Silvia Bleichmar: El concepto de infancia en psicoanálisis (prerrequisitos para una teoría de la clínica)
Aclaración: La noción de aprés-coup es la concepción psicoanalítica de la temporalidad. Establece una relación compleja y recíproca entre un suceso importante y su resignificación en el a-posteriori por medio del cual el suceso adquiere nueva eficiencia psíquica.
!ué relación e"iste entre las interacciones parentales y las determinaciones sintomales que #acen a la neurosis$ %i las relaciones entre teoría y clínica implican la definición de un método& sabemos que el método no puede concebirse al margen de las correlaciones con el objeto que se pretende cercar& transformar. Es esta& la cuestión del objeto en psicoan'lisis de ni(o& la que debemos poner #oy en el centro de nuestras preocupaciones. preocupaciones.
Ello me #a conducido a intentar definir ciertos puntos que permitan el ordenamiento de un accionar clínico que intente no intente un traslado del método analítico mediante un for)amiento en el cual no se discutan las ideas de e"istencia del objeto que se intenta abordar. *e tomado partido por la propuesta freudiana que concibe al +,, como no e"istente desde los orígenes& definido en relación con la represión.
Los fundam fundament entos os del psico psicoan an'lis 'lisis is de ni(os ni(os deben deben ser replan replantea teados dos&& pero pero ello ello no puede puede efectuarse sin que sometamos a discusión las #ipótesis que guían nuestra pr'ctica. Es la categoría ni(o la que debe ser precisada y esto en el marco de una definición de lo originario. La precis precisión ión de psico psicoan an'lis 'lisis is de ni(os ni(os o con ni(os& ni(os& como como cierta cierta persp perspect ectiva iva contem contempor por'n 'nea ea propone& es en psicoan'lisis donde se subraya la cuestión y no en ni(o. %e trata de an'lisis lo cual supone un método de conocimiento del +,,& esto sin embargo no es tan lineal& dado que el +,, solo puede ser e"plorado& en el sujeto singular y por relación a la neurosis& una ve) establecido el conflicto psíquico que da origen al síntoma y ello no es posible
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antes de que #ayan producido ciertos movimientos de estructuración marcados por la represión originaria.
El psicoan'lisis de neuróticos transcurre inevitablemente los caminos de la asociación libre& la cual se establece por las vías de lo reprimido& presto a ser recuperado mediante la interpretación.
ero para que ello ocurra es necesario que el +,, y el ,, se #ayan diferenciado en tanto sistemas y que el superyó se #aya estructurado en el marco de las identificaciones secundarias del complejo de Edipo sepultado.
/e qué modo ocurre esto& en cambio& cuando el +,, no #a terminado aun de constituirse$ %e abre ac' una dimensión clínica nueva& la cual solo puede establecerse a partir de ubicar la estructura real& para luego definir la manera mediante la cual debe operar el psicoan'lisis cuando el sujeto se #alla en constitución.
,onocemos diversas soluciones que se #an ofrecido a lo largo de la #istoria del psicoan'lisis a esta cuestión.
Lo que nos enseño M. Aun #oy sigue trascurriendo que alguien llega a una supervisión y e"pone un fragmento de sesión en el cual el contenido fantasm'tico salta al oído de un analista medianamente entrenado. ,ómo se lo decimos$ ac' aparece la dificultad que los analistas de ni(os tiene al modo de pudor& efecto de la represión de la se"ualidad infantil& de #ablar en sus consultorios& el lenguaje del erotismo erógeno.
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%e puede& por supuesto& #ablar de los afectos sin que ello signifique #abla del +,,. %e puede incluso& #ablar de mama y papa y sin embargo& el +,, estar' ausente. orque para el +,, no se papa de quien se est' celoso& ni es a mama a quien se odia& sino a las presentaciones de mama y papa que los constituyen en tanto sujetos se"uados& articulados en el propio sufrimiento y en el propio goce& a las constelaciones deseantes que el ni(o mismo estructura. Esta es la ense(an)a principal del 0%imposium sobre an'lisis infantil1. 2.3 le enc#ufa una simboli)ación a lo innombrable y& a partir de esto el psicoan'lisis de ni(os #a entrado en el campo del psicoan'lisis.
