EL MÉTODO MOHR - CLEMENS Y BARBEL MOHR CONCIENCIA - SUBCONCIENCIA Hay un aspecto llamado subconsciente en nuestro interior que dirige de forma decisiva nuestra existencia y que podemos programar con el pensamiento. Somos como pensamos. Las bases de toda nuestra existencia residen en nuestro pensamiento. Somos nosotros quienes decidimos lo que nos ocurre, y nadie más que nosotros. Construimos nuestra vida a través de la forma en que pensamos. “La mayoría de los seres humanos nunca alcanzan su objetivo porque no lo tienen”
El espritu !umano se divide en dos áreas" La primera es la que calificamos de ra#$n, de l$gica. Contiene la l$gica racional, lo que dirige nuestra vida, el modo de percibir las cosas, de valorarlas, de sacar conclusiones l$gicas y, una ve# reflexionadas, de tomar decisiones. Conocemos las cosas que suceden en esa parte de nuestra psique, somos %conscientes& de ellas, por eso denominamos es área %conciencia&. Hay otra #ona de nuestra psique que no conocemos tan bien, a la que nos cuesta llegar. Como esa parte parece !allarse por deba'o de la conciencia, como cubierta por ella, la denominamos %subconsciente&. El subconsciente abarca una #ona muc!o más grande que la de la conciencia. El subconsciente reali#a distintas tareas que son de vital importancia para los seres !umanos. (or una parte almacena toda la informaci$n que recibimos, sea cual sea el modo en que lo !agamos. La cuesti$n de la memoria no ata)e tanto a si la informaci$n está disponible, sino a c$mo accedemos a ella. (or otra parte, el subconsciente reali#a una tarea de gran importancia que consiste consiste en facilitar, de forma forma automática, aquello que solemos necesitar en la vida. *enemos almacenada toda una serie de automatismos en nuestro interior. +proximadamente un - de nuestro comportamiento está dirigido por el subconsciente, que a su ve# está dirigido por nuestros pensamientos conscientes. Los datos que recibimos con frecuencia se almacenan como patrones o automatismos. Las repeticiones se convierten en automatismos. +quello que se repite con la suficiente frecuencia, lo %aprendemos& y se convierte en impronta, se convierte en automatismo y en el futuro act/a prácticamente por s mismo. *odo lo que necesitamos con frecuencia se automati#a para que tengamos la cabe#a, la conciencia, libre para otros asuntos. Lo que pensamos con frecuencia se almacena en forma de patr$n en nuestro subconsciente e influye en lo sucesivo en nuestro comportamiento. 0unto a la frecuencia otro elemento que conduce a la automati#aci$n es la intensidad del pensamiento, es decir, el vnculo emocional, sentimental. +quellas experiencias que están unidas a sentimientos muy fuertes pueden convertirse, incluso !abiéndolas vivido una sola ve#, en un patr$n. “Todo nuestro comportamiento depende de las improntas y nuestro comportamiento incluye no sólo lo que hacemos, sino también lo que dejamos de hacer”
Reprogramación Reprog ramación de o! a"#oma#i!mo! de cond"c#a 1ecesitas dedicarle 2- minutos antes de ir a dormir y una vela. Hay que sentarse tranquilamente, contemplar de forma forma rela'ada rela'ada la vela y de'ar que los pensamientos pensamientos del da transcurran transcurran como en una pelcula pelcula ante los o'os del interior. 3urante esos instantes uno piensa en todo lo que !a !ec!o, no importa lo primero que se le ocurra. Si !ay algo que preferiras !aber !ec!o de otra forma, proyecta de nuevo la escena tal como te !ubiera gustado que sucediera en esa %pelcula mental& y contémplala. La clave reside en que el subconsciente, 'usto antes de ir a dormir, no puede distinguir esa /ltima impresi$n del da de las experiencias reales. (royecta entonces, a lo largo de tres meses, la pelcula interior y observa en tu interior las situaciones crticas, concéntrate en tu centro y en estar tranquilo, en mantener todos los m/sculos del cuerpo rela'ados y en reaccionar como realmente !abras querido si te !ubieras liberado de los patrones del subconsciente. +ntes de lo que imaginas el subconsciente acepta esa correcci$n de la vivencia como si fuera un nuevo autom automatism atismo o y acabar acabarás ás reaccio reaccionan nando do de la nueva nueva manera. manera. Esto Esto sucede sucede porque porque con esta técnica técnica la #ona #ona realmente profunda de tu interior cree que ya !ace tiempo que act/as as.
