Collsejo Naciollal pnm la Cultum y /as Artes Presidente CO'~UELO SAllAR
Instituto Naciolllll de Antropología eHistoria Director GeneraJ
Editorial Raíces, S.A. de C. V. Presidente SERGIO AllTREY MAzA Directora General MARÍA
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lEVES 'CRIEGADE AUTREY
AOONSO DE MARIA y CAMPOS
Arqueología
Mexicana
Directora: MARfA NIEVES NORJEGA DE AUTREY
Editor: ENRIQUE VELA Jefe de Redacción: ROCEUO VERGARA Diseño: FERNANDO MONTES DE OcA
Investigación iconográfica: DANlEl DlAz Archivo de imagen: Jos~ CABEZAS HERRERA
PORTADA: De izquierda a derecha y de arriba abajo: Teocalli de la Guerra Sagrada, MNA; Códice Mendocino, f. 2r; escudo en La /liada de Francisco Xavier Alegre (1788); bandera del Primer Imperio; bandera de la República; bandera actual de México.
Asistencia de redacción: Jos~ LUlS AWNSO, MAR11N YÁÑEZ CHIRINO
Administrador WEU y diseño: SAMARA VELÁZQUF2 Traducción: EUSA RA~,IfREZ Asistente de la dirección: ANA CECILIA ESPINOZA
FOTOS y AEPROGRAFIAs: M.A. PACHECO. CARLOS BlANCO. BORIS DE SWAN f RAleES; MUSEO NACIONAl DE HISTORIA; LQUADES CUE
Producci ón: VICENTE SALAZAR Fotógrafos: GU1LlER.\lO ALDANA, CARLOS BLANCO, BoRlS DE SWAN, RAFAEL
REVISTA BIMESTRAL, NOVIEMBR E-DICIEMBRE DE 2009 VOL UMEN XVII, NÚM ERO 100
DoNIZ, IGNACIO GUEVARA, MARCO ANTONIO PACHECO, RAMON VIÑAS
Ilustradores: MAGDALENA JUÁREZ Agradecimientos: T ERESA MATABUENA PELÁEZ (ACERVOS H ¡SfÓRleOS DE LA U NIVERSIDAD IBEROAMERICANA)
Comité Cientifico· Editorial: A NN CYPHERS, PABLO EscALANTE GONZALBO, JOAQulN GARdA-BARCENA, BERNARDO GARdA MARTlNEZ, LEONARDO LOPEZ LUIAN, EDUARDO MATOS MOCTEZUMA, ENRlQUE NALDA, MARIA NIEVES
ORIEGA DE AlITREY, JOS~ E'~L1o PACHECO,
MARfA TERESA URIARTE CASTAÑEDA
Consejo de Asesores: ANfHONY ANDRE\\'S, ALFREDO BARRERA RUBIO, CLAUDE-F. BAUDEZ, BEATRIZ BRANIFF, JOHANNA BRODA, JORGEN K. BROGGEMANN t , ROBERT COBEAN, MA. JOS~ CON, ÁNGEL GARCIA COOK, ROBERTO GARCIA MOLL,
ORBERTO GoNZÁLEZ, REBECCA GONZÁLEZ LAUeK,
FRANCISCO GoNZÁLEZ RUL t,
IKOLAI GRÜBE, I'ETIR JIMÉNEZ, THOMAS LEE,
ALFREOO LÚPEZAuSTIN, LUIS ALBERTO LÚPEZ W., LINDA MANZANILLA, SIt.'ION MARTIN, ALBA GUADALUPE MASTAeHE MIRAMBELL, DoMINIQUE MICHELET, MARY
t, EDUARDO MATOS, LoRENA
E. MILLER, JESÚS MONJARÁS·RuIZ,
CARLOS NAVARRETE, XAVIER NOGUEZ, PONClANO 0R112, JEFFRE'
R. PARSONS,
HANS PREM, ROSA REYNA ROBLES, WILLlAM T. SANDERS t , MARICARMEN SERRA PUCHE, PETER ScHMIDT, Orro ScHONDUBE, FELIPE SOLIS t, RONALD
SPORES, BARBARA STARK, DAVID S. STUART, GEORGE E. STUART, I'HILlP WElGAND, MARCUS WINTER
DOSIER
Consejo Científico Fundador. }OAQUlN GARdA-BAReENA, ALEJANDRO MARTiNEZ MURlEL t, ALBA GUADALUPE MASTACHE FLORES t, ENRIQUE NALDA
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26
La arqueología y la identidad nacional La elección de este tema para nuestra edición regular número 100 no es casual ; buscamos conmemorar la efeméride con esta especie de balance sobre la importancia de nuestras raíces indígenas en el México actual, asunto que al final de cuentas es la motivación esen cial de esta revista : la difusión de lo que sabemos y de lo que estamos averiguando sobre nuestro pasado prehispánico, como un medio para propiciar su valoración y su conservación .
36
Los gobiernos de México y la arq ueología (1 810-2010) Joaquín García-Bárcena Entre 1810 y 2010 la arqueología ha tenido grandes avances , lo que ha permitido que la infDrmación por ella producida haya contribuido cada vez más al mejor conocimiento del pasado prehispánico de México. Estos avances no se dan en el vacío, sino que están relacionados con los cambios ocurridos durante este mismo periodo en la sociedad de nuestro país, en su estructura política e ideológica y en las incidencias que la información arqueológica ha tenido en ello .
28 Toponimia e identidad Miguel León-Portilla Los nombres de lugar son un importante elemento en el contexto de la identidad nacional. Recorrer los nombres del escenario geográfico de México es ir "leyendo" no poco de su historia; cambiar o alterar, sin ton ni son , la toponimia es atentar contra la memoria histórica.
34 Topónimos en México
46
El México prehispánico y los símbolos nacionales
SEMBLANZA
ANTROPOLOGíA
Eduardo Matos Moctezuma
20
La piedra, el nopal , el águila y la serpiente forman la tetralog ía que dio pie a la elaboración de nuestros símbolos patrios: la bandera y el escudo nacionales . Sin embargo, la
Salubridad urbana en la sociedad virreinal Marcela Salas Cuesta, María Elena Salas Cuesta
78
Durante el virreinato y la primera mitad del siglo XIX del México independiente, el medio ambiente como agente de enfermedades fue preocupación constante de los responsables de la administración urbana, sobre todo en el periodo 1760·1850, Entonces se establecieron obras y servicios de infraestructura de orden público encaminados a la limpieza y orden de las ciudades para controlar la morbilidad y la mortalidad de la población a causa de una se rie de enfermedades provocadas por la falta de higiene.
historia de que están aco mpañados tiene antecedentes que se remontan, por un lado , al mundo prehispánico, y por el otro, a un proceso evolutivo que los llevó a pasar por diversas vicisitudes hasta transformarse en lo que hoy son .
. __....
Eusebio Dávalos Hurtado, Civilización, cultura y mexicanidad Luz del Carmen Dávalos Murillo Eusebio Dávalos Hurtado fue un ilustre médi co homeópata y antropólog o mexicano que supo valorar nuestra identidad cultura l, elemento imprescindible para sentar las bases del orgull o nacional , cim iento de la construcción del México moderno.
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54
Emblemas y relatos del mundo prehispánico en el arte mexicano del siglo XIX Fausto Ramírez
•
•
ETNOGRAFíA
70
Entre los emblemas del mundo prehispánico que aparecen en el arte mexicano del siglo X IX hay elementos como el águila , el nopal y la serpiente, los volcanes , la Libertad y la Patria , Quetzalcóatl , la Piedra del Sol, así como las figuras de Moctezuma y Cuauhtémoc, entre otros.
62
.
-::'Jt,:f'\ ~'f.,. 'j,~:
Imagen prehispánica en el muralismo del siglo xx Itzel Rodríguez Mortellaro Ver un mural habitado por héroes, dioses y animales del pasado prehispánico es acercarse al origen , es encontrar en historias ancestrales
HISTORIAS DE LOS CÓDICES MEXICANOS
16
Códice Osuna Manuel A. Hermann Lejarazu
18
Tlaltecuhtli Daniel Díaz
El mecapal. Genial invento prehispánico Rubén Morante López Aunque no se sabe quién lo inventó ni cuándo se inició su uso, el mecapal fue muy utilizado en la época prehispánica para transportar todo tipo de bienes. Además, el mecapal tenía una fuerte carga simbólica y se relacionaba con el entrenamiento para ejercer el sacerdocio o la milicia, con los dioses del comercio , con los cargadores y las prácticas adivinatorias relacionadas con el destino de los pochteca, asi como con el sistema matemático, indispensable en toda práctica comercial.
PIEZA
respuestas a preguntas modernas, es adentrarse en el imaginario de la identidad nacional mexicana .
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6
Códice Azcatitlan Xavier Noguez CARTAS
10
NOTICIAS
86
RESEÑAS
cartas foro
desarroll ado, dec ididamente
merca do difícil , problema
la celebración debería de ha-
qu e otras publicaciones de
cerse cada dos meses, cuando
co ntenido si milar enfrentan
mismos en un espejo histórico
100 NÚMEROS DE ARQUEOLOGíA MEXICANA
en los puestos de peri ód icos
sistemáti ca mente. Menciono
de máx ima claridad. Ahora más
Ahora más que nunca, necesitamos reconocernos a nosotros
y lugares de ven ta "cerrados"
también la seriedad y cuidado
que nunca, debemos de enfren-
aparece co mpitiendo ágilmente
en el tratamiento de los temas,
tar nuestro complejo futuro con
entre el maremágnum de otras
en un segmento de nu estra
una luminosa conciencia de lo
Nuestra cultura, de cuentas
publi cac iones periódi cas de
historia muy vulnerab le a la
que aconteció en el pasado. En
decimales, nos ha enseñado a
diferentes temas y ca l idades.
literatura seu docientífi ca y
100 números, Arqueología Mexi-
recordar parti cularmente lo su-
La revista, co mo muchos de los
sensacio nalista de "Caba ll os
cana ha cumplido caba lmente
cedido en los años de números
sitios arqueológicos y artefactos
de Troya ", a los programas
co n proporcionarnos imágenes
redondos. Esperamos en 2010
que ha reportado y estudiado,
telev isi vos donde los seres
lúcidas del tramo más largo de
los ce ntenarios y bicentenarios
ha resistido el paso del ti empo.
extraterrestres, de un a est irpe
nuestra historia, así como de sus diferentes presencias actuales.
de acontecimientos que han
Las corted ades económicas y la
muy ava nzada, habl an náhuatl
marcado directamente la his-
co mpetencia de revistas extran-
y ma ya,
° a las películas y se-
Mis mejores deseos para
toria nacional. Los editores de
jera s no han sido retos menores .
ries produc idas por prestigia-
que sigamos celebrando bi-
das institu ciones ex tranjeras
mensualmente la aparición de
Arqueología Mexicana celebran
¡Cuáles han sido sus
el arribo del número 100. Si
co ntribu ciones al mundo de
donde se muestra un mundo
una revista que mantiene un
tomamos en consideración
lecto res nac ionales yextranje-
mesoamericano que vive cot i-
verda dero compromiso con la
el ambiente social yeconó-
ros? Primeramente su amplia
dianam ente en la indecencia
historia de los mexicanos.
mico en que la revista se ha
difusión y penetra ción en un
de la vio lenc ia y el terror.
Dr. Xavier Noguez
FELICITACIONES Y SUGERENCIAS
Aunque nosotros los lati-
Mexicana. En la edición dedi-
mu y deteriorados, de hecho
noamericanos contemporáneos
cada a la Mixteca dieron un
tienen grafitis. Me gustaría sa-
seamos producto de una mez-
espacio a la arquitectura reli-
ber que se puede hacer para su
cla cultural europeizada, es
giosa, disfruté esta edición en
conservación. (CR. )
• Soy brasileño residente en
en las raíces históricas donde
especial. Mi sugerencia consis-
Jaime Martín Albo
México desde hace un año,
descubrimos el cemento emo-
te en que en cada edición haya
[email protected]
tiempo en que llevo leyendo
cional y cultural que nos une
una sección sobre arqueología
su fantástica publicación.
desde Tijuana a Patagonia.
virreinal. Este periodo histórico
Iniciativas como la de ustedes
Angelo A. Mello
dejó en México una riqueza
nos recuerdan que debemos
[email protected]
valorar más la historia de
monumental única . El arte tequitqui impresiona tanto por
América precolombina y de
su belleza co mo por la utilidad
Latinoamérica en general.
y simbolismo que ti ene cada
Arqueología Mexicana ayu-
elemento. En cuanto al barroco
da a romper con paradigmas
mexicano, podemos notar ma-
que nos posic ionan a nosotros
yor pasión que en el de Europa.
• Mucho me complace ex-
latinoamericanos como "e n-
La Nueva España produjo las
presar mi más sincero reco-
tes descubiertos", "c ulturas
cúpulas, torres, retablos y fa-
nocimiento a esta notable
colonizadas", cuando en la
chadas más hermosos.
publicación que muchos dis-
realidad, de cierta manera,
• La arqueología ha salva-
Para final izar me gustaría
América descubrió y conquis-
do del olvido muchas cosas
poner a su consideración el es-
Mexicana. Ed iciones como ésta
tó al mundo occidental. Basta
importantes en M éx ico y el
tado de conservación del arco
acercan a los jóvenes al pasado
frutamos, llamada Arqueología
analizar con cuidado los libros
mundo. La difusión de nuestras
que delimitaba el atrio de la
mesoamericano y difunden el
de historia que nos dan en la
riquezas arqueológicas enal-
parroquia de Coyoacán (sobre
saber histórico y arqueológico a los profanos y los entendidos.
escue la cuando niños para ver
tece a nuestro país . Una vez
la calle de Tres Cruces yenfren-
cuan retorcida se enseña nues-
más los felicito por el excelente
te de Fran c isco Sosa). Este arco
Permítanme felicitar los por
tra historia.
contenido de Arqueología
tiene bajorrelieves del siglo
tan extraordinario logro, sobre
6 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
XVI
cartas todo por su número 100. Espe-
encontrar algo semejante con
Moctezuma, las pirámides del
rando que el futuro sea promi-
respecto a la región donde
Conde y Tlatilco. EnTlalne-
leer más", que orienta qué lec-
sorio y día a día sea d ifundido
vivo, la cultura Paquimé. Lo
pantla, Tena yuca y Santa Ce-
turas rea li zar pa ra profundi za r
el quehacer de los amantes de
que se registró en la cerámica
cilia Acatitla hay otros restos
en la info rm ación tratada . Es
la historia de México .
Paquimé son pictogramas, que
arqueológicos. En Xochimilco
importante la cobertu ra que
imagino implica un lenguaje,
está el centro ceremoni al de
hacen de tantos aspectos de
un deseo de comunicar algo,
Cuauhilam a, cerca del pueblo
esas cu Ituras como so n vesti menta, alimentac ió n, reli gió n,
Ya en una ocas ión sugerí a esta prestigiosa revista la pu-
gran ac ierto, el apa rtado "Pa ra
blicación de un número con
pero allego eso se nos escapa.
de Santa Cruz Acalpi xca, y
temas de Tlaxcala, mi estado
¿No sería buena idea dedicar
en Iztapalapa se encuentra la
hab la, co mu nicac io nes, etc.,
natal. Es c ierto que editaron un
un número a mostrarnos el
pirámide del Fuego Nu evo en
que permi te n ir adentrándose
número llamado " Puebla-Tlax-
significado de la cerámica de
el Cerro de la Estrell a. En otras
en los di ferentes aspectos de la
cala", pero se tocaron genera-
las diferentes regiones? ¿Al
zonas cercanas hay vestigios
vida de nu estros antepasados.
lidades y algo sobre Cacaxtla;
estudio de la pictografía, a fin
importantes de constru cciones
yen otro número dedicado al
de poder hacer una morfología
precolombinas.
sacrifio humano se trató algo
de la misma? Sería intere-
sobre Tecoaque. Sin embargo,
santísimo poder aprender a
en Tlaxcala existe mucho por ser mencionado: los otomíes, los señoríos del Posclásico, Xo-
Entiendo que ya se han
En mi caso sigo preferentemente los números que tratan las culturas de l An áhuac;
publicado sobre Cui cuil co,
siempre han mantenido su
comprender, de esa manera,
Tlatelolco y, desde luego, el
ca lidad, feli c itac iones a los
la cerámica de las diferentes
Templo Mayor y la zona centro
editores y a los autores de los
regiones del país. Nuevamente
de la ciudad, pero me parece
múltipl es artícul os. U na fe li -
chitécatl, Atlihuetzía, etc.
muchas gracias por la excelsa
del mayor interés dar a cono-
c itac ió n po r la rep rodu cc ió n
Edilberto Mendieta García
calidad de su revista .
cer las zonas arqueológicas
que han rea l iza do de va ri os de
[email protected]
Óscar Eduardo Pech Lara
que fueron absorbidas por la
nuestros códi ces; en mi caso
alterpech@gmail. com
ciudad en fecha relativamente
he oído habl ar de ellos desde
• Como cualquier otra de las
recientes.
mi infanc ia, pero no hab ía
• Me atrevo a formular dos su-
Paulino Olavarrieta
tenid o la oportunid ad de ve r
gerencias. En primer término,
pou @olavarrieta.com .mx
tantos de ell os co mo ustedes
un ejemplar de Arqueología Mexicana debiera ser enviado
han hecho pos ible. Es maravi-
a cada embajada de los paí-
obras para poder hoj ea rl as
ses acreditados en Méxi co, a
a pl acer tantas vece s co mo
lloso ten er en las manos estas
los organismos de turismo de
uno desee, tener una breve
todos los países y a cada em-
ex pli cac ión de su signifi ca do y com pa rarl os, só lo ustedes
cartas que reciben , ésta es para
bajada de México en el mun-
fe licitarlos por su pub licación .
do. La Secretaría de Turismo
han ace rca do estos va l iosos
Me sumo al coro de lectores
podría financiar este proyecto
docum entos a la pobl ac ión en
que, agradecidos, buscamos
que no requeriría más de mil
• Hace unos cuatro años que
de continuo su revista , por más
ejemplares. Esto promovería
sigo con interés su excelente
labor de difusió n enco mia bl e,
que en el noroeste del país es
el interés internacional por
revista Arqueología Mexicana,
que debería ser repetid a po r
sumamente difíc il encontrarla
la arqueología en México y
que nos da a conocer las cul-
otras instanc ias en re lac ió n a
con regularidad.
generaría más turismo y un
turas de Mesoaméri ca a trav és
las diferentes etapas de nues -
aumento de suscriptores de la
de interesantes artícu los, cl a-
tra hi sto ri a.
Al mismo tiempo, deseo hacer una pregunta o sugerencia: hace tiempo estuve
revista . Sugiero, asimismo, la pu-
general; están rea li zado una
ros en su contenido, enrique-
Daniel Añorve Aguirre
c idos con ilustraciones, y otro
danorve@ya hoo.com
buscando información de las
blicación de un artículo sobre
pinturas de Altamira, yen la
las zonas arqueológicas loca-
red encontré un estudio de
lizadas en el Valle de M éxico,
Incluir nombre, dirección y teléfono.
pueden solicita r al tel. 5557-5004, ext. 2061 o
morfología, donde clasifica-
que son poco conocidas.
Sujetas a editarse en función de contenido,
5120 o bien a suscripciones@arqueomex.
ban todas las imágenes de los
Recuerdo que por el rumbo de
Cartas al editor
espacio y claridad (máximo media cuartilla). • E-mail:
[email protected].
mamutes, cazadores, venados,
Tacubaya, al costado oriente
• Fax: 5557-5078
i ncl uso los perros que se han
del periférico, había una pe-
• Editorial Ra iees, SA de C.v.,
encontrado pintados en dichas
queña pirámide. En Naucal-
cuevas. He estado tratando de
pan se encuentran el Cerro de
8
I
ARQUEOLOGíA MEXICANA
Todas las ediciones de numeros pasados se
com oTambién se pueden conseguir en la propia Editorial Rafees o en lugares como: Librerlas Educal del Conaculta, Museo Nacional de Antropología y Escuela Nac¡onal de Antropologia e Historia . Para ver los temas publicados
Rodolfo Gaona núm. 86, Lomas de Sotelo,
en números anteriores puede consultarse el
C.P. 11200, México, D.F.
"Indice generar en nuestra página de internet.
noticias La colección del Laboratorio de Arqueozoología Más de 5 000 esqueletos y cerca de 300000 fragmentos óseos de moluscos, aves, anfibios, reptiles, peces y mamíferos, que provienen desde la prehistoria (35000 a.c.) hasta la época actual, conforman el acervo resguardado por el Laboratorio de Arqueozoología de la Coordinación Nacional de Arqueología, en el Centro His-
Excavaciones en Jonuta, Tabasco
tórico de la ciudad de México. Además de su organización filogenética (por especie y antigüedad), se han agrupado con base en una ca talogación propia del laboratorio: porfamil ia, género, especie, procedencia, estado o localidad, y se les ha dividido en tres grandes secciones: Referencia, Arqueozoológica y Paleontológica .
Reconocimiento a Eduardo Matos Con motivo de la exposición "Moctezuma 11" en Londres, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma dictó una conferencia en la University College of London (UCL), en donde también se le nombró "Hono-
rary Professor of UCL in the UCL Institute of Archaeology". Asimismo, en el British Museum, Matos Moctezuma hablóacercade la figura del emperador mexica en conferencia efectuada el 25 de septiembre pasado.
Premio "Victor R. Stoner"
Arqueóloga Elisa Villalpando Por su trayectoria dedicada al estudio de las sociedades antiguas del desierto de Sonora, particularmente en los sitios La Playa y Cerro de Trincheras, la doctora El isa Villalpando Canchola fue distinguida por la Arizona Archaeological and Historical Society con el premio " Victor R. Stoner". Se trata de la primera ocasión en que un investigador mexicano recibe este reconocimiento, que tiene como fin estimular los estudios, en los campos de la antropología, etnología, arqueología e historia, desarrolO / ARQUEOLOGíA MEXICANA
liados en el suroeste de Estados Unidos y noroeste de México. Adscrita al Centro I NA H Sonora , la arqueóloga Elisa Villalpando ha participado también en proyectos como los de Valle Cocóspera, Valle de Altar, Isla San Esteban , Isla Tiburón , Huatabampo, del Norte de Sinaloa y Sur de Sonora, Tepeapulco y Abasolo.
Restos de arquitectura prehispánica de tipo doméstico, acompañados de una ofrenda compuesta por objetos de origen marino y cerámica, fueron encontrados en la zona arqueológica de jonuta, en Tabasco . El hallazgo confirma el uso parcial del ladri 110 en los antiguos asentamientos mayas que ocuparon las llanuras de la costa tabasqueña hacia el año 850 d.C. Las excavaciones en el sitio son parte de la primera temporada de exploraciones del Proyecto Arqueológico jonuta 2009, que tiene por objeto ampliar los estudios en esta zona del sureste de Tabasco, cuyos antiguos pobladores fueron hábiles productores de vasijas y figuri Ilas para el comercio regional y a larga distancia. El hallazgo, que permitirá ahondar en la arquitectura y disposición espacial de las construcciones prehispánicas mayas en terrenos bajos inundables, impl ica que la pobla ción jonuteca se encontraba en una fase ini cia l del uso arqu itectónico del ladrillo .
noticias 120 aniversario de la BNAH
Hallazgo arqueológico contribuye al rescate del lobo gris
Para Miguel León-Portilla, sumergirse en las fuentes documentales de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH) " Eusebio Dávalos Hurtado" ha sido una experien cia fundamental en su formación como historiador. Al celebrar el 120 aniversariodeeste repositorio, señalóqueel recinto custodia un gran conjunto documental, cuyos libros, códices, lienzos, manuscri tos, mapas, planos y fotografías, a pesar de las nuevas tecnologías de la información, co ntinúan siendo indispensables para el conoci miento del devenir nacional. "A las nuevasgeneraciones-expl icó- Iesdiría que se acerq uen a la biblioteca para entrar en contacto con el legado de nuestra historia, allí hay un gran tesoro. Como maestro de la universidad, les digo a los estud iantes que la Intern et es un auxilio valioso, pero no es la sabiduría, el kilo y cuarto de ca rne que se llama cerebro puede responder mejor". www.bnah.inah.gob.mxl
En 2001 la doctora Nelly Robles Carcía, directora de la zona arqueológica de Monte Albán, y sus colaboradores rescataron una tumba prehispánica en terrenos colindantes con el polígono de protección de los monumentos arqueológicos. Durante la excavación se localizó el cráneo, el maxi lar inferioryel esqueleto de un ejemplarde fauna silvestre, el cual fue enviado a la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico deII NAH, donde se determinó que se trataba de un lobo gris mexi ca no
tante, ejemplares de esta subespecie, la más pequeña y diversa de lobo gris, podrían ten er una oportunidad de reproducc ió n en la Sierra Norte de Oa xaca, donde las comun idades han reali zado impo rtantes esfuerzos de preservación del medio ambi ente. Esta ini ciativa de largo plazo es apoyada por el INAH, co mo parte de las acc iones que contempl a el Plan de Manejo de la Zona Arqueológica de Monte Albán .
(Canis lupus bailey¡). Aunque fue considerado un animal sagrado en tiempos prehispánicos, su cacería desmedida en los comienzos del siglo xx , acusado de transmitir la rabia, motivó su extinción en estado si Ivestre. No obs-
Chalcatzingo, Morelos
Adq uisición de predios con vestigios olmecas Después de una larga gestión y de común acuerdo co n los propietarios, más de nueve hectáreas de terreno en la zona arqueológica de Chalcatzingo, Morelos, fueron adquiridas por eIINAH, como parte de un proyecto prioritario de investigación científica y conservación que se traducirá en la consolidación del plan de manejo de este sitio prehispáni co de origen olmeca . Chalcatzingo es un sitio prehispánico de filiación olmeca, cuyos primeros indic ios de ocupación se remontan al Preclá-
si co Temprano (1300 a.c.), cuando grupos deagricultoresseasentaron en lasfaldasde 10s cerrosAcho, Delgado yTen ango, co nsiderados " montañas sagradas". Esta área se convirtió en el núcl eo del sitio, aunque hac ia el Preclás ico Medio (800-300 a.c.), los anti guos pobladores adquirieron nuevos conoci mi entos que dieron lugar a ca mbios ideológicos y culturales, los cual es quedaron plasmados en reli eves, altares yestel as, así como en pinturas ru pestres y tallados sobre la roca de los cerros circundantes.
Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana Co nceb ido en el Programa Universitario México, N ac ión Multicultural, de la UNAM, se lleva a ca bo el proyecto de crear una versión digital de la colección en 15 volúmenes titulada Biblioteca de la Medicina 12
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Tradicional Mexi ca na (INI, 1994). La tarea consistió en trabajar sobre las cuatro obras principales y más extensas (11 volúmenes; aproximadamente 6500 páginas de texto):
1) Diccionario enciclopédico de la medi-
cina tradicional mexicana; 2) La medicina tradicional de los pueblos indígenas de México,· 3) Atlas de las plantas de la medicina tradicional mexicana; 4) Flora medicinal indígena de México.
noticias Don Ángel, q.e.p.d. en el sitio Tonatico Viejo El p asa d o 3 d e jul io fall ec i ó el se ño r Án ge l Vázqu ez Pu ebl a, chofer de la Direcc ión de Salva mento A rqu eo lóg ico , co noc i do afec tu osa mente co mo d o n Á nge l. Qui enes t uv im os opo rt unid ad de hace r equip o co n él, co noc im os su exce lente desempeño y di spos ic ión para apoya r el trabajo arqu eo lóg ico, así como
su humor inqu ebrantab le. Vaya este modesto pero sin ce ro reco noc imi ento al compañero , amigo y trabajador que po r m ás de 20 años nos co nd ujo por in f in idad de sitios arqueo logi cos, si n importar terrenos, di stanc ias ni fatigas . Margarita Carballal Staedtler, Francisco Ortuño Cos, Alfonso Araiza Gutiérrez
Con información de la Dirección de Medios de Comunicación
agenda "GUERRA Y TRIBUTO. PRESENCIA MEXICA EN GUERRERO" Museo del Templo Mayor Hasta el 31 de enero de 2010
"CITÁMBULOS: UN VIAJE A TRAVÉS DEL ESPEJO" Museo Nacional de Antropología Hasta el 13 de enero de 2010 La inventiva de los defeños para enfrentar los retos propios de una megalópol is de más de 20 mi ll ones de hab itantes, y los encantos simu lados de este antiguo terri torio, son la basedeesta muestra. Se trata de una mirada a nosotros mismos, media nte elementos como fotografía, v ideo, paisaje sonoro, arte-objeto, mapas, dibujos y textos expli cativos y literarios, y con la parti cipación de urbanistas, geógrafos, historiadores, antropó logos, lingüistas, escritores, artistas p lásticos y arqu itectos.
14 ! ARQUEO LOGíA M EXICA NA
Esta expos ición da a co nocer los alcances militares del imperio mexica y su sistema de recaudac ión en la región del actua l estado de Guerrero . La muestra consta de 130 piezas, 87 de las cuales proceden del Mu seo Regional de Guerrero del INAH, en donde posteri ormente se presentará la misma exposi ción. As í, se abordan los prod uctos que tributaban las prov in cias de la hoy enti dad guerrerense, entre ell os
maíz, frij ol, chía, amaranto, cacao, miel dea beja, mantas de algodón, hu ipil es, jíca ras, casca beles, arm as y rodelas. Se in clu ye n tambi én tip os cerámi cos propios de las dife rentes regiones de Guerrero, y destaca la reco nstru cción de un gu errero mex ica y sus instrumentos defensivos.
"GRANDES MAESTROS DEL ARTE POPULAR MEXICANO. COLECCiÓN FOMENTO CULTURAL BANAMEX" Museo Regional de Guerrero Hasta enero de 2010 La ex posición - qu e bu sca rev itali za r el interés de las nuevas genera ciones por el trab ajo artes anal - in c lu ye 85 obras, se lecc ion adas y reunidas entre 1996 a 2009, y creadas por más de medio centenar de artesanos procedentes de 35 localidades de 16 estados de la Repúbli ca Mexi cana. Se ofrece un vasto panorama de 9 ram as artesanales, determinadas a partir del material prin c ip al de elaborac ión: barro, madera, pi edra, textil es, metales, papel y fibras vegetales.
