L a m ent e es una «t abul a r a sa » Sergi Aguilar
© Sergi Aguilar Valldeoriola, 2015 © de esta edición, edición, Batiscafo, S. S. L, 2 01 5 Realización Realización editorial: Bonalletra Bon alletra Alcompas, S. S. L © Ilustración de portada: Nacho García García Diseño de portada: Víctor Fernández y Natalia Sánchez para Asip, SL Diseño y maquetación: Kira Riera © Foto Fotogr graf afía ías: s: D.P. .P. (pág (págs. s. 14, 14, 23, 30 ,34 , 42, 48, 56 ,72 ,86 , 9 1 ,9 2, 95 ,9 9, 126), Nicku / Shutterstock.com (pág. (pág. 44), 44), Georgios Kollidas / Shutterstock. com (pág. (pág. 52), Valentina Razu Razumo mova va / Shutterstock.com (pág. (pág. 65), Maljalen / Shutterstock.com Shutterstock. com (pág. (pág. 83), Georgios Kollidas / Shutterstock.com Shutterstock. com (pág. (pág. 88), 88), Andreas Praefcke (pág. (pág. 103). 103). Depósito legal: B 7794-2015 Impresión y encuadernación: Impresia Ibérica Impreso en España Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento y su distribuc distribuc ión mediant me diante e alquiler o préstamo préstamo públicos. públicos.
Locke La mente es es una «tabu « tabula la rasa rasa» » Sergi Sergi A g uilar uilar
CONTENIDO
Locke Locke,, el filósofo filósofo m unda un dano no Plan team iento de este libro libro Cambios Cambios de m entalidad entalid ad La ru p tu ra religiosa religiosa
9 16 21 22
"Reforma
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‘El nuevo anglicani angl icanismo smo
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La eclosión de la burgu bu rguesía esía Tarlamento británico británico
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La revolución científica
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"Escolástica
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La epistemología epistemo logía sen sata de John Joh n Locke Locke
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Em pirismo «British «British» » fren te a racionalis racionalismo mo «con tinental»
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Sentido y finalidad finalidad de la teor ía del con ocim iento
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Es la experiencia, exper iencia, Descartes, Des cartes, la exp eriencia erien cia
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Sensación Sens ación y reflexión reflexión
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Cualidades Cualidades prim arias y cualidades secun darias
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Ideas simples e ideas comp lejas
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Problem as de la teoría
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"La concepción concepción hered he redad ada a y el Círculo de "Vie "Viert rta a
Tipos y grados de conocim iento "Lo "Locke el tránsfuga: de empiri emp irista sta a racionalista racional ista
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El gobierno liberado lib erado Concepción lockeana del Estado
' 85
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TI contrato social social
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TI Teviatán Teviatán
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Co ntra el absolutismo
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Estado público, Iglesi Iglesiaa priva da
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El imperio imp erio de la ley ley
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El derecho a la rebelión
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Elogi Elogio o de la pro pied ad
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La educación del «gentleman» Modelo pedagógico Vama Va maris ris Cudwort udworth h Masham
El «gentleman» hecho y derecho
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Obras Obrasprincipal princ ipales es
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Cronología
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índice de nombres nombres y concep conceptos tos
141 141
Todas las ideas id eas vienen viene n de la sensa se nsació ción n o de la reflexión. reflexión. [.. [...] Las observaciones que hacemos acerca de los objetos sensibles externos o acerca de las las operaciones operaciones intern as de nuestra nue stra mente, m ente, que percibimos, y sobre las cuales reflexionamos nosotros nosotr os mismos, mismos, es lo que proporciona pro porciona a nuestro nu estro entendimie en tendimiento nto todos todo s los materiales del pensar. pensar. J o h n L o c k e
Locke Locke,, el filó s o fo m un dano Si John Locke sigue siendo a princip ios de d e siglo siglo xxi, xxi, más de tr escie nto s años después de su muerte, uno de los filósofos más respetados no es porque haya legado un sistema redondo que se continúe aceptando total o sustancialmente. La tarea que Locke asignaba a la filosofía (no solo a la suya, sino a toda la disciplina como campo de actividad humana) consistía en explicar y defender la verdad, que a su juicio existía objetivamente, más allá de los deseos y las inclinaciones de los seres seres hum anos, y que adem ás se podía conocer conocer,, como mínim o en part pa rte. e. Pocos Po cos p en sad sa d o res re s s o stie st ien n e n hoy ho y u n a co n cep ce p ció ci ó n t a n firme fir me de la verdad verdad y ta n op tim ista del conocimiento, y de estos pocos todavía son menos los que creen que John Locke alcanzara por completo su objetivo objetivo filo filosó sófi fico co.. Los Los dos fu nd am en tos sobre los que se as ien ta toda to da su doctrina, un Dios omnipotente y bondadoso y una razón humana entendida como don divino para llegar a él, han sido demasiado cuestionados en los tres siglos de filosofía que median entre Locke y nosotros como p ara que a ceptem os sus ideas a pie pie juntillas. juntillas. La creen cia cia en que q ue esa verdad d e tipo objetivo, objetivo, que el filós filósofo ofo tiene c om o tarea ta rea conocer y m ostra r a sus semejantes, posee u n valor valor vinculante y obli obli-
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'Locktt
gatorio acerca del del m odo en que viv viven en los los hombre s choca frontalm front alm ente con alguno s de los los valores valores co ntem porán po ráneo eoss m ás arraigados. arraigados. Y sin emem bargo, bar go, el filósofo filóso fo ingl i nglés és se m a n tie ti e n e co m o u n p e n sa d o r de d e ref r efere erenc ncia ia.. No s o n p o co s los lo s a sp e c to s q u e c o n serv se rvaa m o s d e s e a m o s c o n se rvar del ideario lockeano. El principal aquí es la convicción de que el pensamiento reflexivo estructurado y razonado, la filosofía, debe desem peñ ar una función decisiv decisivaa en el el modo en que los los seres seres hu m anos entien den de n su lugar en el el mu ndo nd o y el tipo de vida vida que corre spond e a su dignidad. Locke no pretendía «conocer el conocimiento» por sí mismo, sin o para pa ra pon erlo al servicio de la moral, m oral, es decir, decir, de la vida, de la elección de u n tipo de vida. vida. El El que estuviera c onvencido de que e ste tipo de vida vida debía ser el cristiano, cristiano, y que su finalidad finalidad no podía ser o tra que abrir a los hombres las pue rtas del ciel cielo, o, forma forma p ar te de su configuración ética y espiritual, surgida tanto de su carácter moral como de un mo m ento histórico (el (el sigl siglo o
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inglés) en el que se impuso un
riguroso puritanismo como sistema de valores. Esta convicción será compartida o no según exista una afinidad con los valores de Locke. Pero Pero el el rigor intelectu inte lectu al con que afirm a la necesid ad de las ideas sólidas para pa ra la vida vida nos es muy necesario a quienes no s hallamos en plena resaca después de la embriaguez relativista relativista de la la postm ode rnidad . AlAlgunas de estas ideas forman forman p arte de nue stros valore valoress más atesorados (el (el principio de toleran cia, la la exigencia exigencia de justicia en el sistem a po lítico y en la organización soci social al,, la implicación implicación co m prom etida del pen sador en la marcha de la historia). Otras, no tan indiscutidas, figuran en t od o caso e n el prim er plano plan o de la histo ria de la filo filoso sofí fía: a: nos refereferimos aquí a su teoría del conocim iento y a su papel como u no de los pad p ad res re s del d el liber lib eral alis ism m o y co m o te stim st im o n io e ideólo ide ólogo go de la Revolu Rev olució ción n Gloriosa Gloriosa de 1688, que su puso pu so el principio del fin del absolutism o en la historia política moderna. Quien desee hacerse una composición de lugar lugar en el mapa del del pensamiento mod erno debe tener muy en cuen ta
‘I.or.ke. I.or.ke. «IfUásafb munda mu ndano no
II
que Locke constituye un hito mayor en el surgimiento de un pensamiento británico y norteam erican o diferenciado diferenciado del europeo, mucho más centrado en la epistemología o gnoseología (esto es, en la teoría del conoc imien to) que en la metafísica. metafísica. Hay otro rasgo de Locke que resulta my digno de elogio de entrada. Acabamos de decir (y lo argumentaremos más adelante) que Locke concibe la filosofía como un servicio para los seres humanos: mostrarles mostrarles cómo conocer pa ra descu brir la verdad que les les perm ita vivivir de un modo recto y acorde con valores trascendentes. Puesto que la filo filoso sofía fía es un servici servicio, o, quien la cultiva no p ued e m ás que asum asu m ir un humilde humilde sentido común, ajeno ajeno a estridencias y a cualquier pretensión de originalidad originalidad,, en su trab ajo m etódico y sistemático . Locke instituye el
common sense
en la filos filosof ofía ía británica, y esta es una u na de su s mejores
señas de identidad.
Las reflexiones reflexiones de Locke está n m arca das p or el lugar y el el mom m om ento histórico que le tocó vivir: la Inglaterra del siglo xvu, un país en plena ple na ebul eb ullic lició ión n social. soc ial. Locke Loc ke vino vin o al m u n d o el 29 de a gost go sto o de 1632 1632 en W rington, un a aldea situ ada ad a al sur de Brist Bristol ol,, en el seno de una famili miliaa que, que, sin ser adinerada, adinerada, gozaba de un a posición ba sta nte cómoda gracias al sueldo de abogado del padre. La familia, además, se vería bene be nefic ficiad iadaa po p o r el tr iun iu n fo del de l ba b a n d o pa p a rla rl a m e n ta ris ri s ta , al que q ue apoy ap oyó ó d urante ran te la gue rra civil civil (16421 (16421651 651). ). Su infancia infanc ia se desarrolló des arrolló en Pensford, pobl po blac ació ión n c erca er ca n a a su luga lu garr de naci na cim m ient ie nto o , en u n a m b ie n te rura ru rall y austero. austero. Recib Recibir iría ía un a prim era formación de corte p uritano , im par tida en el hogar por su padre. John, que imponía una disciplina severa acorde con los cánone s de la época. La madre, Agnes Keene, Keene, de carác c arác ter mu cho más afable y fle flexi xibl ble, e, fallec falleció ió a un a ed ad tem pra na, cuando cua ndo Lock Lockee acabab a de c um plir la mayoría de edad.
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’l.oc l. ocke ke
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Terminada la guerra civil entre parlamentaristas y absolutistas, como reconocimiento por los servicios prestados, al padre de Locke se le asignó un puesto de funcionario que dio seguridad financiera a la familia y la alejó de las penalidades que sufrirían muchos de sus conciud adan os. Gracias a los los co nta cto s de su padre Locke Locke accedería accedería,, en 1646, a la Westminster School, una escuela tan prestigiosa como severa en la que demostró ser un chico de mente abierta y tolerante; y en esa etapa inici inicial al establecer establecería ía am istad co n jóvenes jóvenes de tendenc ias monárquicas, cosa que le llevaría a simpatizar con ellos, sin llegar a abandonar sus principios familiares ni entregarse a la causa monárquica. quica. En W estm inster cursa ría sus e studio s h asta 1652, y, con vein te años, pasaría a formar parte del selecto grupo de estudiantes del college de C hrist Church, en la Universidad de Oxford. Oxford.
Otra de las grandes instituciones del país le abría sus puertas a raíz raíz de los influyent influyentes es co ntac tos p aternos. Pese Pese a ob tener bu ena s calific lificaci aciones ones,, las enseñ anz as que recibió recibió no ter m ina ron de m otivarle y no se aplicó dem asiado en el estudio. La filos filosof ofía ía que se im par tía en Oxford Oxford no iba m ás allá allá de las lecciones poco innova doras de la escolástica aristotélica, aristotélica, de m odo que Locke no se entregó a ella ella hasta que descubrió los escritos de Descartes, cuando contaba ya unos treinta años y su etapa universitaria había terminado. En su época como alum no d e Oxford Oxford se interesó po r otra s m aterias: fís físic ica, a, quím ica y me dicina dicina.. Lleg Llegó ó a establecer amistad c on un grupo de estud iantes entre los que hay que mencionar a Robert Boyle, que terminaría por ser el pa p a d re de la q u ím ica ic a m o d ern er n a, y al q u e Lock Lo ckee a sist si stir iría ía co m o a y u d a n te de labo ratorio en alguna ocasión. ocasión. Una vez licenciado licenciado por el Christ Church en 1659, se inc incorp orporaría oraría a la la institu ció n com o lector de Griego Griego y Retórica, Retórica, y adem ás llevaría llevaría a cabo tare as d e C ensor de Filos Filosof ofía ía Moral. Su interés por la ciencia, sin embargo,, se mantuvo, e incluso se atrevió a ejercer com o m édico y a da r consejos sanitarios, aun que no
Lock Lockn. n. ni filósofo filósofo mundana
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sería sería has ta añ os más tarde, en 1674, cuando term inaría p or licenci licenciarse arse en Medicina. Medicina. De entre en tre los grand es filósofos filósofos de la historia, histo ria, Joh n Locke es el único que ocupó puestos de gobierno relevantes. Su valía como consejero, médico oficioso y educador le permitió entrar a formar parte del séquito del eminente político lord Ashley, su gran mentor, quien le introduc iría en la política. política. Con la ascensió n d e Ashley Ashley a cond e de Shaf Shaf tesbury por sus servicios servicios a la corona, corona, Locke Locke fue nom brado secretario del del Consejo de C omercio y Agricultu Ag ricultura ra en 1673, 73, cargo cargo al que renunc ren unció ió cuando los vientos políticos se volvieron contrarios a su protector. A raíz raíz de la la caída en desgracia de su grupo, Locke regresó regresó a su lectorado en Oxford, hasta que en 1675, debido a su delicado estado de salud, tuvo que abandonar la docencia y trasladarse a Francia en busca de un clima más benigno. Cinco años permaneció en tierras francesas, donde donde entró en c ontacto tan to con partidarios partidarios como con detractores detractores de la obra de Descartes. En este período recibió la influencia de los seguidores de uno de los más destacados críticos del cartesianismo: Pierre Gassendi. Las conjuras políticas hicieron que su regreso a Inglaterra, tras el perip per iplo lo franc fra ncés és,, fuer fu eraa breve. brev e. En 1683 tu t u v o q u e segu se gu ir los lo s p a s o s d e su vale valedo dor, r, el conde de Shaftesbury, Shaftesbury, y refugiarse en H oland a po r tem or a las represalias del que sería el futuro rey de Inglaterra. Jacobo II. No volv volvió ió a su país h asta as ta que Guillermo G uillermo de Orange tom ó el pod er en 1688. Con el el triunfo de la casa de Orange se term term inaro n las dificultades dificultades p olíticas para Locke, pero su mala salud le obligó a declinar un puesto de embajador en Brandeburgo y a conformarse con un cargo más modesto que le permitió quedarse en Londres. Acabó abandonando la ciudad en 1691 para establecerse en el campo, en Oates, donde se instaló en casa de unos amigos, los Masham, y ejerció como mentor de la esposa, Damaris Cudworth, y educador de los hijos. Su retiro
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H
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Retrato de John Locke, por John Greenhill, de 16721676.
no fue total, y continuó desempeñando algunas tareas como político en calidad de comisario de Comercio desde 1696 hasta 1700, puesto que le obligó a abandonar la tranquilidad de Oates durante algunos períodos para pa ra establecerse establece rse en Londres. Londres. Regresó Regresó como huésped hué sped a casa de los Masham, liberado de cualquier carga pública, en sus últimos años de vida. Autor ya consagrado y admirado, se dedicó a pulir sus textos, a responder a sus críticos y a recibir a algunos de los grandes intelectuales de la época, como Newton, con el que congenió. Locke murió en octubre de 1704, al cabo de una vida discreta y recatada, guiado siempre por la moderación y la prudencia, habiendo dedicado sus esfuerzos a escribir sus obras, a la enseñanza y a sus facetas de consejero y médico.
'l.ock 'l.ocke, e, el filósofo munda mu ndana na
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El suyo fue un siglo de crisis y transformaciones: la mentalidad ingl inglesa esa estaba cam biand o a raíz de conm ociones po líticas líticas y reli religio giosas, sas, así com o de la apa rición de la nueva ciencia. En el plan o político, con el el triunfo de la burguesía sobre la nobleza se abrieron horizo ntes de mayor libertad libertad para los los ciudadanos, empezó el desmoronam iento del modelo absolutista y se instituyó la primacía de los bienes individuales como derecho inalienable. Uno de los motores del cambio fue fue la expans ión del com ercio, que originó el mercad o ca pitalista. En el terreno religioso, la Reforma había socavado a la Iglesia Romana, que asistía, sin capacidad de reacción, al auge de un protestantismo extendido a muchas de las sociedades europeas más poderosas. La ciencia experim ental a po rtab a nuevas hipótesis y observaciones que trastocaron la visión del mundo establecida hasta entonces. Se sustituyeron las soluciones de influencia aristotélica por otras elaboradas desde el prisma de la aritmética y la geometría, lo que supuso una modificación de la mayoría de los campos del saber, de la astronomía a la medicina, pasando por la óptica y la botánica. Surgieron nuevos inventos y se perfeccionaron viejas técnicas, se aplicaron mejores instrumentos de observación y cálculo. Además, el uso uso generalizado generalizado de la imp renta p erm itió itió d ar a c onocer y pop ularizar larizar con m ayor rapidez cualquier tip o de idea innovadora. Por su su pa p a rte, rt e, la nu e v a filos fil osof ofía ía se e n f re n tó al a c a d e m icis ic ism m o e sc o lást lá stic ico o, y puso pu so e n p rim ri m e r p la n o las la s c u e s tio ti o n e s su rg ida id a s de las la s re fle fl e xion xi onee s c a r tesianas. La relación entre fe y razón se volvió más tensa, a la vez que se reivindi reivindicaba caba la centralidad del sujeto com o problem a esencial al que ded icar la ate nc ión filosóf filosófica ica y política. En definitiva, el sig siglo lo xvn inglés fue un tiempo fascinante y plagado de estímulos, al que Locke no daría la espalda.
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Planteamiento de este libro
En las primeras páginas haremos un repaso de los principales acontecim teci m ientos ien tos de d e la época, incluye ndo en tre ellos los de tip o filos filosóf ófico ico y científico. científico. No No solo solo nos servirá para sit ua r a Locke en su c ontexto on texto , sino que también nos ayudará a entender qué hay de novedoso y qué de co ntinu nti nu ista en su filos filosof ofía. ía. A lo largo largo del libro libro las las m encione enc ioness a la situ ación histórica serán inevitables inevitables y pu nte ará n la narración de los logr logros os intelectuales y las desventuras vividas por nuestro autor. Aunque su carácter moderado es proverbial, Locke fue un hombre comprometido social y políticamente: llegó a ser acusado de conspirar contra el rey y, como se ha dicho, tuvo que abandonar el país hasta que la situació n se calmó. calmó. Algunos, Algunos, com o los los absol utistas utis tas (mo nárquicos), nárqu icos), los los cristianos pap istas y los los calvinistas calvinistas extremos, lo tenían por un radic radical, al, pero pe ro m á s bien bi en fue u n p a lad la d ín del de l ju s to m ed io y del de l se n tid ti d o c o m ú n . Se volcó en dar respuesta a las exigencias relativas al gobierno político y a la ciencia que florecían florecían en su en torno , dio con u na nueva con cepción de la filosofía y elaboró una teoría del conocimiento que tuvo una gran influencia in fluencia en los pensad pen sadore ore s posteriores. Y lo logr logró ó hacien do gala gala de un a pro sa dire cta y mesurada. Hoy Hoy se se le le considera u no d e los fund adores ado res del emp irism o inglés y el pa dre del liberalismo político. El pe nsa m iento de Locke Locke tiene básica m ente dos vertientes. Por un lado, están las ideas epistemológicas reunidas en el 'Ensayo sobre el entendimiento entendimiento humano, su obra más destacada, en la que ofrece una
alternativa a lo planteado con anterioridad por Descartes, autor de referencia por aq uel ento nces. nce s. Por otro otr o lado, lado, está el Locke político, el el del Segundo Segund o tratado tratad o sobre sobre el gobierno civil, civil, cuyas tesis tesis son u na crítica directa a la tiranía monárquica y cuya noción de Estado inspiró los idearios de las Revolucio Revoluciones nes esta do unid ens e y francesa francesa.. Nu estro pro pó p ó sito si to es e x p o n e r a m b o s a sp e c to s m a n te n ie n d o el e sp írit ír itu u d id á c tic ti c o
'Lw.kt i. íi /filósofo /filósofo mundano
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que caracterizó a Locke; no en balde, su 'Ensayo es considerado uno de los primeros libros de divulgación científica moderna. Aunque su interés interés po r la pedagogía queda algo algo arrincona do p or las facetas científicoepistemológica y políticosocial que expresan sus dos grandes "Pensamiento entoss sobre la educació educ ación n tam bién ten drán lugar obras, los "Pensami lugar en
nuestro relato. Sus reflexiones sobre la que consideraba la mejor manera de tener y cultivar una mente sana nos servirán para incidir de nuevo en su implicación social. El discurso de Locke, igual que el de muchos otros, refuerza y apoya un sistema político concreto. Pero lo relevante es que, en el caso de Locke, ese sistema supuso algo nuevo, y que trajo trajo consigo consigo un a mejora mejora respecto al anterio r para un mayor número de personas. Además, su defensa política viene avalada por un trabajo epistemológico previo, en el que denuncia los desvarios que invaden invaden la filo filosof sofía ía tras la borrach borr achera era ra cion alista de D escartes. Frente al cartesianismo, Locke plantea una racionalidad más contenida que niega la existen cia de ideas in na tas y nos deja quizá sin la seguridad que esta s garantizaba n, pero establece un discurso que favor favorec ecee una política p or y desde la libertad. El liberalismo, tal y como él lo articula, reequilibra el reparto de fuerzas de los distintos estamentos sociales y busca una separación de poderes como la que, posteriormen te, elaborará Mon tesquieu, Esa Esa distribución del pode r rompió el status quo con la prome sa de un re pa p a rto rt o m á s ju j u s to y m ejor ej or p a ra la mayo ma yoría ría.. Su lib l iber eral alis ism m o ofre of rece ce un h o rizonte positivo, puesto que recompensa el esfuerzo y el trabajo, a la vez vez que establece u n m arco legal legal que proteg e los frutos de ese trabajo. Sabemos Sabemos que en realidad realidad no fue todo tan bonito como se presentaba, pues pu es se t ra tó m ás de u n triu tr iu n fo de la b urgu ur gues esía ía qu e del pueb pu eblo lo llano, llan o, pero la pos p osib ibil ilid idad ad de u n a m ejor ej oraa ex e x ten te n sibl si blee a to d a s las l as cap ca p as socia so ciale less ya estaba esta ba ahí. Se Se había dado un paso decisivo decisivo que desem bocaría siglos siglos después en el Estado del Bienestar. El planteamiento liberal de Locke,
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como dem uestra su triunfo, se presenta m ucho m ás atractivo atractivo que la resignación resignación a la la que conden aba su predecesor británico Hobbes, Hobbes, para quien la mon arquía abs oluta era el el m eno r de los males males y algo algo preferipreferi ble a e s ta r bajo b ajo el do d o m inio in io del de l pueb pu eblo lo.. La vigencia de Locke radica en ese empeño por la libertad y en la necesidad de ma ntenerla nten erla ta n to en el terren o social social como teórico. teórico. Pese Pese a las som bras de su discurso, discurso, que tam bién mencionarem os, hay que pon er énfasis en aquellas partes de su ideario que aún hoy, más de trescientos años año s después, conservan su vigor No será en balde: balde: seguir seguir su teoría del conocimiento y entender cómo desemboca en una posición liberal caracterizada por la tolerancia política nos servirá para estar en guardia ante plan team ientos excluyentes o que prete nd en ser solución solución para todo. La limitación del poder de la razón es una de las mayores aportaciones del empirismo británico que él encabezó, encabezó, un o de sus grand es legados legados y el el motivo m otivo po r el que se siguen escribiend o libros sobre Locke. Locke. Aunque su discurso no está exento de contradicciones, mostraremos su riqueza y sus tesis tesis para com prender pren der qué qu é hay de Locke Locke en la la concepconcep ción ción m oderna del del mundo. No encontram os en su obra un sistema conceptual ceptu al complejo: complejo: lo que n os ofrece son ideas direc tas y claras, claras, y es ahí pre p reci cisa sam m en te d o n d e radic rad icaa su s u interé int erés. s. Se tra tr a ta d e un u n a u to r bisagr bis agra, a, que q ue supo canalizar corrientes iniciadas en Descartes y dio las herramientas necesarias para explorar nuevos caminos a otros, como Leibniz o Hume. Apo rtó una visión visión rompedora, aunq ue no radica radical, l, que contrib co ntrib uyó a que el pen sam iento evolucionara evolucionara y superara alguno s de los probleproblema s en los que qu e el el racionalismo racionalismo había caído. caído. Cabe ap un tar tam bién que sus tesis políti políticas cas fueron desautorizadas tan to por conservadores conservadores como po p o r liber lib ertar tarios ios:: los p rim ri m ero er o s creía cr eían n q u e inci in cita tab b an a la revolu rev olución ción:: los segundos, que solo servían para reforzar el orden establecido. El marxismo de la segund a mitad m itad del sig siglo lo pasado señaló señaló a Locke Locke como uno un o de los los teóricos de la propiedad privada y le acusó de justificar justificar las diferendiferen-
'Locktt, tilfilóaofi) mundano
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cias cias de clase. clase. Lo cierto es qu e esta es ta visión de Locke ha cambiado camb iado y se ha enriquecido: el foco de interés se ha desplazado hacia su defensa de la libertad libertad desde una posición epistemológica epistemológica que huye de dogm atismos. 1la pasado de s er considerado considerad o un u n apologeta ap ologeta del capital a erigirse erigirse como uno de los los teóricos teóricos que abogan po r una racionali racionalidad dad m ás hu man a y que reivindican reivindican la rebelión rebelión del pueblo co ntra nt ra los abusos abu sos del po der político. político. Nos lim li m itar it arem em o s a segu se gu ir sus su s p alab al ab ras ra s y n a rra rr a rem re m o s có m o se d e sarrolló sarrolló el el juego in telectu al que él propus o en el tablero de la Europa moderna. Por ello trazaremos antes que nada una panorámica de su contexto histórico. histórico.
Cam Cam bios de m entalidad ntal idad
Uno de los títulos más honorables que ostenta Locke es el de padre del empirismo británico. Otro, derivado en parte de este, es el de primer gran teórico de la democracia liberal. Estos calificativos no son cualquier cosa, y otorgárselos es tanto como decir que en sus sus escritos se enc ue ntra el susten to de gran p arte de la civil civiliza izaci ción ón contemporánea, de modo que, para alguien que murió sin descendencia, dencia, se trat a sin sin d ud a de u n bo nito legado. legado. Es Es necesario contex tualizar su pensamiento. En sus reflexiones, Locke no es ajeno a las innovaciones recientes de la filosofía, la ciencia y la política. El prob pr ob lem le m a del de l c o n o c im ie n to le o c u p ó in te n s a m e n te , p e ro n o p o r sí mismo, mismo, sino sino como m edio indispensable para crear un sistema moral y polític político o que e stru ctu rar a la vida vida de las personas. Se Se pregun tó po r el surgimiento de la sociedad civil y sobre cuál era la mejor manera de organizarse organizarse po líticam líticam ente. P uede que hoy, tras los triunfo s de la cienci cienciaa expe rim ental y la la dem ocracia liber liberal al,, esas cue stiones nos p arezcan rezcan algo algo desfasadas, pero pero la Europa actual, con stituida po r E stados toleran tes y ciudadan os libre libres, s, es muy distin ta de la Europa del sigl siglo o xvn xvn.. Esa libertad que hoy tene m os o reivindicamos reivindicamos en to do el
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m und o fue fue la la que se empezó a forjar tresciento s año s atrá s en tierras inglesas, impulsada por autores como Locke. ¿Qué pasaba en aquella Inglaterra? Inglaterra era una de las naciones más avanzad as de su tiempo: tiempo: en sus ciudad es surgían modelos distintos a los los que se se habían ido reproduciendo reproduciendo h asta entonces, tan to en el terre no religios religioso o com o en el político y el científi científico. co. En las pró ximas páginas identificaremos los distintos cambios de paradigma que po p o n e n d e m an ifie if iest sto o el conv co nv ulso ul so m o m e n to en el q u e Lock Lo ckee e n tra tr a en escena. Religión y Política, Dios y Patria, conceptos íntimamente ligados an tes de la irrupción irrupción de los los nuevos ideales ideales modern os, se escinden y empiezan a avanzar de forma indepen diente. Pese Pese a los los todavía todavía numerosos puntos de convergencia, se abre una diferenciación cada vez más clara en tre la institu ció n eclesiástica y la organización org anización p olítica. En clave religiosa, el catolicismo cede ante la ideología protestante. En la la política, política, los los reinos abso lutistas se doblegan a nte la apertu ra social que trae consigo la burguesía mercantilista. Por último, en el ámbito científico, el modelo experimental triunfa sobre las ciencias observacionales observacionales d e co rte aristotéli aristotélico. co.