La percepción $i#rada S$lo nos percatamos de aquellas cosas que realmente nos interesan. Es decir, aquellas de las que nos ocupamos con frecuencia y de las que tenemos un patr$n correspondiente en el subconsciente. Se trata de una percepci$n selecta y filtrada a causa de nuestros intereses e inclinaciones, nuestras convicciones e ideas. “La percepción depende de nuestras improntas y éstas son distintas en cada individuo”
En esencia no !ay una verdad ob'etiva, pues %verdad& es aquello que yo %considero verdad&. 1o obstante, en nuestro mundo realista se considera verdadero lo que se puede percibir con los cinco sentidos. (recisamente, la percepci$n a través de los sentidos depende de la actitud interna y de nuestras expectativas, por lo que es sub'etiva. 1os formamos una opini$n muy determinada sobre un asunto acerca del cual siempre pensamos lo mismo. Lo automati#amos todo en el subconsciente. + causa de esta impronta, nuestra percepci$n es muy limitada y nos percatamos de forma primaria de las cosas que se corresponden con esa opini$n. “A través de nuestras ideas y representaciones del mundo, de nuestros automatismos inconscientes y de nuestra percepción iltrada conormamos y coni!uramos nuestra realidad”
*odo aquello que pensamos, !acemos, decimos y sentimos o percibimos con frecuencia suficiente o poniendo una gran carga emocional en ello se anclará como automatismo en nuestro subconsciente y este patr$n dirige" 4 1uestro comportamiento 4 El control de nuestra corporeidad respecto al lengua'e corporal, el aspecto, la silueta y la salud 4 La informaci$n que nuestro subconsciente suministre a nuestro entorno 5tanto si queremos como si no6 4 La percepci$n filtrada que obtenemos del entorno 5con los cinco sentidos y también con el subconsciente6 4 7 el que el entorno nos perciba seg/n nuestro patr$n 5también con los cinco sentidos y con el subconsciente6 *odo lo que nos pasa 5o lo que no nos pasa6, c$mo nos va, en qué condiciones vivimos y traba'amos, está relacionado con el tipo de pensamientos que tenemos. Si aceptas incondicionalmente este !ec!o disfrutarás de todas las oportunidades de la vida. 1os apresuramos en aceptar la responsabilidad cuando los acontecimientos son positivos, pero ante los !ec!os negativos solemos culpar a los demás. Siempre encontraremos ra#ones para culpar a los demás o a agentes externos de nuestros fracasos. (ero s$lo cuando digas %s& a todo lo que surge en tu vida, cuando realmente te responsabilices de todo lo que te sucede en la vida, tendrás la posibilidad de cambiar todo lo que te pase sin recibir influencias externas.
EL ES%E&O 3e igual modo que s$lo percibimos lo que reside en nuestro subconsciente como patr$n, también las personas y situaciones de nuestro entorno act/an como espe'os ante nosotros. 1uestro entorno simplemente refle'a nuestras convicciones internas. *odo lo que nos llama especialmente la atenci$n en otros individuos, ya sea positivo o negativo, está relacionado en realidad con nuestras improntas internas. Se distinguen cuatro aspectos especulares diferentes" 24 El comportamiento propio *odo lo que no nos gusta en nuestro interlocutor no nos gusta porque, en esencia, nos comportamos del mismo modo. Simplemente, no nos damos cuenta. Suelen ser comportamientos que odiamos y que forman parte de nuestro propio comportamiento sin que seamos conscientes de ellos. 8ecomiendo observar este comportamiento primeramente en otros, a ser posible en personas ante las que nos sintamos neutrales. Cuando, una ve# tras otra, !ayas comprobado en los demás que esta teora es cierta, pasarás a comprobarla en ti miso con mayor frecuencia. 8epara en que te comportas igual que la otra persona 5aunque %s$lo& sea en relaci$n a ti mismo6 y siéntete agradecido en tu interior porque !a sido tan amable de ayudarte a progresar. En el futuro, intenta cambiar tu conducta negativa.
