PALOMEQUE. “El mundo indígena Siglos XVI – XVIII”
Desde el siglo XVI al XVIII se extendió el periodo de conquista y sometimiento a parte de los pueblos que habitaban en el actual territorio argentino. Los tres siglos concluyeron con la población indígena diezmada y con la población sobreviviente sin presentar diferencias culturales o sociales significativas mediante un proceso donde fueron perdiendo sus tierras, su sistema económico-social y sus autoridades tradicionales. La historia de los habitantes de estas tierras comenzó antes de la conquista española, por lo tanto, el texto se dividirá d ividirá en dos etapas: 1. Descripción de las distintas sociedades indígenas, diferencias existentes existentes entre ellas, ya que si bien todas comparten elementos comunes, también también se distinguen por las zonas que habitaban, su forma de organización social y política, y sus costumbres. 2. La historia durante el periodo de conquista, instauración y funcionamiento del sistema colonial español en el contexto de sociedades que se van insertando de distinta manera en una situación colonial que tampoco es homogénea, en un mundo indígena considerado pobre y de frontera en donde el estado colonial era flexible frente a los “vecinos encomenderos” y sus intereses, a pesar de ser un
periodo en donde la corona intentará centralizar más su poder y debilitar el de los señores encomenderos. encomenderos.
Grupos Étnicos, ambiente y recursos: Para evitar la correcta unificación de todas estas sociedades en el nombre genérico de Indios y la larga descripción de cada uno en particular, se agrupara a los distintos grupos indígenas de acuerdo a la zona que habitaban y con sus formas de acceso a los recursos de estas zonas, organización social, política y sus relaciones con sus pares y con los Incas. Las distintas zonas ambientales atraviesan el territorio Argentino en angostas franjas de formas longitudinales, paralelas, que corren de norte a sur. Los recursos existentes existentes en cada franja condicionaban su forma de vida, su organización, tanto social, política como económica, y su relación necesaria de intercambio con los pueblos que h abitaban las franjas aledañas con acceso a otros recursos.
Franjas: Comenzando desde el Oeste hacia el este. 1. Costas del Océano Pacifico; Recursos marítimos. 2. Desierto chileno; Minerales. 3. Puna; Ganado y sales. 4. Valles y quebradas; producción agrícola. 5. Bosques y selvas; Recursos variados. Esto implica que la forma de comunicación se da de Este-Oeste, diferente a la impuesta luego por los Españoles de Norte-Sur. Considerando estas franjas ambientales y las características socioculturales de los distintos pueblos, desde la Arqueología se han definido las diferentes zonas dentro del territorio del centro y noroeste Argentino: 1. Puna Puna.. 2. Valles y quebradas. quebradas . 3. Selva y chaco. chaco .
4. Cuyo. 5. Mesopotamia santiagueña. 6. Cierras centrales y de Córdoba. 7. Zona pampeana y Litoral. Con el mismo criterio para el centro y este de la Argentina se encontraban los pueblos que habitaban la llanura pampeana y el Litoral de los ríos Paraná y Uruguay. Estos pueblos, a diferencia de los pueblos de la gobernación del Tucumán y de la gobernación de cuyo, que eran pueblos agricultores que residían en aldeas estables, estos no lo hacían.
