68. WITTGENSTEIN Y RUSSELL: LA CORRIENTE ANALÍTICA EN LA FILOSOFÍA. ÍNDICE.
Introducción. Consideraciones generales sobre la filosofía analítica. o Definición de filosofía analítica. o Breve historia de la filosofía analítica. Bertrand Russell. o Etapas y evolución de su pensamiento. o Atomismo lógico. Ontología. Filosofía del lenguaje. Teoría de los nombres. Teoría de las descripciones. Epistemología. Wittgenstein. o Etapas. o Tractatus. Ontología. Filosofía del lenguaje. Teoría figurativa o pictórica del pensamiento y el lenguaje. Pensamiento y lenguaje. Nombres y proposiciones. Decir y mostrar. o Investigaciones filosóficas. Juegos de lenguaje. Pragmatismo. Corrección y reglas del uso. Filosofía de la filosofía. Bibliografía.
INTRODUCCIÓN.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FILOSOFÍA ANALÍTICA. DEFINICIÓN DE FILOSOFÍA ANALÍTICA.
La filosofía analítica no es fácilmente definible ya que no se trata ni de una escuela cerrada, ni de una doctrina aceptada por todos los filósofos considerados como analíticos. Es más un movimiento compartido por una serie de autores que mantienen entre sus filosofías cierto aire de familia. El elemento más común, en sentido muy amplio, al movimiento analítico es precisamente éste: su práctica del análisis, entendido como un método o proceso de descomposición o simplificación. Pero el análisis se remonta hasta la Grecia antigua, y ha sido un método que desde entonces ha sido practicado de una manera u otra hasta la actualidad. El análisis de la filosofía analítica suele estar dirigido al lenguaje, por ello se ha identificado muchas veces a la filosofía analítica con la filosofía del lenguaje. Por lo tanto, la filosofía debe ser análisis del lenguaje, para aclararlo, y como el pensamiento se reduce al lenguaje, al aclarar y analizar éste también se aclara y analiza a aquél. Esta actitud analítica también suele estar muy en consonancia con la lógica formal. Hay que recordar que muchos de los principales representantes de esta tendencia filosófica han sido también importantísimos lógicos. Con el neopositivismo la filosofía analítica se centra en temáticas de filosofía de la ciencia.
BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANALÍTICA. La filosofía analítica nace en Cambridge de la mano de G. E. Moore y Russell, y un poco después también Wittgenstein y Ramsey, entre otros. Aunque algunos autores (ej.: Dummet) remontan el origen hasta Frege. Más adelante (a partir de los años cincuenta), el centro de la filosofía analítica se situó en Oxford, con figuras como: Gilbert Ryle, Austin, Strawson, Ayer, Toulmin, etc. La filosofía analítica también ha tenido importantes representantes norteamericanos: Quine, Putnam, Searle, etc. Hay que tener en cuenta las estrechas afinidades entre positivismo lógico y filosofía analítica, especialmente en la influencia de Russell y Wittgenstein sobre el Círculo de Viena.
BERTRAND RUSSELL. Con respecto a Russell me voy a centrar más en su obra filosófica, especialmente aquella más vinculada a la filosofía analítica (tal y como exige el tema), que en su obra matemática y lógica. En este sentido, a veces se ha hablado de dos Rusells, uno más platónico, vía Frege, asociado a las matemáticas y el logicismo, y otro más en consonancia con la tradición empirista anglosajona, más vinculado a la filosofía analítica, especialmente a la filosofía del lenguaje y la epistemología.
