CUENTOS SOBRE A AMABILIDADE EL ÁRBOL MÁGICO
Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol encantado, si dices las palabras mágicas , lo verás. con un cartel que decía: soy un árbol encantado, El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!" , y entonces, se abrió una gran puerta en el árbl . Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia" . Entonces el niño dio "¡¡Gracias, arbolito!!" , ! se en"en#ió #entr #el árbl una lu$ %ue alu&braba un "a&in 'a"ia una gran &nta(a #e )uguetes ! "'"late "'"late . El niño pudo lle!ar a todos sus ami"os a aquel árbol y tener la meor #iesta del mundo, y por eso se dice siempre que $por #a!or$ y $"racias$, son las palabras má"icas Pedro Pablo Sacristan
DON *OR +A,OR
%on &or#a!or es un duendecillo que "ran ma"ia sabe hacer. 'i!e en boca de los niños y de sus papás tambi(n.
-l se #i.ierte )ugan# ! tras la lengua se es"n#e #e #iente en #iente , saltando por nuestras boquitas corre. Es rápido como un rayo y un poquito !anidoso &or eso, cuando lo llamo, siempre !iene presuroso ) es tan "rande su ale"ría al oír su nombre al !iento que me re"ala su ma"ia como un a"radecimiento.
As/ l %ue 'a!a pe#i# p" antes #e n&brarle apare"erá "u&pli# sin %ue tenga %ue es0r$ar&e . *uchos no quieren llamarlo, o se ponen a dar "ritos, o lo hacen en#adados. ) así, (l no está a "ustito.
1 entn"es piensa el buen #uen#e , $+qu( boca tan aburrida, pensaba quedarme siempre +pero me !oy ense"uida$
%on &or#a!or huye entonces, deando solito al niñoirá a buscar otras bocas que le traten con cariño. &or suerte hay niños más listos que cuando piensan nombrarle recuerdan que hay que decirlo +con la sonrisa más "rande prende bien la lección: no te en#ades ni des "ritossi este cuento te "ustó con "usto te lo repito. +) con muchísimo amor &ero pon la cara ale"re y acordándote del duende pídemelo &/R 0'/R. Pedro Pablo Sacristan
LOS DOS CON2UROS
Había una !ez un rey que daba risa. &arecía casi de mentira, pr%ue pr &u"' %ue #i)era 3'a"e# est3 3'a"e# l tr3 , nadie le obedecía. ) como además era un rey pací#ico y usto que no quería ni casti"ar ni encerrar a nadie en la cárcel, resultó que no tenía nada de autoridad, y por eso dio a un "ran ma"o el e1traño encar"o de conse"uir una poción para que le obedecieran. El anciano, el &ás sabi #e ls '&bres #el rein , in!entó mil hechizos y otras tantas pociones- y aunque obtu!o resultados tan interesantes como un caracol luchador o una hormi"a bailarina , no consi"uió encontrar la #orma de que nadie obedeciera al rey. 2e enteró del problema un o!en, que se presentó rápido en palacio, en.ian# a #e"ir al re! %ue 4l ten/a la slu"ión. El rey apareció al momento, ilusionado, y el reci(n lle"ado le entre"ó dos pequeños trozos de per"amino, escritos con una increíble tinta de muchos colores. 3 Ests sn ls "n)urs %ue 'e prepara# para uste# , alteza. 4tilizad el primero antes de decir aquello que queráis que !uestro s5bditos ha"an, y el se"undo cuando lo hayan terminado, #e 0r&a %ue una snrisa s in#i%ue %ue siguen ba) .uestr p#er . Hacedlo así, y el conuro durará para siempre. Todos estaban intri"ados esperando oir los conuros, el rey el que más. ntes de utilizarlos, ls le!ó .arias .e"es para s/ &is& , tratando de memorizarlos. ) entonces dio, diri"i(ndose a un sir!iente que pasaba lle!ando un "ran pa!o entre sus brazos: 3 &or #a!or, polonio, .en a%u/ ! #4)a&e .er ese estupen# pa. . El bueno de polonio, sorprendido por la amabilidad del rey, a quien amás había oído decir $por #a!or$, se acercó, #e)an# al re! ! a "uants all/ estaban srpren#i#s #e la e0i"a"ia #el pri&er "n)ur . El rey, tras mirar el pa!o con poco inter(s, dio: 3 6racias, polonio, puedes retirarte.