1. Pueblos de la puna: Se encuentran en la gobernación del Tucumán, en el espacio extremo del Noroeste Argentino. “Casabindos y Cochinocas”. R elaciones pacíficas entre ellos. En cuanto al terreno, elevadas planicies a unos 3.500 metros sobre el nivel del mar con un clima extremo de frio y aridez. Tenían como principal recurso los rebaños de guanacos, llamas y vicuñas, sal, oro, piedras especiales y la caza y recolección de huevos y vegetales. La agricultura era posible en algunos lugares y con la necesaria compleja organización consecuente de riego artificial. Por otro lado, el frio y la aridez permitía la acumulación de reservas para periodos de escases o intercambio. Como consecuencia de las extremas condiciones ecológicas y la necesidad de recursos de otras zonas, se desarrollaron redes sociales complejas para poder producir sus tierras, se construyeron terrazas y sistemas de riego, además de mantener relaciones de intercambios lejanas ubicadas en otras franjas ambientales. La forma de organización social y política es la más compleja de la gobernación del Tucumán. Sus aldeas son gobernadas por una Elite permanente con sucesión hereditaria que conserva el poder político, administrativo y religioso, que organiza los intercambios y la producción agrícola. La intervención del estado Incaico estuvo presente en estas sociedades, sobretodo se estaba dando un florecimiento de las sociedades de la puna, incremento de población, desarrollo agrícola y textil, por esto, estos pueblos tuvieron una forma más parecida a las relaciones de las grandes civilizaciones con los españoles, más dócil. 2. Valles y quebradas: Franja longitudinal desde Jujuy por el norte hasta San Juan por el sur. Densamente poblada por Tilcaras, Omaguacas, Osas y Ocloyas en el Norte y en el Sur por los Diaguitas. Zona rica en recursos debido a su tierra y clima adecuado para la práctica agrícola y el regadío, lo que conlleva a un menor esfuerzo que en la puna, además de la recolección y la caza. De acuerdo a los intercambios y relacione se puede dividir en dos subzonas Norte-Sur. La ubicación y la zona entre las dos franjas entre la Puna y la selva tuvieron dos consecuencias: Lograron abastecerse muy fácilmente de todos los productos de ambas zonas cercanas, solo realizando intercambios de este a oeste. Se convirtió en una zona de alta circulación de hombres y productos por los intercambios. Estas dos características, la mayor facilidad para los cultivos e intercambios, produjo que estos pueblos se fragmentasen en pequeños cacicazgos con un sistema de
gobierno similar al de la puna, pero a diferencia de éste, hubo una gran resistencia al imperio Inca, produciendo muchos enfrentamientos entre estos mismo pueblos. Pero además, esto género que no sean tan dóciles a la hora de relacionarse con los Españoles y que estos se aprovecharan de los enfrentamiento entre las diferentes tribus. 3. Mesopotamia Santiagueña: Actual provincia de Santiago del Estero. Poblada por Tonocotes y Lules. Extensa planicie cubierta por bosques y bañados. Clima con elevada temperatura en verano con alteraciones de sequía y humedad lo que origina dos tipos de siclos y el acceso a diversos recursos en cada uno de ellos. En los años húmedos cultivo y en los secos, casa, pesca y recolección. Intercambios fluidos con las franjas aledañas. Su nivel de organización es menos complejo que los anteriormente descriptos, la facilidad de acceso a los recursos y el clima variable son las consecuencias, teniendo en cuenta esta última variable, los asentamientos eran medianamente estables debido a las inundaciones y acceso a recursos. Al igual que en los valles y quebradas, se ubicaban en pequeños cacicazgos de distintos tamaños. Establecieron alianzas con los Inca para la defensa del extremo oriental del Imperio aunque estos los describían poco menos que de salvajes. A su vez, la relación con los españoles fue cambiante pero finalmente dócil, esto se ve reflejado en la fundación del primer asentamiento estable de la zona, Santiago del Estero. 4. Sierras centrales de Córdoba: Comechingones. Sierras y valles con ríos. Clima templado con precipitaciones más frecuentes en verano. Agricultura temporal pero mayormente caza y recolección. Población asentada en aldeas numerosas con poco contacto de intercambio con otras poblaciones. Organización política relativamente laxa, conjunto de tribus sometidas a una de mayor tamaño, una organización política poco compleja, único lugar de la gobernación del Tucumán donde no llego la influencia Inca. 5. Zona Cuyana: Huarpes. Ladera oriental de la cordillera y los valles y tierras llanas situadas hacia abajo. Zona seca, con presencia de oasis húmedos y recursos dispares según la estación. Era una zona de gran intercambio entre las franjas y donde se puede ver claramente esta movilidad Este-Oeste. Zona de jurisdicción Inca que incluía a los Huarpes, esto probablemente llevo a la pacifica relación que tuvieron con los primeros Españoles. 6. Zona pampeana y Litoral: Chana Timbues. En el oeste, más hacia la zona pampeana se encontraban pueblos considerados como los con menor orden, no contaban con asentamientos estables. Hacia el este, en la zona del Litoral y en los márgenes del rio Paraná se encontraban sociedades de agricultores, pueblo poco dócil y que imposibilito en principio el sostenimiento de las nuevas fundaciones de ciudades en lo que sería el Virreinato del Rio de la Plata, lo mismo ocurrió con el Paraguay habitada por los Guaraníes.