ETAPAS Y EVOLUCIÓN DE SU PENSAMIENTO. En torno a la biografía intelectual de Russell existe el problema referido a la unidad y continuidad de su obra. Es tópico aceptado que en la obra de Russell no hay continuidad alguna, que su pensamiento varió enormemente a lo largo de su vida; pero esto debe ser matizado. Primero, hay que diferenciar entre sus doctrinas concretas y su método. El método filosófico de Russell (el “análisis filosófico”) no varió a lo largo del tiempo en que desarrolló su obra más importante (1898-1948); pero es indiscutible que sus concepciones, exceptuando las metodológicas, sí variaron enormemente1. La discontinuidad en el pensamiento era algo que Russell veía como correcto debido a la creencia de que la filosofía debía ser científica, y como tal, estar sujeta a variaciones; además, la ciencia debía condicionar la investigación filosófica, por lo que la variación científica implicaría variación filosófica. Las teorías nunca son definitivas, siempre pueden variar de acuerdo a la variación de la relación que puedan adoptar con respecto a los hechos (introducción de nuevos hechos, sustitución por otras teorías que explique mejor los hechos, etc.). La conclusión de todo esto no puede ser otra que el reconocimiento de que los tan manidos cambios de opinión de Russell no fueron más que las adaptaciones imprescindibles de una filosofía pretendidamente científica a los nuevos avances innegables. El desarrollo de este tema va a centrarse en el atomismo lógico.
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Rodríguez Consuegra (1999), pg. 16 y ss.
LOGICISMO El logicismo de Russell y Whithead defendido en los Principia Matemática tenía dos características principales: a) Reducción de la matemática a la lógica. Demostrar que las matemáticas (especialmente la aritmética) pueden derivarse de principios lógicos. Siguiendo el proyecto de Frege. b) Reducción del lenguaje natural al lenguaje lógico. Con lo que se pretendía clarificar y acabar con las ambigüedades e imprecisiones del lenguaje natural. Estas ambigüedades lingüísticas eran la fuente de numerosos errores conceptuales (especialmente filosóficos), el análisis en función a un lenguaje lógico permitiría resolver tales errores de origen lingüístico.
ATOMISMO LÓGICO.
Esta expresión fue la que el mismo Russell utilizó para nombrar la filosofía de su etapa filosófica más importante.
ONTOLOGÍA. No hay que entender el atomismo lógico en el sentido de Demócrito o de la física moderna. Pluralismo. El mundo se compone de multiplicidad de cosas diferentes. Se opone explícitamente al monismo defendido por ciertos hegelianos ingleses2. La ontología del atomismo lógico de R es una concepción fundacionalista, en el sentido de que se defiende la existencia de elementos simples y últimos a los que se pueden reducir el resto de entidades. Por lo tanto, el fundacionalismo reduccionista del atomismo lógico enlaza directamente con el método analítico. La ontología del atomismo lógico iba a la par de la filosofía del lenguaje. De acuerdo a Frege, R diferenciaba entre objetos y conceptos correspondientes a los nombres y predicados. La combinación de los objetos y conceptos dan un hecho del mundo, representado por la proposición.
2
Bradley y Mc Taggart. Hay que recordad que Russell tuvo una etapa temprana hegeliana.
FILOSOFÍA DEL LENGUAJE. Su filosofía del lenguaje está estrechamente entrelazada con su epistemología y su ontología; aunque no desarrolló una filosofía sistemática del lenguaje. Su filosofía del lenguaje defiende dos tesis principales: a) Realismo semántico. Esta tesis es sobre la relación entre lenguaje y realidad. Identificación de la teoría del significado con la teoría de la referencia; que implica que el significado de una expresión se identifica con la entidad que representa. b) Aprendizaje por familiarización. Esta tesis es sobre el aprendizaje lingüístico. El significado de una expresión se aprende cuando se conoce la entidad a la que ésta representa. La filosofía debe analizar el lenguaje para poner de relieve su auténtica estructura o forma lógica de éste. El método para obtener la forma lógica de un enunciado consiste en descomponer éste en sus genuinos elementos y sustituir éstos por variables (individuales o predicativas). El enunciado atómico posee las siguientes partes: un predicado (que corresponde a la cualidad), un verbo (que corresponde a la relación), uno o varios sujetos3.
Los enunciados pueden ser: a) Atómicos. Enunciados cuyas partes son inanalizables, no se pueden descomponer más. Representan hechos atómicos. b) Moleculares. Enunciados compuestos, mediante conectivas lógicas, de enunciados atómicos.
