EL LUGAR AL QUE SE VUELVE Prólogo
La vida familiar debe ser expresión de belleza, por el fin que pretende. Esa belleza se alcanzará sólo cuando haya armonía entre sus componentes. Esta belleza, trascenderá luego a la sociedad que la envuelve. Una sociedad que no esta impregnada de belleza resulta dura para el ser humano. La belleza es el medio en que la vida humana se desarrolla de la mejor manera. En el ambiente familiar debería resplandecer la belleza, la armonía. En la experiencia estético-artística de la vida social es donde se asienta la base para cualquier percepción de lo bello. No podemos vivir humanamente sin ser capaces de captarlo y realizarlo. Una persona se hace fiable a través de una formación moral y estética que sólo en la familia se puede aprender. La política (estado) y a economía (el mercado) han usurpado dos funciones básicas de la familia: educación y economía. Y han dificultado grandemente la tercera: intimidad. El estado y el mercado estrangulan a la institución, de la que, sin embargo, tienen que vivir, a saber, la familia. Se debe volver a colocar a la familia en el lugar central que le compete. No se vive bien sin hogar.
El que está perdido necesita encontrar alguien que le salve, que le lleve a un refugio seguro. La familia, una verdadera familia, posee esa fuerza y atractivo que la constituyen como el lugar al que se vuelve.
Sentimos una inclinación hacia ella, y en ella tomamos la fuerza para resolver las dificultades y para ser creativos. Es útil, y sin embargo sabes que se destruye si la usamos utilitariamente. Representa, por tanto, la esencia del espíritu: la utilidad no utilitaria. En la familia somos: Conservadores: pues deseamos mantenerla. Tenemos un motivo para conservar. o o Sociales: pues acá aprendemos a apreciar a los demás. Liberales: cada uno adquiere la personalidad propia en ella. o Progresivos: dado que es la institución del crecimiento, donde inventamos algo o bueno para ofrecer a los demás. Si la familia, la casa es el lugar al que se vuelve, hemos de volver a estudiarla, para profundizar en su esencia. No volviendo a formas pasadas, ya que de ellas aprendemos. Es necesario dibujar una nueva forma de familia, más unida y a la vez con más respeto de la libertad de cada miembro, más creativa y profunda, en la que una autoridad, flexible y amable, sustituya a la arrogancia –explícita o implícita- del autoritarismo.
Capítulo 1: Sobre la esencia de la familia 1. Familia, persona, sociedad
Familia: forma o estructura en la cual el ser humano se personaliza y se socializa. Si la familia, la casa, puede ser definida como el lugar al que se vuelve, es precisamente porque allí somos aceptados de modo absoluto, y no solo a condición de algo (de ser simpático, inteligente, etc.). Pues la casa, mas que por los objetos que la configuran, está hecha del amor de los que en ella viven, y viven bien porque tienen con quien compartir su vida. Solo si hay alguien que te acepta absolutamente, tú eres absolutamente. Pues el ser humano solo lo es ante alguien. Por otra parte, por lo mismo que alguien nos reconoce como absoluto, nos relacionamos con el que nos reconoce. Somos así, sociales. En la familia se aprende el significado y la bondad esencial de la persona individual y de la sociedad al mismo tiempo. Ser significa ser ante otro. La vida es impensable sin relación. Y dado que me relaciono con otro, me distingo de él. No podemos relacionarnos sin distinguirnos. Así, mientras mas intensa es la relación (mayor ejercicio de lo social), más intensa es la individualidad.
La persona es, esencialmente y al mismo tiempo un ser individual y relacional.
El carácter social del ser humano y el carácter individual es real y verdadero. Ambos caracteres se requieren mutuamente de modo armónico.
Se es individual, si se es social. Persona: el ser humano vive de aprendizaje. Ha de aprender a ser lo que es, ha de humanizarse, es decir, a de personalizarse de la manera más plena posible. Este aprendizaje se realiza en la familia. Por tanto, si alguna institución quiere sustituir a la familia, ha de hacerlo asumiendo las mismas funciones de ella.
