Dimensiones del cuerpo en psicoanálisis: los dos cuerpos de Freud Leonardo Leibson. Médico. Médico. Psicoa Psicoanal nalist ista. a. Profes Profesor or Adjunt Adjunto o regular regular de Psicop Psicopato atolog logía, ía, átedr átedra a !!, Facult Facultad ad de Psicología "#A. Docente de la Maestría en Psicoanálisis, Facultad de Psicología "#A. Docente de posgrado del !nstituto de Altos $studios "ni%ersitarios arcelona, $spa'a(. !n%estigador formado en %arios %arios pro)ec pro)ectos tos "#A)* "#A)*&"n &"ni%e i%ersi rsidad dad de #uenos #uenos Aires iencia iencia ) *écnic *écnica(. a(. Miembr Miembro o de +$nsa)o ) ritica del Psicoanálisis. -uper%isor clínico de las residencias de los ospitales: #. Mo)ano, /. * #orda, ospital de día &turno tarde( del tal. 0l%are1. er%i'o 2345 6 27 89, 895 .A.#.A. 9;<2=<5;5> 85=5292=;259 leibson?fibertel.com.ar
@esumen: $n el marco de una in%estigacin cu)o objeti%o principal es dilucidar las di%ersas formulaciones de la nocin de cuerpo en psicoanálisis, nos ocuparemos de situar esta problemática en algunos teBtos iniciales de la obra freudiana. Abordaremos especialmente dos momentos de la misma: en primer término, la separacin del cuerpo del psicoanálisis del cuerpo de la ciencia. Luego, la delimitacin de un cuerpo +somático &distinto al de la anatomía científica( ) un cuerpo +psíCuico. $stos desarrollos se apo)an en considerar, segn los estudios de Freud en el período consignado, los di%ersos modos de concebir la incidencia de la seBualidad en la produccin de síntomas ) la consiguiente distincin de tipos de síntomas. Palabras cla%es: cuerpo síntoma seBualidad anatomía
Dimensions of tEe bod) in ps)cEoanal)sis. -"MMA -"MMA@ @:: !n tEe tEe fram frame e of an in%es in%estitiga gatition on GEic GEicE E prin princi cipal pal aim aim is to eBpl eBplai ain n tEe tEe di%e di%ers rse e formulations of tEe notion of bod) in ps)cEoanal)sis, Ge GillapproacE to place tEis problematics in
1
some initial teBts of tEe Freudian GorH. Ie Gill approacE speciall) tGo moments of it: in tEe first term, tEe separation of tEe bod) of tEe ps)cEoanal)sis from tEe bod) of tEe science. *Een, tEe delimiting of a JsomaticJ bod) &different from tEat of tEe scientific anatom)( and a Jps)cEicJ bod). *Eese de%elopments rest in considering, according to FreudKs studies in tEe recorded period, tEe di%erse manners of concei%ing tEe incident of tEe seBualit) in tEe production of s)mptoms and tEe conseCuent distinction of t)pes of s)mptoms. e) Gords: bod) s)mptom seBualit) anatom)
!. !ntroduccin $ste trabajo se inscribe en el marco de una in%estigacin cu)o objeti%o principal es dilucidar las di%ersas formulaciones de la nocin de cuerpo en psicoanálisis. $n esta ocasin nos ocuparemos de situar esta cuestin en algunos teBtos inicia les de la obra freudiana. La segunda parte del título parafrasea el del libro de $. . antoroGic1, +Los dos cuerpos del re). $s éste un ensa)o sobre los dos cuerpos del @e) de !nglaterra: uno material ) mortal ) otro, sutil, el cuerpo simblico del re) como funcin. ste ltimo es inmortal ) será tomado sucesi%amente por cada uno de lo re)es Cue se suceden en el cargo. Algo similar ocurría, durante cierto período, con los emperadores romanos. A la lu1 de estas referencias Eistricas, plantear Cue cuerpo hay al menos dos no parece ser en sí una idea original. La no%edad Cue aporta el psicoanálisis es
descubrir descubrir,, a la lu1 de lo Cue los síntomas dejan eBpuesto, eBpuesto, las dimensiones dimensiones del cuerpo comn, no slo del Cue está marcado por cuestiones de reale1a. $se cuerpo Cue no es regio aunCue una de sus dimensiones es la real, muestra en la práctica su no unicidad, su no coincidencia consigo mismo. Mostraremos en lo Cue sigue Cue para Freud esto se debe a Cue el cuerpo se constitu)e de manera tal Cue no alcan1a pensarlo como uno ) nico. $sta idea persistirá en el psicoanálisis ) será retomada ) ampliada por %arios autores, especialmente por /acCues Lacan 8. 1
Véase al respecto Leibson 1999, 2000, 2008.
2
$n el presente trabajo abordaremos dos momentos de la elaboracin freudiana: en primer término, la separacin del cuerpo del psicoanálisis del cuerpo de la ciencia biolgica. Luego, la delimitacin de un cuerpo somático &pero no necesariamente el de la anatomía científica( ) un cuerpo +psíCuico.
!!. $l cuerpo de la ciencia omencemos se'alando Cue ninguna de las maneras de considerar el cuerpo en la obra de Freud coincide plenamente con lo Cue la medicina naciente ) pujante de esa época &fines de s. N!N ) principios de s. NN( ponía en el centro de su campo de accin. $l cuerpo objeto de la ciencia es un cuerpo=máCuina, Cue responde a le)es estrictas. "n cuerpo regido, especialmente, por el principio de constancia o de Eomeostasis. O sea, la idea de un cuerpo dotado de mecanismos naturales Cue tienden a encontrar ) sostener un eCuilibrio natural entre el rgano, la funcin ) los estímulos del medio. "n cuerpo, también, Cue debe ser el sustrato de toda enfermedad. O sea Cue todo lo Cue se nombra como enfermedad se genera ) transcurre en la materialidad de ese cuerpo sujeto a le)es. Por supuesto Cue esto también incumbe a la psiCuiatría ) a la neurología, en las cuales, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo N!N, se busca elucidar la manera en Cue el sistema ner%ioso se altera en las enfermedades mentales. os interesa en particular el caso de Earcot Cuien, cuando propone un estatuto clínico para la Eisteria, también opera con esos supuestos. uando Freud particip de las tareas del ser%icio de Earcot durante unos meses entre 8;;5 ) 8;;4 se encontr con algo )a conocido por él pero planteado clínicamente de otra manera: las Eistéricas producidas por Earcot en las presentaciones de enfermos. lo Cue se decía de ellas, lo Cue no se publicaba.
