7. La ubicación de la experiencia cultural. ¿Dónde se ubica la experiencia cultural en la mente? Freud Usó la palabra "sublimación" para indicar el camino hacia un lugar en que la experiencia cultural adquiere sentido, pero qui! no llegó tan leos como para decirnos en qu# parte de la mente se encuentra esa experiencia $e di cuenta, empero, de que en rigor el uego no es una cuestión de realidad ps%quica interna ni de realidad exterior. exterior. si el uego no esta adentro ni a&uera, ¿donde est!? 'e indicado que cuando presenciamos el empleo, por un ni(o, de un obeto transicional, la primera posesión no)*o, +emos al mismo tiempo la primera utiliación de un s%mbolo por aquel * su primera experiencia de uego l obeto es un s%mbolo de la unión del beb# * la madre -o parte de esta. se s%mbolo puede ser localiado. /e encuentra en el lugar del espacio * el tiempo en que la madre se halla en la transición de estar -en la mente del beb# &usionada al ni(o * ser experimentada como un obeto que debe ser percibido antes que concebido. l uso de un obeto simbolia la unión de dos cosas ahora separadas, beb# * madre, en el punto del tiempo * el espacio de la iniciación de su estado de separación si el uso del obeto por el beb# llega a con+ertirse en algo -o sea, que es m!s que una acti+idad que se podr%a encontrar incluso en un beb# nacido sin cerebro, entonces tiene que existir el comieno del establecimiento, en la mente del beb#, o en su realidad ps%quica personal, de una imagen del obeto. 0ero la representaci representación ón mental del mundo interno se conser+a como signi1cati+a, o la imago de ese mundo se mantiene +i+a, gracias al re&oramiento proporcionado proporcionado por la disponibilidad disponibilidad de la madre exterior, separada * real, unto con su t#cnica de cuidado del ni(o. 'a* que se(alar que los &enómenos que describo no tienen culminación. llo los distingue de los que poseen un respaldo instinti+o, en los cuales el elemento org!smico representa un papel esencial * donde las satis&acciones tienen estrecha +inculación con la culminación. 0ero los &enómenos que poseen realidad en la ona cu*a existencia postulo pertenecen a la experiencia de la relación con obetos Los psicoanalistas que con raón destacaron la importancia de la experiencia instinti+a * de las reacciones ante la &rustración n o lograron &ormular con la misma claridad o con+icción la tremenda intensidad de las experiencias no culminatorias que se denominan uego. 2hora entendemos que no es la satis&acción instinti+a lo que hace que un beb# empiece a ser, a sentir que la +ida es real, a encontrarla digna de ser +i+ida. n rigor, la satis&acción del instinto comiena como &unción parcial, * se con+ierte en seducción si no se basa en una capacidad, bien establecida en la persona, para la experiencia total * para la experiencia en la ona de los &enómenos
transicionales. La persona debe ser anterior a su uso del instinto3 el inete debe cabalgar en el caballo, no ser arrastrado por #l. 4uando se habla de un hombre, se habla de #l unto con la acumulación de sus experiencias culturales. 2l utiliar el +ocablo cultura pienso en la tradición heredada. 0ienso en algo que est! contenido en el acer+o com5n de la humanidad,. a lo cual pueden contribuir los indi+iduos * los grupos de personas * que todos podemos usar si tenemos alg5n lugar en que poner lo que encontremos. $e parece que el uego rec%proco entre la originalidad * la aceptación de la tradición como base para la in+enti+a es un eemplo m!s, * mu* incitante, del que se desarrolla entre la separación * la unión. 