1EA. CONCURSO NACIONAL DE NARRATIVA INFANTIL Y JUVENIL Museo del Templo Mayor Diri gido a niños y j óvenes mex ica nos qu e desee n escribir sobre mitos, cultura, di oses e h istori a de los mex icas, arqu eo logía mex ica na, M éx i c o - Teno c htitl an, l a conqui sta, laépocavirreinal, la ciudad de M éx ico. Dos ca tego rías : lO a 14 años y 15 a 20. Fecha límite: 30 de novi embre de 2009. Los textos deberán enviarse a Prim er Concurso Nac ional de N arrativa Infantil y Ju ve nil , Museo del Templ o M ayo r, D epartamento d e Pro m oc i ó n Cultura l d el Mu seo del Templ o M ayo r, Se min ario 8, Centro Hi stó ri co, M éx i co, D .F., CP 06060, person alm ente, por correo o mensajería. Res ultado s: 10 de di ciemb re de 2009: www.in ah.gob. mx. Los premi os inclu yen la pub l icac ió n de los cue ntos y desde un equipo de cóm pu to portátil hasta paqu etes de libros de l l AH. In fo rm ac ión : 5542 -4943 www.inah .gob.mx www.templomayor.inah .gob.mx
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HISTORIAS DE LOS CÓDICES MEX ICANOS MANUEL
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HERMANN LEJARAZU
Códice Osuna Los indios de Iztacalco denunciaron ante e/licenciado Jerónimo de Valderrama , visitador general del rey Felipe 11, al oidor Vasco de Puga porque éste tenía en ese lugar una caballeriza con seis caballos y obligaba a diez barrios cercanos a alimentárselos sin pago alguno. Códice Osuna. f. 11 r.
'JrI'JmcofCl) 0F'l t11n~¿ynic.l'r,tln;.'tlc,n~.
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a Pintura del gobernador, alea!.',~ .......~"'., -.- .... , desy regidores de México, nom!:.:. ~ :.: bre con e! que también se conoce al Códice Osuna, es un documento que tuvo su origen tras la llegada a la Nueva España de! licenciado Jerónimo de Valderrama, visitador general del rey Felipe II en 1563 . El manuscrito, sin duda, perteneció a un expediente más grande (hoy desaparecido) en e! cual se levantó toda una serie de quejas contra los abusos y atropellos cometidos por diversos funcionarios de la Audiencia y e! gobierno virreina!. Según muestra claramente el códice, tanto e! virrey Luis de Velasco (quien gobernó entre 1550 y 1564) como los oidores Alonso de Zorita, Vasco de Puga, Francisco Zeinos yun Villalobos, entre otros, incurrieron en actos de abuso de autoridad contra los indígenas de la ciudad de México, Tlate!olco, Tula, Tetepango y otros pueblos. En concreto, se les acusaba de no haber pagado los servicios por la reparación o construcción de sus casas; las cargas de hierba y zacate que se llevaban para alimentar a sus caballos; la limpieza y quehaceres de! palacio de gobierno; la comida que se les proporcionó durante sus viajes, e incluso están registradas las quejas por falta de pago a los indígenas que participaron en la construcción de la albarrada de San Lázaro y en la edificación de la iglesia mayor o Catedral de México. Es interesante señalar que todo e! proceso en contra de! virrey y los oidores se inscribe precisamente durante la visita de Valderrama, quien había llegado a la Nueva España con e! objetivo de subsanar y aumentar las rentas reales, ya que exisúa la idea de que se estaba defraudando a la corona. En efecto, Valderrama llegaba con amplios poderes para entrevistarse con e! virrey, oidores y otros funcionarios a fin de restructurar el tributo y tasar a todos aquellos que no lo estaban pagando. Entre los mecanismos que Valderrama aplicó para incrementar la recaudación estuvieron, por ejemplo, incorporar en los padrones tributarios a los denomi-
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16 / ARQUEOLOGIA MEX ICANA
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REPROGRAFIA: MARCO ANTONIO PACHECO I RAleES
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nados "mayeques" O "terrazgueros" (campesinos que trabajaban las tierras de los señores), así como obligar al pago de tributos a los señores principales de cada pueblo. o/",nhnifj(¡) Estas medidas implementa.'t)I das por e! visitador real provocaron enfrentamientos y disensiones con el virrey Velasco, lo s oidores y, sobre todo, con los frailes de las diversas órdenes religiosas, quienes durante muchos años habían aplicado políticas en favor de reducir e! tributo que pagaban los indígenas a la corona o a los encomenderos. Margarita Menegus, muy atinadameme, ha señalado que las medidas impuestas por Valderrama marcaron una ruptura definitiva con el antiguo orden prehispánico, ya que la restructuración del sistema tributario desarticuló definitivamente las relaciones de! señorío indígena hasta entonces existentes (Menegus, 1994, p. 117). Frailes franciscanos y dominicos se opusieron a las reformas tributarias; argumentaban que las cargas eran excesivas para los indígenas, además de desestabilizar al señorío indígena y menguar los recursos de los caciques y de la nobleza en general. Curiosamente, quizá (pues no tenemos documentación que lo compruebe) la estocada final que necesitaba Valderrama para implementar sus reformas vino precisamente de! Códice Osuna, el manuscrito que registraba con detenimiento los abusos e injusticias del virrey y los oidores contra los pueblos indígenas que ellos decían defender. El códice fue realizado en 1565, un año después de la muerte de Luis de Vela sco, ,- en él quedaba muy claramente representado todo el trabaj o que a los indígenas se les había obligado a hacer sin paga alguna. pues con las disposiciones de Valderrama, ahora todo trabajo y seryicio debía ser remunerado.
Los macehuales de la ciudad de México denuncian ante el visitador Valderrama que los españoles les robaban sus tierras . Códice Osuna. f. 7v.
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REPROQRAFIA.: MARCO ANTONIO PACHECO ' RAlcES
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Si bien, definitivamente, laPintura del gobernador, alcaldesy regidores de México no fue el manuscrito que dio la razón a Valderrama La extraordinaria colección de en sus apreciaciones para modilibros del duque se había formaficar y aumentar el tributo, al medo a partir de las bibliotecas del nos debió haber contribuido en marqués de Santillana, de los dusu lucha política contra los oidoques del Infantado (título nobires y autoridades de la Nueva Esliario español) y de los condes de paña. El extenso legajo que Benavente, que habían sido foracompañaba al códice (attededor ~ra.p 4"'1C.,.¡ madas entre los siglos xv y XV111, de 400 folios) tal vez fue llevado época en que los duques de a España personalmente por el Osuna la recibieron por herencia. visitador para continuar con el Don Mariano murió sin descenproceso en contra de los implicadencia y el ducado fue heredado dos pero, hasta el momento, igcr :;¡""-S'".f~ ~."'7 ~"rm .jk~;*".J' .7m·qm+...;~",nc'?.-tfnA\:·C·<>i. a su sobrino Andrés Avelino de noramos el resultado de dichas ~.C07~CIIPPn.7"1~ ~Ol n", . qJfAr....l .Z 'YI+v'~JIi.d. '8 .f~"'\. Arteaga. En 1886 la gran biblioacusaciones pues, como apunta/' ~)'r~""4c7?:'(~"'¡' ¡.¡V>'~; ...,~~ .. "a"níf. z .. CI~0-" l~+<1'::r~"n". 7 1un';~ ff'; J"¡¡" .~nIj;v;" . ~i """ u..?ñ"'( teca fue comprada por el Estado mos, el legajo está perdido y se.J'"~ '_ "!'t<",An
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HISTORIAS DE LOS CÓDICES MEXICANOS / 17
TIal tecuh tIi DANIEL DIAZ
a imagen de Tlaltecuhtli está grabada en la base de lo que fue un matlhxicalli, como advirtieron Jesús Sánchez y Antonio Peúafiel cuando, a finales del siglo XIX, esmdiaron el monumento; desde entonces pertenece al acervo del ~INA. De acuerdo con los arqueólogos Eduardo Matos y Felipe Salís, la pieza estuvo en el Monasterio de San Francisco de la ciudad de :México en la época colonial, en donde se le usó como pileta, ya que la parte superior está excavada, lo que destruyó los relieves con motivos solares que quizás ahí hubo, incluso, en la parte inferior es notable una perforación que servía de desagüe. Esta imagen de Tlaltecuhtli ha sido objeto de la atención de varios estudiosos; esta breve reseúa se basa principalmente en los trabajos de Eduardo Matos, Felipe Salís, Cecelia F. I
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DESCRIPCiÓN El cuauhxicalli, "vaso del ágttila". La imagen de Tlaltecuhtli está grabada en la parte inferior del ctlatlhxical¡i, la que se asentaba en el suelo. En el reborde de la pieza aún se ven restos de rayos solares. En las paredes que conforman el vaso fue tallada una banda de círculos que representan estrellas. Bajo esa banda se ve la representación de Venus como estrella vespertina acampanada por motivos conocidos como "ojos estelares". Tlaltectlhtli. Ahora se sabe que la posición de Tlaltecuhtli, seúor/ senara de la Tierra, es como se muestra en la imagen y no de manera descendente (cabeza abajo), como durante mucho tiempo se creyó. Elementos solaresy terrestres. Lleva una diadema, orejeras y pectoral relacionados con las deidades solares. En las mejillas tiene círculos y muestra fuertes dientes, con los que sostiene un cuchillo de sacrificios, elementos que identifican a las deidades de la Tierra. Otros elementos que relacionan la imagen con la Tierra son el cabello, que está ensortijado y en el que se ven plumones (símbolos de la muerte por sacrificio), ciempiés, alacranes, serpientes y aranas, animales relaciona18 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
dos con la humedad de la Tierra y la oscuridad de la noche. Rostro garra. En cada una de las articulaciones de las extremidades de la diosa se ve el llamado rostro garra, que se compone por un cráneo facial con dientes afilados Cráneos. Debajo de los rostros garras se ve un cráneo con una protuberancia en donde estuvo la nariz. La protuberancia podría simbolizar un cuchillo de sacrificio. Debajo de ese cráneo se ve un adorno de plumas y cascabeles, que de acuerdo con los códices prehispánicos eran de cobre o de oro. La merda del sactificio. Junto a Tlaltecúhtli, se ve una cuerda de sacrificio con sus carac-
restos de rayos solares
estrellas
terísticos adornos de plumas. Con esta cuerda eran atados por la cintura los sacrificados que luego eran desollados. Adorno de la cintura. A la altura de la cintura, tiene la diosa el adorno, hecho con tiras de cuero, que identifica a las deidades terrestres femeninas, el cual pende de un cráneo sostenido por el cuerpo de una serpiente. Este adorno indica que la diosa está de espalda. Faldellíll. Se encuentra adornado con cráneos y huesos cruzados y en la parte de abajo, con unos flecos. En opinión de algunos investigadores ese faldellín era una pieza de tela de tamaúo similar al de los enredos usados en algunas etnias del Centro de México y lo usaban las parteras y médicas mexicas, como se puede ver en el Códice Tttde/a, f. SOr. Lasgarras en vez de malZosypies. En esta imagen de Tlaltecuhtli son apenas visibles las garras de los pies, en cada una de las cuales la diosa sostiene un cráneo. Adorno del cuerpo. Tlaltecuhtli tiene el cuerpo decorado con rayas e incluso la mitad del rostro. Este adorno corporal se ve también en Tlahuizcalpantecuhtli, deidad asociada a Venus, y deidades de la cacería como Mixcóatl. También llevaban ese adorno algunas víctimas de sacrificio. Daniel Díaz. Arqueólogo por la de esta revista.
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lconógrafo
Salubridad urbana en la sociedad virreinal MARCELA S ALAS CUESTA, MARIA ELENA SALAS CUESTA
El espacio arquitectónico-urbano es reflejo tanto de la forma en que las sociedades realizan las actividades que integran su modo de vida como de las condiciones de salud de sus habitantes. La ciudad de México en el sig lo XVII. "Plano del conde de Moctezuma". Museo Nacional de Historia.
Durante el virreinato y la primera mitad del siglo XIX del México independiente, el medio ambiente como agente de enfermedades fue preocupación constante de los responsables de la administración urbana, sobre todo en el periodo 1760-1850. Entonces se establecieron obras y servicios de infraestructura de orden público encaminados a la limpieza y orden de las ciudades para controlar la morbilidad y la mortalidad de la población a causa de una serie de enfermedades provocadas por la falta de higiene.
acer un análisis hi stórico de la forma en que las sociedades que nos antecedieron vivieron y se apropiaron de los espacios en que tuvo lugar su existencia es particularmente complejo en el presente siglo, más aún si analizamos y explicamos esos espacios y su arquitectura en función de la salud pública y no como el estudio de las construcciones,
La historia y la antropología física -al revisar la importante y rica documentación que existe sobre aspectos sanitarios e higiene urbana del periodo ,-irreinal y el México independiente, conjuntamente con los materiales óseos recuperados en los diversos trabajos de exploración- han enfocado la investigación hacia esos aspectos. Esto ha permitido explicar las causas
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20 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
de la disposición de los materiales para edificar casas, edificios y calles, o como manifestaciones exclusivamente arósticas. Hoy en día esas expresiones de los grupos sociales han dejado de ser predominantemente descriptivas para convertirse en tema de análisis e interpretació n de acuerdo con métodos y técnicas surgidos de las ciencias sociales en interacción con las biológicas.
i ( En los edificios habitacionales y públicos se manifiestan los hábitos de salubridad e higiene de la pOblación que dieron origen a un importa nte número de enfermedades relacionadas con la disminución o el aumento en los índices demográficos. a) Cristóbal de Villalpando , siglo XVII. b) Exvoto . Anónimo. Colección particular.
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demográficas, sociales, políticas, económicas e ideológicas que dieron origen a un importante número de enfermedades -varias de las cuales se convirtieron en epidemias, pandemias y endemias en función del paisaje material, que es determinante-, y entender las estructuras habitacionales, públicas y domésticas con el objeto de no sólo describir las formas urbanas y arquitectónicas, sino de abordar la historia de la construcción como la expresión del medio de vida de una sociedad. Así, en ella se reflej an los hábitos de alimentación, limpieza personal, aseo de la vivienda; aspectos como hacinamiento, contaminación del agua y la comida, existencia de residuos en la vía pública, temperatura ambiente, humedad, desechos orgánicos en descomposición, lodazales yagua estancada, así como la convivencia con animales y sus parásitos, por mencionar sólo algunos elementos. Todo ello llevó a que las autoridades virreinales emitieran constantes ordenanzas y bandos para regular la salud urbana. De tal forma, si consideramos el espacio arquitectónico-urbano como el lugar donde se realizan todas las actividades que integran el modo de vida de una sociedad, podemos inferir un sinnúmero de características que, de otra forma, no podrían reconocerse. Ya que la arquitectura y e! urbanismo son fenómenos sociales que se dan en e! transcurso de! tiempo histórico, es necesario ubicar el momento y e! lugar, pues ambos son e! marco de referencia para analizar sus premisas y naturaleza.
Los centros urbanos novohispanos fueron objeto de continuas transformaciones en materia de sa lubridad ; fueron notables las ocurridas entre 1760 y 1850. Pedro de Arrieta , Catastro de la ciudad de México, siglo XVIII. Museo Nacional del Virreinato.
SALUBRIDAD URBANA EN LA SOCIEDAD VIRREINAL / 21
En concordancia con los conceptos morales higienistas , el pensamiento ilustrado estableció como principio la indagación cientifica en relación con los efectos del aire en la salud . José de Páez, Clérigos y médicos, exvoto, siglo XVIII. Xaltocan , Hidalgo.
con las vinculadas a la salud pública. Debido a los nuevos conceptos morales-higienistas, en concordancia con el pensamiento ilustrado, se estableció como principio la indagación científica, que concedia a los efectos del aire un papel fundamental para la salud. Al p onerse en boga las ideas de las corrientes mecanicistas y circulacionistas se propició la investigación para analizar la relación entre morbilidad, mortalidad y medio ambiente, y se dispuso que los espacios de la ciudad debían adaptarse a la fluidez del aire y del agua con el fin de prevenir y curar las enfermedades. Se buscaron alternativa s basadas en la teoría circulacionista, según la cual la circulación sanguínea es el imperativo de los movimientos del aire, del agua y de los productos. Así, lo contrario de lo insalubre es el movimiento, es decir, si el espacio urbano no tenía circulación, esto era un factor determinante para la incubación, transmisión y propagación de los males (Salas y Salas, 2005) .
TRANSFORMACiÓN DE LOS CENTROS URBANOS
URBANISMO Y ARQUITECTURA
Los centros urbanos novohispanos que surgieron a partir del siglo XVI fueron objeto de importantes y continuas transformaciones en lo que a materia de salubridad se refiere, y entre ellas destacan las efectuadas entre 1760 y 1850, lapso en el que las ideas que dieron origen al urbanismo neoclásico se relacionaron estrechamente
Desde el siglo XVl hasta principios del xn::, el urbanismo y la arquitectura se reflejaron en importantes construcciones de las ciudades novohispanas, en concordancia con el siglo en que fueron erigidas, algunas sobresalientes por sus dimensiones, calidad constructiva, empleo de materiales y formas artísticas. Se trata principalmente de edifi-
Desde el siglo XVI y hasta principios del XIX hubo en la ciudad de México importantes construcciones , destinadas a la administración pública (a), entremezcladas con otras de muy pobre calidad en las que habitaba gente del pueblo (b). al Pedro de Arrieta , Catastro de la ciudad de México , siglo XVIII. Museo Nacional del Virreinato. b) Biombo del siglo XVIII. Museo de América , Madrid .
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ARQUEO LOGIA MEXICANA
cios destinados a la administración y obras de servicio público, entre las que se encontraban las destinadas a los órganos de gobierno, iglesias, conventos, hospitales e institucione s de beneficencia, escuelas y seminarios, jardines, paseos r plazas públicas, mercados y alhóndigas, así como cementerios y algunas residencias. Todas esas construcciones estaban entremezcladas con otras de muy pobre calidad, como las dela gente del pueblo, donde la cantidad superaba a la manufactura. Esto daba como resultado que las ciudades se convirtieran en caóticas, pues pese a la traza reticular crecieron en desorden y sin los más mínimos servicios públicos, como abastecimiento de agua potable, cañerías, drenajes, atarjeas y letrinas, por mencionar sólo algunos. E n general el trazo urbano presentaba dos espacios: el de los españoles y el de la llamada 'gente de medio pasar" que convivía con los indigenas. El primero era amplio y recto en sus calles, el segundo no tenía trazo, alineamiento u orden. E n ese trazo urbano la pompa de las fiestas y procesiones organizadas por el clero y la sociedad privilegiada contrastaba con la muchedumbre semidesnuda llena de abandono y miseria que transitaba en medio de la decencia eclesiástica religiosa y secular que entre toques de campanas recorría las calles malolientes e insalubres por los encharcamientos, muladares y animales muertos. Las devociones -en ese mundo- eran una de las formas de sentir seguridad en la vida y en la salud del cuerpo y el alma, de ahí que surgieran las distintas cofradias, cuyos patrones y miembros de muchas de ellas tenían la obligación de auxiliar y velar por los enfermos, además de que existía una devoción para cada padecimiento, a diferencia del siglo XL'é, en el que se procuraba la salud, y la enfermedad era atendida por las autoridades correspondientes sin la intervención del clero. El siglo XVIll europeo fue un punto de apoyo para el avance del Estado moderno occidental. D estaca el concepto de la circulación de los vientos y de las aguas, así como el del movimiento general, que tiene como prernisa mayor la higiene, lo cual se reflejó en la salubridad urbana mediante la propuesta de una política sanitari a: " ... una ciudad moderna, una ciudad sana, para poder serlo, debía de echar a andar todo aquello que esrm-iese e. mncado, lo contrario del mm-irnienro era '-¡Sto como atraso" (Dávalos, 19 9).
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Las devociones eran una de las formas que hacían a las personas sentir seguridad en la vida y en la salud del cuerpo y del alma; por eso se organizaban procesiones en las que pa rticipaba el clero, la sociedad privilegiada y la gente sin recursos. Anónimo , La Procesión de San Juan Nepomuceno , siglo XVIII.
Las nuevas ideas cobraron fuerza en la Nueva España, y los arquitectos, los oficiales yen especial las monjas comenzaron a temer que las epidemias se propagaran debido a la obstrucción de la circulación, a los encharcamientos y los muladares situados en torno a los conventos (Sánchez de Tagle, 1997).
En el siglo XVIII hubo en Europa avances importantes en las investigaciones científicas , lo que constituyó un punto de apoyo para analizar la relación entre morbilidad, mortalidad y medio ambiente. Anónimo , Retrato de médico, siglo XVIII. Museo Franz Mayer, ciudad de México.
El medio ambiente como agente de enfermedades fue una preocupación constante para los responsables de la administración urbana, por lo cual establecieron una serie de políticas reformistas dirigidas hacia la creación de obras y servicios de infraestructura de orden público.
EL ESPACIO URBANO: ORDEN y LIMPIEZA En la segunda mitad del siglo XVIII, la imagen de los centros urbanos empezó a ser cuestionada ante las nuevas concepciones aplicadas en Francia y España en cuanto a la organización del espacio urbano, para lo cual se tomó como modelo el urbanismo clásico (Hernández, 1998).Junto con el orden se buscaba la limpieza, hasta entonces ausente como medida para garantizar la salud. Así, el virrey marqués de Croix estableció en un bando de 1769, formado por 21 artículos, una reforma urbana que incluía la eliminación de la basura en calles, plazas, mercados, acequias, calzadas, jardines y drenajes (Lombardo, 1987). En 1775, el virrey Antonio María Bucareli ordenó, para que las ciudades estuvieran limpias, que en las casas se construyera un depósito de basura, la cual sería recogida por carros especiales dentro de un horario, prohibiéndose tirarla en espa-
Las nuevas ideas sobre la salud cobraron fuerza en el siglo XVIII, entonces, arquitectos, oficiales y en especial las monjas comenzaron a temer por la propagación de las epidemias. Anónimo , Los desposorios místicos, siglo XVIII. Museo Nacional del Virreinato.
Los mercados fueron reglamentados en el siglo para regular su higiene, pues multitud de vendedores los habían convertido en verdaderas pocilgas. Anónimo, Plaza del Volador, siglo XVIII. Museo de América , Madrid , España. XVIII
SALUBRIDAD URBANA EN LA SOCIEDAD VIRREINAL /
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En el siglo XVIII, las fuentes públicas se convirtieron en un foco de contaminación por la multitud de usos que se les dieron, por lo cual se establecieron medidas higiénicas para regular su uso. Anónimo , Biombo de paisaje, siglo XVIII. Museo de América.
cios públicos, al igual que los desperdicios producto de cualquier oficio. Además, el estiércol debía ser sacado del espacio urbano, debían construirse letrinas en todas las casas, como forma de limpieza para controlar las aguas negras, así como tener gárgolas o canales para evitar los encharcamientos y lodazales, y evitar que los animales transitaran por las calles. Asimismo, se prohibía a quienes se ocupaban de la matanza tirar sangre y desperdicios en el campo y se pedía que los mercados fueran reglamentados por el cabildo para regular su higiene, pues había multitud de vendedores que converúan las plazas en sucias pocilgas con extremo desaseo. Tanto el virrey de Croix como Bucareli señalaron, durante sus respectivos gobiernos, que para evitar los contagios de pestes y epidemias, las calles y las plazas debían estar libres de inmundicias, pues éstas impregnaban el aire de heces y vapores que producían contagios y enfermedades, 24/ ARQUEO LOGIA MEXICANA
como lo demostraban los enfermos, quienes saturaban los hospitales. Cabe señalar que la lucha contra los problemas enunciados se inició desde 1742-1 746, con el conde Fuenclara, pues a partir de entonces, sin excepción, los siguientes virreyes se dieron a la tarea de transformar la capital y los demás centros urbanos del virreinato, de acuerdo con las ordenanzas que regían en cada uno de ellos. Es importante mencionar que, a pesar de lo señalado, se desconocía la existencia delos microorganismos, por lo que las ideas no tenia n más fund amento que la teoría de los miasmas. Lo insano a finales del siglo }"'VI1I era consecuencia de la putrefacción orgánica que rondaba por los aires (Dávalos, 1989). El buen funcionamiento de las ciudades y su limpieza se convirtieron en constante preocupación de las autoridades, a tal grado que trataron de organizarlas a partir de dos ejes perpendiculares, con barrios jerarquizados y especializados. Los gobiernos ilustrados se pronunciaron por el establecimiento y ejecución de medidas higiénicas; para ello fue necesario establecer un orden para el aprovisionamiento del agua de las fuentes públicas, que eran usadas como lavaderos, bañeras para niños y bebederos para personas yanimales. El mantenimiento, reparación y limpieza del sistema de distribución de agua cons-
Con el virrey segundo conde de Revillagigedo se estableció el Tribunal del Protomedicato -a semejanza del de España- para la prevención de enfermedades epidémicas y contagiosas. a) Anónimo, Virrey Revi/lagigedo , siglo XVIII. Museo Nacional de Historia . b) Anónimo , La peste de 1737. Grabado en Libro Escudo de Armas de México , 1743.
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tituyó siempre uno de los dolores de cabeza para las autoridades desde el siglo XVI. Las quejas y conflictos se sumaron a la necesidad de reparar y mantener permanentemente acueductos y cañerías; para impedir las impurezas y la contaminación fue necesario implantar sistemas de alcantarillado y limpiar los depósitos corrientes. Por otra parte, aunque desde el establecimiento del gobierno novohispano se propició la construcción de hospitales - en los que se procuró la curación de diversas enfermedades-, éstos tuvieron su auge en el siglo }"'VIlI, con el fin de cuidar a los indios y demás habitantes, sobre todo a los miserables de todas las castas. Se estableció el Tribunal del Protomedicato, a semejanza del de España, para la prevención de enfermedades epidémicas y contagiosas, y se implantaron severas medidas por parte de los jueces a los facultativos si no notificaban el fallecimiento de los enfermos que morían por contagio (Salas y Salas, 2007). También se propició la creación de hospicios para los menesterosos, así como casas-hogar para los huérfanos. Un buen número de médicos se dieron a la tarea de investigar qué tipo de enfermedades causaban las emanaciones fétidas y pútridas de los drenajes, la basura, los muladares, las aguas estancadas, la suciedad corporal y los cementerios, pues no se puede soslayar que la medida implantada por la Iglesia de disponer de los muertos dentro de los templos y en los atrios ocasionó gran número de contagios. Debido a ello, los cabildos y los ayuntamientos hicieron propuestas para reglamentar la forma y ellugar de los cementerios, que debían estar fuera de las ciudades. Se encomendó al arquitecto Manuel Tolsá el proyecto para con struir los primeros cementerios con esas características (Salas y Salas, 2000).
SALUD PÚBLICA: SALUD URBANA Entre 1789 Y1798, el virrey segundo conde Revillagigedo hizo una serie de propuestas para transformar los espacios urbanos y convertir las ciudades en lugares útiles y sanos. Con él arribaron las ideas ilustradas relacionadas con la salud pública como sinónimo de la salud urbana: construcción de cementerios fuera del núcleo poblacional; creación de cátedras de matemáticas aplicadas a la arquitectura, así como la de
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Debido a la contaminación que provocaban los cementerios dentro de las iglesias, se reglamentó la forma y lugar en que deberian ubicarse, para lo que se designó al arquitecto Manuel Tolsá como autor del proyecto "Cementerios Extramuros ". Plano del cementerio y capilla.
anatomia y fi siología en el Hospital General. Designó como arquitecto mayor a Ignacio Castera para que elaborara un proyecto de organización urbana vinculado al de salubridad, tomando como base la idea científica de que lo sucio es causa de un aire malsano, que a su vez provoca epidemias y enfermedades. En el siglo XIX la situación no mejoró, al grado de que en 1821 la Junta Principal informó que el incremento de las fiebres entre los habitantes de diversas ciudades se debía a la falta de aseo en calles, barrios, casas, plazas, fuentes, y, en la ciudad de México, también de las acequias, problema que siempre tuvo. En esa época, el aire malsano prove nía de atarj eas, ciénegas, potreros, muladares, así como de los desechos de carnicerías y lugares de comida. La basura que se acumulaba en los predios baldíos era incalculable. La insalubridad era más notoria en los arrabales, donde los llamados léperos vivían en la más grande de las suciedades, provocando que la contaminación llegara a las ciudades y desencadenara epidemias. A todo ello había que poner un punto final; las ideas del urbanismo neoclá sico acerca de que todo tiene que correr y fluir para evitar las enfermedades hicieron que
las autoridades propusieran de nuevo una serie de proyectos, y se emitieron bandos, ordenanzas y comunicados, cuyos postulados fundamentales y específicos es taban relacionados con la salud. Así, podemos decir que el medio ambiente como agente de enfermedades fue una preocupación constante para los resp onsable s de la administración urbana, por lo cual establecieron una serie de políticas reformistas dirigidas hacia la creación de obras y servicios de infraestructura de orden público, como: alineamiento de las calles, obras hidráulicas, empedrados, drenaje, alcantarillado, servicio de limpia, letrin as en las casas, h ospitales, mercados, cementerios, casas para huérfanos y menesterosos. Los trabajos que se llevaron a cabo durante la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX estuvieron encaminados a establecer ciudades limpias y ordenadas para alcanzar la higiene, a la vez que la belleza que proponía el urbanismo neoclásico conjuntamente con la salubridad urbana. t~
• Marcela Salas Cuesta. Historiadora por la UN.\M. Investigadora de la Dirección de Anrropología Física delIN,IH, en la que coordina los proyectos: "México en el siglo A\TIII. Costumbres funerarias. Un estudio de salud pública" e " Investigación, conservación y difusión de materiales fotográficos". H a realizado estud ios sobre arquitectura)' pintura virreinal, así como sobre materiales arqueológicos de Tlatileo, estado de México, y Jaino, Campeche. • María Elena Salas Cuesta. Maesrra en ciencias anrropológicas, con especialidad en anrropologia física. Investigadora de la Dirección de Anrropologia Física del1N ,IH, en la que coo rdina el proyecto " Rasgos no-métricos o discontinuos en cráneos prehispánicos y coloniales (parentesco)". Ha realizado rrabajos sobreanrropología física forense,osteopatologíaysalud pública en el México virreina!'
