Carlos Pereyra, Historia Para Qué, Resumen

Carlos Pereyra, Historia ¿Para qué? ---Se debate siempre el problema de la utilidad y la legitimidad del saber de la historia. No siempre se mantiene la distinción entre legitimidad y utilidad, en ocasiones se las toma unidas conocimiento de ciertos fenómenos constituye una guia  para comportarse cuando ocurran de nuevo cosas semejantes. semejantes. Legitimidad y utilidad no son equivalentes. Bloch nos hacía mención a que era lo que legitima el esfuerzo intelectual, la respuesta es que la utilización ideológica - política del saber histórico no anula la significación de este ni le confiere su único sentido. Hay quienes consideran que el conocimiento objetivo se logra a través de un confinamiento a un reducto ajeno a la confrontación social, es decir desvincularse de la historia en la que se participa y escribe. La función del historiador es dominar y comprender la historia, para la comprensión del presente. Refugiarse en la neutralidad ideológica conlleva a la mutilación de la reflexión y termina por asumir formas ideológicas fuertes. El autor a desmentir todas estas posturas nos menciona que el saber histórico también se encuentra conformado por la lucha de clases. En sus inicios esta disciplina se limitaba a conservar la memoria social y su función era la cohesión de la sociedad, la legitimación y preparar a los individuos para la vida colectiva. Posteriormente Posteriormente la historia es concebida por Plutarco, como la comprensión comprensión del presente en t anto explica los orígenes del actual estado de las cosas, las entidades y fenómenos caracterizarles en términos de proceso y sistema. Bloch nos menciona que tomar a la historia de los orígenes (no literalmente) no explica la organización del estado actual de cosas. La historia presente pude de mejor manera ser comprendida por sucesos no muy lejanos pero también se dan los casos que se toma como base factores muy lejanos. El saber histórico se da en una zona violentamente disputada por la ideología política (educación, medios, etc.), la historia es sometida a la explotación ideológica, siendo este un obstáculo para la historia como ciencia. Luego el autor nos menciona que existe un relativismo en el uso de la historia, toda esta pluralidad de modelos teóricos sobre la historia es resultada de la división social y de la fragmentación de intereses en las corrientes. Entonces excite una función teórica y una social que se complementan sin eliminar sus desajustes. Existe además la tendencia a evitar los juicios de valor pero esto es por falta de conocimiento de la ideología inherente, esto porque además se considera que juicios de valor no es explicar sino decidir quién es el bueno y quién no, esto limita l imita la explicación y borra las luchas inherentes.