Semiología de los trastornos de la personalidad (patología del yo) Semiología de los trastornos del carácter Nuestro carácter es la resultante de una elaboración personal, de una cierta forma de reacción que, basándose en nuestro temperamento y nuestro biotipo, los trasciende. Nuestro carácter resulta de este conflicto con nosotros mismos que nos hace ser y parecer lo que somos, lo que hemos venido a ser y lo que queremos ser. El aspecto más fundamental de esta patología del carácter (personalidad psicopática y neurosis de carácter) viene representado por estas formas de carácter monolíticas, en que está estrechamente unido el individuo a su individualidad temperamental. El carácter paranoico es una forma patológica del carácter que se instituye y queda fijada a un temperamento agresivo o a las primeras formas de una existencia frustrada y reivindicativa. El carácter esquizoide es una forma de carácter que ha permanecido fijada a las tendencias primitivas, hacia el narcisismo y la introversión, una especie de temor y rechazo de la realidad y del contacto con otros. El carácter histérico representa una fijación a cierta necesidad de expresividad imaginaria y artificial que retiene al individuo en los fantasmas y escenas de la vida infantil. Neurosis
de carácter: representan organizaciones de carácter fijadas a la estructura característica de una fase del
desarrollo libidinal. Así se describe el carácter sadomasoquista como una organización de la personalidad en el estado sadicoanal, centrada en las pulsiones agresivas que se satisfacen en la búsqueda sádica de hacer mal o en la inversión masoquista de la agresividad. Igualmente el carácter compusivo u obsesivo representa una organización de la persona sobre el modelo de la fase sadicoanal en que se oponen el placer libidinal y las prohibiciones del súperyo. Trastornos
del carácter: son modificaciones del͞ habitus caracterial. Esta transformación del carácter se observa ͟ principalmente al comienzo y acompaña a menudo la evolución de las grandes psicosis o evoluciones demenciales. En clínica, los trastornos de carácter se presentan en dos condiciones diferentes. y
A veces se trata de a ͞ nomalías caracterológicas , es decir que las modalidades de reacción individual que ͟ constituyen las características del individuo son anormales, reprobables, invariables y molestas en las relaciones sociales. Actividad o apatía, expansividad o introversión, extravagancias y caprichosentre otros, son los rasgos que caracterizan a estas anomalías. Esta patología constitucional del carácter se encuentra, como organización preneurótica o prepsicótica, en los candidatos a las enfermedades mentales crónicas (neurosis, psicosis) o en las enfermedades mentales denominadas constitucionales
(psicosis maniacodepresivas, esquizofrenia, paranoia, etc) y
Otras veces se trata de trastornos patológicos del carácter que se manifiestan por profundas modificaciones de ciertos rasgos del mismo. El carácter sufre una verdadera transformación que contrasta con el sistema de constantes caracterológicas del sujeto. Estas profundas modificaciones de la fisonomía psicológica de la personalidad se presentan especialmente al comienzo de las grandes
metamorfosis esquizofrénicas o demenciales.
Semiología de los conflictos intrapsíquicos de la persona (el yo neurótico) Semiología de la alienación de la persona (el yo psicótico o delirante) Se entiende por alienación una radical modificación de las relaciones del individuo con la realidad, puede decirse que lo que más se designa es el delirio bajo la forma, no de las experiencias delirantes y alucinatorias sino de
creencias inamovibles, de ideas delirantes. Debemos
precisar que estos trastornos afectan esencialmente a la concepción del mundo implicada en la noción
del Yo. El Yo está vinculado a su Mundo y esta ligazón es constitutiva de la͞ realidad. Naturalmente, por realidad ͟ debe de entenderse no solo el mundo físico, sino también el mundo humano que nos rodea y el mundo psíquico o interior del sujeto. Es así que el Yo aparece a este respecto como el Sujeto que elabora sistemáticamente los valores
de realidad y que le ligan a su mundo. Esta ligazón esta esencialmente constituida por las creencias, que asignan a todos los fenómenos del mundo su significación y su grado de realidad para el Yo. La
alienación del yo consiste en una inversión de las relaciones de realidad del yo con su mundo.