4n analista que #asta transitado seriamente por su an'lisis& un analista que se #aya reconocido en sus estallidos deseantes amorosos y #ostiles& sabe que el ni(o al cual se enfrenta en su tarea no deja de activar& al mismo tiempo y permanentemente los fantasmas a los cuales el mismo fue confrontado. ero sabe también de la profunda capacidad transformadora del an'lisis& del valor de las interpretaciones cuyo objetivo no es propiciar un acto sino ampliar& en el interior un #ori)onte transformador.
El intento de conciliar psicoan'lisis y educación propuesto por *ug-*ellmut#: #e aquí un ejemplo de cómo concibió esta pionera del psicoan'lisis de ni(os su pr'ctica. 0/urante una de las 5meras sesiones le conté a *ans la #istoria de un ni(o que no quería dormir por las noc#e y que #acia ruido de tal modo que tampoco dejaba dormir a sus padres. El peque(o udi también #acia ruido durante la siesta& cuando su padre quería descansar& su padre se enojaba y lo a)otaba. eacción: el peque(o *ans se precipito sobre el aparador& tomo un 03rampus1 6estatuilla invocada para asustar a los ni(os7 y comen)ó a golpearme el bra)o mientras decía: 0t8 eres mala1. 9 yo contin8e: 0udi no amaba en absoluto a su padre1. El padre de *ans& era un oficial de alto rango& que estaba en servicio desde el comien)o de la guerra y solo se reunió en iena con su familia durante sus breves licencias; Al día siguiente& sus deseos de muerte dirigidos contra su padre se manifestaron m's claramente.
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derriba a menudo al c#ofer& del cual yo le #abía dic#o que era el padre de udi. 9o fingía llamar por teléfono al ni(o para darle noticias de su padre. %e suponía que udi lloraba largamente al oír esas noticias y yo decía que udi estaba a#ora muy triste porque& en verdad quería muc#o a su padre.
*asta dónde podía considerarse psicoan'lisis este tipo de intervención pedagógica$ Aplacar& educar& mostrar que el odio produce culpa& generando& a su ve)& mas odio; #e aquí el modelo de intervención con el cual *ug-*ellmut# se enfrenta a este *ans.
Es inevitable que& ante la propuesta de A.=& que se mantiene en línea continuidad 6aunque tb en ruptura7 con *ug-*ellmut#& sosteniéndose de inicio en una combinatoria de psicoan'lisis y educación. 2.3 conteste con artillería que no se asienta en peque(eces. 0*e querido probar que es imposible combinar un trabajo analítico y un trabajo educativo. 4na de estas actividades anula de #ec#o a la otra. %i el analista& deviene el representante de las instancias educativas& si toma el rol del superyó& si cierra la ruta del ,, a las tendencias pulsionales& se constituye como representante de la represión1. La neutralidad analítica no se trata de guiar para incrementar la culpa& pero tampoco de conservarse abstinente ante el sufrimiento ajeno> 02is críticas no recaen sobre el #ec#o de que A. =. active la culpabilidad& sino sobre el #ec#o de que no la disipe. Ella da prueba de una dure)a in8til al amena)ar la ,, de un ni(o con su miedo de volverse loco& como lo #a descrito& sin atacar rabien esta angustia en su raí) +,,& y sin aliviarla a la ve)& en la medida de lo posible1.
?olerar junto al otro para que la disminución del sufrimiento sea posible& el compromiso de una labor com8n que posibilite e"#umar la +,, para permitir la elaboración y la liga)ón de aquellos que desde ello interno-e"terno ataca al sujeto.
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%ería necesaria desde la perspectiva que estamos proponiendo& puntuali)ar que este +,, no est' allí desde siempre& sino que es el efecto de aquello que la #istoria traum'tica& pulsional& #a quedado inscripto& desarticulado y re#usado su ingreso a la ,, bajo el efecto de la represión originaria.
!perturas e impasses de la propuesta "leiniana La segunda mitad de siglo est' atravesada& en lo que a la teoría psicoanalítica se refiere& por una propuesta que tiende a tomar cada ve) m's en cuenta& en la fundación del psiquismo& aquellos determinantes e"ógenos que lo constituyen.
