CARACTERÍSTICAS DEL REGIMEN ESCLAVISTA En la historia historia de la humanidad el régimen esclavista constituyó el primer modo social de producción basado en la explotación del hombre por el hombre y en el antagonismo de las clases sociales. Según Karl Marx: “Un modo de producción es una combinación particular de fuerzas productivas y relaciones de producción”. Fuerzas productivas: Constituido por la de trabajo humano y el conocimiento
disponible a un nivel nivel tecnológico
aportada por los medios de producción
(herramientas, equipamiento, tecnología, materiales y tierras fértiles). Relaciones de producción: Se refieren a las relaciones sociales y técnicas, las
cuales incluyen la propiedad, el poder y el control de las relaciones que gobiernan los recursos productivos de la sociedad, a veces codificados como leyes, formas de cooperación y de asociación, relaciones entre las personas y los objetos de su trabajo, y las relaciones entre las clases sociales. Orígenes
Este modo de producción surgido entre el cuarto y tercer milenio a.c., duró en los países más desarrollados de Asia, Europa y África hasta los Siglos III y V d.c., alcanzando su máximo esplendor en la antigua Grecia y luego en Roma. La caída del Imperio Romano de Occidente en el Siglo V d.c., inició la desaparición del modo esclavista de producción. El proceso de surgimiento de las relaciones esclavistas de producción fue distinto en los diferentes países. A la vez existían condiciones económicas fundamentales comunes para todos los países y pueblos, que prepararon el tránsito al modo esclavista de producción: el desarrollo de las fuerzas productivas hasta tal nivel en el que era posible la creación no sólo del producto necesario, sino también del producto adicional; el surgimiento de la hacienda individual y de la propiedad privada de los medios de producción; el desarrollo de la desigualdad patrimonial, la formación de una élite rica, que poseía una gran hacienda y necesitaba de
fuerza de trabajo complementaria. Poco a poco pero inexorablemente a base de su desarrollo, así la esclavitud patriarcal fue sustituida por el modo esclavista de producción. CARACTERÍSTICAS DEL RÉGIMEN ESCLAVISTA Propiedad de los medios de producción y los esclavos
La base económica del modo esclavista de producción es la posesión por la clase esclavista de todas las condiciones fundamentales de la producción: la tierra, los instrumentos y los objetos del trabajo y el propio productor, el esclavo. En consecuencia todo el producto creado era propiedad del esclavista. De la masa general de productos creados, a los esclavos sólo le llegaba una ínfima parte que apenas era suficiente para reponer la fuerza de trabajo gastada y para una existencia semihambrienta. Esta parte del producto creado por ellos mismos no alcanzaba para la reproducción normal de sus condiciones físicas para el trabajo, por lo que se agotaban rápidamente. Los esclavos carecían por completo de todo tipo de derechos económicos, políticos y jurídicos. En la antigua Roma al esclavo le llamaban instrumento de trabajo “parlante” a diferencia de las bestias y de los instrumentos de trabajo inanimados. Al no tener posibilidad de apropiarse del producto creado y mejorar su situación con un trabajo más intenso, el esclavo no estaba interesado en los resultados de su trabajo. La cooperación simple del trabajo
El trabajo de los esclavos se aplicaba en lo fundamental en forma de cooperación simple, es decir, era una agrupación de la masa de esclavos bajo el control del esclavista, los cuales realizaban un trabajo más o menos homogéneo. La división del trabajo entre los esclavos era extraordinariamente insignificante. El grado de desarrollo de los instrumentos de trabajo era tal que para conseguir un buen resultado en la producción se requería del empleo de una masa de esclavos y no de esclavos aislados. Sólo en ese caso podía lograrse suficiente producto
adicional, cuya obtención era la finalidad de la producción esclavista. La violenta coerción de los esclavos para que trabajaran, exigía el mantenimiento de numerosos capataces y esto sólo podía justificarse en el caso de que hubiera una gran masa de esclavos ocupados simultáneamente. A base del trabajo de los esclavos continuaron desarrollándose las fuerzas productivas. La aplicación de la cooperación simple de los esclavos ya en el régimen esclavista permitió desenvolver complicados tipos de producción artesanal, o sea, industrial: extracción de minerales de hierro, de cobre, de plata y oro, la fundición de metales, la fabricación de diversos tipos de armas, instrumentos de trabajo, adornos, hilado, tejidos, etc. Fueron creados con el trabajo de los esclavos sistemas de riego, muy perfectos para aquellos tiempos en Babilonia, Egipto y otros países. Sin embargo, a diferencia de la cooperación del trabajo de la comunidad primitiva, que agrupaba a personas con iguales derechos y libres de explotación, las cuales se hallaban a un nivel extremadamente bajo de desarrollo económico, la cooperación esclavista agrupaba a productores subyugados a los explotadores, que no tenían interés en los resultados del trabajo. Esto determina el carácter contradictorio de la cooperación esclavista. Oposición entre el trabajo manual y el intelectual
Surgió la oposición entre el trabajo manual y el trabajo intelectual. El trabajo manual era el destino de los esclavos, y el trabajo intelectual, era privilegio de las clases dominantes, con la particularidad de que las personas dedicadas al trabajo intelectual, explotaban despiadadamente a los que se ocupaban en el trabajo manual. En esto se manifestaba la oposición entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, que tenía un carácter acusadamente clasista. El desarrollo de las fuerzas productivas y del resultado de la producción, posibilitó la separación del trabajo intelectual del trabajo manual porque el trabajo forzoso y pesado de los esclavos proporcionaba producto adicional a los esclavistas, lo que les permitía no dedicarse al trabajo manual. En la medida que se fueron
desarrollando las relaciones esclavistas de producción, aumentaba la masa de esclavos que trabajaban para los esclavistas y se incrementaba su explotación, y el trabajo manual se fue convirtiendo en ocupación reprobable para el ciudadano libre. Los asuntos estatales, la política, la filosofía, la literatura y el arte eran trabajo de los esclavistas. El florecimiento de las ciencias, el arte y la literatura del mundo antiguo estaba íntimamente relacionado a la separación del trabajo intelectual y el trabajo manual. El incremento de las fuerzas productivas, el desarrollo del Estado, del arte y la ciencia fueron posible sólo a condición de que fuera dividido el trabajo entre la masa dedicada al trabajo manual y unos cuantos privilegiados, que dirigían los trabajos y se ocupaban de los asuntos del Estado, de la ciencia y el arte. La esclavitud fue la forma más simple que apareció espontáneamente de tal división del trabajo. Carácter natural de la producción esclavista
La producción esclavista tenía un carácter natural. Los productos se creaban en lo fundamental para su consumo en los límites de cada hacienda. El carácter natural de la producción esclavista estaba condicionada por el insuficiente desarrollo de la división social del trabajo y también por la coerción directa, violenta y extraeconómica de los esclavos en la producción. La conversión del hombre libre en esclavo ocurría, por lo general, como resultado de un acto de violencia directa. “El mercado de trabajo se ve constantemente
surtido de mano de obra – escribió Marx – por la guerra, la piratería, etc, y estos robos se desarrollaban también al margen de todo un proceso de circulación, pues constituyen pura y simplemente actos de apropiación de la fuerza de trabajo ajena por medio de la violencia física descarada.”
