Conferencia 10 Verbo en el español antiguo I. Conjugación 1.Flexión En el desarrollo del sistema verbal desde el latín hacia el español antiguo desempeñaron un papel importante la simplificación y la analogía, sobre todo en la formación de las desinencias personales verbales. Las terminaciones latinas de la voz activa (salvo el Perfecto) fueron: -o (-m) -mus -s -tis -t -nt Por razones fonológicas se alteran para dar en el español antiguo: -o -mos -s -des -n La terminación de la segunda persona del plural –des subsiste por mucho tiempo y sólo desde finales del siglo XV viene perdiendo la d intervocálica lo que crea pares concurrentes en -ás, -és, -ís y -áis, -éis, -ís, predominando aquéllos a comienzos del siglo XVI, lo que explica su difusión en la América Latina, y a las alturas del siglo XVII se vienen afirmando las formas contemporáneas: -áis, -éis, -ís. En el español antiguo se pierde en la tercera persona del singular no solamente la terminación –t, sino también la vocal precedente a la terminación (se produce el apócope). Este fenómeno es característico más bien para los siglos XI-XII: pone- pon tiene- tien sale- sal dize- diz viene- vien Más tarde vuelve a aparecer la vocal provisionalmente perdida, pero en el imperativo unos cuantos verbos conservan las formas apocopadas para la segunda persona del singular. En resumen puede decirse que la conjugación española repite con bastante precisión la del latín. Al mismo tiempo hay que mencionar algunos rasgos nuevos formados en el curso de la evolución del sistema. Son la diptongación y la contracción de las vocales tónicas en el Presente del Indicativo y Subjuntivo, así como la contracción en el Indefinido condicionadas por el desarrollo fonético del idioma. 2.Diptongación Las e y o abiertas diptongan en la posición tónica (formas fuertes) convirtiéndose en -ie-, -ue-, respectivamente. Hay que tener en cuenta que las vocales abiertas e, o del romance primitivo corresponden a las latinas breves e, o o al diptongo clásico ae: quaero > quero necare LATÍN neco necamus ESPAÑOL niego negamos necas necatis ANTIGUO niegas negades necat necant niega niegan rogare rogo rogamus ruego rogamos rogas rogatis ruegas rogades rogat rogant ruega ruegan
En el español moderno diptongan muchos verbos que en el latín vulgar no tenían vocales abiertas en su raíz y, por lo tanto, no debían diptongar. En este caso actúan procesos de analogía que tienden a llevar las formas del idioma a la uniformidad. La influencia de la analogía se manifestaba en dos direcciones (aspectos): 1) diptongaban bastantes verbos que no tenían vocales abiertas (consōlare) 2) diptongaban tanto las formas fuertes como las formas débiles, o sea, todo el paradigma del verbo: (mōbil(em) > mueble > amueblar: amueblo, amueblas…). El habla vulgar española emplea el infinitivo juegar por analogía con las formas juego, juegas…, etc. 3.Contracción Se trata del paso de la -e- tónica del radical a la -i- (y o > u). Este fenómeno se explica por el influjo del elemento palatalizante yod: dormierunt > dormieron > durmieron, servio > sirvo. La altenación e/i ha sido legítimamente justificada en un número reducido de verbos, sobre todo en el subjuntivo. Más tarde se difundió por analogía en muchos otros verbos de la tercera conjugación, que tienen la -e- en su raíz. 4. Verbos de conjugación individual Son pocos pero todos muy usados, pues son de los más importantes y antiguos: ser, ir, estar, haber, y algunos otros. La particularidad de ser e ir consiste, entre otras cosas, en que sus paradigmas se han formado por el cruce de los paradigmas de varios verbos latinos. 1. El paradigma de ser encierra en sí las formas de los verbos esse y sedere (antiguamente “estar sentado”). De esse provienen las formas del Presente de Indicativo (a excepción de “ eres” que es, por su origen la segunda persona del singular del Futurum Primum del mismo verbo); las del Imperfecto y del Indefinido de Indicativo. De sedere proceden el infinitivo y las formas del presente de Subjuntivo; p.ej.: sedere > seer (esp. ant.) > ser. Latín sum es est
sumus sutis (estis) sunt
sedeam sedeas sedeat
sedeamus sedeatis sedeant
Presente de Indicativo Español antiguo so- soy somos eris- eres sodes- sois es son Presente de Subjuntivo sea seamos seas seades- seáis sea sean