La ruptura religiosa La Iglesia católica romana había sufrido un duro revés con la Reforma protestante impulsada por Lutero en el siglo xvi. Sucedió lo que pare pa recí cíaa impo im posi sibl blee h a s ta e n ton to n ces: ce s: la p alab al abra ra c r isti is tiaa n a ap o stó st ó lica li ca se había fragmentado más allá de los cristianos ortodoxos, y la unidad de la poderosa Iglesia se había roto. Se distinguió entre católicos, luteranos, anglicanos, calvinistas, presbiterianos y baptistas... y los que qued aban aún por veni venir. r. Todas eran confesiones cristianas, cristianas, toda s d efendían la misma fe, pero cada una de ellas defendía que solo había y
Cambias Cambias da da mentalida menta lidad d
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Reforma La Reforma protestante iniciada por el monje alemán Martín Lutero (1483-1546) supuso el fin de la hegemonía católica, mantenida man tenida a lo lo largo largo de la Edad Edad Media, Media, y la escisión de la cristiandad. La suya no fue la única voz crítica que se alzó contra la jerarq jer arquía uía eclesiás ecle siástica, tica, pero él fue fu e el hom bre adecuado en el momento preciso. Su discurso recogió las tensiones acumuladas durante siglos y las hizo estallar, aprove chando una conjunción de factores favora bles. En un primer momento, la protesta de Lutero no se eleva por completo contra lo ,
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católico: todo empezó con SU denuncia por
Retrato Retra to de Martin Lutero realizado realizado por Lucas Cranach.
la venta de indulgencias, práctica median te la que aquellos que podían permitírselo compraban el perdón por sus pecados. El desencadenante de la pro testa luterana fue la visita visita del fraile dominico Johan Tetzel Tetzel a Alemani Alemania, a, enviado como representante de la Iglesia, con la intención de vender indulgencias papales para sufragar la reconstrucción de la Basílica de San Pedro en Roma. Este mercadeo con la redención indignó a Lutero, que expresó su desagrado con dichas prácticas eclesiásticas mediante su escrito de las 95 Tesis, publicado en 151 7 y en el que denunci denunciaba, aba, entre otras cosas, la venta de indulgencias y absoluciones, ya que, para él, tan solo Dios podía otorgar el perdón. Las protestas de Lutero no fueron escuchadas por el clero, pero sí tuvieron repercusión entre los fieles. Su postura se fue radicalizando, hasta oponerse abiertamente a la institución eclesiástica y sus ostentaciones. Los desmanes de la Iglesia pusieron de manifiesto que la reforma no podía ser tan solo eclesiástica (organizativa), sino que también debía ser teológica (de
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contenidos). Tal y como señala Hans Küng', aunque el detonante del protestantismo fue la venta de indulgencias, en realidad la crisis se había venido gestando durante años y respondía a un proceso acu mulativo de motivos plurales. El poder temporal del Papa se desmoro naba con el auge de los nuevos estados nacionales (Francia, España e Inglaterra), mientras que la Iglesia no había sabido transformarse conforme al devenir de los tiempos, ya que su reacción no había sido efectiva y los intentos de reforma interna impulsados en varios conci lios lios no habían habían funcionado. El afán centralis ce ntralista ta y la tendenc ia absolutis ta de la Curia molestaban a las distintas regiones europeas, que tenían que aceptar que sus asuntos tuvieran que pasar por Roma en lugar de resolverse en sus tierras. Este cúmulo de circunstancias afectó a la Iglesia alemana de la que Lutero formaba parte. Hubo un compo nente político en su desafío que no hay que despreciar. Los abusos de poder, el negocio de las indulgencias con que los ricos pagaban para expiar sus pecados, el auge de la economía monetaria, las diferencias entre una élite eclesiástica formada por nobles respecto a unas bases empobrecidas, el celibato como obligación (sin que se mencionara tal cosa en la Biblia), el culto enfermizo a las reliquias santas, una liturgia recargada y la creciente influencia de supersticiones variadas, fueron otros elementos que condujeron a la revuelta revuelta luteran a La pérdida de los valores cristianos lleva a Lutero a reivindicar el evangelio de Jesucristo tal y como se encuentra en la Biblia, en un in tento ten to por retomar el mensaje original original cristiano. Los cinco pr incipios que fundam entan su discurso y que dieron lugar al protestantism o son: son: sola
Scriptura, solus Chrístus, sola grafía, sola fíde y solí Deo gloria. Con sola Scriptura, Lutero afirma que hay que ir solo a la Escritura, es decir, que la única fuente de autoridad a la que hay que remitirse es la Biblia Frente a la acumulación de normas y autoridades que han ido surgien do en la Iglesia, Iglesia, cuenta únicamente únicamen te la letra del libro sagrado. sagrado. Contra los
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cristianismo, o, esencia e historia. Küng, H., El cristianism
Cambios Cambios (Ir (Ir nwnhil tdad
mediadores en la relación entre Dios y el hombre, reivindica a Cristo
Chrístus), enfatizando la visión de un Dios concreto, que se solo (solus Chrístus ha hecho hombre y no es visto como algo abstracto. Deja de lado a los santos y al clero, para fijar a Cristo como punto central que orienta toda la lectura de las Escrituras. Ante las obras de devoción que la Iglesia exige a sus fieles para que estos se ganen el cielo, invoca la sola gratia, la gracia de Dios en su bondad como la única válida para otorgar la salvación del alma. Se exige, por lo tanto, una confianza absoluta en Dios, ya que la gracia no depende de nadie más. El ser humano debe mostrar una fe incondicional (sola fide) hacia la gracia divina, como muestra de favor y benevolencia de Dios. La fe es entendida como entrega entreg a confiad a al Dios del Nuevo Testamento, del del que se espera una just ju stic icia ia bondado bon dadosa sa para el e l hombre hom bre humilde, humild e, que qu e no busca bus ca des d estac tacar ar por sus buenas obras, pues eso le podría llevar, según Lutero, a caer en la vanidad; vanidad; aunque fuera la vanidad vanidad del bo ndadoso que se regocija en su santería Establece así una teología de la justificación del pecado, ya que el perdón depende de la gracia de Dios, no de la piedad vanidosa de los seres humanos. Con la solí Deo gloria, «la gloria es solo para Dios», sostiene que la adoración debe dirigirse solo hacia Dios, que se debe huir de rituales vacíos y de falsos ídolos. De este modo, el fin del creyente descansa entonce s en la glorificación de Dios, Dios, de forma forma pura pura y sin adiciones de ninguna clase. Este es el discurso que empezó a extenderse en el siglo XVI por Europa, no solo debido a la propia decadencia eclesiástica, sino tam bién al lenguaje directo y popular de Lutero. El suyo, para muchos, es un mensaje más seductor que el del catolicismo porque supera la concepción teológica medieval, que había quedado desfasada por su anclaje en el escolasticismo y el aristotelismo. Lutero la sustituye por un lenguaje directo de categorías personales al alcance de todo el mundo. No habla de potencias, ni de la sustancia o los accidentes, no se ocupa de las causas eficientes ni formales. Lutero es mucho más terrenal: habla del hombre pecador ante el Dios bondadoso, habla
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de esperanza, de sostener un anhelo firme que llevará a los seres humanos a entrar en el reino de Dios. Se dirige a los fieles con una interpretación literal de la Biblia, prescinde de cualquier tipo de alego ría, considera que lo allí escrito es lo que se ha querido decir y lo que merece ser seguido. Esta nueva sencillez, sumada a la aparición de la imprenta, hizo que el protestantismo se extendiera por buena parte de Europa. Aparecieron otras figuras, como Calvino, para afianzar el mensaje rompedor y el desafío al catolicismo, y con ellas se consolidó el cambio en el seno del catolicismo romano por la influencia protes tante. La legitimidad de la Iglesia como mediadora entre el creyente y Dios había quedado tocada.
po p o día dí a h a b e r u n a v erd er d ad era er a y, y, po p o r su s u p u es to, to , to d a s se c o n sid si d e ra b a n a sí mism as la facción facción elegida elegida.. Esa tend enc ia a bsolutista, el estás conm i solo podía traer consigo consigo un enfrentam iento que iba a go o contra mí, solo sup one r no solo una ree structu rac ión de la religiosi religiosidad dad y de la fe fe, sino sino tam bién im po rtante s cambios políti políticos, cos, que crearían nuevas alianzas alianzas y nuevos enemigos. Si había había existi existido do h asta p or aquel aquel entonce s un a institución co nsolidada e influyente en toda Europa esa era la Iglesia católica. Y ahora había sido atacada en sus cimientos por un humilde fraile alemán como Lutero. En realidad, los excesos del clero se lo habían puesto ba b a s t a n te fácil a los lo s crít cr ític icos os.. La c ú p u la relig re ligio iosa sa h a b ía p e rv e rtid rt id o el mensaje original de los padres fundadores, las costumbres se habían vuelto tr ám ite s vacíos y el lujo lujo se había in stala do en la casa del Seño Señor, r, a la vez que se predicaba contención y humildad. El boato de los rituales y la la os tenta ción de riqueza solo solo servían para separa r a la Igle Iglesi siaa del pueblo. El Papa todavía infligía temor y gozaba de una gran influencia política, política, p ero la Iglesia Iglesia perdía pe rdía a las c lases bajas. Con el desafío
Cambios de mentalidad
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luterano, las escisiones basadas en el protestantismo proiiferaron y tomaron tom aron a los católicos po r sorpresa. Aunq ue la Igles Iglesia ia católica siguió siendo un actor imprescindible en la escena política europea, empezaba zaba a m ostra r signos de fatiga fatiga y debilida debilidad. d. Roída Roída en pa rte por su p ro pia avar av arici iciaa y p o r las la s d is p u ta s in te rn a s n o solo so lo p o r desa de save vene nenc ncia iass eclesiásticas, también teológicas, las ramificaciones en la práctica de la la fe fe merm aron lo que h asta enton ces había sido sido un bloque sólido sólido e impenetrable. impenetrable. Sus Sus enemigos no iba n a d esaprovechar la la oportu nidad . La respuesta de la Iglesia católica a la Reforma consistió en reestructu rar la instituc ión a fin de volver volver a los orígenes orígenes y así salvaguardar su influencia volcándose con los devotos de base. La Contrarreforma es una llamada a la vida piadosa y a recuperar parte de lo que Lutero denunció que se había perdido. No deja de ser irónico que uno de los triunfos triunfos del del protestan tismo fuer fueraa que su enemigo adoptara parte de su doctrina para salvar salvarse. se. El movimiento prote stan te fue el toqu e de aten ción que necesitab nec esitab a la Igles Iglesia ia para no alejarse todavía más de la realidad diaria de sus fieles. La relajación de la moral y la entrega a las pasiones diluía diluía la p átin át inaa de divinida d ivinidad d de la Iglesia Iglesia.. El El problema, claro está, est á, es que sin ese halo divino los clérigos perdían autoridad (por eso lamentará Nietz Ni etzsc sche he la ejem e jem plar pl arid idad ad de la refo re form rmaa lute lu tera rana na,, ya que qu e con c onsi side dera ra que qu e la corrección q ue introd in trod uce el prote stant sta ntism ism o salvó salvó a la la Igles Iglesia ia de la aniani quilación) quilación).. A los dirigentes católicos les iba a resultar res ultar com plicado con c on tinuar siendo figuras de referencia sin un a con c on du cta ejemplar. ejemplar. Lutero Lute ro les hizo hizo ver ver que para m anten an ten er su relevan relevancia cia debían sacrificar sacrificarse se y ser más m ás humildes. Europa vivió un auge del puritanismo, que ensalzaba la vida recta y comedida, a imagen y semejanza de los santos. Fue el triunfo de la la idea de que para pa ra servir a los los homb res hay que esta r por en cima cim a de las las debilidades hu manas. ma nas. Sigl Siglos os después despu és de que qu e san A gustín, uno de los los fundadores del pensamiento cristiano occidental, rogara: «Señor, hazme casto..., pero todav ía no», parecía que a los integ rantes ran tes de d e la Igle Iglesia sia
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católica les había llegado el momento de sobreponerse a los placeres m und ano s y hacerse santo s o, po r lo menos, parec parecerl erlo. o. El puritanismo caló en Inglaterra. Hubo zonas impenetrables a la reciente oleada protestante, como España o Italia, pero gran parte del norte de Europa acogió de buena gana la fiebre de la austeridad. En muchas regiones el mensaje arraigó de forma tan profunda que el desacuerdo religioso desencadenó conflictos internos. Y esta nueva fe no fue adoptada tan solo por el pueblo llano; muchos monarcas y dirigentes también se apuntaron a las corrientes anticatólicas en boga. bog a. Pero Per o no lo hic h icie iero ron n p re c isa is a m e n te p o r su a m o r a la vida vid a sencil sen cilla. la. No a b a n d o n a ro n su s m agní ag nífi fico coss pa laci la cios os p o r g ran ra n jas ja s d e m ader ad era, a, ni sustituyeron sustituyeron sus cetros dorados p or humildes azadas para cultivar la tierra y exaltar a Dios con su humillación. Sus intenciones eran mucho más má s terrenales: rech aza r a la Igle Iglesi siaa católica les les sirvió sirvió para alejarse alejarse de la influencia del Papa y reforza r así su poder. poder. El caso de Inglaterra fue uno d e los más claros. El rey rey Enrique VII VIII aprovechó la circ un stan cia histó rica pa ra sep ararse de Roma y establecer el anglicanismo como Iglesia propia fuera de la órbita papal. A grandes rasgos rasgos se pue de decir que la Iglesi Iglesiaa a n glicana glicana es un a vía vía interm edia entre el catolicismo catolicismo y el el protesta ntism o. El rey suplantó las funciones desempeñadas hasta ese momento por el Papa Papa y conservó g ran p ar te de la liturgia liturgia católica, au nq ue siguiera siguiera muchos de los principios de la Reforma. Se creó una especie de protes tan tism o de Estado, Estado, que puso en el el cen tro al mona rca inglés inglés com o gobernador supremo. El anglicanismo fue fruto, en parte, del deseo de lograr lograr una mayor autogestión, de que las decisiones no se tom aran en Roma Roma.. En un primer mom ento, fue fue una amalgama un ta nto confusa, fusa, que p ersegu ía a los fiel fieles es católicos y confiscaba sus bienes con el mismo esmero con que se enfrentaba a los luteranos y los mandaba a la hoguera. hoguera. Uno de los teólogos teólogos que s us ten tó y consolidó el cuerp o
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teórico del anglicanismo fue el religioso Richard Hooker. autor con gran influencia en Locke, especialmente en sus pensamientos sobre tolerancia rel religi igiosa osa.. Este principio, principio, que ta n fron talm ente cho caba con los excesos fanáticos del siglo, es en el pensamiento lockeano la principal salvaguarda contra la violencia, el fundamento de toda posible convivencia convivencia en un tie m po convulso. convulso. En Inglaterra, los cambios religiosos originaron una moral prác t ica ica fund am enta da en la a usteridad, qu e configuraría configuraría gran p arte de la vida y la obra de Locke. Sirva de ejemplo la decencia y la pulcritud extrema, rozando lo ridículo, que emanaba la correspondencia amorosa rosa que m antu vo co n dist d istin intas tas mujeres a lo lo largo largo de su su vida. vida. No No había lugar lugar en aquellas car tas para p ara pa labras fuera de tono, ni indicio alguno de una acti tud impropia ni pasional pasional.. Mantuvo siempre un to no de celosa losa corrección, aun qu e se carte ara co n m ás de u na joven cita a la vez. vez. También También advertimos esa p rudencia que lo caracterizaba en la gestión de sus textos teóricos, sometidos a revisión constante y publicados tardíam ente, cu and o la situación situa ción política dejó de serle serle hostil. hostil. Pese Pese a su carácter moderado, su convencim iento y su ap ues ta po r la la tolerancia religiosa le llevaron a mostrar cierta aversión por la Iglesia papal y a posi po sici cion onars arsee a favor fav or del angl an glic ican anis ism m o. Para Par a ser se r ju s to s hay que qu e reco re conocer que la institución católica había dado sobrados motivos para prov pr ovoc ocar ar el rech re chaz azo o d e cual cu alqu quie iera ra.. Las co n d en a s d e Roma Ro ma a cien ci entí tífificos como com o G iordano Bruno o Gali Galile leo o Galil Galilei ei por desafiar a la doc trina oficial con sus tesis científicas todavía resonaban en las mentes de las personas formadas. Por mucho que su poder hubiera menguado, la Iglesia seguía siendo amenazadora para los que pecaban de atrevimiento. Para evitar represalias, ya fuera po r parte pa rte de la Igles Iglesia ia o de los los monárquicos ab solutistas, solu tistas, Locke no publicó algunas de sus obras has Ia que el escen ario p olítico se calmó c on la llegada llegada del nuevo régimen pa p a rla rl a m en tari ta rist staa d e 1689 enca en ca b e za d o p o r Gui G uille llerm rmo o de d e Orang Ora nge. e.
El nuevo anglicanismo Durante la Edad Media hablar de la Iglesia anglicana significaba referirse a la Iglesia católica de Inglaterra sin más. Ya se habían oído voces críticas con Roma
en tierras
inglesas: John Wyclif (1328-1384), había exigido reformas mucho antes que Lutero y Calvino, pero todavía era demasiado tempra no para el cambio. La Iglesia anglicana angli cana podía tener sus peculiaridades, pero no difería en exceso de la de otros territorios católicos, y no fue hasta el conflicto del rey absolu tista Enrique VIII con el Papa Clemente Vil cuando pasó a tener una identidad propia. La ruptura se produjo porque el Papa no qui so anular el matrimonio del rey con Catalina de Aragón, ya que eso le hubiera enfrenta
Teóricos como Richard Richard Hooker, Hooker, a quien Lo cke apoda «el «el juicioso», juicioso», per filaron las ba ses del nuevo anglicanismo.
do con la poderosa corona española, uno de los bastiones católicos. Ante la negativa, Enrique Enrique VIII VIII decidió romper con Roma en 1531 y obligar a la jerarquía eclesiástica inglesa a reconocerlo como cabeza suprema de la Iglesia de Inglaterra De modo que este gesto no respondía a intenciones re formistas por parte del rey, sino a intereses políticos y personales, pues con ello aumentó su poder y colmó su deseo de casarse con Ana Bolena. Enrique VIII siguió defendiendo el catolicismo aunque se escindiera de Roma Tras ese primer momento, el anglicanismo evolucionaría de la mano del obispo Thomas Cranmer (1489-1556), que introdujo una reforma a la inglesa de las maneras católicas, simplificando el culto y adoptando una liturgia más sencilla La ascensión al poder de María Tudor y su enlace con el católico Felipe II de España supuso un paréntesis en el establecimiento del anglicanismo, que se vio reforzado de nuevo
Cambios Cambios do do mentalid me ntalid ad
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con el reinado de Isabel I, quien de 1558 a 1603 lo afianzó como una tercera vía entre catolicismo y protestantismo. No obstante, los conflic tos religiosos y políticos, entremezclados, continuarían y aumentarían tras la muerte de Isabel I, como lo ejemplifica la famosa Conjura de la Pólvora de 1605, 1605 , en la que un grupo grup o de extremistas planeó hacer saltar por los aires el Parlamento británico. La tensión acabaría estallando en 164 2 con la guerra civil civil entre en tre absolutistas y parlamentaristas pero, pero, pese a la inestabilidad política, la vía media que significaba el anglicanismo se impondría Teóricos como Richard Hooker (al que Locke apoda «el juicioso») ayudarían a perfilar perfil ar las bases del nuevo anglicanismo. angli canismo. Hooke Ho okerr defiende defiend e una opción más tolerante, menos extremista que el puritanismo calvinist calvinista, a, y Locke Lock e recogería ese discurso moderado. La lle gada de Gui llermo II III de Orange en en 16 89 comple co mpleta ta la reforma ing lesa les a La firma del del Acta Ac ta de tolerancia, toleran cia, que promulga prom ulga la libertad de concien con ciencia cia por primera vez en Europa, supone la confirmación definitiva de esa vía media que dio estabilidad al país.
La eclosión de la burguesía La guerra gu erra civ civil il británi ca de d e 164 1642 fue fue una m ue stra de las convulsiones que azotarían a los gobiernos gobiernos de Europa y que acabarían p or desemb ocar en los Estados m odernos. Locke con taba diez años cua ndo el con ílict ílicto o empezó, aunq ue su formación no se vio vio alterada p or el conflicto conflicto bélico g raci ra cias as a los c o n ta c to s q u e su p a d re h izo iz o en el b a n d o gana ga nado dor. r. Desde el principio, la familia de Locke se pondría del lado del Parlamento: mento: su pad re se alistó alistó para luchar y fue nombrad o capitán ca pitán de un a de las las milici milicias as por Alexander Popham, ferviente parla m entar en tarista ista y hombre influyente en la región; como hemos visto en el capítulo introductorio,
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este posicionamiento del padre facilitaría, acabada la guerra, el acceso de John Locke a las instituciones de enseñanza más prestigiosas del país. El conf co nflic licto to enfr en fren entó tó al rey ab solu so luti tist staa Carlos Car los I de In I n glater gla terra ra con c on los defensores del Parlam ento b ritánico. Como Co mo ya hiciera hiciera su padre, p adre, Carlos Carlos I pre p resc scin indí díaa del Parl Pa rlam am ento en to a vol v olun unta tad, d, lo an ulab ul abaa largos largo s per p erío íodo doss h asta as ta que le volv volvía ía a interesar interes ar convocarlo. convocarlo. Las mayores m ayores dispu dis pu tas entre en tre el rey y el Parlamen to surgieron por po r la la gestión del dinero. dinero. El El m onarca on arca preten p reten día usar usa r los los impu estos para reforzar reforzar la la m arina y pagar paga r las las cam pañ as bélica bélicass que m anten ía abiertas ab iertas contra Holanda y España, España, m ientras que el ParlaParlamento se oponía a ello. Cierto es que había obtenido algunas victorias, como la que, con la ayuda de Francia, propició la liberación de Flandes de la corona española en 1643, pero también fracasó en muchas otras contiendas. De mo do que los terraten terra teniente iente s y los nuevos burgueses que formaban el Parlamento, y que eran los que ponían el dinero, se mostraban reticentes a gastarlo en empresas con escasas posibilidades de éxito. éxito. Carlos Carlos I, I, autor au toritario itario y poco pacien te, estab a convencido con vencido de qu e su estatus em anaba d irectam ente de la divin divinid idad, ad, y no iba a perm itir que que un grupo de súbditos se opusiera a sus mandatos. Su desprecio por los consejos de los parlamentarios y su mala gestión provocaron un gran malestar, malestar, que qu e acabó p or derivar deriva r en un a guerra gu erra civ civil en la que cada c ada inglés inglés escogió bando según sus intereses y creencias. El norte y el oeste del país pa ís se d e ca n taro ta ro n p o r apoy ap oyar ar al rey de form fo rmaa gene ge nera raliz lizad ada, a, m ien ie n tras tr as que en el sur su r y en el este se co ncen nc entraro traro n los defensores del Parlamento. Estal Estalló ló un conflicto conflicto en el que la emergente b urguesía puso e n jaque a la vieja vieja aristocracia. aristocracia . La guerra trajo tiem pos duros duro s para los inglese inglesess h asta que, tras tras siete siete años de hostilidades, cesó el derramamiento de sangre. El máximo res pons po nsab able le del triu tr iun n fo de los pa p a rla rl a m en tari ta rist staa s sobr so bree los rea r ealis lista tass fue Oli Oli ver Cromwell, un apasionado diputado puritano que se encargó de organizar el el bando band o antimon antim onárqu árquico ico d ura nte la contienda. Vencido Vencido el rey,
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Cambio Cambios s de mentalid ad
Parlamento británico El nacimiento y despliegue del Parlamento británico fue de la mano de los cambios sociales que tuvieron lugar en Inglaterra. El denominado «padre de todos los Parlamentos», pues en mayor o menor medida se ha tomado como ejemplo a seguir, empezó a fraguarse en el siglo XI, cuando el sistema feudal inglés se estructuró en la Curia Regís. La Cu-
ria Regis fue una especie de consejo asesor que, bajo el dominio del rey, reunía una representación de la nobleza y de los altos cargos ecle siásticos, que eran los grupos más influyentes del país y gestionaban la mayor parte de las tierras y riquezas. Las funciones de ese embrión parlamentario estaban ligadas a la aprobación de los presupuestos rea les y a la gestión de los gastos nacionales. Poco a poco, el nivel de representatividad de ese Gran Consejo fue aumentando e incorporó a sus filas a terratenientes libres de varios condados y a representantes de las florecientes ciudades medievales. Ya en 1295 encontramos en el Parlamento a representantes de otros estamentos sociales: barones, caballeros, prelados y burgueses. De forma gradual se Iban Incorporan do aquellos grupos sociales que estaban ganando notoriedad. Vemos, pues, que la creación del Parlamento no se debió a una rebelión popular, sino que fue un proceso histórico paralelo a la evolución de la sociedad inglesa Los nobles y la nueva burguesía se unieron para defender sus intereses y evitar que el rey tuviera un control absoluto sobre sus finan zas. El monarca, por su parte, tenía que consentir, pues necesitaba el dinero de estos para mantener sus campañas. En 1341 los parlamentarios empezaron a reunir reunirse se en el emplaza miento actual de Westminster. El Parlamento se dividió en dos cámaras: los nobles y el clero formaban formaba n la Cámara de los Lores, y la burguesía y la nobleza rural constituyeron la nueva Cámara de los Comunes. Queda así patente la creciente influencia que fueron adquiriendo las clases mer cantiles de la urbe junto con los terratenientes. Tenemos, por lo tanto, al monarca y a dos cámaras de representantes, cuya relación no estaba
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El Parlamento británico
exenta de tensiones. El poder real solía predominar sobre la soberanía del Parlamento, que acataba las órdenes del rey. No obstante, ante las tendencias absolutistas de la dinastía de los Estuardo en el siglo
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conflicto se recrudeció y condujo a la guerra civil de 1642 entre parlamentaristas y realistas. Hubo que esperar a la Revolución Gloriosa de 1688, que supuso la coronación de Guillermo de Orange, para que el Parlamento se estableciera como un ente político con mayor indepen dencia de los mandatos reales. La Declaración de Derechos (1689) y el Acta de Establecimiento (1701) delimitaron el poder del monarca y reforzaron la soberanía parlamentaria por la que abogaba Locke en sus escritos. La constitución del Parlamento inglés, un proceso histórico al que Locke dio cobertura teórica, no respondió al anhelo de ningún hom bre concreto, sino más bien al devenir de los tiempos, que trajeron el auge de una burguesía renovada afianzada en un nuevo mercantilismo.
Cro CromweU weU todavía tuvo que o cuparse cup arse de so lventar otro enfren tam iento, esta vez en el mismo seno de los vencedores, vencedores, pues las dist inta s facciones facciones reclama recla maban ban su porción de poder. poder. Si Si en algo algo era bueno bue no Cromwell era en la gestión de conflictos; militar implacable y astuto, fue una de las figuras clave clave en la historia hist oria inglesa. inglesa. Con la deca pitació pita ción n de Carlos I en 1649 1649 se inicia inicia su m anda an dato to y se se in stau ra la República República Inglesa Inglesa (Commonwealth).
( aminas de mentalidad
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El gobierno de Cromwe Cromwell ll inaugu ró u na é poca d e pu ritanism o ex ex I remo que llevó llevó a cer rar no solo burdeles y casa s de juego, juego, sino t a m bién te a t ro s y tab ta b ern er n a s . Incl In clus uso o p rohi ro hib b ió la Navid Na vidad, ad, p u e s to q ue to d o cuanto desprendiera cierto aire católico o festivo era visto con desconfianz confianza. a. El El terror y la la disciplina puri tan a m ania taron y som som etieron la alegría inglesa. No obstante, nadie desafiaba a Cromwell, y los que osaban probarlo, fracasaban. Carlos II, hijo del anterior monarca, lo intentó introduciéndose en Inglaterra desde sus dominios escoceses, pero el ejé e jérc rcit ito o inglé in gléss ven v enci ció ó a los real re alis ista tas, s, a n ex io n ó su te rrit rr ito o rio ri o y el rey tuvo que exiliarse. En 1651, por primera vez, Inglaterra, Irlanda y Escoci Escociaa com pa rtían rtía n las mism as leye leyes. s. Puede qu e po r ser el el artífice artífice de esa esa gran república, la historia inglesa juzg ue a Cromwell de forma ba stante amable y lo lo presente com o un pa triota que expandió los los territorios rios de influencia de la nación. Pero no hay que qu e olvidar las atrocid ades ade s que com etió para lograrl lograrlo. o. Precisame nte, u na de las lecciones que en contram os en Locke Locke es es que el terro r y la mu erte no pued en justificarjustificarse por el bien de un país. El caso es que en aquel momento no había ord d Protect Prot ector or del d el imperio britáquien quien tosiera a Cromwe Cromwell, ll, nom no m brad o "Lor
nico nico.. Una revolución surgida en favor de la demo cracia había acab ado estableciendo estableciendo una oligarquía oligarquía que gobernaría desp óticame nte. En esos esos años de la Commonw ealth, en los que el bienes tar no fue fue algo tan com ún como los inglese inglesess habían p ensado, Locke se se introdujo en los círculos de poder de la mano de lord Anthony Ashley Cooper. fun da do r del partid o W hig británico, británico, origen origen de lo que hoy conocem os como Partido Liberal inglés, lord Ashley era un abanderado del parlamentarismo. lamentarismo. Fue un político político de stacad o que p articipó en los hechos hechos más más relevantes de la política inglesa tr as la caída d e Cromwel Cromwell. l. Como miembro miembro del Parlam ento, formó p art e de la delegación q ue viajó viajó a los País Países es Bajo Bajoss en 1660 1660 para par a tra er de d e vuelta vu elta a C arlos II, II, el rey rey que lo no m braría bra ría lord. lor d. Unos Un os a ñ o s des d espu pués és,, en e n 1667, 1667, Locke Lock e en e n tró tr ó a form fo rm ar p a r te de
su servici servicio o com o médico personal, secreta rio y hombre d e confianza. confianza. Ambos entablaron una amistad duradera, de la que Locke se benefició no solo económicamente, sino también en el aspecto intelectual, pu p u e sto st o q u e las tesi te siss libe li bera rale less de Ashle As hley y le influ inf luye yero ron n de form fo rm a n o t a ble. Jun Ju n to s re d a c ta ro n la C o n stit st itu u c ió n de la p rovi ro vinc ncia ia d e Caro Ca rolin lina, a, en América, América, una de las colonias qu e Ashley Ashley admin istraba. En ese ese escrito pri p rim m e riz ri z o tod to d av ía no e n c o n tra tr a m o s al Loc L ocke ke t o le ra n te y ab a b iert ie rto o d e sus s us obras posteriores, pero sí queda patente su interés por la legislación y la la ordena ción política. En 167 1672 lord Ashley fue nom bra do con c onde de de Shaftesbury y Locke Locke aprovechó la bue na posición de su pro tec tor para desempeñar varios cargos administrativos de importancia. Sin em bargo ba rgo,, con c on la der d eriv ivaa ab a b so lu tis ti s ta del de l rey, rey, Shaf Sh afte tesb sbur ury y cayó c ayó en desg de sgra raci cia, a, y Locke siguió su suerte. Ambos tuvieron que exiliarse en los Países Bajo Bajos, s, donde don de Shaftesb Sha ftesbury ury falleció en 1683 683. Cromwell murió casi diez años después de su llegada al poder. Su hijo, carente de las habilidades para el mando de su padre, no pudo mantener el legado. El pueblo inglés, tras las injerencias de su propio Parlamento, acogió de buen grado la restauración de la monarquía. Carlos Carlos II II tom ó el po de r de form a pacífica pacífica y abrió un nuevo período de estabilidad, mientras que el Parlamento se blindó contra el catolicismo y obligó al rey a firm ar la Test Test Act, Ac t, que dictaba que todo gobernante no solo debía jurar fidelidad al rey, sino también a la fe anglicana. Pese al rechazo al catolicismo, Inglaterra vivió una época más aper tu rista que la anterior, anterior, como d em ues tra la firma firma de la ley ley del Há H á bea be a s Corpus, que buscaba garantizar los derechos de los súbditos contra
los arrestos a rbitrarios y evitar así injusticias. Una ley ley muy del gusto de Locke, aunque los católicos quedaban excluidos de su amparo, lo que nos revela que no se habían superado las antiguas rencillas y la convivencia todav ía era algo en lo que se ten ía qu e trabajar. M uerto uer to el el rey rey sin descendenc ia, la coron a pasó en 1685 685 a m ano s de su he rman o,
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que se conv ertiría en el últim o rey rey católico del Reino Unido. Unido. Con Con la ascensión al tron o de Jacobo II no term inaron ina ron los problema prob lemass para Locke Locke,, pues pu es el rey le acu ac u s ó de d e e s ta r impl im plic icad ado o en e n u n c o m p lo t p a ra im p ed ir su su nombramiento. Parece que Locke, refugiado en los Países Bajos, no tuvo nada que ver, pero el rey pidió a las autoridades holandesas que lo arrestaran. Por suerte, estas, poco afines a las monarquías absolu I istas, istas, no estuv ieron po r la labo r Aun A un con co n ta n ta agitación, el exili exilio o holandés fue productivo para Locke, que pudo ordenar sus ideas y redactar gran parte de las obras que llevaba tantos años preparando. La mentalidad tolerante que se respiraba en los Países Bajos debió de con stituir un incentivo más para po nerse a escribir y preparar sus textos con v istas a su futu ra publicación. publicación.
La revolución científica
El siglo xvii es el de la revolución científica. En él se dan cita de forma concaten ada grand es no mb res de la la historia de la la ciencia ciencia que con sus aportaciones lograrán sup erar la fil filos osof ofía ía natu ral de c orte aristotélico aristotélico prop pr opia ia de d e la E dad da d Medi M edia. a. La L a con co n cep ce p ció ci ó n de u n co sm o s fin f init ito o fra f ragm gm en en Iado en un espacio sublu su blu nar na r y otr o estelar, estelar, hered ada de los griegos, griegos, es es sustituida por la de un universo universo infinito infinito y unitario que po demo s ma lem atizar y som eter a la geometría. Tanto la idea de que los secretos del universo se encuentran escritos en lenguaje matemático como el desarroll desarrollo o de instr um en tos q ue perm itieron hacerlo observable observable y predecib decible le originaron u na nueva relación relación c on la naturaleza. Gracias Gracias a que los telescopios y los microscopios se perfeccionaron como nunca, los investigadores investigadores tom aro n c oncie ncia de la gran diosidad dios idad del cielo cielo y de la la diversidad de lo lo dimin uto, uto , lo lo que les llevó llevó a explorar teo rías q ue s itu a ban a la T ierr ie rraa co m o u n p u n to in sig si g n ific if ican ante te q u e se d e s p laz la z a b a p o r
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Escolástica Al trata t ratarse rse de la corrien corr iente te de pensam pen samiento iento principal princ ipal de la Edad Media, la escolástica se identifica de costumbre con el cristianismo y la filosofía medieval. Hay que advertir, sin embargo, que llegó a existir una esco lástica judía y árabe, que la escolástica rehuyó el pensamiento místico propio del medievo, y que la filosofía griega la influyó profundamente. El término proviene del latín scholasticus, que significa «el que enseña en la escuela», y pasó de ser la doctrina de las escuelas monacales a designar las lecciones que los maestros adoptaban en las academias siguiendo ciertos principios y métodos. Sus contenidos versaban sobre cuestiones determinadas por los dogmas católicos, elaboraba comen tarios y construía sistemas filosóficos y teológicos. A la escolástica se la ha considerado como una filosofía secuestrada por la teología, a la que se somete y sirve, pero hay que matizar esa acusación. Su vincula ción con la filosofía griega es fuerte y queda patente en autores como Abelardo, Abela rdo, Albe Al be rto Magno Mag no y Santo San to Tomás, para par a los que la filos fi losof ofía ía tiene tien e un carácter propio. Estos autores establecen una diferenciación entre creencia y conocim iento al distin guir entre verdades reveladas reveladas y verda des naturales. Delimitan así la filosofía al campo de la verdad sensible y dejan lo revelado como cuestión para la teología Los temas principales que tratará la escolástica se refieren a Dios, la esencia, los universa les, el ser, la substancia, el intelecto y los trascendentales, nociones de marcado carácter metafísico y lógico. El método propio de la esco lástica para abordar dichas cuestiones será la disputación ( disputatio ), que consiste en desarrollar, ya sea de forma oral o escrita, las materias tratadas mediante un análisis donde se recorren todas las posibles so luciones del tema en cuestión. Estas se exponen en un diálogo en el que se van negando los diferentes argumentos dudosos mediante silo gismos hasta dar con la verdad auténtica En esos ejercicios, el conflicto entre la razón y el principio de autoridad resulta una de las cuestiones fundamentales y supondrá uno de los elementos claves que introduce \
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la Modernidad, que rompe con la escolástica pese a ser deudora de esta en distintos aspectos. Tanto Descartes como Locke recibieron una educación escolástica, escolástica, y fue esta la corriente de pensamiento p ensamiento principal principal a la que se enfrentaron. Antes que ellos, autores como Duns Escoto y Guillermo de Occam intentaron salvar la metafísica escolástica trasla dando el peso de sus reflexiones de una cosmología a una teoría del conocimiento, y aportarían para ello algunos elementos empiristas que podemos reconocer posteriormente en Locke y Hume.
el vasto universo. El giro copernicano, el recién rescatado atomismo y las ideas de infinito y de vacío contribuyeron a formar una ciencia más productiva e imaginativa, al tiempo que sirvieron también para pone po nerr en d u d a el p rin ri n cip ci p io de a u to rid ri d a d q u e h ab ía m a n te n id o la esco es co lástica lástica du ran te sigl siglos os.. Uno de los hechos más admirables de este momento histórico es que podemos encontrar, con pocos años de diferencia, a algunos de los científicos más destacados que han existido. Coincidieron en una misma época algunas de las mentes más inquietas, responsables los tlescubrimientos más estimulantes que la humanidad vería en mucho tiempo. Tenemos las observacione s astr on óm icas de Tycho Bra Brahe he (15461601), la concepción materialista de la realidad y el universo infinito finito de Giordan G iordan o Bruno B runo (1548160 (15481600), 0), las las leyes leyes sobre los mov imient im ientos os plan pl anet etar ario ioss de Jo h an n e s Keple Ke plerr (15711630) (1571 1630),, la defe de fen n sa del helio he lioce cen n Irismo Irismo y la matem m atem atizació atiza ción n de la na tura leza de Galileo Galileo Gali Galilei lei (15 (1564 64 1642), las aportaciones al cálculo integral, la mecánica de fluidos y la invención del barómetro de Evangelista Torricelli (16081647), el descu brim iento d e la circulación s anguíne ang uíneaa de William William Harvey Harvey (15 (1578 78 1657), el racionalism racion alism o de René D escartes esc artes (1596165 (15961650) 0) y su su crític o Pie i re Gassendi Gas sendi (159216 (15921655) 55),, el cálculo diferencial y la teo ría d e pro p roba babibi-
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lidades de Pierre Fermat (16011665), a Blaise Pascal (16231662) con sus estudios m atem áticos y el desarrol desarrollo lo de u na calculadora m ecánica, a Robert Boyle (16271691), el fundador de la nueva química con sus estudios sobre los gases, a Christiaan Huygens (16291995) y su teoría on dula toria de la luz, luz, al al racionalismo p an teís ta de Baruch Baruch Spi Spi noza (1632 (163216 1677) 77) o el descu de scubrim brim iento ien to de la célula célula po r p ar te de R obert Hooke (16351703). Y ya recogiendo la herencia de algunos de ellos, a Isaac Newton (16431727) con la nueva física que ilustra su teoría de la gravedad, y también al que sería su gran competidor en el campo del cálculo infinitesimal, Gottfried Leibniz (16461716).