/e modo espontaneo los analistas tienden a contemplar cada ve) m's la función de las figuras significativas que tiene a su cargo la crian)a del ni(o. /entro del pos @leinismo& autores como innicott #an puesto el acento en la función materna y en las consecuencias que esta para la evolución normal o patológica del cac#orro #umano. %in embargo lo que resulta difícil de concebir por los analistas es que el +,, no es un e"istente desde los orígenes& y que sea un producto de relaciones #umanas en las cuales la cría se constituye& que no esté dado desde el comien)o.
?ratemos de representarnos el conte"to en el cual 2.3 comen)ó a desarrollar su propuesta. 5BCD: el mundo psicoanalítico& estaba centrado en la Cda tópica& =reud mismo estaba capturado por el revelo del +,, por el ello& la teoría de la represión #abía sido e"pulsada a un Cdo plano. La pulsión de muerte recuperaba por un lado& el car'cter indomable de la se"ualidad introducida en el +,, y por otro desli)'ndose a una equiparación entre las tendencias destructivas del ser #umano y la agresividad.
Alrededor de este momento confuso& 2. 3. genera su propia propuesta> mas un ello que un +,, sobre esto se apoya el concepto de anali)abilidad& la 8nica realidad es la del +,,& a partir de
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ellos& toda producción Cdaria es un símbolo& una transcripción& de lo verdadero a cuyo encuentro debe ir el analista. ?odo discurso& toda producción psíquica simboli)a lo +,,.
/esde esta concepción de un +,, universal y e"istente desde los orígenes& las fantasías solo pueden ser e"traídas en forma directa sin demasiada atención por los sistemas Cdarios 6,,,,7. /esde esta perspectiva de puede #acer ,, lo +,, sin que ello implique llenar lagunas mnémicas. o es la #istoria del sujeto singular& introducida en los sistemas psíquicos& lo que da origen al fantasma& el fantasma no es efecto sino origen& y es a este a quien se dirige el an'lisis.
La meta del an'lisis es liberar la fantasía trabada por la angustia& permitiendo así una disminución de la culpa. ?al concepción se asienta en el soporte teórico del ello: bolsa de residuos fantasm'ticos de la cual el analista e"tra y e"trae& como en un sinfín& con la ilusión de un agotamiento de este ello concebido como un conjunto de contenidos.
3lein no interpreta desde la contratransferencia: cree en la e"istencia de premisas universales del funcionamiento psíquico& de los fantasmas originarios& y en ellas se sostiene para progresar el an'lisis.
9a sea que se piense que se est' interpretando el +,, pulsional e"istente desde los orígenes y endógenamente determinado 63lein7& o que se asocie la emergencia fantasm'tica con los modos de inscripción de lo #istórico-vivencial a partir de la #istori)ación del traumatismo 6como yo misma propongo7& todos buscamos un orden de precisión que nos libre de intervenir desde nuestra propia subjetividad& de ser así el paciente quedaría e"puesto a nuestros propios fantasmas +,,.
*emos dado todo este rodeo para se(alar las insuficiencias que arrastramos& en psicoan'lisis de ni(o& para definir la relación entre objeto y método.
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La discusión entre 2. 3. y A. =. gira en el marco de un enfrentamiento entre una concepción 0estructuralista1 y una concepción 0genético-evolucionista11.
El +,, e"istiendo desde los orígenes& el superyó como derivado directo del ello& las defensas precoces operando desde los inicios de la vida& todo ello favoreciendo la transferencia y las condiciones de anali)abilidad en la infancia.
La cuestión es& desde nuestra perspectiva& reubicar cada uno de estos elementos a partir de ubicar los distintos tiempos de la constitución psíquica 6dentro del periodo de infancia7 y metapsicológicamente& ir cercando la constitución del objeto en aras de definir los diversos momentos de su estructuración.
#elaciones entre o$%eto & m'todo en la definicin de analia$ilidad 2. 3. se vio obligada a redefinir el objeto para #acerlo acorde al método: retroceder el Edipo y el superyó a tiempos anteriores de la vida para dar co#erencia a la relación entre el método analítico y las posibilidades de anali)abilidad en la 5mera infancia.