PARALEERMÁS . . . DAvALOS, Marcela, De basuras, ¡tlfI/IIt/didas'y mol'Ímienlo. O de cómo se limpia la ci"dad aJillales del siglo XI 111, Cien Fuegos, México, 1989. H ER'I \ 'IOEZ F~\;--:Ycn, Regina, " Ideología, proyecto s )'
urbanización en la ciudad de México, 1760-1850", en
La ciudad de Aléxico en la primera mitad del siglo XIX, Instituto de Investigaciones DI. José María Lu.is
Mora, t. 1, l\léxico, 1998, pp. 116-168. Sonia, "La reforma urbana en la ciudad de ~[éxico del siglo XV IJI", en Lacü,dad cOflceptoy obra. V1 Coloq/lio de Historia del Arte, Esrudios de Arre)' Estética, núm. 19, lIE, UNMI, México, 1987, pp. 105-125, SALAS CCESTA, .Marcela, y María Elena Salas Cuesra, u~ruerte e ilustración: cememerios extramuros", en Hommaje a Jaime Litvak, Serie Arqueología, Colección Científica, núm. 458, IN AH / lIE, UNAM, ?\1éxico, 2004, pp. 127-142. _ _ , "El urbanismo neoclásico y la salud pública en la ciudad de ~1éx.ico ", en Estlldios deAlltropología Biológica, vol. XII, IIA , UN AM / INAH / Asociación ~1exicana de Antropología Biológica, México, 2005, pp. 927-941. L O l\lBJ\RDO,
SALUBRIDAD URBANA EN LA SOCIEDAD VIRREINAL / 25
DOSIER
Arqueología e identidad naciona I
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Un águila, animal nahual, y por tanto secreto , de Huitzilopochtli , guió a los mexicas en su peregrinar. El águila parada en un nopal fue el símbolo de fundación de Tenochtitlan. Los invasores españoles traían en sus pendones y escudos el águila real. Con el paso del tiempo las dos águilas se fusionaron , y el águila parada en un nopal , junto con otros elementos , se convirtió en símbolo de identidad nacional para los mexicanos. FQTOSYREPROGRAFIAS;BOAISDESWAN/RAíCES
El águila sobre un nopal como representación de México-Tenochtitlan. Códice Mendoza , f. 2r.
Escudo de la ciudad de México, 1729.
Águila con gorro frigio, 1907.
Águila del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, 1911.
Águila de la XXVI Legislatura , 1916.
---
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En la con formación de la noción de identidad
historia de un pueblo es la de sus log ros
rica , los pueb los apre nden a sabe rse
'l aciona l inte rvienen mucho s f act ores
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miembros de una comunidad específica,
-como un territorio y un idioma comunes- ,
en el la, pero también la de sus prácticas
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cu lturales comu nes -es decir, los modos en
tos , que pertenecen a un grupo -más alla
reconocimiento de una historia compartida .
que se atiende a la vida cotid ian a, y la ma-
de todos los matices que la modernidad
Historia que, cabe señalar, no es sólo aque-
nera en que los distintos grupos se rel acio-
y la global ización puedan impon er-, se
,a dominada por grandes aconteci mientos
nan entre sí y con los otros , po r nombrar
reconocen como únicos y acuden a sím -
e ilustres personajes, sino esa que se acu -
algunas-, y el modo en que éstas surgen y
bolos que consideran propios y que ha-
mula día a día con el concurso de todos . La
se transform an. Con esta conci encia histó-
cen las veces de eleme ntos de reconocimiento , de señales de pertenencia. En el caso de MéxICO , nuestra noción de identidad nacional se encue ntra en buena medida en la conciencia y aprecio a una histOria común , en la que las vertientes asociadas a lo prehispánico y lo indígena tienen un lugar fundamental, en la medida que poseen características relacionadas con la idea de un sustrato particular que nos distingue de otros pueblos. De eso trata precisamente esta entrega de Arqueología Mexicana: la manera en que esas vertientes históricas han venido a influir en nuestra identidad nacional, el modo en que algunos rasgos propios de ellas se encuentran de un modo casi natural entre nosotros - por ejemplo ,
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la pervivencia y adaptación de los nom-
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bres de las poblaciones-, cómo aun antes
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de la declaración formal de la Independencia, se inició una tradición mexicana de estudio y valoración de las culturas
San Felipe de Jesús de pie sobre el águila, la cual devora una serpiente, y el nopal, 1804.
Águila parada sobre un nopal con los nombres de las entidades federativas de México, 1824.
prehispánicas , que se ha convertido en uno de los principales ejes de la pol ítica cultural del Estado mexicano.
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La elección de este tema para nuestra
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ediCión regular número 100 no es casual; buscamos conmemorar la efeméride con esta especie de balance sobre la importancia de nuestras raíces indígenas en el México actual , as unto qu e al final de cuentas es la motivación esencial de esta revista: la difusión de lo que sabemos y de lo que estam os averiguando sobre nuestro pasado prehispánico, como un medio para propiciar su valoración y su
Águila en el escudo nacional aprobado por Venustiano Carranza , 1918.
Águila en el escudo nacional actual.
conservación .
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Toponimia e identidad MIGUEL LEON-PORTILLA
28 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
DOSIER
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l territorio de un país es escenario geográfico con planicies y montañas, litorales, ríos y lagos, aldeas, pueblos y ciudades, flora, fauna y seres humanos. A estos últimos se debe haber desarrollado allí, a lo largo de siglos y milenios, diversas formas de cultura. Entre otras muchas cosas, su cultura, siempre en proceso de cambio, los ha llevado a dialogar con cuanto existe en ese su gran escenario geográfico. Sacando del anonimato a cuanto en él se encuentra y prolifera, se le han ido apli-
cando toda suerte de nombres. Así se puede recordar, hablar y hacer referencia a las realidades que circundan a mujeres y hombres. Así apareció la que hoy llamamos toponimia, los nombres de lugar. En el vasto territorio de México, que incluye de algún modo la parte que le fue arrebatada, además de una rica biodiversidad y una pluralidad de lenguas y fo rmas de cultura, hay también una gama enorme y significativa de nombres de lugar. Ellos, con la ya evocada gran diversidad, son elemento integrante de su propia identidad.
y precisamente, así como cualquier identidad no es algo estático, sino que está sujeta al cambio y la tran sformación, también los nombres de lugar de un país por diversos motivos en ocasiones se alteran. La toponimia expresada muchas veces en lenguas distintas, habla de su historia y de las formas como sus pobladores en distintos tiempos han ido concibiendo su escenario geográfico, su casa en el mundo. E n diversos tiempos se habló delAnáhuac, Mexicatlalpan, N ueva España yal fin México. y otro tanto puede decirse de las varias
Los seres humanos aplican toda suerte de nombres a las características geográficas , como en el caso de Popocatépetl, "Monte que humea". Página anterior: Popocatépetl , 1990. Esta página : Popocatépetl. Códice Vindobonensis , p. 39. FOTQ, GUILLERMOAlDANA. REPAO.' BQRIS DE SWAN I RAlCES
TOPONIMIA E IDENTIDAD /
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Yodzo Coa, "Llanura de la serpiente", es un topónimo de la Mixteca oaxaqueña. Con la expansión mexica , ese nombre fue traducido al náhuatl y ahora se conoce oficialmente como Coixtlahuaca , con el mismo significado de "Llanura de la serpiente". Una serpiente encima del glifo de lugar o llanura . Códice Nuttall, lám. 82 . REPROGRAFIA.MAACOANTONIOPACHECO / RAICES
Tollimani. "Donde recogen tules" (Tolimán, Guerrero). Matrícula de Tributos. lám. 20.
Huaxyácac, "En la punta de los guajes" (Oaxaca de Juárez, Oaxaca). Matricula de Tributos. lám. 24.
Coyoacan, "Lugar de coyotes". Matrícula de Tributos. lám. 25.
Cuetlaxtla, "Donde abundan los lobos" (Cotaxtla, Veracruz). Matrícula de Tributos, lám. 27 .
regiones, provincias y estados que lo integran, así como de sus poblaciones grandes y crucas. Y desde luego también es ello cierto acerca de todos sus accidentes geográficos con su flora y su fauna. A una larga secuencia de gentes y culturas se debe la variada toponimia que existe en México, expresada en lenguas del Nuevo y del Viejo Mundo. E n esos nombres es perceptible una especie de estratos, como ocurre también en la arqueología. Si quisiéramos identificarlos de algún modo, es posible señalar al menos los más importantes de esos estratos.
EL PRIMER ESTRATO El estrato más antiguo, obviamente indígena, se remonta a muchos siglos e incluye nombres de lugar expresados en muchas lenguas de por lo menos siete grandes familias lingüísticas. Así, por ejemplo, en Oaxaca abundan los topónimos mixtecos, zapotecos yo tros. Del ámbito mixteco provienen éstos: Yodzo Coo, "Llanura de la serpiente"; Yacu Dzaa, "Colina del pájaro". Otros hay que fueron traducidos al náhuatl y oficialmente se conocen en dicha lengua: el ya citado Yodzo Coo, pasó a ser Coixtlahuaca, con el mismo significado de "Llanura de la serpiente". Muestra de toponimias en una lengua yumana son Kadakamán que en cocrumi significa "Arroyo de carrizales", vocablo al que los misioneros jesuitas añadieron la designación de "San Ignacio". Topónimo en la misma lengua que desapareció por completo es el de Huamalhuá, "La neblinosa", aplicado a la isla llamada hoy de Cedros.
Tlalatlauhco. "En la acequia" (Jalatlaco, estado de México). Matrícula de Tributos, lám. 12.
El náhuatl fue lingua franca en Mesoamérica durante muchos siglos , por eso se impuso la versión en ese idioma a nombres preexistentes, como ocurrió en muchos lugares de los actuales estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y el centro de México, entre otros, donde los pobladores hablaban y aún hablan lenguas diferentes del náhuatl. FOTOS. RAMÓNVIÑAS / BNAH
30 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
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Los nahuas se expandieron por la Cuenca de México y dejaron grabados en la Piedra de Tizoc los topónimos de los pueblos sometidos. En la parte superior de la Piedra de Tízoc se ve escrito el nombre de Xochimilco, "En la sementera de flores". Hoy en dia, en la Delegación Xochimilco , D.F. , se emplea un dibujo inspirado en el diseño nahua. MNA.
En Mesoamérica hubo lugares con nombres de dioses o de fechas que evocan a una divinidad, como Chiconcuac, "Lugar de 7 Serpiente" (diosa de los mantenimientos). Representación de la diosa como una serpiente con rostro humano y siete círculos. 'OTOS, MAACOANTONIOPACHECO / RAlCES
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La variada toponimia (nombres de lugar) que existe en México se debe a una larga secuencia de a ti
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gentes y culturas , y se expresa en lenguas del Nuevo y del Viejo Mundo. En esos nombres es perceptible una especie de estratos , el más antiguo, obviamente indígena.
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Perdura, en cambio, gran número de topónimos en m aya yucateco, como C hancá , "Pueblo pequeño"; Cancún, " Hoyo de la serpiente"; Cruchén 1tzá, "En el pozo de los itzaes", y otros muchos. Lo mismo puede decirse de la mayoría de los nombres en lengua purépecha o tarasca, en casi todo el territorio de Michoacán y algunos lugares de Querétaro yGuanajuatoo Curioso es que precisamente el nombre de Michoacán sea aquel que aplicaron los mexicas a ese territorio, p or la abundancia de pescado que en él había.
EL ESTRATO DEL NÁHUATL
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Sobre ese primer estrato, que en algu nos casos perduró y en otros se perdió, apareció el que impusieron los hablantes de náhuatl a partir de su penetración, debido a que ésta llegó a ser /itlgtlafratlcadurante mu-
chos siglos. En algunos casos se impuso la versión en náhuatl de nombres preexis tentes. Esto último ocurrió en muchos lugares de Mesoamérica, en los que sus pobladores hablaban y aún hablan lenguas diferentes: en los actuales estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco y en todo el centro de México. En la amplia gama de topónimos introducidos por gentes de habla náhuatl hay muchos que describen el lugar: Popocatépetl, "Monte que humea"; Tallan, "Lugar donde abundan los carrizos"; Xochimilco, "En la sementera de flores"; Tenantzinco, "En el pequeño lugar amurallado"; Cuauhtinchan, "En la casa de las águilas". Otros hay con bella connotación metafórica: Papaloapan, "Río de las mariposas"; Cosamaloapan, "En el agua del arco iris"; Xocrucalco, "En la casa de flores". y también hay otros con nombres
de dioses o de fechas que evocan a una divinidad: Huitzilopochco, "Lugar de Huitzilopochtli"; Chiconcuac, "Lugar de 7 Serpiente" (diosa de los mantenimientos); Ometochco, "Lugar de 2 Conejo" (dios del pulque).
EL ESTRATO DEL ESPAÑOL En estratos toponímicos posteriores pueden id entificarse los nombres de lugar aportados por los españoles tras su invasión de lVléxico. Entre tales nombres hay una considerable vari edad. Unos son réplica de los existentes en España, como León, Salamanca, Va ll adolid, Mérida, Compostela y Laredo. Otros son nombres de santos que se antepusieron a topónimos nahuas : Santiago Tuxtla, San Martín Texmelucan, San Pablo Apetatlitán y Santo Tomás Ajusco. TOPONIM IA E IDENTIDAD /
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Algunos son de o rigen germ amc o, como Burgos; otros vienen del árabe: Guadalajara, Guadalupe, Guadiana; otros son romanos, Medellin, derivado de Quintus Metellus Cecilius; Laredo, "Lauretum" (de laurel) y, por supuesto, muchos son castellanos, como Puebla, Nuevo León, Soto la Marina. Finalmente pueden citarse los que son corrupció n de topónimos nahuas: Cuernavaca, Orizaba y Churubusco.
a Santa María (Cuepohpan, San Pablo (Teopan,
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EL ESTRATO MÁS RECIENTE
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El estrato más reciente es el que corresponde al México independiente. En no pocos casos un topónimo más antiguo fue sustituido por otro indígena o algunos que recuerdan a un héroe o un importante acontecimiento: Jalisco, en vez de Nueva Galicia; Tamaulipas, en vez de Nuevo Santander; Oaxaca, en vez de Antequera; Ciudad Juárez, en vez de El Paso; Ciudad Serdán, en vez de Chalchicomula; Ciudad Hidalgo, en vez de Tajimaroa; Ciudad Obregón, en vez de Cajeme.
Hay una considerable variedad de nombres que los españoles aportaron después de que conquistaron México. Los pintores de códices de la época colonial temprana los adaptaron y los registraron en varios documentos pictográficos de la época. a) A principios de la época colonial , Tenochtitlan fue dividido en barrios a los que al antiguo nombre nahua se impuso uno de santo cristiano . Códice Osuna , f. 6r. b) El glifo toponímico de Tepotzotlán , estado de México, se representó con el busto de un jorobado " .. .que también puede entenderse como representación glifica de carácter fonético: tepoz-oh(tli)-tlan, 'En el camino encorvado o torcido'" (León-Portilla y Aguilera , 1986). Mapa de México- Tenochtitlan y sus contornos hacia 1550. REPROGRAFIA, BQRIS DE SWAN I RAlcES FOTO aNAl<
32 / ARQUEOLOG iA MEXICANA
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Debe difund irse , por todos los medios, información acerca del origen, signi fi cado y signos
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Actualmente hay topónimos que evocan las tres grandes etapas históricas de México; la colonial con el nombre de un santo; la prehispánica con su topónimo original, y la moderna desde la Independencia . Ejemplos de esto son: San Bartolo Naucalpan de Juárez y San Cristóbal Ecatepec de Morelos, ambos en el estado de México. Desde la década de 1980, las autoridades gubernamentales han impulsado que un glifo toponímico sea parte de la identidad de cada municipio. a) Glifo toponímico de Ecatepec. b) Glifo topon ímico de Naucalpan. DIBUJOS. TOMADOS DE AOMEAOOUIAOZ. 1987. DIGITAlIZACION. AAlcES
Casos de esp ecial interés son los topónimos que evocan las tres grandes etapas históricas de México: la colo nial con el n ombre de un santo, la prehisp ánica con su topónimo original y la moderna desde la independencia. Ejemplos de esto son: San Bartolo Nau calpan de J uár ez y San Cristóbal Ecatep ec de Morelos. Y existen también algunos hIbridos como H idalgotitlán y Minatitlán al sur de Veracru z, este último por Francisco Xavier Mina.
TOPONIMIA E IDENTIDAD NACIONAL
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La existencia de tan grande variedad de top ónimos re fleja la identidad pluricultural y lingüística de México. También en ocasiones se trasluce en ella el nacionalismo del país independiente. Por eso debe repetirse qu e los n ombres de lugar son u n imp ortante elem en to en el contexto de la iden tidad nacion al. A la luz de todo esto p ueden esbozarse algunas conclusiones. Un a es que recorrer el escenario geográfico de México es ir "leyendo" no p oco de su historia; otra que no debe olvidarse, es qu e cambiar o alterar, sin ton ni so n, la toponimia es aten tar contra la memoria histórica. Citaré un caso aberrante de esto.
L a población má s septentrional de México no es Tijuana, como algunos piensan , sino Algodones, en el extremo noreste de Baja California, cerca de la confluencia entre los ríos Colorado y Gila. Pues acontece que alguno o algunos han pretendido cambiar ese nombre que recuerda el tem prano cultivo del algodón, asociado a algunos de sus primeros po bladores indígenas. y el nombre que pre tenden introdu cir es uno que ya ostentan muchas poblaciones del país y también un estado : el de Vicente Guerrero. Cabe postular a la luz de todo esto que debe difundirse, por todos los medios, información acerca del origen, significado y signos jeroglíficos con que se expresan muchos topónimos indígenas y también los porqués de los otros nombres de lugar. E llo contribuirá a tomar conciencia del propio ser del país. Por otra parte, promover que se legisle en el sentido de que cualq uier posible cambio de toponimia deberá ser sometido a la correspondiente Cámara de Diputados, bien sea estatal o federal, en la que deberán ser escuchados los pareceres ciudadano s. Así podrá salvaguardarse el g ran legado de los nombres de lugar en que se refleja no poco de la raíz y el ser de México.
EL NOMBRE DE MÉXICO Interesa recordar cuáles han sido las principales interpretaciones de la palabra que ha dado nombre a la ciudad de México, a un estado)' al país entero. Algunos la relacionan con Mecitli, al parecer un apelativo de Huitzilopochtli. Otros consideran que es un vocablo compuesto de la raíz de xictli, ombligo, acompañada de! sufijo loca ti\'0 -co )' presidida de la raíz de lIIetz-tl¡ o de me-tI. En el primer caso la interpretación es "En e! ombligo de la luna"; en el segundo, "En el ombligo del maguey". La incertidumbre acerca de la etimología de México no se ha desvanecido. A quienes interese ahondar en esto se les recomienda la compilación preparada por Ignacio Guzmán Betancourt, Los nombres de México, publicada por la Secretaría de Relaciones Exteriores en 1998. Las aportaciones ahí reunidas integran un abanico de interpretaciones de autores antiguos )' modernos sobre el nombre de México. Un hecho es cierto: más allá de las interpretaciones, desde e! siglo XV!, el nombre de México - escrito con x- ha circulado en e! mundo entero, como lo muestran, " entre otras cosas, millares de documentos, así como los pies de imprenta de inconta" bIes libros y también multitud de mapamundis de cartógrafos tan célebres como Abraham Ortelius )' Gerardo Mercator.
Miguel León -Po rtill a. Doctor en filosofía por la CN.lM . ¡vliembro de las academias mexicanas de la Historia)' de la Lengua, del Colegio Nacional )' de la Nacional Academ)' of Sciences, E .u.A. Autor de numerosas publicaciones y profesor de la Facultad de Filosofía)' Letras de la UN.\J\I. PARA LEER MÁS ... GC Zl\ú\¡"¡ B ETANCOL'RT, I gnacio (comp,), Los nombres de Aléxico, Secretaria de Relaciones Exteriores, .México, 1998. LEÓN-PORTIU.A, ~1iguel, La III,dti/illgiie toponimia de A1éxico: SJlS es/ralos lJIi/marios, Centro de Estudios de Historia de México, Condumex, México, 1983. LEÓN- P ORTI LLA, iVliguel, )' Carmen Aguil era, A1apa de Mé. .:ico-Tenorhh'tloll y SIlS COl1/omos hacia 1550, Celanese ]\·Iexicana, México, 1986. P ENAF1E L, Amonio, l\'onJetlclatllra geográfica de ,\¡(éxico, 2 vols., Fototipia de la Secretaria de Fomento, México, 1895. ROMERO QUIROZ, Javier, Topol/illl¡as del Es/ado de kféxico, Ediciones del Gobierno del Estado de México, 1987. TIBÓN , Gucierre, His/oria de/l1olllbrey de lajimdadóll de M éxico, FCE,.vléxico, 1993,
TOPONIMIA E IDENTIDAD / 33
DO SIE R
Conforme el desarrollo de las poblaciones oaxaqueñas se fue haciendo más complejo , también se hizo compleja la manera de representar lugares. Se conservó la manera de figurar los cerros, pero se les incorporaron nuevos elementos, con los que se expresaba determinada característica . Algunos de esos topónimos pueden identificarse con poblaciones actuales . a) "Cerro de los Pájaros" (Tototepec) . b) "Lugar de la Canción" (Cuicatlán) . Lápidas en el Edificio J, Monte AIbán Oaxaca . DIBUJOS: TOMADOS DE MARCUS yFLANNERY, 2001, DIGITALIZACiÓN: RAleES
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La forma de representar los cerros entre los mixtecos - con variantes- continuó hasta la época de los mexicas y puede afirmarse que ésta entonces era una convención mesoamericana para representar esos accidentes geográficos. Glifo de un cerro con un glifo de la Luna encima , que representa a Yucuyoo , "Monte de la luna", hoy Santa María Acatepec, pueblo de la Mixteca oaxaqueña Códice Colombino, p. 13. REPROGRAFIA,MAP./ RAlcES
A la altura de la rodilla derecha de este personaje, grabado en la Estela 41 de MonteAlbán, que algunos autores identifican como un sacerdote , está la representación de un monte, que hasta ahora es el glifo toponímico más antiguo de Mesoamérica. TOMADO De GARclA MOLL. 1986, DIGITALIZACiÓN: RAlees
b Para los investigadores, los códices son una fuente en _'" la que han encontrado lugares que son importantes en "¿ alguna etapa del desarrollo de los pueblos de Mesoamé- rica . En 2008, Francisca Ramírez Sorensen propuso que Cerro de la Máscara de Oro es el ahora cerro Cutah -que en popoloca signífica máscara- cercano al cerro Observatorío. Cerro Cutah está cercano al poblado de Zapotitlán , Tehuacán , Puebla . Se sabe que el señor g Casa , Jaguar Sami Nuu (Ojo Quemado) conquistó Cerro de la Máscara de Oro en 1338 cuando decidíó expandir sus dominios hacia el sur de Puebla porque hubo problemas en la dinastía de Teazacoalco , antiguo señorlo de la Mixteca oaxaqueña . a) Cerro Observatorio. Códice Bodley, lám. 26. b) Cerro de la Máscara de Oro. Códice Bod/ey, lám. 22. REPROS,: B. DE SWAN. M.A PACHECOI RAfeES
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Los topónimos fu eron pintados siguiendo ciertas convenciones, como puntos - que representaban arena- e insectos, que al parecer son arañas. Tam bién se dibujaron los símbolos de cerro y la vegetación de éstos. a) Xaltocan (Xaltocan , estado de México). Tira de /a Peregrinación , lám . XI. b) Xaltocan (Xaltocan. estado de México). Códice Azcatitlan, lám. VII I. e ) Metépetl (Metepec, estado de México). Códice Mendocino , f. 10r. DIGITAUZACIÓN,RAICES.FDTDYREPRDS C.BLANCO.B DESWAN RAlCES
34 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
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....a expansión militar de los mexicas se extendió en gran parte de Mesoamérica y los pueblos conquistados pagaban tributo a los mexicas cada 80 dias. Para llevar un control :e lo tributado por esos pueblos se elaboraron documentos como la Matrícula de Tributos, en los que se anotó el pueblo y la provincia tributaria a la que pertenecía . Cada pue:10 que aparece en la Matrícula ... tiene un topónimo, incluso los pueblos que no fueron subyugados por los mexicas, como Michoacán. al Coaixtlahuacan , "Valle de serpien:as· (San Juan Bautista Coixtlahuaca, Oaxaca ). Lám . 23. bl Tonatiuhco, "Lugar del Sol" (Tonatico, estado de México). Lám . 14. el Acalixtlahuacan , "Llanura de los sembrados ;e caña" (Acamixtla , Guerrero). Lám. 16. á) Ichcaa toyac, "En el río de la tierra blanca medicinal" (San Pedro Atoyac, Oaxaca). Lám . 20 . e) Quauhquechullan , "En compañia :e los quecholes" (Huaquechula, Puebla). Lám . 22 . f) Mapachtepec, "Cerro del mapache" (Mapastepec, Chiapas) . Lám . 25 . g) Ahuilizapan , "Rio de la alegría" (Orizaba , Ve-,;cruz). Lám . 26. h) Mechuaca, "Lugar de pescado" (Michoacán ). Códice Telleriano-Remensis, f. 25v. FOTOSYREPROS., AAMÓNVlÑAS / BNAH.MAPACHECO / AAlCES
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Para reforzar el sentido de pertenencia e identidad comunitaria, las autoridades del estado de México apoyaron , en las décadas de los setenta y ochenta del siglo xx , que los municipios de ese estado usaran un topónimo que los identificara . Mu chos de ellos están basados en documentación histórica , ycuando ésta no existía, se diseñó un emblema que siguió la antigua tradición para dibujar un topónimo . a) Topónimo del municipio de Almoloya de Juárez, estado de México . b) Topónimo del municipio de San Bartola , Morelos, estado de México.
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a) Metepec, "Cerro de magueyes", es uno de los municipios del estado de México cuyo topónimo , de origen nahua , forma parte del escudo oficial. En unos paneles , en la parte baja del quiosco de la plaza principal de esa ciudad , se encuentran unas placas de cerámica en las que están los topónimos de algunos de los barrios en que se divide el municipio. b) Tultitlan , "Entre los tules" (San Mateo, Metepec). e) Coaxiztenco , "En la orilla de las flores y las culebras" (La Asunción , Metepec). á) Tianguistenco , "En la orilla del mercado" (Santa Cruz, Metepec). FOTOS: BORIS DE SWAN I RAlcES
TOPÓNIMOS EN MÉXICO / 35
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Los gobiernos de México y la a rq ueología (1810-2010)
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ANTES DE 1810
Francisco Javier Clavijero fue un jesuita criollo que, junto con los demás misioneros de la orden , fue expulsado de la Nueva España en 1767. Se trasladó a Italia y allí escribió, en italiano, la Historia antigua de México , que se publicó en 1780. Su obra se basa en fuentes escritas, ya que en ese entonces había poca información de carácter arqueológico. Se refiere únicamente a la historia del Centro de México, sobre todo a la de la Triple Alianza , yen particular a la historia de Tenochtitlan y Texcoco. Retrato de Francisco Javier Clavijero en Historia antigua de México , 1844.
36/ ARQUEOLOGIA
MEXICANA
En 1700 falleció e! último rey de la Casa de Austria, o Habsburgo, Carlos II, sin descendencia. Fue sucedido por Felipe V, de la Casa de Barbón, que era la que gobernaba Francia. Con e! cambio de dinastía, la corona buscó reafIrmar la autoridad real y mejorar la captación fIscal; este conjunto de medidas se conoce como las reformas borbónicas y se insertaron en e! sistema de valores conocido como la Ilustración. La aplicación de las reformas se aceleró durante la segunda mitad de! siglo, pero la concepción de una monarquía absoluta que detentaba la dinastía de los Barbones era incompatible con los privilegios de la Iglesia, lo cual se reflejó en la expulsión de los jesuitas en 1767 de todos los dominios españoles; dicha orden, desde su fundación, había mantenido la posición de que debía obediencia únicamente al papa. Los jesuitas tenían entonces gran importancia en e! campo educativo. Las medidas modernizadoras incluyeron e! envío de expediciones científicas, de carácter botánico sobre todo, y la fundación de nueyas instituciones culturales, como la Academia de Bellas Artes de San Carlos, el Colegio de :\1ineria \' e! Real
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Entre 1810 Y 2010 la arqueología ha tenido grandes avances, lo que ha permitido que la informaclan por ella producida haya contribuido cada vez más al mejor conocimiento del pasado prehispanlco de México. Estos avances no se dan en el vacío, sino que están relacionados con los cambios ocurridos durante este mismo periodo en la sociedad de nuestro país, en su estructura política e Ideológica y en las incidencias que la información arqueológica ha tenido en ello.
En 1790 se realizaban obras en la plaza mayor de la ciudad de México y se encontraron dos grandes esculturas en piedra : la Coatlicue y la Piedra del Sol. El virrey ordenó que se conservaran y fueron estudiadas por Antonio León y Gama , quien en su libro Descripción histórica y cronológica de las dos piedras (1792) no sólo describe e ilustra las esculturas, sino que propone una interpretación sobre ellas a partir de la documentación escrita que se había conservado desde el síglo XVI. Coatlicue . Piedra del Sol. REPROGRAF fAS: CARLOS BLANCO I RAfeES
Jardín Botánico. Otro factor importante fue la liberalización de! comercio, que incrementó los contactos de la gente de la Nueva España con las de otros países y facilitó la llegada de las nuevas ideas derivadas de la Ilustración, lo cual incidió sobre todo en e! grupo de los criollos, los hijos de españoles, que eran el grupo más preparado, pero que, a pesar de ello, no tenían acceso a los puestos más altos de la administración pública ni de la Iglesia, que estaban reservados a los españoles nacidos en la península ibérica. En esta situación, entre los criollos se había empezado a desarrollar un concepto de carácter nacionalista, según e! cual en la Nueva España se estaba desarrollando una nueva nación, con raíces tanto prehispánicas como españolas. D entro de este ámbito, la historia prehispánica cobró una mayor importancia y también se modificó e! tratamiento que se daba a los sitios arqueológicos y a los objetos antiguos que se encontraban; en lugar de abandonarlos o destruirlos, o, a lo más, considerarlos como curiosidades o juzgarlos por su valor estético, según las normas de la cultura occidental, se buscaba conservarlos, describirlos y comprender su significado, usando para ello la inLOS GOBIERNOS DE MÉXICO Y LA ARQUEOLOGIA (1810-2010) / 37
DOSIER En 1821 México se convirtió en un país independiente; su territorio entonces comprendía el del virreinato de la Nueva España y las capitanias generales de Guatemala y Yucatán. En 1823 la Capitanía General de Guatemala se independizó, para formar finalmente el estado de Chiapas, en México, y los paises de Guatemala , El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En 1836 Texas se independizó también , para formar la República de Texas, que unos años después se uniria a Estados Unidos. En 1846 Estados Unidos declaró la guerra a México y, como resultado , México perdió la mitad boreal de su territorio, que fue incorporada a Estados Unidos, país que compró a México un territorio adicional, La Mesilla, en 1853.