7. Pueblos de la selva y Chaco: Tobas. Zona que no pudo ser invadida hasta principios del siglo XIX. Zona de altas temperaturas y humedad en donde se desarrollaba la agricultura mediante sistema de roza y quema La importancia de las diferencia de cada pueblo radica en la característica singular de la relación que se llevara a cabo con los españoles, por eso esta diferenciación. La estrategia de conquista y sumisión será diferentes de acuerdo a las características de cada uno de estos pueblos y, fundamentalmente esta relación tiene que ver con el grado de organización y complejidad de su organización política. Los indios de la puna y quebrada entendidas como gente de “más razón” que sabían servir, al igual que el Perú y que vivían con respeto a sus caciques. Los de la Mesopotamia santiagueña y zona cuyana, gente de “menos razón” y
menos respeto a sus caciques pero posibles de generar alianzas tanto con los Incas como con los españoles. Los de las sierras de Córdoba eran gente “sin razón” con poca o nula autoridad de un cacique y los menos dóciles a la hora de someterse incluso por los incas. La conquista: En el sistema colonial incidieron los siguientes factores. Distintas características de las sociedades indígenas. Diferentes relaciones que entre ellas que mantuvieron con el incaico. Tipo de Españoles que conformaban las huestes. Características del proceso de conquista. Relaciones indio-españolas durante el periodo de conquista. Los españoles que vinieron a estas tierras eran aquellos que, proveniente de las zonas ricas de conquista de los imperios Aztecas o Incas, buscaron nuevas fronteras de conquista ya sea porque no lograron la riqueza esperada o por ser miembros de facciones de españolas en conflicto. Dieron origen a un sólido grupo de “vecinos encomenderos” en la esta zona. El periodo inicial de la conquista se caracterizó por su prolongada duración de medio siglo y por los frecuentes conflictos entre los mismos conquistadores, más allá de que los conflictos y la contante actividad militar continuaron, y es esta constante actividad militar la que implico la necesaria colaboración de los antiguos conquistadores, devenidos luego en encomenderos, y fue la base en la cual se consolido un poder privado que siempre logro negociar la aplicación de las políticas de la corona.
Los comienzos: El inicio no fue igual en todas las zonas: los primero asentamientos en las costas del Rio de la Plata y Paraná debieron trasladarse debido a los constantes enfrentamientos con la población indígena productos de la pretensión de obtener alimento y fuerza de trabajo de poblaciones que no estaban acostumbradas a generar excedente y carecían de una organización política compleja. Esta expedición culmino con la fundación de Asunción en donde se encontraba la población de Guaraníes, sedentaria y agrícola, relativamente compleja políticamente. El sometimiento de esta población, por las características previamente descriptas y la capacidad de Irala, fue posible (no sin algún levantamiento de por medio) mediante la manipulación de las relaciones de parentesco en favor de los españoles y el apoyo ante los enfrentamiento de estos pueblos con los guaycurúes. En la gobernación de Cuyo y Tucumán, pueblos que mantuvieron una relación con el estado Inca, la conquista se inició con la llegada de los españoles junto con
un miembro del linaje Inca. Diego de Almagro Realizo el viaje acompañado de un ejército de españoles e indios y un Inca y un jerarca religioso proveniente del Perú. No logro el apoyo de todas las poblaciones producto de la desestructuración del Imperio Incaico en este momento, lo que produjo fuertes enfrentamiento que marcaron la historia de las rutas de conquista del Tucumán. 8 años después, nuevas huestes acompañas de “indios amigos” reanudaron la conquista del Tucumán siguiendo en principio la misma ruta que Almagro.
