¿Cómo ha evolucionado el Desempleo en Colombia y cuáles son los principales factores que influyen en el mismo?
La economía colombiana ha tenido un desempeño extraordinario durante la última década. El sólido crecimiento registrado se ha visto impulsado por el boom del petróleo y la minería, la inversión extranjera directa en el sector de las materias primas, así como la inversión en general. Los tratados bilaterales de libre comercio y las medidas unilaterales han seguido reduciendo las barreras al comercio y a la inversión. La solidez del marco monetario, fiscal y financiero ha reducido la volatilidad macroeconómica que caracterizó al país durante las décadas anteriores. Asimismo, las mejoras en la seguridad también han contribuido al crecimiento. Todo ello ha posibilitado una reducción en la brecha del PIB per cápita del país en relación con las economías de la OCDE. Sin embargo, embar go, la productividad y la inversión fuera del sector petrolero petro lero y la minería siguen siendo bajas, debido a la elevada carga tributaria sobre la inversión y el trabajo, a las inadecuadas infraestructuras y al acceso limitado al financiamiento. La desigualdad y la informalidad, así como la pobreza en la tercera edad, siguen situándose entre los niveles más altos de América Latina, a pesar de los avances conseguidos en la reducción de la pobreza en términos generales. El salario mínimo es elevado en relación con los ingresos laborales, lo cual empuja al sector informal a los jóvenes, a los trabajadores de baja cualificación y a los residentes de regiones menos desarrolladas. A pesar de encontrarse en niveles históricamente bajos, el desempleo estructural sigue siendo alto en términos internacionales, lo cual reduce el bienestar de la población ¿Cómo ha sido la evolución histórica del desempleo en Colombia?
Para analizar el desempleo y sus determinantes, muchos trabajos de investigación han utilizado principalmente los modelos de enfoque multivariados. Dolado y Jimeno (1997) determinan las causas principales del desempleo y sus mecanismos de propagación en España entre el primer trimestre de 1971 y el primero de 1994, utilizando un modelo VAR estructural estimado con las variables de producto, empleo, salarios, precios y desempleo. Sus resultados arrojan que durante los años setenta y la primera mitad de los ochenta, los shocks de precios y salarios incidieron en el desempleo en este país ibérico, mientras que durante la segunda mitad de los ochenta afectaron los shocks de demanda y salarios, y en los noventa, los shocks de demanda y, en menor medida, de salarios y productividad. Por su parte, Hansen y Warne (2001) estudian las causas del desempleo en Dinamarca durante el periodo 1905-1992. Utilizan un modelo de vectores autorregresivos VAR con restricciones de cointegración para estudiar el comportamiento empírico de la productividad laboral, el desempleo, el empleo, el producto real y los salarios salari os reales de consumo. A su vez, definen un modelo macroeconómico del mercado laboral a largo plazo. A través del análisis del VAR, los autores encuentran que los shocks positivos de la oferta laboral son el principal determinante del desempleo en este país.
Onaran y Stockhammer (2002) analizan un modelo postkeynesiano basado en los planteamientos de Kalecki y Kaldor, el cual calculan y estiman por medio un sistema VAR estructural para Estados Unidos, Reino Unido y Francia, entre 1960 y 19902, con el fin de analizar la relación entre la demanda efectiva, la distribución del ingreso y el desempleo. Con este modelo, buscan evaluar y validar empíricamente los postulados keynesianos, kaldorianos y neoclásicos con respecto a los mercados laborales. Concluyen que la capacidad de acumulación tiene fuertes impactos sobre la capacidad de utilización, y estas dos tienen efectos significativos sobre el desempleo. En este sentido, confirman el planteamiento keynesiano de que el desempleo está determinado por el mercado de bienes; sin embargo, no encuentran evidencia de efectos de la distribución del ingreso y cambios en el salario sobre el empleo. Estos mismos autores, replicaron su investigación de 2002 (Onaran & Stockhammer, 2004), pero formulando un VAR estructural que se basa en el modelo macroeconómico kaleckiano, el cual utiliza