Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
“Así dice YAHWEH Elohim, quien creó los cielos y los extendió, quien extendió la tierra y todo lo que de ella crece, quien da aliento a la gente en ella y ruaj a aquellos que caminan sobre ella: Yo, YAHWEH, te he llamado en justicia, te tomé de la mano, te formé y te hice Pacto para el pueblo, para ser luz a los Goyim, para que abras los ojos a los ciegos, para que des libertad a los prisioneros, a aquellos viviendo en oscuridad de la mazmorra. Yo soy YAHWEH, ese es Mi Nombre. No comparto Mi Gloria con nadie más, ni mi alabanza con ningún ídolo… ¡griten desde la cumbre de los montes! Le darán Gloria a YAHWEH y proclamen su alabanza en las islas” (Isaías 42:5-12) Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8 Haftaráh Bereshít: Yeshayah (Isaías) 42:5-43:10 Lecturas sugeridas del Brit HaDashah para la Parasháh Bereshít: Mattityah (Mat.) 1:1-17; 19:3-9; Lucas 3:23-38; 10:1-12; Yojanán (Juan) 1:1-18; 1Corintios 6:15-20; 15:35:58; Romanos 5:12:21; Efesios 5:21-32; Colosenses 1:14-17; 1 Timoteo 2:11-15; Israelitas mesiánicos (Hebreos) 1:1-3; 3:7-4:11; 11:1-7; 2 Kefa (Pedro) 3:3-14; Revelación 21:1-5; 22:1-5
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8 1:1 1:2 1:3 1:4
1:1 Pr imera Le ctu ra En el principio creó Dios (1) los cielos y la tierra (2). Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'arets. 1:2 Y la tierra estaba vana (3) y vacía, y (había) oscuridad sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se cernía (4) sobre la faz de las aguas (5). Veha'arets hayetah tohu vavohu vechoshech alpeney tehom veruach Elohim merachefet alpeney hamayim. 1:3 Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz. Vayomer Elohim yehi-or vayehi-or. 1:4 Y vio Dios la luz, que (era) buena; y separó Dios la luz de la oscuridad. Vayar Elohim et-ha'or kitov vayavdel Elohim beyn ha'or uveyn hachoshech.
Comentario: 1 Elohim (Dios) tiene en hebreo la forma plural, para indicar que Dios comprende y unifica todas las fuerzas infinitas y eternas. Y para que no se piense que son muchos dioses, el verbo hará (creó) se empleó en singular inmediatamente después de Elohim. 2 En este primer versículo vemos un propósito evidente, que es el de dar al hombre la conciencia de que todo se debe a la Creación Divina. Los antiguos mitos atribuían la existencia del mundo al resultado de las luchas entre diversos dioses, o debido a la casualidad o al capricho. Pero la Torah nos muestra el Cosmos como expresión de la Voluntad Divina, a Dios como primera causa de todas las cosas, como Creador, Legislador y Conductor. 3 Así lo interpreta la traducción aramea de Onklós, pero el exégeta Uno de nuestros sabios (Rabí Shelomó Yitzjakí) explica que la palabra tohu (vana) significa asombro y consternación por la variedad (bohu) en que se encontraba la tierra. 4 La mayoría de los traductores hallan dificultad en traducir estas palabras, que tienen un sentido difícil de captar para nuestro limitado entendimiento. Según el exégeta Uno de nuestros sabios, significan que el trono divino se cernía, por mandato de Dios y por medio del aliento (ruaj) salido de su boca, sobre la faz de las aguas, aparentemente con el fin de dar aliento de vida a la materia inanimada (Gén.ll,7 e Isaías,XVIII,5). Por otra parte, la traducción aramea de Yonatán ben Uziel dice: "...y el espíritu de misericordia procedente de Dios, soplaba sobre la faz de las aguas". 5 El exégeta Uno de nuestros sabios traduce así el primer versículo del Génesis: "En el principio, al crear Dios los cielos y la tierra, la tierra estaba vana y vacía ... "pues la Escritura Sagrada no quiere mostrar aquí el orden en que las cosas fueron creadas; la prueba de esto es que el final del segundo versículo da a entender que las aguas ya existían antes que los cielos y que la tierra.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
http://bible.ort.org/books/torahd5.asp?action=displaypage&book=1&chapter=1&verse=1&portion=1 Que bendición poder comenzar de nuevo el ciclo anual de estudio de La Toráh. Después de que hemos pasado un tiempo, de estar exprimiendo La Toráh, sacándole todo tipo de enseñanzas que han sido bendición para nuestra vida, que bueno comenzar este nuevo año civil hebreo con la convicción de que El Eterno YHWH nos seguirá colmando con la sabiduría que solo Yahshúa = La Toráh = La Palabra da, en este nuevo ciclo de estudio. Hoy comenzamos en este nuevo año civil, a estudiar La Toráh. De nuevo, con la ayuda del Eterno YHWH nuestro Elohím, cada semana estaremos leyendo y estudiando una porción de esta bella y hermosa Palabra. Hasta realizar de nuevo el ciclo de estudio de La Toráh. Muchos banquetes espirituales nos servirá, El Eterno YHWH este año a través del estudio de Su Palabra, no hay ninguna duda de ello. Y para comenzar que bueno hablar de la importancia de este primer libro de Moshé: Bereshít. El dicho Jasidico dice: Así como es la conducta de uno en Shabbat Bereshit, así le va a ir tambien durante todo el año, es por eso que hay que aprovechar cada momento del Shabbat. Además este Shabbat viene a continuación de tres Shabatot llenos de mucha santidad y alegría, el primero fue el Shabbat Rosh Hoshanáh, el segundo fue Sukkot, el Tercero fue Shemini Atzeret, y luego de estas tres fiestas entramos al Shabbat Bereshit. Sabido es, que en todo tema de la Toráh, vienen insinuadas muchas enseñanzas, las cuales nos ayudan a dirigir nuestra vida de una forma más serena y con más sentido. Basta con que abramos nuestros ojos y nos daremos cuenta de esta gran verdad, tal y como dijo el rey David “Gal Enai Veabita Niflaot Mitorateja - Abre mis ojos y veré las maravillas de tus enseñanzas” (Tehilim 119:18). La creación del mundo se llevó a cabo por etapas, en seis días.
En el primer día creó al cielo y a la tierra.
En el segundo día creó los siete firmamentos con sus ángeles respectivos.
En el tercer día creó a las superficies terrestres.
En el cuarto creó las constelaciones.
En el quinto descendieron las aguas a la tierra. Vemos cómo se fueron alternando los días tanto para cosas terrenales, como para cosas celestiales.
En el sexto día creó al hombre.
¿Cuál es el mensaje de la escalonada creación del mundo? ¿Por qué fue el mundo creado con diez maamarot (diez ordenes)? ¿No hubiese sido suficiente con una (orden)? ¿Por qué hay tantas etapas: la tierra, el mar, árboles, frutas, peces, aves, animales, el hombre y por último el Shabbat? (Sin contar todo aquello que fue creado fuera de lo que comprende el globo terráqueo, como por ejemplo, la atmósfera, los planetas, el sol, la luna, las estrellas, las galaxias, etc.). Obviamente el mensaje de la creación se puede describir como un ascenso en los niveles de las creaciones. Primero se creó el reino mineral, después el reino vegetal, le sigue el reino animal y por último el ser humano. Al principio YHWH Elohím creó al reino mineral, el cual se caracteriza por no mostrar ninguna señal de vida. Como por ejemplo la tierra, las montañas, el agua, las colinas, etc. Posteriormente subió un nivel en la creación y creó los árboles, las plantas, las frutas que juntos conforman el reino vegetal.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Este reino demuestra que tiene vida en cierta forma, ya que está conformado por un nefesh (la mínima expresión de un alma), la cual le permite crecer y desarrollarse constantemente. Una vez culminada esa creación, ascendió otro nivel y creó a los animales terrestres, a las aves y a los peces, los cuales tienen un nefesh y un ruaj (la expresión media de un alma), la que le permite moverse, comer, reproducirse, etc. sin ningún problema, a diferencia de los otros dos niveles anteriores que no podían realizar estas funciones de manera directa. Después subió otro escalón y creó al ser humano, con un nefesh, un ruaj y una neshamá (el alma en su máxima expresión), la cual además de realizar todas las funciones anteriormente mencionadas, le permite hablar, tal y como Onkelus (un gran comentarista de la Toráh) lo traduce al arameo “ruaj memalela – la fuerza del habla”. Y como causa y consecuencia de esta fuerza llamada el habla, está el pensar, cuyo origen también es de la neshamá. Y por último, en la cima de la pirámide, se encuentra el Shabbat, cuyo concepto está basado principalmente en lo que llamamos nosotros “neshamá yeterá”, cuyo significado es un alma agregada, la cual nos acompaña durante todo el Shabbat y una vez que finaliza, esta alma agregada se retira. ¿Cuál es el mensaje que está escondido en todo esto? Sabido es que todo Yisraelita que viene a este mundo, viene a construir su mundo israelí, religioso, su parte en la Toráh. ¿Cómo se construye esto? De igual manera que YHWH Elohím construyó su mundo, etapa por etapa, poco a poco. Así deberíamos hacer nosotros, ya que sería muy difícil auto construirnos en tan solo un día o un instante. Tal y como viene dicho en el tratado de Sukah (5:1) del Talmud lo siguiente, “Si abarcaste mucho, realmente no abarcaste nada. Pero si abarcaste poco, verdaderamente lo lograste”. Y además esta idea viene insinuada en el tratado de Taanit (9:2) del Talmud cuando dice, “las lluvias que bajan con mucha fuerza se interrumpen rápidamente. Sin embargo aquellas lluvias que caen pausadamente y van en aumento, estas son las lluvias que verdaderamente se mantienen por un largo rato sin cesar”. Moshe Rabenu asemejó la Toráh a la lluvia “Yaarof kematar likjí - Que sean mis palabras como la lluvia que no cesa”. Es decir aquellas personas que se apresuran y tratan de llegar a la cima de la Toráh, rápidamente se caerán. Sin embargo aquellas que logren escalar nivel tras nivel, pisando sobre seguro, estas son aquellas que verdaderamente lograrán conquistar la cima. De igual manera que YHWH Elohím llevó a cabo la creación del mundo, así deberíamos nosotros dirigir la creación de nuestro mundo interno, nuestro mundo espiritual. Tal y como un bebé que nace, lo único que toma como alimento es leche, después come algo más sólido y así sucesivamente hasta que llega a comer carne. Pero si llegase a comer carne desde el primer momento, que nefasto fuera, YHWH Elohím nos guarde. Así ocurre con nuestra sagrada Toráh que es nuestro alimento espiritual. Primero debemos estudiar las bases de la Toráh, una vez que las entendemos y la interiorizamos, podemos pasar a estudiar otros temas y así sucesivamente hasta que al final ya solo nos falte por estudiar Kabbalah. Y a este final se llega una vez que sepamos todo el Talmud con sus comentaristas y el Shuljan Aruj (tratado de leyes), con bastante claridad y exactitud. La Kabbalah fue comparada con el vino, “Nijnas yain yotze sod - Entra el vino y salen los secretos”, ya que cuando se toma vino con el estómago vacío rápidamente la persona se emborracha. Así también cuando una persona se sienta a estudiar Kabbalah sin antes llenar su cabeza de Toráh, rápidamente se enloquece.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Este mensaje también lo vemos insinuado en el Arca Sagrada. En su parte inferior se encontraban las tablas rotas por Moshe, encima de ellas estaban las segundas tablas que estaban completas, sobre ellas un Sefer Toráh, y por sobre todas las cosas los arcángeles. Para darnos a entender que al principio la persona que se sienta a estudiar, primero entiende las cosas de una manera fragmentada e incompleta, luego poco a poco va entendiendo más hasta que logra entender por completo una halajáh (ley), posteriormente entiende los diez mandamientos, hasta que logra entender todo el Sefer Toráh, y por encima de todos estos conocimientos viene el mundo de los arcángeles y de los ángeles (la Kabbalah). Esto también nos demuestra que la adquisición de conocimientos de Toráh debe llevarse a cabo por etapas, igual que la alimentación de un bebé. O inclusive en su andar, primero se mueve, después gatea, después da unos pasitos y luego corre. Como los carros sincrónicos en los que se van cambiando las velocidades a medida que el motor lo va exigiendo. Ahora es importante saber que este avance debe ser constante, pero sin correr, a un buen ritmo, cada uno según sus fuerzas. Pero sin interrumpir, ya que en el momento que se interrumpe, el motor se apaga y no se avanza, evitándonos alcanzar esta cima tan preciada por todos nosotros. Esto nos lo dijo la Toráh en el último versículo de la Parasháh de Yitro. Una vez recibida la Toráh, YHWH Elohím nos enseñó cómo avanzar en ella advirtiéndonos lo siguiente, “Velo Taalú bemaalot al mizbejí – Y no subirán con escalones a mi altar”, lo que significa que al altar del Templo se subía a través de una rampa. ¿Y por qué? Explican nuestros sabios, que en las escaleras se puede parar, pero en una rampa inclinada no puedes parar porque te caes para atrás. Así debe ser el acercamiento (Kirub) a YHWH Elohím a través de sacrificios (Korbán) que se le entregan en Su altar, que ambas palabras se escriben con las mismas letras en hebreo. Subiendo paso a paso sin parar, ya que cuando paras, corres el riesgo de caerte. El acercamiento a YHWH Elohím debe ser sin cesar, porque de lo contrario causamos un alejamiento. Es importante hacer destacar que nosotros leemos esta Parasháh todos los años después de “Yamim Noraim – Los días de temor”, que son los días en que YHWH Elohím nos ha perdonado todos nuestros pecados, y nosotros deseamos empezar un año nuevo, un año diferente al año pasado, un año en el que verdaderamente sintamos ese ascenso espiritual. ¿Cómo logramos ese ascenso? Está escrito en los sidurim, que en los diez días de Teshuváh, los lunes y jueves del resto del año se dice tajanunim (confesiones). La primera parte, está ordenada en orden alfabético (alef, bet, guimel, etc.). La segunda parte está ordenada alfabéticamente pero en orden descendente (tav, shin, resh, etc.). Y la última parte está ordenada combinando las letras de forma intercalada (alef tav, bet shin, guimel resh, etc.). ¿Qué quisieron transmitir nuestros sabios con esto? Allí está el secreto de la Teshuváh, primero debemos de saber que existen Mitzvót asé (precepto de hacer) y Mitzvót lo taasé (precepto de no hacer) y tenemos que ir avanzando con las Mitzvót asé (alef, bet, guimel, etc.), y también ir disminuyendo con las Mitzvót lo taasé (tav, shin, resh, etc.).
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Pero eso no se logra si decimos, que empezaremos a hacer todas las Mitzvót asé y luego, dejaré de hacer las Mitzvót lo taasé. Y tampoco se logra diciendo que haré todas las Mitzvót asé, una vez que abandone a los pecados. Porque de ambas formas nunca empezaremos. Por lo tanto, la única forma de avanzar es empezando de manera intercalada (alef tav, bet shin, guimel resh, etc.) como en la última parte de los tajanunim, solo así conseguiremos la cima. “Que sea la voluntad de YHWH Elohím que una vez que empecemos a subir no nos paremos, que seamos constantes y así de esta forma conquistaremos la cima de nuestra construcción personal. Amén.” Comenzar a leer la Toráh nuevamente, habiéndolo hecho igual en años anteriores, no supone un simple repaso de algo que ya sabemos, sino que constituye un nuevo desafío: superar en conocimiento y profundidad todo aquello que ya alcanzamos en los estudios previos. A través del primer versículo de La Biblia, Aprendemos quien es El Creador de todo, aprendemos de dónde venimos, aprendemos nuestro principio y quien es nuestro creador. Como tratremos de exponer más adelante, queremos dejar desde ya este axiomna fundamental: “Antes de Bereshít, no hay nada. Y todo está en Bereshít” Bereshít, el llamado "Génesis", es el punto del tiempo en que sucede la Creación ex-nihilo: a partir de nada, es creado lo que hay, lo visible y lo invisible; lo temporal y lo Eterno. Incluso los elementos primarios como el tiempo y el espacio también fueron creados por YHWH Elohím. Nosotros no podemos intuir empíricamente la inexistencia total, pues vivimos precisamente dentro de una existencia tridimensional finita (que por supuesto incluye al tiempo y al espacio). En nuestras plegarias matutinas decimos que la creación no fue un evento único del pasado, sino que es un fenómeno continuo, es decir, que el mundo se mantiene y sigue existiendo consecutivamente a partir de Su voluntad, tal como expresa el pasaje “Quien concibe (en tiempo presente) las grandes luminarias” (Tehilim 136:7). El R. Sh.R. Hrsch sz”l entiende que este concepto está implicado en la palabra “tov” (Bereshit 1:4), que habitualmente se traduce como “bien”, pero que en el contexto de la creación de YHWH Elohím, enseña que cada parte de la creación se conserva mientras cumpla su rol de acuerdo a la determinación del Todopoderoso. A diferencia de la industria humana, en la que lo engendrado por la persona, lo sobrevive y se torna independiente de su autor, cada partícula de la Creación existe gracias a que desempeña su función específica. El hecho mismo que la Toráh comienza con su primera aserción respecto a que el mundo en el que vivimos fue creado, tiene numerosas ilaciones en nuestra creencia, en nuestras actitudes éticas, y en la práctica diaria. Este postulado básico es anterior a nuestra vida, y precisamente por las consecuencias que acarrea, fue y sigue siendo cuestionado por gran parte de los humanos. Obviamente, este breve fascículo no puede abarcar semejante cuestión, pero sí amerita un acercamiento para poder luego profundizar más. ¿Cómo sabemos que hay un Creador? Sobre el tema hay mucho escrito. Sabemos que la captación física de YHWH Elohím es imposible, y la Toráh así lo manifiesta (Shemót 33:20). En diferentes textos se podrá encontrar aproximaciones al reconocimiento de YHWH Elohím por vías del diseño que divisamos en el universo en su dimensión total o en sus pequeñas finezas, y también reconociendo las maravillas de la Creación y conmovernos con su belleza - como dice el Rambam (Hil. Iesodei HaTorá 2:2).
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Asimismo: … Los cielos declaran la Gloria de Elohim,[52] la bóveda del firmamento habla de la obra de Sus manos, (Salmo 19:1) ¡Qué grandes son tus obras, O YAHWEH! ¡En sabiduría las has hecho todas! La tierra está llena de Tu Creación. (Salmo 104:24) Uno de los comentaristas explicó la parte final de esta cita del siguiente modo: “la tierra (con sus infinitas magnificencias) está atestada de medios por los cuales se puede acceder al conocimiento del Creador”. A esto se le suman muchas exposiciones de orden filosófico y otras. (Recomendamos la lectura del libro “Libertad para creer”, recientemente traducido al español sobre el tema). Nosotros, los Yisraelitas, recibimos el saber de la existencia del Creador por medio de nuestros padres, quienes a su vez, lo han absorbido desde pequeños de sus propios padres, y así - colectivamente, generación tras generación - de los hebreos que han estado de pie al pie del Monte Sinaí y experimentaron en carne propia la vivencia certera de estar escuchando Su Voz. (Si hoy hay quienes no recibieron este ineludible legado directamente de sus padres biológicos, esto se debe a la confusión que trajo al mundo la emancipación de los Yahuditas europeos a comienzo del siglo XIX, el posterior “iluminismo” a fin de aquel siglo, la emigración a comienzos del siglo XX, y reemplazado en última instancia por el materialismo prevaleciente de las últimas décadas. Todos estos fenómenos dejaron obnubilados a quienes fueron creciendo en estos procesos). Habitualmente la gente cree que la Emunáh – fe, requiere una suerte de creencia misteriosa. Hay un atractivo reverencial generalizado a todo lo que parezca esotérico, oculto, misterioso, enigmático. No nos debemos dejar llevar por estas tendencias. Rambam (Iesodei haTorá 8:1) nos dice que “los Yisraelitas no ‘creyeron’ por fuerza de los milagros que presenciaron, pues aquel que así lo hace, no puede sino permanecer con cierto grado de escepticismo en su corazón” (por si se tratase de alguna clase de brujería). En cambio, todas las maravillas realizadas por YHWH Elohím a través de Moshe, ocurrieron por la necesidad del momento y no fueron llevadas a la práctica para demostrar que existe la profecía. Quien lee la Toráh sabe que no hay lugar para suponer que nuestros antepasados aceptaron ingenuamente lo que se les decía sin cuestionar. La verdad es claramente la contraria: los hebreos se quejaron por todo aquello que les resultaba dificultoso, la Toráh nos dice que fueron sancionados por el modo de pedir las cosas, o por no estar a la altura de lo que viven-ciaban y presenciaban en el desierto. Es más: YHWH Elohím insiste en que se estudie y analice todo en una pedagogía de pregunta - respuesta. En el Talmud, esto se expresa explicando el porqué la tierra de Yisra‟EL quedó desolada, y YHWH Elohím responde: “Porque abandonaron mi Toráh que he puesto ante ellos (Yirmeyah 9:11-12). Dijo R. Shimón bar Iojai: “Si has visto las ciudades de Yisra‟EL yermas, esto se debe a que no han contratado a escribas y maestros de Toráh”. La honestidad intelectual de los Sabios de todas las épocas es legendaria. En la Mishnah (5:7) se lee que Akavia ben Mahalalel disentía con el resto de los Sabios de su época en cuatro temas. Akavia mantenía su posición frente a la de los demás, debido a que era la que él había escuchado de parte de la mayoría de sus maestros en sus años de estudio.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
De acuerdo a la regla de la Toráh, pues, siguió a la mayoría de la cual había aprendido Toráh. En su época, quedó vacante la posición de jefe del Bet Dín, sin duda un cargo de jerarquía en el cuerpo legislativo del pueblo. Conocido por su erudición y rectitud, los Sabios se le acercaron y le ofrecieron ser el nuevo Av Bet Din con la condición que se retractara de los cuatro puntos en discordia y se sumara a la opinión de los demás. Akavia les contestó: “prefiero que me llamen ‘tonto’ (shoté) toda mi vida (por haber perdido esta oportunidad) y no ser ‘falso’ (rashá) por un instante delante del Todopoderoso - pues la interpretación de la gente será que cambié de opinión para llegar al poder”. Rashí, el comentarista universalmente reconocido de la Toráh y del Talmud, glosa en sus escritos (según los contó Rabí Akiva Eiger z”l) en cuarenta y cuatro instancias talmúdicas que “no sabe lo que significa determinado concepto”. En el TaNaK la cantidad de menciones análogas es aún mayor. ¿Por qué? ¿No podía haber simplemente omitido y callado, eludiendo el tema? La respuesta es que el reconocimiento de las limitaciones propias no es una señal de debilidad, sino justo lo contrario: hubiese sido deshonesto disimularlas. De haber silenciado aquella frase, el estudiante podía haber creído, que el texto no requiere explicación por su sencillez. Por lo tanto, Rashí le quiere advertir a que está frente a una dificultad desafiante - y lo fue aun para él. La tentación de falsificar, plagiar, exagerar o negar es una desgracia que aflige a muchos círculos académicos. Al abrir las páginas del Talmud, uno se maravilla por la preocupación en mantener la exactitud de las citas, mencionando permanentemente los nombres de quienes dijeron cierta enseñanza y quienes la volvieron a transmitir. Jamás se encubre a un Sabio cuyas palabras quedan cuestionadas por testimonios de sabios anteriores. Se cuenta del autor de una de los libros más estudiados, que parte de su horario diario estaba dedicado a “borrar (parte de) lo que había escrito y compilado el día anterior”. Es más fácil escribir - que borrar lo que uno ya escribió. ¿Qué nos cambia si creemos en un Creador? A simple vista - y muchos realmente lo suponen - la creencia en la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin y del surgimiento espontáneo de la vida se basa meramente en elucubraciones científicas. Sin embargo, la cuestión no es tan así. Esta creencia “libera” a sus fieles seguidores de estar sometidos a un orden ético. El hecho de sostener que no hay un Creador, sino que somos fruto de un accidente, implica que no hay un propósito en nuestra existencia (los accidentes son por naturaleza fortuitos y niegan todo orden y proyecto), y por ende quita también de todo valor moral a la vida. No solamente consideramos ser creados en general, sino que cada don, capacidad, talento, y virtud que nos caracteriza, y cada oportunidad que se nos presenta, es parte de esa creación individual que nos distingue. O sea, que valorizamos (o debemos de hacerlo) cada instante y circunstancia que vivimos. Todo esto enaltece nuestro reconocimiento de auto-aprecio. De carecer este mundo de propósito moral, dejan de existir el “bien” y el “mal” absolutos. Todo se convierte en discutible, relativo y opinable (aun el hecho del delincuente que robó la cartera con los documentos…).
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
De no creerse en una moral Di-vina, se puede responder a cualquier argumento moral que esa “es la opinión personal tuya”… y no hay con qué responder. A pesar que hubo numerosos cuestionamientos desde el ambiente científico, que se ha desenvuelto cuantiosamente desde mediados del siglo XIX, cuando fue dada a conocer, sus adeptos se aferran a ella celosamente por las inferencias de la alternativa de un mundo creado y sus corolarios en materia de deberes humanos. A medida que transcurren los años, es cada vez mayor la publicidad que se le da a estas teorías cuestionadas, y se denigra burlonamente a quienes sostienen la tradición de ver este mundo como creado, en términos de: “arcaicos”, fanáticos, defensores de una “verdad revelada” (a diferencia de su legitimidad “progresista”). Así, en ciertos círculos es mal visto que uno se declare abiertamente creyente en la Creación programada y planificada - tal como lo hemos adquirido de los ancestros. ¿Qué objetivo tiene la creación? Antes de entrar en la cuestión del “motivo” de YHWH Elohím, es menester hacer una aclaración. A diferencia de nosotros, los seres humanos, en cuyo contexto, cuánto más “imperioso el motivo” para realizar alguna acción, tanto más impone al sujeto llevar a cabo aquella acción. No así YHWH Elohím. Nada, en absoluto, es imperioso para ÉL. Esta es una de las trabas en “comprender” Sus razones. Asimismo, aun si llegáramos - dentro de nuestra limitación intelectual - a entender una lógica por algo que YHWH Elohím hace, esto no significa que aquella deba ser “el motivo” de YHWH Elohím, sino puede ser alguno de tantos otros. Estas palabras no obstan a que intentemos humildemente aprender de lo que se nos transmite en las palabras de los Sabios, acerca de los “objetivos” de YHWH Elohím, pues el mero hecho de tener presente aquello que YHWH Elohím nos dice qué es valioso para ÉL, obviamente nos permite acercarnos más a entender cuál es nuestra función dentro de este universo, y esta cuestión es la fundamental para cualquiera de nosotros. Ahora sí. Según el Midrash Tanjumá (Parasháh Naso), YHWH Elohím “anheló que se cree un espacio de habitación para Él en los mundos inferiores” (o sea en el universo material). Este sería el sitio en el que el Hombre lo podría buscar y convertir la materia en ser espiritual, mediante la elección del bien definido por YHWH Elohím, convirtiendo de ese modo al universo - en donde la realidad de YHWH Elohím no se evidencia en la materia - en una certeza expuesta por la evidencia de las acciones que responden a Su Voluntad. Esa es entonces la razón por la cual nos entregó la Toráh, que es la que encierra Su Mandato, Programa y Diseño. “YHWH Elohím creó todo para Su propósito” (Proverbio 16:4): aun aquello que pareciera ser opuesto a Su deseo, cumple una función que - muy posiblemente- desconocemos. “Y YHWH Elohím vio todo lo que creó y he aquí que era muy bueno” (Bereshít 1:35). El Midrash dice que “muy bueno” viene a englobar la inclinación hacia el mal (Yetzer hará), los sufrimientos y la muerte - todos elementos de los que nos cuesta aceptar y entender que se denominen “buenos”, fuera del contexto de la Sabiduría Perfecta de YHWH Elohím (R. Sh. R. Hirsch sz”l). (Ver también la última Mishnah de Pirkei Avot). Asimismo, el ser humano es el beneficiario de la perfecta e infinita Bondad Di-vina, pues al superar aquellos desafíos que presenta el mundo físico en el que ha sido colocado por YHWH Elohím observando escrupulosamente Sus mandatos, se hace acreedor de aquella gran bondad, sin el estigma vergonzante de recibir aquel premio como obsequio - sin haber realizado algún esfuerzo propio para merecérselo.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
La capacidad intelectual y espiritual del hombre, está diseñada para poder gozar, de la Presencia Di-vina, y de la satisfacción espiritual de estar haciendo el bien, definiéndose así como objeto primordial de la creación. Hay varias traducciones literales para "Bereshít", la primer palabra de la Toráh. Esta primer palabra de La Toráh (TaNaJ Hebreo) en realidad es una composición de dos palabras, como veremos más adelante. Es igualmente válido traducirla por “En el principio”, "En (dentro de) el principio", "con (junto a) el principio" como “por (medio de) el principio”
En el primer caso, se nos está diciendo que al inicio de la labor, YHWH Elohím creó los cielos y la tierra.
En el segundo: que éstos fueron creados dentro de ese principio llamado o reconocido como “el principal o primero” y por ende por ello existe y subsiste la creación como tal.
La tercera implica el hecho de que YHWH Elohím creó junto con ese principio que estaba ya al inicio de la creación, tal y como lo sugiere Proverbios 8 y Juan 1:1; y
Finalmente en cuarto lugar, se puede entender como que YHWH Elohím depositó todo el poder y delegó toda autoridad, para que todo el plan (como un plano arquitectónico) se llevara a cabo, por este principio. Es decir que este principio creado desde antes de todas las cosas, fue designado con todo poder y autoridad y se le entregó el plano prediseñado en el seno del Padre y todos los materiales, para que fuera este principio quien ejecutara todo este plan, en nombre y representación de YHWH Elohím, o sea que es a través de este principio que el Creador, creó; poniendo en acción a este principio.
En su comentario a la primer palabra de la Toráh, indica Rashí en nombre de Rabí Itsják que no parecía haber necesidad de que la Toráh comenzase por la Creación, sino mucho más adelante, recién en el pasaje "Este mes, para vosotros..." (Shemót -Exodo- 12:2), donde aparece la primer Mitzváh, el primer precepto: el primer estatuto de la espiritualidad o y sabiduría concedida a los hombres. Mas no estamos llamados a ejercer a ciegas esta magia sino que, cual anunció el rey Shlomóh -Salomón-, "lo que hay es lo que habrá" (Kohelet -Eclesiastés- 1:9) y "lo que habrá, ya hubo" (1:15). Conocer el inicio unitivo pauta una finalidad de reunificación; saber del origen sagrado nos indica el camino hacia lo sagrado. YHWH Elohím pone en nuestras manos herramientas que habilitan el libre ejercicio de nuestro albedrío, y pone en nuestro conocimiento también la razón y el objeto de nuestras vidas. Así leemos: …dando gracias al Padre por habernos hecho aptos para compartir en la herencia de sus Kadoshim en luz. El nos ha rescatado del dominio de las tinieblas y nos ha transferido al Reino de su Hijo amado. Es a través de su Hijo, que tenemos redención, esto es, nuestros pecados han sido perdonados. El es la imagen visible del Elohim invisible. El es el supremo de toda la creación, porque en conexión con El, todas las cosas fueron creadas en el cielo y en la tierra; visible e invisible; ya sean tronos, dominios, gobernantes o autoridades; todo ha sido creado por El y para El. El existió antes que todas las cosas y mantiene todo sujeto, unido en coherencia.[6] También El es la cabeza del cuerpo que es la Asamblea Mesiánica; El es el principio, el primogénito nacido de entre los muertos, para que así tenga la preeminencia en todo.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Pues le complació a YAHWEH tener todo su ser viviendo en su Hijo, y por medio de su Hijo reconciliar todas las cosas con El, ya sea en el cielo o en la tierra, haciendo Shalom por medio de El, y haciendo que su Hijo derramara Su Sangre al ser ejecutado en la estaca.[7] Colosenses 1:12-20 Estos versos arrojan una reflexión: El gobierno, el dominio, la regencia, no requieren de más voluntad que aquélla de quien ejerce la fuerza, y nada que no disponga de ésta (calidad y cantidad de fuerza) se le puede oponer. La majestad exige la existencia de súbditos que la profesen. Se puede dominar todo lo que hay, mas no es posible ser "rey de nadie". El Rey, por consiguiente, necesita un mundo sobre el que reinar. Y de allí que, como hemos aprendido (Tratado de Brajót 33), todo se encuentra en manos de YHWH Elohím, menos la "irAh", la numinosidad, el respeto a Su majestad, que resta librada al albedrío de los hombres. Para la verdadera unión de todo lo posible, para que el influjo sagrado de YHWH Elohím se haga patente y luminosa realidad, es necesaria la fidelidad de los hombres. Y todo el mundo que los hombres dominarán habrá de ser programado de modo tal que la más plena realización y la grandeza, y la elevación de aún lo más bajo hasta el trono del Creador, sean posibles y aún propicias. Al respecto, agrega Rashí que la Toráh recibe el nombre de "reshít" = cabeza o inicio. Es por ello que nosotros siempre hemos afirmado, afirmamos y afirmaremos que:
YAHSHUA Ha Mashíaj ES LA TORAH VIVIENTE. 11
Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Nos enseña el Or HaJaím que toda la Creación tuvo lugar únicamente en el primer dicho (en el primer verbo) de la Toráh: "creó YHWH Elohím los cielos y la tierra"; y continuó luego, durante seis días, con su formación y disposición final. En palabras del Or HaJaím: "es como un hombre que se propone construir un palacio; para empezar, prepara piedras y madera y tierra y cuanto es necesario para la obra completa; y se dedica luego a construir. Así el Creador, Creó todo lo necesario para el mundo con su primer verbo, y lo preparó, y todos los materiales se encontraban mezclados y desordenados. Y luego, comenzó a ordenar cada cosa dicha del modo que le correspondía, y puso todo a funcionar". Y no sólo fue todo creado por el verbo primero, sino que en éste, todo fue simultáneo, sin antes ni después. "Iesh me Ain", existencia nueva a partir de la nada. Al punto que, como nos explica el Or HaJaím, en la palabra "shamáim" (=cielo, que se escribe con las letras shin-memiod-mem), la shin no precedió a la mem, ni la iod fue sucesiva a la primera mem, ni la segunda mem fue posterior a la primera, sino que todo fue un único dicho, simultáneo en su orden y en su forma, sin progresión ni sucesión en absoluto. La Toráh es el mapa infinito de una historia perfecta. Desde la inabarcable visión del Creador, es el plano absoluto de todo lo que debe ser, para que Su potencia de belleza completa halle oportunidad en el tiempo; para que lo más elevado y sutil se instale y se revele también en la más densa realidad. Vista desde nosotros, es el manual de instrucciones para diluir la oscuridad del mundo material que habitamos, para disolver las cáscaras ciegas del mal y dar paso a la Luz primigenia. Tornarnos sagrados es advenir aptos para recibir la Luz; para ser recibidos en el seno de la luz. Hay un milagro que realizar, y tenemos la capacidad, desde un inicio, de ejercer la profesión de ser hacedores de milagros y maravillas, tal como vemos aún en nuestra Parasháh (Bereshít -Génesis- 1:27) que es creado Adám con el "tsélem" (la apariencia, las proporciones) y de acuerdo al "dmút" (la semejanza, la potencia en relación al mundo que habrá de gobernar) del Creador. ¿Cuál es la fórmula secreta de esta capacidad de producir milagros? Hay que tomar la materia densa y tornarla digna de la chispa espiritual. Hay que conectar lo bajo y oscuro con lo alto y luminoso, para que las Alturas nos atraigan hacia sí y nos brinden cuanto se requiere para la más plena felicidad; para la más transparente; para la más evidente. Hay un código, un manual de la espiritualidad necesaria. Un mapa que indica con qué conectarnos y de qué desconectarnos (y es que si no hubiera la oportunidad del mal, si no hubiera de qué desconectarse, seríamos autómatas sin albedrío). Hay modos de asemejarse a la luz, y vías para sumirse en la oscuridad. Hay "tikún"=enmienda y "nitúk"=desconexión, y ambas tienen las mismas letras tav-iod-kuf-nun, pero en orden diferente: la energía será la misma, pero de acuerdo a cómo la utilicemos, los resultados de nuestra acción pueden ser esencialmente distintos, y aún opuestos. En el Zohar, nos enseña inequívocamente Rabí Shim'ón Bar-Iojai que fue con la Toráh, el plano previo y arquetipo, que realizó YHWH Elohím la Creación. Antes de este inicio, sólo tenía existencia una vida espiritual e intemporal: YHWH Elohím, el origen y la potencia de todo, y Su Toráh (creada 974 generaciones "potenciales" antes de la Creación del mundo, según aprendemos en el Tratado de Shabát 88b), en existencia perpetua sin espacio.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Cuando decidió el Creador hacer lugar a las formas materiales de la existencia, contempló cuatro veces la Toráh (una por cada nivel que se disponía a crear: Atsilút -emanación-, BriAh -creación-, Ietsiráh -formación- y 'Asiáh -acción-); la Pronunció, entonces, poniendo al verbo en actividad; y por fin, se entregó a la labor de Creación. Cuando tenemos eso claro desde el principio, vamos a rechazar de tajo la teoría de la evolución; cuando creemos que venimos del mico, cuando creemos que llegamos a este mundo por accidente o por la explosión de muchos átomos, entonces nuestra vida carece de propósito. Si creemos que El Eterno YHWH nos creó, entonces tenemos que entender que EL nos hizo con un propósito; que no es otro que el venir a la tierra a aprender obediencia, para poder regresar al seno del mismo creador y a su morada celestial: el cielo. Es más, las respuestas reales a muchas preguntas se comienzan a dilucidar, cuando realmente nos ponemos a estudiar (no solo leer), sino estudiar La Biblia. Es en esa búsqueda de los misterios de YHWH Elohím, cuando el Eterno YHWH brinda espacio y se abre a fin de que nosotros, nos adentremos a los misterios de su Palabra, al estudiar La Toráh y La Biblia por completo. Para nosotros cada letra y palabra tiene un valor único y significativo, entendemos que en ello hay mensajes cifrados y ocultos, que debemos por ende explorar, encontrar y por lo mismo, atesorar para poner en práctica. Nosotros ahora, por el Ruaj de YHWH y por orden de Yahshúa, no tragamos entero, no permitimos que nos den atole con el dedo, o “chocolate con miel”. Y esto le causa escozor a muchos predicadores, pero lo sentimos mucho, pues hemos preferido hacerle caso a YHWH Elohím y a su Palabra (Yahshúa) que a los dogmas insustentables de los hombres. Es menester que ahora, nosotros y ustedes, juntamente con los predicadores nos finquemos fundamentalmente en La Palabra del Eterno YHWH Elohím, pues solo allí encontraremos refugio, alimento y manantial inagotable de vida Eterna. Quiera el Eterno YHWH que sea hoy el inicio de una nueva era de esperanza y de la predicación de la verdad. Y que oigamos con mucho deleite, y con lágrimas de regocijo en nuestros ojos, la predicación de nuestros consiervos, quienes dejándose guiar por el Ruaj de YHWH, nos exhorten, al pueblo y a todos nosotros a volvernos, fundamentalmente a la radicalidad de La Palabra de YHWH, lo cual nos conducirá inequívocamente a una vida en santidad, la cual, ÉL demanda y requiere de nosotros. Es sin duda este mensaje, el que siempre leemos en cada línea de La Biblia, no obstante, muchos nos dedicamos a enseñar y predicar, según nuestra propia concupiscencia y eso siempre nos acarreará tropiezos, castigos, dificultades, separación y finalmente la muerte. Solamente dedicándonos al estudio exhaustivo y a conciencia de La Biblia, podemos sacar enseñanzas profundas donde otros pueblos no ven ninguna enseñanza. Y es que como lo hemos sostenido a lo largo de nuestra vida en la revelación de Yahshúa: La Palabra de YHWH es solamente para los escogidos, es un testamento de herencia para los hijos solamente, nadie más podrá ni puede adueñarse de lo que por derecho es nuestro, pues YHWH nos lo ha entregado y lo ha dejado plasmado por escrito. Otros quizá quieran despojarnos de nuestra herencia, pero lamentablemente no lo podrán hacer, no lo harán. “SOMOS EL PUEBLO DE YHWH, ELEGIDOS SEGÚN SU PRESCIENCIA, DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO, EL DIJO DE NOSOTROS QUE SOMOS SU HIJO, SU PRIMOGÉNITO, QUE EL NO NOS DEJA, NI NOS DEJARÁ, EL DIJO QUE AUNQUE LAS LEYES QUE RIGEN EL CIELO, LOS ASTROS Y LAS ESTRELLAS FALTAREN, ISRAEL NUNCA DEJARÍA DE SER NACIÓN DELANTE DE EL”. Le duela a quien le duela, llore quien llore y salte quien salte. NO hay vuelta atrás, ÉL no Cambia, EL es fiel y mentira no hay en sus labios. ÉL le dio una promesa a Adam y la mantuvo, mantiene y mantendrá firme a través de los tiempos y hasta la eternidad, pues ÉL no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Y eso es lo que leemos en los versos de nuestra Haftaráh, el cumplimiento perfecto de la promesa de YHWH en Yahshúa Ha Mashíaj, el cual vino a redimir a su pueblo y a levantar las ruinas caídas de Yahrushalaím. Tal y como lo señala el verso que ocupa nuestro encabezado. Le invito y le ruego a que leamos, además de los de los hermosos versos de Yeshayah (Isaías) 42:5-43:10. Los siguientes: 52:7-11: ¡Cuán bellos sobre los montes son los pies de aquel que trae buenas noticias, proclamando Shalom, trayendo buenas noticias de buenas cosas, anunciando Salvación y diciendo a Tziyon: "¡Tu Elohim es Rey!" ¡Escuchen! Tus guardianes están alzando la voz, juntos gritando de alegría. Porque ellos verán, ante sus propios ojos, YAHWEH regresando a Tziyon. ¡Prorrumpan en alegría¡ ¡Canten juntos, ruinas de Yerushalayim! ¡Porque YAHWEH ha consolado a su pueblo, El ha redimido a Yerushalayim! YAHWEH ha descubierto su brazo Kadosh ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Elohim. ¡Salgan! ¡Salgan! ¡Fuera de aquí! ¡No toquen nada inmundo! Salgan de en medio de ella y sean limpios, ustedes que llevan los utensilios del templo de YAHWEH Este tipo de enseñanzas son las que encontramos al adentrarnos en La Toráh, en la TaNaK y en el Brit HaDashah. Y por qué nos escogió ÉL?... ¡¡¡¡¡¡ POR GRACIA!!!!! Y por qué nos dio ÉL La Toráh?... ¡¡¡¡¡¡ POR GRACIA!!!!! Y por qué nos da salvación?... ¡¡¡¡¡¡ POR GRACIA!!!!! Es por ello que no nos cansamos de estudiar su palabra, pues para nosotros es un deleite, es un manjar que se sirve en la mesa, para que nosotros seamos saciados conforme a nuestras necesidades y que al saborear la escritura, los misterios de YHWH se nos vayan revelando, conforme a su misericordia y propósitos. Proverbios 25:2. En las primeras letras del Libro de Bereshít, se entiende muy fácilmente que el Bendito y Eterno creador nos muestra la esencia de su plan divino, el cual es, que habitemos todos los elegidos en una sola y gran familia. Esto se desprende al ver la primera letra hebrea con la que comienza este hermosísimo libro. Pues la letra Bet () ב significa ella sola: Casa - Hogar. De hecho, las familias son el gran escenario en el que se desprende una pugna espiritual, tanto entonces como ahora, son los paradigmas de la conexión íntima y de la ambivalencia interna de las personas y de los pueblos la que abona esta pugna. Los problemas de los héroes bíblicos, en un principio, son hondamente domésticos, es decir, son problemas esencialmente internos, entre miembros de la familia. Así aparece el primer Hombre, Adam quien al encontrase en el huerto del Edem se le es puesta por ayuda idónea a su Esposa, a la que llamó Javah. 23 Y Adam dijo: Este es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ella será llamada mujer [Hebreo: ishah], porque ella fue sacada de su hombre [Hebreo: ish]." Fue esta ayuda idónea la que en primer término se rebeló a su esposo y consecuentemente a YHWH. Una de las muchas preguntas que nos formulamos al escudriñar la palabra del Eterno YHWH es: ¿Porqué La Toráh comienza con la letra hebrea BET Y no con la ALEF, que es la primera letra del alefato?, ya hemos explicado arriba lo que significa esta letra y su mensaje, pero ¿Porqué no comienza con la primera letra de nuestro alefato: ALEF?, ¿qué quiere El Eterno YHWH enseñarnos a través de esto? Sencillamente que entre la ALEF que no está al inicio de La Toráh y la BET con que sí comienza La Toráh hubo algo, sin duda ocurrió algo y para nosotros es que la palabra Bereshít / En el principio, tal y como se nos ha enseñado tradicionalmente, no es el principio del todo físico. Sino que para nosotros, entendemos que acá se da, comprendiendo superficialmente el verso, lo que creemos, es el principio de una nueva etapa, pero no es el verdadero comienzo del todo. Ya lo dijo el Sheliáj Shaúl, en Colosenses 1:16 y 17; Juan también lo dijo en su Besoráh: 1:1. Denotando con esto que antes de ello, ocurrieron eventos que si los descubrimos a través de estos interrogantes, pueden ser de mucha ayuda para todos nosotros, pueden ser de mucha bendición para entender cosas que antes no entendíamos; y como no las entendíamos nos hacían caer en errores de aprendizaje y por ende, de enseñanza.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
¿Qué fue lo que ocurrió antes de Bereshít 1:1?, Leamos lo que la Escritura señala: “La palabra de YAHWEH vino a mí: "Ben-Adam, dile al príncipe de Tzor [130] que YAHWEH Elohim dice: 'Porque eres tan arrogante y has dicho: "Yo soy dios; yo me siento en el trono de Elohim, rodeado por el mar"; sin embargo, tú eres un hombre, no Elohim, a pesar de que crees que piensas como Elohim. [Ge 3:5; Is 44:13; Hch 12:22; 1P 5:5; Re 17:3] ¡Verdad, eres más sabio que Daniel! [131] ¡Ningún secreto se te puede ocultar! [Zc 9:2; Da 1:17; 2:22] Por tu sabiduría y discernimiento has adquirido riquezas, has acumulado oro y plata en tus tesoros. Por tu gran habilidad en comerciar has incrementado tu riqueza que te ha vuelto tan arrogante. [cp 16:9; Is 23:3; Zc 9:3; Da 4:30; Lu 12:16:21; Ro 12;16; Ya 4:13] "Por lo tanto, YAHWEH dice: 'Porque tú crees que piensas como Elohim, [Ge 3:4; 2Ts 2:4] Yo traeré extranjeros contra ti, las más bárbaras de las naciones, [cp 26:7-14; Is 23:8; Je 27:2 -7] para que desenfunden espada contra tu fina sabiduría y profanen tu esplendor. [De 28:49] Ellas te harán descender al abismo para morir una muerte violenta rodeada por el mar. ¿Dirás tú: "Yo soy Elohim," a ellos que están al matarte? [Is 45:9; Da 4:31; 2Ts 2:4] Tú eres un hombre, no eres Elohim, en las manos de aquellos que te profanan. Morirás la muerte de los incircuncisos a las manos de extranjeros. Porque Yo he hablado,' dice YAHWEH Elohim. [132][Jn 8:24] La palabra de YAHWEH vino a mí: "Ben-Adam, levanta lamento para el rey de Tzor, y dile a él que YAHWEH Elohim dice: [Is 33:17; Je 9:23; Pr 21:30; Lu 2:40; Col 1:13; Ya 3:13-18] 'Tú eras el sello de la perfección; estabas lleno de sabiduría y perfecto en belleza; estabas en el Eden, el jardín de Elohim; cubierto de todos los tipos de piedras preciosas – cornalina, ónice, jaspe, zafiros, carbunclo, esmeraldas; [Ge 2:8; 3:23] tus pendientes y joyas eran de oro, preparadas el día que fuiste creado. Tú eras un keruv, que protegías una región grande; [Ex 24:9; 25:17-20; Is 14:12-15] Yo te puse en el Monte Kadosh de Elohim. te paseabas de aquí para allá entre las piedras de fuego. Eras perfecto en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti la iniquidad. "En la abundancia de tu comercio, llenaste tus almacenes con iniquidad; [Is 23:17; 1T 6:9] y de esta forma, pecaste. Por lo tanto, Yo te he echado fuera, profanado, [Ro 6:23; 2P 2:4-6] del Monte de Elohim; y un keruv protector te sacó de entre las piedras de fuego. [Jud 6] Tu corazón se enorgulleció por tu belleza, [133] corrompiste tu sabiduría por tu esplendor. Pero Yo te he tirado a tierra; puesto en vergüenza delante de reyes. [Is 14:9 -11; 33:17] Por tus muchos pecados e iniquidades en tu comercio, Yo he profanado tu santuario; por lo tanto, saqué fuego de en medio de ti, y te ha devorado; [Re 6:15 -17; 18:8] te he reducido a cenizas en la tierra a la vista de todos los que te pueden ver.” (Eze 28:1-18). “Otra señal fue vista en el cielo, había un gran dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete coronas reales. Su cola arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó a la tierra. Se paró delante de la mujer que estaba al dar a luz, para poder devorar al niño en el momento que naciera” (Revelación 12:3-4) Misterios…… No obstante, lo cierto es que se puede encontrar evidencias en las Escrituras de una caída en pecado de algunos de los ángeles de YHWH Elohím, 2 Pedro 2:4; 1 Corintios 6:3; Judas 6. En Isaías 14:12-15 está escrito: "¡Cómo Lucifer, hijo de la mañana,[75][Ez 28:13-17; Lu 10:18; 2P 2:4; Re 12:7 -10] ha caído de los cielos![2P 1:19; Re 2:28; 22:16] Aquel que mandaba órdenes a todas las naciones es machacado a la tierra.[cp 4-6; Je 50:23; 51:2024] Tú que decías en tu corazón: 'escalaré a los cielos,[Ez 27:3; 28:2; 29:3; Sof 2:15; Da 4:30,31; Re 18:7,8] levantaré mi trono por encima de las estrellas de Elohim, me sentaré en un monte majestuoso,[Ez 28:9,12-16; Da 8:10-12] en las montañas majestuosas, hacia en el norte.[cp 2:2; Sal 48:2] Subiré sobre las alturas de las nubes,[cp 37:23,24] me haré como el Shaddai.'[76] [cp 47:8; Ge 3:5; 2Ts 2:4] "Mas ahora tú irás abajo al Sheol,[cp 3-11; Ez 28:8,9; Mt 11:23; Hch 12:22,23; Re 19:20] aun hasta los cimientos de la tierra.[Ez 32:23] (Isa 14:12-15) El profeta Isaías habla aquí de la rebelión del rey de Babilonia. Sin embargo el texto puede ser entendido en el nivel drash como una alusión clara al personaje espiritual maligno que estaba detrás de ese rey.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Cuando ese ángel intentó subir a lo más alto y colocar allí su trono y tomar control sobre la creación haciéndose semejante al Altísimo, fue expulsado de allí “como un rayo”, Lucas 10:18, y los demás ángeles que le siguieron en su rebeldía cayeron con él, Revelación 12:4, 9. El destino de estos ángeles rebeldes y caídos es el lago de fuego, Mateo 25:41; Revelación 20:10. No obstante, las Escrituras no dan un testimonio claro acerca del momento cuando esta caída en pecado ocurrió en el mundo de los ángeles. Sin embargo, queda claro que ocurrió antes del capítulo 3 de Génesis, donde habla de la serpiente antigua que engañó a la mujer para que pecara. La caída en pecado que ocurrió entre los hombres fue, por lo tanto, una consecuencia de una caída en pecado que ya había ocurrido en el mundo espiritual. Un Midrash [Yilkut Shmoini 6, 8, 95] enseña que un ángel, llamado Samael, que era el gran maestro entre los ángeles, bajó a la tierra y encontró el animal más astuto, la serpiente, y la poseyó y, por medio de ella, instigó a los hombres a hacer el mal. Otro Midrash [Prikei DeRabí Eliazar 14] enseña que por este pecado Samael será expulsado de su lugar en el cielo. En las Escrituras, ese ángel rebelde y caído es llamado Ha Satán, en hebreo “Ha Satán”, 1 Crónicas 21:1, que significa: •
Enemigo, opositor, contrario, adversario, antagonista, rival, 1 Reyes 11:25.
•
Calumniador, acusador, Job 1:6-12; Zacarías 3:1.
La traducción griega de “satán” es “diábolos” que significa: “acusador”, “calumniador”, [Strong G1228 διάβολος diábolos; de G1225; calumniador; espec. Satanás [Comp. H7854]:-calumniador, diablo] Revelación 12:10. En cierto modo, entonces, el origen del mal no se encuentra en YHWH Elohím sino en este ángel caído como está escrito en Ezequiel 28:15-16a: “Eras perfecto en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti la iniquidad. "En la abundancia de tu comercio, llenaste tus almacenes con iniquidad;[Is 23:17; 1T 6:9] y de esta forma, pecaste. Por lo tanto, Yo te he echado fuera, profanado,[Ro 6:23; 2P 2:4-6] del Monte de Elohim; y un keruv protector te sacó de entre las piedras de fuego.[Jud 6] La mentira no viene de YHWH Elohím, porque ÉL es sólo luz, como está escrito en 1 Juan 1:5b: …/YAHWEH es luz, y no hay oscuridad en El, ninguna! El Mashíaj Yahshúa dijo que Ha Satán es el padre, es decir el origen, de la mentira, como está escrito en Juan 8:44: “Ustedes pertenecen a su padre ha satán,[87] y quieren llevar a cabo los deseos de su padre. El ha sido asesino desde el principio, y nunca ha estado de parte de la verdad, porque no hay verdad en él. ¡Cuando él dice mentiras, él habla con carácter, porque es mentiroso; en verdad es el inventor de la mentira!” “La persona que permanece pecando es de ha satán, porque desde el mismo principio ha satán ha permanecido pecando. Por esta razón el Hijo de YAHWEH fue manifestado, para destruir las obras de ha satán. (1Jn 3:8) Aquí está escrito que Ha Satán es un homicida y ha pecado “desde el principio”, lo cual nos da a entender que su pecado empezó al principio de la obra de la creación. El Creador no es el origen del mal, ni puede hacer nada malo. ¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos. Un Elohim confiable que no hace el mal, El es justo y Kadosh. (Deu 32:4) En Jacobo 1:13, 16-17 está escrito: Porque YAHWEH no puede ser tentado por el mal, y YAHWEH mismo no tienta a nadie…No se extravíen, mis amados hermanos, toda buena obra de ofrenda y todo lo perfecto viene del Padre quien hizo las lumbreras celestiales, con El no hay variación ni oscuridad causada por los cambios. (Jas 1:16-17) Surge la pregunta: ¿cuándo fueron creados los ángeles, antes o después del mundo visible?
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Según el Midrash [Bereshít Rabá 3:8] y Uno de nuestros sabios, los ángeles fueron creados el segundo día. En Job 38:4-7 está escrito que los ángeles estaban presenciando la fundación de la tierra: "¿Dónde estabas tú cuando Yo establecí la tierra? Dime, si sabes tanto.[Ge 1:1; Sal 102:25; He 1:2] ¿Sabes tú quién determinó sus dimensiones o quien extendió el cordel de medir sobre ella? [Is 40:12; Sal 19:4;; 2C 10:16] ¿Sobre qué fueron fundados sus cimientos, o quien puso su piedra angular,[1S 2:8; Is 28:16; Sal 93:1; 104:5; 118:22; Ef 2:20] cuando las estrellas de la mañana cantaban juntas y todos los hijos de Elohim gritaban de alegría? [Sal 104:4; Re 2:28] (Job 38:4-7) Según este texto ya los ángeles existían cuando la piedra angular de la tierra fue puesta. ¡Bendice a YAHWEH, O alma mía![299] YAHWEH, mi Elohim, Tú eres grandioso; te has vestido con alabanza y honor, envuelto en un manto de luz. Tú extiendes los cielos como una cortina, quien cubre sus cámaras con agua. Haces de las nubes tu carruaje, y andas sobre las alas del viento. Tú haces de tus malajim ruajim, las llamas furiosas tus ministros. Tú estableciste la tierra en sus cimientos seguros, para nunca ser movida.[300] Hiciste que el abismo la cubriera como un vestido; las aguas estaban sobre las montañas. A tu reprensión, ellas huirán. al sonido de tu relámpago ellas estarán alarmadas, fluyendo sobre las colinas, derramándose en los valles, hasta el lugar que has establecido para ellas. Tú determinaste el límite que no podían traspasar; nunca han de volver a cubrir la tierra. (Psa 104:1-9) Según este Salmo parece ser que el orden de la creación de las cosas fue el siguiente: 1. La luz. 2. Los cielos. 3. La tierra. El Talmud [Jagigá 12a] presenta las dos opiniones de las dos escuelas de interpretación y enseñanza del TaNaK, predominantes entre los fariseos en cuanto al orden de la creación de los cielos y la tierra. La casa de Shammai enseñó que primero fueron hechos los cielos, Génesis 1:1, pero la casa de Hillel enseñó que primero fue hecha la tierra, Génesis 2:4b. Los sabios luego dijeron que ambas cosas fueron hechas al mismo tiempo. Isaías 48:13: Mi mano echó los cimientos de la tierra, mi mano derecha extendió los cielos; Yo los convocaré, y estarán juntos.[cp 40:26; Ex 20:11; Jn 1:3; He 1:10-12] (Isa 48:13) En el Salmo 104:4 se habla de los vientos y las llamas de fuego que son mensajeros y ministros de YHWH Elohím. La carta a los Hebreos enseña que estos vientos y llamas de fuego hacen alusión a los ángeles. Hebreos 1:7 “En verdad, cuando habla de malajim dice: "...Quien hace a sus malajim brisas y a sus siervos llamas de fuego;"[Sal 104:4] Estos textos también nos muestran que los ángeles fueron creados antes que la fundación de la tierra. El Salmo 104 también nos enseña que el agua había cubierto las montañas antes de ser reprendidas y sujetas a un límite. Esto no puede ser el resultado del diluvio, puesto que entonces el agua cubrió las montañas sólo durante unos meses. Desde el punto de vista de la Toráh, fueron seis días de 24 horas, los que se narran en la creación. Pero como el universo fue expandido y sigue expandiéndose, el tiempo también se ha dilatado. El primero de los días de la Toráh duró 24 horas, visto desde la perspectiva del comienzo del tiempo. Pero la duración de ese día, desde nuestra perspectiva actual, según el científico Hebreo Gerald Schroeder, [El Dr Gerald Schroeder es físico nuclear y miembro de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos. Es el autor
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de los libros: "Genesis and the Big Bang" y "The Science of God". Para más información sobre este tema, ver: http://www.geraldschroeder.com/age.html ] es de 8 mil millones de años. El segundo día, desde la perspectiva de la Toráh, duró 24 horas. Desde nuestra perspectiva actual duró la mitad del día anterior, 4 mil millones de años. El tercer día también duró la mitad del día anterior, 2 mil millones de años. El cuarto día - mil millones de años. El quinto día - 500 millones de años. El sexto día – 250 millones de años. Si sumamos estos seis días, tenemos como resultado la edad del universo de 15,750 millones de años. Igual que los cálculos de la cosmología moderna. Bereshít, conduce al asombro y la reverencia por el majestuoso despliegue y formulación de las etapas de la creación del universo. Seis días de creación que colocaron cada elemento en su sitio, desde la luz, que fue creada en el primer día; un proceso que culminó con la creación del hombre en el crepúsculo del séptimo día. Desde sus inicios, la ciencia cuestionó la veracidad de este relato, que consideró simplista y elemental. Las últimas estimaciones científicas ubican la edad del universo en unos quince mil millones de años, cifra muy diferente al año 5770 que iniciamos. Existen numerosas explicaciones para esta diferencia cósmica, explicación que tiene base científica y que, al mismo tiempo, toma en cuenta el primer capítulo de Bereshít. Personalmente me identifico con quienes afirman que el número 5770 es un aproximado para la edad del mundo civilizado, tal como lo conocemos. Moshe Kaveh, presidente de la universidad Bar Ilan, ha reflexionado sobre este tema haciendo varias observaciones interesantes. En el relato de Bereshít tropezamos con una primera dificultad al indagar de dónde provino la luz que YHWH Elohím creó el primer día, en la ausencia del sol que recién sería creado el cuarto día. Debido a esta aparente incoherencia, Rashí sostiene que todas las luminarias en efecto fueron creadas durante el primer día, sólo que fueron colocadas en su lugar apropiado recién el cuarto día. Esto implica que la probable duración del día durante el proceso de la creación era totalmente diferente a nuestra experiencia actual. De tal manera que la cifra 5770, de años integrados por días de una duración de veinticuatro horas, no corresponde necesariamente a la edad del universo. ¿Qué quiere decir la Toráh en los primeros versículos con la frase que YHWH Elohím pronuncia: “¡Que se haga la luz!”? De acuerdo a Kaveh, dado que el ojo humano está limitado a cierto sector del espectro, si la temperatura de la superficie del sol fuese significativamente diferente, el ser humano no podría “ver” la luz. La creación de dos luminarias, una para regir durante el día y la otra para reinar durante la noche es comentada en el Midrash, cosa misma que leeremos en el zohar. Aparentemente, la luna se había quejado ante YHWH Elohím y alegó que no era posible que dos entidades compartieran una sola corona.
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Como un castigo por este injusto clamor que exteriorizaba el celo y la envidia, el Creador decidió disminuir el tamaño de la luna. Kaveh apunta que aunque más del 60% de las estrellas nacen en pares de las grandes nubes de gases y polvo en el universo, nuestro sistema pertenece al grupo que contiene una sola estrella, EL SOL. ¿De dónde provino la luna? Existen varias teorías. La más probable atribuye su origen a una colisión cósmica entre un cuerpo celestial del tamaño del planeta Marte y la Tierra. El resultado fue la creación de la Luna, que contiene un material proveniente de este cuerpo espacial y el polvo terrenal. Y aunque la Luna es muchísimo más pequeña que el Sol, su relativa cercanía a la Tierra, en una perfecta proporción con la distancia entre la Tierra y el Sol, permite que se visualice tal como si fuera de un tamaño similar al Sol. Y así tenemos dos luminarias: una para el día y la otra para la noche, cuando la Luna refleja la luz del Sol. La Toráh no es un libro de cosmología, no obstante, al encontrar una concordancia entre las teorías científicas y el texto sagrado, este hecho constituye una prueba adicional acerca de su autenticidad y veracidad. Esta breve incursión en algunos aspectos del primer capítulo de Bereshít no debe desviar nuestra atención de su contenido aleccionador, porque la Toráh es, ante todo, un tratado moral que identifica con gran precisión cuál debe ser el comportamiento del ser humano. Cada relato que contiene debe ser visto como una enseñanza por la conducta ética del hombre. Incluso el capítulo de la creación debe producir el respeto por todos los elementos que integran la naturaleza, porque todo proviene de YHWH Elohím. De acuerdo a la tradición hebrea, el hecho de que el ser humano haya sido creado al final de este proceso, implica de cierta manera que todo fue hecho para el beneficio del hombre. Al mismo tiempo, YHWH Elohím marcó cuál debía ser el comportamiento del hombre cuando al colocarlo en el Gan Edem le instruyó que “leovdó uleshomró”, que trabajar y cuidar el jardín. Aunque esta instrucción fue indicada para la primera pareja, continúa vigente hasta el presente. Además, al estudiar Bereshít leemos y entendemos que el Eterno YHWH, con todo esto ya había echado a andar su plan perfecto de redención y empieza a hacer separación, empieza a crear y a separar lo santo de lo profano, lo limpio de lo inmundo, lo celestial de lo que no es celestial, empieza a separar a sus hijos de los que no son sus hijos. Y como un gran misterio presenta la creación y esta obra de separación en seis días y culmina con el majestuoso día de Shabbat, el día de YHWH. Esta es una enseñanza profética y escatológica, ya que es a través de esta narrativa de la creación que concebimos que el hombre en La Tierra trabajará por seis mil años y luego entrará al día milenial de YHWH en su reposo. Así en el desarrollo de este plan, crea a Adam y a Javah para que a través de la unión entre un hombre y una mujer podamos bajar a la tierra. Dos enseñanzas se presentan en el elemento polvo o tierra con la que se nos formó: Algunos sabios y eruditos de nuestro pueblo consideran que este polvo provenía del santuario de YHWH y que con ella formó al hombre a su imagen y semejanza.
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Otra es que, esta tierra o polvo fue tomado de fuera de los contornos del Edem y que posteriormente el hombre ya formado fue santificado y justificado por YHWH para habitar en armonía con su creador, pues polvo somos y al polvo hemos de volver. El plan perfecto de YHWH no podía detenerse bajo ninguna circunstancia, y es así como YHWH le da mandamiento a Adam para que no coma del Árbol de la ciencia o del conocimiento del Bien y el mal. Para ese momento Javah no estaba dentro de los vivientes, sin embargo vemos que la transmisión oral del mandamiento se produjo sin torcimiento alguno, de parte de Adam hacia su compañera idónea. Pues leemos: Bereshít 3:2-3 “La mujer respondió a la serpiente: "Podemos comer del fruto de los árboles del paraíso, pero acerca del fruto del árbol en el medio del paraíso, Elohim dijo: 'No comerán de él ni lo tocarán, o morirán.'" Ah! Cuán importante es mantener el mensaje de La Palabra de YHWH sin variación… esto nos lo enseñan Adam y Javah. Y aquí, con todo esto, se nos enseña que tenemos que aprender OBEDIENCIA. Todos sabemos lo que pasó: 6 “ Y la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era placentero a la vista para mirarlo y hermoso para contemplarlo, ella tomó algo de su fruto y sí comió, y dio un poco a su esposo también con ella, y ellos comieron”. La serpiente en este caso es un símbolo de Ha Satán. Y es a raíz de todo esto, que se promulga de parte de YHWH la maravillosa promesa que tiene como destinatario y beneficiario a Adam y a su simiente y que leemos en Bereshít 3: 15 “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu semilla y la semilla de ella; él vigilará contra tu cabeza, y tú vigilarás contra su calcañal” Y otra muy grande enseñanza se desprende de conocer y saber quién es la mujer en este particular caso; y de conocer y saber quién es la simiente de ella. La Mujer es Yisra’EL y la simiente es Yahshúa. Revelación 12: 3-5 “Otra señal fue vista en el cielo, había un gran dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete coronas reales. Su cola arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó a la tierra. Se paró delante de la mujer que estaba al dar a luz, para poder devorar al niño en el momento que naciera. Dio a luz a un hijo, un varón, el que regirá a todas las naciones con cetro de hierro. Pero el niño fue arrebatado a lo alto a YAHWEH y su trono; y ella huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por YAHWEH para que pueda ser cuidada por espacio de mil doscientos sesenta días” El plan perfecto de YHWH, sigue su marcha y ante el pecado cometido, YHWH hace la primera señal de la muerte de su HIJO UNIGÉNITO YAHSHÚA HA MASHIAJ y derrama sangre inocente (el animalito de donde extrajo las pieles para vestir a sus criaturas) dentro del huerto para expiar el pecado cometido. Yahshúa derrama su sangre para expiar el pecado de Adam y Javah. Pues sabemos que solamente la sangre de Yahshúa perdona pecados, por lo tanto esta sangre no es, ni era otra que la de Yahshúa. En todo caso es evidente que desde el principio mismo, el ataque de Ha Satán es a romper la unidad familiar, a romper el gozo y la felicidad de la familia y a poner a pleitear a los hermanos. Sin embargo, esto no entorpece el plan perfecto del Eterno YHWH, pues en ese mismo instante YHWH interviene para expiar el pecado de Ha Adam y Javah; es, ÉL mismo quien se propicia un sacrificio expiatorio, allí dentro del huerto, dentro de su casa, dentro de su hogar; aquel hogar que le tomó seis días en ejecutarlo y terminarlo, allí mismo, ÉL sacrifica a un animalito, derrama sangre inocente y viste a sus hijos de pieles, para que no anden desnudos y sin protección en esta Tierra.
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Aunque este hecho puede derivarnos enseñanzas muchísimo más profundas, por ahora solo lo mencionamos a fin de ilustrar, tocante a este tema, que el Eterno YHWH ahora nos da una clase ejemplar y que jamás debemos de olvidar. Al pasar de la conciencia inocente a una conciencia plena, por el pecado que se nos pega en nuestro caminar, ÉL nos enseña con esto, que no estamos solos, que ÉL no nos dejará ni nos desamparará, que ÉL está y estará siempre en pro de sus HIJOS e HIJAS y les proveerá del medio adecuado y suficiente para restaurarles y llevarlos de nuevo a su compañía, para que moremos en su Hogar para siempre. El pecado y la desobediencia no pasan por alto en un Elohím YHWH que es JUSTO y KADOSH por excelencia, pues ÉL es tres veces KADOSH, ÉL habita en el lugar santísimo, alejado de todo lo que puede ser contaminante; ÉL no tolera el pecado, y justo allí es cuando aparece la misericordia y bondad de YHWH para con sus HIJOS e HIJAS, pues por GRACIA le brindó al primer hombre y a su esposa de una redención de su pecado. Es en esta fase donde aparece la reprensión y el castigo, ese castigo de AMOR, de corrección de santificación, de acercamiento, el llamado a través del dolor infringido en nuestro cuerpo, para volvernos a YHWH nuestro Elohím. Esta enseñanza, que aparece hoy por primera vez en la historia de la humanidad, POR GRACIA, es el acto repetitivo y constante que YHWH hace por sus Hijos amados, a fin de atraerlos de nuevo al Edem celestial. Este acto que para muchos es simbólico, no es otra VERDAD más que: la acción misericordiosa de YHWH reconciliando a sus hijos e hijas consigo mismo, a través de su UNIGÉNITO HIJO YAHSHÚA con su muerte expiatoria. El hombre fue separado, a causa de la desobediencia a La Palabra de YHWH, de esa morada terrena Kadosh, esa morada que leemos en todo el capítulo uno de Bereshít que fue hacha con grande amor y cuidado, hasta el más mínimo detalle, que al ser evaluada por su creador dijo: Todo es bueno y en gran manera bueno. Así el hombre y su esposa fueron vestidos de pieles, producto de aquel sacrificio que les brindó la reconciliación con su creador y al ser sacados del huerto del Edem empezaron a sufrir la muerte física por el pecado infringido. Ahora ya perdonados y en plena conciencia de las cosas buenas y malas, es expulsado del huerto, pues en su conocimiento, podría echar mano del Árbol de la vida Eterna que es Yahshúa. Revelación 22: 14 ¡Qué bendecidos son aquellos que guardan la Toráh, para que así tengan derecho a comer del Árbol de la Vida y para entrar por las puertas de la ciudad! YHWH pone ángeles que custodien la entrada del huerto y pone al mismo a Yahshúa como espada flameante para no permitirle la entrada al hombre que quiera ingresar por sus propios medios. Ya fuera del huerto del Edem, el legado de la transmisión de La Palabra Oral, no cesa, sino por el contario se ve que Adam y Javah instruyeron a sus hijos en los caminos del Eterno YHWH, pues los vemos a ambos ofreciendo sacrifico de ofrenda a YHWH su creador. Es decir que el vehículo principal de la transmisión de La palabra de YHWH Elohím para sus hijos es a través de la familia. El libro Bereshít (Génesis), es el libro por entero sobre familias, esposas estériles, rivalidades entre los hermanos, destrucciones por diluvio y fuego, amenazas constantes al proceso de elección, transmisión y continuidad de la Soberana voluntad del Eterno Creador y sobre su plan perfecto. Es así como en la continuidad del perfecto plan redentor de nuestro Elohím, para con nosotros y en el establecimiento de esta grande y poderosísima familia, es que vemos el llamado a Avraham; que era para que se convirtiera en una gran nación, el establecimiento del pacto con Avraham no se trataba de un pacto privado con una única persona, es decir que se le llama a dejar a su familia, para llegar a ser una gran nación, a formar un pueblo. UN PUEBLO KADOSH, APARTADO PARA YHWH, PARA SER SU ESPECIAL TESORO. El pacto, que ampara tal hecho, no se hizo con Avraham solamente, sino con todos sus descendientes, la familia que habría de desarrollarse en la nación que YHWH escogió como su ESPOSA, y que formó en la esclavitud, para luego
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manifestar su poder y Gran Gloria al Sacarlos de debajo de las cargas de Mitzrayím, y librarlos de su servidumbre, y redimirlos con brazo extendido, y con juicios grandes; para tomarlos por su pueblo y ser su Elohím; y que ellos supieran que ÉL es YHWH su Elohím, que los sacó de debajo de las cargas de Mitzrayím; Y los metió en la tierra, por la cual alzó su mano que la daría á Avraham, á Yitzjack y á Yaakov; y se las dio por heredad. Shemót 6:6-8
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Dicho sea de paso, esto es lo que se conoce BÍBLICAMENTE como EL PACTO ANTIGUO. El Pacto Antiguo es un pacto matrimonial que es revalidado y renovado, en Yahshúa. A esto es lo que se conoce como El Pacto Renovado o Nuevo Pacto. Es decir es una renovación o revalidación de los votos nupciales los cuales fueron tirados por Yisra‟EL, pero nunca, nunca, NUNCA por us esposo YHWH ELOHÍM. Pues ÉL es FIEL Y SU PALABRA PERMANECE PARA SIEMPRE. El amor es paciente y bondadoso, no celoso, no jactancioso, no se engríe, no es rudo o egoísta, no se irrita fácilmente, y no mantiene un registro de lo malo, no guarda rencor. El amor no se goza de los pecados de otros, sino su delicia es la verdad. El amor todo lo soporta, siempre confía, siempre aguarda esperanzado, siempre resiste. El amor nunca termina; pero las profecías pasarán, las lenguas cesarán, y el conocimiento pasará. Porque nuestro conocimiento es parcial, y nuestra profecía parcial; mas, cuando lo Perfecto venga, lo parcial pasará.[57] 1 Corintios 13:4-10. ¿Y quién es este AMOR paciente y bondadoso, que no es celoso, que no es jactancioso, que no se engree, que no es rudo o egoísta, que no se irrita fácilmente, y que no mantiene un registro de lo malo, y que por lo mismo, no guarda rencor?. ¿Quién es el que no peca y no se goza de los pecados de otros, sino que su delicia es la verdad?. ¿Quien es el que todo lo soporta, que siempre confía, que siempre aguarda esperanzado, y que siempre resiste? ¿Quién es el que nunca termina y vive Eternamente? La escritura tiene la respuesta para todas estas interrogantes: YAHWEH ES AMOR. 1 Juan 4: 8 y 16. Por ello dice: pero las profecías pasarán, las lenguas cesarán, y el conocimiento pasará. Porque nuestro conocimiento es parcial, y nuestra profecía parcial; mas, cuando lo Perfecto venga, lo parcial pasará. O sea, estaremos completos e inundados de TODO su amor en pleno. Ya no habrá algo que entorpezca o se interponga entre SU AMOR Y nosotros sus amados. Y es por ello, que en todo este proceso, YHWH estuvo a cada instante y a cada momento cuidándolos de día y de noche, no se durmió el que guardó, guarda y guardará a Yisra’EL. Zacarías 14 lo demuestra, como recién lo estudiamos en el primer día que celebramos Sukkot. Así entonces, como continuidad de esa gran promesa dada a Avraham y que fue confirmada a Yitzjack y Yaakov; el Eterno y bendito YHWH se buscó y preparó desde antes de la fundación del mundo a un miembro de esta familia, a Moshé, este condujo al pueblo por todo un camino de desierto y peregrinar, y siendo obediente a la voz de YHWH, llegaron a los tres meses de haber salido de Mitzrayím al monte Sinaí, y la revelación divina en Sinaí, nuevamente fue colectiva, a todo un pueblo, no a un solo individuo, a los presentes y a los ausentes; confirmando así el propósito de YHWH de fundamentarse en las familias de su pueblo escogido y elegido. Así y de la misma manera, confirma este pacto en Yahshúa para su pueblo elegido, en un pacto personal y colectivo; colectivo y personal. La familia en singular no se adjudicó o promulgó derecho de exclusividad sobre esta fe, de ser el Hijo Primogénito, pues las palabras de su esposo y libertador ya se habían hecho oír: Y dirás á Faraón: YHWH ha dicho así: Yisra’EL es mi hijo, mi primogénito. Shemót 4:22 Conforme a su natural origen, los hebreos siempre se consideran por doquier como integrantes de una familia, una familia vasta, a menudo dispersa, más por encima de todo, una familia. Este principio de integración y pertenencía es la que les ha permitido ser una nación, aun y cuando no tuvieron un lugar en el globo terráqueo, donde asentarse o guardar con fronteras.
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Puede leer más acerca de todo esto en el Libro: “La Historia de Los Judíos” del escritor Paul Johnson.
Esta viva llama, aun al punto de ser un pábilo humeante, nunca dejó de existir, esa fortaleza de identidad y de integración los ha hecho ser un cordón de tres dobleces, que no se rompe, ni se romperá.
De familia a Tribus.
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Antes de continuar con este comentario quisiéramos anexar unas imágenes del texto del Libro “Los Hebreos”. A fin de que cada lector tenga una idea clara y específica en lo posible, de la conformación de nuestro objeto de estudio y que forma la parte vital de nuestra vida. La Toráh. Y con ello, por ende, se determine en alguna medida el origen del Pueblo Hebreo y la conformación de este. Además del sustento, herencia y cumplimiento de las promesas dadas a este pueblo y de su elección POR GRACIA de parte de YHWH nuestro Elohím. Como siempre, les recomendamos se hagan de él, a fin de que al leerlo completamente tengamos una mejor idea de lo que estamos expresando. Como podremos advertir, este trabajo aunque es muy bueno y es por ello que lo citamos y recomendamos, podría entrar en contienda con otros escritos investigativos como el citado en el link web siguiente http://members.cox.net/deleyd/religion/jepdr.htm. No deseamos ser concluyentes sino motivadores para seguir estudiando, investigando y escribiendo los hallazgos que se susciten de cada investigador. Es por ello y como coadyuvantes a lograr este punto, que presentamos una serie de imágenes con información atinente al tópico tratado, unas cuantas páginas adelante, después de las imágenes del texto de este Libro “Los Hebreos”.
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Avraham tuvo dos hijos, Yishmael e Yitzjak, pero solo Yitzjak siguió su camino, pues en Yitzjak el Eterno YHWH confirmó el pacto personal y nacional. De la misma manera, Yitzjak tuvo dos hijos, Yaakov y Esav, solo Yaakov siguió el camino, de su padre Yitzjak y de su abuelo Avraham, pues en Yaakov el Eterno YHWH confirmó y le dio continuidad al pacto personal y nacional. Es aquí donde ocurre una vital y trascendental transformación, como confirmación y cumplimiento a la promesa dada a Avraham, confirmada en Yitzjak y ahora en Yaakov, para hacerla una gran nación a esta familia elegida. Yaakov tuvo doce hijos y adopta a dos varones, hijos de su amado hijo Yosef; en total son catorce los Hijos de Yaakov, para fines legales y espirituales. Yaakov se despide de sus catorce hijos antes de fallecer. Yaakov tiene la dicha de saber que el pueblo de Yisra‟EL se va a conformar con la totalidad de sus hijos, siendo cada uno de ellos progenitor de una tribu específica y particular, cosa que no ocurrió con Avraham o Yitzjak, quienes no tuvieron aquella satisfacción de engendrar una vasta cantidad de Hijos, para representar o formar Tribus. Recordemos que Yosef su Hijo amado recibe una doble porción en sus hijos naturales, que ahora por derecho, son hijos de Yaakov y que la tribu de Levi fue tomada por YHWH como herencia propia; los dos hijos de Yosef, Efrayim y Menasheh completaron el lugar de Yosef y de Levi, para llegar a ser las doce tribus de Yisra‟EL. Yaakov bendice especial y primeramente a los hijos nacidos de Yosef que ahora son suyos, a ellos enfrente de su Padre biológico les dice: Entonces él los bendijo a ellos: "El Elohím en cuya presencia mis padres Avraham y Yitzjak fueron bien placenteros, el Elohím que me ha alimentado desde mi juventud hasta este día, el malaj (Ángel de YHWH) que me rescató de todo peligro, bendiga estos niños. Que ellos recuerden quién yo soy y qué es lo que represento, y asimismo mis padres Avraham y Yitzjak, quiénes fueron ellos y qué representaban. Y que ellos crezcan a producir multitudes en la tierra."
