceptarlos, no existiendo sanciones por su incumplimiento, de ellos se derivan normativas o protocolos que afectan a los sistemas forestales y, en general, al medio natural, por lo que, sin ser vinculantes, son de obligado cumplimiento. Tras este encuentro de repercusión internacional quedó pendiente el cuarto acuerdo internacional previsto en Río, el referente a los bosques, pues lo único que en ese momento pudo consensuarse fueron los denominados Principios Forestales, que ya en el título se definen como no vinculantes jurídicamente. En 1995, la Comisión de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (CSD), en su tercera sesión, estableció el Panel Intergubernamental de Bosques (IPF), foro de composición abierta y con una misión definida, para lograr un consenso y Propuestas de Acción coordinadas que apoyasen la gestión, conservación y desarrollo sostenible de toda clase de bosques. El Panel mantuvo cuatro reuniones entre 1995 y 1997, y envió su informe final a la CSD-5 en abril de 1997. El informe contiene aproximadamente 140 propuestas de acción concretas referentes a los bosques. La CSD-5 adoptó el informe del IPF y transmitió un conjunto de recomendaciones a la Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas (UNGASS) en junio de 1997 para una revisión general del progreso en la aplicación de los acuerdos de la CNUMAD. En la UNGASS la Asamblea General decidió continuar el diálogo intergubernamental sobre política forestal estableciendo el Foro Intergubernamental sobre Bosques (IFF), también objeto y con mandato concreto, dependiente de la CSD. Además, decidió que el Foro debería también identificar los posibles elementos, trabajando en pos de un consenso, de mecanismos y acuerdos internacionales, como por ejemplo, un instrumento legalmente vinculante. vinculante. La Resolución del consejo Económico y Social 1997/65 estableció el Foro Intergubernamental de Bosques (IFF), con el mandato de informar a la CSD-8 en el año 2000. El IFF mantuvo cuatro reuniones durante los años 1997 (Nueva York), 1998 (Ginebra), 1999 (Ginebra) y 2000 (Nueva York). El informe del IFF4, que sugería la creación de un nuevo órgano especializado dentro de la ONU denominado Foro Forestal de Naciones Unidas (UNFF) como (UNFF) como foro intergubernamental y una Asociación de Cooperación Forestal (CPF) como órgano informal interagencias, fue adoptado en la CSD-8 celebrada en abril-mayo del 2000, y enviada al Comité Económico y Social de la ONU (ECOSOC), que estableció estos nuevos órganos mediante decisión a finales del año 2000. Este nuevo foro, que celebra reuniones anuales desde 2001, tiene como misión controlar y coordinar la puesta en práctica de las propuestas de acción del IPF y del IFF, negociar temas de finanzas, comercio y transferencia de tecnología así como decidir, en sus primeros cinco años, su conversión o no en un Convenio Forestal. Tras intensas negociaciones, en la séptima Sesión del Foro en 28 Abril 2007 se adoptó un Instrumento Jurídicam ente NO Vinculante sob re Todos los Tipo s de Bo squ e . Este instrumento se considera un hito
dado que es la primera vez que todos los Estados Miembros han estado de acuerdo con un instrumento internacional dirigido a la gestión forestal sostenible. Se espera que con él se logre un importante impacto
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Fuente: Plan Forestal Español, 2002. MMA
en la cooperación internacional y en las acciones nacionales al objeto de reducir la deforestación, prevenir la degradación y reducir la pobreza de las poblaciones dependientes de los bosques. La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó el Instrumento el 17 de diciembre de 2007. La Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado 2011 como Año Internacional de los Bosques.
CONFERENCIAS CONFERENCIAS MINISTERIALES DE BOSQUES34 La Conferencia Ministerial sobre Protección de Bosques de Europa (FOREST EUROPE):
es un punto de encuentro donde cooperan los Ministerios responsables responsables de los bosques de 46 países europeos y la Comunidad Europea. es un foro en que se tratan los problemas forestales forestales desde un ámbito de alta política y relevancia social. Desde allí se emiten recomendaciones en favor de la protección y la gestión sostenible de los bosques en Europa. se inició en 1990. Se trata de un proceso continuo, basado en conferencias ministeriales y reuniones de expertos. es una plataforma de diálogo para los estados firmantes, la Comunidad Europea y los países y organizaciones observadores de FOREST EUROPE así como para los observadores internacionales relacionados con los bosques. También es una plataforma de colaboración entre la política y la ciencia. está vinculado a los procesos globales y a iniciativas y procesos procesos regionales que tratan tratan de los problemas forestales.
A iniciativa de Francia y Finlandia se empieza a preparar la primera de estas Conferencias Ministeriales sobre Protección de los Bosques de Europa, Europa , que se desarrolló en la ciudad francesa de Estrasburgo en Estrasburgo en el año 1990 1990,, y en la cual los asistentes, ministros a cargo de bosques de la mayoría de los países de Europa, firmaron seis Resoluciones: S1:
Red Europea de parcelas permanentes para el seguimiento de ecosistemas forestales
S2:
Conservación de recursos genéticos forestales
S3:
Base de datos descentralizada sobre incendios forestales
S4:
Adaptación de la gestión de bosques de montaña a nuevas condiciones ambientales
S5:
Expansión de la red EUROSILVA de investigación sobre fisiología de los árboles
S6:
Red Europea de investigación en ecosistemas forestales
Pese a su carácter técnico, estos compromisos crearon las bases del futuro desarrollo forestal paneuropeo, propiciando el clima que permitió p ermitió lograr posteriores progresos de carácter político. Es en Helsinki, Helsinki, en 1993 1993,, en la Segunda Conferencia Ministerial, donde se hacen oficiales en Europa los Principios Forestales de las Naciones Unidas y se aplican a nuestras condiciones. De hecho, es aquí donde se firman cuatro Resoluciones más, siendo tres de ellas derivadas de las conversaciones habidas en Río el año anterior (Cumbre de Rio de Janeiro, 1992) y se define y concreta el concepto de Gestión Forestal Sostenible. Las Resoluciones de Helsinki son las siguientes: 34
Fuente: Pag. Web del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y pg. web de la Conferencia Ministerial para la protección de bosques en Europa.
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H1:
Directrices generales para la gestión sostenible de bosques en Europa
H2:
Directrices generales para la conservación de la biodiversidad en los bosques europeos
H3:
Cooperación forestal con países con economías en transición
H4:
Estrategias para un proceso de adaptación a largo plazo de los bosques europeos a un cambio climático
La tercera conferencia Ministerial, celebrada en Lisboa en 1998, aprueba las herramientas de la sostenibilidad, es decir, los Criterios e indicadores y las Directrices de planificación y gestión, y define los aspectos socioeconómicos de dicho concepto, que no se habían podido abordar cinco años antes por falta de criterios de tipo científico. L1:
Sociedad, bosques y selvicultura – mejora de los aspectos socioeconómicos de la gestión sostenible de bosques
L2:
Criterios e indicadores paneuropeos y directrices operativas de gestión sostenible de bosques
La cuarta Conferencia Ministerial se celebró en abril de 2003 en Viena, denominada Cumbre de los bosques para la vida y en ella los ministros firmaron una declaración general que incluye un alto grado de compromiso titulado Bosques europeos - beneficios comunes, responsabilidades compartidas y cinco Resoluciones más: V1:
Refuerzo de las sinergias para la gestión forestal sostenible en Europa a través de la cooperación intersectorial y los programas forestales nacionales
V2:
Mejora de la viabilidad económica de la gestión forestal sostenible en Europa
V3:
Mantenimiento y mejora de la dimensión social y cultural de la gestión forestal sostenible en Europa
V4
Conservación y mejora de la diversidad biológica en Europa
V5
Cambio climático y gestión forestal sostenible en Europa
En 1998 se había iniciado una revisión, con un análisis exhaustivo y amplias consultas, que dio lugar a un conjunto de criterios e indicadores “mejorados” que se fue ratificado por los ministros en esta cuarta conferencia ministerial. En la quinta conferencia, celebrada en Varsovia en noviembre de 2007 (Bosques para la calidad de vida), y por ahora la última, se aprobaron dos resoluciones relativas al papel que juegan los bosques en la mitigación del cambio climático, en la promoción de la madera y productos leñosos como fuentes de energía renovable así como en la protección de la cantidad y calidad del agua lo que evidencia el eminente carácter político de las Conferencias W1:
Bosques, madera y energía
W2:
Bosques y agua
En ella se firmó la Declaración de Varsovia, en que los Estados se comprometen a llevar a cabo actividades comunes que faciliten la aplicación de la gestión forestal sostenible como un elemento indispensable del desarrollo sostenible. La Declaración presenta el protagonismo que los montes europeos tienen en la mejora de la calidad de vida de nuestro planeta y una visión a largo plazo del futuro de los m ismos. También señala la cualidad del propio proceso ministerial como proceso regional idóneo para contribuir a las iniciativas globales sobre temas forestales.
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Todas estas Resoluciones han sido firmadas por los ministros de más de 40 países europeos y por la Comunidad Europea, y como compromisos vinculantes que representan, han de ser los principios que orienten las reformas de los sectores forestales de todos ellos, en orden a la consecución de los objetivos de gestión forestal sostenible propuestos.