El giro gir o copernicano copernicano Trece siglos separan a Nicolás Copérnico (14731543) de Ptolomeo (85 165). La cosmología aristotélica y los cálculos astronómicos ptolemai cos habían sido sido dura nte todo ese tiem tiem po la refere referenci nciaa para los estudio sos. sos. Pese a toda to da la carga históric a, Copérnico Cop érnico se atrevió a darle la vuelta a la tradición y situar al Sol en el lugar privilegiado que había estado ocupando la Tierra. La teoría heliocéntrica, que establece que el Sol es el que permanece inmóvil en el centro del universo mientras la Tierra, ju j u n to con co n el re r e sto st o de p lan la n etas et as,, ó rbit rb itaa a su alrede alr ededor dor,, su s u p u so u n cam ca m bio bi o de perspe ctiva radical. radical. Otros, com o los antigu ant igu os griegos, griegos, hab ían llegado a esbozar una un a explicación explicación similar antes, pero lo relevante relevante y lo que p retendemos señalar aquí, sin entrar en detalles técnicos, es que la teoría heliocéntrica no resolvía, a nivel matemático, nada que la astronomía ptol pt olem em aica ai ca no pu die di e ra a su m ir con co n algu al guna nass m odifi od ifica cacio ciones nes.. Ento En tonc nces es,, ¿por qué consiguió imponerse? No se debió tan solo a la teoría de las elipses de los planetas que formularía Kepler, ni a las observaciones de Galileo, aunque estos ayudaron sin duda a afianzar el componente astronómico de la obra de Copérnico. Su teoría iba más allá de ser algo meramente técnico y tenía importantes implicaciones sociales.
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Los años no habían pasado en balde para el sistema ptolemaico, que acumulaba correcciones y variaciones, puesto que los astrónomos lo habían habían ¡do ¡do complicando para d ar cabida a los nuevos descubrimientos. Y pese a qu e el
V e revolutionibus revolutionibus de
Copérnico era un libro muy téc-
nico. que solo los expertos podían entender, sus complicados cálculos respondían a u na visión visión del universo más sencilla que la que planteab p lanteab a IM.olomeo. La dificultad matemática del texto permitió que fuera recibido sin demasiadas críticas por parte del gran público. Sus tesis se consolidaron consolidaron en los círcul círculos os de los entendidos, dond e fue ganand o fama como alternativa a la astronomía ptolemaica, por aportar una explicación a los fenómenos celestes igualmente válida, pero más acorde con lo que realmente creían que ocurría en el universo. Cuando la obra de Copérnico Copérnico saltó del á mbito mb ito académ ico al público general, general, lo hizo ya reforzada por las aportaciones de otros estudiosos que habían recogido su teoría y la habían desarrollado sigu iendo sus principios. La idea generalizada según la cual la Tierra ocupaba el centro de la Creación empezó a resquebrajarse, y se vislumbró un cambio que podía po día p o n e r en d u d a la p reem re em inen in en cia ci a y s u p erio er iori rid d ad de los h u m an o s unte el resto de seres. El problema estaba en que ese desplazamiento podía po día hace ha cerr d u d a r de d e la per p erfe fecc cció ión n divina div ina,, ya que q ue si los ser s eres es h u m a n o s eran eran la mayor obra de Dios y esta ba n hecho h echoss a su im agen y semejanza, ¿cómo ¿cómo no los iba a s ituar itua r en un lugar preferente? No solo solo eso: eso: la teoría copernicana implicaba la la ru ptu ra con el cosmos aristotélico de las las dos esfe esfera ras, s, que separa ba la realidad realidad terren al d e la celeste, celeste, y que t an bien casaba con la do ctrin a cristiana. c ristiana. M uchos pen saro n que q ue aquel nuevo discurso era tan solo una forma de hablar que utilizaban los técnicos para p o d e r h a ce r sus su s pred pr edic icci cio o nes, ne s, p ero er o la visión vis ión reno re nova vada da qu e a p o rtaba fue calando poco a poco. Después de Copérnico vinieron otros que se atrevieron a defender y ampliar sus teorías, como Kepler, Ga lileo o Giordano Bruno, que mediante sus observaciones e hipótesis
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pu p u sier si eron on en d u d a el orde or den n del m u n d o d e fen fe n did di d o p o r la Iglesia. Iglesia . En el universo infinito de Bruno, ni siquiera el Sol ocupaba la centralidad: en el infinito no hay centro, ni arriba ni abajo, y la Tierra $e convierte en un paraje más, sin ningún tipo de exclusividad o primacía que pu p u d iera ie ra o s t e n t a r p o r ser se r la m o rad ra d a de los hijos hij os de Dios. La Iglesia Igle sia le haría pagar con la hoguera su atrevimiento, pero pese al celo eclesiástico algo algo se había em pezad o a mover y la la superación de los los antiguo s esquem as estab a cerca. cerca. Gali Galileo leo y Bruno Bruno fueron fueron cop ernican os antes a ntes incluso de con firmar sus teo rías con la observación, observación, y po podríam dríam os decir que lo fueron casi casi por una cu estión estética, porq ue el el mu nd ndo o descrito po p o r C o pérn pé rnic ico o resu re sult ltaa b a m ás eleg el egan ante te,, p a rec re c ía m ás real, rea l, se a d ec u a b a
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mejor a la idea que ellos tenían del universo. El cosmos aristotélico, orden ado y bien definido, definido, dejaría lugar al universo infinito y dete rm inista de New ton, don de los átom os choca ban e ntre sí moviéndose moviéndose en el vac vacío ío.. Copérn ico inició inició esa revolución, revolución, que modificó com ple tam en te la ma nera en la que se represen taba el mundo.
Muchas de estas investigaciones produjeron un desarrollo que desembocó en la Revolución industrial, iniciada en Inglaterra, y que se extendió por todo el mundo. Pero en el terreno del pensamiento lo que más nos interesa es que, por prim era vez en la historia, historia, empieza a surgir surgir un a co m unid ad científica científica cuyos cuyos miem bros se relacionan y se se interpelan directamente unos a otros. Una voz solitaria no hubiera conseguido trastocar el sistema establecido, que prevalecía tanto en las mentes de la mayoría de los investigadores como en las lecciones que se impartían en las universidades. Las innovaciones de la ciencia de vanguardia suponían un desafío a las ideas imperantes hasta la fech fecha, a, que eran a las que la Igle Iglesi siaa había am oldado olda do su d iscurso. La sus titución titución de los antiguos do gma s no iba a sucede r de un día para otro, pero per o el em e m pu je de los lo s nuev nu evos os cien ci entíf tífic icos os lo aca a cab b a ría rí a h a c ien ie n d o posib po sible. le. Lock Lockee iba a ser testigo d e ese cambio d e para digm a y particip pa rticip aría en él de forma activa, no como punta de lanza, pues no sería el empirismo una doctrina fecunda en descubrimientos, pero sí como escudo que otorgó a la la ciencia un espacio teórico e n el que desarrollarse. Si tuviéramos que escoger a tres de las mayores figuras que enca beza be zan n el re p a rto rt o de la revo re volu lució ción n cien ci entíf tífic ica, a, nos no s incl in clin inaa ríam rí am os fácilfác ilmente por Galileo, Descartes y Newton. Tomamos a Galileo como el que que concibe que la mate m ática puede servir para explicar explicar los los fenómenos del mundo. A Descartes como el que logra crear un método útil con el que abordar la realidad y fundamentarla, a la vez que nos da herram ientas para represe ntar una realidad matem ática. Y New ton es es
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Locke estableció una relación de amistad y admiración mutua con Newton (en la imagen), con quien compartió largas conversaciones en los últimos años de su vida.
el mayor exponente de todo lo anterior, una de las mentes más decisivas de la la historia de la hum anidad. Podemos situ ar a estas tres figura figurass en la biografía de Locke. La condena de Galileo por parte de la Iglesia católica se produ pro duce ce justo el año de nacim iento de Locke. Locke. Descartes De scartes es el au tor con el que n ue stro au tor se introdu intro du ce en la fil filos osof ofía ía,, pa sad a la la treintena, a una edad que muchos consideran ya tardía. Reacio a recono cer sus influenci influencias, as, Locke Locke no pued e neg ar la la clara clara im pro nta que Descartes deja en él, como en muchos de los que vendrán después. En el "Ensayo sobre sobre el e l entendim enten dim iento hum ano, ano , se opone a par te de las afirmaciones afirmaciones de Descartes, pero en cierta m anera c on tinúa y despliedespliega el camino iniciado por este. Finalmente, la relación de Locke con New N ew ton to n p u e d e d ecir ec irse se q u e llegó a ser se r m ás de a m ista is tad d y ad m irac ir ació ión n m utua ut ua qu e de influencia influencia intelectual. En sus último s años, Locke Locke lo recibió cibió en su retiro en el campo y ambo s pa saron las tardes charlando de tem as variopintos, va riopintos, co mo la San tísima Trinid ad o la ley ley de la gravedad. gravedad.
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De modo que Locke se encontró frente a un universo infinito que se había vuelto matemático y estaba siendo conquistado por los su perh pe rhér éroe oess de la cienc cie ncia ia,, que, qu e, co n sus su s a s o m b ro so s d escu es cu b rim ri m ien ie n tos, to s, desafiaban los límites del conocimiento establecido. La suya fue una sociedad sociedad que desarrolló desarrolló formas de gobernar m ás jus tas que las sufrisufridas por las generaciones generaciones anteriores, pero todavía q uedaba lugar para para viejos rencores, crueldad y despotismo. Ante este escenario, podría huber huberse se acom odad o en su plaza de profesor de griego griego clásico clásico y habe rse dedicado a da r clases clases sin mayores sobresaltos. sobresaltos. Podría haber op tado tad o por po r vivir con co n disc di scre reci ció ó n a d m in istr is traa n d o las la s re n ta s que qu e h ered er edó ó tra tr a s la muerte mu erte de s u padre. pad re. Pero Locke op tó po p o r la filoso filosofía fía y la la ciencia. ciencia.
La epistemología sensata de John Locke Empirismo mpir ismo «British» British» fr ente a racionalismo «continental» No es ex ag erad er ado o a firm fi rm a r q u e Jo J o h n Lock Lo ckee es u n o de los lo s filós fil ósof ofos os m o dernos más decisivos en cuanto a la comprensión que los humanos tenemos del conocimiento, uno de los que más ha influido en el modo en que hoy lo concebimos. No se trata, desde luego, de que en el siglo siglo xxi xxi aceptem os por comp leto, ni siquiera siquiera sustan cialm ente , su teoría del conocimiento, o epistemología o gnoseología: muchos aspectos de su modelo han quedado superados, y lo quedaron ya en el siglo xvm, antes incluso de que Kant, con su Crítica de la razón (1770) 0) instituyera un nuevo enfoque y parad igm a de la facultad pura pur a (177 de conocer. No aceptamos, pues, todos los puntos de su teoría del conocimiento, pero sabemos que John Locke abrió una vía nueva en epistemología, que su insatisfacción con las concepciones imperantes rantes en su tiempo le llevó levó a co nstruir u na nueva teoría m ás acorde y veraz con lo que él experimentaba en su mente y conciencia.
Esta teoría fue expuesta en el "Ensayo sobre el entendimiento entendimiento hum ano, que es uno de los
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La senda nueva que abrió Locke se llama
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textos fund am entales en su su campo. campo.
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empirismo. Como nos dirá cualquier manual de filoso filosofí fía, a, el el empirismo emp irismo se caracte cara cteriza riza por po r basar todo el conocim cono cimiento iento en la experiencia, experiencia, entendida esta, esta, esencialmente, esencialmente, como aceptación de los datos proporcionados por los sentidos.
reíbj ttr, /M,í. Qm MM, «rt*' mu M. f W « i m Umüi MWXr i
Convencionalmente se considera que los humanos disponemos de cinco sentidos con los que relacionarnos con el mundo. El empirismo
Portada de la edición original re e l e n t e n d i del E n s a y o s o b re miento humano.
sostiene que el único conocimiento sólido, fia ble y con co n gara ga rant ntía íass es el que qu e p a r te d e los l os d a to s sensoriales: de lo que vemos, oímos, tocamos, olemos y saboreamos. Locke enunció con ro-
tund idad este principio básico, si bien aplicado a ideas y concep tos y no al conocim iento como e struc tura glob global al (en (en este segundo asp ecto fue muy poco empirista, empirista, como veremos dentro de unas páginas). páginas). Una pregunta muy legítima y pertinente en este punto sería de dónde podría proceder el conocimiento si no de los sentidos. Cualquier persona sensa ta da po r cierto cierto lo que experim enta y a partir de ahí procede a examinarlo y conocerlo, con mayor o menor grado de formalización form alización y abstracc ión: desd e un científico o un filós filósof ofo o has ta alguien guien que sabe usar intuitivamen te un a parato sin conocer su estructura y su funcionam iento internos (por ejempl ejemplo, o, sabe sabe usar un orden ador o leer leer un libro sin sin saber apena s na da de inform ática o de técnicas de impresión). impresión). Casi tod o el mund o, pues, de plan teársele la preg unta acerca del origen del conocimiento, respondería que se encuentra en los los dato s sensoriales, sensoriales, claro claro.. Las pe rsonas de índole e spiritualista resres-
t u n/)i n/)i,s ,str trm moloK oloKÜ Üi srnsuta srnsu ta d e Joh n '¡Awkti
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pon po n derí de rían an q u e en e n vías vía s ext e xtra rase sen n so rial ri ales es,, per p ero o a e s ta s no se les sue s uele le h a cer demasiado caso fuera de sus círculos. A excepción de ellas, pues, lodo el mun do, quien más quien menos, es es bas tan te em pirista. pirista. Sin embargo, durante un episodio señalado de la filosofía euro pea las c o sas sa s n o s e e n te n d ie ro n así. H ubo ub o u n a c o rrie rr ie n te prin pr inci cip p al del pen p en sa m ien ie n to q u e desc de scon on fió fi ó d e los d a to s de los sen se n tid ti d o s, q u e so stuv st uv o que no se podía construir un conocimiento cierto a partir de la información sensorial. Que del mismo modo que la vista nos engaña cuando introducimos una rama en el agua de un estanque y creemos ver que está torcida y malformada, el el resto de los sentidos son s um amente men te falibl falibles es y engañosos. Lo que da ría en llamarse línea racionalista de la filosofía, cuyas tres estrellas son Descartes, Leibniz y Spinoza, pero per o q u e c o n ta b a c o n p re c ed e n te s ilus il us tres tr es c o m o P lató la tón n o Parm Pa rmén éni i des, des, receló receló de que los sentido s fueran m erecedores de u na confianza completa com pleta y siquiera parcial en u n á m bito de filoso filosofía fía seria y rigurosa. rigurosa. Como muchas nociones se entienden mejor por su contrario (el día por po r la noch no che, e, la salu sa lud d p o r la e n ferm fe rm ed ad , etc.), etc .), p ara ar a e n te n d e r en qué qu é consiste el empirismo vale la pena hacerse una idea de lo que fue el racionalismo. racionalismo. Avancemos, pa ra ser exactos, q ue am a m bas líne as filos filosóf ófiicas cas no son co m pletam ente con trarias ni antagónicas e ntre sí, sí, que si si hubie hubiera ra que representarlas representarlas geo métricam ente como círculos círculos com partirían un espacio de intersección nada despreciable. Pero lo que sí es contrario y opu esto entre a mb as líneas es el fundam ento, el el pun to que pla p lan n tean te an co m o inic in icio io de to d a su c o n s tru tr u c c ió n post po ster erio ior. r. Y si en e n te n d e r los rasgos básicos del racionalismo ayuda mucho a entender los del empirismo, recordar las ideas principales de Descartes, el creador del prim pr imero ero,, n os p e rm itir it iráá c o m p re n d e r la n ov ed ad radi ra dica call de las la s c o n ce p ciones ciones de Locke, Locke, que puso en marcha el segundo. segundo. René Descartes quiso dar a la filosofía un fundamento tan firme y sóli sólido do como el que en su tiem po se reconocía reconocía a las m atem áticas y a la
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física. Estas dos disciplinas gozaban en el siglo xvn, entre las personas cultas, de un prestigio enorme. Descartes deseó poner la filosofía a la misma altura que aquellas dos ciencias, pretendió conferirle un rango de saber cierto e incontrovertible, convertirla en una disciplina seria, con toda s las de la le ley. Comprendió C omprendió enseguida que, para lograr lograr este pe nsamiento sam iento sólido sólido (no conjetural, conjetural, hipoté tico o aproximativo), aproximativo), necesitaba unas bases propias, requería un fundamento específico. Para empezar, no podía dar na da po r supuesto: supuesto: si si había algún error en en el pu nto de pa rtida, todo lo posterio r quedaría fatalm ente viciad viciado, o, no podría alcan zarse ese saber sabe r seguro qu e se perseguía. La filoso filosofía fía no pod ía partir, pues, de verdades religiosas reveladas aceptadas acríticamente, sin examen. Puesto a no d ar por po r bueno nada nad a de entrada. Descartes llegó llegó a plantear plantear,, a modo mod o de hipótesis de traba trabajo, jo, que todo el mundo mu ndo circundante, circund ante, tod o lo perc pe rcib ibid ido o a travé tra véss de los sent se ntid idos os,, fuera fue ra falso y enga en gaño ñoso so.. Llegó a imaim aginar un genio maligno que se divirtiera engañándonos acerca de todo cu anto an to percibimos, que nos hiciera cre creer er,, sin sin nin guna duda, que este ro ble que qu e vem ve m os y tocam toc am os, os , cuya cu ya resin res inaa olem ol emos os y po dem de m os saborea sabo rear, r, exisexis te realmente tal como lo experimentamos, cuando en realidad podría ser muy distinto o h asta no exis existi tir. r. Insistam os en que D escartes plantea esta posibilidad como hipótesis de trabajo. Lo pone en duda todo, absolutam ente todo, incluso incluso lo lo apare ntem ente más incuestionable incuestionable (a (a este este pla p lan n team te am ien ie n to lo llam ll amaa «dud «d udaa m etód et ódic ica» a»), ), pa p a ra e n c o n tra tr a r un p u n to de apoyo firme que sosten ga todo tod o lo demás. dem ás. Así las cosas, cosas, las percepcione s sensoriales no ofrecen ninguna garantía para un conocimiento filosófico que pretende ser tan sólido como el científico. El hipotético genio maligno es pensable. Y si el genio m aligno es pensable, la dud a m etódietó dica está justif justificada icada.. La pregu nta es entonces: entonces: pu esto que puedo dud ar de todo cu anto an to percibo en la experiencia experiencia sensorial, sensorial, ¿existe ¿existe algo algo de lo que no me sea posible dudar, que ofrezca una certeza absoluta, incuestionable? nable? La respuesta, q ue se resu me en e n el parágrafo parágraf o siguiente, originó lo que en tendem os por racional racionalis ismo. mo.
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Hay algo de lo que no cabe dudar, y es del hecho mismo de es Iar dudan do. Ni siquiera la la más rigurosa e implacable du da metódica me tódica pued pu ede, e, a ju icio ic io de D esca es cart rtes es,, po p o n e r en e n c u es tió ti ó n la du d u d a m isma is ma.. Exist Ex istee ese punto de Arquímedes firme y sólido que buscaba el filósofo. Por el mismo hecho de pe nsar pued e lograrse lograrse una c erteza absoluta: la la de esta r pensa ndo, nd o, la de que hay algo algo (o alguien) que piensa. La existencia del del sujeto que da d em ostrad a de forma incuestionable, más allá allá de cualquier duda metódica y sistemática: «Pienso, luego existo». Descartes cree haber hallado en el sujeto pensante el fundamento firme a partir del cual escapar de los devastadores efectos de la duda melódica lódica y alcanzar un conocimiento seguro y no con taminad o p or la experiencia. De esa primera verdad incontrovertible Descartes pasa a «deducir» «deducir» racio r acionalm nalm ente la ex istencia de Dios y, a re sultas de ello ello,, de un conjunto de ideas in na tas inevitablemente ciertas. Veamo Veamoss cómo. cómo. Todo sujeto pensante alberga en su seno la idea de Dios, esto es, de un ser perfecto y eterno principio y fundamento de todo. Ahora bien, c om o p ara ar a D esca es cart rtes es to d a c au sa debe de be p o s eer ee r u n a «can «c an tid ti d ad» ad » de realidad igual o superior a la del efecto que produce, pues lo inferior no puede pue de en gen drar dra r lo lo superior superior,, la idea idea de un ser perfecto y eterno eter no no pued pu edee h aber ab er sido si do crea cr ead d a p o r u n suje su jeto to im perf pe rfec ecto to y finito fin ito,, sino si no que qu e t iene que haber sido infundida en el sujeto por una causa con al menos nos la misma perfección qu e la con tenida ten ida en la propia idea. idea. Así Así pues, el simple simple hecho que el sujeto albergue la idea idea de Dios es es una un a p rueb a de la existencia de este, pues solo un ser perfec to (Dios) puede pue de ser s er causa de la idea de un ser perfecto. Una vez demostrada (para Descartes) la existencia de Dios, el filósofo francés recurre a ella para derribar los últimos vestigios de la duda metódica en la que se hallaba sumido. En efecto, es imposible que un ser perfectamente bueno deseara engañarnos respecto a todo lo que percibimos de forma clara y distinta: Dios Dios es es la antítesis del genio maligno que h abía su pue sto p ara
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Frente Frente al conocimien to deductivo de Descartes (en la imagen), Locke y los empiristas británicos plantearon un conocimiento del mundo basado en la la observación observ ación de los fenómenos.
dudar de todo. Con ello se cierra el razonamiento que nos permite escapar del escepticismo escepticismo o las controversias interminables: interminables: la misma dud a presupone un sujeto sujeto pensante, cuya cuya idea idea de un ser absolutamen te bu eno y perfecto presup one la existencia existencia de Dios, Dios, existencia que a su vez garantiza la veracidad de nu estras ideas ideas.. Sol Solo cabe aña dir u na última matización: es evidente que la existencia de Dios no puede asegurar la idoneidad de cualquier percepción o idea que tengamos a bien alumbrar, sino solamente de aquellas que se nos aparecen de forma clara y distinta. Ello incluye la realidad de un mundo exterior a no sotros, pero sobre todo y de forma m ucho más decisi decisiva va los los p rincipios o enunciados obtenidos de la deducción racional, como por ejemplo ejemplo que dos más d os son cu atro, el el principio de no contradicción, o que la suma de los ángulos internos de un triángulo es igual a 180 grados. En la medida en que estas últimas ideas no provienen de la experiencia, no nos queda sino pensar que han sido infundidas en el
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sujeto por el mismo Dios, que son innatas. Descartes sostiene haber creado un sistem a filosóf filosófic ico o irrefutable ba sánd ose solo solo en la razón, en las las ideas innata s, prescind iendo iend o por com pleto de la experiencia sensi ble, ble, que q ue ha m a n ten te n id o e n tre tr e p aré ar é n tesi te siss d u ra n te to d o el pro p roce ceso so de su razonamien to, bajo sospecha, sin nin gun a dign idad ni fiabi fiabilida lidad d en el el plan pl ano o del p e n sa m ie n to filosófico filos ófico serio. seri o. En e ste st e inn in n a tis ti s m o a u ltra lt ran nza Descartes está en el mismo b and o que Platón y san Ag ustín. Pero Pero a la la forma forma conc reta que le da a su pen sam iento la llamamos racionalismo. racionalismo. Ahí dejó las las cosas D escartes, escartes, al al que en todo s los man uales se presenta como el fund ador de la fil filos osof ofía ía m odern a p or haberle haberle dado a esta un fundam ento autónom o, in dependien depe ndien te de la base escolá escolástic sticar areli eligiosa giosa imperante durante toda la Edad Media, y a lo largo de todo el tardo medieval medievalismo ismo que se arrastraría d uran te dos o tres sigl siglos os en la cultura europea. Si bien es cierto que la idea de Dios sigue desempeñando un papel esenc ese ncial ial en la d o c trin tr inaa cart ca rtes esia ian n a (nad (n ad a m enos en os q u e g aran ar an tiza ti za la existencia cierta del mundo, de la fiabilidad de los sentidos con que lo percib per cibim imos os y de las idea id eass in n a tas ta s con co n que qu e lo en tend te ndem em os), os ), no es ya el pu p u n to de p arti ar tida da,, que qu e ha pasa pa sad d o a e s tar ta r o cu pad pa d o p or el sujeto suj eto.. El c arar tesianismo tuvo un éxito clamoroso y fulminante en Europa, pues fue aceptado y asumido en casi todos los círculos filosóficos. Europa fue, en el siglo xvn, racionalista en el sentido técnico de la palabra. No solo los otros dos grandes racionalistas, Leibniz y Spinoza, transitarían por esta senda, senda, sino casi casi todos los demás pen sadores europeos de la centu ria. El racionalismo, la creencia en el valor y la validez absolutos de las ideas ideas innatas, capaces de su stenta ste nta r sistemas filosó filosófi fico coss enteros con una independencia to tal de d e la experiencia experiencia sensi sensible ble,, suponía una confianza absoluta en los conceptos de la razón, en las «ideas claras y distintas» de las que hablaba Descartes. Se consideraba que estas ideas podían prop pr opor orci cion onar ar al pen pe n sam sa m ien ie n to filosófico la adm a dm irad ir adaa fiabili fia bilidad dad q ue se rere conocía a las m atem ate m áticas ática s y a la ciencia físi física ca..
Esto en cuanto a Europa. Pero ya sabemos que los británicos son distintos. Por algo será que, en su orgullosa insularidad aislacionista, llaman a Europa «el continente», y a la filosofía europea, «filosofía continental», con un deje condescendiente que no puede pasar desapercibido ni al oído más obtuso. Los británicos son distintos a los europeos, y uno de los rasgos caracteriológicos que definen su espese que parece cificidad cificidad es su proverbial sentid o co m ún, el c o m m o n s e n se
tan indeleblemente inscrito en su ADN nacional. En las Islas Británicas eso de poner en duda los datos de los sentidos, de poner entre pa p a ré n tes te s is lo qu q u e se ve y se s e to ca, ca , par p arec eció ió u n a extr ex trav av agan ag an cia ci a inse in sen n sa ta, ta , algo algo que no pod ía ser más que una filigran filigranaa exhibicionista de pens adores sofisticados (¡un francés tenía que ser!) o bien una muestra lamen table de has ta qué ex tremos de deliri delirio o pu ede con du cir el el espíritu espíritu excesivamente especulativo. Es en este punto en el que John Locke entra en la escena epistemológica. También John Locke admiraba el grado de certeza alcanzado por las ciencias, y deseaba dotar a la reflexión filosófica, moral y política de u na solidez seme jante con vistas a facilitar facilitar a los los hom bres un a herram ienta ien ta epistemológ e pistemológ ica que, a su vez, vez, propiciara prop iciara la mejor vida vida social social posib po sible. le. Pero la s e n d a q u e enfiló enf iló en este es te p ro p ó sito si to n o era la m ism is m a que emprendieron los europeos. Estos tenían una confianza ciega (el adjetivo es exacto, porque niega el sentido corporal) en que las ideas innatas podían dar una explicación esencial y precisa de la realidad pre p resc scin ind d ien ie n d o p o r co m p leto le to de la ex p erie er ien n cia ci a sens se nsibl ible. e. Se fijab fij aban an en el aspecto deductivomatemático de la ciencia como modelo. Frente a esta confianza, Locke y los empiristas británicos plantean una concepción m odesta y naturalista de las facultades facultades hum anas. Lo que atrae a Locke de la ciencia es la experimentación, la observación y la descripción sistemática, más que la creación de hipótesis abstractas qu e tan to fascinaba a los raciona listas listas europeos. Según una idea
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básic bá sicaa que qu e se d e sarr sa rro o llar ll aráá en las p á g inas in as sigu si guie ient ntes es,, pero pe ro q u e ahor ah oraa po de m o s a p u n ta r pa ra n u e s tr o p r o p ó sito si to a ctu ct u a l, Locke Lo cke no cree cr ee (a didi ferenc ferencia ia de los carte siano s) que poda m os cono cer m edian te las ideas ideas innatas la esencia de las cosas o sustan cias del mundo: a part ir de esta creencia fundamental, no tiene ya ningún sentido plantear el tipo de conocimiento deductivo cartesiano, y lo más c oherente es estu diar las cosas del del m und o m edia nte la experiencia em pírica, pírica, es deci decir, r, la observación de los fenómenos perceptibles. Este cambio de pla ntea m iento es revolucionario revolucionario en la la historia de la filosofía. Los cartesianos y racionalistas en general mantendrán una concepción de la ciencia fundada en máximas y definiciones que forman premisas a priori (independientes de la experiencia), a pa p a r t ir d e las la s c u a le s se lleva lle van n a c a b o d e d u c c io n e s a b s tr a c t a s . L ocke oc ke y los principales científicos británicos, si bien comparten con los pri p rim m e ros ro s u n a c o n c e p c ió n d e la c ien ie n c ia c o m o u n s is te m a c o h e r e n te y estructurado, no la entienden como algo que pueda realizarse en abstracto, desvinculada de los fenómenos de la realidad empírica y a partir de la sola razón. Locke admira a Newton, y entiende que si este ha podido avanzar tanto en el conocimiento del universo es po p o rqu rq u e h a te n id o el valo va lorr y la inic in icia iati tiv v a de m ira ir a r las la s c o sa s c o n rigor rig or e independencia, liberado de todos los prejuicios y falsedades acumulados con el discurrir de los siglos. Su enfoque naturalista y preciso del conocimiento tardaría poco en imponerse al cartesianismo incluso incluso en Europa: el el ilustrado sigl siglo o xvm xvm sería sería m ucho má s lockeano que cartesiano. Sin embargo, la conciencia del contraste entre los dos modelos epistemológicos no debe llevarnos al extremo de entenderlos como antítesis perfectamente contrarias. Locke detectó en el racionalismo cartesiano varias insuficiencias y equivocaciones, y procedió a enmendarlas con un enfoque distinto. Pero, como se verá, hay más
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Portada del Tratado sobre la naturaleza humana, de David Hume.
de un elem ento «racionalista» en el el em pirismo de Locke. En realidad, lo que entendemos por empirismo británico no alcanzaría su plenitud hasta la publicación del Tratado sobr sobre e la la naturaleza hu m an a (17391740), del escéptico escocés David Hume, que le propinó una soberana paliza intelectual al racionalismo y a su ciega confianza en las ideas innatas: aquí sí sí cabe hablar de antagonism o entre los modelos racionalista y empirista (radical). Lo que hizo John Locke en su ‘Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) fue simplemente p rese ntar un a teoría propia propia que difería difería mucho much o de la cartesiana.
Sentido y finalidad de la teoría del conocimiento Una diferencia diferencia notable n otable entre en tre Locke y Descartes es que este em prende prend e su investigación filosófica con el objetivo básico de «conocer el conocimiento» para fundamentar la meditación, mientras que Locke, profundamente religioso, supedita su examen a un objetivo moral: quiere mostrar a los hombres cómo deben vivir en este mundo como criaturas de Dios, Dios, ofrecerles, como com o dice en el Ens E nsay ayo, o, «una obra obra moralmente mo ralmente útil». útil». Es Es deci decir, r, según un estudioso, tra ta de m ostrar os trar cómo los los hombres pu p u e d e n e m p lea le a r sus su s m e n tes te s p a ra sab sa b er lo que q ue n e c e sita si tann s a b e r y cre c reer er solo lo que deben creer. El conocimiento no se obtiene por sí mismo, sino para llevar llevar a cabo un perfeccionam perfecc ionam iento moral que abra las puerpue rtas de una vida mejor en el próximo mundo. Locke está convencido de que algunas creencias son censurables y de que los hombres son
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responsables responsables de sus creencias. creencias. Pero Pero este c ará cter u tilitarista en la con cepción de la epistemología no implica en modo alguno que el examen sea m enos riguroso o inde pendiente. Locke quiere quiere su m inistrar la herram ienta m ás útil que pued a forjars forjarse. e. Locke desea prestar este servicio a los hombres por dos vías. En prim pr imer er lugar, m o s tra tr a n d o cóm có m o func fu ncio iona na el e n tend te nd im ien ie n to h u m a n o y cuáles son sus límites, cómo puede alcanzar creencias racionales y un conoc imien to cierto. En segundo lugar lugar,, indicando las causas de los princ pri ncip ipal ales es e rror rr ores es del e n ten te n d im ien ie n to e n la vida v ida p ráct rá ctic ica. a. Los hom h om bres br es son son los los caus antes de sus propios errores, no Dios Dios,, que con su bonda b ondad dy su poder les ha proporcionado la razón para regi regirse rse,, y libertad libertad para enen menda rse y responsabilizarse responsabilizarse de sus propias acciones. acciones. Los seres seres hu ma nos son libr libres es,, y deben pen sar y juzga r por sí mismos, mismos, so m eter su s ideas y juicios morales a la razón. Por desgracia, en la mayoría de los hombres homb res la falsedad falsedad y el erro r pred om inan sobre la verdad y el el conocim iento. La tarea del filó filóso sofo fo,, pues, pues, consiste con siste en apartarle apa rtarless de los prim eros e indic arles el camino de los segundos. Repitámoslo: según Locke los hombres son libres libres (de (de lo contrario, habría q ue achac a chac ar a Dios Dios todos los errores y maldades que cometen), y en su libertad pueden optar por asumir las concepciones y las creencias racionales y verdaderas. La principal garantía en la epistemología lockeana es la convicción de la existencia de Dios, una existencia que tiene profundas implicaciones acerca del modo en que los hombres deben vivir. La facultad de conocimiento es un don concedido por un Dios Dios om niscien te y eterno. En conjunto, Locke ofrece en su 'Ensayo una visión bastante optimista de la tarea del hombre en la adquisición de conocimiento y per p erfe fecc ccio ion n a m ien ie n to m oral or al p ara ar a hace ha ce rse rs e m e rec re c e d o r del de l cielo cie lo c rist ri stia iano no . Presenta la acción de la mente humana de un modo simple, sobrio y natural. Y confía en la posibilidad de un amplio acuerdo en el pensamiento de los los hombres. hombres. Estos solo solo necesitan ap licar co rrec tam en te su
m ente y sus sus sentido s para o bten er el el conoc imien to que les conviené y po p o n e rse rs e de a cu erdo er do con co n sus su s sem se m e jan ja n tes. te s. Bajo e sta st a luz hay ha y q u e o b s e rvar el el senti se ntido do y la finalidad del Ensa En sayo yo..