Es aquí donde introducimos nuestra diferencia de base: nuestra posición parte de ir ubicando los momentos de constitución del objeto a partir de dos premisas de base: 57 el #ec#o de que el +,, no e"iste desde los orígenes& sino que es establecido por fundación en la cual la represión originaria ocupa un lugar central> C7 que esta fundación del +,, se estructura por relación al ,,-,,& su operancia es relativa a la relación que establece con esta instancia a partir de sus diferencias de funcionamiento y de contenido.
A partir de concebir al aparato psíquico como aparato en estructuración& debe ser establecida la relación entre objeto y método las posibilidades de anali)abilidad en momentos concretos de infancia.
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La concepción cl'sica del an'lisis de ni(os& concepción derivada de @leinismo #a partido del establecimiento del método y desde ello se #a definido el objeto> es decir que acomoda el objeto al método. En cambio la perspectiva que ensayamos& implica en nuestra opinión una inversión de los pasos& es decir a partir de la definición del objeto correlacionar el método. %e trata de establecer lo que Austin #a llamado 0dirección de ajuste1& ajuste del método a la 0cosa del mundo1.
emos actualmente al psicoan'lisis de ni(os oscilar entre dos polos que operan como obst'culos constantes para pensar los fundamentos de la clínica: 57 aquel derivado del @leinismo& que da por sentada la e"istencia del +,, desde los orígenes y concibe a este +,, desde una determinación endógena y> C7 el que 0ubica1 al ni(o como soporte del deseo materno& como síntoma de la pareja conyugal.
*n lu+ar para lo infantil A que llamamos los psicoanalistas 0lo infantil1 a partir de =reud$ 4biquémonos r'pidamente en las cuestiones centrales que #acen a una teoría de la clínica: en 5er lugar la neurosis recurriendo a su car'cter #istórico: lo que denominamos neurosis de transferencia 6#isteria de angustia& #isteria de conversión y neurosis de compulsión7. !ue la neurosis sea definida en su car'cter #istórico implica el reconocimiento de que algo del pasado insistente con car'cter repetitivo& busca modos de liga)ón y organi)ación transaccionales a partir de la constitución de un síntoma. Aquello del pasado que insiste se trata de algo 0fijado1& del orden +,, e incorporado en forma permanente a partir de la se"ualidad infantil reprimida.
El origen de la neurosis debe ser buscado entonces por relación al +,,& y el origen de este +,, se define respecto a la se"ualidad infantil& se"ualidad que encuentra su punto de culminación en el conflicto edípico bajo la primacía de la etapa f'lica. Lo infantil se inscribe así para el psicoan'lisis& en el +,,.
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/e todos modos& lo que resulta m's problem'tico en el interior del psicoan'lisis& es definir el origen mismo del +,,.
Entontes la 5ra cuestión por ubicar& si queremos otorgar alg8n tipo de racionalidad a nuestra pra"is& consiste en definir bajo la perspectiva psicoanalítica& la categoría de infancia como tiempo de estructuración del aparato psíquico.
#elaciones entre lo infantil & lo ori+inario
,.-!usencia de perversiones en la infancia os detendremos un momento en una tendencia que se e"presa frecuentemente en el interior del campo analítico& y que #ace a la ideología con la cual se intenta a veces definir el proceso de cura.
%e trata de la tan conocida cuestión del 0polimorfismo perverso infantil1& mediante la cual se aborda en muc#os casos la categoría de infancia& llegando al e"tremo de perder de vista la posibilidad de estructuraciones perversas específicas en esta.
Apelamos para ellos& siguiendo con nuestra propuesta de repensar lo originario en =reud& al modelo de la se"ualidad pulsional. Esta se"ualidad pulsional es considerada como el prototipo de la se"ualidad infantil& y ello no solo porque se genera en los 5ros tiempos de la vida& sino porque su destino ser' diverso a medida que la evolución psicose"ual del ni(o se produ)ca.