El perfecto latino del verbo esse tenía la forma supletiva fui que fue conservada en el español, igual que la forma latina del Imperfecto era(m). Mezclando sus formas los dos verbos mezclaron también sus significados, por consiguiente, en el español antiguo el verbo seer (ser) se emplea en el sentido actual de “ser” y, además, en el sentido de “estar” y de “estar sentado”: Burgeses e burgesas por las finiestras sone (Cid). Seían sobre sus caballos (Cid). En la última frase se emplea la forma arcaizante del Imperfecto procedente de sedere y no de esse. Esto indica que todavía no se han diferenciado por completo los significados de estar y ser en el español antiguo. El verbo ser que ya en el latín empieza a gramaticalizarse en la formación de la voz pasiva (amatus sum > so amado; …de tierra es echado), en el castellano antiguo es usado también para la formación del Perfecto (Pretérito
Perfecto) de los verbos intransitivos: venido les mensaje = “le es venido (ha venido) un mensaje” - Pret.Perf. del verbo intransitivo “venir”. 2. El paradigma del verbo ir es resultado del cruce de las formas de los verbos ire y vadĕre. Se conservan las siguientes formas procedentes del verbo ir: infinitivo, gerundio, participio y las formas personales del Imperfecto de Indicativo: ir, yendo, ido, iba, ibas, etc. (en el español antiguo se empleaban también las formas imos, ides en vez de vamos vais). Del verbo vadere provienen las formas del presente de Ind. y de Subj. Presente de Indicativo LATÍN vado vadimus ESPAÑOL vao/vo/voy vamos vadis vaditis ANTIGUO vas vades/vais vadit vadunt va vant/van Presente de Subjuntivo LATÍN vade-a-m vade-a-mus ESPAÑOL vaya vayamos vade-a-s vade-a-tis ANTIGUO vayas vayades vade-a-t vade-a-nt vaya vayan vadeam > vadia > vaia > vaya, vadeas > vadias > vaias > vayas,etc. La forma del Indefinido del verbo ir procede del verbo esse. Ir se gramaticaliza parcialmente empleándose en las perífrasis: ir + (а) + inf.; ir + gerundio. 3.
El verbo estar
sto stamus esto(y) estamus(os) stas statis estás estades(áis) stat stant está están Es uno de los verbos más antiguos de origen indoeuropeo que significaba en el latín “estar de pie”. Hacia el castellano atiguo cambia su significado a “permanecer en algún lugar” y más tarde adquiere el segundo valor de “permanecer en algún estado psíquico”. También se gramaticaliza parcialmente empleándose en las perífrasis con participio y gerundio. 4. El verbo haber en el latín era transitivo y significaba “tener, poseer”. Este significado suyo se conserva hoy solamente la forma unipersonal hay (hubo, ha habido, había, habría, etc. ) y en la expresión estable “he aquí”. En la época del castellano antiguo con su característica inestabilidad de las formas haber se empleaba en distintas y numerosas variantes formales. El infinitivo: haber (aver/auer/aber/hauer) El gerundio: aviendo (hauiendo/auiendo) El participio pasado pasivo: avido (hauido/auido) Presente de Indicativo e, he emos, hemos, avemos as, has edes, hedes, avedes a, ha an, han Imperfecto de Indicativo avia, avie aviemos, yemos avies aviedes, yedes avie, auya, avia ien, avien, yen Indefinido de Indicativo of, off oviemos oviste oviestes o, ovo ovieron Futuro de Indicativo
abré abrás abrá, avrá
abremos, avremos abredes, avredes abrán, avrán Presente de Subjuntivo aya ayamos ayas ayades, aydes aya ayan Imperfecto de Subjuntivo ovisse, oviesse; oviera oviéssemos; oviéramos oviesses; ovieras oviéssedes; oviérades oviesse; oviera oviessen; ovieran Futuro de Subjuntivo ovier oviéremos ovieres oviéredes oviere ovieren Condicional abrí, abrie, avría abriemos, avriemos abries abriedes, avriedes abrie, avrie, avría, havrie abrien,avrien Haber se ha gramaticalizado más que otros verbos y se ha convertido en un verbo puramente auxiliar. Como ya se ha dicho, a base de la perífrasis de carácter perfectivo “haber + participio pasado” se ha formado en español toda una seria de tiempos verbales perfectivos que han constituído una nueva categoría gramatical de la anterioridad. El proceso de la gramaticalización de esta construcción con haber, o sea, fusión semántica de los elementos en una forma analítica verbal que expresa siempre una acción acabada, se ha concluido en sus rasgos más esenciales hacia el siglo XIII. Pero en el castellano medieval aún se puede encontrar las formas cuyo participio concuerda en número y en género con el complemento directo de la frase, e.d., lleva parte de la información gramatical; ello revela que el proceso de gramaticalización en esta época todavía no se ha concluído. El mismo proceso de gramaticalización transformó la perífrasis latina “infinitivo + habere” con el valor de “obligación”, “deber” en la forma temporal del Futuro y del Condicional. Comparare habeo > comprar he(e) > compraré Comparare habebat > comprar (h)abía > comprar ie/ía > compraría/comprarie Audire habemus > odir (h)abemos > oír emos > oiremos Pero en el castellano antiguo con mucha frecuencia los elementos de estas formas se escriben separados y entre ellos pueden intercalarse otras palabras. II.
