Morfología y Sintaxis del Español I Material de estudio para el semestre A-2009
Pronombres Para hablar de pronombres es bueno, en primer lugar, reconocer cuáles son las formas sustantivas sustantivas en español. ¿Por qué? Porque tanto los pronombres como los nombres sustantivos pueden cumplir exactamente las mismas funciones sintácticas. Sabemos que los sustantivos se dividen en nombres comunes y nombres propios. Son formas que designan la realidad circundante, el mundo que nos rodea. Los nombres comunes y prop propio ioss son son perd perdur urab able les, s, en cuan cuanto to a que que cada cada uno uno esta estará rá li liga gado do a un refe refere rent ntee constantemente, y serán usados por los usuarios de una lengua para designar cualquier referente que tenga las características semánticas que le ha adjudicado la lengua. Ahora bien, esos mismos referentes pueden, de acuerdo con la situación y el contexto de comunicación, ser ser design designado adoss por otras otras formas formas,, vacías vacías léxic léxicame amente nte,, que, que, sin sin embar embargo, go, prove proveen en a los los inter interlo locut cutore ores, s, graci gracias as a que compar comparten ten el mismo mismo escena escenario rio y el mismo mismo conte contexto xto,, la información necesaria para que el acto comunicativo cumpla su cometido. Los pronombres son esas formas léxicamente vacías que sustituyen a un nombre en una situación comunicativa. Las formas pronominales, en cualquier lengua, ayudan a la cohesión del texto y a aliviar la carga léxica de los sustantivos sustituidos. Piensen, gracias al ejemplo de abajo, que no podamos utilizar los pronombres en la conformación del texto: Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remonte la llave de la cuerda suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando del tiempo y del tiempo brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Ate el reloj a su muñeca, deje el reloj latir en libertad, imite anhelante el reloj. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus pequeños rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si nosotros no corremos y nosotros nosotros llegamos antes y 1 nosotros comprendemos que ya no importa. En el texto anterior vemos que la utilización utilización reiterada de un mismo ítem léxico lo hace más pesado. Los pronombres, al ser formas vacías, alivian el peso del texto y lo vuelven más fluido. Los pronombres, en palabras de Quilis et al. (1988), son formas que no nombran los seres “de modo fijo”, sino que se adecuan de acuerdo con las circunstancias y el tiempo en que se está produciendo el discurso. La forma pronominal Éste no tiene en nuestra realidad circundante un referente fijo al cual nombrar. No obstante, dicha forma se puede utilizar para designar objetos o entes que en el contexto estén presentes. La forma pronominal Éste puede designar a un niño, un caballo, un automóvil, un libro, un problema, un plan, un grupo… cualquier elemento que comparta con él información de género y número (en el caso del pronombre en cuestión) y que esté “al alcance” de los interlocutores en el contexto (con cont contex exto to nos nos refe referi rimo moss al cono conoci cimi mien ento to actu actual aliz izad adoo que que los los part partic icip ipan ante tess del del acto acto comunicativo tienen para entablarlo.) Los pronombres, como dicen Quilis et al., funcionan como un sintagma nominal, que es la misma función sintáctica de la que los sustantivos son núcleos. Ellos, además, pueden tener 1
Modificación del cuento Instrucciones para dar cuerda al reloj, de Julio Cortázar. En Cuentos Completos. Tomo Tomo 1. Madrid: Alfaguara (2004).