ESTRATEGIA FORESTAL DE LA UNIÓN EUROPEA (1998) Bruselas, 16 de diciembre de 1998 (12.01) Documento 14244/98
I. ELEMENTOS ESENCIALES a. La explotación sostenible de los bosques b. El principio de subsidiariedad35 y de la responsabilidad compartida c. La puesta en práctica de obligaciones, principios y recomendaciones internacionales a través de los programas forestales nacionales o subnacionales d. La coordinación , comunicación y cooperación e. La significación de la sostenibilidad forestal para conservar y aumentar la biodiversidad f. El fomento de la utilización de la madera y de otros productos forestales (en línea con las reglas del mercado abierto) g. La contribución de la selvicultura y de las industrias del sector forestal a los ingresos y al empleo h. La integración de los bosques y productos forestales en todas las políticas comunitarias i. El fomento de procesos participativos y transparentes con los sectores j. El reconocimiento de la variedad de condiciones n aturales, sociales, económicas y culturales y su tratamiento específico. II. REVISIÓN
Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo “ Informe sobre la aplicación de la Estrategia Forestal Europea” (Bruselas, marzo de 2005)
1. - D I AGNÓSTICO DEL S E CTOR F O RESTAL
La diversidad de ecosistemas forestales de la UE permite que alberguen numerosas especies y cumplan variadas funciones tales como la conservación de la biodi versidad o la protección del suelo y los recursos hídricos. Igualmente, contribuyen a los valores culturales y paisajísticos y son la base de otras actividades tales como el recreo , la caza y el turismo.
Aproximadamente el 12% de la superficie forestal está designada como espacio protegido.
En torno al 60% de la superficie forestal es de propiedad privada (en manos de unos 15 millones de propietarios), con una superficie media de 13 ha., siendo la moda de menos de 3 ha.
La UE es uno de los mayores generadores de productos forestales, así como también de los que más comercia y consume.
El sector for estal en su conjunto (incluida la industria) emplean en torno a 3’4 millones de persona, con una producción anual por valor de unos 356 billones de euros (2001)
La producción anual de madera está en torno a los 400 millones de m3, procedentes de la corta del 60% del crecimiento anual
La importancia social y económica del sector forestal está infraestimada
35
Principio que se aplica al proceso de integración europea para limitar la intervención de las autoridades comunitarias exclusivamente a los supuestos en que los Estados p or sí solos no puedan ser eficaces.
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El pastoreo y los factores bióticos son las principales causas de los daños en los bosques, junto con
la polución atmosférica, las tormentas y los incendios forestales. Aproximadamente unos 0’5 millones
de ha. de terrenos forestales se queman todos los años, en especial en los países mediterráneos (aproximadamente unas 150.000 ha en España). Nuevas condiciones con la incorporación de los 10 nuevos Estados miembros (mayor superficie pública)
2. - A PL ICA CIÓN
Desde la puesta en marcha de la estrategia la política forestal ha evolucionado de forma significativa a través de decisiones que, a diferentes niveles, afectan directamente al sector forestal:
Cumbre de Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002) 4ª Conferencia sobre Protección de Bosques en Europa (Viena, 2003) 6º Programa de Acción Comunitario en Materia de Medio Ambiente (2002) Reforma de la Política Agrícola Común (2003) Constitución Europea (2004) – No ha supuesto cambios
En lo que respecta a los progresos observados en la aplicación y mejora para promover la protección y la gestión forestal sostenible (GFS), la revisión efectuada apunta a numerosos aspectos: 1. Programas Forestales Nacionales 2. Acciones comunitarias para apoyar y promover la GFS (en el contexto del desarrollo rural, se han destinado 4’8 billones de euros en el periodo 2000 -2006, lo que supone cerca del 10% de dicho presupuesto) 3. Vinculación de los programas forestales nacionales con el desarrollo rural para reforzar las acciones forestales dentro de éste último. 4. Reglamento Forest Focus (2003) sobre el seguimiento de los bosques y de las interacciones medioambientales en la Comunidad 5. Designación de lugares para la construcción de la Red Natura 2000 6. Cambio climático (avances menores a los esperados) 7. Iniciativas COST (Programas para la cooperación europea en el campo de la investigación científica y técnica) 8. Certificación (iniciativa del sector privado con una intervención limitada de las administraciones) 9. Legislación sobre el comercio de material (forestal) de reproducción 10. Medidas para ampliar el control en la introducción de madera de terceros países al fin de evitar posibles enfermedades o plagas. 11. Iniciativa FLEGT (iniciativa para elaborar un Plan de Acción sobre aplicación de leyes, gobernanza y comercio forestales para abordar la cuestión urgente de la tala ilegal y el comercio conexo a ella de forma coordinada y en colaboración con los países consumidores y productores, el sector privado y otras partes interesadas) 3.- P R OPUESTAS PARA EL F U TURO
1º. Desarrollar un Plan de Acción para la GFS que proporcione una estructura coherente para la aplicación de las acciones relacionadas con el sector forestal y sirva como instrumento de coordinación entre las acciones de la Comunidad y las políticas forestales de los Estados Miembros. La lista de acciones que se proponen como posibles –pero no únicas- deberían abarcar los siguie ntes campos: Aspectos socioeconómicos (competitividad, incendios, valoración económica de los bienes y servicios ambientales y sociales) Aspectos medioambientales (cambio climático, incendios, agua, conservación de la biodiversidad) Uso de la madera como fuente de energía
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Información y divulgación sobre las cualidades de la madera como recurso renovable y respetuoso con el medio ambiente Aspectos sobre gobernanza Actividades horizontales (investigación, formación, estadísticas, seguimiento) Coordinación, comunicación y cooperación
2º. Revisar los medios actuales de la Comunidad para facilitar la coordinación, comunicación y cooperación entre las diferentes políticas sectoriales que tengan influencia en el sector forestal, a la vista de la enorme complejidad que va adquiriendo la política forestal y la toma de decisiones.
III. PLAN DE ACCIÓN DE LA UE PARA LOS BOSQUES : Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre un plan de acción para los bosques. (Bruselas, 15 de junio de 2006) El objetivo global del Plan de Acción de la UE para los bosques es apoyar y mejorar la gestión forestal sostenible y el papel multifuncional de los bosques. Se basa en los siguientes principios: – – – –
Programas forestales nacionales como marco adecuado para aplicar los compromisos internacionales en materia de bosques; La importancia creciente de los temas globales y transectoriales en la política forestal, lo que exige una mayor coherencia y coordinación; La necesidad de aumentar la competitividad en el sector forestal de la UE y la buena gobernanza de los bosques de la Unión; El respeto al principio de subsidiariedad.
1. O B JETIVOS CONCRETOS Y A CCIONES ASOCIADA S
El Plan de acción establece cuatro objetivos a los que se vinculan 18 acciones clave: 1) MEJORAR LA COMPETITIVIDAD DEL SECTOR FORESTAL A LARGO PLAZO Y POTENCIAR EL USO SOSTENIBLE DE LOS PRODUCTOS Y SERVICIOS FORESTALES (Estrategia de Lisboa) Acción clave 1: examinar los efectos de la globalización sobre la viabilidad económica y la competitividad de la silvicultura de la UE Acción clave 2: fomentar la investigación y el desarrollo tecnológico para potenciar la competitividad del sector forestal Acción clave 3: intercambiar y evaluar las experiencias en materia de valoración y comercialización de bienes y servicios forestales distintos de la madera Acción clave 4: fomentar el uso de la biomasa forestal para la producción de energía Acción clave 5: fomentar la cooperación entre los propietarios de bosques y promover la educación y la formación en materia de bosques 2) MEJORAR Y PROTEGER EL MEDIO AMBIENTE : M ANTENER Y POTENCIAR DE FORMA ADECUADA LA BIODIVERSIDAD , LA CAPTACIÓN DE CARBONO , LA INTEGRIDAD, LA SALUD Y RESISTENCIA DE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES A MÚLTIPLES ESCALAS GEOGRÁFICAS (Estrategia de Gotemburgo ) Acción clave 6: facilitar el cumplimiento por parte de la UE de las obligaciones en materia de mitigación del cambio climático de la CMNUCC y su Protocolo de Kyoto y fomentar la adaptación a los efectos del cambio climático Acción clave 7: contribuir al logro de los objetivos comunitarios revisados en materia de biodiversidad para 2010 y posteriormente Acción clave 8: trabajar en favor de la creación de un sistema de seguimiento forestal europeo Acción clave 9: mejorar la protección de los bosques de la UE
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3) CONTRIBUIR A LA CALIDAD DE VIDA CONSERVANDO Y MEJORANDO LAS DIMENSIONES SOCIAL Y CULTURAL DE LOS BOSQUES
Acción clave 10: fomentar la educación y la información medioambientales Acción clave 11: mantener y potenciar las funciones de protección de los bosques Acción clave 12: explorar el potencial de los bosques urbanos y periurbanos 4) PROMOVER LA COORDINACIÓN Y LA COMUNICACIÓN : MEJORAR LA COHERENCIA Y LA COOPERACIÓN TRANSECTORIAL A FIN DE EQUILIBRAR LOS OBJETIVOS ECONÓMICOS , MEDIOAMBIENTALES Y SOCIOCULTURALES A DIVERSOS NIVELES ORGANIZATIVOS E INSTITUCIONALES . Acción clave 13: reforzar el papel del Comité Forestal Permanente Acción clave 14: reforzar la coordinación entre ámbitos políticos en asuntos relacionados con los bosques Acción clave 15: aplicar el método abierto de coordinación a los programas forestales nacionales Acción clave 16: reforzar el perfil de la UE en los procesos internacionales vinculados con los bosques Acción clave 17: fomentar el uso de la madera y otros productos forestales derivados de bosques gestionados de manera sostenible Acción clave 18: mejorar el intercambio y la comunicación de información
2. S E GUIMIENTO El Plan de acción tendrá una duración de cinco años (2007 –2011). En 2009 se llevará a cabo una evaluación intermedia y en 2012 se efectuará la evaluación final. Ese mismo año se presentará al Consejo y al Parlamento Europeo un informe sobre la ejecución del Plan de acción. Al Plan de Acción le seguirá una Comunicación complementaria sobre la competitividad de las industrias de la UE basadas en la silvicultura.