Teoría de los nombres. Russell diferencia entre dos tipos de nombres propios: a) Nombres lógicamente propios, que se refieren a entidades particulares y simples. Son pronombres demostrativos neutros, “esto” o “aquello”, que se refieren directamente a una cosa inmediatamente percibida. b) Nombres ordinariamente propios, que se refieren a entidades complejas, aunque den la impresión de lo contrario. Ej.: mesa, árbol, Juan, son entidades complejas aunque no lo parezcan. Los nombres ordinariamente propios son descripciones abreviadas [un compendio de caracterizaciones]. Esta teoría posee una faceta epistemológica, a saber, que el significado de un nombre lógicamente propio solo se puede conocer por familiarización, es decir, por conocimiento directo de lo que representa.
Teoría de las descripciones. Expuesta en el célebre artículo <> (1905). Esta teoría es la contribución más importante de Russell a la filosofía del lenguaje. 3
[Comentario histórico. Concepción muy cercana a Frege.]
A Frege (y Meinong) el distinguir entre sentido y referencia le permitía defender que las expresiones lingüísticas sin referencia, es decir, sin un objeto real al que referirse o representar, sí que podían tener sentido; ej.: aunque “la montaña de oro” no tenga referencia porque no existe ninguna montaña de oro, en cambio la frase sí tiene sentido. Pero había un problema en relación a los valores de verdad, las funciones cuyo argumento no tuviera referencia no podían tener valor de verdad. Russell, en una línea cercana a Mill, consideraba la noción de sentido muy sospechosa por lo que la rechazó quedándose tan solo con la noción de referencia; el significado de una expresión lingüística es su referencia. Solamente los nombres estrictamente propios tienen referencia por sí mismos, el resto de sintagmas nominales o nombres adquieren su referencia en el seno de las oraciones. Por ello, para R la mayor parte de expresiones que componen un enunciado son incompletas o insaturadas, no solamente las funciones o predicados como para Frege, sino también los sujetos. Según R, la estructura gramatical no suele coincidir con la lógica (como creía Frege); de aquí surgen los problemas derivados de confundir el sujeto gramatical con el sujeto lógico. Por ello, R analiza lógicamente las expresiones nominales, especialmente el sujeto de estas expresiones.
De acuerdo a este análisis, R diferencia en una oración descriptiva dos aspectos: a) Existencial, se dice si el sujeto existe o no. b) Atributivo, se atribuyen propiedades al sujeto. Ej.: “el actual rey de Francia es calvo”” implica que existe un rey de Francia y que éste es calvo. De ésta manera, R soluciona el problema de las oraciones carentes de valores de verdad, al no poseer referencia, que se daba en la concepción de Frege. Soluciona el problema de la referencia de las descripciones. No todas las descripciones poseen un carácter nominal o denotativo.
EPISTEMOLOGÍA. R diferenció (en algunos lugares) dos tipos de conocimiento, por: a) Familiarización, directo. Solo posible con entidades simples. No solamente lo sensible, también los recursos, los datos introspectivos e incluso los universales. b) Descripción, indirecto. Construcciones lógicas hechas sobre los datos sensibles. En cuanto que la mayoría de las entidades con las que trata el hombre normalmente son compuestas, el conocimiento de ellas solo puede ser por descripción; a partir de una colección de datos sensibles unificados se realizan inferencias o descripciones sobre tal entidad.
WITTGENSTEIN. Para la exposición de W me voy a centrar en sus dos obras más importantes (que además son dos de las obras más importantes de toda la filosofía del siglo XX): el T y las IL. Como es obvio resulta imposible a partir del tiempo disponible trabajar el resto de la obra más allá de lo meramente anecdótico; además de que mermaría considerablemente el tratamiento de lo usualmente considerado como fundamental en este filósofo.
ETAPAS. Lo más corriente y aceptado es diferenciar entre dos wittgensteins: 1º. Primer Wittgenstein. La obra principal de esta etapa es el Tractatus. 2º. Segundo Wittgenstein. La obra principal de esta etapa son las Investigaciones filosóficas. Aunque hoy en día se tiende a ver un periodo intermedio, desde principios de los años veinte hasta 1933, entre las dos etapas principales de W, que habría sido un tiempo de transición entre éstas. Aunque se acepta generalmente esta diferenciación, hay una polémica en relación a la mayor/menor ruptura/continuidad existente entre las dos etapas. Se puede ver cierta continuidad en el hecho de que Wittgenstein siempre atacó el reduccionismo cientificista efectuado sobre toda la realidad 4; hay aspectos de ésta que no son decibles en un lenguaje científico (lo que alejaría a W del positivismo lógico). En el primer W, esto viene determinado por la distinción decible/indecible; en el segundo W, es la imposibilidad de reducir unos a otros los múltiples juegos de lenguaje.