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una función deíctica: en un escenario, son utilizados frecuentemente para señalar el objeto a que nos referimos. Sin embargo, los analistas del discurso consideran más en sus estudios el uso fórico (anafórico o catafórico), que, entre otros usos, permite la cohesión textual. Ahora bien, los pronombres se dividen en varios tipos, dependiendo de la función designativa y de los accidentes gramaticales que tengan: Por lo general, son usados para identificar personas, sea en la situación de comunicación o como elementos cohesivos del texto. Las formas son las siguientes: 1. Pronombres Pronombres personales:
l a r u l p
Tü
Te
Te
Te
Ti, Contigo
Él Ella Ello Nosotros Nosotras Ustedes
Lo La Lo Nos
Le (se)
Se
Nos
Nos
Les (se)
Se
Él Ella Sí, Consigo Ello Nosotros Nosotras Ustedes
Les (se)
Se
Tónicos Sujeto
r a l u g n i s
r a l u g n i S
Yo
Objeto Directo Me
Formas y funciones Átonos Tónicos Objeto Reflexivo Compl Compleme emento ntoss de indirecto (O.D.-O.I.) preposición Me Me Mí, Conmigo
1º persona 2º persona 3º persona 1º persona 2º persona 3º persona
Ellos Ellas
Los Las Los Las
Ellos Ellas
Los morfemas de los pronombres personales serían los siguientes: {Persona}: {1º} {2º} {3º} {Número}: {Singular} {Plural} {Género}: {Masculino} {Femenino} {Neutro} 2 {Función sintáctica}: {Sujeto} {Objeto directo} {Objeto indirecto} {Término de preposición} Más que usarse para señalar personas (que, en este caso, tendrían más un valor peyorativo), se usan para indicar objetos con respecto a la posición del hablante. En la escritura, son usados con la misma función fórica de otros pronombres. Los demostrativos demostrativos tienen su equivalente equivalente en formas adjetivas, pero no deben confundirse con éstos porque, mientras los pronombres sustituyen el nombre, el adjetivo lo acompaña, al mismo tiempo que lo determina: 2. Pronombres Pronombres demostrativos:
2
Excepto para las 1º y 2º personas del singular. El género neutro se aplica solamente para la tercera persona del singular.
2
Pásame esos zapatos (adjetivo demostrativo) demostrativo) Pásame ésos (Pronombre demostrativo) demostrativo)
Pronombres demostrativos demostrativos Referencia Temporal Espacial
Femenino
Masculino
Neutro
Femenino
Masculino
Proximidad
Ésta
Éste
Esto
Éstas
Éstos
Distancia media Lejanía
Esa
Ése
Eso
Ésas
Ésos
aquélla
aquél
aquello
aquéllas
Aquéllos
o
singular
Plural
Los pronombres demostrativos tienen los siguientes accidentes gramaticales: Género: {masculino} {femenino} {neutro} 3 Número: {singular} {plural}
Explican no solamente el objeto referido, sino también quién o qué posee a dicho objeto. Son idénticos, en forma, a los adjetivos posesivos de nuestra lengua, y se usan solamente en oraciones atributivas (El premio es mío, mío, los papeles son tuyos, tuyos, la casa es nuestra) nuestra) y cuando van precedidos de un artículo (Luis se llevó el suyo, suyo, La nuestra no asistió presentó el examen). Por esta razón, más de un gramático ha preferido argumentar que los posesivos son siempre adjetivos: en el primer caso, determinan el sustantivo con función de sujeto, desde el predicado; en el segundo, son adjetivos sustantivados, gracias a la presencia del artículo. 3. Pronombres Pronombres posesivos:
Los pronombres posesivos son los siguientes:
3
Sólo para los demostrativos en número singular.
