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CÓMO SE ENCIENDE AL MÁXIMO EL AMOR AL SEÑOR JESÚS San Bernardo de Claraval.
Comenzaré este sermón con aquellas palabras del Maestro: "El que no ame al Señor Jesús, sea un separado". Debo amarle con todo m ser: !racas a él esto, ##o $ saboreo las cosas. M n!rattud ser%a al!o nd!no. Es reo de muerte, Señor Jesús, el que se ne!ue a ##r para t: de &ec&o $a &a muerto. 'uen no te aprece, &a perddo el (uco) el que se empeña en no estr para t, se derrte en la nada, es pura nada. *ues, +qué es el &ombre sno lo que tú le concedste -ú, Dos, lo &cste todo para t $ el que pretenda ser para él msmo $ no para t, se nca $a aqu% en la nada. "-eme a Dos $ !uarda sus mandamentos, porque eso es ser &ombre". ue!o s eso es ser &ombre, sn eso, el &ombre se reduce a la nada. Doble!a ant t, Señor, este ns!n/cante ser que te &as d!nado concederme. 1
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-e pdo que aco(as la o/renda del resto de ms años, que me quedan en esta #da llena de mseras. 0o despreces, Dos m%o, este corazón contrto $ ¨lado, por todos los años que perd% ##éndolos perddamente. Ms d%as son como una sombra que se alar!a) transcurreron en la esterldad. 1a no puedo recuperarlos) perm%teme rumarlos ante t con amar!ura de m alma. -odas ms ansas est2n en tu presenca, no se te ocultan ms !emdos. -ú sabes que por escasa que /uese m nsensatez, la reser#ar%a para t. *ero tú, Dos, conoces m nsensatez, a no ser que quz2 el mero &ec&o de reconocerla, aunque sea un don tu$o, sea $a un atsbo de sabdur%a. 3uméntala tú) muc&o te lo a!radeceré por ns!n/cante que sea, $ me es/orzaré por adqurr lo que me /alta. *or todo esto que me &as conceddo, $o te amo cuanto puedo.
*ero &a$ al!o que me conmue#e m2s, me aprema m2s $ que n/lama toda#%a m2s: es, buen Jesús, el c2lz que bebste) la obra de nuestra redencón. Ella reclama sn duda, espont2neamente, todo nuestro amor. Caut#a toda la dulzura de nuestro corazón, le e!e con la (ustca m2s estrcta, le compromete con ma$or r!or $ le a/ecta con ma$or #e&emenca. *orque le e!ó muc&os su/rmentos al Sal#ador. 0o le costó tanto la creacón del un#erso entero: él lo d(o, $ estó) él lo mandó $ sur!ó. *ero a&ora tendr2 que soportar a cuantos se oponen a su doctrna, a los que esp%an sus obras, a los que le nsultan entre tormentos $ lo #tuperan por su muerte. 2
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Mra cómo amó. 0o ol#des que su amor no /ue mera de#olucón, sno una entre!a total. +'uén le &a prestado para que le de#uel#a Como dce el E#an!elsta Juan, no porque am2ramos nosotros a Dos, sno porque él nos amó prmero. 3mó a quenes aún no est%an, $ amó ncluso a los que rec&azaban su amor. 3s% lo a/rma la autordad de *ablo: Cuando éramos enem!os de Dos, nos reconcló con él por la muerte de su 4(o. S no &ubese amado a sus enem!os no los tendr%a por am!os) como tampoco estr%an aquellos a quenes amó de esta manera, s no los &ubese amado antes. II. SOBRE LOS TRES MODOS CON QUE EL SEÑOR JESÚS NOS DEMOSTRÓ SU AMOR.
3mó, pues, ternamente, sutlmente, #alentemente. D!o que su amor /ue terno, porque se #stó con nuestro cuerpo) sutl, porque canceló la culpa) #alente, porque arrostró la muerte. *ero a quenes #stó en la carne, nunca los amó carnalmente, sno en la prudenca del esp%rtu. *ues el alento del un!do del Señor es el alento de nuestra boca. -u#o celos de nosotros, pero celos de Dos, no &umanos) un amor m2s puro que el del prmer 3d2n a E#a su mu(er. 0os buscó en la carne, nos amó en el esp%rtu, nos rescató #alerosamente. Contemplar al Creador del &ombre &acéndose &ombre, nos embar!a con un nmenso consuelo de m2ma ternura. *ero cuando cautamente ale(ó de la culpa a su naturaleza, arro(ó #!orosamente de esa naturaleza a la muerte. Cuando asume la carne, se reba(a a su n#el) e#tando toda culpa, de/endó su d!ndad) aceptando la muerte, sats/zo al *adre. 1 /ue am!o entrañable, conse(ero prudente, de/ensor poderoso... III. SOBRE LAS TRES MANERAS COMO DEBEMOS ASCENDER AL AMOR DEL SEÑOR JESÚS.