Otro interés Cue tiene la locali1acin en psicoanálisis de las di%ersas dimensiones del cuerpo tiene Cue %er con la problemática Cue se resume bajo el nombre de lo psicosomático . $n Freud podemos %er cmo desde sus primeros teBtos Ea) un interés acerca de esto Cue luego se llamará +lo psicosomático. Por ello, un objeti%o adicional de esta in%estigacin, Cue será tema de futuros trabajos, es ubicar los momentos en los Cue Freud desarrolla esta pregunta ) bajo Cué formas lo Eace. $ste desarrollo acerca de las dimensiones del cuerpo en Freud es preparatorio para aCuello. 2
3
La teoría de Earcot sobre la Eisteria fue un paso decisi%o. Earcot afirm, basándose en %arias ra1ones, Cue la Eisteria no era una simulacin sino Cue se trataba de una enfermedad. $ntre esas ra1ones figuraba Cue se trataba de una enfermedad en tanto podía ser reproducida. $l síntoma Eistérico podía ser reproducido mediante una técnica: la Eipnosis. Earcot Eipnoti1aba a +sus Eistéricos ) mediante ese recurso les Eacía reproducir su síntoma. Pero además de poder ser reproducida por el método Eipntico, el síntoma también podía re%ertirse de esa manera. Earcot proponía Cue la Eisteria es una enfermedad natural, de causas Cue pueden ser encontradas en la naturale1a, lo Cue eCui%ale a decir Cue se eBplican por medio de la anatomía ) la fisiología. $n ese marco, Earcot postul una doble etiología para la Eisteria o al menos dos modos de plantear esa etiología 2. Dos modos, debemos decirlo, no del todo congruentes entre sí pero Cue Earcot trataba de aunar. Por un lado, la teoría traumática, es decir, Cue el síntoma Eistérico era producido por un trauma en el sentido más material del término: un episodio donde Eabía ocurrido algn cEoCue, un golpe, generalmente a causa de un accidente. Por ejemplo, el caso de un obrero golpeado por un madero sobre la espaldaQ él no sufre consecuencias físicas pero al tiempo le aparece un dolor en la espalda ) se suma a eso una parálisis en un bra1o ) toda una serie de síntomas relacionados con el golpe aunCue no desde el punto de %ista traumatolgico sino psiCuiátrico. O sea Cue el sentido de trauma en Earcot, más allá de Cue Eable de trauma psíCuico o sEocH ner%ioso, tiene Cue %er con un golpe efecti%o. "n golpe Cue acta ) Cue es efica1, siempre segn Earcot, porCue produce un %acío de representacin. $se sEocH ner%ioso dejaría al sujeto indefenso, sin representacin ) propenso entonces a Cue apare1ca una representacin parasitaria responsable de la alteracin sintomática. Por otra parte, ) paralelamente, plantea Cue tiene Cue Eaber una lesin orgánica Cue a%ale esta alteracin en tanto es orgánica, somática. A esa lesin se la supone funcional o, como también la llama, dinámica. ecesariamente tendría Cue estar afectado el sustrato orgánico, neurolgico en este caso. Earcot tenía la Eiptesis de Cue esa lesin fuera +mínima, por lo cual podía llegar a ser no %isible con los medios de los Cue se disponían en ese momento pero Cue, aseguraba, se iba a tener Cue poder descubrir en algn momento. $sto se corresponde con el método anátomo=clínico: 3
Para este punto, véase el estudio que realiza J. llouc! en llouc! 198", cap. 2.
"
si Ea) manifestaciones de una enfermedad eso está %inculado a una lesin anatmica. ada enfermedad tiene su anatomía patolgica ) su fisiopatología específicas. !!!. $l cuerpo Cue la Eisteria nos ense'a uando Freud se encuentra con las Eistéricas de Earcot =) con Earcot= )a Eabía compartido con /osepE #reuer el relato de lo Cue Eabía ocurrido durante las sesiones de éste con la Cue luego fue llamada Ana O.: los síntomas, la Eipnosis, lo Cue emergía a partir de ésta, la desaparicin de los síntomas. $l EecEo es Cue Freud le cuenta algo de esto a Earcot. $l gran maestro muestra una indiferencia soberana ante ese relato, lo Cue no deja de enfriar el entusiasmo Cue Freud lle% a París, por supuesto Cue no completamente. @ecién en 8;32, %arios a'os después de su eBperiencia en La -alpetriRre, Freud escribe el teBto sobre las diferencias entre las parálisis motrices orgánicas e Eistéricas &Freud 8;32(. $s el mismo a'o en el Cue escribe +-obre el mecanismo psíCuico de fenmenos Eistéricos+, también conocido como +omunicacin preliminar a los +$studios sobre la Eisteria &Freud 8;32=8;35(. $l teBto sobre las parálisis motrices se origin por un encargo Cue Earcot le Ei1o al jo%en Freud durante su estada en París. Le pidi Cue in%estigue, a propsito de la Eiptesis de la lesin funcional mínima, cmo se podría Eacer un diagnstico diferencial entre las parálisis motrices orgánicas e Eistéricas. A'os después, Freud, siguiendo ese camino, reali1a un descubrimiento Cue será una de las piedras basales del psicoanálisis. $ncuentra Cue Ea) otro cuerpo, un cuerpo Cue no es el cuerpo anatmico. $s con%eniente seguir de cerca la argumentacin Cue %a lle%ando a Freud Eacia ese de%elamiento. $l teBto está di%idido en cuatro parágrafos. $l primero tiene un formato médico donde eBpone lo Cue se sabía en ese momento acerca de la anatomía ) la fisiopatología de las parálisis motrices orgánicas, en sus dos formas clínicas: periféricas ) cerebrales. -e trata del modelo, )a conocido en esa época, Cue afirma Cue Ea) una primera neurona motora en la corte1a cerebral ¢ral( ) una segunda neurona motora en la médula ®ulada por la influencia de la primera( Cue es la Cue finalmente iner%a al msculo. Por lo tanto puede Eaber lesin en dos ni%eles: cerebral &la primera
#
neurona( o espinal &la segunda(. Las parálisis Cue se producen en un caso ) en otro son diferentes. La parálisis espinal es una parálisis flácida, detallada ) con otros elementos clínicos Cue la caracteri1an. La parálisis central, o cerebral tiene sus propias características &rigide1, masi%idad, etc.( Ambas son notoriamente diferenciables desde el punto de %ista clínico ) a Freud le importa esta distincin porCue son las centrales las simuladas por la Eisteria 9. Por eso la siguiente pregunta: entre estas parálisis con origen en la corte1a cerebral ) las parálisis Eistéricas Scmo Eacer el diagnstico diferencialT Para responder a esto, enumera una serie de características: las parálisis Eistéricas tienen una delimitacin mucEo más eBacta Cue las orgánicas &Ea) una representacin espacial ) especial en las parálisis Eistéricas(Q también, se encuentra en las parálisis Eistéricas una intensidad eBcesi%a &es interesante esto: la Eistérica siempre %a por demás, sobreacta, siempre está aEí +eBagerando la nota(Q Ea) una distorsin en eso, dice Freud. *ambién subra)a Cue se acompa'an de perturbaciones de la sensibilidad ) Cue, por ltimo, Ea) formas de parálisis cerebral Cue no se encuentran en la Eisteria. Pero el detalle fundamental lo encontramos en algo Cue Freud enuncia así: +slo puede Eaber una anatomía cerebral %erdadera &Freud 8;32, <5(. Freud parte del supuesto de Cue Ea) una anatomía, de Cue Ea) un cuerpo orgánico=biolgico en tanto se %erifican las le)es Cue la biología estudia ) Cue, en tanto le)es naturales, no pueden ser de cualCuier manera. +&U( puesto Cue ella se eBpresa en los caracteres clínicos de las parálisis cerebrales &U(. O sea Cue segn la eBtensin ) la forma de la lesin, es decir, la cantidad de neuronas ) el grupo de neuronas Cue están afectadas, será la forma ) la regin afectada por la parálisis. a) una relacin biuní%oca entre lesin orgánica ) parálisis. $s aEí Cue Freud marca un límite: +&U( ) puesto Cue ella se eBpresa en los caracteres clínicos de las parálisis cerebrales, es e%identemente imposible Cue esta anatomía pueda eBplicar los rasgos distinti%os de la parálisis Eistérica. Por esta ra1n no es lícito eBtraer, respecto de la anatomía cerebral, conclusiones basadas sobre la sintomatología de estas parálisis &Vb.(. o es posible Cue Ea)a una lesin orgánica en la Eisteria porCue las parálisis Eistéricas no se ordenan de esa -e entiende Cue acá lo de +simular tiene el sentido de figurar, representar, ) no el de una intencin conciente de enga'o. "