TRACTATUS.
En el T se tratan cuestiones de diversos ámbitos: ontológicas, filosofía del lenguaje y de la lógica, metafísica y ética (por este orden). En el T hay siete tesis básicas que después de ser enunciadas se desarrollan (excepto la séptima, salvo algunas observaciones que la preceden): 1ª. “El mundo es todo lo que acontece”. 2ª. “Lo que acontece, el hecho, es la existencia de los estados de cosas”. 3ª. “La figura lógica de los hechos es el pensamiento”. 4ª. “El pensamiento es la proposición con sentido”. 5ª. “La proposición es una función de verdad de la proposición elemental. (La proposición elemental es una función de verdad de sí misma)”. 6ª. “La forma general de una función de verdad es: […]. Esta es la forma general de la proposición”. 7ª. “De lo que no se puede hablar hay que callar”. 4
Prados, Sanfelix (1988), cap. 2.
ONTOLOGÍA. W desarrolla una ontología parecida al atomismo lógico de Russell, pero con diferencias. Ambos ven un paralelismo o isomorfismo entre mundo y lenguaje, organizado según estratos de mayor/menos simplicidad: mundo-lenguaje, hechos-proposiciones, hechos atómicos-proposiciones atómicas, objetos-nombres. Aunque el T comience por la ontología no hay que creer (como erróneamente se ha hecho muchas veces) que W defendía una determinación de la lógica por parte del mundo, sino que era al revés, la lógica determina la realidad. La realidad es el conjunto de todos los estados de cosas tanto existentes como inexistentes (206)5. “El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas” (1.1). “Los hechos son el darse efectivo [existente] de los estados de cosas” (2), también se puede decir que los hechos son los acontecimientos, lo que acontece o lo que es el caso; por lo tanto, hecho = acontecimiento = estado de cosas efectivo6; por lo tanto, el mundo es un subconjunto o parte de la realidad, la totalidad de la realidad efectiva o factual (aunque W parece contradecirse sobre esto en algunas partes). “El estado de cosas es la conexión de objetos (cosas)” (201); por esta razón, el mundo no es la totalidad de las cosas, es decir, una mera enumeración de cosas, ya que esta definición no tendría en cuenta los estados relacionales (W no utiliza esta expresión) de los que forman parte las cosas, no tendría en cuenta las relaciones entre cosas. Los objetos son absolutamente simples (202), átomos; W es muy ambiguo en lo referente a la noción de objeto, no aclara el carácter óntico del objeto, tan solo viene a ser un correlato óntico necesario de su concepción lógica, es decir, necesario como producto del análisis del lenguaje. Los objetos tienen una forma lógica que es el conjunto de relaciones posibles que pueden mantener con otros objetos para constituir un estado de cosas (20141). La forma del estado de cosas es la de los objetos que la componen; pero hay que diferenciar esta forma de la estructura, mientras que la forma es toda posibilidad, la estructura son las relaciones específicas que establecen los objetos entre sí (2032). [Interpretación. El mundo es (según 112), por afirmación, la totalidad de los hechos, pero por negación, también la totalidad de las posibilidades; W diferencia entre hechos positivos y negativos (206). Que el mundo sea de una manera implica que no sea de otra, esta otra manera de ser es posible; por lo tanto, los hechos efectivos implican, negativamente, a los posibles. No está claro si el mundo es solo lo efectivo o si también es lo posible. Diferenciar mundo de “espacio lógico”, como conjunto de todas las posibilidades.] La realidad tiene una forma lógica última y absoluta, al margen de las formas que de otros tipos pueda poseer.
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[Interpretación. Parece que W entiende la posibilidad no en sentido aristotélico, como opuesta a actualidad o efectividad o factualidad; algo posible puede ser existente actualmente o no.] 6 No está muy clara la semejanza entre hecho y estado de cosas existente; parece que W diferenció entre “tatsachen”, o hechos complejos, y “sachverhalten”, o hechos simples o estados de cosas.