Dicho
de otra
manera, esta alienación es el delirio. No es el delirio de la experiencia delirante, vivido sobre el registro de la actividad percibida, sino el de la creencia delirante, de la idea delirante. La
alienación de la persona (Yo psicótico para los psicoanalistas) se manifiesta clínicamente por síntomas
(convicciones y juicios dogmáticos, formulaciones ideoverbales, comportamientos y actitudes gobernadas por creencias irreductibles) síntomas que manifiestan el trabajo de germinación y construcción de las ideas delirantes. Ideas
delirantes: constituyen los temas que manifiestan la traslocación de la existencia, es decir de las relaciones
del yo con su mundo, sea que este quede como inflado por la expansión de los deseo del yo contra la realidad, sea que se vea implicado en el movimiento de retracción del yo. La
expansión delirante del yo se manifiesta por ideas delirantes típicas: Ideas de grandeza o megalomanía: el
sujeto se cree dueño del mundo, es todopoderoso, divino o extraordinariamente dotado; es objeto de un amor absoluto (erotomanía), su pensamiento es inspirado y profético, su cuerpo es prodigioso, etc. La
retracción delirante del yo se manifiesta por ideas delirantes de negación del mundo, de cataclismo cósmico,
por ideas de indignación moral, de culpabilidad; por ideas hipocondriacas y de frustración (celos) El yo pierde su unidad, su intimidad y su dominio (ideas de influencia, de posesión) Entre estas dos series de inversos se sitúa la temática delirante que resulta precisamente la más frecuente: el
delirio de persecución.Este tema, al expresar a la vez que el sujeto está amenazado y que es un͞ punto de mira ͟ combina efectivamente el sentido de retracción y de la expansión delirante del yo. La
semiología clásica de estos delirios comporta la descripción de los mecanismos de producción, de extensión y
de edificación del delirio. A este respecto, se distinguen las intuiciones delirantes, las interpretaciones delirantes,
las fabulaciones delirantes y las percepciones delirantes (ilusiones, alucinaciones psicosensoriales, alucinaciones psíquicas, síndrome de automatismo mental) y
Un
primer grado de esta alienación de la persona viene representada por los delirios͞ pasionales que ͟ polarizan al yo en un tema erotomaníaco o de celos, o de reivindicación o de querulancia, o por delirios
sistematizados de persecución o de influencia. Este tipo de personalidad delirante (paranoia) se caracteriza por la claridad y el orden de la vida psíquica, por su polarización en el sentido de una o varias creencias delirantes axiales, por la estructura sistemática y͞ razonante de la ficción. ͟ los de intuición e interpretación. y
Un
Los
mecanismos prevalentes son
segundo tipo está representado por la lujuriante proliferación imaginativa ( parafrenias). Este tipo de
delirio crónico se caracteriza por la rica fabulación, los falsos recuerdos, por la tendencia de sustituir las representaciones colectivas de la naturaleza por una concepción fantástica del mundo. y
Un
tercer tipo está representado por el grupo de las esquizofrenias, caracterizado por una alienación de la
persona y su mundo, absorbidos en una existencia autística. En este grupo, la enfermedad de la personalidad está profundamente imbricada con los trastornos psicóticos actuales (síndrome de disociación) y se observan importantes trastornos del pensamiento. Entre estos trastornos debe reservarse un lugar importante a los trastornos del lenguaje (alienación del lenguaje). El delirio autístico del esquizofrénico comporta en efecto una profunda modificación del sistema de
neologismos, las formulas enigmáticas, la tendencia a las palabras abstractas y vagas y más tarde, frases incoherentes, ensalada verbal, esquizofasia, soliloquios incomprensibles,son los síntomas principales de esta disgregación de la personalidad.