Cuando realmente te !ayas desprendido de esa forma de comportarte, caerás en la cuenta de que ya no te llama la atenci$n tal comportamiento en los demás o que, al menos, no te molesta. + veces también se produce un cambio repentino por el simple !ec!o de reconocer el espe'o. 94 El comportamiento deseado :na segunda posibilidad reside en el !ec!o de que determinadas conductas a'enas nos molestan simplemente porque en el fondo nos gustara ser de ese modo. El espe'o aparece, pues, a través de la envidia. 1os percatamos de que los otros tienen o saben algo que a nosotros nos gustara tener o saber, y nos enfadamos con nosotros mismos. (royectamos esa frustraci$n sobre el otro re!usándolo. Es el modo más sencillo. En el momento de rec!a#ar en los otros lo que en el fondo a nosotros nos gustara tener encontramos una ra#$n para no desearlo. ;inalmente, nos limitamos a rec!a#arlos. uieren evitar en cualquier circunstancia adoptar 'usto ese comportamiento. 1o quieren ser nunca as. (regunta a un no fumador 5en el caso ideal a s mismo6 si debe evitar fumar. Le dirá que no. S$lo puedo evitar 'ustamente algo que tengo inclinaci$n a !acer. La acci$n debe iniciarse en el interior para que se evite en el exterior y que no suceda en el /ltimo momento. +s pues, también en este caso !ay en m una inclinaci$n que se refle'a. La soluci$n es similar a la del punto uno" no es la inclinaci$n lo que debemos combatir, sino la impronta interior. ?4 El recuerdo Los seres !umanos, en nuestra vida diaria, estamos con muc!a frecuencia condicionados a determinados desencadenantes. (or esta causa, el comportamiento, la vo#, la gesticulaci$n o lo que sea de un desconocido nos molestan porque los vinculamos al comportamiento determinado de otras personas, y totalmente distintas, de quienes tenemos un recuerdo negativo. El recuerdo solo es una forma especular postergada en el tiempo. 8esumiendo" *odo lo que nos llama la atenci$n en otros su'etos no tiene originalmente nada que ver con esos su'etos, sino con nuestra actitud. Lo /nico que !acen es refle'arnos las improntas de nuestro subconsciente porque" 4 nosotros somos as 4 nos gustara ser as 4 nunca quisiéramos ser as 5pero tenemos la tendencia a serlo6 o 4 nos recuerda a otros Si tenemos claras esas funciones especulares estableceremos buenas relaciones con los demás. El cambio cobra sentido cuando sé qué es lo que el otro me refle'a. En caso contrario, trope#aremos siempre con la misma piedra. Empie#a, pues, por ti mismo. Cambia tus patrones, tu comportamiento y el mundo cambiará. “"i quieres cambiar el mundo t# mismo tienes que cambiar”
+ través de la percepci$n filtrada s$lo advertiremos o nos afectarán de forma especial situaciones que se correspondan con nuestras improntas interiores. Elegiremos siempre los acontecimientos que reafirmen nuestras convicciones interiores. *ambién es un espe'o para nosotros lo que percibimos a nuestro alrededor, lo cual no es idéntico a lo que pasa a nuestro alrededor. Cuando trope#amos con situaciones que no nos gustan en absoluto debemos admitir que depende de nosotros el percibir o no esas situaciones y c$mo las percibimos. Cuando la experiencia es positiva solemos precipitarnos en asumir la responsabilidad@ pero lo interesante e importante reside en las cosas que no nos gustan. En ese ámbito sobre todo descansa nuestro potencial de desarrollo.
SACAR BENE'ICIO DE LOS %ROBLEMAS Las causas principales de todos nuestros problemas son %nuestros propios pensamientos&. “$o e%iste nin!#n problema que no te aporte simult&neamente un don' (uscas los problemas porque necesitas sus dones”
Los problemas son signos externos de que en nuestro subconsciente quedan improntas que no contienen lo que deseamos conscientemente. Son, pues, indicaciones de que !ay asuntos que podemos me'orar un poco. Cuando los me'oramos, nuestras condiciones de vida también me'orarán. +s que, los problemas, bien mirado, son algo muy positivo. Están a! para que no de'emos de me'orar, para que aprendamos y sigamos evolucionando. Si aceptamos nuestra vida como espe'o consideraremos las circunstancias externas como se)ales para cambiarnos a nosotros mismos y aprenderemos de forma voluntaria. Si obviamos estas se)ales y vemos las cosas como %pura coincidencia& o como algo que %nada tiene que ver conmigo&, estas se)ales se irán agravando !asta llegar al punto en que se nos convertirán en problemas.
