UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COSTA RICA
ESCUELA DE PSICOLOGÍA TEORIAS EN PSICOTERAPIA I
TERAPIA COGNITIVA Y TERAPIA RACIONAL EMOTIVO CONDUCTUAL
MARCELA CAMPOS UREÑA SIREY OVIEDO LOAIZA MYRNA ZÚÑIGA ESCOBAR
PROFESORA PAOLA ECHEVERRI ECHEVERRÍA
SEDE CENTRAL FEBRERO, 2015
1
Contenido CAPITULO I: INTRODUCCIÓN Objetivos………………………………………………………………… ……… Objetivo General Objetivos específicos CAPITULO II: MARCO DE REFERENCIA Terapia Cognitiva
2 .... .4 .4 4 4 5 5
Biografía Aaron Beck
5
Generalidades
6
Conceptos importantes
6
Triada cognitiva negativa
6
Pensamientos automáticos
6
Creencias
7
Distorsiones cognitivas
8
Psicoterapia
10
Fases del proceso terapéutico
12
Orden de aplicación de los métodos cognitivos
17
Técnicas Psicoterapéuticas
18
Terapia Racional Emotivo Conductual
22
Biografía de Albert Ellis
22
Generalidades
24
Principales Conceptos de la TREC
25
Pensamiento racional e irracional
25
El concepto ABC
26
Estructura básica de la TREC
27
Técnicas terapéuticas
28
CAPITULO III: CONCLUSIONES
31
Referencias
33
1
Contenido CAPITULO I: INTRODUCCIÓN Objetivos………………………………………………………………… ……… Objetivo General Objetivos específicos CAPITULO II: MARCO DE REFERENCIA Terapia Cognitiva
2 .... .4 .4 4 4 5 5
Biografía Aaron Beck
5
Generalidades
6
Conceptos importantes
6
Triada cognitiva negativa
6
Pensamientos automáticos
6
Creencias
7
Distorsiones cognitivas
8
Psicoterapia
10
Fases del proceso terapéutico
12
Orden de aplicación de los métodos cognitivos
17
Técnicas Psicoterapéuticas
18
Terapia Racional Emotivo Conductual
22
Biografía de Albert Ellis
22
Generalidades
24
Principales Conceptos de la TREC
25
Pensamiento racional e irracional
25
El concepto ABC
26
Estructura básica de la TREC
27
Técnicas terapéuticas
28
CAPITULO III: CONCLUSIONES
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Referencias
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CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN El presente trabajo nace con el fin de obtener un mayor conocimiento de los aspectos fundamentales en la Terapia Cognitiva Conductual desde la perspectiva de Aaron Beck y de Albert Ellis. Ya que estos representan figuras predominantes y fundamentales fundamentale s en este enfoque psicológico; aportando avances y descubrimientos que son reconocidos reconocid os y utilizados a nivel mundial. Es entonces que se abarcará el tema desde sus principales teorías e ideología (paradigma, conceptos básicos, técnicas, objetivos entre otros) desde su teoría y práctica. Cabe mencionar el gran auge e importancia que ha cobrado este enfoque dentro de la psicoterapia, e incluso fuera de ella, ella, al trabajar directamente directamente sobre los pensamientos y modificación de conductas del individuo. Es por lo anterior que casos de depresión, fobias y adicciones entre otros han sido tratados desde la misma. Además de lo mencionado los autores proponen prop onen una forma en la cual el terapeuta puede obtener mayor éxito con su paciente en temas de relación y con ello un mejor resultado en el proceso psicoterapéutico. También en el presente se puntuarán las fases y técnicas de la terapia las cuales son parte elemental en su ejercicio. Es importante que el profesional en psicología que opte por trabajar con este enfoque conozca su historia, precursores y puntos relevantes para así tener una mayor efectividad en su trabajo con los pacientes y les proporcione un mejor acompañamiento acompa ñamiento como se comentó antes. Son cada vez más los psicólogos que optan por utilizar un modelo integrativo y la Terapia Cognitivo Conductual figura dentro de sus opciones. Por esto y otras razones este trabajo pretende brindar una guía de este modelo y sus mayores avances y métodos. Las Terapias Cognitivas conductuales constituye una de las principales escuelas de intervención en psicoterapia, que ha marcado un nuevo paradigma en el tratamiento de pacientes con diferentes patologías psicológicas, por medio de procedimientos y procesos cognitivos para cambiar la conducta. Según Caballo et al, los teóricos cognitivos planteaban que el aprendizaje implicaba fundamentalmente la estructuración del campo cognitivo y la precepción de las relaciones entre acontecimientos ambientales, y la suposición de que un aprendizaje anterior produce consecuencias des adaptativas y que el propósito de la terapia consiste en reducir el malestar o la conducta no deseada desaprendiendo lo aprendido o proporcionando experiencias de aprendizaje nuevas, más adaptativas.
3 Dobson y Block (1988) citado por Caballo et al, plantean una seria de factores que confluyeron para hacer posible el desarrollo de las terapias cognitivo conductual: primero la insatisfacción con los enfoque no medicinales a finales de los años sesenta, para la explicación de la conducta humana, segundo el rechazo del modelo psicodinámico de la personalidad y la terapia, considerada como tradicional y de resultados no muy productivos, tercero, determinados problemas eran difícilmente abordables por procedimientos no cognitivos (p.ej. Obsesiones), el desarrollo de técnicas cognitivas ayudó a llenar ese vacío, cuarto, la importancia de la investigación de la psicología cognitiva para la cognición, quinto, la destacada presencia en literatura psicológica de determinados psicólogos que se definían a sí mismos como de orientación cognitiva- conductual (p.ej. Ellis, Beck, Mahoney, Meichenbaum) y por último la publicación de estudios sobre la eficacia demostrada de los procedimientos cognitivos conductuales. El presente trabajo nace con el fin de obtener un mayor conocimiento de los aspectos fundamentales en la Terapia Cognitiva Conductual desde la perspectiva de Aaron Beck y de Albert Ellis. Ya que estos representan figuras predominantes y fundamentales en este enfoque psicológico; aportando avances y descubrimientos que son reconocidos y utilizados a nivel mundial. Es entonces que se abarcará el tema desde sus principales teorías e ideología (paradigma, conceptos básicos, técnicas, objetivos entre otros) desde su teoría y práctica. Cabe mencionar el gran auge e importancia que ha cobrado este enfoque dentro de la psicoterapia, e incluso fuera de ella, al trabajar directamente sobre los pensamientos y modificación de conductas del individuo. Es por lo anterior que casos de depresión, fobias y adicciones entre otros han sido tratados desde la misma. Además de lo mencionado los autores proponen una forma en la cual el terapeuta puede obtener mayor éxito con su paciente en temas de relación y con ello un mejor resultado en el proceso psicoterapéutico. También en el presente se puntuarán las fases y técnicas de la terapia las cuales son parte elemental en su ejercicio. Es importante que el profesional en psicología que opte por trabajar con este enfoque conozca su historia, precursores y puntos relevantes para así tener una mayor efectividad en su trabajo con los pacientes y les proporcione un mejor acompañamiento como se comentó antes. Son cada vez más los psicólogos que optan por utilizar un modelo integrativo y la Terapia Cognitivo
4 Conductual figura dentro de sus opciones. una guía de este modelo y sus mayores avances y métodos.
Objetivos
Objetivo general Conocer los principales postulados y aportes de Aaron Beck y Albert Ellis en la Terapia Cognitivo Conductual
Objetivos específicos.
Desarrollar los conceptos básicos desde Beck y Ellis y su implicación dentro de la psicoterapia
Analizar las fases que conforman la Terapia Cognitivo Conductual.