Guerras, alianzas y conflictos: El proceso de conquista se fue consolidando sobre la base de un conjunto o una red de aldeas-fuertes denominadas ciudades, proceso que estuvo cargados de conflictos entre las distintas huestes de españoles que se enfrentaban por las encomiendas de indios que permitía recuperar el capital invertido. Todo esto cargado del conflicto de las jurisdicciones de las huestes, situación que se solucionó cuando el Tucumán pasó a depender de la “Real Audiencia de Charcas” en (1563). (1549 -1556) – Varios intentos de fundación que culminaron con la de Santiago del Estero, con la presencia de “indios amigos”. Zona don de los indios eran aliados previamente con los incas, quienes formaron parte de la conquista. Hasta el años (1562) se caracterizó por un periodo de paz y se concretó la fundación de otras ciudades que permitían el paso a chile, pero esta paz culmino producto de los enfrentamientos entre las huestes y el cambio de autoridades superiores del virreinato que desconocieron los pactos realizados con los indio, la revelios que se desencadeno corrió a los españoles solo a la posición de Santiago del Estero. Luego de un largo periodo, en (1565) se fundó la ciudad de Tucumán y se volcó nuevamente el interés en esta zona para su recuperación. En la década del ’60 continuaron las fundaciones impulsadas por el Virrey Toledo, culminó con la fundación de Córdoba. (1537) – Fundación de Asunción. (1556) Imposición del sistema de encomiendas de Irala, impulsó una nueva rebelión indígena que duro hasta (1560), mientras que las luchas entre las facciones españolas duraron hasta (1567), año de asunción del adelantado y gobernador del Rio de la Plata, minero potosino Juan Ortiz de Zárate. En base a los recursos de la colonia del Paraguay, se fundaron, hacia finales de la década del ’50 y durante la del ’60 hasta la del ’80, las principales ciudades del Litoral. (Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes).
La explotación de los Indios sometidos: Para poder controlar como mínimo la ruta de Charcas en la Gobernación del Tucumán fue necesaria la participación activa de militar de los encomenderos cuyo poder a partir de esto se puesto en evidencia, en (1576) el gobernador Abreu dicta las primeras Ordenanzas sobre el servicio de los indios, pero que nada tuvieron que ver con las pretensiones del virrey Toledo, la situación en la gobernación del Tucumán será otra.
Fue precisamente el virrey Toledo quien consolido un sistema de explotación que le quitaba el poder de los pseudofeudos que se estaban consolidando en beneficio de la economía de la corona española, las poblaciones de indios fueron paulatinamente obligadas a permanecer en su “reducción” o “Pueblo de Indios” para facilitar su control y evangelización. Un funcionario visitador fijo el tributo y estipulo la mita (responsabilidad del cacique con un poder recortado y debilitado con la presencia del cabildo indígena, el cura y el corregidor de indios). Con este sistema se pone fin al sistema señorial, el encomendero pierde importancia convirtiéndose la encomienda en una mera renta. También durante el periodo de Toledo se dividió el territorio en, tierra española y tierra indígena, y dos tipos de gobiernos, republica de los españoles y de los indios. Esta es una forma de gobierno colonial directo como se denomina, en tanto mantenía a la población indígena en sus tierras sin intervenir en la producción y organización de forma directa y eran responsables de la entrega de tributo y la mita. (Reconocimiento jurídico de tierras, ciertas ventajas en las reducciones). Quedo así conformado los indios como: Indios originarios, aquellos sujetos a sus caciques. Indios forasteros. Indios yanaconas, quienes habían abandonado previo a las reducciones Toledanas. Tributaban directamente a la corona o yanaconazgo agrario de Charcas, único sistema reconocido de encomienda. La situación no fue la misma en el Tucumán, las presiones de los encomenderos, su necesaria presencia militar en un contexto distinto al del Perú y las tierras incas donde la sublevación india era constante aún, produjo la negativa de aplicación de la exigencia del virreinato. Así, las Ordenanzas de Abreu fueron muy d iferentes a las Toledanas, se debe tener en cuenta además que, las voces protectoras de los indios y desertores de los encomenderos no eran tan fuertes y que los grandes funcionarios y quien dicto las Ordenanzas, eran encomenderos. Las Ordenanzas de Abreu no culminaron con los encomenderos pero fue la primera injerencia estatal donde se llegó a un acuerdo entre el estado y los encomenderos con una serie de restricciones, la excusa para evitar la aplicación de la ley era que los indios en esta zona eran más salvajes, menos maniobrables, justificación aparentemente sustentable para mantener a los indios como sus vasallos directos. En 1578 el virrey Toledo desconoció las ordenanzas e impuso la aplicación impuesta por las “leyes nuevas”, situación que nunca se r egularizo, los malos tratos y la explotación continuaron.
El fin de la conquista: En la década del ’80 se fundó la ciudad de Salta (1582), en la década del 90 La Rioja (1591) y Jujuy (1593), quedando asegurado así el tracito seguro a Charcas. Así, culmino el “periodo inicial de conquista” quedando conformado el conjunto de las principales ciudades de la gobernación del Tucumán, situadas en la tierras bajas o en el pie de montes.
