CONTAMINACIÓN DE LAS LLANTAS Los automóviles contaminan durante su uso y también cuando sus piezas dejan de ser útiles. Los neumáticos se han convertido en los últimos años en uno de los focos contaminantes más extendidos sobre el planeta.
La masiva fabricación de ruedas es uno de los mayores problemas medioambientales de los últimos años, por su costoso proceso de fabricación y también por el alto coste que conlleva su desaparición. En la combustión de los neumáticos se generan productos muy perjudiciales para la salud como son el monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, dióxido de carbono, óxidos de zinc, benceno, fenoles, óxidos de plomo o tolueno, que se dispersan en el aire. En Estados Unidos y Europa ya existen medidas que regulan el abandono de los neumáticos en vertederos, al mismo tiempo que se crean empresas que se encargan de su reciclado. En América Latina, México, Chile, Argentina Argentina y Uruguay Uruguay son países que que adoptan adoptan la misma política. Aunque en los países desarrollados están potenciando empresas especializadas especializadas que se dedican al reciclaje de los neumáticos, sin embargo, siguen existiendo desidia, falta de interés y, en muchas ocasiones, afán de lucro, que impiden una correcta gestión de esta parte imprescindible de un coche, que resulta ser uno de los inventos más sucios. La masiva fabricación de ruedas es uno de los mayores problemas medioambientales de los últimos años por su costoso proceso de fabricación y por el alto coste que conlleva su desaparición. Una sola rueda de camión necesita para su fabricación medio barril de petróleo crudo, y su elaboración y posterior desaparición siempre genera emisiones de CO2 (óxido de carbono) a la atmósfera En Estados Unidos, en el año 2003, 290 millones de llantas fueron desechadas, de las cuales 45 millones se reciclaron para hacer nuevas llantas para automóviles y camiones.
UN MATERIAL CON MÁS DE DOSCIENTOS COMPONENTES “Un neumático puede tener más de doscientos componentes, depende de su precio y tamaño, pero el porcentaje medio de los materiales que intervienen en su fabricación es como sigue: caucho (45-47 por ciento), negro de carbono (21,5-22 por ciento), acero (16,5-25 por ciento), textil (5,5 por ciento sólo para autos), óxido de cinc (1-2 por ciento), azufre (1 por ciento), y otros aditivos (5-7,5 por ciento). Los metales pesados presentes son cobre, cadmio y plomo”.
Cuando un neumático se encuentra en el límite de su edad, es muy importante, por propia seguridad del conductor, vigilar su estado para poder prevenir accidentes, pero además se ha de comprobar la posibilidad de su reutilización o encauchado. Dependiendo de su estado, los usos que por cuestiones económicas y ecológicas se le puede dar a la llanta son los siguientes: si el neumático tiene un mínimo de dibujo, puede pasar a ser neumático de segunda mano. A veces, un neumático no puede ser usado para rodar, pero sí puede ser recauchutado (previa limadura de la superficie se repone la banda de rodadura mediante un proceso de vulcanizado). Si no se puede recauchutar, se supone que ha llegado el fin de su vida útil, por lo que habrá que buscar el proceso más ecológico de hacerlo desaparecer o destinarlo para su reutilización en otros productos. En Estados Unidos y Europa ya existen medidas que regulan el abandono de los neumáticos en vertederos, al mismo tiempo que se crean empresas que se encargan de su reciclado. En América Latina, México, Chile, Argentina y Uruguay son países que adoptan la misma política, de la misma forma que, poco a poco, se está haciendo en el resto del continente.
A pesar de las prohibiciones y el control que existe sobre el abandono de las gomas de autos usadas, son muchos los caminos en cuyas cunetas se las puede ver desperdigadas, cuando no amontonadas. También se las ve entre los niños, en las urbes pobres, o en los puertos, para evitar choques entre las embarcaciones.
CONTAMINANTES LIBERADOS AL AIRE “Un neumático al aire libre va librando muy lentamente los contaminantes, como son los bifenilos policlorados (PCB), tóxicos muy peligrosos. Otro de los riesgos de los neumáticos tiene que ver con su forma. Debido al diseño de los neumáticos, cuando cae agua de lluvia reiteradamente es dificilísimo sacarla una vez que ha entrado en él y siempre quedará un fondo dentro de la cubierta. Ese agua es el caldo de cultivo ideal para que aniden ratas, insectos y otros animales dañinos que pueden resultar cuatro mil veces más peligrosos de los que se multiplican en una charca”, explica Baselga.
En Europa hace cuatro años se decretó una ley por la que se regula la gestión de los neumáticos fuera de uso, y en este continente no se pueden abandonar en un vertedero y, mucho menos, en el campo. Estos neumáticos es una de las fuentes más grandes de residuos debido al gran volumen producido y a su durabilidad. Pero, curiosamente, también es uno de los materiales de desechos más reutilizados, ya que la goma es muy resistente y se puede volver a utilizar para elaborar otros productos. Las grandes marcas de neumáticos han creado un sistema integral de gestión, por el cual ellos mismos los recogen de los talleres y los tratan. El primer paso es separar los que tienen posibilidades de ser recauchutados. Los que ya no tienen ningún uso se muelen y se separa el caucho del metal, del textil y de los demás componentes. Esa granza de caucho picado se utiliza para algunos de los fines que nosotros apoyamos, como son la creación de suelos de canchas de baloncesto, nuevos productos de calzado, como parte de los componentes de las capas asfálticas que se usan en la construcción de carreteras, como aislantes de vehículos o en la fabricación de losetas de goma.”.