$
manera, no se constitu)en respetando esas le)es. Así, ante la pregunta de +cuál podría ser la naturale1a de la lesin en la parálisis Eistérica &Vb.(, allí donde +Earcot nos Ea ense'ado &U( Cue es una lesin cortical, pero puramente dinámica o funcional, Freud se'ala Cue de ser así +es necesario Cue las parálisis producidas por las lesiones de este orden compartan en un todo los caracteres de la parálisis orgánica &Freud 8;32, <4, subra)ado mío(. Pero esto es justamente lo Cue la clínica demuestra Cue no ocurre. Wue si bien las parálisis Eistéricas +simulan a las cerebrales, no lo Eacen +en un todo sino de una manera distorsionada, casi pardica. Freud, ante esta comprobacin, da un salto: +)o afirmo, por el contrario, Cue la lesin de las parálisis Eistéricas debe ser por completo independiente de la anatomía del sistema ner%ioso puesto Cue la histeria se comporta en sus parálisis y otras manifestaciones como si la anatomía no existiera, o como si no tuviera noticia alguna de ella &Vb., subra)ado de Freud(. lo reafirma: +la
Eisteria es ignorante de la distribucin de los ner%ios ) por ello no simula las parálisis periferoespinales o de pro)eccinQ no tiene noticia del Cuiasma de los ner%ios pticos, ) en consecuencia no produce la Eemianopsia. Toma los órganos en el sentido vulgar, popular del nombre que llevan. La pierna es la pierna Easta la insercin de la caderaQ el bra1o es la eBtremidad
superior tal como se dibuja bajo los %estidos &íb., subra)ados míos(. o es el cuerpo anatmico porCue si comparamos el territorio iner%ado con la 1ona de parálisis, no encontramos las coincidencias necesarias para suponer la lesin funcional mínima Cue postulaba Earcot. Pero si no coinciden los recortes Cue produce la parálisis Eistérica con los cortes Cue conocemos por la anatomía, si esos cortes pasan por otros lugares ) entonces un bra1o tiene una forma ) límites di%ersos en un caso ) en otro, es Cue estamos frente a un cuerpo Cue no es el Cue la medicina nos ense'a. $s un cuerpo otro, el Cue la Eisteria nos ense'a. La pregunta Cue se Eace Freud, justamente, es Sde Cué cuerpo se trata entoncesT $l siguiente capítulo de este teBto aclara esta pregunta...) abre %arias más. !X. $l cuerpo de la representacin Freud podría Eaber terminado su teBto en ese punto conclu)endo Cue Earcot, lamentablemente, no tenía ra1n. SPor Cué proseguir, sin embragoT Lo decisi%o es Cue Freud se pregunta cuál será
%
la lesin en tanto no deja de pensar Cue debería Eaber alguna: si el síntoma se muestra, algo debe causarlo. Por eso el teBto contina ) puede formular una no%edad Cue tendrá consecuencias en la fundamentacin de la incipiente práctica del psicoanálisis. $sa cuarta parte del teBto comien1a con un propsito mu) claro: +!ntentaré, por ltimo, desarrollar cómo podría ser la lesin Cue es causa de las parálisis Eistéricas Lo Cue %a a plantear es Cue,
dado Cue no puede tratarse de una lesin orgánica, lo Cue está lesionado &en el sentido de alterado, trastornado( es algo del orden de la representación del cuerpo. -e pasa entonces, ) es Freud Cuien lo dice, al +terreno de la psicología, ineludible cuando uno se ocupa de la Eisteria &Freud 8;32,
asociaciones &Freud 8;32, <;(. Freud ubica a la lesin a ni%el de los neBos asociati%os entre representacionesQ se forja la idea de una lesin Cue no tiene nada de orgánico, es otro tipo de lesin o también, es otro modo de pensar el mecanismo de formacin de síntomas. "n modo de pensar el mecanismo Cue alberga la posibilidad de un sujeto Cue no es efecto de la anatomía sino de la coneBin &o desconeBin( de las representaciones. Allí donde Earcot postulaba Cue en la anatomía +%erdadera tendríamos Cue encontrar necesariamente una lesin =incluso cuando plantea la cuestin del trauma en relacin a una
8
ausencia de representacin, no deja de pensarlo en términos de locali1aciones cerebrales, aunCue no se le escapa Cue se trata de cuestiones psicolgicas=, la originalidad de Freud consiste en romper con la idea de una lesin acorde a una locali1acin cerebral, lo cual le permite abrirse a otras topologías, otros modos de concebir el espacio corporal &) también el +psicolgico(. @etomemos la argumentacin de Freud: si no encontramos esa lesin orgánica tendremos Cue suponer otra. Lo Cue Freud tiene como e%idencia es Cue clínicamente el síntoma Eistérico no responde a esa anatomíaQ es más, se comporta como si esa anatomía no eBistiese, desconociéndola. $s interesante cmo sita el desconocimiento, en tanto Ea) algo Cue es no sabido en dos ni%eles: por un lado, este desconocimiento de la anatomía, ) por otro Cue esta representacin &separada de las otras( pasa a ser una representacin ignorada por el resto de las representaciones ) por ende ignorada por el suj eto. Freud apela a +ejemplos tomados de la %ida social 5. Dice: +uentan la cmica Eistoria de un sbdito real Cue no Cuería la%ar su mano porCue su soberano la Eabía tocado. $l neBo de esta mano con la idea del re) parece tan importante para la %ida psíCuica de este indi%iduo, Cue él se reEsa a Eacer entrar esa mano en otras relaciones -e trata allí de una representacin Cue es arrastrada por otra a formar parte de un círculo apartado de las demás. o es casual Cue Freud tome esta Eistoria como ejemplo porCue el @e) no es cualCuiera 4 sino alguien Cue para el sbdito es due'o del cuerpo, el Cue lo nombra ) el Cue lo mantiene. $n ese +no me la%o más la mano, ese fragmento del cuerpo, marcada por el Otro, aEora le pertenece ) deja de estar a disposicin del sujeto. Pero si el cuerpo +propio puede ser marcado ), en alguna medida, sustraído por Otro, es Cue también Ea) algo del cuerpo Cue es entregado al Otro. SPor CuéT Freud lo dice claramente: +por una %aloracin afecti%a. $sta parte del teBto resulta de gran interés. A partir del Eombre Cue no Cuería la%arse la mano real=i1ada por ese contacto real, Freud dice: +A la misma impulsin #
&s un ras'o (etodol)'ico en *reud el to(ar ele(entos de la vida co+diana, en este caso un c!iste, co(o
ele(entos probatorios de su ar'u(entaci)n. tro (odo de entrar en an+no(ia con el es+lo cien-co que descalicaba estos ele(entos. $
/o(o vea(os al inicio al !ablar del par+cular trato que reciben los cuerpos de al'unos rees.