3. E V AL UACIÓN ( Mid-term evaluation of the implementation of the EU Forest Action Plan. Service Contract No. 30-CE-0227729/00-59)
Tal como estaba previsto, en noviembre de 2009 se publicó la evaluación intermedia (2007-2008) con la que se pretendía verificar los avances conseguidos en los objetivos propuestos, el grado de aplicación, si el plan de acción ha dado lugar algún tipo de efecto secundario y si los instrumentos utilizados son pertinentes, eficaces y eficientes. Se reconoce que las metas previstas se han alcanzado de acuerdo con el calendario que se había establecido en el que se habían priorizado los objetivos 1, 2 y 4, dejando el 3ª (Contribuir a la mejora de la calidad de vida) para el segundo periodo (2009-2011) aunque se reconoce que el corto plazo evaluado de solo dos años impide hacer una valoración completa.
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LIBRO VERDE sobre protección de los bosques e información forestal en la UE: Preparación de los bosques al cambio climático Bruselas, 1.Marzo.2010 COM(2010)66 final El Libro Verde tiene por objeto abrir un debate en torno a las distintas opciones posibles para el establecimiento de una estrategia de la Unión Europea (UE) sobre protección de los bosques e información forestal, en el marco del Plan de Acción de la UE para los Bosques, tal como anunció la Comisión en el Libro Blanco «Adaptación al cambio climático: Hacia un marco europeo de actuación». En las Conclusiones del Consejo de 25 de junio de 2009 sobre este Libro Blanco, se insistía en que el cambio climático había tenido e iba a seguir teniendo impacto, en particular en los bosques: Habida cuenta de que esos impactos van a tener consecuencias socioeconómicas y ambientales, conviene prepararse ya, de manera que los bosques de la UE puedan seguir realizando todas sus funciones en unas condiciones climáticas cambiantes. En este contexto, la protección de los bosques de la UE debería tener por objeto garantizar que estos sigan realizando en el futuro todas sus funciones productivas, socioeconómicas y ambientales. En virtud del principio de subsidiariedad, la competencia en materia de política forestal recae, principalmente, en los Estados miembros. El papel de la UE es limitado y consiste, sobre todo, en aportar un valor añadido a las políticas y programas forestales nacionales mediante: – el seguimiento del estado de los bosques de la UE y, eventualmente, la publicación de informes al
respecto; – la anticipación de tendencias globales y la comunicación a los Estados miembros de los nuevos
problemas que vayan surgiendo; – propuestas de opciones para una actuación rápida a escala de la UE y, eventualmente, la
coordinación o el apoyo a tales opciones. El debate abierto con el Libro Verde debería centrarse en determinar cómo modifica el cambio climático las condiciones de la gestión y protección de los bosques europeos y cómo debería evolucionar la política de la UE para reforzar su contribución a las iniciativas de los Estados miembros en asuntos forestales. El libro plantea 5 preguntas: PREGUNTA Nº 1: ¿Considera que debería prestarse más atención al mantenimiento, equilibrio y refuerzo de las funciones forestales? En caso afirmativo, ¿a qué nivel habría que actuar: a nivel de la UE, nacional u otro? ¿Cómo se debería actuar? PREGUNTA Nº 2: - ¿En qué medida están los bosques y el sector forestal de la UE preparados para afrontar la naturaleza y magnitud de los retos que plantea el cambio climático? - ¿Considera que algunas regiones o algunos países concretos están más expuestos o son más vulnerables a los efectos del cambio climático? - ¿En qué fuentes de información basa su respuesta? - ¿Considera necesario que la UE adopte medidas rápidamente para garantizar el mantenimiento de todas las funciones forestales? - ¿Cómo podría la UE aportar valor añadido a los esfuerzos de los Estados miembros? PREGUNTA Nº 3: - ¿Considera que las políticas de la UE y de los Estados miembros son suficientes para que la UE pueda contribuir a la protección de los bosques, incluso por lo que se refiere a la preparación de estos al cambio climático y a la conservación de su biodiversidad? - ¿En qué ámbitos considera que podría ser necesario adoptar medidas adicionales? ¿Cómo podría organizarse esa actuación: en el marco de la política vigente o más allá?
90
PREGUNTA Nº 4: - ¿Cómo podría actualizarse la aplicación práctica de la gestión forestal sostenible con vistas a mantener las funciones productiva y de protección de los bosques y la viabilidad global de la silvicultura, así como para reforzar la resistencia de los bosques de la UE ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad? - ¿Qué debería hacerse para que el patrimonio genético de los materiales forestales de reproducción pueda conservarse con éxito en su diversidad y adaptarse satisfactoriamente al cambio climático? PREGUNTA Nº 5: Teniendo en cuenta los distintos niveles políticos pertinentes, ¿se dispone en la actualidad de información forestal suficiente para determinar con la coherencia y exactitud necesarias - la salud y el estado de los bosques de la UE? - su potencial productivo? - su balance de carbono? - sus funciones de protección (suelos, agua, regulación de las condiciones meteorológicas, biodiversidad)? - el suministro de servicios a la sociedad y su función social? - la viabilidad global de la silvicultura? De no ser suficiente esa información forestal, ¿cómo debería mejorarse? ¿Son suficientes los esfuerzos realizados para armonizar la recogida de datos sobre los bosques? ¿Qué puede hacer la UE para desarrollar más o perfeccionar los sistemas de información forestal? El objetivo del Libro Verde, además del ya comentado sobre propiciar un debate público a nivel de la UE y recabar opiniones sobre el futuro de la política de protección de los bosques e información forestal, es el de sentar las bases para una posible actualización de la Estrategia Forestal de la UE en relación con los aspectos relacionados con el clima. Por ello, se ha invitado a las instituciones europeas y a todas las partes interesadas (organizaciones y ciudadanos) a que presenten sus observaciones sobre las preguntas formuladas en el Libro Verde, así como sobre cualquier otra cuestión que quieran plantear en cuanto a la protección de los bosques y la información forestal. El proceso de consulta se pretende desarrollar de acuerdo con el siguiente calendario: Hasta el 31 de julio de 2010 se celebrará una consulta pública en Internet. En junio de 2010, la Comisión organizará en Bruselas un taller y una reunión de partes interesadas sobre el Libro Verde. La Comisión publicará las contribuciones de las partes interesadas en Internet y presentará su propio análisis sobre los principales resultados de la consulta. Se espera que los resultados ayuden a determinar la labor que deberá realizar la Comisión en relación con la contribución de la UE a la protección de los bosques en unas condiciones climáticas cambiantes y con la información que será necesaria a tal fin. El libro verde se presentó y debatió en Valsaín los días 6 y 7 de abril de 2010. Con motivo de esta reunión surgió la “Declaración de Valsaín” (Se puede consultar en internet en la siguiente dirección:
http://www.mapa.es/notas/documentos/n100407%20declaracion%20de%20valsain.pdf)
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REGLAMENTO (CE) no 1698/2005 DEL CONSEJO de 20 de septiembre de 2005 relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) La ayuda al desarrollo rural en el periodo 2007-20013 contribuirá a alcanzar los siguientes objetivos: a) aumentar la competitividad de la agricultura y la silvicultura mediante la ayuda a la reestructuración, el desarrollo y la innovación; b) mejorar el medio ambiente y el medio rural mediante ayudas a la gestión de las tierras; c) mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y fomentar la diversificación de la actividad económica. Estos objetivos se aplicarán por medio de los siguientes cuatro ejes: EJE 1.- AUMENTO DE L A COMPETITIVIDAD DEL SECTOR AGRÍCOLA Y FORESTAL (98.2 € miles de millones, de los cuales € 30.9 proceden del FEADER = 34%)
EJE 2.- MEJORA DEL MEDIO AMBIENTE Y DEL ENTORNO RURAL (39.6 €miles de millones del FEADER= 43.6%). Las ayudas afectarán a las siguientes medidas: a) medidas destinadas a la utilización sostenible de las tierras agrícolas a través de: i) ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades naturales en zonas de montaña; ii) ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades en zonas distintas de las de montaña; iii) ayudas «Natura 2000» y ayudas relacionadas con la Directiva 2000/60/CE; iv) ayudas agroambientales; v) ayudas relativas al bienestar de los animales; vi) ayudas a las inversiones no productivas; b) medidas destinadas a la utilización sostenible de las tierras forestales a través de: i) ayudas a la primera forestación de tierras agrícolas; ii) ayudas a la primera implantación de sistemas agroforestales en tierras agrícolas; iii) ayudas a la primera forestación de tierras no agrícolas; iv) ayudas «Natura 2000»; v) ayudas en favor del medio forestal; vi) ayudas a la recuperación del potencial forestal e implantación de medidas preventivas; vii) ayudas a inversiones no productivas. EJE 3.- C ALIDAD DE VIDA EN LAS ZONAS RURALES Y DIVERSIFICACIÓN DE LA ECONOMÍA RURAL (27.6 € miles de millones, de los cuales € 12.2 proceden del FEADER = 13%)
EJE 4.- INICIATIVA LEADER (5.5 € miles de millones del FEADER= 6%): Asociada a los grupos de acción local. El Reglamento de Desarrollo Rural es el principal instrumento de la Unión Europea para la aplicación y puesta en práctica de la Estrategia Forestal Europea y el Plan de Acción de la UE para los bosques. El presupuesto total . En marzo de 2009 la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea publicó un informe (Report on implementation of forestry measures under Rural Depelopment Regulation 1698/2005 for the period 2007-2013) en el que se puede consultar, de acuerdo con la información aportada por países y regiones, el porcentaje de fondos, por acciones, que cada uno de ellos ha programado aplicar al sector forestal.