Identificar las técnicas utilizadas por ambos autores desde el enfoque Cognitivo Conductual dentro del proceso psicoterapéutico.
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CAPITULO II: MARCO DE REFERENCIA Terapia Cognitiva Biografía Aaron Beck Beck nació en Providence, Rhode Island el 18 de julio de 1921. Sobre 1956 trabajaba como clínico e investigador psicoanalista. Su interés estaba centrado por entonces en reunir evidencia experimental de que en las depresiones encontraría elementos de una "hostilidad vuelta contra sí mismo" en los pacientes depresivos tal como se seguía de las formulaciones freudianas. Los resultados obtenidos no confirmaron esa hipótesis. Esto le llevó a cuestionarse la teoría psicoanalítica de la depresión y finalmente toda la estructura del psicoanálisis. (Ruiz y Cano, 2002) Los datos obtenidos apuntaban más bien a que los pacientes depresivos "seleccionaban" focalmente su visión de sus problemas presentándolos como muy negativos. Esto unido a los largos análisis de los pacientes depresivos con la técnica psicoanalítica habitual, y con escasos resultados para tan alto costo, le hicieron abandonar el campo del psicoanálisis. Su interés se centró desde entonces en los aspectos cognitivos de la psicopatología y de la psicoterapia. En 1967 publicó "La depresión" que puede considerarse su primera obra en la que expone su modelo cognitivo de la psicopatología y de la psicoterapia. Varios años después publica "La terapia cognitiva y los trastornos emocionales" (1976) donde extiende su enfoque terapéutico a otros trastornos emocionales. Pero es su obra "Terapia cognitiva de la depresión" (1979) la que alcanza su máxima difusión y reconocimiento en el ámbito clínico. En esta obra no solo expone la naturaleza cognitiva del trastorno depresivo sino también la forma prototípica de estructurar un caso en terapia cognitiva, así como descripciones detalladas de las técnicas de tratamiento. La obra referida llega así a convertirse en una especie de manual de terapia cognitiva. Más actualmente el propio Beck ha desarrollado su modelo a los trastornos por ansiedad (p.e "Desordenes por ansiedad y fobias: una perspectiva cognitiva (C.T) a otros desordenes diversos, como por ejemplo: esquizofrenia (Perris, 1988), obsesión- compulsión (Salkovskis, 1988),
6 trastornos de la personalidad (Freeman, 1988), trastornos alimenticios (McPherson, 1988), trastornos de pareja (Beck, 1988)...etc. (Ruíz y Cano, 2002)
Generalidades La perspectiva de Beck tiene como fundamento una perspectiva filosófica de la vida. Esta perspectiva parte del presunto de que como la persona se perciba, como perciba la vida, el mundo y sus situaciones o conflictos de esta manera estos eventos influyen en las emociones y comportamientos. Estas percepciones están fuertemente marcadas por los aprendizajes y experiencias tempranas que tuvo la persona. (Beck 2000). Como consecuencia se puede afirmar que el estado anímico es el resultado, no de las situaciones vividas, o como se dieron las mismas, sino que depende más de la manera como percibió el evento, las personas, el mundo. De manera que el evento es el que activa el pensamiento y este último afectará el estado anímico del individuo por la manera en como interpretó la situación. (…) La terapia cognitiva ve al individuo desde su perspectiva emocional y conductual y como responde a esas situaciones según perciba, interprete y le dé sentido a los hechos que vive. (Muñoz, 2012, pp.83-84)
Conceptos Importantes Triada Cognitiva Negativa. La tríada cognitiva atañe a tres patrones cognitivos inadecuados presentes en el paciente depresivo: visión negativa del paciente acerca de sí mismo, tendencia del depresivo a interpretar sus experiencias de una manera negativa y visión negativa acerca de su futuro. Los esquemas, definidos como las actitudes, supuestos o creencias que tiene el sujeto, son los que le permiten transformar los datos que percibe el sujeto en cogniciones. Dependiendo de los esquemas el sujeto desarrollará cogniciones o pensamientos adecuados o inadecuados (pensamientos automáticos negativos en el caso de la depresión). (Oblitas, 2004)
Pensamientos Automáticos. El terapeuta se va a encontrar usualmente de primera entrada con lo que la persona trae en su discurso, palabras o imágenes que pasan por la mente de un consultante. Lo que identifica primero es el pensamiento más superficial, el más evidente, los llamados “pensamientos
7 automáticos” que no son producto de una deliberación sino que parece que brotan de manera
automática (Beck 2000) y se pueden identificar por los cambios emocionales. Identificar los pensamientos automáticos permite una evaluación de los mismos acerca de su validez a fin de identificar si la interpretación que ha hecho de la situación determinada es válida o no, o si es una interpretación asertiva inadecuada. (Muñoz, 2012, pp.85) Las principales características que poseen los pensamientos automáticos son:
Son mensajes específicos, discretos.
A menudo los pensamientos automáticos parecen taquigrafiados, compuestos por unas pocas y esenciales palabras o una imagen visual breve.
Los pensamientos automáticos, no importa lo irracionales que sean, casi siempre son creídos, esto porque casi no se notan, por lo que no son cuestionados. Simplemente no permiten ser probados, ni sus implicaciones y conclusiones son sometidas a un análisis lógico.
Los pensamientos automáticos se viven como espontáneos. Entran de golpe en la mente; engañosos, a veces determinan estereotipos o juicios que parecen verdaderos.
A menudo los pensamientos automáticos se expresan en términos de «habría de, tendría que, o debería».
Los pensamientos automáticos tienden a «dramatizar». Estos pensamientos predicen catástrofes, ven peligros en todas partes, y siempre suponen lo peor.
Los pensamientos automáticos son relativamente idiosincrásicos. Cada respuesta se basaba en una única forma de ver la situación estímulo, y causaba una emoción diferente e intensa.
Los pensamientos automáticos son difíciles de desviar. Puesto que son reflexivos y creíbles, los pensamientos automáticos se entretejen inadvertidamente a través del flujo del diálogo interno. Parecen ir y venir con voluntad propia. También tienden a actuar como señales de otro pensamiento.