En lo que duro la conquista se fueron conformando tres espacios, el español habitado por los nuevos pobladores y sus indios sometidos, el indígena, sublevados pero que pasaban a la rebelión y el espacio de indios de guerra, aquellos que no habían sido sometidos nunca.
El costo de la conquista para los sociedad indígena:
Tucumán: El problema de los señoríos y de la explotación se agravo aun mas la final de esta etapa de conquista al punto tal de que a principios del siglo XVII la población indígena estaba diezmada. Este sometimiento concluyo con los indígenas respondiendo con el abandono de sus pueblos y el bandidaje en los caminos, por lo cual se nombraron los primeros funcionarios para el área rural (alcaldes de hermandad). Para esta época, aquellos indos de paz que se negaban a la entrega de tributo era declarados indios de guerra, se los tomaba prisioneros y se los asignaba a una chacra de un encomendero en carácter de yanaconas, de este modo se continuo consolidando el poder de los encomenderos en el Tucumán. Paraguay y Rio de la Plata: El sistema de gobierno de los indios también se basaba en los servicios personales pero afectaba a una menor cantidad de indios.
La batalla contra los servicios personales: En la primera década del siglo XVII, la corono dicto las reales cedulas de 1601 y sus modificatorias 1609, donde se reforzaron los conceptos de la libertad de los indios, la prohibición de venderlos y prestarlos, y las restricciones del tributo de carácter personal. En este contexto, las denuncias que se le presentaban a la corona por lo maltratos y el aniquilamiento gradual de la población, fueron en aumento e influyó en estas mediadas. La posición más marcada en contra de los servicios personales y de la encomienda era la de los jesuitas que tenían como objetivo la evangelización y las misiones jesuíticas, cuestiones que se contraponían con los intereses de los encomenderos y viceversa. En 1605 se emitió la real cedula que ordenaba a la real audiencia de Charcas la visita y supervisarían del Tucumán, Paraguay y Rio de la Plata con el objetivo del cumplimiento de las posiciones previamente descriptas, cuestión que se concretó con la vita de Alfaro y las consecuentes nuevas ordenanzas dictadas en 1611 – 1612: Prohibición de esclavizar a los indios. Prohibición de servicios personales.
Reducción de todos los indios en pueblos con iglesia y cabildo indígena. Tierras de reducción pertenecientes a los indios. Se tasó el tributo, cinco pesos en especias. Se estableció un turno de mitas. Posibilidad de trabajo para el encomendero a cambio de salario. Los indios sometidos pasaron a ser vasallos de la corona pero no perdieron el contacto con los encomenderos, pese a que no se cumplió con las expectativas primarias, la corona logro la reducción de poder de los encomenderos y que los indios pasen a ser vasallos directos de la corona, pese a esto la población india continuo en declive, no tanto porque no se cumplieran las ordenanzas dictadas por Alfaro, sino que solo podían reproducirse en las tierras que les reconocieron, mientras eran coaccionadas a ingresar en una economía de relación mercantil y subsidiar al estado Español.
La republica de los indios y sus márgenes. o Las ordenanzas de Alfaro y los cambios a corto plazo: Las ordenanzas de ambas gobernaciones, Rio de la Plata y Tucumán, fueron llevadas a la audiencia de Charcas, donde los representantes de los encomenderos pidieron la revocación y se elevó al Concejo de Indias mientras se debían respetar las normas dispuestas por Alfaro. En 1618, se modifican las ordenanzas en favor de los encomenderos para el Paraguay, sin que afectara esto a las misiones, destinaron trabajo mitayo para los encomenderos. Las ordenanzas nunca fueron tratadas por el Concejo de Indas, quedaron establecidas las disipaciones originales. Una vez se implementaron las ordenanzas en el Tucumán produjeron grandes e inmediatos cambios en los indios sometidos que abandonaron las tierras españolas y retornaron a las reducciones, pese a las quejas de los encomenderos que sustentaba la idea de los servicios personales dada las características de los pueblos “naturalmente holgazanes, soberbios, borrachos, idolatras y que se andan matando unos a otros”, actuando ellos como “paternal-protectores” para o
o