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Tabla: Asignación de fondos a las medidas forestales Gestos previstos, millones de € Medidas
Improvement of the economic value of forests (122) Eje 1 medidas forestales First afforestation of agricultural land (221) First establishment of agroforestry systems (222) First afforestation of nonagricultural land (223) Natura 2000 payments (224) Forest-environment payments (225) Restoring forestry potential and introducing prevention actions (226) Non-productive investments (227) Axis 2 forestry measures Total for the eight forestryspecific measures
Cofinanciación Nacional
Contribución EU (FEADER)
Privados
Total
348.8
651.8
1 010.0
2 010.7
348.8
651.8
1 010.0
2 010.7
1 248.7
2 410.7
576.0
4 235.3
9.7
22.7
14.4
46.8
235.4
360.8
181.8
778.0
48.0
110.6
0.0
158.6
173.5
265.3
6.4
445.2
920.9
1 553.3
307.0
2781.2
570.6 3 206.7
809.2 5 532.7
216.9 1 302.4
1596.7 10 041.8
3 555.5
6 184.5
2 312.4
12 052.4
La cantidad total de recursos financieros asignados a estas medidas (específicamente forestales) durante el periodo es de 12 mil millones. Poco más de la mitad de estos fondos proviene del Reglamento de Desarrollo Rural. A estas cantidades se deberían añadir los fondos destinados a medidas de los ejes 1 y 3 no específicamente forestales pero sí relacionadas con el sector.
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POLÍTICA FORESTAL ESPAÑOLA El Panel Intergubernamental de Bosques (IPF) reconoció la importancia de establecer marcos generales de política forestal o Programas Forestales Nacionales para lograr la ordenación sostenible de los bosques. En concreto, una de las acciones que propuso fue que los países, en el ejercicio de su soberanía y de conformidad con la situación especial de cada uno de ellos y la legislación nacional, procedieran a la elaboración, ejecución, vigilancia y evaluación de programas forestales nacionales –lo que comprendía una amplia variedad de criterios para la ordenación forestal sostenible – teniendo en cuenta los siguientes elementos: compatibilidad con las políticas y estrategias locales, nacionales o subnacionales, y, cuando procediera, con los acuerdos internacionales; mecanismos de asociación y participación en los que intervinieran los interesados; reconocimiento y respeto de los derechos consuetudinarios y tradicionales de determinados grupos, entre ellos, las poblaciones indígenas y las comunidades locales; un régimen seguro de tenencia de la tierra; criterios integrados, intersectoriales e iterativos; métodos de protección de los ecosistemas que integrasen la conservación de la diversidad biológica y el aprovechamiento sostenible de los recursos biológicos, y abastecimiento y valoración adecuados de los bienes y servicios. El IPF recomendó que los países realizaran una evaluación nacional sistemática de las propuestas de acción integrando a todas las partes interesadas y planificaran su ejecución dentro de los programas forestales nacionales específicos para cada país (ECOSOC, 2000). Estos programas debían ser flexibles y dinámicos para aplicarlos en contextos nacionales políticos, socioeconómicos y ambientales ampliamente diferentes.
PROGRAMA FORESTAL NACIONAL (IPF/IFF)
ESTRATEGIA FORESTAL ESPAÑOLA
PLAN FORESTAL ESPAÑOL
PLANES FORESTALES AUTONÓMICOS
LEY BÁSICA DE MONTES
LEYES REGLAMENTO AUTONÓMICAS ¿?
INSTRUMENTOS COMPLEMENTARIOS
NORMATIVA FISCAL (Y OTRAS)
PARTICIPACIÓN PÚBLICA (CONSEJO NACIONAL DE BOSQUES)
INFORMACIÓN FORESTAL 94
ESTRATEGIA FORESTAL ESPAÑOLA (1999)
I.- ANTECEDENTES: 1. - C O MPROMISOS I N TERNACIONALES Cumbre de Rio de Janeiro 1992: Convenio de Cambio Climático Convenio de Biodiversidad, Convenio de Desertificación Agenda 21: Principios Forestales Proceso IPF (Panel Intergubernamental,
1995-97), IPPF (Foro Intergubernamental,
1997-2000) Revisión de los Acuerdos (1997): Programas Forestales Nacionales y Principio de Multifuncionalidad.
Foro Forestal de Naciones Unidas UNFF (2000-2005) ¿Hacia un acuerdo global sobre bosques? (Mayo, 2005) 2. - C O MPROMISOS P A NEUROPEOS Conferencias ministeriales paneuropeas sobre protección de bosques Estrasburgo 1990 Helsinki 1993 Lisboa 1998 Gestión forestal sostenible
Programas forestales nacionales Multifuncionalidad Criterios e indicadores de GFS
Viena 2003 Varsovia 2007
3. - U NIÓN E U ROPEA
Estrategia Europea de Conservación de la Biodiversidad (1998) Red Ecológica Natura 2000 (Directivas de Aves, 1979 y de Habitats, 1992) Políticas de Desarrollo Rural Estrategia Forestal Europea (1998) Puesta en marcha de Programas Forestales o instrumentos equivalentes a escala nacional o subnacional
4. E S PAÑA
Estrategia para la Conservación y el Uso sostenible de la Diversidad Biológica (1997) Estrategias y Planes autonómicos (12 CCAA disponían de un documento estratégico de Política Forestal o del Medio Natural): 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Andalucía 1989 Plan Forestal. Galicia 1992 Plan Forestal Madrid 1993 Plan Forestal - No prospera Cataluña 1994 Plan General de Política Forestal País Vasco 1994 Plan Forestal Castilla La Mancha 1994 Plan de Conservación del Medio Natural. Valencia 1995 Libro Blanco de la Política Forestal Asturias 1996 Plan Forestal - No prospera Navarra 1997 Plan Forestal
95
10. Murcia 1997 Libro Blanco de la Política Regional sobre el Medio Natural 11. Castilla León 1997 Estrategia Forestal 12. Cantabria 1997 Plan de Reforestación
II.- ELABORACIÓN: Mesas sectoriales: mesa interna, mesa administrativa, mesa sectorial, mesa social
III.- APROBACIÓN: Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza (aprobado con ligeros retoques) y Conferencia Sectorial de Medio Ambiente (17 de marzo de 1999 y presentada al público por la ministra en enero de 2000).
