BRINDANDO LA RESPUESTA A LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA VIDA
Cary Palmón
Publicado por Naciones Unidas en Cristo, Inc. Tulsa, Oklahoma © 2016 por Naciones Unidas en Cristo, Inc. Reservados todos los derechos. A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se tomaron de la Versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia. Las historias que aparecen en este libro son de la vida real. Se tomaron de los cientos de correos electrónicos que llegan al buzón de ayuda espiritual de Minuto Final TV y Conflictos del Corazón Radio. Se cambiaron los nombres y las situaciones específicas, a fin de proteger la identidad del remitente. ISBN 13: 978-1533342133 ISBN 10: 153334213X
Comentarios
C
reo que no existe en la tierra persona alguna que no haya pasado por un fuerte dolor ni un pesar en su corazón. La complejidad del ser humano es tan grande que es difícil evitar que al relacionarnos con otros no existan diferencias y, en muchos casos, fuertes conflictos. La vida está llena de experiencias de las que podemos aprender si somos capaces de vernos reflejadas en ellas y tomar las decisiones adecuadas para resolver determinada situación. Cary es una mujer que ha dedicado gran parte de su vida en ayudar a otros para que superen sus problemas, basando sus consejos y enseñanzas en la Palabra de Dios. Por tal motivo, sé que este libro que ahora estás a punto de leer, Conflictos del Corazón , será un manual de aprendizaje y una guía spiritual para tu vida y la vida de los que Dios ponga en tus manos”. i
Rvdo. Alberto M. Delgado Delgado Apóstol de la Iglesia Alpha & Omega, Miami, FL Doctor FL Doctor en teología y maestría en artes en la especialidad de especialidad de Consejería Cristiana
*** Cary Palmón es una mujer impresionante, una mujer que ha sabido como superar los obstáculos de su vida encontrando en Jesucristo la respuesta a una vida que para muchos hubiera sido la excusa para el dolor, el resentimiento, la amargura, la tristeza y una existencia sin propósito. Cary recibió al Señor Jesucristo como su Salvador y se apropió de cada una de las maravillosas promesas que Él nos da. Decidió cumplir el destino que su Padre, que la ama mucho más de lo que ella se imagina. Tenía planeado desde antes de la fundación del mundo. Su experiencia, amplios estudios y sobre todo su dedicación y amor por los que sufren, la han convertido en una exitosa consejera cristiana del mundo de habla de hispana de estos días. Sus programas de radio y televisión son vistos en todo el continente y más allá; convirtiéndose en una fuente de agua fresca que trae refrigerio al alma sedienta en los desiertos de la vida moderna. Este libro no es la excepción, cada una de las historias que lo componen trae temas que se viven a diario en nuestras naciones: la violación, el incesto, el maltrato, el abandono, el adulterio, la traición y muchos otros son el pan de todos los días
de miles y miles de personas. Cary nos demuestra que la solución para todos y cada uno de ellos es Jesucristo y que Su obra redentora es la única que puede traer una transformación verdadera. Es muy duro adentrarnos en tanto dolor; pero le aseguro que aquí usted no solo oirá de la realidad actual, sino que podrá disfrutar de las maravillosas promesas que Dios tiene para cada situación y verá como vidas son totalmente transformadas para poder cumplir el propósito de Dios; como fue hecho en la vida de Cary. La palabra de Dios dice que Él tiene planes de bien y no de mal para darnos un futuro lleno de esperanza y ese futuro está esperando a cada persona que decida decirle sí a Jesús”. Lic. Juanita Cercone Cercone de González González TBN Enlace Abogada y notaria Costa Rica / Dallas, Texas
*** Tuve el honor de conocer a Cary Palmón durante una actividad donde prediqué junto a ella en Costa Rica en el año 2010. Su sencillez, madurez y sabiduría son de una persona de gran estatura espiritual y solidez en Cristo. Al contar su testimonio, de inmediato ministra el corazón del oyente. Esto es possible cuando su audiencia escucha todo lo que pasó debido al asesinato de su padre, de iii
la partida de su país y de tener que irse a vivir al extranjero. Todo esto le dio la pauta para que Dios la preparara a fin de que pudiera ministrar a millones de personas a través de su programa televisivo, “Minuto Final”, y su programa de radio, “Conflictos del Corazón”. Ahora, al ser autora de su libro que lleva el título de su programa radial, Conflictos del Corazón , Cary contesta las cartas de muchas personas en gran necesidad espiritual, ayudándolas a encontrar la solución de sus problemas y conflictos internos y llevándolas a una relación personal con Dios al hallar la salvación de sus almas en Cristo Jesús y la respuesta a sus inquietudes en las Sagradas Escrituras. Sin duda, el Espíritu y las Escrituras inspiraron a esta gran mujer de Dios, Cary Palmón, porque a ella misma la consolaron en su angustia y en su dolor. Su experiencia marcada, triste y profunda y la consolación que encontró en el Señor la capacitó y le proporcionó los dones del Espíritu. Por eso ahora puede ayudar a consolar a los que están experimentando una situación semejante en sus vidas”. Rvdo. Josué Yrion Escritor y evangelista internacional Fundador y presidente de “Josué Yrion Evangelismo y Misiones Mundiales, Inc.”
Índice Dedicatoria ....................... .................................... ......................... ........................ .................... ........ 1 Prólogo ......................... ..................................... ........................ ......................... ......................... .............. 3 Introducción ........................ .................................... ........................ ......................... .................. ..... 7 Carmen: Solo una bestia sería capaz ........................ .......................... 11 Susana: No todo lo que brilla es oro......................... ........................... 21 Andrés: Mi lazarillo de luz ................ ............................. ......................... ............ 33 María Soledad: De tal palo, tal astilla ....................... ......................... 45 Abelardo: Polos opuestos ................... ............................... ........................ ............ 55 Bernardo: No la puedo olvidar .................... ................................ ................ 65 Raúl: Mi único hijo... mi consentido......................... ......................... 77 Romina: Fue por lana y salió trasquilada.................. .................. 87 Analía: Una mujer de medio tiempo ....................... ........................... 97 Carlos: Atrapado sin salida........................ .................................... ............... ... 109 Graciela: El golpe nuestro de cada día .................... .................... 121 Sergio: ¡Ya es muy tarde! ............. ......................... ........................ ................. ..... 133 Los factores de éxito y de fracaso ........................... ............................. 143 Acerca de la Autora......................... ..................................... ........................ ................ 147
i
Dedicatoria
D
ios en su gran sabiduría antes que nos lanzáramos a la gran comisión, nos prepara, equipa y provee de los recursos necesarios. Muchos de esos recursos no son necesariamente monetarios sino que en la mayoría de las veces tiene que ver con personas como fue el caso de Minuto Final y Conflictos del Corazón. Cuando Dios puso en mi corazón estos proyectos para llegar a todo aquel que sufre por medio de la radio, televisión, Internet y otros medios, no sabía cómo hacerlo. Inicialmente pensé que quizá un camarógrafo solucionaría este dilema, sin saber que el tema sería mucho más complejo de lo imaginado. Así que en mi oración le pedí a Dios que me mostrará las herramientas que Él tenía preparado. Sentí que debía contactar con personas allegadas al 1
2 CA CARY PALMÓ ÓN N •
medio y busque en mi red de contactos una persona que me recomendó a Rubén Bonilla del Perú sin saber que el guardaba en su corazón las mismas expectativas y sueños que Dios me había encomendado. El resto es historia. Desde ese día, ambos supimos que Dios nos había unido para esta labor. Rubén no solo ha sido el productor de Minuto Final y ahora de Conflictos del Corazón, sino también mi amigo y consejero en todos estos asuntos. Su amada esposa Betty se ha convertido en una hija para mí, al igual que sus hijos, Anita, Cristian y Andrés, los cuales han trabajado a la par con Rubén para llevar el mensaje del amor de Cristo a todo aquel que no lo ha escuchado. Así que con mucho cariño dedico esta obra a Rubén Bonilla y a su familia, agradeciéndoles desde el fondo de mi corazón por su dedicación a esta labor y por su amistad personal hacia mí y mi familia.
Prólogo
C
uántos de nosotros, como psicólogos, hemos escuchado en nuestro consultorio el lamento de corazones doloridos a causa de violaciones, sexo, drogas, brujerías, prostitución, adulterio, depresión, aborto, alcoholismo, suicidio o violencia familiar. Estos sufrimientos se tratan en este interesantísimo libro que Cary Palmón deja en nuestras manos. Para entender y ayudar a través de la consejería personal a las personas que padecen de torturas psicológicas, se exige una gran dote de empatía, “un ponerse en el zapato del otro”. Cary logra ese ese estado. Con tal fin, usa sus propias confesiones o situaciones similares. Los casos verídicos mencionados hacen que la lectura de este libro se sitúe en un nivel de coloquio y nos da luz para ver el hecho doloroso. Los que le escriben esperan su comprensión y quieren escuchar la “voz amiga” que les entienda y les 3
4 CA CARY PALMÓ ÓN N •
ayude. Cary sera esa voz que siempre dará un consejo, no humano, sino extraído de la Palabra de Dios. La Biblia dice que “en la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:14). Los que se comunican con la autora hacen bien, pues encuentran una palabra de esperanza y pueden ver una luz al final del túnel. Otra gran bendición del libro son los textos bíblicos que son la verdad de Dios y que dan un entendimiento ante el problema, así como la salida del mismo. El ser humano es un ser biopsicosocial y espiritual. Todos los problemas deben verse en estas cuatro dimensiones. Los psiquiatras y médicos ven el lado somático, los psicólogos el lado cognitive y afectivo, el terapeuta familiar la parte social y el teólogo la parte espiritual. Este libro cumple un papel decisivo al tartar el tema desde la visión espiritual, que es la parte más importante del hombre y que, a su vez, da la principal solución a su problema. Cary lleva de la mano a su audiencia por los caminos del encuentro personal con Cristo y la somete a la terapia de Dios, que pasa por el perdón, la oración, la fe y el milagro de ver cómo Dios transforma vidas. Cuando los seres humanos miramos “a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria” (2 Corintios 3:18).
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
5
Leer este libro es ingresar a las profundidades del ser humano con todas sus flaquezas y frustraciones, es entender lo que se está viviendo, es ver una luz al final del camino y es tener la respuesta de los cielos. Les animo a leerlo y a extraer los más hermosos consejos y dárselos a los demás. Dr. Jesús Hurtado Zamudio Zamudio Psicólogo clínico Congresista de la República del Perú
Introducción
¡E
l recuerdo me es muy claro! Las imágenes de mi vida pasan por mi mente como una película que me muestran escenas desde mi infancia, con papá y mamá, hasta las escenas sangrientas y dolorosas del asesinato de mi padre por culpa de aquel en quien él confiaba. Puedo ver también, como una película, mi arribo por primera vez a los Estados Unidos con apenas dieciséis años de edad, sin saber qué haría con mi vida ni con las heridas supurantes de mi corazón. Ni me imaginaba siquiera lo que tenía preparado Dios para mí, pues desde el momento que Jesucristo vino a mi vida, Él la cambió por completo. Durante todos estos años que han pasado, Él ha estado conmigo en todo momento y en toda dificultad. Dios cambió mis lágrimas por alegrías, pudiendo ahora decirles a otros que Él desea hacer lo 7
8 CA CARY PALMÓ ÓN N •
mismo que hizo conmigo: cambiar un corazón quebrantado por uno nuevo. Él compone hogares, sana cuerpos, restaura a los heridos de manera emocional y bendice a todo aquel que viene en su busca. Sin embargo, lo que nunca me imaginé es que Dios me daría, entre otras cosas, el honor de tener una plataforma en la televisión y la radio para decirles a todos los que andan sufriendo que hay una esperanza de vida y que Cristo quiere darnos un nuevo corazón. A través del programa de televisión “Minuto Final” y del programa radial “Conflictos del Corazón”, he podido llegar a miles de personas al brindarles palabras de esperanza. Y eso es lo mismo que quiero hacer con este libro: darte esperanza en Jesucristo para que Él te dé una nueva oportunidad de vivir una vida victoriosa. Las historias que leerás, y que tienes en tus manos, son el resumen de algunas de las cartas que nos enviara nuestra audiencia. También encontrarás las respuestas que les ha permitido cambiar las lágrimas por alegrías. Como te dije antes, Dios responde las oraciones y, con tu permiso, haré en este momento una oración por ti para que el mismo Dios que salva, sana y
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
9
restaura haga una gran obra en tu vida y en la de tus seres queridos. Cary Palmon
CAPÍTULO
1
Carmen Solo una bestia sería capaz
¡T
odavía me conmuevo cuando lo recuerdo! ¡La imagen es cruda cada vez que viene a mi mente! Así que, pienso: ¡Cuánta maldad puede haber en el hombre! Esta fue la forma de cómo me enteré... El despertador sonó a las seis y media de la mañana, como es usual cada día. Ese día en particular, a pesar de ser época de invierno, estaba mucho más oscuro y frío que los otros días anteriores. La temperatura había descendido mucho durante esa madrugada. Miré por la ventana y observé que la nieve lo había cubierto todo. Así que, como cada mañana, iba a mi cita matutina con mi Señor. Entonces, de pronto y antes de mi oración acostumbrada, tuve una sensación extraña, diferente, 11
12 CARY P PA ALMÓN •
como que alguien me hubiese estado esperando toda la noche. Miré a todos lados, tratando de encontrar una explicación a esta experiencia. Luego, como no encontré nada inusual, resolví que debía ser solo mi imaginación. Sin embargo, como esa sensación se hiciera cada vez más fuerte, me dirigí a encender la computadora, algo que no hago por lo regular a esas horas. Entonces, fui directamente a mi buzón de correos y comencé a ver todos los que me habían llegado. Mientras los observaba, tuve la convicción de que al otro lado de aquella fría máquina había un corazón que se estaba desgarrando de dolor y que necesitaba una respuesta urgente a su clamor... En efecto, di un clic... ¡y allí estaba Carmen mostrando su dolor y el asco que sentía por ella misma! Entonces, apresuré mi cita con Dios. Le dije así: “Padre, solo tú sabes lo que ocurre en el mundo... Así que, por favor, ¡úsame en este momento! ”. ”. Preparada como madre para escuchar las ilusiones y las desventuras de los hijos, acudí a la lectura de su mensaje y no puede evitar que una lágrima se me deslizara por la mejilla. Carmencita fue muy expresiva y acuciosa al narrar con detalles los hechos que dieron origen a su
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
13
desgracia. Me impactó en gran manera lo que dijo acerca del quiebre total de su vida, lo que ella llamó... “El regalo de sus quince años”. ¡No! No era un regalo clásico de una quinceañera, sino un regalo de sangre y dolor. Y aunque en su correo electrónico manifestaba un cariño particular hacia mi persona, como si nos conociéramos desde hace algún tiempo, también sentía el reclamo de dónde había estado en sus momentos más difíciles... En fin, aquí transcribo lo que dijo: Querida Cary:
Soy Carmen y nací en un pueblecito de la costa norte del Perú. Soy huérfana de padre, pues él murió cuando yo tenía diez años. Entonces, junto con mi madre, fuimos a vivir con con mi abuela y un tío. Desde que llegamos a esa casa, recuerdo que vivía muy triste, extrañando a mi papá, pues él era muy bueno... muy cariñoso conmigo. No entendía por qué el destino, la vida, o lo que sea, tuvo que llevárselo y dejarme sola. No entendía... o quizá sí, porque mi soledad se acrecentaba más cuando en el colegio veía a otras niñas con sus padres y yo no lo tenía. ¡Lo extrañaba mucho! Entonces, supongo que tratando de encontrar un “nuevo papá”, le entregué a mi tío todo mi amor y mi atención sin saber que esto sería el inicio de mi desgracia... Cary, ¡usted es mujer y con seguridad sabe que la ilusión de toda niña es cumplir sus quince años! Sin
14 CARY P PA ALMÓN •
embargo, convertirme en una quinceañera fue para mí el inicio de mi pesadilla... En esa época, soñaba y esperaba a mi “príncipe azul”. Pensaba que vendría cuando cumpliera mis quince años y, así, en medio de ese sueño... llegó la noche fatal. No hubo fiesta. ¡Nadie se dio cuenta de mi expectativa! ¡Ni siquiera mi madre! Y mientras lloraba sola en la cocina esa noche, escuché la voz de mi tío que me llamaba. Por un momento pensé que quizá me tendrían una sorpresa... Pero no fue así. Me llamaba para que fuera a su habitación. Y fui... entré... y allí, sin más ni más, me dijo lo que nunca esperé me dijera. Aquel a quien había llamado papá estaba un poco borracho, casi como todos los días. Me dijo sin una sola pizca de duda que me acostara con él. Que antes que viniera algún hombre a mi vida, ¡él debía ser el primero! Asombrada por lo que escuchaba, tan solo atiné a suplicarle, a rogarle, que no lo hiciera... lloré... clamé... pero nada valió. El hombre en el cual yo había depositado tanto amor, porque lo quería como mi padre, estaba siendo como una bestia... desgarrándome... destruyéndome no solo por fuera, sino por dentro y para siempre. Cary, ¡fue terrible, cruel y doloroso! Solo cuando se quedó dormido, pude escabullirme como me fue posible y, escondida en un rincón de la casa, esperé a que llegara mi madre. Cuando la escuché entrar, corrí hacia su regazo bañada en lágrimas a contárselo todo. Sin embargo, ella... ¡ella no me creyó! Al contrario, me
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
15
acusó de mentirosa y de ser yo la que de seguro había provocado a su hermano. ¡Me pegó! Fue “sangre y más sangre” mi regalo de cumpleaños. Y supongo que ya se puede imaginar el resto de mi historia. ¡A tan tierna edad me convertí a la fuerza en la amante cotidiana del tío! Mis sueños, mi “príncipe azul”... ¡todo se esfumó! En vez de esto, vivía, o mejor dicho, moría cada día aterrada de tener ese “contacto”. ¡Le tenía asco! ¡Le tenía odio por haberme robado no solo mi inocencia, sino mi vida entera, mi futuro! En cuanto pude, me fui de la casa. Conseguí un empleo mal pagado y, como es previsible, me enamoré de un chico que juró amarme a pesar de mi pasado. ¡Y nos fuimos a vivir juntos! Todo era “color de rosa” hasta que comenzamos a tener hijos. Ahí fue donde se le apagaron todos sus sentimientos hacia mí y hacia los dos hijos que teníamos. A continuación, se fue de la casa en pos de otras mujeres y de los tragos. Comencé a desesperarme. No sabía cómo afrontar sola todos los gastos del hogar, pues no encontraba trabajo en nada. Entonces, tuve que regresar a la casa de mi abuela, donde no solo las puertas del hogar estaban abiertas, sino también las puertas de la habitación de mi tío. Una vez más, y en contra de mi voluntad, me convertí en su amante. El odio que tenía hacia él había crecido, pero ahora me encuentro atrapada en esta situación donde consiento en ser su amante para sostener a mi familia. En realidad, no solo lo odio con todo mi corazón, sino que me odio a mí misma por mi comportamiento... ¡De día y de noche! Este odio me
16 CARY P PA ALMÓN •
consume y no me deja ni pensar. A veces, no quiero salir de la cama, ni participar en la vida... ¡No sé qué hacer, Cary! ¡Quiero acabarlo todo! En ocasiones, me vienen pensamientos tan horribles como matar a mis hijos y, luego, matarme yo... ¿Qué hago?