9
obedecemos si rompemos el %aso en Cue bebimos a la salud de los recién casadosQ cuando las tribus sal%ajes antiguas Cuemaban, junto con el cadá%er del jefe muerto, su caballo, sus armas ) an sus mujeres, obedecían a esta idea: nadie debía tocarlas luego de él. otemos Cue en todos estos casos Ea) algo Cue está sustraído al comercio comn, al intercambio comn. ontina diciendo: +$l moti%o de todas estas acciones es Earto claro. $l %alor afecti%o Cue atribuimos a la primera asociacin de un objeto repugna a Eacerla entrar en asociacin nue%a con otro objeto ), a consecuencia de ello, %uel%e inaccesible a la asociacin la idea de ese Zprimer[ objeto &Freud 8;32, <;(. un poco más adelante: + El brazo estará paralizado en proporción a la persistencia de este valor afectivo o a su disminución por medios psíquicos apropiados . Acá el salto Cue da Freud es más
notorio ), podríamos decir, más cargado de intencin. AEora, no es simplemente una cuestin de asociaciones de ideas sino Cue se trata de un %alor afecti%o Cue es lo Cue genera Cue estas asociaciones se den de una forma o de otra, o de Cue Cueden interrumpidas en un sentido ) se abran en otros. Freud se da cuenta Cue no se trata de una falla del pensar &lo Cue Eo) se llamaría un trastorno o un déficit cogniti%o(, de un trastorno de la ra1n. Freud no dice Cue se asocia mal en tanto se trataría de una des%iacin del recto pensar sino Cue afirma Cue eBiste otro modo de ra1onar en tanto Ea) un +%alor afecti%o Cue se suma e inter%iene en ese pensar. "n poco más adelante Eabla de +asociacin subconsciente &no ol%idemos Cue se trata de un teBto de 8;32, Cuedaban mucEas cosas por definir ) conceptuali1ar en ese psicoanálisis in statu nascendi ( cuando dice: +la concepcin del bra1o eBiste en el sustrato material pero no es accesible para las asociaciones e impulsiones conscientes porCue toda su afinidad asociati%a, por así decir, está saturada e una asociacin subconsciente con el recuerdo del suceso, del trauma productor de esa parálisis &Freud 8;32, <3(. otemos Cue el término trauma adCuiere en este conteBto un %alor totalmente distinto al Cue le otorgaba Earcot ) la neurología de su época en general. $l trauma )a no tiene por Cue ser un golpe en el sentido físico del término, puede tratase de Cue el re) le toCue sua%emente, casi imperceptiblemente, una mano. inguna situacin catastrfica &sal%o Cue consideremos el término como lo Eace @. *Eom( sino algo en lo cual una representacin es tomada por otra o por otro orden &de representacin(.
10
Lo fundamental es Cue algo se %uel%e inaccesible para el sujeto. a no puede ni dominarlo ni manejarlo ni modificarlo &o sea Cue el síntoma no se %a a poder modificar por medios conscientes, Ea) aEí algo Cue %iene de otro lado(. Freud termina diciendo, acorde a lo Cue Eabía alcan1ado a elaborar a esta altura, Cue la sugestin Eipntica sería efica1 en este caso. X. La anatomía como metáfora @ecalCuemos Cue el salto, Cue implica una ruptura, tiene Cue %er con este pasaje de una anatomía científica a una anatomía %ulgar, de una anatomía uní%oca a una anatomía eCuí%oca ) metafrica. $se cuerpo Cue la Eisteria nos muestra se guía por otros reparos, por ejemplo sigue las marcas de la %estimenta. $l bra1o, en este sentido, se eBtiende de la sisa Easta el pu'o, lo cual no tiene nada Cue %er con lo Cue es el territorio neurolgico de lo Cue la medicina define como +bra1oQ asimismo, la pierna es la pierna del pantaln o donde marca la ropa algn borde. $sto nos permite anticipar un corolario de estos desarrollos del psicoanálisis acerca del cuerpo: el cuerpo es una vestimenta . $l cuerpo subjeti%o es la primera %estimenta Cue tenemos &), en algn sentido, la nica(. $l primer paso de Freud para poder elaborar un modo psicoanalítico de pensar el cuerpo &a partir del síntoma ) de su teoría de la etiología seBual de las neurosis( es esta anatomía %ulgar Cue está determinada por el %alor afecti%o de las partes del cuerpo. O sea Cue el cuerpo es un conjunto de fragmentos>representaciones reunidos &o segregados( segn el %alor afecti%o Cue adCuiere cada uno de ellos. -e trata así de al menos dos cuerpos siendo Cue ninguno de los dos es el cuerpo biolgico: por un lado está la representacin del cuerpo &en rigor, un conjunto de representaciones( ) por otro algo de un afecto &Cue también Eace cuerpo en tanto ese afecto está ligado a la seBualidad( Cue marca a esos fragmentos ) les d a un modo de ordenarse. $l siguiente paso consiste en plantear Cue este afecto es un +monto de afecto para luego ser articulado en términos de seBualidad &el afecto es interés seBual(. La energía de ese afecto tiene Cue %er con la seBualidad. $l cuerpo, en esa dimensin sintomática, se perfila como una metáfora de la seBualidad. Freud )a lo pensaba cuando lleg a París ) por eso lo sorprendi &) a la %e1 afian1 sus Eiptesis( cuando escucEaba, de di%ersas maneras, Cue allí se decía 6pero no se escribía ni se publicaba= Cue +se trata siempre de la cosa genitalUsiempreUsiempre\ &Freud 11
8389, 82(. O cuando el célebre gineclogo ErobaH, Eablando de una paciente Cue padecía unos síntomas gra%ísimos ) Cue parecía intratable, le dice por lo bajo a Freud: +S-abe lo Cue pasaT $sta mujer se cas Eace 8; a'os ) está igual Cue el día Cue se cas. $l marido es absolutamente impotente. +S$ntoncesT, pregunta Freud. +abría Cue recetarle penis normalis, dosim repetatur &!b, 89( Freud se sorprende al escucEar estas confesiones ) se pregunta: si lo saben, Spor Cué no lo dicenT $n %erdad, fue Freud Cuien se encarg de decirlo, de tomar esa línea de indagacin ) lle%arla lo más lejos posible. $s a partir de eso Cue Freud reali1a sus primeras consideraciones acerca del síntoma Eistérico. o deja de plantear una causalidad de tipo traumática, pero lo traumático )a no consiste en Cue alguien sea golpeado por una %iga en la espalda o sufra un accidente ferro%iario sino Cue lo traumático toma %alor de tal por tratarse de un trauma seBual. $s sorprendente lo temprano Cue surge en Freud la apreciacin del trauma como seBual e infantil. a en +Las neuropsicosis de defensa &Freud 8;39( está claramente planteado. Luego Freud modulará esta teoría traumática ubicando entre el trauma ) el síntoma la dimensin de la fantasía. Pero no desecEa el punto de lo traumático, conser%ando de Earcot la idea de Cue el trauma ocasiona un %acío de representacinY, pero al eBtraer esa idea del campo de lo neurolgico la nocin de un %acío de representacin deja de tener una resonancia fisiolgica ) pasa a mentar la dimensin de lo imposible.
X!. La seBualidad en los síntomas Freud descubre Cue la seBualidad opera en la génesis de los síntomas de la Eisteria, pero no slo en los síntomas de la Eisteria. Por ejemplo, Eabía una enfermedad, la neurastenia, mu) renombrada en esa época ; para la cual se planteaba eBplícitamente una etiología %inculada con la seBualidad. -e la relacionaba &desde antes de Cue Freud se ocupara de ella( con cierta práctica %
Mantendrá esta idea Easta sus ltimos teBtos, %. gr. +Moisés ) la religin monoteísta.