SEGREGACIONES E INTEGRACIONES TERRITO RIALES (1845-1862) Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848)
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El Museo Nacional, fundado en 1825, recibió un local propio, la Casa de la Moneda , en 1865, durante el reinado del emperador Maximiliano de Habsburgo, donde estaría hasta 1964. Inicialmente, el museo custodiaba colecciones de historia natural, arqueología, etnografía e historia . En 1909 se separaron las colecciones de historia natural para formar el Museo Nacional de Historia Natural, yen 1939 sucedió lo mismo con las colecciones hi stóricas, para fundar el Museo Nacional de Historia , con sede en el Castillo de Chapultepec. Por tanto , el actual Museo Nacional de Antropología custodia las colecciones arqueológicas y etnográficas. La Sala de cerámica y el Salón de Monolitos en el Museo Nacional.
38 / ARQUEOLOGiA MEXICANA
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Hacia finales del siglo XIX comen¿aron las excavaciores arqueologlcas de edificIos preh spánicos, ya no sólo con el propósito de obtere r irformaclo'1 acerca de ellos y recuperar obietos asociados.
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asen su aspecto onginal y fL..esen mas fácilmente comprensibles a los VIsitantes corta visita, lo enttega en 1784; al no quedar satisfecho, e! gobernador envía una nueva expedición a cargo de! arquitecto Antonio Bernasconi, quien en trega un nuevo informe al año siguien te; e! rey lo aprueba y ordena mayores exploraciones. Tenemos, entonces, que la arqueología en 1810 está muy cercanamente relacionada con la historia, pues su acervo para la interpretación consiste ñmdamentalmenteen la información escrita acerca de las poblaciones prehispánicas que habían registtado los españoles desde el siglo XVl, así como en los pocos documentos escritos de origen prehispánico que se habían conservado, los códices. Apenas se iniciaba la recopilación de información propiamente arqueológica: la descripción de los bienes materiales de! pasado que se habían conservado.
En 1887 se publicó México a través de los siglos, obra coordinada por Vicente Riva Palacio, cuyo primer tomo, escrito por Alfredo Chavero, se refiere a la historia antig ua y de la conq uista. Chavero llevó a cabo una amplia recopi lación de la información con que se contaba, que incluye no sólo aquella derivada de documentos, sino también datos de carácter arqueológico, provenientes de las descripciones de muchos sitios visitados por viajeros y de algunas excavaciones que se había n realizado en algunos de ellos. Se procuró integrar esa información en torno a un núcleo que era de carácter histórico, en el cual tenía un gran peso la parte correspondiente al centro de México, au nque se refiere no sólo a éste, sino a todo el país. Alfredo Chavero, Historia antigua y de la conquista, en Vicente Riva Palacio (coord.), México a través de los siglos, tomo 1. ARCA DE ACERVOS HISTÓRICOS DE LA BIBUQTECA FRANCISCO XAVIER CtAVIGERO. UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA. FOTO; MAP./ RAlcES
LOS GOBIERNOS DE MÉXICO Y LAARQUEOLOGIA (1810-2010) / 39
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1810-1910 En 1810 comenzó la guerra de Independencia; para 1821 México era un país independiente. Su territorio entonces comprendía el antiguo virreinato de la Nueva España y las capitanías generales de Guatemala y Yucatán; éstas, aunque en cierto modo dependían del virreinato, gozaban de amplia autonomía. Sin embargo, como consecuencia de la baja población, las escasa comunicaciones y las condiciones externas -sobre todo de Estados Unidos- , vio reducido su territorio para 1853 de 4 y medio millones de kilómetros cuadrados alos 2 millones de kilómetros cuadrados que hoy tiene. Las primeras décadas posteriores a la Independencia se caracterizaron por continuos conflictos entre dos visiones de cómo debería ser México. Por una parte, los conservadores - para quienes la historia del país había comenzado en 1521 con la toma de Tenochtitlan por las tropas comandadas por Hernán Cortés- consideraban que México debería tener un gobierno monárquico, o a lo más republicano de carácter central, con un gobernante y un ejército fuerte s, en el cual la Iglesia católica continuara encargándose
Leopoldo Batres, nombrado Inspector y Conservador de Monumentos Arqueológicos en 1888, realizó numerosas excavaciones y, a veces , reconstrucciones de monumentos en diversas partes del país. De 1905 a 1911 llevó a cabo exploraciones y reconstrucciones en Teotihuacan , estado de México, principalmente en la Pirámide del Sol, y además se construyó un Museo de Sitio. Teotihuacan fue inaugurado formalmente como zona arqueológica el10 de septiembre de 1910. Es, pues, la primera zona arqueológica abierta al publico. Hoy en día hay en todo el país alrededor de 180 zonas arqueológicas, la mayoría mesoamericanas, y son aún muy pocas las correspondientes a Oasisamérica o Aridoamérica. Leopoldo Batres pronuncia un discurso en la zona arqueológica de Teotihuacan , ca. 1910. En primer plano, el Museo de Sitio construido por Batres, ca . 1905. Porfirio Díaz, con Justo Sierra y muchos otros, visita Teotihuacan , ca. 1907. FOTOS: FN/!NAH. REPRQS.: MARCO ANTONIO PACHECO. BORIS DE SWAN I RAleES
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Alfonso Caso fue fundador del Instituto Nacional de Antropología e Historia , INAH (1939), de la Escuela Nacional de Antropología e Historia , ENAH (1942), Y del Instituto Nacional Indigenista, INI (1949); fue también rector de la UNAM. SUS contribuciones a la arqueología de México son muy amplias, entre ellas: estudios sobre los calendarios prehispán icos, sobre los códices mixtecos y la información histórica que contienen , sobre la arqueología de Oaxaca y, sobre todo , la de Monte Albán , donde coordinó numerosas temporadas de excavación y restauración de edificios, en la primera de las cuales se descubrió y exploró la famosa Tumba 7, tumba zapoteca que fue reutilizada por los mixtecos par enterrar allí a uno de sus dirigentes, acompañado de una rica ofrenda, notable sobre todo por su orfebrería. Alfonso Caso y Martin Bazán en la Tumba 7 de Monte Albán , Oaxaca , 1932.
de servicios como la educación, la salud y e! registro de nacimientos, matrimonios y muertes, como lo había venido haciendo. Los liberales, en cambio -para quienes la historia de México incluía lo que había acontecido antes de la llegada de los españoles-, pensaban que México debía ser una República representativa, federal y popular, con una balance entre los tres poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y con una separación entre la Iglesia y el Estado, por lo que éste debía de tomar a su cargo los servicios que la Iglesia había prestado. En 185 7 fue aprobada un a nueva Constitución, de carácter liberal moderado, con un poder legislativo dominante. En 1858 Benito Juárez llegó a la Presidencia y al año siguiente se comenzaron a aplicar la s Leyes de Reforma, que incluían la nacionalización de los bienes de! clero y la separación de la Iglesia y e! Estado. Los conservadores, por su parte, y con e! apoyo de la Iglesia, lograron interesar a Napoleón III, emperador de Fran-
cia, en la creación de una monarquía en i\II éxico e invitaron a Maximiliano de Habsburgo, hermano del emperador Francisco José de Austria-Hungría, a ser emperador de México, con apoyo militar y financiero de Francia. Los franceses desembarcaron en México en 1862 y en 1864 llegó e! nuevo emperador. Maximiliano, de ideología liberal, se negó a suprimir la nacionalización de los bienes del clero y la libertad de cultos. Inicialmente, e! control de! imperio se extendió por e! centro y sur de! país, y e! presidente Juárez se refugió en e! norte; sin embargo, ante la falta de recursos y rumores de! retiro de las tropas francesas, los ejércitos de la República comenzaron su avance. Maximiliano se replegó a Querétaro, fue derrotado y tomado prisionero, juzgado y sentenciado a muerte; fue fusilado en e! Cerro de las Campanas e! 19 de junio de 1867. Terminó así e! último gobierno conservador de México. Benito Juárez continuó siendo presi dente de México hasta 1872, año de su fa-
LOS GOBIERNOS DE MÉXICO Y LAARQUEOLOGfA (1810-2010) / 41
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lletimiento. A partir de 1877 )' hasta 1911, pur el peJ iodo presidencial de 1880 a 1884, Porfirio Díaz se reeligiría como presidente de léxico. Durante este largo periudo se pudo lograr un restablecimienlo de la paz interior, la mejoría de las comunicaciones y las finanzas del Estado, \ 111 mayor desarrollo económico y un res¡ablecimiento de las telaciones internaLiOllales. pero a costa de un gobierno cada ve7 más centralizado - con un predominio cada vez mayor en el gabinete delgrupo conocido como los "científicos"-, de ideología positivista y represor de los opositore~ al régimen. Los gobiernos liberales habían mantenido su interés por la historia prehispáni t a; así, C;uadalupe Victoria en 1825 estableció el Museo Nacional Mexicano, que ( omervaría colecciones arqueo lógicas, h¡stúricas \ de historia natural. El museo ~alvu
estuvo suj eto a diversas visicitudes, derivadas de la inestabilidad reinante, hasta que el emperador Maximiliano lo dotó de un local propio en 1865, la Casa de la Moneda, donde estaría hasta 1964, llegando a ser durante la época porfiriana no sólo un lugar de resguardo de objetos, sino también un importante centro de estudio de ellos. Este interés se reflejó también en las leyes. Así, en 1827 se autorizó al Arancel de Ad uanas Marítimas la prohibición de la exportación de monumentos y antigüedades mexicanas,)' en 1896 se aprobó una le y que reafirmaba lo anterior y además establecía que los sitios arqueológicos son propiedad de la nación y que, de ser necesario para su conservación y estudio, las tierras en las que se encuentren p odrían ser expropiadas. Ya desde 1885 se había nombrado un In spector y Conservador
de Monumentos Arqueológicos, cuyo papel era el de conservar los sitios arqueológicos, evitar que en ellos se realizaran excavaciones sin autorización y recibir los o bj etos decomisados por las adu anas o recibidos por donación y entregarlos al Museo Nacional. Durante esta etapa los conocimientos sobre la hi storia prehispánica se habían incrementad o considerablemente, por una parte, como resultado de la localización y publicación de documentos en los archivos españoles, sobre todo, que eran poco conocidos o que se desconocían y, por otra, gracias a las descripciones publicadas por viajeros de diversas nacio nalidades sobre numerosos sitios hasta entonces desconocidos. Al análisis de toda esta nueva información se dedicaron estudiosos de México, Es tados Unidos y varios países europeos. Ante este cúmulo de
Manuel Gamio estudió arqueología en la Universidad de Columbia, Estados Unidos, donde conoció la concepción de la arqueología como parte de la antropología y no asociada con la historia, concepción que ha prevalecido en Méxi co durante el siglo xx. En 1913 realizó la primera excavación estratigráfica en San Miguel Amantla , Azcapotzalco; la introducción de técnicas estratigráficas en la arqueologia permitió que ésta desarrollara un marco cronológico propio. Realizó también un nuevo estudio de Teotihuacan, estado de México, con un enfoque antropológico, cuyos resu ltados se publicaron en 1922 en La población del valle de Teotihuacan . Manuel Gamio Corte estratigráfico de San Miguel Amantla .
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Paul Kirchhoff propuso la división del territorio comprendido por el suroeste de Estados Unidos, México y la mayor parte de Centroamé rica en tres superáreas cu lturales: Mesoamérica, Oasisamérica y Aridoamérica. Cada una de ellas puede subdividirse a su vez en varias subá reas. Las culturas comprendidas en cada una de ell as no son desde luego uniformes, pero com parten una serie de rasgos que a su vez las diferencian de las culturas de otras superá reas. Paul Kirchhoff. Las tres superáreas cultura les: Mesoamérica, Oasisamérica y Aridoamérica.
información fue necesario empezar a desarrollar clasificaciones tanto de materiales como de sitios, con lo que se pudo así llegar a las primeras caracterizaciones de culturas arqueológicas y los materiales asociados a ellas. También, hacia finales del siglo XIX, comenzaron las excavaciones arqueológicas de edificios prehispánicos, ya no sólo con el propósito de obtener información acerca de ellos y recuperar objetos asociados, sino también con el propósito de reconstruirlos de manera que recuperasen su aspecto original y fuesen más fácilmente comprensibles a los visitantes; se escogían para este propósito los edificios mayores o más complejos, con el interés de demosrrar que en el pasado prehispánico habían existido civiLzaciones tan avanzadas como las de arras países. S I-
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E n 1910 se llevarían a cabo nuevamente elecciones presidenciales. Desde el año anterior, Francisco 1. Madero comenzó a organizar un partido nacional, el Partido Antirreeleccionista, para oponerse a Porfirio Díaz, bajo el lema de "Sufragio efectivo,
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no reelección". Las elecciones se llevaron a cabo y Díaz triunfó nueyame nre, por lo que se inició una lucha armada, la Revolución mexicana. Porfirio D íaz renunció a la Presidencia y se trasladó a Francia, y en 1911 Madero tomó posesión como presidente de México, iniciándose así el proceso de sustitución de los antiguos colaboradores de Porfirio Díaz y una nueva época de conllictos armados. En 191 7 se aprobó una nueva Constitución, según la cual México continuaba siendo una RepúbLca federal, representativa y democrática, pero ahora el Po der Ejecutivo era el predominante; se avalaban diversas forma s de propiedad individual y colectiva, la coexistencia de empresas privadas y estatales, y se ocupaba tanto de los campesinos como de los trabajadores industriales. Tenía también un carácter nacionalis tao De todas maneras, continuaro n los conllictos, entre los que destaca la llamada Guerra Cristera (1925-1929) . Obregón, que ya había sido presidente, logró que se modificara la Constitución para permitir una reelección presidencial no inmediata; ya como presidente electo, fue asesinado en 1928. Ante esta situación, se
llegó a un acuerdo entre qUienes se reconocían como triunfadores de lá Revolución de 1910 para organizar un partido que regulase a los que serían los candidatos a los puestos de elección popular, evitándose así los pronunciamientos. Ése fue el Partido Nacional Revolucionario, fundado en 1929, hoy Partido Revolucionario Institucional, que se mantendría en el poder hasta el año 2000. Los gobiernos revolucionarios han mantenido su interés por el pasado prehispánico, como consecuencia de su enfoque nacionaLsta y también por su herencia de los enfoques de los liberales del siglo XIX. En 1939 se creó una nueva institución, a la que se incorporaron tanto el Museo Nacional como la Inspección de Monumentos, para que, enrre arras funciones, se encargara de la protección, estudio, conservación y difusión del patrimonio arqueológico de México: el Instituto Nacional de la Antropología e Historia (INAH). Hasta entonces, en México no habían existido programas de estudio en el campo de la educación superior que permitiesen la preparación de arqueólogos, ni de ninguno de los especialistas que ellNAH requería para cumplir con las funciones que le
LOS GOBI ERNOS DE MÉXICO Y LAARQUEOLOGiA (1810-2010) / 43
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habían sido asignadas; los arqueólogos, o eran autodidactas o se habían preparado en e! extranjero. Para ello, en 1942 se creó la E scue!a N acional de Antropología e Historia (ENAH), que se incorporó al instituto.
LA LEGISLACiÓN H a habido también avances en e! campo jurídico. E n 1934 se aprobó la Ley sobre Protecció n y Con servació n de Mo numentos Arqueológicos e H istóricos, Poblaciones Típicas y Lugares de Belleza Natural que, en lo que se refiere a los m onume n tos arqueológico s, mantuvo las disposiciones anteriores pero estableció que, cuan do se realizaran excavacio nes arqueológicas autorizadas y se en contraran varios objetos arqueológicos iguales, la Secretaría de E ducación Pública podría donar uno de ellos a la institución autorizada. E stablecía también e! Registro de la Propiedad Arqueológica Particular, según e! cual se deberían inscribir lo s ob je-
tos arqueológicos que estaban en posesión de particulares, y se daba un plazo de dos años para ello; asimismo, se consignaba que los bienes arqueológicos muebles que no eran inscritos procedían de inmuebles arqueológicos que eran propiedad de la nación. En 1972, esa ley fue sustituida por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, actualmente vigente, que estableció un Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos en e! que deben in scribirse los monumentos arqueológicos que están en p osesión de particulares, quienes tienen la posesión más no la propiedad de dichos monumentos. También en esa ley se establecen las bases que permiten la realización de rescates y salvamentos arqueológicos asociados a la construcción de edificios. Se derogó también la disposición que permitía la donación de objetos "duplicados".
En e! ámbito internacional, México ha suscrito tratados bilaterales con otros paises que permiten la recuperación de bienes arqueológicos que hayan sido exportados ilegalmente; los primeros fueron con Estados Unidos (1971), G uatemala (1976) y Perú (1976). También se han suscrito las siguientes convenciones de la UNESCO: Convención sobre la Protección de Bienes Culturales en Caso de ConilictoArmado (1956), Convención sobrelas Medidas que Deben Adoptarse para Impedir la Importación, Exportación y Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales (1971), Convención para la Protección de! Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1984), y Convención sobre el Patrimonio Cultural Submarino (2006).
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José Luis Lorenzo estudió arqueología en la ENAH y después obtuvo un a beca para el Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, donde fue alumno de Vere Gordon Childe y de Frederick E. Zeuner, y entró en relación con Fran" ois Bordes, con lo que se afianzó su interés por la prehistoria , la estratigrafía y los estud ios pa leoambientales. Entre 1961 y 1978 fue jefe del Departamento de Preh istoria deIINAH, en el que estableció los primeros laboratorios de cienci as aplicadas a la arqueolog ía (zoolog ía, botánica , geología y petrografía , química y suelos) , así como la primera unidad de salvamento arqueológico; hoy en día la mitad de los proyectos arqueológi cos que se llevan a cabo en México son de salvamento. Llevó tambi én a cabo diversos estudios de preh istoria en México y propuso la primera perioJosé Lui s Lorenzo. dificación de la Etapa Lít ica, co mo él la llamaba . b) Periodificación de la Etapa Lítica en México propuesta por Lorenzo.
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ción de técnicas estratigráficas en las excavaciones, a partir de las excavaciones de Manuel Gamio en Azcapotzalco (San Miguel Amantla, 1913), con lo que se obtuvo un marco cronológico propio, inicialmente de carácter relativo, pero que, a partir de mediados de siglo -con la introducción de nuevas técnicas de fechamiento, principalmente la de radiocarbono-, se convertiría en absoluto. Se comenzaron a investigar también otros temas, como el de patrón de asentamiento, el carácter urbano en sitios arqueológicos de poblaciones sedentarias o la utilización de los espacios abiertos. También se han desarrollado estudios acerca de las funciones de los artefactos, los procesos de domesticación de plantas y animales, Y otros muchos; para ello ha sido importante la introducción de nuevas técnicas en la arqueología, provenientes de otros campos del conocimiento. Se han seguido realizando numerosos proyectos de exploración y res tauración de zonas arqueológicas, y a finales de los años sesenta del siglo xx se modificaron los criterios de restauración; ahora se considera inadecuada la reconstrucción de edificios y no debe irse mas allá de la consolidación de los elementos localizados en el curso de las excavaciones. En los años cuarenta, Paul Kirchhoff propuso la división del territorio de México y regiones vecinas en tres superáreas culturales (Mesoamérica, Oasisamérica y Aridoamérica) y presentó su caracterización. Aridoamérica fue una región que, hasta el contacto con los españoles, estuvo siempre ocupada por grupos nómadas de cazadores-recolectores con sociedades simples. Oasisamérica estuvo poblada por grupos con sociedades diferenciadas, sedentarios y que contaron con una agricultura de riego de origen mesoamericano. Mesoamérica, finalmente, es una de la cinco regiones, a nivel mundial, en las que de manera independiente se domesticaron
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Como ejemplo de la visión actual sobre la historia prehispánica de México está una obra reciente: El pasado indígena , de Alfredo López Austin y Leonardo López Luján (1996). La obra está estructurada en torno a información de carácter arqueológico, pues tras una primera etapa que se refiere a los pobladores más tempranos del territorio , la Etapa Lítica propuesta por Lorenzo, la historia posterior se enmarca en las tres superáreas culturales propuestas por Kirchhoff: Aridoamérica , Oasisamérica, y Mesoamérica. De ellas, la información sobre Mesoamérica es mucho más amplia y detallada, por una parte, porque en la investigación arqueológica se ha dado mas importancia a Mesoamérica que a las otras dos supe ráreas y, por otra, debido a que la información documental, de carácter histórico , es mucho más abundante para Mesoamérica que para el Norte de México. Por otro lado , la información arqueológica tiene una profundidad temporal mayor que la de la información histórica, aunque ésta es más detallada y específica , y sobre todo comp rende los campos no materiales de las culturas, ideología e idioma por ejemplo, a los que difícilmente puede accederse por medio de la información arqueológica exclusivamente. Portada de El pasado indígena, de Alfredo López Austin y Leonardo López Luján (1996).
plantas y ani males, y, en consecuencia, fue posible el establecimiento de poblaciones agrícolas y sedentarias, cuyas sociedades incrementaron con el tiempo su complejidad hasta convertirse en sociedades estatales. De acuerdo con esta visión, puede constatarse que la arqueología de México se había ocupado preferentemente de los sitios arqueológicos mesoamericanos, situación que aún persiste, por lo que es necesario incrementar los estudios de los sitios de Oasis américa y Aridoamérica. Hasta los cuarenta del siglo XX se pensaba que la población de América era relativamente reciente, pero el hallazgo en Folsom, Nuevo México, en Estados Unidos, de los restos de un bisonte extinto al que habría asociadas puntas de proyectil de piedra indicaron que ya en el Pleistoceno Tardío había poblaciones humanas en América. La exploración de restos humanos en Tepexpan, estado de México, por parte de Helmut de Terra y sus colaboradores en 1945, seguido por otros hallazgos, favoreció que se comenzaran a investigar las poblaciones tempranas en México. Aunque ha habido ciertos avances, aún es mucho lo que falta por hacer. ~i' Joaquín GarcÍa-Bárcena. Arqueólogo e ingeniero químico. Miembro del Comité Científico-Editorial de esta revista.
,-PARA LEER MÁS . .. B ER.!"JAL, Ignacio, Hislon·o de /0 arqueología en México, Edi-
torial Porrúa, México, 1979. Consejo Nacional de Población, El poblamiento de México, 11110 t'isión bislón·co-demogr4ftca, Secretaría de Gobernación, !\1éxico, 1993. EsCALA~TE GONZALBO, Pablo, e/al., f\,Tuevo historio mínimo de México, El Colegio de México, México, 2009. LORENZO,]osé Luis,La e/opa líticaen México, DepartamentO de Prehisroria/ 1NAH, México, 1967. ~!JRJ\MBEIL, Lorena (coord.), Homenaje aJoséLlÍs Lorenzo, INAH, !\féxico, 1989. NOGUERA, Eduardo, La cerámica arqueológico de J.\1eJonJén·ca, !l A ! UNA1I, México, 1975. OU\'ÉNEGRETE,]ulio César,etal., lNAH,/(l1a his/ona, INA H, México, 1995. WILI.EY, Gordon R., )' Jerem), A. Sabloff, A Hislo'J' oJ AJJlen"caI1Archoeology, W H. Freemam and Compan)", Nueva York, 1993.
LOS GOBIERNOS DE MÉXICO Y LA ARQUEOLOGIA (1810-2010)
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El MÉXICO PREHISPÁNICO y lOS SíMBOLOS NACIONALES
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EDUARDO MATOS MOCTEZUMA
1. En la parte posterior del Teocalli de la Guerra Sagrada se ve , en medio de un ambiente acuático, un águila parada sobre un nopal con tunas , que nace de Tlaltecuhtli , diosa de la tierra , representada por una figura con boca y dientes. Del pico del ave sale el al/I/achinolli o corriente doble que simboliza la guerra , la cual podría confundirse con una serpiente.
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FOTO: MA PACHECO I RAlcES. DIBUJO: TOMADO DE FRANCH ET AL , 1992
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La piedra, el nopal, el águila y la serpiente forman la tetralogía que dio pie a la elaboración de nuestros símbolos patrios: la bandera y el escudo nacionales. Sin embargo, la historia de que están acompañados tiene antecedentes que se remontan, por un lado, al mundo prehispánico, y por el otro, a un proceso evolutivo que los llevó a pasar por diversas vicisitudes hasta transformarse en lo que hoy son. ~I l-
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LOS PROTAGONISTAS Diversos investigadores se han dado a la tarea de estudiar los orígenes de esos símbolos y lo que representaban en el México antiguo. Interesante resulta el trabajo de José Corona Núñez (1992), para quien tanto la piedra como las tunas representan corazones. En este sentido, recordemos el relato que habla de cómo Cópillucha en contra de Huitzilopochtli y es vencido para acto seguido ser sacrificado y su corazón arrojado en medio del lago, en donde cae sobre una piedra de la que crecerá el tunal que servirá de signo para la fundación de Tenochtitlan. Por su parte, el águila representa al cazador celeste, Huitzilopochtli, yen cuanto al binomio águila-serpiente, ve en ello la lucha diaria entre la noche y el dia, la vida contra la muerte. Entre los mexicas, el águila tiene una connotación solar y está relacionada con
_______ Tlaltecuhtli, diosa de la tierra
Huitzilopochtli. Así lo vemos desde el momento en que los mexicas salen de Aztlan guiados por este último y por el tlacatecófot! Tetzauhtéotl. He aquí el relato de Cristóbal del Castillo: Porque los viene guiando el t/acatecó/otl, que se transforma en águila y vuela frente a ellos, guiándolos. Así se lo comunicó a su servidor Huitzilópoch, que es el gobernante de los mecitifl. Les dijo: -Yo os iré guiando a donde vayáis, iré mostrándome como águila, os iré llamando hacia donde iréis, sólo idme viendo. Y cuando haya llegado a donde ya me parezca bueno, donde os asentaréis, allá me posaré, allá me veréis, ya no volaré. De modo que enseguida hagáis mi templo, mi casa, mi cama de paja donde
esruve levantando el vuelo (Castillo, 1991).
De este relato y otros más que hablan de la fundación de Tenochtitlan queda claro
cómo el águila se detiene sohre el nm~ 1 Entre las esculturas mexicas que mL1eSlr~n lo anterior está el conocido Teocalb de 1~ Guerra Sagrada (fig_ 1), que representa lltl templo mexica con su escalinata de acn so a la parte superior, donde hay dos p"r sonajes: Huitzilopochtli y MOl-tezuma ]l. que hacen penitencia. En cuanto al ágUIla . ésta se encuentra en la parte posterior <1('1 monumento parada sobre el nopal con tunas, que a su vez nace de la tierra repre sentada por una figura con boca r (bente< (Tlaltecuhtli, la tierra), en medio de un am biente acuático. Como dato adtcional L[L1IC ro mencionar que del pico del ave surge 1(, que podría confundirse con una serplent el atl-tlacbinoffi o corriente doble que ,im boliza la guerra. Aunque existen vana, fl guras de águilas dentro de la e,cultOnc~ mexica, pienso que ésta es la mejor repre sentación de lo que venimos tratando. En los primeros años de la eoloJlJa símbolo continuó en mo, como lo con firma la lámina 1 d elródtce Mendoza (fig. 2) , en la que se aprecia a la ciudad de Te nochtitlan dividida en cuatro cuadrant(" y en medio, el águila parada sobre el nn pal, que a su vez surge de una piedra 'l arn bién puede verse en códices como el 1) /1 rón (fig. 2) Y el Aubin, pintad os PI" tfoCllifoJ o pintores indígenas que utihz~n el símbolo que representa la fundaCión d( la ciudad de Tenochtitlan. A partir de ese momento algo lll sólltl .l va a ocurrir, 1,os españoles destruían a ~1I paso todo vestigio del mundo prehlspá nl co al considerarlo obra del demolUo, SIIl embargo, el símbolo de1 águila parada so bre el tunal va a lograr trascender al 11l1lP do colonial y llegar al México actual ; r .~~ razones? Aunque Carlos V dotó a la cap! tal de la Nueva España de un escudo en 1523, en realidad el símbolo mexica ya a continuar presente mediante un fenúl11 (
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2. En los primeros años de la Colonia , el actual simbolo de nuestra bandera nacional , con el águila y el nopal como principales elementos, aparecía en documentos administrativos y de carácter histórico. Página anterior: En el Códice Mendoza (f. 2r) -elaborado para que Carlos V conociera más a sus súbditos- se ve el águila, parada sobre un nopal que surge de una piedra, en medio de cuatro cuadrantes en que la ciudad de Tenochtitlan estaba dividida. Esta página, arriba: El águila y el nopal también pueden verse en la Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme , de fray Diego Durán, t. 1, lám . 6 REPROGRAFIAs: CARLOS BlANCO. MARCO ANTONIO PACHECO I RAfeEs
no de desacralización de su contenido anterior para dar paso a su sacralización dentro de los parámetros cristianos y, con la Independencia, volver en parte a su contenido ancestral. En efecto, posiblemente por la importancia de la ciudad de Tenochtitlan (sobre la que se erige la capital novohispana), su imagen va a preservarse para simbolizar e! poder que otrora recayera en ella y que ahora ostentan los españoles. El hecho es que el símbolo va a ser adoptado por los peninsulares por razones políticas y religiosas, y no es por azar que lo veamos en conventos franciscanos de! siglo XVI, como los de Tecamachalco (puebla), Calpan (puebla), Tultitlán (estado de México) y San Francisco (ciudad de México), así como en los conventos agustinos de Yuriria (Guanajuato) (fig. 3) e Ixmiquilpan (Hidalgo). También se ve en e! escudo pastoral de! segundo arzobispo de México, don Alonso de Montúfar. En la conquista de la Florida, los contingentes mexicas que apoyaban a los españoles traían como estandarte al águila parada sobre el nopal, como se aprecia en e! Códice Osuna (Florescano, 1998). Sabemos que hacia 1578 alumnos
jesuitas emprendían caminatas por las calles de la capital para conmemorar la llegada de reliquias enviadas por e! papa Gregorio XIII, durante las cuales portaban un cartel con la misma figura (Alberro, 1999). Más aún, el Ayuntamiento de la ciudad de México estampó en sus sellos la imagen del águila y e! nopal. Para estos momentos el símbolo mexica había perdido su con tenido original, relacionado con guerra-sacrificio-corazones-Huitzilopochtli, etc., y se sacralizó dentro de! pensamiento cristiano, como lo plantea Solange Alberro:
3. El simbolo del águila parada sobre el tunal 10gró trascender la época colonial y llegó hasta el México actual. El simbolo mexica trascendió porque se desacralizó cuando , en 1523, Carlos V otorgó escudo a la Nueva España. En éste apareci a el símbolo, pero co n parámetros cristianos ; con la Independencia, su antiguo contenido sacro volvió a adquirir cierta relevancia. Águila en el convento de Yuriria , Guanajuato , construido en siglo XVI. DIBUJO: CONSTANTINO REYES-VAlERIQ, 2000
. .. el nopal y el águila de Tenochtitlan se habían finalmente fusionado con lo esencial y más dinámico del cristianismo: la cruz y la sangre de Cristo en su Pasión por lo que se refiere al tunal idolátrico, mientras que la Virgen María en su advocación de Guadalupe había reunido en sí, el águila mexica, la de los Austria y la que viera San Juan en la isla de Patmos. En ade lante, el viejo portento prehispánico quedaba to tal y definitivamente rehabilitado y, por tanto, listo para futuras necesidades simbólicas (Alberro, 1999).