(Lo! pro)ema! no !on m*! +"e !e,ae! o).iada! no reconocida! +"e no! in.i#an a "n cam)io/ 8eflexiona acerca de tu vida. Considera un problema grave y anali#a qué patr$n básico, qué impronta, podra esconderse tras él. 8etrocede y reflexiona acerca de qué signos se)alaban en esa direcci$n y te pasaron por alto antes de que te toparas con ese problema. Si lo !aces con franque#a encontrarás toda una serie de situaciones que ya eran se)ales pero que, como es obvio 5si no el problema no !abra aparecido6, no reconociste como tales.
01"2 me indica e!#o3 Si te planteas esta pregunta, tan pronto como percibas o experimentes cosas que se salen de lo ordinario, aprenderás de forma voluntaria. Ancluso cuando tengas problemas reales, los verás como invitaciones para aprender y no te sentirás como una vctima de las circunstancias.
(Lo! pro)ema! !"rgen para ago para indicar a dirección correc#a/ Los problemas nos indican pues, el camino para llevar una vida me'or, para poder ser más felices y conseguir más logros. Los problemas son indicadores que nos se)alan la direcci$n correcta.
A"#oe!#ima *odos los problemas pueden solucionarse de forma más sencilla si disponemos de un sentimiento de autoestima positivo como estmulo. *odas las personas tienen un potencial máximo y mnimo. En el potencial mnimo se vive exclusivamente basándose en patrones de pensamiento negativos, temerosos e inconscientes. En el potencial máximo vives lo que realmente eres. Libre de todos los patrones que la constri)en, la auténtica belle#a de tu alma se despliega y vives plenamente lo más !ermoso y lo me'or que se esconde en ti. (ara poder realmente cambiar algo de nuestra vida, no s$lo tenemos que aceptarnos a nosotros mismos, como somos, sino la vida en su totalidad, tal como es en este momento. Es esencial aceptar lo que !ay y cuál es tu punto de partida en la actualidad. En caso contrario, nunca !allarás el camino que te condu#ca al ob'etivo deseado.
(Soo c"ando p"ede! amar #odo #a c"a e! crece en #i a $"er4a para cam)iaro #odo/ *odo lo que rec!a#amos lo alimentamos subconscientemente de energa y de este modo crece. Bponer resistencia y rec!a#ar las circunstancias del momento te absorbe toda la fuer#a que tienes. El inteligente navega simplemente con la corriente y comparte la vida con ella, conduciéndola seg/n su deseo.
%RINCI%IOS 'UNDAMENTALES DE LA REALIDAD La coincidencia La coincidencia, tal como se la conoce, no existe. La coincidencia es lo que nos sucede. 1i más, ni menos. *odos los efectos proceden de una causa. 7 la causa 5en lo que a nosotros concierne6 se !alla siempre en nosotros mismos. “La coincidencia no e%iste) "ólo hay acontecimientos en los cuales no conocemos todavía el vínculo entre causa y eecto”
La coincidencia es el modo en que el universo elabora nuestros ob'etivos 5conscientes o inconscientes6. (ara conseguir nuestros ob'etivos es, por ello, importante formular el ob'etivo, unirse al cosmos y al subconsciente y confiar en que a ambos se les ocurrirán miles de formas más de llegar al ob'etivo que a una peque)a ra#$n encerrada en la cabe#a de una persona.