Las nosologías tienen modasQ como la ropa, en un momento %isten bien ) pasado un tiempo se dejan de usar. o) día, por ejemplo, nadie Earía un diagnstico de parafrenia en sentido Hraepeliniano o de psicastenia o de neurosis de angustia. 8
12
eBcesi%a de la masturbacin. Freud tiene en cuenta los síntomas de la neurastenia al tiempo Cue piensa la Eisteria ) Cue elabora, en sus teBtos entre 8;39 ) 8;34, esta suerte de teorema freudiano Cue Eace del síntoma Eistérico &) de las neuropsicosis de defensa en general( u n efecto del trauma seBual e infantil Cue retorna como recuerdo desfigurado ) se plasma como tal en la forma Cue el síntoma adCuiere. La consideracin de la neurastenia lo lle%a a suponer Cue Ea) otros síntomas Cue si bien se parecen a los Eistéricos ) también tienen Cue %er con la seBualidad, no son Eistéricos ) deben ser distinguidos tanto clínicamente como psicopatolgicamente. $labora entonces una primera clasificacin Cue distingue dos modos de Eacerse síntoma la seBualidad ) por ende dos grupos de síntomas. $s así Cue distingue las neuropsicosis de defensa de las neurosis &actuales(, inclu)endo en estas ltimas a la neurastenia ) particularmente un cuadro Cue describe ) eBplica ) al Cue bauti1a como +eurosis de Angustia &Freud 8;35(. La fundamentacin de esta separacin se encuentra en una teoría de la seBualidad Cue, %eremos, a)udará a ubicar la nocin de cuerpo en este momento de la elaboracin freudiana. $sa teoría seBual se fue perge'ando en la correspondencia con Fliess. $l Y de enero de 8;35 Freud en%ía una carta a I. Fliess Cue inclu)e un teBto Cue conocemos como +Manuscrito ] &Freud 835<, 23(. Figura aEí un gráfico en el Cue esCuemati1a la teoría seBual tal como la piensa en ese momento ) tal como la proseguirá a lo largo de a'os, aunCue por supuesto con %ariantes, agregados ) correcciones 3. $l esCuema consiste en dos líneas Cue se cru1an perpendicularmente en forma de cru1 delimitando cuatro sectores. La línea %ertical indica la di%isin entre el interior ) el eBterior, el )o ) el no=)o, ) una línea Eori1ontal separa lo psíCuico de lo somático. $n lo somático +interior &abajo a la i1Cuierda( Freud ubica un rgano &del cual no da demasiadas precisiones ni definiciones( Cue es emisor ) receptor: en%ía los estímulos seBuales Cue en él se generan a un centro espinal ) el centro espinal los en%ía a lo psíCuico &una %e1 atra%esada la barrera entre un sector ) otro(, Cue se representa mediante redes de representaciones asociadas entre sí. $sta manera de tomar ideas o teBtos ) luego proseguir con ellos mediante el uso de a'adidos, recortes, agregados, rectificaciones, tan propio del método freudiano ) coEerente con la lgica del psicoanálisis como práctica, es particularmente notorio en lo Cue ata'e a las teorías sobre la seBualidad, Cue necesariamente implican al cuerpo en %arias de sus dimensiones. "n teBto donde manifiestamente opera este método es +*res ensa)os para una teoría seBual, &Freud 83<5( Lo fragmentario, sustituible, efímero ) también inconmo%ible del cuerpo se plasma en la construccin de este corpus teBtual. 9
13
A partir de estos elementos Freud supone una secuencia Cue tiene su punto de inicio en lo Cue él llama la produccin de +tensin seBual somática o eBcitacin seBual somáticaQ tensin en términos de diferencia de potencial Cue genera un deseCuilibrio. La nocin de Eomeostasis está presente aCuí 6Ea) Cue tener en cuenta Cue era una idea mu) considerada en la época. La tensin seBual somática se genera +naturalmente o espontáneamente ) se constitu)e como un estímulo para la %ida psíCuica. Freud dice Cue Eace presin, Cue pulsiona SdndeT $n el límite entre lo psíCuico ) lo somático8<. $sa fuer1a tiene Cue %encer una resistencia, la +resistencia de conduccinQ o sea Cue para pasar esta barrera tiene Cue llegar a un cierto ni%el ) recién aEí se ligará a representaciones &en lo psíCuico( para así con%ertirse en +tensin seBual psíCuica. Xemos entonces Cue Freud piensa una seBualidad en dos tiempos: de inicio Ea) una seBualidad somática Cue luego puede llegar a tener estatuto psíCuico, generándose así +un estado psíCuico de tensin libidinosa. @ecién aEí aparece el término libido, en relacin a esta tensin seBual psíCuica, algo Cue tiene Cue %er con el orden de la representacin. $s esta psicologi1acin de lo seBual, si podemos decirlo así, lo Cue genera un esfuer1o por cancelar esa tensin. SDe Cué maneraT #uscando un objeto en el eBterior, en el no=)o. $se objeto, con%ertido en el objeto seBual Cue puede encantar, seducir, Eabrá Cue lle%arlo a una +posicin fa%orable pasando del cuadrante de arriba a la derecEa al de abajo a la derecEa, o sea de lo eBterior &no=)o( psíCuico a lo eBterior somático. Wue pase a ese otro cuadrante, abajo a la derecEa, implica Cue a ese objeto Ea) Cue darle algn cuerpo, Ea) Cue ponerlo en concordancia con lo somático. -i no sucede así no se da lo Cue Freud llama +la accin específica Cue produce el ali%io de la tensin somática ) consecuentemente también el ali%io de la tensin a ni%el psíCuico. Freud agregará Cue Ea) dos maneras en Cue esta tensin seBual se puede descargar. "na es la Cue muestra el esCuema =al modo de un arco reflejo complejo= donde el punto problemático es la cuestin de la accin específica. $s decir si es Cue Ea) algo Cue específicamente podría resol%er la otemos Cue encontramos a esta altura lo Cue será la definicin de Freud de +la pulsin como eBigencia de trabajo para lo psíCuico &Freud 8385(. Así como la de pulsin como concepto límite entre lo psíCuico ) lo somático. Por lo Cue la pulsin no es la tensin seBual somática pero tampoco es eBactamente la tensin seBual psíCuicaQ la pulsin está en este límite, en el salto, en el traspaso mismo de un registro al otro. $l límite no en sentido físico o anatmico sino Cue la pulsin &ese concepto límite( es ese momento en Cue Ea) un salto ) allí se produce un cambio cualitati%o de lo Cue funciona entre lo somático ) lo psíCuico. 10
1"
tensin seBual psíCuica88. Pero Ea) otra manera de ali%iar la tensin seBual: puede ocurrir Cue esa accin específica no se produ1caQ o puede ocurrir Cue Ea)a un incremento de tensin seBual somática ) Cue lo psíCuico no le Eaga lugar. $ntonces, la tensin seBual somática se descarga somáticamente, aEora bajo la forma de angustia, sin pasar por lo psíCuico. $ste es el fundamento
psicopatolgico del cuadro Cue Freud, en 8;35, propone distinguir de la neurastenia ) llamar +neurosis de angustia. Puede así establecer Cue Ea)a síntomas Cue se manifiestan a ni%el de lo somático &como también ocurre en las con%ersiones Eistéricas( pero Cue no tienen Cue %er con una representacin despla1ada sino con otro mecanismo donde, justamente, ese circuito no se efecta. La idea de Freud es Cue se ocasiona algn tipo de bloCueo en ese pasaje de lo somático a lo psíCuico, por alguna ra1n. Para llegar a ese argumento, primero Freud Eace una lista de casos en los Cue la accin específica no se reali1a, produciéndose estasis libidinal. $sa lista es sorprendente, por la amplitud de poblacin Cue abarca. Wuiénes estarían afectados por esta falta de la accin específica inclu)en, entre las mujeres, a las %írgenes o las adolescentes porCue no tienen acti%idad seBualQ las recién casadas porCue por su escasa eBperiencia no disponen de las representaciones para lo seBualQ las casadas cu)os un maridos padecen de e)aculacin preco1 o con potencia mu) disminuidaQ las casadas cu)os maridos, con buena potencia, practican el coitus interruptus &o también el coito normal( sin miramiento por la satisfaccin de la mujer. $ntonces, %írgenes, recién casadas, casadas con maridos impotentes o con maridos potentes, a lo Cue se suman %iudas ) abstinentes %oluntarias ) las Cue están en el climaterio. SWuiénes estarían eBentas de padecer neurosis de angustiaT Prácticamente ninguna. Por otra parte, entre los %arones figuran: los abstinentes %oluntarios, los casos de eBcitacin frustránea, los Cue practican el coitus interruptus
11
on respecto a la idea de una +accin específica mediante la cual debería satisfacerse esa tensin seBual, Eabrá Cue aguardar a un teBto de 838< titulado +-obre el Psicoanálisis sil%estre &Freud 838<( donde dirá Cue no es correcto el planteo de Cue el coito resuel%e el problema Cue la seBualidad le plantea al sujeto. Dice, entre otras cosas, Cue puede Eaber insatisfaccin donde no falte comercio seBual normal ) de EecEo la Ea) porCue la satisfaccin toma la %ía del síntoma. $n %erdad, )a en +*res ensa)osU, podemos leer Cue Freud parece Eaber ol%idado todo lo referente a la +accin específica. De EecEo, Cue la angustia también sea una descarga anula la especificidad de esa accin.