Los hechos son lógicamente independientes entre sí. Esto no quiere decir que no haya relaciones entre hechos, sino que de un hecho no se puede inferir la existencia de otro. Aunque en última instancia se podría decir que los objetos son los átomos últimos del mundo, W se queda en los hechos. Los objetos solo se dan dentro de los hechos, solo son pensables como tales. Espacio lógico. Es el espacio, metafóricamente hablando, o conjunto de todos los mundos o lugares (de ese espacio) posibles. ¿= realidad?. Uno de esos mundos es el mundo factual.
FILOSOFÍA DEL LENGUAJE. La filosofía del lenguaje de W está muy influida por Frege y Russell.
Teoría figurativa o pictórica del pensamiento y el lenguaje. Puede verse en esta concepción la semiología de W. De la palabra alemana “bild” (figura, pintura, representación, símbolo, etc.). Esta teoría es de tipo representacionalista, la figura representa la realidad; pero de una manera especial, la figura representa modélicamente, es un modelo de la realidad, una representación o reproducción formal y estructural. La figura representa al hecho, y al igual que éste, posee una forma y una estructura. La forma figurativa es la posibilidad de que los elementos que la integren se relacionen entre sí (2151). La estructura figurativa son las relaciones específicas de los elementos de la figura (215). La figura, al igual que el resto de la realidad, posee también una forma lógica. Entre la figura y el hecho se establece la “relación figurativa”. La forma y la estructura de la figura y lo figurado deben de coincidir para que se pueda establecer la relación figurativa, es decir, para que la figura pueda representar a lo figurado. Pero también deben coincidir la forma lógica de la figura y de lo figurado. No está claro del todo cuantos tipos diferentes de formas y estructuras estableció W. Pero, en resumen, lo más importante que hay que tener en cuenta de la teoría figurativa es que para que una figura represente a un estado de cosas debe haber entre ambos una relación de isomorfismo, es decir, de semejanza formal. Aparte de las formas más o menos específicas de los estados de cosas, la forma primera y profunda de la realidad es la forma lógica; el pensamiento y el lenguaje pertenecen a la realidad, no son cosas que puedan actuar desde fuera de ésta, W dice que las figuras son hechos, por lo tanto poseen también una forma lógica que es su carácter formal más profundo, de esta manera puede haber isomorfía entre figura y estado de cosas, cuando la forma de la figura coincide con la del estado de cosas. Lo representado por la figura es su sentido, al margen de que exista o no. Para saber si existe lo representado, si es un hecho, si es algo verdadero, se necesita acudir a la experiencia; no hay verdades a priori.
Pensamiento y lenguaje.
El pensamiento es una figura exclusivamente lógica, a diferencia de otras figuras que poseen otros caracteres formales además del lógico (3). Pensar consiste en representarse la realidad por medio de figuras lógicas, es decir, representarse la realidad lógicamente. El pensamiento agota la realidad, no hay nada dable que sea impensable, toda posibilidad de la realidad es posibilidad del pensamiento. Hay plena identidad lógica entre la forma del pensamiento y la de la realidad. De lo que no se puede pensar no se puede hablar. El lenguaje es la representación y manifestación sensible del pensamiento, su expresión externa. Parece que W entiende que lenguaje y pensamiento son lo mismo, salvo por que el primero es algo externo y el segundo algo interno. El lenguaje, entendido como el conjunto de todas las proposiciones con sentido, cubre completamente el ámbito de la realidad; no hay nada más allá de lo expresable por el lenguaje.
Nombres y proposiciones. W aplica su teoría figurativa o isomórfica al lenguaje. Según esto, la proposición se corresponde con el estado de cosas; y el nombre con el objeto. De la misma manera que los estados de cosas se componen de objetos interrelacionados, la proposición se compone de nombres relacionados entre sí (322).
Pero proposiciones y nombres cumplen funciones semánticas diferentes: a) Referencia nominal. Los nombres designan, refieren, nombran, etc., objetos (322), pero no los describen; los objetos son el significado de los nombres (3203)7; los nombres tienen referencia pero no sentido. El nombre es un signo primitivo, no puede ser analizado (descompuesto) por una proposición (326). b) Sentido proposicional. Las proposiciones describen un estado de cosas, aunque no pueden nombrarlos; describir es representar isomórficamente un estado de cosas; las proposiciones tienen sentido pero no referencia, entendiendo por sentido: descripción, decir algo de un estado de cosas.