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Después de ese bello, sublime y especial momento, Yaakov bendijo a cada uno de los hijos acorde a sus características particulares – como persona y como tribu. No había dos hijos iguales entre los hijos de Yaakov – ni en otra familia. Tampoco el futuro de las tribus sería similar, como lo vemos en la historia. Por ejemplo: Levi sería progenitor de los sacerdotes y Yahudáh de los reyes. Zevulun mantendría a Yissajar materialmente para que se dedicara al estudio y Gad iba a defender las fronteras. Así, cada uno de ellos tendría su rol, sin el cual el pueblo no estaría completo. Cada tribu le daría al pueblo de Yisra‟EL su líder en el futuro, en el momento indicado. Yaakov da a cada uno de sus hijos una misión, a unos en el plano espiritual y a otros en el plano material, pero siempre en el plano de la unidad familiar y nacional. Yaakov nos enseña que “unidad” no solo, significa la homogeneidad ideológica, sino que a la vez nos enseña que en esa unidad, hay una diversidad de funciones en pro de esa unidad, de allí que no todos deben hacer y pensar de la misma manera. Todos los temas que tienen relación con la esencia de nuestro pueblo, serán relacionados por cada individuo que pertenece a nuestra nación, y juntos completarán el ideal de formar una gran Nación, la cual es La Niña de los Ojos de YHWH. El erudito de la Toráh, el comerciante, el estadista, el agricultor, el científico y otros juntos construirán juntos, y en un mismo sentido de unidad espiritual, un Bello y Hermoso pueblo, que sea del agrado de su Eterno creador YHWH. Estas funciones las vemos también en el Brit HaDashah, Yahshúa viene a realizar su función en pro del pueblo elegido, muere para expiar el pecado de la nación entera y de cada individuo, de la nación que le reconozca en su sacrificio sustitutivo, perfecto y expiatorio. ¿Y cómo terminan las bendiciones de Yaakov? “Todas son las tribus de Yisra’EL, doce” (49:28); Todas forman una sola unidad. La unidad del pueblo hebreo no niega la particularidad de cada uno de los componentes y por eso termina el versículo diciendo “y esto fue lo que su padre les dijo, y bendíjolos; á cada uno por su bendición los bendijo” Como introducción a la bendición, Yaakov exigió a sus hijos “ser unidos y solidarios”. Aun si cada uno de ellos fuera distinto a los demás, no debería sentirse autosuficiente e independiente del resto. En muchas oportunidades, cuando estudiamos los versículos y las palabras de los sabios en La Biblia, notamos que nos hacen saber la importancia de la unidad del pueblo. ¿Qué nos impide ser unidos? Obviamente, que el sentimiento de solidaridad, como a su vez la omisión de animosidad por los logros ajenos, son requisitos imprescindibles. Sin embargo, debemos cuidarnos en primer lugar, del sentimiento de auto-suficiencia de un grupo de nuestro pueblo. Esa sensación es equivocada. Todos, dependemos de todos, del mismo modo que cada miembro del cuerpo sufre dolor y la carencia en la ausencia del otro. Ya lo dijo Shaúl, con bastante claridad y Yahshúa lo espeta diciendo, “separados de mi, nada podéis hacer”. Yaakov dice a sus hijos: “Juntaos y les haré saber lo que os sucederá al fin de los días” (Bereshít 49:1)
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¿Qué pretendió decirles cuando utilizó la expresión juntaos? Psa 133:1-3 Cántico gradual: de David. MIRAD cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos igualmente en uno! (2) Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aharón, Y que baja hasta el borde de sus vestiduras; (3) Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sión: Porque allí envía YHWH bendición, Y vida eterna. Utilizó la expresión “juntaos”, ya que no es posible que llegue el momento de la visitación de Mashíaj y de la reconciliación con nuestro Creador cuando ustedes se estén odiando; no, esto solo será posible cuando ustedes se reúnan en una sola alianza, en un solo y verdadero amor. 1Jn 5:1-5 TODO aquel que cree que Yahshúa es el Mashíaj, es nacido de YHWH Elohím; y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. En esto conocemos que amamos á los hijos de YHWH Elohím, cuando amamos á YHWH Elohím, y guardamos sus mandamientos. Porque este es el amor de YHWH Elohím, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos. Porque todo aquello que es nacido de YHWH Elohím vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Yahshúa es el Hijo de YHWH Elohím? Yaakov lo dijo en base de la experiencia no tan lejana de su vida., pues en el evento lamentable y triste que vivió Yaakov en la separación, perdida y “muerte” de Yosef, nunca le fue dicho a Yaakov que los hermanos vendieron a Yosef. Ya antes de la venta de Yosef fue escrito: “no podían hablarle pacíficamente)” (Bereshít 37:4), y allí dice el versículo: “más su padre lo tomó en cuenta” (Bereshít 37:11). Es cierto que el odio gratuito no era algo nuevo en la casa de Avraham, ni en la historia Bíblica. Comenzó dentro de la familia de los Hebreos con Yishmael y con Yitzjak. Y respecto a Esav, también leemos que Rivkah le dijo a Yaakov: “he aquí que Esav, tu hermano, se consuela con la idea de matarte” (Bereshít 27:42) pero en ambos casos, también, si el odio y la controversia eran doloroso, no eran destructivos, porque Yishmael no tenía nada en común con Yitzjak, y Esav no tenía ninguna relación con Yaakov. Pero con los hijos de Yaakov – que sólo de todos ellos juntos será edificada la Casa de Yaakov, y todos juntos son Hijos de Yisra‟EL – no se puede consentir con el odio y la controversia. Y en efecto, así escribió, El Sheliáj Yojanán en una de sus misivas: 1Jn 4:7-8 “Carísimos, amémonos unos á otros; porque el amor es de YHWH Elohím. Cualquiera que ama, es nacido de YHWH Elohím, y conoce á YHWH Elohím. El que no ama, no conoce á YHWH Elohím; porque YHWH Elohím es amor.” Y dice más, otro Sheliáj: 1Pe 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.” No sólo nuestro patriarca Yaakov le ordena a Yisra‟EL unirse. Esa misma idea le fue dicha a los Hijos de Yisra‟EL por otro líder antes de su muerte: en la bendición de Moshé. También allí él bendice a cada tribu con una bendición particular, pero antes comienza diciendo: “y habrá Yeshurun (Yisra’EL) rey, cuando se junten las cabecillas del pueblo, reunidas en una sola tribu de Yisra’EL” (Devarim 33:5) ¿Qué quiso decir Moshé con ese prólogo? “Cuando Yisra‟EL concuerda con una misma idea en el mundo terrenal, el Gran Nombre de YHWH Elohím es alabado en lo alto, como dice el versículo: „Y habrá en Yeshurun rey', con la condición que „cuando se junten las cabecillas del pueblo' „reunidas en una sola tribu de Yisra‟EL' – cuando conforma una sola alianza, y no cuando se divide en fracciones”
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Y así dio esta especial bendición, profética, emanada en el Huerto del Edem y ahora promulgada para ser oída, aprendida y enseñada de generación por generación y hasta el fin de los tiempos: "Yahudáh, tus hermanos te reconocerán, tu mano estará en la cerviz de tus enemigos, los hijos de tu padre se inclinarán delante de ti. Yahudáh es un cachorro de león: desde la planta tierna, mi hijo, te paras sobre la presa. El se agacha y se extiende como león; como cachorro de león, ¿quién se atreve a provocarlo? Un regidor no fallará de Yahudáh, ni un príncipe de sus lomos, hasta que venga para quien es reservado, (Shiloh*); y El es la expectación de las naciones. Atando a la vid su asno, y el potro del asno a la vid de uvas escogidas, El lava sus ropas en vino, sus mantos en la sangre de uvas. 12 Sus ojos más oscuros que el vino, sus dientes más blancos que la leche. *hasta que venga al que le pertenece la obediencia, esto es Yahshúa: Otras especiales palabras proféticas ciernen sobre Yosef, y su representante legal: Efrayim. "Yosef es un hijo exaltado, mi preciado amado hijo es magnificado, mi hijo más joven, vuelve a mí. Contra quien hombres tomando consejo maldito lo despreciaron, y los arqueros presionaron fuerte sobre él. Pero sus arcos fueron poderosamente rotos, y los tendones de sus brazos fueron aflojados por las manos del Poderoso de Yaakov, de allí es aquel que fortaleció a Yisra’EL, por el Elohím de tu padre, y mi Elohím te ayudó, por EL Shaddai, El te bendijo, con bendiciones del cielo arriba, bendiciones de la tierra poseyendo todas las cosas, a causa de las bendiciones de los pechos y del vientre. Las bendiciones de tu padre y de tu madre – prevalecen por encima de las bendiciones de las duraderas montañas, y más allá de las bendiciones de las colinas eternas; serán sobre la cabeza de Yosef, sobre la cabeza de sus hermanos de quienes él tomó la primacía. Es interesantísimo ver el desarrollo profético e histórico de estas dos bendiciones hacia Yahudáh y hacia Yosef, relacionadas con la bendición que Yaakov dio a Efrayim y Menasheh; salta a la vista que por las dos vías de bendición profética de Yahudáh y de Yosef (Efrayim) genera una vía directa a Yahshúa y por el otro lado en Efrayim genera una vía directa a la multitud de naciones o plenitud de los gentiles. Todo sale de una misma rama, y todo vuelve a ser juntado en una misma rama. Juntos llegamos a Mitzrayím y Juntos salimos de Mitzrayím, juntos atravesamos el mar y juntos salimos a tierra seca, juntos estuvimos bajo la nube y juntos tomamos del agua de la peña, juntos recogimos el maná y juntos lo comimos, juntos participamos de la muerte de Yahshúa y juntos resucitamos con ÉL. HEBREOS 11: “La confianza es tener la certeza de lo que esperamos esperanzados, convencidos acerca de las cosas que no vemos. Por esto La Escritura da testimonio del mérito de los de la antigüedad. Por la confianza entendemos que el Universo fue creado por la Palabra hablada de YAHWEH, así que, lo que se ve no vino a existir de un fenómeno existente. Por la confianza Jevel ofreció mayor sacrificio que Kayin, y por esto fue declarado justificado, dando YAHWEH testimonio a El sobre la base de sus ofrendas, por medio de haber confiado; todavía continúa hablando, aunque está muerto. Por la confianza Janoj fue arrebatado de esta vida sin ver la muerte; "El no fue encontrado porque YAHWEH lo trasladó," pues tuvo el testimonio, antes de ser trasladado, de haber sido de muy placentero a YAHWEH. Y sin tener confianza es imposible ser muy placentero a YAHWEH, porque cualquiera que se acerque a El tiene que tener la confianza de que en realidad El existe y que El es el dador de la recompensa a aquellos que le buscan. Por la confianza Noaj, después de recibir advertencia divina acerca de cosas que todavía no se veían, fue lleno de temor Kadosh e hizo un Arca para salvar a los de su casa. Por medio de esta confianza, puso al mundo bajo condenación, y recibió la justificación que viene por medio de la confianza. Por la confianza Avraham obedeció después de que fue llamado a salir al lugar que YAHWEH le daría como posesión; en verdad, salió sin saber adonde iba. Por la confianza vivió como residente temporal en La Tierra de la promesa, como si no fuera de él, viviendo en tiendas con Yitzjak y Yaakov, quienes iban a recibir lo que había sido prometido a él.
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Porque estaba aguardando esperanzado la ciudad que tiene fundamentos permanentes, de la cual el arquitecto y constructor es YAHWEH. Por la confianza él recibió potencia para engendrar un hijo, aunque su edad para eso ya le había pasado, y así también estaba la misma Sarrha; porque creyó que el que lo había prometido era digno de confianza. Por lo cual, este hombre que estaba virtualmente muerto engendró descendientes, tan numerosos como las estrellas del firmamento, e incontables como los gramos de arena en la orilla del mar. Todas estas personas permanecieron confiando hasta que murieron, sin recibir lo que había sido prometido. Ellos sólo lo habían visto y recibido desde la distancia, mientras reconocían que ellos eran extranjeros y residentes temporales en la tierra. Porque personas que hablan de esta forma, claramente dan a entender que buscan una patria. Ahora bien, si hubieran estado recordándose de dónde salieron, tenían una oportunidad para regresar, pero como es, aspiraban a tener mejor patria, una celestial. Por esto YAHWEH no se avergüenza de ser llamado Elohim de ellos; porque les ha preparado una ciudad. Por la confianza Avraham, cuando fue puesto a prueba, ofreció a Yitzjak como sacrificio. Sí, él ofreció a su único hijo, el que había recibido la promesa, a quien le fue dicho: "Lo que es llamado tu descendencia será en Yitzjak."¡Porque ya había creído hasta que YAHWEH podía resucitar a los muertos! Y figuradamente, él así lo recibió. Por la confianza Yitzjak, en su bendición sobre Yaakov y Esav hizo referencia a los eventos por venir. Por la confianza Yaakov, cuando estaba muriendo, bendijo a cada uno de los hijos de Yosef, y apoyándose en su bastón se inclinó reverentemente en oración. Por la confianza Yosef, cerca del término de su vida, se recordó del éxodo del pueblo de Yisra’EL, y dio instrucciones sobre qué hacer con sus huesos. Por la confianza los padres de Moshe le escondieron por tres meses después que nació, porque vieron que era un niño hermoso, y no tenían temor del decreto del rey. Por la confianza Moshe, después que había crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón. Escogió ser maltratado junto con el pueblo de YAHWEH antes que disfrutar de los placeres temporales del pecado. Había llegado a escoger los abusos sufridos por el Mashíaj como riquezas mayores que los tesoros de Mitzrayím, porque había puesto sus ojos en la recompensa. Por la confianza él se fue de Mitzrayím sin tener miedo a la ira del rey; perseveró como uno que ve lo invisible. Por la confianza obedeció los requerimientos de Pésaj, incluyendo la aspersión de la sangre, para que el Destructor de los primogénitos no tocara a los primogénitos de Yisra’EL. Por la confianza ellos caminaron a través del Mar Rojo como si por tierra seca, y cuando los Egipcios trataron de hacerlo el mar se los tragó. Por la confianza los muros de Yerijo se derrumbaron después que el pueblo marchó alrededor de ellos por siete días. Por la confianza Rajav la prostituta, dio la bienvenida a los espías y, por tanto, no murió con aquellos que fueron desobedientes ¿Qué más podría decir? No hay tiempo para contar de Gideon, Barak, Shimshon, Yiftaj, David, Shemuel y todos los profetas; quienes por medio de la confianza conquistaron reinos, hicieron justicia, recibieron lo que estaba prometido, cerraron bocas de leones, apagaron el poder del fuego, escaparon al filo de la espada, tuvieron sus debilidades convertidas en fortaleza, fueron poderosos en batalla, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; otros fueron torturados, no aceptando el rescate a fin de obtener una mejor resurrección.
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Otros experimentaron pruebas de ser vituperados y azotados, encadenados y echados en prisión. Fueron apedreados, aserrados al medio, asesinados a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, perseguidos y maltratados, ¡errantes en desiertos y montes, viviendo en cuevas y en huecos en la tierra! ¡El mundo no era digno de ellos! Todos éstos, tuvieron su mérito confirmado por la confianza, pero a pesar de eso, no recibieron lo que había sido prometido, porque YAHWEH había planeado algo mejor que nos implicaría a todos nosotros, para que sólo con nosotros pudieran ser llevados a la meta.
Pues bien, un Hijo de YHWH, es un ser humano descendiente natural de Avraham, Yitzjack, y Yaakov, y que además ha creído en Yahshúa (ya sea en su forma corpórea o en alguna de sus figuras previas a, habérsele otorgado cuerpo) o
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aquel que viene de las naciones gentiles que habiéndosele mostrado la gracia del perfecto y Eterno Creador YHWH lo injerta en la familia de Avraham por medio de Yahshúa (ya sea en su forma corpórea o en alguna de sus figuras previas a, habérsele otorgado cuerpo) y por ende se hace coheredero con este pueblo natural de los lomos de Avraham. Todo esto, repetimos es a través del reconocimiento de Yahshúa (ya sea en su forma corpórea o en alguna de sus figuras previas a, habérsele otorgado cuerpo) como Mashíaj de YHWH a favor de Yisra‟EL y en cumplimiento expreso a su Fiel y Eterna Palabra de que llegaríamos a formar una Gran nación, a partir de una sola persona y su familia.
Y ellos dijeron: Cree en el Adón Yahshúa, y serás salvo tú, y tu casa. Hechos 16:31 Fue el mismo Avraham: "El confió en YAHWEH, y le fue fiel, y le fue contado por justificación." [Ge 15:6] Estén seguros, por tanto, que aquellos que viven confiando con llenura de fe, son realmente los hijos de Avraham. También el Tanaj, anticipando que YAHWEH consideraría a los Gentiles justificados cuando ellos viven confiando con llenura de fe, dio las Buenas Noticias de antemano cuando dijo: "Por medio de ti, todos los Goyim serán benditos. [Ge 12:3] Gálatas 3:6-8 El libro de Bereshít (Génesis) describe mucho este hecho. Al principio enfatiza sus características como individuos, después como una familia, y finalmente como una nación. YHWH Elohím dirigió esta nación al Sinaí y la hizo distinta; estableció con ellos, para siempre, una irrevocable relación muy especial con toda su descendencia, como ya lo apuntamos recién. Estamos en la víspera de la venida de Yahshúa Ha Mashíaj, momento en el cual debemos reforzar nuestra comunión con YHWH, con su Toráh y con todos nuestros hermanos hijos de Yisra‟EL. Atendamos a nuestros hermanos, atendamos al huérfano, a la viuda, al desamparado, al que sufre calamidades, aquel que está en la cárcel, a aquel que tiene dolencias, a aquel que no tiene techo, a aquel que está sintiéndose solo. Aprendamos de las palabras: “Misericordia quiero y no sacrificio”
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Recordemos a nuestros hermanos y esa memoria es la que vincula a todos los Hijos de Yisra‟EL o Hijos de YHWH de distintas partes del mundo y los convierten en el único pueblo, en única familia y en un solo individuo. En Pesaj recordamos a Yahshúa, quien nos dio la libertad y quien nos compró con su sangre preciosa y que ha sido colocada en cada uno de los dinteles de nuestra puerta, a fin de que La Muerte no se enseñorease de nosotros y tengamos una vida nueva y Eterna en ÉL. La memoria es la transmisión de generación en generación, sobre los eventos acontecidos, la memoria crea la continuidad; aquí estamos todos, padres, hijos, abuelos y nietos listo a reafirmar nuestra memoria histórica. Gen 26:2-5 Y apareciósele YHWH, y díjole: No desciendas á Mitzrayím: habita en la tierra que yo te diré; Habita en esta tierra, y seré contigo, y te bendeciré; porque á ti y á tu simiente daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que juré á Avraham tu padre: Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré á tu simiente todas estas tierras; y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu simiente. Por cuanto oyó Avraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Seamos diferentes y especiales.
Nuestra Parasháh abarca desde el instante primero hasta el año 1.556 de la Creación, nacidos ya los tres hijos de Nóaj (Noé), cuya generación fue la primera del mundo en no conocer personalmente a Adám, el primer hombre, prototipo de todo cuanto la humanidad habrá de desarrollar más adelante, y agente de cuanto habremos de enmendar en el Tikún Olám que nos ocupa, en nuestra generación, en nuestros días, para atraer por fin la plena Luz de la GueUláh, la transparencia final de la Verdad, el Shalóm entendido como la cumbre máxima de bien y de belleza en la más regocijante plenitud. Es nuestro tiempo de leer la obra. Se ha dicho que todo buen lector es un "re-escritor" de lo que lee, porque una obra adquiere vida y sentido en aquél a quien está destinada. El código en nuestras manos, es el turno de que le tornemos
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realidad. Por la generosidad infinita de YHWH Elohím la Toráh en nuestras manos, para que edifiquemos desde ella el verdadero sentido de nuestras propias vidas, y ejerzamos el camino en que confluyen la belleza y el bien para generar la más alta expresión de la felicidad. Sea la Voluntad de YHWH Elohím que, en este año que acabamos de estrenar, en este nuevo ciclo de lectura y estudio de la Toráh, alcancemos a percibir el resplandor de la Verdad, y resplandezcan en mitsvót, en acciones de justo bien y de belleza nuestros rostros, y atraiga el canto de nuestras almas al Mashíaj, muy pronto en nuestros días, Amén. 1:1 “En el principio [1] Elohim creó los cielos y la tierra.” – [Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'arets] – El Libro de Bereshít, está lleno de esos misterios, para ejemplo volvamos a mirar la primera palabra con que comienza La Toráh y que es el nombre del primer libro de Moshé: “Bereshít” – “En El Principio” –. Para cualquier persona esta palabra puede ser como cualquier otra, aun puede atreverse desaforadamente e inconscientemente a afirmar, predicar y enseñar que ya está caduca, pues forma parte de lo que erróneamente se ha llamado antiguo testamento. Sin embargo para nosotros los verdaderos adoradores de YHWH Elohím cada palabra que está en La Biblia, cada letra hebrea, nos enseña algo, pues ha emanado de nuestro creador, para cada uno de sus hijos, los que valoramos y entendemos cada una de sus palabras, y las deseamos y saboreamos como miel que emana de La Roca. En el principio creó el Eterno… Así comienzan las primeras palabras de la Toráh, donde encontramos la profundidad de Sus palabras, y como ya lo señalamos antes, (Página 10) a esto pregunta Rashí, ¿no debió comenzar la Toráh por el primer precepto del kidush jadosh ( Nombramiento de los meses)?. Sin embargo, comenzó con la Creación del mundo para contarnos la grandeza de Sus hechos. Parecería que el relato de la creación es algo secundario, sin embargo el Talmud nos relata que en el estudio de la Kabalá (mística) existen dos niveles: “Maasé Bereshít” y “Maasé Mercabá” el hecho de la Creación y la composición de las Carrozas Divinas, cuando el primer tema no debe ser enseñado, sino solamente indicado a quien por su nivel espiritual y de conocimientos es capaz de captar y desarrollar los conceptos que se le quiso transmitir. Continúa el propio Rashí aclarando que todo el relato de la Creación en la Toráh exige que se le estudie con profundidad, ya que el texto tal como está escrito no puede ser aceptado por ser incoherente consigo mismo. Tinteros se han derramado para demostrar la contradicción entre la Toráh y los conocimientos científicos, en especial con respecto a la Creación y su antigüedad. Discusión que demuestra a veces la falta de conocimientos no solamente de Toráh, sino también de las ciencias. Lógicamente el derecho a opinar debe basarse en el conocimiento de lo tratado y tomar con seriedad la opinión de los expertos. Solamente con respecto a la Toráh nos permitimos opinar y a veces sin remota idea de la profunda y amplia investigación realizada a lo largo de las generaciones por una gama de eruditos y filósofos casi inacabable. Las pseudo demostraciones científicas enseñadas a los niños en las escuelas y aceptadas por el público en general como axiomas, adolecen de base científica y resultan complicadas de entender con qué intención fueron inculcadas de manera tan agresiva, que no dejan lugar a dudas sobre la veracidad de las mismas. Así ocurre, por ejemplo, con el caso típico de las comprobaciones del carbono 14, que muchos de los que lo mencionan no saben ni siquiera qué significa. ¿Sabrán quienes tanto hablan del tema, que la descomposición de una materia radioactiva depende de la presión y de la temperatura? Acaso, ¿alguien puede afirmar que no cambiaron en algún momento de la historia, acaso no se habla de la posibilidad de la caída de un meteorito gigantesco o sabrían la presión del agua producida por el diluvio que soportó el monte más
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alto del mundo como lo es el Everest, más de ocho mil metros de altura fueron cubiertos por el agua del diluvio, es posible que se pueda imaginar la presión producida por el peso del agua? ¡Muchas preguntas les quedan a los pseudo científicos que quisieron hacer de sus teorías, demostraciones con la única intención de no aceptar que aún nos quedan más preguntas que respuestas!. La Toráh habla, hasta esta fecha, de 5770 años desde el nacimiento de Adam, diez generaciones antes del diluvio y veinte antes de Avraham padre del monoteísmo y razón de la historia actual. Muchos “ismos” han nacido desde entonces, ideas han inundado la humanidad, pero solamente un pueblo, el Pueblo de Yisra‟EL, ha sido fiel a sus principios y creencias, ha preferido la hoguera a la renuncia, la expulsión antes que la conversión, la pertenencia al pueblo antes que la comodidad y asimilación. ¡No porque seáis muchos, os eligió el Creador!. Así nos afirmó la Toráh la esencia de nuestro pueblo, un pueblo duro de doblegar. La Toráh empieza mostrando a Yisra‟EL y el mundo que el universo tiene un principio. Entre las religiones paganas existe la creencia de que el universo es eterno o que las cosas hayan sido creadas por la lucha entre diferentes dioses. La hipótesis de la evolución enseña que todo se ha desarrollado mediante la casualidad. Pero la Toráh nos enseña que hay Uno que está por encima del universo, y que ha dado inicio a todas las cosas. Este conocimiento evita toda adoración a las cosas creadas en lugar del Creador, que es la misma esencia de la idolatría, como está escrito en Romanos 1:20-25: “Por siempre, desde la creación del universo, Sus cualidades invisibles, tanto Su eterno poder como Su naturaleza Divina han sido vistas claramente, porque pueden ser comprendidas por todo lo que ha hecho. Por lo tanto no tienen excusa; porque, aunque ellos conocen quién es YAHWEH, no le glorifican como a Elohim ni le dan gracias. Por el contrario, se envanecieron en sus pensamientos; y su necio corazón fue entenebrecido. ¡Profesando ser sabios, se hicieron necios![7] ¡De hecho, cambiaron la Gloria del YAHWEH inmortal por semejanza de meras imágenes, como un ser humano mortal, o como pájaros, animales o reptiles! Por lo cual YAHWEH los entregó a la vileza de la lujuria de sus corazones,[8] al mal uso vergonzoso de los cuerpos de cada uno con los otros. Han cambiado la verdad de YAHWEH por la falsedad, adorando y sirviendo a cosas creadas, antes que al Creador; alabado sea El para siempre, Amein” El hecho de que Alguien haya dado inicio y existencia a todas las cosas, nos enseña que ÉL es el dueño de todo lo que existe y que tiene el derecho de gobernar sobre todo lo que es suyo. Este hecho le convierte en el gran Legislador del universo. Si hay Uno que ha dado inicio a todo lo que existe, tanto en los cielos como en la tierra, entonces todo lo que existe tiene que cumplir los propósitos suyos. Este Ser superior dio inicio al tiempo, al espacio, a la materia, la vegetación y a los seres vivos porque tenía una razón muy específica para hacerlo. Por lo tanto ÉL tiene la plena potestad para hacer lo que le plazca con las cosas que ha creado, para que absolutamente todo sea llevado a cumplir los propósitos suyos. Esto le convierte en el gran Conductor de la creación. Este principio está detrás de los reclamos que ÉL está haciendo sobre el hombre, al ordenarle a cumplir sus mandamientos. Todas las cosas han sido sometidas a una Toráh, una instrucción. Cada cosa creada tiene una ley que cumplir. Esa ley es el propósito del Creador para aquella cosa específica.
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El hombre es un ser creado con un propósito muy específico, el de servir a Aquel que le ha hecho y puesto en su plan universal. El propósito del hombre es cumplir aquella Toráh que el Eterno le ha designado. Si un hombre no sirve al Creador conforme a la Toráh, se rebela contra, el mismo principio de existencia de toda la creación y sale fuera del derecho de existir. Todo lo que existe está allí porque el Eterno lo ha hecho y porque ÉL tiene un plan específico con cada criatura. Ningún detalle en la creación carece de significado. Este texto habla de un inicio, lo cual nos enseña que el tiempo es una creación y que el Creador está fuera del tiempo. Luego habla de que los cielos y la tierra fueron creados, lo cual nos enseña que el espacio y la materia no son eternos, sino fueron llevados a la existencia en un momento histórico, en el principio del tiempo. ¿Qué había antes del principio? Sólo uno, YHWH Elohim. Sin embargo, dentro de YHWH Elohim había planes, que estaban allí desde la eternidad, en un estado que carece de tiempo, puesto que a partir de la creación de todo, empezó el tiempo. Todo lo que estaba dentro del Creador antes de la creación, está fuera del tiempo, pero no como algo existente, como nosotros lo entendemos, sino como parte de un pensamiento, un consejo, un plan y un proyecto.
El Midrash enseña que ese plan es la Toráh, que la sabiduría infinita del Único Eterno ha compuesto desde la eternidad, en un estado fuera del tiempo. Según el Talmud, [Nedarim 39b, Pesajim 54a] siete cosas fueron creadas antes que el mundo fue creado: 1. La Toráh, Proverbios 8:22. 2. El arrepentimiento, Salmo 90:2-3. 3. El huerto del Edem (el paraíso), Génesis 2:8.
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4. Gehinom (el infierno), Isaías 30:33. 5. El trono de gloria, Salmo 93:2. 6. El templo, Jeremías 17:12. 7. El nombre del Mashíaj, Salmo 72:17. El mundo fue creado con relación a estas siete cosas. Presentamos un breve artículo como paréntesis y coadyuvante a lo que venimos hablando. “Dijo Rabí Aja: Jamás la Shejiná (Presencia Divina) se apartó del Kotel HaMaaravi (muro occidental), como está dicho: He aquí que está ubicada tras nuestro muro” (Shmot Raba 2:2). La Mishna en el Tratado de Kelim (Cap. 1) enumera las 10 santidades (Kdushot) que se encuentran en el mundo: 1. la Tierra de Israel, 2. las ciudades amuralladas, 3. Yerushalayim, 4. el Monte del Templo (incluye el Kotel), 5. Jeil (es el sector que se encontraba entre la vaya externa (soreg) y la muralla de la Azara (patio interno del Templo), Ezrat Nashim (el atrio de las mujeres), 6. Ezrat Israel (el atrio de Israel), 7. Ezrat Kohanim (el atrio de los sacerdotes), 8. el Ulam (la entrada del Templo), 9. el Heijal (el sitio del Templo denominado Heijal es donde se encuentran las tres vasijas principales: la Menora, la Mesa de los Panes y el Altar del Incienso), y 10. el Dvir (o Kodesh Kodashim – el lugar mas sagrado del Templo). Lamentablemente, todos tenemos claro que el bus # 1 llega al Kotel (muro occidental o muro de las lamentaciones). Y cuando le preguntamos a un niño (y no únicamente a los niños…) cuál es el lugar mas sagrado para el pueblo judío, responderá que obviamente, es el Kotel. Es el Kotel el lugar más sagrado para el pueblo judío!?!??! Ya que si leemos atentamente las palabras de la Mishna, el Kotel se encuentra en el 4º nivel de santidad, dentro de las 10 restantes! Y si es así, entonces acaso no se contradice con el Midrash que dice que “jamás la Shejiná (Presencia Divina) se apartó del Kotel HaMaaravi (muro occidental)”? Según casi todas las opiniones de nuestros Sabios, no se esta refiriendo al Kotel del Monte del Templo (el que vemos hoy en día), sino que al muro occidental del Heijal. O sea, a la pared occidental del Kodesh Kodashim (el lugar más sagrado del Templo). Otra razón por la cual nosotros oramos en el muro occidental que vemos hoy en día, y no en cualquiera de las murallas restantes que quedaron, se debe a que es la más cercana al Kodesh Kodashim.
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Hay quienes opinan que la razón por la cual el Muro Occidental del Monte no fue destruido completamente, es que el Rey David mismo lo construyó. “Le dijo David: “Y por que yo no lo puedo construir (al Templo)? Le dijo El Santo bendito es El: si tu lo construyeras, jamás podría ser destruido” (Psikta Rabati 2). Luego de 2,000 años de exilio, escuchamos la noticia de que “El Monte del Templo esta en nuestras manos!”. Pero después de uno minutos, bajaron los soldados de Tzaha”l (Ejercito de Defensa Israelí) y buscaron el Kotel… Para que esto no vuelva suceder, tenemos que recordar que la parada final del Bus #1 no debería ser el Kotel, y debemos tener como meta poder elevarnos a la Santidad y Pureza que se encuentra al otro lado del muro…el Gran Templo. Tomado de: http://www.institutodeltemplo.org/el-kotel-hamaaravi.htm La Toráh es el plan arquitectónico de toda la creación. El hecho de que se hable del arrepentimiento como algo que precede la creación, nos enseña que aunque probablemente el Eterno no haya decidido de antemano que el hombre pecara, ya había planeado una solución para el pecado del hombre, como también está escrito en Revelación 13:8: “Todos los que viven en la tierra le adorarán excepto aquellos que pertenecen al Cordero sacrificado, y desde antes de la fundación del mundo sus nombres están escritos en el Libro de la Vida”. En 1 Pedro 1:20 está escrito: “YAHWEH sabía esto desde antes de la fundación del universo, pero lo reveló en el ajarit-hayamim por amor a ustedes.[8]” La palabra hebrea que ha sido traducida como “en el principio” es “bereshit”. Es una palabra compuesta por dos palabras, “be” que significa “dentro de”, “en”, “con”, “por medio de”, “por causa de” etc.; y “reshít”, [Strong H7225 ֵאשית ִׁ רreshít; de lo mismo que 7218; primero, en lugar, tiempo, orden o rango (espec. primicias):-cabeza, comienzo, primer fruto, mayoría, nuevo, primero, primicia, principal, principio] Según el diccionario Strong, esta palabra viene de la misma raíz que “rosh” [Strong H7218] que significa “cabeza”, “parte superior”, “comienzo”, “jefe”, “principal”, “gobernante”, etc. Dice Uno de nuestros sabios que en todos los lugares donde la palabra “reshit” aparece en las Escrituras, se halla en el estado constructo en relación con el sustantivo que la sigue. Este fenómeno gramatical, llamado semijút en hebreo, es muy común en las Escrituras, y construye una relación entre dos sustantivos, uno de los cuales está subordinado al otro, el cual lo determina. Por ejemplo “simjat Toráh”. La palabra “simjá” o “simjah” es una palabra femenina que significa “alegría”. Cuando aparece en la forma constructa se intercambia la letra “hey” final por una “tav”, para que tenga el significado de “alegría de”. “Simjat Toráh” significa literalmente “la alegría de la instrucción”. La letra “tav” final en la palabra “Bereshít” muestra que está escrita en la forma constructa, dando el significado de “principio de”. Ahora, la palabra que sigue es “bará”, que literalmente significa “creó”, y por lo tanto no es un sustantivo, sino un verbo. Sin embargo, según Uno de nuestros sabios, este verbo debe ser entendido como “el crear”. La traducción literal de los dos primeros versículos sería entonces: “En el principio del crear de Elohim los cielos y la tierra, cuando la tierra era confusión y vacío, con oscuridad sobre la superficie del abismo y el aliento de Elohim planeaba sobre la superficie de las aguas, entonces Elohim dijo: "Haya luz", y hubo luz.”
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Según esta interpretación, el primer versículo no explica el orden en que fueron creadas las cosas. En una de las reglas de interpretación del tercer nivel, en hebreo “drash”, “búsqueda”, se compara y se relaciona una expresión o una palabra que aparece en diferentes textos en las Escrituras. La palabra “reshít” aparece casi 20 veces en el Jumash, y en más de 50 ocasiones en todo el TaNaK. [Conocido en el mundo cristiano como el Antiguo Testamento. TaNaK es una palabra acróstica, compuesta por las tres primeras letras de los nombres de las tres partes del canon hebreo, Toráh (instrucción), Neviím (Profetas) y Ketuvim (Escritos)] Se usa en relación con el inicio de un reinado, Génesis 10:10; con un hijo primogénito, Génesis 49:3; Deuteronomio 21:17; con los primeros frutos de la tierra, las primicias, Éxodo 23:19; 34:26 etc. En Proverbios 8:22, la sabiduría, que es la Toráh, es llamada “el principio (reshít) de su camino”. En Jeremías 2:3, el pueblo de Yisra‟EL es llamado “la primicia (reshít) de sus frutos”. En las Escrituras hay una relación muy íntima entre reshít y el Mashíaj. El Mashíaj es el Reshít de todas las cosas, Colosenses 1:15-18. El Mashíaj es también las primicias, el Reshít, de la resurrección, 1 Corintios 15:20, 23. El Mashíaj es el proyecto que está detrás de todas las cosas creadas. El Mashíaj está en el interior del Padre Eterno desde la eternidad. Juan 1:18. Aquí no está escrito que el Hijo estaba en el seno del Padre, sino en tiempo presente, está en el seno del Padre. Como el Padre está dentro y fuera del tiempo a la misma vez, Así su Hijo, que es el plan perfecto de un Mashíaj, está fuera del tiempo, dentro del Padre, en la eternidad, en el presente continuo por toda la eternidad, como también lo sustenta Juan 17:5, 24b. El Eterno YHWH ha decidido gobernar el universo por medio del Mashíaj. Por lo tanto, la palabra “reshít” está relacionada en las Escrituras con el principio de un reinado. Es más, el plan perfecto de un Mashíaj es la razón por la cual todas las cosas fueron creadas y para quién todo haya sido hecho. El Eterno YHWH creó todas las cosas por medio de este plan, y para Mashíaj, que más adelante iba a ser manifestado a través de un hombre. 1 Juan 1:1-2. El prefijo hebreo “be” en la primera palabra de la Toráh, “beReshit”, significa “en”, “por”, “en aras de”, “por causa de”, etc. Esto nos enseña que Elohim creó los cielos y la tierra “en Reshít”, o “por causa de Reshít”. Como hemos visto antes, Reshít es la Toráh, Yisra‟EL y es el Mashíaj. En realidad estos tres son uno. La Toráh es el plan eterno por medio del cual el mundo fue creado.
Yisra‟EL es el hijo primogénito del Eterno, Éxodo 4:22; Oseas 11:1.
El Mashíaj es la Toráh manifestada como hombre, Juan 1:14 y el que reúne en sí a todo Yisra‟EL, Mateo 2:15, Juan 12:32.
Así que, todas las cosas fueron creadas por medio de la Toráh y por causa de Yisra‟EL. Y todo fue creado por medio del Mashíaj y por causa del Mashíaj Juan 1:1-3. Esta Palabra, esta Toráh, este plan perfecto de un Mashíaj, fue luego materializado poco a poco por medio de la creación de todas las cosas.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Pero aunque el Mashíaj no había sido manifestado como hombre, todas las cosas fueron preparadas por medio de Él y por causa de Él, que iba a venir y ser puesto como gobernante sobre todas las cosas creadas. Por esto podríamos traducir el texto de esta manera: “Por causa del Principal creó Elohim los cielos y la tierra.” Como ya dijimos, la primera letra de la Toráh es bet, que significa “casa”. Por lo tanto podríamos entender el primer versículo también de esta manera: “Una casa de Reshít creó Elohim los cielos y la tierra.” Esto nos enseña que los cielos y la tierra son la casa de Reshít, que es el Mashíaj. Casa y ropa es esencialmente lo mismo. La creación es la ropa del Mashíaj. Salmo 102:25-27 y Hebreos 1:10-12. ¿Por qué el Creador no empezó su historia consigo mismo? ¿No es ÉL, el que precede todas las cosas y por lo tanto debería estar puesto en primer lugar? ¿Por qué no escribió “YHWH Elohim creó en el principio...”? No empezó a hablar de sí mismo, sino de lo que ha hecho por medio de Reshít. Esto nos enseña dos cosas: Primero, que YHWH Elohim está procurando en todo momento presentar a su hijo, quien es el único camino de reconcilio entre ÉL y su creación. La segunda cosa que aprendemos de este hecho es que nadie puede conocer al Creador directamente, sino sólo por medio de las cosas que ÉL ha creado. Romanos 1:19-20. El Creador es invisible e inalcanzable para las cosas creadas. Sólo es posible conocerle por medio de lo que ÉL revele de sí mismo. En este texto ÉL nos enseña que el camino para conocerle pasa a través de la creación y Reshít. De esta manera el Hijo, el Mashíaj, es el principal agente por medio del cual el Invisible se manifiesta en el mundo. Hebreos 1:1-3; Juan 14:6, 9b. El rey David fue el octavo hijo de Yishai, pero es llamado primogénito, Salmo 89:20, 27. Cuando el Sheliáj [Sheliáj es la palabra hebrea para emisario, en griego: apóstolos] Shaúl escribe en Colosenses 1 que el Mashíaj es el primogénito de toda creación, no significa que Él haya nacido del Padre por medio de una reproducción, sino que Él fue destinado para ocupar el lugar de gobernante sobre todas las cosas creadas, tanto las invisibles como las visibles. En la cultura hebrea y Bíblica, el hijo primogénito es el que llevará el nombre de su padre y el derecho de gobernar en la familia cuando el padre ya no esté presente o según le haya delegado el mismo Padre. De la misma manera el Mashíaj es llamado Hijo, no porque el Eterno YHWH “natural y físicamente haya podido parir o se haya reproducido”, sino porque el Mashíaj ha obtenido la posición de gobernante sobre todas las cosas creadas. El Hijo es el que representa al Padre en toda la creación. El concepto hebreo de Hijo tiene que ver con discipulado, representatividad y delegación de autoridad. En las Escrituras hebreas los discípulos son llamados hijos, a pesar de no haber sido engendrados biológicamente por su maestro, 1 Reyes 2:12; 20:35; 2 Reyes 2:3ss; Juan 8:39, 41; Efesios 5:1. Estos “hijos” luego reciben la autoridad delegada para actuar como representantes de su maestro. Por lo tanto, cuando las Escrituras hablan de los “hijos de YHWH Elohím” se está refiriendo a ángeles u hombres que hemos recibido poder del Creador para juzgar y gobernar sobre alguna área de la creación, se trata de autoridad delegada, Job 1:6; 38:7; Salmo 82:6; Juan 10:34-38. Por esto a todos los que recibimos a Yahshúa se nos es concedido el poder, es decir la autoridad, de ser hechos hijos de YHWH Elohím. Juan 1:12.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Ser hecho hijo de YHWH Elohím, significa recibir una posición de liderazgo y un puesto de autoridad en alguna área de la creación. Y por ende, además, manifestar y proclamar las obras del Padre. Los hijos deben ser como el Padre. “En el principio… creó...” – [Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'arets] – La palabra hebrea que ha sido traducida como “creó” es “bara”. [Strong H1254] Esta palabra aparece unas 54 veces en las Escrituras y siempre tiene que ver con la acción de producir o hacer algo que no existía antes. Se trata de traer algo a la existencia. En el sentido estricto sólo el Creador puede crear. Sólo ÉL puede hacer que algo llegue a tener existencia sin haber existido antes. La expresión “crear de la nada” es una manera de expresar este concepto. Sin embargo esta expresión no explica bien lo que la palabra bara significa, puesto que el Eterno YHWH no ha creado las cosas de la nada, porque antes de existir como creación sí existían como un proyecto en la mente del Creador. Por lo tanto las cosas visibles son el resultado de las cosas invisibles, que a su vez están dentro de la mente del Creador. Hebreos 11:3. Todo lo visible fue hecho de lo invisible. Las cosas visibles son el resultado de las cosas invisibles. Todo lo que sucede en el mundo visible es un resultado de lo que primero sucedió en el mundo invisible. “En el principio [1] Elohim Alef-Tav [2] creó…” – [Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'arets] – La palabra hebrea “Elohim”, [Strong H430] es la forma plural de “Eloha”, [Strong H433] que significa “Poderoso”. Viene de “El” [Strong H410] que significa “poderoso”, “poder”, “fuerza”. Estas tres palabras, “El”, “Eloha” y “Elohim”, son utilizadas en las Escrituras como sinónimas para referirse al Creador. Las tres palabras han sido traducidas por los traductores de la gran mayoría de las Biblias como “Dios” [La palabra “Dios” es una forma del ídolo griego Zeus, y por esta razón procuramos evitarla todo lo que sea posible. En lugar de ello, hemos importado al castellano las palabras hebreas Elohim y YHWH Elohím, y usamos preferentemente YHWH Elohím, porque es más manejable y se ajusta a lo que el texto de La Toráh presenta. Por lo tanto, en estos comentarios utilizaremos la palabra YHWH Elohím en supresión de la palabra “Dios”. Aunque el texto hebreo tenga Elohim o El, en la mayoría de los casos no vamos a utilizar esos términos en el texto castellano, sino sólo YHWH Elohím para no complicarnos demasiado. Así que en estos comentarios YHWH Elohím puede ser la traducción de las tres palabras hebreas “El”, “YHWH Elohím” o “Elohim”.] La palabra hebrea “El” aparece alrededor de 232 veces en las Escrituras, prácticamente siempre en referencia al Creador. Algunas veces tiene el significado de “poder”, Génesis 31:29; Proverbios 3:27; Miqueas 2:1. [Génesis. 14:18; 14:19; 14:20; 14:22; 16:13; 17:1; 21:33; 28:3; 31:13; 31:29; 35:1; 35:3; 35:11; 43:14; 46:3; 48:3; 49:25; Shemót:6:3; 15:2; 15:11; 20:5; 34:6; 34:14. Números:12:13; 16:22; 23:8; 23:19; 23:22; 23:23; 24:4; 24:8; 24:16; 24:23. Deuteronomio:3:24; 4:24; 4:31; 5:9; 6:15; 7:9; 7:21; 10:17; 28:32; 32:4; 32:12; 32:18; 32:21; 33:26. Josué: 3:10; 22:22; 24:19. Jueces: 9:46. 1Samuel: 2:3. 2Samuel: 22:31; 22:32; 22:33; 22:48; 23:5. Nehemías: 1:5; 5:5; 9:31; 9:32. Job: 5:8; 8:3; 8:5; 8:13; 8:20; 9:2; 12:6; 13:3; 13:7; 13:8; 15:4; 15:11; 15:13; 15:25; 16:11; 18:21; 19:22; 20:15; 20:29; 21:14; 21:22; 22:2; 22:13; 22:17; 23:16; 25:4; 27:2; 27:9; 27:11; 27:13; 31:14; 31:23; 31:28; 32:13; 33:4; 33:6; 33:14; 33:29; 34:5; 34:10; 34:12; 34:23; 34:31; 34:37; 35:2; 35:13; 36:5; 36:22; 36:26; 37:5; 37:10; 37:14; 38:41; 40:9; 40:19; 41:25. Salmo: 5:4; 7:11; 10:11; 10:12; 16:1; 17:6; 18:2; 18:30; 18:32; 18:47; 19:1; 22:1; 22:10; 29:1; 29:3; 31:5; 36:6; 42:2; 42:8; 42:9; 43:4; 44:20; 50:1; 52:1; 52:5; 55:19; 57:2; 63:1; 68:19; 68:20; 68:24; 68:35; 73:11; 73:17; 74:8; 77:9; 77:13; 77:14; 78:7; 78:8; 78:18; 78:19; 78:34; 78:35; 78:41; 80:10; 81:9; 82:1; 83:1; 84:2; 85:8; 86:15; 89:6; 89:7; 89:26; 90:2; 94:1; 95:3; 99:8; 102:24; 104:21; 106:14; 106:21; 107:11; 118:27; 118:28; 136:26; 139:17; 139:23; 140:6;
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
146:5; 149:6; 150:1. Proverbio: 3:27. Isaías: 5:16; 8:10; 9:6; 10:21; 12:2; 14:13; 31:3; 40:18; 42:5; 43:10; 43:12; 44:10; 44:15; 44:17; 45:14; 45:15; 45:20; 45:21; 45:22; 46:6; 46:9; 57:5. Jeremías: 32:18; 51:56. Lamentaciones: 3:41. Ezequiel: 10:5; 28:2; 28:9; 32:21. Daniel: 9:4; 11:36. Oseas: 1:10; 11:9; 11:12. Jonás: 4:2. Miqueas: 2:1; 7:18. Nahúm: 1:2. Malaquías: 1:9; 2:10; 2:11. La forma plural de “El”, “Elohim” sola, no se usa en referencia al Creador, sino a otros poderes, humanos o angelicales, Éxodo 15:11; Job 41:25; Salmo 89:6. También es usado para referirse a los dioses paganos, Isaías 57:5; Daniel 11:36. La palabra “Eloha”, aparece mayormente en el libro de Job. Y Sólo aparece dos veces en el Jumash. [32:15; 32:17; 2 Ch: 32:15; Nehemyah: 9:17. Job:3:4; 3:23; 4:9; 4:17; 5:17; 6:4; 6:8; 6:9; 9:13; 10:2; 11:5; 11:6; 11:7; 12:4; 12:6; 15:8; 16:20; 16:21; 19:6; 19:21; 19:26; 21:9; 21:19; 22:12; 22:26; 24:12; 27:3; 27:8; 27:10; 29:2; 29:4; 31:2; 31:6; 33:12; 33:26; 35:10; 36:2; 37:15; 37:22; 39:17; 40:2. Salmo: 18:31; 50:22; 114:7; 139:19. Proverbio: 30:5. Isaías: 44:8. Daniel: 11:37, 38, 39. Habacuc: 1:11; 3:3] La forma plural de “EL” en referencia a YHWH Elohím, como ya dijimos es la misma palabra Elohim, y aparece alrededor de 2600 veces en las Escrituras. [Gén: 1:1; 1:2; 1:3; 1:4; 1:5; 1:6; 1:7; 1:8; 1:9; 1:10; 1:11; 1:12; 1:14; 1:16; 1:17; 1:18; 1:20; 1:21; 1:22; 1:24; 1:25; 1:26; 1:27; 1:28; 1:29; 1:31; 2:2; 2:3; 2:4; 2:5; 2:7; 2:8; 2:9; 2:15; 2:16; 2:18; 2:19; 2:21; 2:22; 3:1; 3:3; 3:5; 3:8; 3:9; 3:13; 3:14; 3:21; 3:22; 3:23; 4:25; 5:1; 5:22; 5:24; 6:2; 6:4; 6:9; 6:11; 6:12; 6:13; 6:22; 7:9; 7:16; 8:1; 8:15; 9:1; 9:6; 9:8; 9:12; 9:16; 9:17; 9:26; 9:27; 17:3; 17:7; 17:8; 17:9; 17:15; 17:18; 17:19; 17:22; 17:23; 19:29; 20:3; 20:6; 20:11; 20:13; 20:17; 21:2; 21:4; 21:6; 21:12; 21:17; 21:19; 21:20; 21:22; 21:23; 22:1; 22:3; 22:8; 22:9; 22:12; 23:6; 24:3; 24:7; 24:12; 24:27; 24:42; 24:48; 25:11; 26:24; 27:20; 27:28; 28:4; 28:12; 28:13; 28:17; 28:20; 28:21; 28:22; 30:2; 30:6; 30:8; 30:17; 30:18; 30:20; 30:22; 30:23; 31:5; 31:7; 31:9; 31:11; 31:16; 31:24; 31:29; 31:30; 31:32; 31:42; 31:50; 31:53; 32:1; 32:2; 32:9; 32:28; 32:30; 33:5; 33:10; 33:11; 35:1; 35:2; 35:4; 35:5; 35:7; 35:9; 35:10; 35:11; 35:13; 35:15; 39:9; 40:8; 41:16; 41:25; 41:28; 41:32; 41:38; 41:39; 41:51; 41:52; 42:18; 42:28; 43:23; 43:29; 44:16; 45:5; 45:7; 45:8; 45:9; 46:1; 46:2; 46:3; 48:9; 48:11; 48:15; 48:20; 48:21; 50:17; 50:19; 50:20; 50:24; 50:25; Shemót:1:17; 1:20; 1:21; 2:23; 2:24; 2:25; 3:1; 3:4; 3:6; 3:11; 3:12; 3:13; 3:14; 3:15; 3:16; 3:18; 4:5; 4:16; 4:20; 4:27; 5:1; 5:3; 5:8; 6:2; 6:7; 7:1; 7:16; 8:10; 8:19; 8:25; 8:26; 8:27; 8:28; 9:1; 9:13; 9:28; 9:30; 10:3; 10:7; 10:8; 10:16; 10:17; 10:25; 10:26; 12:12; 13:17; 13:18; 13:19; 14:19; 15:2; 15:26; 16:12; 17:9; 18:1; 18:4; 18:5; 18:11; 18:12; 18:15; 18:16; 18:19; 18:21; 18:23; 19:3; 19:17; 19:19; 20:1; 20:2; 20:3; 20:5; 20:7; 20:10; 20:12; 20:19; 20:20; 20:21; 20:23; 21:6; 21:13; 22:8; 22:9; 22:20; 22:28; 23:13; 23:19; 23:24; 23:25; 23:32; 23:33; 24:10; 24:11; 24:13; 29:45; 29:46; 31:3; 31:18; 32:1; 32:4; 32:8; 32:11; 32:16; 32:23; 32:27; 32:31; 34:15; 34:16; 34:17; 34:23; 34:24; 34:26; 35:31. Lev:2:13; 4:22; 11:44; 11:45; 18:2; 18:4; 18:21; 18:30; 19:2; 19:3; 19:4; 19:10; 19:12; 19:14; 19:25; 19:31; 19:32; 19:34; 19:36; 20:7; 20:24; 21:6; 21:7; 21:8; 21:12; 21:17; 21:21; 21:22; 22:25; 22:33; 23:14; 23:22; 23:28; 23:40; 23:43; 24:15; 24:22; 25:17; 25:36; 25:38; 25:43; 25:55; 26:1; 26:12; 26:13; 26:44; 26:45. Num:6:7; 10:9; 10:10; 15:40; 15:41; 16:9; 16:22; 21:5; 22:9; 22:10; 22:12; 22:18; 22:20; 22:22; 22:38; 23:4; 23:21; 23:27; 24:2; 25:2; 25:13; 27:16; 33:4. Deu:1:6; 1:10; 1:11; 1:17; 1:19; 1:20; 1:21; 1:25; 1:26; 1:30; 1:31; 1:32; 1:41; 2:7; 2:29; 2:30; 2:33; 2:36; 2:37; 3:3; 3:18; 3:20; 3:21; 3:22; 4:1; 4:2; 4:3; 4:4; 4:5; 4:7; 4:10; 4:19; 4:21; 4:23; 4:24; 4:25; 4:28; 4:29; 4:30; 4:31; 4:32; 4:33; 4:34; 4:35; 4:39; 4:40; 5:2; 5:6; 5:7; 5:9; 5:11; 5:12; 5:14; 5:15; 5:16; 5:24; 5:25; 5:26; 5:27; 5:32; 5:33; 6:1; 6:2; 6:3; 6:4; 6:5; 6:10; 6:13; 6:14; 6:15; 6:16; 6:17; 6:20; 6:24; 6:25; 7:1; 7:2; 7:4; 7:6; 7:9; 7:12; 7:16; 7:18; 7:19; 7:20; 7:21; 7:22; 7:23; 7:25; 8:2; 8:5; 8:6; 8:7; 8:10; 8:11; 8:14; 8:18; 8:19; 8:20; 9:3; 9:4; 9:5; 9:6; 9:7; 9:10; 9:16; 9:23; 10:9; 10:12; 10:14; 10:17; 10:20; 10:21; 10:22; 11:1; 11:2; 11:12; 11:13; 11:16; 11:22; 11:25; 11:27; 11:28; 11:29; 11:31; 12:1; 12:2; 12:3; 12:4; 12:5; 12:7; 12:9; 12:10; 12:11; 12:12; 12:15; 12:18; 12:20; 12:21; 12:27; 12:28; 12:29; 12:30; 12:31; 13:2; 13:3; 13:4; 13:5; 13:6; 13:7; 13:10; 13:12; 13:13; 13:16; 13:18; 14:1; 14:2; 14:21; 14:23; 14:24; 14:25; 14:26; 14:29; 15:4; 15:5; 15:6; 15:7; 15:10; 15:14; 15:15; 15:18; 15:19; 15:20; 15:21; 16:1; 16:2; 16:5; 16:6; 16:7; 16:8; 16:10; 16:11; 16:15; 16:16; 16:17; 16:18; 16:20; 16:21; 16:22; 17:1; 17:2; 17:3; 17:8; 17:12; 17:14; 17:15; 17:19; 18:5; 18:7; 18:9; 18:12; 18:13; 18:14; 18:15; 18:16; 18:20; 19:1; 19:2; 19:3; 19:8; 19:9; 19:10; 19:14; 20:1; 20:4; 20:13; 20:14; 20:16; 20:17; 20:18; 21:1; 21:5; 21:10; 21:23; 22:5; 23:5; 23:14; 23:18; 23:20; 23:21; 23:23; 24:4; 24:9; 24:13; 24:18; 24:19; 25:15; 25:16; 25:18; 25:19; 26:1; 26:2; 26:3; 26:4; 26:5; 26:7; 26:10; 26:11; 26:13; 26:14; 26:16; 26:17; 26:19; 27:2; 27:3; 27:5; 27:6; 27:7; 27:9; 27:10; 28:1; 28:2; 28:8; 28:9; 28:13; 28:14; 28:15; 28:36; 28:45; 28:47; 28:52; 28:53; 28:58; 28:62; 28:64; 29:6; 29:10; 29:12; 29:13; 29:15; 29:18; 29:25; 29:26; 29:29; 30:1; 30:2; 30:3; 30:4; 30:5; 30:6; 30:7; 30:9; 30:10; 30:16; 30:17; 30:20; 31:3; 31:6; 31:11; 31:12; 31:13; 31:16; 31:17; 31:18; 31:20; 31:26; 32:3; 32:17; 32:37; 32:39; 33:1; 33:27. Jos:1:9; 1:11; 1:13; 1:15; 1:17; 2:11; 3:3; 3:9; 4:5; 4:23; 4:24; 7:13; 7:19; 7:20; 8:7; 8:30; 9:9; 9:18; 9:19; 9:23; 9:24; 10:19; 10:40; 10:42; 13:14; 13:33; 14:6; 14:8; 14:9; 14:14; 18:3; 18:6; 22:3; 22:4; 22:5; 22:16; 22:19; 22:22; 22:24; 22:29; 22:33; 22:34; 23:3; 23:5; 23:7; 23:8; 23:10; 23:11; 23:13; 23:14; 23:15; 23:16; 24:1; 24:2; 24:14; 24:15; 24:16; 24:17; 24:18; 24:19; 24:20; 24:23; 24:24; 24:26; 24:27. Jdg:1:7; 2:3; 2:12; 2:17; 2:19; 3:6; 3:7; 3:20; 4:6; 4:23; 5:3; 5:5; 5:8; 6:8; 6:10; 6:20; 6:26;
67
Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
6:31; 6:36; 6:39; 6:40; 7:14; 8:3; 8:33; 8:34; 9:7; 9:9; 9:13; 9:23; 9:27; 9:56; 9:57; 10:6; 10:10; 10:13; 10:14; 10:16; 11:21; 11:23; 11:24; 13:5; 13:6; 13:7; 13:8; 13:9; 13:22; 15:19; 16:17; 16:23; 16:24; 16:28; 17:5; 18:5; 18:10; 18:24; 18:31; 20:2; 20:18; 20:27; 21:2; 21:3. Rth: 1:15; 1:16; 2:12. 1Sa:1:17; 2:2; 2:25; 2:27; 2:30; 3:3; 3:17; 4:4; 4:7; 4:8; 4:11; 4:13; 4:17; 4:18; 4:19; 4:21; 4:22; 5:1; 5:2; 5:7; 5:8; 5:10; 5:11; 6:3; 6:5; 6:20; 7:3; 7:8; 8:8; 9:6; 9:7; 9:8; 9:9; 9:10; 9:27; 10:3; 10:5; 10:7; 10:9; 10:10; 10:18; 10:19; 10:26; 11:6; 12:9; 12:12; 12:14; 12:19; 13:13; 14:15; 14:18; 14:36; 14:37; 14:41; 14:44; 14:45; 15:15; 15:21; 15:30; 16:15; 16:16; 16:23; 17:26; 17:36; 17:43; 17:45; 17:46; 18:10; 19:20; 19:23; 20:12; 22:3; 22:13; 22:15; 23:7; 23:10; 23:11; 23:14; 23:16; 25:22; 25:29; 25:32; 25:34; 26:8; 26:19; 28:13; 28:15; 29:9; 30:6; 30:15. 2Sa: 2:27; 3:9; 3:35; 5:10; 6:2; 6:3; 6:4; 6:6; 6:7; 6:12; 7:2; 7:22; 7:23; 7:24; 7:25; 7:26; 7:27; 7:28; 9:3; 10:12; 12:7; 12:16; 14:11; 14:13; 14:14; 14:16; 14:17; 14:20; 15:24; 15:25; 15:29; 15:32; 16:23; 18:28; 19:13; 19:27; 21:14; 22:3; 22:7; 22:22; 22:30; 22:32; 22:47; 23:1; 23:3; 24:3; 24:23; 24:24. 1 Reyes: 1:17; 1:30; 1:36; 1:47; 1:48; 2:3; 2:23; 3:5; 3:7; 3:11; 3:28; 4:29; 5:3; 5:4; 5:5; 8:15; 8:17; 8:20; 8:23; 8:25; 8:26; 8:27; 8:28; 8:57; 8:59; 8:60; 8:61; 8:65; 9:6; 9:9; 10:9; 10:24; 11:2; 11:4; 11:5; 11:8; 11:9; 11:10; 11:23; 11:31; 11:33; 12:22; 12:28; 13:1; 13:4; 13:5; 13:6; 13:7; 13:8; 13:11; 13:12; 13:14; 13:21; 13:26; 13:29; 13:31; 14:7; 14:9; 14:13; 15:3; 15:4; 15:30; 16:13; 16:26; 16:33; 17:1; 17:12; 17:14; 17:18; 17:20; 17:21; 17:24; 18:10; 18:21; 18:24; 18:25; 18:27; 18:36; 18:37; 18:39; 19:2; 19:8; 19:10; 19:14; 20:10; 20:23; 20:28; 21:10; 21:13; 22:53. 2 Reyes: 1:2; 1:3; 1:6; 1:9; 1:10; 1:11; 1:12; 1:13; 1:16; 2:14; 4:7; 4:9; 4:16; 4:21; 4:22; 4:25; 4:27; 4:40; 4:42; 5:7; 5:8; 5:11; 5:14; 5:15; 5:17; 5:20; 6:6; 6:9; 6:10; 6:15; 6:31; 7:2; 7:17; 7:18; 7:19; 8:2; 8:4; 8:7; 8:8; 8:11; 9:6; 10:31; 13:19; 14:25; 16:2; 17:7; 17:9; 17:14; 17:16; 17:19; 17:26; 17:27; 17:29; 17:31; 17:33; 17:35; 17:37; 17:38; 17:39; 18:5; 18:12; 18:22; 18:33; 18:34; 18:35; 19:4; 19:10; 19:12; 19:15; 19:16; 19:18; 19:19; 19:20; 19:37; 20:5; 21:12; 21:22; 22:15; 22:17; 22:18; 23:16; 23:17; 23:21. 1 Crónicas: 4:10; 5:20; 5:22; 5:25; 5:26; 6:48; 6:49; 9:11; 9:13; 9:26; 9:27; 10:10; 11:2; 11:19; 12:17; 12:18; 12:22; 13:2; 13:3; 13:5; 13:6; 13:7; 13:8; 13:10; 13:12; 13:14; 14:10; 14:11; 14:12; 14:14; 14:15; 14:16; 15:1; 15:2; 15:12; 15:13; 15:14; 15:15; 15:24; 15:26; 16:1; 16:4; 16:6; 16:14; 16:25; 16:26; 16:35; 16:36; 16:42; 17:2; 17:3; 17:16; 17:17; 17:20; 17:21; 17:22; 17:24; 17:25; 17:26; 19:13; 21:7; 21:8; 21:15; 21:17; 21:30; 22:1; 22:2; 22:6; 22:7; 22:11; 22:12; 22:18; 22:19; 23:14; 23:25; 23:28; 24:5; 24:19; 25:5; 25:6; 26:5; 26:20; 26:32; 28:2; 28:3; 28:4; 28:8; 28:9; 28:12; 28:20; 28:21; 29:1; 29:2; 29:3; 29:7; 29:10; 29:13; 29:16; 29:17; 29:18; 29:20. 2 Crónicas: 1:1; 1:3; 1:4; 1:7; 1:8; 1:9; 1:11; 2:4; 2:5; 2:12; 3:3; 4:11; 4:19; 5:1; 5:14; 6:4; 6:7; 6:10; 6:14; 6:16; 6:17; 6:18; 6:19; 6:40; 6:41; 6:42; 7:5; 7:19; 7:22; 8:14; 9:8; 9:23; 10:15; 11:2; 11:16; 13:5; 13:8; 13:9; 13:10; 13:11; 13:12; 13:15; 13:16; 13:18; 14:2; 14:4; 14:7; 14:11; 15:1; 15:3; 15:4; 15:6; 15:9; 15:12; 15:13; 15:18; 16:7; 17:4; 18:5; 18:13; 18:31; 19:3; 19:4; 19:7; 20:6; 20:7; 20:12; 20:15; 20:19; 20:20; 20:29; 20:30; 20:33; 21:10; 21:12; 22:7; 22:12; 23:3; 23:9; 24:5; 24:7; 24:9; 24:13; 24:16; 24:18; 24:20; 24:24; 24:27; 25:7; 25:8; 25:9; 25:14; 25:15; 25:16; 25:20; 25:24; 26:5; 26:7; 26:16; 26:18; 27:6; 28:5; 28:6; 28:9; 28:10; 28:23; 28:24; 28:25; 29:5; 29:6; 29:7; 29:10; 29:36; 30:1; 30:5; 30:6; 30:7; 30:8; 30:9; 30:12; 30:16; 30:19; 30:22; 31:6; 31:13; 31:14; 31:20; 31:21; 32:8; 32:11; 32:13; 32:14; 32:15; 32:16; 32:17; 32:19; 32:21; 32:29; 32:31; 33:7; 33:12; 33:13; 33:15; 33:16; 33:17; 33:18; 34:3; 34:8; 34:9; 34:23; 34:25; 34:26; 34:27; 34:32; 34:33; 35:3; 35:8; 35:21; 35:22; 36:5; 36:12; 36:13; 36:15; 36:16; 36:18; 36:19; 36:23. Esdras:1:2; 1:3; 1:4; 1:5; 1:7; 2:68; 3:2; 3:8; 3:9; 4:1; 4:2; 4:3; 6:21; 6:22; 7:6; 7:9; 7:27; 7:28; 8:17; 8:18; 8:21; 8:22; 8:23; 8:25; 8:28; 8:30; 8:31; 8:33; 8:35; 8:36; 9:4; 9:5; 9:6; 9:8; 9:9; 9:10; 9:13; 9:15; 10:1; 10:2; 10:3; 10:6; 10:9; 10:11; 10:14. Nehemyah: 1:4; 1:5; 2:4; 2:8; 2:12; 2:18; 2:20; 4:4; 4:9; 4:15; 4:20; 5:9; 5:13; 5:15; 5:19; 6:10; 6:12; 6:14; 6:16; 7:2; 7:5; 8:6; 8:8; 8:9; 8:16; 8:18; 9:3; 9:4; 9:5; 9:7; 9:18; 9:32; 10:28; 10:29; 10:32; 10:33; 10:34; 10:36; 10:37; 10:38; 10:39; 11:11; 11:16; 11:22; 12:24; 12:36; 12:40; 12:43; 12:45; 12:46; 13:1; 13:2; 13:4; 13:7; 13:9; 13:11; 13:14; 13:18; 13:22; 13:25; 13:26; 13:27; 13:29; 13:31. Job:1:1; 1:5; 1:6; 1:8; 1:9; 1:16; 1:22; 2:1; 2:3; 2:9; 2:10; 5:8; 20:29; 28:23; 32:2; 34:9; 38:7. Salmo: 3:2; 3:7; 4:1; 5:2; 5:10; 7:1; 7:3; 7:9; 7:10; 7:11; 8:5; 9:17; 10:4; 10:13; 13:3; 14:1; 14:2; 14:5; 18:6; 18:21; 18:28; 18:29; 18:31; 18:46; 20:1; 20:5; 20:7; 22:2; 24:5; 25:2; 25:5; 25:22; 27:9; 30:2; 30:12; 31:14; 33:12; 35:23; 35:24; 36:1; 36:7; 37:31; 38:15; 38:21; 40:3; 40:5; 40:8; 40:17; 41:13; 42:1; 42:2; 42:3; 42:4; 42:5; 42:6; 42:10; 42:11; 43:1; 43:2; 43:4; 43:5; 44:1; 44:4; 44:8; 44:20; 44:21; 45:2; 45:6; 45:7; 46:1; 46:4; 46:5; 46:7; 46:10; 46:11; 47:1; 47:5; 47:6; 47:7; 47:8; 47:9; 48:1; 48:3; 48:8; 48:9; 48:10; 48:14; 49:7; 49:15; 50:1; 50:2; 50:3; 50:6; 50:7; 50:14; 50:16; 50:23; 51:1; 51:10; 51:14; 51:17; 52:7; 52:8; 53:1; 53:2; 53:4; 53:5; 53:6; 54:1; 54:2; 54:3; 54:4; 55:1; 55:14; 55:16; 55:19; 55:23; 56:1; 56:4; 56:7; 56:9; 56:10; 56:11; 56:12; 56:13; 57:1; 57:2; 57:3; 57:5; 57:7; 57:11; 58:6; 58:11; 59:1; 59:5; 59:9; 59:10; 59:13; 59:17; 60:1; 60:6; 60:10; 60:12; 61:1; 61:5; 61:7; 62:1; 62:5; 62:7; 62:8; 62:11; 63:1; 63:11; 64:1; 64:7; 64:9; 65:1; 65:5; 65:9; 66:1; 66:3; 66:5; 66:8; 66:10; 66:16; 66:19; 66:20; 67:1; 67:3; 67:5; 67:6; 67:7; 68:1; 68:2; 68:3; 68:4; 68:5; 68:6; 68:7; 68:8; 68:9; 68:10; 68:15; 68:16; 68:17; 68:18; 68:21; 68:24; 68:26; 68:28; 68:31; 68:32; 68:34; 68:35; 69:1; 69:3; 69:5; 69:6; 69:13; 69:29; 69:30; 69:32; 69:35; 70:1; 70:4; 70:5; 71:4; 71:11; 71:12; 71:17; 71:18; 71:19; 71:22; 72:1; 72:18; 73:1; 73:26; 73:28; 74:1; 74:10; 74:12; 74:22; 75:1; 75:7; 75:9; 76:1; 76:6; 76:9; 76:11; 77:1; 77:3; 77:13; 77:16; 78:7; 78:10; 78:19; 78:22; 78:31; 78:35; 78:56; 78:59; 79:1; 79:9; 79:10; 80:3; 80:4; 80:7; 80:14; 80:19; 81:1; 81:4; 81:10; 82:1; 82:6; 82:8; 83:1; 83:12; 83:13; 84:3; 84:7; 84:8; 84:9; 84:10; 84:11; 85:4; 86:2; 86:8; 86:10; 86:12; 86:14; 87:3; 88:1; 89:8; 90:1; 90:17; 91:2; 92:13; 94:7; 94:22; 94:23; 95:3; 95:7; 96:4; 96:5; 97:7; 97:9; 98:3; 99:5; 99:8; 99:9; 100:3; 104:1; 104:33; 105:7; 106:47; 106:48; 108:1; 108:5; 108:7; 108:11; 108:13; 109:1; 109:26; 113:5;
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
115:2; 115:3; 116:5; 118:28; 119:115; 122:9; 123:2; 135:2; 135:5; 136:2; 138:1; 143:10; 144:9; 144:15; 145:1; 146:2; 146:5; 146:10; 147:1; 147:7; 147:12. Proverbio: 2:5; 2:17; 3:4; 25:2; 30:9. Eclesiastés:1:13; 2:24; 2:26; 3:10; 3:11; 3:13; 3:14; 3:15; 3:17; 3:18; 5:1; 5:2; 5:4; 5:6; 5:7; 5:18; 5:19; 5:20; 6:2; 7:13; 7:14; 7:18; 7:26; 7:29; 8:2; 8:12; 8:13; 8:15; 8:17; 9:1; 9:7; 11:5; 11:9; 12:7; 12:13; 12:14. Isaías:1:10; 2:3; 7:11; 7:13; 8:19; 8:21; 13:19; 17:6; 17:10; 21:9; 21:10; 21:17; 24:15; 25:1; 25:9; 26:13; 28:26; 29:23; 30:18; 35:2; 35:4; 36:7; 36:18; 36:19; 36:20; 37:4; 37:10; 37:12; 37:16; 37:17; 37:19; 37:20; 37:21; 37:38; 38:5; 40:1; 40:3; 40:8; 40:9; 40:27; 40:28; 41:10; 41:13; 41:17; 41:23; 42:17; 43:3; 44:6; 45:3; 45:5; 45:14; 45:15; 45:18; 45:21; 46:9; 48:1; 48:2; 48:17; 49:4; 49:5; 50:10; 51:15; 51:20; 51:22; 52:7; 52:10; 52:12; 53:4; 54:5; 54:6; 55:5; 55:7; 57:21; 58:2; 59:2; 59:13; 60:9; 60:19; 61:2; 61:6; 61:10; 62:3; 62:5; 64:4; 65:16; 66:9. Jeremías:1:16; 2:11; 2:17; 2:19; 2:28; 3:13; 3:21; 3:22; 3:23; 3:25; 5:4; 5:5; 5:7; 5:14; 5:19; 5:24; 7:3; 7:6; 7:9; 7:18; 7:21; 7:23; 7:28; 8:14; 9:15; 10:10; 11:3; 11:4; 11:10; 11:12; 11:13; 13:10; 13:12; 13:16; 14:22; 15:16; 16:9; 16:10; 16:11; 16:13; 16:20; 19:3; 19:4; 19:13; 19:15; 21:4; 22:9; 23:2; 23:23; 23:36; 24:5; 24:7; 25:6; 25:15; 25:27; 26:13; 26:16; 27:4; 27:21; 28:2; 28:14; 29:4; 29:8; 29:21; 29:25; 30:2; 30:9; 30:22; 31:1; 31:6; 31:18; 31:23; 31:33; 32:14; 32:15; 32:27; 32:29; 32:36; 32:38; 33:4; 34:2; 34:13; 35:4; 35:13; 35:15; 35:17; 35:18; 35:19; 37:3; 37:7; 38:17; 39:16; 40:2; 42:2; 42:3; 42:4; 42:5; 42:6; 42:9; 42:13; 42:15; 42:18; 42:20; 42:21; 43:1; 43:2; 43:10; 43:12; 43:13; 44:2; 44:3; 44:5; 44:7; 44:8; 44:11; 44:15; 44:25; 45:2; 46:25; 48:1; 48:35; 50:4; 50:18; 50:28; 50:40; 51:5; 51:10; 51:33. Ezequiel:1:1; 8:3; 8:4; 9:3; 10:19; 10:20; 11:20; 11:22; 11:24; 14:11; 20:5; 20:7; 20:19; 20:20; 28:2; 28:6; 28:9; 28:13; 28:14; 28:16; 28:26; 31:8; 31:9; 34:24; 34:30; 34:31; 36:28; 37:23; 37:27; 39:22; 39:28; 40:2; 43:2; 44:2. Daniel:1:2; 1:9; 1:17; 9:3; 9:4; 9:9; 9:10; 9:11; 9:13; 9:14; 9:15; 9:17; 9:18; 9:19; 9:20; 10:12; 11:8; 11:32; 11:37. Oseas:1:7; 2:23; 3:1; 3:5; 4:1; 4:6; 4:12; 5:4; 6:6; 7:10; 8:2; 8:6; 9:1; 9:8; 9:17; 12:3; 12:5; 12:6; 12:9; 13:4; 13:16; 14:1; 14:3. Joel:1:13; 1:14; 1:16; 2:13; 2:14; 2:17; 2:23; 2:26; 2:27; 3:17. Amós:2:8; 3:13; 4:11; 4:12; 4:13; 5:14; 5:15; 5:16; 5:26; 5:27; 6:8; 6:14; 8:14; 9:15. Jonás:1:5; 1:6; 1:9; 2:1; 2:6; 3:3; 3:5; 3:8; 3:9; 3:10; 4:6; 4:7; 4:8; 4:9. Miqueas: 3:7; 4:2; 4:5; 5:4; 6:6; 6:8; 7:7; 7:10; 7:17. Nahúm: 1:14. Habacuc: 1:12; 3:18. Zofonías: 2:7; 2:9; 2:11; 3:2; 3:17. Hag: 1:12; 1:14. Zacarías: 6:15; 8:8; 8:23; 9:7; 9:16; 10:6; 11:4; 12:5; 12:8; 13:9; 14:5. Malaquías: 2:15; 2:16; 2:17; 3:8; 3:14; 3:15; 3:18] Esta palabra no es un nombre personal, sino un título y atributo que expresa autoridad y juicio. Como ya dijimos, es utilizada en referencia el Creador en la gran mayoría de los casos, pero también en referencia a los ángeles, Salmo 8:5 y sobre los dioses paganos, Génesis 31:30. Moshé obtuvo el título de Elohim, Éxodo 4:16; 7:1, y los jueces de Yisra‟EL son también llamados Elohim, Éxodo 21:6; 22:8-9. El hecho de que la palabra Elohim esté en forma plural, no significa necesariamente que se trate de varias personas o un conjunto de personalidades. Esto vemos en el caso de Moshé que no fue más que una persona, pero obtuvo el cargo de ser Elohim ante el rey de Mitzrayim. El término Elohim tiene que ver con autoridad en abundancia y un conjunto de poderes para poder afirmar su voluntad. Elohim reúne en sí todas las fuerzas infinitas y eternas. Con otras palabras Elohim podría ser traducido como “máximo gobernante” y “juez supremo”. Por lo tanto el atributo Elohim está íntimamente conectado con la justicia. Aunque el texto de Bereshít dice que Elohim, en plural, creó los cielos y la tierra, el verbo no está en forma plural “crearon”, sino singular, “creó”. Esto nos enseña, y según enseñan nuestros sabios, que Elohim no debe ser entendido como varios dioses o un conjunto de personas o una unidad de personalidades, sino como uno sólo. Esta es también la confesión principal que cada Hebreo practicante hace dos veces por día, al proclamar: “Shemá Yisra’EL, YHWH Eloheinu, YHWH Ejad”, “Oye Yisra’EL, YHWH es nuestro Elohim, YHWH es uno.”, Deuteronomio 6:4.
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“En el principio creó Elohim los cielos...” – [Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'arets] – La palabra hebrea que ha sido traducida como “cielos” es “shamayim”. [Strong H8064 ָשמַיִׁםshamáyim; dual de sing. que no se usaָשמֶה shamé; de una raíz que no se usa que sign. ser elevado; firmamento (como arriba; el dual tal vez alude al arco visible en el que se mueven las nubes, así como al éter más alto en donde giran los cuerpos celestes):-aire, cielo, contemplador (de las estrellas), nube.] Es una palabra que está en la forma dual. Hay tres formas para los sustantivos en el idioma hebreo, singular, dual y plural. El dual siempre es una referencia a dos, o sea, a un par. En este caso la palabra “shamayim” habla por lo menos a un par de cielos. En primer lugar se refiere al cielo invisible y al cielo visible. Deuteronomio 10:14. En su extensión profética - escatológica, la palabra “shamayim” también indica que puede haber más que dos cielos. El texto de Deuteronomio habla de dos cielos en dual y luego de dos cielos de los dos cielos también en dual. Esto nos enseña que hay varios tipos de cielos. Los cielos de arriba pueden estar divididos en varias secciones, y así también los cielos de abajo. En 2 Corintios 12:2-4, el Sheliáj Shaúl dijo que había estado en el paraíso en el tercer cielo. El Talmud [Jagigá 12b-13a] habla de siete cielos según los diferentes términos hebreos que aparecen en las Escrituras. Los siete son: 1. Vilón, Isaías 40:22. 2. Rakia, Génesis 1:17. 3. Shejakim, Éxodo 30:36; Job 14:19; Salmo 78:23-24. 4. Zevul, 1 Reyes 8:13; Isaías 63:15. 5. Maón, Deuteronomio 26:15. 6. Makón, 1 Reyes 8:39. 7. Aravot, Salmo 68:4; Según Uno de nuestros sabios, el término “shamayim”, “cielos”, puede ser entendido de tres maneras según esté compuesta la palabra: 1. “Sa mayim” – “porta agua”. 2. “Sham mayim” – “allí (hay) agua”. 3. “Esh mayim” – “fuego (y) agua”, porque los cielos fueron hechos mezclando el fuego con el agua. “En el principio creó Elohim los cielos y la tierra.” – [Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'arets] – La palabra hebrea que ha sido traducida como “tierra” es “erets”. [Strong H776 ֶארֶץérets; de una raíz que no se usa que prob. sign. ser firme; tierra (completa o partitivamente una tierra):-campo, comarca, costa, ladera, mundo, nación, país, polvo, provincia, región, suelo, terreno, territorio, tierra] Sin embargo este término es diferente a la palabra hebrea Adamá.
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Así entendemos, por la palabra hebrea utilizada, que no es a cualquier TIERRA, a la que se está refiriendo este verso, la palabra para TIERRA en general en hebreo es ADAMÁ, [Strong H127 ֲא ָדמָהadamá; de 119; tierra (de su rojez gen.):-agricultura, labrador, nación, país, tierra] Pero si nos damos cuenta en el verso no se utiliza la palabra ADAMÁ. Más bien se utiliza ha'arets, cuya raíz es la palabra ERETZ. [Strong H776 ֶארֶץérets]. Y ERETZ se utiliza cuando se habla de un pedazo de tierra; en especial: Yisra‟EL. Esto nos enseña que más que referirse a aspectos físicos, YHWH Elohím desde el inicio de su mensaje, habla a sus escogidos. A aquellos que somos parte de la tierra de Yisra‟EL. En sentido general, podríamos acuñarle varios significados: •
La tierra, el orbe, el globo terráqueo (en contraste con el cielo), Génesis 1:1.
•
Suelo, terreno, terruño, tierra (en contraste con el mar), Génesis 1:10.
•
País, nación, territorio, región (un lugar limitado de lo seco), Génesis 2:11.
•
La tierra prometida, la tierra de Yisra‟EL, Génesis 12:1; Rut 1:1; Mateo 5:5; Hechos 11:28-29.
1:2 “La tierra estaba invisible y sin terminar, la oscuridad estaba sobre la faz del abismo, y el Ruaj de Elohim se movía sobre la superficie de las aguas.” – [Veha'arets hayetah tohu vavohu vechoshech al-peney tehom veruach Elohim merachefet al-peney hamayim] – La palabra hebrea que ha sido traducida como “sin orden” es “tóju” [Strong H8414 תֹהּוtóju; de una raíz que no se usa que sign. dejar desolado; desolación (de superficie), i.e. desierto; fig. Cosa que no vale; adv. en vano:-soledad, vacío, vanidad, vano, yermo, asolamiento, asolar, destrucción, menguar] Caos, masa informe, desorden, confusión, vacío, vacuidad, nulidad, vanidad, yermo, desierto, erial. Según Uno de nuestros sabios, “tóju” debe ser entendido como un asombro y consternación por la vaciedad que se encontraba en la tierra. “Si el hombre lo hubiera visto se quedaría atónito”. La palabra hebrea que ha sido traducida como “vacía” es “vohu”. [Strong H922 בֹהּוbojú; de una raíz que no se usa (que sign. estar vacío); vacuidad, i.e. (superficialmente) ruina indistinguible:-vacío] La traducción aramea, Tárgum, de Jonatán, dice que la tierra estaba desolada de seres humanos y vacía de animales. El Talmud [Jagigá 12ª] dice que tóju es la línea verde que rodea el globo de donde surge la oscuridad, Salmo 18:11. Vohu eran grandes rocas en las profundidades que traen el agua, Isaías 34:11. Las dos palabras “tóju vavóhu” aparecen juntas en el hebreo sólo en dos textos más, en Isaías 34:11 y Jeremías 4:2326. La palabra hebrea que ha sido traducida como “aliento”, es “ruaj”, [Strong H7307 רּו ַחrúakj; de 7306; viento; por semejanza aliento, i.e. una exhalación sensible (o incluso violenta); fig. vida, ira, insustancial; por extens. región del cielo; por semejanza espíritu, pero solo de un ser racional (incl. su expresión y funciones):-aire, aliento, ánimo, enojo, espíritu, hálito, ímpetu, ira, lado, respiración, soplar, soplo, tempestuoso, vacío, en vano, viento] que significa tanto “viento” como “espíritu”. El género de la palabra “ruaj” es femenino en la gran mayoría de las veces, pero aparece algunas pocas veces en las Escrituras con el género masculino. Este es el espíritu del Mashíaj, aquel Espíritu que luego vino para reposar sobre Yahshúa, cuando subió del agua, Mateo 3:16; Marcos 1:10.
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1:3 “Entonces Elohim dijo: "Sea la luz"; y hubo luz. [3].” – [Vayomer Elohim yehi-or vayehi-or] – Lo que YHWH Elohím dice, también lo hace, Números 23:19; Salmo 33:9. Lo primero que YHWH Elohím hizo fue la luz. La tierra fue totalmente cubierta por una masa líquida caótica, posiblemente algo como un agujero negro. A partir de ahora vemos la organización del universo. Lo primero que fue hecho, fue la luz. Es de poner mucha atención al hecho de que el sol todavía no había sido hecho. Esto nos enseña que no se trata de la misma luz que luego fue producida por el sol y las estrellas, sino otra luz. 2 Corintios 4:6. En este texto el Sheliáj Shaúl nos enseña que la luz surgió de las mismas tinieblas. Esto también puede ser entendido de una manera simbólica, según el segundo nivel de interpretación, la de la insinuación o alusión, en hebreo “remez”. Si el Eterno pudo sacar luz de la oscuridad más compacta que ha existido jamás, no hay oscuridad en nuestras vidas que sea demasiado compacta para que nuestro Padre celestial no pueda utilizarla para algo positivo. Para ÉL todo es posible, incluso crear luz de las mismas tinieblas. “El revela los más profundos recodos de la oscuridad y trae luz a las sombras oscuras como muerte” (Job 12:22) 1:4 “Elohim vio que la luz era buena, y Elohim dividió la luz de la oscuridad” – [Vayar Elohim et-ha'or ki-tov vayavdel Elohim beyn ha'or uveyn hachoshech] – Esta luz primordial fue la luz del Mashíaj. Fue lo primero que el Eterno reveló en la creación, sin embargo esta luz fue “separada” de las tinieblas, fue escondida del mundo para ser revelada más adelante. Juan 1:4-10; Mateo 4:13-16; Juan 3:19; 8:12; 12:46; Hechos 26:13-15. UN sabio de nuestro pueblo escribe: >>>“Los rabinos de generaciones pasadas vieron al Mashíaj como la razón misma por la cual fueron creados los cielos y la tierra. “Todo fue creado por su causa”. La luz primal que se reveló en Bereshít, antes de la creación del sol y las estrellas, fue vista como la luz del Mashíaj buscando la vasija apropiada para hacer su final aparición. Un antiguo Midrash dice: [Yalkut sobre Yeshayah 60] “Esta es la luz del Mashíaj... para enseñarte que el Eterno vio la generación del Mashíaj y Su avodah (servicio) antes de la creación del universo y él lo escondió... bajo Su trono de gloria. Ha Satán le preguntó: “Amo del universo: ¿Para quién es esa luz bajo Tu trono de gloria?” Y el Eterno respondió: “Ella está reservada para aquél que se encargará de aplastarte” Sigue diciendo el mismo sabio: “el espíritu de Mashíaj está relacionado con el Espíritu del Eterno desde el principio mismo de la Creación. De hecho, un antiguo Midrash [Rabí Simeón ben Lakish, en Bereshít Rabá 2:4] nos dice:“Y el Espíritu de Elohim reposaba... (Gén.1:2), esto alude al espíritu del Mashíaj, que estuvo moviéndose sobre la faz de las aguas.” De esto aprendemos que uno de los nombres que tendría el Mashíaj estaría relacionado con la luz. Más tarde, Shlomó nos mostrará por el dedo de YHWH que la luz está relacionada con la Palabra y con el espíritu del hombre. Así fue escrito: Tehilim (Salmos) 119:105; Proverbios 6:23; 20:27. “Lámpara es a mis pies Tu palabra y lumbrera a mi camino”; “El mandamiento es luz” y “Lámpara de YHWH es el espíritu del hombre”. Por lo tanto, se nos dice desde el mismo comienzo de los Escritos de Moshé, que el Mashíaj y la Toráh estarían íntimamente relacionados al punto de ser prácticamente una misma cosa, una perfecta ejad (unicidad). Además, se nos enseña aquí mismo, en Bereshít, que si esta luz inicial que fue revelada constituyó la primera manifestación del plan de redención del Eterno YHWH Elohím, entonces podemos encontrar en él una alusión al
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Mashíaj como el principio de la creación de YHWH, asunto que luego es confirmado en el Brit HaDashah. Revelación 3:14. Esta relación de Mashíaj con la luz primaria y fundamental de la revelación de YHWH en la historia de la creación, ha sido bien documentada en la memoria de nuestro pueblo. Por ejemplo, en sendos midrashim de la edad media se nos dice: [Pesikhta Rabati y Yalkut Shimoni, siglos 9 y 12 respectivamente, la segunda cita siendo una explicación del Tehilim 36:10 (36:9 versión cristiana)] “¿Cuál es la luz que desciende sobre la congregación del Eterno? Es la luz del Mashíaj” y “Esta es la luz del Mashíaj, como está escrito: “En tu luz veremos la luz”. <<< Otro Midrash [Pesikta Rabá 152b] dice: "Desde el principio de la creación del mundo el rey Mashíaj nació, porque él entró en la mente (de YHWH Elohím) incluso antes de que el mundo fuera creado." En el libro del profeta Janoj (Enoc), el séptimo después de Adam (citado también en Judas v 14-15), en el capítulo 46 está escrito: Capítulo 46 : 1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era blanca como lana; con Él había otro, cuya figura tenía la apariencia de un hombre y su cara era llena de gracia como la de los santos ángeles. (Dn 7:9,13; Ap 1:13,14) 2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las cosas secretas con respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién es éste, de dónde viene y por qué va con la Cabeza de los Días?". 3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre, que posee la justicia y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y por siempre. (Dn 7:14; Mt 24:30, 26:64; Mc 13:26, 14:52; Lc 21:27, 22:69) 4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los poderosos de sus lechos y a los fuertes de sus tronos; desatará los frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los pecadores; (Sal 110:5) 5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos, porque ellos no le han ensalzado y alabado ni reconocieron humildemente de dónde les fue otorgada la realeza. (Lc 1:52) 6 "Le cambiará la cara a los fuertes llenándolos de temor; las tinieblas serán su morada y los gusanos su cama, y no tendrán esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el nombre del Señor de los espíritus. 7 "Estos que juzgan a las estrellas del cielo, que levantan sus manos contra el más Alto, que oprimen la tierra y habitan sobre ella, cuyas acciones expresan todas injusticia, cuyo poder reside en su riqueza, cuya confianza está puesta en los dioses que ellos han hecho con sus manos: ellos niegan el nombre del Señor de los espíritus; 8 ellos persiguen sus congregaciones y a los fieles, a quienes condenan en nombre del Señor de los espíritus. En el capítulo 48 del mismo libro está escrito: Capítulo 48 1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la cual era inagotable, y a su alrededor había muchas fuentes de sabiduría, todos los sedientos bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y habitaban con los santos, los justos y los elegidos. (Jn 4.10-14; Ap 20:6) 2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue nombrado en presencia del Señor de los espíritus y su nombre ante la Cabeza de los Días. 3 Ya antes de que el sol y los signos fueran creados, antes de que las estrellas del cielo fueran hechas, su nombre fue pronunciado ante el Señor de los espíritus. 4 Él será para los justos un bastón en el que puedan apoyarse y no caer; será luz para las naciones y esperanza para los que sufren. 5 Todos los que habitan sobre la tierra se prosternarán y lo adorarán; alabarán, bendecirán y celebrarán con canciones al Señor de los espíritus. 6 Por tal razón, ha sido él Elegido y reservado ante Él, desde antes de la creación del mundo y para siempre. (Pr 8:2330; Jn 1:3) 7 La sabiduría del Señor de los espíritus lo ha revelado a los santos y a los justos, porque Él ha preservado el destino de los justos, porque ellos han odiado y despreciado a este mundo de injusticia y han odiado todas sus obras y caminos, en el nombre del Señor de los espíritus, porque por su nombre serán salvados ellos y Él vengará sus vidas.