IV.- PRINCIPALES PROBLEMAS: Los temas en los que inicialmente no se obtuvieron acuerdos fueron básicamente: 1. El papel de la guardería forestal en las distintas regiones, 2. La legislación sobre impuestos, 3. El papel de lo forestal dentro del conjunto del desarrollo rural, 4. Empleo y formación, 5. El uso social y recreativo de los montes, 6. Las industrias forestales y el papel que debería jugar la certificación forestal 7. La propiedad forestal, el papel de los propietarios particulares y el futuro de los montes públicos catalogados. 8. Las prioridades de la investigación forestal
V.- OBJETIVOS: Se concibió desde el principio como un documento que reflejara un consenso nacional entre todos los actores con vinculación con los bosques, para lo cual el documento establece un diagnóstico del estado del sector forestal y propone un modelo forestal para el siglo XXI que se fundamenta en
los conceptos de multifuncionalidad y gestión sostenible, basados en la evaluación ambiental y en la ordenación de montes, el refuerzo y consolidación de la Propiedad Forestal Pública, como instrumento de protección de nuestras mejores masas, la flexibilización de la gestión de los montes privados y vecinales en mano común, fomentando, en los primeros, el asociacionismo y la ordenación y proponiendo para todos una fiscalidad adecuada36 y, por último, una coordinación administrativa más completa entre los distintos órganos de la Administración General del Estado y con las Comunidades Autónomas, que lo son para formular sus propias políticas forestales, y para la fijación de objetivos de conservación, mantenimiento y aumento de la superficie arbolada
36
Plasmado en la Orden del Ministerio de Economía y Hacienda de 7 de febrero de 2000 (BOE 10 de febrero de 2000)
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PLAN FORESTAL ESPAÑOL (2002)
I.- ANTECEDENTES: ¿Estrategia Forestal Española? II.- ELABORACIÓN: Consejo Nacional de Bosques (23 de enero a 1 de julio de 2002) III.- APROBACIÓN: Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (27 de junio de 2002) , Comisión de Subsecretarios (3 de julio de 2002) y Consejo de Ministros de 5 de julio de 2002
IV.- PRINCIPALES PROBLEMAS: Se recibieron 30 escritos que hacían comentarios de diferente estilo al borrador del Plan, de los que se extrajeron 581 alegaciones al texto del plan, de las cuales 40 eran observaciones de carácter general, no aplicables directamente al mismo; 312 se aceptaron; 119 alegaciones se desestimaron, bien porque el tema que trataban no era objeto del Plan Forestal, bien porque no se entendía el sentido de la alegación, o bien porque se oponían directamente al espíritu y objetivos del Plan y 110 alegaciones se agruparon en tres grandes grupos de temas a debatir.: 1. Los aspectos productivos e industriales en el sector forestal 2. Tratamiento dado a los montes de propiedad particular 3. Escenario económico del Plan. V.- OBJETIVOS: De acuerdo con los principios de desarrollo sostenible, multifuncionalidad de los montes, Contribución a la cohesión territorial a través del desarrollo rural, Contribución a la cohesión ecológica y fomento de la participación pública y social en la formulación de las políticas, estrategias y programas los objetivos consensuados fueron:
Promover la protección del territorio en general, y de los montes en particular, de la acción de los procesos erosivos y de degradación del suelo mediante la restauración de la cubierta vegetal protectora y sus acciones complementarias, ampliando la superficie arbolada con fines de protección, y, al mismo tiempo, incrementando la fijación de carbono en la biomasa forestal para contribuir a paliar las causas del cambio climático. Impulsar la gestión sostenible de los montes españoles mediante el fomento de la ordenación y la selvicultura, integrando las múltiples funciones y recursos forestales. El estímulo y la mejora de las producciones forestales como alternativa económica y motor del desarrollo rural, en especial en áreas marginales y de montaña como forma de contribuir a satisfacer la demanda de los productos forestales que requiere la sociedad española y realizar la puesta en valor de las producciones forestales y otros recursos asociados. Procurar la adecuada protección de los montes frente a la acción de incendios forestales, enfermedades, agentes bióticos, agentes contaminantes y la defensa de su integridad territorial y estatus legal. Promover la conservación de la diversidad biológica y paisajística mediante el fomento del uso sostenible de sus componentes en los espacios forestales españoles, asumiendo los criterios y acciones pertinentes en la gestión forestal. Promocionar y divulgar una nueva cultura forestal que fomente el respeto por los ecosistemas forestales, su función de fuente de materias primas renovables así como la reutilización y reciclado de las mismas. Favorecer el uso recreativo de los montes así como la influencia del paisaje forestal en otros sectores, fundamentalmente el turismo rural, como forma de puesta en valor de los mismos, compatibilizándolo con los demás usos. Mantener y mejorar el marco adecuado de formación, información e investigación forestal.
97
Acabar de configurar el marco de colaboración entre los sectores institucionales y agentes sociales implicados en el mundo forestal, a fin de coordinar las políticas forestales de las distintas Administraciones y de vertebrar y coordinar la política forestal con otras políticas sectoriales.
VI.- APLICACIÓN: Mediante la firma de convenios marco de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y cada Comunidad Autónoma. VII.- ACCIONES: La restauración con fines protectores La repoblación con fines prioritariamente productores La forestación de tierras agrarias Planificación forestal y ordenación de montes Selvicultura de mejora de masas forestales Lucha contra Incendios Forestales Sanidad Forestal Conservación y Mejora de Recursos Genéticos Catalogo de Montes de Utilidad Pública Red Nacional de Vías Pecuarias La Conservación de la Diversidad Biológica en los Espacios Forestales. La Red Natura 2000 y los Espacios Naturales Protegidos La Red de Parques Nacionales
Los aprovechamientos forestales. Promoción de las Industrias de productos forestales Comunicación y Participación Asociacionismo Forestal Usos Recreativos del Monte y Conservación del Paisaje Lo forestal en la Educación Ambiental Formación Complementaria a los Sistemas Reglados La Caza y la Pesca Estadística Forestal Investigación Forestal
Instrumentos de Coordinación
Política Forestal Exterior
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OTROS DOCUMENTOS SOBRE PLANIFICACIÓN FORESTAL O QUE AFECTAN A LAS POLÍTICAS FORESTALES ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO
I. PLAN NACIONAL DE ACTUACIONES PRIORITARIAS EN MATERIA DE RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO -FORESTAL , CONTROL DE LA EROSIÓN Y DEFENSA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN
La ausencia de un instrumento de planificación nacional en la materia impulsó al MIMAM a la elaboración de un plan que constituyera el marco general para el desarrollo de los trabajos de restauración, conservación y mejora de la cubierta vegetal protectora, que desde hace años realiza la Dirección General para la Biodiversidad. Los objetivos generales del Plan son: Mantenimiento y mejora de la función protectora de los
bosques sobre los recursos suelo y
agua Control de
la erosión
Mejora del Régimen
hídrico y regulación de caudales
Restauración, conservación y mejora de
la cubierta vegetal protectora
En este Plan se enmarcan los Convenios que actualmente la AGE mantiene con la CCAA en materia de restauración hidrológico forestal
II. PROGRAMA DE DEFENSA CONTRA I NCENDIOS FORESTALES DEL MMA (REVISADO CADA AÑO ) La defensa contra incendios forestales en España es competencia de las Comunidades Autónomas. El Ministerio de Medio Ambiente a través de la Dirección General para la Biodiversidad tiene encomendada la coordinación básica de las actividades de lucha contra incendios y el apoyo con medios de extinción a las Administraciones Autonómicas, dentro de las directrices del Plan Forestal Español. La naturaleza de las acciones que incluye el programa (de carácter anual) son las siguientes: Acciones de coordinación y planificación Acciones de prevención (Convenios con las Acciones de
CCAA)
extinción
Cooperación internacional
III. PROGRAMA NACIONAL CONTRA LA DESERTIFICACIÓN (PAND) (2008) La ratificación por parte de España de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), como país Parte afectado, conlleva la preparación de un Programa de Acción Nacional como elemento central para luchar contra la desertificación. El Plan ha sido aprobado en Agosto de 2008. Consta de una primera parte en donde se fijan los objetivos de la lucha contra la desertificación, una segunda parte en donde se hace un diagnóstico de la situación en España y en la tercera parte se centra en las propuestas de acción para la lucha contra la desertificación: 1. Sistema Integrado de Evaluación y Seguimiento de la desertificación en España. 2. Análisis, divulgación y explotación de resultados de programas de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica sobre desertificación. Promoción de estudios y proyectos. Reforzamiento del Proyecto LUCDEME. 3. Incorporación de los sectores sociales afectados al desarrollo del PAND.
99
4. Restauración de tierras afectadas por la desertificación: ordenación y restauración de cuencas en zonas áridas y semiáridas degradadas. 5. Fomento de la gestión sostenible de los recursos naturales en zonas afectadas por la desertificación: Red de Proyectos Demostrativos de Restauración y Gestión Sostenible de Áreas Afectadas por Desertificación. Además de establecer el marco presupuestario de i nversiones con cargo a los fondos europeos (FEADER), se incluyen en un anexo las aportaciones de las Comunidades Autónomas respecto a los Planes, Programas y Líneas de actuación existentes en materia de desertificación dentro de su ámbito territorial.
IV. ESTRATEGIA ESPAÑOLA
PARA LA
CONSERVACIÓN Y EL USO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS GENÉTICOS
FORESTALES (2006)
Esta Estrategia se plantea como un marco de trabajo para el apoyo, el desarrollo y la coordinación de actividades y programas de conservación y mejora genética forestal, que facilite la cooperación y la integración de las iniciativas llevadas a cabo desde distintas administraciones y organismos. Entre otros aspectos, la estrategia plantea la puesta en marcha de cuatro planes de actuación dirigidos a establecer herramientas e infraestructuras básicas para su desarrollo. Los planes que se propone desarrollar son: Plan Nacional de Conservación de Plan Nacional de
Recursos Genéticos Forestales
Mejora Genética Forestal
Plan Nacional de Poblaciones
Amenazadas
Plan de Seguimiento y actualización
de la ERGF
V. ESTRATEGIA ESPAÑOLA PARA LA CONSERVACIÓN Y EL USO SOSTENIBLE DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA (1998) La estrategia pretende conseguir lo que su propio nombre indica, la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de sus componentes, finalidad que se alcanzará en la medida en que se cumplan una serie de objetivos básicos, entre los que cabe destacar: o
o
o
La cooperación activa de las partes implicadas para lograr el compromiso de toda la sociedad en la conservación de la diversidad biológica La incorporación de los principios de restauración, conservación y uso sostenible de la diversidad biológica en los procesos de planificación y ejecución de las políticas sectoriales e intersectoriales. La creación de los mecanismos necesarios para la planificación de la gestión y conservación a medio y largo plazo de los recursos naturales
o
El fomento de la investigación
o
El fomento de la divulgación, educación e información
o
El impulso a la cooperación internacional
La estrategia propone una serie de planes sectoriales: Agrario, forestal, pesca y acuicultura, sector cinegético y piscícola, energético, turístico, industrial, de ordenación del territorio y urbanismo, transporte, agua, sanidad, comercio y humedales. Sólo se ha desarrollado el plan forestal VI. ESTRATEGIAS DE CONSERVACIÓN DE ESPECIES AMENAZADAS La ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, exige la redacción de Planes de Recuperación para especies catalogadas como "en peligro de extinción". La elaboración y aprobación de dichos planes corresponde a las Comunidades Autónomas.