6esis principal. . l lugar de ubicación de la experiencia cultural es el espacio potencial que existe entre el indi+iduo * el ambiente -al principio el obeto. Lo mismo puede decirse acerca del uego. La experiencia cultural comieno con el +i+ir creador, cu*a primera mani&estación es el uego. 8. Desde el principio el beb# +i+e experiencias de m!xima intensidad en el espacio potencial que existe entre el obeto subeti+o * el obeto percibido en &orma obeti+a, entre las extensiones del *o * el no)*o. se espacio se encuentra en el uego rec%proco entre el no existir otra cosa que *o * el existir de obetos * &enómenos &uera del control omnipotente. 9. 6odos los beb#s tienen en dicho espacio sus propias experiencias &a+orables o des&a+orables. La dependencia es m!xima. l espacio potencial se da solo en relación con un sentimiento de con1ana por parte del beb#, es decir, de con1ana +inculada con la con1abilidad de la 1gura materna o de los elementos ambientales, siendo la con1ana la prueba de la con1abilidad que comiena a ser intro*ectada. :. 0ara estudiar el uego * despu#s la +ida cultural del indi+iduo es preciso examinar el destino del espacio potencial que ha* entre un beb# cualquiera * la 1gura materna humana -* por lo tanto &alible, que en esencia es adaptati+a debido al amor en este terreno de la manipulación -que empiea tan temprano, * que +uel+e a empear una * otra +e, el beb# encuentra un placer intenso, e incluso angustioso, +inculado con el uego imaginati+o. ;o existe un uego pre1ado, de modo que todo es creador, * aunque el ugar &orma parte de la relación de obeto, lo que ocurre es personal para el beb# 4omo obser+adores, ad+ertimos que todo lo que sucede en el uego se ha hecho antes, sentido antes, olido antes, * cuando aparecen s%mbolos espec%1cos de la unión entre el beb# * la madre -obetos transicionales, dichos obetos &ueron adoptados, no creados. 0ero para el beb# -si la madre o&rece las condiciones correctas cada uno de los detalles de su +ida es un eemplo de +i+ir creador. 4ada obeto es un obeto "hallado. /i se le o&rece la posibilidad, el beb# empiea a +i+ir de manera creadora, * a usar obetos reales para mostrarse creati+o en * con ellos. /i no se le da esa oportunidad, no existe
entonces ona alguna en la cual pueda ugar o tener experiencia culturales3 se sigue de ello que no ha* +%nculos con la herencia cultural * que n o se producir! una contribución al acer+o cultural. n casos de &racaso prematuro en lo que respecta a la con1abilidad ambiental existe otro peligro, a saber, que ese espacio potencial sea colmado por lo que in*ecta en #l alguien que no es el beb#. 0arece ser que todo lo que en ese espacio pro+iene de alg5n otro es material persecutorio, * el beb# no cuenta con medios para rechaarlo. La tercera ona< la de la experiencia cultural que es un deri+ado del uego. Las otras dos onas son la realidad ps%quica personal o interna, * el mundo real, con el indi+iduo que +i+e en #l. =esumen 'e intentado llamar la atención hacia la importancia teórica * pr!ctica de la tercera ona, la del uego, que se ensancha en el +i+ir creador * en toda la +ida cultural del hombre. La con&ront# con nuestra realidad ps%quica personal o interna, * con el mundo real en que +i+e el indi+iduo, * que se puede percibir en &orma obeti+a. Ubiqu# esta importante ona de experiencia en el espacio potencial que existe entre el indi+iduo * el ambiente, que al principio une * al mismo tiempo separa al beb# * la madre cuando el amor materno, exhibido o mani&estado como con1abilidad humana, otorga en e&ecto al beb# un sentimiento de con1ana en el &actor ambiental. /e(al# el hecho de que ese espacio potencial es un &actor mu* +ariable -de indi+iduo en indi+iduo, en tanto que las otras dos ubicaciones >la realidad ps%quica o personal * el mundo real> son m!s o menos constantes, siendo la una determinada biológicamente * la otra de propiedad com5n. l espacio potencial que existe entre el beb# * la madre, entre el ni(o * la &amilia, entre el indi+iduo * la sociedad o el mundo, depende de la experiencia que conduce a con1ar. /e lo puede considerar sagrado para el indi+iduo, en el sentido de que all% experimenta este el +i+ir creador.