3
1º Un poseedor persona
Masculino
Mío, Míos
Femenino Mía, Mías Masculino Nuestro, Nuestros
Varios poseedores 2º Un poseedor persona Varios poseedores 3º Uno o vario rios poseedores res persona
Femenino Nuestra, Nuestras Masculino Tuyo, Tuyos Femenino Tuya, Tuyas Masculino Suyo, suyos Femenino Suya, Suyas Masculino Suyo, Suyos Femenino Suya, Suyas
Los accidentes gramaticales de los posesivos son los siguientes: Persona y número del poseedor: {1º sing}{2º sing.}{3ºsing.}{1º plur.}{2º plur.}{3º plur} Género: {masculino} {femenino} Número: {singular}{plural} {singular}{plural} Designan la cantidad de las entidades, al mismo tiempo que las sustituyen, bien en número enteros (números cardinales), bien el orden de sucesión de esos números (números ordinales). Son invariables en cuanto al género (excepto cuando se les agrega el artículo femenino: “Pásame las cuatro”), cuatro ”), y en cuanto al número, son todos plurales, excepto uno. uno. Mil y Mil y millón tienen, sin embargo, variantes en plural: miles, miles, millones). millones ). Los pronombres numerales ordinales sí tienen accidentes gramaticales gramaticales de género y número, que corresponden al sustantivo que reemplazan ( primero, ( primero, segundo… segundo… primera, segunda). segunda ). 4. Pronombres numerales:
A diferencia de los pronombres numerales, los indefinidos no marcan de forma imprecisa la cantidad. 5. Pronombres Pronombres indefinidos:
Los pronombres indefinidos se dividen en:
Todo, Mucho, Poco, Bastante Demasiado , cuyos accidentes gramaticales son el género, {masculino} y {femenino}; y el número, {singular} y {plural}. 5.1. Pronombres gradativos de cantidad:
5.2. Pronombres existenciales:
Alguien
Alguno Nadie
Algo
Ninguno
Uno
Otro
Quienquiera Cualquiera
Nada Los existenciales de las tres columnas centrales del cuadro tienen accidentes de: . Género: {masculino} {femenino}
4
. Número: {singular} {plural} 6. Pronombres relativos:
Según Quilis et al. (1988), esta clase de pronombres presenta las
siguientes peculiaridades: - Sustituy Sustituyen en a un nombre nombre que ha aparec aparecido ido anteriorm anteriormente ente en el el enunci enunciado. ado. - Tienen Tienen la la capacida capacidadd de enlaza enlazarr proposici proposiciones ones,, sirviend sirviendoo de nexo nexo entre entre la propos proposici ición ón principal y la subordinada. - Dent Dentro ro de la propo proposi sici ción ón subor subordi dina nada da,, actú actúan an como como si fuese fuesenn el nombr nombree que que han han sustituido, tomando incluso funciones sintácticas. En el enunciado “La bicicleta que le compré a Mario es negra”, el relativo que sustituye a “la bicicleta”, y tiene la función de Objeto directo de “compré”, en este caso, lo comprado. Los pronombres relativos son los siguientes: Que (invariable) Quien (con su variante en plural) El cual (con sus accidentes de género y número) Cuyo (con sus variables de género y número) Este último no sólo sustituye al sustantivo que funciona como antecedente del mismo, sino que actúa como adjetivo de un sustantivo de la proposición subordinada, tomando, por lo tanto, el género y número de éste: “Las vacas cuyos dueños viven en Caracas, atravesaron la carretera”. 7. Pronombres interrogativos y exclamativos:
Sustituyen un nombre dentro de una pregunta
o una exclamación Invariable Qué
Número Quién Quiénes
Número Cuál Cuáles
Género y número Cuántos Cuántas
Sobre los pronombres personales átonos y sus usos
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Las gramáticas dicen que los pronombres personales se dividen en tónicos y átonos. átonos. ¿Por qué la diferencia? diferencia? Porque mientras los primeros son independientes independientes tónicamente de cualquier verbo, los segundos no lo son y siempre tienen que estar distribuidos en adyacencia a una forma verbal (en todo caso, el acento no lo tienen estos pronombres, sino los verbos a que acompañan). Por ejemplo, en una cláusula como Ella tiene fiebre, fiebre, el pronombre personal ella es independiente del verbo, tanto así que podemos anunciarlo solo al responder a la pregunta ¿Quién tiene fiebre? Por el contrario, en una oración como ella la tiene, tiene , la no puede ser enunciado de forma independiente, independiente, separada del verbo. Los pronombres personales tónicos, a su vez, se dividen en los que funcionan como sujeto de una oración ( yo ( yo,, tú, tú, él ...) ...) y los que cumplen el rol de término de preposición ( mí , conmigo, conmigo , ti, ti, él ...). ...). Estos pronombres, en su uso, no presentan mayores problemas, puesto que, o son sujetos, o son términos de preposición. 4 Vamos a explicar, eso sí, las distintas funciones de los pronombres átonos, pues éstas dependerán del contexto en la cláusula y de las funciones sintácticas que cumplan los otros elementos en la estructura sintáctica. Un pronombre personal cumplirá función de objeto directo cuando refiera al actante (u objeto) en la oración que recibe o en quien recae el proceso que el sujeto ha comenzado a hacer; es, pues, el afectado principal del mismo. Los verbos llamados transitivos son los que pueden tener este objeto directo. Son llamados transitivos porque su significado muchas veces se incrementa a un objeto; por ejemplo, el verbo que llamamos comer necesita comer necesita de una cosa comida, ver necesita de un cosa vista, leer de una cosa leída, etc. Todos los objetos en que se incrementan de forma análoga a ésta los significados verbales son objetos direc directo toss y son tambi también én propen propensos sos a ser repres represent entad ados os en una propos proposic ición ión con formas formas pronominales. pronominales. Así, si encontramos una oración como 1. Objeto Directo:
Escondí las llaves en la gaveta
La cosa escondida está representada en el sintagma nominal las llaves. llaves . Las llaves, llaves, por lo tanto, es objeto directo de esconder . Ahora, si ya es consabido el objeto escondido, por razones de economía verbal representamos la cosa escondida, las llaves, con una forma que las represente igualmente en el contexto de comunicación. La oración entonces quedaría entonces así Las
escondí.