1#
con o sin miramientos por la satisfaccin de la mujer ) los ancianos, Cuienes Cuieren pero no pueden. *ambién una larga lista Cue abraca a buena parte de la poblacin masculina. Llegado a este punto, Freud reconoce Cue la cantidad de personas afectadas por estas causales supera en mucEo a las Cue efecti%amente enferman. -upone entonces Cue debe Eaber causas coad)u%antes Cue Eacen a Cue la ausencia de accin específica sea una condicin necesaria pero no suficiente para Cue una neurosis de angustia se presente. $ntre las causas coad)u%antes, una importante para Freud es la Cue denomina +insuficiencia psíCuica, Cue consiste en Cue lo psíCuico no atiende, no Eace lugar a los reCuerimientos de la tensin seBual somática, no se presta a responder a esta eBigencia de trabajo Cue le demanda. Freud sita allí factores Cue en %erdad son mu) actuales, como por ejemplo tener Cue cumplir tareas mu) duras ) agotadoras. $sto es mu) parecido a lo Cue Eo) llamaríamos +stress, alguien Cue está +con la cabe1a en otra cosa ) no tiene tiempo de ocuparse del seBo ) del cuerpo. a Freud ad%ertía Cue Ea) algo en la %ida moderna Cue tiende a eBcluir al cuerpo en su dimensin de goce. Los llamados +síntomas contemporáneos pueden ser tomados como modos de retorno de esa dimensin del cuerpo recEa1ada por ciertas características de la cultura técnico=científica. X!!. Lo miBto del síntoma: la perla ) el grano de arena os interesa subra)ar Cue Freud sostiene en este momento =) lo seguirá Eaciendo= Cue eBisten dos tipos o modos de síntomas Cue caracteri1an respecti%amente a las neuropsicosis de defensa ) las neurosis simples, más Eabitualmente llamadas neurosis actuales. *ienen algo en comn: ambos tienen Cue %er, en lo Cue las origina, con la seBualidad. La diferencia se da en Cue en las neuropsicosis de defensa Ea) un conflicto entre grupos de representaciones, en tanto en las neurosis actuales se trata de un impacto de la seBualidad no mediada por representaciones. $l mecanismo de formacin de síntomas de las neuropsicosis de defensa supone un conflicto generado cuando en algn momento de la %ida del sujeto irrumpe una representacin intolerable ligada a un monto de afecto &Freud 8;34(. @esulta intolerable o inconciliable para el )o, por lo Cue éste intenta recEa1arla ) al no lograrlo, trata de ol%idarla. Freud Eace notar Cue una %e1 Cue esto aparece no se puede %ol%er sin más al estado anterior sino Cue es necesario darle algn tipo de 1$
tratamiento a eso Cue Ea irrumpido. $l mismo consiste en restarle el monto de afecto, a resultas de lo cual la representacin se reprime ) el afecto desligado se despla1a, en el caso de la Eisteria, al cuerpo dando lugar al síntoma con%ersi%o. omo )a se'alamos, lo somático se Eace presente en otra perspecti%a. PorCue en el caso de la con%ersin Eistérica, ese monto de afecto no %a a cualCuier parte del cuerpo sino a una representacin del cuerpo Cue está ligada asociati%amente de alguna manera a esa representacin Cue se Ea %uelto intolerable. O sea, no es al cuerpo de manera inmediata sino a cierta representacin de una parte del cuerpo Cue está tomada en el círculo de representaciones afectadas por el conflicto. $sto está en la misma línea del ejemplo del sbdito al Cue el re) le da la mano a partir de lo cual esa mano Cueda eBcluida como representacin en relacin al resto. Lo +psíCuico refiere así a todo lo Cue tiene Cue %er con esa coneBin ) dinámica de las representaciones, en sus juegos de enlaces ) desenlaces. -i Ea) representacin, Ea) mediacin psíCuica. $n este circuito algo de lo seBual, ) de lo somático, es intermediado. Lo psíCuico, entonces, es también la Eistoria del sujetoQ porCue para Freud lo psíCuico implica Cue esas representaciones se %an inscribiendo en una cierta sucesin ) sobre todo lle%ando marcas Cue jalonan la %ida del sujeto. Lo cual implica Cue Ea) seBualidad ) neurosis infantiles, a esta altura %inculadas por las eBperiencias traumáticas. uando escribe el Manuscrito ] Freud toda%ía no Ea construido la nocin de inconsciente. Ad%endrá posteriormente, aunCue está en germen en la idea de Cue las representaciones dentro de lo psíCuico están di%ididas en dos, repartidas en al menos, dos lugares. Lo psíCuico es, entonces, esa di%isin misma. Lo Cue nos importa aEora es Cue en la Eisteria este monto de afecto se despla1a a otra representacin del cuerpo conectado asociati%amente con la Cue fue reprimida. $l cuerpo en el Cue se imprime la 1ona Eistergena es un cuerpo de representacin, un cuerpo Cue está construido, armado por una coneBin de representaciones. $ste es el cuerpo del síntoma de las neuropsicosis de defensa ) también de lo Cue luego será neurosis de transferencia 8. ombre Cue tomarán más adelante algunas de las neuropsicosis de defensa. $specíficamente, la Eisteria, la neurosis obsesi%a ) Easta cierto punto la fobia. Las psicosis, a partir de la introduccin del narcisismo como 12
1%
Así ocurre del lado de la Eisteria. $n la neurosis obsesi%a el monto de afecto se despla1a no al cuerpo sino a otra representacin ) aparentemente Cueda en el ámbito de lo mental, de lo puramente psíCuico, no se trataría allí de una representacin corporal. o eBiste ese +enigmático salto de lo psíCuico a lo somático. -in embargo, es claro Cue para Freud el obsesi%o padece en el cuerpo porCue esa representacin aparentemente tan mental, tan +intelectual, tan )oica tiene todo Cue %er con lo pulsional por lo Cue ese +pensar es una acti%idad ertica Cue %ela sus orígenes ) sus fines. Lo Cue la psiCuiatría plantea en términos de trastorno ideati%o es algo Cue, en ltima instancia, tiene Cue %er con el erotismo, ) especialmente con el erotismo anal. Xemos entonces Cue el EecEo de Cue la energía seBual sea ligada por las representaciones no supone Cue se e%ite el conflicto. a sea porCue se generan conflictos entre representaciones, )a sea porCue siempre algo de esa energía seBual Cueda no ligado, libre. $n ambos casos el efecto es el retorno sintomático de eso Cue no se ajusta. $l segundo modo de formacin de síntomas a partir de la seBualidad son los síntomas de las neurosis actuales. omo %imos, la energía seBual somática Cue no se liga a representaciones tiene una descarga inadecuada o se descarga bajo la forma de angustia. $sto se combina con otro gran descubrimiento clínico de Freud: Cue Ea) toda una serie de síntomas somáticos, a los cuales llama +eCui%alentes somáticos de la angustia &Freud 8;35(, cu)a funcin es la de tener una eCui%alencia &econmica, no se trata acá de ninguna significacin( con la angustia en tanto modo de descarga libidinal. $ntre los grupos sintomáticos de la neurosis de angustia Freud distingue estos eCui%alentes de la angustia Cue son síntomas en el cuerpo: diarrea, cefalea, mareos, parestesias, taCuicardia, nauseas, Eambre insaciable, perturbaciones de la respiracin, oleadas de sudor, temblores, estremecimientos, %értigo, ) otros más 82. Lo peculiar es Cue, en las neurosis de angustia, son síntomas somáticos Cue se acompa'an de angustia o incluso Cue, ) esto es lo más rele%ante, a %eces pueden por sí mismos rempla1ar el desarrollo de la angustia. Por ejemplo,