2. Familia, sexo, matrimonio
El sexo es imprescindible para el nacimiento de la persona, mientras que la familia lo es para su desarrollo. Fuera del ambiente familiar, el niño se educa mal. El matrimonio, como unión estable de los padres, es el mejor sistema para constituir una familia que eduque. Familia, sexo y matrimonio son realidades distintas, aunque puedan relacionarse, y su combinación es relevante para la vida humana. La familia matrimonial es imprescindible en toda sociedad que quiera alcanzar un alto grado de humanización. Solo en ella se enlazan de manera relevante el sentido del sexo y la procreación, del amor entre personas, de la propiedad legítima, de la educación La familia matrimonial está constituida por amor, y por tanto, está interesada en conservar y en crear. Sin estas familias, en la sociedad no hay habitantes,
sino gente. Sin la familia, ni la persona ni la sociedad en general pueden humanizarse. Sexo: determinación humana básica Matrimonio: institución del amor verdadero y exclusivo entre hombre y mujer. Familia: constitutivo y constituyente esencial de toda sociedad humana.
3. Funciones de la familia como condición de la democracia
Los elementos constitutivos de la familia son 3, y se expresan en tres funciones básicas que toda familia ha de cumplir:
Economía:
cuerpo de la familia. Ningún factor de la economía podría desarrollarse si no es por y para la o familia. Si no, ¿por qué ahorrar? ¿qué nos motiva a trabajar?. Además, sin propiedad privada no hay economía posible, sin embargo, o no es un privatismo individualista, pues solo queremos de verdad los bienes propios si son compartidos o compartibles. Educación: no hay verdadera educación fuera del diálogo afectuoso e inteligente, y o fuera del ejemplo, sobre todo educación moral. Una falta de verdadera familia provoca un defecto de practicidad. Los o libros son importantes para el aprendizaje, pero no pueden sustituir a la vida, al diálogo directo. El defecto de practicidad es que muchos saben cómo hay que hacer las o cosas, pero pocos obran bien moralmente. Entonces, las personas se hacen menos fiables. o El defecto de practicidad lleva consigo una progresiva pérdida de fiabilidad. Y ninguna economía ni política pueden desarrollarse en un ambiente social en el que falta la confianza. Entonces, también aparece una disminución de la libertad. Sin confianza, no hay libertad real en una sociedad. o
La casa es el lugar de la confianza, del diálogo, del amor, y por ello el espacio por excelencia para la educación . Intimidad: o
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La familia favorece la intimidad. Es necesaria para toda persona humana. Sin la intimidad el ser humano se dispersa, no puede adquirir la concentración necesaria para vivir la vida con intensidad. Su falta o disminución se ve en una baja del rendimiento. Falta la alegría para vivir, se trabaja mal, y se hace difícil ejercer la fraternidad. El que no ha vivido la intimidad, no puede comprender la fraternidad.
4. Dimensiones de la vida familiar
La familia para desplegar sus funciones necesita de espacio y tiempo.
Espacio físico, psicológico y cultural que permitan la vida de la familia. Para que una persona pueda ofrecer su riqueza, hace falta, primero, hacerle sitio. Con respecto al tiempo, los aspectos relevantes son cuantitativos y cualitativos. Cuantitativamente hace falta dedicarle tiempo a la familia, de lo contrario, se pone en peligro a la propia familia. El sistema social debe organizarse en función de esto. Organizar horas libres, movilidad de los trabajos, para que sea compatible con la vida familiar. Cualitativamente es importante el ritmo de vida, la velocidad con que se lleva a cabo el diálogo, el contenido del tiempo, la armonía entre los tiempos de las diferentes personas.
5. Las relaciones básicas en la familia
En el diálogo surge la palabra, la idea, y no al revés. Si no tenemos a alguien con quien hablar, no desarrollamos la inteligencia. El clima de las relaciones se apoyan en el mundo de la voluntad y de los afectos. Sin el afecto de la madre y de la familia, un niño ni siquiera aprende a hablar. Constitutivamente la familia está llamada a jugar un rol central en el tema de las relaciones básicas. En la familia se puede vivir y aprender a vivir el ejercicio de las diferentes dimensiones de lo voluntario-afectivo y la integración de ellas. En la familia se da o debería dar: a) Amor: respeto absoluto hacia la dignidad de otro persona, que se acepta por ella misma. b) Amistad: unión a través del diálogo en el que se enriquece la personalidad de cada uno c) Simpatía o afecto sensible: favorecida por la unión de la sangre, por la convivencia e historia hecha en común. d) Enamoramiento de los padres: espejo para el aprendizaje de los hijos.