100
El Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas establece la necesidad de una coordinación técnica para el desarrollo y aplicación de los planes de actuación: "Cuando por razones del área de distribución de una especie, subespecie o población catalogada, los correspondientes Planes deban aplicarse en más de una Comunidad Autónoma, la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza elaborará, para cada especie o grupo de especies catalogadas, criterios orientadores sobre el contenido de dichos Planes". Es por ello que el MMA está desarrollando numerosas estrategias para la conservación de determinadas especies; muchas de ellas desarrollan sus ciclos vitales en ambientes forestales. En relación con éstas últimas, se dispone de las siguientes: Estrategia para la Conservación del Oso Pardo C antábrico (1999) Estrategia para la Conservación
del Lince Ibérico (1999)
Estrategia para la Conservación del Águila Estrategia para la Conservación
Imperial Ibérica (2000)
del Quebrantahuesos ((2000)
Estrategia para la Conservación del Urogallo C antábrico (2004) Estrategia para la Conservación del Lobo Ibérico Estrategia Nacional para la Conservación del
(Canis lupus) (2004)
Urogallo Pirenaico (2005)
De acuerdo con estas estrategias, las CCAA han desarrollado diferentes planes para la recuperación de aquellas especies más amenazadas en su territorio (o en el ámbito nacional). En la actualidad, el catálogo, denominado Catálogo Español de Especies Amenazadas, está regulado por la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad que ha derogado a la Ley 4/89 antes mencionada. VII. PLAN ESTRATÉGICO NACIONAL DE DESARROLLO RURAL 2007-2013 La estrategia de Desarrollo Rural para España en el período 2007-2013 se centrará en la consecución de los objetivos de las estrategias de Lisboa y Gotemburgo, relativas, respectivamente, a la mejora de la competitividad y la creación de empleo, y al desarrollo sostenible y la integración del medio ambiente en la política de desarrollo rural, siguiendo el esquema de ejes que se propone en el Reglamento (CE) 1698/2005. En la consecución de estos objetivos, el sector agrario será el principal elemento en el que incidirá la programación de desarrollo rural en España, enmarcando las diferentes actuaciones en el mantenimiento de la población y la mejora de la calidad de vida del conjunto del medio rural. Se concederá especial importancia al aumento de la competitividad de la agricultura y ganadería española, al desarrollo del sector de la industria agroalimentaria y a la diversificación económica de las zonas rurales. En cumplimiento de la segunda directriz comunitaria, España considera como parte fundamental de su estrategia de desarrollo rural el fomento de prácticas agrícolas y ganaderas respetuosas con el medio ambiente y la conservación de la red natura 2000 en las superficies agrarias y forestales, que permita proteger estas zonas de elevado valor ambiental. También en el ámbito del eje 2, España considera importante el desarrollo de fuentes renovables de energía mediante el apoyo a los cultivos agroenergéticos que, además, constituyen un nuevo mercado para los productos del sector primario. Cada Comunidad Autónoma ha desarrollado su propio Plan de Desarrollo Rural para este periodo. VIII. ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA LIMPIA (2007) Su objetivo es el cumplimiento de los compromisos de España en materia de Cambio Climático y el impulso de las energías limpias, a la vez que se consigue la mejora del bienestar social, el crecimiento económico y la protección del medio ambiente. En este contexto, el Ministerio de Medio Ambiente ha propuesto un total de 170 medidas, entre ellas, la de potenciar las energía renovables.
101
La Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia – Horizonte 2007-2012-2020 fue aprobado por Consejo de Ministros de 2 de noviembre de 2007. Incluye un Plan de Medidas Urgentes, en respuesta a las principales alegaciones recibidas durante el periodo de consulta pública y las aportaciones del Consejo Nacional del Clima y de la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio C limático
La Estrategia refuerza el compromiso de España con el Protocolo de Kioto y preserva la competitividad de la economía española, el empleo, la estabilidad económica y presupuestaria y el abastecimiento energético Presenta 198 medidas y 75 indicadores con el objetivo de asegurar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y configura el texto de referencia sobre el que coordinar las políticas de cambio climático con las Comunidades Autónomas y los municipios El Plan de Medidas Urgentes incluye más de 80 medidas que representan el 65 por 100 de las medidas de mitigación contempladas en la Estrategia. Las medidas y actuaciones legislativas contempladas en el citado Plan afectan a siete sectores y gases distintos.
IX. ESTRATEGIA ESPAÑOLA PARA EL DESARROLLO DEL USO ENERGÉTICO DE LA BIOMASA FORESTAL RESIDUAL (en fase de borrador en 2009 y aún sin aprobar en 2010)
102
PLANFICACIÓN FORESTAL Y AMBIENTAL AUTONÓMICA37,38
1. ANDALUCÍA Plan Forestal, 1989. Revisado en 1999. 2ª revisión y actualización (2003-2007) en 2004 OTROS DOCUMENTOS: Plan de Lucha contra los Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma Andaluza (Plan INFOCA, elaborado en 1985, revisado periódicamente y actuali zado anualmente). Plan de Recuperación y Ordenación de la Red de Vías Pecuarias de Andalucía (2001). Vigencia de 20 años. Plan Andaluz de control de la Desertificación (2003) Plan Director de Riberas de Andalucía (2003) Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes de la Comunidad Autónoma Andaluza (Proyectos de ordenación y Planes técnicos) (2004) Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático 2. ARAGÓN Plan de Acción Forestal y de Conservación de la Biodiversidad, 2001 OTROS DOCUMENTOS: Estrategia de Conservación de la Naturaleza (¿2003?) 3. ASTURIAS Plan Forestal, 2001 OTROS DOCUMENTOS: Plan de Conservación del Medio Natural 4. CANARIAS 1999 Plan Forestal OTROS DOCUMENTOS: Estrategia Canaria de Biodiversidad 5. CANTABRIA Plan Forestal, 2005 37
Con motivo de la elaboración del Plan Forestal Español se llevó a cabo una revisión del estado de la situación de la planificación forestal (propiamente dicha) autonómica que se recogió en la publicación: “ Planificación Forestal en España” 2004, Dirección General de Conservación de la Naturaleza, MMA. 226 pp. 38
Relación de documentos a fecha de 2006 . Hay otros muchos documentos de planificación que que afectan al sector forestal, en especial los relacionados con la caza, el cambio climático, políticas energéticas, desarrollo sostenible, educación ambiental, agricultura y ganadería y/o biodiversidad pero no siempre es posible encontrarlos por no estar “colgados” en las pg. Web o por depender de otro s departamentos diferentes a las Consejerías de Medio Ambiente lo que hace más difícil su localización. En particular, y en la actualidad, prácticamente todas las CCAA están elaborando o han elaborado Planes de Acción sobre el aprovechamiento de biomasa forestal.
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OTROS DOCUMENTOS: Plan de Reforestación, 1997 6. CASTILLA LA MANCHA Plan de Conservación del Medio Natural, 1994. Revisiones periódicas (última en 2003) OTROS DOCUMENTOS: Plan de Emergencias por Incendios Forestales 7. CASTILLA Y LEÓN Plan Forestal en 2002. Revisión en 2006 OTROS DOCUMENTOS: Estrategia Forestal, 1997 Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes Arbolados en Castilla y León (Proyectos de ordenación y Planes dasocráticos) (1999) Plan 42. Programa integral para la prevención de incendios forestales (2002) 8. CATALUÑA Plan General de Política Forestal en 1994. 2º Plan General de Política Forestal, en 2006 (Vigencia 2007-2016) OTROS DOCUMENTOS: Estrategia Catalana para la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica (1997) Plan Estratégico de la Caza de Cataluña (2002) Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) Estrategia Catalana para el cambio climático Normas que regulan el contenido, la aprobación, la revisión y el seguimiento de los planes técnicos de gestión y mejora forestal y de los planes simples de gestión forestal –Sólo para Planes Técnicos-(1994-2003) 9. EXTREMADURA Plan Forestal, aprobado en 2003 OTROS DOCUMENTOS: Plan estratégico de Espacios Protegidos 10. GALICIA Plan Forestal, 1992 OTROS DOCUMENTOS: Plan de Lucha contra Incendios Forestales en Galicia (Plan INFOGA). Activo hasta 2006. A partir de 2007 se ha elaborado el Plan de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales de Galicia (PLADIGA) 11. ISLAS BALEARES Plan Forestal en fase de elaboración en 2006. Paralizado. OTROS DOCUMENTOS: Plan especial de emergencia contra el riesgo de incendios forestales en las Islas Baleares (INFOBAL)
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12. MADRID Plan Forestal, 1999. Revisado en 2006. OTROS DOCUMENTOS: Plan
de Vías pecuarias
Instrucciones de Ordenación de Montes de la Comunidad de Madrid (pendientes de aprobación)
13. MURCIA Estrategia forestal, 2002 OTROS DOCUMENTOS: Libro Blanco de la Política Regional sobre el Medio Natural, 1997 Estrategia regional de Conservación de la Biodiversidad 14. NAVARRA Plan Forestal, 1997 OTROS PLANES: Plan de estratégico de caza para Navarra Estrategia de Conservación de la Biodiversidad 15. PAÍS VASCO Plan Forestal, 1994 OTROS PLANES: Estrategia Ambiental Vasca de Desarrollo Sostenible (2002-2020) y primer Programa Marco Ambiental (2002-2006) Plan Territorial Sectorial Agroforestal (2005) 16. RIOJA Plan Forestal, 2003 OTROS PLANES: Estrategia regional para la Conservación y el Uso sostenible de la Diversidad Biológica, 2001 17. VALENCIA Plan General de Ordenación Forestal en 200439 OTROS PLANES: Libro Blanco de la Política Forestal, 1995 Documento de bases para Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Comunidad Valenciana, 2004
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EL Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana lo declaró nulo en enero de 2007por ser «contrario a derecho». La sección tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana aceptó el recurso presentado por J. P. G. solicitando la anulación del decreto por carecer del «preceptivo informe del Consejo Forestal de la Comunidad Valenciana, así como del trámite de información pública a las Entidades Locales y al resto d e las Administraciones Públicas afectadas...» Además, alegaba que el decreto omitió «el trámite de evaluación medioambiental» previsto en la ley valenciana. En 2010 se ha iniciado el proceso de elaboración del Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunitat Valenciana (Patfor), promovido por la Conselleria de Medio Ambiente
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LEY 43/2003, DE 21 DE NOVIEMBRE, DE MONTES LEY 10/2006, de 28 de abril, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes
I.- ANTECEDENTES:
Ley de 8 de junio 1957, de Montes y su reglamento (1962) Constitución Española (1978): Que en su Artículo 149 dice textualmente:
1. El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias: …….
23.ª Legislación básica sobre protección del medio ambiente, sin perjuicio de las facultades de las Comunidades Autónomas de establecer normas adicionales de protección. La legislación básica sobre montes, aprovechamientos forestales y vías pecuarias. …….