Es el proceso de estructuración de la tópica el que define los destinos pulsionales 6recordemos que los F siguiendo su orden de evolución son: vuelta contra la propia persona& transformación en lo contrario& represión y sublimación7. La pulsión en si misma solo va a la b8squeda de la descarga& aquello que obstaculice esta descarga obligar' a movimientos defensivos que
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culminan en los procesos fundantes de la tópica psíquica. /e a#í la importancia que tiene el reconocimiento de la posición tópica del placer pulsional por relación al clivaje del aparato psíquico. A partir de este posicionamiento se definir'n modelos de intervención& de anali)abilidad.
econocemos que las inclinaciones perversas est'n muy difundidas& y dado este #ec#o& se nos impuso este punto de vista: la disposición a las perversiones es la disposición originaria y universal de la pulsión se"ual de los seres #umanos.
,reemos que si se puede descubrir en la ni(e) esta disposición originaria y universal de la pulsión se"ual a la perversión& pero esto no puede #omologarse con el ejercicio de la perversión por parte del sujeto infantil& el cual puede devenir un perverso> siempre y cuando las condiciones de su crian)a lo lleven en esa dirección. Esto no podemos perderlo de vista& ya que la disposición originaria nos conduce a diferencias entre el ejercicio del placer pulsional en los momentos de constitución del sujeto y la perversión como destino ya no de la pulsión sino del sujeto mismo.
*omologar lo infantil a lo perverso es perder de vista que la perversión es una categoría psicopatológica que implica una falla en la estructuración de la represión& en el sepultamiento del autoerotismo& no una etapa de constitución psicose"ual de la infancia. La pulsión tiene una disposición originaria y universal a la perversión& y esto se define solo por aprés-coup. En el momento de su inscripción la pulsión no es ni parcial ni perversa& solo es. Lo infantil& en tanto inseparable de lo pulsional& alude a un modo de inscripción y de funcionamiento de lo se"ual& en ra)ón de ello& lo infantil es inseparable de los tiempos de constitución del +,,.
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/.#e+resin & pro+resin del aparato psíquico Ante un aparato psíquico clivado& efecto de la represión& determinado por sistemas de fuer)as en conflicto& la regresión es el modo privilegiado en el cual vemos invertirse el movimiento por el cual aquello que #a transcurrido #istóricamente se inscribió en una tópica& en una espacialidad que determino un sistema de recorridos.
ecurriendo al modelo de #uellas mnémicas 6modelo de la carta GC de =liess7& en el que se suceden 6suplantan7 espacialmente sistemas de inscripciones producidas en distintos tiempos de la vida. or supuesto estas relaciones se alteran tanto en la neurosis& como en el an'lisis& dado que representaciones que forman parte de los estratos m's lejanos al yo& pueden ser activados y progresionar #acia el ,,.
%i la regresión es el camino que emprende el yo cuando se apodera de representaciones que est'n 0en el fondo del aparato psíquico1& la progresión seria el modo de emergencia de lo +,, cuando los recorridos de investimentos avan)an por sobre el clivaje que la represión instaura. rogresión de lo +,,& retorno de lo incorporado en sistemas de #uellas mnémicas& sistemas de memoria que #an devenido actuales: lo infantil& lo #istórico vivencial& se torna presente. 4n presente duradero define lo infantil en el +,,.
Lo vivido #a perdido el poder que sobre él ejerce el sujeto& y por esto aparece como algo e"tra(o que nos agita& lo infantil deviene fuente interna atacante productora de angustia& si las representaciones no son reprimidas. /el lado del yo& de la ,,& la infancia se constituye como totalidad fragmentada& acumulación seudo ordenada de flas#es de memoria.
,uando lo que se #a reprimido y e"pulsado con esfuer)o al fondo el +,, aparece como ejercicio real en otro ser #umano& es inevitable que las representaciones reinvestidas produ)can alg8n tipo de efecto en el ni(o.
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La amnesia de lo infantil& que =reud coloca como algo fundamental para encarar la practica analítica& #ace indisolubles dos metas 6siempre y cuando consideremos al +,, como producto de inscripciones determinadas desde lo #istórico vivencial& de origen traum'tico7: #acer ,, lo +,, y llenar lagunas mnémicas.