las variables de acumulación de capital, capacidad de utilización, participación en los beneficios, desempleo y crecimiento de la productividad laboral. Los resultados permiten concluir que la acumulación tiene un fuerte impacto sobre la capacidad de utilización, y estas dos, tienen efectos significativos sobre el desempleo. En el caso colombiano, aunque son muy pocos los estudios que han profundizado en el mercado laboral mediante modelos de series de tiempo multivariados, se han desarrollado varias investigaciones sobre el empleo en Colombia. Guzmán et al. (2003) estudian los efectos que tiene el comportamiento del producto sobre la pobreza en Colombia. Utilizan un modelo VAR durante el periodo 1984-2000, contemplando como variables de estudio la tasa de desempleo, la pobreza, el PIB y el salario real. Por medio de los impulso-respuesta encuentran un comportamiento contracíclico del desempleo y la pobreza frente a impactos del producto, es decir, en épocas de expansión del producto ( shocks positivos) se presenta una caída del desempleo y la pobreza, y viceversa. Baca y Parada (2009) dan algunas apreciaciones sobre el empleo en Colombia, al analizar el papel de la política económica en Colombia durante el periodo 1950-2007. Para ello utilizan varios modelos VAR en distintos sub-períodos, y encontraron, mediante el análisis de impulso-respuesta, que para el periodo 1951-1979 la demanda interna fue relevante para mantener los mejores niveles de crecimiento y empleo. Para el período restante (19802007), el análisis impulso-respuesta arrojó que el consumo de los hogares incidió en el crecimiento, aunque se da mayor relevancia a los impactos de la apertura externa. En este sentido, los autores deducen que, hasta 1979, la estabilidad macroeconómica se fundamentaba en mayores niveles de empleo, y después de este periodo esta estabilidad se centró en reducir la inflación, por lo que el empleo ya no se consideraba en un primer plano.
Meneses (2011) se basa en los trabajos de Onaran y Stockhammer (2002; 2004) y utiliza para Colombia un modelo post-keynesiano de acumulación entre el periodo 1981 y 2007, con el fin de identificar si el régimen colombiano está dirigido por la demanda3. Estima un VAR Estructural para establecer la validez de las hipótesis del modelo propuesto, encontrando que un aumento de uso de la capacidad instalada se refleja en las reducciones del desempleo, y que aumentos en la inversión o acumulación generan el efecto contrario sobre el desempleo en los primeros trimestres después del choque. No obstante, el autor aclara que no hay evidencia empírica robusta para la caracterización del régimen de acumulación en Colombia. Bonilla (2011) estudia los aspectos de la economía de Colombia que pueden explicar el desempleo en este país entre el primer trimestre de 1984 y el primero de 2004, a través de una análisis VEC, análisis de impulso respuesta y descomposición de varianza. Utilizando como variables el salario mínimo real, el producto interno bruto real, la participación del sector manufacturero en el PIB, el número de desempleados y la población económicamente activa, encuentra que shocks de la participación del sector manufacturero en el PIB tiene un impacto negativo en el nivel de desempleo. Por otra parte, Echavarría et al. (2011) analizan el comportamiento alcista del desempleo en Colombia durante el primer trimestre de 1995 y el primero de 2000, a través de un modelo VAR-X Estructural (con datos entre el primer trimestre de 1984 y el cuarto de 2010), para establecer el impacto sobre el desempleo, el salario real y el producto, de shocks estructurales (productividad, participación laboral, demanda y términos de intercambio) junto con shocks de las instituciones laborales en Colombia (el salario mínimo y los costos no salariales). El modelo arrojó como resultado que los shocks negativos de la demanda y la productividad elevan el desempleo, así como los shocks de participación (en el corto y mediano plazo) y los aumentos en los costos no salariales y el salario mínimo real. Concluyen que el incremento del 7 % al 19 % del desempleo que se observó entre 1995:2 y 2000:1 se debió a una combinación desafortunada de choques e instituciones laborales mal diseñadas. ¿Cómo se mide el desempleo en Colombia?