Los pensamientos automáticos son aprendidos. Desde la infancia la gente ha ido expresando aquello que piensa. (Arruabarrena, 2012, pp.4-6)
Creencias. Son las ideas que aprendieron desde la infancia acerca de si mismos, de otras personas y del mundo. (Muñoz, 2012, pp.85-86)
8 Creencia es lo que se piensa sobre algo. Generalmente forman parte de los rasgos de la
personalidad, y habitualmente no se reconoce su presencia. Estas creencias son ideas valoradas por la persona como verdades absolutas, y en base a ellas se planea qué hacer o dejar de hacer. Pocas veces son analizadas para confirmar, no sólo si son ciertas, sino también si resultan de utilidad en ese momento y para esa situación. Entonces, si la duda no aparece y este análisis no se realiza, sigue vigente el pensamiento automático negativo, y sin darse cuenta, cualquier persona puede desperdiciar y/o bloquear otras capacidades. (CentroIMA, 2010) Estás se clasifican en:
Creencias centrales (también conocidas como “esquemas”)
Creencias intermedias Las creencias centrales son las ideas y creencias más profundas y que están consideradas
por la persona misma como verdades absolutas con respecto a sí mismo, al mundo y a los demás. Descansan en el supuesto de que “las cosas son como son y punto” por ello son rígidas y se generalizan en exceso. Las creencias intermedias consisten en actitudes, creencias, reglas y presunciones, a menudo no expresadas y son las que influyen en la manera de ver la situación y a su vez en el modo como piensa, siente y se comporta. (Beck 2000) Es decir, que la personalidad está dirigida por estructuras cognitivas que consisten en las amentales del individuo y como este las asume Estos esquemas pueden llevar a la persona hacia la adaptación o pueden ser disfuncionales. Estos esquemas por ser cognitivos pueden ser activados cuando hay estímulos específicos o ante determinadas circunstancias. (…) Por eso se requiere conocer la evaluación acerca del significado
que da a sus creencias y la interpretación de los hechos (Muñoz, 2012, pp. 85- 86)
Distorsiones Cognitivas. Son errores en el razonamiento por las que se llega a inferir o a conclusiones desacertadas y que indican una mala percepción de sí mismo, de las personas y del mundo, se pueden mencionar las siguientes (Muñoz, 2012, pp. 87-89) Este error en el procesamiento puede influenciar la conducta y el estado emocional. Serían una especie de fallo en el pensamiento crítico. Estas percepciones y pensamientos distorsionados
9 son acerca de uno mismo, del mundo y del futuro. Las distorsiones cognitivas no son un trastorno ni una enfermedad, y todos hacemos alguna distorsión de vez en cuando pero sí es cierto que son parte del cuadro central de muchos trastornos como los trastornos de personalidad o la depresión, que pueden llegar a mantenerse por estas corrientes de pensamiento erróneas. (Rigo, 2013) Entre ellas se encuentran:
Deducciones arbitrarias: Llegar a determinada conclusión sin suficiente evidencia o incluso ante una evidencia contradictoria.
Abstracción selectiva: Conceptualizar una situación sobre la base de un detalle sacado de contexto ignorando otra información.
Generalizaciones: Dar por regla general partiendo de unos cuantos incidentes aislados y aplicar dicha regla de manera amplia a situaciones que no tienen relación.
Exageración o Minimización: Ver las cosas más o menos significativas de lo que realmente son.
Personalización: Ante hechos externos atribuirlos a sí mismo sin conexión alguna que apoye tal creencia.
Dicotomía de Pensamiento: Calificar experiencias en dos extremos.
Otras distorsiones mencionadas por Obst (2009) (Citado por Muñoz, 2012) son:
Pensamiento “de todo o nada”
Adivinación del futuro
Descalificar o descartar lo positivo
Inferencia arbitraria
Razonamiento emotivo
Explicaciones tendenciosas
Rotulación
Magnificación/ minimización
Filtro Mental
Lectura de la Mente
Generalización
Personalización
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Expresiones con “debe” o “debería”
Visión en Túnel Suelen ocurrir por aprendizaje de experiencias pasadas, acabamos generalizando esa forma
de pensar al resto de nuestra vida. Puede que en su origen y en ese momento estos pensamientos fueran útiles, pero al interiorizarlos y aplicarlos sistemáticamente a todos los eventos de nuestra vida diaria pierden su utilidad y se convierten en un problema. De pequeños construimos esquemas sobre el funcionamiento del mundo en base a nuestra experiencia, estos esquemas pueden verse modificados por experiencias aversivas, estresantes o negativas (al igual que por las positivas). Así pues sería la interacción de la persona con el medio la que acostumbraría a la persona a evaluar de cierta forma o utilizar ciertas estrategias para relacionarse. La distorsión ocurre porque aplicamos unas estrategias dando por hecho que las situaciones son de una manera (según nuestros esquemas), cuando la situación ya no es así, la estrategia que habíamos aprendido para ese tipo de situaciones y que seguimos aplicando resulta del todo inútil y contraproducente. Es decir en cierta manera perdemos capacidad de adaptación al evaluar de forma sesgada el entorno (Rigo, 2013) A su vez Oblitas (2004) explica que el tratamiento, por tanto, va a centrarse en detectar las cogniciones erróneas y cambiar las mismas para procesar más adecuadamente la realidad, lo que facilitará y permitirá cambiar la triada cognitiva de visión negativa de sí mismo, de sus experiencias y de su futuro. Como terapeuta cognitivo, y como una de las aportaciones relevantes de la terapia cognitiva en general, al ser aplicada a la depresión, Beck da un papel destacado a la emoción y, junto con ésta, un papel relevante a la relación terapéutica.
Psicoterapia Esta terapia se caracteriza por ser estructurada y directiva, “estructurada porque proporciona un método de trabajo para clarificar los lineamientos a seguir, es directiva porque se centra en objetivos específicos” ( Naranjo, 2004, p.89). Como principal objetivo se encuentra
enseñar al paciente a “reconocer sus pensamientos, a evaluarlos y a modificar los para el alivio de los síntomas que experimenta” (Muñoz, 2012, p.90), pues a diferencia de las técnicas conductuales
tradicionales que “sostienen que cambiando la conducta cambian igualmente otros procesos del sujeto como creencias, cogniciones, etc” (Becoña, Oblitas, s.f), se considera a las cogniciones el
causante de la conducta.
11 Según Beck (1979) en la psicoterapia cognitiva existen 3 factores básicos que ayudan a mantener la relación terapéutica iniciada, estas son la confianza básica, el rapport y la colaboración terapéutica.
La confianza básica: Se trata de la percepción del paciente que ve la relación con el
terapeuta, como segura y no amenazante, y que le permite expresar sus dificultades con la esperanza de encontrar solución a sus dificultades. El terapeuta sopesa su intervención (p.e elicitando feedback del paciente) y ajusta su rol (directividad, formalidad, límites, etc.) a las respuestas del paciente. En general, en la primera fase del tratamiento, suele emplear más la empatía, aceptación y autenticidad, para así fomentar la confianza básica. En una segunda fase se refuerza de modo progresivo la autonomía del paciente (p.e planificando con él las agendas y tareas para casa, y usando las atribuciones internas a sus logros).
El rapport: Se refiere en general, a un acuerdo de metas, objetivos y procedimientos
terapéuticos entre el paciente y el terapeuta. Es útil que el terapeuta clarifique las expectativas terapéuticas que el paciente trae a terapia; que las contraste con el paciente si le pongo si le parece poco razonable o inadecuadas (p.e "¿Cree usted que su hijo estará dispuesto a colaborar conmigo en la terapia si usted le amenaza con lo que podría perder si no viene?"). También el terapeuta se pone en la misma "onda" del paciente a través de la empatía, aceptación y autenticidad (con la ayuda del feedback). El explicar al paciente la duración del tratamiento, la frecuencia de las sesiones, el proceso terapéutico y las fluctuaciones; y recoger sus respuestas al respecto, puede facilitar el llegar a un acuerdo mínimo sobre estos puntos, o no iniciar la terapia si el paciente trae un marco de trabajo excesivamente restrictivo (p.e Fisch y cols. 1984).
La colaboración terapéutica: El terapeuta y el paciente forman un equipo de trabajo que
tiene como fin detectar los pensamientos negativos, los supuestos personales y trabajar su modificación (empirismo colaborativo). (citado por Ruiz y Cano, 2002). Por otro lado García (1994) menciona los siguientes aspectos importantes que deben contemplarse en esta terapia:
Durante la terapia cognitiva se trata de que el orientado piense y trabaje por sí mismo y se centre en los problemas concretos que tiene.
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La asignación de trabajos para realizar en la casa se considera importante, así como lograr una buena relación terapéutica, la cual se alcanza mediante la empatía, la aceptación y la autenticidad.
La aceptación incondicional se obtiene mediante la expresión de un interés y preocupación sinceros, sin llegar a excesos.
La empatía se consigue cuando el orientado percibe que el orientador comprende sus sentimientos y actitudes y lo acepta tal y como es.