Cuando terminé de leer esta carta, solo pensaba en la niña que había perdido su hogar y a su padre, y en cómo la vida le había llevado a tal extremo de desesperación. Entonces, le respondí lo siguiente: Querida Carmencita:
Se me estrujó el corazón cuando leí el dolor reflejado en tu carta. ¡Lo siento! Lo siento mucho, pero sé que eso no es suficiente. Tu historia me recuerda que hay otras personas en este mundo sufriendo tu misma situación a manos de sus propios familiares y seres queridos. ¡Igual que tú se sienten defraudadas por completo de esa persona que tanto apreciaban! ¡Se sienten llenas de asco y ya no existe autoestima ni amor propio! En tu caso, ese tío a quien llamabas papá, a quien con inocencia le habías entregado tu amor de niña, aquel tío, se convirtió en el arma de destrucción de tu vida. Todo esto, sin siquiera permitirte tener la posibilidad de escapar, ni de que te consolaran. Así que te sientes como un vaso de cristal roto y sin compostura. Lo más triste del caso es que hasta ahora el odio y el rencor invaden tu vida. Permíteme decirte que te entiendo a la perfección. Que así como tú, en un momento de mi vida, yo estaba llena
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
17
de odio y rencor, pero que en medio de todo esto encontré la luz al final del túnel. Una salida que me permito comentarte. Esa salida se llama perdón. Por lo tanto, perdónate a ti misma y a tu agresor. Sé que no es fácil entenderlo y que es aun más difícil aplicarlo. Sin embargo, ¡yo sé lo que es perdonar a alguien que no merece que lo perdonen! Conozco muy bien esta experiencia, porque a mi padre lo asesinaron de manera brutal cuando él solo tenía treinta y siete años de edad y yo menos de dieciséis años. El odio hacia el culpable de su muerte llenaba mi corazón año tras año hasta que, un día, Dios me ayudó a perdonar a esa persona culpable de su muerte, dándome cuenta de que yo también necesitaba que me perdonaran por mi falta de amor hacia Dios y hacia otros. En ese momento, le entregué mi corazón lleno de rencor y odio para que Él me ayudara a perdonar y a borrar aquel dolor. El perdón es la llave que sana nuestros corazones. El perdón nos restaura y abre puertas en nuestras vidas para tener un nuevo comienzo. Cuando uno perdona, el poder de Dios comienza a obrar de forma maravillosa en nuestras vidas y hasta cambia situaciones. El perdón no es una sensación, sino que es una decisión. Carmen, necesitas saber que estás hecha a imagen y semejanza de Dios. Eres digna de que te amen, te valoren y te aprecien. Que te amen tal como eres. Necesitas perdonar al agresor y pedirle a Dios que te saque de las circunstancias en las que te encuentras.
18 CARY P PA ALMÓN •
Es hora de que salgas de la oscuridad y de la vergüenza que has sufrido. No tuviste la responsabilidad por nada de lo que te hicieron. Dios sabe que eras una niña inocente. Estoy segura que Dios te dará un buen empleo, te ayudará a criar a tus hijos en una atmósfera limpia y decente, y te permitirá tener sueños en tu vida, los cuales se convertirán en realidad. ¿Cómo es que lo sé? Porque yo misma soy testigo de las muchas maravillas que ha hecho Dios en mi vida y, no solo en la mía, sino en la vida de muchos otros más que han sufrido tanto como tú. Tengo la seguridad de que así lo hará contigo también.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
19
Dios dice...
Muchos de los niños que son víctimas de abuso sexual consideran que son partícipes de un secreto mórbido y no enfrentan al abusador. Así que, por lo general, no lo delatan por muchas razones. Ellos se encuentran presos en una cárcel sin paredes. Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová. Levítico 18:6
Las víctimas de abuso sexual experimentan daños en los aspectos emocional, sexual y social. Estas víctimas llevan en su corazón vergüenza, baja autoestima y un patrón funesto para sus relaciones sociales en su futuro. En su interior, desean que la justicia se haga en contra del asaltante. En muchos casos, hasta pueden obtener ayuda del gobierno local, pero en otros casos la ayuda llega demasiado tarde. El saber que Dios es justo, les da el conocimiento de que Él, tarde o temprano, se encargará de llevar a cabo la justicia que se merecen. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Nahum 1:3
Las promesas hechas por Jesucristo en cuanto a la restauración de un individuo son eficaces y válidas para todo el que ha perdido tanto debido al abuso sexual. La víctima tiene que entregarse por completo
20 CARY P PA ALMÓN •
a Cristo permitiéndole que haga la restauración que solo Él puede hacer en el corazón de la persona. El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad libertad a los oprimidos. oprimidos. Lucas 4:18
CAPÍTULO
2
Susana No todo lo que brilla es oro
¡A
buela, abuela!”, dijo la niña, “¿nos dejas jugar con todas tus joyas? ¡Deben costar millones de dólares!”, gritó entusiasmada y a voz en cuello. Yo sonreí... Me hizo mucha gracia ver su carita expectante esperando mi respuesta.
La autora intelectual del saqueo a mi joyero era una de mis nietas, Amaya, de solo cinco años de edad. Lo que ambicionaba era que la dejara jugar con mis collares y otras joyas que tenía guardadas en la delicada caja china que me dejó la abuela. Ella, junto con Audrey y Eva, mis otras dos nietas, fantaseaban sobre cómo se les vería luciendo aquellas “joyas” tan valiosas. Sus cabecitas imaginaban que eran oro, brillantes, perlas y zafiros, pero solo eran bisutería 21
22 CARY P PA ALMÓN •
en realidad. Y sus pícaros ojitos solo esperaban a que asintiera a sus súplicas... Me hice de rogar por un rato, pero como toda abuela consentidora, al final saqué la caja china del estante prohibido y les permití hurgar en la linda cajita que, además, era musical. Así, al compás de las bellas notas que emanaban, las niñas comenzaron la faena. No podían ni imaginar el gozo que yo sentía al verlas ponerse las joyas una a una. Actuaban como las actrices en el estreno de una película: vestidas con “joyas de gran valor”. Mientras dejaba a las niñas jugar, me encaminé al escritorio, como cada tarde, para leer los correos electrónicos que esperaban respuesta. Por lo general, los adultos sabemos que no todo lo que brilla es oro, aunque la diferencia entre la realidad y la ficción muchas veces se hace imperceptible. Solo al madurar en la vida podemos reconocer la diferencia entre lo real y lo ficticio. En fin, estaba frente a la computadora y allí estaba Susana. Su historia encajaba a la perfección con la escena que acababa de dejar en el dormitorio. Recorriendo las líneas de su carta, podía imaginarme y hasta sentir el dolor de su corazón por la rabia y la angustia que marcaron su vida al enterarse que “aquel” a quien ella consider “su
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
23
príncipe azul” no era el que había soñado toda la vida. Tomé un respiro antes de responder el correo para orar y, rogándole a mi Señor, le dije: “¡Ayúdame, Padre, a ponerme en su lugar!”. Aquí tienes lo que me narró Susana... Señora Cary:
Me he permitido escribir esta carta porque el dolor y la desesperación van a hacer que cometa una locura. ¡Estoy al borde de perder mi cabeza! Rolando era un hombre de negocios, apuesto e inteligente. Era todo lo que pudiera desear una mujer. Me enamoré perdidamente de él y me casé sin pensar en aquel refrán que dice que “No todo lo que brilla es oro”. Y aunque mis primeros meses de casada fueron maravillosos, dentro de mí sabía que algo no encajaba. Un sentimiento de incomodidad me asaltaba con frecuencia... ¡Había algo que me llamaba la atención! A Rolando no le gustaba tomar licor ni frecuentar reuniones. Siempre tenía mucho trabajo. A mí, por el contrario, me encantaba el baile, la alegría y las reuniones con mis amigas. No todo puede ser perfecto , pensaba, no soy la protagonista de una película romántica. Si íbamos a alguna reunión, solo era por cumplir y nos retirábamos temprano porque al día siguiente él tenía que madrugar, lo que en efecto era cierto. Sin embargo,
24 CARY P PA ALMÓN •
mi deseo de bailar y de divertirme se quedaba frustrado, insatisfecho. Para el cumpleaños de mi mejor amiga, insistí mucho antes de salir para la fiesta. Entonces, le rogue que nos quedáramos a bailar: “Mañana es domingo”, le dije, “no tendrás que madrugar. Hoy quiero divertirme... dame ese gustito”. Rolando accedió, aunque no de muy buena gana. En la fiesta, todo iba muy normal. Reíamos y conversábamos al compás de una suave música... hasta que empezó la verdadera diversión. De pronto, ¡vi a mi esposo como si fuera otra persona! Bebía y animaba a todos... ¡hasta llegar a ser el “alma de la fiesta”! En ese momento, me empecé a sentir incómoda, ya que nunca lo había visto de esa manera. Llegó al extremo de bromear con mis amigos cuando empezó a sonar la canción “A quién le importa”. ¡Fue entonces que le pedí moderación! Mis amigos se reían y cuchicheaban entre sí porque había tomado de la mano al hermano de Claudia con quien bailaba saltando y dando unos “grititos” extraños. Mi amiga, al ver mi nerviosismo, trató de ayudarme haciéndome una broma. Aun así, yo sabía que su familia era muy conservadora y no acostumbraban a hacer bromas de esa situación. Entonces, me acerqué y le pedí que dejara de tomar y que descansara un rato. ¡Se enojó mucho! Me dijo: “Me hiciste salir a divertirnos y, ahora, ¿quieres regresar?”. Así que por más que le rogué que no hiciera esa clase de espectáculos, no me hizo caso. ¡Hasta me propuso
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
25
que pidiera un taxi para que yo me retirara de la fiesta y me fuera a descansar! descansar! Aquel día, gracias a Dios, por fin terminó, pero fue allí donde comencé a entender mi desgracia... A partir de esa experiencia supe que cada vez que tomaba un trago, “ese hombre”, ¡mi marido!, se transformaba en una persona diferente. Perdía el control y le encantaba juguetear a ser gay. Él es mayor, no es un adolescente para hacer esos papelones. Mi madre ya me lo había advertido, pero a mí me molestaban sus comentarios y siempre le respondía airada, defendiéndolo. Al final, tuve que recurrir a ella para contarle mis temores. Me escuchó con atención y me preguntó si había notado algo extraño cuando estábamos en la intimidad. Yo no quería hablar de ese tema, aunque le dije que sí, pero que eran cosas sin importancia... “¿Qué cosas?”, preguntó mi madre. “Bueno... siempre necesita un trago”, le respondí. Ella se rió tratando de tranquilizarme y me contó que papá también tomaba a veces. “¿Algo más?”, me preguntó al verme tan angustiada. Entonces tuve que contarle algo que no cabía en mi mente y que excedía el juego romántico. Con gran esfuerzo tuve que admitir que mi esposo hasta se había puesto mi ropa interior. Mi madre se extrañó y sus comentarios hicieron que me arrepintiera de haberle contado sobre mi intimidad. Entonces, de pronto, lo que me dijo me dejó paralizada: “Lo han visto salir con el hermano de tu
26 CARY P PA ALMÓN •
amiga Marisol. Desde aquella fiesta, salen cada día a tomar café juntos”. Yo traté de excusarlo, como siempre, aduciendo que eso no probaba nada. Hasta que mi madre no pudo más y me contó que mi marido era la comidilla de nuestros allegados que lo consideraban “rarito”. Yo ya no quise escucharla más e indignada tomé mis cosas para volver a mi casa. Sin embargo en la intimidad de mi habitación me preguntaba: ¿Cómo pude ser tan ciega? Me lo había dicho mi madre... mis amigas... ¡y yo nunca las quise escuchar! Cary, yo soy joven y agraciada, y que Rolando no me buscara en la intimidad era algo que no entendía. Lo justificaba relacionándolo con lo duro de su trabajo, hasta que hace tres meses tuve que salir fuera de la ciudad a cuidar a mi mamá, pues se había enfermado. Al regresar antes de tiempo y abrir la puerta, sentí voces y risas extrañas. Avancé hacia el dormitorio y encontré a mi esposo con el hermano de Marisol en una escena que yo no soporté y caí desmayada. Cuando por fin al cabo de un tiempo, reaccioné y vi a mi esposo es poso llorando al pie de nuestra cama. “Nunca esperé esto de ti”, le dije bañada en lágrimas. Entonces me confesó algo con lo que luchaba por años: él se resistía a admitir que era homosexual, que todo empezó de niño cuando su tío lo había violado. Por eso no tomaba, porque sabía que al desinhibirse ya no podría disimular. Me dijo que me amaba, que esperaba que ese amor lo ayudara a dejar su “doble vida”, pero
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
27
que, a la larga, no pudo resistir su debilidad. Me dijo que no me sintiera culpable porque la falla era suya y que, por temor, no me lo había confesado antes. En lo único que yo pensaba era en lo que me diría mi madre diría... ¡Que me lo había advertido! Me rogó que lo perdonara y le diera otra oportunidad, pero me negué de manera rotunda y le pedí que se fuera y no me buscara nunca más, que se llevara sus cosas... Le grité que me haría la cuenta que había muerto, porque no podía perdonarle que me fuera infiel con otro hombre. Cary, me encuentro en un estado de depresión tan profunda que no sé qué hacer. Las mujeres luchamos por nuestra pareja cuando la rival es otra mujer. Sin embargo, es insoportable pensar que lo hizo con otro hombre. Desde ese día no lo he vuelto a ver ni tampoco quiero hacerlo. La rabia, la impotencia y la desesperación me están embargando, y siento que no puedo luchar. A pesar de los consejos de mi madre de salir a conocer otras personas, no puedo. Tengo miedo... ahora creo que uno jamás sabe... no lograré confiar nunca más. ¡Ayúdeme, Cary, no puedo más con esta desesperación! Tengo la idea que la muerte es lo único que puede liberarme. Y lo triste es que todavía lo amo.
Conmovida por su relato le respondí de esta manera:
28 CARY P PA ALMÓN •
Mi querida Susana: Susana:
Miles de mujeres casadas sufren por la infidelidad de sus cónyuges. El adulterio es un cáncer que destruye los hogares. La sociedad actual minimiza esta plaga porque se presenta como algo normal, como parte de la vida. Eso es erróneo por completo. El adulterio no solo es la infidelidad del esposo con otra mujer, sino también con alguien del mismo sexo, como en tu caso. Mirar pornografía, o hasta una relación platónica, también constituye adulterio. Las raíces del problema de identidad muchas veces radican en la infancia a consecuencia de la ausencia paterna o debido a las madres dominantes. El abuso de padres o de familiares provoca confusión en el modelo masculino, causando problemas de identidad en el hombre. Muchos piensan que casándose todo se arreglará, pero no necesariamente sucede así. Por otro lado, la bebida adormece la conciencia, permitiendo que la debilidad salga a flote. De modo que la persona que desea evitar que eso suceda se abstiene de ella. En la actualidad, la sociedad va en contra de las leyes morales y exige una libertad destructiva. De esa manera pasa por alto las leyes espirituales. La homosexualidad expone al individuo a muchos dolores incluyendo el SIDA. También la conciencia acusa, porque en el fondo se sabe que el adulterio y la homosexualidad no son la voluntad de Dios. Por último, estas personas se sienten estigmatizadas, devaluadas y sin espacio porque la misma sociedad permisiva termina condenándolas.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
29
Dios diseñó el matrimonio para que hubiera amor, protección. Su intención fue que en el hogar los hijos recibieran una crianza con equilibrio emocional y que se prepararan para una vida productiva y sana. Por lo tanto, el divorcio no está en los planes de Dios, debido a sus efectos destructivos dest ructivos para todos en la familia... El adulterio es un pecado. Sin embargo, este acto de traición puede repararse y superarse a través de dos condiciones básicas: el arrepentimiento genuine del adúltero, demostrándole a su pareja que ya no continúa haciéndolo, y el perdón total y sincero de la víctima. Y cuando nos referimos al perdón, no podemos olvidarnos de que el culpable también debe perdonarse a sí mismo. Perdonar es olvidar por completo todo lo sucedido. Si se perdona, pero no se olvida, la ofensa sigue presente y el dolor latente. Es necesario hacerlo con misericordia, sin tocar de nuevo el asunto y sin permitirle a la mente que sigan con conjeturas y celos. Esto requiere disciplina, pero vale la pena. Dios ama al pecador y desea ayudarlo en un proceso de restauración que necesitamos todos. Mi consejo es que continúes siendo amorosa y comprensiva. Que sigas ayudando a tu esposo porque necesitará, además, ayuda profesional para sanar las heridas del pasado. Ora por él, pues también merece que le rescaten. Creo que serás una mujer más que testifique que, donde no había esperanzas, hubo un milagro de restauración. rest auración.
30 CARY P PA ALMÓN •
Es un problema complejo, pero hay esperanza y solución para tu matrimonio. Con Dios todo es posible.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
31
Dios dice...
Existen muchas razones por las cuales una persona tiene conflictos de identidad. Sin embargo, una parte importante de ellas es que se originan debido a trágicas circunstancias durante la niñez, tales como crecer sin un padre e incluso ser víctima de violación en la niñez, etc. Aun así, esto no les da derecho a cambiar lo que dice Dios. Él nos ha dado las instrucciones específicas que gobiernan nuestras conductas, por eso no podemos llamar a lo que es malo bueno, ni a lo bueno malo (lee Isaías 5:20). Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen. Romanos 1:26-28 1:26-28
Todos pasamos por tentaciones para que hagamos lo indebido. Sin embargo, Dios nos da la fortaleza para resistir la tentación. A fin de llevar a cabo un proceso de restauración con éxito, la persona debe incorporar a su vida estrategias que le ayuden en el
32 CARY P PA ALMÓN •
momento de la tentación, tales como pedirles ayuda en dichas situaciones a un pastor o consejero, así como implementar cambios en cuanto a las amistades del pasado o lugares que frecuentaba que pueden hacer que caiga de Nuevo en la misma conducta. Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia concupiscencia es atraído y seducido. Santiago 1:14
La persona que está batallando con esta situación en su vida necesita comprender que Jesucristo desea liberarlo de esta opresión, y que no solo lo desea, sino tiene el poder para que pueda vivir en libertad por el resto de su vida. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 1 Juan 3:8
CAPÍTULO
3
Andr Andréés Mi lazarillo de luz
E
ran cerca de las tres de la tarde y estaba enfrascada por completo en la redacción de uno de los capítulos de mi próximo libro cuando sonó el teléfono... Me enojé conmigo misma por haber dejado el teléfono conectado mientras escribía. Aun así, respondí la llamada. Había tomado la firme decisión de desconectar el teléfono para no perder el hilo de mis pensamientos... pero a veces olvidaba hacerlo, por alguna razón u otra. Al responder, escuché la voz angustiada de Rosario, una amiga muy querida. En cuanto la escuché, supe que algo malo le sucedía.