Las, Las, que también señala el objeto las llaves, llaves , es –también y por supuesto- objeto directo. Noten que este pronombre es femenino y plural, porque el sintagma las llaves es también femenino, plural. Cambiemos las llaves por el dinero, representando este objeto con su pronombre tipo objeto. La oración quedaría así: Lo
escondí
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Por supuesto, al ser términos de preposición, forman parte de un sintagma preposicional y no todos ellos tienen la misma función sintáctica. Pero de eso hablaremos más adelante.
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Lo, Lo, como pronombre, representa al sintagma el dinero, dinero, además porque ambos son masculino, 5 singular. Sabemos pues, que para que haya una oración con verbos transitivos, debe haber un objeto directo, pero también un sujeto agente, alguien que comience el proceso representado en el verbo. En Lo escondí , suponemos que hay un sujeto, que sería representado con el pronombre personal de primera persona con función sujeto, Yo. En dicha oración, tanto el sujeto como el objeto son dos entes distintos: Una primera persona realiza una acción que recae sobre una tercera persona; en otras palabras, alguien distinto al sujeto. Pero supongamos ahora que tanto sujeto como el objeto son la misma persona. La oración anterior la convertiríamos en 1.1. Reflexividad de objeto directo:
Yo me escondí
Noten Noten que tanto tanto el pronom pronombre bre suje sujeto to como como el pronom pronombre bre obj objeto eto ti tiene enenn la misma misma información morfológica: {1° persona} {singular}. En esta oración, me tiene también la función de objeto directo, pero es reflexivo, puesto que el mismo sujeto es también el afectado directo por el proceso que hace. Gili Gaya (1961) dice que esta función sintáctica “expresa la persona o cosa que recibe daño o provecho de la acción del verbo, o el fin a que dicha acción se dirige” (pág. 70). El verbo de la oración
2. Objeto indirecto:
Repetí la clase sobre pronombres
es susceptible de tener a alguien que “aprovecha” lo repetido (la clase sobre pronombres). Si hablo de una segunda persona plural como indirectamente beneficiados (ustedes, en nuestro caso), puedo decir, de una forma muy laxa: Repetí a
ustedes
la clase sobre pronombres
Donde a ustedes es objeto indirecto. Si ya la información contenida es ese sintagma es consabida por nosotros, entonces ésta puede cambiarse (también por razones de economía verbal) por un pronombre personal átono, que para la situación específica de comunicación, esté representándola: Les
repetí la clase sobre pronombres.
Noten, pues, que a ustedes y les, les, tienen la misma información semántica, aunque ésta depende, claro, de la situación específica de comunicación (no todo el tiempo les va a repr repres esen enta tarl rlos os a uste ustede des, s, como como estu estudi dian ante tess de Morf Morfol olog ogía ía y Si Sint ntax axis is del del Espa Españo ñol) l).. Supongamos, en otro caso, que ya no son ustedes, sino un tú, tú, una segunda persona del singular, la beneficiada por el acto de repetir. La oración cambiaría a Te repetí la clase sobre pronombres
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En el paradigma presentado por Quilis et al. (1988) aparecen las formas lo y le como objeto directo. Deben saber que los gramáticos españoles también atribuyen a le esta función porque en el español peninsular es usado así.