El terapeuta debe ser cortés, agradable, prestar atención y mantener el contacto visual durante las entrevistas. (citado por Naranjo, 2002, p.88)
Fases del proceso terapéutico. Según Beck (1976) las fases del proceso terapéutico poseen características del método científico. Estas son las siguientes: 1. Primera etapa: conceptualización del proceso y la observación.
Finalidad: Entrenar al paciente para ser un mejor observador de su conducta.
Medios: a) Redefinir el problema presente: En términos de relación pensamiento- afectoconducta (P-A-C). b) Reconceptualizar el proceso de intervención:
Modificar los círculos viciosos P-A-C que mantienen el problema.
Hacer el sujeto menos vulnerable a ciertas situaciones y disminuir las recaídas.
c) Recogida de datos y auto-observación:
Conceptualizar los problemas cognitivamente.
Definir etapas y objetivos graduales de intervención.
Elegir un problema para la auto-observación: explicar al sujeto los autoregistros.
2. Segunda etapa: generar alternativas.
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Finalidad: Ayudar al paciente a desarrollar pensamientos y conductas alternativas adaptativas incompatibles con los círculos viciosos P-A-C anteriores y problemáticos.
Medios: a) Cambio de conductas manifiestas: técnicas conductuales y cognitivas. b) Cambio de la actividad auto-reguladora (pensamientos y emociones): técnicas conductuales y cognitivas. c) Cambio de estructuras cognitivas o creencias tácitas sobre el sí mismo y el mundo: técnicas conductuales y cognitivas.
Tercera etapa: mantenimiento, generalización y prevención de recaídas.
Finalidad: Consolidar, mantener y generalizar los cambios logrados y disminuir la
probabilidad de recaídas.
Medios: a) Atribuir los logros terapéuticos al trabajo del paciente, sobre la base de sus tareas para casa. (Atribución interna de los cambios). b) Identificar con antelación situaciones de alto riesgo futuro y desarrollar habilidades preventivas de tipo cognitivo-conductual. (Ruiz y Cano, 2002).
Por su parte Calsina (s.f) sintetiza estas fases y menciona las siguientes: 1. Evaluación. En primer lugar, se realiza una evaluación completa del caso, mediante entrevistas y los cuestionarios que se consideren necesarios. Finalizada esta evaluación, el terapeuta plantea hipótesis explicativas de los problemas de la persona, y juntamente con ella, se definen los objetivos del tratamiento. Esta fase dura 2 o 3 sesiones. 2. Intervención. Consiste en la utilización de técnicas terapéuticas dirigidas a conseguir los objetivos planteados. Se trabaja con el intercambio verbal y, tan o más importante, con la realización de una serie de propuestas o “deberes” (cosas para
escribir, hacer, pensar, imaginar, leer o experimentar) y que se realizan entre sesión
14 y sesión de terapia. Estos deberes serán siempre consensuados con el cliente y con el ritmo que pueda asumir. 3. Seguimiento. Una vez alcanzados los objetivos, se harán sesiones de seguimiento para evaluar el mantenimiento de los cambios y hacer los ajustes que sean necesarios. Beck (2000 citado por Naranjo, 2002, p.96-98) ofrece una amplia explicación sobre la estructura y objetivos por cumplir dentro de la primera sesión y las posteriores, a modo resumen se encuentran las siguientes: 1. Establecer un plan (y explicar las razones para hacerlo). 2. Controlar el estado de ánimo, utilizando puntajes objetivos: Para ello se le enseña a utilizar un puntaje de su estado anímico en una escala de cero a cien, en la cual cero significa una ausencia total de la emoción (ira, depresión, ansiedad) y cien la experiencia más alta de la emoción. A lo largo de las sesiones se puede confeccionar un gráfico con los puntajes de a persona, a fin de que sus propios progresos resulten más evidentes. 3. Revisar el problema que se presenta y efectuar una actualización del estado que se encuentra.
4. Identificar problemas y establecer objetivos: Se le pide que los escriba en una hoja, con el título: lista de objetivos y la fecha que son formulados. En este momento puede hacerse un resumen de los aspectos que se han tratado (puntos del 1 al 4). 5. Instruir a la persona acerca del modelo cognitivo: Se emplean algunos ejemplos y se le puede pedir a la persona que exponga con sus propias palabras lo que se le ha explicado a fin de comprobar su comprensión. 6. Averiguar las expectativas de la persona respecto de la terapia: El terapeuta explica que esta es ordenada y racional y que las personas mejoran porque se comprenden mejor a sí mismas, resuelven problemas y adquieren herramientas que pueden emplear para el enfrentamiento de situaciones de si vida; también, le señala que debe
15 compartir responsabilidades para hacer progresos en la terapia. Además se da a la persona una idea general del tiempo que deberá estar en la terapia. 7. Instruir a la persona respecto a su problema: Se recomienda decir algo general y sin emplear muchos términos técnicos. 8. Fijar tareas para el hogar: Durante ñas sesiones iniciales con frecuencia son la biblioterapia, programar actividades, con el propósito de que la persona retome actividades que anteriormente le habían permitido logros o placer. 9. Hacer una síntesis: Se integra diversos aspectos tratados durante la sesión y refuerza los puntos principales. 10. Lograr retroalimentación por parte del asesorado: Esto fortalece la empatía y da oportunidad para que la persona exprese como se ha sentido durante la sesión y para que el terapeuta aclare cualquier mal entendido. Por otra parte esta misma autora menciona los objetivos que debe cumplir el terapeuta durante las primeras sesiones: 1. Crear confianza y empatía. 2. Iniciar a la persona en la terapia cognitiva. 3. Instruir a la persona respecto de su problema, del modelo cognitivo y del proceso de la terapia. 4. Normalizar las dificultades de la persona e inculcarle esperanza. ´ 5. Averiguar (y en caso necesario corregir) las expectativas de la persona respecto de la terapia. 6. Recabar información adicional acerca de las dificultades de la persona. 7. Utilizar esa información para desarrollar una lista de objetivos. Para las siguientes sesiones Beck (2000 citado por Naranjo, 2002, pp.98-100) menciona la siguiente estructura:
16 1. Breve actualización y control del estado de ánimo: Es breve y se puede combinar con la reseña de la semana pasada. 2. Revisión de la sesión anterior: Establecer un puente desde la sesión anterior a fin de controlar la comprensión de la persona sobre aquella. Sugiere utilizar la “Formulación Puente entre sesiones”:
¿Qué punto importante tratamos en la sesión anterior?
¿Qué aprendió usted? (1-3 oraciones)
¿Hubo algo que le molestara en la sesión anterior? ¿Hay algo que le cueste manifestar?
¿Cómo ha transcurrido la semana? ¿Cómo ha sido su estado de ánimo, comparándolo con el de otras semanas? (1-3 oraciones)
¿Sucedió esta semana alfo que merezca la pena ser discutido? (1-3 oraciones)
¿Qué problemas desea incluir en el plan? (1-3 oraciones)
¿Qué tareas hizo o dejó de hacer? ¿Qué aprendió?