Sistema de los tiempos verbales
El verbo latino ya representaba un estado simplificado del verbo indoeuropeo (pues carecía de la voz media, del modo optativo, del número dual); continuó simplificándose en el latín vulgar y en el romance. 1. Entre los tiempos imperfectivos latinos del Indicativo se han conservado: a) el Presente y el Imperfecto: Presente amo amamos amas amades ama aman Imperfecto
de la I conjugación ama–ba ama–ba–mos ama–ba–s ama–ba–des ama–ba ama–ba–n de la II y III conjugaciones sape–ba–m > sabea > sabía sape–ba–s > sabeas > sabías sape–ba–t > sabea > sabía sape–ba–mus > sabeamus > sabíamos sape–ba–tis > sabeades > sabíades sape–ba–nt > sabean > sabían veni–ba–m > venia > venía veni–ba–s > venias > venías veni–ba–t > venia > venía veni–ba–mus > veniamos > veníamos veni–ba–tis > veniades > veníades veni–ba–nt > venian > venían b) Se perdió el Futuro de Indicativo sintético (amabo) sustituyéndose por la perífrasis analítica de infinitivo + haber en sus formas personales del Presente de Indicativo. Anteriormente tuvo el valor de “deber” u “obligación” : dicere habeo — he de decir. Al pasar de los siglos la forma va perdiendo su valor modal adquiriendo el valor temporal de una acción futura imperfectiva. En el castellano antiguo todavía no se han fundido terminantemente los componentes de la forma y con frecuencia a la par con la forma entera aparecen las separadas. A veces es difícil decidir si la construcción tiene valor temporal o modal pues este último no se ha perdido del todo. Sin embargo, por esta época ya empieza a emplearse con bastante regularidad la perífrasis compuesta del verbo haber + de/a + infinitivo para expresar el valor modal de obligación: Futuro 1) … dar gelos hemos de grado. 2) … yo iré convusco, que adugamos los marcos. Perífrasis modal 1) ca a mover ha mio Çid ante que cante el gallo. 2) con vos aquella lid yo la he de arrancar. 2. De los tiempos perfectivos del Indicativo se ha conservado: a) el Perfecto, hoy el Pretérito Indefinido (canté, oí, bebí ), aunque con ciertos cambios fonéticos. La forma clásica del perfecto en –vi contrajo las dos sílabas de esta terminación: Sing. cantavi > cantai > canté cantavisti > cantaste cantavit > cantait / cantaut > cantó Plur. cantavimus > cantamus > cantamos cantavistis > cantastis cantaverunt > cantarunt > cantaron Tales son los pretéritos débiles de los verbos de la I, IV conjugaciones latinas. Además, había pretéritos fuertes en –uī, –sī, –ī. Los pretéritos en –uī eran propios de la II conjugación: habere: habuī > haubi > hobe/ove > hube tenere: tenuī > teuni > tove > tuve La mayoría de los pretéritos en –uī se perdieron en el español antiguo por analogía con los verbos de la IV conjugación en –ir con el pretérito débil en –vī. Se conservaron sólo en los verbos con las o, a, e radicales que bajo la influencia del sufijo u pasan a ser respectivamente o > u, a > o/u, e > o/u: potuī > pude, posuī (posīvī) > puse, sapuī (sapiī, sapīvī) > sope > supe, (stetī >) stetui > estude > estove > estuve.