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Donde te sigue siendo objeto indirecto. Los objetos indirectos, contrarios a los directos, pueden también aparecer con verbos intransitivos. Un verbo como gustar es intransitivo en nuestra lengua y, como vimos en una clase, en la siguiente oración me es objeto indirecto: Me
gustan las mandarinas
¿Cómo sabemos cuándo un pronombre es objeto directo y cuándo indirecto? Cuando podemos intercambiarlos intercambiarlos por sus equivalentes en tercera persona del singular, singular, puesto que la y lo, lo, como pronombre átonos, son siempre objetos directos, le es siempre objeto indirecto. ¿Por cuál pronombre cambiarían el pronombre me de la oración anterior si aún no tienen la certeza de qué función cumple exactamente? Evidentemente, la sustitución de me por le por le les dirá que es objeto indirecto. Los objetos indirectos también pueden tener una función reflexiva, si el beneficiado o afectado por el proceso hecho por el sujeto es el mismo sujeto. Si digo Yo me lavo las manos, manos , sabemos que “lo lavado” son las manos, pero el mismo sujeto, yo sujeto, yo,, es el mismo beneficiado de la acción que realiza. Noten, también, que los pronombres yo y me comparten también las informaciones de {1° persona} {singular}, por lo cual hay, en forma y contenido, una acción reflexiva. reflexiva.6 2.2.
El pronombre le, le, con el cual se representan los objetos indirectos, tiene una variante alomórfica, se, se, cuando en la oración de la que forma parte hay también un objeto directo representado con sus formas pronominales átonas. Al decir 2.3.
Le dije a Luis que no iría
Le y a Luis funcionan como objeto indirecto ( le como objeto indirecto enfático) y la proposición que que no iría iría como como obje objeto to direc directo to (lo dicho) dicho).. Elida Elidamos mos,, pues pues el sinta sintagma gma preposicional a Luis, y nos queda la oración de esta manera Le dije que no iría
En la que el objeto indirecto, Luis, Luis, sigue informado en el pronombre con función de objeto indirecto, le. le. Ahora bien, si sustituimos el objeto directo que no iría por el pronombre personal átono, dejando al mismo tiempo presupuesto a Luis en el pronombre personal, la oración nos quedará así Se lo dije
Vemos que, dada la aparición del objeto directo en el pronombre personal átono lo, lo, la forma prono pronomin minal al átona átona con funci función ón de obj objeto eto ind indire irecto cto varía. varía. Si agregá agregáram ramos os el sinta sintagma gma preposicional elidido, a Luis, Luis, el pronombre tendría la misma sustancia fónica. Esto sucede por una búsqueda de eufonía: Es preferible decir se decir se lo dije a *le lo dije. En la oralidad (y también, creo, en la escritura), cuando existe una oración como la anterior en la que el objeto indirecto es plural, la marca de número pasa al pronombre de objeto directo: Se lo dije a ellos puede equivaler a se a se los dije. dije . Noten aquí que la marca de plural [-s] 6
Si todavía tienen dudas de si es objeto indirecto, sustituyan aquí también me por le por le.. La sustitución no impide que la oración tenga una construcción gramaticalmente correcta.