1 el sir.iente se ale)ó snrien# . +Había #uncionado y además, +polonio se"uía bao su poder, tal y como había dicho el e1traño. El rey, a"radecido, colmó al o!en de riquezas, ! 4ste #e"i#ió seguir su .ia)e .
ntes de marcharse, el anciano ma"o del reino se le acercó, pre"untándole dónde había obtenido tan e1traordinarios poderes má"icos, ro"ándole que los compartiera con (l. ) el o!en, %ue n era &ás %ue un inteligente pr0esr , le contó la !erdad: 3 *i ma"ia no reside en esos per"aminos sin !alor que escribí al lle"ar aquí. 7a saqu( de la escuela cuando era niño, "uan# &i &aestr repet/a "nstante&ente %ue e#u"a#a&ente ! #e buenas &aneras , se podía conse"uir todo. ) tenía razón. Tu buen rey sólo necesitaba buenos modales y al"o de educación para conse"uir todas las cosas ustas que quería. ) comprendiendo que tenía razón, a%uella &is&a n"'e el &ag se #es'i$ #e t#s sus aparats ! "a"'i.a"'es &ági"s , y los cambió por un buen libro de buenos modales, dispuesto a se"uir educando a su brusco rey. &edro &ablo 2acristán
EL ALEGRE BARRENDERO
Estaban un chico un poco "amberro y sus ami"otes pasando el día en un parque de atracciones. Habían ido muy temprano y todo estaba !acío y limpio, cuando !ieron al barrandero del parque, "antan# ! bailan# &ientras barr/a . 8omo todo estaba tan limpio, les hizo mucha "racia !erle trabaar tan ale"re desde tan pronto, y no dearon de contar chistes y "astarle bromas pesadas. *er 4l n se &lestaba ! segu/a barrien# su li&pia "alle , así que comenzaron a tirar papeles y bolsas al suelo, $para darle trabao$. 8uando lle"aron más !isitantes, y !ieron al chico y sus ami"os tirando bolsas y basura al suelo, pensaron que era uno de los ue"os del parque, ! l &is& pensarn ls siguientes , y los si"uientes, y antes de que nadie pudiera darse cuenta, el parque estaba hasta arriba de basuras, y el buen barrendero no daba abasto. A na#ie pare"/a i&prtarle , pero empezó a ocurrir al"o e1traño. 2e"5n pasaba el tiempo, las atracciones del parque se iban !aciando, y cada !ez había más personas cabizbaas mirando el suelo, hasta que al #inal del día, na#ie 'a"/a "la en ls #i.erti#s )uegs #el par%ue , y todo el mundo se dedicaba a mirar al suelo. "Pero bueno" , se decían los encar"ados del parque, "¿u estará pasando"
&ues... +que todos estaban buscando al"o. Resultó %ue a l larg #el #/a , a todo el mundo se le terminó cayando al"o al suelo, pero como estaba lleno de bolsas, papeles y suciedad, en cuanto al"o caía.. +era casi imposible encontrarlo ) como aquello no tenía remedio, tu.iern %ue pnerse #e a"ue# para li&piar el par%ue entre t#s ! lueg en"ntrar sus "sas . &ero animados por el barrendero, lo hicieron cantando y bailando, y le pusieron tantas "anas y #ue tan di!ertido, %ue #es#e a%uel #/a "rearn un )ueg nue. en el par%ue #n#e t#s , armados de escobas y bolsas, se dedicaban a limpiar un rato riendo y bailando. &edro &ablo 2acristán
LA SO*A DE LETRAS
Había una !ez un !illano muy mal!ado y desa"radable, que sólo pensaba en "anar dinero y al que !er contento a al"uien le molestaba muchísimo. ) lo que menos a"uantaba era que las personas #ueran educadas y corteses al hablar, ! pi#ieran las "sas pr 0a.r , dieran $"racias$ y $de nada$, y sonrieran al decir al"o. El !illano pensaba que todas esas palabras eran un "asto in5til y no ser!ían para nada, as/ %ue #e#i"ó &u"' tie&p a in.entar una gran &á%uina #e rbar palabras . 