-al como os promet%, os &e mostrado cómo debe ser el amor) mas prmero os lo &e descrto en Crsto, para que lo #alorés m2s. 3prende de Crsto, crstano, cómo debes amar a Crsto. 3prende a amar entrañablemente, amar cautamente, amar #alerosamente: Enra!a"le#ene, para que, seducdos no nos arranquen del amor de Dos) Ca$a#ene, para que decepconados no nos ale(emos de él) %alero&a#ene, para que, #olentados, no nos aparten de su amor. Sea la sabdur%a de Crsto tu ma$or dulzura, para que no te arrastre n la !lora del mundo n los placeres carnales.
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Sea la luz de Crsto tu #erdad, para que no te en!añe el esp%rtu de la mentra o del error. Sea tu /uerza el poder de Crsto, para que no te canses en tus trbulacones. 'ue el amor n/lame tu celo, lo n/orme la cenca $ lo con/rme la constanca. Sea tu amor /er#ente, recatado, n#ulnerable. 0o conozca la apat%a, n carezca de dscrecón, n sea t%mdo. Consdera que la le$ te e!e estas tres cosas, cuando dce: "3mar2s al Señor, tu Dos, con todo el corazón, con toda el alma, con todas sus /uerzas". S no sur!e otra nterpretacón m2s acertada de esta trple dstncón, $o creo que el amor del corazón se re/ere al celo del a/ecto, el amor del alma a la sutleza o (uco de la constanca $ su entereza. 5male, pues, al Señor, con todo el a/ecto de tu corazón entero) 2male con toda la atencón de tu mente crcunspecta) $ 2male con todas sus /uerzas, sn que te atemorce morr por su amor, como se nos dce en estas palabras: "Es /uerte el amor como la muerte, es cruel la pasón como el absmo". Sea el Señor Jesús terno $ dulce para tu a/ecto. 3s% neutralzar2 la seduccón &ala!adora $ torpe de la #da, $ una dulzura sobrepasar2 a la otra, como un cla#o etrae otro cla#o. Sea tambén Jesús luz pre#a de su entendmento $ !u%a de su razón: para preca#erte contra los lazos de la en!añosa &ere(%a, mantenendo la /e lmpa de su malca, $ para e#tar cautamente la eces#a e ndscreta #e&emenca de tu #da. Sea tu amor /uerte $ constante, para que no &u$a ante tus temores, n se desmorone por los su/rmentos. 4
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3memos, por tanto, a/ectuosamente, recatadamente, #alerosamente. Seamos conscentes de que el amor del corazón, llamado a/ect#o, sn el amor que as!namos al alma, es s%, mu$ dulce, pero puede ser en!añado) a su #ez, el amor del alma sn un amor /uerte ser2 raconal, pero /r2!l. I%. EL EJEM'LO DE LOS A'ÓSTOLES 'ARA DEMOSTRAR ESTE AMOR.
Consdera a&ora los e(emplos que con/rman con toda e#denca lo que &emos a/rmado. os dsc%pulos aco!eron mu$ mal las palabras de Jesús, cuando les anuncó su ascensón $ les d(o: S me amaras, os ale!rar%as de que me #a$a con el *adre. *or tanto, +debemos conclur que no le amaban a él s les apenaba tanto su ausenca En certo sentdo le amaban $ no le amaban. e amaban a/ect#amente, pero sn cautelas) le amaban carnalmente, pero sn dscernmento) le amaban con todo el corazón, pero no con toda el alma. Su amor era un obst2culo para su propa sal#acón. *or eso les dec%a: 6s con#ene que $o me #a$a, reproc&2ndoles su /alta de (uco, no su a/ecto. 3s%msmo, cuando les &ablaba de su muerte, *edro se obstnaba en oponerse a ello $, como sabés, le respondó ncrepando a quen le amaba ternamente. +*or qué le reprendó sno por su mprudenca Cuando le dec%a: -u dea no es la de Dos, +acaso no #en%a a decrle: no amas (ucosamente, porque te de(as lle#ar de un a/ecto &umano $ te opones al plan de Dos 1 lo llamó Satan2s, pues el que se opone a que muera el Sal#ador, rec&aza, aun sn saberlo, la Sal#acón.