El MÉXICO PREHISPÁNICO y lOS SíMBOLOS NACIONALES
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LA VIRGEN DE GUADALUPE Vayamos ahora a España. Desde el siglo XIV, si no antes, se rinde culto a la Virgen de Guadalupe, especialmente en Extremadura. Allí se erigió el enorme convento en su honor después de que Alfonso XI triunfara en la batalla del Salado. El mismo nombre de la imagen tiene un origen árabe, que significa "río escondido". Su tez morena, casi negra, va muy a tono con su misión para ayudar al triunfo español sobre los árabes (fig. 4) . En su retorno a España en 1528, Cortés, extremeño y devoto de la imagen, va al convento a llevarle obsequios (García, 1990).
En México, la Virgen se aparece aJuan D iego en 1531 y llama la atención que el capitán español hubiera regresado a la ueva España unos meses antes de esta fecha. En ese momento los frailes están enfrentando verdaderos problemas con su misión evangelizadora, por lo que no sería de extrañar que acudieran a la aparición para conseguir sus propósitos, lo que logran sobradamente. Tenemos en aquel momento la presencia en México de dos imágenes, una de tradición mexica qu e represe n ta a Huitzilopochtli y a la ciudad de Tenochtitlan, y la otra católica que re presenta a la Madre de D ios en la figura de la Virgen morena.
4. Alfonso XI , después de su triunfo sobre los árabes en la batalla del Salado, ordenó que se construyera en Extremadura , España, un convento para rendir culto a la Virgen de Guadalupe , a quien se adoraba desde el siglo XIV. En su retorno a España, en 1528, Cortés, extremeño y devoto de la imagen, le lIevó obsequ iosalaVirgen . REPAOGAAFfA: LOUROES cUÉ
5. En los inicios de la gesta independentista , en 1810, Hidalgo enarbolaba un estandarte con la imagen de la Guadalupana , el que se convirti ó en símbolo del movimiento . Otro tanto hi cieron los españoles, pero con la Virgen de los Remedios . El enfrentamiento ideológico entre los seguidores de ambos símbolos fue encarnizad o y lleg ó hasta los insultos en los propios púlpitos. Arriba : Estandarte co n la Virgen de Guadalupe. Abajo: Virgen de los Remedios , en la Basílica de los Remed ios , Naucalpan , estado de México . REPRQGRAFfA: M .A. PACHECO ' RAfcES . DIGITAUZACIÓN: RAlcES
SO / ARQU EOLOG íA M EXICANA
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LA GUERRA DE LAS VíRGENES Al comienzo de la gesta independentista en 1810, Hidalgo enarbola la imagen de la Guadalupana como estandarte del movimiento. Otro tanto hacen los españoles con la Virgen de los Remedios (fig. 5). El enfrentamiento entre las vírgenes se va a manifestar desde el púlpito y así nos lo relata Ernesto de la Torre Villar: Los sermones que los curas criollos y mestizos pronunciaron a favor de la Guadalupana, desdeñando a la de Los Remedios, son numerosos, como lo son también los sermones de frailes y curas peninsulares en los que el nivel de reflexiones descendió, llegando al insulto. La de Guadalupe recibió epítetos como el de prieta misérrima. A la de Los Remedios lIamárosle cachupina, cacariza, advenediza y otras lindezas, las cuales muestran la animadversión existente entre los diferentes grupos de la sociedad novohispana (De la Torre Villar, 2004).
Así las cosas, pronto los insurgentes ven la apremiante necesidad de utilizar el mundo prehispánico como elemento de cohesión de la causa y acuden a diversos aspectos para lograrlo. Uno de ellos lo vemos en la bandera del ejército de José María Morelos, establecida el19 de agosto de 1812, consistente en un cuadrilongo azul claro con el águila parada encima del nopal y éste a su vez sobre un puente que debajo tiene tres letras: V.V.M, que significan "Viva la Virgen María" (fig. 6). Otro caso es el discurso del mismo caudillo en la apertura del Congreso de Chilpancingo, en 1813, cuando dice en la parte que nos interesa:
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¡Génios de Moctehu zo ma, de Cacamatzin, de Cuauhtimotzin, b de Xicotencatl y de Catzonzi, celebrad, como celebrasteis el mitote en que fuisteis acometidos por la pérfida espada de AIvarado, este dichoso instante en que vuestros hijos se han reunido para vengar vuestros desafueros y ultrajes, y librarse de las garras de la tiranía y fanatismo que los iba á sorber para siempre! Al 12 de agosto de 1521, sucedió el 14 de septiembre de 1813. En aquel se apretaron las cadenas de nuestra servidumbre en México Tenoxtitlan, en este se rompen para siempre en el venruroso pueblo de Chilpantzingo (en Bustamante, 1985)
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En sus palabras hace ver que antes de la llegada de los peninsulares había una gran unidad entre los pueblos aquí asentados y menciona bajo una misma tesitura a Xicoténcatl, Caltzonzin y Moctezuma, cuando bien sabemos que eran enemigos acérrimos y que exisúa una vieja rivalidad entre ellos, particularmente entre los dos últimos desde que las fuerzas mexicas de Axayácatl fueran vencidas por los tarascas en sus intentos expansionistas. Sin embargo, algo interesante va a ocurrir: aquí
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6. Los insurgentes del movimiento de Independencia utilizaron los simbolos del mundo prehispánico como elementos de cohesión de su causa. El águila parada sobre el nopal en una bandera usada por las tropas de Morelos hacia 1812 (a) , yen un retrato de Morelos , atribuido a "El Mixtequito" , siglo XIX, Museo Nacional de Historia (b) . FOTOS: MUSEO NACIONAl DE HISTORIA
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7. La bandera del Ejército Trigarante, usada por Agustín de Iturbide en su entrada a la ciudad de México en 1821 -año en que se consumó la Independencia-, muestra tres franjas diagonales de colores blanco, verde y rojo ; en medio de esas franjas se ve una corona imperial que tiene como uno de sus elementos el águila posada en el nopal. FOTO: MUSEO NACIONAL DE HISTORIA
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comienza a manifestarse una imagen ideal del mundo prehispánico, que centrará en los mexicas la grandeza de aquellos pueblos, puesto que a éstos les había tocado la misión de enfrentar en primer lugar a los españoles. Empieza a consolidarse la imagen de lo que he llamado el "Edén Perdido": un mundo del que se quiere dar la idea de que todo era paz, armonía y sinónimo de grandeza (Matos, 2004). Consolidada la Independencia en 1821, una de las primeras tareas fue la de instaurar los símbolos patrios. Agustín de Iturbide entra al frente del Ejército Trigarante con una bandera en la que ya están plasmados los colores blanco, verde y rojo en forma diagonal, los que poco después, por decreto del 2 de noviembre de aquel año, quedan definitivamente de manera vertical, con el color blanco en medio y el antiguo símbolo mexica o azteca plasmado sobre él (figs. 7-8). Cabe aquí una observación: el color blanco representa la pureza de la religión católica, la que es considerada como la única creencia aceptada dentro de la naciente nación. Y surge la pregunta: ¿por qué entonces no quedó la imagen de la Virgen de Guadalupe, emblema del ejército insurgente, sobre el color que representa la religión católica?
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8. La causa independentista restauró el cordón umbilical del México vivo e independiente con el México prehispánico negado y destruido por los españoles. Por esta razón , el antiguo símbolo de Huitzilopochtli y de la ciudad tenoch ca fue ron eleg idos para ocupar el sitio que hasta hoy ocupa n en la ba ndera yel escudo nacionales. a) Bandera del primer imperio. b) Bandera del segundo imperio. e) Bandera de la República. el) Bandera actual con el diseño del águila y el nopal que en 1968 se hizo oficial por decreto de Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México en esa época. FOTOS: MUSEO NACIONAL DE HISTORIA, LOURDES CUÉ
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Hacia mediados del siglo XVI , tenemos la presencia en México de dos imágenes: una de tradición mexica que representa a Huitzilopochtli y a la ciudad de Tenochtitlan , y la otra católica que representa a la Madre de Dios en la figura de la Virgen morena.
¿Por qué correspondió al antiguo símbolo mexica honor tal?
REIVINDICACiÓN DEL MÉXICO PREHISPÁNICO La respuesta a estas preguntas obedece a la necesidad imperiosa de los insurgentes por volver a instaurar e! cordón umbilical del México independiente con e! México prehispánico, negado y destruido por los españoles. Ésta es una de las ra zones primordiales para que el viejo símbolo de Huitzilopochtli y de la ciudad tenochca fuera elegido para ocupar su sitio en la bandera y e! escudo. Hubo otras manifestaciones en este sentido, como la creación de! J\ Iuseo Nacional por parte de! primer presidente de México, Guadalupe Victoria, lugar en donde se concentrarían los objetos de la antigüedad indiana. Otro caso es la publicación por segunda ocasión de! libro de don Antonio de León y Gama en e! que
habla de monumentos como la Coatlicue y la Piedra de! Sol, ordenada por e! Congreso General Mexicano a petición expresa de Carlos María de Bustamante al secretario don Lucas Alamán, e! 28 de marzo de 1832. Sin embargo, un dato inequÍYocO de lo que vengo sosteniendo es el hecho de que e! nombre de "Nue\'a España", que e!mismo Cortés asignó al territorio conquistado en e! siglo X\'I y que va a desaparecer con la Independencia, será sustituido por e! de ",'-léxico", r por ende a quiene ~ nacen en este país se les denomine "mexicanos", término en lengua náhuatl con que se identificaba a los habitantes de Tenochtitlan. Estamos, pues, ante la presencia de los dioses que se negaron a morir. .. -
Eduardo ~[atos ;\1ocrezuma. ~[aesao en ciencias antropológicas, especializado en arqueologia. Fue director del Museo del Templo ~[ayor, I".\H. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emémo del INAH.
PARA LEER MÁS .. . ALBERRO, Solange, ElAgllilay la Cm" !'CE/El Colegio de México, México, 1999. AI.ClN.-\ FR.\..'\JCH,]osé, E. Matos Moctezuma y M. LeónPortilla (coords.), Azteca- nlfxico, Sociedad Estatal Quinto Centenario, España, 1992. B UST.\~L-\NTE, Carlos l\tIarÍa de, C"odro bistórico de la revolución mexicana de 1810, tomo Il, Instiruto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, México, 1985. C\STII ,LO, Cristóbal del, Historia de la venida de los I1Iexicaflosyotrospueblos eHisloriade la Conquista, uaducció n y estudio de Federico Navarrete Linares, lN ,\H, México, 1991. CORON ,\ NÚÑEZ, José, "Origen del Escudo de nuestra bandera nacional, su significado", en Es/udios de Antropología e His/oria, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México, 1992, 1'1'.94-101. D E LA TORRE VILLAR, Ernesro, ((Las Vírgenes guerrilleras", en IX Coloquio Naciona/ sobre la Cu//tlra Ñle>..iccma (l",lemana), Seminario de Cultura Mexicana, México, 2004, pp. 113- 116. FLORESCANO, Enrique, La bandera lIIexicana, Colección Popular, rCE, México, 1998. G ARCfA, Sebastián, Guada/llpe de Ex/remadura en América, Comunidad Franciscana de Guadalupe, Madrid, 1990. LEÓN y G ,'uIL1, Antonio, Descripción históricay cronológica de las dos Piedras ... , lNAI-I, México. 2009. NL\TOS MOCTEZ Ut-.1A, Eduardo, "Los símbolos prehispárucos y la identidad nacional" , en IX Coloquiol\laáonal sobre la Cullura Mexica11a (Memoria), op. cil., pp. 37 -60. REVES-VALER10J Constantino, Arte indomstiano, I.\:.\H , México, 2000.
EL MÉXICO PREHISPÁNICO y LOS SIM BOLOS NACIONALES / 53
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Emblemas y relatos del mundo prehis pánico en el arte mexicano del siglo XIX FAUSTO RAMiREZ
Entre los emblemas del mundo prehispánico que aparecen en el arte mexicano del siglo XIX hay elementos como el águila, el nopal y la serpiente, los volcanes , la Libertad y la Patria , Quetzalcóatl , la Piedra del Sol , así como las figuras de Moctezuma y Cuauhtémoc, entre otros.
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n 1844,]esúsCorralpintóun cuadro alegórico para celebrar la próxima reorganización de la enseñanza de las artes en la Academia de San Carlos de México, garantizada por un decreto presidencial firmado por Vicente Canalizo (en una de las repetidas ausencias temporales de la Presidencia, que eran habituales durante las gestiones de Antonio López de Santa A nna), como parte de un
El símbolo de la fundación de Tenochtitlan -el águila parada sobre un nopal- aparece rodeado por los emblemas de las "nobles artes" que se enseñaban en la Academia de San Carlos de México cua ndo Vicente Canalizo era presidente de México. Jesús Corral, Alegoría del escudo nacional con los emblemas de las arles, óleo sobre tela , 1844. Museo de las Intervenciones. DIGITALIZACiÓN: RAleES
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como escudo en la bandera trigarante, y su reiteración sobre los más variados soportes materiales trabajados mediantediferentes técnicas (pinturas, monedas y medallas, estampas, bordados, tallas exentas y relieves, etc.) le otorgó a dicho emblema una representatividad simbólica prontamente consensuada, a lo largo y a lo ancho de! país. No hay otro símbolo prehispánico que pueda comparárse!e en cuanto a su valor como signo de identidad nacional por antonomasia.
LA NATURALEZA Y LA CULTURA PREHISPÁNICA COMO SíMBOLOS
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!~I________________________________~ En una de las viñetas ornamentales de la Carta general de la República Mexicana , publicada por Antonio Garcia Cubas en 1858, se ven , entre otros elementos, edificios prehispánicos de lugares como Taj ín y Palenque. Quizá sean el antecedente de la idea de conservar las zonas arqueológicas como apoyo del nacionalismo. Antonio García Cubas , "Carta general de la República Mexicana", en Álbum geográfico, estadístico e histórico de la Repúiblica Mexicana , 1858.
ambicioso programa de reestructuración del sistema educativo en México. E l centro de la composición lo ocupa el emblema de! águila parada sobre un nopal, en medio de un lago y apresando con sus garras a una serpiente, e! ve nerable símbolo indígena de la fundación de Tenochticlan que, desde los años de la insurgencia, empezó a ser utilizado, con un franco sentido de afir mación independentista, como signo de la patria nueva que se estaba gestando. Pero, aquí, no lo rodean los habituales "trofeos" militares, antiguos y modernos, que evocaban las cruentas luchas que marcaron e! nacimiento de! Méxica independiente; aparecen, en cambio, los emblemas de las " nobles artes" que se enseñaban en la Academia: la pintura, la escultura, la arquitectura, en su doble aspecto práctico y teórico, los que, asociados al ambiente auroral evocado al fondo de!cuadro, tras de! gorro frigio de la libertad, sugieren la promesa de un renacimiento de la patria bajo e! signo de la cultura. La adopción del emblema de fundación de la antigua capital de los aztecas como símbolo de la nación independiente en su totalidad geográfica, su incorporación
El escudo nacional combina referencias simultáneas a la naturaleza y a la cultura características de! Altiplano Central: e! águila, la serpiente, e! nopal, la roca en meclio del lago, como parte integrante de la profecía que Huitzilopochtli, deidad tute!arde los aztecas, le hiciera a "su" pueblo como signo y meta de un "éxodo" o peregrinación emprendido por inspiración "divina", y felizmente llevado a término.
En los primeros años de la época independiente de México se trató de fomentar el conocimiento del pasado prehispánico para apoyar la idea de una patria fuerte y nueva. Guadalupe Victoria , primer presidente de México, impulsó la fundación de un museo en donde se reun ieran objetos de "la antigüedad indiana". Litografia de Casimiro Castro, "Antigüedades mexicanas que existen en el Museo Nacional de México. 1857", en México y sus alrededores, 1855-1856. EMBLEMAS EN EL ARTE M EXICANO DEL SIGLO XIX / 55
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En la imagen se ve una personificación de la Libertad -tocada con un gorro frigio y con los colores de la bandera trigarante en su atavío- y la figura de un indígena con la frente posada en el suelo, en actitud de agradecimiento por haber obtenido su emancipación; ambos rinden tributo a la memoria de Hidalgo, cuyos restos yacen en el sepulcro. Felipe Castro, La tumba de Hidalgo , óleo sobre tela , 1859. Col. Particular/Galería Art Dicré/Del Bosque OIGITAlIZACIÓN: RAleEs
Otras referencias a la naturaleza y a la cultura antigua, como signos visuales de identidad nacional, adquirieron vigencia a mediados del siglo XIX, al abrigo de un sistema representativo de conocimientos donde concurren, indisolubles, la geografía y la historia: la cartografía. Siguiendo acaso un modelo de representación territOrial ampliamente divulgado por Alejandro de Humboldt, sobre tOdo en el "álbum pintOresco" con que ilustró la vastedad de su periplo americano (Vistas de Jas cordi/Jerasy monumentos de Jos puebJos indígenas de América, París, 1810-1813), Antonio García Cubas puso, como encabezado visual de su célebre CartageneraJ de Ja RepúbJicaMexicana, litOgrafiada por H. Salazar y publicada en 1858 bajo los auspicios de la Secretaría de Fomento, y que constituye una suma de los conocimientos acumulados hasta entonces por diversas disciplinas concurrentes, dos grandes viñetas apaisadas. La primera nos muestra un conjunto de accidentes naturales muy 56/ ARQUEOLOGIA
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caracterizados que se encuentran en distintos puntOS de la República (los volcanes Popocatépetl, Iztaccíhuatl y Citlaltépetl, los "órganos" de Actopan, las rocas basálticas de la cascada de Regla, etc.); la segunda, una selección de vistas de edificios prehispánicos, que van del Tajín a Palenque y Uxmal, pasando por Mitla. Ya algunos viajeros extranjeros, como Karl Nebel, siguiendo la huella de Humboldt, habían incorporado imágenes de o bras prehispánicas en sus álbumes de viaje (y conste que no estoy pensando en aquellos a los que guiaba un interés específico en los temas arqueológicos, como StephensCatherwood o Waldeck). No debe sorprendernos, pues, que el que es sin duda el álbum de estampas más significativo de la excelencia alcanzada por la litografía mexicana a mediados del siglo, Méxicoy SIlS aJrededores (cuya primera edición data de 1855-1856), incluya una lámina completa dedicada a reproducir un disímbolo conjunto de objetos arqueológicos existentes en el Museo Nacional (con un largo comentario anexo debido a José Fernando Rarnírez, muy versado en la historia antigua de México). Muy poco tiempo después de publicada esa obra, con las magníficas estampas de Casimiro Castro, Campillo, Rodríguez
Desde 1877, los avances en el conocimiento arqueológico permitieron un uso mejor informado de los elementos prehispánicos como signo de identidad nacional. En el pabellón mexicano para la Exposición Internacional de París de 1889 -diseñado por Antonio M. Anza , Antonio Peñafiel y Jesús Contreras , y llamado el "Palacio azteca"- se destacó a las culturas del Altiplano Central, lo que muestra, desde esas épocas, los afanes centralizadores. Pabellón mexicano en la Exposición Internacional de París . Acuarela de Bordese, 1889. Museo Nacional de Historia .
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llorando sobre la tumba de los héroes patrios es traducid o en términos nuevos, masculinizando e "indianizando" la figura de la Patria, cuya oscura tez contrasta con la blancura de la Libertad. Arqueología y etnografía (muy libremente interpretadas) se dan, pues, la mano con símbolos de inspiración religiosa y revolucionaria.
LO PREHISPÁNICO COMO SIGNO DE IDENTIDAD NACIONAL E l avance de los conocimientos arqueológicos, que se consolidaría con la "profesionalización" e institucionalización creciente de la disciplina, en torno a las ac ti,-idades del Museo Nacional, sobre todo luego de su reorganización en 18T, actinría el interés en el uso de lo prehispánico como signo de identidad nacional, oficialmente promovido p or el Estado tanto al interior como al exterior del país. Y, hay que subrayarlo, no de lo prehispáni co en general,
sino, en específico, de lo relacionado con las culturas del altiplano, en un deliberado alarde centralizador. Quizá la prueba más contundente la ofrece el concurso, y el diseño consecuente, del pabellón mexicano para la Exposición Universal de París de 1889. Dos proyectos se presentaron a la contienda: uno de ellos, cuya ecléctica ornamentación privilegiaba mayoritariamente la presencia de lo maya, significativamente fue rechazado en favor del segundo, que traducía en términos metálicos (el material propio de la construcción moderna) laapariencia de un feoca//i del altiplano. N o por acaso, se le designó popularmente en París como el "Palacio azteca". Siguiendo un elaborado plan iconográfico trazado por Antonio Peñafiel (autor de la propuesta, junto con el ingeniero Amonio M. Anza), Jesús Contreras se encargó de modelar y hacer fundir en bronce 12 grandes relie,-es con figuras de deidades), caudillo s antiguos, en los que se resumía la trayectoria de esplendor y caída del poderío mexica.
Para la Exposición Internacional de París de 1889, Jesús F. Contreras realizó 12 bajorrelieves, que estaban basados iconográficamente en el Atlas de Durán y el Códice Florentino , libros del siglo XVI y obras tempranas de la historia colonial. Altorrelieve de Netzahualcóyotl en el Jardin de la Triple Alianza , ciudad de México.
y Auda, Felipe Castro pintaba en Guadalajara un cuadro alegórico que reúne y resume los distintos emblemas que, en elimaginario social de mediados del siglo XIX, sustentaban la noción de identidad nacional: La tumba de Hidalgo (1859), presentado en la segunda exposición organizada en Guadalajara por la Sociedad Jalisciense de Bellas Artes. Allí conviven la Guadalupana y unos "ídolos" antiguos como parte de la ambientación simbólica, mientras que una personificación de la Libertad, tocada con el gorro frigio y con los colores de la trigarante distribuidos en su atavío, y la figura de un indígena semidesnudo con la frente posada en el suelo, en reverente actitud de agradecimiento por haber obtenido su emancipación (se ven por allí unas cadenas rotas), rinden un doble tributo a la memoria de Hidalgo, cuyos restos yacen en el sepulcro. Al fondo, por la izquierda, se columbra el perfli de un pueblo que presuntamente representa a Dolores. E l tópico neoclasicista de la Libertad y la Patria
Lo prehispánico ocupaba un lugar importante en la iconografia académica de los ochenta. Ya desde 1869 hubo un concurso para premiar la mejor obra con tema histórico nacional. José Obregón remitió a ese concurso El descubrimiento del pulque, pintura cuyo tema oscila entre la leyenda y la historia. Temáticas como ésta poco a poco fueron imponiéndose en los gustos del público nacional. TOMADA DE VICENTE AIVA PALACIO, MÉXICO A TRA VÉS DE LOS SIGLOS, 1B87 ARCA DE ACERVOS HISTÓRICOS DE LA BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERQ
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA. REPRO.: M.A.P.! RAleES
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Durante los primeros tiempos del porfiriato hubo entre los artistas predilección por evocar los logros culturales y artisticos de las antiguas culturas mesoamericanas y el drama de la conquista . Este interés existió también en pintores del extranjero, como Manuel Ramirez Ibáñez, nacido en Badajoz, España. Manuel Ramírez Ibáñez, La Noche Triste , 1890. Museo Provincial de Bellas Artes , Badajoz, España .
Los dioses de la fertilidad y la abundancia, de las artes y del comercio (cuyos atributos tomó Contreras de fuentes del siglo XVI, como el A das de Durán y el Códice Florentino, aunque les dio una solución figurativa con base en formas rotundas y proporcionesregularizadasalgustooccidental) le daban un tinte mítico e intemporal a los afanes modernizadores del régimen porfirista, que intentaba consolidar la imagen de México como una nación rica en recursos naturales, con una secular y bien asumida tradición histórica y un gobierno estable y fuerte, con el propósito de atraer las inversiones que el país requería. Para entonces (1889), los asuntos prehispánicos ocupaban un lugar importante en la iconografía de la pintura académíca. Desde 1869, las autoridades de la Academia establecieron un concurso para premiar los mejores cuadros de tema histórico nacional que se presentarían en la exposición que tendría lugar a finales de aquel año. Fue entonces que José Obregón
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En los concursos bienales de pintura que se llevaron a cabo en la Escuela Nacional de Bellas Artes entre 1885 y 1895, predominaron los asuntos prehispánicos y de la conquista. Daniel del Valle, Moctezuma 11 visita en Chapultepec los retratos de los monarcas, sus antecesores, óleo sobre tela , 1895. Museo Nacional de Arte.
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remitió al concurso El descllbnqtiento delpIIIque, obra señera en la aclimatación de este género de antiguos relatos, oscilante entre lo legendario y lo histórico, que gradualmente se fue imponiendo. La escena representada tenía lugar en el palacio del rey de Tula, Tecpalcatzin, en el momento del mayor esplendor del "imperio" tolteca. Se percibe en los años de la República restaurada, y durante los primeros tiempos del porfiriato, una predilección por evocar los logros culturales y artísticos de las antiguas culturas indígenas en su apogeo : Tula, con Tecpalcatzin o Quetzalcóatl, y Texcoco, con Nezahualcóyotl. Ya para entonces la conquista se presenta como un asunto de gran interés dramático, pero se prefiere destacar la actuación heroica de personajes como Xicoténcatl el Mozo y como Cuitláhuac. Es entonces cuando se representa más veces el episodio de la Noche Triste.
LAS FIGURAS DE MOCTEZUMA y CUAUHTÉMOC En el transcurso de los años ochenta, si bien hay cuadros dedicados al "hallazgo del águila y el nopal", o sea, "la fundación de Tenochtitlan" (concurso bienal de 1889), la mayoría de las pinturas de inspiración prehispanista se refieren, bien a Moctezuma y, en particular, a los presagios que le anunciaron la llegada de los españoles y el final del "imperio"; o bien, a exaltar la figura de Cuauhtémoc y, con ella, la defensa final y la pérdida del antiguo reino. La noción del mestizaje, como sustento raigal de la nacionalidad mexicana, acentuada en obras históricas de hondo calado como la célebre gran historia integral que fue México a través de los siglos, coordinada por Vicente Riva Palacio, y cuyos cinco tomos acabaron de salir publicados en 1889 (a tiempo para ser presentados en la Exposición Universal parisina de aquel año), quizá ayude a explicar el predominio de los cuadros inspirados en la conquista. En 1887 había sido inaugurado el Monumento a Cuauhtémoc, sobre el Paseo de la Reforma, espléndida obra representativa del neoaztequismo finisecular (proyecto arquitectónico de Francisco Jiménez), y cuya parte escultórica (o bra de Miguel Noreña, Gabriel Guerra y Epitacio Calvo) tiene una gran calidad tanto bajo el punto de vista simbólico como del
En 1887 se inauguró el Monumento a Cuauhtémoc, que está en el Paseo de la Reforma de la ciudad de México, espléndida obra representativa del neoaztequismo de finales del siglo XIX, cuyo proyecto arquitectónico fue de Francisco Jiménez y las esculturas de Miguel Noreña, Gabriel Guerra y Epitacio Calvo. a) Monumento a Cuauhtémoc. b) Relieve en el Monumento a Cuauhtémoc
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estilístico. La altiva estatua del tlatoani simbolizaba el ardor guerrero que el indio había demostrado en la defensa de su patria, y el desdén hacia los ofrecimientos de paz del conquistador (mientras blande, amenazador, la lanza con la diestra, Cuauhté-
del invasor extranjero. No deja de ser significativo que, en ocasión de la Exposición Colombina que tuvo lugar en Chicago en 1893, el Estado le haya encargado aJoaquín Ramírez y a Leandro Izaguirre, respectivamente, la ejecución de dos vas-
No hay otro símbolo prehispánico que pueda compararse al símbolo indígena de la fundación de Tenochtitlan -el águila parada sobre un nopal, en medio de un lago y apresando con sus garras a una serpiente-, en cuanto a su valor como signo de identidad nacional por antonomasia. moc estruja en la mano izquierda un papel en que se le intimaba a la rendición); los grandes relieves en la base del monumento aludían a la dignidad y al estoicismo con que el héroe asumió su destino, en contraste con la felonía y la ambición
tos lienzos que representan a Cuauhtémoc en presencia de Cortés y El suplicio de Cuauhtémoc (los mismos temas que figuran en los dos relieves de aquel monumento), como muestra representativa del arte mexicano moderno.