*n niño para el psicoanálisis: en los tiempos de lo ori+inario /e los desarrollos que venimos efectuando se desprende que lo infantil no puede ser definido& en psicoan'lisis& sino es por relación a lo originario& es decir& por aprés-coup. %i pensamos a la infancia como tiempo de estructuración de lo originario& debemos tener en cuenta las formas medias las cuales un ni(o constituye a partir de su #istoria previa y sus e"periencias los modos libidinales de enlace con objetos primordiales.
orque la conflictiva edípica& si no remite a las formas de ejercicio de los intercambios libidinales por relación al sujeto se"uali)ado& si no es pensada desde una perspectiva que tome en cuenta las inscripciones +,, de los objetos originarios y su perspectiva futura& resta siendo pura y simplemente una familiología de lo actual.
o #ay duda de que ning8n analista con conocimiento de las premisas b'sicas del aparato psíquico& por ej. no citaría al marido de una paciente que se queja de ser golpeada por él. or el contrario tratara de ver de qué modo la paciente& a partir de ciertas inscripciones& de ciertas modalidades deseantes& de ciertas formas neuróticas de producir sus concordancias libidinales& es llevada a someterse a situaciones de este tipo& en definitiva& al servicio de qué tipo de economía libidinal responde el síntoma.
%in embargo& los analistas de ni(os tenemos cierta tendencia a pensar que esto no ocurre del mismo modo cuando se trata de vínculos entre padres e #ijos& esto es propiciado por el #ec#o
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de que la captura del ni(o en el entramado de la neurosis paternal tiene una característica diversa: la profunda dependencia vital a la cual el ni(o est' sometido.
La realidad estructurante del +,, infantil& aquella que tiene que ver con el +,, parental y el Edipo no es la realidad de la familia: es m's reducida y m's amplia al mismo tiempo. Es m's reducida porque no son todas las interacciones familiares las que se inscriben en el +,, del ni(o> es m's amplia porque se despla)a a través de objetos sustitutos que cobran significación por rasgos metafóricos-metonímicos de los objetos originarios.
Abandonar una cronología genetista no implica concebir los tiempos de fundación del psiquismo como 0tiempos míticos1: podemos cercar sus movimientos a partir de transformaciones estructurantes del aparato psíquico infantil y poner en correlación los determinantes e"ógenos que #acen a esta constitución por relación a los procesos que se desencadenan en la fundación de la tópica.
Los criterios clínicos derivan d propuestas metapsicol+icas o basta con destronar al biologismo 62. 3.7& también conocemos los e"cesos producidos por un estructuralismo 6A.=.7 que despojo al ni(o de su neurosis o de su psicosis en beneficio de la red relacional pree"istente a su devenir y a su e"istencia.
La migración #acia la estructura de Edipo en la b8squeda fundante de la sintomatología infantil& y la reificación del campo del lenguaje& cerraron vías de e"ploración del +,,.
El descubrimiento del Edipo como estructura constituyente& de partida& al no ser puesta a jugar por relación a los sistemas de mediaciones que #acen al funcionamiento psíquico singular del ni(o en cuestión& al no poner a trabajar los pasajes mediante los cuales opera la metaboli)ación
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de sistemas deseantes y de pro#ibiciones de los padres en la estructura psíquica del ni(o& se diluyó en un f'cil interaccionalismo que no est' muy distante de algunas propuestas sistémicas.
El ni(o& concebido como síntoma de la madre o de la pareja conyugal& no puede& de #ec#o 0tener síntoma1& 0#acer síntoma1: ya que el mismo #a devenido objeto& #a dejado de ser sujeto deseante y esta es la cuestión fundamental que se juega cuando nos proponemos definir una propuesta analítica.
o es posible definir la especificidad sintomal a partir del discurso del otro. Ellos implica #acer oídos sordos a un postulado fundamental del psicoan'lisis: aquel que considera al síntoma como un producto transaccional& efecto del conflicto éntrelos síntomas psíquicos& conflicto siempre de orden intrasubjetivo& intersistémico& definido por la represión y por el car'cter de las representaciones se"uales que operan atacando contratransferencialmente al sujeto del yo o del ,,& bajo el modo de la compulsión de repetición& es decir& la pulsión de muerte.
%i la neurosis infantil queda definida en los marcos de un discurso e"terior al psiquismo en cuestión& no estamos muy lejos de la liquidación misma del concepto de +,,. El +,, es arrastrado a su desaparición& al confundirse determinantes de la constitución psíquica con estructura constituida productora de determinaciones.