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*or eso, después de ser amonestado, no se opuso a su muerte cuando #ol#ó a menconarla) ncluso le prometó que morr%a con él. *ero no lo &zo, porque aún no &ab%a lle!ado a ese tercer !rado de amor por el que se ama con todas las /uerzas. Sab%a $a que se debe amar con toda el alma, pero aún era débl) no le /altaba conocmento, pero carecó de 2nmo) no se le ocultó el mstero, pero tem%a el martro. 0o /ue su amor /uerte como la muerte, pues sucumbó ante la muerte. *ero s% poco después, una #ez ceñdo del poder de lo alto, prometdo por Jesucrsto. Entonces comenzó a amar con tal #alor, que cuando el Conse(o le pro&bó predcar el santo nombre, respondó obstnadamente: 4a$ que obedecer a Dos antes que a los &ombres. 3mó con todas sus /uerzas $ epuso su #da por el amor. *orque no &a$ amor m2s !rande que dar la #da por los am!os, $ aunque entonces no la do, al menos la epuso. %. DEL AMOR DEL CORA(ÓN) QUE EN CIERTO MODO ES CARNAL) * CUAL ES SU MEDIDA.
*or tanto, el amor consste en amar con todo el corazón, con toda el alma, con todas las /uerzas, sn de(arse arrastrar por la adulacón, n seducr por el en!año, n abatr por las n(uras. 6bser#a, sn embar!o, que el amor del corazón es en certo sentdo carnal, porque se sente a/ectado m2s por la carne de Crsto $ por lo que Crsto &zo o mandó a tra#és de su carne. 6
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*ose%do por este amor, el corazón se conmue#e ense!uda por todo lo que se re/ere al Crsto carnal. 0ada escuc&a m2s a !usto, nada lee con ma$or a/2n, nada recuerda con tanta /recuenca, nada medta m2s dulcemente. *or eso la oblacón de su ple!ara se aseme(a a las #%ctmas &ermosas $ cebadas. Sempre que ora tene ante s% la ma!en del 4ombre Dos que nace $ crece, predca $ muere, resucta $ ascende) todo cuanto le ocurre mpulsa necesaramente su esp%rtu al amor de las #rtudes, o arranca los #cos sensuales, a&u$enta sus &ec&zos $ serena los deseos. 1o creo que esta /ue la causa prncpal por la que el Dos n#sble se man/estó en la carne $ con##ó como &ombre entre los &ombres: r lle#ando !radualmente &aca el amor esprtual a los &ombres que, por ser carnales, sólo pod%an amar carnalmente, $ !uar as% sus a/ectos naturales al amor que sal#a. +3caso no se encontraban en ese n#el aquellos que le dec%an: Mra, nosotros lo &emos de(ado todo $ te &emos se!udo E/ect#amente, todo &ab%an de(ado por el amor de su presenca corporal. 4asta el punto que no /ueron capaces de escuc&arle squera, cuando les pred(o que los sal#ar%a con su pasón $ muerte. M2s tarde, tampoco puderon contemplar la !lora de su ascensón sno con pro/unda trsteza. 3s% se lo dec%a: a trsteza os abruma porque os &e dc&o todo esto. Como #emos, sólo la !raca de su presenca corporal les arrancó de todo otro amor carnal.
-ambén les ndcaba un n#el m2s ele#ado del amor, cuando les d(o: Sólo el esp%rtu da #da) la carne no sr#e para nada. 3 ese n#el penso que lle!ó aquel que dec%a: 3unque antes conocmos a Crsto se!ún la carne, a&ora $a no. *osblemente esta msma era la poscón del *ro/eta: El Crsto del Señor nos lumna con su Esp%rtu. Me parece adem2s que la /rase s!uente: 3 su sombra 7
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##remos entre los pueblos, la añadó para aplcarla a los ncpentes, para que al menos descansen a su sombra los que se senten menos capaces de soportar el calor del sol) para que se nutran de la dulzura carnal, mentras no pueden percbr las realdades del Esp%rtu de Dos... El que no posee aún el Esp%rtu que da #da, se consuela pro#sonalmente con la de#ocón a su carne &umana, al menos en el !rado que lo poseen aquellos que dcen: El Crsto del Señor nos lumna con su Esp%rtu) $ aquellos que eclaman: 3unque antes conocmos a Crsto se!ún la carne, a&ora $a no. Mas por otra parte, tampoco se puede amar a Crsto se!ún la carne sn el Esp%rtu Santo) con todo, ese amor no lle!a a la plentud. a medda de ese amor consste en que llena todo el corazón con su dulce sua#dad &asta poseerlo plenamente, desec&ando de él todo otro amor o seduccón carnal. Esto equ#ale a amar con todo el corazón. De lo contraro, podr%a pre/err a la carne de m Señor cualquer otro parentesco o complacenca, que me mpedr%an cumplr todo lo que él enseñó de palabra o de obra, mentras ##%a en la carne mortal. +1 no ser%a esto una e#denca de que no amo con todo el corazón +0o tendr%a partdo el corazón, d2ndole una parte para él, mentras con la otra me #uel#o &aca m% msmo *or eso dce: El que quere a su padre o a su madre m2s que a m%, no es d!no de m%. *or tanto, $ en pocas palabras: amar con todo el corazón consste en pre/err el amor de su sacrosanta carne a cualquer otra cosa que &ala!ue a la propa carne o a la de otro. Me re/ero tambén a la !lora del mundo, porque la !lora del mundo es !lora de la carne $ aquellos que se complacen en ella son sn duda carnales. %I.