33
34 CARY P PA ALMÓN •
La voz de Rosario se sentía muy angustiada. Entre sollozos me contó que Priscila, su sobrina de tan solo quince años, había sufrido un accidente cerebro vascular. Le dijeron que una vena se había lesionado y la estaban trasladando en ese momento al hospital en helicóptero para ver si podían salvarle la vida a través de una operación. Sus padres estaban desesperados... Miré de nuevo el teléfono y le di gracias a Dios por no haberlo desconectado, pues pude ayudar, en lo que estuvo a mi alcance, a mi amiga Rosario. Mientras caminábamos por el pasillo del hospital, recordé con algo de tristeza la historia de Andrés, quien también sufrió un accidente siendo muy joven, al igual que la sobrina de Rosario. Andrés era un muchacho que tenía toda la vida por delante, como muchos otros de su edad, pero un inesperado evento cambió su vida de repente. Era un buen muchacho, comprometido con su trabajo y con sus responsabilidades de la vida diaria. Lleno de sueños y esperanzas, pues sabía que le esperaba un futuro prometedor. De manera inesperada, Andrés quedó prisionero de los l os trágicos acontecimientos que marcaron su vida... El correo electrónico de Andrés decía así:
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
35
Apreciada Cary:
Espero que pueda ayudarme, pues la situación en que me encuentro es muy delicada. Déjeme contarle desde el principio. Mi familia es muy pequeña. Solo somos mi madre y yo. Ella ha sido el empuje de mi vida para salir adelante. Desde niño, me enseñó a estudiar, a trabajar y a ser ahorrativo. Así que siendo muy joven comencé a trabajar en una fábrica que le llamaban “La Fundición”, pues fundían diversos metales para distintos usos. Lejos de lamentarme por trabajar en semejante lugar, me entusiasmaba pensar en ser el sostén de mi madre; más aun, cuando mi trabajo no me impedía jugar al fútbol con mis amigos del barrio. Incluso, comencé a ir a la universidad y hacer la vida normal como cualquier muchacho de mi edad. Recuerdo con claridad el día que recibí mi primer sueldo: emocionado, corrí a casa pensando en celebrarlo con mi mamá y llevarla a comprarse un vestido nuevo y cenar juntos en algún lindo lugar. Estaba feliz de pensar que en adelante sería yo el que proveería para los gastos del hogar. ¡Mi madre no lo permitió! Por el contrario, decidió que ese dinero se destinaría “al ahorro para mi futuro”. En los cinco años siguientes, me convertí en un experto en lo que hacía y me gané el respeto de mis jefes y compañeros. Como mi trabajo en la fundición incluía manipular ácidos peligrosos, usaba guantes y lentes protectores. Lo lamentable es que, en mi inmadurez, me resistía a usarlos porque me hacían más lento y
36 CARY P PA ALMÓN •
disminuía mi producción. Me sentía muy seguro trabajando con esos productos. No les temía. Sin embargo, y como era de esperarse, llegó el día fatal de mi vida: Uno de los frascos que contenían los químicos para la fundición resbaló, y estando a punto de tocar el suelo, por puro impulso me abalancé sobre el mismo, salvando el frasco para que no se rompiera. El ácido, en cambio, saltó a mi rostro y lo que fue peor... ¡cayó en mis ojos! Me atendieron de inmediato, pero por lo que podia percibir, era evidente que tenía quemaduras en todo el rostro. Entonces, al tratar de abrir los ojos, sentí un dolor tan penetrante que estuve a punto de quedarme inconsciente. Cuando le avisaron a mi madre lo sucedido, llegó a la sala de emergencia y sé que se puso a llorar sin consuelo. Pasados unos días, los médicos en el hospital me hicieron muchos exámenes y tratamientos; hasta que, al final, un médico se acercó a mi habitación y de manera solemne nos informó que el ácido había comprometido el nervio óptico, la retina y el globo ocular, incluyendo las órbitas de mis ojos que quedaron dañadas. Había quedado ciego... Recuerdo el llanto de mi madre al saber que había quedado ciego y que no era algo pasajero. En mi mente comencé a pensar en mis ilusiones y mis planes de vida. Mi futuro estaba arruinado y estaba condenado a vivir en la oscuridad por el resto de mi vida. Lloré como un niño pequeño. Mi madre trataba de
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
37
consolarme, pero en la sala se podía escuchar también su llanto. Tenía veintidós años de edad cuando me ocurrió este accidente. Ahora, que ya han pasado algunos años, puedo decir que la recuperación ha sido lenta, dolorosa y agobiante con las huellas de las cicatrices que me recuerdan que la vida puede cambiar de un momento a otro. En mi caso, por fortuna, contábamos con el ahorro que mi madre me aconsejó tener y logramos abrir una tienda para trabajar en ella y vivir de esos ingresos. Sin embargo, en mi afán de “ser normal”, me compré una computadora que responde a mi voz, aunque también he aprendido Braille, lo que hace que pueda conectarme con el “mundo real”. Además, me atreví a tomar un curso de liderazgo, pues quería liderar mi vida e influir en otros. Así que ahora escribo artículos publicables con la ayuda de Roxanita, una joven a la que llamo “mi secretaria”. Ella viene todas las tardes a acelerar la productividad: yo dictándole y ella escribiendo mis pensamientos. Señora Cary, aunque usted no lo crea, en este tiempo las tardes se han convertido en los momentos más maravilloso de mi vida. Las espero con mucha ansiedad, pues me siento muy atraído por Roxanita... ¡es como mi ángel de la guarda! guarda! Hace unos días, decidí confesarle mis sentimientos y ella los correspondió. Me dice que sigo siendo muy guapo y buen hombre. Hasta dice que cualquier mujer podría enamorarse de mí. Sin embargo, yo les tengo
38 CARY P PA ALMÓN •
temor a mis sentimientos, pues en mi mente me persiguen algunos interrogantes con los que me gustaría que usted me pudiera ayudar. Me pregunto si una mujer puede enamorarse en realidad de un ciego. ¿O solo será compasión? Pienso que algún día, si nos casáramos, ella podría llegar a sentir que es mi lazarillo y no mi esposa. Aunque estoy enamorado, se me hace imposible pensar en que ella pueda unir su vida a la mía, pues me parece que no la puedo apoyar, sino que, por el contrario, mi apoyo es ella. Estoy angustiado por este dilema que afronto. ¿Qué me aconseja, Cary?
Como siempre, le pedí a Dios que me iluminara y me diera las palabras adecuadas para responderle a Andrés. Y esto fue lo que el Señor puso en mi corazón que le dijera: Apreciado Andrés: Andrés:
De alguna forma tu historia me recuerda a la mía. Yo también tuve que empezar a trabajar desde muy joven, a partir de la súbita muerte de mi padre. En ese entonces, solo tenía quince años de edad. Eso nunca estuvo en nuestros planes, pues mi madre se quedó desconsolada debido a su muerte, así que yo decidí salir a trabajar para proveer el sustento familiar, y no solo a mi madre, sino también a mi hermanita menor. ¡No fue fácil! Además de trabajar, tuve que terminar de estudiar en el colegio y los días se me hacían interminables. Recuerdo muy bien el cansancio que
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
39
sentía, pero también recuerdo el gozo que experimentaba al llegar a mi casa trayendo el dinero para los gastos de la casa y ser el sustento de mi madre y de mi hermanita. ¡Precisamente como tú! A pesar que esos no eran los planes de Dios para mi vida, le doy gracias a Él por haberme dado la fortaleza a fin de poder trabajar de manera honrada y ayudar a mi familia. Sé que muchos otros jóvenes han enfrentado situaciones similares y después han sentido la alegría de haber tenido el valor para sacar adelante a sus familias. En esos años de trabajo se aprenden muchas cosas que nos sirven en la vida, además de tener la satisfacción de haber sido de bendición a nuestras familias. ¡Te felicito por salir adelante! Y por el problema de tus temores, permíteme contarte una historia que espero te sirva de inspiración para perder tus miedos y seguir adelante con tu vida. Se trata de un hombre famoso, llamado Jim. Era un muchacho trabajador y estudioso, con un future prometedor y brillante. Sin embargo, casi al finalizar sus estudios, se le presentaron serios dolores de cabeza y problemas en la visión. Después de muchos estudios y análisis escuchó las mismas palabras que escuchaste tú: quedaría ciego sin remedio. Su dolencia obedecía a un problema genético que en pocos meses le dejó en la oscuridad total. Jim quedó devastado. Todos sus sueños quedaron truncados: no habría graduación, ni novia, ni hijos. Solo aquella terrible y permanente oscuridad. Se
40 CARY P PA ALMÓN •
encerró en su casa y se negó a salir de ella por mucho tiempo. Le costó mucho acostumbrarse a la ceguera. Una tarde quiso ver su programa favorito de televisión. Negándose a sentirse frustrado, le pidió a su major amiga que le narrara las escenas que iban sucediendo. Ella asistía a su casa con regularidad y repetían el ritual: ella le narraba las escenas y él se las imaginaba. Haciendo esto tuvo una idea fabulosa: Si él podia hacerlo, otros ciegos también podrían “ver” con los ojos de la imaginación. imaginación. Entonces Jim decidió capacitarse y dedicarse al rodaje de películas para ciegos. La técnica es la misma: cuando la película corre, hay un narrador que va describiendo las escenas. En la actualidad, Jim es propietario de una serie de programas de television para ciegos en los Estados Unidos, en el cual se Narran todos los programas y miles de hombres y mujeres con ceguera pueden disfrutar una vez más sus programas favoritos a través de la narración y la imaginación. Ha sido una bendición para todos ellos. La amiga que de manera solícita iba a narrarle las películas, es hoy su esposa y compañera. Su matrimonio es normal y feliz. Siendo ya empresario de la televisión, algo muy tierno sucedió en un momento de su vida. Eso fue cuando el médico le dijo que tal vez un trasplante le pudiera ayudar a devolverle la visión, pues había un donante. Agradecido, Jim le pidió al médico que le revelara la identidad de la persona fallecida que tuvo la nobleza de donar sus ojos. El médico, conmovido, le respondió
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
41
que la persona estaba viva y que se trataba de su propia abuela... El amor de esta mujer hizo que ella decidiera darle lo mejor que tenía a su nieto, Jim. Quiero que sepas, Andrés, que Dios te ama, y que el amor que Él siente por ti hizo que diera lo mejor que tenía: Jesucristo, su Hijo único, a fin de que tú recibieras perdón, restauración y una nueva vida por medio de Él. Hoy puedes aceptar el amor de Dios o rechazarlo. El amor de Dios echará fuera todo temor... Al aceptarlo, recibirás el mejor regalo que puedas tener en la vida. Te deseo que goces de tu nueva vida en Dios y aceptes este regalo de Él.
42 CARY P PA ALMÓN •
Dios dice...
La Palabra de Dios nos indica que la voluntad de Jesucristo era la de sanar a todo el que necesitaba recuperar su salud. Unos recibieron su sanidad al instante y, en otros casos como los leprosos, se fueron sanando a medida que iban caminando. Una y otra vez, las Escrituras mencionan que todo el que vino a Jesucristo recibió su sanidad cuando la solicitó. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo 8:16-17
La Palabra de Dios nos indica que debemos clamar a Dios por nuestra sanidad. Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste. Salmo 30:2 30:2
La compasión de Dios se extiende para todo el que sufre de cualquier enfermedad. Una y otra vez se lee en la Biblia de que Él desea sanarnos y rescatarnos de este sufrimiento. Nuestra parte consiste en orar por los enfermos y no dudar de que la voluntad de Dios es que la persona no sufra y que reciba su sanidad.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
43
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Santiago 5:14-15
CAPÍTULO
4
María Soledad De tal palo, tal astilla
M
e encanta cocinar y, por supuesto, a mi familia le encanta comer. Somos... ¡el equipo ideal! Un día de estos me animaré a publicar un libro de recetas. En una tarde en particular, tenía planeado enseñarle cómo hacer un flan a mi nuera. Ella es estadounidense y, en su país, el flan es muy popular, aunque no todos conocen la verdadera receta. Por eso, el “secreto del flan” es muy codiciado entre ellos. Llegado el momento, no vino sola, sino que la acompañaba Cherish, ni nietecita adolescente. Ella también quería aprender “los secretos de su abuela”. Así que al poco tiempo, las tres convertimos la cocina en una sala de fiesta. ¡Qué divertido fue tener una reunión 3G (de tres generaciones)! No puedo 45
46 CARY P PA ALMÓN •
expresar la alegría que sentí al darme cuenta que las dos estaban ansiosas por aprender a preparar ese delicioso postre. Nos pasamos la tarde horneando el flan mientras que, a la vez, se deleitaban escuchando mis historias. Entre animadas conversaciones, pasaron las horas y así, en poco tiempo, terminamos tres grandes porciones de postre. Al final de la tarde, madre e hija se llevaron consigo los deliciosos manjares y, mientras subían al auto, mi hijo me decía por teléfono que las esperaba, listo para saborear su postre preferido. Estaba muy contento del hecho, pues sabía que a partir de ese momento disfrutaría de esa exquisitez sin tener que venir a mi casa... Cuando mi nuera y mi nieta se marcharon, me quedé pensando en cómo una madre tiene mucho que enseñarles a sus hijos. No en vano nuestros hijos viven a nuestro lado sus primeros años aprendiendo lecciones para la vida. Sin embargo, este hecho me trajo un profundo recuerdo sobre María Soledad y en cómo esta chica tuvo que atravesar una gran crisis debido a la desgraciada influencia de su madre. A decir verdad, me estremece el solo hecho de recordarlo, pero más aun cada vez que vuelvo a leer su carta. Me resultaba
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
47
difícil pensar en que no todas las madres tienen buenos planes para sus hijos. Esta es su narración... Apreciada señora Cary:
No sé cómo comenzar esta carta porque me siento muy avergonzada de lo que le voy a contar. Me animé a escribirle pues usted me inspira confianza y estoy segura de que puede ayudarme. Mi problema comenzó cuando era muy joven. Soy huérfana de padre, pues él murió cuando yo era muy pequeña. ¡Tenía cirrosis hepática debido a su adicción a la bebida! Aunque me crió con modestia, la pobreza no pudo arrebatarme la devoción que le profesaba a mi madre. Yo la quería mucho y era lo único que tenía. Es más, creo que la quería tanto que no imaginaba mi vida sin su presencia. Sin embargo, mis sueños y todo mi mundo de niña quinceañera se derrumbaron cuando mi madre me dijo algo que mis oídos se negaban a escuchar. Sus crueles palabras comenzaron a salir de su boca como sale la inmundicia de la cloaca... Cary, ¡me duele aún! No dejo de pensar a cada momento en esas frases que desgarraron mi corazón y cambiaron mi vida para siempre. Aquel día sin ningún reparo me dijo: “Hijita... ¡Ya dejaste de ser quinceañera! Acabas de cumplir dieciséis años y ha llegado el tiempo que “ese tesorito” que tienes
48 CARY P PA ALMÓN •
nos proporcione el dinero que necesitamos. ¡Gracias a esa “cosita” podrás ir a la universidad y vestirte como es debido!”. No sabía de qué estaba hablando... Era mi madre, la más santa que yo creía. Entonces, dejando de lado ese aspecto sublime que tenía, me explicó con lujo de detalles lo que quería que yo hiciera. Por supuesto, ese “algo” rompió mi corazón. Me dijo que el “tesorito” al que se refería era mi virginidad y que había un tal Sr. Pineda listo para pagarnos buen dinero con tal que yo accediera a estar con él. ¡Me encontraba en estado de choque! ¡Confundida por completo! ¡No lo podía creer! En ese momento, lo que anhelaba era “reservarme” para un muchacho que estuviera enamorado de mí y que fuera el que quisiera casarse conmigo... El sueño ideal de mi vida... Traté de convencer a mi mamá que no iba a hacer tal cosa, porque algo en mi interior me decía que acceder a los requerimientos del tal Sr. Pineda no era apropiado. Mi mamá, en cambio, insistió en que aceptara. Es más, me dijo que de esa manera podríamos tener el dinero no solo para ropa, sino para otras cosas de las que carecíamos. Y acepté... Nunca olvidaré la noche de ese horrible suceso. ¡Fue el peor momento de mi vida! Mi cuerpo me quedó dolorido, pero mi alma quedó ensangrentada y llorando... Clamando que todo fuera tan solo un feo sueño... una pesadilla, pero no fue así. Los siguientes días fueron peores. Continué haciéndolo una y otra vez, y comencé a descuidar mi arreglo personal. Mi madre me pedía que me bañara, no
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
49
teniendo en cuenta que aunque me bañara mil veces, yo seguía sintiéndome sucia. Además, la idea de tener ropa nueva no me causaba alegría, ni motivación alguna. Pero en fin, mi vida continuó así, día tras día... Después del Sr. Pineda vinieron otros y otros. En un abrir y cerrar de ojos me había convertido en una prostituta de profesión. Todo por aceptar los consejos de mi madre... ¡Los consejos de la mujer que me dio la vida! Sin embargo, la necesidad económica comenzó a taladrar mi mente y, de pronto, ya no podía vivir con poco dinero ni con carencias. Al final, ¡la ambición terminó por convencerme! Pasó el tiempo y conocí a un hombre maravilloso. Él era casado, pero a mí eso no me importaba. Era tierno, guapo, amable. Me trataba como una mujer decente. Yo estaba loca por él, pero nadie lo sabía. Pasaron los meses hasta que un día desapareció de mi vida y nunca más lo volví a ver. No obstante, ese hombre me dejó “un regalo”. Me enteré que estaba embarazada de él, y como todavía me sentía muy enamorada, acepté “este regalo” con gran alegría. Mi madre me regañó y se burló, diciéndome: “¡Mira la romántica!”. Sin embargo, aceptó ayudarme con la niña, pero con la condición de que no tuviera más hijos. Ambas cumplimos nuestras promesas. Mi madre me ayudó a criar a mi niña mientras yo continuaba en mi “profesión”. Luego, cuando mi hija creció, tuve que mentirle sobre mi trabajo pues me daba mucha vergüenza que se enterara de lo que hacía.
50 CARY P PA ALMÓN •
Le dije que era enfermera. Ella no debía nunca enterarse del verdadero oficio al que me dedicaba. Al cumplir los quince años, ¡mi hija ya era una mujer muy hermosa! Entonces un día, de repente, mi hija se me enfrentó y me preguntó si yo era una prostituta. El cielo me cayó encima y quise desaparecer del mundo al escuchar esas palabras saliendo de su boca. Con intenso dolor le pregunté: “¿Quién te dijo semejante cosa?”. Ella respondió que fue su abuela, que ella le había contado lo que yo hacía para que no nos faltara nada. Y lo que es peor, mi madre además le había dicho que ya yo estaba vieja y que era tiempo de que ella, mi hija, me ayudara a traer el dinero a la casa de la misma manera en que lo hacía yo. No soporté que mi hija supiera esa verdad, ni lo que mi madre le había insinuado que hiciera ella también. Comencé a gritar y a llorar. Mi madre salió de su habitación para saber lo que sucedía. Tuvimos una pelea terrible y le dije que no iba a arruinar la vida de mi hija como lo hizo conmigo, porque esa niña se merecía algo mejor. Así que le pedí a mamá que se fuera de mi casa porque no iba a permitir que también destruyera la vida de mi hija. Entonces, para mi sorpresa, mi hija se puso a favor de mi madre y me gritó: “¡Si mi abuela se va, yo también me voy!”. No se puede imaginar el dolor que sentí al ver que mi hija estaba en mi contra y convencida de las ideas de mi madre.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
51
Después de esa pelea, he resuelto cambiar mi estilo de vida. Mi madre y mi hija están conmigo en la casa y yo necesito proveer para nuestros nuestros gastos, pero no sé qué hacer ni cómo hacerlo... Gracias por su tiempo, espero su respuesta.
Después de leer la carta de María Soledad me sentí apenada y a la vez indignada de que hubiera madres capaces de llevar a sus hijas por un camino así. Como cada vez que respondo estos interrogantes de la vida, le pedí a Dios su dirección para responderle a María Soledad y esto fue lo que le dije... Estimada María Soledad: Soledad:
Ante todo, debo felicitarte por tomar la decisión de salir de ese estilo de vida y de vivir decentemente. ¡No te desanimes en tu intento! Estás tomando una Buena decisión y, sobre todo, honrosa. Así demuestras tu deseo de cambiar el curso de tu vida. Con respecto a tu hija, opino que la mala influencia de tu madre y su apego hacia ella la ponen en peligro de seguir por el mismo camino al que te llevó tu madre. Necesitas la ayuda de Dios para cambiar el rumbo de tu vida y, sobre todo, el de la vida de tu hija antes que sea demasiado tarde. Lo primero es tener fe en Dios, lo segundo es poner en acción esa fe... déjame explicarte: Tanto tu hija como tú necesitan buenos mentores en sus vidas que les enseñen y les ayuden a vivir una vida honrada; una vida con
52 CARY P PA ALMÓN •
los valores morales que solo Dios puede enseñarles a través de su Palabra. Por lo tanto, te sugiero que busques una Buena iglesia cristiana en la cual les enseñen la Palabra de Dios y en la que tu hija pueda reunirse con jóvenes decentes que la animen a vivir una vida diferente. Allí, en la iglesia, tu hija tendrá la oportunidad de ver la diferencia entre lo que conoce y el comportamiento de un hijo de Dios. El mismo grupo la puede ayudar a cambiar sus patrones de conducta. Tengo que aclararte que lo único que cambia en realidad a una persona es un verdadero encuentro con Jesucristo como Salvador de nuestras vidas. Cuando esto ocurre, comienza la transformación dentro de nuestro corazón, y nuestra conciencia empieza a funcionar como es debido, indicándonos el camino a seguir. Por lo que puedo deducir de tu carta, tú aún no has tenido ese encuentro con Cristo, pero debes empezar por allí. Entonces, desaparecerá ese sentimiento de suciedad, de estar manchada. Todos nos hemos sentido así, hasta el día en que Cristo nos limpió con su sangre divina. Espero recibir noticias tuyas y de tu hija en las que me cuentes que Jesús ya es el Señor de tu vida y que ambas han empezado su proceso de transformación para vivir una vida libre, honrada y feliz.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
53
Dios dice...
Aunque vivimos en tiempos donde existe una gran carencia de santidad en el aspecto sexual por parte de la gente, esto no quiere decir que tenemos el permiso de Dios para practicar la fornicación y la prostitución. ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 1 Corintios Corintios 6:9-10
La persona que ha estado acostumbrada a ganarse la vida en esta forma, tiene temores en cuanto a su habilidad de poder ganarse la vida de forma honrada. Jesucristo nos enseña que Él se encargará de suplir nuestras necesidades (lee Mateo 6:25-34). Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. Isaías 41:13
A pesar de todo lo que haya sucedido en sus vidas, Dios nos dice que cuando una persona se arrepiente y viene a Cristo, todo su pasado dejó de existir y ahora es una nueva criatura. Los que vienen de un pasado tortuoso deben concentrarse y meditar en que son una nueva criatura en Cristo.