Los pretéritos en –sī eran menos numerosos y su cantidad se reduce ya en el latín vulgar. Siendo propios de la III conjugación desaparecida pasaron como regla a los débiles. Los conservados en el castellano antiguo son: lat. cl. cast. ant. cast. moderno dicĕre: dixī > dixe > dije ducĕre: duxī > (con)duxe > conduje trahĕre: traxī > traxe > traje mittĕre: mīsī(t) > miso > metió quaerĕre: quaesīvī (iī) > quise [z] > quise Muchos verbos con los pretéritos formados mediante la alargación de la vocal radical en parte pasaron al grupo en –si o en –ui en el castellano antiguo: stare: stetī > stetui > estove > estuve capĕre: cepī > capui > cope > cupe Hoy día se conservan sólo unos cuantos pretéritos de este tipo: venīre: venī > vine facĕre: fecī > fice > hice vidēre: vidī > vi esse: fuī > fui dare: dedī > di b) El Pluscuamperfecto sintético en –ram en la época del castellano antiguo da las primeras señales del cambio de su valor: deja de expresar una acción pasada anterior a una otra también pasada y va adquiriendo el valor modal del Imperfecto de Subjuntivo. No obstante en los tiempos del Poema del Cid esta forma se usa, por regla general, en su significado primitivo temporal a la par con la forma analítica de participio + formas personales del verbo haber en Imperfecto de Indicativo: amatus habebam –› avia/e amado c) El Futuro perfectivo latino con su forma sintética complicada ha cedido el terreno a la construcción analítica con el verbo haber: amatus habere habeo > amado aver (h)e > amado avré > habré amado. 3. De los tiempos imperfectivos del Subjuntivo ( Conjuntivo ) se conservaron: a) el Presente y la forma correspondiente al Futuro del español antiguo (en el latín no había Futuro de Conjuntivo): Presente: I conj. am–e–(m) > ame II conj. vide-a-(m) > vea III conj. sapi–a–(m) > sapia > saipa > sepa fugi–a–(m) > fugia > fuia > huya El Futuro de Subjuntivo es el Futurum Secundum Exactum del latín: amavĕro > amare amavĕrĭmus > amaremos amavĕris > amares amavĕrĭtis > amaredes amavĕrit > amare amavĕrint > amaren Este tiempo cayó en desuso en el español moderno. Sus formas persisten hoy sólo en el lenguaje profesional jurídico que es muy conservador y abunda en arcaísmos. b) El Imperfecto de Subjuntivo sintético latino (amarem) cedió ante las formas en – sse que en latín habían tenido el valor de Pluscuamperfecto de Conjuntivo: amavissem > amasse. 4. Los tiempos perfectivos del Subjuntivo, todos sintéticos en latín, se sustituyeron por formas analíticas nuevas. La forma del Perfecto de Conjuntivo (amavĕrim, amavĕris...) que en el latín tardío se confundía con el Futuro II, se perdió sin dejar rastro en español. La forma del Pluscuamperfecto de Conjuntivo pasó a expresar el Imperfecto de Subjuntivo. En vez de ella se formó el Pluscuamperfecto de Subjuntivo analítico: hubiesse amado y más tarde hubiera amado. 5. Hacia los siglos X – XI ya se formó el Potencial o Condicional a base de la construcción perifrástica de infinitivo + haber en el Imperfecto de Indicativo :
amare habebam –› amar avia/e –› amar ía/ie –› amaría En los tiempos del Cid no se ha concluido todavía la fusión de los elementos de la forma. En los textos antiguos aparece tanto en la forma entera como separada: Convidar le ien de grado, mas ninguno non osava… …¿ qui los podrie contar ? 6. En el Imperativo se perdieron las formas del Futuro que aún en el latín habían sido poco usadas. Se conservaron sólamente las formas imperativas que corresponden al Imperativo Presente latino (v. Conf. 4) Resumiendo el tema de los tiempos verbales es preciso subrayar que los cambios de los valores temporales; la transformación de las perífrasis verbales en formas gramaticales de tiempos verbales; los cambios de las formas condicionados por las leyes de la evolución fonética fueron un proceso muy largo que todavía seguía desarrollándose en el período en consideración y en la época de la consolidación definitiva del español como lengua nacional, es decir, en los siglos XVI – XVII. Es por eso que en la literatura del siglo XVI se puede encontrar con bastante regularidad la forma en –ra con el valor de Pluscuamperfecto de Indicativo, así como muchos otros empleos que hoy día se perciben como arcaicos.
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