Me inclino a pensar que los hombres, cuando las examinan, encuentran que todas toda s sus ideas simples simples concuerdan concuerda n generalmente, generalmente, aunque en las discusiones discusiones con los los demás quizá confunden c onfunden unas con c on otras otra s a causa de los distintos nombres que les dan. Creo que los hombres que abstraen sus pensamientos, y que examinan detenidamente las ideas de sus mentes, me ntes, no n o pueden pued en diferir mucho muc ho en sus pensam pe nsamiento ientos. s. (E II.x II.xii iii. i.2 28)
Sin embargo, a la larga Locke terminaría por perder buena parte de este optimismo. Aunque nunca dejó de creer que los hombres son capaces de percibir ple nam ente la verdad tal co mo la reve revela la el el EvangeEvangelio lio y la manifiestan las leye leyess de la la naturaleza, term inó po r aban do nar la esperanza y la convicción en que una filosofía moral demostrada pu p u d iera ie ra infl in flui uirr en el c o m p o rta rt a m ie n to efec ef ecti tivo vo d e los hom ho m bres br es.. Pero Pe ro esto sería muchos años después de las varias ediciones del "Ensayo, que c ontie ne casi la la integ ridad de la epistemología epistemología lockeana. lockeana.
Es la experiencia, Descartes, la experiencia Si Descartes había puesto bajo sospecha y desacreditado todo lo relativo a la experiencia sensible suministrada por los sentidos, John Locke recupera para el pensamiento más serio la percepción sensorial. El common sense británico no solo solo no acep ta que haya que desconfiar de esa experiencia de la que reniegan los cartesianos, sino que la considera el origen de los pensamientos: todas las ideas (incluso
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las más complejas) provienen en última instancia de la experiencia. Aquí Aquí hay que introducir, com o advierte a dvierte Locke, Locke, la salvedad salvedad de algunos conocim ientos indep end ientes de ella, ella, es dec decir ir,, apriori : la geom etría y la aritm ética. Sabemos, po r ejemplo ejemplo,, que to dos los los núm eros son pares o impares sin que tengamos que confirmarlo recurriendo a los sentidos. En este conocimiento, como en otros, interviene decisivamente la razón, de mo do casi exclusiv exclusivo. o. Esta simple declarac ión d e Locke es sufici suficient entee para reco rdarnos que no debem os excedernos en la contra posi po sici ción ón e n tre tr e e m p iris ir ism m o lock lo ck ean ea n o y ca c a rte rt e sia si a n ism is m o . Pero Pero que algunos algunos pocos conocimientos pued an ser a priori no es óbice para que tod as (todas) las ideas provengan de la experiencia: experiencia: «La «La idea idea que la la me nte no haya haya percibido percibido nunca no ha esta do n unca en la mente» (E I.iv .iv.20). El El intu icionism icion ismo o de Locke se enfren enf ren ta al inna in natism tism o de la tra didi ción platónicaagustinianacartesiana. Incluso las teorías consisten en hipótesis hipótesis elaboradas a p artir ar tir de analogías en tre ideas de percepciones, no (como pretenden los racionalistas) en la visión de esencias por vía extrasensorial. El origen, la «fuente del conocimiento», es la experiencia. cia. El El alma es al nace r «papel blanco, desprov isto de cualquier c ualquier carácter, sin sin ningun a idea» (E II.i II.i.3 .3)). Es Es med iante ian te la experiencia e n te n d id a sobre todo en ta nto que percepción sensible, sensible, pero tam bién como reflex reflexión ión inter ior io r como se adquieren esta s ideas, ideas, los los materiales del conocimiento. conocimiento.
Supongamos, entonces, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, blanco , limpio limp io de tod to d a inscri ins cripci pción ón,, sin ning ni ngun unaa idea. ¿Cómo llega a tenerlas? ¿De dónde se hace la mente con ese prodigioso cúmulo, que la activa e ilimitada ilimitada imaginación del hombre ha pintado pint ado en ella ella,, en un a variedad casi infinita? infinita? ¿De ¿De dónde saca todo ese m aterial de la razón y del conocimiento? A esto contesto con una sola palabra: de la experiencia: experiencia: esta es el fundam fund amento ento de d e todo nuestro nuestr o conocimiento, conocim iento, de donde do nde en e n últim úl timaa insta in stanci nciaa se deriva. deriva. (E (E II. II.i. i.2 2)
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Antes de exam inar qué son las ideas ideas,, Locke Locke se pregu nta de d ónd e pro p roce cede de la e rró rr ó n e a co n cep ce p ció ci ó n c a r te s ia n a de q u e e x iste is ten n idea id eass in n a tas ( tan to especulativas o teóricas como m orales) inscritas en el alma desde el nacim iento y que no nece siten para n ada la experiencia sensorial.1Com sorial.1Como o sabemos, sabem os, el fil filós ósofo ofo inglés inglés desea, desea, adem ad em ás de ofrecer un a herra m ienta gnoseológica útil para los los hombres, liberarl liberarlos os de los errores que qu e les precip itan a la falsedad. falsedad. Y un o de los mayores errores es la creencia de que existen ideas innatas. A la la refutación de esta creencia ded ica el libro prim ero del 'Ensayo. Los inn inn atistas esgrimen dos argu m ento s principales principales en defensa de sus principios: principios: •
El hecho ya men cionado de que algunos cono cimientos (aritm (aritm ética, geometría) son creados por la razón con independencia de la experiencia.
•
El que algunas cosas nos pare zcan evidentem ente ciertas sin necesidad de de m ostración alguna. La claridad y evidenci evidenciaa de algunas ideas para cualquier persona cuerda y educada se debería a que ciertos principios prácticos y morales han estado impresos desd e siempre en el alma. alma. Locke admite la realidad de ambos hechos, pero no cree que se
expliquen adecuadamente por una supuesta naturaleza innata de las las ideas. ideas. Para Para empezar, adm ite que acerca de ciertos principios pa rece haber un asentimiento o acuerdo universal, pero se apresura a indicar que este acuerdo no demuestra el innatismo de las ideas: pu p u e d e h a b e r u n a c au s a m u y d is tin ti n ta . A un así, así , s o s tie ti e n e q u e la s u pu p u e s ta u n ive iv e rs alid al id ad d e c ier ie r to s p r in c ip io s n o es ta l si se la e x a m in a
1 Locke cit c ita a como ejemplos ejemplos de supuestas ideas innatas: innatas: «todo «todo lo que es, es, es» es» y «es «es imposible que una misma cosa sea y no sea».
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bien: bie n: ni los n iño iñ o s, ni los lo s an a n alfa al fab b eto et o s, ni las p e rs o n a s c o n d ific if icu u lta lt a d es cognitivas, ni los miem bros de trib us creen ni se pla nte an qu e «todo lo que es, es» es» o que «es «es imposible que u na mism a cosa sea y no sea». sea». Si fueran principios innatos, tam bién ello elloss los tend rían inscritos en la mente. Pero muchas personas no se plantean principios abstractos en ningún momento de su vida, ni siquiera cuando alcanzan la mayoría de edad. Lo que m otiva que se juzgu en inn atas algunas ideas es que se asiasimilaron en la niñez, con esa intensa capacidad de absorción e interiorización del periodo previo al desarrollo de la racionalidad, y que después no se han sometido a un examen crítico y se han dado por bu b u en as co m o ver v erd d ades ad es e te r n a s po p o rq u e los lo s de d e m ás ta m b ié n las la s tie t ie n e n o por p orq q ue casi ca si n ad ie se atre at reve ve a cu c u e s tio ti o n a r lo q u e t o d a la l a soci so cied edad ad ace ac e p ta. ta. Locke deplora e sta pasividad p asividad y conform idad acríticas, y el el error al que conducen tanto en el plano gnoseológico (creencia en las ideas innatas) como en el moral (renuencia a corregir el comportamiento y la vida mediante la comprensión de ideas nuevas). El hecho de que haya haya que apre nd er el el significado significado de las palabras y asimilar los conce ptos muestra a las claras que no existen las ideas innatas. Michel de Montaigne había demostrado en el célebre capítulo de sus Ens E nsay ayos os titulado «Los caníbales» que la gran diversidad de costumbres y de principios morales en los diversos pueblos de la Tierra no puede por menos que conducir al relativismo y al escepticismo. E incluso en un mismo territorio las costumbres cambian mucho a lo largo del tiempo. Locke adapta estos mismos argumentos para sus prop pr opio ioss fines: le sirv si rven en p ara ar a d e sa c red re d ita it a r la p rete re ten n sió si ó n de inn in n a tis ti s m o en los los principios morales. morales. Pero Pero (lo veremos) sos tiene qu e esto s prin ci pios pio s exis ex iste ten, n, a u n q u e no sean se an inn in n atos at os.. Todo lo más que está dispuesto a admitir Locke son tendencias naturales del del ser ser huma no, en ningú n caso ideas innatas. En la la refuta-
ción ción del del innatism o, n uestro filó filóso sofo fo mue stra com o siempre su robu sto sentido común , y su voluntad de juzgarl juzgarlo o todo a p artir de las las pruebas em píricas existentes. existentes.
Sensación y reflexión Así pues, nada de ideas innatas. Si el libro primero del "Ensayo ha servido vido para desbrozar desbr ozar el camino y a rran car de d e raíz las las malas m alas hierbas del error presentes en el cartesiani cartesianismo, smo, las re stantes p artes de la obra estarán ya dedicad de dicad as en exclusiva exclusiva a prese pre sent ntar ar la que constituye, con stituye, para Locke, Locke, una adecua da concepción del conocimiento, conocimiento, sus m ecanismos y po ten cialidades. Para ello, conviene empezar por definir los términos fundam entales entale s necesarios neces arios para par a el análisis análisis del proceso cognitivo, cognitivo, entre entr e los que destaca por encima de todos el de «idea», esto es, «los materiales del conocim con ocim iento» iento » (E II.i II.i.2 .25 5). Para Locke «idea» es cualquier contenido de la mente, lo que se registra registra en la conciencia: conciencia: «todo c ua nto sea el el objeto del en tend im iento cu and o un hom bre piensa» (E I. I.i.8). Advertimos de en trad a que el con cepto d e idea no ap un ta solo solo a aquello aquello a lo lo que solemos referir referirnos nos con e ste término (conceptos resu ltantes de la la abstracción y el razona miento), sino sino a todo con tenido o dato de la la conciencia, conciencia, incluyendo de forma destacada los contenidos mentales de la percepción. Es decir, la imagen imagen de d e la la página d e este libro que el lector form a en su m en te es, es, par p araa Locke, Loc ke, u n a «idea» «id ea».. En m u c h o s d e sus su s usos* usos* pu p u es, es , «ide «i dea» a» en s e n tido lockeano lockeano se se aproxima aproxima m ucho a lo que nosotros e ntend em os por «imagen m ental» o bien po r «sensación» (place (placer, r, dol dolor, or, etc.). etc.). Aclarado Aclarado esto, la la primera p regu nta a la la que debem os res po nd er es es la la de cuál es es el origen y la la fuen te de la que proced en:
'1.a '1.a epistemología sensa s ensata ta de John 'Lock 'Lockee
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Todas las ideas vienen de la sensación o de la reflexión. [...] Las observaciones que ha cemos acerca de los objetos sensibles sensibles externos o acerca de las las operaciones inte rnas rna s de nue stra mente, m ente, que percibi percibimos, mos, y sobre las cuales reflexionamos reflexionamos nosotros mismos, mismos, es lo que pro porciona a nuestro en tendimiento todo s los materiales del del pen sar (E II.i.2)
Vemos Vemos como Locke Locke limita a dos las fuentes última s de to da idea idea.. La prim era de ella ellas, s, y la la que me nos nos sorp rende viniendo del fundador del empirismo, son los sentidos, las «ventanas» a través de las cuales nuestra mente se relaciona con la realidad exterior y recibe información de ella: el color rojo de una manzana, su olor, su consistencia al tacto, el dulzor de su sabor... Pero a las impresiones que se originan de los sentidos externo s Locke añad e un análogo sentido interno, el de la reflexión, a través de la cual «percibimos» las ideas correspo ndientes a los los estados de ánim o y las operaciones operaciones mentales, tales tale s com o el querer, el placer, el dolo dolor.. r.... La reflexión, «a unqu un quee no es un sentido, ya que no tiene ningun a relación relación con objetos externos, es muy parec ida a él, él, y se le pue de llam ar con prop iedad sentid o inte rno» (E II.i.4). En todo caso, la reflexión es una conciencia de segundo orden, que presupone la percepción sensorial como primera actividad. La sensación es lo primero porqu e el ser hum ano está orie ntado p rincipalmente hacia fuera. La perspectiva empirista de las ideas sostenida por Locke y enfrentada a la concepción racionalista de Descartes, Leibniz y Spinoza contaba con antecedentes en la historia de la filosofía. Santo Tomás ya la había sostenido en el siglo xm, y en el xiv Guillermo de Ockham y sus partidarios aceptaron también el principio empirista. A pesar de que el parecer innatista había sido el predominante a lo largo de siglos, no es cierto pues (a diferencia de lo que se dice a veces) que
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Locke Locke creara a pa rtir de la nada la concepción contraria. Esta circulacircula ba po r los libro lib ross de d e filosofía filoso fía d e sd e h acía ac ía c e n te n a re s d e año a ños. s.
Cualid Cualidade ades s primarias y cualidades cualidades secundarias Pero volvamos a la cuestión del origen y la formación de las ideas. Ya sea que provengan de un sentido u otro, en todo caso su formación depende de la capacidad de los objetos de producirlas en nuestra mente, de causarlas. Es decir, si en nuestra mente surgen ideas es como resultado de la acción de los objetos externos sobre nuestra sensibilidad, sensibilidad, pue s ya ya hemo s visto visto qu e las ideas ideas no son inn atas ni surgen
ex nihilo. nihilo. Locke
ba utiza con el térm ino «cualidad» «cualidad» esa capacidad
para pa ra a fe cta ct a rn o s q u e tie t ie n e n los lo s obj o bjet etos os..
Una bola bola de nieve nieve tiene tiene el poder de producir prod ucir en nosotros noso tros las ideas de blanco, blan co, frío y redo re dond ndo; o; a esos eso s pode po dere ress de prod pr oduc ucir ir en noso no sotro tross esas ideas, ideas, en cu anto an to que está e stán n en la bola de nieve, nieve, los los llamo cualidades; y en cuanto son sensaciones sensaciones o percepciones percepciones en en nuestro n uestro en tendimientendim iento, los llamo ideas; de estas ideas, si algunas veces hablo como estando en las cosas mismas, quiero que se entienda que me refiero a esas cualidades cualidades en los los objetos que producen esas ideas en nosotros. (E II.viii.8)
En su tratamiento de las cualidades, Locke establece una distinción destinada a tener un largo recorrido en la historia de la filosofía, y que ya había sido anticipada algunos años antes por Galileo y Descartes: distingue, pues, entre cualidades «primarias» y «secundarias». darias». La línea línea de dem arcación en tre u nas y otras es la la correspon
'La vpisUimalogía sensata do John 'Lockv
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dencia que se se crea crea en nu estra m ente e ntre la pro p ropi piaa ide id e a y u n rasg ra sgo o in trín tr ín se c o , re a lm e n te existente, del objeto que la produce. De acuerdo con e ste criterio, criterio, las cualidades primarias son aquellas propiedades que pertenecen efectivamente a los objetos, mientras que las secundarias no, y solo actúan en la sensación a través de las primarias: se trata de capacidades de las cualidades primarias para pa ra p r o d u c ir idea id ea s de c u a lid li d a d e s s e c u n d a rias en el observador. Son cualidades primarias de un objeto aspectos como la solidez,
Una cualidad primaria de esta manzana es su redondez. En cambio, su dulzor es una cualidad secundaria, pues esa es una sensación que se genera en nosotros.
la extensión, la forma, la textura, el movimiento; miento; son cualidades secu nda rias colores, colores, gustos, sonidos y olores olores.. Un sencillo sencillo ejemplo pue de a yud ar a aclarar esta disti distinción. nción. Imaginemos Imaginemos que tenem os a nte nosotros la ya me ncionada manzana roja, que cogemos con la mano para acercárnosla a la boca y morderla. Por un lado, esa manzana se nos presenta en la m ente con una d eterm inada forma forma (redondeada), (redondeada), una extensión, extensión, una co nsistencia. Pues bien, bien, esa forma, esa extensión y esa co nsistencia existen realmente en la manzana (las posee), por lo que son cualidades prima rias de la la misma. Pero Pero al al mismo tiem po esa m anz ana se nos aparece de color rojo rojo,, y con un dulce sabor en el mo m ento de morderla. morderla. Sin Sin embargo, no podem os de cir con propiedad que en la manzana exista la «rojez» o el dulzor de la misma forma que le asignamos asignamos u na ex tensión o una forma forma;; cuando decimos que la m anzana es roja roja (o dulce), dulce), en en realidad estam os d escribiendo una propiedad de la manzana para generar esa sensación en nosotros (refleja la luz de tal forma que nue stros ojos y nue stra m en te lo lo decodifican decodifican como «rojo», o la interacción del bocado de manzana con nuestras papi pa pila lass g u s ta tiv ti v a s ge n e ra e n n u e s tr a m e n te la se n s a c ió n d e dulz du lzor or). ).
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La «rojez» o el dulzor no existen como tales, sino que con esos términos nos referimos referimos a la la capacidad de u n objeto para p roduc ir unas ciertas impresiones en nosotros: son cualidades secundarias. La distinción entre unas y otras es fundamental con vistas a formular una teoría del conocimiento fiable. Locke nos dice que las primarias marias son cualidades cualidades objeti objetivas vas p u es están en los los objeto s y pueden pro p rodu du cir ci r co c o n o cim ci m ien ie n to objet ob jetivo ivo cier ci erto to:: las idea id eass q u e te t e n e m o s de ellas ella s se parecen exactamente a aquellos rasgos intrínsecos: las cualidades secundarias no son objetivas porque no están en los objetos, no pro p rod d uce uc e n copi co pias as (idea (id eas) s) de rasg ra sgos os p e rte rt e n e c ie n te s a los obje ob jeto tos, s, po r lo que no son susceptibles de conocimiento objetivo. (Sin embargo, no es exacto llamar «subjetivas» a las cualidades secundarias, porque tampoco constituyen una creación libre y arbitraria del sujeto: son capacidades de los objetos para producir efectos o ideas). En suma, lo esencial de la distinción entre cualidades primarias y secundarias es que las primeras se parecen a algo que pertenece al objeto, y las segundas no. no.
Ideas simples e ideas complejas Si en el plano de la realidad objetiva hay una distinción entre cualidades primarias y secundarias, otro tan to sucede con el el contenido de nuestra mente. Las ideas, a su vez, pueden ser simples o complejas. Las ideas simples se registran en la mente de forma pasiva directam ente a pa rtir de la experiencia (sensación o refl reflexi exión) ón),, y constituy en el material bruto del que se derivan todos los demás elementos del conocimiento. Cualquier idea de cualidad es una idea simple. Como ejemplos de ideas simples Locke aduce la frialdad y la dureza de un trozo de hielo, la fragancia y la blancura de un lirio, el sabor del azú-
I.d epistemolo epistemología gía sensata de John 'í.ocke 'í.ocke
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car (provenientes de un solo sentido), o la figura y movimiento (de más de uno). Existen además las ideas simples de la reflexión (entre las las que Locke destac a com o las dos principales las de «percepción o pe p e n s a m ie n to y volic vo lición ión o v o lun lu n tad ta d » ) y o tra tr a s q ue llega lle gan n t a n t o p o r la sensación como por la reflexión («por ejemplo, las de placer y gozo, y su contraria, la de p ena y m alestar»). alestar»). Se trata, e n definit definitiva iva,, de to dos aquellos con tenido s que surgen en la m ente sin que esta pa rticipe activam ente en su elaboración elaboración o generación, que por así decirlo decirlo se le le impon en y se se graban en ella ella sin su participación. Como conse cuencia de este rol pasivo de la mente en su formación, la ideas simples no pu p u e d e n ser se r d e str st r u id a s , a lte lt e ra d a s ni s u s titu ti tu id a s p o r ella. La m e n te es aquí aquí,, y con más prop iedad que nu nca, una a uté ntic a tabula rasa, una hoja en blanco. Si las las ideas simples son aquellas que se presen tan de forma e spon tánea a la mente, sin que se requiera la intervención activa de esta, no es difícil imaginar cuál es el elemento definitorio que caracteriza a las ideas complejas. Por simple contraposición, estas últimas son todas aquellas ideas que la mente forma combinando ideas simples. Recurriendo a un ejem plo algo algo anacró nico nic o (¡qu (¡quee no se se nos enfade n ingún físico cuántico!), podríamos comparar las ideas simples con los átomos, como co nstituye ntes últimos de la realidad (los (los ladrill ladrillos os con lo que tod o está co nstruido ), y a las ideas complejas con las m oléculas resultante s de la la combinación d e diversos diversos átomos. Lo fundam ental es que el el ser hum ano no está, pues, limitado limitado a las facultades de observa ción e introspección: tiene la facultad activa y creativa creativa de formar ideas complejas, complejas, de las que Locke realiza una doble clasifi clasificación. cación. Si Si nos a tete nemos a la actividad actividad de la mente, las ideas complejas pued en ser el el resultad o de la simple unificación de diversas ideas simples en u na sola idea compleja (por ejemplo, la idea de rebaño), de la comparación de dos ideas (origen (origen de las ideas de relaciones) o de la «abstrac ción» (que
da lugar a las las ideas generales). generales). Más relev ante es sin em bargo la clasifp cación cación que nuestro auto r hace de las ideas ideas complejas complejas atendiend o a la naturaleza de su objeto, objeto, pues de ella ella se derivan derivan algu nas co nsecu encias determinantes para su filosofía del conocimiento. Desde este punto de vista, las ideas c omplejas om plejas se clasifican en: en: • Mod M odos os o m odific od ificac acio ione nes: s: Los modos surgen de la combinación, incluso libre y arbitraria, de diversas ideas, siendo su rasgo característico terístico el el que no presup onen la existencia existencia de un a su stancia que las soporte. Es dec deciir, los los m odos n o existen p or sí mismos, sino qu e son afecciones de las cosas, formas (posibles) del ser. Pensemos po p o r eje e jem m plo pl o en la idea id ea d e « adul ad ulte terio rio» » , q u e fo rm am o s a p a r tir ti r de la com binación d e las ideas de person a, casarse, acto sexual y negación (estar casad o y realizar realizar el el acto sexual con u na p erso na co n la que no estás casado). El El que seam os capaces de generar y en ten de r esta idea compleja no presupone que exista algo llamado «adulterio» ni que efectivamente pueda predicarse de la realidad (aunque es evidente que en n uestro ejemplo no cabe tal salvedad salvedad,, pues haberlos, haylos). A su vez, Locke distingue entre modos simples («variaci («variaciones ones o com binacione s de la misma idea idea simple») y mod os com pue stos o mixtos (com binación de ideas de varias varias clases clases). ). ' lacion p ropio n om bre indica, las ideas ideas de relaciones Relac Re iones es : com o su propio surgen de la com paración de dos o más ideas ideas entr e sí sí. Cuando d ecimos que algo es «más alto que», «más limpio que», «más com pre p ren n sib si b le que» q ue»;; cu a n d o dec d ecim im o s qu q u e alg a lgui uien en es «pad «p adre re», », « m arid ar ido» o»,, «hij «hijo»; o»; incluso cu ando an do d ecimos ecim os que algo es «imperfecto», esta m os estableciendo relaciones relaciones entre diversas idea ideas. s. Es im po rtan te n ota r que lo propio de la relación es la operación mental que la origina, por lo que cabría preguntarse si esas ideas se corresponden o no con algo efectivamente existente en la realidad exterior. La cues tión es especialmen te p ertin en te cuan do llegamos llegamos a la idea idea de
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causalidad, que Locke Locke cataloga de forma forma co herente c omo una relación. lación. En efecto, efecto, decimos q ue un suceso es la causa de o tro suceso cuando el primero produce el segundo, pero en puridad lo único que nos proporciona la experiencia es la sucesión temporal y la prox pr oxim im idad id ad física físi ca e n tre tr e u n o y otro ot ro.. No «vemo «ve mos» s» la rela re laci ción ón c a u sal de ninguna forma, ni podemos reducirla satisfactoriamente a un da to de la sensación. ¿Es ¿Es la la causalidad, en definitiva, definitiva, una mera construcción de nuestra mente cuya existencia objetiva no podemos cono cer? A pe sar de que e sta es la conclusión a la la que parece llevar el empirismo estricto (como se pondría de manifiesto unos años año s m ás tar de en la filos filosofía ofía de Hume), Hum e), Locke se negó a aceptarla ace ptarla , sin propo rcionar em pero un adecu ado análisis análisis de esta relaci relación. ón. relación habitual con el el mundo, percibimos percibimos Sustancias: en n uestra relación haces de cualidades que suelen pres enta rse de forma simu ltánea y conjun ta. Es frecuen te que percibamos a la vez una forma redon deada, de color color roj rojiz izo, o, del tam añ o aprox imado de n uestro pu ño y que cuan do la acercamos a la boca nos produce u na agradable sa bo b o r d ulce ul ce y jugos jug oso. o. En tale ta less caso ca sos, s, te n d e m o s n a tu r a lm e n te a a t r i bu b u ir a ese c o n ju n to de idea id eass sim si m ples pl es u n s u s tr a to c o m ú n , algo alg o que qu e las unifica y del que estas ideas de cualidades proceden, porque no concebimos que las cualidades pu eda n su bsistir por sí mismas. Este supuesto sopo rte es lo que denominam os sustancia, la la m anzana de nuestro ejemplo. A diferencia de cuanto sucedía con la causalidad, en el caso de la sustancia a Locke no le duelen prendas en m antene r la coherencia coherencia con el conjunto de su teoría epistemológ mológic ica, a, y afirmar consecuen tem ente q ue esa idea idea no e ncue ntra fundamento ni soporte en las impresiones que obtenemos de los sentidos. La susta ncia es una me ra inferencia inferencia que realiza la la mente, no disponemos de ningún elemento que nos permita postular su existencia en la realidad realidad exterior: exterior: «todas n ue stras ideas de las las dis-
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tintas clases de sustancias no son sino colecciones de ideas sim ples. con co n u n a su p o sici si ció ó n d e algo alg o a lo q u e p e rte rt e n ec e n , y en lo qu e subsisten; aun cuando acerca de ese algo supuesto no tenemos ning una un a idea clara y dis tin ta en absoluto» absolu to» (E II. II.xx xxii iii. i.37 37). ). Conviene hacer sin sin em bargo un a aclaración, aclaración, para ev itar algunos de los malenten did os de los que fue objeto objeto la posición de Locke Locke cuand o este la hizo pública: el filósofo no niega la existencia de las sustancias, se limita a constatar que la idea que tenemos de ellas (si existen) es una creación de nuestra mente carente de apoyo empírico. Eso vale vale sin sin du da p ara el con cepto de su stan cia en general (la (la idea de un soporte que subyace y unifica las cualidades que percibimos), pero pe ro ta m b ié n en c ier ie r ta m e d ida id a a las s u s ta n c ia s indi in divi vidu duale ales. s. LocLo cke no cuestiona que haya al algo redondeado, redondeado, del tam añ o de mi puñ o y que genera en mi mente la sensación del color rojo, no niega ni siquier siquieraa que pod am os ag rupar todo ell ello en la idea idea de «una m anz ana», lo que afirma es que todo lo más que podemos alcanzar es a definir definir la la «esencia nominal» d e la la m an zan a qu e percibimos, percibimos, pero en ningún caso nos se rá dado con ocer su «esencia rea reall».
Probl emas de la teoría
Hasta aquí hem os ido desgranando, paso a paso, paso, el el instrum ental conceptual y terminológico a partir del cual Locke construye su teoría del conocimiento. Pero Pero antes an tes de pas ar a ocup arnos arno s de ell ello, no estará estar á de más que nos deteng amo s brevemente en algunas de las dificult dificultades ades que pla p lan n tean te an los co n cep ce p tos to s visto vi stoss h a s ta ahor ah ora, a, difi di ficu culta ltade dess que qu e en b u e n a medida po dem os agru par en tres grandes bloqu bloques es:: El primero de ellos tiene que ver con la misma definición de «idea», y las sucesivas divisiones y subdivisiones a las que Locke
'La 'La epistemología epistemología sensat se nsata a de'John de'Jo hn 'Locke 'Locke
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somete el concepto. A lo largo de este libro, no nos hemos cansado de caracterizar a Locke como un filósofo del sentido común, que en palabras de Bertrand Russell «apuntaba a la credibilidad, y lo logró a expensas de la coherencia». Ese empeño por proporcionar una explicación sensata e intuitiva de la realidad le lleva a ser en ocasiones menos preciso y consecuente que los filósofos forjadores de grandes sistemas, y no cabe duda de que el tratamiento de las ideas es un ejemplo paradigmático de esa falta de prec pr ecis isió ión. n. De e n trad tr ad a, p o rqu rq u e u n a co n cep ce p tual tu aliz izac ació ión n de las ideas id eas que englobe a todo aquello que pueda convertirse en contenido de nuestra conciencia acaba siendo poco operativa debido a su excesiv excesivaa am plitu d e im precisión. En particular, no diferencia diferencia en tre realidades tan sustancial y funcionalmente distintas como lo son el material bruto de la percepción (los colores, los olores, los sa bor b ores es qu e n os p rop ro p o rcio rc ion n an los sen se n tid ti d o s), s) , los univ un iver ersa sale less bajo ba jo los que unificamos esas percepciones (ser un ho mbre o una man zana) o las relaciones que establecemos entre ellas (igualdad, identidad, causalidad...). Para Locke, todo son ideas. La misma imprecisión pu p u e d e a trib tr ib u irs ir s e a los l os crit cr iter erio io s d e d em arca ar caci ció ó n e n t re las la s d is tin ti n ta s tipologías de ideas, cuyas definiciones son en ocasiones tan vagas que convierten en discutibles muchas de las clasificaciones que el pro p rop p io Lock Lo ckee realiza rea liza.. El segundo grupo de dificultades es propio de toda teoría representativ sen tativaa de la percepción, com o lo es la la de Locke. Locke. Según este e nfoque foque,, nues tra me nte solo solo opera con imágenes o representaciones (de ahí el el nom bre) de la realidad, realidad, pero en nin gún gú n caso c on la realidad misma. El principal problema que plantea semejante postura es el del solipsismo o, dicho de otr o modo, si solo solo nos no s las habernos con nuestras ideas, con simples imágenes formadas en nuestra mente, ¿cómo ¿cómo podemos fundam entar cualquier conocimiento so
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La concepción heredada y el Círculo de Viena Buena prueba de la decisiva decisiva aportación que ha representado el pensamiento de Locke para la historia de la filosofía es su más que evidente influjo en la concepción del cono cimiento y la ciencia que dominó la primera mitad del siglo XX: la «concepción hereda da». Los máximos máx imos exponentes expo nentes del movimien to fueron los integrantes del Círculo de Vie na, entre los que destacaron sobre todo su fundador, Moritz Schlick, Rudolf Carnap y C. G. Hempel. En el marco de una filosofía positivista, el Círculo de Viena se proponía ofrecer una
Moritz Schlick, fundador del Circulo de Viena, e impulsor del empirismo lógico.
formalización del conocimiento científico, que sirviera a su su vez vez como criterio c riterio de demar de mar cación (qué es ciencia y qué no lo es) y de significatividad (qué términos tienen significado -se refieren a algo- y cuáles son vacíos, puros soni dos). Como para Locke, el que un término estuviera dotado de significa do dependía única únic a y exclusivamente exclusivam ente de la posibilidad de remitirlo, directa o indirectamente, a la evidencia empírica Así, los neopositivistas diferen ciaban los términos significativos en dos grupos, o vocabularios. Por un lado lado toda teoría debe con tar con un vocabular vocabulario io de términos o bservadobserva donales nales,, que describen des criben contenidos conte nidos de la experiencia («ro («rojo jo») ») y son, en con secuencia, verificables. A un nivel superior se encuentran los términos teóricos del correspondiente vocabulario teórico, cuyo significado deriva de su conexión con los términos observacionales. Esa conexión entre unos y otros se establece a través de las reglas de correspondencia, cuya función funció n no es otra otr a que la de «trad «traduci ucir» r» o «redu «reducir cir» » el término térm ino téorico té orico a términos observacionales. Es decir, el término «temperatura» de una teoría no tendrá significado hasta que no se especifiquen una reglas de '»x
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correspondencia que lo vinculen a términos observacionales, como por ejemplo «la «la barra de mercurio sube - o baja-» (se trataría trataría sin duda de una teoría bastante rudimentaria, pero que nos sirve a efectos ilustrativos). La reducción de toda fuente de significado a la experiencia, la dis tinción entre términos observacionales observacionales (ideas simples) y teóricos (ideas (ideas complejas), la necesidad que contar con unas reglas que garanticen la correcta combinación de esos términos (ideas) convierte a la concep ción heredada en una versión (notablemente sofisticada y formalizada) del empirismo original de Locke.