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8 En estos días los reyes de la tierra y los poderosos que dominan la tierra tendrán el rostro abatido a causa de la obra de sus manos, porque del día de la su angustia y aflicción no se salvarán. 9 Los entregaré en las manos de mis elegidos, como la paja en el fuego arderán frente la cara de los santos y como el plomo en el agua serán sumergidos frente a la cara de los justos, así serán sumergidos frente a la cara de los justos y no se encontrará más rastro de ellos. 10 En el día de su aflicción habrá descanso en la tierra, ante ellos caerán y no se levantarán jamás y nadie estará para levantarlos, porque han renegado del Señor de los espíritus y su Ungido. ¡Qué sea bendito el nombre del de Señor de los espíritus! Capítulo 42 1 La Sabiduría no encuentra un lugar donde pueda habitar, entonces su casa está en los cielos. (Pr 9:1) 2 La Sabiduría fue a habitar entre los hijos de los hombres y no encontró sitio. Entonces la Sabiduría ha regresado a su hogar y ha tomado su silla entre los ángeles. (Pr 8:1-4; Jn 1:11) 3 Y la injusticia ha salido de sus cuevas, ha encontrado a los que no buscaban y ha habitado entre ellos, como la lluvia en el desierto y como el rocío sobre la tierra sedienta. (Pr 2:12-19) Aunque este Libro no haya sido reconocido como “palabra de YHWH Elohím” y contado entre los libros canónicos, tenemos que reconocer el testimonio de Yahudáh (Judas) que citó su libro en su carta. Esto nos autoriza para considerar los escritos de este profeta, que vivía antes del diluvio, no como Escritura inspirada, si así usted nos lo permite, sino como una fuente de información interesante. Referencias a Enóc se encuentran en múltiples versículos del Nuevo Testamento (v.g. Mt 3:12, 5:4-12, 11:28, 13:3132, 24:14, 27, 26:64; Mc 13:10,26, 14:21,62; Lc 1:52, 2:14, 6:24, 9:35, 16:13, 23-31, 24:36; Jn 3:20; Co 6:3; Ef 3:18;5:13; Flp 1:18; 2Ts 2:2; Hb 11:5; 1P 3:14; Ap 3:17, 6:10, 8:2, 12:16, 16:14, 19:19, 20:1-3, 21:23-24). Lo interesante es que, según este libro, Janoj pudo ver al “Hijo del Hombre” y tener una revelación sobre su origen. El nombre del Hijo del Hombre fue mencionado ante “la Cabeza de los días”, antes que el sol, la luna y las estrellas fuesen hechas. ÉL será la luz de los pueblos, Isaías 49:6. Este libro también dice que el Hijo del Hombre había sido elegido y guardado ante el Señor de los espíritus, antes de la creación del mundo, y por la eternidad, Miqueas 5:2. 1:5b “Así que hubo noche, y hubo mañana, un día.” – [Vayikra Elohim la-or yom velachoshech kara laylah vayehierev vayehi-voker yom echad] – La Toráh no describe las cosas de una manera estrictamente lineal, sino más bien avanza de manera circular o espiral. Por esta razón no se debe entender estas palabras como un seguimiento de lo que ocurrió antes, sino como un resumen de lo que pasó durante todo ese día. Según la Toráh, cada día de 24 hrs.empieza con la noche. Primero había oscuridad y luego vino la luz. Ese es un día. Aquí no dice que fue el primer día, porque los demás días no habían venido todavía, y por eso no se podía hablar de una secuencia de días, sino sólo de un día, por lo tanto dice “un día” o “día uno”, en hebreo “yom ejad”. La palabra ejad es la misma que se usa para el Eterno que es uno, Deuteronomio 6:4. [Strong H259 ֶאחַדekjád; numeral de 258; prop. unido, i.e. uno; o (como ord.) primero:-cada (uno), ciento, común, once, primero, solo, todo, undécimo, único, unir, uno, (una) vez] Ejad es una palabra masculina que se usa comúnmente en el hebreo para decir uno, en referencia a un objeto masculino. El día “ejad” era un día único, porque sólo durante ese día YHWH Elohím era único. De allí el Midrash y Uno de nuestros sabios sacan la idea de que los ángeles no fueron creados hasta el segundo día.
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Según Uno de nuestros sabios, las palabras “vayehí erev”, no quiere decir “y fue la tarde”, sino “y hubo desorden”, porque la raíz de “erev”, [Strong H6153 ֶערֶבéreb; de 6150; crepúsculo:-anochecer, caer la noche, caer la tarde, caída de la tarde, hora de la tarde, nocturno] Espiritualmente hablando significa “caos”, “mezcla”, “desorden”. Es por eso que la noche es llamada “erev”, porque cuando el sol baja, la visión se hace confusa. La palabra de la Toráh para “mañana” es “boker”, [Strong H1242 בֹקֶרboquer; de 1239; prop. amanecer (como el rayar del día); gen. mañana:-alba, amanecer, día siguiente, madrugada, mañana] que es lo opuesto. Cuando el sol sale, el mundo se hace “bikoret”, “ordenado”, claro para discernir. De esta manera se explica que los primeros días son contados a base de la obra de poner las cosas en orden que antes estaban desordenadas. Cuando un elemento es transformado de desorden a orden se habla de tarde y mañana, “del caos a la armonía”. La palabra día, en hebreo “yom”, [Strong H3117 יֹוםyom; de una raíz que no se usa que sign. ser caliente; día (como las horas abrigadas), sea lit. (de la salida del sol hasta el ocaso, o de un amanecer al siguiente), o fig. (un espacio de tiempo definido por un término asociado), [a menudo usado adv.]:-acostumbrar, anciano, andar, antiguo, anual, año, aurora, avanzado, constante, continuo, crónica, cumpleaños, declinar, día, diariamente, edad, entero, eternamente, fin, hoy, joven, mediodía, permanecer, perpetuamente, plazo, querer, siempre, siglo, tiempo, vez, vida, vivir] tiene cuatro significados principales: •
Día, el tiempo cuando hay luz (aproximadamente12 horas), Génesis 1:5a.
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Día, jornada (24 horas), Génesis 1:5b.
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Un tiempo más largo limitado, una época, Génesis 2:4.
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Mil años, Salmo 90:4.
“Cuando ustedes oyeron la voz que salía de la oscuridad, mientras la montaña ardía con fuego, ustedes vinieron a mí, todos los jefes de sus tribus y sus ancianos, y dijeron: '¡Aquí está, YAHWEH nuestro Elohim nos ha mostrado su Gloria y su Grandeza! Hemos oído su voz viniendo del fuego, y hemos visto hoy que Elohim habla con seres humanos, y ellos permanecen vivos” (Deu. 5:23-24) El revela los más profundos recodos de la oscuridad y trae luz a las sombras oscuras como muerte. (Job 12:22) La obra redentora del plan perfecto de un Mashíaj, involucra el mismo hecho de estar en las tinieblas, es por ello que el verso anterior, ilustra de manera inequívoca que YHWH Elohím nos llama, estando nosotros en esa condición de oscuridad y muerte. Solamente los verdaderos Hijos de YHWH Elohím podemos darnos cuenta de tal situación y le damos Glorias y Honras a nuestro creador por sacarnos de las tinieblas a su luz admirable. En el cántico de David registrado en 2 Samuel 22 y que estudiamos o leímos en Parasháh Ha‟azinu, dice en el verso 29: Porque Tú, YAHWEH, eres mi lámpara; YAHWEH, alumbra para mi en mi oscuridad. 1:6 “Elohim dijo: "Sea el firmamento en el medio del agua; se divida el agua del agua." – [Vayomer Elohim yehi rakia betoch hamayim vyhi mavdil beyn mayim lamayim] Según Uno de nuestros sabios, los cielos que fueron creados el primer día, estaban en un estado líquido. El Talmud, [Jaguigá 12a] dice que los cielos se estaban expandiendo temblando todo el tiempo hasta que YHWH Elohím dio su orden para que pararan, Job 26:11. Según Uno de nuestros sabios, el universo fue creado como un grano pequeño que luego fue expandido. Ese grano fue la única creación física, todas las otras creaciones fueron espirituales.
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Según él, el nefesh (alma), de los animales, y la neshamá (alma superior) del hombre, fueron creaciones espirituales. En ese grano estaba toda la materia prima para el resto de las cosas. Cuando ese grano, que era tan pequeño que no había sustancia en él, fue expandido se transformó en materia y entonces comenzó el tiempo. La ciencia moderna ha mostrado que la energía es la única sustancia que realmente no tiene sustancia y que puede transformarse en materia. La famosa ecuación de Einstein e = mc2, nos dice que la energía puede transformarse en materia. [Albert Einstein (14 de marzo de 1879 - 18 de abril de 1955), nacido en Alemania y nacionalizado en Estados Unidos en el año 1940, es el científico más conocido e importante del siglo XX. Era un sionista y tenía raíces Yahuditas] 1:7 “Elohim hizo el firmamento y dividió el agua debajo del firmamento y sobre el firmamento; así es como fue.” – [Vaya'as Elohim et-harakia vayavdel beyn hamayim asher mitachat larakia uveyn hamayim asher me'al larakia vayehichen] – Este texto parece indicar que había agua (posiblemente en forma de vapor) encima de la atmósfera, alrededor de la tierra. En tal caso esta agua fue la que cayó sobre la tierra durante el diluvio en tiempos de Noaj. Esta “cubierta” de agua protegería la tierra de los rayos radioactivos del espacio que hacen daño a la vida biológica. Una capa de ese tipo produciría dos cosas importantes, una presión atmosférica más alta, y un clima tropical por toda la tierra, debido al efecto invernadero. La desaparición de esta capa protectora pudo ser el medio más importante, en la ejecución del castigo por el pecado (Yetzer Hará) en la que la edad del hombre se redujera aproximadamente el 90% después del diluvio. La nueva condición de vida después del diluvio también podría darnos una explicación lógica del porqué fueron exterminados los grandes animales. Debemos destacar que la caída del ángel Jeilél [Strong H1966 הֵילֵלjeilél; de 1984 (en sentido de brillantez); lucero de la mañana:-lucero] no es narrada en Génesis capítulos 1-2. Sino en una combinación de pasajes que involucran Ezequiel y Apocalipsis. En el capítulo 3 de Génesis, Ha Satán utiliza una serpiente, la cual aparece hablando a los hombres en una distorsión de la verdad, aunque no necesariamente sean catalogadas como mentiras. Parece que este ángel caído estableció su reino en el aire alrededor de la tierra durante el segundo día, Efesios 2:2. Quizás fue una de las razones por las cuales el segundo día fue el único día cuando YHWH Elohím no pudo decir que era bueno. No obstante, Uno de nuestros sabios y muchos otrs sabios de nuestro pueblo destacan el hecho de que la obra para organizar el agua no fue terminada durante el segundo día, sino en el tercero. Por esto, en el tercer día YHWH Elohím dijo dos veces que era bueno. Cada obra terminada fue evaluada y declarada buena. Según el Midrash, [Bereshít Rabá 4:8] el Gehinam, infierno, fue hecho el segundo día. Los malvados serán arrojados al fuego para ser consumidos. Ese lugar no fue preparado para el hombre, sino para Ha Satán y sus ángeles. Sin embargo, los que se rebelan contra la Toráh del Eterno YHWH tendrán el mismo destino que los ángeles rebeldes, Mateo 25:41; Revelación 20:10-15. 1:8 “y Elohim llamó el firmamento Cielo [shamayim] y Elohim vio que era bueno. Así que fue la noche, y la mañana del segundo día” – [Vayikra Elohim la-rakia shamayim vayehi-erev vayehi-voker yom sheni] – En hebreo
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“shamayim”, está en la forma dual, “un par de cielos”. Esto puede ser una alusión a los dos tipos de cielos que hay en el universo, la atmósfera y el espacio fuera de la atmósfera, tal y como ya lo apuntamos arriba. 1:9 “Elohim dijo: "El agua que está bajo el cielo sea reunida junta en un lugar, y la tierra seca aparezca," y así es como fue. Y el agua cual estaba debajo del cielo fue reunida en sus lugares, y la tierra seca apareció.” – [Vayomer Elohim yikavu hamayim mitachat hashamayim el-makom echad vetera'eh hayabashah vayehi chen] – Al principio lo seco era un solo continente. Más adelante fue dividida la tierra, Génesis 10:25. Según hemos visto en Job 38:6, el Eterno YHWH fundó una “piedra angular” en la tierra. Esta “piedra” principal de la tierra es el monte Tsión, que es llamado el “ombligo de la tierra”, Ezequiel 38:12. Según Ezequiel 28:13-14, Allí estaba el lugar de adoración del ángel sumo sacerdotal antes de su caída en pecado. En aquel lugar fue creado Adam, según la tradición de nuestro pueblo. Parece que allí estaban también los árboles de la vida y de la ciencia del bien y del mal. En ese mismo monte Avraham puso a su hijo Yitzjak sobre el altar. En ese sitio Shlomó edificó el Templo. En ese monte el Hijo de YHWH Elohím fue sacrificado para redimir el pecado desde Adam, y para limpiar el mundo de toda iniquidad y a ese lugar el Mashíaj volverá para levantar de nuevo el reinado de David y gobernar sobre toda la tierra. Presentamos un fragmento del libro de Enóc Capítulo 51 del Libro de Enóc: 1 En esos días la tierra devolverá lo que ha sido depositado en ella; el seol también devolverá lo que ha recibido y los infiernos devolverán lo que deben. (Is 26:19; Ez 37:1-4; Dn 12:2; Ap 20:13) 2 Por los mismos días el Elegido se levantará 3 y de entre ellos seleccionará a los justos y a los santos, porque se acerca el día en que serán salvados. (Mt 25:32) 4 El Elegido se sentará en mi trono en esos días y de su boca fluirán todos los misterios de la sabiduría y consejo, porque el Señor de los espíritus se lo ha concedido y lo ha glorificado. (Lc 9:35) 5 En esos días las montañas se moverán como arietes y las colinas saltarán como corderos que han tomado leche hasta quedar satisfechos; los rostros de los ángeles del cielo brillarán alegremente; 5b la tierra se regocijará, los justos la habitarán y los elegidos se pasearán por ella. 1:10 “Elohim llamó a la tierra seca tierra, la reunión junta del agua El llamó mares, y Elohim vio que era bueno” – [Vayikra Elohim layabashah erets ulemikveh hamayim kara yamim vayar Elohim ki-tov] – Uno de nuestros sabios comenta la frase “llamó mares” y dice: Pero, ¿acaso no se trata de un solo mar extendido por todo el planeta? ¿Por qué entonces, YHWH Elohím le dio un nombre en plural? En Realidad, ello se debe a que no es similar el sabor de un pez tomado del mar en las costas de Aco, en la Tierra de Yisra‟EL, al sabor de un mismo pez tomado del mar en las costas de España. Es el mismo cuerpo de agua extendido por todo el planeta, sin embargo toda la raza humana no es la misma de región en región, en cuanto a etnia, raza, credo y religión. Costumbres y culturas están supeditadas a la circunscripción de ciertos límites en la tierra y por ello, YHWH Elohím les llamó mares. Es decir que la separación de los elementos terráqueos (La tierra y el agua) no es otra cosa más que la separación y reunión de sus escogidos en el vocablo Eretz, tal y como ya lo expusimos antes. Eretz es Yisra‟EL. Los mares simbolizan las naciones, el mundo gentil, que por supuesto es muchísimas gente en el mundo, comparado con el número de los escogidos de YHWH. Podría acuñarse la frase que La Tierra puede ser tragada por las muchas aguas de los mares, pero es La Tierra la que produce el fruto que da la vida al HOMBRE y por lo tanto preserva la creación de YHWH Elohím a su Imagen y Semejnaza.
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1:11-12 “Elohim dijo: "Produzca la tierra hierba que lleve zera de su tipo y de su semejanza, y árboles de fruta, cada uno produciendo su propia zera que lleve fruto en la tierra"; y así es como fue. La tierra produjo hierba que produjo su propia zera de su tipo y de su semejanza, y árboles produciendo su propia fruta que lleva zera de su tipo sobre la tierra; y Elohim vio que era bueno.” – [Vayomer Elohim tadshe ha'arets deshe esev mazria zera ets pri oseh peri lemino asher zar'o-vo al-ha'arets vayehi-chen. Vatotse ha'arets deshe esev mazria zera leminehu ve'ets oseh pri asher zar'o-vo leminehu vayar Elohim ki-tov] – Por la palabra de YHWH Elohím, la tierra empezó a producir vegetación. Aquí no habla de ningún acto de creación. Según el Midrash, [Bereshít Rabá 1:19] el primer día YHWH Elohím creó la materia prima a partir de la cual construiría todo en el mundo. Como hemos dicho antes, todas las cosas existían como una materia sin forma. Durante los días posteriores YHWH Elohím formó y moldeó la materia para que las cosas fueran de la manera como nosotros las conocemos. Según un Midrash, [Bereshít Rabá 11:10] el huerto del Edem brotó al mismo tiempo que el resto de la vegetación. Además está escrito que YHWH Elohím mismo plantó este huerto, Génesis 2:8. El Midrash [Tiferet Tsión; Midrash Hagadol 2:8] también enseña que los árboles y el pasto del Gan Edem, a diferencia del resto del mundo, son eternos y que cada árbol es un símbolo de un objetivo espiritual superior. El Paraíso es el palacio del Eterno YHWH en la tierra. En algún momento histórico, este huerto fue quitado de la tierra y ahora está en el tercer cielo, 2 Corintios 12:4. En el futuro será restablecido en la tierra y los justos podrán entrar en él, como está escrito en Revelación 2:7. 1:13 Así que fue la noche, y fue la mañana, un tercer día. – [Vayehi-erev vayehi-voker yom shlishi] 1:14-15 “Elohim dijo: "Sean las luces en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra, para dividir el día de la noche; sean por señales para estaciones, días y años; y sean para luces en el firmamento del cielo para dar luz a la tierra"; y así es como fue.” – [Vayomer Elohim yehi meorot birekia hashamayim lehavdil beyn hayom uveyn halaylah vehayu leotot ulemoadim uleyamim veshanim. Vehayu li-meorot birekia hashamayim leha'ir al-ha'arets vayehi-chen] – Las tres clases de lumbreras, el sol, la Luna y las estrellas (incluidos los planetas), fueron puestos en los cielos para cumplir siete propósitos divinos principales: Separar el día de la noche.
Ser señales.
Marcar las citas divinas.
Mostrar días.
Mostrar años.
Ser lumbreras en la expansión de los cielos.
Alumbrar sobre la tierra.
1:16 “Elohim hizo dos grandes luces – la mayor para regir el día y la luz menor para regir la noche – y las estrellas.” – [Vaya'as Elohim et-sheney hameorot hagdolim et-hamaor hagadol le-memshelet hayom ve'et hamaor hakaton le-memshelet halaylah ve'et hakochavim] – Hay tres palabras hebreas usadas en el relato de la Toráh de la creación de todas de las cosas: Bará - creó, dio existencia a algo que no existía, Génesis 1:1, 21; 27-28. [Strong H1254 ָברָאbara; raíz prim.; (absolutamente) crear; (calificado) cortar (madera), seleccionar, alimentar (como procesos formativos):atravesar, creación, creador, crear, criar, desmontar, desmonte, engordar, nacer, producir] Asá - hizo, llevó a cabo, perfeccionó en su estado óptimo, Génesis 1:16. [Strong H6213 ָשה ָ עasá; raíz prim.; hacer, en el sentido y aplicación más amplios (como sigue):-abrir, acontecer, actuar, acumular, administrar,
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adquirir, afligir, amontonar, amparar, andar, aprovechar, arbitrariamente, arbitrio, arrojar, atormentar, cambiar, celebrar, cometer, comprimir, conceder, construir, consultar, consumar, convertir, cortar, crear, cumplir, dar, designar, destinar, dictar, disponer, edificar, ejecutar, emplear, emprender, estrujar, eximir, exterminar, fabricar, favorecer, formar, ganar, gastar, guardar, guisar, hacedor, hacer, instituir, ir, labrar, lanzar, lavar, librar, llevar, lograr, manejar, manifestar, mantener, medir, mostrar, obedecer, obrar, ocupar, ofrecer, ordenar, pasar, pensar, poner, portar, practicar, preparar, presentar, proceder, producir, proteger, realizar, rendir, reunir, sacrificar, seguir, señalar, servir, tejer, tener, terminar, tomar, trabajar, traer, tratar, usar] Yatsar - formó, moldeó, Génesis 2:7. [Strong H3335 ָצַריyatsár; prob. ident. con 3334 (mediante la idea de embutir en molde); ([comp. 3331]); moldear en una forma; espec. como el alfarero; fig. determinar (i.e. formar una resolución):-alfarero, barro, crear, criar, dar, disponer, forjar, forma, formador, formar, hacedor, hacer, idear, labrar, pensar] En el cuarto día YHWH Elohím hizo el sol, la luna y las estrellas, no los creó. Ya existía todo el material necesario desde el primer día. A partir de este momento vemos claramente que la tierra daba vueltas alrededor de su eje. Salmo 104:19. El anuario de la Toráh se rige por la luna, no por el sol. Actualmente el año lunar tiene aproximadamente 354.36 días y el año solar aproximadamente 365.25 días. Pero en el tiempo de la creación parece ser que no fue así, sino el año lunar coincidía con el año solar, con 360 días cada uno. Los datos históricos y arqueológicos muestran que hubo un desajuste en nuestro sistema solar de modo que el año solar fue cambiado y se añadieron cinco días. Esto ocurrió alrededor del siglo VII antes de la era común. Para ajustar la diferencia entre el año lunar y el año solar, en el anuario hebreo, que sigue la luna, se añade un mes extra cada dos o tres años. En total son añadidos 7 meses durante un ciclo de 19 años. De esta manera las fiestas del Eterno YHWH no son celebradas fuera de tiempo, en relación con el ciclo agrícola. Con otras palabras, la primera fiesta, PESAJ - la Pascua, tiene que celebrarse en la primavera cuando la cosecha de la cebada esté lista en la tierra de Yisra‟EL. La fiesta de SHAVUÓT - Pentecostés se celebra cuando la cosecha del trigo empieza, y la fiesta de SUKKOT – de las Cabañas, se celebra después de la recolección de los árboles frutales. [Ver http://www.hshideaway.com/chap19.html ] 1:17 Elohim las puso en el firmamento del cielo para dar luz a la tierra, para regir sobre el día y sobre la noche, y para dividir la luz de la oscuridad; y Elohim vio que era bueno. Así que fue la noche, y fue la mañana, un cuarto día. – [Vayiten otam Elohim birekia hashamayim leha'ir al-ha'arets.] – De nuevo el mensaje espiritual se cierne en estos versos, las lumbreras celestiales, hemos sido puestos para dar luz a esta Tierra. Se genera la división de separación de su pueblo que habita en luz, de aquellos pueblos que habitan en tinieblas. Si podemos entrar en el pensamiento de interpretación más profundo, diríamos que EL SOL, la lumbrera mayor rige y gobierna durante todo el día, la oscuridad desaparece, el hombre no anda ya más en tinieblas y la luz de YHWH le resplandece. De algún modo podemos interpretar, sin entrar en el pensamiento idolátrico sino más bien figurativo, que YHWH Elohím es representado por esta Lumbrera mayor. La lumbrera menor, por su parte está puesta para alumbrar en la oscuridad y señorearse de ella. Así lo presenta el Zohar. “Y Dios hizo dos grandes lumbreras”. La palabra “hizo” significa la debida expansión y establecimiento de todo. Las palabras “las dos grandes lumbreras” muestran que primero estuvieron asociadas como iguales, simbolizando el pleno nombre Jehovahg Elohim. Así es, aunque la última parte no está revelada, pero se la conoce por inferencia.
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La palabra “grandes” muestra que a su creación se las dignificó con el mismo nombre, de modo que a través de ellas el nombre del Todo fue llamado Matzpatz Matzpatz, los dos nombres más elevados de las trece categorías de la misericordia. Estas se hallan revestidas de mayor dignidad y están colocadas a la cabeza, porque derivan de lo alto y ascienden para beneficio del mundo y para la perseveración de los mundos. De manera similar, las dos lumbreras ascendieron juntas con la misma dignidad. Pero, la Luna no estaba cómoda con el Sol, y efectivamente cada uno se sintió mortificado por el otro. La Luna dijo: “¿Dónde paces?”[40]. El Sol dijo: “¿Dónde haces descansar tu rebaño a mediodía?”[41]. ¿Cómo puede una vela pequeña brillar a mediodía?”. A esto Dios dijo: “Anda y aménguate”. Ella se sintió humillada, y dijo: “¿Por qué habría de ser yo como una que se vela a sí misma?”[42]. Dios, entonces, dijo: “Sigue tu camino en los pasos del rebaño”. Entonces ella se amenguó de modo de ser cabeza de las filas inferiores. Desde entonces ella no tuvo luz propia y deriva su luz del Sol. Primero fueron iguales, pero luego ella se amenguó entre todos esos grados suyos, aunque todavía es cabeza de ellos; pues una mujer no goza de honor salvo en conjunción con su marido. La “gran lumbrera” corresponde a YHVH y la “lumbrera menor” a Elohim, que es el último de los grados y el término del pensamiento. Primero fue inscrita entre las letras del Nombre Sagrado, en su cuarta letra, pero tomó un rango inferior con el nombre Elohim; sin embargo, aun asciende en todas direcciones arriba en la letra Hé en la unión de las letras del Nombre Sagrado. Luego se extendieron grados a uno y otro lado. Los grados que se extendieron hacia arriba se llamaron: “el dominio del día”, y los grados que se extendieron hacia abajo se llamaron: “el dominio de la noche”. “Las estrellas son el remanente de las fuerzas y los ejércitos, y, en número incontable, están todas suspendidas de ese “firmamento del cielo” que es la “vida del universo”, como está escrito: “Y Dios las colocó en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra...” Así mismo el Espíritu y función de Mashíaj es esta, en particular. La lumbrera menor que tipificaríamos, en el mismo sentido de pensamiento figurativo como Yahshúa el Mashíaj de YHWH, es la que alumbra y se señorea sobre el mundo en oscuridad. Rige y gobierna sobre la noche y alumbra a todos aquellos de sus escogidos que habitábamos y a los que aun habitan en oscuridad, para que al ver su luz, seamos trasladados a la luz del permanente del día. 1:21 “Elohim dijo: "Pulule el agua con enjambres de seres vivientes, y las criaturas con alas que vuelan vuelen sobre la tierra en el firmamento abierto del cielo." Y así fue. Elohim creó las grandes criaturas del mar y toda cosa viviente que se arrastra, así que el agua pululaba con toda clase de ellos, y fue toda clase de criatura que vuela; y Elohim vio que era bueno.” – [Vayivra Elohim et-hataninim hagedolim ve'et kol nefesh hachayah haromeset asher shartsu hamayim le-minehem ve'et kol-of kanaf leminehu vayar Elohim ki-tov] – En Job 40:19 está escrito que “behemot”, algún tipo de dinosaurio, fue el “primero de los caminos de YHWH Elohím.” Esto concuerda bien con este texto de la Toráh que dice que YHWH Elohím “creó”, “bará”, los “grandes monstruos marinos”. Fue lo primero que creó, después de la creación de la materia prima que luego sería transformada en cielos y tierra. En este momento fue creado el nefesh, el alma, de los seres biológicos.
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Parece que los dinosaurios están mencionados en las Escrituras como contemporáneos con los hombres, en el tiempo de Job, alrededor de 1700 años A.E.C., Job 40:15-24; 41:1-34. La palabra hebrea “bará”, “creó”, aparece solamente en tres ocasiones en el relato de la creación de la Toráh:
La creación de los cielos y la tierra, la materia, 1:1.
La creación de los grandes monstruos marinos, y el resto de los animales que viven en el agua y en el cielo, el alma biológica, 1:21.
La creación del hombre, el alma superior, 1:27.
1:22 Entonces Elohim los bendijo, diciendo: "Sean fructíferos, multiplíquense y llenen el agua de los mares, y multiplíquense en la tierra." Así que fue la noche, y fue la mañana, un quinto día. Elohim dijo: "La tierra produzca cada clase de ser viviente – cada clase de ganado, animal que se arrastra y bestia salvaje"; y así es como fue – [Vayevarech otam Elohim lemor peru urevu umil'u et-hamayim bayamim veha'of yirev ba'arets. Vayehi-erev vayehivoker yom chamishi. Vayomer Elohim totse ha'arets nefesh chayah leminah behemah varemes vechayeto-erets leminah vayehi-chen] – Como ya hemos dicho en Parashót anteriores, YHWH Elohím bendijo a los animales. Por ende debemos de respetar a todos los animales y tomar solo aquellos que sean para nuestro sustento diario. Por otro lado en estos versos se deja ver que YHWH Elohím creó primero a los animales de las aguas y luego a los de La Tierra. 1:25 “Elohim hizo cada clase de bestia salvaje, cada clase de ganado y todas las clases de animales que se arrastran por el suelo; y Elohim vio que era bueno.” – [Vaya'as Elohim et chayat ha'arets leminah ve'et habehemah leminah ve'et kol-remes ha'adamah leminehu vayar Elohim ki-tov] – Durante el sexto día, YHWH Elohím “hizo” los animales terrestres, no dice que los “creó”. El alma de los animales ya existía desde el quinto día, y por eso YHWH Elohím no necesitaba “crear” algo nuevo, para hacer más animales terrestres. De lo contrario, hubo un acto de creación, a la hora de hacer el hombre, 1:27. Primero “formó” el cuerpo humano con lodo de la tierra, 2:7. Después creó la vida humana, por medio de soplar espíritu de vida en su nariz. Lo primero que respiró el hombre fue el Espíritu de YHWH Elohím. Esto nos enseña que el hombre está por encima de los animales. El hombre necesitaba un acto de creación diferente al de los animales. El hombre tiene algo que los animales no tienen, el alma superior, en hebreo “neshamá”. 1:26-27 “Entonces Elohim dijo: "Hagamos [4] a la humanidad a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y reinen sobre los peces en el mar, las criaturas que vuelan en el cielo, los animales, y sobre toda la tierra, y sobre toda criatura que se arrastra en la tierra." Así que Elohim creó al hombre; [5] a la imagen de Elohim lo creó; macho y hembra El los creó.” – [Vayomer Elohim na'aseh adam betsalmenu kidemutenu veyirdu bidegat hayam uve'of hashamayim uvabehemah uvechol-ha'arets uvechol-haremes haromes al-ha'arets. Vayivra Elohim et-ha'adam betsalmo betselem Elohim bara oto zachar unekevah bara otam] – ¿Tuvo huéspedes en su casa en alguna oportunidad? Pues, como ya hemos mencionado en algún escrito anterior, es una gran Mitzváh recibir y agasajar visitas tal como lo hizo nuestro patriarca Avraham. Pero hay una clase de invitados muy especiales: aquellos que se sienten “como en casa” muy pronto. Eso es muy bueno. Esta gente no tiene vergüenza y uno está satisfecho que los visitantes estén cómodos. Sin embargo, hay algunos que son aun más especiales: los que se sienten “los dueños” de su casa.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Con ellos uno está contento si uno mismo se siente – aunque sea – como un huésped... Esta semana comenzamos la lectura de la Toráh a partir de Simjat Toráh, reemprendiendo el estudio comenzando con el libro Bereshít. Quiera YHWH Elohím, que el año que viene podamos celebrar Simjat Toráh, satisfechos por haber alcanzado una comprensión aun más profunda de la Toráh. Para eso hay que esmerarse. Este es el momento de establecer para su estudio horarios fijos a fin de conocer mejor nuestra Toráh en el año entrante. Pues entonces, emprendemos con Bereshít. Trata el génesis del mundo material y del ser humano. Se puede estudiar muchos aspectos de la Creación de YHWH Elohím en esta Parasháh. Esta vez nos concentraremos en la particularidad del rasgo humano tal como fue creado por YHWH Elohím. Varias veces se habla de la creación de Adam (Adán) y Javah (Eva). Nosotros tomaremos todas las citas de la Toráh indistintamente (Bereshít 1:26-28, 2:7 y 21, 5:1-2) a fin de aclarar el tema. YHWH Elohím ya había incorporado a todos los seres vivos y demás seres que integrarían este universo en los primeros seis días de la Creación. Se hallaban todos los elementos físicos y químicos, los astros celestiales, los vegetales y los animales. Cuando todo estuvo en su lugar, YHWH Elohím declaró: “Hagamos un hombre - Adam”. Este término no se refiere únicamente al hombre varón en exclusión de la mujer (el “nombre propio” del primer varón fue Adam), sino al título “hombre” en su nobleza genérica de ser humano que abarca al hombre y a la mujer. Por lo tanto, la Toráh denomina a ambos “Adam”. ¿De qué origen proviene el título “Adam”? Hay quienes opinan que el propio Adam concibió este nombre (así como lo pudo hacer al definir con los nombres hebreos de los animales, el propósito cósmico que tiene cada cual en la creación de YHWH Elohím), a raíz que su procedencia física es extraída de la tierra (Adamá). Esto puede ser considerado, por un lado, como un fundamento válido para la conducta moral de la persona. Nunca debe olvidar el hombre su origen modesto y su existencia efímera: “de tierra eres y a la tierra volverás” (Bereshít 3:19). De modo similar lo expresamos también en la Tefilá “Unetané Tokef” de Rosh haShaná. Por otro lado, sin embargo, no es muy laudatorio del género humano tener un título que hable solamente de su extracción física, pues esa es precisamente la proveniencia que comparte con los animales (Bereshít 2:19), quienes no gozan del Espíritu Di-vino que los torna Eternos (Kohelet 3:21). El nombre “Adam”, en cambio, señala su aspecto moral. Tal como YHWH Elohím había enunciado previo a su creación, el hombre sería formado “beTzalmeinu, kiDmuteinu” (con nuestro raciocinio y con capacidad de asemejarse a YHWH Elohím). Esto lo sugiere muy plácidamente el verso: “Sed Santos como yo soy Santo”; aún y cuando ËL conoce de antemano nuestras dificultades y nuestras desviaciones. Dado que el objetivo humano consiste en parecerse éticamente a su Creador (adamé leElión, en hebreo = me pareceré), el nombre Adam destaca exactamente esa cualidad (R.Sh.R. Hirsch sz”l). La Toráh hace hincapié en ilustrarnos ver la creación dual del ser humano: “Y formó YHWH Elohím al hombre, polvo de la tierra, e insufló en él el Alma de Vida, y el ser humano se convirtió en ser vivo”. Polvo y Alma. El polvo vuelve a su origen con la muerte física del hombre justo. El Alma retorna a la Fuente de la cual ha sido formada (Kohelet Cap. 12:7)
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
El Alma dentro del cuerpo humano es paralela a lo que YHWH Elohím es al mundo: “del mismo modo en que YHWH Elohím llena el mundo, así el alma llena el cuerpo; del mismo modo en que YHWH Elohím Ve y no Es visto, así el alma; del mismo modo en que YHWH Elohím sustenta el mundo, así el alma alimenta el cuerpo; del mismo modo en que YHWH Elohím es Puro, así también el alma; YHWH Elohím Habita lo recóndito del mundo, y así el alma en el cuerpo: Que venga aquella que posee estas cinco virtudes y elogie a Quien Posee estas cinco” (Talmud, Brajot 10.). En esto consiste la Semejanza Di-vina a la que hicimos alusión (Gaón de Vilna). Si analizamos de cerca el versículo que acabamos de citar, podremos concluir, asimismo, que el ser humano – a diferencia de los animales - se convirtió en un ser vivo únicamente después de haber percibido el alma Di-vina, lo cual lo convierte en superior a todos los impulsos animales, y lo cual lo convierte en un ser libre dotado de la habilidad de regir sobre todo lo que es terrenal en él. (R.Sh.R. Hirsch sz”l) “Quien sopla, emite lo que existe ya en él” – dicen los Sabios, lo cual significa que mediante este carácter de creación YHWH Elohím le brindó al hombre algo de Su esencia, que es la libertad moral absoluta. No debemos menospreciar el significado del objetivo de parecerse a YHWH Elohím (lo cual nos puede aparentar un tanto abstracto, pero que en realidad posee implicancias muy concretas en el control de nuestras inclinaciones y en el trato con nuestros congéneres). El Midrash Rabá (Vaikrá cap. 24), en relación al versículo de la Toráh que nos ordena ser santos (Vayikrá 19:2), indaga: “¿Tal como Yo (YHWH Elohím)?” y responde: “Pues Yo soy Santo” – “(por lo tanto), Mi Santidad es superior a la que se exige a ustedes (el pueblo de Yisra‟EL)”. El Rav Jaim Shmuelevitz sz”l (en Sijot Musar) destaca que de la misma sugerencia del interrogante del Midrash que mencionamos, por el que hubiese pensado que la exigencia de YHWH Elohím es que seamos tan santos como él, se desprende que tal requerimiento sería algo “razonable”. Esto habla de la envergadura de lo que el Midrash nos cree capaces: ser Santos como YHWH Elohím (Quien no está limitado por las restricciones tendenciosas humanas). Al mismo tiempo, esto no solamente representa una obligación, sino que es un privilegio y una recompensa: no hay mayor premio para el alma que aquel por el cual llegue a estar cerca de la Esencia de YHWH Elohím y efectivamente de eso se trata la retribución que recibe el alma después de morir físicamente (Derej HaShem de R. Moshe Jaim Luzzatto Cap. 1:2:2). Uno se puede preguntar: ¿Por qué el ser humano aparece último en la escena de la creación? A esto hay al menos dos respuestas que no se cancelan mutuamente: una razón posible es que si el hombre se tornara arrogante, se le amonesta diciendo que hasta el más pequeño de los insectos le precedió en este contexto universal. Al mismo tiempo, el ser humano debe entender que si toda la creación le antecedió, esto se debe a que él es el Actor principal de quien depende el bienestar de todos los demás (como un “director de orquesta”). Esto le hace ver la gran responsabilidad de lo que le incumbe. Puede llegar a ser el causante de la total destrucción - como aconteció en la época del diluvio y, contrario en el mismo sentido, puede llegar a presidir la convocatoria a que se manifieste la Gloria Di-vina en este universo. Esto también responde a otra diferencia que hay entre el resto de la creación y la formación del ser humano: en todos los casos, una vez que fueron creados, YHWH Elohím los declaró “Tov” (p.ej. Bereshít 1:4). Tov no es simplemente “bueno”, en términos relativos, sino “perfectos” respecto a su función. Cada elemento y cada ser son perfectos y poseen todas las características que requieren para cumplir su función – y no hay nada para agregarle a como YHWH Elohím los hizo. No así el hombre. Él aun debe volverse Tov mediante sus buenas acciones. (Sefer HaIkarim de R. Iosef Albo) ¿Nos extraña observar que el hombre haya decaído y que su conducta se haya envilecido – frecuentemente - hasta parecer peor que los animales?
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Esto no es una falla en el modo de su formación, pues el texto sagrado nos dice: “Esta es la única cosa que he encontrado,[Ge 1:26-27; 5:1] que Elohim hizo a los hombres rectos,[Ge 3:6,7; 6:5-6,11-12; 11:4-6; Sal 99:8; 106:29,39; Jer 2:12-13] pero ellos han diseñado muchas maquinaciones.[45][Jer 4:22; Ez 22:6-13; Mr 7:8 -9; Hch 7:40 -43; Ro 1:21-32; 3:919; Ef 2:2-3; T 3:3] ” (Kohelet 7:29). Ud. vuelve a cuestionarse: ¿Porqué YHWH Elohím habla en plural al referirse a la Creación del hombre que está por ocurrir (“Hagamos un hombre” – Bereshít 1.26)? ¿A quién, acaso, participaría de esa creación? – ¿no es Él, el Creador Único? A esto, los Sabios también le dieron respuesta (citado en Rashí). Efectivamente, el versículo siguiente menciona que YHWH Elohím creó (en Singular) al hombre. Salvo que antes de crearlo “consultó” con los ángeles acerca del beneficio de este próximo paso. “¿Para qué?” – se pregunta Ud. Para que aprendamos nosotros, los hombres, a consultar aun con nuestros subalternos al tomar decisiones que afectarán su vida o su labor. Es posible que no podamos acomodar todas sus opiniones. Tampoco los ángeles estuvieron conformes con la determinación de YHWH Elohím. Sin embargo, YHWH Elohím no perdió la oportunidad de enseñarnos a ser humildes – y compartir las decisiones con quienes se pueden ver concernidos o perjudicados por ellas. (Para que no hubiese lugar a equivocarse – entendiendo hipotéticamente que hubiera la posibilidad de más de un Creador, el próximo versículo aclara categóricamente que “YHWH Elohím creó al hombre a Su imagen...”) Habíamos comenzado esta parte hablando de los huéspedes. ¿Qué clase de huéspedes somos nosotros en este mundo? Y a hemos mencionado que fuimos creados a imagen del Anfitrión. ¿Reconocemos quién es el Posadero y quién el huésped? ¿Le permitimos el lugar que Le corresponde en Su casa? Pues si tomamos conciencia de este aspecto de nuestra vida, entonces seremos buenos huéspedes – y nos podemos sentir en casa – sin vergüenza” “Entonces Elohim dijo: "Hagamos [4] a la humanidad a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y reinen sobre los peces en el mar, las criaturas que vuelan en el cielo, los animales, y sobre toda la tierra, y sobre toda criatura que se arrastra en la tierra." Así que Elohim creó al hombre; [5] a la imagen de Elohim lo creó; macho y hembra El los creó.” El Midrash [Bereshít Rabá 8:7] interpreta este texto de la siguiente manera: “Moshé escribió la Toráh según YHWH Elohím se la dictaba. Cuando YHWH Elohím le pidió que registrara el pasuk (1:26) – “Hagamos [4] a la humanidad” – Moshé hizo una objeción: – Amo del Universo, preguntó, ¿Por qué les das a los herejes una oportunidad para pecar y deducir de ésta forma plural que más de un Elohím creó al hombre? Escribe como te digo, contestó YHWH Elohím. Si alguien desea pecar, déjalo pecar. Lo he expresado en plural para darle una lección al ser humano. Una persona importante generalmente piensa que para él es superfluo dejarse aconsejar por sus subordinados. Déjalo estudiar este versículo y así, se dará cuenta que aún el Creador, que creó el mundo superior e inferior, consultó con los ángeles antes de crear al hombre.” Según Uno de nuestros sabios, este verso nos enseña que antes de crear al hombre hubo una decisión en la corte celestial. El Eterno YHWH se ha rodeado de seres superiores que han sido involucrados en sus proyectos de una manera activa, 1 Reyes 22:19; Job 1:6; 2:1; Daniel 4:17; Revelación 4:4; 5:11.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
También los ángeles son copartícipes con el Eterno YHWH en sus obras porque son enviados a ejecutar las órdenes divinas, Salmo 103:20. Así que, en este momento los ángeles fueron invitados a tomar una decisión colectiva para la creación del ser humano. Sin embargo, a pesar de que tomaron esta decisión colectiva, no tuvieron un papel activo a la hora de crear el hombre, porque está escrito en el versículo 27: “creó YHWH Elohím al hombre”. No dice: “crearon”, lo cual excluye a los ángeles de esa creación. Hay otros textos donde el verbo aparece en plural después de Elohim, y esos textos indican que los ángeles tuvieron un papel activo y colaborador en la acción, Génesis 20:13a; 2 Samuel 7:23. El ser humano tenía que reflejar la manera de ser del Eterno YHWH en el mundo natural como los ángeles le reflejan en el mundo sobrenatural. Las dos palabras que han sido traducidas “con nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”, tiene dos prefijos diferentes, “be” y “ke”. “Be” significa “en” o “con”, y “ke” significa “como”, “de acuerdo a” y es una comparación. Según Uno de nuestros sabios, la palabra “tselem”, [Strong H6754 ֶצלֶםtsélem; de una raíz que no se usa que sign. hacer sombra; fantasma, i.e. (fig.) ilusión, parecido; de aquí, figura representativa, espec. ídolo:-apariencia, figura, imagen] muestra que el ser humano fue hecho con un molde. Al decir “tsalmenu”, “nuestra imagen”, significa que el Eterno YHWH había hecho esta imagen junto con los ángeles, específicamente para el hombre. Por lo tanto, según él, el texto significa “hagamos al hombre a través de nuestro molde (que antes hemos hecho juntos), parecido a la semejanza nuestra”. Este sabio, sigue diciendo que “conforme a nuestra semejanza” tiene que ver con la capacidad de comprender y esclarecerse, lo cual son cualidades internas. Tanto el Eterno YHWH, como los ángeles y como el hombre tienen la capacidad de comprender y esclarecerse. Queda, pues, claro que “imagen” tiene que ver con lo exterior del hombre y “semejanza” tiene que ver con las cualidades interiores y espirituales. Así se interpreta la palabra hebrea en el versículo 27, “be-tselmó”, como “con su imagen”, es decir con el molde propio del hombre, con el molde preparado para crear el ser humano que era para él, era el molde suyo. Los sabios discuten si este molde tiene que ver con las cualidades espirituales o las físicas del ser humano. Por otro lado, un médico, sabio de nuestro pueblo [En su obra “Guía de los perplejos”. Tiende a “espiritualizar” los conceptos físicos y materiales en las Escrituras, al estilo griego. Por ejemplo él no creía que los hombres podrán vivir en el Olam Habá con sus cuerpos. Para él, el Olam Habá, el siglo venidero, es alcanzado mediante la muerte y liberación del alma del cuerpo físico, pensamiento heredado del dualismo platónico] opina, por su lado, que ambas palabras, “tselem” y “demut”, manifiestan cualidades solamente espirituales, en contraste con las palabras “toar”, “aspecto”, y “tavnit”, “configuración”. Sin embargo, hay otros textos de las Escrituras donde aparece esta palabra “tselem” según los cuales queda claro que se está refiriendo a una apariencia exterior, no interior, Salmo 39:6; 73:20. Otra interpretación de este texto sería que los ángeles han sido creados con un tipo de forma corporal para expresar con esa forma las cualidades espirituales del Eterno YHWH. Hay cuerpos celestiales y cuerpos espirituales, 1 Corintios 15:40, 44. De esa manera, el hombre también reflejaría, con su forma física, las cualidades del Invisible, como está escrito en el versículo 27. Y como esas cualidades del Eterno YHWH también están reflejadas en los ángeles, ÉL pudo decirles: “nuestra imagen”.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Hay que destacar que en el proyecto diseñado para el Mashíaj, el ser humano tenía que ser hecho por causa de Él, y conforme al Mashíaj que estaba dentro del seno del Padre desde la eternidad, y para el cual todo había sido creado, como está escrito en Romanos 5:14b: “En esto Adam, prefiguró al que había de venir” Adam fue creado según el proyecto y en el plan de un Mashíaj redentor. Como el Mashíaj había sido predestinado para ser el reflejo del Eterno YHWH, Adam tenía que ser hecho semejante a ese plan, a ese molde, a ese hombre original. “y reinen sobre” – El ser humano fue creado para dominar sobre los animales y la tierra y de esa manera él reflejaría el dominio del Creador sobre todas las cosas. Este dominio del hombre dependía de la sujeción al Dueño de todas las cosas. Fue un dominio de mayordomía, no independiente. La independencia del hombre de su Creador fue su ruina. “macho y hembra El los creó” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “hombre” es “adam”, [Strong H120 ָאדָםadám; de 119; rojizo, i.e. un ser humano (individuo o la especie, humanidad, etc.):-Adán, común, gente, humano, persona, varón] que, en primer lugar, no significa “varón”, sino “ser humano”, e incluso “raza humana”. Por lo tanto “Adam” es un compuesto de varón y hembra. Más adelante vemos como la mujer no fue creada aparte del varón, sino como una parte de él. Los dos juntos forman el ser humano, “Adam”, como también está escrito en Génesis 5:2: “El los hizo macho y hembra; El los bendijo y los llamó Adam [humanidad, hombre] en el día que fueron creados.” La expresión “macho y hembra” debe ser entendida como “masculino y femenino”. Esto nos enseña que un varón debe ser masculino y una mujer debe ser femenina. Deben ser diferentes en cuanto a género. Es una nefanda actitud de parte de algunos el querer sustentar su lascivia pecaminosa diciendo que YHWH Elohím no hizo diferencias sexuales y que La Escritura avala el homosexualismo; pero eso es un total camino de perversidad y su fin es la muerte. También nos enseña que el varón no es completo sin una mujer que le complemente, y en consecuencia lógica, una mujer no es completa sin un varón que le complemente. Los dos fueron creados para ser la raza humana, el uno no puede existir sin el otro y viceversa. Cuando el hombre deja de tener claro el hecho de que fue creado varón y mujer, masculino y femenino, deja de cumplir una de sus funciones más importantes en la creación. Por ese motivo, la Toráh está muy clara en afirmar que hay diferencias muy marcadas entre varón y mujer y prohíbe todo tipo de acción que sirva para eliminar esas diferencias. Por lo tanto, el estado más depravado del ser humano es cuando pierde su identidad de varón o mujer y se vuelve homosexual. En la cadena de apostasía del ser humano, expresada en Romanos capítulo 1, la homosexualidad es el estado final, más bajo. Pero, gracias al Eterno YHWH, hay un plan de restauración para el hombre caído, dañado y depravado. 1 Corintios 6:9-11. 1:28 “Elohim los bendijo, diciendo: "Sean fructíferos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla. Tengan dominio sobre los peces en los mares y las criaturas que vuelan en el cielo, y todo ganado y toda la tierra, y toda criatura viviente que se arrastra en la tierra.” – [Vayevarech otam Elohim vayomer lahem Elohim peru urevu umil'u et-ha'arets vechiveshuha uredu bidegat hayam uve'of hashamayim uvechol-chayah haromeset al-ha'arets] – Este es el primero de los 613 mandamientos que aparecen en la Toráh. El hombre tiene la obligación de multiplicarse. Para poder multiplicarse de forma adecuada hay que entrar en un pacto matrimonial y tener hijos.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
El que no quiere casarse y tener hijos resiste el propósito original para el ser humano. Sólo en casos muy especiales y particulares se puede permitir que un hombre o una mujer se queden sin casar. Como ya lo expusimos arriba, la familia es el pilar principal del fundamento de la sociedad. El Eterno YHWH no bendijo al hombre cuando estaba solo, sino hasta cuando ya estaba acompañado con su esposa. Esto nos enseña que el matrimonio lícito bíblicamente es entre hombre y mujer, y es este el que ha recibido una bendición del cielo. La palabra hebrea que ha sido traducida como “bendecir” es “baraj”, [Strong H1288 ָב ַר ְךbarak; raíz prim.; arrodillarse; por impl. bendecir a Dios (como acto de adoración), y (viceversa) al hombre (como beneficio); también (por euf.) maldecir (a Dios, o al rey, como traición):-arrodillarse, bendecir con abundancia, dar bendición, bienaventurado, blasfemar, loar, maldecir, dichoso, proferir, saludar] que originalmente tiene que ver con doblar rodillas. Una bendición contiene palabras cargadas de poder espiritual que pueden generar resultados muy positivos en el receptor de ella. Una bendición sirve para beneficiar una persona de manera espiritual y material, Génesis 27:37. Si alguien dice: “Yo te bendigo”, significa que está dando vida, deseos de prosperidad espiritual y material, que es como un cheque con una grande suma o un vale de canje para algo material a otra persona. En este caso, la bendición del hombre resultó en su capacidad de poder procrear y tener muchos hijos, lo cual es una de las bendiciones más grandes que el hombre pueda recibir, 1 Samuel 2:20; Salmo 127:3-5; Proverbios 17:6. 1:29 “Entonces Elohim dijo: "¡Miren! Por toda la tierra Yo les doy como comida toda planta que lleve zera y todo árbol con fruto que lleve zera.” – [Vayomer Elohim hineh natati lachem et-chol-esev zorea zera asher al-peney kolha'arets ve'et-kol-ha'ets asher-bo feri-ets zorea zara lachem yihyeh le-ochlah] – Según Uno de nuestros sabios y conforme dice este versículo, los hombres no podían comer carne, sino hasta después del diluvio, Génesis 9:3. 1:30 “Y a todo animal salvaje de la tierra, y a las criaturas que vuelan en el cielo y a toda criatura que se arrastra en la tierra, en la cual hay el aliento de vida, les estoy dando como comida toda clase de planta verde." Y así es como fue.” – [Ulechol-chayat ha'arets ulechol-of hashamayim ulechol romes al-ha'arets asher-bo nefesh chayah et-kolyerek esev le'ochlah vayehi-chen] – Todos los animales comían vegetales. Ningún animal mataba a otro para comer. El mundo fue creado muy diferente a lo que vemos ahora, después de la caída en pecado, Romanos 8:19-22. La muerte en el sentido práctico, no es buena, es un enemigo. Apareció, después de la caída del hombre en pecado. Por lo tanto en este momento de la escritura no había muerte. Más adelante la muerte no sólo entró en el hombre sino también en el mundo, por el pecado del hombre. Romanos 5:12. 1:31 “Elohim vio que todo lo que El había hecho ciertamente era muy bueno. Así que fue la noche, y fue la mañana, un sexto día. [6].” – [Vayar Elohim et-kol-asher asah vehineh-tov me'od vayehi-erev vayehi-voker yom hashishi] – El texto de Bereshít 1:31 nos muestra que el relato en el capítulo 2, donde dice que no era bueno que el hombre estuviera solo, 2:18, no fue escrito de manera cronológica. El capítulo 2 es una explicación más detallada de lo que pasó durante los últimos días de la creación, narrados en el capítulo 1. El capítulo uno es como un prólogo de Todo Bereshít y además este mismo capítulo encierra en su interior más profundo, todo el plan salvífico de YHWH Elohím, desarrollado en cada una de las etapas de la semana profética. Como hemos dicho antes, la Toráh no narra las cosas de manera lineal, un suceso tras otro, sino de manera circular, ascendente, avanzando y luego volviendo a tocar el mismo punto, pero en un nivel más elevado, para dar más detalles de lo que había dicho antes. La Toráh es una espiral ascendente. Si no entendemos este principio, no vamos a entender muchos de los textos. Es así como trabaja el cerebro humano y la Toráh fue escrita para ser compatible con los hombres.
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Algo interesante que destaca el estudio de un grupo de nuestros hermanos, es que la última letra de este versículo es la “yud”, y al contar cada séptima letra desde esa yud, en adelante hasta el versículo 2:2a, se encuentran las letras yud, sin/shin, resh, alef y lamed, que forman la palabra Yisra‟EL. Esto nos indica que Yisra‟EL estaba en la mente de YHWH Elohím cuando el sexto día terminó y durante todo el séptimo día. Este texto es leído en el hogar, por cada padre de familia hebreo sobre una copa de vino para recibir y santificar el Shabbat, el viernes al llegar la noche, cuando empieza el Shabbat. El Shabbat fue entregado al pueblo de Yisra‟EL, de una manera especial, unos 2500 años más tarde como una señal del pacto, Éxodo 31:13ss. Pero ya en el principio el Eterno YHWH estaba pensando en Yisra‟EL cuando el Shabbat fue creado para todos los hombres. El Shabbat es la primera fiesta del Eterno YHWH y desde allí empieza todo el mensaje profético implícito en la calendarización de sus fiestas Kadosh. 2:1-2 “Así los cielos y la tierra fueron terminados, junto con todo en ellos. En el sexto día Elohim terminó con sus trabajos los cuales El había hecho, así que El descansó en el séptimo día de todos sus trabajos que El hizo.” – [Vayechulu hashamayim veha'arets vechol-tseva'am. Vayechal Elohim bayom hashvi'i melachto asher asah vayishbot bayom hashvi'i mikol-melachto asher asah] – Según la primera parte del versículo dos, parece que YHWH Elohím estuvo trabajando durante el séptimo día, completando su labor. Sin embargo en la segunda pare del mismo versículo y en el versículo tres, está escrito que cesó de toda su labor. ¿Entonces qué fue lo que hizo en el séptimo día para completar la obra de la creación? Cesó de su labor. Así que, con el mismo cese, la obra fue completada. 2:3 “Elohim bendijo el séptimo día y lo separó como Kadosh; porque en ese día Elohim descansó de todos sus trabajos que Elohim había comenzado a hacer. [7]” – [Vayevarech Elohim et-yom hashvi'i vayekadesh oto ki vo shavat mikol-melachto asher-bara Elohim la'asot] – El séptimo día fue un día bendecido por YHWH Elohím. Hay una bendición especial pronunciada sobre, y escondida dentro de, ese día. Ningún otro día de la semana tiene una bendición específica. Anteriormente los seres vivos, animales y hombres, habían sido bendecidos, pero ahora el Eterno YHWH bendijo un día, un lapso de tiempo de 24 horas. Pero no sólo bendijo el séptimo día, sino también lo santificó. La palabra hebrea que ha sido traducida como “santificar” es “kadash”, [Strong H6942 ָקדַשcadásh; raíz prim.; ser (caus. hacer, pronunciar u observar como) limpio (cerem. o mor.):-apartar, celebrar, consagrar, dedicar, preparar, prometer, purificar, santificar, santo, señalar] Esta palabra tiene dos connotaciones principales, apartar de algo y apartar para algo. En este caso, el séptimo día fue apartado de los demás días para ser diferente. Pero no solamente esto, sino también fue apartado para el Eterno YHWH para ser de su exclusiva posesión. Algo que ha sido santificado, sólo puede ser utilizado para el objetivo para el cual fue santificado. Si es utilizado para otra cosa o con otro motivo, es profanado. Así que el Shabbat fue santificado de los demás días de la semana para ser diferente y fue santificado para ser de la exclusiva posesión del Creador. Ese día es suyo, lo ha apartado para ÉL, para ser su propio día, por esto lo llama “mí día santo” en Isaías 58:13-14. El Shabbat es el día del Eterno YHWH. ÉL tiene un propósito muy específico para ese día. Después de terminar toda la obra de la creación en seis días, preparó un día exclusivo por medio del cual ÉL pudiera tener una relación especial con el hombre y obrar de una manera concreta dentro del hombre, santificarlo Éxodo 31:13. El hombre fue creado a imagen y semejanza de YHWH Elohím, y por eso es hijo de YHWH Elohím. Por lo tanto, el hombre ha sido hecho para ser un reflejo y un imitador de su Padre celestial. (Según el pensamiento hebreo no hay mayor diferencia entre engendrar y crear. Por ejemplo, está escrito en el Salmo 90:2 que las montañas fueron engendradas.) Y como el Padre cesó de su labor en el séptimo día, el hombre hace y debe de hacer lo mismo. Éxodo 20:8-11. Es decir, en el séptimo día no se hacen cosas que intervienen en el orden natural de lo creado.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Durante seis días semanales, el hombre puede intervenir en la creación, mostrando su poderío sobre todas las cosas. Puede plantar, puede quebrar ramas y arrancar flores; puede construir o derribar; puede unir o cortar. Puede trabajar con todas las cosas que el Eterno YHWH ha entregado en sus manos. Pero en el séptimo día no puede hacer nada de eso, porque su Padre le dejó un ejemplo a seguir. Un hijo obediente hace lo mismo que su padre. Un hijo rebelde no imita a su padre. ¿Entonces qué debe hacer el hombre durante el séptimo día? Dos cosas principales, cesar de las actividades del resto de la semana y dedicarse de una manera especial a YHWH Elohím. De esa manera podrá obtener el beneficio de esa bendición que está pronunciada sobre ese día. La palabra hebrea que ha sido traducida como “cesó” es “Shabbat”. [Strong H7673 ָשבַתshabát; raíz prim.; reposar, i.e. desistir del ejercicio; usado en muchas relaciones impl. (caus., fig. o espec.):-acabar, callar, hacer cesar, consumir, dejar, descansar, destruir, exterminar, faltar, fin, guardar (el día de reposo), parar, poner, quieto, quitar, reposar, reposo] De allí viene la palabra “Shabbat”, que significa “parada de actividades”, “parada en la producción”, “paro de la obra” o simplemente “cese”. La palabra “Shabbat” aparece por primera vez en Bereshít 2:2. Es importante notar que la palabra Shabbat no significa “descanso”, en el sentido de recuperar fuerzas. El Eterno YHWH no necesitaba descansar después de su obra de creación, porque ÉL no se cansa. Isaías 40:28. Por lo tanto el séptimo día no fue hecho, en primer lugar, con el fin de que el hombre descansara de sus labores fatigosas. En el principio el hombre no tenía una labor que le hizo sudar o gastar sus fuerzas para tener que recuperarse durante un día a la semana. Este no es el concepto principal del Shabbat. Se trata, como hemos dicho, de cesar de intervenir en la creación. Por lo tanto, al traducir la palabra “Shabbat” como “descansó” y como “día de reposo”, es fácil confundirlo con el significado y propósito primordiales de ese día. Si el Shabbat es un día cuando no se hacen actividades que intervienen en la creación, entonces el propósito del Shabbat no es que sea de descanso, sino de dedicación al Eterno YHWH de una manera diferente al resto de los días de la semana. Por otro lado, es cierto que está implícito el concepto de descansar en el Shabbat, pero es más bien un resultado de la caída en el pecado cuando el trabajo del hombre se convirtió en algo pesado, y el hombre tiene la necesidad de descansar un día a la semana. Deuteronomio 5:14; Éxodo 20:11. En este último verso dice explícitamente que el Eterno YHWH descansó en el séptimo día. Sin embargo, el descanso no es lo primordial del Shabbat, sino el cese de actividades creativas y productivas. De esta manera, este día es convertido en un santuario en el tiempo. Este fue el primer tipo de templo que YHWH Elohím hizo. Más adelante designó también un lugar físico para un templo. Hay tiempos santos y lugares santos, tiempos apartados y lugares apartados. Estos son principios incorporados en la creación, que ayudan al hombre a relacionarse de manera correcta con el Creador. El templo del tiempo, el Shabbat, fue hecho para que el hombre pudiera reconocer que él no es el dueño ni el que tiene todo el poder sobre las cosas creadas. Durante un día a la semana, el 14.3% de su tiempo -semana, tiene que reconocer de manera absoluta que no es el supremo jefe en la creación. De esta manera, al guardar el Shabbat el hombre puede mostrar su sumisión y devoción al Creador. El que trabaja en Shabbat no reconoce al Creador, se hace dueño de las cosas que no son suyas, y no respeta las leyes de la naturaleza. El que interviene en la creación durante el Shabbat, se está revelando contra el principio de mayordomía que le fue entregado al hombre y se está haciendo señor en lugar de siervo del Eterno YHWH, tomando un lugar que no le corresponde, quitando de su vida laboral la soberanía del Padre celestial, haciéndose como Elohím, lo cual es una falta gravísima.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
El principio del Shabbat no fue establecido en Sinaí, con la entrega de la Toráh a Yisra‟EL, sino en la misma creación, no en relación con Yisra‟EL, sino en relación con el hombre. El Shabbat fue instituido justo después de la creación del hombre. Lo primero que el hombre experimentó después de ser creado fue el Shabbat del Eterno YHWH. Esto nos enseña que el Shabbat fue hecho para el hombre. Marcos 2:27. El Shabbat no fue hecho para los hebreos solamente, sino para el hombre, para todos los hijos de Adam. No hay ningún texto en las Escrituras que muestre que el Shabbat haya sido cambiado por otro día o que haya sido abolido o que haya sido cumplido de manera espiritual. Todos los intentos de introducir tales doctrinas están destinados a fracasar a la hora de hacer una investigación más minuciosa del mensaje de los Escritos inspirados por el Espíritu del Eterno YHWH, incluyendo al Brit HaDashah, erróneamente llamado “Nuevo Testamento”. Es interesante notar que la Toráh no dice “fue la tarde y fue la mañana el séptimo día”. El Midrash [Bereshít Rabá 11:2] lo interpreta diciendo que la luz primordial, que había sido hecha el primer día, alumbraba durante la noche del Shabbat, de manera que no hubo oscuridad para Adam y Javah. En el Talmud [Rosh HaShaná 11a] hay una discusión entre dos sabios, con respecto a qué día fue creado Adam. Según uno de ellos, Adam fue creado el sexto día del primer mes, Nisán (Marzo-Abril). Según su interlocutor, fue creado el primer día del séptimo mes, Tishrei, (Sept.-Oct.). La interpretación del segundo ha prevalecido sobre la del primero y durante miles de años nuestro pueblo ha celebrado la creación del hombre el primer día del séptimo mes, llamándolo Rosh Hoshanáh, la cabeza del año. El mundo en sí fue creado el 25 de Elul (6º mes Bíblico – Último més del calendario civil hebreo) y por ello contando seis días a partir de esta fecha, arribamos al uno de Tishrei, ya mencionado. Elul tiene 29 días.
Si esto es cierto, el primer mes original, que ahora es llamado Tishrei, fue cambiado en Éxodo 12:2, para ser el séptimo mes para Yisra‟EL, y el mes que ahora es llamado Nisán, fue establecido como el primer mes del año para los hijos de Yisra‟EL. El mes de la redención es el primer mes del año para el pueblo del Eterno.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
“comenzado a hacer” – Uno de nuestros sabios cita el Midrash [Bereshít Rabá 11:9] diciendo que esto se refiere al doble trabajo que se hace durante el sexto día que corresponde a la necesidad del séptimo. El trabajo que debería haber sido hecho en el séptimo día es adelantado. Esto se veía reflejado en el desierto cuando el Eterno YHWH dijo al pueblo que recogiera y cocinara una doble porción de maná, en hebreo “man”, el sexto día para no tener que hacerlo durante el Shabbat, Éxodo 16:5, 22-24. 2:4 “Aquí está la historia de los cielos y la tierra cuando fueron creados. En el día que YAHWEH Elohim hizo la tierra y el cielo.” – [Eleh toledot hashamayim veha'arets behibare'am beyom asot Adonay Elohim erets veshamayim] – La palabra hebrea que ha sido traducida como “generaciones” es “toldót”, [Strong H8435 תֹולדָה ְךtoledá; oתֹלדָה ְךtoledá; de 3205; (solo plur.) descendencia, i.e. familia; (fig.) historia:-descendencia, descendiente, familia, generación, historia, linaje, nacimiento, orden, origen] que deriva de la raíz “yalad”, [Strong H3205 יָלַדyalád; raíz prim.; tener hijos; caus. engendrar; como médico, actuar como partera; espec. mostrar linaje:-agrupar, alumbramiento, asistir, concebir, crear, criado, criar, cumpleaños, dar, descendiente, efecto, engendrar, estéril, hijo, luz, mujer, nacer, nacimiento, natural, padre, parir, partera, parto, producir, tener, trabajo] La palabra “toldót” puede ser entendida de dos maneras, en sentido humano o sentido histórico. Cuando se refiere al sentido humano, tiene que ver con la descendencia. Cuando se refiere a la historia significa los sucesos históricos que se han producido. En este caso se está refiriendo a las cosas que fueron producidas durante la creación del cielo y la tierra. Aquí vemos otra vez la relación entre la creación y el engendramiento o nacimiento de algo. “YHWH Elohím” – Esta es la primera vez que aparece el Nombre personal de Elohím, YHWH. Nombre que aparece más de 6500 veces en el TaNaK. Este es el único nombre personal del Eterno que es presentado en las Escrituras. Todos los demás nombres son genéricos, son títulos, pero este es el Nombre propio del Eterno YHWH. Así es como se llama. Este Nombre es el que más revela lo esencial de ÉL. Para conocer más sobre el nombre Kadosh visitar los web sites: http://www.yahushuaeslaverdad.org/nombres.htm http://www.yahushuaeslaverdad.org/nombre.htm En todas nuestras Parashót, nosotros en lugar de escribir la pronunciación del nombre, usamos la transliteración de lo que exactamente aparece en el TaNaK, y que se translitera “YHWH”.
PALEOHEBREO
HEBREO CUADRADO
HEBREO MODERNO
Como la raíz de YHWH tiene que ver con vida y existencia en sí mismo, usamos también la traducción “el Eterno” como una referencia a ese Nombre. Según Uno de nuestros sabios, cuando los dos nombres YHWH y Elohim aparecen juntos, debe ser entendido como: “YHWH que es Elohím, quien domina y juzga todo”. El nombre YHWH está más relacionado con la misericordia, por eso está escrito en 1 Juan 4:8, 16: “Los que no aman, no conocen a YAHWEH, porque YAHWEH es amor. Así es como YAHWEH mostró Su amor para con nosotros: [31] YAHWEH mandó su único Hijo al mundo, para que por medio de El pudiéramos tener vida.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Esto es lo que el amor significa: no es que nosotros amemos a YAHWEH, sino que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo para ser Kapparah por nuestros pecados. [32] Amados amigos, así es como YAHWEH nos amó; asimismo nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a YAHWEH; si nos amamos unos a otros, YAHWEH permanece unido a nosotros, y el amor de nosotros por El ha sido llevado a cumplimiento en nosotros. Así es como sabemos que permanecemos unidos con El y El con nosotros; El nos ha dado Su propio Ruaj. Además, nosotros hemos visto y damos testimonio que el Padre ha enviado a su Hijo como Salvador del mundo. Todo aquel que reconozca que Yahshúa es el Hijo de YAHWEH, YAHWEH permanece unido con El, y El con YAHWEH. También hemos llegado a conocer y confiar en el amor que YAHWEH tiene para nosotros. YAHWEH es amor; y todos los que permanecen en este amor, permanecen unidos con YAHWEH, y YAHWEH permanece unido con ellos” En el capítulo uno de nuestra Parasháh, se ve la obra creativa de YHWH Elohím a distancia, pero en el capítulo dos se revelan los detalles más cercanos de ciertos actos que fueron descritos de manera general en el capítulo uno. Cuando el Eterno YHWH se presenta a distancia, se da a conocer con su atributo de justicia, pero cuando nos deja acercarnos y verle más de cerca, se presenta con su nombre personal, YHWH, que está relacionado con su misericordia. Esto nos enseña que cuánto más cerca lleguemos al Eterno, más conoceremos su amor. 2:5-6 Todavía no había árbol silvestre en la tierra, y ninguna planta silvestre aún había brotado; porque YAHWEH Elohim no había causado que lloviera sobre la tierra, y no había un hombre para trabajar el suelo. Pero surgió una fuente que subía de la tierra y regaba la superficie completa de la tierra” – [Vechol siach hasadeh terem yihyeh va'arets vechol-esev hasadeh terem yitsmach ki lo himetir Adonay Elohim al-ha'arets ve'adam ayin la'avod etha'adamah. Ve'ed ya'aleh min-ha'arets vehishkah et-kol-peney ha'adamah] – Nuestros sabios enseñan que la vegetación de sobre La Tierra no se había hecho presente o por lo menos no había brotado, porque no había agua parta que crecieran y dieran su fruto. 2:7 “Entonces YAHWEH Elohim formó al hombre [Hebreo: adam] del polvo de la tierra [Hebreo: admah] y sopló sobre su rostro el aliento de vida, y el hombre se convirtió en un alma viviente.” – [Vayitser Adonay Elohim etha'adam afar min-ha'adamah vayipach pe'apav nishmat chayim vayehi ha'adam lenefesh chayah] – La palabra hebrea que ha sido traducida como “y formó” es “vayiytser” que tiene una letra yud extra en este caso. Cuando se habla de la formación de los animales en el versículo 2:19, la misma palabra fue escrita con sólo una yud, (favor ver texto de vocalización hebrea en el comentario a 2:19, en este escrito) pero cuando se habla de la formación del hombre, hay dos yuds. ¿Cómo se puede entender esto? Es obvio que el texto hebreo quiere mostrar que hubo una diferencia entre la formación del cuerpo humano y el de los animales. El cuerpo humano tiene algo más, algo que los cuerpos de los animales no tienen. Uno de nuestros sabios dice, basándose en el Midrash, [Bereshít Rabá 14:5] que había dos formaciones del cuerpo humano, una para este mundo y otra para la resurrección de los muertos. Los animales no fueron creados para la resurrección. El cuerpo humano es como una semilla, que tiene una pequeña parte donde está depositado el potencial de la vida de resurrección. Cuando una semilla es sembrada en la tierra y muere, es activada esa vida de resurrección. De la misma manera el Eterno YHWH preparó el cuerpo humano para poder resucitar, 1 Corintios 15:42-44. El hombre es el único ser que ha sido capacitado para vivir en dos mundos simultáneamente, el mundo inferior, material, y el mundo superior, espiritual. Por esto, necesitaba un acto de creación único, diferente al de los ángeles y diferente al de los animales.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
El hombre es una combinación entre el polvo de la tierra y el espíritu del Eterno YHWH, que para los escogidos, de alguna manera está implícito en el soplo de vida de parte del Eterno YHWH. Cuando estos dos se unieron, el hombre se convirtió en un alma viviente, en hebreo “nefesh jayá”. Uno de nuestros sabios dice que el texto menciona específicamente que el hombre fue hecho un alma viviente, para mostrar que no es exactamente igual que un animal, que también es llamado alma viviente, 1:24. La traducción del Tárgum marcó la diferencia al traducir “ser vivo” cuando habla de los animales y “espíritu que habla” cuando habla de los hombres. El espíritu de vida del Eterno YHWH es el que hace que cada hombre pueda vivir. El ser humano no es un ser eterno en sí mismo. El alma del hombre depende del Espíritu del Eterno YHWH para poder existir. Sólo hay Uno que es inmortal en sí mismo, como está escrito en 1 Timoteo 6:16: “el único que es inmortal,[36] vive en luz inaccesible y ningún ser humano ha visto ni puede ver, a El sea el honor y poder eterno. Amein. El hombre sólo puede alcanzar la inmortalidad de su cuerpo transformado y de su alma, en una estrecha relación con Aquel que existe por sí mismo, el Padre celestial. La inmortalidad independiente es un mito inventado por Ha Satán. Ese mito fue vendido a Javah cuando le engañó a independizarse del Dador de la vida diciendo: “ciertamente no moriréis”. No hay vida eterna separada del Eterno YHWH. Las Escrituras enseñan que el alma es mortal, destructible y puede perderse. Es la ley del pecado: “Alma que pecare, esa morirá” En Bereshít encontramos el relato de la creación del universo y de Adam. YHWH Elohím creó al hombre como el último ser del escalafón de la creación para enseñarnos que él es el centro del mundo. Todo estaba listo para su llegada, como un rey, que esperado en un banquete ofrecido en su honor, comparte los honores y también las responsabilidades de su posición privilegiada. Como un monarca, el ser humano debe entregarse a la tarea de administrar y velar por el bienestar de sus dependientes, y por supuesto, le corresponde al hombre cuidar del mundo y de lo que en él habita. En un ensayo titulado "La Soledad del Hombre de Fe" Rav Y. D. Soloweichick Z"L enfatiza que en el libro de Bereshít existen dos relatos, aparentemente independientes, de la creación de Adam. Rav Soloweichick elabora un argumento sobre las diferentes naturalezas del ser humano de acuerdo a los dos pasajes de su creación, utilizando la metáfora de dos hombres: Adam 1, de tendencias más bien terrenales, y Adam 2 de inclinaciones espirituales. Adam 1 fue creado a imagen y semejanza de YHWH Elohím. Fue creado junto con Javah y se le encomendó poblar y dominar la Tierra. Adam 2 fue creado del polvo de la tierra. Javah fue creada después de él y a éste Adam se le encomendó el cuidar y mantener el Jardín del Edén. Estos dos Adam representan la dualidad del papel del hombre en este mundo. Por un lado, somos criaturas con características divinas que viviendo en sociedad podemos poblar y dominar la Tierra. Por otro lado, somos seres terrenales, solitarios, con una función más bien pasiva. Adam 1, quien representa la parte más racional y ambiciosa en nosotros, necesita sobre todo desarrollar sus relaciones utilitarias para cumplir con su tarea. Adam 2, lleno de fe, concentra sus esfuerzos en reforzar su nexo con su Creador. Esta idea no se disocia del todo con las escrituras, pues en ellas encontramos la siguiente declaración.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
De hecho el Tanaj lo dice: "Adam el primer hombre fue un ser humano viviente;" [Ge 2:7] pero el "Adam" postrero es el Ruaj dador de vida. Mas, el cuerpo del Ruaj no vino primero, sino el humano ordinario, el que es del Ruaj vino después. El primer hombre es de la tierra, hecho del polvo; el segundo hombre es del cielo. La gente nacida del polvo es como el hombre del polvo; y la gente nacida del cielo, es como el hombre del cielo; y tal como tenemos la imagen del hombre del polvo, también tendremos la imagen del hombre del cielo.[70] Les digo esto hermanos: la carne y la sangre no pueden compartir en el Reino de YAHWEH, tampoco algo que se corrompe comparte en donde es incorruptible. ¡Miren, les digo un secreto! ¡No todos nosotros moriremos! ¡Pero todos seremos trasformados! 1 Corintios 15:45-51 Hay dos eventos en esta Parasháh donde apreciamos la importancia de estas relaciones: entre un ser humano y otro, y entre un ser humano y su creador. El primero es el pecado de Adam y Javah: La serpiente logra persuadir a Javah de comer del árbol de la sabiduría, y ella a su vez incita a su pareja a hacer lo mismo. Después de haber transgredido ésta prohibición divina de comer esa fruta, la pareja comprende su error y las consecuencias de sus acciones, entre ellas el descubrimiento de su desnudez. Ambos escuchan la voz de YHWH Elohím en el jardín e intentan ocultarse de Él. El Creador se les aproxima y exige al hombre una respuesta… ¿Dónde estás? En otro suceso vemos a Kayin y a Hevel, hijos de Adam y Javah, preparando ofrendas a YHWH Elohím. El primero ofrece de los frutos de la tierra mientras que su hermano da a YHWH Elohím de los primeros y mejores animales de su rebaño. YHWH Elohím recibe la ofrenda de Hevel mas no la de Kayin. Éste se enfurece y en una oportunidad, encontrándose solos en el campo, provoca una riña y asesina a su hermano. Poco después YHWH Elohím le pregunta, ¿Dónde está tu hermano Hevel? He aquí las dos preguntas fundamentales que cada uno de nosotros debe tener presente en todo momento: ¿Dónde estoy? y ¿Dónde está mi hermano? Si antes de actuar nos hiciéramos estas preguntas, ¿Hacia dónde nos conduce esta acción? ¿Dónde están mis hermanos? ¿Cómo los puedo ayudar? o ¿Cómo van a ser ellos afectados? el mundo sería un mejor lugar. Si tuviéramos presente que nuestras acciones tienen consecuencias determinantes para nuestra situación personal y para la de nuestros semejantes, conduciríamos nuestras vidas con mucha mayor cautela y responsabilidad. Vale la pena mencionar que la clave para mantener una buena relación con nuestros semejantes es la de tratarlos como hermanos y no como extraños. En el idioma Hebreo, la palabra "cruel" se traduce como AJZAR. Éste término incluya la palabra ZAR que significa "extraño." Nuestros sabios nos dicen que uno puede ser cruel, sólo si percibe a su prójimo como "extraño", pero si lo considera como hermano será imposible ser cruel con él. Es tiempo de hacernos la pregunta ¿Dónde están nuestros hermanos? En un esfuerzo por hacer llegar al mundo de habla castellana, dondequiera que estén, las palabras de la Toráh, encontramos que el Internet es uno de los más eficientes medios a nuestra disposición para tal fin, y esperamos poder hacer un poco de diferencia.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
2:8 “YAHWEH Elohim plantó un paraíso hacia el este, en Edem, y allí puso al hombre que El había formado.” [Vayita Adonay Elohim gan-be'Eden mikedem vayasem sham et-ha'adam asher yatsar] – Esto nos enseña que hubo tres áreas principales en la tierra: el huerto, Edem y el resto del mundo. Estas tres corresponden a las tres áreas en el templo, el lugar santísimo, el lugar santo y el atrio. El hombre fue puesto para vivir en la intimidad en el lugar santísimo, para servir allí al Eterno YHWH como sacerdote. ¿Qué es el Jardín del Edem? Es el lugar en donde las almas que se lo merecen, habiendo dejado este mundo, disfrutan la luz de la presencia divina mientras esperan la entrada al Mundo Venidero - esto es la era post mesiánica (Talmud Shabbat 152b; Derej Hashem 1:3:11). El Zohar, el libro más importante del misticismo hebreo, explica que la Sukáh genera una energía espiritual tan intensa, que la presencia divina se manifiesta realmente de una forma similar al Edem. Durante Sukkot las almas de siete patriarcas de Yisra‟EL - Avraham, Yitzjack, Ya‟akov, Moshé, Aharón, Yosef, y el Rey David - dejan el Gan Eden para participar en la luz divina del Sukkot terrenal (Zohar - Emor 103a). Cada día de Sukkot, las siete almas están presentes, pero cada una toma su turno para guiar a las otras seis. Colectivamente estos invitados trascendentales son conocidos como Ushpizin, la palabra en arameo que significa "invitados". Para recibir a estas ilustres almas, muchos tienen la costumbre de recitar una larga invitación mística al ingresar a la Sukáh por primera vez. Adicionalmente, muchos invitan a los Ushpizin cada vez que participan de una cena en la Sukáh. Algunos hebreos sefardíes incluso tienen la costumbre de dejar aparte una silla decorada cubierta por un fino mantel y libros sagrados. Siete Patriarcas. Profundizando, encontramos que los Ushpizin caen dentro de un tema recurrente en la filosofía hebrea - que el tiempo se mueve de acuerdo a patrones establecidos y que la historia avanza hacia una meta final (Derej Hashem 4:7:2). El Rey David escribe: "Mil años en Tus ojos son como un día" (Salmos 90:4). Cada día de Sukkot corresponde a uno de los días de la semana, y a cada uno de los siete milenios de existencia humana - comenzando por Adam y llegando a la era mesiánica (Talmud - Sanedrín 97a; Derej Hashem 1:3:9). Acompañada por los siete patriarcas, Sukkot es la festividad que representa el concepto del pueblo Hebreo trabajando en conjunto para traer la paz y la perfección al mundo (Sfas Emes). Los textos Hebreos explican que cada uno de los siete Ushpizin corresponde a un camino espiritual fundamental (sefirá) a través de los cuales el mundo es nutrido y perfeccionado metafísicamente (Derej Hashem 3:2:5, Zohar Jadash, Toldot 26c; Zohar 2:256a). Avraham representa el amor y la bondad.
Yitzjack representa la moderación y la fuerza personal.
Ya‟akov representa la belleza y la verdad.
Moshé representa la eternidad y el dominio a través de la Toráh.
Aharón representa la empatía y la receptividad al esplendor divino.
Yosef representa la santidad y la base espiritual.