oponerse a las ordenanzas. Las ordenanzas y los indios recién convertidos: En la zona habitada por los guaraníes, crecieron las misiones posteriormente a las Ordenanzas y los conflictos entre encomenderos y jesuitas, estos últimos que se encargan de frenar la explotación indígena basándose en las disipaciones de Alfaron sobre la exención de tributo de los indios recién convertidos y la necesidad de autorización superior para que puedan ser encomendados. Luego, a condición de la defensa frente a los portugueses, lograron los guaraníes la exención de mita y servicios personales, con el pago de un bajo impuesto. Reducciones: Gobernadas por un “cabildo indígena” presidido por un cacique que aplicaba la justicia de menor cuantía y supervisaba los trabajos, era corregidor y asumía el mando militar, pero todo el sistema estaba supervisado por los jesuitas. En Buenos Aires y litoral las reducciones también se concretaron donde cada ciudad nombraba un español como corregidor de indios quien presidia el cabildo indígena. La aplicación de la justicia; indios de los valles Calchaquíes y de Chaco: Para estos indios no se respetó ninguna de las disposiciones antes descriptas, quienes no murieron en combate fueron trasladados fuera de su origen para uso privado de
aquellos españoles que habían invertido en la guerra, quedaron bajo la condición de yanaconas. Las guerras en esta zona y en el Litoral lograron un crecimiento en el poder de los encomenderos que venía decayendo al hacerse de prisioneros de guerra y esclavos. Fue este uno de los argumentos en el Tucumán para permitir las “encomiendas cortas” producto del beneficio de la inversión de los encomenderos para la guerra. o
La lucha por la persistencia de los “pueblos de indios”: Las ordenanzas de Alfaro y
los jesuitas en el Paraguay, lograron una relativa preservación de los pueblos de indios pero que dependió de la capacidad de cada comunidad, pero, pese a los intentos de la corona, el poder de los grupos privados encabezados por los encomenderos continuos primando. En estos años, y producto de estas circunstancias, decae la producción textil y se produce un auge ganadero que requería de una menor cantidad de trabajadores indígenas que se encontraban en las reducciones y producto del abandono de los campos de cultivo dejando las tierras libres que permitieron la expansión ganadera. Los abusos de los encomenderos y la manipulación legal por otro lado, no cesaron y demuestran la continuidad del poder encomendero, que tiende a debilitar la persistencia de los pueblos de indios. La debilidad del estado colonial sumado a la necesidad de dinero se manifestó en su incapacidad para controlar y sancionar a los encomenderos infractores. Estas normas legales entrecruzadas con los abusos de los encomenderos generaron una situación distinta para cada pueblo: o
Córdoba: Manipulación legal de las ordenanzas y escaso cumplimiento por parte de los encomenderos. Jujuy: Aplicación de las ordenanzas y otras normas de protección legal para estos pueblos. Puna: Aplicación de las ordenanzas. Se puede concluir que aquellos pueblos que tuvieron más contacto y fueron dóciles a la intervención inca y por lo tanto española, lograr un mayor grado de
persistencia bajo la forma de “pueblos de indios”, aquellos pueblos que buscaron
la independencia tanto de los incas en su momento como de los españoles fueron derrotados militarmente y desestructurados. Por lo tanto y cuando se entiende que las ordenanzas eran las mismas a aplicar en todas las gobernaciones, se puede concluir que no dependió de la agresividad de los españoles solamente, sino que también dependió de la historia previa de cada pueblo, de su adaptación a la nuevas relaciones sociales, políticas, económicas y culturales dependiendo de cómo habían sido antes de la conquista estas mismas relaciones.
Las reformas borbónicas de fines del siglo XVIII: Estas reformas imponen una fuerte intervención del estado en los sistemas de recaudación fiscal, toda la sociedad, incluso la sociedad indígena colonial se vio modificada. El cambio para los indígenas consistió en el incremento global de tributo, ampliándose a todos los indígenas la obligación de pago. La recaudación de impuesto a los indios, su éxito o fracaso por parte de la corona, dependió al igual que su persistencia como
pueblos de indios, de las características y diferencias entre estas sociedades que las fueron conformando y esto se puede ver incluso ya en este siglo y sobre ésta circunstancia también de recaudación de impuesto. Los encomenderos dejaron de recibir encomiendas, no se adjudicaron más, los indios de encomienda vacantes pasaron a tributar directamente a la corona. Gracias al interés recaudador, hacia finales del periodo, paulatinamente, la relación de los encomenderos con los pueblos de indios culmino definitivamente.