Leyes autonómicas
Cataluña 1988 Navarra 1990 Andalucía 1992 C. Valenciana 1993 La Rioja 1995 Madrid 1995 Normas Forales del País Vasco: Álava (1986), Guipúzcoa (1994), Vizcaya (1994)
II.- ELABORACIÓN: Consejo Nacional de Bosques (9 de enero a 24 de febrero de 2003), Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza (febrero de 2003)
III.- APROBACIÓN: Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, Consejo de Ministros (21 de marzo de 2003), Parlamento (abril- julio de 2003), Senado (septiembre-noviembre de 2003)
IV.- PRINCIPALES PROBLEMAS: Dado el carácter legal del documento las alegaciones que se suscitaron al mismo fueron de muy diversa índole dependiendo de los sectores. Los sectores más activos fueron: Comunidades Autónomas Sector profesional (colegios) Ministerios: Propietarios privados Propietarios públicos Sector de la industria Sector ecologista
Y los artículos/temas más conflictivos fueron:
Función social de los montes (art.4)
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Definición de monte (art. 5) Competencias del Estado (art. 7) Montes públicos catalogados. Deslinde (arts. 13 a 21) Régimen de los montes privados. Los montes protectores (art. 23 y 24) Planes de Ordenación de los Recursos Forestales (art. 31) Fiscalidad
V.- PRINCIPIOS/OBJETIVOS: Los principios que inspiran la Ley:
La gestión sostenible de los montes. El cumplimiento equilibrado de la multifuncionalidad de los montes en sus valores ambientales, económicos y sociales. La planificación forestal en el marco de la ordenación del territorio. El fomento de las producciones forestales y sus sectores económicos asociados. La creación de empleo y el desarrollo del medio rural. La conservación y restauración de la biodiversidad de los ecosistemas forestales. La integración en la política forestal española de los objetivos de la acción internacional sobre protección del medio ambiente, especialmente en materia de desertificación, cambio climático y biodiversidad. La colaboración y cooperación de las diferentes Administraciones públicas en la elaboración y ejecución de sus políticas forestales. La participación en la política forestal de los sectores sociales y económicos implicados.
VI.- ESTRUCTURA: La ley se estructuró en 7 títulos, 22 capítulos, 80 artículos, 10 disposiciones adicionales, 5 disposiciones transitorias, 1 disposición derogatoria y 6 disposiciones finales • •
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TÍTULO I: DISPOSICIONES GENERALES: Objeto, conceptos y competencias TÍTULO II: CLASIFICACIÓN Y RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS MONTES: Clasificación y régimen jurídico de los montes públicos y privados, recuperación posesoria, derecho de adquisición preferente. TÍTULO III: GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE: Información forestal, planificación, ordenación de montes y aprovechamientos TÍTULO IV: CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DE MONTES: Usos del suelo, restauración hidrológico forestal, incendios forestales, sanidad y genética forestal. TÍTULO V: INVESTIGACIÓN, FORMACIÓN, EXTENSIÓN Y DIVULGACIÓN TÍTULO VI: FOMENTO FORESTAL: Defensa de los intereses forestales, empresas forestales, e incentivos económicos a los montes ordenados. TÍTULO VII: RÉGIMEN SANCIONADOR: Infracciones y sanciones
VII.- RECURSOS: La Ley fue recurrida por dos comunidades autónomas. En concreto, mediante providencia de 23 de marzo de 2004, el Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso de inconstitucionalidad núm. 1014/2004, promovido por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en relación con los arts. 7.2.h), 46.1 y 47.3 de esta Ley (BOE núm. 83, de 6-04-2004, pp. 1437114372). De igual forma, mediante providencia de 23 de marzo de 2004, el Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso de inconstitucionalidad núm. 988/2004, promovido por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, contra el art. 7, apartados 1 letra a), 2 letras c), g) y h) y 3 letra b); el art. 18, apartado 4 inciso «... excepción de los declarados como de interés general por el Estado»; art. 21, apartados 2, 4 y 7; art. 32; art. 36, apartado 5; art. 37, en cuanto a la regulación del silencio y de la motivación que efectúan sus apartados a) y b); art. 42; art. 46, apartados 1 y 2; art. 47, apartados 1 y 3; art. 49, apartado 2 último inciso; art. 56, apartado 1; art. 63; la disposición adicional primera; la disposición transitoria tercera; y las disposiciones finales segunda y tercera de esta Ley (BOE núm. 83, de 6-04-2004, p. 14372).]
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VII.- MODIFICACIONES A LA LEY 43/2003: En abril de 2006 se aprueba la Ley 10/2006, de 28 de abril, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. Como aspectos más destacables (o destacados por los medios) de las modificaciones llevadas a cabo por esta nueva ley se pueden mencionar: - Competencias del la Administración General del Estado, - Prohibición de modificar la categoría de los suelos quemados durante 30 años - Reconocimiento explícito del carácter de agente de la autoridad (policía judicial) a los agentes forestales y/o medioambientales; - Modificación de las categorías de montes, con independencia de su titularidad (Montes protectores y montes con otras figuras de especial protección); - Prohibición de circular con vehículos a motor por las pistas forestales salvo autorización expresa (uso público del monte); - Creación de un fondo para el Patrimonio Natural; - Modificación del Estatuto del Ministerio Fiscal con la Creación de las Secciones de Medio Ambiente en las Fiscalías de los Tribunales Superiores de Justicia y de las Audiencias Provinciales especializadas en delitos relativos a la ordenación del territorio, la protección del patrimonio histórico, los recursos naturales y el medio ambiente, la protección de la flora, fauna y animales domésticos, y los incendios f orestales. La ley de montes ha quedado por tanto con los mismos Títulos; un nuevo capítulo, dentro del Título II, relativo al Régimen de los montes protectores y montes con otras figuras de especial protección, 6 artículos más y 1 disposición adicional más.
¿Retirados los recursos de inconstitucionalidad de Cataluña y Andalucía?
IX.- NUEVOS RECURSOS: La ley 10/2006 ha tenido también recursos de inconstitucionalidad, en concreto -
El Tribunal Constitucional, por providencia de 26 de septiembre de 2006, ha admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad número 7837-2006, promovido por el Consejo de Gobierno de La Rioja, contra los arts. 50.1 y 54 bis de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, en la redacción dada por el art. único, apartados 32 y 33, de la Ley 10/2006, de 28 de abril. (BOE nº 241)
-
Igualmente, el Tribunal Constitucional, por providencia de 26 de septiembre de 2006, ha admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad número 8020-2006, promovido por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León contra el artículo único, apartados 32 y 33, de la Ley 10/2006, de 28 de abril, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. (BOE nº 241)
X.- NUEVAS LEYES AUTONÓMICAS. Desde la redacción de la ley 43/2003 algunas Comunidades autónomas ya han elaborado y aprobado sus propias le yes forestales o leyes relativas al ámbito forestal. En concreto:
ASTURIAS
LEY del Principado de Asturias 3/2004, de 23 de noviembre, de Montes y Ordenación Forestal.
ARAGÓN
LEY 15/2006, de 28 de diciembre, de Montes de Aragón
LEY 3/2007, de 9 de abril, de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia GALICIA
C ASTILLA LA M ANCHA
C ASTILLA Y LEÓN LEY 3/2009, de 6 de abril, de montes de Castilla y León.
LEY 3/2008, de 12 de junio, de Montes y Gestión Sostenible de Castilla La Mancha
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INFORMACI N FORESTAL ANUARIO DE ESTADÍSTICA FORESTAL
La estadística es una información necesaria para la planificación, diseño de políticas y toma de decisiones en cualquier ámbito. Cuando no se dispone de estadísticas, tomar la decisión adecuada se convierte en algo arriesgado. La información acerca de los recursos forestales y las actividades y productos del sector forestal resulta de gran utilidad para la evolución del debate acerca del medio ambiente y el desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y mundial. Entre otros objetivos, con la Estadística Forestal se pretende:
Producir información estadística fiable, adecuada (información que se adecúe a la demanda) oportuna (a tiempo) y comparable (metodología similares en el tiempo y para todo el territorio nacional) Utilizar la información para la planificación y evaluación de políticas económicas y sociales en el marco de un desarrollo sostenible. Difundir en la sociedad la importancia de los productos derivados del bosque. Conocer el potencial de la industria forestal y sus posibles vías de desarrollo. Cuantificar los incendios forestales producidos en el país y evaluar en el futuro las consecuencias ecológicas, económicas y sociales de los m ismos. Elaborar las transacciones de los productos forestales y la balanza comercial, así como las negociaciones con los bloques económicos.