3. Revisión de las tereas del hogar : Puede tomar poco tiempo a menos de que contengan temas que la persona desea tratar. 4. Planificación: En las primeras sesiones es una actividad que asume el terapeuta, pero que luego va transfiriendo a la persona. Se puede preguntar: ¿Qué problema o problemas desea que trabajemos hoy? El propósito es dar a la persona la posibilidad de ser activa y asertiva y que asuma responsabilidad. No obstante, algunas veces el terapeuta puede sugerir tratar algún tema en especial, sobre todo cuando considera que permitirá un mayor progreso en la sesión. 5. Conversación sobre los temas planificados: Se aborda el tema seleccionado relacionándolo con el objetivo de la terapia, ayuda a la persona a identificar, evaluar
17 y controlar aquellos pensamientos angustiantes, le facilita el alivio de síntomas y una disminución de la ansiedad. 6. Asignación de nuevas taras para el hogar. 7. Síntesis periódicas: Se realizan a lo largo de la sesión, para que se comprendan lo que se ha logrado y lo que se hará a continuación. Otra forma es referida a los aspectos básicos de las afirmaciones hechas por la persona, con el propósito de presentar, de una forma clara y concisa, el elemento problemático de la pesona. 8. Resumen final y retroalimentación.
Orden de aplicación de los métodos cognitivos. La modificación de los esquemas cognitivos se realiza por medio de la restructuración cognitiva, cuyo fin es que la persona se haga consciente de las verbalizaciones internas que
acompañan a sus emociones y conductas, de modo que modifique las que son inadecuadas por pensamientos alternativos más adaptativos. Consiste en Crear conciencia en el paciente de la importancia que tienen las creencias en ellos, que cuando son irracionales saltan en forma de pensamientos automáticos ante cualquier estímulo problemático produciéndoles malestar. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013) El orden en el cual este proceso se realiza es el siguiente:
Hacer consciente por medio de auto registros, los pensamientos que va teniendo una persona a lo largo de un tiempo establecido, o cada vez que se sienta mal.
Analizar estos pensamientos para detectar a que idea irracional corresponde cada uno de ellos, analizar en qué medida está haciendo daño, llevándolo a sacar conclusiones erróneas.
Elegir pensamientos alternativos a los irracionales, argumentos que se contrapongan a los que hacen daños al paciente y que sean lógicos y racionales.
Llevar a la práctica los argumentos racionales elegidos, esto implica necesariamente una insistencia, ya que la persona está muy habituada a pensar en forma ilógica y los
18 argumentos irracionales saltaran de forma automática, sin que la persona se haya dado casi cuenta. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Técnicas Psicoterapéuticas. Algunas de las técnicas utilizadas en el enfoque cognitivo son las siguientes:
Relajación La relajación entre pensamiento y emoción es fundamental en el proceso psicoterapéutico. Una relajación dirigida de manera que primero se ponga en el pensamiento una experiencia que no agrado – advierta que no se requiere de algo muy doloroso o que no agrado porque puede lograr una descompensación de la persona especialmente cuando se trabaja en grupo- que la imagine lo más vívidamente posible y establezca la relación con lo que siente en este momento que recuerda la experiencia. Luego una respiración profunda y dejar irse la idea. Poner en el pensamiento ahora alguna imagen agradable, al igual que en el proceso anterior identifique lo que experimenta en cuanto a emociones. Que el paciente saque las consecuencias del ejercicio de manera que llegue a una conclusión clara y lógica. “lo que haya en el pensamiento habrá en el corazón…” (Muñoz, 2012, p.92)
Dramatizaciones Conocidas también como “rolle playing” permiten identificar las situaciones que se viven en la vida cotidiana o intercambiar roles para “ponerse en los zapatos” de la otra
persona. Tiene diferentes modalidades y puede ser utilizada en cualquiera de ellas según sea la situación plateada. Incluso el terapeuta puede utilizarla asumiendo él un rol determinado y permitirle a la otra persona que suma el rol de la situación o persona con la que se está en conflicto. (Muñoz, 2012, p.92)
Imágenes mentales (Imaginería). (Muñoz, 2012, p.93)
Tareas para la casa Las asignaciones que se dejan para realizar en casa son de enorme utilidad. Se ha de tener cuidado de que la persona que las usa no las resuelva únicamente para “cumplir” con lo solicitado ya que el objetivo de las mismas está en función de que la persona
19 aprenda a pensar y percibir diferente sobre sí misma, sobre los otros y sobre el mundo y su futuro. (Muñoz, 2012, p.93)
Flecha descendiente Esta técnica consiste en una especie de sondeo en los significados, una especie de asociación de ideas a partir de los pensamientos automáticos. Al progresar en esa profundización es habitual que usted se sienta ansioso. Tenga en cuenta que estará comprobando su manera básica de valorar las cosas, y ese análisis suele despertar una especie de "resistencia" a cambiar de hábito de pensamiento, a encontrarnos con una parte de nosotros mismos, que a veces son nuestros "temores más ocultos". La técnica en cuestión comienza a partir de un pensamiento automático concreto, que por ejemplo haya anotado en su auto registro. En este punto interrogamos a nuestro propio pensamiento automático preguntándonos: ¿Qué significa esto para mí? o ¿Y entonces, si esto es así, a donde me lleva? La respuesta a esas preguntas dará otro nivel de significado más profundo, otros pensamientos o valoraciones. A esas nuevas valoraciones se le sigue aplicando la misma pregunta; y así progresivamente. ¿Y hasta dónde? Por lo general, suele ser suficiente dar con valoraciones que comiencen por las expresiones: "Debo de...", "No debo de...", "Tengo que....", "No tengo que...", "Necesito de....". Es decir expresiones de obligación o necesidad absolutista o exigencias
personales. "Si hago tal cosa, entonces ocurrirá o sucederá tal cosa". Es decir expresiones donde una cosa se condiciona o lleva irremediablemente a otra. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Distracción Es una técnica psicoterapéutica en la que se pide al paciente que atienda y se concentre en otros estímulos diferentes a los que le están provocando ansiedad, sobre todo cuando el paciente está en situación de inundación. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
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Detención del pensamiento La Detención del Pensamiento es una Técnica de la Terapia de Conducta en la que se instruye al paciente a que relate en voz alta un pensamiento que le causa ansiedad. Nada más comenzar, el terapeuta da un golpe sobre la mesa gritando ¡ALTO¡, de modo que el paciente aprenda por sí mismo a detener pensamientos generadores de ansiedad. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Concretar Concretar es una técnica de la Terapia Cognitiva en la que se intenta que el sujeto no haga juicios generales sobre la realidad o sobre su propio comportamiento, sino que se le pide que especifique con la máxima precisión posible aspectos negativos y positivos concretos. Esta técnica intenta superar la distorsión cognitiva denominada Generalización Excesiva o Sobregeneralización. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Autoseguimiento Autoseguimiento es una técnica de la terapia cognitiva que consiste en que el paciente lleve el registro diario (a través de un contador en la muñeca, una pequeña ficha de notas, etc.) de las veces que le asaltan pensamientos negativos. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Análisis de costo beneficio (ACB) Es una técnica de la terapia cognitiva en la que se le pide al paciente que haga un listado de las ventajas y desventajas de sus pensamientos negativos, sus creencias contraproducentes, sus sentimientos negativos, sus hábitos inadecuados y sus problemas en las relaciones interpersonales. Una variante del método es el Análisis de CostesBeneficios Paradójico, en el que sólo se enumeran las ventajas. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Cuestionario Socrático Según Beck (2000), es aquel que lleva al paciente a determinar la precisión y la utilidad de sus ideas, mediante una revisión cuidadosa de los datos, técnica en la cual se logra un análisis del propio pensamiento y una respuesta adaptativa. Se inicia con varios tipos de