54 CARY P PA ALMÓN •
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17
CAPÍTULO
5
Abel Abelaardo Polos opuestos
E
staba en el set de televisión, lista y esperando la cuenta regresiva para comenzar a grabar uno de los diversos programas de “Minuto
Final”.
Como siempre, en el estudio había un alto nivel de tensión, pero también de concentración de todos los involucrados. Este es un trabajo que requiere cuidar muchos detalles y cada uno de ellos no solo tiene que estar perfecto, sino también trabajado de manera artística. Debe haber una buena coordinación entre los aspectos como la iluminación, il uminación, el sonido, las cámaras, etc. Mientras esto ocurría, yo estaba sentada en mi lugar frente a las cámaras, esperando con paciencia mi participación. Entonces, de pronto, se 55
56 CARY P PA ALMÓN •
encendieron los reflectores, y debido a la luz tan intensa, tuve que cerrar los ojos con rapidez. Más allá de mi reacción física al hecho de la luz, algo me impresionó de este suceso. Me di cuenta cómo la iluminación disipaba todas las sombras logrando que todas las partes que eran oscuras estuvieran resplandeciendo por la luz. Mientras meditaba en ese contraste entre la luz y la oscuridad, a lo lejos escuché la voz del director que trataba de captar mi atención dándome indicaciones. Se trataba de la clásica voz de advertencia del coordinador de piso que comenzaba con la rutina de producción diciendo a viva voz: “¿Atenta, Cary?”. A lo que asentí con la cabeza, para que diera inicio al rodaje. “Cinco, cuatro, tres, dos, uno... cero... ¡Acción!” Lo curioso fue que, el tema que comencé a grabar, se refería a la oscuridad del alma de Abelardo. Una oscuridad que no solo fue capaz de engendrar los peores sentimientos de su corazón, sino también de llevarlo a resolver sus propios asuntos de la peor forma: con la mismísima muerte... m uerte... Recibí su carta entre las muchas cartas de cada día. La de Abelardo, en cambio, fue la que me impactó en gran medida. Estoy segura que cuando la leas te quedarás impresionado también. Su triste e impresionante carta comenzaba así:
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
57
Estimada Cary:
Permítame presentarme... Soy Abelardo, pero no le voy a dar mi apellido, pues prefiero mantenerme en el anonimato. Vivo en una provincia muy alejada de la capital en mi país. Allí le damos mucha importancia a los terrenos que poseemos, debido a que para nosotros eso es vida. De allí comemos y allí vivimos, pues como campesinos sabemos que mientras más tierra poseamos, obtendremos más ingresos. Lo lamentable es que existen también las disputas de terrenos en las que, incluso para evitar perderlos, se puede llegar hasta a matar. Es triste, pero este es el contexto de mi situación. s ituación. Resulta que tengo unos primos que se apropiaron del terreno que tenía nuestra familia, aprovechándose de ciertos viajes que mi hermano y yo tuvimos que realizar. Déjeme explicarle que mi hermano Gregorio y yo nos enteramos de que los primos habían “pagado por lo bajo” y registraron la tierra a nombre de ellos. ¡Nos habían robado nuestra propiedad! Sabíamos que ellos eran seis y nosotros solo éramos dos, y que estos ladrones eran capaces de matarnos con tal de quedarse con la tierra. La cólera nos invadió hasta el punto de perder el buen juicio. Gregorio y yo decidimos pelear en su contra, pero no utilizando la ley, sino que para enfrentarlos recurrimos a la brujería. Visitamos al brujo más poderoso de la zona donde vivimos y le explicamos la situación y cómo queríamos solucionarla.
58 CARY P PA ALMÓN •
El brujo nos advirtió que estábamos entrando “en un terreno inimaginable”, con fuerzas oscuras que no solo podrían afectarnos a nosotros, sino también a otros. Sin embargo, a pesar de sus advertencias, Gregorio y yo decidimos proseguir. El brujo nos preguntó qué era lo que deseábamos. Entonces nuestra respuesta fue: “¡Muerte para todos ellos!”. Aun así, deseábamos que la muerte fuera de una forma en la que no nos responsabilizaran. responsabilizaran. El brujo dijo que él sembraría una semilla de odio entre ellos hasta el punto de confundirse, odiarse y matarse. Luego, nos advirtió que este hechizo también podría afectarnos y, que en ese caso, ya no podría ayudarnos. Estábamos tan llenos de odio por los primos que no pensamos en lo que decía el brujo: “Que nuestra sangre también se mancharía”. El brujo cumplió su trato y le pagamos muy bien por ese trabajito... Y así fue que poco después comenzó una ola de violencia entre los primos. Todos se acusaban, empezaron a pelearse entre hermanos y entre las esposas de ellos. Entonces, no pasó mucho tiempo para que empezaran a morir. Eso desencadenó más odio que, para nuestra desgracia, trascendió a toda la familia, pues hasta llegaron al extremo de mandar a matar a mi hermana y a mis sobrinos. Luego, dos de los primos que quedaban vivos atacaron a Gregorio a puñaladas y lo dejaron moribundo. Cuando fui al hospital para ver a Gregorio, me contó que mataron a su mujer y sus hijos. También me dijo
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
59
cómo el demonio se había apoderado de todos ellos. Mi hermano murió esa noche. Enfurecido por completo, al salir del hospital compré un revólver y fui a buscarlos para matarlos, pero los muy cobardes, a pesar de emboscarme y dispararme, no me hirieron. Salieron corriendo y se perdieron entre la maleza, diciendo en voz alta que me matarían. Al día siguiente, fui en busca del brujo y le pedí que detuviera esta pesadilla. Él me dijo que ya era muy tarde, que no se podía parar, que el odio reclamaba sangre, y la sangre reclamaba muerte. Por lo tanto, el embrujo no cesaría hasta que yo muriera. Jugué con fuego y salí quemado. En la actualidad, vivo aterrorizado. La tierra se ha quedado sola, nadie la habita. Muchos le dicen “La tierra maldita”, y tienen razón. Yo no tengo descanso, no puedo ni dormir, no sé qué hacer... ¡He perdido tanto! Lo peor del caso es que no sé si Dios podrá perdonarme por todo lo que he desencadenado. No sé si Él pueda ayudarme a salir de este infierno.
Esta fue mi respuesta para Abelardo... Mi apreciado Abelardo:
Cuánto siento saber la situación en la que te encuentras! A pesar de todo, ¡Dios tiene un plan maravilloso para tu vida en este momento y entre sus planes está tu liberación total! La brujería, la curandería, las adivinaciones, los encantamientos y los hechizos son algunas de las
60 CARY P PA ALMÓN •
armas que utiliza el diablo para destruirnos. No obstante, desde el principio Dios nos dio instrucciones específicas en su Palabra acerca de que semejantes prácticas eran prohibidas por completo. Es más, las instrucciones terminaban con una maldición por realizar estos actos oscuros. Aun así, la brujería ha tomado cada vez más auge en los últimos años porque el hombre siente que hay un vacío en su ser. Es un vacío que solo Dios puede llenar, pero que el hombre, en su ignorancia, busca esta clase de conexión espiritual. Entonces, en vez de conectarse con Dios, con quien se conecta es con el diablo y su mundo espiritual. El resultado es terrible, porque una vez que comienza a involucrarse en el ocultismo, queda atrapado y se decreta una maldición no solo para él, sino también para su entorno, como te ha sucedido a ti. La gente pasa por alto que la brujería trae malos resultados, pues su acción es maligna y ata a las personas a cosas terribles. Por eso es que desprenderse de ellas no es fácil. La única forma de lograr una liberación completa empieza por dentro. Déjame explicártelo con otras palabras: Dios envoi a su Hijo único, Jesús, para reconciliarnos con Él. Por lo tanto, ¡Jesucristo vino a esta tierra con el propósito de pagar por nuestros pecados y liberar a todos los cautivos! Para recibir esta liberación tenemos que reconocer, en primer lugar, que somos pecadores. Luego, por fe, aceptar su sacrificio en la cruz y con esto recibir su perdón y la salvación de nuestras almas. Sucede que cuando reconocemos nuestra gran
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
61
necesidad de perdón y de ayuda por parte de Cristo, entonces Él nos da un nuevo corazón lleno de fe en Él y en su poder. Como resultado, pasamos del reino de las tinieblas al Reino de Dios donde Él nos cuida, nos protege y nos ama. No sé si ya has dado este primer paso de entregarle a Cristo tu corazón tal como te encuentras en este momento, con todo lo bueno y lo malo que hayas hecho. Este debe ser tu primer paso: Tienes que decider de todo corazón hacer una oración, pedirle perdón a Dios y entregarle tu vida, vida, si es que aún no lo has has hecho. Una vez que Cristo mora en ti, tienes el derecho espiritual a la protección de Dios, y recuerda que ninguna brujería puede venir contra ti. Debido a tu participación en la brujería, has cometido un pecado y necesitas pedirle perdón a Dios. Así que, en voz alta, declara que ahora mismo rompes toda atadura o puerta abierta que tienes debido a ese comportamiento. También declara que a partir de este momento le niegas al diablo todo acceso a tu vida y a la vida de tus hijos. Esto es muy importante para obtener la verdadera liberación. Luego, recibe las promesas de Dios en cuanto a la protección de esas oscuras prácticas. Espero que decidas seguir mis consejos y aceptes el regalo de Dios a fin de que te liberes de todo el mal que te está aconteciendo.
62 CARY P PA ALMÓN •
Dios dice...
Para ser más explícito y hablando en términos actuales he hecho la siguiente relación que muestra lo que Dios dice con respect a todas las prácticas oscurantistas: •
•
•
•
•
•
•
•
Los adivinos: Dicen predecir la fortuna, el amor, el futuro, etc. Incluye a los espiritistas, la ouija y todo tipo de cartas. Los agoreros: Los que leen o escuchan el horóscopo y la astrología. Los sortílegos: Los que adivinan o pronostican algo por medio de suertes supersticiosas o magias. Los hechiceros: Los que hacen tratos con los espíritus inmundos. Los encantadores: Los que practican el hipnotismo. Los clarividentes: Los que adivinan hechos futuros u ocurridos en otros lugares, y que practican la telepatía y el control mental. Los que consultan los muertos: Estos cultivan la necromancia mediante la adivinación por evocación de los muertos. Los médiums: Personas que se comunican con los espíritus.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
63
No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Deuteronomio 18:10-12
Dios insta a la persona a que tenga un arrepentimiento total y que se aleje para siempre de este tipo de relación y de vida. No solo perdona al individuo, sino que lo acepta como su hijo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me series hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. 2 Corintios 6:17-18
Es importante que la persona involucrada en cualquier tipo de magia destruya todos los artefactos que la conectaban con este pasado. Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Hechos 19:18-19
CAPÍTULO
6
Bernardo No la puedo olvidar
I
ba con mucha prisa, pues se me hacía tarde para llegar a la hora establecida por la autoridad carcelaria de la prisión de hombres que visitaba con frecuencia. Llevaba varios años trabajando en ese lugar como voluntaria. Allí pude conocer a muchas personas que jamás pensaron terminar cometiendo algún delito y que por sus hechos consumados tendrían que pagar con la privación de su libertad largos años de condena. Sin embargo, allí también pude ser testigo de impactantes cambios en la vida de muchos de ellos. La prisión es un lugar terrible e inhóspito. Todo es sombrío: los pisos, las paredes, las rejas. Es una atmósfera tan dura que el solo contacto con sus 65
66 CARY P PA ALMÓN •
ambientes produce dolor. Esa sensación y la carencia total de paz fue una de las cosas más impresionantes que vi cuando entré por primera vez a uno de estos centros penitenciarios. Un día, realizando una de mis acostumbradas visitas, recordé la historia de Bernardo que estuvo a punto de formar parte de este grupo de desafortunados y tuvo la oportunidad de librarse a tiempo. En su correo electrónico, me contó lo sucedido de esta manera... Señora Cary:
Soy un oyente de sus programas. Me gustan mucho y por eso sé que usted me puede ayudar. Estoy en un terrible dilema y lo triste es que estoy luchando contra mí mismo. Soy estudiante de programación en la Universidad. Me gusta también el deporte y juego fútbol con un grupo de amigos todos los fines de semana. Como deportista, frecuento el gimnasio y esto me permite lucir muy atlético y hace que se muy amistoso. Solo tengo veintitrés años. El asunto es que hace alrededor de un año y medio, doña Rosita y su esposo se mudaron a mi barrio. Ella es una señora joven y, a la verdad, muy guapa. Mis problemas empezaron cuando la conocí en persona.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
67
Ella y mi madre se hicieron amigas y, una tarde, doña Rosita le llevó una deliciosa torta a la casa. A los pocos días, mi mamá me pidió que le devolviera el recipiente de la torta. Así que fui a llevárselo y, al mirarla con más detenimiento, pude apreciar que era mucho más joven de lo que pensaba. Tal vez solo un par de años mayor que yo. Al entregarle la bandeja, ella me pidió que pasara a su casa y me comentó que se le había “quemado” una bombilla y no sabía cómo cambiarla. De inmediato, me ofrecí para ayudarla. Sin embargo, ella me convenció de que era mejor que regresara en la noche. Así que le pregunté si su esposo no estaría esa noche y ella me contó que él es camionero y que no regresaría en varios días. Sé que parece demasiado inocente, pero esa noche regresé para cambiar la dichosa bombilla. Al llegar, me abrió la puerta muy perfumada y vestida con un impactante atuendo de cama. Creo que no es necesario contarle en detalle lo que sucedió después. A diferencia de ella, yo era un joven inexperto. De modo que, a partir de ese día, una tremenda pasión se desencadenó en mí. Semana tras semana esperaba con ansias a que saliera el esposo, a fin de correr a sus brazos. Pensaba en ella de día y de noche... y poco a poco Rosita fue haciendo de mí lo que quería. En el fondo, yo sabía que estaba actuando mal. Aun así seguía haciéndolo. Cuando el esposo se ausentaba, la visitaba a diario y a escondidas. Entonces, un día, noté algo raro; algo que
68 CARY P PA ALMÓN •
me alarmó. Eran unas marcas de golpes en diferentes partes de su cuerpo. Al preguntarle la razón, me contó que su esposo era una persona iracunda y que la maltrataba muy a menudo. También me contó la razón que la llevó a casarse con él. Rosita me dijo que provenía de un hogar humilde y con muchas carencias, y que este hombre, su esposo, pasaba por su casa llevándole regalos hasta que un día la invitó a pasear en su camión. ca mión. Ella accedió y, al final, no solo la llevó de paseo, sino que la raptó y la trajo hasta la capital. Como resultado, se resignó a ser su mujer y así fue que se s e casaron. Con lágrimas en los ojos me dijo que no amaba a ese ogro y que, al conocerme, había descubierto lo que era el amor y que ya no soportaba más estar con él. Me contó, además, que su esposo se emborrachaba, se ponía violento y peleaba con ella. Incluso, la había amenazado con matarla si lo dejaba; y no solo a ella, sino también a la persona con la que lo traicionara. Mientras hablaba, sus sollozos eran cada vez más incontrolables. Como yo no sabía qué hacer, me sentí desesperado e impotente. Sin embargo, poco a poco se fue calmando, y entre suspiros y lágrimas, terminó por decirme que teníamos que pensar en un plan para “acabar con todo esto”, pues él jamás nos dejaría ser felices. Me di cuenta de lo que me quería decir, pues aunque no me lo decía abiertamente, me insinuaba que el camino que nos quedaba era eliminar al marido.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
69
A pesar de mi constitución atlética, al lado de ese hombre yo parecía un debilucho. ¡Así que no sabía qué hacer! La verdad era que me había vuelto un muñeco en los brazos de Rosita... y por eso empecé a temer convertirme en un asesino. Una noche, a la hora de comida, mi padre me preguntó si yo sabía cuál de los chicos del barrio estaba viendo a doña Rosita. El bocado se me atragantó y apenas pude contestarle que no tenía idea. Luego, le pedí que me dijera la razón de su pregunta. Mi padre me comentó que estando en el bar, se había encontrado con el esposo de Rosita, quien estaba muy tomado como siempre, y le dijo a mi papá que se había enterado que un chico del barrio entraba a su casa cuando él estaba de viaje. Entre otras cosas, mi padre de manera muy sutil y sabia me explicó que aunque él sabía que ese matrimonio no iba bien, también era cierto que algunas mujeres usan a los jóvenes inexpertos para que hagan lo que ellas no se atreverían a hacer. Además, me pidió que si conocía al muchacho en cuestión, le advirtiera que el marido era muy violento, y que si encontraba algo extraño, no dudaría en matarlo. Las sabias palabras de mi padre no dejaron de resonar en mis oídos: “Usan a los jóvenes inexpertos para que hagan lo que ellas no se atreverían a hacer”. Rosita me había insinuado con bastante claridad que lo único que quedaba era eliminar a su esposo. En ese momento, me di cuenta que me había metido en un tremendo lío...
70 CARY P PA ALMÓN •
Aunque ya he dejado de frecuentarla, Rosita me sigue buscando. Yo huyo de ella. Sé que el esposo está vigilante. He tratado de salir con otras chicas, pero no la puedo olvidar. Sigo pensando en ella. Sin embargo, también sé que si la vuelvo a ver, ese sentimiento desordenado puede llevarme a cometer un terrible error... Señora Cary, ¿qué debo hacer?
Mi respuesta para Bernardo no demoró... he aquí lo que le dije: Apreciado Bernardo: Bernardo:
Tu historia me recuerda mucho a la de Sansón y Dalila. Sansón era el hombre más fuerte que existió en su época, pero su gran debilidad fue Dalila. Ella era ambiciosa y formaba parte del pueblo enemigo. En verdad, no lo amaba y lo vendió a sus enemigos, quienes lo emboscaron, lo ataron, le sacaron los ojos y lo convirtieron en una bestia de trabajo. Incluso, un día lo sacaron para exhibirlo como trofeo y divertirse. Los enemigos de Sansón estaban eufóricos por su logro. No obstante, con una fuerza sobrenatural, Sansón empujó las columnas donde descansaba la casa donde estaban todos reunidos y destruyó el lugar, matando a sus enemigos, pero perdiendo su vida al mismo tiempo. Sansón era joven y murió a causa de su debilidad por Dalila. En cuanto a Rosita, lo lamentable es que se trata de una mala persona que no tiene reparos en pedirte que elimines a su esposo. ¡No te ama! Solo te quiere utilizar. ¿Cómo puedes sentir amor hacia ella? Lo que te ocurre es que el enemigo te está tentando para que caigas en
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
71
su trampa y así destruir tu vida. ¡Ten cuidado, corre, huye! Creo que Dios, en su infinita misericordia, puso a tu padre en medio de esta situación para salvar tu vida. ¡Nadie sabe lo que hubiera ocurrido si este hombre los encuentra juntos en su casa! Es muy interesante saber que la Biblia nos enseña que cuando nos tientan en el aspecto sexual, la instrucción que se nos da es la de huir, no es hacernos los valientes enfrentándonos a la situación... ¡No! La Biblia es muy clara al decirnos que debemos de huir. Esto no es un acto de cobardía. En cambio, se require de mucho valor para darle las espaldas a la tentación y caminar en sentido contrario. Todos tenemos un enemigo: el diablo. Su propósito es matar, hurtar y destruir. Para eso usa la tentación del mismo modo que nosotros usamos una carnada para pescar... ¡El diablo hasta intentó tentar a Jesucristo! Y si trató de tentarlo a Él, es de esperarse que trate de tentarte a ti también. Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer cuando llega la tentación? A través del ejemplo de Jesucristo, la Biblia nos enseña muy bien lo que debemos hacer. Él enfrentó las tentaciones usando la Palabra de Dios. Al enfrentar una tentación, lo primero que debes hacer es averiguar con exactitud lo que Dios dice acerca de la misma y aplicar su Palabra a tus circunstancias.