1 aunque esta de#ocón a la carne de Crsto es un don $ un don !rande del Esp%rtu Santo, a este amor $o le llamar%a carnal con relacón a aquel amor por el que se saborea, no $a al 7erbo &ec&o carne, sno al 7erbo sabdur%a, al 7erbo (ustca, al 7erbo #erdad, al 7erbo santdad, pedad, poder o cualquer otra realdad que a él se puede atrbur. *orque todo esto es Crsto, que se &zo para nosotros saber que #ene de Dos, (ustca, santdad $ lberacón. +6 crees que todos actúan mpulsados por un msmo a/ecto Sucede, por e(emplo, que uno sente compuncón $ compasón por la pasón de Crsto, se conmue#e ante el recuerdo de todo cuanto padecó, se embra!a con la dulzura de esta de#ocón $ saca /uerzas para toda obra sal#%/ca, &onesta $ padosa. 6tro, en cambo, arde sempre por el celo de la (ustca, emula en toda ocasón lo #erdadero, sente ansas por alcanzar la sabdur%a, ama la santdad de #da $ la moral de sus costumbres, se a#er!8enza de toda (actanca, aborrece la detraccón, 8
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desconoce la en#da, detesta la soberba, no sólo &u$e de toda !lora &umana, sno que le /astda $ la despreca, abomna etremosamente $ pers!ue en s% msmo toda mpureza de la carne $ del corazón, desec&a con toda naturaldad todo mal $ se ad&ere a todo lo que es bueno. S cote(as entre s% estos dos modos de amar, +no descubres claramente que aquel prmero, comparado con este otro, ama como carnalmente *ero es bueno este amor carnal medante el cual se eclu$e la #da carnal, se despreca $ se #ence al mundo. S es raconal, es pro#ec&oso) se per/eccona cuando se #uel#e esprtual. 1 ser2 raconal, s en todo lo que debemos sentr de Crsto, se mantenen con tal /rmeza las bases de la /e, que nn!una aparenca de #erdad, nn!una des#acón &erétca o dabólca ser2n capaces de apartarnos (am2s de sentr lmpamente con la 9!lesa. Esa msma cautela debemos obser#ar en la propa conducta, de modo que nunca se sobrepase el l%mte de la dscrecón con nn!una clase de superstcón, l!ereza o #e&emenca del /er#or, ba(o preteto de una ma$or de#ocón. 1a &emos dc&o m2s arrba que esto mplca amar a Dos con toda el alma. 3maremos con todas las /uerzas $ el amor ser2 esprtual, s con la a$uda del Esp%rtu lle!a a tal #!or que no se abandona la (ustca, n por la coaccón de los su/rmentos o tormentos, n squera por medo a la muerte. Creo que merece ser llamado especalmente as%, porque !oza de esa prerro!at#a que es su caracter%stca: la plentud del Esp%rtu. Demos $a por epuesto su/centemente lo que dce la esposa: *or eso las doncellas te queren tanto. Con respecto a lo que nos resta, d%!nese abrrnos los tesoros de su msercorda aquel a quen est2n con/ados, nuestro Señor Jesús, Crsto, que ##e $ rena en la undad del Esp%rtu Santo $ es Dos por sempre eternamente. 3mén. RESUMEN * COMENTARIO
Debemos amar al Señor con todo nuestro ser $ con total entre!a. 0os demostró su amor de tres /ormas dstntas:
T+erna#ene, #sténdose de nuestro cuerpo. S$+l#ene, porque canceló la culpa. %al+ene#ene, porque se en/rentó a la muerte. Enra!a"le#ene, para que, seducdos, no nos arranquen del amor de Dos. Ca$a#ene, para que, decepconados, no nos ale(emos de él. %alero&a#ene, para que, #olentados, no nos aparten de su amor.
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esultaba d/%cl, para *edro, aceptar la desaparcón de Crsto en su /orma carnal. El #erdadero amor #a acompañado de renunca a toda aparenca $ se basa en el acercamento al Esp%rtu de Dos. *ero ese Crsto carnal es de una !ran utldad en las /ases ncales porque nos ale(a del materalsmo de la carne $ nos acerca a una carne "esprtualzada". En el n#el m2s b2sco se sente a Crsto como compasón $ pedad por sus padecmentos. En el !rado m2s a#anzado se le sente como (ustca, santdad $ lberacón. Es el 7erbo encarnado.
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