Decir y mostrar. Decir es representar. Mostrar es presentar. Decir es representar estados de cosas; por lo que de aquello que no es un estado de cosas no se puede decir nada, no se puede hablar. Pero hay proposiciones que aunque no representan nada del mundo, no dicen nada, sí que muestran algo, sí que presentan algo. Las ciencias naturales agotan todo lo que se puede decir con sentido y verdadero sobre el mundo (411). Más allá de esto, toda proposición es una pseudoproposición.
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[Comentario histórico. Como para Mill y Russell.]
Las proposiciones lógicas, como las de las matemáticas, son pseudoproposiciones (oraciones que carecen de sentido, de contenido, no representan ninguna situación, se producen cuando se intenta hablar de lo que no se puede). Su valor reside en el mostrar la forma lógica, y no en hablar sobre la lógica8. Si quisiéramos hablar de la lógica tendríamos que salirnos del espacio lógico, lo que es imposible, en tanto que el lenguaje como el pensamiento están determinados absolutamente por la lógica, son absolutamente lógicos, por lo tanto no se puede pensar o decir ilógicamente. Las proposiciones lógicas verdaderas (en todo caso posible) son tautologías y las falsas son contradicciones, ni las unas ni las otras dicen nada sobre el mundo. Al igual que ocurre con la lógica, de la ética, religión, estética y otras cosas que no se refieren al mundo, no se puede decir nada. Wittgenstein dice que esto es lo indecible, lo místico, aquello de lo que hay que callar. La filosofía no es una disciplina cognoscitiva, un conjunto de doctrinas o concepciones o proposiciones; es una actividad, de tipo terapéutico, cuya finalidad es curar o clarificar el pensamiento y el lenguaje. La función de la filosofía consiste en corregir el mal uso de la sintaxis lógica, es decir, establecer los sinsentidos que produce el mal uso lógico del lenguaje. Esto es especialmente característico de la metafísica. La filosofía tiene como función poner límites a lo que se puede pensar y decir. W dijo que las proposiciones del T eran como una escalera que había que tirar una vez se había usado (654).
INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS.
Las IF suponen un giro radical con respecto al T. W abandona el absolutismo lógico del T; es decir, la concepción de que tanto el mundo como el lenguaje que se refiere figurativamente al mundo tienen una estructura lógica, y que por consiguiente, el único lenguaje auténtico es el lógico-figurativo. W ataca a la que él entiende como la concepción sobre el lenguaje dominante a lo largo de la historia: la agustiniana. Según W, para San Agustín, la esencia del lenguaje reside en el nombrar y describir; pero estos solo son unos tipos de lenguajes entre otros. Ahora se defiende que hay muchos lenguajes con estructuras diferentes, todas ellas igualmente correctas, que sirven para propósitos muy diversos.
El lenguaje es una actividad en la que se relacionan palabras entre sí con actividades extralingüísticas. El significado de las palabras es relativo, en contraposición a la semántica del primer W, es decir, se establece mediante las relaciones que las palabras mantienen entre sí. 8
[Interpretación. La lógica puede ejercitarse por medio de un simbolismo que excluye todo carácter supérfluo; en este ejercicio, la forma lógica se manifiesta o muestra.]
Juegos de lenguaje. El lenguaje es un conglomerado de juegos de lenguaje. Los juegos de lenguaje, en analogía con los juegos en general, tienen todos sus propias reglas que los caracterizan y los capacitan para cumplir propósitos diferentes. El juego del lenguaje está estrechamente relacionado con la “forma de vida”. El juego de lenguaje se da en un contexto vital, no solamente en sentido biológico sino también cultural, el lenguaje se entremezcla con toda una serie de elementos extralingüísticos, el lenguaje no es una abstracción que exista al margen de las circunstancias en las que se da. No enumeró los tipos de juegos de lenguaje, y talvez no se pueda dar una lista definitiva de ellos a causa de su variación a lo largo del tiempo y de su felxividad; pero sí que son muchos, ej.: mandar, describir, cantar, expresar, inventar, contar chistes, adivinar acertijos, preguntar, saludar, traducir, etc.