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bre b re la real re alid idad ad exter ex terio ior, r, o t a n siqu si quie iera ra a firm fi rm a r su exis ex iste ten n cia ci a ? Un caso particular de esa dificult dificultad ad para fund am entar objetivamente objetivamente las afirmaciones de la teoría ya fue planteado por Berkeley, quien criticó la distinción lockeana entre cualidades primarias y secundarias. En efecto, efecto, si solo conoce con ocem m os las ideas (las sens acion es que pro p ro d u c e n los o bjet bj etos os en n u e s tr a m en te), te ), ¿con ¿c on qu é a rg u m e n to p o demos decir decir que unas remiten a características realmente existentes en la realidad exte rior y otra s no? Por Por último, último, y relacionado relacionado con los los punto s m encionad os ha sta ah ora, ra, resulta difíci difícill enca jar el el presup ues to fundac ional de la teoría de Locke (toda s las ideas tiene n su origen exclusivam ente en la expeexpe riencia) con la ace ptac ión de las ideas de relación, en general, general, y de la causalidad en particular. No es que no pueda argumentarse legítimam ente que n uestra idea idea de «igual «igualdad» dad» procede tam bién de la experiencia (a partir de la observación de objetos iguales), pero se hace mucho más difícil justificar que lo haga exclusivamente de ella. Si reconocimos como iguales a los dos primeros objetos iguales que vimos en nuestra vida, una cierta idea de igualdad (o la capacidad p ara reconocerla) reconocerla) debería estar ya inscrita inscrita en nue stra
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mente; de igual igual man era, no res ulta fáci fácil ver ver cóm o p odría derivarse de la experiencia el principio de no contradicción, o en general todos los principios que regulan la deducción y el razonamiento válido. Si aceptamos su validez (como Locke hace), o bien demostramos cómo surgen de la sensación y la reflexión, o bien renunciamos ciamos a la la afirmaci afirmación ón de que todo c uan to pode mo s conocer proviene de la experiencia.
Tipos y grados de conocimiento Una Una vez definidos definidos y analizados los con stituyentes stituy entes esenciales de los pro cesos mentales, hay que averiguar cóm o podem pod em os utilizarlos utilizarlos legítimalegítimamente para alcanzar el conocimiento y evitar el error. A esta tarea se entrega Locke en el libro cuarto del 'Ensayo. Pero Pero an tes d e examinarlo, examinarlo, conviene conviene señalar que en esta seg unda parte pa rte de la la teoría epistemológica lockeana se produce un sorprendente y llamativo cambio de enfoque: si por lo dicho hasta ahora el filósofo inglés podía ser legítimamente considerado como el padre del empirismo, en su tratamiento del conocimiento (en qué consiste y cómo podem os alcanzarl alcanzarlo) o) se trasm uta en una su erte de Descartes británico, británico, pues a dop ta no po cos de los esquem as mentales y los los presupuestos del del racionalismo racionalismo con tinental. La prim pr imer eraa m u e stra st ra d e est e stee cam c am bio bi o d e regi re gist stro ro la ten te n em o s ya y a en e n la m ism is m a definición definición de conocim iento, que Locke define como «la «la percep ción de de la conexión y el acuerdo, acuerdo, o el desacuerdo y el rechazo, entr e cualquiecu alquiera de nuestras ideas» (E IVi.2). No cabe duda de que tal formulación es plenamente consecuente con la teoría representativa de la percepción que veíamos en los apartados anteriores (solo nos las habernos con nuestros contenidos mentales), pero no es menos cierto que en esta ocasión Locke sacrifica su proverbial sentido común en aras de
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la coherencia intern a del sistema. En efecto efecto,, para el sentido com ún conocer tiene tiene b asta nte que ver con la adecuación adecuación entre nuestros juic juicios ios (conceptos, ideas, afirmac iones) y el el m undo un do exterior, exterior, los los objetos de los los que hablamos, hablamos, y no simplem ente con la adecuación intern a de nuestras ideas ideas.. Pero Locke Locke ha entra ent rado do a quí qu í de pleno en e n el marco marc o del racionalismo. racionalismo. Locke prosigue la exposición precisando las formas sobre las que pu ed e v e rsar rs ar ese es e a c u e rdo rd o o d e sa c u erd er d o e n tre tr e las la s ¡deas, ¡dea s, q u e en su o p inión son cuatro: •
Identida Ide ntida d o diversidad: diversidad: com o su prop io nom bre indica, se pro du ce cuan do afirmam os la equivalenci equivalenciaa o diferencia diferencia en tre dos ideas. ideas. Supongam os que vemos a un grup o de tres person as, de las las cuales cuales dos lucen una camisa blanca, y la tercera una azul. En tal caso, nuestra m ente reconocería reconocería la la identidad e ntre las las ideas de blanco pro p ro d u c id a s p o r la prim pr im era er a y s eg u n d a cam ca m isa, is a, y la dive di vers rsid idad ad e n tre tr e estas ideas de blanco y la de azul ca usad a p or la tercera. tercera. Relaci Relación: ón: se tra ta de la percepció perc epción n de la relación de acuerd o o desde sacuerdo e ntre ideas ideas.. El El ejemplo ejemplo paradigm ático de esta perspectiva son las las relacione relacioness ma tem áticas, aunq ue en general general podríam os ha blar bl ar de to d a s las rela re laci cion ones es dedu de duct ctiv ivas as..
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Coexistencia Coex istencia o conexión necesaria: se da cuand cu and o percibimos perc ibimos como necesaria la coexistencia entre diversas ideas; es decir: cuando se da una, se dan las otras. Este tipo de acuerdo se correspond e p rincipalme nte con las definiciones definiciones de una su stancia, en la que vinculamos a una idea compleja (la propia sustancia) una serie de ideas simples que consideramos inherentes a la primera. Así, percibimos la idea idea de hombre como necesariamen te cone ctada con la de bíp edo, ed o, raci ra cion onal al,, implum imp lume.. e....
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Existencia rea real: l: se da cuan cu ando do cone ctam cta m os una idea con la idea de su existencia real, como cuando decimos «Dios existe». En puri-
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dad. difíci difícilmente lmente puede catalogarse catalogarse a esta forma de con ocimiento como el mero acuerdo o desacuerdo entre ideas, pues en última insta ncia nos remite al al m un do exterior; algo algo que, siendo coh erentes con los plan team iento s de Locke Locke,, no se ve cómo pod ría certificertificarse, carse, pues nu estra m en te solo solo opera con ideas. ideas. Establecidas ya cuáles son las cuatro modalidades posibles de acuerdo y desacuerdo entre nuestras ideas, el siguiente paso será definir los mecanismos que nos permiten asegurar que se produce tal acuerdo (es decir, que esas afirmaciones constituyen conocimiento). Aquí Aquí,, Locke Locke no se mueve ni un cen tím etro de lo lo ya dicho algunos años antes por Descartes, con el que comparte una visión entre ingenua y reduccion ista del del conocimiento. El primer nivel de conocimiento cierto, al que Locke llama «intuiti tuitivo», vo», se corresp ond e con las ideas claras y distin tas de D escartes. escartes. Como en el caso del francés francés,, se pro du ce cua nd o el acuerdo entre dos ideas se nos impone de forma espontánea, incuestionable, evidente, de tal m anera que n o pod em os negarlo. negarlo. Locke Locke nos ofrece ofrece como ejem plos pl os d e ta l in tuic tu ició ió n in m e d ia ta la c e r te z a q u e te n e m o s d e q u e d o s más tres es igual a cinco, o de que el blanco es distinto del negro. Tal es, en concreto, el nivel de conocimiento en el que podemos confiar par p araa f u n d a m e n ta r el acu a cu e rd o d e id e n tid ti d a d o d ifere ife renc ncia, ia, y pa p a ra a firm fi rm ar nu estra p ropia existencia. existencia. No hay du da d e que ap elar a la la «intuición» «intuición» y la la evidencia evidencia incuestion able como fu ente de cono cimien to representa un expediente bastante poco satisfactorio y riguroso, entre otras cosas porque no disponemos de un criterio que nos permita decidir cuándo algo es «intuitivo» o «evidente». El segundo nivel de conocimiento es el que Locke bautiza como «conocimiento demostrativo», que se produce cuando la conexión en tre dos ideas ideas es indirecta y m ediada po r otras idea ideas. s. Locke Locke piensa aquí sobre todo todo en el cono cimiento matem ático, en el el que se demu es-
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tran unas proposiciones a partir de otras. Por ejemplo, no podemos saber intuitivamente que los ángulos de un triángulo son iguales a dos ángulos rectos: rectos: necesitamos u na prueba. Nuestra m ente tiene que «recurrir a otros ángulos, con respecto resp ecto a los cuales los tres tre s ángulos de un triángulo teng an u na igualdad, igualdad, y una vez vez haya haya descub ierto que son iguales iguales a dos rectos, llegar llegar al conoc imie nto de qu e los anteriore s eran también iguales a dos rectos» (E lV.ii.2). Esta segunda modalidad es de tipo lógicomatemático, y es completamente independiente de la experiencia. experiencia. El estudio del círculo círculo y del del triáng ulo p uede ued e realizarse po r completo al margen de que existan círculos y triángulos en el mundo natural. natural. Pero Pero de forma bas tan te sorp rende nte, Locke Locke sostiene que también en el ámbito de la moralidad podemos alcanzar un nivel de conocimiento deductivo: «la verdad y la certidumbre de los discursos morales abstraen de las vidas de los hombres y de la existencia en el mundo aquellas virtudes sobre las que tratan; y los Oficios de Tulio [Cicerón] no son menos ciertos porque no exista nadie en el mundo que practique tales reglas reglas rigurosam ente y que viv vivaa a la la altura del m odelo delo de hom bre virtuoso que supo darnos, y que, que, cuan do e ste escribía, escribía, solam sola m ente ent e existía ex istía en su idea» (E IV IViv.8 iv.8). ). Hasta Ha sta aquí Locke no ha dicho nada que no pud iera suscrib suscribir, ir, palapala bra p o r pal p alab abra ra,, el m ás e stri st ricc to de los raci ra cion onal alis ista tass co c o n tin ti n e ntal nt alee s. Pero el circunscribir todo el conocimiento a la adecuación entre ideas, certificada tificada por medio de la intuición o la deducción, excluye excluye por po r com pleto toda afirmación que podamos realizar acerca del mundo exterior (o simple simple y llaname nte po der afirmar que exista exista una realidad realidad exterior al sujeto). Para huir del inevitable solipsismo al que le conduce su teoría, Locke Locke no tiene tiene n ingú n reparo en saca rse de la la mang a un te rcer tipo de conocimiento, conocimiento, cuya función ha de ser precisam ente p erm itir hablar lelegítimam ente de u na realidad exterior: exterior: estam os an te el «conocimiento «conocimiento sensib sensible» le».. Este es conoc imiento imie nto de «la «la existencia pa rticular rticu lar de los se-
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res finitos que están fuera de nosotros». Se diferencia en algo esencial de los los otros otro s dos anteriores: estos tra tan ta n de generalidades, generalidades, mien tras que el sensible versa sobre realidades concretas y particularidades. Como se ve ve, esta terc era m odalidad odalida d no es cohe rente con la definición definición general general de conocimiento que ha dado el propio Locke. No se trata de la percepción de u na conexión conex ión entre en tre ideas, sino del con ocim iento de la exisexistencia objetiva de algo exterior en el mundo que se corresponde con nue stras percepciones p ercepciones o ideas. Se tra ta de «el «el testim tes tim onio on io de mis m is ojo ojos» s»,, que Locke Locke adm ite que no es tan comp leto como el de la la intuición intuición o la demostración, pero al al que aun así concede el el nomb re de conocimiento. Aquí la crítica que se le hace a Locke es que si solo conocemos ideas ideas (contenidos mentales), no está na da claro cómo pod em os saltar hasta las cosas externas a nosotros. Aunque estuviéramos convencidos de que son ideas fieles y adecuadas de cosas externas a nuestra mente, podría tra tars e de sueños, alucinacion alucinaciones, es, recuerdos o imágenes de realidad virtual. La objeción es insalvable, pero Locke se limita a descartarla des cartarla apelando apeland o a la razonabilidad y, y, en cierta cie rta m edida, a la la propia intuición evidente: «nadie puede ser, en verdad, tan escéptico como para pa ra te n er d u d a s acerc ac ercaa de la exis ex iste tenc ncia ia d e las la s cosa co sass q ue ve y toc t oca» a» (E lV.xi.3). Locke no está para lo que considera disquisiciones de salón; por p or m u ch o q u e p o da m os h a ce r jueg ju egos os m alab al abar ares es c o m p aran ar an d o la vigilia lia con el el sueño, sueño, para nu estro pro tagon ista es tá claro claro que no tenem os la misma misma claridad y certeza cu and o vemos el sol sol en sueño s que cu ando lo contemplamos estando despiertos, y que, dada la inmediatez y la claridad con que se nos presentan las ideas simples, lo más sensato es pe p e n s a r que se s e corr co rree s p o n d e n de d e algu al guna na m an era er a con c on algo ex teri te rio o r que qu e las causa. Lo Lo que le im im porta es avanzar hacia su objeti objetivo vo de co nstru ir una herra m ienta epistemológica para la vida moral y reli religios giosaa de los seres seres humanos. Pero esto no quita que el «conocimiento sensible» resulte injustificado injustificado e inco herente here nte con su noción no ción general del conocimiento.
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Locke el tránsfuga: de empirista a racionalista Si Locke es empirista en su consideración de las ideas, a las que asigna en su totalidad un origen directo o indirecto en la experiencia (sensación o reflexión), no conserva el mismo enfoque en su planteamiento epis temológico. De los tres grados de conocimiento que admite -intuición, deducción y «conocimiento sensible»- da la primacía a los dos primeros, que a grandes rasgos responden al modelo geométrico y aritmético. La percepción sensible, en cambio, no puede proporcionar auténtico cono cimiento, solo creencia y opinión. Este argumento es plenamente racio nalista, desde luego, y parece más propio de Descartes y de los otros racionalistas que no del supuesto iniciador del empirismo.
A estas alturas tenemos por un lado cuatro modalidades de conocimiento (o de acuerdo y desacuerdo entre ideas), y tres niveles o mecanismos que nos permiten certificarlo. Veamos ahora cómo se com binan un os y otros. otros. El acuerdo de identidad y diversid diversidad ad entre las ideas ideas no resu lta pa rticularmente problemático, pues su ámbito de validez puede extenderse derse ta n lejo lejoss como alcancen nue stras ideas ideas,, ya ya que dispone mo s del del conocim iento intuitivo de que cualquier idea idea es idéntica a sí misma y distinta de todas las demás. Esta certeza intuitiva no requiere requiere dem ostración. En cua nto al nive nivell de las relaciones entr e ideas, ya hem os visto visto que pu ed e e s ta r avala av alado do p o r el nivel de c o n o c im ien ie n to q u e le es prop pr opio io,, es deci decir, r, el con ocim iento de m ostra tivo propio del razo nam iento ien to lógico lógico y de las matem áticas. Como era de esperar, mucho más problemáticas se muestran las dos últimas formas de acuerdo y desacuerdo e ntre las ideas, para las
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que resulla difícil establecer un ámbito de aplicación en el que podamos alcanz ar un c onoc imiento cierto, si si este se reduce a la intuición y la la dem ostrac ión. En el caso d e la coex istencia istenc ia o conexión necesaria, todo lo que nos ofrece nuestra sensibilidad son ideas que coinciden de forma recurrente, y a las que en consecuencia asignamos un so po p o rte rt e que qu e las unifi un ifica ca y las la s englo en globa: ba: p ero er o no p o d e m o s sab sa b er q ue se da esa conexión necesaria ni entre las mismas ideas ni aún menos en la realidad exterior. No podemos establecer una conexión necesaria y dem ostrativa e ntre el amarillo amarillo y las demás ideas simples simples que, combinadas, forman la sustancia oro. Las ciencias naturales y la «filosofía experimental» no pueden ofrecernos, pues, verdades generales e incuestionables, ya que por m ucho que se haya haya repetido una de term inada conjunción de cualidades en el pasado, el ello no con stituye c erteza ni nos proporcion a un con ocim iento necesario. necesario. «Esto «Esto impide que te ngamos un conocimiento cierto de las verdades universales sobre los cuerpos d e la naturaleza». naturaleza». Algo similar sucede con el acuerdo de existencia real, del que ya hemos visto que en realidad co nstitu ía un añad ido ilegítimo ilegítimo en la la teoría representativa de la percepción. Según Locke, solo hay dos ideas de las que se pue da afirmar la existencia existencia con to tal certeza: de m í mismo de forma intuitiva, y de Dios de forma demostrativa. Para todo lo demás, no nos cabe sino recurrir al conocimiento sensible, que de todas formas se circunscribe circunscribe estrictam ente al ám bito de los objet objetos os individuales individuales de la la experiencia, y que no nos pro porc iona el mism o grado de seguridad que obtenemos por la intuición y la demostración: «tenemos un conocimiento intuiti intuitivo vo de nuestra propia existenci existencia, a, y un c onoc imiento dem ostrativo de la existencia existencia de Dios; Dios; de la existen cia de cualquier otra cosa no tenem os sino un c onoc imiento sensible sensible,, que no va más allá de los objetos presentes a nuestros sentidos» (E IV.iii.21).
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'1.a epistemología sensata de John 'Locke
Acuerdo / Desacuerdo
Ámbito
Nivel de conocimiento
Identidad
Todas las ideas que podamos formar
Cierto (conocimiento (conocim iento intu intuitivo itivo))
Relaciones
Lógico-matemático
Cierto (conocimiento demostrativo)
Moralidad Coexistencia
Objetos de la experiencia
Probabilistico
Yo
Cierto (conocimiento (conocimiento intuitivo)
Dios
Cierto (conocimiento (conocimiento demostrativo)
Objetos individuales de la experiencia
Razonable (conocimiento sensible)
Existencia real
El resultado resultado de lo lo expuesto hasta ahora no puede ser má s parad ó jico, pue p ue s resu re sult ltaa q ue el fun f un d a do r y un o de los c am peo pe o nes ne s del d el em piri pi rissmo parece circunscribir la posibilidad posibilidad del conocim iento a la sola sola afirmación de la ide ntidad y diferencia diferencia entre ideas, ideas, y a los razona mientos mien tos deductivos. Este inesperado desenlace es consecuencia del hecho de que Locke albergaba aún una concepción «fuerte» del término conocimiento, prop ia del siglo siglo xv xvii, ii, en el que la ne cesida d (demostra (de mostrabilidad) bilidad) y la certeza absoluta seguían siendo requisitos esenciales. Desde esta pers pe rspe pecti ctiva va,, se nos no s par p arec ecee m ás u n raci ra cion onal alis ista ta que qu e un em piri pi rist staa al uso. u so. ¿Quedan, pues, excluidas del ámbito del conocimiento todas nuestras afirmaciones acerca de la realidad exterior? ¿Qué lugar pueden ocupar, en este cuadro, las ciencias ciencias naturales, que tien en com o objeto propio las las afirmaciones ac erca de la coex istencia y la la existencia real real??
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El sensato Locke está muy lejos de pretender desechar por inservible la información proporcionada por la experiencia. Muy al contrario. Con abundantes limitaciones e incoherencias, su teoría de la per p erce cep p ció ci ó n y del co n o c im ien ie n to tie ti e n e co m o objet ob jetiv ivo o p rim ri m ero er o p riv ri v ar de toda legitimidad epistemológica a los desvarios especulativos del racionalismo y todas sus afirmaciones acerca de sustancias y otras entidades tidad es ideales. ideales. Toda reflexión reflexión que se sitúe más allá allá del del con ocim iento dem ostrativo y de la intuición inm ed iata e incon incon trovertible es fuente fuente de error. Fuera de los estrictos límites que Locke impone al discurso no hay nada. O casi nada. Pero ese casi casi na da es de term inante ina nte,, y po r ahí se abre la la puer pu erta ta al m undo un do de la experiencia, experiencia, y solo solo al al de esta ( nada na da de de ideas ideas trascend entes). En efecto, efecto, es posible rebajar en part p artee nu estros estr os req uisitos y exigencias, cias, y aun ad en trán do no s en aquello que para Locke es solo solo «creencia y opini opinión», ón», establecer uno s criterios que, que, si si no nos p erm iten alcan zar un cono cimiento ciert cierto, o, si si cuando menos u n saber conting ente y provisional. Del conocimiento pasamos así a la esfera del «juicio», que no p erm ite afirmar el el acuerdo o desac uerdo necesario entre las idea ideas, s, sino que se limita a presum irlo irlo en virtud de su «probabili «probabilidad», dad», es es de cir, a fuerza fuerza de pr ueba ue ba s fali falibl bles. es. El El que qu e poda po dam m os a sign ar un a mayor o menor probabilidad probabilidad a un determina do juicio juicio depend erá del apoyo apoyo que le brinden dos fun dam entos extrínse extrínsecos: cos: la conformidad conformidad con nue stro conocimiento y experiencia, y el aval de testimonios creíbles. Recurramos de nuevo a un último ejemplo ejemplo con el que ilustrar este aspecto decisivo de la filos filosofía ofía de Locke. Locke. Ante An te la coexis co existenc tencia ia re cu rrente rre nte de las ideas (sensaciones) de plumaje, dos patas, un pico, dos ojos y poner huevos creamos una idea compleja que consideramos como soporte de todas esas cualidades que la definen: un pájaro. En la medida en que la coincidencia de ideas se repite en nuestra experiencia, Locke considera razonab le (o probable) supo ner qu e exista algo algo fuera fuera de no
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John John Locke des cribe la mente humana humana como com o una tabula rasa, o en términos modernos como una página en blanco. Con ello indica que las personas nacen sin ideas innatas, con una mente que es pura capacidad para registrar ideas nuevas a partir de la experiencia proporcionada por los sentidos externos y la percepción interior.
sotros que tenga esas caracte rísticas que le hemos asignado, asignado, y que esa coexistencia coexistencia se conservará en nu estras experiencias futuras. Pero Pero con dos importantes salvedades. La primera, esta operación mental será legítima legítima siempre siempre y cuan do nos m anten gam os en el el ámbito estricto de la experiencia y de la información que esta nos proporciona. La segunda, siempre y cuan do no perd am os de vista que ello ello no constituye un conocimiento cierto, sino tan solo un saber probable y falible. En puri pu rida dad, d, n u n c a p o d re m o s e s ta r segu se guro ross de que qu e e x ista is ta algo alg o así as í c om o el «ser pájaro» (una esencia) y, sobre todo, de que, caso de existir, su constitución real real se corresp onda con las caracte rísticas que lo definen definen en nuestra idea. Por formularlo en otros términos, la experiencia (y solo la experiencia) nos permite «conocer» las esencias nominales de las las cosas, cosas, pero en ning ún caso la esencia real de las m ismas.
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En suma, si las ciencias naturales no pueden ofrecernos un conocimiento sistemático, cierto y universal, y permanecen en cambio en el terren o d e la creencia y la la opinión, es decir de lo con tinge nte y no de lo demostrado necesariamente, es porque el entendimiento humano es incapaz de alcanza r ese ese cono cimien to cierto cu and o se aplica aplica a las las sustancias del mundo. La realidad puede muy bien contener esencias y certezas universales. Sucede que el entendimiento no las percibe: aquí es donde Locke se aparta más claramente de Descartes. A pesar de esta limitación, es sin embargo deseable llevar a cabo, con modestia y con un enfoque naturalista, un estudio de las sustancias en el ámbito de la creencia u opinión. Por mucho que la «filosofía natural» no constituya «ciencia» en el sentido fuerte del término. Es un planteamiento más modesto que el del racionalismo europeo, y que ha dado resultados mucho más efectivos que este: el minimalismo se ha dem ostra do m ás eficaz eficaz que el el maximalismo. Y tam po co es que la falta falta de garantías absolutas por parte de las ciencias naturales le quite el sueño a Locke Locke,, pues co nsidera qu e el el con ocim iento aprox imado d e las las pro p ro p ied ie d ad es y ca c a r a c te rís rí s tic ti c a s d e las la s s u s ta n c ia s n a tura tu ra les le s , ta l c o m o se po p o see se e y se p u e d e alcan alc anza zar, r, re s u lta lt a su fici fi cien en te p ara ar a s a tisf ti sfac ac e r los lo s fines fin es pr p r á c tic ti c o s d e la vida, vid a, q u e so n la s alu al u d y la co m o d ida id a d . No hay ha y q u e p edirle peras al olmo, olmo, ni verd ades últim as a la filosof filosofía ía natural. natur al. Esta Es ta solo tiene qu e ser prá ctica y útil. útil. J u s t do
it («hazlo
y pun to») sería un lema
actualizado de la actitud de Locke Locke en este campo.
Como con clusión de este capítulo, debem os rec ordar lo ya dicho: dicho: que el con ocim iento es, según Locke, Locke, el medio para disting uir la verdad y los los principios mo rales ciertos del error y la la falsedad, falsedad, tod o ello ello orientad o a la con secuc ión de un a vida que re spo nda al modelo relig religio ioso. so.
El go b iern iern o liberad liberad o Si un hombre inocente y honesto h onesto está obligado obligado a no abrir la boca y a abandonar aband onar todo lo que tiene, tiene, simplemente para no romper la paz. paz. y tiene que ceder ante a nte quien pone violentamente las manos sobre él, él, yo pediría pediría que se considerase qué clase de paz habría en este e ste mundo: mundo: una paz que consistiría en la violencia y en la rapiña, y que habría de mantenerse para benefic beneficio io exclu exclusivo sivo de ladrones ladrones y opresore opresores. s. John Locke, Segundo tratado sobre el Qobierno Civil, XIX.
Si bien Locke es conocido sobre todo como uno de los fundadores y princ pr incipa ipale less ex e x p o ne nte nt e s del d el em piri pi rism sm o bri b ritá táni nico co,, su s u reflexió ref lexión n ace a cerc rcaa de de la polít política ica tam bién signi signific ficó ó una contribu ción decisi decisiva va al pensa mie nto de la época, como form ulación del pensa m iento liberal liberal del momento. mome nto.
Concepción lockeana del Estado ¿Por qué hemos decidido vivir en comunidad? ¿Por qué nos entregamos a una seri seriee de no rmas y renunciamos a regirno regirnoss ún icamente por nuestra propia voluntad? La respuesta respu esta de Locke Locke puede parece r un tan
Grabado alegórico de 1680 que representa representa la Declaración Declaración de Derechos ( B i l l o l R i g h ls l s ).
to paradójica: para ser libre libres. s. Los pensa dores del siglo siglo xvn xvn se ocuparon ocup aron también de esta cuestión, se pregu ntaron ntaro n po r el el origen origen del del gobierno gobierno cicivil y formularon teorías acerca de por qué formamos sociedades. Este interés generalizad generalizado o pone pon e de d e manifiesto manifiesto que algo estaba cambiando, y que, en un tiemp o de grandes convulsi convulsiones, ones, se se empezaban empe zaban a cuestionar cuestio nar los los fundam fun dam entos de la sociedad y las las formas d e gobierno tradicionales. tradicionales. En este sentido, el el con texto histórico en el que Locke escribió escribió su obra política, D Dos os trat tr atad ados os sobre el Qob Qobierno ierno Civi Civil, l, es fundamental par p araa e n te n d e r los p rob ro b lem le m as q u e tr a t a y las so luci lu cio o nes ne s q ue prop pr opon one. e. Como vimos en el capítulo inicial, Locke nació bajo la dinastía de los Estuardo, que se caracterizó por una concentración absolutista del po p o d e r en el rey. rey. Pad P adec eció ió la g u erra er ra civil y c o n o c ió el p u r ita it a n is m o de la República de Cromwell, para asistir más tarde a la restauración monárqu ica de los Estuardo, Estua rdo, que, tras la m ue rte de Carl C arlos os II II, trajo consigo una nueva co nce ntració ntra ción n de po der bajo la figura figura de Jacobo II. No No sería sería hasta 1688, con la Revolución Gloriosa y la coronación de Guillermo de Orange, cuando la corriente parlamentarista a la que se adscribía Locke se impondría al fin de manera estable. El siglo xvn inglés, fue, com o hem os visto visto,, escenario de grandes co nfrontaciones: en tre el ab
‘El gobierno gobi erno liberado liberad o
El contrato social La cuestión de por qué vivimos en sociedad no era un tema nuevo en el siglo xvil. En los tiempos de la antigua Grecia ya se había planteado la cuestión de por qué los seres conviven y forman comunidades. La respuesta más extendida y elaborada fue la que dio Aristóteles, para quien el ser humano vive en sociedad por necesidad, porque esa es su inclinación natural. Para Aristóteles somos un zoon politikón, un animal político, que se define por su dimensión social y que necesita del con tacto con el resto de seres humanos para desarrollarse. De manera que la polis, la ciudad griega, sería nuestro hábitat natural, aquel que nos permitiría superar nuestra indigencia congénita, en primer lugar, porque cuando nacemos no podemos valernos por nosotros mismos y, en se gundo lugar, porque también de adultos necesitamos a los demás, pues solo en la vida comunitaria como ciudadano el ser humano se expresa tal y como es: un ser cívico y comunicativo. Si hubiera alguien capaz de evitar la vida en sociedad sería un animal o un Dios, pero no propiamente un ser humano. Esa es la concepción de Aristóteles, que implica una cierta bondad y una tendencia natural hacia la sociabilidad que no com partirán buena parte de los autores modernos, quienes conciben la natu raleza humana de forma más sombría Thomas Hobbes es el paradigma de esta otra perspectiva: propone que para evitar que la parte cruel y egoísta que caracteriza al ser humano prevalezca, este debe someterse a la ley y al Estado. Tal gesto de subordinación implica la constitución de la sociedad y es de carácter voluntario, sin la necesidad que percibía Aristóteles Aristó teles.. Se trataría de una decisión pactada, de ahí que hablemos de teoría contractualista Ante el miedo y la inseguridad propios de un estado natural donde los humanos no se rigen por leyes cívicas, sino tan solo por sus pasiones, y en el que quedan a merced de los deseos de los demás, se decide traspasar el poder que tenemos como individuos a un Estado que nos garantice protección y que actúe como media dor entre nosotros y el resto. Cedemos nuestra libertad a cambio de
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Rousseau, Rousseau, otro de los defensores del pacto social, tomará la vía lockeana para desarrollar su teoría del contrato social.