La Ley 43/2003, de Montes concede especial relevancia a la Estadística Forestal Española que, desde 2005, depende de la Administración forestal, ubicada dentro del actual Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Los datos recogidos en esta estadística son continuos, periódicos, y han de ser suministrados por las Comunidades Autónomas y otras administraciones públicas. Los datos integrados en la Estadística son: 1. Superficie y estructura forestal (Inventario Forestal Nacional/decenal): superficies según vegetación, titularidad. Existencias y crecimientos maderables. 2. Repoblación forestal (anual): según tipo y objetivo. Producción de material forestal de reproducción (semillas, planta y estaquillas) 3. Gestión forestal sostenible (anual): superficie ordenada según titularidad. Superficie certificada según sistemas de certificación. Número de certificados de cadena de custodia. 4. Aprovechamientos forestales, madera y leñas (anual): cortas de madera por grupo de especies y tipo de propiedad, Análisis autonómico de las cortas totales de coníferas y frondosas y por especies, resumen nacional de la extracción de leña por grupo de especies y tipo de propiedad 5. Caza y pesca fluvial (anual): Número de licencias expedidas y vigentes y valor económico, Número de capturas, peso total, peso medio, valor económico y precio medio según especie cinegéticas, Sueltas de especies cinegéticas y piscícolas, Producción en granjas cinegéticas y piscifactorías para repoblación, Número y superficie de terrenos cinegéticos por tipología del terreno y total por comunidad autónoma, Masas de aprovechamiento pesquero según tipología y total por comunidad autónoma 6. Red Natura 2000 y Espacios Naturales Protegidos (anual): Caracterización forestal de la Red Natura y de los ENP 7. Inventario Nacional de Erosión de Suelos (decenal): Superficies y pérdidas de suelo según niveles erosivos, Erosión Potencial (Laminar y en regueros), Superficies de zonas de erosión en cárcavas y barrancos según niveles de erosión laminar y en regueros, Superficies según potencialidad y tipología predominante de movimientos en masa, Riesgo de erosión en cauces y riesgo de erosión eólica
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8. Zonas Húmedas (anual): relación de humedales 9. Estado de salud de los bosques (anual): Serie histórica de los daños, Frecuencia y porcentaje de agentes causantes de daños, Porcentaje de defoliación en España, UE y Europa, Composición química media del agua de deposición atmosférica de parcelas de la Red Europea de Nivel II, Análisis autonómico de la distribución de feromonas según plaga forestal, Serie histórica de la estimación de emisiones de gases no CO2 en incendios forestales, Daños forestales desglosados por especies según la defoliación, Porcentaje de daños forestales según especie y edad del árbol, Análisis autonómico de de los porcentajes de daños forestales 10. Incendios forestales (anual): Siniestros, Número de siniestros según probabilidad de ignición e índice de peligro, Causas, Resumen de datos de los cinco países del sur de la Unión Europea
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PLANES DE ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS FORESTALES (PORF) Se trata de una nueva herramienta de planificación en el ámbito forestal que viene a cubrir el vacío existente entre la planificación estratégica/política (Planes forestales nacional y autonómicos) y la planificación táctica/gestión (planes de ordenación de montes y planes técnicos) a escala monte y que intenta que la política forestal sea también considerada a la hora de abordar políticas de ordenación del territorio. Si bien ya existe en el pasado un intento de acometer este tipo de planificación, regulado en las Instrucciones de Ordenación de 1930 –la ordenación comarcal-, lo cierto es que nunca llegó a elaborarse ningún Plan de Ordenación comarcal en sentido estricto. Las IOMA de 1970 no incorporaron este tipo de ordenaciones aunque sí reconocen la necesidad de incorporar la ordenación forestal en las políticas de ordenación del territorio, puesta de manifiesto en su art. 59.1 (“ Los objetivos que se asignan al monte o grupo de montes en el orden político, económico y social y las características de sus producciones y servicios, hacen aconsejable que la ordenación de los mismos esté coordinada con la planificación de recursos a nivel regional o comarcal ”) . Los PORF han quedado regulados en el art. 31 de la ley de Montes , dentro del Título III, “Gestión Forestal Sostenible”, Capítulo II, “Planificación Forestal”. Se sitúa entre la Estrategia y el Plan Forestal Español (art. 29 y 30) y la ordenación de montes (Capítulo III del Título III, art. 32 a 34). En sus 8 apartados se específica, entre otros:
Objetivos y alcance. Obligatoriedad Ámbito y Contenido Proceso de elaboración y aprobación Compatibilidad con los PORN
El artículo dice textualmente: Art ícu lo 31.- Planes de Ord enación de los Rec urs os Fo restales .
1. Las Comunidades Autónomas podrán elaborar los planes de ordenación de recursos forestales (PORF) como instrumentos de planificación forestal, constituyéndose en una herramienta en el marco de la ordenación del territorio. 2. El contenido de estos planes será obligatorio y ejecutivo en las materias reguladas en esta Ley. Así mismo, tendrán carácter indicativo respecto de cualesquiera otras actuaciones, planes o programas sectoriales. 3. Con carácter previo a la elaboración de los PORF, las comunidades autónomas definirán los territorios que, de acuerdo con esta Ley y con su normativa autonómica, tienen la consideración de monte. 4. El ámbito territorial de los PORF serán los territorios forestales con características geográficas, socioeconómicas, ecológicas, culturales o paisajísticas homogéneas, de extensión comarcal o equivalente. Se podrán adaptar a aquellas comarcalizaciones y divisiones de ámbito subregional planteadas por la ordenación del territorio u otras específicas divisiones administrativas propias de las comunidades autónomas. 5. Las Comunidades Autónomas, a propuesta de su órgano forestal, delimitarán los territorios forestales a los que se deberá dotar de su correspondiente PORF cuando las condiciones de mercado de los productos forestales, los servicios y beneficios generados por los montes o cualquier otro aspecto de índole forestal que se estime conveniente, sean de especial relevancia socioeconómica en tales territorios.
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6. Las Comunidades Autónomas, a propuesta de su órgano forestal, elaborarán y aprobarán los PORF y determinarán la documentación y contenido de los mismos que, con independencia de su denominación, podrán incluir los siguientes elementos: a) Delimitación del ámbito territorial y caracterización del medio físico y biológico. b) Descripción y análisis de los montes y los paisajes existentes en ese territorio, sus usos y aprovechamientos actuales, en particular los usos tradicionales, así como las figuras de protección existentes, incluyendo las vías pecuarias. c) Aspectos jurídico-administrativos: titularidad, montes catalogados, mancomunidades, agrupaciones de propietarios, proyectos de ordenación u otros instrumentos de gestión o planificación vigentes. d) Características socioeconómicas: demografía, disponibilidad de mano de obra especializada, tasas de paro, industrias forestales, incluidas las dedicadas al aprovechamiento energético de la biomasa forestal y las destinadas al desarrollo del turismo rural. e) Zonificación por usos y vocación natural del territorio. Objetivos, compatibilidades y prioridades. f) Planificación de las acciones necesarias para el cumplimiento de los objetivos fijados en el Plan, incorporando las previsiones de repoblación, restauración hidrológico-forestal, prevención y extinción de incendios, regulación de usos recreativos y ordenación de montes, incluyendo, cuando proceda, la ordenación cinegética, pascícola y micológica. g) Establecimiento del marco en el que podrán suscribirse acuerdos, convenios y contratos entre la Administración y los propietarios para la gestión de los montes. h) Establecimiento de las directrices para la ordenación y aprovechamiento de los montes, garantizando que no se ponga en peligro la persistencia de los ecosistemas y se mantenga la capacidad productiva de los montes. i) Criterios básicos para el control, seguimiento, evaluación y plazos para la revisión del Plan. 7. La elaboración de estos Planes incluirá necesariamente la consulta a las entidades locales y, a través de sus órganos de representación, a los propietarios privados, a otros usuarios legítimos afectados y a los demás agentes sociales e institucionales interesados, así como los trámites de i nformación pública. 8. Cuando exista un Plan de Ordenación de Recursos Naturales de conformidad con la Ley 4/89, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, u otro plan equivalente de acuerdo con la normativa autonómica, que abarque el mismo territorio forestal que el delimitado según el párrafo 5 de este artículo, estos planes podrán tener el carácter de PORF, siempre y cuando incluyan los elementos indicados en el apartado 6 y cuenten con el informe favorable del órgano forestal, cuando éste sea distinto del órgano que aprueba el PORN. Algunos de los aspectos más relevantes a destacar de esta nueva figura de planificación son: 1) No tienen carácter obligatorio para las comunidades autónomas. Serán promovidos y elaborados por las administraciones autonómicas 2) El ámbito debe abarcar territorios forestales y puede ser tan variable en tamaño como las comunidades autónomas quieran 3) Exige, para su elaboración, la participación pública y la consulta a los interesados 4) Debe tenerse en consideración en la elaboración de otros planes de ordenación del territorio, si bien los efectos jurídicos, grados de vinculación y rango normativo de los PORF deberá ser determinado
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