72 CARY P PA ALMÓN •
Te daré un ejemplo. Si la tentación es de robar, tú declaras: “¡No robaré!”. No solo debes hacer la declaración en forma verbal, sino que también debes tomar la decisión en tu fuero interno de que no robarás y, a partir de ese momento, te atendrás a dicha decisión. Decláralo con firmeza para que el diablo sepa que tú conoces lo que está mal y que no vas a violar la Palabra de Dios. Al igual que el diablo huyó de Jesús, de la misma manera huirá de ti. Al final, cesará la tentación. El enemigo no quiere que sepas que toda acción, ya sea buena o mala, traerá una consecuencia. Por ejemplo, después que la persona alcohólica se pase toda una vida bebiendo, comenzará a tener serios problemas de salud. Esto puede llegar al extreme de terminar con una enfermedad mortal como consecuencia de actuar en contra de lo que establece la Palabra de Dios con relación a cuidar nuestros cuerpos y a no participar en nada que los destruya. Tienes que saber que el propósito de la tentación es hacerte caer con el fin de destruir tu vida. La Palabra de Dios tiene gran poder. Por lo tanto, si decides someterte a ella y aplicarla en tu vida personal, triunfarás sobre la tentación. Cuando Jesucristo fue tentado, no trató de dialogar con el enemigo, sino que le dijo con exactitud que no tenía lugar en su vida. Entonces, utilizó la Palabra de Dios a fin de de terminar con la tentación.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
73
No te sientas mal. Te están tentando y todos pasamos por situaciones semejantes. Así que ejercita la sabiduría y utiliza la Palabra de Dios para escapar del lazo destructor. Dios está de tu lado para ayudarte. Haz lo mismo que Jesús y utiliza la Palabra de Dios para derrotar esta tentación declarando lo que Dios dice: “¡No cometeré adulterio!”.
74 CARY P PA ALMÓN •
Dios dice...
El adulterio es el acto sexual de una persona casada con otra, ya sea que esta sea casada también o no. Sin embargo, Jesucristo nos enseña en Mateo 5:27-30 que con solo mirar a una mujer para codiciarla, ya se considera aadulterio dulterio en el corazón. No cometerás adulterio. adulterio. Éxodo 20:14
David fue tentado cuando vio a Betsabé bañándose y se despertó en él la lascivia. Entonces, en vez de huir de la tentación, se entregó a ella y cometió adulterio. Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. 2 Samuel 11:2-3 11:2-3
La mejor forma de superar este tipo de tentación es huyendo de la persona y separándose físicamente de su derredor y de cualquier tipo de contacto con la misma. Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
75
El rey David cometió adulterio y Dios lo perdonó. Él describe el alivio y el gozo que recibió cuando confesó su pecado y recibió el perdón de Dios. De esta misma manera, Dios perdonará a todo el que se arrepienta de su maldad. (Lee el Salmo Sa lmo 51:1-17). Bienaventurado aquel cuya transgression ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. Salmo 32:1-2
La Biblia narra el caso de una mujer que fue sorprendida en el pleno acto del adulterio. Según la ley de Moisés, a esta la debían apedrear. A pesar de eso, Jesucristo le demostró su perdón y que no hay condenación para los que están arrepentidos de verdad, no sin antes exhortarla a que no volviera a cometer tal acción. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Juan Juan 8:10-11
CAPÍTULO
7
Raúl Mi único hijo... mi consentido
E
ra fin de semana, y sobre mi escritorio estaba la montaña de papeles que se había acumulado por largo tiempo y necesitaba que la archivara como era debido. Así que, con ánimos encontrados, entre querer hacerlo o posponerlo, opté por lo primero. En cuanto levanté unas cuantas hojas, descubrí la foto de mi padre que, por alguna razón, la había dejado allí. La elevé frente a mí y casi de inmediato me invadió una profunda nostalgia. De pronto, muchos pensamientos vinieron a mi mente, en especial las palabras que solía decirme cuando apenas yo tenía cinco o seis años de edad. Él me decía: “Esta 77
78 CARY P PA ALMÓN •
es mi hija, Cary, en la cual tengo puestas todas mis esperanzas”. Recordé que cuando me decía esto, yo sonreía ilusionada aceptando sud eclaración y, en la inocencia de mi niñez, estaba segura de que sería tal como lo decía. A medida que iba creciendo y le escuchaba decirme las mismas palabras, ya no sonreía igual porque pensaba: ¿Cuáles serán estas esperanzas? ¿Las podré llevar a cabo? Lo lamentable fue que mi padre murió cuando yo solo tenía quince años de edad y me quedé con el gran interrogante de saber cuáles eran esas esperanzas que tenía puestas en mí. A pesar de que han pasado tantos años desde su muerte, siempre lo recuerdo y entre esos recuerdos, tengo un lugar especial en mi corazón para aquella declaración que siempre solía expresar. Guardé la foto donde debía y comencé a revisar las últimas cartas del día. Así que, a pesar de que era fin de semana, empecé a trabajar en las respuestas a los correos electrónicos que me llegan, dado que el dolor de las personas no tiene horario de oficina. Por el contrario, se presenta cada vez que puede. La trágica historia de Raúl me rasgó el corazón por el dolor que transmitían sus palabras. Un dolor que, como él decía, le hacía sentir que estaba viviendo en el mismo purgatorio de Dante.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
79
Su carta era clara y contundente. Decía: Mi apreciada señora Cary:
Espero que cuando reciba mi carta se encuentre gozando de buena salud y en compañía de su familia. Permítame distraerla un poco de sus valiosas ocupaciones para contarle mi situación, esperando que tal vez me pueda ayudar, no solo a mí, sino también a mi esposa. Tengo veintitrés años de casado y mi único hijo, Daniel, tenía diecinueve años cuando empezó nuestro tormento. A Daniel, como hijo único, lo consentíamos en todo. Y no solo lo consentíamos, sino que mi esposa y yo nos disputábamos su atención. Nos esforzamos para que estudiara en los mejores colegios. Luego, cuando estuvo listo para entrar en la universidad, mi esposa me dijo que Daniel le había pedido tomar un año de descanso antes de comenzar los estudios superiores. ¡Me opuse de manera rotunda a esa decisión y protesté! Así que le dije que debía estudiar porque no deseaba que estuviera un año sin hacer nada. Sin embargo, mi protesta fue en vano, pues mi esposa y él ya se habían puesto de acuerdo en que permaneciera un año sin estudiar. Durante ese tiempo, comencé a observar que mi hijo consentido andaba con otros muchachos hasta muy tarde en las noches. Sospechaba que se iban de parranda. Mi esposa me insistía que eran solo ideas mías porque Daniel era buen chico y que yo era
80 CARY P PA ALMÓN •
demasiado estricto. Mis últimas palabras sobre este asunto se las dirigí a mi esposa. Le dije: “Si el chico se desvía del buen camino, la responsabilidad será tuya”. Como le decía, de una manera inexplicable o quizá por intuición de padre, supe que había un problema con Daniel, que le habíamos dado mucha libertad. Con el paso del tiempo, ya había perdido toda autoridad en el hogar, pues él hacía lo que quería y regresaba a la hora que se le antojaba. Lo que más pena me daba era que su madre lo apoyaba en todo. Incluso, le daba dinero para que se divirtiera. En resumen, un desastre total. Una tarde recibí una llamada del hospital. Me informaron que a mi hijo lo habían ingresado y que necesitaban mi presencia con urgencia. Maya, mi esposa, y yo fuimos deprisa para saber lo que había sucedido y los médicos nos explicaron que nuestro hijo estaba grave debido a una sobredosis de drogas. Nos explicaron que, por sus síntomas, el muchacho ya venía drogándose desde hacía mucho tiempo, y que si se salvaba de esta situación podría quedar en estado vegetativo. Se me cayó el mundo. No sabía qué hacer... solo cuidarlo. Y así comenzamos nuestra vigilia en el hospital. No nos separábamos de su lado. Yo quería llevarlo a otro hospital, tal vez hasta fuera del país, a fin de que lo trataran los mejores médicos. No obstante, los medicos que lo estaban atendiendo insistían en que no se le podía trasladar porque su cerebro estaba muy dañado y que, de hacerlo, existía la posibilidad que tuviera un paro respiratorio y falleciera.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
81
Pasaron los días y las noches. Mi esposa y yo seguíamos en vela, cuidándolo, atentos a su respiración, pero lo triste es que una de esas noches nuestro hijo falleció. Pienso que tal vez fuera lo mejor porque, como ya le expliqué, los médicos opinaban que si sobrevivía quedaría en estado vegetativo. Después del entierro, empezó el martirio. Ni Maya ni yo podíamos mirarnos a la cara. Las noches eran largas, no teníamos deseos de hablar, ni siquiera de pelear... estábamos destruidos. Al cabo de un tiempo, Maya me confesó que se sentía muy culpable de la muerte de nuestro hijo porque desde pequeño sentía celos por mí debido a mi relación con él. Daniel y yo pasábamos buenos tiempos estudiando o jugando a la pelota, y ella sentía que no tenía cabida entre nosotros. En su egoísmo, y “para atraerlo” a ella, quiso complacerlo en todo y así ganarse su amor y su atención. Maya me dijo que sentía tanto cargo de conciencia que necesitaba irse de la casa. Me dijo que se debía al dolor de haber perdido a nuestro hijo y al sentimiento de culpa que llevaba. Traté de disuadirla de ese empeño, pero no hubo forma... se fue. Ahora me he quedado solo, sin mi hijo y sin mi esposa. Maya se encuentra en un terrible estado depresivo y yo voy por el mismo camino. No sé qué hacer, por eso le escribo esta carta, a fin de que me ilumine y me ayude a rescatar lo único que me queda en el mundo: Mi esposa. Incluso, temo por su vida.
82 CARY P PA ALMÓN •
Gracias por su atención, esperaré con ansias su respuesta.
Una vez más le pedí a Dios sabiduría y compasión para responderle, pensando en el dolor de su alma al perder su hijo único. Esta fue mi respuesta: Querido Raúl:
¡Cuánto lamento la pérdida de tu hijo! ¡Estaré pidiéndole a Dios que les dé a ti y tu esposa el Consuelo que solo Él puede ofrecer! En cuanto a lo que me cuentas sobre tu esposa, Maya, es comprensible que se sienta destruida por completo debido a los sentimientos de culpabilidad que la agobian. Sin embargo, los momentos de dolor que estás atravesando son una buena oportunidad para acercarte a Dios y pedirle su perdón. Él nos perdona por todos nuestros errores, sin importar lo grandes o lo pequeños que sean. Por lo que dices, puedo apreciar que tú también te sientes culpable por la muerte de tu hijo. De modo que,al igual que tu esposa, también necesitas perdonarte por lo sucedido. Si no te perdonas, vas a comenzar a desarrollar un odio contra ti mismo que sería suficiente para destruirte y encadenarte en un abismo de amargura. ¡Dios quiere cambiar tu vida y la de tu esposa si tú se lo permites! Permíteme contarte algo personal que oscureció mi vida por largos años. Un dolor indescriptible que me acompañaba a cualquier parte que iba. Algo que Dios,
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
83
en solo un segundo, lo transformó cuando entendí cómo hacerlo. Lo que sucedió fue algo indescriptible. Un evento que parecía sacado de una saga de terror. El hecho fue que una persona, amiga de la familia, de una forma sangrienta, desleal e inexplicable, fue responsible del asesinato de mi padre. Así que yo... no lo podia perdonar. ¡Este hecho me esclavizó! Desde aquel lamentable incidente, los años transcurrían sin que pudiera borrar de mi mente y de mi corazón los terribles recuerdos que me aprisionaban. Al contrario, me acostumbré a vivir con un odio y un dolor que hicieron de mi vida un desastre. Las cosas llegaron a tal extremo que mi matrimonio terminó en el divorcio que me dejó con una nueva dosis de dolor al tener que criar sola por completo a mis hijos pequeños. Sin embargo, un día conocí a una señora que me invitó a una reunión. Allí en esa reunión encontré algo que hizo que cambiara mi vida. En este lugar, sentí por primera vez la presencia de Dios que hablaba a mi corazón diciéndome que yo no lo amaba. Sabía que era cierto, pero nunca le había prestado importancia a esto hasta ese momento en que de pronto mis ojos se enfocaron en las páginas abiertas de una Biblia donde pude leer unas palabras que impactaron mi corazón. Aquel texto decía: “Acéptame como tu Salvador y Rey, y tú y tu casa serán salvos”. Ese día decidí entregarle mi corazón a Jesucristo y supe que mi vida sería
84 CARY P PA ALMÓN •
diferente porque Él me amaba, me perdonaba y me protegería. Según pasaban los días, había una parte de mi corazón que todavía me dolía. Era la parte donde se albergaba ese terrible odio contra el hombre causante de la muerte de mi padre, la única parte de mi ser que no le había entregado a Dios. El dolor era muy grande, pero mayor aun es Dios que me ayudó a perdonar a ese hombre y a todos los que me habían herido. Fue en cuestión de un segundo que todo el dolor pasó a la historia. El tiempo ha transcurrido y ahora veo a muchas personas que sienten que ya no pueden más, como es tu caso. Así que déjame decirte lo siguiente: Jesucristo hizo un cambio en mi vida y lo quiere hacer también en la tuya. Entrégale tu corazón y todo tu dolor a su voluntad. Deja que Él te perdone y te libere. Él está de tu lado para salvarte y rescatarte, pero no puede hacerlo si tú no lo consientes. Mi oración es que Dios te ayude a perdonarte y a restaurar tu vida con Él. Aunque te parezca increíble, en estos momentos Dios va a socorrerlos a ti y a tu esposa para que puedan recibir el consuelo y la restauración que solo Él puede ofrecer. Espera que Dios haga un milagro en tu vida... ¡y recíbelo con fe.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
85
Dios dice...
El perdón es la clave esencial para vivir una vida victoriosa. No solo debemos perdonar a los que nos han herido, sino también necesitamos perdonarnos a nosotros mismos de todos los errors que hemos cometido en nuestra vida. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32 4:32
Para todos los que han perdido un ser querido, tenemos la gran esperanza de reunirnos con ellos en un futuro. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 1 Tesalonicenses 4:13-14 4:13-14
Solo el Espíritu Santo puede consolar nuestros corazones de sufrimientos tales como la pérdida de un ser querido. Este es uno de los nombres que describe su función: el Consolador. Y si aceptamos su ayuda, Él nos restaurará. Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Salmo 147:3
CAPÍTULO
8
Romina Fue por lana y salió trasquilada
S
e trata de una de las noches más largas que recuerdo. Mi hija, Patricia, y yo íbamos conduciendo toda la noche para llegar por fin al hospital donde Liza, mi hija mayor, estaba en plena labor de parto para traer al mundo a su segundo hijo. Patricia y yo estábamos extenuadas, pues la fuerte tormenta de nieve de mediados de febrero que había batido todos los récords de intensidad de los últimos cinco años nos tenía preocupadas. Conducir en esas circunstancias hizo que mi adrenalina se mantuviera al tope, pues requería de 87
88 CARY P PA ALMÓN •
una extrema y aguda concentración para conducir el vehículo sin percances. A pesar de lo difícil del clima, nos animábamos la una a la otra con la ilusión de ver a este bebé que ya imaginábamos y amábamos intensamente aun antes de nacer. Traté de entretener a Patricia con el propósito de minimizer el efecto de la tensión y pensé que sería bueno aprovechar el trayecto para contarle mis vivencias acerca de su nacimiento. Le conté de la felicidad tan enorme que es ser madre. Le hablé de la alegría que es tener una nueva vida en los brazos y el amor espontáneo y grande que nace por una criaturita tan especial que es un regalo de Dios. El entretenimiento dio resultados y, sin darnos cuenta, habíamos llegado al hospital. Aunque tuvimos que esperar por horas el alumbramiento, horas que se nos hicieron interminables, de pronto pudimos escuchar el llanto del bebé anunciando su llegada al mundo. Después de un poco más de tiempo de espera, el médico nos dijo que podíamos pasar a ver a Liza y su bebé. La emoción de ver a mi nuevo nieto fue indescriptible. Saber que mi propia vida se extendía en esa vida. Entonces, en ese instante, una imagen vino a mi mente. No pude detenerla. Se trataba de Romina, una televidente de mi programa “Minuto Final” que, en su carta, me contaba que también fue a
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
89
ser madre. Sin embargo, lo lamentable fue que hubo las alegrías que vivíamos nosotras, sino que, por el contrario, el desenlace de su embarazo se convirtió en una trágica circunstancia de su vida. Romina me escribió como sigue: Sra. Cary:
Soy una más de sus tantas admiradoras, pues nunca me pierdo sus programas. Mi nombre es Romina y tengo veinticuatro años. Mi infancia y parte de mi juventud las viví en un barrio muy pobre. Siempre estuve deseando tener las cosas que toda niña, y después una adolescente, anhela poseer. En cambio, eso fue algo que nunca pudo suceder, pues yo carecía de todo y parecía no poder nunca escapar de ese círculo de pobreza. Cierto día, me encontré con María, una de mis mejores amigas del barrio. Para mi sorpresa, ella estaba vestida de manera elegante, con zapatos y cartera muy a la moda. Su corte de cabello y el cuidado de sus manos hacían notar que frecuentaba algún salón de belleza para verse regia. En fin, su transformación era total. Bromeé con ella preguntándole si se había sacado la lotería. Ante esta insinuación, ella me respondió que no y me invitó a cenar. Pasamos juntas un lindo rato riéndonos de cada recuerdo y muy contentas de volver a vernos. Durante la cena, María me habló de Elvira, una amiga en común con la que crecimos juntas en el barrio y que era tan pobre como nosotras. Me contó que ella había
90 CARY P PA ALMÓN •
conocido a un famoso jugador de fútbol y que, por amor, él le había regalado una hermosa casa en un barrio de clase alta. Además, me dijo que por medio de ella, también había conocido a un compañero de su equipo que se había prendado de ella y que ahora la tenía como una princesa. Incluso, le compraba todo y la consentía mucho. En medio de la larga conversación, y al notar que yo no podía salir de la situación de pobreza en la que vivía, María me convenció para presentarme a un futbolista. Se trataba de un amigo de ellos que siempre asistía solo a sus reuniones porque no tenía pareja (o quizá porque no era apuesto para nada). Me prometió organizar una salida con él para presentármelo. También me prometió que ella misma se iba a encargar de mi arreglo personal para ese día y que iba a lucir impresionante para que este muchacho se fijara en mí. Entonces, me dijo que tenía que ser muy coqueta con él para atraerlo y que ese hombre podía ser mi futuro. Sin embargo, allí no acababan sus planes. María llegó más lejos y pensó en toda una estrategia para enamorarlo y convertirme en su pareja. De esa manera, saldría embarazada y lo comprometería de tal forma que, si no salían bien las cosas con él y yo tampoco conseguía enamorarme, podría separarme y quedar asegurada con una muy buena cantidad de dinero para mí y para el bebé. Me reí de las locuras de mi amiga imaginando esa posibilidad. María, en cambio, estaba decidida de
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
91
verdad e hicimos todo lo planeado para que yo lo conociera. Cuando me lo presentaron, comprendí por qué estaba soltero, puesto que a nadie le resultaría fácil enamorarse de una persona como esa. El hombre no era agraciado para nada. Por el contrario, hasta me pareció desagradable. Aun así, tenía dinero y eso era lo único que me importaba: Imitar a mis amigas y tener la oportunidad de salir para siempre de la pobreza. Siguiendo las instrucciones de María, y a pesar que no fue tan fácil, al final conquisté a Genaro que terminó pidiéndome que me fuera a vivir con él. Al poco tiempo, quedé embarazada. El día que se lo dije fue terrible, pues al final se manifestó el hecho de que no lo conocía en realidad. En cuanto se lo dije, se molestó mucho y me insultó de manera espantosa. María y yo no habíamos pensado en la reacción tan brutal que él tendría ni el modo en que me pidió que abortara. Aparte de insultarme y reírse de mí a carcajadas cuando le sugerí que nos casáramos, me dijo que de ninguna manera se casaría porque se lo impedía el contrato con el club europeo con el que había firmado. Así que de la manera más brutal me preguntó cuánto quería por hacerme un aborto. Me trató peor que a una prostituta. Fue humillante que me trataran como a una cualquiera. Sin embargo, en lo único que yo pensaba era en mis sueños de una vida mejor. Por lo tanto, le pedí una importante suma de dólares para asegurar mi futuro. A los pocos días, busqué una clínica donde hacían este tipo de procedimientos y aborté, tal y como
92 CARY P PA ALMÓN •
habíamos quedado. Una semana más tarde fui a buscarlo para ver cómo concretábamos nuestro trato, pero el hombre se había esfumado. Se había ido de viaje y no recibí de él ni un centavo. ¡Fui por lana y salí trasquilada! Me encontraba en estado de choque cuando sucedió todo esto. No podía pensar en nada, sino en la rabia y la frustración que sentía por sentirme burlada. No obstante, cuando reaccioné por fin, tuve que afrontar el hecho de que además de todo lo que me dijo Genaro, en realidad era una asesina que mató a su propio hijo por dinero. Me sentí asqueada de mí misma. Me había portado como una prostituta y, encima de eso, no solo era una asesina ante la sociedad, sino que también lo era delante de Dios. En ese momento, lloré de rabia al recordar los planes que hice con mi amiga, pensando que éramos muy inteligentes, cuando en realidad todo terminó peor que en una mala telenovela. Para colmo de males, subestimamos a Genaro, que no era ningún tonto, y no tenía escrúpulos para deshacerse de lo que le impidiera cumplir sus sueños. Señora Cary, ahora tengo un gran remordimiento que no me deja vivir tranquila, me siento sucia y miserable. Tengo secuelas en mi salud emocional y también en mi salud física por el aborto. Ni siquiera sé si podré llegar a ser madre alguna vez por las consecuencias. Creo que mi vida se ha truncado más de lo que ya estaba y no me puedo perdonar por lo que
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
93
hice. Aunque pienso que no tengo el perdón de Dios, le pido por favor que me ayude.