6. Familia y experiencia del espíritu humano
El ser del hombre es el de un espíritu encarnado. Las facetas de ese espíritu se expresan a través de los diferentes momentos en la vida humana Ocultamiento y la paz en la total dependencia: ser humano en el seno o materno. Aprendizaje en confianza: ser humano en la infancia. o Percepción reflexiva del ser dueños de nuestra propia suerte: en la o pubertad. Dominio y gozo de la vida feliz: en la juventud o o Vida feliz que se hace cargo de si misma: figura de la madurez. Debilidad de la existencia y la dependencia consciente: figura de la vejez. o Además, lo masculino, lo femenino, la paternidad, maternidad, filiación, fraternidad. Se experimenta y se comprende en profundidad, se integra a través
de la familia. Se sostiene que la familia es el espíritu humano en grande, pues en ella se integran las figuras de lo humano. La familia expresa y significa lo humano con más perfección o plenitud que cada individuo. Cualquier teoría del hombre y la sociedad se de hacer necesariamente desde el concepto de la familia.
Capítulo 2: elementos configuradores de la familia 1. La familia, realidad “natural”.
La familia es una realidad natural, porque de mil maneras diversas, la encontramos constantemente en las diferentes sociedades humanas. La familia tiene elementos constitutivos o funciones básicas siempre presentes. La familia es una de las realidades “naturales” y universales, de una u otra forma siempre aparece.
2. Familia y sociedad
Sin familia no hay sociedad posible. La familia es la forma pura o esencial de la sociedad. La sociabilidad, es algo que hace al hombre trascenderse a sí mismo en dirección a los demás. La apertura hacia los demás supone una relación de cercanía material, que prepara una confianza mutua. Todo esto se da primariamente en la familia y sin ella no se da en una sociedad abstracta. La sociedad es abstracta, no representa al hombre en toda su intensidad personal. Para ser concreta debe aparecer personalizada.
3. Familia y persona
La personalización solo es posible en una familia. Ser persona consiste en ser individuo y relación. Solo en la familia se destaca plenamente la individualidad: en ella tengo nombre propio y soy conocido por mis rasgos propios que contribuyen a esa individualidad. En la familia adquiero un rol, (padre, hijo, etc.), y soy por tanto, esencialmente relacional. Esto por lo característico de la familia, que es el amor, el cual une a sus miembros. El amor es lo absoluto relacional, o la relación absoluta.
En una sociedad mecánica se es persona sólo abstractamente, no se es plenamente individuo, a no ser que se vaya a ella desde la familia. La familia es la “célula social”: sin células no hay tejido ni ser viviente alguno. Las células tienen características que son las de la familia: ella es la primera organización de algo que podemos llamar vivo, y todo ser vivo se compone de ellas. La familia es la primera forma en que aparece lo social, y todo lo que puede recibir el nombre de social, tiene que partir de ella de algún modo. Ser social es ser persona, pero persona se es, primariamente, en la familia. Por eso las estructuras se socialización son estructuras de personalización, es decir, estructuras de familiarización.
4. La familia como ser vivo: alma y cuerpo
La familia es un ser vivo. Posee una unidad funcional en la diversidad. Si no hay partes diversas no hay ser vivo. Éstas están activamente integradas. Es decir, por este principio de unidad de la diversidad funcional, hay vida familiar. El alma es un principio de unidad vital, y en el caso de la familia el alma es el amor entre sus miembros. El amor es el principio radical de unidad entre seres humanos. El cuerpo es la multiplicidad de partes organizadas, y en el caso de la familia, el cuerpo es la economía, porque ella es disposición y condición de vida. A través de la forma económica se ve como es el alma de una familia. Los elementos configuradores de la familia son principalmente tres: intimidad, educación y economía.
5. Primer elemento: la intimidad
Intimidad es hablar de interioridad. El carácter abstracto de la sociedad, hace que no se de la exterioridad, ya que la falta de relación de amor, hace que cada uno se inhiba, y que por tanto, no haya exterioridad. Por tanto, como en la sociedad no hay exterioridad, tampoco hay interioridad. No hay interioridad sin exterioridad y viceversa. Solo en el lugar donde se que las personas me quieren, me exteriorizo plenamente. Amar es encontrarse a sí mismo en el otro, solo cuando me exteriorizo me interiorizo. El hombre no se exterioriza a cualquiera, sino que ante la persona en la que tiene confianza. En una sociedad abstracta, en que no hay confianza, no se posee sentido de pudor y honestidad. Se exterioriza de cualquier forma, y eso es signo de que la exteriorización no proviene de la confianza.
La familia es la institución central para la persona, pues en ella aprendemos a querer. Al querer a los otros damos lo profundo de nuestro ser, y así salimos fuera de nosotros mismos .