EL IMAGINARIO PREHISPÁNICO
y EL PORFIRIATO Si bien el interés por representar temas de la historia patria, en especial de la etapa precolombina, decayó sensiblemente en los primeros años del siglo x,'{, el afán oficial de hacer de lo prehispánico uno de los tópicos definitorios de la identidad nacional tuvo una última manifestación apoteósica durante las Fiestas del Primer Centenario de la Independencia de México, celebradas a lo largo de septiembre de 1910. Hay dos imágenes fotográficas que encuentro paradigmáticas en tal sentido. Una, la del desfile histórico que tuvo lugar el 15 de septiembre, y cuyo primer cuadro representaba el encuentro de Cortés y Moctezuma; para su escenificación se contrató a una multitud de indígenas "puros" de los alrededores de la ciudad de México, que actuaron de comparsas del emperador, quien aparecía sentado en un elegante palanquín. La segunda, es la imagen de Porfirio Díaz debajo de la Piedra del Sol, que
El Estado mexicano encargó a Leandro Izaguirre que pintara, como muestra representativa del arte mexicano moderno, la obra El suplicio de Cuauhtémoc - tema que figura en los relieves del Monumento a Cuauhtémoc-, que seria exhibida en la Exposición Colombina efectuada en Chicago en 1893. Leandro Izaguirre, El suplicio de Cuauhtémoc, óleo sobre tela , 1893. Museo Nacional de Arte.
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presidía el despliegue de monumentalidad pétrea contenida en el famoso Salón de Monolitos del antiguo Museo Nacional, una imagen compleja que invita a eludir las generalizaciones fáciles que suelen hacerse en torno al "afrancesamiento" del régimen porfirista. "Afrancesamiento" lo hubo, sí, como un recurso más en el proceso de modernización que caracterizó e impulsó a la cultura finisecular, pero estuvo acompañado por un movimiento paralelo de afirmación nacionalista, de un vigor y una trascendencia innegables. Pero fue quizá esta estrecha asociación del régimen dictatorial con una utilización legitimante del imaginario prehispánico, y
el carácter "oficial" que tal asociación adquirió, lo que acabó por restarle vigencia inspiracional a esta temática entre los artistas del siglo que empezaba: las suntuosas y laboriosas reconstrucciones de episodios heroicos de la historia antigua ya no tentaban a los pintores. Lo que artistas jóvenes como Saturnino H errán yJorge Enciso comenzaron a buscar, influidos ahora por la es tética sim bolis ta, era la cons trucción evocadora de atmósferas legendarias, en la cual verter anhelos y sentimientos rigurosamente subjetivos y "modernos". Recreaciones del pasado impregnadas de sugestiva vaguedad, como entrevistas en los márgenes del sueño y la vigilia.
Los temas prehispánicos fueron impulsados oficialmente, en un intento por definir una identidad nacional , en las fiestas del Centenario de la Independencia de México , celebradas en 1910. Así , se representó a Moctezuma II sentado en un elegante palanquín . Genaro García, "Desfile histórico", en Crónica oficial de las fiestas del Centenario de la Independencia de México (1910) .
Fausto Ramírez. Maestro en historia del arte por la Universidad Iberoamericana. Investigador del Instiruto de Investigaciones Estéticas, UNAM. SU campo de esrudio es el arte moderno en México. Ha colaborado con el Museo Nacional de Arte, INBA, en labores de curaduría de diversas exposiciones y como autor en los catálogos correspondientes.
PAR>\. LEER MÁs
El presidente Porfi rio Díaz se hizo fotog rafiar debajo de la Piedra del Sol en el Salón de Monolitos del entonces Museo Nacional, alrededor de 1905. Más tarde promovió excavaciones arqueológicas en Mitia y Teotihuacan , entre otros lugares con vestigios arqueológicos. Anónimo , "El Sr. Presidente de la República al pie del Calendario Azteca ", fotografía publicada en Crónica oficial de las fiestas del centenario de la Independencia de México, 1911, dirigida por Genaro García .
Catálogo comel1lado del acervo del Museo jVacionol dcArte. PinIlIra. Siglo XIX, tomo J, México, Museo Nacional de Arte (Conaculta / INBA)/lnstirutO de Investigaciones Estéticas (UNAM), 2002. LoJ Pinceles de la bis/oria: De la patria criolla a la nación mexicanaJ 1750-1860, catálogo de la expos ición, Museo Nacional de Arte (Conaculta / INIlA)/ Instituto de Investigaciones Estéticas (UNAM), México, 2000. LosPinceles dtla bis/oria: lAfabricaaiin del Es/ado, 1864·1910, catálogo de la exposición, Museo Nacional de Arre (Conaculta / INDA) / 1nstituto de Im'estigaciones Estéticas (UNAM), México, 2003. lVación de imágmes. La litografía mexicana del siglo XIX, catálogo de la exposición, Museo Nacional de Arre, México,1994.
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Imagen preh ispanlca en el muralismo del siglo xx ITZEL RODRíGUEZ MORTELLARO
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a consagración del mundo prehispánico en la esfera artística mexicana alcanzó su clímax hacia la primera mitad del siglo xx. Este proceso de largo aliento, que comenzó a mediados del )([X, se enlaza íntimamente con el desarrollo del nacionalismo mexicano y la renovación cultural que siguió a la Revolución de 1910. En este contexto nació el muralismo, que postuló al arte público como medio de concientización político-social. El muralismo de entonces, y el de la actualidad, se sitúa en el imaginario visual asociado a identidades
sociales y políticas, tanto en espacios públicos del territorio mexicano como los murales en zonas zapatistas de Chiapas, e incluso allende las fronteras nacionales, como sucedió con el movimiento chicano hace algunas décadas. Desde que se pintaron los primeros murales, a principios de la década de los veinte del siglo pasad o, su repertorio visual mostró el patrimonio tangible e intangible de la nación: recreaciones de la memoria histórica, imágenes de religiosidad popular, utopías, fiestas, tradiciones, mitos, bienes arqueológicos, códices, esculturas an-
tiguas. De ahí que numerosos inmuebles y espacios públicos de importancia social y política cuenten con murales y en un buen número de ellos encontremos imágenes de la antigüedad indígena, entre ellos: Antiguo Colegio de San Ildefonso, Palacio de Cortés, Palacio Nacional, Hospicio Cabañas, Suprema Corte de Justicia de la Nación, Tecpan de Tlatelolco, Ciudad Universitaria, Hospital de la Raza, Bosque de Chapultepec, Centro Nacional de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y Museo Nacional de Antropología.
Jean Charlot inauguró la idealización del mundo indigena en el muralismo. En su obra Masacre del Templo Mayor, pintada a fines de 1922, confrontó dramáticamente la cultura indígena con la barbarie destructora de los conquistadores españoles. Jean Charlot, Masacre del Templo Mayor, 1922, Antiguo Colegio de San IIdefonso.
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Ver un mural habitado por héroes, dioses y animales del pasado prehispánico es acercarse al origen, es encontrar en historias ancestrales respuestas a pre-
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guntas modernas, es adentrarse en el imaginario de la identidad nacional mexicana.
INDIGENISMO Y MURALISMO La presencia prehispánica se manifestó en distintos as pectos del muralismo: en la discusión estética, en el discurso sobre la identidad nacional, en las recreaciones históricas y antropológicas , en la reflexión filo sófica y existencial, en las elaboraciones esotéricas, en las explicaciones sobre la culrura en México, en la innovación técnica y la utilización de materiales. Asimismo, cada artista que recurrió al catálogo de temas y personajes de la antigüedad indí-
gena generó obras originales y significativas. E ntre ellos, Diego Rivera sobre sale como el más prolifico y consistente creador del indigenismo plástico; el clasici smo que impuso a los cuerpos indígenas que pintó, el aprovechamiento iconográfico de fuentes arqueológicas y documentales, las interpretaciones culrurales que construyó con imágenes prehispánicas y la aspiración de recrear minuciosamente un pasado perdido marcan hiros en el imaginario plástico mexicano del siglo xx. Además, Rivera fue un profundo esrudioso del pasado in-
La espiritualidad y ritualidad prehispénicas, que veladamente sobrevivian entre las etnias de México, eran los fundamentos en que estaban basados los temas de los murales -pintados en edificios públicos- que pretendian afirmar el sentido de la mexicanidad . a) Roberto Montenegro, Alegoría del mundo índígena , ca. 1923, Secretaría de Educación Pública . b ) Fernando Leal , La fiesta del Senor de Chalma , 1922, Antiguo Colegio de San IIdefonso.
IMAGEN PREHISPÁN ICA EN EL MURALlSMO DEL SIGLO
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dígena y reunió una colección de más de sesenta mil piezas de arte prehispánico, albergadas en e! Anahuacalli, e! museo-taller-centro cultural ideado por e! propio artista. También destacan otros creadores, como Carlos Mérida, que tradujo en formas y colores e! pensamiento mítico de los ancestros; Rufino Tamayo, coleccionista de estatuaria antigua, que acudió a formas arcaicas en sus visiones de! ser humano, e! cosmos y las fuerzas esenciales; David Alfaro Siqueiros, e! primer teórico de un clasicismo de cepa indígena y quien revitalizó la potencia simbólica de Cuauhtémoc; José Clemente Orozco, agudo crítico que re formuló en términos universales temas y emblemas indígenas; Juan O'Gorman, José Chávez Morado y Francisco Eppens, que situaron la cosmovisión prehispánica como sustrato esencial de la cultura en México; Jorge González Camarena, especialmente interesado en la historia; Frida Kahlo, que convirtió referencias prehispánicas en símbolos personales.
EL RENACIMIENTO ARTíSTICO
Xochipilli , dios de la vegetación y la fertilidad agrícola , aparece sentado en la tierra y no en el pedestal en que está en el Museo Nacional de Antropologia . Asi , rodeado de vegetación tropical y mujeres desnudas que lo adoran, la imagen está muy cercana al primitivismo exotista de Paul Gauguin. Diego Rivera , Evolución de México (detalle), ca. 1927, Secretaria de Educación Pública .
Para Diego Rivera , Huitzilopochtli y Quetzalcóatl (al centro) prefiguraron la esencia del origen y del devenir nacionales . Ambas deidades eran representantes de la lucha perenne entre fuerzas constructivas y destructivas , o entre civilización y barbarie. Diego Rivera , Historia de México , 1929, Palacio Nacional .
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Cuando se decretó e! fin de la guerra civil, la Revolución Mexicana, comenzó a hablarse de una "nueva era" de! poder político, e! orden social y la vocación cultural. En e! campo de! arte se planteó un "renacimiento" que concilió las nociones de continuidad y renovación. Como los renacentistas europeos, los nacionalistas mexicanos anunciaron su parentesco con un pasado clásico y se asumieron modernos y humanistas. En sus proclamas, la "verdadera" tradición clásica americana se ubicó en e! pasado indígena, de donde extrajeron modelos plásticos y esencias espirituales. El legado prehispánico cobró importancia simbólica en la medida en que resolvió la búsqueda de! fundamento de un arte nacional. Así, e! arte nacionalista apeló a la herencia indígena en diferentes formas y medidas. Los muralistas David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera encontraron en la escultura y la arquitectura antiguas e! ideal volumétrico y monumental que exaltaba e! nuevo clasicismo europeo. Antes de haber pintado un mural, Siqueiros redactó un manifiesto - "Tres llamamientos de orientación actual a los pintores y escultores de la nueva generación americana"- que contribuyó a la definición de! clasicismo americano en e! siglo xx. En aquel texto, pu-
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blicado en Barcelona en 1921, el artista afirma que e! arte de "los antiguos pobladores de nuestros valles, los pintores yescultores indios" debe cimentar los "nuevos valores" de la pintura y la escultura, particularmente en su "base constructiva". Diego Rivera coincidía plenamente con este planteamiento y a su regreso a México, después de una estancia de más de tres lustros en Europa, no dudó en proclamar a la escultura antigua de México como "la más sólidamente plástica del mundo", pues veía en su estructura interna la geometría (cuno, cilindro, cubo y esfera) que defmia el ideal moderno de la forma. Paralelamente, hubo artistas que situaron el venero principal del arte nacional en la míz indígena expresada en el arte popular. A la herencia ancestral se le dio un carácter intangible, pues se explicó que e! "espiritu de la raza" se manifestaba en objetos de factura artesanal, colectiva y anónima, apegados a cánones tradicionales y útiles para la vida doméstica y espiritual. El despliegue de color, la acusada expresividad y el apego a formas de la naruraleza presentes en ejemplos selectos del arte popular también se consideraron de índole indígena. En general, la elite cultural encontró en el arte popular cualidades deseables para el arte nacional, como belleza y humanidad, pero especialmente emoción y espiritualidad. E n la historia de! muralismo, esta perspectiva estética se presenta temprano, en la decoración que encargó e! ministro de Educación José Vasconce!os a Roberto Montenegro y un grupo de pintores para la nueva Sala de Discusiones Libres que se instaló en e! antiguo Templo de San Pedro y San Pablo, en la ciudad de México. En esta obra, los destellos nacionalistas se muestran en la búsqueda de una estética indigenista a partir de la ree!aboración culta de! arte popular.
EL PASADO INDíGENA EN LOS MURALES REVOLUCIONARIOS
Diego Rivera fue el más prolífico y consistente creador de murales en los que el tema principal es el indigenismo. La recreación minuciosa de su visión del pasado, construida mediante imágenes prehispánicas basadas en la iconografía y la historia, lo llevó a interpretaciones culturales que marcan hitos en la historia de la pintura y del imaginario mexicanos del siglo xx. Diego Rivera, El maíz, 1945-1952, Palacio Nacional.
En los primeros murales que se plasmaron en edificios públicos se ensayaron iconografías que establecían la singularidad de México así como su carácter revolucionario. Estas visiones artísticas consideran, de una u otra manera, la presencia de! e!emento indígena. Hay murales que afirman la mexicanidad mediante la pervivencia velada de la espiritualidad y ritualidad prehispá-
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nicas, como La fiesta del S eiTor de Cballlla de Fernando Leal o la AlegolÍa de la Virgen de ClIadalupede Fermín Revueltas, pintados en la Escuela Nacional Preparatoria (ahora Antiguo Colegio de San Ildefonso) entre
el presente revolucionario. El mural AlegolÍa del IlIIff/do i/ldígma, pintado por Roberto Montenegro en una oficina privada de la Secretal1a de Educación Pública (SEP) alrededor de 1923, es representativo de la tipi-
Diego Rivera sobresale como el más prolífico y consistente creador del indigenismo plástico; el clasicismo que impuso a los cuerpos indígenas que pintó, el aprovechamiento iconográfico de fuentes arqueológicas y documentales, las interpretaciones culturales que construyó con imágenes prehispánicas y la aspiración de recrear minuciosamente un pasado perdido marcan hitos en el imaginario plástico mexicano del siglo xx.
1922-1923. Estos artistas, como muchos otros creadores e intelectuales, encuentran en la manifestación de sincretismo cultural el hilo conductor que conecta el pasado antiguo, tiempo esencial de la identidad, con
ficación de la "cultura nacional" al inicio de los veinte del siglo pasado: una mujer indígena, vestida tradicionalmente y sentada debajo de un árbol de nopal, apoya su cuerpo en un monolito prehispánico al tiempo
que su mirada se pierde en el horizonte. En esta imagen, la relación entrañable entre naturaleza, raza, arqueología prehispánica y tradición muestra la suma de elementos que abonan la tipificación de una "cultura nacional". Asimismo, Diego Rivera pintó varios paneles en el programa mural de la SEP (1923-1928), como Día de 17/l/ertos, Quema de Jtldas) La danza del vef/ado, L a Zaf/dllllga, que constituyen una exposición antropológica en la que se muestra el índice de complejidad cultural y de vitalidad original de la identidad mestiza. Por otro lado, en las visiones históricas y políticas que legó la prin1era época del muralismo se destacan la Conquista (militar y espiritual) y la Revolución (como acontecimiento histórico y como fenómeno político contemporáneo). E l mestizaje como destino ineludible y el signo político-social que se derivan de estos hitos marcarán las pautas de reflexión nacionalista. En este panorama, la representación de la Conquista aborda el mestizaje en términos raciales y culturales. Este episodio histórico se plasmó por primera vez en los mu-
Primeramente, Diego Rivera recreó a la Coatlicue con formas mecánicas para exponer simultáneamente el avance tecnológico norteamericano y el sustrato histórico en el que se hunden las raíces de la cultura continental. Pocos años después, pintó a la diosa con piedra, carne y acero. Así , Diego Rivera propone la existencia de una síntesis entre la cultura espiritual mesoamericana y la cultura material norteamericana . a) Diego Rivera , Coatlicue, 1932-1933, Detroit, Estados Unidos. b) Diego Rivera , Unidad Panamericana , 1940, San Francisco, Estados Unidos.
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ros de la Escue!a Nacional Preparatoria, entre 1922 y 1926. Allí, Jean Charlot, Ramón Alva de la Canal y Jo sé Clemente Orozco elaboraron visiones plásticas de los españoles en e! territorio que sería México y su contacto con los indígenas. Estos murales comentan e! pasado indígena en relación con la conquista española y asumen posiciones respecto de la definición cultural mexicana contemporánea. E n e! abanico de propuestas, se destacan los extremos. Alva de la Canal elaboró un mural afín al hispanismo porqu e alude al beneficio espiritual que desembarcó de las carabelas, simbolizada con la cruz católica plantada en tierras americanas. Charlot, en contraste, inauguró para el muralismo la idealización del mundo indígena a fines de 1922, con el drama de la Masacre en el Temp/oMqyor, donde el francés confrontó la altura cultural indígena con la barbarie destructora de los conquistadores. Orozco postuló la ambigüedad como argumento para tratar la Conquista mediante la imagen de un fraile franciscano que brinda un ambivalente abrazo, compasivo y asfixian-
te, a un escuálido indígena, y de la tensión implícita en la actitud dominante de Hernán Cortés sobre la Malinche. Una década más tarde, e! jalisciense ampliará su imaginario acerca de! encuentro entre españoles e indígenas y le dará proyección universal en el programa mural del Ho spicio Cabañas, en Guadalajara, Jalisco. La sacralidad intrínseca al arte indígena antiguo y ciertos temas del repertorio mitológico mesoamericano renoyaron la capacidad de diversos artistas de exponer temas universales de reflexión filosófica, humanista y espiritual. La primera deidad de la antigüedad indigena que se pintó en un mural se encuentra en el edificio de la Secretaría de Educación P ública . Hacia 1925, Diego Riyera desarrolló en un cubo de escalera el tema de la e"olución de l\.léxico. E n este contexto inclu~'ó la imagen de Xochipilli (dios mexica representativo de la fertilidad agrícola \" humana), similar a la escultura que podía yee;e en la galería de monolitos de! :-'Iuseo :-\acional. En el fresco, el artista bajó a la deidad de su pedestal y la colocó sobre la tierra, rodeada
de vegetación tropical y mujeres desnudas en actitud devocional. No hay referencias al entorno histórico o socialmexica. Es una imagen del paraíso terrenal, del estado de "inocencia original", con connotaciones de fertilidad, abundancia y sen sualidad, mu y cercana al primitivismo exotista de Paul Gauguin. i\iientras representaba a Xochipilli en la SEP, Rivera asumió la valoración de la herencia indígena como eje sustancial de su identidad artística y actividad cultural, y lo consiguió adecuando su bagaje artístico-académico y europeo a los parámetros de la modernidad mexicana. En el corazón de los poderes feclerales, Di ego Rivera propuso la primera interpretación del arte público sobre el pasado indigena antiguo como universo autónomo. E ntre 1929 y 1935 pintó el tríptico rJistoria de México sobre los muros del Palacio Nacional. Aqui, el artista clesarrolló una interpreración plástica de la historia nacional y dedicó el primer tramo del mural a la representación del origen. En el L'viéxico antigllo, Rivera propone una dualidad significatin a partir de deidades fundamentales r anta-
José Clemente Orozco pintó a Quetzalcóatl como un héroe incomprendido y sacrificado por la ig norancia e intolerancia de las masas ; co n ello el autor expone un aspecto de la condición humana . José Clemente Orozco , Épica de la civilización americana, 1932-1934, Dartmouth College , New Hampshire , Estados Unidos . IMAGEN PREHISPÁNICA EN EL MURALlSMO DEL SIGLO
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gónicas de la cosmovisión indigena mesoamericana: Quetzalcóatl, hombre-dios de cualidades éúcas y morales superiores, y Huitzilopochtli, dios guerrero asociado al impulso belicoso y sanguinario. La reunión en un mismo espacio plásúco de estos dos personajes sirve a Rivera para prefigurar,
después de que Rivera invocara a Quetzalcóatl en e! Palacio Nacional,José Clemente Orozco representó la saga de Quetzalcóatl en el mural Épica de la civilización americana (1932-1934) en Dartmouth College, New Hampshire, Estados Unidos. Orozco traza la excepcionalidad de! líder y
Así como Quetzalcóatl renació en el siglo xx para exponer nociones culturales, filosóficas y políticas de actualidad , otras deidades sirvieron a estos propósitos, como Coatlicue y Tláloc. Coatlicue, deidad mexica de la muerte y de la vida, fascinó a los intelectuales mexicanos de las décadas de los cuarenta y cincuenta.
en e! origen nacional, una esencia que impregna e! devenir histórico nacional: la lucha perenne entre fuerzas construcúvas y destructivas, o entre civilización y barbarie. La argumentación de Rivera recurre a númenes anúguos que vivieron un "renacimiento" en el medio intelectual de las primeras décadas de! siglo xx. Poco úempo
su trágico destino. Es el visionario incomprendido y sacrificado ante el imperio de la ignorancia e intolerancia. Como sucede en la mitologia clásica occidental, esta narración expone un aspecto de la condición humana relevante para entender el mensaje del mural. Quetzalcóatl consolidó su simbolismo de liderazgo éúco, civilizador e ins-
pirador cultural en la iconografía de! arte mexicano y potenció el senúdo de obras murales cardinales, como Cuauhtémoc contra el mito (1944) de David Alfaro Siqueiros, donde e! héroe indigena resiste al invasor (imperialista y colonizador) flanqueado por el mascarón pétreo de la serpiente-emplumada (tal como se ve en e! Templo de Quetzalcóatl en Teoúhuacan); o su omnipresencia como indicador cultural en e! complejo arquitectónico de Ciudad Universitaria (1952), en los murales de Francisco Eppens, José Chávez Morado y Diego Rivera. Así como Quetzalcóatl renació en e! siglo)G'( para exponer nociones culturales, filosóficas y políticas de actualidad, otras deidades sirvieron a estos propósitos, como Tláloc y Coatlicue. El dios de la lluvia proyectó vitalidad y dinamismo, y lo encontramos especialmente en mosaicos murales que Diego Rivera elaboró en los úlúmos años de su vida, así como en e! análisis de la cultura en México que propone Juan O'Gorman en su monumental tapiz de piedras naturales en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria. En cuanto a Coatlicue, deidad mexica de la muerte y de la vida, fascinó a los intelectuales mexicanos de las
Un jaguar defiende con garras y d ientes a la Patria , la mujer sentada sobre el lomo de otro jaguar, animal que para José Clemente Orozco era el gua rdián
En algunos murales, Quetzalcóatl se transformó en símbolo de liderazgo ético y civilizador e inspirador cultural , por eso se ve una cabeza de se rpiente-
de la soberanía nac ional. Este mural es muestra del interés de O rozco por reformular los emblemas nacionales y sus alegorías . José Clemente Orozco,
emplumada en la plataforma en que Cuauhtémoc, de pie , resiste al invasor
Alegoría nacional, 1940, Biblioteca Gabino Ortiz, Jiqu ilpan, M ichoacán.
tra el mito, 1944, Tecpan de Tlatelolco.
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español , imperialista y colonizador. DavidAlfaro Siqueiros, Cuauhtémoc con-
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En el complejo arquitectónico de Ciudad Universitaria predomina la imagen de Quetzalcóatl. En los murales del sig lo xx se hizo renacer a Quetzalcóatl. con lo que se pretendia exponer los conceptos culturales . filosóficos y políticos que. de acuerdo con la historia . tuvo ese hombre-dios. José Chávez Morado. La balsa de Quetza/cóatl. 1952. Ciudad Universitaria.
décadas de los cuarenta y cincuenta. La primera transfiguración moderna de esta diosa se aprecia en los murales que pintó Diego Rivera en e! Instiruto deArtes de Detroit, Estados Unidos, al inicio de los treinta, donde diserta acerca de la relación entre la tecnología y e! ser humano. En un gran muro, e! artista recreó a la deidad con formas mecánicas, mudando la piedra en acero, con e! fin de exponer simultáneamente el avance tecnológico norteamericano y e! sustrato histórico donde se hunden las raíces de la culrura continental. Pocos años después, en el mural Unidad Panamericana, realizado en la ciudad norteamericana de San Francisco, representó e! cuerpo de la diosa con partes de piedra, carne y máquina. Esta imagen explica la utopía panamericanista posrulada por Rivera, que propone una síntesis de culrura espirirual mesoamericana y culrura material norteamericana. José Clemente Orozco se interesó en reformular la exposición alegórica de emblemas nacionales. Así se aprecia en las imágenes de águilas, serpientes y jaguares que pueblan sus murales en la década de los cuarenta de! siglo pasado. Basta ver e! mural principal de Orozco en la Biblioteca Gabino Ortiz en J iquilpan, Michoacán: e! águila lucha para liberarse de la fuerza estranguladora de la serpiente mientras un poderoso jaguar defiende con garras y
dientes a la Patria, una mujer sentada sobre e! lomo de un jaguar; en la Suprema Corte de Justicia, en la ciudad de México, Orozco insiste en mostrar al felino como guardián de la soberanía nacional. Estas imágenes podrían emparen tarse en propósitos simbólicos con el mural de Rufino Tamayo que se ve en el yesobulo de! Museo Nacional de Antropología, donde se encuentran frente a frente un jaguar y una serpiente como preludio de una lucha. Finalmente, e! panorama de! renacimiento prehispánico en e! muralismo debe incluir una consideración sobre técnicas y materiales. Aunque Diego Rivera afirmaba que encontró la fórmula de los antiguos para pintar los murales de Teotihuacan, lo cierto es que e! muralismo se fincó en la tradición técnica occidental. Sólo articuló un discurso de recuperación de técnicas ancestrales cuando afirmó que los mosaicos prehispánicos eran el antecedente de los mosaicos murales de piedras na rurales que Rivera yJuan O'Gorman comenzaron a elaborar a mediados de los cuarenta para e! Anahuacalli y Ciudad Universitaria.
EL PASADO EN EL PRESENTE Los imagínarios plásticos de! " pasado clásico" de la nación se presentan como promesas o retos para e! fururo y, simultánea-
mente, como fundamento del presente. Como en toda historia nacional moderna, los relatos del origen sólo cobran sen tido en su proyección hacia e! presente. En el siglo xx, la creencia en una ahistoricidad de " lo mexicano", así como la idea de una continuidad cultural entre e! pasado prehispánico y e! presente revolucionario, son otras de las caras del nacionalismo que diversos inte!ecruales y artistas enraizaron en la comprensión moderna de la cultura mexicana. t~ , Itzel Rodríguez Mortellaro. Hi storiadora por la UNAM . Se dedica a la investigació n y docencia del arte y cultura del periodo nacio nali sta en México. Acrualmente, como tema de investigación del doctorado en historia del arte, estudia el uso de la cosmovisión indígena antigua en el arte mexicano moderno.
PARA LEER MÁS ...
AZUELA, Alicia, "Lo que la grandeza mex icana debe al arte indígena", en Arte popJllar mexicano. Cinco siglos (catálogo), Antiguo Colegio de San lIdefonso, México.1996. • BRAUN , Barbara, Precolll/llbian Arl al1d Ibe Post-Colu/IIbial/ Il7orld. AI/aenl Afllerican SOllrces oJ Modern Arl, H.N. Abrams, Nueva York, 1993. HERS, tvrarie-Areti, "lv[anue! Gamio y los esUIclios sobre arte prehispánico: contradicciones nacionalistas", en Rita Eder (coord.), El arte en /vIéxico: aNtores, telllas, problefllas, Biblioteca Mexicana, Serie Arce, Conaculta/ Lotería Nacional/FcE, México. 2001. R OCl-II 'ORT, Desmond, A1exicall lllIIralisls: Orozco, Rirera, SiCjllciros, Chronicle, San Francisco, '1998.
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El mecapal Genial invento prehispánico RUBÉN MORANTE LÓPEZ
El mecapal o mecapa/Ii consiste en una banda de algodón o de ixtle - fibra del maguey-, sujeta por sus extremos a dos cuerdas que sirven para sostener la carga . La banda protege la cabeza y el cuello , y al mismo tiempo hace que la carga se equilibre y que el peso de ésta se distribuya por todos los músculos del cuerpo del cargador. Vasija que representa a un cargador. Cultura Tumbas de Tiro. Clásico . Colima . Museo de las Culturas de Occidente María Ahumada de Gómez , Colima . FOTO; RAFAEL DONIZ J RAleES
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Aunque no se sabe quién lo inventó ni cuándo se inició su uso , el mecapal fue muy utilizado en la época prehispánica para transportar todo tipo de bienes. Además, el mecapal tenía una fuerte carga simbólica y se relacionaba con el entrenamiento para ejercer el sacerdocio o la milicia, con los dioses del comercio, con los cargadores y las prácticas adivinatorias relacionadas con el destino de los pochteca , así como con el sistema matemático, indispensable en toda práctica comercial.
esoamérica tenía características fisiográficas que propiciaron la diversidad climática y ecológica. Cada sector de este rompecabezas natural tenía hábitats con productos distintos. Eric Wolf, Christine Niederberger y Bernardo García Martínez, entre otros, han señalado los aspectos simbióticos que se dan entre las tierras altas y las regiones costeras de Mesoamérica. Los pueblos de esta región cultural, durante miles de años y hasta la actualidad, han requerido del intercambio de productos propios del templado altiplano y de la costa tropical. Al menos desde el periodo Preclásico, hace unos cuatro mil años, se trazaron caminos que servían a los viajeros y a sus mercancías para comunicar un gran territorio. Por allí fluían hombres, bienes e ideas que fueron entrelazando las áreas que conformaron una región con características propias, el espacio geográfico llamado Mesoamérica. Sus habitantes, a diferencia de casi todos los demás pueblos de la tierra, carecieron de bestias de tiro c1ue les ayudaran en el transporte de productos. Los bienes se lleva ban preferentemente por agua, ya que ello representaba gran aho rro de energía y mano de obra. Se sabe de embarcaciones de muchos metros de largo que surcaban ríos, lagos y el mar a muchos kilómetros de la costa. Sin embargo, no todas las rutas contaban con vías acuáticas y, conforme aparecen las montal1as, los ríos se hacen violentos y dificultan la navegación. Por largos trayectos, los bienes debían ser lIeyados sobre la espalda del hombre y para ello se diseñó toda una organ izaci ón comercial, un sistema de transporte y una red de mercados a lo largo de las rutas. A grandes rasgos podemos decir que en Mesoamérica se tu vieron dos tipos de comerciantes: uno que en ocasiones era el mismo prod uctor )' que acudía a los mercados cercanos, cargando él mismo sus bienes, y un viajero especializaJo en el comercio a larga distancia. A los pri meros les llamaron t/allamacaJ los nahuas y ppo/01ll 10s mayas; a los segundos les llamaron pochteca los nahuas y ah ppo/OIJI)loe los mayas. Los pocbteca tenían sus propios cargaJores o los conseguían en Jistintas poblaciones a lo largo del camino, ya sea mediante un tributo en trabajo, llamado teq/lio, o mediante algún tipo de pago.