21 preguntas, hasta que los detalles de éstas respuestas son luego utilizadas como base para alcanzar creencias subyacentes, en el sistema cognitivo del paciente. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Entrenamiento en Autoinstrucciones Resulta efectiva en: Impulsividad, Falta de Autocontrol y Dificultades Aprendizaje. El entrenamiento autoinstruccional es una técnica cognitiva de cambio de comportamiento en la que se modifican las autoverbalizaciones (verbalizaciones internas o pensamientos) que un sujeto realiza ante cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que, en general, son más útiles para llevar a cabo dicha tarea. (Estrategias Psicoterapéuticas, 2013)
Registro diario de pensamientos disfuncionales Es una forma muy útil para cuando los pacientes comienzan a registrar variaciones en el estado de ánimo en relación con las situaciones o eventos ligados al estado de ánimo disfórico o, convergentemente, los pensamientos automáticos que acompañan un cambio en las emociones. Relatar los pensamientos puede servir como tarea para el hogar cada vez que el paciente se muestre escéptico acerca de que ciertos tipos de pensamientos realmente ocurran. (Glick, pp.82-83)
Programación de actividades (Becoña, Oblitas, s.f, p.121),
Entrenamiento en asertividad (Becoña, Oblitas, s.f, p.121)
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Terapia Racional Emotivo Conductual (TREC) Biografía de Albert Ellis Albert Ellis, Ph.D., fundador de la Terapia Racional Emotivo-Conductual (TREC, Ellis, 1957a), fue el padre de la psicoterapia cognitivoconductual y pionero de la intervención psicoterapéutica corta y directiva, que promulga la auto-ayuda. (Lega L, 2008). Autor de más de 70 libros y 800 artículos (Lega & Pereira, 2005), Ellis ha sido considerado por los miembros de las divisiones 12 y 17 de la APA (American Psychological Association Clinical & Counseling Divisions) como la segunda figura de mayor influencia en el campo de la psicología clínica en el siglo XX (Carl Rogers ocupó el primer puesto y Sigmund Freud, el tercero). (Lega L, 2008) Nacido el 27 de Septiembre de 1913 en Pittsburgh, su infancia estuvo marcada por el distanciamiento emocional y afectivo de sus padres, la asunción voluntaria de la responsabilidad del cuidado de sus dos hermanos menores y el padecimiento de múltiples enfermedades físicas a lo largo de su vida, que probablemente forjaron una personalidad vitalista, resiliente y resistente, orientada al afrontamiento y solución realista y racional de los problemas. (Gonzales,2007). Obtuvo los títulos de M.A. (1943) y Ph.D. (1947) en Psicología Clínica por la Universidad de Columbia (New York) y fue Psicólogo Jefe del estado de New Jersey, así como profesor adjunto en Rutgers, entre otras universidades norteamericanas. (Gonzales,2007) El estilo innovador de Ellis incluyó: la publicación de materiales de autoayuda para el público en general; las sesiones de psicoterapia por teléfono; talleres, programas de entrenamiento y conferencias alrededor del mundo; participación en programas de radio y televisión; la grabación de las sesiones de sus pacientes para que ellos pudiesen revisarlas posteriormente; los videos de sesiones suyas de TREC como método didáctico para público y profesionales; las tareas para hacer en casa como parte del trabajo psicoterapéutico (incluyendo lecturas y "experimentos" conductuales); los "ejercicios para atacar la vergüenza" y las "imágenes racionales" como técnicas para resolver problemas emocionales, y las demostraciones semanales de Terapia Racional Emotivo Conductual "en vivo", utilizando voluntarios del público en su famoso "Taller del Viernes en la Noche" en el Instituto Albert Ellis de Nueva York (Lega, Caballo, Ellis, 2002). ( Lega L, 2008) En 1959, Ellis fundó la organización sin ánimo de lucro llamada inicialmente Instituto para la Vida Racional (Institute for Rational Living), actualmente conocido como Instituto Albert Ellis
23 (Albert Ellis Institute) donde, hasta la fecha, alrededor de 7.500 profesionales provenientes de dentro y fuera de los Estados Unidos se han capacitado en su modelo de psicoterapia. El Albert Ellis Institute (AEI) cuenta con 15 institutos asociados en países de los cinco continentes (Lega & Velten, 2005). ( Lega L, 2008) En su práctica privada, Ellis continuó utilizando una mezcla de didáctica práctica, tareas conductuales e intervenciones actitudinales con los pacientes que presentaban dificultades sexuales y de pareja. Sin embargo, aunque su entrenamiento de postgrado con un fuerte énfasis en el método rogeriano y su propio interés en psicoanálisis tuvieron muy poco efecto en su propensión natural a la practicidad activo-directiva, Ellis insistió en continuar y finalizar su entrenamiento psicoanalítico con un analista del Instituto de Karen Horney, para practicar luego este modelo durante seis años aproximadamente. ( Lega L, 2008) Frustrado con lo que percibía como ineficiencia del método psicoanalítico, Ellis comenzó a aplicar a sus pacientes la misma estrategia que había utilizado consigo mismo, combinando ideas provenientes de la filosofía y del conductismo "clásico" con su propio estilo activo-directivo para la resolución de problemas. Fue así como formuló su propio modelo, una psicoterapia más corta, donde redujo el número y estilo de sus sesiones con los pacientes, reemplazando las cuatro o cinco veces por semana en "el diván" por una o dos veces por semana, cara a cara. ( Lega L, 2008) En enero de 1955, Ellis le dio formalmente el nombre de "Terapia Racional" (Rational Therapy), y presentó su primer trabajo significativo al respecto en el congreso de la American Psychological Association (APA) en Chicago en 1956. En aquel año fue también miembro fundador y primer presidente de la Sociedad para el Estudio Científico del Sexo (Society for the Scientific Study of Sex). ( Lega L, 2008). El enfoque activo-directivo en psicoterapia, el cual combinaba elementos cognitivos, emotivos y comportamentales de Albert Ellis recibió final-mente una gran publicidad debido a la critica positiva de H. J. Eysenck, acérrimo defensor de la psicoterapia conductual, en su libro "The handbook of abnormal psychology" en 1961. Fue también la influencia de Eysenck, con la reproducción de tres trabajos de Ellis en su libro "Experiments in behavior therapy" en 1964, la que contribuyó en forma definitiva al nacimiento del modelo de psicoterapia cognitivo-conductual. ( Lega L, 2008). En 1961, Ellis cambio el nombre de su psicoterapia por Terapia Racional Emotiva (Rational-Emotive Therapy, o RET) con el propósito de reflejar la conexión entre significados, propósitos y emociones. Al comienzo de 1993, la re-
24 bautizó Terapia Racional Emotivo-Conductual (Rational Emotive Behavior Therapy, o REBT), para enfatizar los cambios en el comportamiento externo que, junto con los cambios cognitivos y emocionales, son las metas de su modelo de psicoterapia. ( Lega L, 2008)
Generalidades De acuerdo con Ellis (1962), citado por Lega (1998), la Terapia Racional-Emotiva (TRE), es una terapia cognitivo-conductual, que se basa en la idea que tanto las emociones como la conducta son producto de las creencias de un individuo, de su interpretación de la realidad. Para los autores Ellis y Dryden (1987) citados por Lega (1998), la meta primordial de la TRE es asistir al paciente en la identificación de sus pensamientos irracionales o disfuncionales y ayudarle a reemplazar dichos pensamientos por otros más racionales o efectivos, que le permitan lograr con más eficacia metas de tipo personal.