Entristecida por semejante historia, le respondí así: Querida Romina:
Me ha conmovido el dolor que se aprecia en tu carta. La ambición por salir de la pobreza te llevó a extremos impensables y terminaste, según tus propias palabras, como asesina de tu propio hijo. Ahora, luchas con sentimientos tan terribles como la culpabilidad, el arrepentimiento y, además, el dolor de saber que ese hombre te t e utilizó también. Lo triste es que, el problema del aborto, trae implicaciones que casi siempre permanecen durante toda la vida. He conocido mujeres que aún pasados cuarenta años de haber abortado, no se han podido perdonar por lo que hicieron. Después de haber cometido un crimen, la voz de la conciencia no cesa de acusar. En muchos casos, al aborto les siguen la depresión y la apatía por la vida. Después de todos estos síntomas que hacen su vida desdichada, las mujeres empiezan a tornarse irritables y terminan presentando trastornos de personalidad. Todo esto sin mencionar los daños físicos que este lamentable acto también ocasiona muchas veces. El aborto parece ser la solución de un problema, pero la verdad es que después de consumada esta acción, aparecen muchos problemas más que son aun peores. Abortar, por cualquiera que sea el motivo, es cortar
94 CARY P PA ALMÓN •
una vida que ya se encuentra en proceso, porque la vida humana no empieza en el momento del parto, sino en el de la concepción. Es lamentable que haya personas y Corrientes ideológicas que no consideren al feto como un ser que ya tiene vida. Sin embargo, la Biblia nos enseña que desde que somos engendrados en el vientre de nuestra madre, ya Dios nos conoce y Él tiene planes para nosotros. La vida humana es de gran valor delante de Dios. Lo que hiciste está mal. No es necesario seguir repitiéndolo porque ya lo sabes. Tu corazón te condena y no puedes liberarte de ese terrible dolor. Sé que al igual que tú hay muchas mujeres que se encuentran en tu misma situación. Se realizaron un aborto y ahora sufren por ese ser al que nunca podrán escuchar decirles “mamá”, y al que nunca podrán conocer. De modo que se pasan años de su vida imaginando cómo sería si viviera, o si habría sido niño o niña. Lo peor de todo es cuando el aborto trae como consecuencia daños irreversibles para la mujer que ya sabe que no podrá tener más hijos siquiera. La buena noticia es que Dios sí desea perdonarte por esa acción. Este es el momento. El pecado te ha separado de Dios, pero en este mismo instante puedes implorarle su perdón y pedirle otra oportunidad. Él te ama y su deseo es perdonarte y ayudarte. Esta es la verdadera razón por la que Él envió a su Hijo, a fin de pagar por tus pecados y que recibas el perdón por completo. Acepta este regalo gratuito que te
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
95
ofrece Dios. No esperes a ser una persona perfecta para acercarte a Él, pues ese día jamás llegará. Lo único que necesitas es decirle de corazón: “Señor, creo que enviaste a tu Hijo Jesús a morir por mí. Yo recibo el perdón por mis pecados. Entra ahora en mi corazón y dame otra oportunidad... ¡Ayúdame!”. Si haces esta oración, te aseguro que Dios te perdona. Él dice en su Palabra que todo el que le pida perdón será perdonado. Además, tendrás la esperanza de algún día ver a tu bebé en el cielo. También tienes que practicar tu fe en Dios, saber que Él ya te ha perdonado y extenderte a ti misma ese perdón. En el momento que te arrepientes de tus pecados y aceptas a Jesucristo como tu Salvador, Dios borra ese pecado de tu vida. Ahora bien, después te toca a ti borrarlo de tu corazón y de tu mente de una vez y para siempre. Estarás en mis oraciones para que recibas el perdón que solo Dios puede ofrecer a través de ese acto de fe en Él. Como resultado, tu corazón se llenará de la paz que Él desea que tengas hoy.
96 CARY P PA ALMÓN •
Dios dice...
Cuando Dios nos entregó los Diez Mandamientos, nos dijo: “No matarás”. Sin embargo, en el momento que se practica el aborto, este constituye el asesinato contra la criatura que aún no ha nacido. No matarás. Éxodo 20:13
Una y otra vez Dios revela que el feto es una persona, la cual Él conoce y para la que tiene un propósito y un plan. (Lee Deuteronomio Deuteronomio 30:13, 16). Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones Jeremías 1:5
Dios desea perdonar a toda persona que viene a Él con un corazón arrepentido por sus actos. El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13
CAPÍTULO
9
Ana Analía Una mujer de medio tiempo
E
ran como las ocho de la noche, y después de un día agotador, parecía que por fin iba poder tener un tiempo para descansar. Luego, mientras me servía abundante hielo para acompañar mi refresco de frutas preferido, me senté a ver la televisión, con la expectativa de poder disfrutar de algún programa entretenido del horario estelar. Así que, poniéndome muy cómoda, tome el control remoto y comencé la búsqueda de alguna comedia, una película interesante o algo propio para la familia. Pasados unos minutos, terminé apagando el televisor, pues no pude encontrar nada que pudiera satisfacer mis intereses. En cambio, lo que me llamó 97
98 CARY P PA ALMÓN •
la atención fue la cantidad de anuncios publicitarios que “bombardearon” mis ojos con intenciones de venderme algún producto o servicio para que uno se “sintiera mejor”. No puedo dejar de pensar en lo bien hechos que están esos anuncios, pues uno casi termina convencido de que “necesita” un auto nuevo o tal o más cual zapato, chaqueta, etc. Ni hablar de los perfumes y los desodorantes que prácticamente “garantizan “una relación sexual a “primera vista” a quien los utilice, ya sea hombre o mujer. Me di cuenta en ese momento del ataque permanente contra nuestros sentidos, tratando de que estos encuentren su complacencia a cualquier precio. En fin, mientras me alejaba del televisor rumbo a mi escritorio, vino como un rayo a mi mente la historia de Analía, una pobre muchacha que, creyéndolo todo, terminó como una esposa de medio tiempo. Sentada ya frente a mi computadora, busqué su correo electrónico, pues ya sabía lo que le tenía que contestar a su carta en la que me narraba sobre su vida que, según ella, no tenía esperanza, sino una profunda vergüenza debido al secreto que guardaba... Al releerla, encontré que sus palabras estaban llenas de dolor y de desasosiego. Además, reflejaban a una mujer con una autoestima muy baja y sin
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N
•
99
esperanzas de cambio, dejando entrever que era una persona que no podía soportarse más a sí misma. Esta es su historia que tanto me conmovió: Querida Cary:
Me he permitido escribirle estas líneas para contarle mi caso, que pienso que es mucho más común de lo que uno puede imaginar en estos días. Crecí en una familia de clase humilde, en la cual se pensaba que el valor más importante que puede tener una persona era el dinero. Esa era la forma en que me crió mi madre: Crecer y buscar un hombre con posibilidades económicas suficientes para mantenerme y tener una buena posición económica, de modo que pudiera cumplir con todos mis sueños. Mi madre me enseñó como atrapar y casarme con un “Príncipe Azul” y no hacer nada más para conseguir las cosas por mis propios méritos y mi trabajo. Debido a que me educaron con esta filosofía de vida, casi nunca les hacía caso a los chicos comunes que se me acercaban. Por el contrario, me burlaba de ellos si no cumplían con los requisitos que yo exigía para pensar siquiera en darles cabida en mi vida. Al terminar mis estudios, conseguí empleo en un centro comercial importante, donde conocí a Dionisio, un alto ejecutivo que por su forma de vestir, las joyas que llevaba y el automóvil que conducía, parecía tener mucho dinero. Lo conocían por ser el dueño de la compañía en la que trabajaba y, a la verdad, tenía todo
100 C A R Y P PA ALMÓN •
el aspecto de un triunfador. Sumado a todo esto, era muy buena persona y bastante guapo. Al cabo de un tiempo, él comenzó a enamorarme y a hacerme invitaciones. Era bastante mayor que yo, pero me explicó que había permanecido soltero a la espera de la mujer de sus sueños para poder cumplirle todas sus ilusiones y caprichos a través del dinero que él había logrado con su negocio. No se puede imaginar la ilusión que sentí. ¡Era el hombre que había soñado! Comenzamos a salir y, por supuesto, empezaron los cortejos y los regalos caros. Siempre se trataba de perfumes de marca o vestidos y accesorios igualmente de diseñadores famosos. Al cabo de unos meses, me propuso irme a vivir con él, prometiéndome que nos casaríamos en cuanto estuviésemos seguros de que éramos el uno para el otro. Acepté su propuesta y me mudé a su apartamento. Todo era color de rosa, pues él demostraba estar profundamente enamorado de mí. También el apartamento era de primera y con diseños muy elegantes. Para mí era como haberme sacado el premio mayor de una lotería y esperaba con ansias que me pidiera en matrimonio. Empezamos nuestra vida juntos, pero me sentía un poco frustrada porque Dionisio viajaba mucho debido a su trabajo. A decir verdad, esto no me extrañaba, pues concluí que todo ejecutivo viaja con regularidad. Para que no me aburriera ni perdiera el tiempo en su ausencia, me propuso que empezara a estudiar una carrera y que él pagaría todos mis gastos. ¡Me pareció
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 101 •
una excelente idea! Dionisio viajaba de viernes a lunes, y aunque en el fondo ese asunto de que viajara solo los fines de semana me parecía un poco extraño, traté de restarle importancia, ya que él siempre explicaba que era algo circunstancial y prometía que en el futuro no tendría que viajar tanto. Todo iba a las mil maravillas, hasta el día en que mi madre llegó a visitarme. Al poco rato de estar conversando, mi madre no pudo aguantarse más y empezó a hablarme acerca de la verdadera razón de su visita. El asunto era que una amiga suya le había contado que Dionisio era casado y que la verdadera dueña de la empresa era su esposa, quien estuvo de viaje durante un año, pero que había regresado por fin. En ese preciso momento, todo mi mundo se vino abajo. ¡No podía creer que él me hubiera engañado tanto! Sin embargo, también tuve que aceptar que esa tenía que ser la verdadera razón de sus viajes de fin de semana. Se pasaba tres días conmigo y cuatro con su esposa. Por fin mis ojos se habían abierto. abierto. No me pude resistir y esa misma noche quise enfrentarlo. Mis ilusiones se habían hecho añicos. En realidad, estaba indignada y desesperada. des esperada. Hice un plan para que tuviera que confesar la verdad. Entonces, cuando llegó a nuestro apartamento, le dije que quería hacer una cena para invitar a nuestros compañeros de oficina a nuestra casita. Él reaccionó con sorpresa y se negó de manera rotunda diciéndome que no tenía por costumbre socializar con los compañeros de trabajo. Aproveché esa respuesta y, de
102 C A R Y P PA ALMÓN •
inmediato, le dije que ya sabía cuál era el verdadero motivo de su negativa. Le conté que ya sabía que era casado y que la verdadera dueña de la empresa en la que trabajaba era su esposa. Por mi rostro rodaban lágrimas de rabia e impotencia al saber que me había engañado. Cuando escuché su respuesta, quedé más asombrada aun. A pesar de todo, me dijo que no estaba enamorado de su esposa y que, en efecto, era la verdadera dueña de la empresa. Además, me dijo que casarse con ella lo había ayudado a ascender en lo social y a disfrutar del poder económico del que gozaba. Entre sollozos me confesó que sentía que yo no lo amaba de la misma manera en que él me amaba a mí y me rogó que no lo dejara. Incluso, me pidió que aceptara compartirlo con su esposa, pues solo sería por un tiempo en el que yo podría terminar mi carrera. Luego, dejaría a su esposa, pues no quería perderme debido a que yo era muy importante en su vida. Señora Cary, Dionisio me convenció. Así que desde ese momento acepté ser su esposa a medio tiempo. Vivo con muchas comodidades y, aparte de eso, sigo con mis estudios. Cuando él llega, hago el papel de la esposa perfecta, pero en el fondo soy consciente de que, en realidad, me he convertido en “la otra”. Detesto esta situación, aunque reconozco que la ambición fue lo que me ha llevado a aceptar sus requerimientos. En el fondo, sé que todo mi futuro y mis sueños quedaron truncos, pues nunca podré tener hijos ni una familia normal. Estoy condenada a ser “la otra” para siempre.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 103 •
También sé que nunca llegará el día de su possible separación. Ayúdeme, por favor... ¿Qué debo hacer?
Al terminar de leer su relato solo deseaba que Dios me diera las palabras adecuadas que podrían cambiar el destino de Analía. Embargada por la tristeza de la situación le respondí como sigue: Querida Analía:
Dices que eres esposa a medio tiempo, pero no te engañes: ¡Eres la amante, la otra! Permíteme hablarte como una madre y describirte lo que tal vez te espere en el futuro. Jamás te respetarán como la esposa y es que ni siquiera logres tener hijos por el temor de exponerlos a tu mismo sufrimiento y amargura. Los años pasarán y esta se convertirá en una relación de esclavitud. El pecado siempre esclaviza. No sabes cuántas mujeres me cuentan historias parecidas a la tuya, y lo peor es que después de años viviendo como la otra, las han desechado como una cosa que ya no es útil. Muchas mujeres cometen el error al escoger un compañero para sus vidas. Su veneración por el dinero y la seguridad material llega a tal punto, que se convierten en idólatras postradas ante ese ídolo. De modo que arriesgan toda su vida por un hombre adinerado. Sin darte cuenta, tu amor por el dinero está por encima de todos los demás valores en tu vida.
104 C A R Y P PA ALMÓN •
El deseo de tener comodidades no es malo, sino que lo malo es permitir que esa codicia nos esclavice. La codicia es la receta ideal para un terrible y permanente conflicto con tu conciencia. Supongo que el deseo de conseguir un hombre adinerado tal vez se deba a la inseguridad y a la falta de autoestima. Muchas mujeres crecen pensando que no tienen valor y se sienten inferiores e insuficientes para merecer amor. Así que sus propios temores y deficiencias les impiden abrirle su corazón a alguien que las quiera tal como son y que acepten sus virtudes y sus defectos. Es más, se esconden tras una máscara para no mostrar su verdadera personalidad. Las instrucciones a fin de hallar a la persona ideal para el matrimonio se encuentran escritas en la Biblia, que es el manual que Dios nos dejó para regir nuestras vidas. Dios nos indica con claridad que no debemos buscar a personas que no tengan nuestra misma fe y que no estén comprometidos con Cristo. Este es el requisito primordial en la búsqueda de un esposo. Por error, nosotros nos fijamos en el aspect económico y en la atracción sexual. No obstante, el verdadero secreto del éxito para que un matrimonio dure, sobre todo en estos tiempos, es que ambos sean hijos de Dios. Tener una relación personal con Cristo es el arma más eficaz que hay para superar los problemas de la vida y tener un matrimonio victorioso. El camino que has escogido es inapropiado por completo. Sin embargo, no eres la primera ni serás la última persona que haya tomado una mala decisión.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 105 •
Dios es un Dios de oportunidades, y si escogiste un camino que no traerá bendiciones, Él te ofrece una nueva oportunidad para cambiar tu destino. Para hacerlo y recibir todas las bendiciones de Dios, tienes que empezar por creer en Jesucristo, el Hijo de Dios que murió por tus pecados. Pídele perdón por ellos y acéptalo como tu Salvador. Ruégale que entre a tu corazón y cambie tu ser. Él te está esperando, listo para ofrecerte una nueva vida. Atrévete a creer en Él y no quedarás defraudada. Jesús te dice al corazón que dejes la esclavitud y recibas la libertad que le ha costado tan caro conseguir para nosotros: su sacrificio en la cruz. No desperdicies esta oportunidad. Haberme escrito esta carta refleja que deseas cambiar, pero no sabes cómo. Tienes que empezar por terminar tu relación, buscar un empleo para mantenerte y ser libre. Busca una iglesia donde se enseñe la Palabra de Dios y puedas conocer a personas que crean lo mismo que tú. Consigue una Biblia y léela todos los días, para que aprendas más de Dios y comprendas cuánto te ama. Así desarrollarás una relación con Él, no repitiendo palabras, sino hablándole como si hablaras con tu padre. Dios te abrirá puertas para ese trabajo, a fin de que dejes el pecado y recibas la libertad. Prepárate para una nueva vida que incluirá tener tu propia familia y un lindo futuro.
106 C A R Y P PA ALMÓN •
Dios dice...
Muchos padecen de temor en cuanto a su provisión diaria o a sus mejoras económicas. La carencia de confianza en Dios es una de las mayores fuerzas que existen en el corazón de las personas ambiciosas, la cual las lleva a cometer actos pecaminosos. Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Salmo 37:3-4
A fin de lograrlo, el primer paso es reconocer el amor que Dios tiene hacia nosotros y que, como buen Padre, Él desea velar por sus hijos y asegurarse de que tengan lo que necesitan, ya bien sea en el aspecto espiritual como en el físico. Muchos tienen carencias porque desconocen la voluntad de Dios con respecto a este asunto. Sin embargo, a través de las Escrituras, Dios se revela como un Padre que ama a sus hijos y desea lo mejor para ellos. Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7
El convertirse en una amante trae serios problemas. Si la persona entra en esta relación ilícita, su vida estará llena de sinsabores, mentiras, vergüenzas, y nunca podrá alzar su rostro con
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 107 •
dignidad. Dios tiene un mejor plan para toda mujer que se encuentra en este dilema. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 1 Corintios 6:18
La forma de escapar de este círculo vicioso del pecado es a través del arrepentimiento, pero no solo de palabras, sino de corazón. Dios mira el corazón de la persona y sabe cuándo se encuentra arrepentida de verdad por su acción. Él perdonará al transgresor y le dará la fortaleza necesaria para huir de su pecado. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
CAPÍTULO
10
Carlos Atr Atrap apaado sin sal aliida
E
stuvimos manejando alrededor de cinco horas rumbo a los lagos de Missouri. ¡Por fin habíamos llegado! A decir verdad, levantarse de madrugada para “ir a pescar” no es algo que anhelo hacer. Sin embargo, lo disfruto mucho porque a mi familia sí le gusta esta actividad y, cada vez más, lo pasamos de lo mejor. Nos íbamos por algunos días a vacacionar, y este primer día, por precaución, nos llevamos sándwiches, frutas, bebidas y algunos postres extras. De modo que todos ansiábamos poder disfrutar algún delicioso pescado recién r ecién capturado. Mi hijo, como buen entendido en la materia, al cabo de un buen rato de haberse ido en la lancha, volvió con una de sus mejores sonrisas “cual héroe 109
110 C A R Y P PA ALMÓN •
que regresa a la comarca después de una conquista”, pues había consiguió un pez enorme. Ese día lo preparamos en la brasa, estaba delicioso, ¡tuvimos un gran banquete! Mientras disfrutábamos del producto de su esfuerzo, la curiosidad sobre su éxito me invadió. Así que le pregunté el secreto que tenía para ser tan buen pescador. De inmediato, él me contó que se debe al tipo de carnada que utiliza. Según me explicó, cada pez tiene su carnada favorita y lo importante es saber cuál es la carnada específica que se debe utilizar. Me dijo también que es muy importante el momento cuando el pez pica la carnada, pues es allí que el pescador debe saber hacer la presión necesaria en la caña para que se la trague por complete y de ese modo no se pueda escapar mientras se saca del agua. En ese momento, sentí como un escalofrío. La sangre se me heló. De pronto, pude entender cómo a Carlos lo había atrapado y devorado su captor. En ese momento entendí de qué forma un hombre de buena posición, al que todo le iba bien en la vida, pudo tragarse una carnada y ser “pescado”, como él dice, de una manera tan tonta... Para Carlos, morder ese anzuelo ha sido tan indescriptible que ahora está luchando por su propia vida, pues esta situación lo está está devorando. Esta es su carta electrónica...