efecto de la lectura de las memorias de -cEreber, pasan a formar parte de otro grupo. Los síntomas de la neurastenia también eran síntomas fundamentalmente somáticos pero distintos. Por ejemplo, constipacin &donde en la eurosis de Angustia Ea) diarrea(, o también cefaleas pero de otro tipo. 13
18
puede aparecer solamente taCuicardia o mareo sin Cue Ea)a manifestacin de angustia como talQ o sea, la angustia puede estar totalmente encubierta por el síntoma somático. Xemos Cue en este segundo caso aparece un cuerpo Cue se acerca al anatmico pero Cue no termina de serlo porCue está modulado e impactado por algo de lo seBual Cue, por más +somático Cue sea en su origen, %a en busca de lo psíCuico, ) porCue no lo encuentra termina trope1ando con ese destino de angustia. -i la energía seBual no es recibida por lo psíCuico entonces %uel%e a ese soma, aunCue )a de otra manera, transformada en otra cosa: en un sustituto del orgasmo. $s interesante Cue Ea)a una suerte de segundo grado del impacto de lo seBual Cue son estos síntomas somáticos donde )a no se trata slo de la angustia como tal sino de sus eCui%alentes. Obser%emos Cue Ea) un despla1amiento pero no al modo de la metáfora: es la misma energía, pero plasmada de otra manera. a) eCui%alencia porCue Ea) un mismo %alor, o sea Cue se cumple una misma funcin econmica. La cuestin de la significacin Cueda por fuera de este recorrido, al menos en este recorte. $sta dualidad nosolgica =las neurosis actuales ) las neuropsicosis de defensa= será sostenida por Freud a lo largo de toda su obra. se acompa'a de otra pregunta: SWué %inculacin tienen entre sí las neurosis actuales ) las neuropsicosis de defensaT Freud, en 8;35=8;34, responde planteando Cue eBisten las +neurosis miBtas 6) poco después dirá Cue todo síntoma neurtico se constitu)e segn esta miBtura. $n el apartado sobre la Eisteria de +ue%as puntuali1acionesU, al Eablar del efecto retardado del traumatismo seBual infantil, dice en un momento: +La etiología de las dos neuropsicosis de defensa presenta el siguiente neBo con la etiología de las dos neurosis simples Zasí llama en ese momento a las neurosis actuales[, la neurastenia ) la neurosis de angustia. $stas dos ltimas son efectos inmediatos de las noBas seBuales mismas, segn lo eBpuse en 8;35 en un ensa)o sobre la neurosis de angustiaQ ) las dos neurosis de defensa son consecuencias mediatas de influjos noci%os seBuales Cue sobre%inieron antes del ingreso en la madure1 seBual, o sea, consecuencias de las Euellas mnémicas psíCuicas de estas noBas &Freud 8;34, 84;(. -igue diciendo: +Las causas actuales productoras de neurastenia ) neurosis de angustia desempe'an a menudo, 19
simultáneamente, el papel de causas suscitadoras de las neurosis de defensa. Xemos Cue ambos mecanismos se entrecru1an. prosigue: +por otro lado, las causas específicas de las neurosis de defensa, los traumas infantiles, establecen al mismo tiempo el fundamento para la neurastenia Cue se desarrollará luego. $l pasaje Cue citamos conclu)e así: +tampoco es raro el caso de Cue una neurastenia o una neurosis de angustia no sean mantenidas por influjos noci%os seBuales actuales, sino slo por el continuado recuerdo de traumas infantiles &Freud 8;34, 843(. $s decir, plantea Cue Ea) neurosis de angustia Cue se perpetan en el tiempo aun cuando el problema referido a la accin específica se resuel%e &%. gr. el marido deja de practicar el coitus interruptus(. Freud dice Cue en ese caso el síntoma se mantiene por otras ra1ones Cue se %inculan con el recuerdo del trauma seBual infantil 89. $s importante se'alar Cue aunCue Ea)a un cruce entre ambas modalidades de formacin de síntomas, éstas no se eCuiparan ni se igualan. $s enriCuecedor pensar ambos mecanismos coincidiendo en la formacin de ambas formas de síntomas, dado Cue permite concebir dos caras o dos aspectos del síntoma. Freud mantendrá esta manera de pensar los síntomas en %arios momentos posteriores. Por ejemplo, el teBto acerca de las perturbaciones psicgenas de la %isin &Freud 838
20
constri'a a renunciar al distingo entre neurosis actuales ) psiconeurosis. O sea, Freud sigue sosteniendo esta distincin Cue es una distincin entre estas dos maneras de presentarse el cuerpo. -igue diciendo: +o sigo %iendo las cosas como se me aparecieron al comien1o, Eace más de 85 a'os: las dos neurosis actuales &U( prestan la solicitacin somática para la psiconeurosisQ les ofrecen el material de eBcitacin Cue luego es psíCuicamente seleccionado ) re%estido de suerte Cue, eBpresado en términos generales, el ncleo del síntoma psiconeurtico =el grano de arena en el centro de la perla= está formado por una eBteriori1acin seBual somática &Freud 838, 5Y(. Freud dice Cue, si pensamos el síntoma neurtico con esta lgica, el grano de arena Cue forma la +perla psiconeurtica es un grano deU neurosis actual. O sea: de esta tensin seBual somática no mediada por representaciones. Por ejemplo, la solicitacin somática, Cue Freud en Dora propone como una cuestin constituti%a &como una 1ona sensible en la garganta Cue a partir de eso se con%ierte en lo Cue da apo)o ) soporte a la constitucin del síntoma(. Lo Cue es recubierto es algo Cue opera como una injuria, una noBa, en tanto es algo eBterno, eBtra'o ) Eeterogéneo al cuerpo de la ostra, aunCue de alguna manera terminará formando parte indisoluble de ese cuerpo. "n cuerpo eBtra'o Cue Eace cuerpo a partir de un encuentro Cue no podemos menos Cue llamar traumático. $sta manera de formular el cuerpo del síntoma es en %erdad un modo de plantear el cuerpo en psicoanálisis en sus dimensiones clínicas. Pero Ea) algo más para eBtraer de esta metáfora ) es cmo estos dos cuerpos se combinan, manteniendo su Eeterogeneidad, en el síntoma neurtico. $n primer término, no hay perla sin grano de arena: para Cue se produ1ca la perla neurtica debe Eaber un grano de arena Cue
impacta también en el cuerpo. -e trata entonces de un cuerpo eBtra'o en el cuerpo propio. Pero, en segunda instancia, también podemos decir Cue no hay grano de arena sin perla: o sea Cue estos síntomas actuales, estos síntomas de las neurosis actuales Freud los articula con los síntomas neurticos ) no dejan de estar sostenidos ) soportados por algo de lo representacional, de la Eistoria del sujeto, de las marcas significantes Cue soportan ) sostienen ese conflicto aEí. Pero esto no anula=más bien remarca= la diferencia insal%able entre el grano de arena &la cara real del síntoma( ) las capas de la perla &la cara simblica del síntoma(.