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caxt/i había complejas repisas a las cuales se ataban vasijas, cántaros y tecomates de cerámica, al igual que tena tes y jícaras, en los cuales se transportaban líquidos (miel, pulque . .. ), semillas (amaranto y otras) y polvos como los tintes (cochinilla, cinabrio y otros óxidos minerales). Los cacaxt/ieran objetos especializados que sólo ciertos pueblos hacían, y tenían tal importancia para el traslado de mercancías, que se constituyeron en sí mismos en objeto de tributo, como lo muestra la página 22 de la MatríCII/a de Tributos, al igual que el Códice Mendoza, en el que se indica que la provincia de Tepeaca debía tributar a la Triple Alianza, según se escribió allí en caracteres latinos, un tributo con sistente en 200 cacaxtles.
USOS DEL MECAPAL Pero todo ese sistema comercial requería del instrumento que fue uno de los grandes inventos mesoamericanos: elmecapal o mecapa//i, un aparato que consiste en una banda, hecha de algodón o de petate (fibra de ixde tejida), que va sujeta por sus extremos a dos cuerdas, con las cuales se sos tiene el objeto que se carga. La banda se colocaba en la frente del cargador para protegerlo, ya que su cabeza y cuello tenían una doble funci ón: en primer lugar, equilibraban el bulto a partir de la frente y en segundo, distribuían el peso por todo el cuerpo del cargador, a manera de que no hubiera un sólo músculo que no recibiese parte de la carga. El uso delmecapal requiere que el cuerpo se incline hacia adelante, cual si se hiciese una reverencia. E l mecapal se usó para cargar todo tipo de bienes yen algunos casos debió ser necesario que el cargador protegiese su espalda con una tilma o manta. Algunos productos eran amarrados directamente al mecapa/ji, como la leña y las cañas o aquellos que se empacaban en costales, tena tes y trojes de madera. Otros requerían del tlaca/li y el cacaxt/i, especie de cajas, enrej ados o entarimados de madera que servían para soportar desde animales hasta objetos pequeños y frágiles. Entre los ca-
La escultura olmeca del Señor de las Limas tiene bajo los brazos unas perforaciones que permitían su transporte , quizá mediante el uso del cacaxtli y el mecapa/Ii, ya que la escultura pesa , aproximadamente, 60 kg . Recientes trabajos arqueológicos han demostrado que esculturas de este tipo , llamadas portátiles, eran llevadas, para efectuar rituales , de los centros de población olmeca principales a otros de menor rango .
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Junto al dios L, deidad maya de los comerciantes y viajeros -en el Templo Rojo, Cacaxtla, Tlaxcala-, se ve un cacaxtli, aparato semejante a una reja de madera. El cacaxtli servía para transportar animales, objetos pequeños y frágiles, así como vasijas con miel , pulque, semillas, tintes , cinabrio , etcétera.
Los pochteca o comerciantes eran viajeros especializados en el comercio a larga distan cia . Tuvieron tanta relevancia entre los mexicas, que tenían sus propios dioses, a quienes se representaba con mecapal, cacaxtli, bastón y abanico, estos dos últimos, emblemas de los pochteca . Yacapitzáhuac, "el de la nariz delgada", deidad mexica del comercio. Códice Fejérváry-Mayer o Tonalámatl de los Pochtecas , p. 31 .
La fuerza de un cargador era tal y talla ventaja del uso de mecapales , que con ellos se transportaba incluso a personas mayores, lo cual implicaba un peso de hasta 80 kilos .
Además del cacaxtli, que se ve a la izquierda sostenido por el bastón del cargador, los comerciantes usaron las petlacaffi, cajas de petate que protegían la carga , a las que se ataba el mecapal. Tamemes o cargadores . Códice Florentino , lib. X, f. 43r. REPROGRAFIA, MARCQANTQNIQPACHECQ / RAiCES
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Los mexicas enseñaba n a los niños la manera de llevar la carga con un mecapal. a) A los 13 años de edad transportaban el lule que crecía a las orillas de los lagos. Códice Mendoza , f. 60r. b) Más ta rde, como parte de su adiestramiento militar, transportaban las provisiones y las armas de los guerreros que iban a combate. Códice Mendoza , f. 63r.
lOS CARGADORES En e! comercio a larga distancia, los nahuas Llamaban mccapal/o o cacaxc al cargador, nombres que derivan respectivamente de las voces mecapaly cacaxtli. También le llamaban tlamcme o ta1J1e1J1e, e! cual tenía uno de los trabajos más duros de la sociedad indígena, que consistía en transportar entre 20 y 30 kilos sobre la espalda durante la mayor parte de! día en viajes que duraban varias semanas; padecían las inclemencias de! tiempo, los peligros de los caminos, pasaban noches al aire libre y, en ocasiones, sufrían de escasez de alimento. Ponían en riesgo su vida en cada viaje; pocos aceptarían voluntariamente un trabajo así. No obstante yaun cuando no se fuesen a emplear como cargadores durante toda su vida, como parte de la educación de los niños, desde los cinco años se les enseñaba a usar e! mecapa/, incrementando e! peso sobre su espalda de manera gradual hasta que alcanzaban los 13 años. Como parte del entrenamiento para ejercer e! sacerdocio o la milicia, se debían prestar servicios de carga con mecapal, ya fuera para llevar productos al templo o como escuderos, cargando las armas y pertrechos de su maestro sobre la espalda, como se observa en las páginas 58, 60 y 62 de! Códice Mendoza. La fuerza de un cargador era tal y talla ventaja del uso de mecapales, que con ellos se transportaba incluso a personas mayores, lo cual implicaba un peso de hasta 80 kilos. El tameme ocupaba uno de los estratos más bajos de la jerarquía social y los españoles los consideraron esclavos o sirvientes. Caminaban con la mirada hacia abajo y dentro de un régimen militari zado debían obedecer al instante las órdenes de los pocbtcca. Su pape! en las caravanas comerciales a larga distancia era fundamental en tiempos prehispánicos, durante las cuales llegaban a desempeñar la importante función de guerreros, con lo cual po-
día n ascender en la escala social. Tal hecho se dio en Cuauhtenanco, cerca de Ayotla, en la costa del Pacífico, cuando un grupo de pochteca r sus tamemes, que comerciaban con los mayas, fueron atacados)' debieron pertrecharse y luchar valientemente por varios años, luego de lo cual regresaron a México-Tenochtitlan, donde fueron recibidos como héroes. Para su encuentro con Moctezuma, Hernán Cortés se lúzo acompañar desde Chalchicueyecan (Veracruz) por indígenas totonacas que transportaron soldados, pertrechos y armas, incluidos cañones, para lo cual emplearon mecapales, como se aprecia en la lámina 30 de! Ue1IZO de T/axcala.
REPRESENTACIONES DEL MECAPAl En las representaciones de! mecapal en los códices se presentan contrastes y paradojas. Los flacuilos muestran que lo usaban tanto personas de niveles sociales modestos como los mismos dioses. En las páginas 36 y 37 de! Códice r"o/érváry-Mayer se ven deidades que portan mecapales y usan los bastones y abanicos de los comerciantes. Entre ellos está Yacatecuhtli, dios náhuatl del comercio, quien se distingue por su larga nariz y elegante tocado de plumas verdes. En e! Códice Mendo'?fl usan mecapallos personajes del pueblo, que se distinguen por usar un sencillo braguero y un ceñidor para su largo cabello. El nombre dado al mecapal deriva de las voces nahuas mécafl, mecate o cuerda, y palli, negro, ya que el principal componente de! aparato de carga es el mecate y e! color negro que aparece en su nombre es simbólico, no real. Este color proviene de los dioses del comercio, cuyos cuerpos estaban pintados de negro. Yacatecuhtli tuvo un carácter parecido al de! dios M de los mayas, al cual también se le conocía como Ek Chuah, Alacrán Negro, a quien se observa en la página 52 de! Códice Madrid. En e! Códice Fo/érváry-Mayerusan mecapallos patronos de los EL MECAPAL, GENIAL INVENTO PREHISPÁNICO / 73
Los cacaxtli eran parte del tributo que pagaban los pueblos dominados por los mexicas . Estos aparatos servían para cargar grandes fardos , como los de algodón y cacao. a) La provincia de Tepeyácac tributaba 200 cacaxtli cada 80 días. Matrícula de Tributos , lám . 22. b) La provincia de Cuauhtochco tributaba 20 fardos de cacao y 800 de algodón cada 80 días. Matrícula de Tributos , lám. 26.
viajes, incluido el dios de todo lugar, Tezcatlipoca, quien estaba muy ligado a Yacatecuhtli y a la diosa Tlazoltéotl Chalmecacíhuatl, quien en la página 30 del mencionado códice muestra que las mujeres también usaban mecapales. En el Templo Rojo de Cacaxtla, Tlaxcala, aparece un dios viejo, corcovado, con un mecapa!. Era para los mayas el dios L y como anciano se vincula al dios D, que en ocasiones aparece pintado de negro. Se ve en color negro y se colocó al centro del cosmos en las páginas 75 y 76 del Códice Madrid. Al parecer tiene relación con el tiempo, y se encarga de encender el fuego nuevo. En un vaso policromo de Ceibal, Guatemala, el dios A, del oscuro inframundo, lleva un mecapal a la espalda y está rodeado de huellas que indican caminos. En la Estela D de Copán, Honduras, los dioses cargan con mecapallos signos del tiempo. Se muestra cómo al iniciar el día, desde una posición seuente, se incorporan con su carga sobre la espalda y toman elglifo del cija correspondiente, y al cambio de fecha, lo dejan para que otro cargador tome sobre su espalda el signo del nuevo día, con su carga mágica que rige el futuro. Así tenemos que el tiempo avanza inexorablemente sobre la espalda de los dioses, a mecapa!.
SIMBOLISMO DEL MECAPAL
Los cargadores o tamemes llevaban en su espalda las armas y los materiales necesarios para construir, en Texcoco , los bergantines que los conquistadores usaron en la toma de Tenochtitlan. Lienzo de Tlaxcala , lám . 30. 74
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ARQUEOLOGíA MEXICANA
El mecapal tenía una fuerte carga simbólica, como lo indica la identificación del color negro con algunas de las deidades más poderosas del panteón maya. En el Centro de México, los pochteca y sus tamemes consultaban al mecatlapouhqtli, un tonalpotthqtte, sacerdote-adivino especializado, quien recurria a una práctica adivinatoria muy específica llamada mecat/apoa, con la cual por medio de mecates como los usados en el mecapal, y luego de revisar el tona/ámat/, libro de los días, les decía las fechas más propicias para em-
Mecapal deriva de las voces nahuas mécatl, mecate o cuerda , y pa/li, negro, ya que los principales componentes del nombre son el mecate y el color negro, aunque este último es simbólico , no real ; este color proviene de los dioses del comercio , cuyos cuerpos estaban pintados de negro . ban presentes en el camino de los mercaderes, quienes guiaban largas fIlas de tamemes o cargadores con mecapales. En el transcurso de las oscuras noches, en los campamen tos imprO\~i s ad os durante su largo viaje, rezaban y ofrecían sacrifIcios a sus deidades, en especial a Yacatecuhtli y Tezcatlipoca, sus dioses negros, los regentes de los camillas y las encrucijadas, donde acechaban
los ladrones y donde se encontraban con otros pueblos, que no siempre estaban dispuestos a permitirles el paso. Las palabras t/allleme y cacaxt/i no sólo se relacionan semánticamente con el nombre dado a los cargadores y a las prácticas adivinatorias relacionadas con el des tino de los pochteca, también se vinculan con el sistema matemático, illdispensable en toda práctica comercial. Así tenemos que tlallJe era una palabra usada como sinóninlO de poa//i, voz que se refIere al número 20 ~a base de la matemática mesoamericana) y que a su vez ind ica el verbo "contar". Sin embargo, a diferencia de la voz poa//i, que fue mucho más usada y genérica, la raíz tlame sólo se usó para los números que van del 20 al 39; el 40 se decía ompoa/I¡ (dos 20). Algo similar sucedia con cacaxt/i, que sirvió de base a la palabra cax tol/i, que indica el número 15, aunque aquí también tenemos un uso restringido pues sólo se empleaba del 15 al 19; para el 20 se usaba cempoa/l¡ o t/amB. Las voces !J/atlact/i (10) Ymat/act/imácmi (15) tuvieron un uso más general.
CONCLUSiÓN D urante el virreinato se siguieron usando los servicios de indígenas mecapaleros para el transporte de mercancías en toda la N ueYa España. Conforme crecía la importación y cría de bueyes, mulas y caballos, las carretas y las bestias sustituyeron a los hombres en el rran sporte de bienes. Pero el mecapal siguió en uso hasta el siglo x-'\:, cuando no había otro medio de transporte, cuando los caminos eran estrechos o cuando había pendientes tan pronu nciadas que no permi úan el tránsito de bes tias. E n 1983 murió en Xalapa, Veracruz, un popular personaje que utilizaba el mecapal; su nombre fue Juan H errera y le apodaban "Juana te". Sin ayuda podia lle\~ar sobre su espalda, a mecapal, un piano o una caja fuerte. Ahora resulta extraño ver muj eres u hombres cargando bultos sobre su espalda. No obstante, en las regiones montañosas, generalmente para llevar leña, no se ha dejado de emplear el mecapal, genial aparato de origen prehispánico del cual no se sabe quién lo inventó ni cuándo se inició su uso. i\laesuo en historia y etnohistoria por la EN \H )' doctor en anuopología por la L~ \ \1. Director del Museo de Anuopología de Xalapa de 1997 a 2005. I nves tiga~ dor r catedrático de la Universidad Veracruzana en los programas de geografía e historia. ;"(jembro del Sistema N acional de Investigadores.
1
PARA LEER MÁs... KruCKEBrR(;, \X1alrer, LiS fil/liguas mi/liras mexicanas, FCE, México, 1977. fray Bernardino de, ~/iston'ageneral de las cosas de ¡\ Tuet'a Espolia, Editorial Nueva España, México, 1946. SL\I..EO~, Rérni, Dicciollario de la lengpa núhuatlo mexical1a, Siglo x.," \l Editores, ~ [éxico, 1984. SOTELO S\.'\:TOS • Laura E., Los dioses del Códice Aladl7'd. Apro.'Cimaciófl o las representaciones olltropolJJoifas de II11!ibro sagrado II',!}tI, L'NAi>.I. ~ [éx i co, 2002. VARG , \~ PM]-IECO, E rnesto, "El dominio de las rutas fluviales en la región cho nral. Acalan: el lugar de las canoas", en Rutas d, intercalllbio en ¡\feSOtllllfnCtl, HA, UNA..\I. ~léxico, 1998, SAHAGL '\..
En algunas comunidades con fuerte presencia indígena, el mecapal sigue en uso debido a que no hay otro medio de transporte o porque los caminos son estrechos o las pendientes tan pronunciadas que es difícil el tránsito con bestias de carga . Chal de Venustiano Carranza, Chiapas, cargando un costal de mazorcas a mecapal.
pp. 259~276 .
I
\Vou, Eric • .Pueblosy ml/uTOs de ¡' tesoolJJérica, Bi blioteca E ra, E nsayo, Ed itO rial E ra, Méx ico, 1986 .
EL MECAPAL, GENIAL INVENTO PREHISPÁNICO
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Eusebio Dávalos Hurtado Civilización, cultura y mexicanidad Luz
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DEL CARMEN D ÁVALOS MURILLO
Eusebio Dávalos Hurtado fue un ilustre médico homeópata y antropólogo mexicano que supo valorar nuestra identidad cultural, elemento imprescindible para sentar las bases del orgullo nacional, cimiento de la construcción del México moderno. "La cultura es el factor principal del progreso, éste jamás lo será realmente si carece de fIrmes bases que deben surgir del conocimiento del propio pasado". Eusebio Dá,"a!os Hurtado, Significado del museo en la culrura
Eusebio Dávalos pensaba que: Si como pueblo queremos forjarno s una personalidad y sentirnos libres de complejos, conozcamos bien nuesrros orígenes y valoremos el papel de nu estros ancestros, pues eUo nos hará ver lo importante
deformación craneana entre los tlaltelolcas" recibió una mención honorífica que incluyó su publicación por el INi\H. Gracias a su inquietud de investigador y a una beca que le fue otorgada por el gobierno de Francia, durante 1945 y 1946 estudió en el Instituto de Etnología de la Universidad de París yen el Musée de l'Homme con el afamado antropólogo francés Paul Rivet, en donde colaboró como adjunto del área de Antropología Física r profundizó en los estudios comparativos sobre deformacion es osteopatológicas. (paul Rivet, 1876-1958. Etnólogo francés qu e dio origen a la teoría multirracial, según la cual el ser humano sudamericano procedería, además de Asia, de Aus -
que fu e éste dentro de la cultura universal r confortados por tal ejemplo, seremos capaces de seguir luchando pai·a el engrandecimiento de la Parria. Conociendo los defectos y virtudes de quienes nos antecedieron podremos normar nuestro futuro sin titubeos, ni ensayos exóticos (Dávalos Hurtado, Significado del museo el/ la cultura, p. 1).
Nacido en la ciudad de México el 24 de marzo de 1909, Dávalos Hurtado mmió prematuramente, a los 58 años de edad, cuando era director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (TNi\H) , en el Centro Médico Nacional, ahora Siglo XXI, el 27 de enero de 1968, en esta misma ciudad . Su padre, Crecencio Dávalos Corona, jalisciense, nacido a orillas del Lago de Chapala, ya viudo en el Distrito Federal, casó con María Leonila Hurtado, hija de los dueños del almacén "La Colmena", ubicado en el Zócalo. Ingresó en la Escuela Nacional de Medicina Homeopática del Instituto Politécnico Nacional y concluyó su carrera profesional de médico homeópata cirujano y partero en 1938. Su tesis, titulada "Contribución al estudio del Pyrogenitlm, un producto biológico utilizado en la terapéutica homeopática", ha sido reconocida como una aportación importante al conocimiento de los antibióticos. En 1944 fue el primer antropólogo físico graduado y el primero en recibir el grado de maestría en ciencias antropológicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Su tesis "La 78 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
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Eusebio Dávalos fue director del Museo Nacional de Antropolog ía hasta 1958, año de su fallecimiento.
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tralia y de la i\lelanesia. Fundador de un museo de etnología: el Musée de I'Homme, en París, en 1937.) Por su destacada labor y su constante interés desde sus años de formación como médico, Dávalos Hurtado desempeñó diversos cargos de responsabilidad administrativa y académica, que fueron desde ayudante de Farmacia en el Hospital Nacional Homeopático, preparador de Laboratorio en la Escuela Nacional de Medicina Homeopática entre 1936 y 1938, hasta subdirector (1943-1947) )' director de esta misma escuela en 1950. La doble profesión de médico y antropólogo lo hizo enfocar gran parte de su investigación al esrudio de las manifestaciones de la enfermedad en los huesos y a la forma en que los artistas del pasado representaron estados patológicos, temas sobre los que publicó varios trabajos, por ejemplo, La plástica illdíge!la)' la patología: bllastel'Os, totollaCC/sy SIlS lIeúl/os (1953). La mayor parte de su contribución científica está reunida en el libro 'l'elllCls de Clntropología física} que edi tó ell NAH en 1965, así como en una bibliografía recopilada por Jorge Curría Lacroix que aparece en el 130le/il/ del I1\> /T1, núrnero 31, marzo de 1968, y en Alllériccl1l1digena, en su número de abril de 1968. o hay que olvidar en la relevante trayectoria académica de Dávalos Hurtado, la del docente, ya que la labor de enseñar, formar e impulsar a otros, fue fundamental para revelar su gran vocación de servicio y de verdadero interés por lo demás. Formalmente inició su carrera como profesor en 1938, poco después de recibirse como médico homeópata, cuando fue invitado a formar parte del grupo académico de la Escuela Nacional de Medicina TIomeopática, en donde impartió clases hasta 1957. Dávalos Hurtado participó como conferencista en numerosos congresos nacionales e inrernacionales. Asimismo, a lo lar-
go de su trayectoria académica perteneció a diferentes sociedades científicas mexicanas, norteamericanas, brasileñas, francesas y alemanas. Se hizo notar como representante de nuestro país en las más importantes organizaciones académicas internacionales. Sus libros tenían un alto valor cienrífico y eran de presenración impecable. Estas publicaciones no solamente contribuyeron a difundir las investigaciones realizadas por los antropólogos mexicanos, sino que ayudaron a divulgar la antropología y apoyaron la crecienre industria turística, toda vez que, por ejemplo, promovió la publicación en espat'iol, in glés y francés de guías para los museos y sitios arqueológicos. Creó también el Boletín del 1,\/11-1 para dar a conocer las activi dades del instituto. Además de su distinguida labor académica, Dávalos Hurtado se desempeñó en 1941 como a)'udanre de antropólogo, yen 1947 trabajó como etnólogo en la Dirección de Asuntos Indígenas. Ese año fue nombrado secretario de la Escuela Nacional ele Antropología e llistoria y, en 1952, dil'ecror del an tiguo Museo Nacional de Antropología, ubicado en la calle ele Moneda en el Centro Ilistórico de la ciudad de Méxic(), en donde promovió la modernización de la museografía medianre exhibiciones como la de la "Cámara FuncI'aria de P>!len gue" .la cual reproducía de manera fidedigna la O1"iginal; asi mism o , rnodernizó la presentación de las culturas arqueológicas de Oaxaca )' presentó los hallazgos prehistóri cos de la Cuenca de México. Otra novedacl fueron las exposi ciones temporales. entre hs que se cucntan las relarivas a los dibujos de Jos é :\faria Yelasco, la de los mares del sur y la de dicad a a la madre indígen>!, >!sí como la insralaci('l1l de una sala con antigüedades egipcias prestada s por el t\luseo del Cai rn,
En su larga trayectoria . Eusebio Dávalos trató con varios de los preSidentes de MéXICO a) Con Adolfo Ruiz Cortlnez. b) Por una calle de la ciudad de México, con Adolfo López Mateos EUSEBIO DÁVALOS HURTADO / 79
lo cual influyó para promover, años más tarde, la creación de! Museo Nacional de las Culturas. En 1963 inició en Tepotzotlán, estado de México, la obra de restauración y habilitación de lo que es hoy e! Museo Nacional de! Virreinato, para reunir en este sitio todos los aspectos de la época colonial, desde los antecedentes del virreinato hasta su conclusión. Otro de sus logros fue una fototeca que rescató e! ab undante material que se encontraban en las bodegas del museo. Se le deben también las gestiones para que la colección Franz Mayer se quedara en México; la históri ca defensa de la calle de Tacuba; la adaptación como museo de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, y la reconstrucción de la Pirámide de Santa Cecilia Acatitlán. Vale la pena recordar que también la tienda de publicaciones de!lNJ\H en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de México fue ideada por él, y se relata que le gustaba visitarla antes de realizar sus frecuentes viajes. Igualmente, su contacto con la antropología mundial lo hizo percatarse de la importancia de la arqueología subacuática y se dedicó con entusiasmo a fomentarla. Promovió activamente trabajos de esta índole en e! Cenote de Chichén Itzá, el Nevado de Toluca yen las costas mexicanas; por ello, con frecuencia se le oía decir: "Si se pudiese techar México, todo sería Museo, para mostrar al mundo cuán grande es su riqueza arqueológica, histórica y artística". De sus gestiones administrativas, tanto como director de la Escuela aciona l de Antropología e Historia, del Ml1seo Nacional de Antropología y, e n 1956, como director general del In stituto Nacional de Antropología e Historia, se rec1.1erda S1.1 osado empeño en realizar mil proyectos en estas instituciones carentes de recursos económicos; nada lo amedrentaba ante la ardua y penosa ta rea de
pedir subsidios de puerta en puerta para sus proyectos educativos, los que no siempre tuviero n apoyo. Venciendo inclu so opiniones adversas y obstáculos diversos, a su gestión comprometida se debe, por ejemplo, la construcción de! actual Museo Nacional de Antropología, e! Museo Nacional del Virreinato y la reconstrucción de las zo nas arqueológicas de Teotihuacan y Cholula D e la obra de Eusebio, puedo decir que nunca dejé de admirar el estoicismo de quien poseyendo ho nda curiosidad por las ciencias, y auténticas dote s de investigador, conscientemente sacri fic ó en parte, aquello para lo que estaba destinado, con el fin de concentrarse en la tarea de formació n y renovación continua de algo que en sus manos crecía j' se de sarrollaba: E l Instituto acional de Antropología e Historia. Jamás flaqueó su entusiasmo: recuerdo su interés profundo por mejorar la escuela, donde le conocí, y donde por primera vez aprecié sus do tes de organizador y su hondo sentid o humano que aplicaba en su enfoque de los problemas (Ignacio Bernal, "Semblanza. Homenaje a E usebio Dávalos Hurtado", en el Museo Nacional de Antropología, junio de 1968. Dedicada a la s hijas de Eusebio Dávalos Hurtado: "Para esas encantadoras niñas").
D esde etapas tempranas de su trayectoria como médico homeópata y tiempo después como antropólogo físico, Dávalos Hurtado desempeñó dive rsas comisiones para distintas secretarías de Estado. La profunda preocupaci ó n de Dávalos Hurtado por " despertar en el pueblo un interés rea l por el conocimiento de nuestra historia, con base en una educación que le haga saber el signifi cado de los tesoros que nos legaron nuestros antepasados a
Los conocimientos de culturas como la teotihuacana permitieron al Dr. Dávalos explicar el desarrollo de ésta a distinguidos visitantes . al Visita de Ahikito y Michiko, príncipes herederos del Japón, con Eusebio Dávalos. b) De izquierda a derecha : Eusebio Dávalos, Jaime Torres Bodet y Josip Broz Tito, presidente de Yugoslavia.
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ARQU EOLOGIA MEXICANA
fin de que los cuide e impida su pérdida" (Dávalos Hurtado, "Campaña Nacional de D efen sa del Patrimonio Cultural Mexicano", s.f.), tiene vigencia plena, ya que se ha constatado que no es factible pensar en el rescate del patrimonio sin que la sociedad se involucre en esa ac tividad. Para lograrlo se propuso llevar a cabo, con la colaboració n de las autoridades federales y locales, una campaña permanente de educació n a fin de que la niñez y la juventud en particular, conocieran el valor histórico y artistico de esos tesoros y aprendieran a respetarlos y conservarlos. Se trataba de crear una conciencia nacional acerca de lo que representan los vestigios culturales: mo numen tos arqueológicos e históricos, archivos, tradiciones, datos etnográficos. Para consolidar estas propuestas, D ávalos Hurtado realizó dive rsas acciones en defensa del patrim o nio del país, como la "Campaña Nacional D efensa del Patrimonio Nacional" (1964). Este pensamiento se encuentra plasmado en algunos documentos, por ejemplo, en Lo defensa del tesoro cultural mexicano (1958) y Lo niñev fos museos. En este contex to, durante las visitas qu e jefes de Estado y diversas personalidades de gobiernos extranjeros realizaban a México, siempre se incluían recorridos p or diversas zonas arqueológicas y museos del país, las cuales causaban admiración y respeto tanto por la infraestructura de las o bras como por el legado histórico y cu ltural de México. Así, duran te la visita a México de John F. Kennedy, presid ente de lo s Estados Cnidos, la Sra. Jacqueline Kenned y hizo una visita al Museo Nacional de Antropología como parte de las activid ades oficiales. E sa \'isita fue preparada conforme al protocolo, p ero ella quedó tan interesada por lo que observó, que logró que su esposo lo visitara fuera de su programa de actividades.
La valiosa labor de Dávalos Hurtado en el fomento a la investigación de la medicina homeopática, a la antropología física, pero sobre todo a la conservación, investigación y difusión del legado histórico de México, le valió ser reconocid o y condecorado por institucio nes culturales nacio nales e internacionales. Por todo ello, y por la realización de extraordinarias empresas, Eusebio D ávalos Hurtado fue considerado, en vida, el "Representante oficial de la antropología mexicana". Dijeron de él, quienes lo conocían y trataban, que logró la amistad y el cariño de todos y que si bien sabía ser enérgico, también sabía comprender y ayudar al h ombre de carne y hueso, al espíritu grande o pequeño qu e estaba tras la apariencia del maestro, del funcionario, del empleado o del estudiante. Siempre abierto, supo tender a todos la mano amiga. Nunca se le oyó una palabra vanidosa ni que se jactara de alguno de su s numerosos triunfos. Sobrio y ecuánime, apreciaba la colaboración valiosa o trataba de ocultar las miserias de o tros. Nunca buscó el aplauso, y mantuvo su inmensa labor y formidables lugros sin estridencias. Este gra n mexicano, médico homeópata y antropólogo, es un gran ejemplo e inspiració n p ara quienes asumen una responsabilidad social, aman el trabaju y a Méx ico. Eusebio Dánlos Hurtado reunía en su persona características poco comunes: una honestidad intachabl e, capacidad cientifica, dotes adminis trativas y un gran amor y respeto por su país. Se marcó una trayectoria que cumplió con empeño, a fin de lograr la profesionalización de las ac tivid ades antropol ógicas en México. Su logro fue la piedra angular para la consolidació n dellNAH !', co n ello, la protección y salvaguarda del patrim o ni o cultural de nuestra patria, ya que del instituto dependían todos los mu seos del país.