protección y seguridad. Aquí radica la diferencia principal entre Locke y Hobbes: para Locke esa transferencia de poder también nos libera, supone mucho más que someterse a los deseos de un mandatario, ya que los ciudadanos forman el Estado y por lo tanto pueden cambiar el orden político. Deben seguir la ley, lo cual les impide gozar de una liber tad absoluta pero les permite tener una libertad libertad efec ef ectiva tiva Roussea Rousseau, u, otro de los defensores del pacto social, tomará también esta vía que señala Locke Loc ke para pa ra desarrollar su teoría teorí a del contra to social. El El estado natural que describen los contractualistas, en el que los humanos se rigen según la ley de la naturaleza, es más una hipótesis explicativa que una condición histórica real en la que verdaderamente crean. No es que consideren que se dio realmente la firma de un contrato para vivir en sociedad, más bien se refieren a un acuerdo implícito que se manifestaría en distintas expresiones de la vida social. \
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solutismo monárquico y el parlamentarismo; entre el catolicismo, el anglicanismo y el el pro testan tism o de raíz puritana; y, y, finalment finalmente, e, entre los los intereses económicos de la pujante burguesía, burguesía, que dem anda ba m ás libertad económ ica y más comercio, comercio, y el el proteccionism o y los los m ono polio po lioss de la c o ron ro n a y la nobl no blez eza. a. E stas st as c o n fro fr o n tac ta c ion io n es d e term te rm in a rán rá n los tem as sob re los que escriba Locke: Locke: las relaciones relaciones en tre m onarquía ona rquía y parlamento, la limitación de la religión a la esfera privada, los fundam da m entos ent os de d e la obligaci obligación ón política, los límites en la obedienc ia de los los ciudadanos al gobierno, y la defensa de la propiedad privada como un derecho natural de los hombres. El apego al devenir político de su tiemp o hace de Locke Locke un au tor que, rompe con el estereo tipo del fil filóósofo como un ser aislado de la sociedad en la que vive, pero también dificulta, en ocasiones, la separación de las ideas políticas que apoya (las de la Revolución Gloriosa) de las explicaciones teóricas con las que intenta llegar a ellas. Algunas partes de su obra pueden leerse como una justificación casi apriorística de las formas de gobierno de la revolución triun fante. fante . Uno de los los conc epto s clave clave en la controversia sobre el absolutismo es el de libertad. Las ideas de Locke al respecto suelen confrontarse con las de Hobbes, otro pensador clásico de la teoría co ntract ntr actua ua lista (es (es deci decir, r, la la teoría q ue explica el el surgim iento del Estado como u n p acto social social entre los los seres seres human os; véase recuadro de pág. 85). Ambos comparten el uso de conceptos teóricos similares (contrato socia social, l, estado de naturaleza, concepción individualista individualista del del hombre, etc.), etc.), pero, com o veremos e n las páginas siguientes, llegan a conclusi conclusiones ones com pletamen te opuestas. Los defensores del modelo de Estado absolutista, como Hobbes, creen que la libertad sin ataduras que tenemos en el estado de naturaleza (la situac ión social hip otética oté tica an terio r a la creación del Estado) nos lleva a cometer maldades, y que, en consecuencia, esa libertad debe ser abolida. Su visión del ser humano es eminentemente pesi-
mista: una sociedad sin ley y sin autoridad llevará de forma irremediable al miedo, miedo, a la la lucha con sta nt e de todos to dos co ntra todos , al caos. Su célebre frase frase «el «el hom bre es un u n lobo pa ra el hombre» es el mejor resumen de su concepción del ser humano. Si en el estado de naturaleza preva pre valec lecee el m ás fuer fu erte, te, lo m ás co n v en ien ie n te será se rá esta es tab b lece le ce r de e n tra tr a d a quién es. y delegar en él la tarea de impartir justicia e imponer un orden. Se fija así la figura del rey, que será quien concentre y administre el poder del Estado, y gestione, por lo tanto, la libertad de sus súbditos. De De esta ma nera las dispu tas en tre sus inferior inferiores es pod rán remitirse remitirse a un a instancia super superior ior,, que será la que ejerza ejerza como juez y dictamine los castigos a volun tad. En definit definitiva, iva, de lo lo que se tra ta es de suprim ir la ley ley de la sel selva va y situa r al al Estad o como c omo garan ga rante te de u n orden regulado, regulado, rígido rígido y seguro que g arantice aran tice el bien de la la población. Los Los seres hum h um anos deciden, en en resum en, renu nciar a su libertad individual individual a cambio de la seguridad que les conferirá esa nueva figura que goza de poder absoluto y requiere requiere de su obligada obligada obediencia. obediencia. La igualdad igualdad e ntre súb ditos se consigue creando una desigualdad máxima entre estos y el gob ernante. En el peldaño más bajo bajo tene m os a los siervo siervoss obedientes; obedientes; en la cúspide, al rey que los gobierna. Locke, aunque acepta que es primordial establecer una figura de mediación en la sociedad, se encarga de refutar todo el entramado teórico absolutista: ta nto la tradicional tradicional justificación justificación divina divina del poder real real,, com o la concepció conc epción n más m oderna od erna de Hobbes, Hobbes, que racionaliza su defensa como mejor forma forma posible de gobiern gobierno. o. La libe rtad política, política, tal y como Locke la desarrolla en el Segundo Tratado, no consiste desde luego luego en hace r lo lo que a cada cual le apetezca , ni implica esta r som etido a un pod er absoluto y arbitrari arbitrario. o. Si Si querem os gozar de una libertad real, eal, esto es, de un a libertad limitada pero efecti efectiva, va, debemos cede r pa rte de los los privil privilegi egios os que tendríam os en ese hipotético es tado de natu raleza . El El esta do de na turale za de Locke ofrece ofrece un a visió visión n
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'El gobierno liberado
menos devastadora de la naturaleza naturaleza hum ana que el de H obbes. obbes. En cierto modo, Locke re pr p r e s e n ta el o p tim ti m is m o c o n s ti tu c io n a lis li s ta de la Revolución Revolución Gloriosa. Gloriosa. Con cibe que, inc luso antes de la la forma ción del gobierno y las no r-
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mas positivas, positivas, los hum anos se rigen rigen por una ley natural. Se trata de una ley justa y universal, procedente de la naturaleza misma, que los humanos podrían llegar a olvidar cegados por las pasiones y las injerencias externas, pero que la razón razón p uede descub rir
La llegada al poder de Gui llermo III de Orange en 1689 completó la reforma inglesa.
o redescubrir. De los derechos naturales de los que goza n to dos los individuos individuos (que básicamente son el derecho a la vida, a la libertad y a la posesión de bie bi e nes) ne s) se de riv ri v an los p re c e p to s m oral or ales es,, c o m o no m a tar, ta r, no viola vio larr o no robar. Esta ley natural que Locke defiende en sus dos tratados políticos sería la manifestación de la voluntad de Dios, que en este caso actuaría como un sabio legislador, al facilitarnos una norma con la que regirnos desde el principio, incluso en una situación pre pr epo polít lític ica. a. El e sta st a d o de n a tu ra lez le z a de Locke Loc ke e stá st á regid re gido o p o r e sta st a s leyes naturales, y, en consecuencia, parte de una visión mucho más pacíf pa cífica ica de la conv co nviv iven enci ciaa que qu e en el cas c aso o de Hobbe Ho bbes. s. Sin em barg ba rgo, o, eses pe cia ci a lm ente en te a m edid ed idaa que qu e las la s co c o m u n id a d e s soc s ocia iale less de d e e ste st e esta es ta d o de naturaleza crecen y sus relaciones se vuelven más complejas, pueden aparecer controversias, controversias, asociadas norm alm ente a la propied ad de los los bien bi enes es.. D ado ad o que qu e en el e s ta d o de n a tu r a le z a no hay ha y ju e ce s im p a rc ia les y todo el mundo tiene derecho a ejecutar la ley natural, es fácil imaginar que, siendo cada uno juez y parte, se pueda cuestionar la pa p a rcia rc iali lid d a d de m u c h a s d e las la s d ecis ec isio ion n es, es , y que qu e e sto st o p rov ro v o q u e u n a escalada escalada de conflictos conflictos que pe rturbe la paz del estado de naturalez a y lo tran sfor m e en un e stado de guerra. Lo Lo que para H obbes era alg algo o
El Leviatán En 1651, poco después de que Cromwell tome el poder, Hobbes publica su gran obra: Leviatán. Es
habitual relacionar los nombres
de Hobbes y Locke, debido a que comparten un marco de reflexión común. Sin embargo, como hemos visto en las páginas anteriores, las diferencias entre ambos son más que no tables. En el Leviatán Hobbes presenta una concepción cruda y negativa de la naturaleza humana, cuyo egoísmo y desconfianza lleva ría a una vida corta y miserable en el estado de naturaleza. Para superar su penosa situa ción los humanos habrían acordado crear el Estado, que ejercería un poder absoluto so
Portada del L e v i a t á n en una edición de 1651.
bre ellos a cambio de garantizarles la paz y la seguridad. La sumisión a ese todopoderoso artificio social (el Leviatán) corrige para Hobbes la tendencia tenden cia natural natural hu mana a una libertad desordenada y cruel. En Locke, algo más optimista, la ley natural sirve como atenuante a esa situación inicial de precariedad. Si, siguiendo el símil de su célebre frase «el lobo es un lobo para el hombre», según Hobbes los lobos acuerdan someterse al mando de un lobo superior y más poderoso (el rey absolutista) para garantizar su propia supervivencia, supervivencia, para para Lo cke los lobos pueden llegar a claud icar al al poder de la manada, manada, que se rige por unas leyes que los afectan a todos por igual. El poder del monarca tiene que ser absoluto, según Hobbes, pero aun así surge por acuerdo: el conjunto de individuos decide sub yugarse y no hay intervención divina alguna que justifiqu just ifiqu e la legitimidad legitimidad de la corona El poder del rey le permitiría establecer sanciones y cas tigos, puesto que para Hobbes el miedo es el único medio que lleva a los súbditos a obedecer la ley.
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consustancial al estado de naturaleza (libertad igual a conflicto), par p araa L ocke oc ke e s s im p le m e n te u n a p o s ib ilid il id a d q u e va e n c ie r ta m a n e r a asociada a la complejidad del entramado social, y que puede darse tanto en un estado prepolíti prepolítico co como en una sociedad sociedad ya ya articulada articulada po p o líti lí ticc a m e n te. te . La d ife if e re n c ia es, p r e c isa is a m e n te , q u e el E sta st a do, do , c o n su po p o d e r co c o erci er citi tivo vo,, su c u e r p o de leyes ley es p o s itiv it iv a s y su s ju j u e c e s im p a r c ia les, les, va a perm itir sofocar esas situaciones y evitar el el estad o de gue rra. Es en es te p un to en el que el razo na m ien to de Locke nos lleva lleva al al pa p a c to socia so cial: l: los lo s ind i nd ivid iv iduo uos, s, m e d ia n t e u n c o n s e n s o libre lib re,, ac a c u e r d a n la creación de un juez imparcial y limitado que ga rantice sus derecho s naturales, y que debe estar a su vez sujeto a la ley natural. Se trata, pues pu es,, d e r e n u n c ia r en p a r te a la lib li b e r ta d y s o m e te r n o s a u n a s leyes ley es acordadas para poder servirnos servirnos de las libertades libertades que nos corresponden sin trabas ni miedos. Consensuamos como sociedad transferir el ejercicio de la ejecución de las leyes naturales a un Estado para po p o d e r ser se r v e rd a d e r a m e n te libre lib res, s, p a ra p o d e r e jerc je rcee r re r e a lm e n te n u e s tras libertades n aturales, que no estarían g aran tizadas sin ese orden. orden. Ahora bien, ¿qué forma debe tomar este Estado que nos saca del estado de na turalez a para gar antiza r el el ejer ejercic cicio io de n uestro s derechos naturales? Locke Locke considera que. si si la la sociedad se constituye p ara p reservar a sus integrantes, no tiene sentido q ue esa seguridad los m ania te. El pueblo pu ede derroca der roca r al Leviatán (véase recuadro de la izquierizquierda), aunque eso no significa que pueda ni deba ir contra sí mismo. La ley ley es lo lo que perm itirá a las sociedades m ante ners e libres libres,, de m anera que lo lo principal es imp artir justicia de un m odo que no penalice al al infractor m ás de lo lo necesario, ni ni com pense pen se a la víctim a m enos eno s de lo lo que merec merece. e. La ausencia de arbitrarieda d y la la proporcionalidad son dos de las bases del sistem a legislativo legislativo que tra za Lock Locke. e.
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Contra el absolutismo
Una de las características principales de la monarquía absolutista es que el mo narca orden a y los los súbd itos obedecen. Carentes de voz voz y voto, voto, los siervos no intervienen en modo alguno en la toma de decisiones, y no hacen otra cosa que cu mplir mp lir con lo que se les les manda, man da, sean decisiones decisiones ju s tas ta s par p araa ellos o no. No tien ti en e n u n a en e n tid ti d a d pro p ropi pia, a, est e stáá n al servi se rvicio cio de un señor que puede preocup arse por ello elloss o ignorar com pletamen te su sufrimiento. sufrimiento. En este este modelo de Estado los los reye reyess encarn an una postu p ostura ra pate pa tern rnal alis ista ta:: tr a ta n a los gobe go bern rnad ado o s com c om o si fuer fu eran an n iño iñ o s que q ue pre p reci cisa san n de su guía y ordenanza; los súbditos están a su merced y solo pueden pla p lan n tear te arse se la rebe re belió lión n o el so s o m etim et im ien ie n to. to . Locke Lo cke se op o n e a esta es ta form fo rmaa de entend ente nd er la polí políti tica. ca. Considera que en un a m onarquía ona rquía absoluta, por muy bienintencionada que sea, por muy válido y honrado que sea el rey, los súbditos siempre serán esclavos. Para él, el gobierno civil no se pu p u ede ed e equ eq u ipar ip arar ar con co n la rela r elació ción n familia fam iliarr de d e padr pa dreh ehijo ijo;; la m an era er a en la que se estru ctura ctu ra un Estado ha de ser necesariam ente m ás compl compleja eja.. Esta tesis que establecía una analogía entre el Estado y la familia (y que a veces veces parece pare ce que no ha sido aún sup erada) fue desarro llada en Tatriarcha a nd other other los tiempos de Locke por sir Robert Filmer, en Tatriarcha 'Works (1640). Cuando Locke analiza este tipo de argumentos, em-
pie p ieza za p o r señ se ñ a lar la r q u e la figu f igura ra del de l pad p ad re no es la ú n ica ic a q u e ac o m p a ñ a e influye a los niños, sino que también hay una madre que los cuida, edu ca y alime nta con el mismo o m ayor emp eño. Incluso des taca que esa dedicación dedicación suele suele ser superi superior, or, pues observa qu e el el padre a co stum bra br a a p a sa r m e n o s tie t iem m p o en casa ca sa.. A dif d ifer eren enci ciaa d e la visió v isión n p atri at riar arca call de la época, Locke fortalece el papel en la sociedad de las mujeres, a las que tiene tiene en c uen ta como pe rsonas independientes, no definida definidass tan solo solo p or su rol rol de esp osas y madres. Valga Valga el siguiente fragmen to del Segundo Tratado como muestra de ello: «El padre de familia no
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Edición de El Patriarca, de sir Robert Filmer.
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tiene poder legislativo sobre la vida y la muerte de ninguno de los miembros familiares, ni tiene tampoco ningún poder que la madre de familia no pueda ejercer con el mismo derecho que él». Si bien es cierto que al igual que muchos de sus contemporáneos considera al hombre más «capaz y fuerte» que la mujer, también dice que esta no queda subyugada al hombre en el matrimonio y que debe tomar sus prop pr opia iass de deci cisi sion ones es d e n tro tr o de esa es a un unió iónn , incl in clus usoo la de sepa se para rars rsee y p o ner fin a la relación si es preciso. Asimismo Asimism o defiende defien de que, de la misma mism a forma que el padre, la madre puede imponer su criterio para decidir el tipo de educación que reciben los hijos. Vemos, pues, que la teoría pa p a ter te r n a list li staa de la for f orm m ació ac iónn del E stad st adoo ha hace ce a gu guas as de desd sdee el prin pr inci cipi pio, o, porq po rque ue solo sol o tie ti e n e en c u e n ta a un unoo de los prog pr ogen enito itore res. s. Lo que pretenden los absolutistas con el concepto de la relación patern pat ernof ofili ilial al es qu quee la m on onaa rquí rq uíaa ab abso solu luta ta sea se a pe perc rcib ibid idaa co com m o un go bier bi erno no na natu tura ral,l, co com m o un p aso as o lógico en la c o n stit st ituu c ión ió n de la socied soc iedad: ad: el adulto obedece ob edece al rey tal y como de niño obedecía a sus padres. Pero, Pero, ¿en ¿en qué se sus s usten tenta ta el poder del rey rey? ¿Estamos seguros de que realmente es un poder de la misma naturaleza que el que ejercen los padres
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sobre sus hijos? Locke ve claro que no es así. El poder paternal surge del deber que tien en los los padres hacia sus hijos, hijos, según el el cual cual han h an de cu idarlos y mantenerlos ma ntenerlos hasta ha sta que q ue sean capaces de valers valersee por po r sí mismos, mismos, m ientras ientra s que el pode po derr por el el que gobierna el el rey rey no implica este sup uesues to. to. La superioridad superioridad de los los padres está fun dam entad a en la debilidad debilidad e indefensión propia de la etapa infantil, pero el gobernante no puede aceptar que no s quedemos en esa etapa para siemp siempre re,, ya ya que en lugar de garantizar nuestro bien estaría deseando nuestra sumisión, e impediría que nos desarrolláramos. ¿De qué serviría la educación entonces si lo lo que se persigue, al fin, fin, es prod pr oduc ucir ir esclavos? esclavos? Dicho de ot ro modo: el pod p od er p ater at ern n al es deb d eber er pat p ater ern n al, al , es algo nat n atur ural, al, m ien ie n tras tr as que qu e el po p o der de r del rey absolutista es político. De ahí que la legitimidad del rey no pueda apoyarse en tesis paternalistas. Locke no admite que se nos pueda seguir trata nd o com o a niños después de alcan zar la la mayoría mayoría de edad. edad. Es cierto que, en ocasiones, el padre de familia puede convertirse en el cabec cabecil illa la de u na co mu nidad , pue sto que qu e es muy probab le que los los hijo hijos, s, una vez vez adultos, lo escojan com o líder por ser el el m ás exp erim entad o y sabio sabio del del grupo. Y sin embargo, aunq ue se estaría prolong ando un vínculo anterior, la relación entre en tre el padre pad re y los los hijos ya no sería ser ía de la misma naturaleza. n aturaleza. Además, Además, esta nueva nu eva autorid ad habría hab ría sido otorgada otorgada po p o r los hijos, hijos , q u e ced ce d ería er ían n v o lu n tari ta riaa m e n te su s d erec er ech h os y deci de cid d iría ir ían n seguir obedeciend o a quien h asta e nton ces ha h a cuidad o de ell ellos os.. Es Es pre cisamente esta entrega del poder político de un grupo de personas a una sola lo que saca a los seres humanos del estado de naturaleza. El hecho definitorio de la creación de un Estado es «el establecimiento de un juez terrenal con a utoridad para decidir todas las controversi controversias as y para castigar las injurias que puedan afectar a cualquier miembro del Estado».2 Este juez, apu ap u n ta Locke, Locke, no deb erá sobre so brepasa pasarse rse en sus
Tratado sobre el Gobierno Civil. Civil. 8 Locke, Locke, J., Segundo Tratado
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funciones y deberá re spetar spe tar el derecho natural. Pese Pese a que el el mo narca absoluto pued e realizar esa tare a de mediador, mediador, Locke Locke cree que difícil difícilmente ejercerá ejercerá su poder d e forma neutral y proporcionada, proporcionada, ya que no hay elemento elem ento alguno q ue pu eda frenarlo frenarlo ni que co ntrole sus acciones. acciones. Un ejemplo como el anterior, en el que se acepta la continuidad del pro p ro te c to r que qu e los ind i ndiv ivid iduo uoss ten te n ía n en la infan inf ancia cia,, no n o pu p u e d e ser s ervir vir par p araa just ju stifi ifica carr la figura figu ra del m o n arca ar ca a b solu so luti tist staa . La cesi ce sión ón que qu e h acen ac en los hijos hijos en esa situación es libre libre;; se tra ta de un gesto vo luntario y, y, por po r lo tanto, d ebería ser reversib reversible. le. Con Con los súbd itos de las mona rquías, según advierte Locke, no sucede lo mismo, ya que no tienen alternativa, ni vislumbran em ancipac anc ipación ión alguna a lguna si no es derro de rrocan cando do al rey rey. Cabe decir que tamp oco bastaría bas taría con eso, ya que s ustitu ir a un rey abso lutista que es injusto o arbitrario p or otr o no soluciona nada: el peligro peligro de que la situación vuelva a degenerar por culpa de las veleidades o los abusos del del nuevo m onarca ona rca es inhe rente al propio Estado absolutista. Por ell ello o dirá Locke que «la mon arquía arq uía es incom inc om patible patib le con la sociedad civil civil,, dede bido bid o al p o de r abso ab solu luto to y a la inm in m u n ida id a d del prínc pr íncipe ipe».3 ».3 Si nos no s unim un im os para pa ra pro p ro teg te g e rnos rn os y deci de cidi dim m os inv i nves estir tir a alg a lgui uien en con c on to d a la fuer fu erza za de la sociedad para que se encargue de que esa unión funcione, funcione, no puede ser que no podam pod am os pro tegernos del más poderoso. A esto Hobbes objeta que es mejor estar en manos de uno que lo tiene todo que en manos de muchos que lo quieren todo. Y Locke le rebate argumentando que el rey rey tam tam bién es un ser hum ano, ta n lobo lobo para los los hombres como el resto, resto, y nad a gara g arantiza ntiza que e sté libre de los vicios vicios ni de la malda d de la que nos tiene que proteger, por lo que sería mejor no concentrar todo el pode r en un solo solo indivi individuo. duo. No No sirve sirve de nada que tod os se som etan a la ley si queda que da eximido de ella ella alguien alguien que, además, co nce ntra tod a la fuerza del Estado y es, es, por ta nto , capaz cap az de d e infli infligi girr el mayor daño.
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íbid.
7-ímúe
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Para Locke el poder legislativo no debe recaer en una sola persona (por lo que respecta al poder ejecutivo sí acepta esa posibilidad, siempre que el pueblo así lo decida). decida). Con sidera a la la m onarq uía co mo un gobierno go bierno simple, propio d e tiem po s sencillos, sencillos, en los que el re rey. más que un gobernante, es una especie de capitán de ejército. Se trata de una forma de gobierno, por lo tanto, válida para tiempos de guerra, pero pe ro no para pa ra g e stio st io n ar las lib li b e rta rt a d e s de los go bern be rnad ados os.. C u an to m ás con trol pu eda n ejercer ejercer las las leyes leyes sobre el el gob ernante, c ua nta s más realidade lidadess se puedan con frontar y poner en com ún en el seno del gobie gobierrno, tanto mejor. Locke está convencido de que la vía parlamentaria es la mejor opción, y que siempre será más seguro que las leyes las dicte un grupo de personas en vez de una sola. Tener a un conjunto de legisladores reducirá el riesgo de que los intereses particulares entren en conflicto con las decisiones políticas de estos. La elección de los legi legisl sladore adoress es es, por lo tan to, fund am ental; no p ued en ser unos meros títeres títeres im pue stos por el el rey rey de turn o, sino que tiene tiene n un pod er autón om o, y su legitimidad em ana del del cons enso de la mayoría soc sociial, al, no del nombramiento de una autoridad ejecutiva como el monarca. Es el peaje que hay que pagar cuando se pasa a formar parte de una comun idad, «cada uno e stá obli obligad gado, o, por consentimiento, a so m eterse al parec er de la mayoría».4 mayoría».4 Esta defensa d efensa del po de r de la mayoría es una de las mejores aportaciones de Locke a la constitución de los Estados m odernos, en los los que el conse nso del pueblo es lo lo que co nstituye y da vida a la la sociedad civi civil. l. Au nqu e algunos algun os as pectos pe ctos de su obra nos pu edan parece r precursores de las democrac ias libera liberales les actuales, actuales, también conviene aclarar que Locke es más un teórico del consenso que de la democrac ia tal y com o la enten dem os hoy en día. día. Su teoría es bastante ambigua, por ejemplo, en lo que respecta al sufragio: en
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algunas de sus secciones puede interpretarse
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que opta por el sufragio universal, pero otras
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pu p u e d e n lleva lle varn rnos os a cree cr eerr q ue o p ta p o r u n su -
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fragio restrictivo. Tampoco se detiene en una
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descripción detallada de las carac terísticas de
SrOfcOB/íHT f t L M F X , áalbfouovtii»
los los órganos de gobierno. Podríamos decir que en muchos aspectos es más un filósofo de su tiempo que un filó filóso sofo fo adela ntado a su época. El hecho de que, como se ha comentado más arriba, Locke no se oponga al gobierno (poder ejecutivo) de un solo individuo no
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Edición Edición de 1690 de los D o s
la m onarquía ab solutista, pero no es an tim o-
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T r at at a do do s s o b r e e l G o b i e r n o
nárquico. Cree firmemente que las leyes no pu p u e d en d e p e n d e r de d e u n a ú n ic a p ers er s o n a . Para Pa ra evitar tentaciones y que se hagan leyes convenientes y a medida, mantiene que la mejor forma de organización del poder legislativo es la creación de asambleas. El El propósito de e stas agrupac iones sería la redacción de las leyes, y, una vez aprobadas estas, podrían disolverse. Los legisladores volverían entonces a ser ciudadanos sin más po p o d e r q u e el q u e te n ía n a n te s del de l p ro c e so legi le gisl slat ativ ivo. o. E sto st o s u p o n e que los que establecen las leyes no están al margen de la sociedad, ni gozan de m ayores privilegios, privilegios, ni ni legislan para el beneficio de un os poco po cos, s, sino si no p a r a todo to dos, s, p o rq u e ellos ell os m ism is m o s e s tá n inc in c luid lu ido o s d e n tro tr o del grupo de los gobernados. Muchos de los aspectos de su pensamiento nos resultan hoy familiares: la preeminencia de la mayoría en las decisiones políticas, el rechazo de la tiranía, la defensa de las libertades, una justicia imparcial cial.. .... Son valores valores que en traba tra ba n en conflicto con la realidad de muc hos
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Estado s europ eos del sigl siglo o xvn, xvn, y en p artic ula r con la historia reciente de su propio país. país. Son Son valor valores es,, tam bién, qu e se m an tienen vigentes vigentes en la actualidad, y esa esa es pa rte de la grand eza d e Locke Locke..
Estado público, Iglesia privada Una vez vencido el gobierno absolutista, Locke encuentra otro enemigo al que hacer frente: la intolerancia religiosa. Es muy consciente del dolor que los enfren tam ientos religi religiosos osos han c ausad o en Europa Europa;; la Guerra de los Treinta Años todavía está reciente. Además, la lucha en tre católicos católicos y pro testan tes, qu e había roto la un idad del cristianismo, seguía viva en Inglaterra. La influencia de las distintas iglesias en la vida social de la época era enorme, y si algo podía hacer tambalear una idea política era la reli religión gión.. Locke, que ha sido te stigo de los pro ble b lem m as ca u s ad o s p o r las la s desa de sav v en en cias ci as religio reli giosa sas, s, vuel vu elca ca to t o d o s su s u s ese sfuerzos en te orizar or izar po r qué es aconsejable acons ejable que la relig religión ión no interfiera en los asuntos públicos y se mantenga dentro de la esfera privada. Postula una idea muy actual según la cual cada uno puede seguir el credo que le parezca m ientras no pe rjudique a los los demás. El El 'Ensayo sobre la Tolerancia y la Carta sobre la Tolerancia son una muestra de
esa preocupación. preocupación. Son Son textos cortos, de de lectura amena, que co ns tituyen una vía perfecta para introducirse en el pensamiento político de Locke. Hay que advertir, sin embargo, que la tolerancia que propone es, es, por decirlo decirlo de alguna m anera, meno s toleran te que la nuestra; po dríam os califi calificar carla la de tolerancia precontem porán ea. Para Para Locke Locke,, debem os to lerar tod as las opinione s religiosa religiosass que no pe p e rju rj u d iqu iq u e n a la s o cied ci ed a d y al E stad st ado, o, p ero er o m a n te n ie n d o siem si em p re al Estado p or encima, ya que es este el que ga rantiza la libertad del individuo. Sin embargo, algunas religiones lo que pretenden es perjudicar
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al Estado, y a esas se las las debe pe nar: en el pu nt o de mira m ira de esta afirmación se encuentra el catolicismo. Según Según su posicionam iento, ni ateo s ni católicos deben ser tolerados tolerados como el resto de creyentes. Entiende que unos no lo merecen por no respeta r el referente último de todas tod as las cosas, cosas, que sería Dios Dios,, y los los otros porq po rque ue p o n e n las dire di rect ctri rice cess m arc ar c ada ad a s de sde sd e Roma Ro ma p o r en e n cim ci m a de las del del gobierno inglés inglés.. Recordemos Record emos que los los católicos se en fren taban taba n a los los anglicanos (que constituían la religión del Estado británico con la que simpatizaba Locke). Se puede decir que la suya es una tolerancia interesada, lo lo cual, cual, pese a todo, s iempre será preferible preferible a un radicalismo sin miramientos. Argumenta su firmeza anticatólica diciendo que rinden pleite ple itesía sía al Papa Pa pa de Roma Ro ma y que, que , po r lo ta n to , en lugar lug ar de d e to t o m a r pa p a rtid rt ido o por po r el gobie go biern rno o de d e su s u paí p aíss obe o bede dece cen n al jefe de u n e sta st a d o extr e xtran anjer jero. o. En el el fondo, Locke busca el justo ju sto medio; huye de rad icalismos, no quiere ni súb ditos ni bárbaros, y para él la la ley se erige erige com o garan ga ran te de su posición intermedia, en la que no cabe ni una obediencia ciega ni la libertad absoluta. Tras Tras es ta moderación subyace la la siguiente justifijustificación epistemológica: si si uno ni siquiera siquiera pued e estar es tar seguro de su conocim iento de la naturale za, ¿cómo va a estarlo de sus ideas políticas? políticas? Por ello, Locke considera que es preferible elegir aquellas opciones que dejan m ás espacio de libertad, pues el debate y la contrap osición de pareceres enriquecerán a la sociedad. La ley será el marco que delimite el espacio en el que cada opinión puede expresar su validez y po p o r ello hay ha y q u e resp re spet etar arla la,, p o rq u e s u p o n e la g a ra n tía tí a de las la s lib li b e r ta des individuales. Debe haber un convencimiento referido al sistema mismo, no a la figura que ostenta el poder. Hay que obedecer a la ley, no a la voz del líde líder. r. La idea es que qu e si se sigue al al gob erna er na nte es porqu por quee este acata las leyes. Es llamativo y significativo que esa postura tan antiautoritaria sea la de un creyente como él. Pese a sus convicciones reli religi gios osas as,, ente nd ía que la auto ridad política era algo algo que em anab a del
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consenso con senso , no del po der de Dios Dios.. Al Al Estado Estad o laico de Locke Locke no le hacen falta profetas ni religiones que le otorguen autoridad, pues saca su fuerza fuerza de u na ciu dad anía libre libre.. Pese a su ataque contra los católicos (y contra ateos y musulmanes), nes), acaba acaba lanzand o u n mensaje que aboga po r la la resp uesta pacíf pacífic ica, a, aun que está convencido de que si los los católicos católicos obtuvieran el el pod er negarían a los demás la libertad qu e piden para sí. sí. Locke, Locke, más que d efender la tolerancia tolerancia plena tal y como la entende m os hoy, lo que propu gna es la no represión; está en contra del uso de la violencia. Su oferta de diálogo diálogo es p arte ar te esencial de su discurso; no solo del político, político, sino tam bién bi én del de l epist ep istem emol ológ ógico ico.. Lock Lo ckee po p o n e ad a d em á s to d o su s u em p e ñ o en c o n struir una pro pu esta más justa para todos, llegando llegando a vale valerse rse incluso incluso de argumentos religiosos; sostiene que la violencia va contra la doctrina cristiana , afirmación qu e le llev llevaa a opon erse a la idea de que ten ga que haber una uniformidad religiosa en Inglaterra. Sabe que la homogeneidad solo se lograría con el exterminio, y cree que ninguna religión debería estar conform e con tal barbarie. barbarie. Por el bien de la concordia insta a todas las Iglesias a regresar al origen del mensaje cristiano, a aquellos puntos comunes que pueden aglutinar a las distintas facciones en conflicto, puesto que no acepta bajo ba jo nin ni n g ún co n cep ce p to que qu e se use la religión relig ión para pa ra atacar. atac ar. C on scie sc ient ntee de las controversias contro versias qu e suscita su scita la reli religión gión,, se propo pro pone ne fija fijarr claram clar am ente sus límites respecto respe cto al Estado. Locke no quiere dejar atisbo algu no de duda: «para que ningu no pu eda engañ arse a sí sí mismo ni a los los dem ás bajo bajo pretexto de lealtad y obediencia al príncipe, príncipe, o de ternura tern ura y sinceridad p ara con el culto a Dios, estimo necesario, sobre todas las cosas, distinguir con exa e xactitu ctitu d las cuestione cues tioness del gobierno civi civill de las cuestion cue stiones es de la relireligión, gión, y fij fijar ar las debidas deb idas fronteras fron teras que q ue existen en tre la Igle Iglesia sia y el el Estado».5
4 Ensayo y Carta sobre la Toleran Tole rancia cia
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El Estado que pro pone Locke es garantista: se trat a de u na organización zación diseña da para d ar a la sociedad aquello aquello que le le per m ite con stituirse tuirse com o tal y asegurar su con tinuidad. La Igl Igles esia ia qued aría de ntro del ámbito particular. Según la concibe «es una asociación libre de hombres unidos con el objetivo de rendir públicamente culto a Dios del modo que ellos creen que le es aceptable para la salvación de sus almas».6 almas».6 La religión religión respond e a una un a creencia cre encia individua individual, l, inter na, aun
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que se m anifieste anifieste de m anera pública y sea com par tida p or varios varios.. ReRecalca que se trata de una asociación libre y voluntaria (nadie nace pe p e rte rt e n e c ien ie n d o a u n a d e ter te r m in a d a Iglesia), lo q u e la dife di fere ren n cia ci a de la pe p e rten rt en en c ia a un Estad Es tado, o, del q u e fo rm am o s p a r t e a trav tr avés és del legad leg ado o que nos ceden nuestro nu estro s padres. El El princ ipal po de r de la religión religión según Lock Lockee está en su p otencial de seducción, m ientras q ue el po der básico del Estado radica en su cap acidad de coacción. El El elem elem ento crucial en esta distinción distin ción es el el uso de la fuerza. El El gob ierno es el el que dis po ne de la fuerza y el que tie ne el deb er de utilizarla u tilizarla cuan do es necesario, esto es, cuan do tiene qu e imp edir la la pérd ida de cualqu iera de los los bienes de de sus ciudad ciu dad ano s, ya sea su vida, vida, su liber tad o su s posesiones. El gobierno no debe ocuparse de salvar el alma de sus gobernados; esa es una cuestión privada. El Estado tiene que ayudarnos a ser libres, mientras que la religión sería una expresión entre otras de esa libertad en el terreno personal. personal. La exclusividad exclusividad en el uso de la fuerza fuerza co m o car acte rístic a defíni toria del Estado tam bién es un hallazgo destacable de Locke Locke.. Nuestro a uto r insiste m ucho en qu e la Igl Igles esia ia,, en cambio, no esta ría legilegitimad a a u sar viol violenc encia ia alguna alguna,, así como tam po co p uede intervenir en la gestión de los bienes civiles. Pertenecer a una Iglesia no sitúa a un ciudada no p or encima de otro, ni ni le le da derecho derecho a ate n tar con tra sus bienes civiles. Por encima de la pertenencia a la fe católica, anglicana o pr ote stan te, se es es ciudad ano de un Estado. Estado. Incluso en el el caso de que la persona que ostente el poder pertenezca a una de las confesiones, este hecho no debe llevarle a beneficiar a la Iglesia de la que es miembro. El gobernante no debe aprovechar su posición de influencia para otorgar privilegios a un determinado credo, ya que, que, dice Lock Locke, e, el el gobierno gobierno n o está c apa citado para d ar nuevos de rechos a la la Iglesi Iglesia, a, com o ta m po co la Iglesi Iglesiaa le le pue de d ar al gobierno un mayor poder que el que ya tiene. La legitimidad y la fuerza le
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vienen dadas al Gobierno por la defensa que hace de los bienes de los ciudadanos, por eso se constituye, no por apoyar determinadas creencias. Sus lecciones son un buen antídoto contra el fanatismo religioso: «Ni seguridad, ni paz, ni, mucho menos, amistad, pueden establecerse o preservarse entre los hombres mientras prevalezca la opinión de q ue el dom inio es tá fund ado en la gracia y que la religi religión ón ha de ser propag ada po r la fuerza de las arm as».7 La au tor ida d de los líderes religiosos no puede ser política: sólo la tienen, y solo pueden ejercerla, en su ámbito, el eclesiástico. Lo que sí defiende es que los cléri clérigos gos propagu en un mensaje de paz y tolerancia que ayude a crear un clima de entendimiento y concordia entre las distintas religiones. Con el apoyo de los máximos representantes de la Iglesia, y sin intromisiones, el Estado lo tendrá más fácil para cumplir con sus obligacione obligaciones. s. Los actos de fe, sin sin em bargo, deben dars e en la esfera esfera priv pr ivad ada, a, sin si n in m isc is c u irs ir s e e n los lo s a s u n to s públ pú blic icos os.. Se puede adivinar adivinar la la contrapa rtida: el Estado nada ten drá que decir sobre los artículos de fe mientras estos no dañen a la sociedad ni a sus individuos. No obstante, lo que no puede permitir el Estado es que, en pro de la libertad religiosa, se lastimen los bienes de alguien. La separación en tre el Estad o y la la Igle Iglesi sia, a, tal y como la expon e Locke Locke en el 'Ensayo y la Carta de la Tolerancia, debería ayudar a superar la mayoría de los enfrentamientos del pasado, ya que un Estado inde pe p e n d ie n te rem re m ite it e a un u n a ord o rdee n a ció ci ó n q u e est e stáá m ás allá d e cu c u alq al q u ier ie r crecr edo y a la que, que, po r lo tanto , todo to doss se po drían acomodar. Dividir Dividir la la vida vida entre los asun tos públicos públicos y los los privados, privados, circunscribiendo el radio de acción acción de la reli religió gión n a estos últimos, perm itirá m itigar bue na p arte de los los conflictos conflictos que habían sa cudido a la sociedad h asta entonces.