David representa el establecimiento del reino del cielo en la tierra.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Cuando actuamos de formas que manifiestan uno de estos atributos espirituales, la luz divina (como dirigida a través de ese particular conducto trascendental) brilla hacia el mundo y lo acerca más a su completitud (Derej Hashem 4:2:2,5). Como dice el Talmud: "Con la misma taza de medición con que una persona mide, son medidas [las influencias espirituales] para él" (Sotá 8b). Por otro lado, el énfasis primario de la cultura Bíblica, se mantiene en las acciones humanas, ya sean hacia el creador y/o hacia el prójimo. El Zohar (Emor 103a), luego de explicar a los Ushpizin, continúa: "Uno debe también llenar de alegría a los pobres, y la porción [que de otra forma hubiera sido separada para estos Ushpizin] del invitado debe ser para los pobres. Si una persona se sienta en la sombra de la fe e invita a aquellos invitados y no da su porción [a los pobres], todos permanecen distantes de él...Uno no debería decir "Primero me saciaré a mí mismo con comida y bebida, y le daré las sobras a los pobres". Sino, lo primero de todo debe ser para los invitados. Si uno llena de alegría a sus invitados y los satisface, Dios se regocija de él. Avraham, Yitzjack, Ya’akov y los demás los rodean...". Similarmente, un médico, sabio de nuestro pueblo trae este concepto como un asunto de obligación religiosa: "Mientras uno come y bebe, está obligado a alimentar al extraño, al huérfano, y a la viuda, junto con los otros pobres desafortunados... [Quien no lo hace] no está disfrutando de una Mitzvá, sino de su estomago" (Leyes de Yom Tov 6:18). 2:9 “De la tierra YAHWEH Elohim causó que creciera todo árbol hermoso a la vista y bueno para comer, y el árbol de la vida [8] en el medio del paraíso y el árbol del aprendizaje del conocimiento del bien y el mal.” – [Vayatsmach Adonay Elohim min-ha'adamah kol-ets nechmad lemar'eh vetov lema'achal ve'Ets haChayim betoch hagan ve'Ets haDa'at tov vara] – En el centro del huerto había dos árboles, uno cerca del otro. El árbol de la vida representa la Toráh, que es llamada “árbol de vida” en Proverbios 3:18, 15:4; Isaías 65: 22; Revelación 2:7; 22:2, 14 y 19. 2:10 “Un río salía del Edem para regar el jardín, y de allí se dividía en cuatro corrientes” – [Venahar yotse me'Eden lehashkot et-hagan umisham yipared vehayah le-arba'ah rashim] – No hay ninguna duda quien es este río. Primeramente se encarga de regar el Jardín del Edem y luego a toda La Tierra. 2:11 “El nombre de la primera es Pishon; circula por toda la tierra de Havilah, donde hay oro.” – [Shem ha'echad Pishon hu hasovev et kol-erets haChavilah asher-sham hazahav] – Pishon [Strong H6376 פִׁישֹוןPishón; de 6335; dispersante; Pishón, un río del Edén:-Pisón] Según Uno de nuestros sabios es el río Nilo. 2:12 “El oro de la tierra es bueno; también hay carbunclo y la piedra de esmeralda.” – [Uzahav ha'arets hahi tov sham habedolach ve'even hashoham] – Recordemos que el ambiente original para el hombre fue de abundancia. La escasez es el resultado de un cambio en la bendición. El hombre fue creado para tener abundancia económica y valorar el oro. La Toráh es la que da valor al oro. El oro tiene valor porque la Toráh está diciendo que es bueno. El oro no es malo. Las riquezas materiales no son malas, sino buenas. Lo malo es el amor al dinero. 1 Timoteo 6:10. 2:13 “El nombre del segundo río es Guijon; circula por la tierra de Kush.” – Según Uno de nuestros sabios, Guijón [Strong H1521 גִׁיחֹוןGuikjón; o (abr.) גִׁחֹוןGuikjón; de 1518; corriente; Guikjón, río del Paraíso; también un valle (o estanque) cerca de Jerusalén:-Gihón] 2:14 “El nombre del tercer río es Tigris [Eddekel], es el que fluye hacia el este de Ashur. El cuarto río es el Eufrates.” – [Veshem hanahar hashlishi Chidekel hu haholech kidemat Ashur vehanahar ha revi'i hu Ferat] – Según Uno de nuestros sabios, Eddekel [Strong H2313 ִׁח ֶדקֶלKjiddéquel; prob. de or. for.; el río Jidequel (o Tigris):-Hidekel] significa que sus aguas son punzantes, “jadín” y ligeras, “kadín”. Prat [Strong H6578] está relacionado con fruto, “perí”, sus aguas fructifican.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
2:15 “Y YAHWEH Elohim tomó al hombre cual El había formado y lo puso a él en el jardín del Edem [Delicia], para cultivarlo y cuidarlo.” – [Vayikach Adonay Elohim et-ha'adam vayanichehu vegan-Eden le'ovdah uleshomrah] – El propósito inicial era que el hombre se multiplicara para ser una familia grande que se extendiera sobre toda la tierra, y que expandiera la hermosura del huerto por todo el mundo, guardándolo de toda mala influencia que pudiera venir de Ha Satán a través de los animales, sobre los cuales Adam tenía que ejercer dominio, y no someterse. El trabajo no provino de un castigo, al contrario es un privilegio, no obstante es importante notar que es el ser creado a imagen y semejanza de YHWH Elohím, el que recibe esta bendición de trabajar y cuidar el Huerto. Es decir que cuando el hombre se impurifica a través del pecado, ya no puede acercarse con manos sucias e inmundas a trabajar en el huerto de YHWH Elohím. Sino que este recibe su castigo y YHWH mismo lo aleja de tocar su santuario y su morada Kadosh. Hasta que sea restaurado de una sola vez y por todas cuando se establezca el reino mesiánico. “para cultivarlo y cuidarlo” – Estas dos tareas son básicas en cualquier obra viva para que tenga éxito. Se trata de extensión y de protección. No es suficiente extender una obra viva, también hay que protegerla y guardarla. No es suficiente guardar una obra viva, hay que ampliarla y extenderla. Todo lo que vive se mueve y se desarrolla y todo lo que vive es vulnerable y necesita ser cuidado. Una congregación que sólo piensa en expansión sin cuidar lo que tiene, perderá muchas vidas. Una congregación que sólo piensa en mantener el status quo nunca podrá cumplir el propósito del Eterno YHWH de multiplicarse. Toda vida tiene que desarrollarse y ser protegida para no morir. Estos dos principios también están reflejados en la bendición Aharónica, Números 6:24, que dice: “YHWH Elohím te bendiga y te guarde.” ¿En qué sentido Adam tenía que proteger el huerto? ¿No era todo bueno en gran manera? Entonces no podía haber enemigos ni elementos inamistosos que podrían dañar el huerto. ¿O sí los había? ¡Efectivamente sí los había! Como ya lo vimos antes, el mal ya existía. El árbol del conocimiento de lo bueno y de lo malo constituye una evidencia de que ya existía el mal en algún lugar. Es evidente que la caída en el pecado de una parte de la creación invisible ya era un hecho. El hombre fue advertido acerca de ello, y tenía la misión de resistir ese mal para que no dañara el Reino del Eterno YHWH en el mundo donde había sido puesto para gobernar. Esto nos muestra que el hombre no sólo fue creado con el propósito de propagar la gloria del Eterno YHWH en el mundo, sino también para combatir el mal. ¿Cómo se imagina Ud. el Jardín del Edem? - "¿El Jardín del Edem? - pregunta Ud. - ¡Y... no sé! Nunca lo pensé en serio". Supongo que Ud. jamás ha estado en aquel hermoso lugar, ni tampoco tiene conocidos que lo hayan visitado y que le puedan informar al respecto. No le queda entonces otra opción, sino hacer uso de su imaginación. ¿Se anima a divagar por un rato? ¿Cómo fantasea Ud. un lugar atractivo? "Y... que tenga, pues, un buen clima, soleado, fresco, con una brisa agradable y no muy caluroso, árboles de distintos tonos y flores encantadoras con rico perfume, el mar tranquilo..." "Un lugar en el que desparezcan todos los problemas, que no haya que preocuparse por absolutamente nada (salvo elegir la playa en donde quiere pasar el día), libre del stress y de la contaminación ambiental de la ciudad..." Muy lindo - y... ¿a qué hay que dedicarse en ese lugar tan atractivo? - le vuelvo a consultar. "¡¿Dedicarse?!" - dice Ud. - "¡¿trabajar?! ¡Cómo trabajar! ¡Si es atractivo, pues no hay que trabajar, porque si tengo que salir a trabajar, entonces deja de ser atractivo!"
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Bien, entonces. Analicemos juntos el texto de la Toráh en el que describe las condiciones de vida del Jardín del Edem, el lugar al cual YHWH Elohím invitó a vivir y en dónde colocó YHWH Elohím a la primer pareja de seres humanos: A Adam (Adán) y a Javah (Eva). Posiblemente acertemos en nuestra evaluación del lugar ideal, o quizás no tanto. (Antes de seguir, debemos aclarar que el término "Edem" se utiliza en la literatura rabínica indistintamente para hablar del sitio físico terrenal en el cual estuvieron oportunamente Adam y Javah, por un lado, y, por el otro, del "lugar" espiritual en el cual habitan las almas justas después de fallecer. Nos ocuparemos en este momento a hablar algo únicamente del primero de ambos). “De la tierra YAHWEH Elohim causó que creciera todo árbol hermoso a la vista y bueno para comer, y el árbol de la vida [8] en el medio del paraíso y el árbol del aprendizaje del conocimiento del bien y el mal.” (Bereshít 2:9) Hasta aquí coincide con su imaginativa. Efectivamente, la Toráh confirma que esto no es ficción, y, al menos, los fascinantes y maravillosos árboles indudablemente existen en el Edem. Sin embargo, sigamos adelante con la Toráh: Y YAHWEH Elohim tomó al hombre cual El había formado y lo puso a él en el jardín del Edem [Delicia], para cultivarlo y cuidarlo.[9] (Bereshít 2:15). De este versículo se entiende claramente que Adam no fue creado dentro del Jardín del Edem, sino que fue engendrado afuera de él y recién luego, YHWH Elohím lo indujo a ingresar. Aunque debemos afirmar, que existen otras explicaciones por parte de nuestros sabios. No obstante para efectos del desarrollo de este pensamiento utilizaremos la premisa ya apuntada. En este ámbito entonces, podemos afirmar que Adam conoció el "mundo de afuera" (en el cual estamos insertos nosotros), que evidentemente ahora está más desmejorado, y deja mucho que desear, en particular si uno lo compara con la belleza del Jardín del Edem. En otras palabras, Adam era consciente que el Edem en el cual habitaba era un lugar privilegiado y que podía llegar a perderlo si no se conducía de acuerdo a lo que se esperaba de él. Podemos suponer que YHWH Elohím quiere que la persona aprecie lo que posee, y en el caso de Adam, le dio la oportunidad de conocer que las ventajas del Edem, no eran generalizadas. Asimismo, el versículo declara rotundamente que el objetivo de la vida del Edem era "para trabajarlo y cuidarlo". "¿De qué trabajo y de qué cuidado se habla aquí? Si se tratara de plantar árboles, eso no puede ser, porque ya los plantó YHWH Elohím. Tampoco se puede tratar de la necesidad de riego, pues ya dice "y salía un río del Edem para irrigar el Jardín" (Bereshít 2:10). ¿De qué se trata entonces? El 'trabajo' se refiere a la dedicación del estudio de la Toráh, y 'cuidar' se alude al cumplimiento de la Mitzvót." (Pirkéi d'Rabi Eliezer 12). Aun si el "trabajo" y el "cuidado" del Jardín fuesen literales (refiriéndose a arar, sembrar, etc.) como algunas autoridades opinan, la tarea no deja de ser espiritual, por el solo hecho que el cumplimiento de estas tareas respondían a la consigna que YHWH Elohím le había encomendado. De un modo u otro, la vida en el Edem no era ociosa. El ocio no tiene lugar en la cultura Bíblica, ni en el plan de YHWH Elohím para la humanidad en su totalidad.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
La actitud reacia al trabajo como un "mal necesario" al que hay que volver todos los días lunes - una postura que tiene mucha difusión en nuestra sociedad (los "caballeros" medievales también suponían que trabajar era cosa de esclavos, pero no para gente de su propia categoría que dedicaba su tiempo a cazar, a los duelos, o simplemente a no hacer nada) - no coincide en absoluto con la Toráh. Así que, (esperamos no decepcionarlos demasiado) Adam debía trabajar, pues el trabajo es bueno. No solo eso, sino que recién luego que Adam trabajara, podría disfrutar de los placeres del Edem, pues solamente después de este versículo, YHWH Elohím le dice a Adam (Bereshít 2:16) "de todo árbol del Jardín has de comer..." "¡Qué valioso que es el trabajo, pues aun Adam no probó nada antes de haber trabajado!" Dice en Avot d'Rabi Natan, basándose en este hecho. Rashí explica las primeras palabras de este versículo: "y tomó YHWH Elohím" en el sentido que “lo tomó con palabras, persuadiéndolo a ingresar al Jardín del Edem”. La pregunta obvia es: ¿Para qué necesitaba YHWH Elohím seducir a Adam para que entre a un lugar superior? ¿No es obvio que Adam por si solo quisiera habitar en este jardín tan "exclusivo"? Antes de responder esta pregunta, debo aclarar que Rashí aplica la misma explicación en lo demás lugares en los que la Toráh emplea la palabra "tomar" con respecto a una persona. En todos los casos, uno se sorprende que los interesados realmente deban ser convencidos, pues en todas las instancias análogas, la proposición parece ser un privilegio para el candidato. Veamos: Sarah persuadió a Hagar a que se quiera casar con su marido para tener hijos con él (Bereshít 16:3). Moshe persuadió a Aharon y a sus hijos para que tomen el cargo de Kohaním (sacerdotes) (Vayikrá 8:2). Más tarde sucedió la situación equivalente al momento de asumir de los Leviím (levitas) (B‟midbar 8:6). ¿A qué se debe que todas estas oportunidades se requirió, a su vez, hacer uso de la persuasión para convencer? Posiblemente la respuesta sea la siguiente: en todos los casos mencionados, el ofrecimiento se trató de una progresión espiritual. Adelantar en materia mística, significa un compromiso en todo nivel de vivir irrevocablemente acorde a la categoría religiosa correspondiente al grado espiritual ansiado. Dado que nada, absolutamente nada, es gratis en la vida, y todo privilegio debe ser correspondido y compensado con una conducta equilibrada, una persona consciente y coherente, toma en cuenta todos los aspectos relacionados con su progreso, de modo que las decisiones adoptadas se mantengan con el tiempo y ayuden a crecer aun más. En todos los casos que mencionamos, Adam, Hagar, Aharon y los Leviím temieron que no estaban aún capacitados para este próximo paso en sus vidas. Volviendo a Adam y Javah. Después de pecar, YHWH Elohím les indicó que el Jardín del Edem ya no era el lugar indicado para su nuevo estado espiritual frustrado, es decir, que el nivel de Adam no era proporcionado a los desafíos que ofrece el Jardín del Edem. A esa altura de los acontecimientos, Adam creyó que por sí solo podría aún recuperar lo que había quebrantado (habitualmente las personas no son lúcidas respecto a sus propios deslices y no advierten sus caídas morales). Pero no había de ser así. YHWH Elohím lo debió echar del lugar para que reconociera que le faltaban temporalmente las condiciones para vivir en el Edem. Debería retornar al mundo menos favorecido y recuperarse para volver a ser apto e ingresar nuevamente.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
A la entrada del Jardín del Edem, YHWH Elohím colocó a los "Keruvím", por un lado y una lanza giratoria, por otro. ¿Qué función cumplen los Keruvím? R.Sh.R.Hirsch sz"l compara esta mención de estos Keruvím con las imágenes que estaban apostadas encima del Arca de la Tablas de la Ley en el Mishkan (santuario), y explica que, del mismo modo que allí, los Keruvím representan a las personas derechas y santas que surgen del correcto y minucioso cumplimiento de la Ley de la Toráh. Estos son, entonces, los "modelos" de vida de personas con quienes compartimos la vida en cada generación. Si emulamos su eximia conducta, nos acercamos en el camino para retornar al Edem. De modo contrario, intervienen las lanzas giratorias que nos hacen ver la desviación y nos instan a poner nuestras miras rumbo al Edem. Si queremos, o no, nuestro destino está fijado. Depende de nosotros, que el camino no sea traumático. Sin embargo, como seres Di-vinos nos corresponde el espacio inmejorable que YHWH Elohím creó para nosotros. Ese lugar no es lo que nosotros, con nuestros conceptos limitados apreciamos. Pero es lo óptimo para YHWH Elohím. 2:16-17 “YAHWEH Elohim dio al hombre esta orden: "Puedes comer libremente de todos los árboles en el paraíso, pero del árbol del aprendizaje y el conocimiento del bien y el mal – de éste tú no comerás, porque en el día que tú comas de él, será cierto que tú morirás.” – [Vayetsav Adonay Elohim al-ha'adam lemor mikol ets-hagan achol tochel. Ume'ets hada'at tov vara lo tochal mimenu ki beyom acholcha mimenu mot tamut] – Aquí aparece por primera vez en la Toráh la palabra “ordenó”, en hebreo “tsavá”, [Strong H6680 ָצוָהtsavá; raíz prim.; (intens.) constituir, ordenar:cargo, constituir, designar, encargar, encomendar, enviar, escoger, establecer, gobernar, imponer, intimar, (dar) mandamiento, mandar, orden, ordenar, prescribir, prohibir, recomendar] que es la raíz de la palabra “mandamiento”, en hebreo “Mitzvá”.[Strong H4687 ִׁצוָה מ ְךmitsvá; de 6680; mandato, sea humano o divino (colect. la Ley):-estatuto, ley, mandamiento, mandar, mandato, mensaje, orden, palabra, precepto] Ahora YHWH Elohím dio un mandamiento positivo al hombre, de comer de todos los árboles del huerto excepto uno, y un mandamiento negativo, de no comer del árbol del conocimiento de lo bueno y de lo malo. Este verso relata sobre la orden que YHWH Elohím le dio a Adam: "Puedes comer libremente de todos los árboles en el paraíso, pero del árbol del aprendizaje y el conocimiento del bien y el mal – de éste tú no comerás, porque en el día que tú comas de él, será cierto que tú morirás.”. Sobre esta primera orden del Creador al primer hombre de no comer del árbol de la sabiduría, relatan nuestros sabios al respecto en el Midrash, que esa prohibición fue solo por el primer día de su creación. Más aun, según la opinión del Talmud (tratado de Sanhedrin 38,2), la prohibición era por tres horas solamente. Lo que debemos comprender es, ¿cómo es posible que una prohibición que provino del Creador, Quien la dio al primer hombre que fue creado por ÉL, la misma duró solo tres horas y aun así el hombre no pudo cumplirla?. Para responder a esta pregunta, citaremos lo que relatan los comentaristas sobre el episodio del primer pecado de Adam. Ellos dijeron que en ese pecado están guardados muchos secretos profundos de la Toráh. Aun así debemos tratar de buscar una explicación que sea acorde a nuestra capacidad. La misión del mal instinto La misión del mal instinto (conocido como Yetzer Hará), es impedir que el ser humano despierte fuerzas y energías profundas para vencer sus malas inclinaciones, eso lo logra haciéndole la contra, es decir impidiendo al hombre el cumplimiento de la voluntad Divina. Esa misión la realiza con firmeza y fidelidad, y para ella usa todos los medios necesarios.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Es por eso que cuando se trata de una orden importante, allí es que pone toda su fuerza para impedir al hombre que obre como YHWH Elohím quiere de él. Hay ordenanzas que no son tan difíciles, pero pueden tener escondidos en ellas una misión importante de YHWH Elohím, eso lo sabe el instinto negativo, y por eso pone toda su energía en ella. Ese impedimento puede presentarse aun en preceptos simples, o también en un precepto implantado por nuestros sabios, o aun una costumbre, no importa la gravedad del precepto, importa si es algo importante que YHWH Elohím quiere que el hombre obre en ese momento, eso ya es suficiente, para que le haga toda la contra intentando lograr que no cumpla esa voluntad. El Talmud en el tratado de Shabbat (118,2) relata sobre Rav Iosef que le preguntó a su amigo acerca de su padre, le dijo ¿en qué precepto se cuidaba más, tu padre?. Es decir, la pregunta tomaba como algo asumido que el padre cumplió todos los preceptos, nada más que un precepto específico, él lo tomó con toda su alma. En Jasidut se explica al respecto, que cada alma tiene una misión general, y una misión particular, por esa razón es, que quizás uno elige un precepto de los sabios o aun una costumbre, y para él es el precepto que lo cumple con todo el ímpetu, y la razón de eso es, porque ese precepto o costumbre, tiene que ver con su misión particular en el mundo, por eso debe tener un cuidado especial en el cumplimiento de ese precepto. Con esta explicación podemos comprender la razón por la cual Adam no pudo con su instinto, aun en una prohibición que no requiere tanto esfuerzo y no es algo a largo plazo, al ser que el Instinto sabia, que es la misión más importante de Adam y contra eso puso toda su energía y esfuerzo para que no la cumpla. ¿Cómo uno puede darse cuenta cual es su misión particular en el mundo? Lo que podemos aprender de esto es, que hay veces en las cuales uno nota que tiene la fuerza y energía de cumplir cosas muy difíciles, pero hay cosas aun si son simples de cumplir, en las que siente una debilidad especial y en muchas ocasiones se tropieza, de eso debe llegar a la conclusión que es algo muy importante de su misión particular, por eso es que tiene una debilidad en ese precepto. Y ya sabiendo eso, debe de poner mayor empeño y esfuerzo, tomando las armas espirituales, para vencer tal situación que le impide tener una relación mejor con su creador. En ese esfuerzo, ya sea mucho o sea poco, alcanzará mérito. Los mandamientos positivos traen bendiciones sobre los que los obedecen y los mandamientos negativos traen castigo sobre los que los desobedecen. A través de los mandamientos, el hombre es elevado a una posición de alteza. La palabra “Mitzvá” incluye el concepto de “encargo”. Cuando una persona recibe un encargo divino se siente importante y es elevado al estatus de colaborador con el Eterno YHWH para cumplir sus planes de manera consciente y voluntaria. Los mandamientos son herramientas que el Eterno YHWH ha entregado en las manos del hombre para poder mantener una relación íntima con ÉL y también profundizar en esa intimidad con ÉL. Si el hombre rompe los mandamientos hay una ruptura en esa relación y el hombre experimenta una decadencia espiritual. Un ser humano sin normas es peor que un animal, porque los animales cumplen las normas que han sido establecidas para ellos. El cumplimiento de los mandamientos eleva al hombre a las esferas espirituales, pero el quebrantamiento de los mandamientos lo reduce al polvo del cual fue tomado. El árbol del conocimiento de lo bueno y de lo malo representa el libre albedrío del ser elegido y creado para salvación por YHWH Elohím, es por tanto, el reconocimiento de la soberanía de YHWH Elohím sobre el hombre.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Cada vez que el hombre obedecía el mandamiento negativo de no comer del árbol prohibido, mostraba quién era el Soberano, quién era el dueño en su vida, quién era su Elohím. Este árbol ayudaba al hombre a someterse y humillarse, y de esta manera podía mantener su estado de amo y administrador delegado sobre todas las cosas creadas. La única manera de poder mantener un puesto de autoridad es estar en sujeción al que delegó la autoridad. Por esta razón, con el tiempo este árbol se convertiría en un tipo de altar, un lugar de sacrificio y adoración, donde la voluntad del hombre es sujetada a la voluntad del Creador. Este árbol era también la manifestación de la libertad del hombre elegido. El hombre elegido de YHWH, tenía la posibilidad de pecar. Era libre para elegir entre la obediencia y la desobediencia. Si el hombre no hubiera tenido mandamientos, no tendría la opción de ser desobediente. Ahora su obediencia estaría basada en una acción voluntaria de sometimiento y esto le convertiría en un ser superior a que si no hubiera tenido esa opción. De esta manera el amor estaría basado en la libertad de elección, y así es más fuerte y poderosa la relación. YHWH Elohím desea nuestro amor voluntario, no obligado. Como el Eterno prohibió al hombre comer de ese árbol, en un sentido, no tenía la libertad para hacerlo. En el caso de desobediencia al mandamiento, habría una consecuencia catastrófica, la muerte, que implica la desintegración de los elementos que están vivos al estar unidos. Las Escrituras hablan de, al menos, tres clases de muerte.
Muerte espiritual, cuando el espíritu humano es alejado de la Fuente de la vida, Efesios 2:2.
Muerte física, cuando el hálito de vida, sale del cuerpo, Génesis 5:5.
Muerte eterna (la segunda muerte), cuando todo el ser es consumido en el lago de fuego, Mateo 5:29; 25:41; Revelación 20:14.
¿Cómo podemos interpretar las palabras: “el día que tú comas de él, será cierto que tú morirás”?
El día cuando Adam pecó, experimentó un tipo de muerte espiritual, su interior experimentó una ruptura en la relación íntima con YHWH Elohím, de manera que YHWH Elohím le sale a buscar llamándole y diciéndole: “¿Dónde estás?”
Si consideramos que un día también significa 1000 años, vemos que Adam no pasó a un segundo milenio de vida, murió a los 930 años, en el mismo día (entiéndase día como 1000 años) que comió del árbol, murió físicamente.
Es posible que Adam haya muerto exactamente el día de su cumpleaños, 930 años después de su creación, el sexto día de la semana (viernes). Según la tradición fue enterrado por YHWH Elohím Mismo, en la cueva de Majpelah, que estaba cerca de la puerta del Huerto de Edem. Esta es la razón por la que Avraham tenía tanto interés en comprar esa cueva, para sepultura de Sarrha, de sí mismo, y de sus descendientes.
2:18 “YAHWEH Elohim dijo: "No es bueno que el hombre esté solo. Hagamos para él una compañera apropiada para que lo ayude.” – [Vayomer Adonay Elohim lo-tov heyot ha'adam levado e'eseh-lo ezer kenegdo] – El hombre no fue creado para estar solo. La mujer fue formada de un costado del hombre con el fin de estar delante de él y complementarle. Este texto enseña que el propósito principal de la mujer es apoyar al hombre para que él pueda cumplir los propósitos del Eterno YHWH junto con ella.
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Cuando la Toráh habla de ejercer dominio, en 1:26-28, no lo expresa de forma singular, sino siempre plural. Esto nos enseña que el hombre no puede ejercer dominio estando sólo. Necesita la ayuda de su esposa para poder ejercer un dominio correcto sobre la creación. Esta capacidad le ha sido concedidad solamente al estará tono con el Eterno YHWH y hasta que el reino milenial de Yahshúa se instaure. Antes que la mujer fuese formada, el hombre fue puesto en el huerto para labrarlo y protegerlo. Los mandamientos de comer de los árboles y de no comer de un árbol no fueron dados directamente a la mujer, sino sólo al hombre. Esto es interesantísimo, como ya lo hemos acotado antes, y es que Javah conocía muy bien la prohibición, lo cual demuestra de Adam había hecho su tarea de enseñanza. El hombre también empezó su tarea de dominar sobre la creación al poner nombres proféticos sobre todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo. Esto nos enseña que hay tres cosas específicamente relacionadas con la función del varón: La producción y cuidado laboral, expansión, cuidado y defensa.
El estudio, cumplimiento y enseñanza de la Toráh.
La responsabilidad de discernir y gobernar sobre el contorno.
El hombre ya estaba funcionando en estas tres áreas sin la ayuda de la mujer. Sin embargo no estaba bien que un solo hombre estuviera haciendo estas cosas. YHWH Elohím quería tener muchos hijos, y el varón solo, no podía cumplir con esa misión y visión. Necesitaba una esposa que pudiera ayudarle con esa tarea. Por este motivo, YHWH Elohím diseñó el cuerpo de la mujer especialmente con el fin de poder producir hijos. Según lo señala uno de nuestros sabios, es un diseño perfecto, con una base ancha abajo, para poder soportar el peso del feto en el proceso de gestación. Esto nos enseña que la vida familiar y la crianza de los hijos es la tarea principal de la pareja, además se destaca la ineludible relación madre – hijo desde el mismo momento de la concepción. Dentro de los trabajos más grandes en el rol de vida temporal, en esta tierra, es ser partícipe de esta misión y visión de YHWH. Y Así uno de los mayores privilegios en la vida de una mujer hebrea, es poder casarse con el fin de ser una ayuda para su marido, tener hijos y ayudar a su marido a criarlos para que sean fieles al Eterno YHWH. El hombre fue creado para moverse en un círculo más amplio, la mujer fue creada para moverse en el mundo del hogar en primer lugar, Proverbios 31:10-31. La mujer ha sido capacitada de una manera especial, para poder ser una ayuda para su esposo. La palabra hebrea que ha sido traducida como “ayuda” es “ézer”, [Strong H5828 ֵעזֶרézer; de 5826; ayuda:-ayuda idónea, ayudador, ayudar, socorrer, socorro] cuya raíz es ”azar”, [Strong H5826 ָעזַרazár; raíz prim.; rodear, circundar, i.e. proteger o ayudar:aliado, amparo, ayuda, ayudador, ayudar, carecer, dar, defender, socorrer, socorro] Esta palabra no tiene nada despectivo en sí, sino refleja lo mejor que pueda recibir una persona cuando hay necesidad. El hombre está menos capacitado para poder vivir solo que la mujer. La Toráh enseña que el hombre es el que necesita una ayuda, no la mujer, ella ha sido hecha con la función de ser ayuda, apoyo. La palabra “ézer” aparece en la mayoría de los textos en las Escrituras como una referencia al Eterno YHWH, Éxodo 18:4; Deuteronomio 33:7. Así que, la ayuda que la mujer pueda brindarle al hombre es una ayuda que viene del cielo. El hombre humilde acepta los consejos sabios y la ayuda que el Eterno YHWH le esté dando a través de su esposa, cuando esta se deja usar por el
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Eterno YHWH. El hecho de que la Toráh enseña que el hombre necesita ayuda no significa que la mujer no necesite del varón. El varón estaba funcionando en las tres áreas que antes hemos mencionado, antes de la formación de la mujer. Por lo tanto, la mujer depende del hombre en estas tres áreas. La mujer necesita el beneficio del trabajo y la protección del varón. La mujer necesita de la revelación del consejo del Eterno YHWH que fue entregado al varón. Ningún libro en las sagradas Escrituras fue escrito por una mujer pero fueron también escritos para la mujer. La revelación divina viene en primer lugar al hombre y es transmitida por medio del hombre a la mujer. En algunas ocasiones el Eterno YHWH habla al hombre a través de la esposa, pero esa no es la regla sino un complemento. El Eterno YHWH no habló a la mujer acerca de los mandamientos que el hombre había recibido. Esto nos enseña que el hombre tiene la responsabilidad para enseñar Toráh a su esposa. El esposo debe dedicar más tiempo que la esposa en los estudios de las Escrituras y en la oración, para poder obtener la revelación divina y así poder enseñarla y dirigir a su hogar de manera profética. El varón es el que tiene la última palabra a la hora de decidir cómo llevar la familia, él es la cabeza de su esposa. 1 Corintios 11:3. La palabra hebrea que ha sido traducida como “opuesta a él” es “ke-negdó”, cuya raíz es “négued”, [Strong H5048 נֶגֶד négued; de 5046; frente, i.e. parte opuesta; espec. contraparte, o cónyuge; usualmente (adv., espec. con prep.) en contra de o antes:-adelante, delante, de, desde, en dirección a, enfrente, lejos (de), presencia, vista] Esto nos enseña que la mujer fue creada para estar en frente del varón. Si el varón se porta de manera correcta, su mujer, que es temerosa del Eterno YHWH, le va a tratar bien, pero si él no hace lo que el Eterno YHWH le ha llamado y mandado hacer, entonces la mujer se convertirá en su enemiga. La palabra “ke-negdó” puede ser traducida “que le lleve la contraria”. La mujer ha sido hecha por el Eterno YHWH para ser así. Esa es la mejor ayuda que el hombre pueda tener, aparte del Eterno YHWH mismo. La mujer fue diseñada para ver las cosas de otra manera, para estar en un ángulo diferente y tener otro modo de comprender su entorno. El hombre tiene más capacidad para ver las cosas de manera general, pero no tiene la capacidad de ver todos los detalles. La mujer ha sido capacitada para ver ciertas cosas que el hombre no puede ver y él tiene la obligación de escucharla para poder tener una imagen más completa de las cosas antes de tomar las decisiones finales y dirigir correctamente su familia, en santidad, justicia, Shalóm y amor. 2:19 “Así que del suelo YAHWEH Elohim formó todo tipo de animal salvaje y toda criatura que vuela en el cielo, y El los trajo al hombre para ver lo que los llamaba. Lo que el hombre llamara a cada criatura viviente, ese habría de ser su nombre.” – [Vayitser Adonay Elohim min-ha'adamah kol-chayat hasadeh ve'et kol-of hashamayim vayave elha'adam lir'ot mah-yikra-lo vechol asher yikra-lo ha'adam nefesh chayah hu shemo] – En el quinto y sexto día fueron formados los animales. Estos animales luego fueron traídos al hombre para que él dominara sobre cada uno de ellos a través del discernimiento espiritual y su capacidad de hablar. Nuestros sabios enseñan que Adam, por medio del discernimiento espiritual podía detectar el carácter y la función de cada especie. Luego combinó las letras hebreas, según el significado de cada letra, que correspondían al carácter y función de cada animal y las pronunció sobre cada uno en particular. Adam fue creado para ser dirigido por el Espíritu del Eterno YHWH. Todavía no había entrado el pecado en él, y su relación y revelación espirituales no sufrían impedimentos de ninguna clase. Él sabía, por medio de su visión profética, acerca de la función y propósito de cada cosa y animal y podía dominar sobre cada uno de ellos conforme al plan del Creador.
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2:20 “Así, pues, el hombre dio nombres a todo ganado de cría, a las criaturas que vuelan en el cielo y a toda bestia salvaje. Pero para Adam no fue hallada una compañera apropiada para ayudarlo” – [Vayikra ha'adam shemot lechol-habehemah ule'of hashamayim ulechol chayat hasadeh ule-Adam lo-matsa ezer kenegdo] – Al poner nombres sobre los animales, el hombre los dominaba con su palabra. El hombre fue capacitado para dominar y crear su entorno a través de su propia palabra. YHWH Elohím puso nombre sobre la luz, las tinieblas, la expansión, la tierra y el mar. ÉL domina sobre todas estas cosas. YHWH Elohím puso también nombre sobre el hombre el día en que fue creado, 5:2. El hombre luego podía seguir poniendo nombres sobre los animales y de esa manera colaborar con el Eterno YHWH en esta obra. 2:21-22 “Entonces YAHWEH Elohim trajo un trance sobre Adam, y él durmió, y El tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar de donde había tomado la costilla. De la costilla que YAHWEH Elohim había tomado del hombre, El hizo una persona mujer; y El la trajo a la persona hombre.” – [Vayapel Adonay Elohim tardemah alha'adam vayishan vayikach achat mitsal'otav vayisgor basar tachtenah. Vayiven Adonay Elohim et-hatsela asherlakach min-ha'adam le'ishah vayevi'eha el-ha'adam] – La mujer no fue tomada del polvo de la tierra para ser aplastada, ni de la cabeza del varón para dominarlo, sino de su lado para igualarlo. Según Uno de nuestros sabios, el texto hebreo no habla de costillas sino de costados. De esta manera YHWH Elohím sacaría la parte femenina del hombre para formar una mujer. Por otro lado, otro sabio enseña que YHWH Elohím sacó una costilla, y con esa costilla construyó una mujer. El Tárgum de Jonatán dice que se trataba de la decimotercera vértebra del hombre. En el episodio de la formación de la mujer encontramos una hermosa ilustración profética en cuanto a la preparación de la novia del Mashíaj. En el plan eterno del Padre celestial, el Mashíaj ha sido destinado para ser el gobernante sobre todo el universo. Este gobierno fue reflejado en el hombre en relación con los animales y la tierra. Sin embargo, como el hombre no debía ejercer ese dominio solo, la mujer fue sacada de él, para que hubiera un gobierno colectivo de hombre y mujer. De la misma manera, YHWH Elohím decidió sacar del Mashíaj una esposa complementaria, para compartir con Él, el gobierno de toda la creación, tanto invisible como visible. Y de la misma manera que el hombre fue puesto bajo un sueño profundo, el Mashíaj tenía que pasar por el sueño de la muerte. Durante el sueño, la mujer fue sacada del hombre. De la misma manera la novia del Mashíaj fue sacada a base de la muerte del Mashíaj. La muerte del Mashíaj es la base sobre la cual la novia podía ser sacada, formada y perfeccionada, para poder ser una ayuda complementaria en el gobierno mesiánico universal. Esto no significa que la novia no existía antes de la muerte del Mashíaj Yahshúa. La novia ya existía desde antes. Juan 3:29; Efesios 5:25-27. Estos textos muestran, inequívocamente que la novia del Mashíaj ya existía antes de que Él se entregara para morir por ella, tal y como lo hemos enseñado en otras Parashót. Sin embargo, la muerte del Mashíaj era necesaria para poder perfeccionarla para que no tuviera mancha ni arruga, ni cosa semejante. La congregación del Mashíaj son los fieles dentro del pueblo de Yisra‟EL, (naturales más los injertados dentro de ellos) como está escrito en Jeremías 31:4 y Mateo 16:18b: “Yo te edificaré; tú serás edificada, O virgen de Yisra'el, [2R 19:21; Is 37:22; Am 9:11; Hch 15:16] tomarás aun tus panderos, saldrás y danzarás con la gente festiva. [La 1:15; 2:13; Sal 69:35] … sobre esta roca edificaré mi congregación.” 2:23 “Y Adam dijo: Este es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ella será llamada mujer [Hebreo: ishah], porque ella fue sacada de su hombre [Hebreo: ish].” – [Vayomer ha'adam zot hapa'am etsem me'atsamay uvasar
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mibesari lezot yikare ishah ki me'ish lukacha-zot] – Las primeras palabras del hombre cuando despertó de su sueño fueron: “Esta vez”. Esto significa que él había estado buscando entre los animales algún ser que podría ser su pareja. Según el Midrash, [Bereshít Rabá 17:5] al ver que todos los animales tenían parejas, se quejó con el Eterno YHWH por no tener pareja. Entonces el Eterno YHWH le durmió y le proporcionó a Javah. Este texto nos enseña que Adam hablaba en hebreo, la misma lengua que el Eterno YHWH usó para crear el mundo. Según Siftei Jajamim, [Una obra del rabí Shavtai Bass, 1641-1718, que es una compilación de varios comentaristas de Uno de nuestros sabios, incluyendo los comentarios propios. El rabí Bass fue un famoso editor y cantor en la sinagoga de Praga] en todas las lenguas antiguas del mundo, la palabra para “mujer” no se deriva de la palabra para “hombre”, excepto en el hebreo. Por lo tanto, el juego de palabras que está haciendo Adam es una evidencia que estaba hablando el idioma hebreo y entendiendo su gramática. El hebreo fue hablado por todos los hombres hasta la torre de Bavel casi 2000 años después. A partir de allí el hebreo fue dividido en 70 idiomas diferentes. En el judaísmo el idioma hebreo es llamado “ha-lashón ha-Kódesh”, “la lengua sagrada”. 2:24 “Por esto el hombre dejará a su padre y su madre y permanecerá con su esposa, y ellos serán una sola carne.” [Al-ken ya'azov-ish et-aviv ve'et imo vedavak be'ishto vehayu levasar echad] – Aquí está la base para el matrimonio entre hombre y mujer. El matrimonio es un pacto entre varón y mujer que tiene implicaciones sociales. Por lo tanto la relación entre un hombre y una mujer no es meramente, un asunto totalmente privado. En todas las culturas hay algún tipo de anuncio público a la hora de iniciar un pacto matrimonial, hecho en lo privado. El hombre no tiene el derecho de cohabitar con una mujer sin tener un pacto matrimonial con ella como base, pues eso es entrar en un estado de fornicación. Este texto nos enseña que primero hay un paso de abandono de la vida social en relación con la familia de los padres. Luego hay una unión oficial cuando una mujer se convierte en “su” mujer, y después podrán unirse físicamente para ser una sola carne. Este es el orden establecido desde la creación para la formación de la unión entre hombre y mujer. La raíz de la palabra hebrea que ha sido traducida como “unirá” es “davak”, [Strong H1692 ָדבַקdabác; raíz prim.; prop. afectar a, i.e. asirse o adherirse; fig. agarrar por persecución:-abatir, acercar, alcanzar, apegarse, dejar, endurecer, entregar, juntar, ligar, pegar, perseguir, quedar, seguir, trabar, unir] En Mateo 19:4-6 nos enseña nuestro Maestro: “Y respondió: "¿No han leído ustedes, que en el principio el Creador los hizo hombre y mujer, [Ge 1:27, 5:2] y que El dijo: 'Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne'? [Ge 2:24] Así que ya no son dos, sino sólo uno. De modo que nadie debe separar lo que YAHWEH ha unido." La unión entre varón y mujer en el pacto matrimonial es un asunto que se registra en el cielo. En este primer matrimonio, el Eterno YHWH trajo la mujer al hombre y los casó. Después entregó a las autoridades la facultad de confirmar los pactos matrimoniales. Por lo tanto, toda intención de establecer una relación íntima entre varón y mujer tiene que ser registrada ante las autoridades. Las autoridades son representantes de YHWH Elohím. Los que se casan ante las autoridades lo hacen ante YHWH Elohím y en ese momento ÉL es el que los une. El matrimonio es un pacto hecho delante del Eterno YHWH. Malaquías 2:14; Eclesiastés 4:12. 2:25 “Ellos estaban ambos desnudos, el hombre y su esposa, y no estaban avergonzados.” – [Vayihyu shneyhem arumim ha'adam ve'ishto velo yitboshashu] – El hombre fue creado a la imagen de YHWH Elohím. Como YHWH Elohím es luz y se cubre de luz, el hombre brillaba antes de caer en pecado.
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El Midrash [Yilkut Shmoini C 1:27] enseña además que el hombre fue creado rodeado con nubes de gloria y tenía una especie de escamas que luego cayeron cuando pecó. Así que no debemos entender la expresión “desnudos” como una desnudez vergonzosa como la que experimenta el hombre hoy en día cuando no está vestido. La vergüenza por causa de la desnudez que experimentó el hombre al caer en pecado es debido a la pérdida de la ropa original que tenía. Ahora no podrá recuperar la gloria de su ropa original. Ni siquiera el rey Shlomó podía llegar al nivel de hermosura de un lirio del campo, Mateo 6:29. Esto muestra que el hombre, que fue creado muy superior a las flores, es un ser caído, que ha perdido esa gloria original que tenía antes de su caída en pecado. Romanos 3:23. Según Uno de nuestros sabios, la vergüenza por exponer sus cuerpos no existía en los hombres desde el principio, porque no había en ellos malos instintos. Todavía no había entrado en el hombre el pecado. Por lo tanto, el Yetzer hará, la inclinación al mal, no se manifestó en el hombre, sino hasta que comió del fruto del árbol prohibido. Acá hemos generado una serie de polémicas las cuales quizá aun no estemos al punto de resolverlas satisfactoriamente. No obstante debemos de recordar que para que el agente influenciador de las obras del pecado, no nos penetre debemos de tener un cuerpo transformasdo, lo cual implica, de alguna manera, que en nuestro cuerpo mortal radica el pecado, es decir, en nuestra carne. Porque lo que la Toráh no podía hacer por sí sola, porque carecía del poder para hacer que la vieja naturaleza cooperara, lo hizo YAHWEH enviando su Hijo como ser humano con una naturaleza pecaminosa como la nuestra. YAHWEH hizo esto, para tratar con el pecado, y haciéndolo ejecutó al castigo del pecado en la naturaleza humana, Romanos 8:3 De modo que, hermanos, no debemos nada a nuestra vieja naturaleza que nos requiera vivir de acuerdo con ella. Porque si viven de acuerdo a la vieja naturaleza, ustedes seguramente morirán; pero si por el Ruaj permanecen matando las prácticas del cuerpo, vivirán. [53] Romanos 8:12-13 ¡Pero si siguen mordiéndose y rasgándose en pedazos el uno al otro, cuídense o se destruirán entre ustedes mismos![50] Lo que estoy diciendo es esto: vivan sus vidas por el Ruaj. Entonces no harán lo que su vieja naturaleza quiere. Porque lo que quiere la vieja naturaleza es contrario al Ruaj, y lo que quiere el Ruaj es contrario a la vieja naturaleza. Estos se oponen entre sí, para que no puedan llevar a cabo sus buenas intenciones. Pero si son guiados por el Ruaj, entonces no están en sujeción al sistema que resulta de pervertir la Toráh en legalismos [Obras de la Ley].[51] Y es perfectamente evidente lo que la vieja naturaleza hace. Se expresa a sí misma en inmoralidad sexual, impurezas e indecencias; idolatría, y abuso de drogas en conexión con el ocultismo; en pleitos, enemistades, ira y celos; en la ambición egoísta, divisiones, intrigas y envidia; en borracheras, orgías y cosas semejantes a estas. Les advierto ahora, como les he advertido antes: ¡Aquellos que hacen tales cosas no tendrán parte en el Reino de YAHWEH![52] Pero el fruto del Ruaj es amor, alegría, Shalom, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, dominio propio. Nada en la Toráh está en contra de estas cosas.[53] Además, aquellos que pertenecen al Mashíaj Yahshúa han clavado su vieja naturaleza a morir en la estaca junto con sus pasiones y deseos. Si es por medio del Ruaj que tenemos vida, dejen que sea también por medio del Ruaj que ponemos en orden nuestras vidas día a día. No permitamos que nos hagamos engreídos, provocándonos y envidiándonos el uno al otro. Galatas 5:15-26 La historia de Adam, Javah y la serpiente primigenia plantea el escenario para el desarrollo de todos los acontecimientos que suceden en la realidad.
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Por eso, estos tres personajes, cada uno con su propio nivel de conciencia, también existen dentro de nuestras almas. Todos los acontecimientos de la Toráh y todo el curso de la historia han sido determinados por el primer acto, el pecado de Adam, Javah y la serpiente. La Kabbalah nos enseña que estos tres actores básicos representan tres niveles de conciencia, los asentamientos de la mente: el corazón y el hígado, respectivamente. Representada por Adam, la mente es conciencia intelectual pura y abstracta; el corazón representado por Javah, es el asiento de las emociones, mientras que el hígado representado por la serpiente, es el pragmatismo, la conciencia involucrada en los beneficios y pérdidas materiales que resultan de nuestras acciones. El Proceso de Toma de Decisiones El gran comentador talmúdico Maharshal, explica que hay tres fuerzas motivadoras en nuestro proceso de toma de decisiones: -
tov, "bueno"
-
arev, "placer"
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moil, "ganancia"
Las iniciales de estas palabras en hebreo forman la palabra ta'am, que significa razón o motivo. En hebreo, esta palabra significa "gusto". Cuando tomamos decisiones debemos poder "gustar" (saborear) el motivo que hay detrás de ellas. Estos tres niveles de conciencia en nuestro proceso de toma de decisiones son nuestros Adam, Javah y serpiente personales. El origen de la elección por el bien, incluso cuando no podamos definirlo, está en "jojmá", la sabiduría de la mente personificada por Adam. El origen de la elección del placer está en el corazón. La belleza nos atrae al pensar que cuanto más cerca nos encontremos de ella más placer habremos de sentir. Este sentimiento de placer potencial se asienta en las emociones, el entendimiento del corazón, biná, representado por Javah. El origen de la elección del beneficio está en el hígado. Este es el asiento de daat, el poder de conectarse con la realidad. El nivel de conciencia que se conecta con la realidad es el sentido instantáneo e inmediato de ganancia y pérdida, el pragmatismo representado por la serpiente. El Reinado Rectificado En hebreo, estos tres órganos se llaman moaj, lev, kaved, cuyas iniciales forman la palabra melej, que significa "rey". Cuando la mente rige sobre el corazón y este a su vez sobre el hígado, el imperio del rey está rectificado. Si la serpiente no hubiera seducido a Javah -quien a su vez sedujo a Adam- hubiera permanecido en su posición natural subordinada a ellos, posición en la que hubiera sido el sirviente más grande de la humanidad. El valor numérico de najash, "serpiente", es 358, al igual que Mashíaj. Esto alude a un potencial muy elevado de la serpiente cuando está subordinada a Javah, el corazón. El Corazón del Drama
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El valor numérico de estos tres personajes Adam-Javá-najash, más el de sus tres órganos correspondientes moaj-levcaved es 528, que es el triángulo de 32 (la suma de todos los números desde el 1 hasta el 32), valor numérico de lev, "corazón". De esto aprendemos que el corazón representado por Javah es la esencia del drama que se desarrolla en nuestras almas, el eje de la interacción entre los tres y alrededor del cual giran nuestras vidas. La esencia del libre albedrío está en el corazón porque tiene la capacidad de distinguir entre el placer sagrado y puro y el impuro. Cuando Javah, el principio placer, sucumbió a la seducción de la serpiente, esta comprendió que su veneno también podía llegar a la mente, Adam y contaminarlo. Explica el jasidismo que el punto más profundo del alma está en el sitio más íntimo del corazón. Aunque la mente debe dominar al corazón, y el corazón al hígado, el punto interior del corazón debe regir sobre la mente. Ese punto del corazón en el tzadik verdadero está revelado y por cierto gobierna la mente. La Rectificación histórica De acuerdo con la tradición jasídica el nivel revelado de la Toráh que presidió sobre la judería mundial a través de los siglos hasta la aparición del Baal Shem Tov, es la rectificación de Adam, la mente. Aunque durante ese período de tiempo hubo revelaciones de la dimensión interior de la Toráh (como el Zohar y las enseñanzas del Arizal), estaban restringidas a los relativamente pocos estudiantes de esas enseñanzas que tenían un alto nivel espiritual. Como la rectificación de la mente es un proceso prolongado, ese periodo de la dimensión revelada de la Toráh abarcó muchas centurias. La revelación del Baal Shem Tov inició una nueva era del proceso de rectificación: la rectificación del corazón. El origen espiritual de las enseñanzas de la dimensión interior de la Toráh es muy elevado y profundo, lo que permite que este conocimiento llegue hasta los extremos más alejados del mundo. Cuando la dimensión interior de la Toráh revela el punto más profundo en nuestros corazones –el que controla la mente- Javah es capaz de vencer a la fuerza de maldad que la sedujo. Lograr esto conduce al período culminante de la era del jasidut, la llegada del Mashíaj, cuando la dimensión malvada de la serpiente es erradicada y su esencia interior es elevada y rectificada. La Experiencia Sustancial El Arizal afirma que YHWH Elohím creó la realidad a partir del punto medio. Pero los grandes maestros cabalistas ponen en tela de juicio esta afirmación, con el argumento de que si el comienzo de la creación está en el infinito absoluto, entonces ¿cómo puede haber un punto medio? La respuesta a esto es que el punto medio de la realidad es el origen del corazón. Allí está la sede del albedrío, la elección, el punto de referencia de la creación, el lugar donde YHWH Elohím eligió revelar Su ser esencial. Java, "Javah", significa "experiencia" o "vivencia" y "expresión". YHWH Elohím desea que Su ser infinito sea vivenciado y encuentre su expresión en el punto más íntimo y secreto de nuestros corazones. Nuestra era es la de la rectificación del corazón, abriendo su intimidad más profunda a la experimentación del ser infinito de YHWH Elohím. Esta experiencia de la dimensión interior de la Toráh traerá al Mashíaj, quien erradicará el mal de la serpiente y transformará su esencia interior transformándola en un trono para el bien. 3:1 “Ahora bien, la serpiente era más astuta que ningún animal salvaje que YAHWEH Elohim había hecho. Ella dijo a la mujer: "¿Dijo realmente Elohim: 'No comerás de ningún árbol en el paraíso'?” – [Vehanachash hayah arum mikol chayat hasadeh asher asah Adonay Elohim vayomer el-ha'ishah af ki-amar Elohim lo tochelu mikol ets hagan] – La serpiente ataca a la mujer por varias razones.
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La mujer es más sensible a los impulsos espirituales que el hombre, tanto del mundo de luz como del mundo de las tinieblas. También es más fácil seducir espiritualmente a la mujer que al hombre. 1 Timoteo 2:14; 2 Corintios 11:3. Los mandamientos habían sido entregados al hombre y él, a su vez, había transmitido esos mandamientos a su esposa. Por lo tanto, Adam no fue engañado porque sabía muy bien cuál era el mandamiento que había recibido del Eterno YHWH en cuanto al árbol prohibido. La serpiente hizo una pregunta tonta para entrar en discusión con la mujer. La estrategia del adversario está basada en la mentira. ÉL es el padre de la mentira. La mentira es la verdad torcida. La Toráh del Eterno YHWH es verdad, Salmo 119:142. La mentira de Ha Satán consiste en torcer los mandamientos de la Toráh. Con la primera pregunta, la serpiente cambió un mandamiento y así intentó proyectar la imagen de un Elohím, YHWH, cruel que esclaviza a los hombres mediante la Toráh, prohibiendo tantas cosas que podrían disfrutar si fuesen libres de la Toráh. Esta ha sido su estrategia desde el principio y su estrategia no ha cambiado desde entonces. 3:2 “La mujer respondió a la serpiente: "Podemos comer del fruto de los árboles del paraíso” – [Vatomer ha'ishah el-hanachash mipri ets-hagan nochel] – La sutileza y la astucia de Ha Satán, encontró eco en Javah, y de alguna manera puso la duda en la mujer, acerca del mandamiento de YHWH que su marido le había fielmente enseñado. Así Ha Satán penetró el cerco que había en la comunicación de la pareja e introdujo la duda. Con ello llegó la infidelidad y luego la caída. 3:3 “pero acerca del fruto del árbol en el medio del paraíso, Elohim dijo: 'No comerán de él ni lo tocarán, o morirán.” – [Umiperi ha'ets asher betoch-hagan amar Elohim lo tochelu mimenu velo tige'u bo pen temutun. – La mujer añadió al mandamiento. No estaba prohibido tocar el árbol, sólo comer de él. Es muy importante no añadir ni quitar a los mandamientos. Deuteronomio 4:2. 3:4 “La serpiente dijo a la mujer: "No es verdad que de cierto morirán.” – [Vayomer hanachash el-ha'ishah lo mot temutun] – Aquí vemos de dónde procede el engaño, de creer en la inmortalidad. 3:5 “porque Elohim sabe que en el día que coman de él, sus ojos serán abiertos, y ustedes serán como Elohim, conociendo el bien y el mal.” – [Ki yodea Elohim ki beyom acholchem mimenu venifkechu eyneychem viheyitem ke'Elohim yod'ey tov vara] – La serpiente reclama conocer lo que hay en la mente de YHWH Elohím, ella es religiosa. Ahora está intentando establecer una religión diferente. Lo atractivo de su nueva religión es que ofrece, libertad a los mandamientos de YHWH plasmados en La Toráh y el desarrollo personal mediante un conocimiento superior. Es una religión que predica independencia y a un Elohím ya no muy celoso por su Palabra, ni tan Santo. En lugar de estar en sujeción a los mandamientos, el hombre toma decisiones propias según sus propios criterios, y eso lo tiene que avalar YHWH Elohím, si quiere; mejor dicho, debe de hacerlo. Mediante la confianza en su propio conocimiento y en su propia mente, piensa que sabe lo que debe hacer y no hacer. Así su propia mente se convierte en Elohím y es la que decide, según lo que entienda. Lo que no entiende no lo acepta ni lo practica. 3:6 “Y la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era placentero a la vista para mirarlo y hermoso para contemplarlo, ella tomó algo de su fruto y sí comió, y también dio un poco a su esposo con ella, y ellos comieron.” [Vatere ha'ishah ki tov ha'ets lema'achal vechi ta'avah-hu la'eynayim venechmad ha'ets lehaskil vatikach mipiryo vatochal vatiten gam-le'ishah imah vayochal] – La mujer fue engañada por la palabra de la serpiente. Creyó más en las palabras mentirosas de Ha Satán, que en las Palabras del Eterno YHWH que habían sido transmitidas por su marido. Le prestó atención, le dio parte de su tiempo y la consideró que sabía muchas cosas.
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El brillo de sus colores la impactó y ella estaba deslumbrada ante su belleza y buena oratoria. Ella estaba, prácticamente “con la boca abierta”. Nunca se puso a la defensiva, ni siquiera consultó con su marido, ni mucho menos con su Creador, si lo que le estaba diciendo era correcto o no. La tentación de la independencia mental fue la que hizo que el pecado entrara en este mundo. El intelectualismo humanista es el mayor obstáculo para el Reino de los Cielos en la tierra. Adam se dejó seducir por la mujer en lugar de dominar sobre su mujer en primer lugar y sobre la serpiente con la Palabra de YHWH Elohím. 3:7 “Entonces los ojos de ambos fueron abiertos, y ellos se percataron de que estaban desnudos. Así que ellos cosieron hojas de higuera para hacerse taparrabos.” – [Vatipakachnah eyney shneyhem vayede'u ki eyrumim hem vayitperu aleh te'enah vaya'asu lahem chagorot] – El conocimiento de los hombres ya no estaba basado en la revelación causada por la unión espiritual con el Eterno YHWH, sino en la independencia intelectual. Perdieron la gloria que habían tenido y conocieron que estaban desnudos. La palabra hebrea para conocer, “yadá”, [Strong H3045 יָדַעyadá; raíz prim.; conocer (prop. asegurar al ver); usado en una gran variedad de sentidos, fig., lit., eufem. y infer. (incl. observación, cuidado, reconocimiento; y caus. instrucción, designación, castigo, etc.) [como sigue]:-aparecer, caso, castigar, célebre, comprender, concernir, conocer, conocido, conocimiento, considerar, contar, contestar, cuidar, dar, declarar, desconocer, descubrir, diestro, diligente, dirigir, discernimiento, discernir, distinguir, docto, doler, echar, elocuente, encontrar, enseñar, entender, entendido, enterar, entrar, examinar, experimentado, experimentar, experto, familiar, hallar, ignorante, ignorar, informar, inquirir, insaciable, llegar, manifiesto, mostrar, notar, notificar, notorio, pariente, pensar, percibir, preocupar, príncipe, pronosticar, quebrantar, reconocer, responder, saber, a sabiendas, sabio, señalar, sentir, tener, ver] Ahora experimentaron verdaderamente lo que implicaba estar desnudos en todos los sentidos. En primer lugar se quedaron desnudados de la presencia divina que los había llenado de tanta gloria que hasta sus cuerpos brillaban. Además, según lo que enseña Uno de nuestros sabios, se quedaron desnudados del mandamiento que habían tenido en sus manos. Por el efecto que el fruto causó en ellos, ahora pudieron entender la vergüenza que implicaba estar desnudos y por esto se cosieron hojas de higuera para cubrirse. Las hojas de higuera representan a la mima nación de Yisra‟EL, el hombre natural del huerto del Edem, intentó aferrarse a este singular y particular hecho, de ser nativo de la tierra de YHWH. Además simboliza, la religiosidad del hombre o sus buenas obras, con las que intenta sustituir la gloria del Eterno YHWH. Es decir, que antepone esfuerzos propios en lugar de La Gloria de YHWH Elohím. Esas ropas fueron luego rechazadas por el Eterno YHWH que les puso otro tipo de ropa, producida por un animal inocente que tuvo que derramar su sangre, para expiar su pecado y darles de nuevo una cobertura. Hay diferentes propuestas entre los sabios, con respecto a qué árbol fue el del conocimiento de lo bueno y lo malo: vid, trigo, etrog (cidro) e higuera. Según Uno de nuestros sabios, fue una higuera. No obstante, es probable que fuera un árbol único en su clase que ya no existe en la tierra. La Escritura enseña que el pecado entró en el mundo por medio de Adam, y por lo tanto, el pecado también entró en el hombre. La semilla del árbol del conocimiento de lo bueno y de lo malo, echó raíces y produjo su fruto dentro del hombre. Esto causó una división dentro del ser humano, una división en la voluntad, la cual vemos reflejada en Romanos 7:15. El carácter del hombre fue pervertido. ÉL fue transformado en un ser diferente, con pecado dentro, el cual no estaba en el principio, (Génesis 1:26) y su forma de ser no puede agradar al Eterno YHWH, más bien despierta su ira, por su rebeldía nata.
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Efesios 2:3. “entre los cuales también todos nosotros (los Hebreos) en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás (los gentiles).” La descendencia o semilla del hombre ya no podría engendrar seres conforme a la imagen y semejanza de YHWH Elohím, pues su condición había cambiado. Por lo tanto a partir de ahora el engendraría hijos conforme a su nueva naturaleza y semejanza. Es por ello que el Mashíaj tuvo que venir y morir en un cuerpo a la semejanza del hombre caído, para que pudiera liberarlo y trasladarlo al Edem Celestial y ser vestidos nuevamente con la Gloria del Eterno YHWH. 3:8 “Ellos oyeron la voz de YAHWEH Elohim caminando por el paraíso a la hora de la brisa de la tarde, y el hombre y su esposa se escondieron [11] de la presencia de YAHWEH Elohim entre los árboles del jardín.” [Vayishme'u et-kol Adonay Elohim mithalech bagan le-ruach hayom vayitchabe ha'adam ve'ishto mipeney Adonay Elohim betoch ets hagan] – El pecado entró en el mundo por la tarde. Por esta razón el Mashíaj Yahshúa tenía que morir por la tarde, para quitar el pecado del mundo. 3:9 “YAHWEH Elohim llamó al hombre: "¿Dónde estás tú?” – Vayikra Adonay Elohim el-ha'adam vayomer lo ayeka – No es que el Eterno YHWH no supiera lo que había ocurrido con el hombre y su mujer. Sino que YHWH Elohím siempre nos habla, aun y cuando estemos sumergidos en lo más profundo del lodo cenagoso, ÉL llega y llegará para llamarnos a reconciliación con ÉL. En el quirófano los médicos de distintas especialidades trabajan diligentemente para salvar la vida de un accidentado. Con precisión y esmero coordinan sus tareas a fin de cumplir con su vocación de cuidar la salud de los seres humanos. En algunos momentos el paciente agonizante murmura su pedido que lo dejen morir en paz. Los galenos se miran entre sí y siguen intentando hacer todo lo posible para preservar la vida. ¿Por qué? En la oscura y lúgubre barraca del campo de concentración, un padre y su hijo adolescente - únicos sobrevivientes de la familia - sostienen su último diálogo. El padre siente que está llegando a sus últimos momentos: “¡Hijo mío, no te derrumbes - haz todo lo posible por sobrevivir y crear tu propia familia!” Nuevamente: ¿Por qué? En la sinagoga un grupo de Yisraelitas conscientes rezan concentrándose en las plegarias de Rosh Hoshanáh: “¡YHWH Elohím! - zojreinu leJaim, recuérdanos para la vida e inscríbenos en el libro de la vida!” Una vez más: ¿Por qué? Pareciera ser muy evidente que los hombres deseamos vivir, y que el ser humano típico entiende que “lo peor” o “lo único que no tiene arreglo” - es la muerte. No obstante: ¿Estamos hablando únicamente del instinto de supervivencia (irreflexivo) incorporado en nosotros, quizás es el miedo y el pánico a lo desconocido que es la muerte (nadie envía postales desde el más allá para describir cómo la está pasando), o - lo que nos empuja a vivir - es una comprensión clara del valor intrínseco de lo que denominamos vida? La Toráh comienza sus enseñanzas milenarias relatándonos sobre la secuencia de la creación del mundo. El último actor en aparecer en escena es el ser humano quien de inmediato recibió la orden de habitar la tierra y disponer los destinos del resto de los seres vivientes.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
En la Toráh, el hombre no tiene opción sino la de asumir la responsabilidad y “hacerse cargo” (Bereshít 1:28). Luego - también en Bereshít (9:5) - después del diluvio, Noaj recibió la orden de regir el nuevo mundo y, entre otras consignas, se le prohibió el suicidio. Es decir, que nosotros no somos dueños de nuestra propia vida, ni siquiera de nuestro cuerpo. No tenemos la alternativa de decidir sobre si queremos vivir o no. Debemos vivir - más allá de las condiciones y escenarios favorables o adversos que nos toquen. Si se analiza lo que estos pasajes nos enseñan, uno se puede percatar de que vivir es una obligación, y que la propia existencia del ser humano - desde Adam y Javah, y a través de todos sus descendientes - es un dictamen del Todopoderoso. Los Sabios en Pirkei Avot (4:22) enseñaron que “no creas que la tumba es un lugar de refugio… pues contra tu voluntad has sido creado, contra tu voluntad has sido alumbrado, contra tu voluntad vives, contra tu voluntad mueres y contra tu voluntad debes rendir cuenta ante el Todopoderoso”. En resumen, no hay escapatoria en ninguno de los trances de la vida. No conducimos nuestro destino. Ciertamente el recientemente pasado siglo XX de la cuenta gentil no nos enseñó a considerar la vida como un deber. Con la progresiva promoción publicitaria que impone y amaestra a las personas a gozar infinitamente de la vida de manera hedonista, es difícil considerar simultáneamente que la vida sea un mandato, y que tenga un sentido o un significado distinto a aquel de crear y satisfacer apetitos crecientes. O se come para vivir, o se vive para comer… Esa es la alternativa. Nuestra cuestión no es nueva. Los Sabios de Bet Shamai y Bet Hillel debatieron durante dos años y medio acerca de si era grato para la persona el haber nacido, o no (Talmud Bavlí, Eruvin 13). Es una discusión indudablemente críptica a simple vista. ¿Qué cambiaría la vida del individuo el hecho de que se decidiera de una manera u otra? ¿Por qué dedicarían los miembros de estas grandes academias su valioso tiempo para debatir una disputa inconducente? Los comentaristas aclaran que cuando estos Sabios que discutían este tema, no ponían en tela de juicio que YHWH Elohím tuvo buenas razones para crear al ser humano. Sin duda, Él sabe lo que hace. La pregunta se refiere a la visión que tenemos las personas: ¿qué probabilidad tenemos de eludir los charcos y acertar en construir nuestras vidas por la ruta que YHWH Elohím quiere de nosotros? Si pensamos la vida como una exigencia ineludible, la actitud es distinta en cada una y una de las actitudes que vivimos a diario. Lo más común es que los seres humanos contemporáneos no tratemos la vida en sí como una responsabilidad. Por lo tanto, existen muchas formas de intentar evadir la obligación moral de vivir. Ese es el motivo de todos los intentos - imposibles en la realidad, tal como leímos en la Mishnáh - de fuga (“escapismo”). El común denominador de todas las propuestas de entretenimiento (shows, cine, T.V., novelas, eventos deportivos) es que distraen al individuo del vacío que siente frente al abismo de la falta de significado que tiene su vida. Si se siente la vida aburrida, es un síntoma de falta de comprensión de su valor fundamental. Hay quienes ocupan su tiempo disponible ocultándose largas horas (más de las necesarias) en sus escritorios de trabajo. Posiblemente quieran eludir sus diversos deberes domésticos, quizás no sepan convivir con las personas más cercanas, o de modo encubierto - no sepan para qué viven. Por lo tanto, los espacios domingueros se volvieron algo complicado para muchos.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Los escapes químicos (alcohol, droga), no están muy lejos de lo que acabamos de exponer - salvo que algunos siguen creyendo que al evitar la disponibilidad de los medios de adicción se quita el problema - lo cual obviamente no es cierto. Todo esto nos debe conducir a una profunda reflexión que requiere un alejamiento de la hipocresía común. Así lo vemos en el pasaje de Kohelet (7:2), leído en Sukkot: “Preferible es ir a una casa de duelo que a una casa de fiesta, pues ese es el final de todo hombre, y quien está vivo tomará conciencia”. Mientras se busque la fiesta - para que oculte el vacío interno - no habrá cognición del valor de la vida. Mencionamos que no hay manera de escapar. La mochila la llevamos con nosotros a cualquier sitio que vayamos. Después de su primer pecado, Adam y Javah se escondieron al escuchar la voz de YHWH Elohím. Obviamente no se trata de ocultamiento físico, pues no eran ignorantes: YHWH Elohím es omnipresente. ÉL siempre está. “¿Adónde puedo estar lejos de Tu Espíritu, adónde puedo escapar de ti?” (Tehilím 139:7) Cuando YHWH Elohím preguntó a Adam: “¿Dónde estás?” (Bereshít 3:8) era porque Adam debía hallarse a sí mismo. La consigna final de esta lectura no debe ser deprimente. La depresión puede ser uno de tantos artilugios de huída. Por lo contrario, el objetivo es valorarse como ser humano y reconocer la importancia inherente a haber sido creado. Al leer Bereshít, cuando se habla en primer lugar de la creación del hombre, es para hacerle saber su categoría inigualable. Allí donde esté: “zojreinu leJaim, que recuerde para qué se le dio la vida” 3:10 “El respondió: "Oí tu voz mientras caminabas en el paraíso, y tuve temor, porque estoy desnudo, y me escondí.” – [Vayomer et-kolecha shamati bagan va'ira ki-eyrom anochi va'echave] – El miedo entró en el mundo por causa del pecado. 3:11 “Elohim le dijo a él: "¿Quién te dijo que estabas desnudo, a no ser que hayas comido del árbol del cual te ordené que de él no comieras?” – Vayomer mi higid lecha ki eyrom atah hamin-ha'ets asher tsiviticha levilti acholmimenu achalta – El Eterno YHWH sabe todas las cosas y no necesita ser informado de lo que sucede. A pesar de ello, le hace una pregunta a Adam para así darle la oportunidad para arrepentirse y confesar su pecado con remordimiento. 3:12 “El hombre respondió: "La mujer que me diste para estar conmigo – ella me dio el fruto del árbol, y yo comí.” [Vayomer ha'adam ha'ishah asher natatah imadi hi natnah-li min-ha'ets va'ochel] – El carácter del hombre se había vuelto satánico, y por esto le echaba la culpa a YHWH Elohím por haberle dado una mujer que le hizo pecar. En lugar de dar la cara, se coloca detrás de su mujer intentando escapar de su responsabilidad y piensa que así no tendrá que ser tan castigado por lo que ha hecho. Una persona espiritualmente inmadura no reconoce su culpa sino siempre echa la culpa a los demás. Una persona madura está dispuesta a asumir la responsabilidad de sus actos y su consecuente culpa e incluso la culpa de los demás y sufrir el castigo de ellos para liberarlos. Adam sabía que le esperaba la muerte. La paga del pecado es la muerte. El temor a la muerte produce esclavitud. Sólo mediante uno, YHWH Elohím pudo, puede y podrá liberarnos del temor de la muerte, su nombre es Yahshúa. Hebreos 2:14-15. 3:13 “YAHWEH Elohim dijo a la mujer: "¿Qué es esto que tú has hecho?" La mujer respondió: "La serpiente me engañó, así que comí.” – [Vayomer Adonay Elohim la'ishah mah-zot asit vatomer ha'ishah hanachash hishi'ani va'ochel] – YHWH Elohím le da también a la mujer la oportunidad de hacer teshuvá, arrepentimiento. Pero ella sigue el mal ejemplo de su marido y no asume su responsabilidad sino echa la culpa a la serpiente. Las excusas, aparecieron por doquier. 3:14 “Y YAHWEH Elohim dijo a la serpiente: "Porque has hecho esto, tú eres más maldita que todo ganado de cría y todas las bestias de la tierra. Te arrastrarás sobre tu pecho y panza, y comerás tierra por el tiempo que vivas.” [Vayomer Adonay Elohim el-hanachash ki asita zot arur atah mikol-habehemah umikol chayat hasadeh al-gechonecha telech ve'afar tochal kol-yemey chayecha] – Para la serpiente no había posibilidad de arrepentimiento.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Por eso YHWH Elohím no le hace ninguna pregunta, sino dicta la sentencia directamente. La serpiente perdió sus patas, o por lo menos su capacidad de andar erguida y fue reducida a ser, el animal maldito. 3:15 “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu zera y la zera de ella; [12] él vigilará contra tu cabeza, y tú vigilarás contra su calcañal.” – [Ve'eyva asit beynecha uveyn ha'ishah uveyn zar'achah uveyn zar'ah hu yeshufecha rosh ve'ata teshufenu akev] – Aquí se habla en primer lugar de una enemistad entre la mujer y la serpiente. La mujer es la madre de los seres humanos, y por lo tanto representa la vida. Así fue como Adam entendió este mensaje para luego darle un nuevo nombre, Javah (Javah), “vida”, (antes se había llamado Ishah). A pesar de que los hombres se habían sometido al espíritu de rebeldía e independencia, todavía quedaba dentro de ellos una inclinación al bien, el Yetzer HaTov, que les iba a motivar para no quebrantar todos los mandamientos del Eterno YHWH. De esta manera habría, hasta cierto punto, una enemistad natural, nata, en toda la raza humana contra los poderes del mal, tanto interno como externo. En segundo lugar, se habla aquí de la descendencia de la serpiente y de la descendencia de la mujer. La descendencia de la serpiente son los hombres que quebrantan los mandamientos del Eterno YHWH, y la descendencia de la mujer representa a los hombres que obedecen los mandamientos del Eterno YHWH luchando en enemistad contra la serpiente y el mal. Desde tiempos muy antiguos este texto también ha sido entendido como una profecía mesiánica. El Midrash [Bereshít Rabá] enseña: "Este es Aquel Simiente que viene de otro lugar, y ¿quién es este? Este es el Rey Mashíaj." En Gálatas 3:16 está escrito: “Ahora bien, las promesas fueron hechas a Avraham y a su zera. No dice: "Y a sus zerot," como si hablara de muchos; por el contrario, habla de uno; "y a tu zera," [Ge 12:7, 13;15, 17:7, 24:7] y este "uno" es el Mashíaj” [21] Esta interpretación no excluye las otras interpretaciones en cuanto a la palabra descendencia. Sin embargo, es destacable el hecho de que la palabra para descendencia en Génesis 3:15 está escrita de forma singular masculino. Evidentemente aquí hay una profecía de un descendiente especial, una simiente única. La palabra hebrea que ha sido traducida como “simiente”, “zera”, [Strong H2233 זֶרַעzéra; de 2232; semilla; fig. fruto, planta, tiempo de siembra, posteridad:-bueno, carnal, descendencia, descendiente, especie, estirpe, ser fecunda, genealogía, generación, grano, hijo, linaje, poner, posteridad, postrero, prole, sembrar, semen, sementera, semilla, siembra, simiente] Debemos notar que la Toráh habla aquí de la simiente de una mujer, lo cual es una cosa excepcional en toda la Escritura. La simiente, el esperma, viene solamente del hombre. ¿Cómo es que ahora se habla de la semilla de una mujer? Evidentemente aquí tenemos una profecía de un nacimiento sobrenatural del Mashíaj. El texto parece indicar, en primer lugar, que se tratará del nacimiento del Mashíaj sin el semen de un varón. YHWH Elohím sigue diciendo que el simiente, el descendiente, tendrá que aplastar la cabeza de la serpiente, es decir, tendrá que destruir el poder de aquél que incitó a la mujer al pecado. Aquí es anunciada la destrucción final del poder de Ha Satán. La palabra hebrea que ha sido traducida como “te herirá” es “yeshufecha” que, según Uno de nuestros sabios, significa “te triturará”, similar a Deuteronomio 9:21 donde habla de cómo Moshé hizo polvo el becerro de oro en el desierto. En 1 Juan 3:8 está escrito: “El que practica el pecado es de Ha Satán (simiente de la serpiente), porque Ha Satán ha pecado desde el principio (Bereshít). El Hijo de YHWH Elohím (simiente de la mujer) se manifestó con este propósito: para destruir las obras de Ha Satán (aplastar la cabeza de la serpiente).” El Hijo de YHWH Elohím, que es el último Adam y el Segundo Hombre, 1 Corintios 15:45-47, vino para destruir las obras de Ha Satán. Por medio de su obediencia a la Toráh venció sobre el adversario, Filipenses 2:8; Salmo 40:7-8. Adam perdió por desobedecer los mandamientos de YHWH Elohím. Yahshúa venció por obedecer la Toráh del Eterno YHWH. La única manera de vencer sobre Ha Satán, es a través de obedecer la Toráh.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
El que no obedece a YHWH Elohím, se somete automáticamente al reino de desobediencia y al príncipe de la rebeldía. Pecado es desobediencia a los mandamientos de YHWH Elohím, 1 Juan 3:4. Al igual que Moshé desmenuzó en polvo el becerro de oro y echó el polvo en agua, así el final de Ha Satán, después de ser triturado, será la destrucción eterna y total en el lago de fuego. Mateo 25:41; Revelación 20:10. En segundo lugar, es evidente que nuestra Madre es Yisra‟EL. Por tanto el versículo está denotando que se trata del Mashíaj nacido en Yisra‟EL, para aplastarle la cabeza a aquel que ha sido nuestro enemigo por siempre y quien hizo caer a nuestra madre. “y tú vigilarás contra su calcañal.” – Esta profecía está anunciando la constante vigilancia que ejerce el maligno sobre nuestros pasos y sobre los pasos de Mashíaj. Además de herirnos constantemente a fin de que tropecemos en nuestro andar hacia la más hermosa de todas las tierras. El texto también puede ser interpretado en referencia a los descendientes de Yaakov que serán la última generación antes del regreso del Mashíaj. El nombre Yaakov está relacionado con la palabra hebrea para “talón”, “ekev”. En los últimos tiempos, los hijos de Ha Satán, los que quebrantan los mandamientos, harán guerra contra los santos que guardan los mandamientos de YHWH Elohím, que fueron dados por medio de Moshé, y tienen el testimonio de Yahshúa. Revelación 12:17. 3:16 “A la mujer El dijo: "Yo grandemente aumentaré tus dolores y tus quejidos; tú darás a luz hijos con dolor, y tu recurso será hacia tu esposo, y él reinará sobre ti.” – [El-ha'ishah amar harbah arbeh yitsbonech veheronech be'etsev teldi vanim ve'el ishech teshukatech vehu yimshol-bach] – El mundo de la mujer, la familia, fue afectado por el pecado de ella. Las cosas que ya existían en pequeña escala fueron ahora aumentadas para convertirse en algo muy doloroso. 3:17 “A Adam El dijo: "Porque escuchaste a la voz de tu esposa y comiste del árbol referente del cual te di una orden: 'De él no comerás,' maldita es la tierra en tus labores; en dolor comerás de ella por todo el tiempo de tu vida.” – [Ule-Adam amar ki shamata lekol ishtecha vatochal min-ha'ets asher tsiviticha lemor lo tochal mimenu arurah ha'adamah ba'avurecha be'itsavon tochelenah kol yemey chayecha] – Hay momentos cuando el hombre no debe escuchar los consejos de su esposa. ÉL marido es responsable para discernir cuál es la fuente de lo que su mujer esté diciendo, si viene del cielo o del reino de Ha Satán. Este texto nos muestra que la manera de poder discernir y vencer sobre toda tentación, es a través de la Toráh. Si el hombre hubiera sido fiel a la Toráh, no hubiera caído en pecado. El mundo del hombre, su vida laboral, fue afectado por el castigo de su pecado. 3:18 “Ella producirá espinos y cardos para ti, y tú comerás plantas del campo.” – [Vekots vedardar tatsmiach lach ve'achalta et-esev hasadeh] – La maldición que vino sobre la tierra cambió la genética de las plantas y empezaron a producir espinos y abrojos. La misma naturaleza fue afectada por el pecado del hombre. Romanos 8:20-22; 2 Pedro 3:3-4. Debemos tomar en serio las advertencias del Sheliáj Kefa, sobre los burladores que están viniendo en este último tiempo. Estos no se dan cuenta de los cambios que se hayan producido por los juicios de YHWH Elohím en la historia del Universo. La naturaleza fue maldecida y sujeta a corrupción, cuando Adam pecó. Sin embargo, la maldición sobre la naturaleza también fue llevada por el Mashíaj, simbolizada por la corona de espinas que fue puesta sobre su cabeza a la hora de su muerte, Mateo 27:29. Y además con el derramamiento de su sangre, la tierra misma recibió bendición. 3:19 “Comerás pan por el sudor de tu frente hasta que regreses a la tierra – porque tú has sido sacado de ella; tú eres polvo, y regresarás al polvo.” – [Beze'at apecha tochal lechem ad shuvecha el-ha'adamah ki mimenah lukachta kiafar atah ve'el-afar tashuv] – La muerte entró en al mundo por causa del pecado. Sin embargo, antes de dictar sentencia sobre el hombre y la mujer, el Eterno YHWH anunció una parte de su plan de salvación mediante el descendiente de la mujer.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Este plan de salvación incluye la restauración de todas las cosas. Para que haya una restauración total por causa del desastre que fue causado por el pecado de los primeros hombres, no solamente el enemigo del hombre tiene que ser destruido, sino también el mismo pecado y las consecuencias del pecado. Tenía que haber una rectificación, en hebreo “tikún”, justo en el punto donde el primer hombre falló, en la obediencia a los mandamientos en el momento de la tentación por la serpiente. El Mashíaj Yahshúa hizo ese tikún por el pecado de Adam. Donde Adam falló, Yahshúa no falló. ¿Cuáles son las consecuencias del pecado? La muerte. Así que el hombre tiene que ser liberado de la muerte. E incluso la muerte misma tiene que ser eliminada para que haya una restauración de todo. Por lo tanto, el Redentor prometido no sólo tenía que liberar al hombre de la muerte, sino también destruir la muerte para siempre, 1 Corintios 15:26; Revelación 20:14. 3:20 “El hombre llamó a su mujer Javah [vida], porque ella era la madre de todo lo viviente.” – [Vayikra ha'adam shem ishto Chavah ki hi hayetah em kol-chay] – Adam puso un segundo nombre sobre su esposa en la esperanza de que por medio de ella iba a nacer el Redentor. El nombre “Javah” [Strong H2332 ַחּוָהKjavvá; caus. de 2331; dadora de vida; Java (o Eva), la primera mujer:-Eva] está relacionado con la palabra hebrea “jayá”, [Strong H2421 ָחיָהkjaiá; raíz prim. [comp. 2331, 2421]; vivir, sea lit. o fig.; caus. revivir:-avivar, conservar, criar, dar, dejar, guardar, infundir, ir, mantener, otorgar, preservar, quedar, reanimar, resucitar, revivir, salvar, sanar, vida, vivificar, vivir, vivo] Por medio de la mujer, el ser humano podría seguir vivo sin extinguirse y por medio de la mujer vendría Aquel que daría la posibilidad al hombre de tener la vida eterna. 3:21 “YAHWEH Elohim hizo vestiduras de pieles para Adam y su esposa, y los vistió.” – [Vaya'as Adonay Elohim leAdam ule-ishto kotnot or vayalbishem] – Un animal inocente tuvo que dar su sangre para que los hombres pudiéramos ser vestidos. Este sacrificio fue el único hecho en el huerto del Edem y se efectuó por la tarde. De esta manera el Eterno YHWH estaba dando un mensaje a los hombres que aquella ropa no era suficiente, la que representaba sus propios esfuerzos para sustituir y recuperar la gloria perdida. Hacía falta derramamiento de sangre inocente para poder ser redimidos del pecado y sus consecuencias. Este hecho fue y anunció la muerte del Mashíaj que tenía que suceder por la tarde, y cuya sangre iba a ser llevada al lugar santísimo en el cielo, para redimir al hombre de sus pecados y sus consecuencias. Hebreos 9:12. El Eterno YHWH anunció su plan de salvación de dos maneras, primero a través del mensaje del descendiente de la mujer que iba a aplastar la cabeza de la serpiente, y luego mediante el único sacrificio que haya sido hecho en el huerto, con el fin de cubrir la desnudez de los hombres y restaurarnos a la Gloria perdida. La palabra hebrea “Yahshúa”, “salvación”, habla de un acto de liberación que causa un estado de amplitud, libre de limitaciones. El verbo “yashá” significa “salvar”, en el sentido de: “dar lugar”, “preparar sitio”, “sacar a un lugar espacioso”, “sacar de apuro”. De esta manera, el término salvación en las Escrituras, no solamente significa que el hombre sea liberado del pecado, de la muerte y de la ira de YHWH Elohím, para poder participar en el siglo venidero, sino también están implicados en esta palabra todos los aspectos de la vida humana. Se trata de ser liberado de todo lo que impide el cumplimiento del propósito inicial de YHWH Elohím, para que se produzca una situación de Shalóm permanente. Shalóm es un estado completo de orden, salud, perfección y armonía. La salvación tiene su razón de ser en la caída del hombre por el pecado, cuando el hombre y la creación fueron puestos bajo maldición. El hombre necesita salvación del pecado y de sus consecuencias, entre ellas, la muerte; y el resto de la creación necesita la salvación de la corrupción que vino como consecuencia del pecado del hombre.
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La salvación tiene un lado negativo y otro positivo. YHWH Elohím salva de algo negativo para producir algo positivo. Por ejemplo, nos salva de la muerte eterna para darnos vida eterna. A través de la salvación, YHWH Elohím restaura su creación, y la sana de todas las consecuencias destructivas de la caída, para restablecer el estado original de armonía, perfección, salud y Shalóm que gobernaba en el paraíso. Esto será así, cuando se instaure el reino milenial de Yahshúa en esta Tierra. La salvación implica la restauración y el restablecimiento del estado original de todas las cosas creadas que han sido afectadas por la caída en el pecado. Isaías 49:6. En Yahshúa el Mashíaj se concentra toda la obra salvadora de YHWH Elohím. El nombre Yahshúa significa “salvación”. En el Mashíaj está representada toda la nación de Yisra‟EL y en Yisra‟EL están representadas todas las naciones de la tierra. El Mashíaj vino a salvar a su pueblo de sus pecados, Mateo 1:21, pero también para salvar a todos los escogidos que estábamos y están deambulando por el mundo. Juan 2:2; Romanos 1:16b. Por esta razón, la obra salvadora, que el Eterno YHWH está llevando a cabo y a través del Mashíaj, tiene que ver tanto con la salvación entera de Yisra‟EL, como nación, Romanos 11:26, como con cada individuo dentro de Yisra‟EL y de los escogidos para ser injertados en Yisra‟EL en el resto del mundo, 1 Timoteo 4:10. Además, su obra también tiene que ver con la salvación de toda la creación, tanto la visible como la invisible, Colosenses 1:19-20; Romanos 8:19-25; Hebreos 9:23; Lucas 1:67-79. Este último texto nos enseña el sentido amplio del concepto de salvación. La salvación viene de YHWH Elohím a través del Mashíaj, al pueblo de Yisra‟EL, para redimir y liberar a Yisra‟EL nacionalmente de todos sus enemigos, y también para dar conocimiento de salvación para el perdón de los pecados, tanto a los Hebreos, como a los no-Hebreos pero que hemos sido escogidos desde antes de la fundación del mundo para ser coherederos y copartícipes de los pactos y las promesas dadas a Yisra‟EL, para que cada uno pueda servir a YHWH Elohím sin temor, en santidad y en justicia todos los días de su vida y caminar en el camino de Shalóm. La salvación está canalizada en tres tiempos, pasado, presente y futuro. 1. El pasado – “Nos ha salvado”, 2 Timoteo 1:9. En el momento de recibir personalmente a Yahshúa como Señor y Mashíaj, Juan 1:12-13; Romanos 10:9-10, YHWH Elohím nos salva, nos hace nacer de nuevo y circuncida nuestro corazón. En esta frase está incluido tanto el sentido nacional, colectivo, de la salvación, “nos”, como el sentido personal, individual. 2. El presente – “ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor”, Filipenses 2:12b. Este proceso normalmente está definido en el Brit HaDashah como santificación. 3. El futuro – “la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo”, 1 Pedro 1:5. La salvación todavía no ha sido completada en todas las áreas de la vida humana personal y colectiva. Tampoco para la creación en general. Es importante destacar el hecho de que las Escrituras hablan de la salvación como algo colectivo, “nos ha salvado”, “de vuestra salvación”. El Sheliáj Shaúl hubiera podido escribir: “Que cada uno de vosotros se ocupe de su salvación personal”, pero no lo hizo. El sentido colectivo de la salvación es algo predominante en toda la Escritura, incluyendo al Brit HaDashah.