LA QUEMA DE LLANTAS Enfermedades como el cáncer así como intoxicaciones, son de las principales consecuencias que genera la contaminación por la quema y tiradero de llantas en ríos y barrancas, ya que contienen altos grados de plomo, acero y cadmio, que son dañinos para la salud. Esto es consecuencia de que en México se generan hasta 25 millones de toneladas al año de este material, las cuales el 90 por ciento terminan en barrancas, ríos así como tiraderos clandestinos, provocando que la contaminación al medio ambiente sea más severa. Al quedar a la intemperie con el calor, los materiales pesados que contiene una llanta como el plomo, cadmio y mercurio, se empiezan a lixiviar y se van depositando en el suelo, provocando que estos metales se absorban, afectando el medio ambiente del lugar en que se quedó esta llanta inservible. Sin embargo, aseguró lo más peligroso y dañino, es el quemar una llanta, ya que al prenderle fuego se liberan infinidad de sustancias como el Dióxido de Carbono, que por lo menos representan el 76 por ciento de lo que se emite, al prenderle fuego a una sola llanta, de ahí el peligro para la salud, ya que este gas provoca un efecto invernadero evitando que los gases tóxicos se eliminen en el medio ambiente.
EL RECICLADO DE LLANTAS El desecho de llantas una oportunidad de negocio Según la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas (Andellac), cada año en nuestro país se desechan 25 millones de llantas viejas (además de los que "entran" de EU) de las cuales, nueve de cada 10 son enviadas a tiraderos a cielo abierto o depósitos clandestinos, convirtiéndose esto en un grave problema de salud y una amenaza para el medio ambiente. En muchos casos como el que se suscita en el norte de nuestro país, se opta por la quema de miles de ellas en hornos de cemento, presentando riesgos extremadamente peligrosos por las emisiones de sustancias tóxicas. Estos hornos han demostrado producir mayores emisiones de dioxinas, mercurio, hidrocarburos poliaromáticos (HPA) y metales pesados como plomo, zinc, níquel y vanadio, que las plantas de cemento que usan carbón o gas como combustible. Es así que la gente expuesta a estos humos puede sufrir desde dolores de cabeza, deficiencia en el aprendizaje y hasta cáncer mamario y ni que decir del daño que le provoca a nuestro ambiente. Afortunadamente, gente emprendedora ha encontrado lo que parecer ser la solución a este problema, convierténdolo además en una fuente importante de ingresos.
¿De qué se trata este negocio? Se trata del acopio y reciclado de llantas y huele de otro tipo, que al pasar por un proceso de trituración se reducen en partículas muy pequeñas que se pueden usar en la construcción de pisos para áreas de juegos, establos, ruedos, canchas deportivas, carpetas asfálticas, etc.
Otros usos del polvo o arena plástica - Zapato (huarache). - Láminas de suela para calzado rudo. - Bolsos con cámaras de llanta. - Tapetes personalizados para el mouse de la computadora. - Elaboración de tapetes tejidos con tiras de llantas. - Elaboración de Macetas. - Mangueras. - Juegos infantiles. - Camas en los establos. - Se utilizan para anclar lonas que sirven para proteger el alimento de los animales. - El caucho de las llantas puede convertirse en loseta para pisos con una apariencia muy agradable y gran durabilidad. - Bloques que se pueden superponer para formar muros de contención en
proyectos de construcción. - Construcción de muros sólidos, uniéndolos con varilla. - Puede ser aprovechado para la pavimentación de avenidas y carreteras, ya que la arena plástica obtenida de la trituración de la llanta mezclada con pavimentos, da como resultado concretos de alta resistencia. - Para formar bordes en las carreteras. - Funciona como aislamiento acústico antivibratorio y antisísmico.
Ventajas de este negocio
El material no le cuesta, necesita de basura para su funcionamiento. Tiene bastante material de trabajo, hay gran cantidad de llantas tiradas en las calles y terrenos valdíos, sin contar las del relleno sanitario. Es un negocio autofinanciable. El montar el negocio provoca la generación de empleos. El alambre de acero de las llantas, se puede vender a empresas fundidoras. Se puede sacar provecho también de las cuerdas de nylon que están en la llanta. Al recoger toda esa basura para su reutilización, también se esta ayudando a tener un medio ambiente menos contaminado.
Cómo funciona
Los neumáticos se pasan por la trituradora. Si cuenta con el suficiente capital, se recomienda adquirir otra cortadora para reducir los dimensiones de los trozos de caucho. Se vuelve a repetir este último proceso para conseguir cauchos todavia más pequeños. Se separa el acero por medio de un sistema de imánes. Los polvos y granos se empacan en costales o en bolsas de plástico para su venta. Los trozos más utilizados van desde 16 mm, 10 mm, 3.5 mm, 2 mm y entre los más finos de 0.7 mm.