Descripción del modelo terapéutico El marco filosófico de la TRE, se basa primordialmente en la premisa estoica del filósofo Epicteto en el siglo I d.C, que decía; “la pert urbación emocional no es creada por las situaciones sino por las interpretaciones de esas situaciones” ( p.477)
Por consiguiente, continua la autora Caballo, (1998) citando a Ellis (1982), el modelo ABC utilizado por la TRE para explicar los problemas emocionales y determinar la intervención terapéutica para ayudar a resolverlos, tiene como eje principal la forma de pensar del individuo, la manera como el paciente interpreta su ambiente y sus circunstancias, y las creencias que ha desarrollado sobre sí mismo, sobre las otras personas y sobre el mundo en general. (p.477) Según Caballo (1998), la TREC supone que existen dos tendencias básicas, naturales, podría decirse biológicas, en el ser humano; una de ellas es la facilidad con que las personas, no importa lo racionalmente que hayan sido educadas, a menudo tiende a polarizar sus deseos personales o sociales hasta exigencias rígidas y absolutistas. La otra es que las personas tienen el potencial para desarrollar la habilidad de identificar, cuestionar o debatir y cambiar dichas exigencias, si asi lo desean. (p.19) Por esta razón, continua la autora, este modelo terapéutico hace responsable al paciente de su forma de pensar, sentir y comportarse y no a su pasado o a otras personas.(p19)
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Principales conceptos de la TREC Pensamiento racional e irracional. Para el modelo de Ellis citado por Caro (2007), lo racional significa aquello que es verdadero, lógico, pragmático, basado en la realidad, por tanto, y que facilita que la gente logre sus metas y propósitos, se refiere, pues a dos cuestiones: 1. Establecer o elegir ciertos ideales, metas, valores y propósitos básicos. 2. Utilizar una forma eficiente, científica, lógico-empírica, de lograr esas metas y valores, evitando consecuencias contrarias y perjudiciales. Por otro lado, continua Caro (2007) citando a Ellis (1979), va a ser aquello que es falso, ilógico, que no está basado en la realidad y que dificulta o impide que la gente logre sus metas y propósitos más básicos. La conducta irracional tendría, los siguientes aspectos: 1. El individuo cree, la mayoría de las veces de forma muy firme, que está ajustado a lo que es real o no. 2. Las personas que presentan una conducta irracional suelen rebajarse o no aceptarse a ellas mismas. 3. Interfiere con nuestro funcionamiento satisfactorio dentro de nuestros grupos de referencia. 4. Bloquea, de forma muy clara, lograr el tipo de relaciones interpersonales que nos gustaría tener. 5. Impide que trabajemos de forma madura y productiva. 6. Interfiere con nuestros mejores intereses en muchos campos. Finalmente, según Caro (2007), un aspecto muy importante para entender buena parte de la explicación del modelo de la TREC, sobre los problemas emocionales, hay que tener en cuenta que lo racional, y también lo irracional, nunca se define en la terapia racional emotiva conductual de forma absolutista, sino como aquello que impide el logro de metas definidas en función de los intereses y las situaciones y contextos dados de cada individuo (p.96).
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El concepto del ABC. Según Lega et al (1997), el modelo ABC se considera dentro de la TREC como un amplio marco de referencia donde se puede conceptualizar los problemas psicológicos de los pacientes. Este modelo funciona así: De acuerdo con los autores Ellis, Becker y Harper, citado por Caballo (1997), el acontecimiento activante o “A” es interpretado por el individuo, quien desarrolla una serie de creencias (“Beliefs”) (Bs) sobre el mismo. A partir de esas creencias se desarrolla la “C” o
consecuencias, que resultaria de la interpretación ( o creencias) que el individuo hace de “A”. las consecuencias pueden ser “emocionales”, “Ce”, y/o “conductuales” “Cc”. Si las creencias son funcionales, lógicas y empíricas, se consideran “ racionales” (rB). Si, por el contrario, dificultan el
funcionamiento eficaz del individuo, don “irracionales”, (iB). Según el ABC, el método principal para reemplazar una creencias irracional (iB) por una racional (rB) se denomina refutación, cuestionamiento o debate (D) y es básicamente, una adaptación del método científico a la vida cotidiana (cuestionar hipótesis y teorías para determinar su validez) ( Lega et al, 1997, p.20)
Lega et al (1997), profundiza en el modelo ABC de la TREC, explicando los aspectos esenciales del ABC de la siguiente manera: Figura 1: Modelo de la Terapia Racional Emotivo-Conductual
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Los acontecimientos activantes o las A; cuando los pacientes describen un acontecimiento perturbador en sus vidas, el terapeuta puede pensar que dicho acontecimiento contiene tres elementos: 1) qué sucedió, 2) cómo percibió el paciente lo que sucedió, y 3) cómo evaluó el paciente lo que sucedió. Los primeros dos elementos son aspectos de la A, el acontecimiento activante; el ultimo se refiere al sistema de creencias del paciente. La TREC hace una distinción entre la realidad objetiva y la realidad percibida. La realidad percibida es la realidad conforme la describen los pacientes y como supuestamente creen que es. La realidad confirmable se refiere al consenso social de lo que sucedió. (p25)
Las consecuencias o la C; la Consecuencia emocional, se divide en perturbadoras y apropiadas. Una emoción perturbadora obstaculiza la capacidad del paciente en su intento de alcanzar sus objetivos y puede tener como resultado un comportamiento autodegradante.(p25)
Las creencias o la B; hay dos clases de sistemas de creencias, las que son racionales (rB) y las irracionales (iB). Ambas son evaluaciones de la realidad, no descripciones o predicciones de ella. Algunas de las características de las creencias irracionales son; 1) Son absolutistas y dogmáticas, 2) Producen emociones perturbadoras; 3) Son inconsistentes en su lógica; 4) No ayudan a conseguir objetivos. (p.26)
La estructura básica de la TREC Según Lega et al (1997), se puede hablar de tres niveles básicos de la conciencia cognitiva; los más cercanos a la consciencia son los pensamientos automáticos (los que el paciente puede informar fácilmente), las indiferencias y atribuciones que hacemos sobre nuestras observaciones y pensamientos automáticos y las cogniciones evaluativas (son menos obvias para el paciente) y las creencias irracionales nucleares (reglas de la vida o filosofías básicas que no nos damos cuenta).
(p.27) Para la TREC el elemento principal del trastorno psicológico se encuentra en la evaluación irracional, poco funcional, que hace el individuo sobre sí mismo, los demás y el mundo que lo rodea. Dicha evaluación se conceptualiza a través de exigencias absolutistas, de los “debo” y “tengo que” dogmáticos sobre uno mismo, los otros o la vida en general. Estas exigencias absolutistas
derivan tres conclusiones irracionales; 1) Tremendismo (tendencia a resaltar en exceso lo
28 negativo), 2) Baja tolerancia a la frustración (Tendencia a exagerar lo insoportable de la situación), 3) Condenación o Evaluación global de la valía del ser humano (evaluar como “mala” la valía de uno mismo y/o los demás). (Lega et al, 1997,p.28-29)
Técnicas terapéuticas de la TREC 1. EL DEBATE (D): tiene como propósito enseñar al paciente a utilizar el método científico para el análisis de su pensamiento irracional. Se compone de dos estrategias básicas, para ayudar al paciente a que; 1) examine y cuestione su forma actual de pensar y 2) Desarrolle nuevos y más funcionales modos de pensamiento.(Lega et al, p.48) Estilos de debate: a) Socrático: meta principal, el cuestionamiento de las ideas irracionales (iBs) del paciente a
través de preguntas enfocadas hacia su carencia de funcionalidad, falta de lógica e inconsistencia empírica, su propósito es incitar al paciente a pensar por sí mismo. b) Didáctico: el terapeuta utiliza explicaciones de tipo didáctico, para que el paciente pueda
comprender el significado de lo que está diciendo. c) Humorístico: la exageración de un pensamiento irracional de forma chistosa, puede
funcionar de forma paradójica y ayudar al paciente a ver lo irracional de su pensamiento. d) Auto revelación: le permite al paciente a enfrentarse a su propia irracionalidad basándose
en los siguientes puntos: 1) Experiencia similar del terapeuta, 2) El terapeuta en alguna ocasión pensó de manera irracional y 3) el terapeuta reemplazo dicho pensamiento irracional por una racional y resolvió el problema. Estrategias para el debate:
Según Lega et al (1997), la TREC utiliza tres estrategias básicas en el debate o cuestionamiento de los pensamientos irracionales: (p54) a) Estrategia 1: Cuestionar la falta de lógica (debate filosófico). El propósito principal es ayudar al paciente a entender por qué su pensamiento irracional es ilógico. b) Estrategia 2: Centrarse en el aspecto objetivo (debate empírico). La meta principal ayudar al paciente a observar y comprobar la evidencia empírica, la veracidad de los hechos, la objetividad de los datos que está utilizando.