Una de las peculiaridades más significativas de la economía esclavista consistía en que una parte considerable del producto adicional se destinaba a fines improductivos: a construir los majestuosos palacios de los gobernantes y esclavistas ricos, a edificar grandiosos templos para el ejercicio del culto religioso,
a organizar festejos solemnes en honor de las victorias de los Estados esclavistas y de algunos jefes militares y a celebrar juegos y espectáculos. Ley económica fundamental de la sociedad esclavista
En la esclavitud el producto adicional se destinaba ante todo a satisfacer las necesidades personales de los explotadores. Debido al bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas o de la productividad del trabajo esclavo no interesados en los resultados de la producción, el producto adicional era insignificante. Con todo y esto la riqueza de algunos Estados esclavistas y de sus gobernantes alcanzaba enormes proporciones. Al desarrollarse la producción esclavista crecía el parasitismo de las clases dominantes. Por ello se incrementaba aun más la explotación de los esclavos. El producto adicional y parte del producto necesario eran arrancados por los esclavistas a los esclavos empleando los métodos más crueles de violencia. La creación del producto adicional para el consumo parasitario de los esclavistas mediante la coerción directa, extraeconómica en orden al trabajo de los productores directos, los esclavos, constituye la ley económica fundamental de la sociedad esclavista. Reproducción en las condiciones del esclavismo
Al modo esclavista de producción le era inherente la reproducción simple. Era evidente que en el esclavismo la producción no permanecía estancada. Se desarrollaban las fuerzas productivas y las relaciones de producción, aumentaba la población, crecían las necesidades de las personas y aumentaba la producción. Este incremento fue tan lento que se hizo perceptible a lo largo de muchas generaciones. La causa principal del lento incremento de la producción fue el consumo parasitario de las clases gobernantes respecto al producto adicional creado por el trabajo esclavo. Al desarrollo de la producción no se le destinaba, o a penas se destinaba parte de producto adicional. Esto privaba a la producción de la base material para su ampliación. El producto adicional creado por el trabajo adicional de los esclavos aparecía por lo general en forma de valores de uso, es
decir, como objetos y artículos consumidos directamente por los esclavistas. “Los
antiguos no pensaban – escribió Marx – siquiera en convertir el producto sobrante en capital. Si acaso pensaban en ello, era en un grado insignificante. La existencia entre ellos del verdadero atesoramiento en grandes proporciones, indica la gran cantidad de productos sobrantes que quedaba baldío en la Antigüedad.” Desarrollo de las relaciones mercantiles y monetarias
El incremento de la división social del trabajo en las condiciones de dominio de la propiedad privada condujo a que, pese al carácter natural de la producción esclavista, lograran cierto desarrollo la producción mercantil y el intercambio mercantil. Tuvo significación primordial el desarrollo de los oficios. El crecimiento de la especialización y el volumen de la producción agrícola jugó un papel muy importante en el desarrollo de las relaciones mercantiles en la sociedad esclavista. El Estado en el régimen esclavista
La sociedad esclavista estaba dividida en dos clases fundamentales: los esclavos y los esclavistas. Esta división clasista de la sociedad era refrendada en todos los estados esclavistas de la antigüedad por ciertas normas jurídicas, como la legislación de Atenas, el derecho romano, etc. De acuerdo con las leyes de los estados esclavistas, los esclavos no solo no eran considerados ciudadanos, es decir, miembros de la sociedad con plenitud de derechos, sino ni siquiera personas. El esclavo podía ser matado o sometido a toda clase de violencia y eso no era considerado delito en la sociedad esclavista. Además de los esclavos y los esclavistas, en la sociedad esclavista existían las clases de los campesinos y artesanos libres, los comerciantes, comprendido entre estos los usureros. Los intereses de los esclavistas eran salvaguardados por el Estado esclavista. En los estados esclavistas la democracia era extensiva únicamente a la parte libre de la población, mientras que los esclavos carecían por entero de todo tipo de derechos. Sin embargo sea cual fuere la forma de Estado esclavista, siempre fue un aparato de violencia, de dominio clasista, que salvaguardaba la propiedad de
los esclavista, defendiendo los intereses de la clase esclavista tanto en el interior como en el exterior del país.