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Esto no descarta el hecho de que haya una responsabilidad personal de cada uno, Éxodo 32:33; Números 14:24; 21:9; Deuteronomio 24:16; Romanos 1:16; 10:8-10. Cada uno muere y se pierde por causa de su propio pecado, Ezequiel 18:20; Efesios 2:1; Colosenses 2:13. Y cada uno se salva por su propia fe obediente personal, Ezequiel 18:21; Marcos 16:16; Juan 3:16. Sin embargo, la salvación personal de cada Hebreo y de cada ex gentil, depende de la salvación colectiva que YHWH Elohím haya dado, esté dando y dé a la nación de Yisra‟EL. No hay salvación fuera del pacto que YHWH Elohím hizo con Avraham. Avraham, Yitzjak, Yaakov, el pueblo de Yisra‟EL y el Mashíaj de Yisra‟EL son el único canal de salvación para todo el mundo. Ahora entendemos mejor el porqué de tantos mandamientos que El Eterno YHWH nos dejó. 613 mandamientos en la Toráh que no es otra cosa, sino un manual para aprender obediencia. 365 en el sentido: no hagas esto. Y 248 en el sentido haz aquello. ¿A quienes les da su Toráh e instrucción?, Romanos 8:29-30; Filipenses3:20-21. Si dice que somos CIUDADANOS DEL CIELO es que de allá venimos, si dice que DE ALLÁ ESPERAMOS TAMBIÉN al Mashíaj, eso quiere decir que de allá TAMBIEN vinimos nosotros. Si dice que estamos en estado de HUMILLACIÓN, es que antes estuvimos mejor. Salmos 8: 5(4)-6(5) Si el Mashíaj es nuestro ejemplo de vida, y Él vino de arriba y hacia arriba regresó, entonces nosotros hicimos y haremos igual que Él. En sentido metafórico quizá, pues recordemos que La Nueva Yahrushlaím DESCENDERÁ DEL CIELO, tal y como ya explicamos alguna consideración en la Parasháh Shemini Atzeret. Hacemos el mismo viaje, pues vamos de paso en esta Tierra, no somos de este mundo, somos de La Patria Celestial. 1 Timoteo 5:21. Descubramos finalmente, que no todo el que dice ser Hijo de YHWH es Hijo de YHWH; pues el Hijo de YHWH no desprecia absolutamente nada de la Palabra de YHWH, y procura poner en práctica, todos los preceptos y mandamientos en este libro contenidos, todos los días de su vida. Este libro está lleno de instrucciones de YHWH para sus hijos, pues esta carga es ligera y fácil de llevar, pues estos mandamientos no son gravosos, ni están lejos de nosotros. Los hacemos con amor, poruqe son para nuestra vida. 3:22 “YAHWEH Elohim dijo: "¡Aquí está, Adam se ha hecho como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal! Ahora, para prevenir que extienda la mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma, y viva para siempre.” – [Vayomer Adonay Elohim hen ha'adam hayah ke'achad mimenu lada'at tov vara ve'ata pen-yishlach yado velakach gam me'Ets haChayim ve'achal vachay le'olam] – Tener vida eterna con pecado interno no sería una situación perfecta. En lugar de exterminar a los hombres, YHWH Elohím nos da la oportunidad de entrar en su plan de redención total.
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3:23 por lo tanto YAHWEH Elohim lo echó del paraíso del Edem para cultivar la tierra de la cual había sido tomado. Así que El echó a Adam, y lo causó vivir contra el paraíso de delicia y estacionó los keruvim con una espada flamante que revolvía por todas las direcciones para guardar el camino al árbol de la vida. – [Vayeshalchehu Adonay Elohim miGan-Eden la'avod et-ha'adamah asher lukach misham. Vayegaresh et-ha'Adam vayashken mikedem legan-Eden et-hakruvim ve'et lahat hacherev hamithapechet lishmor et-derech ets hachayim] – La expulsión del paraíso fue un acto de bondad, con el fin de poder restaurar el ser humano antes de permitirle comer del árbol de la vida y vivir eternamente. Después de la redención final, el hombre podrá comer del árbol de la vida, como está escrito en Revelación 2:7; 22:2, 14. 4:1-2 “El hombre tuvo relaciones sexuales con Javah su esposa; Ella concibió, dio a luz a Kayin [adquisición], y dijo: "He adquirido un hombre de parte de YAHWEH." Además, ella dio a luz a su hermano Hevel [aliento]. Hevel pastoreaba ovejas, mientras que Kayin trabajaba la tierra.” – [Veha'Adam yada et-Chavah ishto vatahar vateled etKayin vatomer kaniti ish et-Adonay. Vatosef laledet et-achiv et-Havel vayehi-Hevel ro'eh tson veKayin hayah oved adamah] – La gramática del texto hebreo da un indicio claro de que Javah ya había dado a luz anteriormente. La pregunta es ¿cuándo? Uno de nuestros sabios dice que fue antes de la caída en pecado. Otros dicen que fue después. El Midrash [Bereshít Rabá 22:3, 16] y Uno de nuestros sabios enseñan que Javah dio a luz a cinco hijos el día de su creación, Kayin con su hermana melliza, y a Hevel con dos hermanas mellizas. Tanto Kayin como Hevel se casaron con sus hermanas mellizas. Si nacieron antes de la caída en pecado, todos los hijos tendrían que haber participado en la comida del fruto prohibido, porque tanto el comportamiento de Kayin como la muerte de Hevel, muestran que eran seres caídos afectados por el pecado. Otro sabio de nuestro pueblo enseña, que los hombres pecaron el mismo día en que fueron creados. Otra interpretación sería que la caída en pecado haya sido después de un tiempo. 4:3 “En el curso del tiempo Kayin trajo una ofrenda a YAHWEH del producto de la tierra.” – [Vayehi mikets yamim vayave Kayin miperi ha'adamah minchah l'Adonay] – La Toráh dice que solamente fue del fruto de la tierra, lo cual nos da a entender que fue cualquier tipo de fruto, no lo mejor y lo escogido. El Midrash [Bereshít Rabá 22:8] dice que fue lino, el peor fruto que se podía encontrar. 4:4 “y Hevel trajo también del primogénito de sus ovejas, incluyendo su grasa. [13] YAHWEH aceptó a Hevel y su ofrenda” – [VeHevel hevi gam-hu mibechorot tsono umechelvehen vayisha Adonay el-Hevel ve'el-minchato] – Según el Midrash, [Pirkei de rabí Eliezer 21] Hevel ofreció generosamente lo mejor que poseía, corderos que nunca habían esquilado o trabajado y que no tenían defectos. YHWH Elohím había mostrado a Adam y Javah cuáles eran los animales limpios que valían para los sacrificios, Génesis 7:2, y por eso Hevel sabía qué clase de animales el Eterno YHWH podía recibir. Es probable que el animal que fue sacrificado en el huerto antes de la expulsión haya sido un cordero, 1 Pedro 1:19-20, y es probable que Hevel se basara en la revelación que el Eterno YHWH había dado mediante ese sacrificio. Según el Midrash, [Pirkei de rabí Eliezer 21; Midrash Hagadol 4:3] los sacrificios de Kayin y Hevel fueron dados el 14 de Nisán, el mismo día que el sacrificio de Pesaj iba a ser ofrecido más adelante. Hevel sacrificó por la fe. No dice “por fe”, sino “por la fe”. No era por cualquier fe, sino la fe, la de siempre, la única que fue dada desde el principio, la fe hebrea. Es probable que Hevel tenía fe en el sacrificio futuro del Mashíaj, según lo que el Eterno YHWH había revelado anteriormente, 3:15, 21. Y por esa fe fue justificado, es decir declarado inocente y libre de la culpa de su pecado. Hebreos 11:4. El Eterno YHWH miró con agrado a Hevel, en primer lugar, y luego su ofrenda. Vio la actitud de su corazón de amor, entrega y fe, y esa actitud fue recompensada con la manifestación de su agrado. El Midrash [Midrash Lekaj Tov] cuenta que cayó fuego del cielo y consumió su sacrificio.
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4:5-7 “pero a Kayin y a sus sacrificios El no consideró. Kayin estaba muy desconsolado, y su rostro languideció. YAHWEH dijo a Kayin: "¿Por qué te has puesto tan desconsolado? ¿Por qué tu rostro languidecido? Si estás haciendo lo que es bueno, ¿no debías de mantener la frente en alto? Y si no estás haciendo lo que es bueno, el pecado [14] está tocando la puerta – te quiere a ti, pero debes regir sobre él” – [Ve'el-Kayin ve'el-minchato lo sha'ah vayichar le-Kayin me'od vayiplu panav. Vayomer Adonay el-Kayin lamah charah lach velamah nafelu fanecha. Halo im-teytiv se'et ve'im lo teytiv lapetach chatat rovets ve'elecha teshukato ve'atah timshol-bo] – Lamentablemente vivimos en una sociedad violenta. Dentro de esa violencia (gran parte de la cual es verbal y emocional) que se traduce en actos agresivos físicos, entre los cuales encontramos la tortura y el homicidio, el deseo de herir a otra persona manteniéndola en vida o querer hacerla desaparecer. Tantos casos escuchamos por relatos de primera persona o de los medios de comunicación, hasta que llega el momento en que perdemos la sensibilidad hacia estos flagelos y los consideramos parte integrante de la vida, deseando que nunca nos toque a nosotros o a los que están cerca nuestro. De ahí, el continuo clamor por la falta de seguridad en ciertos estratos de la sociedad. Sin duda, que cada agresión tiene sus propios motivos y no comienza ni termina en el acto agresivo en sí. Si bien no deben servir de pretexto que lo convalide, existen muchísimos factores previos en la vida del agresor y del agredido que llevan a cada acción violenta. El común denominador en casi todos los casos de homicidio es el menosprecio por el valor de la vida. Cuando nos referimos al "valor de la vida" pensamos en el potencial inestimable que posee todo ser humano en cada momento, mientras el aliento lo acompaña. ("Kol haNeshamá... - por cada vez que respiramos, Te agradecemos YHWH Elohím). ¿Resulta extraño que en esta primer lectura de la Toráh encontremos un homicidio perpetrado entre dos hermanos que nacieron de los primeros padres de la humanidad - Adam y Javah (Eva)? Sin embargo, sepamos que todas las historias que nos relata la Toráh en el libro Bereshít son para enseñarnos acerca de las características humanas, para conocer nuestros puntos fuertes y débiles y cumplir con nuestra tarea Di-vina adecuadamente. Así nos dice la Parasháh de esta semana: "Zé Sefer Toldot haAdam..." (Este es el relato de los acontecimientos de la humanidad...), a lo cual explica el Talmud que es un "Klal Gadol", una regla importante para comprender el contexto en el cual se debe cumplir la Toráh. Es decir, que no se pueden comprender las leyes de la Toráh sin entender previamente la naturaleza del hombre que las debe obedecer. Pues entonces, no se trata en Bereshít de historias exóticas de "seres primitivos" (justo por el contrario, los Sabios consideran a Adam, el primer hombre, como uno de aquellos que tuvieron el conocimiento más profundo de la esencia de la vida). Tampoco se nos pide que juzguemos sus acciones, pues vivimos en condiciones totalmente distintas a ellos (como así también a las condiciones de vida de gente de hace apenas una generación). Cuando los Sabios analizan los relatos de la Toráh, lo hacen con el objetivo de mostrarnos los rasgos y actitudes que compartimos con los personajes bíblicos a fin de aprender a conocernos mejor a nosotros mismos y poder así conducirnos de acuerdo a la instrucción de la Toráh. Volvamos entonces a la historia del homicidio de Hevel. Ya en su nacimiento, la madre, Javah, le había puesto el nombre Kayin a su hijo mayor haciendo alusión a "Kaniti" = he llegado a poseer.
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Strong H7014 קַיִׁןCayín; lo mismo que 7013 (con juego con la afinidad a 7069); Cayín, nombre del primer hijo, también de un lugar en Pal. y de una tribu oriental:-Caín, ceneo. Dos cosas.
Una, tomemos conciencia que los nombres influyen sobre el carácter de los niños. El nombre de la persona es su identificación y los padres expresan mediante el nombre sus ideales y el modelo de vida que proponen a su hijo. Puede ser un nombre de un antepasado, cuyos pasos se espera sean un ejemplo para el joven, o, por otro lado, puede ser un nombre que "esté de moda", lo cual también es un mensaje...
Segundo, aunque muchos padres no lo admitan públicamente, expresan con sus actos aquel mismo sentimiento que manifestó Javah respecto a "poseer a su hijo". No somos dueños ni de la vida, ni del futuro de nuestros hijos. Sí, en cambio, tenemos la no fácil tarea de educarlos. En última instancia, si hemos sido un buen ejemplo para ellos en todo sentido (con sus actos, en muchas instancias demuestran ser los más implacables fiscales) y los hemos instruido y adiestrado para ser buenas personas, podemos rezar a YHWH Elohím que nos permita sentir esa satisfacción (Najat) de verlos seguir siendo personas judías rectas. No obstante, la elección de vida será de ellos.
Kayin heredó ese deseo de poseer todo. Literalmente todo. Ver que su hermano Hevel compartiría el mundo con él, no lo dejaba vivir en paz. No faltan ejemplos en el TaNaK de personas que eran muy adineradas y a quienes el apetito de "algo más" les provocó la caída. Haman no toleró el hecho que Mordejai no se prosternara ante él, aun cuando todos los demás lo hacían. El rey Ajav (Rey de Samaria – capital de La Casa de Yisra‟EL) permitió que se matara a su primo Navot quien no quería venderle su viñedo, y luego tomó posesión de él. Pues bien, la cosa se puso peor cuando Hevel no se sintió representado con la ofrenda que ofreció Kayin, el primogénito, ante YHWH Elohím, porque era deficiente en calidad e intención. Cuando YHWH Elohím mostró la aceptación de la ofrenda superior de Hevel, la cual, a su vez, manifestaba su cualidad positiva de austeridad en sus ambiciones personales, Kayin expresó su sentimiento que "Let Din veLet Daián" - "No hay justicia (en este mundo) y no hay Juez". Da lo mismo ser justo o no serlo... Lo peor de Kayin, no fue su frustración de lo que había sucedido (VaIjar leKain meod), sino su falta de voluntad en resolver su futuro (VaIplú panav). (R.Sh.R.Hirsch sz"l). Kayin hizo lo mismo que tantos otros en situaciones similares. Al no tener la voluntad de corregir su situación buscando la falencia en sí mismo, Kayin salió a la pesquisa del "culpable". ¡Y quién podía ser más culpable que Hevel - aquel que puso de manifiesto su debilidad! Sepamos desde ya, que la mayoría de las veces en las que nos parece que el culpable de nuestro dolor es un tercero, en realidad estamos mirándonos en un espejo. Fue así que Kayin eliminó a Hevel después de una discusión de la cual la Toráh no nos relata cuál fue (existen tantos temas para polemizar - para aquel que quiere pelearse - que nos es indistinto cuál fue el pretexto que desencadenó el homicidio).
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Es importante destacar que al igual que después del pecado de Adam, YHWH Elohím no incriminó directamente a Kayin por lo que había hecho. Tanto en Adam (a quien le cuestiona acerca de "Aieka - dónde se encontraba", después de comer del fruto prohibido), como en Kayin (a quien le preguntó acerca del paradero de Hevel), YHWH Elohím comienza la conversación de manera que el interlocutor pueda reflexionar sobre lo que acababa de hacer mal ("Lehikanés imó bidevarim - entrar en conversación"). YHWH Elohím es el Educador de la humanidad. Mediante ciertas reglas que EL implementa para no ponerse en evidencia en la vida de los hombres, YHWH Elohím nos conduce a situaciones en las cuales podamos evaluar nuestras acciones y corregirlas. El error es posible por el libre albedrío, pero el castigo es evitable. En ambos casos, en Adam y en Kayin, decidieron inicialmente no aceptar la propuesta y no hacerse cargo de su acción. Recién después que Kayin se vio enfrentado con las consecuencias del homicidio, el castigo de ser para siempre nómada, sin tener acceso a su "propiedad" que tanto ansiaba, se arrepiente y le responde a YHWH Elohím que el castigo será difícil de sobrellevar. Aun así, YHWH Elohím le perdonó. Sin embargo, la Teshuváh (arrepentimiento) no es la misma cuando surge del miedo al castigo que cuando proviene del reconocimiento del mal en sí. Como dijimos antes, nuestra propia historia es distinta a la de los personajes de la Biblia, pero las actitudes hacia las frustraciones con las que nos encontramos y la mirada hacia nuestros errores, cuales fuesen, no distan de tener rasgos muy similares. ¿Cuándo vamos a aprender? Si estás haciendo lo que es bueno, ¿no debías de mantener la frente en alto? Y si no estás haciendo lo que es bueno, el pecado [14] está tocando la puerta – te quiere a ti, pero debes regir sobre él” Uno de nuestros sabios entiende esta frase, al igual que el Tárgum, de esta manera: “Si mejoras tus actos, ¿acaso no serías perdonado?” Luego sigue el Tárgum Onkelós: “para el día de juicio tu pecado es guardado ya que en el futuro serás castigado a menos que te arrepientas, pero si te arrepientes, estarás en paz.” Este sabio entiende la palabra “puerta” como el momento de la muerte, cuando el hombre entra en la tumba. El pecado se refiere al Yetzer hará, la carne, dentro del hombre. El hombre debe dominar ese instinto maligno. Por medio del arrepentimiento y la gracia del Eterno YHWH podrá dominarlo. El que no se arrepiente de sus malas obras será dominado por su pecado. Nosotros podemos regir o enseñorearnos del pecado, el pecado nos quiere, el pecado busca nuestra muerte, pero tenemos las armas para vencerlo, podemos gobernarlo y no permitir que el pecado nos gobierne. Esto es lo que YHWH nos brinda a través de Yashshúa Ha Mashíaj, a nosotros como hijos de YHWH, siendo ya perdonados por YHWH, nos da el Libre Albedrío para que podamos gobernar sobre el pecado, pues nosotros conocemos el bien y el mal, lo identificamos, pues andamos en luz, y ante la luz nada es oculto o engañoso, todo es conocido. Por tanto andemos como hijos de luz. Los hijos de las tinieblas viven esclavos a voluntad de Ha Satán, ellos no pueden ver nada pues están ciegos y andan en oscuridad, andan como a tientas, y tropiezan a cada instante, ellos no pueden distinguir entre lo bueno y lo malo, ellos
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son hijos de desobediencia, ellos no tienen Toráh, no tienen instrucción que los guie en su andar, ellos deambulan por las calles sin fe, sin YHWH y sin esperanza alguna. Pues desde la misma creación han sido separados de la luz y han sido colocados en las tinieblas de afuera. Ellos siempre buscan y quieren hacernos caer en el pecado, en el error y en la desobediencia a la Palabra de YHWH. Esta misma enseñanza retrae Moshé ante el pueblo de YHWH, ante los que tenemos libre albedrío, ante los escogidos de YHWH, ante Yisra‟EL y nos dice: "Sin embargo, todo esto sucederá sólo si prestas atención a lo que YAHWEH tu Elohim dice, para que obedezcas sus mitzvot y regulaciones que están escritas en este libro de la Toráh, si te vuelves a YAHWEH tu Elohim con todo tu corazón y todo tu ser. Porque esta mitzvah que yo te estoy dando hoy no es muy dura para ti, no está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que necesites preguntar: '¿Quién irá al cielo por nosotros, la traerá a nosotros y nos la haga oír, para que podamos obedecer?' Asimismo, no está del otro lado del mar, para que necesites preguntar: '¿Quién cruzará el mar por nosotros, la traerá a nosotros y nos la haga oír, para que podamos obedecerla?' Al contrario, la palabra está muy cerca de ti – en tu boca, aun en tu corazón; por lo tanto, ¡lo puedes hacer! "¡Mira! Yo te estoy presentando hoy con, en una mano, vida y el bien; y en la otra, muerte y el mal – en que te estoy ordenando hoy amar a YAHWEH tu Elohim, a seguir sus caminos, y a obedecer sus mitzvot, regulaciones y estatutos; porque si lo haces, vivirás y aumentarás tus números; y YAHWEH tu Elohim te bendecirá en La Tierra que estás entrando para tomar posesión de ella. Pero si tu corazón se vuelve, si rehúsas escuchar, si eres atraído para postrarte delante de otros dioses y servirles; te estoy anunciando hoy que de cierto perecerás; no vivirás largo tiempo en La Tierra que estás cruzando el Yarden para entrar y poseer. "Yo llamo al cielo y la tierra para testificar contra ti hoy que yo te he presentado con la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Por lo tanto, escoge vida, para que vivas, tú y tus descendientes, amando a YAHWEH tu Elohim, prestando atención a lo que El dice y sujetándote a El – ¡porque ese es el propósito de tu vida! De esto depende el lapso de tiempo que vivirás en La Tierra que YAHWEH juró que El le daría a tus padres Avraham, Yitzjak y Yaakov." Devarim 30: 10 20. “Porque ciertos individuos, de los que se ha escrito hace mucho tiempo que han sido destinados a condenación, se han introducido solapadamente; gente perversa, pervierten la gracia de YHWH en licencia para libertinaje y niegan a nuestro Único Amo y Adón Yahshúa Ha Mashíaj” Judas: 4 “Yahshúa les contó otra parábola: "El Reino de YHWH es como un hombre (El Eterno YHWH) que sembró buena semilla (los que queremos aprender obediencia) en su campo; pero cuando todos estaban durmiendo, su enemigo (ha-satán) sembró mala hierba (los que vienen a estorbar) entre el trigo, y después se retiró. Cuando el trigo brotó y se formó la espiga con grano, la mala hierba también brotó. Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: 'Adón, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde ha salido la mala hierba?' El respondió: 'Algún enemigo ha hecho esto.' Los trabajadores le preguntaron: '¿Quieres que vayamos a arrancar la mala hierba?' El les dijo: 'No, porque al arrancar la mala hierba, pueden arrancar algo del trigo al mismo tiempo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que recojan la cosecha, que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos para quemarla (en el infierno); y después guarden el trigo en mi granero (el cielo).'" Mateo 13:24-30 Sigamos la enseñanza de Yahshúa HaMashíaj en cuanto al principal mandamiento: “Uno de los maestros de la Toráh vino y los oyó en esta discusión. Viendo que Yahshúa les respondía correctamente, le preguntó: "¿Cuál es el más importante mitzvah/ mandamiento de todos? Yahshúa respondió: "El más importante es: 'Sh'ma Yisra'el, YHWH Eloheinu, YHWH ejad [Escucha, (OBEDECE LO QUE ESCUCHAS) Oh Yisra’EL, YHWH nuestro Elohim, YHWH uno es] Marcos 12: 28-29
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4:8-9 “Kayin dijo a Hevel su hermano: "Vamos a salir al campo."[15] Y sucedió cuando ellos estaban en el campo, Kayin se levantó contra su hermano y lo mató. Y YAHWEH dijo a Kayin: "¿Dónde está Hevel tu hermano?" Y él respondió: "Yo no sé; ¿soy el guarda de mi hermano?" – [Vayomer Kayin el-Hevel achiv vayehi biheyotam basadeh vayakom Kayin el-Hevel achiv vayahargehu. Vayomer Adonay el-Kayin ey Hevel achicha vayomer lo yadati hashomer achi anochi] – Para mantenernos en unidad, debemos de ser guardas de nuestros hermanos. Debemos de cuidarnos de la Lashón Hará o lengua mentirosa. Con ello podemos destruir a cualquiera de nuestros hermanos. Sobretodo debemos de preocuparnos por entregar La Toráh a cada uno de ellos para que no se pierdan y todos lleguemos al conocimiento pleno de la verdad. Las causas del pecado de Kayin no parecen tan explícitas, el enojo era contra YHWH Elohím por que no había aceptado su ofrenda. Sin embargo actuó en contra de su hermano, la creación de YHWH Elohím. Este verso parece darnos un mensaje profético de lo que sucedería con el Mashíaj Yahshúa quien debía de ser muerto por la envidia de su hermano. 4:10 “YAHWEH dijo: "¿Qué es lo que has hecho? ¡La voz de la sangre de tu hermano está gritándome desde la tierra!” – [Vayomer me asita kol demey achicha tsoakim elay min-ha'adamah] – El texto hebreo dice “las sangres de tu hermano”, en plural. Uno de nuestros sabios dice que es porque hace alusión a todos aquellos hijos de Hevel que no tuvieron la oportunidad de nacer. El Talmud [Sanhedrín 37b] dice que se refiere a varias heridas que Kayin le dio porque no sabía por dónde saldría su alma. 4:11-14 “Ahora tú eres maldito desde la tierra, la cual ha abierto su boca para recibir la sangre de tu hermano de tus manos. [16] Cuando coseches la tierra ya no te dará su fuerza a ti, temblores y quejidos serás en la tierra." Kayin dijo a YAHWEH: "Mi crimen es demasiado grande para ser perdonado. Me estás echando hoy de la tierra y de tu presencia. Seré un fugitivo vagando por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará." – [Ve'atah arur atah min-ha'adamah asher patseta et-piha lakachat et-demey achicha miyadecha. Ki ta'avod et-ha'adamah lo-tosef tetkocha lach na vanad tihyeh va'arets. Vayomer Kayin el-Adonay gadol avoni mineso. Hen gerashta oti hayom me'al peney ha'adamah umipanecha esater vehayiti na vanad ba'arets vehayah chol- motse'i yahar'geni] – Kayin entendió perfectamente la condición de aquel que atenta y peca contra YHWH Elohím. Primero él recibe una sentencia, la cual marcará a su descendencia. “Maldito desde la tierra” implica varias cosas, entre ellas podríamos argumentar el hecho de que la interacción del pecador con la tierra y sus frutos ya no serían igual. La Tierra estará opacada y ya no daría su abundante fruto. Todo esto quedó mejor detallado en Levítico 26 y Deuteronomio 28-32. Sin embargo, Kayin de una forma no tan humillada, interpela ante YHWH Elohím, él mismo sabe que ha cometido un pecado y le nombra “avón”. [Strong H5771 עָֹוןavón; o ָעוֹוןavón (2 R 7.9; Sal 51.5 [7]); de 5753; perversidad, i.e. mal (moral):-castigar, castigo (de iniquidad), falta, iniquidad, mal, maldad, malo, delito, pecado] y reconoce que ahora estará fuera de La Tierra del Eterno YHWH y sobre todo de su presencia. Él no ruega por su alma, sino que ruega por su vida, temporal. Uno de nuestros sabios dice que se refiere a que iba a recibir mayor maldición que la tierra, la cual ya era maldita por haber recibido la sangre de Hevel. Con este hecho, la tierra misma se habría dispuesto a recibir la sangre de un ser humano, tratando de ocultar el pecado cometido, y es por ello que emana aquí la frase: “maldito desde la tierra”. Por otro lado también conlleva el destierro y el vivir en una forma nómada, o vagabundeando. 4:15 “Y YAHWEH le dijo a él: "Por lo tanto, cualquiera que mate a Kayin recibirá venganza siete veces,"[17] y YAHWEH puso una señal en Kayin, para que nadie que lo encontrara lo matara.” – [Vayomer lo Adonay lachen kol-horeg Kayin shiv'atayim yukam vayasem Adonay le-Kayin ot levilti hakot-oto kol-motse'o] – Los jajamim ofrecen varias explicaciones sobre qué tipo de señal YHWH Elohím puso sobre Kayin: que se convirtió en leproso, [Tiferet Tsión; Bereshít Rabá 22:27] que YHWH Elohím le dio un perro guardián, [R. Bejai 4:11] que un cuerno creció en su frente, [R. Bejai 4:11] o que tenía una letra del Nombre sagrado grabada en su frente. [Pirkei de rabí Eliezer 25]
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Uno de nuestros sabios entiende que una letra del Nombre fue grabada en su frente. “para que nadie que lo encontrara lo matara” Esta frase según explica Uno de nuestros sabios, era un distintivo visible que llevaba el propósito de que ningún animal lo matará, pues no había otros seres humanos, aun sobre la faz de La Tierra, excepto su Padre y Madre. Kayin con esta frase y esta sentencia, reconoce que ha perdido el derecho y gobierno sobre los animales, y ahora los animales podrían actuar contra él, en cualquier momento. Continua explicando el sabio, que el miedo a los animales regresó (no explica exactamente en qué animales, ni en qué medida) y esta es la marca que YHWH Elohím puso sobre Kayin. 4:16-18 “Así que Kayin dejó la presencia de YAHWEH y vivió en la tierra de Nod, contra Edem. Kayin tuvo relaciones sexuales con su esposa; ella concibió y dio a luz a Hanoj. Kayin edificó una ciudad y llamó la ciudad por el nombre de su hijo Hanoj. A Hanoj le nació Irad. Irad engendró a Mejuyael, Mejuyael engendró a Metushael, y Metushael engendró a Lemej” – [Vayetse Kayin milifney Adonay vayeshev be'erets-Nod kid'mat-Eden. Vayeda Kayin et-ishto vatahar vateled et-Chanoch vayehi boneh ir vayikra shem ha'ir keshem beno Chanoch. Vayivaled laChanoch et-Yirad veYirad yalad et-Mechuya'el uMechiya'el yalad et-Metusha'el uMetusha'el yalad et-Lamech] – Dice Uno de nuestros sabios que Kayin simuló sujeción a la sentencia emanada de parte de YHWH Elohím. 4:19 “Lemej tomó para sí dos esposas; el nombre de una era Adah, mientras el nombre de la otra era Tzilah.” – Uno de nuestros sabios hace referencia al Midrash [Bereshít Rabá 23:2] y dice que antes del diluvio tenían la costumbre de tomar dos mujeres, una para tener hijos y la otra para tener relaciones sexuales, Ada sería la mujer con la cual tuvo hijos y Tzilah la destinada para las relaciones sexuales. Sin embargo, Tzilah, a pesar de haber tomado sustancias anticonceptivas ella se quedó embarazada dos veces, v. 22. Otro de nuestro sabios comenta y dice: Que la Toráh no necesitaba exponer todos estos eventos en torno a Lemej, pero únicamente lo hizo para enseñarnos sobre el tema final del relato, donde se describe que YHWH Elohím cumplió su promesa de cobrar venganza a Kayin por la muerte de Hevel. Pues como Lemej dijo más adelante, “después de la séptima generación se cobró venganza a Kayin. Y en efecto, después de que Lemej tuvo hijos y procreó a la séptima generación, entonces mató a Kayin. A esto se refirió Lemej cuando dijo: “Acaso asesiné yo a un varón por mi herida…? 4:20-24 “Adah dio a luz a Yaval; él fue el padre de aquellos que viven en tiendas y tienen ganado. El nombre de su hermano era Yuval; y él inventó el salterio y la cítara. Tzilah dio a luz a Tuval-Kayin, quien forjaba todo tipo de herramientas de bronce y de hierro; la hermana de Tuval-Kayin fue Naamah. Lemej [18] dijo a sus esposas: "Adah y Tzilah, escúchenme; esposas de Lemej, oigan mi voz, ustedes esposas de Lemej: Yo maté a un hombre para mi aflicción, y a un joven para tristeza. Si Kayin será vengado siete veces, ¡entonces Lemej setenta veces siete!"[19] Vayikach-lo Lemech shtey nashim shem ha'achat Adah veshem hashenit Tsilah. Vateled Adah et-Yaval hu hayah avi yoshev ohel umikneh. Veshem achiv Yuval hu hayah avi kol-tofes kinor ve'ugav. VeTsilah gam-hi yaldah et-Tuval Kayin lotesh kol-choresh nechoshet uvarzel va'achot Tuval-Kayin Na'amah. Vayomer Lemech lenashvav Adah veTsilah shma'an koli neshey Lemech ha'azenah imrati ki ish haragti lefits'i veyeled lechaburati. Ki shiv'atayim yukamKayin veLemech shiv'im veshiv'ah. – Acá están descritos todos los que continuaron con la obra de Kayin. Primero los nómadas de las praderas. Estos andan de un lado a otro en busca de pastizales. Un Midrásh dice que Yaval edificaba templos para los ídolos y Yuval tocaba los instrumentos de música para adorar a esos dioses. Tuval-Kayin era el que reinaba el oficio de asesino. Es decir él refinó el oficio de Kayin. “asesinar”. 4:25 “Adam tuvo relaciones sexuales de nuevo con su esposa, y ella dio a luz a un hijo a quien llamó Shet [otorgado], y dijo: "Porque YAHWEH me ha otorgado otra zera en lugar de Hevel, puesto que Kayin lo mató.” [Vayeda Adam od et-ishto vateled ben vatikra et-shemo Shet ki shat-li Elohim zera acher tachat Hevel ki harago Kayin] – Según el Midrash, [Bereshít Rabá 23] Javah estaba pensando en el rey Mashíaj cuando nació Shet. El nombre Shet [Strong H7896 ִׁשיתshiít; raíz prim.; colocar (en una aplicación muy amplia):-afirmar, aplicar, atención, cambiar,
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colocar, considerar, convertir, cuidado, dar, dejar, mirar, mostrar, parar, poner, traer, vestir, entendido, fijar, hacer, imponer, maquinar] habla de varias cosas en el ministerio del Mashíaj. El Mashíaj iba a ser un sustituto para el hombre que ha muerto. El Mashíaj también representa al hombre y puede hacer un intercambio de manera que su muerte pueda dar vida al hombre muerto. La fe en una muerte y resurrección representativa del Mashíaj está escondida en la declaración de Javah. 4:26 “A Shet también le nació un hijo, a quien llamó Enosh. En este momento la gente comenzó a invocar el Nombre de YAHWEH. [20].” – [Ule-Shet gam-hu yulad-ben vayikra et-shemo Enosh az huchal likro beshem Adonay] Según Uno de nuestros sabios, empezaron a llamar los nombres de las personas y los nombre de los ídolos con el nombre del Santo, bendito es, convirtiéndolos en objetos de culto, llamándolos divinidades. Es decir empezaron a profanar el nombre del Eterno YHWH. 5:1 “Este es el libro de las generaciones de los hombres: En el día que YAHWEH hizo a Adam, a imagen de Elohim El los hizo” – [Zeh sefer toledot Adam beyom bero Elohim Adam bidemut Elohim asah oto] – La familia escogida, empieza a ser declarada. Es un recuento del cumplimiento de la ordenanza “multiplicaos”. 5:2 “El los hizo macho y hembra; El los bendijo y los llamó Adam [humanidad, hombre] en el día que fueron creados.” – [Zachar unekevah bera'am vayevarech otam vayikra et-shemam Adam beyom hibare'am] – El nombre Adam, [Strong H121] tiene relación con las palabras “Adam”, [Strong H120] “rojizo”, “adamá”, [Strong H127] “tierra” y “dam”, [Strong H119] “sangre”. Entonces, cuando el Mashíaj es llamado Hijo del Hombre, en hebreo “ben Adam”, significa que está tomado de la tierra y tiene carne y sangre por ser un descendiente físico del primer hombre Adam. El Hijo del Hombre es un ser terrenal, que tiene su origen en el cielo, 1 Corintios 15:47. 5:3 “Y Adam vivió 230 años, y engendró un hijo como su propia forma, y como su propia imagen y lo llamó Shet” [Vayechi Adam shloshim ume'at shanah vayoled bidemuto ketsalmo vayikra et-shemo Shet] – Aquí aparecen las mismas dos palabras que en 1:26 donde se habla de la creación del hombre con la imagen y según la semejanza de YHWH Elohim, “be-tsalmenu ki-demutenu”, pero con el orden inverso, “bi-demutó ke-tsalmó” “en (o con) su semejanza, según su imagen”. 5:4-21 “Después que Shet nació, Adam vivió otros 700 años y tuvo ambos hijos e hijas. Por todo, Adam vivió 930 años, luego murió. Shet vivió 205 años y engendró a Enosh. Después que Enosh nació, Shet vivió otros 707 años y tuvo hijos e hijas. Por todo, Shet vivió 912 años; luego murió. Enosh vivió 190 años y engendró a Kenan. Después que Kenan nació, Enosh vivió otros 715 años y tuvo hijos e hijas. Por todo, Enosh vivió 905 años; luego murió. Kenan vivió 170 años y engendró a Mahalaleel. Después que Mahalaleel nació, Kenan vivió otros 740 años y tuvo hijos e hijas. Por todo, Kenan vivió 910 años; luego murió. Mahalaleel vivió 165 años y engendró a Yered. Después que Yered nació, Mahalaleel vivió otros 730 años y tuvo hijos e hijas. Por todo, Mahalaleel vivió 895 años; luego murió. Yered vivió 162 años y engendró a Hanoj. Después que Hanoj nació, Yered vivió 800 años y tuvo hijos e hijas. Por todo, Yered vivió 962 años; luego murió. Hanoj vivió 165 años y engendró a Metushelaj” – [Vayihyu yemey-Adam acharey holido et-Shet shmoneh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kol-yemey Adam asherchay tsha me'ot shanah ushloshim shanah vayamot. Vayechi-Shet chamesh shanim ume'at shanah vayoled et-Enosh. Vayechi-Shet acharey holido et-Enosh sheva shanim ushmoneh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kolyemey-Shet shtem esreh shanah utsha me'ot shanah vayamot. Vayechi Enosh tish'im shanah vayoled et-Keynan. Vayechi Enosh acharey holido et-Keynan chamesh esreh shanah ushmoneh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kol-yemey Enosh chamesh shanim utesha me'ot shanah vayamot. Vayechi Keynan shiv'im shanah vayoled etMahalal'el. Vayechi Keynan acharey holido et-Mahalal'el arba'im shanah ushmoneh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kol-yemey Keynan eser shanim utesha me'ot shanah vayamot. Vayechi Mahalal'el chamesh shanim veshishim shanah vayoled et-Yared. Vayechi Mahalal'el acharey holido et-Yered shloshim shanah ushmoneh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kol-yemey Mahalal'el chamesh vetish'im shanah ushmoneh me'ot shanah vayamot. Vayechi-Yered shtayim veshishim shanah ume'at shanah vayoled et-Chanoch. Vayechi Yered acharey holido et-Chanoch shmoneh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kol-yemey Yered shtayim veshishim shanah utesha
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me'ot shanah vayamot. Vayechi Chanoch chamesh veshishim shanah vayoled et-Metushalach] – El significado de los diez primeros nombres de la genealogía desde Adam hasta Noaj constituye una profecía mesiánica: 1. Adam – el terrenal 2. Shet – puesto 3. Enosh – mortal 4. Kenan – Aposento, Nidada, Nido 5. Mahalalel – el alabado de YHWH Elohím 6. Yered – bajó 7. Janoj – consagrado 8. Metushelaj – su muerte envía 9. Lemej – miserable 10. Noaj – alivio El terrenal es puesto en un mortal estado. El alabado de YHWH Elohím bajó, es un consagrado. Su muerte envía al miserable, alivio. Otra opción: El hombre es sustituido. Es un mortal logro... 5:22 “Y Hanoj fue bien placentero a YAHWEH después que engendró a Metushelaj, 200 años, y engendró hijos e hijas.” – [Vayithalech Chanoch et-ha'Elohim acharey holido et-Metushelach shlosh me'ot shanah vayoled banim uvanot] – Caminar con YHWH Elohím significa cumplir sus mandamientos. La forma sustantiva de la palabra hebrea “halaj”, “caminar”, es “halajáh”, que significa “el caminar”. “Halajáh” es un término técnico dentro de la cultura hebrea que se refiere a las ordenanzas que las autoridades judías establecen con el fin de poder poner en práctica los mandamientos de la Toráh en cada situación de la vida hebrea. 5:23 “Por todo, Hanoj vivió 365 años” – [Vayehi kol-yemey Chanoch chamesh veshishim shanah ushlosh me'ot shanah] – Podría simbolizar cada día de un año y por ende de todos los años. 5:24 “Y Hanoj fue bien placentero a YAHWEH; y él no fue encontrado, porque YAHWEH lo trasladó.” [Vayithalech Chanoch et-ha'Elohim ve'eynenu ki-lakach oto Elohim] – Este arrebatamiento constituye una sombra profética sobre el arrebatamiento que van a experimentar los justos de la última generación cuando venga el Mashíaj, Mateo 24:31, Lucas 17:34-36; 1 Tesalonicenses 4:17. Cuando vuelva el Mashíaj a la tierra, los que son suyos serán arrebatados al aire para encontrarse con él, e inmediatamente acompañarle en su regreso a la tierra. La palabra hebrea que ha sido traducida como “tomó”, “lakaj”, [Strong H3947] hace alusión al segundo paso en el matrimonial hebreo cuando el novio “toma” a su esposa y la lleva a la casa de su padre, Esdras 9:12; Nehemías 13:25; 2 Crónicas 11:21. 5:25–28 “Metushelaj vivió 167 años y engendró a Lemej. Después que Lemej nació, Metushelaj vivió 802 años y tuvo hijos e hijas. Por todo, Metushelaj vivió 969 años; luego murió. Lemej vivió 188 años y engendró un hijo” [Vayechi Metushelach sheva ushmonim shanah ume'at shanah vayoled et-Lamech. Vayechi Metushelach acharey holido et-Lemech shtayim ushmonim shanah ushva me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayihyu kol-yemey Metushelach tesha veshishim shanah utsha me'ot shanah vayamot. Vayechi-Lemech shtayim ushmonim shanah ume'at
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shanah vayoled ben] – La frase engendró un hijo, según Uno de nuestros sabios, denota a aquel del cual fue construido el mundo. Mashíaj. 5:29 “a quién llamó Noaj [lleno de descanso]; porque él dijo: "Este nos causará cesar de nuestros trabajos, y del trabajo que hacemos con nuestras manos y de la tierra cual el Adón YAHWEH maldijo.” – [Vayikra et-shemo Noach lemor zeh yenachamenu mima'asenu ume'itsvon yadeynu min-ha'adamah asher erarah Adonay] – Según Uno de nuestros sabios, los hombres no usaban herramientas de agricultura hasta que vino Noaj y las fabricó. 5:30-32 “Después que Noaj nació, Lemej vivió 565 años y tuvo hijos e hijas. Todos los años de Lemej fueron 753 años; luego murió. Noaj era de 500 años de edad; y Noaj engendró a Shem, Ham y Yefet” – [Vayechi-Lemech acharey holido et-Noach chamesh vetish'im shanah vachamesh me'ot shanah vayoled banim uvanot. Vayehi kolyemey-Lemech sheva veshiv'im shanah ushva me'ot shanah vayamot. Vayehi Noach ben-chamesh me'ot shanah vayoled Noach et-Shem et-Cham ve'et Yafet] – Los moradores de la tierra, serían descendientes de estos tres, hijo sde Noaj. Más adelante veremos el rol que se sucedería a cada una de estas familias. Yafet era el mayor, pero es mencionado acá de último. 6:1 “Al tiempo, cuando los hombres empezaron a multiplicarse en la tierra, e hijas fueron nacidas a ellos” [Vayehi ki-hechel ha'adam larov al-peney ha'adamah uvanot yuledu lahem] – Juntamente con el crecimiento de la población sobre La Tierra, el pecado se multiplicó. 6:2 “los hijos de Elohim [21] vieron que las hijas de los hombres eran atractivas; y ellos tomaron esposas para sí, cualquiera que escogieron.” – [Vayir'u beney ha'Elohim et-benot ha'adam ki tovot henah vayikchu lahem nashim mikol asher bacharu] – Según Uno de nuestros sabios y el libro de Yashar, [Yashar 4:18] se refiere aquí a los hijos de los nobles y de los jueces. El Tárgum traduce “hijos de los poderosos (o nobles)”. En el Midrash [Pirkei de rabí Eliezer 22;] y el libro de Janoj, se habla de ángeles que habían caído del cielo en la época de Enosh que se unieron con las hijas de los hombres y así nacieron los gigantes. 6:3-5 “YAHWEH dijo: "Mi Ruaj no permanecerá entre estos hombres para siempre, porque ellos son carne; por lo tanto, sus días serán 120 años." Ahora los gigantes [22] estaban sobre la tierra en aquellos días, y después de eso, cuando los hijos de Elohim se llegaron a las hijas de los hombres, y ellos engendraron hijos a ellas; aquellos fueron los gigantes de la antigüedad, hombres de renombre. YAHWEH vio que la gente en la tierra era demasiado perversa, y todas las imaginaciones [23] de sus corazones eran siempre solamente de maldad” – [Vayomer Adonay lo-yadon ruchi va'adam le'olam beshagam hu vasar vehayu yamav me'ah ve'esrim shanah. Hanefilim hayu va'arets bayamim hahem vegam acharey-chen asher yavo'u beney ha'Elohim el-benot ha'adam veyaledu lahem hemah hagiborim asher me'olam anshey hashem. Vayar Adonay ki rabah ra'at ha'adam ba'arets vechol-yetser machshevot libo rak ra kol-hayom] – YHWH Es Espíritu y El Hombre es carne. Carne no heredará el reino de los cielos, por tanto lo más que puede llegar a vivir el Hombre sobre esta tierra es 120 años. A razón de la multiplicidad de los pecados del hombre, la vida del – hombre – carne – sobre esta tierra, mengua cada vez más. 6:6 “YAHWEH lo llevó al corazón que El había hecho al hombre sobre la tierra; y lo ponderó profundamente.” [Vayinachem Adonay ki asah et-ha'adam ba'arets vayit'atsev el-libo] – YHWH Elohím no cambia, y en su plan perfecto para mostrar a Yahshúa el Mashíaj, es de igual manera perfecto. ÉL sometió todo bajo pecado a fin de mostrar a su Hijo Yahshúa Ha Mashíaj. No obstante, YHWH Elohím, nos ha brindado a sus escogidos de su llana y soberana voluntad a través de La Toráh. Nos ha abierto los ojos y espera que andemos en sus caminos. Á ÉL le da pesar cuando fallamos y nos desviamos. Ezequiel 18. 6:7 “Y YAHWEH dijo: "Raeré de la faz de la tierra al hombre, la cual Yo he hecho; desde hombres a ganado, y desde cosas que se arrastran a las criaturas que vuelan en el cielo; porque estoy exasperado que Yo jamás los hice” [Vayomer Adonay emecheh et ha'adam asher-barati me'al peney ha'adamah me'adam ad-behemah ad-remes ve'ad-of hashamayim ki nichamti ki asitim] – YHWH Elohím es tres veces Kadosh. La humanidad de ese entonces, se había contaminado con el pecado y cada vez era de mal en peor.
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Por lo tanto La Santidad de YHWH Elohím no iba a tolerar que La Tierra se siguiera profanando, porque el tiempo señalado para mostrar a su Hijo Yahshúa Ha Mashíaj, no había llegado aún. 6:8 “Pero Noaj encontró gracia a los ojos de YAHWEH.” – [VeNoach matsa chen be'eyney Adonay] – El Eterno YHWH siempre y por siempre y hasta siempre, ha ofrecido “gracia” a los hombres que se arrepienten del mal y le buscan. La palabra hebrea que ha sido traducida como gracia es “Kjen” [Strong H2580 חֵןkjen; de 2603; gracia, i.e. subj. (bondad, favor) u obj. (belleza):-agraciada, agradar, favor, gracia, graciosa, misericordia, precioso]. La raíz de esta palabra es “janán” [Strong H2603 ָחנַןKjanán; raíz prim. [comp. 2583]; prop. doblar o inclinarse en bondad hacia un inferior; favorece, conceder; caus. implorar (i.e. mover a favor mediante petición):-amigablemente, apiadar, -se, compadecer, -se, compasión, dar, favor, gemir, hacer merced, misericordia, mostrar, orar, pedir, piedad, rogar, suplicar] El Midrash [Bereshít Rabá 28:8] dice: “Noaj fue salvado, no porque lo merecía, sino porque halló gracia” El concepto de gracia, como favor inmerecido, es uno de los pilares más importantes del pueblo Hebreo y de La cultura Hebrea. Del Zohar extaremos lo concerniente a la Parasháh Bereshít. Tomado de: http://www.angeldelaguarda.com.ar/zohar_espaniol/Zohar.pdf Tambien puede descargar esta otra traducción: http://www.upasika.com/docs/cabala/Scholem%20Gershom%20-%20Zohar.pdf BERESCHIT Génesis I. 1 – VI, 8 En la iniciación, la decisión del Rey hizo un trazo en el fulgor superior, una lámpara de centelleo, y allí surgió en los nichos impenetrables del misterioso ilimitado un núcleo informe incluido en un anillo, ni blanco, ni negro, ni rojo, ni verde, ni de color alguno. Cuando tornó las medidas, modeló colores para mostrar adentro, y dentro de la lámpara surgió cierto efluvio, que abajo llevaba impresos colores. El Poder más misterioso envuelto en lo ilimitado, sin hendir su vacío, permaneció totalmente incognoscible hasta que de la fuerza de los golpes brilló un punto supremo y misterioso. Más allá de ese punto nada es cognoscible, y por eso se llama Reschit (“Comienzo”), la expresión creadora que es el punto de partida de todo. Está escrito: “Y los inteligentes brillarán como el esplendor del firmamento, y aquellos que justifican a muchos, como las estrellas por siempre jamás”. [1] Había efectivamente un “esplendor” (Zohar). El Más Misterioso golpeó su vacío, e hizo que este punto brillara. Este comienzo se extendió entonces e hizo para sí un palacio por su honor y gloria. Allí sembró una simiente sagrada que hubo de generar para beneficio del Universo y a la que puede aplicarse la expresión de la Escritura: “La santa simiente es mi tronco”[2]. Nuevamente hubo Zohar, en el que sembró una simiente para su gloria, exactamente como el gusano de seda se encierra en un palacio de su propia producción, que es a la vez útil y hermoso. Así, por medio de este “comienzo” el Misterioso Desconocido hizo su palacio. Este palacio es llamado Elohim, y esta doctrina se halla contenida en las palabras “por medio de un principio creó a Elohim”. El Zohar es eso de lo cual fueron creadas todas las expresiones creadoras a través de la extensión del punto de ese esplendor misterioso. No hemos de sorprendernos por el empleo de la palabra “creó” en esta conexión, dado que luego leemos: “Y Dios creó al hombre a su imagen”[3].
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Otra interpretación esotérica de la palabra Bereschit es la siguiente. El nombre del punto de partida de todo es Ehyeh (“Yo seré”). El nombre sagrado cuando se halla escrito a su lado es Elohim, pero cuando está inscripto entre uno y otro Ehyeh, es Ascher, el oculto y recóndito templo, la fuente de lo que místicamente se llama Reschit. La palabra Ascher (es decir, las letras Alef, Schin, Resch de la palabra Bereschit) es el anagrama de Rosch (“cabeza”), el comienzo que surge de Reschit. Así cuando el punto y el templo fueron firmemente establecidos juntos, Bereschit combinó el Comienzo supremo con la Sabiduría. Luego el carácter de este templo cambió, y fue llamado “Casa” (Bayt). La combinación de eso con el punto supremo que se llama Rosch, da Bereschit, que es el nombre empleado mientras la casa estaba inhabitada. En cambio, cuando fue sembrada con simiente para hacerla habitable, fue llamado Elohim, oculto y misterioso. El Zohar era oculto y retraído, mientras el edificio estaba adentro y para producir, y la casa se extendió solamente como para ofrecer alojamiento para la simiente sagrada. Antes de que hubiese concebido y se hubiese extendido lo bastante para ser habitable, no se llamó Elohim, y todo estaba incluido aún el término Bereschit. Después de que adquirió el nombre Elohim produjo descendencia de la simiente puesta en ella. ¿Qué es esta simiente? Consiste de las letras grabadas, la fuente secreta de la Torá, que salió del primer punto. Ese punto sembró en el palacio ciertos tres puntos vocales, jólem, schurek y jírek, que se combinaron entre sí y formaron una entidad: la Voz que salió de su unión. Cuando esta Voz surgió, surgió con ella su consorte, que comprende todas las letras. De ahí que esté escrito: “Et haschamaim (“los cielos”), es decir, la Voz y su consorte. Esta Voz, indicada por la palabra “cielo”, es el segundo Ehyeh del nombre sagrado, el Zohar, que, de esta manera, incluye todas las letras y colores. En este punto las palabras: “El Señor Nuestro Dios el Señor” (Yheh Elohenu YHVH) representan tres grados correspondientes a este profundo misterio de Bereschit bará Elohim. Bereschit representa al misterio primordial; Bará representa la fuente misteriosa de la cual se expandió todo. Elohim representa la fuerza que sostiene todo abajo. Las palabras et haschamaim indican que las últimas dos no han de ser separadas y son juntos varón y hembra. La palabra et consiste de las letras Alef, Tav, entre las cuales se incluyen todas las letras, por ser la primera y la última del alfabeto. Y luego se agregó Hé de modo que todas las letras pudiesen ligarse a Hé y esto dio el nombre a atah (“Tu”); de ahí que leamos: “y Tu (ve-atah) los conservas vivos a todos”[4]. Et, a su vez, se refiere a Adonai (“Señor”), que es así llamado. Haschamaim es YHVH en su significación más elevada. La palabra siguiente, ve-et, indica la unión firme de masculino y femenino; también alude a la denominación veYHVH (“y el Señor”), y las dos explicaciones llegan a lo mismo. Ha-aratz (la tierra) designa un Elohim que corresponde a la forma más elevada para producir fruto y fructificar. Aquí este nombre se encuentra en tres explicaciones y por tanto el mismo nombre se ramifica hacia varios lados. Solamente hasta ese punto se extienden las alusiones al Más Misterioso que modela y construye y vivifica de manera misteriosa, a través de la explicación esotérica de un versículo. De este punto fluye bará schit “él creó seis”, desde el fin del cielo hasta el otro fin, seis lados que se extienden desde la suprema esencia mística, a través de la expansión de la fuerza creadora de un punto primario. Aquí fue inscripto el misterio del nombre de cuarenta y dos letras. “Y los inteligentes brillarán” [5]
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Este “brillar” corresponde al movimiento que los acentos y notas imprimen a las letras y a los puntos vocales que les obedecen y les siguen, como tropas a sus reyes. Las letras son el cuerpo, y los puntos vocales son el espíritu animador, y juntos mantienen el paso con las notas y llegan con ellas a un alto. Cuando el canto de las notas avanza, marchan detrás las letras con sus puntos vocales, y cuando el canto se detiene, también ellas se paran. Así, aquí: “los inteligentes” corresponde a las letras con sus puntos vocales; “el brillo” corresponde a las notas; “el firmamento” corresponde al fluir del canto a través de la sucesión de las notas; mientras que “aquellos que se dirigen a la justicia” corresponde a las notas de pausa que detienen la marcha de las palabras y ponen de manifiesto claramente su sentido. Esas “hacen brillar” a letras y vocales, de modo que todas fluyen juntas a su propia manera mística por sendas secretas. Desde este impulso se extendió el conjunto. Igualmente, las palabras “y los inteligentes brillarán como el esplendor del firmamento” pueden referirse a las columnas y los zócalos del “palanquín celestial” (Apeiryon). Los “sabios e inteligentes” como los pilares y zócalos supremos, dado que ponderan con comprensión todas las cosas necesarias al sostenimiento del palacio. Este empleo del término “inteligentes” (maskilim) tiene su paralelo en el pasaje: “Bendito es aquel que considera (maskil) a los pobres”[6]. “Ellos brillarán”, pues si ellos no brillan y alumbran, no pueden considerar bien y ponderar las necesidades del palacio. “Como el esplendor del firmamento”, es decir, de ese firmamento que descansa sobre esos “inteligentes” que hemos mencionado y de los que está escrito: “Y sobre la cabeza de la Jayá estaba el aspecto de un firmamento como el color del hielo terrible”[7]. “El esplendor” es lo que ilumina la Torá y que también ilumina las cabezas de la Jayá (“bestia”); esas cabezas son los inteligentes, que brillan siempre y por siempre contemplan “el firmamento” y la luz que de allí sale, es decir, la luz de la Torá, que irradia sin cesar, perpetuamente. “Y la tierra era vacía y sin forma.” La palabra hoithah (“era”), por ser pluscuamperfecto, implica que la tierra había sido previamente. Había nieve en medio del agua por cuya acción se produjo un limo. Entonces batió, sobre él, un potente fuego y produjo en él un desecho. Así se transformó y se volvió Tohu (“Caos”) la morada del limo, el nido del desecho, y también Bohu (“Informe”), cuya parte más fina fue tamizada del Tohu y permaneció sobre él. La palabra “oscuridad” en el texto alude a este fuego potente. Esta oscuridad cubrió Tohu, es decir, el desecho que flotaba sobre él. El “Espíritu de Dios” es un espíritu santo que provenía de Elohim Jayim (“Dios viviente”). Y éste “flotaba sobre la faz de las aguas”. Cuando este viento sopló, se destacó del desecho una cierta película, como la película que queda encima del caldo que se va cociendo una vez que la espuma fue tamizada dos o tres veces. Cuando Tohu fue así tamizado y purificado, surgió de él “un viento grande y fuerte que rajaba las montañas y quebraba en pedazos las rocas”, como ese que vio Elías[8]. De manera similar, Bohu, fue tamizado y purificado y allí surgió de él un terremoto, como con Elías. Entonces lo que llamamos “oscuridad” fue tamizado y ella contenía fuego, como a Elías se le apareció “fuego después del terremoto”. Cuando lo que llamamos “espíritu” fue tamizado, aún había contenida en ello una silenciosa pequeña voz. Tohu es un lugar que no tiene color y forma y no se le aplica el principio esotérico de la forma. Parece por un momento tener una forma, pero cuando se lo vuelve a mirar no tiene forma. Toda cosa tiene una vestidura excepto el Tohu. A su vez Bohu tiene figura y forma, esto es, piedras hundidas en el abismo de Tohu, pero a veces emergen del abismo en que están hundidas y de esta manera forman sostén para el mundo.
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A través de la forma de su vestidura constituyen sostén desde arriba para abajo, y ascienden de abajo hacia arriba y por eso son vacías y fuertes. Están suspendidas en la expansión; es decir, a veces están suspendidas en la expansión cuando se levantan desde el abismo. A veces están ocultas, es decir, en el “día nublado”, cuando extraen aguas del abismo para suministrarla a Tohu, pues entonces, hay regocijo de que Tohu haya sido desparramado por el Universo. “Oscuridad” es un fuego negro de color fuerte. Hay un fuego rojo, fuerte en visibilidad; un fuego amarillo, fuerte en forma; y un fuego blanco cuyo color incluye a todos. “Oscuridad” es el más fuerte de los fuegos y eso es lo que constituye el sostén de Tohu. “Oscuridad” es fuego, pero fuego no es oscuridad, salvo cuando sostiene a Tohu. El símbolo para esto: “Sus ojos eran oscuros de modo que no podría ver y llamó Esaú...”[9]. Aquí, también, “el rostro del malvado fue oscurecido” porque era el semblante del malvado. De ahí que este fuego se llame “Oscuridad” porque permanecía sobre Tohu y era por este sostenido. Este es el sentido intrínseco de las palabras: “Y la oscuridad sobre la superficie del abismo”. “Espíritu” es la voz que descansa sobre Bohu, y lo capta y lo guía como es requerido. Esto se simboliza en las palabras: “La voz del Señor está sobre las aguas”[10]; y así, también: “El espíritu del Señor flotaba sobre el haz de las aguas”. “Haz de las aguas” significa piedras hundidas en el abismo, llamadas así porque salen de ellas aguas. Así, cada uno fue provisto como correspondía. Tohu está sobre la égida del nombre Schadai; Bohu bajo la de Zebaot; “Oscuridad”, bajo la de Elohim; “Espíritu” bajo la de YHVH. Ahora comprendemos lo que ocurrió a Elías: “Había un viento fuerte que rompía las montañas, pero el Señor no estaba en el viento”, porque este nombre no se hallaba en él, pues Schadai preside sobre él a través de la naturaleza mística de Tohu. “Después del viento hubo un temblor, pero el Señor no estaba en el temblor”, pues sobre él preside el nombre Zebaot, a través de la naturaleza mística de Bohu, que es llamado “temblor” (raasch), porque tiembla continuamente. “Después del temblor hubo un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego”, porque sobre él preside el nombre Elohim desde el lado de la oscuridad. “Y después del fuego hubo una pequeña voz silenciosa”; y aquí, por último, se encontró el nombre YHVH. Hay en este versículo cuatro cláusulas correspondientes a las cuatro llamadas “secciones del cuerpo” y “miembros” que, siendo cuatro, son resolubles en doce. Aquí, también, está el grabado nombre de doce letras que fue transmitido a Elías en la cueva. “Y Dios dijo, que haya luz; y la luz fue.” Desde este punto podemos comenzar a descubrir cosas ocultas que se relacionan con la creación del mundo en detalle. Pues hasta aquí se describió la creación en general, y más abajo se repite la descripción general, de modo que tenemos una combinación de general-particular-general. Hasta aquí el todo se hallaba suspendido en el vacío en directa dependencia de la Ilimitado. Pero, cuando la energía fue extendida a través del palacio supremo a que se refiere el nombre Elohim, el término “decir” se emplea en conexión con esto, en las palabras: “Y Dios dijo”.
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Pues a lo que está más allá del “decir” no detallado se le adscribe; porque aunque la palabra Bereschit es una “expresión creadora” (maamar), las palabras “y dijo” no se emplean en conexión con ella. La expresión “y dijo” (vayomer) abre la puerta a la indagación y al entendimiento. Definimos este “decir” como una energía que fue elegida en silencio del ilimitado místico mediante el poder místico del pensamiento. De ahí que: “Y Dios dijo” significa que ahora el antes mencionado palacio generó de la santa simiente con la que estaba encinta. Mientras produjo en silencio, lo que portaba se oía afuera. Lo que portaba, portado en silencio, era sin hacer un sonido, pero cuando lo que salió de ello y que hizo salir, se volvió una voz oída afuera, es decir: “Que haya la luz”. Todo salió producido bajo esta categoría. La palabra Yehí (“que haya”, “que sea”) indica que la unión del Padre y la Madre que simbolizan las letras Yod y Hé, se volvió un punto de partida –simbolizado por la segunda Yod- para una extensión ulterior. “Luz, y la luz fue.” Estas palabras implican que ya había luz. La palabra Or (“Luz”), contiene una significación oculta. La fuerza expansiva que procede de los nichos ocultos del éter superior abrió una senda y produjo de sí misma un punto misterioso, o mejor dicho, el En Sof (“Ilimitado”), partió de su propio éter y descubrió este punto Yod. Cuando éste se expandió, lo que fue dejado del AVIR (“ÉTER”) resultó siendo OR (“LUZ”). Cuando el primer punto se desarrolló a partir de ello, se mostró encima suyo, tocándolo y, sin embargo, no tocándolo. Cuando se expandió, emergió en ser, y fue Luz (Or), salida del éter (avir). Y esto es lo que queremos significar al decir que había sido “previamente” y así subsistió. Ascendió y fue almacenada y fue dejado sobre ella un puntito, que continuamente se acerca por sendas invisibles al otro punto, tocándolo y, sin embargo, no tocándolo, iluminándolo en la manera del primer punto del cual salió. Por eso todo está ligado, e ilumina a ambos, al uno y al otro. Cuando asciende, ascienden todos y todos le están ligados, y alcanza en lugar del En Sof, donde es almacenado aparte y todo se vuelve uno. Este puntito de la palabra Or es Luz. Se extendió y brillaron de él siete letras del alfabeto, que no se solidificaron y permanecieron fluidas. Allí surgió entonces el Firmamento que evitó discordia entre los dos lados. Siete letras saltaron de un lado y siete del otro y todas fueran grabadas en ese Firmamento, donde permanecieron por un tiempo fluidas. Cuando el firmamento se solidificó, también las letras se solidificaron y adoptaron forma material. Así fue grabada allí la Torá para brillar más allá. “Que haya luz”: es decir, El Gadol (“Gran Dios”), lo que emergió del éter primordial. “Y fue”: significa Oscuridad, que es llamada Elohim. “Luz”: que significa que la Izquierda fue incluida en la Derecha, y así de lo que llamamos El fue producido Elohim. La Derecha fue incluida en la Izquierda, y la Izquierda fue incluida en la Derecha. “Y Dios vio que la luz era buena.” Esta es la Columna Central: Ki Tob (“que era bueno”) arrojó luz arriba y abajo y a todos los otros lados en virtud de YHVH, el nombre que abarca todos los lados. “Y Dios dividió”: El apartó la lucha, de modo que todo era en orden perfecto. “Y Dios llamó”: La palabra “llamó” significa aquí: “llamó para” o “invitó”.
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Dios ordenó que de éstos saliera luz completa que era en el centro una cierta radicación, que es el fundamento del mundo, y sobre el cual los mundos se hallan establecidos. De esa Luz completa, la Columna Central, se extendió el fundamento, la Vida, de los mundos, que es día del lado de la Derecha. “Y a la oscuridad llamó noche”. El ordenó que saliera del lado de la Oscuridad una especie de Luna femenina que gobierna sobre la noche y es llamada noche, y está asociada con Adonai, el Señor de toda la tierra. La Derecha entró en la Columna completa del centro unida con la Izquierda, y el punto primordial ascendiendo desde allí a la altura y allá captó la energía de tres puntitos, el jólem, el schurek y el jírek, la simiente de la santidad, pues ninguna simiente fue sembrada salvo de esta fuente. El conjunto fue unido entonces en la Columna Central, y produjo el fundamento del mundo, que por eso se llama Kol (“Todo”), porque abarca el conjunto en la radiación del deseo. Entre tanto la Izquierda llamó con todo su poder, produciendo en todos los puntos una especie de reflejo, y desde esta llama de fuego salió la esencia femenina como la Luna. Esta llamarada era oscura, porque era de la Oscuridad. Estos dos lados produjeron estos dos grados, uno masculino y uno femenino. La unidad fue retenida en la Columna Central desde ese excedente de luz que en él había. Pues desde esa Columna Central estuvo completa en sí e hizo paz en todos lados, le fue prestada luz adicional de arriba y de todos los lados a través del júbilo universal en él. De ese júbilo adicional salió el fundamento de los mundos, que también se llamó Musaf (“adicional”). De éste salieron todos los poderes inferiores y espíritus y almas santas, a que se refieren las expresiones “Señor de los ejércitos” (YHVH Zevaot) y “Dios, Dios de los espíritus”[11]. “Noche” es “el Señor de toda la Tierra” del lado de la Izquierda, de la Oscuridad. Porque el deseo de la Oscuridad fue de fusionarse con la Derecha, y no era bastante fuerte para que la noche se extendiera desde ella. Cuando la noche empezó a extenderse, y antes de que fuera completa, la oscuridad fue y se fusionó con la Derecha, y la noche quedó defectuosa. Así como es el deseo de la Oscuridad fusionarse con la Luz, así es el deseo de la noche fusionarse con el día. La Oscuridad abatió su luz, y por eso produce un grado que fue defectuoso, y no radiante. La Oscuridad no irradia salvo cuando está sumergida en la Luz. Así la noche que de ella salió no es luz salvo cuando está sumergida en el día. La deficiencia de la noche sólo es compensada por Musaf. Lo que se agrega en un lugar es sustraído del otro. El Musaf contenía un simbolismo del punto superior y de la Columna Central y por eso se agregaron a su respecto dos letras que faltaban acerca de la noche, es decir, la Vav, Yod de Vayikrá (“y El llamó”). Aquí hay una alusión al nombre de setenta y dos letras, la derivación de la corona suprema. “Y Dios dijo: Que haya un firmamento en medio de las aguas”. Aquí en el particular día hay una alusión a la separación de las aguas superiores de las aguas inferiores, mediante lo que se llama “la Izquierda”. Pues hasta aquí el texto ha aludido a la Derecha, pero ahora alude a la Izquierda; y por eso hubo un incremento de la discordia entre ésta y la Derecha. Es de la naturaleza de la Derecha el armonizar el todo, y por eso el todo se escribe con la Derecha, pues la fuente de la armonía. Cuando la Izquierda despertó, despertó la discordia, y por esta discordia se esforzó el fuego iracundo y emergió de él la Guehena, que, así, se originó de la Izquierda y como tal continúa allí. Moisés, en su sabiduría, reflexionó sobre esto y extrajo una lección de la obra de la creación. En la obra de la creación hubo un antagonismo de la Izquierda contra la Derecha, y la división entre ellas permitió que emergiera la Guehena y que se uniera a la Izquierda. Entonces la Columna Central que es el tercer día, intervino y apaciguó la discordia entre
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los dos lados, de modo que la Guehena descendió abajo y la Izquierda fue absorbida en la Derecha y hubo paz por todo. De manera similar la querella de Koreh con Aarón fue un antagonismo de la Izquierda contra la Derecha. Moisés, reflexionando sobre lo que había ocurrido durante la Creación, dijo: “Me parece adecuado resolver la diferencia entre la Derecha y la Izquierda”. Por eso procuró efectuar un acuerdo entre las dos. La Izquierda, sin embargo, no lo quería y Koreh se mostró obstinado. A esto dijo Moisés: “Seguramente la Guehena está agriando esta querella. La Izquierda debe tender hacia arriba y absorberse en la Derecha. Koreh no desea ligarse a las influencias superiores y sumergirse en la Derecha. Entonces, que descienda hacia abajo en el ímpetu de su ira”. La razón por la que Koreh se rehusaba a admitir que la querella fuese arreglada por la intervención de Moisés fue que no había entrado a participar en ella por un motivo verdaderamente religioso y porque había escatimado consideración a la gloria de Dios y se rehusaba a reconocer Su poder creador. Cuando Moisés advirtió que se había así colocado fuera del límite, “estaba muy airado”[12]. Estaba “airado” porque no era capaz de arreglar la querella. Estaba “muy airado” porque ellos negaban el poder creador de Dios. Koreh negaba este poder completamente, en la esfera más alta y en la más baja, como se halla implícito en la frase: “Cuando ellos se opusieron al Señor”[13]. De ahí que Koreh se dirigiera a lo que le estaba preparado. Una disputa que fue arreglada según la norma de la disputa en las alturas, y que se volvió más, y no menos, valiosa y que se perpetuó justamente, fue la disputa entre Schamai y Hilel. El Santo, Bendito Sea, aprobó la disputa de ellos, por la razón de que su motivo fue elevado y que por eso se asemejaba a la que tuvo lugar en la Creación. De ahí que, como esta última, la disputa entre Schamai y Hilel ha sobrevivido hasta hoy. Koreh, por otra parte, negaba la Creación, combatió contra el Cielo y trató de refutar las palabras de la Torá. Ciertamente era del séquito de la Guehena y le permaneció ligado. Todo esto aparece en el Libro de Adán. Se dice allí que cuando la Oscuridad se afirmó, lo hizo con furia y creó la Guehena que se le ligó en la querella que hemos mencionado. Pero tan pronto como se abatieron la ira y la furia, surgió una querella de otra especie, una querella de amor. Así la disputa cayó en dos partes distintas. Es el camino del justo para entrar en una disputa con empeño y terminarla amigablemente. Koreh continuó la disputa tal como la había empezado, con ira y pasión; y por eso adhirió a la Guehena. Schamai condujo su disputa en ese espíritu de calma que ha de seguir al primer estallido de la pasión; por eso se convirtió en una querella de amor y obtuvo la aprobación del Cielo. Esto se halla indicado en nuestro texto. Dice primero: “Que haya un firmamento en medio de las aguas y que las divida...”. Esto se refiere al comienzo de la querella, al borboteo de la pasión y la violencia. Hubo un deseo de reconciliación. Pero entretanto la Guehena surgió antes de que la ira y la pasión se hubiesen aplacado. Entonces: “Dios hizo el firmamento...”; es decir, surgió una querella de amor y afección que era favorable a la permanencia del mundo. Y en esta categoría se encuentra la disputa entre Schamai e Hilel, cuyo resultado fue que la Ley Oral se acercara con ánimo amoroso a la Ley Escrita, de modo que se sostienen mutuamente.
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En cuento a la separación, ella siempre proviene de la Izquierda. Aquí está escrito: “y que separe”, lo mismo que: “y separó”; y con respecto a Koreh está escrito: “¿Es cosa pequeña para ti que el Dios de Israel te haya separado de la congregación de Israel,...?”, y también está escrito: “En ese tiempo el Señor separó la tribu de Leví”[14] En todos estos textos encontramos la separación asociada con el segundo (día o tribu), que es el lugar de la Izquierda. Se puede objetar que Leví era la tercera tribu y no la segunda, y que, por lo tanto, la separación debía haberse asociado, no con Leví, sino con Simeón, que es el segundo. La respuesta es que a ojos de Jacob (que, en la primera noche de su boda, no sabía que Leah sustituía a Raquel) Leví era el segundo (de Leah). De ahí que la separación de la tribu de Leví fue perfectamente correcta. Hay una “separación”, a cada expiración de Sábado, entre los poderes que dominan en los días de semana y en Sábado, respectivamente. Tan pronto como el Sábado termina, asciende de la Guehena, del grado llamado Scheol, una partida de malos espíritus que procuran mezclarse entre los de la simiente de Israel y obtener poder sobre ellos. Pero, cuando los hijos de Israel efectúan las ceremonias del mirto y de la copa de bendición y recitan la plegaria de la “separación” (Havdalá), el mal espíritu se marcha a su lugar en el Scheol (“foso”), la región donde moran Koreh y sus cofrades, como está escrito: “Y ellos y todo lo que les pertenecía bajaron vivos al Scheol”[15]. Tampoco éstos descendieron al Scheol antes de que los israelitas hubieran efectuado una separación (Havdalá), como está dicho: “Separaos de entre esta congregación”[16] Así, la “separación” está asociada con el segundo, que es simbólico de la Izquierda, en su primer ímpetu, cuando entra inicialmente en una querella con ira y violencia, dando nacimiento a la Guehena antes de que la furia se apacigüe. Fue por el segundo, que, antes de haberse aplacado la discordia, se creó la Guehena. Entonces también fueron creados todos los ángeles que se rebelaron contra su Amo y a los cuales consumió y destruyó el fuego de la Guehena; de la misma manera, todos los que se disipan y no perduran y son consumidos por fuego. “Que haya un firmamento...” Es decir, que haya una extensión gradual. Para eso El (“Dios”), el “racimo justo”, El Gadol (“Gran Dios”), extendió de en medio de las aguas para completar el nombre El y para combinar con la extensión y así El fue extendido en Elohim (= El + H, Y, M). Estas H, Y, M, se extendieron y se invirtieron como para formar las aguas inferiores Y, M, H. Esta extensión que tuvo lugar en el segundo día es las aguas superiores. Hé, Yod y Mem forman “hayam” (“el mar”), que es las aguas superiores. Lo invertido de estas letras, “yamah” (“hacia el mar”), es las aguas inferiores. Cuando estuvieron firmemente establecidas, todas se volvieron un conjunto y este nombre se extendió a un número de lugares. Las aguas superiores son masculino y las aguas inferiores, femenino. Primero estaban entremezcladas, pero después fueron diferenciadas en aguas superiores y aguas inferiores. Este es el sentido de: “Elohim aguas superiores”, y este es el sentido de: “Adonai aguas inferiores”, y este en el sentido de Hé superior y Hé inferior. Luego está escrito: “Y Dios hizo el firmamento”, es decir, la extensión tomó este nombre. Elohim es las aguas superiores, y las aguas inferiores son Adonai. Sin embargo, como las aguas superiores fueron completadas por las inferiores, este nombre se extendió al conjunto. Aun después de la separación entre las aguas, la discordia no cesó hasta el tercer día, cuando la paz fue restaurada y cada cosa fue establecida en su lugar. Es a causa de esta contienda, necesaria como fue para la existencia del mundo, que la frase “que era bueno” no se aplica a la obra del segundo día, porque no se hallaba completada.
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Mientras las aguas superiores y las inferiores estaban mezcladas, no hubo producción en el mundo: esto sólo podía ocurrir cuando ellas fuesen separadas y hechas distintas. Entonces produjeron, y de esta manera, aunque al segundo día hubo separación y discordia, el día tercero trajo armonía completa. Este es el nombre que se halla grabado en el deletreo de YHVH, para reconciliar las aguas superiores con las inferiores, la Hé superior con la inferior; la inserción de la Vav entre ellas armoniza los dos lados. Simbólico de esto es el cruce del Jordán por los israelitas [17]: “Las aguas (del Jordán)” corresponde a las aguas superiores; “se levantaron en un cúmulo” corresponde a las aguas inferiores que descendieron al mar, mientras los israelitas pasaron entre las dos. Cinco “firmamentos” se mencionan en esta sección, y la Vida del Mundo pasa entre ellos y los guía, y ellos están todos entretejidos. Sin embargo, a causa de la discordia, que fue resuelta por el mediador, no habrán podido entretejerse o armonizarse. Ellos corresponden a los quinientos años que el Árbol de la Vida requiere para tornarse en una fuente de crecimiento y fertilidad para el mundo. Todas las aguas de la creación que salieron de la fuente original se ramifican de su tronco. De manera similar el Rey David tomo el conjunto y subsiguientemente distribuye, como leemos: “Y él distribuyó entre todo el pueblo, aun entre el conjunto de la multitud...”[18]; de manera similar leemos: “Lo que tú les das ellos recogen.”[19]; y: “Ella se levanta cuando aún es noche, para la manutención de la familia”[20] Cuando la discordia fue provocada por la violencia de la Izquierda el Espíritu Vengativo se reforzó. Surgieron de él dos demonios que inmediatamente se hicieron sólidos sin ninguna humedad, uno varón y uno hembra. De ellos se propagaron legiones de demonios, y a esto se debe la persistencia del espíritu de impureza en todos esos demonios. Ellos se hayan simbolizados por el prepucio (Orlah); uno se llama Efeh (“víbora”) y el otro se llama Najasch (“serpiente”), siendo, sin embargo, los dos uno solo. El Efeh lleva retoño del Najasch después de un período de gestación de siete años. He aquí el misterio de los siete nombres que lleva la Guehena lo mismo que la “mala tentación (Yetser-hará); y la impureza se propagó desde esa fuente en muchos grados a través del Universo. Todo esto proviene del poder místico de la Izquierda, que suministra bien y mal y con esto hace habitable el mundo. Aquí tenemos el grabado Nombre de dieciocho letras que preside las lluvias suaves y benéficas para el bienestar del mundo. “Y dijo Dios, que las aguas fluyan”. La palabra “fluyan” (Yikavvu) implica que ellas habían de seguir en una línea (Kav), como para tomar una senda recta. Pues del primer punto místico el Todo sale en secreto, hasta que alcanza, y es reunido, al Palacio superior. De allí sale en línea recta a los otros grados hasta que llega al lugar que reúne al conjunto en una unión de varón y hembra: esta es la “Vida de los mundos”. “Las aguas”: esto es, aquellas que salieron desde lo alto, de debajo de la Hé superior. “De debajo del cielo”: esto es la Vav menor (de aquí que la palabra Yikavvu lleva dos Vavs, una para “el cielo” y una para “para el cielo”). En consecuencia: “Que aparezca tierra seca”. Esta es la Hé inferior. Esto es descubierto concluimos por inferencia a lo que es no descubierto. “A un lugar”: llamado así porque es aquí que el conjunto del Mundo Superior es vinculado en uno solo. Está escrito: “El Señor (YHVH) es Uno y su nombre es Uno” [21] Aquí se indican dos unificaciones, una del Mundo superior en sus grados, y una del Mundo inferior en sus grados. La unificación del mundo superior se consuma en este punto. La vida de los Mundos fue firmemente basada aquí y a través de su unidad el Mundo superior fue ligado, como conjunto, y por eso se lo llama “un lugar”.
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Todos los grados y todos los miembros fueron aquí reunidos y se hicieron en él uno sin ninguna separación; no hay grado alguno en él que se hallen abarcados en una unificación, salvo éste. En él, también, todos ellos se cobijan en un deseo. En este grado el Mundo descubierto se une con el no descubierto. El mundo descubierto significa de manera similar abajo, y, de hecho el Mundo descubierto es un mundo inferior. De ahí que expresiones tales: “Yo vi al Señor”[22], “Y ellos vieron al Dios de Israel”[23]. “Y la gloria del Señor apareció”[24], “Así fue la aparición del esplendor en torno; fue la aparición de la semejanza de la Gloria del Señor”[25]. Este es, también, el sentido interno de las palabras, aquí: “Y que aparezca tierra seca”. A lo mismo se refieren las palabras: “Mi arco lo he puesto en la nieve”[26], es decir, desde el día en que fue creado el mundo. En el día nublado, cuando el arco, “la aparición de la semejanza de la gloria del Señor”, apareció, la Izquierda emergió poderosa. Entonces: “Raquel salió y tuvo dolor en el alumbramiento”. Con ella aparecieron Mijael a un lado, Rafael al otro, y Gabriel a un tercero, siendo estos los colores que aparecieron en la “semejanza”. De ahí que “la aparición del esplendor en torno”, es decir, la radiación que se halla escondida en la pupila del ojo se vuelve “la aparición de la semejanza de la gloria del Señor”. Es decir, que son colores correspondientes, de modo que la unidad inferior se forma en correspondencia con la unidad superior. Esto es lo que significa la fórmula: “El Señor nuestro Dios, el Señor”[27] Los colores misteriosos y no descubiertos que se hallan ligados “en un lugar” forman una unidad más elevada; los colores del arco abajo, en el que se unen blanco, rojo y amarillo, corresponden a esos otros misteriosos colores, forman otra unidad que significa la fórmula: “Y su nombre es Uno”. Además, la fórmula: “Bendito sea el nombre de la gloria de Su reino por siempre jamás” significa la unidad inferior, mientras que a la unidad superior la significa la fórmula: “Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno”. Estas formas se corresponden y en el original hebreo tienen cada una seis palabras. “Que la tierra produzca pasto, hierba,...” A esta orden la “tierra” hizo avanzar un ejército a través de esas aguas que se habían reunido en un lugar y corrió misteriosamente a través de él, de modo que salieron en él seres celestiales y existencias sagradas escondidas que son sostenidas y mantenidas y constantemente renovadas por los fieles de entre la humanidad mediante el culto que ofrecen a su Amo. Este misterio lo indica el versículo: “Quién hizo que el pasto brotara para la Behema[28]” (ganado), etc. Esto se refiere a Behemot, que se agazapa en mil montañas y para que esas montañas produzcan cada día lo que aquí se llama “pasto”, con lo que se quiere significar los seres angelicales cuya existencia es efímera y que fueron creados en el segundo día como alimento destinado para ese Behemot, que es “fuego que consume fuego”. El salmista continúa, “y hierba para el servicio del hombre”, donde “hierba” indica los órdenes angélicos llamados Ofanim (“ruedas”), Jayot (de “figura de animal”) y Querubim (“querubines”), los cuales todos son sostenidos, mantenidos y confirmados toda vez que seres mortales vienen a rendir culto a su Amo con sacrificios y plegarias, en lo que consiste el “servicio del hombre”, y como ellos son fortalecidos en virtud de ese servicio del hombre, brota alimento y sostén para el mundo, como está escrito: “para producir pan de la tierra”[29]. Lo mismo se halla implicado en las palabras “hierba que trae simiente”. Pues “pasto” no trae simiente, sino que solo se destina para alimento del fuego sagrado, mientras que “hierba” ayuda a mantener el mundo.Todo esto tiene como propósito “producir pan de la tierra”, es decir, proveer, en virtud del servicio que a su Amo ofrecen seres humanos, alimento y sostén de la tierra para este mundo, de manera que puedan descender sobre la humanidad las bendiciones celestiales. “Fruto que trae fruto”.
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Un grado encima del otro, combinándose varón y hembra. Exactamente como árbol de fruto produce la multitud de árboles que traen frutos, así los últimos, a su turno, produjeron “Querubines y Pilares”. “Pilares” son los que suben en el humo de los sacrificios y derivan su fuerza de ahí; por eso se los llama “Pilares de humo”, y todos ellos existen permanentemente para el “servicio del hombre”, mientras que el “pasto” no tiene permanencia pues está destinado a que se lo consuma como alimento, como está escrito: “Observa ahora a Behemot, lo que Yo he hecho de ti; él comió pasto como un buey”[30]. Las palabras “árbol de fruto que trae fruto” indican la forma en combinación del varón y la hembra. Sus rostros son “como el rostro de un hombre”[31], pues no son como los Querubines; tienen rostros grandes cubiertos de barbas, mientras que los Querubines tienen rostros pequeños como los de los niños pequeños. Todas las formas se hallan comprendidas en éstas, porque son “rostros grandes”. En ellos hay trazadas formas como los rasgos del Nombre Divino en los cuatro puntos cardinales, Este, Oeste, Norte y Sur. Mijael está impreso en el Sur y todos los rostros se dirigen hacia él, así “el rostro de un hombre... el rostro de un león... el rostro de un buey... el rostro de un águila”[32]. “Hombre” implica la unión de masculino y femenino, sin la cual el nombre “hombre” (Adán) no se aplica. Por él se hallan formadas las figuras del Carro de Dios, como está escrito: “(en) el carro de Dios hay miríadas de miles de Schinan (“ángeles”)”[33]; la palabra SCHINAN expresa por medio de sus iniciales todas las figuras: La Schin; está para Schor (“Buey”); la Nun para Nescher (“Águila”); y el Alef para Aryeh (“León”); y la Nun final representa por su forma al hombre, que camina erecto y que místicamente combina masculino y femenino. Todos estos miles y miríadas de ángeles salen de los simbolizados por el nombre Schinan y desde esos tipos divergen en sus varios grupos, cada uno a su lado pertinente. Todos estos cuatro están entrelazados y entretejidos en otros; así, buey, águila, león, hombre. Su actividad está dirigida por cuatro nombres grabados, a los que ellos ascienden para contemplar. “Buey” asciende para buscar guía y visión en el rostro del “Hombre”. Aquí asciende con él cierto nombre coronado y grabado en dos formas místicas que representan al nombre El (Dios). Luego vuelve y el trono lo graba y traza para estar ahí impreso para estar bajo la guía de este nombre místico. “Águila” asciende para buscar guía y visión en el rostro del “Hombre. Allí asciende con el águila otro nombre, que está coronado y grabado en dos formas místicas, para brillar y ascender y ser coronado en lo alto. Esto representa el atributo “Grande”. Luego vuelve y el trono lo graba y se halla impreso allí para estar bajo la guía de este nombre místico. “León” asciende para buscar guía y mirar en el rostro del “hombre”. Otro nombre asciende con él y es coronado y grabado en dos formas místicas para ser dotado con fuerza y poder, que representa el atributo “Poderoso”. Vuelve y el trono lo graba y se halla impreso allí para estar bajo la guía del nombre místico. “Hombre” los contempla a todos, y todos ascienden y lo contemplan. Así todos ellos se hallan grabados en esta forma en el nombre místico conocido como “Tremendo” (Norá). Así, está escrito acerca de ellos: “Y la semejanza de sus rostros es como es rostro del hombre”[34]. Todos ellos están abarcados en esa semejanza, y esa semejanza los abarca a todos. En virtud de todo esto, el Santo, Bendito Sea, es llamado el Grande, Poderoso y Tremendo Dios, pues estos nombres se hallan grabados arriba en el Carro superior que está comprendido en las cuatro letras del Tetragrama que es el nombre que los comprende a todos. Estas semejanzas están grabadas en el trono, y el trono está decorado con ellos, uno a la derecha, uno a la izquierda, uno al frente y uno atrás, correspondientes a las cuatro direcciones del mundo. El trono, cuando asciende, es estampado con estas cuatro semejanzas.