Re!pon!a)iidad per!ona a)!o"#a >uién decide lo que pensamosD, no cabe duda de que nuestra educaci$n o bien otras personas nos !an programado en algunos aspectos, pero cuando !ay que decidir somos nosotros los que lo !acemos. Solo nosotros somos responsables de nuestros pensamientosF. +sumamos, pues, la responsabilidad de todo lo que nos ata)e. >uién otorga a otras personas o circunstancias el poder sobre la propia vida siempre vivirá a la espera de que su proyecto particular sea una y otra ve# destruido. S$lo cuando aceptemos la total responsabilidad de lo que !oy en da nos rodea tendremos la oportunidad de conformar, ba'o nuestra propia responsabilidad, el futuro del modo que queremos. +ceptar que somos nosotros los responsables nos brida la oportunidad de conseguir la felicidad, la salud, la armona, el amor, el éxito, la rique#a o cualquier deseo que abriguemos.
Dar 5 reci)ir 8ecogemos lo que sembramos. *odo lo que pensamos 5y también lo que decimos, !acemos y percibimos6 se almacena en nuestro subconsciente. *odo aquello que pensamos con la frecuencia suficiente yGo con muc!a intensidad conduce a una impronta, un automatismo. Como consecuencia, actuaremos, percibiremos, escogeremos y seremos escogidos automáticamente seg/n la nueva impronta. Si insistimos en comportarnos de una forma determinada, este comportamiento atraerá a otras personas con improntas similares, de forma subconsciente, claro.
(Todo no! e! de."e#o pero con $rec"encia no por a per!ona a +"ien !e o 6emo! pre!#ado/ Con frecuencia no es del todo evidente donde se encuentra la causa pero siempre existe, y t/ la !as originado. En el momento en que tengo claro que yo soy la causa 5directa o indirecta6 de todo lo que me rodea, encuentro de repente nuevas oportunidades en la vida. Es me'or que me pregunte" C$mo !e causado estoD. En el momento en que doy con ello puedo cambiar la actitud mental, el comportamiento y, de este modo, eliminar la causa. Si s$lo me dedico a ir se)alando a los demás las cosas malas y no modifico mis improntas, que lo !an causado todo, volverá a sucederme una y otra ve# lo mismo. Si quieres recibir, basta con que empieces dando. 3ar es en realidad me'or que recibir. 3ar es la condici$n previa para poder recibir.
(Dar con genero!idad e! dar7 Dar !in e!perar nada a cam)io e! dar7 Dar e! dar en )ene$icio de o#ro/
LA %RO8RAMACI9N Im*gene! El traba'o con nuestro subconsciente se reali#a en gran parte a través de imágenes. *odo lo que pensamos, omos o leemos se convierte en el %ordenador biol$gico& de nuestro cerebro en imágenes. Si queremos introducir nuevas improntas en nuestro subconsciente, es ra#onable que nos sirvamos directamente de su lengua'e, es decir, de las imágenes. 8esulta irrelevante si están sacadas de la llamada realidad o si son ficticias. El subconsciente no es capa# de diferenciarlas, es incapa# de distinguir entre lo real y lo imaginado. El acto de crear imágenes internas recibe también el nombre de visuali#aci$n. (ara poder imaginarnos en una imagen algo que no existe, necesitamos primero una imagen original. Cuando pensamos en lo que %no queremos& conseguimos básicamente lo contrario, es importante que nos ocupemos de lo que s queremos y no siempre de lo que no queremos tener. *enemos que ocuparnos de los aspectos positivos para, al final, provocarlos. Cuando estemos en contra de algo, en el peor de los casos sintiéndolo intensamente, no lo podremos evitar. (or esta causa, los ob'etivos claros y bien definidos son un elemento esencial para alcan#ar el éxito. (ara que nuestro subconsciente tenga bien claro que !emos pensado el ob'etivo para nosotros y no para el vecino es importante que, en esas imágenes interiores, 5o me'or, en esas pelculas, pues no deben ser imágenes estáticas sino secuencias lo más realistas posibles6 estemos en el punto central de lo que sucede. Contémplate en las situaciones adecuadas y en el entorno que deseas. */ eres el protagonista. (ara salir airoso de una empresa, al subconsciente no le importa si la imagen es realista, sino el contenido de la informaci$n. Creas imágenes externas estupendas si act/as simplemente como si ya !ubieras alcan#ado tu ob'etivo. La meditaci$n es el modo en que me'or funciona este método.