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está en el pronombre de objeto directo, que representa la proposición que no iría; iría; no está en el pronombre de objeto indirecto, que representa a ellos, ellos, un sintagma cuyo término sí es plural. Esta estructura no es agramatical, pues ya se ha normativizado, normativizado, es simplemente una forma que nosotros, los hablantes del español, hemos encontrado para marcar la pluralidad en alguna parte de la oración y así ser más eficientes a la hora de comunicarnos .7
Aquí entramos en, quizás, el punto más engorroso del tema de los pronombres átonos, ¿por qué engorroso? Porque, al igual que la función reflexiva vista anteriormente, los cuasi reflejos también presentan esa forma reflexiva (un mismo sujeto compa comparte rte las mismas mismas inform informaci acion ones es morfol morfológi ógica cass con con el pronom pronombre bre objet objeto), o), pero pero su contenido no es el mismo. De hecho, las formas pronominales cuasi-reflejas cuasi-reflejas no tienen ningún contenido semántico. Es necesario, pues, apartar los usos del cuasi-reflejo de los que no son tales. Las formas reflejas dependen siempre del verbo a que acompañan en la oración, por tanto, vamos a delimitar el uso de estos pronombres a ciertas formas verbales: 3. Pronombres cuasi-reflejos:
-
Un pronom pronombre bre refl reflexi exivo vo (en forma forma y conteni contenido) do) siemp siempre re estará estará acomp acompañ añand andoo a un verbo transitivo (y no a un intransitivo), ya sea como objeto directo o indirecto. Verbos como vestir , lavar , ver , pueden formar una oración reflexiva. Lo importante es saber siempre que el mismo sujeto gramatical recibe la acción.
-
Un pronomb pronombre re cuasi-r cuasi-ref eflej lejo, o, por el contr contrari ario, o, acompa acompaña ña a aquell aquellas as formas formas verbale verbaless intransitivas. Además, muchas de estas formas necesitan esas formas cuasi-reflejas para poder significar en nuestra lengua. Formas como Suicidar, arrepentir, quedar, son verbos en el sistema verbal español gracias a las formas pronominales, lo que la gramática llama “incrementos pronominales.” Podemos decir Me arrepentí , pero no *arrepentí , por poner un ejemplo. Otros verbos, intransitivos -porque no necesitan un objeto sobre el cual recaiga la acción para “terminar” de significar- pueden tener o no este incremento. Podemos formar una oración con la estructura Me caí , o con el verbo Caí y Caí y la ausencia o no de ese incremento pronominal no impide su “gramaticalidad”. Ese incremento pronominal en verbos intransitivos es conocido como pronombre cuasi-reflejo.
-
Un pronomb pronombre re es tambié tambiénn cuasi-re cuasi-refle flejo jo cuando cuando acomp acompañ añaa a un verbo, verbo, general generalmen mente te transitivo, pero cuando éste expresa más bien “diferentes emociones o estados del alma” (Bello, 1981[1847], pág. 218). Sorprender y Sorprender y espantar , por ejemplo, son verbos que pueden formar una estructura transitiva: transitiva: sorprendimos Los espantamos
Los
Pero, al expresar un comportamiento o un sentimiento interior, individual, adquieren una estructura refleja: Nos
sorprendimos de lo que vimos
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Sí es agramatical cuando decimos, por ejemplo, no los dijo, dijo, para decir en realidad nos lo dijo, dijo, pues el objeto indirecto, nos, nos, sí necesita el segmento /-s/ para identificarse como pronombre personal y no confundirse con el adverbio de negación no. no.
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Ellos se espantaron de lo que vieron
Sin embargo, como dice Bello, estos pronombres “no pasa[n] de lo material de la forma, ni ofrece[n] al espíritu más que una sombra débil y oscura” ( ibid ). ). -
Hay Hay verb verbos os transi transiti tivo voss en cuya cuya estr estruc uctu tura ra orac oracio iona nall hay hay tamb tambié iénn un cont conten enid idoo no reflexivo a pesar de haber, sí, una forma refleja. Son verbos que, por lo general, muestran sujeto gramatical que no es agente de la acción, pero que sin embargo representan un hecho físico, no emocional. Un verbo como golpear puede golpear puede usarse para formar esta estructura: Juan golpeó la pared
Donde Juan Donde Juan es sujeto gramatical y agente de la acción. La pared es pared es objeto directo, un paciente de la acción que realiza Juan. Pero si decimos Juan se golpeó con la pared
Juan no realiza la acción de golpear, no es agente, y sin embargo es sujeto gramatical de la oración. Su carácter de paciente, paciente, como ven, está expresado con el pronombre se. se. Podríamos pensar que se que se es marca de cuasi-reflexividad, cuasi-reflexividad, pero, dado que el proceso representado en el verbo implica un “gasto de energía calórica”, es un proceso que vemos, físicamente hablando, en la realidad, se es reflejo (en la oración de ejemplo, con función de objeto directo) .8 Por otra parte, hay formas pronominales átonas que, aun cuando forman parte de una estructura cuyo verbo es transitivo y física y visualmente perceptible, y aun cuando el sujeto gramatical de la acción es agente, no significan ni acción reflexiva, ni mucho menos representan forman cuasi-reflexividad. cuasi-reflexividad. En una oración como Juan bebió un vino chileno
Tenemos a Juan a Juan como sujeto gramatical y como agente de una acción transitiva, puesto que necesitamos de “algo bebido”. Ahora bien, si modificamos la estructura de la oración y agregamos una forma refleja, tenemos una oración como ésta: Juan se bebió un vino chileno.