8on su máquina, planeaba robar todos los $por #a!or$, $"racias$ o $de nada$ que la "ente diera, "n.en"i# #e %ue na#ie l ntar/a , para lue"o separar las letras y !enderlas a los #abricantes de libros. sí que cuando encendió su máquina, todo el mundo abría la boca para ser amable y educado, pero no decía nada, ! t#as a%uellas palabras rba#as iban a parar a la gran &á%uina . Tal y como esperaba, al principio no pasó nada, parecía que la "ente no necesitaba ser cort(s. &ero al poco tiempo, la "ente se empezó a sentir siempre de mal humor, 'a"ien# t#as las "sas #e &ala gana, y todos pensaban que estaban hartos de que los demás #ueran siempre con e1i"encias, así que en unos días todo el mundo se en#adaba y se peleaba por cualquier cosa. El !illano estaba terriblemente contento de su (1ito, pero no contaba con unas niñas muy especiales. A%uellas ni(as era &u#as ! ten/an %ue 'ablar pr signs . ) como la máquina no podía robar "estos, las niñas se"uían siendo amables y corteses, y en se"uida se dieron cuenta de lo que pasaba con el resto de la "ente, ! #es"ubriern ls planes #el .illan . sí que las niñas le si"uieron hasta su "uarida en lo alto de una colina unto al mar, donde encontraron la enome máquina almacenando letras y letras. pro!echando que el !illano dormía la siesta, se acercaron a la máquina y empezaron a ser corteses y amables entre ellas. La &á%uina n p#/a rbar a%uellas palabras , y empezó a su#rir una "ran sobrecar"a, tan "rande, que la máquina no pudo soportarla, y e1plotó, lan$an# al "iel t#as las letras guar#a#as , #ormando una llu!ia de letras que #ueron cayendo poco a poco, hasta acabar en el mar. Entonces todos pudieron !ol!er a ser amables y corteses, y los en#ados y peleas acabaron, #e&stran# %ue ls buens &#ales sn &u! 5tiles para &antener &ás uni#as ! 0eli"es a las persnas .
) así #ue como sur"ió la primera sopa de letras, que dio la idea a las niñas para montar una #ábrica de sopas de letras con la que tu!ieron muchísimo (1ito. Pedro Pablo Sacristán
CADENA DE SONRISAS
7a señorita Elisa aquel día había propuesto un nue!o reto a sus alumnos: la ale"ría, ! l 'ab/a 'e"' en plan #esa0/ #e r4"r# . 7es había nombrado $recaudadores$ de ale"ría, para !er qu( se les ocurría con tal de pro!ocar la ale"ría de los que les rodeaban. ) aunque todos hicieron cosas realmente encantadoras, aquella !ez 8arla 2impatías deó a todos con la boca abierta. Alguns #/as #espu4s #el en"arg #e la se(rita Elisa , 8arla apareció car"ando un "ran saco. 3 quí trai"o toda la ale"ría que he recaudado en estos días 3dio sonriente. Todos estaban e1pectantes, per la ni(a n %uis &strar el "nteni# #el sa" . En !ez de eso, sacó una pequeña caa, tomó una cámara de #otos instantánea, ! le entregó la "a)a a la &aestra. 3 9brala, señorita Elisa.
La pr0esra abrió la "a)a #espa"i ! &iró en su interir , y una "ran sonrisa se dibuó en su rostro- en ese momento, 8arla le hizo una #oto"ra#ía. 7ue"o le entre"ó la #oto y un papel. 7a maestra leyó el papel en silencio, y cuando terminó, se(aló "n gest #e srpresa el gran sa". 3 sí que eso es... 3 +2í 3interrumpió la niña, deshaciendo el nudo que cerraba el saco3 +un "ran montón de sonrisas ) del saco cayeron cientos de #otos, t#as ellas #e .aria#as ! bellas snrisas . El resto de la clase lo dedicaron a e1plicar cómo a 8arla se le había ocurrido iniciar una cadena
para ale"rar un poquito a las personas: en la caa sólo había una #oto con una "ran sonrisa, y todos, al abrirla, sent/an la alegr/a %ue trans&it/a ! respn#/an a su .e$ "n una snrisa , casi sin querer. 8arla les sacaba una #oto con su propia sonrisa, y les entre"aba un papelito donde les pedía que hicieran lo mismo con otras personas, ! le en.iaran una "pia #e las 0tgra0/as a la #ire""ión #e su "asa . ) durante aquellos días y meses, el buzón de 8arla no deó de llenarse de las #otos de las sonrisas de tanta "ente a"radecida, ayudando a todos a comprender que el simple hecho de sonreir ya es un re"alo para todo el mundo. Pedro Pablo Sacristán