7 John Locke. Ensayo y Carta sobre la Tolerancia, pg. 76.
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El imperio de la ley Hasta ahora he mo s visto visto cómo Locke Locke proponía superar las prerroga tivas de las que hab ían gozado go zado la coron a y el clero clero.. Eliminados e sos pripri vilegios, e igualados todos ante la ley, veremos a continuación cómo Locke se se pro po ne d otar ot ar al nuevo cu erpo legislat legislativo ivo de la la efectividad efectividad y la seriedad seriedad necesarias para imp artir justicia. justicia. Ante todo, surge el el problema d e saber quién debe ocup arse de ela bo b o rar ra r las leyes, algo cap ca p ital it al p u e s «no «n o hay ha y p o d e r m ás a lto lt o qu e el de dic tar leye leyes»8 s»8. Según quié n hace h ace las leyes leyes podem os d istingu istin gu ir entre en tre tres tipos de Estados: democracia (gobierno del pueblo), oligarquía (gobierno de algunos) y monarquía (gobierno de uno). El orden democrático es el que le parece el más justo y adecuado. Esto se debe a que Locke considera que alguien que se debe a los intereses de la mayoría y que no puede eternizarse en el cargo probablemente cum plirá pli rá m ejor ej or con co n su c o m e tid ti d o legisla leg islativ tivo o q u e aque aq uello lloss q u e defie de fiend nden en intereses particu lares y tienen el pue sto asegurado. Por otra p arte, un po p o d e r q u e surg su rgee del de l pueb pu eb lo no p u e d e ser se r u s a d o e n s u c o n tra tr a , ya q ue aun qu e el pod er de los legislador legisladores es sea enorme, tiene un límite clar claro: o: el de ase gurar gu rar el el bien de la sociedad. C omo su objetivo es la la preservapre servación de una com unidad, nu nca p odrá des truir ni perjudicar perjudicar de forma con scien te a aquellos a los los que tiene por imperativo prote proteger ger.. El pod er legislat legislativo ivo siempre de be te ne r en cu en ta los inte reses del pueblo. Si Si los ciudadano s han renunciado a p arte de su libertad libertad para salir salir del estado estado de naturaleza, ha sido bajo cierta garantía: la promesa de paz, seguridad y prosperidad. De hecho, según Locke un Estado que fuera en con tra de sus ciudadanos que daría inm ediatam ente deslegiti deslegitimado: mado: se consideraría roto el co ntra to social social por el el que o sten tab a el pode poder, r, y la la
Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil.
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vuelta al estado de guerra pondría a sus ciudadanos, como veremos en el siguiente apartado sobre el derecho a rebelión, en situación de con struir un nuevo pacto soci social al.. El argum ento de que el mal gobier gobierno no de Jacobo II II había q uebra do el pacto en tre el rey y el el pueblo es precisamente el que usaron los partidarios de la Revolución Gloriosa para just ju stif ific icaa r su d e str st r o n a m ie n to , lo que q ue no s sirve sir ve d e ejem ej em plo pl o sobr so bree cóm có m o el contexto político del período va íntimamente ligado a las teorías polí po líti tica ca s d e Locke. Locke .
Por Por supuesto, la protecc ión del gobierno gobierno tiene un precio que va más allá allá de la renun cia de los individuos individuos a ejecu tar la ley ley natu ral po r mano m ano prop pr opia ia.. El E sta st a do n e c e sita si ta re c urso ur soss p a ra fina fi na nc iar ia r su e s tr u c tu r a y pod p odee r ofre of rece cerr a los c iud iu d a d a n o s los bene be nefi fici cios os q u e le recl re clam am an. an . LocLo cke tenía claro que los impuestos eran necesarios. Reconocía que «es verdad verdad que los gobiernos gobiernos no p ued en sostenerse sin grandes gastos, y que aquellos que participan de la protección gubernamental deben contrib co ntrib uir de su propio bolsil bolsillo lo al ma nte nim iento ien to de los m ismos».9 ismos».9 Si todos estamos obligados a pagar impuestos es porque todos formamos el el Estado y podemos gozar de las ventajas ventajas que implica perten ecer a él. Locke considera que la recaudación de los impuestos también debe someterse a la aprobación general. Si la mayoría de ciudadanos decide decide que hay que recauda r im puestos p ara dedicarlo dedicarlos, s, por ejemplo ejemplo,, a garantizar u na sanidad univers universal, al, los los que no estén de acuerdo debe rán acatarlo, a catarlo, porq ue viven viven bajo bajo un E stado regido regido po r un gobierno civ civil. il. Las leye leyess no pue den caer en contradicciones y deben pote ncia r los los derechos de los individuos de tal manera que no entren en conflicto con las n ecesida des de la mayoría. El El pode r legisla legislativ tivo, o, a pes ar de d e ser
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el punto central de la propuesta política de Locke, no tiene un poder ilimitado. Las mism as leyes leyes natura les que valían para el estad es tad o de naturaleza siguen siguen teniend o vigencia vigencia en el Estado lockeano, lockeano, y limitan tant ta nto o la actividad actividad legislat legislativa iva com o la ejecuti ejecutiva. va. Aunque la separación de poderes tal y como la conocemos en la actualidad (legislativo, ejecutivo y judicial) fue formulada por Mon tesquieu medio sigl siglo o después, tam tam bién para Locke, Locke, como bu en crítico del absolutismo, fue una preocupación esencial evitar la acumulación de po der en cualqu ier órgano órgano del Estado. La formulación de LocLocke atribu ía la facultad facultad legis legisla lati tiva, va, com o hem os visto, visto, a asam bleas te m pora po rale less con co n v o cad ca d a s reg re g u larm la rm e nte, nt e, q ue se diso di solv lvía ían n u n a vez c um p lid li d a su función. Para salvaguardar las leye leyess y aseg urar su c um plim iento es prec pr eciso iso un p o d e r q ue esté es té s iem ie m p re acti ac tivo vo y vigila vig ilante nte:: el p o d e r ejec ej ecuutivo. Aquí es donde encaja la figura del monarca. El poder ejecutivo, que en la teoría de Locke incluye también lo que hoy entendemos como judici judicial al,, puede e star e ncabezado por u na única persona, y debe estar siempre activo, puesto que. si bien no es preciso que se estén pro p rom m u lg an d o leyes c a d a día, día , sí d e b em o s as e g u rarn ra rn o s siem si em pre pr e q u e las que hay se cumplan. cump lan. El po de r ejecutivo estar á s om etido al legisl legislati ativo, vo, de m anera que si com ete algún abuso, el el segundo te nd rá que volver volver a ac tua r para po nerle freno. freno. Además Locke habla de un terce r poder, poder, al que llama federativo, federativo, y que sería s ería el el encargado encarga do de estab e stablece lecerr relaciones exteriores con otros Estados (esta función la asume en los Estados actuales el pode r ejec ejecuti utivo). vo). Este es el el entram ado del que se d espren de la concepción moderna y liberal que tiene Locke del Estado: un mecanismo que responde a las necesidades de los ciudadanos, que les dej dejaa margen de actuación, garan tizando su libertad libertad y permitiendo que puedan cambiar a sus gobernantes, a los que somete al control de una ley ley que que ha sido reda reda ctada por u na representación de todos los esta m en tos sociales sociales,, para prese rvar así su legitimidad. legitimidad. M uchas de es
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tas ideas ideas liber liberal ales, es, que d efienden un o rden g ube rnam ental g arantista, abierto a la participación ciuda dan a y que, pese a asegurar la vida vida en comú n, m antiene an tiene el respeto respeto por po r el el individuo, individuo, las veremos recogidas en el espíritu espíritu de las futuras Con stituciones de los nuevos Estados. Estados.
El derecho a la rebelión
Otra de las las aporta cion es n otables de Locke Locke al al pen sam iento político es la justificación teórica de la desobediencia y la rebelión. Ya hemos visto que Locke se adscribe a la tradición contractua lista, y que por lo tanto apuesta por el acuerdo como base para el surgim iento de la sociedad, po r encim a de la coacción y la viol violenci encia. a. Por ello, «ningún gobierno puede tener derecho a la obediencia de un pueblo que no ha d ado su libre libre co nse ntim iento ».10 La co nq uista no da derecho: derecho: si si una fuerza extranjera n os invade y quiere quiere som eternos, nosotros podemos defendernos y resistir, porque no consentimos su injeren injerencia cia.. Si Si an te la arbitrariedad de los poderosos podem os invocar la protección de la ley, y la ley obtiene su fuerza y legitimidad del consenso del pueblo, es que hemos dejado de ser súbditos. ¿Qué ¿Qué clase clase de individuo es el el que tien e en m en te Locke? Locke? Nos prese nta a un ciudadano libre y responsable. El Estado moderno no está hecho y fija fijado do para siempre, siempre, de un a vez por todas. Las situaciones cambian, las opinion es varían y surgen nue vos peligros peligros que precisan de nuevas soluciones. La estructura de Estado de Locke establece ciertas piezas irrenunciables como base (separación de poderes, independencia respecto a la Iglesia y supremacía del Parlamento), pero pe ro los m e c a n ism is m o s q u e la ha h a ce n p osib os ible le no im p id e n q u e sea s ea u n e n -
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tramado adaptable. Tampoco evitan que sea corruptible. Si el sistema se pervierte, esto es, es, si si se se deja deja de d ar res pu esta a las las neces idade s de protección de los individuos, el poder político vuelve al pueblo, como si de una vuelta al estado de naturaleza se tratara, y el pue blo tie ti e n e lib li b e rta rt a d p a ra eleg el egir ir u n a n u ev a form fo rm a d e gob go b iern ie rno o . C om o la legitimidad del Estado surge del consentimiento del pueblo y debe fundamentarse en el buen uso de las instituciones, de acuerdo con las leyes naturales y con la garantía de los derechos y libertades de sus ciudadan os, si los los legislado legisladores res o los los gob erna ntes no h acen bien bien su trabajo, si el poder ha sido violentado y se accede a él de forma inupropiada, Locke establece que el pueblo tiene el derecho a hacer frente a ese co nflicto. nflicto. Traspasa r la frontera frontera de las propias asignaciones no está al alcance de nadie d entro entr o de la sociedad: sociedad: «exceder los los límites de la la autorida auto rida d asignada a cada cual es algo a lo que no tiene derecho ni el gran ministro ni el peq ueñ o funcionario; fun cionario; y no pud e justificarse justificarse ni en un rey ni en un alguacil».1 algua cil».11Todos 1Tod os iguales igu ales an a n te la le ley. Si el gobierno no cumple y degenera en su acción contra los que lo mantienen y contra el ideal por el que fue erigido, hay que evitar que siga actuando. De hecho, lo ideal sería cortar la corrupción del sistema antes de que la situación sea insostenible: «Los hombres no pu p u e den de n e s ta r ja m á s segu se guro ross d e im p e d ir la tira ti ran n ía si no tie ti e n e n m edio ed ioss de evitarl evitarlaa antes de e star com pletame nte som etidos a ell ella. Por lo tan to, no solo es que tengan derecho a salir de un régimen tiránico, sino que qu e tambié tam bién n lo tienen tien en para impedirlo».1 imp edirlo».12
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La rebelión, sin embargo, sólo puede darse en situaciones excepcionales. nales. Si un po lítico tras pasa pa sa un a sola vez esa línea en la que se cree po p o r enc e ncim im a de la ley ley, ya q u ed a invali inv alida dado do p ara ar a ejerc eje rcer er sus su s debe de beres res,, así a sí de claro. claro. El derecho del pueblo a enfrentarse a un mal gobierno no supone entregar el Estado a los vaivenes de la opinión pública. Incluso ante situacione s de degradación política ma nifiesta a la la gente gen te le cuesta cu esta inten tar cam biar las cosas. cosas. Locke Locke reconoce que es com plicado plicado sublevar al pueblo, pueblo, y que sacarlo del régim en al que se ha hab itua do no es tarea fáci fácill po r perniciosa que se haya vuelto la situación; se tiene que llegar llegar a un extremo insostenible para que se enfrente al status quo. Pero si el Estado pe rsiste en su degradación, el levantam iento será inevitab inevitable le:: «Cuando al pueblo se le hace s ufrir y se se enc uentra ue ntra expuesto exp uesto a los los abu sos del pode po derr arbitrario, la rebelión ten drá dr á lugar lugar,, po r muc ho q ue se le diga diga que sus gobern go bern ante s so n hijos hijos de Júpiter, Júpiter, sagrados o divinos».13 En realidad, la teoría teo ría de la rebelión de Locke respo res ponde nde de man m anera era muy directa a la experiencia vivida en la pugna entre parlamentaristas y absolutistas en Inglaterra, y puede considerarse hasta cierto punto tautológica: si la la rebelión tien e lugar y triun fa, es porque porq ue el Estad o era ilegíti ilegítimo; mo; si la la rebelión no se pro duce du ce o fracasa, el el Estad o es legítimo. Pero Pero no re sulta m uy complicado en co ntrar ntr ar ejemplos de regímenes ile ilegítimos en los que qu e la co ntes tació n social es débil débil o no ha triunfa do... Sin embargo, es de justicia reconocer que esta idea, la de incluir den tro del sistem a el derecho a disentir, disentir, la la libertad de o pon erse al Estado cu ando este no cum ple con las funciones funciones que le corresponden, es una de las más innovad oras en Lock Locke. e. Hay Hay que qu e des taca r que tod o ello ello se fundamenta en el predominio de la libertad individual. Decíamos al principio principio que el individuo individuo sale del del estad o de natura leza p ara ser li li
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bre. pa ra s e r verdaderamente lib libre re:: no transfiere su libe rtad al Estado de m anera irrevoca irrevocable, ble, como en Hobbes, Hobbes, sino de m anera condicional. Para Para Locke, Locke, en realidad, esta rebelión no es revolucionaria-, m ás que de una rebelión se trataría de un restablecimiento del orden. Sería el Estad o el que co n sus s us desvíos habría alterad o el equilibrio, equilibrio, y la rebeli rebelión ón supond ría la instaurac instaurac ión de un nuevo orden justo como el que había sido violentado. El problema no es que el pueblo se alce contra el poder, sino que el gobierno lo asfixie y los ciudadanos tengan que reaccionar. Rebelarse, volver a la guerra, un u n regreso al estado natural. «re-bellare», supo ne u n volver Locke no es, es, ya lo hem os visto, ni un agitad ag itad or ni un u n radical, radical, y ni siquiera un hombre indignado que se deja llevar por la pasión del momento. Para Para él, él, el mayor crimen que un hombre homb re pued e com eter es el el de derri bar ba r la con c on stit st itu u ció ci ó n y el rég r égim imen en de cual cu alqu quie ierr gob g obie ierno rno jus j usto to,, ya sea ese hombre hom bre un ciudad ciu dadano ano anó a nónim nim o o el propio rey rey. La La rebelión rebelión es la salida salida de emergencia que le otorga al al pueblo para que pu eda sacudirse no ya a los los malos gobernan tes, sino a aquellos aquellos que no gobiernan como co mo deben de ben y no respetan resp etan las reglas del juego político. político. La ma nera que tiene tien e el gobierno de evitar cualquier rebelión es sencilla: tan solo tiene que gobernar bien y m a n te n er a los ciu dada da dan n os sati s atisfe sfech chos. os. Le ba b a sta st a con co n ser se r c oher oh eren ente con aquello que le ha hecho he cho con stituirse stitu irse y es su razón de se ser. Una de las críticas que se le pueden hacer a Locke es su visión reduccion ista del po der p olítico olítico y de la función del m ismo, ismo, propia de un peque ño burgués interesado en conservar su status por encima de todo. Para Locke el Estado tiene un rol puramente negativo: sirve a los los ciudadan os para de fender sus propiedad es y gara ntizar su seguridad. Estos son, pa ra Locke, Locke, sus objetivos objetivos prioritarios, sin a ten de r a la la posib po sible le acci ac ción ón posi po sitiv tivaa del E stad st ado o sobr so bree los ciu ci u d ada ad a n os: os : fom fo m e n to del desarrollo personal y social, de la comunión con determinados valores, etc. En este sentido, no deja de ser significativo que una de las li
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nutacion es esenciales esenciales que Locke Locke impo ne al poder sea la de no aprobar impu estos sin el el cons entim iento del pueblo. pueblo.
Elogio d e la pro piedad Locke define el Estado como «una sociedad de hombres constituida únic am ente en te para preservar y prom ocio nar sus bienes civile civiles» s».1 .14Esta 4E sta es una definición definición ba sta nte minim alista de Estado, en la la que el el aspe cto primordial mord ial está en lo que qu e Locke entie en tiend nd e por p or «bienes civiles civiles»: »: la vida, la li berta be rta d, las prop pr op ieda ie da des de s (el dine di nero ro,, las la s tie t ierr rras as y otro ot ro s biene bie ness mater ma terial iales) es),, la salud, y el estar libres de dolor El uso del concepto «bienes» no es baladí, balad í, ya que qu e la pro p rop p ied ie d ad tie n e u n pap p apel el fun fu n d am en tal ta l en e n Locke, h a sta st a el punto de que sus reflexiones llegarán a influir a un autor tan alejado de él él como Marx. La teoría teor ía de la prop iedad ieda d privada, que nace co n Locke y llega llega ha sta nu estro s días, se basa en el derecho del au tor to r sobre su obra. Si el el derecho derec ho d e autor legitima la posesió n privada, el el Estad o debe oc u parse pa rse d e proteg pro teger erla la,, ya que qu e fo rm a pa p a r te de no so tro tr o s m ism os, os , es fru f ruto to de de nuestro nues tro esfuerzo. esfuerzo. Después de su discurso igualitario respecto a la ley, hay una pregunta que surge naturalmente en el curso de la lectura del Segundo Tratado: ¿por qué no somos iguales también respecto a nuestra for-
tun a m aterial? aterial? Locke Locke entiend e que es en las fases fases más tem pra nas del estado de n aturaleza, con sociedades peque ñas y simple simples, s, cuando se com parten los bienes naturales. A med ida que las sociedades crecen crecen y aum enta el intercambio, surge la la necesidad d e regular la la propiedad priva pri vada da,, y el E stad st ad o se co n stit st itu u y e, p re cisa ci sam m en te, te , p o rqu rq u e los h om bres br es po p o n e n fr o n tera te ra s a sus su s p o sesi se sio o n es y qui q uier eren en h acer ac erla lass res r espe peta tar. r.
Tolerancia. ia. 14 Locke Locke,, Jn Ensayo y Carta sobre la Toleranc
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Locke justifica de manera contradictoria la desigualdad que so brev br evien ienee d e la p arce ar cela laci ció ó n de la tie ti e rra rr a y el e n r iqu iq u e c im ien ie n to p erso er sona nal: l: después de reconocer el derecho de apropiación común de la tierra, apela al derecho de autoría sobre esa tierra. Pero ambos principios son excluyentes, porque, si todo es de todos, ¿en qué momento un terreno pasa a ser mío? mío? De acuerd o co n Locke lo hago mío con el tra bajo, q u e s ería er ía la d ifer if eren enci ciaa q u e a p o r ta valo va lorr a las la s cosa co sas. s. Con Co n la in te n ción de demostrar esa idea señala que una tierra yerma, sin cultivar, apenas tiene valor; en cambio, una vez ha sido arada y sembrada, da frutos aprovechables de los que podemos sacar un rendimiento, todo gracias al esfuerzo que le hemos dedicado. Para Locke, en el origen de los tiempos la tierra era un bien común, y lo que permitía a los seres humanos hacerla suya era el sudor de su frente. Al haber tierra en abundancia, la gente (como mínimo la buena gente) respetaba las par p arce cela lass d e los d em ás seg se g ú n la regla reg la d e q u e se p u e d e n te n e r t a n t a s tierras como se pued an mantener. La idea idea es que es legítimo legítimo acum ular tanto como sea posible gastar. El problema es que los productos del campo son perecederos. Por este motivo, para evitar que se echen a per p erd d er si ten te n em o s exce ex ced d ente en te,, se in tro tr o d u c e el d in e ro co m o elem el em en to med iador e imperecedero. Pero Pero,, com o él mismo dice, dice, el el dinero com plica la situación y hace q ue afloren los conflictos. conflictos. Es cierto qu e el dinero facil facilit itaa las las transacciones: cam biam os un kilo kilo de pa tata s que no vamos a consumir por una cantidad de monedas que nos permitirán com pra p ra r o tro tr o s b ien ie n es c u a n d o q u eram er am o s. Pero c o n el d ine in e ro se n o s p e rm ite acumular, podemos dar salida a nuestros excedentes, y ya no solo pla p la n ta m o s p ara ar a sobrevivir, sobre vivir, sin si n o p a ra te n e r m ás, ás , p a ra a u m e n t a r n u e stra riqueza. riqueza. Esta acumu lación e stá tota lm en te justificada para Locke Locke,, y se trata de un proceso natural. La gestión de esas propiedades no es algo secundario en el quehacer del nuevo Estado, ya que considera que «el aumento de tierras y el derecho de emplearlas es el gran
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arte del del gobierno»,15lo 5lo que dem ues tra la impo rtanc ia de la propied ad dentro de su discurso político. Esto le lleva a achacar las diferencias sociales sociales a los los distin tos niveles niveles de am bición y de trabajo: nos advierte que son los distintos grados de laboriosidad de las personas los que fija fijan n las diferencias diferencias entre p osesiones que po dem os ob servar entre los seres humanos. Unas diferencias que se habrían visto reforzadas con la aparici aparición ón del dinero, dinero, que brind ó la op ortu nid ad no solo solo de conse rvar lo conseguido, conseguido, sino sino de po der aum entarlo. Con esta argum entación Locke cae en el reduccionismo de identificar a los que tienen más dinero con los m ás trabajadores, m ientras q ue los pobres lo serían por pere pe rezo zoso sos. s. D etrá et ráss de su expl ex plic icac ació ión n hay ha y u n a idea id ea p ern er n icio ic iosa sa y falsa: la de que la distribución de la renta responde al mérito y al esfuerzo de cada uno. Como vemos, vemos, se se trata de un razonamiento tautológico tautológico no muy distinto del que relacionaba la legitimidad de los gobiernos con la ausencia o el fracaso de rebeliones. El hecho de qu e haya fortu na s que sigan crecien do se debe, según Locke, al establecimiento del comercio. No ve sentido a generar un exceso de productos si no es para negociar con ellos; si viviéramos en un a com unida d reducida den tro de una isla isla remo ta, sin contac to con el exterior, no valdría la pena producir más de lo necesario, ya que lo que no gastáramos se echaría a perder. Es para dar salida al excedente p ara lo que n ecesitam os el dinero, dinero, y para ello ello es necesario rio tam bién que haya haya un mercado con com pradores que paguen por ello. De esta forma tan natural justifica el primer estadio del mercado capitalista. capitalista. Entiende que el valor valor que le le dam os al dinero dem uestra que «los hombres han acordado que la posesión de la tierra sea desp rop orcion ada y desigual».16Es decir decir,, que si adm itimo s qu e po
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demos establecer una m oneda para intercam biar productos de valor valor desigual, desigual, estamo s ace pta nd o que sea posible posible y legíti legítimo mo p roduc ir por encima de nuestra propia capacidad de consumo. La acumulación de dinero, además, es justif justificable icable m oralmente: gracias al dinero p odemos utilizar los bienes perecederos antes de que se estropeen, y de esta m anera no se ofende ni al al prójimo prójimo ni a la la volun tad divina, divina, ya que disponemos, aunque sea de manera indirecta, de todo cuanto pro p ro d u c im o s sin si n q u e n a d a se e c h e a perd pe rder er.. A pesar de que Locke reconoce la existencia de la desigualdad y de que, argumenta, desde el momento en el que asignamos un valor de intercambio o en el que establecemos un objeto mediador como el oro o la plata ya estamos dando nuestro beneplácito a esa situación potencial de inequidad, hay que reconocerle un cierto esfuerzo po r pali pa liar ar la inju in just stic icia ia,, m e d ia n te lim li m itac it ac ion io n es en la a p rop ro p iaci ia ción ón de la tierr tierraa y con una tendencia a la austeridad que podem os co ns tata r en ideas como la de que la acumulación de más bienes de los que una pe p e rso rs o n a p u e d e u s a r a t e n t a c o n tra tr a el d e rec re c h o n a tu ra l a la p ro p ied ie d a d de otros individuos y es, por lo tanto, reprobable desde un punto de vista moral. Es indudable la importancia histórica de las teorías políticas de Locke. Principios y valores como, por ejemplo, el principio mayori tario, el gobierno como mandato, o la legitimación del gobierno en el bue b ue n serv se rvic icio io a la pob po b laci la ció ó n s o n ide id e as q u e hoy h oy n o s su s u e n a n obvia ob viass per p ero o que eran a bsolu tame nte innovadoras en los tiemp tiemp os de Lock Locke. e. También es cierto que podría formularse alguna objeción a sus teorías. teorías. Por ejempl ejemplo, o, la de que no ex isten evidencias histórica s de que el surgimiento del poder político fuera resultado de un pacto que se dio en el el pasado. Com o justificació n o artificio artificio intele ctual ctu al sobre la que co ns truir su teoría, es váli válida, da, pero pero nos que da la dud a de si Locke Locke creía creía realm ente en ello ello..
La educación del «gentleman» Modelo pedagógico La intención de con seguir un m und o más justo es palpable palpable en Locke Locke,, per p ero o e sto st o no q u ita it a q ue fuer fu eraa u n clas cl asis ista ta.. Pese Pes e a su defe de fens nsaa del de l p o d e r del pueblo ante la fuerza arbitraria y tiránica de los déspotas, sigue manteniendo y justificando las diferencias sociales. Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y deberes para él, pero acepta como algo natural que haya algunos que, debido a su origen familiar, pa p a r ta n con co n ven v enta taja ja.. No N o es u n igu ig u alita al itari riss ta. ta . D efien efi ende de que qu e la ley no n o debe de be hacer disti distinciones, nciones, que todos debem os so meternos a su d ictado y que el poder po der debe re partirs e en tre el pueblo, pero no opina lo mismo sobre la riqueza y el reparto de los bienes materiales. A dmite, dmite, sin embargo, que las diferencias entre los que provienen de familias acomodadas y los que tienen unos orígenes humildes son fruto del azar, no cree que los señores sean superiores por naturaleza a sus sirvientes, si tienen nen una mayor cultura se debe debe únicam ente a que han nacido en una familia con posibles. La educación es, por lo tanto, esencial, piensa que «puede afirmarse afirmarse que de todo s los los hom bres con que tropezam os.
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nueve nueve pa rtes de diez son lo que son, bu eno s o malos, útiles o inútiles, por po r la ed u ca ció ci ó n q u e h an reci re cibi bido do». ».1 17 En c o n se cu en c ia, ia , c o n sid si d e ra que qu e tenemos el deber de preocuparnos por la educación que reciben los niños niños,, ya que de ello ello depen derá q ue teng am os ciud adano s virtuosos y útiles para la sociedad. La educación ocupó sus reflexiones en el tramo final de su vida. Su dedicación a la la pedagogía no qued ó circun scrita al ámb ito teó rico, rico, ya que fue precep tor de varias familias familias adineradas. Como re sulta do de esa esa ocupac ión surgen sus ‘Pensa Pe nsami miento entoss sobre la educació educ ación, n, que po p o d ría rí a m o s calif ca lific icar ar c o m o el m a n u a l de form fo rm ació ac ión n del de l b u e n caball cab allero ero.. Decidi Decidió ó publicar su do ctrin a pedagógica porque los padres valoraban su método. Sus reflexiones sobre la educación recogen parte de las enseñanzas de Montaigne y, a su vez. influirían en el ‘Em ilio il io de Rousseau. Al trata rse de un texto dirigido dirigido a sen tar los principios que deben regir la educación de un buen caballero, se detiene en pormenores cuanto menos peculiares, como la importancia de la equitación o la conveniencia de to m ar clases de baile baile.. Detalles Detalles com o estos, así como la insistencia en que es preferi preferible ble ten er un p recep tor privado privado que a cudir a la la escuela pública, pública, ya nos aler tan de que su mo delo de educación no está al alcance de todos los bolsillos ni gustará a todos. Dejando a un lado la crítica a su afinidad burguesa, vale la pena destacar algunas de sus aportaciones. Una de las sugerencias más interes ante s es la de tene r en cue nta la person alidad de los los niños. niños. Insta a los padres a observarlos para saber en qué tareas se muestran más diestros y hacia qu é ejercic ejercicios ios sienten una mayor inclinación. inclinación. El El tipo de carácter que tenga el niño marcará la educación que debe recibir. Aboga por adaptar las lecciones para pulir los puntos débiles de los niños de forma más efectiva. Sea como sea el niño, lo que Locke no 17
Locke, J.( Pensamientos sobre la educación.