Como estudioso de las culturas prehispánicas . el Dr Dávalos Visitó varias zonas arqueológicas del país. a) Estela en el área maya. b) Cabeza 4. La Venta , Tabasco EUSEBIO DÁVALOS HURTADO / 81
El elevado concepto de la amistad, de que era portador, le llevó a asumir la protección de las personas en quienes había depositado su confianza; con largueza, sin escatimar esfuerzos)' argumentos
y, en múltiples ocasiones, con riesgo de su propia posición. Pero así era Eusebio Dávalos Hurtado, sabía entregarse, sabía cumplir con la amistad, sabía que éste es el don más preciado de los hombres de superior espíritu )' alma, y él detentaba con orgullo esta virtud, escasame nte conocida por el común de los mortales. Unía al cultivo de la amistad, al trabajo y la responsabilidad, una honestidad de la que no muy numerosos ejemplos afloran e n nuestro
m edio. Esa honestidad, en todos los actos de la vida y en particular como funcionario, hizo que escogiera entre sus colaboradores a ge nte que , al igual qu e él, poseían esa mi sma virtud Oorge Gurría Lacroix, "Evocació n del DI. Eusebio D ávalos Hurtado", en el Museo Nacional del Virrein ato, 17 de febrero de 1968). Una de las grandes cualidades de Eusebio D ávalos Hurtado fue su sentido realista de los problemas a los que se enfrentaba, el que, junto con sus dotes de jefe, a la \-ez enérgico )' humano, y con su obstinada \-oluntad de trabajo, le permitió engrandecer al Instituto de Antropología e Historia, que capitaneaba. Cua nd o un hombre muere, como él, en la plenitud de sus fuerzas, no podemos hacer un balance de lo que significó sin tomar en cuenta sus sueño s y sus proyectos (Wigberto ]iménez Moreno, Boletín deIINAH, núm. 34, pp. 4-5). D á\-a los Hurtad o reunía en su perso na características poco comunes en nuestro m edio: una honestidad intachable, capacid ad científica, dotes administratiyas )' hombría de bien Oorge Gurría Lacroix, Novedades, 4 de febrero de 1968). Hombre de gran capacidad y recia cultura, entregó lo mejor de su vida, con infatigable tesón, al re sca te de la herencia magnífica de nuestros antepasados; investigador profundo, excepcional administrador y de inm acul ada hone stid ad, dejó constancia a las generaciones futuras de cómo se quiere y cómo se honra a una Patria. Lle\-ó el nombre de México a los cuatro confines del mundo, mostrando el tesoro incomparable de nuestro pasado, sat urado del mensaje que los p ob lad ores precolombinos de esta patria nuestra
Eusebio D2valo~ (derecha) y el investigador IgnaCIO Bernal (lz:qU/erda), entre otros.
crearon co n la imaginació n, la habilidad de sus manos r el preciado tale nto que los ha seI'lalado como extraordinarios artífices de la piedra, de la cerámica, de la plata y el oro. l ... ] A migo lea l, supo
LA OBRA DE EUSEBIO DÁVALOS HURTADO • Pu bUcaciones M'!}as y olmecas (19 42), Antropología y socio 10gia; Sil illf/lle/lcia (1946), TIJf School of Alltbropology and [Tistory (1948), La ell.ret1anza de la bistoria en la Escllela Naciol/al de Al/tropología e Histon·a. La enset/anza de la bistoria en México (1948), La plástica indígena'y la patología: hi/astecos, totonacos'y sus vecinos (1953), Perspectivas de la antropologíaftsica en México (1953), El COfllplexionislllo étl/ico de IIféxicoy de Espatia. Presencia de Calicia en México (1954), Racial COlJlpOsitioll, Popt/lation Trends alld Health (1954), Los restos de Hernál/ Cortés (1955), La alimentación entre los f/Iexica (1955), La defensa del tesoro cl/Itl/ral mexicano (1958), El Institl/to Nacional de Antropología e Historia (1961), Retllm to the Sacred Cenote (1961), Los !lit/seos del Instituto Nacional de Anh'opología e Historia (1962), La aNtropología en México, 50 alios de Revolución (1962),Alimel1tos básicos e inventi/'a c/llinalia del mexicano (1966) .
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! ARQUEO LOG IA MEXICANA
• Es tudios d e campo Zona triqu e (Oaxaca, 1941); región huasteca de Tantoyuca, Veracruz)' Huejutla, H idalgo (1947); Cañón de ]uchipila, Zacatecas (1948); zo na lacandona, Chi apas (1942 y 1961); Palenque, Chiapas (1952); Cholula, Puebla (1957); Tlatilco, estado de México (1958); Tlapacoya, estado de México (1958); Bonampak, Chiapas (1 961 );zo nade Baja California y Baja California Sur (1960), )' Chichén Itzá, Yucatán (1961).
ca homeopática. Escllela Nacional de Antropología e H isto ria (1945-1967) : diet ética, nutrición, osteopatología, física médica, antropología física ge ne ral y paleopatología ósea. En el Anllario de la Ei\:AH corres pondiente al año académico de 1946 figura ya como profesor de osteopatología,)' en 1955 amplió su trabajo doce nte con un curso de dietética de los g rupos humanos, y especialmente la alimentación)' la nutrici ó n de los pueblos prehispánicos.
• L ab o r d oce nte Escllela Nacional de Medicina Homeopática (1938- 1957); histología, anatomía patológica )' química biológica; fisiología)' laboratorio; filo sofía de la doctrina homeopática; nociones de terapéutica homeopática; parasitología; farmacia homeopática; fí sica especial y patología médico quirúrgica; teoría de la enfermería; enseñanza \-ocacional y terapéuti-
• C a rg os y comision es Visitas de inspección por parte de Secretaría de E ducación Pública a la Escuela de Medicina de Guadalajara, ] al. (1938) )' a las Escuelas Libres de Homeopatía en México (1938 y 1941); representante del D epartamento de Enseñanza Técnica de la SEP ante el Congreso Médico Homeo pático Panamericano en Ci ncinnati, Ohio (1939); delegado a12° Con-
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sembrar en el corazón de quienes lo trataron por las preciadas "irtude s que caracterizan al hombre de bien. Noble r enérgico a la vez, administró con singular acierto los menguados recursos económicos de que dispone el Estado para la gigantesca tarea de explorar, restaurar r conseryar las cuantiosas regiones arqueológicas de j\[éxico, así como la restauración del impresionante legado colonial que forma parte de la estructura mestiza que nos da en el tiempo)' en e! espacio una configuración precisa, la de ser mexicanos ("Fa lleció el Dr. Eusebio Dávalos Hurtado", en Gaceta PolitéCllica, 15 de febrero de 1968). Eusebio Dánlos fue un antropólogo general, dotado de responsabi lidad social r gremial ante la ciencia, sus colegas r J\[éxico. Formalmente se recibió de antropólogo físico r se reconocía como alumno)' seguidor de sus otros do s grandes maestros, Ada d'Aloja y Juan Comas. Pero su labor fue mucho más allá de los límites que a muchos impone determinada formación académica. Contribuyó a la profesionalización de la anrropología, condujo al], \H de la adolescencia a la vida adulta. Luchó denodadamente por la salyaguarda del patrimonio cultural)' fue uno de los impulsores de la difusión de los logros de la antropología para el público general (Lui s Alberto Vargas Guadarrama, "Semblanza de Eusebio Dá,'alos IIurtado", a los 30 años de su fallecimiento, en la 13".\11 "1 ~use bio Dávalos Hurtado", 27 de enero de 1998),
En su memoria se han rendido yarios homenajes, y ahora lleya su nombre la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, presidida por un busto en bronce del artista Antonio Lebrija. Olra efigie se encuentra en Akumal, Quintana Roo, recordándolo como el promotor de la arLJueología subacuática. Lo eyoca también el Museo de la Escultura l\fexica, ubica-
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greso Nacional de Higiene y Medicina del Trabajo (1943); representante de la SE!' ante el Congreso Internacional ele Prehistoria, en Hamburgo, Alemania (1958); representante del Instituto Panamericano de Geografía e Historia en el Congreso Histórico Municipal, Ciudad Trujillo (1952); observador ante el I1 Meeting of the Program on Histar )' of America, Washington, D.c. (1956); delegado ante la Séptima Asamblea GeneraldelInstituto Panamericano de Geografía e Historia )' en la Novena Reunión Panamericana de Consulta sobre Historia, en Buenos Aires, Argentina (1961); representante a las Il Reuniones intelectuales de Sao Paulo, Brasil (1961); representante al Congreso Internacional de Críticos de Arte en Israel (1963); representante al Congreso Internacional de Museos Washington, D.c. (1965); comisionado para efectuar canjes en diferentes museos en Israel, Egipto, Siria, Líbano, Jorda-
do en la Plaza Eusebio Dávalos, s.n., en Santa Cecilia Acatirlán, en Tlalnepanrla, estado de México, y una calle que lleva su nombre en la colonia Ermita Iztapalapa de la ciudad de México. Dávalos Hurtado fortaleció la profesión de antropólogo, facilitando su trabajo al ser puente entre las autoridades y la profesión. De él dijo Eduardo Matos Moctezuma, al momento de inaugurar la biblioteca que lleva su nombre en el Museo Nacional de Antropología en la ciudad de México: ...puedo hablar como antropólogo que vi"ió momentos destacados de nuesrra institución, muchos de cuyos logros se debieron en buena medida a la acción de Eusebio Dánlos Hurtado. El lugar en que hOl' estamos lleva su nombre. Qué mejor dedicación a la memoria de Eusebio Dánlos Hurtado que este recinto del saber. Justo homenaje para quien fue amigo incondicional de quienes fueron sus amigos; maestro de varias generaciones de antropc'llogos físicos; impulsor de obras imperecederas. Eusebio Da,'a lm permanece a través de todas ellas. Decir que ha muerro no deja de ser una mentira, Los hombres que son ejemp lo para orros hombres, \,a por su yida, )'3 por su obra, no mueren jamás. L~te t:, d caso de Eusebio Dávalos I Iurrado (Eduardo i\laros Moc tE/uma, "Palabras en homenaje al Dr. Ellsebio Dá,'alos Hurtado", 2- de enero de 1998),
Lu¿ dd larnlt:Il Da,·a lo~ ~Jurillo. Econol1¡istíl y l1iae5t1'a en CdUCfldón por la L' nl\'c",dad \náhuac. Reali?a esrud ins de doctoradu en liderazgo)' dirt:cción de insrirucinnes de euucación supt!riur en la nuslua uruvt:[~idad. Il a ~ido coordinadura ~lCH.knllca dt.: la Llcc::nciaturíl. en Fcnllon1ía , dlrcctorll de Rclnciones Acn Jemic,l<, \' es direcrora de la Facultad de r:ducacilJll, lodo en la I11lh11l" L1nl\ n, si dad .\náhuac. Sus áreas de especialidau ~vn la cconornía (k la educación) 1a~ políl1ca~
públicas en t:uucación y la educaClon IIltcrnacioní\1.
nia y Grecia (1955 )' 1966); ,'isita a España invitado por la Oficina de Turismo Español (1967); representante a los 150 años de la Universidad de Lovaina, Bélgica (1967) ; "isitas y conferencias a Checoeslo,-aquia )' Rumania (1967); representante a las Fiestas patrias de l\[éxico en Guatemala " a la inauguración de varias bibliotecas con moti,-o del año México-Centroamérica (196'). Como defensor de patrimonio culrural de la humanidad, Dá\'alos Hurtado realizó di,'ersas actividades)' asumió responsabilidades en organismos internacionales: presidente de la Comisión de Monumentos Coloniales de la República (1956-1968); vicepresidente del Patronato de las Arres e Industrias Populares (1956- 1968); miembro del Consejo Técnico del Instituto Nacional Indigenista (1956-1968); presidente de la Comisión Nacional Mexicana en el Consejo Internacional de Museos de la UNESCO (1957);
miembro del Consejo Nacional Técnico de la Educación (1959); miembro e1el Pleno de! Consejo Nacional Consultivo del gobierno mexicano y del Comité de Ciencias Sociales ante la UNESCO (1960-1968); miembro del Comité Asesor del Secretario General de la Organización de Estados Americanos (1960); presidente del Subcomité de Museos de Ciencias Sociales de la UNI'.SCO en México(1961).
• Reconocimientos Diploma y Venera por Servicios Médicos en la Defensa Civil (1943); Comendador de la Legión de Honor de la República Francesa (1964); Comendador de la Orden de Orange Nassau, de Holanda (1964); Comendador de la Orden al Mérito Italiano (1964); Comendador de la Orden de Leopoldo II de Bélgica (1965); Comendador de la Orden de la Cruz al Mérito Alemán (1967).
1 EUSEBIO DÁVALOS HURTADO L
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Documento
Códice A zcatitlan
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XAVIER NOGUEZ
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CONTENIDO
FECHA DE ELABORACiÓN
Se trata de unos magníficos anales históricos, en los que la información se organizó utilizando una línea discontinua de años expresados en forma rnLxta (los cargadores tradicionales: ácatl, técpatl, calli y tocht/i, acompañados de números arábigos en lugar de círculos-unidades). El material co n sign ad o se refiere principalmente a la historia de los mexica-tenochcas y mexica-tlatelolcas, desde la salida de su lugar de origen (ca. 1168 d.C.) hasta los acontecimientos de la conquista española y algunos sucesos de la primera etapa colonial. Las glosas en caracteres latinos no abundan pero, en general, dan importantes datos para identificar lugares, personajes y eventos. E l título, dado por Robert H. Barlow, proviene del topónimo "Ascatida" escrito jumo a un cerro muy visible que se ubica en Azdan. Ahí, entre otros elementos, se dibuj ó un hormi guero, significado de la palabra. Como un dato adicional, tambi én se describe un hormiguero en asociación con la fundación de México-Tenochtitlan, según la Crónica me:xicolla de HernandoAlvarado Tezozómoc.
En los primeros estudios se aseveró que había sido elaborado en la segunda mitad del siglo XVI. Sin embargo, y tras un análisis más detaUado de su estilo gráfico, algunos autores opinan que el códice pudo haberse pintado en un tiempo más reciente, probablemente durante el siglo XV II.
Inada, a manus. de •
C ~'ntc ( erisdc~ls
flsicas
El cóJ.Jcc, en un formato de Libro europeo npí\.Ísndo, I'nJele 2 1
por 28 centímetros. Consta de 25 fojas; ha perdido seis que esmban colocadas entre las fojas R-9, 44-45 r 46-47. Su C:'ita¡Jo de co n scrv~ción es: muy bucllo) g-JAci~s al uso dc pttpd eu·
ropeo de gran calidad. )' a la resmuración practicada en 1959. • Form as y co lores Significativamente. es te documento ocupa un lugar especial dt'mro dt' b s man.ift staciont'~ de la I/(/mi/o//i (utotlial: HI t'~ t.ilv gu~m
dt' una libC'nao t'xprt'~iva nunca ;Ullt:~ vi~
la , con un tratamiento más percepLUallluC' conceptual. En d I;'sp~lciu pictvrico, comu una t'nigmáuca adiCIón a
los datos históricos. se emreveraron imponamt:s 5C'cciones ~ue el historiador del an e Donald Robensun ha Ua mado,genrecHlbrlishmel1ts, escenas de la vida cotidiana manifestadas de unll. forma re1l.1isra. Este fenómeno agrega
una imeresante dimensión a la acción humana. La paleta fue moderadamente amplia: negro, rojo, en (Onos fuertes y pálidos, amarillo, verde, marrón, azul verdoso r diversos tOnos de gri s. E l trabajo parece el productO de un maestro y sus ayudantes. Por circunstancias desconocidas, algunas escenas no fueron terminadas.
BREVE HISTORIA DEL CÓDICE Como en el caso de un buen número de pictografías de primera linea que aquí hemos reseñado, la historia del Azcatil/all se asocia a la famosa colección de códices de Lorenzo Bo rurini Benaduci (1702-1755) la que, tras diversos avatares acaecidos entre la segunda mitad del siglo XV III )' principios del siguiente, llega, aunque mer-
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LUGAR DE ORIGEN Es claro que fue elaborado dentro del ámbito de la cultura de los mexicas. Queda todavía por aclarar si fue una labor conjunta de tenochcas )' tlatelolcas. Encontramos información)' expresiones formales similares en los códices del grupo conocido como " Ixh uatepec", con estrechos vínculos con los tlaclliloJ de T latelo lco.
.\Iarills ./ \lexis AlIbin
(1802-1891), (Iuien la u'a,beb a Paris en 1840. ¡\ partir U~ eSle ailo. Aubin ~e ded.lct a rraduclI, estudiar
r pu-
blicar los más imponames ejemplus. En 1889 el culeccionista e u1\·esugador francé, :!
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Eugénc Goupil, por intercesión
de Eugene Boban , quien en ese tiempo ya preparaba un catálogo, public"clo en 1891. i\ pes"r de los esfuerzos del gobierno meXIcano por adljuirir tan valiuso conjunto de fuentes indígenas, a la muerte de Goupil, su viuda dona lu más Impunante <.ld acervo a la Biblioteca Nacional de Francia en 1898.
PRINCIPALES ESTUDIOS Por
Su atracth:a narració n gráfica, dhTtSaS secciones han sido reproducidas en trabajos generales \. monográficos. Es hasra 1949 cuando Barlo,,' escribe una descripción extensa, con referencia particular a sueootenido, dejando pendiente el análisis formal. Este texto sirvió de base para que l\1ichel Graulich lo reedirara en 1995, acompañado de noras extensas )' correcciones. La edición de 1995 es bilingüe (españolfrancés) )' se acompaña de un facsímil de excelente calidad. D os copias ordenadas por Amonio de León ~' Gama y el padre José Pichardo se guardan en la sección de los Fondos Mexicanos de la Biblioteca Nacional de Francia, bajo los números 90-1 r 89-3.
OTROS NOMBRES Histoire mexicaine.
i
LUGAR DONDE ESTÁ DEPOSITADO Fondos ,\IChlcanos de la Biblioreca Nacional de hancia, núms. 59-64.
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PARA LEER MÁS ... c.; l:l IRl.o\\ ·, Roben 11. , "El Códia Azmlil/tllI", en JOllr·
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Ila/ de la Société deJ Allléricdllistes, nota preliminar de Rooul d'ITarcourt, mI. 38,1949. pp. 101 - 135. R IRU 1\\, Roben H., "El CódiceAzcalil/all" , cdiciún fac · gimilar, 2 yols., inTroducción , ad iciones, nOta s
El rel nocici an tes tal de
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comentarios de ;\fichel Gralllich, Bibliothé'1uc
l'\auunak de Prance/Société des i\méricani~res. París, 1995. C.\STI\:I DI DI' 1.1 P\!., :lrana, "Code.\'Azcnlil/fllland rhe \\ ork of TUl'
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por") Clnue 1381 espal, chas: mazc Ahí t sas d( quell madc a una tes ce
que Nationale de France; ~Iajor Reproduction and Srudies", en }olfrllo/ de /a Socié/é des Amédcallisles, \'01.
84-2, 1998, pp. 35-50. Xa\"ier l'\ oguez. Profesor-inyestigador de El Colegio .\fexiquense, uedicado al estudio r publicación de códice!' coloniales eJe! centro de ~[éxico, así como a temas sobre el origen u!!1 guadalupanismo y la iconografía prehispánica r colonial temprana de tradición nahua.
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84 / ARQU EOLOG IA MEXICA NA
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LÁMINA 12: LA FUNDACiÓN DE MÉXICO-TENOCHTITLAN El relato es la continuación del verso de la lámina 11, donde se da noticia de los lugares que , -isitó el grupo migrante de los mexitin, antes de! establecimiento final en los islotes de la sección occidental de! lago de Texcoco. Ahí se reporta que pasaron por Mixiuhcan ("Lugar de! paridero") y Temazcaltitlan ("Lugar de! baño de Yapor"), haciendo referencia a un proceso histórico- biológico de nacimiento. La lámina 12 abarca una cronología de 1354 (5 toc!;!!t) a 1381 (6 ca!!I). Además de! conjunto de años, se ve un personaje, de espalda, de nombre Espina-Águila-Serpiente, que señala dos fechas: 1356 (7 técpatl) y 1367 (5 ácatl). Un camino que viene de Temazcaltitlan pasa por un lIIolllo,?//i escalonado por uno de sus lados. Ahí transitan dos sacerdotes, ¿Xoccoyoltzin? y Xiuhcac, con bolsas de copal (copa/xiql/ipil/;), sahumador (t/émaitl) y un raro bastón que lleva incrustados tres objetos puntiagudos. Otro personaje, llamado Tezcacóatl, se ubica en un camino que se dirige de!lIJo7JJo,?/li a una fecha: 2 ca/ji (1377), misma que aparece en numerosas fuentes como el año fundacional. Hay una escena que remite a otra versión gráfica de la fundación de l'vIéxico-Tenochtitlan. Ahí aparece un hombre, con tocado
de guerrero (temí/lotl) y bragas (máxtlatl), recostado en la parte superior de la extraña construcción escalonada; de su ombligo sale e! nopal ,- de éste una cabeza humana ataviada con un yelmo de colibrí (Huitzilopochili) . Las opiniones se dividen respecto a su identidad: puede que se trate de Cópil, hijo de Malinalxóchitl y Chimalcuauhili, señor matlatzinca de Malinalco. Después de su occisión ritual, Huitzilopochili, su tío, le extrae e! corazón en e! islote de Tepetzinco (peñón de los Baños), lanzándolo a un lugar conocido como Tlacocomoco, "Entre tules y cañas". De! corazón brota e! nopal, donde un águila se posa devorando una serpiente o un pájaro, e! ansiado tetzáhuitl (portento) que anuncia e! asentamiento final de los mexitil1. Otra posibilidad es que e! sacrificado sea Chichilcuáhuitl, un guerrero de alto rango, procedente de Colhuacan. Según el relato de! Códice Atlbin, al momento de la fundación, se le sacrifica y su cuerpo se deposita en e! interior de un altar, para que se convierta en su "corazón". E n la parte superior de la lámina se da noticia de los personajes que participaron en este crucial episodio. De izquierda a derecha: Acacihili, ¿Ezhuahuatzin?, Ténoch, ¿Tecpanécatl?, Tezacatétl, ¿Azcaollin?, Tezcacóatl y Atzin.
DOCUMENTO / 85
RESEÑAS nes -acompañadas de excelentes textos- relacionadas con la idea de patria y el proyecto de nación en la historia de México. Enrique Florescano es el primer historiador que recupera esta extraordinaria colección de imágenes y las relaciona con los procesos políticos, ideas, planes, constituciones, disrupciones revolucionarias y anhelos utópicos
IMÁGENES DE LA PATRIA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS ENRIQUE FLORESCANO TAURUS.
2006.487 PP En un trabajo que duró cuatro años, el autor compiló, una tras otra, las numerosas imágenes que conforman este libro. En cada vuelta de página el M~xlco.
lector encontrará magníficas ilustracio-
que en algún momento experimentó el pueblo de México. Así, las diversas imágenes van desde una figura femenina de Chupícuaro, Michoacán - con los órganos de la reproducción y crianza muy acentuados-, en las primeras páginas, hasta el "águila mocha", imagen del gobierno del presidente Fax, al final del libro.
2009 246 PP El autor demuestra cómo llegó a la
quizá tendría un cierto sabor amargo. Enterarse que el águila emblemática no es ni por mucho el ave majestuosa a la que estamos acostumbrados , la cual ni siquiera se adapta bien a las condiciones ambientales mesoamericanas y que por otras razones no puede ser el ave que aparece en documentos prehispánicos. El autor demuestra que es el águila quebr
conclusión de que el águila, cuauhtl,; que aparece en códices y esculturas prehispánicas no es un águila real, como popu larmente se piensa, si no la conocida como quebrantahuesos. Partiendo de un análisis basado en la biología, la antropología y el estudio de documentos en donde aparece la representación de esa ave, el autor lleva al lector a una conclusión que
Códice Mendocino, porque se ajustaba mejor a la imagen que los españoles tenían del águila y que así pasó a los documentos y objetos de los primeros tiempos coloniales e incluso al escudo nacional de México. Este libro es sin duda alguna un hito para la comprensión de uno de los símbolos nacionales más representativo y querido por todos los mexicanos.
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DOS ÁGUILAS Y UN SOL. IDENTIDAD, SIMBOLISMO Y CONQUISTA DEL CUAUHTLI SAGRADO MIGUFI ANGFL GON7ALE? BLOCK CONACUL TA-INAH M,XICO
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ARQUEOLOGIA MEXICANA
LUGAR DE LA CAPTURA (SIMBOLISMO DE LA VAGINA TELÚRICA EN LA COSMOVISIÓN MESOAMERICANA) FtL x BAr '-J ,Rr;E PRbl NTAC ON lE EDUAHIJU MATC & Mm,l t'ZlJMA,
GüBIER~ '" DE
'EP ,CRuZ. MEXICC' 2008 En este libro, el autor recorre paso a paso las intrincadas presencias de la vagina dentada y su consecuencia inmediata, la castración, para lo cual acude a diversos estudiosos que de una u otra manera han incidido en el tema. Las referencias a Mesoamérica son abundantes pero Báez-Jorge no se detiene allí, sino que desborda los confines del área y penetra en otras latitudes que le permiten conocer, comparar, conjuntar, en fin, darnos una amplia visión de la materia, acompañada, claro está, de sus propias ideas y reflexiones.
I 2
RESEÑAS ciones de Palenque, ya que fue labrado hacia 768 d.C., durante el reinado de
EL TABLERO DE K'AN TOK. UNA INSCRIPCiÓN GLíFICA MAYA DEL GRUPO XVI DE PALENQUE, CHIAPAS GUILLERMO BERNAL ROMERO, SERIE TESTIMONIOS y MATERIALES ARQUEOLÓGICOS PARA EL ESTUDIO DE LA CULTURA MAYA
2.
IIF. CENTRO
DE ESTUDIOS MAYAS UNAM.
2009. 178 PP En 1993, el Proyecto Especial Palenque excavó el Grupo XVI y localizó los restos de un tablero glífico de piedra caliza, fragmentado y parcialmente dañado por la erosión: el Tablero de K' an Tok. El autor de este libro re construyó el monumento y efectuó el desciframiento de la inscripción. El Tablero de K'an Tok es una de las últimas inscripMÉxICO
TEOTlHUACAN CIUDAD
D~
LOS DIOSES
TEOTIHUACAN, CIUDAD DE LOS DIOSES FELIPE SOLlS (COORD.), FOTOGRAFíA DE
2009, 272 PP. El libro sirvió para acompañar "Teotihuacan, ciudad de los dioses", muestra itinerante exhibida ya en la Nave Lewis MARTIRENEALCALA, INAH, MÉXICO,
b
ARQUEOLOGfA MEXICANA
K' inich K' uk ' B' ahlam (764-ca. 783 ). Narra el acceso a I poder de varios jefes sacerdotales, eventos ocurridos a lo largo de más de tres siglos (445-768 d.C. ) Los registros identifican a los gobernantes principales que promovieron a esos ministros del culto y menciona a un jerarca palencano antes desconocido: U Pakal K' inich Janahb' Pakal (742 d.C. ). K' inich K' uk' B' ahlam mandó esculpir el tablero con el objet ivo de reconocer la importancia que había tenido el grupo sacerdotal desde los albores de la historia palencana. Así intentó reafirmar el apoyo y la lealtad de los sacerdotes. Quizá esperaba que estos reconocimientos hacia sus subordinados redundaría en el fortalecimiento y permanencia del señorío. Pero sabemos que no fue así. Al igual que otras capitales mayas, Palenque se colapsó entre 800 y 850 d.C. El Tablero de K' an Tok es un pálido reflejo de los esfuerzos de la dinastía local por mantener sus principios de poder y autoridad , mi smos que a finales del siglo VIII parecían estar irremediablemente resquebrajados .
del Parque Fundidora , Monterrey, Nuevo León, yen el Museo Nacional de Antropología, y qu e entre 2009 y 201 O se presentará en París, Francia, Zurich, Suiza y Berl ín. La curaduría de la muestra, a cargo de Felipe Salís, pensó en hacer el libro para guiar a quienes desearan profundizar en el conocimiento de la cultura teotihuacana de manera asequible. Por eso se llamó a los investigadores más calificados en cada uno de los temas, quienes llevan al lector por el camino que logra una mejor comprensión acerca de actual estado de las investigaciones en esa maravillosa ciudad prehispánica. Otro mérito no menor de la obra, que realza su atractivo, es la cantidad y calidad de las fotografías, las cuales sin duda destacan por el gran formato del libro.
SERPENTINAS OLMECAS. PETROLOGíA APLICADA A LAARQUEOMETRíA JASINTO ROBLES CAMACHO ET AL.,
2008, 64 PP. Las hachas son herramientas que los seres humanos han utilizado en todo el mundo; en Europa se tiene registros de su uso desde el Neolítico . En Mesoamérica, las emplearon los olmecas desde el Preclási co. Culturalmente, las hachas están relacionadas con la petición de lluvias y el control de éstas, como lo demuestran las local izadas en ofrendas depositadas en actos rituales. En este libro se trata de cómo, mediante las técnicas petrológicas para análisis de rocas, se descubrieron los yacimientos de dond e se obtuvo la roca (serpentinita ) con que están hechas las hachas. Los diversos análisis de las rocas, qu e son detallados en los capítulos del libro, permitieron saber de qué yacimiento provienen las piedras con que se tallaron las ha cha s. Así, se encontró que los yacimientos de piedra de las hachas olm ecas se ubicarían en Concepción Pápalo, Oaxaca , yen Vista Hermosa, en la parte alta de la Sierra de Juárez, Oaxaca . UNAM, MéXICO,
iBúscala!
En puestos de periódicos y tiendas de autoservicio
REVISTA
MENSUAL PEDROII DE BRASIL
laVier rorres Medina
deSde el frente
de guerra
Julio Prieto /(odrfglU!~
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Ins ..rgent. ?
Arturo SoberÓl'l Mol'Q
Los sonecitos de la tierra
SUSCRIPCIONES Y VENTAS Editorial Rafees Rodolfo Gaona núm. 86, Lomas de Sotelo, Del. Miguel Hidalgo, C.P. 11200, México, D.F., 5557-5120 Y 5557 5004, ext. 2061, 01 800-4724237, fax nacional: 5557-5004, ext. 5163, fax internacional : 52 (55) 5557-5078 [email protected] y suscripciones1 @relatosehistorias.com .mx