Pragmatismo. En muchos casos, pero no en todos, el significado de una palabra es su uso en el lenguaje. Las palabras y sus significados forman parte de juegos de lenguaje, por lo que están insertas en formas de vida. El significado es la vida de la palabra o de la expresión, el uso que se le da en el juego de lenguaje vinculado a una forma de vida. Ya no hay la necesidad de buscar algo externo que acompañe a las expresiones lingüísticas, ya sea un objeto del mundo (como para Russell y el primer W), ya sea un objeto abstracto (de un tercer mundo de Frege), ya sea una representación mental (como para Locke); es decir, se quebranta la concepción agustiniana. Tampoco hay que ver el uso como algo externo a la expresión lingüística, con lo que caeríamos en la concepción rechazada; la expresión lingüística es ella misma un uso que forma parte de la vida.
Corrección y reglas del uso. El significado de una palabra no es cualquier uso indiferenciado, sino su uso correcto; si no hubiera usos correctos e incorrectos las palabras no podrían diferenciarse entre sí. El uso correcto de una palabra no se establece a partir de la adecuada correspondencia entre su representación mental y su uso efectivo; es decir, no es la representación mental lo que establece lo que el hablante quiere decir, sino el uso correcto de la palabra. Ej.: no es el pensamiento de un cubo lo que determina que la palabra “cubo” deba aplicarse a una figura cúbica, sino que en el hecho de que se aplica la palabra “cubo” a la figura tal y como se ha aprendido a hacerlo es donde reside su corrección. Simplemente se obvian los estados mentales asociados, y solamente se tienen en cuenta los usos de acuerdo al seguimiento de una regla aprendida. Hay polémica si en W existe una imposibilidad de reglas de uso, al ser toda regla susceptible de variar según la interpretación que se haga de ella (un escepticismo como defiende Kripke), o si hay reglas que no admiten interpretación (o que solo admiten una interpretación). W dice que hay un tipo de aprendizaje de reglas que consiste en
aprender reglas que no admiten interpretación; este aprendizaje es: “seguir una regla” o “contravenir una regla”.
Filosofía de la filosofía. La filosofía sigue teniendo una función clarificadora y terapéutica como en el T, pero ahora actúa de diferente manera. Los problemas filosóficos surgidos de un mal uso del lenguaje ya no se deberán exclusivamente a causas lógicas, es decir, ya no se tratarán de problemas lógicos del lenguaje resolvibles mediante el análisis lógico de dichos problemas. Los problemas surgen ahora al pretender aplicar unas reglas propias de un juego de lenguaje a otro juego de lenguaje diferente, surgen de la invasión de un juego por parte de otro, de no respetar las diferencias y limitaciones que maraca la pluralidad; sería como pretender jugar al ajedrez con las reglas del fútbol. Ej.: la frase “tengo un dolor de muelas” no es un enunciado descriptivo que se refiere a un objeto interno que es mi dolor de muelas, no es una frase del juego de lenguaje descriptivo ni se puede reducir a este juego de acuerdo a la filosofía del lenguaje agustiniana o a la del T, esta frase no describe nada solamente expresa una emoción.
BIBLIOGRAFÍA.
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Sobre Russell. -
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De Wittgenstein.
Del Tractatus logico-philosophicus he utilizado la edición de Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera, en Alianza. De las Investigaciones lógicas he utilizado la edición de Crítica.
Sobre Wittgenstein. -
Drudis (1998). Wittgenstein, Orto. Kenny (1972). Wittgenstein, Alianza. Mounce. Introducción al Tractatus de Wittgenstein, Tecnos. Prados, Sanfelix (1988). Wittgenstein. Mundo y lenguaje, Cincel. Reguera. Wittgenstein, Edad.
Sobre filosofía analítica. -
Stroll (2000). La filosofía analítica del siglo XX, Siglo Veintiuno. Tomasini. Los atomismos lógicos de Russell y Wittgenstein, UNAM. VV. AA. (1967). Alston, Edwards, Malcolm, Nelson, Prior, Moore,Russell, Wittgenstein. Los orígenes de la filosofía analítica, Tecnos.