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tolera es recurrir rec urrir a la violencia, violencia, repud ia los castigo s físicos físicos,, los cons idera el último recurso, sólo adecuado para casos extremos; «el pegar es lo peor, y, por consiguiente, el último medio que ha de aplicarse en la correcc ión d e los niños».18En niños».18En u na ép oca en que la vara era una herram ienta habitual pa ra imp artir doctrina, la suya era una posición reformista que em pezab a a cuaja cuajar. r. Entiende la educación com o algo algo cotidiano, del del día a día. Insta a los padres a qu e sean ejemplares ejemplares y se se mu estren afectuos os con sus hijos, hijos, sin escatima escatima rles reconocimientos cuando hagan algo bien. También deben hacer patente su desapro bac b ació ión n c u a n d o los n iño iñ o s se equi eq uivo voq q uen. ue n. A dvie dv ierte rte q ue la serv se rvid idu u m b re pu p u ed e s er u n a fu e n te de m alos al os ejem eje m plos, plo s, ya q ue suel su elee e s ta r h a b itu it u a d a a un lenguaje lenguaje tosco y tiende a prem iar a los crios crios sin m otivo alguno, alguno, con lo que qu e hace de ello elloss señor itos consen tidos. Sin Sin du da su p ers pec p ecti tiva va es d esp es p e ctiv ct ivaa y refu re fuer erza za la c ara ar a c teri te rizz a c ió n de c las la s is ta q ue le atribuíamos; sin embargo, hay que decir también que señala que no se puede tolerar que los niños traten con superioridad al servicio, y que su corrección debe ser exquisita con todo el mundo, incluyendo a aquellos que no han tenido tanta fortuna como ellos. Por lo tanto, si los los niños tra tan con desprecio a cualquier persona, sea empleado o señor, habrá que corregirlos. Otro punto digno de mención es su empeño en tratar a los niños como seres raci racional onales. es. Por sup uesto a dm ite que hay que ad ap tar nuestros argumentos a su edad y que nuestras palabras tienen que estar acorde con sus capacidades. No podemos ponernos a discutir con ellos ellos sobre el el infinito ni el el dualism o cartes iano , pero c ree preciso hacerles ver el sentido de las cosas y por qué se les manda hacer algo de deter m inad a m anera. Entiende que es el modo de de spe rtar la la curiosidad riosidad del niño y de incentivarl incentivarlo o a no ace ptarlo tod o sin cu estio nar-
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se nada. Así podremos reforzar sus propias explicaciones y ayudarle a completarlas. Ante las preguntas clásicas que la inquietud infantil suele lanzar a discreción, Locke llama a tenerlas en cuenta, respetarlas y responderlas de forma sincera. Rehuye la mentira y el engaño tan to com o la viol violenc encia ia,, ya que pien sa que cuan do se descubra q ue los los pad p ad res re s h an m en tid ti d o , p e rd e rán rá n cred cr edib ibil ilid idad ad y, a la vez, el n iño iñ o to m a rá la m entira como un recu rso que pue de util utiliz izar ar.. Ante ciertas pregu ntas incómod as o inapropiadas, inapropiadas, dice dice que será m ejor responderles responderles que todavía todavía no tien en la edad adec uad a para en tenderlas. Así Así, de la la misma manera que se les puede decir que su cuerpo no está preparado aún para pa ra car ca r g ar d e te r m in a d o peso pe so,, se les p u e d e res re s p o n d e r q u e s u m e n te no está lista lista para co m pren der ciertas explicaciones explicaciones.. Tras esta idea idea de sinceridad ab solu ta está la apu esta de Locke por una relación abierta entre padres e hijos, en que la confianza es primordia mordial. l. Según Según su modelo, modelo, la la severidad y la la rec titud deb en impo nerse du ran te los los primeros años, cuan do los los crios crios son más ingobernab ingobernable les, s, para pa ra luego lueg o d a r lug lu g ar a u n a e ta p a en la q u e las n o rm a s se vaya va yan n rela re la jand ja ndo, o, p u es la e d u ca ció ci ó n h a b rá d a d o su s fru fr u tos. to s. El col c olof ofón ón d e la insin strucción es llegar a establecer una relación de amistad entre padres e hijos, donde ambos se ayuden y no haya espacio para rencores ni riñas. Antes que obtener escolares perfectos, que memorizan las lecciones sin sin olvidar olvidar un a coma, su objetivo objetivo es formar hom bres pru de nte s y virtuosos. Decimos hombres y no personas porque, pese a que da algunos consejos sobre su educación, excluye a las niñas: su objetivo es form ar al al gentleman ingl inglés és.. Las prescripciones que da para ello ello son una apología apología de la moderación. De sus Pensamientos sobre la educa desprende que para que ser bueno hay que aprender a controción se desprende lars larse. e. a do m inar los apetitos, para vencer cualqu ier tipo de inclinación per p erve vers rsa. a. La m a n er a d e co c o n seg se g u irlo ir lo sería se ría regi re girs rsee bajo b ajo los e str st r ic to s p r e ceptos q ue m arca la razón, a la la que sitúa po r encim a de cualquier tipo
'La 'La educación del d el «gendcman»
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de pasión. pasión. Su Su carác ca rác ter pu ritano rita no se mue stra aq uí en todo su esplen esplendor dor.. El mal no esta ría en te ne r deseos, sino sino en no pod er gobernarlos, gobernarlos, lo que hay que hacer, hacer, según Locke, Locke, es som eter e sas pasion es a las restricciones que imp one la razón. razón. Identifica dos características básicas que definen las pulsiones de los los niños: niños: la la liberta d y el el ansia de dominio. C onsidera que a mb as son el origen de casi toda la injusticia y las luchas de la humanidad: «la envi envidi dia, a, el deseo de posee r y de tene r en nue stro pode r m ás cosas de las que exigen exigen nuestr nu estras as necesidades; he aqu í el el principio del mal». mal».19 19 Hacer lo lo que se quiere y quere r osten ost en tar un dominio absolu to sobre el el entorno y sobre las otras personas es lo que nos acarrea problemas a la lar larga ga,, por eso pide a los los padres pad res que e nseñen nseñ en a sus hijos hijos a com partir pa rtir desde pequeños. En su discurso formula una clara crítica a la cantida d de regalos regalos con los que se colma a los niños. Afirmaciones seme jantes chocan con la concepción que se tiene de Locke como apologeta del capital, pero es que lo suyo es la mesura antes que la desproporción. Es cierto que m uchas uch as de sus observaciones sient an las bases del sistema capitalista, que su defensa del trabajo y la propiedad como herramientas mie ntas de progreso social refuerzan esa idea, pero n o hay que olvidar olvidar su amor por el autodominio. Antes que capitalista era un puritano convencido. convencido. Una de las las máx imas ima s de su proyec to educativo es que hay que evitar que los niños sean crueles, dice incluso que ni siquiera se pued pu edee pe p e rm itir it ir que qu e sean se an crue cr uele less con co n los ani a nim m ales al es.. Esta Es ta a dv erte er ten n cia ci a es llamativa, muy moderna, y totalmente contrapuesta al mecanicismo de Descartes, quien consideraba, aunque le tuviera cierto cariño, que su perro era era poco m ás que una m áquina hech a de carne. Para Para Locke Locke una cosa es estimular la curiosidad natural de los niños y otra muy distinta dejarlos diseccionar a pobres bestias sin piedad. Afirma que
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Damaris Cudworth Masham Damaris Damaris Cudworth Masham Masham (18 (1 8 de enero de de 165 9 - 20 de abril abril de 1708), considerada una de las primeras filósofas inglesas, fue una de fensora de las causas feministas y luchó especialmente por el acceso a la educación de las mujeres. Su padre, Ralph Cudworth, era un reputado profesor profes or de estudios clásicos en Cambridge integrado en el grupo de los denominados Platónicos de Cambridge, con los que Locke compartiría algunas tesis. Antes de 1682 Damaris conocería a Locke a través de un amigo común, Edward Clark, ai que están dedicados los Pensamientos sobre la educación. Pese
a los veintisiete años que les separaban, separaban, Locke
y Cudworth mantuvieron una relación personal muy estrecha, intercam biaron biaron varias varias cartas donde d onde flirteab an el uno con el otro y, si no hubo nada más entre ellos se debió probablemente a la prudencia de Locke, reti cente a entablar una relación amorosa con alguien tan joven. A los vein tiséis años Cudworth se casaría con sir Francis Masham y el matrimonio se establecería en Essex. Essex. El El contacto con tacto entre Damaris y Locke, sin embar go, no se perdería y se intensificaría cuando los Masham lo acogieron en 1691 en su mansión mansión.. El El traslado de Locke L ocke fue fu e muy provechoso para ella intelectualmente, pues el filósofo llegó con su biblioteca de más de 2.000 volúmenes y le permitió entrar en contacto con Newton y Leibniz, con el que se carteó sobre cuestiones de filosofía Damaris Cudworth escribió la primera biografía de Locke.
no tener miramientos con otros seres vivos es el paso previo para no tener consideración con los propios vecinos. Insiste de nuevo en que la vida es el el mayor valor que que hay que proteger, proteger, por lo que tam bié n la nzará una crítica contra los profesores de Historia. Se queja de que ensalcen a los los grandes con quistado res y sus batallas, batallas, ya que ponen como ejemplos de conducta a personajes terribles, a auténticos carniceros que no m ostraron , en la mayoría de casos, casos, respeto a lguno po r la vida. vida.
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Y ese es un límite que ningún caballero, en el sentido que lo concibe Locke, puede rebasar, porque si hay algo que le debe preocupar es la arm onía on ía social. social. El El gentleman auténtico se debe a la comunidad. Si el afán po r prote ger ge r al grupo grup o fuera vivi vivido do po r todo s com o algo propio, se acab arían los enfrentam ientos y seríamos m ucho más civili civilizad zados. os. Por Por ello, las lecciones que los niños tienen que aprender no pueden su po nerl ne rlee s u n a carg ca rgaa ni u n a impo im posic sició ión, n, sino sin o que qu e d e b e n inte in teri rio o riz ri z arla ar lass como una responsabilidad suya en tanto que miembros de la sociedad. Por consiguiente, el arte supremo de educar supone para Locke: «procurar que todo lo que tien en que hac er sea para ellos ellos un juego juego y un dep orte».2 orte ».20
El «gentleman» hecho y derecho Locke pasó los últimos trece años de su vida como huésped de la familia Masham, alejado de la ciudad y disfrutando de un ambiente tranquilo, el más adecuado para su delicada salud. A pesar de los achaques, fue una buena etapa para él. Acababa de publicar sus dos sobre el entend imien to hum hu m an o y el Segundo grandes gran des ob ras, el el "Ensayo sobre tratad tra tad o sobre so bre el Qobierno Civil ivil,, textos en los que había estado traba-
ja n d o d u r a n te m u ch o tie ti e m p o y q ue p o r fin iba ib a n a re p o rta rt a rle rl e el reco re conocimiento que merecía. Desde su retiro siguió introduciendo cam E n sayo sa yo se había conv ertido en un bios bio s y corr co rrec ecci cio o ne s en e n sus su s text te xtos os.. El En bestseller que que lo había encumbrado a la categoría de autor consagra-
do. Además de dedicarse a term inar o tras obras, ejercía ejercía como m entor de Dam aris Cudworth, lady lady Masham, con la que tenía charlas eru ditas y a la la que le le unía un am or idealizado idealizado jam ás consum ado.
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La mente como un folio en blanco, la experiencia como fuente de conocimiento, el el ser hum ano com o ciuda dano libre libre dueño de su vida vida y de sus posesion posesiones: es: toda s las apo rtaciones que hem os ido desplegado desplegado a lo largo largo de este libro libro responden a un car ácte r exento de estridencias, transmiten un pensamiento desprovisto de radicalismos, regido por la moderación y la mesura que también mostraría en su vida privada. Locke no fue un revolucionario, pero cabe entender que su pensam iento plantea u na rebelión rebelión libe liberal ral,, no únicam ente en un sentido po líti lítico, co, sino sino desde una perspectiva a pe rturis ta y renovadora. renovadora. Se opuso tanto al absolutismo monárquico como al absolutismo racionalista. Su teoría del cono cim iento signif significó icó un cam bio significati significativo vo que abrió nuevas posibilidades a los pensadores posteriores que recelaban del cartesianismo. Frente a la negación de lo sensible por el racionalismo dogmático, Locke afirma el valor de la experiencia; a través de los sentidos am plía plía las posibilidades posibilidades del del en tend im iento de en frentarse a un tipo de conocimiento que no se som ete al al imperati imperativo vo de un a certeza ab soluta. Contra el dogmatismo político, encuentra en la democracia liberal la posibilidad de configurar una pluralidad respetuosa con la libertad personal y que garantiza a la vez la viabilidad de la comunidad. Ambas opciones, el empirismo epistemológico y el liberalismo ralismo político, político, le le sirv sirven en com o a ntído to co ntra nue stra indigencia, indigencia, cognitiva en el prim er caso y vital en el el segundo. Ese hum anism o, la tolerancia que propugna tanto en el conocimiento como en lo social, forman el legado perdurable de Locke. Y todo este reconocim iento conserva su valide validezz pese a las críticas críticas justificada justificada s de ser un clasista deudor de un sistema y un pensamiento burgués. Su haber registra la defensa convencida de la libertad y de un pensamiento crítico y riguroso. Si lo juzgamos por las aspiraciones de su filosofía, estas son que haya menos guerrilleros empuñando rifles, me-
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nos extremismos y más intercambio de pareceres, merced a la humildad que se desprende de admitir que la razón no lo puede todo. De ahí que reclame un esfuerzo constructivo para seguir avanzando en la mejora de nuestro conocim iento y nue stra vida vida en común. Si ten em os que valorarlo valorarlo por su s acciones, tal y com o él él recom ienda que hay que juzgar juzgar a la gente, gente, nos e ncon tramo s igualmente con un hom bre com prom etido con la política política de su época, época, que supo moverse moverse y aprovechar sus oportunidades sin traicionar sus principios. Y del que no podemos olvidar su faceta de educador, pues en su papel de tu to r y ma estro inte ntó mejorar la sociedad en la que le tocó vivir. De sus textos, m ás allá de valoraci valoraciones ones o críticas técnicas, se pu ede decir que transm iten un aire aire de de honestidad que se se adecúa muy bien bien tanto a su forma de expresarse como a lo que pretende comunicar. Es de aquellos au tore s a los que vale la la pen a leer, leer, porq ue va de cara, es claro claro y no abandona al lector a su suerte en embrollos dialécticos incom pren pr ensi sibl bles es.. Es u n b u en g uía uí a p a ra a d e n tra tr a r s e en la filos f ilosofía ofía y ab a b o rd a r el pe p e n s a m ien ie n to m o dern de rno. o. Para Para term ina r de d ar u na pincelada m ás sobre su carácter, valg valgaa el el epitafio que él mism o escribió: escribió:
Detente, viajero Cerca de aquí aq uí yace John Locke. Locke. Si pregun preg untas tas qué tip o de hom h ombre bre fue, fue, su respuesta es que vivió contento con lo que modestamente tuvo. Educado en letras, todo cuanto hizo fue para satisfacer tan solo las exigencias de la verdad. Esto puedes aprenderlo en sus escritos, que también tam bién te dirán cualquier otra cosa que haya que decir de él él con mama yor verdad que las dudosas alabanzas de un epitafio. Virtudes, si las tuvo, no tan to como para p ara alabarlo alabarlo ni para que lo pongas de ejempl ejemplo; o; que sus faltas se entierren con él. Si buscas modelo de conducta, lo
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tienes en los Evangelios; si solo de vicios, no lo busques en ninguna parte pa rte;; si de d e m orta or talid lidad ad que te sirva de provecho, provec ho, lo tien ti enes es aquí aq uí y en cualquier cualq uier otro lug lugar. ar. Que él nació el 29 de agosto del año de Nuestro Señor de 1632, en agosto 29, y que falleció el 28 de octubre del año de Nuestro Señor de 1704, esta lápida, que tamb ta mbién ién perece p erecerá rá pronto, pron to, es un registro. registro.
APÉNDICES
OBRAS PRINCIPALES
El Ensa En sayo yo sobre el en ten te n d im ien ie n to h u m a n o (1690) es la gran obra de Lock Locke, e, la que que causó una mayor influencia influencia tan to a sus coetán eos com o a los autores que vendrían después, llegó a ser un referente, ya fuera para pa ra crit cr itic icaa rlo rl o o ensa en salz lzar arlo lo.. D esp es p e rtó rt ó inte in teré ré s incl in clus uso o a n te s de llegar lle gar a publicarse, puesto que en 1687 Locke había publicado el Compen se dio del 'Ensayo sobre el entendimiento humano, un extracto dond e se exponen y anun cian algunos de los tema s en los los que ya lleva llevaba ba años trabajando y que sirve sirve como resumen y lectura guía para e sta obra tan extensa y rica. rica. Tanto recono cimien to se debe a que el Ensa En sayo yo responde a las inquietudes de su época, pretende ofrecer una alternativa al aristotelismo escolástico y opta por una salida salida distin ta a la la propue sta po p o r el rac ra c iona io nali lism sm o car c arte tess ian ia n o , pu p u e d e con co n sid si d e ra rse rs e el te t e x to defi de fini nito tori rio o del empirismo. La m anera an era que tien e de ver la filo filoso sofía fía com o una u na discid isci plin pl inaa e nc a rga rg a d a de rea re a liza li za r u n a c ríti rí ticc a a las ca p a c ida id a d e s del e n te n d imiento será desplegada más tarde por Hume y Kant. Kant.
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El discurso político de Locke va paralelo a su trabajo epistemológico, del que toma las conclusiones para desplegarlas también en el ámbito socia social. l. Reconocer que el enten dim iento es limitado nos evita evita caer en dogm atismos, la disensión y la diferenci diferenciaa son ace ptad as al no no haber nadie capa z de poseer la Verda Verdad d absoluta. Dejó Dejó pa tent e esa ca-
rencia en el 'Ensayo y la utiliz utilizó ó en su lucha co ntra el dogm atismo p olítico. Los V o s tratado s sobre el Qobie Qobierno rno Civi Civill y la Carta sobre sobre la tole 89, con stituy en el cen tro de su corpu s rancia, publicados am bos en 1689, pol p olít ític ico o y son so n dos do s b u e n a s m a n e r a s de a d e n tra tr a r s e en el p e n sa m ie n to de Locke Locke y en tend er su teoría libe libera ral. l. Enc ontram os en estos escritos a un au tor plen am ente mo derno que aboga por la la tolerancia relig religio iosa sa,, el fin del absolutismo en favor de una sociedad libre, y que organiza un Estado m edian te la separación separación de pod eres y el som etimie nto a una ley ley que em ana del pueblo. Las Las obras po líticas de Locke generaro n po lémica, lémica, en especial por tra ta r tem as religi religioso osos, s, o más bien, bien, por po r relegar relegar a la Iglesia al ámbito de lo privado. Su Carta sobre la tolerancia tuvo dos partes más, Segunda carta (1690) y Tercera carta (1690) para dar respuesta a las objeciones que le lanzaban. Las ocupaciones que llevó a cabo Locke para ganarse la vida tam bién bié n tie ti e n e n u n luga lu garr en sus su s reflex ref lexion iones. es. Así, d e las ta r e a s a d m in istr is traa tivas tivas y políticas políticas de sem peñad as ta n to en Inglaterra como en los Paí Países ses Bajos salieron Alg A lg u n a s consi co nside dera racio cione ness sobre las cons co nsec ecue uenc ncia iass de rebaj rebajar ar los los intereses intereses y au m entar en tar el valor valor del dinero dinero (1692). Siguiendo
con la temática económica, en 1695 publicaría Otras consideraciones acerca de elevar el valor del dinero. La preocupación por la educación
centraría la mayor parte de sus reflexiones tardías y de su experiencia en la ense ñan za com o tu to r de familias familias adinerada s surge Algu Al guno no s (1693) 3),, una o bra que sin ser rompedor rom pedor a pe p e n sa m ien ie n tos to s sobre sob re educ ed ucac ació ión n (169 resultó relevante para la pedagogía de la época. El texto reúne una serie serie de cartas con consejos formativos formativos que ma ndab a a padres amigos suyos suyos para la buena educac ión de los los niños. niños. Cabe destac ar su em peño po p o r form fo rm ar h om bres br es v irtu ir tuo o sos so s que qu e fuer fu eran an b u e n o s c iu d a d a n o s a n tes te s que eruditos, como su atención a la diferencia y a tener en cuenta el carácter del niño para encontrar la manera de inculcarle mejor unos háb itos saludables. saludables.
AfténtU rM
131
AfténtU rM
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En sus últimos años de vida y tras su muerte, salieron a la luz algunas obras más, de las que destacamos Za Z a sen se n sa tez te z del d el cris cr istia tiani nism smo o (1695), obra que por supuesto volvió a crear polémica, y Noci No cion ones es de reflexiona sobre la fil filos osof ofía ía natural, n atural, filos fil osof ofía ía n a tura tu ra l (póstum a), d on de reflexiona texto que sin ser pionero tien e interés si lo leemos leemos ten iend o en cu enta la am istad que ma ntuvo con Newton. Newton.
CRONOLOGÍA
Vi d a y o b r a d e L o c ke
Hi s t o r i a , p e n s a m i e n t o y c u l t u r a
1543 1543.. Copérnic Copé rnico o publica publ ica Sobre las 'Revoluciones de los Cuerpos Celestes, donde expone expone su teoría
de que es la Tierra la que qu e gira alrededor del Sol. 1628 1628.. El Parlamento Parlam ento británic britá nico o obliga a Carlos I a aprobar la Petición de Derechos, ley ley que protegía proteg ía los derechos individuales individuales y de patrimonio. patrimonio . 1632 1632.. El 29 de agosto ago sto nace John Lock Lockee en Wrington, Wringt on, Inglaterra.
1M
1632 1632.. Nace Baruch Spinoza, filóso filósofo fo que desplegará desplega rá un racionalismo crítico después de Descartes y distinto de la opción empirista de Locke.
'l.ocko
1M
'l.ocko
Vida y obra de Locke
Historia, pensamiento y cultura
1633. 1633. La Iglesia Iglesia obliga a Galileo a retractarse de su defensa de la teoría heliocéntrica. heliocéntrica. 1641 1641.. Publica Pu blicación ción de las Med M edit itac acio ione ness m eta et a físi fí sica cass de
Descartes, Descartes, uno de los los m om ento s
1646-52. 1646-52. Realiza sus estud est udios ios secundarios en la prestigiosa prestigiosa escuela de Westminster. Westminster.
fundacion fund acionales ales de la filos filosof ofía ía moderna. 1649. Decapitación de Carlos I. Se instaura insta ura la república república inglesa inglesa (Commonw ealth) dirigida dirigida por Oliver Cromwell.
1651. Tho m as Hobbes publica 1652-58. Prosigue con sus
el Ze Zevi viat atán án,, d ond e justifica el el
estudios superiores en el
Estado a bsolu tista y defiende defiende la
reputado Chirst Church de
teoría del contrato social.
Oxford.
1655. Consigue el grado de bachille bac hiller. r.
1658 1658.. Obtiene Obtie ne el títu tí tulo lo de maestro en artes. artes. 1658-1665. 1658-1665. Pese a su formaci for mación ón humanista, muestra m uestra interés interés por la medicina y las demás ciencias naturales, colabora como ayudante con algunos de los
Agudi Ag udices ces
V id id a y o b r a d e L o c k e
investigadores más destacados de la época com o el químico Rober Ro bertt Boyle Boyle..
1660 1660.. Impar Im parte te clases de lenguas clásicas en el Christ Church de Oxford. 1665. 665. Inicia su carrera carr era política. Viaja iaja a Alemania Al emania y se establece esta blece en Berlín como secretario del embajador de Inglaterra. 1668 1668.. Entra a formar pa rte de la Royal Society de Londres. Se traslada a Parí Paríss como s ecretario del del conde de Northumberland. Empieza su amis tad con lord lord Ashle Ashley, y, Conde Con de de Shaftesbury, influyente influy ente liberal. liberal.
1670 1670.. Primeros Prim eros apun ap unte tess de la que será su obra principal, el "Ens "Ensay ayo o sobre el enten dim iento ien to humano.
1672 1672.. Locke es desig de signad nado o Secretario de Presentación de los Bene Benefic ficios ios,, tras tr as el nombr no mbramie amiento nto de lord Ashley Ashley como gran g ran canciller de Inglaterra.
i
H i s to t o r ia ia , p e n s a m i e n t o y c u l t u r a
135
KWi
Vida y obra de Locke
'Locke
Historia, pensamiento y cultura
1675 1675.. Abandona Aba ndona Inglaterra Inglat erra por la inestabilidad política y por por su delicada salud. Se refugia en Montpellier. 1679. Vuelve a Inglaterra al
1679 1679.. Es aprob ap robad adaa el Acta servicio servicio de Shaftesbury com o del Habeas Corpus, que Secretario Secretario c uan do a éste le pretend pret endee evitar los arrestos y nom bran Presidente del Consej Consejo. o. las detenciones arbitrarias. Fue redactada redac tada por p or el Parlamento Parlamento 1682 1682.. El esce es cenar nario io político polít ico durante el gobierno de Carlos II inglés inglés da otro otr o vuelco, vuelco, para garantiz gar antizar ar los derechos derech os de Shaftesbury ha sido expulsado los acusados. y junto con Locke salen del país rumbo a Holanda donde tienen que ocultarse. 1687. El exilio exilio holan ho landés dés es
1687. New ton publica su
pro p rov v echo ec ho so p ara ar a Locke, Locke , p u e d e
Thilos Thilosoph ophice ice naturalis prin cipia cip ia
centrar se en escribir y ordenar
mathematica, donde expone
sus ideas. Un extra cto del del
su concepción de la gravedad,
'Ensayo se publica en francés.
ju n to con co n sus su s d e sc u b rim ri m ien ie n tos to s matemáticos y sobre mecánica par p araa fu n d a m e n ta r la físic f ísicaa y la astrono mía. Es considerada una de las obras capitales de la Ciencia. 1688. 1688. Triunfo Triu nfo de la Revolución Revolución Gloriosa, Gloriosa, con la qu e G uillermo uillermo de Orange asciende al trono inglés
Apérulnm
137
H i s to to r ia i a , p e n s a m i e n t o y c u l tu tu r a
Vida y obra de Locke
como triunfo de los principios pa p a rla rl a m e n ta rist ri staa s sobr so bree el derroca do Jacobo II.
1689 1689.. Locke colabora desde el exilio con la revolución que lleva al poder a Guillermo III de Orange. Regresa a Inglaterra donde es nombrado Comisar Comisario io Real de Comercio y Colonias. Publica en inglés sus Cartas sobre la tolerancia.
1689 1689.. Firma Fir ma de la Declaració Decla ración n TUghts). ). de Derechos {'Bill o f TUghts texto que el Parlamento impuso al nuevo rey Guillermo de Orange como condición para acceder al trono tro no y con el que se garantiza un equilibri equilibrio o de poderes entre en tre el rey y el parlamento, a la vez que se incluyen ciertos derechos ya presentados en resoluciones anteriores como la libertad religiosa.
1690 1690.. Publicación Publica ción de 'Ensayo sob sobre el entendimiento hum ano y tratad os sobre el gobierno gobierno de V o s tratados civil, sus dos grandes grande s obras.
1691 1691.. Publica su único tratad tra tad o sobre teoría económica: Consideraciones sobre las consecuencias de la disminución de los los impuestos impuestos y del aumento del valor valor de las m onedas. oneda s. Se
retira a Oates, Essex, donde per p erm m a n ec e en la m a n s ió n de Sir
13#
'l.ocke
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'l.ocke
Vida y obra de Locke
Francis y Lady Masham, que lo acogerán como amigo y tutor. tutor. 1693. 1693. Se publ public ican an los !Pensa Pe nsamie mientos ntos sobre la educación, educac ión,
obra pedagógica que influenciará en el Tmile de Rousseau. 1695. 1695. Sale a la luz lu z l a adecuación del d el cristianismo a la
obra que levanta levan ta más razón, la obra polémica en su momento, m omento, le acusan de ateísmo. Z a direcc dir ección ión del de l 1697. Publica Za entendimiento, un nuevo texto sobre educación, la temática que centrará sus esfuerzos en sus últimos años.
1700 1700.. Renuncia a su pues pu esto to como Comisario real para retirarse retirar se al campo, está mayor y no goza de buena salud. salud. 1704 1704.. Muere Locke en su retiro ret iro de Essex el 28 de octubre. 1706 1706.. Se publi pu blican can sus Obras pó p ó s tum tu m a s .
1708 1708.. Se publica publ ica su epistolari epist olario. o.
Historia, pensam iento y cultura
l.’W
ApAr ApAruhv uhvvH vH
V id id a y o b r a d e L o c k e
H i s to t o r ia i a , p e n s a m i e n t o y c u l tu tu r a
1751 1751.. Aparece un inédi iné dito to de "Elementos ntos de filosof filo sofía ía Locke: "Eleme natural.
,
.
.
1765. 1765. Muere Leibmz Leibmz y se Nu u ev evo o s ensayo ens ayoss publican sus N sobre sobre el entendim enten dimiento iento hum ano,
una obra que polemiza contra el empirismo de Locke. Terminada justo jus to el año en que muere el el filósofo inglés, Leibniz se había negado a publicarla.
ÍNDICE DE NOMBRES Y DE CONCEPTOS
Carlos I, Rey Rey de Inglaterra Ingla terra y Escocia
A
Abelardo, Pedro 38 absolutismo 15.18.22.86,8990.92,
32.35 Carlos II, Rey Rey de Inglaterra Ingla terra y Escocia
9397.124
3536,86
Agustín, san 28,53
Carnap, Rudolf72
Alberto Magno 38
cartesianismo cartesianism o 15,17,5556 15,17,5556,5960,6 ,5960,62,124 2,124
anglicanismo 22, 2831.3637,86
Catalina de Aragón, Aragón, Reina de InglateIngla te-
Aristóteles 87 Ashley Ashley Coop Cooper, er, Anthon An thony y 13,36
rra, 30 catolicismo catolicismo 22,2528,31,3637,86, 99101
B
Cicerón, Marco Tulio 77
Berkeley, George 73
Círculo de Viena 7273
bienes civil ci viles esl04 l04,11 ,113 3
Clark, Edward 122
Bolena, Ana 30
Clemente Vil, Papa, 30
Boyle. Robert 12,40
concepción heredada 7273
Brahe, Tycho 39
Conde de d e Shaftesbury, Shaftesbury,
Bruno, Bruno, Giordano 29,40,4243 29,40,424 3
véase Ashley
Cooper, Cooper, Anthony Anthon y conocimiento
C
intuitivo 76
Calvin Calvino. o. Juan Jua n 26,30
demostrativ demos trativo o 767 7677 7
capitalismo 15.115,116
sensible 7778
142 142
'I.ocke
'I.ocke
142 142
consenso 91,97,101
F
contrato con trato social social 8790,106 8790,106
Felipe II, Rey de España 30
Copérnico, Nicolás 4143
Fermat, Pierre 40
Cranmer, Thomas, 30
Filmer, Robert 94
Cromwell, Oliver 3436,86 cualidad cualid ad 6466 6466
G
primaria prim aria 6466, 6466, 71 71
Gassendi, Pierre 13.40
secundaria 6466,7173
Galilei alilei,, Galileo Galileo 29.40 29 .40,41 ,41^2,4 ^2,43 3
CudworthMasham. Damaris 14,122123
Guillermo III de Orange, Rey de Inglate-
Cudworth, Ralph 122
rra y Escoci Escociaa 13,31,34,86 13,31,3 4,86
D
H
de Ockham, Guillermo 39,64
Harvey, Harvey, William Willi am 40
democracia 98,105
heliocentrismo 40,4143 40,4143
liberal liberal 21,97.124
Hempel, Cari Gustav 72
derechos naturales 86,90,93
Hobbes, Hobbes, Thomas Thoma s 18,8790,92,96,111
Descartes, René 12,13,16,17,18,39,40,
Hooke, Robert 40
43,44.4953,56.58,63.64.74,76.
Hooker, Richard 29,31
79.84,121
Hume. David 18,39,56,69.129
Dios, véase existencia de Dios
Huyge Huygens, ns, Christiaan40 C hristiaan40
Visputatio38
duda metódica 5051
I idea 6271,73. 7480 7480
E
innatas 17,5153,5455,5962,64
empirismo empirismo 16,18,19,43,4849,56,59,
simple simpless 67,69,73,75,78 67,69,7 3,75,78
6364, 69. 74,79,81,124,129 Enrique VIH, Rey de Inglaterra 28,30
complejas 6770,73.75,82 Isabel I. Reina de Inglaterra 31
escolástica^. 25,3839 Escoto. Duns 39
J
estado estad o de guerra 91
Jacobo II, II, Rey Rey de Inglaterra Inglater ra 13,37,86.106 13,37,8 6.106
estado de naturaleza 8793,95,106,107,
Jesucristo 2426
109,111,113 Estado del Bienestar 18
K
existencia de Dios 38,57,80 38,57 ,80
Kant, Kant, Immanuel I mmanuel 47,129
Ap Apénih ihc cus
143
Keene, Agnes 11
Percepción 71,80
Keplerjohannes 40,41-42
Platón 49,53
Küng, Hans 24
poder pode r ejecutivo 98,107-108 federativo 108
L
judicial 107107-10 108 8
Leibniz Leibniz,, Gottfried 18,40,49, 53,63,123 53,6 3,123 ley ley natural 58.90-91,92,106-107,109 58.90-91 ,92,106-107,109
legislativo 97-98,106-108
libertad 17,18,57.85-93,97-98.99-100,
véase también tamb ién separación de poderes
103,111 liberalismopolítico 16.17,89,124
Popham, Alexander 32 propiedad prop iedad privada 15,19,86.9 15,1 9,86.90-91,1 0-91,103. 03. 112-116
Locke, Locke, John (padre) 11-12,32 11-12,32 Lord Ashley, véase Ashley Cooper, Anthony Lutero, Martín 22-27,30
prote pr otesta stant ntism ismo o 15,22-2 15,2 2-28,3 8,31,8 1,86.9 6.99 9 Ptolomeo, Claudio 41-43 purita pur itanis nismo mo 10,27-29,31,34 10,27-29 ,31,34-35,86 -35,86,, 120-121
M
Marx, Karl 113
R
marxismo 19
racionalismo 18,40,49-53,55,74-75,77, 79,82,84,124,129
Masham, Francis 123 matemáticas 39,40,43,49,53
rebelión 19,106,109-112 19,106,109-112
Montaigne, Michel de 61.117
reflexión reflexión 63-67,74
Montesquieu 17,107-108
Revolución Gloriosa 34.86.90,106
mujer
Rousseau, Rousseau, Jean-Jacques 88,118
derechos de la 122
Russell, Bertrand 70
papel en la sociedad socieda d de la 94 94 S N
Schlick, Moritz 72
Newton, Isaac 14,40 14 ,40,43 ,43,44 ,44,55 ,55,12 ,123,1 3,131 31
sensación 63-67,74
Nietzsche, Friedrich 27
separación de poderes 17,107-108 17,107-108,109 ,109 solipsismo 71,77
P
Spinoza, Baruch40,49,53,63
Parménides 49 Pascal. Blaise 40
T
Pedagogía Pedagogía 17,117-118,130
Tetzel, Johan 23
tolerancia 100-102,104-105 Tomás de Aquino, Santo 38,64 Torricelli, Evangelista 40 Tudor, María 30 U
utilitarismo utilitari smo 56 W
Wyelif.John 30 Z
zoonpolitikón zoonpolitikón (animalpolítico) 87 87
i
o
LO C K E o
La L a m en te es una « ta b u la ra sa »
John Locke (1632-1704), (1632-1 704), padre padre del del empirismo y del liberalismo liberalismo político, es considerado uno de los filósofos más influyentes de la historia, historia, pese a que que en muchos momentos momento s haya sido uno un o de los más olvidados olvi dados.. El E l presente volumen volum en emprende emp rende la tarea tarea de de hacerle hacerle justicia profundizando en sus aportaciones dentro del campo de la filosofía, la política y la divulgación científica. Sus logros están íntimamente ligados liga dos a la época y al al lugar luga r al que perteneció: perteneció: hijo de la Inglaterra del siglo xvil, vivió el auge de la burguesía, la crisis del sistema feudal y el florecimiento de la nueva ciencia. Defenso Defe nsorr de la la experiencia experiencia y la sensibilidad sensibi lidad como fuentes fuentes válidas de conocimiento conocimient o ante ante los desmanes del racionalismo racional ismo extrem extremo, o, su visión moderada y crítica le llevó a formular una teoría política antiautoritaria, a favor de un Estado garante de las libertades individuale indivi dualess y del derecho de de los ciudadanos ci udadanos a rebelars rebelarse e contra los gobiernos. De ahí el interés de examinar con atención, en lo que tienen de antídoto crítico crít ico liberado l iberadorr de prejuicios, prejuicios, las reflexiones reflexiones mesuradas mesurada s de este este gran filósofo. Manuel Cruz
(D irector de la colecci colección) ón)
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