En la familia somos queridos incondicionalmente, de modo absoluto. Absoluto es aquello a lo que llamamos ser. Ser significa que una realidad existe más allá de toda relación o condición. Solo una fuerza absoluta puede dar el ser. Es decir, solo cuando alguien pone en nosotros un querer absoluto, nosotros somos. Si en este mundo no nos amara nadie, nosotros no seríamos nadie en el mundo. La confianza, confidencia y la confesión son expresiones de intimidad.
La intimidad, propia de la familia es lo que centra al hombre. Centrar significa dos cosas: Solo cuando hay intimidad el hombre descubre el centro de su alma. Lo o encuentra y se mete en él. A esto solo se llega cuando se practica el salir fuera de sí, el abandono de sí. Centrar también significa ordenar: el que está centrado sabe como o relacionar todo lo que hace, y todo lo que sucede, ve la verdadera dimensión de las cosas, y sabe ponerla en su sitio. la vida familiar le da un sentido preciso a la vida. La intimidad trae consigo alegría, es estar fuera de sí, mas allá de si. Se está trascendiendo continuamente y esto se da en la familia. (una sociedad sin vida familiar es una sociedad triste). La intimidad también supone contemplación. Además, la intimidad trae consigo también confianza. Aprendemos en la intimidad familiar el valor incalculable de poder confiar.
6. Segundo elemento: la educación
La raíz de la educación es la misma que la de la intimidad: el amor al prójimo. El educar, es ayudar para que una persona pase lo que tiene de posibilidad a una realidad. Necesariamente la intimidad educa, y no hay ninguna verdadera educación si no hay al menos una cierta intimidad. Amar es la raíz de la intimidad, pero también es la raíz no solo de ayudar sino de todas las virtudes. Y la virtud es lo que se inculca en la educación. La virtud misma, es también una síntesis del tiempo, porque recoge el pasado en el aprendizaje, facilita y perfecciona la acción presente y me abre hacia el futuro. Además, es síntesis del tiempo porque lo trasciende. Si la raíz del habito virtuoso es el amor, y el amor es eterno, por tanto, trasciende el tiempo. La convivencia en la familia, tiene que llevar consigo el crecimiento en la virtud . Todo saber, de cualquier tipo, transmite vida. Toda vida comunica, y toda comunicación es educativa o deseducativa. Así, en la convivencia familiar se da un proceso formativo continuo, sin que ni siquiera se den cuenta de él sus actores. La familia es una comunidad en la que la actividad educativa se da continuamente y en todas las direcciones. Con amor y sacrificio hay educación. Es la familia, el lugar en donde se aprende a vencerse para dedicar tiempo y esfuerzo a los demás. Y una familia que no vive eso, está en serio peligro de desaparición como tal familia. La tarea de la educación, educación para construir la sociedad, se da fundamentalmente en la familia , y es impensable en otro ambiente que no
sea familiar. la familia es también el lugar natural y primario de la educación porque solo en ella se puede dar algo básico y a lo que todo hombre tiene derecho: a que se tenga con él una paciencia infinita. Y para eso, hay que tener esperanza infinita, es decir, confianza y un amor infinitos, y eso solo se da en la familia. El centro de enseñanza es tanto mejor cuanto más se asemeja a una familia.
7. Tercero elemento: la economía
Economía es norma o ley de la casa, es decir de la familia. La economía existe porque hay gasto, desgaste, y no lo habría si no estuviese por
medio la materia, pero la familia es el primer y fundamental lugar en el que la materia y su gasto adquiere un sentido humano, es decir, espiritual. La economía no debe orientarse al consumismo, pero es imposible que no esté orientada al consumo. Porque sin gasto, no hay economía. La familia fija criterios de consumo, y educa a las personas para que sepan ponerlos en práctica. La economía debe centrarse en la familia. Sin el elemento económico no existe familia, y a su vez, sin familia no existe verdadera economía en la sociedad. El alma familiar informa, imprime su sello en el cuerpo, en la economía. Ej: la comida diaria. Cada uno la puede hacer por separado o como una verdadera fiesta con acción de gracias y en común. Y así, el almuerzo familiar tendrá un simbolismo profundo y en su sencillez, una trascendencia grande.
8. Los elementos y la familia matrimonial
Si los elementos anteriores se dan, hay familia. Esto se consigue a través de un modelo básico de ella: la familia conyugal. La importancia del matrimonio está que cuando es armonioso, forma de modo natural e inmediato, una unidad familiar. En un verdadero matrimonio están presentes los elementos de amor incondicional y de deseo de compartir, que son básicos para la construcción de la familia. La presencia de lo masculino y femenino aporta enriquecimiento, se unen las características de uno y otro sexo.