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Estos cuatro nombres superiores llevan el trono y el trono es está comprendido en ellos y recoge una cosecha de deseos anhelantes. Cuando ha reunido estos deseos, desciende con su carga, como un árbol cargado de ramas por todos lados y llenas de frutos. Tan pronto como desciende, esas cuatro semejantes aparecen en sus varias formas emitiendo centelleos brillantes que arrojan simiente sobre el mundo. De ahí que está escrito: “Hierba que trae simiente”, porque arroja simiente sobre el mundo. Pero del surgir de la semejanza del hombre, que comprende todas las otras semejanzas está escrito: “Árbol de fruto que trae fruto según su especie, cuya simiente está en él sobre la tierra”. No produce simiente, salvo para propagación. El término “en él” debe subrayarse. Nos enseña que el hombre no ha de emitir su simiente en vano. A esto se refiere la palabra “verdor”, que no “trae simiente”, y por eso no tiene permanencia como los otros, pues no posee ninguna semejanza que pueda modelarse y grabarse de alguna manera. Tales cosas se muestran como vanas; para desvanecerse; no han adquirido forma y semejanza y no tienen permanencia; sólo existen por un momento y luego se consumen en el fuego que devora fuego y continuamente son renovadas y devoradas. El hombre aquí abajo posee una ideal forma y semejanza, pero no es tan permanente como esos seres superiores. Estos se hallan formados en su propia figura, sin que nada exterior la modifique. De ahí que son incambiables, mientras que el hombre abajo asume forma a través del medio de un envoltorio exterior. De ahí que dura pasajeramente, y cada noche el espíritu es despojado de esa vestidura y asciende y es consumido por ese fuego que consume, y luego retorna a su estado anterior y vuelve a tomar la misma figura anterior. De ahí que no tiene la misma permanencia que esas formas superiores. Y con referencia a esto está escrito: “Nuevo cada mañana”[35], es decir, seres humanos que cada día se renuevan. La razón es ese “Grande es tu fidelidad”: grande, de seguro, pues puede sostener a todas las creaturas del mundo y comprenderlas a todas, por igual a las de arriba y a las de abajo. Es de extensión infinita, absorbe todo y no se vuelve más lleno. A esto se refiere el versículo: “Todos los ríos corren al mar; y el mar no está lleno...”[36]. Entran en el mar y el mar los recibe y no se llena y luego los restaura a su estado anterior. De ahí que “grande es tu fidelidad”. Con respecto a este (tercer) día está escrito dos veces “que era bueno” siendo la razón de ello que ese día fue intermediario entre los dos lados opuestos y apartó la discordia. Dijo a un lado “bueno”, y al otro lado le dijo “bueno” y reconcilió a los dos. De ahí que encontramos escrito a su respecto dos veces: “Y dijo”. Vinculado con ese día es el secreto del nombre de cuatro letras grabadas e inscriptas, que pueden ser doce (mediante intercambios) que corresponden a las cuatro imágenes sobre los cuatro lados inscriptas en el trono sagrado. “Y Dios dijo, que sean lumbreras...” La palabra “Lumbreras (meorot) está escrita defectuosamente, como si fuese meerot (daños), por la razón de que la enfermedad infantil, crup, se crea a través de ella. Es que después de que la luz primordial fue retirada, se creó una “membrana para la médula”, una Klifá, y esta Klifá se expandió y produjo otra. Tan pronto como salió esta segunda, ella fue subiendo y bajando hasta que alcanzó los “rostros pequeños”. Deseó abrirse paso hasta ellos y ser modelada como uno de ellos, y fue renuente para partir de ellos. Pero el Santo, Bendito Sea, la apartó de ellos y la hizo bajar. Cuando El creó a Adán y le dio una pareja, tan pronto como ella vio a Eva inclinándose al lado de él y recordó por su forma la belleza suprema, se retiró y desde entonces trató, como antes, de ligarse a los “rostros pequeños”. Pero, los guardianes de las puertas superiores no se lo permitieron.
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El Santo, Bendito Sea, la reprendió y la arrojó en las profundidades del mar, donde moró hasta el tiempo en que Adán y su mujer pecaron. Entonces, el Santo, Bendito Sea, la sacó de la profundidad del mar y le dio poder sobre todos esos niños, los “rostros pequeños” de los hijos de los hombres; que están expuestos a castigos por los pecados de sus padres. Entonces ella vagó hacia arriba y abajo del mundo. Ella se acercó a las puertas del Paraíso terrenal, donde vio los Querubines, los guardianes de las puertas del Paraíso, y se sentó cerca de la espada flamígera, huyó y vagó por el mundo y al encontrar niños expuestos al castigo, los maltrató y mató. Todo esto se debe a la acción de la Luna al disminuir su luz original. Cuando Caín nació, la Klifá trató por un tiempo sin éxito ligarse a él, pero a la larga ella tuvo con él relación y engendró espíritus y demonios. Adán tuvo durante ciento treinta años relación con espíritus femeninos hasta que nació Naama. Ella, por su belleza, desvió los “hijos de Dios”, Uza y Azael y les dio hijos, así de ella salieron malos espíritus y demonios en el mundo. Ella vaga durante la noche vejando a los hijos de los hombres y haciéndolos mancharse. Allí donde esos espíritus encuentran hombres durmiendo solos en una casa, revolotean sobre ellos y los inclinan, inspirándoles deseo y son de ellos embarazados. Además, les infligen enfermedades sin su conocimiento, y todo eso ocurre a causa de la disminución de la Luna. Cuando la Luna fue restaurada, las letras de meorot (lumbreras) fueron invertidas para formar imrat (“palabra”), como está escrito: “La palabra (imrat) del Señor es puesta a prueba, es un escudo para quienes confían en El”[37], es decir, El es un escudo contra todos esos malos espíritus y demonios que vagan por el mundo, al palidecer la Luna, para los que mantienen firme su fe en el Santo, Bendito Sea. El Rey Salomón, cuando “penetró las profundidades del huerto de nogales”[38], tomó una cáscara de nuez (Klifá) y extrajo una analogía de sus estratos a estos espíritus que inspiran deseos sensuales en los seres humanos, como está escrito: “Y las delicias de los hijos de los hombres son de demonios masculinos y femeninos”[39]. Estos, cuando duermen, dan nacimiento a multitudes de demonios. El versículo también indica que los placeres a que los hombres ceden cuando duermen, dan nacimiento a multitudes de demonios. El Santo, Bendito Sea, encontró necesario crear todas estas cosas en el mundo para asegurar su permanencia, de modo que hubiera un cerebro con muchas membranas que lo envuelvan. El mundo todo está construido sobre este principio, superior e inferior, del primer punto místico hasta la más alejada de todas las etapas. Todas se cubren una a otra, cerebro en cerebro, espíritu en espíritu, como una cáscara en otra. El punto principal es la luz más interior, de una translucidez, tenuidad y pureza que excede a la comprensión. La extensión de ese punto se vuelve un “palacio” (Hejal), que forma una vestidura para ese punto con una radiación que aún es incognoscible debido a su translucidez. El “palacio” que es la vestidura para ese punto incognoscible es también radiación que no puede comprenderse, aunque por otra parta, menos sutil y traslúcida que el principal punto místico. Este “Palacio” se extiende en la Luz primordial que es una vestidura para él. Desde este punto hay extensión tras extensión, formando cada una una vestidura para la otra, estando en la relación de membrana a cerebro. Aunque sea primero una vestidura, cada etapa se torna el cerebro para la etapa siguiente. El mismo proceso tiene lugar abajo, de manera que el hombre en este mundo combina cerebro y cáscara, espíritu y cuerpo, todo para el mejor ordenamiento del mundo.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Cuando la Luna se hallaba conectada con el Sol, ella era luminosa, pero tan pronto como se separó del Sol y se le asignó el cargo de sus propias huestes, ella redujo su condición y su luz, y se crearon cáscaras sobre cáscaras para cubrirse de ellos, y todo para beneficio del cerebro. De ahí que meorot está escrito defectuosamente. Todo eso fue para beneficio del mundo, y de ahí que esté escrito: “Para dar luz sobre la tierra”. “Y Dios hizo dos grandes lumbreras”. La palabra “hizo” significa la debida expansión y establecimiento de todo. Las palabras “las dos grandes lumbreras” muestran que primero estuvieron asociadas como iguales, simbolizando el pleno nombre Jehovahg Elohim. Así es, aunque la última parte no está revelada, pero se la conoce por inferencia. La palabra “grandes” muestra que a su creación se las dignificó con el mismo nombre, de modo que a través de ellas el nombre del Todo fue llamado Matzpatz Matzpatz, los dos nombres más elevados de las trece categorías de la misericordia. Estas se hallan revestidas de mayor dignidad y están colocadas a la cabeza, porque derivan de lo alto y ascienden para beneficio del mundo y para la perseveración de los mundos. De manera similar, las dos lumbreras ascendieron juntas con la misma dignidad. Pero, la Luna no estaba cómoda con el Sol, y efectivamente cada uno se sintió mortificado por el otro. La Luna dijo: “¿Dónde paces?”[40]. El Sol dijo: “¿Dónde haces descansar tu rebaño a mediodía?”[41]. ¿Cómo puede una vela pequeña brillar a mediodía?”. A esto Dios dijo: “Anda y aménguate”. Ella se sintió humillada, y dijo: “¿Por qué habría de ser yo como una que se vela a sí misma?”[42]. Dios, entonces, dijo: “Sigue tu camino en los pasos del rebaño”. Entonces ella se amenguó de modo de ser cabeza de las filas inferiores. Desde entonces ella no tuvo luz propia y deriva su luz del Sol. Primero fueron iguales, pero luego ella se amenguó entre todos esos grados suyos, aunque todavía es cabeza de ellos; pues una mujer no goza de honor salvo en conjunción con su marido. La “gran lumbrera” corresponde a YHVH y la “lumbrera menor” a Elohim, que es el último de los grados y el término del pensamiento. Primero fue inscrita entre las letras del Nombre Sagrado, en su cuarta letra, pero tomó un rango inferior con el nombre Elohim; sin embargo, aun asciende en todas direcciones arriba en la letra Hé en la unión de las letras del Nombre Sagrado. Luego se extendieron grados a uno y otro lado. Los grados que se extendieron hacia arriba se llamaron: “el dominio del día”, y los grados que se extendieron hacia abajo se llamaron: “el dominio de la noche”. “Las estrellas son el remanente de las fuerzas y los ejércitos, y, en número incontable, están todas suspendidas de ese “firmamento del cielo” que es la “vida del universo”, como está escrito: “Y Dios las colocó en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra...”
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Esta es la tierra inferior, que extrae luz de ellas, como ellas derivan luz desde arriba. En ese día (cuarto) se estableció el Reino de David el cuarto pie y sostén del trono divino; y las letras del Nombre Divino fueron firmemente fijadas a sus lugares. A pesar de ello, el sexto día, cuando fue plenamente formada la semejanza del hombre, no estaba firmemente fijado el trono en su lugar. Pero, entonces, por lo menos, ambos tronos, el superior y el inferior, fueron establecidos y todos los mundos instalados en sus lugares, y todas las letras se fijaron en sus esferas por la extensión del vapor primordial. El cuarto día fue “rechazado de las constructores”, porque en él la lumbrera se degradó y abatió su radiación y se reforzaron las cáscaras exteriores. Todas esas luces radiantes se hallan suspendidas en ese firmamento del cielo para que por ellas pudiesen establecerse el trono de David. Esas luces son agentes formativos en el mundo inferior para perfeccionar la forma de todos los que se incluyen en el término “hombre”. Este es el nombre que se da toda forma interior; y así cada forma comprendida en esta extensión se llama “Hombre”, que propiamente indica el espíritu del hombre que emana del reino de la santidad, para el cual su cuerpo es una vestidura, como leemos: “Tú me vestiste en piel y carne”[43]. De ahí que a menudo encontremos la expresión “Carne de Hombre”, que implica que el hombre real se halla adentro y la carne que es su cuerpo es solamente una vestidura. Los seres inferiores que han sido compuestos por este espíritu, asumen formas y están envueltos en otra vestidura, como la forma de animales puros, buey, oveja, cabra, ciervo, etc. Ellos participarían gustosos de la vestidura del hombre, que corresponde a su naturaleza interior, pero sus formas se hallan cubiertas por el nombre que se aplica a sus cuerpos. Así, encontramos “carne de buey”, siendo “buey” el elemento interno de ese cuerpo, mientras la “carne” es la vestidura; y así con todos. De manera similar, en cuanto al “otro lado”: el espíritu que se encuentra en las naciones idólatras sale del reino de la impureza y no es, hablando propiamente, “hombre”. Por eso no se halla cubierto por ese nombre y no tiene parte en el mundo futuro. Su cuerpo, que es la vestidura de esa cosa impura, es carne impura y el espíritu es impuro dentro de la carne que viste. Por eso se llama “impuro”, y la vestidura no se llama hombre. Los seres inferiores que se componen con ese espíritu asumen formas que se visten en otra vestidura, tales como las formas de los animales impuros, respecto de los cuales la Ley dice: “Esto es impuro para ti”, como el cerdo y los pájaros impuros y las bestias de este lado. Al espíritu lo cubre el nombre del cuerpo que lo viste, y el cuerpo se llama “carne de cerdo”; cerdo en la carne que viste. Consiguientemente, hay neta separación entre estos dos grupos: A un lado lo abarca la categoría “hombre” y al otro lo comprende la categoría “impuro”, y los individuos se dirigen cada uno a su especie y retornan a su especie. Así las luminarias superiores irradian en ese “firmamento del cielo” para modelar en el mundo inferior las formas requeridas, como está escrito: “Y Dios las puso en el firmamento del cielo... y para regir de día y de noche”. Es adecuado y propio que gobiernen dos luminarias, la luminaria mayor de día y la menor de noche. La lección que extraemos es que el varón gobierna de día para regular su casa y traer a ella alimento y sostén. Cuando llega la noche, toma el mando la mujer, y ella gobierna la casa como está escrito: “Ella se levanta cuando aún es de noche y da alimento a su casa”[44], ella y no él. Así el dominio del día pertenece al varón y el dominio de la noche a la mujer. Luego está escrito: “Y las estrellas”. Tan pronto como la mujer dio sus órdenes y se retiró con su marido, la dirección de la casa pasa a las solteras, que quedan en el hogar para atender a todos sus requerimientos. Luego, cuando llega el día el hombre debidamente toma de nuevo el mando. “Y Dios hizo las dos lumbreras”
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Hay dos clases de luminarias. Las que ascienden hacia arriba se llaman “luminarias de luz”; las que descienden hacia abajo se llaman “luminarias de fuego”. Estas últimas pertenecen a la esfera inferior y gobiernan en los días de semana. Por eso, cuando expira el Sábado se dice una bendición por la lámpara, porque entonces se restaura el gobierno a esas luminarias. Los dedos del hombre simbolizan los grados mixtos del mundo superior, que se dividen en frente y espalda, adelante y atrás. Los últimos están afuera y los simbolizan las uñas de los dedos; por eso a la expiración del Sábado se permite mirar las uñas de los dedos con la luz de las velas. Pero no se permite mirar con la luz de las velas desde el lado de adentro. Esto se halla escondido en el versículo: “Tú me verás de la espalda, no verás mi rostro”[45]. Por eso el hombre no ha de mirar sus dedos por dentro cuando recita la bendición: “Creador de la luz del fuego”. El día Sábado, Dios gobierna sólo por medio de esos grados interiores sobre Su trono de gloria, y todos ellos están comprendidos en El, y El asume el dominio. Por eso El acordó descanso en este día a todos los mundos. Como parte del legado de este día, el santo y único pueblo heredó las “luminarias de luz” del lado de la Derecha que es la luz primordial que hubo el primer día. Pues en día Sábado esas luminarias de luz brillan y tienen dominio solas, y de ellas se ilumina toda cosa. Cuando el Sábado expira las luminarias de luz se retiran y asumen dominio las luminarias de fuego, cada una en su lugar. Ellas gobiernan desde la expiración de un Sábado hasta el comienzo del siguiente. Por eso es adecuado emplear la luz de la lámpara a la expiración del Sábado. Se dice de las Jayot que “ellas corren de un lado a otro”[46], y por eso ningún ojo puede seguirlas. Las Jayot (bestias descubiertas) son aquellas en medio de las cuales hay una Ofan (“rueda”), que es Metatron, que es más exaltado que todos los otros anfitriones. Las Jayot que nunca están descubiertas son las que se hallan bajo las dos letras no descubiertas Yod y Hé, que rigen sobre Vav, siendo Hé el pedestal de la primera. La más misteriosa e incomprensible esencia gobierna sobre todo y se halla subida sobre todo. Las Jayot que se descubren están debajo de las que permanecen no descubiertas, derivan su luz de ellas y las siguen. Las Jayot celestiales se hallan todas comprendidas en el “firmamento del cielo”, y a ellas se refieren las palabras “que haya lumbreras en el firmamento del cielo”. Todas están suspendidas en ese firmamento. Pero, también hay un firmamento encima de los cielos, del cual está escrito: “Y una apariencia sobre las cabezas de la Jayá, un firmamento semejante al hielo,...”[47]. Esto es la primera Hé, más allá de la cual no puede penetrar la mente humana, porque aquello que está más lejos se halla envuelto en el pensamiento de Dios, que se eleva por encima de la comprensión del hombre. Si lo que hay en el Pensamiento no se puede comprender, mucho menos aún se puede comprender al Pensamiento mismo. Nadie puede concebir lo que hay en el Pensamiento, y mucho menos se puede conocer al En Sof, del cual no es posible encontrar rastro y que no puede alcanzarse por medio alguno. ero de en medio del misterio impenetrable, de la primera degradación del En Sof alborea una lánguida indiscernible luz como la punta de una aguja, el nicho oculto del pensamiento, que no es tampoco cognoscible, hasta que se extiende de él una luz en un lugar donde hay alguna impresión de letras y de donde salen todas ellas. Primera de todas está el Alef, el comienzo y el fin de todos los grados, aquello en lo cual se hallan impresos todos los grados y que, sin embargo, siempre se llama “Uno”, para poner de manifiesto que aunque la Divinidad contiene muchas formas, sólo es una. Esta es la letra de que dependen, ambas, las entidades inferiores y las superiores. El punto vértice del Alef es el símbolo del oculto pensamiento superior, en el que se contiene, potencialmente, la extensión del firmamento superior.
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Cuando Alef sale de ese firmamento en una forma que simboliza al comienzo del Pensamiento salen en su varilla del medio seis grados que corresponden a las Jayot superiores que están suspendidas del Pensamiento. Una es la luz que brilló y fue retirada. Es el “calor del día” que Abraham sintió cuando estuvo sentado a la “puerta de su tienda”, la puerta que abre el camino de abajo hacia arriba y en la que brilló “el calor del día”. Una segunda luz es la que se marchita a la caída de la tarde, y por cuya restauración oró Isaac, como está escrito: “Isaac salió al campo para meditar a la caída de la tarde”[48]. Una tercera luz es la que combina esas otras dos y brilla para curar, y se halla insinuada en el versículo que dice respecto de Jacob que “el Sol se levantó sobre él, etc.”[49]. Seguramente fue después que hubo adquirido el grado de “caída de la tarde”. Desde este punto estuvo “sosteniéndose sobre su muslo”, es decir, alcanzó imperfectamente la concepción de la “fuerza” (Nétzaj) de Israel”. Está escrito: “Sobre su muslo”, y no “sobre sus muslos”; éste es el cuarto grado por el cual no se inspiró ningún profeta hasta que vino Samuel, del cual está escrito: “Y también la fuerza (Nétzaj) de Israel,...”[50]. Así restauró a su fuerza prístina lo que era débil desde el tiempo en que Jacob extrajo fuerza de esa “caída de la tarde” que se halla asociada con el atributo de la justicia severa. Pero, Jacob, hallándose incluido en ese grado, fue una prueba contra él. “Vio que no prevalecería contra él y tocó el hueco de su muslo”. Encontró un lugar débil en el muslo, porque se halla fuera del tronco, que es el nombre simbólico de Jacob, cuyo cuerpo estuvo, por eso, bajo la protección de dos grados simbolizados por la designación “hombre”. Así, cuando el ángel encontró un punto de ataque fuera del tronco, inmediatamente “se hundió el hueco del muslo de Jacob”, y nadie recibió inspiración profética de esa fuente hasta que vino Samuel. Josué derivó inspiración profética de la majestad de Moisés, como está escrito: “Y pondrás parte de tu majestad sobre él”[51]; entonces, es éste el quinto grado. Nétzaj es el muslo izquierdo, el grado de Jacob, y por eso vino David y lo unió con el lado derecho, como está escrito: “La bienaventuranza en tu mano derecha es Nétzaj”. La razón por la cual el muslo de Jacob era débil fue porque lo tocaba el lado de la impureza y lo despojaba de su fuerza; y permaneció débil hasta el tiempo de Samuel. De ahí que Samuel hablara de Nétzaj de Israel, y de ahí, también, que siempre hablara con severidad. Sin embargo, posteriormente Dios lo puso bajo la égida de Hod, después de que hubo ungido reyes. Merced a esto figura con Moisés y Aarón, pues combinó dos grados inferiores, como ellos combinaron dos grados superiores, aunque todos los grados se hallan ligados entre sí. Todas esas luces superiores existen en su imagen abajo; algunas de ellas en su imagen abajo, sobre la tierra; pero, por sí mismas, todas se hallan suspendidas “en el firmamento del cielo”. Aquí está el secreto de dos nombres combinados a los que acompaña un tercero y se tornan de nuevo uno. “Y Dios dijo: Hagamos al hombre”. Está escrito: “El secreto del Señor es para los que Le temen”. [52] El más reverenciado Anciano comenzó una exposición de este versículo diciendo: Simeón, Simeón, ¿quién es el que dijo: “Hagamos al hombre”? ¿Quién es ese Elohim? Con estas palabras el Anciano más reverenciado desapareció antes de que alguien lo viera. R. Simeón, al haber oído que lo llamó simplemente “Simeón”, y no “Rabí Simeón”, dijo a sus colegas: Con seguridad que es el Santo, Bendito Sea, del cual está escrito: “Y el Anciano de días estuvo sentado”[53].
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En verdad ahora es el tiempo para exponer este misterio que hasta ahora no se permitió divulgar, pero ahora percibimos que está dado permiso. Entonces continuó: Debemos imaginar un rey que quería que se erigieran varios edificios y que tenía a su servicio un arquitecto que nada hacía sin su consentimiento. El rey es la Sabiduría superior arriba, la Columna Central es el rey abajo; Elohim es el arquitecto arriba, la Columna Central es el rey abajo; Elohim es el arquitecto arriba, siendo como tal la “Presencia Divina” (Schejiná) del mundo inferior. Ahora bien, una mujer no puede hacer nada sin el consentimiento de su marido. El Padre cuando deseaba algo construido por medio de “emanación” (azilut), decía a la Madre, por medio de la “Palabra” (amirá), “que sea así y así”, e inmediatamente así era, como está escrito: “Y dijo Elohim, que haya luz, y la luz fue”; es decir, uno dijo a Elohim que haya luz; el dueño del edificio dio la orden, y el arquitecto la llevó a cabo inmediatamente; y así aconteció con todo lo que fue construido por medio de la emanación. El arquitecto, cuando llegó al “mundo de la separación”, que es la esfera de los seres individuales, dijo al dueño del edificio: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. El dueño del edificio dijo: “En verdad, está bien que sea hecho, pero un día pecará delante de ti, porque es necio; así está escrito: “El hijo sabio alegra a su padre: pero el hijo insensato es el pesar de su madre”[54]. Ella respondió: “Dado que su culpa se refiere a la madre y no al padre, Yo deseo crearlo a mi semejanza”. De ahí que está escrito: “Y Elohim creó al hombre a su imagen”, no habiendo querido el padre participar en la creación. Así está escrito con referencia a su pecado “por vuestras transgresiones vuestra Madre fue repudiada”[55]. El rey dijo a la madre: “¿No te he dicho que él estaba destinado a pecar?. Entonces lo arrojó y, con él, arrojo a su madre. Y, así, está escrito: “El hijo sabio alegra a su padre; pero el hijo insensato es el pesar de su madre”. El hijo sabio es un hombre formado por emanación, y el hijo insensato es un hombre formado por “creación” (beriah). Aquí los colegas interrumpieron y dijeron: Rabí, Rabí, ¿hay entre Padre y Madre una división tal que del lado del Padre el hombre haya sido formado por vía de emanación y del lado de la Madre por vía de creación? Él respondió: Amigos míos, no es así, pues el Hombre de la emanación fue ambos, masculino y femenino, del lado de ambos Padre y Madre, y por eso se dice: “Y Dios dijo: Que haya luz, y la luz fue”: “que haya luz” del lado del Padre; “y la luz fue” del lado de la Madre; y este es el hombre “de dos rostros”. Este “hombre” no tiene “imagen y semejanza”. Sólo la Madre superior tiene un nombre que combina luz y oscuridad, luz que fue la vestidura superior y que Dios creó en el primer día y luego atesoró para los justos, y oscuridad que fue creada en el primer día para los malvados. Por causa de la oscuridad, que fue destinada a pecar contra la luz, el Padre no quiso participar en la creación del hombre, y por eso la Madre dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. “A nuestra imagen” corresponde a la luz; “según nuestra semejanza” a la oscuridad, que es una vestidura para lucir del mismo modo que el cuerpo es una vestidura para el alma, como está escrito: “Me vestiste con piel y carne”. Entonces hizo una pausa, y todos los colegas se regocijaron y dijeron: “Feliz es nuestra suerte que nos dio el privilegio de oír cosas que hasta ahora nunca fueron descubiertas”. R. Simeón prosiguió entonces, tomando como texto: “Ved ahora Que Yo, Yo soy él y Elohim no está conmigo...”. [56] Dijo: Amigos, hay aquí algunos misterios profundos que deseo revelaros ahora que se ha dado permiso de expresarlos. ¿Quién es el que dice: “Ved ahora que Yo, Yo soy él”?
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Es la Causa que está por encima de todas las de lo alto, que se llama la Causa de las causas. Está por encima de esas otras causas, de las cuales ninguna hace nada hasta tener permiso de la que está por encima de ella, como lo señalamos antes respecto de la expresión: “Hagamos al hombre”. “Hagamos (nosotros)”, ciertamente se refiere a dos, de los cuales uno dijo al otro “hagamos”, y que no hizo nada salvo con el permiso y dirección del que está por encima suyo, mientras que el que está encima nada hizo sin consultar a su colega. Pero, la que es llamada “la Causa encima de todas las causas”, que ninguna le es superior ni igual, como está escrito: “¿A quién Me comparáis y seré igual?”[57], dijo: “Ved ahora que Yo, Yo soy él, y Elohim no está conmigo”, de quien tomaría consejo, como aquello que está escrito: “y Dios dijo: Hagamos al hombre” Aquí los colegas interrumpieron y dijeron: Rabí, permítenos hacer una observación. ¿No asentiste antes que la Causa de las causas dijo a la Sefirá Kéter: “Hagamos al hombre”? Él contestó: No escucháis lo que decís. Hay algo que se llama “Causa de las causas”, pero esa no es la “Causa encima de todas las causas”, que yo mencioné, que no tiene colega de quien pudiera tomar consejo, porque es única, anterior a todo y no tiene compañero. Por eso dice: “Ved ahora que Yo, Yo soy él, y Elohim no está conmigo”, de quien pudiera tomar consejo, pues no tiene colega ni compañero, ni aun número, pues hay un “uno” que connota combinación, como masculino y femenino, del que está escrito: “Pues lo llamé uno”[58]; pero éste es uno sin número y sin combinación, y por eso está dicho: “y Elohim no está conmigo”. Todos ellos se pusieron de pie y se prosternaron ante él, diciendo: Feliz el hombre cuyo Maestro concuerda con él en la exposición de misterios ocultos que no fueron revelados a los ángeles santos. R. Simeón prosiguió: Amigos, debemos exponer el resto del versículo, pues contiene muchos misterios ocultos. Las palabras siguientes son: “Yo hago morir y hago vivir,...”. es decir, mediante las Sefirot del lado de la derecha hago vivir, y mediante las Sefirot del lado de la izquierda hago morir; pero si la Columna Central no se halla de acuerdo, no puede pasar una sentencia, pues forman una corte de tres. A veces, aunque todos tres estén de acuerdo en condenar, viene la mano derecha que se tiende para recibir a los que se arrepienten; esto es el Tetragrama y también es la Schejiná, que es llamada “mano derecha”, del lado de Jésed (“Benevolencia”). Cuando un hombre se arrepiente, esa mano lo salva del castigo. Pero, cuando la “Causa que es por encima de todas las causas” condena, entonces “ninguno hay que libere de mi mano”. Además, los colegas explicaron la palabra Elohim en este versículo como refiriéndose a otros dioses, y las palabras: “Yo hago morir y hago vivir” como significando “Con mi Schejiná Yo hago morir a quien es culpable y mediante ella preservo a quién es inocente”. Pero, lo que se dijo antes concerniente a la Causa Suprema es un secreto que sólo se ha transmitido a hombres sabios y profetas. Ved ahora cuántas causas ocultas hay involucradas en las Sefirot y engarzadas sobre las Sefirot, ocultas de la comprensión de los seres humanos; de ellas está dicho: “Sobre el alto otro más alto vigila”[59]. Hay luces sobre luces, una más clara que otra, cada una oscura en comparación con la de encima de ella, de la que recibe su luz. En cuanto a la Causa Suprema, todas las luces son oscuras en su presencia. Otra explicación del versículo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen según nuestra semejanza” dieron los colegas, que pusieron estas palabras en boca de los ángeles asistentes. R. Simeón les dijo: Como saben lo que fue y lo que será, han de haber sabido que estaba destinado a pecar. ¿Por qué, entonces, hicieron esa propuesta? Más aún, Uza y Azael en realidad se oponían a ella. Pues cuando la Schejiná dijo a Dios: “Hagamos al hombre”, ellos dijeron: “¿Qué es el hombre para que lo conozcas? ¿Por qué deseas crear al hombre, que, como lo sabes, pecará ante ti, por su mujer, que es la oscuridad para su luz, siendo la luz masculina y la oscuridad femenina?”
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La Schejiná les respondió: “Vosotros mismos cometeréis el mismo crimen de que lo acusáis”; y así está escrito: “Y los hijos de Dios vieron a las hijas del hombre que eran bien parecidas”, y las siguieron por camino desviado y la Schejiná los degradó de su posición santa. Los colegas dijeron: Rabí, después de todo, Uza y Azael no se equivocaron, porque el hombre estuvo realmente destinado a pecar por la mujer. Él respondió que lo que la Schejiná dijo fue: “Habéis hablado del hombre peor que todo el resto de la hueste celestial. Si fuerais más virtuosos que el hombre tendríais derecho a acusarlo. Pero como él pecará con una mujer, vosotros pecaréis con muchas mujeres, como está escrito: “Y los hijos de Dios vieron a las hijas del hombre”, no una hija, sino hijas, y luego, si el hombre pecó, estuvo dispuesto a arrepentirse y a retornar a su Amo y a reparar el mal” Los colegas dijeron: Si es así, después de todo, ¿por qué se lo creó? Él contestó: Si Dios no hubiera creado al hombre de esta manera, con inclinaciones buena y mala, que corresponden a la luz y a la oscuridad, el hombre creado no habría sido capaz de virtud ni de pecado; pero ahora, que fue creado con ambos, está escrito: “Mira, Yo he puesto delante de ti en este día la vida y la muerte”[60]. Ellos le dijeron: “Y, aún, para qué todo esto? ¿No habría sido mejor que no fuese creado y, así, no habría pecado, causando con ello mucho agravio arriba, y no habría tenido ni castigo ni recompensa? Él contestó: Fue justo y recto que él fuera creado de esta manera, pues en consideración a él se creó la Torá en la que se hallan inscritos castigos para los malvados y recompensas para los justos, y éstos sólo lo son en mérito del hombre creado. Ellos dijeron: Verdaderamente, ahora hemos oído lo que nunca conocimos antes. Ciertamente, Dios no creó nada que no fuese requerido. Más aún, la Torá creada es una vestidura para la Schejiná, y si el hombre no hubiera sido creado, la Schejiná habría carecido de vestidura, como un mendigo. De ahí que cuando un hombre peca es como si desgarrara de la Schejiná sus vestimentas, y por eso se le castiga. Y cuando cumple los preceptos de la Ley, es como si cubriera la Schejiná con sus vestimentas. De ahí que decimos que los “flecos” (tziti) que usan los israelitas son para la Schejiná en cautiverio como el abrigo del pobre, del que está dicho: “Porque este es su único abrigo; es su vestido para sus carnes, ¿en qué habrá de dormir?”[61]. Numerosos ángeles destructores persiguen la plegaria que no es de corazón pleno, según la expresión de la Escritura: “Todos sus perseguidores la alcanzaron...”[62]. Por eso stá bien que uno introduzca su plegaria con el versículo: “pero él es misericordioso y perdona la iniquidad”[63] La palabra “iniquidad” significa Samael, que es la serpiente; “no destruirá” significa el Destructor; “apartó su ira” se refiere al demonio Af (“ira”); “y no quiso despertar todo su enojo” se refiere al demonio Jemah (“enojo”). A estos poderes se ligan muchos ángeles destructores que se encuentran bajo siete Jefes con setenta subjefes, dispersos por cada firmamento, y debajo de ellos hay miríadas de otros. Cuando un israelita que lleva flecos y filacterias ora con devoción, se cumplen las palabras de la Escritura: “todos los pueblos de la tierra verán que el nombre del Señor es llamado sobre ti y te temerán”[64]. Estuvimos de acuerdo en que “el nombre del Señor” se refiere a la filacteria de la cabeza; y cuando los ángeles destructores ven el nombre de Jehovah* sobre la cabeza del que ora, todos a la vez se vuelan, como está escrito: “Un millar caerán a tu lado”[65]. Jacob previó la opresión del último cautiverio en los días postreros, y por eso “oró en ese lugar y se acostó allí porque el Sol se había puesto”[66], es decir, llegó la noche del cautiverio. David, al referirse al cautiverio, dijo: “Hambriento y fatigado y sediento en el desierto”. Vio la Schejiná reseca, marchita y enjuta, y estuvo hondamente triste por ella. Cuando vio a Israel retornando en júbilo, compuso diez clases de cantos, y al final de todos exclamó: “Plegaria por un afligido cuando desfallece”[67]. Esta es la plegaria que llega ante Dios previamente a las otras.
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¿Cuál es la “plegaria por un afligido”? Es la plegaria nocturna que es única, sin esposo, y porque es sin esposo es afligida y enjuta. Como ella es el hombre justo, pobre y afligido; esta es la simiente de Jacob, que se halla en sumisión a todas las naciones y se reúne para la plegaria nocturna que tipifica la noche de la cautividad. La plegaria sabática es una benevolencia para este pobre hombre. Por eso, cuando un hombre recita la plegaria de Amidah en los días de semana ha de estar de pie como un pobre a la puerta del rey por causa de la Schejiná y ha de vestirla con la vestimenta de los flecos, y ha de estar con sus filacterias como un mendigo a la puerta cuando comienza con la palabra Adonai (“Señor”). Cuando abre su boca para decir la plegaria nocturna, desciende un águila en los días de semana para recoger en sus alas ala plegaria nocturna. Este es ángel llamado Nuriel cuando viene del lado de Jésed (“Benevolencia”), y es Uriel cuando viene del lado de Gueburá (“Fuerza”), porque es un fuego quemante. Para la plegaria matinal también viene un león y la recibe en sus brazos alados; este es Mijael. Para la palabra de la tarde viene un buey y la toma en sus brazos y cuernos: este es Gabriel. En el día Schabat (“Sábado”) Dios mismo desciende con los tres patriarcas para dar la bienvenida a su hija única. En ese momento los seres celestiales que se llaman con el nombre del Señor exclaman: “Levantad vuestras cabezas, oh puertas, y sed exaltadas, puertas sempiternas”, e inmediatamente se abren prestas las puertas de siete palacios. El primer palacio es el palacio del amor; el segundo, del temor; el tercero, de la misericordia; el cuarto, de la profecía a través del espejo claro; el quinto, de la profecía a través del espejo brumoso; el sexto, de la rectitud; el séptimo, de la justicia. “Estas son las generaciones de los cielos y de la tierra”. Hemos asentado que la expresión: “Estas son” denota que las mencionadas antes no se toman en cuenta en adelante. En este caso la referencia es a los productos de Tohu (vacío) aludidos en el segundo versículo del primer capítulo: “Y la tierra estaba tohu y bohu”. Estos son aquellos de los cuales hemos aprendido que: “Dios creó mundos y los destruyó”. Por eso la tierra estaba “informe” (Tohu) y “vacía” (bohu), cual si dijera: “¿Cómo habría Dios de crear mundos para destruirlos? Sería mejor no crearlos”. De manera similar, se dice de los cielos: “Los cielos se desvanecieron como humo”[68]. Pero, efectivamente, tenemos aquí una indicación de los que significa la expresión: “los destruyó”, que indica que Dios no destruye realmente las obras de Sus manos. La explicación es esta. Dios creó el mundo por medio de la Torá, es decir, en cuanto es llamado reschit. Por este Reschit, El creó los cielos y la tierra, y con ello los sostiene, porque la palabra Bereschit contiene la palabra berit (“pacto”); a este punto se refiere el versículo: “Si no fuera por Mi pacto con el día y con la noche, Yo no hubiera establecido las leyes del cielo y la tierra”[69]. Este cielo es el cielo del cual está dicho: “los cielos son los cielos del Señor”[70], “y esta tierra es el país de los vivientes” que comprende siete países de los que David dijo: “Yo caminaré delante del Señor en los países de los vivientes”[71]. Luego, El creó un cielo y una tierra que reposan sobre Tohu (vacío), y no poseen cimiento, es decir, “pacto”, para sostenerlos. Por esta razón Dios procuró dar a las naciones del mundo la Ley que contiene al pacto de la circuncisión, pero ellas no quisieron aceptarla, y por eso la tierra quedó reseca y desolada. De ahí que leemos: “Que las aguas se reúnan en un lugar, y que aparezca la tierra seca”. Por “las aguas” entendemos en esta conexión la Torá; Por “un lugar” entendemos Israel, cuyas almas están ligadas al lugar del cual está escrito: “Bendita es la gloria del Señor desde su lugar”.
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“La gloria del Señor” es la Schejiná inferior; “su lugar” es la Schejiná superior; y como las almas son de esa dirección, el nombre del Señor descansa sobre ella, y de ellas está dicho: “Pues la porción del Señor es su pueblo”. De esta manera, “las aguas se reunieron en un lugar”. La Torá es la salvación del mundo y los gentiles que no la aceptaron quedaron enjutos y escuálidos. Es de esta manera que Dios creó mundos y los destruyó, esto es, los que no guardan los preceptos de la Ley; no que El destruya Sus propias obras, como algunos imaginan. Pues, ¿por qué ha de destruir a Sus hijos, de los cuales está escrito: Behibaram (“cuando fueron creados”) en este pasaje, que puede analizarse en behé beraam, (“El los creó por medio de Hé”), que simboliza al atributo de misericordia? Esto se refiere a aquellos de los gentiles que abrazan el Judaísmo. Moisés, antes de dejar Egipto, procuró enrolar prosélitos, pensando que eran de aquellos que así fueron creados por la letra Hé, pero no fueron sinceros, y por eso fueron la causa de la degradación de él, como está escrito: “Baja enseguida, porque el pueblo, es decir, los prosélitos, se ha corrompido”[72]. En la “multitud mezclada” hay cinco secciones: Nefilim, Guiborim, Anakim, Refaím y Amalecitas. Los Amalecitas son los que fueron dejados del tiempo del Diluvio, de los cuales está escrito: “Y borró toda sustancia viviente”; los de esta clase que fueron dejados en el cuarto cautiverio se hacen conductores por fuerza principal y son flagelos para Israel; de ellos está escrito: “Porque la tierra estaba llena de violencia por causa de ellos”. Estos son los Amalecitas. De los Nefilim (literalmente, “Caídos”) está dicho: “Y los hijos de Dios vieron a las hijas del hombre, que eran bien parecidas”[73]. Estos forman una segunda categoría de los Nefilim, ya mencionada antes, en la manera en que cuando Dios pensó hacer al hombre, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, etc.”, es decir, El tuvo la intención de hacerlo cabeza sobre los seres celestiales, que debían ser sus representantes, como José sobre los gobernadores de Egipto[74]. Los ángeles empezaron entonces a difamarlo diciendo: “¿Qué es el hombre para que Tú lo recuerdes, viendo que de seguro pecará ante Ti?”. Dios les dijo: “Si fuerais sobre la tierra como él, vuestros pecados serían peores”. Y así fue, pues “cuando los hijos de Dios vieron las hijas del hombre”, se enamoraron de ellas, y Dios los arrojó del cielo. Estos fueron Uza y Azael; de ellos deriva sus almas la “multitud mezclada”, y por esa también se la llama nefilim, pues caen en la fornicación con mujeres hermosas. Por eso Dios los expulsó del mundo futuro, en el cual no tienen porción, y les da su retribución en este mundo, como está escrito: “A sus enemigos les da la recompensa en su misma cara”[75]. Los Guiborim (“Potentes”) son aquellos de los cuales está escrito: “Son los fuertes... hombres renombrados”[76]. Ellos vienen del lado de los que han dicho: “Venid, construyamos una ciudad y hagámonos un nombre”[77]. Estos hombres levantan sinagogas y colegios y colocan en ellos rollos de la Ley con ricos ornamentos, pero no lo hacen por consideración a Dios, sino solamente por hacerse un nombre, y, en consecuencia, los poderes del mal prevalecen sobre Israel, que ha de ser humilde como el polvo de la tierra, de acuerdo con el versículo: “Y las aguas prevalecieron muchísimo sobre la tierra”[78]. Los Refaím (literalmente “Débiles”), la cuarta sección de la “multitud mezclada”, son aquellos que al ver a los hijos de Israel en turbación, los abandonan, aunque se hallen en posición de ayudarles, y también descuidan la Torá y a quienes estudian, para congraciarse con los no judíos. De ellos está dicho: “Son Refaím (“sombras”), no se levantarán”[79]; cuando vendrá la redención para Israel, “toda su memoria perecerá”[80].
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La última sección, los Anakim (literalmente “Gigantes”) son aquellos que tratan con ultraje a aquellos de quienes está escrito: “Serán como collares (anagim) para tu cuello”. De ellos está dicho: “Los Refaím son igualmente contados como Anakim”, es decir, están a la par unos con otros. Todos esos tienden a retrotraer el estado de “Tohu y bohu”, y causaron la destrucción del Templo. Pero, así como “Tohu” y “bohu” dieron lugar a la luz, así cuando Dios se revele ellos serán borrados de la tierra. Pero la redención no será completa hasta que Amalec será exterminado, pues contra Amalec fue tomado juramento de que “el Señor librará guerra contra Amalec de generación en generación”[81] La siguiente es otra explicación de las palabras: “Estas son las generaciones del cielo y de la tierra”. La expresión “estas son” corresponde aquí a la misma expresión en el texto: “Estos son tus dioses, oh Israel”[82]. Cuando estos sean exterminados será como si Dios hubiera hecho el cielo y la tierra en ese día; de ahí que esté escrito: “En el día que Dios hace el cielo y la tierra”. En ese tiempo Dios se revelará con la Schejiná y el mundo será renovado, como está escrito: “Porque como la nueva tierra y el nuevo cielo...”[83]. En ese tiempo “el Señor hará brotar del suelo todo árbol placentero, etc.”, pero antes de que ellos sean exterminados no caerá la lluvia de la Torá, e Israel, que se compara con las hierbas y los árboles, no puede madurar, como se insinúa en las palabras: “Ningún arbusto del campo había sobre la tierra, ni hierba del campo...”[84], porque “no había hombre”, es decir; Israel no estaba en el Templo, “para labrar el suelo” con sacrificios. Según otra explicación, las palabras: “Ningún arbusto del campo había sobre la tierra” se refieren al primer Mesías, y las palabras “ni hierba del campo había brotado” se refieren al segundo Mesías. ¿Por qué no se lanzaron? Porque no estaba Moisés para servir a la Schejiná, Moisés de quien está escrito: “Y no había hombre para labrar el suelo”. Esto también se insinúa en el versículo: “El cetro no partirá de Judá ni el báculo del gobernante de entre sus pies”; “el cetro” se refiere al Mesías de la casa de Judá, y “el báculo”, al Mesías de la casa de José. “Hasta que viene Siló”: este es Moisés, siendo el valor numérico de los nombre Siló y Moisés el mismo. También es posible referir las “hierbas del campo” a los justos o a los estudiosos de la Torá. “Y el Señor Dios formó al hombre”. Aquí “hombre” se refiere a Israel, a quien Dios modeló en ese tiempo para este mundo y para el mundo futuro. Además, la palabra vayitzer (“y formó”) implica que Dios los puso bajo la égida de Su propio nombre al formar los dos ojos como la letra Yod y en el medio la nariz como la letra Vav... Inmediatamente El colocó a Israel dentro del santo Jardín del Edén, como está dicho: “Y el Señor Dios plantó”[85]. Los dos nombres se refieren aquí al Padre y a la Madre. El “Jardín” es la Schejiná sobre la tierra, Y “Edén” es la Madre Superior; “el hombre” es la Columna Central; la Schejiná hubo de ser su plantación, su esposa que nunca hubo de partir de él y hubo de ser deleite perpetuo. Así Dios plantó entonces a Israel como un tallo santo, como está escrito: “La rama de mi plantío, la obra de mis manos, en la que me glorifico”. “Y el Señor Dios hizo crecer”. Los dos nombres pueden referirse al Padre y a la Madre; “cada árbol placentero” se refiere al Tzadik (“Justo”); “bueno de comer” se refiere a la Columna Central, mediante la cual El proveyó alimento para todos, y de la cual sólo Tzadik se nutre, como la Schejiná se nutre de él.
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Estos no necesitan del mundo inferior, sino que, al contrario, todos abajo se nutren de él. Pues en el periodo de cautiverio, a la Schejiná y a “la Vida del universo” las nutren únicamente las dieciocho bendiciones de la plegaria de Israel, pero en ese tiempo habrá alimento para todos. Esto significa que en ese tiempo el Árbol de Vida será plantado en el Jardín, de modo que “él tomará también del Árbol de Vida y comerá y vivirá por siempre”[86]. La Schejiná no estará más en poder de la “mala influencia”, es decir, de la “multitud mezclada” que es “el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal”, y no recibirá más en su seno a ningún impuro, en cumplimiento de lo cual está escrito: “el Señor solamente lo conducirá y no habrá dios extraño con él”[87]. Por esta razón en los tiempos del Mesías no serán más admitidos prosélitos. La Schejiná será como una parra en la que no se puede injertar ningún tallo de otra especie, e Israel será “todo árbol placentero de ver”, y le será restaurada su belleza anterior, de la que se nos dice: “El lanzó del cielo a la tierra la belleza de Israel”[88]. “El Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal” será embestido por ellos y no adherirá a ellos ni se mezclará con ellos, pues de Israel está dicho: “Y no comeréis del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal” Este árbol es la “multitud mezclada”, y Dios les señaló que por mezclarse con ella sufrirían dos perdidas, del primero y del segundo Templos, como está dicho: “Y el día que comieras de él de seguro morirás”. Ellos hicieron que el Tzadik quedase exhausto y desolado por la pérdida del segundo Templo, que es la Schejiná en el cielo, y por la pérdida del segundo Templo, que es la Schejiná sobre la tierra. De ahí que está escrito: “Y el río será drenado a seco”, es decir, el río Vav se secará en la Hé inferior, como para privarlo del flujo de Yod que sale del En Sof. Pero tan pronto como Israel saldrá del cautiverio, es decir, el pueblo santo solamente, entonces el río que se había secado se tornará “el río que sale de Edén para irrigar el jardín”. Este río es la Columna Central; “sale de Edén” es la Madre superior; “para irrigar el jardín” es la Schejiná sobre la tierra. En referencia a ese tiempo está dicho de Moisés e Israel: “Entonces te deleitarás en el Señor” y se cumplirán las palabras: “entonces Moisés cantará”[89]. Luego, el río “de allí se dividirá y formará cuatro brazos”[90]. El primero de ellos es Jésed (“Benevolencia”), que es brazo derecho. De este beberá el campamento de Mijael, y con él la tribu de Judá y sus dos tribus compañeras. El segundo es Gueburá (“Fuerza”), y de él el campamento de Gabriel y con él la tribu de Dan y sus dos tribus compañeras. El tercero es Nétzaj (“Victoria”), la pierna derecha, y de él beberá el campamento de Nuriel, y con él, la tribu de Rubén y sus dos tribus compañeras. El cuarto es Hod (“Majestad”), la “pierna izquierda” a que se refiere lo dicho de Jacob que “se sostuvo sobre su muslo izquierdo”, y de él beberán el campamento de Rafael, cuya misión es curar las enfermedades del cautiverio y, con él, la tribu de Efraím y sus dos tribus compañeras. “Y el Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el Jardín de Edén...” ¿De dónde lo tomó? Lo tomo de los cuatro elementos a que alude el versículo: “Y de ahí se dividió y se tornó en cuatro brazos”. Dios lo destacó de éstos y lo colocó en el Jardín de Edén. Así hace Dios ahora con cada hombre creado de los cuatro elementos que se arrepiente de sus pecados y se ocupa con la Torá; Dios lo toma de sus elementos originales, como está dicho: “Y de ahí se divide”, es decir, se aparta de los
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deseos que ellos inspiren, y Dios lo coloca en su jardín, que es la Schejiná, “para ataviarla” con preceptos positivos, “y para guardarla”, por medio de preceptos negativos. Si guarda la ley, se hace dueño de los cuatro elementos y se vuelve un río que los irriga, y ellos lo obedecen y él es su gobernante. Pero, si transgrede la ley, ellos son irrigados del amargor del Árbol del Mal, que es la mala inclinación, y todos sus miembros están llenos de amargor; pero cuando los miembros del cuerpo son mantenidos santos del lado del bien, se puede decir de ellos que “vinieron de Marah y no podrían beber aguas de Marah porque eran amargas”[91]. De manera similar, el estudio del Talmud es amargo si se lo compara con el de la sabiduría esotérica, de la que está dicho: “Y Dios le mostró un árbol”[92]; este es el Árbol de Vida, y por él “las aguas se endulzaron”. De manera similar está escrito de Moisés: “Y el báculo de Dios estaba en su mano”. Esta vara es Metatrón, de uno de cuyos lados viene la vida y del otro la muerte. Cuando la vara sigue siendo una vara, ella es una ayuda del lado del bien, y cuando se vuelve una serpiente es hostil, de modo que “Moisés huyó de ella”, y Dios la libró en su mano. Esta vara tipifica la Ley Oral que prescribe lo que está permitido y lo que está prohibido. Cuando Moisés golpeó la roca, Dios se la retiró, y “bajó a él con una vara”[93], para golpearlo con ella, siendo la “vara” la mala inclinación, que es una serpiente, la causa de la cautividad. Otra lección más puede derivarse de las palabras: “Y de ahí se dividió”: Feliz es el hombre que se dedica a la Torá, porque cuando Dios lo saca del cuerpo, de los cuatro elementos, es separado de ellos y asciende para volverse la cabeza de las cuatro Jayot, como está escrito: “Y te llevarán en sus manos”[94]. “Y el Señor Dios ordenó al hombre, diciendo...” Hay acuerdo en cuanto a que el término “orden” en la Escritura se refiere siempre a la prohibición de la idolatría. Este pecado tiene su raíz en el hígado, que es el asiento de la ira, y se ha establecido que “caer en una pasión es como adorar ídolos”. La expresión “el hombre” designa derramamiento de sangre, por analogía con el versículo: “Por el hombre será derramada su sangre”[95]. Este pecado tiene su raíz en la hiel, la espada del Ángel de la Muerte, según el versículo: “Su fin último es amargo como la hiel, punzante como una espada de doble filo”[96]. La expresión “diciendo” se refiere al incesto, que tiene su raíz en el bazo, como está escrito: “Tal es el camino de la mujer adúltera, ella come y restrega su boca”[97]. Aunque el bazo no tiene boca ni ventosas, él absorbe la negra sangre espesa del hígado; así la mujer adúltera restrega su boca y no deja rastro. El asesino es incitado por la bilis y succiona de la sangre del corazón. Todos los que ven la bilis retroceden de ella, pero la falta de castidad se cubre en la oscuridad en la sangre negra del bazo. Quien peca por asesinato, idolatría e incesto, expulsa su alma a través del hígado, la bilis y el bazo, y es castigado en la Guehena en esos tres órganos, mediante tres demonios principales, Maschit (“Destructor”), Af (“Ira”) y Jemá (“Enojo”)... Antes de que los hijos de Israel fueran al cautiverio, y mientras la Schejiná estaba aún con ellos Dios ordenó a Israel: “No descubrirás la desnudez de tu madre”[98], y el cautiverio es la develación de la Schejiná, como está escrito: “Por causa de vuestros pecados vuestra madre fue repudiada”[99], es decir, por el pecado de falta de castidad Israel fue enviado a cautiverio y la Schejiná también, y esto es poner al descubierto a la Schejiná. La falta de castidad es Lilit, la madre de los de la “multitud mezclada”. Son ellos los que separan las dos Hé del nombre sagrado e impiden a la Vav entre ellas; así está escrito: “No descubrirás la desnudez de una mujer y su hija”, refiriéndose a la Schejiná superior y a la inferior.
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Cuando los de la “multitud mezclada” se hallan entre una Hé y la otra, el Santo, Bendito Sea, no puede juntarlas y, consiguientemente, “el río se torna seco y enjuto”, seco en la Hé superior y enjuto en la Hé inferior, para que la “multitud mezclada” no pueda ser nutrida por la Vav, que es el Árbol de Vida. Por eso la Vav no junta las dos Hé cuando la “multitud mezclada” está entre ellas, y la letra Yod no puede acercarse a la segunda Hé. Así, el precepto: “No descubrirás la desnudez de tu nuera” es transgredido. Además, separan la Yod de la Hé superior, y, así, rompen el mandamiento: “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre” siendo la Yod el padre y la primera Hé la madre, Vav el hijo y la segunda Hé la hija. Por eso, con respecto a la Hé superior está ordenado: “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre”; “la desnudez de tu hermana la hija de tu padre” se refiere a la Hé inferior; “la hija de su hijo y la hija de su hija” se refieren a la Hé y Hé que son los hijos de Hé; “la desnudez del hermano del padre” se refiere a la Yod, que es el producto de la letra Yod, un hermano para Vav. En una palabra, cuando los de la “multitud mezclada” están mixturados con Israel, las letras del nombre YHVH no pueden se juntadas y unidas; pero tan pronto como son separadas del mundo, se dice de las letras del nombre de Dios que : “En ese día el Señor será uno y su nombre Uno”[100]. Por eso, Adán, que es Israel, está estrechamente ligado a la Torá, de la que está dicho: “Es un Árbol de Vida para quienes se apoyan en ella”; este Árbol es la Matrona, la Sefirá Maljut (“Reinado”), por cuya conexión Israel es llamado “hijo de reyes”. Es en mérito a eso que Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para él”[101]. Esta ayuda es la Mischná (la “Ley Oral”), la criada de mano de la Schejiná. Si los hijos de Israel merecen bien, es una ayuda para ellos en el cautiverio del lado de lo permitido, lo puro y lo apropiado; si no merecen bien, es un obstáculo para ellos del lado de lo impuro, lo inadecuado y lo prohibido; lo puro, lo permitido y lo adecuado significan la buena inclinación, y lo inadecuado, lo impuro y lo prohibido significan la mala inclinación. Así, la Mischná se parece a la mujer, que tiene las dos, sangre pura y sangre impura de menstruación. Pero la Mischná no es la esposa de su unión real, pues se le niega unión real hasta que la “multitud mezclada” será apartada de la tierra. Merced a esto Moisés fue sepultado fuera de Tierra Santa. “Y el Señor Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo”. R. Simeón dijo: He aquí que por la estupidez y la ceguera de los hombres que no perciben los misterios de la Torá y no saben que por “todo animal del campo y toda ave del cielo” se designa a los no letrados. Ambos que de entre ellos son “un alma viviente” no son útiles en el cautiverio a la Schejiná o a Moisés que está con ella, pues todo el tiempo que ella está en el exilio, él no la abandona. R. Eleazar dijo: ¿Es justo que apliquemos a Moisés y a Israel lo que está dicho de Adán? R. Simeón contestó: Hijo mío, ¿eres tú quien habla así? Has olvidado el texto: “El anunció el fin desde el comienzo”[102]. Él respondió: Ciertamente tienes razón; y por eso se nos ha dicho que Moisés no murió, y fue llamado Adán; y con referencia a él en el último cautiverio está escrito: “Y para Adán no encontró ayuda”, sino que todo fue “contra él”. Así también de la Columna Central está escrito: “Y no encontró ayuda para el hombre”, es decir, para sacar la Schejiná del cautiverio; por eso está escrito: “Y miró a un lado y otro y vio que no había nadie”[103], siendo Moisés según la pauta de la Columna Central. En ese tiempo “el Señor Dios hizo caer profundo sueño sobre el hombre”[104]. “Señor Dios” designan al Padre y a la Madre; el “profundo sueño” es el “cautiverio”, como está dicho: “Y un sueño profundo cayó sobre Abraham”[105].
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“Y él tomó uno de sus lados”. ¿Qué lados? Se refiere a las doncellas de Matrona. El Padre y la Madre tomaron uno, un lado blanco, bello como la Luna, “y cerraron el lugar con carnes”; esta es la carne de la que se halla escrito: “Al ver que también él es carne”[106], que se refiere a Moisés. “Y el Señor Dios construyó el lado”. Hay aquí una alusión a la ley sobre el hermano del esposo fallecido, acerca de quien los Sabios dijeron: “Si él rehúsa a construir una vez, no construirá más”, como está escrito: “Así a de hacer el hombre que no quiere edificar la casa de su hermano”[107]. Pero de Dios está escrito: “Dios construyó Jerusalem”, es decir, Vav, que es el hijo, es construido por Yod Hé, que son el Padre y la Madre. De ahí que se dice: “Y el Señor Dios construyó el lado que había tomado del hombre”, es decir, la Columna Central, “y lo trajo al hombre”, es decir, él trajo hacia el lado que había tomado de Hé su doncella, y de ella está dicho: “Y yo le seré, dijo el Señor, un muro de fuego en su derredor”[108]. Porque el futuro Templo será construido sobre esta roca por las manos del Santo, Bendito Sea, él perdurará por todas las generaciones. De este Templo está escrito: “Mayor será la gloria de esta última casa que de la primera”, pues la primera fue construida por las manos del hombre, pero ésta será construida por las manos del Santo, Bendito Sea... Las palabras: “Y el Señor Dios construyó el lado” también se pueden aplicar a Moisés, en cuanto él es del lado de Jésed (“Benevolencia”). “Y él cerró su lugar con carne”: la carne, siendo roja, simboliza Gueburá (“Fuerza”), y, así, en Moisés se combinaban ambas. “Esta vez hueso de mi hueso y carne de mi carne”: Esto lo dice la Columna Central de la Schejiná, de la doncella prometida, que es como decir,: “Yo sé que esto es hueso de mi hueso y carne de mi carne; así, de seguro se llamará mujer, del reino superior, que es Madre, porque fue tomada del reino del Padre, que es Yod”. Y lo que acontece con la Columna Central, acontece con Moisés abajo: En ese tiempo cada israelita encontrará su alma gemela, como está escrito: “Os daré un nuevo corazón y pondré un espíritu nuevo en vosotros”[109], y, también: “Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán”[110]; estas son las almas nuevas con que los israelitas serán dotados, de acuerdo con el dicho: “El hijo de David no vendrá hasta que se hayan agotado todas las almas que han de ser encerradas en cuerpos”, y entonces vendrán las nuevas. En ese tiempo la “multitud mezclada” desaparecerá del mundo, y será posible decir de Moisés y de Israel, de cada uno con referencia a su alma gemela: “Y el hombre y su mujer estaban ambos desnudos y no se avergonzaron”, porque la falta de castidad desaparecerá del mundo, es decir, aquellos que causaron el cautiverio, la “multitud mezclada”. De ellos se dice, además: “Y la serpiente era más sutil que cualquier bestia del campo que el Señor Dios había hecho; es decir, son más sutiles para el mal que todos los paganos, y son la descendencia de la serpiente original que sedujo a Eva. La “multitud mezclada” es la impureza que la serpiente inyectó en Eva. De esta impureza salió Caín, que mató a Abel. De Caín descendió Jetro, el suegro de Moisés, como está escrito: “Y los hijos del Kenita, el suegro de Moisés”[111], de acuerdo a la tradición se lo llamó Kenita porque se originó de Caín. Moisés, para ocultar el reproche de su suegro, procuró convertir la “multitud mezclada”, los descendientes de Caín, aunque Dios le advirtió diciéndole: “Son de una mala estirpe, cuídate de ellos”. Por causa de ellos Moisés fue expulsado de su lugar propio y no tuvo el privilegio de entrar en el País de Israel, pues por ellos pecó al golpear la roca cuando se le dijo que le hablara[112]; fueron ellos quienes le trajeron a ese estado.
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Pero, como Dios toma en cuenta un buen motivo, y dado que el motivo de Moisés al convertirlos fue bueno, como ya se ha dicho, Dios le dijo: “Yo te haré una nación más grande y poderosa que él”[113]. Respecto de ellos está escrito: “Al que ha pecado contra Mí a ese Yo lo borraré de Mi libro”[114], porque son de la simiente de Amalec de quién está dicho: “Borrarás la memoria de Amalec”[115]; fueron ellos quienes causaron la rotura de las tablas de la Ley, acerca de lo cual está dicho: “Y los ojos de ambos se abrieron y conocieron que estaban desnudos”, es decir, los hijos de Israel llegaron a saber que se habían hundido en el fango del Egipto, careciendo de Torá, de modo que se podía decir de ellos: “Y estuviste desnudo y descubierto...”. Luego dice: “Y ellos cosieron hojas de higuera”, es decir, buscaron cubrirse con variados pellejos de la “multitud mezclada”; pero su cubierta real son los flecos de la Tzitzit y las correas de las filacterias, de las que está dicho: “Y el Señor Dios hizo para el hombre y su mujer chaquetas de cuero y los cubrió”; esto se refiere más propiamente a las filacterias, mientras que a los flecos los designan las palabras: “E hicieron para ellos cinturones”. “Y ellos oyeron la voz del Señor Dios...” Esto se refiere al tiempo cuando Israel vino al Monte Sinaí como está escrito: “Ha oído un pueblo la voz de Dios hablando de en medio del fuego, etc.”. La “multitud mezclada” entonces pereció, aquellos que dijeron a Moisés: “No hable Dios con nosotros, no sea que muramos”[116]. Estos son los prototipos de los iletrados (Am haáretz), de quienes está dicho: “Maldito aquel que se echare con cualquier bestia”[117], porque son del lado de la serpiente, de la que está dicho: “Maldita eres de entre todas las bestias”[118]. Varias impurezas se mezclan en la composición de Israel, como animales entre hombres. Una especie es del lado de la serpiente; otra, del lado de los paganos, que se comparan a las bestias del campo; otra, del lado de mazikim (“duendes”), pues las almas de los malvados son literalmente los mazikim del mundo; y hay una impureza del lado de los demonios y malos espíritus; y ninguna entre ellas es tan maldita como Amalec, el cual es la mala serpiente, el “dios extraño”. Él es la causa de toda la falta de castidad y del asesinato y su alma gemela es el veneno de la idolatría, llamándose Samael (literalmente “dios-veneno”) a las dos juntas. Hay más de un Samael, y no todos son iguales, pero este lado de la serpiente es maldito por encima de todos. “Y el Señor Dios llamó al hombre, y dijo: ¿Dónde estás tú?” La palabra alejah (“dónde estás tú”) tiene la mismas letras que la palabra eijah (“cómo”), con que comienza el libro de las Lamentaciones, y así anuncia la destrucción del Templo y la lamentación sobre ella. Pero en los días por venir Dios arrojará del mundo todos los crecimientos malos, como está escrito: “Destruye la muerte para siempre”[119], y todo será restaurado a su lugar justo, como está escrito: “En ese día el Señor será uno y su nombre Uno”[120]. “En el comienzo”. Se nos ha enseñado que toda vez que el nombre de Salomón aparece en el Cantar de los Cantares, se refiere “al rey a quien pertenece la paz”, mientras que el término “rey”, simplemente se refiere a la Hembra. Lo más bajo está contenido en lo más elevado, y la mnemónica es que lo más bajo es heredero de los más alto, de modo que ambos son uno, constituyendo puntos Beth (bayit: “casa”), como está escrito: “Con sabiduría se construye una casa (bayit)”[121]. Ahora bien, está escrito: “El rey Salomón hizo para sí una litera de maderas del Líbano”[122]. La litera es el sostenimiento del mundo inferior por obra del mundo superior. Antes de crear Dios el mundo, Su nombre estaba incluido en El, y por eso, El y Su nombre incluido en El no fueron uno. Ni pudo esta unidad efectuarse hasta que creó el mundo.
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Por eso, habiendo decidido hacerlo así, El trazó y construyó, pero la meta no se alcanzó hasta que se rodeó de una envoltura de suprema radiación de pensamiento y de ahí creó el mundo. De la luz de esa radiación suprema, El produjo potentes cedros del mundo superior, y colocó Su carro sobre veintidós letras grabadas que se hallaban esculpidas y fijadas en diez expresiones. De ahí que está escrito: “De los árboles del Líbano” y también está escrito: “Dos cedros del Líbano que había plantado”[123]. En nuestro texto se dice: “El Rey Salomón hizo para sí mismo”. Las palabras “para sí mismo” indican que lo hizo para Su propio provecho, para Su propia ventaja, para desplegar Su gloria, para mostrar que El es uno y Su nombre es Uno, como está escrito: “Y conocerán que eres Tú solo cuyo nombre es el Señor”[124]. Por las ráfagas de Su luz se hicieron inteligibles varios reinos. El miró al lado de arriba, El miró a la derecha, El giró a la izquierda y descendió abajo, y, así, a los cuatro puntos cardinales. Así se expandió Su reino arriba abajo y en todas las cuatro direcciones, pues una cierta corriente superior fluía hacia abajo y formaba el gran mar, como se dice: “Todos los ríos fluyen al mar y el mar no se llena”[125], pues junta el Todo y lo lleva a su medio, como está escrito: “Yo soy la rosa de Sarón”[126], siendo Sarón la bacía del gran mar que atrae todas las aguas del mundo y las absorbe. Así uno descarga y el otro reúne, y uno brilla a través del otro de una manera especificada. De esta relación está escrito: “Por sabiduría fue construida la casa”; de ahí que la Beth (igual a 2) de Bereschit implica que la casa de arriba está edificada en sabiduría y la de abajo también. La casa superior, que es la mayor, hace al mundo habitable y se llama Elohim; la de abajo se llama simplemente “rey”. Está escrito: “El rey se regocijará en Elohim”[127]; es decir, cuando la Gueburá (“Fuerza”) superior se mueve para abrazarlo y acercarlo a sí, de modo que todo sea uno. Luego, las palabras pueden tomarse como refiriéndose a la alegría de la corriente que sale en una senda oculta y secreta y entra como dos que son una, haciendo, así, al mundo completo y total. O, también: “El rey se regocijará en Elohim”, es decir, el mundo inferior se regocijará en el recóndito mundo superior que manda vida a todo, que se llama la vida del rey. Este es el cimiento de la casa. Esta casa edificó un mundo. Esto es lo que significa “En el comienzo Dios creó”: “En el comienzo”, es decir, en Sabiduría. Cuando juntó todo en su seno, se volvió el gran mar, un mar cuyas aguas estaban congeladas, esas aguas que habían fluido desde la fuente superior, como lo indicamos con el versículo: “De la matriz de Quien (MI) salió el hielo”[128], congelándose sus aguas en su seno para atraer otras. Este hielo era un mar helado cuyas aguas no fluían hasta que la fuerza del Sur lo alcanzaba y penetraba en él. Entonces las aguas que estaban congeladas en el lado del Norte se desataron y comenzaron a fluir; pues era en el lado del Norte donde las aguas estaban congeladas y en el lado del Sur se descongelaron a correr, para irrigar todas “las bestias del campo”[129]. A éstos se los llama haré bater (“montes de separación”), y todos son irrigados cuando el lado del Sur comienza a acercarse y a hacer fluir el agua. Por la corriente de esta energía superior todos estaban en alegría. Cuando así plugo al pensamiento del Más Misterioso, un río salió de allí, y cuando el uno se juntó al otro, por una senda que no puede ser trazada ni arriba ni abajo, estaba ahí el comienzo de todo, y Beth (= segundo) que es simplemente “rey”, se completó desde ese comienzo, y uno fue como el otro.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Con esta energía creó Dios los cielos, un punto oculto cuyas aguas fluyen hacia fuera, y produjo de ahí una voz que se llama la voz del Schofar. De ahí que dice: “Dios creó los cielos”, es decir, la voz del Schofar. Los cielos controlan la vida del Rey superior sobre la tierra, como lo indica el reclamo: “el hijo de Ischay vive sobre la tierra, pues la vida depende del hijo de Ischay”. Es por la Vav que la vida fluye a ella y controla todo y la tierra se nutre de ella; por eso está escrito: “Y (v) la tierra”. La palabra et se refiere a algo en el mundo superior, es decir, al poder de la totalidad de las veintidós letras, que Elohim produjo y dio a los cielos, como dice: “Con la corona con que su madre lo coronó en el día de sus esponsales”; de ahí: “Los (et) cielos”, para asociar y combinar uno con otro, de modo de ser establecidos juntos por la “vida del rey” y que los cielos sean nutridos de allí. Las palabras “y (ve-et) la tierra” indican la unión de varón y hembra, que fueron trazados con letras individuales, y la “vida del rey” que fluía de los cielos, derramándolas los cielos para mantener la tierra y todos sus habitantes. De esta manera el llamado Elohim superior hizo un cielo y una tierra para que fuesen permanentes, y los produjo juntos por la energía superior, el punto de partida de todo. La esencia superior descendió entonces a un grado inferior, y este último hizo un cielo y una tierra abajo. Todo el proceso se halla simbolizado por la letra Beth. Hay dos Mundos y ellos crearon mundos, uno un mundo superior y otro un mundo inferior, correspondiéndose el uno al otro; uno creó cielo y tierra y el otro creó cielo y tierra. De esta manera, la letra Beth significa dos mundos más; uno produjo dos mundos y el otro produjo dos mundos; y todo mediante la energía del reschit supremo. Cuando el superior descendió al inferior, se llenó del cauce de cierto grado que descansó en él, correspondiente a esa senda oculta, secreta y recóndita de arriba. La diferencia consiste solamente en que la una es una senda estrecha y la otra es un camino. La de abajo es un camino, como “el camino del justo que es como una luz que resplandece”[130], mientras que la de arriba es una senda estrecha, como “la huella que no conoció el buitre”[131]. Recuerda todo esto el versículo: “El que provee en el mar camino y una senda en las aguas potentes”[132]; y. De manera similar, está escrito: “Tu camino es en el mar y tu senda en las grandes aguas”. Cuando el mundo superior estuvo lleno y se tornó grávido, engendró dos hijos a la vez, un varón y una hembra, siendo estos cielo y tierra según la pauta superior. La tierra se nutre de las aguas superiores que son derramadas en ella. Pero, esas aguas superiores son masculinas, mientras que las inferiores son femeninas, y las inferiores se nutren del varón, y las aguas inferiores llaman a las superiores, como una hembra que recibe al varón, y derrama agua para encontrarse con el agua del varón para producir simiente. Así la hembra se nutre del varón, como está escrito: “Y la tierra”, con el agregado de Vav, como lo hemos explicado. Las letras fueron impresas en la fábrica del Todo, en la fábrica superior y en la fábrica inferior. Luego, las letras fueron diferenciadas e inscritas en la Escritura, Beth, en Bereschit bará, y Alef en Elohim et. Beth es femenina, Alef masculino. Como Beth creó, así Alef produjo letras. “Los cielos” son la totalidad de veintidós letras. La letra Hé produjo los cielos para darles vida y para irrigarlos y a la tierra. La letra Vav produjo la tierra para alimentarla y satisfacer sus necesidades.
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La palabra ve-et (“y”) significa que Vav tomo et, que abarca las veintidós letras, y la tierra las absorbió, y está escrito: “Todos los ríos van al mar”, que así fue nutrido. De este modo, los cielos y la tierra están unidos, y la tierra se halla alimentada. Cuando el fuego llameante sale y la Izquierda es despertada, también sube humo, como está dicho: “Y el Monte Sinaí estaba humeando todo él, porque el Señor había descendido sobre él un fuego”[133], porque cuando baja fuego, humo y fuego se hallan entremezclados, y así el todo se halla del lado de la izquierda. Este es el sentido intrínseco del versículo: “Además mi mano fundó la tierra, y mi diestra extendió los cielos”[134], es decir, por el poder de la Derecha arriba; pues los cielos son masculinos y lo masculino viene del lado de la derecha, y lo femenino del lado de la izquierda. Está escrito: “Levantad hacia arriba vuestros ojos y ved. ¿Quién los ha creado?” [135] Este es el límite de la investigación. Pues la Sabiduría fue completada y no hay (nada) que sea asunto de investigación, dado que es más recóndito que cualquier cosa de abajo, y se llama el pronombre interrogatorio ¿Quién? De ahí: “¿Quién (MI) los ha creado?”, y también: “¿De la matriz de Quién (MI) salió el hielo?”; que es como decir aquello sobre lo cual podemos investigar pero no encontrar respuesta. Hemos analizado la palabra Bereschit en la letra Beth y la palabra Reschit. ¿Es Reschit una expresión creadora o hemos de decir que Bereschit es la expresión creadora? La verdad es que mientras su energía no había emergido y no se había difundido y todo le era aún latente, fue Bereschit, y esta era una expresión creadora. Pero, después de haber emergido y de haberse difundido a partir de ella, se llamó Reschit y ésta se volvió una expresión creadora. Similarmente, el interrogativo MI creó elch (“aquéllos”); pero, subsiguientemente, cuando se extendió y se completó, se volvió Yam (“mar”) y creó un mundo inferior según la pauta del superior, hallándose representados los dos por la letra Beth (o sea 2). Está escrito: “Mientras el rey estaba sentado a su mesa, mi nardo proyectaba su fragancia”. [136] Esto describe como el Rey se deleita en la compañía del rey inferior, en su afectuosa camaradería en el Edén celestial en esa oculta y escondida senda que está llena de él y sale en ciertas corrientes especificadas. “Mi nardo daba su fragancia”: este es el rey inferior, que creó un mundo inferior según las pautas del superior. Así se eleva allí una benigna fragancia para dirigir y ejecutar, y adquiere poder y brilla con suprema luz. El mundo fue creado de dos maneras, con la derecha y con la izquierda, en seis días superiores. Seis días fueron creados para iluminar, como se dice, “porque en seis días el Señor hizo los cielos y la tierra”, y ellos desbrozaron sendas e hicieron sesenta aberturas en el gran abismo, para conducir al abismo las aguas de las corrientes. De ahí el dicho rabínico según el cual: “Las aberturas debajo del altar eran de los seis días de la creación”, y trajeron paz al mundo. “Y la tierra era vacía e informe” Esto describe el estado original, por decirlo así, el sedimento de la tinta que se pega a la punta de la pluma, en el que no hubo subsistencia, hasta que el mundo fue grabado con cuarenta y dos letras, todas las cuales son la ornamentación del Nombre Santo. Las letras, cuando están juntas, ascienden y descienden y forman coronas para ellas mismas en todos los cuatro rincones del mundo, de modo que el mundo sea establecido por ellas y ellas por el mundo. Se formó para ellas un modelo como el sello de un anillo; cuando entraron y salieron, y el mundo fue creado, y cuando fueron juntadas en el sello fue establecido el mundo.
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Golpearon contra la gran serpiente y penetraron mil quinientos codos debajo de los precipicios del polvo. Después la gran profundidad asomó en oscuridad, y la oscuridad cubrió todo, hasta que emergió la luz y hendió la oscuridad y avanzó y resplandeció, como está escrito: “El descubrió cosas profundas de la oscuridad, y sacó a luz la sombra de la muerte”[137]. Las aguas fueron pesadas en una balanza. Mil quinientas veces tres dedos afluyeron a la balanza, la mitad para preservación y la mitad para bajar. Primero un lado de la balanza subió y el otro bajó. Pero cuando el lado más bajo fue levantado con la mano, la balanza estuvo firme y no inclinó a la izquierda ni a la derecha; de ahí que está escrito: “¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano?”[138]. Primero, todos los poderes de la tierra fueron latentes y no productivos, y las aguas se congelaron en ella y no corrieron. Sólo se desparramaron cuando fue enviada una luz de arriba sobre la tierra, pues cuando ella la golpeó con los rayos, sus poderes se desataron. Así, está dicho: “Y Dios dijo: Que haya luz y la luz fue”. Esta es la primordial luz superior que ya existía; de ésta salieron todos los poderes y fuerzas, y merced a eso fue firmemente establecida la tierra y subsiguientemente dio a sus productos. Cuando esta luz brilló sobre lo que estaba abajo, su radiación se propagó de un confín del mundo al otro; pero cuando observó a los pecadores del mundo, se apartó y sólo salía por sendas secretas que no pueden ser descubiertas. “Y Dios vio que la luz era buena”. Hemos aprendido que todo sueño que contiene el término tov (bueno) presagia paz arriba y abajo, siempre que las letras se hayan visto en su orden propio. Estas tres letras fueron luego combinadas para significar “el Justo (Tzadik) del mundo”, como está escrito: “Di del justo que es bueno”, porque “él contiene la radiación suprema”. “En el comienzo Dios creó”. La palabra Reschit (“Comienzo”) se refiere a la sabiduría superior; la letra Beth –es decir, bayit: “casa”- designa al mundo, que es irrigado desde esa corriente que entra en él y a la que se refiere el versículo: “Una corriente salió de Edén para irrigar el jardín”. Esta corriente reúne todas las aguas de una oculta fuente superior, y fluye permanentemente para irrigar el Jardín, y esa fuente oculta esa el Primer templo. En Reschit todas las letras están circundadas por una senda secreta que se halla oculta en su seno. De esta fuente salieron dos entidades, como está escrito: “Los cielos y la tierra”. Al principio la tierra está incluida en los cielos, y emergieron juntos, adhiriéndose uno a otro. Cuando vino la primera iluminación, los cielos tomaron la tierra y la pusieron en su lugar. Entonces, la tierra, estando separada del lado de los cielos, se hallaba atónita y confundida y deseaba unirse, como antes, a los cielos, porque veías los cielos bañados en luz mientras ella estaba envuelta en oscuridad. A la larga, sin embargo, la luz celestial descendió sobre ella, y desde su lugar ella miraba a los cielos cara a cara; y así fue la tierra establecida firmemente. La luz salió en el lado derecho y la oscuridad en el izquierdo, y después separólas Dios para volver a unirlas, como está escrito: “Y Dios separó la luz de la oscuridad”. Esto no significa que hubiese allí una separación absoluta, sino que el día vino del lado de la luz, que es el derecho, y la noche del lado de la oscuridad, que es el izquierdo, y que, habiendo emergido juntos, fueron separados de manera tal como para no estar más uno al lado del otro, sino frente a frente, de manera que adhirieron uno a otro y formaron uno solo, llamándose a la luz día y a la oscuridad noche, como está dicho: “Y Dios llamó a la luz día y a la oscuridad llamó noche”.
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Esta es la oscuridad unida a la noche, que no tiene luz propia, aunque viene del lado del fuego primordial que también es llamado “oscuridad”. Permanece oscura hasta que es iluminada del lado del día. El día ilumina la noche, y la noche no será por sí misma luz hasta el tiempo del cual está escrito: “La noche brilla como el día, la oscuridad es lo mismo que la luz”[139]. R. Eleazar se adelantó primero y expuso el versículo: “La voz del Señor está sobre las aguas; truena el Dios de la gloria; el Señor está sobre las muchas aguas”. [140] Dijo: “La voz del Señor” es la voz superior que preside sobre las aguas que fluyen de grado a grado hasta que se hallan todas reunidas en un lugar y forman un acoplamiento. Esta voz que manda a cada cual por su camino, como un jardinero, que conduce agua por distintos canales a los lugares necesitados. “Truena el Dios de la gloria”: Este es el lado que sale de Gueburá (“Fuerza”), como está escrito: “¿Quién puede comprender el trueno de Sus potentes actos (Gueburot)?”[141]. “El Señor sobre las muchas aguas”: Esta es la Sabiduría superior a la que se llama Yod y que está “sobre las muchas aguas”, la fuente secreta que sale de allí. R. Simeón explicó la diferencia y dijo: Está escrito: “Cerca del borde estarán las argollas, por donde han de pasar las varas”. [142] El “borde” es un lugar secreto accesible únicamente por una senda estrecha que sólo pocos conocen. Por eso está lleno de puertas y alumbrado con lámparas. Este es el mundo futuro, que, estando oculto y apartado, se lo llama misgueret (“borde”, literalmente “cerrado”). Las “argollas” son la cadena superior de agua, aire y fuego, ligados entre sí y que emergen uno de otro como otras tantas argollas de una cadena. Todas giran hacia el “borde”, con el cual está ligada la corriente superior que las irriga y con la cual ellas están ligadas. Además estas argollas superiores son “lugares para las varas”, es decir, para los carros inferiores, de los cuales algunos son del lado del fuego, algunos del agua y algunos del aire, de modo que puedan ser un carro para el arca. De ahí que todo aquel que se acerca sólo ha de avanzar tanto como las varas, y no penetrar más, salvo quienes están autorizados para administrar adentro y a quienes se les dio, con este fin, permiso. R. Yose planteó la pregunta: ¿Qué son los “seis días de Bereschit” de los cuales los Rabíes hablan tan frecuentemente? R. Simeón contestó: Esos son, en verdad, “los cedros del Líbano que él plantó”. Así como los cedros brotan del Líbano, así esos seis días brotan de Bereschit: Estos son los seis días superiores que se hallan especificados en el versículo: “Tuyas, oh Señor, son la Grandeza (Guedulá), la Fuerza (Gueburá), la Belleza (Tiféret), la Victoria (Nétzaj) y la Majestad (Hod)”[143]. Las palabras: “Para todo” se refieren al Tzadik (“Justo”), el cual es Yod (“cimiento del mundo”)... Interpretamos la palabra Bereschit como significando: “La segunda, es decir, Jojmá (Sabiduría) es el punto de partida”, porque la Kéter (“Corona”) superior, que es realmente la primera, es demasiado recóndita y por eso no se toma en cuenta; de ahí que la segunda es el punto de partida. Luego, la palabra Be-Reschit indica que hay dos Rschits, porque así como la Sabiduría superior es un Reschit (punto de partida), así la Sabiduría inferior es también un Reschit. Además, consideramos a Bereschit como maamar (“expresión creadora”), y a los seis días como salidos de ella y que están en ella comprendidos y llevan los nombres de esos otros.
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Las palabras siguientes: Elohim Creó, son análogas al versículo: “Y un río salió de Edén para irrigar el jardín”, es decir, para irrigarlo, mantenerlo y atender todas sus necesidades. Así este Elohim es Elohim Jayom (el “Dios viviente”), y nosotros interpretamos: “Bereschit creó Elohim” por medio de esa corriente, como el agente para la producción del mundo y su vivificación. Además, las dos palabras et haschamaim (“los cielos”) significan la adecuada unión de masculino y femenino. Después de éste se creó un mundo inferior, de manera que ahora podemos interpretar: “Por medio de reschit Dios creó”, es decir, el mundo inferior; por su intermedio El produjo radiación y dio ser a todo. R. Judá dijo: Con referencia a esto está escrito: “¿Acaso el hacha se gloria frente a aquel que corta con ella”[144] Seguramente es el artesano que posee título para gloriarse. Así, aquí, dado que por medio de reschit el Elohim superior creó los cielos, es a Dios a quien pertenece la gloria. “Y Dios dijo: Que haya luz, y la luz fue” Esta es la luz original que Dios creó. Esta es la luz del ojo que Dios mostró a Adán, y por la cual fue capaz de ver un confín del mundo al otro. Fue la luz que Dios mostró a David, el cual al verla rompió en alabanza, diciendo: “Oh, cuán abundante es tu bondad que ofreces a quienes te temen”[145]. Es la luz por la que Dios mostró a Moisés el País de Israel, de Gielad hasta Dan. Cuando Dios previó que surgirían tres generaciones pecadoras, la generación de Enoj, la generación del Diluvio y la generación de la Torre de Babel, la apartó para que no disfrutaran de ella y la dio a Moisés por los primeros tres meses después de que naciera. Cuando fue traído ante Faraón, Dios la retiró de él y sólo se la restauró cuando estuvo en el Monte Sinaí para recibir la Torá. Desde entonces tuvo el uso de ella por el resto de su vida, de modo que los israelitas no se le acercaron hasta que puso un velo sobre su rostro[146]. “Que haya luz, y la luz fue” Toda cosa a la que se aplica el término Vayehí (“y fue”) se encuentra en este mundo y en el mundo futuro. R. Isaac dijo: La radiación que Dios produjo en el tiempo de la Creación iluminó al mundo de un confín al otro, pero fue retirada para que los pecadores del mundo no la gozaran, y se halla atesorada para el justo, es decir, para el Tzadik, como está escrito: “La luz es sembrada para el Tzadik”[147]; entonces los mundos se hallarán firmemente establecidos y formarán un todo único, pero hasta que emerja el mundo futuro esta luz permanece oculta y almacenada. Esta luz salió de la oscuridad que fue tallada por los golpes del Más Recóndito; y de manera similar, de esa que fue almacenada fue tallada por algún proceso oculto la oscuridad del mundo inferior en la que reside la luz. Esta oscuridad inferior es llamada “noche” en el versículo: “Y a la oscuridad llamó noche”[148]. De ahí la exposición rabínica del texto: “Él descubrió cosas profundas desde la oscuridad”[149], acerca de lo cual R. Yose dijo: Esta no puede ser la oscuridad original, pues todas las coronas superiores en ella contenidas, aún están no develadas y las llamamos “cosas profundas”. El término “descubierto” se puede aplicar a los misterios superiores solamente en la medida que están contenidos en la oscuridad. Que es la modalidad de la noche. Es que todas las cosas profundas y ocultas que salen del pensamiento (de Dios) y son tomadas por la Voz no son develadas hasta que las revela la Palabra. Esta Palabra es Lenguaje y este Lenguaje es Sábado, porque este Lenguaje procura dominar y no dejar que lo haga otro. Este Lenguaje que viene del lado de la oscuridad devela cosas ocultas de esa oscuridad.