La demanda de an'lisis se subordina a las posibilidades de anali)abilidad. El an'lisis trascurre indudablemente& en 0transferencia1& y es impensable un proceso analítico en el cual el ni(o no fuera estableciendo a lo largo del proceso& alg8n tipo de interrogación acerca de sus propios síntomas y& por relación a ello& una demanda.
Es obligación del analista determinar las condiciones de anali)abilidad y las posibilidades que estas generan asumiendo& a partir del juego que se abre entre la consulta y el futuro an'lisis& los
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prerrequisitos que #acen a la constitución del síntoma. La indicación de an'lisis #ace a la responsabilidad del analista& y no se sostiene pura y simplemente en la demanda del paciente& sino en los prerrequisitos metapsicológicos que guían la indicación adecuada.
4n modelo de funcionamiento psíquico definido por el clivaje y la e"istencia de sistemas en conflicto es condición de partida para que esto sea posible.
,u'les son los ejes alrededor de los cuales podría centrarse #oy la cuestión de anali)abilidad infantil$ En 5er lugar& #emos partido de considerar al sujeto como sujeto en estructuración definido por las condiciones particulares que la estructura del Edipo otorga para la instauración de su singularidad psíquica.
4na observación previa: el concepto de estructura del Edipo cuyas coordenadas sigo considerando ordenadores importantes en los términos definidos por Lacan& #a devenido insuficiente si es trasladada como se concebía originariamente en la antropología estructural sin tener en cuenta lo siguiente& como cuestión central: el #ec#o de que los términos que entran en ella en juego no son unidades cerradas que se definen solo por si valor posicional sino que estos términos 6función materna& paterna& #ijo7 son ocupados por sujetos que deben ser concebidos psicoanalíticamente& como sujetos del +,,& es decir& atravesados por sus +,, singulares e #istóricos.
Los desarrollos de Laplanc#e son fecundos y nos orientan para poner nuevamente el eje en la cuestión que #ace a la constitución de +,,. La met'bola& como modo de inscripción de las representaciones de base destinadas luego& por aprés-coup& a la represión& pone el acento en ese metabolismo e"tra(o que& entre el +,, de la madre y el +,, en constitución del ni(o& abre el campo de implantación y de una se"ualidad preco) que deviene motor de todo aparato psíquico.
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La indicación de un an'lisis debe encontrar su determinación a partir de la operancia del conflicto intrasubjetivo& por el #ec#o de que un sistema sufra a costa de la conservación del goce en otro. El sufrimiento psíquico por la emergencia de angustia es el 5er indicador de las posibilidades de anali)abilidad de un sujeto. La propuesta descapturar al ni(o del deseo de la madre o del deseo de la pareja conyugal #a devenido #oy un obst'culo mayor del psicoan'lisis de ni(os. La descaptura que el psicoan'lisis propicia& remite al reconocimiento de que el sujeto se constituye por relación a sus propios deseos incorporados y reprimidos en el +,,& aun cuando estos sean efectos residuales de impulsiones deseantes provenientes del semejante.
La neurosis infantil es indefinible en sí misma& solo puede establecerse el car'cter neurótico de un síntoma por contraposición a las formaciones anteriores a la represión originaria o 5daria& seg8n el momento de abordaje del psiquismo.
4bicar los elementos que #acen al funcionamiento de la represión originaria y Cdaria& así como los tiempos anteriores y posteriores a ella& es la cuestión central que el psicoan'lisis de ni(os debe encarar.
,ómo salir del impasse entre estas dos grandes propuestas: aquella que considera al +,, como e"istente desde los orígenes y aquella que lo considera fundado& pero #emotécicamente& por relación a la estructura del Edipo. 6Aclaración: la #omotecia consiste en una transformación afín que& a partir de un punto fijo& multiplica todas las distancias por un mismo factor7.