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 111 •
Estimada Señora Cary: Cary:
Le escribo porque estoy asqueado de vivir una existencia tan baja y asquerosa. Quisiera culpar a alguien por el infierno en el que vivo, pero en el fondo sé que solo yo tengo la culpa de mis propias acciones. Por lo tanto, no tengo excusas y debo asumir la responsabilidad por lo que me sucede. Para que tenga una idea general, le contaré que tengo cuarenta años de edad y estoy casado hace más de quince años con Sarita, aunque lo lamentable es que nunca pudimos tener hijos. Todo comenzó hace unos dos años cuando celebrábamos su cumpleaños. Fuimos a su restaurant favorito, y en el transcurso de la cena, le comuniqué que le tenía “un regalito”. Ella se mostró muy ansiosa por saber de qué se trataba, pero yo se lo entregué cuando llegamos a nuestra casa, sin saber que ese “regalito” sería el detonante de nuestra desgracia. Días antes de la celebración, yo andaba buscando qué regalarle. Deseaba darle algo que la sacara de la rutina. Debido a la sugerencia de unos amigos, se me ocurrió comprarle una película para adultos XXX. Cuando llegamos, le dije que “mi regalito” consistía en una botella de vino y la famosa película para amenizar nuestra intimidad. Suponiendo de lo que se trataba, Sarita se negó indignada y me dijo que no iba a participar de mis locuras, pues le parecía algo muy vulgar. Sin embargo, yo insistí tanto que logré convencerla al final.
112 C A R Y P PA ALMÓN •
A partir de ese momento se desató un caos en nuestras vidas. Lo que empezó como una diversion diferente, se transformó en el infierno en que vivimos. Mi esposa empezó a pedirme que siguiera comprando más vídeos de esos. Se obsesionó muchísimo con la experiencia y me pedía nuevas emociones, cada vez con más frecuencia. De pronto me di cuenta que había despertado a un monstruo. Inclusive, llegó a pedirme que invitara a otra pareja para ampliar la aparente diversión. Sin embargo, ya estaba harto y solo entonces reaccioné oponiéndome a hacerlo, pues era caer demasiado bajo. Después de esa experiencia, su deseo de ampliar su placer la llevó a consumir drogas. Al inicio parecía que todo estaba bajo control, pero después llegó un momento en que mi esposa vivía solo para el sexo y las drogas. Yo empecé a sentirme muy perturbado y culpable de la situación. Así que le dije que ya era suficiente, que no podíamos seguir cometiendo tantos abusos y que solo quería que le pusiéramos un final a nuestros excesos para poder buscar descanso y restauración. No obstante, mi esposa se negó. Siguió consumiendo drogas y llevando una vida libertina. Las cosas llegaron a tal extremo, que cuando yo me iba para el trabajo, traía a los muchachos del barrio a nuestra casa, la cual convirtió en un antro de perdición. No sé cómo se las arreglaba para manipularme y hacerme creer todas sus mentiras. Mentía de la forma más descarada y yo le creía todo lo que me decía.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 113 •
Al cabo de un tiempo, llegó el momento en que reaccioné y la afronté. Ella negó de manera rotunda todas sus bajezas y me dijo que solo eran chismes. Se enojó conmigo e hizo todo un teatro acusándome de juzgarla sin motivo. Fue entonces cuando me di cuenta que yo había propiciado que mi buen nombre quedara denigrado hasta convertirme en el hazmerreír del barrio. Por todo esto, le propuse buscar ayuda professional en algún lugar de rehabilitación donde nos ayudaran. Sin embargo, se negó. Dijo que todo estaba bien, que todo estaba controlado y que no pasaba nada. Al verla caer tan bajo, algo terrible sucedió dentro de mí. Ya no quería ni verla. La había amado mucho, pero ahora solo podía pensar en todos los hombres con los que había estado y no podía perdonar ni olvidar ese hecho. Sarita lloraba, prometiéndome cambiar, y yo hice lo posible para quedarme a su lado. En primer lugar, debido al amor que tuvimos, aunque también por el sentido de culpabilidad de que fuera yo mismo el que la condujera por ese camino. A pesar de todo, debo admitir que dudaba de que sus lágrimas fueran reales. Al final, decidí darle un tiempo. Ya sabía que no podía dejar de drogarse con mucha facilidad y la tenía vigilada. Entonces, unos días después sucedió lo que tanto me temía que pasara. Salí para el trabajo como siempre, pero permanecí cerca de la casa observándola. Al poco rato, ella le abrió la puerta a un par de jovencitos del barrio, mostrándose muy animada.
114 C A R Y P PA ALMÓN •
Esperé un rato que me pareció interminable suponiendo lo que estaba sucediendo en mi casa. Abrí con violencia la puerta y me encontré con el cuadro que usted ya se puede imaginar. En ese momento, ¡me fui del hogar! Como ve, perdí a mi esposa, la mujer de la cual me enamoré y quien fue mi compañera durante quince años. Ya no existe. Sin embargo, yo también he perdido hasta las ganas de vivir. Casi no salgo, ni hablo con nadie, pues tengo temor que mis amigos ya sepan lo que estuvo sucediendo. Me dicen que mi esposa está arrepentida de sus actos y yo velo por sus gastos. No la culpo a ella, sino que me culpo a mí mismo por haber permitido que llegara a esos extremos y no haber puesto un alto cuando todo empezó a salirse de control. Mi esposa necesita ayuda y no sé qué hacer.
Esto fue lo que Dios puso en mi corazón como respuesta: Mi querido Carlos: Carlos:
Lamento mucho saber lo que ha sucedido con tu vida, y cómo algo que comenzó como una actividad emocionante entre ustedes, terminó destruyendo tu vida y la de tu esposa. ¿Sabes? Esa es la forma en que se desarrolla el pecado. Parece ser algo pequeño y sin importancia. Luego, cuando reaccionas, te encuentras atrapado en los vicios más viles.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 115 •
Ahora, permíteme explicarte lo que muchos no saben acerca de las adicciones sexuales. Esta clase de adicción comienza por la curiosidad de observar asuntos sexuales, como fotografías o películas que estimulan la libido convirtiéndose en una tentación t entación al parecer inofensiva al inicio. En cambio, se va convirtiendo cada vez más en una situación incontrolable. Después que la persona se siente atraída a este primer paso, esta actividad continúa hasta que se convierte en una adicción. Además, eso es lo que hace que el adicto vuelva a caer una y otra vez. A medida que progresa la adicción, la persona se involucra en la masturbación compulsiva y aumenta su deseo sexual. Con esto, aumenta también la necesidad de que sea más impactante y frecuente. Lo lamentable es que, una vez que la persona llega a este punto, se desensibilizan sus valores morales y es capaz de echar abajo toda barrera emocional y física con tal de satisfacer su adicción. Incluso, comienza a buscar otras parejas sexuales, acentuando así su degradación sexual. Esto es, querido amigo, lo que le ha sucedido a tu esposa, como quizá le haya ocurrido a muchos otros que se encuentran atrapados en su comportamiento y deseando una salida a su esclavitud. Como he explicado muchas veces, el primer paso para la restauración es el reconocimiento de que se necesita ayuda. Sin embargo, esta ayuda tiene que venir de
116 C A R Y P PA ALMÓN •
afuera, porque en su ser mismo, la persona es incapaz de solucionar el problema en el que se encuentra. Entre los pasos necesarios para el rescate de tu esposa se encuentra un plan que contará con nuevas fuerzas y no con las suyas. Una fuerza que solo Dios podrá darle y que es el poder divino para vencer el pecado. ¿Cómo? En primer lugar, debe entender que tiene un corazón podrido, lleno de pecados, y que Dios quiere cambiar ese corazón por uno nuevo, limpio, repleto de amor y de deseos de hacer lo bueno. A continuación, debe entregarle su vida con todos sus pecados a Cristo y Él obrará. Una vez que Cristo more en el corazón de tu esposa, hay unas ciertas etapas para dejar que este Nuevo corazón gobierne su vida. El primero debe ser adquirir una Biblia y aprender quién es Dios. Luego, aprender a tener una vida de oración y asistir a una iglesia donde se predique la Palabra de Dios. Todo esto la ayudará a desarrollarse de manera espiritual, así como otros asuntos en el aspecto físico, tales como dejar de ver películas indecentes, alejarse del grupo de personas con el que compartía ese tipo de vida, programar su computadora de modo que le impida recibir provocaciones sexuales. Junto con todo esto, debe realizar estas acciones en forma decidida de modo que cuando le llegue una de estas tentaciones, las puedas superar. No podemos olvidar también que existen consejeros profesionales preparados para ayudar a las personas con estos problemas en el proceso de conquistar su
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 117 •
libertad. Por lo que te sugiero que consultes a uno de ellos, ya que tú mismo dices que sientes que toda esta situación está fuera de control. Sin embargo, no solo ella necesita la ayuda de Dios, sino tú también. ¡Pídele a Jesucristo que entre en tu corazón como tu Señor y Salvador! ¡Dedícale tu vida al Señor y deja que Cristo tenga el control absoluto de ella!
118 C A R Y P PA ALMÓN •
Dios dice...
La persona que se encuentra esclavizada a cualquier tipo de adicción lleva este mal dentro de su ser y está sujeta por complete a los deseos de su cuerpo. Muchos de ellos sufren porque no quieren entregarse a esta esclavitud, pero se ven impotentes en su contra. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. Romanos 7:21-23
Para obtener la victoria de cualquier tipo de adicción, debe de considerarse la ayuda que Dios le quiere otorgar a todo el que está sufriendo esta clase de esclavitud. Por lo tanto, debe incorporar a su rutina diaria una vida de oración y de relación con Dios. También debe considerar pedirle la ayuda de un consejero espiritual que lo oriente a través de esta trayectoria que puede tomar cierto tiempo hasta que se complete el cambio en la persona. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. debilidad. Por tanto, de buena buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 119 •
Dios está dispuesto a rescatar a toda persona que le pida ayuda. No existe ningún pecado que Él no pueda perdonar. Aunque nuestras acciones nos separan de Dios, tenemos que darnos cuenta que el pecado es lo que nos separa de Él en realidad. Entonces clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Salmos 107:6
El perdón de nuestros pecados y la restauración de nuestra relación con Dios es el regalo que Jesucristo compró con su muerte en la cruz del Calvario. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23
CAPÍTULO
11
Graciela El golpe nuestro de cada día
P
arecía ser un vuelo tranquilo. Sin embargo, cuando las luces de advertencia para ponernos los cinturones de seguridad se iluminaron y la tripulación nos advertía que estábamos atravesando una zona de turbulencia, nuestras expectativas de disfrutar de un vuelo tranquilo se esfumaron... Esa noche de septiembre, un grupo de personas y yo viajábamos rumbo a Suramérica para dar una serie de conferencias a otro grupo de mujeres en Bogotá. Entonces, como eran más de cinco horas de vuelo, consideré que sería un tiempo provechoso si podía usarlo para leer y responder algunos correos electrónicos que llegan al buzón de “ayuda espiritual” 121
122 C A R Y P PA ALMÓN •
de los programas de “Minuto Final” y “Conflictos del Corazón”. De pronto, me percaté que el avión, al entrar en la zona de turbulencia, comenzaba a conmocionar a todos los viajeros. Parecía que nos sacudía una enorme y malévola mano que amenazaba con poner en riesgo la vida de todos nosotros. En el lugar se respiraba la adrenalina producida por el temor que reinaba en el ambiente. No puedo negar que también yo sentía un vacío en el estómago que me hizo apretar los ojos con fuerza para no contagiarme con los semblantes aterrorizados que me rodeaban. Sin embargo, una vez que pasó la estrepitosa y amenazante turbulencia pude respirar hondo para después incorporarme y observar cómo las dedicadas azafatas se esforzaban en tranquilizar a algunos de los pasajeros que parecían haber tenido ataques de pánico y otros problemas de los nervios. Deduje entonces que, para muchos, el placentero vuelo inicial se había convertido en una terrible experiencia. Fue justo en ese momento cuando se me aclaró la mente y entendí por fin cómo la turbulencia de la vida había afectado y transformado la vida de Graciela. De ser una persona vivaz y tranquila, se convirtió en una persona temerosa y herida. Al igual que los pasajeros del avión, Graciela requería de una
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 123 •
voz amiga que la ayudara a recuperarse de la atroz experiencia que le había tocado vivir. Esto fue lo que Graciela detalló: Mi querida Cary:
Decidí escribirle y contarle mi historia, porque estoy muy confundida y no sé qué hacer. Llevo casada cuatro años con Juan José y tengo que decir que felizmente todavía no hemos tenido niños. El primer año de nuestro matrimonio fue maravilloso. Sin embargo, los atroces problemas que enfrento ahora comenzaron cuando Juan José perdió el trabajo que a él tanto le gustaba. Era un excelente trabajador, pero fue lamentable que lo involucraran en un desfalco y lo despidieran a pesar de que él pudo comprobar que su participación fue solo incidental. Mi esposo se desanimó mucho ante una acción tan vergonzosa e injusta. Entonces, se le metió a la cabeza que no encontraría otro empleo similar y debido a la necesidad que pasábamos empecé a trabajar yo. Hasta allí no había mayor problema. En todo caso, estaba controlado. En cambio, las cosas empeoraron cuando Juan José, mi esposo, comenzó a beber y poco a poco se fue hundiendo en el alcohol. Su desaliento llegó a convertirse en una fuerte depresión de la que trataba de escapar bebiendo hasta perder el sentido. Los efectos del alcoholismo y la depresión no tardaron en manifestarse. Empezó a actuar como una persona violenta y amargada. Lo peor es que se la desquitaba
124 C A R Y P PA ALMÓN •
conmigo maltratándome de palabras. Su conducta empeoró hasta el punto de golpearme sin motivo. En una de esas ocasiones, la golpiza fue tal, que acudí a denunciarlo a las autoridades. Sin embargo, no me hicieron caso y le restaron importancia al hecho con el argumento que “eran asuntos familiares en los que no intervenía la policía”. En ese estado, pronto pasaron tres años hasta que todo se salió de control y me encontré en medio de un terrible caos. Un día, mi mejor amiga, Patty, viendo que el alcoholismo de mi esposo era incontrolable y que ya no teníamos dinero ni para el sustento, pues yo también había perdido el trabajo, amablemente me trajo un rico potaje que ella misma preparó. En realidad, mi amiga no toleraba a Juan José debido a su violenta conducta. Así que, dejándome la comida, se fue a hacer unos recados, prometiéndome volver al rato para conversar. Casi inmediatamente después, llegó mi esposo y me encontró almorzando. Lejos de alegrarse, en un ataque de ira me arrancó el plato de las manos y me preguntó de dónde lo había sacado. Estaba borracho. Cuando le dije la procedencia de los alimentos que comía, se atrevió a insinuar que mi amiga, Patty, y yo éramos lesbianas y que teníamos una relación. Por lo tanto, me exigió que le pidiera dinero para su bebida. Yo estaba indignada y discutimos de manera violenta. En medio de la pelea, y al escuchar que lo desmentía, me dio tal golpiza que terminé perdiendo el sentido y desperté en la sala de urgencias del hospital.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 125 •
¿Qué había pasado? Bueno, gracias a Dios, Patty volvió y, al encontrarme desmayada y bañada en sangre, llamó a los paramédicos y a la policía y ellos me tendieron. Mi marido lo negó todo y dijo que fue un accidente. Sin embargo, era evidente para todos que fue una golpiza tan feroz que hizo que pasara tres meses en el hospital. Tenía muchas fracturas y algunas de ellas eran muy serias. ¡Estoy viva de milagro! Como consecuencia, he quedado desfigurada y necesito otra operación estética para arreglar mi rostro. Es lamentable que tuviera que pasar esto para que las autoridades acabaran aceptando mi denuncia contra Juan José por maltratos físicos y psicológicos. No obstante, en cuanto la mama de mi marido se enteró del problema, me pidió que no acusara a mi marido pues en el fondo, decía, “es un buen hombre atrapado en el alcohol”. Sus súplicas me conmovieron tanto que no he continuado con la acción penal. Juan José me llama a menudo y me dice que está arrepentido. Es más, quiere que vuelva con él prometiéndome que no volverá a beber y que me ama. Le he pedido el divorcio, pero él alega que sería un pecado porque la iglesia no acepta el divorcio. Me siento muy confundida, no sé qué hacer. Creo que Juan José solo quiere convencerme para llegar a un arreglo y poder archivar el caso. Yo lo amo todavía, pero no soportaría otra golpiza. Aunque le tengo miedo, otro temor me agobia y es el de cometer un
126 C A R Y P PA ALMÓN •
terrible pecado al divorciarme. Además, por momentos, una parte de mí quiere creerle y darle otra oportunidad. ¿Qué me aconseja usted? Espero con ansias su respuesta.
La historia de Graciela nos muestra una vida turbulenta como el mal rato que yo acababa de pasar en el avión. Después de pedirle sabiduría a Dios, le respondí de esta manera: Querida Graciela:
¡Qué pena me da el saber acerca de tu triste circunstancia! Tu carta me ha dejado muy conmovida porque el abuso físico implica también heridas emocionales. El problema de la violencia familiar es lamentable y más frecuente de lo que todos pensamos y deseáramos. En muchos otros países, a tu esposo ya lo hubieran encarcelado por golpearte y dejarte en el estado que me cuentas. Sin embargo, analicemos lo sucedido y hablemos de lo que, por desgracia, te espera en la vida si regresas con él. Dice un dicho popular que “un abusador sera siempre un abusador”. En la mayoría de estos casos, los ataques se vuelven cada vez más frecuentes de modo que siempre estarás expuesta a un mal golpe que te podría matar. Gran parte de los abusadores se lamentan, dicen arrepentirse y prometen que no repetirán esa conducta. Sin embargo, es imposible corregirla por voluntad propia. Lo más probable es que eso se deba a conflictos
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 127 •
internos de su personalidad, añadiéndose el hecho que él no ha sufrido todavía ninguna consecuencia por su conducta. Así que lo más seguro es que la vuelva a repetir. Por lo tanto, si vuelves a su lado antes de que tenga una restauración, deberás vivir sabiendo que estás expuesta a un gran peligro. El vicio del alcohol conduce a que los valores morales se distorsionen y a que las personas se comporten de modo distinto al normal. Además, con el tiempo, llegan a perder sus valores hasta cometer en muchos casos actos ilícitos de los que después se sienten avergonzados y estupefactos al ver cómo han llegado tan bajo. Esta clase de individuos sufre un cambio en su personalidad que se convierte en permanente y actúan como personas distintas por completos a las que solían ser. Muchos sufren porque saben que están atrapados y pierden la esperanza de ser ellos mismos una vez más, aparte de darse cuenta que hacen sufrir a sus seres más queridos. Aun así, no pueden despegarse del trago y siguen bebiendo para evadir la realidad y pasar por alto el ser en el que se han transformado. La mayoría de los alcohólicos niegan serlo y no aceptan que son víctimas de este vicio. Se engañan pensando que podrán controlarse y dejar de beber cuando quieran hacerlo. Sin embargo, esto no es verdad. Tu esposo tiene que reconocer que es un alcohólico y que necesita ayuda. Mientras no lo haga y no acepte su condición, no podrá resolver nada en lo absoluto. Tendría primero que enfrentar su realidad para
128 C A R Y P PA ALMÓN •
después poder obtener su libertad. El proceso de su restauración tomará tiempo hasta que se puedan ver sus frutos y comprobar que se ha liberado del vicio. Solo entonces podrías pensar en una nueva vida con él. El efecto dañino del alcohol no solo afecta la personalidad, sino que causa daños irreversibles en la salud física del alcohólico. De modo que es muy común que contraigan cirrosis hepática y otras enfermedades que se agudizan, como la diabetes. Su final puede ser terrible. En realidad, este problema no es de un estrato social determinado, sino que afecta en cualquier esfera de la sociedad donde vivimos y cualquier familiar nuestro puede llegar a ser víctima de esta terrible adicción. La buena noticia es que Dios está atento para ayudarlos a ustedes y a cualquiera que se lo pida. A pesar de esta tragedia, siempre existe una esperanza y es saber que Dios desea ayudar a todas las personas que se encuentran en esta situación. Sin embargo, es importante que la persona reconozca su adicción y su necesidad de Dios para que Él los ayude, pues su voluntad no es que ellos ni sus familias vivan en este infierno. Muchos se sienten condenados por su comportamiento y se niegan a presentarse ante Dios con su problema porque piensan que no se lo merecen. En cambio, la realidad es que Dios es el primero en desear ayudarlos porque comprende la debilidad del ser humano y está listo para perdonarlos.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 129 •
Aceptar nuestros pecados y pedirle ayuda a Dios es el comienzo de toda restauración. Se trata de un proceso en el que el adicto a cualquier sustancia debe tomar conciencia que tundra que someterse toda la vida a un tratamiento para evitar las recaídas. También debe alejarse de los amigos y las influencias dañinas del pasado. Respecto a lo que llamas pecado de divorciarte, pienso que él te está manipulando, pues te diré que en ninguna parte de la Palabra de Dios vemos que Él apruebe el abuso como lo hace él. Tu ser querido necesita ayuda, pero tú también la necesitas. Dices que aún lo amas, pero a veces ya no es amor lo que une a personas como tú a sus parejas. Lo que sucede en realidad es que, debido a la manipulación a la que están sometidas, al final se resignan a ese estilo de vida. Creo que tú también necesitas valorarte y reconocer que no naciste para ser víctima y que tienes gran valor como mujer. Estarás en mis oraciones porque sé que Dios quiere ayudarte y darte la fortaleza espiritual para dar los pasos necesarios hacia tu propia restauración. Dios te ama más de lo que te imaginas. Él envió a Jesucristo a morir por tus pecados demostrando su gran amor hacia ti y, entre otras cosas, Él pagó ese alto precio para que seas libre. Por lo tanto, no es su voluntad que sigas atada a una situación tan difícil y peligrosa. Busca tú también a Jesucristo y entrégale tu vida para que Él obre una restauración en tu alma y tu ser que están tan afectados por lo que has vivido. Entonces, después de pasar ese proceso, podrás tomar una
130 C A R Y P PA ALMÓN •
decisión madura y responsable respecto a tu futuro y el de tu esposo.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 131 •
Dios dice...