En esta oración, Juan oración, Juan sigue siendo sujeto gramatical y agente. No obstante, el proceso hecho por Juan no parece afectar a nadie, ni siquiera a él mismo, y sin embargo vemos una forma refleja, se, se, que concuerda en número y persona con Juan. Juan. ¿Cómo entonces definimos este uso? No es reflejo, en contenido, porque “Juan no se bebe a sí mismo”, y además la acción es perceptible visualmente visualmente e implica un gasto de energía calórica; tampoco es cuasi-reflejo, cuasi-reflejo, pues el verbo es transitivo. Alarcos Llorach (1980), siempre dándonos una “posible” respuesta a cualquier duda en el estudio de la sintaxis, dice que este uso sólo cumple un papel enfático, expresivo, afectivo, y no un afectado o beneficiado del proceso. 8
Podríamos introducir en este grupo de estructuras la forma Afeitar(se) forma Afeitar(se) (en la barbería): barbería): Un sujeto gramatical no es agente de la acción, pero tiene de la misma manera una marca reflexiva junto a un verbo que físicamente vemos.
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Los dativos de interés tienen una forma que puede parecer a las de los objetos indirectos, pero no implica realmente un afectado o beneficiado del proceso que el agente realiza. Una construcción con dativo de interés puede ser la siguiente:
4. Dativo de interés:
¡Te me comes la comida!
Te, forma refleja, es en contenido sólo un signo de énfasis. Me Me,, forma no refleja, introduce un actante que no es afectado por el proceso de comer, pero está “interesado” en que el proceso se lleve a cabo. Una y otra forma pueden ser llamadas “dativos de interés”. 5. Construcciones impersonales y de pasiva-refleja: 5.1. Sabemos, pues, que todo verbo debe tener un sujeto
persona y en número. Una oración como
gramatical con el cual concordar en
María hace una torta
Tiene un sujeto, María, María, con las mismas informaciones morfológicas del verbo, hace: hace: {3° persona} {singular}. María es además agente de la acción puesto que es ella quien realiza el evento de hacer una torta. Ahora bien, podemos cambiar la estructura oracional, convirtiendo al objeto directo, el paciente, en sujeto gramatical, a través de una oración con ser + participio. participio . Pero también podemos obviar el agente de la acción en la estructura oracional, al mismo tiempo que hacemos concordar el paciente de la misma con el verbo de la siguiente oración: Se hace una torta
Con el se marcando la “impersonalidad” de la estructura. No obstante, esta oración es ambigua, pues, podemos utilizarla tanto para marcar la impersonalidad, como para decir que alguien hace una torta, sin expresar quién, quién, puesto que la situación de comunicación y el contexto nos responderán esa pregunta. (María) se hace una torta.
Es así como el contexto nos dirá si es refleja o impersonal la oración en cuestión. Más ambigua es esta estructura si cambiamos tanto el sujeto como el objeto a número plural: (Ellos) se hacen tortas Esta oración, con objeto plural y verbo también en plural será tomada como “impersonal” cuando no se nombre al sujeto, ni siquiera en el contexto. Pero, como vemos, al agregarle al objeto directo la información de “pluralidad” estamos haciéndolo concordar con el verbo. Con ello, tortas pasa a cumplir función de sujeto y se, se, marca pronominal, concuerda con tortas en persona y número, por lo que es refleja. Esa reflexión, sin embargo, se da entre el paciente y dicha marca pronominal, razón por la cual la gramática la define como marca de pasivarefleja.