El DANE, a través de la Encuesta Continua de Hogares, investigación que permite conocer el tamaño y estructura de la fuerza de trabajo de la población del país. Es así como se determinan algunas variables sociodemográficas, tales como, educación, sexo, estado civil, tasa de desempleo, tasa de ocupac ión, tasa de subempleo, rama de actividad, profesión e ingresos, entre otras. La investigación se realiza con una periodicidad semanal para las trece ciudades y áreas metropolitanas y mensual para el total nacional, cabecera y resto. El desempleo es uno de los problemas que más genera preocupación en la sociedad actual. Las personas desempleadas o aquellas que no tienen empleo u ocupación, deben enfrentarse
a situaciones difíciles por no tener ingresos con los cuales sostenerse a sí mismos y a sus familias. Cuando el número de personas desempleadas crece por encima de niveles que se podrían considerar como “normales”, una gran preocupación aparece en toda la sociedad. El desempleo se define como la situación del grupo de personas en edad de trabaja que en la actualidad no tienen empleo aun cuando se encuentran disponibles para trabajar (no tienen limitaciones físicas o mentales para ello) y han buscado trabajo durante un periodo determinado. Existen dos clases de desempleo, el abierto y el oculto. Para el caso de Colombia, por ejemplo, el desempleo abierto corresponde a aquellas personas que tienen doce años o más, no tienen empleo actualmente, se encuentran disponibles para empezar a trabajar, y han estado en búsqueda de trabajo durante el último mes El desempleo oculto, para Colombia, corresponde a las personas de doce años o más que no tienen empleo actualmente, se encuentran disponibles para empezar a trabajar, y no han hecho diligencias en busca de trabajo en el último mes pero sí en los últimos doce meses y tienen una razón válida para haber dejado de buscarlo. La forma más común de medir el desempleo (aunque le medición puede cambiar dependiendo del país) es a través de la tasa de desempleo (TD). Ésta expresa el número de personas desempleadas (D) como porcentaje de la fuerza laboral (FL) también llamada población económicamente activa (PEA). Esta fuerza laboral o población económicamente activa es la suma de las personas empleadas, las ayudantes familiares que no tiene un sueldo y que trabajan quince o más horas semanales, y las desempleadas. La tasa de desempleo se calcula de la siguiente forma: TD = D x 100 FL Dependiendo de sus causas, el desempleo puede ser de distintos tipos. Algunos de estos tipos de desempleo son: El desempleo de precaución o especulativo: Se presenta cuando una persona no acepta algunos trabajos que se le presentan porque espera conseguir otro mejor y decide esperar un tiempo determinado. El desempleo estacional: Depende de las actividades económicas en las cuales se encuentre. Ejemplo de ello son labores como la agricultura o el turismo, pues durante las épocas de cosechas o las temporadas de vacaciones aumenta la cantidad de personas contratadas. A la vez, hay otros periodos del año en los que no se contratan tantos trabajadores.
El desempleo tecnológico: Ocurre cuando existen cambios en las tecnologías que se introducen en las empresas, lo que hace que los trabajadores actuales no estén capacitados para cumplir con las labores y ser útiles por no poder acomodarse a la nueva tecnología, de suerte que han de ser despedidos. También se llama desempleo tecnológico a aquella situación coyuntural en la que no existen personas desempleadas que cumplan con las condiciones que requiere la utilización de tales tecnologías. El desempleo legal o institucional: Se presenta cuando las instituciones y autoridades de un país toman decisiones que no estimulan la contratación de empleados, la búsqueda de trabajo, o que limitan esta contratación. Ejemplos de esto son las limitaciones por edad, nacionalidad, etc. De igual manera, si se crease un seguro de desempleo cuyo monto fuese muy alto, no existiría un incentivo real para que los individuos pretendiesen abandonar su condición de desempleados. El desempleo friccional o de búsqueda: Se presenta cuando no existe información adecuada, amplia y generalizada sobre las ofertas de trabajo existentes. Sin embargo, con los avances en los medios de comunicación, este tipo de desempleo es cada vez más raro. El desempleo por las deficiencias en la demanda agregada: Se presenta cuando las personas prefieren no invertir o consumir, por lo tanto, no demandan bienes y servicios de la economía, de modo que no hay estímulo para que las empresas produzcan más y, por lo tanto, necesiten más trabajadores. ¿Cuáles ciudades son las de mayor índice de desempleo en Colombia?
El Dane informó que nuevamente Cúcuta es una de las ciudades con más desempleo en Colombia. La capital nortesantandereana se ubica en la segunda casilla de las ciudades con más desempleo en el país con una tasa de 15,4 %. Solo superada por Quibdó con 17,5 % y seguida de Armenia con 14,8 %. Aunque en cifras el año pasado en Colombia hubo mayor número de personas ocupadas, el Dane informó que en el 2016 el desempleo fue del 9,2%, un 0,3% mayor que para el año 2015. De acuerdo al director del Dane, Mauricio Perfetti, en el 2016, 22’156.000 de personas se ocuparon, en comparación con el 2015 cuando se registraron 22’017.000 de personas
ocupadas. Al presentar el reporte anual en rueda de prensa, explicó que “en 2016 la tasa de desempleo se ubicó en 9,2 %, con una tasa de participación de 64,5 % y de ocupación de 58,5 %. En 2015 la tasa de desempleo, de participación y de ocupación fue 8,9 %, 64,7 % y 59,0 %, respectivamente”.