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R. Isaac dijo: Si es así, ¿cuál es el sentido del texto: “Y Dios dividió la luz de la oscuridad”? Contestó: La luz produjo el día y la oscuridad produjo la noche. Luego El los juntó y fueron uno, como está escrito: “Y fue noche y fue mañana, un día”, es decir, noche y día fueron llamados uno. En cuanto a las palabras: “Y Dios dividió la luz de la oscuridad”, significan que El evitó disensiones entre ellas. R. Isaac dijo: Hasta este punto el principio masculino estuvo representado por la luz y el femenino por la oscuridad; subsiguientemente fueron unidos y hechos uno. La diferencia por la cual la luz se distingue de la oscuridad es solamente de grado; ambas son de una misma especie, y no hay luz sin oscuridad y no hay oscuridad sin luz; pero, aunque son una, son diferentes en el color. R. Simeón dijo: El mundo está creado y establecido sobre la base de un pacto, como está escrito: “Si no fuera por mi pacto con el día y la noche, Yo no hubiera señalado las ordenanzas del cielo y la tierra”[150]. Este pacto es el Tzadik (el Justo), el cimiento del mundo, y por eso el mundo se halla establecido sobre el pacto del día y la noche juntos, como lo dice nuestro texto, siendo las “ordenanzas del cielo” las que fluyen y salen del Edén celestial. R. Simeón discurrió aquí sobre el texto: “Del (lugar) la voz de los que median entre los extractores de agua, allí referirán la bondad del Señor...” [151] Esta voz –dijo- es la voz de Jacob, que permanece entre quienes extraen agua de lo alto, y se sostiene de los dos lados y los une en sí. “Allí ellos referirán la bondad del Señor”, es decir, allí es el lugar para que la fe adhiera fuertemente, allí la bondad del Señor extrae sostén. El versículo continúa: “La bondad de aquel que es generoso con Israel”. Este es el “Justo del mundo”, que es perdurable y santo, y que acoge en sí la corriente del Todo y disemina las aguas superiores en el gran mar. En Israel heredó ese pacto, y Dios se lo dio como herencia sempiterna. Cuando Israel lo abandonó efectuando la ceremonia de la circuncisión sin restituir la carne, se le aplicó el versículo: “Entonces el pueblo del Señor bajó a las puertas”[152]; estas son las puertas de la Justicia en las que se sentaron sin entrar más. Sobre ese tiempo está escrito: “Y los hijos de Israel abandonaron al Señor”[153], hasta que vino Débora y restauró la adecuada ejecución de la ceremonia. De ahí que Débora hable de sí misma como de “una madre en Israel”, para indicar que ella hizo bajar las aguas superiores de arriba para establecer ambos mundos por medio de Israel, mostrando así que el mundo descansa solamente sobre este pacto. De todo esto vemos cómo tres salen de uno y uno se establece sobre tres; uno entra entre dos, dos amamantan a uno, y uno alimenta nuevos lados, y, así, todos son uno. De ahí que está escrito: “Y fue noche y mañana, un día”, es decir, un día que abarca a ambas, a la noche y a la mañana, indicando así el pacto de día y noche y haciendo del todo una unidad. “Y Dios dijo: Que sea un firmamento en medio de las aguas, y que separe las aguas de las aguas. R. Judá dijo: Hay arriba siete firmamentos, todos en el reino de la superior santidad, y mediante ellos se completa el Nombre Santo. El firmamento mencionado aquí está en medio de las aguas; reposa sobre las otras Jayot, que separan las aguas superiores de las inferiores. Las aguas inferiores llaman a las superiores y las beben a través de este firmamento, porque están en él reunidas todas las aguas superiores, y entonces las trasmite a esas Jayot, y así extraen de allí. Está escrito: “Huerto cerrado es hermana mía, novia mía; manantial cerrado, fuente sellada”[154]. Ese firmamento se llama “huerto cerrado”, porque en él está todo encerrado y abarcado.
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Se llama “fuente sellada”, porque la corriente superior al correr entra pero no puede salir, congelándose las aguas. Porque sopla sobre ellas el viento del Norte, y así se congelan y no pueden salir, habiéndose convertido en hielo; y nunca podrían salir si no fuera por un viento del Sur que rompe el hielo. La apariencia de este firmamento más alto es como la del hielo que reúne todas las aguas. De manera similar junta aguas y separa las aguas superiores de las inferiores. Cuando dijimos antes fue en el medio, ello se refiere a ese firmamento que fue producido por éste, pero éste está encima y reposa sobre las cabezas de las Jayot. R. Isaac dijo: Hay en el interior del cuerpo humano una membrana que separa la parte superior del tronco de la inferior, y que empapa de la parte superior y distribuye en la parte inferior, así es este firmamento entre las aguas. R. Abba ejemplificó con el texto: “Que edifica Sus altas cámaras entre las aguas; que pone las nubes por Su carroza; que anda sobre las alas del viento”[155]. En la cláusula siguiente: “Que pone las nubes en ab (“nube”) y yam (“mar”)”, interpretan como significando “la nube”, es decir, las oscuridad de la izquierda, “que descansa sobre este mar”. “Que anda sobre las alas del viento”: Este es el espíritu del santuario superior. R. Yose dijo: Está escrito: “Y él repartía aguas por medida” (“nidah”), implicando que Dios literalmente las medía, de modo que fuesen para el bienestar del mundo cuando salen del lado de Gueburá (“Fuerza”). R. Abba dijo: Cuando los sabios antiguos llegaban a este punto, acostumbraban a decir: “Los labios de los sabios se mueven pero no dicen nada por temor a traer castigo sobre ellos mismos”. R. Eleazar dijo: La primera de las letras revoloteaba sobre la faz de la expansión etérea, y fue coronada arriba y abajo, y subía y bajaba, y las aguas fueron grabadas en sus figuras y ubicadas en sus lugares, y fueron incluidas una en otra. Así se combinaron entre sí todas las letras y coronadas una con otra hasta que se erigió sobre ellas un edificio firme. Cuando estaban todas edificadas y coronadas, las aguas superiores y las inferiores, que habían estado mezcladas, produjeron la habitación del mundo. Y las aguas continuaron subiendo y bajando hasta que llegó a ser ese firmamento y las separó. La división tuvo lugar en el segundo día, en el que fue creada la Guehena, que es un fuego llameante y que está destinado a descansar sobre las cabezas de los pecadores. R. Judá dijo: De esto aprendemos que toda diferencia de opinión en que ambas partes actúan por la gloria del cielo, perdura, pues aquí tenemos una división que fue en consideración al cielo. Por el firmamento fueron establecidos los cielos, como está escrito: “Y Dios llamó al firmamento cielo”, pues éste divide lo más santo de lo menos santo, como la cortina del Tabernáculo. “Que las aguas debajo del cielo se junten” Es decir, solamente las de “debajo del cielo”. En un lugar, es decir, en el lugar que se llama “uno” sea, el mar inferior, que completa la formación del Uno, y sin el cual Dios no se llamaría Uno. R. Yesa dijo: “Un lugar” es el lugar del cual está escrito: “Mi pacto de paz no será apartado”[156], pues esto toma al Todo y lo arroja al mar, por lo cual es establecida la tierra, como está escrito: “Y que aparezca la tierra seca”, que es la tierra, como está escrito: “Y Dios llamó al suelo seco tierra”. La tierra se llama “seca” porque es “pan del pobre” (Yesod) y permanece seca hasta que este lugar se llena, y entonces comienzan las aguas a fluir de sus fuentes. “Y a la reunión de las aguas llamó El mares”.
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Este es el resorvorio superior de las aguas donde ellas están todas reunidas y de donde todas fluyen y salen. R. Jiyá dijo: El lugar de reunión de las aguas es el Tzadik (“Justo”), porque en relación con esto está escrito: “Y Dios vio que era bueno”, y en otra parte está escrito: “Decid que al justo le va bien”[157]. R. Yose dijo: Al Tzadik también se refieren las palabras: “El llamó mares”, porque toma todas las corrientes y fuentes y ríos y El es la fuente de todo; de ahí que se llama “Aguas”. De ahí que dice: “Y Dios vio que era bueno”. Y como el Tzadik es designado con las palabras “que le va bien”, hay una brecha entre el primer y tercer días, y sobre el día intermedio no está escrito “que es bueno”, pues el tercer día la tierra produjo el impulso de ese Tzadik, como está escrito: “Y Dios dijo: Que la tierra traiga pasto, hierba que porta simiente, y árbol de fruto que trae fruto según su especie”. Por “árbol de fruto” se quiere significar el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, que produce flores y fruto. “Que trae fruto” es el Tzadik, la base del mundo. “Según su especie” significa que todos los seres humanos que tienen en sí el espíritu de santidad que es la flor de ese árbol son marcados como siendo de su especie. Esta marca es el pacto de santidad, el pacto de paz, y el fiel entra en esa especie y no parte de ella. El Tzadik genera, y ese árbol concibe y produce fruto según su especie, es decir, según la especie del productor, para ser como él. Bendito aquel que se asemeja a su madre y a su padre. Por eso el santo sello es puesto sobre él el octavo día para que se asemeje a su “madre”, que es el octavo grado y la carne es vuelta atrás para mostrar el santo sello para que pueda parecerse al “padre”. Así, por “árbol de fruto” entendemos la madre; Por “que produce” entendemos el padre; Por “fruto”, el pacto sagrado; Y por “a su especie”, la semejanza al padre. “Cuya simiente está en ella sobre la tierra”. En vez de zaró, (“cuya simiente”), podemos leer zeravav, (“la simiente de Vav”), que fue literalmente arrojada sobre la tierra. Bendita es la suerte de Israel, que es santo y se parece a los ángeles santos y por eso está escrito: “Y todo tu pueblo es justo”[158], verdaderamente justo, pues de tales provienen y a tales se asemejan. Felices los hijos de Israel en este mundo y en el mundo por venir. R. Jiyá dijo: Está escrito: “Dios hizo la tierra por su fuerza” [159] El que “hizo la tierra” es el Santo, Bendito Sea, arriba; “por fuerza” significa por el Tzadik; “él establece el universo”, es la tierra abajo; “por su sabiduría” se refiere a Tzedek (“Justicia”). También está escrito: “Hace la tierra” y no “hizo”, porque Dios regula constantemente la tierra y sus actividades a través de la acción de Su “fuerza”, como se ha explicado. R. Isaac dijo: Está escrito: “Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos y por el aliento de su boca todas sus huestes”. Los “cielos” mencionados aquí son los cielos inferiores, que fueron hechos por la palabra de los cielos superiores, mediante el espíritu que hizo salir una voz hasta que alcanzó la corriente que sale y fluye perennemente. Por “todas sus huestes” se quiere decir el mundo inferior, que existe a través de ese “aliento”, que es masculino. Una lección similar se deriva del versículo: “Que riega los montes desde Sus cámaras superiores; la tierra es harta del fruto de Tus obras”[160].
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Las “cámaras superiores, ya lo hemos explicado y, además, el término puede ilustrarse por el versículo: “Aquel que coloca en las aguas las vigas de sus cámaras superiores”. La expresión “el fruto de tus obras” se refiere a la corriente que siempre sale y fluye; de ahí que está escrito: “Que porta fruto cuya simiente está en ella”, como se explicó. “Que haya lumbreras en el firmamento del cielo para alumbrar sobre la tierra”. La palabra meorot, (“lumbreras”), está escrita defectuosamente. R. Jizquiá dice que esto indica que ese firmamento es el hogar del rigor de la justicia. R. Yose dice que el deletreo defectuoso indica la más baja, es decir, la Luna, que es la causa del crup en los niños. También es la causa de otros infortunios, porque es la menor de las lumbreras, y a veces es oscurecida y no recibe luz del todo. “En el firmamento del cielo”. Este es el firmamento que incluye a todos los otros, pues recibe todas las luces e ilumina a uno que no tiene luz propia. R. Isaac dijo: Aun al firmamento que no tiene luz propia lo llamamos “reino del cielo” y “el país de Israel” y “el país de los vivientes”. Es el cielo que ilumina a este firmamento. De ahí que la palabra meorot está escrita defectuosamente, para mostrar que sin la Vav habría muerte en el mundo. Todo está incluido en él, y por él también Lilit encuentra un lugar en el mundo. Inferimos esto de la recurrencia de la palabra “allí” en las sentencias: “El pequeño y el grande están allí”[161]; “El Señor estará allí con nosotros en majestad”[162], y “Lilit reposaba allí”[163]. R. Eleazar dijo: La palabra meorot, (“lumbreras”), estando escrita defectuosamente, indica un cuerpo resplandeciente, que no tiene luz propia, y que solo refleja la luz de otros cuerpos más luminosos. Está escrito: “Mira el arca del pacto, el Señor de toda la tierra”[164]. Aquí el arca es el “espejo no claro”; El pacto es el “espejo claro”. El arca es el receptáculo para la Ley Escrita, mientras que el pacto es el Sol que la ilumina. El pacto es el “Señor de toda la tierra”; y por eso el Arca se llama también Adón, (“Señor”), que es lo mismo que Adonáy, el Señor. Observad que las estrellas y planetas existen por un pacto que es el firmamento del cielo, en el que están escritas y grabadas. R. Yesa el Anciano acostumbraba a explicar así: Las palabras “Que haya lumbreras”, se refieren a la Luna que está suspendida en el firmamento del cielo. Las palabras “Y que sean luminarias” indican el Sol. “Ellas serán para las estaciones”, porque las estaciones, festividades, novilunios y Sábados son determinados por ellas. Hay siete planetas que corresponden a siete firmamentos, y el mundo es regulado por todos. El mundo superior está encima de ellos. Hay dos mundos, un mundo superior y un mundo inferior, y el mundo inferior es según la pauta superior. Hay un rey más elevado y un rey más bajo. Está escrito: “El Señor reina, el Señor ha reinado, el Señor reinará por siempre”; es decir, “el Señor reina” arriba; “el Señor ha reinado” en el medio; “el Señor reinará” abajo.
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R. Aja dijo: “El Señor” se refiere a la Sabiduría superior; “reina”, al mundo superior que es el mundo por venir; “El Señor ha reinado” se refiere a la “belleza de Israel”; “el Señor reinará” significa el arca del pacto. Otra vez David invirtió el orden, y dijo: “El Señor es el rey por siempre y jamás”[165], es decir; “El Señor es rey”, abajo; “por siempre”, en el medio; “y siempre jamás”, arriba, porque allí está la reunión y la perfección de todo. Dios “es rey arriba”, y “reinará” abajo. R. Abba dijo: Todas esas lumbreras están reunidas en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra. ¿Qué es este firmamento que da luz sobre la tierra? Claro está que es esa corriente que fluye y sale de Edén, como está escrito: “Y un río salía de Edén para irrigar el jardín”. Pues cuando domina la Luna y es iluminada por la corriente que fluye y sale, todos los cielos inferiores y sus huestes reciben luz incrementada y las estrellas encargadas de la tierra funcionan todas y hacen crecer plantas y árboles, y enriquecen la tierra, y aun las aguas y los peces son más productivos. También atraviesan el mundo muchos emisarios de la justicia divina, porque todos se hallan en buen espíritu y llenos de energía cuando hay alegría en el palacio del rey, y aun los seres que revolotean en los bordes están alegres y vuelan por el mundo; y por eso es necesario poner especial cuidado en los niños pequeños. “Y Dios las estableció en el firmamento del cielo” R. Aja dijo: Cuando todas ellas estaban allí se regocijaron una en otra. Entonces la Luna disminuyó su luz en presencia del Sol; toda la luz que ella recibe del Sol es para brillar sobre la tierra, como está escrito: “Para dar luz sobre la tierra”. R. Isaac dijo: Está escrito: “La luz de la Luna será como la luz del Sol, y la luz del Sol será septuplicada, como la luz de siete días”[166]. Estos siete días son los siete días de la Creación. R. Judá dijo: Ellos son los siete días de la consagración del Tabernáculo, cuando el mundo fue restaurado a su completitud original, y la Luna no fue menoscabada por la mala serpiente. Esto volverá a ser en el tiempo cuando “Dios destruirá la muerte para siempre”[167], y entonces “el Señor será uno y su nombre Uno”. “Que las aguas pululen con enjambres de creaturas vivientes”. R. Eleazar dijo: Estas son las aguas inferiores que produjeron especies correspondientes a las de arriba, de modo que hubo un orden inferior y un orden superior. R. Jiyá dijo: Fueron las aguas superiores las que produjeron un “alma viviente”, es decir, el alma del primer hombre, como está escrito: “Y el hombre vino a ser alma viviente”[168]. “Y aves que vuelan sobre la tierra”. Estos son los emisarios del mundo superior que aparecen a los hombres en forma visible. Pues hay otros cuya existencia el hombre conoce sólo por conjetura. A estos últimos se refiere el versículo siguiente con las palabras “Y toda ave alada según su especie”. Las palabras “según su especie” se emplean en relación con los últimos y no con los primeros, porque los últimos nunca toman la forma de otra especie, mientras que los primeros sí lo hacen. Sin embargo, difieren entre sí. “Y Dios creó los grandes monstruos marinos”. Estos son Leviatán y su hembra. “Y toda creatura viviente que se arrastra”. Este es el alma de la creatura que se arrastra a los cuatros rincones del globo, es decir, Lilit. “Los cuales las aguas produjeron abundantemente según su especie”.
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Son las aguas quienes los nutren. Pues cuando el viento sopla del Sur las aguas se desatan y fluyen a todos los lados, y los barcos van de un lado a otro, como está escrito: “Allí transitan las naves, allí está Leviatán que hiciste juguetear con él”[169]. “Cada ave alada según su especie”. Esto, como ya se dijo se refiere a los ángeles, como en el versículo: “Porque un pájaro del aire llevará la voz y alguna avecilla divulgará la noticia”[170]. R. Yose dijo: Todos ellos tienen seis alas, y nunca cambian su forma; de ahí que está escrito de ellos: “Para su especie”, es decir, que siempre son ángeles. Son los que recorren el mundo con seis golpes de sus alas, que observan las acciones de los hombres y las registran arriba; de ahí que la Escritura dice: “Ni siquiera en tu pensamiento maldigas al rey...”[171]. R. Jizquiá dijo: Así como aquí está escrito: “Creatura viviente que se arrastra”, así, en otra parte[172] está escrito: “En ella se ponen en movimiento todas las bestias,( jayotó), del campo”. Exactamente como aquí interpretamos jayá de Lilit, así allí interpretamos la palabra Jayotó de las Jayot. Pues todos tienen preponderancia cuando ella tiene preponderancia; comienzan a cantar a cada una de las tres vigilias de la noche y continúan sin cesar, y a su respecto está escrito: “Los que recordáis al Señor Sus promesas, no toméis vosotros descanso”[173]. Se levantó R. Simeón y habló diciendo: Mi meditación me ha evidenciado que cuando Dios hubo de crear al hombre, todas las creaturas temblaron arriba y abajo. El sexto día proseguía su curso cuando al fin se formó la decisión divina. Entonces brilló la fuente de todas las luces y abrió la puerta del Oriente, porque desde allí sale la luz. El Sur desplegó en pleno poder la luz que había heredado del comienzo, y unió manos con el Oriente. El Oriente se posesionó del Norte, y el Norte despertó y se propagó y llamó en voz alta al Oeste para que se le uniera. Entonces el Oeste subió al Norte y se unió con él, y luego el Sur se posesionó del Oeste, y el Sur y el Norte, que son las cercas del Jardín, lo rodearon. Entonces el Oriente se acercó al Oeste, y el Oeste se regocijó y dijo, a los otros: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”, que abarque como nosotros los cuatro rincones y lo más alto y lo más bajo. Entonces el Oriente se unió con el Oeste y lo produjeron. De ahí que nuestros Sabios han dicho que el hombre emergió del lugar del Templo. Además, las palabras: “Hagamos al hombre” pueden tomarse para significar que Dios impartió a los seres inferiores que vinieron del lado del mundo superior el secreto de formar el nombre divino “Adam”, que abarca lo superior y lo inferior en virtud de sus tres letras, Alef, Dalet y Mem final. Cuando estas tres letras descendieron abajo, juntas en su forma completa, se encontró que el nombre Adam comprendía al varón y la hembra. La hembra fue ligada al lado del varón hasta que Dios lo arrojó en un profundo sueño, durante el cual yació en el lugar del Templo. Entonces Dios la serró de él y la adornó como una novia y la trajo a él, como está escrito: “Y tomó una de sus costillas, y cerró con carne en su lugar”[174]. En un libro antiguo encontré asentado que la palabra “una” significa aquí “una mujer”, es decir, la Lilit original, que estuvo con él y concibió de él. Pero, sin embargo, hasta entonces, ella no fue una ayuda para él, como está escrito: “Pero para Adán no se encontró ayuda apropiada”. Observad que Adán vino al final de todo, siendo adecuado que encontrase el mundo completo en su apariencia. “Y aún no había planta del campo en la tierra...,” R. Simeón dijo después: Estos son los grandes árboles que fueron plantados más tarde, pero que todavía eran menudos. Hemos dicho que Adán y Eva fueron creados uno al lado del otro.
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¿Por qué no fueron creados frente a frente? Porque “el Señor Dios aún no había hecho llover sobre la tierra”[175], y aún no estaba firmemente establecida la unión del cielo y la tierra. Cuando la unión inferior fue perfeccionada y Adán y Eva fueron puestos frente a frente, entonces la unión superior se consumó. Esto lo conocemos del caso del Tabernáculo, del cual aprendimos que otro tabernáculo fue erigido con él, y que el superior no fue levantado hasta que fue levantado el inferior, y análogamente aquí. Además, como todo no estaba aún en orden arriba, Adán y Eva no fueron creados cara a cara. Esto lo prueba el orden de los versículos en la Escritura: pues primero leemos: “Y el Señor Dios hizo llover sobre la tierra”, y, luego, “no hubo un hombre para labrar el suelo”, que significa que el hombre era aún defectuoso, y sólo cuando Eva fue perfeccionada también él fue perfeccionado. Después esto es indicado por el hecho de que en la palabra vayisgor, (“y el cerró”), la letra Sámej, que significa “sostén” aparece por primera vez en esta sección, como para decir que ahora se sostenían uno a otro, como varón y hembra. De manera similar, el mundo inferior y el superior se sostienen mutuamente. Porque hasta que le mundo inferior estuvo completo, ese otro mundo del que estuvimos hablando no se había completado aún. Cuando el mundo inferior fue dirigido cara a cara al superior, se convirtió en sostén del superior, porque previamente la obra había sido defectuosa, porque “el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra”. Luego, una niebla se levantó del suelo para reparar la deficiencia abajo, “irrigando toda la faz del suelo”. El surgimiento de la niebla significa el anhelo del femenino al masculino. Según otra explicación, proveemos la palabra “no” de la cláusula anterior después de “niebla”, que significa que Dios no envió lluvia porque no había subido una niebla. Y esto es necesario para que el impulso de abajo ponga en movimiento al poder de arriba. Así, el vapor primero asciende de la tierra para formar la nube. De manera similar, el humo del sacrificio sube y crea armonía arriba, de modo que todo une, y de esta manera hay completitud en el reino superior. El impulso comienza de abajo, y de ahí es perfeccionado todo. Si la Comunidad de Israel no da el primer impulso, el Uno arriba no se moverá ara encontrarla, pues por el anhelo de abajo se efectúa la completitud arriba. “El Árbol de la Vida también en el medio del Jardín, y el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal”. Según una tradición, el Árbol de la Vida se extiende por quinientos años de viaje, y todas las aguas de la creación salen de su pie. Este Árbol estaba en medio del Jardín y juntaba todas las aguas de la creación, que luego fluían de él en diferentes direcciones. Pues la corriente perennemente fluyente descansa sobre este Jardín y entra en él, y las aguas que de él salen se dividen en numerosas corrientes abajo que irrigan a las “bestias del campo”, así como las aguas originalmente salieron del mundo superior e irrigaron los celestiales “montes de bálsamo puro”. “El Árbol del Bien y del Mal”. Este Árbol no se hallaba en el medio. Se llama con este nombre porque extrae sostén de dos lados opuestos, que distingue tan claramente como uno distingue dulce y amargo, y por eso se llama “bien y mal”. Todas las otras plantas descansan sobre él.
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También le están ligadas otras plantas superiores, que se llaman “Cedros del Líbano”; estos son los seis días superiores, los seis días de la Creación, que hemos mencionado y que efectivamente fueron retoños que Dios primero plantó y luego transfirió a otro lugar donde fueron firmemente establecidos. R. Abba observó aquí: ¿Cómo podemos saber que también fueron plantados Adán y Eva? Del versículo “la rama de mi plantío, la obra de mis manos de la que Yo me glorío”[176]. Se los llama “la obra de las manos de Dios” porque en su formación no estaban involucradas otras creaturas. Se nos ha enseñado que las plantas fueron primero como las antenas de saltamontes, y su luz era débil, hasta que fueron plantadas y firmemente establecidas, cuando su luz fue aumentada y se las llamó “cedros del Líbano”. También Adán y Eva cuando fueron primero plantados, no ostentaban luz ni emitían un aroma suave; para seguridad fueron desarraigados y vueltos a plantar y debidamente establecidos. “Y el Señor Dios ordenó”. Según nuestros maestros, la palabra “ordenó” contiene aquí una prohibición de idolatría; “el Señor”, de blasfemia; “Dios”, de la perversión de la justicia; “el hombre”, del asesinato; “que dice”, del adulterio y el incesto; “de todos los árboles del jardín”, del robo; “puedes comer libremente”, de comer carne de un animal vivo; y así estamos de acuerdo. “De todos los árboles del Jardín seguramente comerás”. Esto significa que les estaba permitido comer a todos juntos, pues, como vemos, Abraham comió, Isaac y Jacob comieron, y todos los profetas comieron y quedaron con vida. Pero, este Árbol era un Árbol de Muerte, en cuanto quien comía de él estaba sujeto a morir porque tomaba veneno. De ahí que está dicho: En el día que comas de él seguramente morirás, porque con ello separaría los retoños. R. Judá preguntó a R. Simeón: ¿Cuál es el sentido del dicho de los maestros de que Adán estiró su prepucio? Dijo: Significa que apartó de su lugar el pacto sagrado; abandonó el pacto sagrado y adhirió a la orlah y se dejó seducir por la serpiente. Las palabras: “Del fruto del árbol”[177] significan la mujer, de quien está escrito: “Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al sepulcro”[178]. En ese árbol hubo fruto, pero no en determinado otro. R. Yose dijo: Ese árbol que mencionamos es nutrido y propiciado desde arriba, y se regocijaba de ello, como se dice: “Un río salió de Edén para irrigar el Jardín”. El “Jardín” designa a la mujer; en el río entra en él y lo irriga y en este punto hubo unidad completa, pues es a partir de este punto que hay separación, como está escrito: “Y de allí se dividió”. “Y la serpiente” R. Isaac dijo: Este es el tentador del mal. R. Judá dijo que significa literalmente una serpiente. Consultaron a R. Simeón y les dijo: Los dos están en lo correcto. Fue Samael, y apareció en una serpiente, pues la forma ideal de la serpiente es Satán. Hemos aprendido que en ese momento Samael bajó del cielo cabalgando sobre esa serpiente y todas las creaturas vieron su forma y huyeron de él. Entonces entraron en conversación con la mujer y juntos trajeron muerte al mundo. De seguro Samael trajo maldiciones al mundo a través de la Sabiduría y destruyó el primer árbol que Dios creó en el mundo.
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Esta responsabilidad recayó en Samael hasta que vino otro árbol, es decir, Jacob, el cual arrancó de él las bendiciones, para que Samael no fuese bendecido arriba y Esaú abajo. Pues Jacob fue la reproducción de Adán, y tenía la misma belleza que Adán. Por eso, así como Samael retuvo bendiciones del primer árbol, así Jacob, que fue otro árbol, como Adán retuvo bendiciones, a la vez, superiores e inferiores, de Samael; y al hacerlo Jacob sólo recuperó lo propio suyo. Está escrito: “Y la serpiente fue sutil”. Esta serpiente es el tentador del mal y el Ángel de la Muerte. Porque la serpiente es el Ángel de la Muerte, ella trajo la muerte al mundo. “Y dijo a la mujer, ciertamente (af)”. R. Yose dijo: Comenzó con af y trajo af (“ira”) sobre el mundo. Dijo a la mujer: “Con este Árbol Dios creó el mundo; por eso come tú de él y serás como Dios, conociendo el bien y el mal, pues por este conocimiento es llamado Dios” R. Judá dijo: No fue esta la manera en que habló pues si hubiera dicho que Dios creó el mundo por éste árbol, habría hablado correctamente, pues el árbol realmente fue “como el hacha en la mano de quien corta con ella”. Lo que dijo fue Dios comió del árbol y así construyó el mundo. Y continuó: “Por eso come tú de él y crearás mundos. Porque Dios lo sabía El te ordenó no comer de él, pues todo artesano odia a su colega del mismo oficio”. R. Isaac dijo: El discurso de la serpiente fue un tejido de falsedades. Su primera observación: “Dios seguramente ha dicho que no comerás de todos los árboles del Jardín” fue una mentira, pues Dios había dicho: “De todos los árboles del Jardín seguramente comerás”, y se lo permitió todo. R. Yose dijo: Con referencia al dicho, arriba citado, que Dios prohibió a Adán la idolatría, la injusticia, el asesinato, el incesto, etc., ¿para que sería necesario todo esto si Adán aún estaba solo en el mundo? La respuesta es que todas estas prohibiciones se refieren sólo al árbol y se le aplicaban. Pues quien toma de él causa separación y se asocia con las hordas inferiores que le están ligadas. Se hace culpable de idolatría, porque conoce los capitanes superiores; de derramamiento de sangre, porque eso se inspira por este árbol, que es del lado de Gueburá (“Fuerza”), a cargo de Samael; y de adulterio, porque el árbol es del principio femenino, y se llama “mujer”, y está prohibido hacer una cita con una mujer sin el marido por temor a la sospecha de adulterio. De ahí que todas las prohibiciones se refieren a este árbol, y cuando comió de él las transgredió todas. R. Judá dijo: La manera en que la serpiente sedujo a Eva fue la siguiente. Le dijo: “Mira, he tocado el árbol y, sin embargo, no he muerto; pon tú también sobre él tu mano y no morirás” (pues fue la serpiente quien por su propia cuenta agregó las palabras “ni lo tocarás”). “Y la mujer vio que era bueno”. R. Isaac dijo que “vio” significa aquí “percibió”, es decir, por el grato aroma que el árbol emitió, que inspiró en ella un deseo de comer de él. R. Judá le dijo: ¿Cómo puede ser eso, si después se dice que “sus ojos se abrieron”? Él contestó que este “ver” significa realmente que ella hizo un diseño mental del árbol, viéndolo y no viéndolo, sin embargo. “Que era bueno”. Ella vio que era bueno, pero con esto no le era bastante, y entonces ella tomó de su fruto, pero no del árbol mismo; así se ligó al lugar de la muerte, y trajo muerte al mundo, y separó la vida de la muerte. Este pecado también es la causa de la menstruación que mantiene a la mujer apartada de su marido.
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La Voz nunca ha de ser separada de la Expresión, y quien las separa se torna mudo y, por estar privado de lenguaje, vuelve al polvo. R. Simeón dijo: Está escrito: “Estuve silencioso como un mudo; me callé aun acerca de lo bueno, aunque mi dolor recrudeció”[179]. Esta es la exclamación de Israel en el exilio; pues entonces la Voz está separada de la Expresión, y no se oye palabra y por eso Israel es “silencioso como un mudo...”. E Israel dice luego: “La alabanza a ti es silenciosa”[180], es decir, el salmo de David es silencioso y sin voz en el exilio. Según una tradición, Eva exprimió zumo y le dio a Adán, y de esta manera trajo muerte al mundo. Pues la muerte está ligada a este árbol. Su poder es de noche y en ese tiempo todas las creaturas saborean la muerte, salvo los fieles que primero confían sus almas a Dios, de modo que son debidamente restaurados a su lugar. De ahí que está escrito: “Y tu fidelidad es de noche”[181]. “Y los ojos de ambos se abrieron”. R. Jiyá dice que los ojos de ellos se abrieron al mal del mundo que hasta entonces no habían conocido. Entonces supieron que estaban desnudos, porque habían perdido el viso celestial que antes los envolvía, y del que estaban privados ahora. “Y ellos cosieron hojas de higuera”. Procuraron cubrirse con las ilusorias imágenes del árbol de que habían comido las llamadas “hojas del árbol”. “E hicieron para sí cinturones”. R. Yose dijo: Cuando obtuvieron conocimiento de este mundo y se ligaron a él, observaron que estaba gobernado por esas hojas de árbol. Por eso buscaron en ellas un sostén en este mundo, y llegaron a conocer toda suerte de artes mágicas, para guarecerse con implementos de esas hojas del árbol, con fines de autoprotección. R. Judá dijo: De esta manera tres fueron llevados a juicio y se los encontró culpables, y en el mundo terrenal fue maldecido y desalojado de su estado por causa de la impurificación de la serpiente, hasta que Israel estuvo ante el Monte Sinaí. Luego Dios visitó a Adán y Eva en vestiduras suaves a la piel, como está escrito: “El les hizo abrigos de piel (or)”. Primero habían tenido abrigos de luz (or) que les procuró el servicio de lo altísimo de lo más alto, pues los ángeles celestiales acostumbraban venir a gozar esa luz; así está escrito: “Pues lo hiciste un poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y honor”[182]. Ahora, después de sus pecados, sólo tienen abrigos de piel (or), buenos para el cuerpo pero no para el alma. Cuando engendraron hijos el primogénito fue el hijo del fango de la serpiente. Pues dos veces tuvieron trato con Eva, y ella concibió de los dos y alumbró dos hijos. Cada uno fue seguido de uno de los padres masculinos y sus espíritus se dividieron, uno de este lado y uno al otro, y, de manera similar, sus caracteres. De lado de Caín están todas las guaridas de las especies malas, de donde vienen los malos espíritus y demonios y necromantes. De lado de Abel proviene una clase más misericordiosa, aunque no plenamente benéfica, buen vino mezclado con malo. La especie recta no se produjo hasta que vino Seth, que es el primer antepasado de todas las generaciones de los justos, y a partir de quien se propagó el mundo. De Caín vinieron los desvergonzados y malvados pecadores del mundo.
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R. Eleazar dijo: Cuando Caín pecó, estaba muy aterrado porque vio frente a sí figuras como guerreros armados que iban a matarlo. Cuando se arrepintió dijo: Mira, me has arrojado en este día de la faz de la tierra, y de tu rostro seré oculto. Con estas palabras quiso decir: “Permaneceré fuera de mi edificio propio”. R. Abba dijo: La palabra “rostro” tiene aquí el mismo significado que en el versículo: “Y no ocultó su rostro de ante él”[183], es decir, cuidado providencial. Consiguientemente, dijo: Quien me encuentre me matará. Por eso: El Señor fijó un signo para Caín. Este signo era una de las veintidós letras de la Torá, y Dios se la impuso para protegerlo. R. Judá dijo: Caín se levantó contra Abel y lo mató porque heredó su índole del lado de Samael, que trajo muerte al mundo. Era celoso de Abel por causa de su mujer, como lo indican las palabras: “Y aconteció cuando se hallaban en el campo”, significando la palabra “campo” mujer. R. Jiyá objetó que según el texto Caín se enojó porque su ofrenda no fue aceptada. A esta objeción respondió R. Judá diciendo que esa fue una razón ulterior. Luego R. Judá expuso las palabras: “Si haces bien, ¿no habrá una alzada?” La palabra “alzada” –dijo- significa la dignidad que se debe a un primogénito, si sus acciones la aseguran. En la cláusula siguiente: “Si no haces bien, el pecado se agacha en la puerta”; esta puerta es la puerta en lo alto de la que salen los castigos por las malas acciones en este mundo. El “pecado” que se agacha en la puerta es el Ángel de la Muerte, que está pronto para castigarte. La palabra “puerta” (pétaj), abertura, contiene además una alusión al Año Nuevo, el día del juicio, en el que Adán nació. “Sobre ti es su deseo” Es decir, no estará contento hasta que seas destruido. “Y tú gobernarás sobre él”: La palabra “tú” contiene una alusión mística al Todopoderoso, que también es llamado “Tú”. Hay un dicho según el cual Dios es supremo solamente cuando los malvados están destruidos, pero nuestro texto indica que cuando el ángel de la muerte los destruye, Dios “gobierna sobre él” para evitar que arruine al mundo. Pero, R. Judá explicó las palabras “tú gobernarás sobre él” como significando “por arrepentimiento”. R. Yose dijo: Cuando los descendientes de Caín se desparramaron por el mundo, acostumbraban surcar el terreno, y tenían rasgos en común con los seres superiores y los inferiores. R. Isaac dijo: Cuando Uza y Azael cayeron de la morada de su santidad arriba, vieron a las hijas de la humanidad y pecaron con ellas y engendraron hijos. Estos fueron los Nefilim (“gigantes”), de los cuales está dicho: “Los Nefilim estaban en la tierra”[184]. R. Jiyá dijo: Los descendientes de Caín fueron “los hijos de Dios”[185]. Pues Caín nació de Samael y su aspecto no era como el de otros seres humanos, y todos los que vinieron de su estirpe fueron llamados “hijos de Dios”. R. Judá dijo que también se llamaba así a los Nefilim. “Los mismos fueron los hombres potentes”.
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Había sesenta en toda la tierra, correspondientes al número de arriba, como está escrito: “Sesenta valientes la rodean”[186]. “Que eran de antiguo, los hombres con nombre” R. Yose vio en la palabra “nombre” una indicación de que eran del mundo superior, mientras que R. Jiyá vio en la palabra meolam, de antiguo o del mundo, una indicación de que eran del mundo terrenal, y que Dios los trasladó de allí. R. Yesa preguntó por el sentido de las palabras: “Este es le libro de las generaciones de Adán”. [187] R. Abba le dijo: Hay aquí una alusión muy recóndita. Según el dicho rabínico: “En Año Nuevo hay abiertos tres libros, uno de los plenamente justos...”. Uno es el libro superior del cual salió el Todo, y del que también sale la escritura. El libro mediano une el de más arriba y el de más abajo; abarca todos los lados y se llama la Ley Escrita del primer hombre. El tercer libro se llama el de las generaciones del hombre, y este es el libro de los completamente justos. “En el día en que Dios creó al hombre a la semejanza de Dios”: Pues con esto el todo fue completado arriba y abajo, y ambos fueron establecidos según una pauta. “Los creó varón y hembra”. El uno incluido en el otro. R. Abba dijo: Dios efectivamente envió abajo un libro a Adán, en cuyo libro Adán conoció la sabiduría superior. Más tarde llegó a manos de los “hijos de Dios”, los sabios de su generación, y quien tuviera el privilegio de recorrerlo adquiría de él la sabiduría superior. Este libro se lo trajo a Adán el “amo de los misterios”, precedido por tres mensajeros. Cuando Adán fue expulsado del Jardín de Edén, trató de conservar este libro, pero el libro huyó de sus manos. Por eso suplicó a Dios con lágrimas por su regreso, y le fue dado de nuevo, para que los hombres no olvidaran la sabiduría, y para que pudieran procurar obtener conocimientos de su Amo y así la tradición nos dice luego que también Enoj tuvo un libro, que procedía del mismo lugar que el libro de las generaciones de Adán. Esta es la fuente del libro conocido como “El libro de Enoj”. Cuando Dios lo tomó, El le mostró todos los misterios superiores y el Árbol de la Vida en medio del Jardín y sus hojas y ramas, todo lo cual se puede encontrar en su libro. Felices aquellos de exaltada piedad a quienes se reveló la sabiduría superior, y que nunca la olvidaron, como está dicho: “El secreto del Señor está con quienes lo temen, y su pacto para hacer que ellos lo conozcan”. “Y el Señor dijo: Mi espíritu no disputará nunca con el hombre, que es carne”. R. Ajá dijo: En ese tiempo la corriente que perennemente fluye acostumbraba sacar el espíritu celestial del Árbol de Vida y derramarlo en el árbol que ampara la muerte, y así, el espíritu continuó en el cuerpo de los hombres por largos días, hasta que se tornaron malos y se inclinaron al pecado. Entonces el espíritu celestial partió de ese árbol en el momento de la entrada del alma en los hijos de los hombres. R. Eleazar dijo que la palabra beschagam (“porque él”) significa Moisés, que hizo que la Luna brillara, y esto capacitó a los a los hombres a morar en el mundo por largos días. “Y sus días serán ciento veinte años”. Esto es una referencia a Moisés por mediación de quien se dio la Ley y, así, otorgó a los hombres vida del árbol de la vida. Y, en verdad, si los hijos de Israel no hubieran pecado, habrían sido una prueba contra la muerte, porque el árbol
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de la vida fue traído abajo para ellos. Todo esto fue por Moisés, llamado beschagam, y de ahí que hemos aprendido: “Moisés no murió pero fue recogido del mundo, e hizo que la Luna brillara”, siendo bajo este aspecto como el Sol, el cual, después de ponerse, no espira, sino que da luz a la Luna. Según otra explicación, traducimos: “Porque, él, es decir, el espíritu, es también carne”, es decir, es convertido en carne, en el sentido de que siguiendo al cuerpo busca los placeres de este mundo. R. Isaac dijo: Las generaciones que siguieron en los pasos de Seth fueron todas piadosas y justas. Subsiguientemente, cuando las artes de la guerra que practicaron hasta que llegó Noé y les enseñó las artes de la paz y la agricultura, pues primero no acostumbraban sembrar y cosechar, pero luego lo consideraron necesario, como está escrito: “Mientras la tierra permanecía, siembra y cosecha...”[188]. R. Eleazar dijo: Dios restablecerá un día el mundo y fortalecerá al espíritu de los hijos de los hombres de modo que puedan prolongar sus días por siempre, como está escrito: “Pues como los días de un árbol serán los días de mi pueblo...”[189], y también: “El ha deglutido la muerte por siempre, y el Señor Dios limpiará las lágrimas de todos los rostros, y el reproche de su pueblo será eliminado de toda la tierra, pues el Señor lo ha dicho”[190]. “En el comienzo”. R. Judá dijo: Había dos casas, la primera casa y la segunda casa, una más alta y una más baja. Hay dos Hés, una más alta y una más baja; pero, todas forman una sola. La Beth más alta abre las puertas a cada lado, y cuando se combina con reschit forma el “comienzo” en la lista de las partes componentes del edificio. R. Isaac dijo en el nombre de R. Eleazar: Este Bereschit es la forma comprensiva que abarca todas las formas. Este es el sentido interno de las palabras “esa era la apariencia de la semejanza de la gloria del Señor”[191] es decir, la apariencia en que soin discernibles las otras seis. De ahí que analizamos la palabra Bereschit en bará schit (“creó seis”). Cuando los seis colores entran en esta apariencia, ella se prepara para reflejarlos y, a través de ellos, mantener en marcha el mundo. Pero el crédito de ello debe adcribirse no a este grado solamente, sino a todos los seis. R. Yose citó aquí el versículo: “Las flores aparecen sobre la tierra, ha llegado el tiempo de cantar, y en nuestro país se oye la voz de la tórtola”[192]. “Las flores” –dijo- aluden a los seis grados. Las palabras “ellas aparecen sobre la tierra” significan que son formas reflejadas en el grado llamado así. Es entonces que “el tiempo de cantar llega”, es decir, para alabar y laudar. R. Abba dijo: El mundo supremo está envuelto en misterio, y también todos sus atributos, porque constituye un día separado de todos los otros días. Cuando creó y produjo, produjo esos otros seis. A causa de su incomprensibilidad, la Escritura empieza con la palabra Bereschit, (“creó seis”), sin decir qué creó. Pero cuando llegó a la creación inferior, dio un nombre al creador, que ahora era descubrible, y dijo: “Elohim creó los cielos y la tierra”. Así, lo primero, que es lo más elevado, permanece envuelto en misterio, mientras que lo inferior es descubierto, de modo que la obra del Santo, Bendito Sea, pudiese, a la vez, ser oculta y descubrible. De manera similar, el nombre santo es, en la doctrina esotérica, a la vez oculto y descubierto. “Los –et- cielos” La partícula et indica que los cielos inferiores fueron creados para el mundo inferior. De manera que la palabra ve-et en y la tierra señala la tierra inferior y todos sus productos según la pauta superior. “Y la tierra era informe y vacía”
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Como lo hemos explicado. “La tierra” aquí es la tierra superior, que no tiene luz propia. Primero “estaba” en su propio estado, pero ahora “vacía e informe”, habiendo disminuido ella misma y su luz. Tohu (“carencia de forma”), bohu (“vacío”), “oscuridad” y “espíritu” fueron los cuatro componentes del mundo que comprendía. De ahí que: “La tierra era informe y vacía y oscuridad y espíritu”. “Y Dios dijo: Que haya luz” R. Isaac expresó: De estas palabras aprendemos que Dios desarraigó esos retoños de que hablamos y volvió a plantarlos; de ahí la expresión “y hubo luz”, implicando que la luz ya había existido. R. Judá confirmó esta idea con el versículo: “La luz es sembrada por el Tzadik”[193], siendo esta la mencionada en el versículo: “Que hizo salir justicia (zédek) del Oriente...”[194]. “Y Dios vio la luz y dividió” R. Isaac dijo: Esto implica, como hemos explicado, que él previó las obras de los malvados y almacenó la luz aparte. R. Abba dijo: El vio su radiación resplandeciendo de un confín del mundo al otro, y concluyó que era mejor almacenarla para que los pecadores no se beneficiaran de ella. R. Simeón dijo: La expresión: “Dios vio la luz que era buena”, significa realmente “Dios decidió que la luz sólo ha de ser buena”, es decir, que nunca ha de ser un instrumento de ira; está dicho: “Que era bueno a ojos del Señor para bendecir a Israel”[195]; y esto lo prueba el final del versículo: “Y Dios dividió la luz de la oscuridad”. Porque, aunque luego El unió luz y oscuridad, esa luz, sin embargo, continuó emanando de la radiación superior, y, a través de esta radiación, trae alegría a todos. Esta también es la Mano Derecha por la que las letras más profundamente grabadas se hallan coronadas, como ya se explicó. Al almacenamiento de la luz primordial se refiere el versículo: “Cuán grande es tu bondad que has elevado para quienes te temen, que has reservado para los que te temen, que has guardado para quienes confían en ti”[196]. “Y fue noche y fue mañana, día uno”. Noche del lado de la oscuridad y mañana del lado de la luz; y porque están juntas, la Escritura habla de “día uno”. R. Judá dijo: La razón por la que está escrito: “Y fue noche y fue mañana” para cada día es para mostrar que no hay día sin noche ni noche sin día, y los dos no pueden separarse. R. Yose dijo: El día en que la luz primordial emergió extendida a todos los otros días; de ahí que la palabra “día” se repite para cada uno de ellos. R. Eleazar dijo: Lo aprendemos del hecho de que la palabra “mañana” se emplea en conexión con todas ellas, y “mañana” proviene solamente del lado de la luz primordial. R. Simeón dijo: El primer día acompaña a todos los otros, y él los abarca a todos, para mostrar que no hay brecha entre ellos y todos se fusionan uno con otro. Otra explicación de las palabras: “Que haya luz” es: Que haya una extensión de esta luz hacia abajo, para formar los ángeles, que fueron creados el primer día, y tienen existencia permanente en el lado derecho. Además, la palabra et en el cuarto versículo puede tomarse para indicar el “espejo no claro” fue creado junto con el “espejo claro”. R. Eleazar dijo que señala la creación de todos los ángeles, que provienen del lado de la luz y que continúan todos brillando tan espléndidamente como al comienzo. “Que haya un firmamento en medio de las aguas”.
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R. Judá dijo: Con esto las “aguas superiores” fueron separadas de las “aguas inferiores”, siendo el firmamento una extensión de las aguas, como se ha explicado. De manera similar, “que divida”, es decir, las “aguas superiores” de las “aguas inferiores”. “Y Dios hizo el firmamento”. La palabra “hizo” indica que Dios le dedicó particular cuidado, y lo dotó con gran poder. R. Isaac dijo: En el segundo día fue creada la Guehena para los pecadores, en el segundo día, también, fue creado el conflicto. En el segundo día la obra comenzada no concluyó y por eso, las palabras: “Y era bueno” no se emplean en relación a ella. Sólo en el tercer día fue concluida la obra del segundo; de ahí que en el relato del tercer día encontramos dos veces la expresión: “Que era bueno”, una con referencia a su propia obra, y una con referencia a la del segundo día. En el tercer fue enmendada la deficiencia de la del segundo; fue eliminada de ella la discordia, y se extendió la misericordia a los pecadores en la Guehena, cuyas llamas fueron atemperadas. De ahí que el segundo día es abarcado y completado en el tercero. Un día, R. Jiyá, estudiando con R. Simeón, dijo a éste: Dices que la luz fue en el primer día y la oscuridad en el segundo y las aguas se separaron y surgió la discordia; y ¿por qué no se termino toda la obra en el primer día, cuando la Derecha aún comprendía la Izquierda? Él contestó: Esta es la verdadera razón porque hubo discordia, y de ahí que fue necesario que interviniera el tercer día y restaurara la concordia. “Que la tierra produzca hierba”. Esto indica la unión de las aguas superiores con las inferiores como para dar fruto. Las aguas superiores generan, y las aguas inferiores las llaman como la hembra al varón, porque las aguas superiores son masculinas y las inferiores femeninas. R. Simeón dijo: Todo esto tiene lugar arriba y abajo. R. Yose dijo: Si es así, dado que hemos puesto Elohim jayim, (“Dios viviente”), arriba, ¿hemos de poner simplemente Elohim abajo? No es así, pero la verdad es que la generación sólo es abajo, de acuerdo a nuestra explicación de las palabras: “Estas son las generaciones de los cielos y la tierra cuando fueron creados (behibaream)”, o, como lo explicamos: “Que fueron creados con Hé”, mientras el de arriba es el padre de todo; el otro es una creación, y por eso es la tierra que trajo productos (toledot), siendo puesto encinta como una femenina por un masculino. R. Eleazar dijo: Desde el comienzo estaban latentes en la tierra todas las fuerzas, pero ella no dio sus productos hasta el sexto día, como está escrito: “Que la tierra produzca alma viviente”. Es verdad que está escrito que en el tercer día “la tierra produjo hierba”, pero esto sólo significa que llevó sus fuerzas a un estado de preparación, y todos sus productos permanecieron latentes en ella hasta el debido tiempo. Primero fue “vacía y sin forma”, luego fue debidamente preparada y provista con simientes y hierbas, plantas y árboles, y finalmente los hizo salir. De manera similar, las lumbreras no emitieron su luz hasta el tiempo debido. “Que haya lumbreras en el firmamento del cielo”. La omisión de la Vav de la palabra meorot; de modo que se puede leer meerot (“maldiciones”) indica la inclusión de la mala serpiente que ensució a la Luna y la separó del Sol haciendo que la tierra fuese maldecida[197].
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La palabra yehi, estando en singular, muestra que la palabra “lumbreras” se refiere a la Luna, mientras que “el firmamento del cielo” se refiere al Sol. Así, toda la expresión indica que ambos eran entendidos como unidos de modo de mirar los mundos arriba y abajo, como lo muestra la expresión encima de (al) la tierra. Por la Luna se hace todo cálculo de tiempo. R. Simeón dijo: Las medidas y la determinación de las estaciones y los días intercalares se hacen todos por la Luna, y no por las esferas superiores. R. Eleazar le dijo: ¿Es así? ¿Nuestros colegas no hacen toda clase de cálculos y medidas por las esferas superiores? Él contestó: No, el cálculo se hace por la Luna, y ésta es una base para proseguir. R. Eleazar objetó después que está escrito: “Y ellas serán señales”. R. Simeón contestó que la palabra para “señales” (otot) está escrita defectuosamente, lo que muestra que solo significa una, mientras que la expresión: “Ellas serán” alude a las muchas fases de la Luna, que hacen que sea como un depósito con varios objetos aunque es siempre la Luna única, que es la base de contar. Considera esto. Hay cierto punto que es el comienzo del número, y que ya no puede ser analizado. Hay arriba un punto no revelado e incognoscible que es el punto de partida para la numeración de todas las entidades ocultas y recónditas. Correspondiéndole hay un punto abajo que es cognoscible y que es el punto de partida para todo cálculo y numeración; por consiguiente, aquí está el lugar para toda medida y numeración de estaciones y días intercalares y festividades y Sábados; los hijos de Israel que adhieren a Dios calculan por la Luna, y ascienden a la altura como está escrito: “Y adherís al Señor vuestro Dios,...”[198]. “Que las aguas rebosen con enjambres de creaturas vivientes”. R. Eleazar dijo: Ya hemos explicado que esas aguas, inferiores, rebosaban y producían, como las de arriba; así hay acuerdo. “Y pájaros para volar sobre la tierra”. La forma yeofof (“volar”) es peculiar. R. Simeón dijo: Aquí hay una alusión mística: “Pájaros” se refiere al ángel Mijael, del cual está escrito: “Y uno de los Serafines voló a mí”[199]. “Volar” se refiere a Gabriel del cual está escrito: “El hombre Gabriel al que primero he visto en una visión en la que hubo que volar velozmente”[200]. “Sobre la tierra”. R. Abba dijo: Este es Rafael –literalmente, “curador de Dios” -, que está encargado de curar la tierra y por el cual la tierra es curada de modo de proporcionar una morada para el hombre, cuando también él se cura de sus enfermedades. “Sobre la haz del firmamento del cielo” Este es Uriel. De ahí el texto continúa: “Y Dios creó los grandes monstruos marinos”. R. Eleazar dijo: Estos son los setenta grandes capitanes designados para las setenta naciones y para eso fueron creados, para controlar la tierra. “Y cada creatura viviente que se mueve”.
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Éstas designan a Israel, cuyas almas efectivamente derivan de la “viviente” (jayá) de que hemos hablado, y que se llama “una nación sobre la tierra”. “Que las aguas produjeron abundantemente según sus especies”. Esto designa a los que estudian la Torá. “Y cada ave alada según su especie” Éstos son los justos entre ellos, en cuya virtud son “alma viviente”. Según otra explicación estos son los ángeles, enviados como mensajeros de Dios al mundo, de quienes ya hemos hablado. R. Abba dijo que “alma viviente” designa a los hijos de Israel porque son hijos para el Todopoderoso, y las almas de ellos, que son santas, vienen de El. ¿De dónde, entonces, vienen las almas de otros pueblos paganos? R. Eleazar dijo: Ellos obtienen almas de los lados de la izquierda que acarrean impureza, y por eso son todos impuros y contaminan a los que tienen contacto con ellos. “Y el Señor dijo: Que la tierra produzca alma viviente,...” Esto incluye todos los otros animales, fuera del hombre, cada uno según su especie. R. Eleazar dijo: La repetición de las palabras: “Según su especie” confirma lo que dijimos antes, que “alma viviente” se refiere a Israel, que tiene almas vivientes de arriba; y “ganado y cosas que se arrastran y bestias sobre la tierra” a los otros pueblos, que no son “alma viviente”, pero que son como hemos dicho. “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. Es decir, participando de seis direcciones, compuestas de todas, según la pauta superior, con miembros dispuestos como para sugerir la Sabiduría esotérica, creatura totalmente excepcional: “Hagamos al hombre”: La palabra adam (“hombre”) implica masculino y femenino, creados completamente por la Sabiduría superior y santa. “A nuestra imagen, según nuestra semejanza”: Estando los dos combinados, de modo que el hombre pudiese ser único en el mundo y gobernar sobre todo. “Y Dios vio todo -et kol- que El había hecho, y contempló que era muy bueno”. Aquí la palabra “muy” corrige la omisión de las palabras “que era bueno” en el relato del segundo día. En el segundo día fue creada la muerte, y, según nuestros colegas, la expresión “muy bueno” se refiere a la muerte. “Y Dios vio...”. Seguramente El había visto todo antes, pero la Escritura indica aquí por la partícula acusativa et que Dios vio ahora también todas las generaciones que hubieren de ser, y cada cosa que hubo de ocurrir en el mundo en cada generación antes de que llegara a existir. “Que El ha hecho”: Estas palabras indican todas las obras del periodo creador (relatado en la sección Bereschit), en el que se creó el fundamento y la base de todo lo que subsiguientemente hubo de ser y ocurrir en el mundo. Dios previó todo y colocó todo potencialmente en la obra de la creación. La palabra ha-schischi (“el sexto”) contiene aquí el artículo definido que no se empleó al enumerar los otros días. Esto es para indicar que cuando el mundo fue terminado el masculino y el femenino estaban unidos como para formar un todo único -Hé con “sexto”, que es el fundamento. “Estuvieron terminados”: Esto indica que estuvieron completados en cada detalle; estuvieron completados de cada lado y completamente equipados con todo.
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R. Eleazar comentó el texto: Cuán grande es tu bondad que has dispuesto para los que te temen, has forjado para quienes ponen su confianza en ti, ante los hijos de los hombres”. [201] Dijo: Dios creó al hombre en el mundo y le dio la facultad de perfeccionarse en el servicio a El y para dirigir sus caminos como para merecer el gozo de la Luz celestial que Dios ocultó y reservó para los justos, como está escrito: “Ningún ojo ha visto, Oh Señor, junto a Ti, lo que quieres hacer para quien en Ti espera”[202]. Es por la Torá que el hombre puede hacerse digno de esa luz. Pues quien estudia la Torá merece una parte en el mundo futuro, y hasta es considerado constructor de mundos, porque el mundo fue construido y completado por la Torá; así dice la Escritura: “El Señor fundó la tierra con Sabiduría (es decir, la Torá), El estableció los cielos con Entendimiento”[203], “Y yo (la Torá) fui la delicia cada día”[204]. Así, todo aquel que estudia la Torá completa el mundo y lo preserva. Además, Dios hizo el mundo con un soplo, y por un soplo es preservado, el aliento de los que estudian la Torá asiduamente, y, más aún, el aliento de los niños escolares cuando recitan su lección. En este versículo “gran bondad” significa la bendición acumulada, y “los que Te temen” significa los que temen al pecado. “Tú has forjado para los que confían en ti”: El objeto que implica “forjado” es la obra de la creación. R. Abba dice Es el Jardín de Edén que Dios formó sobre la tierra, según la pauta suprema, para los justos, para su sostén, como está escrito: “Ante los hijos de los hombres”, pues ése se halla en presencia de los hombres, mientras el otro se halla en presencia de los ángeles santos. R. Simeón dijo: Del Jardín de Edén se dice que está “ante los hijos de los hombres” porque en él se hallan reunidos los justos que ejecutan la voluntad de su Amo. “Y estuvieron terminados” Implica que toda la obra que hubo de hacerse, arriba y abajo, estaba concluida. “El cielo y la tierra” Arriba y abajo. R. Simeón dijo: Estas palabras designan el edificio general de la Ley Escrita y el edificio general de la Ley Oral. Las palabras: “Y todas sus huestes” designan los detalles de la Torá las setenta explicaciones alternativas de la Torá; Mientras que las palabras: “Y fueron completados” implican que las dos Leyes son complementarias la una de la otra. O, bien, “cielo y tierra” pueden interpretarse como lo general y lo particular, y “todas sus huestes” como el sentido interno de la Torá, sus reglas concernientes a pureza e impureza, etc. “Y Dios concluyó mediante el séptimo día” Esto es la Ley Oral que es el “séptimo día”, y por el cual el mundo fue completado y el todo preservado. “Su obra que El ha hecho” Pero no el todo de Su obra, porque fue la Ley Escrita que produjo el Todo por el poder de lo Escrito que salió de la Sabiduría. Las palabras: “En el séptimo día” se emplean aquí tres veces, esto es: “Y Dios terminó en el séptimo día”; “Y El descansó el séptimo día” y también “Y Dios bendijo el séptimo día”. El “séptimo día” en la primera de las citas es la Ley Oral, porque con el séptimo día fue completado, como hemos dicho.
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“Y El descansó el séptimo día” se refiere al “Cimiento del mundo”. En el libro de R. Yeba el Anciano se dice que este es el Jubileo, y de ahí que está aquí escrito: “Del todo de su obra” porque el Todo sale de él. Pero nosotros lo interpretamos del Cimiento, porque éste es la fuente principal de descanso y contento. “Y Dios bendijo al séptimo día” se refiere al Sumo Sacerdote, que bendice todo, y que siempre toma la primera participación, como hemos aprendido: “El Sumo Sacerdote toma la primera participación, y las bendiciones comienzan con él y se llama séptimo”. R. Yesa el Anciano dice: Estas dos menciones del “séptimo día” se refieren, una, al Cimiento del mundo, y, una, a la Columna del centro. “Y lo santificó” La palabra otó –(“a él”)- significa también “su signo” como se comprueba en II, Samuel XV, 25, y así se refiere al lugar en que está fijado el signo del pacto. Esta es la morada de todas las santificaciones celestiales, y de él descendieron sobre la Comunidad de Israel para conferirle toda suerte de lujos y golosinas. Esto se puede ilustrar con el versículo: “De Ascher su pan es gordo, y dará las golosinas de un rey”[205] Interpretamos “Ascher” como el pacto perfecto. “Su pan es gordo” significa que el que era pan de aflicción se convirtió en pan de lujo. El “rey”, es la comunidad de Israel, a quien da todas las abundancias en el mundo. “Pues en él descansó” En él encontró descanso y contento, arriba y abajo, y en él está el Sábado para reposo. “Que Dios creó para hacer” Como “memorial” encuentra su cumplimiento en “preservación”, así aquí “creando” se implementa en “haciendo”, para establecer firmemente la obra del mundo; “hacer” indica el artífice del mundo, por quien todo es conducido. R. Simeón explicó luego el versículo de la manera siguiente. Dijo: Está escrito: “Que guardó el pacto y la bondad”[206] “Que guardó” indica la comunidad de Israel; “el pacto” indica el Cimiento del mundo; “bondad” indica Abraham. La comunidad de Israel es quien mantiene el pacto y la bondad, y se llama “guardador de Israel”, y cuida la puerta del Todo, y de ella dependen todas las obras del mundo. Esto es lo que “Dios creó para hacer”, es decir, para perfeccionar y terminar el todo, y producir espíritus y almas y aun espíritus y demonios. No has de creer que también éstos no son para el bien del mundo, pues sirven para el castigo de los malvados, a quienes encuentran y amonestan; pues quien se dirige a la izquierda es enredado en el lado izquierdo y es acometido por ellos, De ahí que son útiles. Leemos que Dios dijo respecto de Salomón: “Yo lo castigaré con la vara de los hombres y con las plagas de los hijos de los hombres”[207]. Estas “plagas de los hijos de los hombres” son los demonios. Fueron creados en el momento en que fue santificado el Sábado, y ellos fueron dejados como espíritu sin cuerpo. Estas fueron las creaturas que no fueron terminadas; son de la izquierda, escoria de oro, y como no fueron terminados y permanecieron defectuosos, el santo nombre no se menciona en relación con ellos, y no adhieren a él y los aterra. El nombre santo no se posa sobre nada defectuoso.
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De ahí que un hombre que parte de la vida defectuosa sin haber dejado tras de él un hijo, no puede ligarse al nombre santo y no es admitido dentro de la cortina, porque es defectuoso; y un árbol que ha sido desarraigado debe ser plantado de nuevo; pues el nombre santo es perfecto a cada lado, y no se le puede unir ningún defecto. Las creaturas que hemos mencionado son rechazadas arriba y abajo, y por eso no tienen lugar seguro ni abajo ni arriba. Son las designadas con las palabras: “Que Dios creó para hacer”, es decir, no fueron hechos como seres concluidos ni arriba ni abajo. Cabe preguntar, dado que son espíritus, ¿por qué estos seres no fueron terminados arriba? La respuesta es que no fueron terminados abajo sobre la tierra, y por eso no fueron terminados arriba. Todos tienen su origen en el lado de la izquierda: Son invisibles para los hombres y revolotean en torno de ellos para causarles daño. Tienen tres rasgos en común con los ángeles y tres en común con los seres humanos, como ya se señaló en otra parte. Después de ser creados fueron dejados más allá de las piedras molares del precipicio del gran abismo durante la noche y el día de Sábado. Cuando expiró la santidad del día, llegaron al mundo en sus estado inconcluso y comenzaron a revolotear en todas direcciones. Se convirtieron en un gran peligro para el mundo, porque con ellos surgió todo lo del lado de la izquierda y comenzó a llamea el fuego de la Guehena, y todos los habitantes del lado izquierdo comenzaron a vagar por el mundo. Procuraron vestirse en cuerpos, pero no lo pudieron. De ahí que necesitamos protección contra ellos, y por eso el recitado del “Himno de los accidentes”[208] fue prescrito para cada ocasión cuando amenaza peligro del lado de ellos. Pues cuando el Sábado es santificado a la noche del Viernes, un tabernáculo de paz desciende del cielo y se expande por el mundo. Este tabernáculo de paz es el Sábado, y cuando baja todos los malos espíritus y demonios y todas las creaturas que impurifican se esconden en el orificio de las piedras molares del precipicio del gran abismo. Es que cuando la santidad se difunde por el mundo, el espíritu de impureza permanece inactivo, pues los dos se apartan el uno del otro. De ahí que en víspera de Sábado el mundo se halla bajo protección especial y no necesitamos decir la plegaria: “Que guarda su pueblo por siempre, amén”. Esta plegaria fue prescrita para los días de semana, cuando la protección es necesaria. Pero en Sábado se difunde por el mundo un tabernáculo de paz, que es escudo para todos los lados. Aun los pecadores de la Guehena están protegidos, y todos los seres están en paz, en la esfera superior y en la inferior. Por eso concluimos nuestra plegaria ese día con las palabras: “Que extiende un tabernáculo de paz sobre nosotros y sobre todo su pueblo Israel y sobre Jerusalem”. La razón de que se mencione a Jerusalem es que ella es la morada del tabernáculo. Así, hemos de invitar a ese tabernáculo a extenderse sobre nosotros y posarse sobre nosotros para protegerse como una madre protege a sus niños, de modo que podamos sentirnos seguros en cada lado. Ahora bien, cuando los hijos de Israel al recitar esta bendición invitan a este tabernáculo de paz a sus hogares a un visitante santo, desciende una santidad divina y extiende sus alas sobre Israel como una madre que abraza a sus hijos. Pues las almas tienen en ella su morada y salen de ella, y así, cuando ella baja. Entonces desaparecen del mundo todos los malos espíritus e Israel descansa bajo la protectora santidad de su Amo. Además, este tabernáculo de paz imparte nuevas almas a sus hijos. Pues las almas tienen su morada en ella y salen de ella, y, así, cuando ella baja y tiende sus alas sobre sus hijos, entrega un alma nueva a cada uno de ellos. R. Simeón dijo luego: Es por eso que, como lo aprendimos, el Sábado es un espejo del mundo futuro. Por la misma razón, también, el año Sabático y el Jubileo son cada uno espejo para el otro.
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El alma adicional desciende de la fuerza mística implicada en la palabra zajor (“recuerda”) sobre el tabernáculo de paz, siendo tomado del mundo futuro. El tabernáculo se la da al pueblo santo, que se alegra con ella y por ella es capaz de olvidar todas sus cuestiones mundanales y todas sus turbaciones y aflicciones, realizando así las palabras del profeta: “En el día en que el Señor te dará descanso de tu aflicción, y de tu turbación, y del servicio duro...”[209]. Por eso en la noche del Viernes todo hombre a de tener una comida completa, para mostrar que este tabernáculo de paz fue tomado por una unión de todos los principios, con la condición de que deje para sí para el día siguiente una vianda, o, según otros, y es más correcto, para dos viandas. Todo esto, naturalmente, si ha dejado más de lo necesario para el día siguiente. Para los niños son suficientes dos platos, y en esto concuerdan los colegas. La función de encender la luz sabática fue confiada a las mujeres del pueblo santo; como lo asentaron los colegas: “La mujer encendió la luz en el mundo y trajo la oscuridad, etc.”; y así estamos de acuerdo. Pero, hay una razón más esotérica. Ese tabernáculo de paz es la Matrona del mundo, y en él moran las almas que son la lámpara celestial. De ahí que la matrona ha de encender la luz, porque con esto ella se vincula a su lugar apropiado y realiza su función correcta. La mujer ha de encender la luz sabática con deleite y alegría, porque es para ella un gran honor; y, además, con esto se califica para ser la madre de santa descendencia que crecerá para ser brillantes lumbreras de saber y piedad y difundirá paz en el mundo, y también procura vida larga a su marido. De ahí que ha de ser muy cuidadosa al realizar esta ceremonia. Observa las palabras “recuerda” y “guarda” en el mandamiento del Sábado[210]. Ambas se aplican igualmente al día y a la noche; sin embargo, “recuerda” tiene una aplicación más especial al hombre y “guarda” a la mujer, cuya observancia principal es de noche. “Y el Señor Dios construyó (vayiven) el lado que había tomado del hombre, etc.” R. Simeón dijo: Está escrito: Dios entendió el camino de ello y conoce el lugar de ello. [211] Este versículo puede ser tomado de varias maneras. Una de ellas es que la palabra “entendió” (hevin) tiene el mismo sentido que vayiven en el segundo capítulo del Génesis. De ahí que el “lado” aquí es la Ley Oral, que forma un “camino”, como está escrito: “El que hace un camino en el mar”[212]. De manera similar, “lugar” se puede interpretar aquí como la Ley Escrita, que es una fuente de conocimiento. El doble nombre “Señor Dios” se emplea para mostrar que se hallaba completado en todos los detalles. De ahí que se llama a la vez Jojmá (“Sabiduría”) y Biná (“Entendimiento”). “El lado” (zela) es el espejo no claro, como está escrito: “Ellos se regocijaron de mi vacilante (bezali) y se reunieron”[213]. “Que tomó del hombre”: Porque la Ley Oral salió de la Ley Escrita. “En una mujer”. Para estar ligada con la llama de la izquierda, porque la Torá fue dada del lado de Gueburá. Además, ischá (“mujer”) se puede analizar en esch hé (“fuego de hé”), que significa la unión de los dos.
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“Y El la trajo al hombre”: Que es como decir que la Ley Oral no debe ser estudiada por ella misma, sino en conjunción con la Ley Escrita, que la nutre y provee a todas sus necesidades. (De manera similar hemos explicado las palabras “Y la tierra”). De este pasaje aprendemos que cuando un hombre da su hija en matrimonio, hasta el momento de la boda el padre y la madre son responsables por el mantenimiento de ella, pero una vez que se ha casado el marido ha de sostenerla y proveer a todas sus necesidades. Pues primero dice aquí que el Señor Dios construyó el lado, es decir, que el Padre y la Madre proveyeron para ella, pero después “la trajo al hombre”, para que pudieran estar estrechamente unidos, y el hombre pudiese proveer a todas las necesidades de ella. Según otra explicación este versículo tiene un profundo sentido esotérico, es decir, que el punto primordial es incognoscible salvo para Dios, que “entiende su camino”, es decir, el mundo futuro, mientras que “El”, es decir, el gran inescrutable llamado Hu, El, “conoce su lugar”. “Y el Señor Dios formó al hombre” En este punto el hombre fue completamente formado como partícipe de la Derecha y la Izquierda. Asentamos ante que él se hallaba completamente bajo la égida de la buena inclinación; y Dios lo formó con ambas inclinaciones, la buena y la mala, con la buena inclinación para él mismo, y la mala inclinación para dirigirla a la mujer. Hablando esotéricamente, aprendemos de aquí que el Norte siempre es atraído a la hembra y se liga a ella, y por eso se llama ischá, es decir, esch hé, (“fuego de hé”). Observad esto. La buena inclinación y la mala inclinación están en armonía sólo porque participan de la mujer, que está ligada a ambas de esta manera: Primero, la mala inclinación la persuade y se unen, y, cuando están unidas, la buena inclinación, que es júbilo se levanta y se la atrae, y así participa de las dos, y las reconcilia. De ahí que está escrito: “Y el Señor Dios formó al hombre”. El nombre doble es responsable por las dos, la buena y la mala inclinación. “Al hombre”: Como lo hemos explicado, masculino y femenino, juntos y no separados, de modo de dirigir rostro a rostro. De ahí que está escrito: “Polvo del suelo”. El empleo de la palabra “suelo”, adamá, debe explicarse aquí. Cuando la esposa se junta con el marido se llama por el nombre del marido; así, los correlativos isch (“hombre”) e ischá, zadik (“justo”) y zédek, ofer (“macho”) y efar, zeví (“ciervo”) y zibia. Así, también, con las palabras ascher, que, y ascherá. Dice: “No te plantarás una Ascherá, alameda, de ninguna especie de árbol al lado del altar del Señor tu Dios que, ascher, te harás. ¿Quiere esto decir que en cualquier otra parte está permitido? La verdad es que la Hé se llama Ascherá por el nombre de su cónyuge, Ascher, y por eso el sentido del versículo es: No plantarás otra ascherá al lado del altar establecido sobre ésa. Observa que a través de las Escrituras los adoradores del Sol se llaman servidores de Baal y los adoradores de la Luna, servidores de Ascherá; de ahí, la combinación “a Baal y Ascherá”. Si es así, que Ascherá es el nombre de la Hé, ¿por qué no se emplea como un nombre sagrado? La razón es que este nombre trae a la mente las palabras de Leah: “Feliz soy yo, porque las hijas me llamarán feliz (ischruni)”, pero a esta no la llaman “feliz” otras naciones, y otra es puesta en su lugar; y otra es puesta en su lugar; y también está escrito: “Todos los que la honraron, la desprecian”[214]. Pero el real es uno que está hecho de tierra, como está escrito: “Harás un altar de tierra para mí”. De ahí, “polvo de la tierra”.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
“Y él respiró en sus narices el aliento de vida” El aliento de vida se hallaba incluido en la tierra, que fue hecha encinta de él como una mujer fecundada por el varón. Así se unieron el polvo y el aliento, y el polvo se volvió lleno de espíritus y almas. “Y el hombre se tornó un alma viviente” En este punto alcanzó su forma propia, y se volvió un hombre para sostener y nutrir el alma viviente. “Y el Señor Dios construyó” También aquí se emplea el nombre completo de la Divinidad, que indica que el padre y la madre la proveyeron hasta que ella vino a su marido. “El lado” “Negro pero buen aspecto”; ella fue el “espejo no claro”, pero el padre y la madre la ataviaron para hacerla aceptable a su marido. “Y la trajeron al hombre” De esto aprendemos que incumbe al padre y a la madre de la novia transferirla a cargo del novio; así leemos: “Di mi hija a este hombre”[215]. Desde este punto el marido ha de venir a ella, pues la casa es de ella; así está escrito: “Y él vino a ella”[216], “Y él vino a Raquel”[217]. Del padre y la madre está escrito que ellos “trajeron”, pero del marido que “vino”, para señalar que debe obtener el permiso de ella. Una reflexión similar cabe respecto del versículo: “Y el oró en el lugar y se demoró allí”[218], es decir, que Jacob primero procuró tener permiso. De esto aprendemos que un hombre que desea la sociedad de su mujer, necesita primero rogarla y halagarla; y si no puede persuadirla, no puede permanecer con ella; su compañía ha de ser voluntariosa y no constreñida. Después dice de Jacob que: “Se demoró allí porque el Sol se había puesto”, lo que muestra que la relación sexual está prohibida durante el día. Además dice que: “Tomó piedras del lugar y las puso bajo su cabeza”. De esto aprendemos que aun un rey que tiene una cama de oro con cubiertas preciosas, si su mujer prepara para él una cama de piedras, debe dejar su propia cama y dormir en la que ella prepara, como está escrito: “Y él se acostó en ese lugar”. Observad que aquí dice: Y el hombre dijo, esta vez..., para mostrar que él habló suavemente de modo de atraerla y ganar el afecto de ella. Mira cuán tierno y persuasivo es su lenguaje –“hueso de mi hueso y carne de mi carne”- para probarle que eran inseparablemente uno. Luego él empezó a cantarle alabanzas: Esta será llamada mujer, esta es la sin par e incomparable; este es el orgullo de la casa, que supera a todas las otras mujeres como un ser humano sobrepasa a un mono. Es perfecta en todos los puntos, y la única que merece el título de mujer. Cada palabra está inspirada en amor, como el versículo: “Muchas hijas han hecho valerosamente, pero tú superaste a todas ellas”[219]. Por eso un hombre ha de dejar a su padre y a su madre y adherir a su mujer, y han de ser una sola carne: También todo esto era para ganar su afecto y aproximarla más cerca.
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“Y la serpiente era sutil” Después de que el hombre hubo dirigido todas estas palabras a la mujer, se despertó la mala inclinación, apremiándolo a procurar unirse con ella en deseo carnal, y a instarla a cosas en que la mala inclinación se complace, hasta que, finalmente: La mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que era una delicia para los ojos y tomó del fruto de él y comió –admitiendo prontamente la mala inclinación. Y también dio a su marido con ella: Ahora fue ella quien procuró despertar deseo en él, para ganarse su amor y afección. Este relato muestra los procedimientos de los seres humanos según el modelo de los de arriba. R. Eleazar preguntó: Si es así, ¿qué hemos de hacer de la mala inclinación que se apodera de la hembra arriba? Dijo: Ya se señaló que un grupo (Izquierda y Derecha) está arriba y un grupo abajo, es decir, la buena inclinación y la mala inclinación; la buena inclinación a la derecha y la mala inclinación a la izquierda. La Izquierda arriba se apodera de la mujer para unirse a ella en el cuerpo, como está escrito: “Su mano izquierda bajo mi cabeza...”[220]. De esta manera se puede interpretar el pasaje como aplicándose tanto arriba como abajo. Los puntos restantes no son del todo recónditos y casi los puede dilucidar un niño; y los colegas los han notado. R. Simeón marchaba una vez a Tiberíades acompañado por R. Yose y R. Judá y R. Jiyá. En el camino vieron a R. Pinjas viniendo hacia ellos. Cuando se encontraron, desmontaron y se sentaron bajo un árbol robusto. R. Pinjas dijo: Ahora que estoy sentado aquí desearía oír algunas de las ideas maravillosas que expresáis todos los días. Entonces R. Simeón comenzó un discurso con el texto: “Y él fue en sus viajes del Sur hasta Bethel, hasta el lugar donde su tienda había estado primero, entre Bethel y Aí”[221] Dijo: La palabra “viajes” aquí donde hubiéramos podido esperar “viaje”, para indicar que la Schejiná viajaba con él. Incumbe al hombre ser siempre “masculino femenino”, de modo que su fe pueda ser firme, y que la Schejiná nunca se aparte de él. Entonces, ¿dirás de un hombre que está de viaje, hallándose ausente de su mujer, que ya no es “masculino femenino? Su remedio es rogar a Dios antes de emprender viaje, cuando todavía es “masculino y femenino”, para que le acerque la presencia de su Amo. Cuando ha ofrendado su plegaría y agradecimiento y la Schejiná permanece sobre él, entonces puede partir, porque por su unión con la Schejiná se ha vuelto “masculino y femenino” en el campo, como era “masculino y femenino” en la ciudad, según está escrito: “La justicia, zédek, el femenino de zadik, ha de marchar delante de él y poner sus pasos en el camino”[222]. Observa esto. Todo el tiempo en que un hombre está de viaje ha de ser cuidadoso de sus acciones, para que el socio celestial no lo abandone y lo deje en situación defectuosa, por la falta de unión con la mujer. Si esto era necesario cuando su mujer estaba con él, ¿cuánto más necesario es si le está ligado un socio celestial? A lo sumo que el socio celestial lo cuide durante todo el viaje hasta que regrese a su casa. Cuando regresa de nuevo a su casa, es su deber proporcionar a su mujer algún placer, porque es ella quien le proporcionó el compañero celestial. Es su deber hacerlo por dos razones. Una es que este placer es un placer religioso, y uno que da júbilo a la Schejiná también, y, lo que es más, por su medio él extiende paz en el mundo, como está escrito: “Conocerás que tu tienda es en paz y visitarás tu corral y no pecarás”[223].
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Cabe preguntar, ¿es un pecado si no visita a su mujer? La respuesta es que es así porque con ello se detracta del honor de la compañía celestial que se le unió por causa de su mujer. La otra es que si su mujer se pone encinta, el compañero celestial imparte al niño un alma santa, pues este pacto se llama el pacto del Santo, Bendito Sea. Por eso ha de ser tan diligente para procurar esta alegría del Sábado, que es compañía de los Sabios. De ahí: “Tú has de saber que tu tienda es en paz”, pues la Schejiná viene contigo y mora en tu casa, y, por eso, “visitarás tu casa y no pecarás”, al efectuar con alegría el deber religioso de la relación conyugal en presencia de la Schejiná. De esta manera los estudiosos de la Torá que se separan de sus esposas durante los seis días de la semana para dedicarse al estudio, están acompañados por un compañero celestial para poder continuar siendo “masculino y femenino”. Cuando viene el Sábado, les incumbe alegrar a sus esposas en consideración al honor del compañero celestial, y procurar realizar la voluntad de su Amo, como se ha dicho. Igualmente, de manera similar, si la esposa de un hombre observa los días de su separación, durante todos esos días que él la espera, el compañero celestial se asocia a él, de modo que él aún es “masculino y femenino”. Cuando su mujer es purificada, es deber de él alegrarla con la alegre realización de un precepto religioso. Todas las razones que hemos mencionado también se aplican a este caso. La doctrina esotérica es que los hombres de fe verdadera han de concentrar todo su pensamiento y propósito en la Schejiná. Puedes objetar que de acuerdo con lo que se ha dicho, un hombre goza de mayor dignidad cuando está de viaje que cuando está en su hogar debido a la compañía celestial que le está asociada. No es así. Pues cuando un hombre se halla en su hogar, el fundamento de su casa es la esposa, porque en mérito a ella la Schejiná no parte de la casa. Así han entendido nuestros maestros el versículo: “Y él la trajo a la tienda de su madre Sara”[224], para indicar que con Rebeca la Schejiná vino a la casa de Isaac. Hablando esotéricamente, la Madre suprema se encuentra en compañía con solamente el varón en el tiempo en que la casa está preparada, y el masculino y el femenino están juntos. Entonces la Madre suprema derrama bendiciones para ellos. Analógicamente, la Madre inferior no se encuentra en compañía con el varón salvo cuando la casa está preparada y el varón visita la mujer y se juntan; entonces la Madre inferior derrama bendiciones para ellos. De ahí que el hombre ha de estar rodeado por dos mujeres, como el Varón arriba. Hay una alusión a esto en el versículo: “Hasta (ad) el deseo de las colinas persistentes”[225]. Este ad es el objeto del deseo de las “colinas persistentes”, es decir, la femenina suprema, que ha de preparar para él y beatificarlo y bendecirlo y la hembra secundaria, que ha de juntarse con él y ser sostenida por él. Análogamente abajo, cuando el hombre está casado, el deseo de las “colinas persistentes” es hacia él, y es beatificado y bendecido por dos mujeres, una del mundo superior y una del mundo inferior para ser sostenida por él y ser unida con él. Esto, tratándose del hombre en su casa. Pero, cuando él sale de viaje, mientras la Madre celestial aún lo acompaña, la mujer inferior es dejada detrás; así, cuando vuelve ha de tomar medidas para rodearse de dos mujeres, como lo hemos dicho. R. Pinjas dijo: Aun los ángeles arriba no se atreverían a abrir sus bocas delante tuyo. R. Simeón continuó: De la misma manera la Torá está situada entre dos casas, una recóndita y en lo alto y la otra más accesible. La de en lo alto es la “Gran Voz” a que se refiere el versículo: “Una gran voz que no cesa”[226].