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Las construcciones de pasiva-refleja están constituidas constituidas por el pronombre personal átono se, se, más un verbo en tercera persona que en número concuerde con lo que identificaríamos mejor como objeto directo. Oraciones como las siguientes tienen construcciones de pasiva-refleja: Se pinta el cabello. Se establecieron las normas. La lectura de este material se complicó. Se hicieron arreglos en la oficina. Los pantalones se cosieron ayer por la mañana (...)
Vemos, pues, que el sujeto gramatical es el paciente en el proceso hecho (como en las construcciones de ser + participio); sujeto que, además, tiene una marca reflexiva. Las construcciones de pasiva-refleja, fueron, en un principio, ll llam amad adas as im impe pers rson onal ales es,, pues puesto to que, que, como como vemo vemos, s, no hay hay un agen agente te rese reseña ñado do en tal tal construcción. La gramática, sin embargo, ha dejado la categoría de “impersonal” para aquellas construcciones en que no hay ni sujeto lógico ni sujeto gramatical. Al decir 5.2. Oraciones impersonales:
Se reciben los regalos
Observamos que hay concordancia de persona y número entre los regalos y el verbo (por lo tanto, los regalos es sujeto). Pero si decimos, por el contrario Se recibe al embajador
Vemos que, a pesar de que las informaciones de persona y número son idénticas en el verbo y el embajador , no podemos considerar a este último como sujeto, pues al sintagma le antecede la preposición /a/ (en la contracción al ). ). Si cambiamos el número de “el embajador” tenemos Se recibe a los embajadores9
Y notamos, pues, que el número del verbo no cambia. Para saber si el sintagma nominal dudoso es sujeto u objeto directo, debemos tener en cuenta una regla gramatical que se ha convertido casi en un axioma: Ningún sujeto puede estar precedido de ninguna preposición .10 Las oraciones se reciben los regalos y se recibe a los embajadores difieren, así, por el uso de la preposición, teniendo por lo tanto, cada actante, una función sintáctica distinta
Estos usos, como verán cuando se enfrenten a textos reales (no inventados inventados por mí), pueden confundirse entre sí. Lo importante es ver siempre el contexto en que están estas formas para poder desentrañar su uso y dar por consiguiente una explicación coherente de dicho uso. ADENDA 9
Ejemplos tomados de Alarcos Llorach (1994) Regla que tiene una o dos excepciones (véase Gili Gaya 1961, pág. 207)
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Al explicar este tema, siempre quedan materias por fuera que son igualmente importantes de conocer. En los ejemplos que hemos visto, los pronombres átonos tienen una distribución proclítica, proclítica , esto es, no se “amalgama” al verbo, a pesar de depender de él. Son proclíticos cuando el verbo está en modo indicativo y subjuntivo. Sin embargo, cuando estamos frente a un derivado verbal o un verbo en modo imperativo, los pronombres átonos se vuelven enclíticos, es decir, su forma ya parece una flexión de la misma forma verbal: Ténmelo un momento Búscalas en la habitación Quiero ver te te de nuevo Llévales algo de dinero
Ejercicios:
. Ya te dije que los vimos ayer en el metro. . Tus primos se han enojado contigo por la gracia que hiciste. . Se dice que habrá escasez de café en enero. . Quiero que te vayas. . Estamos estudiándolo. . Me parece que esto no te ha quedado bien. . Mi hermana se peina mucho. . Se me olvidó cuál es la fórmula que debemos darle a tu papá. . Ya te hemos arreglado el televisor. . No puedo buscarte, porque me mojaré con la lluvia. . Súbete a la cama. . Julio se ha llevado los regalos. . María y yo nos vimos ayer. . Se hacen arreglos de ropa. r opa. . Se vende esta casa. . Eso te lo he repetido mil veces. . Eso se lo he repetido mil veces. . Les pido que se lean el material.
-.Referencias Referencias bibliográficas
Alarcos Ll. Emilio (1994). Estudios (1994). Estudios de gramática funcional del español. Tercera edición. Madrid: Gredos
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