De acuerdo al funcionario lo que influyó en el crecimiento de la desocupación, se debió al paro de transporte de carga de julio, la elevada tasa de participación de enero y la menor dinámica en la generación de empleo del sector de la construcción en el mes de marzo de 2016 comparada con el nivel histórico presentado en el mismo mes de 2015. El Dane además reportó que en diciembre de 2016, la tasa de desempleo fue 8,7%, en el mismo mes del año anterior se ubicó en 8,6%. “En diciembre se completan 6 periodos consecutivos con tasa de desempleo de un dígito para el mismo mes y 4 años consecutivos (enero - diciembre) con tasas de un dígito”. Explicó Perfetti que en el trimestre octubre - diciembre de 2016 las ramas de actividad que jalonaron la generación de empleo en el total nacional fueron: comercio y restaurantes, industria manufacturera y actividades empresariales. ¿Qué factores influyen en el desempleo en Colombia y cómo lo impactan?
Los factores que llevaron a aumentar el nivel de desocupación se encuentran princpalmente en la problemática de la industria. El año pasado alrededor de 20 empresas entre grandes y medianas entraron en concordato. Esto sin contar las más pequeñas que afrontaron serias dificultades y tuvieron que acudir ante los jueces acosadas por las dificultades de de pago a sus acreedores. La industria textil, de confección y del calzado disminuyeron puestos de trabajo durante el año. Esta crítica situación de la indsutria antioqueña no permitió que el mercado absorbiera las 38.000 nuevas personas entraron a la fuerza laboral. De estas dos mil está ocupadas y 36.000 aumentaron el ejército y de desempleados que en el solo medellin ya alcanza la cifra de 86.208 personas, frente a una población económicamente activa de 725.325 personas. Si se tiene en cuenta todo el Valle de Aburrá los desocupados asciende a 118.745 personas. Para el presidente de la Cárama de Comercio de Medellín, Francisco Piedrahita la ciudad aún tiene una alta dependencia del empleo industria. Adicionalmente, la construcción comenzó a descender el año pasado, no contribuyendo con nuevos puestos de trabajo. De otro lado, Piedrahita señala que la crisis cafetera, empujó mano de obra a la capital antioqueña agravando la situación. Manizales En la ciudad de Manizales se conjugaron tres factores que afectaron el mercado laboral. La crisis del café, las dificultades de la industria caldense y la caída en la construcción arrojaron a más manizalitas a la calle en busca de trabajo.
Para Germán Betancurt Arango, presidente Cámara de Comercio de Manizales, la disminución de los ingresos cafeteros, afectó la economía de la región. También resultó afectada la actividad constructora gran generadora de mano de obra no calificada. La edificación disminuyó dado la saturación en los niveles de clase media y media alta. Algunos proyectos se suspendieron y otos sencillamente no comenzaron, afirmó el presidente de la Cárama de Comercio. También las obras públicas tuvieron dificultadas en Manizales. La caída en la construcción lesionó bastante el empleo, porque este sector abosborbe la mano de obra que bota el sector cafetero en crisis. La crisis del café repercutió en el comercio pues no había dinero para las compras y por consiguiente la indsutria terminó también golpeada. Con menor inversión y con dificultades de cartera las empresas del comercio y la industria recortaron personal. Aunque pocas empresas entraron en concordato, si hay asomos de dificultades. La crisis de la industira del fósforo mandó a 500 personas a la calle. Empesas como Vulcano y El Rey eran importante generadoras de empleo. La confección intensiva en mano de obra también estuvo golpeada, entre ellas la empresa Arrow. Pereira El desempleo viene creciendo desde 1993 en la ciudad de Pereira. En el último año la tasa de desocupación aumentó 1.1 puntos. La crisis cafetera viene presionando el crecimiento del empleo. Según César Alberto Salazar, presidente de la Cárama de Comercio de Pereira, al café se le agregó una caída en la construcción, lo que impide cualquier recuperación del empleo.