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Esta voz está en los huecos y no es oída o revelada, y cuando sale de la garganta expresa lo pronunciado sin sonido y fluye sin cesar, aunque es tan tenue como para ser inaudible. De esto sale la Torá, que es la voz de Jacob. La voz audible sale de la inaudible. En el debido curso se le liga el lenguaje, y por obra del lenguaje emerge abiertamente. La voz de Jacob, que es la Torá, se liga así a dos hembras, a la voz interior que es inaudible, y a la voz exterior que se oye. Hablando estrictamente, hay dos que son inaudibles y dos que se oyen. Las dos que no se oyen son, primero, la Sabiduría suprema, que se localiza en el Pensamiento y no es descubierta u oída; y, en segundo lugar, la misma Sabiduría cuando sale y es manifiesta es un cuchicheo que no se puede oír, llamándose entonces la “Gran Voz”, que es muy tenue y sale en su cuchicheo. Las dos que se oyen son las que salen de esta fuente, la voz de Jacob y la articulación que la acompaña. Esta “Gran Voz” que no se puede oír es una “casa” para la Sabiduría suprema. Téngase presente que “casa” es siempre femenino y la articulación que mencionamos es una “casa” para Jacob, que es la Torá. Por eso la Torá comienza con la letra Beth, que es una “casa” para ella. R. Simeón trazó aquí un paralelo entre la creación del cielo y la tierra y la de la mujer. “En el comienzo Dios creó”, dijo, corresponde a: “Y el Señor Dios construyó el costado”; “los cielos” corresponde a: “Y la trajo al hombre”; “y la tierra” corresponde a: “hueso de mi hueso”, pues esto es seguramente “el país de los vivientes”. R. Simeón hizo luego una exposición del versículo: “El Señor dijo a mi amo: Siéntate a mi mano derecha hasta que haga de tus enemigos tu banquete”. [227] “El Señor dijo a mi amo”: Es decir, el grado superior dijo al inferior: “Siéntate a mi mano derecha”, para que el Oeste se uniera con el Sur y la Izquierda con la Derecha, de modo de quebrar el poder de los Paganos. O, también, “El Señor” es el Jacob celestial y “a mi amo” es “el arca del pacto, el Señor de toda la tierra”[228]. Según otra explicación, “el Señor” se refiere al Jubileo y “mi amo” al año Sabático. En Éxodo XXI, 5 se dice: “Yo amo a mi Señor” Las palabras: “Siéntate a mi mano derecha” son apropiadas, porque la Derecha está ubicada en el Jubileo, y el Año Sabático anhela unirse con la Derecha. Cuando primero llegó a ser, el Año Sabático no estaba seguramente ligado al poder supremo ni por la Derecha ni por la Izquierda. Así, cuando trató de asegurarse, el poder supremo extendió su brazo derecho para encontrarlo y crear este mundo. Porque del lado de la Izquierda no tiene base segura hasta el momento del séptimo milenio cuando a la larga será unida a través de la Derecha. Entonces el Año Sabático, entre la Derecha y la Izquierda, estará seguramente basado, habrá un cielo nuevo y una nueva tierra, y nunca partirá de allí. Según esta explicación, debemos tomar as palabras: “Siéntate a mi mano derecha” como refiriéndose a un periodo específico, es decir, “hasta que haga de tus enemigos tu banquete”, pero no a perpetuidad; pues cuanto esto ocurra, no partirá de allí nunca, como está escrito: “Pues te expandirás a la mano derecha y a la izquierda”[229], estando todo unido. De manera similar podemos interpretar el texto: “Los cielos y la tierra” como significando que la Schejiná más elevada y la Schejiná de más abajo se hallarán unidas en la unión de masculino y femenino; esto ya se explicó, como lo advirtieron los colegas.
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Entonces se pusieron de pie para partir, pero R. Simeón dijo: Todavía tengo que decirles una cosa más. En un lugar se dice: “Pues el Señor tu Dios es un fuego que consume”[230] y en otro lugar: “Todos los que unís al Señor vuestro Dios, estáis todos vivientes en este día”[231]. Los colegas ya trataron la aparente contradicción entre ambos textos; pero hay otra explicación. Entre los colegas ya se estableció que hay un fuego que consume fuego y lo destruye, porque hay una especie de fuego más fuerte que otra. Prosiguiendo esta idea podemos decir que quien desea penetrar el misterio de la santa unidad ha de contemplar la llama que sale de un carbón o de una vela encendidos. La llama sólo puede salir de algún cuerpo concreto. Además en la llama misma hay dos luces: una blanca y luminosa y la otra negra, o azul. La luz blanca es la más elevada y sale constantemente. La luz negra o azul está debajo de la otra que descansa sobre ella como sobre un pedestal. Las dos están inseparablemente ligadas, hallándose la blanca entronizada sobre la negra. De paso digamos que en esto está la significación interna de la franja azul. La base azul o blanca está, a su vez, ligada a algo de abajo, que la mantiene en llama y la impele a tender a la luz blanca arriba. Esa luz azul o negra se torna a veces roja, pero la luz blanca arriba nunca cambia su color. La luz inferior, que unas veces es negra y otras azul y a veces roja, es un vínculo de conexión entre la luz blanca a que está ligada arriba y el cuerpo concreto al que está ligada abajo, y la mantiene iluminando. Esta luz siempre consume todo lo que está bajo ella o que es puesto en contacto con ella, pues su índole es la de ser una fuente de destrucción y muerte. Pero la luz blanca que está encima de ella nunca consume o destruye y nunca cambia. Por eso Moisés dijo: “Pues el Señor tu Dios es un fuego que consume”, que consume literalmente todo lo que hay debajo de él; por eso dijo “tu Dios” y no “nuestro Dios”, porque Moisés se hallaba en esa luz blanca de arriba que no consume o destruye. Y bien, observad. El impulso a través del cual esa luz azul llamea y se liga a la luz blanca viene solamente de Israel, que se le adhiere de abajo. Además, aunque es de la naturaleza de esta luz azul o negra consumir todo lo que está en contacto con ella abajo, aunque Israel es capaz de abrirse paso a ella desde abajo, y aun seguir con vida. Encima de la luz blanca y rodeándola hay otra luz escasamente perceptible, simbólica de la esencia suprema. Así, la llama ascendente simboliza los más elevados misterios de la sabiduría. R. Pinjas se acercó y lo besó, diciendo: “Bendito sea Dios que condujo mis pasos hasta aquí” Entonces ellos acompañaron a R. Pinjas en su camino de tres millas. Cuando volvieron, R. Simeón manifestó: Lo que os dije antes constituye un símbolo de la unificación sagrada. La segunda Hé del nombre santo es la luz azul o negra que está ligada a Yod, Hé, Vav, que son la resplandeciente luz blanca. A veces la luz azul no es Hé sino Dalet; es decir, cuando los hijos de Israel no se abren paso hacia ella desde debajo de modo de hacerla arder y no adhieren a ella, a la luz blanca, es Dalet; pero cuando le dan el impulso a adherir a la luz blanca, es Hé. Pues donde masculino y femenino no se encuentran juntos, Hé es eliminada y solamente queda Dalet, y por eso en Deuteronomio XXII, 15 la palabra naar se emplea para “doncella” en de naará, porque no está unida con el varón. Pero, cuando la cadena es completa, la Hé va a la luz blanca de Israel tiende a ella y alimenta su luz sin ser destruido. Este es el secreto del sacrificio. El humo ascendente inflama la luz azul, que entonces se une a la luz blanca, de modo que la bujía toda se halla alumbrando.
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Como está en la naturaleza de la luz azul el destruir y consumir todo lo que está en contacto con ella debajo, cuando el sacrificio es placentero y la vela está completamente encendida, entonces, como en el caso de Elías: “El fuego del Señor desciende y consume la ofrenda del holocausto”[232]. Esto es una manifestación de que la cadena está completa; la luz azul adhiere a la luz blanca y consume la grasa y la carne del holocausto abajo, pues sólo consume lo que está debajo de ella cuando asciende y se une a la luz blanca. Entonces hay paz en todos los mundos, y el todo forma una unidad. Cuando la luz azul ha consumido todo lo que debajo de ella, los Levitas y los laicos se reúnen a su pie con canto, con meditación y con plegaría, la lámpara arde sobre ellos, las luces están soldadas en una, los mundos están iluminados y se hallan bendecidos, ambos, los de arriba y los de abajo. De ahí que: “Cuando adhiriendo al Señor vuestro Dios, todos están vivientes en este día”. La palabra atem – (“vosotros”)- está aquí precedida por la letra Vav (“y”) para mostrar que mientras la grasa y la carne que se unen a la llama son destruidas por ella, vosotros os unís a ella y aun sois vivientes. Todos los colores, excepto el azul, vistos en un sueño son de buen presagio; el azul siempre consume y destruye, porque es el árbol en que se localiza la muerte. Se extiende sobre el mundo inferior, porque todas las cosas están situadas debajo de ella, son perecederas. Es verdad que también llena el cielo, y allí hay muchas cosas que son imperecederas. Pero ellas están constituidas de esta luz azul, mientras que las de abajo son de material tosco y constituyen un mundo inferior sobre el cual descansa el superior. De ahí que luz azul los consume y destruye. “Y ellos oyeron la voz del Señor Dios caminando en el Jardín”. Se ha de observar la forma mithalej (“caminando”) en vez de la usual mehalej. Y bien, el hombre, hasta que pecó, estaba dotado de la sabiduría de la iluminación celestial y ni por un instante abandonó el Árbol de la Vida. Pero, cuando fue seducido por su deseo de conocer lo que había abajo, lo siguió hasta que se separó del Árbol de la Vida, y conoció el mal y renegó del bien; de ahí que la Escritura dice: “Pues no eres un Dios que se place en la maldad, el mal no permanecerá contigo”[233]. Quien se arrastra tras del mal no puede morar con el Árbol de la Vida. Antes de haber pecado, la pareja humana acostumbraba oír una voz de arriba y estaba dotada de la sabiduría más elevada; permanecían erectos con radiación celestial, y no conocían el miedo. Cuando hubieron pecado, no fueron siquiera capaces de permanecer ante una voz terrenal. Una cosa similar ocurrió después con los israelitas. Cuando los hijos de Israel se hallaron ante el Monte Sinaí, se apartó de ellos la impureza de la serpiente, de modo que se suprimió entre ellos la pasión carnal, y consiguientemente fueron capaces de ligarse al Árbol de la Vida. Entonces sus pensamientos se dirigieron a las cosas más elevadas y no a las más bajas. De ahí que fueron provistos de iluminaciones celestiales y conocimientos que los llenaron de júbilo y alegría. Además, Dios los rodeó con cinturones de las letras del Nombre Santo, que impedían que la serpiente ganara poder sobre ellos o los contaminara como antes. Cuando pecaron adorando el becerro, fueron degradados de su estado elevado y perdieron su iluminación; fueron despojados del cinturón protector del Nombre Santo y se vieron expuestos a los ataques de la mala serpiente como antes, y así trajeron muerte al mundo. Después de su pecado, se cuenta que “Aarón y los hijos de Israel vieron a Moisés y miraron, la piel de su rostro brillaba, y temían acercándosele”[234].
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Pero antes de eso, se nos dice que “Israel vio la gran mano”[235], en el Mar Rojo y que en Monte Sinaí todos ellos vieron luces celestiales y estaban iluminados con la visión de clara profecía, como está escrito: “Y todo el pueblo vio las voces”[236], y junto al Mar Rojo vieron a Dios y no temieron, como está escrito: “Este es mi Dios y Lo alabaré”[237]. Pero después de que pecaron, no fueron capaces de mirar aun al rostro del emisario (Moisés). ¿Cómo ocurrió eso? Porque, “los hijos de Israel fueron despojados de su ornamento del Monte Sinaí”, es decir, de la coraza que en el Monte Sinaí los protegía para que la mala serpiente no tuviera poder sobre ellos. Después de que se los despojó, leemos que “Moisés tomó la tienda y la trasladó fuera del campamento, lejos del campamento”[238]. R. Eleazar explicó la conexión de la manera siguiente: Cuando Moisés percibió que Israel había sido despojado de su coraza celestial, dijo: “De seguro la mala serpiente vendrá ahora a morar entre ellos, y si el santuario queda aquí con ellos será contaminado” y por eso tomó la tienda y la sacó afuera, lejos del campamento. Y la llamó: “la tienda de reunión”. En vez de llamarse simplemente tienda; según R. Eleazar se la llamó tienda de reunión como elogio; en cambio, según R. Abba se la llamó tienda de reunión como expresión de desprecio. R. Eleazar defendió su opinión sobre la base de que moed, (“reunión”, “tiempo asignado”), es la palabra que se emplea para el día en la Luna está llena, cuando su santidad está aumentada y está libre de defecto; así, aquí, Moisés dio este nombre a la tienda para mostrar que ella estaba apartada del contagio del pueblo. R. Abba arguyó que el simple nombre “tienda” implica lo mismo que en el versículo: “Una tienda que no será trasladada, cuyas estacas no serán arrancadas”[239], es decir, que designa algo que confiere eternidad al mundo y lo salva de la muerte, mientras que el epíteto “reunión” se emplea en el mismo sentido que en la frase “una casa de reunión para toda carne”, es decir, el sepulcro[240], e indica que ahora la vida que confería, sólo era por un período limitado. Al principio no fue deteriorada, pero ahora fue deteriorada; primero, el Sol y la Luna estaban en unión continua, pero ahora su unión era solamente de estación a estación (moed); de ahí el nombre “tienda de estación”, moed. R. Simeón estaba una noche estudiando la Torá en compañía de R. Judá, R. Isaac y R. Yose. R. Judá le dijo: Leemos que: “Los israelitas se sacaron su ornamento del Monte Horeb” y afirmamos que con esto trajeron muerte para ellos y una vez más se pusieron en poder de la mala serpiente de cuyas garras habían escapado antes. Esto puede ser verdad tratándose de los israelitas; ¿pero qué hay con Josué que no había pecado? ¿Hemos de decir, o no, que fue despojado de la coraza que recibió con ellos? Si no, ¿por qué murió como otra gente? Si decís que fue despojado, ¿cuál fue la razón de ello, dado que él no pecó, pues estaba con Moisés cuando el pueblo pecó? Y si decís que no recibió en el Monte Sinaí la misma corona que el resto del pueblo, ¿cuál fue la razón de ello? En respuesta, R. Simeón citó el texto: “Pues el Señor es justo, ama la justicia, es recto, los hombres verán su rostro”[241]. Dijo: Nuestros colegas han explicado de maneras diversas este versículo, pero se lo puede tomar de la manera siguiente: “Pues el Señor es justo”, es decir, el es justo y Su nombre es Justo –Tzadik- y por eso ama las acciones justas. También es recto, como está escrito: “Es justo y recto”[242]; y por eso todos los habitantes del mundo miran su rostro, para que puedan corregir sus pasos y seguir por la senda recta. Pues cuando Dios juzga al mundo, sólo dicta sentencia tomando en cuenta la conducta de la mayoría. Y bien, cuando Adán pecó comiendo del árbol prohibido, hizo que ese árbol se tornara en fuente de muerte para todo el mundo.
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También causó imperfección al separar la esposa de su Marido. Estas imperfecciones se exhibieron en la Luna, hasta el tiempo en que Israel estuvo ante el Monte Sinaí, cuando la Luna estaba liberada de este defecto y se hallaba en una posición para brillar continuamente. Cuando Israel pecó haciendo el becerro, la Luna volvió a su anterior imperfección, y la mala serpiente fue capaz de apoderarse de ella y atraérsela. Cuando Moisés vio que los hijos de Israel habían pecado y que habían sido despojados de su santa coraza, supo plenamente que la serpiente había captado la Luna para acercársela, y que ella se tornó defectuosa, y por eso la excluyó. Así ella retornó a su estado defectuoso al que fue llevada por el pecado de Adán, y por eso, con excepción de Moisés, que la controla, nadie puede vivir permanentemente; y la muerte de Moisés se debió a una causa diferente. De ahí que ella no tiene poder para acosar permanentemente aun a Josué a pesar de que retuvo su santa coraza; y fue por eso que Moisés la llamó: “Tienda del tiempo designado” (Moed), es decir, la tienda en que hay un tiempo designado para todo viviente. Para hablar más esotéricamente: Hay una Derecha arriba y hay una Derecha abajo. Hay una Derecha arriba en el reino de la suprema santidad, y hay una Derecha abajo ubicada en el “otro lado”. Hay una Izquierda arriba en el reino de la suprema santidad para procurar indulgencia para la Luna, de modo de ligarla al lugar santo y capacitarla para brillar. Hay una Izquierda abajo que aleja de ella el reino superior y evita que refleje la luz del Sol y acercársele. Este es el lado de la mala serpiente, que, cuando esta Izquierda del reino inferior se mueve, acerca a sí la Luna y la separa del mundo superior, de modo que su luz es oscurecida. Entonces ella hace que la muerte descienda como una corriente sobre todo lo que hay abajo; se une a la serpiente y parte del Árbol de la Vida, y así trae muerte a todo el mundo. En tal tiempo el santuario es contaminado hasta un tiempo designado cuando la Luna es reparada y brilla de nuevo. De ahí el nombre: “Tienda del tiempo designado” (moed) y de ahí que Josué murió sólo por la instigación de la serpiente, que llegó a la tienda y la volvió imperfecta como antes. Este es el sentido interno del versículo: “Y Josué el hijo de Nun, un joven, naar, no partió de fuera de la tienda”[243]. Aunque fue un “joven”, un asistente, debajo de la calificación para recibir la luz celestial, no partió de fuera de la tienda. Participó de su imperfección; a pesar de que aún tenía la santa coraza; cuando la Luna se volvió imperfecta él mismo no se libró del poder que causó esa imperfección. De manera similar, cuando Adán pecó, Dios tomó de él la coraza de las santas y brillantes letras con las que había estado rodeado. Entonces él y su mujer se atemorizaron, advirtiendo que habían sido despojados; así, se dice: “Y supieron que estaban desnudos”. Primero fueron dotados con esas coronas gloriosas que les daban protección y exención de la muerte. Cuando pecaron, fueron despojados de ellas y, entonces, supieron que la muerte los llamaba, que habían sido despojados de su exención y que habían traído muerte para ellos y para todo el mundo. “Y cosieron hojas de higuera”. Esto, como ya se explicó, en otra parte, significa que aprendieron toda clase de encantamientos y magia, y, como se dijo, adhirieron al conocimiento mundanal. En ese momento la estatura del hombre fue disminuida en cien codos. Así tuvo lugar una separación del hombre de Dios; el hombre fue traído a juicio y la tierra fue maldecida, como lo hemos explicado.
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“Y El expulsó al hombre”. R. Eleazar dijo: Naturalmente hemos supuesto que “él” es el sujeto y “hombre” el objeto. Pero, la verdad es que el “hombre” es el sujeto y el objeto es la partícula acusativa et, de modo que traducimos: “Y el hombre expulsó a et”. De ahí que está escrito: “Y Dios lo hizo salir del Jardín del Edén”, por la razón de que, como lo hemos explicado, se había divorciado de et. Y él colocó: el sujeto aún es “hombre”; fue él quien fijó los Querubines en este lugar, que cerró la senda al Paraíso, que sometió el mundo al castigo y atrajo maldiciones sobre sí desde ese día. “La llama de una espada que giraba a todos lados” se refiere a los seres que siempre están prontos para castigar al mundo, y que adoptan toda clase de formas, siendo a veces masculinos, a veces femeninos, a veces fuego llameante y a veces vientos irresistibles. Todo esto es para guardar el camino del Árbol de la Vida, de modo que el hombre no pudiera hacer más daño allí. La “espada flamígera” denota a los espíritus punitivos que en el infierno apilan fuego sobre la cabeza de los malvados y pecadores. Adoptan formas variadas según las ofensas de los que son castigados. La palabra “flamígera”, lajat, aquí, tiene su analogía en el versículo: “El día que viene los quemará”, ve-lijat[244]. La “espada” es la mencionada en el versículo: “La espada del Señor está llena de sangre, etc.”[245]. R. Judá dijo: Todos los espíritus punitivos que hemos mencionado, que asumen formas tan variadas, están encargados de maltratar y molestar en este mundo a los pecadores que deliberadamente transgreden los preceptos de su Amo. Pues cuando un hombre peca, atrae hacia sí numerosos malos espíritus y emisarios de castigo, ante los cuales se descorazona de miedo. Salomón dialogaba con los misterios de la Sabiduría, y Dios puso sobre su cabeza la corona de la realeza, y el mundo todo lo temió. Pero, cuando pecó atrajo hacia sí numerosos espíritus malos y punitivos, de los que estaba aterrado, de modo que fueron capaces de maltratarlo y arrebatarle sus preciosas posesiones. En verdad, todo hombre, por sus acciones, siempre se atrae algún emisarios del otro mundo, bueno o malo según la senda que sigue. Y Adán atrajo a sí un emisario de contaminación que lo contaminó a él, y a toda la humanidad después de él. Fue la mala serpiente que es impura e impurificó el mundo. Nuestros Sabios han enseñado que cuando se extrae el alma de un hombre, queda un cuerpo impuro que hace impura toda la casa, y todo lo que nos concierne y todo lo que la toca, como está escrito: “El que toca un cuerpo muerto, etc.”[246]. La razón es que cuando toma el alma y deja el cuerpo impuro, se autoriza a todos los espíritus impuros, que son afines a la mala serpiente, para descansar en él, y así todo el lugar donde está presente la mala serpiente se torna impuro. Además, cuando los hombres duermen en sus camas de noche y la noche tiende sus alas sobre el mundo, tienen un pregusto de la muerte, y, consiguientemente, el espíritu impuro, suelto en el mundo, lleva la polución. En particular, descansa sobre las manos del hombre y las impurifica, de modo que cuando despierta y su alma le es restaurada todo lo que toca con sus manos se vuelve impuro. De ahí que el hombre ha de ser cuidadoso al vestirse para no tomar sus ropas de una persona que no se ha lavado las manos, porque de esta manera atrae sobre si el espíritu impuro y se vuelve contaminado. Este espíritu está autorizado para asentarse en todo lugar donde hay el menor rastro del lado del cual sale. De ahí que el hombre no ha de dejar que derrame agua sobre sus manos uno que aún no lavó las suyas, porque de esta manera atrae sobre sí el espíritu impuro, del contacto con el de quien derrama sobre él agua.
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Por eso, el hombre ha de estar en guardia en cada lado contra el lado de esta mala serpiente, que de otro modo se ganaría lo mejor de él. Dios ha prometido un día apartarla de este mundo, como está escrito: “Yo haré que el espíritu impuro desaparezca del país”[247], y también: “El retirará la muerte para siempre”[248]. “Y el hombre conoció a Eva su mujer”. En conexión con este versículo R. Abba discurrió sobre el texto: ¿Quién conoce el espíritu del hombre que asciende, el espíritu de la bestia que baja a la tierra?[249] Dijo: Este versículo puede tomar muchas construcciones y así ocurre con todas las palabras de la Torá; todas son susceptibles de varios sentidos, y todos buenos, y la Torá entera puede exponerse en setenta maneras, correspondientes a setenta lados y setenta alas. Pero lo expondremos así: Cuando un hombre camina por la senda de la verdad, marcha hacia la derecha y se atrae un espíritu santo desde arriba, que a su turno asciende con santa intención de ligarse al mundo superior y adherir a la santidad superior. Pero cuando un hombre camina por la senda del mal, se atrae un espíritu impuro que pertenece al lado izquierdo, que lo vuelve impuro; así está escrito: “No os hagáis inmundos de modo que os hagáis contaminados”, que quien primero se contamina es llevado más a la contaminación[250]. Además, cuando un hombre camina por la senda recta y atrae a sí un espíritu de santidad de arriba y se le adhiere, también atrae un espíritu de santidad al hijo que trae al mundo de modo que es como si se dotara con la santidad de su Amo, como está escrito: “Si os santificáis, seréis santos”[251]. Por el contrario, cuando el hombre va al lado de la izquierda y se atrae el espíritu de impureza sobre el hijo que sale de él, de modo que es como para ser contaminado por la impureza del lado izquierdo. Este es el significado de las palabras: “El que conoce al espíritu de los hijos de los hombres, es decir, el que asciende a lo alto...”. Cuando un hombre se inclina a la derecha, el espíritu sube ligero, pero cuando se inclina a la izquierda, al lado de la izquierda, que es el espíritu de impureza desciende de arriba y fija su morada en un cuerpo humano, y el hijo que engendra en este estado de impureza es hijo de ese espíritu impuro. Y bien, Adán adhirió a ese espíritu impuro y a su mujer adhirió a él primero y recibió de él contaminación. De ahí que cuando Adán engendró un hijo, ese hijo fue el hijo del espíritu impuro. Hubo, pues, dos hijos, uno del espíritu impuro y otro después de que Adán se hubiera arrepentido. Así, uno fue del lado puro y uno del lado impuro. R. Eleazar dijo: Cuando la serpiente inyectó su impureza en Eva, ella la absorbió y, cuando Adán tuvo relación con ella, alumbró dos hijos, uno del lado impuro y uno del lado de Adán; Abel poseía una semejanza a la forma más elevada y Caín a la más baja. De ahí que sus caminos en la vida fueran diferentes. También fue natural que Caín, viniendo del lado del ángel de la muerte, matara a su hermano. También adhirió a su propio lado, y de él se originaron todas las malas habitaciones y demonios y duendes y malos espíritus en el mundo. R. Yose dijo: Caín fue el nido (Kiná) de las malas habitaciones que vinieron al mundo del lado impuro. Luego los dos, Caín y Abel, trajeron sacrificios, cada uno de su lado apropiado; de ahí que está escrito: “Y aconteció en los días postreros que Caín trajo el fruto del suelo...”. R. Simeón dijo: Este “días postreros” es el mismo que “el fin de toda carne”[252], que es también el ángel de la muerte. Caín trajo su ofrenda de este “días postreros”; esto lo indica la expresión en el texto “del fin”, mi-Ketz. “Caín trajo del fruto del suelo”: Esto es paralelo a “del fruto del árbol” en las palabras de Dios a Adán.
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R. Eleazar dijo: Podemos aplicar a Caín el versículo: “Desdichado el malvado, le será mal, pues le será dada la retribución de sus manos”[253]. “La retribución de sus manos” se refiere al ángel de la muerte, que es atraído a ellas y adhiere a ellas para matar o impurificarlas. Entonces Caín ofreció del lado apropiado a él. Y Abel también trajo de los primerizos; para amplificar el lado más elevado que viene del lado de la santidad. De ahí que el Señor tuvo respeto a Abel y su ofrenda, pero no tuvo respeto a Caín y su ofrenda, es decir, Dios no la aceptó y por eso Caín estuvo muy iracundo y su presencia se derribó, porque su presencia no fue recibida por ser del lado de la izquierda. Por otra parte, Dios recibió a Abel y por eso está escrito: “Y aconteció cuando se hallaban en el campo, etc.” “Campo” es aquí una designación para mujer; Caín estaba celoso de la hermana melliza que nació con Abel, de acuerdo a la interpretación que dimos de las palabras: “Y ella tuvo en adicción”, IV, 2). Si haces bien, ¿no habrá elevación? Esto ya se ha explicado, es decir, la palabra seot (“elevación”) significa, según R. Abba: “Subirás arriba y no descenderás abajo”. R. Yose dijo: Aceptamos esta explicación, que es buena, pero también he oído otra, que es: “Esta ligadura del espíritu impuro partirá de ti y te dejará”. Si no entonces: “El pecado yacía a la puerta”. “Puerta” significa el tribunal celestial que es la puerta por la que todos entran, como está escrito: “Abre para mí las puertas de la justicia”[254]. “El pecado yacía” significa que el lado que adhería a ti fue atraído a ti a la espera de exacto castigo de ti. R. Isaac dijo: Cuando Caín quiso matar a Abel, no sabía como hacerle entregar el espectro y lo mordió como una culebra, como lo explicaron nuestros colegas. Entonces Dios lo maldijo y vagó por el mundo sin ser capaz de encontrar un lugar de reposo hasta que, golpeándose con las manos la cabeza, se arrepintió ante su Amo. Entonces la tierra encontró para él un lugar en uno de sus niveles más bajos. R. Yose dijo: La tierra le autorizó a pararse sobre su superficie, como está escrito: “Y el Señor puso un signo sobre Caín”. R. Isaac dijo: Eso no es así. La tierra encontró un lugar para él en cierto nivel más bajo, como está escrito: “Mira, en este día me has arrojado de la faz del suelo”, implicando que fue expulsado de la superficie, pero no del subsuelo. El nivel en que encontró un lugar de reposo fue “Arka”, de cuyos habitantes está escrito: “Esos perecerán de la tierra y de debajo de los cielos”[255] Se fijó allí su habitación y esto es lo que significan las palabras: “Y él residió en el país de Nod al Este de Edén” R. Isaac dijo luego: Desde el tiempo en que Caín mató a Abel, Adán se separó de su mujer. Dos espíritus femeninos acostumbraban entonces venir y tener relación con él, y tuvo de ellas espíritus y demonios que vagaban por el mundo. Esta necesidad no sorprende, porque ahora también, cuando un hombre durmiendo sueña, a menudo vienen espíritus femeninos y juguetean con él, y así conciben de él y subsiguientemente dan nacimiento. Las creaturas así producidas se llaman: “Plagas de la humanidad”; aparecen siempre bajo forma de seres humanos, pero no tienen pelo sobre sus cabezas. A ellos se refiriere el versículo: “Y yo lo castigaré con la vara de los hombres y con las plagas de los hijos de los hombres”[256].
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De la misma manera espíritus masculinos visitan a mujeres y las ponen encinta, de modo que produzcan espíritus que también se llaman: “Plagas de los hijos de los hombres”. Después de ciento treinta años, Adán volvió a sentirse atraído por deseo hacia su mujer, y tuvo de ella un hijo al que llamó Seth. Este nombre simboliza un fin, estando compuesto de las últimas dos letras del alfabeto en orden regular. R. Judá dijo: Este nombre simbolizaba la reencarnación del espíritu que se había perdido, siendo de las mismas letras que la palabra schat (set) en la sentencia: “Dios ha reemplazado para mí otra simiente en vez de Abel”. R. Judá dijo luego: Las palabras: “Y él concibió a su propia semejanza según su imagen” indican que sus otros hijos no eran plenamente a su semejanza, pero ese reproducía sus cualidades de cuerpo y alma. Esto concuerda con lo que R. Simeón dijo en nombre de R. Yeba el Anciano, que esos otros hijos fueron engendrados en impureza por la unión de la serpiente y su jinete, Samael, y por eso no fueron una reproducción completa de Adán. Dijimos antes, es verdad que Abel no fue del mismo lado que Caín; sin embargo, en esto fueron afines: no estaban dotados de la plena figura humana. R. Yose dijo: Esta opinión surge del lenguaje del texto, que respecto del nacimiento de Caín dice: “Y Adán conoció a su mujer y ella concibió y ella tuvo a Caín”, y en cuanto a Abel: “Y ella nuevamente conllevó a su hermano Abel”, pero de Seth dice: “Y él tuvo en su semejanza según imagen”. R. Simeón dijo: Durante ciento treinta años Adán se separó de su mujer, y durante ese tiempo engendró muchos espíritus y demonios, por la fuerza de la impureza que había absorbido. Cuando esa impureza se agotó, volvió una vez más a su mujer y concibió lla un hijo del cual está escrito: “Engendró en su propia semejanza, a su imagen”. Pues cuando un hombre va al lado de la izquierda y camina en impureza, atrae a sí toda suerte de espíritus impuros, y se le adhiere un espíritu impuro y se rehusa abandonarlo, pues esos espíritus sólo adhieren a quienes primero adhieren a ellos. Felices los justos que caminan por la senda recta, que son los verdaderamente justos; también sus hijos son bendecidos, y de ellos está escrito: “Y los rectos residirán sobre la tierra”[257]. “Y la hermana de Tubal Caín fue Naamá” R. Jiyá dijo: ¿Por qué la Escritura menciona particularmente a Naamá? La razón es que ella fue la gran seductora, no sólo de hombres, sino también de espíritus y demonios. R. Isaac dijo: Los “hijos de Dios” que la Escritura menciona[258], que eran Uza y Azael, fueron seducidos por ella. R. Simeón dijo: Ella fue la madre de los demonios, siendo del lado de Caín, y es ella quien, en compañía de Lilit, trajo epilepsia a los niños. R. Abba le preguntó: ¿No dijiste antes que la función de ella es seducir hombres? Él respondió: Así es; ella se distrae con hombres a veces conlleva espíritus de ellos. Y ella aún existe para seducir hombres. R. Abba preguntó: ¿Y esos demonios no mueren como seres humanos? ¿Cómo, entonces, existe ella hasta el día de hoy? Él contestó: Así es. Lilit y Naamá e Iguéret, la hija de Majlat, que se originaron del lado de ellas, continuarán todas existiendo hasta que el Santo, Bendito Sea, elimine el espíritu impuro, como está escrito: “Yo haré que el espíritu impuro desaparezca del país”[259]. R. Simeón dijo: Desdicha para la ceguera de los hijos de los hombres, todos ignorantes de cómo la tierra toda está llena de seres extraños e invisibles peligros, que si los vieran se maravillarían de cómo pueden existir sobre la tierra.
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Esa Naamá fue la madre de los demonios y de ella se originaron todos esos malos espíritus que se mezclan con los hombres y suscitan en ellos concupiscencia que los lleva a la contaminación. Porque tal azar viene del lado del espíritu impuro que acarrea la necesidad de la purificación por la ablución, como lo explicaron nuestros colegas. “Este es el libro de las generaciones de Adán”, es decir, los que heredaron su semejanza. R. Isaac dijo: Dios mostró a Adán los rostros de todas las generaciones futuras, de todos los hombres y de todos los reyes que estaban destinados a gobernar sobre Israel. Cuando vio a David que estaba destinado a morir tan pronto naciera, dijo: “Yo le cederé setenta años de mi vida”, y así ocurrió. A esto se refirió David cuando dijo: “Pues Tú, oh Señor, me has alegrado con tu obra, yo triunfaré en las obras de tus manos”[260]; en este pasaje las expresiones “obras” y “obras de tus manos” se refieren a Adán, que fue hecho por Dios y no por carne y sangre. De ahí que los días de Adán se acortaron en setenta años de los mil a que hubiera tenido derecho a vivir. Dios también le mostró los hombres sabios de cada generación. Cuando llegó a R. Akibá y vio su gran saber, se regocijó, pero cuando vio su martirio fue tristemente condolido. Sin embargo, exclamó: “Cuán preciosos son mis ojos tus camaradas, oh Dios, cuán potentes son los jefes de ellos”[261]. “Este es el libro”: literalmente así, como hemos explicado, es decir, cuando Adán estaba en el Jardín de Edén, Dios le envió un libro por mano de Raziel, el ángel encargado de los misterios sagrados. En este libro había inscripciones superiores que contenían la sabiduría sagrada, y setenta y dos ramas de sabiduría expuestas de modo de mostrar la formación de seiscientos y setenta inscripciones de misterios elevados. En medio del libro había un escrito secreto que explicaba las mil y quinientas llaves que no estaban reveladas ni siquiera a los ángeles santos, y que estaban todas cerradas en este libro hasta que llegó a las manos de Adán. Cuando Adán lo obtuvo, lo rodearon todos los ángeles santos para oírlo leer el libro, y cuando empezó, exclamaron: “Exaltado seas, oh Señor, por encima de los cielos, que tu gloria sea por encima de toda la tierra”[262]. Entonces le fue enviado secretamente el ángel Hadarniel para decirle: “Adán, Adán, no reveles la gloria del amo, pues sólo a ti, y no a los ángeles, es dado el privilegio de conocer la gloria de tu Amo”. Por eso lo guardó consigo secretamente hasta que dejó el Jardín de Edén. Mientras permaneció allí lo estudió diligentemente y empleó constantemente el don de su Amo hasta que descubrió misterios sublimes que ni los ministros celestiales conocían. Pero, cuando transgredió la orden de su amo, el libro huyó de él. Entonces Adán se golpeó su pecho y lloró, y entró en el río Gibon hasta su pescuezo, de modo que todo su cuerpo se volvió arrugado y su rostro se tornó macilento. Entonces Dios hizo una señal a Rafael de devolverle el libro, que entonces estudió para el resto de su vida. Adán se lo dejó a su hijo Seth que, a su vez, lo transmitió a su posteridad, y, así, hasta que llegó a Abraham, que aprendió de él cómo discernir la gloria de su Amo, según se ha dicho. De manera similar, Enoj poseía un libro por el cual aprendió a discernir la gloria divina. “Varón y hembra los creó”. R. Simeón dijo: Misterios profundos se hallan revelados en estos dos versículos, en éste y en el de Génesis I, 27. Las palabras “varón y hembra los creó” hacen conocer la alta dignidad del hombre, la doctrina mística de su creación. Seguramente, en la misma manera en que fueron creados cielo y tierra, también fue creado el hombre. Pues, del cielo y la tierra está escrito: “Estas son las generaciones del cielo y la tierra”, y del hombre está escrito: “En el día en que fueron creados”: “Varón y hembra los creó”.
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De esto aprendemos que toda figura que no comprende elementos masculinos y femeninos, no es una verdadera y propia figura, y así lo hemos asentado en la enseñanza esotérica de nuestra Mischná. Observad lo siguiente. Dios no coloca Su morada en ningún lugar en que no se encuentran juntos varón y hembra, ni se hallan bendiciones en tal lugar, como está escrito, y los bendijo y llamó el nombre de ellos hombre, el día en que fueron creados; observad que dice ellos y el nombre de ellos, y no él y el nombre de él. El varón no es llamado hombre hasta que está unido con la mujer. R. Judá dijo: Desde la destrucción del Templo no llegaron al mundo bendiciones, sino que se desvían cada día, como está escrito: “El justo pierde”, es decir, las bendiciones que acostumbraban posarse sobre su cabeza, como está escrito: “Bendiciones sobre la cabeza del justo”. Y llamó su nombre Seth. Todas las generaciones que han sobrevivido en el mundo y todos los verdaderamente justos del mundo remontan su descendencia a Seth. R. Yose dijo: Las últimas dos letras del alfabeto fueron dejadas en su orden después de que el de las otras fue invertido a causa de la transgresión de Adán. Por eso cuando él se arrepintió captó estas dos y llamó Seth al hijo que nació a su semejanza. Pues el nombre Seth está formado por las últimas dos letras del alfabeto en su orden propio, pero las otras letras permanecieron en el orden invertido, y no recobraron su orden propio hasta que Israel estuvo en el Monte Sinaí, como en el día en que fueron creados cielo y tierra, y la tierra estuvo una vez más seguramente establecida. R. Abba dijo: En el día en que Adán transgredió el mandamiento de su Amo, el cielo y la tierra estaban como desarraigados, estando, como están, basados únicamente en el pacto, como está escrito: “Pero para mi pacto día y noche, no asenté los estatutos de cielo y tierra”[263] y Adán quebró el pacto, como está escrito: “Y ellos como Adán transgredieron el pacto”[264]. El mundo no se habría preservado si Dios no hubiera previsto que un día Israel estuviera ante el Monte Sinaí para confirmar el pacto. R. Jizquiá dijo: Quien confiesa su pecado se procura con ellos el perdón de Dios. Cuando Dios creó el mundo, hizo su pacto y estableció sobre él el mundo como está escrito: Bereschit, que interpretamos como bará schit, “El creó el cimiento”, es decir, el pacto sobre el cual descansa el mundo, y que también se llama schit, porque es una artesana de la cual fluyen bendiciones al mundo. Adán rompió este pacto y lo apartó de su lugar. Este pacto está simbolizado por la pequeña letra Yod, la raíz y fundamento del mundo. Cuando Adán engendró un hijo, confesó su culpa y llamó al niño Seth; no se aventuró a insertar una Yod y llamarlo “schit”, porque quebró el pacto así simbolizado. En recompensa, Dios propagó la humanidad desde Seth y lo hizo el antepasado de todos los justos que vivieron desde entonces. También se ha de observar esto: Cuando Israel estuvo ante el Monte Sinaí, entró entre esas dos letras (Schin y Tav) un símbolo del pacto, la letra Beth. Y Dios dio a Israel la palabra formada por todas las tres letras, que es SchaBat, como está dicho: “Y los hijos de Israel guardarán el Schabat (Sábado), para hacer del Schabat un pacto perpetuo a través de las generaciones”. De esta manera, esas dos letras obtuvieron finalmente su potencia original, que quedó en suspenso hasta que el mundo fue traído a su estado completo y entró en vigencia entre ellos el santo pacto. R. Yose dijo: Estas dos letras fueron finalmente reafirmadas por la letra Beth, pero todas las letras comenzaron a volver a su orden propio con el nacimiento de Seth, y así en cada generación hasta que Israel estuvo en el Monte Sinaí, cuando fueron finalmente restauradas.
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R. Judá dijo: Ya han sido restauradas abajo, y en cada generación el mundo fue mantenido unido por las letras aunque no estaban propiamente ubicadas en sus lugares; pero cuando la Torá fue dada a Israel, toda cosa fue colocada según correspondía. R. Eleazar dijo: En tiempos de Enoj, los hombres fueron adiestrados en la magia y la adivinación, y en el arte de controlar las fuerzas celestiales. Adán trajo consigo del Jardín de Edén el conocimiento de “las hojas del árbol”, pero él y su mujer y sus hijos no lo practicaron. Pero cuando Enoj vino vio la ventaja de estas artes y cómo los cursos celestiales podían ser alterados por ellas, y él y sus contemporáneos las estudiaron y practicaron la magia y la adivinación. De ellos estas descendieron a la generación del Diluvio y fueron practicadas para malos propósitos por todos los hombres de ese tiempo. Confiando en esas artes, desafiaron a Noé, diciendo que nunca ejecutaría sobre ellos la justicia divina porque conocían una manera de evitarla. La práctica de estas artes comenzó con Enoj, y por eso se dice de su tiempo: Entonces empezaron a llamar el nombre del Señor profanamente. R. Isaac dijo: Todos los hombres justos que había entre ellos trataron de retenerlos, como Jeret, Matusalem y Enoj, pero sin éxito, y el mundo se llenó de pecadores que se rebelaron contra su Amo diciendo: “Qué es el Todopoderoso que hayamos de servirlo?”[265]. Esto no es tan tonto como suena, pues ellos conocían todas las artes como hemos mencionado y a todos los capitanes gobernantes encargados del mundo. Confiaban en este conocimiento, hasta que Dios hizo que no abusaran más y restauró la tierra a su estado primitivo y la cubrió con agua. Más tarde, El la restauró de nuevo y la hizo productiva, pues la miraba con misericordia, como está escrito: “El Señor estuvo sentado en el Diluvio” significando “el Señor” el atributo de la misericordia. En los días de Enoj, hasta los niños conocían estas artes misteriosas. R. Yesa dijo: Si es así, ¿cómo podían ser tan ciegos y no ver que Dios se proponía traer el diluvio sobre ellos y destruirlos? R. Isaac respondió: Ellos sabían, pero pensaban que estaban a salvo porque conocían al ángel encargado del fuego y al ángel encargado del agua y tenían medios de prevenir que ejecutaran juicio sobre ellos. Lo que no sabían era que Dios gobierna el mundo y que el castigo procede de El. Ellos solamente vieron que el mundo estaba confiado a esos capitanes y que todo se hacía por ellos, y por eso no prestaron atención a Dios y sus obras hasta que llegó para la tierra el tiempo de ser destruida y que el espíritu Santo fuese proclamado cada día: “Que los pecadores sean consumidos de la tierra y que los malvados no sean más”[266]. Dios les dio un respiro todo el tiempo en que los hombres justos, Jeret, Matusalem y Enoj estaban con vida. Pero cuando ellos partieron del mundo, Dios hizo que el castigo descendiera sobre ellos y perecieran, como se dice: “Y fueron borrados de la tierra”[267]. “Y Enoj caminaba con Dios, y él no estaba, pues Dios lo había tomado”. R. Yose ilustró este versículo con el pasaje: “Mientras el rey aún estaba a la mesa con su compañía, mi nardo enviaba su fragancia”. [268] Este versículo –dijo- se puede exponer como refiriéndose a los caminos de Dios. Cuando dios ve que un hombre que adhiere a El y con el cual El mora, degenera un día, lo saca del mundo prematuramente entresacando el olor cuando aun es suave; de ahí que está escrito: “Mientras el rey estaba con su compañía mi nardo entregó su perfume”.
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“El Rey” es Dios; “La compañía” es el hombre bueno que adhiere a Dios y sigue su camino; “El nardo” indica las buenas acciones por las que es sacado del mundo antes de su tiempo. De un caso así dijo el rey Salomón: “Hay una vanidad hecha sobre la tierra, que hay hombres justos a quienes acontece según la obra de los malvados...”[269]. Cómo hay “hombres justos a quienes aconteció de acuerdo a la obra de los malvados” es algo que acabamos de explicar. Es decir, porque sus acciones son buenas, Dios los saca del mundo antes de su tiempo y antes de que se vuelvan susceptibles de castigo. El resto del versículo: “Habrá hombres malvados a quienes acontezca según la obra de los justos”, significa que Dios les da un respiro y sufre con ellos. Así los buenos mueren temprano para que no puedan degenerar, y los malvados viven para que tengan una posiblidad de arrepentirse, o para que salga de ellos una progenie virtuosa. Observad: Enoj fue virtuoso, pero Dios vio que degeneraría y por eso lo tomó en tiempo como uno “junta lirios”[270]. A causa de su buen aroma. “Y no estaba, porque Dios lo había tomado”. Esto significa que no vivió hasta una alta edad como sus contemporáneos, porque Dios lo tomó antes de su tiempo. R. Eleazar dijo: Dios sacó a Enoj de la tierra y lo llevó a los cielos más altos y allí le presentó tesoros maravillosos, incluyendo cuarenta y cinco místicas combinaciones clave de letras grabadas que emplean los rangos más altos de ángeles, como se explicó en otra parte. “Y el Señor vio que la maldad del hombre era muy grande en la tierra, y que toda imaginación de los pensamientos de su corazón sólo era de continuo mal” R. Judá citó en conexión con esto el versículo: “Pues tú eres no un Dios a quien place la maldad, el mal no estará contigo”. [271] Dijo: De este versículo puede derivar la lección de que si un hombre adhiere a la mala imaginación y la sigue, no sólo se contamina con esto, sino que es llevado a más contaminación, como ya se asentó. Los hombres del tiempo del Diluvio cometieron toda suerte de pecados, pero la medida de su culpa no estuvo completa hasta que derramaron su sangre, es decir, su simiente, sobre el suelo. Esto lo sabemos del hecho de que la palabra ra (“mal”) se emplea aquí, y también en el versículo: “Y Er, el hijo de Judá, fue malo (ra) a ojos del Señor”[272]. R. Yose dijo: ¿No es mal (ra) lo mismo que “maldad” (Rischá)? Él dijo: No. Un hombre es llamado malvado cuando meramente levanta su mano contra su vecino sin hacerle ningún daño, como está escrito: “Y dijo al malvado, ¿por qué quieres golpear a tu vecino?”; la forma futura de la expresión implica que aún no le había hecho nada. Pero solamente es llamado mal (ra) quien corrompe su camino y se contamina y contamina la tierra y así da fuerza al espíritu impuro que se llama ra. Uno así nunca entrará en el palacio celestial y mirará la Schejiná, pues por este pecado la Schejiná es rechazada del mundo. Esto lo sabemos de Jacob, el cual, cuando la Schejiná partió de él, concluyó que había alguna mancha ligada a su descendencia, debido a lo cual el espíritu impuro había adquirido fuerza y la luz de la Luna había sido deteriorada; pues este pecado contamina el santuario. Si por eso la Schejiná partió de Jacob, cuánto más cierto es que ella partirá de uno que corrompe su camino y se contamina, dando así poder al espíritu impuro. De ahí que cuando un hombre se contamina, se lo llama ra.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Además, cuando un hombre se contamina, no es favorecido, en sueños, con la visitación del Santo, Bendito Sea, sino que, al contrario, está sujeto en todo momento a las visitas del espíritu que se llama ra, como está escrito: “El que duerme sin mala pasión, no será visitado por el mal”[273], que es como decir que cuando camina por la senda recta, no será visitado por ra. De ahí que está dicho de los hombres del diluvio que sus pensamientos sólo fueron malos, y el salmista dice: “El mal no permanecerá contigo”. Los que tal cometen en cuanto a pecado son llamados ra, y no raschá. De ahí también que esté escrito: “Aunque camino por el valle de la sombra de muerte, no temeré el mal (ra), pues Tú eres conmigo”. “Y se arrepintió el Señor que había hecho al hombre sobre la tierra, y ello le dolía en su corazón”. R. Yose comenzó una de sus conferencias refiriéndose al versículo siguiente: “Desdichados vosotros que lleváis tras vuestro la mentira con cuerdas y que tiráis tras de vosotros el pecado con trazos unidos al carro”. [274] Dijo: “Desdicha a vosotros que lleváis tras vuestro la mentira con cuerdas...”. Las palabras que se refieren a la mentira designan a esas clases de hombres que cada día se hacen culpables ante su Amo y a los ojos de los cuales los pecados que cometen parecen ser de muy poca importancia. Por eso la escritura habla de pequeñas cuerdas porque a esas gentes la mentira les parece un pecado mínimo. El Santo, Bendito Sea, ejerce su magnanimidad con esas clases de gentes y solamente las golpea cuando se hacen culpables de malas acciones cuya gravedad no puede escapar a sus propios ojos. Sobre este grado de impiedad la Escritura dice: “Y que tiráis tras vosotros el pecado por trazos que afectan al Carro”. Cuando el Santo, Bendito Sea, juzga a los culpables de este mundo, no puede decidirse a exterminarlos aunque pequen contra El y todos los días provoquen su cólera. Pues cuando los mira, se arrepiente de la sentencia pronunciada contra ellos, porque son la obra de Sus manos. Y entonces, aunque se hace indispensable el castigo de los culpables, el Santo, Bendito Sea, se apiadó de su suerte y la tristeza “penetra hasta el fondo de su corazón”. Es que se trata de la obra de sus manos como está escrito: “El rey, habiendo entrado en su casa, se acostó sin haber comido; ningún alimento fue servido a su mesa, y tuvo insomnio durante la noche”[275]. Y en otra parte está dicho: “Vio delante suyo gloria y alabanzas; la santidad y la magnificencia brillan en su santo lugar”[276]. R. Yose dijo: Observad que la Escritura dice que fue penetrado de tristeza hasta el fondo de su corazón es decir, que se trata de la esencia divina llamada “corazón”, y no de esa otra esencia divina que se llama “espíritu”. R. Isaac dijo: Las palabras: “Y Dios se arrepintió de haber hecho al hombre sobre la tierra” tienen la misma significación que las palabras: “Y Dios se arrepintió del mal que había pronunciado contra su pueblo”[277]. Según Rabí Yesa la interpretación de R. Isaac es favorable a los hombres; según R. Jizquiá, al contrario, ella es desfavorable. Según R. Yesa, R. Isaac quiere decir que las palabras de la Escritura significan que Dios se arrepintió de los castigos decretados contra los hombres que son la obra de sus manos. Según R. Jizquiá, al contrario, R. Isaac quiere decir que el Santo, Bendito Sea, se consoló de la pérdida del hombre, aunque sea la obra de su mano, como un hombre que se consuela de la pérdida de un miembro de su familia; es decir, el Santo, Bendito Sea, tomó la decisión de hacer desaparecer de este mundo a los culpables. Se ha de observar que cada vez que un castigo decretado contra un culpable, el Santo, Bendito Sea, no se ha consolado todavía; pero si ya se hizo, la penitencia es incapaz de apartar el castigo decretado: Por eso la Escritura dice primeramente: “Y Dios se consoló”, y luego agrega: “Y fue penetrado de tristeza hasta el fondo del corazón”.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
R. Judá dijo: Las palabras del versículo precitado significan que el Santo, Bendito Sea, se consoló de la pérdida del hombre. Cuando creó al hombre sobre la tierra, lo formó a la imagen de la figura celeste; y, a la vista de la figura del hombre que tanto se asemeja a la de lo Alto, todos los ángeles superiores alabaron al Santo, Bendito Sea, exclamando: “Sólo lo has hecho un poco más bajo de Elohim; lo has coronado de gloria y de honor”. Pero cuando el hombre pecó, el Santo, Bendito Sea, se entristeció; porque este pecado ofreció a los ángeles la ocasión de renovar la recriminación que ya habían formulado antes de la creación del hombre. Pues cuando Dios quiso crear al hombre los ángeles exclamaron: “¿Qué es el hombre para merecer que te acuerdes de él?, ¿qué es el hombre para ser digno de que tú lo visites?[278]. R. Judá dijo: Dios se había entristecido porque debía ensañarse contra los hombres. Ahora bien, R. Isaac preguntó por qué en el respectivo cántico no se dice lo mismo que en los cánticos análogos de los Salmos que comienzan con las palabras: “Alabad al Señor porque es bueno”. Pero la verdad es que no cabía servirse de la palabra “bueno” en circunstancias en que ante Israel exterminó a tantos hombres que son la obra de Dios. Del mismo modo, cuando Israel pasó el Mar Rojo los ángeles superiores vinieron a cantar un cántico ante el Santo, Bendito Sea. Este cántico, decía el Santo, Bendito Sea, lo pronunciáis en momentos en que se hunden en el mar quienes son obra de mi mano. Se ha de concluir, pues, que cada vez que un culpable es exterminado en este mundo, el Santo, Bendito Sea, se entristece. R. Abba dijo: El Santo, Bendito Sea, no se entristece en el momento en que el culpable es exterminado, sino en el momento en que peca contra el mandamiento de su Amo. Cuando Adán pecó, el Santo, Bendito Sea, dijo: Desdichado tú, que has debilitado la fuerza de arriba y has extinguido la luz celestial. Y enseguida lo arrojó del Jardín de Edén. Además el Santo, Bendito Sea, le dijo a Adán: Te he hecho subir al Jardín de Edén para que ofrezcas allí sacrificios, y tú profanaste el altar; por eso decreto que en adelante debas trabajar la tierra”. Dios también decretó que Adán debía morir. Pero se apiadó de él y consintió que, cuando hubiese muerto, se lo sepultara cerca del Jardín de Edén. Pues Adán había hecho una cueva cerca del Jardín, y se había escondido allí con su mujer. Sabía que era cerca del Jardín, porque vio entrar desde el Jardín un rayo de luz en la cueva, y por eso quiso ser sepultado en ella; y allí fue sepultado, cerca del Jardín de Edén. Y acontece que cuando u hombre está por partir de la vida, se le aparece Adán, el primer hombre, y le pregunta por qué y en cuál estado abandona el mundo. El dice: “Desdichado tú, que por ti yo he de morir”. A lo cual Adán responde: “Hijo mío, yo he transgredido un mandamiento y fui por ello castigado; mira tú cuántos mandamientos, negativos y positivos, de tu Amo, has transgredido”. R. Jiyá dijo: Adán existe hasta hoy, y cada día ve dos veces a los patriarcas y confiesa sus pecados y les muestra el lugar donde una vez moró en gloria celestial. También camina y mira a todos los piadosos y justos entre sus descendientes que han alcanzado la gloria celestial en el Jardín de Edén. Entonces todos los patriarcas alaban a Dios diciendo: “Cuán grande es tu generosidad, oh Dios, y los hijos de los hombres pueden refugiarse bajo la sombra de tus alas”[279].
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
R. Yesa dijo: Adán aparece a cada hombre en el momento de su partida de la vida para atestiguar que ese hombre muere por causa de sus propios pecados y no por causa del pecado de Adán, de acuerdo con el dicho: “No hay muerte sin pecado”. Solamente hay tres excepciones: Amram, Leví y Benjamín, que fueron privados de la vida por causa de la serpiente primordial. Algunos también agregan a Ischay. Estos no pecaron y para su muerte no hay otra explicación que la incitación de la serpiente, como hemos dicho. Todas las generaciones contemporáneas de Noé cometieron sus pecados abiertamente, a la vista de todos. R. Simeón caminaba un día por la puerta de Tiberíades y vio a algunos hombres lanzar flechas contra vasijas de tierra. R. Simeón exclamó: “Estos criminales se atreven a irritar a su Amo públicamente”. Dirigió una mirada sobre los culpables y éstos fueron precipitados al mar y perecieron. Observad que todo pecado cometido públicamente aleja la Schejiná de la tierra y hace que ella, la Schejiná, abandone su residencia en este mundo. La generación de la de la época de Noé cometió sus pecados a la vista de todos y también alejó la Schejiná del mundo. Esto tuvo como consecuencia que el Santo, Bendito Sea, la alejara de sí, en conformidad con la máxima: “Aparta la escoria de la plata y habrá una vasija para lo más fino; aparta al malvado de delante del rey y su trono será establecido en justicia”[280]. “Y el Señor dijo: Mí espíritu no permanecerá para siempre con el hombre, por que él también es carne”. R. Eleazar dijo: Observad que cuando el Santo, Bendito Sea, creó el mundo lo hizo de tal manera que fuese servido por el mundo de arriba. También cuando los hijos de este mundo tienen mérito al marchar por la senda recta, el Santo, Bendito Sea, hace descender el espíritu de vida de arriba hasta la región donde reside Jacob; de allí ese espíritu de vida desciende en el mundo donde reside David, y de ahí, finalmente, las bendiciones celestes se expanden sobre todas las regiones inferiores. De esta manera, el espíritu de vida desciende por etapas desde arriba hasta llegar a nuestro mundo. Por eso está escrito: “Alabad al Señor, pues él es bueno, y su gracia se extiende hasta el mundo (olam)”. Esta palabra “mundo” designa al mundo del rey David. Pero como los hombres han pecado, ese espíritu de vida fue enteramente excluido de las regiones inferiores para que no llegar a los seres de aquí abajo y no los fortificara. Las palabras de la Escritura expresan que el espíritu de vida no descenderá más en este mundo para que la serpiente no sea fortalecida y a fin de que el espíritu santo no entre en contacto con el espíritu impuro. Las palabras: “Pues él es carne” designa la primera serpiente que sería igualmente bendecida. La Escritura la llama “carne” como está escrito: “Yo he resuelto el fin de toda carne”[281]. Y la Escritura agrega: “Y los días del hombre serán de ciento veinte años”. Esto quiere decir que el lazo que une el cuerpo con el alma será disuelto al cabo de ciento veinte años de unión. Está escrito: “Los caídos (nefilim) estaban sobre la tierra”. R. Yose dijo: En la Escritura la palabra nefilim designa a Uza y Azael, como ya se dijo. El Santo, Bendito Sea, los arrojó desde la altura donde estaban colocados. Según R. Jiyá esos ángeles han podido existir en este bajo mundo perteneciendo a la categoría de la cual está dicho: “Y pájaros que vuelan sobre la tierra”[282].
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Hemos aprendido que las palabras de la Escritura designan a esas clases de ángeles que aparecen a los hombres bajo la forma de hombres. En cuanto a la pregunta de cómo estos ángeles pueden transformarse, responderemos: Hemos aprendido que estos ángeles pueden transformarse de diversas maneras y que en el momento de descender aquí abajo son materializados, tomando cuerpos, y así aparecen a los hombres; Uza y Azael, que se han rebelado contra el cielo, fueron precipitados abajo por el Santo, Bendito Sea; tomaron cuerpos sobre la tierra y no pudieron despojarse de ellos. Luego fueron seducidos por las mujeres de aquí abajo, y viven aún hasta hoy y enseñan la magia a los hombres. Tal es el sentido de la palabra nefilim, los cuales también son llamados “hijos de Dios”. “Y el Señor dijo: Yo destruiré de sobre la tierra al hombre que he creado”. R. Yose disertó entonces citando este versículo: “Pues mis pensamientos no son vuestros pensamientos, y mis caminos no son vuestros caminos, dice el Señor”. [283] Dijo: Cuando un hombre quiere vengarse en otro, guarda silencio y no dice nada por temor a que el otro descubra su intención y escape de él. Dios no procede así. El no teme aquellos a quienes quiere castigar, pues nadie puede esconderse de El ni oponerse a sus decisiones. Las Escrituras nos enseñan que cuando Dios dijo: “Exterminaré de sobre la tierra al hombre que he creado” hizo conocer a esa generación, por intermedio de Noé, la decisión que había tomado. Y Noé les advirtió varias veces y por último Dios aplicó el castigo que se había propuesto. “Y llamó su nombre Noé, diciendo: éste nos confortará, nos consolará en la tierra que el Señor ha maldecido”. ¿Cómo lo supo el padre de Noé? De la manera siguiente. Cuando Dios maldijo la tierra, Adán le dijo: “Soberano del universo, ¿durante cuánto tiempo la tierra estará sujeta a esta maldición? La respuesta de Dios fue: Hasta que le naciera al padre un descendiente circunciso. Así esperaron hasta que nació un niño circunciso, marcado por la santa señal. Cuando su padre lo vio, y observó a la Schejiná revoloteando sobre él, lo llamó Noé, que literalmente significa: “El que queda”, anticipando su carrera futura. Pues hasta entonces los hombres no conocían la manera adecuada para sembrar y arar y trabajar el suelo con sus manos. Pero cuando vino Noé, él les enseñó las artes domésticas y se proveyó de los implementos necesarios. De ahí que está escrito que Noé efectivamente liberó la tierra de su maldición. Y por eso Noé es llamado: “Un hombre del suelo” (Génesis IX, 20). R. Judá dijo: La palabra isch (“hombre”) se le aplica porque fue justo y por el sacrificio que hizo liberar la tierra de su maldición. Por consiguiente vemos que recibió su nombre en anticipación del futuro. R. Judá expuso una vez el texto: “Ven, mira las obras del Señor, que ha hecho desolaciones en la tierra”. [284] Sí, dijo, hubieran sido obras de YHVH habrían traído más vida al mundo, pero siendo obras de Elohim, hicieron desolaciones en el mundo. R. Jiyá le dijo: Ya que planteaste este punto, estoy en desacuerdo contigo. Según mi opinión, cualquiera que sea el nombre que se emplee, el resultado es benéfico; y en este versículo debemos leer, no Schammot (“desolaciones”), sino Schemot (“nombres”).
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
R. Isaac dijo: Ambos tenéis razón. Como dice R. Jiyá, si el mundo hubiera sido creado mediante el nombre que denota justicia (Elohim): “Han sido impuestas desolaciones en la tierra”, y así ha de ser, pues de otro modo el mundo no habría sido capaz de resistir los pecados de la humanidad. Considerad también lo siguiente: Cuando Noé nació le dieron un nombre que denota consuelo, con la esperanza que obrara para ellos su propia realización. Pero su relación con Dios se expresa con las mismas letras en el orden invertido, es decir Hen (“favor”), como está escrito: “Y Noé encontró favor a los ojos del Señor” R. Yose dijo: Los nombres de los justos influyen en su destino para bien, y los de los malvados para mal. Así, el anagrama del nombre de Noé es Hen (“favor”), y hemos encontrado que de él se ha escrito: “Y Noé encontró favor en los ojos del Señor”; mientras que el anagrama del nombre Er (“malvado”) hijo de Judá es ra (“malo”), y de él está escrito: “Y Er era malo a la vista del Señor”[285]. Cuando Noé creció y vio cómo la humanidad estaba pecando ante Dios, se retrajo de la sociedad de los hombres y procuró servir a su Amo, de modo de no ser desviado por ellos. Fue especialmente diligente en el estudio del libro de Adán y del libro de Enoj que hemos mencionado, y de ellos aprendió las formas propias para adorar a Dios. Esto explica cómo llegó a saber que le incumbía traer una ofrenda. Estos libros le revelaron la base de que depende la existencia del mundo, es decir, los sacrificios, sin los cuales no pueden perdurar ni el mundo de en lo alto ni el mundo de en lo bajo. R. Simeón marchaba un día en compañía de su hijo R. Eleazar y R. Yose y R. Jiyá. Mientras caminaban, R. Eleazar dijo: Es esta una oportunidad favorable para oír alguna explicación de la Torá. R. Simeón empezó entonces un discurso sobre el texto: “También cuando el tonto caminaba por el camino, su entendimiento le faltó”. [286] Dijo: Si un hombre desea que su viaje pueda ser grato a Dios, antes de partir ha de aconsejarse con Dios y ofrecer la plegaria apropiada, de acuerdo con el dicho rabínico basado en el versículo: “Cuando la justicia marcha delante de él, entonces pondrá sus pies en el camino”[287], pues entonces la Schejiná no partirá de él. Pero de aquel que no cree en su amo está escrito: “También cuando el tonto marcha por el camino, su corazón, es decir, su entendimiento, lo abandona”. Por “corazón” se designa aquí al Santo, Bendito Sea, que no lo acompañará en el camino ni le ofrecerá Su apoyo antes de partir de viaje. Análogamente, en el viaje mismo no ocupa sus pensamientos con la Torá, y por esta razón se dice que su corazón le falla, porque no anda con su Amo y no se encuentra en Su senda. Además: “Él dice de todo, que es tonto”: Es decir, cuando no oye una palabra de doctrina verdadera dice que es tonto prestarle atención; como el hombre que fue preguntado acerca de la señal del pacto impresa en la carne, y contestó que no era artículo de fe, a lo cual R. Yeba el Anciano lo miró con dureza y lo convirtió en un montón de huesos. Por eso, nosotros, en este viaje que hacemos con el apoyo del Todopoderoso, hemos de comentar algún punto de la Torá. Y entonces tomó el texto siguiente: “Enséñame tu camino, oh Señor, yo andaré en tu verdad, une mi corazón para temer tu nombre”. [288] Dijo: Este versículo parece estar en conflicto con el dicho rabínico de que toda la carrera de un hombre está en manos del cielo, salvo su elección de la virtud o el vicio. Si es así, ¿cómo pudo David hacerle tal requerimiento a Dios? Lo que David realmente pidió fue sólo que Dios le enseñara Sus caminos, es decir, que abriera sus ojos para conocer el camino recto y apropiado; entonces él mismo sería capaz de andar por el camino de la verdad sin apartarse a derecha o a izquierda. En cuanto a la expresión “mi corazón”, ella tiene el mismo significado que en el versículo: “La roca del corazón y mi parte”[289]. Todo esto lo insinuó, dijo, para temer Tu nombre, para adherir a tu temor y guardar la senda recta.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
Las palabras: “Para temer tu nombre” se refieren al lugar adjudicado a David, en el cual se halla localizado el temor de Dios. Has de considerar esto. Todo hombre que teme a Dios está seguro en su fe, pues de corazón pleno en el servicio de su Amo. Pero aquel que no teme constantemente a su amo no está verdaderamente poseído de la fe ni es conceptuado digno de tener parte en el mundo futuro. R. Simeón discurrió después sobre el texto: “Pero la senda del justo es como la luz que alumbra, que alumbra más y más en el día perfecto”. (Proverbios LV, 18) Dijo: Felices son los justos en este mundo y en el mundo por venir, porque Dios desea glorificarlos. Pues la senda de ellos es como “la luz que brilla”, es decir, esa luz radiante que Dios creó en el comienzo de las cosas, y que El puso aparte para los justos en el mundo futuro. Este “brilla más y más”, pues su brillo aumenta continuamente. Pero de los malvados está escrito: “El camino de los malvados es como la oscuridad, ellos no saben en qué tropiezan”[290]. En verdad, ellos lo saben; pero caminan por una senda torcida y no se detienen a reflexionar sobre que un día Dios los juzgará en el mundo futuro y los castigará con los castigos de la Guehena. Entonces se lamentarán cada día diciendo: “Pobres de nosotros que no inclinamos nuestros oídos para escuchar”. Pero en cuanto a los justos, Dios los iluminará en el mundo futuro y les dará su debido retribución en un lugar que nunca ha visto un ojo, como está escrito en Isaías LXIV, 3. También,: “Y ellos seguirán y mirarán los esqueletos de los hombres que transgredieron contra mí”[291]; y luego: “Serán pisoteados los malvados, pues serán cenizas bajo las pisadas de vuestros pies”[292]. Felices son los justos en este mundo y en el mundo por venir; de ellos está escrito: “Los justos heredarán para siempre la tierra”[293] y, también: “Verdaderamente los justos alabarán Tu nombre, los rectos morarán en Tu presencia”[294]. Bendito es el Señor por siempre. Amén y Amén. A manera de resumen: ¿Cómo era Adán, el primer hombre? ¿Era rubio o morocho, alto o bajo, gordo o delgado? ¿Cómo usaba Javah (Eva) su cabello? - ¿se lo peinaba con trenza o tenía flequillo? ¿Cómo se alimentaba? ¿Qué deporte practicaba? ¿Qué hizo durante sus 930 años de vida? ¿Cómo educó a sus hijos? ¿Quién inventó la rueda, o el primer carro, o la mezcla de colores? Sin duda, la imaginación da para mucho. Quien abre el libro de Bereshít (Génesis) en su primer lectura quedará asombrado de cómo la Toráh pudo sintetizar las diez primeras generaciones en tan sólo cinco capítulos, de los cuáles la mayor parte están dedicados a tres o cuatro episodios acerca de la creación misma, del árbol prohibido, el homicidio de Hevel, (Abel) y de Lemej y sus esposas. Muchos detalles históricos de interés, sin embargo, están obviados totalmente. ¿Por qué?
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
¿No hubiese sido fascinante saber algo más sobre Adam y Javah? Tal vez. No obstante, cuando comenzamos nuevamente la lectura de la Toráh, debemos volver a recalcar que ésta no se dedica a “cosas novelescas o de historias de entretenimiento” ni a datos geográficos o históricos (aun cuando los puede haber en ella por otras razones). Lo que la Toráh sí hace, es enseñarnos a vivir y a encontrar nuestra misión colectiva e individual para la vida de cada uno de nosotros. Visto desde este ángulo, casi toda la lectura de la Parasháh Bereshít nos relata acerca de los desaciertos que protagonizaron las primeras diez generaciones (en 1656 años) desde Adam hasta Noaj (Noé), perdiendo ellos así la oportunidad de cumplir con el propósito Di-vino en la creación del ser humano. Conocer estos datos no es en sí misma “historia”, sino “moraleja”. Por eso figuran y los estudiamos. El propósito Di-vino por el cual creó al ser humano no se altera por el mero hecho que éste no aprenda su lección. En todo caso, se modifica el escenario de acción para darle otra posibilidad o se transfiere la oportunidad a otro que lo quiera hacer y quizá de mejor manera y resultado. El primer gran traspié sucedió con la primer pareja. Adam y Javah. Este intento de escrito, no alcanza para comentar, toda la envergadura de aquel primer pecado. Sólo cabe destacar que, a pesar de haber sido creados y haber conocido el mundo que existía fuera del Gan Edem (Jardín del Edén), a pesar de su conocimiento claro de haber sido creados por YHWH Elohím, a pesar de su identificación natural con la palabra de YHWH Elohím que gozaban inicialmente, optaron por posicionarse del lado del goce físico que les permitiría y obligaría elegir el bien y el mal desde una situación de confusión de placeres y valores, entre los deseos del cuerpo y la palabra de YHWH Elohím (ellos pensaron - equivocadamente - que el desafío de escoger entre el bien y el mal sería mayor y de más valor, si incorporaban a su ser la adicción al placer físico). ¿Acaso, no formaba esto, parte del plan gestado en el seno del Padre antes de la fundación del mundo? El Gan Edem ya no era el lugar ideal para que siguieran cumpliendo su rol. Fuera de él, y con condiciones físicas de privación e incertidumbre tendrían que encontrar su camino para volver a él. He aquí una primera razón en la que encaja el plan Di-vino, un LOGRO por parte del hombre. Fue el primer exilio, una vez que el ser humano se debió esconder por sentirse alejado y humillado frente a la Voz de YHWH Elohím. Nosotros seguimos quizá, en poca o mucha medida en aquel exilio. No obstante, la maldición recayó sobre el rendimiento de la tierra y no sobre el hombre mismo, el elegido de YHWH para gobernar y sojuzgar la creación toda, quien nunca pierde su condición de portar la imagen Di-vina, pues esta está implícita en su genoma espiritual. Como ya vimos, su simiente (Kayin) sufre de celos y de una urgencia de ser “dueño” de la tierra y de sus bienes, un mal del que sufren la mayoría de los hombres (y mujeres) de hoy y, al mismo tiempo, de depresión y frustración al no lograr los fines económicos deseados. Más allá de cuál fue exactamente la discusión entre Kayin y Hevel (el hermano), Kayin terminó asesinando a Hevel. El resultado del homicidio fue que Kayin sufrió un exilio aun mayor, al no poder considerar ninguna tierra como propia y ser nómada de sitio en sitio por el resto de su vida. La descendencia de Kayin no mejoró su vínculo con el Todopoderoso. De niños eran “educados” a desconocer a YHWH Elohím (Mejuyael), tarea a la cual se dedicaban activamente). De allí salió Lemej quien siguió la “costumbre” de su época. La bigamia. ¿Para qué?
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Para poder procrear con una esposa, quien se dedicaría a la crianza de los niños y poder seguir gozando de la “buena vida” con “la otra”. Según esta afirmación, podemos decir que ya la humanidad había caído en el hedonismo puro con un tinte claro de “usar” a las mujeres como “objetos de placer”. Otra precipitada caída. ¿Qué puede esperarse de los hijos de tal unión? Grandes inventores y descubridores. Instrumentos musicales - para la idolatría. Construcción de casas - para la idolatría. De cuchillos - para el homicidio (Rashí). ¡Que no se mal interprete! Los progresos científicos no son malos en sí. Sí lo son, más veces que no, los objetivos y los usos que les da el hombre. Es que, por lo general, la maldad (léase: la envidia, el egoísmo, el odio, etc.) poseen mejores recursos (de inventiva y creatividad) hasta en nuestra propia mente, que las causas nobles... ¿Qué otra cosa se podía esperar, acaso, de la descendencia de Kayin? Sin embargo, Adam volvió a tener hijos e hijas. El mejor de ellos, Shet, a su vez tuvo un hijo: Enosh, en cuya época se comenzó a difundir el nombre de YHWH Elohím. ¿En serio? ¿Pero, para qué? ¿No estaba vivo, acaso, por muchos años más el abuelo de todos los seres humanos, Adam, quien sin duda les podía contar cómo él mismo fue creado por YHWH Elohím? Es que muy rápido la humanidad “se las arregló” para que las cosas no estuviesen tan claras. El hecho de que en la generación del propio nieto de Adam fuese menester predicar acerca de la existencia de YHWH Elohím, significa que las cosas ya estaban muy mal (R.Sh.R.Hirsch en nombre de su maestro Jajam Bernays). Pasaron los años. Apareció verdaderamente un hombre que iba en contra de la corriente. Hanoj. Pero no era lo suficientemente fuerte para contrarrestar la tendencia. Por lo tanto, falleció joven. Mientras las descendencias de Shet y Kayin seguían cursos independientes sin contaminarse, había esperanzas. Pero con el tiempo, esto se perdió. Y allí comenzó la cuenta regresiva hacia la destrucción total. La dignidad que caracterizaba a la estirpe de Shet se mezcló con la perversa descendencia de Kayin, con las lógicas influencias nefastas. La violencia fue en franco aumento. El deterioro que llevó a la corrupción que causó el Gran Diluvio, fue gradual. Comenzó con la toma de mujeres por simple capricho, sin determinar si tal mujer sería una esposa ideal para tal varón. De allí se extendió a la toma de esposas por la fuerza. No faltó mucho para que las parejas estuviesen formadas por relaciones prohibidas en la Toráh (tomaron mujeres casadas, homosexualidad y animales - Rashí). La suerte de la humanidad estuvo sellada. Aun cuando el ser humano pudiere haber perdido de vista el objetivo de su creación, su Creador es Eterno e Inalterable y así son también Sus Objetivos. Ni un hombre, ni una generación, ni toda la humanidad van a modificar Su plan por el cual el ser humano llegará a reconocer la sola Autoridad de YHWH Elohím, someterse libremente y obrar acorde a Su voluntad. 1656 años pueden ser muchos para nosotros, pero no significan nada ante la Eternidad. La próxima oportunidad la tuvo un hombre y su familia - Noaj. Sin duda alguna que hoy por hoy, nosotros, colectiva e individualmente hablando, tenemos la oportunidad y más que la oportunidad el privilegio y el deber de proclamar y dar a conocer el nombre de YHWH Elohím.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
¡Cuán bellos sobre los montes son los pies de aquel que trae buenas noticias, proclamando Shalóm, trayendo buenas noticias de buenas cosas, anunciando Salvación y diciendo a Tziyon: "¡Tu Elohim es Rey!" ¡Escuchen! Tus guardianes están alzando la voz, juntos gritando de alegría. Porque ellos verán, ante sus propios ojos, YAHWEH regresando a Tziyon. ¡Prorrumpan en alegría¡ ¡Canten juntos, ruinas de Yerushalayim! ¡Porque YAHWEH ha consolado a su pueblo, El ha redimido a Yerushalayim! YAHWEH ha descubierto su brazo Kadosh ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Elohim. ¡Salgan! ¡Salgan! ¡Fuera de aquí! ¡No toquen nada inmundo! Salgan de en medio de ella y sean limpios, ustedes que llevan los utensilios del templo de YAHWEH Yeshayah (Isaías) 52: 7-11
Shabbat Shabatón Shalóm. http://hebreosbereanos.blogspot.com/ [1] Daniel XII, 3. [2] Isaías VI, 13. [3] Génesis I, 27. [4] Nehemías IX, 6. [5] Daniel XII, 3. [6] Salmos XLI, 2. [7] Ezequiel I, 22. [8] I, Reyes XIX II, 12. [9] Génesis XXVII, 1. [10] Salmos XXIX, 3. [11] Números XVI, 22. [12] Números XXVII, 15. [13] Números XXVI, 9. [14] Deuteronomio X, 8. [15] Números XVI, 33. [16] Números XVI, 31. [17] Josué III, 16. [18] II Samuel VI, 19. [19] Salmos CIV, 28. [20] Proverbios XXXI, 15. [21] Zacarías XIV, 8. [22] Isaías VI, 1. [23] Éxodo XXIV, 10. [24] Números XIV, 10: XVII, 7. [25] Ezequiel I, 28. [26] Génesis IX, 13. [27] Deuteronomio VI, 4. [28] Salmos CIV, 14. [29] Salmos CIV, 14. [30] Job XL, 15. [31] Ezequiel I, 10. [32] Ezequiel I, 10. [33] Salmos LXVIII, 15. [34] Ezequiel I, 10. [35] Lamentaciones I, 23. [36] Eclesiastés I, 7. [37] Salmos XVIII, 31. [38] Cantar de los Cantares VI, 11. [39] Eclesiastés II, 8. g (Sic) en el original. N. del transcriptor [40] Cantar de los Cantares I, 7. [41] Cantar de los Cantares I, 7. [42] Cantar de los Cantares I, 7.
[75] Deuteronomio VII, 10. [76] Génesis VI, 4. [77] Génesis XI, 4. [78] Génesis VII, 19. [79] Isaías XXVI, 14. [80] Isaías XXVI, 14. [81] Éxodo XVII, 16. [82] Éxodo XXXII, 4. [83] Isaías LXVI, 22. [84] Génesis II, 5. [85] Génesis II, 8. [86] Génesis III, 22. [87] Deuteronómio XXXII, 12. [88] Lamentaciones II, 1. [89] Éxodo XV, 1. [90] Génesis II, 10. [91] Éxodo XV, 23. [92] Éxodo XV, 23. [93] II Samuel XXXIII, 21. [94] Salmos XCI, 12. [95] Génesis IX, 6. [96] Proverbios V, 6. [97] Proverbios XXX, 20. [98] Levítico XVIII, 7. [99] Isaías L, 1. [100] Zacarías XIV, 9. [101] Génesis I, 18. [102] Isaías XLVI, 10. [103] Éxodo II, 12. [104] Génesis II, 2. [105] Génesis XV, 12. [106] Génesis VI, 3. [107] Deuteronómio XXV, 9. [108] Zacarías II, 9. [109] Ezequiel XXXVI, 26. [110] Yoel III, 1. [111] Jueces I, 16. [112] Números XX, 8. [113] Números XIV, 12. [114] Éxodo XXXII, 33. [115] Deuteronómio XXV, 19. [116] Éxodo XX, 16. [117] Deuteronomio XXVII, 21. [118] Génesis III, 14. [119] Isaías XXV, 8.
[149] Job XII, 22. [150] Jeremías XXXIII, 25. [151] Jueces V, 11. [152] Jueces V, 11. [153] Jueces II, 12. [154] Cantar de los Cantares IV, 12. [155] Salmos CIV, 3. [156] Isaías LIV, 10. [157] Isaías III, 10. [158] Isaías LX, 21. [159] Jeremías X, 12. [160] Salmos CIV, 13 . [161] Job III, 19. [162] Isaías XXXIII, 21. [163] Isaías XXXIV, 14. [164] Josué III, 11. [165] Salmos X, 16. [166] Isaías XXX, 26. [167] Isaías XXV, 8. [168] Génesis II, 7. [169] Salmos CIV, 26. [170] Eclesiastés X, 20. [171] Eclesiastés X, 20. [172] Salmos CIV, 20. [173] Isaías LXII, 6. [174] Génesis II, 21. [175] Génesis II, 5. [176] Isaías LX, 20. [177] Génesis III, 3. [178] Proverbios V, 5. [179] Salmos XXXIX, 3. [180] Salmos LXV, 2. [181] Salmos XCII, 3. [182] Salmos VIII, 6. [183] Salmos XXII, 25. [184] Génesis VI, 4. [185] Génesis VI, 2. [186] Cantar de los Cantares III, 7. [187] Génesis V, 1. [188] Génesis VIII, 22. [189] Isaías LXV, 22. [190] Isaías XXV, 8. [191] Ezequiel I, 28. [192] Cantar de los Cantares II, 12. [193] Salmos XCVII, 11.
[223] Job V, 24. [224] Génesis XXIV, 67. [225] Génesis XLIX, 26. [226] Deuteronómio V, 19. [227] Salmos CX, 1. [228] Josué III, 11. [229] Isaías LIV, 3. [230] Deuteronomio IV, 24. [231] Deuteronomio IV, 4. [232] I Reyes XVIII, 38. [233] Salmos V, 5. [234] Éxodo XXXIV, 30 [235] Éxodo XIV, 31 [236] Éxodo XX, 18 [237] Éxodo XV, 2 [238] Éxodo XXXIII, 7. [239] Isaias XXXIII, 20. [240] Job XXX, 23. [241] Salmos XI, 7. [242] Deuteronomio XXXII, 4. [243] Éxodo XXXIII, 11. [244] Malaquías III, 19. [245] Isaías XXXIV, 6. [246] Números XIX, 11. [247] Zacarías XIII, 2. [248] Isaías XXV, 8. [249] Eclesiastés III, 21. [250] Levítico XI, 43. [251] Levítico XI, 44. [252] Génesis VI, 13. [253] Isaías III, 11. [254] Salmos CXVIII, 19. [255] Jeremías X, 11. [256] II Samuel VII, 14. [257] Proverbios II, 21. [258] Génesis VI, 4. [259] Zacarías XIII, 2. [260] Salmos XCII, 5. [261] Salmos CXXXIX, 17. [262] Salmos LVII, 12. [263] Jeremías XXXIII, 25. [264] Oséas VI, 7. [265] Job XXI, 15. [266] Salmos CIV, 35. [267] Génesis VII, 23. [268] Cantar de los Cantares I, 12.
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Parasháh 1: Bereshít (En el principio) 1:1-6:8
[43] Job X, 11. [44] Proverbios XXXI, 15. [45] Éxodo XXXIII, 23. [46] Ezequiel I, 14. [47] Ezequiel I, 22. [48] Génesis XXIV, 63. [49] Génesis XXXII, 32. [50] I Samuel XV, 29. [51] Números XXVII, 20. [52] Salmos XXV, 14. [53] Daniel XII, 9. [54] Proverbios X, 1. [55] Isaías L, 1. [56] Deuteronómio XXXXII, 39. [57] Isaías XL, 25. [58] Isaías LI, 2. [59] Eclesiastés V, 7. [60] Deuteronomio XXX, 19. [61] Éxodo XXII, 26. [62] Lamentaciones I, 3. [63] Salmos LXXVIII, 38. [64]Deuteronomio XXVIII, 10.*(Sic.) Notadel transcriptor. [65] Salmos XCI, 7. [66] Génesis XXVIII, 11. [67] Salmos CII, 1. [68] Isaías LI, 6. [69] Jeremías XXXIII, 25. [70] Salmos CXV, 16. [71] Salmos CXVI, 9. [72] Éxodo XXXII, 7. [73] Éxodo XXXII, 7. [74] Génesis XLI, 41.
[120] Zacarías XIV, 9. [121] Proverbios XXIV, 3. [122] Cantar de los Cantares III, 9. [123] Salmos CIV, 16. [124] Salmos LVIII, 19. [125] Eclesiastés I, 7. [126] Cantar de los Cantares II, 1. [127] Salmos LXIII, 12. [128] Job XXXVIII, 29. [129] Salmos CIV, 11. [130] Proverbios IV, 18. [131] Job XXVIII, 7. [132] Isaías XLIII, 7. [133] Éxodo XIX, 18. [134] Isaías XLVIII, 13. [135] Isaías XL, 26. [136] Cantar de los Cantares I, 12. [137] Job XII, 22. [138] Isaías XL, 12. [139] Salmos CXXXIX, 12. [140] Salmos XXIX, 3. [141] Job XXVI, 14. [142] Éxodo XXV, 27. [143] I Crónicas XXXIX, 11. [144] Isaías X, 15. [145] Salmos XXXI, 20. [146] Éxodo XXXIV, 30. [147] Salmos XCVII, 11. [148] Génesis I, 5.
[194] Isaías XLI, 2. [195] Números XXIV, 1. [196] Salmos XXXI, 20. [197] Génesis III, 17. [198] Deuteronomio IV, 4. [199] Isaías VI, 6. [200] Daniel IX, 21. [201] Salmos XXXI, 20. [202] Isaías LXIIV, ¿falta?. [203] Proverbios III, 19. [204] Proverbios VIII, 30. [205] Génesis XLIX, 20. [206] Deuteronómio V, 10. [207] II Samuel VII, 14. [208] Salmos XCI. [209] Isaías XIV, 3. [210] Éxodo XX, 8 y Deuteronómio V, 12. [211] Job XXVIII, 23. [212] Isaías XLIII, 16. [213] Salmos XXXV, 15. [214] Lamentaciones I, 8. [215] Deuteronómio XXII, 16. [216] Génesis XXIX, 23. [217] Génesis XXIX, 23. [218] Génesis XXVIII, 11. [219] Proverbios XXXI, 29. [220] Cantar de los Cantares II, 6. [221] Génesis XIII, 3. [222] Salmos LXXXV, 14.
[269] Eclesiastés VIII, 14. [270] Cantar de los Cantares VI, 2. [271] Salmos V, 5. [272] Génesis XXXVIII, 7. [273] Proverbios XIX, 23. [274] Isaías V, 18. [275] Daniel VI, 19. [276] Salmos XCVI, 6. [277] Éxodo XXXII, 14. [278] Salmos VIII, 5. [279] Salmos XXXVI, 8. [280] Proverbios XXV, 4 y 5. [281] Génesis VI, 13. [282] Génesis I, 20. [283] Isaías LV, 8. [284] Salmos XLVI, 9. [285] Génesis XXXVIII, 7. [286] Eclesiastés X, 3. [287] Salmos LXXXV, 14. [288] Salmos LXXXVI, 11. [289] Salmos LXXIII, 26. [290] Proverbios IV, 19. [291] Isaías LXVI, 24. [292] Malaquías III, 21. [293] Isaías LX, 21. [294] Salmos CXL, 14.
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