La Palabra de Dios nos enseña que el amor del esposo hacia la esposa debe ser tan completo que debe estar dispuesto a sacrificarlo todo por ella. Cuando a una mujer la aman de esta manera, sabe que su esposo desea lo mejor para ella. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. Efesios 5:25
Tal como dice la Palabra de Dios, nadie golpea ni aborrece a su propia carne. El esposo no debe maltratar a su esposa de manera física ni verbal. No se puede maltratar su propia carne. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia. Efesios 5:28-29
Existen circunstancias en que el esposo le exige a la esposa que haga algo que no es apropiado. Así que la lleva a desobedecer a Dios. Sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña con claridad que debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.
132 C A R Y P PA ALMÓN •
Respondiendo Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Hechos 5:29
Dios declara que el hombre debe amar y proteger a la esposa. No obstante, si ella o sus hijos sufren maltrato físico por parte del hombre, deben ser conscientes que el que está quebrantando la ley de Dios es el abusador y no la víctima. Dios está dispuesto a ayudar y rescatar a las mujeres y los hijos que se encuentran en esta situación. No es su voluntad de que permanezcan en medio de esta violencia. Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra. Salmo 97:10
CAPÍTULO
12
Sergio ¡Ya ¡Ya es muy tar tarde! de!
F
ue un fin de semana maravilloso! Mi familia y yo habíamos decidido pasar juntos el fin de semana, tal y como lo hacíamos años atrás cuando mis hijos eran pequeños aún. ¡Esos días fueron maravillosos! Pude comprobar que me hacía muy feliz cada ocurrencia de mis nietas. Incluso, me alegraban las travesuras que antes me hubieran exasperado. Sin embargo, inexorablemente, llegó el momento de la despedida. Cada quien se marchó a sus respectivas casas para continuar con sus vidas, trabajos, estudios, etc. Al final, mi esposo, Larry, y yo nos quedamos solos y listos para ordenar el caos provocado por la reunión. Cuando me disponía para hacerlo, de pronto sentí un agotamiento que nunca antes había experimentado al notar que aún me faltaba por 133
134 C A R Y P PA ALMÓN •
guardar una infinidad de juguetes que se encontraban regados por toda la casa y solo me quedaba continuar. Entonces, mientras lo hacía, sentí aun más que me flaqueaban las energías. ¡Me sentía exhausta! Atrás habían quedado la amena charla familiar, el chocolate caliente disfrutado en la sala, pues delante de mí solo había un panorama de platos sucios y la cocina llena de trastes. En ese momento acepté que el paso del tiempo es inclemente, pues mis fuerzas físicas ya no me acompañaban igual que en otros tiempos. Por fortuna, reaccioné justo a tiempo y no caí en el desánimo, pues me di cuenta que todos tenemos que cuidar de nuestros pensamientos, no dejando que nada altere el gozo de nuestras vidas. Este momento fugaz de desaliento me hizo pensar en cómo muchas personas que se sienten agobiadas por los problemas de la vida terminan sin ánimo y sumidas en la más profunda depresión, cansadas y sin aliento. Ese fue el caso de Sergio, un hombre al que el agotamiento de la vida parecía haberle Ganado la partida y se encontraba a punto de cometer una locura. La carta de Sergio decía así: Señora Cary:
Permítame contarle mi historia. Soy Sergio, y aunque vivía una vida maravillosa con mi esposa a la que
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 135 •
amaba mucho, ella se marchó de la casa por problemas que se presentaron en la vida. Todo comenzó hace unos años atrás, cuando la empresa para la cual trabajaba tuvo problemas financieros y cerró por insolvencia. Cuando me retiré, tenía algunos ahorros y commence un negocio de comida, dando servicios de banquetes a reuniones sociales y fiestas, entre otras actividades similares. En cambio, las cosas no me salieron bien. No fue por falta de clientes, sino por confiar en personas deshonestas que en poco tiempo me hicieron perder todo mi capital. Como consecuencia, mi hijo ha tenido que abandonar los estudios y yo tengo que dejar el apartamento donde vivo por falta de pago de las varias mensualidades que debo. El dueño está a punto de llevarme a juicio. Prácticamente me está desalojando y no tengo a dónde mudarme. Algunos amigos me han hecho préstamos, pero eso ha empeorado las cosas, pues ahora les estoy debiendo a ellos también. Siento que todas las puertas se me han cerrado en todo lugar. Me siento muy avergonzado con todos, con mi familia en especial. Creo que he perdido todo el respeto de mi familia por no poder cumplir con mis obligaciones de esposo y padre. Me siento culpable de que la vida de mi familia navegue como un barco a la deriva, sin rumbo y sin horizonte. He tratado por meses de vender la herencia que recibí de mi padre, un terreno en una zona rural, pero ni eso he podido conseguir. Así que me siento muy frustrado y abandonado. Hasta perdí las tres cosas que me infundían aliento. Mi trabajo, lo poco que heredé de
136 C A R Y P PA ALMÓN •
mis padres y mi familia. Siento que ahora solo soy una carga para la sociedad. He perdido toda esperanza, y aunque me consider cristiano, he perdido la fe al ver que Dios no responde a mi clamor. Le he pedido dirección, pero no veo una respuesta. Su paz y su ayuda se han esfumado. ¡Estoy muy confundido por tantos problemas! A decir verdad, me siento muy molesto y no tiene ningún sentido vivir así. No soporto más. No quiero seguir viviendo en esta angustia. Aunque sé que suicidarse no es agradable ante los ojos de Dios, siento que esa es la única salida para acabar con esta vida miserable. Me he quedado sin amigos, sin trabajo, sin mujer, sin hijo, sin casa y sin ningún bien material que me sirva para salir de este es te infierno. No entiendo por qué me pasa esto. Despierto cada día pensando en una salida y no puedo encontrar una respuesta. Estoy atormentado, así que la vida no tiene sentido que la viva de esta manera. ¡No resisto más! Todo se destruyó para mí y tengo la manera de evitarlo. Me siento absolutamente solo. No encuentro Consuelo a esta desesperación. Eso es todo, señora Cary, agradeciéndole desde ya sus consejos que, a pesar de que serán buenos, estoy seguro que no podrán hacer mucho. Me despido de usted... y que Dios la bendiga, pues para mí ya es demasiado tarde en realidad.
La carta de Sergio fue una de las pocas que me dejó perturbada en verdad, pues sabía que Dios
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 137 •
deseaba ayudarlo. Sin embargo, ¿cómo? Después de orar y esperar la manifestación de Dios en la vida de Sergio, le respondí así: Estimado Sergio: Sergio:
Todos pasamos por tiempos difíciles. La Biblia dice: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse” (Proverbios 24:16). A pesar de lo que me dices, el hecho de haberme escrito es una demostración que tienes todavía la esperanza que Dios te rescatará. Él dice en su Palabra que no nos abandonará ni nunca nos dejará. Yo tengo la fe suficiente para creer que la oración eficaz del justo puede mucho y que esta carta llegará a tiempo para evitar que cometas una locura. Por lo que me dices, presumo que eres una persona con estudios y conocimiento de los negocios. Tienes que ponerte en las manos de Dios y actuar en fe para saldar tus deudas. Conversa con tus acreedores y confía en que Dios te dará la provisión para cumplir con los pagos en cuota. El suicidio no es una salida y me acongoja pensar en lo que sufriría tu hijo si en verdad decidieras cometer esa locura. Recuerda que no eres dueño de tu vida. Si eres creyente, sabes que tu vida le pertenece a Cristo. No sé si tus padres viven, pero imagina lo que les afectaría una decisión de esa magnitud. Si como dices eres cristiano, estoy segura que tus principios terminarán venciendo estos malos pensamientos que te atormentan.
138 C A R Y P PA ALMÓN •
Tengo la certeza que Dios está listo para ayudarte. No estás solo como imaginas. La batalla para recuperar el ánimo, la esperanza y una situación digna en la vida no la estás librando solo. Cristo está contigo y nuestro equipo de oración te seguirá apoyando. Hemos visto verdaderos milagros con el poder de la oración. Estoy segura que pronto recibiremos noticias tuyas para contarnos las maravillas que Dios tiene para tu vida. Acerca de tu hijo, sé por experiencia el gran dolor por el que pasaría el muchacho, pues yo crecí con mucha amargura debido a que mi padre murió durante mi adolescencia. Siempre pensaba que mi vida sería distinta si estuviera él. Así que, por su ausencia, tomé muy malas decisiones que tuvieron dolorosas consecuencias en mi vida. Pienso que no desearías que tu hijo pase por una situación semejante. Imagina que debido a esa experiencia tu hijo se llene de amargura y decida tomar la misma decision que estás pensando tomar tú. Él tendrá en el futuro también que luchar contra la depresión, contra los pensamientos de suicidio y contra el temor a fracasar en la vida. Estoy segura que Dios tiene algo preparado para ti. A pesar de lo que sientes, ten la plena seguridad que Dios está listo para ayudarte y rescatarte de esta crisis. Estamos en oración por ti para que Dios sea el que te ministre y te dé el aliento y la fe necesaria a fin de que puedas encontrar la salida. Estoy segura que, por el momento, tus pensamientos no te dejan ver con
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 139 •
claridad las puertas que Dios está abriendo delante de ti, pero vive convencido de que sí las hay. Por otro lado, quiero comentarte de algunas razones por las que debes rechazar las ideas suicidas: •
•
•
•
•
Estás negando la habilidad y el poder de Dios para rescatarte de tu situación. El suicidio va en contra del mandamiento de no matar. Estás tomando la decisión de rebelarte contra la soberanía de Dios sobre tu t u vida. Esa decisión afectará de manera grave la salud emocional de tus seres queridos. Si dices que ya no resistes, estás declarando que eres tú el que está tratando de resolver las cosas en tus fuerzas y no en el poder de Dios.
En realidad, yo tengo otra perspectiva sobre lo que estás viviendo. Tú te ves sin Dios y sin esperanza y yo, en cambio, veo a Dios dispuesto a darte un future diferente. Dios envió a su Hijo a morir por nosotros para darnos la vida eterna y devolvernos una relación personal con Él, una relación de Padre a hijo. Un padre jamás le da las espaldas a su hijo, ni tampoco lo presiona hasta llevarlo a la destrucción. Por el contrario, siempre está dispuesto para rescatarlo. Reconsidera todas esas ideas que tienes en mente y recuerda el gran amor que Dios tiene por ti. Piensa en su promesa que nunca te dejará y nunca te abandonará. Él te sostiene con su diestra poderosa...
140 C A R Y P PA ALMÓN •
Dios dice...
Existen muchas razones por las que la persona piensa que el suicidio es su única alternativa. En la mayoría de los casos, la persona se encuentra sumida en una depresión muy fuerte y necesita ayuda, ya bien sea de la ciencia médica o de la consejería pastoral. Lo más importante es reconocer que la persona necesita este tipo de intervención. Por lo que es necesario brindarle ayuda a fin de que la obtenga, puesto que el hombre, o la mujer, que está en medio de esta crisis no va a poder buscar la ayuda que necesita para superar esta situación. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:13
Cuando la persona está bajo un nivel de angustia que le lleva a considerar el suicidio, necesita que alguien le escuche, que esté a su lado, que acepte sus emociones y que no le condene. Es muy importante demostrar el amor de Dios y recalcarle que Él salva al quebrantado de corazón. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Salmo 34:18
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 141 •
La falta de esperanza, el miedo al futuro y las circunstancias que rodean a la persona que está sufriendo esta crisis contribuyen a su agonía. Sin embargo, Dios dice que Él tiene Buenos planes para esta persona y que estos son de bendición. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11
EPÍLOGO
Los factores de éxito y de f frracas caso
Y
colorín, colorado... este cuento se ha acabado”, reza el clásico final de muchas historias que aún guardo en los recuerdos de cuando era una niña cándida. En esas clásicas historias, una varita mágica y el favor de un hada madrina lo resolvían todo. Por último, el autor sentenciaba: “Y fueron felices para siempre”. Sin embargo, la cruda realidad de la vida demuestra sin cesar que no hay acto mágico alguno que resuelva los problemas del ser humano ni que transforme siquiera sus lágrimas en alegrías. No obstante, así como hay factores constantes que reproducen el fracaso en la vida, también existen los de triunfo. Y este contraste es el que presentamos en este libro, el cual, estoy segura, será de gran valor 143
144 C A R Y P PA ALMÓN •
para todos los que vienen enfrentando momentos difíciles. Aunque siempre supe de las incidencias de cada uno de los referidos factores, solo podía conceptualizarlo mejor a medida que leía los cientos de cartas de dolor que personas, como tú, enviaron al buzón de Minuto Final*. Miles de esas historias desesperadas reflejaban de manera vívida lo que llamo “el factor común del fracaso”. En cambio, con los años de vida que Dios me ha dado, he podido comprobar “el factor del éxito” que está presente en cada una de las historias de los individuos que lograron superar sus penas y sus derrotas. ¿Cuál es ese factor del fracaso en la vida del ser humano? La respuesta solo puede ser una: La instintiva y permanente búsqueda de un amor inaccesible que lo convierte de forma progresiva en un mendigo de ese sentimiento.
Entonces, surge una lógica interrogante: ¿Cuál es ese factor del fracaso en la vida del ser humano? La respuesta solo puede ser una: La instintiva y permanente búsqueda de un amor inaccessible que lo convierte de forma progresiva en un mendigo de ese sentimiento. Como resultado, el saldo se torna infructuoso y lleno de dolor cuando esa misma persona, que puso esperanzas en alguien o en algo, ve que fueron en vano, convirtiéndose todo en resentimiento y odio... Y el vacío continúa, agrandándose cada vez más.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 145 •
Por consiguiente, los seres humanos deambulan por la vida llorando y sufriendo sin saber y sin entender que hay una forma de encarar y triunfar sobre este problema que se reproduce de generación en generación cual cadena de maldición. Lo primero que debemos hacer es tomar conciencia y reconocer que nos diseñaron para una vida mejor, sin soledades ni vacíos, sin sequías de sueños ni de ilusiones marchitas, sino viendo cómo nuestros anhelos más sublimes se realizan día adía, siendo sus protagonistas. ¿Y cómo llegar a ser el actor principal de ese éxito? Solo existe una respuesta radical: y es recibiendo por gracia la misericordia y el perdón de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien por puro amor realiza ese cambio de corazón, de uno fracasado a uno exitoso. Somos seres devastados por el pecado e incomunicados con Dios. Solo Jesucristo es el que puede pagar por nuestras culpas y restaurar nuestra relación con Dios haciéndonos sus hijos. Preséntale a Dios tu corazón con todas tus heridas, con todos tus pecados y Él se encargará del resto.
Si tú le entregas tu vida a Jesucristo, Él se hará cargo de tus sueños, de tus ilusiones, de tus recursos, de tus relaciones, de tu futuro. Él borrará tu pasado y
146 C A R Y P PA ALMÓN •
todas tus historias de dolor. Así que preséntale tu corazón con todas tus heridas, con todos tus pecados y Él se encargará del resto. Él te dará un nuevo corazón lleno de su amor, haciéndote capaz de reproducir ese mismo amor en otros... ¡sin condiciones! Él te acompañará todos los días de tu vida, te aconsejará, te cuidará y te bendecirá. bendecirá. Por lo tanto, debo concluir de manera categórica que Jesucristo es el factor del éxito en la vida de millones de personas que podemos vivir esta transformación y que damos fe de ello. ¡Atrévete a creerle a Dios y Él hará un milagro en tu vida! ¡Dios te bendiga y use!
Acer Acerca ca de la Autor utoraa
N
ació en La Habana, Cuba. En 1961, llega junto a su familia a los Estados Unidos y, a los dos años, se establecen en Tulsa, Oklahoma. No obstante, el año de 1973 fue el más importante para su vida, pues recibe a Cristo como su Salvador personal en un encuentro sobrenatural. Más adelante, en 1979, da inicio a su trabajo ministerial como pastora. A inicios de los años ochenta, Cary observó la necesidad de ayuda social y humanitaria a los latinos ubicados en su localidad. Al escuchar este clamor, gestó la creación de una organización sin fines de lucro, “Naciones Unidas en Cristo”, como iglesia y fuente de ayuda humanitaria. Le tomó años expandir esta labor, pero se hizo realidad al crearse toda una red de servicios. 147
148 C A R Y P PA ALMÓN •
En el año de 1987, comenzó su trabajo como evangelista para los países latinoamericanos y alcanzó a su país natal a través de la radio de onda corta, predicando un mensaje de perdón y esperanza por medio de Jesucristo. Su programa radial “Un camino de fe”, que se inició en el año 2000, amplió sus horizontes. Al recorrer América Latina, Cary observa de igual modo los muchos problemas de su gente y decide ahora utilizar la televisión, a fin de llegar con ese aliento inicial al menospreciado, al alcohólico, al indefenso, al adicto y, en fin, a todo aquel que sufre. Con tal objetivo, da inicio a su programa de television “Minuto Final”, el cual se transmite por todas las naciones hispanohablantes, alcanzado a miles de personas con el mensaje de salvación y trayendo aliento a los quebrantados de corazón. En la actualidad, se transmite también su programa radial “Conflictos del Corazón”, que va dirigido a todo el mundo hispano. Por lo tanto, podemos decir que la obra de Cary Palmón se ha expandido por las naciones, no solo por sus programas de radio y televisión, sino como la autora de varios libros, incluyendo Del Fracaso al Triunfo, Evidencia y Veredicto, Principios para una Vida Victoriosa, Seeds of Destiny y otros más.
C O N F L I CT O S D E L C O R A Z Ó N 149 •
Si deseas comunicarte con la autora, puedes escribirle a: Cary Palmón P.O. Box 54723 Tulsa, OK 74155
Para más información acerca de Cary Palmón y su ministerio, puedes visitar la siguiente página Web: www.carypalmon.org