29 c) Estrategia 3: Centrarse en el aspecto práctico (debate empírico). Ayudar al paciente a evaluar, de forma práctica las consecuencias de continua pensando irracionalmente. Aplicaciones frecuentes del debate.
Autoevaluación (Auto condena): cuando el paciente piensa (iB) sobre si mismo.
Devaluación / Condenación de los demás: se produce cuando el paciente piensa (iB) “otros deben tratarme con consideración y justicia de lo contrario son indeseables,
Tremendismo: Cuando el paciente piensa que algo es catastrófico y terrible.
Baja Tolerancia a la Frustración: cuando el paciente piensa (iB) que el mundo /la vida, deben ser justos, no muy difíciles ni requerir mucho esfuerzo.
2. TAREAS PARA CASA Según Lega et al (1997), el propósito principal es ayudar al paciente a reforzar lo adquirido durante la sesión terapéutica, como su nueva filosofía racional (E) o su habilidad para debatir (D), a través de ejercicios para practicar en casa, entre una sesión y otra, cuando el sujeto tiene que funcionar en el mundo real.(p.57) Entre sus metas específicas están: 1) cambiar un comportamiento ineficiente o establecer uno adaptativo, 2) reducir pensamientos irracionales (iBs) y reemplazarlos por ideas más racionales y eficaces (rBs), y 3) evaluar el grado de comprensión por parte del paciente de los principios básicos de la TREC.(Lega et al, 1997,p.57) 3. IMAGENES RACIONAL EMOTIVAS Según Eccles (1958) citado por Lega et al (1997), las imágenes emotivas se basan en la hipótesis neurofisiológica de que no sólo las experiencias reales sino también el uso de la imaginación sirven para crear conexiones y circuitos del impulso nervioso. Por esta razón, la práctica mental puede servir para desarrollar hábitos de pensamiento racional y facilitar emociones que son producto de ellos. (p.70) Si se utiliza correctamente, puede lograrse tres resultados psicoterapéuticos: 1) el paciente extingue su condicionamiento al estímulo externo que juega el papel más importante en desencadenar las respuestas emocionales indeseables; 2) el paciente crea marcos de referencia mentales para comportarse racionalmente para comportarse racionalmente, lo que incrementa la
30 probabilidad futura de un comportamiento racional real, y 3) el paciente aprende a dialogar racionalmente consigo mismo tan fácil y naturalmente como antes lo había hecho de forma irracional. (Lega et al, 1997, p.71)
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CAPÍTULO III: CONCLUSIONES En conclusión se puede decir que la Terapia Cognitivo Conductual contiene una estructura en la cual el paciente por medio de técnicas y tareas puede realizar los objetivos acordados con el terapeuta y con esto tener un proceso aunque en ocasiones más prolongado que otros exitosos. En este enfoque el papel de psicólogo es fundamental, el mismo debe observar con cautela tanto los pensamientos como conductas del paciente para con ello identificar elementos (distorsiones, creencias y pensamientos automáticos) que impidan cognitivamente avance, en pensamientos contrariamente que procuren cambios positivos en la conducta del mismo. Esto lo podrá realizar con estrategias previamente puntuadas. Ellis y Beck proporcionan una sólida base en cuanto a la Terapia Racional Emotiva Conductual y la Terapia Cognitiva. Ultimando que la primera se define según Ellis (1962) y citado por Lega (1998) como una terapia que se basa en la idea que tanto las emociones como la conducta son producto de las creencias de un individuo, de su interpretación de la realidad. A su vez el modelo utilizado por la TRE del ABC pretende conocer las percepciones de los demás y del ambiente del individuo, así de su forma de pensar y creencias entre otros aspectos. Uno de sus principales atributos es permitir al sujeto responsabilizarse de su forma de pensar, sentir y comportarse. Por su parte la Teoría Cognitiva de Beck expone que las percepciones del individuo están marcadas o influenciadas por aquellas experiencias tempranas o aprendizajes de la persona. Es así como determinado evento activa el pensamiento y este desata el estado anímico, según Muñoz (2012). Ambos modelos tienen relación en cuanto a los principios pensamiento, percepción, emoción, conducta, así como la importancia de las creencias del individuo dentro del proceso. También utilizan técnicas de intervención y trabajan con los pensamientos e ideas irracionales y /o disfuncionales del paciente. Algunas de ellas son: El debate, las tareas para la casa, las imágenes
32 racionales emotivas, relajación, dramatizaciones, flecha descendiente, distracción y detención del pensamiento entre otras. Las técnicas implementadas proporcionan la oportunidad de un seguimiento apropiado, este último es expuesto por ambos autores, para conseguir finalmente que el paciente por si solo obtenga y utilice cada vez de forma más eficaz sus herramientas y todos aquellos elementos que dentro de su autonomía lo ayuden a modificar los pensamientos, emociones y conductas que son causante de que todo aquello que interfiera con su salud bio-psico-social y espiritual. Debido a la consistencia de dichas teorías la terapia ha sido eficiente en diversos procesos psicológicos; se dice hoy en día que las mismas han sido de gran ayuda para pacientes con fobias, ansiedad, depresión y adicciones entre otros. Al mismo tiempo de ser utilizada por diversos terapeutas y preferida en algunos casos por los mismos pacientes debido a que representan un proceso más corto que uno enfocado en el psicoanálisis por ejemplo, además de ser más confrontativo. A su vez estos modelos propician que los psicólogos que utilizan en sus procesos modelos integrativos los tomen en cuenta dentro de sus herramientas de trabajo. Como psicólogos es fundamental conocer acerca de todos aquellos modelos utilizados dentro de la psicología, principios, expositores y técnicas. Esto debido a que permiten que se obtenga mayor flexibilidad en la psicoterapia y con ello buscar e identificar aquel modelo o aquellos elementos que se adaptan mejor a cada paciente, teniendo como principio la visión de que se trabaja con un ser único y por ende su caso representa un tratamiento del mismo modo dentro de su propia individualidad. En general se puede decir que las Terapia Cognitivas contienen herramientas objetivas con las que el psicólogo puede realizar un seguimiento, en cierta forma dirigido sobre pasos previamente definidos y con ello proporcionar las estrategias que se adecuen de mejor manera a las diferentes condiciones que puede presentar cada paciente.
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Referencias Arruabarrena, J. (2012). ¿Cómo descubrir los pensamientos automáticos. Recuperado de: http://www.psikologo.biz/gaztelania/04_ayuda/04_ayuda_01_descubrir.pdf Becoña, E., Oblitas, L. (s.f) ¿Cómo hacer psicoterapia exitosa?: Los 22 enfoques más importantes de la práctica psicoterapéutica contemporánea y de vanguardia. Colombia: Editorial
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