'ra!e! direc#rice! Las imágenes externas carecen de efecto si nos aferramos a las imágenes interiores y obviamos las oportunidades externas para conseguir lo que deseamos. >uién anda todo el da ocupado en imágenes interiores no puede, naturalmente, invertir toda su capacidad de rendimiento. (or eso es totalmente ra#onable reducir a frases esas imágenes de ob'etivos. + estas frases cortas y concisas que describen la imagen del ob'etivo sin ambigedades las llamaremos frases directrices 5o también afirmaciones6. Las frases deben formularse siempre en presente y deben evitar todas las negaciones, es decir, deben emplearse declaraciones positivas. Evita, pues, la palabra %no& al formularlas. *ambién tienen que ser cortas y %cru'ientes&. Si nos !emos puesto un ob'etivo %positivo&, es probable que se nos ocurran un mont$n de argumentos para no alcan#arlo. Es a! donde podemos utili#ar nuestras frases directrices casi como %matamoscas&. Cada ve# que un pensamiento negativo acuda a nuestra mente opondremos nuestra afirmaci$n. En el me'or de los casos, antes de que el pensamiento negativo se formule del todo. (ara poder recitar de forma fluida nuestra frase directri#, incluso mientras caminamos, es agradable que tenga también un determinado ritmo e incluso una rima para memori#arla bien. >ué fácil esF Hago lo que quiero porque puedoF Soy tan valiente que logro lo que quieroF
S:m)oo! Las frases directrices son la reducci$n de las imágenes en palabras. Sin embargo, podemos reducir esas palabras a smbolos. :n smbolo puede ser para ti todo aquello que vincules a tu ob'etivo. *u fantasa no conoce lmites a este respecto. El sentido de los smbolos es que nos conecten lo más frecuentemente posible con nuestra meta.
Medi#ación La #ona en que so)amos se !alla en una frecuencia de entre I y 2? !ert#ios y se le denomina %fase +lfa&. Este es el estado que nos interesa alcan#ar porque en esta fase está la puerta al subconsciente, la intersecci$n especialmente anc!a entre la conciencia y la subconciencia. (or a! circulan fácilmente las informaciones del subconsciente a la conciencia y también en sentido contrario. La fase +lfa no está limitada a la fase del sue)o ligero, sino que podemos sumergirnos en este estado de forma consciente a través de una rela'aci$n corporal, como la meditaci$n. Las informaciones que recibimos en el estado +lfa se convierten muc!o más deprisa en una impronta del subconsciente. Los perodos que preceden al sue)o o que suceden inmediatamente al despertar transcurren también en la frecuencia +lfa. 8eflexiona acerca de qué tipo de ideas acuden a tu mente en esos momentos.
Rea;ación de c"erpo< 24 1os situamos en un sitio donde no nos molesten, donde podamos aislarnos lo máximo posible. 94 1os sentamos confortablemente 5si nos acostamos podemos dormirnos6. =4 3ebemos estar c$modos, la ropa tiene que ser suelta, nada debe oprimirnos 5descal#arnos6. ?4 (ara evitar el ruido exterior y poder rela'arnos me'or es recomendable 5a los principiantes6 poner una m/sica de meditaci$n de fondo. J4 Anspiramos y expiramos profundamente unas cuantas veces y cerramos los o'os. >uién tenga problemas con cerrar los o'os también puede, al principio, fi'ar la vista en un punto que le resulte c$modo y concentrarse en él !asta que los párpados casi se le cierren solos. K4 Lo me'or es que después nos concentremos en nuestra respiraci$n. Bbservaremos como entra y sale el aire sin controlarlo, no obstante, de forma consciente. I4 (ara apoyar la rela'aci$n podemos repetir en nuestro interior la palabra %calma&. Es especialmente efica# que al inspirar digamos la slaba %cal& y al expirar la slaba %ma&. 4 >uién no !aya practicado nunca estos e'ercicios de rela'aci$n puede !acerlos de forma más intensiva concentrándose en cada parte del cuerpo por separado, repitiéndose en su interior que, por e'emplo %los pies están rela'ados y sueltos&. 4 (ara concluir la meditaci$n inspira profundamente un par de veces, vuelve a mover lentamente las manos, los pies y todo el cuerpo. Estrate, abre los o'os, y di en tu interior que vuelves a estar %aqu y a!ora& completamente.