*omotecia estructuralista: La concepción con la que se #a manejado centralmente la propuesta lacaniana& a partir de esta derivación directa 0de +,, a +,,1& se e"presa en la clínica en los siguientes términos: se 0escuc#a el deseo de la madre1& o 0de la pareja parental1& y se traslada directamente al modelo del +,, infantil. Las cuestiones se tornan así dudosas: por un lado& el
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an'lisis deviene imposible& dado que el +,, del sujeto en cuestión 6el ni(o7& #a desaparecido diluido en el interior del +,, parental.
ara oír el deseo es necesaria la libre asociación del sujeto& lo cual llevaría a que fuera la madre& inevitablemente& la que deviniera anali)ante en la consulta con aquel supuestamente destinado a #acer cargo del proceso de la cura del ni(o.
Así la consulta quedaría girando en el absurdo de devenir imposible del ni(o e inanali)abilidad de la madre.
Las ra)ones que tenemos para descartar esta teoría son teóricas y clínicas. *emos dic#o que los padres son sujetos clivados& sujetos del +,, y operan en sus interacciones a través de aspectos ,, e +,,. /ebido a ello& con relación al ni(o& en sus interacciones emiten mensajes que devienen inscripciones en el aparato psíquico en constitución: los sistemas se constituyen como clivados en tanto son efecto de investimientos y contrainvestimientos& de deseos y pro#ibiciones. Los mensajes y contramensajes obedecen a clivajes entre lo +,, y lo ,,& no provienen del mismo sistema& en el caso de los padres& no yendo tampoco a parar al mismo sistema del lado del ni(o.
4na ve) constituido el aparato psíquico a partir de introyecciones& met'bolas de los deseos y pro#ibiciones parentales& est' el sujeto en condiciones de generar síntomas neuróticos& es decir abierto a la posibilidad productiva de que emerjan las formaciones del +,,. A partir de que opere la represión originaria& una ve) ya instaurado el lenguaje& que el yo se #aya empla)ado en el interior de la tópica psíquica del ni(o& recién entonces esto revertir' sobre la estructura originaria de partida como un síntoma de proyecciones.
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Estamos a#ora si& en condiciones de recuperar la propuesta @leiniana en relación al an'lisis de ni(os: el an'lisis circulara entonces por las representaciones fantasm'ticas +,,& residuales de la se"ualidad pulsional reprimida. El ataque que sufrir' el yo por parte del +,, ser' vivido por el sujeto dando origen a la angustia que e"presa la operancia de la pulsión de muerte como se"ualidad desligada& riesgosa& desintegrable. A#ora si #abr' un sujeto psíquico que sufrir' por ra)ones 0intrasubjetivas1& un sujeto que vivir' la amena)a constante de su propio +,, y que ser' posible de anali)abilidad.
ero al mismo tiempo la técnica sufrir' una variación sustancial: en 5er lugar> al concebir al +,, fundado& por met'bola& la interpretación no podr' evitar la #istoria& la singularidad de las inscripciones producidas en el marco de los intercambios 5marios con los cuales el acontecimiento devino traumatismo. En este caso& #acer ,, lo +,, y rellenar lagunas mnémicas se unen y queda e"pulsada como ele del an'lisis la interpretación transindividual. En Cdo lugar& al concebir este +,, como un producto de la represión& fundado por aprés-coup& el analista de ni(os deber' ser e"tremadamente preciso en su técnica para dar cuenta de sus intervenciones: momentos fundacionales del aparato& momentos ligadores tendientes a instaurar lo no constituido& momentos interpretables para #acer ,, lo +,,.
En el movimiento que estamos describiendo el pasaje de lo que se #a constituido como intrasubjetivo se manifiesta como intersubjetivo: 0conflicto con la1& a modo de e"presión del 0conflicto entre1: por ej. conflicto con el colegio& cuando se trata de conflicto entre representaciones amorosas ,,& #acia la madre y las representaciones& reprimidas despla)adas sobre la maestra.
ara concluir: la infancia es el tiempo de instauración de la se"ualidad #umana& y de la constitución de los grandes movimientos que organi)an sus destinos en el interior del aparato psíquico destinado al aprés-coup& abierto a nuevas resignificaciones y en vías de transformación
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#acia nuevos niveles de compleji)ación posible. Los tiempos originarios de esta fundación deber ser cuidadosamente e"plorados por el analista& porque de ellos depender' la elección de líneas clínicas y los modos de intervención que propulsen su accionar pr'ctico. El eje tópico es la cuestión mayor que #ace a los prerrequisitos de la clínica.