21
Al decir Cue tampoco Ea) grano de arena sin perla apuntamos a Cue nada sabríamos del grano de arena sin esa perla. Wue si el síntoma actual persiste &e insiste( es por la inter%encin de otros factores Cue no son solamente actuales sino Cue se entrela1an con la Eistoria ) las marcas del sujeto. $ste planteo abre la posibilidad de pensar lo anali1able de los síntomas actuales así como de la transformacin, en un campo transferencial, de lo Cue se presenta como un síntoma actual en un síntoma neurtico. X!!!. onclusiones: con Freud ) &un poco( más allá @ecapitulando, Eemos %isto cmo encontramos en Freud al menos dos cuerpos, o más estrictamente dos dimensiones clínicas ) tericas para ese fenmeno llamado cuerpo. La primera de estas dimensiones es el cuerpo representado. $ste cuerpo es el Cue desconoce a la anatomía científica ) se constru)e segn una anatomía %ulgar Cue es diferente para cada sujeto. "na anatomía Cue inclu)e la imagen del cuerpo, o el cuerpo como pro)eccin de una superficie, construido como una superficie ) Cue también se sostiene de una idea: una teoría &seBual e infantil( acerca de su funcionamiento. $sa teoría, discordante con respecto a la ciencia, es singular, por más Cue pueda compartir mucEos elementos con otros. Podemos incluir aCuí las teorías místicas o +esotéricas acerca de lo Cue rige el funcionamiento del cuerpo. omo Freud le reprocEa a ]eorg ]roddecH, ese tipo de pensamiento mantiene en primer plano la idea de una +bella unidad, )a sea del cuerpo consigo mismo así como de la unidad entre mente ) cuerpo, lo psíCuico ) lo somático. Freud deplora en ]roddecH esta de%ocin por la unidad, ) contra esto apronta su pasin por lo fragmentario. $n efecto, este cuerpo representado ) representable, por más Cue inclu)a la idea ) la ilusin de una unidad &)oica, narcisista85(, es claramente un cuerpo donde cada representacin es fragmentaria, parcial ) m%il, en tanto puede combinarse o no con otras, puede recombinarse ) dar lugar a nue%as configuraciones.
1#
ue bien podra plantearse co(o una tercera di(ensi)n del cuerpo en *reud, aunque nos inclina(os por
pensarla co(o una variante del cuerpo de la representaci)n.
22
$ste cuerpo de lo representati%o es, en uno de sus aspectos al menos, inestable, m%il, %ariable. $s el cuerpo Cue puede modificarse en el curso de un análisis ) Cue de EecEo se modifica si Eubo análisis. $s el cuerpo ergeno &Cue no coincide con el cuerpo del narcisismo del mismo modo Cue el deseo ) la pulsin no coinciden con el amor(, ese cuerpo Cue por inestable ) %ariable Eace Cue fracasen las técnicas seBuales Cue intentan proponer recetas Cue Eagan posible para todos la felicidad seBual. $ste cuerpo representado implica también una Eistoria, una secuencia Cue no se limita a la sucesin pasado=presente=futuro sino Cue inclu)e una temporalidad regida por el apr!s"coup. $sa temporalidad Cue obliga a Freud a plantear Cue lo traumático lo es en dos tiempos, como lo es el desarrollo de la seBualidad Eumana, con su doble arranCue. La otra dimensin del cuerpo es la Cue permanece ajena a la representacin. $n términos de Freud, la tensin seBual somática, la angustia, en alguna medida lo traumático mismo. $sta dimensin del cuerpo es actual en el sentido de Cue no padece de la Eistoria &al no Eaber marcas Cue la constru)an( ) también en tanto es pura actualidad, nada en potencia. $s lo Cue es ) en ese sentido no le falta, ni le sobra, nada. Lo cual no impide Cue tenga su deri%a ) se atenga a ciertas le)es, aunCue éstas no lleguen a ser reconocibles más Cue una %e1 acontecidas &el cuerpo no representado no es tampoco pre%isible a pesar de Cue su funcionamiento pare1ca +natural(. Pero este cuerpo tampoco es el de la anatomía ) fisiología generales, las cuales no dejan de ser modos de representacin. AunCue Freud pare1ca plantearlo así, no se recubre con ninguna le) &ni actual ni pasada ni futura( Cue la ciencia pueda enunciar. $scapa también a este reduccionismo uni%ersali1ante de la ciencia, aunCue de otro modo Cue el cuerpo representado. -i éste lo Eace por la singularidad irreductible &no Ea) un cuerpo uni%ersal(, aCuél escapa porCue justamente la imposibilidad de marca, lo Cue circula por fuera de la representacin, no podría encajar en los moldes de ningn concepto. *iene Cue %er con eso del cuerpo Cue siempre está silencioso, aunCue resuene a partir de mucEas cosas, especialmente de ciertas palabras.
23
@eferencias #ibliográficas: AlloucE, /. &83;9( Letra por letra, #uenos Aires, $delp, 83;9. ap. Freud, -. &8;32(, JAlgunas consideraciones con miras a un estudio comparati%o de las parálisis motrices e EistéricasJ. $n #bras $ompletas, traduccin de /osé L. $tcEe%err), #uenos Aires, Amorrortu editores, 83Y3., t. !., 838=8< Freud, -. &8;32=35( +$studios sobre la Eisteria, en #bras $ompletas, op. cit., t. !!, 8=28< Freud, -., &8;35(J-obre la justificacin de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de neurosis de angustiaJ. $n #bras $ompletas, op. cit., t. !!!, ;5=884 Freud, -., &8;34( Jue%as puntuali1aciones sobre las neuropsicosis de defensaJ. $n #bras $ompletas, op. cit., t. !!!, 85Y=8;9
Freud, -., &83<5a( +Fragmento de análisis de un caso de Eisteria Z+Dora[. $n #bras $ompletas, op. cit., t. X!!, 8=8<; Freud, -., &83<5b(J*res ensa)os de teoría seBualJ. $n #bras completas, op. cit., t. X!!, 8<3=88 Freud, -. &838
Freud, -. &838
Freud, -. &838( +ontribuciones para un debate sobre el onanismo, en #bras $ompletas, op. cit., t. N!!, págs. 9Y=49 Freud, -. &8389a( +ontribucin a la Eistoria del mo%imiento psicoanalítico, $n #bras $ompletas, op. cit., t. N!X, 8=49
2"
Freud, -., &8389b( J!ntroduccin del narcisismoJ. $n #bras $ompletas, op. cit., t. N!X, 45=3; Freud, -. &8385( +Pulsiones ) destinos de pulsin, en #bras $ompletas, op. cit., t. N!X, 8<5=829 Freud, -. &835( +La negacin, en #bras $ompletas, op. cit., t. N!N, 93=53 Freud, -. &835< Z8;3=33[( +Fragmentos de la correspondencia con Fliess, en #bras $ompletas, op. cit., t. !, 88=2 antoroGic1, $. . &835Y( &os dos cuerpos del rey. 'n estudio de teología política medieval . Madrid, Alian1a, 83;5. Leibson, L., &8333( JSWué le Eace el psicoanálisis al cuerpoTJ en *endlar1, $. &comp.( ()u! cura el psicoanálisis*, #uenos Aires, $d. #iblioteca acional, 8333, págs. 9Y=Y
Leibson, L. &<<<( Jotas sobre el cuerpoJ, en revista +sicoanálisis y el hospital , nmero 8;, #uenos Aires, $d. Del -eminario, <<<, págs. ;=8. Leibson, L. &<<;(, +Algunas consideraciones acerca del cuerpo en psicoanálisis, en @e%ista "ni%ersitaria de Psicoanálisis, a'o <<;, #uenos Aires, "ni%ersidad de #uenos Aires, Facultad de Psicología, pp. ;3=8<<. !-- 8585=2;39
2#